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Middle Of The Night

Summary:

Sherlock Holmes, hijo de una familia bastante cerrada a la sociedad y partidaria de un culto extremista, siempre ha estado fascinado con su vecino el joven motociclista típico chico malo; John Watson. Desde hacía mucho tiempo había querido tener la oportunidad de interactuar con él y quizás hacer algunas cosas más.

Notes:

Madre santa ayúdenme que este fanfic es bastante para complacer una idea que salió gracias a algo que soñé y que estuve hablando con una amiga por bastantes días hasta que al fin lo terminé uwu
Gracias a BlueVelvetSociopath por aconsejarme y darme muchas ideas para este fanfic <3
Espero les agrade esta idea muy rebuscada jaja

Chapter 1: Capítulo 1

Chapter Text

“¡No Madre, no tengo porqué seguir ahí!” Sherlock exclamó saliendo por la puerta trasera que daba hacia el patio de su casa. El ruido producido debido al azote por la fuerza que había inducido Sherlock era para remarcar su enojo con sus padres, si de paso podía interrumpir el silencio que había dentro de la casa y así alterar el orden de la reunión organizada por sus padres, mucho mejor.

 

La familia Holmes era conocida en el vecindario por ser bastante reservada, eso y los rumores de todos sobre cómo varios carros negros de gente más adinerada se aparcaban en su entrada y entraban para venerar a alguna deidad o hacer rituales. 

 

El menor de los Holmes era adoctrinado bajo las muy estrictas reglas de su familia, esta siendo parte de un culto que la mayoría del tiempo se la pasaba organizando reuniones en aquella casa. Sherlock era obligado casi siempre a participar, seguía todos los reglamentos que la doctrina le dictaba y eso incluía siempre vestir de color negro en la duración de los eventos.

 

El joven Holmes no tenía ningún problema con esto último, sus padres llenándolo de trajes caros, camisas y pantalones que Sherlock muy bien apreciaba y al principio igual apreciaba el culto. Todo había cambiado cuando comenzó a crecer y muchas de las reglas ya no le habían parecido, si bien el problema no era la veneración a la deidad oscura, el comportamiento fanático de los miembros del culto llevaba a Sherlock a hacer muchas cosas a escondidas a veces. 

 

Teniendo apenas 17 años, Sherlock no era una persona muy abierta y aún obedecía a muchas cosas que su familia le había impuesto desde pequeño, actualmente sólo habían unas cuantas excepciones, porque Sherlock adoraba a los animales y justamente le había caído la curiosidad con uno de los animales que el culto más detestaba y prohibía su contacto; había conseguido un pequeño gato a escondidas de sus padres.

 

Sherlock llevaba algunos meses, quizás dos, alimentando en secreto a su gatito negro y jugando con él cada que podía en el techo de su casa o en el patio de esta, normalmente por las tardes ya casi entrada la noche, su prohibida mascota lo recibía en el fondo del patio y lo seguía hasta que se trepaba al techo junto con Sherlock.

 

Este día en particular Sherlock no había observado a su mascota en todo el día, ni siquiera por las ventanas o cuando llegó en el carro de sus padres por la tarde antes de empezar los rituales. Se estaba empezando a preocupar un poco porque no era habitual no ver a su gatito en todo el día, además aún era un cachorro y podría haberle pasado algo. Mientras se encontraba buscando y llamando en voz baja al gato por los matorrales del fondo, Sherlock escuchó el sonido de los carros afuera de su acera encenderse y sabía que uno de esos carros sería el de sus padres.

 

Sherlock caminó rápido por el pasillo del costado de su casa para poder verificar lo que ya sabía, ahora sus padres se subían a ese auto caro se color negro para probablemente continuar las tareas con el culto en otro lugar, a Sherlock no le importaba ahora el por qué ya que era una costumbre dejarlo solo a estás horas quizás hasta la noche, dónde Sherlock aprovechaba para estar con su gato. Hizo su camino de regreso por el mismo pasillo, no importandole ya si su traje se manchaba, ya habían acabado después de todo y el día también.

 

Continuó buscando y llamando en voz baja a su mascota por todo el patio pero no fue suficiente, el gato obviamente no estaba por ahí. No queriendo preocuparse demasiado, Sherlock decidió buscar la escalera que también se encontraba en el patio y la colocó en la barda que daba hacia sus vecinos de la izquierda; los Watson.

