Chapter 1: Prólogo y Notas
Chapter Text
Prólogo
"La sangre siempre Llama" Aquella frase parecía ser perfecta para resolver aquel crimen.
Después de siete años de ausencia, Yuta Okkotsu regresa a Japón para resolver un caso que trae a todo el mundo de la hechicería de cabeza: Un nuevo asesino de hechiceros, quien está acabando con la vida de otros hechiceros de manera sádica. Su única pista es la ausencia de energía maldita en el lugar de los hechos.
Yuta no solo tendrá que resolver y enfrentarse a este caso del asesino de hechiceros, sino que también tendrá que descubrir su peculiar conexión con dos mellizos, una niña de nombre Yurika y un niño de nombre Yuudai, quienes guardan un escalofriante parecido físico con él, pero con unos bellos ojos color miel, el mismo tono de ojos que tenía la mujer que más amo en su pasado, Maki Zenin.
Aquella mujer que lo abandono sin dar explicaciones hace siete años atrás.
¿Qué oscuro secreto se esconde tras este nuevo asesino? ¿Qué conexión tiene Yuta con esos dos niños? ¿Qué paso hace siete años atrás para que los destinos de Maki y Yuta fueran separados?
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Notas Importantes:
¡Aquí Vera haciendo este prólogo porque, WOW! Estoy sorprendida de ver que a muchos les está llamando la atención este fic. Tanto en esta plataforma como en su versión en inglés en Ao3.
Bueno, aquí van algunas notas tanto para aquellos que están empezando a leer este fic como aquellos que se están quedado con dudas con los capítulos ya publicados (hasta el capítulo 05) y por los próximos capítulos que vendrán.
Así que supongo que es hora de explicar algunas cosas.
Lo principal que deben saber, es que este fic será una línea alterna, en otras palabras será un "WHAT IF" (Qué pasaría si...)
Así que:
- AQUÍ NO PASO EL ARCO DE SHIBUYA. Aquí nunca hubo tal suceso el 31 de octubre.
- TAMPOCO SUCEDIERON LOS JUEGOS DE LA MUERTE.
Así que dicho lo anterior, Maki en esta obra no tiene sus cicatrices y ocasionalmente usa sus ateojos.
- Todos aquí ya son unos adultos a excepción de Yurika y Yuudai, quienes tienen cerca de 6 años.
- Esta obra se sitúa 7 años en el futuro a partir del año 2020. Así que es aproximadamente todo lo que está a punto de pasar será en Julio del año 2027.
- ¿Por qué Maki y Yuta están distanciados? Poco a poco lo irán descubriendo, solo puedo adelantar que hubo varias personas detrás de su separación.
- ¿Aparecerá Itadori? Aún no lo he decido la verdad, tampoco sé si meteré lo sucedido con Sukuna.
- ¿Aparecerá Megumi y Nobara? Obvio que sí y más porque si se dan cuenta, ellos dos estaban destinados a ser un equipo de dos alumnos aún sin Itadori no se hubiera comido el dedo de Sukuna.
De paso, aquí Nobara si conoce a Yuta.
- ¿Toge y Panda aparecerán? De Toge lo tengo decidido, de Panda aun ando en duda en como meterlo a esta historia.
- ¿Qué otros personajes aparecerán? Poco a poco lo descubrirán.
Ya verán quienes si aparecerán y quienes no.
- ¿Los tres clanes aparecerán? Por el momento solo el clan Gojo y Zenin.
- ¿Qué otros ships habrá? Por el momento solo Yutamaki.
Una disculpa si no aparece algún personaje que sea su agrado, no es que no quisiera meterlo, simplemente no se si encaje con esta historia.
- Esta historia quizás pueda tocar temas delicados o que incluso, puede ser un tanto problemáticos o confusos para nosotros los occidentales pero que para los asiáticos, es todo lo contrario, ya que para ellos son temas "normales" (sobre todo con el tema de los matrimonios)
Así que este fic esta basado en investigación previa que eh hecho. (Así como todos mis fic ya que siempre investigo los temas que quiero abordar)
- Sobre las actualizaciones, estas estarán sujetas a disposición de mi tiempo. Así que puede haber actualizaciones seguidas o en algunos casos puede que me atrase, o quizás en algún mes puede que no haya actualización.
Así que les pido paciencia por favor.
- ¿Dudas? Pueden dejarlas en los comentarios.
Sin más, espero esta historia les guste este fic ❤️ que nació gracias a una canción.
Chapter 2: 01. Siete Años Después
Notes:
No se preocupen si no entienden lo que pasa en el primer capítulo, poco a poco irán entendiendo conforme avance la historia.
Esta historia se está desarrollado 7 años en el futuro. Así que aquí todos son ya unos adultos, Maki tiene 25 y Yuta 26 años. Y los mellizos que aparecen en este fic tienen 6 años casi 7.
Así que este primer capítulo está ambientado el día 01 de Julio del 2027
Chapter Text
Siete años después.
Actualidad.
Aquel sentimiento de amor siempre se sintió tan real, porque era genuino. Pero a la mente humana le gusta engañarnos, así como le gusta molestarnos combinando entre sueños aquellos recuerdos que alguna vez nos hicieron felices.
Aquella peliverde tomo el rostro de su novio entre sus manos, lo miró con curiosidad a los ojos, aquellos ojos color miel brillaban de manera un tanto extraña. Aquel era un brillo poco común y era mucho más extraño en alguien sin energía maldita.
Una sonrisa apareció en sus finos labios
—Entonces no tardes, no me hagas esperar y ven por mi Yuta Okkotsu...— susurro Maki antes de besarle en los labios.
Aquellas palabras sonaron en la cabeza de Yuta mientras todo se oscurecía por completo.
—Yuta Okkotsu...— una voz lo llamaba en la oscuridad.
La dulce voz de Maki se fue desvaneciendo en aquella oscuridad, hasta convertirse en un lejano y efímero recuerdo que a su mente le gustaba traer de vez en cuando solo para torturarlo.
Toda aquella felicidad se esfumó de un de repente mientras volvía a la realidad.
Aquel sueño era recurrente y hasta una tortura mañanera que le sucedía muy de vez en cuando a ese hombre.
Yuta Okkotsu, quien actualmente tenía 26 años, era un hechicero de grado especial considerado a la par de Gojo Satoru.
Yuta había pasado los últimos siete años de su vida viajando por el mundo, pero no en un viaje de placer, sino investigando sobre los hechiceros, maldiciones y objetos malditos fuera de su país natal.
Pero nunca pensó que regresaría a Japón, aquel lugar que había sufrido un cambio drástico en su sociedad de hechiceros. Con una nueva jerarquía dominada por Satoru Gojo, quien estaba en la cima sobre todos los demás.
Aquel lugar donde hace siete años atrás, había perdido sentido la palabra amor. Hace siete años atrás que dejó de saber de Maki Zenin. El amor de su vida.
—Se-Señor Okkotsu— la voz de un asistente vestido de traje sastre, empezó a despertar a aquel adulto de cabellos negros.
Aquel joven asistente de cabellos castaños de nombre Katsumoto, estaba demasiado nervioso de tener que despertar a tan peligroso hombre. Los informes revelaban que Yuta era un hechicero al que temer, no sólo por su categoría, sino por lo frío y sádico que se había vuelto al pasar de los años.
Yuta abrió los ojos poco a poco, lo que hizo que aquel asistente sintiera miedo y hasta diera un leve brinco de sorpresa, parecía que ese hechicero había despertado de mal humor ya que hasta en la oscuridad de su habitación se sentía la pesada energía maldita que este desprendía.
Aquel asistente trago saliva antes de tratar de responder cortésmente—Buenos días mi señor...—
Yuta se sentó poco a poco en su futón, se llevó la mano izquierda hacia su frente y en silencio se quedó pensando en aquella mujer de cabellos verdes que perdió hace siete años atrás o mejor dicho, quien lo abandono a él.
—Maki...— susurro. Sentía un vacío en el pecho.
Aquel asistente solo permanecía inmóvil a un lado de aquel imponente hombre, quien peino su largo flequillo hacia atrás y acomodo su cabello negro.
—Se-señor.
—¿Qué sucede? ¡Y deja de llamarme señor! ¡No estoy tan viejo como para que repitas tantas veces esa palabra! Con que lo digas una sola vez es suficiente — contesto Yuta seriamente, aunque estaba "tranquilo", su voz se escuchaba imponente.
—Lo siento por eso — aquel asistente hizo una reverencia hasta el suelo poniendo su frente en aquel tatami —No volverá a suceder.—
—¿Y Bien? ¿Para qué viniste a mi habitación a despertarme? Tengo un espantoso dolor de cabeza debido al jet lag— gruño— ¿Qué hora es en este maldito lugar?— Pregunto mientras cubría su torso desnudo con el Yukata que usaba para dormir.
—Es pasado del medio día mi señ..— se autocensuro el sirviente para ya no repetir esa palabra — Y el motivo por el cual vine a despertarlo, es debido a que él señor Gojo quiere verle, él quiere invitarle a tomar el almuerzo—
Yuta suspiro con pesadez.
—Ok. Podrías por favor abrir las ventanas para que entre luz en este horrible cuarto— ordeno sin más.
—¡En seguida!— aquel sirviente se levantó de su lugar y corrió hacia la puerta corrediza e hizo pasar a los sirvientes que servían a aquel clan.
Aquellos sirvientes vestidos tradicionalmente, abrieron las puertas corredizas que tenía aquel cuarto.
La luz penetro aquel lugar con demasiada rapidez, dejando ver el lujoso pero tradicional cuarto donde se encontraban. Finos shojis con dibujos tradicionales, así como un fino tatami adornaban aquel lugar.
Yuta se levantó de su futón, se estiro y empezó a cambiarse de ropa detrás de aquel tradicional biombo con un bello dibujo de un sakura.
El hechicero rechazo la ropa tradicional que le habían entregado para vestirse más modernamente, mientras los sirvientes de aquella residencia empezaban a levantar el futón, así como las charolas de la cena de la noche anterior y demás cosas que estaban en el suelo, como medicamentos para dormir, algunos cigarrillos con su respectivo cenicero y demás cosas personales.
—¡GGRR! ¡No toques las cosas de Yuta!— Rika salió de manera amenazante, a la par de que una sirvienta iba a tocar un collar con dos anillos que estaban al lado del futón.
Aquella chica grito de horror al ver a esa maldición acercarse con furia a ella.
—¡No Rika! ¡No te atrevas a hacerles daño! ¡Ellos son personas que trabajan para nosotros, te castigaré si les haces algo!— regaño Yuta alzando la voz, su mirada de furia era tal que eso asusto más a los sirvientes que la presencia de dicha maldición.
Aquel amenazador sentir podía percibirse en toda la habitación, eso hizo que aquella maldición chillara y se hiciera pequeña, cuál cachorro regañado que después desapareció.
La sirvienta estaba temblando de completo miedo.
—Lo siento, Rika es una maldición muy posesiva— Yuta se acercó a esa pobre chica.
Tomo aquel collar con dos anillos de compromiso. Uno que era de Rika y el otro para Maki, aquel que nunca pudo dárselo.
Yuta se puso de cuclillas frente a esa sirvienta, a quien miró fijamente a los ojos.
Aquella chica quería llorar al ver los ojos tan vacíos de ese hombre que ni con su sonrisa llena de misericordia terminaba de calmar.
—Así que, por favor, eviten tocar mis objetos personales, sobre todo estos dos anillos — se colgó aquel collar en el cuello —Si no, yo seré quien se encargue de matarlos en vez de Rika, gracias— se puso de pie una vez termino de decir aquello.
Todos los presentes guardaron silencio. Los rumores eran ciertos, Yuta ahora era un hombre muy temido.
—Ahora — le dirigió la palabra a su sirviente personal, aquel hombre en traje que fue quien le despertó —Guíame hacia Satoru.
—Por aquí señor Okkotsu — el asistente abrió la puerta corrediza, para que su amo saliera de ahí.
—¿En qué punto veré a Satoru san?— pregunto Yuta una vez estaba fuera de aquella tradicional habitación.
—Él se encuentra esperándolo en la sala principal que da hacia el gran jardín, el señor Satoru quiso tomar el almuerzo esta vez al aire libre— comento el asistente.
—De acuerdo, Katsumoto guíame por el camino largo por favor, quiero seguir explorando la residencia del Clan— comento Yuta dando aquella orden.
—Sígame por aquí...— respondió el hombre en traje y empezó a guiarlo por aquellos tradicionales pero lujosos pasillos.
Ambos hombres habían guardado un rato de silencio mientras caminaban por aquellos pasillos.
En todo el camino, Yuta se aseguró de que ningún otro sirviente los viniera siguiendo e incluso se fijó en todo aquel espacio.
Después de girar por un largo pasillo y detenerse en medio de aquel lugar junto a una gran ventana, Yuta empezó a hablar.
—Katsumoto ¿Qué has averiguado sobre lo que te mandé investigar sobre las gemelas Zenin?— pregunto seriamente.
El asistente se detuvo, trago saliva y su cuerpo se puso todo tembloroso al sentir la furiosa mirada de su amo. Aquel incómodo interrogatorio apenas había comenzado. Katsumoto se giró lo más rápido que su cuerpo le permitió.
—La verdad mi señor— las palabras apenas y le salían —no ha habido gran avance... todo está en el mismo punto.— respondió con miedo.
—¡Pero si te mande a investigar desde hace una semana! ¡Mínimo deberías haber encontrado más información!— Yuta sonaba molesto ante tal respuesta.
—¡Lo sé y me estuve esforzando en todo esto señor! ¡Eh estado investigando, así como usted me lo ordenó que hiciera sin descansó, pero todos los registros sobre hechiceros me lanzan la misma información sobre las Gemelas! ¡Una de ellas está casada y la otra está muerta!— contesto el asistente revisando su dispositivo.
—¡¿Pero mínimo sabes cual gemela es la que está muerta y cuál es la que sigue viva?! ¿Sabes que fue de Maki Zenin?— pregunto Yuta insistentemente. Algo dentro de él quería respuestas. Quería saber por qué Maki lo había abandonado hace siete años atrás.
El asistente negó con la cabeza.
—Los registros no especifican nada más en concreto mi señor, he buscado en todas las bases de datos, pero en todos los registros me sale la misma información y de paso se omiten algunas cosas, como los nombres exactos de las involucradas y las fechas en que se supone pasaron algunas cosas — hizo una leve pausa mientras revisaba la información.
—Tampoco he logrado convencer al señor Ijichi de que me de permiso de revisar los informes de hace seis años atrás hasta la fecha y tampoco es un sujeto fácil de hackear...—
—Y sobre la gemela que sigue con vida... ¿Qué información existe sobre ella? ¿Mínimo investigaste el con quién está casada o donde vive?— pregunto ansioso. Necesitaba respuestas. Necesitaba saber si esa mujer era Maki y saber por quién lo había abandonado.
El asistente suspiro de desánimo.
—De la poca información que logre recolectar, resalta que dicha gemela se dice que se encuentra viviendo actualmente en Kioto, aunque la verdad, parece que no se deja ver seguido— acomodo su corbata porque lo que iba a decir lo ponía muy incómodo.
— Aunque se rumorea de que quizás ella pudo haberse casado con un no hechicero... aunque esta información se contradice un poco con uno de los últimos registros oficiales de los clanes, donde se dice que esa gemela se casó con otro Zenin... Alguien de su propia familia, algo así como un primo o sobrino.— respondió con algo de temor.
Yuta estaba sorprendido por escuchar aquello.
—¡¿Alguien del mismo clan Zenin?!— Soltó con furia, aquello parecía lo más inaudito en caso de que esa mujer resultará ser "su Maki".
—¿Acaso ella había caído tan bajo como para casarse con alguien de su propio clan para así poder estar a su nivel? Lo dudo. Ella quería exterminarlos... pero si su plan era exterminarlos desde adentro, cabe esa mínima posibilidad de casarse con alguien de su mismo linaje solo para llegar a ser líder... pero — se cuestionó Yuta mentalmente mientras su mano iba a su barbilla.
—¿Y esta información la investigaste directamente con ellos? ¿Con los Zenin's?— pregunto mirando fijamente al hombre en traje.
Katsumoto sacudió levemente su cabeza.
—Lo investigué directamente de los pocos archivos que el clan mandó a la sede de hechicería sobre su censo que hicieron hace unos años atrás. Tampoco ellos son muy accesibles que digamos y tampoco la información que ellos proporcionan es de fiar, pero definitivamente no querrán cooperar con el clan Gojo —Suspiro —Mucho menos el señor Satoru ni el señor Ijichi dejan que alguien ajenos a ellos investiguen más allá de lo sucedido hace seis años atrás, cuando el señor Satoru asumió el cargo definitivo en el mundo de la hechicería — Katsumoto hablo un tanto desanimado.
Yuta soltó el aire con frustración.
—Supongo que tendré que convencer a Ijichi de que me deje ver los archivos. A él definitivamente no me gustaría llegar a amenazarlo — cruzó los brazos.
—¿Tiene alguna idea de cómo hará eso? — pregunto Katsumoto mirando lo pensativo que estaba Yuta.
—Si, pero por el momento solo quiero que sigas investigando, necesito que revises todos los registros civiles de Kioto, así como las actas de matrimonio y hasta las actas de defunción. Necesito saber que fue de las gemelas Zenin. Necesito saber si Maki o Mai siguen vivas. También necesito saber que paso exactamente hace siete años atrás — Ordenó Yuta caminando por delante del asistente.
— Me sigue siendo muy sospechoso que me mandarán por el mundo en una misión tan arriesgada de un de repente, así como también me parece muy extraño que me regresarán tan inesperadamente a este jodido país...—
—Señor ¿Puedo hacerle una pregunta?
—¿Dime?
—¿Por qué está tan interesado en saber sobre Maki Zenin?— Katsumoto pregunto nerviosamente.
El hechicero se detuvo de golpe, sentía su corazón doler ante tal pregunta, se giró y lo miró fijamente, aquella mirada era tan sombría que daba miedo.
Yuta sujeto su collar con aquellos dos anillos y los apretó con fuerza sobre el espacio entre su palma y su pecho.
—Por qué tengo una cuenta pendiente que resolver con ella— dijo fríamente. Tenía el aura de un asesino.
—Entiendo...
Después de aquel leve intercambio de información. Ambos hombres siguieron caminando por aquellos tradicionales pasillos. Donde los sirvientes que empezaron a toparse, hacían una reverencia cada que veían a Yuta pasar.
Su sola presencia daba miedo y eso que él no era el dueño de ahí. Porque también a Satoru, le temían demasiado.
Estaban casi por llegar al área citada.
Cuando a Yuta le llamo la atención una mujer que no había visto en años.
Esta mujer tenía el cabello negro azabache, tenía una media cola de caballo amarrado con un lindo listón blanco y vestía un bello kimono en colores rojos y negros, con bellos bordes y estampados dorados, dignos de una dama de alta sociedad.
Pero lo que más le llamo la atención de dicha mujer, fue la cicatriz que destacaba en la mitad de su rostro.
El semblante de Yuta cambió de uno sombrío a uno de felicidad al ver por fin a algún viejo conocido y más que no había visto a nadie de sus "amigos" ni de sus "compañeros" en años y mucho menos habían dado señales de vida.
Desde que aterrizó en Japón unos días atrás, de verdad se sentía solo.
—¡¿Utahime sensei?!— nombro Yuta con gran alegría.
Aquella mujer no reacciono a la primera, no fue hasta que volvieron a repetir su nombre en voz alta, que fue cuando se giró hacia ese chico quién la llamaba.
—¡Utahime sensei! ¡Cuánto tiempo, al fin veo una cara conocida!— comento Yuta acercándose rápidamente a ella.
Aquella mujer se sorprendió demasiado al ver aquel chico.
—¿Y tú quién eres?— pregunto tímidamente.
Aquella pregunta confundió demasiado a Yuta.
—Sensei ¿Acaso no se acuerda de mí?
—No realmente... ¿Nos conocimos anteriormente?— preguntó Utahime con un tono de voz un tanto nerviosa, de verdad se le veía confundida.
—Si, nos conocimos hace casi diez años atrás Jeje, yo era alumno de Gojo Sensei— comento Yuta con una sonrisa y paso su mano tímidamente a su nuca.
—Bueno, cuando me conoció yo era unos centímetros más bajo que Gojo y en ese tiempo yo tenía el cabello muy alborotado.
Aquello parecía inútil, ya que Utahime movía levemente su cabeza en negación.
—Sensei ¿Realmente no se acuerda de mí? ¿Tampoco se acuerda de alguno de mis compañeros?— preguntó Yuta un tanto desanimado.
Aquella mujer rápidamente intercambió una mirada con una de sus sirvientes que la acompañaban.
Su semblante seguía siendo de nervios puros.
—Bueno, si eras alumno de mi esposo Satoru, entonces en algún momento terminaré recordándote jeje— comento Utahime con una risita nerviosa.
—¿Esposo? ¿Terminar recordando? Utahime sensei ¿Acaso le sucedió algo?— Yuta pregunto muy confundido.
—Perdón— Aquella dama hizo una leve reverencia —Sufro de mala memoria desde que fui atacada por una de esas cosas ... Esas cosas horrorosas... ¿Cómo se llamaban?...— se llevó una mano a la barbilla tratando de recordar aquella palabra.
—¿Maldiciónes?— pregunto Yuta.
—¡Si eso! Como dije solo recuerdo ciertas cosas Jeje... una disculpa por no poder recordar quién eres... — Utahime se miraba algo triste por decir aquello.
—No debe porque disculparse sensei.— Yuta se compadeció. —Aun así me gustaría preguntarle algunas cosas — Fue interrumpido.
—¡Hasta que te encuentro! ¡Te estabas tardando demasiado! ¡Sabes que odio esperar!— grito un hombre, aquella voz fue acompañada por una sofocante energía maldita que lleno aquel pasillo.
Todos miraron a aquel hombre que venía vestido de un fino yukata azul, digno de un líder.
—¡Yuta, ya iba a ir a buscarte a tu habitación para sacarte a rastras de ahí!— comento Gojo con una mueca. Aquel hombre de cabellos blancos, seguía viéndose muy jovial aún con vestimenta tradicional y en sus casi 37 años.
—Querido, no regañes a tu invitado, fue mi culpa, él se topó conmigo y nos entretuvimos hablando— intervino Utahime con una tímida sonrisa, parecía temerle a su esposo cuando este se enojaba.
Gojo suspiro mirando a su esposa y a su familiar.
—Bueno, si mi Utahime lo dice— beso la frente de esta y con su pulgar acaricio aquella cicatriz —Entonces yo le creo— sonrió— te salvaste por esta ocasión señorito— dijo bromeando.
Utahime abrazo a su esposo y le beso la mejilla varias veces.
Yuta sentía aquella interacción demasiado extraña entre esos dos. Y más porque él recordaba que Utahime sensei odiaba a Gojo. Quizás estaba equivocado en eso, pensó.
Quizás podía deberse a esa "amnesia", lo que hacía que ella fuera así con Satoru, pero parecía que ya nada era como recordaba.
También aquella escena hacía sentir incómodo a Yuta. Debido a que, por un momento, todos los buenos recuerdos que él tenía junto a Maki, le dolieron desde el fondo de su corazón. Provocando que su mirada se desviará a un lado.
Aquellos gestos los noto Gojo, quien acomodo sus gafas oscuras.
—Bueno Yuta, acompáñanos, quiero hablar contigo— Ordeno Gojo mientras empezaba a caminar por donde había llegado y su esposa, sorprendentemente iba a tres pasos detrás de él. Algo que Utahime sensei quizás en el pasado no permitiría.
—Si— contesto secamente Yuta. Y antes de dar un paso más, se despidió de su asistente.
—Katsumoto, ahora ve a hacer lo que te ordene — comento Yuta con una cara muy seria.
Su asistente solo hizo una leve reverencia. —Está bien— comento nerviosamente— Cualquier cosa, no dude en llamarme.
Yuta solo asintió con la cabeza y fue detrás de aquel matrimonio que, por alguna razón, le causaba una extraña sensación de que algo no estaba bien del todo.
Y esa sospecha la noto Gojo, quien volteo sobre su hombro para asegurarse de que Yuta estuviera yendo detrás de él.
Satoru observo con detenimiento a Yuta, quien ahora él solo era diez centímetros más bajo que él portador de los seis ojos. Además que actualmente hasta se le podía considerar hasta más atractivo que el líder del clan Gojo.
En el fondo, Satoru sentía que Yuta era una amenaza...
Aquel almuerzo transcurrió con "tranquilidad"
Quien hablaba más era Satoru, mientras Utahime todo el tiempo permaneció comiendo en casi absoluto silencio a un lado de su marido.
A Yuta de verdad le parecía extraño todo aquello y más que hace años, Satoru no parecía interesado en ser el líder que es ahora.
Lo que sí, parecía que aquel albino conservaba su aun buen y agrio sentido del humor, ya que aun hacia bromas o comentarios que sabía harían enojar a Utahime. Pero en esta ocasión ella no los evitaba, al contrario, solo se reía torpemente o le decía "mi amor" de una manera que no parecía ser ella misma.
—¿Qué diablos pasó con Utahime sensei para que ahora fuera así de sumisa? ¿Dónde están los demás? ¿Y panda, Inunaki, Megumi y los demás kohais? ¿Dónde están? ¿Qué les pasó? ¿Estarán bien? Y sobre todo... ¿Maki, que fue de ti?— fueron las preguntas que bombardearon la cabeza de Yuta, quien fue sacado de sus pensamientos de manera rápida.
—Y dime Yuta ¿Cómo te has sentido aquí en la residencia Gojo? — pregunto Satoru con la alegría de siempre.
Yuta terminó de beber su café.
—Con esto del jet lag, me siento fatal... el cambio de horario me está afectando porque no puedo dormir a no ser que tome pastillas o que fume un poco— respondió secamente.
—Tarde o temprano terminaras adaptándote — dijo Satoru mientras le ponía demasiada azúcar a su café.
Yuta quería terminar aquello rápidamente.
—Vayamos al grano, así que dime Satoru san, ¿Por qué me llamaste para que regresara a Japón en contra de mi voluntad? —
—Vaya, sí que has cambiado — contesto Satoru con un toque de burla —¿Dónde quedo el chico tímido y un tanto alegre que eras antes?—
—"Ella" se llevó a ese chico...— las palabras de Yuta fueron tajantes, pero se sabía de quien hablaba.
—Qué tétrico— contesto Satoru ante tales palabras
— Pero si, vayamos al grano — se acomodó en su silla.—Verás, como sabes, ahora que soy quien controla el mundo de la hechicería y con todo esto de estar en la cima, me deja muy poco tiempo para resolver misiones de grado especial. Así que necesito de tu ayuda para una misión en específico y más que te has vuelto un experto en el extranjero — puso los codos sobre la mesa y sus manos se juntaron para cargar su barbilla.
—¿Una misión? ¿Me trajiste aquí después de años solo para una misión? ¿Acaso no tienes a más hechiceros de categoría especial que puedan hacerlo por ti?— pregunto Yuta seriamente.
—Los únicos que quedamos ahora solo somos tú y yo...— respondió Satoru recargandose en su lugar.
—¿Los únicos? ¿Qué pasó con Yuki?— el pelinegro levanto una ceja ante tal respuesta.
—Desapareció o mejor dicho, creemos que esta escondida en algún lugar del país — Gojo empezó a jugar con su tenedor.
—¿Y todos los demás? ¿Dónde están mis amigos? — pregunto Yuta con seriedad.
—No lo sé, hace años que no los veo. En fin, deben estar por ahí sanos y salvos ... o eso espero— contesto Gojo sin interés.
Aquello de verdad se le hacía demasiado extraño a Yuta. Pero Satoru no parecía querer cooperar.
—¿Entonces, de qué trata dicha misión?— pregunto Yuta con un toque de impaciencia.
—¡Esa es la actitud que sabía que tendrías! Me alegra que ya te estés interesando en esto.— comento Satoru con una gran sonrisa.
—Solo quiero acabar pronto para largarme de este país... yo ya no tengo nada que me una aquí, mi alma y corazón ya no tienen un motivo para estar en estas tierras— respondió Yuta rápidamente.
Satoru sonrió soberbiamente. Como si supiera algún profundo secreto o algo peor.
—Bien, ¡si tu corazón ya no tiene un hogar aqui, entonces sé qué harás esta misión sin fallar!— tomo un poco de fruta bañada en demasiada azúcar antes de continuar.
—La misión es muy sencilla, quiero que investigues a un "asesino" y lo elimines por mí —
—¿Un asesino? Satoru san, sabes que no soy policía ni detective...— respondió Yuta secamente.
—No es un asesino común, sino se trata de un "nuevo asesino de hechiceros"— respondió Satoru con una gran sonrisa mientras jugaba con una fresa. Atravesando la con el tenedor hasta hacerla derramar todo su jugo rojo cual si fuera sangre.
El joven de cabellos negros abrió los ojos de golpe al oír aquella revelación.
Satoru suspiro —Si, Lo sé, suena algo difícil de creer — Movio simplonamente las manos.
—Y ¿Qué pistas tienen sobre este asesino? — pregunto Yuta con algo de curiosidad. Nada cuadraba en este nuevo Japón. Nada estaba establecido como "ordinario"
Satoru volvió a sonreír —Creemos que es un "fantasma"— llevo algo de piña a su boca.
—¿Más bien, habrás querido decir una "maldición", no? Los fantasmas también pueden entrar en la categoría de apariciones o de maldiciones dependiendo de su nivel— corrigió Yuta.
—Nop— respondió con un puchero— A esto que nos enfrentamos, no es ni una maldición ni una aparición— contesto Satoru clavando el tenedor sobre algunas frutas más, dejando que el jugo de estas saliera de manera desordenada.
—¿Entonces?
—Creemos que es una persona sin energía maldita y que posee una fuerza descomunal— Gojo termino esa frase con una gran sonrisa. —¿Tienes a alguien en mente, no es así? —
El corazón de Yuta se quiso detener ante tal respuesta.
Él solo conocía a una persona con esas características, pero sentía que aquello era una mala broma, porque una parte de él no quería tener esperanzas sobre "esa mujer" a la cual, otra parte de él, creía creer que esa mujer estaba "muerta"
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Mientras tanto, al mismo tiempo que se llevaba a cabo esa conversación y en algún lugar de Kioto.
—Dile tu...
—¡Mejor dile tú! ¡Tú eres la mayor!
—¡Miedoso!
—¡Grosera!
En una casa de Kioto, discutían unos mellizos de aproximadamente seis años.
Eran una niña y un niño de piel blanca, cabellos negros carbón y ojos tan dorados y dulces como la miel y que en aquel momento estaban en la sala de su casa, observando el agujero en la puerta corrediza de vidrio que daba hacia el patio.
Estaban pensando en cómo arreglar ese desastre que causaron tanto en el patio, como el haber roto el florero favorito de su madre.
Ambos traían las ropas llenas de tierra y tenían uno que otro rasguño en los brazos.
Esos dos pequeños se habían metido en un pequeño gran problema, primero al estar correteando a una pequeña maldición en forma de mosca, la cual había entrado al patio de su casa, debido a que venía persiguiendo al niño.
Una vez se quedó en el patio, la maldición empezó a molestar al gato del vecino, y este animal en su afán de liberarse, empezó a correr sobre las flores y el pequeño huerto que la madre de esos dos niños tenía.
Al ver todo ese alboroto que estaba causando esa maldición.
Esos dos pequeños habían ingeniado un plan para capturar aquella pequeña cosa y de paso eliminarla, pero en su plan, no calcularon los daños.
Usaron algunos de sus juguetes como sus bates de béisbol, así como sus herramientas de jardinería.
Cuando por fin, lograron darle con el bate a aquella maldición, la cual entro en la casa debido al fuerte golpe que le habían dado con el bate.
Esa maldición atravesó aquella puerta de cristal, y los niños no tuvieron de otra que entrar corriendo a la casa una vez escucharon que esa maldición choco contra algo que termino rompiéndose contra el suelo.
Y ahí estaba, la maldición mosca había chocado contra el cactus favorito de su madre, tan fuerte fue el golpe que tanto la maldición como el cactus cayeron al suelo, haciendo que aquella espinosa planta saliera de la tierra.
—¡Lo atrape! — grito el niño una vez atrapó a esa maldición bajo su cubeta de arena.
—¡Oh no! ¡La maceta favorita de mamá!— grito la pequeña al ver aquel desastre.
—¡Oh no! Estamos en problemas...— respondió el niño muy asustado. —¡Mamá nos va a castigar! ¿Qué hacemos?—
—Decirle la verdad— sugirió la niña.
—¿Estas segura?— pregunto el niño con miedo.
—Lo estoy, si le explicamos, quizás no nos castigue por mucho tiempo— respondió la niña.
—Eso espero...— el niño suspiro.
—Así que, ¡Dile tú!— decía la niña apuntando a su hermano.
—¿Que? ¡¿Por qué yo?! ¡Mejor dile tú lo que pasó! ¡tú eres la mayor!— reprocho el niño.
—¡Pero tu fuiste quién armó el plan!— regaño la niña.
—¡Pero tu fuiste quien golpeó la maldición con el bate! ¡fue tu culpa!— el niño se enojó aún más.
—¡Pues esto no hubiera pasado si no fueras un imán de maldiciones!— reprocho su gemela.
—¡Idiota!— grito el niño.
—¡Miedoso!— grito la niña —¡Además! ¡Uno de los dos debe decírselo a mamá!—
—¿Decirme qué?— una voz femenina apareció detrás de ellos.
Esos niños no habían escuchado a su madre entrar, ni siquiera la sentían debido a que dicha mujer carecía de energía maldita. Lo que la hacía prácticamente invisible a las maldiciones y a los hechiceros.
Incluso la hacía invisible ante sus hijos, los cuales empezaban ya a desarrollar sus dones y poderes como hechiceros.
Ambos niños brincaron del susto y se giraron para ver a su madre, quien estaba detrás de ellos con los brazos cruzados sobre el pecho.
—Lo escuche todo, Yurika— los empezó a nombrar — Yuudai, ¿Tienen algo más que decirme? — pregunto Maki Zenin, quien era la madre de esos mellizos.
—Es que mami... — Yurika junto sus deditos.
—¡Podemos explicarlo!— exclamó Yuudai moviendo sus manitas.
—¡Bien! ¡Los escucho! Díganme que paso aquí — comento Maki sin dejar de tener los brazos cruzados.
—Es que esta maldición en un principio, venía persiguiendo a un niño que va en nuestra escuela y Yurika llamó su atención para que lo dejara en paz— comento Yuudai.
—¡Si! Como mami también es una cazadora de maldiciones, se me hizo fácil el llamar su atención, pero no pensé que perseguiría al llorón de Yuudai y entonces esta maldición se quedó fuera de la casa molestando al gato del vecino, quien aplastó tus plantas del huerto por escapar de la maldición— explico Yurika.
—Y al querer ayudar al gato, pues terminamos persiguiendo a la maldición por el jardín — comento Yuudai.
—¡Lo juramos mami, esta maldición fue muy rápida!— explico Yurika moviendo sus manitas en un ejemplo.
—Así que hicimos este plan para capturarla, pero no calculamos bien el golpe— dijo Yuudai moviendo sus pies ansiosamente mientras bajaba su cabecita y miraba al suelo.
—Solo queríamos ser como tu mami, en salvar a personas y exterminar maldiciones para que estas ya no molesten más a los animales ni a la gente — comento Yurika bajando también su cabecita y bajando la vista al suelo.
—Lo sentimos por haber roto la ventana y tu maceta favorita — dijeron al mismo tiempo.
Maki suspiro, no podía hacerse la ruda ante tal escena, sabía que sus hijos no eran malos niños, sabía que eran un poco traviesos, pero su causa fue buena y justa.
Su madre se agachó poniendo una rodilla en el suelo y puso una mano en cada cabeza de sus mellizos, acariciando sus gruesos cabellos negros.
—Gracias por hacerse cargo de la maldición, han salvado a un niño y a un gato de ella... solo la siguiente vez, mejor díganme antes de hacer algún plan ¿De acuerdo? — acaricio sus mejillas.
Los niños dijeron si con la cabeza.
—¿Y bien? ¿Dónde está la maldición?— pregunto Maki con curiosidad.
—Abajo de la cubeta— dijo Yuudai apuntando a ese objeto rojo que se empezaba a mover con lentitud.
—Ok, entonces esto ya déjenmelo a mi— comento Maki haciendo para atrás a sus hijos, haciendo que estos mejor se escondieran detrás del sillón.
Acomodo sus anteojos y fue por una de sus tantas armas.
Sujeto una pequeña daga impregnada con energía maldita, que cargaba para casos así de rápidos.
Maki levantó rápidamente aquella cubeta y cual hábil era con las armas y tan rápida era que resultaba ser letal, exterminó a esa cosa en un dos por tres.
Sus hijos estaban fascinados por aquello y de paso, admiraban demasiado a su madre por ser tan fuerte y habil.
—¡Ya está! Ahora esa cosa ya no lastimara a nadie más— comento Maki con una sonrisa.
—¿Pero qué haremos con el agujero de la puerta?— pregunto Yurika.
—¿Y con el cactus?— pregunto Yuudai.
Maki suspiro mientas se ponía de pie.
—Bueno, tendré que llamar a alguien para que cambie el cristal de la puerta y para el cactus, mmm tengo una idea, niños vayan por las herramientas de jardinería, los guantes y de paso traigan la escoba y el recogedor— dijo en una sonrisa.
—¡En seguida!— dijeron en coro esos dos.
Y así esos niños, ayudaron a su madre con aquel desastre.
Aquel cactus fue movido a otra maceta de repuesto, lo bueno que Maki tenía varias debido a que sabía que algo así podía pasar con dos hijos muy traviesos.
—Mai tenía razón, los cactus sí que son resistentes— comentó Maki una vez observo que a esa planta no le había pasado nada y las tres flores de color rosa que tenía en la punta de su cabeza, seguían intactas.
—¿Este cactus fue un regalo de la tía Mai?— pregunto Yurika con curiosidad.
—Así es, me lo regaló cuando ustedes dos nacieron — contesto Maki con una sonrisa.
—¿Mami, algún día conoceremos a la tía Mai? ¿A tu gemela?— pregunto Yuudai con un toque de inocencia.
Su madre suspiro ante tal pregunta.
—Ojalá eso pudiera hacerse realidad, sé que a ella le hubiera encantado verlos crecer— respondió tratando de no sonar triste.
—Mami ¿Y dónde está la tía Mai?— pregunto Yurika con curiosidad.
Cuando Maki iba a contestar aquello, su teléfono celular empezó a sonar.
Era una llamada entrante de Mei Mei.
—¿Mami, quién llama?— pregunto Yuudai con curiosidad.
—Es la abuela Mei— hizo una seña con sus dedos que hasta sus hijos rieron
—Niños porque mejor no van a recoger sus juguetes de la sala, la tía Nobara no tardará en regresar de Tokio— comento Maki tomando su teléfono.
Esos dos niños corrieron a la sala mientras su madre atendía esa llamada.
—¿Sí? ¿Ahora qué sucede?— pregunto Maki con un poco de fastidio.
—Querida, solo te marcaba para avisarte que ha surgido otra misión para ti— respondió Mei desde el otro lado del teléfono.
—Ni siquiera han pasado veinticuatro horas desde mi última misión y de verdad, hoy estoy muy cansada. Además de que quiero pasar tiempo con mis hijos— comento Maki con una mueca en los labios.
—Lo sé, pero sabes que aún tienes una deuda que pagarme— se escuchó decir por aquella bocina.
—¡Pero si mi deuda contigo ya la pagué desde hace años! Creo que es justo el ya tomarme unas vacaciones con mis hijos, ¿No lo crees?— dijo Maki con molestia.
Aquella respuesta hizo que Mei soltara una risita traviesa por el teléfono.
—Y eso que no te cobré los intereses de tu deuda pasada, pero aun así, esta misión es súper importante que la hagas, además de la deuda de que hablo es la de tus hijos... sabes que si quieres que los siga protegiendo aún debes trabajar para mí por unos años más, porque te apuesto a que si no estuvieras bajo mi protección desde hace cuantos años, "ellos" ya hubieran ido por ti... y por tus hijos...— comento Mei con un tono serio.
Maki apretó los labios, Sabía perfectamente a lo que se refería Mei y más que sus hijos podían estar en peligro en ese nuevo mundo de la hechicería.
El escucharlos reír, el verlos crecer y cuidar de ellos, la habían hecho madurar y más que ellos ya eran la única familia que le quedaban... sobre todo desde que Yuta... la abandonó estando embarazada.
Maki recordó a ese chico. En el fondo aún lo extrañaba y seguía sintiendo algo por él ya que él fue su primer y único amor.
Pero el rencor que le tenía por lo que le había hecho hace siete años atrás, la hacía tratar de enterrar esos sentimientos, además de ayudarle a olvidar y a seguir adelante. Aunque a veces se preguntaba donde estaría él, como se vería actualmente y si ya tenía a alguien más.
La peliverde miro una vez más a sus hijos quienes jugaban en la sala, gritando y riendo de alegría
Debía hacer esa misión por ellos.
—De acuerdo ¿Ahora a quién debo matar?— contesto fríamente.
Chapter Text
Al Día Siguiente
—Yuta...— aquella voz de nuevo lo llamaba desde la oscuridad.
Este hombre de verdad se lamentaba por aquel día, el último que estuvo junto a Maki. El cual, sus sueños siempre le hacían recordar con dolor. Quizás era la culpa que cargaba por no ir a buscarla cuando debía.
Si él tan solo hubiera visto las señales que ella venia dejando desde hacía varios días atrás, él hubiera entendido que nada estaba bien.
Parecía que ella le quería contar algo importante. Pero sus labios solo lograban decir su nombre en un susurro que parecía dolerle cada vez que lo llamaba.
—Yuta no tardes...— de nuevo escucho esa voz llamarlo.
—Maki— susurro Yuta mientras sus ojos se iban abriendo poco a poco, ante el toque de una palma en su hombro.
—Señor, despierte, ya estamos llegando a nuestro destino...— Katsumoto lo estaba despertando con cuidado, de verdad le tenía miedo a ese hechicero.
Yuta se había quedado dormido a mitad del viaje en tren bala, no había terminado de revisar el papeleo sobre la misión, debido al cansancio que aún le provocaba el cambio de horario.
—¿Dónde estamos?— pregunto Yuta tallando un poco sus ojos y peinando su cabello hacia atrás. Se sentía un poco entumecido, dormir en aquellos asientos poco reclinables y que contaban con una mesa en medio de esos cuatro asientos, de verdad era incómodo.
—Señor, ya hemos llegado a Kioto y debemos bajar antes de que este tren avance a su siguiente destino.— comento Katsumoto, mientras terminaba de acomodar los papeles que estaban en la mesa, como también estaba tomando a las prisas el equipaje de mano, así como la espada de este hechicero.
Yuta suspiro con pesadez y observo la estación a través de la ventana —Kioto...— susurro al ver donde estaban.
Había vuelto al lugar donde le habían roto el corazón.
Yuta bajo junto a su asistente. Se detuvo un momento para observar aquel lugar que era casi exactamente a como lo recordaba.
La estación había cambiado muy poco en esos siete años, quizás solo se había modernizado un poco más.
Escucho por el altavoz la última llamada para abordar ese tren y a su mente, vino otro recuerdo.
Miró hacia un lado, por el pasillo donde se sube a aquel transporte. Recordando que aquel día había mucha gente en la estación. Aquel día donde Maki lo abandono.
Y ahí, debajo de un reloj que tenían en el andén, recordó lo sucedido aquel día.
Flashback
—¡Vamos Maki! ¡Podemos iniciar una vida fuera de Japón! — Yuta sonaba muy entusiasmado.
Ella trago saliva —No puedo Yuta... Yo ... hay algo que debo decirte— dijo en voz muy baja y su mirada se veía inquieta. Parecía tener miedo mientras su mano temblaba con el agarre de la mano de Yuta.
—¡Esta es nuestra oportunidad de conocer el mundo! ¡Sí tomamos este tren que no tardara en salir, alcanzaremos a llegar al aeropuerto de Haneda! Por favor... hagamos esto juntos— respondió él aun tomando la mano de ella y mirándola.
Maki apretó los labios un momento antes de hablar.
—Esta bien... Hagamos lo juntos — rascó un poco su mejilla —pero antes de subir al tren, ¿Crees que podrías comprarme una botella de agua, Por favor? Me siento un poco mareada—
Yuta beso la frente de su novia —¡Si es así, entonces vuelvo en seguida!—
Una sonrisa apareció en los finos labios de Maki
—Yuta no tardes...— susurro antes de besarle en los labios y de soltarle la mano.
Aquel fue el último beso que sentiría de ella.
Yuta no tardo más de diez minutos en regresar con aquella botella de agua, pero en aquel lugar, solo estaba su maleta, pero no estaba ni Maki ni el equipaje de ella.
—¿Maki?
La busco con la mirada por todo el andén, entre toda la gente que seguía esperando el siguiente tren.
—¿Señor, no ha visto a una chica peliverde con anteojos, que estaba junto a esta maleta?— pregunto al encargado de seguridad del tren.
—Lo siento, no he visto a nadie con esas características.
—Disculpe ¿No ha visto a donde fue la chica que estaba aquí junto a esta maleta?— pregunto a otro chico que estaba muy cerca de ellos desde que llegaron a la estación.
—Lo siento, estaba entretenido en mi celular y la verdad, no vi hacia donde se fue — se disculpó aquel chico antes de subir en aquel tren.
—¿Disculpen, No han visto a la chica que estaba aquí junto a esta maleta? Es alta, de cabello verde y anteojos— pregunto Yuta a una pareja que estaba sentada cerca de donde ellos dos habían estado parados.
—Lo siento, yo no la vi— contesto el hombre.
—Vi a esa chica pasar con su maleta, pero no vi si entró a los baños o salió de aquí — contesto la mujer.
—Gracias— respondió Yuta preocupado.
El hechicero sentía un raro presentimiento, no veía a Maki por ningún lado y lo peor del caso, al ser alguien sin energía maldita, no lograba detectar donde pudiera estar.
El tren no tardaría en partir de la estación. Así que saco su celular, quizás estaría en el baño como dijo aquella mujer, así que pensó en marcarle.
Una vez saco su celular, miro una notificación que venía del teléfono de Maki.
Yuta sintió un dolor indescriptible desde el fondo de su alma mientras leía lo que decía aquel último mensaje.
—Lo siento... no puedo acompañarte más en este viaje... ni en esta vida...
Fueron las palabras que lo terminarían todo. Ella lo había abandonado en aquella estación de tren.
Trato de comunicarse con ella, pero su teléfono sonaba fuera de línea. Como si lo hubiera apagado.
El tren estaba a punto de salir de la estación. Yuta tenía que elegir en aquel momento, entre sí partir hacia el aeropuerto o salir a buscarla y pedirle una explicación.
Y cuando estaba a punto de decidir que hacer... una mano lo tomó desde el hombro, arrastrándolo a su destino fuera de Japón.
Fin del flashback
Yuta recordó con tal exactitud aquel momento, que volvió a sentir con demasiado dolor, aquella sensación de una espina clavándose en su pecho, así fue como sintió que Maki se llevó con ella su corazón.
No podía creer que después de siete años, volvía a aquel triste lugar.
—Se... Señor, ¿Se encuentra bien?— pregunto Katsumoto con temor al ver a Yuta muy distraído sin quitar su vista del andén.
—Lo estoy. Ahora vámonos que nos están esperando en la escena del crimen — contesto Yuta secamente mientras se acomodaba en el hombro, su funda donde cargaba su espada.
Y así empezó a caminar junto a los otros asistentes y hechiceros que esperaban por él en aquella estación.
Aquellos hechiceros y asistentes habían llegado a una antigua casa muy cerca de la parte moderna de la ciudad de Kioto, la cual marcaba la división entre la parte moderna con la antigua de la ciudad.
Aquel lugar se encontraba situado muy cerca de un santuario y que de paso, era un lugar turístico que administraban algunos hechiceros de grados inferiores.
Aquella escena era una masacre total.
El tatami estaba lleno de sangre, las finas puertas corredizas también estaban manchadas pero para nada estaban forzadas. Al parecer habían sido deslizadas con total normalidad.
Aquel hombre de mediana edad, se encontraba sin vida sobre la mesita de té y a un lado, también se encontraba un hombre ya mayor.
Ambos hechiceros eran de segundo grado, y eran reconocidos por algunos de sus trabajos de exorcismos en aquella ciudad. Así como eran conocidos por ser los monjes que cuidaban el santuario que se encontraba más abajo de aquella antigua casa.
Un asistente empezó a explicar la situación —Al parecer estos dos hechiceros eran padre e hijo, ambos servían a la aún escuela de hechicería de esta ciudad, así como sirvieron por varios años al clan Zenin como sirvientes externos de la residencia.
Al parecer ambos fueron apuñalados con algún objeto maldito de grado especial que inhibe o extingue momentáneamente la energía maldita— termino de leer aquel primer informe.
—¿En serio no se detecta nada de energía maldita por la zona? ¿Cómo saben que fue una persona y no una maldición?— cuestiono Katsumoto sorprendido por toda la escena, la cual también otros hechiceros especialistas en ciencias forenses estaban levantando las pruebas.
—Negativo, no se detectó ningún rastro de energía maldita ajena a estos dos individuos y suponemos que fue una persona por la forma tan directa que atacó a estos dos. También dicha persona debió utilizar alguna herramienta maldita en forma de espada o puñal, por el tipo de corte que tienen los cadáveres y sobre todo, lo ha hecho para que estos dos no renazcan como maldiciones... aunque tenemos la hipótesis de que quien ejecuto este crimen, era alguien que les guardaba rencor o les conocía — contesto un forense, quien tomaba algunas fotos de los cuerpos y revisaba un poco más aquellas heridas.
—¿Hubo testigos?— pregunto Yuta observando el lugar con detenimiento.
—Acabamos de entrevistar a los demás sirvientes y asistentes en turno, pero dicen que no hubo nada fuera de lo común y más que a la hora que se suscitó este crimen, fue en la hora en que más turistas están atendiendo en el templo— empezó a explicar el anterior asistente —al parecer la última persona que los vio con vida, fue una miko quien les trajo el té, pero se retiró rápido de esta habitación porque parecía que estos dos estaban hablando de algo importante y ella cuenta que por eso la corrieron del lugar, para que no escuchara nada—
—Que extraño...— Katsumoto suspiro ante todo lo sucedido.
Yuta analizo el lugar, de verdad no sentía rastros de energía maldita.
—¿Dices que eran parte del clan Zenin?— pregunto con curiosidad.
—Así es señor, al parecer servían como mensajeros, pero no tenían un papel muy reconocido dentro del clan. Por ese motivo se les dejaba estar fuera de dicha residencia — contesto el asistente.
Yuta suspiro al escuchar como nombraban a aquel clan.
Quizás pedirían cuentas por lo sucedido, y si era así, él quizás podría negociar un intercambio de información sobre Maki a cambio de encontrar al asesino de sus sirvientes. Si es que a ese clan les interesaba saber quién masacro a sus mensajeros.
Algo llamó demasiado la atención de Yuta en aquel instante y eso fue una pluma de un ave en color negro, la cual estaba combinada entre la sangre de aquellos sujetos.
Aquello se le hacía muy inusual para una escena casi perfecta.
En aquel momento, algo asusto a los ahí presentes y eso fue el sonido de un cuervo, el cual, parecía haber entrado por la gran ventana de aquella habitación llena de sangre.
—¿Un cuervo?— pregunto Katsumoto algo asustado.
—Que extraño... — dijo Yuta en voz baja y mirando aquel animal graznar antes de salir volando de ahí.
Para Yuta, aquel animal no encajaba en la escena.
—Bueno, supongo que todos los resultados e informes los tendremos listos en un rato más ¿Usted que opina señor Okkotsu?— pregunto uno de los asistentes mientras acompañaba a Yuta y a Katsumoto hacia afuera de aquella antigua casa.
—Definitivamente, esto lo hizo una persona sin energia maldita, debió ser alguien que sabía a qué hora se encontrarían estos dos en aquella habitación — respondió Yuta fríamente. —Y Si esto no se trató de "algún ajuste de cuentas", definitivamente pudo haberse tratado de una cacería de hechiceros —
—¿Por qué está seguro de eso, mi señor?— pregunto Katsumoto sorprendido por aquella respuesta.
—Por qué en primer lugar, esto fue algo planeado, empezando con eso del horario en que fueron atacados. Su asesino debía conocer muy bien sus horarios y movimientos dentro de este lugar — levanto dos dedos mientras seguía hablando.
—Y en segundo lugar, no hay restos ni señales de energía maldita ahí dentro, y como sabemos, solo hay una forma de matar hechiceros y ambos fueron asesinados con un arma pulso cortante que definitivamente debió suprimir su energía para así poder cortarles el cuello... sí les hizo ese corte, en definitiva lo hizo para que no hablaran nunca más... además, una maldición no dejaría el lugar así de intacto, mucho menos dejaría que las tazas de te estuvieran como si nada en la mesa— respondió Yuta.
Katsumoto estaba sorprendido por la deducción de su jefe.
—En fin, los resultados de las autopsias, así como todos los demás informes tanto de los peritos como las entrevistas a todo el personal que trabajaba con ellos, las tendremos listas al anochecer, quizás así usted pueda sacar más deducciones y empecemos a investigar quien está detrás de todo esto— comento el otro asistente.
—Bien, le echaré un vistazo a todo ese papeleo más tarde, por ahora quiero ir a dar una vuelta por la ciudad — comento Yuta mirando hacia arriba.
De nuevo algo le llamo la atención y eso fue ver varios cuervos en los cables de luz sobre ellos.
Aquello de verdad le parecía muy extraño, aquel animal le recordaba a alguien en específico. Pero aquello mejor lo dejo pasar por esa ocasión.
—¿Gusta que lo acompañe?— pregunto Katsumoto.
—No, esta vez quiero ir yo solo para ver qué tanto a cambiado esta maldita ciudad. Además, Katsumoto tienes trabajo que hacer. Te he dado una misión especial y quiero que aproveches que estamos aquí para cumplirla — comento Yuta dándole unas palmadas al hombro antes de empezar a alejarse de ahí.
—De acuerdo señor, no dude en marcarme si necesita algo— respondió el asistente mientras veía a Yuta alejarse de ahí.
Realmente aquel hechicero de grado especial, sentía la necesidad de dar una vuelta por ahí. Tenía un extraño presentimiento de que quizás el asesino estaba cerca.
◈ ━━━━ ¤ ━━━━ ◈
Una notificación había llegado a aquel celular que se encontraba sobre una lujosa mesa de un restaurante al aire libre.
—Como amo cuando llegan las notificaciones sobre depósitos bancarios y más cuando suceden después de un trabajo bien hecho— dijo Mei Mei, tomando su celular con elegancia una vez dejó su taza de té.
No solo a ella le había llegado un jugoso depósito bancario, también a su acompañante le había llegado una notificación sobre una jugosa cantidad de dinero por su última misión.
—Supongo que este pago compensará todo el trabajo que he tenido que hacer este día, también compensará la ropa que he tenido que desechar por la sangre ¿Cierto? — contesto Maki, antes de tomar de su tasa de café.
—Podría decirse que sí, incluso te puede alcanzar para darte algunos lujos y gustos, esos a quienes eliminaste nos dejaron mucho dinero de por medio — dijo Mei frotando sus dedos medio e índice en señal de dinero.
—Bueno, el único lujo que quiero darme en este momento es poder pasar tiempo con mis hijos y darles las vacaciones que tanto me han pedido— contesto Maki cruzando los brazos, recargándose en la silla, mientras veía a Mei.
Aquella de cabellos cortos y plateados soltó una leve risa —Eso aún está en negociación, aunque si no salen misiones pronto, quizás puedas darte unas vacaciones este fin de semana con tus hijos—
—Eso espero, porque de verdad estoy muy cansada...
—¡Mami! ¡Mami!— gritaron Yurika y Yuudai, quienes primero corrieron a abrazar a su madre.
—¡Mis bebés!— decía Maki mientras a ambos los rodeaba con sus brazos y les llenaba de besos la cara.
El sonido de sus risas la llenaban de vida y la motivaban a seguir de pie.
—¿Cómo les fue hoy en la escuela? ¿Se portaron bien?— pregunto Maki abrazando a sus hijos.
—¡Nos fue bien!— comento Yurika con alegría.
—Esta vez no nos metimos en problemas — respondió Yuudai con una sonrisa.
—¡Además yo tuve una nota alta en matemáticas y también en deportes!— comento Yurika con mucha alegría.
—¡Y yo pase con nota alta el examen de japonés! ¡También ayude a cosechar!— dijo Yuudai sonriendo.
—Me alegra oír eso mis amores, se merecen un premio por ser muy disciplinados — sonrió Maki, aun llenando de besos las mejillas de sus mellizos.
Eso hasta que Mei se aclaró la garganta para llamar la atención de esa familia.
—¿Qué? ¿Acaso ya se olvidaron de mi?— preguntó Mei mirando aquella tierna escena.
—¡Abuela Mei!
—¡Abuela Mei!
Dijeron en coro Yurika y Yuudai, quienes corrieron rodeando aquella mesa para acercarse a esa mujer.
—Miren, que guapos se ven ustedes dos con esos bellos uniformes— decía Mei con una gran sonrisa y pellizcando las mejillas de ambos niños.
—¡Gracias abuela Mei!— respondieron en coro.
Ambos niños vestían sus uniformes escolares. Mientras detrás de ellos y con sus mochilas en cada hombro, venía ya un adulto Ui Ui. Quien de vez en cuando, le hacía de niñera de esos dos a petición de su hermana.
—¡Oigan! ¡Más respeto, mi bella hermana aún no tiene la edad de una anciana para que le digan abuela!— Ui les llamo la atención a esos dos.
—Tranquilo, no me molesta que ellos me digan así. Al contrario, tienen el permiso de decirme abuela a pesar de que no somos familia de sangre. Gracias por tu trabajo Ui Ui, tú también te mereces un premio— respondió Mei con una sonrisa, que hizo que el corazón de su hermano, casi se saliera de su pecho.
—Lo que digas, bella hermana— respondió este con las mejillas rojas.
Ambos niños solo le sacaron la lengua a ese adulto. Quien sólo les hizo una mueca de desagrado por tener toda la atención de su hermana.
—Jajaja — Mei rio por aquel gesto de esos dos — ¡En serio me alegra verlos, mis dos minitas de oro!— dijo con una gran sonrisa, mientras acariciaba las mejillas de esos dos niños.
—Sabes que no me gusta que les digas así a mis hijos— contesto Maki en una mueca y un tanto molesta por esas palabras.
—Tranquila querida, para mí, estos dos son como mis hermosos nietos y los aprecio tanto como si fueran mis pequeños lingotes de oro, porque eso son lo que son, oro puro— le sonrió soberbiamente a la madre de esos niños, mientras les acariciaba el cabello.
Maki podía sentir las malas intenciones de Mei al decir aquello.
En aquel momento, el teléfono de Mei vibro al llegarle otra notificación.
Miró a esos pequeños y les sonrió tiernamente.
—Niños, ¿Qué les parece si van junto al tío Ui a comprase algún helado o algún regalo que ambos quieran? La hermosa abuela Mei invita con el dinero de Ui, además tengo cosas importantes que hablar con su madre sobre trabajo y me gustaría hablarlo en privado ¿De acuerdo?— comento esta con una sonrisa.
Ambos niños se emocionaron por la idea de obtener regalos.
—¡Yo quiero un sombrero!— respondió Yurika dando unos saltos.
—¡Yo si quiero un helado!— grito Yuudai muy feliz también dando unos saltos.
—¡También yo quiero helado!— respondió su hermana.
—¡Ya sé que sabor quiero! ¡Vamos! — respondió Yuudai.
Maki suspiro de cansancio. Ya sabía a qué iba aquella platica al ver a Mei. Pero a la vez quería que sus hijos no se alejaran demasiado.
—¡Con cuidado! ¡Y no se separen y sobre todo, no se metan en problemas! ¡Vayan siempre de la mano y no se separen del abuelo Ui! ¿De acuerdo?— dijo su madre, dándoles un beso en la frente a cada uno.
—¡De acuerdo!— dijeron en coro antes de salir corriendo de ahí.
—¡Tendremos mucho cuidado!— respondió Yurika dando unos saltos en un pie, pisando los cuadros del piso como si jugará a la rayuela.
—¡Y trataremos de no meternos en problemas !— respondió Yuudai con una sonrisa y corriendo detrás de su hermana copiando sus movimientos.
—Diviértanse y no hablen con extraños ni sigan maldiciones — comento su madre mirándolos partir.
—¡Regresamos pronto mami!— comentaron esos niños.
—Ui Ui, llévalos a comprarse lo que ellos quieran y por favor, cuida muy bien de mis minitas de oro— dijo ella con una sonrisa, que derretía el corazón de su hermano.
—¡Si hermana!— comento aquel adulto, mientras seguía a esos dos niños que estaban emocionados por la idea de comprarse algunos regalos.
Maki sentía un raro presentimiento cuando vio alejarse a sus hijos. Su corazón estaba un tanto inquieto. Sentía como si estuviera a punto de pasar algo.
Pero en ese instante decidió ignorar aquel sentir, mientras hablaba con Mei de su siguiente misión.
Pero no pudo dejar de pensar en el nombre de alguien en especial ante tal inquietud.
Yuta Okkotsu era el nombre de quien se le vino a la mente.
◈ ━━━━ ¤ ━━━━ ◈
Notes:
Espero les haya gustado este capítulo porque se vienen los reencuentros.
Nos seguimos leyendo.
La actualización será un tanto lenta por el momento porque aun sigo armando esta historia sin tratar de descuidar todas las demás. Con razón soy un desastre de escritora jaja.
En fin, gracias por todo su apoyo❤️
Chapter Text
"Las gotas de lluvia pronto caerían, así como la verdad empezaría a empapar a los inocentes a quienes fueron privados de su felicidad."
Cerca del centro comercial
Yuta suspiro al notar como el cielo se había oscurecido.
—Parece que no tardara en llover — comento mientras veía el cielo nublado y un suspiro de nostalgia salía de su pecho.
Había pasado casi una hora caminando por el centro de aquella ciudad.
De verdad, Kioto había cambiado un poco en esos siete años. Aunque seguía teniendo sus toques antiguos, con sus templos intactos y sus grandes y bellas pagodas que resaltaban la vista tradicional, en su frontera con lo moderno estaba demasiado actualizado.
Habían nuevos centros comerciales y edificios modernos.
Pero algo que no había cambiado en esos siete años era el clima húmedo y las tradiciones de aquella sociedad.
Al ser principios de Julio, podía verse a muchas personas en la calle debido a los próximos festivales que habría en la ciudad, y eso significaba que los hechiceros tendrían más trabajo de lo normal debido a las próximas vacaciones de verano que se acercaban, significando un aumento en apariciones y maldiciones.
Pero también debían estar atentos a los ataques que se estaban llevando a cabo contra ellos. Así que Yuta debía darse prisa en capturar a ese asesino.
Aquella situación le estaba causando demasiado conflicto y más que el ambiente, los recuerdos y las circunstancias para nada le estaban ayudando.
Su mente se llenaba más y más de nostalgia mientras sentía como las diminutas y suaves gotas de lluvia caían sobre su cabeza.
Ver parejas cruzando la calle tomados de la mano mientras corrían a buscar refugio o aquellos alumnos que compartían un paraguas, le traía algunos recuerdos de sus misiones y salidas al lado de Maki.
Recordó uno que otro beso que se habían dado bajo la lluvia o bajo el paraguas, aquellos que terminaban en una sonrisa o en comentarios que terminaban en risas.
Aunque todos esos buenos recuerdos siempre eran opacados por aquel tormentoso recuerdo del último día que estuvo con ella.
Su semblante triste y pálido pareciendo querer decirle algo con los ojos vidriosos, aún le dolía demasiado.
Se preguntaba si ella seguía viva y en donde se encontraría. Realmente conservaba la esperanza de volverla a ver aunque fuera una última vez, quería saber la verdad para calmar su corazón.
La lluvia empezó a tomar intensidad y Yuta se vio en la necesidad de correr hacia los establecimientos que estaban afuera de un centro comercial para encontrar refugio.
Saco su teléfono celular y noto que tenía algunos mensajes de Satoru, quien le estaba pidiendo un avance sobre todo lo que hubiera encontrado con el caso que recién le había asignado.
—Tengo tantas cosas que resolver pero no tengo cabeza para saber cómo comenzar esto...— se dijo a sí mismo, ignorando aquel mensaje y guardándose su celular en el bolsillo de su pantalón.
Mientras veía la lluvia caer y el paso acelerado de las personas con sus paraguas, algo empezó a inquietarlo.
Era una gran cantidad de energía maldita que parecía provenir de algún lugar muy cerca de donde él se encontraba.
Un escalofrío recorrió su espalda, haciendo que girara rápidamente su cabeza hacia el otro lado de donde estaba mirando.
Sus sentidos se agudizaron y notó que aquello era una presencia maligna y peligrosa.
Siguiendo su intuición, Yuta decidió investigar, empezando a caminar a toda prisa por aquellas calles.
Quizás aquello podría ser una primera pista para encontrar su objetivo dentro de aquella ciudad.
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Mientras tanto, en otro lugar muy cerca de Yuta
—¿Maki, me estas escuchando?— pregunto Mei al ver como esa mujer parecía no prestarle atención y más cuando giró su cabeza bruscamente hacia la fuerte lluvia que caía fuera de la cafetería a la que se habían movido actualmente, ya que se encontraban persiguiendo a su siguiente víctima, otro hechicero.
Aquella era una sensación extraña de explicar. Quizás solo podía ser comparada a la advertencia que te da tu cuerpo sobre que un peligro anda cerca.
—¿También lo sentiste, cierto?— pregunto la platinada con seriedad.
—Si, era como un aura muy pesada, una maldición quizás esté muy cerca de aquí y no creo que sea pequeña— dijo Maki algo preocupada.
Mei se llevó su mano hacia su frente, acomodando su flequillo a discreción.
—Por desgracia, mis cuervos en este momento no pueden ver toda la situación que está pasando allá afuera debido a la lluvia— miro rápidamente su celular —Y parece que tampoco hay buena señal telefónica en este lugar de cuarta—
Maki suspiro de angustia, hace tiempo que no se sentía así de preocupada.
—Solo espero que mis hijos estén bien...—
—Lo estarán, ellos están con Ui Ui, él no dejaría que le pasara nada a mis dos queridas minitas de oro — comento Mei con una sonrisa.
Maki rodó los ojos por aquel comentario. Odiaba tener que confiar en esos dos hermanos, pero no tenía elección. Así era su contrato y todo lo hacía por el bien de sus pequeños.
Algo dentro de ella le decía que nada estaba bien y eso lo expresó tomándose con fuerza el antebrazo para tratar de tranquilizarse y más que debía estar alerta en esa misión.
—Parece que nuestro objetivo se está moviendo, aunque parece que no viene solo— Mei se tocó levemente el cabello.
— Quizás tambien te tocara eliminar a su "invitada", igual si encontramos esa maldición podríamos plantarla como una falsa evidencia para esta misión — comento dándole una leve palmada para que siguiera el plan.
Maki tomo un respiro profundo. Debía concentrarse en su objetivo, aunque su instinto de madre le decía que nada estaba bien.
Y ese instinto tenía razón.
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Las cosas tampoco estaban yendo tan bien con esos mellizos.
Lo que inicio como unas compras divertidas y con algo de helado, se volvieron aburridas una vez Ui Ui recibió aquella última llamada telefónica de su hermana, minutos antes de que esas dos iniciaran su misión antes de entrar en la cafetería.
Aquellos pequeños rodaron los ojos una vez vieron como Ui Ui estaba muy embobado con aquella llamada telefónica mientras se paseaban entre los pasillos de aquel centro comercial. Observando vitrinas con lujosos vestidos y joyas que él quería comprarle a su querida hermana.
Yurika y Yuudai habían desarrollado un lenguaje que sólo ellos entendían y asi a base de señas, decidieron jugar a las escondidas y en un descuido de Ui Ui, aprovecharon para escapar de él.
Al comienzo aquello fue muy divertido, correr entre la gente y decir algunas cosas desagradables de su niñero, pero poco después eso se convirtió en un problema.
—¿Lo perdimos, cierto?— pregunto Yurika con una sonrisa.
—Si, pero ahora, emmm no veo al abuelo Ui— dijo Yuudai buscándolo con la mirada —¿No crees que nos alejamos mucho?— su sonrisa se apagó.
—Emmm— la sonrisa de Yurika también se apagó.
—¿Dónde estamos? — pregunto Yuudai mirando a todos lados.
—Volvamos por acá — sugirió Yurika, tomando la mano de su hermano para tratar de volver por donde habían venido.
Pero eso resultó en algo peor ya que se alejaban y perdían más y más entre aquel mar de gente en aquel gran centro comercial.
Duraron caminando alrededor de cinco minutos hasta que llegaron a una zona donde creían haber estado por última vez con Ui Ui.
—No recuerdo haber pasado por esta tienda — comento Yurika mirando a su alrededor.
—¿Ahora que hacemos?— pregunto Yuudai muy nervioso al ver que ahí tampoco estaba Ui Ui. —¿Estamos en problemas cierto? ¡Ay no, Mamá nos va a castigar!— sonaba preocupado. —¿Y si no podemos regresar a casa? ¡Tengo miedo!
—Tratemos de regresar una vez más por dónde venimos, debemos encontrar pronto al abuelo Ui, yo creo que también él nos debe estar buscando, así que supongo que él debe estar cerca de aquí— sugirió su hermana mientras le tomaba de la mano.
—Espero no nos metamos en más problemas...— respondió Yuudai con un suspiro, mientras de nuevo tomaba la mano de su hermana y empezaban a caminar una vez más.
Ambos niños seguían perdidos entre la multitud.
Los hermanos intentaron encontrar a su cuidador buscando por más de diez minutos, yendo y viniendo por aquellos pasillos, desgraciadamente esos mellizos también se distraían fácilmente que incluso terminaron jugando un poco con otros niños en el área de juegos infantiles que tenía aquel centro comercial. Pensando en que quizás en esa área podrían ser encontrados por su cuidador.
Pero el tiempo pasaba y las esperanzas empezaban a agotarse para esos dos.
Y cuando al fin habían decidido que iban a pedirle ayuda a un policía que estaba cerca, se vieron distraídos por una extraña presencia que salió del tobogán de aquel juego infantil.
Una pequeña maldición, los había acechado y se les había acercado lentamente, seduciéndolos con su espeluznante sonrisa, cayendo en su efecto hipnótico debido a su inexperta educación para identificar maldiciones de grado especial.
Y bajo aquella hipnosis, ambos niños habían cruzado de nuevo el mar de gente que había en aquel momento en ese primer piso y terminaron saliendo de aquel edificio, llegando al callejón continuo de aquel centro comercial.
Las gotas de lluvia fueron las que los sacaron de aquel trance. Ya que aquella tormenta había empezado a tomar fuerza al igual que los truenos sobre el cielo.
—¿Cómo llegamos hasta aquí?— preguntó Yurika algo asustada, mientras observaba en el lugar donde estaban despertando.
—¿Dónde estamos?— pregunto Yudai un tanto aturdido y tallando sé los ojos.
Cuando ambos reaccionaron, ambos se habían dado cuenta que habían caído en la trampa de una maldición.
Aquella pequeña maldición, solo era la carnada, la cual se desvaneció en el piso mientras de las sombras empezaba a surgir una gran maldición en forma de pez globo, lleno de espinas y una gran boca con demasiados dientes afilados.
Esos pequeños empezaban a dar pasos hacia atrás mientras la lluvia empezaba a caer con más fuerza sobre sus cuerpos.
Ambos empezaron a llorar, estaban demasiado asustados ya que aquella maldición no era una común como las que a veces veían de camino a casa.
—¡Déjanos en paz!—gritó Yurika, abrazando a su hermano.
—¡Socorro! —Lloró Yuudai, temblando de miedo— ¡Alguien que nos ayude!
Pero nadie parecía escucharlos. La gente seguía caminando por dentro y fuera del centro comercial, ignorando en su mayoría la presencia de las maldiciones debido a que la gente común no podían sentirlas ni verlas y la lluvia y los truenos solo ahogaban los gritos de esos dos.
Parecía que todo estaba perdido para esos hermanos.
La maldición se abalanzó sobre los dos niños, que se habían quedado paralizados del miedo.
—¡Mami!— gritaron en coro mientras se abrazaban fuertemente esperando el fin.
De repente, una figura apareció en su ayuda.
Alguien parecía haber "caído" del cielo, interponiéndose entre ellos y la maldición. Aquella persona había aplastado la cabeza de aquella cosa, la cual soltó un horrible grito de dolor, porque una espada le había atravesado su ojo, cegándola por un momento.
Aquel hombre se movió rápidamente y tomó a esos dos niños en brazos para ponerlos a salvo, mientras otra "cosa" parecía pelear contra esa maldición.
—¿Están bien?— pregunto aquella voz masculina, quien había salvado a esos mellizos, alejándolos lo más que pudo de aquella zona, poniéndolos debajo de un lugar techado y escondiéndolos entre algunas cajas de cartón.
Las lágrimas de esos niños seguían bajando a mares por sus mejillas. Así como sus sollozos eran incontrolables.
—Tranquilos, todo estará bien — decía Yuta tratando de calmar a esos dos.
—Escóndanse aquí mientras yo me encargo de esa cosa y no hagan ruido, ¿De acuerdo?— Yuta puso su dedo índice en sus labios para que esos dos tratarán de guardar silenció y los cubrió con su sudadera —Volveré en seguida, lo prometo.
Ambos niños aún con los ojos cristalinos solo hicieron un si con la cabeza mientras se cubrían con esa sudadera y se escondían entre las cajas.
Yuta rápidamente se acercó a Rika, quien aún no lograba atravesar la dura piel de esa criatura que podría mutar en cualquier instante.
—¡Yuta! ¡Esa cosa es muy dura!— comento Rika, quien se posiciono a un lado de Yuta, mientras mostraba su arsenal de armas bajo el brazo —¿Cuál elegirás?
La maldición frente a ellos rugió, mostrando sus afilados colmillos y sacando más sus afiladas garras. Era una criatura enorme y su nivel de amenaza era alto, así que debían eliminarla antes de que escapará y atacará a alguien más.
—Quizás su debilidad sea en la parte blanda de su estómago, debemos atacarla al mismo tiempo, quizás así logremos acabar con ella — sugirió Yuta tomando otra espada ya que la anterior se había quedado incrustada en el ojo de aquella maldición.
Rápidamente Yuta hecho un vistazo hacia atrás por arriba de su hombro, y vio como esos niños seguían escondidos pero podía sentir sus miradas sobre él.
—Bien, andando Rika, debemos eliminar a esta maldición antes de que haga más daño— comento Yuta poniéndose en guardia con aquella espada.
La primera en atacar fue Rika, quien fue directo hacia esa maldición para distraerla mientras Yuta se lanzó al ataque, esquivando uno que otro ataque con aquellas afiladas garras mientras trataba de atravesar aquella dura piel.
Rika seguía tratando de sujetar aquella maldición, tratando de pasar por aquellas afiladas y duras púas, mientras Yuta logró deslizarse con éxito por debajo de este gran pez globo, cortando rápidamente su cuerpo blando, haciendo que esa cosa chillara de dolor.
Yurika y Yuudai se cubrieron los oídos ante tal horrible chillido, mientras Yuta daba la estocada final y Rika se encargaba de partir esa cosa en dos, provocando que la sangre y restos de esa maldición se esparcieran en aquel callejón.
—Le pediré a Katsumoto que mande a alguien para limpiar este desastre y de paso averiguar este caso — dijo Yuta quitando la sangre de su espada con un movimiento fino antes de guardarla en su funda.
Ambos niños estaban sorprendidos por su salvador. Estaban acostumbrados a ver que su madre fuera así de cruda con las maldiciones, pero ver a aquel hombre los había dejado impactados. Hasta sentían una rara conexión con él. Algo difícil de explicar pero era como si la sangre llamara.
Yuta se secó el sudor de su frente.
—Dos niños— la voz de Rika llamo la atención de Yuta ya que recordó a esos dos pequeños.
—¡Cierto!— el hechicero se giró rápidamente y camino hacia esos niños, quienes salieron de donde estaban escondidos pero con la sudadera de él aun sobre sus cabezas.
—¿Están bien?— se puso de cuclillas frente a ellos. —¿No están heridos?—
Ambos niños seguían en silencio y se miraron entre sí, parecía que compartieron algunas palabras mentalmente.
—Tranquilos, Ya todo está bien, esa cosa ya fue eliminada — decía Yuta estirando su mano hacia ellos con una ligera sonrisa.
Ambos mellizos deslizaron la sudadera de sus cabezas, dejándose ver. Parecían estar más tranquilos.
Yuta alzó un poco las cejas de sorpresa al ver la similitud que tenían esos dos entre sí. Pero en ese mismo momento sintió una extraña sensación invadir su pecho al verlos con detenimiento y eso era porque ambos compartían un escalofriante parecido a él cuando era un niño pero con la leve diferencia de que esos dos pequeños tenían los ojos tan dorados como la miel.
También ambos niños se sorprendieron al ver a ese hombre de cerca. Por algún motivo les daba confianza y más al ver sus semejanzas físicas.
—Muy similares entre ellos— se escuchó la voz de Rika arrastrar esas palabras.
—Tienes razón, ambos son idénticos, ¿Son Mellizos, cierto?— pregunto Yuta con una sonrisa.
Ambos niños solo dijeron si moviendo sus cabezas.
—¡Similares a ti! ¡Yuta! —Chillo Rika — ¡Similares a ti!— su voz se alzó mientras decía esas extrañas palabras, esa maldición parecía alterada.
Eso hizo que ambos pequeños dieran un paso hacia atrás al ver a esa cosa.
—¡No tengan miedo! ¡Mi nombre es Yuta Okkotsu y esta es Rika! Ella no les hará nada— Yuta hizo que Rika mejor se desvaneciera rápidamente para dejar de asustar a esos dos.
—Estamos aquí para ayudarlos — estiro de nuevo su mano hacia ellos pero esos niños se veían aún asustados y no pronunciaban palabra alguna.
—Perdón que los hayamos asustado — se disculpó primero —¿Se encuentran bien?— Siguió preguntando pero esos niños solo afirmaron con la cabeza al mismo tiempo.
—¿Esa cosa les hizo algo?— pregunto con calma.
Ambos negaron con la cabeza.
—Entiendo — Yuta suspiro un poco al ver que esos dos no hablaban, pensó que quizás debía ser por el shock de la situación.
—¿Cómo se llaman?— pregunto con una leve sonrisa para tratar de darles confianza, mientras seguía de cuclillas frente a ellos y les estiraba la mano, pero estos volvieron a intercambiar miradas entre sí mientras seguían en silencio.
—Tranquilos, como dije estoy aquí para ayudarlos, no tienen que esforzarse en hablar, tómense su tiempo — seguía con su mano estirada hacia ellos y con la palma abierta para darles confianza.
Después de unos segundos, ambos niños pusieron sus manitas en la mano de este adulto. Por alguna extraña razón se sentían en confianza con él y no lo sentían como una amenaza.
Los mellizos intercambiaron unas miradas más, parecía como si se comunicarán mentalmente porque incluso hicieron algunas muecas entre ellos y después de un minuto de silencio aun con sus manitas sobre la mano de Yuta, la niña fue la primera en hablar.
—Me llamo Yurika Fushig...— su hermano la interrumpió.
—¡Mamá dijo que no habláramos con extraños!— Yuudai dijo con un poco de pánico.
—Pero no creo que él sea un extraño y de paso él nos salvó de ese monstruo— contesto su hermana haciéndole un gesto de molestia. —¡Yudai No seas miedoso y un mal agradecido!
—¡No soy un miedoso! ¡Solo digo lo que mamá nos ordeno!— respondió su hermano con molestia.
Yuta abrió de sorpresa los ojos al escucharlos, incluso sintió un escalofrío al oír esos nombres. Eran los mismos nombres que él había elegido para sus hijos, si es que alguna vez los tenía. Era una coincidencia muy extraña todo aquello, pero decidió pasarla por alto, pensando en que quizás solo era eso, una extraña coincidencia en una situación aleatoria de la vida.
Después sonrió levemente al ver como discutían esos dos.
—Entiendo y díganme ¿Están perdidos? ¿Dónde están sus padres?— pregunto volviendo a llamar la atención de esos dos.
—Estábamos con el abuelo Ui — contesto Yuudai mirando a Yuta.
—Pero de un de repente nos perdimos entre tanta gente y de la nada ya estábamos aquí afuera junto a esa cosa— Yurika apunto a los restos de la maldición.
Yuta pensó que esos dos niños hablaban de una persona de la tercera edad cuando se refirieron a su tutor como "abuelo"
—Bueno, tiene sentido que se hayan perdido y más ahorita que hay mucha gente y de seguro su abuelo puede que también los esté buscando, no debemos preocuparle más — contesto Yuta poniéndose de pie. En ese momento, los estómagos de esos niños hicieron algo de ruido.
—¡Bien! ¿Qué les parece si los ayudó a buscar a su abuelo y de paso, los invitó a comer? ¿Les gustaría la idea? de seguro su abuelo debe estar demasiado preocupado, vengan es mejor que vayamos dentro, aquí afuera está haciendo mucho frio y la lluvia solo sigue cayendo con más fuerza —Tomo su sudadera para después extenderles las manos.
—¡Nos gusta la idea, muchas gracias!— Ambos pequeños dijeron en coro.
Ambos se sujetaron de él, tomando cada uno una mano de Yuta mientras regresaban dentro del centro comercial
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Notes:
¿Qué les está pareciendo esta historia?
Ahora sí, sucedió el encuentro entre padre e hijos. Sólo falta el de Maki y todos los demás 🤭
Espero les esté gustando ♥️ porque se vienen más sorpresas.
Nos seguimos leyendo
Chapter 5: 04. Hamburguesas
Notes:
Espero les guste el siguiente capitulo ❤
PD: Y si no te está gustando este fic, por favor, no seas grosero y no vengas a poner tus malos comentarios aquí, simplemente deja de leer y vete!
Sobre sugerencias sobre este fic, no las ando aceptado aquí, si quieres dejar tus sugerencias, hazlo a través de mi twitter @Vera1794
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Katsumoto estaba sorprendido por lo que veían sus ojos, sobre todo sus cejas estaban demasiado en alto.
—Ahora entiendo el porqué de esta extraña petición sobre que también le trajera dos sudaderas para niños— comento con sorpresa.
Lo que lo tenía en aquel estado de estupor eran aquellos dos niños que estaban medio escondidos detrás de Yuta, cada uno aferrándose a cada pierna de este, y los cuales eran muy parecidos físicamente a su jefe.
—Jejeje Puedo explicar el porqué los tres estamos empapados— comento Yuta con una risita nerviosa mientras su mano izquierda rascaba un poco su nuca — Aun así, necesitaré de toda tu ayuda Katsumoto.
Ambos hermanos se miraron entre sí al ver la cara de sorpresa de aquel asistente, al cual Yuta procedió a explicarle todo lo sucedido hasta ese momento de su encuentro, mientras los tres se secaban con unas toallas limpias que les llevo Katsumoto y se cubrían con las sudaderas nuevas.
—¡¿Una maldición de categoría especial se encontraba en este centro comercial?!— la voz de Katsumoto se elevó con demasiado asombro.
—Así es, aunque yo ya me encargué de eliminarla, me gustaría que tu investigaras un poco más sobre dicha maldición. Por favor Katsumoto, indaga si ha habido más desapariciones dentro de este centro comercial, quizás esta maldición tenga muchas más víctimas de las que podemos imaginar. Tal vez el personal de seguridad y los del aseo sepan algo turbio sobre este lugar — su mano fue a su barbilla mientras sacaba algunas conclusiones.
—Les pasaré el reporte a la sede, supongo que ellos no estaban enterados de este caso y quizás ellos nos ayuden a agilizar todo esto— sugirió Katsumoto.
—Buena idea y de paso, también me gustaría que llamaras a los encargados de limpiar las zonas, necesitamos al personal capacitado para que levanten los restos de esa maldición, así evitaremos un escándalo por parte de los civiles que sean capaces de ver las maldiciones, sobre todo debemos evitar llamar demasiado la atención— dijo Yuta en un tono serio, mientras miraba a las personas que iban y venían en aquella zona donde se encontraban en aquel instante dentro de aquel centro comercial.
—Enseguida señor— respondió el ayudante anotando en su tableta.
—Y Katsumoto, hay una cosa más que quiero que hagas por mi— Yuta dio un rápido vistazo hacia Yuudai y Yurika, quienes estaban sentados en una banca a solo unos metros de ellos.
Ambos niños los miraban con curiosidad. Sus cálidos ojos ámbar no les quitaron la vista de encima a esos dos hombres mientras entre ellos hablaban en voz baja.
Sobre todo, ambos hermanos sentían curiosidad por Yuta, ya que sentían una extraña conexión con su salvador.
—¿No sientes que ese hombre es un tanto familiar? — pregunto Yuudai con curioseo mientras se terminaba de secar el cabello con una toalla que el asistente consiguió para ellos.
—Un poco, aunque yo diría que hasta te pareces mucho a él— Yurika respondió en voz baja mientras picaba la mejilla de su hermano— Aunque él no es un miedoso como tú — soltó una leve risita de burla.
—¡Tonta!— Yuudai se sobo la mejilla— ¡Él también tiene parecido a ti! ¡Recuerda que somos mellizos!— respondió en voz baja, mientras hacía un puchero de molestia por aquel comentario de su hermana.
Ambos niños sintieron las miradas de esos dos adultos y de nuevo murmuraron algo entre ellos para terminar con unas leves risitas.
Parecía que ambos niños ya estaban de mejor humor. Incluso ya estaban con las sudaderas puestas que aquel asistente había comprado para ellos.
—Disculpe la pregunta señor, Pero ¿Y quienes son esos dos niños?— pregunto Katsumoto señalándolos con su dedo índice.
—Eso es lo que te quería explicar Katsumoto, necesito que también me ayudes a encontrar al familiar de estos mellizos— Yuta llevó su mano a su nuca —Veras, yo salve a estos dos niños de la maldición que te conté. Y ellos dicen que se separaron de su abuelo en un descuidó y que no recuerdan mucho de lo que paso después de que le perdieran de vista— movió un poco los hombros — Ambos solo recuerdan haber despertado en el callejón a punto de ser comidos por dicha maldición—
Katsumoto abrió de sorpresa sus ojos al escuchar todo eso.
—Entonces ¿Usted quiere que de aviso a las autoridades de este centro comercial por si acaso el familiar de estos dos niños los esté buscando?
—Así es, quiero que te encargues también de eso, por favor— comento Yuta con una leve sonrisa y juntando sus manos en suplica.
Katsumoto solo suspiro por toda la carga de trabajo que tenía en aquel momento.
—De acuerdo, también le ayudare con esto— tenía miedo de negarse porque le temía a su jefe.
—¡Muchas gracias Katsumoto!— contesto Yuta con una gran sonrisa.
—Señor ¿Y mientras qué hará usted?— pregunto el asistente mirando con curiosidad a esos niños, que por alguna razón, sentía que se parecían demasiado físicamente a su jefe pero no se atrevía a decirlo en aquel instante.
—Yo me quedare junto a ellos mientras tú te encargas de dar con el familiar de estos— Yuta cruzó sus brazos — Me quedare a cuidarlos ya que ellos también son capaces de ver maldiciones y tampoco queremos que se vayan con las personas incorrectas ¿Cierto? y más que tenemos a un asesino de hechiceros suelto por ahí... no sabemos si ese asesino también ataque niños— comento Yuta mirando a su asistente.
Además de sentir una extraña conexión con esos dos pequeños, él sentía que cargaba con la responsabilidad de tener que cuidarlos mientras encontraban al familiar de esos dos.
—Tiene razón, no queremos cometer un error y que estos niños se vayan con la persona equivocada o les pase algo malo de nuevo— Katsumoto estaba listo para intervenir con sus dones de director asistente.
Esos mellizos rápidamente guardaron silenció una vez vieron como ese adulto en traje se acercó a ellos.
—Yurika, Yuudai, les presento a mi asistente Yoshida Katsumoto, él nos ayudara a encontrar a su abuelo— presentó Yuta a aquel asistente con una sonrisa.
—Mucho gusto— comento Katsumoto poniéndose de cuclillas frente a ellos, mientras estos seguían sentados en la banca —Mi señor me acaba de comentar que están buscando a su abuelo ¿Eso es Cierto?—
Ambos niños miraron a Yuta, quien les hizo un si con la cabeza para darles confianza. —No tienen por qué preocuparse — sonrió — Katsumoto es una buena persona, créanme, él hace un excelente trabajo como detective y también como asistente, así que podemos confiar plenamente en él.
Los mellizos se miraron entre sí, parecía que mentalmente hablaron algo entre ellos y después fijaron su vista en ese hombre de traje.
—Así es, estábamos buscando a nuestro abuelo Ui— respondió Yurika.
—¿Creen que podrían describirme como es su abuelo físicamente? Esto es para buscarlo entre la gente que hay en este lugar — Katsumoto sonrió un poco para tratar de darles confianza.
—El abuelo Ui es un hombre joven y es unos centímetros más pequeño que el señor Okkotsu — comento Yuudai apuntando a Yuta.
—Y tiene el cabello blanco y corto y resalta que tiene un pequeño fleco — describió Yurika —Y sus ojos son pequeños y de color gris—
—¡Y sus cejas son gruesas, sobre todo se juntan de manera graciosa cuando arruga la frente!— Yuudai rio un poco al hacer unos gestos mientras ponía sus dedos sobre sus cejas imitando a Ui Ui cuando este se molestaba.
—¡Si!, ¡Sobre todo cuando se enoja jaja aunque él siempre está de mal humor!— Yurika también se soltó a reír.
—¡Sobre todo cuando no está cerca de la abuela Mei! ¡Ahí es cuando se pone de muy mal humor!— comento Yuudai entre risas.
Katsumoto escribió todas esas características que esos niños les habían dicho. Trato de crear una imagen rápida de como quizás se vería aquel adulto.
En cambio, Yuta también sonrió al escuchar las risas de esos dos. Escucharlos le hacía sentir animado.
—Bien. Y por último debo preguntarles algo muy importante para mí Investigación y eso es ¿Cuál es el apellido de su abuelo?— pregunto Katsumoto mirando a esos dos fijamente.
Los mellizos guardaron silencio y se miraron entre sí por aquella pregunta.
Después de unos segundos de intercambiar algunas palabras mentalmente, voltearon a mirar hacia el asistente, pero seguían sin pronunciar palabra alguna.
—¿Acaso no lo recuerdan en este momento?— pregunto el asistente prestando atención a los gestos que hacían esos dos.
Ambos niños negaron con la cabeza.
—Comprendo— Katsumoto suspiro un poco — Es entendible que no lo recuerden en un momento como este, quizás aún se sigan sintiendo confundidos y hasta un tanto aturdidos después de lo sucedido con esa maldición, aunque sea ¿Creen que podrían decirme cuál es su apellido?— pregunto amablemente.
De nuevo esos pequeños se miraron entre sí pero seguían guardando silencio. Apretaron un poco los labios. Parecían estar algo incómodos con esa pregunta y hasta se les podía ver muy nerviosos.
Yuta noto toda aquella incomodidad, así que le dio una pequeña palmada a su asistente para que dejara de preguntar y se pusiera de pie.
—No tienen por qué decirnos sus apellidos en este momento, con solo saber sus nombres supongo que será suficiente para ayudarlos a encontrar a su abuelo ¿No es así?— le hizo una seña a Katsumoto con la cabeza.
—¡Así es! Supongo que con esta descripción que me dieron de él y con saber los nombres de ustedes dos sé que poder encontrarlo— El asistente se puso de pie y sonrió.
—Yo sé qué harás un gran trabajo— comento Yuta en una sonrisa para darles confianza a esos dos.
—Si me disculpan, iré adelantándome a dar este reporte a los encargados de seguridad de este lugar para que nos ayuden a buscar a su abuelo y de paso iré a hacer otros encargos, por el momento me retiró — Hizo una reverencia hacia Yuta y a esos niños.
—Yuudai y Yurika, prometo que encontraré a su abuelo— dijo enderezándose y acomodando su corbata.
—Gracias Katsumoto, cualquier cosa que encuentres, no dudes en avisármelo a mi número — contesto Yuta dándole otra palmada en el hombro.
—Con su permiso — Aquel asistente se despidió una vez más.
Y así comenzó con su búsqueda.
Toda aquella situación y sobre todo, el escalofriante parecido de esos niños con Yuta, le dejaría una extraña sensación de curiosidad a Katsumoto, quién de paso se pondría a investigar si esos niños guardaban alguna relación sanguínea con su jefe.
—¡Bien! Y Ahora ¿Les gustaría que fuéramos a comer?— pregunto Yuta con una gran sonrisa mientras se ponía de cuclillas frente a esos dos.
—¡Nos encantaría!— dijo Yuudai muy emocionado.
—¡Ya quiero comer! ¡Me estoy muriendo de hambre!— respondió Yurika con una mueca y sobando su estómago —¡Ser perseguidos por maldiciones siempre nos deja con mucha hambre!—
—Como dije, yo les invitaré la comida, así que díganme ¿Qué les gustaría comer?— Yuta pregunto muy animado.
—¡Hamburguesas!— dijeron en coro esos mellizos.
Aquella respuesta tan rápida sorprendió a Yuta.
—Ok, entonces serán Hamburguesas— se puso de pie — Creo que vi un restaurante de ese estilo por aquí—
Rápidamente esos dos niños también se pusieron de pie y lo siguiente sorprendería mucho a Yuta, ya que cada mellizo lo tomaría de cada mano.
Yuudai tomo su mano izquierda y Yurika su mano derecha.
Parecía que con ese adulto se sentían en demasiada confianza y eso lo expresaron con sus dulces y amables sonrisas mientras lo miraban.
Yuta dejo salir lentamente el aire de su pecho, aquellas sonrisas por un momento le recordaron a Maki, ya que esos niños parecían un reflejo de ella.
Pero no era momento para que el pasado lo invadiera con el recuerdo de esa mujer, él debía concentrarse en su misión de cuidar a esos dos.
—¡Muy bien, vayamos a comer!— comento Yuta muy emocionado.
Estaba tan contagiado de aquella felicidad, que incluso los ayudaba a saltar levemente, haciendo que ambos estallarán en ruidosas pero alegres risas.
Aquello se sentía como si un padre estuviera pasando un rato muy alegre con sus hijos.
◈ ━━━━ 🍔━━━━ ◈
Lo prometido era deuda y así, Yuta llevó a esos dos a comer Hamburguesas a un restaurante familiar que había dentro de aquel centro comercial.
Los tres estaban sentados en una mesa muy cerca de la ventana más grande de aquel restaurante.
Yuta había elegido esa mesa por estrategia, esto por si esos niños lograban ver a su pariente pasar por ahí en algún momento.
Estar en aquel restaurante parecía el paraíso para esos dos pequeños, los cuales parecían tener unos estómagos muy grandes, ya que comían y disfrutaban de sus hamburguesas como si no hubiera un mañana.
—Veo que les gustan mucho las Hamburguesas— sonrió Yuta mirando a esos dos empezar a comer su segunda hamburguesa.
Ambos mellizos afirmaron con sus cabezas.
—¡Nos encantan!— respondió Yuudai con inmensa felicidad.
—Mamá decía que cuando estaba embarazada de nosotros, le daban muchos antojos de comer hamburguesas y por eso decimos que esta es nuestra comida favorita — dijo Yurika con una gran sonrisa.
—Me alegra oír eso— contesto Yuta con una leve sonrisa que reflejaba nostalgia.
En el pasado, él también había conocido a una chica que también amaba las hamburguesas.
Y esos dos niños frente a él, le recordaron bastante a Maki, incluso sus gestos y sonrisas al comer aquel simple platillo se parecían bastantes a los de ella y eso hizo que a su mente vinieran varios recuerdos.
Un suspiro de nostalgia salió de su pecho, aquella exhalación fue tan fuerte que pudo ser escuchada muy claramente por esos dos niños, quienes decidieron preguntar por curiosidad, ya que parecían congeniar demasiado con ese hombre.
—¿Se encuentra bien señor Okkotsu?— pregunto Yurika dejando por un momento de comer su hamburguesa.
—Señor Okkotsu, se nota algo triste, ¿Pasa algo?— pregunto Yuudai también dejando su hamburguesa a la mitad.
—¿Eh? ¡Yo! —Yuta sacudió levemente su cabeza, despejándose aquellos recuerdos debido a las preguntas que le hicieron esos niños.
—Lo siento, jeje es que acabo de recordar a alguien— rascó un poco su mejilla mientras seguía mirando a esos dos —No se preocupen ¡Estoy bien!— sonrió.
—¿Y a quién recordó?— pregunto la niña con curiosidad.
—¡Yurika, preguntar eso es grosero! ¡El señor Okkotsu se puede enojar con nosotros!— reprocho Yuudai lanzándole una mirada de enojo a su hermana.
—¡Perdón! ¡Pero es que solo tenía algo de curiosidad!— Yurika se disculpó haciendo un puchero.
Yuta rio un poco por la forma en que se llevaban esos dos mellizos.
—No tienes por qué disculparte y respondiendo a sus preguntas — contesto con una sonrisa, mientras ponía su codo en la mesa y recargaba de nuevo su barbilla en su mano—Estoy bien. Simplemente ustedes dos me recordaron a una Mujer que conocí en mi juventud— empezó a explicar sin dejarlos de mirar.
Ambos niños se sonrieron entre sí, mientras prestaban atención a ese adulto.
—¿Puede contarnos como era ella?— pregunto Yuudai con curiosidad.
—¿Y Por qué usted dice que nosotros le recordamos a esa mujer?— pregunto Yurika también con curiosidad.
Yuta los miro con una gran sonrisa.
— Ella era simplemente hermosa, era una gran y fuerte mujer. Era maravillosa en todos los aspectos.
—Y ustedes dos me la recordaron demasiado, ya que ella tenía unos hermosos ojos color ámbar muy parecidos a los de ustedes, y bueno, también ella era una gran fan de las hamburguesas, esta era su comida favorita— contesto con una dulce sonrisa, ya que en aquel momento, Yuta tuvo un leve pero muy agradable recuerdo de Maki.
Flashback
Aquel recuerdo que vino a su mente, fue cuando él y Maki tuvieron su primera cita.
Ambos habían ido a comer a un restaurante de hamburguesas, esto por decisión de ella.
Yuta recordó el cómo sus ojos detrás de sus anteojos se iluminaron una vez les entregaron aquel platillo. Sobre todo, porque Maki le había contado a Yuta que su familia, el clan Zenin era muy estricta con su dieta, la cual era completamente vegetariana y nunca la dejaron comer comida chatarra o dulces dentro de su casa.
Recordó la gran sonrisa que se le formo en los labios una vez dio aquel primer bocado, incluso recordó que sus mejillas estaban rojas de felicidad.
De verdad se le notaba muy feliz al probar aquel platillo. Era como una niña descubriendo algo maravilloso.
Yuta dejo salir una pequeña risita al ver esa escena, haciendo que aquella peliverde lo volteara a ver rápidamente.
—¿De qué te ríes?— pregunto ella en un puchero, mientras pasaba su servilleta por sus labios —¿Acaso te estas burlando de mi forma de comer? Porque si es por eso, No me disculpare — limpio la captsu de sus dedos con aquella servilleta.
—¡No me rio de eso Maki san! — Yuta levantó las manos y las movió levemente para evitar que lo golpeara—¡Nunca me burlaría de ti por algo como esto! —
—¿Entonces?— ella levantó una ceja.
Yuta llevo su mano derecha a su nuca—Simplemente me alegra verte sonreír de esta manera mientras comes— respondió mientras una gran sonrisa se formaba en sus labios. —Hasta diría que te ves muy bonita disfrutando de comer tu comida favorita y eso me alegra, incluso si quieres otra hamburguesa, con gusto te la comprare porque me gusta ver como sonríes antes de darle el primer mordisco ¡Por favor, No lo tomes a mal! — movió un poco sus manos.
Las mejillas y las orejas de Maki se tiñeron de un gran rojo.
—¡Tonto! ¡si sigues diciendo esas cosas, juro que te lanzaré esta hamburguesa a la cara!— Ella le puso la hamburguesa de él en la boca para que se callara—¡Ahora cómetela antes de que decida robarme tu hamburguesa!—
Yuta sonrió por aquel comentario y simplemente procedió a darle una mordida a su hamburguesa, mientras Maki seguía sonriendo y haciendo lindos gestos por aquel alimento que comía con deleite.
Ambos en verdad se veían muy felices en aquel recuerdo.
Fin del flashback
—¿Y qué fue de ella?— pregunto Yuudai sacando a Yuta de aquel cálido recuerdo —¿Qué pasó con esa mujer?— sus ojos seguían fijos en aquel adulto.
El hechicero de cabellos negros suspiro y guardo un momento de silencio. Decidió darle una mordida a su hamburguesa antes de contestar a esa pregunta.
Trago y limpio sus labios.
—No lo sé... — miro a esos mellizos —desde hace siete años que ya no volví a saber de ella y la verdad, desearía saber dónde está actualmente y saber que ha sido de ella... simplemente me gustaría volverla a ver para preguntarle tantas cosas y decirle que nunca la deje de amar... simplemente me gustaría regresar el tiempo y nunca haberla dejado ir— contesto con tristeza mientras un gran suspiro de dolor salía de su pecho.
Yurika y Yuudai sentían que Yuta decía la verdad y también sentían que el de verdad estaba muy arrepentido de su pasado.
Esos mellizos se miraron entre sí, parecía que mentalmente se pusieron de acuerdo con algo ya que afirmaron con sus cabezas.
Ambos niños se tomaron de sus dedos meñiques momentáneamente, afirmaron una vez más con la cabeza y movieron tres veces sus manitas así entrelazadas.
Rápidamente se soltaron de los meñiques y cada niño junto sus manos en señal de oración. Ambos cerraron sus ojitos y sus bocas pronunciaron algo en voz muy baja. Solo un "Por favor" apenas y fue audible.
Esos mellizos rápidamente dieron tres aplausos e hicieron una muy leve reverencia. Inclinándose muy levemente hacia adelante.
Todo aquello parecía un ritual que hacen en los templos de aquella región.
Era como si ambos niños le estuvieran “pidiendo” algún deseo a "algún Dios" o como si le estuvieran dando las gracias a algún ser divino.
Ambos abrieron los ojos y miraron a su salvador con una gran sonrisa.
Yuta miró muy extrañado todo aquello, pero decidió no interrumpir ni preguntar hasta que esos niños abrieron sus ojos.
—¿Qué hacen?— pregunto con curiosidad.
—Estamos pidiendo un deseo en tu nombre— comento Yurika con una tierna sonrisa.
—¿Un deseo en mi nombre?— pregunto Yuta levantando una ceja.
—Sip, La Tía Miki nos enseñó este pequeño ritual para pedirle a los dioses algún favor o algún deseo, ya sea en nuestro nombre o para pedirles un milagro en nombre de otra persona — contesto Yuudai con una gran sonrisa.
—Y como queremos agradecerte por habernos salvado, decidimos pedir un deseo en tu nombre para que los dioses te recompensen— Yurika terminó la frase.
—¿Y qué pidieron para mi?— pregunto Yuta con curiosidad.
Ambos mellizos intercambiaron una sonrisa, mientras sus dedos índices iban sobre sus labios.
—Es un secreto— contesto Yurika haciendo la señal de poner un cierre en su boca.
—Si te lo contamos no se hará realidad— contesto Yuudai haciendo un puchero.
—Y solo hasta que los dioses lo hagan realidad, te lo podemos revelar— dijo Yurika poniendo su rostro entre sus manitas.
Yuta sonrió tiernamente ante esos dos niños y en un impulso como el que tiene un padre ante sus hijos, les acaricio sus cabezas, despeinando sus negros cabellos.
—De verdad, Muchas Gracias por eso— agradecía de todo corazón aquel noble gesto de esos dos seres tan puros.
Aquellos niños solo rieron de felicidad una vez Yuta los despeino un poco, haciendo que él también sonriera y se secara algunas lágrimas de alegría que habían salido de sus ojos.
—¿Quieren otra hamburguesa? ¡Yo invitó!— pregunto Yuta con una gran sonrisa, mientras esos niños afirmaron casi dando un salto de sus sillas.
De verdad, aquel hechicero y esos niños se estaban divirtiendo demasiado sin saber que aquel deseo estaba muy cerca de hacerse realidad.
Aunque también ya casi debía llegar la hora de despedirse.
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Notes:
Aquí verá con un nuevo capítulo ❤️
Quería poner este momento familiar entre ellos tres porque ya casi se acerca la hora en que deban despedirse.
Aunque eso sí, habrá varias sorpresas tanto para Yuta como para los mellizos a lo largo del fic. Incluso Katsumoto se llevará varias sorpresas.
Sobre el pequeño ritual de estos niños, me inspire un poco en como los japoneses "rezan" o "piden" a sus dioses en sus templos sintoístas.
Y sí se lo preguntan, si fue Tsumiki quien se los enseñó y ella quizás más adelante aparezca en este fic al igual que varios personajes más.
Por lo pronto díganme ¿Qué les está pareciendo este fic?
¿Cuál creen que haya sido el deseo o deseos que pidieron Yurika y Yuudai en nombre de Yuta? Quiero leer sus teorías.
No se olviden de dejar su voto y sus comentarios ❤️
Eso ayuda mucho para saber que les está pareciendo la historia y de paso, funciona como motivación.
Nos seguimos leyendo ❤️
Chapter Text
Después de comer, Yuta y esos niños se movieron de aquel restaurante.
Decidieron dar algunas vueltas más por aquel centro comercial para ver si así encontraban al tutor de esos mellizos.
Yuta se fijaba en los adultos mayores que pasaban a su lado, esperando ver si alguno de ellos reaccionaba al ver a esos dos niños, pero parecía que aquello era en vano.
Esos tres siguieron caminando por una hora más, yendo y viniendo por los pisos que tenía ese gran centro comercial y entrando a una que otra tienda que los niños le pedían a Yuta entrar para ver algunas cosas que les llamaban la atención.
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06:40 p.m.
Después de un rato de seguir caminando, los tres decidieron tomar un descanso en el área de juegos que tenían en aquel primer piso.
Yuta estaba de pie, mientras esos dos pequeños jugaban un poco en los columpios.
Aquel hechicero les dedico una sonrisa y un saludo con la mano a esos dos, quienes les regresaron el saludo agitando alegremente sus manitas mientras se elevaban en aquellos columpios. Parecía un padre saludando a sus hijos.
Mientras esos dos niños se divertían en esos columpios, Yuta decidió revisar su teléfono celular. Observó que ya eran cerca de las siete de la noche y de paso, reviso los mensajes que le habían llegado a lo largo de esas casi tres horas que llevaba acompañando a esos mellizos.
Entre esos mensajes, había algunos de Satoru, quien le pedía un primer avance sobre aquella misión, pero Yuta mejor decidió seguir ignorándolo en aquel momento.
También reviso algunos mensajes sobre el personal de limpieza que había pedido llamar con Katsumoto, quienes le informaban sobre que apenas estaban terminando de limpiar aquella escena donde el eliminó aquella maldición en ese callejón, debido a que la intensa lluvia había complicado un poco aquel trabajo.
Yuta también noto que Katsumoto aún no le mandaba mensaje alguno. Así que supuso que ese asistente seguía buscando al abuelo de los mellizos.
También noto que tenía una llamada perdida del otro asistente que estuvo con ellos en la escena del crimen. Así que supuso que ya debían tener algunas pistas y avances sobre aquella investigación que mando a pedir.
Yuta suspiro un poco al ver todo el trabajo que tenía que realizar, el cual apenas iba comenzando y resolver aquellos crímenes no sería tarea fácil.
Pero por el momento, no quería estresarse con eso, así que decidió seguir prestándole atención a esos niños y a su alrededor.
Los mellizos se bajaron de los columpios y corrieron hacia la banca donde Yuta había tomado asiento.
Ambos se sentaron a cada lado de este hombre, Yurika a su lado derecho y Yuudai a su lado izquierdo. Quedando Yuta en medio de esos dos.
—¡Por cierto, Muchas gracias por la comida de hace rato y por estas galletas!— contesto Yurika, moviendo muy felizmente sus pies mientras abría un paquete de galletas que Yuta le había comprado.
—¡Y también muchas gracias por las sudaderas y por el jugo de manzana!— respondió Yuudai apuntando a aquella prenda de color amarillo mientras sujetaba una botella de plástico con su mano izquierda.
—¡En serio, Muchas gracias Señor Okkotsu!— dijo Yurika muy feliz y también apuntando a su sudadera de color púrpura.— ¡Nos estamos divirtiendo mucho con usted!
—No hay de que y por favor, ustedes pueden llamarme por mi nombre— dijo aquel hechicero mientras les pasaba algunas servilletas para que esos niños limpiaran sus caras.
—¡Gracias Yuta kun!— dijeron en coro.
Yuta sonrió ante tales palabras, sentía una gran felicidad al estar con esos dos niños.
Al mismo tiempo se le hacía sorprendente lo tan bien sincronizados que a veces estaban esos Mellizos. Aunque él hechicero empezaba a notar y a acostumbrarse también a sus diferencias, sobre todo a sus temperamentos.
Yurika era la más extrovertida de los dos. Parecía tener el liderazgo la mayoría del tiempo ya que ella era la que hablaba primero cuándo se dirigían a él o a otro adulto. Además, que se comportaba como la hermana mayor y tenía un carácter fuerte.
También Yuta noto que a Yurika le gustaba mantener en orden su corto cabello negro, ya que lo peinaba de vez en cuando con sus manos y si la observabas con detenimiento, ella solo era unos centímetros más alta que su hermano.
En cambio, Yuudai era el más calmado y tímido de esos dos hermanos.
A veces él era un poco más lento que su hermana en algunos movimientos, además que notó que él parecía ser muy asustadizo y hasta por momentos se veía un tanto débil.
Así que Yuta supuso que aquello podía deberse a que quizás Yuudai era el hermano menor o a que quizás él había nacido enfermo. Además, Yuta noto que a Yuudai le gustaba mantener su cabello desordenado e iba con más cuidado sobre sus pasos que su hermana quien siempre caminaba con una completa seguridad.
Sobre todo, Yuudai era el que más parecido físico compartía con Yuta, este parecía ser un reflejo de él cuando este era un niño.
Aquellos detalles y características solo podían ser detectadas por una persona muy cercana a ellos o en su caso, solo eran características que sus padres sabían identificar.
De verdad, Yuta ya se empezaba a familiarizar y a encariñar con esos dos.
Y mientras esos niños descansaban en aquella banca, el hechicero de grado especial decidió conversar un poco con ellos para conocerlos mejor.
Yuta se llevó la mano a la barbilla, parecía estar pensando en algo mientras volteaba a ver primero a Yuudai y después volteo a mirar a Yurika.
Ambos niños sintieron curiosidad por la mirada de ese adulto sobre ellos.
—¿Qué pasa?— pregunto Yuudai con curiosidad.
—¿Tenemos algo extraño en la cara?— pregunto Yurika ladeando un poco su cabeza.
—Nada de eso — Sonrió— Solo estoy tratando de adivinar cuál de ustedes dos es el hermano mayor y cuál es el menor— comento mientras movía su mano de derecha a izquierda, apuntando con su dedo índice.
Ambos niños rieron por ese movimiento de mano.
—A ver si logras adivinar— comento Yurika comiendo otra galleta.
—Muchas personas fallan al adivinar quien es el mayor de nosotros dos— dijo Yuudai sonriendo.
—Veamos, el hermano mayor es...— su mano fue de izquierda a derecha y fue alentando su movimiento.
Ambos niños veían muy divertidos esa mano, quien parecía se detendría en Yuudai.
—¡Eres Tú! ¿No es así?— comento Yuta apuntando a Yurika.
Esa niña soltó una risita y afirmó con su cabeza.
—¡Así es!, ¡Yo soy la mayor por siete minutos, eso es lo que nos ha contado nuestra mamá!— comento apuntándose muy orgullosa de sí misma — ¡Fui la primera en nacer!
—Eres la hermana mayor y de paso la más gruñona— comento Yuudai poniendo los ojos en blanco, se puso de pie rápidamente y procedió a robarle una galleta a su hermana.
—¡Y tú eres el bebé llorón y miedoso! — su hermana le saco la lengua —¡Y de paso ladrón! — grito ante tal hurto—¡Esto lo sabrá mamá!— también se puso de pie.
Yuudai solo le saco la lengua para después proceder a darle una primera mordida a esa galleta robada.
Yuta soltó una carcajada por todo lo que hacían esos dos. Ese comportamiento le recordó tanto a como se llevaban él y su hermana menor, así como también le recordó a otras dos hermanas gemelas que había conocido en sus años de preparatoria, pero por el momento ese hechicero quería saber otras cosas.
—Hablando de su madre — Yuta llamó la atención de esos dos para que no se fueran a pelear.
—Y díganme ¿Dónde están sus padres?— pregunto mientras él también comía un pequeño onigiri que había comprado antes de llegar a esa área de juegos.
Ahora que se sentía de buen humor, hasta el hambre le había regresado y hasta las ganas de fumar se habían ido en aquel momento.
—Mamá estaba trabajando junto con la abuela Mei — contesto Yurika antes de darle otra mordida a la nueva galleta que saco de su empaque.
—Si y antes de venir aquí con el abuelo Ui, nos encontramos con ellas en un restaurante cerca de aquí — Yuudai completo aquella respuesta mientras terminaba de comer la galleta que se había robado.
Yuta ya estaba pensando en un plan B para regresar a esos niños con su madre en caso de no encontrar a su abuelo en ese centro comercial.
—Ya veo— elevo un poco las cejas — Entonces, supongo que su madre puede que este cerca de aquí ¿No es así?— pregunto Yuta con curiosidad.
Ambos niños se encogieron de hombros.
—No lo sabemos — respondió Yurika con la boca llena.
—A veces ambas van a otros lados de la ciudad en el mismo día — contesto Yuudai metiendo sus manitas en los bolsos de su sudadera mientras movía un poco sus pies.
—Y dependiendo de su carga de trabajo, es cuando a veces Mamá y la abuela salen fuera de la ciudad o llegan muy tarde a casa— dijo Yurika antes de darle un sorbo a la botella de jugo que también Yuta le había comprado a ella.
—Así que la mayor parte del tiempo nos cuida el abuelo Ui o la tía Noba o la tía Miki cuando Mamá debe salir a trabajar— comento Yuudai también tomando de su botella de jugo.
—Ya veo, y puedo preguntar ¿En que trabaja su madre y su abuela?, ¿Cómo para que ellas se muevan mucho por la ciudad?— cuestiono Yuta tratando de no ser grosero.
Ambos niños se miraron entre sí y después voltearon a ver a Yuta.
—No podemos decirlo con exactitud, solo sabemos que trabajan con muchas personas muy importantes — comento Yurika mientras ella y su hermano, hicieron una señal de hacer un cierre sobre sus bocas. Como si aquello no pudieran decirlo porqué era un secreto.
—Entiendo, perdón por preguntar sobre ese tema — Yuta se disculpó y después continuo preguntando — Y ¿Su padre?—
—Nuestro Papá Gumi también está trabajando, ¡Él es un veterinario! — comento Yuudai con gran felicidad mientras se levantaba un poco sobre sus talones, jugando a no perder el equilibrio.
—La mayor parte del tiempo, nuestro papá está trabajando en Tokio— contesto Yurika volviendo a sentarse a un lado de Yuta.
—A veces no lo vemos por meses, pero siempre viene en algunas fechas importantes — contesto Yuudai también tomando asiento — sobre todo viene a Kioto durante la semana dorada y en las vacaciones de verano para pasar juntos los festivales de julio—
—¡Y también viene en nuestros cumpleaños!— contesto Yurika moviendo muy felizmente sus brazos.
—Me alegra oír eso — contesto Yuta con una leve sonrisa, aunque por alguna razón esperaba escuchar una respuesta diferente.
Pero también se alegraba de que ambos niños tuvieran a ambos progenitores.
—Así que supongo que ustedes dos se han de parecer mucho a su padre ¿No es así?— pregunto Yuta con curiosidad.
Ambos niños negaron con la cabeza, haciendo que Yuta se extrañará con la siguiente respuesta.
—En realidad no nos parecemos a nuestro papá Gumi— comento Yuudai haciendo un puchero.
Aquello le sorprendió demasiado a Yuta. Sobre todo le llamo la atención el cómo nombraban a ese adulto con el apodo de "Gumi". Esa era una forma muy rara para referirse a su padre, pero pensó que quizás aquel apodo se lo habían puesto de cariño por lo poco que convivía con ellos.
—En realidad nos parecemos más a nuestra madre— dijo Yurika con una sonrisa.
—Sobre todo porque heredamos el mismo tono de ojos que ella y muchos dicen que también tenemos su sonrisa— contesto Yuudai también sonriendo.
—Ustedes dos tienen un bello tono de ojos — halago Yuta amablemente.
Ese tono era tan miel como los que recordaba que tenía Maki.
—¡Gracias!— contestaron en coro.
Ahora esos niños empezaron a preguntarle cosas a Yuta.
—¿Y tú de dónde vienes? — pregunto Yurika muy curiosa —¿Eres de esta ciudad?
—¿Tienes hijos?— pregunto Yuudai también con demasiada curiosidad.
Yuta negó con la cabeza — No soy de Kioto — empezó a explicar —Yo nací en Miyagi, Sendai. Después estudie varios años en Tokio, pero me fui al extranjero por siete años — sonrió levemente —Pero tuve que regresar a Japón por cuestiones de trabajo, sobre todo tuve que venir a Kioto por un trabajo especial que debo hacer.
Rascó levemente su mejilla —Y no tengo hijos jeje ni siquiera estoy casado. Pero estoy muy seguro de que si los tuviera, sé que ellos se llevarían muy bien con ustedes dos— contesto con una gran sonrisa.
Esa respuesta hizo que esos niños sonrieran, pero ahora, ambos empezaron a preguntarle más cosas.
—Y ¿En qué trabajas?— pregunto Yuudai con curiosidad.
—Digamos que trabajo como un investigador, me encargo de resolver algunos misterios y crímenes que me encargan algunas personas con las que trabajo — comento Yuta con una sonrisa.
—¡Entonces! ¿Eres como un detective?— pregunto Yurika con demasiada emoción.
—Algo así— el hechicero rascó un poco su nuca.
—¡Yuta kun! ¿También tu trabajo se trata sobre eliminar a esas cosas?— pregunto Yuudai moviendo sus manitas, apuntando levemente a una maldición muy pequeña y que tenía alas de mosca, la cual estaba muy cerca de ellos
—¿Te refieres a las maldiciones?— pregunto Yuta con curiosidad al comprobar una vez más que ellos podían ver a esas cosas.
—¡Si!— dijeron ambos en coro.
—¿Acaso tu trabajo también se trata sobre eliminar maldiciones?— pregunto Yurika.
—¿Acaso eres un hechicero o algún tipo de brujo o algo por el estilo?— pregunto Yuudai con curiosidad.
—Niños ¿Cómo es que saben de estas cosas? — La voz de Yuta se llenó de incertidumbre. Al mismo tiempo que su rostro reflejaba una inmensa sorpresa.
Yurika y Yuudai se miraron entre sí y sonrieron un poco.
—Es que el ver maldiciones viene de familia— contesto Yurika jugando un poco con sus manos.
—Papá y mamá también son capaces de ver esas cosas— contesto Yuudai tímidamente.
—También la tía Noba, el abuelo Ui y la abuela Mei y otros de nuestros familiares también pueden verlos — comento Yurika contando con sus dedos.
Aquello dejo muy sorprendido a Yuta. La curiosidad le estaba ganando. Incluso sentía una corazonada. Necesitaba saber quién era la familia de esos mellizos.
—Niños ¿Quienes son sus ...— el hechicero de grado especial fue interrumpido, ya que su teléfono celular empezó a sonar ruidosamente.
—¡Es Katsumoto! De seguro ya tiene noticias sobre su abuelo— contestó rápidamente. —¿Sí?
—Señor, acaba de aparecer un hombre que dice ser familiar de Yurika y Yuudai— comento el asistente por la bocina.
—¿En serio? ¡Esa es una buena noticia!, Katsumoto crees que podrías mandarnos una fotografía de ese hombre para confirmar con Yurika y Yuudai qué él sea su abuelo, por favor — respondió Yuta mirando a los niños.
Esos pequeños se miraron entre sí, esperaban que ya hubieran encontrado a su abuelo.
—Tratare.
Por el otro lado de la bocina, se escuchó que Katsumoto hablo con aquel hombre, quien además de escucharse como una persona joven, en un comienzo parecía negarse a esa petición de ser fotografiado, pero después de que el asistente hablara unos minutos más con él, logró convencerlo.
—Listo señor, le acabo de mandar una fotografía del hombre— comento Katsumoto a través de su celular.
Rápidamente Yuta abrió aquella fotografía. Sus cejas se juntaron un poco al notar que ese hombre de la fotografía no era un adulto que entraría en la descripción de abuelo ya que para nada parecía ser una persona de la tercera edad.
Hizo zoom en la imagen y se fijó en los rasgos faciales de ese hombre. Sentía que se le hacía conocido, era como si en el pasado, lo hubiera visto o mejor dicho conocido en persona.
—Niños ¿Este es su abuelo?— pregunto Yuta mostrándoles aquella fotografía.
Los rostros de esos mellizos se iluminaron demasiado.
—¡Si es él!— contesto Yuudai con una gran sonrisa.
—¡Ese es el abuelo Ui!— Yurika dio un brinco de felicidad.
—Katsumoto, estos niños dicen que él es su abuelo, aunque admito que no se ve como un anciano...— comento Yuta a través de la bocina.
—Lo sé, también a mí me sorprendió. En fin, señor actualmente el caballero y yo nos encontramos en la pequeña estación de seguridad que se encuentra en la salida de este centro comercial. Aquí los estaremos esperando— explicó el asistente a través de la bocina.
—¡Perfecto, ya vamos para allá! ¡Muchas gracias Katsumoto, has hecho un gran trabajo!— dijo Yuta terminando aquella llamada telefónica.
Ambos niños saltaron de felicidad tomándose de la mano. Estaban felices de que al fin habían encontrado a su familiar y por fin irían a casa con su madre, pero esa felicidad se apagó un poco al pensar que su día junto a Yuta había llegado a su fin.
Incluso aquel adulto se sintió de la misma forma que esos niños.
Estaba feliz de que al fin esos dos irían a casa después de una tarde muy agitada, pero por alguna extraña razón, no quería despedirse aún de ellos ya que sentía mucha empatía y una conexión con esos dos.
Pero a veces es necesario una despedida antes de que acabe el día.
—Vamos, es hora de que vayan a casa— comento Yuta estirando sus manos hacia ellos.
Ambos afirmaron con sus cabezas, y cada uno lo tomó fuertemente de una mano, iniciando así su camino hacia aquella estación de policías que tenía aquel lugar.
Mientras caminaban a esa estación, ambos niños rezaron en silencio y pidieron a sus dioses el poder volver a ver a Yuta muy pronto.
◈ ━━━━ ♧ ━━━━ ◈
A esos tres no les tomo más de diez minutos en llegar a aquel puesto de policías.
Mientras se iban acercando, pudieron ver a Katsumoto hablando con aquel hombre de cabellos blancos, además esos dos hombres estaban acompañados de dos policías.
—¿Ese es su abuelo?— pregunto Yuta aun tomando de la mano a esos mellizos —Pensé que sería una persona mucho más anciana.
Ambos niños rieron a carcajadas por ese comentario.
—Simplemente le decimos abuelo para molestarlo, aunque también a veces le decimos Tío Ui— comento Yurika mirando a Yuta.
—En sí, él es hermano de nuestra abuela Mei, aunque eso sí, ambos se ven muy jóvenes en realidad— respondió Yuudai también volteando a ver a Yuta.
—Ya veo, supongo que es la genética — contesto aquel adulto mientras su vista se centraba en aquel hombre de cabellos claros.
Aquello al inicio le parecía muy extraño, pero quizás pensó que debía ser los genes de esa familia.
Mientras más se acercaban a Katsumoto y a Ui Ui, Yuta siguió mirando a ese joven adulto, quien parecía haber hecho un gesto de sorpresa al ver a ese hechicero.
A Ui Ui se le podía notar nervioso y hasta desviaba la mirada cada que sentía la mirada de Yuta sobre él. Miraba para todos lados o trataba de entablar conversación con Katsumoto para no mirar a Yuta.
Cuando ya estaban a menos de dos metros de ellos, esos mellizos se soltaron de las manos de Yuta y corrieron hacia aquel adulto de cabellos blancos.
—¡Abuelo Ui!— dijeron en coro una vez se posicionaron frente a él.
—¿Dónde estaban? ¡Los estuve buscando por todos lados! ¡Me tenían preocupado! — aquel hombre de cabellos claros elevo la voz un tanto molesto.
Aquel coraje rápidamente cambió a un suspiro de alivio.
—Pero qué bueno que están a salvo. Su madre me hubiera matado si no regreso con ustedes a casa.
—Lo sentimos— dijeron en coro bajando sus miradas.
—Es que te perdimos de vista entre la gente y nos asustamos demasiado — explicó Yurika juntando sus manitas.
—¡Pero estamos bien gracias a Yuta kun! — Yuudai se giró un poco para mirar al hechicero —Él nos cuidó toda la tarde e incluso nos puso a salvo de una maldición — contesto con mucha alegría mientras Yuta se acercaba a aquel hombre.
—No tiene por qué preocuparse, ellos están bien y de paso debo decir que son unos buenos niños— dijo Yuta pasando levemente su mano a su nuca mientras seguía viendo a ese adulto.
Ui Ui trago saliva, trato de actuar normal.
—Bueno señor, le pido una disculpa si estos dos les causó algún problema— miro a esos mellizos con molestia — Estos dos suelen ser unos niños muy traviesos. Tendrán Caritas de ángeles, pero a veces son unos pequeños demonios— dijo poniendo sus manos sobre los hombros de esos dos.
Ambos niños le sacaron la lengua a aquel adulto por ese comentario.
—Jeje, No tiene por qué disculparse, estamos aquí para ayudar a los demás — dijo Yuta con una sonrisa mientras veía como aquel hombre evitaba mirarlo a los ojos.
—De nuevo le doy las gracias buen hombre, pero ahora es momento de que nos retiremos.— Ui Ui miró a esos dos.
—Bueno niños, es hora de irnos, su madre nos debe estar esperando y no quiero que me mate por llevarlos tarde a casa — dijo apurado mientras tomaba las manos de esos dos.
—Ahora despídanse y denles las gracias a estos caballeros — ordeno.
—Adiós Yuta kun y Katsumoto kun— dijo Yurika moviendo su manita libre.
—Fue un gusto y muchas gracias por salvarnos y cuidarnos — Yuudai completo la frase mientras también movía su manita libre para despedirse.
—También gracias por las sudaderas, la comida y los dulces— dijo Yurika con una leve sonrisa.
—Con su permiso y muchas gracias, que los dioses se lo paguen.— Dijo Ui dando un paso hacia atrás para empezar a caminar tomando de las manos a esos dos.
Yuta sentía la necesidad de preguntarle algo a ese hombre. Así que lo detuvo rápidamente
—¡Disculpe! — Yuta le sujeto del hombro para detenerlo —Antes de que se vaya, ¿Puedo preguntarle algo?—
—¿Si? — Ui se giró y trato de mirarlo a la cara, su expresión parecía serena a pesar de estar muriendo de nervios de que lo reconocieran.
—¿Acaso usted y yo nos conocemos de algún lado? Es que siento que su cara se me hace muy conocida... incluso su nombre se me hace conocido — Pregunto Yuta con curiosidad, analizando más de cerca el rostro de ese hombre, quien sudaba en frío.
Ui ui negó con la cabeza rápidamente.
—Lo siento, pero es la primera vez que lo veo a usted y si lo conociera, supongo que lo recordaría instantáneamente — mintió tratando de que su voz no lo delatara.
Yuta podía notar que el desprendía algo de energía maldita que por alguna razón se le hacía familiar, pero en aquel momento no sabía de quién podría ser concretamente.
—¿Me podría repetir su nombre por favor? Solo quiero saber si su nombre se me hace familiar— pregunto Yuta con una leve sonrisa.
Los niños podían notar el nerviosismo en las manos de su tutor, se miraron entre ellos y parecían intercambiar algunas palabras mentalmente.
—Usui, mi nombre es Usui pero estos niños me dicen abuelo Ui por las letras de mi nombre— mintió conservando la calma.
Yuudai y Yurika rieron un poco por esa mentira que estaba diciendo aquel adulto. Quizás aquello podían usarlo como chantaje, pensaron.
Yuta suspiro al escuchar aquel nombre —Esta bien, perdón por la confusión — se disculpó en una leve reverencia.
—No hay problema. — dijo Ui haciendo también una reverencia —Y de nuevo, Muchas gracias por cuidar de mis sobrinos— agradeció rápidamente. — Adiós.
—No hay de que. Que tengan un buen viaje a casa— Yuta miro a esos niños con nostalgia, de alguna manera se había encariñado demasiado con esos dos.
Y así, empezaron a caminar para alejarse de ahí.
Esos tres ya habían caminado varios metros, cuando de repente Yuudai y Yurika miraron sobre sus hombros y sus miradas fueron rápidamente a Yuta. Quien se despedía tristemente moviendo su mano.
Los mellizos intercambiaron una vez más miradas entre ellos y movieron sus cabezas afirmativamente. Parecía que debían hacer algo más antes de alejarse de ahí.
—¡Abuelo Ui!— gritaron en coro, deteniéndose en seco y jalando a ese adulto fuertemente, haciendo que este también se detuviera en seco.
—¿Qué les pasa?— pregunto molesto.
—¿Crees que podemos despedirnos una vez más de Yuta Kun? — pregunto Yurika haciendo ojos de cachorro.
—De verdad queremos despedirnos bien de Yuta kun, ya que él nos salvó, nos protegió y nos cuidó toda la tarde, y de verdad queremos agradecerle una vez más antes de irnos— Yuudai también hizo ojos de cachorro.
—Y más porque no sabemos si lo volveremos a ver algún dia...— dijo Yurika con tristeza.
—Por favor abuelo Ui, déjanos ir a despedirnos bien de Yuta kun...— Yuudai también mostró su tristeza.
Ambos niños se habían encariñado demasiado con aquel hechicero.
—Si, ¡Por favor!— ambos suplicaron jalándolo de las manos.
Ui Ui miró a esos dos y después miro a Yuta, quien estaba hablando con su asistente y los oficiales.
Sentía que aquello era algo arriesgado, pero pensó que quizás esos tres nunca se volverían a ver. Así que aquella podía ser la despedida definitiva.
—¡Puff! ¡Está bien! — Ui suspiro y los soltó —¡Pero vayan rápido que mi bella hermana y su madre ya nos han de estar esperando!— comento con una mueca.
—¡Gracias!— Ambos niños empezaron a correr hacia el hechicero que los salvo.
Pudo escucharse el ruido de sus pies correr alegremente hacia su padre.
—¡Yuta kun!— gritaron esos dos en coro, haciendo que este volteara a verlos rápidamente.
Yuta sonrió al verlos ir hacia él, aquella felicidad nunca antes la había experimentado e instintivamente se puso de cuclillas y abrió sus brazos, ya que sentía la necesidad de abrazar a esos dos.
Ambos niños abrazaron fuertemente a ese hechicero, pasando sus manitas por el cuello de este.
—¿Esta todo bien niños?— pregunto Yuta mirando a esos dos.
—¡Lo está!— respondió Yuudai con gran felicidad.
—Solo queríamos darte una vez más las gracias por salvarnos — contesto Yurika con una gran sonrisa.
—Y también para decirte que esperamos volverte a ver algún día de estos, nos hemos divertido mucho contigo — contesto Yuudai muy alegremente.
—¡Si! ¡Esperamos volverte a ver pronto para que también conozcas a nuestra mamá!— dijo Yurika con gran felicidad
Mientras esos niños se despedían de Yuta en aquel abrazo, Katsumoto miro la actitud del tutor de los mellizos.
Podía notar el cómo miraba a Yuta de manera extraña, asi que Kasumoto sentiría la necesidad de investigar a esos niños y a esa persona que decía ser su tutor.
—Yo también espero volverlos a ver algún día y sería un gusto conocer a su madre, pero por el momento — los despeino un poco, haciendo que las risas de esos niños salieran ruidosamente.
—Cuídense mucho ¿De acuerdo? Y no se metan en más problemas y aléjense de las maldiciones — dijo con una gran sonrisa mientras se despedía una vez más de esos dos.
Ambos niños afirmaron con la cabeza y volvieron a abrazar a Yuta. Sentían que esa conexión con ese hombre, había crecido rápida y fuertemente.
—¡Yurika! ¡Yuudai!— grito Ui Ui llamando la atención de esos dos.
—¡Nos vemos Yuta kun!— dijeron ambos en coro, mientras lo iban soltando.
—¡Esperamos volverte a ver en alguno de los festivales de la ciudad!— dijo Yuudai con gran alegría.
—¡Quizás podríamos vernos de nuevo durante el Yoiyama!— contesto Yurika con una gran sonrisa.
—Espero que si— dijo Yuta con una gran sonrisa —Cuídense mucho.
Y así, los mellizos corrieron rápidamente a tomar las manos de Ui para así salir de aquel centro comercial.
Yuta suspiro de nostalgia por ese gesto de esos dos.
—Señor ¿Esta todo bien?— pregunto Katsumoto.
Okkotsu afirmó con la cabeza.
—Si, lo está.— traía una gran sonrisa en el rostro.
Aquella fue la primera vez que Katsumoto lo veía sonreír.
—Solamente tengo una extraña corazonada. Quizás este sentimiento se debe simplemente a que este día me divertí bastante con esos dos niños. Hacía mucho tiempo que no me sentía así de alegre — comento el hechicero rascando un poco su nuca.
—Entiendo señor y perdón que interrumpa esa felicidad, pero — miro su tableta para leer aquella nueva información que le habían enviado.
—Me acaban de informar que han encontrado el cadáver de otro hechicero y de su acompañante, al parecer fueron asesinados de la misma forma que los dos Zenin's de esta tarde y la escena del crimen se encuentra muy cerca de aquí — miro a Yuta con seriedad.
Aquel hechicero de grado especial suspiro por aquella forma tan cruda de volver a la realidad, sentía que su alegría fue demasiado pasajera.
Incluso tal felicidad le había hecho olvidar el motivo por el cual había viajado a Kioto.
—Supongo que el asesino de hechiceros debe estar más cerca de lo que pensamos. De acuerdo, vayamos a dicho lugar.— comento Yuta empezando a caminar al lado de Katsumoto.
—Por aquí señor— comento el asistente guiándolo hacia el estacionamiento.
Una vez subieron al auto, Yuta recargo su cabeza en el cristal mientras salían de aquel centro comercial y se dirigían a la nueva escena del crimen.
Se le notaba demasiado nostálgico y eso lo noto Katsumoto mirándolo por el espejo retrovisor.
—¿Se encuentra bien señor?— pregunto el asistente.
—Lo estoy, es solo que...— comento Yuta mirando hacia la ventana — Por alguna extraña razón sentí una conexión con esos mellizos. Quizás se deba a sus nombres.
—¿Por qué lo dice señor?— pregunto Katsumoto mirando como el semáforo se ponía en rojo y se detenían por un momento. —Aunque si me lo pregunta, esos niños podían pasar como si fueran sus hijos ya que se parecían demasiado a usted — comento mirándolo por el retrovisor.
Aquel comentario le dio un poco de gracia a Yuta.
—Debo confesar que esos dos niños tienen los nombres que yo había elegido para mis hijos, claro si es que alguna vez los tenía— suspiro.
—Supongo que debe ser una muy extraña coincidencia de que ellos dos se llamen así, aunque también parecían que esos mellizos sabían algo sobre el mundo de Jujutsu.— Comento Yuta recargando su brazo en la puerta del auto y llevando su mano a su rostro.
—Ambos pueden ver y percibir maldiciones, además de que me preguntaron directamente que si yo era un hechicero. Un niño de su edad nunca preguntaría eso a no ser que sea hijo de algún hechicero o miembro de algún clan conocido. — Dijo Yuta cruzando sus brazos.
Aquello sorprendió demasiado al asistente quien lo miró con sorpresa por aquel espejo. Sus cejas estaban bien elevadas por todo aquello que estaba escuchando.
—¿Usted cree que esos dos sean hijos de hechiceros? ¿Acaso usted les pregunto sus apellidos? — pregunto Katsumoto mirándolo de reojo por el retrovisor, mientras aquella luz cambiaba a verde y así sin soltar el volante, piso el acelerador de poco en poco para seguir conduciendo.
—No lo sé con exactitud, solo dijeron que sus padres y demás familiares también veían maldiciones— trono su dedo medio y pulgar de su mano izquierda y después se dio un leve golpe en su frente —¡Sus apellidos! ¡Me olvidé de preguntar de nuevo por sus apellidos! — dijo Yuta en un tono de frustración.
—Recuerdo que dijeron algo como "Fushi" o "Fuji" no recuerdo muy bien y más que cuando Yurika me iba a decir su nombre completo, Yuudai la interrumpió — comento Yuta llevando su mano a su barbilla — Solo sé que su apellido inicia con F, creo que debí preguntarle a ese hombre por su apellido también. De una u otra forma, siento que a ese sujeto lo he visto antes, quizás años atrás.
—Señor ¿Quiere que también investigue a esos dos niños y a sus familiares?— preguntó Katsumoto mirando de nuevo a Yuta por el espejo retrovisor.
Aquel hechicero suspiro.
—No — comento con seriedad.
— Aunque confieso que si me gustaría volver a ver a esos dos niños, prefiero que mejor te sigas concentrando en buscar la información que te pedí sobre que le paso a Maki Zenin y si puedes, también Investiga que paso con todos los demás.
Realmente necesito saber si ella sigue viva o no— parecía haber vuelto a su obsesión.
—Entendido señor— contesto Katsumoto sin quitar la vista del camino, mientras llegaban a aquel lugar donde de nuevo había sido asesinado otro hechicero.
Pero aquel asistente también sentiría la necesidad de investigar sobre esos dos niños.
Así que tomando la poca información que le dio Yuta sobre sus nombres y la pista de su apellido, comenzaría con su búsqueda de la verdad para descubrir si esos dos niños guardaban relación con su jefe. Toda aquella investigación la realizaría a escondidas.
Pero la llegada de Yuta a Kioto, solo alertaría a todos los involucrados con su pasado.
También Mei Mei y Ui Ui empezaría a mover algunas piezas.
◈ ━━━━ ♡ ━━━━ ◈
08:00 p.m.
La noche había caído por completo y esos tres se iban acercando al punto de encuentro donde se quedaron de ver con Mei Mei y Maki después de la misión de ellas. La cual, fue un éxito. Habían acabado con la vida de otro hechicero y de paso se habían desechó de todo aquello que pudiera incriminarlas.
Todos ellos quedaron de encontrarse en una avenida principal que quedaba muy cerca de la casa donde vivía Maki con sus hijos.
Para aquel momento de la noche, aun había mucha gente en la calle, esto debido que al ser el mes de Julio, la mayoría de calles principales de Kioto se llenaban de gente y colores por el Gion Matsuri.
Ui Ui se detuvo con esos dos niños al otro lado de la avenida. Estaban esperando a que el semáforo peatonal cambiará a verde.
—Mocosos, les hago un trato— empezó a decir Ui Ui algo apurado mientras miraba a lo lejos a esas dos mujeres, quienes estaban platicando entre ellas.
—¿Ahora qué quieres anciano?— preguntó Yurika.
—¿Qué clase de trato?— pregunto Yuudai.
—Quiero que ustedes dos no le vayan a contar nada a su madre ni a mi hermana sobre lo que paso este día con esa maldición y mucho menos quiero que le cuenten a su madre que conocieron a ese tal Yuta — dijo Ui Ui mirando con seriedad a ambos. —Y de paso quiero que le digan que yo les regale las sudaderas que llevan puestas.
Los mellizos se miraron entre sí y entrecerraron los ojos ante tales palabras de ese hombre. Era muy extraño que el tío Ui actuará de esa manera.
Pero aun así estaban dispuestos a negociar.
—¿Y a cambio de no decirle nada a Mamá? ¿Qué obtendremos nosotros?— pregunto Yurika con una mueca.
—Si no dicen nada, les comprare todo lo que ustedes pidan por tres días seguidos— contesto Ui Ui seriamente mientras el semáforo peatonal cambiaba a verde.
Los tres siguieron caminando lentamente.
—¿Lo que sea?— pregunto Yurika con una sonrisa maliciosa mientras miraba a su hermano.
—¿Todo lo que pidamos por tres días seguidos?— pregunto Yuudai con malicia mientras miraba a su hermana.
Parecía que ambos sacarían provecho de eso.
—Si lo que sea, ¡Rápido! ¡Por favor! ¡Prometanlo!— Ui Ui suplico porque su hermana ya los había detectado y los miraba acercarse por la acera donde ellas los estaban esperando.
Los mellizos se miraron entre si una vez más y afirmaron con la cabeza.
—¡De acuerdo!— dijeron en coro.
—No le diremos nada a mamá ni a la abuela Mei— contesto Yuudai.
—Pero a cambio, queremos que nos compres todo lo que queramos durante las tres noches del Yoiyama — contesto Yurika.
—¡Ese festival es muy caro!— Ui Ui reprocho mirándolos con molestia.
—Entonces le diremos a mamá y a la abuela Mei todo lo que paso— contesto Yurika un poco molesta cruzando sus brazos.
—Y que tú nos perdiste este día y que casi nos come una maldición — respondió Yuudai también cruzando sus brazos.
—Y que conocimos a un tal Yuta Okkotsu — dijo Yurika en una mueca.
Ui Ui no tuvo de otra que aceptar aquella condición.
—¡Agh como los odio! ¡De acuerdo, les comprare todo lo que pidan en las noches del Yoiyama— rodó los ojos
Ambos niños tenían una gran sonrisa de triunfo.
—¡No diremos nada!— dijeron en coro para después alejarse corriendo de Ui.
—¡Mami!— Ambos niños corrieron hacia Maki, quien se agacho para abrazarlos cariñosamente y llenarles de besos.
—¿Cómo se portaron? — preguntó Maki con curiosidad — Que lindas sudaderas ¿Acaso se las compro el abuelo Ui?— halago con una sonrisa.
—¡Nos portamos muy bien!— contesto Yuudai con una gran sonrisa.
—Y si, estas sudaderas nos la compro el abuelo Ui— mintió Yurika.
—Ya veo, son muy lindas — Maki acaricio las mejillas de sus hijos.
—¿Y qué hicieron hoy con el Abuelo Ui?— pregunto poniéndose de pie mientras tomaba las manos de sus hijos.
—¡Fuimos a comer Hamburguesas e hicimos un nuevo amigo en el centro comercial!— dijo Yuudai sonriendo.
—¡Y dice nuestro nuevo amigo que quiere conocerte!— comento Yurika con una gran sonrisa.
—¿En serio hicieron un nuevo amigo? Eso me alegra y pues si ese nuevo amigo suyo quiere conocerme, podrían presentármelo durante el Yoiyama— dijo Maki con una gran sonrisa.
Mientras esa madre hablaba con sus hijos, Ui Ui aprovecho rápidamente para hablar con Mei.
—Hermana, hay algo que debo decirte...— susurro Ui en voz baja al oído de esta.
—¿Y qué es?— pregunto Mai con una gran sonrisa, pensaba que su hermano la halagaria como siempre.
Pero lo siguiente que Ui Ui le susurraría al oído, haría que su sangre se congelará.
—Yuta Okkotsu ha regresado a Kioto y ese hechicero acaba de conocer de manera indirecta a sus hijos...— susurro al oído de esta.
Mei Mei sintió que su alma abandonaba su cuerpo ante tal noticia. Sus ojos se abrieron de sorpresa mirando a su hermano con incredulidad.
Aquello definitivamente no era una broma, su hermano nunca le diría mentiras.
—Estamos en problemas... este es el principio del fin— susurro Mei mientras veía como Maki y sus hijos reían tomados de las manos.
—Definitivamente... aquí correrá sangre— soltó aquella hechicera llevando su mano a su cuello. —Además, bien dicen que la sangre siempre llama...— dijo mirando a esos niños.
—Supongo que la noticia de que Yuta Okkotsu está en Kioto no tardara en expandirse como la pólvora ¿Cierto?— pregunto Ui preocupado.
Mei suspiro. Sabía que las malas noticias siempre llegaban primero a oídos de todos los involucrados.
—Supongo que esa noticia ya llegó a oídos del clan Zenin. —Suspiro —Que los Dioses nos tomen a prevenidos— comento Mei mirando con preocupación a su hermano.
Había dos verdades en las palabras de Mei.
La primera; Era que Yuta y los gemelos se verían de nuevo muy pronto ya que la sangre siempre da vuelta y se encuentra.
Y la segunda; Qué él clan Zenin se enteraría de su regreso y que su nuevo líder, Naoya Zenin lo llamaría para que rindiera cuenta sobre la muerte de sus sirvientes fuera de su residencia.
La verdad estaba a la vuelta de la esquina.
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Notes:
Espero les haya gustado el capítulo.
Debo confesar que solté unas lágrimas al estar escribiendo cuando los niños fueron de nuevo hacia Yuta.
Y díganme ¿Qué les está pareciendo la historia?
Solo puedo adelantar que el siguiente capitulo tendrá algunas sorpresas.
Sobre la frase “la sangre siempre da vuelta y se encuentra” debo agradecerle a la usuaria megumi.wife porque ella me menciono que en su país (Turquía) lo dicen y me pareció perfecta para este capítulo.
Próximamente les diré que es el Gion Matsuri y el Yoiyama.
En fin, Nos seguimos leyendo ❤️
Yuta y esos mellizos pronto se volverán a encontrar ❤️
Y Díganme ¿Ya vieron el capitulo del anime? Yo lo ame, pero se que voy a llorar con lo que se venga de Mechamaru
Chapter 7: 06. El Clan Zenin
Notes:
Estoy segura de que el siguiente capitulo los va a dejar impactados/sorprendidos e incluso los deje con ganas de saber más de este fic.
Así que espero les guste.
Advierto que este capítulo explicara la situación actual del clan Zenin en este fic.
Como pequeño disclamer, en este capitulo hay menciones a sangre y a abortos espontáneos.
Sin más, espero les guste el capitulo
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
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13 de Julio.
10 días después.
12:20 p.m.
En la residencia Zenin.
—¿Entonces los rumores son ciertos, eh? Ese tal Okkotsu volvió a Japón — Naoya pronunció aquel nombre con desprecio.
—Así es señor — comento una mujer un tanto mayor, esta era la madre de las gemelas Zenin, ella iba caminando tres pasos detrás de él.
—¿Y a qué ha regresado ese bastardo? ¿Acaso él ya será nombrado como el nuevo líder del clan Gojo?— pregunto Naoya mientras seguían caminando por aquel pasillo de su residencia.
—Tenemos entendido que el señor Okkotsu regreso para ayudar a resolver el caso que se ha desatado en torno a este "nuevo asesino de hechiceros"— comento la tía de Naoya.
—¿Así que ese bastardo la está haciendo de detective? ¡Vaya! Y hablando sobre eso, ¿Cuantos de nuestros subordinados han sido asesinados en este caso?— pregunto Naoya de manera fría.
—Hasta el momento se han contabilizado cuatro — aquella mujer trago saliva con dificultad — En la mañana se nos notificó que se había encontrado el cadáver de otro de nuestros servidores, quien fue asesinado días atrás...—
— Aunque hayan sido simples sirvientes, sus muertes pueden llegar a afectar mi imagen como el líder actual de este clan— comento Naoya deteniéndose a fuera de una sala tradicional, la cual servía como su oficina dentro de aquella residencia —sea quien sea este asesino, se nota que no sabe lo que hace. El simple hecho de estar actuando contra el clan Zenin, ya es suficiente motivo para que deba pagar con su sangre— se notaba molesto.
— Así que me veré en la estúpida obligación de ver y hablar con ese bastardo de Okkotsu— suspiró y puso su mano en aquella puerta corrediza.
—Quiero que le avises a Okkotsu Yuta, que yo el líder número 27 del clan Zenin, quiere verlo lo más pronto posible para que me rinda cuentas sobre este caso.
—Si señor — comento esa mujer haciendo una reverencia.
Naoya abrió la puerta de aquella sala tradicional. En medio de la misma y sobre la elegante mesa de té, había una hermosa katana.
Aquel hombre se acercó para tomar aquella arma y le admiro de cerca. Esa katana tenía un filo casi perfecto.
—Ella ha hecho un buen trabajo en hacer replicas exactas de las herramientas malditas que han desaparecido o mejor dicho, que parece que "alguien" se ha robado— Siguió admirando aquella arma.
—Debo admitir que ella ha mejorado bastante y todo esto es gracias a su técnica — comento Naoya mirándose en el reflejo de la Katana —Y hablando de ella ¿Dónde está Mai Chan?— pregunto a su tía.
—Mi hija se encuentra descansando en su habitación, se está recuperando tanto por la pérdida de energía maldita, como también por la pérdida de sangre que tuvo hace unos días...— aquella mujer dijo aquello mientras estaba a fuera de aquella sala. A la cual los sirvientes tenían prohibido entrar sin permiso de su líder.
—Ya veo.— Naoya se giró hacia esa mujer.
Siguió hablando el líder Zenin.—¿Sabes? Mai sería una excelente esposa si así como crea armas, pudiera engendrar un heredero con ese vientre estéril que se carga. —Bufó— Lastima que no puede decirse lo mismo de Maki, quien ya está muerta por haber sido una deshonra para el clan. Si ella estuviera viva, quizás ella si me hubiera podido dar un heredero que llevara nuestra misma sangre "real"— comento Naoya con cierto tono de soberbia mientras guardaba aquella Katana en la saya.
Aquellas palabras hicieron que la madre de las gemelas guardará silencio y solo apretara los labios por el odio que sentía.
—En fin, puedes retirarte, debo ver otros asuntos urgentes y de paso, ve a cumplir con el encargo que te he dado. También debemos estar preparados para cuando Okkotsu ponga un pie en esta casa— comento Naoya mirando a su tía sobre su hombro.
—Si señor...— comento aquella mujer cerrando la puerta detrás de ella.
Aquellas noticias correrían demasiado rápido en aquella residencia, porque bien dicen que "las paredes tienen oídos"
Y esos rumores llegarían rápidamente a oídos de otra de las víctimas que estuvo involucrada hace seis años atrás.
—Escuche que la señora perdió a otro bebé ¿Eso es cierto?— Comento en voz baja, una joven sirvienta de cabellos verdes, quien se encontraba limpiando el suelo de un pasillo que daba hacia uno de los más bellos jardines que tenía aquella residencia y que solo ciertos miembros de la familia podían disfrutar.
—Eso es cierto y debo decir que fue demasiado asqueroso, la señora perdió mucha sangre, las sábanas parecían la escena de una masacre — dijo en voz baja otra sirvienta igual de joven pero de cabellos negros.
—Pobre...
Siguió hablando la chica de cabellos negros, mientras terminaba de tallar el suelo —¿Sabes? Empiezo a creer que es "ella" quien se provoca los abortos. No es normal tantas pérdidas.
La otra sirvienta solo se encogió de hombros —Yo no creo que ella sea capaz de hacer eso. Siento que tantas pérdidas se debe más bien a su técnica. ¿Acaso ella no puede crear vida? Solo eso explicaría el porqué ya lleva tres perdidas.
—Como sea, esa buena para nada no sirve para dar hijos pero si que sirve para darle armas este estúpido clan ¿Eso no suena un tanto Irónico?— respondió con repudio la sirvienta de cabellos negros.
—Y supongo que tampoco el señor Naoya lo debe estar pasando nada bien con este aborto ¿Cierto?— contesto la sirvienta de cabellos verdes.
—¿Por qué lo dices?
—Lo digo porqué el señor Naoya debe estar desesperado por ya tener un heredero y más que el plazo que le había dado el anterior líder se le está agotando.— Empezó a susurrar la sirvienta de cabellos verdes mientras terminaba de limpiar la madera de las paredes — Ya sabes, el señor Naobito le dio solo un plazo de tres años para que Naoya le diera un nieto con alguna buena técnica, sino el liderazgo pasaría a uno de sus hermanos mayores— dijo mientras exprimía un trapo.
—Bueno, por lo menos no somos el único clan que está teniendo problemas para tener herederos — comento con cizaña la sirvienta de cabellos negros.
—¿Qué quieres decir con eso?
— Escuche que también el clan Gojo está teniendo problemas de fertilidad, por eso tampoco han podido tener herederos ¿Acaso esto será una especie de Karma para los lideres?
—Si lo es, espero que este Karma extermine a ambos clanes.
—Hablando del clan Gojo, ¿Ya escuchaste?
—¿Sobre qué?
—Qué Yuta Okkotsu ha regresado a Japón. Y que actualmente está aquí en Kioto.
En ese momento la puerta corrediza de la elegante habitación de aquel pasillo se abrió ruidosamente.
De aquella puerta se asomó una mujer de cabellos verdes y cortos, su piel estaba más pálida de lo normal y de su rostro resaltaban sus ojos tan dorados como la miel. Esa mujer vestía un bello kimono tomesode de color negro. Aquellas ropas señalaban que esa mujer era la esposa del líder de aquel hogar.
—Ustedes dos hacen demasiado ruido con sus estúpidos murmullos— dijo una adulta Mai, quien se escuchaba demasiado molesta.
—Lo sentimos mi señora— se disculpó la sirvienta de cabellos negros haciendo una reverencia.
—¿De qué demonios estaban hablando?— pregunto Mai mientras cruzaba los brazos sobre su pecho y se recargaba en el umbral de la puerta.
—De nada importante, perdón si la despertamos — se disculpó la sirvienta de cabellos verdes.
—Y si nos disculpa, ya terminamos de limpiar aquí, así que nos debemos retirar.
En ese momento, Mai tomo la tetera de porcelana china que tenía sobre la bandeja de plata que le dejaban en la puerta de su habitación y la dejo caer con toda la intención frente aquellas sirvientas.
—¡Ups! ¡Perdón! Esta buena para nada tiene las manos cansadas...— miro con seriedad a ambas mujeres — Así que ahora pónganse a limpiar este desastre y de paso les ordeno que me digan que era lo que estaban hablando hace un momento— contesto enojada.
Ambas sirvientas la miraron con furia, pero al ser ella su ama, no les quedó de otra que volverse a poner de rodillas para empezar a limpiar aquel desorden.
—¿Y bien? ¿Qué era lo último que decían?— pregunto Mai.
La chica de cabellos verdes empezó a hablar mientras recogía los pedazos de la porcelana.
—Decíamos que hay un rumor muy fuerte sobre que Yuta Okkotsu ha regresado a Japón.
—¿Okkotsu?— pregunto Mai con sorpresa. Sus ojos se abrieron como platos, sus manos fueron sobre su vientre y hasta su respiración se quiso cortar ante tal noticia.
—Así es mi señora. También está corriendo el rumor de que el señor Okkotsu fue llamado por el señor Naoya para tratar un tema urgente.
—¿Okkotsu va a venir a esta residencia? ¿Cuando?— pregunto Mai rápidamente sin dejarlas de mirar.
—Aún no lo sabemos...
—Suponemos que será en los próximos días.
—¿Y saben sobre qué tema quiere tratar el imbécil de Naoya con Okkotsu?— pregunto Mai con insistencia.
Ambas negaron con la cabeza.
—Lo único que sabemos es que en los próximos días, el señor Okkotsu vendrá a la residencia.
—Solo eso se nos ha dicho.
Mai se recargo por un momento en la puerta de su habitación. Se sentía débil tanto por la falta de energía maldita, así como por la sangre que había perdido días atrás y de paso, aquella noticia la dejó en un estado de Shock.
—Señora Mai ¿Se encuentra bien?— pregunto la chica de cabellos negros al verla recargarse rápidamente en la puerta.
Ambas se acercaron a ella, pero Mai las detuvo.
—¡No se me acerquen! ¡Estoy bien! — grito mientras recuperaba la compostura —Ahora ustedes dos encárguense de este desastre y de paso traigan me la comida— cerró la puerta corrediza con furia detrás de ella.
Aquel comportamiento hizo que ambas sirvientas se miraran confundidas.
Mai se llevó las manos a la boca mientras observaba su gran habitación. La cual era antigua pero muy bella, cubierta con un hermoso tatami y con cuatro paredes con bellas pinturas japonesas.
Aquella habitación también tenía un pequeño escritorio, el cual estaba lleno de libros, así como también había muchos libros tanto de química como de historia y también había libros sobre diversos materiales, los cuales estaban esparcidos por el piso e incluso había libros sobre su futón. Ya que Mai los leía y usaba para poder crear las herramientas que aquel clan le obligaba a crear con ciertas características.
Aquella habitación solo contaba con una ventana circular que estaba cerrada con varios barrotes y la puerta por la cual se había asomado.
Desgraciadamente aquella habitación era vigilada la mayor parte del tiempo por algún otro sirviente enviado por Naoya.
Mai se quedó inmóvil por unos minutos más, mientras su cerebro terminaba de procesar todo lo que acababa de escuchar.
—Si Okkotsu está aquí en Kioto y va a venir a esta residencia, eso puede significar que ¿Él ya sabe la verdad sobre Maki y sus hijos? — se preguntó mentalmente.
Sus labios se apretaron.
Por desgracia Mai estaba incomunicada del exterior desde hacía tres años atrás, cuando hicieron un trato para proteger a Maki y a sus sobrinos. Un trato donde incluso estuvo involucrado Fushiguro, quien renuncio a ser el líder del clan Zenin.
Y últimamente su mensajero o mejor dicho, su informante con el exterior, se le estaba complicando demasiado el poder acercarse a ella desde hace unas semanas atrás, ya que no estaban dejando que nadie, a excepción de Naoya y la madre de Mai, se acercaran a su habitación.
—Okkotsu puede ser mi carta de triunfo para salir de esta infernal casa — susurro mientras se acercaba rápidamente a su closet y buscaba una pequeña caja, la cual guardaba bajo las tablas de madera.
De esa caja saco una foto de ella y de Maki, junto a dos bebés. Sus sobrinos, los cuales juro proteger. Aquella fotografía era el único recuerdo que le dejaron traer consigo.
Dentro de esa caja también había varias cartas que entre ambas se habían mandado e intercambiado a escondidas por esos dos años, antes que su comunicación cesará.
Mai saco rápidamente unas hojas en blanco, así como una pluma que había robado de la oficina de Naoya.
—No sé si Yuta ya sabe la verdad sobre Maki y sus hijos. Aun así, me voy a arriesgar al tratar de contárselo todo ... necesito que él sepa la verdad y me ayude a salir de aquí — susurro mientras se ponía a escribir.
En ese día, Yuta Okkotsu también se estaba moviendo por la ciudad ya que otro asesinato se había llevado a cabo.
Lo que no se esperaba es que esa misma tarde estaba a sólo unos pasos del hogar de Maki.
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Notes:
Chan! Chan! Chan! ¿Qué les pareció el capítulo?
Espero que les haya gustado y de paso les haya motivado a seguir leyendo este fic.
Quizás más adelante les cuente sobre de que fue aquel trato que involucro a Mai y hasta a Megumi.
Espero actualizar pronto, ya que estoy en un gran dilema, el cual es sobre si el siguiente capitulo deba dividirlo en dos o deba dejarlo en un capítulo muy largo, ya que también va a aparecer otra mujer que será un tanto importante para la trama.
¿Ustedes que opinan? ¿Capitulo dividido en dos o Capitulo largo?
En fin, Maki y Yuta ya están próximos a reencontrarse ❤️
En fin, nos seguimos leyendo.
Pd: ¿Qué les pareció el capítulo del anime de esta semana? Yo estoy llorando por lo sucedido con Mechamaru 😭
Igual, Shibuya nunca fue un arco feliz.
Chapter 8: 07. Charlas con tazas de té y Cuervos
Notes:
Estoy segura de que el siguiente capitulo los va a dejar con saber más de este fic. Sobre todo, quizás los deje con ganas de saber más sobre el nacimiento de Yurika y Yuudai.
En fin, espero les guste.
Aquí va a aparecer un personaje que quizás no se esperaban.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
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“¿En qué se parece un cuervo a un escritorio?”
-Lewis Carol
13 de Julio.
En otra parte de la ciudad, en una residencia lujosa.
02:00 p.m.
Yuta seguía en Kioto, su caso de verdad se estaba complicando demasiado y los asesinatos de hechiceros no paraban.
Aquella nueva víctima fue asesinada en su propia casa.
—Y con este sumamos uno más a la lista de hechiceros asesinados de manera brutal por ese misterioso asesino y todos en un lapso no mayor de 10 días — comento Katsumoto suspirando y viendo la escena del crimen a la que habían llegado— Con este ya hacen un total de seis víctimas.
—Aunque pareciera que este si trato de luchar por su vida con todas sus fuerzas para no ser asesinado.— Comentó otro asistente mirando como esta victima tenía heridas en las manos, incluso había perdido varios dedos.
— Hay que admitir que este hechicero fue el que acabo de la peor manera.
Aquella víctima era un varón de cerca de 30 años. Era de primer grado. Y su técnica servía especialmente para confundir a su adversario, ya que con su energía maldita podía distorsionar el tiempo y las formas del lugar donde se encontrará.
Aquel hechicero había servido por años a la academia y sobre todo fue un perro faldero para los altos mandos en su peor época.
Yuta miró aquel cadáver bañado en sangre, estaba decapitado por completo con una línea perfecta por todo el cuello y además tenía una abertura en el pecho, ya que le habían arrancado el corazón.
—Siento que a él ya lo había visto antes en algún otro lugar...— comento Yuta mirando la cabeza de aquella víctima.
—Su nombre era Haruto Yamazaki, al parecer este hechicero era un informante. Estudio en la academia Jujutsu, quizás lo recuerde porque al momento en que usted ingreso a la academia por allá del 2017, este hechicero iba en cuarto año— comento Katsumoto leyendo el informe.
—Si pero, siento que también lo había visto en algún otro lugar en años más recientes...— Yuta de verdad sentía que a ese hechicero ya lo había visto en otro lugar, quizás un poco antes de lo sucedido con Maki en aquella estación del tren.
Pero quizás eso luego lo recordaría con más claridad en otro momento.
—Como sea, es la misma escena, nada de testigos y el mismo modo de operar del asesino. Atacar a la garganta y después darle una puñalada fatal en el corazón— comento Yuta mirando la escena— Pero ¿Qué relación tenía él con los otros cuatro hechiceros? Realmente no lo estoy entendiendo y de paso, siento que algo estamos pasando por alto— dijo caminando con sigilo para ver si detectaba algo de energía residual.
—Este caso se está complicando demasiado, y más porque parece que no todas las víctimas se conectan entre sí y de paso el tiempo entre cada uno fue muy corto— dijo Katsumoto leyendo los informes anteriores.
De nuevo, algo llamó la atención de Yuta entre la sangre esparcida por la habitación y eso era una pluma de cuervo.
Aquella pieza era la sexta que aparecía en una escena del crimen que él visitaba.
—Esto es muy extraño...— comento Yuta poniéndose de cuclillas y mirando de cerca aquella pluma.
—Se- señor, mire esto...— tartamudeo Katsumoto, llamando la atención de Yuta, quien se acercó a donde apuntaba su asistente.
—Es el cadáver de un cuervo— comento uno de los forenses, quien estaba sacando fotografías de aquella evidencia.
Aquel animal tenía una herida en el pecho, lo que pudo haberle causado la muerte inmediata.
—¿Qué hace un cuervo aquí?— se preguntó Kasumoto muy extrañado.
Yuta se llevó la mano a su barbilla mientras analizaba todo aquello.
—¿Este animal desprende algún rastro de energía maldita?— pregunto Katsumoto observando como ponían al animal en una bolsa.
—Es algo confuso, pero si siento un rastro muy leve provenir de ese cuervo — contesto Yuta.
— Lo sabremos con certeza una vez lo analicemos por completo en el laboratorio. Nosotros les mandaremos los resultados por la noche— comento el forense.
Yuta suspiro y cerró los ojos de frustración. Aquel caso le estaba comiendo la cabeza.
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03:10 p.m.
Yuta y Kasumoto dejaron aquella escena del crimen y decidieron ir a comer a una cafetería muy cerca del centro comercial donde diez días atrás conocieron a Yurika y Yuudai.
Yuta no podía dejar de pensar en esos niños y eso lo demostraba en su semblante, el cual se veía nostálgico.
—Me pregunto, si esos mellizos estarán bien y si no estarán metiéndose en problemas — susurro mientras una mesera les traía los platillos que habían ordenado.
Un baguette de pollo para Katsumoto y una hamburguesa para Yuta. Quien al ver ese platillo sonrió un poco al recordar tanto a Maki como a esos dos niños.
—¿Esta todo bien mi señor?— pregunto Katsumoto al observar cómo Yuta miraba fijamente su comida y una sonrisa aparecía en su cara.
—Lo está, simplemente tuve un leve recuerdo, eso es todo — comento Yuta antes de darle la primera mordida a su hamburguesa.
—¿Ese recuerdo tiene que ver con Maki zenin? O ¿Con esos dos mellizos qué conoció hace unas semanas atrás?— pregunto Katsumoto sin dejar de mirar a su jefe.
—Diría que un poco de ambos— Yuta dio una segunda mordida a su hamburguesa y trago.
— A Maki le encantaban las hamburguesas y al parecer tanto a Yurika como a Yuudai también les encantan, por lo que me dijeron, esta es su comida favorita— suspiró.
Katsumoto trago saliva al escuchar aquellos nombres.
—Por cierto...— el semblante de Yuta parecía ahora muy serio —¿Katsumoto cómo va tu investigación sobre lo que te mande a pedir sobre las hermanas Zenin?— pregunto con frialdad.
Katsumoto tomo un poco del té que había pedido para tratar de desbloquear su garganta. El miedo que le producía Yuta con ese tema le hacía temblar.
—Yo— aflojo un poco su corbata.
—He encontrado una pista sobre el paradero de una de las gemelas Zenin, señor. Pero estaba pensando en ir esta tarde a averiguar si la información que he encontrado es cierta para poder compartírsela— dio un trago más a su te.
—¿En serio? ¿Qué información nueva encontraste?— los ojos de Yuta se iluminaron.
—Como dije señor, aun no puedo compartirle lo que encontré porque no quiero darle información falsa y mucho menos quiero llevarlo a un lugar erróneo, por eso primero quiero ir personalmente para comprobar de primera mano que es verídico lo que he encontrado — dijo con seriedad mirando a su jefe de frente.
Yuta sintió que su corazón se iba a salir de su pecho con aquello que decía el asistente.
Pero también no quería aún ilusionarse en vano.
—De acuerdo, confío en ti Katsumoto— comento el hechicero con una sonrisa.
Yuta miró hacia la ventana y su mirada se centró en una niña y en un niño que cruzaban la calle tomados de las manos de sus padres. Esos cuatro se veían demasiado felices mientras seguían caminando por aquella calle que estaba decorada debido a las carrozas que habían pasado al medio día debido al Gion Matsumi.
El hechicero suspiro de nostalgia al ver aquella escena. Ya que él siempre anhelo formar una familia.
—Señor ¿Sucede algo? ¿Vio a alguien conocido? — pregunto el asistente.
Yuta suspiro sin dejar de ver a esa familia alejarse.
—No voy a mentirte Katsumoto. En este momento ando pensando demasiado en Yurika y Yuudai. Y más que como dije, sentí una extraña conexión con ellos— suspiro.
—De verdad, me gustaría volverlos a ver y más que este caso me trae preocupado. Tengo miedo que ese asesino vaya tras los familiares de esos dos, por eso debo darme prisa en resolver este caso y atrapar a ese infeliz — dijo viendo como aquella familia de cuatro se alejaban de ahí.
Katsumoto también vio aquella escena. Apretó los labios y puso su mano sobre su tableta personal que tenía en la mesa.
Quería decirle a su jefe que también había encontrado información super importante sobre esos mellizos. Katsumoto al fin había dado con sus apellidos. Y de paso, parecía haber encontrado el nombre de los padres de esos dos.
—Señor...— estaba tratando de darse valor para decirle lo que había encontrado de esos niños.
—¿Si?— Yuta miro a su asistente.
Katsumoto no tuvo el valor de decirle su descubrimiento.
—¿Desea ordenar algo más? — pregunto dejando de lado la tableta y tomando el menú.
Yuta sonrió un poco.
—Si, me gustaría ordenar un platillo más.
◈ ━━━━ ♡ ━━━━ ◈
04:00 p.m.
Después de terminar de comer.
Katsumoto y Yuta decidieron separarse.
El asistente iría a comprobar la información que había encontrado sobre Maki Zenin en un cementerio en la parte tradicional de Kioto.
