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"Lo Que Construimos" [AU SenGen]

Chapter 23: ¶¶. UN BUEN SUEÑO.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Al día siguiente, en la habitación el primero en despertarse fue Senku, se percató de que Gen estaba acostado en el futón de al lado, lo que le reconfortó un poco ante la preocupación de que este no hubiera llegado la noche pasada, pues después de otro más de sus sueños extraños, sus nervios seguían estando de punta.

Tenía que admitir que también tenía un pequeño sentimiento de preocupación molestándole ante la idea de poder haber hecho algún ruido en la noche que incomodara a Gen. Porque, realmente no quería tener que dar explicaciones a nadie sobre sus pesadillas.

Pensó en reclamarle al mentalista respecto a su hora de llegada en la noche anterior, o sobre como los había abandonado, pero al verlo dormir tan a gusto, se aguantó las ganas. Ya podría hacerlo más tarde, ese día no lo dejaría irse de su lado, se había decidido, en especial para poder hablar a solas sobre lo que quería agradecerle.

Pensó entonces, en darse un baño rápido, ya que ese día de nuevo saldrían a visitar la zona.

Fue así como Senku avanzó hasta el baño y encendió la ducha, cuando el sonido del agua cayendo contra los mosaicos del lugar resonó. Gen, quien había fingido dormir momentos antes, se apresuró a ponerse de pie y buscar rápidamente un cambio de ropa entre sus maletas.

Pasando toda la noche al lado del científico estuvo demasiado inquieto y dormir fue una tarea casi imposible, por lo que esa mañana, no era una buena mañana.

Tenía la mente y el cuerpo agotados, pero tenía que huir de ahí rápido si quería despistar a Senku. Ya sabía muy bien que haber asistido a aquel viaje fue una gran equivocación, así que al menos, quería evitar que su situación empeorará.

Colocándose unos lentes oscuros encima, avanzó de puntillas hacia la puerta y justo al abrirla, se topó con el primate más fuerte del otro lado.

—Ah.

—Ah, hola Gen—sonrió el castaño al verle.

Tanto Tsukasa como Gen se llevaron una sorpresa espontánea al verse tan de pronto. Y lastimosamente para Gen, eso significó que su plan de huida había sido frustrado.

—Hola Tsukasa-chan, ¿Qué haces aquí?—cuestionó tratando de igualar su sonrisa.

—Quería verte—expresó—, tengo algo que decirte—y tomó sus lentes en un despisté.

—¡Ah! ¿A mí?—Gen trató de recuperar sus lentes y enmarcó una mueca cuando Tsukasa los alzó por encima de él para evitarlo.

El más alto sonrió divertido al ver cómo Gen daba algunos saltitos para recuperar sus gafas con una mueca fastidiada, pero adorable.

—Parece que tienes prisa Gen—mencionó—. ¿O quizá lo que quieres es escapar?—asomó su cabeza desde el marco de la puerta hacia dentro de su habitación—¿Y Senku?

—¿Qué es eso que quieres decirme Tsukasa-chan?—dejo de intentarlo, y decidió evadir todas las interrogantes, ya había sido descubierto de todos modos.

Tsukasa lo vio a los ojos—Es sobre Senku, precisamente.

Con eso Gen decidió escucharle con atención.

—¿Ya has hablado con él?, ayer te espero bastante tiempo.

Gen arrugó sus labios—No...

—Senku ha comenzado a recordar.

El bicolor suspiro—Dime algo que pueda sorprenderme Tsukasa-chan—hizo un ademán con sus manos—, estamos hablando de Senku después de todo, era lógico que en algún momento comenzaría a recordar.

—Tienes razón—Tsukasa asintió—, pero ¿Podías pronosticarlo tan pronto? Ya ha recordado su incidente.

—¿Cómo dices?—Gen pareció reaccionar con una pequeña sorpresa.

—Senku ha recordado incluso que estuvo en el hospital—le reveló.

—¡Eso!—Gen se exaltó elevando un poco su voz, revelando así su ubicación.

El científico salió del cuarto de baño tras eso, cruzó el umbral de la puerta y asomó su cabeza en dirección al pasillo, con una playera larga encima y una toalla secando su cabello, además de un gesto en el rostro.