 

Sobre los Watson, ellos no eran una familia que le agradara mucho a los estrictos y adoctrinados Holmes. Para empezar, la hija mayor de los Watson, Harriet Watson (que prefería ir por el nombre de Harry) era lesbiana abiertamente, sus padres actuaban completamente normal y le daban todo su apoyo a su hija sobre sus relaciones, pero Sherlock creía que el mayor problema de sus papás con los Watson recaía en el hijo menor de estos; John Watson. Si de por sí para el culto y las reglas de este estaba mal el tener una pareja del mismo sexo, la personalidad y pinta de John lo empeoraban todo. John Watson era un chico bastante libertino, en exceso , la madre de Sherlock le había dicho a este. John salía cuando le placía y a los ojos de Sherlock también hacía lo que quería, el chico tenía una motocicleta, que podía ser bastante ruidosa cuando John se lo proponía, por lo que Sherlock había podido observar cuando solo traía una camiseta, este tenía bastantes tatuajes en ambos brazos y casi siempre vestía de negro con su chaqueta de cuero que sin falta usaba. Sherlock regularmente lo veía en el patio o en el techo fumando, era un ávido fumador por lo que el joven Holmes podía apreciar y se veía que gustaba de relajarse en una parte específica del techo cuando caía la noche.

 

Sherlock no lograba comprender por qué para sus padres John era tan terrible, le habían explicado y repasado todo lo que en él estaba mal, pero el de cabello castaño simplemente se sentía fascinado por lo que era John, quizás un poco fascinado cómo para a veces espiarlo cuando este estaba solo en el techo, habían cruzado miradas varias veces cuando Sherlock estaba en el patio y cuando jugaba con su gatito en el techo, pero Sherlock no había interactuando con él precisamente.

 

Al terminar de subir lo suficiente varios escalones, Sherlock pudo apreciar el patio de sus vecinos y continuó buscando señales de su mascota en este pero no las encontró, quería comenzar a hacer el mismo procedimiento con la casa de sus otros vecinos a la derecha, así que bajó y volvió a cargar la escalera hacia el otro extremo de su patio apoyándola en la otra barda.

 

(...)

 

Luego de media hora poniendo la escalera en lugares diferentes de su patio para mejor observación incluyendo la parte de atrás, Sherlock decidió que era tiempo de revisar parte del techo y así tal vez hablar en voz baja a su gato ahí arriba, ya no era normal no haberlo visto porque casi oscurecía, Sherlock quería al menos darle un poco de comida por el día de hoy. 

 

Sin seguir esperando, colocó la escalera ahora en una de las paredes de su casa y comenzó a subir, sus padres no llegarían quizás hasta dentro de una hora así que aún le quedaba tiempo para seguir buscando por todo el techo y quizás poder cruzarse a los techos de algunos de sus vecinos a revisar. No le era difícil pasar de techo a techo si es que las bardas de concreto de sus vecinos estaban altas y sólidas, solamente con un pequeño salto lograba cruzar.

 

Comenzó por buscar en el lado derecho del tejado, había unas cuantas basuras de cosas olvidadas por sus padres y de él mismo cuando subía a distraerse, las alzó y no pudo divisar al animal en ningún lado. Aprovechó la altura para tratar de ver por sobre las otras casas algún movimiento que le indicara que su gato estaba por ahí pero dado a la poca luz, que cada vez había menos y que su mascota era un gato de color negro, sus probabilidades de verlo eran casi nulas. Se pasó un rato por el costado derecho de su casa hasta que empezó a caminar por el frente y finalmente en medio llamando a su gatito en un tono muy bajo si es que estaba ahí, al continuar con su tarea se dió cuenta que ya casi había anochecido por completo y maldijo por lo bajo porque sabía que ya no iba a encontrar a su mascota.

 

"Hey niño bonito." Al joven Holmes casi se le salía el corazón por el susto al escuchar aquella voz. "Si estás buscando a tu gatito, lo ví irse a la casa de atrás por el techo hace como una hora."  

 

La voz provenía de su vecino, el chico rubio llamado John Watson, este se veía bastante cómodo recostado parcialmente en el tejado con un cigarrillo en la mano izquierda, su espalda apoyada en una parte que sobresalía de la casa de dos pisos probablemente la pared de una ventana pequeña que daba a la habitación del chico, el cuerpo de John daba justo a la dirección de Sherlock ya que John estaba acomodado del lado derecho de aquella pared.