Mientras tanto, Yuta decidió ir a explorar un poco más la ciudad. Esto para despejar su mente debido a que el caso del asesino de hechiceros le estaba resultando muy difícil de resolver.
Las pistas no cuadraban, los sujetos parecían que no tenían una conexión entre si y las plumas y el cadáver de ese cuervo era un punto muy extraño dentro de la investigación.
Algo en este caso estaba mal y él no tenía idea de que pudiera ser.
Así que mientras recibía el reporte de los hechiceros forenses. Yuta decidió caminar por ahí.
Como le habían dicho los mellizos, en aquella época del año se estaba llevando a cabo el Gion Matsuri, el cual era un festival que duraba todo el mes de Julio y muchas calles tanto del barrio antiguo como del moderno se llenaban de colores y adornos. Así como se llenaba de gente. Tanto de residentes como de turistas que iban a disfrutar de los festivales diarios.
La atracción principal, la cual sucedía al mediodía, consistía en un desfile de carrozas, la cual ya había concluido horas atrás.
Pero para aquella hora de la tarde, el festejo no terminaba.
Podías ver a la gente salir y empezar a poner los pequeños puestos de comida, juegos y dulces por las calles donde se hacían las tradicionales fiestas callejeras.
Yuta compro algunos dulces para irlos comiendo en el camino mientras seguía explorando aquella parte de la ciudad a donde había llegado, hasta que se empezó a internar en una zona residencial con casas modernas.
El hechicero siguió caminando hasta que se dio cuenta que se había perdido entre esas tranquilas calles
Saco su celular y miró la hora, faltaban cinco minutos para que fueran las cinco de la tarde y el sol no tardaría en empezar a ponerse.
Yuta siguió caminando, hasta que se detuvo en una calle donde había muchas casas muy bonitas pero no se veía a nadie pasar por ahí.
—¿Dónde estaré? Creo que vi un área de juegos infantiles por aquí, supongo que podría pedir instrucciones ahí— comento Yuta sacando su celular y tratando de entenderle a su GPS.
—¿Pero por donde debería bajar?— se dijo rascando su cabeza.
Pero en aquel momento. Unos gritos le llamaron la atención, aquellas voces hicieron que su corazón latiera de alegría.
—¡Yuta kun!— era la voz de dos niños que él reconocía bastante bien.
Yuta se giró ilusionado y ahí, detrás de él se encontraban Yurika y Yuudai. Quienes llevaban unas lindas ropas casuales.
—¿Yurika? ¿Yuudai? — pregunto con una gran sonrisa.
Esos niños corrieron a abrazarlo. Demostrando que aquello no era una ilusión o un sueño.
El deseo de esos mellizos se había hecho realidad.
"Volver a ver a Yuta Okkotsu"
◈ ━━━━ ♤ ━━━━ ◈
Media hora atrás.
Mientras tanto en una casa moderna.
04:30 p.m.
—¡Abuela Yuki!— gritaron esos mellizos con gran alegría al ver a esa rubia entrar por la puerta de su casa.
Ambos corrieron a saludarla.
—¡Ya les dije que no me digan abuela! — comento Yuki en un puchero —¡Tengo casi la misma edad que su madre!— mintió y sonrió mientras se agachaba a mirar a esos dos —¡Mejor díganme tía Yuki! O ¡Yuki one san!— comento acariciando sus mejillas.
Le gustaba pellizcar las mejillas de esos mellizos.
Maki rodó los ojos por los comentarios de esa hechicera, cruzó los brazos y sonrió al ver a sus hijos muy obedientes con esa mujer, a la cual, también de una u otra manera le debían la vida.
—¡Esta bien Tía Yuki!— dijo Yuudai con una sonrisa.
—¡Yuki one san!— comento Yurika moviendo sus manitas.
Se puso de pie.
—Buenos niños, así me gusta que me digan— Yuki sonrió y acarició sus negros cabellos.
—¡Pero miren que grandes están! Aún recuerdo cuando ustedes dos eran unos bebés — movió sus manos como si arrullara a un bebé — Yo aun los recuerdo así de pequeños.
Ambos niños solo rieron por aquellos movimientos de la hechicera.
Yuki siguió hablando —Y díganme ¿Las maldiciones los siguen molestando? O ¿Acaso ya saben defenderse de ellas?— pregunto con curiosidad.
—¡Si que nos siguen molestando de vez en cuando!— contesto Yuudai en un puchero.
—¡Pero mamá y Papá Gumi prometieron que muy pronto nos enseñarán a defendernos de ellas!— comento Yurika moviendo sus manitas muy alegremente.
—¡Muy bien! ¡Entonces también yo algún dia les enseñare a golpear maldiciones! — les giño el ojo a esos dos. Haciendo que esos niños rieran un poco y se miraran entre sí.
—Tsukumo san ¿Gustas algo de beber?— Intervino Maki— ¿Piensas quedarte algunos días aquí en la ciudad? Lo digo porque Megumi y los demás dijeron que se vendrían hasta mañana para pasar la primera noche del Yoiyama juntos, lo digo por si gustas acompañarnos— comento mirando a su invitada.
—Si gracias, me gustaría un té y quizás solo me quede estas tres noches aquí en Kioto antes de salir del país— Yuki miró seriamente a la peliverde — Y el motivo principal de mi visita, además de venir a ver como estaban, es porque quiero hablar contigo Maki san— comento haciendo una rápida señal con su cabeza — Me gustaría contarte algo "importante"
Al ver aquel lenguaje de esos adultos, Yurika y Yuudai tomaron cada uno las manos de su madre y empezaron a saltar alegremente. Ambos niños tenían un presentimiento de que alguien importante para ellos estaba cerca de ahí y querían ir a saludarlo.
—¡Mami! ¡Mami! ¿Podemos ir a jugar al parque?— pregunto Yurika dando unos saltitos.
—¡Di que sí Mami, por fis! ¡Yurika y yo prometemos portarnos bien!— comento Yuudai haciendo ojos de cachorro.
—mmm no lo sé, saben que no me gusta que vayan solos al parque— comento Maki mirando a sus hijos seriamente.
—¡Pero queremos ir a jugar con nuestros amigos antes de que el festival comience!— suplico Yurika.
—¡Solo será por un ratito!¡ Por favor Mami! ¿Nos dejas ir? ¿Si?— comento Yuudai haciendo ojos de cachorro y juntando sus manitas.
—¡Prometemos que solo iremos al parque y no nos acercaremos al festival hasta que papá Gumi y mis tíos lleguen mañana!— suplico Yurika haciendo también aquellos ojos de cachorro y juntando sus manitas.
—¡Y mucho menos seguiremos maldiciones! ¡Lo prometemos! ¡No nos acercaremos a ellas!— suplico Yuudai—¿Si Mami? ¿Nos dejas ir?
Maki cruzó los brazos sobre su pecho, un instinto de madre le decía que lo mejor que podía hacer era evitar que ellos salieran en ese momento. Pero tampoco quería que escucharan lo que tenía que hablar con Yuki.
—Déjalos ir Maki, además son niños, ellos merecen explorar el mundo a su manera —Intervino Yuki acariciando el cabello de esos dos — Sabes que esta zona es muy segura, además, no creo que les pase nada, y de paso, así tu y yo podemos ponernos al día — comento con una sonrisa.
Maki suspiro. Sabía que debía hablar con Yuki.
—Está bien, tienen mi permiso para ir al parque pero solo irán por dos horas. Quiero que regresen antes de que el sol se esconda por completo, así que los quiero de vuelta a las siete en punto y tampoco quiero que se vayan con desconocidos y mucho menos quiero que vayan tras las maldiciones ¿De acuerdo?— dijo con los brazos cruzados.
—¡Lo prometemos!— dijeron en coro esos dos.
—Muy bien niños, vayan a jugar al parque, que su madre y yo tenemos que ponernos al día con algunas cosas. Yo ire a buscarlos en un rato— dijo Yuki con una gran sonrisa.
—¡Gracias Mami!
—¡Gracias Tía Yuki!
Maki se agacho para abrazar a sus hijos y despedirlos con un beso en la mejilla de cada uno.
—Vayan con cuidado. ¿De acuerdo?
—¡De acuerdo! ¡Volveremos para la hora de la cena!— dijo Yurika corriendo a la puerta principal.
—¡Volveremos a las siete en punto! ¡Lo prometemos!— dijo Yuudai corriendo detrás de su hermana.
Una vez ambos niños salieron de casa, se dirigieron rápidamente al parque.
04:55 p.m.
Por algún extraño motivo, aquellos mellizos sentían la necesidad de ir por cierto camino porque sentían que por ahí se encontrarían con alguien especial para ellos.
Cosa que así sucedió.
Ambos niños dieron primero una vuelta a la izquierda y bajaron por una calle que quedaba muy cerca de la avenida principal.
Luego se dirigieron a la derecha y bajaron por otra calle que daba directo al parque, esto porque sintieron la energía maldita de alguien muy especial por aquella zona.
Parecía que la frase que dicta que " la sangre llama" se estaba haciendo realidad.
Y ahí en esa calle cerca del parque, estaba aquel hombre de cabellos negros, con el cual ambos niños habían sentido una conexión inmediata y especial con él.
Aquel quién fue su salvador hacia semanas atrás.
—¿Por dónde debería bajar?— se dijo Yuta rascando su cabeza.
—¡Yuta san!— dijeron ambos niños en coro, haciendo que este se girara a mirarlos.
Ambos niños sentían demasiada felicidad de volverlo a ver, que hasta corrieron a abrazarlo.
◈ ━━━━ ♤ ━━━━ ◈
05:05 p.m.
Una vez esos dos niños salieron por la puerta, esas dos mujeres fueron a la cocina para conversar.
Yuki se sentó en una de las sillas que tenían en la pequeña mesa para cuatro personas que estaba en medio de la cocina.
—¿Qué noticias tienes de Mai?— pregunto Maki regresando a aquella mesa y sirviendo el agua caliente en las tazas que había preparado para ella y su invitada.
Yuki suspiro ante tal pregunta mientras Maki tomaba asiento frente a ella.
—Las cosas dentro de ese infernal clan se están poniendo muy difíciles para ella, esto debido a que no ha podido darles un heredero y de paso, está siendo explotada para crear herramientas y armas malditas para ellos — empezó a explicar Yuki.
—Y Choso, quien sigue trabajando como mi infiltrado dentro de aquella residencia, me contó que Mai hace poco tuvo otro aborto espontaneo, con este ya van tres perdidas a lo largo de tres años. Lástima que su técnica no puede ayudar a controlar hemorragias, si su sangre entrará en contacto con la de Mai, la envenenar y ella podría morir— Yuki tomo su taza entre sus manos y soplo con cuidado.— No sé cómo nombrar a este fenómeno pero al parecer ella no puede engendrar.
—¿Crees que eso tenga algo que ver con el nacimiento de Yurika y Yuudai? ¿Crees que lo que paso "ese día" tenga que ver con que mi restricción celestial se haya fortalecido y que eso también haya hecho que la técnica de Mai se agudizara?— pregunto Maki algo preocupada por la situación de su hermana gemela.
—Mi hipótesis apunta a que sí, todo esto tiene algo que ver con lo sucedido el día de tu parto— contesto Yuki mirando fijamente a Maki.
—Realmente me gustaría investigar todo esto más a fondo pero debido a que Naoya y los demás dentro del clan no dejan que nadie más se acerque a Mai, lo complica todo. —Gruño un poco.
—Desde que ese engreído se convirtió en el líder, me ha costado más trabajo llevar el registro de ella ante este extraño fenómeno — Yuki tomo un poco de su té antes de seguir hablando.
—Pero mi suposición principal apunta a que el vínculo o mejor dicho, la restricción que inhibía sus verdaderas naturalezas entre ambas se rompió aquel día cuando diste a luz.
Siguió explicando.
—El poder de Mai pudo haberse fortalecido con lo sucedido durante tu "muerte" durante tu parto. Solo eso explicaría el porqué su poder para construir y traer a la realidad armas y objetos se fortaleció un cien por ciento, aunque dependiendo del arma que trate de crear, es la cantidad de energía que consume y dentro de ese clan la explotan demasiado con ese tema.
Yuki suspiro, dejo su taza de té y puso los codos sobre la mesa mientras seguía hablando.
— Es como si al momento de tu muerte por varios minutos, ella hubiera absorbido lo poco que tu poseías de energía maldita. Pero tu al contrario de ella, ante tu "resucitación", tu atadura se fortaleció al grado que tenía Toji Zenin en mis registros. — Se llevo un momento las manos al rostro.
—Es un fenómeno muy extraño de explicar pero el que tu "murieras", hizo que de alguna forma ambas se fortalecieran. Pero la gran diferencia aquí es que ella no puede crear vida y tu si pudiste engendrar a dos bebés sin problema.
Movio sus manos como si fuera una balanza.
—Ella con una gran cantidad de energía maldita pero con problemas de fertilidad y tu siendo demasiado fértil pero sin una gota de energía maldita ¿Eso no te suena algo irónico?— comento Yuki mirando fijamente a su anfitriona.
Maki suspiro de frustración.
—¡Necesito rescatar a Mai de ese lugar de mierda!— se levantó muy furiosa de su silla. —Aunque tampoco para mí se me ha hecho nada fácil todo esto y menos ahora que mis hijos ya están viendo maldiciones.— Se llevo una mano a la frente por la frustración que sentía de saber que su hermana estaba pasando un infierno con el clan zenin.
Maki para nada la estaba teniendo fácil. Cada día el tratar de saldar su deuda con Mei Mei y de paso, tener que administrar los gastos de su casa, así como el atender, cuidar y educar a sus hijos, le hacía muy difícil el ahorrar para poder pagar el rescate de Mai.
—Ya pensaremos en una forma de sacarla de ahí. Por el momento no podemos hacer nada. Pero sé que debe haber una solución para este problema, sobre todo porque su sacrificio no está siendo en vano, ella lo está haciendo para protegerte tanto a ti como a sus sobrinos — dijo Yuki buscando algo en su bolso.
—Hablando de tus hijos ¿Ya hay alguna pista sobre de que clan heredaron sus técnicas? ¿Acaso aún no han dado señas de tener alguna técnica maldita?— pregunto la hechicera de grado especial sacando su libreta de su bolso, estaba lista para anotar las nuevas observaciones de aquel caso.
Yuki seguía investigando todo lo relacionado a las restricciones celestiales y desde que supo que Maki estaba embarazada, aquel caso le había fascinado a esa hechicera de grado especial.
—Aunque debo decir que la energía que desprenden ya es perceptible desde que estas a unos centímetros de ellos, aunque siento que uno de tus hijos desprende más energía que el otro. Pero eso lo averiguaremos con el tiempo— comento la rubia mirando a Maki.
La madre de esos dos negó con la cabeza.
—Aún no han dado pistas muy exactas de que técnica pueden que hayan heredado— volvió a tomar asiento— Pero tengo el presentimiento de que quizás alguno de los dos tiene la técnica de maldición inversa. Más específicamente, creo que es Yuudai el que heredó esa técnica.
—¿Por qué sospechas de Yuudai? Y ¿Por qué esa técnica en especial?
—Porque el otro día, hubo un percance aquí en la casa con una pequeña maldición y ambos resultaron con rasguños. Lo sorprendente fue que al día siguiente Yuudai ya no tenía esas pequeñas heridas y Yurika sí. Así que presiento que el heredó esa técnica a no ser que aún tenga una más. Además, que él fue el primero en ver maldiciones unos meses antes que Yurika también pudiera hacerlo — explicó Maki tomando de su té.
—Interesante, quizás eso de ver maldiciones antes que su hermana se deba a que él nació casi muerto — dijo Yuki anotando aquellas respuestas —¿Y qué dices de Yurika? ¿Notas alguna pista sobre si heredó o no alguna técnica?
Maki llevo su mano a su barbilla.
—De ella aún no he logrado notar alguna técnica en específico. Pero tengo miedo que haya heredado alguna del clan Zenin— suspiro.
—Yurika es una niña muy extrovertida, para nada parecería ser una Zenin con ese carácter tan dulce y alegre que tiene — dijo Yuki en una sonrisa.
Siguió anotando.
— Y actualmente ¿Como percibes sus energías malditas? ¿Acaso ellos logran detectar te?— pregunto la rubia con interés.
—Detectarme, no. Eso lo comprobé el otro día— Maki dio un sorbo a su té — Y sobre sus energías... — suspiró — hay días que siento que se parecen completamente a la energía de Yuta...— acaricio un poco su antebrazo.
Yuki noto como el semblante de Maki cambiaba a uno de tristeza al nombrar a aquel hombre.
—Hablando de Okkotsu...
Maki volteo a mirarla lentamente mientras la rubia seguía hablando.
—No se si ya te enteraste, aunque dudo que Mei ya te lo haya contado, pero es mi deber advertirte que Okkotsu está de regreso en Japón.
—¿Qué dijiste?— los ojos de Maki se abrieron de sorpresa, sentía que su corazón salto de su pecho al escuchar aquella noticia.
—Dije que Yuta Okkotsu está de regreso en Japón después de siete años.
Maki forzó su garganta para poder hablar una vez más — ¿Y a que a regresado ese imbécil?— sonó furiosa.
—Por lo que me han dicho mis informantes de la sede, fue llamado para resolver un caso donde "alguien" anda asesinando hechiceros que curiosamente sirvieron al clan zenin y a la academia hace años atrás — comento Yuki mirando el comportamiento de Maki.
La peliverde apretó los labios ante tales palabras. Hasta parecía que su respiración se había cortado con esa última respuesta, pero trato de mantener un rostro sereno.
—¿Y supongo que ese "asesino" eres tú? ¿No es así? —Yuki miró con seriedad a Maki.—Y supongo que todo esto tiene que ver con todo lo que ellos hicieron hace siete años atrás ¿Cierto?— pregunto observando como Maki ni se inmutaba.
La peliverde dio un sorbo más a su bebida antes de hablar. —Lo soy — admitió sin titubear — Pero tu más que nadie sabe que tengo mis motivos para eliminarlos.
—Lo sé y la verdad para nada pienso interponerme en tu camino— Yuki suspiro —Solo trata de que no te atrape. Aunque sabes que tarde o temprano la verdad siempre sale a la luz.
Maki miró fijamente a la rubia quien seguía hablando.
—En fin, pase lo que pase, sabes que yo solo abogare por Yurika y Yuudai— Volvió su vista a su libreta— Ahora, continuemos con las preguntas sobre tus hijos— sonrió un poco para cambiar el tema.
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06:30 p.m.
Después de que Yuta y los mellizos se encontraron en aquella calle.
Esos tres pasaron un agradable momento juntos en aquel parque de juegos infantiles.
La tarde estaba siendo perfecta e incluso el cielo ya se estaba cubriendo de sus tonos anaranjados. Haciendo una agradable y cálida escena familiar.
—En serio, estoy demasiado sorprendido de que nos hayamos vuelto a encontrar — dijo Yuta mientras esos dos pequeños jugaban en la resbaladilla.
—¡Nosotros también estamos sorprendidos!— comento Yurika subiendo de nuevo a ese juego. Escalando con cuidado por aquellos escalones.
—Estamos seguros de que los dioses cumplieron nuestro deseo — comento Yuudai con una sonrisa mientras bajaba por aquella resbaladilla.
—¿Deseo?— pregunto Yuta con curiosidad.
Aquellos niños solo lo miraron y rieron un poco, eso hizo que Yuta comprendiera a lo que esos dos se referían.
—¡Oh! Entiendo, su deseo era que nos volviéramos a encontrar — sonrió.
—¡Por cierto Yuta kun! ¿Ya encontraste a la persona que estas buscando?— pregunto Yuudai subiendo de nuevo a la resbaladilla por aquellos escalones.
—¡Cierto! ¿Ya lograste encontrar a esa mujer que tanto deseabas ver?— pregunto Yurika bajando por la resbaladilla.
Yuta suspiro un poco.
—Aún no, pero espero muy pronto saber algo de ella— recordó lo que le había dicho Katsumoto sobre que iría a confirmar algo sobre el paradero de una de las gemelas.
—Además, apenas hoy me pude tomar un pequeño descanso ya que he estado demasiado ocupado con el trabajo. Pero terminé perdiéndome en la ciudad— rascó levemente su mejilla— Pero gracias a eso es que los volví a ver a ustedes dos— tenía una gran sonrisa en sus labios.
Ambos niños se pararon frente a él una vez bajaron de aquella resbaladilla.
—¡Debió ser el destino lo que hizo que te perdieras y llegaras hasta aquí!— dijo Yuudai con demasiada alegría mientras corría a otro juego.
—¡También nosotros estamos muy felices de verte!— comento Yurika con demasiada alegría siguiendo a su hermano.
Ambos mellizos se subieron a una esfera giratoria.
—¡Yuta kun! ¡Deberías venir mañana al Yoiyama!— comento Yurika desde adentro de esa esfera.
—¿Yoiyama?— pregunto Yuta con curiosidad mientras los alcanzaba.
Ambos niños empezaron a girar el manubrio que tenía por dentro aquella esfera. Pero Yuta decidió ayudarles dándoles algo de impulso desde el exterior.
Aquel juego le hizo recordar levemente cuando él y Rika jugaban de niños en una esfera similar a esa.
Ambos niños rieron a carcajadas por la velocidad. Aquellas risas eran muy contagiosas que incluso Yuta empezó a reír junto con ellos.
Una vez empezaron a detenerse poco a poco, los mellizos procedieron a explicarle.
—El Yoiyama es un festival de tres noches seguidas y se realiza en el santuario que esta por esta zona — comento Yurika muy feliz mientras iban deteniéndose.
—¡Hay muchos puestos de comida, de dulces y de juegos! ¡Y en la noche hay fuegos artificiales!— comento Yuudai muy feliz moviendo sus manitas.
—¡Mañana en la noche vamos a ir al Yoiyama junto a nuestra mamá!— dijo Yurika con emoción.
—¡Así podríamos presentarte con ella! ¡Ya le hemos hablado de ti! — comento Yuudai con una gran sonrisa.
—También van a venir nuestros tíos y nuestro papá Gumi, así también podrías conocer a toda nuestra familia — agregó Yurika.
Yuta sonrió por aquella invitación. Pensó que aquello sería buena idea ya que así podría conocer a los padres de esos mellizos.
—Prometo que mañana los buscaré ahí en el festival.
—¡Yupi!— celebraron los mellizos en coro.
En ese momento, los niños notaron que el cielo ya estaba adquiriendo sus tonos oscuros y las lámparas ya estaban encendiendose en aquel parque.
La noche pronto caería.
Se habían divertido tanto que se habían olvidado completamente de la hora.
—¡Yuta san! ¿Sabes qué hora es?— pregunto Yurika.
—Déjame ver... —el hechicero miro su celular —Faltan cinco minutos para que sean las siete de la noche.
—¡Debemos irnos!— comento Yuudai muy apurado.
—¡Mamá dijo que nos quería a las siete en casa!— comento su hermana dando un brinco fuera de aquella esfera.
—¡Si no llegamos rápido nos va a regañar!— comento Yuudai también bajando de ese juego.
—Déjenme acompañarlos, la verdad me da pendiente que ustedes dos anden solos por ahí y más que cuando la noche va cayendo es cuando más maldiciones salen — comento Yuta con una sonrisa —Y de paso, así poder conocer a su madre de una vez.
—¡Claro! ¡Vamos! — comento Yurika tomando la mano derecha de Yuta.
—¡Es por aquí!— comento Yuudai tomando la mano izquierda de aquel adulto.
Y así, Yuta empezó a caminar junto a esos dos niños hacia la casa de estos, la cual no quedaba muy lejos de ahí.
Mientras iban caminando, a Yuta le llamo la atención un ruido muy particular.
Sobre ellos, en los cables de luz había varios cuervos. Los cuales soltaban algunos graznidos mientras ellos pasaban por ahí.
—Cuervos...— Dijo Yuta deteniéndose a ver aquellos animales.
Aquellas aves que dichas plumas parecían no encajar en las escenas de aquellos crímenes.
—¡Hola cuervos!— saludo Yuudai moviendo su mano libre.
—¡Que lindos se ven sobre los cables!— dijo Yurika mirando aquellas aves sobre ellos.
Aquello le extraño a Yuta, ya que se le hacía muy inusual que a dos niños de su edad les gustaran esos animales de mal augurio.
—Niños ¿Esos animales no les dan miedo?— pregunto con curiosidad.
Ambos mellizos negaron con la cabeza.
—¡Para nada!
—Son animales muy hábiles y de paso inteligentes. No son tan malos como la gente cree — comento Yurika.
—Además que algunos de ellos pueden llegar a ser muy obedientes e incluso pueden ayudar a las personas — comento Yuudai con una sonrisa.
De repente, los tres vieron como esos cuervos se iban volando de ahí.
—¿Ayudar a las personas? ¿A qué te refieres con eso?— preguntó Yuta con curiosidad.
Ambos niños afirmaron con la cabeza.
—Nos referimos a que a veces los cuervos pueden ayudar a encontrar cosas o hasta pueden ayudar a encontrar a otras personas— respondió Yurika.
—¿Personas o cosas?— pregunto Yuta demasiado confundido.
—Si. La abuela Mei tenía uno como mascota y a ella la obedecía en todo— respondió Yuudai sonriendo.
Los tres siguieron caminando, mientras seguían conversando.
—¿Su abuela tenía un cuervo de mascota?— pregunto Yuta con algo de incredulidad. Aquello era muy extraño ya que un animal así es difícil de domar.
—Algo así— comentó Yurika con una sonrisa— en realidad a la abuela Mei la seguían varios cuervos de vez en cuando. Sobre todo, cuando salíamos con ella.
—La abuela Mei nos enseñó a no tenerles miedo y más, como dijimos, son animales muy nobles— contesto Yuudai.
—Incluso la abuela nos contó que en la antigüedad, algunos hechiceros y personas usaban a los cuervos como "espías" o incluso los usaban como mensajeros, esto para poder mandarse recados sin ser descubiertos— respondió Yurika.
Todo aquello empezó a llamarle la atención a Yuta. Aquel animal tenía que tener alguna conexión con aquellos asesinatos después de todo.
—¡Yuta San! ¡hemos llegado!— comento Yurika moviendo un poco la mano de aquel adulto para hacerlo salir de sus pensamientos.
—¡Esa es nuestra casa!— dijo Yuudai muy emocionado.
Después de haber dado la vuelta por una esquina más, los tres habían llegado a la casa de los mellizos.
Aquella casa era algo grande y moderna. Era de dos pisos y parecía tener varias habitaciones.
De frente tenía una linda cerca negra que dejaba ver un poco del jardín delantero por la parte izquierda y tenía una gran pared blanca en su lado derecho, además de contar con un camino a la entrada principal llena de lindas flores y algunas lámparas.
—Tienen un muy bonito hogar — dijo Yuta con una sonrisa.
—¡Gracias!— contestaron ambos niños en coro, mientras se soltaban de las manos de aquel hechicero.
—¡No te muevas de aquí Yuta kun!— dijo Yurika con una sonrisa mientras abrian aquella reja y después corrían hacia la puerta principal por aquel camino.
—¡Llamaremos a mamá para que te conozca!— Contestó Yuudai entrando detrás de su hermana.
Ambos niños entraron en aquella casa muy emocionados mientras la puerta principal se cerraba.
—¡Mami ya regresamos!— gritaron y entraron sin quitarse los zapatos.
—¡Estoy en la cocina!— escucharon la voz de su madre venir de aquel lugar al fondo de su casa.
Mientras esos niños iban por su madre.
Yuta seguía afuera admirando la fachada de aquel lugar.
Aquel hechicero suspiró. Por dentro él anhelaba tener un hogar como ese.
Un hogar que quizás años atrás pudo haber formado junto a Maki.
—Me pregunto ¿Dónde estarás?— susurró mientras admiraba esa casa y recordaba a esa chica.
Yuta empezó a escuchar unos pasos. Incluso se escuchaban las voces de esos niños venir de la puerta principal.
Aquella perilla dio vuelta. De repente una voz femenina llamó la atención de ese hombre.
—¡Okkotsu Yuta!
Dijo con sorpresa esa voz haciendo que el nombrado volteara rápidamente a ver a esa mujer.
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Notes:
Espero les haya gustado ❤️
¿Qué les está pareciendo esta historia?
Bueno, por si se lo preguntan, el Yoiyama es un festival que se durante las noches del 14 al 16 de Julio y es un bello festival nocturno.
Y el Gion Matsuri, es el festival más importante de Kioto y se celebra todo el mes de Julio. Se celebra en el Santuario de Yasaka, que fue construido hace más de 1.350 años. El festival en sí también se remonta a más de 1.000 años atrás.
El propósito original del Gion Matsuri era rezar para que se acabara una plaga de enfermedades en 869. Las oraciones fueron ordenadas por el emperador y los que rezaban creían que la epidemia podía detenerse si se apaciguaba a los dioses con un ritual de purificación.
En fin, como decidí dividí el capítulo en dos, quizás la siguiente semana suba la otra parte.
Nos seguimos Leyendo ❤️
Chapter 9: 08. Pistas
Notes:
Agárrense, porque este capítulo contiene algo de información sobre todos los demás conocidos y amigos de Yuta, así como también encontraran algo de información sobre lo que le paso a Utahime y el “por qué” tiene amnesia.
Espero que les guste, sobre todo porque después de todo lo que les mostraré a continuación, el siguiente capítulo por fin será el capítulo que tanto esperan sobre el reencuentro entre de Maki y Yuta.
Pero antes de dicho reencuentro, Yuta debe hablar con alguien importante, quien le hará cuestionarse si realmente está en el bando correcto. Además de que era importantes darles algo de contexto.
En fin, espero lo disfruten ❤️
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(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
¿Estás seguro de que estas trabajando para el bando correcto?
Continuación
—¡Mamá ven rápido! ¡Queremos presentarte a alguien! — comento Yurika jalando a su madre de su camiseta.
—¿Presentarme a alguien? ¿A quién?— pregunto Maki con curiosidad al ver como sus hijos la jalaban para llamar su atención.
Se giró rápidamente, ya que estaba en la cocina terminando de prepararles la cena.
—¡A nuestro nuevo amigo!— respondió Yurika.
—¿Al chico del centro comercial?— pregunto Maki con curiosidad, levantando una ceja.
—¡Si a él! ¡Ven rápido!— respondió Yuudai jalando a su madre de su mano derecha.
—¡Esta aquí afuera! ¡Vamos! ¡Te está esperando!— dijo Yurika mientras tomaba a su madre de su mano izquierda.
—¡Esta bien, ya voy! ¡Pero no me jalen así!— comentó Maki yendo hacia la entrada principal de aquella casa.
Los niños corrieron hacia la puerta, se escuchaban super emocionados.
Yurika fue quien giro la perilla y abrió aquella puerta rápidamente.
—¡Esta ahí a fuera!
— ¡Él es Nuestro amigo del centro comercial!
Dijeron muy emocionados pero sin mirar hacia afuera. Ambos estiraron sus brazos hacia la puerta y movieron alegremente sus manitas como si estuvieran haciendo un espectáculo.
Maki salió por la puerta principal, pero no vio a nadie.
Acomodo sus gafas.
—¿Dónde está? Yo No veo a nadie aquí afuera— respondió con confusión.
Ambos niños salieron rápidamente y notaron que Yuta ya se había ido y eso que no tardaron más de tres minutos ahí dentro.
Los mellizos suspiraron e hicieron unas caras largas.
—Él se fue...— comento Yurika con tristeza.
—Y ni siquiera te alcanzo a conocer — respondió Yuudai algo decepcionado de no ver a Yuta ahí afuera.
Maki miro las caras de desilusión de sus hijos, se puso de rodillas y les acaricio las mejillas con mucho cariño.
—No se desanimen — les sonrió.
—Quizás su amigo tuvo que irse debido a que ya es muy tarde para que él ande solo en la calle— Maki dijo eso pensando que sus hijos se referían a un niño.
—Tal vez otro día lo vuelvan a ver y hasta puedan invitarlo a quedarse un día aquí con nosotros— trato de levantarles el ánimo.
Los mellizos se miraron entre sí, intercambiaron unas palabras mentalmente y después sonrieron entre sí.
—¡Tienes razón mamá! ¡Quizás luego podríamos invitarlo a comer!—contesto Yurika con una sonrisa.
—Además, Yurika y yo lo invitamos a que viniera mañana en la noche al santuario. ¡Él nos prometió que él nos buscaría en el festival!— dijo Yuudai con algo de esperanza.
Maki se puso de pie y los despeino un poco.
—Si les prometió que los vería en el festival, entonces allá lo encontraremos y ahí podrían presentármelo ¿De acuerdo?— contesto Maki con una sonrisa.
Sus hijos se abrazaron a ella, recargando sus cabezas en su abdomen y mirándola con unas grandes sonrisas.
—¡De acuerdo!— dijeron en coro.
—¡Bien! Ahora vayan a lavarse las manos. La cena ya está lista, les hice albóndigas con la receta que tanto les gusta del tío Yuji — comentó Maki haciendo que sus hijos de nuevo corrieran dentro de la casa.
—¡Albóndigas!
Gritaron emocionados.
Antes de entrar, Maki tuvo una extraña sensación. Logro percibir un rastro de energía maldita que se sentía muy familiar.
Salió hasta afuera de su casa, abriendo aquel cancel negro y saliendo hasta la calle para fijarse que nadie estuviera escondiéndose en la pared.
Miro hacia la derecha y después hacia la izquierda, pero no había nadie ahí.
Se sentía demasiado inquieta. Aquel rastro que percibía se sentía demasiado pesado, pero no dejaba de ser muy familiar.
Era una energía que ella conocía bastante bien.
Rápidamente un nombre cruzó por su mente ante tal sensación.
—¿Okkotsu Yuta?— se preguntó en voz baja mientras se llevaba las manos al pecho—¿No puede ser él? ¿O sí? ¿Acaso él está cerca de aquí?
—¡Mami!— escuchó que sus hijos la llamaban desde dentro de su casa.
Maki agito levemente su cabeza para salir de ese trance.
—¡Ya voy!
Rápidamente volvió a entrar en su casa. Cerrando muy bien la puerta detrás de ella.
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07:10 p.m.
Cerca de los puestos de comida y dulces que estaban en la avenida principal.
— ¡Wow! ¡Mírate Okkotsu, sí que diste un estirón! Hasta me atrevo a decir que eres casi tan alto como Satoru, aunque admito que ahora que eres un adulto eres más guapo que él — comentó Yuki con una gran sonrisa y con las manos dentro de su chaqueta.
Ambos hechiceros de grado especial, estaban caminando por aquella calle por donde Yuta había acompañado a esos niños hasta su casa.
Bajaron por la calle del parque y siguieron caminando hasta llegar a una zona donde había varios puestos de comida callejera por el festival.
Unos minutos atrás, Yuki logró sentir la presencia de Yuta a la distancia.
Salió de la casa de Maki y dio una vuelta cerca del parque debido a que ella les había dicho a Yuudai y Yurika que ella iría por ellos. Pero aquellas palabras fueron olvidadas por aquellos niños.
Al no verlos en el parque, la rubia los empezó a buscar por aquellas calles y fue ahí cuando desde a la distancia, observó a esos niños caminar junto a Yuta hasta llegar a su casa.
Una parte de ella, creía que quizás Yuta aún no sabía quiénes eran en realidad esos dos pequeños. Así que Yuki decidió alejar al hechicero de esa casa para comprobarlo y de paso, poner a Maki a salvo.
Así que lo llevo hasta una zona con demasiadas personas.
Yuta estaba apenado por ese comentario.
—Bueno, si di un leve estirón de casi cinco centímetros más, pero en sí, Gojo sensei sigue siendo más alto que yo — rasco su mejilla.
—¡Aún así es bueno verte de regreso! — Yuki se detuvo en un puesto de comida —Me dio algo de hambre. Así que voy a comprar unos Tokoyakis y una cerveza ¿Gustas algo?
—¡Gracias, pero no tengo mucha hambre!— comento Yuta moviendo sus manos y tratando de ser cortes.
—Yo invito y más que tenemos mucho que charlar para ponernos al corriente de todo lo que ha pasado y más como colegas de grado especial—Insistió Yuki.
Yuta suspiro y se encogió de hombros, sentía que Yuki podía llegar a enojarse si se negaba a esa invitación y más que él sentía que ella podía darle informacion super importante de todos sus amigos y conocidos.
—Está bien, me convenciste jeje. Me gustaría una banderilla— contesto con una sonrisa.
Después de ordenar y de que les dieran sus alimentos y bebidas.
Ambos se fueron a sentar a una banca que estaba a las orillas de aquellos puestos de comida.
—¿Y qué te trajo a este lado de la ciudad? ¿Cuándo regresaste a Japón? Y perdón que también lo pregunte, pero ¿Qué hacías a fuera de esa casa?— pregunto Yuki con curiosidad mientras empezaba a comer aquellas bolas de masa y pulpo.
Yuta le dio una mordida a su banderilla antes de contestar a eso.
— Regrese hace diez días— limpio sus labios con una servilleta.
—Y el porqué ando en este lado de la ciudad, es porque digamos que me perdí mientras caminaba por estos rumbos, pero por cosas del destino, me encontré con dos pequeños amigos que hice hace unos días atrás— sonrió y siguió explicando.
—Digamos que salvé a dos niños de una maldición y justamente hoy me los volví a encontrar por estos rumbos. Son unos buenos y adorables hermanos — contesto con una sonrisa y rascó su nuca — Y bueno, ellos iban a presentarme con su madre, pero supongo que será en otra ocasión. Por eso estaba a fuera de esa casa.
Yuki comprobó que Yuta no sabía quiénes eran en realidad esos niños, así que suspiro de alivio por un momento.
—Ya veo— Yuki sonrio ante tal respuesta.
—Okkotsu tu siempre siendo tan servicial y adorable con los niños. ¿Sabías que eso puede hacerte popular entre las mujeres? Quizás y algún día acabes como padrastro — dijo en tono de broma antes de darle un trago a su cerveza. —Y Bueno, no te culpo que te hayas perdido en esta zona, bien dicen que Kioto suele tener un encanto que hace que te pierdas entre sus calles— comió otro Tokoyaki.
—¿Y tú Tsukumo san? ¿Qué haces por estos rumbos?— pregunto Yuta mirándola con curiosidad. — Pensé que estabas en el extranjero, o eso fue lo que me había dicho Gojo sensei.
—Podría decirse lo mismo de ti, todos pensábamos que seguías en el extranjero — Yuki se encogió de hombros.
—Digamos que vine a visitar a una conocida mía y de paso vine a comprobar el como estaban las cosas aquí en Japón, pero veo que la sociedad de hechiceros sigue siendo la misma mierda pese a que Satoru la lidera— miro a Yuta a los ojos —¿Y tú? ¿Debe de haber una razón super importante para que Satoru te trajera de regreso a Japón? ¿O me equivoco?— dio un trago más a su cerveza.
— Bueno— Yuta soltó el aire con pesadez— digamos que regrese a Japón por cuestiones de trabajo— decidió terminar de comer su banderilla.
—¿Supongo que es por el caso que anda circulando de ese misterioso asesino de hechiceros? ¿No es así?— pregunto ella antes de comer el último Tokoyaki de su plato de cartón.
—Si. Es por ese caso— contesto Yuta con seriedad —¿Qué sabes tú de esto?
Yuki lo miró con seriedad.
—Pues solo he escuchado los rumores que dicen por ahí. Ya sabes, que anda suelto un nuevo asesino de hechiceros, matando de manera sádica. —Dio un trago a su bebida —¿Puedo preguntar? ¿Qué has averiguado de todo esto? ¿Acaso ya tienes a algún sospechoso? O ¿Acaso Satoru te regañara si me cuentas algo de este caso?— pregunto con sarcasmo.
Yuki llevaba evitando a Satoru desde hacía tres años atrás. Escondiéndose en el extranjero de vez en cuando o evitando ser vista en Tokio.
Pero siempre regresaba a Kioto para asegurarse de que Maki y sus hijos estuvieran bien y de paso, continuar con su investigación.
—En realidad, no me vendría mal la opinión de otro hechicero de grado especial sobre todo este asunto — Yuta miro momentáneamente a las personas que iban caminando por ahí, y después hizo su cabeza hacia atrás para observar el cielo estrellado. — Y más que confieso que me siento estancado con este caso.
—Soy toda oídos. De acuerdo y dime ¿Qué has averiguado?
—Lo único que he averiguado es que las víctimas han sido hechiceros varones en un rango de edad de entre los 30 a los 60 años. Algunos de los implicados trabajaron tanto para el clan Zenin, como también sirvieron a la escuela y a los altos mandos en su momento. Solo hay dos víctimas que no encajan con las demás.
Yuki dio otro sorbo a su cerveza.
—¿Y con todas estas pistas? ¿Qué Hipótesis tienes?— pregunto mirándolo fijamente.
—Mi hipótesis es qué apesto en esto de ser detective— dijo con desprecio a sí mismo.
—Realmente no se en que estaba pensando Satoru san al elegirme exclusivamente a mi para resolver esta misión y mucho menos se en que este pensando este asesino para llevar a cabo todo esto— suspiró.
— Solo hay dos víctimas a las que creo que él pudo haber asesinado bajo pedido de un tercero ya que estas fueron asesinadas con un patrón diferente. Pero las demás víctimas, las que destacan en este caso, parece que no tenían conexión entre sí, pero a todos ellos los ha matado de la misma forma. — Volteo a mirar a Yuki.
— No estoy muy seguro, pero este asesino pareciera estar buscando la forma de mandar algún mensaje o alguna advertencia — respondió Yuta muy desanimado.
—Aunque debo confesar que estoy tentado a dejar este caso— miro sus manos, haciéndolas puño por la frustración que sentía, incluso rompió el palillo de la banderilla que tenía entre la mano.
—¿El asesino les deja alguna marca característica en el cuerpo? ¿Cuál es su patrón al momento de matarlos? ¿Se ha llevado algo de sus víctimas como trofeo?— pregunto Yuki, tomando otro poco de su cerveza. Quería saber que estaba haciendo Maki a escondidas de todos en la academia.
Yuta negó con la cabeza.
—Ahora que lo mencionas. Él no se ha llevado nada de sus víctimas. Al parecer primero les corta la garganta con algún arma muy filosa y después con alguna otra herramienta u arma impregnada con algo de energía maldita, les da el golpe de gracia en el pecho, más específicamente en el corazón. Hemos descubierto que este asesino hace este patrón para que ellos no se vuelvan maldiciones— explico Yuta.
Yuki llevo su mano a su barbilla mientras analizaba toda esa información.
—Interesante...— dijo muy concentrada mirando hacia el frente. Estaba sacando sus conclusiones.
Después de un minuto de silencio, Yuki habló.
—Bueno, por lo que dices, supongo que yo y otros hechiceros podemos estar tranquilos y a salvos. No creo que ese "asesino" venga por nosotros— comento con una sonrisa.
Aquella respuesta extraño demasiado a Yuta.
—¿Por qué dices eso? ¿Acaso no te da miedo que este asesino vaya por algún conocido tuyo? ¿O incluso vaya por ti?— pregunto angustiado. Sus cejas casi se juntaban sobre su frente.
Yuki rio un poco.
—¡No, para nada! — dejo de reir y su semblante se puso serio.—Y Lo digo porque claramente me suena que el asesino ya tiene en la mira a la mayoría de sus víctimas y su motivación me suena más a que es una venganza que una cacería al azar.
—¿Cómo estas tan segura de eso?— pregunto Yuta con frustración.
—Por lo que me comentas de las víctimas principales, su patrón pareciera estar más enfocado en silenciarlos y por la forma de darles el golpe final en el corazón para así acabar con su vida, me suena a una forma de venganza movida tal vez por un gran odio — paso su dedo pulgar por su cuello haciendo una seña.
— Además, Okkotsu respóndeme algo ¿Hay más víctimas de este asesino fuera de Kioto?— pregunto con curiosidad.
Yuta analizó esa pregunta. Ese detalle no lo había tomado en cuenta hasta ese momento.
—Ahora que lo mencionas, No. Todos sus crímenes han sido aquí en la ciudad de Kioto. No se han reportado hechiceros asesinados en otras ciudades con este mismo patrón — se llevó una mano a la boca.
—Así que si este asesino solo ha matado a hechiceros dentro de Kioto, eso debe significar que aquí en la ciudad se encuentra su razón principal de venganza o quizás ese asesino no puede moverse de aquí. Entonces aquí la pregunta principal seria ¿Cuál es el motivo de su venganza?— respondió Yuki antes de beber más de su cerveza.
—¡Ahora que lo dices de esa manera, tiene demasiada lógica para mi!— comentó el hechicero mirando con sorpresa a su colega.—¿Pero por qué crees que sea una venganza? ¿Qué te hace estar tan segura de eso?— pregunto con curiosidad.
—Intuición.
Yuki movió simplonamente sus hombros.
—Simplemente lo asumo y lo asocio por la forma en que me describes el cómo este asesino los termina matando. Una forma tan violenta y directa solo puede significar algún ajuste de cuentas.— Miro hacia el frente.
— También pudiera caber la opción de que nuestro asesino conoció en el pasado a esas personas y ahora debe silenciarlos para que ellos no revelen "algo importante de él" o en su última instancia, simplemente se está vengando porque ellos pudieron haberle hecho daño en el pasado— se recargo en la banca.
— Esas son las únicas razones que se me ocurren para que alguien mate a otra persona.
Miro a Yuta y siguió explicando.
—Igual al ser hechiceros sus víctimas pues no hay mucho que decir. Desde que te fuiste del país, las cosas en la sociedad de la hechicería solo se fueron aún más a la mierda.
—Aun así hay cosas que no me quedan del todo claro, pero supongo que investigando más a fondo, la verdad puede salir a la luz muy pronto— Yuta suspiro pero con lo que había dicho Yuki, sentía que tenía algunas pistas más claras sobre este caso.
—Y Hablando de la sociedad de hechiceros— Yuta miro con seriedad a su senpai. —Tsukumo san ¿Que fue de todos en mi ausencia? ¿Tú sabes algo de mis amigos? Satoru no me ha querido decir nada de ellos y desde que llegue a Japón no los he visto y nadie me dice nada de todos ellos. Ni siquiera Ijichi me quiere dar información.
Yuki suspiro un poco. Sabía que Satoru estaba haciendo las cosas mal y él tenía algo que ver en todo esto.
—No te preocupes, la mayoría están bien y a decir verdad, Si se sobre la situación de algunos de ellos— respondió con una gran sonrisa mientras terminaba de beber su cerveza y aplastaba la lata con facilidad.
—Como por ejemplo, después de que tú te fuiste, Nanami se retiró de ser un hechicero y se casó con una linda chica que trabajaba en una panadería local. Ahora mismo está viviendo una vida de jubilado en Malasia. Y ni se diga de Kusakabe, dos años después de que te fuiste del país, el renuncio y se fue a otra ciudad más al norte del país para cuidar de su hermana y Mei Mei debe estar por ahí, haciendo fortuna a su manera— comento con una gran sonrisa.
El rostro de Yuta se iluminó ante tal respuesta —¿Y Qué sabes de panda y de Toge? ¿Y de mis Kohais Itadori, Fushiguro y Kugisaki? ¿Y de mis superiores como Hakari y los demás? ¿Dónde estan todos ellos?— preguntó con insistencia.
—¡Wow! Tranquilo jaja ellos están bien.— respondió Yuki con una sonrisa y moviendo sus manos.
—Panda se fue al campo junto al director Yaga— le dedico una sonrisa a su colega de grado especial.
— Una vez este se retiró de su puesto, Masamichi decidió que se iría a vivir a un lugar tranquilo y lejos de la ciudad en compañía de todas sus marionetas— contesto mientras miraba sus manos y juntaba sus dedos.
—Los demás están viviendo una vida "normal" en diferentes lugares del país. Como dije desde que te fuiste de Japón las cosas se pusieron turbias en la sede, pero me alegra que los de tu generación hayan tomado sus propios caminos y decidieran mejor salir de ahí — la rubia siguió hablando.
—El chico del clan Inumaki, escuche que anda viviendo aquí en Kioto. Pero desconozco en qué trabaja pero sé que le va bien y mantiene un perfil bajo.
—Sobre tus Kohais, bueno dos de ellos están viviendo en Tokio. Tengo entendido que Kugisaki se gana la vida como estilista y Fushiguro está viviendo junto a su hermanastra, la cual de puro milagro se recuperó casi por completo después de despertar del coma.
Yuki siguió hablando con una sonrisa.
—Y Él que era el recipiente de Sukuna, él regreso a Sendai. Ahora él es un bombero al igual que Aoi, debo decir que esos dos me llenan de orgullo — miro un momento al cielo mientras seguía hablando.
—Y creo que podría decir lo mismo de Hakari y Kirara, esos dos también están bien por su cuenta. Lo último que supe de ellos fue que tenían algunos negocios "ilegales", algo así como un lugar de apuestas y de peleas clandestinas, pero sé que esos dos saben defenderse y de paso, saben cómo pasar desapercibidos. Además, que he escuchado que ganar mucho dinero— soltó unas carcajadas.
Yuta sonrió levemente por esa respuesta.
—Suena a que esos dos se están dando la buena vida.
—Si, ir contra las reglas siempre fue la especialidad de tu generación —contesto Yuki mirando al cielo, con sus brazos recargados en el respaldo de la banca y con las piernas cruzadas.
—¿Y sabes que fue de los chicos de aquí de Kioto?— pregunto Yuta con curiosidad.
—¿Los que eran alumnos de Utahime?— pregunto Yuki levantando una ceja.
—Si, Hablo de todos ellos. Y por cierto ¿Qué le pasó a la maestra Utahime para que perdiera la memoria? ¿Tú que sabes de eso?— pregunto Yuta con incertidumbre.
Yuki descruzo sus piernas y se hizo hacia delante, apoyando sus codos en sus rodillas.
—De los chicos de Kioto, solo sé que el chico Noritoshi ahora es el líder de su clan desde hace tres años atrás. Su compañera, la chica rubia tengo entendido que se mudó a Estados Unidos— movió un poco los hombros — La chica de pelo azul y de flequillo curioso sé que ahora está trabajando en una buena empresa gracias a las recomendaciones de la escuela y del chico robot, desconozco si sigue vivo, a él le perdí el rastro desde hace años, así que ya no pude investigar más su caso médico. Sobre todo, porque su restricción era la más fascinante — miro sus manos.
—Todos ellos también abandonaron la escuela después de lo sucedido con su amada maestra— un largo suspiro salió del pecho de Yuki — Y sobre Utahime... — hizo una leve pausa mientras frotaba su tabique un poco.
—Tampoco yo sé muy bien lo que sucedió con ella. Todo lo que se es que Utahime tuvo un "accidente" hace siete años atrás. Pasó poco después de que tu te fueras del país.
—¿Accidente? ¿Qué sucedió?
—Nunca supe los detalles a precisión, pero de lo único que me enteré, es que Utahime fue herida de gravedad en una misión que tuvo días antes de que la fueran a nombrar como la nueva directora y líder en la educación de la sociedad Jujutsu.
Yuki pareció recordar algo sobre aquella "misión", sospechaba que alguien la había mandado a matar y después de que Utahime se recuperara de sus lesiones, Satoru la tomó como esposa para protegerla, ya que él la amaba y sabía que ella tenía buenas ideas para reformar aquella sociedad.
Todos vivían con la esperanza de que regresara a ser la misma de antes.
—Yo llegué a revisarla en su momento junto a Ieiri san, quien sigue trabajando para la academia, pero parecía que la técnica de maldición inversa no podía ayudarla a recuperar su memoria. Creemos que ella está bajo el efecto de alguna técnica maldita o que alguna maldición de categoría desconocida la atacó...— se lamentaba de su colega que hasta su vos se escuchaba triste.
—Pobre Utahime, la pobre debe estar viviendo una vida que no es la que ella hubiera querido vivir. Siendo una "ama" de casa al lado de alguien a quien decía no amar— la rubia suspiro con desánimo — Ella, Ieiri san, Ijichi san y muchas personas más siguen bajo las estúpidas leyes de este mundo del que no han podido escapar.— Miro a su alrededor, admirando a los civiles pasar mientras ella guardaba un momento de silencio. Anhelando ser uno de ellos.
—Tsukumo san...— la voz de Yuta sonaba misteriosa.
—¿Sí?
Aquel hombre había quedado sorprendido por todo lo que había pasado en su ausencia. Pero aún había una cuestión más personal que lo atormentaba.
—¿Tú sabes que fue de Maki y Mai Zenin? Lo pregunto porque tu hablaste de todos los demás, pero para nada mencionaste a las gemelas Zenin...— miro a Yuki con seriedad —¿Que fue de ellas?—
Yuki apretó los labios, sus manos se hicieron puño sobre sus rodillas.
Sentía impotencia por esas dos mujeres y lo cruel que la vida las estaba tratando — Me hubiera gustado que ellas dos hubieran tenido un mejor destino... ellas son las que más han sufrido con todo lo sucedido hace siete años atrás... — su voz delataba frustración.
—¿Qué estas tratando de decir? ¡Por favor Tsukumo san! ¡Dime que fue de Maki Zenin! ¿Qué les paso a las gemelas?— Yuta pregunto rápidamente pero Yuki seguia en silencio mirando hacia el suelo.
Yuta soltó el aire con frustración
—¡¿Porque pareciera que nadie quiere decirme lo que pasó con Maki?! ¿Acaso a ella y a Mai les paso algo malo?— se levantó muy furioso y miro a colega.
— Admito que fue mi culpa el haberme ido hace siete años atrás, pero por eso mismo también volví, porque quiero volverla a ver, pero para eso necesito saber que fue de ella. ¡Pero pareciera que tanto tu como Satoru y todos en la academia me están ocultando tantas cosas! ¿Qué demonios está pasando? ¿Qué paso cuando me obligaron a irme hace siete años atrás? ¿Qué fue de las gemelas? ¿Por qué nadie me lo quiere decir?— pregunto muy enojado.
Pero Yuki seguía guardando silencio.
Yuta suspiro de frustración y se llevó las manos al rostro mientras volvía a sentarse en aquella banca.
Aquel silencio entre esos dos duró unos minutos, eso hasta que Yuki empezó a hablar una vez escucho lo que parecía ser el sollozo de Yuta, quien estaba llorando de frustración.
La Rubia podía notar que de verdad, él seguía amando a esa mujer aún después de años de no verla. Pero ella no podía decirle la verdad.
—Okkotsu, respóndeme algo... ¿Tu Realmente confías en las personas para las que estás trabajando?— pregunto Yuki con seriedad.
El hechicero se despegó las manos de su rostro, mientras limpiaba algunas lágrimas.
—¿Qué estas tratando de decir?— pregunto con confusión mientras volteaba a verla.
—Me refiero a que si tu confías en lo que te ha dicho Satoru y la sede
¿Tu confías en todos ellos a pesar de que no te han querido contar nada de lo que paso hace siete años atrás?— pregunto con seriedad.
—Yo... no lo sé...
Yuki suspiro un poco y le dio unas palmadas en el hombro.
— Sobre lo que le paso a tu amada Maki y a su hermana, eso te toca a ti descubrirlo por tu cuenta — se puso de pie y estiro un poco los brazos.
— Siendo sincera, yo soy la persona menos indicada para decirte lo que paso con las gemelas. Pero si de verdad sigues amando a Maki, sé que muy pronto darás con ella, tarde o temprano sé que encontraras las respuestas a todas tus preguntas — sonrió un poco. Aquella sonrisa transmitía un sentimiento de paz.
Yuta solo suspiro ante tales palabras. Se sentía demasiado confundido con todo eso. ¿Realmente en quien debía confiar? ¿En lo que decía Gojo? O ¿En lo que decía Tsukumo? Estaba cayendo en un dilema sobre a quién debería creerle.
—Y como dicen, la verdad solo está a la vuelta de la esquina — Yuki tenía una gran sonrisa mientras miraba por la calle por la cual habían venido.
—Mi único consejo, es no confíes demasiado en Satoru ni en los demás que están en la élite, pudiera ser que ellos solo están jugando contigo. — Metió las manos a sus bolsillos de su sudadera.
Yuta abrió un poco los ojos ante tales palabras. Nunca se imaginó a Yuki decir aquello.
—Yo se que eres un hombre muy inteligente Okkotsu, y sé que este caso del asesino de hechiceros lo resolverás sin problemas. Pero tampoco te enganches demasiado en él. Trata de tomarte unos días de descanso porque si no te volverás loco— Yuki sonrió un poco e hizo unas señas con su dedo sobre su cabeza. —Mi consejo es que mañana vayas a la primera noche del Yoiyama, ese festival siempre se pone interesante y más porque a veces en ese festejo podemos encontrarnos con personas que anhelamos volver a ver — giño el ojo. —Algo me dice que te hará bien venir mañana.
El hechicero suspiro un poco.
—Gracias por la sugerencia. Si tengo tiempo me daré una vuelta y más que le prometí a alguien en especial que iría a dicho festival— comentó con una sonrisa. Había recordado a Yurika y a Yuudai, a quienes les hizo esa promesa de ir a buscarlos en el festival.
—De nada y de paso, yo creo que ya tienes las suficientes pistas sobre la mesa como para empezar a dar con esa persona que tanto estas buscando— comento la rubia encogiéndose de hombros. — Creo que ya estas muy cerca de descubrir la verdad.
Yuta analizó todo aquello. Parecía que con lo que esos niños le habían dicho sobre los cuervos y sobre lo que platicó con Yuki, ahora tenía un camino más claro sobre lo que debía buscar ahora.
El hechicero parecía estar más tranquilo.
—Tsukumo...
—¿Sí?
—Gracias por escucharme — comento Yuta aún sentado en la banca y mirando a su superior con una sonrisa.—Creo que ya sé que debo hacer con este caso y de paso creo que ya se cómo dar con lo que estoy buscando.
Yuki sonrió al ver al Yuta que había conocido de más joven.
—Me alegra oír eso. Bueno, Por el momento me retiro. Okkotsu espero nos veamos mañana por los rumbos del festival, descansa, ¡Nos vemos! — se despidió con una sonrisa y empezó a alejarse caminando de ahí.
Yuta se quedó solo en aquella banca. Analizando todo lo que había descubierto ese día.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
09:00 p.m.
Después de andar un rato más por las calles de Kioto.
Yuta por fin regreso al departamento que la sede le había otorgado para que ahí pudiera descansar y de paso pudiera hacer su investigación.
Aquel departamento estaba en uno de los mejores edificios del centro de Kioto e incluso tenía una de las mejores vistas.
Al llegar, Kasumoto fue quien lo recibió.
—¡Qué bueno que estás aquí Katsumoto! — dijo Yuta con una sonrisa mientras entraba a toda prisa en aquel gran departamento de lujo—¡Creo que ya se cómo podemos armar este rompecabezas! — empezó a explicar muy emocionado.
—Señor— Dijo Katsumoto con su tableta en manos, tenía una noticia que darle a Yuta, pero este seguía hablando muy eufórico.
—¡Creo que ya se cómo podemos juntar todas las pistas de este caso! ¡Necesito que busques algunos expedientes de las víctimas! Y de paso sería bueno buscaras información sobre si hay algún hechicero que pueda manipular animales, en este caso, los cuervos— seguía hablando muy emocionado.
—¡Los cuervos no son una coincidencia! ¡Ellos son el medio por el cual el asesino dan con su objetivo! ¡Empiezo a creer que esto es un trabajo de dos personas y no de uno solo!— movió sus manos de un lado a otro.
Pero su asistente sólo guardaba silencio.
—¿Katsumoto me estas escuchando? — Yuta sonó molesto.
—Lo escuche fuerte y claro señor... pero... hay algo que debo decirle — comento el asistente con nerviosismo.
—¿Y qué es?— Yuta miro fijamente a su asistente. Tenía una expresión muy seria.
Katsumoto tomo un respiro profundo y se armó de valor para por fin hablar.
—He logrado encontrar el paradero de la señorita Maki Zenin...hace rato fui a confirmar esa información que había encontrado días atrás sobre ella y hoy puedo decirle que es verídico.
—¿Y Dónde está? — Yuta se acercó rápidamente a su asistente y le sujetó de los brazos —¿Puedes llevarme a verla enseguida? ¿Dime que ella está bien?
La mirada de Katsumoto se desvió hacia el suelo.
—Lo siento señor... pero Maki Zenin está muerta.
Yuta soltó a Katsumoto, se había quedado helado con aquella revelación.
—¿Qué?— esa palabra salió con dificultad de su boca, sentía su sangre irse al suelo.
El asistente siguió hablando.
—La información que encontré en uno de los registros civiles, mencionaba el posible lugar en donde presuntamente ella se encontraba enterrada y hoy en la tarde fui a confirmar eso... — le mostró aquella tableta, la cual mostraba una fotografía de una tumba.
El hechicero estaba en Shock. Parecía que se iba a desvanecer.
—Lo siento mucho señor pero pareciera que los rumores eran ciertos. Maki Zenin ha muerto. Ella murió hace seis años atrás...
Yuta sintió que su corazón dejo de latir.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
En el siguiente capítulo.
—¡Ahí están!— grito Yuudai con emoción al ver a aquel grupo de adultos quienes admiraban los fuegos artificiales.
—¡Mamá!— grito Yurika corriendo hacia ellos. Llamando la atención de todos sus familiares.
Yuta iba detrás de esos mellizos. Pero entre más se acercaba a aquella "familia", su rostro empezó a mostrar sorpresa e incredulidad.
Su corazón dio un vuelco cuando todos esos adultos se giraron a verlo. Sus bocas y ojos se abrieron de tal forma, que era como si todos ellos hubieran visto a un fantasma.
—¡Mamá, él es nuestro amigo del centro comercial!— dijo Yurika con gran alegría.
—¡A él te queríamos presentar!— dijo Yuudai recuperando el aliento.
Ambos niños se pararon en medio de Maki y Yuta. Quienes estaban a menos de un metro de distancia.
El cerebro de Yuta quería hacer corto circuito, esto porque solo unas horas atrás él había visitado "su" tumba. Pero esa mujer frente a él no era un fantasma.
Y Después de siete años, Yuta y Maki por fin se veían una vez más.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
Notes:
¡Espero les haya gustado este capítulo!
Y Díganme ¿Qué les pareció el capítulo? ¿Cómo les está pareciendo este fic?
Así es, ¡Ya en el siguiente capitulo habrá el reencuentro entre Maki y Yuta! ¿Qué creen que pase en ese reencuentro? 👀, estaré leyendo sus teorías.
También en el siguiente capitulo sabrán el día del cumpleaños de los Mellizos.
Y díganme ¿Cómo están después del impactante capítulo del manga y con el capítulo pasado del anime? Yo la verdad tengo muchos sentimientos encontrados. Sobre todo, por el final que tuvo Gojo en el manga y el por fin ver el sellado de Gojo en el anime. ¡Y TODO ESTO EN LA MISMA SEMANA, EN SERIO GEGE ESTA DEMENTE!
En fin, también quería darles las gracias por el apoyo y recibimiento que ha tenido este fic ❤️ No pensé que esta historia fuera a gustar tanto 👀 En serio, muchas gracias por sus lecturas, comentarios y votos, eso motiva muvho a seguir escribiendo esta historia que en serio, espero les guste y más que viene muchas cosas en la trama.
Nos seguimos leyendo ♥️
Chapter 10: 09. Reencuentro Bajo Los Fuegos Artificiales
Notes:
La espera ha terminado, tanto en este capítulo se dará el tan esperado reencuentro entre Maki y Yuta, así como también descubrirán cuando es el cumpleaños de Yurika y Yuudai. Y de paso algunos datos y pistas más sobre lo ocurrido con Maki para librarse del clan Zenin.
Además que verán la interacción entre Megumi y los demás con esos adorables niños ❤
La verdad, quería subir este capitulo la semana pasada pero el tiempo me consumió. Aun así, espero les guste. Y Sin más que lo disfruten ❤
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
14 de Julio
03:55 p.m.
—¡Papá!
Yurika y Yuudai Gritaron con gran emoción al ver a Megumi entrar por la puerta principal de aquella casa.
Ambos niños se abrazaron a él con demasiado cariño y fuerza, que incluso eso hizo que aquel adulto diera un paso hacia atrás con todo y maleta.
—¡Qué bueno que ya estás aquí!— dijo Yuudai dando brincos de alegría.
—¡Te extrañamos mucho!— dijo Yurika mirando a Megumi con una gran sonrisa.
—¡Si! ¡Ya queríamos volver a verte!— comento Yuudai también con una gran sonrisa.
—¡Tenemos tantas cosas que contarte!— contesto Yurika sin dejar de sonreír.
Megumi soltó un suspiro y su rostro se suavizo, en sus labios apareció una pequeña sonrisa al ver a esos dos abrazados a él.
Aquella forma tan alegre en la que se dirigían a Megumi y el cómo lo abrazaban, solo demostraba el bastante cariño que esos mellizos le tenían a ese adulto, a quien querían demasiado como si fuera su verdadero padre de sangre.
—Y yo los extrañe a ustedes— contesto Megumi acariciando con cariño las cabezas de esos dos. Despeinándolos un poco como Gojo sensei solía hacerlo con él cuando esté era un pequeño malhumorado.
—¡Mamá! ¡Papá Gumi ya llegó!— grito Yurika en dirección hacia el patio.
—¡Papá ya está en casa! ¡Vengan!— grito Yuudai.
Ambos niños gritaron con emoción para advertirles a los demás invitados quien había llegado.
La mayoría de veces, Megumi aún se sentía incómodo cuando esos mellizos le decían "Papá" a pesar de que ellos sabían la verdad sobre que él no era su verdadero padre. Sino su padrastro ante la ley.
—¿Y acaso no hay saludo para mi?— pregunto una voz femenina llena de alegría, la cual también había llegado junto a Megumi.
—¡Tía Miki!— gritaron Yurika y Yuudai con gran emoción al verla.
Ambos niños se soltaron de su padre y fueron a abrazar a Tsumiki, quien había entrado detrás de Megumi también con una maleta.
Ambos adultos habían traído el suficiente equipaje para quedarse por varios días como acostumbraban a hacer en aquellas fechas de Julio.
—A mí también me alegra verlos de nuevo y díganme ¿Cómo se han portado? ¿No han estado haciendo travesuras verdad?— pregunto con una gran sonrisa mientras se ponía de cuclillas para acariciarles las mejillas.
—¡Nos hemos portado muy bien!— contesto Yuudai soltándose de esa mujer para mover animadamente sus brazos.
—¡Incluso en la escuela nos ha estado yendo bien! ¡Hemos sacado muy buenas notas en matemáticas y Japonés!— Yurika dijo aquello con una gran sonrisa mientras aún abrazaba a Tsumiki.
—¡Además tenemos un nuevo amigo!— contesto Yuudai moviendo sus manos.
—Me alegra escuchar eso— contesto Tsumiki mientras se ponía de pie y acariciaba el cabello de ambos—Por portarse bien y sacar buenas notas, les preparare sus galletas favoritas— tenía una suave sonrisa en sus labios.
Aquellas palabras hicieron que ambos pequeños gritaran más fuerte de alegría.
—¡Gracias tía Miki! ¡Muchas gracias tía Miki!— dijeron en coro esos mellizos mientras volvían a abrazarla.
Aquellos gritos de alegría, hicieron que la madre de esos dos riese un poco al ver aquella escena antes de dirigirse a sus invitados.
—Qué bueno que ya llegaron— Maki no tardo en aparecer, ella había entrado por la puerta de cristal que daba hacia el patio. —Ya solo faltaban ustedes dos de llegar para empezar a prepararnos para irnos al festival.
Detrás de ella entraron otros tres adultos, quienes quizás estaban incluso más emocionados que esos niños de ver ahí a los demás invitados.
—¡Oh! ¡Es Megumi Y Tsumiki chan!— dijo Itadori con gran alegría.
Aquel atlético adulto traía una pelota entre sus manos ya que andaba jugando con esos dos niños en el patio, cuando de repente esos pequeños sintieron la energía de Megumi minutos atrás.
—¡Al fin llegaron! ¡Aunque esta vez nosotros podemos admitir que les ganamos en llegar primero!— contesto Nobara con una gran sonrisa en los labios. Su mano derecha apunto a Megumi mientras su mano izquierda iba a sus caderas.
—¡Atún!— Toge levantó una mano en señal de triunfo.
—¿De qué diablos están hablando ustedes tres?— Pregunto Megumi un tanto molesto, levantando las cejas ante tales palabras.
En cambio, Tsumiki llevó su mano a sus labios para tratar de calmar la risa de complicidad que quería salir.
—¡Estamos diciéndo que por esta ocasión te ganamos en llegar Fushiguro kun!— contesto Itadori chocando la palma con Nobara e Inumaki.
—¡Si! ¡Siempre llegabas primero pero esta vez te ganamos!— Nobara choco las palmas.
—¡Salmón!
—¡Inumaki senpai tiene razón! ¡Ahora debes cumplir con la apuesta por haber llegado tarde!— completo la peli naranja.
Aquello hizo que Yurika y Yuudai sonrieran también, ya que sabían que entre esos tres adultos habían hecho una pequeña apuesta y se habían puesto de acuerdo para llegar mucho antes que su padre y su tía solo para molestar a Megumi.
—¿Y Desde cuando esto se volvió una estúpida apuesta o una carrera por ver quien llega primero aquí?— pregunto Fushiguro con molestia, incluso tenía un pequeño tic en el ojo —Además, no hemos apostado nada ¡Trio de idiotas!
—¡En realidad Fushiguro, desde ayer en la noche ya nos habíamos puesto de acuerdo! ¡Eso te pasa por no leer los mensajes del grupo de chat!— contesto Itadori con alegría mientras seguía jugando con Yuudai y Yurika, haciendo que esos dos pequeños saltaran para tratar de alcanzar la pelota que traía en las manos.
— ¡Y de paso, llegamos al acuerdo de que esto lo haremos de ahora en adelante por lo que resta del año!— Nobara trono los dedos.
—¡Y se acordó que el último que llegue hará la cena para los demás! ¡Y como esta vez hemos ganado!— tenía una gran sonrisa en el rostro.
—¡Megumi, mañana tendrás que hacernos la cena!— comento con tono de triunfo.
—¡Shake!— Inumaki levantó el pulgar.
Megumi solo entre cerro los ojos por las palabras de aquellos idiotas.
En cambio, Tsumiki ya no pudo soportar las risas y soltó algunas carcajadas, porque sabía que esos tres decían aquello para molestar a su hermano. Ella sabía que todo lo que decían esos tres era mentira, no había nada de eso que dijeron en el chat.
Incluso Yurika y Yuudai rieron al ver la cara de molestia de su padre.
También entre aquellas risas se les unieron las risas de Nobara, Itadori y Toge. La verdad el ambiente dentro de aquel hogar era agradable y alegre la mayor parte del tiempo.
De verdad, Megumi parecía muy molesto con esa estúpida broma dentro de su "casa".
—¡Caíste! ¡Solo bromeábamos Fushiguro kun! — comento Nobara dándole una palmada en el hombro— Debiste ver tu cara.
—¡Si! ¡Solo fue una broma! ¡El último que llegue no hará la cena!— contesto Itadori también yendo a darle unas palmadas en el hombro.
—¡Salmón!— Toge hizo unas señas con sus manos antes de darle una palmada en el hombro.
Megumi solo respiro profundamente para tratar de calmarse, mientras Yurika y Yuudai iban a abrazarlo.
—¡Perdónalos Papá!— suplico Yurika.
—¡Ellos solo querían jugarte una broma!— suplico Yuudai.
—¡No te enojes con nuestros tíos!— comento Yurika haciendo ojos de cachorro.
—¡Por favor no los mates!— Yuudai también puso ojos de cachorro.
Megumi suspiro.
—Está bien— contesto tajantemente —Pero a la siguiente no los perdonaré— él solo lo hizo por esos mellizos.
Esos niños se abrazaron más a él en señal de agradecimiento.
Unos aplausos llamaron la atención de todos los ahí presentes.
—Bueno, por fin estamos toda la familia reunida una vez más— comento Maki con una sonrisa mientras miraba a sus invitados— Es hora de que nos vayamos arreglando para ir al festival.
Sus hijos dieron unos saltos de emoción al escuchar esas palabras.
Ambos se miraron por un momento e intercambiaron una gran sonrisa. Aún faltaba un adulto más a quienes presentarles.
Aquel adulto que era también miembro importante de esa familia.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
Mientras tanto. En el lado tradicional de Kioto, más específicamente en un antiguo cementerio.
04:12 p.m.
El corazón de Yuta se detuvo momentáneamente. Sus manos se aflojaron, cayendo a sus costados de manera abrupta.
Su respiración se cortó al leer el nombre escrito sobre aquella fría lápida.
"禪院真希" (Zenin Maki)
Decía aquella fría loza escrito con un negro tan penetrante como la noche.
—Llegué demasiado tarde...— su voz se quebró. Aquel llanto era de dolor y de arrepentimiento puro.
Yuta se derrumbó, cayendo sobre sus rodillas mientras veía que aquella tumba era real. No era un mal sueño del que quisiera despertar.
Volvió a leer aquel nombre tallado en la piedra. Tenía los mismos caracteres con los que sabía se escribía el nombre de aquella mujer que tanto amo en su juventud.
Incluso las tablillas tuobas, las cuales ya se veían muy viejas y desgastadas por el pasar de los años, tenían en todas ellas aquel nombre póstumo que le habían dado a aquella chica. Donde sobresalía la palabra "Fuerza y Belleza" junto con su nombre.
—¡Maki! ¡Perdoname!— Yuta empezó a llorar desconsoladamente. Sus manos se hicieron puños.
—¡Debí haber ido a buscarte aquel día! ¡Debí haberme bajado de ese estúpido tren para ir detrás de ti! ¡No sabes lo cual arrepentido estoy!— grito desgarradoramente.
Incluso Kasumoto, quien estaba a unos pasos de su jefe, seco sus lágrimas al ver tal escena.
Nunca imagino ver a ese hombre de esa manera. Aquel considerado como el sucesor de Gojo Satoru, estaba quebrandose de tal forma, que no parecía ser él mismo.
Kasumoto hasta temía por su vida. Tanto por aquella escena, como por la información que había encontrado sobre esa tumba.
—¡No sabes lo que daría por volverte a ver una vez más! ¡Maki! ¡Quiero disculparme por el idiota que fui por haberme dejado arrastrar por Satoru! ¡Nunca debí alejarme de ti!— sus manos acariciaron la lápida donde estaban enterradas las cenizas de su amada.
Por un momento tomo el collar con los dos anillos que siempre cargaba en su cuello —¡Quería pedirte matrimonio aquel día! ¡Debí decirte que te amaba mil veces más!— apretó con fuerza aquellos anillos mientras seguía llorando.
—¡Perdóname Maki! ¡Perdón! ¡Nunca te deje de amar y ahora te he perdido para siempre!— sus gritos hicieron eco en toda aquella zona, que incluso los cuervos salieron volando.
Las lágrimas de aquel hechicero eran tan amargas como el mar. Sus lamentos eran desgarradores y su cuerpo quería morir para así estar junto a su amada en aquel instante.
Yuta se aferró a aquella lápida mientras seguía llorando desconsoladamente. No quería moverse de ahí. Sentía su corazón marchitarse mientras sus lágrimas caían en esa fría piedra.
Kasumoto no quiso interrumpirlo. Así que lo dejo llorar sobre aquella tumba por un rato mientras él lo acompañaba en silencio.
Incluso se sentía culpable porque presentía que la sede de hechicería tenía que ver en esto.
05:05 p.m.
Después de casi 45 minutos de llorar, de gritar con furia y lamentarse por el dolor de haber perdido a la mujer que amaba.
Yuta por fin empezó a tranquilizarse. Pero aun así seguía en estado de Shock mientras estaba sentado a un lado de dicha tumba.
Kasumoto regreso con un ramo de flores, de paso compro algo de incienso y pidió prestado un pequeño balde de madera y una pequeña "pala" para así poder hacer la limpieza y la purificación correspondiente de la tumba como decía la tradición.
—¿Señor?— el asistente llamo a Yuta para ofrecerle una botella de agua.— ¿Gusta un poco de agua? De paso le he traído esto— levantó aquella cubeta y el ramo de flores—para rendirle respeto como es debido a esta tumba— mostró todo aquello que había conseguido.
Yuta solo suspiro, tomó aquella botella y la abrió para darle un trago. Bebiendo aquella agua que su garganta necesitaba después de gritar y llorar como nunca. Incluso sus ojos estaban hinchados y hasta sus ojeras estaban super remarcadas.
—Gracias Kasumoto — Yuta dijo con la voz apagada. Se levantó del suelo, se sacudió la tierra y se quitó la sudadera.
Y así como dictan sus tradiciones, Yuta comenzó con aquella ceremonia, comenzando con el Osoji.
Primero tomo el agua de aquella cubeta con aquella pequeña pala, para así empezar con la purificación de aquella tumba, vertiendo poco a poco el agua en aquella lápida, haciendo que esta adquiriera un tono entre gris y azulado debido a la humedad que penetro en aquella piedra.
Sentía que él debía hacerlo en silencio para honrar la memoria de Maki, y mientras purificaba la tumba con aquella agua, Yuta empezó a recordar los buenos momentos que pasó junto con ella en vida.
Recordó la primera vez que se conocieron, su primera misión, sus entrenamientos, su primer beso, su primera salida juntos, recordó el día cuando formalizaron su relación, así como su primera cita, recordó también las veces que durmieron juntos, así como también su primera vez en la intimidad y en el sexo, recordó los tres festejos de cumpleaños que pasaron juntos y también recordó las últimas vacaciones que tuvieron antes de separarse y miles y miles de recuerdos más lo bombardearon mientras terminaba de verter aquella agua que purificaba los pecados.
Una vez termino la parte inicial del ritual. Yuta inició el siguiente paso, el cual era el Osenko y Ohana. Que consistía en poner flores y prender incienso para colocarlos en los soportes que contaba aquella tumba delante de esta.
Kasumoto le ayudo a prender el incienso, el cual fue puesto en los dos pilares que tenía aquella tumba.
Las flores que le compró su asistente, eran hermosas y venían en tonos rosas, amarillos y blancos
Yuta las acomodo de tal manera que adornaran aquella tumba.
—Estas flores me recuerdan mucho a ti Maki san— una leve sonrisa apareció en sus labios —Aunque sé que los arreglos de flores nunca te gustaron porque se te hacían demasiado cursis y decías que era un regalo muy pasajero — dijo Yuta secando sus lágrimas y juntando sus manos en señal de oración.
Y así empezó a hacer aquel último paso de todo ese ritual, el Oinori. El cual consistía en hacer oraciones y dar agradecimientos.
Kasumoto acompaño a su jefe en silencio, juntando sus manos en señal de rezo.
Yuta le agradeció a Maki el haberlo hecho feliz durante sus años en la academia, al igual que le siguió suplicando perdón por haberla abandonado y por no regresar por ella. Pedía perdón por haber sido un "cobarde"
—Muchas gracias por todo lo que me diste en vida Maki san, todos los buenos momentos así como los de lucha y de desafío que me convirtieron en el hombre que soy hoy en día — dijo haciendo una reverencia.
— Agradezco que hayas sido mi cielo brillante en un día de invierno— soltó un suspiro que llevaba todo su dolor.
—Solo espero que me perdones por haber llegado demasiado tarde y quiero que sepas que siempre te he amado y que nunca deje de pensar en ti y que siempre te seguiré amando hasta el fin de mi vida. Donde espero que en el más allá me recibas al momento de mi muerte— dijo aquello una vez dejo de rezar.
Kasumoto apretó los labios al escuchar todo aquello.
Yuta acaricio levemente la loza donde estaba el nombre en Kanji de Maki. Aun así algo le inquietaba al segundo hechicero más fuerte.
—Kasumoto....— nombro a su asistente. Podía notársele más tranquilo y con la cabeza más fría.
—Dígame señor.
—Cuando viniste ayer, ¿Notaste si esta tumba estaba así de cuidada? Me refiero a si el pasto estaba recién podado — comento Yuta observando a su alrededor. Ya que las tumbas a los lados se veían un tanto descuidadas. Algunas de ellas incluso ya tenían hierbas y pasto creciendo por todos lados de la roca y unas más estaban tan descuidadas que sus lápidas estaban rotas y ya sin nombre.
—Si señor, además cuando pregunte a los encargados de este cementerio sobre esta tumba, se me comento que alguien pagaba cada mes para mantenerla limpia y cuidada— respondió el asistente tragando saliva ante tal pregunta.
—¿Y sabes quién es esa persona? ¿No te dieron más informes?— pregunto Yuta con curiosidad.
Kasumoto movió un poco los hombros.
—Al parecer y por lo que se me comento, esos gastos están siendo cubiertos con una aportación monetaria por parte de un miembro del clan Zenin, quien cada mes paga el mantenimiento de la tumba de su familiar.
—Ya veo...— suspiró. Eso le confirmaba que el clan Zenin sabía que Maki había muerto.
Yuta se acercó al epitafio que tenía aquella tumba para observar la información que habían puesto en ella.
—Zenin Maki— el hechicero empezó a leer en voz alta.
— Fecha de nacimiento, 20 de enero del 2002, fecha de fallecimiento, 07 de octubre del 2020— siguió leyendo.
—En memoria de nuestra gran amiga y hermana. Una gran Hechicera de primer grado de la prestigiosa academia de Tokio. La mejor usuaria de armas malditas. Siempre te recordaremos.
Decía aquella lápida.
Aquellas palabras hicieron que el corazón de Yuta recibiera más golpes. Trataba de aceptar la realidad.
—Kasumoto... ¿Sabes cuáles fueron las causas por las que murió Maki? — pregunto secándose las lágrimas.
El asistente miro a su tableta.
—Según los informes que encontré en la academia— suspiro— esta fue asesinada.
—¡¿Cómo que asesinada?! ¿Qué le hicieron? ¿Quién le hizo esto? — Yuta pregunto con una mezcla de sorpresa y molestia.
Kasumoto empezó a explicar lo que había encontrado.
—Bu- bueno señor, el reporte forense que tiene la sede de hechicería, menciona que la causa de muerte de Maki Zenin fue un corte en el cuello con un arma sin energía maldita, además que le encontraron varias heridas más en todo el cuerpo y una apuñalada con un arma de grado especial en el corazón. Nunca se supo quién fue y en el lugar donde la encontraron no había rastros de energía maldita— Miro a su jefe.
—¡Eso es imposible! ¡Maki era muy buena en defensa cuerpo a cuerpo e inclusive con armas! ¡Era imposible que alguien pudiera ganarle! ¡Incluso Yo siempre tuve dificultades para seguirle el paso! ¡Me niego a creer que alguien le quito la vida de esa manera!— comentó Yuta con sorpresa mientras sus manos iban de un lado a otro.
—Lo siento señor pero eso es lo que dicen los registros que encontré en la sede sobre este caso— el asistente explico con temor —Aunque también encontré un dato que no cuadra con todo esto...— temblo al sentir la energía maldita de Yuta ponerse muy densa ante aquella revelación.
—¿Y cuál es ese dato?— su voz sonaba con furia. Pero aun así, su corazón dolía debido a ese hallazgo.
En aquel momento, este hechicero tenía una extraña sensación. Sentía que debía poner a prueba a ese hombre en traje ya que la duda estaba sembrada desde ayer por parte de Yuki.
Yuta miro como su asistente aflojaba un poco el nudo de su corbata. Se le notaba super nervioso y tampoco el calor del verano ayudaba y eso que aquella tumba estaba cerca de unos árboles que les daba sombra.
Kasumoto empezó a explicar con nerviosismo —Encontré que el nombre de "Maki Zenin" se repite en dos informes diferentes con misma fecha y hora, pero emitidos en dos lugares diferentes.
—¿Cómo que se repiten en lugares diferentes? ¿A qué te refieres con eso?— pregunto Yuta con seriedad.
—Me refiero a que el nombre de Maki Zenin aparece tanto en el reporte oficial entregado a la academia por parte del forense, pero al mismo tiempo, apareció en una única ocasión en un reporte médico donde se informa que una chica de dieciocho años ingreso de emergencia a un hospital de esta ciudad...— empezó a explicar el asistente.
—¿Y qué tiene que ver todo eso con Maki? ¿Acaso ella realmente murió asesinada o murió de otra causa?— pregunto molesto.
—No lo sé con exactitud señor. Ambos informes son muy contradictorios entre si — dijo Kasumoto en un chillido.
—El informe que tiene la academia como oficial sobre la muerte de esta, menciona que una mujer de aproximadamente 18 años e identificada con el nombre de Maki Zenin, fue encontrada asesinada en un callejón alrededor de las 05:30 p.m.— su voz hizo una exclamación de sorpresa.
—¡Pero! El informe médico que encontré en uno de los registros de esta ciudad, menciona que ese día y aproximadamente a esa misma hora, en un hospital particular de Kioto, se explica que una paciente identificada con el nombre de "Maki Zenin" ingreso de emergencia a sus instalaciones. Ambos casos se sitúan en esta misma ciudad, a la misma hora pero a una gran cantidad de kilómetros de distancia entre ambos lugares— trato de explicar de la mejor manera que pudo.
—¿Entonces a cuál de esos dos informes debo creerle?— comento Yuta con furia. —¿Acaso estas jugando conmigo?
Kasumoto trago saliva —¡No Señor, no estoy jugando con usted!— chilló de miedo.
Yuta trató de tranquilizarse, pero de verdad su energía maldita asfixiaba demasiado.
—De acuerdo, ¿Me estas tratando de decir que Maki Zenin estuvo en dos lugares diferentes pero al mismo tiempo el día en que murió?— pregunto Yuta con seriedad.
—Así parece señor...
—Explícate— ordeno Yuta con frialdad.
—Bueno... — Kasumoto empezó a explicar — como usted me ordeno, empecé a buscar en todos los registros civiles y en los hospitales de esta ciudad y encontré una pista sobre Maki en un informe médico con la misma fecha y hora que dice el reporte forense que tenemos en la academia—Miro a Yuta con seriedad.
Kasumoto trago saliva, miró a su tableta y volvió a explicar sus hallazgos.
—Y como ya le expliqué anteriormente y según los informes que consulté, ese día, un 07 de octubre de hace casi siete años atrás, una mujer con el nombre de "Maki Zenin" había sido ingresada de emergencia a un hospital, pero al mismo tiempo, en un callejón del antiguo barrio de Kioto, se habían levantado el informe sobre que un civil había encontrado el cuerpo sin vida de la hechicera "Maki Zenin". Ambas coincidían en ser mujeres de piel blanca, ojos color miel y cabellos oscuros— miro a la tumba.
—Esto es muy extraño ¿Cómo puede estar la misma persona al mismo tiempo en dos lugares diferentes? Y aún más extraño es ¿Cómo en un lugar la reportaban ya como muerta y en el otro aún con vida?— pregunto Yuta llevando su mano a su boca. Estaba muy pensativo por todo aquello.
—¿Cree que se trate de una técnica ritual de metamorfosis? O ¿De Suplantación de identidad?— pregunto Kasumoto.
—Lo dudo de la metamorfosis, esa técnica es muy extraña y se necesita un grado muy avanzado en hechicería para realizarlo— movió un poco la mano— A no ser que alguien se haya hecho pasar por Maki, pero ¿Quién y por qué haría eso?— contesto Yuta analizando aquella información.
—Por eso le comento señor que todo este caso es muy extraño... algo no cuadra en todo esto— soltó el asistente.
Yuta tomo un largo respiro para tratar de calmase.
—Está bien. Y dime Kasumoto — estaba muy a la defensiva
—¿Qué fue de esa otra "Maki"? La del hospital ¿Por qué fue ingresada?— pregunto molesto. Quizás aquello era una mentira por parte de Kasumoto y de toda la sede. Pensó.
—Por el único reporte médico que encontré, dice más específicamente que ella ingresó al área de urgencias obstétricas— comentó con temor por lo que había encontrado y de verdad no sabía cómo podría tomarlo su señor.
—¿Por qué causa?
Kasumoto tomo un leve respiro.
—Por un parto prematuro...
Aquellas palabras sorprendieron demasiado a Yuta. Que hasta sus ojos se abrieron de golpe.
—¿QUÉ?— Salió Automáticamente de su boca. Sintió su alma abandonar su cuerpo. Aquella noticia le había caído como un balde de agua fría.
Kasumoto siguió leyendo—El informe menciona que aquella "otra Maki", la que ingresó de emergencias a ese hospital, dio a luz ese siete de octubre —observo a Yuta— Y Por la poca información que encontré, se dice que fue un parto doble.
—¿Doble? ¿Te refieres a que dio a luz a dos bebés?— pregunto Yuta con confusión. No podía creer lo que estaba escuchando.
—Así es, según dicha información "esa otra Maki" dio a luz a dos bebés prematuros de 33 semanas. Gemelos para ser más exactos, pero no se especifica el sexo de los bebés — explicó Kasumoto.
Yuta estaba en shock
¿Cabía la posibilidad de que la Maki a quién amo y abandonó, estuviera embarazada al momento en que él se fue del país?
Todo aquello movió más los sentimientos de Yuta, haciéndolo sentir más confundido y hasta más culpable de haberse ido.
—¿Y si Maki estaba embarazada cuando yo me fui?— se cuestionó en voz alta, sus ojos se llenaron nuevamente de lágrimas y sentía que la culpa lo iba a destrozar y llevar a la locura si aquello resultaba ser cierto. —¿Y si la verdadera Maki era la del hospital y no la del callejón?— llevo de nuevo su mano a su boca.
Pero en el fondo, sentía que algo no cuadraba.
¿Y si tan solo estaban jugando con él como había dicho Yuki? Sentía que ya no podía confiar en nadie. Todo aquello sonaba a una broma, a que quizás era falsa esa información. Pero a la vez, su corazón tenía una sospecha de que aquello era real.
—Kasumoto Y ¿Qué paso con esa mujer? Y más importante aún ¿Qué paso con esos bebés? Y ¿De dónde conseguiste toda esta información?— pregunto Yuta con seriedad.
—Le pido una disculpa mi señor, pero me tomé el atrevimiento de burlar el protocolo de la academia y de buscar más cosas sobre este caso por mi cuenta abusando de mi autoridad como director asistente ...— hizo una leve reverencia, pero eso no calmaba la molestia de Yuta.
—Y sobre lo que paso con esa mujer y esos bebés... bueno— Kasumoto trago saliva —Según los informes dicen que ellos...— las palabras no pudieron salir de su boca. Cerró los ojos con fuerza para tratar de no llorar.
—¿Ella Murió? — pregunto Yuta con temor —¿Esos bebés también murieron?
—Lo siento señor... pero así parece—dijo Kasumoto antes de guardar silencio y de apretar los labios. El miedo era más fuerte que cualquier otra cosa.
—Entiendo... — paso sus manos por su rostro, se sentía frustrado —Si dices que ella ingreso de emergencia y dio a luz a esos bebés prematuros, eso solo puede significar que los tres hayan muerto — Yuta suspiro e interpreto aquel silencio de esa manera.
Parecía que la muerte solo acechaba a quienes amaba.
Aquel hechicero tocó una vez más los anillos que tenía colgando en el cuello y de paso, miro la tumba de aquella mujer.
—¿Cómo era posible que Maki estuviera en dos lugares al mismo tiempo el día de su muerte? ¿Cuál de las dos informaciones era la correcta? ¿Realmente cuál de las dos Maki's era la real? — Se cuestiono mentalmente.
Y ahora, aquel tema del embarazo era una pista que no dejaba de hacer eco en su cabeza.
—Ahora con todo lo que me has dicho Kasumoto, tengo una rara sensación de que quizás la persona que está aquí enterrada no sea "mi Maki"— dijo Yuta con seriedad.
—¿Por qué dice eso, señor?— pregunto el asistente muy confundido.
Yuta lo miro con seriedad.
—Me refiero a ¿Cómo estoy seguro que me estás diciendo la verdad? ¿Quién realmente está enterrada aquí? ¿La Maki del hospital o La Maki que fue encontrada en ese callejón? Y más importante aún ¿Quién dio aviso al clan Zenin y a la academia sobre su muerte?— cuestionó con dura voz.
Kasumoto tomo un respiro.
—El reporte dice que la "Maki Zenin" que está enterrada en este lugar, era la mujer que fue encontrada en ese callejón.
—¡¿Y Cómo están tan seguros de que es ella?!— pregunto Yuta con molestia.
—Porque quien identificó a la "Maki" del callejón fue ni más ni menos que su hermana Gemela, Mai Zenin, ella fue quien dio aviso a la academia y de paso a su clan sobre la muerte de su hermana...— el asistente explicó.
Luego miro a su tableta —Y sobre la otra mujer y los bebés que tuvo, al parecer no existe más información, pareciera que alguien destruyo todos los documentos y reportes referentes a ella y a esos pequeños, y eso es muy extraño— respondió
—Oh...
Yuta soltó una vez más sus manos a sus costados. Si Mai había sido la que identificó a su hermana entonces esa información era real. Aquella que estaba en esa tumba era su "Maki".
—Así que con esto se confirma el rumor de que "una gemela estaba viva y la otra muerta" — seco unas lágrimas —y quien está muerta es la Maki a la que yo amo...— contesto Yuta mirando al suelo, se sentía derrotado.
Kasumoto guardo silencio.
Yuta se sentía con el corazón destrozado. Quizás tenía que aceptar esa realidad.
—Quizás "la Maki" del hospital se deba a un error ortográfico y me toque aceptar que aquí está enterrada la verdadera Maki...— dijo el hechicero en voz baja — Lastima que los muertos no hablan y sus fantasmas no aparecen cuando uno quiere...
Dijo con el corazón destrozado.
06:00 p.m.
El cielo sobre ellos estaba oscureciéndose. Y la puesta del sol no tardaría en suceder.
Después de pasar unos minutos más asimilando toda esa información.
Yuta miro su celular, debía ya decirle adiós a Maki ya que aquel cementerio estaba a punto de cerrar y él tenía que ir a otro lugar.
—Maki, es hora de irme... no olvides que te amo... espero volver a visitarte muy pronto— susurro acariciando aquella fría piedra para despedirse.
Yuta dio unos pasos, recordó que había dos personas esperándolo y que aunque tuviera el corazón roto, debía cumplir su promesa de ir con ellos.
—Kasumoto, necesito que le avises a Satoru que me tomare unos días de este caso. Tú también deberías tomarte un descanso. Todo este asunto me trae agobiado.— Camino a su lado, mientras el asistente iba detrás de él.
—Como usted diga señor.
—Y de paso, necesito que me lleves a cierta zona de la ciudad. Le prometí a dos personitas que los vería en cierto festival— Ordeno Yuta.
Aquellas palabras hicieron que Kasumoto se detuviera de golpe.
—¿Va a ir a ver a esos dos niños? ¿Volvió a encontrarse con ellos? ¿Con Yurika y Yuudai?— pregunto con intriga.
—Si. Ayer me los encontré mientras caminaba por cierto barrio y les prometí que hoy iría con ellos a un festival. Así que quiero llegar pronto para pasar el mayor tiempo posible con ellos como se los prometí.
—¡Señor hablando de esos niños! ¡Tengo algo importante que decirle sobre ellos!— Kasumoto de nuevo volvió a comportarse extraño. Parecía alterado.
—¿Qué dijiste?— Yuta se dio la vuelta y lo miró fijamente.
—¡Señor, estuve investigando a esos dos niños y he dado con su apellido! ¡El cual es Fushig— fue interrumpido muy agresivamente.
Yuta dejó liberar a Rika, quien rápidamente atrapó a Kasumoto entre sus manos como si fuera una jaula, amenazándolo con aplastarlo.
—¡Te dije claramente que no quería que investigaras a esos niños por respeto a ellos y a su familia!— Yuta grito furioso.
—¡Pero hay algo importante que debo decirle sobre ellos!— suplico.
Rika soltó un horrible gruñido en la cara de este.
—¡Yuta quiere que te calles!— gruño la maldición con el asistente entre sus garras.
—¡Piedad!— suplico Kasumoto —¡Juro que no lo hice con mala intensión! ¡Solo lo hice porque sospecho que esos dos son algo importante para usted!— dijo con un hilo de voz.
Yuta lo miro con una mirada asesina.
—La verdad, me estas empezando a dar razones suficientes para sospechar y pensar en que no puedo confiar ni en ti ni en Satoru ni en nadie de la sede— comento muy molesto.
—¡Por favor! ¡No me haga daño! ¡Juro que puede confiar en mi!— suplico Kasumoto entre lágrimas.
—Me has dado más motivos para creer lo contrario...— Yuta hizo una seña con su cabeza, haciendo que Rika soltara a aquel asistente, quien cayó abruptamente al suelo.
—¡Ahora, te ordeno que me lleves hacia el lugar que te estoy pidiendo y de paso quiero que dejes en paz a esos niños!— se giró muy molesto —Si quieres renunciar a ser mi asistente puedes hacerlo. Porque yo también estoy pensando muy seriamente en renunciar a este caso— comento caminando hacia la salida de aquel cementerio.
Kasumoto solo tembló por el miedo que le provocaba Yuta. Aun así, decidió acompañarlo y llevarlo a donde el pidió.
◈ ━━━━ ♡ ━━━━ ◈
07:20 p.m.
La noche ya había caído en Kioto y la primera noche del festival del Yoiyama ya había iniciado.
Había demasiados puestos de comida y juegos. Además de muchas familias, grupos de amigos y parejas disfrutando de la noche.
La mayoría de las personas traían Yukatas cómodas para el verano.
Se podía ver a toda esa gente ir y venir y estar divirtiéndose en aquel lugar.
Y eso mismo era para aquella familia, quienes iban de un lado a otro divirtiéndose entre los puestos de juegos y comida.
—¡Ahora quiero ir a ese juego!— comento Yurika jalando la mano de su tía Nobara.
—¡Por aquí! ¡Vamos tío Yuji! ¡Tio Toge no te quedes atrás!— decía Yuudai también jalando la mano de esos dos adultos.
Esos dos niños llevaban unos bellos yukatas. El de Yurika era en color lila con unas pequeñas flores blancas y el de Yuudai era un verde con libélulas grises.
—¡Vamos! ¡No se queden atrás!— grito Yurika muy emocionada empezando a correr.
A su lado iba su hermano, mientras Nobara, Yuji, Toge y Tsumiki iban detrás de ellos.
—¡Corran más rápido! ¡O les ganare!— dijo Itadori arrebazando a esos niños.
—¡No es justo!— grito Yuudai.
—¡Si que eso no es justo! ¡El tío Yuji es muy rápido!— dijo Yurika sacandole la lengua.
—¡Salmón!— este también corrió a un lado de esos niños.
—¡No nos dejen atrás!— grito Nobara, quien iba al mismo ritmo que Tsumiki. Lento pero seguro.
También esos adultos iban vestidos con Yukatas de colores. Itadori llevaba puesto uno en color azul cielo. Toge llevaba uno en color negro con un cinto blanco. Nobara llevaba uno blanco con bellas rosas rojas y un cinto morado, mientras Tsumiki iba con un bello Yukata en rosa pastel y detalles en blanco y dorado.
Maki, quien iba a varios metros detrás de todos ellos caminando a un paso tranquilo, solo rio por ver como todos se divertían. Ella llevaba puesto un bello Yukata en color azul brillante y un lindo moño rojo en la espalda.
En cambio, Megumi suspiro al ver esa escena mientras caminaba al lado de esa peliverde. Este hombre llevaba un Yutaka en color azul rey.
—Esos niños no deberían alejarse tanto de nosotros, podría ser peligroso— dijo él en un tono un tanto de molestia y preocupación.
—Tranquilo Megumi. Ellos saben cuidarse bien y de paso, esta zona siempre ha sido muy segura incluso con mucha gente— comento Maki dándole un leve golpe en el brazo para que se tranquilizara —Para ser su padre de "mentiras" sí que te comportas como un padre de verdad.
Megumi sobo su hombro. Aquel golpe le dolió a pesar que Maki no uso toda su fuerza.
—¡Tsk! Solo lo digo porque me preocupa que les pueda pasar algo. Además, tu más que nadie sabe que aún debemos tener cuidado con el clan Zenin—La miró con seriedad — Y no solo de ellos, sino que también debemos cuidarnos de otros brujos y no debemos bajar la guardia y más ahora que anda el rumor de que anda suelto un "nuevo asesino de hechiceros".
Maki rodó los ojos.
—Sobre ese asesino, es solo un estúpido rumor, no creo que él nos haga nada— mintió y movió desinteresadamente los hombros — Y sobre el clan Zenin, sabes que todos ellos creen que estoy muerta desde hace seis años atrás.
—No todos y lo sabes muy bien — contesto Megumi en una mueca.
Maki chasqueo la lengua.
—Si lo sé, no tienes que recordarme que el estúpido de Naoya descubrió hace tres años atrás que yo seguía viva y que para mantenerlo con la boca cerrada, tuviste que cederle tu lugar como el siguiente líder del clan Zenin y de paso, Mai tuvo que irse con él para que esto fuera un "trato justo"— suspiró soltando el aire con mucho enojo — ¡De verdad como lo odio! ¡Si que fuimos muy descuidados “ese" día!
—Si. Pero por suerte en esa ocasión Tsumiki se había llevado a los niños y él no los descubrió, así que prácticamente ni él, ni el clan, ni la sede saben nada de ellos y eso es lo importante — comento Megumi mirando a lo lejos como su hermana tomaba las manos de esos dos niños, quienes se veían muy felices con ella.
—Lo sé y créeme, estoy super agradecida con todos ustedes por lo que están haciendo por Yurika, Yuudai y por mi. —miro a Megumi— Aunque a veces creo que te arrepientes un poco de haberle dado tu título de líder a Naoya, sino fuera así, desde hace tres años tu serias el líder actual — contesto Maki en un suspiro.
Así como decían aquellas palabras.
Hace casi siete años atrás, Maki había ocultado muy bien su embarazo tanto de la sede como del clan Zenin y con ayuda de Yuki y de Mei Mei, habían eliminado todo registro médico sobre la gestación y el nacimiento de Yurika y Yuudai, información que supuestamente habían mantenido en secreto. Eso hasta lo encontrado por Kasumoto en aquella tarde.
Y para hacerse pasar por muerta, Maki junto a Mai habían ingeniado un plan para que el clan Zenin pensara que la gemela mayor había sido asesinada.
Pero con lo que no contaban, era con que Naoya la descubriría un día, pero para que este no dijera nada, Megumi Intervino una vez más por sus parientes y él cedió su título como siguiente líder del clan para así proteger a Maki y a sus hijos, solo que a cambio, Naoya también decidió llevarse a Mai consigo para que "cada uno tuviera a una de las gemelas" y si no se hacia el trató como él quería, Naoya avisaría a todos en la sede de hechicería para aplicar la pena capital a Maki y los demás involucrados.
Realmente había muchas personas detrás de todo esto. Incluso el clan Zenin y el Clan Gojo también habían intervenido un poco para separar a Yuta de Maki ya que había intereses políticos de por medio.
Megumi suspiro —Realmente no me importaba ese título. Yo nunca me considere un Zenin.
Maki sonrió por esas palabras.
—Igual hubieras sido un gran líder, Megumi.
El azabache siguió hablando mientras caminaba aún al lado de Maki.
—Aun así, debemos estar atentos, escuche también el rumor de que Okkotsu senpai regreso a Japón.
—¿Quién?— la peli verde fingió demencia al escuchar ese nombre.
—Okkotsu Yuta. Tu más que nadie sabes de quien hablo.
Maki rodó los ojos.
—Si se de quien demonios hablas, pero sabes que para mí, ese idiota ya está muerto.
—Y ¿Qué les dirás a Yurika y Yuudai el día que te pregunten por su verdadero padre?— cuestiono con seriedad. — Sabes que él no es un fantasma.
—¡Agh!— Maki gruño —Pues ellos hasta el momento saben que su "verdadero padre" fue un cobarde que me abandono antes de que ellos nacieran. Aun así, les dije que les contaré todo sobre él solo hasta el día que sea necesario. Pero por el momento ya no quiero hablar de ese idiota, el cual solo me provoca dolor de cabeza — contesto molesta.
— Y ¿Qué se supone que harás si un día te lo encuentras por la calle? Escuche que está actualmente aquí en Kioto— pregunto Megumi con curiosidad.
Maki guardo un leve instante de silencio ante tal respuesta. Realmente no sabía cómo ella iba a reaccionar si un día lo volvía a ver.
¿Correría a abrazarlo? ¿Correría a golpearlo? ¿Le diría algo? ¿Acaso él la reconocería? Esas y más preguntas pasaban por la mente de Maki.
—mmm no lo sé, supongo que lo mataría— se mordería un poco la lengua al decir eso —Ahora Megumi, deja de hablar de ese idiota o juro que te golpeare a ti también.
El azabache solo suspiro.
—OK.
—¡Papá!— gritaron en coro los mellizos.
Maki sonrió por aquella palabra— Bueno Megumi, "tus hijos" te llaman, ve a atenderlos— lo empujó levemente.
Este solo rodó los ojos por aquello, pero aun así siempre se dirigía y atendía con calma a esos dos pequeños.
Aquella pequeña charla dejó pensativa a Maki y más que tenía un extraño presentimiento.
¿Podría ser que Yuta se estaba acercando?
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Casi media hora después de andar por aquel festival, Yuudai y Yurika le pedirían permiso a su madre para ir a buscar al amigo de estos. Ya que ambos niños sentían que Yuta ya estaba por esa zona.
De nuevo era como si la sangre les llamara. Esos niños sentían como si la energía de Yuta fuera una especie de hilo en tonalidades rojas y moradas que cruzaba por todos lados hasta guiarlos a él. Eso era lo que les avisaba que él se encontraba cerca.
—Mamá ¿Podemos ir a buscar a nuestro amigo?— pregunto Yuudai.
—¿Si Mami? ¡Por fis! Es una persona súper especial a la que queremos presentarte y él dijo que vendria y que nos encontraría por aquí— respondió Yurika.
—¡Presentimos que él ya está cerca de aquí!— comento Yuudai.
En ese momento, esa familia se encontraba muy cerca del templo donde se lanzarían los primeros fuegos artificiales de la noche. A esos niños siempre les gustaba ver aquel espectáculo y más en aquella zona, la cual siempre estaba más tranquila y sin tanta gente.
En aquel instante, los adultos estaban comiendo algunos platillos tradicionales que habían comprado y estaban sentados en las bancas de la pequeña colina a las afueras del templo, esperando ver el espectáculo sobre sus cabezas.
Maki suspiro un poco.
—Está bien, vayan pero no se tarden que los fuegos artificiales no tardarán en ser lanzados. Así que los quiero aquí pronto— dijo acariciando el cabello de sus hijos.
—¡Gracias Mami!— dijeron en coro los mellizos y empezaron a correr entre la gente, guiándose por donde decía su instinto.
Sentían que Yuta ya había llegado.
—¿Estas segura que deban ir solos?— pregunto Megumi a punto de invocar a su shikigami en forma de perro.
Pero Maki lo detuvo.
—Ellos estarán bien, además van a ir a buscar a un amigo que hicieron. Un niño.
—¿Estas segura?— pregunto Megumi con seriedad.
—Si, son mis hijos y confío en ellos. No creo que les pase nada malo— Respondió dándole una mordida a su brocheta.
Megumi suspiro.
—Tengo un raro presentimiento...— soltó en voz baja, acompañado de un suspiro.
Maki solo rodó los ojos por ese comentario que alcanzó a escuchar, pero decidió ignorarlo. Grave error porque desgraciadamente, Megumi siempre tenía la razón.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
08:25 p.m.
Yuta ya había llegado a aquel festival. Estuvo dando unas vueltas por aquellos puestos de comida y juegos.
Veía con nostalgia como todas las personas ahí se divertían y trataba de evitar mirar a las parejas, por el dolor que los recuerdos con Maki le provocaban y más ahora que había confirmado que ella había "muerto".
Mientras caminaba, por un momento saco el collar donde tenía aquellos dos anillos de compromiso. Los observo en la palma de su mano y sintió su textura metálica contra su piel.
—Primero fue Rika... y Después Maki... — suspiro — Quizás estoy maldito en el amor — dijo con desánimo, apretando por un momento aquellos anillos.
—¿Y si Maki estaba embarazada en el momento en que me fui? ¡Dios! ¡Debí ser el peor novio!— se lamentaba. Aquella cuestión no lo dejaba en paz y más desde que supo esa información de la "otra Maki y de esos bebés"
Estaba tan perdido en sus pensamientos que no se dio cuenta que dos pequeños lo venían persiguiendo desde hacía unos metros atrás. Tan perdido estaba que ni la demás energía maldita lograba detectar.
Las voces y las risas de esos dos, fueron lo que lo regresaron a la realidad.
—¡Yuta kun!
Aquellos gritos hicieron que el hechicero se detuviera y se girara a verlos.
Sentía que su corazón recuperaba un poco del ánimo y vida que había perdido hace horas atrás. No entendía el porqué pero siempre que daba con esos niños, sentía una paz y una alegría inexplicable.
—¡Yurika, Yuudai! — sonrió un poco al verlos. Había tardado unos segundos en reaccionar cuando esos niños corrieron hacia él para abrazarlo.
Se puso de cuclillas para saludarlos. Esos niños lo abrazaron tan fuerte, que el hechicero soltó unas lágrimas mientras acariciaba sus cabellos.
—¿Yuta kun, estas bien?— pregunto Yurika al verlo con los ojos vidriosos.
—¿Te paso algo malo? ¿Por qué estás triste?— pregunto Yuudai preocupado al ver sus marcadas ojeras.
—¿Por qué estás llorando?— pregunto la niña.
—Estoy bien— Yuta seco sus lágrimas— Es solo que tuve un mal día, solo son algunas cosas de adultos — mintió —No es nada por el que ustedes deban preocuparse— mostró una sonrisa serena —También estoy llorando porque estoy feliz de volverlos a ver.
Yurika y Yuudai sonrieron por eso.
—También nosotros queríamos volverte a ver — respondió Yurika volviéndolo a abrazar.
—Qué bueno que si pudiste venir. Nos alegra que hayas cumplido con tu promesa— contesto Yuudai abrazándolo una vez más.
Yuta correspondió aquel gesto. Sentía que su corazón encontraba paz y consuelo en aquel abrazo.
En ese momento, el cielo empezó a iluminarse y un gran estruendo empezó a llamar la atención de todos. Los fuegos artificiales ya habían comenzado.
—¡Rápido Yuta! — Yurika se despegó de él y le tomó de la mano.
—¡Nuestra madre está por aquí! ¡Queremos que la conozcas!— comento Yuudai también tomando la mano de Yuta.
—¡Y a toda nuestra familia también!— dijo Yurika con una gran sonrisa.
—¿Toda su familia está aquí?— pregunto el hechicero mientras era jalado por esos niños, cada uno tomándolo de cada mano.
Los tres iban caminando a toda prisa entre ese mar de gente. Mientras los fuegos artificiales continuaban iluminando el cielo.
—¡Si, Queremos que también conozcas a nuestros tíos y a nuestro papá!— Contestó Yuudai.
—¡Esperamos se lleven bien!— respondió Yurika.
—¡Quizás ellos te acepten como parte de nuestra familia!
—¡Y de paso esperamos puedas venir también a festejar nuestros cumpleaños!
—¡Así podríamos pasar más tiempo contigo, Yuta Kun!
Aquellas palabras llenaron de curiosidad al hechicero mientras se alejaban del mar de gente.
—¡Claro que me gustaría pasar más tiempo con ustedes! Por cierto niños —Yuta se detuvo por un momento al ver que se dirigían a una parte cerca del templo—¿Cuándo es su cumpleaños?
Esos niños se detuvieron para responder a esa pregunta. Esos tres ya se encontraban muy cerca de donde Maki y los demás los estaban esperando.
—¡Siete de Octubre!— dijeron los mellizos en coro.
Aquella respuesta hizo que Yuta abriera los ojos de sorpresa.
—¿QUÉ?— Salió con dificultad de su garganta. Aquella fecha parecía otra extraña coincidencia con esos niños.
—¡Dijimos que nacimos un siete de octubre!— comento Yuudai con una gran sonrisa.
—En realidad íbamos a nacer en otra fecha— explico Yurika— Nosotros nacimos un poco más pequeños que los otros bebés, ya que nacimos antes de tiempo— movió un poco sus manos como si arrullara a un bebé.
—¿Nacieron antes de tiempo? ¿Eso significa que nacieron prematuros?— pregunto Yuta con sorpresa.
A su mente regreso aquel caso que le había dicho Kasumoto sobre la "otra Maki y esos prematuros bebés"
—¿Acaso ellos Podrían ser?— Pensó
—Sip. En realidad, Íbamos a nacer para finales de noviembre, pero nos adelantamos antes de tiempo— respondió Yudai.
—¡Es mejor que Mamá te explique sobre eso!— Yurika empezó a mirar a todos lados.
—Está bien y una pregunta más antes de que conozca a su madre — dijo Yuta con algo de curiosidad, sentía que esos niños tenían algo que ver con aquel caso de la "otra Maki"—¿Cómo se llama ella?
—¡Cuando la veas te lo diremos!— Yurika sonrió.
Yuudai también parecía buscar a esos adultos con la mirada y haciendo binoculares con sus manitas.
—¿Dónde están?— Yurika también los buscaba con la mirada.
En cambio, Yuta sentía una extraña corazonada, de esas que le dan a uno cuando sienten que algo inesperado va a pasar.
Los fuegos artificiales seguían tronando en el cielo nocturno. El ruido era ensordecedor y hasta Yuta empezó a sentirse aturdido.
—¡Ahí están!— grito Yuudai con emoción al ver a aquel grupo de adultos quienes admiraban los fuegos artificiales estando de pie.
—¡Mamá!— grito Yurika corriendo hacia ellos. Llamando la atención de todos sus familiares.
—¡Son ellos Yuta kun!— dijo Yuudai jalando a ese adulto de la mano. —¡Ven!
Yurika también lo tomo de la mano—¡Por aquí!— dijo corriendo hacia esos adultos.
Yuta iba detrás de esos mellizos. Pero entre más se acercaba a aquella "familia", su rostro empezó a mostrar sorpresa e incredulidad.
Su corazón dio un vuelco cuando todos esos adultos se giraron a verlo.
Sus bocas y ojos se abrieron de tal forma, que era como si todos ellos hubieran visto a un fantasma.
Se habían quedado congelados al ver a la persona que venía tomados de las manos de esos niños.
Tsumiki llevó sus manos a su boca. Itadori dejó caer la banderilla que estaba a punto de morder.
Los ojos de Toge se abrieron como platos y hasta su bola de arroz dejó caer.
La mandíbula de Nobara se desencajo por la sorpresa y Megumi se quedó congelado.
Todos esos adultos estaban sorprendidos por ver a ese hombre ahí después de siete largos años.
—¡Mamá!— Yurika y Yuudai Gritaron en coro.
Maki se giró al escuchar los gritos de sus hijos llamándola. Pero rápidamente su rostro palideció, era como si toda la sangre se le hubiera ido al suelo al volver a ver a ese hechicero que ella también daba por muerto.
—¡Mamá, él es nuestro amigo del centro comercial!— dijo Yurika con gran alegría.
—¡A él te queríamos presentar!— dijo Yuudai recuperando el aliento.
El hechicero que regreso del extranjero no podía creer lo que veía.
Se empezó a detener en seco. El cerebro de Yuta quería hacer corto circuito, esto porque solo unas horas atrás él había visitado "su tumba". Pero esa mujer frente a él no era un fantasma. Era la misma mujer que conoció y amaba desde hacía años atrás.
Ambos niños se pararon en medio de Maki y Yuta. Quienes estaban a menos de un metro de distancia.
—¡Mamá! ¡Él es Nuestro nuevo amigo, su nombre es Yuta Okkotsu!— presentó Yurika.
—¡Yuta Kun! ¡Ella es nuestra Mamá, su nombre es Maki Fushiguro!— comento Yuudai con emoción.
Después de siete años y ahí frente a frente estaban Yuta y Maki, quienes por fin se veían una vez más. Parecía que en aquel momento el tiempo se había detenido, mientras sobre sus cabezas los fuegos artificiales explotaban, iluminando de mil colores el cielo nocturno.
Ambos niños miraron primero hacia su madre, la cual estaba apretando los labios y su rostro tenía un leve color rojo. Parecía estar molesta y hasta sus manos estaban hechas puños.
Después giraron sus cabezas hacia Yuta. Quien tenía los ojos tan abiertos como platos y tenía la boca algo desencajada.
Los fuegos artificiales pararon de brillar en el cielo.
Había un ambiente tan tenso que ningún adulto ahí presente pronunciaba palabra alguna.
—¿Oigan, que pasa?— pregunto Yurika con una mueca.
—¿Por qué nadie dice nada?— pregunto Yuudai confundido por el comportamiento de esos adultos.
Yuta no podía creer lo que estaba viendo. Su Maki. La mujer que amaba seguía viva. De verdad era ella.
Maki miro a sus hijos, parecía que ellos no estaban conscientes de quien era en realidad ese hombre. Así que decidió fingir un poco.
—Mucho gusto señor Okkotsu— soltó con una pisca de desprecio. Su labio se elevó levemente en una falsa sonrisa —Veo que es amigo de mis hijos.
—¡Maki! ¡¿De verdad eres tú?!— las palabras apenas salieron de su boca.
—Y díganme ¿Cómo es que se conocieron ustedes tres?— Pregunto Maki cruzando los brazos. Su rostro parecía muy sereno a pesar que por dentro se estaba muriendo de coraje—Y Quiero que me digan la verdad, Yurika, Yuudai.
Escuchar a Maki pronunciar esos nombres, hacia que Yuta se sintiera con miles de emociones. Apenas lograba asimilar que ella seguía viva y que ahora era la madre de esos dos.
Parecía que el destino le odiaba y estaba jugando con él.
Los mellizos se miraron entre sí y después miraron a su madre mientras al mismo tiempo juntaban sus manitas, sabían que después de eso quizás serian castigados.
No les quedó de otra que decir la verdad.
—Es qué, hace días atrás cuando estábamos con el abuelo Ui en el centro comercial...— empezó explicando Yuudai.
—En un descuido nos separamos de él y nos perdimos y entonces caímos en la trampa de una maldición...— completo Yurika.
Maki abrió los ojos de sorpresa al escuchar eso. Megumi y los demás también estaban sorprendidos por lo que estaban escuchando.
Incluso Yuta quedó sorprendido al saber que su sospecha con ese hombre era real.
Ui Ui en su descuido había puesto en peligro a esos dos. Y eso, hizo que Maki apretara los puños.
—¡Pero el señor Okkotsu nos salvó de esa maldición!— dijo Yuudai levantando la voz.
—¡Así es Mami! ¡A él le debemos nuestra vida!— explicó Yurika
—Si él nunca hubiera llegado, esa maldición nos hubiera comido y nunca te hubiéramos vuelto a ver!— Yudai completo aquella frase, moviendo sus manos y elevando su voz.
—Además... el abuelo Ui nos pidió de favor que no te lo dijéramos...— comento Yurika bajando la vista.
—Por eso no te habíamos dicho nada...hasta ahora— dijo Yuudai también bajando su mirada.
En ese momento, Maki siguió mirando a Yuta. El escuchar aquello que hizo por sus hijos la hizo soltar un suspiro mientras sus manos seguían cruzadas sobre su pecho.
—Supongo que debo darte las gracias por salvar a mis hijos— dijo con frialdad.
—Solo hice lo que creía correcto... como siempre lo he hecho— respondió el hechicero con seriedad.
—Ja, Si, como digas...— susurro Maki con molestia y sus ojos se pusieron en blanco.
Después miro a sus hijos. Quienes fueron a abrazarla.
—Ya que lleguemos a casa hablaremos de todo esto. Estuvo muy mal que me mintieran y ocultaran lo que les pasó en el centro comercial — los miro mientras sus manos acariciaron sus mejillas —También hablare con Mei Mei y Ui Ui... esto no se quedara así — dijo Maki con mucha seriedad.
—Lo sentimos Mami...
—Perdón...
—No volverá a pasar.
—Lo prometemos.
Dijeron ambos niños escondiendo sus rostros en el vientre de su madre.
En cambio, Maki y Yuta no dejaban de mirarse. Había tantos sentimientos combinados en sus miradas que todo aquello era perceptible por todos los demás.
Rápidamente Tsumiki decidió intervenir.
—Bueno Niños, ¿Qué les parece si dejamos que su madre hable con el señor Okkotsu?— se puso en medio de esos adultos.
—La noche aún es joven y creo que ustedes dos tienen algunas cosas que hablar antes de irnos a casa— miro primero a esos adultos.
Después se dirigió y miro a esos niños —¿Qué les parece si vamos a comprar algunas luces de bengala y un poco más de comida ¿Qué opinan?— tomo las manos de esos mellizos.
—¡Pero Tía Miki creo que estamos castigados!— decía Yurika tomando la mano de su tía.
—Aún no están castigados, de eso hablaremos en casa— Maki suspiro —ahora, por favor niños, quiero que vayan con su tía a comprar las bengalas. Yo necesito hablar con "su nuevo amigo"— dijo sin dejar de mirar a Yuta con seriedad.
Ambos niños miraron a esos adultos. Primero miraron a su madre y después miraron a Yuta.
Los mellizos podían percibir algo entre esos adultos que de cierta manera parecían a la defensiva, pero al mismo tiempo, parecían ocultar algo más. Un sentimiento difícil de explicar.
Yurika y Yuudai se miraron entre sí. Parecía que habían intercambiado algunas palabras mentalmente. Después afirmaron con la cabeza.
—Está bien— dijo Yuudai tomando la mano de Tsumiki.
—¡Vamos por las bengalas!— contesto Yurika con una gran sonrisa.
—Ya volvemos— comento Tsumiki haciendo una pequeña señal a su hermano. Quien entendió la situación.
Una vez todos vieron que Tsumiki se alejó de ahí con esos niños a pasos acelerados.
Maki suspiro y se llevó las manos al rostro—¡Esto no puede estar pasando!— dijo con molestia.
—Yo también estoy sorprendido...— respondió Yuta mirándola fijamente e incluso habían olvidado a todos los demás.
—¡Maki san!— Grito Nobara, quien iba a acercarse a ella. Pero Rápidamente Megumi la detuvo tomándola de la mano.
El azabache también detuvo a Toge y a Itadori de acercarse a esos dos. Haciendo que sus Shikigamis de ranas le detuvieran el paso.
—¿OKAKA?— pregunto Toge con molestia.
—¿Por qué no nos dejas acercarnos a ellos Fushiguro?— pregunto Itadori confundido.
—¿Por qué nos detienes Megumi? — pregunto Nobara muy molesta —¡Déjame ir a golpear a ese maldito abandona novias! ¡En su momento le perdoné que por su culpa no pude venir a Kioto en nuestros años de escuela porque el gano el intercambio! ¡Pero en este momento no pienso perdonarle por lo que le hizo a mi mejor amiga! ¡Me Escuchaste Okkotsu!— empezó a gritar.—¡No te perdono el que hayas abandonado a mi mejor amiga! ¡Traidor de mierda!
Megumi intervino.
—Por qué este reencuentro no nos concierne a nosotros— miro seriamente a esos tres —Ellos dos tienen una cuenta pendiente y eso lo deben hablar ellos en privado. Así que no debemos meternos en esa conversación — miro a Maki y a Yuta, quienes estaban a varios metros de ellos.
Nobara suspiro de molestia mientras sentía como Megumi le sujetaba con demasiada fuerza de la muñeca.
—De todos modos y por seguridad de Maki nos quedaremos cerca por si necesita ayuda y de paso, tratemos de que Yuudai y Yurika no se acerquen a ellos. Como dije esos dos deben hablar en privado— respondió con seriedad soltando a la peli naranja.
—De acuerdo. Pero si de nuevo ese idiota hace llorar a Maki, juro que le daré con mi martillo— comentó Nobara sobando su muñeca y observando como Maki y Yuta seguían de pie, frente a frente mirándose seriamente mientras sus hijos volvían.
Era momento de que esos dos hablaran después de casi siete años de no verse.
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Notes:
¿Qué les pareció el capítulo? ¿Sorprendidos?
Bueno, espero les haya gustado, la verdad hasta yo me emocione escribiendo estas páginas ❤
Ya en el siguiente capitulo ellos dos tendrán que hablar. ¿De qué creen que hablen esos dos? ¿Creen que los niños sospechen algo? Quiero leer sus teorías porque por ahí veo que coinciden con algunos de ustedes 👀
En fin, espero actualizar pronto, esto debido a como dije en un comunicado en mi muro, próximamente saldré en noviembre de mi estado por vacaciones y si todo va bien y la suerte esta de mi lado, para diciembre saldré de mi país por otros asuntos personales, así que quizás por todo eso me atrase un tanto en actualizar. Pero espero adelantar algo antes de irme.
En fin ¿Qué les está pareciendo esta historia? Solo puedo decir que se vienen más y más revelaciones.
Chapter 11: 10. Verdades A Medias
Notes:
Es hora de que Maki y Yuta hablen un poco de su pasado y se descubran algunas verdades.
Así que espero les guste este capitulo el cual es un tanto largo ❤
Una disculpa, había dicho que este capitulo lo subiría la semana pasada pero como salí fuera de mi ciudad por vacaciones, las cuales si que me hacían falta, así que hasta ahora pude sentarme frente a la computadora para subirlo aquí. Espero les guste
Sin más que decir por el momento, es hora de que Maki y Yuta hablen después de siete años de ausencia.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
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"No espero amor ni odio
Ya tengo bastante con mi dolor
Maldigo el episodio
Lo peor es que yo fui quién lo escribió"
Canción: Perdón. Artista: Camila.
—¿Por qué no podemos ir con ellos? — pregunto Yurika, con sus manitas cruzadas sobre su pecho.
—¡Si! Además ¡Ya compramos las bengalas y la comida que queremos compartir con Yuta kun! — respondió Yuudai moviendo con impaciencia sus manos.
—Porque tu madre quiere hablar a solas con Okkotsu— contesto Megumi mirando a esos dos.
—Pero Mamá y Yuta solamente están ahí sentados sin decir nada— contesto Yuudai mirando a esos dos.
—Quizás están hablando en voz muy baja— respondió Tsumiki agachándose un poco para mirar a esos dos impacientes niños.
—Pero sin ni siquiera han movido para nada sus labios — Este pequeño era muy observador. Yuudai tenía un buen ojo para ver los pequeños detalles a su alrededor.
—Bueno— Tsumiki le hecho un vistazo rápido a esos dos hechiceros que estaban inmóviles — A veces los adultos necesitan un poco de tiempo para encontrar las palabras exactas para dirigirse a una persona que no han visto en años o para tratar de entablar una conversación con alguien a quién se acaba de conocer — contesto acariciando el cabello de Yuudai.
—¿Acaso Mamá y Yuta kun se conocen de antes?— pregunto Yurika extrañada por lo que dijo su tía.
Megumi y Tsumiki se miraron ante esa pregunta. No sabían si debían o no contestar a aquello. Así que decidieron cambiar de tema.
—Como les dijimos, no deben interrumpirlos, así que mejor vayamos a dar una vuelta más por el festival — contesto Megumi pasando sus manos a la espalda de esos niños para tratar de alejarlos de ahí.
—¡Pero Papá!— suplicaron esos pequeños.
En ese momento sobre sus cabezas los fuegos artificiales volvieron a brillar en el cielo. Haciendo que aquellos niños se olvidarán de aquel tema de ir con su madre y su verdadero padre.
—¡Mira Papá! ¡Mira tía Miki!
—¡Ya volvieron a empezar los fuegos artificiales!
—¡Tío Itadori, Tío Toge y tía Nobara! ¡Miren que hermoso se ve el cielo!
Gritaron esos niños con gran alegría mientras con sus manitas apuntaban al cielo muy emocionados por ver aquel espectáculo que les encantaba observar.
Esos pequeños estaban disfrutando de ver aquellos fuegos que iluminaban el cielo de miles de colores al lado de sus tíos y de su padre Megumi, quienes trataban de que los mellizos no se acercaran a los otros dos adultos que estaban alejados de ellos.
Sus padres.
Aquellos dos hechiceros llevaban alrededor de diez minutos en total silencio y aun no podían dirigirse la palabra después de no verse por casi siete años.
Maki y Yuta estaban sentados en una banca en aquella colina fuera de aquel santuario donde sus hijos los habían reunido.
Lo que quizás debería ser un reconfortante reencuentro, era todo lo contrario. Era demasiado tenso.
Cada uno estaba en el extremo de aquella banca, dejando en medio un gran espacio.
Ambos estaban en silencio. Un silencio un tanto incómodo pero que a la vez revelaba confusión por parte de ambos.
Maki solo miraba hacia el frente, acomodándose los anteojos de vez en cuando, tratando de ignorar a Yuta mientras veía a los demás a lo lejos.
En cambio, el hechicero que venía del extranjero estaba sorprendido. Miraba a Maki de vez en cuando, tratando de comprobar que aquella que estaba a su lado no fuera un fantasma o que todo a su alrededor no fuera un sueño o una técnica maldita.
Incluso pellizco su mejilla un par de veces, pero el dolor y ardor eran reales.
—Em... Yo...— las palabras no lograban salir de la garganta de Yuta. Había tanto que preguntar, tanto que decir pero su boca no lograba completar la frase.
Maki soltó un suspiro que expresaba que había demasiado coraje dentro de ella.
El aire salió de su pecho en un ruido de incomodidad que solo fue audible una vez los fuegos artificiales terminaron de brillar en el cielo.
—Realmente no puedo creer que esto esté pasando — dijo ella con una mueca en los labios.
—Dímelo a mi... esto se siente tan irreal... y más que vengo del panteón donde se supone— Yuta fue interrumpido.
—¿Dónde se supone esta mi tumba?— lo volteo a ver con molestia.
—Si...
Maki rodó los ojos.
—¡Boo! ¡Sorpresa! ¡No estoy muerta! ¡Y tampoco soy un fantasma! ¡Incluso podría golpearte en este instante para que veas que soy 100% real!— dijo con sarcasmo y mostrando su puño.
—Supongo que soy la persona a la que menos quieres ver en este momento y quizas me merezco eso ¿No es asi?— respondió el hechicero ante tal rechazo de ella. Incluso sobo un poco su brazo ante el dolor imaginario de recordar sus golpes.
—Correcto.
Maki respondió secamente y mirándolo fijamente. Detrás de sus gafas podías ver sus ojos llenos de enojo.
—Yo...
—Créeme, de verdad estoy molesta por verte aquí — Respondió ella con demasiado desprecio.
—Regresas cuando ya estaba olvidándote. Yo ya estaba haciéndome a la idea de que quizás tu ya eras feliz en otro país o que quizás ya estabas muerto y así yo aquí podía vivir una vida tranquila sin tenerte presente en mi mente.
Yuta soltó el aire con demasiada tristeza al escuchar eso. —Lo siento...— se disculpó en voz baja.
Maki tomo un respiro.
—Una disculpa no sirve de mucho...— lo siguió mirando con seriedad.
— Y por lo que dices sobre mi tumba, supongo que todos en la sede deben seguir creyendo que estoy muerta ¿No es así?—Suspiró.
—Si. De hecho, mi asistente fue quien encontró tu tumba y la información sobre tu "muerte" en los documentos de la sede... por ese motivo fue que fui a ver tu tumba porque de verdad creía que habías muerto por las causas que decían los informes oficiales — contesto Yuta mirándola fijamente.
—La verdad, me hubiera gustado que tú también siguieras creyendo que estaba muerta— susurro Maki desviando su mirada.
Yuta miro al suelo ante tal contestación. Tenía tantas cosas que preguntarle que no sabía por dónde comenzar.
—Maki yo...— fue interrumpido.
—Okkotsu Vayamos al grano de una vez por todas ¿Cuándo y Por qué demonios regresaste a Japón? — pregunto Maki directamente.
Yuta soltó un suspiro al escuchar como ella se dirigía a él, llamándolo por su apellido de muy mala manera.
Asi que no le quedo de otra que contestar a aquella pregunta.
—Volví hace catorce días y el motivo por el que regrese a Japón, básicamente podría decirse que es por trabajo. Satoru me "convenció" de regresar para ayudarle específicamente con una misión.
—¡Ja! ¿Así que el mismo idiota que te convenció de irte del país, te convenció de volver? ¡Vaya! ¿Acaso seguirás creyendo y haciendo todo lo que ese estúpido te diga y ordene? ¿Realmente confías en él después de todo lo que nos ha hecho a todos?— preguntó Maki cruzando los brazos.
Yuta al escuchar esa contestación, supuso que algo malo debió haber pasado para que Maki hablara tan mal y de esa forma de Satoru.
Los codos de Yuta se recargaron en sus rodillas y entre enlazo sus dedos.
—Debo confesar que en este punto realmente ya no se en quien creer, esto es tan confuso porque ya no se quien dice la verdad. Además de que eres la segunda persona que me hace esa cuestión durante dos noches seguidas — comento mirando hacia sus manos por un momento.
—¿La segunda en dos noches seguidas?— Maki levantó una ceja.
—Ayer en la noche me encontré con Tsukumo san por las calles de esta ciudad y ella me hizo esa misma pregunta — respondió Yuta mirándola levemente.
La peliverde suspiro al escuchar ese nombre. Y de paso se sentía desconfiada al descubrir que esa rubia se encontró con Yuta una vez salió de su casa.
—Y con eso que acabas de decir, me lleva a las siguientes preguntas — Maki tomo un poco de valor — ¿Cómo demonios es que diste con nosotros? ¿Acaso fue por casualidad? ¿Alguien te lo dijo? O ¿Investigaste por tu cuenta?— pregunto sin dejarlo de mirar.
En el fondo, Maki presentía que quizás algún informe referente a ella y a sus hijos no fue destruido correctamente como Mei y Yuki se lo hicieron prometer.
—Aunque parezca difícil de creer, pero el encontrarlos a todos ustedes aqui fue de pura casualidad, sobre todo porque ayer me reencontré con Yurika y Yuudai y ambos me invitaron a venir hoy al santuario — respondió Yuta con una pequeña sonrisa.
—¿En qué lugar te los encontraste ayer?— pregunto Maki con curiosidad.
—En un parque muy cerca de aquí. Yo estaba perdido y de pura casualidad me los volví a topar ayer en la tarde — sonrió levemente al recordar aquel encuentro.
— Es difícil de explicar, pero siempre que me vuelvo a encontrar con tus hijos, siento una extraña conexión con ellos. Es como si ellos me llamaran. Así ha sido desde que los conocí.
—¿Entonces lo que dicen Yurika y Yuudai es real? ¿Qué tú los salvaste de una maldición?— Maki pregunto con una mueca en los labios.
El hechicero afirmó con la cabeza.
—Así es. Hace aproximadamente catorce días atrás me encontraba cerca de un centro comercial y de repente sentí una gran presencia de energía maldita en un callejón y ahí fue cuando los salve de una maldición — miro hacia esos pequeños que estaban jugando junto a Itadori y Toge a perseguirse.
Maki solo suspiro ante tal respuesta y desvió la vista hacia donde Yuta observaba —En definitiva voy a matar a Ui Ui cuando lo vea por haberlos descuidado. Y también esos niños tendrán su castigo por haberme ocultado esto.
Yuta sonrió muy levemente al escuchar esas palabras venir de su boca. Nunca se había imaginado a Maki de esa manera y aún estaba asimilando que ella era la madre de esos pequeños.
Ambos hechiceros volvieron a guardar silencio por unos minutos.
De nuevo, miraron hacia los niños quienes se veían muy emocionados mientras convivían con los demás adultos que los estaban cuidando.
Y quienes a su vez los miraban a discreción para comprobar que todo estuviera bien y que no trataran de matarse.
La vista de Yuta se enfocó en Fushiguro, quien observo el cómo acariciaba el cabello de esos niños con mucho cariño, al igual que Tsumiki estaba junto a esos tres.
—¿Así que ahora tu apellido es Fushiguro?— pregunto Yuta rompiendo una vez más el hielo entre ellos dos. Realmente no podía creer que ese era el apellido actual de Maki.
Esta apretó ligeramente los labios antes de responder a aquello.
—Lo es, llevo casi siete años de casada— contesto mirando a los demás.
Yuta se sentía demasiado extraño al ver a esa "familia". Era como si algo no cuadrara con ellos.
Sentía una extraña corazonada con todo lo que había descubierto aquella tarde sobre la Maki del hospital. Sentía como si "este fantasma" le estuviera ocultando algo más.
—Perdón que lo pregunte, pero ¿Por qué te casaste con Megumi? ¿No se supone que ustedes son parientes? ¿Realmente te gustaba él?— pregunto con confusión mirándola a los ojos.
Maki suspiro ante tales cuestiones. Realmente no tenía ganas de explicar aquello y menos quería que Yuta supiera nada de su vida personal.
—Es una larga historia, la cual no es de tu incumbencia— respondió volviendo a mirar hacia sus hijos.
—Está bien. Una disculpa por preguntar. Supongo que lo has de "amar" demasiado para mantener tu vida familiar en privado— contesto él con un tono frío, hasta podía notársele un poco el celo en su voz.
—Es todo menos amor en realidad... es algo que tu no entenderías — susurro Maki. En su voz se notaban tintes de tristeza.
Aquella respuesta dejó más intrigado a Yuta mientras volvían a guardar silencio.
Al estar mirando a esa familia y recordando lo que Yurika y Yuudai le habían dicho sobre que no se parecían en nada a su "padre Gumi", el corazón de Yuta le decía que quizás esos dos pequeños eran de él y no de Fushiguro, además que sus cuentas mentales sobre la gestación y nacimiento de esos dos no cuadraban en caso de ser hijos de Megumi.
Ambos eran su viva imagen. Eran de su sangre, así lo sentía su ser. Y esas dudas serían respondidas muy pronto.
—Tienes unos hermosos hijos— contestó Yuta para romper la tension pero sin dejar de ver a esos pequeños.
—Gracias, son buenos niños, un poco traviesos de vez en cuando, pero en su mayoría son buenos y obedientes y creo que eso ya lo notaste — Maki recargo sus manos en el borde de la banca.
—Jeje si, lo noté desde el instante en que los conocí— Yuta sonrió al recordar ese momento.
Maki suspiro al escuchar esa respuesta.
—Aunque en lo personal me hubiera gustado que Yurika y Yuudai nunca te hubieran conocido— Respondió con frialdad.
Yuta miro al suelo al escuchar esas cortantes palabras—¿Por qué no quieres que sea parte de su vida?
—Porque no quiero que se interesen en ti— Maki calmo un poco su orgullo por un momento —Aun así, de nuevo te doy las gracias por haberlos salvado— lo miro.
—Era mi deber salvarlos y quizás todo esto fue obra del destino y en parte estoy agradecido con que haya pasado de esta manera porque no lo negare, también volví a Japón porque quería volverte a ver — respondió sin dejar de mirar a Maki, en sus labios se formó una pequeña sonrisa.
—¿Volverme a ver?
—Si, siempre desee el volverte a ver una vez más. Aunque Supongo que también ese deseo se cumplió, ya que Yurika y Yuudai intervinieron con sus plegarias para que yo te encontrara— rascó un poco su nuca.
Yuta comento eso último, recordando que esos niños habían pedido en su nombre a los dioses para que el volviera a ver a la mujer que aún amaba y parecía que así fue.
Sus miradas se cruzaron, había demasiados sentimientos reflejados en sus ojos.
Maki levanto una ceja por aquella respuesta, sus mejillas querían teñirse por esas cursis palabras, pero su orgullo y coraje pudieron más—Estúpido destino y maldita sea la hora en que se conocieron ustedes tres para que tu y yo nos volviéramos a encontrar — maldijo en voz baja.
—Aun así, estoy feliz de haberte vuelto a ver— susurro Yuta.
Ambos volvieron a guardar silenció mientras miraron hacia sus mellizos.
Yuta al observarlos de verdad tenía varias dudas que quería resolver y más ahora que sentía que la información que le había dado Katsumoto en la tarde, parecía coincidir con la información de la Maki del hospital. Sobre todo con la supuesta edad que tendría ella y las edades que tendrían aquellos bebés en la actualidad en caso de haber sobrevivido.
Sus sospechas empezaban a crecer más y más, haciéndole llegar a la conclusión de que esos dos eran sus hijos biológicos.
Esa era una pista que quería confirmar.
Y después de tomar un respiro, se armó de valor para preguntar algo que le llamo demasiado la atención desde que conoció a esos niños.
—Y ¿Por qué elegiste esos nombres para ellos?— pregunto Yuta volviendo a mirar a Maki. Su voz sonaba demasiado curiosa.
—¿Hum? ¿A qué te refieres?— giro su rostro hacia él.
—Me refiero al ¿Por qué a TUS hijos les pusiste los nombres que YO había elegido para MIS hijos?— pregunto con seriedad.
Maki se encogió de hombros.
—Confieso que yo era muy mala eligiendo nombres, así que mejor decidí ponerles los nombres que tu habías sugerido alguna vez, además que me gustaron sus significados— una pequeña sonrisa ilumino su rostro, mientras lo miraba de nuevo a los ojos
— Yurika que significa "Hermoso Lirio" Y Yuudai que...
—Que significa “Pequeño valiente" o "Gran Héroe" — Yuta completo la oración.
Maki afirmo con la cabeza.
—Si y curiosamente los nombres que tu habías elegido en el pasado parecían encajar perfectamente con mis hijos al momento de nacer. Así que por eso decidí ponérselos— volvió a mirar hacia sus mellizos.
Yuta tenía el rostro muy serio. Incluso parecía estar un poco molesto por esa decisión.
—Supongo que debe haber alguna razón más profunda para que les pusieras esos nombres que yo elegí para ellos hace siete años atrás ¿Cierto?
—¿Qué estás tratando de decir?— Maki estaba de nuevo a la defensiva.
—Lo que trato de decir es que si ¿Yurika y Yuudai son mis hijos? — Yuta preguntó sin más.
—¿Qué?— salió en forma de quejido de la boca de Maki. No se esperaba aquella pregunta. Pensaba que Yuta no se había dado cuenta.
—Lo volveré a preguntar ¿Yurika y Yuudai son hijos míos? o ¿Son hijos de Fushiguro?— La miro con seriedad.
—¡Wow! ¿En serio te atreves a preguntar eso aun cuando es más que obvio esa respuesta? ¿Acaso estas ciego para no ver de quien son hijos ellos dos? ¡El apellido lo dice todo!— Maki cruzo los brazos. —¡Son míos y de Megumi!— mintió.
—Pues la verdad para nada se parecen a él, al contrario, si los miras con detenimiento se parecen bastante a mí, sobre todo Yuudai se parece bastante a mi cuando yo era un niño— agregó Yuta con seriedad.
Ante esas palabras Maki frunció los labios. Incluso mordió su lengua de coraje. Le sorprendía el cómo Yuta había llegado a esa conclusión.
—Y de paso, nadie toma los nombres sugeridos por otros sin una razón aparente. Y tú Maki, más que nadie sabías que yo de verdad quería nombrar así a mis hijos, o mejor dicho a nuestros hijos, así que respóndeme con la verdad ¿Acaso Yurika y Yuudai son mis hijos?
¿Por qué elegirías ponerles los nombres que yo elegí para "disqué" nombrar a los hijos de Fushiguro? ¿Acaso los elegiste porque sabes que en realidad son míos y no de él?— pregunto sin dejarla de mirar. Su aura era pesada.
Maki se puso de pie. —Me ofende demasiado esas preguntas. Ya no puedo con esto. ¡Ni siquiera sé porque decidí aceptar hablar contigo!— dio unos pasos. Quería alejarse de él — y de una vez te lo digo, ¡No te quiero cerca de mis hijos ni de ninguno de nosotros!
Pero rápidamente Yuta le detuvo por la muñeca. Tomándola sin lastimarla.
—¿Acaso esto es lo que querías decirme aquella ocasión en la estación del tren el día en que me abandonaste hace casi siete años atrás? ¿Querías decirme que estabas embarazada?— pregunto Yuta seriamente.
Maki abrió muy grande los ojos al escuchar esas preguntas. Pero la declaración que hizo él sobre que ella lo abandono, de verdad la hizo enfadar demasiado.
—¡Ja! ¡Mira quien lo dice! ¡Yo no te abandone ese día!— se giró molesta para confrontar lo de frente— ¡En realidad, tu fuiste quien me abandono a mí en aquella estación!
—¡Eso no es cierto!— Yuta contesto rápidamente.
—¡Claro que es cierto! ¡Yo te espere por más de una hora y nunca volviste!— contesto Maki con voz muy seria.
Aquella declaración confundió demasiado a Yuta.
—¡No tarde ni más de diez minutos! ¡Y Cuando volví al andén tu ya no estabas ahí! ¡Hasta inclusive tú me terminaste por mensaje de texto!
Maki levanto una ceja ante esa última proclamación.
—¿Qué demonios dices? ¡Claro que no fue así! ¡Nunca te terminé por mensaje ya que yo no pude haberte escrito nada, debido a que esa tarde alguien robo mi celular! —Se llevó la mano libre a la cadera— ¡Tú fuiste quien me abandonó ahí! ¡Así yo lo recuerdo perfectamente!
Todo aquello era demasiado confuso. La versión de él, la cual siempre creyó que era como las cosas habían sucedido en verdad, para nada coincidía con la versión de ella.
—Esto es demasiado extraño, tu versión no coincide con la mía— crítico Okkotsu.
—¡Vaya! ¿Y hasta ahora te diste cuenta que algo no cuadra en nuestra separación?— pregunto Maki con un toque de ironía ya que ella había descubierto la verdad sobre ese día donde los separaron hace un tiempo atrás.
—Maki ¿Qué más recuerdas que sucedió ese día hace siete años atrás?— pregunto Yuta sin aún soltarle de la muñeca. Sentía que algo no encajaba en sus versiones.
—¿Recuerdas haber visto a alguien de la academia o de la sede aquel día en la estación? ¿Recuerdas haber detectado energía maldita de alguien o de alguna maldición?— cuestiono mirándola a los ojos.
Maki parpadeo levemente ante tales preguntas. Podía notar el dolor de Yuta en su voz y en sus ojos al hacer esas cuestiones.
Ella sí había visto y detectado a más personas con energía maldita ese día, más específicamente eran personas que trabajaban para la academia y para los clanes, incluso sabía quiénes eran después de haberlas investigado años después. Pero no podía y tampoco iba a decir nada, ya que su plan de venganza podría verse afectado.
Sus ojos se dirigieron hacia arriba a la izquierda. Estaba haciendo algo de memoria.
—¿Maldición o alguien con energía maldita?— Maki dijo en voz baja.
—Si ¿Recuerdas algún rostro que se te haya hecho conocido en ese momento?— pregunto Yuta sin dejar de mirar sus expresiones.
Maki negó con la cabeza.
—Como dije eso ya fue hace años. Quizás si sentí algo de energía maldita, pero no recuerdo ningún rostro conocido. Y de paso ¿Crees que podrías soltar mi muñeca? Me estas lastimando.
—Lo siento — la soltó con cuidado — De acuerdo— Yuta se conformó con esa respuesta, quizás más adelante daría con la verdad, por ahora solo quería escuchar su versión. —Entonces cuéntame que es lo que recuerdas que sucedió ese día de nuestra separación.
Maki hizo algo de memoria. Yuta podía notarlo en sus expresiones, sobre todo en sus ojos como vagaban ante tales memorias que aún dolían.
—Recuerdo que ese día íbamos a tomar el tren para ir a la estación de Haneda, tú te veías super emocionado por que querías que ambos saliéramos del país en ese estúpido viaje que Satoru quería que tomáramos — contesto ella.
—Lo confieso, yo si estaba emocionado por que nos fuéramos juntos de aquí... pero tú, al contrario, te veías muy afligida... tu mirada se veía triste y estabas muy pensativa todo el tiempo, era como si trataras de decirme algo que te preocupaba demasiado — confeso Yuta con algo de dolor.
Maki se sorprendió demasiado al escuchar aquello, pensaba que él nunca se había dado cuenta de sus sutiles señales sobre que le quería decir algo importante. Sintió que su corazón dio un vuelco al escucharlo.
—Ese rostro tuyo, lleno de una especie de preocupación me persiguió por años en mis sueños de arrepentimiento y más porque me siento mal de no haber visto a tiempo las señales que tratabas de darme en ese momento. Y ahora que nos hemos reunido una vez más, siete años después, quiero que por favor seas sincera y me respondas con la verdad — humedeció un poco sus labios— ¿Acaso lo que tratabas de decirme ese día en el andén era sobre que estabas embarazada de Yurika y Yuudai?— pregunto mirándola fijamente a los ojos.
Maki apretó los labios. Su cabeza giro un poco para observar rápidamente a sus hijos, quienes estaban siendo entretenidos por los demás. Ambos eran sus pequeños tesoros.
Escucharlos reír y haberlos visto crecer la llenaban de miles de sentimientos, emociones que ya no podía ocultar más y menos ahora que estaba delante del verdadero padre de sus hijos.
Ella regreso su vista hacia Yuta. El recordar aquel día le dolía demasiado. Pero sentía que debía decirle la verdad ahora que él había dado con ella.
—Si...— Susurro— ese día yo quería decirte que había descubierto que estaba embarazada...
En ese momento el rostro de Yuta se iluminó de tal manera, que ya no parecía el hechicero sombrío que había llegado a Japón hacia casi quince días atrás. Parecía que todo cobraba sentido.
Sus manos fueron a su rostro y después fueron hacia su cabello, el cual hizo hacia atrás. Se notaba demasiado sorprendido.
—¿Qué sucede?— pregunto Maki muy confundida por ver aquella actitud de él.
—¡Es solo que estoy sorprendido! ¡Acabo de enterarme de que los niños que salve hace días atrás son mis hijos! — respondió con gran sorpresa —¡Soy padre!
Maki suspiro al escucharlo—Lo son... Yurika y Yuudai son tus hijos...— contesto en voz baja.
—¡Pero! ¿Y por qué no me lo dijiste en ese momento? — se acercó más a ella, estaban frente a frente— ¿Cómo es que te enteraste de esto y ni siquiera pudiste decírmelo?— pregunto Yuta muy conmocionado ante esa respuesta.
—¡No quiero hablar de eso en este momento!— respondió ella elevando un poco la voz y desviando su vista.
—De acuerdo, pero podrías decirme ¿Que más recuerdas de ese día? Por favor Maki, necesito saber tu versión de ese día — suplico Yuta.
Maki suspiro —Esta bien, te lo diré...— volvió a tomar asiento en aquella banca.
Este la miró con atención mientras también se volvía a sentar a su lado. El espacio entre ellos se había reducido. Ahora estaban sentados más cerca, pero seguían manteniendo una pequeña distancia.
Maki sobo su muñeca mientras seguía hablando.
—Recuerdo que una vez te fuiste a comprar esa botella de agua, un sujeto choco contra mí y la verdad no supe en qué momento saco mi celular de mi bolsillo, así que recuerdo que en ese rato en que te estaba esperando me robaron mi celular. Recuerdo claramente que tú te estabas tardando demasiado en regresar, y yo solo veía a la gente pasar, veía a los trenes salir y llegar al andén e incluso recuerdo que vi a ...— guardo silencio.
—¿Viste a? ¿A quién viste?— pregunto Yuta.
Maki recordó que alguien había llegado a hablar con ella en esa estación de tren. Era alguien conocido por ambos y que después de esa pequeña charla que tuvo con aquella persona, toda esa platica la hizo cambiar de opinión sobre acompañar a su novio al extranjero, pero la hechicera decidió no decirle a Yuta quién era esa persona a la que había visto.
—Recuerdo que vi hacia el reloj de la estación y note que ya había pasado más de una hora y tu no regresabas— Maki miro a Yuta, parecía no mentir, podías verlo en sus ojos color dorado.
— Recuerdo que te busque con la mirada y cuando me fije entre las ventanas del tren cuando este empezó a avanzar, recuerdo que te vi claramente arriba de este, estabas en un asiento para la ventana. —Su voz parecía querer cortarse —Yo no tenía forma de comunicarme contigo y ahí supe que me habías abandonado — su voz ahora sonaba molesta —Así que al final decidí irme. Tú me habías dejado...
—¡Claro que no paso así!— Yuta elevo la voz.—¡Yo no te abandone!
Maki también elevo la luz.—¡Así recuerdo que sucedieron las cosas!
—¡Pero no sucedieron así! — Yuta empezó a explicar su versión de ese día.
—Yo recuerdo claramente que no tarde ni más de diez minutos en volver con la botella de agua que me habías pedido y cuando regrese tu ya no estabas ahí, inclusive habías abandonado mi equipaje en el andén— Movió sus manos de un lado a otro — Y cuando te estaba buscando y preguntando por ti a las personas de mi alrededor, recuerdo que fue en ese momento cuando mi celular vibro y ahí fue donde vi tu mensaje en el cual terminabas nuestra relación— se escuchaba dolido.
—Claramente recuerdo tu último mensaje de texto, el cual decía; "Lo siento... no puedo acompañarte más en este viaje... ni en esta vida..."
Maki negó con la cabeza.
—¡Eso es mentira! ¡Yo no sería tan cobarde como para terminar a alguien por mensaje!— contesto con enojo puro.
—Como te estoy diciendo, ese día te estuve esperando durante más de una hora, veía como la gente pasaba e incluso recuerdo claramente como el tren salió de la estación y eso del mensaje fue imposible que yo lo mandara ¡Porque me habían robado el celular! ¡Yo no escribí ese mensaje! ¿Acaso puedes creerme?— sonaba dolida.
Yuta suspiro y bajo su rostro.
—Me cuesta un poco el creerte y más que no fuiste sincera en ese momento para decirme que estabas embarazada.
Maki suspiro.
—Supongo que nunca lo entenderás. Incluso la misma gente para la que trabajas te ha estado ocultando cosas muy importantes sobre esta separación — declaro.
—Maki ¿Que estas tratando de decir con eso?— pregunto Yuta todo confundido.
Esta lo miró fijamente
—Okkotsu, solo puedo decirte que detrás de toda nuestra separación, estoy muy segura de que alguien de la sociedad de hechicería intervino para alejarnos...—Susurró mirando hacia sus hijos, los cuales parecían estar muy entretenidos con Itadori, quien podía cargarlos a ambos al mismo tiempo.
Incluso pudo notar la mirada de Nobara y Megumi sobre ella, preguntándose si todo estaba bien.
—Pero veo que no eres tan listo como pensaba para darte cuenta de la verdad— parecía decepcionada.
—¿Dices que alguien nos separó? ¿Qué estás tratando de decir con eso? ¿Quién fue?—Yuta realmente parecía confundido.
—Olvídalo— suspiro Maki sobando sus sienes —Es más que obvio que no lo entenderías.
—Si me lo explicas podría comprenderlo. —Yuta trató de acercarse a ella.
Pero esta estaba muy a la defensiva.
—¡Ya te dije que lo olvides! ¡No tiene caso que te lo explique! Eso te toca a ti resolverlo por tu cuenta— miro hacia el otro lado—Pero es más que obvio que alguien nos jugó una trampa ese día para separarnos...
—De acuerdo, supongo que yo tratare de averiguar quien fue y el porqué nos hizo esto— suspiro de resignación —Pero esto aún no ha acabado. Maki ¿Recuerdas que fue lo último que me dijiste ese día antes de que fuera por la botella de agua?
Maki suspiro y rodó los ojos
—Si— su boca fue de izquierda a derecha —Te dije "Yuta no tardes" y al final tardaste siete años en regresar— lo miro con seriedad.
— Perdón que haya vuelto tantos años después. Confieso que aún esas palabras me atormentan en las noches.
—¿Y Ni siquiera tuviste el valor de ir detrás de mí? ¿No pudiste bajarte del tren para ir a buscarme?— pregunto ella con tristeza.
—Cuando iba a ir a buscarte, Satoru me detuvo y me arrastro fuera del país.
—¿Sabes? Tengo una lista de personas a las que odió y Satoru tiene el tercer puesto en dicha lista y tú tienes el segundo lugar en ella.
Yuta exhalo con tristeza al escuchar eso.
—Tienes todo el derecho a odiarme por no haberme bajado del tren e irte a buscar. Ese fue mi más grande error y no sabes lo arrepentido que estoy por eso. De eso yo si tengo la gran culpa, la cual aún me persigue hasta nuestros días.
Maki lo miro en silencio, sus manos se cruzaron sobre su pecho. Se notaba muy molesta.
—Perdón por todo eso...— Yuta se disculpó una vez más.
—Sabes, es difícil el perdonarte y más que tardaste demasiado en regresar— ella le regaño.
—¡Se que tarde en regresar porque mi orgullo también era demasiado ante el dolor que sentía al pensar que tu eras la que me había abandonado! — explicó — Trate de superarte, pero no pude, al final nunca deje de pensarte ni de amarte y es por eso que aun en contra de ese negativo sentir volví por ti!
—Si volviste... pero casi siete años después...
—Pero volví. Y ahora no solo me entero de que sigues viva, sino que también me entero que también me convertí en padre— Yuta dijo aquello sin dejarla de mirar —¡Maki Podemos recuperar el tiempo perdido!
—Eso es imposible porque repito, regresaste demasiado tarde— Maki reprochó con dureza—Ya no hay nada que puedas hacer.
—¡Si hay algo que puedo hacer!— Respondió Yuta moviendo sus manos, quería tomar su mano pero esta estaba cruzada de brazos —Y eso es protegerte a ti y a nuestros hijos y a nuestros amigos de un asesino muy peligroso que anda suelto.
Maki trató de controlar su expresión al escuchar aquellas palabras.
—¿Asesino?
—Si— Yuta la miro con seriedad— Maki, el motivo principal por el que estoy aquí en Kioto, es porque estoy encargado de resolver un caso que tiene que ver con un nuevo asesino de hechiceros.
—¿Un asesino de hechiceros?— pregunto ella fingiendo sorpresa. Aunque en el fondo se moría de nervios de haber sido descubierta.
—No sé si has escuchado los rumores, pero hay un nuevo asesino de hechiceros rondando en esta ciudad. Y ahora que los he encontrado a ustedes debo tomarme más en serio este caso para atraparlo. No quiero que les pase nada malo ni a nuestros amigos, ni a ti ni a nuestros hijos— explicó.
—Eso es solo un estúpido rumor — dijo ella fingiendo desinterés.
—¡Claro que no lo es! — Yuta movió sus manos de un lado a otro, parecía desesperado porque ella se tomará en serio sus palabras —¡Yo he visto las escenas del crimen y de paso he revisado los cuerpos de las víctimas y puedo decir que este asesino es una amenaza para todos los hechiceros en general!
Maki trago saliva.
—Entonces ¿Esta es tu misión? ¿Encontrar al asesino?— pregunto siendo un manojo de nervios.
—Así es. Este es el motivo principal por el que estoy en esta ciudad.
Maki siguió preguntando con discreción —Y ¿Qué pistas tienes sobre este nuevo asesino?— tenía demasiada curiosidad por saber si ella y Mei Mei habían dejado pistas por error.
—Por el momento no puedo decirte lo que encontré. Pero lo único que puedo asegurarte es que prometo que los protegeré a todos ustedes— Trato de tomar su mano.
Maki torció un poco la boca por esa respuesta y aparto sus manos de él.
—Okkotsu, si realmente quieres mantenernos a salvo, lo mejor que puedes hacer es alejarte de todos nosotros— se puso una vez más de pie.
Yuta también se levantó —¡No quiero eso! Apenas los encontré a todos ustedes de nuevo después de siete años... por favor, no me pidas que me aleje así por así y menos — miro a Yuudai y Yurika —Y menos ahora que me acabo de enterar que soy padre.
Maki suspiro.
—Yuta, no le tengo miedo a ese asesino. Además, se defenderme sola.
—¡Maki esto no es un juego o un caso sencillo! ¡Contra quien estamos yendo, no es un simple asesino, sino que es alguien a quien debemos tenerle miedo! — explicó Yuta.
Maki torció la boca.
—Más miedo le tengo a todos los que siguen gobernando este maldito mundo de la hechicería. Y sobre todo mi miedo más grande es que el clan Zenin descubra que sigo viva y vengan tras mis hijos. — lo miro con seriedad— ¡Eso me da más miedo que un estúpido rumor de que un asesino de hechiceros anda suelto por ahí!
—Maki, esto no es un juego, este asesino de verdad es un peligro— explicó Yuta.
—¡Ya te dije, no le tengo miedo a ese asesino! Y de paso creo que lo mejor que podrías hacer para proteger a Yurika y Yuudai es evitar que ellos pasen tiempo contigo. No quiero que ellos se enteren de que tu eres su padre biológico— soltó Maki con enfado.
—¿Por qué no quieres que ellos sepan eso de mi?— pregunto Yuta con confusión.
—Porqué eso solo nos traería más problemas a todos. Créeme, durante casi siete años, todos nosotros hemos llevado una vida "tranquila" lejos de los problemas de la sede y de la mierda que actualmente está pasando en la sociedad de hechicería. Y lo que menos quiero es que esa tranquilidad se vea alterada por tu llegada— respondió con los brazos bien puestos sobre sus caderas — Y como dije lo mejor que puedes hacer es simplemente mantenerte alejado de nosotros.
—¡No quiero eso! ¡Debe de haber una forma de que estemos juntos sin ponerlos en riesgo con la sede, pero al mismo tiempo, protegerlos de este asesino y del clan Zenin! ¡Debe de haber una forma para recuperar el tiempo perdido contigo y con nuestros hijos y amigos!— Suplico Yuta.
—Créeme Okkotsu, todos nosotros estamos bien como estamos ahora, viviendo una vida tranquila y "común". Además, como dije, has llegado demasiado tarde. Ya no hay forma de que recuperes el pasado con nosotros— Maki seguía con su orgullo por los aires.
—Quizás el pasado ya fue, pero aun podemos vivir el futuro, el cual podemos construir juntos— Yuta dio un paso hacia ella — Se que no me perdonarás el haberme ido pero yo estoy completamente seguro de algo en este momento donde las verdades están a medias, y eso es el que yo aun te amo completamente y de verdad quiero estar cerca de ustedes tres.
—Okkotsu no empieces con esas ridiculeces del amor...
—Maki contéstame algo, ¿Tú aún me amas? O ¿Realmente me odias?— pregunto él con la mano sobre su pecho. Sintiendo aquellos anillos contra la tela y su piel.
Maki se quedó muda con aquellas palabras. ¿Acaso aún ella lo amaba a él? Sentía demasiadas cosas en aquel momento que todo era muy confuso.
Además que había un gran problema en ese momento. Y eso era que ella era la asesina que Yuta estaba buscando.
Debía tratar de alejarlo si de verdad quería cumplir con su objetivo como la asesina reconocida en la que se estaba convirtiendo.
—Quizás ya no te odio tanto después de escuchar que salvaste a mis hijos de esa maldición. Pero ¿Amarte? ¡Puff!— bufo— Yo deje de amarte desde el día que me abandonaste.
—Entiendo... — Yuta suspiro de desilusión — Se que en este punto no debería esperar ni perdón ni amor por parte tuya y más sabiendo que yo pude haber hecho las cosas diferentes. Aun así ahora que los encontré, no voy a rendirme por defender los y de paso, para estar junto a ti y mis hijos.
—Okkotsu...
—Una vez, cuando estaba en otro país escuche una frase que decía "Nunca es demasiado tarde para comenzar de nuevo cuando amas a una persona" — movió las manos y las junto como si estuviera haciendo una plegaria —Así que por favor Maki, te ruego que me dejes acercarme a ustedes... y más que aún tenemos mucho que aclarar.
Maki bajo los hombros —Okkotsu...
—Por favor, déjame seguir en contacto con ustedes mientras resuelvo este caso.
—Yo no sé si esto sea buena id...— fue interrumpida.
—¡Mamá!
—¡Yuta Kun!
Yurika y Yuudai fueron rápidamente con ellos. Esos niños habían logrado escaparse de sus tíos.
Realmente esos mellizos querían acercarse a ellos. Así que ambos se abrazaron a su madre.
—¿Qué pasa? ¿Por qué vinieron?— Maki pregunto a sus hijos.
—Es que ustedes dos se están tardando demasiado en conocerse— respondió Yurika mirando a su mamá.
—¡Además queremos también pasar tiempo con Yuta kun! — respondió Yuudai.
Ambos mellizos miraron al hechicero.
—¡Queríamos traerte algo de Tokoyakis, pero el tío Toge se los comió todos!— respondió Yurika en una mueca mirando a los demás adultos que estaban a una distancia considerable de ellos.
—Si estábamos tardando es porque yo estaba hablando seriamente con "su nuevo amigo"— comento Maki poniendo sus manos en sus caderas.
—Así es, simplemente su madre y yo estábamos hablando de varios temas— respondió Yuta amablemente.
—¡Pueden seguir hablando en otro momento!
—¡Si, ahora nos toca pasar tiempo con Yuta kun!
—¡Por eso lo invitamos a venir aquí!
—¡Queremos convivir más con él!
Respondieron los mellizos soltándose de su madre y corrieron hacia Yuta. A quien abrazaron con fuerza.
Aquellas respuestas de sus hijos y el ver como se abrazaban a Yuta hizo que Maki se quedara en shock.
—Yuta Kun, Se acabaron los Tokoyakis y los Onigiris ¡Pero! — dijo Yurika.
—¡Pero te guardamos unas luces de Bengalas para compartirlas contigo!— completo de decir Yuudai, tomando la mano de Yuta.
—¡Si! ¡Vamos Yuta, queremos compartir esas luces contigo!— dijo Yurika tomando la otra mano de aquel adulto.
—Muchas gracias, ustedes son muy considerados — contesto él amablemente tomando las manos de esos dos.
Aquel hechicero sonrió al ver como se dirigían esos niños a él. Pero también podía sentir la mirada de Maki.
—¡Mamá! ¿Puede venir Yuta kun uno de estos días a comer a nuestra casa?— pregunto Yurika con una gran sonrisa.
—¿Qué?— salió de la garganta de Maki.
—¡Di que sí mami! ¡Además tu dijiste que hasta podía quedarse un día con nosotros en nuestra casa!—Respondió Yuudai apuntando a su madre.
—¿Cuándo dije eso?— Maki levanto una ceja ante tales palabras.
—¡Lo dijiste ayer claramente!— respondió Yurika.
—¡Si! ¡Además lo prometiste mamá!— contesto Yuudai—¡Y tu haz dicho que las promesas no deben romperse!
—¡Tsk!— Maki chasqueo la lengua ante las cosas que decían sus hijos.
Además, habían heredado lo terco de ella.
Yuta sonrió por aquello que decían sus hijos.
—Niños, no sabemos si el señor Okkotsu este ocupado en estos días o si ya deba irse de la ciudad — respondió ella con las manos en la cintura mientras miraba a aquel hechicero —¿No es así?
Ante esas palabras ambos niños se giraron a ver a Yuta con ojos tristes.
—¿Yuta Kun, ya te vas a ir?
—¿Te vas a ir de la ciudad tan pronto?
Preguntaron ambos pequeños.
Yuta suspiro y se agachó para hablar con ellos.
—Si, confieso que pensaba salir unos días de la ciudad para ver algunas cosas sobre mi trabajo. Pero por ustedes puedo aplazar esa salida a Tokio para otro día— acarició sus cabellos.
—¡Yeih!— ambos niños gritaron en coro y dieron brincos de felicidad.
—¡Ves Mamá! ¡Yuta si va a poder venir a nuestra casa!— Contesto Yurika con una gran sonrisa.
—¡Además, así ustedes dos pueden hablar de más cosas!— respondió Yuudai.
Yuta sonrio al ver la felicidad de esos dos pequeños, quienes volvieron a tomar sus manos.
—¡Ahora vamos Yuta!
—¡Vamos por más bengalas!
—¡También queremos presentarte al tío Toge y al Tío Yuji!
—¡Se que te llevaras muy bien con ellos dos! ¡También queremos que conozcas a nuestro Papá Gumi y a nuestra tía Miki!
Contestaron los mellizos empezando a jalarlo.
—Jeje y sí que me gustaría hablar con todos ellos — contesto Yuta caminando de la mano de esos pequeños.
El corazón de la madre de esos mellizos se quería hacer pequeño ante tal escena. Ahora sentía que si sus hijos dejaban de ver a ese adulto, ambos se pondrían muy tristes. Y quizás ella también.
Actuó impulsivamente.
—¡Yuta!— grito Maki, haciendo que esos tres se detuvieran en seco.
Aquel adulto se giró a verla con rapidez —¿Sí? — su corazón dio un vuelco al escucharla llamarlo por su nombre en vez de su apellido.
Maki suspiro con resignación. Al inicio le costó hablar que incluso sus puños estaban pegados a su cuerpo.
—¿Crees que podrías venir a comer con nosotros pasado Mañana a nuestra casa? — podía notarse que estaba luchando contra su orgullo, ya que sus mejillas estaba levemente Rojas.
Aquella pregunta hizo sonreír bastante a Yuta.
—¡Claro, me encantaría!
Maki se acercó a esos tres.
—¿Supongo que él ya sabe dónde vivimos? ¿Cierto? — pregunto mirando a sus hijos.
Esos pequeños solo sonrieron, escondiendo sus bocas con sus manos.
Yuta rasco su nuca y sonrió nerviosamente ante tal pregunta —Si, ayer Yurika y Yuudai me mostraron donde viven. Fácilmente ya se dar con tu casa.