—¿Gen?, ¿Qué estás haciendo mentalista, por qué haces tanto alboroto?—cuestionó.

—¡Senku-chan!—el chico dio un respingo.

La mueca en la cara de Senku, al identificar quién era la persona con la que Gen conversaba en la puerta tan animadamente a esas horas, no hizo más que acrecentar, en forma de rechazo o desagrado, al menos así era perceptible.

—Tsukasa...—masculló a penas separando sus labios.

El castaño volteó a verlo, asomando su cabeza por encima de la de Gen y tranquilamente le dedicó una sonrisa de afinidad, bastante contraria a las intenciones del teñido de verde.

—Hola, Senku—saludó cortésmente—. Espero que no te moleste, solo pienso robarte a Gen unos minutos.

Senku exhaló—¿Ah?, ¿Y por qué tendría que molestarme?

—Es verdad—Tsukasa tomó la muñeca de Gen rodeándola con su palma y acrecentó su sonrisa—, entonces no hay ningún problema—tiró de Gen, ligeramente hacia él.

A lo que Senku dio un respingo—¡Mentalista!—expresó con la ansia antes negada.

Gen presionó un poco sus labios, no se atrevía a ver a Senku a los ojos en ese momento.

—Traidor...—agregó el científico—Kukuku, es bueno que ya estés alistado, supongo—comentó al ver su aspecto—. Tsukasa, tienes que devolverlo—le habló al castaño y luego se giró para avanzar por el pasillo—, ayer pudo escapar, pero hoy no te será tan fácil, Gen—le dedicó una última mirada.

Gen paso saliva apoyando su mano que era sostenida sobre el pecho de Tsukasa, había retomado el hábito de encorvar su espalda y a comparación del primate más fuerte, en ese momento, su silueta era mucho más diminuta.

—¡Doihi, Senku-chan!—expresó sin conseguir voltear a verlo. Simplemente escuchando su risa retumbar por el pasillo de su cuarto.

Cuando Senku se alejó lo suficiente, Gen cerró la puerta de su habitación a sus espaldas y dejo que Tsukasa de nuevo lo guiará de la muñeca hasta recargarse ambos en una de las paredes del hostal frente a la habitación.

—¿Cómo pudo recordar el incidente?, ¿Sabe qué fue lo que le pasó?, ¿Recordó que provocó su condición?—Gen bombardeó con preguntas a Tsukasa de forma inmediata.

El primate más fuerte lo miró a los ojos—No nos dio tantos detalles.

—¿Él se los dijo?

—Sí, ayer insistió en hablar conmigo y también supe de los demás.

—Ukyo-chan me mandó algunos mensajes ayer...—desvió la mirada.

—Probablemente quería advertirte, supe que también fue con él. Al parecer quería darnos las gracias por haber estado ahí.

—¿Les agradeció?

—Sí. Al ir recuperando de a poco la memoria, parece que también sus sentimientos se han encontrado.

Gen mordisqueó un poco su labio inferior, ciertamente la rapidez de Senku le había sorprendido y por ello comenzó a sentirse inquieto, estaba preparado para llevar su plan a cabo, pero en esos instantes, incluso él dudaba de su propia fortaleza. Tenía miedo de flaquear enfrente de Senku.

—¿Cómo lo ves, Gen? A mí parecer, falta poco para que lo recuerde todo.

Él se iba a poner la máscara de malo y permitir ser acusado de todo, pero en el fondo de su corazón, un sentimiento agradable al volver a pasar algo de tiempo junto a Senku, se estaba formando, por más que él quisiera evitarlo.

Así que no. No estaba listo para enfrentarlo tan pronto.

—Ah, eso es un gran problema...—Gen suspiró con rastros de amargura.

Tsukasa elevó una ceja, sin quitarle la mirada de encima y con un movimiento delicado le tomó de la barbilla y le invitó a voltear a verlo, acariciando suavemente su mejilla.

—¿Eso crees?

Gen tragó saliva ante el contacto, pero se perdió en la mirada serena del castaño.

—Yo pienso que solo quiere hablar contigo y algo me dice que deberías de escucharlo.