 

"N-no sé de qué gato me estás hablando…" Sherlock contestó con su rostro algo sonrosado acercándose más a la casa de los Watson y así no tener que hablar más alto y que posiblemente sus padres llegaran y escucharan, era la primera vez que hablaba con John y en definitiva le parecía intimidante.

 

"¿Cómo que no sabes? Te he observado otros días cuando juegas con él en el techo." John exclamó alejando el cigarrillo de sus labios. Sherlock no quería admitir lo de su mascota por el bastante miedo que le tenía a las repercusiones de sus padres.

 

"Eh… no, no tengo un gato…" le respondió desviando la mirada a la calle solitaria y solo escuchó a John soltar una pequeña risilla, el olor del humo ya llegaba hasta las fosas nasales de Sherlock.

 

"Ah, de acuerdo." John le siguió el juego solo parcialmente entendiendo el por qué su vecino no quería hablar del gato. "¿Entonces me podrías decir qué haces dando vueltas por todo tu techo?"

 

Sherlock se llevó la mano al cuello tocándose nervioso tratando de encontrar una excusa, volteo a varios lados pensando, aunque no tendría por qué estar dándole explicaciones a aquel chico la intimidación que sentía le era mayor y lo obligaba a responder.

 

"Vine… vine a observar las estrellas." El joven rebuscó entre todas sus excusas y soltó la más creíble aunque ahora podía divisar a John con el ceño algo fruncido, estaba calando lo último de su cigarrillo y luego le observó tirarlo sin más hacia el pasillo de su casa, hasta este momento se daba cuenta que tenía la cajetilla a un lado de él.

 

"¿En serio?" Dijo en un tono dudoso pero a la vez juguetón, Sherlock pudo darse cuenta de que no se tragaba ni por un segundo su explicación. "Vaya casualidad, yo estoy haciendo lo mismo, ¿Por qué no te acercas a verlas conmigo?" John cambió su posición, se removió más adelante en lo que quedaba de techo y dió unas cuantas palmadas con su mano izquierda en aquel lugar vacío que esperaba que Sherlock ocupara.

 

Habiendo perdido ante la astucia de John por su muy mala mentira, Sherlock se encontró brincando de su techo a la barda de los Watson y de la barda de los Watson al techo de estos. Ahora John estaba completamente recostado en el techo, en lo que Sherlock alcanzaba a llegar hasta el techo de su vecino, éste había podido sacar otro cigarro de la cajetilla y para cuando Sherlock estuvo a unos pasos de él se encontraba encendiéndolo. 

 

Sherlock titubeó por unos segundos frotando sus manos detrás de su espalda hasta que John le miró a los ojos e hizo una expresión como preguntándole el por qué aún no ocupaba su lugar al lado de él. A diferencia de John, Sherlock solamente se sentó tratando de no estar muy pegado al otro chico, al principio manteniendo sus dos piernas casi contra su pecho y abrazándolas un tanto, la mirada del chico mayor estaba efectivamente en el cielo azul oscuro observando las estrellas así que Sherlock decidió voltear también por unos segundos y fingir que él igual las veía. John comenzó a mencionar cosas aleatorias sobre cómo el cielo hoy estaba más contaminado y por ello no había tantas estrellas, Sherlock solo asentía hasta que John tocó el tema de estar en el techo, empezando a explicar que hoy era un buen día para disfrutar del clima y el poco fresco que se sentía.

 

"Yo- yo te he visto también en otras ocasiones aquí arriba." El joven Holmes al fin confesó para poder contestarle algo a John luego de haber permanecido en silencio tanto tiempo.

 

"¿Sí?" Cruzaron miradas, John teniendo una sonrisa ladina que rápido se desvaneció regresando la mirada al cielo. "Usualmente subo aquí cuando necesito un momento de paz para fumar o masturbarme. Por eso de la privacidad al tener hermanos, ya sabes." Soltó con la más mínima expresión en su rostro o en el tono de su voz, como si en verdad no le importara que Sherlock supiera eso pero en el fondo solo buscaba dejar sin palabras al menor de los dos.

 

El sonrojo de Sherlock llegó hasta la punta de sus orejas y se quedó casi boquiabierto porque continuaba observando a John aunque esté a él no, cuando pudo reaccionar, regresó su mirada al frente queriendo dejar de ver a John lo antes posible y que este no notara que sus mejillas estaban más que sonrosadas ahora. Por supuesto que John le había atrapado, no era exactamente su intención espiar cuando el rubio se encontraba tocándose pero ciertas veces cuando se encontraba subiendo la escalera había observado de lejos la silueta de John y a este comenzar a abrir la bragueta de sus pantalones, incluso había llegado a escuchar los roncos gemidos apagados de su vecino cuando había colocado la escalera más cerca.