Maki suspiro.
—Lo suponía.
El instinto de Maki sabía que no se había equivocado ayer al sentir a Yuta cerca de su hogar.
—Será un placer el ir a comer con ustedes pasado mañana, Maki san — comento Yuta con una sonrisa. No podía dejarla de ver y eso la ponía nerviosa.
—Y una cosa más...— respondió ella —Por favor, no le comentes a nadie sobre lo que estábamos hablando...— miro a sus hijos por un momento, dándole una discreta señal a Yuta con la cabeza.
El hechicero rápidamente identificó lo que Maki quería decir.
—Lo prometo— dijo con una suave sonrisa. Refiriéndose a que no diría nada a nadie sobre que los había encontrado a ella y a los demás y mucho menos hablaría sobre la existencia de sus hijos.
Sus miradas se cruzaron una vez más. Podías notar los sentimientos que, aunque hubieran pasado siete años, seguían palpables.
Maki trataba de evitar verlo a los ojos. Pero el lenguaje de esos dos hablaba por sí solo.
Esos dos niños vieron el comportamiento de su madre frente a Okkotsu. Eso hizo que ambos se miraran entre sí. Parecían suponer algo qué quizás más adelante descubrirían.
Pero por el momento, Solo se pusieron a encender bengalas junto a Yuta, quien rápidamente hizo plática con Toge e Itadori, mientras Maki los veía desde lejos.
La peliverde suspiro y llevo una mano a su pecho. Ahora debía tener más cuidado en sus misiones y más ahora que Yuta iba a estar más cerca de ella y para eso no debía levantar sospechas.
Quería cumplir con su venganza. Así que trataría de llevarla con más cuidado y eso lo empezaría desde mañana, donde cobraría la vida de una víctima más.
◈ ━━━━ 🍡 ━━━━ ◈
Al mismo tiempo que Yuudai y Yurika estaban hablando con Maki y Yuta.
Había otros adultos que discutían otras cuestiones.
—¿Por qué los dejaste ir a ellos y a nosotros no?— Nobara pregunto a Megumi, esta se notaba muy molesta.
—¡Nuestra misión era tratar de que los niños no se acercaran a Maki ni a Yuta!
¡Megumi estas actuando muy extraño!
El azabache suspiro.
—Porque ellos querían ir con sus verdaderos padres, además esos dos se están tardando demasiado y Yurika y Yuudai estaban empezando a sospechar algo — contesto mirando a su amiga —Además, si te dejo ir a ti, es más que obvio que le harás un escándalo a Okkotsu y eso llamaría demasiado la atención.
Su amiga soltó el aire con demasiado coraje porque Fushiguro decía la verdad.
—Megumi tiene razón, además Yurika y Yuudai ya se encariñaron con Okkotsu kun, así que veo difícil que no dejen de querer estar a su lado— dijo Tsumiki quien estaba al lado de esos dos —Esos niños son muy tercos en ese sentido.
—Además — Megumi miro a esa familia —Yurika y Yuudai merecen empezar a estar cerca de su verdadero padre.
—¡Pero tu como su padre adoptivo deberías intervenir!— comento Nobara moviendo sus manos —¡Ellos te quieren a ti como a su verdadero padre! ¡Deberías actuar como uno!
—Lo sé. Pero recuerda que yo no soy su verdadero padre y no quiero quitarle ese derecho a Okkotsu senpai de aunque sea, convivir con sus hijos de esta manera — estaba muy serio al decir aquello.
—Aún no sabemos si Maki ya se lo habrá revelado, pero aun así quiero que él esté cerca de los mellizos —Miro hacia donde estaban esos tres.
—Aunque esto haya sido una mentira por su bien, tarde o temprano ellos deben descubrir quién es en realidad Okkotsu para ellos— Megumi suspiro al decir eso— Sabíamos que esto podía suceder en cualquier momento.
Tsumiki bajo la mirada al escuchar a su hermano decir aquello. Ella sabía el sentir de Megumi, quien aunque pareciera un hombre muy frío, tenía un corazón amable y si, él quería a esos dos como si fueran suyos, pero también odiaba tener que mentirles sobre quien era él en realidad.
Nobara pudo ver un lado que nunca había visto en Megumi.
—Tú... — puso su mano en el hombro de Fushiguro — ¿Te estás preparando mentalmente para decirles la verdad? ¿No es así? Esto también te está afectando ¿Cierto?— pregunto Nobara aflojando el puño.
Megumi miro al suelo ante tal pregunta. Su silencio lo decía todo.
—Entiendo...—Nobara comprendió lo que Megumi trataba de decir sin pronunciar palabra alguna— Creo que cuando llegue ese momento de decirles la verdad, todo va a cambiar con nuestra familia.
—Si— Megumi metió sus manos en las mangas de su Yukata —Para eso debemos irnos preparando.
—¿Saben? Lo que más me preocupa a mi es el cómo lo vayan a tomar Yurika y Yuudai cuando descubran que Okkotsu es su verdadero padre— contesto Tsumiki toda preocupada viendo la felicidad de esos tres —Algunos niños no logran tomar a bien este tipo de revelaciones y pueden terminar odiando a alguno de sus padres. Sino es que terminan odiando a ambos
—Y ese no es el problema principal — Megumi empezó a explicar.
—¿Hay más problemas todavía?— pregunto Nobara con preocupación
— Si que los habrá— Megumi sabía demasiado del tema, debido a todos los rumores e informes que algunos de sus conocidos le hacían llegar para mantenerlo al tanto de lo que sucedía en la sede, con los clanes y con la sociedad.
—Y más ahora que Okkotsu regreso, el mundo de la hechicería puede entrar en un conflicto de intereses debido a que ni tanto el líder actual del clan Gojo ni el nuevo líder del clan Zenin han podido engendrar a un nuevo heredero debido a sus "supuestos" problemas de infertilidad, esta situación los mete en un grave apuro porque ambos clanes ya deben nombrar o presentar en este año a sus siguientes herederos por órdenes de los otros clanes y de los altos mandos— miro a su hermana y a Nobara mientras seguía hablando— Y presiento que Okkotsu tiene que ver algo con eso también.
—¿Nombrar a sus siguientes herederos?— pregunto Nobara con confusión.
—Megumi ¿Estas tratando de decir que tal vez Satoru Kun pudo haber traído a Yuta para nombrarlo como su nuevo heredero?— cuestiono Tsumiki. Ella lograba entender rápido las situaciones.
—Esa es mi principal sospecha — afirmó.
—Así que Okkotsu en esta situación puede entrar como el candidato perfecto para ser el nuevo líder del clan Gojo, aunque en un comienzo su posibilidad era baja al ser un pariente lejano del profesor, ahora sus posibilidades se ven demasiado altas debido a que posee una técnica que destaca entre muchas, al igual que su cantidad de energía maldita es la más alta de entre todos los hechiceros registrados en la actualidad, lo que lo convierte en el segundo mejor hechicero en grado especial solo por debajo de Satoru Gojo— Explicaba mirando a esas dos.
—Así que él podría entrar en la gran posibilidad de que Gojo sensei lo nombre como su próximo heredero ahora que ha regresado del extranjero y más que al parecer el profesor se ha declarado como incapaz de tener hijos de manera natural —Megumi observo a lo lejos a Yuta junto a sus hijos, observando como compartían aquellas bengalas y riendo con demasiada felicidad.
—¿Pero por qué eso sería un problema?— cuestiono Nobara con impaciencia.
—Si Okkotsu senpai asume dicha posición, será un gran problema si como nuevo líder reconoce a esos mellizos como sus hijos biológicos y una vez que los otros clanes descubran qué él tuvo hijos fuera de un matrimonio acordado y de paso descubran que los engendro con Maki, una Zenin, eso traerá problemas entre ambas familias ya que Yurika y Yuudai, son una combinación entre esos dos clanes los cuales para nada se llevan bien y eso solo puede considerarse un problema todavía mayor— explicó Megumi con seriedad.
—¿Qué tratas de decir con qué eso sería un problema mayor?— pregunto Nobara —Lo siento, pero es que no se mucho y tampoco comprendo algunas cosas sobre los clanes.
Tsumiki se imaginó lo peor.
El azabache suspiro —Lo qué trato de decir es que alguno de los dos clanes podría considerar el nacimiento y la ocultación de Yurika y Yuudai como traición...— explicó.
—¿Y qué pasa en esos casos?— pregunto Nobara viendo la seriedad en el rostro de Megumi.
—Se da la pena capital a todos los involucrados, incluyendo a los niños producto de esa relación— contestó el azabache.
—¡ESO NO ES JUSTO, SOLO SON NIÑOS!— grito Nobara por un momento.
—Lo sé, por eso debemos mantener a Okkotsu de nuestro lado— respondió Megumi— él también puede ser nuestra carta de triunfo en todo esto si actúa de manera correcta.
—Tanto para salvarnos a todos nosotros como para también salvar a Mai. Okkotsu tendría un papel importante para intervenir con quienes lideran actualmente el mundo de la hechicería, así que necesitamos que él coopere con nosotros cueste lo que cueste ¿No es asi?— contesto Tsumiki mirando a lo lejos a Maki, quien miraba a sus hijos con Yuta.
Sentía lástima por ella porque sabía que el regreso de Yuta también la ponía mal y si todo lo que decía Megumi era cierto, sabía que Maki sería la que más sufriría.
Nobara suspiro al comprender todo lo que el regreso de Yuta significaba, no sólo para la vida de esos niños, sino para la sociedad en general.
Chasqueo la lengua —Maldito Okkotsu, tu regreso sí que está trayendo más problemas que ayuda...
Esos tres se quedaron mirando a los demás. Sobre todo, a Yuta jugar con sus hijos. Disfrutando de aquella felicidad antes que los verdaderos problemas se desataran.
◈ ━━━━ 🌙 ━━━━ ◈
11:30 p.m.
Después de pasar aquella velada con esos niños y de acompañar a todos a la casa donde vivía Maki.
Yuta decidió regresar a su departamento en el centro de Kioto.
Pero este hechicero se llevó una sorpresa al ver que Katsumoto estaba ahí, quien estaba organizando el papeleo.
—¿Katsumoto?— pregunto Yuta con sorpresa entrando en aquel pequeño comedor.
—Buenas noches y bienvenido señor— comento el asistente poniéndose de pie y haciendo una leve reverencia.
—Es una sorpresa que sigas aquí y más después de todo lo que te grité en la tarde, pensé que renunciarías— comento Yuta acercándose a la mesa donde estaba el asistente acomodando algunos documentos.
Katsumoto de nuevo tomo asiento.
—Debo admitir que, si llegué a considerar mi renuncia, pero si lo hacía estaría faltando a mi deber y a mi juramento como el director asistente de usted— Miro al papeleo.
—Además que sé que usted necesitará de todas mis habilidades para todo lo que venga con este caso del asesino de hechiceros. Y digamos que esta es mi forma de demostrarle que soy de confiar, quedándome a su lado a pesar de que usted la mayoría de veces me da miedo— admitió el asistente mirando a su jefe. —Igual puede ponerme a prueba una vez más y verá que yo soy de confiar.
—Entiendo y dime ¿Cómo es que conseguiste este trabajo? Y ¿Por qué sigues ayudándome a pesar de lo que te hice y te grite en la tarde?— pregunto Yuta rascando su cabeza.
—Bueno— Katsumoto bajo un poco los hombros —Digamos que por cosas del destino, fui recomendado por el señor Ijichi para entrar a este trabajo en primer lugar— explicó —aunque debo admitir que yo no tengo las habilidades ni las técnicas ni el carácter para ser un hechicero como usted— miro a Yuta —Pero aun así yo quería ser de utilidad, fue ahí cuando el señor Ijichi vio en mi las habilidades necesarias para ayudar a las personas, sobre todo para ayudarlos a ustedes los hechiceros en esto del papeleo.
Miro a Yuta con serenidad.
— Ademas él deposito toda su confianza en mí para cumplir con esta misión y sin ofender, pero — tomo un respiro antes de soltar la verdad.
—Básicamente yo era la última opción que quedaba como asistente para trabajar con usted ya que ninguno de los otros directores asistentes que iban a ser asignados a su mando querían trabajar contigo, debido a los rumores que corrían sobre su persona.
—¿Así? ¿Qué decían esos rumores sobre mi?— pregunto Yuta con curiosidad tomando asiento en otra de las sillas de aquella mesa.
Katsumoto tartamudeo un poco.
—B—b—bueno, los rumores decían que usted era un hechicero al que debíamos de temer, no sólo por su categoría, sino por lo frío y sádico que usted podía llegar a ser.
—¿En serio eso decían de mi?— Yuta levantó las cejas al oír eso. —¡Wow! Si que debí darles mucho miedo a todos tus compañeros.
—En efecto. Usted nos daba algo de miedo a todos, pero al final me tocó a mi ser su asistente, y a lo largo de estos casi quince dias he comprobado que en parte usted no es del todo tan malo como los rumores decían— explicó Katsumoto.
—¿Por qué lo dices? — cuestiono Yuta con curiosidad.
—Por qué usted tiene mayormente un buen corazón. Usted es fuerte, sí. Es de temer, lo es. Pero después de verlo tratar a esos niños y de ver como se preocupaba por encontrar a Maki Zenin, pude ver que usted no es malo, simplemente era una persona que estaba buscando respuestas a algo que a usted le arrebataron— comento el asistente mirándolo con seriedad.
—Por eso mismo me tomé el atrevimiento de ayudarlo a encontrar toda esa informacion que le dije hace rato, aun yendo contra las reglas de la academia.
—¿Y alguien más sabe que rompiste las reglas por mí?
Katsumoto negó con la cabeza.
—Trate de hacerlo con la mayor discreción posible y trate de no dejar rastros de mi búsqueda. Ni siquiera el señor Ijichi notará que lo hice.
—Si que has arriesgado mucho por ayudarme— comento Yuta con una leve sonrisa—Te debo una disculpa por la forma en que te trate en la tarde en el panteón y en todo lo demás.
—No se preocupe señor, acepto su disculpa— contesto Katsumoto con amabilidad —Y dígame ¿Cómo le fue con los niños Fushiguro?
—¿Ese es el apellido que querías decirme hace rato, cierto? — hizo levemente su cabeza hacia atrás mientras llevaba sus manos a su rostro.
—Así es señor. ¿Paso algo al respecto? — pregunto Katsumoto.
Yuta suspiro pasando sus manos por su cabello, para después recargar los codos en la mesa.
—¡Pasaron demasiadas cosas esta noche las cuales son muy complicadas de explicar! Pero, para resumir, descubrí que Yurika y Yuudai son mis hijos biológicos y de paso, acabo de descubrir que efectivamente su madre es Maki Zenin. La "Maki" del hospital resulto ser la verdadera Maki del misterioso caso que habías investigado por tu cuenta.
Katsumoto estaba impactado por escuchar aquello.
—¿Entonces esos niños son los que menciona el informe del Hospital? Entonces ¿Eso significa que lograron sobrevivir?— pregunto elevando la voz de la sorpresa.
—Si, esos niños son los del informe del hospital y si han logrado sobrevivir es porque Maki ha estado siendo ayudada por mis antiguos compañeros y amigos de la academia en su cuidado y en su crianza como si fueran una familia. Así ha sido por casi siete años.
—¿Logró dar también con sus antiguos compañeros?— Pregunto Katsumoto el doble de sorprendido.
—En efecto, hoy en el festival me reencontré con todos ellos. Ahí estaba Fushiguro Megumi junto a su hermana Fushiguro Tsumiki, al igual que estaba Inumaki Toge, Itadori Yuji, Kugisaki Nobara y sobre todo Maki. Todos estaban ahí junto a los mellizos esta noche. Ellos son como una familia por lo que pude ver en su dinámica— Explicó Yuta.
—¿Maki? ¿Dice que Maki Zenin estaba ahí? ¿Pero no se supone que ella está muerta?— pregunto Katsumoto con confusión.
Yuta negó con la cabeza.
—Estoy cien por ciento seguro de que la mujer que hoy vi era ella. No era un fantasma. Maki Zenin sigue viva, aunque ahora lleva el apellido "Fushiguro" — suspiro. Se notaba celoso de saber que ese azabache era el esposo de Maki.
—¿Dice que ahora su apellido es Fushiguro? ¿Eso quiere decir que ella está casada con su "primo/sobrino" Megumi?— pregunto Katsumoto más confundido que antes.
Yuta chasqueo la lengua.
—Respuesta corta: Si— suspiro.
—Desgraciadamente no tuve la oportunidad de hablar con él ni con los demás porque todos los adultos estábamos fingiendo que apenas nos estábamos "conociendo" frente a los niños. Pero en pocas palabras, Megumi Fushiguro es el padrastro de mis hijos— suspiro con algo de desánimo. Quizás aquello era algo de celos.—Tal vez pueda hablar con él y con los demás pasado mañana, ya que me invitaron a comer a su casa.
—Entiendo pero entonces ¿Quién se supone que está enterrada en la tumba que fuimos a ver en la tarde?— pregunto Katsumoto con intriga.
—A no ser que quien esté enterrada en esa tumba sea Mai Zenin— comento Yuta antes de llevarse la mano a la barbilla mientras analizaba todo lo descubierto.
—¿Está diciendo que quizás la gemela que murió fue Mai y no Maki?— cuestionó Katsumoto mientras buscaba aquel informe que leyó en la tarde en el panteón.
—Pudiera ser, aunque no pude hablar mucho con Maki sobre lo que paso hace siete años atrás, toda la verdad quedo a medias en esta ocasión — Yuta miro a su asistente. —Solo así tendría sentido el rumor de que "Una de las gemelas está viva y la otra está muerta"
—Y de paso, esto nos confirma el rumor de que la gemela que está viva está casada con alguien de su mismo clan, los informes decían que era alguien de su familia directa, algo así como un primo o un sobrino — Katsumoto estaba sorprendido por lo que acababa de decir su jefe y a la conclusión que habían llegado.
—Y Megumi es primo de Maki en segundo grado, aunque también se le puede considerar como su sobrino...— sobo sus sienes — aunque Fushiguro nació fuera del clan Zenin, sigue siendo su "familiar" casi directo — suspiró— Todo esto es tan extraño.
—Demasiado diría yo— comento Katsumoto sorprendido de todo lo encontrado.
—Si que lo es, pero ahora hay tres misterios que resolver— comento Yuta tomando una hoja de papel del escritorio y empezó a escribir en orden aquello que debía resolver.
—¿Tres misterios?— cuestiono Katsumoto.
—Si. El primero es averiguar quién es este nuevo asesino de hechiceros y atraparlo antes de que mate a más personas— enumero escribiendo en la hoja — El segundo es averiguar que paso con Maki y Mai Zenin y mis hijos hace siete años atrás desde el momento en que yo me fui — hizo una anotación más — Aquí es como dice Maki, lo más seguro es que alguien conspiró para separarnos a los dos y ahí es donde entra el tercer misterio— termino de anotar.
—Y ese es averiguar quién está detrás de nuestra separación y el porqué lo hizo. Aquí supongo que también debemos averiguar que más está pasando en esta sociedad de hechicería y en la sede.
En ese instante Katsumoto recordó algo urgente que debía decirle a Yuta y más que tenía que ver con alguien que era también parte de la sede.
—¡Señor! ¡Acabo de recordar que le llegó un mensaje muy importante! — dijo tomando su tableta.
—¿Un mensaje? ¿De quién? ¿Acaso es del clan Gojo?— pregunto Yuta rápidamente. Pensaba que quizás sería de Satoru.
—No, en realidad se trata de un mensaje del clan Zenin...— Katsumoto trago saliva.
Yuta abrió enorme los ojos al escuchar aquello, mientras su asistente empezó a leer lo que decía aquel oficio.
—¿Qué mandaron a decir?— pregunto Yuta.
—Aquí dice que el actual líder número 27 de ese clan, el señor Naoya Zenin quiere verlo con urgencia mañana al mediodía. Quiere tratar con usted el tema de los hechiceros que fueron asesinados y que corresponden a dicho clan... quiere que usted le rinda cuentas...— termino de leer aquello.
—Esto no puede ir peor...— Yuta se llevó una mano a la frente.
—¿Quiere que cancele?— comento Katsumoto con temor.
—Al contrario, confirma con urgencia mi asistencia. Mañana me presentaré ante Naoya Zenin. Quizás él pueda darme un poco de información de lo que estoy buscando.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
Notes:
Espero les haya gustado ❤
De nuevo una disculpa si este capitulo tarde en subirlo una semana, como dije me fui de vacaciones y hasta ahora regrese a mi casa.
Quizás más adelante Yuta y Maki hablen de más cosas, pero por el momento, quería que hablaran sobre sus versiones de aquel día en que ambos fueron separados. Igual más adelante habrá varios flashbacks sobre hace siete años atrás, tanto sobre la relacion entre Yuta y Maki, así como sobre el momento del nacimiento de Yurika y Yuudai y de todo lo demás que estaba pasando con los demás personajes. Eso incluye también a Megumi y las gemelas, así como lo sucedido con la maestra Utahime y Gojo.
Pero por el momento ¿Qué les está pareciendo este fic?
Y díganme, ¿Qué teorías tienen sobre quien fue quien hablo con Maki? ¿Fue Un Hombre o una Mujer? 👀 Los estaré leyendo. También pueden dejarme sus teorías sobre lo que creen que puede pasar más adelante en la historia o sus teorías sobre lo ocurrido hace siente y tres años atrás.
Así como también díganme ¿Qué técnicas creen que hayan heredado los mellizos? Ya les di una pista de Yuudai, pero puedo asegurarles que tiene una más, así como Yurika que también tiene una técnica, ya que muy pronto ambos las mostraran en este fic, así que Como dije estaré leyendo sus teorías ¿Creen que heredaron Alguna del clan Zenin o Alguna del clan Gojo? O ¿Alguna sugerencia? ❤
También díganme ¿Qué creen que pase cuando Naoya hable con Yuta? Solo puedo adelantarles que alguien más va a hablar con Yuta dentro de esa residencia.
Nos seguimos leyendo ❤
Chapter 12: 11. Alcohol y Cartas
Notes:
Espero les guste el siguiente capitulo, ya que es igual de largo que los dos anteriores.
También les quiero dar las gracias a todos los que se preocuparon por mi salud. Tuve un fin de semana muy pesado ya que estuve enferma y por eso mismo no pude subir antes este capítulo, pero ya ando mucho mejor ❤
Así que cuídense del frio mis queridos lectores, sino acabaran en urgencias como yo por problemas respiratorios.
Sin más, que disfruten el capítulo, porque aquí Yuta se llevara varias sorpresas con el clan Zenin.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
"Los niños y los borrachos siempre dicen la verdad"
15 de Julio.
11:50 a.m.
El agua de la regadera caía contra el cuerpo de Maki.
Se estaba limpiando el sudor y las pequeñas gotas de sangre que pudieron haberle quedado sobre el cuerpo a pesar de ya haber desechado la ropa que uso ese día para acabar con su víctima.
Aquella era su rutina de relajación después de una "Misión"
Sabía que ella ya estaba condenada y que quizás no tendría salvación. Pero eso no importaba, su venganza se estaba llevando a cabo y de paso, estaba saldando su deuda, la cual se suponía protegía a sus hijos hasta que estos tuvieran la edad suficiente para decidir si querían ser hechiceros o no dependiendo de si manifestaban alguna técnica.
Aquel trabajo de aceptar acabar con vidas ajenas lo había aceptado hacía tres años atrás cuando se había hecho aquel cruel trato donde su hermana debía regresar al clan Zenin. Maki sabía que el sacrificio de Mai no estaba siendo en vano y más que la vida tanto de ellas como de Megumi y de todos sus demás amigos, habían dado un giro drástico al proteger a esos pequeños.
Pasar de ser una futura promesa para la hechicería, a ser ahora una asesina para nada fue una decisión fácil. Pero era la única forma viable para que un "fantasma" como ella pudiera sobrevivir.
Mientras enjabonaba su cuerpo, no podía dejar de pensar en sus encargos, misiones y su trabajo normal que tenia de vez en cuando. Los cuales se dividían en tres:
El primero era su trabajo "normal", el cual consistía en dar algunas clases y entrenamientos a ciertos clientes que buscaban tener un cuerpo más fuerte. Esta era su fachada para la vida diaria y de paso para pasar desapercibida en la escuela de sus hijos.
Debido a su restricción y a su muy bien torneado cuerpo, la gente común creía que ella era una de esas madres que trabaja en algún gimnasio. Cosa que hacía muy de vez en cuando solo para mantener un perfil bajo y de paso seguir manteniéndose en forma.
Pero sus otros dos oficios eran enfocados a lo que mejor sabía hacer.
Las misiones más simples que realizaba eran aquellas donde tenía que eliminar maldiciones. Dichas misiones se hacían a escondidas de la sede o eran tomadas de algunos templos que no servían directamente a la escuela de hechicería.
Y sus encargos más elaborados se basaban en "investigar y eliminar"
Algunas de sus víctimas eran mandadas a asesinar por terceros, los cuales en su mayoría eran clientes que de una u otra forma conocían a Mei Mei de muchos años y sabían que trabajar con ellos era conseguir un jugoso cheque, ya que en el mundo de la hechicería también había mucha competencia e intereses de por medio.
Pero últimamente a los que ella estaba más enfocada en asesinar, eran aquellos a los que había investigado por años y quienes fueron los responsables de arruinar su vida junto al amor de su vida hacia siete años atrás.
Era increíble como los intereses políticos detrás de su separación con Yuta eran muy tensos incluso aun en la actualidad.
Mientras seguía tallando su cuerpo, Maki recordaba como esos hombres daban su último aliento, con la garganta abierta mientras la sangre brotaba de su cuello y boca. Recordaba el cómo todos ellos trataban de gritar pero se ahogaban con su propio dolor y sangre, en un comienzo no era una escena fácil de asimilar, pero ella ya se había acostumbrado.
De una u otra forma, le confortaba el ver como los ojos de todos aquellos quienes le habían arrebatado su felicidad con el amor de su vida, se abrían de sorpresa al ver que ella acababa con su mísera existencia.
Verlos luchar por mantenerse con vida, retorciéndose en el piso, tratando de buscar ayuda, mientras los apuñalaba en alguna otra parte del cuerpo o los golpeaba con fuerza hasta romperles los huesos, le hacían recordar el como algunos de ellos le dieron los mismos golpes al ser una niña dentro de su clan.
Era un tanto placentero el verlos tratar de pedir piedad antes de que ella les diera la puñalada final en el pecho, era una imagen que al inicio la perseguía pero que poco a poco se fue acostumbrando hasta superar las pesadillas.
Pero aún había algunos sueños que no podía olvidar fácilmente.
Maki seguía sintiendo el agua caer por su cuerpo, sus manos pasaron por su piel, aquellas caricias bajo el agua caliente le hicieron recordar al hombre con quien se había reencontrado la noche anterior después de siete años.
Aquel que alguna vez amo y a quien se había entregado en cuerpo y alma. Aquel con quien había engendrado a sus mellizos.
Yuta Okkotsu.
El mirarlo una vez más frente a ella, el que la hubiera tomado de la muñeca, el verlo a los ojos, el saber que había vuelto le había revuelto un poco el corazón y los sentimientos que creía haber enterrado hace siete años atrás junto con aquel secreto.
Maki sobo con cuidado su muñeca. El que el volviera solo la hacía sentirse confundida. Pero debía ser firme y más que él trabajaba para el "enemigo" o mejor dicho, con aquellos que les arruinaron la vida y les arrebataron la felicidad.
En aquel instante recordó que ahora aquel trabajo para nada lo iba a tener sencillo con él en Kioto. Ahora quizás Yuta iría tras ella, no sólo para estar cerca de Yurika y Yuudai, sino también para atraparla como asesina.
Maki puso su rostro bajo el agua de la regadera, mientras terminaba de enjuagar su cabello e hizo memoria de lo que Yuta le había dicho la noche anterior sobre "el asesino de hechiceros"
Tenía que sacarle la información que tuviera hasta ese momento para saber si debía cambiar su modo operanti o para averiguar si ella y Mei Mei estaban haciendo algo mal. Así que para eso, con la víctima de aquella mañana había hecho algo un tanto diferente al momento de matarla y de paso, había dejado un mensaje muy contundente.
Suspiro y cerro las llaves del agua. Trataría de sacarle a Yuta toda la información que tuviera del caso, aunque en el fondo, sentía miedo de tener que sacarlo de nuevo de su corazón, el cual anhelaba verlo una vez más.
— Debo alejarlo de nosotros...— se dijo en voz baja mientras exprimía suavemente su cabello— Aunque eso no le gustará para nada a los niños— volvió a suspirar.
Un toqueteo a la puerta del baño llamo su atención.
—Maki san — La voz de Megumi penetro aquella puerta — Voy a salir a comprar unas cosas y de ahí pasare por Yurika y Yuudai a la primaria. Tsumiki me dejo encargado que por favor te recordará sobre que ingredientes quieres que te compremos para mañana para la comida con Okkotsu senpai.
La peliverde suspiro mientras empezaba a secar su cuerpo con una toalla para después ponerse su bata de baño.
—Está bien y gracias Megumi. Creo que lo ideal será que los niños elijan que quieren comer para mañana. Supongo que a Okkotsu le agradara lo que ellos escojan — dijo sin abrir la puerta —Por cierto ¿Y los demás dónde están? Desde que regresé no los he visto — empezó a secarse el cabello con una toalla.
—Kugisaki, Inumaki e Itadori salieron a ver las carrozas y Tsumiki fue a visitar a una compañera que está de visita en la ciudad. Así que por el momento te quedaras sola en casa — comento Megumi desde el otro lado de la puerta.
—OK.
Por una parte, Megumi sentía que ella les estaba ocultando algo, quizás el haber visto a Yuta la noche anterior de seguro la traía confundida —Maki san, ¿Estas bien? Desde ayer en la noche te notas distante y hoy en la mañana saliste muy temprano sin decirnos nada ¿Paso algo?— pregunto aun desde el otro lado de la puerta.
—Lo estoy, es solo que estoy un poco cansada de lo de ayer— Maki gruño sin abrir la puerta — Solo me hizo falta dormir unas horas y no te preocupes, solamente salí a ver a unos clientes, ya sabes, quieren que sea su entrenadora personal y ese tipo de cosas, así que fui a darles una clase privada — mintió.
—Pensé que habías ido a una misión — explicó Megumi, recargándose a un lado de la puerta y con sus brazos cruzados.
—No, por el momento no he tenido misiones de ese tipo para "eliminar" maldiciones. Aunque siento que me voy a oxidar si no hago una de esas muy pronto — dijo ella empezando a cepillar su cabello.
De esta forma, Maki tambien mantenía una fachada baja con Megumi y los demás, los cuales solo sabían que ella trabajaba como una entrenadora y de vez en cuando, hacia misiones de exorcismo, pero con personas muy pero muy cercanas a ellos. Así como también Megumi hacía de vez en cuando algunas de estas misiones en Tokio.
El azabache solo suspiro por esa respuesta —De acuerdo. Si necesitas algo no dudes en avisarme. Trata de descansar todo lo que puedas ahora que la casa estará vacía — comento antes de alejarse de la puerta del baño.
—Una vez más... Muchas gracias Megumi...— Susurró Maki. De verdad sin él a su lado, apoyándola con Yurika y Yuudai desde el momento en que nacieron quizás desde hace mucho se hubiera vuelto loca o simplemente no hubieran logrado sobrevivir y llevar una vida "normal".
Maki llevo su mano al espejo, el cual estaba empañado. Una vez limpio ese vapor, miro su cansado rostro.
—No sé por cuanto podré seguir ocultándoles todo esto...— Susurró mientras miraba el rostro de lo que se había convertido en los últimos años.
Sabía que quizás sus amigos y Megumi no comprenderían del todo el porqué estaba haciendo aquello. Quizás la juzgarían, pero aun así, quería tomar venganza por su propia mano ya que su rencor era lo que la movía en todo aquello.
Tampoco sabía por cuanto tiempo podría mantenerse a raya y estar fingiendo frente a Yuta y más que apenas su calvario con él apenas comenzaba y más ahora que él había dado con todos ellos.
Suspiro, su mente no podía dejar de pensar en él.
—Me pregunto que estará haciendo el idiota de Yuta en este momento...— se dijo en voz baja mientras empezaba a limpiar la máscara que usaba para sus misiones y para encubrir su identidad.
Maki y Mei habían elaborado un camuflaje y dependiendo de su tipo de víctima era el tipo de máscara que usaba.
Para las Víctimas encargadas por terceros usaba una máscara kitsune que le cubría completamente el rostro.
Pero cuando eran "sus" víctimas, usaba una máscara roja de medio rostro, la cual sólo dejaba al descubierto sus ojos color miel, aquella máscara, la cual Maki había elegido, representaba al demonio "Hannya"
Aquella asesina se identificaba con aquel demonio de la mujer que había sido "traicionada" por su amado y la cual estaba llena de odio y furia. Así como ella.
Mientras le quitaba las manchas de sangre, Maki no podía dejar de tener un raro presentimiento con el padre biológico de sus hijos.
Simplemente no podía dejar de pensar en él. Y eso podría arruinar sus planes.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
Al mismo tiempo, pero en otro lado de la ciudad.
11:55 a.m.
Yuta había llegado a la residencia Zenin.
Se acomodo una vez más el traje tradicional que llevaba puesto para la ocasión.
Las camisetas principales que estaba usando, eran en tonos grises claros junto al Yukata que fue elegido en un color negro. Sobre sus hombros llevaba una túnica en un tono gris más oscuro, donde en cada hombro llevaba el símbolo de la aún academia de hechicería en color blanco. Esto para identificarse como un miembro de aquella escuela. Y su calzado constaba de unos zapatos negros.
En un principio, Yuta iría vestido con un traje elegante negro, pero por recomendación del señor Ijichi, tuvo que cambiarse de vestimenta a último momento, sobre todo si no quería meterse en problemas ni con la sede ni con ninguno de los clanes.
Así de estrictos se habían vuelto en aquella nueva sociedad.
Aquel traje tradicional se lo había conseguido Katsumoto a primeras horas de la mañana. Esto también con ayuda de Ijichi, quien se enteró por parte de la sede que Naoya Zenin había llamado a Yuuta Okkotsu a la residencia de dicho clan y por eso mismo decidió intervenir un poco para que aquel hechicero que regreso del extranjero no cometiera ningún error.
Aun así, esa noticia no tardaría en llegar a Oídos de Satoru.
Aunque Yuta no estaba acostumbrado a usar trajes de ese estilo, aquella mañana por protocolos debía hacerlo y más que dependiendo del líder al que se fuera a visitar, se debía ir de acuerdo a la ocasión. Y al parecer el líder del Clan Zenin era muy estricto en ese sentido y quería que todo fuera de acuerdo a sus tradiciones.
Katsumoto y Yuta seguían dentro de aquel automóvil, estaban estacionados afuera de la puerta principal. Donde ya los esperaban dos guardias de la unidad Kukuru.
—¿Está seguro de querer hacer esto, mi señor?— pregunto Katsumoto tragando saliva del miedo que le daba aquella residencia, a la cual, aún no ponía un pie y ya quería salir corriendo de ahí por la energía y la mala vibra que se sentía venir de este imponente lugar.
—Lo estoy— Yuta miro a su asistente por el retrovisor — No es necesario que me acompañes si no te sientes cómodo.
Katsumoto movió un poco la cabeza.
—Es mi deber acompañarlo como muestra de mi lealtad hacia usted. Además, yo llevo los detalles de esta investigación como nos lo pidió el líder Naoya.
Yuta peino una vez más su cabello. Se le notaba un tanto nervioso, a pesar que cuando estuvo viajando en el extranjero, también hablo y conoció a algunos líderes importantes y gente de altos rangos. Pero en aquella ocasión era diferente, era una cuestión de trabajo y de paso una cuestión un tanto personal.
—Bien, es hora. Solamente te pediré dos cosas Katsumoto. La primera es que me dejes hablar solamente a mí. Y la segunda, es que no quiero que comentes nada sobre los demás, ni de mis hijos ni de Maki— al decir aquello, Yuta lo miro con demasiada seriedad. Se veía demasiado amenazante a través de aquel espejo.— Mantente atento a todo lo que pase a nuestro alrededor y trata de no alejarte. Iremos desarmados para que vean que vamos solo a hablar.
—Entendido mi señor— contesto sintiendo que su vida dependía de todo aquello.
Katsumoto bajo primero del auto y fue a abrirle la puerta a Yuta, quien bajo de los asientos de atrás, mostrándose como todo un líder con porte y seriedad. Y como había dicho, iba desarmado ya que aquella se suponía sería una reunión "pacifica".
Aun así si necesitaba algún arma o se veía obligado a pelear, Rika estaría con él.
Aquellos dos guardias temblaron de miedo al sentir la presencia de este hombre. Quien tenía una mirada fría y asesina.
Pero aun así hablaron con voz firme y trataron de conservar la calma.
—Buenos días señor Okkotsu— hablo uno de los guardias. Sus piernas temblaban.
—Buenos días, he venido como me lo pidió su líder— comento Okkotsu con tranquilidad. Incluso enseñó las manos para mostrar que no venía armado.
Katsumoto hizo lo mismo, mostró el contenido de sus bolsillos y de paso demostró que sólo llevaba su tableta.
Aquellos guardias se miraron entre sí al notar que aquel invitado así como su asistente no portaban arma alguna.
—Adelante, pasen. Una sirvienta ya los está esperando para escoltarlos con el señor Naoya — comento el otro guardia mientras abrían la pesada puerta de madera tradicional de aquella residencia.
—Muchas Gracias — Comento con amabilidad el hechicero mientras ponía un pie en aquella residencia, la que fue el infernal hogar de Maki por tantos años.
Katsumoto solo trago saliva y pedía al cielo que salieran vivos de ahí.
12:04 p.m.
Una vez dentro, Yuta pudo observar lo majestuoso que era la primera parte de aquella residencia. Contaba con un bello y tradicional camino de piedras, el cual tenía hermosas lámparas tradicionales a su alrededor y podías ver los jardines y espacios que le rodeaban.
Donde terminaba aquel camino, estaba el recibidor principal, el cual era elegante y muy clásico. Parecía que aquel lugar tenía siglos de antigüedad.
La madre de las gemelas, quien era una especie de asistente e informante personal de Naoya, los estaba esperando en aquel tradicional recibidor.
A su lado se encontraba un hombre alto, de complexión fornida y cabellos oscuros recogidos en un chongo. Su pálida piel contrastaba con una línea negra que surcaba su nariz. Un aura extraña emanaba de él, haciendo dudar si realmente era un humano. El hombre permanecía en silencio.
—Sea bienvenido señor Okkotsu — comento aquella mujer mayor, quién le recibió con una reverencia.
—Muchas gracias por la invitación — contesto Yuta con la misma cortesía mientras él y Katsumoto hacían una reverencia como saludo.
Rápidamente aquel otro sirviente de cabellos negros también hizo una reverencia. Parecía estar muy atento a sus invitados.
—Acompáñenos, lo guiaremos a donde lo estará esperando nuestro líder, así que venga por aquí y no se separe en ningún momento de nosotros— comento aquella mujer guiando a Okkotsu por aquellos pasillos para adentrarse en aquel lugar.
—Una vez más gracias— agradeció nuevamente su invitado tratando de conservar su rostro serio.
12:06 p.m.
Aquella mujer iba tres pasos atrás de Yuta y Katsumoto, mientras el sirviente varón era quien los guiaba por aquella enorme residencia. Ya que aquella mujer tenía muy arraigada la creencia de que ella no podía caminar delante de ningún hombre, aunque este fuera un invitado.
Esos cuatro, pasaron por varios pasillos, y así ambos invitados fueron admirando aquel tradicional lugar, el cual tenía una vibra muy pesada.
La presencia de aquel hechicero de categoría especial era tan abrumadora para algunos, que algunos sirvientes del clan hacían una extrema reverencia al momento en que este pasaba. Bajando sus cabezas hasta que sus frentes tocaban el suelo.
Yuta también sentía la mirada pesada y juzgadora de aquellos que identificó como hechiceros y a quiénes supuso, eran los miembros principales de la familia de Maki.
Algunos de ellos, sobre todo los varones jóvenes y hombres mayores sólo lo miraban con desprecio mientras este caminaba por aquel pasillo, como fue el caso de Ougi, padre de las gemelas, quien no le quito su oscura y penetrante vista de encima hasta que dieron vuelta en una esquina.
E incluso hubo otros hechiceros que simplemente lo ignoraron al pasar, como fue el caso de Jinichi, quien estaba perdiendo el tiempo en uno de los jardines al lado de otros guardias mientras comía sandía y escupía las semillas.
Yuta trataba de estar tranquilo, aun así todas aquellas miradas sobre él lo incomodaban.
—Ahora entiendo a lo que se refería Maki con este lugar— Pensó al ver como en algunos lados de aquella residencia podía verse la marcada diferencia jerárquica entre sus miembros.
Noto como algunos cuartos y salas eran demasiado pequeños.
Además de que noto que aquel clan tenía demasiada servidumbre, entre ellos niños y mujeres de diversas edades.
Así como también observo como había a demasiados hombres, la mayoría de avanzada edad que no les daba buena vibra.
Incluso de re ojo pudo ver la dinámica de aquel clan. Supuso que aquellos que estaban en ciertas zonas que se veían bien acomodadas, eran hechiceros con algún grado o rango en especial, ya que donde estos estaban se veían que eran lugares lujosos, super ordenados y limpios.
Y aquellos espacios más pequeños y un tanto desordenados eran para la servidumbre.
Lo mismo noto con los niños y los adolescentes.
Aquellos que parecían ser los sirvientes los vestían con una camiseta blanca y con hakamas de diversos colores. Mientras aquellos niños y niñas que vestían bellos kimonos y hakamas super elegantes, debían ser aquellos que "heredaron" alguna técnica o tenían un talento especial, ya que estos estaban junto a los hechiceros adultos o junto algún sirviente que les cumplían sus caprichos.
—Definitivamente mis hijos están mejor afuera y lejos de las garras de este clan...— Pensó mientras apretaba los puños al ver aquellas escenas donde a los niños sirvientes los traían a las prisas e incluso le tocó presenciar, como una mujer golpeaba y jalaba del cabello a una niña por un simple descuido con una bandeja.
Desgraciadamente él no podía intervenir en aquella dinámica, la cual llevaba siglos acompañando a aquel clan.
Después de adentrarse por unos minutos más en aquella residencia. Los cuatro se detuvieron en un pasillo que daba a una gran y lujosa sala de té, la cual estaba rodeada de unos bellos jardines donde solo los miembros más destacados del clan podían ingresar.
Las puertas de aquella sala estaban completamente abiertas en aquel momento, dejando ver que aún no iniciaba aquella reunión.
Otro sirviente, quien preparaba la sala, salió y se dirigió en voz muy baja hacia aquella mujer. Parecía que le estaba contando algún secreto. Después hizo una reverencia y se retiró de ahí.
La madre de las gemelas se dirigió con Okkotsu.
—Me acaban de comentar que, por el momento, el señor Naoya está terminando unos asuntos importantes en otra parte de esta residencia. Pero no tardará en desocuparse, pero por el momento, pueden esperarlo en esta sala.
—Con su permiso mis señores, nosotros también regresaremos en un momento junto a nuestro señor — comento el sirviente de cabellos oscuros en una leve reverencia.
—De acuerdo, lo esperare aquí, muchas gracias — comento Yuta amablemente, pero sin perder la seriedad de su rostro. Era demasiado intimidante en aquel instante.
Aquel papel de hombre serio lo estaba interpretando muy bien.
En aquel momento y antes de irse por aquel pasillo. La madre de las gemelas miró fijamente a Yuta. Podría decirse que hasta lo barrio con la mirada, parecía que lo estaba analizando.
Y eso le llamo demasiado la curiosidad al hechicero de grado especial. Quien sentía que esa mujer tenía unos rasgos físicos muy parecidos a los de otra persona. Pero sus ojos se veían apagados, como si estuviera muerta en vida.
—Disculpe la pregunta señor Okkotsu, pero ¿Usted era compañero de mi hija, cierto?— pregunto aquella mujer con frialdad.
—¿Perdón?— Yuta estaba confundido por aquella pregunta.
—Hablo de Zenin Maki ¿Usted fue su compañero en la preparatoria, cierto?— pregunto esa mujer. Su voz se escuchaba seria, pero en sus ojos parecía ver un sentimiento de profunda tristeza.
Yuta afirmó con la cabeza mientras respondía —Si, lo fui.
Aquella mujer una vez más lo miro de cabeza a pies y después soltó un suspiro, el cual parecía una mezcla entre decepción y tristeza —Lastima...— Susurró.
El hechicero miro a esa mujer con seriedad, tratando de comprender lo que decía.
La madre de Maki siguió hablando.
—¿Sabe? La última vez que hable con mi hija mayor fue hace siete años atrás en una estación de tren ...— su rostro se veía un poco desencajado — Lo último que recuerdo que hablé con ella fue un poco sobre usted...— lo miro al rostro —Pero ahora veo que, mis palabras pudieron haber sido erróneas esa vez... con su permiso — solamente contesto aquello antes de irse por aquel pasillo junto al otro sirviente.
Aquello dejo muy confundido a su invitado.
Yuta ya no pudo preguntarle nada más, ya que esa mujer se retiró rápidamente de ahí junto al otro sirviente.
—¿Que habrá querido decir?— Susurró mientras llegaba a la conclusión de que ella debía ser la madre de Maki y de Mai.
Suspiro mientras prestaba atención a aquel lugar.
—Así que aquí es donde nació y creció Maki san — dijo en voz baja mientras admiraban el lugar.
—Es un lugar un tanto tétrico — comento Katsumoto en voz baja.
—Si que es como ella dijo alguna vez en la academia — rascó un poco su cabeza.—Es un lugar con una vibra muy pesada...
De verdad, agradecía que sus hijos no vivieran ahí. También agradecía el que Maki estuviera fuera de ese horrendo lugar.
Pero, lo que sucedería a continuación, le sacaría un susto al hechicero de grado especial ya que aquello sucedió tan rápido que simplemente le tomó con la guardia baja y no supo en qué momento sucedió.
Ya que sorpresivamente una persona lo tomó del hombro y con un movimiento muy rápido, imperceptible a la vista del ojo común, fue como si a Yuta lo hubieran congelado en una especie de cristal y después así rápidamente lo hubieran movido de lugar sin que él hubiera movido un solo músculo.
Ahora el hechicero invitado estaba dentro de la sala de Té. Había sido arrastrado hasta ahí sin que él se moviera ni un centímetro. Y todo fue gracias a una técnica maldita.
—¡Oh Vaya, tenemos un invitado!— dijo una voz muy alegre pero que delataba que era un hombre de la tercera edad.
Esa persona había tomado por sorpresa a Okkotsu. E incluso esa persona olía demasiado a alcohol.
—¿S-s señor Naobito?— pregunto Yuta confundido al ver a aquel anciano tomándolo de su brazo. El hechicero invitado tardo unos segundos en entender que ese hombre había usado su técnica para alejarlo de su asistente y arrastrarlo hasta dentro de la sala de té.
—¡Ven muchacho! Tú y yo debemos hablar un poco ¡Hip!— soltó aquel anciano jalando a Yuta de la manga de su capa hasta ubicarse en el centro de la sala, donde estaban unas zaisus y en el centro de estas sillas sin patas había una mesa de té, lista para la reunión.
—¡Señor!— grito Katsumoto a punto de entrar en esa sala donde su amo fue jalado por aquel anciano.
—¡No te atrevas a dar un paso más, hombre en traje!— advirtió Naobito girándose a ver a aquel asistente, al cual apunto con su dedo mientras su mano aun sujetaba una gran botella de madera llena de alcohol —Ni siquiera a mis sirvientes les tengo permitido entrar a esta sala sin mi autorización, así que quédate ahí un rato, debo hablar a solas específicamente con él— Naobito eructo.
Era increíble ver aún con vida a ese hombre, quien simplemente se veía más anciano.
Katsumoto miro a Yuta, quien le hizo una señal con la cabeza.
—Estaré bien Katsumoto, por favor, espérame ahí afuera — contesto tratando de conservar la calma.
—Si señor — el asistente solo obedeció y observo a esos dos a la distancia.
—¡Es más hombre en traje! ¡Ve y tráeme más alcohol! ¡Debemos festejar esto! Jajajaja — Naobito soltó una escandalosa carcajada.
—¡Hace años que nadie de otro clan o de la sede de hechicería ponía un pie en esta casa! ¡No desde que él idiota de Satoru vino a negociar la cancelación de la compra de Megumi Fushiguro hace más de diez años atrás!— Naobito soltó a Yuta y se empezó a sentar en el suelo sobre aquellas zaisus con aún buena agilidad a pesar de su avanzada edad, mientras daba un sorbo muy caótico a su botella, unos hilos de alcohol bajaron por la comisura de sus labios —¡Toma asiento Muchacho!— parecía una orden —¿Quieres un poco?— ofreció.
—No gracias, no bebo antes de una reunión — Yuta trato de sonar cortésmente mientras se sentaba en aquella silla frente a Naobito.
—Jajaja ¡No sabes de lo que te pierdes muchacho!— dijo el anciano dando un sorbo más a su bote tradicional en forma de calabaza, el cual estaba lleno de alcohol —Y dime ¿Qué ha traído al sucesor de Gojo Satoru a mi casa? — pregunto con curiosidad.
—¿Sucesor?— pregunto Yuta con confusión por el modo en como Naobito se dirigió a él.
—¿Acaso el idiota de Satoru aún no te nombra como su heredero? ¡Ja! Supongo que no tardará en hacerlo, ese rumor se está extendiendo como pólvora por todos lados— comento el ex líder moviendo sus brazos.
—Puedo preguntar ¿De cuál rumor está hablando? — cuestiono Okkotsu.
—El que dicta que Satoru Gojo se ha declarado incapaz de tener hijos y que por eso te ha traído de vuelta para que tu seas su sucesor— su mirada se centró en Yuta —¿En serio no lo sabias? ¿Con qué mentira te habrá arrastrado ese sujeto de vuelta a este país? — dijo Naobito con curiosidad
Aquello dejo confundido a Yuta, pero más adelante entendería el porqué de esas palabras.
—¿Y bien? ¿Vas a responder a mi pregunta del por qué has venido aqui?— cuestiono Naobito mirándolo.
Su anciano rostro estaba un tanto teñido de rojo y sus ojos se veían cansados. A pesar de estar con mucho alcohol en el organismo, parecía aún cuerdo. O quizás podría estar fingiendo. Aquello era tomárselo con calma y elegir bien las palabras exactas para no cometer una imprudencia.
—Bueno— El hechicero invitado empezó a hablar —su hijo, Naoya Zenin me pidió que viniera hasta aquí para tratar un tema importante— contesto Yuta observando a ese ex líder.
Naobito acaricio sus característicos bigotes.
—¿Así que mi hijo te llamo? ¿Eh?— salió otro eructo de la boca del anciano —¡Hic! ¿Supongo que debe tratarse de ese tema del asesino de hechiceros? ¿cierto?
—Así es señor — afirmó Yuta.
—¡Ja! Ese asesino es como una maldición que sigue a esta familia — Naobito movió su mano con desinterés mientras hacía un puchero — Ese tema viene persiguiendo a este clan por más de treinta años, supongo que alguien más ha tomado el lugar que le pertenecía a "ese sujeto" — dio un sorbo a su botella— Pero eso ya es algo que no me importa. A todos nos llegará el fin algún día ¡hic! Jajajaja
—Puedo preguntar señor ¿A qué se refiere con eso? ¿Por qué dice que este tema del asesino viene persiguiendo a su clan?— Yuta se atrevió a cuestionar.
—Por qué este tema es una mancha en nuestra familia y más cuando debemos pagar por nuestros errores y pecados. ¡Pero no quiero hablar de eso en este momento, eso te lo pueden decir los registros!— Naobito elevo la voz en un tono que parecía entre divertido y molesto —¡Y cuéntame muchacho, futuro líder del clan Gojo! ¿Qué ha sido de ti en estos años? ¿Tienes esposa o hijos aunque sea?— dio un trago más a su bebida.
Yuta se quedó un tanto extrañado y pensativo con aquello que había dicho aquel ex líder, quizás podría investigarlo por su cuenta una vez saliera de ahí.
—Bueno, yo estuve viajando por el mundo durante estos siete años y no, no estoy casado y mucho menos tengo hijos — contestó mirando a aquel anciano. Esperaba que su cuerpo no jugará en su contra y que aquella mentira no fuera descubierta.
Naobito examino la cara de Yuta —¿Así que siempre si te fuiste del país, eh? — bebió un poco más. En aquellas palabras había demasiada curiosidad.
—Así es señor.
—Supongo que — hizo de nuevo un leve puchero — Satoru y los demás se salieron con la suya en estos siete años Jajajajaja ¡Que astutos fueron al sacar las piezas del tablero Shõji!
—¿Disculpe? ¿A qué se refiere?— Yuta pregunto todo confundido.
—¡Nah a nada importante! Solo son cosas que dice un anciano sin importancia y más ahora que soy solo un jubilado digo puras tonterías — respondió Naobito con una risita mientras sus manos descansaban en sus rodillas.
Aquello dejo más confundido a Yuta. Debía resolver ese rompecabezas. Aun así parecía que Naobito sabía cosas y debía aprovechar esa oportunidad.
—Y dígame señor ¿Cómo ha estado usted en estos años? ¿Cuándo fue que se retiró del liderazgo de este clan? — pregunto Yuta tratando de sonar gentil.
Naobito dio un trago más —¡¿Acaso no me ves?! ¡Estoy como nuevo a mis casi 82 años! ¡Igual el alcohol ayuda mucho a soportar a los hijos, a los nietos y bisnietos! En serio el alcohol y así como las novelas, el anime y ciertos programas del streaming ayudan a no escuchar a toda esa gente— movió su botella de un lado a otro, haciendo que el líquido saliera y mojara el tatami.
—¿Y qué cuándo me retire? Bueno muchacho jaja más bien deberías preguntar ¡¿Cuándo fue que me obligaron a retirarme?!— Movió una vez más sus manos de un lado a otro —el ingrato de mi hijo menor, me insistió en que ya era hora de retirarme y eso fue hace tres años atrás, mi plan era dejarles este puesto hasta que me muriera pero — movió aquella botella con júbilo — esto pudo más que yo jajaja ese desgraciado supo cómo comprarme — refiriéndose a las grandes cantidades de alcohol que recibía al día.
—Entiendo...
—Pero si me lo preguntas— Naobito miro a todos lados para después mirar a Yuta de frente. Se inclino un poco al frente e hizo como si susurrara un secreto — en realidad mi candidato principal para ser el líder de esta casa siempre fue Fushiguro Megumi, pero este al parecer renuncio a ese poder— soltó una risita.
—¿Megumi iba a ser líder de este clan?— los ojos de Yuta se abrieron de golpe y exclamó con sorpresa pero en voz baja.
—¡Así como lo escuchas!— Naobito elevo la voz — ¡hic! Él tenía buena relación con el clan Gojo y el clan Kamo, algo en lo que yo no pude hacer, pero ese muchacho si ¡Pero! — aquel ex líder hizo unos gestos de disgusto. —¡De la noche a la mañana ese chico renuncio a eso!
Aquel anciano parecía estar tratando de hacer memoria, porque hasta su ceño se arrugó más.
— ¿Qué diablos habrá hecho Naoya para hacerlo desistir? ¡Ni idea!— Movió sus brazos con violencia — Así que no me quedo de otra que pasarle el liderazgo a Naoya jaja pero no soy idiota, se lo otorgue si SOLO cumplía con una simple condición— elevo su dedo índice en alto— la cual no ha podido cumplir hasta la fecha — hizo su pulgar hacia abajo como señal de desacuerdo y después acomodo una vez más sus bigotes — Aunque una parte de mí, supone que eso debe ser un Karma que ese ingrato estará pagando. Y la verdad, a mí me gustaría que ese idiota no tenga descendencia, ya no quiero más nietos jaja es difícil soportarlos.
—Ya veo, Supongo que usted debe tener muchos nietos ¿No es así?
—¡Por montones! Mis otros tres hijos desde hace muchos años que ya me dieron nietos y los primeros primogénitos de mis dos hijos mayores también ya acaban de tener hijos, así que en teoría ya soy bisabuelo. Calculo que he de tener ya unos once nietos y unos tres bisnietos jajaja tengo suficiente descendencia para largo— poso su codo en su rodilla. Parecía orgulloso de la familia que dejó.
—Felicidades, supongo que tener una gran familia es una "bendicion" para un clan respetable como el de usted — respondió Yuta, tratando de halagarlo solo por cortesía.
Eso había aprendido en sus viajes con Miguel. Sobre todo, con líderes que tenían bastantes hijos era un "halago" decir sobre su basta descendencia.
—Aunque hablando de niños...— Naobito paso de un semblante muy alegre a uno un tanto serio. Quizás hasta un tanto triste.
Hasta parecía que todo el alcohol se le había bajado de golpe que incluso parecía una persona sobria.
—Hay dos niños en especial a los cuales me gustaría conocer antes de morir.
—¿Dos niños?— Yuta elevó un poco una ceja.
—Así es. Estos vendrían a ser los hijos de una sobrina que hace años abandono el clan. Ellos vendrían a ser algo así como mis sobrinos en segundo grado, o mejor dicho, como mis sobrinos nietos — comento Naobito con la mirada un poco perdida por el alcohol — Son en teoría gemelos fraternos ya que fueron un niño y una niña, o eso escuche — hizo un leve puchero.
—Si es que esos mellizos están vivos, actualmente han de tener como entre siete u ocho años ¿O quizás tres? ¡bah! ¡No recuerdo sus edades!— rascó su mejilla mientras torció la boca.
—¿Mellizos? ¿Sobrinos nietos?— El hechicero trago saliva. Un rápido pensamiento de sus hijos se le vino a la mente.
—Si. Como dije fueron mellizos— Naobito acaricio sus bigotes —¿Sabes Okkotsu? Esta familia ha tenido registros de embarazos múltiples en el pasado. Así que embarazos gemelares tenemos en algunas generaciones jaja pero en esta ocasión fue muy seguida porque la madre de esos niños también tenía una hermana gemela.
—Puedo preguntar ¿Qué fue de esos niños? ¿Y de su sobrina?
—Ni idea —Se encogió de hombros —mi sobrina era un dolor de huevos, era una chica malcriada, rebelde y muy insoportable. Era considerada una deshonra dentro de esta casa. Y la llegada de esos mellizos podría considerarse lo mismo, aunque tengo entendido que por la sangre de esos dos correría una mezcla especial. ¿Sabes a lo que me refiero no? ¿No has conocido a dos niños así con una mezcla entre clanes?
Yuta trato de verse serio. —No señor, como dije apenas llegue hace una semana. Y no se a qué se refiere...
—¡Cierto! Como los vas a conocer si ni siquiera sabes de quien hablo jaja. Ellos dos serian una mezcla entre clanes. ¡Algo inaudito para mi linaje!—soltó unas carcajadas.
Yuta si sabía a quienes se refería, pero en estas circunstancias era mejor mentir.
La risa de Naobito se fue apagando
—Pero ahora que hago memoria. Recuerdo que la última vez que vi a mi sobrina fue como hace siete años atrás ¿O acaso fueron ocho? ¿O tres? ¡No recuerdo la fecha, pero recuerdo que si la vi una última vez!
—¿Recuerda el lugar donde la vio por última vez?— Yuta sonó un poco insistente con esa pregunta. Tenía un raro presentimiento.
—¿El lugar?— eructo.
—Si, ¿Recuerda dónde fue?
Naobito eructo de nuevo — NO. A veces ni siquiera recuerdo lo que hice ayer.
—Comprendo — Yuta Pensó en un inicio que quizás ese líder debía estar mintiendo o que quizás el alcohol le hacía revolver y confundir memorias, pero aun así quería saber más —Perdón que lo pregunte señor, pero ¿Qué fue de ella hace siete años?— cuestiono con curiosidad. De seguro Naobito sabía que más pasó hace siete años atrás.
—¿Hum?
—Hablo de la madre de los niños que menciona usted. De su sobrina...
—¡Ah! Bueno, lo último que supe fue que al parecer se casó o eso escuche, una vez que un inservible deja el clan se les pierde contacto — dio un trago más a su bote.
Pero Naobito seguía conservando su rostro melancólico. Parecía recordar algo más.
—Pero ahora haciendo memoria. Recuerdo que si hablé de algo importante con mi sobrina en aquella ocasión, si...— acaricio sus bigotes —Creo que eso fue unos meses después de enterarme de que estaba embarazada — llevo su mano a su barbilla— si fue como hace seis o siete años atrás para ser más exactos, esto porque recuerdo que en ese tiempo aun había problemas para decidir quién llevaría el control del mundo de la hechicería y yo tenía que emitir mi sabio juicio para ver si aceptaba al insoportable de Satoru en la cima — Hizo un puchero.
— ¡No recuerdo la fecha con exactitud, pero sé que hablé con ella cerca de la primavera! Como eso de mayo. ¡Si fue como en mayo porque recuerdo que fue antes de que alguien cercana a ella sufriera un accidente un poco después en ese mismo mes! Una maestra o algo así tuvo un accidente en una misión y eso escandalizó a todos en la sede— le dio un trago muy largo a su botella.
Yuta pensó que aquello era un signo de demencia senil o que tal vez era el efecto de tanto alcohol en el cuerpo. Quizás en esos vagos recuerdos podría descubrir algo más.
—¿Qué más recuerda mi señor?— pregunto Yuta con calma.
Naobito cerró los ojos, el alcohol parecía que lo estaba adormeciendo.
—Recuerdo que me encontré con mi sobrina en un lugar muy concurrido de gente. Creo que fue un centro comercial, ¡NO! — aplaudió para despertar —¡Mas bien fue en una plaza! ¡No, No, No!— trono los dedos, parecía estar esforzándose por saber dónde fue eso que decía — ¡Quizás fue afuera de la estación de tren! ¡En esas escaleras que están entre el centro comercial! Si por ahí fue — divago por un momento, realmente parecía perdido con aquello.
Dio un trago y movió su mano simplonamente.
— ¡Bah! Solo recuerdo que había un gran reloj y de paso, parecía que alguien había usado una técnica maldita porque el ambiente estaba cargado de esa sensación que tienen los dominios y esas cosas— elevo su rostro para mirar al techo y después beber más.
—¿Y Recuerda que le dijo a su sobrina? — Yuta empezó a sospechar sobre que algo más pasó en aquel día en que los separaron.
—Recuerdo que le dije algo como "¡¿En serio pensabas hacer eso de salir del país?! ¡Ja! No es muy de ti el ir detrás de un hombre y mucho menos caminar tres pasos atrás de uno. ¿Eso no sería romper tus tontos ideales de ser una líder? ¿Acaso él ya te hizo abandonar esa manía? O ¿Acaso solo te estas comportando como una perra en celo que quiere ser follada? Si es así, más patética no podrías verte y ¿Qué diablos vas a hacer ahora con eso?" — Naobito soltó una carcajada — Y creo que se enojó porque recuerdo que me gritoneo y me hizo algunas señas antes de alejarse...— se llevó la mano a la barbilla —aunque creo que iba acompañada de alguien más esa vez, si, iba con otra chica, pero no recuerdo el rostro de esa otra mujer. Pero recuerdo que llevaban muchas bolsas de compras en las manos— se encogió de hombros.
Yuta apretó los puños sobre sus rodillas bajo aquella mesa. Trataba de tranquilizarse, pero todo aquello lo dejaba más y más confundido y molesto. Definitivamente alguien debió haber hablado con Maki aquel día en la estación del tren. ¿Pero quién?
—Espere un momento ¿Ella dijo que quería salir del país? — pregunto Okkotsu con voz firme. Sentía mucha curiosidad.
Naobito eructo —La verdad no lo recuerdo, pero se veía muy decidida a ir detrás de alguien — rasco su frente —Lo último que recuerdo es que meses después de haber hablado con ella, me había enterado por ahí que estaba embarazada de dos niños. Que como dije, me gustaría conocerlos si es que sobrevivieron y saber más de ellos antes de que yo muera— termino de beber de su botella. — Aunque si al final murieron sería una lástima porque ambos podrían haber tenido mucho potencial.
—Perdone mi pregunta señor pero ¿Sabe si su sobrina sigue con vida?— pregunto Yuta.
— No. Tengo entendido que murió hace siete años atrás en un callejón. Ni mi cuñada ni mi hermano lloraron la pérdida de su hija. Así que yo fui quien le mando a compra una tumba en algún cementerio de aquí en Kioto para que tuviera un sitio donde fuera enterrada— Naobito agito su botella para ver si salía más alcohol de esta. — Quizás mande a hacer eso porque sentía culpa.
Yuta comprendió en aquel momento que Naobito pensaba y creía que Maki estaba muerta.
El invitado actuó como si estuviera desesperado.
—¿Podría decirme el nombre de ella? ¡Por favor!— Debía seguir fingiendo como si no supiera nada.
—¡Pero si tú la conocías a la perfección muchacho! ¡Hablo de Maki! ¡Esa chica era una...!— Naobito fue interrumpido.
—¡Veo que ambos se están divirtiendo!— comento una molesta voz.
El líder actual de aquel clan había por fin llegado, interrumpiendo a esos dos. Detrás de Naoya entraron la madre de las gemelas, así como el sirviente que anteriormente los había guiado hasta esa sala al igual que entro un sirviente más.
Katsumoto por fin también pudo entrar, quien entró detrás de sus anfitriones.
—¡Un poco!— Naobito movió su botella vacía de un lado a otro —La verdad solo quería comprobar si los rumores sobre que tendríamos un invitado eran reales y de paso quería invitarle una copa — soltó una carcajada —¡Pero esto ya se acabó!— eructo —¡Traigan más Sake para festejar esta reunión!
—Perdona a mi anciano padre. Le gusta deambular borracho por toda la residencia — se disculpó Naoya mientras hacía unas señas a sus sirvientes para que ayudaran a su padre a levantarse de ahí.
—No tiene por qué disculparse, su padre es un hombre muy divertido — Yuta dijo aquello con voz tranquila.
—¿Tan rápido se acabó la fiesta muchachos?— pregunto Naobito con una mueca —Si Okkotsu y yo nos estábamos divirtiendo jajaja — empezó a ponerse de pie con ayuda de esos dos hombres.
—En fin— dijo Naobito una vez estuvo de pie y sintió sus huesos tronar y doler por la edad — es hora de ir a ver mi programa favorito, fue un gusto hablar contigo Okkotsu— miro al invitado.
Yuta se levantó e hizo una reverencia para despedir a ese anciano —El gusto es mío. Fue un placer hablar con un sabio y un ex líder como usted, mi señor — dijo por cortesía.
Naobito le dio unas palmadas en el hombro —Este chico me cae bien jaja — suspiro — Solo espero seas un buen líder— dijo alejándose de ahí mientras uno de los sirvientes lo acompañaba —Quiero que me lleven más alcohol y de paso la comida a mi habitación.
Naoya suspiro de molestia mientras miraba a su padre salir de esa sala y después miro a su invitado.
—Espero que mi padre no haya dicho algo imprudente. Es un hombre senil que a veces se la pasa diciendo idioteces y más ahora que es un líder retirado de avanzada edad. Se la pasa diciendo muchas cosas sin sentido.
—No tiene por qué preocuparse. El señor Naobito solo me estaba contando sobre su programa favorito y de algunas cosas que no le entendí del todo debido al alcohol, pero fue agradable hablar con él — mintió Yuta mirando a su anfitrión.
—Si como sea — contesto Naoya tomando asiento — mejor vayamos al grano que tengo más cosas que hacer. Como líder de este clan no me puedo permitir pasar por alto ciertas cosas que solo dañan mi imagen.
Yuta tomo de nuevo asiento frente a él y Katsumoto se sentó detrás de su jefe.
En cambio, la madre de las gemelas le preparó a Naoya un té y prendió algo de incienso para cubrir el olor a alcohol que había dejado Naobito. Mientras el otro sirviente solo estaba atento a aquella conversación mientras guardaba silencio.
—¿Sabes el motivo por el que te llamé, No es así Okkotsu?— pregunto Naoya con seriedad mientras daba un trago a su té.
Aquella mujer le sirvió una taza a Yuta.
—Gracias — la tomo por cortesía, pero no lo bebió y sin dejar de mirar a Naoya contesto a esa pregunta —Lo se. Se que me ha llamado por el caso que estoy investigando sobre un nuevo asesino de hechiceros.
—Bien. Entonces quiero que me des una explicación detallada del porque este asesino ha acabado con algunas personas de mi servidumbre — contesto Naoya con molestia —¿Que has averiguado sobre todo esto? — cuestiono con una mueca.—Quiero que me rindas cuentas con lujo de detalles.
Yuta empezó a explicar.
—En primera instancia y por lo que hemos averiguado en las escenas del crimen y de paso, de lo que hemos investigado de las víctimas, tenemos el principal factor de que este asesino no cuenta con energía maldita, así que se ayuda de herramientas malditas y algunas otras armas para acabar con sus víctimas, a quienes he clasificado en dos grupos.
— ¿Herramientas malditas? ¿Han identificado que tipo de herramientas u armas utiliza este criminal? — Naoya pregunto con curiosidad. Quizás alguna de esas armas podría ser las que desaparecieron de su almacén.
—Aún no logramos identificar las armas.— comento Yuta.
Naoya se llevó una mano a la barbilla, parecía estar pensando en algo y eso lo noto su invitado.
—¿Sucede algo?
—Si—el líder miro a su invitado —Me gustaría que averiguaras algo por mí.
—¿Y sobre qué quiere que averigüe?— pregunto Yuta levantando una ceja.
—Eso es sobre que armas son las que está utilizando este asesino, ya que del almacén del clan han desaparecido algunas de nuestras armas y herramientas malditas.
—¿Desaparecido?— pregunto Yuta muy confundido.
—Mejor dicho, estoy creyendo que "alguien" las ha robado. Como sabes Okkotsu, mi honorable clan es el que posee mayor cantidad de armas tanto con energía maldita como sin ella y hace poco en nuestro inventario notamos la desaparición de ciertas armas en específico— explicó Naoya.
—¿Está suponiendo que este asesino haya robado sus armas?
—Podría ser— comento Naoya muy molesto— Solo eso explicaría el porqué desaparecieron misteriosamente y más que es muy difícil entrar al almacén sin mi autorización. Así que me gustaría que investigues eso por mi, para saber si ese asesino las robo o fue alguna otra persona— dio un sorbo a su té — Y quizás así te ganes un favor por parte del clan Zenin.
—Entonces sería tan amable señor, de darme una lista con el tipo de armas y herramientas que han desaparecido. Quizás eso nos ayude a darnos una idea de que tipo de armas está usando este asesino.
—Te las enviare en otro momento. Pero por el momento explícame una cosa— Naoya tomo una pose de arrogancia — Comentaste que hay dos grupos de víctimas ¿Cierto? ¿Te refieres a que este asesino tiene dos clases de víctimas?
Yuta Siguio explicando — Así es, los hemos clasificado en dos grupos. El primero, son aquellos que tienen un patrón de marcas diferente en todo su cuerpo al momento de morir y ese grupo los hemos clasificado como "víctimas por encargo"
—¿Y eso que demonios significa?
El invitado le hizo una seña a su asistente para que este le pasara la tableta y así poder mostrarle la evidencia a aquel líder.
—Significa que estas víctimas fueron encargadas por un tercero para ser ejecutadas. En este mes, cuatro de las casi diez víctimas que lleva ese asesino no concuerdan con las heridas hechas hacia el otro grupo y de paso, suponemos que el modo operanti con el segundo grupo es diferente. Estas cuatro víctimas como principal característica post mortem es que no presentaban cortes en el cuello y de paso, dos de ellos ni siquiera eran hechiceros. Eran personas comunes, más específicamente civiles — mostro las imágenes de esas víctimas.
Naoya miro aquella evidencia.
—¿Y entonces en que categoría entran las víctimas de mi clan?— pregunto molesto.
—Las segundas víctimas las hemos clasificado como "Objetivos" ya que como el rumor se ha esparcido y confirmado, este asesino ha dado muerte a varios hechiceros que trabajaban tanto para la sede como para usted. Aunque aún estamos averiguando si algunas de las víctimas tenían una relación entre ellas y con el asesino.
Naoya miro las imágenes de sus sirvientes asesinados. Podía notársele el coraje en su rostro y en sus manos al ver a todas esas personas que reconocía.
—¿Y ya sabes si este asesino es hombre o mujer?
Aquella pregunta se le hizo extraña a Yuta, pero era algo que no habían considerado.
—Aún no sabemos el sexo de quien esté actuando en este caso. Pero destaca que debe ser una persona con una fuerza descomunal y una gran destreza física para matar de esta manera. Aunque también suponemos que este asesino pueda estar trabajando en conjunto con alguien más.
—Independientemente de si es un hombre o una mujer o cuantos estén detrás, recibirán el mismo castigo — comento Naoya muy molesto mientras regresaba aquella tableta.
Yuta guardo silencio ante esa declaración. El ambiente se sentía tenso y más después de haber mostrado aquellas imágenes.
—Y ¿Ya tienes claro el por qué este sujeto está matando a mi gente? — pregunto Naoya con un tono de fastidio.
Yuta suspiro un poco.
—Una disculpa por lo que voy a decir, pero yo tampoco tengo muy en claro que es lo que está buscando este asesino.
—¿Cómo es posible que el sucesor de Satoru Gojo diga eso? ¿Acaso no te estás tomando esta prueba y este caso con la seriedad debida?— cuestiono Naoya con la molestia saltando de su boca.
—Disculpe mi ignorancia pero, ¿Por qué tanto usted como su padre me han nombrado como el sucesor de Gojo sensei desde que llegue a esta su residencia?— cuestiono Yuta con confusión.
Primero Naoya hizo un gesto de molestia —¿Acaso no lo sabias Okkotsu? Al parecer Satoru está a un paso de nombrarte como su heredero. En otras palabras, tú serás el siguiente líder del clan Gojo al parecer — dio un sorbo a su te para después soltar en forma de burla —Y Por tu patética cara de sorpresa puedo deducir que él no te ha dicho nada.
Yuta estaba en shock por esas palabras.
—¿Heredero? ¿Yo como el siguiente líder del clan Gojo?— soltó con sorpresa que hasta su boca no pudo ser cerrada por completo.
—¿Acaso no sabías que por eso fuiste traído de regreso a Japón? — cuestiono Naoya con una sonrisa de burla.
—Satoru me había pedido regresar porque quería que le ayudara a resolver este caso. ¡En teoría esta era una misión! Él me había dicho que no tenía a nadie más a quien encomendar esto ¡Pero él Nunca me hablo de heredar el puesto!— expresó el invitado.
Naoya soltó una carcajada.
—¿Estás seguro de que no tenía a nadie más? O mejor dicho, ¿No crees que Satoru te está probando para saber si tú eres digno de ser su sucesor? Y qué mejor que resolviendo un caso de este estilo donde le puedes decir al mundo que tu heredero es mejor que los demás ¿No lo crees?
Yuta sintió demasiados sentimientos en ese instante. Pero sobre todo molestia con Satoru. Y eso lo reflejaba en su rostro, cosa que le causaba gracia a Naoya.
—Me pregunto qué otras cosas no te estará ocultando Satoru — dijo con sarcasmo mientras su codo lo acomodo en la mesa y su mano en su mejilla — Como de seguro él te está ocultando el hecho de que Maki san está muerta.
Un silencio inundó la sala. Las mentiras estaban en el aire. La tensión era demasiado palpable.
—¿Qué has dicho?— salió de la boca de Yuta. Tenía que seguir fingiendo.
—¿Acaso no lo sabias? Se nota que ese imbécil te está mintiendo — Naoya sonrió con maldad — Lo que has escuchado Okkotsu, la estúpida de mi prima ha muerto hace siete años atrás.
Yuta pensó que también Naoya al parecer creía que Maki estaba "muerta" así que debía investigar más. Así que tenía que fingir que apenas se enteraba de esa noticia.
—¿Cómo que está muerta?— Yuta ahogó un grito.
Naoya sonrió.
—Así es, mi prima murió hace siete años atrás. Supongo que se lo merecía por ser una cualquiera. Murió en un callejón, así como mueren las prostitutas, eso era lo que ella era, una puta— contesto con maldad, sin importarle que la madre de Maki estuviera ahí presente.
Aquellas palabras hicieron hervir la sangre de aquel que amaba a Maki con todo su ser. Las manos de Yuta se tensaron sobre las ropas de sus rodillas. Quería golpear a ese despreciable sujeto.
—Bella por fuera pero era un fracasó en toda la extensión de la palabra. Oh cierto, ¿Tú fuiste algo más que un simple compañero suyo? ¿No es así? Supongo que la disfrutaste antes de que muriera como la ramera que era — comento Naoya viendo si su invitado perdía los estribos.
Yuta trato de controlarse. Pero la energía maldita que desprendía era muy pesada. Así que Naoya supuso que Yuta no sabía nada sobre Maki y quizás podría ser un peón que podría más adelante manipular a su antojo. Grave error.
—Recuerdo que hace siete años atrás, antes de su muerte hablé con ella, recuerdo que parecía que iba a salir de la ciudad y en ese momento simplemente le dije algunas de sus verdades — comento Naoya jugando con su vaso de madera.
—¿Así que supongo que usted sabe de algunas cosas que pasaron en el momento en que me fui? ¿No es así? ¿Podría decirme que fue lo que hablo con ella?— pregunto Yuta con coraje.
—Solo se lo necesario. Aunque lo ideal sería que se lo preguntes a Satoru. Él sabe con mejor lujo de detalles todo lo que sucedió después de tu partida— contesto con una gran sonrisa —Pero si quieres que yo te cuente todo lo que yo sé y todo lo que hable con ella hace siete años atrás, primero deberás traerme la cabeza de este asesino.
—¿Estás diciendo que Satoru siempre supo sobre la muerte de Maki?— pregunto el invitado con mucha furia en su lengua.
—¿Por qué no lo confirmas tú mismo?— Naoya soltó aquella pregunta cargada de veneno mientras se ponía de pie y miraba a Yuta desde arriba con arrogancia.
Yuta apretó la mandíbula. Ese líder le estaba desesperando.
En ese momento, tanto un mensaje le llegó a la tableta de Katsumoto, el cual procedió a abrir ya que era de carácter urgente, así mismo un sirviente entró apurado a esa sala y fue directamente a hablar con Naoya a su oído. Incluso le entregó unas hojas.
El rostro del líder Zenin se tensó, parecía asqueado por lo que veía. Su rostro se tiño de un rojo por la furia.
Otro sirviente había sido asesinado. En esta ocasión fue una mujer.
—Señor, tiene que ver esto— susurro Katsumoto mostrándole aquel mensaje a Yuta.
El hechicero de grado especial tomó aquella tableta y observo aquella imagen de la víctima.
Esta víctima tenía los mismos patrones que los anteriores en su cuerpo, una herida en el cuello y una gran apuñalada en el pecho, pero esta vez le habían sacado los ojos y desprendido las muñecas de las manos.
Pero lo que más llamaba la atención era una nota que habían dejado en su pecho desnudo.
"Todos deben pagar por sus pecados, el Karma siempre llega y dos de los tres grandes clanes son los siguientes en caer. Ustedes hace años atrás despertaron al demonio, el cuál nació del rencor y la ira ocasionada por su ambición y envidia, es hora de que paguen las consecuencias"
—¿Qué habrá querido decir con esto?— pregunto Katsumoto con temor.
Yuta observo el comportamiento de Naoya. Sabía que él sí había entendido aquel mensaje.
Naoya arrugó con furia aquella hoja para después tirarla al suelo.
—Okkotsu, en serio quiero que atrapes a este insolente y me traigas su cabeza cueste lo que te cueste y una vez lo cumplas, responderé a todas tus preguntas y te contaré toda la verdad de lo que paso durante tu ausencia y de paso, podría intervenir por ti en algún momento — Dijo con molestia.
—Trataré de hacer lo que pueda y lo que esté en mis manos para resolver esto— comento Yuta mirándolo con seriedad mientras se ponía de pie junto a Katsumoto.
—Bien, puedes retirarte. Tengo más cosas que hacer — Naoya paso su mano por su cabello. De verdad se le notaba furioso.
Una vez de pie, Yuta junto con Katsumoto hicieron una leve reverencia.
—Aun así, gracias por la invitación a su residencia — comento Yuta por cortesía.
—Más adelante te volveré a llamar, para la siguiente vez quiero resultados — contesto el líder muy molesto —¡Tu! acompaña a nuestros invitados a la salida — comento al sirviente que los había acompañado desde que llegaron. En cambio, la madre de las gemelas se quedó al lado de Naoya.
—Como ordene mi señor — comento este hombre haciendo primero una reverencia a su líder y después se dirigió a Okkotsu —Por aquí mis señores.
Yuta dio un último vistazo a esos dos. No podía creer lo infernal que era ese clan. Aun así, sentía que aquel caso empezaba a ser más claro y que el pasado empezaba a tomar forma poco a poco gracias a las pistas que tanto Naobito y Naoya habían dicho en sus conversaciones.
El clan Zenin tenía algo que ver con aquel asesino. Y de paso, también tenían que ver con su separación con Maki.
—Síganme por aquí y no se separen de mi— comento aquel sirviente mientras los guiaba por aquellos pasillos donde no acabarían las sorpresas.
Aquel sirviente guio a Katsumoto y a Yuta a otra parte de la residencia. El hechicero empezó a notar que aquel sirviente no los estaba regresando por los pasillos por donde habían llegado a aquella sala de té y se percataron de que estaban tardando más en llegar a la salida.
Eso estaba poniendo muy nervioso a Katsumoto, quien también había notado aquel cambio de camino.
—Em disculpe — empezó a hablar el asistente con nerviosismo —Creo que a mi señor y a mi nos está guiando por el camino equivocado...
El sirviente se detuvo después de que los tres pasaron por otro pasillo. A su lado había lo que parecía ser un pequeño almacén con su puerta corrediza.
Aquel hombre se giró a mirarlos y empezó a hablar en voz baja—Solo los estoy guiando a donde otra persona muy importante quiere hablar rápidamente con el señor Okkotsu— dio un leve golpe en aquella puerta de madera. Parecía ser una señal.
—¿Quién quiere verme?— cuestiono Yuta con confusión.
En aquel momento, aquella puerta corrediza se abrió de golpe y una fina mano jalo a Yuta de su camiseta, y con ayuda del sirviente quien empujo al hechicero con la mano, hizo que este entrará en aquel pequeño almacén.
—¡Señ!— cuando Katsumoto iba a gritar, en aquel momento, el sirviente le cubrió la boca con su mano.
—¡No grites! ¡Por favor confía en nosotros! ¡Estamos de su lado!— susurro— Solo mi señora debe hablar con Okkotsu por dos minutos...
Katsumoto levantó las cejas por aquellas palabras mientras aquel sirviente le seguía cubriendo la boca.
Y así como dijo el asistente, dentro de aquel almacén había una mujer, una que sería una pieza muy importante para todo este caso.
Yuta tardo unos segundos en entender que había pasado y donde estaba. Las sorpresas para ese hechicero no se acababan dentro de aquella residencia.
—¿En serio eres tú? ¡wow! ¡Si que has cambiado un poco físicamente, pero sigues teniendo esa patética cara, Okkotsu!— dijo una voz femenina que se le hizo bastante familiar al hechicero —¡Aun así no hay tiempo!
Yuta observo que aquella mujer que estaba frente a él en aquel almacén y que vestía un kimono negro, típico de una mujer de alta sociedad, era Mai, la gemela de Maki.
—¿Mai? ¡Tu estas vi!— Yuta fue interrumpido ya que aquella mujer le cerraría la boca con su mano.
Él estaba sorprendido de saber que ambas gemelas seguían con vida.
—¡No hay tiempo de reuniones! ¡Tampoco podemos hablar fuerte! ¡Debemos darnos prisa! Así que solo respóndeme con un sí o no moviendo tu cabeza ¿OK?— dijo a regañadientes.
Yuta hizo un si con su cabeza. Observo un poco con detenimiento a esa mujer. La pobre se veía cansada. Tenía ojeras marcadas bajo sus ojos y noto que sus manos parecían estar manchadas de algo negro, quizás era tinta.
—De acuerdo ¿Ya tuviste noticias de Maki?— pregunto Mai mirando al hechicero, el cual hizo un si con su cabeza —¿Acaso ya la buscaste?
Okkotsu volvió a hacer un si con su cabeza.
—De acuerdo ¿Y sabes que ella sigue viva, verdad? — pregunto Mai quitando su mano de la boca del hechicero.
—Lo descubrí ayer en realidad... junto a lo de Yurika y Yuudai...— Susurró Yuta.
—¡Bien! Entonces — Mai empezó a buscar algo entre sus ropas, más específicamente saco algo de las telas de su kimono que cubrían su pecho.
—¿Q-Q Que haces?— Yuta pregunto todo nervioso mientras observaba como Mai sacaba unas hojas de papel que estaban dobladas.
—¡Pervertido! ¡No es lo que tu piensas!— gruño Mai. La pobre no estaba de humor ya que se sentía muy mal y aun se recuperaba de su pérdida de energía maldita y se sangre.
Aquellas cartas se las dio a Okkotsu con brusquedad.
—Supongo que el inicio de estas cartas puedes saltarte lo. Aun así aquí te explico en muy resumidas cuentas, una parte de lo que sucedió hace siete y tres años atrás después de que te fuiste. ¡Guárdalas muy bien y no las leas hasta que hayas salido de Aquí! ¿De acuerdo?
Yuta rápidamente guardo aquellas cartas entre sus ropas, ocultándolas muy bien —De acuerdo...
—Bien. ¡Ahora largo! ya después tú me ayudaras a salir de aquí, mientras yo te ayudaré diciéndote un poco de la verdad. Ahora ¡sal de aquí antes de que te descubran!— Mai abrió la puerta de aquel armario y lo empujo con rapidez.
Afuera Katsumoto y el sirviente vieron como Yuta fue empujado de ahí.
Una vez Mai entregó aquellas cartas, aun así con dolores muy similares a los cólicos, salió por la otra puerta que tenía aquel almacén, salió corriendo lo más rápido que pudo para regresar a su habitación antes de que alguien descubriera que no estaba ahí.
—Por aquí mis señores, ya estamos cerca de la salida — comento el sirviente con una leve sonrisa— Por cierto, mi nombre es Choso, pueden llamarme así sin ninguna formalidad.
Katsumoto y Yuta se miraron con confusión, pero el hechicero le dio una seña con la cabeza a su asistente para seguir a aquel sirviente.
No tardaron más de cinco minutos en llegar a la salida. A los cuales escolto hasta la gran puerta de madera.
Pero antes de llegar a la salida, aquel sirviente hizo una reverencia.
—Señores, hasta aquí puedo acompañarlos. Fue un placer que nos hayan visitado.
—El gusto fue nuestro y muchas gracias por su "hospitalidad"— comento Yuta en una reverencia.
—Buen viaje y por favor... cuídense mucho — Susurró el sirviente —Denle mis saludos a cierta mujer rubia muy floja.
—Así será — contesto el hechicero en una sonrisa. Rápidamente supo a quien se refería ese hombre.
Ambos invitados salieron de aquella residencia. En la cual, duraron poco más de una hora.
01:37 p.m.
Así en silencio entraron al automóvil y Katsumoto empezó a conducir hacia aquella escena del crimen a la cual habían sido llamados.
Un escalofrío recorrió el cuerpo del asistente mientras veía por el espejo retrovisor el irse alejando de esa zona.
—No quiero volver a poner un pie en esa residencia... es un lugar demasiado horrible— exclamó Katsumoto en un suspiro— Además, ese tal Choso... emana un aura un tanto peculiar, es como si no fuera completamente humano...
—Ni que lo digas, con razón son un clan detestable. Y este tipo debe ser el informante de Yuki — comento Yuta sacando aquellas hojas que Mai le entregó.
En ese momento donde observo que Katsumoto iba muy concentrado en conducir hacia la ciudad sin mirar hacia atrás, Yuta empezó a leer aquellas cartas en silencio.
"Okkotsu, no sé si para este momento donde estes leyendo esto, ya hayas dado con Maki, aun si no la has encontrado, en este punto debes conocer la verdad"
Ella está viva y ella dio a luz a tus hijos, unos lindos mellizos, un niño y una niña de nombres Yuudai y Yurika....
Pero hay algo más que debes saber y eso es que, en la tumba donde se supone están las cenizas de "Maki" si fue cremado el cuerpo de una mujer y más específicamente de una Zenin...
Debes saber que ella fue la primera víctima de todo esto...
Todo sucedió hace siete años atrás... en el día en que abandonaste a Maki... yo fui a buscarla, un instinto de hermana gemela me dijo que Maki estaba en problemas…”
”
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Notes:
Espero les haya Gustado ❤❤
¿Qué les pareció el capítulo? ¿Creen que alguno de ellos tres haya sido quien hablo con Maki en aquella estación del tren? O ¿Fue otra persona?
¿Qué le pareció la visita al clan? Solo puedo decir que este clan también tuvo que ver con la separación de esos dos y también tuvo que ver con que Megumi renunciara a ser líder.
Sobre los padres de Maki, NO ellos no saben nada de sus nietos y SI, ellos creen que su “error” (hija) está muerta.
Sobre Naobito, él en su momento se “enteró” sobre que Maki podría haber estado embarazada la última vez que la vio, pero al inicio él creyó que eso era solamente un rumor y meses después, a él le hicieron creer que ella está muerta, por eso se pregunta si el embarazo llego a término o no antes de que ella “muriera” en el callejón, quizás ya le anda ganando la culpa por la edad y por su alcoholismo. ¿Y como supo que eran mellizos? Bueno, fue por medio de uno de sus informantes, pero este ya fue eliminado por Maki. Si, ese informante es una de esas víctimas de este asesino de hechiceros.
Además que aquel viejo se guardó aquel secreto por siete años.
Y sobre Naoya, en capítulos anteriores, más específicamente en el capítulo 09 “Reencuentros Bajo Los Fuegos Artificiales”, les dije la situación con Naoya. Por si no lo recuerdan, pueden regresar a leerlo.
Así que aquí, algunas mentiras servirán para seguir protegiendo a esos pequeños, pero recuerden que “el diablo esta en los detalles” así que se vienen más cosas con esta historia.
También más adelante hablare de la máscara que eligió Maki para su venganza.
Como pudieron notar, se viene el primer flashback de hace siete años pero contado por alguien que lo vivió en primera mano, Mai. Solo puedo decir que se viene algunas cosas interesantes que espero les gusten. Aun así estaré leyendo sus teorías.
Espero poder actualizar antes de salir de mi país, porque como algunos sabrán, saldré de mi país por un tiempo a finales de diciembre y regresare hasta finales de enero. Así que espero poder escribir algo antes de irme o en su caso, hasta que regrese a mi país.
Sin más, muchas gracias por todo, nos seguimos leyendo ❤
Chapter 13: 12. Secretos
Notes:
Bueno, aquí Vera les viene a traer un capítulo más de este fic como regalo de Navidad de mi parte y de paso, para avisar que este será el Último Capítulo que publicare del año.
Así que nos seguiremos leyendo el año que viene. En serio les quiero dar las gracias por todo su apoyo y por haberle dado una oportunidad tanto a este fic como a todos los demás que he escrito, sus votos y comentarios, son muy valiosos para mí ❤.
Espero les guste este capítulo ya que tanto estará narrado por Mai (Las partes en cursivas son las palabras de ella) debido a que esta es la continuación de la carta que empezó a leer Okkotsu en el capítulo anterior. Como también habrá algunos flashbacks para que puedan entender un poco del contexto de la historia.
Como dije espero disfruten su regalo de navidad, el cual es el capítulo más largo que he escrito hasta la fecha y de paso, les deseo que tengan un feliz año nuevo 🎉✨
Nos seguimos leyendo en este 2024 ✨
Los quiere Vera ❤
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Si te cuento un secreto, jura lo guardaras, en tu bolsillo con candado y a la tumba llevaras. Si te cuento y te lo enseño, sé que no lo dirás, que dos guardan secretos, cuando una muerta esta…
Okkotsu, ¿Sabes guardar un secreto? Porque necesitaré que me guardes varios.
Bueno, todo lo que te contaré a continuación, es lo que considero más importante que debes saber sobre lo sucedido después de tu partida. Quizás algunas partes se leerán muy apresuradas, porqué si te contará todo lo que pasó en estos siete años, no acabaría nunca. Así que en las siguientes páginas solo te contaré lo que pasó después de tu partida y los meses posteriores donde Maki estuvo embarazada y sobre el suceso que hizo que tus hijos nacieran antes de tiempo.
Si te nacen algunas dudas con lo que leerás a continuación, será tu misión encontrar las respuestas.
También, ya será de ti, creerme o no. Pero todo esto yo lo viví de primera mano porque yo estuve ahí. Soy fiel testigo de todo lo que tú partida provoco.
Y lo primero que debo confesar, es que te odio por haber abandonado a mi hermana. Nunca había sentido una angustia y una empatía tan molesta por Maki, pero ese día de tu partida y de paso, el recibir aquella noticia sobre que ella estaba embarazada, me movió sentimientos que no creía tener y de paso, fue lo que termino uniéndonos de la manera menos pensada.
Okkotsu ¿Has escuchado alguna vez que los gemelos tienen una intuición o un sexto sentido que les avisa sobre que su gemelo está en problemas o que le sucede algo malo?
Bueno, para nosotras como gemelas, siempre hubo una conexión de ese tipo. Ahí supe que algo andaba mal con Maki...
Hace siete años atrás.
Flashback
Mai arrugó la nariz mientras terminaba de tomar aquella botella de agua. Desde hacía rato que se sentía extraña. Era una sensación que le decía que debía salir a cierta zona con urgencia.
Por un momento, sintió su celular vibrar.
—¿Quién será esta vez?— se dijo en voz baja mientras veía su celular. Pero para su sorpresa, no había ningún mensaje en su bandeja de entrada.
Aun así, Mai se fijó en la hora, ya eran pasadas del medio día.
—De seguro la idiota de Maki ya se fue de regreso a Tokio con ese imbécil de Okkotsu.
Se dijo a sí misma tratando de concentrarse en llenar sus informes, pero de verdad, no podía sacarse ese raro sentir y presentimiento del pecho.
Incluso empezó a tener un extraño pensar con Maki. Era como si su hermana mayor le llamara a lo lejos.
Mai sentía que algo andaba mal con su gemela y quizás debía ir a averiguar qué pasaba. Aunque también asociaba esa sensación al estrés por las misiones que había tenido en esos días.
Una parte de Mai también se sentía molesta ya que se había enterado que su hermana mayor había estado en Kioto de luna de miel y para nada había tenido la iniciativa de pasar a saludarla o de mínimo avisarle que estaba en esa ciudad aquel fin de semana.
—Idiota...— Susurró mientras miraba una vez más su celular. Abrió el chat de su hermana y noto su última conexión.
De verdad, no podía dejar de pensar en su hermana mayor. La preocupación la estaba consumiendo.
—Algo no anda nada bien... Quizás deba ir a dar una vuelta. Si, tal vez solo necesito despejar mi mente. Iré a comprar unas cosas.
La gemela menor decidió hacerle caso a ese instinto.
Tomó su bolso y aviso a Momo que saldría a comprar unas cosas por si alguien la buscaba en la institución.
01:17 p.m.
Mai fue directamente hacia el centro comercial que estaba cerca de la principal estación del tren de Kioto. Hacía mucho tiempo que no iba de compras a esa zona. Sobre todo le gustaban los dulces que vendían ahí.
Mai primero empezó a observar los estantes de las tiendas de diversas marcas que tenían en aquel lugar. Observo bolsos y accesorios que podrían combinar con su look, así como también vio algunos souvenirs ya que sabía que aquella estación del tren conectaba con la estación del aeropuerto internacional de Haneda, así que aquella estación la hacía hacer una muy transitada.
Podías ver tanto a turistas como a residentes que iban y venían con sus maletas.
Mai estuvo caminando por aquellas tiendas alrededor de media hora, hasta que decidió entrar a comprar en una que conocía bastante bien.
Después de comprar algunos chocolates que tanto le gustaban a ella como a Momo. Mai decidió salir hacia la calle principal que conectaba con la estación del tren.
En ese momento, de nuevo un mal presentimiento empezó a sentirse muy latente en su pecho, incluso había detectado una extraña presencia de energía maldita venir de dentro de aquella estación.
Algo le decía que debía ir hacia aquella dirección.
Y eso hizo, la Zenin empezó a caminar hacia donde le decía su corazonada que fuera.
No pasaron más de cinco minutos que la gemela menor estuvo caminando hacia aquella estación, cuando una persona en especial le empezó a llamar la atención entre aquel mar de gente.
Entre más se acercaba a ella, más sentía conocerla.
Las ruedas de una maleta empezaron a sonar más y más fuerte mientras Mai seguía caminando directamente hacia esa persona que logró reconocer a lo lejos. Era su hermana.
Mai se detuvo de golpe frente a su gemela.
—¿Maki?— la nombro con sorpresa, noto que esta venia jalando su maleta. Inclusive parecía confundida.
Maki se detuvo de golpe al notar que alguien le había cerrado el paso, iba tan distraída que no se había dado cuenta con quien se había topado hasta que aquella voz la llamo por su nombre.
La gemela mayor poco a poco empezó a elevar la cabeza y vio a su hermana menor frente a ella.
—¿Maki? ¿Qué haces aquí?— pregunto Mai con confusión y más al verla en ese estado de desconcierto.
Pero lo siguiente la sorprendería demasiado.
En ese momento, Maki soltó su maleta y fue directamente a abrazar a Mai.
—¿Maki que sucede?— pregunto Mai muy confundida al ver aquel comportamiento de su hermana mayor, ya que esta se aferró a ella y empezó a llorar con amargura.
—Él me abandono...
—¿Qué dijiste?— Mai pregunto con demasiada sorpresa mientras sentía como su hermana trataba de ahogar su llanto.
—¡DIJE QUE YUTA ME ABANDONO! ¡ÉL ACABA DE IRSE DEL PAÍS SIN MI! ¡ÉL ME DEJO! ¡YUTA ME ABANDONO!— Maki grito con el corazón roto. Se estaba rompiendo a tal grado, que sus rodillas se doblaron y fue cayendo sobre ellas hasta tocar el piso sin soltarse de su hermana.
—Voy a matar a ese desgraciado...— Susurró Mai mientras abrazaba a Maki y trataba de levantarla.
◈ ━━━━ ♡ ━━━━ ◈
Esa fue la primera vez que vi a Maki tan vulnerable. Nunca en mi vida la había visto quebrarse emocionalmente.
Nunca la había visto llorar de esta forma. Ni siquiera cuando nos golpeaban en el clan la vi llorar ni quejarse como aquella tarde donde por primera vez, la vi derramar lágrimas y lo peor, es que las estaba derramando por un hombre.
Pero ese día comprobé que mi hermana tenía un corazón. Un corazón que tu destruiste.
De verdad Okkotsu, quería encontrarte, quería matarte por haberle roto el corazón a mi hermana.
Después de un rato. Maki por fin pudo hablar conmigo. Ambas habíamos salido de aquella estación y nos habíamos alejado de ahí. Así que decidí preguntarle que había ocurrido.
◈ ━━━━ ♧ ━━━━ ◈
Flashback
En aquel instante, ambas estaban sentadas en una banca. Mai para ayudar un poco a calmar a su hermana, le compró un té y unos bocadillos que sabía que le gustaban.
Maki de verdad se veía destrozada, con la mirada perdida y los ojos hinchados. Era la primera vez que le rompían el corazón así que aquel sentimiento era de los peores que podía estar experimentando por primera vez.
Mai suspiro con pesar.
—Maki ¿Qué sucedió?— por fin se atrevió a cuestionar —¿Acaso tu y él discutieron?
Maki negó con la cabeza mientras levantaba sus anteojos y limpiaba sus lágrimas.
—No discutimos ni nada parecido. Simplemente yo lo estaba esperando en el andén ya que le pedí que fuera a comprarme una botella de agua antes de subir al tren— parpadeo varias veces para despejar las lágrimas de sus ojos y siguió secando sus mejillas con sus manos—Y ahí lo estuve esperando más de una hora, algunas cosas son confusas en este momento. Solo recuerdo que un idiota tropezó contra mí y de paso, hable con alguien más en aquel anden — sobo el puente de su nariz, parecía confundida — Pero en un abrir y cerrar de ojos, recuerdo verlo partir arriba del tren. ¡Yuta estaba sentado en la ventana y se estaba yendo sin mí en ese tren rumbo al aeropuerto de Haneda!— dijo muy molesta.—Él me dejó... simplemente me abandono aquí sin darme explicaciones.
—¿Sabes? ese idiota nunca me cayó bien y ahora con esto, tengo más motivos justificados para odiarlo más— Mai suspiro.
De aquello que le había dicho Maki, Mai sentía que algo no cuadraba, dudaba que su hermana estuviera drogada o bajo los efectos de alguna sustancia. Le parecía un poco confuso aquel comportamiento.
—¿Y por qué ese desgraciado no te marcó a tu celular para decirte que ya estaba arriba del tren? ¿Por qué tu no le llamaste?— reclamo Mai.
—Porque acaban de robarme el celular... no tenía forma de comunicarme con él. En sí, en este momento no tengo forma de comunicarme con nadie más — comentó Maki sobando sus sienes. Le dolía bastante la cabeza.
Mai elevo la voz con molestia—¿Cómo que te han robado el celular? ¿En qué momento paso eso?
—Todo sucedió tan rápido que hasta a mí me sorprende— Maki aun parecía confundida. — Como dije, hace rato un sujeto choco contra mí y al parecer ahí fue cuando me robo mi celular. La verdad, todo lo que ha sucedido en la estación fue tan... extraño ... incluso en este momento no tengo cabeza como para comprender que sucedió ahí dentro. Lo único que sé, es que Yuta me dejo... Él acaba de abandonarme...
Aquello le seguía pareciendo demasiado extraño a la gemela menor. Pensó que quizás su hermana mayor pudo haber estado bajo los efectos de una maldición o de alguna técnica maldita y más que ella al ser una mujer con una cantidad muy mínima de energía maldita, sabía que no era inmune a algo como eso, en caso de haber sido atacada por una maldición o por alguien. Solo eso explicaría su estado de confusión y delirio.
—Supongo que vamos a tener que ir a levantar una denuncia sobre este robo— suspiró.
—Por cierto, Mai ¿Qué hacías aquí? ¿Como diste conmigo?— pregunto Maki mirando a su hermana.
Mai se encogió de hombros.
—Simplemente tenía un raro presentimiento que me hizo venir hasta aquí. Y supongo que fue buena idea porque si no, no me imagino que locura hubieras hecho en este estado tan deplorable en el que te encuentras. ¡Además! No fuiste buena para decirme que andabas aquí en Kioto, me enteré que andabas en la ciudad gracias a Utahime sensei quien fue quién me comentó que ustedes dos estaban aquí — comento la menor de las gemelas cruzando los brazos.
—Perdón. Simplemente este fin de semana fue un caos... lo que se suponía debía ser un agradable fin de semana en pareja... terminó de la peor manera... o mejor dicho, de la manera menos esperada — comento Maki en un suspiro antes de darle un trago a su bebida.
—Si, supongo que tu relación con el idiota de Okkotsu debía acabar tarde o temprano. En fin, la vida sigue, supongo que aunque te duela deberás regresar tu sola a Tokio— comento Mai mientras abría un empaque de un pastelillo de frijoles dulces.
—La verdad, no tengo ni ganas de volver a esa ciudad...
Mai saco aquel postre y le dio una mordida. El olor de aquel dulce hizo que Maki tuviera una expresión de asco en su rostro.
—En serio, eso apesta... voy a vomitar...— su rostro se tensó en una mueca de total asco.
—¿Pero qué demonios dices? ¡Esto ni siquiera tiene un olor fuerte!—Mai levantó una ceja ante tal expresión de su gemela —Es más, come un poco de esto, te hará bien.
—¡Aleja eso de mí! — Maki soporto una arqueada —en serio quiero vomitar...— llevo su mano a su boca con demasiada molestia.
Mai observo con detenimiento a Maki, pensaba que al inicio aquel rechazo a la comida se debía a la depresión por aquella separación. Pero podía notar que su hermana mayor tenía algo más, parecía ocultar algo mientras daba tragos desordenados a su botella de agua.
—Maki en serio ¿Qué te sucede? No luces para nada bien. ¿Acaso el idiota de Okkotsu te hizo algo? ¿Qué más pasó? ¿Que tienes? La verdad te ves muy pálida y hasta cansada, ¿Que me estas ocultando?
La voz de Maki se empezó a quebrar al sentir que Mai había detectado que algo no andaba bien en ella.
—Mai es que yo...
—¿Es que qué? ¿Maki que te sucede? — Exigió saber mientras no dejaba de ver a su hermana los ojos.
—Mai... Es que estoy Embarazada...
La gemela menor se quedó completamente petrificada al escuchar esas palabras.
—¿Embarazada?
Maki suspiro mientras tallaba sus ojos —Descubrí hace unos días que estoy embarazada...
—¿Entonces Okkotsu te abandono por esto?— pregunto Mai muy molesta mientras apuntaba al vientre de su hermana—¿Ese hijo de perra te abandono por qué se enteró que estas embarazada?
Maki negó con la cabeza.
—Ni siquiera tuve el valor para decírselo... así que Yuta me abandono sin saber que estoy esperando un hijo de él...
Mai suspiro e hizo hacia atrás su cabeza.
—¡Maki Qué diablos has hecho! ¿Qué demonios vas a hacer ahora con ese bebé?— cuestiono enojada —¡Un hijo es una gran responsabilidad!
—¡No sé qué voy a hacer en este momento! ¡Me siento tan confundida que no sé qué voy a hacer! ¡No tengo cabeza en este momento para tomar una decisión!— Maki grito molesta.
Mai estaba demasiado molesta en aquel momento por la imprudencia de su hermana y eso se notaba en su voz y en sus manos, las cuales movía con furia—¡Sabes que te vas a meter en problemas cuando el clan sepa de este embarazo! ¡Nuestro padre va a matarte cuando sepas que estas cargando un hijo de ese idiota! ¡Si se enteran, te sacaran ese engendro a golpes!
Maki suspiro.
—Lo sé. Por eso Mai te pido que me guardes este secreto por el momento— tomo la mano de su hermana. —Por favor, hazlo como una promesa entre gemelas, no le digas a nadie que estoy embarazada mientras decido que haré con este bebé... por favor... sé que me odias, pero si estuvieras en mi lugar, sé que quizás harías lo mismo que yo... quizás pedirías mi ayuda como yo te la estoy pidiendo en este momento...
Mai suspiro al ver la expresión de su hermana mayor. De verdad se veía desesperada por que nadie más supiera que en su vientre cargaba un hijo de Okkotsu.
La gemela menor se soltó de las manos de su hermana y froto sus sienes muy molesta. Odiaba tener que guardar secretos que pudieran meterla en problemas. Pero si no lo hacía ¿Qué podría pasar? No quería ser una traidora tampoco...
—De acuerdo— la menor rodo los ojos —Te guardaré el secreto mientras decides que harás con ese bastardo. Igual supongo que te tendré que apoyar en lo que decidas y también tendré que guardar el secreto hasta la tumba ya que si decides abortarlo de todos modos no podré decir nada.
Maki la abrazo mientras trataba de controlar su llanto.
—Gracias... Mai…— Susurró con la voz rota.
Mai suspiro y paso sus brazos alrededor de su hermana para tratar de consolarla.
—Igual nunca perdonaré a ese idiota de Okkotsu por dejarte de esta manera. Y tampoco estoy tan contenta contigo en este momento.
—Como dije… No tuve ni el tiempo ni el valor para decírselo... y ahora él me ha abandonado...
—Si que eres una Idiota Maki.
—Lo sé. Lo soy...
Mai suspiro mientras su hermana mayor la iba soltando poco a poco. No podía dejarla en ese lugar.
—Ven, Vayamos a la academia— comento Mai poniéndose de pie.
—¿A la academia? ¿Contigo?— pregunto Maki con confusión.
—No puedo dejarte sola aquí y mucho menos creo que sea prudente que regreses a Tokio después de una humillación así— la tomo de la mano, ayudándola a ponerse de pie—Y en tu estado, no sé qué locura podrías cometer.
Maki seco sus lágrimas por aquello que decía su hermana —En serio, muchas gracias Mai...— soltó un suspiro muy pesado mientras tomaba su mano como cuando eran niñas.
Pero en esta ocasión, Mai era quien la guiaba a ella.
—Vamonos— respondió Mai con molestia mientras se alejaban de ahí.
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Realmente no podía dejar a Maki en ese estado. Así que la llevé a la academia.
No le dije a Momo la situación, simplemente le mentí y le dije que Maki estaba de paso y que se quedaría a dormir esa noche conmigo.
Verla tan desanimada me hacía sentirme extraña. No era la Maki de siempre y eso me dolía.
¿Se supone que las hermanas estábamos ahí para apoyarnos las unas a las otras, cierto? ¿Se supone que nos tenemos la una a la otra para guardarnos secretos y hasta para matar en nombre de nuestra hermana si así se necesitará? ¿No es así? Pues supongo que desde ese día yo estaba dispuesta a hacer todo por Maki.
Aun así, ella debía tomar una decisión importante con ese embarazo.
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Flashback
La noche ya había caído en Kioto.
La academia de esa antigua ciudad solía estar muy tranquila por la noche. Así que era muy raro que entre los alumnos se molestarán o se tratarán de meter en los asuntos del otro.
Así que nadie molestaría a esas dos.
Mai regreso a su habitación junto a una bolsa de comida que Momo había comprado para las hermanas.
Esto a petición de Mai ya que su gemela no quería levantarse de la cama y no quería comer nada. Y llevarla al comedor en ese estado, no era una opción.
—Le pedí a Momo que nos trajera unas hamburguesas — comento Mai sentándose al borde de su cama, la cual estaba mayormente ocupada por su gemela.
Maki estaba acostada con las cobijas cubriéndola hasta arriba. La pobre desde que llegó, se la había pasado llorando en aquella habitación.
Mai le había ayudado a ponerse su pijama, porque de verdad se veía muy desanimada y aun un poco fuera de si como para hacer algo por sí misma.
Era la primera vez que le rompían el corazón a Maki, así que acostumbrarse a aquel dolor iba a ser difícil y más cuando se cargaba con el fruto de ese amor.
La gemela mayor deslizó levemente la cobija por su cabeza para ver a Mai.
—Debes comer algo, sino te vas a enfermar y no quiero ser yo la que te deba a cuidar— comento está moviendo aquella bolsa en su mano.
—Pero no tengo hambre...— explicó Maki sentándose poco a poco y apoyando su espalda en la pared de madera.
Mai saco aquellas hamburguesas.
—No me importa que no tengas hambre. — le entregó aquel alimento con brusquedad —Además, tu y ese bebé deben comer— su voz sonaba en una mezcla entre molestia y preocupación.
Maki suspiro y tomo aquella hamburguesa y le empezó a dar una mordida mientras soltaba algunas lágrimas.
—Gracias...— dijo con algo de desánimo mientras comía.
Mai suspiro y se sentó a su lado, apoyando su hombro al lado de su gemela.
—¿Puedo preguntarte algo?
Maki suspiro —Adelante...— le dio otra mordida a su hamburguesa.
—¿Cuando te diste cuenta que estabas embarazada?— pregunto Mai con curiosidad.
Maki apretó los labios por un momento. Dio una mordida más y después trago para contestar.
—Me di cuenta el viernes. Antes de que Yuta y yo llegáramos aquí a Kioto para pasar nuestro aniversario de novios, pero...— suspiro — Nada estaba saliendo como queríamos. Nuestro hotel era un asco y de paso nuestra habitación igual era un desastre. Yo para nada estaba pasándola bien con las náuseas y Yuta a cada rato estaba pegado al teléfono debido a que lo buscaban con desespero de la sede. Además, El idiota de Satoru apareció de la nada y lo convenció de irse del país a último momento.
—¿Ese idiota lo convenció de irse del país? ¿Por qué? ¿Qué les dijo Gojo sensei?— pregunto Mai levantando una ceja.
—No lo sé. Simplemente se apareció frente a nosotros mientras estábamos en el antiguo barrio y le empezó a explicar a Yuta, que le tenía una misión muy especial fuera de Japón y que por eso mismo, debía salir del país lo antes posible. Yo no estaba convencida de aquello y más que...— puso su mano sobre su vientre — me enteré de esto...
—¿Realmente tu no querías salir de Japón?— pregunto Mai mirando a su hermana.— Con esa propuesta hubieras tenido la oportunidad incluso de alejarte de nuestro maldito clan.
Maki hizo un no con la cabeza.
—Tuve miedo y más que... — apretó los labios.
—¿Y más qué?— pregunto Mai.
—Digamos que alguien logró convencerme de que no sería buena idea ir detrás de un hombre— comento Maki dando otra mordida a su hamburguesa. —Quizás tengo demasiado orgullo para hacer algo como eso— dijo con la boca llena.
—¿Alguien? — Mai levantó una ceja —Maki ¿Alguien más habló contigo en aquella estación? ¿Quién fue? — pregunto.
Maki trago y se llevó una mano a la cabeza, la cual aún dolía un poco cuando trataba de recordar.
—No quiero hablar de eso...
—De acuerdo. Y dime ¿Recuerdas haber visto o detectado alguna maldición en la estación? o ¿Acaso detectaste a alguna otra persona además de Yuta, que tuviera poder maldito merodeando por ahí?— pregunto Mai confundida por lo que decía su hermana y más por cómo se llevaba la mano a la cabeza.
—En este momento no estoy muy segura... pero si sentí algo de energía maldita, y quizás si vi una que otra cara conocida, pero como dije, todo pasó tan rápido y ahora que trato de recordar todo es tan... confuso.
Mai suspiro, había llegado a la conclusión de que quizás algo le habían hecho a Maki. Pensó que quizás alguien había usado alguna técnica maldita sobre ella.
Siempre tuve una corazonada sobre eso... y meses después fue confirmado por la persona menos esperada.
—¿Pasa algo, Mai?— pregunto Maki mirando como su hermana parecía muy pensativa.
Mai negó con la cabeza.
—No, es simplemente que me quede pensando en lo que dices. Parece muy extraño lo que te sucedió ahí dentro de la estación. A no ser que alguien haya usado una técnica maldita o un dominio, lo que dices sobre el tiempo, es muy extraño.
Maki suspiro.
—Lo sé, pero de verdad, ya no quiero pensar en eso. Solo sé que Yuta me ha abandonado. Supongo que nuestra relación ya terminó.
Ambas gemelas guardaron silencio por un momento. Mai observo como Maki comía su segunda hamburguesa mientras su mano derecha estaba sobre su vientre.
—¿Y bien? Se que es muy pronto para preguntarte esto pero ¿Ya pensaste que harás con ese bastardo?— pregunto Mai mientras daba una mordida a su hamburguesa.
Su hermana negó con la cabeza.
—No estoy segura de que haré. Desde el viernes que me enteré que estoy embarazada, lo he estado analizando y pensando. Además, creía que si se lo decía a Yuta, podríamos tomar una decisión juntos. Pero parece que estoy sola en esto.
Mai soltó el aire con molestia.
—No estás del todo sola con este tema, porque desgraciadamente yo estoy contigo en lo que decidas. Aunque eso sí, solamente tu tendrás la decisión final sobre que harás con ese bastardo.
—¿Puedes dejar de decirle así a mi bebé?— comento Maki con molestia.
—Pero eso es lo que es ese niño que cargas en tu vientre. Un bastardo. Un hijo que no tendrá un padre y que su mera existencia estará amenazada por el clan de su madre. Además ¿Quién nos asegura que ese engendro no será una amenaza? Digo, su padre es un hechicero de grado especial que maldijo a su noviecita de la primaria y la convirtió en una maldición. Entonces ¿Quién dice que ese bebé no será también una maldición?
—No es así...— gruño Maki con voz baja mientras acariciaba su vientre.
—Además ¿Realmente quieres ver su estúpida cara en la cara de tu hijo y que ese niño ilegítimo te recuerde cada día de tu vida que su padre los abandono?
—¡Ya te dije que no lo sé! — Maki dijo con molestia —Una parte de mí, quiere tener a este bebé. Pero otra parte mía no quiere que nazca. Y menos en esta situación donde estaré sola como madre soltera en esta sociedad tan de mierda.
—No estarías completamente sola en esto de criarlo, ya que me tienes a mi...— comento Mai antes de torcer la boca.
—¿Y tú desde cuando te convertiste en la "tía" considerada? — cuestiono Maki con molestia.
—Desde el momento en que abriste la puta boca y me confesaste que estabas embarazada.
Ambas gemelas guardaron de nuevo un momento de silencio.
Maki suspiro.
—Mai... yo.
—Maki, sé que estas confundida, lo entiendo, pero también piensa muy bien en que sea lo que decidas tendrá sus consecuencias, porque esta decisión no sólo afectará tu vida, sino la mía. Soy tu hermana gemela, tú eres yo y yo soy tu, así que esto nos involucra a ambas ya que teóricamente, ese bebé también es sangre de mi sangre.
—Lo sé... Los gemelos monocigotos como nosotras compartimos el mismo material genético. Ya que se supone que somos una misma persona... así que en teoría, este bebé sería muy similar también a ti.
Mai empezó a acomodarse a un lado de su cama. Metiéndose entre sus cobijas y le dio la espalda a su hermana. Como solía hacerlo cuando dormían juntas de niñas.
—Así que decidas lo que decidas, solo avísame ¿OK? Toma el tiempo que necesites, pero si vas a tomar la decisión de no tenerlo, no dejes que avance más ese embarazo— dijo sobre su hombro.
—Gracias Mai...— Maki suspiro porque sabía que su hermana tenía razón — solo te pido por favor ... que me guardes este secreto por unos días más mientras decido si aborto a este bebé o si lo tengo... — comento también metiéndose en aquellas cobijas y recargando su frente en la espalda de su hermana.
Mai solamente suspiro.
—De acuerdo, No diré nada porque este tema no me corresponde a mi— soltó con frialdad.
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Realmente creo que fui muy cruel con mis palabras aquella noche, pero era la verdad. Maki debía tomar una decisión.
Recuerdo que esa vez, ella durmió pero seguía llorando por todo aquello.
Yo únicamente la abrace como solía hacerlo de niña cuando no podíamos dormir.
Ver su rostro así de triste me rompía el corazón.
Maki paso dos días conmigo en la sede de Kioto. Incluso salimos a comprar un nuevo celular y a levantar una denuncia por robo.
Aquella tarde traté de distraerla un poco, inclusive las dos salimos con Miwa y Momo, a quienes no les dijimos nada y ante los síntomas de mi hermana como sus ascos y nauseas, les mentimos diciendo que era indigestión por la cena.
Parece que Maki se tomó muy en serio aquello de pensar muy bien que haría con ese embarazo. Ya que no fue hasta una semana después cuando ella ya tenía una respuesta a lo que haría con ese bebé.
Incluso por fin regresó a Tokio y les dijo a los demás que ustedes habían terminado pero no les revelo lo de aquel embarazo, y como dije, a la semana Maki regreso a Kioto y me pidió que la acompañara a hacerse un ultrasonido.
Yo le dije que aquello era mala idea, ya que ver a tu hijo en esa máquina, podría hacerla cambiar de opinión en caso de querer realizarse un aborto.
Pero ella insistió en que no quería ir sola y que necesitaba aquel ultrasonido para poder comprobar si había tomado la decisión correcta.
Okkotsu, mi hermana pensó momentáneamente en no tener a ese bebé, pero, puedo asegurarte que lo vi en sus ojos. Ese deseo de conservar algo tuyo, de poder dar a luz a esa pequeña muestra de amor entre ustedes dos.
Recuerdo con claridad ver esa ilusión en sus ojos cuando vio aquel ultrasonido. En ese momento ella tenía cerca de diez semanas de gestación. Pero nuestra sorpresa fue mayúscula cuando la doctora nos dijo que no era un solo bebé... sino dos.
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Flashback
—Vas a sentir algo de frío por el gel y puede que sientas una leve presión por el paso del transductor sobre tu abdomen, así que trataré de revisarte lo más rápido que me permitas para no causarte incomodidad ¿De acuerdo?— comento amablemente la doctora que estaba atendiendo a Maki.
—De acuerdo— dijo la gemela mayor en un suspiro. Ella estaba acostada con el abdomen descubierto mientras la doctora ponía el gel sobre ella. Incluso podía notársele que apenas su vientre estaba abultado muy levemente.
En cambio, Mai estaba sentada a su lado. Suspiro al ver que iniciarían aquel procedimiento.
—Lo preguntare una vez más, Maki ¿De verdad estas segura de querer hacer esto? ¿De verdad esta es tu decisión final? Aun estas a tiempo de arrepentirte y no continuar con este embarazo — cruzo sus brazos.
Su gemela la miro con una mueca.
—Ya te dije que ya tomé mi decisión. Aun así quiero ver que todo esté bien con mi bebé. Además ¿Dijiste que me apoyarías en esto? ¿Cierto? Y Siento que tenerlo será una buena decisión.
Mai chasqueo la lengua.
—Admito que lo dije solo para que te sintieras mejor esa noche.
Maki rodó los ojos ante tal respuesta.
—Voy a comenzar ¿Estas lista Zenin san?— pregunto la doctora.
—Adelante. Estoy lista.
—Bien, iniciemos — comento la doctora poniendo el aparato sobre el vientre de Maki, empezando a analizar aquella primera imagen que se mostraba en la pantalla.
Mai solo hizo una mueca y sus cejas se juntaron un poco, al inicio no le encontraba forma a esa imagen que lanzaba el monitor. Pero al ver la cara de su hermana, podía notar aquel brillo de anhelo y felicidad por esa criatura que crecía y se formaba dentro de ella.
La doctora hizo algunos clicks iniciales para medir aquel pequeño feto que mostraba el monitor.
—Por sus medidas parece que tu bebé tiene un aproximado de diez semanas— dijo está empezando a mover aquel aparato para mostrar mejor aquella imagen.
—¿Diez semanas? — Mai levantó una ceja, rápidamente contó con sus dedos—Vaya, Ustedes sí que no perdieron el tiempo después de san Valentín — soltó con fastidio y un toque de sarcasmo.
—Cállate— dijo Maki con un sonrojo y mejor decidió ignorar a su hermana y mejor se dirigió con la doctora. —¿Esta todo bien con mi bebé?— pregunto con curiosidad mirando aquella imagen.
—Eso es lo que estoy revisando. Por su forma parece que todo se ve bien, ahora veamos si escuchamos latidos — comento la doctora empezando a escuchar con atención el sonido que salía del monitor mientras seguía observando la pantalla y moviendo aquel aparato sobre el vientre de su paciente.
De aquella máquina empezaron a salir los sonidos de unos diminutos latidos, pero algo más llamó la atención de esa médico, ya que ese sonido parecía doble, así que decidió hacer más movimientos con ese aparato sobre el lado izquierdo del vientre de su paciente para descubrir que provocaba aquello.
—Creo que estoy observando algo más por aquí— dijo la doctora algo extrañada mientras seguía moviendo aquella máquina sobre el vientre de Maki.
Las cejas de la medico se elevaron un poco de sorpresa mientras miraba lo que revelaba aquel monitor.
—¿Qué es eso?— pregunto Mai con sorpresa al ver lo mismo que veía la doctora y su hermana en esa pantalla.
—¿Doctora? ¿Pasa algo? ¿Por qué esa cara de sorpresa? ¿Mi bebé tiene algo? ¿Vio algo más?— pregunto Maki con miedo.
La doctora acomodo de tal manera aquella imagen que logró verse dos pequeños fetos en aquel monitor.
—Tú bebé no tiene nada de malo o mejor dicho, tus bebés están en perfecto estado— comento la doctora dando algunos clicks y mostrándole a Maki el monitor con más detenimiento.
—Felicidades Zenin san, vas a tener gemelos— dijo la doctora mostrando aquellos dos pequeños seres en aquella pantalla mientras escuchaban aquellos suaves latidos que provenían de ambos.
Los ojos de Maki se abrieron de tal manera que demostraba que estaba en total shock. Incluso se había quedado muda y con la boca a medio abrir pero no salía ruido de su garganta.
—¿Gemelos?— Mai dijo en voz alta llevándose las manos a la boca —No puede ser...
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Ambas nos habíamos quedado en shock. Maki iba a tener gemelos.
Al inicio aquella fue una noticia un poco difícil de tragar. Ya que nosotras también somos gemelas y crecimos en un clan donde tener gemelos significaba un mal augurio.
Pero aun así, Maki decidió dejar todas esas supersticiones de lado y decidió avanzar con su embarazo.
La doctora al inicio nos comentó que Maki debía tener más cuidados debido a su embarazo gemelar, sobre todo porque a veces estos pueden nacer prematuros y muchas veces tanto la madre como los gemelos necesitan ciertos cuidados mientras más avance la gestación.
Aun así, ambas debíamos prepararnos para la llegada de esos bebés.
Okkotsu, mientras Tú estabas en el extranjero, disfrutando del viaje y quizás conociendo a personas y lugares interesantes. Mi hermana se estaba derrumbando de la incertidumbre y del miedo. Sobre todo porque no teníamos nada listo para la llegada de Yurika y Yuudai.
Después de aquella sorpresa donde nos enterábamos que serían dos bebes en lugar de uno, Maki tomó la decisión de revelar que estaba embarazada.
Aquello para nada fue fácil para mi terca hermana, lo sé porque ella quería hacer todo sola, pero definitivamente íbamos a necesitar la mayor ayuda posible.
Al principio guardamos este secreto hasta que ella cumplió las doce semanas, ósea hasta que cumplió los tres meses, esto debido a que un vientre de un embarazo gemelar se nota muchísimo más rápido que uno de un solo bebé.
Aquel secreto no íbamos a poder guardarlo por demasiado tiempo.
Así que a la primera persona que le revelamos aquel secreto fue a Utahime sensei.
Aún recuerdo la cara de mi querida maestra cuando le dimos esa noticia. Fue una combinación entre asombro y tristeza al ver a mi hermana con ese pequeño vientre abultado.
Sobre todo Utahime sensei sentía pena por Maki porque sabía que era injusto lo que tú, idiota, habías echo en abandonarla. Pero ella pensaba que quizás había algo más detrás de tu partida y creía que Satoru tenía que ver con ello.
Y ella tenía razón... Satoru está involucrado en tu separación con Maki... pero eso te toca a ti preguntárselo a él.
Para ese tercer mes, Necesitábamos que alguien de la academia interviniera por nosotras para pedir que Maki fuera suspendida de hacer misiones por un tiempo sin sufrir alguna penalización y que de paso, nos ayudara a guardar este secreto del clan Zenin.
Y la única que pudo ayudarnos en ese instante era Utahime sensei. Ya que ella tomó bajo a su cargo a Maki, pasándola de ser una hechicera a ser su asistente personal en la academia. Ya que mi maestra era la segunda al mando de la sede de Kioto solo por debajo del amargado de Gakuganji.
Recuerdo que aquellas dos semanas donde convivimos junto a Utahime sensei fueron muy amigables y me da demasiada nostalgia recordarlas, ya que en esas dos semanas, mi hermana y yo sentimos el amor de una madre reflejada en la sensei, quien nos entendía y comprendía. Incluso llegó a comprarle los primeros regalos a esos dos bebés de los cuales, aun no sabíamos su sexo y que de seguro en la actualidad, ella debido a la amnesia no ha de recordar que Maki estaba embarazada.
Realmente nos sentíamos apoyadas por ella. Lástima que esa felicidad no duró mucho...
Okkotsu, en este punto, presiento que Satoru si sabía del embarazo de Maki, ya que mi hermana lo estuvo evitando demasiado después de hablar con él, así como Maki estuvo huyendo de sus compañeros de Tokio por esas dos semanas donde aún no les decía nada sobre su embarazo.
Incluso Utahime sensei había ordenado un oficio diciendo que Maki había sido transferida a Kioto de último momento y al parecer eso molesto a Satoru.
Además, la relación entre esos dos siempre se me hizo un poco complicada. Ya que al parecer, fueron amantes, pero parecía que esa decisión de Utahime de llevarse a Maki, los hizo distanciarse.
Incluso Maki se molestaba demasiado cuando nombraban a ese idiota de cabellos blancos.
Aun así, entre las tres empezamos a planear todo para la llegada de esos dos bebés. Utahime sensei nos apoyó con los trámites iniciales en la academia así como nos apoyó junto a Ieiri Shoko, a buscar un hospital donde aceptaran atender a mi hermana con las visitas médicas.
Para este momento, solo dos personas ya sabían aquel secreto. Y esas eran Utahime y Shoko.
Pero como dije, toda esta felicidad fue pasajera.
Nuestra paz y tranquilidad fueron abatidas un 29 de mayo. Aun no puedo olvidar aquel fatídico día.
En esa ocasión, Utahime sensei había sido enviada a una misión al sur de Kioto y en esa misma misión, ella fue atacada con brutalidad por "algo", nunca supimos si fue una maldición o alguna persona quien la atacó, pero aquello realmente la dejo casi al borde de la muerte.
Realmente desconocemos que paso ya que incluso ella no volvió a ser la misma mujer después de aquello.
Utahime sensei había perdido la memoria y desgraciadamente también su poder como líder y maestra.
Y desde ese día, los problemas solo empezaron a avanzar con más rapidez.
Okkotsu, de lo único que estoy segura, es que quizás alguien mandó atacar a Utahime ya que esta, sabía muchas cosas sobre los clanes ... mi maestra no es una mala mujer, solamente era una mujer con demasiado conocimiento y poder ... y eso podía significar ser una amenaza para muchos hombres.
Recuerdo que incluso, Gojo sensei cambió su personalidad una vez descubrió aquel crimen que habían cometido contra la mujer que decía amar desde jóvenes. Se volvió más posesivo y hasta puedo asegurar que perdió la cabeza.
¿Amor u Obsesión? Realmente creo que fue un poco de ambos lo que hizo que Satoru tomara a Utahime como esposa al poco tiempo de que esta recuperará el conocimiento.
Como dije, siento que alguien atacó a mi querida maestra... Quizás puede haber sido una venganza hacia todos nosotros...
Incluso después de que Utahime sensei despertó de su coma, el cual duro cerca de un mes, Gojo sensei empezó a hacer de lado a sus propios alumnos... todos los de esta generación estábamos en un limbo donde la incertidumbre nos consumía por saber que sería de nosotros, así como de los demás hechiceros con las nuevas medidas que los peces gordos de ese tiempo estaban implementando ya que todos los hechiceros desconfiaban de los que decían ser sus aliados y tenían miedo de acabar como Utahime sensei o peor, terminar muertos.
Es por esos mismos cambios, que maestros como Kusakabe y hechiceros como Nanami renunciaron sin dudarlo.
Incluso Mei Mei desapareció de la noche a la mañana antes de que el infierno se desatará.
Pero desgraciadamente hubo otros más como Ieiri san que no pudieron salir de ahí.
El mundo de la hechicería estaba pendiendo de un hilo y con el nosotras y esos dos bebés, los cuales, podían haber significado una amenaza para todos en la sociedad de hechicería, sobre todo para los dos clanes que peor se llevaban.
Tanto a Maki como a mí se nos estaban acabando las opciones. No sabíamos a quién acudir.
Incluso habíamos escuchado que tanto el clan Zenin como el clan Gojo estaban involucrados en cosas turbias, sobre todo porque al parecer los clanes estaban sacando del juego a todos los que les estorbaban en su camino a la cima.
Pero ¿Qué pasaría si un Zenin y un Gojo se unían? ¿Eso arruinaría los planes de ambos clanes? Porque era más que obvio que la llegada de esos dos bebes significarían una amenaza para ellos y de paso para los altos mandos.
Además que nuestro principal miedo era que nos obligarán a regresar a esta infernal residencia. Y con dos bebés en camino... era más que obvio que los cuatro moriríamos...
Maki y yo estábamos contra reloj y más cuando mi tonta hermana ya había entrado al cuarto mes de gestación y sus síntomas y cambios físicos se hacían cada vez más notorios.
Necesitábamos la protección de alguien y parece que esa "ayuda" llegó inesperadamente de la persona que menos pensábamos y antes que te diga quién nos ayudó incluso a encontrar un hogar y un trabajo, debo contarte algo más.
Okkotsu ¿Has oído hablar de Tsukumo Yuki?
Bueno, Ella además de ser una hechicera de grado especial al igual que tú, también es una fanática por la investigación.
Así que por "mala o buena suerte" también caímos en las manos de ella.
Maki y yo, conocíamos a Tsukumo desde que éramos unas niñas, ya que ella investigo y examino la restricción celestial de mi hermana muy de cerca.
Esa mujer siempre encontró fascinante aquel estado, incluso tengo entendido que por un tiempo, examino a otro Zenin con esas características antes de que este muriera hace muchos años atrás.
Para ella, nosotras éramos dos especímenes fascinantes de cómo la energía maldita podía ser y no heredada.
Ahora imagina como se puso de eufórica esa rubia loca por la investigación cuando supo que Maki, una mujer con una restricción celestial estaba embarazada de gemelos y que el padre de esos bebés era un hechicero de grado especial como tú. Definitivamente eso fue un golpe de suerte para su investigación.
Aun siento repulsión al recordar su cara... verla tan emocionada mientras analizaba a mi hermana y acariciaba su vientre, me daba un profundo rechazo. Pero no nos quedó de otra que aceptar su ayuda y "una parte de su protección".
Tsukumo lo dejo muy en claro desde el primer momento, ella solo intervendría por nosotras solo cuando lo necesitáramos, ella solo regresaría a la ciudad en ciertas temporadas para ver el avance de ese embarazo e incluso dijo que pelearía junto a nosotras contra la academia y el clan solo si fuese necesario. Ya que lo que más le importaba eran esos dos bebés.
Incluso ella había sugerido que una vez nacieran tus hijos, ella podría haberlos adoptado como sus hijos para "protegerlos" . Incluso ella estaba dispuesta a ponerles su apellido a Yurika y Yuudai, pero gracias a Megumi, eso no fue necesario. Pero sobre eso te contaré lo que se en unas líneas más adelante, aunque considero más prudente que sobre este tema, sea Maki y Megumi quienes te cuenten lo que paso y el cómo decidieron casarse.
Pero vamos paso por paso ¿De acuerdo? Que aún me falta otro secreto más importante que revelarte en las siguientes páginas.
Pero volviendo al tema sobre Tsukumo, ella fue quien nos ayudó a dejar la academia, esto sucedió una vez le contamos la verdad a todos nuestros amigos y conocidos sobre que Maki estaba embarazada y les preguntamos sobre si estaban dispuestos a abandonar la sede.
Primero se lo dijimos a Megumi, él fue el primero en enterarse junto a Tsumiki que Maki estaba embarazada, y esta noticia se las revelamos un día que lo citamos fuera de la academia.
Debo decir que Tsumiki, aunque no sea familiar de sangre de nosotros, siempre tuvo el tacto y la empatía que le faltaba a esta estúpida familia.
Aun así, debo admitir que yo sentía un poco de celos de Maki al ver como Megumi y Tsumiki le ponian toda la atención del mundo una vez les reveló aquella noticia.
Pocos días después, fue cuando se los revelamos a los demás amigos de Maki, quienes lo tomaron con gran alegría y sorpresa al saber que mi hermana tendría a tus hijos.
Aunque Kugisaki, al igual que yo, quería matarte por haber abandonado a Maki. Y supongo que ella, al igual que yo, aun te odia.
Una vez se lo dijimos a sus amigos, yo le revele la verdad a Momo y a Miwa. Sobre todo Momo parecía ser la única que entendía mi sentir ante toda esta situación y ella nunca me dejó sola, inclusive cuando todos nosotros, tanto los alumnos de Tokio como los de Kioto renunciamos a ser hechiceros y decidimos vivir una vida normal fuera de la academia. Momo siguió a mi lado por los siguientes tres años.
En sí, fue Tsukumo quien "negocio" con Satoru sobre dejarnos ir a todos los alumnos. Cosa que él acepto pero bajo unas condiciones que aún desconozco.
Una vez fuera de la academia, quien nos ayudó económicamente hasta estos días fue Mei Mei...
Recuerdo que fue a finales de junio e inicios de julio los días más movidos para Maki y para mí.
Una vez abandonamos la academia, la vida para nada fue sencilla y menos para una mujer embarazada. Yo de verdad, odiaba ver a Maki llorar en silencio mientras acariciaba su vientre, el cual iba creciendo más y más con el pasar de los meses.
Yo sé que a ella aún le dolía tu partida y quizás sea algo que no supero hasta años después o quizás nunca hubiera olvidado a no ser por tu regreso.
Se que ella aún te amaba y eso es lo que más me dolía a mí, verla tan rota por tu culpa. Y el pensar que esos niños podrían heredar tu cara, me hacía molestar cada vez que lo pensaba.
Como dije, nada fue sencillo una vez dejamos el mundo de la hechicería.
Aunque Ieiri san, como último favor que pudimos tener de ella, fue que nos consiguió un trabajo de medio tiempo tanto para Maki como para mí en una tienda de cosméticos de una conocida de esa médico. El dinero y apenas nos alcanzaba para comer y para rentar un pequeño lugar para ambas.
Ahí fue, donde Mei Mei entro al juego e hizo un trato con Maki adquiriendo una deuda que supongo, aún sigue pagando.
Esa mujer y su raro hermano siempre me dieron mala espina por ser unas personas que les encantaba meterse en asuntos ajenos y después querían sacar provecho a la situación.
Pero aun así, si no hubiera sido por ellos, no hubiéramos logrado sobrevivir.
Mei negocio con Maki, no se los detalles completos, pero de lo único que me enteré es que Mei siempre tuvo un ojo puesto en mi hermana debido a su fuerza y habilidad desde aquel torneo de las escuelas gemelas que tuvimos en el año en que tu no estabas aquí en Japón.
Así que Mei, fue quien nos consiguió nuestro primer hogar, nos apoyó a comprar una pequeña casa de un solo piso y nos ayudó a amueblarla. Así como también nos ayudó a comprar las cosas que necesitábamos para los bebés, así como también fue ella quien nos apoyó con los gastos que faltaban para el hospital. Así que en teoría le debemos mucho dinero a esa hechicera.
Mei al igual que Tsukumo, lo hacían más por esos dos bebés... parecía que todos estaban interesados en esos dos... y supongo que el motivo principal se debía a que eran TUS HIJOS Okkotsu...
Tener a los hijos de dos grandes clanes, tanto era una amenaza como era un tesoro.
Obviamente, recibir favores monetarios de Mei y su hermano, significaba tener que pagarles con algo a cambio, ahí es donde Maki y yo le ayudábamos con "ciertos" trabajos.
Los siguientes dos meses fueron tranquilos y hasta podría considerarse como un tanto alegres. Era como la calma antes de la tormenta, era ese momento de alegría que necesitábamos en nuestras agitadas vidas.
Incluso recuerdo que septiembre fue un mes muy positivo incluso para Maki, ya que en ese mes, además de que nuestras vidas estaban tomando un mejor rumbo. En ese mes fue cuando descubrimos que esos Gemelos serían en realidad mellizos.
Ya que como dije, los gemelos son un mal augurio, y saber que esos bebés no serían del mismo sexo, dio un poco de alivio a nuestra mala suerte.
Aún recuerdo cuando nos enteramos de que serían un niño y una niña... con esa noticia, puedo decir que Maki se sintió aliviada, pero a la vez nostálgica y más que ella elegiría los nombres que tu querías que llevarán tus hijos.
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Flashback.
—Yo sigo diciendo que serán niños. Mi abuela siempre decía que los vientres puntiagudos son señal de que el bebé que viene en camino es un varón y el vientre de Maki tiene esa forma— dijo Nobara con seguridad mientras en sus manos sujetaba aquel globo en color azul que decía "es un niño"
—¿Pero qué demonios dices? Mi instinto de hermana me dice que tendré sobrinas, esos dos bebés serán niñas— comento Mai con una mueca mientras llevaba en sus manos un globo en color rosa que decía "es una niña"
Ambas estaban muy emocionadas porque aquel día por fin sabrían el sexo de esos pequeños. Y más que esas dos mujeres, quienes no se soportaban entre sí, tenían una apuesta importante.
—¿Ambas quieren callarse?— se quejó Maki, quien estaba acostada en aquella cama mientras la doctora le hacia el ultrasonido.
La doctora sonrió un poco por los comentarios de esas dos mujeres que estaban acompañando a Maki en aquella consulta.
—Parece que no sólo las tías andan muy entusiasmadas el día de hoy. Nuestro bebé A también anda muy movido en esta consulta, aunque este bebé siempre ha sido así de inquieto, mientras que el bebé B está muy tranquilo como de costumbre — comento aquella doctora mientras revisaba a esos bebés a través del monitor. Como siempre, podía verse que un bebé se movía más que él otro.
Maki suspiro.
—No solo estoy cansada de escuchar a estas dos. También estoy algo cansada de escuchar que nombren a mis hijos como Bebé A y Bebé B...
—Bueno, pues de ahora en adelante ya podrás empezar a llamar a tus bebés por los nombres que elijas para ellos— comento la doctora con una sonrisa mientras limpiaba el gel del vientre de Maki —Y más porque Bebé A es una niña muy energética y Bebé B es un varón muy tranquilo.
Esas palabras dejaron sorprendidas tanto a Maki como a Nobara y a Mai.
—¿Qué?— salió de la boca de Nobara.
—¿Un niño y una niña?— pregunto Mai con asombro.
—Así es. Felicidades Zenin san— comento la doctora mostrando el monitor a esas tres mujeres — Tus bebés son gemelos fraternos, también conocidos como Mellizos. Así que llevas en tu vientre un niño y una niña, los cuales pueden que hayan sido concebidos solo por días de diferencia.
Maki tenía una suave sonrisa en el rostro mientras se veía y acariciaba su enorme vientre. Una parte de ella estaba feliz de que fueran niño y niña, pero aun así la tristeza se veía en su mirada.
—Parece que cada tía tendrá un sobrino consentido — sonrió la doctora mirando como aún Mai y Nobara estaban sorprendidas por aquella revelación.
—Supongo que es un empate — dijo Nobara con una mueca.
Mai suspiro.
—Al ser un empate, supongo que ambas debemos pagar por igual.
—Solo espero no quieras que te compre el tratamiento de belleza más caro.
—Lo mismo digo.
Esas dos tuvieron que pagar por igual su apuesta, donde quién ganará se le sería comprado un tratamiento de belleza y cremas de marca. Pero al ser un empate, ambas debían comprar aquellos productos por igual.
—Por cierto Zenin san, ¿Ya pensaste en los nombres que les pondrás a tus bebés?— pregunto la doctora con curiosidad.
El rostro de Maki reflejo tristeza ante tal pregunta, las comisuras de sus labios bajaron un poco y antes de responder a eso, esta soltó un suspiro.
—Soy mala para elegir nombres...
—Definitivamente eres terrible eligiendo nombres— contesto Mai rodando los ojos —Mi hermana tiene la rara costumbre de nombrar a mis cactus con nombres muy raros como "señor salchicha" o "Señora M"
—Aun así, he pensado en dos nombres para mis bebés y ahora que sé que serán un niño y una niña... creo que tomaré los que alguna vez "alguien" sugirió para ellos...— explicó Maki mientras se sentaba con cuidado en el borde de la cama —he pensado en nombrarlos como Yurika y Yuudai.
—Son unos bonitos nombres — dijo la doctora con una sonrisa mientras anotaba algunas cosas en el expediente médico.
Al escuchar esos nombres, no pude quedarme callada...
—¿Es en serio que quieres que tus hijos lleven las Iniciales Y U en sus nombres? ¿Esos nombres no los estarás eligiendo por ese idiota?— pregunto Mai un tanto molesta.
Aquella pregunta dejo el ambiente muy tenso en aquel consultorio.
Maki acaricio su vientre.
—Tú lo dijiste Mai, soy mala eligiendo los nombres, aun así, siento que esos dos nombres irán con las personalidades de mis hijos, Yurika siendo una niña llena de energía y Yuudai siendo un niño tranquilo — miro a su hermana con seriedad— O ¿Acaso quieres que los nombre como a tus cactus?
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Pude verlo en sus ojos, ella los estaba nombrando de esa manera debido a ti.
Aunque Maki tenía razón, parecía que esos nombres irían muy de acuerdo a las personalidades de esos pequeños y más que desde el vientre materno pudimos notar como sería cada uno.
Yurika siempre fue una niña llena de mucha energía y muy inquieta que se movía demasiado incluso antes de salir de Maki. inclusive después de nacer la energía física de esa niña parecía no agotarse, fue sorprendente verla caminar antes de cumplir el año de edad.
En cambio, Yuudai era un niño tranquilo y hasta en cierto grado, un poco más dormilón y lento que su gemela. Él al ser más pequeño y un tanto débil, él dio sus primeros pasos casi hasta que cumplió los 14 meses.
Quizás el que él haya nacido tan temeroso y enfermizo se deba a lo sucedido una noche en especial. La noche que lo cambio todo
Okkotsu, lo que a continuación te voy a contar es uno de los secretos mayor guardados entre Maki y yo... un secreto que ni siquiera Megumi ni nuestros amigos saben.
Así que necesito que lo que leerás a continuación, lo guardes en tu bolsillo y también te lo lleves a la tumba, ya que nadie más debe saberlo y aun así, sé que me estoy arriesgando demasiado al contarte esto. Pero necesitas saberlo porque sé que quizás en los informes de la academia te han mentido sobre la muerte de mi hermana.
Okkotsu, Maki y yo cometimos un crimen... matamos a una mujer... y sus restos están en esa tumba donde yace la mentira sobre la muerte de mi hermana.
Aún recuerdo esa noche como si fuera ayer... todo lo que te contaré a continuación sucedió la noche del seis de octubre del 2020... la noche previa al nacimiento de Yurika y Yuudai.
Así que supongo que todos estos sucesos fueron los que provocaron que los niños nacieran antes de tiempo... tus hijos nacieron prematuros y quizás fue nuestra culpa que eso haya pasado.
Veras, Antes de esa noche, nuestra vida estaba yendo con normalidad.
Maki y yo seguíamos trabajando en la tienda de cosméticos, y para esa fecha, Maki ya estaba a punto de entrar en su octavo mes de gestación, así que todo el trabajo se le empezaba a hacer más pesado y agotador debido a su gran vientre.
En un inicio, pensaba que mi hermana sólo estaba cansada por el embarazo y alterada por las hormonas, ya que por ratos parecía toda paranoica e inclusive pensé que Maki estaba teniendo delirios de persecución, debido a que le costaba mucho trabajo dormir por las noches y ella constantemente decía que se sentía observada a cada rato.
Parecía que Maki había desarrollado un sexto sentido que le advertía que algo a nuestro alrededor estaba mal.
Debimos haber sido más precavidas, quizás si hubiera visto lo mismo que ella, hubiéramos huido o nos hubiéramos escondido mejor... me arrepiento de no haberle hecho caso en esos primeros momentos cuando me dijo que creía ver a alguien observándonos a la distancia, escondida entre las calles por las que siempre pasábamos.
Al parecer, el clan Zenin no se quedó de brazos cruzados una vez se enteró que tu saliste del país. A ese clan le encanta tener el control sobre todo lo que pudiera ser una desventaja para ellos.
Así que ellos suelen jugar sucio desde la antigüedad. Y eso también significa mandar a espiar y a eliminar el "problema".
Y con eso de jugar sucio, también me refiero a que también mi maldito clan estuvo involucrado en tu separación con Maki, ellos enviaron a varios hechiceros de grado uno y dos a esa estación a distorsionar el tiempo y espacio para hacer que tú y Maki pensaran en que se habían abandonado el uno al otro. Y mandarnos a esa mujer a espiarnos meses después solo era una señal para saber si su plan inicial había funcionado.
Esa noche donde descubrimos esta verdad, Maki estaba más nerviosa de lo normal, recuerdo que eran cerca de la una de la mañana y en una ida a la cocina por un antojo nocturno, fue ahí donde vimos que alguien había entrado a nuestra casa.
Aquel presentimiento de Maki resultó ser cierto. Alguien cada día nos espiaba muy de cerca.
Alguien había mandado a espiar a mi hermana, pero esa espía no contó con que las dos no nos quedaríamos quietas y mucho menos sentadas con los brazos cruzados. Entre las dos perseguiríamos a esa mujer por aquellas frías calles hasta llegar a aquel callejón.
Ahí descubrimos la verdad. Okkotsu, alguien intervino aquel día para que tú y Maki fueran separados.
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Flashback.
El grito de desesperó de una mujer se escuchó hacer eco en aquella calle.
Aquella chica solo corría desesperada mientras era atacada.
Varios disparos se escucharon por aquel lugar. Al igual que se podían escuchar los pasos de varias personas corriendo, incluso las pisadas se volvían pesadas sobre los charcos de agua.
La lluvia había parado hacia rato, lo que hacía el correr algo peligroso debido a lo resbaloso del suelo.
E incluso el frío era penetrante y doliente para los pulmones.
Correr a toda velocidad era un tanto difícil en aquel momento y más cuando se está embarazada. Pero aun así, era sorprendente ver a Maki moverse con agilidad.
—¡Ya Te tengo maldita perra!— gruño Maki, quien aun así embarazada logró darle a esa mujer una estocada con su espada. Logrando lastimarla en el costado derecho, haciéndola sangrar y gritar de dolor.
Pero aquella mujer a quien perseguían, no se dejó atrapar tan fácilmente, esta le dio un empujón a Maki, haciendo que esta cayera al suelo con brusquedad sobre su costado izquierdo. No importaba que una de sus perseguidoras estuviera embarazada, ella solo quería huir de ahí.
—¡Maki!— grito Mai mientras apuntaba con su arma a aquella mujer que seguía corriendo y que estaba a punto de escapar.
—¡Estoy bien! ¡Tu Dispara Mai! ¡Detén a esa perra!— grito la gemela mayor mientras se iba poniendo poco a poco en pie, ayudándose con su espada como si fuera un bastón. Quizás tanto su restricción celestial como la adrenalina fluyendo por todo su cuerpo, le ayudaban en aquel momento a soportar y a estar en pie, enfrentándose a todo lo que estaba pasando en ese instante.
Aquello había sido una imprudencia total para una embarazada, pero Maki necesitaba detener a aquella mujer que podía arruinarle aún más la existencia.
Varios disparos más se escucharon en aquel momento. Mai había logrado darle en la pierna derecha de esa mujer, así como en el hombro izquierdo, haciendo que esta cayera retorciéndose de dolor en aquel callejón por el que se iba a escapar.
Mai corrió a ayudar rápidamente a Maki a ponerse de pie.
—¿Maki estas bien? ¡Los bebés! ¿Como sientes a los bebés? ¡Necesitamos irnos de aqui!— dijo toda preocupada al ver que su hermana sobaba su vientre.
La gemela mayor se apoyó en el brazo de su hermana mientras se ponía de pie y caminaban juntas
—Estoy bien... solo quiero saber quién es esta mujer y el porque ha estado espiándonos por días y el por qué entro a nuestra casa— sujeto con fuerza su espada mientras se acercaban a aquella mujer que yacía en el suelo, retorciéndose de dolor.
—¡Por favor! ¡Piedad! ¡Puedo explicarlo!— esa mujer de cabellos verdes oscuros miro a las gemelas, la pobre estaba sufriendo demasiado dolor por las heridas que había sufrido. Además al ser una persona sin energía maldita, no había forma de defenderse de esas dos.
Las hermanas la acorralaron contra la pared de aquel callejón. Haciendo que su espalda y cabeza se estrellaran con brusquedad contra la pared.
—¿Quién demonios eres tú?
—¿Y quién te envió?
Preguntaron las gemelas apuntando cada una con su arma a aquella mujer.
—¡Pu-puedo explicarlo! ¡Déjenme decirles lo que se!— dijo esta con dolor.
—¡Habla de una maldita vez! ¿Quién eres? ¿Para qué te enviaron? — grito Maki, quien dio una fuerte patada al estómago de esa mujer. —¡¿Por qué has estado vigilándonos?! — volvió a patearle pero ahora en el pecho.
—¡Maki cálmate, le harás daño a los bebés!— Mai le grito a su hermana con preocupación por todo el esfuerzo que estaba haciendo su gemela.
—¡Mai! ¡No me voy a calmar hasta que esta perra nos diga que hacía en nuestra casa! ¡¿Y el porque ha estado espiando nos?! — Maki grito muy molesta mientras le apuntaba con su espada a esa espía.
Aquella mujer tenía los ojos llenos de lágrimas, su pierna sangraba, al igual que su hombro y la pobre trataba de recuperar el aliento por aquellas patadas, las cuales la hicieron hasta vomitar.
Mai solo miro a su hermana con preocupación ya que podía verlo en sus gestos, le dolía el vientre y su respiración la delataba, pero también Mai quería saber lo mismo que ella. Saber quién envió a esa mujer.
—¿Y bien? ¿Quién eres?— gruño Maki.
—S- S-Soy una en-enviada d- del clan Zenin... soy una si- sirvienta al igual que ustedes — comento la mujer con dificultad ya que de nuevo tuvo una arqueada.
—De seguro mientes porque No recuerdo haberte visto antes en la residencia — dijo Maki muy molesta.
—Espera Maki... su rostro si se me hace familiar — dijo Mai mirando de cerca a esa mujer, le tomo del cabello con su mano, jalando la con fuerza hasta acercarla a ella y soltando la con brusquedad al reconocerla —Si, Creo haberte visto en el clan más de alguna vez ¡Eres una concubina del imbécil de Naoya!— apunto con su pistola —Eres una de esas sirvientas que se acostaban con ese idiota!
—¿Fue ese imbécil quien te envió a vigilarnos?— Maki seguía apuntándole con su espada.
Aquella chica no quería hablar, así que Maki le encajo su espada en la pierna izquierda —¡Te hice una pregunta!
Aquella chica empezó a gritar de dolor, se retorcía y solo así empezó a hablar
—Si, él me envió a vigilar que su plan siguiera yendo en marcha como desde el principio. ¡Piedad por favor! ¡No me maten! ¡Puedo explicarlo!
Maki le saco la espada de su pierna, aquella sangre brotó con intensidad.
—¿Qué dijiste?
— ¿Cuál plan?— pregunto Mai apuntándole con su pistola a la cabeza.
—¡Se muchas cosas que podrían beneficiarlas a ambas!
—Entonces dilas. ¿De qué plan estás hablando?— Mai le dio un giro al revolver de su pistola.
Aquella chica tomó el aire como podía y empezó a hablar.
—Él me envió a vigilar que Maki Zenin siguiera estando separada de Okkotsu Yuta... El señor Naoya junto a otras personas de rangos muy altos hicieron un plan para separarlos ¡Lo juro! ¡Yo soy inocente, simplemente me están usando!
—¿Qué has dicho?— pregunto Maki con incredulidad.
—¿Recuerdas el día cuando Yuta Okkotsu se fue del país?— pregunto la chica con la voz a medio cortarse mientras miraba a Maki.
—No logro olvidar ese jodido día...
—¡Pues ese día el plan de Naoya Zenin así como del señor Gojo y de más personas que están detrás de todo esto comenzó!— empezó a explicar— ¡Ellos no querían que tuvieras una relación con Okkotsu! ¡Eso les molestaba y de paso les afectaba para asumir el poder! ¡Ellos lo hicieron! —La chica lloro— ¡Ellos mandaron a varias personas ese día a separarlos! ¡Usaron sus técnicas malditas en ti, por eso sentiste que el tiempo duro horas cuando en realidad solo fueron unos minutos! ¡Si tu tenías una relación romántica con Okkotsu automáticamente ambos clanes serian parientes políticos y eso afectaría a quienes asumieran el cargo de cada clan ya que Okkotsu podría heredar ambos puestos por ser de categoría especial! ¡Un líder que podría unificar dos clanes es algo inaudito! ¡Así como engendrar hijos que tienen la sangre de ambos es algo insólito!— miro el vientre de Maki
— ¡Además que verlos felices y enamorados les molestaba a ambos señores de los clanes! ¿Una Zenin y un descendiente de Sugawara juntos? ¡Para muchos eso es algo profano! ¡Por eso el señor Naoya a base de amenazas me mando a vigilarte desde el principio en aquella estación del tren! ¡Y hace meses atrás me envió nuevamente para saber que estaba sucediendo con ustedes dos una vez se enteró que todos los alumnos renunciaron a la academia después de lo sucedido con Iori Utahime! ¡Piedad por favor! ¡Déjenme ir!¡Ellos aún no saben que estas esperando un hijo de Okkotsu! ¡Aún no se los he dicho! ¡Pero Si me dejan ir puedo serviles a ustedes como una doble espia y traerles más noticias del clan! ¡Pero por favor! ¡No me hagan nada! — suplico la mujer.
—¿Maki?— Mai nombro a su hermana con preocupación y más por lo que acababa de oír.
Maki no podía creer lo que acababa de escuchar. Sus manos así temblorosas se hicieron puños. Sujeto con furia la empuñadura de su espada. Sentía la sangre correr con furia por sus venas. Quería venganza.
—¡Lo juro! ¡Puedo ayudarte a identificar a todos los que te separaron del amor de tu vida! ¡Puedo mantener el secreto de tu embarazo! ¡Ellos no...— La chica no pudo hablar porque Maki en ese instante le corto la garganta.
—¡Maki No!— grito Mai al ver aquello que hizo su hermana mayor. Así que rápidamente trató de contenerla ya que Maki empezó también a apuñalar con odio el cuerpo de esa mujer.
—¡Malditos todos ustedes!— Grito la gemela mayor —¡Ustedes me arrebataron mi felicidad! ¡Los maldigo a todos ustedes!— Grito y empezó a llorar mientras su hermana la contenía.
—¡¿Maki que has hecho?! — grito Mai mientras alejaba unos pasos a Maki de aquella mujer.
—¡Si la dejaba vivir ella iba a revelarles sobre que estoy embarazada! ¡Ella no era de confiar!— Maki se detuvo y siguió llorando —¡Ella va a ser la primera en sufrir por este daño que me han hecho a mí, a Yuta y a nuestros hijos!— grito mientras veían como esa mujer daba su último aliento y la vida se desvanecía de sus ojos.
Yo sabía que Maki tenía razón. Esa mujer podría delatarnos, pero ahora teníamos un problema mayor.
—¡Ya Déjala! ¡Ya está muerta!— Mai la abrazo de un costado para detenerla.
—Ellos nos arrebataron la felicidad...— Maki seguía en shock mientras veía sus manos manchadas de sangre. Quería seguir apuñalando a esa mujer que también era cómplice de haberles arrebatado su felicidad, pero su hermana la detuvo. Maki se estaba sobre esforzándose físicamente y eso era peligroso —¡Ellos alejaron a Yuta de mí!
—¡Ya Cálmate o le harás daño a tus hijos!— Mai la tomo de tal manera por el costado para tranquilizarla mientras su hermana se soltaba a llorar en sus brazos y se iba agachando y poniendo sobre sus rodillas por el dolor de haber escuchado todo aquello.
—Mai... ellos me arrebataron la felicidad con el hombre que amaba...—Lloro con amargura.
—Lo sé. Y ahora nosotras le hemos quitado la vida a una de sus cómplices...— Susurró Mai mientras su hermana mayor ahogaba un grito en el pecho de su gemela para después observar el cadáver de aquella chica.
Debíamos pensar en un plan para deshacernos de aquel cuerpo.
La furia cuando ciega, deja graves consecuencias a su paso y mi hermana las empezó a pagar. Parecía que Maki había salido de su estado de euforia y ahora veía las consecuencias de su ira.
—¡Que hice, Qué hice!— Maki empezó a sentirse mal al ver aquella sangre en sus manos, en su ropa y en su espada. El olor a hierro la hizo vomitar a un lado de donde estaba agachada. —¡Mai! ¿Qué hicimos?— grito en estado de Shock. Su respiración era agitada y estaba toda temblorosa viendo aquella escena.
—¡Debes calmarte Maki! ¡Todo esto de verdad le puede afectar a los bebés!— Mai la tomo de los hombros para que la mirara y se tratara de calmar.—¡Mírame! ¡Ya paso! ¡Cálmate!
—¿Pero ahora que haremos con ella?— pregunto Maki toda nerviosa una vez regreso en sí y descubrió lo que había hecho.
—Debemos ocultar el cuerpo o en su caso, deshacernos de ella— dijo la gemela menor sintiendo como las leves gotas de lluvia las empezaban a empapar.
—Lo ideal será esconder el cadáver mientras pensamos en algo.
—¿Pero dónde la ocultaremos? Estamos muy lejos de casa para enterrarla en el patio— pregunto Maki con la respiración agitada mientras su espalda la descansaba en la fría pared.
Ambas estábamos muy estresadas en ese instante. Pero yo en especial estaba preocupada por Maki.
Veía como esta acariciaba mucho su vientre, sobre todo su costado izquierdo... aquel costado donde había caído. Aquel costado donde se supone Yuudai crecía.
Cargar aquel cadáver entre ambas era un riesgo y más si alguien nos descubría. O en su caso, no quería meter más presión en el cuerpo de Maki, yo estaba preocupada por los bebés y por ella. Por todo el esfuerzo que había hecho en aquella persecución.
Quizás ella asesino a esa mujer con sus propias manos, pero yo fui su cómplice, así que ambas estábamos involucradas en este crimen. No podía dejarla sola en esto.
Recuerdo que mire a mi alrededor, por suerte no se veían cámaras de seguridad en esa zona.
—¿Qué tal si simplemente la dejamos aquí y ya?— pregunto Maki muy nerviosa mientras sobaba su vientre y sentía las suaves gotas de lluvia caer sobre ella.
Mai empezó a buscar entre las cosas de aquella mujer, encontrando su cartera, la cual abrió y noto que traía su identificación.
—Aún si la dejamos aquí y alguien la descubre es más que obvio que harán una investigación y pueden notificar al clan y eso significarían muchos más problemas — comento Mai mirando con seriedad a su hermana mientras mostraba aquella cartera.
Maki se llevó las manos a la cabeza.
—¡¿No sería más fácil solo dejar el cuerpo aquí sin identificaciones y sin sus pertenencias y hacerla pasar como la víctima de algún asalto?!
—También es una opción. Pero este país tiene una buena base de datos de sus habitantes y con las huellas y el registro dental pueden dar con su identidad y de todos modos sería un problema si se notifica al clan— explicó Mai.
—¿Qué vamos a hacer? ¡Trágame tierra!—Dijo Maki con frustración —¡Si la dejaba vivir ella quizás nos hubiera delatado! ¡Como me gustaría desaparecer en este momento!
Al escuchar esas palabras de Maki, mi mente empezó a maquinar un plan.
Mire el cuerpo de nuestra víctima y note que esa mujer era físicamente parecida a mi hermana. Misma altura, tenía su mismo tono de cabello pero ella solo lo tenía un poco más largo que Maki, también tenía la piel clara, una fina nariz pero con unos ojos marrones.
En ese momento se me había ocurrido una macabra idea. Arriesgada pero quizás eso libraría a Maki y a mis sobrinos del clan. Así podían al fin ser libres.
—Ella se parece un poco a ti...— dijo Mai con frialdad.
—¡Todos en el maldito clan se parecen, Mai!
—Si, pero ¿Y si te hacemos pasar por ella para que el clan piense que moriste y así puedas ganar la libertad junto a tus hijos?— dijo Mai mientras miraba su hermana.
Pero Maki se veía muy angustiada y confundida por aquellas palabras. También estaba temblando de frío y se veía más pálida que de costumbre.
—En serio no entiendo lo que estas tratando de decir ni lo que estas tramando...— le dolía la cabeza.
—¿Déjame lo a mí de acuerdo? Yo solucionare todo esto— Mai se metió la cartera de esa mujer entre sus ropas para llevarse sus identificaciones.
—De acuerdo, confío en ti— dijo Maki con un suspiro y su mirada llena de miedo.
Más tarde pondría en marcha mi plan, pero por el momento, Necesitábamos esconder nuestro crimen.
— Mínimo escondamos el cadáver entre las cajas— dijo Mai con total seriedad.
—Si.
Y así lo hicimos, Maki y yo escondimos aquel cadáver entre algunas cajas en aquel callejón mientas la lluvia nos empapaba.
Y de ahí, nos fuimos a casa. De verdad, yo estaba preocupada por Maki ya que se veía pálida y de paso, sobaba demasiado su vientre.
—¡Prométeme que no le dirás a nadie sobre esto! ¡Y Que nos llevaremos este secreto a la tumba!— comento Maki con preocupación una vez estaban en casa.
Mai le paso una toalla a su hermana para que se secara.
—Te he estado guardando todos tus malditos secretos desde hace casi ocho meses atrás. Sabes que también este lo guardaré en mi bolsillo y lo llevare hasta la tumba ya que ambas somos cómplices — dijo Mai mirando a su hermana.
Maki le tomo de la mano.
—Gracias... por todo...
Mai tomo la mano de su hermana entre sus manos —Somos hermanas después de todo...
Podía notarse la complicidad en sus ojos.
Maki soltó las manos de su hermana y se empezó a secar el cabello — Aun así, esos malditos clanes me las pagarán por habernos robado la felicidad... uno a uno caerá y los tachare de mi lista que tengo escrita con su sangre, incluido el idiota de Okkotsu por seguirles la corriente — dijo muy molesta —Si él de verdad me hubiera amado, ya desde cuando hubiera descubierto la verdad y hubiera regresado por mi... maldito traidor... nunca se lo perdonaré.
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En aquel momento pude ver en Maki el odio que tenía dentro de ella.
No la justifico, sé que ella tenía todo el derecho a estar molesta por lo que le hicieron y de paso, por lo que tú le hiciste. Aquí es donde me pregunto ¿Qué estarías haciendo tú en estos momentos donde la vida de Maki y tus hijos estaba yéndose en picada?
Después de que Maki al fin logró quedarse dormida, yo no podía dormir, estaba muy angustiada por todo lo que había sucedido.
Así que hice algo que sabía seria arriesgado, pero era la única solución que encontraba para salvar a mi hermana y a mis sobrinos.
Cerca de las 5 a.m. regrese a la escena del crimen, con cuidado de no ser descubierta, plante una pequeña pista en la cartera de aquel cuerpo, y después de eso regrese a casa.
Okkotsu, por mi hermana sería capaz de todo, así que estaba arriesgando hasta mi vida en este movimiento.
Recuerdo que aquella noche Maki de nuevo tuvo algunas pesadillas ya que la vi moverse demasiado e incluso llorar y gritar dormida. Acabar con la vida de alguien nunca será fácil y yo lo sé de primera mano.
Pero el problema vino al día siguiente.
Quizás todo el estrés vivido la noche anterior, así como la caída que tuvo Maki tuvieron consecuencias. Esto debido a que se le adelanto el parto.
Lo recuerdo con vividez y plasmarlo en estas hojas aún me sigue costando debido al shock que fue ver a mi hermana sangrar de esa manera.
Fue en la tarde, cuando Maki empezó a quejarse de que sentía que uno de sus bebés se movía de manera inusual y unos minutos después, ella empezó a sentirse muy mal.
Mi hermana se veía angustiada y hasta un tanto pálida. Eso hasta que empezó a quejarse de un fuerte dolor que apareció de un de repente en su vientre.
Lo recuerdo bastante bien porque yo estuve ahí al momento en que a ella se le rompió la fuente y en el instante en que ella empezó a sangrar.
Al parecer aquella caída solo provoco que las contracciones iniciarán desde la madrugada, pero no fue hasta la tarde en que se le rompió la fuente. Cuando ya tenía más de siete centímetros de dilatación.
Okkotsu, yo estuve presente en el nacimiento de Yurika y Yuudai. Y con toda seguridad puedo decirte que fue un parto muy difícil.
Maki sufrió demasiado, todo el procedimiento fue por parto vaginal debido a que prácticamente cuando llegamos a urgencias, tus hijos ya estaban listos para nacer ya que Maki había dilatado demasiado rápido y ya no había tiempo de hacer una cesaría de emergencia.
Pero lo que más nos preocupaba eran que ambos bebés iban a ser prematuros y eso significaría que iban a ser bebés diminutos y sin terminar de desarrollarse como debían.
Los gemelos pueden llegar a ser super pequeños y tus hijos no fueron la excepción. Ambos apenas median 30 centímetros y tenían un peso de apenas 2 kilos.
La primera en nacer fue Yurika y siete minutos después nació Yuudai.
Los demás detalles de dicho acontecimiento no me corresponden a mi decírtelos, sino a Maki, ella debe contarte todo lo que pasó en dicho parto, sobre todo con ella y con Yuudai y el por qué este podría ser considerado como un niño muy especial.
Lo único que puedo decirte en estas hojas es que los tres están vivos de puro milagro, sobre todo Yuudai a quien no le daban esperanzas de sobrevivir más de unos días. Pero sobrevivió y es hasta lo que recuerdo, un niño "estable" pero que necesita de algunos cuidados.
Me pregunto cómo estarán ahora... llevo tres años sin verlos...
Esa misma noche, después de que los niños nacieran y que ambos junto a Maki estuvieran en terapia intensiva y en la UCIN (Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales) Nos estábamos enfrentando a otro gran problema.