Las pequeñas cejas de Gen se fruncieron, Tsukasa prosiguió con las caricias, está vez atrapando el mechón largo de su cabello.

—Gen—volvió a hablarle, acortando un poco la cercanía entre ambos—, creo que te conozco lo suficiente como para saber que tienes algo planeado al respecto en tu mente—notó ese suave movimiento en el que la celebridad buscaba encoger su figura, en un pequeño intento de ocultarse—. Sé que me he alejado y he tomado mi distancia desde lo que le ocurrió a Senku, lamento no haber estado ahí para ti.

—Tsukasa-chan...—Gen agachó la cabeza.

Ciertamente Gen solía actuar tan solo como le fuera posible y le costaba bastante pedir ayuda, pero es por eso mismo que Tsukasa se la hubiera brindado y estiraría su mano hacia él, todas las veces en las que se lo pidiera. Pero Tsukasa también tenía miedo.

Miedo de que Gen no confiara en absoluto en él y de que pudiera malinterpretar su cercanía como un intento desesperado por aferrarse, ahora que Senku ya no estaba en su camino. Claro que, un acto tan bajo como ese, sería inadmisible para su persona, pero no sabía cómo podía transmitirle aquello a Gen.

Y desde luego, su miedo también se fundamentaba en las habilidades que ya conocía de Gen. El chico era listo, Tsukasa, aunque no había hablado con Gen en ese tiempo, sabía, sin necesidad de escuchar su plan tal como fue con Ukyo, que Gen priorizaría el bienestar de Senku sobre el suyo y eso, sinceramente era algo que quería evitar, confiaba en que abría otras maneras, en las que Gen no acabaría mas herido de lo que ya estaba.

Era un sentimiento extraño, porque Tsukasa podía compararlo con el deseo de no perder a Gen de nuevo. Aunque fuera demasiado trasgiversado.

—Pero quiero que sepas que al menos, podrás contar conmigo, voy a apoyar todo lo que te traiga felicidad a ti.

Los ojos de Gen se llenaron de lágrimas, empezó a ver borroso gracias a la acumulación de estás, pues le había conmovido recibir esas palabras de la boca del primate más fuerte. Saber que contaba con apoyo, le impulsaba un poco a mirar al frente y reducía un poco su carga autoimpuesta y sabía que podía confiar en esas palabras, que aunque se convirtiera en el malo de la historia, Tsukasa le creería, así es como actúa un corazón enamorado. Sí que lo sabía...

—Tsukasa-chan...

—Solo te quiero pedir algo Gen—el chico agregó—, por favor, escucha lo que Senku tiene que decirte, ¿bien?—Tsukasa entonces lo soltó sonriéndole con suavidad.

El tacto tibio de Tsukasa se le desvaneció al mentalista por su silueta y con un pequeño toque de fortaleza, las lágrimas se esfumaron y encaró algo de firmeza, simplemente asintiendo.

—Bien, haré mi mejor esfuerzo entonces, Tsukasa-chan—Gen se encogió sobre sus hombros, la verdad era que tampoco quería decepcionarlo a él.

Tsukasa extendió sus sonrisa—Me alegra—intentó alcanzarlo una vez más, esta vez, con toda la intención de rodearlo entre sus brazos, como intentando consolar esas lágrimas que no fueron derramadas.

Pero entonces, antes de que Gen reaccionara a esa intención, o que la palma del estudiante primate le rozará la ropa, la puerta de su habitación de nuevo fue abierta, con un movimiento rudo y seco por parte del científico, que presumía la misma mueca irritada de antes.

—Ustedes dos, tardan demasiado—se quejó.

—Lo siento—Tsukasa se disculpó entre risas, ver el rostro de Senku tan expresivo era bastante divertido.

Senku frunció sus cejas, alcanzó, por supuesto, a ver la escena que interrumpió, aunque no tenía contexto alguno, su molestia disminuyó un poco cuando se dio cuenta de que al menos había cumplido con su objetivo, aunque ni él supiera de lo que se trataba.

—Se hace, tarde, hora de irnos—Senku avanzó ignorando olímpicamente a Tsukasa hasta tomar el cuello de las ropas de Gen, yendo rumbo a la salida del hostal con él a cuestas.

