Chapter Text
(Omar)
Omar sentía que la relación entre Ander y él se estaba yendo a pique. Durante los últimos meses cada vez lo sentía más lejano y nada de lo que él hacía parecía ser suficiente para recuperarlo... Cuando estaban juntos, su mente se encontraba a kilómetros de distancia y todos sus esfuerzos por traerlo de regreso eran estériles… simplemente ya no era capaz de llegar hasta él.
Era paradójico, porque desde que Ander le dio asilo en su casa, lejos de fortalecer su relación, ésta se fue enfriando aún más que un témpano de hielo. Había sido un gran error aceptar su ofrecimiento de irse a vivir con él, porque –en el fondo-, Omar creía que Ander estaba arrepentido y se sentía incómodo con su presencia pero no se atrevía a confesarlo. Cada vez era más frecuente verlo con una copa de alcohol en la mano, refugiándose en la bebida como si ésta fuera su mejor amiga. Omar no podía reconocerlo.
Así que, finalmente, tomó la decisión que había estado postergando por semanas. El solo hecho de pensar en estar lejos de Ander, le causaba un dolor incluso físico, pero ya no podía seguir ignorando lo que pasaba entre ellos y seguir jugando al tonto... simplemente era ya insostenible.
Lo había decidido por el bien de los dos. Con la primera paga del bar, tenía dinero suficiente para alquilar un pequeño piso cerca del barrio donde se encontraba la tienda de sus padres. Así, podría –aunque fuera por medio de Nadia-, estar al pendiente de la salud de baba y tratar de seguir con su vida. Debía retomar las riendas, terminar con sus estudios, enfrentar las consecuencias de sus decisiones y seguir adelante.
Mientras meditaba en todo aquello, terminó de doblar un par de camisas y las dejó al lado de su pequeño maletín deportivo; ya no cabía más. Se sentó sobre la cama y esbozó una sonrisa triste al recordar la última vez que Ander y él habían follado justo en esa habitación.
Había sido alucinante… Aún recordaba el momento en que Ander le puso el envoltorio de látex entre los labios y mirándole a los ojos, le dijo sin palabras que por vez primera intercambiarían roles. Omar siempre había jugado el rol pasivo y se sentía bien con ello, pero el que Ander le cediera el control de esa manera, le había llegado muy profundo. El solo hecho de rememorar los gestos de Ander y su ronca voz murmurándole palabras cachondas al oído mientras Omar estaba dentro de él, era suficiente para empalmarse nuevamente.
Los pasos de Ander subiendo los escalones de dos en dos, lo hicieron regresar de golpe a un presente nada promisorio.
“Joder…”, murmuró mientras se ponía de pie nervioso.
***
(Ander)
Todo había terminado. Guzmán conocía la verdad y no había sido precisamente gracias a él. Todos estos meses de angustia, de sentirse la peor mierda… por fin habían terminado, y con ello su amistad con Guzmán, pero sobre todo sabía que había perdido a Omar.
Temía que ese momento llegara después de todo lo que Omar tuvo que aguantarle en las últimas semanas, incluso se había tardado intentando entenderlo, pero en el momento en que Ander entró a la habitación y sus miradas se cruzaron, supo que finalmente lo había perdido. La determinación en el rostro de Omar junto con la pequeña maleta sobre la cama, era la señal inequívoca de que Omar estaba hasta los cojones de él y de sus putas mentiras.
Aun sabiéndolo, le preguntó: “Omar, ¿pero qué pasa tío?”
“Tengo que volver a por el resto...” -Respondió Omar tajante-.
No pudo más. Se dejó caer sobre la cama viendo como su relación se hacía añicos frente a él y sabía que se lo tenía bien merecido.
“Yo lo sabía Omar… Yo lo sabía todo” –susurró desmoronándose-.
“¿Desde cuándo?” –Lo cuestionó incrédulo sentándose nuevamente sobre el colchón-.