Y eso era buscar una solución para que los niños no heredarán ni el apellido Zenin ni Okkotsu para que ningún clan los reclamarán como suyos. Incluso queríamos evitar que Tsukumo Yuki les adoptará y separará de mi hermana.
Ahí fue donde Tsumiki intervino con Megumi. No se los detalles al cien porque yo solo veía a la distancia el cómo esos dos parecían discutir de "algo", mi intuición me dice que fue ELLA quien terminó de convencer a Megumi para que este se casara con Maki.
Así que prácticamente a los días de nacidos tus hijos empezaron a llevar el apellido Fushiguro e incluso Megumi empezó a actuar como un padre para esos dos.
Incluso todos los demás nos turnábamos para cuidarlos y atenderlos tanto dentro como fuera del hospital.
Ahora, Okkotsu quizás te preguntes ¿Y qué paso con el cuerpo de esa mujer del callejón? Bueno, lo que te contaré a continuación sé que podría ser usado en mi contra, pero mereces saber la verdad sobre quien está en esa tumba.
Bueno, yo como hermana y recién convertida tía, debía matar dos pájaros de un solo tiro, así que aquella noche donde mis sobrinos nacieron, también tuve que ir a identificar el cuerpo de "mi hermana" a la morgue.
Aquel día parecía eterno. En la noche del siete de octubre, recibí una llamada de la policía, donde decían que debía ir de inmediato a reconocer un cuerpo que había sido encontrado en un callejón y más que la identificación en la cartera de aquella mujer decía que se llamaba Maki Zenin.
¿Recuerdas que te dije hojas atrás que regresé al callejón y que planteé una "pista" en nuestra víctima? Pues antes de salir de casa tomé la identificación de la academia de mi tonta hermana y fui a dejarla en la cartera de esa mujer para hacerla pasar por Maki.
Digamos que la mayoría de los miembros del clan Zenin, tenemos rasgos muy similares, así que esa chica era un tanto parecida a Maki.
Recuerdo cuando llegue a dicho lugar. Estaba nerviosa, pero debía hacer aquello por el bien de mis recién nacidos sobrinos.
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Flashback
El médico forense deslizó aquella sábana blanca del cuerpo de aquella mujer que tenía un día de evolución cadavérica.
Mai se quedó congelada al ver aquel cuerpo de aquella mujer a la que la noche anterior habían asesinado. Pudo ver los huecos de las balas que ella le disparo, así como los cortes y las apuñaladas que Maki le dio.
Sobre todo, destacaba la gran marca en su cuello.
Mai trago saliva. Su cuerpo quería traicionarla, pero debía controlarse. Debía mentir. Su puño se formó sobre su ropa mientras escuchaba al forense.
—Señorita Zenin ¿Reconoce usted a esta mujer?
Mai seguía en silencio mientras el forense seguía hablando.
—La he llamado Señorita Zenin porque en la credencial que encontramos en las pertenencias de esta mujer venia el número de usted como contacto de emergencia— empezó a explicar —Esta mujer fue encontrada por un civil quien fue a tirar algo de basura al contenedor que había en aquel callejón y por las heridas que presenta, podemos deducir que fue un crimen bastante violento, ya descartamos que fuera un robo debido a que sus pertenencias estaban con ella y tampoco presenta heridas del tipo sexual, aun así quizás se deba levantar una carpeta de investigación para buscar al culpable. Así que le pregunto nuevamente ¿Usted reconoce a esta mujer?
Mai seguía en shock, ver aquel cuerpo con el crimen que habían cometido entre ambas la había dejado impactada.
—Señorita ¿Se encuentra usted bien? — volvió a preguntar el forense.
Mai miro a aquel hombre —Maki...— dijo con la voz a medio quebrarse debido a que estaba llegando a su límite —Ella es mi hermana...— sus lágrimas empezaron a brotar de sus ojos con maestría en la mentira.
—Entiendo...— el médico volvió a cubrir aquel cadáver — Bien señorita, creo que es momento de que avise a su familia sobre esta lamentable pérdida. ¿Tiene un lugar donde podamos mandar a velar el cuerpo de su hermana?
Mai seco las lágrimas de estrés que caían por sus mejillas.
—Conseguiré uno de inmediato... necesito avisar a mi familia de esto— dijo con seriedad.
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Y así lo hice. Conseguí un servicio para mandar directamente al crematorio a ese cuerpo y de paso, como "Familiar" decidí que no se abriera una carpeta de investigación.
Avise al clan Zenin, quien recibió aquella noticia junto a la sede de hechicería con el acta de defunción dicha por el forense. En cambio, sobre aquella sirvienta, me enteré que la dieron por "perdida", habían pensado que había huido, así que decidieron no hacer más por buscarla ya que solo era una sirvienta sin energía maldita. Un desperdicio de persona. Un desperdicio de persona según los estándares del clan.
Así de fácil, el clan desecha a las personas que no les sirven. Y todos los sirvientes entran en esa categoría, por eso sí estos huían o ya no había noticias de ellos en semanas, no eran buscados y eran dados por muertos.
Ese día mi hermana había muerto dos veces. Así que de ahora en adelante ella era un "fantasma" tanto para mi clan como para la sede.
Al parecer la noticia de la "muerte" de Maki no afecto a nadie de mi clan. Me enteré que ni mi madre ni mi padre lloraron por la muerte de su hija mayor. En cambio, el borracho de mi tío, Naobito, solo me contacto para avisarme que el pagaría un lugar en el cementerio para enterrar aquellas cenizas.
Así que si ya disté con la tumba de Maki Zenin, tienes todo el derecho de saber que quien está enterrada ahí, es la mujer que murió en aquel callejón. Quizás todo esto pueda resultarte un tanto confuso Okkotsu, pero Maki no está muerta, ni tus hijos.
Ellos simplemente están creciendo con otro apellido y viviendo una vida "normal"
A los dos días de haber dado a luz, Maki salió de terapia intensiva, sorprendentemente, su cuerpo se recuperó demasiado rápido. No parecía ser la misma de antes, sino que hasta se veía más fuerte físicamente y en su cuerpo se notaba, incluso su carácter cambió un poco. Parecía más tranquila, pero al mismo tiempo, más calculadora que antes. Aunque eso si, con sus hijos era más serena, atenta y hasta cariñosa.
Era como si su restricción se hubiera fortalecido y creo que eso afecto también a mi técnica, ya que ahora puedo usar mi energía maldita al cien, pero con sus consecuencias... esto es algo difícil de explicar a sí que quien podría darte respuesta sobre lo sucedido con nosotras dos sería Tsukumo, ella investigo todo esto.
Y a los días en que fue dada de alta del hospital, Maki se casó con Megumi en el registro de la ciudad para tanto tener una nueva identidad como para darle oficialmente un apellido a mis sobrinos.
Se supone que los informes sobre Maki Zenin y sobre el nacimiento de Yurika y Yuudai habían sido eliminados de todos lados y con ellos, una nueva identidad se les había otorgado a los tres.
Las semanas pasaron y esos pequeños empezaron a tener mejoría.
Yurika fue la primera en ser dada de alta al mes de nacida. Esto porque ella no presentó complicaciones al nacer. Ella era totalmente una niña sana y muy energética.
Incluso en esos meses donde ella ya estaba en casa y su mellizo aún en el hospital, yo me encargue de cuidar de esa preciosa niña. De la cual, lo admito Okkotsu me encariñe con tu hija al grado de que la empecé a querer como si fuera mi propia hija.
Incluso llegué a presentarla como mi hija cuando salíamos de compras solamente nosotras dos. Y hasta llegue a comprarle mucha ropa que combinaba con la mía y accesorios. Digamos que la llegué a consentir demasiado.
Esto porque veía en ella, una versión mía y de Maki que quería proteger y de paso, quería consentirla como a mí me hubiera gustado ser mimada.
Así que, Yurika, es mi sobrina favorita. Y solo espero que ella esté bien y siga siendo una niña alegre.
En cambio, Yuudai tardo casi tres meses en salir del hospital. Esto debido a su delicada salud.
Aun así, con sus complicaciones de salud, tu hijo logró salir adelante, quizás se deba a que ese pequeño lleva tu sangre. Podemos decir que su recuperación fue mejorando gradualmente, incluso nuestro miedo de que no pudiera hablar o que tuviera alguna limitación del movimiento o algún retraso mental, se fue descartando con el paso de los meses y con las idas a las terapias médicas.
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Flashback
Siete años atrás.
4 meses de nacidos.
—¡Debiste verlos Maki! ¡Todos se quedaron fascinados con Yurika cuando fuimos de compras! Las personas se asomaban a la carriola y exclamaban: "¡Qué hermosa está tu hija!". Y yo solo respondía con una gran sonrisa: "Muchas gracias". Incluso algunos comentaban que se parecía bastante a mí y que con su nuevo vestido parecía una muñeca.
Mai tomó con cuidado a Yurika de su cuna y la elevó suavemente para recargarla en su pecho, mientras la pequeña permanecía tranquila a su lado. —Obviamente parecía una bella muñequita y eso es gracias a mí porque la se vestir— dijo con orgullo mientras miraba a su sobrina.
Mai continuó alardeando—Lo mejor de tener una hermana gemela es que, si ella tiene hijos, puedes hacerlos pasar por tuyos sin haberlos parido ni haber engordado. Y como Yurika se parece tanto a mí, si la miras fijamente, puedo pasar perfectamente por su madre cuando salimos de compras ¿Eso No te parece fabuloso?
Al pronunciar esas palabras, Mai abrazó tiernamente a Yurika, juntando su mejilla a la de la pequeña. La niña parecía feliz de recibir tanta atención de su tía, moviendo sus manitas alegremente y reaccionando a su voz con unos ruiditos y sonrisas.
Mai, sin soltar a Yurika, continuó hablando con gran entusiasmo— Y en nuestra última salida al centro comercial, compramos más ropa, incluso compramos algunos conjuntos que combinan entre ambas. ¡Así podremos salir a pasear como tía y sobrina a juego! ¿Verdad Yurika que te gusta estar con la tía Mai-chan?— decía con un amor y una felicidad que nunca antes se había visto en ella.
De verdad, Mai se había encariñado con su sobrina.
En cambio, al escuchar todo aquello, Maki frunció el ceño en una mueca de total disgusto.
—La tienes demasiado consentida, y eso no me gusta— miro a su hermana con enojo— Y No olvides que también tienes un sobrino —comentó Maki con un tono de reproche, mientras señalaba al pequeño Yuudai, a quien estaba amamantando.
En ese momento, Las dos se encontraban en la habitación que habían decorado y organizado para sus bebés. Mai estaba de pie junto a la cuna de Yurika, mientras Maki estaba sentada en un pequeño sillón para amamantar a Yuudai.
Maki había escuchado las palabras de Mai con una mezcla de incomodidad y molestia. El favoritismo de Mai hacia Yurika era evidente y eso le molestaba demasiado como madre de esos dos pequeños.
La gemela menor suspiró ante tal reclamo y regresó a Yurika a su cuna.
Su vista se posó en Maki con el pequeño varón pegado a su pecho. Aquel niño apenas tenía un mes que había salido del hospital ya que su recuperación había sido bastante lenta y seguía teniendo de vez en cuando problemas de salud.
—¡Claro que no me he olvidado de él!—aseguró Mai con seriedad— Te prometo que también compraré ropa para Yuudai la próxima vez que salga. Aunque reconozco que no es lo mismo comprar cosas para niñas que para niños. Siempre encuentro más variedad de prendas para niñas, ya que siempre veras los estantes llenos de bellos vestidos y conjuntos—Cruzó los brazos—Además, si aún no he sacado a Yuudai en su carriola es porque su salud aún es delicada y no quiero exponerlo a la calle.
—No creo que ese sea el problema —comentó Maki con molestia por las palabras de su hermana—Lo he notado, Mai —su mirada expresaba pura molestia maternal mientras miraba a su gemela.
—Sé que no te agrada mi hijo y por eso actúas como si no existiera. Yuudai lleva un mes fuera del hospital y no has querido pasar tiempo con él—Maki acarició el cabello de su hijo, mirándolo con cariño, mientras lo miraba entre sus brazos.
Su pequeño dejó de beber de su seno. Maki le limpió con cuidado la boquita con la toalla que llevaba en el hombro. Aquel niño, después de haber estado internado por tres meses, por fin ya había sido dado de alta. Además, ya había ganado algo de peso y, por el momento, se encontraba estable y sin complicaciones para respirar. Aunque aún tenía dificultades en sus movimientos físicos.
Maki se acomodó la camiseta para cubrir su seno y con cuidado, procedió a sacarle el aire a Yuudai, poniendo su cabecita sobre su hombro como le había enseñado la doctora mientras seguía hablando con su hermana.
—Y la verdad, me molesta que dejes a Yuudai de lado, cuando claramente dijiste que me apoyarías en esto, pero desde que supiste que él era un varón, te comportas distante con él... — Maki susurro con enojo, mientras sujetaba a su hijo entre sus brazos una vez logró hacerlo eructar.
—¡Eso no es verdad!— reprocho Mai.
—¡Claro que lo es! ¡Y lo he notado desde que estábamos en el hospital! Desde su nacimiento has rechazado a mi hijo...— Maki la fulmino con la mirada. De verdad estaba molesta con su hermana.
Mai guardo silencio ante tales palabras porque era verdad.
Maki siguió acariciando suavemente y con ternura el negro y grueso cabello de su hijo varón, para después tomar con cariño la manita de este, mientras ese bebé hacía leves ruiditos.
La mirada de la gemela menor se concentró especialmente en ese niño, al cual rechazaba.
—Es que apenas me estoy acostumbrando a él— respondió con frialdad — Además, me da miedo cargarlo y no saber qué hacer si empieza a convulsionar o se empieza a ahogar debido a su problema pulmonar...
—¡Mai, no mientas, sé que es por otra cosa el porque no quieres a mi hijo!— Maki miro a su gemela con seriedad, podías notarlo en su mirada, estaba furiosa y en su voz se notaba — ¡Yuudai lleva en casa ya un mes y siempre encuentras un pretexto para no querer acercarte a él! ¡No quieres abrazarlo, no quieres ayudarme a cambiarle el pañal, no quieres ayudarme a alimentarlo, no quieres salir con él cuando claramente ya puede salir en su carriola! ¡Tu lo evitas a toda costa! ¿Por qué rechazas así a mi hijo?— cuestiono muy molesta—¿Qué te impide acercarte a él?
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Mai al ver así de molesta a Maki.
Ya no se podía callar aquel sentimiento.
—Ok, lo admito, me cuesta acercarme a él porque se parece bastante al idiota de su padre...— reprocho Mai con furia.—Yo claramente no puedo perdonar a Okkotsu por lo que les hizo a ustedes tres. Y ver a ese idiota en la cara de ese niño, me enferma— La gemela menor movió un poco sus manos.
—¡PERO YUUDAI TAMBIÉN ES SANGRE DE TU SANGRE! ¡TÚ MISMA LO DIJISTE EL DÍA QUE TE ENTERASTE QUE ESTABA EMBARAZADA!— Maki elevo la voz—¡NO PUEDES SIMPLEMENTE RECHAZARLO POR ALGO QUE NO ES SU CULPA! ¡ADEMÁS TU PROMETISTE QUE ME AYUDARÍAS Y APOYARÍAS EN ESTO, CON AMBOS BEBÉS SIN IMPORTAR QUE Y TU NO ESTAS CUMPLIENDO TU PALABRA COMO HERMANA!— grito molesta, haciendo que su hijo llorara en sus brazos.
Mai guardo silencio al ver así de enojada a su hermana mientras trataba de calmar a su hijo. Al cual arrullaba suavemente entre sus manos y besaba su cabecita con ternura.
Las lágrimas también brotaron de los ojos de Maki. Observó a su pequeño y lo acunó con ternura contra su pecho, permitiéndole escuchar el latido de su corazón para así poder calmarlo.
—Sé que Yuudai tiene un gran parecido con Yuta...—susurró—. ¿Crees que no me duele recordar a ese idiota? Verlo en mi hijo es doloroso, sí, pero este pequeño también comparte rasgos con ambas... sobre todo contigo... porque él es el gemelo menor, tal como tú eres la gemela menor. Claramente, ambos tienen similitudes, y tú más que nadie sabes cómo es eso.
Mai apretó los labios y sollozo muy levemente, sus lágrimas caían en silencio. Sabía qué hacía mal por orgullosa.
Maki siguió hablando— Y no porque se parezca físicamente a su padre, voy a dejar de querer y proteger a mi hijo... Y Ni se diga de Yurika, ella también se parece a Okkotsu si la miras fijamente...— ella seguía soltando lágrimas, pero su voz sonó más calmada mientras veía a su hijo en sus brazos, el cual ya había dejado de llorar.
—Así que por favor Mai— Maki dirigió su mirada a su hermana con un toque de tristeza en la voz— no cometas el mismo error que nuestra madre y las demás mujeres del clan. No desprecies a Yuudai solo por ser un varón. Este niño es muy parecido a alguien que, para mí, fue el amor de mi vida, pero que fue tan cobarde como para abandonarme... —suspiró mientras volvía su vista a su hijo—. Alguien a quien prefiero fingir que está muerto para que su partida duela menos.
Mai enmudeció por completo ante las palabras de su hermana. Tenía razón, se estaba comportando como una despreciable Zenin. Rechazando a un pequeño ser indefenso solo porque se parecía a alguien a quien odiaba del sexo contrario. Así como las mujeres de su clan despreciaban, odiaban y rechazaban a sus hijos e hijas por ser parecidos a sus detestables padres.
Maki seco sus lágrimas con el borde de la toalla que seguía en su hombro, mientras seguía cargando a su hijo en brazos, estaba tratando de tararear algo pero el nudo en su garganta no le dejaba. Estaba cansada y aquello que dijo su hermana, solo la hizo sentir muy mal consigo misma.
Yuudai estaba tratando de quedarse dormido, pero aquella melodía no podía llegar a sus oídos.
Mai soltó el aire con arrepentimiento, se acercó a Maki y estiro las manos para que le pasara a ese bebé.
—Estas cansada, anda ve a tomar un baño y a dormir un poco, yo cuidare de Yuudai — comento está en un tono suave.
Maki la miro con desconfianza al inicio.
—¿Quieres que lo abrace y me acerque a él, no?— pregunto Mai con firmeza.
—Si, pero...
—Tranquila, prometo que no le haré nada malo a mi sobrino, además, no sabes canciones de cuna —Siguió estirando las manos —Vamos, deja que la tía Mai lo abrace, aunque sea una vez...
—De acuerdo, pero si lo lastimas, juro que te romperé todos los huesos, no importa que seas mi hermana...— Maki suspiro y le paso con cuidado a Yuudai, quien seguía haciendo suaves ruiditos.
—Pero si me rompes los huesos, tu sales perdiendo porque necesitas aún mi ayuda ¿Verdad Yuudai? ¿Verdad que tu madre es una gruñona cuando esta apestosa y de mal humor?— comento Mai tomando a su sobrino con cuidado y empezó a arrullarlo con ternura, mientras acariciaba su cabello y tomaba su manita. Aquel niño ya se estaba calmando y quedando dormido.
Maki suspiro y paso sus manos a su rostro— Gracias...— cerró con fuerza los ojos —Estoy muerta... no he dormido nada en estos dos días...
—Anda, ve a bañarte que apestas a leche, aquí me quedaré cuidando a ambos— comento esta aun arrullando a ese niño — aprovecha que Yurika ya está dormida también.
—¿Estas segura que podrás con Yuudai?— cuestiono Maki antes de ponerse de pie.
—¿Quieres que pase tiempo con él, no? Además, he visto todo lo que Megumi y tu hacen al cuidarlo— comento en voz baja.
—De acuerdo— Maki suspiro y camino hacia la puerta —Iré a tomar un baño...
Mai se quedó mirando con atención a Yuudai en sus brazos, aunque ese niño se pareciera bastante a Yuta, aquellos ojos dorados, eran bastantes parecidos a los de ambas.
—Bueno, a lo menos sacaste nuestros hermosos ojos color miel...— acaricio con ternura la mejilla de Yuudai —Ojalá tu hayas heredado más de nosotras que de tu estúpido padre.
Parecía que aquellas palabras eran ciertas, ya que Yuudai tenía un buen ojo y puntería, así como Mai.
Además, que ellos dos, tenían una conexión que solo ellos compartían al ser los hermanos menores, aquellos temerosos niños que necesitaban de sus gemelos mayores para dejar de sentir miedo.
Y así, poco a poco con la convivencia, me fui encariñando con tu hijo.
Incluso empecé a comprarles conjuntos de ropas similares a Yurika y a Yuudai para que fueran combinados cada que salíamos de casa.
Incluso cuando los sacaba a pasear en sus carriolas, yo fingía ser madre de ambos.
Y lo admito, al inicio me costaba demasiado el tomarle cariño a tu hijo porque él es una copia exacta tuya. Él no tiene la culpa de mi odio hacia ti. Aun así trataba de cuidarlo como era debido, aun cuando Maki debía salir a trabajar. Y poco a poco lo empecé a querer.
Por favor Okkotsu, si ya has conocido a esos dos pequeños, te pido de favor que los cuides mucho. Yo los vi crecer hasta los tres años y no sabes lo que me duele el no poder estar con ellos en este momento.
Yo los vi crecer y pasar de ser bebés prematuros a ser bebés más saludables y llenos de energía y vida.
Yo estuve ahí cuando empezaron a gatear, y yo les ayudé a empezar a caminar, sujetando sus manitas y guiándolos
También estuve ahí cuando ellos empezaron a hablar.
Okkotsu, yo por Yurika y Yuudai di mi libertad y hasta daría mi vida porque ellos sigan viviendo una vida normal.
Y sé que los demás están haciendo lo mismo. Incluso Maki. Quien sé que aún te ama. Y por ese amor que te tiene, dio a luz a tus hijos.
Okkotsu, perdón que me haya extendido demasiado en estas hojas, aun así, me falto mucha verdad que contarte. Pero esa tarea se la dejare a Maki, para que ella te cuente toda la verdad o aquello de lo que tengas dudas.
Ya no me alcanza el tiempo, pero para resumir y como dije, hace tres años dejé de tener contacto con ellos debido a que di mi libertad a cambio de que el clan Zenin no diera con esos niños y de paso, que sigan creyendo que Maki está muerta. Ese tema le corresponde a mi hermana y a Megumi contarte que paso y el cómo es que ahora estoy atrapada de nuevo en esta infernal residencia, siendo la esposa del bastardo de Naoya...
Por favor Yuta, te lo pido, cuida de mis sobrinos y de Maki. Ellos te necesitaran demasiado.
Tienes mi permiso para darle esta carta a la idiota de mi hermana en caso de que no quiera contarte nada de lo que le preguntes.
Por favor Maki, Deja tu orgullo a un lado... él también merece saber la verdad.
Okkotsu, por favor, que el secreto que te conté en líneas atrás, guárdalo en tu bolsillo y llévalo a la tumba. Si se lo dices a alguien ajeno a Maki, juro por los dioses, que te mataré.
Ahora te toca a ti reparar todo esto... confío en que así lo harás...
Atentamente: Mai...
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03:50 p.m.
Aquella larga carta la termino de leer Okkotsu una vez estuvo solo en su habitación del departamento donde se estaba quedando en la ciudad.
No podía creer todo lo que había leído en esas hojas. Las cuales había guardado muy bien una vez habían llegado a la escena del crimen.
Después de atender aquel llamado, Yuta pidió a Katsumoto ir directo a ese departamento, donde se encerró en su cuarto para leer aquella carta en silencio.
—Gracias Mai por contarme una parte de la verdad... sé que debo regresar te el favor — dijo en voz baja mientras seguía tomando esas cartas entre sus manos.
Yuta después observo hacia la gran ventana que había en su habitación, se estaba haciendo tarde. Podía ver que el cielo pronto se pondría rojo por el atardecer.
El leer aquella carta le revolvió demasiado los sentimientos y de paso, le confirmo algunas cosas. Sobre todo, aquella carta le motivaría para encarar a Satoru.
Pero, primero hablaría con Maki. También debía haber una forma de protegerla a ella, a los demás y sobre todo a sus hijos.
En aquel momento, la viva imagen de sus hijos se le vino a la mente. Y con ellos, una muy importante cuestión en la que no había pensado hasta aquel instante.
—¿Cómo tomarán Yurika y Yuudai la noticia de que yo soy su verdadero padre? — se cuestionó mirando aquella carta—¿Acaso me aceptaran? O ¿Lo mejor será que no sepan quién soy?
Yuta suspiro.
—Me perdí de muchas cosas de mis hijos, así que dudo mucho que me acepten así de fácil. Aun así hay mucho que resolver antes de decirles la verdad— se dejó caer en la cama.
—Me pregunto que estarán haciendo Maki y mis hijos en este momento...— suspiró mirando al techo.
—Maki...— Susurró aquel nombre con anhelo, el amor que sentía por ella aún era muy fuerte y ahora, tenía otros dos motivos más por los cuales seguir adelante y luchar por esa mujer. Y esos motivos eran Sus hijos.
Pero bien dicen que donde hubo fuego, cenizas quedan.
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03:55 p.m.
—Yu...ta...— Maki Susurró entre sueños.
Ella había dormido un buen rato de la tarde.
Entre sueños estaba recordando un poco de lo que había pasado con ella y Yuta la noche anterior. Así como también recordó entre sueños su último beso. El cual se sentía tan real a pesar de ser un simple recuerdo.
Incluso unas risitas que escuchaba entre sueños, le hicieron recordar la primera vez que sujeto a sus bebés sin que estuvieran conectados a los respiradores. Cuando al fin pudo poner sus cabecitas sobre su pecho y pudo besar sus frentes.
Maki seguía soñando, eso hasta que sintió que unos pequeños se habían metido en su cama y la habían abrazado.
—shuu la vas a despertar...
—Tu eres la que está hablando...
—Parece que mami de nuevo esta soñando con ese hombre que ve en sueños— susurro Yurika.
—Me pregunto quien será ese hombre con el que tanto sueña mamá...— dijo Yuudai en voz baja.
—¿Crees que sueña con nuestro verdadero papá?
—No lo sé...
—¡Ya Se está despertando! — susurro Yurika con sorpresa.
—Rápido, hay que hacernos los dormidos también — susurro Yuudai cerrando los ojos.
Esas pequeñas voces cerca de ella, hicieron que Maki fuera abriendo los ojos poco a poco y notará que sus hijos estaban acostados cada uno en uno de sus costados.
Yurika estaba a la derecha de ella y Yuudai a la izquierda.
Maki sintió ternura al ver a sus hijos fingir estar dormidos, con los ojos cerrados, mientras sus cabecitas estaban recargadas en su pecho.
—Ya sé que no están dormidos— Sonrió y susurro mientras les daba un beso a cada uno en sus frentes y llevaba sus manos a sus cabellos para acariciarlos.—Yurika, Yuudai.
Ambos niños abrieron sus bellos ojos color miel mientras soltaban unas pequeñas carcajadas.
—¿Dormiste bien Mami?— pregunto Yuudai con una sonrisa.
Su madre volvió a besar sus frentes.
—Dormí bien y de paso, estaba soñando con la vez en que los cargué por primera vez a ustedes dos después de que nacieron — dijo Maki con una sonrisa — así como están ahora mismo, recargando sus cabezas en mi pecho.
Eso hizo que ambos niños sonrieran.
—Mami ¿Soñaste algo más?— pregunto Yurika con curiosidad.
—¿Por qué esa pregunta? — cuestiono Maki levantando una ceja.
—Por qué parecías decir el nombre de un hombre en voz baja— comento Yurika mientras se sentaba en el costado de la cama.
—¿Acaso estabas soñando con ese hombre que ves ensueños? — pregunto Yuudai también sentándose a un costado para ver a su madre.
—¿Acaso estabas soñando con nuestro verdadero padre?— pregunto Yurika.
Maki suspiro y estiro sus brazos mientras se quitaba las sábanas de encima.
—Ya no lo recuerdo— mintió mientras se encogía de hombros —Y por cierto ¿Qué hacen aquí en mi cuarto? ¿Y Megumi y los demás donde estan?— decidió cambiar de tema.
—Entramos para ver si ya estabas despierta— explicó Yuudai.
—Si, más que nada para que vayamos al super a comprar los ingredientes para mañana hacer la comida que le ofreceremos a Yuta kun— explicó Yurika emocionada.
—Y papá Gumi está en la sala junto a mis tíos— respondió Yuudai.
—Si, Papá estuvo de acuerdo en que entráramos a despertarte — dijo Yurika con una gran sonrisa.
—Ya veo, bueno, mínimo dormí lo necesario para sentirme mejor — contesto Maki con una leve sonrisa.
—¡Mami! ¿Crees que Yuta kun se podría quedar a dormir mañana aquí? ¡Queremos jugar con él!
—¡Y de paso queremos que conviva con nuestros tíos y con Papá!
—Parece que Yuta kun se llevó bien con los demás, ya que ayer todos parecían ser viejos amigos — explicó Yuudai.
Ambos niños se veían super emocionados por mañana y eso lo noto Maki.
—¿De verdad ya quieren a Okkotsu a pesar de que tan solo llevan conociéndolo pocos días?— pregunto su madre al ver la emoción de esos dos.
—¡Sip!
—¡Y más que él nos salvó!
—¡Además, sentimos una extraña conexión con él!
—Queremos que él esté con nosotros más tiempo antes de que regrese a Tokio.
Explicaron esos dos.
Maki suspiro y apretó un poco los labios en un puchero. No le agradaba aquella idea.
—¿Mami qué pasa?— cuestiono Yurika mirando la seriedad de su madre.
—¿Acaso él no te cae bien?— pregunto Yuudai.
—No es eso. Es solamente que él...— Maki no sabía si debía o no decir la verdad.
—¿Qué tiene él?— pregunto Yurika.
—¿Yuta kun es?— pregunto Yuudai.
Maki sintió que no era el momento para que sus hijos supieran la verdad.
— Yuta puede quedarse a dormir solo si él tiene tiempo, igual podemos prepararle un futon y hacerle un campo en la sala por si quiere quedarse a dormir aquí con nosotros — contesto Maki con una sonrisa mientras se sentaba en su cama —Ahora, vayan a ponerse los zapatos. Iremos de compras.
—¡Yeih!— gritaron esos dos emocionados mientras bajaban de la cama de su madre y corrían a sus respectivas habitaciones.
En cambio, Maki se dejó caer de espaldas sobre su colchón. No podía dejar de pensar en Yuta.
—Supongo que aún no es momento de que sepan la verdad...— Susurró para sí misma
Su corazón latía con fuerza solo de pensar en que mañana Yuta se quedaría a dormir en esa casa.
Continuara...
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Notes:
Aqui inicia mi hiatus por vacaciones ❤
Espero que les haya gustado este largo y revelador capítulo, o mejor dicho, regalo de Navidad.
¿Qué les está pareciendo esta historia? 👀 De paso, espero se haya entendido en este formato con el que escribí este capítulo.
Admito que esta fue una carta muy larga pero muy reveladora, y eso que a esta historia aun le faltan otros misterios más por mencionar, así como otras verdades que poco a poco irán saliendo a la luz, pero eso será revelado hasta el siguiente año.
Así que aquí solo quise poner lo que Mai consideraba más importante de contarle a Yuta.
Sobre el misterio de lo que le paso a Utahime sensei hace siete años atrás y de su vida actual con Satoru, para esa parte estoy pensando en escribir un capítulo que girara en torno a ese misterio. Pero eso ya será para el siguiente año.
Sobre el trabajo que aquí tenían las gemelas y también para la apuesta de Mai y Nobara, bueno para estas referencias tome lo que por ahí salió en un video de uno de los videojuegos de JJK y que incluso compartí en mi perfil de twitter, donde Maki hace referencia a que Nobara, tanto podría llevarse bien con Mai como con Utahime sensei debido a que ellas tres hablan seguido del cuidado de la piel y Maki no es tanto una chica de cuidarse la piel como ellas. Incluso, en el capítulo extra del manga 168.5 que salió para conmemorar la salida de la película por allá del 2021, en dicho capitulo Yuta, Maki, Toge y panda trabajaban medio día en una tienda de cosméticos que era de una amiga de Shoko y ahí se encontraron a Utahime, ahí es donde se nos deja ver que Uta es una mujer que cuida mucho su piel.
Sobre que los gemelos son de mala suerte, supongo que esa superstición se puede romper cuando los bebés nacen cada uno con un sexo contrario como en el caso de Yurika y Yuudai que fueron una niña y un niño. Aunque aun estoy definiendo que técnicas malditas habrá heredado cada niño. ¿Ustedes que técnicas sugieren? ¿Alguna técnica del clan Gojo o alguna del clan Zenin? Los estaré leyendo 👀
Y hablando de los padres de esos dos ¿Qué creen que pase en el siguiente capitulo donde Yuta ira a casa de Maki? ¿De qué creen que hablen Yuta y Maki? ¿Ustedes creen que Yurika y Yuudai ya están sospechando que Yuta es su verdadero padre? ¿Cómo creen que reaccionaran cuando lo descubran? ¿Lo tomaran a bien o a mal? Aunque para esto de la revelación, aún faltan varios capítulos más.
Solo puedo adelantar que dentro de poco, habrá un poco de celos de Yuta hacia Megumi porque esos niños quieren y le dicen “papá” a este hombre de cabellos de erizo ya que de verdad lo quieren como si fuera su verdadero padre 👀
Así que también dentro de poco, a Yuta le tocara hablar tanto con Maki como con Megumi.Al igual que dentro de poco, Yuta tendrá que encarar a Satoru para que le de respuestas de lo sucedido hace años atrás. Chan chan chaan!
En fin, a esta historia aun le queda mucho por delante.
Como dije, este es el último capítulo que escribo de este año, espero en el siguiente, poder seguirles trayendo más ❤
Por el momento, este 26 de diciembre seguiré leyendo sus comentarios mientras sigo aquí en mi país.Ya del 27 en adelante, tratare de leer sus teorías y comentarios una vez tenga internet en el extranjero. Y sino logro conectarme en estas casi cuatro semanas, tratare de ponerme al día con sus comentarios y sus mensajes una vez regrese a México.
Nos seguimos leyendo ❤
Chapter 14: 13. Un Pedacito de África En Tu Corazón
Notes:
Feliz cumpleaños a mi ❤ 🎂✨🥳
Jeje Como había dicho, pensaba subir este capítulo exactamente este día donde hoy estoy cumpliendo un año más de vida ❤ y que mejor que compartir con ustedes que un capítulo más de esta historia.
En serio, muchas gracias por todo su apoyo. Les debo una rebanada de pastel ❤🍰
Sin más, disfruten del capitulo ❤🥳
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Chapter Text
16 de julio.
04:27 p.m.
—El reporte sobre lo ocurrido ayer en la residencia Zenin ya ha sido entregado en tiempo y forma, el señor Ijichi dijo que también el lider Naoya ya dio su reporte a la sede sobre la reunión de ayer — comento Katsumoto mientras sujetaba la tableta entre sus manos.
—Hablando de ese líder ¿Naoya ya mando la lista de armas que dijo que desaparecieron de su almacén?
—Aún no nos manda dicha lista.
—Entiendo, queda esperar a que él nos mande esa lista, quizás esto también nos ayude con la investigación y logremos identificar que posibles armas está usando este asesino para llevar a cabo estos ataques — Yuta suspiro.
— Y ahora que acabamos de mencionar este tema, ¿Hay algún avance con el tema del asesino de hechiceros? ¿Qué información tenemos actualmente sobre la víctima de ayer?— pregunto mientras estaba terminando de revisar unos papeles, en aquel momento, él estaba sentado en la sala de aquel apartamento, con varios papeles en la mesita de centro.
Katsumoto miro hacia la pantalla de su tableta—Bueno, por lo que respecta sobre la víctima de ayer, aún no tenemos suficiente información sobre ella, así que por el momento la seguiremos investigando para saber sí ella era un "objetivo" o un "encargo"
Yuta suspiro —Entonces solo queda esperar los informes sobre esa investigación, por cierto, ¿Hoy no tenemos noticias sobre si hay alguna nueva víctima?
Katsumoto negó con la cabeza.
—Por suerte, si es que se le puede decir de esa manera, no ha habido reportes de víctimas esta mañana.
Yuta relajo un poco los hombros al escuchar aquello mientras miraba por la ventana del apartamento donde se estaba quedando. Escuchar esa respuesta le confortaba demasiado y más que pedía al cielo que esa tarde no se presentará nada sobre ese caso.
Incluso se le veía más animado que de costumbre y eso que el día anterior, el agobio por haber ido a la residencia Zenin y de paso, el haber visto a una víctima más de aquel asesino, lo habían dejado muy estresado aquella noche.
Pero parecía que también algo dentro de él había cambiado después de haber leído aquella carta de Mai donde le decía algo de lo sucedido hace siete años atrás.
—Supongo que esa es la única buena noticia de este día— recargo su espalda en el sillón donde estaba sentado y soltó el aire en un suspiro de alivio.
—Así parece señor.
Yuta parecía animado por esas palabras y lo siguiente parecería que lo pondría de mejor humor.
En aquel momento la alarma del celular de aquel hechicero empezó a sonar, aquella le avisaba que ya debía ponerse en marcha y debía irse arreglando, ya que tenía un compromiso muy importante que atender aquella tarde.
—Si no hay más cosas que debamos atender respecto a este caso, supongo que podemos tomarnos lo que resta de este día — comento Yuta con una sonrisa y poniéndose de pie.
—Eso también va para ti Katsumoto, puedes tomarte lo que resta de la tarde para que te vayas a descansar o a relajar. A ambos nos hace falta un respiro de todo esto.
Aquellas palabras sorprendieron demasiado al asistente.
—¿Esta seguro que podemos tomarnos un descansó?
—Estoy muy seguro, además ya te lo había dicho antes ¿No? Quiero tomarme unos días para descansar de todo este asunto. Y creo que es buena idea iniciar desde esta tarde, así que te puedes retirar Katsumoto, tomate unos días tú también para descansar— comento Yuta con una sonrisa.
—¿Señor, seguro que se siente bien? — preguntó el asistente con confusión y más al verlo con aquel tan buen humor.
— Me siento de maravilla— miro de nuevo su celular — En este momento debo darme prisa ya que debo salir a un compromiso muy importante que debo atender.
Katsumoto parecía desconcertado ante tales palabras. Pero pensó que quizás eso podría ayudar a su jefe a despejar su mente para después poder concentrarse como es debido en la investigación.
Y de paso, para calmar sus pobres nervios ya que ese asistente sí que necesitaba un descanso.
—De acuerdo, antes de que me retire ¿Necesita algo más señor? ¿Necesita que lo lleve hasta el lugar de su compromiso?
—Esta vez quiero ir yo solo por mi cuenta. Aunque si me gustaría que me hicieras un pequeño favor Katsumoto antes de retirarte a descansar— comento el hechicero con una gran sonrisa.
El corazón de Yuta latía con demasiado entusiasmo. Tenía que darse prisa y más que sus hijos lo estaban esperando. Simplemente quería verlos a ellos y a Maki y pasar tiempo con ellos tres.
Aun así, Yuta no le dijo a Katsumoto que se vería con Yurika y Yuudai en aquella tarde. Esto para protegerlos.
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05:57 p.m.
La tarde estaba cayendo rápidamente en Kioto. Y la hora de comer ya estaba sobre la mesa.
Y aquel invitado había llegado puntual a su cita con el destino.
Antes de avisar que él ya había llegado, Yuta admiro la placa que estaba fuera de aquella casa. Aquella que tenía marcada el apellido Fushiguro en un bello tono dorado en aquella piedra negra. Suspiro un poco al leer aquel apellido, que, en cierta forma sabía que había salvado a sus hijos de un cruel destino.
El timbre de la casa Fushiguro sonó con alegría, advirtiendo que aquel invitado había llegado.
—¡Debe ser Yuta!
—¡Ya llego!
Gritaron con emoción Yurika y Yuudai, quienes llevaban toda la tarde esperando con emoción a su invitado.
Esos dos niños en ese instante estaban en el comedor junto a su madre, los tres estaban terminando de preparar la mesa donde servirían la comida que junto a su tía Tsumiki, habían preparado para ofrecer a su invitado.
En cambio, Maki al escuchar aquel timbre sintió que su corazón se quería detener.
—¡Vamos a ir a abrir!— comento Yurika con una gran sonrisa.
—¡Acabo de sentir su energía maldita, entonces si debe ser Yuta!— contesto Yuudai con mucha emoción.
Maki miro a sus hijos los cuales estaban muy emocionados.
Ella sentía su corazón romperse mientras escuchaba que las pisadas de sus hijos se alejaban a toda velocidad, por aquel pasillo ya que fueron corriendo hacia la puerta principal.
—Parece que Okkotsu kun fue puntual en llegar — comento Tsumiki con una gran sonrisa.
Ella estaba parada muy cerca de la estufa de aquella cocina, ya que ella estaba terminando de preparar la comida.
Tsumiki dio un último vistazo a las cacerolas, aquel platillo que habían preparado ya estaba listo para ser servido. Después apago las parrillas y se giró para mirar a Maki.
Sabía que ella era la más incomoda con este invitado.
—No se para que abrí mi bocota...— dijo Maki muy molesta, en sus labios se formó una gran mueca, se lamentaba por aquella decisión de haber invitado a Yuta a comer en su casa.
Pero ya era demasiado tarde para arrepentimientos.
En cambio, Megumi quien estaba terminando de arreglar el cuarto de visitas por si llegaba a pasar que Yuta se quedara a dormir ese día con ellos, y una vez escucho el timbre, este fue a la cocina.
Aquel hombre noto la cara de incomodidad de Maki e incluso sintió la mirada de compasión de Tsumiki.
La castaña suspiro por esas palabras que la peliverde había dicho.
—Bien dicen que "A mal tiempo buena cara"— comento mirándola con una suave sonrisa mientras se quitaba el delantal —Iré junto a los niños para abrirle.
Maki solto un suspiro ante tal frase dicha por esa dulce mujer.
—Solo espero que esto acabe pronto y él se vaya de aquí...— dijo arrugando con fuerza una servilleta que tenía en su mano.
Megumi metió las manos a sus bolsillos mientras se dirigía al umbral de aquel comedor — Sabes que esto lo estamos haciendo por Yurika y Yuudai, además que Okkotsu senpai tiene el derecho de convivir con sus hijos.
Maki le lanzó una mirada de total molestia por esas palabras.
—Lo sé Megumi. Pero yo solo espero que a ese idiota no se le salga decir que él es su padre biológico. Sino juro que lo matare, porque realmente no estoy lista para decirles la verdad— comento sintiendo la bilis subir a su garganta.
Megumi suspiro por esas palabras.
—Sabes que tarde o temprano Yurika y Yuudai deberán saberlo— comento sin dejarla de mirar fijamente.
Maki suspiro ante tal idea. No sabía cómo sus hijos podrían tomar aquella revelación. La cual esperaba nunca tuviera que ser descubierta.
—Lo sé y solo espero que eso no suceda esta noche...— susurro ella, tomando un último respiro para armarse de valor y tratar de salir del comedor para ir a recibir a ese hombre.
—Es como dice Tsumiki, pongamos buena cara a esto y solo hagamos como si apenas nos estuviéramos conociendo, solo eso podemos hacer en este momento. Aun así, hay algunas cosas que me gustaría hablar con Okkotsu senpai— Respondió Megumi antes de salir a recibir a ese hechicero.
La peliverde no podía mover sus pies.
—No estoy lista para esto...—dijo en voz baja, llevando sus manos a su pecho mientras escuchaba a sus hijos muy emocionados y escuchaba la voz de Yuta, quien ya había entrado a su casa. Así qué Maki decidió esperar unos minutos más antes de salir del comedor.
Necesitaba un momento para tomar valor.
Yurika y Yuudai corrieron a toda velocidad hacia la puerta principal de su casa, mientras su tía Tsumiki fue detrás de ellos para asegurarse de que aquel que había llegado fuera Yuta y no otra persona.
Tsumiki abrió suavemente aquella puerta y asomo su cabeza para echar un vistazo.
Una gran sonrisa apareció en sus labios al ver a aquel que estaba fuera de la reja negra de aquella casa.
—Vamos niños, es hora de que reciban a su invitado — comento Tsumiki mirando a esos mellizos mientras abría la puerta por completo para que esos dos corrieran a recibir al adulto que había llegado.
—¡Yuta Kun!— ambos niños gritaron en coro.
Esas alegres voces hicieron que la cara de Yuta se iluminara. Formándose una gran sonrisa en sus labios. Incluso su corazón quería saltar de su pecho al ver a sus hijos correr hacia él.
Ambos niños abrieron la reja y rápidamente fueron abrazarlo.
—Nos da gusto que si hayas venido— comento Yurika con una gran sonrisa y sin dejar de abrazarle.
—¡Si! Te estábamos esperando — comento Yuudai sin dejar de abrazarlo.
—Y a mí me alegra verlos — comento el hechicero de grado especial, acariciando con su mano libre los cabellos de esos dos, ya que en su mano izquierda cargaba unos presentes en una bolsa, así como llevaba un pequeño ramo de flores.
—Incluso veo que ambos están vestidos para la ocasión— dijo Yuta mirando como esos dos pequeños iban vestidos.
Ambos mellizos llevaban los mismos colores beige y verdes en sus ropas.
Yurika llevaba un lindo vestido en un tono verde oscuro, junto una camiseta de manga larga en tono Beige claro y unas medias cafés. En cambio, Yuudai llevaba un pantalón en tono beish claro, también estaba usando una camiseta de manga larga en tono verde oscuro y resaltaba sus calcetas del mismo color que las medias de su hermana.
—¡Muchas gracias!— contesto Yurika con amabilidad.
—Queríamos estar presentables para la ocasión — contesto Yuudai con una sonrisa.
—¡Si también nos vestimos así porque acabando de comer queremos que nos acompañes a la última noche del Yoiyama!— dijo Yurika dando una vuelta muy emocionada.
—¿Gustas acompañarnos Yuta kun? Vamos a ir al mismo santuario y al mismo festival al que fuimos el otro dia, donde nos encontramos contigo— explico Yuudai.
—¡Queremos ver una vez más los fuegos artificiales junto contigo y papá Gumi antes de que él y la tía Miki regresen a Tokio!— comento Yurika.
—¡Por favor! ¡Di que si!— suplico Yuudai juntando sus manitas.
—¡Si por fis!— Su hermana también junto sus manitas y ambos niños hicieron ojos de cachorro.
De verdad, Yuta sentía demasiada ternura por esos dos, y tampoco podía decirles que no a esa petición. Todo fuera por convivir un poco más con sus hijos, aunque muy en el fondo, aun le dolía que él no podía llamarles como tal.
En ese momento, el hechicero se puso de cuclillas, paso su mano libre sobre las cabezas de esos dos y les despeino un poco.
—Claro que será un placer acompañarlos a ver los fuegos artificiales una vez más — comentó Yuta con una gran sonrisa.
Una vez los niños escucharon esa respuesta, gritaron de felicidad y dieron unos saltitos.
Pero por el momento, era hora de pasar a su invitado a la comodidad de su casa.
—¡Ven Yuta kun, Llegaste justo a tiempo! ¡La comida ya esta lista!— dijo Yurika tomando su mano libre.
—¡Vamos! ¡Pasa a nuestra casa!— Yuudai también le tomo de aquella mano libre.
Y así empezaron a guiar a su invitado hacia la entrada de su hogar.
Yuta admiraba cada parte de la casa donde sus hijos vivían, incluso observo lo bien cuidado que estaba el jardín delantero.
Ambos pequeños guiaron a Yuta hasta la puerta principal, donde estaba Tsumiki mirando con demasiada ternura aquella escena entre un padre y sus hijos.
—Bienvenido Okkotsu kun, pasa — comento amablemente aquella castaña, dándole la bienvenida en aquel pequeño genkan que tenían en la entrada de aquella casa.
—Muchas gracias Fushiguro san por la invitación para que yo viniera a comer con ustedes — comento Yuta con una reverencia.
—Puedes decirme Tsumiki, no hay necesidad de tantas formalidades — comento con una amable sonrisa —Además, la idea de invitarte fue de ellos dos en realidad— comento apuntando a sus sobrinos.
—Aun así, muchas gracias por la invitación y de paso, usted también puede nombrarme simplemente por mi nombre — comento el invitado con amabilidad.
Yuta sabía que aquello lo decía para aparentar que apenas se estaban conociendo. Aunque en realidad, en el pasado Yuta casi no había convivido mucho con Tsumiki a pesar de que él sabía de ella y de su relación familiar con su hermanastro Megumi. Así que aquella vez, podía ser considerada como una de las primeras veces que hablaban y convivían.
—¡Ten Yuta kun!— comento Yurika acercándose junto a Yuudai con un par de pantuflas blancas.
—¡Las compramos exclusivamente para ti, para que entres cómodamente en casa!— comento Yuudai entregándole aquel calzado a su invitado.
Megumi no tardo en aparecer por aquel pasillo, acercándose hacia la entrada para recibirlo. Parándose al lado de Yurika y Yuudai.
—Bienvenido Okkotsu.
—Muchas gracias por esto y de paso por haberme dejado entrar en su casa, señor Fushiguro kun— comento Yuta con una sonrisa mientras se cambiaba de calzado y entraba en aquel hogar.
—No tienes por qué agradecer, ven es por aqui— comento Megumi con un tono muy educado mientras veía a Yuta entrar y lo empezaban a guiar por aquel pequeño pasillo de su hogar para pasar a la sala principal.
En el camino, Yuta empezó a admirar aquel hogar por dentro.
Pudo observar que era un lugar ordenado y limpio. Además que desde que ponías un pie dentro, podías sentir una armonía pura.
Una vez pasaron a la sala, la vista de Yuta se enfocó en aquellos muebles, además de observar que había algunos adornos y juguetes sobre la mesa de centro.
Aquella sala también tenía un estante lleno de libros, que supuso eran de Fushiguro ya que sabía que él era un hombre que leía mucho y esperaba que sus hijos fueran aunque sea aplicados en eso del estudio o mínimo, fueran niños interesados en la lectura.
También le llamo la atención la gran tv que tenían en la sala, así como varios cuadros tradicionales y de paso, unas pequeñas mesas al lado de los sillones con fotografías y lámparas, que daban un toque de elegancia y modernidad a ese lugar.
Incluso pudo notar que ese lugar tenía todo lo necesario que necesitaban sus hijos. Todo aquello que él no pudo darle debido a su ausencia.
—¡Mamá! ¡Yuta kun ya está aquí!— grito Yuudai con emoción hacia el pasillo ya que Maki era la que faltaba ahí.
Pero lo que más le llamo la atención a Yuta fue aquel cactus con tres bellas flores sobre su punta, aquella planta estaba en una bella maseta y al lado de esta, había varias fotos familiares.
Pero hubo una donde Yuta sintió su corazón hacerse pequeño al ver aquella foto de Yurika y Yuudai cuando eran apenas unos bebés, los cuales estaban siendo recargados en el pecho de su madre.
Tsumiki noto como aquel invitado no le quitaba los ojos a aquella foto de esos dos bebés.
—Si, así de pequeños eran estos dos niños— contesto ella acercándose a esa fotografía para tomarla y mostrársela al verdadero padre de esos dos.
Yuta sentía que quería llorar al ver dicha fotografía, pero debía controlarse.
—Si que eran muy pequeños...— dijo Yuta con una tierna sonrisa en los labios y sintiendo sus ojos humedecerse.
—Y después crecieron y se hicieron unos niños muy traviesos — respondió Megumi mirando a esos dos niños, quiénes estaba cada uno a un lado de él. Yurika a la derecha y Yuudai a la izquierda.
—¡Papá!— gritaron en coro.
—¡Nos vas a avergonzar frente a Yuta kun!— respondió Yuudai en un puchero.
—¡No le digas cosas malas de nosotros a Yuta kun sino luego no va a querer venir a vernos!— Yurika contesto en una mueca.
—Pero su padre tiene razón, ustedes dos son muy traviesos— dijo Maki entrando en aquella sala. Sentía su corazón detenerse al ver a Yuta por fin en su casa —Perdón la demora, estaba terminando de poner la mesa.
La mirada dorada de Maki se cruzó con la mirada azul de Yuta. Aquel era un sentimiento que odiaba presenciar. Podía ver como Yuta la miraba aún con amor.
El invitado decidió romper ese contacto visual, así que decidió entregar los regalos que había traído para esa familia como marcaba la tradición y los protocolos.
—Les he traído unos obsequios — comento con una sonrisa mientras de la bolsa, sacaba unas pequeñas cajas.
Rápidamente esos niños se acercaron a tomar los regalos que traía aquel invitado. Estaban super emocionados por tomar aquellas dos tradicionales cajitas envueltas en un elegante papel blanco. Sus ojos color miel estaban completamente iluminados y sus sonrisas eran enormes.
—Yurika, Yuudai ¿Cómo se dice?— comento Maki llevándose las manos a la cadera, en parte estaba molesta porque no quería que sus hijos recibieran algo de ese hombre, pero debía actuar frente a esos niños.
—¡Muchas gracias Yuta kun!— dijeron esos dos en coro y muy emocionados por abrir esos regalos.
—Niños, aun no abran esos presentes, es de mala educación abrirlos frente a su invitado — comento Megumi mirando a los mellizos. Los cuales se detuvieron e hicieron unas muecas por ese llamado de atención.
—No hay problema que los abran frente mío — explicó Yuta—Solo espero les guste, son unos dulces tradicionales.
—Que solo podrán comerlos hasta después que atiendan a su invitado — dijo Maki dirigiéndose a sus hijos, los cuales hicieron un puchero por esas palabras de su madre.
—Está bien Mamá — comentaron los mellizos en coro acompañado de un ruidito de molestia mientras rodaban los ojos.
—Los estoy viendo— regaño la peliverde cruzando los brazos por aquel gesto que hicieron sus hijos.
Yurika y Yuudai mejor sonrieron y decidieron obedecerla porque no querían hacerla enojar.
Yuta soltó una pequeña risita por aquello, aun le sorprendía ver a Maki comportándose como toda una madre.
Después, el hechicero invitado empezó a sacar más cosas de la bolsa que traía en la mano — También traje algunos regalos para todos ustedes — entregó también una caja a Tsumiki y a Megumi.
—Muchas gracias Yuta Kun— respondió Tsumiki con cortesía.
—Gracias Okkotsu senpai — Megumi tomo aquel presente con respeto.
Yuta siguió hablando —Y para su madre, sino es molestia, le traje este pequeño ramo de flores — comento con una leve sonrisa mientras en sus manos cargaba un pequeño ramo con unos lirios blancos acompañados con unas cuantas rosas y unas cuentas gerberas, ambas en tonos rosas —Creo que la vez pasada no me presente como era debido con ella y también esta es mi forma cordial de disculparme.
Aquellas flores destacaban por ser hermosas, además que eran un símbolo para pedir disculpas y de paso, demostrar que aún se sentía amor por aquella persona especial.
Maki apretó los labios un momento y sus manos se cruzaron sobre su pecho, no se animaba a tomar aquellas flores mientras intercambiaba una mirada con Yuta. Miradas que estaban cargadas de varias emociones y sentimientos que aún había entre ambos.
Aquella peliverde trataba de que su rostro no se tiñera de rojo mientras sus ojos no dejaban de ver a Yuta.
Aquella mirada les parecía extraña a Yurika y a Yuudai. En cambio, Megumi para romper el hielo entre esos dos, aclaro su garganta un poco para que Maki dijera algo.
—Gracias por las flores, pero no son necesarias... así como tus disculpas ya no son válidas…— rechazo Maki con orgullo mientras desviaba la mirada.
Aquellas palabras hicieron que Yuta soltara el aire con algo de tristeza.
Pero Tsumiki decidió intervenir
—Aun así, son un presente muy hermoso, las pondré en agua y de paso las pondré en un lindo lugar aquí en la casa — dijo tomando aquel ramo.
—Y Por cierto ¿Dónde está Itadori, Kugisaki e Inumaki?— pregunto Yuta sosteniendo en la bolsa los otros regalos que traía para esos tres.
—El tío Toge tuvo que salir fuera por un trabajo— contesto Yuudai.
—Y la tía Noba salió en una cita con el Tío Yuuji— respondió Yurika moviendo sus manos.
—Aunque la tía Noba parecía molesta cuando dijimos que vendrías a comer. Decía que si te veía aquí ella iba a golpearte, por eso el tío Yuuji mejor la llevo a comer — Yuudai comento eso mientras se encogía de hombros.
—Creo que no le caes bien.
—Pero a nosotros tu si nos caes muy bien Yuta kun.
Respondieron esos niños con una suave sonrisa.
Yuta rasco un poco su cabeza por esas respuestas —Entiendo Jeje. Creo que no es la única a la que no le agradó del todo...
—Bueno, pasen al comedor, la comida ya esta lista— dijo Tsumiki con una gran sonrisa —Niños, es hora que atendamos a su invitado.
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La comida fue servida y aquellas flores del perdón estaban adornando la ocasión, estando en un florero al centro mientras esas seis personas estaban sentadas alrededor.
Y así como los condimentos no pueden faltar en la comida, las charlas, las miradas entre los ex amantes y las preguntas tampoco pudieron faltar mientras se llevaba a cabo aquella comida familiar.
—Maki san me comento que conociste a Yurika y a Yuudai en el centro comercial— contesto Megumi mirando a su invitado antes de llevarse algo de comida a la boca.
Yuta rasco un poco su nuca —Así es, presiento que haberlos conocido ese día fue obra quizás del destino. La verdad si no hubiera llegado a tiempo no sé qué hubiera pasado con estos dos niños— contesto él mirando a esos pequeños con una sonrisa.
Aquellos mellizos le regresaron el gesto con una gran sonrisa.
—Muchas gracias por haberlos cuidado en esa ocasión y espero ellos no te hayan causado más problemas esa vez— comento Tsumiki mirando al invitado.
—Para nada, son unos niños muy buenos — comento Yuta antes de llevarse más comida a la boca.
—¡Incluso ese día Yuta nos llevó a comer!— comento Yurika con una gran sonrisa.
—¡Si, hasta esa vez conocimos a su asistente! ¡Y él fue quien nos compró nuestras sudaderas amarillas y moradas! — dijo Yuudai moviendo muy alegremente sus manitas.
—¡Yuudai!— su hermana dijo su nombre entre dientes, estaba molesta porque él estaba revelando más información de la debida.
—¿Sudaderas? Entonces ¿Las sudaderas con las que llegaron esa vez no fueron un regalo de su abuelo Ui?— pregunto Maki con seriedad mirando a sus hijos.
—Ups...— dejo salir el niño haciéndose pequeño ante lo que había dicho.
Maki suspiro —Supongo que debo hablar seriamente con "su abuelo" sobre lo ocurrido ese día — comento muy seria.
—No tienen por qué regañarles, esas dos sudaderas pueden considerarse un regalo mío para Yurika y Yuudai, sobre todo porque ese día fue muy lluvioso y no quería que ellos se enfermaran— comento Yuta llamando la atención de Maki.
De nuevo sus miradas se cruzaron.
La mirada dorada de ella parecía retar a aquella mirada azul, que simplemente no podía dejarla de mirar. Sobre todo, Yuta también quería intervenir por sus hijos. Pero Maki, no quería que él se metiera en la vida de esos dos.
—Y cuéntanos Okkotsu ¿En qué trabajas? — pregunto Megumi para mejor cambiar de tema y de paso, averiguar un poco más sobre lo que estaba haciendo actualmente su invitado en aquella ciudad.
—Supongo que debes trabajar en algo muy importante como para tener un asistente propio — comento Maki poniendo su mano en su barbilla. También ella quería saber a lo que se estaba enfrentando.
—¡Yuta kun es un detective!— contesto Yurika con entusiasmo—¡Un detective que ha viajado al extranjero!
—¡Y no es un detective cualquiera, sino uno que también ve maldiciones y las elimina con gran agilidad así como lo hace mamá y papá Gumi!— respondió Yuudai levantando sus palillos.
—¡Así es, nosotros vimos cómo puede pelear contra maldiciones de gran tamaño con una espada y con ayuda de ese shikigami que va con él, así como papá con sus criaturas!— contesto Yurika con una gran sonrisa mirando a Megumi.
—¡Yuta kun es muy hábil con la espada! ¡Nosotros vimos que en un dos por tres elimino a una gran maldición del tamaño de nuestra casa!— Yuudai siguió moviendo su mano con aquellos palillos de un lado a otro, haciendo como si fuera una demostración.
—¿Bueno con la espada, Eh? — comento Maki con un tono de burla —Me pregunto de ¿Quién lo habrá aprendido?— lanzó aquella indirecta de manera muy directa mirando a Yuta, quien estaba casi sentado frente a ella en aquella mesa circular.
Yuta desembolso una leve sonrisa al escuchar todo eso— Bueno, más que detective, diría que soy un investigador que trabaja para algunas personas que me encargan algunos casos— miro primero a Megumi.
Aquel azabache sabía que su superior no diría nada más en aquel momento, así que trataría de hablar con él a solas más tarde.
Después bajo su mirada hacia su comida y movió levemente el arroz con sus palillos—Y sobre quien me enseñó a pelear con la espada, diría que fue una chica que conocí en mi adolescencia, la cual diría que fue una gran maestra para mí en esto de pelear y de paso, ella me enseñó a valorar más mi vida — su mirada se dirigió hacia Maki— Diría que ella sigue siendo una mujer que fue muy importante en mi vida, por no decir que era el amor de mi vida.
Maki miro con demasiada seriedad a Yuta por esas palabras, aunque sentía su corazón latir a mil por ese comentario, su orgullo la hacía no sonrojarse.
—Yuta kun ¿Estás hablando de la mujer que estas buscando aquí en Japón?— pregunto Yuudai .
—¿Ya lograste encontrarla?— pregunto Yurika con mucha curiosidad, poniendo sus codos en la mesa y llevando sus manitas a su rostro.
Maki apretó de nuevo los labios. Sabía que hablaban de ella, después miro a Yuta con seriedad, le pedía a través de su mirada que no revelará que era ella esa mujer. Incluso hizo un leve no moviendo su cabeza.
Yuta pudo notar aquel nerviosismo en Maki, quería jugar un poco con aquel sentir, pero no quería ser imprudente y menos frente a sus hijos, a los cuales miro con una tierna sonrisa al notar su destacable curiosidad ante tal tema.
Su invitado suspiro.
—No, aun no la he encontrado...— miro a sus hijos — Pero espero poder encontrarla muy pronto y poder decirle tantas cosas que hace tiempo me he guardado y que querido contarle.
Ambos niños se miraron entre sí, parecían que mentalmente intercambiaron unas palabras, se tomaron del meñique y sonrieron antes de dirigirse a Yuta.
—Esperamos que pronto puedas encontrarla.
—Si, seguiremos pidiendo a los dioses por ti para que la encuentres.
Respondieron esos pequeños, soltando sus meñiques, para después juntar sus manitas como aquel día en el restaurante, cerraron sus ojitos, e hicieron aquel mismo ritual que aquel día.
Sus bocas pronunciaron algo en voz muy baja. Solo un "Por favor" apenas y fue audible.
Esos mellizos rápidamente dieron tres aplausos e hicieron una muy leve reverencia. Inclinándose muy levemente hacia adelante.
Tsumiki sonrió dulcemente, sentía demasiada ternura al ver aquel pequeño ritual que ella les había enseñado.
En cambio, Megumi suspiro y solo tomo un poco de té al ver a esos dos hacer ese ritual, del cual, había captado rápidamente que aquella mujer a la que se refería Yuta era sin duda Maki.
Aquella peliverde sintió que su corazón dio un vuelco al ver aquel ritual de sus hijos. Sabía que ellos eran tan inocentes y dulces ante aquella situación.
Después miro a Yuta, quien le dedico una leve sonrisa. Era como si hubieran pensado lo mismo en ese momento.
Yuta regreso su vista a sus mellizos—Muchas gracias por sus buenos deseos, Yurika, Yuudai — contesto con una sonrisa y con unos ojos llenos de ternura, los cuales querían derramar lágrimas pero se controló.
De nuevo su vista azul regreso a Maki. Quien seguía estando muy sería a todo lo que sus hijos hacían por Yuta.
El ambiente se sentía algo tenso entre el invitado y la madre de los mellizos, así que Tsumiki decidió cambiar de tema.
—Entonces Yuta kun, ¿Qué tal es el extranjero? ¿Cuánto tiempo estuviste fuera de Japón?— pregunto esta con curiosidad antes de llevarse más comida a la boca.
—Bueno, estuve siete años fuera de Japón, así que puedo decir que disfrute mucho de estar en el extranjero— respondió el mirando a la castaña.
—¿En serio?— Maki pregunto molesta— Y ¿Cuantos países visitaste?— apoyo su codo en la mesa y llevo su mano a su mejilla, mirándolo fijamente. —Y de paso ¿Los visitaste sólo o estuviste acompañado de alguien más?
Quería saber que había hecho el en esos siete años donde ella se había quedado en Japón.
Megumi también presto atención a aquella conversación, sabía que lo mejor que podía hacer era escuchar en silencio, aunque le incomodaba lo pasiva agresiva que estaba siendo Maki con sus preguntas y comentarios.
Yuta soltó una leve risita, podía sentir el enojo y quizás los celos de Maki hacia él con aquella pregunta. —Bueno, la mayor parte del tiempo estuve solamente acompañado de algunos asistentes, aunque admito que en mis viajes conocí a gente muy interesante y a algunas mujeres muy hermosas.
Los labios de Maki se apretaron al escuchar eso último, incluso levanto una ceja. Después una pizca de celos se reflejó en la mueca que hizo con su boca, esto al pensar que Yuta podía haber conocido y hasta dormido con otras mujeres mientras ella cuidaba a sus hijos y pasaba varias penas en su ausencia.
Yuta siguió hablando aún después de ver la cara que puso Maki ante tal respuesta.
—Pero confieso que a mí me hubiera gustado visitar esos países a los que fui en compañía de "esa mujer" que sigo buscando aquí en Japón. Sobre todo porque en su momento yo le pedí que me acompañara, pero ella simplemente me abandono sin darme más explicaciones y sin confesarme aquello importante que ella tanto quería decirme en su momento...— lanzó aquella respuesta mirando a Maki.
La peliverde movió su lengua dentro de su boca y mordió levemente el interior de su mejilla al escuchar esa respuesta. Tenía muchos sentimientos encontrados en ese momento y si no fuera porque estaban fingiendo frente a sus hijos, Maki ya le estuviera reclamando a ese hechicero que ella NO fue quien lo abandono a él. Sino que como le había dicho aquella noche en el festival, alguien conspiró para separarlos. Pero parecía que Yuta era un idiota para darse cuenta por sí solo.
Además, Maki tenía sus motivos para no haberle revelado lo de su embarazo en ese momento en aquella estación del tren hacia siete años atrás y ahora que lo tenía frente suyo, sentía que debía decírselo para aclarar las cosas sobre su anterior relacion. Aunque aquel momento no era el adecuado para esa conversación. Así que ella esperaría a hablar con él a solas, cuando sus hijos por fin durmieran.
En cambio, Yurika y Yuudai se miraron entre sí al escuchar esa respuesta. Ambos intercambiaron algunas palabras mentalmente e incluso hicieron unos gestos porque no entendían del todo lo que sucedía.
Aun así, estaban muy atentos y más que la curiosidad les empezó a picar con el comportamiento de su invitado y de su madre.
Después, Yuta tomo un respiro y siguió contestando a esas preguntas pero ahora mirando a los demás que estaban en la mesa — Y puedo decirles que en estos siete años visite muchos lugares y aprendí mucho de muchas culturas. Viaje y conocí algunos lugares interesantes de India y China. También viaje por un tiempo por medio oriente y de ahí viaje a algunas ciudades de Europa como París, Barcelona, Madrid, Lisboa, Roma y Venecia— contesto con una gran sonrisa.
Continúo hablando. — También visite lugares de América del norte como algunas ciudades de estados Unidos y Canadá, pero me gustaron más los países Latinos. Entre ellos visite México, Argentina, Colombia, Perú, Uruguay, Brasil y puedo decir que en esas zonas del mundo tiene culturas muy fascinantes y de paso, tienen de las maldiciones de categoría especial más raras y poderosas que he visto— suspiro, parecía tener un buen recuerdo en ese momento.
—Pero el lugar que más me ha gustado ha sido África. Debo decir que es el continente más bello que he visitado y el que me ha dejado muchas enseñanzas, tanto personales como profesionales.— Llevó su mano derecha al pecho— Dicen que el hogar es donde esta tu corazón y puedo decir que llevo ya un poco de África en mi corazón. Ese lugar ya es como mi segundo hogar. Porque el primero y principal será aquí — miro a sus hijos con ternura, porque sabía que ahí pertenecía, al lado de ellos.
—¿En serio?—Maki bufó —Y ¿Qué más aprendiste de ese país que dices es tu segundo hogar?— pregunto con una leve mueca.
Yuta la miro con una sonrisa.
—Además de aprender cosas interesantes sobre maldiciones y objetos malditos, también pude entrenar con personas muy fuertes.
Y también aprendí algunas palabras y frases en varios idiomas, ya que aquel país tiene una gran diversidad de lenguas. Entre esos idiomas aprendí un poco del árabe, del afrikáners, un poco de francés, un poco de portugués y demás idiomas que hablan allá.
—¿Podrías decirnos algo en algún idioma de ese país?— pregunto Yuudai con demasiada curiosidad.
—¡Si! ¡Queremos escucharte decir algo en otro idioma!— dijo Yurika muy emocionada, dando unos aplausos.
—Claro— miro a todos ellos y empezó a hablar en algo en afrikáners.
—Die familie is soos die bos, as jy daarbuite is sien jy net sy digtheid, as jy binne is sien jy dat elke boom sy eie posisie het.
—¿Y eso que diablos significa?— pregunto Maki arrugando la frente.
Yuta sonrió.
—Su traducción sería algo como "La familia es como el bosque, si tú estás fuera de él sólo veras su densidad, pero si tú estás dentro veras que cada árbol tiene su propia posición"— dijo mirando a todos en aquella mesa— es una frase dicha en Sudáfrica para referirse a la familia y el cómo vas conociendo a todos sus miembros una vez te sientes como parte de ellos.
Aquellos niños parecían fascinados por las palabras en otro idioma que había dicho su invitado.
—Todo lo de tus viajes suena fantástico Yuta kun, incluso lo de los idiomas— contesto Tsumiki sorprendida de escuchar todo eso.
—Así que estuviste de nuevo en África...— susurro Maki en voz muy pero muy baja al escuchar todo lo que dijo Yuta.
—¿Y estando ahí viste leones?— pregunto Yurika con emoción.
—¿Y elefantes?— pregunto Yuudai con una gran sonrisa, recargando sus manitas en la mesa.
—¿Y cocodrilos?— pregunto Yurika.
—¿Cebras, Jirafas?— pregunto con más emoción Yuudai. —¿Las pirámides?
Yuta sonrió demasiado al ver la ilusión de sus hijos al escuchar sobre ese continente.
—Si que vi todos esos animales y también visite las pirámides, puedo decir que estas son hermosas en las noches. En sí, toda África tiene los paisajes más bellos que pueden imaginar.
—¡Nosotros queremos ir algún día a África!— respondió Yuudai con emoción.
—¿En serio? ¿Por qué?— pregunto Yuta con curiosidad.
—El motivo principal es porque Mamá nos contaba que un chico que ella quería mucho en la preparatoria fue de intercambio a ese país y a ella le mandaba fotos de los lugares que él visitaba estando allá, así como también hablaban por la noche y le decía que África era muy interesante— respondió Yurika apoyando sus manos en la mesa.
—Por ese motivo queremos conocer África y más que es un país al que mamá también quiere conocer, sobre todo una ciudad que dice que todas sus puertas son azules —comento Yuudai con una sonrisa y volteando a ver a su madre —¿Verdad Mami?
Maki al escuchar aquello, casi se atraganta con su comida. Sentía pena de que sus hijos dijeran eso.
—Si, pero yo les dije que ese chico simplemente era un compañero de la preparatoria mío y de su padre ¿Verdad Megumi? Que solo era un conocido nuestro— comento Maki mirando a su pariente, tratando de que él la salvará de aquella situación en la que sus hijos la estaban metiendo.
Megumi termino de darle un trago a su té —Si, era un buen compañero de preparatoria, en si fue un senpai al que yo siempre admire y seguiré respetando— dijo aquello mirando a Maki.
—¿Y puedo preguntar? ¿Qué fue de ese chico?— pregunto Yuta con curiosidad pero debía seguir fingiendo ser un extraño al que apenas estaban conociendo.
Maki guardo un momento de silencio antes de tratar de responder a eso.
Tomo un leve respiro, quería gritar, pero debía controlarse.
—No lo sé... hace años que no sabemos de él, quizás ya se murió o simplemente encontró la felicidad en otro lado— respondió secamente.
Yuta suspiro al escuchar esa respuesta.
—Entiendo...
Sus miradas seguían fijas en el uno al otro.
Estaban tan cerca, pero a la vez tan lejos. Yuta realmente quería aclarar todo con Maki, pero sabía que no podía decirlo, no aun y menos frente a sus hijos.
Así que no quedaba de otra que seguir fingiendo hasta que pudieran quedarse solos ellos dos.
Yuta sonrió un poco y desvío su vista hacia sus hijos.
—Cambiando de tema, debo decir que esta comida esta deliciosa, sobre todo el bistec sabe muy bien, está en su punto, debo decir que este es mi platillo favorito — Halago.
—Gracias, la tía Miki nos ayudó a cocinar — comento Yurika.
—Si, pero quien nos dio la idea de que fuera este tipo de bistec y sin el borde grasoso fue idea de mamá — respondió Yuudai — ella dijo que quizás esto te gustaría Yuta kun.
El hechicero sonrió por eso. Porque solo había una persona que sabía que él bistec le gustaba de esa forma, cocinado a su punto y sin los bordes de grasa y esa persona era Maki.
Yuta volvió a mirar a esa mujer —Muchas gracias por la comida.
—A quien debes agradecerle es a ellos dos — respondió Maki en una leve sonrisa y miro a sus hijos— ellos son los que querían que tu vinieras a comer en primer lugar. Además ellos quieren que convivas y pases tiempo junto a ellos.
—Muchas gracias Yurika, Yuudai por invitarme a ser parte de su familia— agradeció Yuta con una gran sonrisa.
Aquellos mellizos intercambiaron unas palabras mentalmente para después mirar a sus padres con una sonrisa.
Megumi suspiro un poco por aquella interacción que veía de esa familia que merecía estar juntos. Aun así, aquella cena debía llegar a su fin.
—Bueno, creo que debemos terminar pronto de comer para poder ir al festival de esta noche si es que queremos disfrutarlo desde temprano — comento Megumi mirando a todos ahí presentes.
Después miro a Tsumiki, quien le sonrió levemente, parecía que Megumi comprendía lo que pasaba por la mente de su hermana.
—¡Es Cierto! — comento Yuudai volviendo a comer.
—¡Debemos darnos prisa!— Dijo Yurika llevándose más comida a la boca.
Los ojos de Tsumiki también miraron a esos cuatro, sentía lastima por Yuta y en parte, ella se sentía culpable de que esos niños llevaran el apellido Fushiguro.
Ella quería aclarar aquello con Okkotsu.
◈ ━━━━ ♧ ━━━━ ◈
07:14 p.m.
—Okkotsu senpai— cuando Megumi estaba a punto de hablar con aquel invitado, las voces de los mellizos los interrumpieron.
—¡Yuta kun, vamos!
—¡Ya es hora que vayamos al festival!
—¡Papá tú también, no te quedes ahí, vamos!
Dijeron esos mellizos tratando de hacer que esos adultos, que apenas se iban a sentar en los sillones de la sala se pusieran en marcha.
La comida y aquella charla sobre que más países y culturas había conocido Yuta en esos siete años, así como todo lo demás que hizo en el extranjero había terminado minutos atrás
Y Una vez acabaron de cenar y de ayudar en la cocina, Megumi quería tratar de hablar con Yuta. Quien lo había seguido hasta la sala. Pero aquella charla se vería atrasada.
Quienes eran los más emocionados por salir a dicho festival eran Yurika y Yuudai, quienes querían pasar tiempo con su invitado, pero al mismo tiempo, querían estar con su padrastro. Así que ambos niños se habían puesto de frente a Megumi.
—¿Si vamos a ir al festival? ¿Verdad papá?— pregunto Yurika mirando a Megumi.
—¡Vamos papá! ¡Di que si! Además, la tía Miki nos prometió que iríamos hoy también antes de que ustedes regresen a Tokio — comento Yuudai moviendo sus manitas.
—¡Vamos papá! ¡Así también llevamos a Yuta con nosotros y pasamos tiempo con ambos!— dijo Yurika con una sonrisa y moviéndose un poco de un lado a otro.
—¡Por favor papá! ¡Ya Vámonos al festival! ¡Tú también prometiste que iríamos!— decían en coro los mellizos mientas daban leves brincos sobre sus lugares y juntaban sus manitas, hacían ojos de cachorro y no dejaban de estar cerca de Megumi.
Los labios de Yuta se apretaron levemente. Aquella sensación de escuchar a sus hijos decirle papá a otra persona le hacía sentirse incomodo, esa incomodidad le picaba el pecho, eran los celos que no pensó experimentar.
Megumi suspiro y sobo su hombro izquierdo como solía hacerlo cuando algo le molestaba o se sentía incómodo.
—Está bien, vayamos. Okkotsu senpai ¿Gustas acompañarnos?— Miro a aquel hechicero.
Yuta hizo un si con la cabeza.
—Estaré encantado de acompañarlos y más que le di mi palabra a Yurika y Yuudai de que iría.
—Bien, vayan a terminar de prepararse, saldremos en cinco minutos— comento Megumi llevando sus manos a sus bolsillos, más tarde trataría de hablar con Yuta.
—¡Sip!— ambos niños corrieron
—Una disculpa senpai, ellos dos siempre tienen mucha energía.
—No hay nada porque disculparse y sí que tienen mucha energía, ya lo he comprobado — comento Yuta con una leve sonrisa.
Los cinco minutos que dio Megumi para que esos niños estuvieran listos, pasaron rápidamente.
Casi todos estaban listos para partir.
Una vez Yurika y Yuudai terminaron de ponerse los zapatos, cada mellizo tomó cada uno una mano de Yuta y empezaron a guiarlo hasta la salida.
Tsumiki y Megumi iban detrás de esos tres. Los cuales ya habían salido hasta pasar la reja negra de la casa, todos ya estaban listos para ponerse en marcha, cuando de repente Maki se detuvo en el umbral.
—Bueno, no vayan a regresar tan noche ¿De acuerdo?— dijo Maki dirigiéndose en especial a sus hijos.
—Maki san ¿No piensas acompañarnos?— pregunto Yuta rápidamente. Sentía que debía hablar muchas cosas con ella.
Ella solo hizo un no con la cabeza.
—Esta vez no.
—¿Por qué no Mami?— pregunto su hija.
—Si mamá, ¿Por qué no quieres venir con nosotros?— pregunto su hijo en un tono triste.
Maki empezó a explicar —Porque alguien importante va a venir a verme ya que vamos a hablar de unas cosas de trabajo y le dije que la vería aquí en la casa como en media hora— miro a sus hijos —Además, ustedes deben pasar tiempo con su invitado, ¿Por eso querían que el viniera? ¿No es así?— su mirada después fue a Yuta.
Maki siguió hablando —Además, van con su tía Tsumiki y su padre, así que sé que estarán bien sin mi esta vez— le dedico una sonrisa a sus hijos, acompañado de una caricia en sus mejillas.
—Está bien Mami— respondió Yurika abrazando a su madre.
—Trataremos de no regresar tan noche— respondió su hijo también abrazándola.
Maki acaricio el cabello de sus hijos.
—Ahora vayan y no hagan travesuras, y obedezcan en todo a su padre y a su tía— Se despidió —Ahora andando que los fuegos artificiales no tardarán en lanzarlos.
—¡Vamos Yuta kun!
—¡Por aquí!
Cada niño volvió a tomar la mano del hechicero, quien antes de dar un paso más, hablo levemente con esa peliverde.
—Maki san ¿Crees que regresando podría hablar contigo?— pregunto con incertidumbre. —Hay algo que me gustaría comentarte sobre lo que hablamos el otro día — la miro con seriedad.
Maki miro fijamente a Yuta mientras sus brazos eran cruzados sobre su pecho. También sentía sobre ella la mirada de sus hijos, quienes los miraban con curiosidad.
Suspiro y aflojo los hombros —Esta bien, ya que regresen hablaremos. Ahora mejor ya váyanse que se les hará tarde — movió su mano en una señal de que ya se fueran.
—Gracias — Yuta contesto con una sonrisa.
—Vamos niños, que ya estoy escuchando los tambores a lo lejos — dijo Tsumiki haciendo que esos mellizos empezarán a caminar a prisa de la mano de su invitado.
Detrás de ellos iba Tsumiki sonriendo por ver como esos dos daban brincos e iban tomados de las manos de su verdadero padre.
En cambio, Megumi le lanzó una rápida mirada a Maki antes de empezar a caminar. Sentía que ella estaba ocultando algo, aunque una parte de él quería creer que quizás ella solo no quería aún convivir con Okkotsu.
—Cualquier cosa, no dudes en avisarme — comento Megumi mirándola fijamente, trataba de encontrar algo que estuviera mal en ella.
—No te preocupes, se cuidarme sola — comento Maki llevando su mano derecha a la cintura y la izquierda la movió para decirle que se alejara — anda, que tus hijos te esperan.
—¡Papá no te quedes atrás!— grito Yurika, quien había corrido hacia Megumi para tomarle de la mano y jalarlo para apresurarlo.
Megumi suspiro y solo siguió a esa niña para incorporarse con los demás.
Una vez esos cinco desaparecieron por la esquina. Maki escucho un aleteo particular sobre su cabeza. Sabía que era muy noche para que dos aves negras como lo son los cuervos estuvieran volando por ahí.
Rápidamente ella tomó dos piedritas y se las lanzó a esas aves, haciendo que ambas cayeran al suelo, soltando gaznidos de dolor.
—No quiero que estén detrás de mis hijos y mucho menos espiándolos ¿Entendieron? Y de paso, a ver en qué momento ustedes dos se dignan a aparecer porque debemos hablar urgentemente— comento Maki con demasiada furia mirando aquellas dos aves en el suelo, mandando aquel mensaje contundente antes de que esas dos aves murieran.
Y así como dijo Maki, su invitada no tardó en llegar para hablar de un tema importante que rondaba por el mundo de la hechicería y que en parte, podía afectar la integridad de sus hijos.
Además, en el festival, Yuta iba a empezar a descubrir más cosas del pasado y de paso, iba a reafirmar algunas cosas que Mai le había dicho en su carta, sobre todo, respecto al apellido Fushiguro.
Próximamente…
Escuchar la palabra "Papá", detonaba varios sentimientos y emociones en Yuta. Sentía demasiada tristeza y solo soportaba el ver y el escuchar como esos niños trataban con demasiado cariño a ese hombre de cabellos negros y puntiagudos.
Incluso Yuta llego a sentir celos, ya que Fushiguro conocía bastante bien los gustos y aquellas cosas que tanto les gustaba a esos dos, así como aquellos ingredientes que no les gustaba a Yurika y a Yuudai y eso lo demostraba cuando este pedía alguna comida para esos mellizos.
Hubo un momento donde Megumi, sintió la mirada y la energía maldita caer sobre él, ya que Yuta empezó a sentir celos puros hacia aquel ex compañero de la preparatoria. Pero el hechicero que venía del extranjero trataba de controlarse y de no pensar en aquel negativo sentimiento. Debía aprender de todo lo que veía para conocer todo de sus hijos.
Pero aun así, era un poco difícil no tener celos del heredero de las diez sombras.
[…]
Aquel adulto miró con ternura como los ojos dorados de sus hijos se iluminaban y se llenaban de emoción al ver esas luces sobre sus cabezas.
Yuta apretó un poco los labios y parpadeo un par de veces para despejar sus lágrimas antes de mirar hacia el cielo.
Aquella escena transcurría con una suave lentitud que quería atesorar en su corazón. Y más al sentir como esos dos niños tomaban con fuerza cada mano que le sujetaban, mostrando su emoción por ver esas luces.
Una escena donde, aunque el fuera su verdadero padre, para esos niños en aquel momento, él sólo era solo su nuevo amigo.
[…]
—¡Papá!
Ambos niños dijeron en coro, ya que empezaron a decirles algunas cosas a Megumi con demasiado entusiasmo después de haber visto los fuegos artificiales.
El ver aquella escena hizo que Yuta suspirara y solo los mirara en silencio.
—Supongo que Fushiguro ha hecho lo que yo nunca pude hacer... casarse con Maki y de paso, tener todo el amor de mis hijos... a quienes yo apenas conozco— susurro Yuta sintiéndose ajeno a todos ellos.
Esa reacción la noto Tsumiki, quien suspiro, era momento de que hablara con Okkotsu.
[…]
Tsumiki suspiro al escuchar eso.
—Y debo admitir que el que Yurika y Yuudai quieran a Megumi como si él en realidad fuera su padre biológico es mi culpa—Dijo sin dejar de mirar al hechicero —Yuta Okkotsu, yo te debo una disculpa...
Aquellas palabras dejaron confundido a Yuta —¿Por qué dices eso Tsumiki san?— pregunto con confusión.
Tsumiki siguió hablando.
—Verás...— tomo un leve respiro y miro una vez más a Yuta — Yo fui quien convenció o mejor dicho, obligue a Megumi a que se casara con Maki y adoptará como suyos a Yurika y a Yuudai... así que prácticamente es mi culpa que tus hijos lleven el apellido Fushiguro en vez del tuyo...
El hechicero seguía en silencio mientras seguía escuchando con atención a esa mujer.
—Todo sucedió hace siete años atrás...
Continuara…
◈ ━━━━ ◇━━━━ ◈
Notes:
Espero les haya gustado el capitulo ❤
Ahorita hay mucho misterio con Maki ¿No lo creen? 👀 Igual, ella muy pronto volverá a hablar con Yuta.
En fin ¿Qué les está pareciendo la historia?
En el siguiente capitulo al fin Yuta convivirá con Megumi y Tsumiki, que como ven, ella le contará algo importante sobre hace siete años atrás y que tiene que ver con su apellido. Al igual que tendrá una interesante plática con Megumi 👀
Muchas gracias por sus felicitaciones y su apoyo jeje, en serio les debo una rebanada de pastel ❤🍰🍰
Nos seguimos leyendo ❤
Chapter 15: 14. Los Hermanos Fushiguro
Notes:
Espero les guste porque aquí habrá otro salto al pasado, más específicamente a cierto evento que definió el presente de los mellizos, y como pueden ver por el título, ya saben quiénes son los protagonistas esta vez.
También quiero comentarles que ya modifiqué el capítulo 07 y el capítulo 11, en estos ya agregué a Choso en la trama de esta historia, así que aquí él es el infiltrado de Yuki en la residencia Zenin. Que vivan el chosoyuki ❤
En fin, espero lo disfruten ya que es un tanto largo este capítulo ✨
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
07:50 p.m.
Aquel festival estaba lleno de colores así como de personas.
La explanada del santuario se encontraba colmada de parejas, grupos de amigos y familias que disfrutaban de la última noche del festival. Deambulaban por el lugar, disfrutando de los puestos de juegos y de la deliciosa variedad de aromas y sabores que emanaban de los puestos de comida.
Aquella última noche del Yoiyama estaba siendo divertida especialmente para los mellizos, quienes estaban muy felices de que Yuta estuviera compartiendo tiempo con ellos.
Pero el corazón de su invitado se encogía cada vez que los mellizos llamaban "papá" y demostraban cariño al otro hombre que los acompañaba esa noche.
—¡Papá ahora queremos ir acá!—decía Yurika tomando la mano de Megumi y dando algunos brinquitos.
—¡Papá! ¿Me compras unos onigiris?— pregunto Yuudai mientras se abrazaba a la pierna de Megumi.
—Papá Gumi.
—¡Papá!
—¡Papá!
Decían una y otra vez Yurika y Yuudai quienes se comportaban de manera cariñosa con Megumi Fushiguro, tomándole de la mano o jalándole la camiseta para llamar su atención o incluso abrazándolo de sorpresa de vez en cuando.
Realmente esos niños querían a ese hombre como si él fuera su verdadero padre.
Aquel azabache de cabellos puntiagudos, al escuchar que lo nombraban de esa forma, les miraba serenamente, les dedicaba una pequeña sonrisa, les acariciaba el cabello y de pasó les compraba lo que pedían o iban hacia donde esos dos querían ir.
De vez en cuando, las ocurrencias de los niños provocaban en Megumi una mueca de desaprobación o un llamado de atención, asumiendo un rol paterno ante ellos.
Lejos de ser indiferente, escuchar la palabra "papá" y observar cómo Fushiguro asumía un rol paternal con Yurika y Yuudai, detonaba una mezcla de sentimientos y emociones negativas en Yuta.
Incluso llego a sentir celos, ya que Fushiguro conocía bastante bien los gustos y preferencias de los mellizos, así como conocía de memoria aquellos ingredientes en específico que no les gustaban y eso lo demostraba cuando este pedía alguna comida para ellos.
—Sin mayonesa por favor— decía Megumi cuando encargo un platillo para Yuudai, porque sabía que ese ingrediente no le gustaba a este niño.
—Por favor, omite las almendras y utiliza una cuchara diferente a la que usaste con ellas— ordenó Megumi cuando compraron unos postres, porque sabía que Yurika era alérgica a ese fruto seco.
Un escalofrío recorrió la espalda de Megumi al sentir cómo la pesada mirada y la abrumadora energía de Yuta se posaban sobre él. Su compañero de preparatoria emanaba una palpable aura de celos como padre.
Pero el hechicero que venía del extranjero trataba de controlarse y de no dejarse llevar por aquellos sentimientos negativos. Debía ser sabio y debía aprender de todo lo que veía y escuchaba de Megumi para terminar de conocer completamente a sus hijos.
Pero aun así, era un poco difícil no tener celos del heredero de las diez sombras en aquella situación donde parecía ser el padre perfecto para sus propios hijos.
08:20 p.m.
Incluso Megumi sabía de pies a cabeza las personalidades de esos niños, así como sabia el cómo se comportaban al estar jugando en algunos puestos.
Como en aquel momento, donde ambos niños estaban en un puesto donde debían lanzar las canicas a los hoyos con ciertos números para recibir algún premio.
—No hagan trampa, que los estoy observando — comento Megumi con seriedad.
—¡Claro que nunca hemos hecho trampa!— reprocho Yurika.
Megumi levanto una ceja ante las palabras de esa niña.
—Lo digo sobre todo por ti Yurika, a veces te gusta hacer pequeños movimientos "ventajosos" en este tipo de juegos y tampoco quiero que lances golpes si no ganas— comento cruzando los brazos sobre su pecho.
—¡Eso no es cierto! ¡Yo no me comporto así!— comento la niña en un puchero y levanto su rostro con indignación.
En cambio, Yuudai soltó una risita de burla porque estaban llamándole la atención a su melliza.
—¿Y tú de que te ríes llorón?— pregunto su hermana con total molesta.
Yuudai le saco la lengua —Me rio porque te llamaron la atención, tramposa.
—¡Mejor cállate y concéntrate en ganarme!— le respondió su hermana mientras los dos empezaban a lanzar aquellas canicas.
—¡Claro que te ganaré! ¡Tengo mejor ojo y puntería que tu!— se burló su hermano.
Yuta y Tsumiki, quienes estaban a sólo un metro de ellos, rieron un poco por el comportamiento y las palabras de esos niños.
—¿A qué se refiere Megumi con eso que dijo de Yurika?— pregunto Yuta con curiosidad.
Tsumiki esbozó una sonrisa mientras respondía al hechicero.
—Sucede que Yurika es una niña muy "ingeniosa", por así decirlo. Se sale con la suya de maneras curiosas. Es lista, sí, pero a veces le gusta hacer las cosas a su modo, incluso si eso roza en hacer "trampa". Y en ese sentido, es muy terca. Si se desespera, recurre a la fuerza. Incluso se ha peleado a golpes con otros niños cuando la hacen enojar de verdad —suspiró resignada.
—¿Así cómo Maki?— Pregunto Yuta con una sonrisa.
Tsumiki soltó una leve risita por esa comparación —De tal palo tal astilla.
De aquel juego, Yuudai fue el ganador, demostrando tener una mayor capacidad de observación y de análisis que su hermana. Ganando así un lindo juguete como premio.
Después de ese juego, los cinco se pasaron a otro puesto, donde el juego consistía en derribar una pirámide de latas.
Yurika fue la primera en jugar y así como había dicho Tsumiki, ella era una niña fuerte. Su lanzamiento de la pelota logró golpear aquellas latas, las cuales se sacudieron. Sin embargo, la fuerza de aquel tiro no fue suficiente para derribarlas por completo, ya que solo dos de ellas cayeron al suelo.
—Demonios — dijo en voz baja arrugando la nariz del enojo.
Yuudai fue el siguiente en lanzar aquella pelota, pero no logro ni siquiera pasar más allá de la línea de salida. Demostrando así que era un niño muy débil.
—¡Si que no sabes lanzar!— comento su hermana en forma de burla.
—¡Cállate! Es solo que la pelota se me resbaló — le respondió él en un puchero con molestia.
Yuta al ver aquello, decidió ayudar a sus hijos.
—Dejen me intentarlo por ustedes — se ofreció acariciando las cabezas de ambos, haciendo que esos niños sonrieran por aquel ofrecimiento.
Yuta lanzó aquella pelota y logró tirar aquella nueva torre de latas, haciendo que esos niños se emocionaran y brincaran de felicidad al ver lo fuerte que era ese hombre.
—Escoja el premio que guste— dijo el dueño de aquel puesto.
—¿Podría escoger dos? Es que son mellizos y un solo premio no bastaría para ambos— pregunto Yuta poniendo sus manos en el hombro de cada niño.
—Lo siento, pero así son las reglas, solo puede escoger uno— comento con seriedad aquel hombre.
—Yurika, Yuudai ¿Qué tal si le llevan un regalo a su madre?— sugirió Tsumiki giñendoles el ojo a esos dos pequeños —Podrían decir que es de parte de ustedes tres.
Yuta sonrió ante aquella sugerencia, la cual hizo que los niños se miraran entre ellos, de nuevo parecía que intercambiaron unas palabras mentalmente e hicieron un si con sus cabezas.
—¡Queremos llevarle ese!— dijeron en coro apuntando a un león de peluche. Porque sabían que ese animal era uno de los favoritos de su madre.
08:47 p.m.
Luego de recorrer un poco más el festival, los cinco llegaron a otro de los juegos típicos de esos lugares, el cual era un puesto de tiro al blanco con pistolas de juguete.
Los objetos a derribar, coloridos y de diferentes formas, se balanceaban suavemente colgando de una estructura. Con entusiasmo, cada niño tomó una pistola y se preparó para probar su puntería. Haciendo su mejor esfuerzo para derribar esas figuras.
En dicho juego, Yuudai demostró también tener una buena puntería, más no perfecta ya que solo logro derribar 4 objetos.
En cambio, Yurika demostró que también tenía buen tiro, ya que logro tirar 2 figuras seguidas, pero ella al ser muy impulsiva, disparo con demasiada insistencia y sus balines de juguete se acabaron rápidamente.
Una vez terminó su turno, esos niños se dirigieron rápidamente a los adultos que los acompañaban.
—Papá, queremos que tú también juegues — comento Yurika pasándole aquella arma de juguete a Megumi.
—¿Yo?— el azabache levanto una ceja.
—¡Si tú! Y También queremos que Yuta kun juegue contra ti— comento Yuudai mirando al hechicero de grado especial y le entregó esa arma de juguete.
—¿Qué? ¡¿Contra mí?!— salió de la garganta de Yuta con demasiada sorpresa.
—¡Queremos ver quien de ustedes dos es mejor disparando!— comento Yurika con una gran sonrisa.
—¡Si! Queremos ver a ustedes dos en acción— comento Yuudai algo emocionado.
Tsumiki rio levemente al ver la cara de sorpresa de ambos hombres.
Si esos pequeños tan solo supieran la verdad, sobre que Yuta era su verdadero padre y que en realidad ellos dos lo estaban enfrentando a su padrastro, de seguro su sorpresa seria mayúscula. Sin embargo, ella sabía que esos dos niños no se detendrían y continuarían impulsando la rivalidad entre ambos hombres en aquel juego.
—No es necesario que hagamos esto, senpai— dijo Megumi con respeto.
Yuta tomo aquella arma de juguete.
—No debes porque preocuparte Fushiguro kun. Solo será una partida y que esto sea sin rencores.
El hechicero de las diez sombras suspiro ante tal comentario, tomó aquella arma de juguete y se preparó para disparar contra aquellos objetos.
—De acuerdo, sin rencores Okkotsu senpai.
—Muy bien, preparados en tres, dos, uno ¡Comiencen a disparar!— comento el dueño de aquel puesto, dándoles así la señal de que aquella competencia entre esos dos adultos podía comenzar.
En ese momento ambos hechiceros hicieron sus primeros disparos y aquellas bolitas de goma empezaron a golpear aquellos objetivos.
—¡Vamos papá!— animo Yuudai levantando las manos.
—¡Vamos Yuta kun! ¡Tú puedes!— grito Yurika moviendo con emoción sus manitas.
Esos niños estaban muy emocionados al ver a esos dos hombres tratar de derribar aquellos objetos en sus siguientes disparos.
—Niños, ¿A quién apoyan en esta partida?— pregunto Tsumiki, agachándose levemente para mirar a esos dos.
—Yo quiero que gane Papá Gumi— comento Yuudai con una gran sonrisa.
—Yo quiero apoyar a ambos, pero a la vez me gustaría que ganara Yuta kun— comento Yurika en un puchero.
Aun así, ambos niños se miraron entre sí y siguieron gritando con más fuerza.
—¡Vamos papá!
—¡Tú puedes Yuta kun!
—¡Tú puedes Papá Gumi!
—¡Así se hace Yuta Kun!
Después de unos disparos más, Yuta y Megumi iban empatados. Cada uno habían derribado dos figuras.
Pero los gritos de esos pequeños se hicieron más y más fuertes que incluso hicieron eco en la cabeza de Yuta, ya que ambos repetían una palabra en especial, demostrando a quien apoyaban más en ese juego.
—¡Papá!
Escuchar a esos dos decirle papá a Megumi, hizo que Yuta se desconcentrara y en sus siguientes disparos fallara. Acabando así sus balas.
En cambio, Megumi con su última munición logro derribar un objetivo más, terminando con un marcador de tres contra dos.
Yuta bajo aquella arma de juguete con desánimo mientras veía como Yurika y Yuudai corrían a abrazar a Megumi.
—¡Eso estuvo increíble Papá!— dijo Yurika muy feliz, abrazándose a este.
—¡Si! ¡Eso fue demasiado genial! ¡Eso quiere decir que los Fushiguros tenemos talento para ser buenos tiradores!— comento Yuudai con demasiada felicidad, abrazándolo y sin dejarle de mirar.
—¡Es un orgullo ser un Fushiguro por esto y más!— soltó Yurika mirando también a Megumi con admiración.
En cambio, Yuta sintió su corazón romperse al escuchar esas palabras venir de sus hijos, quienes estaban aún abrazados a Megumi.
A pesar de sentir celos de Megumi en ese instante, el hechicero de grado especial, suspiró y bajó los hombros. Era consciente de que gran parte de la culpa de lo que le estaba sucediendo recaía sobre él mismo.
Tsukimi miro aquella escena. Al escuchar como esos dos niños se sentían orgullosos de portar el apellido Fushiguro, sintió lástima por Yuta.
Sabía que era su completa culpa de que esos mellizos llevaran aquel apellido, así que debía disculparse con Okkotsu.
Megumi rápidamente miro a su superior. Noto como Okkotsu parecía triste por todo lo que los mellizos decían de él, así que rápidamente mejor decidió cambiar de tema.
—Bueno, creo que en realidad Okkotsu senpai lo hizo mejor que yo— dijo Megumi mirando a esos niños —Aunque si me lo preguntan, recuerdo que quien era buena en esto del tiro con armas era su tía Mai. Así que más que ser por parte de los Fushiguro, creo que ustedes dos heredaron esto del lado de la familia de su madre.
Megumi miro a Yuta, e hizo un leve movimiento de cabeza para disculparse con él por todo lo que dijeron esos niños.
—Es cierto, Yuta kun no lo hizo nada mal— comento Tsumiki con una sonrisa —Y sí que lo recuerdo muy bien, Mai chan era excelente disparando con su pistola. Era casi cien por cierto seguro que ella diera en el objetivo.
—¿Acaso están hablando de la tía Mai?— pregunto Yuudai confundido —¿La gemela de mamá?
—Así es, la gemela de tu madre era muy buena en esto del tiro con armas, así que más bien esto lo heredaron de ella— contesto Megumi mirando a esos niños.
—Yo la verdad no recuerdo nada de la tía Mai— Yuudai hizo un puchero.
Yurika movió levemente su cabeza hacia un lado —Yo tengo un muy pero muy leve recuerdo de la tia Mai. Es algo borroso, pero siento que yo si la conocí cuando yo era más pequeña. Hasta creo recordar su voz... — comento llevando su manita a su barbilla.
—Si aun la recuerdas, es porque ella si convivió mucho tiempo contigo cuando eras una bebé, y además ella te consintió demasiado Yurika — contesto Tsumiki con cariño, acariciando el cabello de esa niña.
—De todos modos, debo admitir que fue un gran juego— Yuta se acercó a esos tres y extendió su mano hacia Megumi.
El hechicero de las diez sombras le regreso el gesto caballerosamente
–Fue un gusto haber jugado a tu lado, Okkotsu senpai.
Yuta sonrió por esas palabras.
Tsumiki despeino un poco a sus sobrinos.
—Bueno, los fuegos artificiales ya van a comenzar, démonos prisa para llegar a nuestro lugar favorito para verlos en primera fila— sugirió ella mirando a esos cuatro.
También hacia aquello, porque quería hablar a solas con Yuta, así que tenía un plan que pondría en marcha después de ver ese espectáculo.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
09:05 p.m.
Los fuegos artificiales eran un espectáculo digno de admirar en aquella parte del santuario.
Esos cinco habían ido a su lugar favorito para admirar aquel espectáculo nocturno.
Aquellos niños estaban muy felices mirando aquellas luces mientras cada uno sujetaba una mano de Yuta.
Aquel adulto miró con ternura como los ojos dorados de sus hijos se iluminaban y se llenaban de emoción al ver esas luces sobre sus cabezas.
Primero miro a su derecha, donde estaba Yurika y después giro su cabeza a la izquierda, donde se encontraba Yuudai. Ambos niños le dedicaron una gran sonrisa mientras elevaban sus manitas libres al cielo, abriendo las y cerrando las como si quisieran tomar aquellas luces entre sus manos.
Yuta apretó un poco los labios y parpadeo un par de veces para despejar sus lágrimas antes de mirar hacia el cielo, el cual seguía siendo iluminado por aquellas bellas luces de varios colores.
Aquella escena transcurría con una suave lentitud que Yuta quería atesorar en su corazón. Y más al sentir como Yurika y Yuudai tomaban con fuerza cada mano que le sujetaban, mostrando su emoción por ver esas luces.
Una escena en la que, a pesar de ser su verdadero padre, aquellos niños solo lo veían como un nuevo amigo en ese instante de sus vidas.
09:15 p.m.
Los fuegos artificiales pararon y una vez el humo gris fue arrastrado por el viento sobre aquel cielo oscuro, ambos niños se soltaron de las manos de Yuta y ambos corrieron hacia Megumi y hacia Tsumiki, quiénes estaban a un poco más de un metro de esos tres.
Los hermanos Fushiguro había hecho aquello de tomar algo de distancia durante aquel espectáculo para que Yuta pudiera estar cerca de sus hijos al admirar esas luces.
—¡Papá!
—¡Papá Gumi!
Ambos niños dijeron en coro, ya que ambos empezaron a decirles algunas cosas a Megumi con demasiado entusiasmo.
El ver aquella escena hizo que Yuta suspirara y solo los mirara en silencio.
—Supongo que Fushiguro ha hecho todo lo que yo nunca pude hacer... sobre todo casarse con Maki y de paso, tener todo el amor de mis hijos... a quienes yo apenas conozco...— susurro Yuta sintiéndose ajeno a todos ellos.
Bajo la mirada y apretó sus labios con fuerza.
Esa reacción la noto Tsumiki, quien suspiro y se dirigió hacia su hermano y los niños.
—Megumi, ¿Qué tal si tú, Yurika y Yuudai van a traer algún postre? Y de paso ¿Podrían comprar algunas luces de bengala? Por favor... — comento Tsumiki en una leve sonrisa mientras miraba fijamente a su hermano —Es que hay que compartir un poco más de tiempo junto a Yuta kun antes de que acabe la noche...
Megumi podía notar lo que trataba de decir Tsumiki, ya que esta hizo un leve movimiento con su cabeza al decir eso último.
—De acuerdo. Niños vayamos a comprar algunas cosas para compartir con Okkotsu senpai— dijo bajando su mirada hacia esos dos —Él es su invitado y ustedes dos deben atenderlo y prestarle la atención debida.
—De acuerdo— dijeron esos mellizos en coro y después se giraron hacia Yuta.
—¡Yuta kun, Ahorita regresamos!— comento Yuudai con una sonrisa.
—¡Vamos a traer más comida y algunas bengalas!— comento Yurika moviendo con alegría sus manitas.
—Claro, vayan con cuidado — comento Okkotsu con una leve sonrisa mientras miraba partir a sus hijos con su padre de mentiras.
—Yuta y yo los esperaremos en aquella banca — comento Tsumiki apuntando a un lugar para sentarse cerca de un árbol de ciruelos.
—¡Bien! ¡Ahorita los veremos de nuevo!— dijo la niña con gran emoción antes de partir.
Yuudai tomo la mano de su hermana y ambos niños empezaron a ir de la mano hacia los puestos del festival.
Megumi solo hizo un si con su cabeza mientras miraba a su hermana y después se dio la vuelta para alejarse con esos niños.
Okkotsu suspiro una vez los perdió de vista entre aquel mar de gente.
—Ven, vayamos a sentarnos un momento, siento que ya hemos caminado mucho esta noche.
—Está bien— respondió un tanto distraído mientras la seguía.
—Por cierto Yuta kun ¿Qué te está pareciendo el festival?— pregunto Tsumiki sacando a ese hechicero de sus pensamientos.
Ambos adultos fueron hacia esa banca, y mientras tomaban asiento, Yuta contestó a la anterior pregunta.
—Bueno, debo admitir que me estoy divirtiendo mucho, aunque me hubiera gustado que Maki san también hubiera venido con nosotros— exhalo —Admito que yo simplemente quería pasar un poco de tiempo con ella al lado de Yurika y Yuudai antes de volver a Tokio. Además, que quería hablar con ella un poco más y quería preguntarle algunas cosas sobre nuestros hijos y sobre lo ocurrido hace siete años atrás.
Tsumiki bajo un poco los hombros.
—Te pido una disculpa en su nombre. La pobre aún está asimilando tu regreso, además tu más que nadie sabes que ella es algo "difícil" cuando está molesta y siempre demuestra su enojo o su rencor hacia los demas de esta forma... —miro al hechicero —Solo dale un poco de tiempo, por favor.
—Lo sé, ella una vez me lo dijo y sé que ella puede llegar a ser muy rencorosa con aquellos a los que odia —Suspiro — Asi que solo espero aclarar todo esto muy pronto...—miro sus manos.
—Aun así, puedo decir que tus hijos se están divirtiendo demasiado a tu lado esta noche y eso puedo notarlo en sus rostros — Tsumiki miro a Yuta con una leve sonrisa. En sus ojos se reflejaba demasiada sinceridad —No los había visto tan alegres y motivados por estar conviviendo de esta manera con alguien ajeno a la familia desde hace mucho tiempo. Así que puedo confirmar que ellos se sienten cómodos contigo.
Yuta sonrió levemente.
—Yurika y Yuudai son muy buenos niños...
—Si que lo son, eso te lo puedo asegurar.
El hechicero suspiro con dolor.
—Lástima que ellos en este momento solo me ven como su "amigo" y supongo que revelarles que yo soy su padre biológico solo les causaría confusión...— apretó levemente sus manos sobre sus rodillas— Y Megumi cumple mejor el papel de padre para ellos que yo. Y eso se nota en cómo Yurika y Yuudai lo adoran, lo quieren, lo admiran y lo respetan como el padre que ellos creen que es — miro hacia el frente mientras veía a las personas caminar. Su tono revelaba que tenía demasiados celos de aquel hechicero.
Tsumiki suspiro de tristeza al escuchar eso.
—Y debo admitir que el que Yurika y Yuudai quieran a Megumi como si él en realidad fuera su padre biológico es mi culpa—Dijo sin dejar de mirar al hechicero —Yuta Okkotsu, yo te debo una disculpa...
Aquellas palabras dejaron confundido a Yuta —¿Por qué dices eso Tsumiki san?— pregunto con desconcierto.
Tsumiki bajo la mirada y miro sus manos, las cuales estaban entrelazadas y sus dedos pulgares se movían un poco entre ellos. Ella siempre hacía aquel movimiento cuando estaba bastante nerviosa.
—Por qué yo fui la responsable de que tus hijos llevarán el apellido Fushiguro.
Yuta guardo silencio al escuchar aquella revelación. Aunque Mai en su carta le había comentado levemente sobre aquel asunto del apellido que llevaban sus hijos, Yuta quería escuchar la verdad por parte de otra de las personas que estuvo presente en esa ocasión hace siete años atrás.
Tsumiki siguió hablando.
—Verás...— tomo un leve respiro y miro una vez más a Yuta a los ojos— Yo fui quien convenció, o mejor dicho, quien obligó a Megumi a casarse con Maki y a adoptar como hijos a Yurika y a Yuudai. Por lo tanto, prácticamente es mi culpa que TUS hijos lleven el apellido Fushiguro en vez del apellido Okkotsu...— su voz se estaba quebrando — yo simplemente quería salvar a tus hijos...
El hechicero seguía en silencio mientras seguía escuchando con atención a esa mujer.
Tsumiki tomo un respiro profundo para calmarse, trago saliva para deshacerse del nudo en su garganta y siguió hablando —Todo sucedió hace siete años atrás... en la noche cuando tus hijos nacieron.
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Flashback
Siete años atrás.
Noche del siete de octubre.
—¿Y Cómo se encuentran esos bebés?— pregunto Tsumiki con demasiada angustia.
Tanto Megumi como ella habían llegado lo más rápido que pudieron a aquel hospital una vez que Mai les avisó lo que había ocurrido.
Aquella noticia de que Maki había dado a luz prematuramente los había preocupado demasiado y al parecer las malas noticias parecían persistir.
En aquel momento, Los hermanos Fushiguro se encontraban fuera del área de cuneros, observando a través del cristal a los pequeños recién nacidos.
Pero los hijos de Maki no estaban en aquella hilera de niños sanos. Esos mellizos se encontraban en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, la cual podía verse un poco a través de ese gran cristal.
La UCIN estaba al fondo, separada por una puerta de cristal, donde el personal, compuesto en su mayoría por enfermeras y algunos médicos, dedicaba su atención y cuidados a esos pequeños delicados de salud.
Desde la zona donde Megumi y Tsumiki se encontraban, podían alcanzar a ver un poco aquella incubadora donde los hijos de Maki se encontraban. Aquellos pequeños se encontraban recibiendo oxígeno a través de la cánula nasal y sobre todo, Yuudai era el que más estaba siendo monitoreado con los sensores de signos vitales.
La doctora que atendió a esos bebés al nacer, estaba hablando con esos dos adultos en ese momento.
—Ambos bebés actualmente se encuentran internados en el área de cuidados Intensivos Neonatales y los estaremos monitoreando muy de cerca. Aunque debo decirles que la niña es la más estable de los dos pequeños, y de paso, es la que mejor aspecto tiene, pero su hermano...
Aquella mujer miro a esos dos adultos con seriedad —El varón es el que se encuentra más delicado de salud. Nació con bajo peso y talla, y lamentablemente sufrió hipoxia neonatal. En términos más simples, dejó de recibir oxígeno poco antes del parto y tardó varios minutos en respirar al nacer, así que debemos monitorizarlo muy de cerca para evaluar su evolución y para averiguar las posibles secuelas que pudiera presentar después de la reanimación neonatal — La doctora se esforzaba por mantener la serenidad, pero la sombra de las malas noticias se reflejaba en su rostro—Aun así, les pido que estén preparados en caso de que el estado de este pequeño no mejore en los siguientes días. Realmente este fue un parto muy difícil para esos mellizos, pero en especial lo fue más para ese niño quien prácticamente nació muerto.
—¡No puede ser!— Tsumiki se llevó las manos a la boca con demasiada angustia al escuchar todo eso. Sus lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas.
En cambio, Megumi sintió la sangre irse al suelo por escuchar todo eso. Estaba en shock y sus manos todas temblorosas se hicieron puños y trataba de controlar sus lágrimas, las cuales querían salir de sus ojos. El pobre se sentía impotente ante tal situación.
Aquella medico miro rápidamente los papeles que tenía de aquel caso médico — Como dije, estaremos al pendiente de la salud de esos mellizos, así como de la madre de estos.
Después miro hacia aquella área donde se alcanzaba a ver esa incubadora.
—También les quiero comentar que, bajo la autorización de la señorita Mai Zenin, pusimos a esos mellizos en la misma incubadora. Creemos que el estar cerca el uno del otro podría ayudar en la recuperación de ambos pequeños. Varios estudios han demostrado que el contacto físico entre hermanos prematuros puede mejorar su desarrollo tanto físico como emocional...— Aquella medico vio a Mai a lo lejos, la cual estaba contestando una llamada que le había entrado minutos antes.
Tsumiki y Megumi miraron como Mai se veía demasiado preocupada y hasta un tanto asustada mientras hablaba por teléfono.
— Supongo que ella también está esperando un milagro...— comento la doctora mirando de nuevo los papeles.
—¿Y Maki? ¿Como esta la madre de los mellizos?— pregunto Megumi con preocupación.
—Ella al igual que sus hijos está en terapia intensiva. Como dije fue un parto muy difícil para los tres y para ella en especial fue un parto muy doloroso. La madre sufrió una gran pérdida de sangre y dejó de respirar, lo que le provocó la pérdida del conocimiento e incluso un paro cardíaco de unos minutos— Suspiró mientras revisaba rápidamente las hojas médicas.
—Pero por el momento, ella parece estable. Sin embargo, permanecerá en observación mientras despierta y descartamos cualquier secuela debido a la reanimación.
—¡Dios mío!, ¿Por qué pasó todo esto? ¡Si tan solo hubiéramos estado siempre con ellas, nada de esto hubiera pasado! — Tsumiki se lamentaba con demasiadas lágrimas en los ojos.
En cambio, Megumi seguía en silencio. Realmente estaba afectado por todas esas malas noticias.
La doctora tomó un respiro y siguió explicando.
—Se que ya deben estar demasiado abrumados por tantas malas noticias que han recibido esta noche, pero esto que les comentaré también es muy importante — miro a esos dos.
—¿De qué se trata eso importante?— pregunto Megumi con impaciencia.
—Se trata de que también necesito que como familiares hagan el registro del nombre oficial de esos dos pequeños. Sobre todo del apellido. Les comento esto más que nada tanto por la situación medica como por la situación legal por la que me comento la señorita Zenin por la que están pasando — miro momentáneamente a Mai a lo lejos. La cual seguía hablando por su celular.
—Por el momento, la tía de esos dos me ha pedido que no registremos a los mellizos con el apellido de ella ni de su hermana debido a un problema familiar que tienen actualmente y que no quieren que sus demás familiares se enteren de este nacimiento. Así que también necesito que solucionen esta cuestión, más que nada por motivos legales y administrativos del hospital.
Supongo que lo más conveniente será que localicen al padre de esos niños y le digan la situación para que este también esté enterado de lo que está pasando con sus hijos y de paso, les dé su apellido porque una vez que salgan de aquí lo necesitarán.
Tsumiki y Megumi entendían aquello a que se refería la doctora. Y ambos tampoco querían que esos dos pequeños llevaran el apellido Zenin para que ese clan no los reclamase como suyos.
En ese momento, una enfermera llegó para pedirle a la doctora que fuera a revisar a un paciente.
—Disculpen, pero debo retirarme a una consulta. En un momento más les avisaremos como siguen esos mellizos y si es posible que uno de ustedes dos pueda pasar a verlos. Los mantendremos al tanto. Con su permiso — comento aquella mujer haciendo una leve reverencia y retirándose de ahí.
Megumi aflojo los puños con impotencia — Solo queda esperar a que la salud de esos niños y de Maki san mejore...
—Aun así, Megumi debemos hacer algo por Yurika y Yuudai, no podemos registrarlos con el apellido Zenin...— comento Tsumiki con desespero y secando sus lágrimas, las cuales seguían brotando de sus ojos ante tales malas noticias.
Tsumiki los llamó por sus nombres. Tanto ella como Megumi ya sabían desde hace tiempo que Maki quería nombrar así a sus hijos, porque ella misma se los había dicho.
—Lo sé. Pero tampoco podemos ponerles el apellido Okkotsu— respondió Megumi pasando sus manos por su rostro.
—¿Y Por qué no? ¡Debemos contactar con él para avisarle sobre sus hijos! ¡O mínimo deberíamos buscar a los padres de Okkotsu y decirles que ya son abuelos!— comento Tsumiki mirando con desespero a su hermano.
— Desgraciadamente no he logrado contactar con él— Megumi tenía su vista enfocada en los cuneros mientras explicaba la situación.
—Le pedí de favor a Nitta san que me ayudara a averiguar dónde se encontraba actualmente Okkotsu senpai. También le pedí que, si lograba encontrar algún número telefónico o alguna forma para comunicarnos con él, me lo hiciera saber. Sin embargo, al parecer Gojo sensei y la misma sede le han negado toda esa información. Y Eso ha empezado a levantar sospechas en ese lugar, así que tuvimos que detener nuestra búsqueda. Es como si tanto Gojo como los demás en la sede no quisieran que nadie supiera dónde está Okkotsu senpai. Así que Oficialmente estamos incomunicados con él.
Megumi Presentía que algo turbio estaba sucediendo en la sede de hechicería, así como en la academia.
Siguió hablando — Y tampoco es tan fácil ponerles el apellido Okkotsu sin su autorización o sin la aprobación de su familia. La verdad, no creo que la familia del senpai quiera cooperar, ya que ellos no querían saber más de su hijo maldito.
Tsumiki se veía desesperada por todo lo que decía su hermano.
Megumi continúo hablando —Se que debemos actuar rápido, sobre todo porque no podemos dejar que la noticia del nacimiento de estos niños llegue a oídos ni de la sede, ni de los clanes. Así que debemos mantenerlo en secreto lo más que podamos.
La mirada azul del hechicero se dirigió momentáneamente hacia Mai, quien se encontraba demasiado lejos de ellos en aquel instante. La pobre se veía desesperada, con lágrimas en las mejillas, como si hubiera recibido otra mala noticia durante la llamada.
Megumi regresó su vista a los cuneros, donde los bebés sanos dormían plácidamente.
Una mezcla de desespero y preocupación se reflejaba en sus ojos.
—Lo único que nos queda es esperar para ver si esos dos niños tienen mejoria... sobre todo el varón... si es que ese niño logra pasar de esta noche... —murmuró en voz baja, con la voz cargada de pesimismo.
—¡Megumi, yo tengo fe en que Yurika y Yuudai sobrevivirán, asi como que Maki se recuperara!— Tsumiki contesto molesta al ver la Negatividad de su hermano.
— Pero aun así, nosotros no podemos quedarnos de brazos cruzados. ¡Debemos protegerlos de esos dos clanes y de todos los demás!
—Supongo que lo ideal será avisarle a Tsukumo lo que acaba de pasar. Ella tenia la intensión de adoptar a esos dos una vez nacieran ¿cierto? — el hechicero miro a Tsumiki —Creo que ella es la mejor opción para protegerlos en caso de que sobrevivan.
Con la mirada aún en los bebés, Megumi se encaminó hacia una pequeña sala de espera contigua a dicha zona.
Tsumiki miro con enojo a Megumi por aquel comentario y le siguió rápidamente.
—¿Acaso te estás escuchando Megumi? ¿Realmente quieres que esos niños sean adoptados por esa mujer?
—Si y creo que esa es la mejor opción— respondió con seriedad mientras se giraba a mirarla, ni siquiera pudo tomar asiento porque Tsumiki lo alcanzó con esas preguntas.
—¡Yo No creo que esa sea la mejor opción!— comento Tsumiki moviendo las manos con furia—En realidad, considero que esa es la peor decisión que podemos tomar.
Megumi arrugó la frente por el comportamiento de su hermana.—¿Por qué sería la peor decisión si Tsukumo san es una hechicera de grado especial y de paso tiene el poder suficiente para ir contra la sede de hechicería si así le place?
—¡Porque estaríamos alejando a una madre de sus hijos!— Tsumiki elevo un poco la voz.
—¡Pero el apellido de ella puede protegerlos!—Dijo su hermano con seriedad.
—¡Pero eso no sería suficiente para su cuidado y protección!— Tsumiki comento con molestia por como su hermano estaba comportándose ante tal situación.
Megumi contemplaba a su hermana en silencio, con la mirada fija en sus ojos cristalinos, llenos de angustia y coraje
—Confieso que no conozco a Tsukumo lo suficiente como para discernir si es una buena o mala mujer— dijo, dirigiendo una mirada llena de coraje a su hermano—Sin embargo, algo en el fondo de mi corazón me dice que Yurika y Yuudai no serían felices con ella, y que todo esto sería injusto para Maki. Además, Tsukumo no forma parte de esta familia y mucho menos es una amiga cercana a la que podríamos contactar tan fácilmente, y tampoco presiento que sea completamente nuestra aliada... Por lo tanto, me niego rotundamente a entregarles a esos niños...
Su hermanastro no podía dejarla de mirar, ya que ella tenía esa mirada fría que delataba enojo puro.
La tensión entre ambos era tan palpable que se podía cortar con un cuchillo. Incluso llamó la atención de algunos presentes en la sala, quienes, sin embargo, prefirieron ignorarlos para evitar meterse en problemas.
Megumi tomo un respiro y conto hasta diez en su mente.
—¿Entonces que propones?— pregunto en un tono serio pero firme, odiaba que ella fuera así.
Tsumiki se humedeció los labios y miro un momento hacia el área de los cuneros. A ella se le había ocurrido una solución que quizás no gustaría a algunos, sobre todo sabía que Megumi odiaría aquella idea, pero en el fondo sabía que mínimo ayudaría a salvar a esos bebés de las manos del clan Gojo y del clan Zenin.
Regreso su vista a Megumi —Podemos hacerlos parte de nuestra familia...— dijo con firmeza —Démosle a esos dos niños el apellido Fushiguro.
—¡¿QUÉ?!— El azabache abrió los ojos con demasiada sorpresa y su boca se quedó a medio abrir.
—Megumi, dije que hay que darles nuestro apellido a esos mellizos.
—¿Te has vuelto loca?— pregunto con demasiada crueldad.
—¡Esta es la única manera que se me ocurre para ayudar a Maki y a sus hijos! — dijo elevando un poco la voz y moviendo sus manos de un lado a otro mientras miraba con seriedad a su hermano —Aunque no lo parezca, siempre he creído que el apellido Fushiguro es sinónimo de "ayuda"— llevó una mano a su pecho —Este apellido, de una u otra forma, te salvó del clan Zenin cuando eras un niño, ¿no es así? Incluso tu padre renunció a su clan y tomó este apellido como suyo. Incluso el apellido Fushiguro nos unió a ti y a mí como una familia.
—El que no fuéramos al clan Zenin fue porque Gojo sensei intervino en mi compra.— Comento Megumi cruzando los brazos.— Al final, él fue quien nos ayudó en esos diez años siendo un especie de "benefactor", más no era nuestro padre y nunca lo considere como uno.
—¡Pero eso es lo que nos enseñó Satoru san, a salvar a otros! Y nosotros tenemos la obligación de salvar a esos dos, que en parte, son de nuestra familia, sobre todo de tu lado de línea sanguínea, ¿no es así?— comento Tsumiki.
Megumi soltó el aire con molestia. Sentía que su hermana estaba diciendo puras tonterías —Siempre serás una bonachona que tratara de salvar a aquellos que no tienen salvación.
Ante tales palabritas, Tsumiki le dio una fuerte cachetada a su hermano.
—¡Lo soy porque yo también estoy eligiendo a quién salvar, así como tú lo hacías al elegir a quién salvar bajo tus criterios de hechicero!— Su voz estaba llena de ira.
Megumi estaba sorprendido de aquella reacción que tuvo Tsumiki contra él.
Ella siguió hablando —Los Fushiguros siempre elegimos a quien salvar... y yo quiero salvar a esos dos bebés...
Megumi sobo su mejilla, su piel se volvió roja y ardía por el cruel golpe de realidad.
— ¿Y Cómo piensas darles nuestro apellido a esos dos niños?— pregunto adolorido por aquella cachetada. Pero parecía estar más centrado, sentía que su hermana tenía razón, debían salvar a esos dos niños, así como ellos habían sido salvados de pequeños de las garras del clan Zenin.
Tsumiki sobo su mano al sentir el hormigueo en su palma por aquella cachetada que le había dado a Megumi.
—Lo siento... creo que me excedí un poco— miro a su hermano con algo de compasión al ver que ya estaba poniendo de su parte.
— La única manera que se me ocurre para salvarlos es que tú te cases con Maki y te hagas pasar por el verdadero padre de esos niños.
—¡Debes estar bromeando! ¡Ahora si te volviste loca!— Megumi elevo la voz con molestia.
Tsumiki llevó sus manos a su pecho y, sin apartar la mirada de Megumi, explicó.
—Sé que esto puede sonar a una locura, pero es la única solución legal y confiable que se me ocurre. Y de paso, para evitar que esos niños se queden sin una figura paterna, podrías hacerte pasar por su padre biológico, aunque ante la ley serías su padrastro. Solo así podemos darles nuestro apellido y salvarlos de las terribles garras de esos dos clanes, así como de Tsukumo. De paso, casarte con Maki no solo la beneficiaría a ella, sino también a ti por todos los beneficios que tiene el matrimonio en este país.
Megumi hizo puños sus manos mientras seguía escuchando a su hermana.
— Y Se que no lo harías por amor... pero — Tsumiki continuó hablando sin despegar su mirada de Megumi — Hazlo por ellos, hazlo por Maki y sobre todo, hazlo por mí, porque yo al ser mujer no puedo ayudarla ya que esta sociedad sigue siendo muy patrilineal y tú a diferencia de mí, tu palabra y acción como hombre tendría más validez que la mía...
Megumi soltó el aire con pesadez.
—Sabes que el tema del matrimonio no debe tomarse a la ligera— aflojo sus puños y llevo su mano derecha hacia su hombro izquierdo —además, en teoría ella y yo somos "parientes"
—Lo sé, pero el matrimonio en Japón sigue siendo visto como una "institución" que sirve únicamente para mantener un estatus tradicional con sus "beneficios". — Bajo un poco los hombros— Además, en este país está permitido el casarse entre parientes en segundo grado. ¿No se supone que tú y Maki son primos en segundo grado? Así que no habría ese impedimento legal— seguía mirando con seriedad a su hermano.
Megumi se puso muy serio por ese tema—Pero yo no quiero tener problemas en un futuro en caso de que Okkotsu senpai vuelva algún día y se enteré de todo esto. Yo no quiero arrebatarle este puesto que en primer lugar le pertenece a él.
—Te doy mi palabra que yo cargare con toda la responsabilidad si algún día él vuelve. Y Si debo ir al infierno en tu lugar, lo haré sabiendo que hice todo lo que estaba en mis manos para salvar a esos niños—dijo Tsumiki con voz firme.
Megumi nunca la había visto tan decidida en su vida.
— Y de paso, estoy haciendo esto porque Maki san necesitará de toda nuestra ayuda ahora que Yurika y Yuudai han nacido. Simplemente podemos empezar desde este momento con esto del apellido para ayudarla a salir de este primer problema. Por favor, Megumi... hazlo por mí...— Tsumiki Suplico.
Aquel hechicero seguía viendo con seriedad a su hermana. Una parte de él luchaba por seguir sus ideales, pero otra parte muy en el fondo de él sabía que lo que decía Tsumiki, por más loco e inmoral que sonará, era lo mejor que podían hacer.
Realmente se sentía en un dilema.
—Disculpen— una enfermera interrumpió la plática de esos dos hermanos, quienes voltearon rápidamente al ser llamados.
—Perdón la interrupción, pero necesitamos la autorización de un familiar para realizarles algunos exámenes y tomas de muestras a ambos bebés, especialmente al varón. Me dirijo a ustedes debido a que la tía de los mellizos, la señorita Mai, acaba de retirarse mencionando que debía ir a un lugar urgentemente — explicó la enfermera.
—¿Y Por qué ella no nos avisó que saldría? — pregunto Megumi con confusión.
—¿A dónde habrá ido Mai chan?— pregunto Tsumiki con incertidumbre.
Ambos se voltearon a ver ante tal situación.
Pero supusieron que quizás Mai pudo haber salido a descansar o que quizás fue a algún lugar importante para tomar un respiro de todo lo ocurrido ese día. Así que no le prestaron atención a esa salida de aquella Zenin en aquel momento.
—Volviendo al tema, necesito la autorización de un familiar y de paso que venga conmigo para que vea el procedimiento que le haremos a los bebés— explicó la enfermera —¿Ustedes que son de esos niños? Lo preguntó porque los vi hablar hace rato con la señorita Mai y con la doctora que atiende este caso médico — pregunto.
—Nosotros somos...— Tsumiki fue interrumpida.
—Yo soy el padre de esos mellizos— Dijo Megumi rápidamente en un tono firme— Los nombres de mis hijos son Yurika y Yuudai Fushiguro, así que por favor, hagan lo necesario para mantenerlos con vida— hizo una leve reverencia.
—Muy bien, por aquí señor Fushiguro, necesito que me acompañe — comento la enfermera empezando a guiar a Megumi al UCIN.
Antes de partir, Megumi miro a Tsumiki, quien le miró con los ojos cristalinos y una pequeña sonrisa.
—Gracias...— dijo ella en un susurro porque su voz se rompería si hablaba más alto.
El azabache solo hizo un si con su cabeza y después siguió a esa enfermera hasta aquella zona.
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Regresando a la actualidad.
—Y desde ese dia, Megumi empezó a comportarse como si Yurika y Yuudai fueran sus hijos biológicos — Dijo Tsumiki mirando a Yuta— Solo quiero que entiendas que hicimos todo esto para proteger a tus hijos.
Yuta seguía en silencio mientras Tsumiki seguía hablando. Aquella mujer miro un momento al cielo estrellado.
—Dos días después, Maki san salió de terapia intensiva y ahí fue cuando Megumi le propuso Matrimonio... — Una leve risita escapó de sus labios al recordar el momento, el cual parecía haber sido un recuerdo un tanto torpe— No fue la propuesta más romántica ni la "mejor" en el sentido tradicional, ni siquiera hubo un anillo. Pero aun así, Maki acepto pensando en el bienestar de sus hijos y el de ella. Así que de todo corazón Okkotsu, quiero que sepas que esta decisión la tomamos únicamente con el objetivo de salvar a Yurika y a Yuudai.
Suspiro.—Así que yo soy la que te debe una gran disculpa... como dije yo fui la responsable de que tus hijos llevarán el apellido Fushiguro...
Yuta soltó el aire de golpe al escuchar aquello. Tenía varios sentimientos encontrados en ese momento. Aun así, sabía que ella no lo había hecho con mala intención.
Después el hechicero miro hacia el cielo. Mientras Tsumiki seguía hablando.
—Así que, si debes odiar a alguien por esto del apellido actual de tus hijos y por el matrimonio de Maki con Megumi, entonces ódiame a mí… No te pido que me perdones si no lo deseas… Pero por favor, no odies a mi hermano por esto…— agacho la cabeza.
Yuta se dirigió a Tsumiki con gentileza
—No hay nada que deba perdonarte porque sé que no lo hiciste con mala intensión.—Sonrió —Al contrario, debo darte las gracias a ti y a Megumi por preocuparse y por haber cuidado de mis hijos desde que nacieron.
La vista de Yuta bajo hacia el suelo —Y si hay alguien a quien deben odiar, ese alguien soy yo por no haberme dado cuenta desde un inicio que todo estaba mal, y sobre todo por no volver pronto por todos ustedes.
—Pero has vuelto y eso es lo importante. Además, los niños te quieren y te adoran.
—Si, pero ellos solo me ven y me quieren como a un amigo... no como lo que realmente soy de ellos— dijo Yuta arrastrando con tristeza aquellas palabras mientras su voz se apagaba.
Tsumiki sonrió levemente —Yo sé que cuando llegue el momento de decirles la verdad podrán entenderlo...
Aquella conversación entre esos dos adultos tuvo que detenerse rápidamente debido a que los niños y Megumi ya habían regresado.
—¡Yuta Kun! ¡Mira lo que trajimos! — Yurika llego corriendo y se paró muy alegremente adelante de esos dos adultos que estaban en la banca.
—¡Son bengalas y de las largas, de las que tardan en apagarse!— comento Yuudai muy feliz mostrando aquellas varas.
—¡También trajimos más comida, pero primero queremos compartir estas bengalas contigo!— dijo Yurika muy feliz.
—¡Ven Yuta, Vamos a encenderlas!
—¡Queremos compartir este momento solo contigo!
Cada niño tomó una mano de aquel adulto para que se levantara y fuera con ellos para encender esas luces.
Y así lo hicieron, Yuta con cuidado encendió esas varas largas y entre los tres empezaron a ver aquellas brillantes luces que se iban consumiendo, mientras el hechicero atesoraba aquel recuerdo.
En cambio, Megumi y Tsumiki vieron aquella escena sentados a varios metros de ellos.
Ambos hermanos Fushiguro se miraron entre sí por un instante. En aquel momento, Megumi entendió todo lo que Tsumiki quería decirle pero que el nudo en su garganta no la dejaba hablar, así que comunico aquello que sentía primero con esa característica sonrisa suya, para después soltarse a llorar en silencio.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
10:50 p.m.
—¡Me divertí mucho esta noche!— dijo Yuudai muy feliz mientras tomaba la mano izquierda de su tía, e iba caminando tranquilamente.
—¡Si, yo también me divertí mucho!— comento Yurika, quien iba agarrada de la mano derecha de su tía, y esta niña se movía demasiado, dando saltitos de felicidad.
—Me alegra escuchar eso. Además yo sé que a su madre le gustará ese regalo que ganaron para ella– Tsumiki les giño el ojo mientras caminaba con ellos.
A varios pasos delante de esos tres, iban el perro Shikigami de Megumi. Este iba olfateando el camino y vigilaba que no hubiera maldiciones por aquellas calles por las que iban de regreso a casa, debido a que ya era muy tarde y toda la calle estaba vacía.
Aunque aquella zona residencial era tranquila y segura, Megumi siempre extremaba precauciones para proteger a esos niños y a su hermana.
En cambio, el heredero de las diez sombras, así como el hechicero que portaba a la aún reina de las maldiciones, iban varios metros detrás de ellos. Esto para protegerlos desde atrás.
Ambos al principio iban sin dirigirse la palabra, Caminando uno al lado del otro, eso hasta que Yuta decidió romper ese incómodo silencio.
—Pareciera que a Yurika y a Yuudai no se les acaba la batería — comento en una leve sonrisa.
Megumi rasco un poco su nuca —Hay días en que esos dos no parecen cansarse. Es cuando más trabajo cuesta mandarlos a dormir porque sus energías no se agotan— llevo sus manos a los bolsillos de su pantalón.
—Imagino... — Yuta suspiro.
De nuevo, ambos hechiceros guardaron silencio. La incomodidad por parte de Yuta era evidente. Pero aun así quería agradecerle a ese hombre por cuidar, criar y proteger a sus hijos.
—Megumi— Yuta lo nombro mientras seguían caminando rumbo a la casa —Hace un rato atrás Tsumiki me contó un poco de lo sucedido cuando nacieron Yurika y Yuudai y el cómo fue que decidieron darles tu apellido.
El azabache enfoco su vista en su superior y tomo un pequeño respiro.
—Una disculpa por eso, a veces Tsumiki puede llegar a ser algo impulsiva — comento Megumi con seriedad y recordando cuando hablaron de ese tema y de cuando le dio aquella cachetada hace siete años atrás —Pero si, ella fue la de la idea.
—Aun así, quiero darte las gracias por cuidar a Yurika y a Yuudai desde que nacieron. Incluso ahora lo sigues haciendo — Dijo mirando al Shikigami que iba delante de ellos.
—No solo a mi debes darme las gracias. En realidad todos de una forma u otra hemos estado al pendiente de ellos, turnándonos para cuidarlos y para protegerlos — Megumi contesto mirando a su superior con respeto.
—De todos modos, quiero agradecerte exclusivamente a ti por ser su figura paterna y por estar ahí con ellos en estos casi siete años ... lo he notado, ellos te quieren demasiado — suspiro con tristeza —En serio, parece que eres un excelente padre para mis hijos...
—Padrastro— respondió Megumi rápidamente y miro como esos pequeños seguían hablando muy alegremente con Tsumiki.
—¿Eh?
—Yurika y Yuudai saben que yo no soy su verdadero padre— contesto mirando a Yuta, su voz parecía sincera.
—¡¿Cómo?!— salió de la garganta de Yuta por la sorpresa de escuchar aquello ya que ni Mai ni Tsumiki se lo habían comentado.
Megumi soltó el aire y empezó a explicar —Lo que trato de decir senpai es que Yurika y Yuudai desde hace un año atrás saben que yo no soy su verdadero padre— miro un momento al cielo estrellado sobre ellos —Esto se decidió porque yo no quería que vivieran en una mentira toda la vida sobre quien era yo. Así que ellos actualmente saben que yo no soy su padre biológico como sus actas de nacimiento les hacen creer.
—Oh... ahora entiendo el por qué cuando los conocí te nombraban como "Papá Gumi"— aquello de verdad sorprendió a Yuta, incluso tardo unos segundos en asimilar todo lo que había escuchado
—Megumi, Puedo preguntar ¿Como fue que les revelaron esta noticia?— pregunto con curiosidad.
El azabache relajo un poco los hombros. No notaba hostilidad en aquel hechicero que iba a su lado.
—Hace un año atrás, por estas fechas de verano exactamente, Maki y yo decidimos contarles la verdad a Yurika y a Yuudai. Ella no estaba de acuerdo al principio, ya que no quería que ellos le preguntaran sobre su verdadero padre. Sin embargo, finalmente nos sentamos los cuatro y les explicamos que yo no era su padre biológico, sino solo su padre ante la ley. También les dijimos que Maki y yo nos conocíamos desde la preparatoria y que éramos amigos. Optamos también por no revelarles que en realidad soy sobrino-primo de su madre, para evitar causarles más confusión.
—Entiendo — en el fondo, Yuta se sentía un tanto aliviado al escuchar eso — ¿Y Yurika y Yuudai Cómo tomaron esta revelación?
Megumi apreto levemente los labios y después de tomar un respiro, empezó a contestar a aquella pregunta.
—Al principio, la revelación les impactó. Incluso diría que fue un tanto incómoda. Noté que la noticia les rompió el corazón, se pusieron muy tristes y lloraron mucho ese día. Sin embargo, Yuudai y Yurika son niños muy inteligentes y hasta un tanto sabios para su edad. Supongo que ya sospechaban de que yo no era su padre biológico.
Siguió mirando a esos niños que iban a varios metros delante de ellos y que sabía que no los estaban escuchando —Lo digo porque asimilaron la noticia rápidamente. Y siguieron comportándose cariñosamente conmigo y sintiéndose cómodos a mi lado, incluso después de saber que no era su verdadero padre. Quizás fue un alivio para ellos saberlo de una vez, ya que tarde o temprano lo iban a averiguar por su cuenta. A pesar de todo, siguen llamándome "Papá" o a veces me dicen "Papá Gumi".
Yuta empezó a cuestionarse mentalmente si iba ser buena idea en un futuro cercano el decirles la verdad a sus hijos sobre él, realmente tenía miedo del como reaccionarían.
—Yo admito que quería que ellos supieran la verdad desde antes, por si un día regresabas, senpai. —Megumi lo miró mientras hablaba—. Te sigo respetando, y por ese mismo respeto quiero que ellos sepan la verdad sobre mí. No quiero quitarte el papel que en realidad te corresponde con esos dos.
—Muchas gracias por todo lo que me dices Megumi, y por atender durante estos siete años el puesto que me correspondía. Sin embargo, soy yo quien, por mérito propio, debe ganarse la confianza y el amor de mis propios hijos antes de decirles la verdad. —Yuta suspiró—. Ahora, con tu respuesta, tengo miedo de revelarles quién soy realmente. No sé si sea conveniente para ellos saberlo, especialmente porque han vivido una vida tranquila hasta ahora y mi regreso podría ponerlos en riesgo.
Fushiguro apretó un poco los labios por esas palabras que su senpai había dicho porque sabía que iban cargadas de verdad. No sabían cómo esos dos pequeños podrían tomar aquella revelación y el cómo se podían poner.
—Por cierto ¿Maki que les ha dicho sobre mí? Sobre su verdadero padre...— pregunto con algo de incertidumbre.
El ex hechicero suspiro, podía notársele en la cara que sabía que Maki no había dicho cosas buenas sobre el padre biológico de esos niños.
—Por tu rostro puedo suponer que nada bueno les ha dicho sobre mi...— respondió Yuta con unas gotas de vergüenza bajar por su frente.
—Bueno... ella solo les ha dicho a Yurika y a Yuudai que su verdadero padre fue un cobarde que la abandono antes de que ellos nacieran. Aunque también les ha dicho que cuando sea el momento les contaría toda la verdad sobre ti— respondió Megumi tratando de sonar amable.
Un rostro de profunda tristeza se reflejó en Okkotsu —Auch... definitivamente voy a tener que ganarme a pulso el amor de esos dos y de Maki para que me perdonen. Aun así, siento que eso de decirles la verdad tendrá que ser más adelante.
—Definitivamente esa revelación tendrá que esperar un poco más. Supongo que primero vas a tener que hablar y arreglar las cosas con Maki para poder después decirles la verdad a Yurika y a Yuudai— contesto Megumi.
En ese momento, una curiosidad empezó a surgir en el pecho de Yuta. Quería saber algo sobre la "relación de esos dos"
—Perdón que lo Pregunte Megumi pero, en todo este tiempo donde tú has estado casado con Maki ¿Sucedió algo más allá contigo y con ella? Me refiero a que si tú y ella...— fue interrumpido.
—Puedo asegurarte que nunca hubo nada romántico o sexual entre nosotros— contesto rápidamente Megumi antes de que Okkotsu supusiera cosas erróneas sobre Maki y él.
—Aun así perdón que lo pregunte pero ¿Ustedes dos han dormido juntos? O ¿Han Aparentado ser realmente una pareja frente a los niños?— pregunto Yuta con seriedad.
Megumi se rascó la nuca con incomodidad.
—Admito que Maki-san y yo no somos como los demás padres. Los niños nunca nos han visto besarnos frente a ellos. Sin embargo, en estos años, hemos mantenido una relación cordial, similar a la que teníamos en nuestros años de preparatoria como de simples amigos y parientes.
Suspiró y siguió hablando. Se le notaba demasiado tenso, pero debía responder a esa pregunta.
—Y sobre si dormimos juntos, bueno, ambos sí hemos llegado a dormir en la misma cama, sobre todo cuando cuidábamos a Yuudai después de que le dieron de alta del hospital. Teníamos que estarlo vigilando, ya que había noches en las que le costaba respirar o en las que teníamos que asegurarnos de que no se convulsionara. Así que ambos dormimos en la misma habitación hasta que él cumplió los casi cuatro años. Después de eso, cada quien ha tenido su propia habitación. Además, yo vivo la mayor parte del año en Tokio y solo vengo de vez en cuando. Aun así, en la actualidad cada quien duerme en su propia habitación. Tratamos de que los niños solo nos vean juntos fuera de esos cuartos.
Por un momento, el rostro del azabache pareció reflejar un recuerdo a raíz de lo que había dicho. Sus labios se apretaron un poco y sus ojos evitaron por unos segundos los de Okkotsu, como si hubiera recordado algo importante, un suceso quizás un tanto pecaminoso que pasó entre él y Maki pero que no podía decirlo del todo. Aun así, Megumi tuvo la serenidad de mirarlo a los ojos de nuevo y contestar con calma.
—Pero hay algo que puedo asegurarte con total certeza y eso es que a Maki le dolió demasiado tu partida, aun así, todos estos años, ella parecía esperar tu regreso. Se que ella te amo y aunque en este momento se haga la dura sé que aún siente algo por ti— parecía muy firme al decir aquello.
Yuta suspiro al escuchar esas palabras.
—Dudo que ella sienta algo por mi actualmente y tiene toda la razón del mundo en odiarme... tarde demasiado en regresar por ella...
—Solo esperemos que el rencor no le dure para siempre...— comento Megumi llevando una vez más sus manos a sus bolsillos.
—Ahora me toca a mi ganarme su amor y confianza... tanto de ella como de mis hijos...
En aquel momento mientras ambos seguían caminando. Megumi quizo aprovechar para preguntarle algo a aquel hechicero que había regresado del extranjero.
—Por cierto Okkotsu senpai, escuche que ayer fuiste a la residencia Zenin, ¿Eso es cierto?— pregunto Megumi con seriedad.
Yuta miro hacia el suelo, vigilando sus pasos.
—Parece que las noticias sobre lo que yo hago viajan demasiado rápido...
—Dentro de la sociedad de hechicería, las malas noticias y los rumores viajan muy rápido. Así fue también que nos enteramos de tu regreso.
—¿Eso quiere decir que sigues trabajando para la sede?— pregunto Yuta con seriedad.
Megumi negó con la cabeza.
—Tanto por la seguridad de Yurika y Yuudai como por la nuestra, todos renunciamos a la academia antes de que nacieran. Sin embargo, conservo un contacto dentro de la institución que me mantiene al tanto de lo que allí sucede.
Yuta empezaba a confirmar lo que Mai le había dicho en su carta sobre que todos habían renunciado a la academia. Pero había algo más que quería comprobar.
—Entiendo y ¿Acaso alguno de ustedes aún tiene contacto con Satoru san? Porque desde que llegue aquí, parecía que él no sabía nada de ustedes en años....ni que decir de Utahime sensei… ella parece que definitivamente perdió sus recuerdos.
Megumi guardo silencio, su rostro reflejaba seriedad absoluta.
—Desde hace siete años que no tenemos contacto con él— miro fijamente a los niños y a su hermana quienes aún iban adelante de ellos —Pero no creo que él se haya quedado con los brazos cruzados.
—Comprendo— comento Yuta por aquella respuesta, la cual le metió más dudas sobre si Satoru le ha estado mintiendo en más cosas.
— Y volviendo al tema principal, si, ayer fui a ese lugar y la verdad, no quiero volver a poner un pie ahí dentro— Yuta miro a sus hijos —Por cierto ¿Los niños saben algo sobre ese clan o sobre el clan Gojo?
Megumi negó con la cabeza.
—No lo saben y esperemos que nunca lo sepan por su bien. Ellos solo saben que hay gente que también ve lo que ellos y que eliminan las maldiciones, pero tratamos de no hablar mucho de eso y también estamos tratando de alejarlos del mundo de la hechicería. Aun así, debemos estar preparados en caso de que hayan heredado alguna técnica. Sobre todo, nos seguimos escondiendo del clan Zenin.
Yuta recordó un poco las palabras que Naobito le había dicho sobre que Megumi iba a ser el líder de aquel clan. Sabía que él tenía todos los dones para ser un buen líder, pero también comprendía que Megumi habia renunciado a ese puesto por el bien de él y de sus hijos.
Así que el hechicero que venía del extranjero, decidió que le preguntaría más adelante sobre lo ocurrido para que tuviera que ceder su puesto como siguiente líder.
Esta conversación tuvo que detenerse debido a que esa familia ya había llegado a casa de los Fushiguro, donde Maki ya los estaba esperando.
Además, Yuta tenía algo más importante que hacer en esa noche y eso era hablar con Maki. Quien ya lo estaba esperando también a él.
Lo bueno, es que los niños habían invitado a Yuta a dormir aquella noche, la cual sería un poco larga para él y Maki. Ya que El camino hacia la verdad no sería fácil, pero ambos estaban dispuestos a recorrerlo juntos y para eso debían desentrañar el pasado de frente.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
Próximamente...
—Muy bien, hablemos. ¿Qué te parece si cada uno tiene un turno para preguntar lo que quiera al otro? —propuso Maki con una leve sonrisa, intentando mantener la calma.
—Me parece bien. Inicia, te cedo la primera pregunta.
Maki respiró hondo, preparándose para lo que vendría. Cruzó los brazos y, con una mirada directa a los ojos de Yuta, preguntó:
—¿Cuándo estabas en el extranjero, dormiste con otra mujer?
Yuta tragó saliva con dificultad.
[...]
—Bien, ahora contéstame, ¿Cómo fue que te diste cuenta de que estabas embarazada? ¿Y por qué no me lo dijiste en ese instante? —preguntó Yuta, mirándola fijamente a los ojos. Su tono de voz era serio, pero en su mirada se podía apreciar una genuina curiosidad.
Maki suspiro mientras ponía las manos sobre la mesa. Se sentía acorralada, pero debía contestar aquello quisiera o no. Ya que si ella hubiera hablado hace siete años atrás… quizás todo sería diferente.
[...]
—Ahora contéstame tu, ¿Por qué hace siete años atrás querías que viniéramos aquí en Kioto en nuestro aniversario? —preguntó Maki, con la mirada fija en Yuta. La duda la carcomía por dentro, y necesitaba una respuesta.
Yuta se sacó el collar que colgaba en su cuello, donde tenía ambos anillos. —La respuesta está aquí —dijo con una voz apenas audible, mientras extendía la mano sobre la mesa para dejar aquello que debía haberle entregado hacia siete años atrás.
[...]
—¿Entonces? —cuestionó Yuta, con una seriedad que helaba la sangre. Sus ojos, clavados en los de Maki, no dejaban espacio para la duda.
Maki tragó saliva, intentando calmar las olas que amenazaban con ahogarla. Un nudo se formó en su garganta, y las palabras se resistían a salir de sus labios
—Y entonces… quien habló conmigo en la estación hace siete años atrás fue… —dijo finalmente, con la voz temblorosa y la mirada perdida en los ojos de Yuta.
[...]
—Por favor, deja de hacer eso...—susurró Yuta, su voz apenas salía en un hilo de aire caliente contra el rostro de Maki. Sus ojos brillaban con una mezcla de deseo y timidez mientras sus manos sujetaban suavemente las de ella.
Un escalofrío recorrió su cuerpo, electrizando cada uno de sus sentidos, mientras sus labios se acercaban peligrosamente a los de ella.
Maki lo miró con una sonrisa traviesa, sus ojos llenos de picardía. Un rubor cálido teñía sus mejillas, y su corazón latía con fuerza en su pecho —¿Por qué? ¿Acaso no te gusta?— preguntó con una voz ronca, apenas audible.
Yuta tragó saliva, luchando por controlar la tempestad que se arremolinaba en su interior. —No es eso...—murmuró, su voz ronca por la pasión. —Es solo que... me harás perder la cabeza.
Maki se inclinó más, sus labios estaban a escasos milímetros de los de él. —Recuerdo claramente que este es uno de tus puntos débiles, ¿no es así?— susurró con una sonrisa seductora al escuchar aquello. —Okktosu, tú me estás obligando a hacer esto...—susurró juguetonamente, sus ojos brillaron por la luz que entraba por aquella puerta de cristal que daba al patio desde esa cocina.
—Entonces... tú me obligas a hacer esto— Yuta no resistió más. Sus labios se encontraron con los de ella en un beso apasionado, lleno de fuego y deseo que aun perduraba después de esos siete años.
Continuara...
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Notes:
Espero les haya gustado ❤
¿Qué les esta pareciendo esta historia? 👀
Como vieron, el evento canónico de Megumi fue seguir los pasos de Gojo en tomar bajo su cuidado a esos dos niños jaja
Como leyeron, Tsumiki fue la de la idea de darles el apellido Fushiguro a Yurika y Yuudai, aunque confieso que en un inicio quería que esto se lo contara Megumi a Yuta, pero sentía que tendría mayor impacto viniendo de ella.
También ¿Cómo ven los celos de Yuta hacia Megumi? 👀 Porque puedo asegurarles que él seguirá sintiendo celos del portador de las diez sombras por un rato más.
También, uno de los mellizos empezara a sospechar de Yuta. ¿Quién de los dos será? Hagan sus apuestas.
Al igual que ya se viene la revelación sobre quien hablo con Maki hace siete años atrás 👀 aunque siento que algunos de ustedes ya Intuyen quien fue esa persona que hablo con ella, así que próximamente podrán confirmar si su sospecha es cierta.
Y díganme ¿Qué les pareció ese avance de lo que sucederá próximamente?
Lo que se viene en el siguiente capitulo se que los dejara con ganas de leer más. Sobre todo, porque se viene el momento en que esos dos hablen del pasado y de dejarse llevar un poco por ese sentimiento que aún persiste en ambos.
Para eso ultimo, le quiero agradecer a la música de Pablo Alboran, gracias a sus canciones es que ando inspirada últimamente ❤
Por último, una personita que sé que le gusta mucho este fic, me dio la recomendación de abrir un capítulo especial para darles datos sobre esta historia al igual para responder a todas sus dudas sobre esta historia. Si les gusta la idea, ya saben, dejen aquí sus dudas o preguntas para poder así abrir dicho especial.
En fin, Muchas gracias por todo su apoyo. Nos seguimos leyendo, ahora me tomare unos días de descanso ❤
Chapter 16: 15. Trucos
Notes:
¡Hola a todos! Aquí vera con un capítulo más de este fic antes de que acabe el mes de marzo ❤
Antes de continuar, solo quiero comentarles rápidamente que decidí dividí el capítulo en dos, esto porque en esta primera parte, quería concentrar la atención en ciertas pistas que serán importantes para la trama del nuevo asesino de hechiceros.
Así como también, quería centrar la atención en una de las habilidades que tienen Yurika y Yuudai, la cual será esencial para un suceso muy importante que habrá en un futuro en esta historia.
La segunda parte la subiré en unas semanas, ya que por el momento estaré fuera por motivos familiares y de vacaciones.
Sin más, que disfruten del capitulo ❤
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
“La curiosidad mato al gato”
11:00 p.m.
—¡Mami, Ya volvimos! — grito Yurika con emoción una vez entro en el recibidor.
—¡Mamá ya estamos en casa!— grito Yuudai.
Ambos niños se quitaron los zapatos y tomaron rápidamente sus pantuflas para entrar corriendo a buscar a su madre.
—¡Mamá te tenemos una sorpresa!– comento Yurika muy emocionada mientras buscaba a su madre.
—¿Mamá?— pregunto Yuudai extrañado una vez llego a la sala.
Incluso se asomaron rápidamente a la cocina, pero Maki tampoco estaba ahí.
Ambos niños no podían sentir a su madre ya que desgraciadamente, esta no tenía energía maldita.
Los tres adultos que acompañaron a esos mellizos, entraron detrás de ellos y también se extrañaron de no ver a Maki en ese momento.
Tsumiki subió al segundo piso junto a Yurika y Yuudai que corrieron para buscar a su madre, pero ella tampoco estaba ahí arriba.
—¿Acaso habrá salido?— pregunto Yuta extrañado al no verla ahí.
—Es extraño que no nos haya avisado en caso de haber salido– contesto Megumi mientras sacaba su celular para revisar si tenía algún mensaje de ella, mientras iba de nuevo a revisar la cocina.
—¿A dónde habrá ido? — cuestiono Yuta.
—No lo sé, pero hasta cierto punto es normal que haga esto de vez en cuando. Iré a revisar el patio, quizás este allá fuera— comento Megumi desapareciendo por el pasillo.
En cambio, Yuta se quedó en la sala.
Algo le había llamado la atención en aquel espacio. Y eso fue ver dos tazas sobre la mesita de centro.
Ambas tazas habían sido usadas recientemente y de paso, estaban vacías pero con restos de lo que parecía ser té, además que en una de ellas, podía notarse una leve línea en su borde dejada por un lápiz labial rojo.
Al lado de aquellas tazas, había dos cuadernos, un parecía ser una agenda y la otra una libreta de notas.
Yuta sentía un extraño rastro de energía residual venir de aquella parte de la sala. Sobre todo de la taza de té con el labial.
Aquella energía maldita se sentía bastante familiar ahora que lo analizaba, era como si ya la hubiera sentido antes en algún otro lugar. Además que parecía que alguien había estado sentado en esos sillones por un largo rato.
La curiosidad le ganó a Yuta por un instante. Así que se acercó a esa parte de la sala donde definitivamente habían estado dos personas bebiendo y conversando.
Pero al acercarse más a esa zona, por error con su rodilla golpeó aquella mesita y tumbo aquellos dos cuadernos.
Rápidamente se agachó a tomarlos, pero noto que tanto la agenda se había abierto en una página en especial, así como también la otra libreta se había abierto de golpe en una hoja llena de texto.
De aquella libreta llena de texto, también salieron unas fotografías, las cuales su mayoría cayeron boca abajo.
Yuta levantó la primera libreta, su curiosidad hizo que le diera un rápido vistazo a esas hojas donde se habían abierto al caer.
La agenda había caído abierta en una hoja que tenía la fecha del 22 de julio del presente año encerrada en un círculo rojo junto a las palabras de "Día límite, cumplir con el objetivo y la misión"
Fecha que llegaría dentro de cuatro días.
Aquello le pareció un poco confuso a Yuta, aun así, bien dicen que la curiosidad mato al gato, así que decidió darle una rápida hojeada a esa agenda para descubrir que más tenía escrita en ella.
Las demás fechas de aquel calendario estaban plagadas de anotaciones. Algunas escritas en tinta negra, las cuales parecían recordar tareas sencillas como "Comprar la despensa", "Llevar a la tintorería los uniformes", "Junta de padres en la escuela", "llamar a Tsumiki", etc.
Otras anotaciones estaban en color azul y morado, las cuales parecían resaltar eventos importantes de cada mellizo como; "Llevar a Yurika a su entrenamiento de fútbol" y "Cita médica de Yuudai a las 11 a.m.".
De esta forma, aquella agenda se convertía en un mapa visual del tiempo, con cada color representando un tipo de actividad.
Pero rápidamente a Yuta le llamo la atención como estaba marcado en tinta roja la fecha del pasado 13 de Julio. Quizás algo importante había pasado también ese día para estar marcado con ese color sangre.
Yuta llegó a la conclusión de que aquella libreta debía ser la agenda de Maki, ya que reconocía su letra perfectamente aún después de siete años.
Después de una hojeada más, al hechicero le llamo la atención la otra libreta que aún seguía tirada a sus pies.
Se agachó, la tomo y noto que esta también estaba plagada de texto.
Al leer aquella página donde se había abierto, noto que aquello parecía ser un itinerario, ya que tenía escrita horarios y entre tachones, había algunas leves palabras.
11 de julio.
11:10 a.m. H.Y. salió a desayunar con unos clientes. Aunque su hora habitual de desayuno es las 10:00 a.m.
11:15 a.m /////////////
Había una gran mancha negra que no dejaba ver que habían escrito.
12:39 p.m. Camino por el barrio. Siempre lleva un paraguas tradicional rojo.
01:45 p.m. Regreso a su casa por unos documentos.
Siempre está solo en casa, deja la puerta de atrás medio abierta por su gato.
Eliminar primero al gato. Decía borrosamente aquella tachadura.
06:45 p.m. Salió a correr.
07:50 p.m. /////////
Todo aquello parecía un itinerario de alguna persona con las iniciales H.Y.
Aquello se le hizo demasiado extraño a Yuta.
La curiosidad llevo a ese hombre a girar la página, en la siguiente también había unas iniciales, pero con la fecha marcaba el pasado 14 de Julio.
Ahora parecía describir el itinerario, pero de una mujer.
10:16 a.m. ella sale a comprar al súper que está cerca de su casa.
Ese día compro cosas muy básicas.
Cierra con llave muy bien la entrada.
12:50 p.m. Ese idiota fue a visitarla
Decía entre tachones.
02:57 p.m. ella sale a caminar cerca del templo.
08:00 p.m. ///////////
Y al igual que el anterior itinerario, había demasiadas partes tachadas.
—¿Para qué querrá Maki algo como esto? — dio vuelta a la página —Ahora que lo pienso ¿En qué trabaja ella actualmente?— se cuestionó mentalmente al leer unas líneas más de aquel otro itinerario. Sobre todo le llamo la atención las fechas que tenía escritas al final de las páginas, las cuales estaban resaltadas en rojo.
Fechas que a aquel hechicero se les hicieron bastantes familiares con el caso que estaba investigando.
Y Cuando Yuta iba a darle un rápido vistazo a una hoja más actual y de paso iba a recoger y mirar aquellas fotografías que aún seguían en el suelo. Una voz le asustó.
—¡Hasta que llegaron! — era la voz de Maki, la cual sonó muy molesta por la hora.
Yuta dio un leve brinco del susto, ya que en ningún momento la escucho entrar y mucho menos sintió cuando se paró detrás de él.
El hechicero cerró rápidamente aquel cuaderno y por error piso aquellas fotografías. Se giró rápidamente hacia Maki, quien seguía detrás de él con una pose de molestia pura, con sus manos cruzadas sobre su pecho.
—¿En qué momento apareció? ¿Por qué no la sentí ni escuché entrar?— se cuestionó mentalmente muy sorprendido del como ella había aparecido tan de la nada. —Es como si ya no tuviera ni una gota de energía maldita...— aquello le pareció muy extraño mientras la analizaba de pies a cabeza.
Ahora que lo pensaba, Yuta noto que Maki se notaba diferente. Como si ya no fuera la misma que recordaba hace siete años atrás.
Maki abrió los ojos de sorpresa al ver que él estaba hojeando sus libretas. Después sus ceño se frunció en ira.
—Y de paso ¡Es de mala educación ver las cosas de otros!— regaño y estiro la mano para que este le regresara sus cosas.
Yuta rápidamente recogió aquellas fotografías, las cuales no tuvo tiempo de revisar y así que a las prisas las metió en una libreta para después entregárselas a Maki.
—Lo siento, es que cayeron al suelo y yo solo las estaba levantando— se disculpó.
—Okkotsu te pido "amablemente" que no vuelvas a tomar mis cosas personales y menos las que tienen que ver con mi trabajo— ella le arrebató esos cuadernos.
En aquel momento, dos pares de brazos la rodearon desde sus costados. Sus hijos la abrazaron rápidamente.
—¡Te estábamos buscando Mami!— contesto Yurika en un puchero.
—¿Dónde estabas?— pregunto Yuudai.
—Salí un momento a acompañar a mi visita a la esquina— respondió ella acariciando el cabello de sus hijos.
—¿Quién vino?— pregunto Yurika con demasiada curiosidad.
—Una conocida que quiere que trabaje en su nuevo negocio — dijo su madre sin titubear.
Aquello le pareció extraño a Yuta. Ya que claramente, quien había estado en aquella sala, era alguien con energía maldita. Quizás fue una hechicera o una ventana o tal vez un asistente. Las posibilidades eran variadas.
—¡Mira Mami! ¡Yuta lo gano para ti! ¡Es un regalo de parte de los tres!— comento Yuudai mostrando aquel peluche en forma de león.
—Que lindo regalo — Maki lo tomo entre sus manos — Supongo que este puede ir en mi cuarto como regalo por parte de ustedes dos.
—¡Y de Yuta!
—¡Yuta fue quien lo ganó!
Reprocharon los niños rápidamente.
Maki suspiro de fastidio—Ok es también de parte de Okkotsu — miro hacia él —Gracias por el regalo.
El hechicero de grado especial sonrió levemente.—No hay de que... espero te guste.
Sus ojos se encontraron, y en ese breve instante, un universo de emociones se desató. La calidez de la suave sonrisa de Maki lo envolvió como una manta en una noche fría, y él se sintió cautivado por la intensidad de sus ojos dorados que tanto amaba ver y más ahora que la había encontrado una vez más. Haciendo que de su pecho saliera un suspiro que solo un enamorado exhala al ver a su ser amado.
Ese intercambio de miradas por parte de esos adultos, hicieron que Yurika y Yuudai se miraran entre sí, ambos hermanos parecían extrañados por como Yuta miraba a su madre, así que ambos niños intercambiaron unas palabras mentalmente e hicieron un si con sus cabezas.
En ese momento, la niña se soltó de su madre y corrió al estante lleno de libros. Y con ayuda de un banquito que tenían bajo la mesita, se subió para tratar de alcanzar un libro muy especial.
—¡Mami! ¿Podemos mostrarle a Yuta kun nuestro álbum de fotos de cuando éramos unos bebés?— preguntó Yuudai sin soltarse de su madre.
Ante aquella pregunta, Okkotsu no se sentía listo para ver aquel álbum de recuerdos donde nunca estuvo presente para sus hijos. Incluso su puño se formó sobre su ropa.
Y esa incomodidad lo notó Maki, ya que ella tuvo la misma sensación.
¿Estaban listos para decirles la verdad a sus hijos sobre que él era su verdadero padre?
En el fondo, aquella idea tampoco le agradaba a Maki, no se sentía lista para mostrarle todos aquellos recuerdos de los que se perdió Yuta, sobre todo porque él no estaba del todo listo para afrontar esa realidad.
—¡No!— comento Maki con dureza y cruzando los brazos —¡Y bájate de ahí señorita!
—¿Que? ¡¿Pero por qué no?!— reclamaron sus hijos en coro.
Maki tomó un respiro y miró a Yuta, quien sólo apretó levemente los labios e hizo un si con su cabeza.
—Por qué ya es muy tarde. Y ustedes dos ya deben ir a ponerse los pijamas, también a lavarse los dientes y de paso ya deben de ir a dormir. Saben que no me gusta que se desvelen — dijo su madre con firmeza.
—¡Pero Mamá!— gritaron los niños.
—Su madre tiene razón.— Respondió Yuta haciendo que sus hijos girarán a verlo —Ya es muy tarde y deben ir a descansar.
—¿Pero si Te quedaras esta noche, Verdad Yuta kun?— pregunto Yurika.—Y ¿Mañana desayunaras con nosotros antes de volver a Tokio?
—¿Si se puede quedar a dormir esta noche, verdad Mami?— pregunto Yuudai.
Maki rodo los ojos y soltó el aire con fastidio.
—Si se puede quedar. Además, ya es muy tarde para que se vaya a su hotel y de paso, su padre ya le había preparado el cuarto de visitas— miro al invitado de sus hijos — Además que no creo que él rechace su invitación de desayunar con ustedes antes de irse ¿Verdad Okkotsu?
—Así es, me quedaré a dormir y de paso a desayunar con ustedes antes de volver a Tokio— comento en una gran sonrisa mirando a esos tres.
—¡Yeih!— gritaron de emoción esos mellizos.
Maki miro a Megumi y a Tsumiki, quienes estaban viendo aquella escena desde el pasillo.
—Ahora vayan con su padre y su tía, para que se cambien y laven los dientes— dijo Maki empujando con suavidad a sus hijos por la espalda —Tengo que hablar de algunas cosas con su invitado.
—Vamos niños, ahorita bajan a darle las buenas noches a Yuta kun— comento Tsumiki con ternura tomando las manos de esos niños.
Megumi suspiro.
—Mejor iré a ayudar a Tsumiki con esos dos y de ahí me iré a dormir. Estoy muy cansado— comento sobando su hombro.
—Muchas gracias Megumi por la charla de esta noche — comento Yuta haciendo una leve reverencia.
—Fue un gusto el volver a hablar contigo Okkotsu senpai. Al final del pasillo esta la habitación de huéspedes donde puedes quedarte.
—Gracias Nuevamente— respondió Yuta.
El azabache hizo una leve señal con la cabeza a Maki, esta solo apretó los labios. Sabía que ahora era su turno de hablar con Yuta.
—Cualquier cosa, no duden en despertarme— se despidió antes de subir las escaleras.
—Gracias Megumi, eres un "buen padre y esposo"— dijo Maki con un leve tono de ironía, para después observar el semblante de Yuta.
Este solo suspiro, comprendiendo que quizás nunca sería como él, además de que sentía que Maki dijo aquello para molestarle o quizás para recalcarle que Megumi era mejor en todo.
Una vez los pasos de Megumi se desvanecieron por aquellas escaleras, Solo el sonido de las manecillas del reloj de la cocina era detectable en aquel momento.
Maki y Yuta se quedaron solos en aquel pasillo. Ambos guardaron silencio por un instante, mientras seguían mirándose fijamente.
