Chapter Text
Cálida, mucho más roja de lo que imaginaba, una fascinación peligrosa acosaba a Guts. Estaba tan familiarizado con las peleas que terminaban en mortales desenlaces que la sangre no le impresionaba, incluso, tal vez, le resultaba placentero verla salpicar y derramarse cuando en un duelo resultaba ganador, el recordatorio de una victoria, de que seguía vivo y algo más, un deseo extraño como trasfondo que prefería ignorar, un placer animal que se escondía, la satisfacción que era ver heridas y aberturas que él mismo hacia, la cara de éxtasis y temor que ponían sus contrincantes antes de ser atravesados con su espada, el cauce bermellón que acompañaba a la muerte.
"Das la impresión de querer comprobar que estás vivo cuando luchas, pones todo de ti como si fuera la vida misma" Griffith le hizo apretar los puños hasta que sus nudillos se tornaron blancos y sus brazos se llenaron de calambres, el espectáculo de el contraste que daría la sangre tan brillante con una piel que parecía pura y sin ninguna marca. Desde aquel día, ya a meses, Guts no podía dejar de representar ese momento como una serie de diapositivas explícitas ,como tumbó a Griffith al suelo y lo golpeó hasta hacerlo sangrar, el chorro de sangre que descendió hasta su cuello, arruinando la impresión de pulcritud de la palidez de su rostro. A veces Guts quería volver a golpear a Griffith, solo para ver el río carmesí tornar sus labios más rojos, y reírse de cómo la mirada se le llenaba de lágrimas, arrancadas por el impacto, así como la primera vez.
"Soy una bestia desprovista de todo sentimiento y moral" Guts se lo recordaba cuando tenía ese tipo de impulsos psicóticos, necesitaba ver cómo la sangre manchaba y dejaba marcas en la piel de alguna víctima, llenar las baldosas del piso con ella, y que sus manos este cubiertas de pura satisfacción líquida, trataba de calmarse, apretaba la boca con deseos de golpearlo, quería verlo en el suelo con una herida hecha por el, regocijarse y el fuego de su vientre se hacía cada vez más insoportable, "maldito seas Griffith" lo musitaba hasta casi gritarlo, en esa solitaria noche en su tienda, quería ver marcas en el cuerpo de Griffith, hechas por el mismo, tomar su cuello y apretarlo para hacerlo exhalar su último suspiro, "siempre consigo lo que me propongo" "eres mío" " tienes prohibido morir a menos que yo lo ordene" lo odiaba, su actitud tan soberbia y vanidosa y las sonrisas y miradas cálidas que le daba que lo hacían sentir que los huesos se le llenaban de espuma, en realidad, lo odiaba? ¿Por qué seguía aquí con él? ¿Por qué se sorprendía a sí mismo con una sonrisa cuando veía el sueño de Griffith cada vez más cerca? Con un gesto de disgusto y la ansiedad acumulándose en su estómago Guts salió de su tienda más taciturno que de costumbre. La leña hacia su sonido achicharrado y el oloroso humo se le resguardaba en la nariz
-hey Guts, acompáñanos a cenar, hoy hay carne- judea lo saludo con entusiasmo Guts desvío la mirada con su eterno semblante de enojo
- no puedo acompañarlos a cenar-
Judea y los demás acostumbrados a su comportamiento hermético no se preocuparon demasiado, e ignoraron el hecho de que Guts se alejaba del campamento.
La provincia no estaba tan lejos, resplandecía como si los pedazos de estrellas hubieran caído justo ahí, parecía hermosa, pero cuando la asaltaron lo único que encontraron no fue más que otra aldea llena de hambre y mísera, que brillaba con las glorias del pasado, poblada de ladrones , borrachos y pobres criaturas que vendían su dignidad por tres monedas de plata, todas estas personas sumidas en el olvido, sin tener a nadie que le llorara su muerte, justo era lo que Guts necesitaba.
Griffith había encontrado en Guts una especie de libertinaje y despreocupación que le atraía, sin embargo el día que lo vio por primera vez quedó conmovido por su salvajismo y su forma testaruda y tosca. Sin embargo no era mezquino ni tenía esa aura de superioridad, y Griffith con gusto le daba órdenes y las cumplía sin cuestionarlo o poner peros, y eso tenía una especie de peso de erotismo para Griffith, hasta donde se podía llegar con él? Veía con fascinación cómo usaba la fuerza bruta.