—¡Senku-chan!—exclamó el pelinegro con la misma sorpresa declarada.

—Te lo dije mentalista, esta vez no vas a escapar—el científico mostró los dientes en una sonrisa prácticamente demoníaca.

—¡Doihi!

A Gen no le quedó de otra más que disponerse a avanzar siendo arrastrado de nueva cuenta con el grupo científico que Senku había armado.

—¡Tsukasa, ven tu también!

Sin mirar atrás y como le bastaba, Senku se dirigió al castaño, quién volvió a reír y fue tras ellos, como su guardia personal.

Esta vez su paseo fue guiado, por el mismo profesor que promovió el viaje, en una zona turística del lugar, donde se podía convivir con algo de naturaleza como cuevas y pequeñas montañas que adornaban la postal, el viejo habló y habló, tanto como pudo expresando su emoción por recorrer esas tierras llenas de historia, manteniendo a sus estudiantes consigo hasta que por fin lo expresó todo. Agotados, de tan larga explicación y sobrecarga de información, los jóvenes aprovecharon del tiempo de sobra para tomar fotografías y descansar un rato.

Gen había recibido la misma petición que Tsukasa le hizo esa mañana, por parte de Ukyo también, en forma de mensaje de texto y por como la situación se estaba llevando, pudo suponer que el resto del grupo también le pedía lo mismo con la mirada, cada que volteaban a verlo mientras se alejaban para darle su espacio debido con el de mechas verdes.

"Escucha lo que Senku tiene que decirte"

Era más fácil decirlo que hacerlo y para ellos también. Pero ahí estaba otra vez, arrastrado por el científico sin poderse negar.

—¿Entramos?

Senku, había permanecido todo ese tramo a su lado, caminando a la velocidad de su paso, escuchando la clase y soltándole sus propios comentarios al aire de vez en cuando, como la parejita que se sienta al fondo del aula, Gen sabía bien que Senku lo hacía bajo la excusa de no dejarle de nuevo cabida a la huida, pero tampoco podía privarse de disfrutar la atención del carmín, o sentirse inquieto. En especial ahora que estaban los dos solos de nuevo y a plena luz del día.

—Claro~

Por supuesto, eso fue planeado.

El grupo se separó para tomar fotos y conociendo perfectamente la fuerza física de ambos, comparable a un par de espárragos, era claro que Senku preferiría tomar asiento, en lugar de gastar energía en hacer actividad turística, eran astutos al dejarlo con él para que pudieran hablar sin interrupciones, el mentalista se encontraba ligeramente irritado por que le vieran la cara, pero lo disimuló mientras entraba al pequeño local del área que vendía comida para los turistas, justo atrás de Senku.

—Bienvenidos, ¿Les puedo ofrecer alguna bebida?—la amable señorita que mesereaba les atendió de inmediato.

Senku tomó asiento y solicitó—Un té helado—sus ojos se desviaron hacía Gen con suavidad, mientras le veía acomodarse en la silla de madera—y un refresco de cola con hielo.

—¿Ah?—Gen lo miró de inmediato, aún le tomaba por sorpresa que Senku recordara el detalle de su bebida favorita—S-sí, por favor.

Senku solo le sonrió, divertido por su mueca.

—En un momento lo traeré—la chica les dedicó una sonrisa y los dejo solos.

Gen suspiró, abanicándose con la pequeña carta del menú de ese lugar.

—Sí tanto calor tienes, ¿Porqué no te quitas eso de una vez, señor celebridad?—Senku hizo el comentario refiriéndose al cubrebocas oscuro que Gen llevaba encima.

El mayor no pasó desapercibido el ligero e insolente tono de burla con el que Senku le nombró para molestarlo, así que le volteó la carta—¿Y qué harías si de nuevo mis fans me secuestran y me apartan de ti, querido Senku? No quiero hacerte sentir triste de nuevo—fingió melancolía.

—Kukuku, tranquilo. Este sitio es bastante remoto, dudo que alguien pueda reconocerte aquí, además yo no recuerdo a nadie cometiendo algún acto ilícito, solo a un mujeriego farsante que se fue por su voluntad.

