Chapter Text
"They Can Take Your World; They Can Take Your Heart, Cut You Lose From All You Know. But If It's Your Fate, Then Every Step Forward Will Always Be A Step Closer To Home."
La pareja se encontraba en la cama, riendo en conjunto al llanto de la recién nacida, quien poco a poco se iba apaciguando al estar cayendo en sueño. El doncel sonrió en dirección a la bebé que estaba resguardada en su lecho. Acunando las mejillas rojizas con su mano libre, su esposo a lado pregunta:
— ¿Cómo la llamaremos? Se ve tan bonita, mi dulce niña.
— Deberías de ponerle un nombre tú, mi cabeza luego de este parto no da para más. — masculla agotado, pero satisfecho el rubio.
El hombre a su lado soltó un par de carcajadas ante la actitud de su esposo. — Está bien, pero ¿Qué tal si tú me das sus dos primeras letras y yo pienso en algo?
— Bien... sus dos primeras letras son "Lu"
— …
— …
— ¡Y su nombre será Lumine! — exclama el noble con alegría.
— Es un hermoso nombre, nuestra Lumine… — presionando un beso suave en la frente de la niña, el doncel se inclina para posar su cabeza sobre el hombro de su marido.
— Como el padre que la trajo a la vida — alude este.
— Te amo, tu hombre romántico.
— Y yo a ti, Aether.
Estando así, juntos y amándose, Aether siente que todo está bien en la vida. Casado, con una familia y la economía del ducado de su lado, el puede asegurar que un buen futuro se está sembrando.
— Mi duque, han roto la barrera del reino, pronto vendrá para arrasar con los ducados… Necesitamos tomar medidas.
— El orgullo y honor como caballeros es lo principal que distinguen a nuestra casa, pero... Mi familia es lo que encabeza mi corazón, así que yo... — hay duda, lucha interna y por supuesto que, tensión en el cabecilla del hogar.
— Si, duque. Prepararemos un coche para el señor y su hija. — como si estuviese leyendo los pensamientos de su señor, el rubio ofrece una solución a su odisea.
— Gracias, Dainsleif… — el noble le ofrece una sonrisa sincera al guardián.
—Es mi deber, señor.
— Confió en ti para proteger la vida de mi esposo e hija, si es que me llega a suceder algo, yo…
—Duque, no le va a suceder nada a usted, ni a su familia. Todo estará bien.
— ¿No vendrás con nosotros? — no era alguien tonto, ni mucho menos ingenuo. Eso era lo que le atrajo en primer lugar, pero en esos momentos tenía miedo de serle sincero a su esposo. ¿Cómo podría dejarlo con la duda si llegará vivo o siendo un saco ensangrentado?
— Lo siento, Aether, pero te alcanzare más tarde.
— ¿Lo prometes…? — hay vacilación por unos instantes por parte del noble, pero este niega y le sonríe a su esposo, asintiendo entonces para sacar su arma y clavarla en el suelo.
— Juro por mi espada bendita que te protegeré a ti y a mi hija hasta el final, te amo.
— Y yo a ti, caballero tonto... — Aether no puede evitar sentir un mal presentimiento.
— ¡¡El duque ha caído!! ¡¡El duque ha fallecido!! ¡¡Aumenta la magia en la velocidad de los caballos!! ¡¡Debemos de proteger a la señorita y su padre!!
— ¿El murió…? — la palidez de la realización besó su rostro con amargura, Aether movió las cortinas del coche y observó al caballero guardián de su esposo cabalgando a su lado, pidiéndole con la mirada que le mienta y le diga que su marido está en camino.
— Mi señor, es una pena decirlo, pero… han tomado la cabeza del duque como trofeo. — la mirada azulosa del caballero pide perdón a gritos y Aether siente que su mundo se viene para abajo.