 

"Si sabes ¿no es así?" John cuestionó mirándolo y Sherlock esta vez tuvo que mantener el contacto visual. "Tú te masturbas ¿No?" John estaba claramente fingiendo que no disfrutaba que su vecino se estaba sonrojando sobremanera y que este había tragado saliva buscando mirar a otro lado. La pregunta había sido tanto para avergonzar a Sherlock como por la curiosidad que comía a John por saber cómo era la vida de Sherlock en ese tal culto.

 

"Mamá dice que tenemos que mantenernos limpios de ese tipo de pensamientos y acciones." Respondió con honestidad, Sherlock no se tocaba, era una de las reglas para los jóvenes del culto junto con muchas otras del mismo índole.

 

"Pues suena a que es una regla estúpida." 

 

John no pudo agregar nada más porque vio como Sherlock se medio levantaba de su lugar al ver algo a su derecha, al parecer había podido observar a su gato, fue un movimiento brusco casi saltando a John. Estaba casi de cuclillas pero al permanecer tan cerca del borde del techo de la casa casi pierde el equilibrio y cae, lo único que lo salvó fue que John estaba con él y se había sentado acercándose a las piernas y torso de este para jalarlo hacia sí mismo, Sherlock cayó y John terminó recostado de nuevo, esta vez con Sherlock acomodado en su brazo derecho y el rostro del otro chico cerca del suyo, la mano derecha de Sherlock estaba ahora en el pecho de John mientras que su izquierda aplastada con su propio peso, casi por completo abrazando a John.

 

"¿Qué mierda es lo que haces? Si te caes y te rompes la cabeza tu familia y todo el maldito culto se va a ir encima de mí creyendo que te empujé." John le reprimió mientras alzaba su cabeza observando al chico de cabello rizado a unos centímetros de su rostro, este se veía bastante impactado y parecía casi un gatito regañado, John cuando pudo relajarse al fin colocó su mano izquierda debajo de su cabeza para usarla de almohada mientras que su derecha seguía ocupada por el peso de la cabeza de Sherlock y su cuello.

 

Sherlock no contestó, se quedó pensando en cómo todo había sucedido tan rápido y ahora se encontraba casi recostado por completo el el pecho de John Watson, en el pecho de su vecino John Watson que sus padres tanto criticaban y maldecían por ser tan diferente y libertino. Con mucha vergüenza y sus mejillas imposiblemente tornándose más rosadas, Sherlock se removió y colocó su cabeza entre el pecho de John y el brazo de este, pegándose más a él, la ropa de John olía fuertemente a cigarrillos y algo de perfume barato, pero no un perfume malo, era bastante envolvente y Sherlock rápidamente se encontró disfrutando del aroma corporal de John que se fusionaba con el de los cigarros y su perfume, le parecía bastante masculino y apropiado para el chico. El joven Holmes comenzó a respirar algo pesado cuando la mano del otro chico fue a dar a su cintura, aunque solamente la acomodó ahí, sosteniendo a Sherlock en su lugar quizás para estar más cómodo.

 

"¿Por qué es que a tus padres les disgusto tanto?" John le cuestionó de lo más normal al parecer no notando el desastre en el que se estaba convirtiendo el chico en su pecho, Sherlock solo parecía impresionado por la gran calma de su vecino.

 

"Ellos… ellos dicen que tu comportamiento y estilo de vida no es el correcto según nuestras reglas, corrompes tu cuerpo con tinta y también con lo que fumas… Pe-pero creo que lo que más les disgusta es que practiques la sodomía." Dijo en voz baja bastante apenado por sus últimas palabras, él no consideraba a John corrompido pero a la vez le causaba conflicto porque veía todas las cosas 'malas' en John.

 

John hizo todo lo que pudo para mantener la compostura y no soltar una pequeña risa en ese momento porque el comentario de la sodomía le había parecido tan fuera de época que no podía creer que lo había presenciado, todo en la oración de Sherlock le había parecido extremadamente una estupidez. Sabía que no debía burlarse de Sherlock ya que él tenía sus creencias así como John las suyas y sabía que se había criado ahí desde siempre, el burlarse no era lo correcto.