Gen enmarcó una sonrisa y comenzó a retirarse la prenda del rostro—Creo que demeritas bastante mi fama, Senku-chan. La serie se transmite por cadena nacional, ¿Lo sabes?—intentó hacer un reclamo.

—Oh, ¿En serio?

—¡Senku-chan! Soy un gran protagonista.

—¿Sigues siendo protagonista a pesar de que no sales diario?

—Puedo mostrarte a todos mis seguidores.

—No me interesan ni un milímetro

Se molestaron un rato con pequeños comentarios que intercambiaban entre tanto, luego, las bebidas que habían pedido llegaron a su mesa y Gen ya estaba controlando mejor sus ansias, cuando un pequeño comentario le volvió a descontrolar.

—¿Y si ya has conseguido tanta fama, por qué sigues haciéndolo?—Senku interrogó.

Gen le miro, tomando ese largo trago a su té—¿Cómo?

—Las series—Senku dejó el vaso de lado y centro su atención en quien tenía enfrente, haciendo contacto con la mirada de Gen—¿Por qué sigues rodando esas series?—el tono de voz transitó a uno completamente serio.

—Bueno, es mi trabajo...

—Pero tú eres un mentalista.

Gen tragó saliva—Yo—y bebió un sorbo de su refresco.

—¿Hasta cuándo podrás recuperar tu programa?, ¿Ese era tu sueño, no?

Ahora fue él quién interrumpió su bebida, Gen comenzó a sudar, la voz de Senku le retumbó y la seriedad de su carmín le intimido.

"¿Por qué Senku recordaba aquello?"

Su sueño...

De repente dejo de estar presente en ese sitio, viaje hasta uno de sus preciados recuerdos con Senku, antes de que perdiera la memoria, cuando ya estaban en una relación.

Uno de esos días, en donde pasar el tiempo en el departamento del otro era tan común como comer el almuerzo. Gen volvió, agotado, como la mayoría de las veces de su agencia, acababa de tener otra reunión tediosa con su manager hablando sobre sus planes a futuro.

—"Estoy muerto, Senku-chan."

El chico se dejo caer sobre el sofá en cuanto llegó, mismo en donde Senku se mantenía ocupado evitando la espera de su regreso con la lectura de un libro. Tras escuchar sus quejas de niño pequeño, Senku estiró su mano disponible hacía la cabellera bicolor y la acaricio con gentileza, aún sin despegar la vista del texto.

—"¿Qué sucedió esta vez mentalista?"

—"Otro papel"—Gen expresó sin ningún rastro de ánimos.

—"¿Otro? Eso es bueno, felicidades."

El bicolor negó con la cabeza hundida en el cojín del mueble—"No, no lo es."

Ante la respuesta, Senku desvió la mirada—"¿No?"

—"Soy un mentalista, no un actor. "

Senku, aunque no veía el rostro de Gen, podía apostar porque acababa de hacer un puchero acompañando ese reproche. Pero la frase le dejó pensando.

—"Creí que disfrutabas estando bajo los reflectores."

—"Lo hago—pretendió sonar orgulloso—, pero no de esa forma."

—"¿Entonces cómo?"

—"Prefiero hacer algo de entretenimiento antes que un drama en pantalla. Mostrarme como soy y no cómo un dialogo que alguien más escribió, además de tener un público activo, en lugar de tener que esperar a que se televisé un capítulo."

—"¿Hablas de lo que hacías antes?"

—"¡Exacto!"—Gen alzó la cabeza y vio a Senku, que ya había dejado su libro de lado.

—"Pero, ¿no dijeron que esta era una mejor oportunidad para ti?"—Senku comenzó a adentrarse en un pensamiento dentro de su mente.

Gen era una celebridad, si que lo era, aún siendo tan joven había conseguido captar la atención de una agencia que lo llevara a la televisión, su aspecto, su carisma y sobre todo, su astucia le dieron pie a oportunidades únicas para debutar y aparecer ante los reflectores. Su primera vez frente a una cámara lo hizo maravillosamente, mostrando algunos trucos de magia y aumentando el rating y la interacción en redes de sus seguidores, lo que beneficio a quienes habían apostado por él.