- un futuro rey no puede tener mala postura- Casca perturbó sus pensamientos, Griffith que estaba encorvado escribiendo se levantó de la mesa donde se apilaban libros, mapas y catalejos para estirarse y apenas darse cuenta de que necesitaba comer.
- pensé que te gustaría acompañarnos- Casca parecía ansiosa por qué Griffith estuviera con ella, por lo que hizo que Griffith soltará una risa para hacerla sentir apenada, luego puso su mano en su hombro con un gesto amistoso
-bueno, despejarme un poco no vendría nada mal- Griffith indiscreto agregó - además no quiero hacer esperar a Guts- acompañado de una sonrisa que compacto el pecho de Casca, así que ella contrario con el placer de una traición - Guts se fue a la provincia- y como si un par de cortinas se hubieran cerrado en sus pupilas Griffith miró con severidad a Casca y sus ojos tan cálidos con reflejos violetas se hicieron inexpresivos con la pesada armadura que usaba para ocultar su decepción
- se podría saber a qué fue allá?-
-bueno, la ciudad está llena de prostitutas demasiado baratas, o tal vez solo fue a un cantina, de todas maneras Guts es solo un hombre común y corriente, tiene necesidades- y sin saber por qué le dieron ganas de llorar .
Guts entró en un lugar que nada tenía que ver con el amor, era más bien melancólico, una comadrona con una sonrisa que no congeniaba con el ambiente se le quedó mirando con emoción
-buenas noches señor - parecía ansiosa, llamó a las muchachas con un grito y pronto Guts se encontró casi mareado de tantas mujeres que se arremolinaron con el
- por fin,un hombre de verdad-
- que alto es, cuántos pies mides?-
- no eres tú perteneciente a la banda del halcón?
- que guapo es, yo no dejaría que me pague, más bien yo le pagaría a el-
Guts no sabía qué hacer,estaba rodeado de un montón de muchachas ansiosas que le preguntaban y lo tocaban con toda libertad, y sus risas retozaban en su cabeza
- muchachas, dejen que el caballero escoja- la comadrona trato de poner orden. Una rubia acercó su pecho a su brazo y con aire de intimidad le dijo - o tal vez puedas con más de una?- y todas callaron para esperar su respuesta, Guts escudriño en el rostro de todas, ojos aburridos del color de la tierra
o verdes opacos, incluso vio algunos azules pero no tenían la impresión que buscaba, ninguna tenía la piel tan pulcra y blanca, ni su pelo era como plata esponjosa, pero mientras observaba a todas,.encontró en una una similitud, el olor a lavandas, era un jovencita con pechos bien formados se podría decir que era guapa, pero más bien común.
-quiero a ella-
Las otras mujeres tuvieron todo tipo de reacciones, se escucharon risas, se notaba el aura de los celos y se veían sonrisas cómplices. Llegaron a las lúgubres habitaciones donde se ejecutaba el triste trabajo de las pasiones sin amor, siempre con la melodía de fondo de improperios, gemidos, gritos y los fuelles de las camas desgastadas. La cama estaba amarillenta por el sudor acumulado de años, todo tenía una aire impersonal, parecía una farsa, el tocador llenos de cosas de belleza, y las paredes desnudas, sin ningún cuadro, lo único una ventana con corniza que estaba cerca de un techo contiguo. Guts tuvo la libertad de apreciar mas a su acompañante, tenia unos ojos de gata cimarrona, sus pupilas parecian miel espesa, su cutis era de un color aceitunado le recordaba a la piel de los turcos, y su pelo era espeso y negro azabache, su expresion brillaba un aire de inteligencia, parecia una mujer fuerte de caracter, sobre todo por que mientras se desvestia sus labios estaban inexpresvivos pero sus ojos aun conservaban algo de una inocencia añeja, tal vez su caracter se habia re afirmado gracias a la profesion que practicaba. Guts sentía la afilada punta de la daga que escondía entre sus ropa y su cinturón mientras comenzaba a desvestirse, aun con algo de pudor se demonoro en los pantalones y espero a que su acompañante se quitara la sencilla falda que traía puesta, mientras alcanzo a ver sobre un diván un libro, las letras doradas de la portada anunciaba el título “ el cuento del Grial”, recordó a Griffith