 

"Ya veo… pero al parecer tú no tienes problema con ello ¿Verdad?" Sin tener una intención sexual, John afirmó su pregunta dando un pequeño apretón en la cadera de Sherlock dónde tenía colocada su mano, con ello recordándole de inmediato a Sherlock en la posición en la que se encontraba.

 

El joven balbuceó un par de cosas no sabiendo qué contestarle a John, el nerviosismo escalandole por todo el cuerpo al sentir la mano de John presionar sus caderas y eso rompió su burbuja al instante, se dió cuenta en la tremenda posición en la que se encontraba y lo mucho que la estaba disfrutando por más peligrosa que fuera.

 

"Oye, oye ¿Todo bien?" Al parecer John vio su frustración mental por su lenguaje corporal porque ahora lo estaba volteando a ver.

 

"Eh- yo… yo…" Con su rostro de color carmín a más no poder, Sherlock se movió en su lugar ansioso y casi dio un brinco para alejarse del pecho de John, este quitó instintivamente su mano de Sherlock y entre todo el movimiento mientras Sherlock se levantaba y buscaba de dónde agarrarse para hacerlo su mano tocó el lugar menos esperado para él.

 

La mano izquierda de Sherlock al querer sostenerse de algo para sentarse chocó con el vientre bajo de John y luego por sentir que invadía el espacio de John la movió más y quedó en un lugar mucho peor, por varios segundos su mano se posó en los jeans de John justamente dónde descansaba el miembro de este, al sentir la curvatura y la silueta de lo que claramente no era ya el vientre de John, Sherlock retiró su mano con brusquedad logrando mover un poco el pene de John, tan solo habían sido pocos segundos pero fue lo suficiente como para que Sherlock pudiera dibujar hacia qué dirección apuntaba el miembro de John; graciosamente hacía la derecha.

 

Entre todos estos movimientos torpes de Sherlock y un pequeño sonidito de asombro al darse cuenta de que había hecho, John se sorprendió no tanto porque su vecino le haya literalmente acariciado el pene sino porque Sherlock ahora se veía bastante pasmado y apenado por lo sucedido, al notar esto, John decidió que era mejor sentarse.

 

"¡Lo siento! No quería... Yo no… no quería incomodarte…" Empezó a decir el joven Holmes mientras su mirada viajaba de la entrepierna de John a su rostro y luego solo su rostro, las mejillas y punta de las orejas de Sherlock pintadas de un color rojo suave y al parecer ya no tenía ni idea de qué hacer con sus manos o dónde ponerlas.

 

"Descuida, no te preocupes…" Le aseguró John acariciando su espalda para reconfortarlo un momento, al quitar su mano buscó la cajetilla de cigarros a su izquierda mientras que Sherlock continuaba con la vista sobre él. "De hecho…" Murmuró con el cigarrillo ya en sus labios, el encendedor en su mano izquierda tratando de encenderlo. "Se sintió bastante bien." John dió una calada al terminar su frase, cerrando los ojos por un instante disfrutando y luego abriéndolos para encontrarse con los ojos de Sherlock abiertos como platos mirándole fijo por el comentario que había hecho.

 

El chico rubio se acercó más al rostro de Sherlock al notar que este no paraba de verlo bastante sonrojado y avergonzado, no supo con qué intención lo hizo pero al estar a tan solo centímetros de este dejó salir el humo de sus labios para que chocara con el rostro de Sherlock, con los labios del chico de cabello rizado para ser más exactos, Sherlock tosió un poco cerrando sus ojos por segundos, lo cual permitió que John le tomara de la barbilla sin que se diera cuenta.

 

"Hazlo de nuevo." Le indicó John señalando su pantalón con un movimiento de cabeza en tanto aún sostenía a Sherlock de la barbilla con su mano izquierda con cuidado de no quemarlo con el cigarrillo que aún sostenía.

 

John dejó ir el rostro de Sherlock para volver a dar una calada pero esta vez sin depositar el humo en el rostro del otro chico. Sherlock por su parte no tuvo idea de dónde sacó fuerzas dado a la vergüenza que le quemaba por dentro y siguió la orden de John, su mano derecha se fue aproximando al vientre bajo del chico y John gustoso le ayudó haciendo un poco para arriba su camiseta negra, dejando expuestos parte de sus abdominales y el camino de vello que se veía asomarse en la parte más baja. El contacto visual seguía a tope en tanto Sherlock posaba su mano sobre la tela del pantalón de John, a diferencia de la primera vez, en esta ocasión Sherlock trato de dibujar la forma completa del miembro de John y dió un pequeño apretón mientras baja su palma un poco hacia arriba y hacia abajo.