Y así, sus apariciones esporádicas se volvieron continúas. Tanto que se abrió camino hasta conseguir un espacio dentro de un programa de variedades que se transmitía en vivo, para formar parte del elenco de conductores y tener sus propias cápsulas de contenido, fue ahí donde su fama despegó aún más, llamando la atención de productores mucho más grandes y con mayor poder dentro de la industria. Incluso, gracias a eso había tenido la oportunidad de participar en el programa especial de mentalismo contra fuerza junto a Tsukasa.

Las cosas iban bien para Gen, incluso, aunque él fuera un mentalista, adjudicarse el título de mago y realizar algunos trucos en cámara no le representaban un problema. Pero la televisora cambio de planes y unos meses después de su salto a la fama, cancelaron el programa donde aparecía, apostando por las series televisivas que habían comenzado un nuevo auge.

Gracias a su talento, la carrera de Gen no quedó desamparada y esas mismas personas interesadas en él y en lo que podía generar, le ofrecieron una oportunidad para trabajar en sus series, donde debutaría como actor. Su popularidad beneficiaría a todos, rodar suponía una menor carga a su día a día que un programa en vivo, lo que le daría pie a continuar sus estudios, entre otras cosas que deseara, su apariencia era un buen atractivo y tampoco le sería difícil la actuación, ya que, desde el principio era un buen mentiroso.

Sí, era una oportunidad que no podía rechazar y por eso lo aceptó. Pero no significaba que estuviera satisfecho.

—"Cuando firme ese contrato me prometieron que si todo salía bien podrían darme mi propio programa, pero aún no hay nada"—resopló moviendo sus labios.

—"¿Tu propio programa?"

—"Sí, ese es mi sueño..."

En ese momento, la forma de hablar de Gen se aligeró, su voz sonó tan liviana que parecía falsa y superficial, pero Senku sabía que era todo lo contrario. Sincera.

El sueño más sincero de Gen Asagiri.

—"Oye mentalista—Senku dejó de meditar la pregunta para encararla de frente—, dime ¿Por qué ese es tu sueño?"

—"¿Uhm?"—Gen miró el carmín de la mirada de Senku, nunca antes le había visto tan atento de sí, como en esa situación, le parecía tan extraño como adorable—"Bueno—aunque también era un poco bochornoso—, el mentalismo analiza las reacciones y el comportamiento de los que nos rodean y a mí siempre me ha gustado observar a las personas, siempre...—así que su rostro comenzó a colorearse—me ha parecido maravilloso ver la emoción en las personas, creo que es mi emoción favorita, por eso me gusta también poder hacer trucos de magia, las personas se mantienen expectantes y reaccionan genuinamente cuando algo les gusta o les sorprende. En mi programa yo haría eso, me dedicaría a entretener a un gran público y disfrutar de todas sus reacciones, haciéndole honor a mi profesión, supongo..."

Gen vio como Senku dibujó una sonrisa en su rostro y apenado desvío la mirada. Era la primera vez que el científico le mostraba tal interés y de hecho, también era el primero a quién le respondía sinceramente lo que deseaba, nunca antes se había sincerado a ese punto con alguien más. Vaya que su amor por Senku realmente era dañino para él.

El científico no fue consciente de esa dulce sonrisa, estaba más ocupado procesando cada palabra que Gen le había declarado.

El sueño de Gen era interesante, quizá no tan complejo, pero sorpresivamente más puro que el que se esperaría y lo entendió perfectamente, sin necesidad de todo un desglose como un problema matemático u ecuación. Y se sintió un poco triste, de ver como esa persona a la que tanto quería, le estaba costando tanto trabajo poder cumplir sus metas.

Gen no quería ser una estrella bajo un único reflector confinada a una caja por episodio, donde sus fans y las personas en general, no pudieran apreciar todo lo que les podía ofrecer, eso sería como ser una flor dentro de un jardín, que solo las personas que van de paso podrían ver fugazmente, a Gen no le bastaba aquello. Él quería que tomarán esa flor, la apreciaran, vieran sus colores, sintieran su aroma y textura y se sorprendieran con su belleza.

Ese era el sueño de Gen.