— Sólo me quedas tu cariño, debes de crecer fuerte y sana, por ti, por mí y por tu papá que te mira desde arriba. — Aether abrazó el cuerpo del bebé mientras sollozaba y escuchaba el choque de espadas ante la lucha del poder afuera. Había trabado la puerta del coche, asustado y tratando de no hacer ruido. Habían colocado magia para ocultar su calor corporal, así que el vehículo solo fue un “despiste” vacío y la familia del fallecido noble ya se encontraba lejos, muy lejos…
— Eso no sucederá, tu maldito hombre — el techo del carruaje se ve destrozado ante espadas clavándose y Aether solo puede tirarse al suelo aterrado tratando de evitar el filo peligroso del arma, observando como cae la madera sobre ellos.
—¡Detente, por favor! ¡Para! ¡Déjanos ir! —el ruego, la imploración hacia la empatía y miedo eran las emociones que el doncel transmitía, pero la mujer de cabelleras blancas y ojos como el oro solo sonrió con malicia, sedienta de la sangre que derramarían el padre e hija.
Pronto se vio afuera del destruido carruaje y con su hija entre brazos, llorando ante la incomodidad de la picazón por los escombros, Aether implora-una vez más- y apela a la solidaridad. Por su periferia podía notar a la mayoría de los caballeros derrotados y bañados en su propia sangre.
—¡Déjanos ir, por favor! Mi hija… ¡Al menos a mi hija déjala vivir! — ruega cuando conecta miradas con el único caballero en pie, Dainsleif. — Por favor, solo tiene 8 meses…
—8 meses que disfruto vivir ¿No? — es lo que exclama entre risas la mujer y Aether abraza a la niña al ver la espada acercarse en un movimiento rápido. La estocada traspaso su abdomen, perforando posiblemente varios órganos vitales, pero el joven noble solo puede analizar a su primogénita y su llanto que solo era por la situación estresante y no por encontrarse también lastimada. El alivio suprimía el dolor de la herida.
—Vaya, se ve que amas a tu hija. He visto a padres huir dejando a sus niños contra la espada, pero tu… tu… — ante cada “tu” la espada se volvió a clavar y el rubio escupía y ahogaba en su sangre. Sus sentidos estaban lo suficientemente nublados, que el líquido comúnmente metálico estaba sin sabor alguno. — tu eres un maldito escudo humano para ella… ¿Por qué?
—Sal…sálvala a ella… Déjala… vivir…— la tela pulcra, santa e inmaculadamente blanca de la bebé, estaba manchada de rojo ahora, de la sangre pecadora de su padre… O al menos, así veía la asesina la situación.
—El amor de padre, ¿No? Hmmn…— la albina seguía hablando, pero la conciencia de Aether se estaba yendo y no podía escucharle… Tal vez él podría dormir, pero hacía mucho frio…Se sentía mojado, pegajoso y con la mente nublada; tal vez él podría descansar… ¿Eso era? O, ¿Era su vida abandonando su cuerpo?
La mano tambaleante acaricia la mejilla rebosante en lagrimas de su bebé, la cual, al sentir la calidez conocida de su progenitor, se acercó para sonreír.
—Por favor, deja vivir a Lumine…
Chapter 2
Notes:
Sorry for not being able to update this story! I was on my finals with my U! Later I will update chapters 3 and 4? maybe???
Chapter Text
"I've been having these weird thoughts lately. Like is any of this for real? Or not?"
La pesadez de sus ojos se fue disipando y el rubio levantó sus párpados con cierta somnolencia. La penumbra tanto como la oscuridad de la habitación donde se encontraba le provocaban escalofríos y solo pudo refugiarse más en la fina tela de la sábana que lo cubría.
¿Dónde se encontraba?
Una sensación de incomodidad en su propio cuerpo fue la única respuesta que obtuvo y solo pudo asumir que se debía a sus herid--…
— Príncipe, buenos días, ¿Qué haremos para destruir a Teyvat ahora? Su hermana sigue siendo un obstáculo para nuestros planes, temo informar.
¡¿Príncipe?! ¡¿Destruir?! ¡¿Teyvat?! Más importante aún, ¡¿Qué era esa persona al frente suya?! ¿Siquiera seguía siendo una persona...? Oh… ¡Un momento!, ¿Hermana?
— ¿Hermana…? — Él no recordaba tener una…
— La caballera honoraria, Lumine.