 

"Hmmmgh…" Había gruñido John con voz ronca y Sherlock rebuscaba en todo su rostro pistas para saber si lo estaba haciendo bien. "Puedes tocar más , si quieres." Le dijo casi gruñendo.

 

Sherlock quitó su mano en un solo movimiento y ahora se daba cuenta que el pantalón de John se estaba poniendo más apretado en cierta zona, al cambiar la posición de su mano, ahora está estaba en la orilla de los pantalones de John, tratando de deslizarla suavemente hacia abajo sintiendo ya algunos vellos púbicos.

 

" Ábrela ." Le susurró John casi gruñendo pero de una forma tan suave que Sherlock casi gemía ante la orden. 

 

Sabiendo que se refería a la bragueta y el botón, Sherlock trató como pudo para su primera vez de desabrochar y bajar la bragueta del otro chico aún acariciando suavemente por encima. No bajó por completo la cremallera, la dejó a la mitad porque con eso era más que suficiente para que su mano se adentrara un tanto bajo aquellos boxers. John continuaba fumando, sus suspiros y literalmente gruñidos cortos alentaban más a Sherlock, le fascinaba cómo el chico quería seguir manteniendo la mirada en el rostro de John, como si buscará su aprobación en todo momento.

 

"Tus manos son muy lindas." John murmuró terminando con su cigarrillo, apagandolo contra el techo y luego tirándolo hacia el pasillo como el anterior, su rostro ahora muy pocos centímetros del de Sherlock, este se encontraba ya acariciando el pelvis de John y no pasaron muchos segundos cuando John sintió que toda la longitud de su polla era tomada por la delicada mano de Sherlock, envolviéndolo, la mantuvo en su lugar como si quisiera sentir todo. "Me encanta como se te ve el esmalte negro.”

 

Al envolver toda su mano por el grueso de la polla de John, Sherlock sentía la gran necesidad de tocar mucho más pero quería primero procesar cómo el miembro de John se ponía con cada segundo más duro y grueso, estaba palpitando y muy caliente, pero John parecía tan calmado y sereno si no fuera por sus gruñidos apagados Sherlock pensaría que no lo estaba disfrutando pero al parecer el chico rubio podía controlarse bastante bien. Sherlock fue recompensado por otro gruñido profundo por parte de John y una leve presión en su hombro, John ahora había puesto su mano derecha ahí, regalando a Sherlock pequeñas caricias con ella como si reflejara los movimientos de la mano de Sherlock abajo.

 

"Mierda." Se quejó el chico mayor al momento que el otro por fin comenzaba a subir y bajar su mano, pero lo que había producido el quejido de John fue el pulgar de Sherlock justo en el glande, deslizándose y esparciendo el poco pre-semen que había soltado la polla de John por toda la parte de arriba.

 

El ritmo era demasiado lento para el gusto de John aunque quería y deseaba que Sherlock se tomara su tiempo, tenía que admitir que la inexperiencia y la curiosidad del otro chico le excitaban bastante, le dejaría explorar más, sin embargo no sabía hasta qué punto podría resistir si Sherlock no aceleraba el movimiento de su mano.

 

Justo cuando John creía que al fin Sherlock comenzaría con un ritmo más rápido, su miembro fue abandonado y en cuestión de segundos sintió aquella mano deslizarse hasta sus testículos, Sherlock los tomó con delicadeza y empezaba a acariciarlos suavemente mientras su dulce rostro seguía buscando la aprobación de John en sus ojos, John se relamió los labios mandando todo a la mierda de una vez.

 

Con la mano izquierda, su mano dominante, volvió a tomar a Sherlock de la barbilla y lo haló hacía él, Sherlock soltando un gemido muy pequeño y ahogado inmediatamente después de que sus labios chocaran con los de John. De todos los escenarios del día de hoy Sherlock no hubiera pensando jamás que se encontraría en el techo de la casa de su vecino mientras lo besaba tocando su pene, pero aquí estaban ambos ahora y todas las emociones desde vergüenza hasta felicidad recorrían el cuerpo de Sherlock, dentro de todo lo que sucedía y el cómo John había mordido ligeramente su labio inferior, Sherlock había olvidado el tratamiento delicado en la zona inferior de John.