leyéndolo alguna vez, le había contado a grande señas de que se trataba, Guts lo podría resumir como basura romántica para señoritas de la nobleza, interesado en que la propietaria no encajaba - que hace un señorita tan culta en un lugar como este- la muchacha que se estaba quitando el corset lo miró con ese brillo de inteligencia soberbia y Guts sintió una que su lucidez comenzaba a diluirse, por que esa misma mirada era la que Griffith le daba -bueno, la vida no es fácil, no tengo muchas esperanzas, tenía el sueño de ser alguien, se cambiar todo, pero mírame ahora- Guts se mostró apenado por ser tan entrometido, sueños, cambiar todo, Griffith. - Noelle, estas bien?- una voz entre burlesca y curiosa pregunto - por que estan tan callados?- otra se unió a la burla - tal vez Noelle se quedó muda de la sorpresa, o es acaso que tienes tu boca ocupada?- Ahora que Guts sabía su nombre todo parecia mas intimo, Noelle grito unas maldiciones hacia la puerta, y luego le dijo que se largaran, cuando Guts se dio cuenta Noelle estaba desnuda, lo que más resaltaba en su cuerpo eran sus generosos pechos, pero a Guts no le convencía, nunca se había encontrado fascinado por pechos que él consideraba demasiado, Noelle sonrió - sabes, e estado con muchos tipos como tu, se que se ven rudos pero son unos llorones, nunca siento nada con ellos, es que acaso extrañas a tu mamá?, ven con mamá para que te haga hombre- el cinismo y un odio hacia los hombres se delataba Y Guts obtuvo lo que necesitaba, y ahora sólo veía a una copia de Griffith, la odiaba y sintió el mismo espasmo en su vientre bajo que cuando veía a Griffith, y Guts ignoró cualquier pensamiento moral y racional,
Tomó a Noelle del cuello y luego la beso hasta que sus dientes chocaron, Noelle se tendió en el colchón y los débiles fuelles dieron un quejido como amenaza de que pronto iban a vencer. Guts sin consideración o guardar precaucion se deslizó entre las piernas de Noelle y ella dio un quejido por que sintio que su espalda comenzaba a desprenderse en dos y Guts miró con satisfacción como sus ojos se nublaban amenazando con lágrimas, Guts tomó un ritmo apresurado - no eres más que una puta, esto era lo que querías no?- y el cinismo de Noelle se había acabado por que ahora tenía que lidiar con sus empujes que la consumían por dentro y la sensación de que se iba a desmayar por ver los manchones negros en su vista. Su espalda comenzaba a arquearse y el dolor en sus pechos cada vez vez se hacía más insoportable por el rebote de cada movimiento de cadera, estaba tan cerca, prácticamente estaba gritando, Guts sabía Noelle iba a tener un orgasmo por los espasmos que le recorrían la espalda, " quiero que estes a mi lado", puso las manos cuello y lo apretó, hasta que los jadeos de Noelle se callaron, y el rubor se hizo más intenso, pero este daba coloraciones de entre morado y rojo, lo ojos de Noelle se desorbitaron y sus manos se encresparon entre las de Guts tratando de liberarse de la sensación asfixiante, sus gritos se quedaban en su estómago por que no alcanzaba a salir por la opresión en su cuello y lo último que vio Noelle antes de morir fue a Guts diciendo con un susurro amoroso - ahora tu eres mio- y luego la daga cortó su cuello, y mientras se desangraba Guts continuó su ritmo sin cansancio viendo como la sangre le empapaba las manos, se las llevó a la boca, el sabor metálico era el esperado y con un jadeo se vino y sus brazos temblaron.
Guts vio el cuerpo inerte, con los ojos sin ese brillo de antes, y marcas moradas en su cuello, tomó las sábanas como si fuera un saco y envolvió en cuerpo entre ellas, haciendo que este se flexionara al punto que la cara tocaba las piernas, se puso apresurado su ropa y abrió la ventana que daba a un techo vecino, con el saco improvisado chorreando en su hombro salió hacia la noche que parecía más obscura y lúgubre que de costumbre,. Pero antes tomó una de las velas que estaban en un candil y la puso sobre el colchón, mientras salía pudo oler el olor de las sábanas quemándose y dejando una estela de humo que se colaba por la ventana abierta.