El resplandor en las pupilas de color carmín, un brillo espontaneó y cautivador hizo acto de presencia, encantando más al mentalista.

—"Es un buen sueño"—comentó el científico.

Gen soltó un suspiro exagerado—"¡Senku-chan, eres tan injusto!"—y se quejó de nuevo hundiendo su cara en el sofá.

A lo que el menor solo dio un respingo. El acalorado rostro de Gen le impidió seguir sincerándose, pero si hubiera continuado, seguramente lo que hubiera confesado sería que, si bien era cierto, que siempre fue un gran admirador de la emoción de las personas, su reacción favorita, era ver la emoción reflejada en la mirada de Senku, ese brillo tan resplandeciente y único, esa sonrisa discreta y color en las mejillas carmín, como sus pupilas apuntando al mañana, definitivamente era su emoción favorita, desde prácticamente, siempre.

Gen salió de su trance, con el crujir de uno de los hielos de su bebida.

—¿Cómo es que recuerdas eso?—susurró impactado, sin dejar de ver a Senku.

—¿Gen?—Senku se inquieto al ver el rostro del otro transformarse de esa manera.

—¿Cómo es que recuerdas eso?—repitió, esta vez con un volumen en su voz más alto.

—Tú me lo contaste—Senku respondió sin inmutarse.

Gen contrajo las pupilas—No, yo no te lo conté a ti—negó. Queriendo evadir la realidad.

Era cierto, no se lo había contado a él, se lo contó a Senku, su Senku. Los nervios comenzaron a revolverle el estomago y el sudor frío comenzó a descender.

—¿Gen?—Senku inclinó ligeramente hacía el frente su cuerpo.

—No, ¿Cómo podrías recordarlo?—mientras Gen seguía negando.

—Escucha, ya sé lo que me pasó, tuve ese accidente...

Gen presionó sus labios para sellar un chillido que quería escapársele.

—Todos se preocuparon mucho—exhaló mientras llevaba una de sus palmas detrás de su nuca para masajearla—, sé que tú también lo hiciste, gracias por haber estado ahí.

Dentro de su pecho, Gen sintió a su corazón agitarse, unas lagrimas traviesas querían jugarle en contra, así que agachó la cabeza para evitarlo.

Senku lo notó e intentó acercarse aún más a él—A pasar de que nuestra relación no era tan cercana, tú lo hiciste...

La pierna de Gen comenzó a temblar también, impulsada por la ansiedad.

—Y yo, bueno...—Senku estaba luchando contra sí mismo para poder expresar de la mejor forma su agradecimiento con Gen, en general, no era bueno con las palabras, ni para expresarse a sí mismo y por eso luchó bastante al momento de agradecerle a todos los que estaban ahí y recordaba que lo habían acompañado en esos momentos complejos, pero con Gen, las cosas se estaban complicando, no solo por la reacción que tuvo y que para nada había previsto en sus cálculos previos, sentía que había algo más.

Aunque no supiera porqué, sentía que algo estaba yendo mal.

Pero no pudo seguir preocupándose por ese mal presentimiento, porque al momento de acortar la distancia y ver al frente para enfocar a Gen, algo hizo que su atención se desviará por un instante.

—¿Luna?—mencionó con un tono incrédulo.

—¿Eh?—Gen se quedó estático un momento y cuando reaccionó, Senku ya había salido del local.

La celebridad se giró, detrás de él el local tenía un barandal de madera, sin ventana, lo que les permitía una vista al exterior, Gen siguió a Senku con la mirada, el joven científico caminó hasta la mitad del sitio, a unos cuantos metros, donde se reunió en un llamativo saludo con una chica bastante bonita y que en efecto, se trataba de Luna.

La mujer corrió en cuanto vio a Senku, justo a sus brazos, con una amplia sonrisa en el rostro—¡Senku, mi amor!— y le saludó.

El chico, no prestó demasiada atención a esa muestra de afecto y solo permaneció de pie hasta que la chica le rodeó con sus brazos, sin corresponder el agarre.

—¿Qué haces aquí?—le interrogó.

Ella, bastante emocionada le dedicó una sonrisa—Quería darte una sorpresa.