 

"O-oye, con cuidado…" Dijo John cuando sintió que Sherlock apretaba de más sus testículos luego del beso. "No querrás dañar la mercancía antes de comprarla, encanto." John le regaló un ligero beso a Sherlock, tan suave que solo fue un roce y entonces se removió alzándose un poco para acomodar sus jeans y bajar más el boxer y un poco el pantalón.

 

Sherlock posó su vista de reojo en la ahora liberada erección de John, no tuvo el valor suficiente como para verla demasiado tiempo pero su mano continuaba ahí y ahora con la pista visual y el tacto podía aproximar el gran tamaño que la polla de John tenía, definitivamente estaba por encima del promedio si es que Sherlock había prestado bien atención a sus clases de anatomía. Regresó su mano enredandola por toda la longitud de John y Sherlock creía poder decir que esta vez el miembro de John estaba por completo erecto, mucho más duro que hacía unos minutos. Volviendo a jugar con el glande ya brillante de un poco más de líquido pre-seminal, Sherlock deslizó su mano desde la punta hasta la base y John podía sentir lo suaves y bien cuidadas que estaban sus manos, era un toque casi divino y mucho más cuando por el rabillo del ojo quiso ver el trabajo que estaba haciendo Sherlock y la vista de la mano de este, delicada y el esmalte negro en sus uñas haciendo un contraste con todo lo visualizado, esto le arrancó un gemido mezclado con un gruñido áspero mientras acomodaba su cabeza cerca de la intersección del cuello de Sherlock.

 

"Ahhh… Nghhh." Todo el cuerpo del joven Holmes se erizó cuando logró sentir la lengua del otro chico lamiendo su cuello, eran diminutos besos seguidos de la lengua de John remarcandolos, instintivamente Sherlock apretó la mano que tenía en la polla de John y trató de similar el ritmo de la boca del chico con su mano, velozmente cambiando de ritmo ahora a uno más estable y continuo, moviendo su mano arriba y hacia abajo ya por completo masturbando a John.

 

"Eso es, así." John quería tanto morder el cuello del chico y marcarlo ya que su piel era tan pálida y perfecta para el trabajo, pero en su mente repasaba las estúpidas reglas de los padres de Sherlock por culpa del culto, así que por mucho que lo deseara tendría que conformarse con succionar ligeramente sin llegar a marcar, entregando ahora muchos besos en todo el cuello del chico. “Hazme venir, vamos, lo estás haciendo muy bien.” Susurró, su caliente aliento chocando en el cuello y lóbulo del oído izquierdo de Sherlock, con una serie de quejidos el joven de cabellera rizada aceleró el movimiento de su mano.

 

Sherlock con su palma podía sentir la longitud completa de John cada vez más caliente y palpitante, había devuelto su mirada a los ojos de John, quien le veía con una sonrisa de lado y acariciaba su mejilla derecha con su mano, tan suavemente a diferencia de los gemidos del chico que eran ásperos y profundos, bufidos que salían junto con su respiración ya entrecortada. Atrayendo a Sherlock de nuevo contra sus labios, John comenzó un beso aún más profundo que el anterior, gozando de la lentitud e inexperta lengua del menor, cada movimiento por parte de John parecía ser tan sorpresivo para Sherlock que de nuevo había gemido claramente de sorpresa, diminutos y tiernos ruidos por parte de Sherlock acompañaban el beso en todo momento y John se preguntó qué tanto le estaba gustando a su acompañante la sensación de ambos besándose.

 

"Nghhh… ¡Ahh!" John se separó al escuchar el alto gemido de Sherlock, este con sus ojos abiertos y el ceño fruncido tiernamente, el ritmo de su mano había disminuido dado a qué John había mordido demasiado fuerte el labio inferior del chico, haciéndolo sangrar y que Sherlock tuviera que pasar su lengua por este, saboreando su propia sangre por un instante.

 

La vista de Sherlock, sudando y ligeramente perdido por el violento beso logró poner mucho más excitado a John, quien no creía que fuera posible que más sangre bombeara hasta su polla pero al parecer estaba equivocado. Cuando Sherlock detuvo el sangrando de su labio sin pensarlo dos veces se lanzó de nuevo a los labios de John, otro gemido escapandosele y recuperando la velocidad de su mano, un nuevo ritmo decidido y firme.