Griffith se mantenía sereno, estaba molesto, herido, su orgullo herido.
La luna era el único testigo de la sombra que llevaba un bulto sangriento en su espalda, Guts aún seguía con ese hormigueo, el sentir la vida, su vida, cargando a la muerte. El campamento estaba extrañamente silencioso, las antorchas y fogatas desprendían lo que había sido del fuego, cuidando sus pasos se dirigió a su tienda, por la mañana podía ir a tirar el cuerpo al río que no estaba lejos, había dejado su vela prendida? Guts casi se cayó de cabeza cuando apartó la tela que tenía por puerta, Griffith estaba ahí, leyendo y con los labios manchados de vino.
- que tal tu noche Guts, divertida?-
Guts perdía los nervios, así no era como pensó en cuanto fuera a ver a griffith, el creía que iba a mantener la mirada, que no iba a estar temblando ante la de él, que no iba a dejar que la culpa lo delatara, trató de mantener con compostura, dejó su evidencia a sus pies, como si fuera cualquier cosa. Griffith obviamente estaba con una carga de cinismo, sus labios se curvaban en una sonrisa, sus ojos que eran azules como un cielo limpio parecían glaciares, Guts no pudo contestar su pregunta retórica, aún tenía su adrenalina que lo mareaba, Griffith dió otro sorbo a su copa, indiferente de Guts que seguía parado ahí, con los brazos muy juntos, la daga le quemaba ahora su cadera, sus manos aún estaban llenas de sangre, vio de reojo su ropa, manchones irregulares en su pantalón
-ponte cómodo Guts, por qué no me cuentas qué tal fue tu noche?-
Guts dudo un poco, se desplomó en su catre, no se había dado cuenta de lo cansado que estaba, Griffith seguía en silencio, lo inspeccionaba
- una salida muy animada verdad?, El comandante de la banda de los halcones deleitando a todos con su presencia- Griffith se fijó en el pantalón de Guts - y siendo protagonista de una pelea-
Casi se le sale un suspiro de alivio a Guts al escuchar eso, una pelea, solo una pelea y ya, no dijo nada, pero sentía que su lengua estaba adormecida, la próxima vez, la próxima vez que Griffith le llenará de preguntas retóricas y cinismo, la próxima vez se lo recordaba, iba a hacerlo, iba a golpearlo, iba a hacerlo sangrar de nuevo por qué el, la próxima vez iba a dejar de comportarse como un cobarde, pero esa próxima vez parecia un deseo lejano, por que la todo era vergüenza, esa forma que Griffith le preguntaba todo sin titubear, sus ojos que parecían juzgarlo, Griffith continuo
- crees que no eres nada para mi Guts?, eres mi comandante, tanto para mi como para los demás representas algo muy importante, eres una pieza demasiado valiosa como para que estés manchando tu nombre y el de la banda con ese tipo es espectaculos- Griffith dio un trago profundo sin respirar, al parecer el alcohol habia hecho efecto, Griffith era mucho más vocal cuando se le subía a la cabeza, podría ser el sin ningún matiz, Guts podía estar temblando si fuera cualquier subordinado, conoce a Griffith, sabía que podía ser despiadado si se le hería su orgullo - no quiero que jamás se repita esto, entendido? a veces siento que Casca tiene algo de razón, tienes que pensar antes de actuar, no puedes manchar tu imagen, ya no eres un mercenario sin rumbo, me perteneces, eres parte de mi sueño, te lo he dado todo, y así es como me lo pagas?-
Griffith era hermoso, hermoso bajo la luz de la vela, como alguien tan hermoso puede ser así de… Guts pensó un adjetivo, una herida, era muy diferente a la de sus batallas, esta dolia, dolia mucho, la de la verguenza, la verguenza, no le gustaba, era una vergüenza diferente a la que le provocaba, acaso Griffith sentía asco por el?, pensaba que él solo era un borracho salvaje que no tenía modales? vergüenza, no él, no podía sentir eso, nada de debilidad, nada de dolor, nada de verguenza, ahi estaba, cambia la herida por esa rabia, ese calor por una llamarada, ahora podía imaginarse perfectamente tirando a Griffith al suelo para golpearlo, hasta que el llorara, hasta hacerlo gemir de dolor, poner sus manos sobre su cuello hasta que le rogara por respirar.