Senku exhaló—Este es un viaje de investigación de campo, no vacaciones.

—Pero es que no quería estar lejos de mi novio mientras él se divierte en las aguas termales—trató de refutar.

—Lo haces sonar mal así—Senku chasqueó la lengua.

—¿No estás feliz de verme?—preguntó con una expresión adorable y una actitud infantil.

—¿No te meterás en problemas?, ¿Qué hay de la facultad de medicina?

—Ahí no hacen viajes así—rodó los ojos—, y ya tengo una buena excusa, además tenía mis propios ahorros para cubrir los gastos del viaje—presumió orgullosa.

Senku le miró con algo de seriedad un instante, para luego volver a suspirar y entonces, complacer a la chica con lo que había deseado desde su llegada, le regaló una sonrisa.

—Me alegra—le respondió.

Luna extendió su sonrisa, aún más feliz y comenzó a dar pequeños brinquitos mientras le expresaba a Senku lo mucho que lo quería. Hasta que un estruendo captó la atención de la pareja hacía adentro del local.

Fue el quiebre de un vaso de cristal, específicamente el vaso del refresco de cola de Gen. Quien, descuidadamente, se había movido al presenciar el brillo de emoción que Senku le regaló a Luna con esa mirada y terminó dejando caer la bebida al piso. El recipiente se quebró, dirigiendo todas las miradas hacia él, Gen se disculpó de inmediato, se agachó por debajo de la mesa, buscando el cubrebocas que antes se había retirado para cubrir su rostro de las miradas ajenas que lo vieron mal, de la mirada de Luna y de esa mirada de Senku, que ya no le pertenecía a él.

—Lo siento, lo siento tanto—rechinó los dientes mientras recogía los pedazos del vidrio cuando la mesera lo alcanzó para ayudarle—, pagaré por eso, lo siento—volvió a disculparse empequeñeciendo su cuerpo.

—¿Gen?—Senku se extrañó por el suceso y al apreciarlo de esa forma por debajo del barandal.

—¿Gen?, ¿Gen está aquí?—Luna trató de buscarlo con la mirada, bastante ilusionada, con la actitud de toda una fan admiradora.

—Sí, espera...

Senku avanzó hacía el lugar y Luna lo siguió. Mientras eso sucedía, el resto de integrantes que acudió al viaje comenzó a reunirse hacia el mismo punto, advertidos por Ukyo, quien escuchó la llegada de Luna y como eso les había arruinado los planes.

Cuando Senku llegó a la puerta, Gen ya estaba en la recepción del sitio, ofreciendo un par de reverencias más a los encargados por su torpeza y pagando la cuota de ambas bebidas y el vaso roto.

Otra reverencia más y el chico terminó, a penado, fue directamente a la puerta.

—¿Gen?, ¿Qué pasó?—Senku le cuestionó preocupado.

Gen avanzó de largo, con la mirada aún dirigida al piso, solo quería salir de ahí, ya no estar en ese sitio, en ese lugar, pero la mano insistente de Senku lo prensó por la muñeca, orillándolo a verle de frente.

—Hoy, tenemos planeada una cena especial en el hostal. Todos te esperamos ahí, o es que...—realizó una pausa y presionó un poco el agarre de sus dedos que sostenían al mentalista—¿Piensas seguirte negando?—Senku le cuestionó desesperado.

...

...

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Notes:

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...

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Holaaaaa
Hasta aquí llega esta actu, espero que les haya gustado, déjenme sus opiniones en comentarios, advertencia: para quién le diga algo feo a Lunita, hay tabla. *los vigilo* Con la niña no jsjs, calma, Luna solo es un personaje que por andar rodando por la vida a veces arruina cosas importantes sin quererlo, cómo ahora, les juro que no fue su intención interrumpir en el momento QwQ

Antes de despedirme les quiero invitar a leer mis aportes para la #SenGenSummerWeek de este año, en mi perfil pueden encontrar una serie que compila mis aportes diarios y sí, aunque no lo crean la mayoría tienen fluff y comedia (Puedo escribir eso también jajaja)

Los tqm, muchas gracias por seguir leyendo la historia, nos vemos en el próximo cap, bye~