Oh…
— Entonces yo… ¿Morí?
— ¿Príncipe Aether?
Las lágrimas se acumularon en sus cuencas doradas. Apretó con fuerza y coraje la sábana entre sus manos, no lo podía aceptar, no podía.
— ¿Dónde está mi hija…? — susurra y… ¿la bestia? ¿la persona? ¿la cosa? se mantiene quieta, como si estuviera pensando en una respuesta… ¡Pero no había respuesta que pensar! ¡Solo tenía que decirle dónde estaba su hija! — ¡¿Dónde está mi hija?! ¡¿Dónde?! ¡Dime!
— Su majestad... — comienza aquel ser. La voz es fría, pero eso no quiere decir que sea monótona, se podía percibir un atisbo de miedo como pena. ¿Quién era él? ¿Qué tipo de príncipe era como para que aquellas cosas que eran más grandes le tengan miedo?
— Dónde está Lumine, dime… Quiero saber… Solo dime…
Al parecer ante sus palabras, ese ser pudo comprender rápidamente la situación.
— Príncipe, ¿ya regresó de su viaje de otra vida?
¿Qué…?
— ¿O--otra vida?
— Me parece que, esa vida, ha sido muy fuerte para usted.
— ¡¿Qué diablos hablas?! ¡Estoy herido y sin mi hija! ¿Cómo puedes-- — Aether se detuvo a media acción de terminar sus gritos. Se mantuvo quieto por unos momentos, con el sudor frío cayendo de su rostro ante los nervios y la realización de su situación actual.
Él…
Él… no estaba herido....
La sabana fue tirada al suelo y caminando, como si su cuerpo conociese todo el lugar, hasta un espejo que le mostraba estar en una toga simple, pero lo suficientemente reveladora como para fijarse que en el tronco de su cuerpo, se encontraba solamente un abdomen marcado por el ejercicio y una cintura sumamente fina como para que la mano larga de aquel ser la pueda envolver con facilidad. Su cuerpo estaba sano y sin ninguna marca de… Las manos de Aether se dirigieron a su vientre y pudo notar que no mantenía la suavidad que un doncel debería de tener, la dureza de los músculos reclamó su atención y Aether solo pudo morder su labio con odio ante la figura que el espejo le mostraba, su cuerpo no tenía ninguna marca de haber parido…
— ¿No he dado a luz a ningún niño…? ¿Niña...? — pregunta con un hilo de voz.
El ser no responde por un largo rato.
—...No.
Y la respuesta final no es la deseada.
Aether hastiado de ver el cuerpo que no reconocía como suyo, tiró el espejo a un lado e ignoró la exhalación alterada y como el cuerpo de aquel ser lo refugiaba de los vidrios rotos saltando. Los gritos angustiados del rubio provocan tensión en el cuerpo del desconocido y solo se mantiene quieto a su lado, como una sombra y dándole la oscuridad para no poder visualizarse entre los pedazos rotos del espejo del suelo.
¿Qué clase de destino cruel tiene él como para estar en esta situación donde su hija es su hermana y él… siendo el villano del lugar…? ¿Todo aquello era su realidad ahora? ¿Ahora tenía que aceptar todo eso…?
— ¿Esto es real…?
— Lo es, su majestad… — el ser duda por unos momentos en hablar, pero decide dar un paso a la suerte. — Lo siento mucho, príncipe… Para su mejor comprensión, creo que debería de acompañarme.
Aether simplemente se deja guiar, porque su mente ya no da para más y siente que su cuerpo flota en las brumas de una pesadilla que no tiene un final.
Minaz36 on Chapter 1 Thu 26 Aug 2021 12:57AM UTC
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s0ftiwi on Chapter 1 Thu 09 Sep 2021 03:36AM UTC
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Natu (Guest) on Chapter 1 Tue 14 Sep 2021 08:28AM UTC
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Lying_Author on Chapter 1 Sat 25 Sep 2021 09:41PM UTC
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daime on Chapter 2 Wed 28 Feb 2024 01:48PM UTC
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