- y bien?- Griffith lo sacó de sus pensamientos, casi chasqueando un dedo en su nariz - estoy esperando un explicación una disculpa por lo menos-
Guts sonrió - quiere que le escriba una carta con mis disculpas? conde Griffith-
esto solo hizo que el enojo de Griffith aumentara, dio un pesado suspiro y se levanto de la silla donde antes habia esperadio a Guts, - no has cambiado en todo este tiempo, sigues siendo el mismo perro salvaje, hablaremos mañana cuando pienses mejor- Griffith sabia que habia tocado su fibra sensible, pero Guts estaba aun mas complacido, ahi estaba, lo que necesitaba, para olvidar la cobardia, para saciar su deseo de sentirse vivio, todo fue como un sueño, como tumbo a Griffith al suelo, y lo golpeo con el puño cerrado, una vez, dos veces, tres veces, con los dientes tan apretados que le lastimo las encias, Griffith jadeo, ah el dulce sonido tan esperado, trato de levantarse pero Guts lo agarro del cuello de su camisa, Grifith respiraba por la boca, la explosion de sangre no le permitia respirar, Guts acerco su rostro al de Griffith, lamio sus labios, su barbilla y las lagrimas que le habia arrancado, la cabeza de Griffith daba vueltas y vueltas, era demasiado, demasiado todo lo que le habia hecho en tan poco tiempo para pensarlo, su logica y razon se derrumbo cuando Guts le lamio el rastro de sangre de su cuello, miedo, deseo, el deseo que habia estado guardando por tanto tiempo, Griffith hizo el sonido mas dulce cuando accidentalmente Guts rozo su sorpresiva ereccion, Guts se detuvo, ahora el iba a avergonzarlo, iba a golpearlo con sus palabras, a hacerlo temblar con sus preguntas
- que zorra mas lasciva, te gusta esto?-
Griffith, a pesar de lucir como una presa fácil le sonrió, de nuevo
bueno no ves cómo estoy?-
preguntas preguntas, Guts prefería escuchar su respiración agitada que sus preguntas retóricas, Griffith lo llevaba al borde, deseaba en secreto que lo tomara, todo este tiempo esperando a lo bajo que pasará algo así, que Guts usara sus puños, como esa vez.
Griffith veía con paciencia obligada el siguiente movimiento, sus ojos antes tan fríos eran ahora el cielo azul despejado, Guts lo tomo de la barbilla y lo obligó a mirarlo antes de inclinarse para darle un torpe beso, la sangre de sus labios estaba en todos lados, Griffith paso su brazo por el cuello de Guts para profundizarlo, era una acción que logro tomar el control, Guts no era el mejor besador, abrió sus labios para Griffith, para recuperar su dominio volvió a la entrepierna de Griffith, se sintió un cohibido al sentir una anatomía tan diferente a la que estaba acostumbrado en el sexo, pero similar a la suya al tocarla, Griffith rompio el beso para jadear por aire y la sensación de ser tocado por Guts, la mano que lo agarraba posesivamente se aferró en su piel hasta hacerle daño, Guts observo a Griffith, su piel nevada ahora estaba manchanda por ese carmín tan seductor, sus ojos parecían absorber toda la luz de la vela, y sus labios de lirio tan rojos, Guts continuo molestandolo, el roce de sus manos lo hacía sentir bien, pero su ropa interferia en la sensación, Guts lo sabía y continuaba molestandolo, Griffith bufó insatisfecho.
-Guts solo quítame el pantalón, joder- Griffith lo vio a los ojos y sin despegarle la mirada agrego - o tienes miedo a lo que vas a encontrar?- Guts se sentía nervioso, tenía razón, ocultando su pulso tembloroso, desabotono el sencillo pantalón de Griffith, y lo bajo por sus piernas, evitó la mirada de Griffith a toda costa, miro su entrepierna