 

"Excelente… Ah- lo estás haciendo excelente, encanto." John logró decir entre el beso que cada vez se extendía más a petición de Sherlock. "Mierda, justo así…" Gruñó sintiendo su orgasmo comenzar a formarse y aunque no quería para no intimidar más a Sherlock comenzó a mover un poco sus caderas hacia arriba, su cuerpo buscando fricción para llegar más rápido. "¿Lo sientes? Está tan caliente… tan caliente para ti." 

 

"Ahh- J-John…" Efectivamente, Sherlock podía sentir el miembro de John calentándose tanto y sabía que los profundos quejidos del chico significaban lo cerca que estaba.

 

Aunque Sherlock prontamente estaba sintiendo su brazo entumecido, no paró, los gemidos de John alentándolo al igual que sus  palabras, sus elogios y cumplidos haciéndole sonrojar y gemir de placer también a él. El orgasmo de John llenó de sorpresa y excitación a Sherlock, fue acompañado de un largo gruñido y algunos insultos saliendo de los labios de John, pero lo que más le había encantado a Sherlock fue el largo disparo que logró la polla de John, había salpicado un poco de la camiseta de este, casi llegando hasta su pecho y también un resto de este cayó en el antebrazo de Sherlock, el menor de los dos casi se derretía cuando lo que quedaba del semen de John comenzó a bajar por su puño que todavía bajaba y subía por la todavía muy dura erección del chico rubio.

 

"Mierda… mierda Sherlock, encanto eres increíble." John le elogió continuando el beso, la mano de Sherlock ya convertida en un desastre y un sonido lejano por la viscosidad por la que se envolvía la palma de Sherlock se lograba escuchar ya.

 

Al fin Sherlock se decidió a bajar la mirada y observar el desastre en los pantalones de John, vio su manga primero y como el líquido blanco la ensuciaba, su traje negro elegante definitivamente estropeado pero no tanto como la camiseta de John. Su vista ahora en la polla de John bastante reluciente con su propio semen y fue en ese momento que Sherlock por fin lo liberó, dejando de dar las últimas caricias lentas y tranquilas para luego observar la palma de su mano unos segundos.

 

"No estarás avergonzado porque acabas de mancharte con acciones blasfemas ¿O sí?" John le preguntó para romper el hielo en tanto todavía sostenía el rostro de Sherlock con su mano izquierda, le agrado que consiguió sacarle aunque sea una sonrisa al otro chico.

 

Lamentablemente no obtuvo una respuesta de Sherlock porque este casi se rompía la cabeza al voltear hacia la derecha, había escuchado el auto de sus padres y John podía ver bastante bien que estaba aterrado por la situación en la que se encontraba.

 

"Y-yo… yo… tengo que irme, John." Habló más que preocupado observando su mano y luego devolviendo la vista a John.

 

"Tranquilo, tranquilo." John hizo lo que pudo para guardar su ya flácido miembro en sus boxers y entonces puso sus manos en ambos hombros de Sherlock para reconfortarlo. "Mira, toma esto." Sacó un pañuelo que tenía en su chaqueta justo en su bolsillo izquierdo y le indicó a Sherlock que le diera la mano que continuaba manchada, le ayudó como pudo a quitarse el exceso de su propio semen y al terminar le dejó la tela al otro chico.

 

Sherlock volvió a mirar hacia atrás bruscamente en cuanto un sonido de una puerta de un auto cerrarse y las voces de sus padres llegaron hasta donde estaban ellos, los ojos preocupados del chico de rizos se encontraron con los de John.

 

"Lo siento… yo…" Sherlock se levantó de golpe y John no tuvo tiempo para impedírselo, solamente para halarlo un poco hacia él y que este se inclinara.

 

"Me gustó bastante… Sherlock." John le sonrió mientras que con su mano izquierda tomaba el antebrazo del otro chico, un poco de rojo en las mejillas de Sherlock hizo presencia. "Espero verte después."

 

Sherlock asintió con velocidad mientras que su cabeza aún volteaba en ocasiones hacia atrás vigilando los movimientos de sus padres y cuando al fin John soltó su brazo se apresuró a ponerse por completo de pie, el pañuelo de John aún en su mano y brinco como pudo a la barda de los Watson, dejando a John atrás. En cuestión de segundos estuvo en su techo y fue ahí que le dió una última mirada a John desde esa distancia, Sherlock apretó el pañuelo en sus manos y decidió que también esperaba ver a John pronto después en alguno de los siguientes días.