La peliverde suspiro, ella fue quien rompió el hielo—Parece que ustedes tres se divirtieron — comento mirando aquel león, sonrió un poco al ver aquel peluche ya que era su animal favorito, mientras que con su otra mano sujeto muy bien sus libretas —Ven, hablemos en la cocina— dijo ella girándose para ir a aquella parte de la casa.
Yuta rasco su cabeza y fue detrás de ella.
—Si, sobre todo nuestros hijos se divirtieron demasiado. Y debo admitir que esta noche aprendí cosas nuevas de ellos.
Maki dejo aquel peluche sobre la mesa, a un lado de las flores que Yuta le había traído.
—¿Así? ¿Como que aprendiste de mis hijos?— pregunto con un toque de frialdad.
—Bueno, aprendí que Yurika es muy fuerte y de paso muy ingeniosa.
—Por no decir que es "Tramposa" ¿cierto?— pregunto Maki con una sonrisa.
Yuta rio levemente por ese comentario.
—Si, pero la verdad para nada me gusta esa palabra.
—Aunque podríamos decir que eso de "Hacer trampa" lo heredó de ti ¿No?— pregunto Maki llevando una de sus manos a su rostro.
—Si, Supongo que eso lo heredó de mi, incluso tú sabes que mi mimetismo podría ser considerado como una "ventaja", aunque muchos afirmarían que más bien hago "trampa" — dijo Yuta, estando aún de pie a un lado de la mesa.
—¿Aja? Y ¿Qué más aprendiste de ellos?— Maki lo miro desde el otro lado de la mesa.
Ambos aún estaban de pie, sobre todo, Yuta se veía muy entusiasmado de hablar de sus hijos. Era como si hubiera descubierto un universo muy interesante.
—Bueno, también Aprendí que Yurika es alérgica a las almendras y que Yuudai, es un niño débil pero muy observador. Sobre todo, él tiene buen ojo y tiene una muy buena puntería con armas de juguete, así como— Fue interrumpido.
—¿Como Mai?— pregunto Maki, ladeando suavemente su cabeza a un lado al nombrar a su hermana.
—Si, supongo que eso lo saco de tu lado de la familia— respondió Yuta con una sonrisa — Definitivamente Yudai se parece a tu hermana en ese aspecto.
—Se que Mai estaría orgullosa de él— Maki bajo un poco los hombros — Mejor dicho, ella estaría orgullosa de ambos— miro fijamente a su invitado.
— Por cierto, Okkotsu Escuche que fuiste llamado por mi detestable clan ¿Acaso pudiste ver o hablar con Mai allá dentro? Y lo más importante ¿No le revelaste nada de mis hijos al imbécil de su líder, cierto?— pregunto con molestia. —Porque con tu visita de ayer, Supongo que pudiste comprobar que ninguna de las dos estamos muertas...
Yuta suspiro y decidió mentir un poco. Aún no sabía si sería buena idea revelarle a Maki, sobre la carta que Mai le había entregado contándole parte de la verdad. Quizás aquello podría ser un as bajo la manga.
—Si la vi y solo hable unos dos minutos con ella con ayuda del infiltrado de Yuki, recuerdo que el nombre de ese extraño sujeto era Choso — apretó levemente su puño —Y tu hermana solo me dijo sobre que tu seguías viva y de paso me dijo que teníamos dos hijos. Solo eso me pudo contar, ya que nuestra platica fue demasiado fugaz para que no nos descubrieran, además — miro a Maki con preocupación— La pobre se veía débil, parecía enferma...
La peliverde puso una mano en su pecho en señal de total preocupación.
Yuta siguió hablando y contestó a la otra pregunta que Maki le había hecho.
—Y Nunca les revelaría nada relacionado con nuestros hijos a ese asqueroso clan. Solo fui a tratar unos asuntos con Naoya.
Maki suspiro por esa respuesta, trataría de sacarle algo de información como parte de su nuevo plan
—¿Y Sobre qué hablaron tu y el imbécil de Naoya? — pregunto Molesta.
Yuta suspiro.
—Eso es información privada — se puso serio —Es algo que solo le compete a tu clan y a la sede de hechicería.
—¿No será acaso algo relacionado sobre lo que dijiste el otro día con un tal asesino de hechiceros?— pregunto Maki con las manos cruzadas sobre su pecho y sujetando con fuerza sus libretas.
Tenía miedo de que Yuta hubiera leído de más.
—Si es algo sobre ese tema, pero por el momento no puedo revelarte más.
—De acuerdo, entonces ahora hablemos de otras cosas— Maki suspiro e hizo una seña con su mano para que Yuta tomara asiento en aquella mesa.
En cambio, ella se acercó a donde tenía el microondas, y sobre este dejo sus cuadernos. Los dejaría alejados de Yuta en ese instante y más tarde los movería a su habitación, donde los escondería.
Aquella acción, le llamo la atención a Yuta así que decidió preguntar
—Por cierto Maki san ¿En qué trabajas?
—¿A qué viene esa pregunta?— cuestiono Maki cubriendo su nerviosismo con una fachada de molestia, mientras se giraba a verlo.
—Bueno, como dijiste que vino una conocida tuya aquí a la casa a ver algo del trabajo, me ha llamado la atención ese tema. Además, que cuando conocí a Yurika y Yuudai, ellos me dijeron algo así como que tu trabajabas con varias personas— explicó.
Maki tomo un respiro
—Trabajo como entrenadora, tanto como personal como también dando clases en varios gimnasios de la zona— dijo con una gran sonrisa — La gente se sorprende demasiado cuando les digo que soy madre de mellizos y les muestro mis músculos— elevo levemente sus brazos, los cuales bajo aquella ropa se veían torneados.
—Así que prácticamente mi trabajo consiste en entrenar a otros físicamente — puso sus manos en su cadera —Incluso doy clases de vez en cuando a otras madres para estar en forma.
—Bueno, admito que, si te sigues viendo bastante bien físicamente, y sigues siendo muy hermosa — halago Yuta en una gran sonrisa.
Aquel comentario hizo que el rostro de Maki se tiñera levemente.
—¡Baka! — Torció la boca para cambiar de tema—Y ¿Qué más te dijeron los niños sobre mí?
—Bueno...— Yuta fue interrumpido ya que Yurika y Yuudai entraron corriendo a la cocina.
—¡Ya volvimos!
—Bajamos solo para dar las buenas noches— explicó Yuudai.
—¡Y también porque queremos mostrarte un truco antes de dormir!— comento Yurika.
Ambos niños habían bajado en pijamas.
El pijama de Yurika era en tonos morados con pequeños corazones rosas y la de Yuudai en tonos verdes con algunos dinosaurios.
—Perdón que los interrumpamos — se disculpó Tsumiki con el aliento cortado ya que bajo casi corriendo detrás de esos dos — Yurika y Yuudai querían darle las buenas noches a Yuta. Solo así se irán a dormir, dijeron.
Maki le sonrió un poco y se acercó a ella.
—Está bien, dejemos que se despidan de él.
—Así es, venimos primero a darte las gracias Yuta kun— dijo Yurika.
—Nos gustó mucho que vinieras este día a comer con nosotros y nos acompañaras al festival— explicó Yuudai.
Yuta sonrió por esas palabras y acaricio levemente el cabello de esos dos.
—El gusto fue mío. Confieso que me divertí mucho.
—¿Vas a regresar a visitarnos, cierto?— preguntó Yurika.
—¿Vendrás más seguido?— pregunto Yuudai.
Yuta miro a esos dos niños con ternura y después miro a Maki. Esta suspiro y movió los hombros. Su mirada decía "No los decepciones"
—Tratare de visitarlos lo más seguido que mi agenda me lo permita, sobre todo en mis tiempos libres— dijo Yuta mirando a esos dos.
—¿Lo prometes?— dijeron los mellizos en coro.
Yuta hizo un si con la cabeza y los despeino un poco.
—Lo prometo.
Esa respuesta dio demasiada felicidad a esos dos que hasta brincos dieron.
Maki suspiro con resignación por esa respuesta.
Y antes de despedirse para irse a dormir, los niños querían mostrarle algo más a su invitado.
—Yuta kun ¿Quieres ver un truco?— pregunto Yurika con una gran sonrisa.
—¿Un truco?— Yuta levanto una ceja ante tal pregunta.
—Sip, un truco que solo los que tenemos un hermano gemelo o un mellizo podemos hacer — respondió Yuudai también con una gran sonrisa.
—¿Así? ¿Y cuál es ese truco?– pregunto Yuta con curiosidad.
—¡Telepatía!— contestaron Yurika y Yuudai en coro y con gran alegría.
—¿Telepatía?— pregunto Yuta con confusión.
—¡A veces podemos comunicarnos mentalmente entre nosotros!— contesto Yuudai.
—¡Así es! De vez en cuando hablamos entre nosotros solo usando nuestras mentes, incluso cuando no estamos en la misma habitación o salón — respondió Yurika mirando a su hermano y moviendo sus manos sobre su cabeza.
— O incluso así podemos coordinarnos para llevar a cabo algunas ideas e incluso así hemos llegado a pasarnos las respuestas de algunos exámenes— término la frase Yuudai.
—¡Hasta podemos saber en dónde está el otro o si está en problemas!— comento Yurika con una gran sonrisa — Yuta Kun ¿Quieres que te mostremos como lo hacemos?— pregunto muy emocionada.
—¿Si Yuta kun?— pregunto Yuudai.
A Yuta aquello le dio ternura.
—Está bien, muéstrenme— respondió el adulto con una sonrisa.
Tsumiki y Maki, estaban mirando aquella escena desde el umbral de la cocina.
Tsumiki sonrió porque ya sabía lo que harían esos niños. En cambio, Maki cruzo los brazos, observando aquel acto.
—¡Muy bien! Aquí vamos — dijo la niña con una gran sonrisa.
En ese momento, Yurika dio cinco pasos a la derecha, alejándose un poco de su mellizo.
Una vez se posicionaron en sus respectivos lugares, ambos quedaron de frente hacia Yuta y ambos cerraron con fuerza los ojos.
—Vamos a mostrarte que podemos hablar entre nosotros mentalmente— explicó Yurika.
—Y para eso, vamos a levantar nuestras manos con el número de dedos que el otro está pensando— comento Yuudai.
—Bien a la cuenta de tres— contesto la niña.
—Uno— inicio Yuudai.
—Dos— contó Yurika.
—Tres— dijeron en coro.
Ambos niños aún con los ojos cerrados, quisieron demostrar lo que decían.
Así que al mismo tiempo levantaron sus manitas sin abrir los ojos y sin decir palabra alguna.
Yurika levanto los dedos índice y medio de su mano derecha, mientras Yuudai levanto el meñique y el pulgar de su mano izquierda. Ambos pensaron en el número dos.
Los mellizos rieron un poco, parecía que habían intercambiado algunas palabras mentalmente. De nuevo bajaron sus manos al mismo tiempo y volvieron a elevar sus manitas, pero ahora levantando cinco dedos cada uno.
Yurika levanto tres dedos de la mano derecha y dos de la izquierda y su hermano lo hizo viceversa de ella. Como si fueran un espejo.
Ambos volvieron a reír. Parecía que una vez más habían intercambiado unas palabras mentalmente.
—¿Lo observaste Yuta kun?— pregunto Yurika abriendo levemente los ojos.
—¿Levantamos los dos la misma cantidad de dedos?— pregunto Yuudai también abriendo los ojos.
Yuta hizo un si con la cabeza.
—Si, levantaron la misma cantidad de dedos.
Ambos niños se miraron entre sí y rieron.
—Hagámoslo una vez más. Pero ahora con un grado más de dificultad— sugirió Yuudai.
A Yuta le parecía increíble aquello que hacían sus hijos. Y se preguntó si realmente eso era algo que solo los gemelos podrían hacer o si tenía que ver con alguna técnica maldita. Ya que noto que ambos al hacer aquello desprendían cierta cantidad de energía, pero un mellizo desprendía más que el otro.
Ahora Yurika se alejó más de su hermano, acercándose y poniéndose frente a su tía y a su madre. Se volteó para darle la espalda tanto a Yuudai como a Yuta.
—¿Lista?— pregunto Yuudai.
—¡Siempre! Comienza— respondió su hermana.
—Ok— en ese momento, Yuudai empezó a levantar otra vez sus dedos haciendo varios números más con sus dos manitas. Levantando varios dedos de ambas manos para hacerlo más difícil.
—Cuatro— grito Yurika.
De nuevo, Yuudai levanto varios dedos de ambas manos.
—Nueve.
Una vez más.
—Siete.
En ese momento, Yuudai no levantó ningún dedo.
—¡Cero!— grito Yurika.
Después Yuudai hizo un gesto con su mano, como si se llevara algo a su boca.
—Comer— dijo Yurika en voz alta.
Yuudai ahora apunto a un plato de fruta que tenían en la barra. Especialmente apunto a la manzana.
—Él dice que quiere la manzana roja. Sobre todo porque es su favorita.
Después Yuudai hizo un gesto, arrugando la nariz y sacando la lengua. Además que movió sus manos con burla sin que su hermana lo mirara.
—¡Ya te dije que lo del juego de las canicas no fue trampa! ¡Llorón!— grito su hermana.
—¡Tramposa!
Parecía que ambos habían conversado mentalmente de algo. Y después, solo se echaron a reír.
Yurika regreso al lado de su mellizo, mientras su madre también se acercaba a ellos.
—¿Sorprendieron a su invitado?— pregunto Maki poniendo sus manos en cada hombro de sus hijos.
—Demasiado diría yo— comento Yuta con una suave sonrisa.
—Bueno niños, es hora que vayan a dormir — comento Maki acariciando la cabeza de sus hijos.
—Pero queremos seguir estando con Yuta kun— comento Yurika.
—Si, él es nuestro invitado y queremos pasar un rato más con él — dijo Yuudai haciendo ojos de cachorro. Pero también se le empezaron a escapar varios bostezos.
—Por favor mami, queremos pasar más tiempo con Yuta kun— comento Yurika, pero también esta empezó a bostezar.
—Su madre tiene razón, vayan a descansar. Mañana estaré aquí para desayunar con ustedes y quizás otro día venga a visitarlos para pasar más tiempo juntos — dijo Yuta con una leve sonrisa.
Ambos niños festejaron aquella respuesta, y ambos empezaron a bostezar en sincronía. Sobre todo Yuudai era quien se veía más cansado de los dos.
—Ahora, Vayan a dormir, mañana deben levantarse temprano para prepararle el desayuno a su invitado — comento Maki dándole un beso en las frentes de sus hijos.
—Buenas noches Mami — dijeron ambos niños abrazándose al cuello de Maki para despedirse en un beso tierno sobre las mejillas de esta.
—Buenas noches Yuta kun— dijeron en coro, despidiéndose con su manita.
A Yuta le dio tanta ternura aquello —Buenas noches...— susurro.
—Vengan niños, vamos a descansar — comento Tsumiki extendiendo sus manos hacia esos mellizos, los cuales cada uno tomó su mano.
Pero antes de salir de ahí, Tsumiki les dedico una pequeña sonrisa a esos dos adultos.—Que tengan buena platica — soltó con leve picardía. Para después apagar la luz del pasillo y de la sala, quedando solamente Yuta y Maki iluminados por la tenue luz de la cocina y la poca luz que entraba del patio.
Maki suspiro y sobo sus sienes.
—Pensé que nunca se irían a dormir.
—Si que tienen mucha energía — comento Yuta con una leve sonrisa.
—Creo que necesitaré de un café y más si tú y yo vamos a hablar sobre nuestro pasado — comento Maki yendo a usar la cafetera —¿Quieres uno?— pregunto con amabilidad.
Yuta suspiro.
—Por favor. A mi cuerpo le hace falta cafeína.
—Supongo que el café sigue siendo tu favorito ¿No?— comento ella dándole la espalda.
—Lo sigue siendo y más cuando pasaba noches en vela en el extranjero.
Mientras Maki preparaba aquellas dos tazas, a Yuta le llamo la atención el peluche que habían ganado para Maki, el cual estaba sobre la mesa. Había recordado algo que los niños dijeron en la cena sobre la ciudad que le gustaba a esta.
—Chefchaouen. Es en Marruecos la ciudad con las puertas azules...— rompió el silencio.
—¿Qué?— pregunto Maki girándose ante esas palabras.
—La ciudad que dijeron Yurika y Yuudai en la cena, aquella que te gustó mucho por las fotografías que te enviaba la primera vez que fui a África, se encuentra en Marruecos y se llama Chefchaouen.
—Bueno, admito que desde que me dijiste sobre esa ciudad he querido conocerla — Maki suspiro mientras terminaba de preparar el café.
—Si es una ciudad hermosa, sé que a los niños y a ti les gustaría recorrer— comento este en una leve sonrisa.
—Supongo— soltó Maki con desinterés.
Ambos guardaron silencio. En aquella cocina sólo se escuchaban las manecillas del reloj que tenían sobre el umbral, así como también se escuchaba aquella máquina de café.
El reloj estaba a punto de marcar la media noche, podía sentirse una especie de melancolía en el ambiente entre esos dos.
—Aquí tienes— Maki le paso aquella taza a Yuta con cuidado.
—Gracias Maki san — soplo un poco — No sabía que también te gustaba el café. Recuerdo que casi no te gustaba.
—Bueno, cuando tienes mellizos y una vez estos nacen, estos te mantienen despiertos casi toda la noche. Así que digamos que Megumi me pego esta manía de tomar café — comento dándole un suave sorbo a su taza aun estando de pie.
Yuta probó aquella bebida.
—Sabe muy bien...
Maki no dijo nada ante aquel halago.
De nuevo ambos se quedaron en silencio bajo aquella tenue luz.
Pero ya era momento de que ambos empezaran a hablar.
—Maki, quiero que hablemos... sobre todo quiero que hablemos de lo sucedido en estos siete años.
Maki tomó asiento frente a Yuta, poniendo su taza sobre la mesa al igual que sus manos.
El reloj ya marcaba la media noche. Aquellas manecillas se movían delicadamente. Era hora de hablar del pasado.
—Muy bien, hablemos. ¿Qué te parece si cada uno tiene un turno para preguntar lo que quiera al otro? Así podemos irnos sacando de las dudas—propuso Maki con una leve sonrisa, intentando mantener la calma.
—Me parece bien. Inicia, te cedo la primera pregunta— respondió Yuta con cortesía dando un traguito más a su café.
Maki respiró hondo, preparándose para lo que vendría. Cruzó los brazos y, con una mirada directa a los ojos de Yuta, preguntó.
—¿Cuándo estabas en el extranjero, dormiste con alguna otra mujer?
Yuta tragó saliva ruidosamente y con dificultad. Hasta sentía que el café se le fue por otro lado de la garganta. En aquel momento, el hechicero supo que aquella platica sería difícil para ambos.
Maki pudo notar aquel nerviosismo. Así que quiso aprovecharse de los sentimientos de Yuta, así como alguien le había aconsejado.
—Y quiero que me digas toda la verdad. Sobre todo, porque en la cena dijiste que conociste mujeres muy hermosas cuando estabas en el extranjero.
Yuta estaba demasiado nervioso. Aquella pregunta fue tan directa que no se lo esperaba.
Pudo notarlo en los ojos de Maki detrás de aquellos anteojos. Quería saber la verdad.
Llegó el momento de que ella también ejecutara su plan. Su objetivo era acercarse a Okkotsu, ganarse su confianza y, bajo esa fachada, sacarle toda la información posible sobre la sede y el caso del asesino de hechiceros. Un caso que la involucraba directamente, pues ella era la culpable que él perseguía.
Maki era consciente de que para lograr su objetivo, debía utilizar todas sus armas y trucos como mujer. Más aún, teniendo al enemigo bajo su techo y tan cerca de ella. Era crucial aprovechar la debilidad y el amor que Yuta sentía por ella para manipularlo a su favor.
Porque bien dicen "Mantén cerca a tus amigos, pero a tus enemigos aún más cerca"
La noche definitivamente seria larga para esos dos adultos.
Continuará....
Notes:
Espero les haya gustado esta primera parte ❤.
¿Qué les está pareciendo esta historia?
Como dije, quería que este primer capitulo se enfocara en ciertos puntos.
Y como pudieron ver, ya en la siguiente parte, por fin Yuta y Maki hablaran del pasado y solo puedo adelantarles, que ambos van a llorar y sufrir. Pero es un precio que se debe pagar por saber la verdad.
Así como también pudieron apreciar, Maki pondrá en marcha la primera parte de su plan, ya que en su afán por obtener la información que desea de Yuta, se verá obligada a ejecutar un movimiento arriesgado. Pero que será crucial para llevar a cabo sus planes como la nueva asesina de hechiceros.
También por este mismo motivo de la trama, es que decidí dividir el capítulo en dos y más que la segunda parte será un capítulo super largo pero enfocado únicamente en ellos dos.
Y Como dije al inicio, la siguiente parte se las traeré en unas semanas, ya este capítulo simplemente lo deje programado, ya que para cuando lean esto, yo estaré fuera por vacaciones.
Aun así, espero traérselos pronto. Así como también muy pronto habrá algunas escenas de pelea y de acción. Perdón si esta siendo algo lento en ese tema.
Sin más, Nos seguimos leyendo ❤ cuando tenga internet voy a leer sus comentarios.
Chapter 17: 16. Dónde Esta El Amor. Parte.1
Notes:
Y Aquí esta, la primera parte de esta larga conversación, la cual, quizás les vaya a sacar una que otra lagrima ya sea de tristeza o quizás de enojo.
En fin, espero les guste ❤
Además, este capítulo así como su continuación, la cual subiré más adelante, están inspirados en la canción que lleva su mismo nombre, Dónde está el amor de Pablo Alboran. Así como más capítulos estarán inspirados en más de sus canciones ❤
Así que preparen pañuelos, pongan sus reproductores de música con sus canciones más sentimentales, preparen sus bebidas favoritas y sus palomitas y disfruten el capítulo de este drama digno de novela.
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(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Continuación....
No hace falta que me quites la mirada
Para que entienda que ya no queda nada
Aquella luna que antes nos bailaba
Se ha cansado y ahora nos da la espalda¿Dónde está el amor del que tanto hablan?
¿Por qué no nos sorprende y rompe nuestra calma?
Maki respiró hondo, preparándose para lo que vendría. Cruzó los brazos y, con una mirada directa a los ojos de Yuta, preguntó.
—¿Cuándo estabas en el extranjero, dormiste con alguna otra mujer?
Yuta tragó saliva ruidosamente y con dificultad. Hasta sentía que el café se le fue por otro lado de la garganta. En aquel momento, el hechicero supo que aquella platica sería difícil para ambos.
Maki pudo notar aquel nerviosismo. Así que quiso aprovecharse de él como su invitada le había aconsejado.
—Y quiero que me digas toda la verdad Okkotsu. Sobre todo porque en la cena dijiste muy alegremente que conociste mujeres muy hermosas cuando estabas en el extranjero.
Yuta estaba demasiado nervioso. Aquella pregunta fue tan directa que no se lo esperaba.
Pudo notarlo en los ojos de Maki detrás de aquellos anteojos. Ella definitivamente quería saber la verdad.
Yuta tomo un respiro profundo.
—Bueno... yo...— guardo silencio rápidamente. No podía mirarla a los ojos.
—Estoy esperando tu respuesta...— musito con los ojos fijos en él.
El hechicero soltó el aire de golpe, desvío un poco la vista, estaba buscando el valor suficiente para responder a esa pregunta. —No te voy a mentir Maki, además ambos acordamos que nos diríamos toda la verdad— La miro fijamente.
Ella sentía que lo que se venía no era bueno. Había desatado la bomba.
Yuta tomo un respiro para tomar valor—Lo admito, si dormí con otra mujer... — Confesó.
Maki chasqueo la lengua. Se recargo en su silla y tomo una pose un tanto defensiva, sus piernas se cruzaron bajo la mesa y sus brazos sobre su pecho mientras escuchaba aquello que hizo que su corazón se marchitara un poco. Sentía que sus lágrimas querían bajar de sus ojos, pero su orgullo las detenían.
Yuta sintió aquella mirada fría de Maki.
—No te quedes callado, así que di toda la verdad— ordeno ella. —Quiero saberlo de tu boca— Parecía que estaba en un interrogatorio.
Yuta suspiro, no podía mentirle con aquel tema.
—Está bien... veras — llevo una mano a su nuca y explico.
—Después de nuestra "ruptura", yo estaba tan roto por nuestra separación, que me tomó casi tres años el intentar rehacer mi vida y el poder confiar en otras personas y si, lo admito, tuve varías oportunidades de estar con otras mujeres mientras estuve en el extranjero pero — hizo una pausa, pasando su mano por su cara y soltó el aire por el nerviosismo y la pena que sentía por tener que contar aquello.
—¿Pero?— Maki hizo una leve mueca, se le podía notar los celos y el coraje.
—Rika intervino, alejando a la mayoría de ellas ...— comento Yuta con vergüenza.
La peliverde levanto una ceja ante esa respuesta.
—¡No te creo!— reprocho sin dejar de cruzar los brazos.
Yuta movió rápidamente las manos sobre la mesa.
—Créeme Maki, estaba tan dolido con todo lo que había pasado entre nosotros que incluso por consejo de otros yo trate de olvidarte, pero me era imposible y después de tres años, fue cuando intenté olvidarte con otras mujeres...— La miro a los ojos — y cuando parecía que la cosa iba a avanzar más allá con algunas de estas mujeres en específico, las cuales conocí en mis traslados entre países, de un modo u otro Rika siempre las terminaba asustando...
— ¿Cuantas fueron? Okkotsu ¿Con cuantas mujeres dormiste realmente?— pregunto Maki con dureza.
—¿Esas ya fueron tres preguntas seguidas, no?— cuestiono Yuta con temor.
—Considéralas como parte de la primera pregunta— dijo ella con seriedad.
—Ok, dijiste que querías la verdad, así que te la dire...— Yuta suspiro y bajo los hombros.
—Quizás fueron unas tres mujeres con las que intente algo...— dijo con timidez.
Yuta sentía como Maki lo miraba con ojos asesinos.
Siguió hablando —Pero como dije, Rika asusto a dos de ellas — explicó — Cuando las cosas iban avanzando con esas mujeres y cuando estábamos a punto de hacerlo o ellas trataban de hacer algo más— Yuta estaba muy avergonzado por lo que iba a decir, pero siguió confesando la verdad—Rika siempre de un modo u otro intervino...— suspiro y bajo los hombros — cosa que lo asocio a que como yo te seguía extrañando y pensando, quizás ella no quería que cometiera un error con esas dos o tal vez Rika sentía las verdaderas intenciones de esas mujeres... así que digamos que ella "evito" que durmiera con más mujeres...
Maki recargo su codo en la mesa y su rostro en su mano
—Supongo que debo darle las gracias a Rika por eso— comento con una sonrisa sarcástica.— Aunque aún me sorprende que ella nunca me atacara cuando tú y yo lo hacíamos...
—Mi teoría es que esta Rika puede sentir las verdaderas intenciones de las demás personas o realmente sabe cuándo mi vida corre peligro — Yuta movió su mano mientras explicaba aquello—Eso lo pude comprobar en el extranjero cuando alejo a dos de esas mujeres que querían dormir conmigo, las cuales también eran hechiceras y donde tiempo después me enteré que ellas solo se acercaron a mí con intenciones de asesinarme ya que fueron enviadas por otras personas. Incluso Rika llego a protegerme de más hechiceros que iban con intenciones de matarme...— suspiro levemente.
Siguió explicando sin dejar de mirar a Maki — Quizás esta es una cualidad de esta Rika, la cual, sabes que ahora es más como un shinigami que un espíritu vengativo...— dejo un momento sus manos sobre la mesa, muy cerca de las manos de la peliverde — así que si a ti no te atacó en su momento cuando estuvimos juntos en el pasado o cuando hacíamos el amor, quizás haya sido por ese amor que te tenía y que aun te tengo... además yo te tenía y sigo teniendo la suficiente confianza y sé que tu no serias capaz de lastimarme...
La peliverde apretó los labios por esas palabras. En el fondo, sabía que ella podía llegar a lastimarlo.
En ese momento, algo no le cuadraba a Maki.
—Espera, Dijiste que eran tres mujeres con las que tuviste la oportunidad de acostarte pero acabas de decir que Rika solo asusto a dos de ellas...— Lo miró fijamente— Entonces ¿Con quién dormiste fue con esa tercera mujer?— pregunto con seriedad.
Yuta respiro profundamente, podía verlo en ella. Le dolía descubrir aquello, pero debía decirle la verdad
—Si...— confeso.
Maki apretó los labios al escuchar aquello. Parpadeo varias veces para evitar que sus lágrimas bajaran de sus ojos.—Y aun así dices que me amas... que ilógico de tu parte Okkotsu...— soltó ella con molestia.
—Como dije, estaba demasiado dolido por como tú me abandonaste y cortaste nuestra relación, así que tenía derecho a rehacer mi vida— comento Yuta con seriedad.
Las manos de Maki se hicieron puño sobre la mesa.
—¿Y nunca se te ocurrió venir a buscarme? ¿Nunca preguntaste por mí? ¡Si tanto decías amarme! — preguntó molesta, trataba de no levantar la voz, pero aun así sonaba enojada— ¿Dónde está el amor del que tanto decías sentir por mí?
—No vine a buscarte antes porque tú en ese mensaje habías sido muy clara, ya no querías nada conmigo...— contesto Yuta con frialdad.
—¡Mensaje que yo nunca envié!— sus uñas se clavaron sobre la mesa y su voz se elevó un poco.
Yuta suspiro y decidió contestar a aquellas preguntas que esta había dejado en el aire.
—Y sobre si preguntaba por ti. Si, llegué a preguntar a varias personas, pero todos me decían que no sabían quién eras o que no sabían nada de ti. ¡Incluso Satoru nunca me quiso hablar más de ti!—Sus hombros cayeron —Le preguntaba a él sobre ti y sobre los demás, pero no me daba respuesta alguna. Así que simplemente me rendí— sus manos se tensaron sobre la mesa —Por tres años seguidos, traté de buscar respuestas pero no las obtuve, además que no se me permitió volver pronto a Japón. Y con esa ruptura, menos quería regresar a este país donde me habías roto el corazón...
Maki se recargo en su silla
—¿Asi que solo te rendiste? ¡Vaya! Entonces supongo que nunca me amaste lo suficiente para evitar dormir con otra mujer si tanto decías amarme...— gruñó y cruzó sus brazos —¿Solo con ella dormiste? ¿Cuántas veces fueron?— pregunto Molesta.
Yuta suspiro, no le quedaba de otra que decirle la verdad.
—Si, solo con ella dormí y solo fue una vez, fue algo muy pasajero, algo de una noche — confesó — la conocí en China en una misión para identificar algunas maldiciones de categoría desconocida y casi diez meses después nos volvimos a encontrar en España y ahí fue donde sucedió ese encuentro íntimo…
Maki levanto sus anteojos, seco las lágrimas que habían salido de sus ojos y soltó el aire con dolor.
Aquel dolor que ella misma se provocó al preguntar aquello. Pero que dejaría un corazón vulnerable para atacar.
Yuta quizo aclarar la situación así que siguió hablando—¡Pero puedo asegurarte que solo fue algo de una noche! Además, usé protección y de ahí nunca más supe de ella ya que nuestros caminos no se volvieron a juntar y mucho menos la he buscado— movió sus manos con desespero y sus ojos también estaban cristalinos.
Maki volvió a poner sus lentes sobre su rostro, respiro profundamente y trato de contestar con voz firme, pero se rompía con cada palabra.
—Supongo que debiste amarla lo suficiente en tan poco tiempo para que Rika no interviniera con ella ¿Cierto?
Yuta negó con la cabeza— Siento que si Rika no intervino con ella fue por otro motivo.
—¿Así? ¿Y cuál fue? Además ¿Hace cuanto fue esa única vez que dormiste con ella?— pregunto Maki con firmeza. Por sus mejillas bajaron unas cuantas lágrimas de amargura.
El hechicero miró su café, el cual ya se había enfriado y sabía que ante toda esa verdad sabría amargo.
—Eso fue hace aproximadamente un año atrás...— confesó, apartando la taza con delicadeza. —También ella fue una de las razones por las que finalmente me animé a volver aquí a Japón. Ella, esta K...— fue interrumpido cuando iba a nombrar a esa mujer.
—No quiero saber su nombre... por favor ...— Maki contesto rápidamente.
La peliverde soltó el aire con dolor ya que se le había formado un nudo en su garganta por estar escuchando aquella confesión.
Yuta suspiro y miro fijamente a Maki a los ojos.
—Está bien... Esa mujer... —dijo con voz pausada—. Supongo que vio que, en el fondo, a pesar de que ya habían pasado casi seis años de nuestra separación, yo nunca iba a poder dejar de amarte, aunque aparentaba haberte olvidado. —Apretó levemente los labios—. Presiento que ella sí se enamoró de mí, pero yo no pude corresponder a ese sentimiento. Solo eso explicaría por qué Rika no la atacó. Además, fue ella quien me dio el consejo de venir a buscarte un año antes de que Satoru me encontrara y me arrastrara hasta aquí con este caso del asesino de hechiceros. Pero, como dije, solo dormí con ella una vez y desde entonces no he vuelto a dormir con nadie más...
—¿Y tú llegaste a amarla?— pregunto Maki con una frialdad que raspaba en su garganta y Sin despegar su vista de su invitado.
Yuta bajo la mirada y movió un poco su cabeza negativamente.
—Intenté, pero...— el aire salió de golpe de su pecho — mi corazón aun te pertenecía, así que quizás ella vio que en mi corazón no había lugar para nadie más que solo tú.
Maki respiró hondo, no pudo contener las lágrimas.
—Bueno... saber esto duele —su voz logro salir en un murmuró mientras se secaba las mejillas— Pero como tú creías que yo te había abandonado y nuestra relación estaba prácticamente "terminada", creo que esto no podría considerarse infidelidad... después de todo, ambos estábamos separados.
Yuta bajo la mirada al escuchar eso.
—Ambos creíamos que nos habíamos abandonado el uno al otro... — llevo sus manos a su rostro —y ahora me siento culpable de lo que hice.
—Pero lo hecho esta hecho — comento Maki aun secando sus lágrimas. Parecía bastante madura al decir eso.
—Y ahora que regrese a Japón y de paso descubrir que tuviste a mis hijos y los estuviste criando y cuidando todo este tiempo mientras yo estaba viajando por el mundo—suspiro con pesadez y dolor, el cual se acumulaba en su pecho —El haber confesado esto me hace la peor persona...
Maki recargo su espalda en su silla mientras sus dedos se movían sobre la mesa.
—Simplemente algunas personas no nos querían juntos, así que hicieron todo para separarnos y lo lograron. — suspiro con tristeza — Duele, pero...— tomo un respiro profundo — como dije ambos "habíamos" terminado, así que eras en teoría libre para dormir con quien quisieras. Pero si esto hubiera pasado cuando aún "eramos" algo, en este momento te estaría cortando las bolas— hizo puño su mano— Pero eso no deja de lado las ganas que tengo de cortártelas por no haber regresado pronto... motivos no me hacen falta para matarte.
Yuta la miro mientras escuchaba eso.
—Pero ahora podemos hacer las cosas diferentes y quiero luchar por ti y por nuestros hijos... recuperar el tiempo que perdimos. Y de paso, tu perdón.
Maki suspiro al escuchar eso.
—Volviste tarde... siete años tarde... eso es lo que más me duele a mí.
—¡Pero volví!— Yuta Elevo un poco la voz— Y ahora que nos hemos reencontrado puedo reafirmar ese sentimiento de amor que seguía sintiendo por ti y a pesar de estar alejado por siete años no desapareció aunque tratara de engañarme a mí mismo — la miro fijamente —Y puedo asegurarte que si alguien tiene el derecho a matarme esa eres tú...
Maki lo miró fijamente mientras ese hechicero hablaba. Parecía que Yuta estaba haciendo un voto vinculante con ella.
—Solo tu eres la única que puede arrancarme el corazón si así lo desea— dijo él poniendo su mano sobre su pecho.
Sus ojos estaban llenos de una mezcla de amor y temor, los cuales seguían clavados en los de ella.—Mi corazón te sigue perteneciendo y solo tú puedes decidir su destino.
Parecía que aquellas palabras solo eran un presagio.
Ambos guardaron un momento de silencio, aquellas palabras hicieron eco en la mente de ella. Su objetivo se había cumplido.
—Lo hecho esta hecho Okkotsu — Maki suspiro —Quizás me cueste algo de trabajo el perdonarte, aunque sea un poco y más después de todo esto que me has dicho— contesto ella secando sus lágrimas— sobre todo, porque ahora sé que hay otra mujer ahí fuera, en algún lugar del mundo, que también te ama...
—Pero yo a ella no la amo y eso puedo demostrártelo— dijo Yuta con tristeza.
—Aun así, gracias por ser honesto conmigo... esta conversación sobre lo que queremos saber para nada está siendo fácil... — tomo su taza entre sus manos —Pero debemos tenerla porque merecemos respuestas por parte de ambos — contesto ella antes de darle un sorbo a aquel frío café.
—Si. Parece que será una noche larga...
—Si que lo será...— se puso de pie en su lugar —Ya regreso...
Maki se levantó de su silla y fue por un momento al baño para mojarse la cara, se miró al espejo y solo se repitió para si misma "Esto solo es parte del plan" para tratar de tranquilizarse.
Le dolía descubrir todo aquello, pero era necesario. Debía preguntárselo tanto para disipar sus dudas que venía arrastrando desde hacía siete años atrás y al mismo tiempo, aquella conversación servía para ganarse la confianza de Yuta. Solo así podría obtener más información sobre la sede y el caso que él estaba investigando sobre el asesino de hechiceros.
Todo este plan había sido organizado por su invitada. Así como sus palabras se quedaron grabadas en la mente de Maki:
"Mantén a tus amigos cerca, pero a tus enemigos aún más cerca"
"Además que un hombre enamorado siempre dirá la verdad"
Y parecía que todo lo que dijo aquella mujer era cierto con esa última frase.
En cambio, Yuta la esperaba aun sentado en la cocina.
Las ganas de fumar resurgieron con fuerza. Sobre todo, por la ansiedad y la culpa que aquella inicial conversación le habían provocado.
Mientras Maki regresaba, Yuta decidió tomar un respiro, así que salió un momento al patio para relajarse un poco después de todo lo que había dicho. A pesar de que cargaba un cigarro en su chaqueta, se contuvo y resistió la tentación de fumar.
Ambos lloraron un poco, pero aún había otras cosas de las cuales debían hablar como los adultos que se suponen que eran.
Pasaron cerca de siete minutos y Maki regreso del baño. Agradecía que sus gafas le cubrían parte de sus hinchados ojos, los cuales habían derramado gran cantidad de lágrimas por haber escuchado aquello.
Pero debían seguir hablando de otras cosas que eran igual de importantes.
—Okkotsu ¿Quieres más café?— pregunto Maki con voz tranquila— La noche aun es larga y aun nos falta de hablar de más temas.
Yuta afirmó con un suave movimiento de la cabeza.
—Me gustaría...
El reloj ya marcaba las 12:40 a.m. y después de rellenar aquellas tazas de café, decidieron reanudar aquella platica.
—Bien, ya inicié yo esta conversación, así que ahora te toca a ti preguntar lo que quieras saber — contesto Maki un poco más tranquila. Mientras regresaba a tomar asiento frente a Yuta.
El hechicero tomo un respiro y de paso, bebió un poco del café que su anfitriona le había servido nuevamente.
—Bien, ahora contéstame Maki san, ¿Cómo fue que te diste cuenta de que estabas embarazada? ¿Y por qué no me lo dijiste en ese instante? —preguntó Yuta, mirándola fijamente a los ojos. Su tono de voz era serio, pero en su mirada se podía apreciar una genuina curiosidad.
—¿Esas no son ya dos preguntas?— cuestiono Maki elevando una ceja.
Yuta aplicó la misma jugada que ella hizo minutos atrás.
—Considéralas como una sola pregunta.
Maki torció la boca ante tal respuesta. No podía escapar a aquello porque era su turno de contarle toda la verdad. Sus manos se tensaron levemente sobre la taza que le calentaba las palmas. Pero aun así, estaba dispuesta a hablar.
—Está bien— recargo su espalda en aquella silla y lo miró fijamente —¿Recuerdas ese viernes que quedamos de vernos aquí en Kioto para festejar nuestro aniversario de novios?
Definitivamente aquella noche seria larga para ambos. Y más cuando la verdad estaba a una taza de café.
Continuara...
Notes:
Espero les haya gustado esta primera parte ❤
¿Qué les está pareciendo esta historia?
Solo les puedo adelantar que la segunda parte, estará llena de más drama y de paso, habrá algunos flashbacks muy importantes para esta historia. Así como al fin descubrirán quien hablo con Maki en aquella estación del tren.
Como dije, tuve que dividir el capítulo porque de verdad iba a ser muy pero muy largo e iba a estar lleno de muchísima información. Y con esta división pude enfocarme mejor en lo quiero lograr transmitirles.
Además, que en esta primera parte quería enfocarme en esta parte de Okkotsu en el extranjero y su respuesta sobre si durmió con otra mujer, ya que esta respuesta, como dije en párrafos más arriba, dejo un corazón vulnerable que solo querrá recuperar al amor de su vida. Y mas que Maki como la asesina que es en esta historia, empezara a mover con mucho cuidado sus piezas. Sobre todo porque ya casi entraremos a su arco en esta historia y tener a Yuta haciendo todo lo posible por recuperar su amor, le dará un poco de ventaja para sus futuros planes.
La verdad, estoy pensando en quizás más adelante sacar un capítulo narrando un poco la travesía de Okkotsu en el extranjero y quizás hable un poco de esa mujer. ¿Les gustaría leer sobre eso? Los estaré leyendo.
Espero traerles el capítulo pronto, más tardar a finales de este mes o a inicios de Mayo para no hacerlos esperar tanto.
Bueno, nos seguimos leyendo ❤
Chapter 18: 16. Dónde Esta El Amor. Parte.2
Notes:
Aquí vera con la parte dos de este capítulo 16, el cual continuara con esta larga conversación entre Maki y Yuta, pero sobre todo, será un capítulo que quizás los hará llorar un poco y quizás los hará maldecir a aquellos que separaron a estos dos.
Pero también hay un motivo por el que me quise esperar a subirla este 09 de mayo y eso es que el día de hoy, esta historia esta cumpliendo su primer año en esta plataforma.
Así que sin más, disfruten la lectura.
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(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Continuación
Déjame que vuelva a acariciar tu pelo
Déjame que funda tu pecho en mi pecho
Volveré a pintar de colores el cielo
Haré que olvides de una vez el mundo enteroDéjame tan solo que hoy roce tu boca
Déjame que voy a detener las horas
Volveré a pintar de azul el universo
Haré que todo esto solo sea un sueño
El reloj ya marcaba las 12:40 a.m. y después de rellenar aquellas tazas de café, esos dos ex amantes decidieron reanudar aquella platica.
—Bien, ya inicié yo esta conversación, así que ahora te toca a ti preguntar lo que quieras saber — contesto Maki un poco más tranquila y regresó a tomar asiento frente a Yuta.
El hechicero tomo un respiro y de paso, bebió un poco del café que su anfitriona le había servido nuevamente.
—Bien, ahora contéstame Maki san, ¿Cómo fue que te diste cuenta de que estabas embarazada? ¿Y por qué no me lo dijiste en ese instante? —preguntó Yuta, mirándola fijamente a los ojos. Su tono de voz era serio, pero en su mirada se podía apreciar una genuina curiosidad.
—¿Esas no son dos preguntas seguidas?— cuestiono Maki elevando una ceja.
Yuta aplicó la misma jugada que ella hizo minutos atrás.
—Considéralas como una sola pregunta.
Maki torció la boca ante tal respuesta.
—Por favor, necesito saberlo— sonaba desesperado —¿Qué fue lo que no vi esa vez para notar que estabas embarazada? Quiero saber qué habría sido de diferente entre nosotros si yo lo hubiera sabido hace siete años atrás... — suplicó, juntando sus manos.
Maki suspiro mientras bajaba los hombros y ponía las manos sobre la mesa. Se sentía acorralada, pero debía contestar aquello quisiera o no. Ya que si ella hubiera hablado de su embarazo hace siete años atrás, quizás toda su vida sería diferente.
—Está bien— recargo su espalda en su silla y lo miró fijamente —¿Recuerdas ese viernes que quedamos de vernos aquí en Kioto para festejar nuestro aniversario de novios?
—Lo recuerdo muy bien.
Maki soltó el aire con pereza.
—Pues ese mismo día fue cuando me di cuenta que estaba embarazada...
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Flashback.
Hace siete años atrás.
Aquella hoja medica no podía estar equivocada. ¿Cierto?
Maki no apartaba la vista de los resultados de los análisis médicos que Shoko le había recomendado hacerse ya que esta llevaba varios días sintiéndose más cansada de lo normal, se veía bastante pálida y de paso, presentaba dolores de cabeza y unos vómitos muy intensos.
Así que ante tales síntomas, la médico de Jujutsu tech le mando a hacer unos análisis, los cuales revisaría el lunes cuando la viera en la academia.
Pero la curiosidad por saber que podría tener, hizo que Maki leyera esos resultados en aquel instante, mientras esperaba para abordar el tren que la llevaría a su ciudad natal, Kioto.
Al inicio Maki pensó que podría ser una infección estomacal aguda o quizás principios de anemia como Shoko le había comentado.
Todos esos síntomas definitivamente eran algo raro en una mujer con una restricción celestial. Tal vez su cuerpo sólo le estaba pidiendo reposo de sus arduos entrenamientos y de sus agotadoras misiones. Pensó.
Sin embargo, aquellos resultados revelaron que la causa de sus malestares era la menos esperada. Cada línea y cifra en la hoja médica descartaban otros posibles padecimientos, marcándolos en negativo.
Pero todo el ser de Maki tembló una vez leyó aquel resultado que venía al final de esa hoja médica.
Positivo para posible embarazo.
—No puede ser...— susurro Maki, sintiendo como todo su mundo se venía encima de sus hombros.
Se sentía como si hubiera cometido el peor error de su vida y no era para menos, era una hechicera en ascenso y que solo hacía un año atrás, apenas le habían otorgado el primer grado en hechicería.
De paso era una mujer muy joven, solo unos meses atrás había alcanzado la mayoría de edad.
—En serio, esto no me puede estar pasando a mi...— volvió a susurrar con la vista enfocada aún en esas hojas, las cuales sus temblorosas manos sujetaban con dificultad.
Las náuseas le regresaron, con gran intensidad por haber descubierto aquello.
Su mano derecha se posó sobre su vientre, ahí donde un bebé no planeado y mucho menos deseado en ese momento se estaba gestando.
—¡Esto debe ser una broma!— la pobre grito de frustración, estaba bastante confundida y molesta y lo peor es que estaba sola.
—¿Realmente estaré embarazada? Esta estúpida hoja solo dice "posiblemente" pero no es definitivo ¿O si?— Su negación era tan grande que no podía asimilar aquella noticia.
La mente de Maki empezó a hacer cuentas, recordó que hacía varias semanas atrás había presentado la regla, pero por lo que recordaba había sido muy escasa, además que en las últimas dos semanas no había tenido sexo con Okkotsu.
Pero sentía que algo andaba mal y las cuentas tampoco le empezaron a coincidir al notar su calendario en el celular y más al volver a leer aquel resultado y recordar cierto encuentro romántico y sensual que sucedido entre ella y su novio poco después de san Valentín.
De verdad, algo dentro de ella se alarmó.
Tal ansiedad hizo que antes de subir al tren, vomitara en uno de los botes de basura de la estación y de paso, la motivo a entrar a una pequeña farmacia para comprar una prueba de embarazo, la cual decidió realizarse dentro del baño del tren bala.
Una vez el tren empezó a moverse, ella se encerró en el pequeño baño que había en el pasillo de aquel vagón.
—Ok, hagamos esto rápidamente...— se dijo con aquella prueba en mano, la cual había sacado de su caja y empezó a leer las instrucciones de uso.
Asi como el tren empezó a moverse a mayor velocidad, su corazón también latía muy rápidamente en su pecho mientras esperaba el resultado.
Quizás necesitaba más de una evidencia que le confirmara que estaba embarazada.
Pero una vez el resultado final se marcó con las dos líneas en aquella prueba sobre el lavamanos, descubrió que aquello no era un mal sueño.
—¡En serio, esto no puede estar pasándome a mi!— calló su grito con su mano mientras seguía dentro de aquel espacio. Se sentía frustrada. Incluso dé la impresión, tuvo que apoyar la espalda contra la puerta, mientras apretaba los puños de coraje que tenía con ella misma.
Pasar de la negación a la ira, fue un salto enorme para ella. Y más cuando se estaba sola. Maki No sabía a quién llamar. Sentía que todos los demás la juzgarían por un descuido así de enorme. Además que sabía que Yuta debía estar bastante ocupado para responderle el teléfono en aquel instante.
Maki trato de calmarse, pero era imposible. Entre más veía aquella prueba, más se frustraba, más lloraba con coraje y cubría su boca para que no escucharan sus gritos.
Le tomó alrededor de quince minutos para entrar en razón, antes de poder salir de aquel baño.
Miro una última vez más aquella prueba antes de tirarla al bote de basura.
Ahora la etapa de la negociación había entrado por la puerta chica. Sembrando en ella la duda sobre que debía hacer con ese ser que crecía dentro de ella. Si debía conservarlo o si debía abortarlo.
Se lavo las manos, se lavó la cara, se arregló su cola de caballo y después salió de ahi para regresar a su asiento en aquel tren que aún le faltaba un aproximado de una hora para llegar a Kioto.
Maki también estaba en otro dilema y eso era si Debía Decírselo a Yuta O NO.
Sobre todo porque sabía que él era el padre de ese bebé.
Llevo sus manos sobre su vientre mientras veía por la ventana de su asiento.
—¿Qué voy a hacer contigo?— susurro con frustración.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
Actualidad.
—Así que prácticamente me di cuenta ese viernes en la estación del tren de Tokio, ya que por curiosidad vi los resultados de los análisis que Shoko me había mandado a hacer. Y ante mi negación, me hice aquella prueba de embarazo antes de llegar aquí...— sus manos descansaban sobre su vientre— Y así me di cuenta que estaba embarazada...
Yuta soltó el aire con resignación.
—Si lo descubriste desde el viernes ¿Por qué no me lo dijiste ese mismo día? o ¿Por qué no me lo dijiste entre el sábado y el domingo?
Maki se molestó por esas preguntas.
—¿Acaso no recuerdas que más sucedió ese fin de semana?— se hizo hacia el frente y sus dedos golpearon la mesa—Tu llegaste hasta la noche del viernes, así que prácticamente llegaste a cenar y a dormir, bueno a medio dormir porque desde temprano del día siguiente fuiste a varias misiones en la mañana y en la tarde no soltabas el puto celular porque todos en la sede te estaban buscando y el domingo fue... — suspiro con frustración — Fue cuando el idiota de Satoru te convenció de irte del país ese mismo día.
Maki trato de no levantar la voz — Así que en todo el viaje hasta aquí estuve pensando en si realmente quería tener o no a ese "bebé" y también estaba en el dilema en si debía decírtelo o no...
Yuta suspiro y bajo los hombros.
—Aun así, en el tiempo que estuvimos juntos pudiste habérmelo dicho...— dijo con seriedad.
—¿Y si te lo decía pero y si yo decidía abortar?— pregunto Maki molesta —¿Ibas a apoyar esa decisión?
Yuta se tensó ante tal cuestión que le incómodo. Así que decidió guardar silencio un momento.
Maki siguió hablando.
—Así que prácticamente ese fin de semana estaba luchando conmigo misma por tomar una decisión y de paso, estaba luchando contra los síntomas que apenas estaba presentando. Sobre todo con los ascos, los cuales odie en todo el embarazo.
—Pero antes de ver esos resultados, ¿Notaste algún otro indicio que te hiciera pensar que estabas embarazada semanas atrás? —preguntó Yuta con evidente confusión— porque no recuerdo haberte visto enferma semanas antes de salir del país...
Maki torció la boca, para después empezar a explicar.
—El otro síntoma que presenté, pero al cual no le dimos importancia en ese momento, fue el retraso en mi período. Sin embargo, tanto tú como yo sabíamos que mi menstruación siempre fue irregular debido a mis exigentes rutinas de entrenamiento— Puso sus manos sobre la mesa, moviendo ligeramente sus dedos sobre la madera— Incluso experimenté un ligero sangrado, que en ese momento consideré como mi período, pero la doctora que me atendió durante todo el embarazo me explicó que se trataba de un sangrado de implantación. Así que semanas antes de nuestra separación, no hubo más síntomas previos.
Yuta llevo su mano a su boca, parecía pensativo con algo.
—¿Qué pasa?— cuestiono Maki al ver esa pose del hechicero.
—Es que ahora haciendo memoria, recuerdo por momentos haber visto un brillo extraño en tus ojos. No sé si eso podría haber sido un primer indicio sobre que estabas embarazada— comento Yuta bebiendo un poco de su café.
—¿Un brillo extraño?— Maki levanto una ceja— Supongo que lo dices por mis anteojos ¿no?— dijo quitándose los y dejándolos sobre la mesa.
Yuta negó con la cabeza.
—No era el brillo de tus anteojos— tomo su mano por un momento.
El roce inesperado provocó un leve sobresalto en Maki, obligándola a mirarlo a los ojos. Su mano, cálida al tacto, recorrió la suya enviando un escalofrío por su cuerpo. Era un toque único, incluso después de siete años de ausencia.
—No me refiero al brillo de tus anteojos, sino a algo que solo podía ver en tus ojos cuando no los llevabas puestos. Un brillo diferente, único, que incluso me persiguió en mis sueños durante años, especialmente en aquellos momentos en que más me dolía el haberte perdido. Es algo difícil de explicar, pero era algo especial que solo tú poseías.
Maki apretó levemente la mano de Yuta.
Después puso los ojos en blanco por aquellas poéticas palabras.
—Bueno, si ese era un síntoma, supongo que de verdad lo pasamos por alto— Tomó un respiro y soltó la mano de este.
—Y después de tu partida, me sentía completamente perdida, estaba tan fuera de mí que pude haber hecho alguna locura... Afortunadamente, Mai me encontró ese día... —Su pecho subió y bajó en un suspiro profundo— La verdad, no sé qué habría sido de mí, si ella no hubiera intuido que algo andaba mal conmigo...— una suave sonrisa apareció en sus labios ante el recuerdo de su hermana— En si ella fue la primera en enterarse de que yo estaba embarazada.— Confesó.
A Yuta le llamo la atención esas palabras—¿Sucedió como el "truco" que hicieron Yurika y Yuudai hace rato? ¿Hablas de esa especie de Telepatía que tienen los gemelos?— pregunto por curiosidad ya que algo sobre eso, también le había dicho Mai en la carta que le entregó.
Maki se encogió de hombros.
—Supongo que si es una especie de Telepatía— afirmó — tal vez ella sintió que yo lo estaba pasando bastante mal y por eso salió a buscarme a dicha estación—Miro a su invitado con seriedad.
—Porque como dije, ella me encontró a mí, me consoló y fue la que más me apoyo en todo el embarazo e incluso ella estuvo conmigo en el parto...— las manos de Maki se tensaron sobre la mesa, sus uñas se clavaron en la madera —Por todo lo que hizo por mí y mis hijos, es que estoy en deuda con ella, y por eso mismo me he prometido que la salvaré del infierno donde está...
Yuta la miro con seriedad y de nuevo sus manos viajaron a las manos de Maki, las cuales tomo entre ellas con firmeza.
—La salvaremos... te lo prometo.
Maki hizo un si con su cabeza. Sentía que se estaba ganando la confianza de Yuta ya que el contacto físico se estaba dando y ese era un signo muy evidente de acercamiento entre ambos.
Ella sabía que si quería salvar a Mai, el tener a Okkotsu de su lado sería favorable en ese aspecto.
Sentir aquellas manos entre las suyas, hizo que Yuta recordara tantos buenos momentos que pasaron juntos en el pasado. Pero aun así, había una interrogante más que quería sacarse de su mente y más con lo que ella le había contado momentos atrás. Era una cuestión que de cierta forma le había roto un poco el corazón.
Soltó con cuidado las manos de Maki, dejándolas con delicadeza sobre la mesa—Entonces tu ¿Pensaste en abortar?— pregunto con seriedad.
Maki suspiro, primero apretó los labios y después los humedeció levemente para contestar a esa cuestión.
—Si que lo llegué a considerar y más porque tú me habías abandonado... — confeso.
—¡Que yo no te abandone!— respondió Yuta molesto por esas palabras, elevando un poco la voz.
Pero Maki ignoro esa respuesta y solo siguió hablando.
—Contigo o sin ti, YO aun debía tomar una decisión— se apuntó a sí misma.
— Así que durante la primera semana en que te fuiste del país, yo estuve pensando con seriedad si debía o no tener a ese bebé— Lo apunto acusatoriamente.
—Mientras tu disfrutabas del primer país al que hayas llegado—Se apunto a sí misma de nuevo —yo me moría de angustia y más que debía decidir pronto— Movió las manos con furia — incluso investigué como y donde podría realizarme un aborto, pero — suspiro.
—¿Pero?
Su pecho subió y bajo de nuevo, soltando el aire en un suspiro largo.
—Algo dentro de mi quería conservar algo tuyo, algo de ese amor que tuvimos, pero al mismo tiempo confieso que me estaba dejando llevar demasiado por mi rencor hacia ti, el cual en ese instante era más grande que cualquier otro sentir— su voz sonaba con total verdad y tristeza.
— Así que ese rencor me estaba llevando a tomar una decisión precipitada con este tema de interrumpir el embarazo, sobre todo porque en ese momento te odiaba tanto que pensaba en “bueno, si aborto, nunca sabrás que íbamos a tener un hijo, sería solamente un secreto entre Mai y yo y que nos llevaríamos hasta la tumba”— miro a Yuta a los ojos.
El hechicero estaba inmóvil ante todo lo que estaba escuchando. Esa confesión de verdad le había dado un golpe duro al corazón.
Maki siguió hablando, estaba conservando una postura firme —Lo admito. Estaba mentalizada para llevar a cabo la interrupción de ese embarazo. Pero para eso, necesitaba hacerme un ultrasonido, necesitaba saber cuántas semanas tenia de gestación para saber que cantidad de dosis seria la más eficaz... — sus manos fueron a su vientre, sujeto con fuerza sus ropas sobre aquella zona y sus ojos estaban llenos de sentimientos.
Suspiro de nuevo, no podía dejar de mirar a Yuta a los ojos mientras seguía hablando — Pero al final, en el último instante antes de entrar a ver a ese pequeño ser que crecía en mi vientre a través de ese monitor, fue cuando cambié de decisión — suspiro y una suave sonrisa se marcó en sus labios— Y Al final decidí tenerlo. Porque sabía que ese bebé era mío. Era una parte de mí, era sangre de mi sangre y sentía que quizás podría tener una mejor vida que la mía. Además, que tenía la ilusión de que ese bebé fuera idéntico a mí.
Sonrió dulcemente— La sola idea de tener un mini yo corriendo por ahí me ilusiono por completo —parecía que había recordado algo más —Incluso Mai me cuestiono varias veces sobre si estaba segura de tenerlo y más que como dije, ella estuvo acompañándome en todo el proceso. Y al final, así fue, estuve segura de tener a nuestro hijo. Aunque fue una gran sorpresa el descubrir que era un embarazo gemelar.
—Imagino que debió ser un lindo momento el haber descubierto que íbamos a tener dos bebes en lugar de uno— contesto Yuta con una suave sonrisa.
—En realidad fue una sorpresa inesperada — dio un sorbo a su café.
Yuta en ese momento recordó algo que había leído en la carta de Mai. Y era algo que quería comprobar ahora que tenía a Maki frente a él.
—Por cierto Maki san, ahora que mencionaste lo del embarazo gemelar puedo preguntar el ¿Y Cómo te sentiste al saber que íbamos a tener dos hijos en lugar de uno?
—¿Esa no es ya tu quinta pregunta?— cuestiono ella en una mueca.
—Considérala también como parte de la primera pregunta— se veía ilusionado por saber aquello.
—De verdad, necesito saber cómo fue para ti el saber que tendríamos dos bebés en lugar de uno— respondió él mientras tomaba más de su café.
—Porque confieso que yo aun sigo bastante sorprendido de saber que tuvimos Mellizos— sonrió levemente.
Maki también dio un sorbo a su taza antes de seguir hablando.
—No te voy a mentir Okkotsu, fue un agobio total, al inicio sentí demasiado pánico al saber que serían dos bebés en lugar de uno y más que bien dicen que los gemelos son un mal augurio en el mundo de la hechicería — una pequeña sonrisa se manifestó en sus labios —Pero también al enterarme de que serían una niña y un niño — puso sus manos sobre su vientre —Sentí que las cosas podrían ser diferentes y mejores para mi pequeña familia, sobre todo porque tenía a Mai de mi lado — recargo su codo derecho en la mesa y recargo su rostro en su mano.
— Además que salir embarazada de mellizos y de forma natural, es algo que no cualquier mujer puede presumir y yo lo logre al primer intento — contesto halagándose con una gran sonrisa. Recordando como todas las mujeres se sorprendían de ella siendo madre de esos dos.
—Entonces podemos decir que Yurika y Yuudai fueron una bendición y en cierta forma, me siento agradecido de que nacieran aquí en Kioto — dijo Yuta con una gran sonrisa por escuchar eso último. Después le dio un sorbo más a su café, el cual estaba a punto de terminar.
Pero en ese instante. El nombre de esa ciudad le llamo demasiado la atención a Maki y más que ahora le tocaba a ella preguntar.
—Y hablando de Kioto, Okkotsu contéstame algo— tomo una pose de total seriedad, recargando de nuevo su espalda en la silla — ¿Por qué hace siete años atrás querías que viniéramos aquí a Kioto en nuestro aniversario? —pregunto con la mirada fija en Yuta.
Aquella duda la carcomía por dentro, y necesitaba una respuesta. Sobre todo porque siempre se le hizo extraño aquella petición de Yuta de ir a esa ciudad a la cual, ella odiaba un poco en su juventud.
El hechicero abrió los ojos de sorpresa ante tal pregunta. Hasta tosió levemente por la carraspera que le provocó aquella cuestión.
Tomo un gran respiro, manteniendo el aire en sus pulmones mientras tomaba valor.
—Bueno... yo....— soltó el aire de golpe— Hay un motivo principal del porque quería que viniéramos aquí a Kioto en esos días hace siete años atrás...
—¿Así? ¿Y cuál es?
El hechicero se sacó del cuello aquel collar donde siempre tenía ambos anillos —La respuesta está aquí —dijo con una voz apenas audible, mientras extendía la mano sobre la mesa.
—Pero ese es el anillo de compromiso que te había regalado Rika ¿No?— Respondió Maki elevando una ceja.
—Pero este otro anillo no es el de Rika...—Tomó entre sus dedos el otro anillo que siempre cargaba con él. Aquel que tenía un diminuto pero bello diamante —Si no que este anillo de compromiso iba a ser para ti...
El rostro de Maki se tensó. Sus manos se aflojaron sobre la mesa y sus ojos se abrieron enormemente.
Rápidamente, sus manos reaccionaron y subieron a su rostro —Okkotsu dime que es una broma...— sus manos se despegaron de su boca para lograr decir aquello —¡Dime que NO es lo que estoy pensando que es!— susurro Maki con sorpresa.
Yuta negó con la cabeza.
—No es ninguna broma Maki... yo hace siete años atrás pensaba pedirte matrimonio— contesto con la melancolía invadiendo su ser. Sus labios se curvaron en una mueca de tristeza— Pero... al final no pudo ser...
Maki se puso de pie rápidamente, dio varios pasos mientras pasaba sus manos por su rostro. Después sus manos sujetaron con fuerza la silla. Se estaba controlando para no rompérsela en la cabeza a ese hechicero.
—¿Matrimonio?— la respiración se le corto al hacer esa pregunta. Sentía mil emociones en ese instante.
Yuta siguió sentado, mientras admiraba ese anillo.
—Este era el motivo principal por el que quería que viniéramos a Kioto. Quería pedirte matrimonio en tu ciudad natal. Y para hacerlo más simbólico, había comprado este anillo en mi ciudad natal, Sendai, por eso llegué tarde ese viernes. Porque estaba buscando el anillo perfecto para ti.
Los labios de Maki se apretaron con fuerza y su ceño se contrajo por la molestia que sentía en aquel instante, de verdad quería gritar.
—¿En serio ibas a pedirme que me casara contigo?— salió de su garganta en un gruñido.
Había pasado de la sorpresa a la ira muy rápidamente.
Yuta se puso de pie, se colgó aquel collar con esos dos anillos de nuevo en el cuello y dio unos pasos hacia ella.
—Así es, yo quería darte este anillo en algún lindo lugar de aquí en Kioto. Tenía pensado proponértelo en el barrio de las geishas o — suspiro con desilusión.
—Pensaba pedírtelo en algún otro lugar de los que pensé visitaríamos en nuestro fin de semana, pero nada estaba saliendo como debía — llevo por un momento su mano sobre aquellos anillos.
— Y después apareció Satoru y bueno, pidió que nos fuéramos de inmediato del país. Incluso si ambos nos íbamos de Japón. Pensaba pedirte matrimonio en el primer destino al que llegáramos.
Maki lo miro directamente a los ojos, mientras Yuta seguía de pie frente a ella. Después su mirada color miel bajo un momento hacia aquel que hubiera sido su anillo de compromiso. Sentía tantas emociones y sentimientos al verlo de cerca, pero de todos ellos, destacaba el odio que sentía hacia aquellos que les arruinaron la felicidad.
—Y Ahora con todo lo que nos hemos contado esta noche, tengo la certeza de que si hubiéramos sido honestos el uno con el otro en aquella estación de tren hace siete años atrás, nuestro presente sería completamente distinto... —Yuta, con valentía, acercó su mano hacia la mejilla de Maki.
Esta dio un pequeño sobresaltó, incluso una sensación eléctrica recorrió su piel al sentir la mano de Yuta sobre ella.
Pero no lo alejo, al contrario, sentir su mano sobre su piel hizo que su corazón diera un vuelco. Mientras se perdía en su mirada.
— En este momento solo me atormentan y se me vienen a la mente un sin fin de “Que hubiera pasado si...”— dijo Yuta con voz ronca. Le dolía todo lo que había sucedido entre ellos.
Siguió hablando sin dejar de mirar a Maki a los ojos y sin apartar su mano de su mejilla, mientras le acariciaba con cariño.
—Quizás si en esa estación del tren tú me hubieras confesado lo de tu embarazo...— bajo los hombros — Yo en ese instante te hubiera pedido matrimonio y te habría dado la libertad de elegir si querías seguir aquí en Japón o de huir al extranjero. Y en cualquiera de los dos casos, me habría encargado de que tú y nuestros pequeños tuvieran todas las comodidades...
Maki trago saliva para tratar de deshacer el nudo de su garganta, mientras ponía su mano sobre la mano de Yuta, acariciándolo con delicadeza. Debía ser firme en su sentir a pesar que todo aquello, le estaba afectando y le movía todos aquellos sentimientos que creía haber enterrado bajo tanto odio y desprecio hacia él.
—Si que todo hubiera sido distinto... —Yuta suspiró con un nudo en la garganta —Si hace siete años atrás, tú me hubieras dado el sí en el instante en que yo te hubiera pedido matrimonio, lo más seguro es que te habría visto usar un hermoso vestido de novia del color que tú hubieras elegido, y habríamos dicho nuestros votos frente a un altar...— sus sentimientos se desbordaban con dolor por su garganta al decir todo eso.
Su mente se llenó de imágenes falsas de aquellos recuerdos que nunca existieron, clavándose como dagas en su lastimado corazón.
—Incluso, habría tenido el privilegio de verte embarazada...— le dolía el imaginar aquella imagen de Maki con un vientre abultado.
—Y si el destino no hubiera tomado otro rumbo, habría presenciado el momento en que te enteraste de que no uno, sino dos pequeños seres crecían en tu vientre —una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro, reflejando tanto ilusión como dolor. Sentía que de nuevo se rompería a llorar.
—Y ni hablar del parto, habría hecho todo lo posible para estar presente en ese momento tan importante para nuestra familia —suspiró con pesar, tratando de aplacar el nudo en su garganta que dolía como espinas clavadas al rojo vivo contra su piel.
— De verdad, habría hecho lo que fuera por estar junto a ti, Yurika y Yuudai, en todo momento y en cada etapa de sus vidas, brindándoles protección y todo lo necesario...
Maki trago saliva con dificultad, se la había formado un nudo en la garganta y uno en la boca del estómago. Sus cejas se contrajeron y sus ojos se cristalizaron. También a ella le dolía imaginarse esa vida perfecta a su lado pero que por desgracia no pudo ser.
Yuta dejo salir el aire con demasiada tristeza de solo imaginar esa vida que no pudieron vivir.
—Incluso si hubiéramos tomado la decisión de huir del país, lo más seguro es que hubiéramos viajado por el mundo los cuatro juntos... hubiéramos visitado tantos países y hubiéramos conocido tantas culturas en familia... — volvió a suspirar— en este momento, solo puedo pensar en tantos "hubieras"
En los labios de Maki apareció una leve sonrisa al escuchar todo aquello, soltó unas cuantas lagrimas mientras acariciaba la mano de Yuta sobre su mejilla.
—Aunque algo me dice que tú te hubieras desmayado al momento de saber que íbamos a tener mellizos y hasta lo más seguro es que te hubieras desmayado en el momento del parto — Bajo su mirada y su mano libre subió hasta el pecho de Yuta, ya que se atrevió a tocar aquel anillo que le hubiera pertenecido. Pasando sus dedos por aquel material, el cual era liso y estaba bien cuidado, incluso aún el diminuto diamante mantenía su brillo.
Maki podía jurar que sintió el latir del corazón de Yuta a través de ese anillo.
—Definitivamente hubiera llorado y gritado de la emoción al escuchar que seriamos padres de dos bebés — contesto Yuta con una leve risita al sentir el dedo de esta tocar aquel anillo colgando contra su pecho—Y tienes razón, quizás hasta me hubiera desmayado en el momento del parto. Pero hubiera estado de pie al lado de ustedes dándoles todo lo que merecían.
—Hubiera sido una buena vida...— susurro quitando de su mejilla la mano de Yuta con delicadeza, entrelazando un poco sus dedos, mientras volvía su vista hacia los ojos de este.
—Pero aún estamos a tiempo de hacer realidad esa vida ... podríamos intentarlo desde cero... podríamos ser esa familia a la que siempre estuvimos destinados a ser— susurro Yuta sin dejar de perderse en su mirada color miel.
Ambos no podían dejar de mirarse a los ojos, parecía que habían imaginado al mismo tiempo todas esas situaciones que les arrebataron.
Aquellas miradas estaban cargadas de demasiados sentimientos. Parecía que aquel magnetismo los haría unirse, ya que sus rostros empezaron a juntarse con delicadeza, pegando primero sus frentes.
—Yuta...— Maki lo nombro en voz muy baja.
—Maki...Simplemente quiero que volvamos a intentarlo... quiero que ese amor vuelva a nosotros...— susurro.
Las palabras ya no pudieron salir de la boca de Maki, su aliento se había cortado al sentir los labios de Yuta muy cerca de los suyos.
Solo sus respiraciones y el sonido de las manecillas del reloj, el cual marcaba que faltaban cinco minutos para las dos de la mañana, era lo único que se escuchaba en aquel instante en aquella cocina.
La peliverde sentía que el corazón se le saldría por la garganta, mientras se perdía en aquella mirada azul grisáceo. Aquella que se fue acercando lentamente a ella mientras ambos cerraban los ojos. Sentía que debía mantenerse firme como la cruel y fría asesina que era.
Pero era inútil, sus sentimientos por él estaban surgiendo de nuevo.
Los labios de ambos estaban muy cerca al fin después de siete años de estar cruelmente alejados. Sus ligeros roses hacían que se desearan más. Al mismo tiempo que despertaban en ellos aquellos sentimientos que aún seguían sintiendo el uno por el otro.
Maki podía notar que ella era la debilidad de Yuta, y debía aprovecharla si quería que su plan fuera a funcionar, tanto por su bien, como el de su hermana y el de sus hijos. Pero también se sentía caer y perder en su propio juego.
Estaban a milímetros de unirse por fin en un beso, pero el rencor de Maki hacia aquellos que los habían separado, la hizo reaccionar, poniendo su mano derecha entre su boca y la boca de Okkotsu, para separarse de él rápida y fríamente, pero con las mejillas suavemente teñidas de Carmín por lo tan cerca que habían estado.
Se sereno —En serio... ellos se encargaron de... joder nuestra felicidad...— susurro ella con la voz a medio cortarse, interrumpiendo aquel primer encuentro, mientras daba unos pasos hacia atrás para alejarse de Yuta.
El hechicero la miro con intriga por esas palabras. Y más que Mai no había sido clara con ese tema en su carta.
Yuta también dio un paso hacia atrás. Debía comportarse y apaciguar sus sentimientos hasta terminar aquella charla.
—¿Se encargaron? ¿Quienes? Maki san ¿Qué más pasó ese día en que nos separamos en aquella estación?
Maki suspiro. Se abrazo a sí misma, pasando sus manos por sus brazos para darse el suficiente valor para por fin hablar de ese tema después de siete años.
—En esa estación pasaron varias cosas al mismo tiempo... que es un poco difícil de explicar... — humedeció sus labios mientras volvía a tomar asiento — Pero puedo confirmarte que mientras te esperaba, una de esas personas que está involucrada en nuestra separación llegó a hablar conmigo...— miro al hechicero — Esa persona hizo que tuviera muchas más dudas sobre si era buena idea seguirte o no...
—¿Acaso alguien más hablo contigo luego de que me marchará a comprarte esa botella de agua?— pregunto Yuta intrigado.
—Así es, y esa persona apareció solo unos minutos después de que me robaron el celular— Maki invito a Yuta a que tomara asiento una vez más.
—¿Quién fue? Maki ¿Quien hizo que dudaras de mi?—cuestionó Yuta, con una seriedad que helaba la sangre. Sus ojos, clavados en los de ella, no dejaban espacio para la duda.
El hechicero tomo asiento frente a ella una vez más. No estaba listo para lo que escucharía.
Maki tragó saliva, intentando calmar las olas que amenazaban con ahogarla. Un nudo se formó en su garganta, y las palabras se resistían a salir de sus labios
—Quien habló conmigo en la estación hace siete años atrás fue… —dijo finalmente, con la voz temblorosa y la mirada perdida en los ojos de Yuta.
Aquella verdad que iba a ser revelada, solo traería más dolor a Yuta.
Continuará...
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
Notes:
Espero les haya gustado esta segunda parte ❤
¿Qué les está pareciendo la historia? Estaré leyendo sus comentarios, así como sus teorías.
Se que en el capítulo anterior había dicho que por fin iban a descubrir quien fue quien hablo con Maki, pero decidí dejar este tema exclusivamente para el siguiente capitulo, el cual estará enfocado tanto desde el punto de vista de Maki como el de Yuta sobre lo ocurrido en aquella estación del tren el día de su drástica separación, así que será un capitulo casi en su totalidad mostrando lo que sucedió hace siete años atrás.
Lo único que puedo asegurarles del siguiente capitulo, el cual ya lo tengo casi en su totalidad, solo falta editarlo ya que es el doble de largo que este, es que los hará odiar a un personaje en especial.
Quizás ese capítulo, lo suba a finales de este mes o a inicios de junio, en sí, va a depender del tiempo que tenga disponible y más que quiero ir preparando los siguientes capítulos, los cuales, serán importantes para esta trama y más que se viene un plot twist importante que les hará cuestionarse ¿Quién realmente es el culpable de todo esto? Y ¿El fin justifica los medios?
También, les quiero pedir una disculpa, sé que dije que haría un capítulo especial contestando sus dudas o preguntas, así como dejándoles datos importantes de este fic, pero ese capítulo especial quizás se atrase un poco debido a que primero, quiero que lean algo super importante que esta por pasar en la trama en el capítulo 18, porque sé que eso que sucederá les dejara muchas dudas y primero quiero que lo lean antes de pasar a contestar todas las preguntas que les surgirán.
En fin, en serio, muchas gracias por el apoyo, espero esta historia les siga gustando ❤ y mas que se viene la acción y de paso, el concentrarse ya en el caso del nuevo asesino de hechiceros.
Chapter 19: 17. Siete Años Atrás. La Estación Del Tren
Notes:
La espera ha terminado. Es momento de que descubran quien fue quien hablo con Maki hace siete años atrás. Como también tendremos la versión de Yuta sobre ese día.
Así que preparen pañuelos, preparen sus palomitas y su bebida favorita que esta novela esta por comenzar.
Espero les guste ❤ y mas si a alguien le sirve de lugar seguro o de consuelo mis fics, bienvenidos sean.
Disfruten la historia.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Continuación
—En serio... ellos se encargaron de... joder nuestra felicidad...— susurro Maki con la voz a medio cortarse, interrumpiendo aquel primer encuentro, mientras daba unos pasos hacia atrás para alejarse de Yuta.
El hechicero la miro con intriga por esas palabras. Y más que Mai no había sido clara con ese tema en su carta.
Yuta también dio un paso hacia atrás. Debía comportarse y apaciguar sus sentimientos hasta terminar aquella charla.
—¿Se encargaron? ¿Quienes? Maki san ¿Qué más pasó ese día cuando nos separamos en aquella estación?
Maki suspiro. Se abrazo a sí misma, pasando sus manos por sus brazos para darse el suficiente valor para por fin hablar de ese tema después de siete años.
—En esa estación pasaron varias cosas al mismo tiempo... que es un poco difícil de explicar... — humedeció sus labios mientras volvía a tomar asiento — Pero puedo confirmarte que mientras te esperaba, una de esas personas que está involucrada en nuestra separación llegó a hablar conmigo...— miro al hechicero — Esa persona hizo que tuviera muchas más dudas sobre si era buena idea seguirte o no...
—¿Acaso alguien más hablo contigo luego de que me marché a comprar esa botella de agua?— pregunto Yuta con frustración.
—Así es, esa persona apareció solo unos minutos después de que alguien me robara el celular— Maki invito a Yuta a que tomara asiento una vez más.
—¿Quién fue? Maki ¿Quien hizo que dudaras de mi?—cuestionó Yuta, con una seriedad que helaba la sangre. Sus ojos, clavados en los de ella, no dejaban espacio para la duda.
El hechicero tomo asiento frente a ella una vez más. No estaba listo para lo que escucharía.
Maki tragó saliva, intentando calmar las olas que amenazaban con ahogarla. Un nudo se formó en su garganta, y las palabras se resistían a salir de sus labios
—Quien habló conmigo en la estación hace siete años atrás fue… —dijo finalmente, con la voz temblorosa y la mirada perdida en los ojos de Yuta.
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Flashback
Siete años atrás.
En la estación del tren.
MAKI VERSIÓN
El pie de la peliverde no paraba de moverse, se estaba desesperando demasiado porque tenía que decidir con aquel tema de su embarazo. Además, que no veía a su novio por ningún lado, ya que este se estaba tardando demasiado.
—¿Qué acaso habrá mucha gente en la fila? ¿O qué demonios estará haciendo ese idiota como para que se demoré demasiado? — se preguntó con molestia al notar que ya habían pasado más de treinta minutos y Yuta no volvía.
En ese momento, cuando ella se giró a ver los letreros sobre los horarios de las próximas salidas, una persona apareció de la nada y choco contra ella, empujándola con fuerza por el hombro.
—¡Fíjate idiota!— grito Maki con molestia por aquel golpe.
Pero aquel sujeto que choco contra ella no le hizo caso y solo se siguió de largo.
Maki sobo su hombro, mientras observaba una vez más hacia el reloj que tenían en la estación.
Sus manos viajaron a su vientre al ver la hora. Se sentía inquieta, como si algo no estuviera bien a su alrededor. Incluso el ambiente se sentía pesado.
—Tu padre se está tardando demasiado...— susurro mientras seguía mirando hacia aquel reloj.
De repente, sintió que alguien se había parado detrás de ella. Aquella persona era imponente que hasta un escalofrío recorrió su espina.
—¡Yo! ¡Es bueno verte aquí!— dijo una voz que para la hechicera le resultaba bastante molesta, la sola presencia de esa persona, hizo que esta se girará a ver a aquel que había llegado.
—Maki— la nombró Satoru con una gran sonrisa en los labios—Me alegra que ya estén listos para salir del país — apuntó a sus maletas.
La peliverde suspiro y apretó con fuerza la mandíbula. Realmente no se sentía con ánimos para lidiar con nadie y menos con ese quien había aparecido.
—¿Qué quieres idiota de los ojos vendados?— pregunto con fastidio. Desgraciadamente las náuseas le habían regresado con la presencia de ese hombre, pero debía controlarse.
—Que ruda, tu y Utahime sí que comparten el mismo carácter — bufo un poco.
Su alumna rodo los ojos —Pero mínimo ella es una buena maestra. En fin ¿Qué quieres? ¿No te está bastando con arruinarnos el fin de semana a mí y a Yuta con esta estúpida misión en el extranjero?— cruzo los brazos.
—Yo no diría que les arruine nada, al contrario, diría que les estoy mejorando la vida — contesto Satoru con una gran sonrisa. —¿Segura que estas bien? Te notas algo pálida ¿Estas enferma? — analizó a su alumna, levantando sus gafas oscuras.
Maki elevo la voz y puso sus manos en sus caderas —¡Solo estoy fastidiada con esto de salir del país! Además ya me aturdí por estar rodeada de tanta gente.
Pero en realidad, lo aturdido se debía a la técnica maldita de alguien. Esa persona estaba tan cerca de Satoru y de Maki, que su energía inundaba la zona.
—¿Pero acaso No crees que esto es una buena idea? Digo porque qué mejor que salir con tu novio al extranjero en una misión juntos o ¿Acaso algo más te está preocupando? — Gojo acerco levemente su rostro al rostro de esa chica.
—O ¿Acaso estás escondiendo algo? ¿Algo pequeñito pero importante que podría cambiar tanto tu vida como la de Yuta?
Esas palabras hicieron que Maki abriera enorme sus ojos, mientras veía fijamente aquellos ojos azules que lograban ver hasta lo más diminuto.
Continuó Satoru —Lo pregunto porque desde que los encontré en el barrio de las geishas, tú te has estado comportando muy "extraña"
La hechicera trago saliva con dificultad, trato de mantenerse firme porque sabía que quizás Satoru podría haber visto a través de ella. Y si ese bebé podría ser un niño con energía maldita, quizás él ya lo podía haber detectado.
—No sé de qué hablas— dijo ella con firmeza—¡Y deja de mirarme así que pareces un pervertido!— elevo la voz.
—Jeje Yo creo que si sabes sobre lo que estoy hablando— Satoru miro a su alrededor, era como si hubiera detectado algo más, ya que ciertas personas le habían llamado la atención.
Regreso su vista a su alumna —Porque sea lo que sea que estés ocultando podría afectar a ambos clanes ¿No es así? Digo porque con eso de que Tu y Yuta ya sean pareja, de una u otra forma nos hace parientes políticos lejanos, sobre todo porque aunque Yuta no sea un Gojo directo, su sola presencia equivale a uno, además, tu si eres una Zenin de la línea directa y una relación así sí que es todo un tema, y más que las cosas entre ambos clanes ya de por si están tensas.
—Eso de los clanes me vale una reverenda mierda en este momento— su humor empeoró — ¡Déjame en paz!— respondió ella girando su rostro hacia el otro lado.
En ese momento, Maki sintió como si alguien más la observaba entre la gente, pero no sabía de dónde provenía esa pesada mirada. Pensó en que quizás solo eran sus nervios de embarazada.
Pero si tan solo hubiera prestado más atención, habría notado que cinco personas en específico la estaban vigilando muy de cerca y que estaban esparcidos solo a metros de ella.
Todos ellos, solo se estaban asegurando de que el plan se llevara a cabo.
Satoru suspiro.
—Si no te sientes lista, sabes que aun estas a tiempo de irte y alejarte de esta propuesta, así como aun estas a tiempo de alejarte de Yuta.
Su alumna giró su cabeza con rapidez al escuchar esas palabras.
—¿Y por qué haría algo como eso?— pregunto Molesta.
—Más bien ¿Y por qué no hacerlo? Solo piénsalo, eres una chica muy inteligente, fuerte e independiente y esto de irte del país detrás de Yuta, no es muy de ti que digamos.
—¿Qué estás tratando de decir Idiota de los ojos vendados?— pregunto Maki con un toque de intriga. Incluso sus labios se fruncieron en una mueca por esas palabras.
—Lo que trato de decir es que eres una Zenin.
Maki gruñó al escuchar su apellido salir de la boca de su maestro.
Satoru siguió explicando.
—Maki, eres una chica orgullosa, y acompañar a un hechicero superior en categoría en este tipo de misiones no encaja con tu estilo. Aunque Yuta sea tu novio, no es propio de ti. Además, si lo acompañas, dejarás de ser la "Maki" de siempre para convertirte en "la mujer de Okkotsu", especialmente ahora que viajarán juntos al extranjero como pareja. Así que ¿Estas segura de poder soportar todo eso? ¿Soportaras que todo el reconocimiento se lo lleve él?— levanto el dedo como si estuviera dando una clase— Porque recuerda que quien tenga el rango superior en las misiones, es quien tiene el liderazgo así como también se lleva todo el crédito de ellas — ajusto sus gafas — Pero sobre todo, estas segura que con eso que estás escondiendo ¿No serias más bien un estorbo para Yuta contigo en esa condición?— apuntó levemente a su vientre.
Maki titubeo levemente. —Yo...— Trago saliva, se sentía por primera vez acorralada y amenazada por ese hombre.
Aquellas palabras le cayeron como un balde de agua fría. De nuevo sus ojos se abrieron con la duda invadiendo todo su ser ¿Acaso con ese embarazo ella sería más un estorbo que de ayuda?
Ambos eran muy jóvenes aún. Además, ser mujer en ese mundo de la hechicería, significaba tener menos oportunidades de triunfar o destacar y más estando al lado de Yuta, un hechicero de grado especial que podría llevarse todo el reconocimiento por ser un "prodigio" y con un bebé en camino, ella sería dejada de lado y quizás sería más un estorbo.
Pero si decidía interrumpir ese embarazo ¿Podría abortar en otro país? ¿Y Si llegaba a un país muy conservador? A uno donde incluso el aborto espontáneo estuviera penalizado con la cárcel o la pena de muerte.
¿No podría llevar a cabo ese aborto, Cierto? Además que pasar días en reposo debido a esa interrupción no eran una buena opción en una misión como a la que iban donde debían estar siempre en movimiento.
Había demasiado en juego, además de que ella no se sentía lista para salir del país. El miedo la empezó a invadir y la ahogaba con aquella extraña energía que flotaba en el aire.
—Yo...— Maki sintió su respiración cortarse. Se sentía mareada y ahogada, el ambiente lo sentía demasiado pesado.
Satoru volvió a mirar a su alrededor. Sabía que algo estaba pasando pero él había decidido no intervenir, pensaba que quizás aquello iba a ser buena idea para ver los verdaderos sentimientos de esos dos.
Grave error. Porque aquellos que querían separarlos lograron su cometido.
Además, había un voto vinculante de por medio hecho con los altos mandos y con Naoya Zenin, que no lo dejaba intervenir directamente.
Ojalá Yuta y Maki pudieran haber tenido unos ojos tan agudos como los de él. Ojalá ambos hubieran sido capaces de encontrarse una vez más... ojalá ambos se hubieran dicho lo que les pasaba o lo que pensaban hacer... quizás solo así nunca los hubieran separado.
Parecía que aquellos que los miraban, empezaron a actuar de acuerdo al plan. Camuflajeados como simples civiles que esperaban el tren. Un tren al que ella nunca subiría. Mientras que con la "emoción de pétalos" cubriendo sus cuerpos, se cuidaban de no caer en aquella técnica de espacio y tiempo, la cual funcionaba como una especie de dominio.
Así como había una técnica más rodeándolos, una que hacía que el miedo, se intensificará en la víctima que había sido tocada minutos atrás.
Satoru al tener el infinito, podía defenderse de aquella energía maldita que empezaba a sofocar el ambiente.
En cambio, Maki empezó a sentirse confundida, hasta un tanto pesada y sofocada. Incluso su cuerpo tembló en un escalofrío. Era como si su restricción no fuera inmune ante tales técnicas.
Quizás se debía a ese embarazo, ya que dos bebés con energía maldita se estaban gestando en su vientre y aquellas técnicas les estaban afectando.
—Respóndeme algo Maki san ¿Tú realmente amas a Okkotsu como para ir con él hasta el extranjero? ¿Estas dispuesta a dejar todo atrás y dejar de ser tu, por un hombre como él?— pregunto el albino mirando a su alumna con firmeza.
—Yo...– dijo con dificultad — lo amo— susurro, su voz apenas fue audible para Satoru— pero...— Maki se sentía extraña, se sentía nerviosa y la duda empezaba a comerle la cabeza.
Sentía que las palabras de Satoru, así como las de su madre un día anterior sobre su relación de ella con Okkotsu, la habían hecho titubear sobre ella misma y sobre todo, la duda le estaba martillando la cabeza sobre si quería esa vida que se le presentaría afuera de su país y más con un bebé en camino...
Satoru la miro fijamente— Comprendo.
Maki bajo la mirada y su mano se posó sobre su vientre.
—¿Qué debo hacer?—Pensó.
El albino miro a su alrededor, parecía que aquello que estaba pasando ya había empezado a tomar más fuerza.
—Supongo que Yuta no tardará en llegar. Bueno Maki san, nos vemos arriba del tren en unos minutos, debo ir a arreglar rápidamente unos papeles antes de que ustedes salgan del país.
Satoru dio unos pasos y se detuvo al costado derecho de su alumna, acercándose levemente al oído de esta.
—Maki... Decide rápido y sabiamente... — susurro a su oído —porque lo que decidas tanto con este viaje así como con ese bebé, podría empeorar tu vida o podría darte una mejor oportunidad que no se repetirá fácilmente... aunque también está la opción de declinar esta oferta de salir del país —Miro a su alumna.
—Y si deciden quedarse en Japón, sabes perfectamente que Yuta necesitará de una mujer fuerte tanto física como mentalmente a su lado— acomodo sus gafas negras— Me pregunto ¿Acaso tu eres esa mujer?
Satoru miro a una persona en específico entre la multitud. —Sabes que están detrás de ti y si no quieres sufrir, aun estas en posición de huir de aquí... corre hacia la salida... esta técnica tiene un alcance muy corto — susurro.
Maki lo miro de reojo. Se sentía confundida por esas palabras y de paso, se sentía pesada. Algo andaba mal. ¿No estaría soñando? ¿No estaría drogada? Todo aquello se sentía muy irreal.
Incluso el vientre le empezó a doler. Haciendo que esta se hiciera hacia el frente. Aquella era la técnica de otra persona que estaba muy cerca de ella.
—¡Bueno! — Satoru dio una gran palmada —Decide pronto. De todos modos te veré a ti y a Yuta en unos minutos — se empezó a perder entre la multitud.
—Espera... idiota de los ojos vendados — dijo ella, pero fue inútil, Satoru se había alejado rápidamente.
Maki de verdad sentía que la cabeza le daba vueltas. Cerró los ojos con fuerza y sus manos fueron sobre sus orejas. Estaba desesperada. Sentía que las voces de todos a su alrededor se habían intensificado, parecía que la gente le gritaba a su oído, con fuerza y con palabras llenas de odio.
Pero eso se debía a la técnica de otro hechicero.
—¿Acaso el idiota de Gojo tiene razón? ¿Y si lo mejor para mí sería no ir con Yuta? ¿Realmente quiero dejar de ser yo misma por todo esto?— su mente se llenó de más y más dudas, mientras de nuevo, sus manos iban sobre su vientre. Aquel dolor en aquella zona la hizo hacerse de nuevo hacia adelante porque se había intensificado.
La pobre empezó a hiperventilar, el pánico se estaba apoderando de ella, así como las malas emociones y de paso, las ganas de vomitar se intensificaron al grado de dar varias arqueadas con la sensación quemando por su garganta.
Rápidamente busco con la mirada aquel gran reloj y se dio cuenta que Yuta ya se había tardado demasiado, había pasado más de una hora.
—¿Y si él me abandono? ¿Sera por eso que él no ha regresado?— aquellas preguntas llegaron a su mente de forma tormentosa al notar cuanto tiempo había pasado y Yuta para nada volvía.
El ambiente ya era demasiado pesado que hasta respirar era ya complicado, el aire estaba cargado de energía maldita, la cual, la estaba ahogando, se sentía como si estuviera dentro de una gran pecera.
Esa era una técnica más, una que hacía que su víctima se sintiera ahogar. Como si agua entrara con furia en sus pulmones haciéndolos doler.
—¡Necesito salir de aquí! ¡No puedo hacer esto!— la hechicera había entrado en pánico, se dio la vuelta, tomó solo su maleta y camino rápidamente hacia la salida de la estación, así como había mencionado Satoru.
Maki estaba lista para huir. Estaba literalmente ya con un pie fuera de la estación, pero algo le detuvo. Un sentimiento en especial.
Ella sabía que no podía abandonar a Yuta de esa manera.
En ese momento, la cordura le regreso. Sentía que algo andaba mal. Era como si alguien estuviera jugando con ella.
—Él no me lo perdonaría y mucho menos yo me perdonaría por dejarlo así...— Apretó con fuerza su puño derecho sobre el sujetador de su maleta — Debo hablar con Yuta, debo contarle la verdad....— su otra mano no se despegó de su vientre.
Maki regreso rápidamente al andén donde había incluso abandonado la maleta de su novio.
—¡Demonios!— dijo preocupada al notar que esa maleta en color negro, ya no estaba ahí.
Noto que todos aquellos que esperaban el tren, ya no estaban tampoco.
Aquel anden se había vaciado casi por completo, además que el ambiente ya no se sentía para nada pesado. Era como si aquella técnica que la asfixiaba se hubiera desvanecido.
Aquella situación le pareció bastante extraña a Maki. Sentía como si alguien hubiera jugado con ella y de la peor manera posible.
Rápidamente busco su celular entre los bolsillos de su chaqueta, pero este no estaba ahí, incluso lo busco en su maleta, pero para nada lo encontraba.
Su celular había desaparecido.
En ese instante, donde Maki ya estaba demasiado desesperada, recordó a ese sujeto que choco contra ella minutos atrás.
—¡Ese imbécil ha robado mi celular!— gruño con molestia.
Entonces empezó a buscar con su mirada llena de desespero a su novio. Pero no lo veía y tampoco lo sentía cerca. Aquello era demasiado extraño, todo eso empezó a desesperar a Maki, al grado que empezó a entrar en un ataque de histeria.
—¡Yuta! — grito, pero solo llamo la atención de algunos extraños.
Hasta se empezó a odiar a sí misma por haberse influenciado por Satoru para que huyera.
Y en ese momento de angustia donde miraba hacia todos lados, Maki noto que el tren que se supone ella debía haber abordado, empezó a avanzar, alejándose con paso lento al inicio para ir aumentando en velocidad mientras más se acercaba al final del andén.
Su instinto la hizo fijar su mirada a las ventanas de aquel tren que partía.
Y allí, entre el vaivén de las imágenes fugaces, la hechicera divisó la silueta inconfundible de Okkotsu.
Sus puños se apretaron fuertemente. Un torrente de ira la invadió, al igual que un agudo dolor apareció en su pecho al verlo sobre ese tren.
Aquel hechicero estaba sentado en su asiento junto a la ventana. Parecía que él había tomado su decisión.
—¡Yuta!— Maki grito una vez más mientras corría al lado de ese tren, el cual empezó a acelerar la marcha.
Pero ese hechicero para nada le hacía caso debido a que este no podía escucharla. Además que se veía muy entretenido hablando con aquel que iba en el asiento del pasillo, mientras iban rumbo al aeropuerto de Haneda.
—¡Yuta!— Maki grito una vez más, mientras se iba deteniendo antes de que el andén se acabará a sus pies.
El tren se alejó rápidamente de la estación y ella sólo se quedó ahí. Viéndolo partir sin ella.
Maki empezó a hiperventilar una vez más.
—Yuta se ha ido... ni siquiera bajo para buscarme...— respiro con dificultad —Okkotsu me ha abandonado... — su voz se rompió— Él se fue sin mí...— su mano se hizo puño sobre su vientre. Sentía la sangre hervir.
Sus amargas lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas, quemando su piel.
Ahí la peliverde lo entendió todo. Yuta la había abandonado sin darle explicación alguna y mucho menos, la busco para despedirse de ella.
—Idiota...como te odio...
Y en aquel anden, Maki solo se quedó con un corazón roto y en su vientre albergando dos pequeños frutos de un amor que parecía haber acabado.
◈ ━━━━ ♡ ━━━━ ◈
Regresando al presente.
—Y ahí me quedé, sola, confundida y furiosa mirando como me habías abandonado sin decir nada y sin haberme buscado antes de subir al tren— explicó Maki mirando a su taza de café, la cual ya estaba vacía.
—Tiempo después descubrí que al parecer alguien había usado una técnica de modificación de espacio y tiempo sobre mí, así como me enteré que otras personas usaron otras técnicas para confundirme todavía más —Apretó su taza, al grado de hacerle una grieta recordando aquella sucia jugada que habían usado en ella.
—Por eso sentía que en aquel momento el ambiente estaba extraño y que el tiempo había pasado muy lentamente— suspiro mirando a Yuta, quien estaba sorprendido al escuchar todo eso. Incluso parecía desencajado con la realidad. Sus dedos estaban clavados en la madera de la mesa. Podía notársele furioso
—Así que básicamente Satoru fue quien termino de colmarme de más dudas sobre si era buena idea o no el ir contigo. Dudas que un día antes mi madre me había metido a la cabeza cuando me la tope por ahí, cerca de la estación, ya que ella me dijo algo similar sobre que estar contigo era mala idea debido a la tensión de los clanes y que quizás tu solo me ibas a arruinar la vida...
Yuta se levantó muy molesto de aquella silla, se le notaba demasiado furioso por escuchar todo eso. Sus manos pasaron por su rostro con fuerza.
—¿Entonces Satoru hablo contigo y te convenció de huir? ¿Me estás diciendo que él también estuvo detrás de nuestra separación?— cuestiono muy furioso levantando la voz.
Maki también se levantó de su silla
—¡Puedes bajar la voz por favor!— regaño entre dientes— Estas en mi casa y no quiero que hagas un escándalo, vas a despertar a mis hijos.
Yuta se acercó a la puerta de cristal que daba al patio
—Lo siento pero es que — gruñó un poco y sus manos se hicieron puños sobre aquel cristal, el cual, se tensó y en cualquier momento se podría romper—¡No puedo creer que él nos haya hecho esto!— susurro muy molesto. Estaba a punto de explotar mientras su puño seguía contra aquel vidrio.
Pero antes de que este hiciera algo más, Maki se paró a su lado.
—Cálmate por favor, no quiero que tu energía maldita asuste a los niños... además, tu querías saber la verdad ¿No es así? Bueno, aquí la tienes...— le tomó con delicadeza del rostro, posando sus manos sobre sus mejillas, para que se girará a verle.
Yuta acaricio sus manos. Había algo en su tacto y en su dorada mirada, aún sin lentes, que hacía que no perdiera los estribos.
—¡Es que en serio, no puedo creer que Satoru también estuvo detrás de nuestra separación!— soltó el aire con enojo puro— ¡Y ahora que me has dicho esto, ahora entiendo porque él me arrastro hacia el tren una vez me llego tu supuesto mensaje!— confesó.
—¿Él te arrastro al tren?— Maki preguntó con seriedad —¿Acaso Satoru no te dejo ir a buscarme?
—Así es— Yuta la miro con una mezcla entre molestia y tristeza y sus manos sujetaron las de ella sobre su rostro —Después de recibir "tu mensaje", yo iba a ir a buscarte, pero él me arrastro al tren y no me dejó bajar— soltó el aire con frustración mientras bajaba con delicadeza las manos de Maki de su rostro sin dejar de sujetarlas.
— Él solo me dijo que quizás tú te habías arrepentido de venir conmigo, y que por eso te habías ido. Satoru me hizo creer que quizás tu ya no me amabas y que por eso me habías abandonado... él sonaba tan firme que yo simplemente creí en sus palabras ... palabras que aún recuerdo con dolor.
—¿Qué más te dijo ese idiota de ojos vendados? ¿Qué otras malditas mentiras te dijo sobre mi?— pregunto Maki super molesta, hasta sus manos temblaron de coraje.
—Él dijo...
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Flashback
Hace Siete años atrás
En la estación del tren.
YUTA VERSIÓN
Yuta no tardo más de diez minutos en regresar con aquella botella de agua, pero en aquel lugar, solo estaba su maleta, pero no estaba ni Maki ni el equipaje de ella.
Aquellos se le hizo bastante extraño y más que solo faltaban unos minutos para que el tren saliera de ahí.
—¿Maki?
El hechicero la busco con la mirada por todo el andén, entre toda la gente que se encontraba ahí en ese momento.
Decidió preguntar a algunas personas que estaban cerca de ellos y que recordaba haber visto antes de ir a comprar aquella botella de agua.
—¿Señor, no ha visto a una chica peliverde con anteojos, que estaba junto a esta maleta?— pregunto Yuta al encargado de seguridad del tren, el cual estaba dando instrucciones a los que iban subiendo.
—Lo siento, no he visto a nadie con esas características subir al tren o pasar por aquí— dijo el encargado.
Yuta se empezó a llenar de pánico, así que siguió preguntando a otros civiles.
—Disculpe ¿No ha visto a donde fue la chica que estaba aquí junto a esta maleta?— pregunto a otro chico que estaba muy cerca de ellos desde que llegaron a la estación.
—Lo siento, estaba entretenido en mi celular y la verdad, no vi hacia donde se fue — se disculpó aquel chico antes de subir en aquel tren.
Yuta empezó a llenar sus pulmones con aire de desespero. Así que siguió preguntando, se estaba asustando de que Maki se hubiera ido de ahí.
—¿Disculpen, No han visto a la chica que estaba aquí junto a esta maleta? Es alta, de cabello verde y anteojos— pregunto Yuta a una pareja que estaba sentada cerca de donde ellos dos habían estado parados.
—Lo siento, yo no la vi— contesto el hombre.
—Vi a esa chica pasar con su maleta, pero no vi si entró a los baños o salió de aquí — contesto la mujer.
—Gracias— respondió Yuta preocupado.
El hechicero sentía un raro presentimiento, no veía a Maki por ningún lado y lo peor del caso, es que no la lograba detectar.
Además, que sentía como si alguna técnica maldita se estuviera desvaneciendo.
Pero decidió no tomarle atención a eso. Grave error. Si tan solo hubiera prestado más atención a esos rastros residuales, hubiera encontrado a los culpables de su separación. Los cuales estaban festejando su ruptura a varios metros de él.
El tren no tardaría en partir de la estación. Así que Yuta decidió sacar su celular, quizás estaría en el baño como dijo aquella mujer, así que pensó que lo mejor sería el llamarle.
Una vez desbloqueo su celular, miro que tenía un mensaje, el cual provenía del número de Maki.
Pero al abrir aquel mensaje, Yuta sintió un dolor indescriptible desde el fondo de su alma mientras lo leía.
—Lo siento... no puedo acompañarte más en este viaje... ni en esta vida...
Fueron las palabras que lo terminarían todo. Ella lo había abandonado en aquella estación de tren.
Trato de comunicarse con ella, pero su teléfono sonaba fuera de línea. Era como si lo hubiera apagado.
El tren estaba a punto de salir de la estación y Yuta tenía que elegir en aquel momento sobre que debía hacer.
—¡Debe de haber una explicación para todo esto! ¡Ella no se iría así! ¡Debo salir a buscarla! — se dijo con desespero.
Y cuando estaba a punto de tomar su maleta y salir de la estación para ir a buscar a Maki, una mano lo tomó desde el cuello de su camiseta, arrastrándolo al tren que debían abordar.
—¡Okkotsu, es hora! ¡Debemos irnos si queremos llegar a tiempo al aeropuerto!— musito Satoru con gran alegría.
Por algún motivo, parecía que aquel albino quería alejar a ese hechicero de esa zona.
—¡Espera Gojo san! — Yuta lucho un poco contra el agarre de aquel hombre, el cual era más fuerte que él. Incluso ante tal jaloneo, dejó caer aquella botella de agua, la cual rodo y se perdió entre la gente.
Yuta lucho por zafarse, pero era inútil. Satoru logró arrastrarlo hasta dentro del vagón con una sola mano. Era sorprendente como podía hacer eso a pesar de que Okkotsu ya era un adulto.
En cambio, un asistente subió junto con ellos, para llevarse la maleta de Yuta.
—Vamos, el tren no tardará en salir, ya estoy emocionado por llegar al aeropuerto y verlos partir a su primer destino, en serio, esta misión sera perfecta para ustedes dos— dijo el albino con una gran sonrisa mientras lo llevaba por aquel pasillo.
—¡Aun no podemos irnos!— dijo Yuta, luchando por detener su paso, pero Satoru lo estaba ignorando mientras lo empujaba por la espalda.
—¡Y aquí están nuestros asientos! ¡viajaremos en lo mejor de lo mejor tanto en tren como en el avión! — dijo el maestro con una gran sonrisa de oreja a oreja—La primera clase siempre es lo ideal en este tipo de viajes.
Ambos se detuvieron frente a esos elegantes asientos, los cuales, estaban en una especie de cabina que los hacía más privados.
—¡Debo bajar del tren!—grito Yuta con desespero, girándose para ver a su mentor.
—¿Eh? ¿Por qué debes bajar del tren? — el albino lo miro con curiosidad —¿Acaso Se te olvidó algo? Porque si es así, puedo llamar a Ijichi para que te lo envíen hasta Hong Kong, el cual será su primer destino o ¿Acaso debes ir al baño? Si es así, hay varios aquí arriba.
—¡Se trata de Maki! ¡Debo bajar e ir a buscarla!— explicó Yuta mientras trataba de salir de ahí, pero era inútil, ya que el infinito de Gojo evitaba que saliera de esa cabina.
—¿A buscarla? ¿Por qué?— cuestiono Satoru frunciendo un poco el ceño —Okkotsu solo estas exagerando — movió su mano simplonamente — Quizás Maki ya está aquí arriba y solo este en el baño.
—¡ELLA NO ESTA AQUÍ! ¡ELLA SE HA IDO DE LA ESTACIÓN!
—¿Ella se fue? ¿Pero a dónde se pudo haber ido?— pregunto Satoru llevando una mano a su cadera. Pensaba que su alumna había salido a comprar algo.
Yuta empezó a explicar moviendo rápidamente sus manos, estaba desesperado.
—¡Yo no lo sé! ¡Ella me acaba de mandar un mensaje diciendo que no va a seguir conmigo! ¡Yo necesito ir a buscarla para aclarar esto!
—Podrías mejor marcarle a su teléfono— sugirió el albino.
—¡Su teléfono suena fuera de servicio! ¿Y si le paso algo? ¡Debo ir a buscarla!— Yuta de nuevo trato de pasar a un lado de Gojo, pero su infinito no le dejaba avanzar.
—Oh, Ya entiendo— el albino soltó esas palabras con frialdad. Rápidamente "creyó" entender la situación. Suponía que simplemente Maki se había ido por decisión propia y más que no parecía lista para hacer aquel viaje.
Yuta luchaba por poder salir de ahí, pero era inútil. El tiempo se había agotado, por las bocinas avisaron que las puertas ya habían sido cerradas y el tren en breve empezaría a andar.
—¡Por favor Satoru! ¡Déjame pasar! ¡Necesito ir a buscarla!— Yuta apretó los puños. Incluso su energía empezó a ser abrumadora.
—¿Qué acaso no lo entiendes Okkotsu?— pregunto Satoru acompañado de un suspiro.
—¿Entender que?— cuestiono él con desespero.
Satoru levanto un dedo como si estuviera dando una clase.
— Cuando una mujer ha decidido irse, ya no hay vuelta atrás.
—¿Qué estás tratando de decir?— pregunto Yuta con confusión.
—¡Ay el amor! ¿Quién lo entiende?— suspiro con pesar y un tanto de dolor— Siempre he dicho que no hay peor maldición que el amor.
—Yo, no entiendo...
—Lo que trato de decir Okkotsu, es que a veces cuando la otra persona ya no nos ama o ya no se siente cómoda a nuestro lado, esta decide huir marcando el final de la relación. Y este parece ser el caso de Maki— explico.
—¡Pero todo iba tan bien entre nosotros! ¡Debe haber una explicación para que ella quisiera irse así de repente!— Yuta dijo con desespero.
—¿Estás seguro de eso? —preguntó Satoru con un poco de intriga— Si todo iba tan bien entre ustedes dos, ¿No crees que Maki estaría aquí contigo ahora mismo, en estos asientos, en lugar de haberte abandonado? —Se encogió de hombros— Además, ya no hay tiempo para ir a buscarla. El tren está a punto de partir y sabes que ya nadie puede bajar ni subir.
Ante aquellas palabras, Yuta se quedó mudo. Parpadeo varias veces mientras analizaba lo que su maestro había dicho.
—Pero nuestra relación iba bien... yo hasta le iba a... proponer matrimonio y...— fue interrumpido.
Satoru levanto sus gafas oscuras y miro a Yuta a los ojos. —¿En serio su relación iba bien? Porque cuando los encontré en el barrio de las Geishas yo veía a Maki un tanto diferente, diría yo que parecía que estaba abrumada o mejor dicho, que estaba molesta de estar ahí. ¿Acaso pasaba algo malo entre ustedes dos? ¿Acaso la hiciste enojar o algo parecido? Porque parecía que tenían problemas en el paraíso.
—Yo...— Yuta de nuevo fue interrumpido ya que Satoru siguió bombardeándolo de preguntas que hizo que se cuestionara de él mismo.
—Okkotsu ¿Realmente estas seguro de que tu eras un buen novio como para ver que Maki no estaba bien? ¿Realmente ustedes dos estaban unidos como pareja? Porque hace rato yo no los veía tan unidos que digamos.
Todas esas preguntas hicieron que Yuta se sintiera bastante confundido.
—Yo... solamente quería que nuestro fin de semana fuera romántico... pero— no sabía que más contestar. La culpa por ser un mal novio le empezó a comer la cabeza.
—Lo más seguro es que ella no lo estaba disfrutando.— Satoru soltó el aire con fastidio— ¿Qué fue lo último que te dijo ella en la estación?— pregunto con curiosidad.
—Bueno, ella dijo que si haríamos esto de viajar juntos.
—¿Aja? ¿Y acaso notaste algo extraño en Maki? ¿Acaso se estaba comportando fríamente o extraña?— Pregunto Satoru con curiosidad.
Yuta se llevó una mano a la boca, parecía pensativo. Un leve y rápido recuerdo vino a su mente.
—Ella parecía que quería decirme algo más antes de eso... y después me pidió que le comprara una botella de agua porque dijo que se sentía mareada...— explicó — solo recuerdo que ella me dijo que no me tardará... pero ahora que lo mencionas, si parecía "un poco distante" como si algo la estuviera preocupando...
A Satoru le llamo la atención aquello. Llego a la conclusión de que Maki no le había dicho nada a Yuta sobre su embarazo. Y que tampoco, después de que él albino hablara con ella, esos dos no volvieron a encontrarse.
—¿Y eso fue todo?
—¡Si! ¡Por eso debo ir a buscarla, quizás se molestó porque tarde demasiado en comprar la botella! ¡Debo disculparme con ella y de paso, preguntarle si le pasa algo!—llevo sus manos a su rostro— Tengo un mal presentimiento — Yuta de verdad se veía desesperado.
—Bueno, a las mujeres no les gusta que las hagas esperar — dijo Satoru en una sonrisa — Así sean diez o cinco minutos. Sobre todo a Mujeres como Utahime y Maki, las cuales tienen un carácter fuerte.
—¡Pero no tarde demasiado! ¡Y cuando regrese al andén ella ya no estaba ahí! ¡Solo dejo mi equipaje y solo me mandó un mensaje de texto terminando me!
—¿Un mensaje de texto?— Satoru levanto una ceja, no había prestado atención a ese detalle hasta ese momento—¿Qué decía dicho mensaje?
Yuta saco rápidamente su celular y leyó aquellas últimas palabras que supuestamente Maki le envió.
—Lo siento... no puedo acompañarte más en este viaje... ni en esta vida...
Satoru presentía que esas palabras nunca las diría su alumna. En el fondo, él sabía que los "otros" habían ejecutado una jugada muy sucia y cobarde, aprovechándose de la vulnerabilidad de Maki en aquella estación de tren.
Desgraciadamente el plan de "esos individuos" sin escrúpulos se había llevado a cabo y él no podía romper el "trato" que se tenía con ellos, ya que romper aquel "voto" tenía sus consecuencias.
Desafortunadamente, el tren ya estaba empezando a moverse.
—¡Yo voy ir a buscarla! ¡Voy a bajar de este tren!— cuando Yuta iba a dar un paso más, la mano de su maestro lo detuvo, sujetándolo con fuerza del hombro.
Satoru soltó el aire con pesar.
—¡Hay Okkotsu! me duele ser yo quien te lo diga, pero si Maki se ha ido, significa que ella no estaba lista para esto— dijo sin medir sus palabras.
—¿Qué? ¿Pero Por qué?— Yuta se congelo al escuchar eso.
—Quizás ella se debe haber arrepentido de venir y por eso se fue...— miro a su alumno con una cara seria— solo eso explicaría el porqué de su comportamiento y el porque no subió al tren.
—¡Eso no puede ser verdad!
—Entonces ¿Como explicas que ella te haya abandonado?
Esa pregunta le rompió el corazón —Yo...
—Yuta— Satoru le revolvió el cabello y lo obligó a sentarse. —El amor a veces se apaga como una vela al viento, sin previo aviso, y la persona que queremos, para evitar "lastimarnos", se esfuma de nuestras vidas sin decir una sola palabra.
El albino suspiró con pesar. Parecía que había recordado a alguien a quien había querido mucho en el pasado.
—Y en otras ocasiones, la otra persona simplemente no está preparada para dar un paso tan grande como lo es el matrimonio, o el vivir junto a la otra persona o no se siente lista para una misión como esta — lo miró con seriedad — Quizás Maki ya no sentía amor por ti, o tal vez hubo "algo más" que la impulsó a abandonarte de esta manera.
—¡Por eso debo ir a buscarla! ¡Debe haber algo mal en todo esto!— trato de levantarse pero sentía que la energía maldita de Satoru no lo dejaba moverse.
—Okkotsu, acéptalo, Maki te ha abandonado y ya no hay nada más que hacer— dijo Satoru con seriedad, tenía una mirada casi asesina.
—Pero...
—Después de todo, ella es una Zenin.— resaltó con algo de fastidio aquel apellido.
—Al final, ella siempre hará lo que le venga la gana sin importar romper corazones en el camino. Sobre todo porque "ellos" nunca se llevarán bien "con nosotros"— insinuó Satoru.
Yuta solo suspiro ante esas palabras, quizás una Zenin nunca podría estar cerca de un descendiente de Sugawara, pensó con el corazón roto.
Satoru suspiro y movió las manos.
—Además, Ya no hay tiempo para buscarla, el tren ya está en marcha.
El joven hechicero suspiro observando como el tren empezaba a ganar velocidad mientras salían de la estación.
—Pero yo la amo... no puedo irme sin ella... Este viaje lo íbamos hacer juntos...— susurro con dolor.
Satoru lo miró fijamente.
—Yuta, como dije, si ella te amara no te hubiera abandonado. Ahora te toca aceptar esta realidad.
Yuta bajo la mirada con demasiada tristeza por esas palabras. Su mano fue a su pecho, sintiendo como su corazón se rompía al pensar que realmente Maki lo había abandonado.
El albino trato de elevarle los ánimos mientras iban rumbo al aeropuerto.
—¡Vamos Okkotsu! ¡No estés triste! ¡Aprovecha esta segunda oportunidad que se te está dando de ir al extranjero, pero ahora como un hechicero de renombre! ¡No cualquiera puede presumir de eso y mucho menos tener este privilegio!— Satoru dijo con una sonrisa y le dio una palmada en el hombro—Estoy seguro de que esta misión es perfecta para ti. Y quién sabe, quizás hasta encuentres el amor en tierras lejanas— sugirió con picardía.
Pero Yuta no contesto a aquello, estaba demasiado triste como para verle lo positivo a ese viaje. Pero no había marcha atrás. Ahora era su misión en solitario. Realmente no quería saber nada de Japón en un largo tiempo.
El hechicero de cabellos negros solo miro por la ventana, observo como se alejaban a toda prisa de aquella ciudad de Kioto, aquella donde le habían roto el corazón.
—Maki...— susurro tratando de contener las lágrimas antes de mirar en su celular, la última foto que ambos se habían tomado juntos y que usaba de fondo de pantalla.
Debía aceptarlo, ella lo había abandonado y ahora iba al extranjero con un corazón roto.
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Regresando al presente.
—¿Así que ese idiota vendado te dijo que yo me había arrepentido?— Maki pregunto molesta—¡Vaya! ¡Eso sí que fue jugar sucio!
Yuta suspiro.
—Si, y ahora que me has dicho que él hablo contigo en aquella estación...— estaba demasiado impactado por toda aquella revelación —Yo, en serio no puedo creer todo esto — su voz tenía una mezcla de enojo e incertidumbre —¡Yo confiaba en él!
—Pues créelo, él y otras personas están detrás de todo esto— Maki lo miro a los ojos —Y lo lograron, nos separaron. Nos hicieron creer a ambos que nos habíamos abandonado el uno al otro.
—Y eso es lo que más me enoja, el saber que Satoru conspiró contra nosotros pero ¡¿Por qué?! — preguntó sujetándole con fuerza las manos.
Maki le soltó rápidamente al sentir que a este le temblaban las manos de furia.
—Quizás eso pueda respondértelo ese idiota vendado. Aunque mi teoría es que fue por intereses políticos. Además, nuestra relación era una amenaza para ellos...
—¿Amenaza? ¡Pero si yo no soy un Gojo!¿Por qué nuestra relación sería una amenaza?— reclamo Yuta.
—No serás un Gojo, pero eres el segundo hechicero más fuerte en la actualidad solo por debajo de ese idiota arrogante y tu como descendiente de Sugawara, estás inevitablemente ligado a él, lo quieras o no... — Suspiro —Y yo, por otro lado, soy una Zenin de la línea directa —gruñó al pronunciar su antiguo apellido— Nuestro romance, en teoría, tenía repercusiones políticas para todos.
Yuta suspiro ante tal respuesta.
—Maki respóndeme algo... — La miro fijamente a los ojos— ¿Satoru sabía que tu estabas embarazada cuando te encontró en aquella estación del tren? Y sobre todo, ¿Actualmente él sabe que sigues viva?¿Él sabe que tu si diste a luz a nuestros hijos?
La hechicera soltó el aire con pesadez.
—Es más que obvio que él sabía que yo estaba embarazada, a ese idiota no se le escapaba nada. Y sobre si estoy viva y si sabe de nuestros hijos...— Lo miro con seriedad— ¿Por qué no se lo preguntas a él directamente?— cruzo los brazos.
Yuta rasco su cabeza.
—Entiendo. Supongo que voy a tener que ir a sacarle toda la verdad hasta Tokio.
Estaba furioso, de nuevo dio unos pasos hacia la puerta de cristal que tenían para salir al patio y por donde entraba una tenue luz, la cual observo por unos minutos en silencio ya que seguía procesando todo aquello.
Una vez más tomo un respiro profundo, no podía controlarse del todo, quería respuestas.
Se giro hacia su invitada, una vez soltó el aire con furia —No puedo creer que él te convenciera de huir... en serio, voy a...— Yuta fue interrumpido, ya que las manos de Maki de nuevo fueron a sus mejillas, pero esta vez, apretaron con suavidad sus orejas.
—¿Maki que haces?— pregunto con sorpresa pura en su voz.
—Tranquilizándote— la peliverde le miro con curiosidad.
—Como dije, tu energía maldita es abrumadora cuando estas furioso y eso podría asustar a los niños... o podrías despertar a Megumi... de por sí, tú siempre diste miedo cuando estas furioso...— susurro mientras seguía apretando las orejas de este.
Ella sabía que ese era otro pero inusual punto débil que tenía aquel hechicero. Un punto que solo ella sabía y que había descubierto durante un beso furtivo en su juventud. Y que admitía con una sonrisa pícara, disfrutó de tocar esa debilidad de vez en cuando con un toque inesperado para provocarle cuando eran jóvenes.
—¡Basta Maki san! ¡Me haces cosquillas!— susurro Yuta, soltando una leve risita nerviosa al sentir como ella le apretaba con suavidad las orejas. Sintió un cosquilleo recorrer su cuerpo y más al ver a Maki muy cerca de él.
Seguía siendo muy hermosa y más bajo aquella luz. Y eso le cautivaba y le movía todos los sentimientos, haciendo que cayera a sus pies.
—Vaya, Si que te Volviste más alto y de paso, tienes más ojeras de las que recuerdo...— dijo Maki en una sonrisa, pasando ahora sus dedos por aquella extensión de piel debajo de esos cansados ojos.
—Bueno, crecí unos cinco centímetros y de paso— suspiro — Los cambios en los horarios entre países son una pesadilla cuando viajas, y recuperar tu ciclo del sueño es bastante difícil...
Maki soltó una leve risita por esa respuesta y quito sus manos de las mejillas de este.
—Aun así, te sigues viendo bastante bien. Supongo que sigues haciendo la rutina de ejercicio que yo te enseñe ¿No? — le miro de pies a cabeza —Aunque por momentos hueles mucho a cigarro. Si vas a querer entrar a mi casa y de paso, si vas a querer convivir con mis hijos, debes dejar ese vicio.
Yuta sonrió un poco.
—Desde que conocí a Yurika y a Yuudai, he dejado de fumar poco a poco...
—Como dije, si vas a querer convivir con ellos deberás dejar esa adicción al cigarro por completo— regaño en voz baja.
—De acuerdo... lo dejare por ti y por ellos— susurro Yuta con el aliento a medio cortarse.
De nuevo se quedaron en silencio, mientras se seguían mirando de pie el uno al otro.
En ese momento, Yuta se atrevió a tocar el rostro de esta una vez más.
Maki dio un leve brinco al sentir la mano de Yuta sobre su mejilla, acariciándole con lentitud—¿Qué sucede?
—Solo te estoy admirando y de paso, estoy comprobando de que seas real— susurro pasando con suavidad su mano por su mejilla.
—Ya te dije que no soy un fantasma...
—Lo sé, y por eso estoy tocando tu rostro para comprobar que no eres un producto de mi imaginación...— acaricio con sus dedos el cabello de Maki que caía sobre su rostro, aprovechando que seguía sin sus anteojos— En serio, sigues siendo tan hermosa como la última vez que te vi — susurro acercando sus labios un poco más a los de ella.
Maki ante tales palabras regreso rápidamente sus manos a las orejas de este para detenerlo.
—¡Baka! ¡Claro que soy real! si no lo fuera ¿Podría hacer esto?— comento ella, una vez más pellizcando suavemente las orejas de Yuta.
Aquel gesto hizo que este se detuviera de acercar sus labios y hasta cerró un momento los ojos, en cambio, Maki rio suavemente ante tales gestos. Esa risa simplemente llenaba de vida el corazón de ese hechicero.
Aquello parecía un sueño, pero de los buenos que te hacen querer seguir durmiendo y soñando con esa felicidad.
Maki seguía sin despegar sus manos de las orejas de este. Las cuales volvió a apretar con suavidad, incluso paso de nuevo sus dedos por ese grueso cabello negro que caía por su frente, observando que aún mantenía aquel peinado que ella le hizo cuando eran más jóvenes.
—Si que los niños sacaron tu cabello...— susurro regresando sus manos a las orejas de este, apretándolas una vez más con suavidad.
—Por favor, deja de hacer eso...—susurró Yuta, su voz apenas salía en un hilo de aire caliente contra el rostro de Maki. Sus ojos brillaban con una mezcla de deseo y timidez mientras sus manos sujetaban suavemente las de ella. Quería detenerla pero era imposible.
Sus cuerpos estaban peligrosamente cerca, ya que aún sentían demasiada atracción aun el uno por el otro.
Maki lo miró con una sonrisa traviesa, sus ojos estaban llenos de picardía. Un rubor cálido teñía sus mejillas, y su corazón latía con fuerza en su pecho —¿Por qué? ¿Acaso no te gusta?— preguntó con una voz ronca, apenas audible.
Yuta tragó saliva, luchaba por controlar la tempestad que se arremolinaba en su interior. —No es eso...—murmuró también con una voz ronca por la pasión. —Es solo que... me harás perder la cabeza.
Maki se inclinó más, sus labios estaban a escasos milímetros de los de él. —Recuerdo claramente que este es uno de tus puntos débiles, ¿no es así?— tenía una sonrisa seductora al escuchar aquello. —Okkotsu, tú me estás obligando a hacer esto... solo así puedo controlarte para que tu energía maldita no nos ahogue —susurró juguetonamente, sus ojos brillaron por la luz que entraba por aquella puerta de cristal que daba al patio desde esa cocina.
Iluminándolos de tal forma, que sus sombras eran proyectadas hacia el pasillo en una seductora escena.
—Entonces... tú me obligas a hacer esto— Yuta no resistió más. Sus labios se encontraron con los de ella en un beso apasionado, lleno de fuego y deseo que aun perduraba después de esos siete años.
Maki al inicio se sorprendió por aquel beso. Pero no pudo alejarlo, sus labios lo necesitaban así que no opuso resistencia alguna y solo se dejó llevar. Pasando sus manos al rededor del cuello de este para acercársele más.
En cambio, Yuta pasó sus brazos por la cintura de esta, pegándose a ella con desespero porque al fin podía besarle y sentirla de nuevo.
Ambos se besaron con demasiada pasión, que incluso Maki fue recargada por un momento por Yuta contra aquel cristal de la puerta que daba hacia el patio, mientras sus bocas se comían y sus manos tomaban con fuerza sus ropas.
Maki sujeto con fuerza la camiseta de Yuta por el pecho, sintiendo como el corazón de este se quería salir de su cuerpo. Mientras Yuta seguía con sus brazos rodeándola por la cintura, la cual seguía siendo diminuta a pesar de haber dado a luz a dos bebés.
Ambos querían seguirse besando, pero aquel primer beso se fue deteniendo una vez se quedaron sin aliento.
Había tantos sentimientos de por medio que era imposible que en un solo beso se expresaran.
Sus frentes se encontraron aun con los ojos cerrados, mientras recuperaban el aliento.
Para aquella hora de la madrugada, solo sus jadeos por la falta de aire y las manecillas del reloj se podían escuchar en esa cocina.
Maki fue la primera en abrir los ojos—¿Esta fue prueba suficiente para demostrarte que no soy un fantasma?— dijo en un hilo de voz, pero aún no podía separarse de él. Seguía teniendo sus manos sobre el pecho de este, sujetándolo de la camiseta.
—Me demostró más que eso– Yuta abrió los ojos y sonrió ante tal respuesta, mientras sus brazos seguían rodeándola por la cintura.
Después de ese apasionante beso, ambos se abrazaron con fuerza. Aquel abrazo era tan reconfortante que se sentía como si todas las piezas de sus rotos corazones se unieran.
—En serio volviste...— susurro Maki, con su cabeza apoyada en el hombro de Okkotsu y su rostro escondido entre su cuello mientras sus manos se clavaban en la tela de su espalda.
—Lo hice y de paso, te agradezco que hayas dado a luz a nuestros hijos... ahora tengo un motivo para quedarme aquí en Japón— susurro a su oído, aun abrazándola con fuerza porque no quería despegarse de ella — Porque bien dicen que el hogar esta donde está tu corazón... y mi corazón de ahora en adelante esta con ustedes tres...
La sonrisa de Maki se desvaneció ante esas palabras. —No creo que sea buena idea el que te acerques a mi...— paso la punta de su nariz por el cuello y la barbilla de este, yendo de abajo hacia arriba — Con los niños, puedes irte acercando, pero de poco en poco, pero conmigo si deberías mantener tu distancia... Okkotsu — susurro soltando el aire en su cuello.
—¿Por qué dices eso? ¿Acaso no me quieres cerca de ti?— susurro Yuta con algo de dolor mientras le acariciaba el cabello.
Esta se despegó de su cuello para mirarlo a los ojos—Es por tu propio bien... podría llegar a lastimarte— susurro Maki. Poniendo su mano sobre donde latía el corazón de este.
—Como te lo dije hace rato. Tu eres la única a la que le daría permiso de arrancar mi corazón... — tomo la mano de esta sobre su pecho, para que Maki sintiera como su corazón latía por ella —Incluso si eso significa que debas matarme para que tú y nuestros hijos estén a salvo.
Maki al escuchar aquellas palabras, apretó su mano sobre la ropa de Yuta, a la altura del corazón.
Sabía que la primera parte de su plan había funcionado. Su acercamiento con Yuta había sido exitoso y ahora solo debía seguir los demás consejos que Mei Mei le había dado para más adelante sacarle toda la información que necesitaban.
Pero ahora Maki también debía luchar consigo misma para no volver a enamorarse de Yuta... pero era imposible.
En ese momento, ambos no resistieron y de nuevo sus labios se juntaron una vez más. Maki en esta ocasión fue quien inicio aquel beso con suavidad, ya que se levantó en puntillas para poder llegar a los labios de Okkotsu antes de susurrarle algo que este no alcanzo a escuchar.
Y cuando la inminente cercanía prometía un beso aún más ardiente que el anterior, avivando la llama de un deseo que ni siete años de separación habían logrado apagar.
Hasta donde cabía la posibilidad de que "algo más" ocurriera entre ellos dos esa noche, ya que sus dedos, estaban ansiosos por volver a explorar cada centímetro de su piel bajo sus ropas, junto a que, de sus bocas, las cuales se comían en aquel beso, empezaron a salir sutiles susurros llenos de seducción donde pronunciaban sus nombres...
Unos pasos a toda prisa por la entrada de la cocina los alertó y los obligó a separarse de golpe.
Maki aun con la respiración cortada rápidamente fue hacia el pasillo, de donde aquellos pasos se habían escuchado venir, pero al asomarse no noto a nadie ahí.
Aun así, sentía que alguien los había observado.
Ambos se limpiaron los labios y Yuta acomodo su camiseta, así como Maki se sereno, acomodo su cabello y tomo sus anteojos de la mesa, para después ponérselos una vez más sobre sus ojos.
La peliverde tomo un gran respiro, para después aclararse la garganta.
—Okkotsu...
—¿Sí?
Maki soltó poco a poco el aire mientras contestaba—Tienes mi permiso de acercarte a nuestros hijos, pero solo hay varias condiciones que quiero que sigas al pie de la letra si vas a querer convivir con ellos...— comento ella, tomando las tazas de café y llevándolas al fregadero.
—¿Y cuáles son esas condiciones?— pregunto Yuta con curiosidad y Sin dejar de mirarla.
Maki una vez dejo esas tazas, se giró a mirarlo —Numero 1— empezó a enumerar con sus dedos —No les dirás a los niños que tú eres su verdadero padre...—sonó con bastante seriedad —no hasta que llegue el momento adecuado.
—Me parece perfecto— contesto Yuta con tranquilidad— Y más que primero quiero ganarme su confianza y quiero conocerlos mejor antes de revelárselos— suspiro— Aunque admito que me da algo de miedo el cómo puedan reaccionar o que puedan tomar a mal esta noticia...
Maki suspiro —Por eso mismo solo se los diremos cuando sea el momento adecuado o en su caso si estamos en una situación de peligro ¿Estás de acuerdo con esta condición?
—Lo estoy. Y ¿Cuáles son tus otras condiciones?
Maki dio unos pasos firmes hacia él, quedando de nuevo frente a frente —Numero 2— dijo con voz imponente y sería — Te prohíbo terminantemente que reveles cualquier información sobre mí y sobre nuestros hijos a Naoya o a cualquier persona que trabaje en la sede. Esto incluye también la noticia sobre que sigo viva y mucho menos quiero que reveles nuestra ubicación. Si rompes esta condición, juro que te matare— recalcó con enojo puro.
Yuta suspiro.
—¿También está condición aplica para Katsumoto? — pregunto con timidez y rascándose la nuca.
—¿Quién es ese?— Pregunto Maki con confusión.
—Hablo de mi asistente.
—¿Tienes un asistente? — pregunto Maki con sorpresa. Aquello no lo sabía.
—Si, lo menciono porque en si fue él quien dio con la información tanto de tu tumba, así como la información sobre que habías dado a luz...— Yuta contesto con nerviosismo —Él me ha sido de gran ayuda desde que llegue a Japón. Además de que los niños ya lo conocen desde aquel incidente en el centro comercial.
Maki elevo las cejas ante tal respuesta. De ahora en adelante tendría a ese asistente en la mira debido a que dudaba de todo aquel que siguiera trabajando para la academia.
—Está bien, con él hare una leve excepción— le apunto con su dedo índice.
— Sin embargo, mi única condición que tengo para tu asistente será que no lo quiero cerca de mí y mucho menos dentro de esta casa — se cruzó de brazos.
—¿Por qué?—A Yuta le extrañaba demasiado aquella actitud tan a la defensiva de Maki.
—Seré directa Okkotsu, no confío en nadie que trabaje aun para la sede de hechicería. Por lo tanto, si no quieres que te restrinja el ver a tus hijos y tampoco quieras que mate a ese sujeto, entonces lo quiero lejos de esta casa así como lo quiero lejos de nuestros amigos ¿Entendiste?— comento con total seriedad.
Yuta suspiro al escuchar esa condición.
—De acuerdo. Le pediré que tanto guarde el secreto como también le ordenare que no se acerque ni a ti ni a nuestros amigos y mucho menos a este hogar— tenso un poco los hombros— Tengo que mantenerlos a todos ustedes a salvo, sobre todo ahora que vaya a Tokio a rendirle cuentas a Satoru sobre el caso que estoy llevando.
—¿Sabes? presiento que ese idiota de los ojos vendados nos está escondiendo algo— Maki tenía tintes de intriga en su voz.
—¿Escondiendo Algo? ¿Como qué? — A Yuta le pareció bastante extraña aquella declaración.
—No se explicarlo del todo, pero un mes después de que tú te fueras al extranjero y que yo renunciara a la academia para llevar en secreto mi embarazo, ese idiota vendado empezó a comportarse muy extraño, era como si a todos nosotros nos estuviera escondiendo algo importante, aun así, ve con cuidado a Tokio ¿De acuerdo?— comento Maki sin dejarlo de mirar a los ojos.
Yuta afirmo con la cabeza. También Mai le había dicho algo parecido en su carta sobre el extraño y drástico cambio en el comportamiento de Satoru.
—Tratare de ir con cuidado— la miro con seriedad— ¿Alguna condición más?
—Si y número 3... — el rostro de Maki cambio a uno de total suplica —por favor Okkotsu– junto sus manos —Ayúdame a salvar a Mai del clan Zenin... ella hizo mucho por nosotros tres durante los primeros tres años de vida de Yurika y Yuudai... así que quiero sacarla de ahí cueste lo que cueste.
Yuta suspiro. Sabía que aquello era verdad y más que lo comprobó con sus propios ojos.
—Tratare de ver cómo podemos salvarla de esa infernal residencia. Lo prometo.
Maki suspiró, dejando escapar la tensión que la embargaba. Sus hombros se relajaron un poco, liberando la carga que pesaba sobre ellos —Gracias, Okkotsu —dijo con una tenue sonrisa— Ahora sí, tienes mi total permiso y autorización para venir a ver a nuestros hijos. Solo recuerda siempre avisarme antes de venir, ¿de acuerdo? Ya que para nada, me gustan las visitas sorpresa.
—Perfecto— Yuta tenía una gran sonrisa por esa respuesta— Prometo avisarte siempre. Así como cumplir estas tres condiciones al pie de la letra.
—Muy bien.
Maki miro al reloj, el cual marcaba que faltaban solo diez minutos para que ya fueran las cuatro de la mañana —Ya es muy tarde, será mejor que vayamos a descansar un poco— miro a su invitado— Megumi y los niños te prepararon una cama en la habitación del fondo.
Yuta sonrió —Gracias por el hospedaje. Aunque admito que me gustaría volver a dormir contigo....— dijo con un leve sonrojo invadir su cara ante tal deseo.
La peliverde también se sonrojo por aquella propuesta muy directa.
Así que golpeó con su dedo índice el pecho de Yuta.
—Lo mejor será dormir separados. ¿O acaso has olvidado que de nuestras últimas noches donde dormimos juntos, dieron como resultado dos bebés? — suspiro con fastidio y sus manos se posaron sobre sus caderas.
— Además que, por ahora, no tengo planes de agrandar la familia teniendo otro hijo y mucho menos contigo en este momento—Dicho esto, se dirigió al horno para recuperar sus libretas, no se iba a ir sin ellas.
Unas gotas de sudor bajaron por la cabeza de Yuta por aquel llamado de atención —Tienes razón. Aunque confieso que aún me sorprende que hayamos engendrado a dos bebés en un solo embarazo y más siendo al primer intento.
—Tal vez solo fue suerte— Maki cruzo sus brazos sin dejar de soltar sus libretas—De todos modos, todavía estoy molesta por lo que pasó entre TÚ y "esa mujer" como para volver a dormir en la misma cama contigo por el momento.
Yuta rascó su nuca—Ya te dije que lo siento por eso y que solo fue una vez— junto sus manos en una señal de súplica — ¡Puedo demostrarte que ya no volverá a pasar! Además, te demostraré que aún te amo.
—Ya lo veremos... bien dicen que las acciones valen más que las palabras — dijo Maki con total seriedad.
—Para que veas que voy en serio y que de verdad me gustaría recuperarte — Yuta se volvió a quitar aquel anillo de compromiso que era para ella — Maki ¿Tú quisieras— este puso una rodilla en el suelo, sujetando aquel anillo entre sus dedos —Aceptar este anillo como una promesa de mi hacia ti?
Maki elevo una ceja ante aquello que estaba haciendo Yuta.
—¿Por qué debería aceptarlo?— preguntó confundida — Además Okkotsu, eres un mujeriego, estás coqueteando con una mujer casada—dijo ella con una leve sonrisa y dándole a este hechicero, un suave golpe en la cabeza con sus libretas.
Yuta rio un poco y se puso de pie.
—Bueno, podrías tomar este anillo en mi nombre, como una promesa hacia a ti para que veas que peleare por tu amor y por tu confianza, así como también será mi promesa de que mantendré a salvo a Yurika y a Yuudai, además... — le tomó de la mano — No llevas un anillo en tu dedo anular y sabes perfectamente que tu matrimonio con Megumi es solo una estrategia para mantenerlos a salvo ¿No es así?
—¿Acaso Megumi o Tsumiki hablaron contigo sobre este tema?— pregunto Maki con molestia.
—Si, ambos me explicaron un poco sobre el porqué Yurika y Yuudai llevan el apellido Fushiguro— comento Yuta rascando su nuca — Así como Megumi también me explico que los niños ya saben que él es su padrastro...
Maki suspiro con resignación.
—Bueno, supongo que ese tema ya no tengo que explicártelo.
—Aun así —Yuta no soltó la mano de Maki —Si tu matrimonio es una farsa ¿hay algo más que te impida darme una oportunidad? — pregunto mirándola directamente a los ojos —¿O realmente existe algo entre ustedes dos que te impide recibir este anillo?
La peliverde miró con curiosidad a Yuta por aquella pregunta.
—Vaya, parece que vas en serio con este tema de recuperarme ¿Eh?— levanto una ceja.
—Como dije, también quiero recuperar tu amor. Así que haré todo para demostrarte que aún te amo.— dijo este mirándola a los ojos –Además que por los besos que nos dimos hace un momento atrás...
Maki sonrió un poco, acariciándole la mejilla.
—Ya te dije Okkotsu, trata de no acercarte tanto a mí, porque podrías salir lastimado– le miro a los ojos —Y lo del beso de hace un momento... — bacilo levemente —solo fue para tranquilizarte, digamos que fue un momento de debilidad. Lo mejor será olvidar ese tema, porque como dije, soy una mujer casada. Además, que será algo difícil perdonarte lo de "ella"
—Pero eso no contesta a mis preguntas— contesto Yuta en voz baja.
Maki suspiro y lo miro con seriedad. Después miro aquel anillo que aún Yuta traía en su mano.
—Tú mismo lo dijiste, mi matrimonio es una farsa— miro a Yuta muy fijamente — pero eso no deja de lado de que ante la ley, Megumi es mi esposo. Pero supongo que él ya te dejo en claro como esta toda nuestra relación ¿No?
—Él solo me dijo que ustedes dos solo son marido y mujer frente a la ley, esto para darles un apellido a Yurika y a Yuudai— contesto mirándola aun sujetando aquel anillo.
—Y de paso, me contó que por varios años, ustedes dos solo durmieron en la misma habitación únicamente para cuidar de Yuudai en las noches cuando él era aún un bebé— explicó Yuta.
—¿Solo eso te dijo?— pregunto Maki ocultando su nerviosismo en un tono de curiosidad.
—Eso y también me dijo que él actualmente está la mayor parte del tiempo en Tokio y bueno, que prácticamente el solo ha hecho del papel de padrastro— contesto moviendo los hombros.
Maki soltó el aire en un pequeño suspiro de alivio. Parecía tranquila de que Megumi no revelara algo más. Algo que al parecer había pasado entre ellos dos.
—Si solo eso te dijo Megumi, entonces no tengo más que explicarte.
Yuta suspiro.
—De acuerdo. Aun así Maki respóndeme algo — La miro con atención a los ojos —¿Tu aún sientes algo por mi? Y de paso ¿Por qué no puedes aceptar este anillo aunque sea como una promesa?— Pregunto.
—Sobre si aun siento algo por ti, eso ya lo veremos con el pasar del tiempo... —Maki miro una vez más aquel anillo y cerró la mano de Yuta—y solo lo aceptaré, una vez vea que de verdad harás las cosas bien esta vez — de nuevo estaban muy cerca el uno del otro, sus dedos pasaron por la mejilla de este.
Yuta tomo la mano de Maki y le beso la palma.
—Entonces me encargaré de demostrarte que voy en serio... para que me dejes acercarme más a ti — susurro acercando sus labios a los de ella una vez más.
Maki suspiro ante esas palabras mientras sus labios se rozaron nuevamente.
—Créeme Okkotsu, por tu bien lo mejor será que te mantengas, aunque sea un paso detrás de mi ...— susurro. Pero de nuevo se estaba dejando llevar por lo que sentía por él.
—Entonces tratare de seguir todos tus pasos hasta alcanzarte...— susurro este, con su aliento cayendo en los labios de Maki.
Aquellas palabras parecían una premonición y de paso una declaración contundente de guerra. Ya que asesina y detective estaban a sólo un beso y a un paso de distancia.
Y con demasiada delicadeza y sintiendo sus respiraciones cortarse una vez más, sus labios se unieron suavemente bajo el umbral de aquella cocina, durando menos de un minuto por miedo a ser descubiertos.
—Bueno, ahora vayamos a dormir... —Maki miro de nuevo el reloj, el cual ahora ya marcaba las 4:15 a.m. —Será mejor descansar un poco antes de que los niños se despierten, tampoco quiero que nos vean así de cerca.
Ambos se acompañaron un poco por aquel pasillo, para después despedirse en las escaleras.
Yuta suspiro al ver a Maki subir el primer escalón.
—Tienes razón, necesito descansar aunque sea unas horas, para mañana llevar a cabo lo que ya he decidido hacer— dijo con un tono muy serio pero bajo.
—¿Y qué piensas hacer? — pregunto Maki en voz baja, girándose a verlo ante tales palabras.
Yuta parecía muy serio —Iré a buscar respuestas a Tokio. Voy a ir a exigirle a Satoru que me diga toda la verdad— hizo puño su mano.
Maki suspiro al verlo con esa determinación. Le acaricio la mejilla mientras hacía que este le mirara a los ojos.
—Si vas a ir con Satoru, solo asegúrate de no morir y de traer la verdad.
Yuta afirmó con la cabeza, le tomo de la mano una vez más.
—Lo prometo, regresaré con bien y traeré todas las respuestas que ambos buscamos.
En los labios de Maki se marcó una diminuta sonrisa de triunfo.
Por fin obtendría información de la academia y de Satoru, usando a Okkotsu como infiltrado sin que él lo supiera.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
04:25 a.m.
Maki se metió en su cama después de haber escondido sus libretas en un cajón con llave.
Miro al techo y se tocó los labios recordando aquellos besos que minutos atrás ambos se habían dado con tanta intensidad.
Le dolía admitirlo, aún lo amaba, pero debía tener cuidado y más si pensaba utilizarlo solo para saber que estaba pasando en la sede y de paso, para encontrar la forma de salvar a su hermana.
Sus manos fueron a su pecho. Había usado sus encantos y algunos trucos sucios como Mei le había enseñado y sugerido. Pero en el fondo, sentía que la culpa le golpeaba con fuerza en lo más profundo de su ser.
—Solo mantenlo cerca para que el plan funcione, así como lo habíamos planeado– Maki se dijo en voz baja mientras sentía su corazón latir muy fuerte—Solo espero no caer en este estúpido querer que aún tengo por él.
Apretó su puño sobre su corazón y suspiro — De ahora en adelante debo ser el doble de cuidadosa... sí quiero completar mi venganza...y de paso obtener el bienestar y la libertad de mis hijos— cerró los ojos, recordando los labios de aquel hechicero sobre los de ella, haciendo que su corazón de nuevo se sintiera vivo dentro de su pecho.
— Yuta... — susurro su nombre antes de caer dormida.
También ella tenía a varios objetivos que eliminar en los próximos días, así que debía tener mucho más cuidado con Yuta de ahora en adelante. Sobre todo si no quería ser descubierta como la nueva asesina de hechiceros.
Aun así, sería difícil para Maki no caer con aquel que aún amaba.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
La mañana hizo acto de presencia horas después de aquella platica entre esos ex amantes.
Yuta como lo prometió, desayuno junto a sus hijos, los cuales con ayuda de Tsumiki le prepararon un rico desayuno.
En cambio, Maki en todo el desayuno, miraba a sus cuatro sospechosos.
Miro con curiosidad a sus hijos, al igual que observo con detenimiento a Tsumiki y a Megumi.
Aquella mujer estaba tratando de averiguar quién de esos cuatro los pudo haber estado observando durante aquel beso en la madrugada.
Pero más adelante, descubriría quién fue aquel fisgón de la manera menos pensada.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
Una vez el desayuno acabó, Okkotsu se despidió tiernamente de Yurika y Yuudai, les abrazo y les prometió que volvería en unos días, ya que debía salir de la ciudad por cuestiones de trabajo.
También se despidió amablemente de Megumi y Tsumiki, a quienes les agradeció la hospitalidad, así como agradeció que ellos hablaran con él sobre el pasado.
Al igual que se despidió de Maki, agradeciéndole la confianza de poder seguir viendo a esos niños, pero de momento fingiendo ser un nuevo amigo de la familia.
De verdad, Okkotsu tenía una mirada llena de esperanza porque deseaba poder volver a estar juntos muy pronto y quería hacer todo lo posible para recuperar a su familia.
Pero antes de eso, tenía que ir a buscar la verdad a otro lugar.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
Cerca del mediodía, Yuta regreso a su departamento, se cambió de ropa y se puso algo muy parecido al uniforme que usaba cuando iba a la academia en sus años de alumno.
Tomó el maletín de su espada, así como otros documentos donde llevaba registro sobre aquel caso del asesino de hechiceros.
Y en seguida, llamo a Katsumoto para que lo acompañará de urgencia a Tokio.
Okkotsu NO iba a esperar un día más. Así que iría sin avisar a la residencia donde estaba Satoru Gojo en Tokio.
Próximamente...
Yuta estaba a punto de descubrir una verdad de la manera más inesperada.
—Okkotsu, no eres el único que tiene que mentir para proteger lo que uno más quiere...— Contesto Gojo con la mirada fija en Yuta, quien estaba sorprendido por lo que había escuchado y visto en aquel instante.
Notes:
Espero les haya gustado.
Y díganme ¿Qué les esta pareciendo esta historia? ¿Se esperaban que fuera Gojo quien los separo? ¿Qué creen que pase en el siguiente capitulo? ¿Creen que Yuta y Maki tengan otro bebé algún día? ¿Qué piensan del plan de Maki?
Los estaré leyendo.
Solo puedo adelantarles, que se viene un Yuta furioso y una pelea intensa, así como una verdad que podría darle un giro a la trama.
También, ya se viene la versión de lo que le paso a Utahime hace siete años atrás. Porque si, se viene mas drama por todos lados.
Solo espero tener pronto el capítulo.
Y mas que con lo que paso en el manga, tengo el corazón roto, Yuta era uno de mis favoritos, y la verdad no quiero abandonar mis fics por algo como lo que esta pasando en el manga, así que, tratare de continuarlos hasta donde me alcance el tiempo libre fuera de aquí.
En fin, quien necesite un abrazo o ser escuchado, recuerden que aquí tienen una amiga.
Nos seguimos leyendo ❤
Chapter 20: 18. Todos Tenemos A Alguien A Quien Proteger
Notes:
Aquí Vera ♥️
Bueno, aquí les traigo uno de los capítulos que quizás será de los más importantes e interesantes de esta obra.
Yo sé que este capítulo que están a punto de leer, los dejará deseando conocer más sobre lo ocurrido hace siete años atrás con Satoru y Utahime y de paso, les va revelar una gran sorpresa ♥️
Así mismo, aquí los que sospechaban de Katsumoto tendrán una respuesta a sus sospechas hacia este asistente.
Espero les guste este capítulo lleno de acción y de paso, se de a entender toda la información que se describirá aquí 👀.
Ahora sin más, vayan por sus palomitas y sus bebidas favoritas y disfruten del capítulo, el cual, también tiene una pequeña, pero muy pequeña referencia a algo visto en la película de Black Panther: Wakanda Forever. Veamos cuantos la descubren 👀
Comencemos ♥️
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(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
"La verdad te hará libre, pero primero te enojará." - Gloria Steinem
17 de Julio.
02:15 p.m.
Tokio.
Lo que debería haber sido un día de descanso, se estaba convirtiendo en la peor pesadilla para Katsumoto.
El viaje en tren bala de Kioto a Tokio se había convertido en un tormento que se sentía eterno, y no era para menos, la energía maldita de Yuta asfixio al asistente en todo el camino. Llenándolo de un gran sentimiento de miedo y de angustia.
La ira estaba consumiendo a Yuta por completo, y eso se reflejaba en su mirada, la cual era fija y oscura, sus manos temblaban del mismo coraje que sentía por haber descubierto aquella verdad en Kioto. Aquella que agudizaba la herida de hace siete años atrás.
En cambio, Katsumoto estaba echo un desastre.
La adrenalina le recorría las venas como un torrente helado. Una oleada de pánico lo había invadido, acelerando su corazón hasta un ritmo ensordecedor. Incluso podía jurar que sentía que el corazón se le saldría por la garganta, ya que aquel latido retumbaba con fuerza en sus oídos. Su instinto de supervivencia gritaba en su interior, exigiéndole que huyera de ese lugar.
La llamada de Yuta a último momento para salir urgentemente a Tokio lo había sumido en una espiral de ansiedad.
El ir de improvisto a la capital de aquel país, sólo significaba una cosa y esa era, que Yuta ya había dado con su objetivo principal, el cual era encontrar a Maki Zenin. Esa había sido su obsesión desde que regreso del extranjero.
Katsumoto sabía que Okkotsu quería respuestas sobre lo ocurrido hace siete años atrás. Respuestas que de una u otra forma, él había ayudado a encontrar.
El sudor frío seguía bajando por la frente del asistente, así como sentía una gran tensión oprimiendo su pecho, de verdad la angustia lo consumía desde dentro. Y más que en ese momento, al fin habían llegado a su destino en aquella gran ciudad.
Por otra parte, Yuta debía ser fuerte para no perder la cordura. Sobre todo, porque sabía que la verdad estaba a un paso de ser revelada.
Ambos sabían que algo grande estaba a punto de ocurrir una vez pasaran por aquellas grandes puertas que le daban la bienvenida a todo aquel que entrara a la residencia Gojo con sede en Tokio.
02:30 p.m.
En aquel momento, él hechicero de grado especial y su asistente aguardaban en el vestíbulo principal de esa magnífica residencia. Esperaban a que un miembro del clan o que un sirviente los recibiera y les concediera el permiso para entrar.
Aquel vestíbulo tenía finas paredes de madera y una puerta corrediza con un hermoso dibujo de un gran tigre blanco por donde se dejaba entrar al área principal de la residencia.
Ese lugar contaba con algunos finos y elegantes sillones, en una de sus paredes colgaba un cuadro que fácilmente podría ser subastado por varios millones. Así como había varias mesas con floreros muy antiguos pero que tenían hermosos dibujos tradicionales. También esa habitación estaba adornada con una que otra lámpara con el escudo de aquel clan.
Yuta no podía estarse quieto, así que estaba de un lado a otro en aquel vestíbulo, caminando muy pensativo, mientras su mano derecha cubría por momentos su boca.
Parecía que estaba planeando algo o mejor dicho, que estaba terminando de organizar su siguiente movimiento y eso podía notársele en como su frente se arrugaba y sus cejas se juntaban.
Esa era una señal de qué él estaba analizando y repasando todo lo que iba a preguntar. Aunque eso no le quitaba la furia que tenía plasmada en la cara.
Por un momento, se detuvo frente al cuadro que tenían en aquel vestíbulo, el cual era uno de Sugawara no Michizane, donde se le retrataba en solitario a la orilla de una playa, mirando hacia el horizonte en una noche iluminada por una luna creciente con el mar a sus espaldas y un árbol con gruesas raíces a un lado de él.
Aquella escena era muy especial, ya que en el contexto histórico de aquella ilustración, retrataba el exilió de su antepasado, donde los rivales de aquel hombre conspiraron contra él para que fuera expulsado por ser considerado una amenaza para sus planes en el ámbito político.
Yuta sentía que tenía esa conexión y semejanza con su antepasado, ya que de una forma u otra, tanto aquel al que alguna vez considero como familiar, así como los "otros", quienes eran sus rivales, conspiraron para que él saliera de Japón.
Pero así como Sugawara había regresado para tomar venganza maldiciendo a sus enemigos, Okkotsu había vuelto para descubrir y revelar toda la verdad.
No podía despegar la vista de ese cuadro, estaba analizando una última vez si aquello que estaba a punto de hacer era lo correcto mientras sus manos sujetaron con fuerza la correa de la funda de su espada, la cual atravesaba sobre su pecho. Sentía que no debía despegarse de ella, ya que tal vez la usaría pronto.
Observo el rostro melancólico de su antepasado, así como la noche desolada que le acompañaba. Así fueron muchas de sus noches en el extranjero, en completa soledad anhelando únicamente el volver a estar con Maki.
Yuta no podía quedarse con los brazos cruzados, sentía que Sugawara hubiera buscado la verdad a como diera lugar.
Sus manos siguieron apretando con fuerza la correa que cruzaba sobre su pecho. Su corazón le decía que debía tener aquella conversación con Satoru quisiera o no, y si este se negaba, no quedaba más remedio que pelear contra él.
Okkotsu llevo su mano derecha al bolsillo de su pantalón, y de ahi saco algo a discreción y se lo coloco en la muñeca derecha —Solo espero que todo esto salga bien— se dijo en voz baja, tratando de relajar los hombros.
Se giro a ver a su asistente, a quien todo este tiempo le dio la espalda.
—Katsumoto — Yuta lo nombro con voz muy grave.
El asistente estaba sentado en uno de esos finos sillones, moviendo su pie con desespero debido a los nervios por estar en ese lugar.
Aquel llamado hizo que este diera un leve brinco, poniéndose de pie rápidamente mientras sujetaba con fuerza algo entre sus manos.
—¿Si, señor?
—Perdona que te haya arrastrado a todo esto cuando claramente te dije que podías tomarte unos días de descanso — comento con voz serena.
El asistente trago saliva con dificultad. Trataba de ocultar su nerviosismo. Así como parecía estar ocultando algo más.
—N-No d-e-debe porque preocuparse— salió de su rasposa garganta —Es mi trabajo acompañarle y ayudarle en todo lo que más pueda— fingió estar tranquilo.
Yuta hizo un si con la cabeza.
—En serio, muchas gracias por lo que has hecho por mi hasta el momento— una pequeña sonrisa elevo las comisuras de sus labios — Sin ti nunca hubiera dado con Maki y mucho menos con mis hijos y por eso mismo, siempre te estaré agradecido.
Katsumoto hizo una reverencia, inclinándose bastante hacia adelante.
—Solo estaba cumpliendo... — titubeo un poco, mordiendo fugazmente el interior de su mejilla —Con la misión que usted me dio, mi señor— se reincorporó.
—De nuevo muchas gracias—Yuta tomo un respiro profundo.—Bien. ¿Traemos todos los papeles del caso del asesino de hechiceros? ¿Cierto? ¿Así como también los documentos que te pedí?— preguntó mirando como el asistente aferraba las manos y clavaba las uñas contra aquella pequeña carpeta de plástico donde llevaban los reportes más recientes, así como otros papeles importantes.
Katsumoto afirmo con la cabeza.
—T-todo está aquí como me lo ordeno— trato de sonar tranquilo. Trataba que el castañear de sus dientes no fuera audible.
—Muy bien. Porque necesitaré todas las pruebas que tenemos, así como toda la información que lograste conseguirme— comento Yuta, antes de girarse de nuevo a ver ese cuadro y seguir afinando las últimas preguntas y argumentos que estaba construyendo en su cabeza.
Así como también estaba planeando sus últimos movimientos en caso de que tuviera que pelear contra Satoru. Para eso tenía literalmente un as bajo la manga.
Aquello sería un plan bastante arriesgado, pero necesitaba respuestas del porqué Satoru lo alejo de Maki hace siete años atrás.
Por otra parte, por la mente de Katsumoto no dejaba de sonar las frases.
—¡ÉL YA LO SABE! ¡OKKOTSU YA SABE TODA LA VERDAD! ¡DEBO ESCAPAR DE AQUI! ¡ESTOY EN PROBLEMAS! ¡EL VA A MATARME! ¡ES MI FIN!— su mente gritaba con fuerza. Sus uñas se clavaban en el plástico donde estaban también los documentos sobre lo que había descubierto de la supuesta muerte de Maki y sobre los niños Fushiguro.
Su instinto le pedía huir. Pero no podía, además que sus piernas no le respondían.
Desgraciadamente escapar de ahí no era una opción, ya que si huía levantaría las sospechas de Okkotsu. Sospechas que venía ocultando bastante bien como se le había ordenado desde que le asignaron aquel trabajo como asistente del segundo hechicero más fuerte.
Katsumoto mordía su lengua, solo así detenía que sus dientes siguieran castañeando, tratando de controlar el ruido para que Yuta no le escuchara.
El asistente volvió a tomar asiento, solo así podía controlar el temblor que invadía todo su cuerpo, mientras seguían esperando en aquel elegante y antiguo recibidor de la residencia Gojo.
Y no era para menos, el aura que estaba desprendiendo Okkotsu era demasiado abrumadora por instantes. Era casi tan abrumadora como la de Gojo estando molesto.
Por algo eran parientes lejanos. Pero quizás aquella tarde cortarían lazos.
El hechicero de grado especial se giró hacia su asistente una vez más.
—Katsumoto...— lo volvió a nombrar con voz seria.
—¿Si señor?— pregunto el asistente volteando a verle.
Yuta volvió a tomar un respiro profundo. Trataba de tranquilizarse, debía comportarse "normal", simplemente tenía que disfrazar su ira. Incluso sobo sus muñecas, pero sobre todo, parecía estar acomodándose meticulosamente la manga derecha.
—Pase lo que pase aquí dentro. Por favor, te ordeno que no le reveles a nadie de la sede la ubicación de Maki y de mis hijos ¿Entendido? — dijo con bastante seriedad— Igual si llegara a pasarme algo una vez entre a hablar con Satoru. Por favor, quiero que les ayudes a huir del país. Tengo un conocido en África que nos ayudaría sin importar que ¿De acuerdo? Si llegara a pasarme algo, quiero que lo contactes de inmediato.
El asistente afirmo con la cabeza.
—En-entendido señor— Katsumoto trago saliva para tratar de deshacer el nudo que se estaba formando en su garganta.
Trato de controlarse, debía seguir actuando un poco más. Solo hasta que Satoru o Ijichi hablaran con Okkotsu.
Pero parecía que sus nervios por estar ahí, en ese momento junto aquel hechicero, lo harían delatar una verdad que se le había pedido guardar.
Su corazón no podía más. Debía decirle a Yuta todo lo que estaba ocultando y el cómo fue que realmente dio tanto con la tumba de Maki, como con el reporte sobre la muerte de esta y también el cómo descubrió que esos dos niños eran sus hijos.
Debía revelar quien fue aquel que le proporciono toda esa información.
—Señor... hay algo muy importante que debo decirle...— se atrevió a hablar. Su voz apenas y fue audible. El corazón se le quería salir por la garganta.
Yuta se giró una vez más hacia su asistente.
—¿Qué sucede? Katsumoto
—Yo...— Ya no tuvo tiempo de explicar aquello importante que debía decirle. Rápidamente se puso de pie al notar que alguien se acercaba.
La puerta corrediza se abrió, dejando entrar a Ijichi con su elegante porte, vestido como siempre de un impecable traje y junto a él, venía un sirviente del clan.
Aquel asistente ahora se veía más cansado y acabado de lo que Yuta recordaba, tenía más arrugas en la comisura de los ojos y también en la frente. Así como también ya tenía algunas canas adornando su cabello, producto del estrés que Satoru le seguía provocando aún con el pasar de los años.
Pero no solo el estrés provocado por el albino había hecho que ese hombre se viera mucho más grande en edad.
Ijichi desde hacía siete años atrás, se había convertido en el líder y en el principal director asistente de la sede. Aquel que tiene todo el control tanto de la información no sólo de las misiones, sino también de todo el personal y de los estudiantes que alguna vez fueron a la academia.
—Bienvenidos —Ijichi saludo amablemente, aunque se le podía notar el nervio a flor de piel debido a la energía maldita que desprendía aquel invitado— Okkotsu, n-no esperábamos tu visita así tan de repente— titubeo levemente.
Realmente le sorprendía ver a ese hombre ahí. Y por su sola presencia, sabía que Okkotsu estaba molesto.
—He venido a hablar con Satoru— contesto el hechicero de grado especial con voz firme —¿Se encuentra él en este momento?
—¿S-So-Sobre que vienes a hablar con él?— Ijichi preguntó camuflajeando su nerviosismo con curiosidad.
—Es sobre el caso del asesino de hechiceros. Tengo entendido de que Satoru quería un avance del caso y he venido a darle dicho avance y más ahora que ya tenemos los primeros resultados de la investigación. Además que he venido a hablar con él sobre algunos asuntos pendientes — respondió con total calma, su aura pesada cambió a una más "tranquila"
Debía verse y sentirse lo menos amenazante para que lo dejaran pasar.
Ijichi acomodó sus gafas.
—Entiendo, bueno... emm Satoru se encuentra un poco ocupado en este momento, pero...— su mirada se enfocó en Katsumoto.
Aquel joven asistente le hizo una muy sutil seña con la cabeza a su superior. Sus ojos reflejaban bastante miedo. El mensaje que quería transmitir parecía haber sido bastante claro.
—"Él ya lo sabe todo" —gritaba su expresión de total angustia.
Ijichi lo comprendió inmediatamente.
Se dirigió a ambos invitados—Entiendo, si es por este caso que él te asigno... entonces debemos avisarle que estas aquí.
Yuta afirmó con la cabeza—Si, por favor. Y díganle que es urgente lo que quiero hablar con él— respondió rápidamente.
Ijichi giro su rostro hacia el sirviente que lo venía acompañando y le hizo una seña con la cabeza— Por favor, da aviso sobre que Okkotsu está aquí.
—En seguida.
Así, rápidamente aquel sirviente entró en la residencia. Iría corriendo a avisarle a su líder que tenía un invitado.
Los tres hombres esperaron alrededor de siete minutos en aquel vestíbulo, los cuales, tanto para Ijichi como para Katsumoto fueron eternos.
Ambos asistentes intercambiaron algunos gestos y señas que tenían entre ellos para mandar mensajes sin que los alumnos o hechiceros supieran sus significados.
Aquel intercambio de miradas incomodas junto al silencio, fue interrumpido por el sonido de la puerta corrediza abriéndose una vez más.
El mismo sirviente había regresado e hizo de nuevo una reverencia.
—El líder Satoru pide que entren. Actualmente se encuentra esperándolos en el Dojo— dijo con total solemnidad.
Ijichi soltó el aire en una pequeña sonrisa para disimular el nervio que aun tenia.—Bueno, lo mejor será que pases para que hables con él directamente — Contesto muy amablemente — Los llevare hasta ahí—Les dejo entrar— Vengan, es por aquí.
—Muchas gracias Ijichi san— comento Yuta con una sonrisa, entrando en aquella residencia caminando detrás del líder de los asistentes — con permiso —Hizo una reverencia al sirviente.
—Adelante, y siéntase como en casa, líder Okkotsu— comento aquel sirviente muy educadamente.
Aquel título dejo una extraña sensación en Yuta. Tanta formalidad le hizo sentir incómodo.
Katsumoto antes de entrar e ir detrás de esos dos hombres, tomo un respiro profundo una vez más. Sabía que toda su misión había terminado. Y quizás con ello su vida.
Los tres hombres entraron a la residencia Gojo, la cual, seguía siendo muy tranquila la mayor parte del día, debido a que los sirvientes solo aparecían cuando se les llamaba o mayormente estaban ocupados en sus actividades asignadas.
Pero los pocos sirvientes que estaban cerca, empezaron a hacer una digna reverencia mientras Yuta iba caminando detrás de Ijichi.
Okkotsu se sentía demasiado extraño sobre todo cuando algunos de ellos le decían;
—Bienvenido líder Okkotsu.
Aquel título con el que lo empezaban a nombrar como si ya fuera el líder de algún clan, lo hacía sentir bastante incómodo, al mismo tiempo que tener todas las miradas enfocadas sobre él, siendo el foco de atención de algo que no deseaba, lo hacían sentirse completamente fastidiado.
Sentía que cada vez más y más, lo que le habían dicho Naobito y Naoya sobre que Satoru lo iba a nombrar como el siguiente líder de ese clan, se estaba haciendo realidad.
Los tres siguieron caminando por aquellos largos y tradicionales pasillos, donde se podían ver grandes salones y habitaciones bellamente adornadas con demasiadas cosas tradicionales, al igual que el suelo de estas estaban forrados de finos tatamis.
Así como también en su camino, notaron que había salas en completa tranquilidad y sin ningún mueble que adornara aquellos grandes y lujosos espacios.
Aquella casa a pesar de ser imponente, siempre se sentía vacía.
Por un momento, la idea de que todo aquello pudiera pertenecerle le empezó a comer la cabeza a Yuta.
¿Acaso todo eso sería suyo? ¿Acaso podría llevar a Maki y a sus hijos a vivir a ese lugar? ¿Realmente él estaba hecho para ser un líder? Esas preguntas recorrieron su mente.
La sola idea de que sus hijos corrieran por esos pasillos, jugando y riendo, así mismo que tanto ellos como Maki tuvieran un espacio seguro en aquella residencia era lo único que le calmaba el corazón en aquel instante, ya que aun sentía la sangre hervir mientras se acercaban al lugar donde Satoru lo estaba esperando.
Yuta también debía aprovechar para esclarecer el porqué realmente Satoru lo había llamado de vuelta a Japón. Si había sido por el tema del asesino de hechiceros o porque ya era momento de nombrar a su siguiente heredero.
Su mano de nuevo se hizo puño sobre la correa de la funda de su espada a la altura de su corazón. Realmente quería respuestas. Las cuales no tardaría en recibir.
Los tres hombres salieron hacia el hermoso patio central que tenía aquella enorme residencia.
Debían cruzar aquel jardín para así poder llegar a la zona donde se encontraba el dojo, que era utilizado por los miembros del clan para sus entrenamientos.
Caminaron por el hermoso jardín, lleno de árboles de varias especies, así como admiraron el magistral kiosko que adornaba armoniosamente el sitio, el cual se encontraba a unos metros de un gran estanque, el cual era atravesado por un tradicional puente de madera que llevaba a una pagoda de seis pisos, aquella antigua estructura representaba al clan.
Todo a su alrededor estaba en completa calma, así como sólo podía escucharse el ruido de los insectos.
Siguieron caminando por varios minutos más por aquel antiguo camino de piedra, hasta que llegaron a la entrada de un edificio antiguo de dos pisos con una fachada completamente japonesa.
Los tres cruzaron el portal de madera, el cual daba la bienvenida a esa zona. Siguieron caminando por el camino de piedras blancas hasta llegar a la entrada de aquel imponente lugar.
—Ya llegamos.