“¿Y qué más da?, un solo día sin confesar bastaría para ser una rata y para ser un cobarde… Soy peor que Polo. Polo mató a alguien en un arrebato, yo he mentido a todo el mundo. He engañado a la gente que más quiero…” -continuó con voz temblorosa-. “No me merezco a Guzmán, ni te merezco a ti” –prosiguió con lágrimas en los ojos-. “Me merezco quedarme solo… Por favor vete”. –Finalizó mientras que con movimientos torpes intentaba guardar el resto de la ropa de Omar dentro del maletín-.
“Ander, ¿Qué haces?” -preguntó Omar visiblemente afectado, levantándose también-. ¡Ander…!
“¡Vete!… ¡Que te vayas coño! –gritó Ander empujando a Omar mientras lloraba desconsoladamente-.
“¡Ander, Ander, relaja!” -Omar lo acorraló contra la pared intentando tranquilizarlo, cubriéndole el rostro con ambas manos, “Ya está…. Misterio resuelto. Te pusieron en una situación imposible y no supiste reaccionar. La cagaste, sí. Eres un ser humano. La cagamos todo el rato…” -Le espetó envolviéndolo con ambas manos alrededor de la nuca al tiempo que juntaba su frente con la de él.
Después de unos breves momentos, Omar separó su frente para mirar a Ander directamente a los ojos y sin soltarle el cuello le confesó: “Si crees que solo por esto vas a conseguir librarte de mí, lo llevas claro.”
Ander lo miró sin creer lo que acababa de escuchar. Cerró los ojos y continuó llorando pero sintiéndose un poco más ligero, esbozando una incipiente sonrisa. Lentamente se apoyó en Omar y lo abrazó tan fuerte como si no quisiera soltarlo nunca. Omar comenzó a darle tiernos besos y ambos se fundieron en una caricia tan real, que ya no era necesario pronunciar una sola palabra más.
***
-“¡Corte y queda!” – Exclamó Dani de la Orden, director de escena. - “Ha quedado de puta madre… felicidades chavales.”– Finalizó satisfecho.
Mientras el equipo de producción revisaba los últimos detalles de la grabación, Aron Piper y Omar Ayuso se separaron esbozando una sonrisa.
-“Qué nos ha salido a la primera esta vez colega…”- Se rio Omar al tiempo que le daba un golpe cariñoso con el puño cerrado en el hombro a Aron.
-“¿A que sí? Qué bueno porque eso de llorar varias veces por la misma escena, resulta agotador. - Respondió el actor sonriendo.
-“¿Saldrás de farra esta noche? Ya sabes, para festejar el final de temporada…”- Preguntó Omar a Aron, mientras ambos caminaban fuera del set.
-“No lo sé tío… mañana tenemos llamado con Ramón a mediodía para comenzar a revisar el guion de la tercera temporada y no la quiero liar…”-
“Da algo de pereza, pero también podríamos relajarnos un poco, ¿a que sí, colega?”- insistió Omar temiendo en el fondo que Aron se sintiese incómodo. No sabía exactamente qué era lo que pasaba con él, pero de un tiempo para acá, disfrutaba demasiado la cercanía de su compañero.
Haciendo a un lado esa molesta vocecilla que le susurraba al oído que perfectamente sabía el motivo, miró hacia Aron para estudiar su reacción y le soltó: -“El más gamberrillo ahora es el mejor portado ¿no?”-
Aron no pudo evitar una carcajada, - “Pensándomelo mejor, sí que me apetecen unas cuantas cañas…-
-“Dale…” - Omar asintió tratando de ocultar la emoción y cogiendo el móvil abrió la aplicación de WhatsApp. –“He quedado con unos amigos en ir al Teatro Barceló” -
-“Pues ya está, nos vemos más tarde entonces”- Confirmó Aron, mientras se despedía de Omar alejándose hacia su auto.