Comento Ijichi mientras se detenían a fuera de una gran y fina puerta de madera, la cual tenía el escudo de la familia Gojo tallada finamente.
Aquel lugar desprendía una vibra bastante pesada, realmente la energía maldita de Satoru invadía aquel lugar.
Ijichi tomo un respiro antes de girarse hacia los invitados.
—Lo ideal será que toques la puerta antes de entrar— comento acomodando sus lentes mientras unas gotas de sudor bajaban por su frente.
No sólo la humedad del ambiente lo hacía sudar junto al sol del verano, sino que también los nervios le empezaban a traicionar.
Yuta dio unos pasos hacia la puerta, pero antes de tocar, se giró hacia ambos asistentes.
— Se-Será mejor que nosotros los esperemos en la residencia— explicó Ijichi —Te prepararemos tu respectiva habitación, así como un espacio a la hora de la comida, la cual, no tardará en ser servida. Claro, si es que gustas quedarte esta tarde y esta noche aquí.
—Muchas gracias Ijichi kun y la verdad, después de esta charla me gustaría regresar a Kioto, ya que aún tengo mucho trabajo que hacer allá — comento Yuta con una leve sonrisa.
—Entiendo— respondió Ijichi acomodando sus gafas.
Después Okkotsu se dirigió a Katsumoto, quien le entregó la carpeta para después hacer una pequeña reverencia.
—Espero no tardar demasiado— dijo Yuta mirándolo fijamente —Gracias Katsumoto, puedes tomarte lo que resta de la tarde— contesto haciéndole una seña con la cabeza.
—E-está bien mi señor y gracias— dijo su asistente con los nervios de punta.
El que Okkotsu llegará a ese lugar, solo hacía que el ambiente se sintiera más pesado. Era como el choque entre dos galaxias, donde esos dos titanes estaban a punto de ver quien era el más imponente y capaz de devorar al contrario.
Yuta tomo un respiro, tomo la aldaba que en su base tenía la forma de la boca de un dragón, golpeando así tres veces aquella fina puerta de madera.
Los tres contuvieron la respiración mientras el silencio lleno el lugar por alrededor de un minuto, el cual fue interrumpido cuando por fin obtuvieron una respuesta que venía del interior del dojo.
—¡Adelante!— se escuchó la voz de Satoru provenir del otro lado de la puerta. Aquel fue un grito penetrante, pero para nada se escuchó amenazador. Al contrario, parecía por lo melodioso que sonó la invitación, que el albino estaba bastante alegre.
Yuta dio un último vistazo a esos dos asistentes, antes de jalar la aldaba y por fin entrar en aquel lugar.
Una vez aquella puerta se cerró detrás de ese hechicero, ambos asistentes caminaron a paso rápido hasta salir de aquella zona por el umbral por el que habían ingresado.
Realmente no querían estar ni un minuto más cerca de ese lugar, donde la energía estaba bastante pesada que incluso asfixiaba.
Una vez se alejaron lo bastante de aquel dojo por aquel tradicional jardín, Katsumoto ya no pudo más y se dejó caer de rodillas, empezando así a llorar.
—Hice todo lo que usted y el señor Gojo me pidieron...— su voz se quebro— trate de fingir lo más que pude— sollozo, aquel llanto parecía ser uno de total desahogo, mientras sus lágrimas bajaban a mares por sus mejillas—Inclusive use la información que usted me dio Ijichi san... pero, aun así — sollozo de nuevo— Tengo miedo... la culpa por haberle ocultado tanto tiempo esta información a Okkotsu me consume...— su voz se desgarró por completo.
Ijichi soltó un suspiro de total comprensión, el mundo de la hechicería estaba lleno de secretos e historias y ellos como directores asistentes, debían muchas veces cargar con la verdad a espaldas de los demás, ya sea por mandato, por conveniencia o porque simplemente no pueden revelar la información.
Aquel líder de los asistentes se agacho con cuidado y puso su mano sobre el hombro de Katsumoto para darle algunas palmadas para que sintiera alivio.
—Hiciste un gran trabajo, sin tu ayuda, Okkotsu nunca hubiera dado con la verdad, una que el pobre necesitaba descubrir por su cuenta.
—¡Aun así tengo miedo!— su voz se rompió en un grito desgarrador— ¿De verdad, Ustedes creen que fue buena idea esto? ¿De verdad fue necesario que yo guiara a Okkotsu hacia ella, hacia Maki Zenin?— cuestiono mientras sus manos cubrían su rostro.
—Lo es, esos dos ya fueron infelices por siete años, y ahora más que nunca es cuando todos merecen encontrar la felicidad. Incluso Satoru, quien ahora también ya ha recuperado su libertad, tiene el deber de contarle toda la verdad a Okkotsu. Él también ha cargado con el secreto y la culpa de haberlos alejado durante tanto tiempo. Y no solo eso, sino que también ha cargado sobre sus hombros el tener que guiar este mundo de la hechicería, asumiendo el papel de líder que todos esperaban que asumiera y que ahora esperan que continúe siendo— Ijichi siguió consolándolo con su mano en su hombro — Así que si, tu ayuda ha sido fundamental para aligerar la carga y facilitar este reencuentro.
Katsumoto solo movía la cabeza negativamente, sus ojos se cerraron con fuerza mientras las lágrimas seguían bajando por sus mejillas y limpiaba su nariz con la manga de su traje.
—Aun así... esto no deja de ser agotador para mí... y más ahora que las investigaciones en Kioto siguen ya que debemos atrapar a ese sujeto que está matando a diestra y siniestra a los hechiceros... ¡Tengo miedo de ser el siguiente en su lista! ¡Las escenas que deja de sus crímenes son tan aterradoras!— Contesto sintiendo su pecho ser aplastado por la angustia.
—Lo sé y no nos queda de otra que resolver este caso — suspiro Ijichi bajando los hombros — Así que Okkotsu aún te seguirá necesitando más que nunca. Solo ustedes dos pueden resolver esto.
—Pero ya estoy cansado de fingir frente a Okkotsu sobre del como realmente encontré toda esa información de Maki Zenin y sus hijos— comento Katsumoto sollozando.
—Quizás después de esto ya no tendrás que fingir más— le ayudó a ponerse de pie — Aun así, por favor, no le digas a nadie en el cuartel general sobre que Okkotsu vino a hablar con Satoru y mucho menos, reveles nada sobre Maki Zenin ni los niños Fushiguro, solo unos cuantos sabemos todo esto y es mejor que se siga manteniendo en secreto...¿Entendido?
Katsumoto hizo un si con la cabeza mientras Ijichi le ayudaba a levantarse.
—Ven, vayamos con Ieiri san para que te dé un calmante...— suspiro— todos lo necesitaremos después de esto.
Katsumoto se puso de pie, se sacudió la tierra de las rodillas y solo pedía al cielo que Okkotsu saliera vivo y cuerdo de aquel lugar.
Ambos asistentes empezaron a alejarse más y más de aquel dojo, el cual sabían se convertiría en un campo de guerra entre dos titanes.
Katsumoto limpio una vez más sus lágrimas con las mangas de su traje—Por cierto Ijichi san... —Empezó a preguntar una vez entraron de nuevo a aquella parte de la residencia donde los pasillos se juntaban con la entrada del jardín —¿Había alguien más junto al líder Satoru dentro de aquel Dojo?— se detuvo un momento — Es que percibí la presencia de alguien más ahí dentro...
Rápidamente el rostro de Ijichi se tensó. Su mano fue hacia su frente, parecía que había recordado que alguien más se suponía estaba con Satoru ese día.
Se giro rápidamente al joven asistente —Solo espero que ese alguien haya salido a tiempo de ahí...— comento Ijichi tensando los hombros.
No había tiempo de averiguarlo, la conversación de esos dos ya había iniciado.
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Yuta entro con paso firme en aquel edificio que sabía era usado exclusivamente para entrenar.
Lo recordaba perfectamente porque él llegó a entrenar con Satoru en un par de ocasiones en aquel sitio cuando apenas había entrado a la academia.
También recordaba lo doloroso que podría llegar a ser los golpes de su profesor, en especial si usaba azul para atraer lo contra su puño impregnado de su energía maldita.
Okkotsu dio unos pasos más hasta que por fin logró ver y detectar a Satoru.
Este estaba en el centro del Dojo, llevaba ropa deportiva que asemejaba a un maestro de artes marciales, vestía una camiseta negra y unos pantalones blancos. Así como unas zapatillas negras que se usaban para los entrenamientos.
Satoru estaba completamente sudado, con la respiración algo agitada como si acabara de hacer ejercicio o como si acabara de entrenar con alguien.
Yuta observo a su alrededor, no detectaba nada fuera de lo normal.
Únicamente le llamo la atención que en el suelo había dos botellas de agua y cerca de donde se cuelgan los bastones y espadas de madera, había dos toallas blancas.
Okkotsu en ese momento paso por alto esos detalles, ya que lo que más le llamaba la atención era el ambiente de aquel lugar. Sentía un rastro de energía maldita en el aire pero no lograba identificarla por completo debido a que esta se combinaba fuertemente con la de Gojo.
Definitivamente alguien más había estado ahí dentro con Satoru.
—Okkotsu no esperaba tu visita ¿Y bien? ¿Qué te ha traído tan de repente por aquí? — el líder de aquel clan lo recibió con una gran sonrisa, mientras hacía algunos estiramientos de brazos.
El hechicero de cabellos negros tomo un respiro profundo antes de responder a eso—Eh venido a traerte un avance sobre el caso del asesino de hechiceros que me asignaste— contesto con frialdad, mientras sacaba unas hojas de aquel folder de plástico en forma de sobre.
Satoru movió los hombros con desinterés —¿Así que viniste desde Kioto solo para traerme el reporte? Con haberlo mandado por correo o por mensaje de LINE hubiera bastado — estiro los brazos elevándolos sobre su cabeza—No importa, siempre serás bienvenido a esta residencia, las visitas sorpresa si que nos hacen falta de vez en cuando — soltó una leve risita —¿Y dime? ¿Cómo te ha tratado Kioto? — dijo acercándose a su invitado.
—Me ha tratado bien, diría que Kioto me trató mejor de lo que pensaba, hasta me ha dado sorpresas inesperadas— comento Yuta recordando un poco a sus hijos. Realmente el recuerdo de ellos le calmaban un poco y más ahora que tenía frente a él al culpable de no haberlos visto nacer ni crecer.
—Ya veo, bien veamos que tienes aquí— Satoru tomo los papeles con una gran sonrisa, era algo inusual que quisiera revisar papeleo, pero en aquel momento estaba más que interesado.
El sudor aún bajaba por su frente mientras daba una rápida leída a las primeras líneas.
Las pupilas azules de Gojo fueron de un lado a otro y después elevo la mirada hacia Okkotsu —Por cierto, me enteré que eliminaste a una maldición que estaba merodeando un centro comercial.
Las cejas de Yuta se elevaron de sorpresa. No se esperaba que Satoru estuviera enterado de aquel incidente.
Tomo un respiro, quería ya pasar a lo importante pero sabía que debía ir con calma si quería sacarle toda la verdad. Así que decidió seguirle la corriente.
—Si, así fue. Sucedió en mi primer día que llegué a esa ciudad.
—Y... — Satoru hizo una pausa, parecía bastante curioso con ese tema mientras miraba a su invitado.
—También me enteré que ese día salvaste a dos niños ¿Cierto?— preguntó directamente.
Yuta humedeció levemente sus labios antes de responder a eso—Asi es— suspiro— Si no hubiera llegado a tiempo, hoy una madre estaría llorando por sus hijos — contesto con seriedad.
Apretó su puño a discreción sobre la correa de su espada —Si no hubiera llegado a tiempo, no solo una madre estaría llorando por sus hijos, sino también un padre nunca los hubiera conocido...— se dijo mentalmente.
Satoru soltó unas carcajadas—Tu siempre siendo un imán de niños— regreso su vista a las hojas—Supongo que esos pequeños resultaron ser especiales ¿No?
Okkotsu no contesto a eso, pensaba en que quizás Satoru solo decía aquello porque esos niños podían ver maldiciones, y de paso, porqué debía guardar la mayor discreción posible.
Satoru noto ese silencio.
—Entiendo, veamos que tienes aquí—Dio unos pasos alrededor de Okkotsu, caminando vagamente por el dojo, ya que parecía que no podía quedarse quieto.
Yuta trago saliva mientras su mano derecha seguía aferrándose a la correa de su espada.
—Sabes que no era necesario que entraras a este lugar con tu espada— señaló Gojo dándole un rápido vistazo, notando como ese chico tenía su mano sobre la correa de esa funda.
—Lo siento, estando en el extranjero me acostumbre demasiado a siempre cargarla...— explicó —Uno nunca sabe cuándo alguna persona lo atacara por sorpresa... ya sea un conocido... o un enemigo — soltó aquello con frialdad.
—Hum— Gojo solo soltó ese ruido con desinterés mientras seguía mirando a su invitado —Pues aquí puedes estar seguro de que tienes más a un aliado que a un enemigo— hubo un serio intercambio de miradas, el cual no duro más de unos segundos.
—Seguro que si... gracias — contesto Yuta fingiendo cortesía.
Satoru regreso su vista a aquellas hojas y guardo unos minutos de silencio mientras leía el contenido de estas.
En cambio, Yuta no le despegaba la mirada de encima, mientras guardaba silencio y analizaba a su anfitrión, tratando de encontrar el momento adecuado para comenzar a cuestionar sobre el pasado.
—Veo que has avanzado un tanto en el caso, aunque por lo que dicen los reportes más recientes, este asesino sigue matando a diestra y siniestra— de nuevo su mirada se enfocó en su invitado — ¿Ya tienes algún sospechoso?— su mano fue a su barbilla mientras caminaba a un lado de este.
Sus energías chocaban de poco en poco, en una especie de tira y afloja muy tenso.
El otro hechicero de grado especial soltó el aire en un suspiro de total frustración.
—Aún sigo buscando más pistas que me guíen al criminal. Aunque ahora que tenemos una clasificación de sus víctimas así como algunos patrones en sus ataques, ya entendemos un poco mejor su modus operandi y esperamos dar pronto con este sujeto— Miro a Satoru fijamente.
El albino soltó una pequeña risita de satisfacción al escuchar aquella afirmación. Parecía bastante animado.
—No por nada sabía que era buena idea el que regresaras a Japón para resolver este caso— de nuevo su vista bajo a las hojas.
—¿Y Solo para esto me trajiste de regreso a Japón? — se atrevió a preguntar controlando su voz que quería salir con furia— ¿Solo para resolver este caso?— cuestiono rápidamente, moviendo sus manos de un lado a otro.
—Inicialmente sí, pero una vez acabes esta misión de atrapar a este asesino, te encargaré una mucho más importante, de la cual, te voy a explicar más adelante — contesto Gojo pasando la hoja y girándose levemente para caminar al otro lado de Okkotsu. Parecía que el albino estuviera analizándolo también a él.
Yuta tenso la mandíbula. De nuevo su mano se hizo puño sobre la correa mientras miraba muy seriamente a Satoru. Su entrecejo estaba bastante fruncido. Su paciencia se estaba colmando mientras veía a ese hombre actuar muy desinteresadamente.
El albino detecto aquel cambio de humor de su invitado —¿Acaso algo te hizo enojar? Porque tu energía maldita se siente irregular— comento tomando su botella de agua del suelo mientras seguía leyendo aquellas hojas —Te he dicho que debes trabajar en esa manera tuya de desperdiciar la energía maldita, esas fugas tan repentinas son lo que hacen que los demás detecten tus cambios de estado— bebió un poco.
Okkotsu trato de relajarse, pero no podía, estaba frente a quien le separo de Maki. Su respiración era pesada.
Cruzo sus brazos sobre su pecho.—Lo siento, es solo el estrés de este caso lo que me tiene así de tenso— mintió, mientras apretaba su muñeca derecha con su mano Izquierda.
Satoru dejo aquella botella en el suelo una vez más y se puso a hojear desordenadamente. Ahora parecía bastante desinteresado en aquel reporte— En fin, sé que serás excelente resolviendo este caso — soltó cerrando el folder donde estaban esas hojas— Pasando a otro tema...
El albino siguió hablando, Ahora parecía muy serio y eso se reflejaba en su rostro y eso llamo la atención de Yuta.
—También escuche que el imbécil de Naoya te mando a llamar ¿Es cierto eso?— su vista se enfocó de nuevo en su invitado mientras daba unos pasos para ahora tomar su toalla.
El hechicero que venía del extranjero soltó el aire bruscamente de tan solo recordar todo lo sucedido en aquella ocasión.
—Si, me llamo hace unos días a la residencia Zenin.
—¿Y qué fue lo que te dijo ese imbécil? ¿Acaso hablaron de algo importante?— tenía tintes de intriga en la voz — O ¿Hablaron de este caso?— las preguntas escaparon de la boca de Satoru en un tono muy serio.
Okkotsu trato de controlar su pesada respiración.
—Así es— suspiro— El señor Naoya me llamo para que yo le diera un avance de este caso y más que la gran mayoría de las víctimas han sido de su clan— bajo los hombros y rasco su nuca —Aunque admito que estar en ese lugar fue bastante estresante, la verdad no quiero volver a poner un pie en la residencia Zenin...
Satoru soltó una carcajada muy escandalosa por lo dicho por el hechicero.
—Supongo que eso de que estén eliminando a su clan es su castigo— se secó el sudor de la cara con la toalla— Simplemente es algo que se merecían, aun así, buen trabajo Okkotsu, sigue así— le dio una palmada en el hombro —Si ya no hay nada más que discutir puedes retirarte o a no ser que quieras quedarte a comer y a dormir esta noche, siempre tendrás una habitación en esta residencia— estaba dispuesto a regresarle las hojas. Pero el comportamiento de su invitado cambió drásticamente.
—Gracias por la hospitalidad...pero...
—¿huh? ¿Qué sucede?— Satoru levanto una ceja al escuchar esa palabra.
—Aunque mi visita sorpresa se debe a algo más en realidad— respondió Yuta con total seriedad mientras su vista estaba fija en la carpeta que aun sostenían sus manos.
—¡Oh!— Satoru chasqueo la lengua —¿Y entonces, a que se debe tu visita tan repentina en realidad? ¿Acaso no venias a darme un avance de este caso?
—El venir a darte el avance solo fue un pretexto para que me dejaras entrar— comento Yuta apretando las manos sobre aquella carpeta de plástico donde aún guardaba unas hojas más.
—¿Entonces cuál fue el motivo principal por el que viniste? Okkotsu— Satoru se puso muy serio al notar que ese hombre sujetaba con fuerza aquella carpeta.
—En realidad he venido por respuestas que solo tú puedes darme, Satoru Gojo— su vista se elevó a su maestro.
—Explícate— Satoru se cruzó de brazos.— Además, es muy inusual que tú me llames por mi nombre completo — señaló.
Yuta tomo un respiró —Acontece que estando en Kioto— Empezó a explicar —me he topado con ciertas pistas muy interesantes que encajan con ciertas cuestiones pasadas que tienen que ver conmigo...— dijo con voz seria, mientras su mirada se centraba en la mirada azul de su anfitrión —Y con Maki.
Satoru rasco su mejilla. En sus ojos brillo una chispa de curiosidad pura.
—¿Cuestiones pasadas? ¿Cómo cuáles?— sonrió.
Yuta tomo una pose de total seriedad mientras abría la carpeta.
—Bueno, estando en Kioto di con esta tumba — dijo furioso mientras sacaba rápidamente de la carpeta una hoja donde tenía una fotografía de aquella lápida que fue a visitar.
Satoru conservo su pose de tranquilidad mientras escuchaba lo que Okkotsu empezó a decir. Su invitado estaba demasiado molesto y eso se notaba en su pose y en sus palabras.
—No sólo Katsumoto me ayudó a encontrar la tumba de Maki así como su acta de defunción— saco la hoja que tenía la academia sobre ese incidente — ¡Sino que tanto el señor Naobito y Naoya me confirmaron que Maki está muerta!— Empezó a elevar la voz —¡Incluso Naoya me dijo que tu sabías todo esto! — movió con ira las hojas —¿Satoru, Esto es cierto? ¿Tú sabias que Maki había muerto?!
El albino suspiro mientras rascaba su cabeza.
—Vaya, parece que al fin diste con ella...— soltó un gran suspiro y después una gran sonrisa apareció en sus labios, parecía que estaba esperando aquella conversación —¡Perfecto! — se le notaba aliviado— si bueno, eso era algo que en realidad yo quería que tu descubrieras. Aunque supongo que ahora que diste con Maki, ya no tengo porque preocuparme.
Yuta abrió enorme los ojos al escuchar eso.
— ¿Cómo que yo descubriera? ¿Qué demonios tratas de decir?
Satoru movió simplonamente sus manos—Simplemente estoy diciendo que mi plan funcionó — Trono los dedos y después apunto con ambas manos a su alumno — tardo siete años pero funcionó.
—¡¿CUÁL PLAN?!— Yuta elevo aún más la voz.
El albino rasco un poco su nuca y trato de explicarlo de la mejor manera.
—Okkotsu, hay algunas cosas que son difíciles de abordar en este momento y más ahora que estas furioso. Pero solo puedo decirte que hace siete años atrás, yo solo estaba asegurando tu futuro. Bien dicen que "el fin justifica los medios"
—¿Y ESO INCLUÍA EL SEPARARME DE MAKI?— grito super molesto—¿TÚ PLAN ERA SEPARARME DE ELLA?
—Técnicamente yo no quería separarlos— movió las manos — Básicamente mi plan en ese entonces era que ustedes dos se fueran del país— soltó el aire con molestia mientras explicaba.
—Desgraciadamente "los otros"— entrecomillo con los dedos— se me adelantaron en unas cuestiones y por eso tuve que arrastrarte fuera de Japón. Para así asegurarme de que tu no cayeras en su trampa y así pudieras ser más fuerte para cuando llegara el momento adecuado— movió los hombros un poco y de paso, elevo un poco de nuevo los brazos. Parecía que se estaba preparando para volver a entrenar.
—Pero lástima que Maki no corrió con la misma suerte — llevo sus manos a sus caderas —Recuerdo claramente que antes de subir al tren, yo hable con ella— resoplo e hizo una mueca que termino en una sonrisa— Pero a esa chica sí que le gusta hacer las cosas a su manera jaja no por nada fue mi alumna y mucho menos dejara de ser una Zenin.
—¿ENTONCES ES VERDAD LO QUE ME DIJO MAKI SAN SOBRE QUE TU HABLASTE CON ELLA EN ESA ESTACIÓN DEL TREN HACE SIETE AÑOS ATRÁS? ¿ES VERDAD ESO DE QUE TÚ LE METISTE DUDAS PARA QUE NO FUERA CONMIGO? ¿TU SABIAS QUE MAKI ESTABA OCULTANDO ME ALGO IMPORTANTE?— Yuta grito, moviendo sus manos con furia.
Satoru elevo una ceja.
—Vaya, yo no he dicho nada sobre que ella estaba “ocultándote” algo importante y mucho menos dije que yo le metí dudas sobre ir contigo, además se supone que "los muertos no hablan" ¿Cómo esta eso de que ella te dijo algo así?— comento con curiosidad.
—Mierda…— susurro Yuta cayendo en cuenta de que hablo de más.
—Acaso ¿Todo eso te lo contó ella, no? ¿Ya sabes su versión de ese día, cierto? Porque si es así, entonces eso quiere decir que ¿Ya lograste dar tanto con Maki como con todos tus amigos? ¿Eh, Yuta? — Satoru tenía una gran sonrisa en el rostro.
Yuta había hablado más de la cuenta debido a su enojo. En ese instante se percató de su error.
—¡ESO NO ES DE TU INCUMBENCIA!— grito cambiando el tema— RESPÓNDEME SATORU ¿POR QUÉ NO ME DEJASTE IR A BUSCARLA? ¡¿POR QUE NO ME DEJASTE BAJAR DEL MALDITO TREN HACE SIETE AÑOS ATRÁS?!
Satoru suspiro e hizo una leve mueca
— Ya te dije una parte del porqué, ¿Qué acaso no me estas poniendo atención?— sobo el puente de su nariz.
—Pero sobre todo no te lo dije en su momento porque No lo ibas a entender Okkotsu — miro a su alumno con seriedad—Además, todo esto de que salieras del país lo hice por tu bien y el de ella...— comento este sin una pisca de culpa— Así como lo hice por el bien de tus hijos...
Yuta se congelo al escuchar aquello último.
—¿Qué dijiste?
A Satoru se le formó una gran sonrisa de felicidad—Me pregunto con que Maki habrás dado en realidad, si con la que dicen nuestros registro sobre que ella está muerta y enterrada en esa tumba— le apunto hacia aquellas hojas — o "con la del hospital", aquella que dio a luz a tus hijos, los cuales si no me equivoco ¿Ya conociste, cierto?— llevo su mano a su barbilla — Hablo de tus Mellizos, una niña y un niño ¿No? Son esos mismos niños que salvaste esa vez en el centro comercial — miro a su invitado con gran alegría — ¿O me equivoco?— elevo las cejas.
Yuta estaba desconcertado —¿Como diablos es que sabes todo esto?— pregunto confundido.
Satoru volvió a suspirar—¡Hay Okkotsu, Okkotsu, Okkotsu!— Repitió ese apellido tres veces con una mezcla de desaprobación y exasperación. Le asombraba la torpeza de su alumno para no captar las cosas a la primera.
—¿De dónde crees que tu asistente obtuvo toda la información que le encargaste averiguar sobre Maki?— preguntó con una sonrisa irónica— o mejor dicho ¿De quién crees que la consiguió realmente?
Yuta recordó todo lo que Katsumoto le dijo que había investigado. Desde los apellidos de sus hijos, así como aquel registro médico de la "Maki del hospital", recordando incluso el cómo habían dado con aquella tumba y toda la información que este le había proporcionado.
—¡Pero! ¡Katsumoto me dijo que él... había roto los protocolos y...— fue interrumpido.
—¡Permíteme explicarte todo eso!— Miro a su invitado.—Aunque confieso que yo ya estaba enterado sobre que tu mandaste a Katsumoto a averiguar sobre el paradero de tu amada Maki. Así que yo sabía que solo era cuestión de tiempo para que dieras con ella. Así que simplemente dejé que tu asistente buscará la información en nuestra base de datos, mientras que al mismo tiempo te fuimos proporcionando todas las pistas que queríamos que encontraras— explicó — Básicamente él no rompió ningún protocolo, al contrario, nosotros le proporcionamos TODA la información que hoy conoces— tenía una sonrisa de oreja a oreja.
Los ojos de Yuta se agrandaron ante tal confesión.
Satoru elevo la voz para sacar a Yuta de sus pensamientos y después, elevo un dedo como si estuviera dando una clase.—¡Ahora! ¿Recuerdas el caso del centro comercial que tu exactamente resolviste hace 16 días atrás, cuando salvaste a esos niños y mataste a esa maldición?— pregunto con una gran sonrisa. La emoción por explicar aquello se le oía en su tono de voz muy animado.
En cambio, Okkotsu estaba paralizado mientras escuchaba aquella explicación.
Satoru siguió hablando —Pues resulta que tras el incidente del centro comercial es que confirmamos toda la verdad de hace siete años atrás — siguió explicando sin despegar la vista de su invitado— y todo gracias a que Katsumoto estuvo investigando un poco más sobre este caso para así poder rendirnos cuentas sobre cómo había nacido esta maldición y del porque no se nos habían notificado sobre esto con anterioridad — dio unos pasos y empezó a caminar alrededor de Okkotsu.
—Pero tanto a tu asistente como a Ijichi les llamó la atención esos dos niños en especial que salvaste. Sobre todo a Katsumoto le pareció bastante aterrador el hecho de que esos dos pequeños se parecieran bastante a ti y más cuando se suponía que tu "no tenías hijos" y fue ahí donde esos dos empezaron a buscar sus apellidos, así como también empezaron a investigar alguna pista sobre quienes eran sus padres, donde y cuando habían nacido y todas esas cosas que los asistentes directores saben hacer — siguió caminando y explicando.
Dio una gran palmada —¡Y después de unos días de estar investigando en conjunto! ¡Eureka! Ahí fue donde dimos con toda la información que ahora conoces gracias a que esta coincidía con la información que Ijichi logró recuperar de lo ocurrido hace siete años atrás — parecía muy orgulloso de lo que decía.
—Así que básicamente Ijichi fue quien le proporciono a Katsumoto toda esta información, quien a su vez te la proporciono a ti — apunto a las hojas que traía Yuta.—¿No es increíble lo que esos dos pueden hacer juntos? Realmente tu asistente está al nivel de Ijichi.
El hechicero de cabellos negros estaba en shock por todo lo escuchado.
Satoru Movió las manos de un lado a otro— Aunque admito que sigo sorprendido de que esto pasara de esta forma. A veces parece que al destino le gusta jugar con uno, pero debo decir que gracias a ese incidente en el centro comercial, es que tanto nosotros pudimos confirmar nuestras sospechas como tanto que tu pudiste conocer a tus hijos. Que si mal no recuerdo ¿Sus nombres son Yurika y Yuudai Fushiguro? ¿No? El destino si que nos preparó esta sorpresa y este encuentro de la manera menos pensada— suspiro.
Okkotsu estaba furioso, tenía el rostro rojo—¡Yo le dije a Katsumoto que no investigara nada de esos niños!
—Pero si él no lo hubiera hecho ¿Nunca hubieras dado con tu amada Maki y tus hijos, cierto?— comento Satoru con un toque de ironía.
Yuta apretó los labios ante tal respuesta.
—Así que todo esto de que tu descubrieras la verdad, sucedió gracias a que Katsumoto hablo con Ijichi quien a su vez, este hablo exclusivamente conmigo sobre este caso. Y ahí fue donde todas las piezas para nosotros tres se conectaron— dio otra palmada— Y después de siete años, confirmamos nuestras sospechas sobre que Maki no había muerto y que efectivamente esos niños seguían vivos, así como todos los demás — movió juguetonamente sus manos.
Yuta estaba paralizado del coraje.
—Y Supongo que por la cara que has puesto, puedo suponer que ya has encontrado y convivido con ella y con tus hijos ¿Cierto?— preguntó Satoru con una gran sonrisa en los labios.—Tu asistente sí que hizo un gran trabajo guiándote a ellos. Cosa que fue a petición mía.
—¡ENTONCES TU SIEMPRE SUPISTE QUE MAKI SEGUÍA VIVA! ¡¿TU SABIAS DE MIS HIJOS?!—Grito Okkotsu con la furia consumiendo su ser.
—Yo siempre sospeche que ella nunca murió, y simplemente le perdimos el rastro hace siete años atrás, así como a todos los demás— se encogió de hombros —Simplemente dejamos que tuvieran su vida tranquila— comento Satoru con una sonrisa —Y sí. Yo ya sabía que ella estaba embarazada desde esa vez que los vi hace siete años atrás cuando me los tope en el callejón de las geishas— soltó una risita —En serio Okkotsu, tardaste demasiado en darte cuenta de lo que ocurría— se apuntó a si mismo con su dedo índice — Aun así me doy algo de crédito por todo esto que has descubierto, porque como dije todo tiene un porque lo hice de esta manera.
Esa fue la gota que derramó el vaso para Yuta.
Lo siguiente ocurrió tan rápido que el choque de esos dos sacudió todo el lugar, haciendo que la madera del dojo crujiera. El primer golpe había venido de Okkotsu, quien tenía su espada contra el infinito de Satoru. Mientras que Rika trataba de penetrar aquella barrera desde el lado contrario.
Yuta había desenfundado rápidamente su espada y había invocado a Rika. Quien al sentir toda la ira de Okkotsu, sabía que quien tenían frente a él era el enemigo en ese instante.
—Pero que ataque tan predecible ¿Acaso no aprendiste nada en el extranjero? — se burló Satoru, con su mano alzada.
—¡¿POR QUE?! ¿POR QUE ME OCULTASTE TODO ESTO? ¡ME HE PERDIDO CASI SIETE AÑOS EN LA VIDA DE MIS HIJOS! — Grito Okkotsu.
—¡Ya te dije que lo hice para protegerte a ti y a todos los demás! Pero sobre todo a ti, tenía que asegurar tu futuro como mi sucesor.
—¡Esta sociedad sí que está podrida!— respondió Yuta recordando las palabras de Yuki.—¡Y más si la estas gobernando tu desde la cima!
Rápidamente Okkotsu fue lanzado por Satoru contra el piso, y cuando esté iba a empezar a contra atacar con un golpe en la cara, Yuta logró moverse con ayuda de Rika, quien logró aventar a Satoru.
Rika jalo a Yuta, y de nuevo, ambos se lanzaron contra Satoru, quien no había recibido ni un rasguño.
—¡¿Eso es lo mejor que tienes?!— grito el albino, quien veía como su ex alumno estaba cerca de él. Al igual como veía a Rika gruñir.
—¿POR QUÉ LO HICISTE?— grito Yuta —¡¿POR QUÉ A ABANDONASTE A TODOS MIS AMIGOS?! PERO LO MÁS IMPORTANTE AÚN ¿POR QUE ME SEPARASTE DE MAKI?— exigía la verdad.
—¡YO NO LOS SEPARE! — Satoru uso la fuerza de su barrera para alejarlo de él. Mandándolo a volar hacia uno de los pilares del dojo, sacudiendo con su energía todo el lugar —¡AL CONTRARIO! ¡HICE TODO ESTO PARA PROTEGERTE A TI Y A TODOS LOS DEMÁS!— grito— ¡TODOS TENEMOS A ALGUIEN A QUIEN PROTEGER! ¡OKKOTSU!
La espada se incrusto en el suelo de la madera.
Yuta por suerte no se golpeó contra aquel pilar, ya que incluso su agilidad en el aire era mucho mejor que antes.
Ahora era más experimentado y estaba el doble de coordinado con Rika, quien logró atraparlo.
—¡Maldito! — gruñó la maldición, quien se lanzó de nuevo contra Satoru para servir de distracción, mientras sus garras trataban de penetrar aquel campo invisible que la detenía.
—Parece que la reina es igual de terca que su amo— se burló Satoru al ver como Rika le gruñía de cerca. Mostrando sus afilados dientes y garras.
En cambio, el hechicero de cabellos negros de nuevo tomo la espada y corrió hacia donde estaba su maestro.
Ambos volvieron a atacar a Satoru en un ataque combinado, donde el intercambio de golpes se dio de manera intensa.
—¿De nuevo este débil ataque?— pregunto el albino con soberbia. Mientras aplicaba una vez más su infinito y se preparaba para lanzar un azul.
—¡Tengo algo que te sorprenderá!— comento Yuta mientras en un rápido movimiento, soltó su espada y desenredo de su muñeca derecha, lo que parecía ser una herramienta maldita, la cual, era lo más parecida a una cuerda con unas cuentas en color esmeralda al inicio, al medio y al final de esta.
Aquel objeto parecía hacerse más larga conforme era impregnada de la energía maldita del usuario.
Rápidamente Yuta salto hacia arriba y en un movimiento, logro poner aquella cuerda sobre aquel campo invisible de su maestro, el cual logró perturbar un poco.
Satoru miro extrañado ese ataque, el cual le parecía bastante familiar. Y más cuando su infinito empezó a evaporarse al toque de esa cuerda.
Ese era el momento ideal, Yuta logró atravesar el infinito, el cual simplemente fue apagado por Satoru, logrando golpear a su maestro dos veces, pero el albino rápidamente se defendió tratando de golpear a puño limpio a Okkotsu, quien se movía al mismo nivel y velocidad que él. Aun así, Yuta no se libró de recibir un golpe en la cara. Pero este logro esquivar todos los demás, dejando sorprendido a Satoru.
—Nada mal— se burló el albino —Esta forma de pelea se parece bastante a la de Miguel ¿Él te enseñó esto, cierto?
—Si, y hasta puedo confirmar que Miguel si es buen maestro, No como tú — escupió con coraje.
—¡Auch!— Satoru soltó ese ruido en forma de burla.
Los golpes con los puños siguieron, de verdad ahora Yuta le seguía el ritmo y eso estresaba a Satoru, quien pateo a su alumno mandándolo a volar varios metros.
Pero Yuta no se dio por vencido. De nuevo se acercó para tratar de acertarle algún golpe a Satoru, aprovechando que la cuerda, cada vez que se cruzaba con el infinito, lo perturbaba.
Cada que esa cuerda tocaba las manos de Gojo mientras esquivaba los latigazos, este sentía una extraña corriente eléctrica, seguida de un vapor, señal de que su infinito se estaba evaporando y eso lo estresaba demasiado.
—¿Qué carajos fue eso?— pregunto Satoru bastante molesto, por fin acercándose a darle una patada a Yuta directamente en el estómago para mandarlo de nuevo a volar.
Yuta fue atrapado por Rika, haciendo que rápidamente se reincorporara a la pelea, mientras se trataba de acercar usando la cuerda, la cual Satoru esquivaba, pero ahora le hacía sentir un extraño hormigueo en todo el cuerpo.
Aquel objeto maldito era del mismo material que una vez uso Miguel contra él en su pelea de hace mucho tiempo atrás, en el desfile nocturno de los cien demonios.
—Con razón sentía a esa estúpida cuerda tan familiar— dijo Satoru mientras daba algunos puñetazos directos, los cuales Yuta esquivo —Pensé que yo la había eliminado por completo hace casi diez años atrás — trato de alejar a Okkotsu de nuevo.
Pero este, logró atrapar las manos de Satoru y uso rápidamente el discurso maldito.
—¡No te muevas!— grito, haciendo que Satoru se quedara pasmado por solo unos segundos mientras Rika lo sujetaba entre sus garras.
—¿Sorprendido?— Yuta tenso la cuerda para evitar que Satoru usará sus manos y activará el infinito o su dominio —Pues efectivamente en África este material se había agotado, pero fue una grata sorpresa al ver que en América Latina, tienen un material igual. En sí, toda América Latina tiene muchas herramientas interesantes y está la encontré al sur de México, más específicamente en Yucatán— explicó con una gran sonrisa al ver atrapado a su maestro.
Satoru gruñó un poco.
—Engreído. ¡Deberías agradecerme de que por mi recorriste el mundo! — uso sus pies para golpear fuertemente a Rika y de paso, hizo un rápido movimiento jalando aquella cuerda para acercar a Okkotsu a él y darle un golpe con la cabeza—¡Y que gracias a mí, al fin diste con tu amada Maki!— grito.
Con ese rápido movimiento, Satoru logro sacarse la cuerda de las manos para después agarrarla con una mano e imbuirla en su abrumadora energía maldita para hacerla desaparecer, aplicando el principio de que si a un objeto se le imbuía energía maldita de golpe, este podría romperse o quedaría inservible, así esa cuerda empezó a quemarse en su mano.
Yuta cayó al suelo contra su espalda, pero rápidamente se puso de pie impulsándose con sus manos—¡Tú en realidad solo me separaste del amor de mi vida!— de nuevo corrió contra su sensei.
—¡Ya te dije que lo hice por el bien de ustedes dos!— grito Satoru logrando darle un golpe de lleno en la cara, lanzándolo contra la pared.
Después logro golpear a Rika, quien también trataba de atraparlo —¡SI NO HUBIERA SIDO POR MI, TUS HIJOS Y MAKI DE VERDAD ESTARÍAN MUERTOS! ¡TUS AMIGOS POR IGUAL!— se acercó con paso pesado contra Okkotsu para tratar de patearle, pero Yuta se puso de pie rápidamente.
—¡SI NO HUBIERA SIDO POR TI, YO HUBIERA ESTADO PRESENTE EN LA VIDA DE MIS HIJOS Y DE PASO HUBIERA CUIDADO A MIS AMIGOS!
—¡YO LES DI LA LIBERTAD A TUS AMIGOS! ¡LOS LIBERE DE ESTE JODIDO MUNDO DE LA HECHICERÍA!— volvió a soltar varios puñetazos, los cuales Okkotsu lograba detener con sus manos. Aun así, el pobre ya estaba herido.
—¿LIBERAR? ¡JA! ¡LO UNICO QUE HICISTE FUE ABANDONARLOS!— Yuta logro golpear una vez a Satoru en la cara, quien no se quedó quieto, se movía con gran agilidad.
—¡ERES TAN TERCO OKKOTSU! ¡NO LO ESTAS VIENDO CORRECTAMENTE, YO LO HICE PARA PROTEGERLOS A TODOS USTEDES Y DE PASO, PARA PROTEGER A UNA PERSONA MAS! — Mando a Okkotsu una vez más contra el suelo, pero este rápidamente se levantó.
Yuta logro agarrar su espada, se puso en posición de ataque.
—Pero eso no te daba el derecho de separarme de Maki, ahora entiendo porque no me dejaste bajar del tren, solo querías alejarme de ella.
Satoru puso sus manos en sus caderas.
—¿Supongo que ella ya te contó toda su versión sobre ese día, cierto? — suspiro secando su sudor.
—¡Maki me contó que tu hablaste con ella en esa estación del tren hace siete años atrás!— sujeto con fuerza el mango de su espada —¡Y QUE TU LE METISTE DUDAS SOBRE MI!
—¡NO FUE ASI!— Grito Gojo —Admito que hable con ella, pero mi objetivo era ponerlos a ustedes dos a prueba, pensé que su amor lo podría todo— dio unos pasos— pero los "otros" fueron más rápidos que yo.
—¿Y no pudiste decirme nada?— comento Yuta aun firme.
—No podía decírtelo directamente ya que no podía romper mi voto, tu más que nadie sabes por qué no se puede romperlos. O ¿Acaso no te enseñe teoría?
—¡Para empezar, nunca fuiste un buen maestro! Y en segunda, ¡Tú me jodiste la felicidad junto a Maki y mis hijos!— Yuta seguía en posición de en cualquier momento atacar de nuevo.
Satoru bajo los hombros y torció la boca—¡Como dije, lo hice para protegerlos a todos ustedes! ¿Qué no me estas prestando atención?— gruñó.
—¡No te creo!— Yuta grito muy furioso.
—De acuerdo, no me creas pero esa es la verdad— el albino se encogió de hombros, parecía harto de todo eso.
—¡Mientes!
—¡Okkotsu, yo también tenía algo en juego!—elevo ambas manos.—Así que trata de apuñalarme si de verdad no vas a escuchar mi versión de los hechos.
Yuta tomo con más fuerza su espada. Parecía que de verdad, Satoru había desactivado su infinito, esa era su oportunidad.
—¡MATAME SÍ ES QUE PUEDES! ¡REALMENTE HAY MAS DETRÁS DE ESTO! ¡YO TAMBIEN TENGO A ALGUIEN A QUIEN PROTEGER ACTUALMENTE, POR ESO HE TENIDO QUE MENTIR Y OCULTAR MUCHAS COSAS!— grito Gojo muy furioso.
En ese momento, cuando Okkotsu se iba a disponer a acercarse a Satoru, algo le llamo la atención. Y eso fue que sintió como una mirada estaba fija sobre él.
La mirada de Yuta se clavó en uno de los pilares. Un fugaz movimiento entre las sombras le hizo entrecerrar los ojos, convencido de haber visto una figura asomarse por el pilar más cercano a la entrada, la cual estaba entreabierta. Yuta recordaba que esa puerta la había cerrado una vez ingreso al dojo.
¿Había sido solo su imaginación?
Parecía que no, ya que "ese alguien” volvió a asomarse y a esconderse rápidamente detrás del pilar.
—¿Quién está ahí?— gritó Okkotsu con seriedad—¡Muéstrate!— apunto con su espada.
De nuevo, aquel ser volvió a asomarse levemente, mostrando así dos hermosos ojos azules, los cuales brillaban como diamantes.
Satoru suspiro y bajo las manos.
—Anda, sal de ahí, ya notamos que nos andas espiando— comento llevándose las manos a las caderas con una leve sonrisa en los labios— Me pregunto de quien habrá heredado el ser muy chismoso...
Las cejas de Okkotsu se elevaron mientras sus hombros y sus manos bajaron al ver que de aquel pilar, se asomaba casi por completo un niño, quien se asustó al verlo con esa espada en mano.
Aquel niño volvió a medio esconderse detrás de aquel pilar.
—Papá....— dijo con voz temblorosa—¿Quién es él?
— No tengas miedo, él no te hará daño lo prometo— Satoru miro a ese pequeño —solo estamos "hablando"— dijo con voz calmada— Vamos, sal de ahí.
Ese pequeño dio un paso hacia un lado para mostrarse por completo.
Aquel niño tenía alrededor de seis años, tenía el cabello en un color tan negro como el carbón. Tenía la piel muy blanca y su rostro era bastante similar al de Satoru. Vestía un hakama gris y llevaba puestas unas camisetas tradicionalmente en negro y blanco. Pero lo que más llamaba la atención de ese niño, eran sus hermosos ojos azules.
—¿Un niño?— dijo Yuta confundido sin soltar la espada. Incluso parpadeo varias veces.
—Papá ¿Esta todo bien?— pregunto el niño con miedo al ver a Yuta con algo de sangre en la cara.
—Lo está, ahora ven que quiero presentarte a alguien — ordeno Satoru, poniendo una de sus rodillas en el suelo.
Yuta rápidamente bajo su espada, estaba bastante confundido.
Aquella mirada, le recordó la vez que se encontró a sus hijos en el callejón. Pensaba en el miedo que sus hijos tendrían de él si lo vieran en una situación similar.
Una vez el niño vio que el otro adulto bajo esa arma y que Rika se desvanecía muy rápidamente, este corrió a los brazos de Satoru.
—Papá ¿Quién es él? ¿Acaso es un caza recompensas? ¿Por eso estaban peleando? — pregunto el niño con el ceño fruncido, mientras Satoru lo levantaba en sus brazos.
—Qué bueno que lo preguntas hijo, él es alguien importante a quien quiero que conozcas — Satoru al decir eso, se giró hacia su invitado —Yuta, quiero que conozcas a mi hijo, Yoshio Iori.
—¿Hijo? ¿Iori?— Yuta ahogo un grito al escuchar el apellido que tenia ese niño—¡Entonces! ¿Es hijo de Utahime sensei?
—Correcto, su madre es Utahime — miro a su hijo, a quien aún traía en brazos— Saluda Yoshi, saluda a tu tío Yuta.
—Hola hombre que quiere matar a mi padre— comento aquel niño sacándole la lengua y después soltó una risa muy escandalosa, ya no parecía tenerle miedo.—Debo decir que entre ambos se estaban dando una buena paliza— golpeo su mano derecha con su puño contrario— aunque parecía que Papá te tenía contra las cuerdas. Por algo es el hechicero más fuerte.
—¿No es un niño muy tierno?— contesto Gojo con orgullo al escuchar a su hijo decir aquello.
—Pensé que usted no podía tener hijos...— comento Yuta parpadeando varias veces.
Aquello le llamo bastante la atención a Satoru.
—¿Quién te dijo eso?— elevo una ceja.
—Bueno— Yuta soltó un largo suspiro— Cuando fui a la residencia Zenin, el señor Naobito me dijo que había un rumor que decía que te habías declarado incapaz de tener hijos— apuntó hacia Satoru y al niño que tenía en sus brazos.
El albino rio por eso.
—Como puedes ver, es solo un rumor que yo no he querido aclarar por el bien de los míos. Aunque sospecho que ese viejo borracho sabe más de lo que imaginamos.
—Aun así papá no me ha querido dar un hermanito— comento Yoshio con una mueca metiéndose en la conversación.
—Ya te dije que no te metas en charlas de adultos— Satoru le llamo la atención.—Quizás algún día te de uno o hasta dos hermanos— sonrió demasiado al decir aquello mientras miraba a Okkotsu. Parecía tener algún plan en mente.
—Tu nunca me dices eso, quien lo dice es Mamá o la abuela Umeko— comento Yoshio en un puchero, por aquel llamado de atención.
Yuta estaba bastante confundido, no podía creer lo que sus ojos estaban viendo.
—Entonces ¿Todo este tiempo estabas ocultando a tu hijo, así como mis hijos han estado escondidos?— pregunto atónito.
—Okkotsu, no eres el único que tuvo y que aún tiene que mentir para proteger lo que más quiere en esta vida... sobre todo en esta nueva era de la hechicería — Contesto Gojo con la mirada fija en Yuta, quien estaba sorprendido por lo que había escuchado y visto en aquel instante.
—Yo no sé qué decir... ¿Esto no es un sueño? ¿Verdad?— dijo Yuta con total confusión.
—¡No lo es! ¡Efectivamente soy padre!— contesto Satoru con una gran sonrisa.
—Yo le digo papá Jirafa por lo alto que es o también le digo anciano por el color de su cabello— contesto el niño en un tono de burla.
—¡Hey! Más respeto señorito— regaño Satoru.
Yoshio solo le saco la lengua a su padre y después soltó unas risas
De verdad, Yuta estaba en shock.
Satoru suspiro mientras regresaba a su hijo al suelo.
—Hay mi espalda, hacía años que no tenía una pelea así.
Aquel niño río por ese comentario.
—Eso es porque ya estas anciano. Por eso ya te duelen los huesos.
—¡Claro que no lo estoy, solo tengo el cabello blanco!
—Aun así, te hace ver como uno— dijo aquel risueño niño—Además que la tía Shoko siempre lo dice.
Yuta solo miraba atónito esa escena de padre e hijo, realmente la energía que desprendía ese pequeño se sentía como la de Satoru.
—Ahora entiendo porque había dos botellas de agua... y el porqué se sentía otra presencia— susurro.
—Por cierto, Yoshio, Te dije que fueras con tu madre mientras hablaba con el invitado ¿Por qué volviste? Te dije que nuestro entrenamiento para enseñarte la emoción de los pétalos la haríamos después— Satoru puso sus manos en sus caderas.
El niño hizo un gran puchero.
—Mamá está con sus dolores de cabeza de nuevo y la verdad yo si quería seguir entrenando contigo. Así que por eso me regrese— explicó.
Satoru suspiro.
—Esos dolores de cabeza me preocupan... — bajo los hombros —Y en ese caso ¿Por qué mejor no fuiste a molestar a tu tía Shoko? Por cierto ¿Dónde está tu abuela? — pregunto llevándose una mano a la cabeza.
Yoshio se movió juguetonamente.
—La tía Shoko estaba ocupada atendiendo a un hombre en traje que cuatro ojos llevo al consultorio, el pobre diablo estaba llorando demasiado así que por eso me regrese aquí, no me gusta escuchar a los débiles llorar y la abuela Umeko — llevo sus manos a su espalda y se movió levemente de adelante hacia atrás —Ella está en la cocina, y como no quiero que me ponga a ayudarle, mejor me quede acá.
—Si que eres un niño muy consentido, por eso haces lo que te da la gana—
Satoru suspiro.
—Bueno, por ahora debemos invitar a tu tío Yuta a comer ya que debo hablar con él algunos asuntos importantes — miro a su invitado —¿Confundido, cierto?
El hechicero de cabellos negros hizo un si con la cabeza.
—Como dije, yo también tengo a alguien muy importante a quien proteger... y ese alguien es este niño al igual que tengo que proteger a Utahime ya que ambos son mi familia— comento Satoru despeinando a su hijo, mientras este se aferraba a su pierna mientras miraba al invitado.
Los pequeños ojos azules de ese niño, llamaban bastante la atención de Okkotsu. Realmente ese niño les recordó a sus hijos.
¿Qué pensarían ellos si lo vieran pelear de esa manera? ¿Realmente fue buena idea que el conociera a sus hijos? Varias preguntas más empezaron a invadir la cabeza de Okkotsu hasta que la voz de Yoshio le saco de sus pensamientos.
—Tío Yuta— ese niño parecía ya haberle tomado confianza— Estas sangrando, deberías ir a ver a la tía Shoko— dijo en un puchero.
Yuta Se limpio la frente con la manga.
—Gracias... yo creo que si será buena idea ir a verla.
—Ven Okkotsu, vamos a explicarte todo punto por punto, pero por el momento, vayamos a comer— dijo Satoru con una sonrisa mientras acariciaba una vez más el cabello de su hijo— Después de la comida comeremos un delicioso postre.
—Quiero un helado. Papá quiero que de postre haya helado.— Exigió Yoshio haciendo un puchero.
Satoru suspiro ante tal demanda—En serio, eres un niño muy mimado— sonrio porque le recordaba bastante a él— Entonces helado será.
—¡Yupi!— grito Yoshio muy emocionado.
—Anda Yoshi, ve a decirle a tu abuela y a los sirvientes que pongan un plato más en la mesa, y que esta vez comeremos en el kiosko que está en el jardín— ordeno Satoru dándole una palmada a su hijo en la espalda.
—¡Enseguida!— dijo ese niño muy alegremente mientras salía de aquel dojo.
—Vamos Yuta — Satoru también le dio una palmada en el hombro – Vamos a comer y después de la comida te contaré toda la verdad.
Realmente Okkotsu estaba confundido, pero era momento de escuchar la versión de su sensei.
Notes:
Chan! Chan! Chan!
¿Qué les ha parecido este capítulo? 👀
¿Cómo les está pareciendo esta historia?Espero se haya dado a entender lo que Gojo quiso decir con su explicación sobre que él e Ijichi fueron quienes le dieron la información a Katsumoto sobre el caso de Maki Zenin asi como de sus hijos, si no, en el siguiente capítulo lo explicaré mejor 🙇🏻♀️ porque si, ellos dos sospechaban de toda la verdad.
Se que quizás tengan muchas preguntas, pero esas se las contestaré en un especial, así que aquí pueden irme dejando sus dudas, preguntas o lo que quieran saber de este fic para sacarles ahora sí, un capítulo especial contestando a las preguntas de ustedes los lectores ♥️
No se preocupen, también en el siguiente capítulo descubrirán más cosas sobre el pasado de Gojo y también sabrán que pasó con Utahime antes de que volvamos a centrar toda la atención hacia Kioto para centrarnos en como Yuta tratara de ganarse el corazón de Maki, así como veremos más de su convivencia con sus hijos y al mismo tiempo, el enfocarse en atrapar al "asesino" o, mejor dicho, a la asesina. La cual, empezará a mover sus piezas de nuevo.
Así que la tensión y el deseo entre Maki y Yuta va a aumentar ❤️🔥 así como tendremos momentos tiernos entre padre e hijos.
También, ya tengo decididas las técnicas malditas de Yuudai y Yurika, muy pronto las descubrirán, así que vayan haciendo sus apuestas ♥️ ¿Qué técnica heredo cada niño? Aunque por ahí, ha habido propuestas muy pero muy interesantes ✨️
Y Como pudieron leer, aquí decidí traer a Yoshio Iori ♥️
Se que en el fic de "el bebé de Utahime sensei" y en el fic de "Cuatro estaciones", he agregado a sus tramas al otro hijo que me he inventado entre Utahime y Gojo de nombre Takeru, pero aquí he decidido traer a Yoshio de "El niño de los ojos azules" (si algún día volveré a actualizar ese fic, denme chance) ♥️ ya que siento que en esta historia queda mejor con este niño extrovertido para esta trama.
Ahora díganme
¿Ustedes creen que Yoshio conocerá pronto a Yuudai y a Yurika? ¿Cómo creen que se lleven esos tres? 👀Porque tengo planes de que Yoshio conozca en especial a uno de los mellizos 👀
También ¿Qué opinan de lo que hizo Katsumoto de ocultarle sobre cómo realmente obtuvo esa información a Okkotsu? ¿Siguen sospechando de él o creen que es bueno? Los estaré leyendo 👀
Lo mismo va para Satoru, ¿Realmente creen que es el malo de esta historia o solo una víctima más de las circunstancias? 👀
En fin, también les quiero agradecer el apoyo que sigue teniendo esta historia ♥️ en serio, muchas gracias por sus comentarios, votos y hasta recomendaciones 🙇🏻♀️ eso se vuelve en combustible para seguir trayendo más de este fic.
Nos seguimos leyendo ♥️ Espero traer pronto el siguiente capítulo o el especial de las preguntas y respuestas.
Chapter 21: 19. Padres e Hijos
Notes:
¡Aquí Verá! ¿Me extrañaron?
Primero quiero Ofrecerles una disculpa si no he actualizado desde hace casi dos meses.
Pero aquí tienen, un capítulo más de este fic.
Espero les guste ya que tratará un poco sobre Yoshio y como es la relacion de Satoru siendo padre y en el siguiente capítulo por fin se hablará completamente de Utahime.
Sin más, disfruten la lectura, espero subir pronto el siguiente capitulo.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Una vez los tres salieron de aquel dojo, los sirvientes de Satoru se apresuraron a llevarles prendas limpias tanto a su líder como a Okkotsu, esto a solicitud de su amo.
Ambos hechiceros se estaban cambiando en un pequeño espacio con algunos biombos que tenían en la entrada de aquel edificio para mayor comodidad.
—¿No queremos que "ella" se enoje si nos ve llegar a la mesa llenos de tierra y sangre? ¿Cierto? — Satoru compartió una sonrisa de complicidad con su hijo.
Yoshio rio por ese comentario.
—Definitivamente ella se va a enojar si te ve así de sucio, papá.
—¿Ella?— pregunto Yuta confundido, alzando un poco la cabeza por aquel biombo.
—Bueno Okkotsu — Satoru miro a su invitado con una gran sonrisa mientras estiraba los brazos una vez salió de aquel biombo con su ropa limpia — es hora que conozcas a un miembro más de esta familia.
Satoru se había puesto algo más fresco, se había enfundado en un hakama gris. Llevaba puesta una camiseta blanca, lisa y sin adornos, la cual contradecía la exuberancia del kimono morado que llevaba sobre los hombros, aquel color era digno de todo un líder, el cual dejo abierto.
En cambio, Yuta tuvo que despojarse tanto de su chaqueta blanca, la cual quedó rota por la pelea y manchada de sangre como también de su camiseta negra.
Los sirvientes le proporcionaron una camiseta limpia en color blanco. También le dieron una toalla para que se limpiara el sudor y de paso la sangre que ya había dejado de brotar de su frente gracias a su técnica maldita inversa. Así como también le entregaron un pans deportivo en color azul oscuro, ya que su pantalón también había quedado bastante sucio.
—Gracias— dijo este entregando su ropa sucia una vez terminó de cambiarse.
—Bueno, quiero que limpien muy bien este dojo y que lo dejen como nuevo. Y de paso, no quiero que le digan nada a mi esposa sobre lo ocurrido en este lugar ¿entendido? — ordeno Satoru.
—Entendido mi señor— dijo uno de los sirvientes mientras todos los demás empezaban a arreglar los daños que había en aquel lugar.
Incluso Yuta dejó su espada en aquel dojo, ya que al lugar a donde irían ya no la necesitaría.
—Vamos Okkotsu, es hora de ir a comer.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
—Bien ¿Por dónde deberíamos comenzar?— cuestiono Satoru mientras elegía que debía comer primero de aquella hermosa mesa que los sirvientes del clan le habían preparado dentro del kiosko como él había ordenado.
Yuta se deslizó en el asiento frente a Satoru. Al hacerlo, su mirada se posó en las tres sillas vacías que estaban a su lado. Así que supuso que otras personas se le iban a unir en poco tiempo.
—¿Un poco de té, Satoru kun?— pregunto una mujer ya mayor, está ya tenía bastantes arrugas en su rostro por el paso del tiempo, su cabello, el cual en el pasado había sido negro, ahora estaba teñido mayormente de canas.
Lo que destacaba de ella en ese momento era su kimono, el cual era distinto a los de los sirvientes. Este era muy colorido y digno de una mujer de élite. Así mismo, está mujer parecía estar llevando el control de aquella comida, ya que daba instrucciones a los sirvientes sobre como debían ser servidos aquellos alimentos.
—Muchas gracias Suegrita y si, algo de te nos haría bien a ambos ¿Cierto, Yuta?— comento el albino con una gran sonrisa y con su mano señaló a su invitado.
—Yo también quiero te, abuelita— dijo Yoshio tiernamente, mientras movía su vaso de bambú.
Aquella mujer procedió a servir aquel liquido en aquellos tradicionales vasos. Por la manera en que lo hacía, está mostraba señales de que era una mujer educada tradicionalmente en el arte tanto de servir el té como en atender a la gente.
—Con cuidado mi vida que está caliente— contesto amablemente, mostrando demasiado cariño hacia su nieto de ojos azules. Al cual consentía demasiado que incluso le preparo una comida especial solo para ese pequeño.
Yuta clavó su mirada en esa mujer, si le mirabas con atención, podías notar el gran parecido físico con su hija Utahime.
—¿Gusta un poco de té? Este podría ayudarte a recuperar tus fuerzas al igual que la comida que ya te hemos servido — pregunto esa mujer a Yuta. Quien se veía cansado por la pelea que tuvo con Satoru minutos atrás, sumado a lo poco que había dormido la noche anterior.
El invitado hizo un si con la cabeza.
—Si, por favor y muchas gracias— respondió con amabilidad.
—Umeko san— La nombro Satoru — De ahora en adelante, trate muy bien a este muchacho porque él no tardará en ser el siguiente líder de este clan— comento con una gran sonrisa antes de beber de su vaso.
—¡Oh!— aquella declaración dejo muy sorprendida a esa mujer, quien cambió su postura a una más erguida para dirigirse a Yuta con suma educación.
—Entonces es un gusto conocerlo mi señor, me alegra ver a otro miembro principal del clan Gojo venir a visitarnos y de paso, a comer lo que les he preparado— dijo aquella mujer haciendo una leve reverencia— Espero esta comida sea de su agrado.
—Muchas gracias. Por cierto, su comida esta deliciosa— el invitado contesto amablemente, antes de llevarse un rollo más de verduras a la boca.
—Es un placer servirles— contesto Umeko con amabilidad.
Ante tales palabras dichas por Satoru, Yuta solo lo miró fijamente, realmente ese tema también lo debía hablar seriamente con él, ya que el rumor sobre que sería el próximo líder parecía estar haciéndose realidad.
—La comida ya está completamente servida para ustedes dos como ordenaste Satoru Kun y no duden en pedir más— Umeko se dirigió a su yerno —Aun así, no creo que tarden los demás en unirse a la mesa — comento con amabilidad.
—Gracias Umeko san, realmente no sé qué haríamos sin ti— dijo el albino con serenidad y una sonrisa antes de tomar más té.
Una vez esa mujer se dio la vuelta y empezó a dar más órdenes a los sirvientes, Yoshio se levantó y fue corriendo con su abuela para asegurarse de que de postre le sirvieran su helado.
Realmente ese niño hacia las cosas a su manera y a su capricho.
La sujeto por un costado de su kimono.
—¡Abuelita! Sabes que de postre quiero helado ¿No lo olvidaron? ¿Cierto?
—Hemos traído de varios sabores mi vida— respondió esa mujer acariciando el cabello de su apreciado nieto.
Yuta miro con detenimiento a ese niño, quien por un momento, le recordó a sus hijos, aunque agradecía que ellos no fueran tan caprichosos como él.
Sonrió al recordar la primera vez que los conoció. Esos pequeños le habían regresado la vida a su frío corazón e incluso se llegó a imaginar que sabor de helado eran sus favoritos. Realmente deseaba poder estar con ellos en aquel momento.
Esa mirada la noto Satoru. Aquello fue perfecto para dar inicio a aquella charla.
—¿No te parece que mi hijo es un niño muy tierno?— pregunto con orgullo, mientras tomaba con sus palillos algunos alimentos que su suegra le había preparado.
—Así parece— comento Yuta llevándose más comida a la boca. De verdad tenía hambre ya que hacía rato que había desayunado. Y pelear contra Satoru, solo hizo que le diera más hambre.
Aquella comida era un deleite al paladar, sabía demasiado deliciosa y tenía un toque equilibrado.
Satoru recargo su codo en la mesa, terminando de comer aquella pieza de sushi que había tomado con sus palillos.
—Si lo miras con atención, notarás que físicamente se parece a Utahime. Aunque de mi heredó los ojos y el carácter, aunque creo que eso es más que obvio —suspiro— Pero confieso que me hubiera gustado que lo conocieras en otras circunstancias.
—¿Así que eso de que no podías tener descendencia es solo un rumor para proteger a tu hijo?— pregunto Yuta regresando su mirada a su anfitrión.
—Como dije, lo es. Llevamos seis años ocultando el nacimiento de Yoshio.
—¿Seis años?— cuestiono Yuta levantando ambas cejas. Por un momento, las cuentas no le cuadraron entre las edades de sus hijos.
—Si, seis años— Satoru regreso su mirada hacia su hijo, quien estaba entretenido con su abuela, ya que esta le estaba sirviendo helado a su gusto.
Gojo siguió explicando.
—En sí, Yoshio apenas cumplió los seis años el pasado 12 de febrero. Y Si no me falla la memoria y según lo que leí en el reporte médico, tus hijos nacieron en octubre, ¿Cierto? Eso significa que la diferencia entre nuestros hijos es por meses — hizo una pausa— Pero los tuyos nacieron prematuros, ¿No? Técnicamente, eso los convierte en los mayores.
Yuta suspiro.
—Así es, fueron prematuros ya que nacieron a las 33 semanas— dijo en un tono de tristeza, reflejando el dolor que aún sentía por lo poco que Mai había mencionado en su carta sobre aquel complicado nacimiento— imagino que mis hijos pasaron por mucho siendo tan pequeños, pero — su rostro se iluminó en una sonrisa al recordarlos jugar—Pero hoy en día, son dos pequeños muy sanos.
—Suertudo, tu y Maki sí que supieron darle al blanco para engendrar a dos bebés en un solo embarazo. Quien diría que eres todo un semental — comento Gojo en una risita pícara.
Aquello hizo que su anfitrión se pusiera rojo de la vergüenza.
Satoru siguió con la conversación.
—En fin ¿Y se supone que tus hijos ya van a cumplir siete años el próximo octubre? ¿cierto?— pregunto con algo de intriga.
Yuta soltó el aire en una mezcla entre molestia y tristeza.
—Así es, ellos cumplirán siete años dentro de dos meses, en si ellos son del 7 de octubre — sus manos se hicieron puños sobre la mesa —siete años que me he perdido en la vida de mis hijos...— Miro con seriedad a Satoru.
—Bueno, aún estas a tiempo de convivir con ellos y recuperar ese tiempo perdido. Nunca es tarde para comenzar desde cero — soltó Satoru con imprudencia, mientras sujetaba un pequeño aperitivo con sus palillos.
—Para ti es fácil decirlo... — la molestia estaba latente en la voz de Yuta— De seguro tú has estado con tu hijo desde que nació y quizás estuviste al lado de Utahime durante todo su embarazo. Yo ni siquiera pude vivir esa etapa con Maki y mis hijos.
Satoru no se quedó callado y se defendió a esa contestación rápidamente
—Pero aun así, mantenerlo en secreto no ha sido nada fácil ¿sabes?— comió un poco más.
Trago y siguió hablando.—Ocultarlo de los antiguos peces gordos fue una tarea complicada, y aún en la actualidad, mantenerlo en secreto de los demás clanes no ha sido nada fácil, por suerte, solo unas pocas personas conocen de su existencia—. Hizo una pausa y suspiró —Solo estoy esperando a que crezca un poco más para finalmente presentarlo oficialmente como mi hijo.
El invitado analizo todo eso que Satoru había dicho.
—Entonces ¿Es por ese motivo que Yoshio lleva el apellido Iori y no el Gojo?
—En parte lo es— Respondió Satoru tronando los dedos, Yuta había dado con la respuesta correcta—Decidimos ponerle el apellido Iori tanto para protegerlo como para evitar que lo separaran de nosotros. Yo no quería que nos separaran de él como lo hicieron conmigo cuando yo era un recién nacido—Se le notaba triste al decir aquello, además era la primera vez que hablaba de ese tema— Ya que yo nunca conviví con mis padres, ya que apenas nací con esta "bendición de poder", fui separado de ellos y lamentablemente mis progenitores no saben nada de mí y yo no sé nada de ellos— explico soltando el aire con tristeza —Y básicamente yo no iba a permitir que eso se repitiera, así que hicimos esto de ponerle el apellido de su madre para que no nos separaran del todo de nuestro hijo.
—¿A qué te refieres con separaran del todo?— pregunto Yuta con confusión.
Satoru observó a su suegra con una mezcla de respeto y gratitud. Sabía que le debía mucho a esa mujer por el cuidado que había brindado a Yoshio.
—Me refiero a que sus abuelos maternos han sido quienes lo han criado durante la mayor parte de su vida. Desde su nacimiento, Yoshio ha estado escondido en un santuario bien protegido, el cual, casualmente, se encuentra muy cerca de aquí —dijo mientras movía ligeramente su taza de té, manteniendo la calma en su expresión.
—¿Te refieres a que la familia Iori lo ha criado desde su nacimiento?
—Así es, La familia Iori es una familia de sacerdotes con gran renombre dentro de nuestro clan, y han sido leales servidores por generaciones. Por esa razón, la sede nunca ha intervenido ni han sospechado de ellos, ya que están bajo nuestra protección —añadió, dirigiendo su mirada hacia su invitado— Gracias a eso, hemos logrado que el nacimiento de Yoshio pasara desapercibido, ya que la familia Iori ha fingido que nuestro hijo pertenece a "otro" familiar de ellos. Y hasta ahora, ese plan ha funcionado perfectamente durante seis años —concluyó antes de dar un sorbo a su bebida.
Yuta suspiro por todo lo escuchado
—¿Así que básicamente Yoshio no vive aquí con ustedes?— pregunto con tristeza.
Satoru soltó el aire con total pesar ante tal pregunta, la cual le dolía responder.
—Es cierto. Solo lo vemos algunos días de la semana o durante ciertas temporadas. Por ejemplo, estará con nosotros estas vacaciones de verano, ya que en su colegio privado acaban de terminar las clases. Sin embargo, la mayor parte del año vive con sus abuelos, sobre todo cuando debo salir de la ciudad. En esas ocasiones, se queda bajo su cuidado, junto con nuestros guardias y sirvientes que lo protegen. Debido a la frágil salud de Utahime, ella no puede atenderlo todo el tiempo… Aun así, estar lejos de él durante tanto tiempo es muy doloroso. Por eso, cuando estamos juntos, intento darle toda mi atención, consentirlo y compartir con él como me hubiera gustado hacerlo con mis propios padres.
—Así que tú tampoco lo has tenido fácil con esto de ser padre...— Yuta dijo con pesar. Aquello parecía ser bastante triste incluso para él.
En ese instante, Yuta comprendió que para Satoru, la paternidad tampoco había sido fácil, especialmente porque pasaba la mayor parte del tiempo lejos de su hijo
De alguna manera, ambos compartían algo más que un ancestro milenario. En ese momento, los dos compartían la angustia de ser padres obligados a estar lejos de sus hijos, todo por el bien de ellos.
Satoru decidió cambiar de tema —Mejor hablemos de cosas más alegres — sonrió y movió sus manos —Y dime Okkotsu ¿Como son tus hijos? Leí que fueron una niña y un niño, ¿cierto? ¿Quién es el mayor? ¿El varón o la niña? ¿Ellos a quien se parecen más físicamente? ¿A ti o a Maki?— pregunto como si tratará de averiguar algo.
Yuta sonrió al recordarlos y empezó a describirlos.
—Son unos buenos niños, sobre todo son muy alegres y llenos de energía.
Después afirmó con la cabeza.
—Así es, fueron un niño y una niña. Por lo que me han contado, Yurika es la mayor; ella nació primero, y siete minutos después nació Yuudai —dijo mientras se rascaba la nuca.
—En cuanto a quién se parecen más Jeje, diría que son una mezcla entre Maki y yo.— Seguía con una gran sonrisa en su rostro— Yurika y Yuudai heredaron mi cabello, mientras que de Maki heredaron su sonrisa. También sacaron completamente el color y la intensidad de los ojos de ella —Un suspiro de orgullo escapó de lo profundo de su pecho— Aunque si tuviera que elegir, diría que Yuudai es quien más se parece a mí. Es casi una versión idéntica de mí cuando era niño.
Satoru se acarició la barbilla —Interesante — contesto con curiosidad —¿Sabes Okkotsu?— movió sus palillos para tomar otro aperitivo —El nacimiento de mellizos es un evento raro en nuestra sociedad de hechiceros. Y a diferencia de los gemelos idénticos, que llevan el estigma de ser considerados de mala suerte por ser la misma persona con un alma dividida en dos, los mellizos no cargan con esa maldición. Ellos son vistos como dos seres completamente distintos. Esa dualidad, surgida de una misma gestación, pero con almas diferentes, los convierte en seres únicos. Por eso, no solo son más valiosos, sino que a menudo son más respetados e incluso temidos por otros hechiceros. ¿Lo sabías? —sonrió.
—Yo... No lo sabía...
—Pues ahora que lo sabes, podría decirse que tú y Maki han sido completamente bendecidos con tus hijos. Así que siéntete orgulloso de ser el padre de esos pequeños.
Yuta sonrió por esas palabras, realmente se sentía bendecido por tener dos hijos maravillosos. Dos pequeños con los que deseaba pasar el resto de su vida.
—Y dime Okkotsu, ¿Maki ya te dijo él porque eligió esos nombres para tus hijos?— siguió preguntando Satoru con demasiada curiosidad.
Yuta suspiro.
La respuesta a esa pregunta no se la había dado Maki, sino Mai. Aun así decidió responderle a su anfitrión.
—Eso fue porque cuando éramos novios, yo le mencione a Maki que me gustaban esos nombres para mis hijos— sonrió un poco por un recuerdo que tuvo con esa carta— Además que ella los nombro así porque digamos que Maki no es muy buena eligiendo nombres— rasco su nuca una vez más.
—Bueno, mínimo ella SI RESPETO TU ELECCIÓN en los nombres que habías elegido para tus hijos— dejó salir el aire con resignación — Yo por ejemplo quería que Yoshio se llamara en realidad Suguru, pero— hizo una mueca —Shoko no me dejo ponerle ese nombre, sobre todo porque ella no quería que el hijo de su mejor amiga llevara el nombre de nuestro compañero que tanto nos hizo sufrir y creo que tuvo razón. Así que decidimos ponerle el nombre que Utahime quisiera— hizo un puchero.
— Aun así me hubiera gustado honrar la memoria de mi mejor amigo nombrando a mi hijo como él.
Yuta pensó que era buen momento para preguntar sobre que le había pasado a Utahime, ya que desde que llego a Japón, ella se había comportado diferente, era como si no fuera la misma de hace siete años atrás.
—Hablando de Utahime sensei... ¿Qué ...— fue interrumpido.
Aquella conversación inicial fue interrumpida por Yoshio, quien se había interesado en el invitado de su padre.
—Tío Yuta ¿Tú también eres un Gojo? ¿Cierto?— pregunto con curiosidad, mientras comía ahora una banderilla que su abuela había preparado especialmente para él, y se sentaba en la pierna de su padre para meterse en la conversación.
—Yo n...— Yuta fue interrumpido de nuevo, pero esta vez por Satoru, quien fue más rápido en contestar.
—Lo és. Tu tío Yuta es un Gojo un tanto lejano, pero al final de cuentas es un Gojo más. Y más que por sus venas también corre sangre bastante poderosa — dijo rápidamente, haciendo que los ojos de aquel niño brillarán por esa respuesta.
—¡Genial!— soltó acompañado de una gran sonrisa— ¿Y esa "cosa" que peleaba junto a ti, es parte de tu técnica maldita?— pregunto muy emocionado, mientras que con su manita hizo referencia a Rika, abriendo y cerrando como si fueran sus fauces.
Satoru le hizo una sutil seña a Okkotsu para que respondiera afirmativamente a eso.
—Lo es, Rika chan es parte de mi técnica maldita.
—¡Sorprendente! ¡No por nada los del clan Gojo somos los mejores hechiceros!— respondió el niño lleno de orgullo.
—¿Verdad que es tan adorable? Él sabe lo que dice — Satoru halago a su hijo mientras le acariciaba el cabello.
Yuta tenía una leve sonrisa en sus labios. Admiraba el entusiasmo de aquel pequeño frente aquella mentira.
Aun así, se sentía mal porque sus hijos no pudieran saber esa verdad como todo lo que ya sabía aquel niño.
Pero las preguntas de aquel inquieto pequeño no pararían. Ya que Yoshio era un curioso por naturaleza.
—Y Tío Yuta ¿Tienes hijos?
Aquella pregunta fue tan sorpresiva que hasta le dejó con la boca entre abierta.
—Yo...
—Será mejor que le respondas, porque este chismoso escucho parte de nuestra conversación dentro del dojo— contesto Satoru con una sonrisa, jalando con suavidad la mejilla de su hijo.
En ese instante, Yuta recordó de nuevo el momento cuando conoció a Yurika y a Yuudai en aquel centro comercial y ambos le habían hecho esa misma pregunta, pero ahora que sabía que ellos dos eran sus verdaderos hijos, quería presumirlos como nunca.
—Si, tengo unos hijos que tienen casi tu edad, son unos mellizos en realidad — comento Yuta con una gran sonrisa.
—¿Mellizos? — Yoshio volteó a ver a su padre —¿Qué son Mellizos?— pregunto.
Esa pregunta fue respondida por una mujer que también había sido invitada a comer junto a esos dos. La cual entró en aquel kiosko.
—Mellizos se refiere a que son dos hermanos que compartieron al mismo tiempo el útero de su madre durante el embarazo y que nacieron el mismo día, pero con una diferencia de minutos o hasta horas. En este caso, los hijos de Okkotsu son conocidos también como gemelos fraternos ya que al nacer fueron un niño y una niña — respondió Shoko uniéndose a la conversación.
Después miro al jardín —Pero para que lo entiendas mejor. Imagina que son como dos semillas pero de diferentes colores que se plantaron en la misma maceta pero que florecieron al mismo tiempo— explico esa médico a ese niño—Y en parentesco, ellos serian como tus primos lejanos.
En ese instante ambos hechiceros de grado especial se pusieron de pie para darle la bienvenida a esa doctora y a los otros dos que estaban llegando al kiosko.
Aquella mujer conservaba su belleza inigualable, con su piel blanca, sus delicados rasgos y sus profundos ojos los cuales seguían llenos de melancolía.
Si la mirabas de cerca apenas y podía notársele una que otra línea de la edad en la comisura de sus ojos. Al igual que sus ojeras seguían estando muy presentes bajo aquellos bellos orbes.
Su cabello ahora era corto, ya que le llegaba a la altura de los hombros y conservaba su mismo tono chocolate brilloso.
Esta mujer ni con el pasar de los años, perdía su porte y su elegancia incluso al vestir ropa casual como la que llevaba puesta ese día, donde usaba una camiseta de manga larga en color negro, un chaleco largo en color caqui y unos pantalones de mezclilla, que combinaban con sus tacones.
—¡Tía Shoko!— Yoshio fue a abrazar a esa mujer, quien no venía sola, detrás de ella entraron Ijichi, quien siempre miraba con amor a esa doctora con la cual, llevaba una relación sentimental de poco más de dos años.
Y a un lado del líder de los asistentes venía Katsumoto, quien parecía estar más tranquilo después de aquel tranquilizante que le habían suministrado. Aun así, ese asistente se seguía sintiendo culpable, así que no tenía el valor para sostener la mirada con su jefe.
Yuta miro a su asistente por un instante. De ahora en adelante se cuestionaba si podía seguir confiando en Katsumoto.
—¿Entonces por qué yo no tuve un mellizo al nacer?— pregunto Yoshio con una mueca mirando a esa mujer.
Shoko le acaricio el cabello.
—Por qué tu estabas destinado a ser hijo único. Así como el idiota de tu padre.
—¡Oye!— reprocho Satoru.
—Además si tienes un hermanito vas a tener que compartir todos tus juguetes y a tus padres ¿Eso quieres? ¿Acaso estas dispuesto a compartir todos tus juguetes con alguien mas?— pregunto Shoko con una sonrisa.
—No quiero eso. No le compartiría ninguno de mis juguetes — respondió Yoshio en un puchero. De verdad que era un niño muy caprichoso.
Aquella respuesta hizo que la doctora suspirara un poco. —Por eso lo mejor es que te quedes como hijo único.—Dijo y después se dirigió al invitado, a quien volteó a ver.
—Es un gusto volverte a ver Okkotsu kun — comento Ieiri con una suave sonrisa.
—Ieiri san— Yuta la nombro e hizo una pequeña reverencia —También me da gusto verle.
—Creo que los cuatro tenemos mucho que hablar contigo— comento ella con amabilidad mientras tomaba asiento. El cual fue recorrido por Ijichi caballerosamente.
Después este asistente junto a Katsumoto tomaron asiento. Aquella mesa al ser redonda era perfecta para que todos se miraran entre sí.
Una vez los que acababan de llegar tomaron asiento. Umeko habló.
—Bienvenidos, la comida esta lista y espero les guste— comento dando una leve palmada para que los sirvientes empezarán a servir a esos quienes habían llegado.
—Muchas gracias Umeko san, tu comida siempre nos trae paz— comento Shoko con una leve sonrisa mientras los sirvientes empezaban a rellenar la mesa de más platillos para los que habían llegado.
Junto a esos invitados, ya había llegado el momento de que conversaran los adultos únicamente.
—Yoshio— Satoru nombro a su hijo —Ve a jugar un rato con tu abuela Umeko o vayan a comer helado al jardín, que esta platica ya es de adultos — ordeno.
—¿Ah? ¿Pero por qué? ¡Yo quiero quedarme con ustedes!— aquel niño respondió molesto.
—Vamos Yoshi, ve con la abuela Umeko — comento su tía Shoko— La platica de nosotros va a ser muy aburrida ya que vamos a hablar de cosas de ancianos.
Aquel niño hizo una mueca. Realmente no quería irse de ahí.
Satoru rodo los ojos.
—Si vas con tu abuela, podrás comer todo el helado que quieras sin que lo sepa tu madre.
—¿Todo el que yo quiera?— pregunto el niño con intriga.
—Si, todo el que tu quieras— su padre le giño el ojo.
Ante aquella condición. Yoshio sonrió y se puso de pie.
—De acuerdo ¡Vamos abuelita! ¡Quiero comer helado mientras jugamos en el jardín!— fue a tomar la mano de Umeko san.
Aquella mujer hizo una reverencia ante esos cinco adultos.
—Los dejaremos comer a gusto. Con su permiso.
Antes de salir de esa habitación, Yoshio se dirigió a Okkotsu una vez más.
—Tio Yuta.
—¿Sí?
—¿Algún día conoceré a tus hijos? ¿A mis primos?— preguntó con curiosidad.
El hechicero de cabellos negros sonrió tiernamente por esa pregunta.
—Espero que sí y espero que se lleven bien. Quizás algún día hasta puedan jugar juntos.
Aquella respuesta dejó muy feliz a ese niño.—Estaré esperando ese día.
—Ahora Yoshio vamos a dejar que los adultos hablen tranquilamente — dijo su abuela, tomándolo de la mano para salir de ese kiosko, escoltada con otros dos sirvientes que siempre le ayudaban.
Aquel niño una vez piso el pasto, se soltó de la mano de su abuela y empezó a correr por todo aquel jardín. E incluso empezó a hacer marometas por toda la energía que tenía.
Yuta miro como ese niño reía y corría. Por un momento pensó en sus hijos y se los imagino jugando con Yoshio.
¿Acaso Yurika y Yuudai se llevarían bien con él? ¿No tendrían problemas entre ellos? Se pregunto al notar lo mimado que era ese niño del clan Gojo y el contraste entre sus cortas vidas.
Yuta ya no pudo seguir pensando en aquel tema, ya que fue sacado de sus pensamientos una vez Ieiri comenzó la conversación.
—Cada día Yoshio se parece más a ti en eso de ser caprichoso. Sino lo reprendes o corriges pronto, te empezará a sacar canas verdes— comento mirando a ese niño a la distancia.
—Eso viene de familia, es algo que los Gojo siempre heredamos. Esa actitud es la que nos da el toque único, sino Mírame a mi— se halago el albino.
Ijichi suspiro al escuchar eso—Y si que viene de familia...
—¿Dijiste algo Ijichi?— Satoru elevo una ceja.
—N-o dije N-Nada— tartamudeo el líder de los asistentes, mostrando como Gojo siempre le ponía los nervios de punta.
—Satoru, ya te he dicho que dejes al pobre Ijichi en paz. Suficiente tiene con estarte soportando a ti y a Yoshio juntos— regaño Ieiri.
Aquellas palabras hicieron que el rostro del asistente se tiñera levemente de rojo.
La dinámica entre esos tres adultos no había cambiado absolutamente en nada y eso lo noto Yuta, quien vio esa interacción con una leve sonrisa.
Así es como los recordaba a ellos tres.
—Bien, ahora que Yoshio se ha ido. Podemos comenzar con nuestra platica más "madura" — comento Satoru mirando a su invitado —Se nota que tienes demasiadas cosas que preguntarnos ¿No es así Yuta? ¿Por quién quieres empezar? ¿Quién de nosotros tres será tu primera víctima en este interrogatorio?
La platica que tanto Okkotsu quería escuchar, por fin iba a suceder. Aquella donde iba a descubrir que más había pasado hacia siete años atrás después de su partida.
Continuara...
Notes:
Espero les haya gustado este capítulo y repito, una disculpa por no haber subido nada antes. Poco a poco ya ando recuperando la motivación y el ritmo.
Y díganme ¿Qué les está pareciendo esta historia? ¿Qué opinan de la situación de Yoshio? ¿Realmente creen que ese niño de ojos azules se llevaría bien con los Mellizos de Okkotsu? Y ¿Qué opinan de Satoru como padre? Los estaré leyendo 👀
Como dije, en el siguiente capitulo sabrán que le paso a Uathime, quise dividirlo en dos partes para que en esta primera se enfoquen solamente en Yoshio y en el siguiente presten atención a toda la situación respecto a Utahime, ya que lo que se viene, los dejara boca abiertos.
Muchas gracias a todos por sus palabras de apoyo ❤
Nos seguimos leyendo, los quiere vera ❤
Chapter 22: 20. Votos vinculantes y La verdad sobre Utahime Sensei
Notes:
Bueno, aquí les traigo la continuación de este capítulo en especial.
Como dije, en esta ocasión tanto sabrán porque Gojo no pudo ayudar ni a Yuta ni a Maki aquella vez cuando los separaron en la estación del tren, así como lo que le paso a Utahime sensei para perder la memoria.
Advierto de una vez que este será un capítulo largo. El cual espero disfruten porque sé que quizás algunos salgan impactados por lo que van a leer.
En fin, no les quito más su tiempo, disfruten la lectura ❤️
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Continuación...
—Bien, ahora que Yoshio se ha ido. Podemos comenzar con nuestra platica más "madura" — comento Satoru mirando a su invitado —Se nota que tienes demasiadas cosas que preguntarnos ¿No es así Yuta? ¿Por quién quieres empezar? ¿Quién de nosotros tres será tu primera víctima en este interrogatorio?
—Ni siquiera yo sé ni por donde empezar — comento Yuta mirando a esos cuatro —Tengo tantas cosas que quiero preguntar.
—Okkotsu, hay muchas cosas que debemos contarte, pero también hay mucho por lo que debemos pedirte una disculpa —comento Shoko permaneciendo muy serena.
Yuta soltó un suspiro por esas palabras mientras miraba con atención a esos quienes estaban sentados a su lado.
Katsumoto al escuchar aquello bajo la mirada. Se veía lleno de pena y angustia.
—Okkotsu —dijo Ijichi, siendo el primero en tomar la palabra mientras se ponía de pie.
—Yo, Kiyotaka Ijichi, como líder de los directores asistentes tanto de la sede como de la academia de hechicería, y en nombre de tu asistente Yoshida Katsumoto, quiero iniciar esta conversación pidiéndote una disculpa —expresó, haciendo una profunda reverencia.
—Lamento que descubrieras toda la verdad de una forma tan inesperada... —continuó con la voz entrecortada— Fui yo quien le proporcionó toda la información a Yoshida para que pudieras descubrir la verdad sobre tus hijos y de paso, para que encontrarás a Maki.
Katsumoto, todo tembloroso y con lágrimas en los ojos, también se puso de pie e hizo una reverencia pidiendo perdón.
—Le ruego, mi señor, que tenga piedad de mí y me perdone por no haberle revelado todo esto antes. Pero, sobre todo, le imploro que me tenga compasión por haber desobedecido su orden inicial tras aquella misión en el centro comercial —hablo con voz temblorosa— Sé que me ordenó que no investigara nada sobre esos niños, pero aquel extraño encuentro con ellos, sumado a su descomunal similitud física con usted, me obligó a indagar más allá de lo permitido, y terminé descubriendo secretos que involucran a todos los aquí presentes— miro a los demás —Sé que mi desobediencia merece un castigo, pero le ruego que considere las extraordinarias circunstancias que me llevaron a actuar de esta manera.
Yuta tomo un respiro profundo. Las palabras de Yuki sobre que no confiara en el personal de la sede seguían rodando por su cabeza. Aun así quería escuchar toda la verdad de esos cuatro.
Su dedo golpeo con fuerza la mesa.
—¿Entonces por qué no me lo dijeron antes de que visitara esa tumba? Pero, más importante aún— elevo la voz —quiero saber el por qué decidieron sacarme del país y no me mantuvieron al tanto sobre todo lo que estaba ocurriendo aquí durante estos siete años, ¿Por qué demonios me negaban toda esta información?—respondió Yuta con la voz cargada de una clara molestia pura hacia todos los ahí presentes.
Hubo un momento de silencio ante tales preguntas.
Ijichi tomo un respiro antes de responder a eso.
—Se que decir un "lo siento" no solucionara nada Okkotsu kun— acomodo sus gafas—Pero hubo algunas situaciones hace siete años atrás que nos impedían en su momento decirte la verdad — Miro a ese hechicero con temor— Si tan solo hubiéramos evitado que tú y Maki se hubieran separado... nada de esto hubiera ocurrido... quizás todo hubiera sido tan diferente.
Tanto él como Katsumoto volvieron a tomar asiento.
—Entonces Ijichi ¿Tu sabias que Satoru me separó de Maki?— Miro con furia pura a esos dos. Realmente la sangre de Yuta corría con fuerza por todo su ser.
El líder de los asistentes bajo la mirada.
—Todos los aquí presentes estábamos al tanto de lo ocurrido.
Yuta estaba furioso, hizo puños sus manos, los cuales estaban recargados con fuerza sobre la mesa de madera. Parecía que rompería aquel mueble en un ataque de ira.
Satoru gruñó y para advertirle a su invitado que no se alterará.
—Ya te dije el porqué no pudimos contártelo en su momento Okkotsu.
—¡No! ¡Tu solo dijiste que tenía algo que ver con un estúpido voto vinculante! Así que básicamente no has explicado nada más— miro con molestia pura a aquel que fue su maestro.
—No todos los votos vinculantes son estúpidos Yuta y tu más que nadie debería saberlo — comentó Satoru con demasiada seriedad.
Parecía que esos dos de nuevo iban a agarrarse a golpes, fue así que Shoko decidió intervenir.
Llamo la atención de esos dos dando algunos aplausos para que la voltearan a ver.
—Mejor vayamos punto a punto ¿De acuerdo?— miro a ambos con seriedad — Así que mejor comencemos desde el inicio y para eso, Satoru— miro a su amigo— mejor déjame a mi explicarlo, tú no eres bueno enseñando y mucho menos eres bueno explicando lo sucedido — comentó está moviendo con delicadeza su taza de té.
Gojo gruñó de nuevo por aquel comentario.
—Está bien. Por esta vez te dejaré explicar todo este primer asunto.
—Bien— la doctora se dirigió con el hechicero invitado —Okkotsu toma un bocadillo de este plato por favor y después cómelo— señaló al plato que contenía algo de sashimi frente a ella.
Aquella orden se le hizo bastante extraña a Yuta, pero aun así, hizo lo que esa doctora le pidió, tomando un pedazo de sashimi con unos palillos.
—Bien, ahora Okkotsu dime ¿Qué es un voto vinculante?— pregunto con su mirada fija en él.
Yuta tomo un respiro.
—Un voto vinculante se trata de un pacto realizado por un hechicero. Este consiste en dar algo a cambio para recibir otra cosa — explico antes de comer aquello.
—Correcto. Y así como acabas de comer ese trozo de sashimi que te dará energía, los votos vinculantes te darán algo a cambio— explico Shoko— Ahora bien, dime ¿Cuantos tipos de votos vinculantes existen?
A Yuta se le hizo extraña esa pregunta, aquello era algo básico en el mundo de la hechicería que todo individuo debería saber.
—Pues hay dos tipos de votos vinculantes. El primero es aquel que se hace con uno mismo y el segundo es aquel que...— guardo silencio de golpe. En aquel momento entendió lo que tanto Shoko como Satoru querían darle a entender.
—Es aquel que se hace con otra persona a cambio de algo — contestó el Albino mirando a su alumno— Como dije Okkotsu, tuve que hacer algunas cosas para protegerlos a todos ustedes.
—P-pero...— Yuta titubeo levemente ante tal tema, recordaba que las consecuencias de romper un voto con otra persona pueden traer consigo una calamidad peor que la muerte.
—¿En que consistió ese voto vinculante? ¿Acaso es algo que puedes revelarme sin que haya un castigo o una penalización?— pregunto con seriedad. Notando como los otros estaban serios ante tal tema.
Satoru soltó una risa algo escandalosa al ver los rostros serios de sus amigos.
—¡Dejen de hacer esas caras de asustados!— bufo— Dicho voto al parecer ya fue roto por alguien más desde hace varios años atrás — tomo un dulce tradicional que tenían servidos en un gran plato en aquella mesa — me pregunto qué castigo divino le habrá caído al idiota que haya roto este voto que hicimos con esos peces gordos, porque les puedo jurar que YO NO fui quien lo rompió si eso es lo que ustedes piensan— eso último lo dijo con demasiada emoción ante ese resultado.
—¿Los anteriores altos mandos estuvieron involucrados en todo esto? ¿Acaso estos votos no son solo de uso exclusivo para invocar más poder? — cuestiono Yuta con frialdad.
Satoru empezó a explicar después de saborear aquel dulce.
—En teoría, este tipo de votos son más peligrosos de lo que se cree. Generalmente, se utilizan para aumentar el poder propio o potenciar alguna técnica maldita, pero en el mundo de la hechicería no solo sirven para obtener ese tipo de ventajas —dijo señalando a Yuta.
— Si sabes cómo utilizarlos a tu favor, puedes incluso controlar a ciertas personas o incluso puedes torturarlas. Los antiguos altos mandos eran muy adeptos a imponer estos tipos de votos para mantener a muchos bajo su control y asegurar que cumplieran sus órdenes. Sin embargo, abusar de ellos también conlleva sus riesgos.
Siguió explicando.
—Y si, la mayoría de esa escoria se involucró también en esto de tu separación con Maki—Tomo entre sus dedos un dulce más.
—Pero esos vejestorios no contaron con que un voto de este estilo va perdiendo su validez cuando una de las otras partes involucradas rompe dicho "trato", y sumado a que si los demás que hicieron el voto mueren, este queda completamente anulado...— sonrió admirando el azul de aquel dulce
— Y curiosamente todos los altos mandos involucrados empezaron a morir desde hace un aproximado de tres años atrás, aunque claro, pareciera que uno que otro fueron ayudados a ir al más allá sutilmente con una antigua técnica que a lo largo de la historia se ha utilizado para acabar con los enemigos, diría que utilizaron en ellos una técnica que incluso los altos mandos llegaron a utilizar de vez en cuando para acabar con las personas que ya no les servían — dijo con gran alegría mientras comía aquel dulce. Saboreándolo en la boca y destrozándolo con los dientes.
—¿Sutilmente? ¿A qué te refieres con eso?— Cuestiono Yuta al notar como Satoru decía aquello.
—Okkotsu—de nuevo lo nombro Shoko, haciendo que este se girará a verla.
—Existen muchas maneras de matar a un hechicero, pero hay dos en especial que incluso un hechicero con la técnica de maldición inversa no puede ni curarse a sí mismo ni curar a otros— elevo un dedo —La primera es la decapitación y la segunda es...— levanto dos dedos para darle la respuesta al invitado.
—Es...
Satoru dio una palmada —¡Déjame ayudarte! Te daré una pista para que veas que no soy tan mal maestro.— comento con una gran sonrisa
—Okkotsu ¿Cuál es la única sustancia que la técnica de maldición inversa no puede curar por completo si se tiene en gran cantidad en el cuerpo?
Yuta estaba impactado con la respuesta que había llegado a su mente—Veneno...— respondió con sorpresa.
—¡Bingo! — Satoru trono los dedos de ambas manos apuntando con alegría a su invitado — Tiempo después se descubrió que los primeros dos altos mandos con los que hicimos aquel voto vinculante murieron envenenados.
Movió ambas manos de un lado a otro — ¿Quién fue el responsable?— se encogió de hombros y sus brazos se elevaron un poco.
— Aun no lo sabemos y ni nos interesa saberlo, pero debemos darle las gracias a quien lo haya hecho por empezar a eliminar a esa escoria, al igual que debemos darle las gracias a aquel que haya roto el voto vinculante porque solo así los demás peces gordos fueron muriendo uno a uno de manera rápida, agilizando así la disolución de este trato— suspiro de alivio y se recargo en su silla.
Aunque el albino tenía sus sospechas sobre quien había sido aquel que envenenó a esos altos mandos.
Después, Satoru elevo la voz.
—Bueno casi toda la escoria fue eliminada porque aún queda el director Gakuganji, quien sorprendentemente siempre ha estado de nuestro lado — Hizo una mueca mientras seguía hablando—Sin embargo, también está el viejo Naobito Zenin. Quien no hizo tal voto, pero si se ha mantenido a raya desde hace siete años atrás con "ciertos temas"— frunció un poco los labios— Supongo que ese viejo borracho ha de saber algo también— trono sus dedos— Bien dicen que el diablo sabe más por viejo que por diablo.
—¡Pero! — Yuta interrumpió todo aquello que no entendía del todo—¿Por qué los altos mandos también se involucrarían en esto de separarme de Maki? No lo entiendo...— comento con frustración y confusión.
El aire escapo de los pulmones de Satoru con fastidio.
—Esos vejestorios fueron convencidos por alguien más de que la relación de ustedes dos era una amenaza en potencia— jugo un poco con los palillos que sujetaba entre sus dedos.
—¿Me estás diciendo que otra persona, intervino para separarnos?— cuestiono Yuta con confusión y más ira en su voz.
—Correcto. "Esa persona" logró convencer tanto a los peces gordos como a otros hechiceros de los tres clanes de que tu relación con Maki, solo era una amenaza— comento Satoru llevándose algo de sashimi a la boca.
—¿Y quién demonios fue esa persona?— pregunto Yuta muy furioso.
Satoru simplemente se encogió de hombros.
—No lo sé...— Mintió un poco. —Quizás eso te toque a ti averiguarlo... Aunque — tomo entre sus palillos un trozo más de carne —Presiento que "ese alguien" ya debe estar pagando su Karma de la manera menos esperada...
—¡Pero! ¿Por qué alguien vería como una amenaza mi relación con Maki?— cuestiono Yuta demasiado confundido.
—Velo de este modo Okkotsu— dijo con la boca llena y le apunto con sus palillos.
Trago ruidosamente aquel pedazo de sashimi —Tú, un chaman de clase especial y de paso pariente lejano de este clan con un gran poder y Maki, una Zenin de la línea directa, claramente el miedo porque ustedes dos se unieran era latente tanto para "esa persona" como para los peces gordos ya que a ustedes dos no los iban a poder controlar fácilmente.
Después tomo algunos dulces de la mesa, separando varios de ellos ejemplificando aquello que decía— fue por eso que, en parte, los altos mandos también estuvieron de acuerdo en que los separaran a ustedes dos— tomo un dulce blanco separándolo de uno verde.
Yuta arrugó la nariz de molestia por todo lo que estaba escuchando.
—En palabras sencillas, alguien los quería a ustedes dos fuera de la jugada— comió aquel dulce blanco.
—¿Y tú no pudiste intervenir por dicho voto?
—Así es, y eso fue porque a varios miembros de los tres clanes se nos había obligado a hacer dicho voto vinculante, bajo amenaza de no poder revelar en su momento ninguna de las decisiones que ellos habían tomado. Tampoco podíamos interferir en los planes ni en las acciones de los demás involucrados ya que estaríamos violando dicho voto— Satoru bajo los hombros.
—Prácticamente estábamos atados de manos. Además, que en ese tiempo la relación entre los tres clanes era un desastre total; estábamos en una guerra constante, usando artimañas sucias para eliminarnos entre nosotros y demostrar quién era superior. Ese voto fue en realidad para evitar que interfiriéramos en las acciones de los demás— torció la boca en señal de desagrado — Debo admitir que aquello había sido una forma muy injusta de mantenernos a raya—devoró otros tres chocolates.
Después de comerse los dulces, continuó explicando.
— Y Bueno, tres años después de que te fueras del país, finalmente logramos una relación amistosa con el clan Kamo. Esto se dio cuando el antiguo alumno de Utahime, aquel chico llamado Noritoshi asumió el liderazgo de su clan tras la muerte de su padre. Pero con el clan Zenin... —hizo un sonido de desagrado—Esa historia no terminó nada bien y menos cuando Naoya tomó el liderazgo por esos mismos años. Además, algunos Zenin parecían estar obsesionados con que tú y Maki se separaran, ya que su relación ponía en riesgo su estatus jerárquico y político dentro del clan —apuntó a Yuta nuevamente con los palillos.
—¿Por qué pondríamos en riesgo su jerarquía dentro del clan? — pregunto Yuta con confusión.
—Solamente imagina si tú en ese tiempo hubieras desposado a Maki, eso de alguna u otra manera nos hubiera vuelto parientes políticos con ellos, un poco lejanos pero políticos de alguna forma— movió las manos— Y "Quien sabe" hasta quizás tu hubieras tenido una gran oportunidad para ser considerado su líder en caso de que Naobito no hubiera nombrado un sucesor para ese tiempo ya que ellos siempre eligen como líder a aquel que tenga el grado de poder más alto con su técnica maldita.
Satoru llevo su mano a su barbilla, parecía haber llegado a una conclusión —Aunque sospecho que ese viejo borracho en ese tiempo ya tenía elegido a quien quería para su sucesor— a la mente se le vino la imagen de Megumi.
—Pero presiento que el idiota de Naoya hizo algo para que lo pusieran a él y no a otro al cargo del clan, además con una "Maki muerta" ya no habría nada ni nadie quien se lo impidiera — Trono los dedos— pero eso ya no importa. Lo que si es importante aquí es que sepas, que yo desde ese tiempo, ya tenía otros planes para ti y por eso pensé en mandarte al extranjero y traerte cuando estuvieras listo.
Yuta parecía frustrado con todo eso que le estaban explicando.
—¿Y fue por eso que ayudaste para que nos separaran a mí y a Maki?
—Repito, yo no los separe— Satoru pego de nuevo las manos a la mesa —Mi plan simplemente era mandarlos juntos al extranjero, así ustedes dos par de tórtolos hubieran podido vivir cómodamente por siete años viajando en su eterna luna de miel, pero ese día, como dije, alguien más intervino e hizo que ambos se separaran.
—Pero pudiste haber intervenido ¿No lo crees? Simplemente podías haber retenido a Maki mientras yo regresaba— reclamo Yuta.
—Okkotsu, ya te lo dije, Yo no podía intervenir porque romper un voto de ese tipo es muy peligroso. No soy tan ingenuo como para arriesgarlos de esa manera.
—¿Entonces lo que intentas decirme es que la persona que intervino aquel día para separarme de Maki, pertenece al clan Zenin?
Satoru dio varios aplausos —¡Bravo! Pensé que nunca darías con la respuesta correcta — Sonrió— Así es, alguien de ese clan conspiró e hizo todo esto para alejarte de tu amada Maki. Así que ahora te tocara a ti averiguar quien fue si es que sigue vivo.
Yuta soltó el aire con frustración mientras seguía escuchando todo lo demás que tenía que decir su maestro. No sólo tenía que atrapar a un asesino, sino que también tendría que averiguar quién lo separó del amor de su vida.
—Y ya que estamos hablando de ese día hace siete años atrás — movió su taza de té—Debo confesar que ese día simplemente decidí ponerlos a prueba a ustedes dos, quería ver si realmente lo suyo era "algo más" que un simple romance adolescente— Satoru recargo la espalda en su silla— pero veo que me equivoque, aun ustedes dos eran lo bastante inmaduros.
Yuta solo torció la boca ante tal respuesta.
Satoru siguió hablando —Así que simplemente moví mis cartas a mi manera. Y para que ellos no intentarán matarte porque tú eras mi carta del triunfo, es que lo mejor que pude hacer fue arrastrarte al extranjero – suspiro.—Pero nunca pensé que todo esto daría un giro inesperado con eso de que ustedes dos terminarían teniendo hijos tan pronto. ¿Qué acaso no conocían la abstinencia o los anticonceptivos o los condones? — soltó con ironía.
—Satoru ¿No te habrás mordido la lengua? —preguntó Shoko con algo de intriga e insinuando que él también había tenido un hijo de manera no planeada.
—No sé de qué hablas Shoko— se burló Gojo.
—Yo creo que si sabes perfectamente de lo que estoy hablando...
Shoko miro fijamente a su amigo a los ojos por todo aquello que dijo. Sabía que este no iba a aceptar ni hablar de aquel "otro" motivo principal por el cual también había decidido no intervenir en la separación de Yuta y Maki, el cual consistía en la envidia que alguna vez le tuvo a esa joven pareja.
Satoru dio una palmada y, sin más, ignoró a su amiga.—¡En fin!—chasqueó los dedos.
—Bueno, para resumir todo esto; los antiguos altos mandos fueron persuadidos por "otra persona" para que los separaran a ustedes dos. Esta persona, junto con otros aliados, actuó desde las sombras para lograr distanciarte de Maki, ya que veían su relación como una amenaza que ponía en riesgo sus intereses políticos— se apuntó a si mismo— Y Yo, su encantador maestro, no podía intervenir, ya que nuestro voto vinculante estipulaba que quien interfiriera en el plan del otro o revelara esta información recibiría un castigo peor que la muerte. Y yo no iba a arriesgar a nadie de ustedes con tan cruel castigo.
—Creo que pudiste habérselo explicado de esa forma desde un inicio ¿Sabes?— contesto Shoko mirando a su amigo.
—Simplemente me deje llevar, quería darle más dramatismo al asunto — respondió Gojo con una gran sonrisa.
Yuta suspiro con la frustración a flor de piel.
—Aun así pudiste haberme dado pistas.
—No soy bueno dando pistas y menos cuando las cosas se complican demasiado. Además como dije, no podía romper ese voto porque yo tenía a alguien importante a quien proteger además de a ti y a todos tus amigos— dijo Satoru dando un rápido vistazo hacia el jardín, viendo como Yoshio corría en aquel lugar, jugando con aquellos sirvientes.
Yuta también miro esa escena.
—Entonces si no me dijiste nada durante siete años fue porque si rompías ese voto ¿Tu miedo era que aquella calamidad cayera sobre Yoshio?
—Algo así—Satoru suspiro.—Aunque en realidad cuando hice dicho voto, Utahime y yo aún no habíamos concebido a Yoshio. Así que prácticamente en un principio yo no quería que nada le pasara nada ni a ella y ni a ninguno de ustedes, aunque desgraciadamente la tragedia nos llegó de la manera menos esperada...— rasco su nuca —Supongo que ese fue un Karma que fue enviado especialmente a mí por no haber evitado tu separación con Maki— dijo aquello con un toque de arrepentimiento en su voz.
Shoko suspiro al escuchar el nombre de su amiga y tomó la palabra.
—Prácticamente después de tu salida del país y del accidente que tuvo Utahime, digamos que las cosas tampoco fueron muy agradables para todos en la academia y más que debíamos tomar una serie de decisiones por el bien de todos pero que para nada fueron fáciles — comento mirando a Yoshio jugar a varios metros de ellos.
Satoru gruñó.
—Ni me lo recuerdes, que dejar ir a todos tus amigos y de paso no seguirles la pista fue una decisión bastante difícil.
En aquel momento, una pregunta cruzo por la mente de Okkotsu mientras veía a Yoshio correr por el jardín. Rápidamente recordó algo más que Mai le había dicho en su carta que tenía que ver con su maestra. Por ahí iba a empezar a preguntar.
—Por cierto, y hablando de Utahime sensei ¿Por qué no está aquí acompañándonos? Tampoco desde que llegue la he visto...
Shoko tomo ahora la palabra.
—Lamentablemente, Utahime no pudo acompañarnos en este momento debido a su condición médica...— Tomo un respiro antes de seguir explicando.
—Desde hace varios años, Utahime ha estado lidiando con migrañas crónicas que, en ocasiones, la incapacitan por completo. Estos episodios a veces son tan intensos que la obligan a recurrir a ser medicada con fuertes sedantes y en sus peores días, estos dolores de cabeza llegan a ser tan severos que incluso la hacen perder el conocimiento— suspiro con dolor— Es desgarrador verla de esa manera y desafortunadamente todo esto comenzó debido a un incidente que ocurrió hace siete años atrás...— respondió la médico con la voz rasposa por el nudo en su garganta.
Yuta estaba extrañado por esa respuesta.
—¿Puedo preguntar?—humedeció sus labios — ¿Qué sucedió con ella hace siete años atrás? — cuestiono y después observó como todos los ahi presentes les dolía aquella pregunta.
—Fue un hecho demasiado devastador para nosotros — contesto Ijichi —Ella ...— la mandíbula se le tenso.
En cambio, Satoru solo hizo su vista hacia un lado mirando a su hijo correr. Sus manos se hicieron puños sobre la mesa ante tal recuerdo.
Después aquel líder miro a Shoko.
—Será mejor que tú se lo cuentes. Tu eres su médico.
—Pero tú eres su esposo y padre de su hijo— comento Shoko con seriedad.
—Pero tú eres su mejor amiga y la verdad, prefiero que tú se lo digas. Tu explicas mejor que yo ¿No es asi?— comento Satoru con ironía.
Ieiri soltó el aire con demasiada molestia por esa contestación de su amigo. Después, miro al hechicero invitado.
—De acuerdo —la doctora dio un largo sorbo a su te para armarse de valor y recordar aquel suceso que la marcó.
—Okkotsu, acontece que hace siete años atrás, a finales de Mayo... — se detuvo, apretó un poco los labios, tomo un respiro más porque de solo recordar le dolía demasiado el corazón.
Yuta podía notarlo. A Shoko de verdad le lastimaba aquel recuerdo.
La doctora se aclaró la garganta y tomo algo de té para quitarse el nudo que le ahogada.
—Fue a finales de mayo, cuando Utahime tuvo una misión al sur de Kioto... lo recuerdo muy bien ya que en esos días yo estuve con ella en esa ciudad, así como también estábamos empezando a organizar y preparar todo para la llegada de tus Mellizos.
Una suave sonrisa apareció en sus labios. Parecía que un agradable recuerdo cruzo por su mente.
—En sí, Utahime fue quien más ayudo a Maki en sus primeros meses de embarazo, tomándola bajo su cargo protegiéndola en la ciudad de Kioto.— miró a Yuta— Y sí que Utahime cuidaba mucho a Maki, ya que ella le recordaba que tomara sus vitaminas y que comiera saludable, así como también le daba trabajos que no eran para nada pesados, pero que hacían que Maki se aburriera fácilmente.
Satoru se puso de mal humor al escuchar todo eso. De su garganta salió un ruido de total desaprobación al escuchar esas palabras de su amiga.
—Seguiré diciendo que esa no fue la forma "correcta" de llevarse a uno de mis alumnos... lo que ella hizo fue sustracción de una persona— susurro el albino. Parecía bastante indignado.
—Pero si Maki no fue a pedir tu ayuda en primer lugar fue por algo ¿No lo crees? O ¿Acaso crees que ella iría con el hombre quien la separo de su novio y padre de sus hijos y que no hizo nada por ellos durante siete años?— pregunto Shoko con una pizca de burla.
Satoru de nuevo gruñó por esa respuesta.
Yuta en ese instante pudo comprobar que era cierto lo que Mai le había dicho en su carta sobre que Maki se había ido con Utahime y eso había molestado a Satoru, el cual parecía aún resentido por esa decisión, ya que este solo torció levemente los labios, los cuales después bajaron. Parecía que había recordado algo bastante triste.
—Debo admitir que esos fueron días llenos de felicidad para nosotras cuatro... — a la mente de Shoko también vino la imagen de Mai—lo recuerdo bastante bien porque incluso Utahime le regalo los primeros mamelucos a tus hijos, recuerdo que fueron en color blanco porque aún no sabíamos que serían esos bebés — la comisura de sus labios fue bajando y su voz se llenó de melancolía.
Yuta siguió mirándola con atención, observando como sus ojos se humedecían.
—Pero todo cambio debido a esa maldita misión...—dijo Shoko con un nudo en la garganta— Si Utahime nunca hubiera aceptado ir, nada de esto habría pasado — Sus manos se hicieron puños sobre la mesa —Se suponía que sería una simple supervisión, una misión rutinaria junto con los alumnos de segundo año... pero no fue así, algo más paso en esa misión... incluso aún recuerdo lo que nos dijimos antes de despedirnos.
Yuta no se atrevió a preguntar así que mejor guardo silencio y escucho todo lo que la médico seguía hablando.
—Recuerdo que estábamos las tres en su oficina esa tarde de mayo... — suspiro con pesar, parecía bastante arrepentida —debí haber hecho todo lo posible por detenerla...
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Flashback
Hace siete años atrás.
Mayo 29 del 2020
—¿Está segura que no quiere que la acompañe Utahime sensei?— pregunto Maki con los brazos cruzados —Por qué puedo serle de gran ayuda.
Utahime rápidamente negó con la cabeza.
—¿Y arriesgarte a ti y a estos bebés?— comento está poniendo su mano sobre ese pequeño vientre abultado que y apenas estaba sobresaliendo debajo de aquella holgada ropa de verano que Maki usaba— ¡No! ¡Ustedes tres se quedan aquí!— regaño.
—Sabe que aun puedo pelear— comento Maki en una mueca.
—Pero en este momento y hasta que nazcan estos pequeños estas bajo mi cuidado y bajo mis ordenes, así que no te voy a arriesgar llevándote— comento Utahime comportándose como toda una madre.—Además, prometo que regresare pronto. Es una misión sencilla y una vez este de vuelta, te prometo que iremos preparando todo para la llegada de estos dos— Una gran sonrisa se dibujó en sus labios— de verdad estoy emocionada porque compremos la cuna y la pongamos en la habitación donde estas durmiendo. Sobre todo, porque desde que te mudaste la casa se siente más alegre.
Maki suspiro y su rostro se suavizo en una sonrisa.
—Está bien, lo que diga la abuela Utahime— acaricio su vientre.
—¡Hey! ¡No soy tan vieja para ser llamada abuela, no aún!— comento la maestra en un leve puchero.
Aquello hizo que ambas soltaran unas pequeñas risas, eso hasta que Utahime noto la hora en el reloj de su escritorio.
—Maki ¿Puedes ir diciéndole a los alumnos que vayan subiendo al auto? Enseguida los alcanzo.
—Está bien, pero aun así está a tiempo de llevarme— dijo la peliverde saliendo de la oficina con sus manos sobre sus caderas.
En ese tiempo en que Utahime tomo a Maki bajo su tutela, ella vivió en el departamento de la maestra. Aquel era un lugar cómodo y algo espacioso donde sobraba una habitación, así que Utahime no abandono a Maki ni a sus bebés.
Ella era la más entusiasmada por que nacieran. Y Shoko veía con ternura como esas dos se llevaban. Parecía que esa chica había hecho que Utahime de nuevo sonriera y que hasta sacara su lado más maternal.
—Yo digo que abandones esta misión y mejor te quedes. Podrías pasársela a Tanabe para que él vaya con esos chicos de segundo— sugirió Shoko, quien vio aquella dulce escena entre esas dos.
—Sabes que no puedo dejárselo a cualquiera— comento Utahime mirando a su mejor amiga, mientras terminaba de acomodar su papeleo.
—Si ese es el caso, porque simplemente no se lo encargas al idiota de Satoru— la doctora se encogió de hombros —Me enteré que él está aquí en Kioto.
El rostro de Utahime cambió a uno de estar en completo desacuerdo.
—¡Menos puedo dejarle a ese idiota mis misiones! Después no sabe hacer los informes. Además como le dije ayer, yo puedo hacerme cargo de mis decisiones y de mis misiones yo sola. Sobre todo, no quiero verlo ni dirigirle la palabra por un largo tiempo y más con todo lo que le hizo a esos dos...
Shoko levanto una ceja al escuchar eso.
—¿Ayer viste a ese idiota?
Utahime se mordió un poco el interior de su mejilla.
—Si— suspiro con desaliento— ayer nos vimos para hablar sobre la situación de Maki y Yuta y él porque estaba actuando de esta manera. Pero esto es un caso perdido porque no quiso darme detalles. Asi que ahora debo proteger a Maki a como dé lugar.
—¿Supongo que tú y él solo hablaron? ¿Cierto?— cuestiono Shoko al notar como la voz de su amiga cambiaba al hablar de él.
—Se me hace tarde— solto Utahime con el rostro haciéndolo a un lado, tratando de ocultar su leve sonrojo.
—¿Así que durmieron juntos? ¿Acaso fue sexo de reconciliación?— pregunto la doctora metiendo sus manos a su bata.
—Yo diría que más bien fue sexo de despedida— suspiro algo triste—Realmente no se puede hablar con ese idiota. No pude convencerlo de que trajera a Okkotsu de vuelta y más que Maki y sus hijos lo necesitarán.
Shoko sonrió levemente.
—Pues entonces este es un motivo más para que mejor abandones dicha misión y mejor nos vayamos a beber un poco para olvidarnos de él y para pensar en algún plan para proteger a Maki y sus bebés.
—Sabes que debo mantenerme sobria para cuidar de esos tres. Además, prometi que iríamos junto a Mai al centro comercial para ya empezar a comprar las cosas de los gemelos. Asimismo debo encargarme de todos los demás alumnos.
—Realmente suenas como si fueras la madre de esas dos— comento Shoko con una sonrisa. —¿No será que en ellas estas reflejando tu deseo de ser madre?
Utahime suspiro desilusionada y su mano fue a su vientre.
—No lo se. Simplemente quiero apoyarlas en todo lo posible. Ellas están solas en este mundo y ahora que vienen dos bebés en camino, menos quiero que sufran. Así que debemos preparar todo y de paso tengo una escuela que guiar, quizás más que ser una madre soy una maestra — miro a su amiga mientras ambas salían de esa oficina.
—Siempre tan responsable— halago la doctora.
—Por cierto ¿Si conseguiste lo que te pedí, cierto?
Shoko afirmó con la cabeza.
—Conseguí el número de una colega que es ginecóloga-obstetra. Ella es la mejor en su área y lo mejor del caso es que trabaja aquí en Kioto.
Utahime suspiro de alivio.
—En serio muchas gracias Shoko, no sé qué haría sin ti— dijo esta con una gran sonrisa mientras se acercaban a la salida, donde los tres estudiantes de segundo la estaban esperando, mientras Maki estaba hablando un poco con ellos.
La mirada de Utahime se centró en esa peliverde.
—De verdad, quiero cuidar mucho de Maki y de sus hijos. Sobre todo porque van a nacer en un mundo donde la hechicería está tomando un rumbo lleno de sufrimiento, así que quiero hacer todo lo posible para que vivan felizmente.
Shoko sonrió por las palabras de Utahime, sabía que ella era muy amable y ahora entendía más porque todos en esa academia la querían.
—Por eso mismo todos te quieren. Siempre siendo tan maternal con los chicos que no son tuyos, de verdad no me imagino el día cuando tengas tu propio bebé — comento la doctora con una suave sonrisa. Mientras ponía su mano en el hombro de su amiga, quien le sonrió y le sujeto la mano con cariño.
Utahime suspiro por esas palabras.
—Realmente a veces me pregunto si yo seré apta para tener un hijo— parecía desanimada con ese tema.
Aun así. La doctora tenía un raro presentimiento y eso era algo extraño en ella.
—Lo repetiré una vez más ¿Segura que quieres ir? Como dije, mejor dale esta misión a otra persona.
—Nunca te había visto tan preocupada, ¿Por qué tanta insistencia en que no vaya?
Shoko no quería preocuparle con su sentir que le alertaba que algo malo podía pasar.
—Quizás porque ya quiero que mejor vayamos a comprar las cosas para esos bebés y después vayamos por unas cervezas— mintió.
Utahime soltó una risita.
—Prometo que volveré pronto. Como dije solo es una misión simple y una vez que regresé, iremos por ambas cosas. Pero sobre todo iremos a tomarnos unas cervezas a nuestro lugar favorito.
—Entonces— Shoko le dio una palmada más en el hombro—Regresa pronto.
Ojalá Shoko hubiera hecho más por detenerla a ella y a esos alumnos.
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Regresando al presente.
—Desgraciadamente Utahime después de esa misión no volvería a ser ella misma...— dijo Shoko con demasiada tristeza en el rostro, sus lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas.
Yuta trago saliva.
— ¿Q- que fue lo que sucedió en esa misión?— pregunto con el corazón latiendo con fuerza en la garganta.
Mai le había dicho algo muy superficial sobre lo que había escuchado que pasó en dicha misión. Pero quería saber con mayor detalle lo sucedido.
Los demás ahí presentes guardaron silencio. Ijichi seco unas lágrimas al recordar lo sucedido. En cambio, Gojo tenía un rostro muy sombrío, estaba demasiado serio que no parecía ser él mismo.
Katsumoto suspiro. Él llevaba poco tiempo trabajando con ellos, aun así, había oído del señor Ijichi algo de aquel caso que marcó un antes y un después en esa academia.
Shoko seco algunas lágrimas.
—Algo ataco de manera muy despiadada a Utahime y a ese grupo de segundo ...— las palabras no podían salir de su garganta. Incluso Ijichi le dio su mano para darle fuerza y consuelo, pero esta lo miro con demasiada tristeza.
Yuta podía notarlo. Aquello que hubiera sucedido había dejado una horrible cicatriz en todos ellos.
—Aunque sea ¿Descubrieron aquello que ataco a Utahime y a ese grupo?— cuestiono Yuta.
En ese momento, Ijichi tomó la palabra y empezó a contar lo que había sucedido.
—Descubrimos que efectivamente ellos habían cumplido con éxito la misión que se les encargó, sin embargo al notar que no regresaban se nos pidió a Satoru, a mí y a otros hechiceros el ir a buscar a Utahime y a los alumnos— suspiro y un escalofrío recorrió su medula al recordar aquello— Aún no puedo sacarme de la cabeza esa escena tan desgarradora... ya que descubrimos que aquel grupo habían sido asesinados de manera despiadada por un traidor de la academia...
Satoru gruño al recordar eso—Pero no más despiadado que "esa cosa" que por poco poseía el cuerpo de Utahime — comento golpeando su dedo índice contra la mesa—Si no hubiéramos llegado a tiempo, definitivamente Utahime estaría muerta o quizás sería controlada por ese monstruo— saco el aire con furia de sus pulmones — Aun así, me arrepiento de no haber llegado mucho antes para salvarla de ese criminal.
— ¿Asesinados? ¿Poseída? ¿Monstruo?— Yuta estaba sorprendido por lo que estaba escuchando.
—¿Qué fue lo que realmente encontraron ese día? — cuestiono muy impactado.
Gojo mordió su labio inferior. Odiaba hablar de ese tema. Aun así él fue quien le contaría a Okkotsu lo sucedido.
—Acontece que cuando llegamos a la escena del crimen. Notamos que Utahime no estaba entre la pila de cadáveres, así que empezamos a buscarla por toda la zona de aquella antigua villa abandonada a la que habían ido— se notaba furioso al contar aquello.
— Estábamos contra reloj, así que avanzamos a toda prisa hasta que dimos con ella en una antigua casa...— La sangre le hervía ante tal recuerdo, su rostro estaba bastante tenso.
—¡Ahí descubrimos al traidor y de paso, descubrimos la identidad de esa asquerosa cosa que quería poseer el cuerpo de Utahime!
Los ojos de Yuta se abrieron de sorpresa por esa respuesta.
Ijichi explicó —Descubrimos que había un infiltrado en la academia...— comento con seriedad.
—¿Había un traidor en la academia? ¿Como descubrieron eso?— pregunto Yuta mirando atónito a esos cuatro ahí presentes. No podía creer lo que escuchaba.
Ijichi afirmó con la cabeza.
—Resulta que un mes después de que te fuiste Okkotsu, hubo un robo en la academia. Alguien sustrajo 3 objetos malditos, más específicamente fueron 3 úteros malditos relacionados con las pinturas de la muerte—Volvió a acomodar sus anteojos.— Logramos detectar este robo gracias a un ex alumno de Utahime de nombre Kokichi Muta, quien logró encontrarlo gracias a sus marionetas. Así él evitó que este ladrón avanzara más allá de donde se encontraba Tengen, pero esa vez este sujeto logro escapar. Aun así, las marionetas lograron capturar su rostro y con esa imagen estuvimos buscando a este sujeto por los siguientes meses.
Okkotsu estaba impactado de todo lo que había ocurrido una vez salió de Japón.
Satoru volvió a tomar la palabra —¡Pero al final logramos dar con ese maldito!— las manos le temblaban de furia— ¡Y estando ahí en esa maldita escena del crimen, fue que notamos que ese quien estaba a punto de abrirle la frente a Utahime, era el mismo sujeto que había robado los tres uteros malditos haciéndose pasar por alguien del personal de la academia! — Satoru de verdad ardía en furia.
—Aún recuerdo con asco esa escena donde ese sujeto con la frente adornada con una cicatriz quirúrgica junto a otros dos hechiceros de bajo nivel iban a "practicar" una operación en Utahime para abrirle la frente sobre aquella antigua mesa de madera. Aún recuerdo con asco como los encontré clavándole el bisturí en esta altura de su frente— se apuntó a un costado de su sien derecha— por suerte no deje que hicieran un corte más profundo.
Su respiración era agitada y llena de furia mientras seguía contando aquella escena y sus manos se clavaban en la mesa, haciéndola tronar un poco.
—Estaban a punto de cometer un gran e inhumano crimen, así que no me quedo de otra que matarlos a todos rápidamente y sin piedad. A los dos hechiceros que lo acompañaba, los mate en un solo movimiento, pero desquite toda mi ira sobre todo en ese estúpido cerebro, quien antes de destruirlo por completo con mis propias manos, reveló que su plan era usar a Utahime para destruir la academia desde dentro— se miró las manos— solo de recordar como esa masa gris quedó hecha polvo en mis manos me revuelve el estómago.
Yuta estaba horrorizado por todo lo que había escuchado.
—¿Y quién demonios era ese sujeto o esa cosa?
Satoru miro con seriedad a Okkotsu
—Resulta que ese sujeto era ni más ni menos que un hechicero muy antiguo que tenía una técnica donde trasplantaba su cerebro a otro huésped para controlarlo. Al parecer tuvo muchas víctimas en el pasado, entre ellas al peor hechicero de la historia, Noritoshi Kamo...
Yuta trago saliva.
Satoru siguió explicando.
—Este desgraciado antes de intentar entrar en el cuerpo de Utahime, poseyó el cuerpo de un hechicero de primer grado que trabajaba para la academia, el pobre diablo había sido dado por desaparecido meses atrás— se recargo en su silla— Pero descubrimos que fue porque esa cosa lo había matado y poseyó su cuerpo. Y así vagaba hasta que lo matamos. Tengen parecía ser la más aliviada cuando supo aquello ya que dijo que esa cosa tenía por nombre Kenjaku y que se conocieron hace miles de años atrás, aun así frustramos sus planes, todo ese ataque hacia Utahime parecía ser como dije un Karma para nosotros, una jugarreta del destino para quizá darnos una lección, en especial a mi— gruño— Aun así lo maldeciré por haberle hecho eso a Utahime, el haberla golpeado hasta casi matarla por defender a sus alumnos, provocando le heridas por todo su cuerpo y de paso, provocarle una contusión cerebral grave.
Shoko suspiro e hizo un no con su cabeza. Sus manos fueron a su rostro.
—Ver a mi amiga así de moreteada y en coma, fue el golpe más duro que he recibido en mi vida. Realmente parecía ser un castigo enviado por el cielo y más que esa cosa, parecía que quería aprovechar la mala situación por la que estaba pasando la academia para hacer un golpe a la sociedad de hechicería.
Yuta parecía bastante conmocionado por lo que había escuchado, al final había descubierto toda la verdad. Algo había atacado a esa maestra pero no por venganza, ya que esto simplemente había sido una horrible coincidencia del destino, una alineación de factores que nadie se había esperado.
Aquel que quería atacar a la escuela sabía lo que hacía, sobre todo porque que mejor que ese alguien usará a Utahime sensei, aquella que sabia todo de aquella academia. Realmente aquel suceso parecía un castigo por las malas decisiones tomadas.
Shoko sollozo levemente y siguió hablando
—Aplicamos todos los conocimientos médicos y agote casi toda mi técnica inversa en salvarla. Aun así es un milagro que ella siga viva después de estar en coma todo un mes y más con una lenta recuperación por los huesos rotos — suspiro — Y de paso que Yoshio haya sobrevivido lo hace todo un milagro médico — su mirada regreso a Yuta.
El hechicero nombrado suspiro.
—Si que Utahime paso por mucho... en serio que pasaron demasiadas cosas mientras yo no estaba... y eso me hace sentir mal...
—Realmente fue un milagro que ella despertara al mes de ese coma... pero aun así, hubo consecuencias tanto en la salud de ella como en las decisiones de la academia en general— comento Ijichi con la mirada baja.—Después de ese ataque fue que muchos de nuestros compañeros renunciaron ya que tenían miedo de ser los siguientes y eso dejó más vulnerable la situación con la sede y la academia.
En aquel momento, a Yuta le llamo la atención algo que Gojo le había dicho antes de que los demás llegaran a comer y eso tenía que ver con Yoshio.
— Un momento y perdón que lo cuestione, pero, Satoru me comentó que Yoshio apenas cumplió seis años en febrero y mis hijos en un poco más de un mes cumplirán siete años. Entonces eso quiere decir que— en sus ojos se reflejó la incertidumbre — ¿Cuándo Utahime fue atacada ella ya estaba embarazada?
—Podría decirse que sí, aunque nosotros no nos dimos cuenta de que Utahime estaba embarazada sino hasta un mes después de que ella despertara del coma ya que notamos que sus estudios de sangre empezaban a salir alterados... al igual que ella empezó con síntomas muy peculiares— respondió Shoko tomando su taza para beber más del té que Umeko les había dejado preparado.
Yuta estaba impactado que hasta había quedado mudo.
—En sí, Utahime y Yo concebimos a Yoshio solo unas noches antes de que ella fuera atacada. Así que, de uno u otro modo, nuestro hijo sobrevivió a toda esa desagradable situación— miro a su hijo correr a lo lejos — Realmente este niño fue una sorpresa que nadie se esperaba, pero que llego para alegrarnos la existencia. También él puede ser considerado un milagro al igual que tus hijos, Okkotsu.
Shoko suspiro— Aun así, Utahime necesito atención especial para recuperar la total movilidad de su cuerpo, llevar un embarazo en ese estado para nada fue sencillo y desgraciadamente una de tantas secuelas que tiene ella de ese ataque son esos dolores de cabeza que presenta inesperadamente.
Al escuchar aquello, Yuta recordó la vez cuando se reencontró con ella en aquella mansión una vez regreso a Japón.
—¿Y la amnesia también es consecuencia de ese horripilante ataque?
Todos los ahí presentes guardaron silencio por esa pregunta.
Satoru parecía que ese tema le molestaba, que hasta su frente se arrugo por ese recuerdo.
—Desgraciadamente así es. La amnesia de Utahime es una secuela de dicho ataque... — respondió Shoko, realmente le dolía bastante ese recuerdo —Intentamos tanto con mi técnica inversa, así como con la técnica inversa de más personas, pero pareciera que ella nunca podrá recuperar su memoria... — suspiro — dicha amnesia se siente más como si fuera un voto muy difícil de romper. No sabemos si fue puesto por esa cosa que la ataco o si fue impuesto por ella misma.
Los ojos del invitado se cristalizaron.
—Entonces... —Trago saliva —¿Eso quiere decir que la verdadera Utahime no sabe que tuvo un hijo?— A Yuta se le hizo pequeño el corazón al preguntar aquello, aunque él en el fondo ya sabía esa respuesta.
Shoko soltó el aire.
—Efectivamente Okkotsu...— dijo con tristeza —la verdadera Utahime no sabe que estuvo embarazada y mucho menos sabe que dio a luz a un bebé... Así que si milagrosamente ella llegara a recuperar la memoria... — guardo silencio por un momento.—No sabemos cómo pueda reaccionar... ella quizás y llegue a... rechazarlo — las palabras ya no querían salir de su garganta.
—Entiendo...— Okkotsu sentía demasiada lastima por aquella mujer y por aquel niño. Todos habían pasado por mucho y aquella realidad que estaban viviendo solo era una fachada para mantenerlos a salvo.
Todos guardaron un momento de silencio, el cual fue roto por el invitado ya que recordó lo que sus anfitriones habían dicho algo más momentos atrás que capto su atención.
—Por cierto... — las miradas de los demás se centraron en él— ¿Qué paso con esos úteros malditos? ¿También fueron recuperados o eliminados?— pregunto.
Ijichi fue quien explicó esa situación.
—Semanas después de que esos úteros fueron robados, tuvimos reportes de que unas maldiciones estaban atacando a los civiles en distintas áreas entre Kioto y Tokio. Así que para esa misión fueron enviados Itadori kun, Fushiguro kun y Kugisaki san, los cuales eliminaron a dos de esos tres Úteros. Solo uno de ellos ya tiene casi siete años de estar desaparecido, pero no hemos tenido avistamientos de dicha reencarnación.
—Entiendo, pero ¿Por qué ese hechicero quería esos objetos en especial?
—Sospechamos que quería reclamar algo que fue suyo hace más de cien años atrás. Como dije ese cerebro incluso poseyó al peor hechicero de la historia. Aun así, si ese útero aparece no quedará de otra que ser eliminado— dijo Satoru con frialdad.
Yuta suspiro.
—En serio, todo esto es un caso complicado— dijo con tristeza.
Entre votos vinculantes, separaciones forzadas, peleas entre clanes, el declive de la academia y de la sociedad de hechicería... esto que le paso a Utahime solo fue la cereza en el pastel para acabar de joder a dicha sociedad.
En aquel kiosko reino por un momento el silencio, mientras todos voltearon a ver a Yoshio, quien estaba muy felizmente jugando con una pelota que había ordenado que le trajeran para jugar junto con sus sirvientes.
Ese niño noto como su padre y los demás adultos ahí presentes le miraban.
—¡Papá, Ven a Jugar!— grito el niño, moviendo sus manos de un lado a otro. Muy alegremente invitando a su padre a unirse con él.
—Como dije Okkotsu — Satoru empezó a hablar sin despegar su vista de su hijo—Yo también tenia alguien a quien proteger y por eso mismo tomé medidas un tanto drásticas.
—Así Parece.
—Y después de todo esto que escuchaste, quiero pedirte un gran favor— el líder miro a su invitado con seriedad.
Yuta no pronunció palabra alguna, simplemente se quedó en silencio mirando a su anfitrión.
—Quiero que por favor, no le reveles a nadie sobre mi hijo. Así como supongo que tú, Maki y todos tus demás compañeros están ocultándose y ocultando la existencia de tus hijos, así te pido escondas la información de mi hijo.
Yuta soltó el aire. En ese instante comprendía perfectamente aquel sentir como padre que velaba por sus hijos. Pero aun así desconfiaba del albino, cosa que este hombre noto.
Satoru soltó el aire con decepción, podía notar como Okkotsu le miraba con intriga.
—Y a cambio yo no revelaré nada de tus hijos así como tampoco revelaré nada sobre que Maki sigue viva y mucho menos de tus amigos, seguiremos haciendo como si no supiéramos nada de ellos —levanto la mano—Lo prometo.
Yuta tardo casi un segundo en contestar a aquella propuesta —Esta bien. No revelaré nada, pero a cambio— se puso de pie —Quiero que lo que resta de la información sobre ellos sea destruida por completo.
Satoru solo desembolso una gran sonrisa.
—¡De acuerdo!— Le estiro la mano para cerrar aquel vínculo —¡Trato hecho!
Yuta dudo un poco en si debía darle la mano a su maestro ya que sospechaba que podría ser una especie de voto vinculante. Su mirada era de total desconfianza.
—¡Vamos! — Gojo movió su mano de arriba hacia abajo—Este es un simple gesto de estar de acuerdo, para nada es un voto vinculante porque no estamos vinculando un castigo — comento este en una leve mueca.
Yuta le estiro la mano y apretó aquella palma.
—Bien, ahora los dos tenemos un mismo punto en común. Ambos estamos guardando el secreto del otro porque estamos protegiendo lo más valioso para cada uno.
—Si.
Contesto Yuta mirando fijamente a este.
—¡Papá!— Yoshio volvió a gritar con impaciencia.
—Me llaman. Bueno Okkotsu, tu, Ijichi y Katsumoto pónganse al día con el caso del asesino de hechiceros. Mientras voy con mi hijo— comento el albino saliendo muy feliz de ese kiosko.—En un rato seguimos hablando— se despidió alzando la mano.
En cambio, Yuta observo a los asistentes, los cuales dieron un leve salto al verlo muy serio. Aun así se pusieron de acuerdo sobre este caso el cual seguía en pie.
Incluso Yuta le pidió de favor a Ijichi que le investigara una información en especial, una que Naobito le dijo que se encontraba en la sede y que podría serle de gran ayuda para resolver ese caso del asesino de hechiceros.
Pero el día no acababa aun para Yuta, aun tenía una plática pendiente y privada tanto con Shoko, como con Satoru antes de regresar a Kioto.
Notes:
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Espero les haya gustado este capítulo cargado de información.
Y díganme ¿qué les pareció? Estaré leyendo sus comentarios.
También quiero pedir una disculpa si de un de repente sienten que la historia avanza lento o aun no estamos con lo que más están esperando leer ustedes que son los capítulos enfocados únicamente en Maki, Yuta y sus hijos.
Simplemente primero quiero dejar en claro todo lo que paso antes para en unos capítulos más empezar ya con toda la acción entre esos dos, donde van a empezar convivir como familia y van a luchar entre sí por recuperar su amor, así como también ya llegarán los capitulo donde por fin Yuta pasará mucho más tiempo con sus hijos y junto con Maki.
En serio, una disculpa, pero es que quiero hacer esto bien porque si no hago esto antes, más adelante no tendrá Coherencia. Y más que pronto llegarán todos esos capítulos donde Yuta empezará a pasar de ser un extraño a ser el padre que siempre debió ser. Así como también Maki tendrá que jugar su doble vida cerca de Okkotsu. Solo tengamos paciencia.
También quiero agradecerles todo el apoyo que le han dado a esta historia. En serio, muchas gracias por sus votos y comentarios, eso es una gran motivación para no abandonar esta historia.
Como dije, no desesperen, en unos capítulos más, Maki y Yuta ya tendrán su segundo pero apasionante reencuentro. Solamente antes de que los besos y caricias vayan más allá de la ropa, quiero dejarles escritos los verdaderos planes de Gojo con este chico y de paso, quiero que Yuki le dé una bofetada de realidad a Maki sobre lo que siente por Yuta y como esto de su doble vida podría venirse abajo y poner en riesgo a sus hijos.
Aunque eso sí, estamos cerca de una apasionante reconciliación 👌🏻🔥
En fin, nos seguimos leyendo ❤️
Chapter 23: 21. Una Charla Entre Cigarrillos
Notes:
Aquí Vera ♥️
Bueno, aquí les traigo una actualización más de este fic, el cual espero les guste ♥️
Sin más, aquí les dejo una interesante charla entre Yuta y Shoko, al igual que una visita al pasado.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
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—¿Gustas uno?— pregunto Shoko ofreciéndole un cigarro a Okkotsu, mientras veían a esos dos retomar su entrenamiento en el jardín después de haber jugado un poco con aquella pelota.
Satoru le estaba enseñando a Yoshio la técnica de"La emoción de los pétalos caídos." La cual, se suponía que sólo se enseñaba entre los miembros de los tres grandes clanes.
El albino le estaba ayudando a su hijo a concentrar su energía maldita alrededor de su cuerpo, pero parecía que a ese niño le estaba costando demasiado trabajo entender las instrucciones de su padre.
En cambio, tanto Shoko como Yuta se habían quedado en el kiosko, recargados en el barandal viendo aquella escena entre padre e hijo, ya que Ijichi y Katsumoto, una vez acabaron de comer y de ponerse al día con el caso del asesino de hechiceros, se levantaron para hacer algo de papeleo y de paso, algo de trabajo que Yuta les mando a averiguar.
Así que esos dos, se habían quedado en el kiosko, mirando todo a su alrededor mientras los sirvientes limpiaban y quitaban la mesa de aquel lugar donde el banquete había sido servido.
—No muchas gracias, Shoko-san —dijo Yuta, rechazando el cigarrillo con amabilidad— Estoy evitando fumar por mi propio bien, pero sobre todo porque es una condición que me impuso Maki si quiero que me permita seguir viendo a nuestros hijos — añadió.
—Entiendo— Shoko encendió el cigarrillo que le había ofrecido a Yuta y lo puso sobre el barandal a su lado derecho —Aun así, déjame encender uno a tu nombre— dijo con una suave sonrisa.—De verdad es un gusto que hayas vuelto Okkotsu kun.
—Gracias, supongo que ya era tiempo de volver a casa después de siete años—dijo Yuta mirando aquella acción, la cual supuso era un ritual de esa doctora para no sentirse sola al fumar.
Enseguida, Shoko sacó otro cigarrillo de la cajetilla que llevaba en el bolsillo, se lo puso en la boca y lo encendió con el encendedor que tenía a su lado.
—Hablando de tus hijos... —apagó el encendedor con un chasquido, inhalando profundamente del cigarro antes de continuar—Leí que nacieron prematuros, ¿Eso es cierto? —exhaló el humo con calma mientras se apoyaba en el barandal, clavando la mirada en el hechicero invitado.
La doctora preguntaba aquello ya que ella les había perdido el rastro desde hacía siete años atrás.
Yuta tomo un respiro, inhalando aquel humo de manera pasiva.
—Si, cuando los conocí ellos me dijeron que nacieron antes de tiempo y por el informe que Katsumoto me entrego, leí que ellos nacieron a las 33 semanas— suspiro al pensar en ese acontecimiento, el cual en palabras de Mai, había sido un parto muy difícil tanto para ella pero en especial para Maki.
—Entonces tus hijos pueden ser considerados como un milagro, ya que algunos bebés no logran sobrevivir y menos cuando son mellizos prematuros — Shoko tomo un respiro más de esos cigarros.
—Y sí que pueden considerarse como dos pequeños milagros que sobrevivieron a tanto durante mi ausencia — Contesto Yuta, con la mirada baja.
Pero en su rostro se había formado una pequeña sonrisa al recordarlos en aquel momento. Con sus grandes sonrisas y sus lindas carcajadas, así como el cómo le tomaban de la mano.
—De todos modos, estoy orgulloso y feliz de que hayan sobrevivido y estoy agradecido con el cielo de haberlos conocido — Yuta miro a esa doctora — Aunque me gustaría que las cosas fueran... diferentes...— soltó el aire con tristeza.
—De verdad, me alegra escuchar eso y espero de todo corazón que las cosas para ustedes sean diferentes y favorables de ahora en adelante —Shoko sonrió un poco ante tal respuesta Y fumo un poco más —Y dime Okkotsu ¿Qué sentiste al conocerlos? Quiero suponer que son niños muy inquietos o bueno, uno de ellos debe ser más inquieto que el otro ¿no es así?
Yuta saco su celular de su bolsillo. Rápidamente busco la foto que se habían tomado ellos tres en el festival
Y muy emocionado, le mostró aquella fotografía a la doctora.
—Son ellos dos— le paso su celular y apunto a su hija—Y si, por lo poco que he convivido con ellos puedo confirmar que Yurika es la más inquieta, en cambio Yuudai— después apunto a su hijo— Él es un niño muy tranquilo.
Shoko sonrió mientras le hacía zoom a aquella foto, mientras entre sus labios sujetaba su cigarro.
—Si que ambos se parecen a ti — respondió con una leve sonrisa, mientras regresaba ese celular y sujetaba su cigarrillo entre sus dedos —Sobre todo tu hijo, es prácticamente una copia tuya.
Yuta rasco su nuca y soltó una risita nerviosa, era la primera vez que le decían algo así, cosa que sentía como si fuera un cumplido.
—Jeje gracias Ieiri san.
Shoko fumo un poco más—¿Sabes Okkotsu? — suspiro, sacando el humo con lentitud por su boca, su rostro parecía melancólico — Confieso que me hubiera gustado haber acompañado a Maki en todo su embarazo y también me hubiera gustado ayudar a cuidar de esos pequeños. Y más que yo siempre aposté a que serían una niña y un niño.
—¿Apostó? ¿Acaso hubo alguna apuesta sobre que serían mis hijos?— el hechicero de grado especial pregunto con curiosidad.
Shoko afirmó con la cabeza
—Si, yo aposté con Utahime en su momento a que esos dos serian Mellizos y ella siempre creyó que serían dos niñas— fumo un poco más —Realmente ella hubiera sido la más feliz en conocerlos. Incluso aún recuerdo cuando ella me reveló que Maki estaba embarazada — sonrió un poco— ella los hubiera amado con todo su corazón.
En sus ojos se formaron algunas lágrimas al recordar aquella vez que Utahime le dijo sobre el embarazo de Maki.
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Flashback
Siete años atrás.
Ambas mujeres disfrutaban de una comida y unas bebidas en su bar favorito, un lugar al que solían acudir cada vez que la doctora visitaba Kioto.
Shoko notaba a Utahime muy pensativa, parecía bastante preocupada. Aunque en realidad, aquella maestra tenía en aquel instante motivos para estarlo.
—Y bien Utahime, ¿Qué es eso tan importante que querías contarme? —preguntó Shoko después de que ambas terminaran su primera ronda de cervezas.
Ambas estaban sentadas una frente a la otra, mientras la atmósfera del restaurante, bañada por una cálida iluminación, se percibía cargada de sentimentalismo.
La maestra de Kioto, quien ese día había dejado de lado su traje tradicional y vestía unos pantalones de mezclilla y la camiseta de su equipo favorito de béisbol, soltó el aire en un suspiro lleno de angustia. Pero de su boca no salió ninguna palabra.
—¿Acaso es algo muy malo lo que quieres contarme?— preguntó Shoko al notar ese silenció de su amiga.
—No sé si nombrarlo como algo malo sea lo correcto...
—Bueno, no sabré que tan malo o que tan bueno es hasta que me lo cuentes— contesto la médico llevándose algo de comida a la boca.
—Es que— Los hombros de Utahime se tensaron —Esto que te voy a contar es algo ultra importante y al mismo tiempo es algo que puede llegar a afectar a varias personas... — sus manos tomaron con fuerza su vaso de cerveza —Sobre todo porque esto es algo que no quiero que nadie de la escuela de Tokio descubra aún...— Miro fijamente a su amiga— y es algo que mucho menos quiero que nadie de la sede ni de los clanes sepan...
—Ok esto ya me está asustando... ¿Utahime que está pasando?— contesto Shoko algo preocupada.
—Pero antes de que te lo diga — Utahime tomó la mano derecha de su mejor amiga, estaba helada tanto de los nervios como por su bebida—Prométeme que no se lo revelaras a nadie ni de Tokio ni de Kioto, por favor Shoko ... necesito que tanto me guardes este secreto que te voy a contar, pero al mismo tiempo necesito de tu ayuda...— tenía una gran cara larga. Parecía triste al decir todo aquello.
—Lo prometo — Shoko puso su mano sobre la mano de su mejor amiga para darle calidez y apoyo —Y más si eres tú quien me lo está pidiendo de este modo. Así como prometo hacer todo lo que este en mis manos para ayudarte.
—Muchas Gracias... y bueno... sucede que...— Utahime guardo un momento de silencio. Necesitaba un respiro.
En cambio, Shoko llevó su vaso de cerveza a sus labios para dar un trago más. Y sí que lo necesitaría para la noticia que su mejor amiga estaba por darle.
Utahime soltó la verdad.
—Maki está embarazada...
Aquella respuesta dejó boca abierta a Shoko. Sintió que la cerveza se le caería de la boca.
—¿Embarazada? ¿Maki está embarazada de Okkotsu? — repitió atónita.
Utahime afirmó con la cabeza. Sus labios se apretaron muy fuertemente para no llorar.
—Oh...— Shoko estaba un poco desconcertada que le tomo un segundo en lograr responder.—¿Dijiste que está embarazada?
—Si, eso dije... Maki está embarazada— repitió Utahime tratando de contener sus emociones. Su rostro estaba tenso.
—Y ¿Acaso Okkotsu se fue del país por este motivo? ¿Acaso por esto eso dos terminaron?— pregunto Shoko tratando de procesar lo que había escuchado.
Utahime negó con la cabeza y contesto algo molesta.
—Maki y Okkotsu Nunca terminaron su relación— Sus manos fueron de un lado a otro.
Continuó explicándole a su mejor amiga.
— Según lo que me contaron tanto Mai como Maki, Yuta ni siquiera se enteró del embarazo, porque el imbécil de Gojo lo sacó del país a las prisas —su voz sonaba cargada de furia, mientras su dedo golpeaba con fuerza la mesa.
—Y por cómo sucedió toda esta separación, tengo la sensación de que ese idiota los separó por alguna razón más profunda... como si estuviera tramando algo más —gruñó con frustración— Odio que ese maldito siempre haga las cosas a su manera.
En aquel instante, Shoko no comprendía muy bien del todo esa afirmación de su amiga. Pero tiempo después descubriría que Satoru también los separó por envidia a su relación.
La doctora bebió un poco más de su cerveza para aclarar su garganta y después hablo.—Si que esto es un caso serio. Y más que Maki apenas cumplió la mayoría de edad y con un bebé en camino, no será nada fácil y menos si está sola...— Sacó un cigarro de su cajetilla, lo encendió y empezó a fumar. Sus nervios necesitaban de aquella adicción.
—Son Dos...— Utahime respondió con pesar.
—¿Huh? ¿Dos qué? — pregunto Shoko con el cigarro en la boca.
Utahime bajo los hombros, bebió de su cerveza y rápidamente saco de su bolso el ultrasonido que Maki se había hecho para mostrárselo.
—En realidad Maki está esperando dos bebés— deslizó aquel ultrasonido sobre la mesa.
A Shoko se le fue el color del rostro. Aquella noticia de verdad la había impactado.
Tomo con su mano libre aquel eco mientras con la otra sujetaba su cigarro. Al cual dio un respiró más.
Después enfoco su vista en ese eco, el cual reviso con detenimiento, elevando lo un poco contra la luz sobre sus cabezas.
Esa imagen era una que nunca se sacaría de la cabeza.
—Claramente se ve que vienen dos bebés—soltó el humo hacia aquel eco.
—Aunque en mi opinión como médico, alcanzo a distinguir dos placentas.
—¡Dos bebés! ¡Y es su primer embarazo!— Utahime hizo una mueca por la situación y por el olor del tabaco—¿Qué les costaba tener abstinencia o mínimo pedirte condones?— dijo en una mezcla de molestia y angustia. Parecía una madre molesta por lo que había hecho su hija.
La doctora dio una inhalada más a su cigarro.—Quizás les ganó la calentura y en ese momento no iban a pensar en condones. O a no ser que este se haya roto. Las posibilidades son 50 a 50— explico.
Utahime soltó un ruido de molestia que después se convirtió en un lamentó.—¡Aun así, es muy joven para tener dos bebés! ¿Qué demonios va a hacer ella con dos bebés? ¡Dos pequeños que no tendrán un padre! ¡Dos pequeños que correrán demasiado peligro si el clan de su madre los descubre!
Shoko miró a su amiga con bastante calma, parecía que ya había asimilado aquella noticia.
—Aunque siendo realistas, la probabilidad de que alguna de esas dos quedara embarazada de gemelos era bastante alta, considerando que ellas mismas son gemelas— miro una vez más aquel eco, incluso sonrió al ver a esos dos pequeños —Y lograrlo a la primera y sin tratamiento médico, es hasta cierto punto como un milagro médico.
—Sea un milagro o no, siento que ella es bastante joven para tener esta responsabilidad, ¡Tan solo tiene 18 años! — Utahime se llevó las manos al rostro. Se veía bastante angustiada.
—¿Y bien? —Shoko dejó el cigarro en el cenicero de la mesa, permitiendo que se consumiera lentamente mientras seguía manipulando el ultrasonido entre sus manos —¿Cuántos meses tiene Maki de gestación? ¿Acaso ella ya tomo una decisión sobre si los va a conservar o los va a abortar? —preguntó con seriedad, clavando la mirada en su amiga—Al final, es ella quien debe decidir como la adulta que es sobre qué va a hacer con todo esto.
Utahime recupero su postura, se recargo en su asiento y su rostro miro hacia la lámpara arriba de sus cabezas, ahí donde el humo de aquel cigarro desaparecía.
—Este ultrasonido es de hace dos semanas atrás. Así que actualmente Maki ya debe tener más de doces semanas de gestación — llevó sus manos sobre su vientre —Incluso ya se le nota su pequeño vientre abultado — dijo ejemplificando con sus manos, subiendo y bajando sobre el de ella.
—Y Maki pues— Utahime respondió mientras bajaba los hombros en una exhalación profunda— ella ha decidido tenerlos.
—Si esa fue su decisión entonces solo nos queda apoyarla ¿No es así? —Shoko sonrió un poco y dio un trago a su cerveza.
—Así es, no queda de otra y por eso mismo te he llamado Shoko— se inclinó sobre su lugar.
— Porque quería preguntarte si conoces a algún ginecólogo que la pueda atender todo su embarazo, pero sobre todo también queremos mantenerlo en secreto lo más que podamos tanto para que ni la sede ni el clan Zenin los descubran, pero sobre todo queremos ocultarlo de estos últimos— Parecía bastante seria—Debemos esconder todo rastro de esos bebés para que no quieran reclamarlos como suyos o quieran eliminarlos...— suspiro, sus manos viajaron a los costados de su cabeza.
—Eso último sí que suena a que será todo un problema y más que estamos hablando de uno de los tres grandes clanes— dijo Shoko bajando los hombros y mirando a su mejor amiga, la cual se lamentaba bastante y parecía bastante preocupada por lo que estaba sucediendo.
Utahime dio un trago a su cerveza, sus mejillas apenas y estaban rojas de lo ebria que apenas se estaba poniendo.
—Me siento como una mala maestra...
—¿Y Por qué dices eso?— pregunto Shoko extrañada con esa respuesta. Sabía que está aún no estaba del todo borracha para decir esas cosas.
—Porque siento que era mi responsabilidad cuidar de todos ellos —sus manos se cerraron en puños sobre la mesa— Siento que era mi deber aconsejarlos, guiarlos por el buen camino. Y ahora, con Maki embarazada y con Okkotsu fuera del país por culpa de ese maldito de Satoru... siento que les he fallado como maestra.
Shoko miro con compasión a su amiga, como estaban sentadas la una frente de la otra, le tomo de ambas manos para consolarla.
—Para nada eres una mala maestra. Al contrario, eres una buena maestra y eso se demuestra en que tanto Mai como Maki te tuvieron la suficiente confianza para contarte todo esto — apretó sus manos con fuerza —eso demuestra que ellas te consideran alguien en quien pueden confiar sin importar que.
Utahime soltó unas lágrimas por esas palabras.
—Gracias Shoko... aun así siento que es mi deber como mujer y como hechicera el ayudarlas con esta situación.
Shoko le soltó ambas manos —Y ¿Cómo has pensado en ayudarlas?— pregunto antes de darle una última inhalada a su cigarro antes de que terminara de consumirse.
Utahime seco sus lágrimas con el dorso de su mano derecha—Bueno...— Tomó un largo y profundo respiro para tratar de tranquilizarse— Para eso también he pensado en traerme a Maki a vivir conmigo aquí a Kioto mientras nacen los bebés y como quiero apoyarla en todo, lo primero es buscarle un médico que pueda atenderla y más que un embarazo gemelar no es fácil— miro fijamente a su mejor amiga —Por eso quiero saber si tu conoces a alguno.
Shoko tenía una gran sonrisa en el rostro —Tengo una conocida que podría monitorearla toda la gestación, así como también ayudarnos a guardar el secreto y más ahora que ya te vas a convertir en abuela.
—¡Oye! ¡No estoy tan vieja!— Utahime respondió en un puchero.
—No lo eres, pero te estas comportando como si fueras la madre de esas dos— Shoko miro como su cigarro estaba a punto de consumirse en aquel cenicero.
—Y te apuesto lo que quieras a que tú te estas preocupando más de lo que haría su verdadera madre.
Utahime sonrío levemente —Tienes razón... quiero bastante a todos mis alumnos como si fueran mis hijos...
—Y aun así, tu serias una excelente madre — Shoko tomo la mano de su mejor amiga —Y ya lo estás demostrando, simplemente con querer ayudar a esas dos. Y Se que ya se te ocurrirá un plan para todo lo que venga una vez esos dos pequeños nazcan. Pero por lo pronto, debemos apoyarlas en lo que este en nuestras manos, así como debemos guardar este secreto de todos.
Utahime sonrió por ese comentario y por el apoyo que Shoko le estaba dando, sabía que podía confiar en ella.
Aunque en el fondo anhelaba tener un hijo propio. Pero en este momento, sólo quería ayudar a esas dos.
—Muchas gracias por todo Shoko. Contigo a mi lado sé que podemos ayudarlas y de paso, salvar a esos dos bebés de las garras de la sede y de su clan.
—No estás sola en esto. Me tienes a mi como tía abuela de esos dos bebés para apoyarte en esta nueva etapa— respondió Shoko con una serena sonrisa.
La maestra tomo aquel ultrasonido y lo miro con detenimiento.
—Y hablando de estos dos bebés, Yo digo que serán dos niñas al igual que Maki y Mai— dijo con ternura.
Shoko terminó de beber su cerveza.
—¿Tú lo crees?
—Lo creo, es más hasta me atrevo a apostar una ronda de cervezas y un gran plato de edamame y Karaage a que serán niñas— dijo Utahime dándole un gran trago a su cerveza, casi terminándosela de golpe.
Shoko sonrió por aquella apuesta, le gustaba ver a su amiga más animada. Se levanto, se sentó al lado de Utahime y apoyo su cabeza en el hombro de esta. Mientras juntas veían aquel ultrasonido.
—Yo apuesto a que serán Mellizos.
—¿Mellizos?— Utahime elevo una ceja ante la respuesta de Shoko.
—Si. Algo me dice que son una niña y un niño— apunto a esos dos en el ultrasonido.
—¡No hagas trampa con tus conocimientos médicos! — Utahime movió su dedo índice como si estuviera llamándole la atención. — Aun así, sean dos niñas o dos niños o una niña y un niño, me encargare de cuidarlos. Tanto a esos dos como a Maki y a Mai— miro con una leve sonrisa aquel eco.
Shoko río por ese comentario y después miro con admiración a su mejor amiga.
—Yo sé que serás la mejor abuela del mundo para esos dos.
—Y yo sé que tu estarás ahí para recordarme lo — contesto Utahime con una gran sonrisa, antes de hundirse en una linda risa provocada por la cerveza.—¡Voy a ser abuela!
Realmente Utahime se veía feliz por todo eso. Lástima que esa felicidad no duraría demasiado, así como aquel cigarro, el cual se terminó de consumir rápidamente.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
Regresando al presente.
Shoko suspiro. Observando como el cigarro que había puesto a su lado se había consumido por completo, como aquellos efímeros momentos de felicidad.
Siempre que fumaba, prendía un cigarro más y lo ponía a su lado para recordar los buenos momentos y en especial para recordar a la anterior Utahime. Aquella que odiaba el olor al cigarrillo. Aquella que era su mejor amiga.
—Definitivamente ella hubiera estado feliz con esos dos pequeños— dijo dándole un último respiro al cigarro entre sus dedos— Se que suena desgarrador, pero yo aún conservo la esperanza de que esta recupere la memoria y vayamos a cobrar esa apuesta.
Yuta sonrió al escuchar aquello que le había contado la doctora. —Aún queda la esperanza. Y más que yo también debo darle las gracias a Utahime sensei por todo lo que hizo por Maki y mis hijos.
—Y más que dicen que la esperanza muere al último — respondió Shoko mirando hacia Gojo y Yoshio, quienes ahora estaban de nuevo jugando con la pelota.
Aun así, Yuta debía aprovechar para preguntar algunas dudas más que tenía sobre todo lo ocurrido de hace siete años atrás.
—Ieiri san puedo preguntarte algo...
—Claro, adelante Okkotsu— Inhalo lo poco que quedaba de su cigarro.
—Puedo preguntar ¿Qué más sucedió contigo y los demás hace siete años atrás después del ataque contra Utahime sensei? — cuestiono mirando a la doctora — Note que pareciera que Satoru no quería tocar ese tema tampoco durante la comida.
Shoko soltó el humo de su cigarro. Tomo un respiro y contestó aquello sin dejar de mirar a Okkotsu.
—Sucede que después de todo lo ocurrido con Utahime y de enterarnos de que ella estaba embarazada, Satoru entró en una especie de obsesión por querer controlar todo a su alrededor, esa obsesión llego al grado de tomar el mando por encima del director Yaga en ese tiempo. Se puso tan maniático que eso lo llevó a sospechar que quizás todos estaban en su contra. Incluida yo.
—¿Pero? ¿Por qué hizo eso?— cuestiono Yuta con demasiada incertidumbre.
—Dime Okkotsu— Shoko apago en el barandal lo que le quedaba de su cigarro — ¿Tú no hubieras hecho lo mismo si Maki hubiera sido quien entrara en coma tras un brutal ataque como ese?— dijo sin despegar la vista del invitado.
Okkotsu guardo silencio por esa pregunta. La respuesta era simple; Él hubiera hecho lo mismo.
Shoko siguió explicando —Cuando el amor se vuelve obsesión y dejas de lado a los demás, te conviertes en un peligro no solo para los de tu alrededor sino también para ti mismo. Satoru estaba a punto de cometer más locuras— hizo una pequeña pausa —Eso hasta que intervino Tsukumo san.
Yuta elevo una ceja al escuchar aquello. Había decidido hacerse el sorprendido.
—¿Tsukumo intervino en todo esto?
—Si, así fue— barrio las cenizas del cigarro con su mano— al final ella fue la única que pudo convencer a Satoru para que pusiera los pies en la tierra y no cometiera más idioteces.
— ¿Cómo sucedió eso? ¿Acaso, ellos dos hablaron de algo importante?— pregunto Yuta con demasiado interés.
Shoko saco un cigarro más de su cajetilla.
—No sé muy bien todos los detalles, pero sí sé que tuvieron una plática muy acalorada— puso el cigarro en su boca y busco su encendedor —Sabes que dos grados especiales en una misma habitación siempre son de temer— lo encendió— Así se sentía aquella vez cuando esos dos hablaron a puerta cerrada por horas. Satoru nunca ha querido contarme los detalles de esa platica, pero supongo que por el acuerdo al que llegaron, debió tratarse de algún tipo de voto vinculante por igual. Aunque me alegra que tus amigos y tus hijos hayan podido salir de aquí. Si se hubieran quedado, lo más seguro es que hubieran sufrido demasiado.
Yuta parecía que se quedaría con aquella misma duda sobre la plática entre Yuki y Gojo y en que acordaron para que dejara libre a sus amigos.
—Supongo que debió ser algo muy difícil para todos ¿No es así?
Shoko movió un poco los hombros—Y sí que lo fue. Fue muy complicado para todos nosotros y más cuando te hacen la pregunta de "¿Te quedas o te vas?" Aun sabiendo las implicaciones que cada decisión podría tener en tu vida de ahora en adelante — fumo un poco más.
Soltó el humo hacia arriba.
—Con todos tus amigos y compañeros no hubo elección, ellos debían irse si o si porque ese fue el trato con Tsukumo. Pero en cambio, hubo otros que nos quedamos por decisión propia — dijo aquello, mientras miraba a Ijichi a la distancia, quien estaba instruyendo a otros sirvientes en aquel momento.
Desde el kiosko era posible ver parte del interior de esa lujosa residencia.
—Perdón que lo pregunte, pero ¿Por qué usted y el señor Ijichi se quedaron en la sede? ¿Acaso no era más fácil irse como lo hicieron todos los demás?— pregunto Yuta con curiosidad disfrazada de seriedad.
Shoko relajo los hombros mientras sus brazos seguían recargados en el barandal.
—Lo hicimos por nuestros amigos.— Miro a Yuta— En mi caso no quería despegarme de Utahime y de su hijo. Así como Ijichi no quería dejarme sola a mí. Esto es porque ambos tenemos a alguien a quien proteger — Repitió las palabras que había dicho Satoru.
—Resultando así que solo nosotros dos nos quedamos con ellos tres— suspiro con un toque de nostalgia — Mientras todos los demás se fueron.
—¿Y ha sabido, aunque sea algo de todos sus compañeros después de estos siete años?
—De Nanami escuché que se casó con una panadera y ahora vive feliz en Malasia, Yaga se retiró y se llevó al campo a Panda y a todas sus marionetas consigo, Kusakabe no dudo en irse así que sospecho que él debe haber hecho una vida simple por ahí, Ino también se fue por recomendación de Nanami, y en el caso de Mei Mei, curiosamente ella huyo cuando todo este caos inició.... así que prácticamente todos los demás se fueron y solo nos quedamos Ijichi y yo... el asistente que sabe todo de este mundo y la médico que solo puede curar a este personal...— fumo— Así que si nosotros dos nos íbamos, el mundo de Gojo y Utahime colapsaría...
Yuta suspiro por esa respuesta. No se imaginaba que todos tuvieran alguien a quien proteger y Shoko se quedó simplemente por Utahime y su hijo, mientras que Ijichi se quedó por ella.
Shoko exhalo el humo de su cigarro—¿Y tú como te sientes con todo esto Okkotsu?
Yuta tenso los hombros mientras seguía mirando a Gojo y a Yoshio jugar a la distancia—Me siento confundido la verdad. Hay tanto que procesar...
—Se que esto que estás viendo y escuchando no es fácil, así como sé que tampoco es fácil para ti el perdonarnos por todo lo que te hemos hecho pasar tanto a ti, como a Maki y a tus hijos... —Shoko también miro hacia su amigo y su sobrino.
—Pero quizás, solo quizás... este pueda ser un nuevo comienzo para todos...
Yuta guardo silencio ante tal respuesta, realmente sentía que no podía perdonarlos del todo.
Ambos guardaron unos minutos de silencio, el cual fue roto por Shoko una vez estaba a punto de terminar su segundo cigarro.
—Por cierto Okkotsu, ¿Ahora yo puedo preguntarte algo?
—Adelante, Ieiri san.
Fumo.
—Estando en Kioto ¿No te has topado con Mei Mei o con Tsukumo? Realmente no hemos sabido nada de ellas desde hace siete años...— Shoko tenía sus sospechas de esas dos mujeres. Sobre todo, porque de ellas si no se sabía nada.
Yuta mintió negando con la cabeza.
—No he visto a ninguna de ellas dos.
Shoko exhalo, notando como este hechicero parecía estar diciendo la verdad.
—Entiendo…— Fumo una vez más —De todos modos, Okkotsu ten cuidado.
—¿De qué debería tener cuidado?— pregunto Yuta algo confundido.
—Hablo del caso que estas llevando...
—¿Del Asesino de hechiceros?— Pregunto Yuta en voz baja.
—Si, hablo de ese caso. Algo me dice que debes tener mucho cuidado con quien te alias para atrapar a dicho asesino... y más que este mundo de la hechicería, los aliados pueden resultar ser tus verdaderos enemigos...— Dijo aquello mirando fijamente aquella escena familiar.
Aquellas palabras dejaron muy pensativo a Yuta. No era la primera persona que se lo decía. Y quizás ahora podía entender con mayor claridad, que también debía cuidarse de la sede. En especial de Gojo.
Ambos siguieron observando en silencio desde el kiosko lo que pasaba en aquel jardín. Donde Gojo seguía jugando con Yoshio, eso hasta que por una de las salidas de la residencia, apareció Utahime acompañada de unos sirvientes.
Aquella mujer parecía aun algo adormilada, en cambio, su hijo corrió a abrazarla.
Esa escena que veía Okkotsu frente a sus ojos, de verdad le daba celos combinados con furia pura.
El solo ver como Satoru abrazaba a su esposa por la espalda y el cómo le besaba con demasiado amor, mientras el hijo de estos corría a su alrededor y se abrazaba a ellos, le daba celos... celos de que él no pudo hacer una vida como esa durante siete años a lado de Maki y sus hijos, quienes desgraciadamente solo lo veían como un amigo...
Aquella escena le revolvió el estómago, incluso sus manos se hicieron puños a sus costados.
—A veces creo que lo mejor simplemente hubiera sido no saber nada o perder la memoria para no sufrir de esta manera...— dijo entre dientes.
Shoko suspiro al escuchar lo que el invitado dijo mientras veían aquella escena.
—Okkotsu...— lo nombro con una fina voz.
Aquel hechicero giro levemente su cabeza hacia ella.
—Se cómo te sientes y créeme, también a mí se me hace injusto que tu no tengas a tu familia en este momento... sobre todo porque este idiota no supo actuar de buena manera...—Explicó viendo de nuevo a su amigo a la distancia.
—Aun así — regreso su vista a Yuta —Deseo de todo corazón que de ahora en adelante puedas disfrutar de la compañía de tus hijos y los puedas ver crecer, así como también deseo que puedas recuperar el tiempo perdido... — parecía más una bendición que una maldición.
—Gracias...
Shoko siguió mirando a al invitado con seriedad mientras seguía hablando.
—Y también ten en cuenta que...— humedeció un poco sus labios.
—A veces el no tener memoria o no saber la verdad trae más consecuencias que ventajas... porque esa "vida" que te hacían creer se puede convertir en una pesadilla al despertar...— Miro fijamente a Utahime.
Okkotsu comprendió lo que quería decir esa doctora con esas palabras.
Sabía que en el caso en que Utahime recuperará la memoria... ella podría sufrir con aquella realidad en la que vivió engañada durante siete años.
Shoko siguió hablando—Y Cuando vuelvas a ver a Maki, dile de mi parte que siempre pedí al cielo por ella y por sus bebés. Y más que ahora que sé que sobrevivió, dile que me siento orgullosa de ella, igual Utahime estaría muy orgullosa de ella por ser la mujer que es hoy en día.
Yuta afirmó con la cabeza.
—Yo se lo diré— dijo con una sonrisa.
—Gracias Okkotsu...— suspiro. —Igual, no dudes en hablarme si necesitaras ayuda con algún término médico para este caso o simplemente necesitas hablar con alguien— sonrió levemente.— O incluso si necesitas ayuda sobre algo médico de tus hijos.
—Muchas gracias Ieiri san. Si llegara a necesitar consulta, te llamare — respondió Yuta con amabilidad.
—Igual espero algún día conocer a tus Mellizos.
—Yo sé que se llevarían muy bien. Y más que ambos son muy buenos niños— respondió Yuta todo orgulloso de sus hijos.
—Por cierto Okkotsu.
—¿Sí?
—¿Tus hijos ya desarrollaron o mostraron alguna técnica maldita? O ¿Acaso son niños con energía maldita?— pregunto la doctora con curiosidad.
Yuta apretó un poco los labios. Prometió no hablar mucho de ellos en ese lugar. Pero en aquel instante sentía que podía confiar en aquella mujer.
—Aún no tienen técnica maldita y por el momento, ellos solamente pueden ver y percibir pequeñas maldiciones únicamente.
Shoko analizo aquello.
—Bueno, para la edad que tienen y por su mezcla tan particular de genes, si son niños bendecidos quizás y muy pronto desarrollen su técnica maldita.
—¿Y si eso no ocurre?— pregunto Yuta con preocupación.
La castaña le dedico una sonrisa serena.
—Si no llegara a pasar, entonces ellos podrían vivir una vida "normal"... aunque algo me dice que tus hijos podrían tener técnicas interesantes y más que son una combinación de dos grandes clanes.
Aquellas palabras dejaron sorprendido a Yuta. Una parte de él quería que sus hijos fueran niños normales. Pero, por otra parte, sentía que lo que decía Shoko era cierto. De una forma u otra, sus hijos eran descendientes de dos grandes clanes... y quizás él pronto sería líder de uno de ellos.
Yuta estaba tan perdido en sus pensamientos, que la voz de Yoshio fue quien lo saco de ellos.
—¡Tio Yuta! ¡Ven con nosotros!— se escuchó a Yoshio gritar en dirección del hechicero invitado.
Okkotsu suspiro, tenía un extraño presentimiento mientras veía a Gojo y a Yoshio a la distancia, en aquel momento sabía que no regresaría a Kioto en los próximos días, y más que aún había otro tema igual de importante que tratar con Satoru.
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Notes:
Espero les haya gustado.
Y díganme ¿Qué les pareció este capítulo? ¿Creen que Utahime hubiera amado mucho a Yurika y a Yuudai como una abuela?
¿Se imaginan a Maki y a Utahime embarazadas al mismo tiempo? Definitivamente hubiera sido una linda línea temporal ♥️ ambas conviviendo juntas bajo el mismo techo y esperando a los hijos de los hechiceros más fuertes.
Hubiera sido lindo que Yoshio hubiera convivido con Yurika y Yuudai desde bebés ♥️ Bueno eso puede ser trama para otro fic.
Ahora les tengo dos preguntas;
¿Ustedes Confían en Shoko? Y lo más importante ¿Ustedes confían aun en Gojo?Porque el siguiente capítulo este y Yuta tendrán una última platica, una donde les haré dudar de las buenas intenciones de este albino.
En fin, Estaré leyendo sus comentarios y teorías.
Se que varios de ustedes ya quieren leer de vuelta a los Mellizos y a Maki. Y en un capítulo más ellos ya estarán de vuelta.
Como dije, este fic será largo así que ya muy pronto vendrán las interacciones padre e hijos que tanto se merece Yuta con Yurika y Yuudai ♥️🙏🏻 solo tengan paciencia.
En fin, nos seguimos leyendo ♥️ y más que la siguiente semana tendremos el capítulo final del manga. A la vez estoy emocionada y a la vez tengo miedo. ¿Ustedes como creen que acabe este manga?
Bueno, nos seguimos leyendo pronto 🫶🏻
No se olviden seguirme en Instågrãm, allá estoy más activa y de paso, les tengo al tanto de las próximas actualizaciones ♥️
Pueden seguirme con el nombre de usuario @ Vera1794__ 👈🏻(Es doble guion bajo)
Chapter 24: 22. El Lider Que Todos Quieren Que Seas
Notes:
¡Hola a todos! Aquí viene Vera a dejarles un capítulo más de este fic.
Y más que aquí, conocerán un poco más de las intenciones de Gojo con Yuta.
Así que antes de continuar, Quiero que me contesten la siguiente pregunta:
¿Ustedes siguen confiando en Gojo Satoru?
Bueno, sin más Espero les guste ❤️
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
10:00 p.m.
La noche había caído en la residencia Gojo.
La lluvia caía con intensidad en ese instante, mientras Yuta se preparaba para discutir un tema más con Satoru.
—Pensé que te irías directamente a descansar a la habitación que te preparamos— comento Gojo, sentándose en uno de los lujosos sillones que tenían en aquella que era su oficina dentro de la residencia.
Aquel salón daba hacia el jardín principal, y por su gran y hermosa ventana tradicional se podía ver la lluvia nocturna caer contra el cristal.
—Es que hay algo importante que también quiero tratar contigo — comento Yuta con seriedad. Su rostro estaba bastante tenso.
Satoru suspiro.
—De acuerdo, hablemos—con su mano le pidió a Yuta que tomara asiento.
Después con un chasquido de sus dedos y una mirada casi asesina, ordeno al sirviente que los había acompañado que por favor les dejara hablar a solas.
—Con su permiso, mis señores— se despidió aquel sirviente en una gran reverencia, para después salir de ahí, cerrando la puerta con suma rapidez y alejándose a toda prisa de ese salón por el miedo que sentía hacia esos dos en aquel momento de hostilidad.
La tensión entre esos hechiceros era de nuevo demasiada pesada y asfixiante. Y tal cual como había dicho Shoko, dos hechiceros de categoría especial encerrados en una misma habitación era de temer y esa era la sensación que esos dos daban en aquel instante.
El silencio que reino por un momento, fue roto por aquel líder.
—¿Y bien? ¿Qué es eso tan importante que también quieres hablar? ¿Supongo que hay un motivo más por el cual viniste desde Kioto para hablar conmigo, no es así Okkotsu?— pregunto Satoru recargando su espalda en aquel sillón y elevando las piernas, subiéndolas sobre la mesita de té que estaba situada frente a ellos y que los separaba.
Yuta tomo un respiro profundo. Trataba de prepararse mentalmente para lo que iba a decir.
—Bueno, como debería comenzar esto...— llevo su mano a su barbilla por un momento.
—Dilo como mejor te salga— sugirió el anfitrión, moviendo con desinterés los hombros, subiendo los brazos al respaldo de aquel sillón.
—De acuerdo, vayamos al grano — Yuta lleno sus pulmones de aire y pregunto con seriedad. —Gojo sensei, ¿Realmente para que me trajiste de vuelta a Japón?— No despego la mirada de su anfitrión. —¿Acaso fue realmente para resolver este caso del asesino de hechiceros? O ¿Acaso se debe a algo más?
Satoru levanto una ceja—¿Como que a algo más? — pregunto con una pizca de intriga.
Yuta trato de tener paciencia mientras se explicaba.
—Me refiero a que si — soltó el aire con fuerza— ¿A que si es cierto que me vas a nombrar líder de este clan? O ¿Acaso también es un falso rumor? — pregunto sin más.
El albino chasqueo la lengua. Parecía que alguien se le había adelantado y le había arruinado la sorpresa.
—¡Agh! Creo saber quién fue el chismoso que te lo contó —suspiró con molestia, mientras bajaba las piernas de la mesa de té y enderezaba su postura. — Planeaba decírtelo más adelante, pero parece que un viejo borracho arruinó la sorpresa —estaba visiblemente fastidiado. —Bueno, al menos me ahorro el tener que explicártelo.
Yuta abrió con demasiada sorpresa sus ojos mientras Satoru seguía hablando.
—Pero si, digamos que el verdadero motivo por el que realmente te traje de vuelta a Japón, es por que efectivamente te nombraré como el siguiente líder del clan Gojo— Sobo el puente de su nariz.
—¡Pero! —Yuta parecía bastante sorprendido —Se supone que tanto usted como yo somos parientes lejanos, eso en teoría NO me hace un Gojo directamente, ¿Entonces por qué quieres nombrarme a mí como tu sucesor? — cuestiono Yuta con bastante seriedad, inclinándose un poco al frente de su lugar para mirar con atención a su anfitrión.
—Puede que no seamos parientes directos, pero compartimos un ancestro en común. Y como en teoría yo puedo elegir a mi sucesor a mi libre elección, he decidido que tú lo seas— Satoru dijo aquello sin perder la postura. Tenía una gran sonrisa en sus labios.
Yuta de verdad estaba impactado con esa respuesta —¡¿Pero por qué yo?! —Movió las manos de un lado a otro. —Siento que yo no tengo las cualidades para ser el líder que buscas...
—¡Claro que si las tienes! — Gojo elevo la voz y se inclinó un poco hacia el frente mientras seguía explicando el porqué de su elección.
—¡Tienes todo lo necesario para guiar a las personas en las peores situaciones! — movió sus manos con demasiada energía—¿Crees que no me di cuenta de todo lo que hiciste en el extranjero? — apunto hacia su invitado.
—¡Tú! ¡¿Así que tú siempre me estuviste vigilando?!— pregunto Yuta en un hilo de voz que reflejaba ofensa y al mismo tiempo desconfianza.
—¡Por supuesto que te estuve vigilando! —dijo Satoru mirándolo fijamente— Me enteré de primera mano de todo lo que hiciste en el extranjero— empezó a enumerar con sus dedos —Desde cómo salvaste a innumerables personas en distintas partes del mundo, hasta el cómo guiaste a otras tantas en diversas misiones. El cómo te dirigiste e hiciste contacto con líderes muy importantes de diferentes países, así cómo me entere que luchaste contra maldiciones de categorías desconocidas solo para salvar a diversos pueblos.
Y ni se diga de tus investigaciones sobre técnicas malditas nunca antes vistas en este país, así como también sobre la energía maldita en los hechiceros extranjeros y de la gran variedad de armas malditas que estos poseen— Una serena sonrisa apareció en sus labios.—Créeme Okkotsu, tu ida alrededor del mundo tuvo un motivo más profundo del que imaginas.
Satoru siguió explicando —Verte actuar en el extranjero me dejó muy en claro que tú eres mi digno sucesor a tus 26 años—Sonrió con orgullo, parecía un padre que estaba orgulloso de los logros de su hijo—Y ni se diga, eres un prodigio desde los 16 años. Y eso lo demostraste cuando en menos de un año aprendiste a usar la técnica maldita inversa, así como también que en menos de 3 meses lograste recuperar tu grado especial —le apunto —Y de paso, el simple hecho de que tengas más energía maldita que yo, aunque claro con sus muy leves defectos— critico muy a su manera— Todo eso te hace un digno sucesor mío y más que eres el segundo hechicero más fuerte de la actualidad solo por despues de mí— movió con alegría los brazos.—Todas esas acciones me abrieron los ojos a que tú puedes ser un gran líder para este clan una vez yo me retire.
Todo aquello dejo boca abierto a Yuta.
Pero eso último que Satoru dijo, saco a Okkotsu de su estupor —¿P-piensas Retirarte? ¿Entonces el sacarme del país solo fue parte de tu plan para que yo fuera tu sucesor?
—Así es, como dije mi plan inicial era sacarte a ti y a Maki del país para que mientras recorrían el mundo en su luna de miel, también te prepararas y entrenarás lo suficiente para cuándo llegará este momento.
El pecho de Satoru subió y bajo en un suspiro de alivio. Era la primera vez que hablaba de eso.
—Y sobre mi retiro. Si. Lo he llegado a pensar muchas veces. Sobre todo porque quiero pasar más tiempo con Yoshio y Utahime. Aunque...— se encogió de hombros y elevo un poco las manos—Admito que también una de las razones principales del porque te quiero nombrar a ti y no a Yoshio como próximo líder, es porque él todavía es un niño y no quiero ponerle esta carga tan pesada en sus hombros siendo tan pequeño como a mí me la pusieron en su momento— llevo sus manos a sus rodillas— Quizás cuando mi hijo cumpla los 18 años, podremos hacer el cambio de título y de paso, también podríamos por fin cambiarle el apellido a Gojo. Así podríamos presentarlo formalmente a la sociedad de hechicería como el hijo del gran Gojo Satoru— se alabó.
Yuta cruzo sus brazos sobre su pecho.
—¿Entonces esta es la otra razón del por qué Yoshio se apellida Iori y no Gojo?— pregunto con seriedad.
Satoru trono los dedos en señal de respuesta correcta
—Así es. Como te explique hace rato, decidimos ponerle el apellido Iori tanto para que no lo separaran de nosotros, como también lo hicimos por su seguridad — Recargo su espalda en el sofá una vez más.—Pero una vez Yoshio cumpla la mayoría de edad, se harán los trámites correspondientes, así tanto heredará el apellido Gojo como también el título para ser el líder de este clan— Sonrió enormemente —Pero mientras llega ese momento, sé que tu podrás hacerte cargo de todo esto.
Aquella respuesta pareció no agradarle nada a Yuta. Ya que soltó un ruido de total inconformidad.
—¿Qué sucede?— aquella actitud la noto Gojo—¿Sorprendido, cierto?
—Es solo que... todo esto es tan repentino...—Yuta paso sus manos por su cara y por su cabello. Estaba procesando toda esa información que había recibido.
—Como te dije, mi plan era decírtelo más adelante, pero las cosas no salieron como esperaba, o mejor dicho, tomaron un rumbo diferente —explicó Satoru— Perdón que te hayas enterado de esta manera.
Okkotsu sentía que aquellas disculpas sonaban falsas.
—Y ¿Yoshio ya sabe de esto?— pregunto fríamente.
—No— Satoru suspiro e hizo una mueca de fastidio por esa pregunta—Aun no lo sabe y no se lo diremos sino hasta más adelante, quizás hasta que entré a la escuela de hechicería, pero mientras llega ese día — junto un poco sus propias manos.
— Quiero cederte mi lugar como líder, para así poder llevarme a Utahime y a Yoshio lejos de Japón por un tiempo y pasar tiempo de calidad con ambos— sonrió enormemente —Algo así como unas largas vacaciones familiares que tanto necesitamos.
Yuta refunfuño con demasiada molestia.
—Realmente no estoy de acuerdo con esto...— enderezó la espalda, tenía una postura de total seriedad.
—¿Eh?— Satoru elevo una ceja— ¿Y por qué no? ¿Qué acaso ser jefe de este clan te disgusta a pesar de los beneficios que obtendrás?
—Más que beneficios siento que solo me traerían más problemas. —Se dirigió seriamente hacia su anfitrión —Ser líder de un clan de renombre como este no suena a una tarea fácil...
—Eso es cierto, pero tampoco es imposible. ¡Solo mírame a mí! — Satoru se apuntó a si mismo con una gran sonrisa— He sido el líder que todos esperaban que fuera hasta cierto punto—después hizo un pequeño puchero —sí, admito que hice algunas cosas de más y otras un poco mal— sonrió —pero al final he sido un buen líder y yo sé que tú también lo serás. Claro, eso hasta que Yoshio esté listo para tomar el mando —agregó con tono malicioso— Aunque quién sabe si cuando tu pruebes las mieles del poder no quieras soltar el tarro y compartir la miel cuando te llegue el momento de ceder tu puesto—soltó una leve carcajada ante la divertida comparación entre el liderazgo y la miel.
—Más bien lo siento como si me estuvieras usando de distracción mientras tu disfrutas de tus vacaciones familiares— comento Yuta con seriedad total.
El líder suspiró ante tal respuesta.
—Hasta cierto punto podría decirse que si quiero usarte como distracción, pero por una buena causa — comento sin toque de culpa —Aunque con tu técnica y tu rango, obviamente serias un líder muy respetado y hasta quizás temido. Algo me dice que hasta podrías hacer un mejor trabajo que yo. Aun así, quienes estén en tu contra podrías solamente mandarlos a eliminar.— Sonrió maliciosamente —A no ser que tú los elimines con tus propias manos.
—Pero eso no sería ser un líder... sino sería ser más un dictador...
—Okkotsu— la voz de Satoru lo nombro con total molestia. Le estaba desesperando su actitud.
—A veces se gana el respeto de los demás siendo más fuerte que todos ellos. Y eso es algo que sé que tú puedes llevar a cabo a la perfección.
Yuta suspiro y llevo sus codos a sus rodillas y cubrió su boca con sus manos. Estaba entre la espada y la pared.
Satoru siguió hablando.
—Además, actualmente tenemos muy buenos tratos con el clan Kamo. Y Noritoshi siendo alguien igual de joven que tú, es más que obvio que podrán guiar a este mundo de la hechicería de mejor manera ahora que los altos mandos no están.
—Aun así esto no me convence del todo...— dijo Yuta quitando sus manos de su boca.
—Velo de este modo— dijo Satoru moviendo sus manos —Si decides ser mi heredero, como líder podrás tener los privilegios que tengo, como el tomar decisiones basadas en tus criterios y beneficios, como también tendrás a toda la servidumbre tanto de esta casa como de la sede a tu servicio. Así mismo también tendrías una buena fortuna sumada a la que ya has hecho en el extranjero que podrás gastar en lo que quieras y sobre todo, tendrás el respeto de todos los demás hechiceros porque es más que obvio que tu como líder, impondrías más que yo— sonrió.
Yuta parecía analizar todo eso. Bajo los hombros. Había algunas cuestiones más que quería saber sobre aquella propuesta.
—¿Hay algún otro requisito que debo cumplir para ser líder?
—Me alegra que lo preguntes, veo que ya te estas interesando en esto. —Comento Satoru con una gran sonrisa.
—Bueno, quizás el único requisito que se te pedirá después de unos años en el poder, será el de tener un hijo o nombrar a un siguiente heredero que lidere el clan después de ti.— Trono los dedos.
— Pero para cuando llegue el momento de que te toque nombrar a tu sucesor, para ese momento, Yoshio ya será mayor de edad y así, tu podrás nombrarlo a él como el siguiente líder del clan Gojo. ¿Acaso no te agrada mi plan? Aunque— se llevó la mano a la barbilla— podríamos reducir la espera para nombrar a Yoshio a cuando este cumpla como mínimo 16 años.
Yuta parecía bastante pensativo con ese requisito que dijo Gojo. De nuevo, sus manos fueron a su mandíbula.
—¿Qué sucede? Ahora luces bastante pensativo.
—Es solo que me acaba de surgir algunas preguntas más...
—¿Y esas son?
Yuta tomo un respiro profundo antes de contestar a eso.
—Si yo llegase a aceptar ser líder de este clan ¿Acaso podre traerme a Maki y a mis hijos a vivir aquí? ¿Acaso podre casarme con ella? Pero sobre todo ¿Podre reconocer a Yurika y a Yuudai como mis hijos al grado de que estos puedan llevar mi apellido y que ellos sean candidatos para ser el próximo líder de este clan?
Satoru apretó los labios. Sabía que Yuta le preguntaría eso.
Suspiro y contestó tajantemente —No. Me temo que no podrás hacer ninguna de esas tres cosas.
—¿Que? ¡Pero! ¿Por qué no?— pregunto Yuta exaltado por esa respuesta —¡Si se supone que yo seré libre de elegir algunas cosas! ¿Por qué no puedo hacer nada de eso?
El albino negó con la cabeza.
—No, no puedes reconocerlos como tus hijos y tampoco casarte con Maki y te diré el porqué.
Yuta le miraba furioso, mientras Satoru empezaba a explicar.
—Veras Okkotsu. No puedes casarte con Maki en primera porque se supone que ella "está muerta" y si llegas a traerla a esta residencia solo la meterías en problemas. Imagina que la sede o su clan descubran que no está muerta como nos hizo creer por siete años ¿Qué castigo crees que le darán? — paso su dedo índice por su cuello, haciendo una clara referencia al fin que le esperaría a ella.
—Bueno, no solo a ella le darían ese castigo, sino que a todos tus amigos se lo darían por igual por estar escondiéndola por tantos años.
Después sonrió con picardía.
—Aunque la única opción que se me viene a la cabeza para que tu estés cerca de Maki y la puedas seguir frecuentando una vez seas líder, es que a ella la conviertas en tu amante. Desde la antigüedad esta es una práctica común que muchos líderes hacen para frecuentar y mantener cerca a sus amoríos secretos y a sus concubinas— Parecía que Satoru sabía bastante de este tema.
—¡Yo no quiero tratar a Maki como mi amante! ¡No sería justo para ella!— Yuta se frustró más al escuchar todo aquello.
—¡Bueno! ¿Y qué hay de mis hijos? ¿Acaso puedo darles mi apellido? ¿Acaso Podre nombrarlos a ellos como mis sucesores?
—En primera Okkotsu respóndeme algo. ¿Acaso esos niños ya saben que tú eres su verdadero padre?— pregunto Satoru con seriedad, mirándolo de frente.
Yuta de nuevo bajo los hombros.
—No... aun no lo saben...— bajo también la mirada ante tal cuestión que le dolía demasiado.
—Y en segunda— Satoru siguió explicando.
—Lo mejor será que no lo sepan si es que de verdad quieres protegerlos. En especial porque si llegaras a darles tu apellido, es más que obvio que todos los demás clanes te harán rendir cuentas sobre de donde salieron dichos niños y una vez descubran que ellos son tus hijos ilegítimos con Maki, es más que obvio que los Zenin no se quedarán con los brazos cruzados y quizás querrán reclamarlos como suyos si es que ambos han heredado buenas técnicas... bueno, aunque en el peor de los casos quizás los quieran muertos...
Yuta se puso de pie rápidamente.
—¡Eso no lo permitiré! — Estaba bastante furioso —¿Y qué? ¿Acaso el clan Gojo no podría hacer nada por proteger a mis hijos, a Maki y a todos mis amigos? ¡¿Entonces que maldito beneficio tiene ser líder de este maldito clan si no me ayudarán a proteger lo que más quiero en este jodido mundo?!— grito.
Satoru lo miro seriamente. Estaba bastante tranquilo a pesar de que el aura pesada de Yuta estaba inundando la sala.
—La mejor protección que podemos darles es simplemente dejar que las cosas sigan como están con ellos escondidos.
Movió las manos mientras seguía explicando.
—Además ese había sido mi trato con Tsukumo a cambio de la libertad de todos ellos, ni yo ni nadie de la academia los íbamos a investigar ni a buscar y mucho menos nos íbamos a involucrar en sus vidas. Y así lo hicimos por siete años, les perdimos la pista únicamente para protegerlos a todos, así como también destruimos toda la información sobre ellos— suspiro —Bueno, casi toda porque hubo algunos papeles que se conservaron de puro "milagro" como el acta de defunción de Maki y ese reporte médico del nacimiento de tus hijos.
Los puños de Yuta temblaron de coraje.
Satoru noto aquella molestia en su invitado, aun así, la voz de este se llenó de una pizca de curiosidad ya que una opción más cruzo rápidamente por su cabeza.
—A no ser que...— llevo su dedo índice a su barbilla. Sus ojos brillaron diabólicamente.
—¿A no ser que? — el invitado repitió esas palabras.
—¡A no ser que yo adopte a tus hijos!— comento Satoru con una gran sonrisa que iba de oreja a oreja.
—¡DE NINGUNA MANERA DEJARÉ QUE TU TENGAS A MIS HIJOS Y ME ARREBATES LA OPORTUNIDAD DE CONVIVIR CON ELLOS! ¡YA ME PRIVASTE DE ESA OPORTUNIDAD POR CASI SIETE AÑOS!— grito Yuta con tanta furia.
Ahora entendía porque Satoru le preguntó varias cosas de sus hijos horas atrás y el porqué dijo aquellas palabras sobre los mellizos en la sociedad de hechicería. Sus hijos ahora parecían ser un premio doble que cualquiera quisiera obtener.
Satoru siguió explicando —Créeme Okkotsu, tus opciones son limitadas. Y la mejor opción sería que yo los adopte. Estando bajo mi cuidado estarán a salvo y quizás hasta estarían en mejores manos.
—No... realmente no quiero eso...y más cuando horas atrás hablaste de ellos como si fueran un premio que cualquiera quisiera tener por la rareza de su nacimiento y tampoco puedo romperle el corazón a Maki de esta forma... separarla a ella de nuestros hijos solamente la mataría...— comento Yuta volviendo a tomar asiento, estaba decepcionado de todo aquello.
Satoru miro fijamente a su invitado
—Bueno, Si decides que yo no adopte a tus hijos, lo respetaré. Aun así esta oferta de adopción estará en pie por si tu o Maki quisieran proteger a sus hijos bajo mi cuidado.
Ahora advirtió apuntándole con seriedad y con voz firme.
—Pero solo ten presente que, en este momento, la mejor opción que tienes para proteger tanto a tus hijos, como a Maki y a todos los demás, es que todo siga el curso como esta. Que todo permanezca en paz sin mover ni una pieza para que sigan viviendo su vida en completa tranquilidad.
Yuta llevo sus manos a su rostro.
—Todo esto es muy injusto...
—Lo es. Pero si vas a ser un líder, especialmente de este clan, es inevitable que debas renunciar a muchas cosas, ya sea para conservar tu posición o para proteger a tus seres queridos — respondió Satoru con frialdad.
—Entonces si así serán las cosas... — adoptó una postura firme— Yo no quiero este puesto... no quiero ser el líder que tu o los demás desean que sea— respondió Yuta, regresando su vista hacia su anfitrión con total seriedad. Había odio en su mirada.
Satoru suspiro.
—No es cuestión de que quieras o no, Okkotsu. Yo ya he tomado una decisión y esa es que quiero que tu seas mi sucesor.
—¿Y si me niego?— pregunto Yuta con frialdad.
—Créeme, será mejor que colabores— su tono fue frío y amenazante —Es preferible tener al clan Gojo como aliado que, como enemigo, especialmente si el clan Zenin decide inmiscuirse en tu vida— advirtió Satoru sin apartar la mirada de ese hechicero invitado.
Yuta soltó el aire demasiado molesto mientras se recargaba en su lugar.
Que irónica era la vida. Ahora que había dado con Maki, con Yurika y con Yuudai no quería salir de aquel país. Yuta ya tenía un motivo para quedarse. Pero no quería cargar con una responsabilidad que no le correspondía, como esta de ser el líder de un clan donde él no pertenecía.
Satoru siguió hablando.
—Así que tu tarea principal por este momento es si o si debes atrapar a ese asesino para que tanto dejes tu nombre en alto, como para que yo pueda buscarte alguna otra alternativa para que estés cerca de Maki y de tus hijos... — sonaba un tanto compasivo.
—Se que debe de haber alguna otra alternativa que mínimo te permita estar con ellos sin que descuides tu puesto como el próximo líder de este clan.
—¿No vas a desistir de esta idea? ¿Cierto?— cuestiono Yuta con fastidio.
—Nup. No voy a desistir hasta que te conviertas en el líder que yo y todos los demás queremos que seas.
—¿Y si renuncio al caso del asesino de hechiceros?— Preguntó Okkotsu con molestia.
—No me quedará de otra que regresar te al extranjero sin oportunidad de ver por última vez a tu familia y estando lejos de este país, no te dejare tener noticias de ellos por el resto de tu vida— añadió con crueldad.
Yuta se sentía contra la espada y la pared. Amenazado por aquel que era su maestro. Parecía que tanto las palabras de Tsukumo como de Shoko tenían más lógica en ese momento. No podía confiar en aquel que se supone "era su aliado" principal.
Yuta estaba destrozado.
—¿No tengo más alternativas?— pregunto con una voz llena de derrota.
—En este punto solo tienes dos opciones. Así que; o atrapas al asesino rápidamente y te conviertes en el líder de este clan lo más pronto posible o...—su sonrisa era muy grande mientras movía su mano de derecha a izquierda mientras daba sus opciones.
—¿O?— Yuta lo miro con desconfianza. Sabía que ese hombre planeaba algo más.
Satoru continuo explicando su punto.
—O Atrasas lo más que puedas el atrapar a ese asesino para que así puedas pasar más tiempo con Maki y tus hijos, aunque eso signifique detener toda la investigación y frenar los avances —se encogió de hombros— Aunque claro, elegir esta opción, sólo condenaría a más hechiceros a morir a manos de ese criminal— se inclinó sobre su lugar mientras levantaba dos dedos de su mano derecha.
— Aun así, esta segunda opción es la que te daría más tiempo para estar con tu recién encontrada familia— se volvió a recargar en su lugar.
—Pero en ambas opciones si o si deberás atrapar al asesino, solo así dejaras tu nombre en alto porque toda la sociedad de hechicería tiene los ojos puestos sobre ti— le señaló.
Yuta suspiro por las dos opciones.
Si capturaba pronto al asesino, asumiría el cargo del líder del clan Gojo de inmediato y sería alejado de Maki y sus hijos sin más opción.
Pero si decidía ignorar el caso por un rato, podría pasar más tiempo con ellos. Sin embargo, no podía permitirse dejar libre a ese asesino por mucho tiempo, hacerlo solo pondría en riesgo la vida de más hechiceros.
Realmente Okkotsu estaba en un dilema. Uno que de verdad, lo tenía entre la espada y la pared. Entre su felicidad y el equilibrio de la sociedad de hechicería.
—¿Y bien, Yuta? ¿Ya has tomado una decisión?— Satoru lo miró fijamente —¿Vas a aceptar ser mi sucesor de una vez por todas? ¿Capturarás pronto a ese asesino o seguirás postergándolo? — sonrió — No olvides que también te estoy ofreciendo la opción de adoptar a tus hijos a cambio de su seguridad...
—Yo... — Yuta bajo la mirada —debo pensarlo...— su voz sonó muy apagada.
—Decidas lo que decidas házmelo saber de inmediato ¿De acuerdo? Aun así, espero que tengas libres los próximos días, porque tengo algunos planes que te incluyen a ti aquí en Tokio —Satoru esbozó una leve sonrisa, de esas que siempre acompañaban sus victorias cuando se salía con la suya.
Yuta suspiro por esas palabras. Su presentimiento sobre que no regresaría a Kioto pronto para estar con sus hijos y con Maki se hizo realidad —Ok— soltó secamente.
—De todos modos Okkotsu deberías ir a tomar un baño y de ahí a descansar, este día fue bastante agotador — dijo Satoru poniéndose de pie y moviendo los hombros —En serio, hacía años que no peleaba de esta manera contra alguien. Y la edad parece que ya me está pasando factura.
Yuta se puso de pie también.—Creo que te tomaré la palabra con eso de darme un baño e ir a descansar. Ayer tampoco dormí mucho que digamos...
—¿Y eso fue por algo en especial? O mejor dicho ¿Fue por alguien en particular?— pregunto Satoru con picardía. Presentía que Yuta había pasado la noche con alguien muy especial.
El invitado solo trago saliva y desvío la mirada para que su sonrojo no lo delatara.
—Simplemente sigue siendo por el jetlag... aun no me acostumbro al jodido horario de este país...— mintió.
Satoru noto esa mentira, sabía que su desvelo quizás tenía nombre de una mujer que el conocía bastante bien, una ex alumna suya, pero decidió no indagar más en eso.
—Bueno, Si ya no hay más que decir, puedes retirarte.
—Gracias— el invitado hizo una reverencia y después se acercó a la puerta, la cual fue abriendo lentamente.
—Por cierto, Okkotsu...— comento Satoru antes de que Yuta saliera de ahí.
—¿Sí?
El anfitrión tenía un rostro serio
— Estando en la residencia Zenin, ¿Te topaste con alguien más además del insoportable de Naoya y del viejo borracho de Naobito?
Yuta recordó a Mai, pero decidió seguir guardando lo poco que habló con ella así como su carta.
Este negó con la cabeza.
—Solamente me tope con ellos dos y los sirvientes — mintió un poco. Contesto con tal firmeza que parecía haber engañado a su anfitrión.
—Entiendo— Satoru suspiro de cansancio y una sonrisa apareció— Bien, es momento de ir a descansar... pero no te olvides de darme una respuesta a mis propuestas ¿De acuerdo?
Yuta suspiro.
—De acuerdo...
En los próximos días, Yuta tendría que tomar una decisión. Una que podría cambiar el curso de su vida, así como de la vida de sus hijos y de su amada Maki.
◈ ━━━━ ♡ ━━━━ ◈
Notes:
Espero les haya gustado
Y díganme ¿Qué les está pareciendo la historia?
Ahora después de leer todo esto les hago la misma pregunta que les hice en un inicio:
¿Ustedes siguen confiando en Satoru Gojo?
Digo esto porque en este capítulo pudieron notar mejor las intenciones de Satoru con Yuta.
Además, que eso de querer adoptar a los hijos de Yuta y Maki y de paso mencionar el tema de las amantes, pues habla mucho de él en esta historia.
Por el momento, este será el último capítulo donde veremos a Gojo por un tiempo ya que, a partir del siguiente capítulo regresamos oficialmente con Maki y los mellizos ❤️
¿Acaso ya se viene la tan esperada reconciliación entre Yuta y Maki? ¿Acaso ya sabrán que técnicas heredaron Yurika y Yuudai? ¿Qué decisión tomará Yuta? ¿Qué sucederá ahora entre Maki y Yuta?
Muy pronto lo descubrirán.
Nos seguimos leyendo ❤️
Recuerden que sus votos y comentarios son importantes, y más si quieren seguir leyendo este fic.
Chapter 25: 23. Amor, Celos y Pecados
Notes:
¡Hola a todos!
Aquí Vera les viene a dejar un capítulo más de este fic y en especial, como un pequeño dulce o truco por ser Halloween 🎃
Espero les guste y más porque ahora ya regresaremos a Kioto tanto con Maki y los mellizos ❤️
Debo decirles que de ahora en adelante, la historia tomará un cierto rumbo, ya que se centrara en Yuta recuperando el amor de Maki, así como en su faceta de padre y más que Yurika y Yuudai ahí andan sospechando algunas cositas entre su madre y Okkotsu.
Bueno, sin más espero les guste este capítulo, el cual considero que tocara algunos temas muy importantes para entender más la trama de este fic. Sobre todo porque se viene una conversación importante entre Yuki y Maki. En cambio, los mellizos volverán en el siguiente capitulo.
Y como pequeño disclaimer: Se hará una leve mención NO GRÁFICA, sobre un personaje que quiso forzar a otro a hacer algo contra su voluntad, pero que al final no se consumió dicho acto.
Quizás al final del capítulo entiendan porque tiene este nombre tan llamativo.
Ahora sin más, disfruten el capítulo ❤️🩹
Feliz Noche De Brujas 🎃
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
22 de Julio.
Tokio.
09:55 a.m.
Aquel día había amanecido lloviendo. Haciendo que aquella mañana se sintiera nostálgica y hasta un tanto extraña.
La lluvia caía con algo de fuerza contra la ventana de la habitación donde Yuta se estuvo alojando en la residencia Gojo durante esos cuatro días.
En ese momento, él estaba sentado en un sillón, mirando a su celular. Estaba terminando de mandar un mensaje. Uno muy específico y especial.
Estaba bastante nostálgico, en ese instante solamente quería estar junto con Maki y sus hijos.
Y era por ellos que aquel día había decidido que, aun con esa lluvia que caía sin parar, se regresaría a Kioto de manera urgente.
No soportaba estar un día más ahí.
Estaba harto de las reuniones y salidas que había hecho junto a Satoru los días anteriores y también, aunque le dolía admitirlo, estaba cansado de Satoru.
El motivo principal era que, a dondequiera que iban, el albino lo presentaba ante sus conocidos como el futuro captor del asesino de hechiceros y su eventual sucesor como líder del clan Gojo. Todo esto le generaba una presión abrumadora, ya que debía resolver el caso a toda costa, incluso cuando las pistas no conducían a ninguna parte.
Así que, esa mañana, Yuta estaba listo para partir y más que tenía una extraña corazonada sobre que algo podría estar pasando en Kioto. Algo relacionado a su familia.
Al ver que no tuvo respuesta inmediata, este regreso su vista a la ventana.
—Maki...— susurro y de su pecho salió un suspiro que solo un enamorado suelta al pensar en su ser amado.
Incluso recordó aquel beso que ambos se dieron noches atrás. Realmente no podía olvidarla y más ahora que ya la había encontrado.
Aquel beso, donde sus labios se habían unido con demasiada pasión creando así una necesidad comparada a la de una adicción.
Yuta necesitaba los besos de Maki.
Realmente quería besarle una vez más, aunque fuera solo para dar su último aliento de vida.
También a su mente vinieron las risas de sus hijos, el cómo se habían divertido aquella noche en el festival, bajo los fuegos artificiales, con las luces de bengala en sus manos y pasando un momento padre e hijos que el simplemente atesoraba en su corazón.
Realmente los extrañaba. Y eso lo demostró en otro suspiro mirando la foto que tenía de ellos dos en su celular.
Estaba tan perdido en sus recuerdos que no se dio cuenta que alguien había abierto la puerta de su habitación.
La voz de cierto niño fue quien lo saco de sus recuerdos
—Tío Yuta.
El adulto nombrado giro su cabeza hacia la entrada.
—Papá dice que vengas a desayunar antes de que regreses a Kioto— dijo desde el umbral de la puerta.
Aquel pequeño aún tenía puesta su pijama, la cual era de color azul con muchas estrellas blancas.
Yuta volteo a verlo y sonrió un poco.
—Gracias. Enseguida iré— suspiro de nuevo volteando a ver su celular.
— Tío Yuta ¿Te encuentras bien?— pregunto Yoshio entrando a la habitación y corriendo hacia el sofá, sentándose a un lado de aquel adulto.
Yuta sonrió ante tal inocente preocupación —Lo estoy, solamente acabo de recordar a algunas personas a las cuales extraño mucho en este momento.
Aquel niño de ojos azules dedujo de quienes hablaba aquel adulto —¿Y esas personas son tus hijos? ¿Acaso los extrañas mucho?
Yuta rasco su mejilla
—Si, extraño mucho a mis hijos en este momento, como también extraño a una persona más.
—¿A quién?— pregunto con curiosidad aquel niño con ojos brillantes.
Yuta tenía sus dudas sobre si debía responder a eso y más que Yoshio parecía ser un niño algo "chismoso"
Aun así, decidió responder amablemente.
—A una mujer, una que es muy especial para mi— dijo el hechicero poniéndose de pie de aquel sillón.
Yoshio también se puso de pie—¿Una Mujer? ¿Acaso estas enamorado?— pregunto aquel pequeño con la curiosidad desbordando por su boca.
Ambos empezaron a acercarse a la puerta para salir de ahi e ir al comedor.
Yuta rasco su nuca.
—Lo estoy. Llevo enamorado de esa mujer desde hace mucho tiempo.
—¿Así? ¿Desde cuándo?— pregunto Yoshio con curiosidad mientras caminaba a su lado.
—Digamos que desde hace casi 10 años.
—¡Wow! ¡Eso es mucho tiempo!— comento Yoshio alzando la voz en sorpresa—¡Eso es mucho más de lo que yo tengo de vida!
Yuta sonrió por esa inocente contestación —Si que lo es— suspiro— Pero desgraciadamente no puedo estar con ella como quisiera en este momento— bajo los hombros.
Yoshio se detuvo en seco ante tal respuesta.
—¿Y por qué no?— pregunto ladeando un poco su cabeza al lado derecho sin dejar de mirar a aquel adulto.
—Eso es porque...
Yuta estaba tentado a decir que por culpa de su padre es que no podía estar con la mujer que amaba. Pero con aquel que estaba hablando era un niño. Y no quería lastimarlo ya que este no tenía la culpa de nada.
—Por qué unas malas personas nos separaron a los dos.
—¡Eso es muy injusto! — Dijo Yoshio en voz alta. Parecía disgustado con esa situación.
—Definitivamente lo es— Yuta sonrió un poco por esa respuesta. — Pero ahora que la he encontrado me toca recuperar su amor. Aunque creo que en este momento ella esta enojada conmigo...
—¡Podrías regalarle muchas cosas! ¡O podrías darle muchos besos!— comento Yoshio mientras ambos volvían a caminar por esos pasillos —Eso es lo que hace mi papá cuando Mamá está enojada con él.
—Jeje supongo que tu consejo podría funcionar.
Ambos dieron la vuelta en una esquina cuando Yoshio pregunto algo más de manera muy repentina.
—¿Y tú la amas?
—¿Huh?
—Pregunte que si tu amas mucho a esa mujer.
Yuta rasco su mejilla.
—Más de lo que imaginas— sonrió—La amo. De verdad la amo. Aunque —Suspiro— No sé si ella aún me ame... o quizás ella ya dejo de hacerlo.
Ante tales palabras, Yoshio parecía recordar algo más—¿Sabes? Papá siempre dice que el amor es la peor maldición de todas. ¿Acaso estás maldito de amor tío Yuta?— cuestiono.
El hechicero se detuvo ante tal pregunta.
—Creo que lo estoy— despeino un poco a ese niño de cabellos negros —Aunque no sería la primera vez en que yo estaría maldito de amor.
Ambos siguieron caminando, estaban muy cerca de llegar al comedor donde los estaban esperando.
—¿Y sabes cómo puedes saber si ella te ama?— cuestiono Yoshio con una gran sonrisa y volviéndose a detener de golpe.
Esa pregunta dejo desconcertado a Yuta.
—¿Cómo?
Yoshio se situó frente aquel adulto.
—¡Primero le das un beso sorpresa! ¡Y después de besarle le dices un te amo!— Aquel niño sonrió enormemente.
Yuta pensó que quizás aquello podía ser tomado como una broma. Aunque bien dicen que los niños ven más allá del corazón. Y a veces sus consejos son más valiosos de los que uno imagina.
El niño de ojos azules siguió explicándole —Así podrías saber si ella siente lo mismo por ti— movió sus manitas —Esa palabra es mágica, yo lo he visto. Papá le dice te amo a Mamá y esta sonríe o hasta se toma un respiro cuando de verdad está muy molesta.
Yuta sonrió un poco por aquella inocente respuesta —Gracias por el consejo— lo despeino una vez más —La siguiente vez que la vea se lo voy a decir. Lo cual será muy pronto.
Aquel niño río un poco por esa respuesta. Tomo la mano de Yuta y le invito a pasar al comedor donde todos los demás adultos ya lo estaban esperando.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
10:20 a.m.
Durante todo el desayuno. Yuta no pudo dejar de pensar en sus hijos, pero en especial, no podía sacarse a Maki de la cabeza.
No podía sacarse de su mente aquel beso que por fin se habían dado después de siete largos años de estar separados.
Recordó el cómo está aún sabía cuál era su punto débil y como sus cuerpos se habían acercado peligrosamente.
Todo aquello lo hizo prender en fuego, un fuego que seguía ardiendo con intensidad dentro de él por ella.
Seguía recordando el cómo ambos se habían comido la boca, el cómo las finas manos de esta pasaron alrededor de su cuello y el cómo sus alientos se volvieron uno. Y qué si no hubieran sido descubiertos por aquel misterioso intruso, ambos podrían haberse unido una vez más como una sola persona, dejándose llevar por el deseo que aún se tenían.
El simple hecho de recordar todo aquello, le hizo pensar en todas las maneras que le hubiera gustado hacerle el amor a Maki. Tanto aquella noche, como todas las veces que se lo hubiera podido hacer si esta hubiera viajado con él al extranjero.
Realmente quería hacerle el amor en ese momento. Quería demostrarle cuanto la seguía amando y deseando después de tantos años. Realmente no podía sacarse la ni de la mente ni del corazón. Era como si lo hubieran maldecido o embrujado.
Un suspiro de anhelo salió de su pecho, su mirada estaba perdida y sus pensamientos se consumían en recordarla.
En ese instante, el celular de Yuta vibro y rápidamente lo sacó de su bolsillo. En sus labios se formó una gran sonrisa al ver de quien era dicho mensaje.
Y todo eso lo noto Satoru, quien pudo notar a su invitado bastante distraído en el celular.
Aquel mensaje era de Maki, el cual era breve: "Esta bien. Y sí que tenemos que hablar... también necesito verte..."
El leer ese mensaje le hizo sentir a Yuta que el corazón se le saldría.
Pero su anfitrión parecía ser alérgico a la felicidad ajena.
Satoru aclaro su garganta al ver a su invitado muy entretenido en ese aparato.
—Okkotsu, en esta mesa no permitimos el uso del celular— comento tomando algo de café mientras miraba como su hijo se había levantado de la mesa para ir con su abuela para que esta le diera galletas.
Rápidamente Yuta guardo su teléfono.
—Lo siento, es solo que me llego un mensaje importante.— Fingió serenidad.
—¿Importante en qué sentido?— pregunto Satoru con curiosidad.
Yuta se encogió de hombros mientras tomaba con un tenedor algo de fruta.
—Es algo del trabajo de investigación que estoy haciendo. Llegando a Kioto debo ir a atender unos asuntos— trago.
—¡Ya veo!— Su anfitrión tenía una gran sonrisa en el rostro— Por tu mirada y esa gran sonrisa, creo entender a qué va "ese asunto importante" que debes atender allá.
—No creo que lo entiendas...
—¡Por supuesto que lo entiendo y más que como hombre puedo suponer de que se trata!— le apunto con su tenedor— Y por el rostro que has puesto al leer ese mensaje, puedo suponer que "Ese asunto importante es una mujer" ¿No es así? Porque es más que evidente que no puedes dejar de pensar en "ella" ¿Cierto?— contesto Satoru con picardía.
—No sé de quien hablas...— Yuta Fingió ignorancia.
—Por supuesto que sabes de quien hablo— Parecía ofendido mientras seguía hablando y moviendo el tenedor de un lado a otro— Ella es más ni menos que Maki— Apuntó hacia la entrepierna de su invitado— Porque incluso lo que tienes en medio de tus pantalones, te delata cuando piensas en ella— contesto Satoru con una gran sonrisa— Como en este momento— dijo con picardía al notar aquel leve bulto en los pantalones de su invitado.
Yuta trato de controlarse, se puso serio y tomó un profundo respiro mientras con una servilleta de tela se cubría en medio de sus pantalones—Como dije, solamente se trata de un asunto que debo resolver en Kioto... — tomo algo de café para ocultar su nerviosismo y evitar contestar más a aquella pregunta.
—Jeje de acuerdo, entiendo — Satoru se recargo en su silla —Bueno, sea el asunto que sea el que debas atender, solo asegúrate de tres cosas.
—¿Y cuáles son esas tres cosas?— pregunto Yuta elevando una ceja.
Satoru levo un primer dedo—La primera, dale a Maki mis saludos de mi parte.
Yuta lo miro con seriedad mientras lo seguía escuchando.
Satoru sonrió enormemente y después elevo un segundo dedo —La segunda, asegúrate de complacerla muy bien en la cama porque es más que obvio que así se puede dar una reconciliación entre ustedes dos para recuperar esos siete años perdidos, y de paso, disfrutarlos como es debido. Y que no se te olvide el demostrarle lo mucho que aun la amas y la deseas, y más porque las mujeres odian el desinterés y en tercera— después elevo un dedo más —Usa protección. No vaya siendo que terminen haciendo más bebés.
Todas aquellas palabras pusieron muy rojo a Yuta. Quien solo ya quería salir de ahí para evitar seguir hablando con Satoru. Así que Fingió que no le estaba prestando atención.
El albino soltó un suspiro de desánimo. Sabía que ya no estaba tratando con un adolescente.
—De todos modos Yuta, estando en Kioto, no olvides el por qué has regresado a este país. Así que también necesito que tomes una decisión pronto sobre lo que vas a hacer con este caso y con tu futuro liderazgo con este clan, ¿De acuerdo?
Pero Yuta ya no presto atención a esas palabras ya que estaba sumergido en su mente, pensando únicamente en Maki, aquella mujer por la que dejaría todo solo por estar con ella. Incluso si eso significaba perder la vida.
Pero curiosamente, Maki tampoco podía dejar de pensar en Yuta aquella tarde lluviosa. Y menos con la conversación que estaba a punto de tener con su invitada.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
Kioto.
10:01 a.m.
Parecía que la lluvia estaba haciendo de las suyas en ambas ciudades, ya que también en Kioto estaba lloviendo bastante.
Aun así, el día para esa familia estaba empezando y tenían cosas que hacer y misiones que cumplir.
Al celular de Maki habían llegado dos mensajes casi simultáneamente.
El primero era de Mei Mei, la cual le recordaba que ese día debían cumplir con su misión de ir a eliminar a otro hechicero al que les habían encargado y del cual ya habían pasado varias semanas observándolo e investigándolo.
—Qué no se te olvide que tenemos hasta hoy para eliminar a "ESE SUJETO" y más que nos dejara una gran suma de dinero. Así que no podemos perder más tiempo. ¡Debemos eliminarlo si o si! ¿Entendido? ¡Y Sin excusas!
Aquellas palabras parecían ser más una orden.
Y el segundo mensaje, era de ni más ni menos que de Yuta.
"Tenemos que hablar, he descubierto algunas cosas importantes. Estaré en Kioto después del mediodía... necesito verte..."— decía aquel mensaje.
Esos dos mensajes hicieron que aquel celular vibrara de manera seguida sobre la mesa de la cocina, llamando así la atención de una invitada muy especial.
—Vaya, parece que estas siendo muy solicitada esta mañana, Maki san— comento Yuki, quien se había quedado a dormir la noche anterior y esa mañana estaba esperando el desayuno para pasar algo de tiempo junto a esa familia a la que estaba investigando.
Ese había sido el motivo principal de su visita, ya que tenía un presentimiento de que algo grande estaba a punto de pasar. Sobre todo con los mellizos. Los cuales, según sus cálculos, no debía faltar mucho para que sus técnicas aparecieran.
Yuki termino de preparase su café y aun de pie, tomo aquel celular y leyó aquellos mensajes desde la pantalla de bloqueo.
—Y parece que es importante porque claramente uno es de Mei Mei y el otro es de...— se detuvo en seco y sus ojos se abrieron demasiado.
Maki, quien estaba preparando el desayuno de sus hijos, se giró y le arrebato su celular con rapidez.
—Por favor, no estés leyendo mis mensajes— comento molesta y guardándose su celular en el bolsillo de su pantalón de pijama.
—Está bien, aunque por lo que acabo de leer, puedo suponer que vas a tener una tarde muy interesante ¿No es así?— pregunto tomando asiento junto a su taza de café —De paso me pregunto cuál es tu misión de esta tarde con Mei Mei— dijo con ironía.
—Eso no es de tu incumbencia...—Maki le miró con una gran mueca de molestia antes de girarse a apagar la estufa.
—Ya lo sé. Se que "eso" No es de mi incumbencia Maki san, o mejor dicho "Asesina de hechiceros" — dijo la invitada con un toque de sarcasmo, después pego sus manos a su barbilla.
—Aunque sabes que conmigo tu secreto estará a salvo —respondió mientras aún conservaba una gran sonrisa en los labios.
Maki se giró de nuevo hacia Yuki por aquellas palabras.
—Aún me sorprende que no me hayas delatado con las autoridades y más que ya sabes cual ha sido mi trabajo últimamente.
Yuki dio un soplo a su café, el cual estaba bastante caliente, mientras sujetaba su taza entre sus manos.
—Eso es porque tampoco a mí me conviene andar de soplona...—bebió con mucho cuidado.—Además, no me gustan los soplones, a esos eran a los que yo golpeaba en la preparatoria.
Maki suspiro.
—Supongo que debo darte las Gracias por eso...— se giró a prepararse su propia taza de café.
Mientras la cafetera terminaba de llenar la taza de Maki para después poder prepararlo a su gusto, la peliverde miró por un momento por la ventana. Observó como para esa hora de la mañana, la lluvia aun caía con bastante intensidad, haciendo que aquel día de verdad se sintiera nostálgico.
Yuta no era el único que no podía dejar de pensar en ella. Sino que también Maki estaba pensando bastante en él.
Incluso no podía dejar de pensar en aquella platica donde acabaron en besos.
Aunque en el fondo, hubiera deseado que aquella noche acabará en algo más. Algo más carnal. Pero tanto su orgullo como aquel fisgón que los estuvo espiando aquella noche, le evitaron hacer el amor con Yuta.
Maki soltó un profundo suspiro mientras sacaba su celular de su bolsillo y miraba las notificaciones de su celular.
A Mei Mei le contesto con que más tarde iniciaría la misión, que la esperará a la hora acordada en el lugar elegido.
Pero al mensaje de Yuta, ese no sabía cómo contestarlo. Se sentía como cuando era una adolescente y recibía mensajes de ese chico cuando estaba en África.
Cada que veía su nombre en la barra de notificaciones, sentía las mejillas calentarse y su corazón latir a mil. Así se sentía en ese instante.
Incluso abrió aquel chat, pero no sabía cómo debía responder o que debía poner.
¿Acaso con un Ok bastaría? ¿Debería mentir y decir que no iban a estar en casa? Aunque se inventara mil excusas, su corazón quería verlo. Tanto para saber que había descubierto como para besarle y abrazarle. Aun así, todo eso era bastante arriesgado.
Bloqueo de nuevo su celular sin responderle. Parecía un poco preocupada porque sabía que Yuta iba a verse con ella, con el "enemigo", con aquel que estaba asesinando y que él estaba buscando, aun así, ella era una mezcla entre preocupación, anhelo y deseo.
Por algún motivo, la idea de que Yuta la buscará, la persiguiera y la encontrará, la excitaba. Podía sentir y recordar el como aquella noche este la había abrazado y acercado a su cuerpo, como había detectado su perfume, el cual seguía siendo el mismo y como aquel beso le había encendido todo dentro de ella, haciendo que tanto su cuerpo como todo su ser le necesitaran.
Y eso la sentía sentir culpable, pero a su vez, sentía esa necesidad de ser complacida y más que siete años fueron eternos.
El recuerdo de aquel beso con Yuta aun la perseguía, ya que sentía aún el sabor de sus labios sobre los suyos, haciendo que inconscientemente se llevara sus dedos índice y medio hacia sus labios mientras miraba por la ventana y veía como el agua marcaba su camino por el cristal.
Recordó como la lengua de este había tocado la suya, y solo imaginaba como esa lengua podría haber explorado su cuerpo.
Incluso en aquel momento Imagino un poco el cómo pudieron haber acabado esa noche. Enredados en la cama, siendo uno mismo después de siete años de ausencia.
Aun así su orgullo dolía pero a la vez estaba deseosa de él. ¿Contradictorio? ¿Cierto?
Soltó un suave suspiro y aquellos pensamientos pecaminosos fueron detenidos cuando la invitada empezó a hablar.
—¡Hay! ¡Como lo extraño! —Sollozo Yuki, con una cara bastante larga.
Aquello hizo que Maki saliera de sus pensamientos y se girará hacia la rubia.
—En estas tardes de lluvia es cuando más extraño a mi esposo— la hechicera de grado especial suspiro con las manos pegadas a sus mejillas y los codos sobre la mesa. Quería romper el hielo.
—¿Hablas de Choso?— pregunto Maki cruzando los brazos y elevando una ceja ante tal declaración. Mientras se recargaba un momento contra la barra.
—¿Pues de quien más podría estar hablando?— cuestiono Yuki algo indignada— ¡Claro que hablo de él! — hizo un puchero — Con eso que ya no ha podido salir de ese estúpido clan desde hace unas semanas para estar conmigo me pone triste. ¡Y todo eso es debido a que tu empezaste a atacar a todos ellos!— Renegó de su suerte, al mismo tiempo que apuntaba a su anfitriona.
—No pediré perdón por llevar a cabo mi venganza— comento Maki en una mueca.
—¿Sabes? Soy una mujer que necesita atenciones especiales de su marido — Yuki se dirigió a Maki, mientras recargaba su espalda en la silla.
—Sobre todo en este tiempo de lluvia es donde más quiero estar abrazada a Choso. —Su pecho subió y bajo en un suspiro de anhelo— Quiero que él me acaricié el cabello, para después entrelazar nuestras manos, y poco a poco yo subir mi pierna sobre él, mientras estamos en la cama, para después empezar a hacer el amor...— hizo un puchero — ¡En serio, necesito que él me lo haga!— dijo alzando la voz—¡Necesito ser tocada por él!
Maki hizo un rostro de total fastidio.
—En serio, es muy raro verte enamorada...—Regaño— ¡Y no levantes así la voz, no quiero que los niños se despierten y escuchen sobre tus sucias cosas!— se giró para tomar su taza de café.
Yuki sonrió descaradamente.
—Simplemente soy una mujer a la que le gusta el contacto físico y que sean amorosos conmigo de vez en cuando. Y de tus hijos ni te preocupes — levanto el rostro al techo un momento, podían escucharse pisadas al mismo tiempo que se escuchaban algunos juguetes— Se nota que apenas despertaron y que están jugando allá arriba antes de bajar a tomar su desayuno, no creo que escuchen nuestra conversación — tomo su taza con cuidado.
Maki tomo asiento a su lado, no sin antes sacar su teléfono de su bolsillo, lo puso en silencio y lo colocó con la pantalla hacia abajo para que su invitada no viera nada más —Aun así sigo sorprendida de que te hayas casado con ese sujeto. ¿No se suponía que era mitad maldición?— pregunto dando un sorbo a su café.
—Créeme, él es más humano que otros hombres que conozco — soltó otro suspiro, este parecía ser más de anhelo —Incluso diría que él me enseñó un nuevo concepto tanto de humanidad como de amor y de paso, me ha dado el sexo que yo siempre anhele— una gran sonrisa se formó en su rostro— Definitivamente él es mi tipo, sobre todo porque es alguien que sabe complacerme en todo, pero en especial en la cama— giño el ojo.
Maki rodó los ojos.
—Pero aun así ¿Nunca te dio curiosidad de saber quién era él en realidad antes de albergar a esa cosa? O ¿Si tenía familia o quien fue antes de todo esto?— pregunto mirando a su invitada con seriedad.
—Tanto para mí como para Choso el pasado ya no nos importa en este punto— movió su cuchara un poco para disolver más el azúcar que se había quedado al fondo de su taza.
—Aunque admito que si investigamos un poco sobre él como humano, pero básicamente Choso decidió que se quería quedar así como está actualmente sin saber quién fue en el pasado— Bebió un poco más de su café.—Así que lo que él haya hecho en el pasado o con quien o que fue antes, ya no importa en este presente que hemos construido juntos desde hace siete años atrás. Además, ambos somos muy felices sin saber nada del pasado del otro y Creo que tu deberías hacer lo mismo con "ya sabes quien"— tenía una gran sonrisa.
Ambas intercambiaron una mirada. Maki podía notarlo, de verdad esa mujer amaba a ese hombre.
—¡Pero aun así como lo extraño!— la rubia lloriqueo un poco más.
La peliverde hizo una mueca de fastidio ante tal llanto por falta de atención. Llanto que fue interrumpido cuando escucharon como del piso de arriba unos pasos iban de un lado a otro, así como los ruidos de unos saltos que supusieron eran de Yurika. De seguro aquella pequeña ya había despertado con demasiada energía como siempre.
Aun así, estas decidieron seguir hablando mientras esos niños se despabilaban para bajar a desayunar, en especial Yuudai quien era el mellizo que más tardaba en despertar.
Las flores que Yuta le había regalado días atrás, aún seguían viéndose hermosas a pesar de que apenas estaban marchitándose.
Y ese arreglo floral le había llamado la atención a Yuki.—Por cierto —Toco los pétalos de una de esas flores —¿De quién es este ramo?— pregunto con curiosidad.
Maki Bebió más de su café.
—Es mío. Fue un regalo.
—¡Oh! ¿En serio? ¿De parte de quién es? ¿Acaso es de Megumi? O ¿De tus hijos?— pregunto con curiosidad, Yuki parecía ser la más emocionada por conversar con Maki —Aunque dudo que Megumi te haya dado algo como esto. Y más que entre ustedes dos nunca ha habido nada romántico ¿Cierto?— eso último lo pregunto con intriga.
—Entre él y yo solo ha habido un falso matrimonio — dijo Maki rápidamente —Y no, estás flores no fueron un regalo de él ni de mis hijos...
—mmm ¿Y entonces de quien fue?— pregunto Yuki con una pizca de total curiosidad en los ojos, aunque en el fondo ya sabía la respuesta.
—De nadie en especial— comento Maki tratando de cambiar de tema.
—Entiendo. Creo saber de quién hablas.
De nuevo, se escucharon unos pasos arriba de sus cabezas.
—Vaya, parece que se están divirtiendo bastante allá arriba— comento Yuki con una sonrisa mirando al techo.
—Si— Maki suspiro —Desde la otra noche andan muy inquietos. Sobre todo desde que regresaron del festival...— dijo para después darle un sorbo a su café.
—Hablando de hace unas noches atrás— Yuki tenía tintes de intriga en su voz —Escuché que Okkotsu tambien pasó la noche aquí ¿Eso es cierto? Estas flores son de él ¿no es así?— su rostro se iluminó en una gran sonrisa.
Maki suspiro. Supuso que sus hijos le dijeron sobre eso a esa rubia.
—¿Ellos te lo dijeron, cierto?— pregunto apuntando al techo.
Yuki solo afirmo con la cabeza con una gran sonrisa —¡Entonces es verdad! ¡Al fin te reencontraste con Okkotsu!
Maki hizo un chasquido con la lengua—Si, así fue...— no le quedó de otra que decir la verdad mientras bebía más de su café. Sentía que lo iba a necesitar tanto para soportar a Yuki como soportar su día que apenas iba comenzando.
—¿Y?— La Rubia tenía una gran sonrisa en el rostro — ¿Como fue? ¿Pasó algo más entre ustedes dos? ¿De que estuvieron conversando?— parecía bastante curiosa.
Maki frunció levemente los labios. Pero sus mejillas se tiñeron de rojo ante tal recuerdo de ese apasionante beso dado en esa cocina.
—Por cómo se te está subiendo la sangre al rostro, parece que si paso algo importante — musito Yuki muy emocionada.
El orgullo de Maki y apenas le dejó hablar.
—Si, ambos conversamos un poco sobre el pasado, así como también llegamos a algunos acuerdos sobre cómo va a poder ver y pasar tiempo con los niños y...— su rostro seguía teñido de rojo.
—¿Y? Yo sé que no es el café lo que te ha puesto así.
—Y Yuta y yo nos besamos...— confesó Maki.
Yuki parecía bastante feliz por esa noticia que hasta aplaudió un poco.
—¡Oh cielos! ¡Al fin hablas abiertamente de tus sentimientos después de tantos años!
Aquella respuesta se le hizo bastante extraña a Maki.
—¿Qué estas tratando de decir con eso?— miro confundida a su invitada.
Yuki procedió a explicar.—Hablo de que por fin te veo feliz y enamorada y eso que tan solo estuviste una noche cerca de Okkotsu— su tono de voz cambió a uno de picardía —Y no me quiero imaginar que pudiera pasar entre ustedes dos si siguen encontrándose o que cosas podrían hacer— tenía una gran sonrisa en los labios —Y quién sabe, quizás muy pronto podría haber un bebé en esta casa.
—¡Okkotsu y yo no vamos a tener otro bebé!— Maki elevó la voz toda apenada— Y Más que feliz y enamorada estoy más bien...— se calló de golpe.
—¿Andas más bien?— Yuki elevo una ceja.
Maki trago saliva —En realidad ando mmm — titubeo un poco— yo diría que ando un tanto pensativa y molesta— dio un sorbo a su café —y más por todo lo que Okkotsu y yo conversamos esa noche...— soltó el aire con dificultad.
—¿Así? — comento Yuki poniendo su mano en su mejilla y el codo en la mesa —¿De qué tanto hablaron tu y Okkotsu para que estés así de “molesta”?
Maki le dio un sorbo más a su café.
—Bueno— comenzó a explicar —Ambos hablamos sobre aquel día en la estación del tren y él descubrió que efectivamente Satoru estuvo detrás de nuestra separación.
—Supongo que ya era momento de que Okkotsu descubriera esa verdad, aunque puedo suponer que fue un shock para él— comento Yuki muy atenta a lo que decía Maki.—¿Y De qué más conversaron?
— También le conté como fue que descubrí que estaba embarazada. Y en resumidas cuentas, él me confesó que en esa ocasión él quería pedirme matrimonio...— dijo con una mueca de tristeza.
A Yuki le sorprendió bastante esa respuesta.
—¡Auch! Si que ese idiota de Satoru les frustró sus sueños. Dime Maki, si Yuta te hubiera pedido matrimonio en ese tiempo ¿Tú le hubieras dicho que si?— pregunto con mucha curiosidad.
—¿Qué?— salió de la boca de la peliverde casi al instante por esa pregunta.
—Me refiero a que si ¿Tú hubieras aceptado ser la señora Okkotsu oficialmente? Osea ¿Hubieras querido una boda y esas cosas?
Maki tomo un respiro profundo, miró su taza mientras la traía en medio de sus manos.
Pensó en un momento en esa pregunta a la cual tenía una respuesta.
—Quizás le hubiera dicho que si en su momento... y si, lo admito, quizás si hubiera querido una boda porque con Megumi no tuve una.
—Awww, veo que si tienes un lado cursi — Yuki pego sus manos a sus mejillas por esa respuesta.
Maki se avergonzó por esa estúpida y cursi respuesta —¡Pero eso no quita el hecho que estoy molesta con él por no haberme venido a buscar durante estos siete años!— elevo la voz con rudeza para cambiar de tema.
—Quizás su relación pueda ser distinta de ahora en adelante y más que ya se reencontraron y hasta besaron, supongo que con eso ya dio inicio a su reconciliación — comento Yuki con picardía.—Pero cuéntame ¿Qué más te contó Okkotsu aquella noche?
—Bueno... él me contó un poco sobre... — gruñó — Lo que estuvo haciendo en el extranjero mientras estábamos separados — parecía molesta al recordar eso.
—Por la forma en que lo dices, pareciera que fue algo serio—Yuki noto ese cambio hostil en Maki, sabía que algo la había hecho encabronar — ¿Y Qué fue lo que descubriste de su ida al extranjero?— pregunto la rubia mientras tomaba de su café.
Maki suspiro y soltó el motivo de su enojo.
—Descubrí que Yuta durmió con otra mujer estando en el extranjero...
Yuki se ahogó con su saliva y su café. Aquella respuesta le provocó sorpresa genuina. —¡¿QUÉ HAZ DICHO?!—Tocio bastante.
—Lo que escuchaste, Yuta se acostó con otra mujer ... — comento Maki en un susurro lleno de ira pura.
—¿QUE YUTA QUE? — Yuki elevo demasiado la voz.
Maki le lanzó una mirada asesina.
—No me hagas repetir lo que ya te dije...
La tos de Yuki se volvió risa ante tales respuestas mientras limpiaba con una servilleta el café de la mesa— Wow, no pensé que ese chico pudiera ser así jaja de mujeriego jaja estoy impactada.
—¿Impactada? ¿Por qué?— pregunto Maki molesta frunciendo el ceño. Sus cejas se juntaron demasiado.
—Porque en serio— Yuki recargo su codo de nuevo en la mesa y su puño en su mejilla— Nunca pensé que él podría ser "ese tipo de hombre", ya sabes, uno que durmiera con otra mujer aun amando a otra.
—Tsk— Maki gruño ante tal recuerdo de esa confesión.
—¿Y?— Yuki de verdad estaba intrigada con ese tema —¿Y que más te dijo él? ¿Acaso sabes cómo es ella? ¿Acaso te dijo su nombre?
Maki de verdad parecía furiosa con esas preguntas —¡Solo dijo que se acostaron una vez! ¡Pero yo no creo que haya sido una sola vez! ¡Y no, no quiero saber cuántas veces más lo hicieron o en qué forma lo hicieron o donde lo hicieron! ¡Y mucho menos quiero saber cómo es ella! No quiero saber si es más hermosa que yo, o más femenina o más delgada o —Gruño— No quiero saber nada de ella porque juro que yo...— apretó su taza entre sus manos con molestia, parecía que se rompería en cualquier momento.
Yuki movió su lengua dentro de su boca de un lado a otro. —Aunque por la forma en que hablas de esa misteriosa mujer, parece que de verdad este tema te afecto.
—¡No me está afectando en nada!— comento Maki molesta golpeando la mesa.
—¡Claro que si te está afectando!— comento Yuki con seriedad —Todo lo que acabas de decir de una forma u otra tu mente ya se imaginó el cómo paso, en donde, cuando y lo más importante, estás pensando inconscientemente en cómo es ella. Si no te estuviera afectando, no estarías así de molesta.
Maki apretó los labios, era cierto, muy en el fondo todo eso le estaba afectando más de lo pensado.
Yuki termino su café de golpe.
—Se que Mei Mei te enseño a vulnerar a algunas personas preguntándoles sobre su intimidad, pero creo que esta vez, la que salió vulnerada eres tú y te cuesta aceptarlo.
—¡No es cierto!
—Lo es. Además, tú tampoco eres tan santa, no te hagas Maki...— comento Yuki con seriedad —¿Crees que no sé lo que pasó entre tu y Fushiguro aquella noche? Yo sé que guardas varios secretos y este es uno de ellos.
—¿Qué es lo que sabes de eso?— Maki sintió la sangre irse de su cuerpo.
—Se que lo que pasó hace un año atrás fue lo que hizo que Megumi acabará con esta farsa de que él era el padre biológico de tus hijos— golpeo la mesa con su dedo.
—Por ahí me enteré, que ustedes dos se habían besado "accidentalmente" en una ocasión. Pero era más que obvio que tu corazón seguía pensando en Yuta. No solo tu corazón, sino tu mente y tu cuerpo. Por eso vino esta separación ¿No? Tienes suerte de que Megumi sea más maduro que tú y sepa tomar el control de las cosas, así como el tomar decisiones con la cabeza fría. No por nada era el chico más inteligente de la escuela preparatoria de Tokio de su generación.
Maki estaba helada por lo que estaba escuchando.
Yuki siguió explicando.
— Sobre todo después de esa noche donde TÚ te le insinuaste y querías que él tuviera sexo contigo porque él te recordaba bastante a Yuta. Querías forzarlo, pero él logro detenerte. Respóndeme con la verdad Maki ¿Esa vez tu realmente estabas bastante frágil para cometer tal pecado?
—¿Esto te lo dijo él? ¿Cierto?— Pregunto Maki tratando de conservar la seriedad.
—Si, Fushiguro me contó lo que pasó esa vez— comento Yuki con demasiada molestia por aquel comportamiento.
—Por suerte, él te detuvo de hacer algo pecaminoso, dime ¿Acaso estas consciente de que tú y él son familiares en segunda línea no? ¿Estas consiente que lo que ibas a cometer esa noche se llama abuso? Y más que estabas usando tu fuerza física contra Fushiguro para obligarlo a tener intimidad contigo.
Maki gruño. —Y yo me disculpe con Megumi por esa vez. Por eso le dije que era libre de irse si se sentía incómodo conmigo. — Suspiro— Esa vez me deje llevar por el alcohol...
—¡No mientas más Maki san!— Yuki le reprocho —Esa vez tu tristeza te hizo mostrar tu verdadero sentir, no amabas ni amas a Fushiguro kun, eso está más que claro. Ya que en esa ocasión solo lo estabas viendo como un sustituto. Y no pongas de excusa al alcohol. — Elevo la voz muy enojada— No fue el alcohol lo que te hizo actuar de esa manera tan forzada, porque el alcohol no te hace nada debido a tu condición, yo ya había comprobado que todos los que sufren de una restricción celestial, el alcohol no surte efecto sobre ellos, así que ese día NO estabas ebria, estabas desecha emocionalmente, esa vez fue tu tristeza lo que te hizo actuar como una loca acosadora, ya que ni el alcohol te calienta, así que no le eches la culpa a algo que no te hace efecto— golpeo con su dedo la mesa varias veces muy molesta por esas palabras de Maki.
—Es más que obvio que tu seguías y sigues amando a Yuta. Por eso esto de lo que sucedió entre él y esa mujer te afecta debido a ese amor y deseo que sigues sintiendo por Okkotsu. Y más porque él sí pudo acostarse con alguien y tu no.
—¡Ok! Admito que esa vez actúe como ebria sin estarlo— comento Maki con seriedad —Mei Mei me había enseñado a actuar así para algunas ocasiones para así asesinar a nuestros objetivos una vez se pusieran ebrios...
—En serio. Tienes a la peor maestra — comento Yuki con seriedad —Y más que ella nunca te enseño a olvidar a Okkotsu.
—Yo...— Maki no sabía que decir porque todo lo que estaba diciendo Yuki era real—Ok, tienes razón, el alcohol no me hace efecto y si, lo admito, yo seguía amando a Yuta y yo quizás...— su voz se hizo pequeña— lo sigo...amando... pero...
—Maki san, lo que voy a decir no es por defender a Yuta y mucho menos es que yo este de su lado, pero él estaba en su derecho a rehacer su vida como se le diera la gana y más que ustedes ya no estaban juntos y era incierto si alguna vez se iban a volver a encontrar — comento Yuki con total seriedad.
— Además que la separación de ustedes dos fue tan tajante que los dos en su momento pensaron que se habían abandonado mutuamente. Así que básicamente ambos son víctimas de las circunstancias creadas por otras personas.
Maki suspiro por esa bofetada de realidad.
—Y debemos agradecer que Fushiguro esa vez no estuvo tan ebrio y que actuó a tiempo y te detuvo de cometer algo por lo cual pudiste haberte arrepentido toda tu vida.
—Tienes razón. Megumi me detuvo de cometer algo pecaminoso, pero — Maki Suspiro —Pero aun así, Nadie detuvo a Yuta de hacerlo con otra. Según él, cuando intento olvidarme fue cuando intento hacerlo con otras mujeres mientras yo estuve sin ser tocada, ni besada ni complacida sexualmente por siete años mientras me dedicaba al cuidado de sus hijos... mientras él disfrutaba con esas perras...
—¿Acaso hubo más de una?— Yuki abrió la boca de sorpresa ante tal respuesta.
Maki chasqueo la lengua.
—Según él, iban a ser tres mujeres, pero en realidad solo durmió con una... solo con esa zorra...
—¿Y Hace cuanto dijo que durmió con ella?— pregunto Yuki con curiosidad.
—Él dijo que fue hace como un año atrás ya que dijo que por seis años estuvo viajando de un continente a otro— Trago saliva para quitar el nudo en su garganta, quería gritar de coraje, aun así hablo en voz alta—¡PERO DURANTE ESOS AÑOS ÉL PODÍA HABER TRATADO DE BUSCARME! ¡ESO ES LO QUE MÁS ME DUELE Y ME HACE HERVIR LA SANGRE! ¡QUE TARDO 7 AÑOS EN REGRESAR POR MÍ! ¡PERO NO DUDO NI UN MINUTO EN DORMIR CON OTRA!
—Pero si no lo dejaron venir a buscarte antes, debe ser por algo ¿No lo crees?— Yuki parecía saber algo de ese tema pero ella no quería revelarlo.
—¿Y cuál pudo haber sido esa razón?
—No dudo que él te lo dirá pronto — Apunto al celular de Maki refiriéndose a que este llegaría a su casa más tarde.
— Y ahora que de nuevo se volvieron a ver y que hablaron con la verdad, está más que claro que lo que a ti más te duele es ese hecho de que Yuta se haya entregado a otra, mientras que tu al final no pudiste entregarte a nadie más porque tenías la responsabilidad de tus hijos y de paso, aun tenías a Okkotsu gravado en tu corazón, en tu mente y en tu cuerpo — Siguió hablando Yuki
Aquello hizo que Maki guardará silencio, se notaba bastante molesta. Aun así era muy cierto todo aquello que decía esa rubia.
Yuki apoyo su rostro entre sus manos.
—Aunque confieso que ahora tengo bastante curiosidad por saber sobre esa mujer que se acostó con él. Debió ser toda una hazaña y más con "Rika" presente.
—¡Ni siquiera Rika la detuvo y eso me trae confundida y molesta!— comento Maki apretando sus puños sobre la mesa—Por lo que él Estúpido de Okkotsu me dijo, Rika sólo le detuvo de dormir con esas otras dos perras pero ¡Agh! ¡Pero a esa mujer no la detuvo! ¡no lo entiendo!
—¿Rika lo detuvo de dormir con las otras dos? Pero ¿No lo detuvo de dormir con esa mujer?— pregunto Yuki sorprendida.—¡Wow! Eso habla mucho de esa mujer, debe ser extraordinaria o quizás se deba a su técnica maldita— dijo con curiosidad para comprobar algo.
Maki Gruñó por eso.
—En sí, esa tipa debió ser muy valiente. Aun así no me explico porque Rika no la detuvo— contesto molesta.— ¡Estúpido Okkotsu, estoy así de castrarlo y de querer matar a esa mujer!
Yuki noto aquel comportamiento en Maki. Todo aquello le hizo soltar una leve risita.
—¿De qué te ríes?— La peliverde pregunto muy furiosa.
—Estas celosa.
—¿Que? ¡Claro que no lo estoy!— reprocho Maki alzando la vos —¡Admito que estoy molesta con Yuta pero no estoy celosa, además, él puede hacer lo que le dé la gana, realmente no me importa!
Yuki soltó unas carcajadas.
—Definitivamente te importa porque el hecho de que él durmiera con otra, te está comiendo la cabeza. Si no te importara ni siquiera lo hubieras mencionado.
Maki vocifero.
—Admite lo. Te duele el hecho de que Yuta se haya entregado a otra.
Ante tal afirmación, la peliverde solo guardo silencio.
Era cierto. El hecho de que Yuta durmiera con otra mujer le revolvió todos los sentimientos durante esas tres anteriores noches y la había sumergido en una espiral de tantas emociones negativas. Parecía que se estaba obsesionando con aquel tema que hasta le dolía.
Y eso lo había notado su invitada.
—Maki respóndeme algo con total sinceridad — la miro con seriedad— ¿A ti te molestaría que Yuta hiciera su vida con otra mujer y más ahora que tú estas casada con otro hombre?
Aquella pregunta dejo pensativa a Maki.
—Tu misma lo dijiste, él es libre de hacer su vida como quiera, además yo soy un "fantasma" y él no puede estar conmigo porque yo ya estoy "muerta" para la sociedad de hechicería y la sociedad en general y si me case con Megumi fue para darle un apellido que no fuera Zenin ni Tsukumo a mis hijos— comento con indiferencia.
—Se nota que no estas siendo sincera del todo— Respondió Yuki— Mejor pongamos lo de este modo. Maki ¿Quién te asegura que esa mujer no llegara un día a buscarlo? ¿Qué harás si eso pasa?— cuestiono con la mirada seria, observando que Maki no podía decir nada.
Esa idea terminó de romper por completo a Maki. ¿Acaso existía esa posibilidad?
—Yo...No lo sé...
—¿Acaso él mostró sentimientos por ella? O ¿Acaso Okkotsu mostró arrepentimiento por haberlo hecho con esa misteriosa mujer?— pregunto Yuki.
Maki apretó los labios.
—Pues él me pidió perdón por haberlo hecho, parecía bastante arrepentido y... — suspiro —No lo se. No sé si él haya llegado a sentir algo por ella, pero mi corazón me dice que ella si se enamoró de Yuta así como yo aun lo estoy de él— llevo su mano a su pecho.
A Yuki se le dibujo una sonrisa en toda la cara por esa respuesta.
—Entonces demuéstrale a Yuta que aún lo amas. Recuperen estos siete años que perdieron por culpa de aquellos que los separaron ya están fuera de su camino.
—¿Qué estas tratando de decir?— pregunto Maki impactada por esas palabras.
— Lo que trato de decir es que ¡Luchen por su amor y por sus hijos! Recuperen sus años perdidos, sean la familia que siempre debieron ser. Y de paso, Tu y Okkotsu sean la pareja apasionada que siempre estuvieron destinados a ser.
—¿Qué? — esas palabras hicieron que Maki clavara la mirada en su invitada —¿Qué demonios dices?
—Solo digo que le hagas caso a tus sentimientos por él —señaló su pecho, justo a la altura del corazón— Mira, yo lo hice en su momento con Choso: me dejé llevar y de paso, dejé atrás todo el tema sobre lo ocurrido en el pasado. Y así los dos hemos sido muy felices por siete años.
Pero en tu caso, además de olvidar, tendrías que perdonar ese "error" que cometió Okkotsu al dormir con esa otra mujer— Le miro fijamente— Permítete fluir con lo que sientes, Déjate llevar por esa pasión otra vez. Tú también mereces ser amada y deseada —sonrió con complicidad— Además, la tensión entre ustedes se nota a kilómetros. Si ya se besaron, está más que claro que las ganas por hacer el amor no les faltan. Dime Maki, ¿No sería mejor rendirse a ese amor y deseo? Tal vez puedan intentarlo una vez más.
Maki rodó los ojos.
—No puedo perdonarle tan fácil el que apenas haya vuelto y mucho menos el que se haya acostado con esa mujer— cruzo los brazos. Su orgullo era bastante fuerte.
—Si dejaras de lado tu orgullo, claro que podrías perdonarle por completo, además, sabes perfectamente que necesitaras toda su confianza en ti si no quieres que sospeche que tú eres el asesino que él tanto está buscando — Yuki suspiro y tenso los hombros.
—Ya tengo un plan y una coartada para que no sospeche de mí.
—¡JA! ¡Ya quiero ver como acaba eso! Me pregunto a quien le dolerá más la caída entre ustedes dos— Respondió Yuki con sarcasmo.
—Aunque esto fácilmente podrían solucionarlo en la cama para ver si realmente aun él te ama y si tu realmente lo amas— Yuki sonrió un poco. —Sobre todo, así podrías comprobar si él aun realmente siente algo por ti o si piensa en esa mujer. Es como ponerse a prueba entre ambos para comprobar sus sentimientos.
Maki se puso de pie y se acercó a la estufa para calentar de nuevo el desayuno. Ya se había hartado de esa conversación la cual ya había durado bastante que hasta el desayuno se había enfriado.
—No creo que así se solucionen las cosas. Además, es más que obvio que Yuta la quiere y desea más a “ella” que a mi— dijo con desanimo y celos.
—Al contrario, algo me dice que él te desea a ti— Yuki no despegó su vista de ella.
—Y esta tarde podrías comprobarlo. Intenta seducirlo y comprueba si lo que sientes en este momento solo es despecho o si realmente aun lo amas— comento Yuki con una sonrisa compasiva.
—Simplemente déjate llevar un poco. Bésalo como si no hubiera un mañana, muerde sus labios, toca todo su cuerpo, aférrate a su piel, entrégate a él como en sus años de preparatoria y déjate llevar. Solo así comprobarás todo lo que tanto él como tú sienten de verdad.
—Mmmm...— Soltó la peliverde en una mueca.
Yuki suspiro al ver que Maki la ignoraba.
—Aunque eso sí, de ahora en adelante deberías empezar a cuidarte más.
—Se que debo cuidarme con eso de mis misiones y que él no me atrape. De eso soy muy consciente.
—No me refiero a ese tipo de cuidados— sonrió Yuki sacando algo de su bolso— sino me refiero a que deberías empezar a tomar anticonceptivos o deberías tener de estos a la mano — dejo un preservativo sobre la mesa. — Definitivamente necesitaras esto más que yo en este momento — suspiro — Yo lo estaba guardando para usarlo con Choso, pero creo que tú lo vas a necesitar muy pronto.
—¡No pongas eso en la mesa donde comen mis hijos!— reclamo Maki molesta por ese condón sobre la mesa, el cual tomó rápidamente para quitarlo de ahí y lo tiro a la basura. Gran error porque definitivamente lo ocuparía más tarde.
—¡En serio, a cómo van las cosas, yo siento que ustedes dos lo solucionaran en la cama más que en una pelea con puños y armas! Por eso deberías cuidarte más sexualmente — Sonrió Yuki poniéndose de pie y acercándose a la alacena.
Maki torció la boca ante esa respuesta mientras Yuki seguía hablando.
—Además, recuerda que eres una mujer muy fértil. Con eso que hayas tenido Mellizos a la primera porque tuviste una hiperovulación y sumado a tu condición de gemela, eso podría aumentar tu posibilidad de volver a tener un embarazo múltiple o ¿Acaso ya quieres darles un hermanito o hermanita a tus hijos?
Aquella madre se puso completamente roja por ese comentario. Incluso las palabras no salían de su boca.
—¡Ay! ¡Ojalá yo pudiera tener ya un bebé! — Yuki dijo en un suspiro —Quizás una vez liberen a Choso de esa infernal residencia intentemos otra vez tener un bebé.
Aquella respuesta sorprendió a Maki, quien se giró a mirarla con rapidez.
—¿Acaso ya lo habían intentado antes?
Yuki sonrió levemente.
—Por varios años lo intentamos, pero…— una mueca de tristeza se reflejó en sus labios —No lo hemos logrado, ya que hemos tenido varias pérdidas debido a la condición de él de ser medio maldición y bueno parece que mi cuerpo de categoría especial rechaza a sus bebés, así que quizás un intento más podría funcionar una vez todo esto acabe.
Maki suspiro.
—¿Y es por eso que has estado investigando a mis hijos de cerca por estos casi siete años? ¿Solo porque tú no has podido tener bebés?
—Podría ser. La curiosidad siempre me llama y más que tu caso teniendo bebés de un hechicero de categoría especial resulta fascinante — sonrió la rubia enormemente. Aquella respuesta le dio escalofríos a Maki.
—De todos modos, también sería bueno que le digas toda la verdad a Okkotsu sobre cómo te sientes y sobre lo sucedido con Fushiguro kun— comento Yuki sacando unos platos de la alacena y empezando a ponerlos en la mesa —Okkotsu también se merece saber la verdad, así como también una nueva oportunidad.
Pero en aquel momento el ambiente se sintio algo extraño. En ese instante, toda la casa se iluminó cuando un rayo cayó y el ruido hizo retumbar la madera.
Yuki sintió como si una técnica maldita se hubiera activado. Al mismo tiempo en que se escuchó que los mellizos gritaron muy asustados e incluso se escuchó como si alguien o algo se hubiera caído al piso de manera estrepitosa.
Así que Yuki fue a ver qué pasaba con los hijos de Maki en esa habitación, al igual que iba a ir por ellos para que bajaran a desayunar.
Maki miro su celular mientras Yuki iba por los niños. Lo que dijo esta rubia la había dejado pensando, así que decidió contestarle ese mensaje viendo que ya había pasado un buen rato desde que Yuta se lo mando.
"Está bien. Y sí que tenemos que hablar... también necesito verte..." contesto en aquel mensaje.
Pero ellas dos no eran las únicas que habían estado hablando en esa mañana lluviosa.
Sino que también, Yurika y Yuudai habían tenido una muy interesante conversación. Y de paso, habían dado las primeras señales de sus técnicas malditas.
◈ ━━━━ 🎃 ━━━━ ◈
Notes:
Espero que les haya gustado este capítulo, y de paso, espero que no me quieran matar por lo sucedido entre Maki y Megumi 😬
Así que básicamente, Megumi quería hablarle de esto a Yuta capítulos atrás. Pero como pueden ver, no tuvo el valor. Y más porque como dice Yuki, es algo que Maki debe hablar con Yuta.
Por otro lado, solo puedo adelantar que todos los consejos de Yuki sí que tendrán resultados 🔥 los cuales podrán leer muy pronto.
También quería tocar muy levemente la relación de Choso y Yuki en este fic donde a pesar de estar alejados se siguen amando.
Y díganme ¿Qué les pareció el capítulo? Estaré leyendo sus comentarios.
Y Como dije en la nota inicial, los mellizos volverán en el siguiente capitulo donde por fin, sabrán que técnicas habrán heredado cada uno.
En fin, nos seguimos leyendo ❤️ espero pronto actualizar.
Y disfruten esta noche de Halloween 🎃 muajajaja
Chapter 26: 24. Rompecabezas
Notes:
¡Hola! Aquí Vera con un capítulo más de este fic.
Primero quiero pedir una disculpa si el capítulo anterior pudo haber causado alguna incomodidad, disgusto o controversia con cierto tema en especial.
No fue mi intención causar algún malestar o desagrado. Por eso mismo, es que pido una disculpa 🙇🏻♀️
Por otro lado, quiero darles las gracias a todas las personas que me dieron sus palabras de apoyo durante estos últimos días. Donde de verdad, la estuve pasando muy mal. Pero poco a poco estamos volviendo con más ánimos y fuerzas ❤️
También quiero darles las gracias a todas esas personas que siguen leyendo y apoyando esta historia. En serio, muchas gracias por sus votos, comentarios y lecturas.
Y es por ese mismo apoyo, que seguimos aquí, escribiendo y publicando esta historia, la cual, calculo que ya estamos por la mitad de la misma y eso que ya se vienen varias sorpresas y sucesos importantes.Y entre esos sucesos importantes, hay algunos que involucran a Yurika y a Yuudai y este es uno de esos.
Ahora es turno de los mellizos ❤️ los cuales tendrán total protagonismo en este capítulo y más que aquí tendrán las primeras manifestaciones de sus técnicas malditas, así como también tendrán una muy importante e interesante conversación.
Y por favor, una vez lleguen al final del capítulo, lean la nota final, ya que hay un pequeño aviso importante sobre el siguiente capítulo.
Ahora sí, sin más distracciones, vayan y traigan su botana favorita, que esta novela está por comenzar.
Disfruten del capítulo ❤️
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
"Las personas son misterios que se desentrañan de poco en poco, son como un rompecabezas que se va armando con cada interacción."
09:40 a.m.
Maki y Yuki no eran las únicas que estaban hablando a esa hora de la mañana.
Mientras esas dos mujeres hablaban sobre el amor, los celos y los pecados.
Los mellizos ya estaban despiertos en su habitación, jugando en aquella mañana lluviosa antes de bajar a desayunar.
Incluso aún permanecían usando sus pijamas porque estaban esperando a que su madre les dijera que bajaran.
De los mellizos, Yurika era la más inquieta esa mañana.
Estaba muy hiperactiva desde que despertó, parecía haber despertado con más energía de lo normal, ya que estaba saltando de un lado a otro, decidiendo con que juguete jugar.
Incluso podía notarse bastante ansiosa, ya que sentía una extraña sensación recorrer su pequeño cuerpo, pero sobre todo sus pequeños pies, eran los que le pedían ir de un lado a otro.
La niña no sabía con qué juguete jugar, ya que cada muñeca y peluche que tomaba, lo tiraba al suelo porque sentía que ese día en especial, se aburría con mayor velocidad.
Inclusive camino varias veces hasta su pequeño tocador. Peino su cabello en varios peinados porque de verdad, no sabía que accesorio ponerse aquel día o como debía arreglarlo. Incluso hasta parecía indecisa sobre que ropa usar después de desayunar. De verdad, aquel comportamiento era muy inusual en ella.
Era como si su cuerpo tuviera esa necesidad de correr. Sobre todo, sentía que algo le picaba los pies.
Además, esta niña parecía que había descubierto algo muy importante que quería presumir, aunque al mismo tiempo, sentía que debía guardar el secreto.
En cambio, Yuudai estaba demasiado concentrado tratando de terminar de armar un rompecabezas que su tía Tsumiki le había regalado recientemente. El pobre aún se veía cansado a pesar de haber dormido desde muy temprano la noche anterior.
Su hermana no era la única que había amanecido con una sensación extraña recorriéndole el cuerpo.
Yuudai también se despertó con ese mismo inquietante sentir.
Aun así, para evitar que el sueño le ganará una vez más, había decidido ponerse a armar aquel rompecabezas mientras su madre los llamaba para desayunar.
Su hermana ante tal desesperación por no saber que hacer, decidió unírsele, sentándose rápidamente al frente de su mellizo.
—¿Qué más crees que estén haciendo Mamá y la abuela Yuki allá abajo?— Pregunto Yurika con curiosidad aun moviendo sus pies aun estando sentada.
—Además de conversar, se nota que están haciendo el desayuno ya que huele a café y a comida— respondió Yuudai mientras ponía una pieza que pertenecía a una de las alas de aquel cohete que tenía el rompecabezas.
Aquel niño desde hacía unos días atrás, había cambiado los dinosaurios por los cohetes espaciales y los planetas y las estrellas. Era como su nueva obsesión.
Ante tal cambio, su tía Tsumiki le había regalado un libro de astronomía que le había pertenecido a ella de niña, sobre todo porque por algún motivo desconocido hasta ese momento, Yuudai se sentía familiarizado con ese tema. Y más que se sentía “flotar” en sus sueños como si estuviera en el espacio.
Yurika hizo un puchero al ver lo tan concentrado que estaba su mellizo con aquel rompecabezas.
—¡Estoy aburrida!— dijo con fastidio para llamar su atención.
Yuudai elevo su vista hacia ella.
—Entonces ponte a jugar con tus muñecas o tus peluches. Tienes muchos de ellos.
—¡Ya lo intenté, pero ya me aburrieron! — dijo está en voz alta.
Su hermano giró su cabeza hacia la pila de juguetes que había en el lado de la habitación que pertenecía a su hermana.
De verdad aquella parte en tonos rosas y blancos era un desastre.
—Mamá nos va a regañar si ve ese desorden. Podrías acomodar eso que acabas de hacer antes de bajar a desayunar— Regaño Yuudai.
La niña se cruzó de brazos.
—¡Esa pila de juguetes está de mi lado del cuarto, así que a ti no te van a decir nada, llorón! Además, ya me dio flojera recoger ese desastre, así que lo haré después de desayunar.
Su mellizo solo puso los ojos en blanco. Aquel tema siempre se repetía entre ellos.
Yurika y Yuudai compartían habitación desde que nacieron. Esto por recomendación de Mai ya que entre ambos se cuidaban y evitaban sentir miedo.
Desde que entrabas a la habitación de los mellizos, podías ver la diferencia en las personalidades de esos dos, así como en sus gustos.
La parte derecha de la habitación le pertenecía a Yurika. Esta estaba pintada en colores rosas y blancos. Además que tenía lindas repisas donde ponía todas sus muñecas y peluches. Así como su cama tenía una colcha en color lila y muchas almohadas en colores pasteles. Su cama estaba llena de peluches y sobre esta había un bello dosel en color rosa con muchos brillos dorados y arriba le sujetaba un accesorio que parecía una gran corona.
Pero en aquel momento ese lado de la habitación era un desastre. Ya que algo que caracterizaba a Yurika desde muy pequeña es que era un tanto desordenada debido a lo inquieta que solía ser.
Además, también destacaba que de su lado de la habitación, tenía un pequeño tocador a su medida lleno de accesorios y un pequeño espejo circular, aquel mueble también lo usaba de escritorio para hacer sus tareas escolares.
Así como también de su lado de la habitación tenía el clóset lleno de ropa de moda infantil de muchos colores que había elegido junto a su tía Nobara. Realmente Yurika era y se sentía como toda una princesa porque incluso tenía coronas de juguete y accesorios dignos de una.
En cambio, la parte izquierda de la habitación, cerca de la salida, le pertenecía a Yuudai. Su parte del cuarto estaba pintada toda en tonos azules y verdes.
También de su lado de la habitación tenía algunas repisas donde habían dinosaurios en ellas, así como sus demás juguetes como carritos coleccionables y peluches de animales que podrías ver en un zoológico.
Así como también cerca de su cama, tenía una repisa para sus libros ya que le gustaba leer y debajo de esta tenía su propio escritorio donde hacia sus tareas escolares, el cual siempre estaba ordenado.
Su lado de la habitación era la más ordenada debido a que la mayor parte del tiempo estaba cansado para jugar o porque se la pasaba mucho tiempo fuera de casa debido a sus visitas al hospital para asegurarse de que su salud estuviera estable como actualmente se encontraba.
Y a un lado de su cama, él tenía una mesita de noche, donde además de tener una lámpara y su libro favorito, tenía siempre todos sus medicamentos, al igual que había dentro del cajón un termómetro, un oxímetro y sobre su cama estaba su inhalador.
Destacaba que su cama tenía una colcha verde con un gran dibujo de un dinosaurio y tenía pocas almohadas por recomendación médica. Y sobre el techo de su cama, había algunas estrellas pegadas, las cuales brillaban en la oscuridad disimulando un cielo estrellado.
Él al igual que su melliza, él tenía un clóset propio, donde las prendas en amarillos, verdes, azules y blancas destacaban. Él era más modesto y no entendía nada sobre la moda.
Toda la habitación en general estaba llena tanto de juguetes propios como de juguetes que pertenecían a ambos. Sobre todo, ambos siempre jugaban en medio de la habitación, la cual estaba dividida por la gran ventana.
Maki ya había intentado que cada uno tuviera su propia habitación, pero eso duró menos de un mes en esa nueva casa, ya que siempre alguno de los dos se iba a jugar o a dormir con el otro y el escuchar sus pasos cruzar el pasillo siempre la despertaban, así que decidieron que seguirían teniendo su habitación compartida hasta unos años más adelante.
Yuudai fue el primero en notar que algo raro pasaba aquel día, incluso noto el inusual comportamiento de su melliza.
—Estas más inquieta que de costumbre— observó como esta movía con desespero su pie derecho.
—Y tú te estas comportando más aburrido de lo normal — Reprocho Yurika con un tono molesto por eso que había dicho su mellizo.
—Aunque me sorprende que hayas sido el primero en despertar, siempre eres el último.
Yuudai miro sus manos.
—Digamos que desde que me desperté me he sentido algo...
—¿Extraño?— completo Yurika aquella frase, parecía haberla leído de la mente de su mellizo.
—Si, como si algo me picara las manos. Como si me dieran toques y esa corriente pasara por todo mi cuerpo, pero en especial, en mis manos tengo esa extraña sensación — mostró sus palmas.
—También yo me siento así pero yo la siento en mis pies. Quizás solo sea la lluvia— explico Yurika —Quizás la humedad nos está haciendo daño.
—¿Crees que sea alguna alergia?— pregunto Yuudai.
—Si así lo fuera, ambos estaríamos hinchados, feos y llenos de ronchitas— explico Yurika.
Yuudai suspiro.
—Solo espero que esta extraña sensación desaparezca pronto.
Ambos guardaron un momento de silencio. Trataron de escuchar lo que su madre y Yuki estaban hablando allá bajo, pegaron sus orejas al suelo, pero la lluvia no los dejaba escuchar nada. Y no querían bajar aún por las escaleras, ya que no querían ser regañados por escuchar platicas ajenas.
—¿Y de qué crees que estén hablando la abuela Yuki y Mamá allá abajo?— pregunto Yurika con curiosidad mientras se volvía a sentar.
Yuudai se encogió de hombros.
—No lo sé. Aunque por ratos se escucha a Mamá levantar la voz algo molesta.
—¿Crees que estén hablando de nosotros? Porque mamá tiende a contarle a la abuela Yuki todas las travesuras que hacemos y la última que hicimos fue en la escuela antes de salir de vacaciones de verano — dijo Yurika apuntando tanto a ella como a su mellizo.
Yuudai negó con la cabeza una vez se volvió a sentar.
—No creo. Además, esa travesura fue idea tuya, no mía, así que tuviste suerte de que no te expulsarán de la escuela por problemática — regreso su concentración a ese rompecabezas que estaba armando— Quizás solo estén hablando de cosas de adultos, ya sabes, igual que el otro día cuando vino Yuta kun, él y Mamá hablaron hasta muy tarde en la noche.
Yurika sonrió enormemente al escuchar ese nombre.
—Y ¿Cuándo crees que Yuta kun regrese a Kioto? — pregunto tan de repente, mirando lo concentrado que estaba su mellizo.
—Él dijo que regresaría en unos días. Así lo prometió, así que quizás no tarde en volver— Yuudai tomo otra pieza entre sus dedos.
—Además, parecía que Mamá y él hablaron de cosas importantes tanto esa noche, como también la mañana siguiente antes de que él se fuera a Tokio— dijo aquel niño muy observador, poniendo una pieza más en aquel rompecabezas que ya casi terminaba de armar.
—Incluso en el desayuno intercambiaron algunas señas y miradas. Creo que hablaron de algo muy serio.—Tomo una pieza más y empezó a analizar y a comparar un poco aquel rompecabezas que tenía frente a él con el comportamiento de esos dos adultos.
Tanto armar rompecabezas como sacar conclusiones se habían vuelto sus hobbies favoritos debido al mucho tiempo que permaneció internado en el hospital cuando era más pequeño. Realmente Yuudai se había vuelto un niño muy observador y de paso, muy paciente. Pero aquel día sentía que una pieza no encajaba.
—¿Y tú como sabes eso?— pregunto Yurika alzando una ceja.
—Porque en el desayuno no dejaban de verse y también lo digo por la forma en que se despidieron. Era muy...
—¿Cariñosa?— Pregunto Yurika muy emocionada. Como si también ella lo hubiera notado.
—Si— Yuudai hizo un leve puchero.
—Además, Mamá no se sonroja así cuando esta con papá Gumi o no que yo recuerde... aunque recuerdo que solo una vez los he visto besarse... pero de ahí en más nunca los he visto comportarse cariñosamente entre ellos — comento tomando otra pieza de su rompecabezas. La examino y después la dejo en el suelo, parecía buscar la siguiente y perfecta pieza que encajara con la situación.
La lentitud de su hermano, desesperaba a Yurika, la cual también empezó a tomar piezas al azar.
—Bueno, tiene sentido, Mamá se comporta muy seria cuando está con Papá Gumi — parecía ilusionada mientras observaba la pieza que había tomado del suelo —Pero con Yuta kun es muy diferente, hasta se sonroja al estar cerca de él, yo lo he notado también, pareciera que hay algo más ahí — sonrió, parecía haber recordado algo que vio hacia poco.
Rápidamente puso aquella pieza al azar, la cual encajo sin dificultad en aquel rompecabezas. Incluso parecía haber llegado a una conclusión en ese momento con el comportamiento entre su madre y Okkotsu —¿Crees que a mamá le guste Yuta kun?
Aquella pregunta incómodo a su hermano, quien hizo un ruido de desaprobación — mmm no lo se. ¿Por qué esa pregunta?— elevo una ceja.
Yurika volvió a tomar otra pieza y rápidamente la encajó en el rompecabezas sin ningún problema.
—Digamos que desde el día en que lo invitamos a comer, he notado ciertas cosas entre mamá y Yuta, además que bueno mmm yo mmmm— parecía que había algo más que no se atrevía a decir.
Yuudai entre cerró los ojos tratando de leer la mente de su melliza. Pero no lograba descifrar que era aquello que esta le quería decir, aunque sospechaba de ese "algo" que Yurika le quería dar a entender, ya que también él había visto algo entre su madre y Okkotsu.
—¿Y tú crees que a Yuta kun le gusta o siente algo por nuestra mamá?— pregunto el niño acomodando otras piezas en aquel rompecabezas.
A Yurika se le formó de nuevo una gran sonrisa por esa pregunta.
—Yo creo que sí. Ademas me gusta como nos llevamos con Yuta kun. Incluso papá Gumi y la tía Miki se llevaron muy bien con él desde el día que lo conocieron, lo mismo que nuestros demás tíos — dio unos leves saltitos sobre sus rodillas sin moverse de su lugar. En serio parecía muy inquieta.—Bueno, menos a la tía Noba, parece que a ella no le cae bien.
—Veo que te agrada mucho estar con Yuta kun ¿Cierto, Yurika?—comento Yuudai poniendo una pieza más, la cual le costó un poco de trabajo descifrar.
—¡Claro que me agrada! ¡Él nos salvó y de paso, me siento cómoda a su lado, así como con todos en nuestra familia! Es como si él fuera uno más de nosotros— dijo con una gran sonrisa — ¡Además que es muy divertido!— miro con atención a su hermano —¿Y a ti Yuudai? ¿Te agrada Yuta kun?
—Claro que me agrada Yuta kun y de paso, me gusta convivir con él, pero...— comento Yuudai frunciendo un poco los labios. Sentía que una pieza no encajaba con aquel adulto. Así como la pieza que sostenía entre sus dedos, la cual no sabía dónde debía ir ya que sus bordes parecían no encajar.
—¿Pero?— su melliza pregunto con curiosidad, ladeando levemente su cabeza a un lado mientras lo miraba fijamente.
—¿No sientes que desde que conocimos a Yuta kun, hay una constante sensación de sentir que somos más cercanos a él de lo que pensamos?
—¿A qué te refieres con eso?— pregunto su hermana con bastante seriedad.
—Me refiero a que se siente como si él fuera alguien mucho más cercano a nosotros, y no como un simple desconocido al que encontramos en un callejón — dijo mirando a su melliza, la cual se veía bastante seria ante esa observación.
—Un poco. Desde que lo conocimos en aquel lugar he sentido esa extraña conexión que mencionas con Yuta Kun— Yurika suspiro ante aquellas palabras y más que también ella se sentía de esa manera que su hermano.
—Si, y eso me hace pensar en que quizás somos más cercanos a Yuta kun de lo que pensamos… realmente eso es muy extraño— explico Yuudai.
— Aunque diría que tú te pareces bastante físicamente a Yuta kun, sin embargo él no es un miedoso— Yurika saco la lengua y despeino un poco a su hermano con ambas manos —Sobre todo te pareces a él en el cabello.
—¡Tonta!— Yuudai se quitó las manos de su hermana de encima de su cabello— ¡No me refiero a físicamente porque si es así, recuerda que tu solo eres yo pero en niña!— dijo molesto y apuntándole.
—Lo sé— Yurika movió con elegancia su propio cabello con una mano—Yo soy tu, pero en versión niña, aunque debo decir que yo sí nací siendo muy hermosa — dijo moviendo los hombros en un tono muy halagador a sí misma.
Yuudai entrecerró los ojos e hizo una mueca de fastidio —Yo diría más bien que eres una niña caprichosa y berrinchuda...— dijo muy molesto.
—Aun así soy hermosa, tanto la tía Miki como la tia Noba siempre me lo dicen, e incluso la tía Mai siempre me lo decía — dijo Yurika revoloteando su cabello con presunción.
Después sus hombros bajaron y su vista se centró en su hermano. Se puso algo seria.
—Pero si, desde que conocimos a Yuta kun siento como una extraña conexión con él. Siento como si su energía...
Yuudai completo la oración que estaba diciendo su hermana.
—Como si su energía maldita se pareciera a la de nosotros ¿No?
—¡Si, eso es lo que trato de decir!— comento Yurika moviendo con ánimo sus manos.
—Además …— siguió hablando Yuudai.—¿No sientes como si tanto mamá, papá Gumi y nuestros tíos conocieran a Yuta desde hace años y no como pareciera que se están conociendo apenas? ¿Entiendes a lo que me refiero?
Yurika hizo un gran si con la cabeza.
—Si, y más porque no se preguntan cosas típicas que alguien preguntaría o hablaría cuando conoces a alguien por primera vez…— respondió haciendo algo de memoria. Recordó que había visto como tanto Yuta y su padre Megumi hablaron de camino a casa aquella noche del festival. Incluso recordó que su tía Tsumiki hablo con él como si hablaran de algo del pasado.
Ambos niños guardaron un momento de silencio, mientras analizaban aquello.
Eso hasta que Yurika se atrevió a decir algo sobre un tema del cual tenía bastante curiosidad desde hacía un año atrás.
—Además, aún está el tema sobre nuestro verdadero padre... — tomo una pieza más del suelo.
Yuudai torció la boca y sus ojos se entre cerraron de molestia al escuchar eso. No le gustaba para nada ese tema.—No empieces de nuevo con eso...— susurro con fastidio.
Rápidamente a su hermana se le iluminaron los ojos y una gran sonrisa se le formó en el rostro y más al recordar lo que había visto entre Yuta y su madre.
— ¿Y si Yuta kun es nuestro verdadero padre?—Yurika dijo con gran alegría acomodando aquella pieza sobre el rompecabezas a la perfección.
Yuudai rodo los ojos.
—¡No digas tonterías!— contesto muy molesto.— Mamá dijo que nuestro verdadero padre se fue antes de que naciéramos. Así que es más que obvio que él no va a regresar.
Yurika levanto la voz ante tal negativa
—¡Yo sí creo que nuestro verdadero padre va a volver! Y si me lo preguntas, ¡A mi si me gustaría que Yuta kun fuera nuestro nuevo papá!
Yuudai de nuevo rodó los ojos y gruñó —Deberías dejar de ver tantas novelas y películas de princesas, por eso eres muy cursi y crees en tantas tonterías — elevo la voz — ¡Para mí, nuestro padre seguirá siendo papá Gumi y nuestro verdadero padre es solo un cobarde como dijo mamá! ¡Yo no lo perdonaré si él vuelve!
Aquellas palabras hicieron que Yurika se enojará bastante. Infló las mejillas y soltó el aire con fuerza por sus fosas nasales, rápidamente se puso de pie y destruyó de una patada aquel rompecabezas, haciendo que todas las piezas salieran volando por todos lados.
Aquella acción molesto demasiado a Yuudai, quien miró con enojo puro a su melliza.
Pero en ese momento donde los ánimos se habían calentado y estaban a punto de agarrarse a golpes, algo extraño sucedió entre los mellizos. Algo que los dejaría bastante confundidos.
Yurika predijo el siguiente movimiento que haría su hermano, eso la hizo moverse instintivamente para evitar el golpe.
Aquel movimiento que hizo la niña de dar un paso hacia atrás, lo hizo tan rápido que incluso aquella velocidad no fue para nada común ni para ella misma.
Yurika siempre se había destacado por su velocidad; en los deportes era ágil y rápida, lo que la convertía en la primera opción de cualquier equipo. Sin embargo, la rapidez que mostró en ese instante para nada había sido normal ya que en cuestión de segundos había llegado hasta el otro lado de la habitación.
Incluso parpadeo varias veces, porque realmente no entendía lo que había pasado en ese instante, ya que todo ocurrió en un abrir y cerrar de ojos.
Ella se movió tan rápido que a Yuudai no le dio tiempo de reaccionar, porque lo que le pasó a él fue aún más extraño.
Un trueno estalló en el cielo, seguido por el destello de un relámpago que iluminó la figura de Yuudai desde su espalda. La luz atravesó la ventana, intensificando la sombra que este proyectaba sobre el suelo.
Justo cuando Yuudai se disponía a golpear a su hermana, algo insólito ocurrió.
La tenue luz que se filtraba por la ventana proyectaba su sombra bajo sus rodillas. El niño, dominado por la rabia que le provocaba el destrozo de su rompecabezas y las crueles palabras que había dicho su hermana sobre aquel tema de su verdadero padre al cual odiaba, hicieron que sintiera cómo sus manos ardían de furia. Sin embargo, lo que ocurrió a continuación lo dejó perplejo.
Yuudai tuvo la sensación de que su sombra se agitaba ligeramente. Por un instante, sus manos y rodillas, las cuales seguían apoyadas en el suelo en ese instante, parecían hundirse.
Era como si se sumergieran en arena o lodo. Para su horror, algunas piezas del rompecabezas desaparecieron dentro de esa sombra que se transformaba en un pozo oscuro y profundo. Aterrorizado, Yuudai soltó un grito y se levantó de golpe, provocando que la siniestra abertura se desvaneciera al instante bajo sus pies.
Incluso Yurika que vio como parecía que la sombra de su hermano se lo quería comer y se llevó algunas piezas, la hizo quedarse perpleja ante lo sucedido.
Ambos hermanos se vieron atónitos. Y se asustaron más cuando otro relámpago rompió el cielo y otro fuerte trueno produjo que hasta la ventana de su habitación vibrara con violencia.
Ambos gritaron, sus respiraciones se agitaron por el miedo.
Yurika estaba bastante confundida.
—¿Qué demonios fue eso?— pregunto apuntando a los pies de Yuudai.
—No... No lo sé... y... —Yuudai empezó a hiperventilar —¿Por qué… demonios … — el aire se le iba— te moviste así?
—¿Así como? — pregunto Yurika en shock.
—¡Así de rápido! —dijo Yuudai en un hilo de voz. Además, el pobre se estaba poniendo muy pálido.
—¡Tu medicina!— grito Yurika asustada al ver a su gemelo ponerse mal como veces anteriores donde dejaba de respirar.
Con las pocas fuerzas que le quedaban, Yuudai corrió a su cama y tomó el pequeño inhalador que siempre cargaba con él, el cual le ayudaba calmarse y de paso, le ayudaba a poder respirar abriendo sus vías respiratorias.
—Eso… fue...— Yuudai se sentó en el suelo con cuidado, apoyando su espalda en su cama, mientras daba un disparo más a su inhalador en su boca –Extraño...— dijo en un carraspeo.
Su hermana se sentó a su lado.
—Demasiado extraño... yo me moví rápidamente y tu...
—El suelo se abrió a mis pies… parecía que… iba a caer en un pozo oscuro — comentó Yuudai tratando de recuperar el aliento.
—Creo que estamos imaginando de más...— dijo Yurika observando como su hermano empezaba a recuperarse.
—Si... quizás nos estamos volviendo locos...— comento Yuudai sintiendo como el ardor de sus pulmones empezaba a bajar.
En aquel instante, la puerta de su habitación se abrió.
—¿Esta todo bien niños?— pregunto Yuki, quien había subido a ver a esos dos.
La rubia notó que ellos estaban asustados, al igual que sentía un rastro de energía maldita que venía del suelo, pero en especial, sentía esa energía venir de esos dos.
Los niños se giraron a mirar a esa mujer, quien los veía con ojos de curiosidad. Parecía que su presentimiento se había hecho realidad, quizás esos dos ya habían manifestado sus técnicas malditas y quizás era por eso que estaban bastante asustados, pensó
—¿El trueno los asustó?— Yuki se acercó a ellos y se puso de cuclillas y les acarició el cabello y las mejillas para calmarles.
Ambos niños hicieron un si con sus cabezas. No podían pronunciar palabra alguna mientras esta les estiraba las manos.
—Ya paso, la tía Yuki esta aquí para calmarlos— dijo amablemente.
Una vez Yuki tomo las manos de esos dos, confirmo sus sospechas gracias a la energía residual que detecto en ellas. Los mellizos habían usado por primera vez sus técnicas malditas.
—Todo está bien ahora, se los prometo — abrió los brazos para que estos niños la abrazaran. Cosa que así hicieron esos dos. Pasando sus manitas al cuello de esta rubia.
—¿Que les parece si acabando de desayunar, me acompañan a comprar unas cosas y de paso, les compro un regalo a cada uno?— pregunto Yuki con gran alegría.
—¡Yo sí quiero!— Yurika parecía ya más calmada.
—Yo también. — Yuudai dijo con una leve sonrisa.
Yuki sonrió ante tales respuestas. Esa tarde pondría en marcha su plan. El cual consistía en tratar de que los niños les mostrarán sus técnicas, así como quería hacer que los padres de esos mellizos se reconciliaran y tuvieran un encuentro algo candente sin interrupciones.
Y ambas cosas las lograría con éxito.
Notes:
Espero les haya gustado el capítulo.
¿Y bueno, que les pareció? Estaré leyendo sus comentarios.
Y como acabaron de leer, Yurika y Yuudai ya están sospechando sobre quien podría ser en realidad Yuta 👀
¿Ustedes como creen que reaccionen cuando se les diga la verdad sobre que Yuta es su verdadero padre? Porque por lo que acaban de leer, parece que uno de los mellizos reaccionará mejor que el otro.
¡Y en efecto! ¡Ambos tienen energía y técnica maldita!
No puedo dar muchos detalles en este momento, ya que todo lo demás que falto mostrar de sus técnicas malditas, lo estoy dejando para un capítulo que podrán leer más adelante, ya que se armará tremendo caos/desmadre cuando muestren una vez más sus habilidades y más con los detalles de sus técnicas que faltó mostrar aquí.
Solo puedo adelantar que las técnicas de ambos niños, son una especie de combinación entre clanes.
Así que en teoría, Yurika y Yuudai son una mezcla de sangre bastante poderosa y valiosa. Eso los convierte en unas minitas de oro como diría Mei, ya que cualquier persona quisiera tenerlos por ser una combinación entre sangre de Sugawara, Sangre Zenin, Sangre Fujiwara y un tanto lejana del clan Gojo. Y como hemos visto en el canon de JJK, personas con buenas técnicas, siempre serán considerados como armas muy valiosas para distintos fines, en especial entre clanes.
Pero como dije, un poco más adelante sabrán todo lo demás de sus técnicas, igual pueden irme dejando sus teorías.
Cambiando de tema, vamos con el aviso que mencione al principio del capítulo ⚠️
Y ese aviso es que en el siguiente capítulo ya se viene la tan esperada reconciliación entre Yuta y Maki🔥
Así que lo voy diciendo de una vez por si no quieren leer de dicho tema.
El siguiente capítulo tendrá algo de contenido sexųal 🔞 entre esos dos adultos.
Así que para todos aquellos que no quieran leer nada relacionado a este tema, pueden esperar hasta el capítulo 26, el cual, ya estoy escribiendo.
Y para todos aquellos que si quieran leer tan esperada y candente reconciliación, bueno, espero traérselos pronto ❤️
Así que, parece que alguien seguirá los consejos de Yuki y quien sabe, quizás venga un tercer bebé 🤭
En fin, nos seguimos leyendo, esto va especialmente para todos aquellos que quieran continuar leyendo este fic.
Y para los que ya no, fue un gusto ❤️
Siéntanse libre de dejar de leer si ya esta historia no les está gustando.Gracias por haber leído 🙇🏻♀️ y nos vemos pronto.
Chapter 27: 25. Lo Que Provocas En Mi 🔞
Notes:
¡Hola a todos! Aquí Vera con la última actualización del año.
Antes que nada, quiero darles las gracias a todos los que han apoyado esta historia a lo largo de este año que está por concluir, de verdad muchas gracias por sus votos, por sus comentarios y sus lecturas. En serio, siempre estaré agradecida con cada uno de ustedes.
Solo espero que esta no sea mi última actualización, y que en este 2025 que está a punto de comenzar, pueda seguir escribiendo para esta historia asi como para todas las demás que tengo pendiente.
Bueno sin más, espero les guste este capítulo que están por leer.
Y más que como pudieron leer en el título, aquí se dará la tan esperada reconciliación entre Yuta y Maki, al fin, después de siete años de estar separados, por fin volverán a estar juntos y de una forma muy ardiente y apasionada.
Asi que, si a algún lector NO LE GUSTA ESTE TEMA DEL SMUT/LEMON, puede saltarse este capítulo sin problema y pueden esperar la siguiente actualización, la cual, espero sea pronto.
Como disclaimers o advertencias principales, esta que este capítulo contiene smut/contenido sexual entre dos adultos que se quedaron solos en casa. Las situaciones aquí presentadas son únicamente ficticias. Al igual que todo es consensuado/con consentimiento entre ambas partes. Nada es forzado entre personajes. Todo aquí es sexo de reconciliación.
Sin más que decir, disfruten de este apasionante reencuentro entre Yuta y Maki ❤🔥
◈ ━━━━ ♤ ━━━━ ◈
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Kioto
01:29 p.m.
Okkotsu ya se dirigía a la casa de los Fushiguros.
Aquel día nublado, Yuta había decidido hacer lo que siempre debió haber hecho hace siete años atrás. Bajar del tren y correr a buscar a Maki.
Una vez llegó a Kioto y bajo del tren, pasó rápidamente a comprar un ramo de flores a un puesto que había a las afueras de dicha estación, así como también compró un frío pero muy especial regalo que quería compartir con sus hijos y con Maki. En su mente estaba planeando la tarde perfecta con su familia.
Una vez compro todos esos presentes, inmediatamente tomo un autobús que lo dejaría bastante cerca de la casa de estos.
Ni siquiera quiso llegar a su departamento, solamente quería llegar a aquel lugar donde su corazón ya pertenecía.
Parecía que iba dispuesto no solo a decirle a Maki todo lo que había averiguado estando en Tokio. Sino que también iba dispuesto a decirle a Yurika y a Yuudai toda la verdad. Que él era su verdadero padre.
Una vez bajó del autobús, empezó a caminar animadamente, pero no contó con que la lluvia volvería a caer con algo de fuerza mientras más se acercaba a aquella casa, parecía como si incluso el clima jugará en su contra, así que no le quedó de otra que correr, ya que no quería que aquellos regalos se estropearan.
Sus pulmones ardían por haber corrido con fuerza para llegar a refugiarse de la lluvia, pero su corazón latía a mil porque de verdad deseaba ver a Maki como nunca antes.
01:59 p.m.
El golpeteo contra la puerta de aquella casa sonó con algo de desespero. Y eso lo noto Maki, quien se apresuró a abrir.
—¡Ya voy!— dijo bajando a toda prisa por la escalera, ya que estaba terminando tanto de alistarse como también estaba preparando los últimos detalles para salir tanto a su trabajo como entrenadora, como también a su siguiente misión como asesina.
Tomó la manija con rapidez y abrió la puerta sin antes fijarse por la mirilla para ver quién podría ser.
Su corazón se quiso detener al ver a aquel que había llegado a su hogar.
Y ahí, en el umbral de su puerta mientras la lluvia caía a sus espaldas, estaba Yuta, con la respiración agitada por haber corrido hasta ahí con todas sus fuerzas, tenía levemente teñidas las mejillas de rojo y en su cabello tenía algunas gotas de lluvia.
Maki trago saliva y observó el ramo de flores que cargaba este entre sus manos, así como una bolsa de una tienda de conveniencia.
Ambos intercambiaron miradas, incluso Maki parpadeo varias veces porque no podía dejar de ver a Yuta. De verdad, le sorprendía verlo de vuelta ahí.
¿Acaso era un sueño? No, no lo era y menos que él había avisado que iría horas atrás.
Parecía que él siempre volvería por ella de uno u otro modo.
Las palabras estaban atoradas en sus gargantas. Era tal la emoción interna por volverse a ver.
—¡Maki san!— A Yuta apenas y le salieron las palabras. Una gran sonrisa apareció en su rostro una vez la vio en el umbral de aquella puerta.
—Yuta…— Maki también apenas y logró pronunciar el nombre de este. Había algo de dulzura en su voz.
Había un potente magnetismo y tensión entre ambos y eso era bastante palpable con aquellas miradas que intercambiaban.
Maki miró fijamente a Yuta, realmente este se veía atractivo incluso con el agua cayendo por su cabello, tenía la tentación de pasar sus dedos por este como días atrás lo hizo.
Incluso Yuta observó con detenimiento a Maki con la boca un poco abierta, miro el como ella iba vestida aquel día con su ropa deportiva que resaltaba su figura. Y esa mirada un tanto lasciva la notó ella, ya que sintió como este la miro de pies a cabeza. Admirándola con la pasión de siempre.
—Ejemp, Okkotsu mis ojos están acá arriba — comento Maki cruzando los brazos a la altura de su pecho para cubrirse un poco el muy leve escote que traía ese día. Además, debían ya romper esa tensión.
—Perdón, es que estas tan hermosa como siempre — comento Yuta apenado con una leve risita. —Emmm ¿Puedo pasar?— las gotas de lluvia ya caían con más fuerza sobre sus hombros, empapándole la chaqueta.
—Ok. Pasa— de nuevo Maki empezó a ser ella misma con esa fachada de desinterés, a pesar de que por dentro, se estaba muriendo por él.
Le invitó a pasar, haciendo un movimiento con su mano para darle a entender que entrará.
—Parece que llegaste justo a tiempo, el clima está horrible últimamente con estas lluvias que no dejan salir — comentó escuchando un trueno romper el cielo y mirando como la lluvia empezaba a caer con más fuerza antes de cerrar la puerta detrás de ella.
—Gracias— comento Yuta entrando al recibidor y poniéndose las pantuflas que reconoció al instante, eran las mismas que se había puesto noches atrás. El tener un calzado en esa casa ya se le hacía algo especial. Se sentía ya como parte de la familia —Ni que lo digas, Tokio también está bajo el agua en este momento.
—Y dime ¿Qué te trae por aquí?— Pregunto Maki con rapidez, mientras Yuta se ponía aquel calzado.
—Bueno, como te dije por mensaje he venido a verte.
—Pues aquí me tienes — dijo Maki con ironía —No soy un fantasma como te lo dije el otro día — comentó con una leve mueca y moviendo sus manos de un lado a otro.
—Lo sé. La otra noche me demostraste que no eres uno— contestó Yuta con una suave sonrisa al recordar ese beso—Simplemente he venido a hablar contigo y a convivir un poco con nuestros hijos. Y de paso te he traído esto — mostró aquel ramo de flores que traía aún en sus manos. —Espero te gusten.
Aquellas flores eran camelias rojas. Estas realmente reflejaban el amor y la pasión que aún Yuta sentía por ella.
Maki las tomó con un suave sonrojo, realmente nunca se esperó recibir dos ramos tan seguidos.
—Gracias, aunque supongo que debe de haber un motivo en especial para que de nuevo me hayas traído flores ¿No? Aunque sabes bien que las flores se me hacen un regalo muy pasajero — comento llevándose una mano a la cadera, aun fingiendo desinterés.
Sentía que debía hacerse la difícil, a pesar que quería hacerles caso a sus sentimientos y más que de una u otra forma, la charla con Yuki la había dejado al borde de sus emociones. Una parte de ella quería seguir su consejo, quería entregarse a Yuta una vez más. Pero su orgullo como mujer aun le dolía bastante.
—¿Debería existir un motivo para traerte flores de vez en cuando?— Yuta la miró fijamente. Su mirada parecía retadora como en sus años de preparatoria.
Maki soltó una leve risita ante tales palabras y más al notar aquella mirada.
—Podrías inventarte un motivo.
—Pues si ese es el caso. Quizás podría ser el de reconquistar a la madre de mis hijos y a la que a su vez, fue mi antigua novia de preparatoria. Supongo que eso podría ser suficiente motivo para traerte flores cada vez que venga ¿No lo crees?— sonrió con confianza.
Maki entre cerró los ojos por esas palabras y sentía sus mejillas arder levemente.
—¡Baka! Si traes un ramo cada vez que vienes, los vecinos empezarían a sospechar que tengo un amante.
—Créeme Maki, lo que menos quiero es tratarte como una simple amante…— contesto Yuta recordando lo que Satoru había dicho días atrás sobre ese tema de los líderes y sus concubinas. El recordar esa conversación le hizo suspirar.
Rápidamente el invitado noto el silencio que reinaba en aquella casa.—Por cierto ¿Y los niños?
Maki suspiro —Salieron junto a Tsukumo, quizás tarden un rato en regresar ya que esta estúpida lluvia no deja de caer—contesto molesta— Solo espero que no se estén mojando o que mínimo ella se los haya llevado a un lugar techado y más que no quiero que ambos se enfermen, porque es muy complicado cuidar de ellos estando enfermos al mismo tiempo — torció la boca — Y de paso, espero no tarden demasiado porque yo también tengo que salir.
En ese instante, Maki noto la bolsa que Yuta traía en su otra mano desde que entró. La cual estaba soltando unas leves gotitas de agua.
—¿Qué más traes ahí?
—¡Oh! — Su invitado elevo un poco la bolsa —Me tomé la molestia de comprarles algo de helado a los niños. Quería compartirlos con ellos, pero creo que tendré que esperar.
—Ven, vamos a meterlos al congelador porque se nota que con esta lluvia no llegaran pronto — suspiro Maki yendo a la cocina —Puedes dejar tu sudadera en la sala para que se seque— movió su mano con desinterés al notar los hombros mojados de su invitado.
Yuta hizo un sí con la cabeza, rápidamente se quitó la sudadera y la colgó en el perchero que tenía aquella familia a un lado del sofá.
Después la siguió.
—Por cierto ¿Vas a salir más tarde a trabajar? ¿Por eso la ropa deportiva?— pregunto mirándola de pies a cabeza.
La ropa deportiva que traía Maki consistía en unos leggins negros y una camiseta de tirantes gruesos pero en tono blanco.
Maki dejo esas nuevas flores en la mesa, la cual aún tenía sobre ella las tazas de café al igual que los platos vacíos del desayuno.
Se giró a ver a Yuta —Si, voy a salir a trabajar...— contesto arrastrando las palabras.
Hubo un momento en que Maki sintió el corazón detenerse y sus mejillas querer teñirse porque anteriormente no le había prestado atención al físico de Yuta.
Debajo de la sudadera, este traía puesta una camiseta en color gris que dejaba ver la mayor parte de sus torneados brazos, los cuales, no los había notado antes porque desde que se reencontraron, este siempre llevaba puesta una sudadera o un suéter.
Yuta definitivamente había cambiado en esos siete años. Ya no era el chico de antes. Ahora era un hombre bastante atractivo.
—Y Puedo preguntar ¿Como te va con ese trabajo?— cuestiono Yuta con curiosidad, poniéndose a su lado para sacar los helados de la bolsa.
Esas palabras sacaron a Maki de su mente, tomó los helados con algo de rapidez y los empezó a meter al congelador de su refrigerador.
—Me va bien— respondió —Como trabajo de entrenadora solo voy determinados días de la semana a dos gimnasios diferentes. A veces voy por la mañana a uno y en la tarde a otro, ya que se me dado esa flexibilidad en los horarios para poder estar al pendiente de los niños o a veces doy clases privadas a ciertos clientes. Sobre todo a mujeres que buscan un cambio físico — explicó con una sonrisa. —Y bueno, no me quejo, la paga me da lo suficiente para lo que necesitan mis hijos— mintió con eso último ya que ganaba en sus misiones.
Aun asi necesitaba seguir guardando su fachada de civil, por suerte, aquella información del gimnasio era genuina gracias a una "ventana" que las apoyaba la mayor parte del tiempo, inclusive esa misma persona les ayudaba a crear fachadas y mentía a su favor cuando lo necesitaban. Realmente era alguien de su confianza.
—Y cambiando de tema mientras los niños regresan — Maki chasqueó un poco la lengua — ¿Cómo te fue en Tokio? — tomo tanto las nuevas flores que Yuta le trajo, así como el florero con las anteriores y las paso al fregadero para hacer ahí el cambio —¿Qué averiguaste? Te escucho— se dio la vuelta.
Yuta volvió a bajar los hombros al recordar todo lo que descubrió estando en aquella ciudad, mientras se ponía a un lado de Maki en aquel fregadero.
—Descubrí tantas cosas que no sé por dónde comenzar…— rasco su nuca.
Maki empezó a quitar el papel que envolvía ese nuevo y fresco ramo.
—Podrías comenzar por lo que creas que es lo más importante que debas decirme — dijo mientras empezaba a quitar una por una las flores marchitas de aquel jarrón para reemplazarlas por las nuevas.
Yuta tomo un respiro profundo. Lo que le iba a revelarle no iba a ser nada sencillo.
—Bueno, lo más importante que descubrí es que Gojo sensei no pudo intervenir para evitar nuestra separación porque estaba atado con un voto vinculante que le impidió ayudarnos a ambos…
Maki al escuchar eso, se giró muy molesta hacia su invitado —¿QUE ESE IDIOTA QUE?— elevo la voz con demasiada molestia mientras en sus manos sujetaba algunas flores marchitas.
Yuta dio un paso más hacia ella, quedando de frente y elevó levemente las manos.
—¡Déjame explicarte!— trato de calmarla.
—¿EXPLICARME QUÉ?
—En que tenías razón con tus sospechas, había tanto intereses políticos de por medio con nuestra relación que afectaba tanto al clan Zenin como al clan Gojo y al parecer había algunas cuestiones más que lo obligaron a hacer un voto vinculante entre él y otras personas.
—¿UN VOTO VINCULANTE? ¿POR QUÉ LO HIZO?— Grito súper molesta mientras aplastaba con furia esas flores marchitas entre sus manos.
—Solo me explicó que hizo ese voto por obligación y que entre los involucrados hay más miembros de los tres clanes, junto a otros hechiceros y que lo pactaron con los antiguos peces gordos— movió un poco sus manos — Esto debido tanto a los intereses políticos como por las constantes guerras que se tenían entre los clanes. Nadie podía intervenir en lo que hacía los otros.
—¿ENTONCES LOS ALTOS MANDOS TAMBIÉN ESTUVIERON INVOLUCRADOS EN ESTO?— Grito Maki con furia. La sangre le hervía.
—Si, ellos estuvieron de acuerdo en nuestra separación...— explico Yuta. Suspiro —Sin embargo, tiempo después, los anteriores altos mandos fueron asesinados y fue ahí cuando ese voto vinculante perdió su efecto. Prácticamente una vez muertos estos, los clanes pudieron intervenir en otros asuntos.
—¡Espera! ¿Dijiste Asesinados?— Maki elevo una ceja ante tales palabras, se notaba que no estaba al tanto de ese tema. —¿Cómo qué los anteriores altos mandos fueron asesinados? ¿No se supone que murieron por causas naturales?
Yuta siguió explicando.
—Por lo que me contó Satoru, es que tiempo después de que nos separaran, alguien empezó a matar a los anteriores peces gordos. Pero antes de todo eso, hubo alguien que los convenció sobre que nuestra relación era una amenaza.
—¡¿Pero?! ¿Quién los asesinó? — pregunto Maki con confusión.—Eso yo no lo sabía…— su mano fue a su boca en señal de sorpresa.
Yuta negó con la cabeza.
—Nadie lo sabe… solo se descubrió que fueron envenenados— La miro a los ojos — Y al parecer, fue gracias a ese alguien que asesinó de manera discreta a todos ellos, que el voto poco a poco se fue rompiendo y es por eso que hasta ahora, Satoru pudo hablarme de esto. Y sobre quien los convenció tampoco me dieron una respuesta— bajo los hombros— Nadie sabe si quien hizo ambas cosas sea la misma persona o si se trata de alguien más.
Maki apretó los puños, destrozando más aquellas flores marchitas entre sus manos.
—Ese idiota de los ojos vendados… ni para defender a sus alumnos fue bueno…
—Satoru tenía sus motivos para no intervenir… Un voto vinculante no es un tema que deba tomarse a la ligera… él tenía a alguien a quien proteger…
Maki abrió los puños y soltó los pétalos que destrozó y cruzo sus brazos muy molesta sobre su pecho al escuchar como Yuta defendía a ese idiota.
—¿Así? ¿Y a quién debía proteger si es más que obvio que sus propios alumnos no eran su prioridad?
Yuta bajo los hombros. Había prometido no hablar de Yoshio.
—Todos tenemos a alguien a quien proteger y Gojo sensei también lo tiene…— contesto sin dejarla de mirar.
—¿Y quién es ese alguien?— preguntó con insistencia.
—Lo siento, pero no te lo puedo decir…— Yuta la miró con una fría seriedad al decir eso. No podía revelarle la verdad.
Maki miró hacia un lado ante tal respuesta. Ahora tendría curiosidad por saber quién asesinó a esos altos mandos y de paso, saber que más estaba ocultando ese idiota de cabellos blancos. Quizás Mei sabría algo de todo ese tema, así que a ella le sacaría algo de información.
Suspiro y sobo el puente de su nariz. De verdad se sentía fatal con toda esa información.
—Siete años… fueron siete años que él ayudó a que nos arrebataran...
—Lo sé. Enterarme de todo eso también para mí fue duro...— Yuta compartía tal dolor.
—¿Sabes? lo que más me molesta es que ese idiota, que decía ser nuestro maestro, no pudo hacer nada por nosotros — tenía un semblante triste —... Se nota que nunca le importamos…— se dio la vuelta para apoyar sus manos en el fregadero y mirar hacia la ventana, la cual era golpeada por la fuerte lluvia.
Yuta compartía ese triste sentimiento. Poco a poco, se acercó a Maki, quien seguía secándose las lágrimas de ira pura. Con cuidado, Yuta rodeó su cuerpo con sus brazos desde la espalda de esta. Maki dio un pequeño sobresalto al sentirlo, mientras Yuta apoyaba suavemente su barbilla sobre su hombro derecho.
—Lo sé. Se que fueron siete injustos años, pero ahora todo puede ser diferente — contesto Yuta mirándola a través del reflejo de la ventana mientras un rayo iluminaba el oscuro cielo.
—¿Así? ¿Cómo según tú?— preguntó Maki mirándolo sobre su hombro.
—Bueno, los dos nos hemos vuelto a reencontrar…
—¿Y que hay con eso? Eso no cambia el hecho de que estuvimos separados siete años— pregunto molesta mirando las camelias rojas que este le había traído.
—Me refiero a que los dos podemos recuperar el tiempo perdido. Aún no es tarde para volver a reconciliarnos y tratar de ser felices juntos el tiempo que sea necesario…— dijo mirándola y abrazándola con demasiado cariño.
Maki puso sus manos sobre las manos de Yuta, mientras lo miraba sobre su hombro. Su mirada azul parecía ocultar algo más. Algo que le dolía demasiado.
Así que Yuta solo la abrazó más fuerte y escondió su rostro un momento en el cuello de esta.
—Simplemente déjame estar al lado tuyo y de los niños el tiempo que más pueda… por favor… — susurro.
Maki cerró los ojos y acarició sus manos con cariño. Realmente que él la abrazara le reconfortaba el orgullo.
No pronunció palabra alguna, simplemente acarició las manos de este mientras escuchaban la lluvia caer.
Sabía que tener a Yuta de su lado, era lo mejor que podía hacer para sus futuros planes tanto como asesina, así como padre de sus hijos y compañero. Aunque por dentro, su orgullo aún peleaba con ella por todo aquel sentir.
Después de unos minutos de estar abrazados. Yuta la soltó poco a poco y más cuando de nuevo, otro trueno ilumino la Cocina.
—Perdón por haberte abrazado así tan de repente— se disculpó dando unos pasos hacia atrás.
—No tienes por qué disculparte. Eso fue confortable en realidad — explico Maki terminando de acomodar las nuevas flores.— Y ¿Qué más descubriste?— pregunto esta con curiosidad, mientras pasaba dicho florero a la mesa para adornarla una vez más —¿Qué tal si hablamos sentados?
—Me parece buena idea.
La peliverde hizo una mueca al ver la mesa toda desordenada por el desayuno, la cual, aún no había sido limpiada —Perdón por el desorden, los niños hacen mucho desastre al comer— tomó los platos de la mesa para llevarlos al fregadero.
—No hay problema ¡Al contrario, déjame ayudarte!— se ofreció Yuta amablemente con aquello.
—Así está bien. No tienes que mover nada— comentó Maki tomando un trapo y acercándose al mismo tiempo que Yuta tomaba una taza que había sobre la mesa.
En ese instante, ambos chocaron de frente y el café que aún quedaba en aquella taza, por error fue derramado sobre la camiseta de Yuta.
—Mierda— dijo Maki al ver aquel desastre.
—¡No hay problema!— Yuta sonrió levemente para tranquilizarla—Fue solo un accidente.
—¡Un enorme accidente! ¡Ve como quedó tu camiseta!— comento molesta, observando aquella gran mancha de cafeína sobre la camiseta gris del hechicero.
Maki hizo una cara de fastidio total. Realmente había sido un feo accidente.
—Lo bueno que estaba frío, porque si estuviera caliente creo que habría sido peor— Yuta bromeó tomando unas servilletas para tratar de secar y quitar la mancha —Puede limpiarse, no debes porque preocuparte.
—Pero no puedes quedarte con la camiseta mojada y peor aún, si no la lavas pronto le quedará una fea mancha — suspiro Maki de molestia —Créeme, las manchas de café son de las más difíciles de quitar. Eso lo aprendí de Megumi, Yuji y Nobara —Se agacho para recoger la taza que se había roto.
—Fue mi descuido, yo fui quien chocó contra ti— Yuta también se puso de cuclillas para limpiar.
Ambos se agacharon e iban a tomar aquellas piezas al mismo tiempo. Sus manos se tocaron al instante.
Aquel toque fue delicado. Sus dedos se rozaron sobre aquellos filosos trozos de lo que alguna vez fue una taza.
Rápidamente Maki elevó su rostro y notó que Yuta también se había agachado, ambos habían quedado muy cerca el uno del otro. Con sus rostros solo a centímetros. Por suerte, sus cabezas no habían chocado entre ellas.
El rostro de Maki se tiño de rojo al igual que el de Yuta, y más que no podían dejarse de mirar e incluso sus manos siguieron tocándose sobre aquellos diminutos pedazos.
—Yo…
—Maki san…
Ni siquiera las oraciones podían terminar de decir, la atracción por besarse se hizo presente.
Poco a poco empezaron a levantarse, ya que aquella posición de estar en cuclillas frente a frente era cansada, pero una vez de pie, seguían estando muy cerca el uno del otro.
Aquellas miradas estaban cargadas de demasiados sentimientos, sentimientos que nunca desaparecieron.
Sus rostros empezaron a acortar la distancia con delicadeza, pegando primero sus frentes al igual que los dedos de sus manos se entrelazaron hasta unirse.
—Maki...— susurro Yuta muy cerca de sus labios—No sabes cuanto pensé en ...lo que sucedió entre nosotros la otra noche...
—¿En serio?— pregunto Maki con una sonrisa en los labios, sintiendo como los labios de Yuta estaban muy cerca de los suyos, rosándose como lo habían hecho unas noches atrás —¿Lo dices por aquel beso? ¿No es así?
—Si…—Yuta sonrió un poco— ¿Y tú has pensado en— susurro — lo de esa noche? — preguntó sin dejarle de mirar. De verdad, sus miradas estaban bastante cargadas no sólo de amor, sino de deseo.
Un deseo que desde aquella noche había despertado una vez más después de estar siete años apaciguado por la tristeza.
La lluvia seguía cayendo con demasiada fuerza, mientras ahí dentro, el fuego apenas iba iniciando.
Maki trago saliva. Se sentía acorralada, de verdad desde la otra noche no podía dejar de pensar en lo sucedido y mucho menos dejaría de pensar en todo lo que sentía y menos con lo que estaba a punto de suceder.
—Lo confieso... — susurro pasando sus brazos alrededor del cuello de Yuta. Mientras hablaba desde el fondo de su ser y de su corazón, sus ojos se centraron en los labios de Yuta.
— Tampoco he dejado de pensar en lo sucedido y mucho menos en lo que hablamos.
—Maki, como te dije esa vez— las manos de Yuta fueron a la cintura de esta, eso hizo que la respiración de ella se cortara un leve instante. —Simplemente quiero que volvamos a intentarlo... quiero que me dejes apoyarte con los gastos de nuestros hijos... así como también quiero que me dejes conquistarte… que me dejes entrar de nuevo a tu corazón y en tu vida…— sus manos viajaron ahora a las mejillas de esta.
—Okkotsu... ya te lo dije — susurro Maki, soltando el cuello de este y poniendo sus manos sobre las manos de Yuta —Lo mejor que puedes hacer es no acercarte tanto a mi…
—¿Por qué?— dijo Yuta en una súplica que se estrelló en los labios de Maki.—¿Por qué no quieres que me acerque a ti?
Esta de nuevo trago saliva. Estaba bastante tentada a decirle la verdad sobre que ella era la asesina que buscaba y que no pararía hasta lograr su objetivo. Pero no podía, no aún.
Sus pies pisaron los pedazos rotos de aquella taza que seguían esparcidas por el suelo.
—Porque simplemente no quiero lastimarte...nuestra relación es como esta taza que se acaba de romper… es difícil de recuperar algo que ya está roto— dijo sin despegar su mirada de los ojos azules de este.
Yuta acerco demasiado su rostro al rostro de Maki.
—No me importaría que tú me lastimaras, solamente si es por estar contigo… además — sus labios acariciaron los labios de esta— siempre se puede volver a reparar la taza…
—¿Cómo? — Maki le miró con curiosidad mientras llevaba sus manos a las mejillas de este—¿Estas comparando nuestra rota relación con una taza?
—Si.
—¿Cómo es eso posible? ¿No es más fácil tirar la taza rota y simplemente comprar una nueva?— comento Maki acariciando el negro cabello de Yuta, mientras sus cuerpos estaban cada vez más cerca.
Yuta sonrió por esas palabras y en un descuido de ella, este le dio un primer beso.
Sorprendentemente, aquel beso fue correspondido por Maki muy lentamente. Sus besos le gustaban de nuevo, parecía que se acostumbraría pronto a que esté la besara seguido.
—Kintsugi…— dijo Yuta entre besos.
—¿Huh?— pronunció Maki deteniendo con lentitud aquel beso.
Yuta le miro a los ojos, acaricio las mejillas de Maki mientras se ponía a explicar. —Significa reparar con oro…
—¿Con oro?— ella elevo una ceja.
—Bueno, básicamente es reparar las piezas que se rompieron, uniéndolas una por una con oro mezclado de otros materiales. Y aunque no lo parezca, en otros países también aplican el reparar las grietas de las cosas… lo mismo pasa con las relaciones… podríamos reparar lo nuestro a base de kintsugi…
—¿Estás diciendo que quieres reparar está rota relación con oro?— pregunto Maki levantando ambas cejas.—Eso suena un poco imposible Okkotsu.
—Aunque básicamente no sería con oro…
—Entonces ¿Con qué sería?— preguntó Maki con curiosidad.
Pero lo siguiente que pasaría la dejaría más al borde del deseo.
Yuta paso sus manos por la cintura de esta, la acercó con un rápido movimiento hacia él y le beso una vez más los labios, para después empezar a bajar besando por su cuello descubierto.
Aquel era el punto débil de aquella mujer. Y él era el único que lo sabía.
—Yuta...— Maki jadeo al sentir que este tocaba con sus labios aquella parte de su cuerpo. Se sentía arder, sus sentimientos por el estaban desbordándose más y más.
—Podemos repararlo con acciones…— Yuta susurro, llenando de besos aquella parte del cuerpo de Maki— con palabras...— subió a besar una vez más los labios de esta — Y quizás con besos y caricias… avanzando incluso más allá entre tu y yo… así como podríamos pasar más tiempo juntos... y darnos una oportunidad...— Beso una vez más su boca. Ya no podía ocultar su deseo por ella.
Maki no resistió más la tentación y empezó a entregarse a su boca.
Sus labios se unieron en un muy apasionante beso. De esos que robaban el aliento. Y sus cuerpos se aferraron con fuerza como aquella noche.
Sus manos no se quedaron quietas, ya que Yuta pasó sus manos por la cintura de Maki para no soltarla, mientras las manos de esta subían y bajaban por toda su espalda para después abrazarle con fuerza, mientras sus bocas se comían.
Sus labios bailaron un poco por sus cuellos, Maki también beso aquella extensión de piel de Okkotsu.
—Maki, en serio, nunca te deje de amar— Yuta Jadeo, mientras sus labios bajaban a los hombros de esta. Sus manos deslizaron con cuidado ambos gruesos tirantes de sus hombros, para llenar de besos las clavículas de su amada.
Incluso esta vez, Yuta la recargo en la mesa, tomándola con delicadeza y subiéndola un poco al borde, mientras que ella enredaba sus piernas a la cadera de este. Inclusive algunas cosas más de la mesa cayeron al suelo.
—Yuta…— gimió Maki con dificultad, sintiendo como este quería avanzar más allá y ella también.
Sus sentimientos como había dicho Yuki, querían hacerla gritar y decirle que también lo amaba.
Pero su conciencia la detuvo en aquel momento. No quería hacerlo en aquel lugar de la casa. No quería que los niños llegarán de improvisto y los vieran ahí. Pero definitivamente quería continuar e ir más allá. Quería volver a hacerlo con Yuta aunque fuera una vez más.
Maki sujetó entre sus manos las mejillas de este para detenerle.
—No podemos hacerlo aquí…— dijo recuperando el aliento.
Yuta le miró a los ojos, su pecho subía y bajaba por la excitación —¿Por qué no?— preguntó con un hilo de voz.
Maki lo empujó suavemente con sus manos en el pecho de este, despegándolo de ella, para que asi este diera un paso hacia atrás.
—En primera, porque alguien nos puede ver, especialmente no quiero que los niños nos vean así si llegan de improvisto y en segunda — apuntó a la camiseta de Yuta.
Le había incomodado sentir la camiseta húmeda de este contra la suya, la cual también ya se había manchado de café, y lo que menos quería era que ese fuerte olor se quedara en su ropa una vez fuera a su misión.
—No puedes quedarte con esta camiseta mojada— recuperó la compostura y se subió los tirantes.
Yuta despegó sus manos de la cintura de esta y le ayudó a bajar de la mesa, donde la había subido.
—Pues no tengo de otra que quedarme con esta mancha hasta que llegue a mi departamento — rasco su nuca con pena.
Ambos dieron unos pasos para separarse y recuperar la compostura.
Maki aflojo los hombros.
—Acompáñame— dio unos pasos hasta el umbral de la cocina—Vamos a prestarte una camiseta.
—No debes porque preocuparte por esto, es una simple mancha — comento Yuta moviendo su camiseta un poco para que se secara.
—¿Y estando así de sucio quieres compartir un helado con Yurika y Yuudai? Ni de broma, esa mancha se te ve mal— Regaño.
— ¡Pero!— Yuta estaba a punto de protestar, pero fue interrumpido.
—Ven, sígueme, te buscaré una camiseta limpia y de paso, podemos seguir hablando allá arriba — sugirió Maki con una suave sonrisa, al mismo tiempo que su dedo meñique tomaba suavemente el dedo de este.
Yuta No podía decirle que no y menos cuando esta le rozó la mano para que lo siguiera. Sabía que significaba esa señal, ya que incluso la aplicaron en sus años de preparatoria para decir que fueran a la habitación del otro o se siguieran a discreción.
Maki empezó a subir las escaleras. Al ver a donde ella se dirigía, Yuta se detuvo en seco.
—¿Qué pasa?— Maki pregunto desde el tercer escalón.—¿No piensas seguirme?
—¿Estás segura que puedo subir? Digo, sería la primera vez que voy a la segunda planta.
Maki puso los ojos en blanco.
—Pues— se encogió de hombros — No escondo nada aquí arriba— Hizo una leve mueca al ver la actitud de este y no captar las indirectas —Si quieres esperarme aquí abajo, adelante, mientras iré a buscarte una camiseta entre las cosas de Megumi — de nuevo comenzó a subir.
Algo dentro de Yuta le decía que no se debía quedar atrás. Que fuera tras ella y más con el acercamiento que habían tenido hace un momento.
Yuta empezó a subir. Era la primera vez que estaba en aquel segundo piso, el cual era bastante amplio.
—Espérame aquí un momento, a Megumi no le gusta que entren a su habitación— ordenó Maki mientras entraba a la habitación del fondo.
Mientras esperaba, Yuta notó que en el piso superior había cuatro habitaciones. Dos de ellas tenían las puertas cerradas, mientras que las otras dos permanecían abiertas en ese momento.
Notó que el baño se encontraba entre la habitación donde Maki había entrado y la habitación que estaba cerca de las escaleras. Esta última, estaba con la puerta abierta, permitiendo ver que era una habitación sencilla y cómoda. Quizás allí dormían Tsukimi y Nobara, ya que observó varios accesorios femeninos y además, notó que había dos camas.
Luego, al hechicero le llamó la atención la habitación que estaba al otro lado de la pared, la cual parecía ser la más grande de las cuatro.
Yuta se acercó con cautela, impulsado por la curiosidad y aprovechando que la puerta estaba entreabierta. Se asomo y notó que aquella era la habitación de sus hijos.
Su rostro se relajó y sintió muchas emociones invadirlo en ese momento. Sobre todo, sintió felicidad al ver que sus hijos vivían bastante bien para su edad.
Observó todos los juguetes que había por todos lados y de paso noto que lado de la habitación pertenecía a cada uno.
Yuta soltó un suspiro de felicidad, pudo ver lo que tan ordenados y desordenados eran sus hijos y como eso los definía a cada uno.
Pero aún no se sentía listo para entrar a esa habitación. Quería que sus hijos estuvieran presentes para entrar y pasar tiempo y jugar con ellos como no pudo hacerlo por siete años.
Dio un paso atrás, y observó un poco más aquel segundo piso. Pero en aquel momento en especial, algo le llamó la atención y esa era la otra habitación que estaba al otro lado del pasillo, y más que sentía una extraña sensación salir de ella.
Era como un muy sutil rastro de energía residual que quizás estaba impregnada en algún objeto o en alguna herramienta maldita.
Eso se le hizo bastante extraño a Yuta, y más que se suponía no había nadie más con ellos, eso a no ser que alguien estuviera escondiendo algo ahí arriba.
En ese instante, Yuta recordó que Maki siempre había sido muy hábil con las armas. ¿Acaso podría estar ocultando alguna herramienta maldita? Además, ella había asegurado que no escondía nada ahí arriba… ¿o acaso estaba mintiendo?
Rápidamente se acercó a esa habitación, la cual era la más cercana a la de los mellizos.
Sintió un muy extraño presentimiento al tomar la perilla. Sentía que ahí dentro, estaba una verdad que debía ser descubierta. Estaba dispuesto a abrir esa puerta de golpe. Eso hasta que fue atrapado con las manos en la masa.
—¿Se te perdió algo?— preguntó Maki muy sorpresivamente, quien se había parado detrás de él.
Inclusive Okkotsu dio un brinco al escucharla ya que no la había sentido ni escuchado acercarse.
Aquello le seguía pareciendo bastante extraño. Yuta se giró rápidamente —¡Lo siento! Es que te estaba buscando — dijo tratando de ocultar su nerviosismo.
Maki elevó una ceja.
—Pero si claramente viste que entre a la Habitación de Megumi por esto— movió un par de camisetas que había tomado de aquel cuarto.
—¡Oh cierto! Y em ¿Y entonces está habitación de quién es?— preguntó Yuta con curiosidad apuntando hacia la puerta.
—Esta es mi habitación — comentó Maki pasando a su lado y abriendo la puerta —¿Acaso quieres pasar? Porque te vi muy curioso en querer entrar en ella.
Yuta tomó un respiro. De verdad tenía curiosidad de entrar — Perdón, es que sentí algo venir de dentro.
—Como dije, no escondo nada así que puedes pasar a comprobarlo — comento Maki entrando muy confiada a su habitación.
Yuta se sentía como en sus años de preparatoria, cuando iba a la habitación de esta. Tomo un respiro y entro detrás de ella y más que aquella sensación de energía residual, le llamaba la atención.
Su rostro se suavizó al ver que la habitación de Maki era muy sencilla y normal.
La cama era de tamaño matrimonial, y estaba situada en medio de la habitación. Tenía unas lindas sábanas y varias almohadas en color blanco, además que en medio, la adornaba el león de peluche que Yuta había ganado la otra noche. A sus costados tenía dos pequeñas mesas de noche con sus respectivas lámparas y algunas fotos. En especial eran fotos de ella junto a sus hijos. Al igual que también tenía un reloj digital.
Maki tenía un pequeño escritorio cerca de la ventana, el cual también le servía de tocador, donde Yuta pudo notar que también ahí tenía algunas fotos y libretas. Incluso reconoció la agenda que vio el otro día así como pudo ver un espejo redondo y de paso algunos accesorios.
Frente a la cama, había una cómoda blanca con varios cajones y sobre ella, Maki tenía una TV así como también tenía varias fotos más y algunos adornos muy al estilo japonés.
Y a un lado de dicha cómoda, ya en la esquina de la habitación, había un clóset, el cual, en ese momento tenía las puertas cerradas.
Realmente la habitación de Maki era muy acogedora.
—Como dije, no escondo nada aquí arriba, simplemente es una habitación normal y corriente como las demás que supongo, ya les echaste un vistazo— comentó esta mientras cerraba su bolso deportivo, el cual había dejado sobre la cama. Dentro de este, llevaba algo de ropa que después desecharía para su misión, así como también llevaba la máscara que siempre usaba de acuerdo a la ocasión. Al igual que una que otra pequeña herramienta maldita bien escondida entre la ropa. Sobre todo estas eran las que desprendían aquel sutil rastro de energía maldita.
Pero en aquel instante, Yuta dejó de buscar aquello que tuviera esa energía.
—Si que tienes un hogar muy bonito… — comentó Yuta con una sonrisa, la cual fue interrumpida cuando las dos prendas que Maki traía del cuarto de Megumi le fueron arrojadas a la cara.
—Gracias y aquí tienes— comento Maki en una sonrisa — Espero te queden. Son las más grandes que encontré entre los cajones.
—Gracias— dijo Yuta quitándoselas de la cara y echándole un vistazo a esas camisetas.
—No hay de que. Supongo que tú y Megumi son casi de la misma talla, aunque tu eres un poco más alto— comento Maki en una sonrisa mientras se veía su propia ropa.—Bueno, también yo debo buscar una camiseta ya que tú me manchaste de café— apuntó a la mancha oscura en su camiseta blanca.
—Lo siento, simplemente me deje llevar…— comentó Yuta en un suspiro mientras veía aquellas dos prendas y se decidía por cual usar, si la camiseta blanca o la camiseta en azul marino.
Maki suspiro, recordando las palabras que Yuki le había dicho sobre que también ella debería dejarse llevar por sus sentimientos.
—No tienes por qué disculparte, simplemente ambos nos dejamos llevar… — dijo está, pasando a un lado de Yuta, para acercarse a su cómoda para buscar una camiseta limpia entre sus cajones.
—¿No hay problema que me la cambie aquí mismo? ¿Cierto?— pregunto Yuta sujetando los bordes de su camiseta.
Maki soltó una leve risita.
—No hay problema. Fingiré que no estás aquí, mientras yo busco otra blusa para mí. Además, en nuestra juventud te vi desnudo varias veces, así que no debería darte pena.
—De acuerdo— Yuta se dio la vuelta para darle la espalda. Y asi empezar a quitarse la camiseta.
Maki no pudo evitar mirarlo hacer aquella acción.
Observó aquella espalda, que le hizo parpadear varias veces para adaptarse a lo que sus ojos estaban mirando.
Primero; No recordaba que la espalda de Yuta fuera tan ancha y torneada. Segundo, aquellas cicatrices que le pasaban por el cuerpo, no recordaba que él las tuviera.
Su mano fue como un imán hacia esas marcas en la piel desnuda de este. Haciendo que a Yuta le recorriera un escalofrío por toda la médula.
—No recuerdo que tuvieras tantas marcas en la espalda...— comento Maki, haciendo que Yuta tuviera un escalofrío por todo su ser cuando la mano de esta toco su piel. Acto seguido, se dio la vuelta para mirarla.
Incluso de frente, Maki noto como la cicatriz en su costado derecho que iniciaba en la espalda, se extendía levemente hasta el costado de su abdomen.
El hechicero solo rasco su nuca.
—Bueno, en el extranjero me pasaron tantas cosas...entre ellas vi la muerte de cerca tanto por maldiciones como por— suspiro — Intentos de asesinato...
Maki elevó un poco las cejas por esa respuesta.
—¿Cuantas veces trataron de asesinarte?— pregunto con seriedad. Escuchar eso le hizo un nudo en el estómago mientras aun pasaba sus dedos por aquellas marcas.
Su mente empezó a razonar como el de su oficio de asesina. Quería encontrar a los responsables y hacerles las mismas marcas a ellos y de paso cortarles las gargantas por haber lastimado a aquel que amaba.
Yuta suspiro.
—Fueron varias veces, dos de esas contadas veces fueron cuando esas dos mujeres querían meterse conmigo solo para asesinarme.
—¿Entonces por eso Rika las alejo de ti?— Maki miro el anillo que sabía era de Rika y que seguía colgando en el cuello de Yuta.
—Así es ella me protegió, pero en otras ocasiones vimos la muerte muy de cerca, como cuando algunos brujos atacaban comunidades enteras— suspiro— pero no se comparan con quienes me hicieron estas marcas...— miro como Maki seguía pasando sus dedos por aquellas cicatrices— estas fueron hechas peleando contra maldiciones muy poderosas. Con esas cosas fue cuando más estuve a punto de morir y estas marcas solo son recuerdos de esas duras peleas.
—Así que tampoco la tuviste fácil fuera de Japón ¿Cierto? Parece que no fue un lindo viaje de negocios...— sus dedos empezaron a subir por su pecho desnudo hasta posarse sobre su mejilla.
De verdad, Maki no podía dejarle de ver el dorso, el cual estaba bastante definido. ni tampoco podía dejar de ver las cicatrices que contaban todo lo que Yuta había sufrido.
Una vez esta alcanzo la mejilla de Yuta, este le tomó con delicadeza y le besó la palma.
—Así es... tampoco la tuve fácil y es cuando más me cuestiono si realmente hubiera sido buena idea haber salido del país.
Maki poso su mano libre en el pecho desnudo de Yuta, podía sentir como su corazón latía fuertemente —¿Y cómo es que sobreviviste a tanto?— pregunto con curiosidad sin dejarle de ver a los ojos.
Aquel íntimo encuentro solo estaba haciendo que sus verdaderos sentimientos salieran.
—Fue por ti...— Salió suavemente de los labios de Yuta.
—¿Por mi?— Pregunto Maki con escepticismo.
El hechicero beso una vez más la mano de Maki, para después colocar sus manos en las mejillas de esta.
—Solo deseaba volverte a ver... eso es lo que me mantenía vivo— susurro acariciándole las mejillas.
—Simplemente quería verte una vez más, quería volver a besarte, abrazarte, tocarte, poder aunque fuera una última vez hacerte el amor... no podía simplemente dejar de pensar en ti y eso fue lo que me hizo querer seguir con vida por muchos años— empezó a acercar su rostro al rostro de esta.
—¿Realmente pensabas en mí?... porque no lo parece...— susurró Maki, en un hilo de voz al sentir que el aliento se le cortaba al sentirlo muy de cerca.
—Como no tienes idea…— susurró Yuta— Y ahora que te he vuelto a encontrar, quiero recuperar el tiempo perdido...— su nariz rozó la piel de la mejilla de esta. —Como lo he venido diciendo, quiero remediar mis errores y quiero poder recuperarte. Y más porque mis sentimientos no han cambiado nada por ti... Al contrario, en estos días mientras estaba en Tokio solo los he reafirmado — rozó sus labios con los de ella.
—¿En serio?— susurro Maki, sintiendo la piel desnuda del pecho de este arder contra sus palmas, ya que seguía acariciándolo lentamente, pasando sus dedos por sus pectorales y sus abdominales. Los cuales tenía ganas de besar.
Aquella situación estaba sacando a flote los verdaderos sentimientos de Maki, así como sus verdaderos deseos. Su respiración se volvió a cortar cuando escucho a este seguir hablándole con esa sensualidad que le caracterizaba en momentos como ese.
—Lo digo en serio Maki...— Yuta susurro a su oído, con un tono tan sexi que cortaba el aliento— No sabes cuanto te sigo amando, y no sabes cuanto te imagine a ti, haciéndote el amor en el extranjero...— sus ojos se cerraron mientras dejaba salir su aliento contra los labios de esta.
—¿Eso hasta que la hubieras conocido a ella? ¿No es así?— cuestiono Maki con un toque de celos en su voz. Realmente no podía sacarse a esa misteriosa mujer de la cabeza.
Yuta le robo un beso.
—Nada de eso. Si tú me hubieras acompañado al extranjero, yo te hubiera presumido como mi mujer, como la madre de mis hijos, como el amor de mi vida frente a todos quien nos conocieran.
—¿Incluso frente a ella?— pregunto Maki con las mejillas rojas y sus manos aún sobre el pecho de este.
—Incluso frente a ella…— Yuta acerco sus labios a su oído mientras respondía seximente —Te hubiera besado frente a ella y frente a todas las personas del mundo, simplemente para demostrarles todo lo que siento por ti…
A Maki le temblaron las piernas por todas esas palabras a las cuales, no sabía si creer del todo o no. Mientras sus manos seguían acariciando esa piel desnuda.
Un segundo beso rompió aquel silencio. El cual se fue intensificando en pasión.
Maki sentía como su ser también ardía. Pero su orgullo como mujer aun dolía.
—Aun así — dijo está entre besos— me cuesta creerte...— separó su rostro un momento para recuperar el aliento.
—¿P-Por qué no crees en mis palabras? — el pecho de Yuta subía y bajaba ante la excitación. Sus pulmones ardían ante la necesidad de aire y de paso por el deseo.
Maki miró los dos anillos que colgaban del pecho de Yuta, puso su mano sobre ellos sintiendo el frío del metal contra la piel caliente tanto de su mano como del pecho de este.
La imagen de cómo podría ser "esa misteriosa mujer del extranjero" invadió su cabeza. Golpeándola como un martillo.
—Por "ella"
—¿Por quién?— pregunto Yuta confundido.
—Me sigo refiriendo a la mujer con quien dormiste en el extranjero...— lo miro a los ojos muy molesta. De verdad estaba celosa. —Me cuesta creer en tus palabras porque si decías amarme, entonces ¿Por qué decidiste dormir con otras mujeres? ¿Por qué no venir antes por mí? ¿Por qué no viniste a buscarme si tanto decías amarme?
Yuta soltó el aire con desaliento.
—¿No me vas a perdonar fácilmente? ¿Cierto?
Maki siguió jugando un poco con ese anillo de compromiso, el cual iba a ser de ella.
—Me es un poco difícil perdonarte en ese sentido por el simple hecho de que, si tanto decías amarme, ¿Por qué dormiste con ella? ¿Acaso nunca Pensaste en mi?
—¡Siempre pensé en ti! ¡pase noches enteras sin dormir simplemente porque no dejaba de pensar en ti!— dijo Yuta elevando un poco la voz —¡Y Sí dormí con ella fue porque estaba intentando olvidarte!
Los labios de Maki se abrieron para soltar una pregunta, una de la cual tenía bastante curiosidad.
—¿Entonces tuviste sexo con ella pensando en mí?
—Admito que simplemente…—A Yuta ya le incomodaba hablar de aquello, ya que sentía que había hecho mal. Pero tampoco quería hablar ya tanto de esa mujer.
— Me deje llevar... pensaba que durmiendo con ella podría olvidarte después de casi seis años de no verte...pero — La mano de este tomó la mano de Maki y la puso sobre su pecho, a la altura de su corazón —Incluso haciéndoselo a ella, no podía sacarte de mí mente ni de mi corazón. Únicamente quería olvidarte y no lo logré y creo que eso fue lo que noto ella en mí, porque fue ella quien me aconsejo que regresara a Japón… ella fue la que me insistió en que regresara por ti… y al final, volví...
Maki suspiro al escuchar esas palabras e hizo puño su mano.
—Aun así, el que durmieras con ella me …—gruño— ¡Agh! Me molesta…— de su garganta salió un ruido de molestia pura.
Esa actitud llamo la atención de Yuta
—¿Acaso estas celosa?— pregunto con curiosidad ya que era la primera vez que veía a Maki de ese modo.
La peliverde movió un poco las manos. Estaba harta de ese doloroso sentir.
—¡Lo confieso! ¡Lo estoy!— dijo mirándolo a los ojos. —¡Estoy celosa de alguien que no conozco! ¡Detesto este sentir que provocas en mi!— apuntó a su propio pecho.
—Pero ya te dije que no la amo a ella— Yuta contesto con firmeza —¡Si! ¡Admito que fue mi error el haberme dejado llevar por esa tonta idea de que haciéndolo con alguien más te olvidaría! Pero no pude... y no puedo dejar de amarte...
—Aun así duele y quema...— contestó Maki cruzando los brazos.
—Lo sé, por eso mismo te pregunto — Yuta humedeció un poco sus labios y tomó un respiro antes de preguntar — ¿Cómo puedo demostrarte que estoy arrepentido de ese error? ¿Qué debo hacer para que creas que yo aún te amo? ¿Qué tengo que hacer para recuperarte? ¿Qué tanto debo hacer para que creas que muero por ti y que aun te deseo a morir? — suplico.
Maki suspiro y acaricio sus propios brazos. Estaba pensando en todas esas cuestiones.
Tomo un respiro y se miró levemente en el pequeño espejo circular que tenía en su escritorio. Viendo como ella debía afrontar todo aquello y más que las palabras de Yuki sobre que dejara fluir sus emociones se hicieron presentes.
Al igual que la idea de Yuta durmiendo con esa misteriosa mujer, despertó en ella un sentimiento de reclamar lo que siempre fue suyo.
—Hay una forma de responder a todas esas preguntas...— dijo Maki mirando de nuevo a Okkotsu. Parecía estar armándose de valor.
—¿Y cuál es esa forma?— preguntó este pasando una mano por su cabello. Soltó un suspiro de tensión.
Lo siguiente sorprendió a Yuta, ya que Maki jalo con suavidad de aquella cadena que sujetaban esos dos anillos. Lo jalo hacia ella para besarlo con pasión. Demostrándole los sentimientos que aún sentía por él.
Sus labios se encontraron en aquel apasionante beso, donde incluso sus lenguas empezaron una vez más a explorar sus bocas.
Las manos de Yuta fueron a la cintura de Maki, mientras esta se aferraba a su espalda, alzándose también un poco en sus puntas de los pies para seguir alcanzando su boca.
Sus cuerpos se aferraron con fuerza, Maki podía sentir como sus entrañas ardían en deseo por él y como el cuerpo de este gritaba que la deseaba, ya que las manos de Yuta no se quedaron quietas y le acaricio la espalda, metiendo sus manos bajo su camiseta e incluso bajaron a su trasero, apretándolo un poco sobre aquellos pantalones deportivos.
Sus jadeos no se hicieron esperar. Y más cuando ambos se separaron un momento para recuperar el aliento donde un hilo de saliva aún los conectaba y fue ahí donde Maki, aprovechó para encender por completo la mecha de aquella bomba.
Con un rápido y fuerte movimiento hizo sentar a Yuta en el borde de su cama.
Este tenía el pecho que subía y bajaba tanto por la adrenalina como por el deseo y la excitación que Maki le provocaba. Yuta estaba al borde de la cama, con las piernas levemente abiertas y sus codos recargados en el colchón.
Le sorprendió la fuerza que tenía Maki. No recordaba que fuera así de fuerte y más que con un simple empujón pudiera hacerlo caer así. Pero no importaba en ese momento. Él simplemente quería estar con ella. Quería cumplir sus órdenes como en sus años de preparatoria cuando lo hacían de vez en cuando en la habitación de esta.
Maki se acercó a él, poniéndose de frente y en medio de sus piernas. Tomó por un momento el rostro de Yuta entre sus manos, para mirarlo desde esa posición de arriba. Pasó sus dedos lentamente por sus mejillas y por los labios de este. Admirando cada parte de su rostro, en especial esos labios que de nuevo ya tanto le gustaba besar.
Maki quito las manos del rostro de Yuta y empezó a hablar muy directamente.
—Quiero que me demuestres que aún me amas como dices— quitó sus lentes y los dejó sobre su cómoda— Y si tanto dices que me deseas y que me amas... — soltó su cabello, quitando la liga que lo sujetaba, haciendo que cayera suavemente a sus lados— Es que quiero que me hagas tuya— dijo mientras se despojaba de su camiseta rápidamente, pasándola por sus brazos y cabeza y tirándola al suelo con una mano. Al igual que fue despojándose de su pantalón de una vez, el cual hizo a un lado cuando estos salieron de sus piernas.
Yuta abrió enorme los ojos ante tal petición. Sintió que toda su sangre corrió con más fuerza por todo su cuerpo hasta subir a su rostro, el cual tomó color.
—¡¿Qué?!— apenas y logró salir de la garganta de Yuta.
Estaba hipnotizado ante tal belleza y sensualidad que Maki desbordaba frente a él usando aquellas pantaletas negras y cómo sus senos estaban cubiertos con aquel sostén deportivo. Incluso su boca se abrió levemente al verla acercarse a él, volviendo a poner sus manos en las mejillas de este.
Maki definitivamente estaba usando sus encantos, así como Yuki le había aconsejado.
Pasó sus dedos por los labios de este con tal lentitud que parecía irreal. Tal sensualidad parecía una ilusión, un sueño hecho realidad.
Cada roce hacía que Yuta sintiera más deseo por ella, así como sentía que cada vez se ponía más y más duro dentro sus pantalones ante tal vista. Estaba completamente hipnotizado. Había caído bajo las redes de aquella mujer que aun amaba.
Maki se atrevió a poner su rodilla en medio de las piernas de este y sus manos se posaron sobre los hombros de Yuta, estaba lista para subir en él.
—Dije que quiero que me hagas el amor y me demuestres que cuando se lo estabas haciendo a “ella”, era en mi en quien pensabas — ordenó Maki con firmeza y con la excitación corriendo por todo su ser.
Ambos seguían intercambiando miradas totalmente cargadas de pasión. Yuta trago un poco de saliva, realmente estaba hipnotizado por lo que veía.
Yuta admiro de pies a cabeza todo el cuerpo de Maki. Observó que sus caderas eran más anchas que hace siete años atrás, al igual que sus senos, los cuales noto un poco más grandes y redondos, pensó que todos esos cambios se debían al embarazo, el cual parecía que le habían caído bastante bien, así como noto que su abdomen estaba bastante definido y plano. Y sus piernas, eran demasiado hermosas y estilizadas. Como si el ejercicio tuviera sus buenos resultados con el paso de los años.
—¿Qué pasa? ¿Por qué no dices nada? ¿Acaso no quieres hacerlo?— pregunto Maki al ver como Yuta no pronunciaba palabra alguna, mientras pasaba sus dedos por sus labios.
En aquel instante, Yuta se atrevió a pasar sus manos por la cintura de esta, acercándola rápidamente a su cuerpo. Inclusive le ayudó a subir a su cadera para empezar a sentir su piel semi desnuda contra la de él.
—No es eso— Yuta plantó un beso en medio de los pechos de Maki— Es simplemente que primero estaba admirando tu belleza...— Acarició la piel de la espalda de su amada— Sigues siendo tan hermosa como te recordaba en mis sueños y memorias…— susurro, provocando en Maki un sonrojo.
Ambos seguían intercambiando miradas en aquella inicial posición. Maki pasó sus brazos alrededor del cuello de Yuta, acariciando sus cabellos negros mientras este empezaba a acariciar las piernas de esta, las cuales estaban acomodadas a los costados de sus caderas.
El deseo era bastante palpable en ambos. La tensión por profundizar más en su recién encuentro, estaba a punto de dar un paso gigante.
Las caricias en el cabello y en la espalda de ambos solo fueron la chispa que daría inicio a todo lo que vendría. A aquella explosión sexual.
Aquello ya no era un sueño, de verdad, después de siete años, ambos estaban juntos una vez más, pero más juntos de lo esperado.
—Y sobre lo que me estás pidiendo — dijo Yuta con voz ronca, mientras acercaba sus labios a los labios de Maki, rompiendo así la tensión y el silencio. Llenándola de suaves besos iniciales que acostumbraba a darle desde preparatoria.
Maki correspondió los besos—¿Acaso está mal lo que te acabo de pedir? O ¿Acaso no puedes hacérmelo porque estás pensando en “ella”?— preguntó en un tono retador.
—¡Para nada estoy pensando en ella!— reclamo Yuta mientras abrazaba con más fuerza a Maki desde la cintura y la acercaba más a él para que sintiera su dureza en sus pantalones —Simplemente estoy pensando en cómo comenzar, porque hay tanto que quiero hacerte… han pasado tantos años que únicamente quiero comprobar que no eres un sueño o un producto de mi imaginación o de una locura pasajera.
— Susurro a su oído, mientras besaba su lóbulo y sus manos se aferraban a su piel.
—No sabes cuánto deseé volver a hacerte el amor… de tenerte así de cerca una vez más… simplemente quiero hacértelo de tal manera que olvides mi error… y que después de esto, solo estés deseosa de mi como yo estoy de ti— gruñó suavemente, escondiendo su rostro en la cuenca del cuello de Maki, donde empezó a llenarle de besos.
La peliverde jadeo al escucharlo tan excitado, en aquella mezcla de molestia y deseo que demostró en su respuesta. Aquello de verdad le había excitado más.
Los besos empezaron una vez más. Fueron tan apasionados que los gemidos de Maki empezaron a salir rápidamente una vez Yuta empezó a besarle el cuello y los senos. Los cuales empezó a masajear sobre aquella prenda que le estaba estorbando.
Las caderas de ambos empezaron con la fricción, en movimientos un poco lentos mientras Maki presionaba su intimidad aún cubierta, contra aquella erección que ya era bastante palpable y marcada en los pantalones de Yuta.
Las manos de Maki acariciaban los hombros y la espalda de este, sus dedos exploraron aquella ancha espalda que le empezaba a gustar bastante, sus labios no se quedaron quietos y bajaron a comer el cuello de este para dejarle una que otra marca. Mientras Yuta empezó a meter sus manos en las pantaletas de esta para acariciar su trasero a placer, haciendo que Maki se moviera más contra el miembro cubierto de este.
Yuta empezó a subir sus manos por la espalda de Maki, hasta meter sus manos al sostén de esta para empezar a quitarlo.
Yuta tomó el borde de aquella deportiva prenda, mientras mordía suavemente los labios de ella —Sube los brazos Maki san— ordenó mientras le seguía comiendo la boca.
Maki jadeo ante tal orden, la forma en que se lo pidió la hizo ceder por la excitación provocada, levantó los brazos y dejó que este la despojara de aquella prenda. Haciendo que sus senos quedaran libres en un suave rebote.
Yuta empezó a besar y chupar esos senos. Realmente había extrañado aquella extensión de piel en ella.
De la garganta de Maki empezaron a salir más dulces gemidos mientras hacía suavemente su cabeza hacia atrás, y sus caderas se movían un poco más, sintiendo como su ya muy humeda intimidad lo necesitaba.
En un rápido movimiento, Yuta hizo que ambos cambiarán de posición.
Yuta tomo a Maki por la cintura y la acostó con un poco de rudeza sobre el colchón. Eso hizo que los ojos de Maki se abrieran sorprendidos mientras su pecho subía y bajaba en una respiración errática. Aquel movimiento le había excitado todavía más.
El hechicero que venía del extranjero, se acomodó arriba de ella y estando en esa posición, empezó a besarle la boca, para después empezar a bajar por su cuerpo.
Paso tanto sus labios como su lengua por sus pechos, los cuales beso y mamo un poco, concentrándose en los pezones de Maki quien gemía de placer. Mientras esta pasaba sus manos por su cabello y hombros.
El hechicero se turnó entre ellos, para después bajar y seguir besando aquel definido abdomen. Beso alrededor del ombligo de esta. Y una vez llegó más abajo de aquel ombligo, se detuvo al notar unas delicadas líneas blanquecinas en la piel donde iniciaba sus pantaletas.
Esas eran unas estrías, que eran las marcas que habían quedado en su cuerpo después de su embarazo.
Yuta se detuvo y las miro con atención, incluso paso sus dedos con delicadeza por esas líneas.
—Esas marcas… son viejas… nunca desaparecieron después del embarazo — contesto Maki mirándolo, mientras pasaba sus dedos por el cabello de este.
—Son bastante hermosas…— beso aquellas blanquecinas líneas.
—¿Tú crees? A veces yo no opinó lo mismo…
Aquellas líneas de vez en cuando le causaban bastante inseguridad, a pesar que la mayor parte del tiempo no les tomaba importancia. Sobre todo, porque esas líneas eran un recuerdo de su embarazo y lo tan mal que lo había pasado.
Yuta siguió llenando de besos esas líneas. —Para mí lo son. Son demasiado hermosas y más si las tienes tú… — la miro un poco antes de continuar besándole— gracias por haber dado a luz a nuestros hijos…— susurro.
Maki sonrió ante aquellas palabras mientras Yuta seguía descendiendo por su cuerpo hasta llegar a su entrepierna, la cual aún estaba cubierta con esas pantaletas negras.
Podía notarlo en aquella prenda que ya estaba con una gran mancha de humedad, ella estaba bastante excitada. Pasó suavemente sus labios por aquella intimidad aún cubierta y pudo notar como a Maki se le cortó la respiración, mientras un espasmo de placer recorrió todo su cuerpo. Yuta seguía conociendo bastante bien los puntos más delicados de ella.
Le abrió más las piernas con delicadeza y se acomodó en medio de estas, para empezarle a llenarle de más y más besos tanto en sus muslos como en sus pliegues. Rozando aquel clítoris aun cubierto tanto con su boca y lengua, así como paso un poco sus dedos por aquella intimidad. Yuta le estaba comiendo el coño después de siete años, así como en sus años de preparatoria.
—Yuta— Maki gimió su nombre a lo alto, incluso mordió sus labios al sentir tal placer. Hasta sus manos se enredaron en el cabello de este— Por favor… sigue así...hazme Tuya…— suplico.
El nombrado entendía aquella señal. Podía verlo incluso en el movimiento de las caderas de ella. Lo necesitaba y él a ella. Poco a poco, Yuta fue retirando aquella prenda que aún cubría el cuerpo de Maki, le quitó las pantaletas en un movimiento casi desesperado, para así pasar sus labios y lengua por aquella intimidad que ahora estaba descubierta para él.
—¡Yuta!— Maki gimió una vez mas de placer al sentir la boca de este por toda su intimidad, aquello fue pasajero ya que Yuta quería ya pasar a lo siguiente.
El hechicero se limpió los labios con el dorso de la mano, mientras se ponía de pie y dejaba caer al suelo aquella prenda que acababa de despojar del cuerpo de Maki.
Observó a su amada acostada en la cama, con la cara toda roja, con el pecho subiendo y bajando rápidamente debido al placer.
Yuta se pasó la lengua por los labios al notar a Maki en aquella posición, con sus cabellos alborotados sobre la cama y sus pliegues todos húmedos y goteantes. Ella estaba ya totalmente desnuda y deseosa por ser de él.
—¿Qué pasa?— preguntó Maki recuperando el aliento y alzando un poco su pierna derecha, para así con su pulgar acariciar el abdomen de Yuta quien seguía en pie.
—Simplemente te estoy admirando— contesto con una voz ronca debido a la excitación, mientras acariciaba la pierna de esta y empezaba a llenar de besos su pantorrilla.
—¿Y?— Maki se recargo en sus codos —¿Piensas quedarte ahí?— preguntó con picardía —¿Solo vas a seguir mirando? O ¿Piensas ya hacerme tuya?— sus piernas jugaron un poco con la vista de este. Abriéndose y Cerrándose juguetonamente.
Maki bajó lentamente su pie, el cual seguía rozando contra el torso desnudo de Yuta hasta que se detuvo donde iniciaban sus pantalones.
Yuta entendió aquella invitación, así que decidió despojarse de las prendas que aún le quedaban.
Desabrocho su pantalón y lo bajo por sus piernas para después hacerlo a un lado con su pie.
Maki se mordió de nuevo el labio al ver como la verga de Yuta se marcaba contra su ropa interior. Realmente no lo recordaba de esta manera. Tan sexi y bastante atractivo.
Yuta se despojó de su ropa interior, haciendo que su verga, toda erecta saliera por completo en un rápido movimiento.
A Maki se le cortó la respiración al verlo completamente desnudo. Había despertado en ella varios recuerdos de su juventud, como cuando experimentaron con su sexualidad en la habitación de ella y como cuando fue su primera vez entre ellos dos, perdiendo así la virginidad. Así como recordó aquella noche cuando concibieron a sus mellizos poco después de san Valentin.
Realmente Yuta despertaba en ella, deseos que nunca sintió por ningún otro hombre.
Yuta se empezó a acercar a ella con ojos que solo hace un depredador hacia su presa. Aquellos azulados y profundos ojos que a cualquier otra persona les provocaría un miedo profundo, pero a ella, le despertaban demasiados deseos.
Maki admiro a este, mientras Yuta se posicionaba arriba de ella, entre sus piernas y con sus manos a sus costados.
La peliverde sintió como la dura verga de Yuta, rozaba sus pliegues, ambos realmente estaban ansiosos y deseosos por lo que estaba a punto de pasar.
Yuta la miró a los ojos mientras estaba arriba de ella. Maki le acarició las mejillas, jalándolo con suavidad hacia sus labios.
—¿Esto podía ser considerado parte del “Kintsugi”?— preguntó ella con una leve sonrisa, mientras con una mano le acariciaba el cabello y con la otra, acariciaba su espalda por su costado, guiándose por esas cicatrices que le adornaban.
Yuta le dio varios besos más en los labios.
—Podría decirse que si… aunque en otros países a esto le llaman “sexo de reconciliación”— dijo con una gran sonrisa.
—Mmm reconciliación no suena mal — dijo Maki besándolo.
Aquellos besos siguieron un poco más. Eso hasta que Yuta por fin se atrevió a preguntar algo que quería saber desde hacía rato atrás.
—Maki san— susurro en el cuello de esta mientras una de sus manos exploraba la piel de sus piernas—¿Acaso yo sigo despertando algún sentimiento en ti? ¿Acaso tú me sigues amando?
Aquellas preguntas hicieron que Maki soltara el aire en un largo suspiro. Trago saliva, quería gritarle que sí, que si lo seguía amando a pesar de que ella era el asesino a quien buscaba.
Maki simplemente acerco sus labios a los de él —¿Por qué no lo descubres por ti mismo?— dijo bajando su mano derecha a la verga de Yuta. La cual masturbo muy lentamente —Siempre que puedas atraparme… lo averiguaras— susurro en voz muy baja.
Aquellas palabras no las entendió Yuta en aquel momento. Quizás mucho más adelante lo comprendería. Pero en aquella ocasión, su juicio sólo estaba nublado por el placer.
El hechicero soltó un gemido al sentir la mano de esta envolver su miembro, Maki lo masturbo un poco más antes de guiarlo a su entrada. Pasando de punta a base, sintiendo las venas gruesas de este, así como sintiendo el líquido pre seminal que ya salía de la punta.
Y sin hacer caso ni a lo que Yuki ni lo que Satoru habían insinuado sobre usar un condón o cualquier otro anticonceptivo, Maki abrió un poco más las piernas para que Yuta pudiera entrar sin dificultad una vez acomodo su miembro en su entrada, estaba lista para la primera penetrada.
—¿Quieres que ya entre?— Beso sus labios— ¿Estas lista, Maki san?— pregunto Yuta, acariciándole las mejillas.
Maki hizo un sí con su cabeza.
—Te necesito Yuta... así que hazlo, por favor, hazme tuya...— Jadeo de manera provocativa.
Yuta afirmó con la cabeza, acomodándose entre las piernas de Maki.
Ambos se miraron a los ojos en aquella posición, Maki empezó a acariciar la espalda y el trasero de Yuta, mientras este le daba la primera embestida.
La peliverde soltó un gemido a lo alto e incluso cerro los ojos con fuerza, realmente había pasado bastante tiempo desde la última vez que lo había hecho, asi que volverse a acostumbrar a aquella sensación de una verga dentro de ella, le llevó muy poco tiempo acostumbrarse, ya que estaba realmente deseosa de él y la excitación la tenía al tope.
—¿Estas bien Maki san?— pregunto Yuta deteniéndose un poco.
Esta hizo un sí con la cabeza.
—Lo estoy... por favor — gimió mientras lo acercaba a su boca —Continua Yuta... se siente tan bien después de muchos años...
Yuta solo hizo un sí con la cabeza y empezó a moverse de nuevo, mientras comía su boca y sus manos se enredaban en su cuerpo.
Incluso por como estaban de abrazados, Maki sintió como en su piel, el metal de aquellos anillos se marcaba contra ella en su pecho.
Volver a hacerlo después de siete años con el amor de su vida, era una experiencia única. Una que ambos querían dejar grabadas en todo su ser para comprobar que no fuera un sueño o una fantasía más.
Yuta siguió moviéndose en un ritmo que recordaba a Maki le gustaba, al inicio fue suave y lento, para después ir aumentando en ritmo. Yuta pudo sentir lo tan mojada que Maki estaba y como su interior se acostumbraba y aferraba a su miembro.
Los besos entre esos dos volvieron con más pasión. Se estaban comiendo la boca mientras sus manos acariciaban sus cuerpos.
Maki se aferró a los brazos de Yuta, mientras este bajaba su boca a su cuello y clavículas y empezaba a dejarle algunas marcas.
—¡Oh Maki! ¡Mi Maki!— Yuta gimió su nombre varias veces.—No sabes cuanto deseaba poder hacerte el amor de nuevo — se apoyó un poco en sus brazos para mirarla mientras seguía penetrándola.
—¡Yuta!— Maki gimió aquel nombre mientras movía su cadera al ritmo de este, incluso abrazo con sus piernas la cadera de Yuta para que entrará más en ella. Provocando en ella miles de sensaciones que había olvidado.
La peliverde tampoco se quedó atrás en dejarle marcas en el cuello y hombros.—Eres mío…— susurro en un tono muy bajo pero seductor, mientras dejaba una marca más en el cuello de Yuta y después seguía con los besos en los labios.
Aquellas palabras provocaron más excitación en Yuta, quien empezó a moverse un poco más rápido y rudo. En aquella habitación podía escucharse el ruido de sus caderas chocar al igual que de los besos que se daban con mucha pasión, así como también los gemidos que ambos soltaban.
Siguieron en aquella posición un poco más, eso hasta que Maki pidió ahora estar arriba de Yuta. Cosa que él acepto sin dudarlo.
Yuta se detuvo un instante, salió de Maki, provocando que está soltara un fuerte jadeo al sentir que salía de ella, mientras este se dejaba caer boca arriba en aquel colchón.
Yuta se recargo en sus codos —Sabes que soy todo tuyo…— dijo con una gran sonrisa de confianza mientras ambos se miraban desnudos y se acariciaban.
—Eso vamos a comprobarlo — dijo Maki en una gran sonrisa mientras se acomodaba arriba de él, con sus manos a los costados de su cabeza y su intimidad pegada a la verga de este.
Maki empezó a besarlo primero en la boca y después fue bajando, llenándolo de suaves y lentos besos en el cuello, en el pecho y en el abdomen hasta que llego a las caderas de este.
Una vez Maki se acomodó arriba de las caderas de Yuta, esta tomó su miembro, el cual seguía erecto.
Y antes de volverlo a meter en ella, primero lo masturbo un poco más.
Eso hizo que las piernas de Yuta temblaran de placer y sus dedos se curvaran un poco. De nuevo, la mano de Maki envolvió aquel miembro, el cual no recordaba que fuera así de grueso. Movió su mano de base a punta varias veces. Haciendo que Yuta gimiera e hiciera su cabeza hacia atrás.
—¿Te gusta?— pregunto ella con una sonrisa de triunfo.
—Me encanta— comento este acostado, con aquel collar a un costado de su cuello.
—¿Okkotsu? — Maki miro aquel que se supone era su anillo mientras seguía masturbándolo — ¿Acaso tu sigues siendo mío?
Yuta sonrió enormemente por esas preguntas.
—Eso es algo que no debes preguntarme, porque la respuesta siempre va a ser que yo soy solamente tuyo— entrelazo su mano con la mano libre de Maki — Incluso eres la única a la que dejaría que me matarás si eso significa protegerte o salvarte a ti y a nuestros hijos.
La peliverde sintió demasiada adrenalina y orgullo al escuchar aquellas palabras. Sabía que se estaba acostando con el enemigo. Pero no importaba, le encantaba.
Ambos intercambiaron una sonrisa, Maki siguió masturbándolo un poco más, eso hasta que ella se acomodó arriba de él, guiando la punta a su entrada y empezando a bajar. Quería ahora ella tener el control de las penetradas, quería marcar el ritmo.
Ambos soltaron fuertes jadeos una vez Maki bajo hasta la base. Aquel miembro había entrado perfectamente en ella.
Empezaron a hacerlo en aquella posición y Maki empezó a marcar el ritmo. Al inicio fue lento, pero poco a poco fue aumentando rápidamente, mientras Maki no dejaba de mirarlo a los ojos y de los labios de ambos salían gemidos de placer. Realmente lo estaban disfrutando, en especial ella después de siete años de no tener intimidad. Podía sentir perfectamente como su interior se acoplaba a él. Realmente lo había extrañado y deseado. Así como él, estaba disfrutando de volver a tener sexo con el amor de su vida.
Yuta admiro el cuerpo de Maki, se veía majestuosa arriba de él.
Incluso este tuvo el atrevimiento de pasar sus manos por aquellas caderas que chocaban contra las de él. Acaricio su marcado abdomen y después subió sus manos hasta sus senos, los cuales acarició como si no hubiera un mañana.
—Maki...
—Yuta...
Gimieron sus nombres con total deseo, sin dejar de sentirse ni de mirarse a los ojos.
Aquellos movimientos hicieron que Yuta estuviera muy cerca de su orgasmo.
Asi que se acomodó una vez más, sentándose porque necesitaba besarla.
Maki pasó con desespero sus manos una vez más a la espalda de Yuta. Mientras sus labios se comían como si no hubiera un mañana. Incluso le dejo algunos rasguños muy visibles en los hombros y espalda.
La lluvia afuera también había alcanzado su clímax. Los vientos, la fuerte lluvia y los truenos no dejaban de sonar.
En un movimiento más, de nuevo ambos cambiaron de posición, Yuta ahora de nuevo estaba arriba, mientras Maki estaba acostada debajo de él, con sus piernas bien aferradas a la cadera de este.
—En serio, eres difícil de sacar de la cabeza y del corazón… — susurro Yuta al oído de Maki mientras la penetraba más fuerte, su ritmo ahora era más rápido porque el orgasmo de ambos estaba muy cerca. —Te amo... en serio te amo...
Maki al escuchar aquello, sintió que su cuerpo no podía más. El placer se desbordaba por completo mientras esta le rasguñaba la espalda, dejándole así varias marcas que al principio dolían, pero ante el placer eran agradables.
—Oh... Yuta...—Gimió Maki, de sus ojos salieron lágrimas, las cuales eran de placer. Se sentía tan plena. Tan deseada, tan amada.
—Maki... Mi Maki...— dijo Yuta a su oído, mientras seguía moviéndose y llenándola de besos en el cuello y los labios, mientras sus manos se aferraban a ella—Te amo— susurro contra el cuello de esta, quien hizo su rostro un poco hacia arriba por la excitación.
Las penetradas siguieron solo un poco más, Maki fue la primera en llegar al orgasmo, sus piernas por un momento se cerraron con fuerza atrapándolo y después se relajaron, asi como su espalda se arqueo por todas las sensaciones del momento. Sus gemidos inundaron en alto toda la habitación y agradecía que no hubiera nadie más en casa en aquel momento ya que esos gemidos pudieron llegar a oídos de cualquiera y más que la puerta de su habitación estaba completamente abierta.
Tenía aun los ojos cerrados, estaba procesando lo que acababan de hacer.
Estaba satisfecha y de paso, había comprobado algo. Algo tanto de ella como de Okkotsu y eso era que aún se deseaban a morir.
Después de unas penetradas más, Yuta se corrió dentro de Maki. Soltando una gran cantidad de su cálida semilla.
Ambos permanecieron abrazados y entrelazados así unos instantes más, moviendo con suavidad sus caderas antes de detenerse por completo, sus respiraciones eran erráticas. Poco a poco empezaron a separarse para verse a los ojos.
Yuta se recargo en sus brazos para mirarla mientras se detenía lentamente y esta fue abriendo los ojos poco a poco.
—Te amo...— dijo él con una sonrisa de satisfacción, mientras su frente estaba recargada en la frente de esta.
Maki sonrió por esa palabra, la cual como había dicho Yoshio, parecía ser mágica. Esta llevó sus manos al rostro de este y lo acercó para besarle un poco más. Maki de nuevo pronunció algo en voz muy baja, algo que solo Okkotsu escucho e hizo que una sonrisa se formará en sus labios también.
Después de aquellos besos, ambos intercambiaron una mirada más, eso hasta que Yuta decidió salir de ella y acostarse a su lado, sin dejarla de rodear en sus brazos.
Maki recargo su cabeza en el pecho de este, mientras recuperaban la respiración. No podían creer lo que acababan de hacer. Habían tenido sexo de reconciliación. Y claro que querían volver a repetir.
Ambos guardaron unos minutos de silencio, mientras Yuta acariciaba la espalda de Maki, quien se había acomodado por completo sobre él.
—De verdad…— Yuta fue el primero en hablar —Me hubiera gustado que tu me hubieras acompañado al extranjero… Maki san...— dijo mirándola y sin dejar de acariciarla —Me hubiera gustado haberte hecho el amor en todos los países que visité…
Maki le miró y le acarició el rostro.
—¿Eso hasta que la hubieras conocido a ella? ¿No?— repitió con maldad.
—¡Por supuesto que no! — Yuta alzo la voz — ¿Qué acaso no te acabo de demostrar que te amo? ¡Te acabo de hacer el amor!— contesto en una mueca.
Maki soltó una risita.
—Solo estoy bromeando —Acaricio sus mejillas—Y en realidad, me demostraste más que eso— le dio un beso para que se calmara –solamente quería comprobar algo.
—¿Y qué es eso que querías comprobar?— pregunto Yuta elevando una ceja.
Maki solo sonrió dulcemente sin dejarle de mirar.
—Quizás eso te lo responda luego.
Esa respuesta no convenció del todo a Yuta. Suspiro.
—Maki ¿Acaso tu sigues sintiendo algo por mí?
—¿A qué viene esa pregunta?— Maki le miro fijamente.
—Bueno… con lo que acabamos de hacer…
—¡Baka!— Maki susurro en sus labios antes de besarle —Acabamos de hacer el amor y aun así me estas preguntando si yo aún siento algo por ti, eso debería ofenderme un poco — le tomo de las mejillas mientras se acomodaba arriba de él para estar aun así de cerca —Aunque mi muestra de amor más grande hacia ti es que tuve a tus hijos y les di a luz, así como los he cuidado por casi siete años ¿Eso no es suficiente?
Yuta sonrió por esas palabras.
—Eso es mucho más en realidad— acaricio su espalda con ambas manos, yendo desde donde iniciaba sus hombros hasta donde comenzaba su trasero — Entonces ¿Esto significa que ya estoy perdonado?
—mmm nop— soltó ella un pequeño ruidito que venía desde su garganta —Aún falta mucho por demostrar para que te perdone del todo y más por haberte ido por siete años… aunque con esto que acabamos de hacer, quizás ya te haya perdonado el primer año de siete de tu ausencia— Dijo Maki acariciando sus mejillas.
Yuta suspiro por esas palabras.
—¿Entonces si te hago el amor otras seis veces, quizás me perdones del todo?— pregunto en un puchero.
Maki le beso en los labios.
—Quizás...— sus manos hicieron círculos sobre su pecho — igual dependerá de que otras cosas podamos hacer tanto juntos como también vea el cómo te comportas con los niños.
Yuta sonrió por esa respuesta.—Haré mi mejor esfuerzo para conquistarte. Así como también, trataré de ganarme la confianza de nuestros hijos.
—Y hablando de los niños…— Maki miró el reloj que tenía en su mesa de noche, notó que ya se le había hecho tarde para iniciar su misión como asesina, como también se percató que la tormenta ya había parado desde quizás minutos atrás. Asi que debía darse prisa, sino su objetivo se le iba a escapar.
—Yurika y Yuudai no tardarán en regresar y de paso, a mí ya se me hizo tarde para ir al trabajo— dijo está empezando a moverse para levantarse de la cama.
Pero en un movimiento rápido, Yuta la tomó de la cintura y la volvió a acercar a él para abrazarla.
Aquel abrazo sorprendió a Maki, quien noto como Yuta no quería soltarla.
—¿Y si te quedas? ¿Y si esperamos a los niños para pasar una tarde en familia?— sugirió mirándola con demasiado amor.
Maki le miró, poniendo ambas manos en su pecho y sentándose un momento arriba de él —¿Una tarde familiar?— preguntó con curiosidad mirándolo fijamente.
—Si—Yuta acarició las manos y los brazos de esta— estaba pensando en si los cuatro vamos a comer a algún restaurante y de ahí podemos, no sé, ir al cine o ir de compras como una familia… realmente quiero recuperar el tiempo perdido antes de…— guardo silencio. Recordando lo que Satoru le había dicho sobre su caso del asesino de hechiceros, así como de su posible liderato.
—¿Antes de qué?— pregunto Maki con curiosidad.
Yuta se fue sentando para quedar así muy cerca de los labios de Maki. Sus brazos cruzaron por su cintura.
—Antes de decirles la verdad a Yurika y a Yuudai sobre que yo soy su verdadero padre.
—¡¿Estás loco?!— Maki elevo la voz— ¡Es muy pronto para confesarles eso!— Reprocho mirándolo de frente mientras estaban de nuevo piel con piel.
—Pero necesito decirles la verdad.— Yuta movió un poco sus manos.
—Necesito que ellos sepan que yo no soy solo un amigo más. Necesito que ellos sepan toda la verdad sobre nuestra relación, así como sobre porque no he estado con ellos durante siete años y más que…— apretó los labios por un momento.
—¿Y más por qué? ¿Qué estás escondiendo Yuta Okkotsu?— preguntó Maki pasando sus manos al cabello de este, jalando suavemente su cabeza hacia atrás para que la mirara a los ojos.
Yuta tomo un respiro.
—Es que, estando en Tokio, descubrí algo más. Algo que quizás llegue a afectar demasiado nuestro destino…
—¿Qué estás tratando de decir con eso? ¿Qué más descubriste estando en esa infernal ciudad?— preguntó ella con un hilo de voz.
Yuta tomó un respiró. Sabía que lo que iba a decir podría provocar un caos total. Aun así decidió lanzar la bomba.
—Descubrí que Satoru piensa retirarse y él me dijo que me va nombrar a mí como el próximo líder del clan Gojo.
La mandíbula de Maki cayó.
—¡¿QUÉ?!— Gritó.
—Dije que quizás yo sea el siguiente líder del clan Gojo…
Maki rápidamente se separó de él, se bajó de la cama y se puso de pie muy sorprendida.
—¿¡Me estás diciendo que acabo de tener sexo con el que será el siguiente líder del clan Gojo?! Enserio no puedo… creerlo…— arrastró las palabras mirándolo. Aquella revelación para nada se la esperaba.
Yuta se llevó las manos al rostro.
—Imagina como estoy yo…
Maki primero tomo su sostén para empezar a vestirse, después tomo unos pañuelos para limpiar el desastre que Yuta le había hecho en su entrepierna, ya que él semen de este seguía bajando por ella.
—¡¿POR QUE ESE IDIOTA VA A RETIRARSE?! PERO SOBRE TODO ¿POR QUE TU DEBES SER SU SUCESOR SI SE SUPONE QUE USTEDES NO SON PARIENTES DE SANGRE DIRECTA?— Preguntó alzando la voz mientras terminaba de limpiarse.
—Es una larga historia… por eso mismo quiero que hablemos… y…— dijo Yuta sentándose al borde de la cama.
Maki seguía molesta porque Yuta no le dijo eso antes —¡Ahora me siento como una mujerzuela por haber tenido sexo con el siguiente líder de no un clan cualquiera, sino del clan Gojo! ¡Me siento como una sucia amante!— se empezó a poner las pantaletas. Estaba furiosa porque él no le dijo nada de eso antes.
Yuta se puso de pie rápidamente y la abrazo por la espalda para tratar de tranquilizarla.
—No eres una mujerzuela y tampoco quiero tratarte como una simple amante y no, aún no soy el líder de ese clan… aunque para serlo— suspiro —tengo que cumplir primero con algo… algo que no quiero.
—¿Y qué es ese algo que debes cumplir?— pregunto mirándolo sobre su hombro.
—Se trata del caso que estoy averiguando sobre el nuevo asesino de hechiceros.
—¿Qué hay con eso?— Maki sentía que el corazón se le saldría del pecho.
—Pues…— Yuta fue interrumpido por un grito que venía de la planta baja.
—¡Mamá!
—¡Ya llegamos!
Los mellizos habían vuelto.
La puerta rápidamente de esa habitación se cerró de golpe. Ambos debían darse prisa para vestirse y bajar. Pero ¿Qué pretexto pondrían? ¿Qué pasaría después con esa familia aquella tarde? ¿Yuta les diría la verdad a Yurika y a Yuudai sobre que él era su verdadero padre?
Eso pronto lo descubrirán.
Notes:
Espero les haya gustado este capítulo 🔥 ¿Qué les pareció?
Estaré leyendo sus comentarios.
Y como pudieron leer, al fin, después de siete años por fin esos dos pudieron volver a reencontrarse íntimamente. ¿Acaso esto tendrá consecuencias? ¿Acaso pronto vendrá un tercer bebé? Quizás más adelante sepamos si este encuentro tuvo frutos 😏❤
¿Qué creen que suceda en el siguiente capitulo? ¿Creen que Yuta les diga la Yurika y a Yuudai sobre que él es su verdadero padre? ¿Qué excusa pondrán Maki y Yuta sobre que estaban haciendo ahí arriba? Como dije, estaré leyendo sus comentarios. Y más que de ahora en adelante, esta historia se va a centrar tanto en la relacion de esos dos adultos, asi como en Yuta tratando de ganarse la confianza y cariño de sus hijos. Asi que la trama ahora estará centrada en la familia Okkotsu.
De verdad, espero que este 2025 este lleno de cosas bonitas para cada uno de ustedes. Que sus propósitos se cumplan y que la vida les sonría y llene de muchas cosas buenas.
La verdad, espero que en este año que está por comenzar, pueda seguir trayéndoles más tanto de esta historia como de las demás y si algún día dejara de hacerlo o simplemente desapareciera por alguna cuestión, espero me recuerden con cariño tanto a mi como a mis fics.
En serio, de todo corazón, les deseo un feliz y próspero 2025.
Los quiere Vera ❤
Chapter 28: 26. Deudas A Pagar
Notes:
Hola a todos, aquí Vera con la primera actualización del año ❤
Espero les guste, este será un capítulo algo corto, pero prometo que será entretenido, en especial porque este capítulo tocara un tema importante que tiene que ver con Maki
Prometo que el siguiente capitulo será más largo.
En fin, disfruten la lectura, mientras avancen, entenderán porque este capitulo lleva este titulo
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
"Tarde o temprano, las deudas tanto morales como económicas deben pagarse"
—¡Mamá!
—¡Ya regresamos!
Los mellizos habían vuelto muy emocionados a casa.
Ambos gritaron desde el umbral de la puerta mientras estaban en el recibidor, quitándose los impermeables y las botas para la lluvia.
—¡Maki san, ya estamos aquí!— dijo Yuki en voz alta, mientras también ella se quitaba el impermeable.
En ese instante, mientras se despojaba de sus botas y las lanzaba a un lado, la rubia se percató de la presencia de unos zapatos de hombre en el lugar, unos que no recordaba haber visto antes de marcharse.
Rápidamente a los tres les llamó la atención un ruido que venía del segundo piso. Primero se escuchó como si una puerta se hubiera cerrado de golpe, acompañado de un ruido de como si alguien o algo se hubiera caído al suelo.
A Yuki se le dibujo una gran sonrisa y más que recordó que Yuta iría esa tarde. Así que supuso que esos dos debían estar haciendo "ciertas cosas" allá arriba. Quizás Maki le había hecho caso a su consejo de seguir sus sentimientos.
—¿Mamá estará arriba?— pregunto Yuudai al escuchar unos pasos apresurados sobre sus cabezas.
—¡Lo más seguro! ¡Vamos con ella!—Yurika dio un brinco para subir al recibidor.
Su hermano hizo un sí con la cabeza mientras también daba un brinco para subir.
—Niños, ¿Qué les parece si esperamos a su madre aquí abajo?— comento Yuki deteniéndolos, sujetándolos a cada uno por los hombros —No creo que tarden en bajar.
Los mellizos se miraron confundidos y más cuando escucharon más pasos apresurados caminar de un lado a otro sobre sus cabezas.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
—¡Mierda!— gruño Maki, quién corrió rápidamente a cerrar la puerta de su habitación—¡Vístete, ahora! ¡No puedo dejar que nos vean así!— ordenó en voz baja.
Yuta también se veía apurado, se dio la vuelta rápidamente para buscar su ropa, pero por las prisas se resbaló y cayó al suelo de puro trasero.
—¡Okkotsu no estés jugando!— Regaño Maki entre susurros.
—¡Lo siento!— dijo este poniéndose de pie rápidamente y empezando a levantar su ropa para vestirse.
La peliverde dio un rápido vistazo a su espejo en el tocador ya que fue a buscar una nueva liga para su cabello. En ese instante, notó varías marcas que Yuta le había dejado en el cuello, las cuales eran bastante llamativas a simple vista.
—¡Demonios! ¿Por qué me dejaste esto?— dijo molesta mientras apuntaba a su cuello volteando a mirar a Yuta—¡Tendré que cubrir mi cuello con alguna camiseta por qué no me da tiempo de maquillarme!— corrió a su cómoda a buscar una camiseta que le cubriera aquellas marcas.
Por suerte tenía una camiseta deportiva de mangas largas y cuello alto.
—Lo siento, me deje llevar— comento Yuta mientras se vestía a las prisas, empezando rápidamente con su ropa interior—Puedo ayudarte con mi técnica inversa.
—¡SOLO DATE PRISA!— ordenó Maki mientras terminaba de subir por sus piernas su pantalón deportivo.
En aquel instante donde ambos se vestían a las prisas.
Mientras Yuta se ponía su pantalón, le llamó la atención la bolsa deportiva que Maki de nuevo había puesto sobre su cama, la cual abrió para meter algo más ahí.
Al hechicero le llamó la atención que esa bolsa estaba medio abierta y alcanzó a notar algo liso, parecía la parte de alguna máscara o alguna arma maldita.
Cuando iba a acercarse a ese bolso para ver que más llevaba Maki ahí, esta lo detuvo, cerrándolo rápidamente.
—Veo que andas muy curioso— comentó está en una leve mueca.
—Es que yo...
Maki le robo un beso para que dejara de hablar y más que había comprobado que ella sí era su debilidad.
—No tardes en bajar ¿De acuerdo? ¡Actúa normal y sígueme la corriente! ¿OK?— dijo tomando su bolso, para después correr a tomar la perilla y salir apurada de su habitación.
Yuta se quedó en shock por un momento, estaba procesando todo lo sucedido minutos atrás. Aquel fugaz beso lo puso rojo. Pero no había tiempo, las voces alegres de sus hijos lo sacaron de sus pensamientos.
Rápidamente con su técnica inversa, se curó aquellos chupetones y rasguños que Maki le había hecho en el cuello y en la espalda mientras hacían el amor. Después miró una vez más aquella habitación.
Yuta se giró hacia el clóset de Maki, el cual le había llamado la atención desde que entró.
Y aunque su mano fue hacia esa pequeña perilla para abrir aquel closet, decidió no investigar más en aquel momento, así que rápidamente se puso la camiseta en azul oscuro que Maki había tomado de la habitación de Megumi, peinó su cabello rápidamente y antes de salir de ahí, tomó una cosa que Maki había olvidado en la habitación.
◈ ━━━━ ♡ ━━━━ ◈
—¿Qué pasó aquí?— Pregunto Yuudai muy confundido al ver los trozos de una taza rota que había en la cocina.
—¡Pareciera la escena de un crimen!— comentó su hermana con una sonrisa—¡Definitivamente algo pasó aquí!— dijo a modo de detective, su curiosidad era inminente.
Los mellizos dejaron sus regalos sobre sus respectivas sillas, mientras observaban la escena frente a ellos. La mesa permanecía desordenada. En el suelo yacía una taza rota, rodeada por un charco de café, así como varios cubiertos esparcidos. Sin embargo, lo que más les llamó la atención, fue el jarrón, el cual ahora estaba decorado con nuevas flores.
—O alguien tuvo un accidente aquí o definitivamente paso otra cosa— comentó Yuki mirando aquel desastre.
—¿Cómo que?— pregunto Yurika con curiosidad.
—No estoy segura —respondió la rubia, encogiéndose de hombros con una sonrisa despreocupada— Tal vez alguien empujó a otro contra la mesa, o quizás aquí hubo una pelea —añadió Yuki.
Rápidamente a los tres les llamó la atención los pasos que se acercaban bajando con rapidez por la escalera. Eso hizo que los niños se asomaran por el umbral de la cocina.
Maki trago saliva y trato de verse "normal", e hizo como si nada hubiera pasado mientras bajaba al primer piso cargando su bolso deportivo.
Una vez bajo las escaleras, sus hijos corrieron a abrazarla.
—¡Mami!— gritaron en coro, mientras sus pasitos corrían hacia ella y se abrazaban a sus piernas.
Maki sonrió al verlos y les acarició las mejillas.
—¿A dónde fueron? ¿No les agarro la lluvia, cierto? ¿No se mojaron, verdad? Porque lo que menos quiero es que alguno de los dos se enferme — comentó con una sonrisa.
—¡Yuki One san nos llevó a un nuevo centro comercial!— explicó Yurika— Vimos muchas tiendas e incluso nos llevó a jugar a un gran lugar dentro de ahí, el cual estaba lleno de toboganes y tenía una gran piscina llena de pelotas.
—¡Y nos compró unas cosas!— comento Yuudai tomando la mano de su madre para guiarla a la cocina.
—¡Ven Mamá, queremos mostrarte los regalos que nos compró Yuki!— Yurika también jalo la mano de su madre.
—Está bien, pero que sea rápido que ya se me hizo muy tarde para ir a trabajar— Maki dejó caer su bolso en el pasillo, para así ir junto a sus hijos.
Controlo su rostro para no sonrojarse ante el recuerdo de lo que había pasado hacia un momento atrás con Yuta en esa cocina. La cual aún seguía siendo un desastre.
—¡Mira Mamá!— Yurika levanto unos patines rosas, los cuales tomó de su silla.
—¡Son los regalos que nos dio Yuki!— Yuudai levantó un pequeño telescopio de juguete.
—Son unos lindos regalos— comento está viendo lo feliz que estaban sus hijos.
—La tía Tsukumo sí que es la mejor ¿Verdad que si? — comento la rubia con una gran sonrisa.
Maki se giró a ver a esa hechicera.
—¿Unos patines y un telescopio? ¿Por qué les regalaste estas cosas?— preguntó con las manos en la cadera.
—Estos regalos considéralos como especiales, porque estos les ayudarán a comprender mejor sus técnicas malditas — Yuki tenía una gran sonrisa en los labios.
Maki solo entrecerró los ojos. No comprendía en aquel instante a que se refería con esa respuesta, pero más adelante entendería como ayudarían esos regalos a sus hijos.
—Por cierto, ¿Qué pasó aquí? — Pregunto Yuki con curiosidad apuntando a la taza rota —Pareciera que la tormenta se desató aquí dentro.
—Bueno es que...
—Maki san, se te olvidaron tus lentes allá arriba— Yuta apareció por el umbral de la cocina.
Aquella voz hizo que el rostro de esos mellizos se iluminará y se girarán hacia el umbral.
—¡Yuta kun!— Yurika y Yuudai gritaron de emoción al ver a ese hombre aparecer, incluso hasta fueron corriendo a abrazarlo.
Yuta rápidamente se puso de cuclillas y abrió sus brazos para recibir a sus hijos en un lindo abrazo. Uno que le reconforto demasiado.
—¡Te extrañamos!— dijo Yurika con una gran sonrisa.
—¡Si, ya queríamos volver a verte!— contesto Yuudai con una linda sonrisa.
—Y yo los extrañe a ustedes dos— respondió Yuta con gran alegría por volverlos a ver.
—¡Tía Yuki! De él es quien te estábamos hablando hace rato— comentó Yuudai con una sonrisa, apuntando a Yuta mientras miraba a la rubia.
—Yuta kun, te queremos presentar a nuestra onesan Yuki Tsukumo— Dijo Yurika con voz alegre.
—Aunque también le gusta que le digamos tía Yuki— respondió Yuudai encogiéndose de hombros.
Ambos niños decían aquello porque sabían que esa mujer no quería que le dijeran "abuela"
—Es un gusto Okkotsu kun, los niños me han hablado mucho de ti— comentó Yuki fingiendo que apenas estaba conociendo a aquel hombre, mientras traía una gran sonrisa.
—El gusto es mío Tsukumo san— Yuta le siguió la corriente, se puso de pie e hizo una leve reverencia.
—Por cierto, ¿Qué estaban haciendo ustedes dos allá arriba?— cuestionó la rubia con curiosidad.—Es que se escuchó como si algo se hubiera caído.
Yuta rápidamente llevo su mano a su nuca, estaba bastante nervioso.
—Bueno es que...
—Yuta kun ¿Por qué traes la camiseta de papá Gumi?— pregunto Yuudai ladeando un poco su cabeza al reconocer esa prenda. Realmente era un niño muy observador y de paso, con buena memoria.
—¡Ah! ¡Es que!— Yuta trataba de encontrar una respuesta a eso, pero por suerte Maki intervino.
—Le preste esa camiseta ya que Okkotsu tuvo un accidente con esta taza de café — comento Maki en una mueca y apuntando al suelo. Su actuación de madre molesta parecía bastante convincente —Resulta que mientras él me estaba ayudando a limpiar la mesa, por error el café se le derramó sobre su camiseta y la taza cayó al suelo rompiéndola en muchos pedazos— sus manos fueron a sus caderas— Y de paso, yo no lo iba a dejar estar con esa ropa sucia y mojada, y menos cuando vino a compartir un helado con ustedes.
A los niños se les iluminó el rostro por aquella palabra mágica.
—¡¿HELADO?!— Dijeron en coro.
—Así es, como acabo de regresar de Tokio, vine enseguida para compartir algo de helado con ustedes, el cual está en el congelador— comento Yuta con una sonrisa.
—¿Podemos comer helado?
—¿Si Mamá? ¡Por fis!
—¡Di que sí! ¡Por favor!
Ambos niños se acercaron rápidamente a Maki, para que esta les diera su permiso de comer ese postre y más que a ella no le gustaba que sus hijos comieran demasiados dulces o comida chatarra, aunque tampoco le gustaba que comieran tantas verduras ya que le recordaba la horrible dieta vegana de su clan. Realmente quería que sus hijos disfrutarán todo tipo de comida.
La peliverde suspiro.
—De acuerdo. Ya saben dónde están los vasos para helado. Pero antes, tráiganme la escoba y el recogedor. No quiero que se lastimen con esta taza rota— dijo apuntando a los pedazos sobre el suelo.
—Enseguida.
—Ya volvemos.
Ambos niños brincaron de alegría. Rápidamente fueron por las cosas que les pidió su madre, salieron de la cocina y se dirigieron al fondo del pasillo de aquel primer piso. Ahí tenían el pequeño cuarto de lavado, el cual también servía de almacén de las cosas de limpieza.
Mientras esos niños volvían, su madre intercambio una leve sonrisa de complicidad con Yuta.
El magnetismo seguía bastante presente y más después de aquel apasionante encuentro íntimo.
Y todo aquello también lo noto Yuki, quien quiso confirmar lo que había pasado entre esos dos. Aunque por sus expresiones y por las muy leves marcas que se asomaban por el cuello de Maki, podía intuir perfectamente lo que había pasado.
—¿Y? ¿Qué es lo que estaban haciendo ustedes dos allá arriba? Porque claramente se ve que lo que inició acá abajo, terminó en la cama — preguntó la rubia con demasiada curiosidad.
Ambos adultos tragaron saliva. Incluso desviaron la mirada.
—Simplemente subimos para darle una camiseta limpia a Yuta — contestó Maki en una mueca, tratando de ser la misma de siempre.
—¿Y eso significó quitarte los lentes para buscarle una camiseta?— preguntó la rubia, apuntando a los lentes de Maki que aun traía Okkotsu en su mano.
—Es que... — Yuta fue interrumpido mientras Maki le arrebataba sus lentes. Le lanzó una mirada rápida a este sobre que no dijera nada.
—Simplemente los había dejado en el baño de arriba. Lo bueno que Okkotsu me los bajo. Además en el baño de arriba fue donde este se cambió de camiseta— comentó Maki poniéndose sus lentes —¿Verdad, Yuta?— le sonrió un poco en complicidad.
—Si así fue, es que fue mi error que se me cayera esta taza y el café se me derramó encima— Yuta rasco su nuca — Por suerte no estaba caliente, si no de seguro me hubiera quemado.
—Si, claro, como ustedes digan— la rubia sonrió —Aunque claramente las marcas en sus cuellos y el cómo me desvían sus miradas dicen otra cosa— dijo Yuki con picardía, haciendo que estos se tocaran el cuello al mismo tiempo—No se preocupen, no le diré a nadie más que ustedes ya se reconciliaron en la cama haciendo “travesuras”— les guiño el ojo.
Ambos amantes se morían de pena y sus rostros estaban todos rojos.
Yuki decidió cambiar de tema —Aun así— miro al invitado —Okkotsu escuche que fuiste a Tokio ¿Eso es cierto? ¿Qué tal te fue allá?
—Si fui a aquella ciudad y me alegra que lo menciones Tsukumo san— comento Yuta con una sonrisa nerviosa para ya cambiar de tema. —Y más que me gustaría hablar contigo de un tema…importante…
—Creo que ya sé de qué tema quieres hablar conmigo— la rubia se cruzó de brazos —Claramente se trata de Gojo Satoru ¿No es así?
—Lo es. Necesito preguntarte varias cosas de hace siete años atrás.
—De acuerdo, pero por el momento propongo que hablemos de eso en otra ocasión...— Yuki ahora dirigió su mirada a Maki.
— Pareciera que ustedes dos ya se llevan mejor ¿Acaso ya hicieron las paces?— preguntó.
—Algo asi. De todos modos, Yuta tiene que cumplir ciertas condiciones...— su mirada se fijó en su amado—...Para seguir viniendo— comentó Maki con una leve sonrisa, la cual compartió con Yuta.
Realmente el magnetismo entre esos dos era bastante notable.
En ese instante, los niños regresaron con las cosas que Maki les había ordenado traer.
—Aquí está Mamá — contestó Yurika cargando la escoba, mientras Yuudai traía el recogedor.
—Déjenmelo a mí, yo fui quien rompió la taza, así que yo lo voy a levantar — comentó Yuta pidiendo que le pasarán esos objetos.
Los niños miraron a su madre para ver qué decía esta.
—De acuerdo— Maki movió simplemente su mano para que sus hijos le entregaran esas cosas al invitado — Además, tú fuiste quien provocó todo esto.
Parecía que esas palabras estaban cargadas de algún mensaje relacionado a lo sucedido entre ellos dos. Parecía una indirecta que Yuta logró captar.
—Si, jeje tienes razón — De nuevo, Yuta le sonrió en complicidad.
Aquellas sonrisas y miradas las notaron los mellizos, quienes se miraron entre sí e intercambiaron algunas palabras mentalmente.
Yurika sonreía enormemente como aprobando aquella relación que estaba surgiendo entre esos dos adultos. En cambio, Yuudai hizo una mueca de que no le agradaba la situación entre esos dos y lo confirmo poniendo los ojos en blanco ante la sonrisa de su hermana.
Mientras Yuta se ponía a recoger esas piezas, Maki se despedía de sus hijos, ya que a su celular le seguían llegando mensajes de Mei Mei, quien le decía que se diera prisa ya que su objetivo estaba cambiando de lugar.
—Bueno niños, los veré más tarde, tengo que ir al trabajo — dijo poniéndose de cuclillas —Ambos se quedarán con la tía Yuki ¿De acuerdo?
—¡Si Mamá!— Ambos levantaron la mano y la llevaron hacia sus frentes en señal de entender esa orden.
—Pues hablando de eso— Yuki se puso a un lado de Maki —Yo también debo retirarme.
Maki se levantó a toda prisa al escuchar eso.
—¿Qué? ¡Pero! ¡dijiste que me ayudarías a cuidar a los niños este día! Y más que Ni Megumi ni Tsumiki ni los demás iban a poder cuidarlos hoy.
—Se que dije que los cuidaría hoy, pero hace rato me llegó un llamado de urgencia, el cual debo atender con algunos de mis informantes. Me gustaría quedarme, pero yo también tengo trabajo que hacer — explicó Yuki.
—¡No puedes hacerme esto! ¡Sabes que por su bien, no podemos dejar solos a los niños!— reprocho Maki muy molesta.
—Desgraciadamente debo salir a tal llamado Maki san. No eres la única con demasiado trabajo— comentó Yuki con seriedad.
—¡Pero yo también debo salir a mi trabajo! ¡Ya voy muy tarde y no puedo dejarlos solos aquí en casa! ¡Necesitó que alguien los cuide o se los lleve consigo para protegerlos!— Maki elevo la voz, estaba apurada y molesta con esos cambios de planes.
Yurika y Yuudai se miraron preocupados por dicha situación mientras cada uno se aferraba a la pierna de su madre. Desde que nacieron nunca se quedaban solos en casa. Siempre se procuraba que algún adulto se quedará a su cuidado, en especial por si la salud de Yuudai recaía.
Incluso, preferían salir junto a sus tíos que quedarse en casa para estar siempre al cuidado de algún adulto.
Yuta escuchó todo eso mientras terminaba de barrer esos pedazos de tasa y los tiraba a la basura, como padre de esos niños no podía quedarse callado, asi que decidió intervenir.
—Perdón que me meta en la conversación, pero...
Tanto los mellizos como Maki y Yuki voltearon a verlo.
—¿Qué te parece Maki san si yo cuido de Yuudai y Yurika esta tarde en mi departamento?
—¡¿QUE?!
—¡Sí Mami! ¡Por favor! ¡Queremos pasar más tiempo con Yuta kun! ¡Di que sí! ¡Deja que vayamos al departamento de Yuta kun! ¡Por favor!— los mellizos dijeron en coro mientras daban saltos y abrazaban a su madre.
—¡Pero!
—Dale la oportunidad Maki san. Además él ya es como un miembro más de esta familia ¿Cierto?— Yuki le guiño el ojo.
—Si… pero…
—De paso, es buena idea que los niños pasen tiempo con él. Digo, parece que estos dos se acoplan muy bien con Okkotsu por lo que me contaron ¿No es así?— La rubia miro a esos niños y dio un paso hacia ellos.
—¿Verdad que les gustaría pasar más tiempo con él? Además, te apuesto a que estarán mucho más seguros en el departamento de Okkotsu que aquí solos— puso sus manos sobre las cabezas de esos dos.
—¡Pero!
—¡Lo que dice Yuki onesan es verdad!, Nosotros queremos pasar más tiempo con Yuta Kun— comento Yurika.
—De paso, así no nos quedamos solos mientras regresas de trabajar mamá — comentó Yuudai.
—¿Vez? Hasta los niños quieren ir con él, así que ¿Qué dices Maki? ¿Los dejaras ir con Okkotsu? — Yuki movió levemente la cabeza en una señal para Maki.
—¡Mami di que si!
—¡Por favor!
—Prometemos no hacer travesuras.
—Además, debemos decidir pronto —comentó Yuki con seriedad—Y más que no tardará en volver a llover— lo decía por el trueno que rompió en el cielo una vez más.—Y no olvides que se lo debes a él... esta también es parte de tu deuda.
Maki quería gritar.
Tanto por tener que tomar aquella decisión, como por lo desesperante que se estaba volviendo su celular con tanto mensaje que le seguía llegando. Y más que esa no era la única deuda que debía pagar.
—Está bien — suspiro —Yurika, Yuudai vayan por sus cosas. Sobre todo lleven una pijama y lleven aquello que consideren lo más importante para pasar una noche en casa de Okkotsu y Yuudai— se giró y miro a su hijo en especial— no olvides llevar tus medicamentos ¿De acuerdo?— mencionó con seriedad.
—¡Muchas gracias Mamá!
—¡Prometemos portarnos muy bien!
Dijeron esos niños muy emocionados.
Maki suspiro.
—De acuerdo, ahora vayan, que ya voy muy pero muy tarde y quizás me toque hacer horas extras— comentó fastidiada.
Rápidamente esos niños subieron corriendo hacia su habitación a preparar sus mochilas. Preparando así el cambio de ropa que su madre les había dicho, como también tomando aquellos objetos que no les podía faltar al dormir.
Incluso Yurika bajo a discreción para tomar algo importante de la sala. Algo que se llevaría al departamento de Yuta y que sería muy importante para esa familia.
En cambio, Yuudai empacó muy bien sus medicinas al igual que aquel objeto que le ayudaba a dormir.
—Gracias Maki San, prometo que los cuidaré con mi vida— dijo Yuta con una gran sonrisa de ilusión al saber que pasaría toda una tarde con sus hijos.
Maki chasqueo la lengua.
—Solo asegúrate de cuidarlos bien ¿Entendido? Si no, ahora si te castrare, pero sin anestesia — Comento está muy molesta por aquella situación, pero después se daría cuenta que aquello habría sido buena idea para sus futuros planes como asesina.
—Así será. Prometo que los cuidaré muy bien— dijo Yuta con una sonrisa mientras se acercaba a ella, quedando solo a un paso.
—Y una cosa más...
—¿Sí?
—No quiero que les reveles nada de… ya sabes... de que eres su verdadero padre…— advirtió Maki en voz baja —No sin que yo esté ahí presente para decirles juntos… ¿De acuerdo?—Podía verse la preocupación en su rostro por aquel tema.
—Lo prometo. No sé lo diré sin que tu estés presente o hasta que tu me des el permiso para decírselos…— Yuta llevo su mano a su pecho a la altura de su corazón en señal de promesa.
—Gracias…— Maki le dedico una leve sonrisa.
Yuki miro toda esa interacción entre esos dos. Sonrío porque sabía que aquella tarde entre padre e hijos podría ser beneficiosa para ambos bandos.
◈ ━━━━ ♧ ━━━━ ◈
03:55 p.m.
Maki llegó corriendo al lugar donde Mei Mei la había citado.
Ambas habían quedado de verse en una especie de bodega que estaba cerca del lugar donde su objetivo estaba actualmente, el cual se encontraba en unos baños de aguas termales.
—¿Dónde demonios estabas?— reclamo Mei muy molesta.
—Perdón la demora— se disculpó Maki dejando caer bruscamente su bolso al suelo—Tuve dificultades para encontrar a alguien con quien dejar a los niños y de paso, la maldita lluvia no paraba, ¿Qué no vez que vengo empapada?
—¿Pasó algo? ¿Mis minitas de oro están bien?— pregunto Mei preocupada al escuchar sobre esos niños.
—¡Sabes que odio que nombres así a mis hijos!— gruñó Maki mientras parecía buscar algo en su bolso.
—Sabes perfectamente que ellos son tu aval. Ellos me pertenecen hasta que termines de pagar SU deuda conmigo, sobre todo porque yo los estoy protegiendo tanto de tu clan como de cualquier otra persona y de paso, si no fuera por mí, tu hijo hubiera muerto sin las atenciones necesarias o ¿Acaso debo recordarte lo siempre?—explicó Mei con demasiada molestia en su voz.
Maki apretó sus puños. Odiaba que esa mujer le dijera eso porque tenía razón. Y más que Mei había sido quien más había apoyado económicamente a un fantasma como ella.
—Así que ellos son unas minas de oro puro quieras o no. Recuerda que cualquiera que sepa de su existencia, querrá a tus hijos por su mezcla de sangre tan única. Incluso pagarían millones por un niño así y más si heredaron alguna técnica del clan Zenin o alguna semejante al clan Gojo.
Maki suspiro de furia mientras empezaba a despojarse de su ropa mojada y se ponía su ropa de asesina, las cuales consistían en unas prendas totalmente negras, las cuales desecharía una vez acabará la misión.
En ese instante, mientras amarraba su cabello de tal manera que ni un pelo saliera de aquel chongo y de paso, se lo cubría totalmente con un pasa montañas, una pregunta cruzó por su mente. Una referente a lo que había dicho Mei.
—¿Qué pasaría si?— salió de la boca de Maki.
—¿Qué sucede?— cuestionó Mei con confusión.
—¿Qué pasaría si alguien más saldará esa deuda en mi nombre?— preguntó Maki con Yuta en la mente.
Mei rio un poco.
—Debería ser alguien con mucho dinero o en su caso, alguien con un puesto muy alto para que pueda llegar a un acuerdo económico conmigo. Porque sabes que la deuda de tus hijos es de varios millones de yenes por cada uno.
—¿Pero aun así habría oportunidad de que alguien más salde esa deuda y le de la libertad a mis hijos? ¿Cierto?— preguntó Maki con su máscara entre sus manos.
Mei acomodo un poco el cabello de su frente.
—mmm— titubeo un poco y después de pensarlo bien, habló —Pues si la habría. Dime quién es el postor y te diré si habría la oportunidad de llegar a un acuerdo con esa persona — trono los dedos.
Maki dudo un poco si debía responder a aquello. Primero tenía que planear el cómo pedir la ayuda de Yuta.
—Olvídalo, Simplemente era una pregunta…— Dijo Maki en un suspiro.
—Está bien — Mei reviso rápidamente el movimiento de su víctima a través de tres de sus cuervos, los cuales, volaban a discreción por aquel lugar.
Aquel sujeto seguía en su posición, parecía que no se había movido de su lugar dentro de aquellas aguas termales al aire libre.
—Nuestro objetivo sigue en su posición. Lo ideal será eliminarlo lo antes posible. Así podrás ir tranquilamente a tu otro trabajo a entrenar a esas obesas mujeres— Mei miro sus uñas —Sobre todo porque quien hizo este encargo quiere que este sujeto sea asesinado antes de las seis, para así evitar que este llegue a escuchar la lectura del testamento y evitar reclamar una herencia, de la cual se nos prometió una parte.
Maki solo gruñó. Sabía que iba a hacer un día pesado y más con esa estúpida lluvia que de nuevo, estaba próxima a caer ya que de nuevo un trueno rompió en el cielo.
—¿Y dime? ¿Con quién dejaste a nuestros niños?— pregunto Mei con curiosidad.
Maki tomó un respiro profundo mientras sacaba sus armas de su bolso y las empezaba a acomodar en su cintura, atándoselas en el cinturón.
—No debes preocuparte por eso, están con alguien de total confianza…— contesto Maki con seriedad mientras terminaba de ponerse unos gruesos guantes, los cuales usaba para no dejar huellas.
—No sabía que Megumi o Tsumiki habían venido a Kioto— comento Mei con intriga.
A Maki se le formo una gran sonrisa al recordar con quien se habían quedado sus hijos.
—No hablo ni de Megumi ni de Tsumiki, hablo de otra persona.
—¿Entonces de quien?— pregunto Mei confundida por la actitud de aquella mujer.
Maki estaba alistando su máscara de zorro, la cual usaría en aquella misión.
—Ellos están pasando la tarde con aquel que sería capaz de destruir esta ciudad si llegaran a tocarle un pelo a alguno de mis hijos…— dijo con una suave expresión antes de ponerse esa máscara que le cubría todo el rostro.
A Mei se le congeló la sangre al escuchar esas palabras.
—¡Espera! ¿Acaso Yurika y Yuudai están con O-o-okkotsu?— pregunto con sorpresa, aquel apellido y apenas pudo salir de su garganta.
Maki no respondió a esa pregunta. Simplemente se puso en su papel de asesina.
—Ahora andando, que estoy lista para ir a eliminar a ese estúpido encargo antes de que la lluvia se suelte de nuevo, lo cual no tardará en suceder— Comentó está ajustando su máscara, mientras un cuervo impregnado de energía maldita empezaba a volar sobre su cabeza para hacer el cambio al lugar donde Ui Ui se encontraba dentro de ese recinto de aguas termales.
Aquella platinada parecía bastante seria con ese tema. Si Maki ya había empezado a acercarse a Okkotsu estarían literalmente conviviendo con el enemigo y eso podría arruinar sus planes futuros.
Aun así, esta avariciosa mujer tomaría cartas en el asunto más adelante.
Notes:
Espero les haya gustado, como dije seria algo corto, pero ya el siguiente será un capítulo largo, lo prometo.
Y como pudieron leer, Maki si que tiene una enorme deuda tanto con Mei como con Yuta. Pero claramente una le pesara más que otra.
En el siguiente capítulo por fin veremos más de la convivencia entre Yuta y los mellizos, sobre todo porque este empezara a descubrir que ser padre de dos no es nada fácil 👀
Igual, Mei tampoco se quedará con los brazos cruzados, ella mas adelante por fin hablará con Yuta.
En fin ¿Cómo los esta tratando este 2025? a mi un poco de la fregada pero ahí andamos. ¡Pero hey! Ya casi es mi cumpleaños 🍰❤
Espero actualizar pronto ❤
Estaré leyendo sus comentarios. Nos seguimos leyendo.
Los quiere Vera ❤
Chapter 29: 27. Tarde Con Papá
Notes:
Hola a todos, aquí Vera adelantando el capítulo de este fic por el día de mi cumpleaños que es el lunes 🎂
En fin, espero les guste y más que Yuta la está haciendo de padre ❤️ digamos que es un capítulo más hogareño
Disfruten la lectura y Feliz cumpleaños para mi 🥳
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Mientras tanto al otro lado de la ciudad.
04:06 p.m.
Tanto Yurika como Yuudai estaban fascinados por el edificio al que habían entrado, ya que era un complejo de apartamentos de lujo en una de las zonas más modernas de la ciudad.
Yuta abrió rápidamente la puerta de aquel lugar que se había convertido en su hogar de soltero desde que llegó a Kioto.
—Bienvenidos, pasen niños— dijo Yuta con una gran sonrisa mientras encendía las luces.
—¡Wow! ¡Es enorme!
—¡Y muy elegante!
Dijeron los mellizos muy impresionados al ver aquel departamento por dentro.
En la entrada había un pequeño y lujoso recibidor, el cual tenía un elegante mueble donde iban todos los zapatos. A un lado de este, había una elegante mesa con adornos extranjeros y un cuadro sobre ella, así como a un lado, había un perchero y un pequeño lugar para poner los paraguas y demás cosas.
Una vez entrabas por aquel recibidor, te adentrabas por un pequeño pasillo, el cual estaba lleno de otros tantos pequeños cuadros que adornaban elegantemente el lugar.
Una vez salías de ese pequeño pasillo, entrabas directamente a la parte central de ese departamento, donde estaba un lujoso comedor para seis personas y sobre esa fina mesa, en aquel momento había algunos documentos, así como un pequeño florero vacío. Y sobre este, en el techo había una gran lámpara que le daba iluminación.
Al lado izquierdo del comedor, al fondo, estaba la cocina, la cual tenía una lujosa barra así como unas altas sillas de madera y de paso, cerca del fregadero había un elegante refrigerador. Así como demás accesorios de una cocina como un horno y una tostadora.
Al lado contrario del comedor, hacía el fondo a la derecha, estaba la sala.
En aquel lugar Yuta tenía varias mesas con lámparas y unos cómodos sillones, los cuales estaban situados muy cerca de las grandes ventanas que daban a la ciudad y en su pared contraria, había una chimenea falsa así como una gran pantalla plana arriba de esta. Al igual que en toda esa sala había muchos objetos que parecían ser recuerdos traídos del extranjero.
A un lado de la sala, había otro pasillo donde al fondo de este, se encontraba el baño, el cual era bastante amplio ya que incluso tenía una regadera y una tina bastante grande.
A un lado de este baño, había un pequeño cuarto de servicio, donde había una lavadora y una secadora, así como era el lugar donde los empleados que contrataba Katsumoto, dejaban los productos de limpieza.
Y por ese mismo pasillo, cerca de la sala había otras dos puertas, las cuales eran las habitaciones con las que contaba ese departamento.
Una era de Yuta y la otra, estaba siendo usada de vez en cuando por Katsumoto, quién se quedaba a dormir cuando el papeleo era extenso. Aquella habitación contaba con una cama y más muebles como un escritorio, una laptop, una impresora, un pequeño sofá y un clóset. Al igual que era usada como una bodega ya que había unas cajas con los documentos más importantes del caso.
Yurika y Yuudai estaban asombrados por todo lo que veían en aquel recibidor.
—Pasen sin miedo— dijo Yuta con una gran sonrisa y a punto de despojarse de sus zapatos para usar sus pantuflas.
—Em Yuta kun...— dijo Yuudai con timidez.
—¿Si?
—¿Puedo entrar así con los zapatos puestos? Es que no trajimos nuestras pantuflas...— dijo el niño moviendo un poco sus piecitos.
—¡A mí no me importa entrar así con las calcetas únicamente!— dijo Yurika, quitándose rápidamente los zapatos y entrando muy emocionada ya que quería ver ese lugar.
En ese momento, Yuta cayó en cuenta de una gran situación que podría convertirse en un gran problema. Y eso era que en su departamento no había cosas para niños.
—Creo que debemos ir a comprarles pantuflas a ambos y de paso, más cosas para su estadía aquí, ya que es la primera vez que vienen niños a este lugar — dijo Yuta rascando su cabeza al ver como Yurika entraba en puros calcetines.
—¡Wow! ¡Es enorme este lugar!— dijo Yurika muy emocionada mirando desde aquel comedor todo ese departamento. Incluso dio una vuelta sobre si misma para admirar aquel lugar donde pasarían la noche. Se sentía como toda una princesa llegando a un gran castillo. En cambio, su mellizo no estaba muy cómodo que digamos.
Yuudai parecía dudoso si debía entrar con zapatos o no, y más que estaba fuera de su zona de confort y eso le causaba incomodidad y un gran conflicto interno.
Yuta tomo un respiro sin dejarle de mirar —Puedes quedarte con los zapatos si así lo deseas, en otras partes del mundo entran con ellos a los hogares— dijo con una sonrisa, para que Yuudai se sintiera en confianza— Igual yo me quedare con los míos, así que ven, pasa — le extendió la mano— siéntete como en casa.
Yuudai dudo un leve momento en si debía o no darle la mano a Yuta, y más con las palabras dichas por su melliza horas atrás sobre que cabía la posibilidad de que ese hombre pudiera ser su verdadero padre.
Aquella simple posibilidad le daba miedo. No quería sentirse decepcionado con ese hombre. Incluso el pequeño se encogió de brazos muy tímidamente.
Yuta sintió ese primer rechazo. Pero pensó que debía darle tiempo para irse acostumbrando.
—G-gracias Yuta kun — dijo el niño con timidez mientras entraba con sus zapatos aún puestos a esa casa. Aquello era algo incómodo para él, ya que siempre entraban en pantuflas.
Así, ambos entraron hasta donde estaba Yurika, ya que esa niña había corrido hasta la sala en puras calcetas.
—¡Wow, Que pantalla!— dijo asombrada.—¿Más tarde podemos ver películas aquí?— Pregunto emocionada.
—Claro que si — dijo Yuta con una sonrisa.
—Este lugar es más grande que el departamento de Papá Gumi...— dijo Yuudai con asombro.
—¡Parece un castillo! — Dijo Yurika muy feliz de ver tantas cosas.
—¿Su padre Megumi vive en un departamento?— pregunto Yuta con curiosidad.
—Sip, una vez fuimos a Tokio a visitarlo. Papá Gumi y la tía Tsumiki viven en un departamento parecido a este— explicó Yuudai.
—Aunque claro, no es tan lujoso ni tan grande como este— dijo Yurika en una gran sonrisa —Aunque ahora me gusta más este lugar que el de nuestro papá Gumi— dio otra vuelta en sus talones y después miro a su hermano— Yuudai, No olvides que Papá Gumi no es nuestro papá biológico, él solo es nuestro padre adoptivo.—La niña parecía querer comprobar algo.
Ella aún mantenía la esperanza de que Yuta pudiera ser su verdadero padre, y estaba decidida a descubrir la verdad, sin importar lo que tuviera que hacer para lograrlo. Aunque eso significará llevarle la contraria a su hermano.
—Pero para mí él siempre será nuestro padre...— murmuro el niño un poco molesto ante las palabras de su melliza. Incluso bajo la mirada.
—Entiendo— dijo Yuta mirando como se comportaban esos dos, asi que mejor decidió cambiar de tema —Pero no se preocupen, aquí también pueden sentirse como en casa— apunto al sofá —Si gustan, dejen sus mochilas ahí en la sala — sonrió dulcemente —¿Gustan un poco de agua?— se dirigió a su refrigerador.
—¡Si por favor!— dijo Yurika una vez dejo su mochila en el sillón y después fue corriendo a un lado de Yuta.
En cambio, Yuudai admiro un poco más aquel lugar, de verdad era muy grande y lujoso, además que estaban en un buen piso, ya que se podía ver muy bien la ciudad desde donde estaban.
El niño dejo su mochila y fue detrás de esos dos.
—Yo quisiera un poco de jugo de naranja... por favor...— dijo tímidamente.
Yuta primero tomo dos vasos de cristal de su elegante alacena, y después abrió el refrigerador, notando así que no tenía aquella otra dulce bebida para ofrecerle a su hijo, aun así, también notó que debía ir a comprar más cosas para ofrecer y más que al vivir el solo, siempre le pedía a Katsumoto que le comprara comida ya hecha debido a que no le gustaba cocinar estando solo. Pero ahora debía ver por dos pequeños a los cuales debía alimentar.
—Lo siento, pero te voy a quedar debiendo el jugo Yuudai— dijo Yuta cerrando el refrigerador y mirando apenado a su hijo.
—Entonces agua está bien...— dijo el pequeño tomando asiento en el comedor con una pequeña sonrisa.
Su hermana también tomó asiento y le llamó la atención las carpetas que había en dicha mesa.
—¿Qué es esto?— dijo con curiosidad, a punto de abrir esas carpetas, las cuales tenían muchas hojas.
Pero Yuta la detuvo rápidamente. —Esto es algo de mi trabajo que los niños no pueden ver — dijo amablemente quitando aquella carpeta. Se había movido muy rápido.
Yuudai rodó los ojos—¡Yurika, tú y tu estúpida manía de meter tu nariz donde no debes!
—Jeje perdón, sabes que soy curiosa por naturaleza — dijo Yurika en un pequeño puchero —Yuta kun ¿Eso es algo sobre tu trabajo de detective?— pregunto con curiosidad, mientras veía como Yuta se llevaba esa carpeta a la barra y regresaba a entregarles sus vasos de agua.
—Así es. Y por eso mismo son cosas que los niños no pueden ver — dijo con una leve sonrisa.
—Está bien, no volverá a pasar— dijo la niña con la cara larga, ya que ella también quería sentirse una detective,
mientras su hermano le sacaba la lengua en señal de burla.
Ambos niños tomaron de sus vasos de agua, mientras Yuta llevaba una mano a su cabeza. Estaba pensando en que debería tener más cuidado con lo que dejaba por ahí, así como empezó a pensar en que debía comprar algunas cosas para que ellos se entretuvieran y no se aburrieran como juguetes, así como comida y cosas de limpieza personal para ellos.
¿Realmente iba a poder ser buen padre sabiendo que no tenía nada para ellos? ¿Qué tanto necesitaban los niños? ¿Qué más debía tener listo para esos dos?
Estaba tan perdido en sus pensamientos, que la voz de uno de los mellizos lo saco de su mente.
—¡Demonios!— dijo Yurika en voz alta —¡Acabo de recordar que olvidé traer mi cepillo de dientes!
—Mamá nos dijo que no olvidáramos lo importante — Regaño su hermano—¡Eso te pasa por distraída!
—Pero como ya nos estaba apurando se me olvido tomarlo, así como se me olvido mi shampoo— comento Yurika con molestia y le apunto furiosa—¡Y apuesto a que tu también olvidaste algo! ¡También te pasa seguido!— acuso.
—¡Yo!— cuando Yuudai se iba a defender, se calló de golpe ya que también se le había olvidado algo.
—¡Vez! Te dije que sí olvidaste algo también — dijo Yurika con orgullo —De seguro fue tu cepillo para el cabello.
—Si... olvide guardarlo... al igual que olvide mi shampoo y mi pasta de dientes — dijo Yuudai en una mueca.
Yuta rio levemente por el comportamiento de esos dos.
—Tranquilos. ¿Qué les parece si vamos de compras? y así de paso compramos lo necesario para hacerles una deliciosa cena ¿Qué opinan?— dijo el hechicero con una gran sonrisa.
—¡Vamos! ¡Si!— Dijeron los mellizos en coro.
◈ ━━━━ ♡ ━━━━ ◈
Yuta nunca se imaginó que ir de compras con dos niños de seis años iba a ser un tanto complicado pero al mismo tiempo divertido.
Complicado porque se dio cuenta de que cuidar de dos niños era mucho trabajo para uno solo. Y más cuando estos tenían dos personalidades muy distintas.
Aun así, aquella salida de compras empezó a ser de utilidad a Yuta porque empezó a conocer mejor los gustos de sus hijos.
Primero, esos tres llegaron a una tienda de ropa, esto porque Yuta pensó que sería buena idea que esos pequeños tuvieran unas tres o cuatro mudas de ropa extra en su departamento, ya que podrían ensuciarse fácilmente. Al igual que les compro unos pijamas extras. Así como también les compro unas chamarras que a ambos niños les habían llamado la atención y unas botas para la lluvia, ya que seguía lloviendo afuera. Y lo principal, compraron unas pantuflas, tanto para ellos como compraron también unas para Maki.
También, Yuta les compro a cada uno un juego de cobijas, esto para que se sintieran cómodos en aquel departamento y pudieran dejarlas ahí en caso de que volvieran a quedarse, lo cual pasaría más seguido de lo que pensaban. Yurika eligió una con un dibujo de princesas y Yuudai eligió una con un dibujo de un astronauta.
Incluso Yuta les compro a cada mellizo un juego de toallas de baño, Yurika eligió una de una sirena y Yuudai eligió una de varios animales acuáticos. Incluso les compro algunos juguetes que podían usar en la bañera así como cada uno eligió un shampoo, acondicionador, jabon, estropajos y pasta y cepillos de dientes a su gusto.
También, los tres entraron a una tienda de juguetes, donde la más emocionada de estar ahí era Yurika. Ya que sabía que era su oportunidad de elegir los juguetes que ella quisiera.
—¿Puedo llevarme estos?— pregunto la niña muy emocionada, mientras en sus manos traía varios peluches. Uno era de un perro, otra era una muñeca y uno más era de una jirafa.
—Pero ya tienes muchos peluches en casa...— dijo su mellizo cruzando los brazos. Estaba molesto con esa actitud tan oportunista de su hermana.
—¡Pero Yuta kun dijo que tomáramos los juguetes que quisiéramos! Y yo quiero todos estos — dijo la niña en un puchero —¿Verdad Yuta kun?— pregunto esa pequeña mirando a ese adulto.—¿Puedo llevarme estos peluches?
—Si puedes— comento Yuta con una sonrisa y más al ver a su hija emocionada. Después miro a su hijo —También tú puedes elegir los juguetes que tú quieras, Yuudai.
Aquel niño se encogió de hombros —¿S-seguro?— pregunto con pena. Seguía muy a la defensiva.
Yuta se puso de cuclillas frente a él —Muy seguro, puedes tomar varios juguetes, los llevaremos sin problema — sonrió.
Aquel niño dio un paso hacia atrás. Seguía rechazando la idea de que Yuta fuera su padre y que aquella generosidad solo fuera una trampa. Pero aún no era nada seguro, solo era una idea de su hermana, eso pensó.
Yuta volvió a sentir ese rechazo por parte de Yuudai. No entendía lo que estaba pasando, quizás podría ser por el clima, pensó.
En ese instante, el hechicero tomó un peluche de un dinosaurio, por lo que había observado, parecía que a Yuudai también le gustaban.
—Pueden tomar los juguetes que quieran sin pena, consideren lo un regalo mio para que se sientan cómodos en mi departamento mientras llega su madre— le paso aquel peluche y le acaricio el cabello.
El pequeño tomo aquel peluche y lo abrazo de cierta forma que le calmaba aquellas malas ideas sobre su padre biológico —Gracias... Yuta kun...
—¡Yuudai mira! — Su hermana regreso con una caja entre sus manos—¡Se parece al rompecabezas que estábamos armando hace rato y que perdimos!
Los ojos de aquel niño brillaron ilusionados al ver aquel rompecabezas —¡Es el mismo!— lo tomo con rapidez —¡Lo quiero!
—Es muy bonito, también lo podemos llevar— dijo Yuta con una gran sonrisa poniéndose de pie.
Aquello cambio el semblante de ese niño ya que también el haber perdido algunas piezas de ese rompecabezas le había dolido bastante ya que había sido un regalo muy especial. El encontrar ese rompecabezas, le animo a llevar unos peluches más de dinosaurios, así como se llevó un juego que contenía varios carros y una pista para ellos. Incluso su hermana aprovecho a llevarse una gran casa de muñecas con algunas de estas incluidas.
Ver a sus hijos emocionados en aquella tienda, le hizo plantearse a Yuta que quería siempre verlos feliz. Incluso le hizo olvidarse un rato de todos sus problemas. Problemas que más adelante tendrían más peso.
Después de comprar en esas tiendas, los tres fueron a comprar algunas cosas que necesitarían para la cena, así como otros víveres.
Aquello no fue tarea fácil, ya que los niños querían llevar cosas variadas.
—¿Podemos llevar estas galletas?— pregunto Yurika, levantando una caja muy colorida ya que eran de sabor fresa.
—¡A mí no me gustan esas!— reprocho Yuudai —¡Yo prefiero mejor estas!— dijo el tomando otro paquete de otro sabor, eran de chispas de chocolate.
—Podemos llevar ambos, aunque me pregunto si su madre no se molestara si les dejo comer eso y más que me pidió que no les diera ese tipo de comida — dijo Yuta rascando su mejilla.
—Si no le decimos no creo que nos regañe — dijo Yurika con una gran sonrisa que compartió con su hermano.
—Es cierto.
Yuta suspiro un poco.
—De acuerdo, solo podrán comer unas pero después de la cena ¿Entendido?
—¡Sipi!
—¡Entendido!
—¿También podemos llevar helado?— pregunto Yurika.
Yuta se dio un leve golpe en la frente.—Olvide el helado que había comprado en la casa de ustedes— suspiro y después miro a sus hijos.
—Yo quiero helado.
—Yo igual.
Los mellizos bajaron la cara.
Yuta suspiro, no podía decirle que no a sus hijos —¿Qué les parece si llevamos un nuevo helado al departamento y lo comemos después de la cena?
—¡Si! ¡Me gusta la idea!
—¡Yo quiero de fresa!— dijo Yuudai.
—Y yo quiero de chocolate — dijo Yurika.
—Bien, entonces vamos a llevar varios sabores de helado— dijo Yuta con una gran sonrisa.
También esos pequeños ayudaron a Yuta a buscar los ingredientes que necesitaban para la cena. Así como llevaron mucha comida para más tarde.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
06: 20 p.m.
Después de comprar todo eso, los tres regresaron al departamento, justo a tiempo ya que la lluvia de nuevo empezó a hacer de las suyas allá fuera.
Un director asistente, enviado por Katsumoto, ayudó a Okkotsu a subir todas las compras que habían hecho esa tarde hasta su departamento. Además, también este fue el encargado de llevarlos y traerlos hasta ahi, ya que Katsumoto seguía ocupado con una misión que su jefe le había encomendado antes de regresar de Tokio. Confiando plenamente en su discreción, Katsumoto se aseguró de enviarle a su jefe a alguien de confianza, alguien que mantendría la boca cerrada y no revelaría nada sobre aquella tarde.
—Listo, de nuevo, hogar dulce hogar— dijo Yuta abriendo una vez más la puerta del apartamento.
De nuevo los tres entraron y en esta ocasión, los pequeños usaron sus nuevas pantuflas.
Dejaron todas las bolsas con todas las cosas que habían comprado en la sala. En cambio, los ingredientes y todo lo demás, lo llevaron a la cocina.
—Muy bien niños ¿Ya tienen hambre?— pregunto Yuta empezando a sacar los ingredientes de las bolsas, así como saco las demás cosas comestibles que habían comprado.
—¡Yo ya tengo hambre!— dijo Yuudai.
—¡Yo también!— dijo Yurika llevando sus manos a su estómago.
—Está bien, dejen les preparo una receta que me enseño una amiga muy especial y ya después podemos ver alguna película o jugar un rato con sus nuevos juguetes— dijo este con una sonrisa.
—¿Podemos ayudarte?— pregunto Yurika emocionada.
—Claro que pueden, vayan a lavarse las manos mientras saco todos los ingredientes que vamos a necesitar.
Ambos niños hicieron un sí con la cabeza y corrieron al baño.
Y así lo hicieron, ambos niños ayudaron a preparar la comida, la cual consistió en una pasta a la boloñesa y de paso, Yuta les preparo unas mini pizzas como alguien muy especial le había enseñado a hacerlas.
—Y ahora ponemos los ingredientes que quieran sobre esta pequeña masa, como el jamón, pepperoni, salchichas y el queso — dijo muy feliz mientras ponía aquellos ingredientes cortados.
—¡Wow! Nunca había visto pizzas tan pequeñas — dijo Yuudai muy emocionado.
—Yuta kun ¿Dónde aprendiste esta receta?— pregunto Yurika muy emocionada.
Ambos niños estaban sentados sobre las largas sillas que tenían en la barra de la cocina.
Yuta sonrió al escuchar esa pregunta.
—Me la enseño una chica muy especial hacía tiempo.
—¿Hablas de la mujer que estás buscando?— pregunto Yurika poniendo sus manos en su barbilla y sus codos sobre la barra.
—¡Yurika!— su hermano le llamó la atención entre dientes.
—¿Qué? Quizás esta sea una nueva pista sobre esa misteriosa mujer que Yuta está buscando — miro a su hermano muy molesta.
Yuta sonrió mientras terminaba de hacer varias pequeñas pizzas caseras.
—Digamos que la mujer que me enseñó a preparar esta comida es alguien a quien conocí en el extranjero. Es distinta de la mujer que estoy buscando aquí en Japón— dijo este recordando por un momento a esa mujer en específico.
—¿Y cómo es esa mujer que conociste en el extranjero? — pregunto Yurika con curiosidad.
Su hermano solo le miró con una mueca de fastidio porque sabía que su hermana, hacía esas preguntas por ser una niña muy chismosa y cursi.
Yuta siguió hablando —Bueno, ella es una mujer muy hermosa, tenía el cabello muy largo, incluso recuerdo que a veces lo llevaba trenzado o lo dejaba suelto, recuerdo que tiene un muy lindo rostro con unos ojos muy hermosos y muy claros, así como varios lunares— un suspiro de felicidad salió de su pecho mientras seguía hablando. —Recuerdo que a ella le gustaba mucho la comida y es por eso que sabia muchas recetas de muchos países diferentes, ella fue quien me enseño esta receta y otras más. Al igual que ella era una mujer muy inteligente ya que sabía varios idiomas—conto con sus dedos —Sabe japonés y Español, pero sobre todo hablaba muy bien el Italiano — sonrió.
—Debe ser una mujer muy inteligente — dijo Yuudai sorprendido por esos idiomas.
—Y si que lo es, es una de las mejores hechiceras e investigadoras que he conocido — dijo este mientras metía aquellas pequeñas pizzas al horno que tenían para que se calentaran.
—¿Y a ti te gustaría volverla a ver?— pregunto su hija con curiosidad.
—¡Yurika deja de hacer esas preguntas, vas a incomodar a Yuta kun!— Yuudai le llamó la atención entre dientes.
Esa pregunta definitivamente dejo pensativo a Yuta. Quien pensó en esa respuesta mientras programaba aquel horno para que en unos minutos estuvieran listas esas pizzas. Aunque por el bien tanto de él como por querer arreglar las cosas con Maki, sabía que debía dejar de lado el tema de esa otra mujer. Aun así, sólo quería verla una última vez para agradecerle.
Se dio la vuelta hacia esos niños.
—Quizás solo me gustaría saber el cómo esta ya que en sí, ella fue quien me aconsejó regresar a este país — sonrió un poco y más al ver a sus hijos —Me gustaría agradecerle que gracias a sus palabras los he conocido a ustedes.
Ambos niños sonrieron por esas palabras.
Durante la comida, Yuta se sintió muy feliz y honrado de estar compartiendo los alimentos junto a sus hijos, a quienes parecía que les había gustado aquella comida.
—¡De verdad esto esta delicioso!— dijo Yuudai con una gran sonrisa.
—¡Si! ¡Esto está muy rico!— comento Yurika con la boca llena.
—Me alegra que les haya gustado— dijo Yuta empezando así, a conversar con ellos mientras comían.
—¡En serio, gracias Yuta kun! Ojalá le enseñes esta receta a mamá — dijo Yurika con una gran sonrisa.
—Se la enseñaré con gusto— dijo Yuta antes de darle una mordida a su mini pizza.
—Eso si ella quiere— dijo Yuudai con un puchero—Sabes que a mamá no le gusta la cocina.
—¡Mamá también cocina! ¡Bueno de vez en cuando! — dijo Yurika recordando a su madre —Aunque es cierto que a veces no le gusta cocinar — dijo con una leve sonrisa.
Todo aquello llamó la atención de Yuta, quien decidió preguntar más cosas de Maki.
—Por cierto niños ¿Cómo es su madre con ustedes?
Ambos niños se miraron entre sí antes de responder a eso.
—¡Es la mejor mamá del mundo!— dijo Yuudai con una gran sonrisa.
—¡Así es! Nuestra mamá no le tiene miedo a nada, ella a eliminado a muchas de esas feas maldiciones que a veces nos asustaban de camino a casa— respondió Yurika muy feliz —Nuestra mamá es una mujer muy fuerte y de paso muy valiente.
—¡Si que lo es! Además nuestra mamá es muy amorosa— dijo Yuudai con una gran sonrisa—Siempre que iba al hospital ella estaba ahí conmigo y no se despegaba de mi lado. Ella me tomaba la mano siempre que tenía miedo o sentía mucho dolor.
Yurika río levemente. —Y también ella siempre estaba presente en nuestros festivales escolares y nos compra todo lo que necesitamos o queremos.
—Siempre nos ha consentido. ¡Nuestra mamá es simplemente la mejor!— dijo Yuudai moviendo muy feliz las manos.
Yuta sintió que su corazón dio un vuelco de alegría al escuchar eso y más que sabía que Maki era buena madre.
—Aunque en lo único que diría que no es tan buena es cocinando...— dijo Yurika en un leve puchero.
Esa afirmación hizo reír un poco a Yuta, ya que era verdad, recordaba que Maki no era buena cocinando, aunque lo hacía, ella prefería comer comida chatarra como forma de rebeldía hacia su clan.
Yuudai también hizo ese puchero.
—En sí, quien siempre cocinaba en casa era papá Gumi, él sí que sabe cocinar, al igual que el tío Yuji y la tía Miki, ellos hacen una muy deliciosa comida.
—¡Es cierto! Papá Gumi también ha sido muy buen padre con nosotros a pesar de no ser nuestro verdadero padre— dijo Yurika llevándose más comida a la boca.
Aquellas palabras llamaron la atención de Yuta. Quería saber un poco más de cómo se llevaba Megumi con sus hijos.
—Entonces...— Yuta empezó a hablar fingiendo sorpresa con ese tema, a pesar que ya sabía la verdad por parte de Fushiguro —¿Megumi no es su padre verdadero?
Ambos niños se miraron entre sí. No se habían medido en sus palabras. Primero guardaron un momento de silencio, parecían discutir mentalmente por haber abierto la boca con aquel tema.
Yurika fue quien tomó la palabra.—Así es, hace un año nos enteramos que él sólo es nuestro padre adoptivo. En sí, él nos lo contó antes de mudarse a Tokio.
—Aun así nosotros lo queremos como si fuera nuestro verdadero padre, y más porque él se ha comportado como uno— dijo Yuudai mirando su comida.
—Comprendo Y díganme...—Yuta quería sacarse una espina del corazón y sabía que esos niños dirían la verdad —¿Cómo es Fushiguro kun como su padre?
Ambos niños de nuevo tenían una gran sonrisa en el rostro al recordar todos los buenos momentos que pasaron con aquel adulto.
—¡Él es como un superhéroe pero para los animales!—dijo Yuudai moviendo con emoción sus manos.
—Papá Gumi es veterinario y les ha salvado la vida a muchos animales— dijo Yurika con la boca llena.
—¡Y no solo eso! ¡Él es el mejor papá del mundo! —Yuudai era el más emocionado al hablar de Megumi.— ¡Nos compra muchas cosas, así como nos hace deliciosa comida y nos lee muchos libros y vemos películas con él y nos saca a pasear a lugares muy interesantes! ¡También estuvo presente en muchos de nuestros festivales escolares! ¡Incluso iba por nosotros a la escuela!— dijo muy emocionado, moviendo sus manos con alegría.
—Además que siempre viene en vacaciones a pasar tiempo con nosotros asi como también viene en nuestros cumpleaños— Yurika tenía una gran sonrisa —Es un gran padre adoptivo.
—¡Definitivamente es el mejor padre que tenemos!— Dijo Yuudai con gran emoción.
Yuta notó como esos niños hablaban con demasiado cariño por Megumi, pero en especial, noto como Yuudai lo veía como su padre ideal. Sabía que Megumi había dejado la vara muy en alto.
—Y supongo que no fue nada fácil para ustedes saber que él no era su verdadero padre ¿Cierto?— preguntó Yuta con mucho respeto.
Ambos niños suspiraron al mismo tiempo.
—No fue nada fácil al inicio, incluso Yuudai y yo lloramos mucho cuando nos dijo la verdad— dijo Yurika mirando a Yuta — Yo sigo queriendo a Papá Gumi como a un padre, pero ahora que se la verdad, a mi si me gustaría saber más de nuestro verdadero padre — dijo con una sonrisa.
—Habla por ti...— su hermano gruño— yo quiero seguir creyendo que Papá Gumi es nuestro único padre— dijo Yuudai dándole una mordida a su pizza con molestia —Yo para nada quiero saber de nuestro padre biológico— aquellas palabras fueron poco entendibles ya que lo dijo con la boca llena.
El escuchar todo eso, hizo que a Yuta se le hiciera un nudo en la garganta. Aun así, había algo más que quería saber de boca de sus hijos.
—¿Y?...— Yuta estaba listo para preguntar algo muy importante —¿Qué les ha dicho su madre sobre su verdadero padre?—pregunto con bastante curiosidad mientras los tres comían.
—A mamá no le gusta hablar mucho de ese tema…— dijo Yuudai antes de llevarse un pedazo más de pizza a la boca.
Yurika trago de su pizza y después respondió.—Nuestra Mamá ha dicho que nuestro verdadero padre es un gran idiota.
—¡Y sí que lo es!— dijo Yuudai con molestia —Mamá nos ha contado que nuestro padre biológico es un gran cobarde que nos abandonó a ella y a nosotros antes de nacer.
—¿Eso es lo que les dijo ella?— pregunto Yuta con tristeza —Supongo que si que lo es por dejarlos desde muy pequeños...— se sentía bastante culpable —¿Y saben dónde está él actualmente?
—Mamá solo dijo que este debe seguir en el extranjero— dijo Yuudai comiendo un poco más.
Yurika hizo un gran si con la cabeza.
—Asi es. Una vez mamá dijo que nuestro verdadero padre quizás podría estar en África ya que en sus años de preparatoria él fue a ese país de intercambio.
—¿En serio?— pregunto Yuta con curiosidad.—¿Y que más les dijo?
Ambos niños hicieron un sí con la cabeza.
Yurika siguió hablando.
—Pero esa vez dijo que quizás un león ya se lo había comido — dijo en una risa de burla —Aunque solo lo dijo porque estaba molesta.
A Yuta solo le bajó una gota fría de la frente ante tal respuesta.
—Ojalá si se lo hayan comido los leones...— pensó Yuudai. Aunque al pensar en eso, no pudo evitar mirar al adulto quien les había preparado la comida.
—¿Y?— Yuta trago saliva, necesitaba hacer una pregunta super importante — ¿Y a ustedes les gustaría conocer a su verdadero padre?
—¡SI!— dijo Yurika muy emocionada, sin despegar su vista de Yuta, de quien sospechaba que este era su verdadero padre.
—¡NO!— dijo Yuudai al mismo tiempo que su hermana, pero en un tono de molestia pura.
Ambos mellizos se vieron entre sí ante tales respuestas tan contradictorias.
—¿Y si él volviera del extranjero, les gustaría saber quién es él?— preguntó Yuta con curiosidad.
—Yo sí quiero saber quién es él. Siento que no es un hombre malo— contesto Yurika mirando a Yuta.
Pero rápidamente su hermano contesto también —Yo no quiero conocerlo, además, Mamá ha llorado mucho por su culpa Y por eso lo odio.
Yuta ahí entendió que la iba a tener muy difícil y más con su hijo varón.
Definitivamente Yuudai no se la iba a poner fácil, aun así, quería ganarse la confianza de ambos antes de decirles la verdad.
—Entiendo... — Yuta suspiro —Bueno, quizás sí, su padre biológico es un completo idiota por haberse ido del país antes de que ustedes nacieran, pero tampoco creo que sea un mal hombre, quizás paso algo ajeno a ustedes que hizo que este se fuera, aunque algo me dice que quizás en el fondo, él los quiere con todo su corazón— dijo Yuta con una mirada compasiva. Decía aquello desde el fondo de su corazón.
—¿Yuta kun, tu como estas tan seguro de eso?— pregunto Yurika con curiosidad.
Yuta rasco su nuca.
—Mmm no lo se. Simplemente algo me lo dice Jeje — dijo con nerviosismo y dudando si decirles la verdad de una vez. Pero mejor decidió cambiar de tema —¿Y díganme? ¿Como les va en la escuela?
Aun así, esas palabras empezarían a sembrar dudas en ambos pequeños sobre que quizás Yuta sería su verdadero padre. En especial en Yuudai, quien ante tales palabras sólo se quedó mirando fijamente a ese hombre.
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07:35 p.m.
Después de la cena, ambos niños se pusieron a jugar con los nuevos juguetes que Yuta les había comprado, mientras este terminaba de limpiar la mesa y de acomodar las nuevas cosas que había comprado para ellos.
Yurika estaba de un lado a otro en aquella sala jugando con sus nuevas muñecas y peluches, mientras Yuudai armaba su nuevo rompecabezas en la alfombra de la sala.
Por momentos, este pequeño se quedaba mirando a Yuta, quien estaba en la cocina lavando los trastes que habían usado en la comida.
Aquel niño se cuestionaba si alguien tan amable como él realmente podría ser el verdadero padre de ellos dos.
Yuudai elevo una pieza de su rompecabezas, cerro un ojo y enfocó su vista en Yuta al mismo tiempo que sujetaba aquella pieza y empezó a analizar toda la información que tenía hasta el momento, tratando de ver en donde encajaba esa pieza.
Si lo mirabas con atención, ambos compartían rasgos físicos muy similares, pero en personalidad, no se parecía nada a ese hombre que dijo su madre que los había abandonado. Aquel hombre egoísta y frío.
—¿Realmente podía ser Yuta kun nuestro verdadero padre?— se preguntó mentalmente. Pero no hubo tiempo de responder a esa pregunta.
Yuudai salió de esos pensamientos una vez la voz de su hermana se elevó en sorpresa.
—¡Wow! ¿Qué es esto?— pregunto Yurika con demasiada curiosidad al ver en un gran mueble a un lado de la gran pantalla, varias fotografías que tenía hermosos paisajes, al igual que había algunos objetos que parecían recuerdos de otros países. —Yuta Kun ¿Este eres tú? — apuntó a una foto en especial, donde un hombre vestía ropas de medio oriente y estaba en lo que parecía un campamento en el desierto.
El adulto dejó de lavar los platos y se acercó a esa pequeña, Yuta sonrió al ver a la foto que apuntaba.
—Así es, ese soy yo — dijo tomando aquella fotografía donde estaba junto a un camello.
—Recuerdo que esta foto me la tomaron junto a Miguel hace unos años atrás, cuando llegué a Egipto por segunda vez— dijo este con una sonrisa.
Yuudai también se acercó a donde estaban esos dos.—¿Ya habías ido a África anteriormente? — pregunto con bastante curiosidad.
—Así es, fui de intercambio en la preparatoria — dijo mirando a Yuudai —Y después volví a ir unos años después en una misión que tuve por el mundo. Así que algunas cosas y fotos que ven aquí son de todos mis viajes que he hecho en estos siete años.
Los niños miraron asombrados todos esos recuerdos y regalos que otras personas de muchas partes del mundo le habían dado a Yuta. Había algunas fotos de él en ciudades muy antiguas, así como otras donde él estaba en paisajes hermosos y otras más de grandes ciudades. Al igual que había una que otra de lugares con nieve, así como selvas y desiertos. Así como también, había fotos de Yuta cerca de algunos animales como caballos, jirafas, elefantes y más.
Ambos niños miraron fascinados todo eso, aunque pudieron notar que, en algunas fotos por no decir la gran mayoría, Yuta salía muy serio a pesar de la belleza de los paisajes.
—¿Recorriste todo el mundo tu solo?— pregunto Yuudai con curiosidad.
Yuta suspiro ante tal pregunta.
—Por desgracia si, Aunque — acaricio el cabello de ese niño y le dedico una pequeña sonrisa — Diría que en este punto ya no quiero irme de este país.
Y más que el hechicero por fin había encontrado un motivo para no volver a salir de Japón nunca más. Aun así, tenía que tomar ciertas decisiones.
—¡Increíble! ¡¿De dónde es esto?!— pregunto Yurika muy asombrada mirando lo que parecía ser una pequeña figura de madera negra.
—Este es un recuerdo que me dio una tribu del sur de África. Es como un amuleto de la buena suerte— respondió el hechicero.
—¿Y está pirámide? ¿De dónde es?— Yuudai apuntó a otro objeto.
—Ese es una figura a escala de una pirámide que se encuentra en México. Es una pirámide que le llaman del sol, es muy grande y magnífica— respondió Yuta en una sonrisa.
En aquel momento donde ambos niños seguían preguntando con curiosidad sobre todos esos objetos y fotos, el teléfono de Yuta empezó a sonar.
Este se levantó a contestar y se acercó a la ventana que había en el comedor y más que no reconocía aquel número. Pensó que sería algo de trabajo, pero su sorpresa fue mayor al escuchar la voz de Maki, quien al fin se ponía en contacto con él.
—¿Sí? Okkotsu habla— respondió este con firmeza.
Una pequeña risita femenina sonó desde el otro lado de la bocina —Eso sonó muy serio de tu parte.
—¡Maki san!— la voz de Yuta cambió a una de alegría y eso lo notaron los niños, quienes lo miraron con curiosidad al escuchar el nombre de su madre.
—¿Y bien? ¿Como te está yendo con mis hijos? Quiero suponer que estas bastante ocupado como para no contestar a mis mensajes — pregunto esta con una leve sonrisa.
—Lo siento, no traía el teléfono a la mano— Yuta estaba ignorando su teléfono con la intención de no contestar asuntos del trabajo — Y Nos está yendo bien. Fuimos a comprar algunas cosas y de paso, Yurika y Yuudai ya comieron. Ahorita mismo estaban jugando con algunos juguetes que les he comprado.
—¿En serio? Espero que no los estés consintiendo demasiado— dijo esta al otro lado de la bocina.
En aquel momento, Maki estaba llamando desde un gimnasio, ya que ella, después de terminar con su un tanto complicada misión de asesina, donde su víctima casi lograba escapar, pero que al final lograron acabar con este. Ella tuvo que ir a su otro trabajo como entrenadora para "guardar las apariencias" y actualmente ella se encontraba ahí, terminando sus clases a esa hora de la noche.
Yuta sonrió por esa respuesta —Considero que darles algunos juguetes no es consentirlos demasiado.
—Y también espero no les hayas dado comida chatarra o algo que les caiga pesado— dijo esta con un tono un poco de molestia desde el otro lado de la bocina.
—Para nada, les di algo que les gusto mucho y más que fue algo que aprendí en otro país.
—Más te vale— Maki suspiro— en fin, el motivo de mi llamada es primero para saber cómo están, pero a como escucho al fondo— por la bocina podía escucharse que sus hijos de nuevo se habían puesto a jugar — ellos están bien ¿no es así?
Yuta miro a esos niños, quienes lo miraban curiosos asomándose a un lado del sillón. —Lo están. Como dije los cuidaría con mi vida.
—Y en segundo, el motivo de mi llamada es para avisarte que ellos tienen hasta las diez para dormir. Así que ya va siendo hora que se pongan el pijama. Como supongo no se llevaron sus toallas ni sus demás productos, supongo que no van a tomar un baño como acostumbran antes de ir a dormir...
—No te preocupes, también les compre algunos productos de higiene y unas toallas para cuando decidan pasar días aquí— contesto Yuta mirando hacia la ventana, observando la lluvia caer.
—¿En serio? Bueno, entonces ya va siendo hora del baño y después de un rato a dormir — dijo Maki mientras miraba la lluvia caer fuera de ese establecimiento.
Yuta río levemente ante lo dicho por esa madre.
—¿Qué sucede?— cuestionó Maki al escuchar esa risita. Incluso levantó una ceja.
—Nada, es solo que siento que eres muy buena madre porque hasta horarios les tienes a los niños. Por no decir estricta— dijo Yuta tratando de sonar cortes.
—Bueno, pues son mis hijos y los he tenido que criar de buena manera — dijo Maki en una mueca. Si esta lo tuviera mirando de frente, de seguro le hubiera dado un puñetazo.
—Está bien, seguiremos tus reglas Maki san— contesto Yuta imaginando su expresión de molestia.
Maki suspiro.
—Okkotsu ¿Crees que podrías pasarme a los niños? Por favor... quiero escuchar sus voces...
—Enseguida, deja te pongo en altavoz — dijo Yuta con una gran sonrisa—Yurika, Yuudai, su madre quiere hablar con ustedes.
Ambos niños corrieron rápidamente hasta Yuta, estaban muy emocionados por escuchar a su madre.
—¡Mamá!
Dijeron en coro.
—Mis niños ¿Como se están portando? ¿No han sacado de quicio a Okkotsu, cierto? ¿Están bien?— pregunto Maki desde el otro lado de la bocina.
—Para nada, si nos hemos portado muy bien— dijo Yurika en una gran sonrisa.
—Si, incluso le ayudamos a cocinar— dijo Yuudai muy feliz.
—Me alegra saber que están bien.
—¿Y tú mami? ¿Como vas con el trabajo en el gimnasio?— pregunto Yurika con una gran sonrisa.
—Te extrañamos...— dijo Yuudai con una pequeña mueca de tristeza.
—Y yo también los extraño a ustedes y me fue bien, aun ando acá en el gimnasio junto a Harumi, apenas vamos a limpiar las máquinas para después cerrar — dijo Maki mirando a aquella mujer que era su ayudante tanto en el gimnasio como en algunas misiones—También para eso les marcaba, para avisarles que esta noche se quedaran a dormir con Okkotsu, pero no se preocupen, yo llegaré más tarde ahí con ustedes.
Aquellas palabras emocionaron tanto a los niños como a Yuta.—Así que Okkotsu, quiero que me mandes la ubicación de tu departamento, desde la tarde te dije pero parece que estaban ocupados.
—Jeje lo siento, en seguida lo haré— respondió Yuta con una sonrisa.
—Bueno niños, Yuta me dijo que les compro algunas cosas para el baño, así que quiero que tomen una ducha, se pongan el pijama para después ir a dormir, porque no quiero que duerman tan tarde.
—¡Pero estamos de vacaciones!— reclamó Yurika en un puchero.
—¡Si! Además, queremos ver una película con Yuta kun y de paso mami, ¿Crees que podamos comer unas galletas y comer algo de helado?— pregunto Yuudai con un puchero.
—Di que sí mami, por favor, son vacaciones de verano — recordó Yurika dando unos saltitos.
—Por favor mami, di que sí.
Ambos niños dieron unos saltos mientras decían aquellas palabras por aquella bocina del teléfono.
—Maki san, ¿Que dices? ¿Nos dejas ver una película antes de ir a dormir? —pregunto Yuta con una sonrisa mientras veía a sus hijos dar saltos.
—Por fis Mami.
—Di que sí.
Suplicaron esos pequeños.
Maki suspiro y miro el reloj del establecimiento. Después puso los ojos en blanco mientras contestaba a eso —¡Ahg, está bien! Pueden ver una película con Okkotsu y pueden comer unas galletas y helado, pero antes, quiero que tomen un baño y se pongan los pijamas.
—¡Lo haremos!
—Gracias Mami.
—Te amamos — dijeron en coro esos niños.
—Y yo los amo a ustedes, ahora vayan a bañarse y déjenme hablar a solas con Okkotsu, por favor. Igual no quiero que duerman tan tarde ¿de acuerdo? Más tardar a las 10:30 los quiero en la cama. Aun así espero llegar pronto una vez la lluvia pare. Si no, ahí estaré para cuando despierten— dijo Maki desde el otro lado de la bocina.
—¡Enseguida!
—¡Te veremos más tarde!
Se despidieron esos pequeños con una sonrisa.
Yuta quito el altavoz y contesto llevando su celular a su oreja.
—Okkotsu.
—¿Si Maki san?
—Por favor, cuídalos bien mientras llego. Espero no tardar tanto por esta lluvia. También no olvides mandarme la dirección de tu departamento.
—Enseguida te la mandaré. ¿No gustas que mejor mande a alguien por ti? Podría pagar un auto de plataforma o podría mandar a algún asistente hasta donde tu estas para que te traigan directamente — sugirió Yuta.
—No te preocupes, espero no tardar en desocuparme. Aun así, no les des muchas galletas a esos dos y no vean nada de terror ¿De acuerdo?
—De acuerdo.
—Bien, me alegra oírte y espero verte pronto a ti y a los niños.
—Aquí te estaremos esperando...— dijo Yuta con una gran sonrisa.
Maki fue la primera en colgar. Aún sentía las mejillas teñirse de rojo y más al recordar lo que habían hecho aquella tarde. Y el despedirse de ese modo, también la había hecho ponerse roja.
—¡Que tonta soy! ¡No debería ceder así tan fácil! — se dijo a sí misma molesta y dándose un leve golpe en la frente con su palma.
—¿Y quién es ese tal Okkotsu?— pregunto Harumi con mucha curiosidad. Esta mujer era de cabellos negros, tenía la misma edad que Maki y está antiguamente había sido una ventana que trabajaba para la academia.
Maki suspiro.
—Es el padre biológico de mis hijos.
—¡Wow! ¿Acaso ya regreso? Y ¿él sabe que son sus hijos?— pregunto aquella mujer muy sorprendida.
—Él ya lo sabe... pero...
Harumi intuyó lo que Maki quería decirle.
—Pero Yurika y Yuudai no lo saben ¿Cierto?
—Y la verdad espero no lo sepan porque no creo que esto dure — dijo Maki tomando una escoba.
Harumi suspiro ante tal comentario.—Aun así, creo que es mejor decirle la verdad a los niños y más que tarde o temprano ellos siempre dan con la verdad.
Ante tal comentario, Maki solo torció la boca y le lanzo un trapo—Mejor démonos prisa y acabemos de limpiar para ya irnos antes de que empiece a llover más fuerte.
—¡Como diga Jefa!— dijo Harumi levantando la mano y tomando aquel trapo.
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Una vez acabo esa llamada, Yuta mandó aquel mensaje con su ubicación en tiempo Real, y de paso, agregó a Maki a sus contactos. Se sentía como en sus años de preparatoria cuando por fin empezaban a mandarse mensajes entre ellos así como sus ubicaciones.
Después se giró a sus hijos.
—Bien, ya escucharon a su madre, es tiempo de que vayan a bañarse y a ponerse el pijama.
—Si señor— dijo Yurika levantando la mano—Pido primero el baño.
—¡No es justo, tú te tardas demasiado!— reclamo Yuudai.
Aun así, esos mellizos decidieron aquello con un piedra, papel o tijera, donde Yuudai ganó y este sería el primero en bañarse y después su hermana.
Aquella noche para esos tres apenas estaba comenzando.
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09:00 p.m.
Después de que los niños salieran de bañar y se pusieran sus pijamas, los tres estaban decidiendo que película ver.
—Bien — Yuta regreso con un plato con algunas galletas y también regreso con los botes de helado—¿Qué película quieren ver?
—¡Yo quiero ver Enredados! — dijo Yurika muy emocionada.
—¿Otra vez esa película? — reclamo Yuudai muy molesto—¡Siempre quieres ver esa!
—¡Es mi favorita y la veré mil veces más!— dijo su hermana con molestia.
—¿Y tú Yuudai? ¿Qué película quieres ver? — pregunto Yuta tratando de ver más opciones.
—Yo— titubeo levemente —Yo quiero ver el planeta del tesoro...
—¿De nuevo esa película? — reclamo su melliza.—No me sorprende, primero te gustaban los piratas, luego los dinosaurios y ahora los viajes en el espacio, eres un niño muy indeciso — rodó los ojos.
—¿Y qué tiene? ¡es mi favorita! — dijo el niño muy molesto por ese comentario.
—¡Llevas viendo esa película seguido desde que descubrimos que papá Gumi no es nuestro verdadero padre! — explicó Yurika cruzando los brazos.
—¡Tú no tienes nada que reclamar! ¡Tu llevas viendo Rampunzel desde que tía Mai se fue ya que fue la última que viste con ella!
Además, ¡Esa es mi película favorita así como la tuya es esa estúpida de princesas y la veré las veces que quiera!— grito Yuudai.
—¡Aunque sea la mía es divertida!— grito Yurika.
—¡Claro que no!
—¡Que sí!
Yuta miro asombrado el cómo esos niños estaban discutiendo. Era la primera vez que los veía así de molestos.
—Niños, ya basta— dijo con voz calmada.
—¡Deberías aceptar que vez esa película porque te duele el hecho de saber que Papá Gumi no es nuestro verdadero padre!— grito Yurika haciendo puños sus manos.
—¡Cállate tonta! — grito Yuudai, de nuevo sentía que sus manos picaban.—¡Para mí, el siempre será nuestro verdadero padre!
—¡Ya madura tonto! — grito Yurika, también ella sentía ese picor en sus pies mientras veía con molestia a su mellizo.
—¡La que debería madurar es otra y aceptar que nuestro verdadero padre no volverá al igual que la tia Mai! ¡Ellos nos abandonaron!
—¡Tonto, Tonto, Tonto!— repitió Yurika molesta, incluso estaba lista para golpearlo.
—¡Eres una-!— Yuudai también estaba listo para alzar el puño, pero ambos fueron interrumpidos.
—¡YA BASTA AMBOS!— Gritó Yuta, poniendo orden con su siniestra presencia.
Eso hizo que ambos niños temblaran un poco, era la primera vez que veían a ese hombre super molesto con sus actos y palabras.
Yuta tomó un profundo respiro antes de hablar—No pueden estarse gritando esas cosas. Son hermanos y deben respetarse.
—Lo... lo sentimos...— dijo Yurika bajando la mirada.
—Perdón Yuta kun...— Yuudai también bajo la mirada.
Yuta soltó el aire lentamente. Nunca había estado en ese dilema de tener que regañar a un niño y menos que era la primera vez que regañaba a sus hijos.
Realmente estaba en todo un dilema y más por las cosas que se dijeron esos dos. Tomó un respiro más y se puso de cuclillas frente a ellos.
—Está mal que se ofendan de esa manera. Ustedes dos deben apoyarse y más que son de la misma sangre— los miro con seriedad.
—Lo sentimos...
—No volverá a pasar y menos aquí en tu casa...
—Eso espero — dijo Yuta con seriedad— Y ahora... sobre su padre...— dijo mirando a esos dos.
Yuta guardo un momento de silencio. No sabía cómo debía actuar ante aquello ya que por lo que esos dos se habían gritado, lo hacía sentir culpable ya que él era la causa principal de ese problema.
—Él...— el adulto bajo los hombros. Le había prometido a Maki no hablar de ese tema con ellos sin ella presente.
Aun así, una pregunta cruzó por su mente
¿Realmente estaba listo para asumir su papel como padre? ¿Qué es lo que realmente hacia a uno digno de ser llamado como tal? Parecía que había un fuerte conflicto con ese tema. Sabía que debía ganarse totalmente su confianza si quería decirles la verdad.
Yuta puso sus manos en las cabezas de esos dos y los despeino un poco. Una pequeña sonrisa apareció en sus labios.
—Ya paso, pero no quiero volver a verlos pelear así — relajo los hombros.—Y ese tema de su padre, lo mejor será que ya no lo toquemos por un tiempo ¿De acuerdo? Y más que no quiero que vuelvan a discutir por ese idiota.
—Lo Prometemos— dijo Yuudai bajando la mirada.
—Sip, no volverá a pasar, ya no hablaremos de él— dijo Yurika bajando también la mirada.
Yuta sonrió un poco.
—Ahora, creo que lo mejor será que vayan a descansar. Ya es tarde, mejor mañana cuando esté su madre veremos una película.
—¿Esto es porque nos portamos mal?— pregunto Yuudai con una cara larga.
—¿Ni una galleta aunque sea antes de dormir?— Yurika trato de negociar.
Ambos hicieron ojos de cachorro. Aunque sea querían comer una galleta antes de ir a dormir.
Yuta suspiro. —Está bien, solo tomen una galleta y de ahí, vayan a lavarse los dientes y a dormir.
—Está bien. Gracias Yuta kun—Yurika sonrió un poco.
—Aun así, lo sentimos Yuta kun...— Yuudai bajo los hombros.
El hechicero abrió los brazos y estos pequeños le dieron un abrazo.
—Solo que no vuelva a ocurrir ¿De acuerdo? No me gusta verlos pelear.
—De acuerdo, prometemos que ya no pelearemos en tu presencia — dijo Yurika aún en aquel abrazo.
—¿Nos vas a odiar después de esto?— pregunto Yuudai con los ojos llorosos.
—No nos odies Yuta kun...— dijo Yurika con lágrimas en los ojos.
—Nunca los odiaría por algo así —Yuta sonrió un poco y seco las lágrimas de esos dos—Ahora — tomo el plato donde tenían las galletas —Solo tomen una y de ahí a lavarse los dientes.
Realmente no podía regañarlos del todo, sentía que no tenía el corazón para algo así.
—¿Le dirás a mamá sobre que estábamos discutiendo?— pregunto Yuudai tomando aquella galleta.
—Si ella lo sabe, lo más seguro es que si nos va a regañar feo y ya no nos dejará venir contigo...— dijo Yurika antes de comerse aquel pequeño postre.
—¡Nosotros queremos seguir pasando tiempo contigo!— dijo Yuudai terminando de comer aquella galleta.
Yuta soltó un suspiro.
—No se lo diré a su madre por esta vez— se puso de pie —Ahora, vamos a que descansen.
Así, ambos niños terminaron de comer aquella galleta, para así entrar al baño a lavarse los dientes.
Después de lavarse los dientes, Yuta dejo que esa noche durmieran en la cama de su habitación, ya que esa era la cama más grande de aquel apartamento.
Yuta los cobijo a cada uno con sus nuevas cobijas e incluso les cobijo también con su cobija para que no sintieran frío.
—Descansen, buenas noches — dijo Yuta con una sonrisa y acariciando el cabello de cada uno.
—Gracias Yuta kun... Buenas noches — dijo Yurika con una suave sonrisa.
—Buenas noches Yuta Kun— dijo Yuudai en un suspiro.
—Cualquier cosa, no duden en decirme, estaré en la sala— dijo Yuta con una pequeña sonrisa antes de cerrar casi por completo la puerta.
Una vez Yuta abandonó la habitación y sus pasos se escucharon alejarse de la puerta, ambos mellizos intercambiaron unas pocas palabras en aquella tenue oscuridad, ya que Yuta les había dejado encendida una pequeña lámpara de noche que habían comprado, para que no sintieran miedo. Y más que afuera estaba lloviendo muy fuerte.
Yurika torció la boca mientras miraba al techo, fue la primera en hablar.
—Esto es tu culpa... gracias a ti no pudimos ver una película esta noche y nos mandaron a dormir temprano — dijo molesta girándose a su lado izquierdo para no ver a su hermano.
—Tonta...— Yuudai no se quedó callado y empezó a reclamar — En realidad, tu empezaste todo este problema desde que dijiste que quizás Yuta podría ser nuestro verdadero padre... mejor hubieras mantenido tu estúpida boca cerrada — susurro muy molesto, mirando hacia la ventana que tenían frente a la cama, observando la lluvia caer.
—Pues a mi si me gustaría que Yuta fuera nuestro verdadero papá ... solo digo que deberíamos darle la oportunidad de conocerlo mejor— susurro Yurika cerrando los ojos y bostezando. Se sentía cansada.
—Yo no quiero... y menos quiero decepcionarme en caso de que si sea nuestro verdadero padre...— dijo Yuudai soltando unas lágrimas al escuchar una vez más eso.
El mellizo menor tenía un gran cúmulo de emociones, esto debido tanto a lo experimentado en la tarde con su técnica maldita, así como por lo que dijo su hermana. Se resistía a la idea sobre su verdadero padre. ¿Acaso fue su culpa el arruinar la noche?
Además, dormir en una cama ajena ese día lejos de su madre, también le estaba llenando de sentimientos.
Pero ese niño no era el único que se sentía de esa manera.
Y mas que la noche aun no terminaba para esa familia.
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Notes:
Espero les haya gustado ❤️
Díganme ¿Qué les ha parecido?
¿Creen que Yuudai vaya a complicar mucho las cosas para Yuta? ¿Como creen que reaccionen los mellizos una vez descubran que Yuta es su padre? Estaré leyendo sus comentarios 👀
Solo puedo adelantar que en el siguiente capítulo estos dos pasarán un lindo momento entre padre e hijo ❤️ uno que sé qué hará llorar a más de uno.
La otra vez alguien me preguntó sobre cuánto le quedaba a esta historia para concluir o cuantos capítulos iba a tener este fic, así que, con casi toda la seguridad del mundo, a esta historia le quedan casi 20 capítulos más 👀
Aclaro de una vez, este será un fic LARGO, el cual, espero acabarlo algún día y más que ya tengo un "banco" de capítulos para más adelante y no dejarlos sin contenido.Espero traer pronto el siguiente capitulo ❤️
Los quiere Vera ❤️
Pd: FELIZ CUMPLEAÑOS A MI 🥳🎂
Chapter 30: 28. Yuudai, El Pequeño Astronauta 👨🏻🚀
Notes:
Hola a todos, aquí Vera trayendo un capítulo más de esta historia. Que, aunque será corto, prometo que será conmovedor y más que tendremos un momento especial entre padre e hijo que es necesario para esta historia.
Debo confesar que llore al estar escribiendo este capítulo y más que aquí conoceremos un poco más a Yuudai ❤ nuestro pequeño astronauta 👨🏻🚀 asi que espero les guste.
Preparen pañuelos, que esta nave espacial esta a punto de despegar hacia una galaxia que los conmoverá.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Y yo solo quiero ser real
Y sentir el mundo igual
Que nosotros, por ellos, por mí
¿Por qué yo tendría que cambiar?
Nadie más lo va a intentar
Estoy solo y sigo aquíSolo yo estoy aquí
Sigo aquí
Sigo aquí
Continuación.
11:00 p.m.
Una vez Yuta salió de esa habitación, se dirigió a la sala, se dejó caer en uno de los sillones, recargando totalmente la espalda, sus brazos también fueron sobre el respaldo, elevando los a la altura de sus hombros e hizo su cabeza hacia atrás.
—Qué día...— se dijo para sí mismo.
Y sí que había sido un día muy movido para él. Primero el viajar de Tokio a Kioto, no fue tarea fácil, ya que ni Satoru ni Takeru lo querían dejar regresar, pero por suerte, Shoko intervino para que lo dejaran salir de la residencia del clan Gojo.
Y una vez llegó a Kioto sucedió aquel encuentro sexual entre él y Maki, donde por fin, después de siete años de estar lejos, pudo hacerle el amor.
Pero después de esa "reconciliación" este hechicero de grado especial no había podido tomar un respiro ya que sus hijos habían regresado de sorpresa a la casa y de ahí, tuvieron los tres que ir hacer las compras.
También tuvo que preparar la comida, bañar a los niños y mandarlos a dormir, descubriendo así que ser padre no era tarea fácil para él sólo.
Un rayo iluminó la sala. La lluvia no dejaba de caer y eso empezó a preocupar a Yuta, ya que en aquel hogar, faltaba una persona más.
—Maki— susurro ese nombre con nostalgia —¿Dónde estarás?— se dijo a sí mismo, preocupado por la madre de sus hijos.
Yuta tomó su celular y miró el chat de Maki. Decía que su última conexión había sido hace una hora atrás, cuando hizo aquella llamada.
—Quizás ya viene en camino, pero de seguro la lluvia la detuvo— pensó al ver como la lluvia se deslizaba por aquellos cristales. Realmente era una tormenta fuerte.
Así como de fuerte era su amor por ella.
Un recuerdo pasajero de lo que había hecho esa tarde invadió la mente de Yuta. Realmente todo eso había sido un gran avance en la relación de esos dos para recuperar los años perdidos, pero había otra relación a la cual, sentía que no estaba encajando. Donde incluso el kintsugi no podría ni ayudar, y esa era con sus hijos. En especial con Yuudai.
Yuta de nuevo miro al techo, estaba realmente cansado ya que toda la tarde fue un sube y baja con sus hijos, donde literalmente aprendió que no sabía nada de ellos.
Y eso lo hacía sentir bastante culpable.
—¿Cómo voy a poder decirles que soy su padre cuando claramente yo soy el problema por el que esos dos discuten?— se dijo en voz baja, llevando sus manos a su rostro.
La discusión que sus hijos habían tenido hacía un momento atrás, simplemente dejó en evidencia que ellos tenían una imagen nada favorable de él. Y más cuando ellos creían que su padre biológico los había abandonado cobardemente antes de nacer y el descubrir que el hombre a quien habían llamado "padre" durante tantos años no era realmente su progenitor, sino su padre adoptivo quien sólo les dio su apellido para protegerlos, había sido un golpe duro para ambos.
Yuta suspiro —Me preguntó cómo le hizo Megumi con este puesto que me correspondía a mi...— volvió a suspirar —Parece que es más fácil ser hechicero que padre... ¿Acaso haré un buen trabajo como padre de Yurika y Yuudai?— se cuestionó con demasiada tristeza.
Otro trueno rompió el cielo nocturno. Realmente la lluvia estaba cayendo con intensidad. Al igual que sus emociones las cuales se desbordaron y convirtieron en algunas lágrimas que empezaron a bajar por sus mejillas.
—¿No habré sido demasiado duro en castigarles con irse a dormir temprano?— se preguntó desanimado y cerrando por un momento los ojos.
Era la primera vez que los regañaba, pero debía poner orden. ¿Eso es lo que hace un padre, no es así?
El hechicero estaba perdido en sus pensamientos, con los ojos cerrados por el cansancio que fue una vocecita la que le llamó la atención.
—Yuta kun...
El hechicero abrió los ojos de golpe y rápidamente se acostumbró a la tenue luz que iluminaba la sala, ya que la única luz que estaba iluminando en ese instante, eran las de las lámparas de noche que había a los lados del sillón.
En ese instante, notó que Yuudai estaba ahí parado a un lado de él.
—¿Yuudai? ¿Qué sucede? ¿Te sientes mal?— pregunto Yuta con preocupación al ver a su hijo con sus bracitos cruzados sobre su pecho.
Este negó con la cabeza—Es que no puedo dormir...— dijo el niño con voz desanimada.—Extraño a mi mamá... y esta lluvia me asusta...
Yuta bajo un poco los hombros, ya que empatizaba con lo que sentía su hijo.
—Lo sé... Dormir lejos de tu hogar la primera noche es difícil... — lo decía por experiencia propia— No te preocupes, quizás Maki san no tarde en llegar, ella dijo que ya venía para acá y tal vez solo la lluvia la retraso un poco.
—Espero no tarde... porque de verdad la extraño...— susurro el pequeño, aguantándose las ganas de llorar.
En ese instante Yuta notó que su hijo traía algo entre sus manos ya que sujetaba algo contra su pecho.
—¿Qué traes ahí? — Pregunto con amabilidad. Quería empezar a ser más cercano con su hijo y más después de que este mostrará cierto rechazo hacia él aquella tarde.
Yuudai mostró aquel pequeño libro que traía entre sus manos.
—Es mi cuento favorito … es que cuando no puedo dormir, me gusta leerlo... en especial cuando llueve... la lluvia siempre me da miedo— contestó algo avergonzado, con la mirada baja y haciendo un leve puchero.
—¿Crees que podría darle una ojeada?— preguntó Yuta con amabilidad.
Yuudai dudó un poco. Aun así podía notar que aquel hombre quería ganarse su confianza. Sentía que quizás él también debía darle una oportunidad a Yuta como su hermana le había dado a entender.
—Está bien pero no te burles— entregó aquel libro mientras se sentaba a un lado de Yuta en aquel sillón, donde la lámpara les iluminaba cálidamente.
—¿Por qué me burlaría de algo que te gusta?— Preguntó Yuta confundido y alzando una ceja.
—Es que Yurika dice que este es un libro para bebés…— respondió Yuudai con la cara larga por las burlas de su melliza.
Yuta le acaricio el cabello.
—Nunca me burlaría de tu libro favorito— sonrió—¿Me dejarías leerlo contigo?
El niño dijo sí con la cabeza.
—Gracias, ahora vamos a leer un poco mientras esta lluvia se va— agradeció Okkotsu con una sonrisa.
Tomo aquel libro y miro con atención su portada.
Le llamó la atención que este tenía una portada muy llamativa, ya que era un dibujo de un pequeño astronauta, rodeado de estrellas y galaxias.
Yuta había notado que últimamente Yuudai tenía una nueva obsesión: las estrellas y la astronomía. Algo completamente normal para un niño de seis años que estaba descubriendo el mundo a su propio ritmo. Según Yurika, no era la primera vez que pasaba, ya que en palabras de la niña, primero fueron los piratas, luego los dinosaurios, y ahora los astronautas. Al final Yuta concluyó que su hijo no era más que un pequeño curioso.
—Voy a comenzar a leerlo ¿De acuerdo?— Yuta le sonrió amablemente.
Yuudai solo hizo un sí con su cabeza.
—Neo— el hechicero leyó el nombre de aquel libro con voz tranquila. En ese instante sintió un tirón en la manga de su suéter. Yuudai le estaba sujetando de la manga. Aquel niño tenía esa costumbre, sobre todo lo hacía cuando sentía nervios o tenía miedo.
Parecía que el sujetar la manga del otro le daba algo de seguridad. Y más en aquel momento de la noche donde seguía bastante asustado debido a la lluvia que seguía chocando con fuerza contra el edificio.
—Tranquilo, todo va a estar bien ¿De acuerdo?— dijo Yuta mirando a Yuudai, quien tenía los ojos cristalinos —Vamos a comenzar a leer ¿de acuerdo?
El pequeño de nuevo hizo un sí con la cabeza mientras aún se aferraba a la manga de este.
Yuta pasó la página y notó que aquel libro era uno de muchos dibujos y pocas palabras, así que aquella sería una lectura fácil de compartir.
Observó el dibujo de un pequeño astronauta, el cual estaba dormido en el espacio muy cómodamente, rodeado de estrellas y de un aura de total paz. Aquel dibujo le causó ternura y más al ver que su hijo no le quitaba los ojos de encima. Pero le llamo la atención que aquel pequeño astronauta tenía unido al ombligo de su traje, una larga línea blanca, parecía simular un cordón umbilical.
Yuta dio la vuelta a la siguiente página y comenzó a leer.
—Recuerdo que estuve mucho tiempo solo, flotando en el espacio. No es frío, como todos piensan, sino cálido y agradable.
El dibujo seguía siendo el espacio lleno de estrellas y de aquel cordón blanco cruzando aquellas hojas.
Yuta pasó a la siguiente página. Ahora el pequeño astronauta estaba con un fondo negro y el pequeño flotaba hacia una brillante luz.
Siguió leyendo —Un día comenzó a faltarme el aire. Sentía como mi cuerpo se aplastaba y tuve que buscar la manera de escapar.
El hechicero empezó a comprender quien era ese pequeño astronauta y como se empezaba a relacionar con su hijo.
Yuudai le miró y parpadeo un par de veces, como diciendo que continuará leyendo.
Yuta paso la página, ahora estas mostraban la densa oscuridad del espacio, mientras una leve estela de luz lo cruzaba, cual si fuera una estrella fugaz cruzando el firmamento, alejándose con rapidez.
Siguió leyendo.
— Recuerdo ver la pequeña luz a lo lejos y mi desesperación por querer alcanzarla.
Yuta sintió su corazón hacerse pequeño al ver que la siguiente página, continuaba con aquel dibujo de ese cordón que seguía atravesando el espacio, pero ahora, a su alrededor tenía colores negros y rojos al igual que las galaxias más lejanas en el firmamento. Yuta tenía la sensación de que algo importante estaba a punto de pasar con aquel pequeño astronauta que iba a la deriva.
Pero aún con el corazón marchito y la lluvia sonando detrás de ellos, este siguió leyendo.
—Cuando por fin la alcance, tuve la sensación de que nacía nuevamente. Por primera vez conocí el frío y el miedo. Luego…— fue interrumpido ya que Yuudai completó aquella oración.
—Luego, al sentir una cálida luz cubrirme es que me dormí— Yuudai miro a Yuta — Eso mismo sentí yo al nacer — comento aquel pequeño en voz baja y moviendo sus piecitos sobre el borde del sillón. Parecía un poco triste al decir aquello.
Yuta controlo sus lágrimas. Ya entendía porque su hijo se sentía tan familiarizado con ese libro y quizás eso explicaría mucho de él.
Dieron vuelta a la página y ahí estaba, aquel pequeño astronauta durmiendo rodeado de esa luz, la cual parecía la luna detrás de él mientras el cordón de aquel astronauta era cortado, mostrando leves destellos como si algo estuviera teniendo un corto circuito.
Yuta pasó la página y ahora mostraban a aquel pequeño astronauta en un cohete espacial transparente, con varias ventanas circulares en sus alrededores.
—Entonces desperté en una nave de cristal. En la cual viaje mucho tiempo en ella.
—Yo también viajé mucho tiempo en una nave así cuando era bebé— dijo Yuudai con una suave sonrisa —Eso es lo que cuenta mamá y tía Miki.
—¿Estabas en una nave como esta?— Pregunto Yuta apuntando a aquel dibujo. Sabia a que se refería. Aquello era la clara referencia a una incubadora.
Yuudai afirmo con la cabeza.
—Sip. También Yurika estuvo un tiempo junto conmigo en dicha nave. Pero ella duro poco tiempo ahí ya que su salud era mejor que la mía, en cambio yo dure meses... quizás eso explicaría porque ella tiene más energías que yo...
—Entiendo…— Yuta empezó a comprender mejor a sus hijos gracias a esas palabras.
—¡Sigue leyendo Yuta Kun! ¡Viene una de mis partes favoritas!— pidió Yuudai con algo ánimo y una sonrisa, sin soltarle de la manga.
Yuta hizo un sí con su cabeza y pasó la página, quería saber que más pasaba en dicho cuento.
La siguiente página mostraba a ese astronauta dentro de aquella nave, con una pequeña sonda en la boca y sujetando unos cables frente a una consola llena de botones, aquel pequeño estaba averiguando para que servía cada uno.
Siguió leyendo —Yo tenía todo lo necesario para enfrentar cualquier aventura espacial; tenía suficiente aire y comida. Controles de navegación, luces blancas que me mantenían calientito y otras rojas que avisaban cuando había algún peligro. Y grandes ventanas redondas por donde podía ver el misterioso espacio exterior.
Yuta miro a su hijo, quien le dedicó una gran sonrisa, sus ojos como los de un cachorro le pedían que siguiera leyendo.
Pasaron a las siguientes dos páginas, donde podía verse aquel pequeño astronauta, el cual tenía una sonda en la nariz para respirar y varios cables más puestos en su traje, tratando de alejarse de las dos manos que habían entrado a su nave por aquellas dos ventanas circulares.
—Recuerdo cuando un día unas manos gigantes entraron por las ventanas. ¡Tremendo susto que me lleve! Me enredaron con cables y tubos y me colocaron brazaletes con luces que hacían ruido— Yuta fue interrumpido.
—Pero las manos de la siguiente página no son como estas que sí daban miedo … esas manos son cálidas y reconfortantes, eran como las de mamá y las de tía Miki— comentó Yuudai apuntando a dicho dibujo.
Yuta giro la página y comprendió mejor lo que Yuudai decía.
Observó aquel dibujo plasmado en esas dos hojas, donde podía verse a aquel pequeño astronauta, acostado boca abajo sobre una estrella, mientras dos cálidas manos lo cuidaban.
—Las manos venían todos los días, pero no siempre eran las mismas. Algunas llegaban en el momento justo en el que me sentía mal, para aliviarme y acariciarme. Me envolvían con dulzura, y yo quería quedarme en ellas para siempre— Leyó Yuta, comprendiendo así que esas cálidas manos que sentía Yuudai de pequeño eran efectivamente las de Maki y de todos los demás que cuidaron a su hijo cuando era un bebé prematuro.
—Yuta kun, sigue leyendo por favor, ya casi llegamos al final— dijo el niño con una tierna sonrisa. Parecía que su miedo a la lluvia se había ido.
El hechicero hizo caso a su hijo y dio vuelta a la página. En las siguientes dos podía verse aquel pequeño astronauta saludando a otro pequeño astronauta que estaba en otra nave.
—Recuerdo que mirando por la ventana descubrí aquella otra nave que volaba a mi lado. ¡Era bueno tener un compañero de viaje! Y Charlábamos cosas de astronautas.
—La tía Miki dice que tuve varios compañeros de viaje mientras estuve internado— comentó Yuudai sonriendo un poco —Aunque yo no los recuerdo.
Yuta comprendió a qué se refería aquello que decía su hijo. Le hubiera gustado haberlo apoyado estando en esas incubadoras, le hubiera gustado cuidarlo y demostrarle que él era un gran astronauta.
Yuudai apuntó al libro, para que Yuta diera la vuelta a la hoja.
El siguiente dibujo entristeció demasiado a Okkotsu, ya que este mostraba al pequeño astronauta rodeado de feos monstruos.
—Recuerdo todas las veces que luché contra los monstruos espaciales. Muchos de ellos eran horribles y muy poderosos, podían envenenarme con solo tocarme— Leyó Yuta, incluso carraspeo un poco para tratar de quitarse el nudo que se le había formado en la garganta — A veces, yo ganaba.
Okkotsu dio la vuelta a la página y aquel dibujo le termino por romper completamente el corazón.
La siguiente página mostraba a aquel pequeño astronauta enfermo, con la cara pálida y muy débil. Y detrás de él había un suero y un monitor.
—Y Otras veces, yo perdía...Es ahí cuando yo me enfermaba. Pero las manos siempre venían y me curaban… haciendo todo lo posible para ayudarme...— Yuta leyó con dificultad ya que el nudo en su garganta no le dejaba hablar bien.
Yuudai empezó a explicar—Según mamá, muchas veces me enferme estando incluso en el hospital. Pero siempre la mano de ella me apoyó a salir adelante — miro aquel dibujo— Incluso Mamá me siguió apoyando y acompañando años atrás cuando aún me enfermaba seguido, pero ahora estoy mucho mejor... o eso creo ... aunque a veces dejo de respirar por momentos y es ahí cuando debo usar mi inhalador — dijo moviendo sus pies y mirando a aquel adulto.
Yuta se secó unas lágrimas con el dorso de su mano.
—¿Estás bien Yuta kun?— preguntó Yuudai al verlo triste tan de repente. Incluso le sorprendió ver a un hombre como él llorar.
—Lo estoy — Yuta acaricio el cabello de ese niño y sonrío un poco — Sí que fuiste un astronauta muy fuerte.
—Gracias… — Yuudai sonrió ante aquellas palabras que considero como un halago por parte de ese hombre —Por favor, sigue leyendo —Pidió— El cuento está casi por acabar.
Yuta dio vuelta a la página y ahí estaba aquel astronauta, el cual parecía estar bastante apretado en su nave, ya que ese bebé ahora era más grande. Había crecido.
Siguió leyendo —Recuerdo cuando mi nave se achicó misteriosamente. Casi no podía moverme dentro de ella. Sentí que debía escapar de ahí lo antes posible. Me faltaba el aire y mi cuerpo se aplastaba cada día un poco más.
—¡Continúa por favor! ¡Ya casi viene la mejor parte!— Yuudai movió alegremente sus manos.
Yuta dio vuelta a la página y ahora, aquella nave de cristal estaba sola, flotando en el espacio.
—Y un día, cuando ya dejé de sentirme mal y también al notar que mi nave me quedaba ya bastante pequeña, es que llegaron las manos que todo lo curan y me sacaron de mi nave de cristal y me llevaron con ellas.
Aquel astronauta ahora estaba siendo sujetado por dos suaves manos.
La siguiente página ahora era muy confortante al corazón, ya que mostraban a ese bebé en los brazos de su madre.
—Entonces, supe que esas manos cuidarían de mí…—Yuta llegó a la página final, donde ese bebé astronauta ahora era un niño más grande y sano, y sus manos estaban tomando las manos de sus padres, mientras dejaban atrás el cohete —... Para siempre...Fin — dijo terminando de leer aquel cuento.
—¿Te gustó?— preguntó Yuudai muy emocionado, mirando como Yuta cerraba aquel libro.
—Mucho. Debo admitir que es un cuento muy lindo — comentó Yuta bastante conmovido. Realmente trataba de no llorar.
—Por esto esta es mi historia favorita, porque es muy similar a la mía— dijo Yuudai moviendo sus pies de manera alegre.
—Fuiste un pequeño muy valiente, así como tu nombre— dijo Yuta acariciando el cabello de su hijo.
—Gracias, eso es lo que siempre me dice mamá... ya que en si eso significa mi nombre... "Gran Valiente"— dijo Yuudai con una gran sonrisa— Aunque ella dice que mi nombre lo eligió alguien que fue muy especial para ella en su juventud...— dijo este mirando al suelo desde aquel borde del sillón.
Yuta sabía que ese alguien era él, ya que él había elegido ese nombre en sus años de preparatoria después de leer un libro.
—Y creo que ese alguien...— comento Yuudai rompiendo el silencio —Era mi papá...— susurro con un toque de molestia, podía notarse le aún ese rechazó hacia ese hombre.
—Aun asi quizás tu padre eligió tu nombre porque era especial para él...— logro contestar aquel adulto. Realmente sentía que debía decirle la verdad, pero no sabía cómo.
—Yuta kun— lo nombró el pequeño y más después de haber escuchado eso último.
—¿Sí?— el adulto miro a ese pequeño, quien movía aún sus pies sentado a un lado de él.
—¿Tú eres un detective, no es así?— preguntó Yuudai con curiosidad.
Yuta rasco su cabeza.
—mmm algo así— procedió a explicar —En realidad soy un hechicero, aunque digamos que otras personas me han puesto en esto de ser un detective para resolver algunos asuntos que ellos no han podido, pero ¿A qué viene esa pregunta?— contesto con una leve sonrisa de curiosidad.
Yuudai tomó un respiro, no sabía si lo que iba a pedir era correcto o no. Aunque desde hacía un año atrás, tenía una pequeña espina clavada en el corazón. Una que quería sacarse por el dolor que le provocaba.
—Tu... — titubeo un poco— ¿Crees que podrías ayudarme a encontrar a mi verdadero papá? O mínimo... — sus labios fueron de un lado a otro, en una mueca de tristeza — Saber quién es o quién era él— pregunto Yuudai deteniendo el movimiento de sus pies y mirando al suelo con desánimo—Simplemente me gustaría saber el porqué dejó a mi mamá antes de que nosotros naciéramos ...
A Yuta se le rompió el corazón al escuchar aquello.
Desgraciadamente no podía aún decirle la verdad sobre que él ya estaba a un lado de su verdadero padre. Y más por petición de Maki y sobre todo, porque aún debía ganarse el cariño y la confianza de ambos mellizos. Pero en especial de su hijo varón.
La mano de Yuta bajo con lentitud—Yo...— humedeció levemente sus labios, mientras Yuudai le regresaba la mirada.
Yuta tomo un respiro y siguió hablando—Yo podría en mis tiempos libres buscar algo de información sobre tu verdadero padre... — mintió con el corazón en la garganta.
Yuudai en ese instante le abrazo, aquel era el primer abrazo que ese niño le daba de esa forma tan libre y agradecida —Gracias Yuta kun... eres una buena persona... ahora entiendo porque le caes bien a todos en casa... en especial a Yurika y a Mamá — dijo con un hilo de voz, ocultando su rostro porque no quería llorar.
Aquellas palabras rompieron un poco más el corazón de Yuta. Quien contenía el querer llorar de impotencia. ¿Qué era ser un padre? ¿Qué tipo de padre esperaban sus hijos que él fuera?
—No hay nada que agradecer...— Dijo Yuta en voz baja, mientras veía como a Yuudai le empezaban a pesar los ojos de sueño y se le empezaban a cerrar.
Era como si al fin, el sueño le hubiera empezado a hacer efecto a ese pequeño.
—Ven, vamos a que duermas ¿Fue un día pesado, cierto?— pregunto Yuta, observando como su hijo hacía un sí con la cabeza y se tallaba los ojos.
—Si...— Yuudai arrastró esa palabra.
Yuta lo cargo en sus brazos con mucho cuidado, el pequeño recostó su cabeza en su hombro, parecía que de verdad, ese niño se estaba muriendo de sueño.
—¿Qué se habrá sentido cargarte de bebé?— se preguntó Yuta mentalmente mientras cargaba con cuidado a su hijo.
Abrió la puerta sin hacer ruido y puso a Yuudai en la cama, a un lado de Yurika, quien dormía profundamente.
Una vez acostó a su hijo, Yuta lo cobijo bien para que no tuviera frio con aquella cobija que compraron en el centro comercial. También volvió a cobijar a Yurika, ya que noto que está se movía mucho dormida, hasta se destapaba e babeaba un poco.
Aquella escena de sus hijos dormidos le dio un pequeño vuelco en el corazón. Quería proteger su sueño, quería cuidar siempre de ellos.
—Descansen...hijos...— dijo en voz muy baja pero con bastante cariño.
Y antes de salir de ahí, Yuta fue a su closet y tomó un pans y una camiseta más cómoda, ya que desde que llegaron, no había tenido tiempo de cambiarse de ropa, incluso haciendo la comida llegó a manchar un poco aquella camisa que pertenecía a Megumi.
Nunca imagino que cuidar de los niños llevaría mucho tiempo y sobre todo dedicación.
Pero, aun así, algo más lo haría llorar aquella noche y más que estaba a punto de ver aquel álbum de fotografías que lo haría tomar una decisión que podría traerle consecuencias como hechicero.
Notes:
Espero les haya gustado ❤
Y díganme ¿Qué les pareció este capítulo? ¿Qué les pareció el cuento favorito de Yuudai? ¿Qué piensan sobre este niño? Estaré leyendo sus comentarios.
Necesito saber su opinión sobre Yuudai o como lo perciben ustedes como lectores, en especial porque en los siguientes capítulos veremos la lucha interna de este pequeño respecto al tema de su padre biológico, al igual que el despertar de su técnica maldita, la cual, próximamente causara un gran desastre en el zoológico.
Una disculpa si fue algo corto, como dije, decidí dejarlo asi de corto para concéntranos en Yuudai.
Ya el siguiente capitulo será más largo y donde también puedo asegurarles que van a llorar porque se viene el álbum de fotografías de esos mellizos.
Ya para terminar, el cuento narrado aquí si se llama “Neo” y es de Gabriela Cortina, el cual, pueden encontrarlo en mi Instagram Vera1794__ (doble guion bajo al final) por si lo quieren ver a color ❤
En fin, estaré leyendo sus comentarios, teorías y dudas.
Nos leemos pronto ❤ Pd: feliz inicio de la primavera acá en el hemisferio norte y feliz inicio del otoño en el sur ❤
Chapter 31: 29. La Decisión de Okkotsu
Notes:
Hola a todos, aquí Vera trayendo la continuación del capítulo anterior.
Perdón si no lo subí antes, he tenido unas semanas bastantes agitadas y movidas que me han traído de un lado a otro, pero aquí está, por fin un capítulo más de esta historia, uno que considero especial para la trama ya que Yuta deberá tomar una importante decisión.
Asi que pónganse cómodos y disfruten de un capitulo mas de esta su telenovela YutaMaki favorita❤ y más porque después de este capítulo, se viene un pequeño salto en el tiempo, al igual que se vienen más revelaciones importantes para la trama.
Ahora sí, que suene intro de telenovela.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
"Ser padre no es fácil"
Una vez Yuta salió del su cuarto, este se metió al baño y tomó una ducha, sentía que debía relajarse un poco, así que ahí duro unos diez minutos.
Después que salió del baño ya vestido y secando su cabello con una toalla, entró a la otra habitación por la carpeta que logró quitarle a Yurika. Tenía que revisar unas cosas de aquel caso, así que iría al comedor a hacerlo.
Yuta Salió de dicha habitación y cuando ya iba a llegar al comedor, fue que su pie chocó contra algo que salió rodando unos pasos.
—¿Qué rayos?— dijo Yuta confundido al inicio, pero una vez se acercó a ese objeto, se dio cuenta de lo que era.
Por accidente había pateado la mochila de Yurika. Yuta empezaba a notar que ella era una niña un tanto desordenada y que llegaba a dejar sus cosas regadas por ahí. Y eso había pasado con su mochila.
De aquella rosa mochila salieron rodando algunas pertenencias de su hija: como su cepillo de cabello, unas muñecas y varios accesorios para el pelo, así como más cosas que llevaba esa niña. Sin embargo, entre esos objetos también apareció algo inesperado, un libro muy peculiar que captó de inmediato la atención de Yuta.
Al levantarlo con cuidado, notó que de este cayeron varias fotografías, en especial eran fotos de dos niños. En ese momento Yuta entendió que era aquello que sujetaba entre sus manos.
Era el álbum de fotografías de sus hijos
—Yurika de seguro se trajo esto sin el permiso de Maki...— dijo en voz baja al notar como más fotos salían de aquel álbum.
Rápidamente tomo todas las fotografías que se habían caído y se acercó a la mesa del comedor para acomodarlas. Sabía que su hija se iba a ganar un fuerte regaño por parte de su madre por sacar ese objeto tan valioso de casa. Aun así, Yuta se atrevió a ver aquellos recuerdos.
El hechicero sintió que el corazón se le hacía muy pequeño cuando abrió la primera página que contenía algunas fotografías aun pegadas en sus hojas.
Ahí estaba la primera foto que le habían tomado a sus hijos. Era una fotografía de esos prematuros bebés, dentro de aquella incubadora o "nave de cristal" como había dicho Yuudai.
Sus manos temblaron al sujetar aquella fotografía, mientras sus lágrimas se desbordaban y bajaban rápidamente al ver aquel recuerdo, donde pudo observar lo pequeño que fueron esos dos, y el cómo en sus manitas tenían las agujas con las que los sueros ingresaban a sus cuerpos y como en sus pequeños cuerpos había cables conectados a ellos para monitorearlos. En el pie de uno de ellos, alcanzó a ver una pequeña pulsera médica, donde se veía la fecha del 7 de octubre.
—Si que fueron muy pequeños...— dijo con voz baja y quebrada, sintiendo como más lágrimas inundaban su vista y después bajaban por sus mejillas a mares.
En aquel momento, Yuta empezó a mirar bajo aquella tenue luz del comedor, todas las demás fotografías que tanto se habían quedado pegadas en las páginas, como también aquellas fotos desordenadas que habían salido de aquel álbum.
Había fotos de esos mellizos tanto en el hospital como fuera de este y en sus meses y años posteriores.
Una de las fotografías que más le llamó demasiado la atención a Yuta, era una de Maki, sentada en un sillón especial en aquel hospital, donde en su pecho traía con sumo cuidado recargados a sus mellizos.
Realmente sus hijos fueron demasiado pequeños, quizás en aquella fotografía ellos solo tenían días de nacidos ya que ambos aún llevaban la sonda del oxígeno, así como podía verse que Yuudai era el que estaba más conectado a más cables que monitoreaban todos sus signos vitales.
La culpa empezó a consumirlo.
—Maki me necesitaba a su lado en esta etapa... soy un total idiota por no haberme bajado de ese tren — dijo el aún con las lágrimas bajando por las comisuras de sus ojos.
Podía verlo, los ojos de Maki en aquella fotografía eran de tristeza pura a pesar de que esos dos bebés se veían más estables.
Yuta siguió mirando todas aquellas fotografías.
Incluso pudo ver varias fotos donde Yuudai ya estaba solo en esa incubadora, y cada vez se veía como un bebé más sano con menos cables y más grande. incluso había una foto donde fuera de "su nave de cristal" había un pequeñito adorno de un árbol de navidad. Podía notarlo en cada foto, ese niño se veía que no perdía los ánimos y se aferraba a seguir viviendo.
—Mi pequeño astronauta...— dijo en voz baja al ver esa foto de su hijo.
Podía notar que tanto Maki como Tsumiki eran quienes más estuvieron con ese niño en el hospital, sobre todo, Maki era la que más estaba con su hijo.
—Si que Maki no la tuvo fácil... y aun así saco adelante a Yurika y a Yuudai por casi siete años...
Yuta siguió mirando las fotografías. Algunas de ellas eran de ambos bebés vestidos con ropas que hacían juego entre ellos. Incluso había algunas fotos más que fueron tomadas en algún parque o acuario donde esos dos pequeños sonreían tomados de la mano.
Incluso había algunas fotos que supuso, pudieron ser tomadas por Tsumiki o Nobara donde ambos niños usaban trajes temáticos de mellizos como "cosa uno y cosa dos" o de personajes de películas infantiles.
Siguió mirando entre las fotografías que se habían salido de aquel álbum, una de esas fotos que más le llamó la atención, era una donde esos dos niños usaban sus primeros kimonos en alguna ceremonia en algún templo de Kioto, junto a Maki y a Megumi. Cada uno llevaba en sus brazos a uno de los mellizos, simulando claramente la familia que esos pequeños necesitaban.
También había varias fotos con sus demás amigos, donde incluso Toge e Itadori jugaban con esos niños. Al igual que Nobara le pintaba las uñas a Yurika o Megumi compartía tiempo con Yuudai leyendo algun libro.
E incluso, había fotografías donde todos ellos acompañaron a esos pequeños a diversos festivales como la gran familia que eran.
Realmente había muchas fotos de momentos inolvidables de esos niños, como de sus primeros pasos, así como de sus primeras comidas, notándose como Yurika era muy desordenada al comer y Yuudai parecía ser el más tranquilo.
Incluso había unas fotos donde estaba Mai con sus sobrinos, pero en especial se veía que está abrazaba mucho a Yurika y compartía hasta juego de ropa con esa hermosa bebé.
También había fotos de sus recientes años escolares. Había una donde sus hijos estaban junto a Maki en su evento de bienvenida de la primaria, portando sus uniformes y detrás de ellos un gran letrero con la frase "Feliz inicio de curso"
Al igual que había muchas más fotos escolares, como de Yurika en eventos deportivos y Yuudai en algún evento escolar donde presumían sus medallas y reconocimientos.
Así como había fotografías de sus diversos cumpleaños, los cuales al parecer todos fueron temáticos porque en las seis fotos que encontró de ellos, notó que algunas de esas fiestas fueron con disfraces de personajes infantiles.
Ver todos esos recuerdos, le desataron a Okkotsu demasiados sentimientos, y más al ver que toda esa felicidad y momentos que le fueron arrebatados de manera injusta.
—Hay tantas cosas que me perdí al lado de ustedes dos... y eso fue mayormente por mi culpa... debí regresar a la primera... simplemente debí bajarme del tren e ir a buscar a Maki...— dijo aún con voz dolida, mientras veía las fotos más actuales de sus hijos.
Incluso le dolía ver aquellas fotografías donde Megumi hacia de padre de Yurika y Yuudai, ya que en algunos recuerdos, el portador de las diez sombras salía tomando las manos de esos dos niños, así como también salía abrazándolos, e incluso acompañándolos en sus primeros pasos y hasta en ciertos eventos escolares.
Realmente Fushiguro había dejado la vara muy alta como padre adoptivo de esos dos. Y quizás, el saber que él era su padre biológico podría decepcionarlos.
—¿Qué debo hacer para ser el padre que ellos desean? Si de mi solo saben que me fui antes de su nacimiento...— Yuta llevo sus manos a su rostro mientras lloraba.
La pregunta de ¿Qué es ser un buen padre? Cruzó su mente con dolor. Estaba tan perdido en sus tristes pensamientos que fue el ruido del timbre de la puerta lo que lo regreso a la realidad.
Yuta se levantó de la silla, se secó una vez más las lágrimas con las manos y se acercó a la puerta ya que aquel timbre volvió a sonar.
El hechicero abrió la puerta y su corazón se quiso detener al ver a aquella persona que estaba ahí afuera de su departamento.
—¡Ya llegué!— dijo Maki con una gran sonrisa, la cual se desvaneció y se volvió una mueca de total confusión cuando vio a Yuta con el rostro todo rojo y húmedo por estar llorando.
—¿Estas bien?— pregunto ella extrañada, pero lo siguiente le sorprendió, ya que Yuta la abrazo fuertemente.
—No me digas, ¿Los niños ya te hicieron llorar, cierto? — dijo está con una sonrisa y sacando esa conclusión porque ya sabía lo traviesos que podían llegar a ser sus hijos.—Ellos ya han hecho llorar a varias niñeras también.
—Maki san...— dijo Yuta con la voz rota— En serio, eres una gran madre... perdóname por no haber estado contigo y con nuestros hijos en estos siete años... no sé cómo lo hiciste... apenas a mí me basto una tarde para probar esto de la paternidad y ...— ya no pudo terminar de hablar porque empezó a sollozar.
Maki suspiro y lo abrazo. Supuso que quizás su "reciente paternidad" fue lo que lo puso así.
—¿Ser padre no es fácil, cierto?— pregunto ella con una sonrisa.
Yuta solo hizo un no con la cabeza mientras seguía llorando.
Maki suspiro y poco a poco fue deshaciendo el abrazo.
—Ven, vamos a dentro y ahí me cuentas todo lo que paso.
Después de unos minutos de respirar profundamente y de por fin calmarse estando en el recibidor de ese departamento.
Yuta le invito a pasar, incluso sorprendió a Maki dándole unas pantuflas para que ella pudiera entrar cómodamente a su hogar.
—Hace rato, los niños y yo salimos de compras y te compramos unas pantuflas para que te sientas como en casa — explicó Yuta.
—Qué amable, gracias — dijo Maki despojándose de sus tenis deportivos y poniéndose aquel otro calzado. Así como también ahí en la entrada dejo su bolso deportivo.
Maki empezó a entrar a aquel departamento, estaba en zona enemiga, pero aun así, no pudo evitar quedar asombrada por el lujo que desbordaba aquel lugar.
—Parece que te distes la buena vida y algunos lujos gracias a esto de ser un hechicero ¿No?— comento está mirando lo grande que era el lugar, así como los finos muebles que adornaban todo el departamento.
Yuta rasco su nuca.
—Algo así... aunque sea enorme y lujoso, a veces me siento muy solo aquí.
—Imagino, aunque parece que los niños ya le dieron su toque ¿No es asi?— dijo mirando hacia la sala, ya que ahí encontró varios juguetes sobre los sillones y otros más esparcidos por el suelo.
—Jeje si, Yurika y Yuudai le han dado algo de vida a este lugar — comento Yuta en una gran sonrisa.
—Por cierto ¿Dónde están ellos? ¿No que iban a ver una película?— pregunto Maki poniendo sus manos sobre su cadera.
—Ya se fueron a dormir— Yuta rasco de nuevo su nuca, estaba dudoso si debía decirle lo sucedido con la discusión de esos pequeños. Aun así, decidió mentir un poco —Ya se estaban quedando dormidos a la mitad de la película ya que fue un día agotador y mejor se fueron a dormir.
Maki sonrió un poco.
—Imagino y más con este frío de lluvia, les da sueño rápidamente.
En ese instante, algo le llamó la atención a esta, y eso era lo que estaba sobre la mesa. Rápidamente lo reconoció.
—¿Ese es nuestro álbum de fotos?— pregunto con una mueca de molestia.
Yuta rápidamente reacciono.
—Lo siento... es que en un descuido, patee la mochila de Yurika que estaba en el suelo, y este álbum salió de esta — explicó mirando las fotografías sobre la mesa— Trate de acomodarlas ya que algunas se salieron de sus páginas pero... — suspiro con una foto de sus hijos en su mano—me tomé el atrevimiento de ver un poco el pasado de nuestra familia...
Maki se acercó a la mesa.
—Esa niña siempre hace lo que le da la gana y no sigue reglas — sonrió levemente —Me preguntó ¿De quién heredo eso? Porque de mí no fue— dijo sarcásticamente.
Yuta le miró y también sonrió por ese comentario. Después su vista volvió a las fotografías.
—¿Así que estabas llorando por esto?— pregunto Maki tomando una fotografía de sus hijos, en la cual, Yurika y Yuudai eran más pequeños.
A Yuta le dio pena admitirlo, pero aun así hablo—Si, estaba llorando al ver todo lo que me perdí en estos siete años... además me acabo de dar cuenta de que tengo la vara muy alta. Llenar las expectativas que dejo Megumi como su padre adoptivo, será muy difícil de superar — dijo este en un suspiro de total tristeza.
—¿Acaso los niños sacaron o dijeron algo sobre ese tema?— pregunto Maki con curiosidad.
Yuta bajo los hombros. Se mordió la lengua ya que había hablado de más.
—Algo así... más bien hablaron de lo bueno que fue Megumi como su padre. Así como de ti dijeron muchas cosas buenas — sonrió —Sobre todo de que eres una gran madre, cariñosa y que siempre viste por ambos.
Maki sintió orgullo al escuchar eso y una gran sonrisa apareció en sus labios.—Mis niños...— dijo con total cariño.
Ambos siguieron viendo un poco más esas fotos, hasta que a Maki le llamó la atención que debajo de ese álbum había una carpeta, la cual sacó con cuidado y notó que tenía algunas hojas.
—¿Qué es esto?— dijo con curiosidad una vez abrió la carpeta y se disponía a leer aquello.
Pero Yuta le detuvo, poniendo su mano sobre aquella hoja.—Lo siento Maki san... pero esto es algo de mi actual trabajo...— dijo con algo de seriedad.
—¿Y qué hacía debajo del álbum de fotos?— pregunto Maki entrecerrando los ojos.
—Es que yo iba a revisar algo sobre el caso que estamos investigando, pero me entretuve viendo las fotos de nuestros hijos— dijo sin dejarla de mirar.
—Y ¿Crees que podría darle una revisada a tu trabajo?— pregunto Maki con curiosidad. Quería saber que tanto habían descubierto de ella.
—Lo siento Maki san... pero es algo que no quiero que ni tu ni los niños vean...— Dijo Yuta con seriedad.
—¿Y por qué no?— Maki llevo su mano a la cadera mientras con la otra aun sujetaba la carpeta—¿No crees que una opinión externa podría ayudarte a resolver el caso?
—Es que simplemente no quiero que veas la crueldad con la que este asesino está matando a sus víctimas...
Maki torció levemente los labios, aunque por dentro tenía una sonrisa ya que parecía que su trabajo estaba siendo tomado en serio.
Ambos se miraron fijamente sin soltar aquella carpeta. En serio Maki se Moria de curiosidad por saber qué información ya tenía Yuta sobre ella, pero a la vez, no quería insistir y más que eso podría levantar sospechas. Asi que debía seguir actuando como alguien "normal"
Maki soltó la carpeta.—Esta bien, pero si necesitas ayuda en este caso u opinión, puedes decírmelo ¿De acuerdo?— cruzó sus brazos sobre su pecho.
Yuta suspiro de alivio. Aun así debía ser cuidadoso con lo que dejaba a la vista por su apartamento.—Lo tendré en cuenta.
—Y...— Maki miro aquel departamento —¿No me vas a dar un tour por tu hogar? Aunque sea ¿Crees que podrías llevarme a ver a los niños?— dijo en una leve sonrisa.
—Jeje claro, como dije, siéntete como en casa — dijo Yuta con una sonrisa —Como puedes ver este es el comedor, y acá al fondo está la cocina.
Maki miró aquel lugar.—Espero les hayas dado algo nutritivo de comer — dijo mirando las cazuelas donde aún quedaba algo de comida servida, así como algunos trastes en el fregadero.
—Les preparé una receta que aprendí en el extranjero. Mini pizzas caseras — dijo Yuta con orgullo.
—No suena nada mal y supongo que les gusto tu comida ¿No es así?— dijo Maki con una sonrisa.
—Yo digo que si porque hasta repitieron plato— dijo Yuta muy feliz de aquel platillo que preparo—Igual quedo algo de pizza casera y espagueti a la boloñesa por si gustas cenar.
—Muchas gracias, si me gustaría cenar un poco antes de ir a dormir. Pero antes me gustaría tomar una ducha... — miro a Yuta—¿Crees que podría usar tu regadera? Realmente me siento muy sucia con todo el sudor y de paso, terminé algo empapada por la lluvia, y la verdad, no quise usar las regaderas del gimnasio porque ya era muy tarde y simplemente quería venir con ustedes lo más pronto posible.
—Adelante, como dije, siéntete como en casa Maki san. Tu y nuestros hijos pueden usar este departamento a su gusto y comodidad— dijo este con una gran sonrisa mientras caminaba hacia la sala.—Ven, el baño está por acá.
—Gracias— dijo está siguiéndolo.
Yuta dio unos pasos hasta llegar a la sala ya que esta solo estaba a varios metros del comedor —Y esta de aquí es la sala— comento con una leve sonrisa.
Maki observó las galletas que estaban sobre la mesa de centro, asi como también los vasos para helado, incluso notó de cerca todos los juguetes que Yuta les había comprado. De paso, también distinguió el cuento que sabía era el favorito de su hijo, el cual estaba sobre el sillón.
—Parece que se divirtieron un poco — dijo está tomando una galleta y comiéndola mientras miraba con atención aquel lugar, dando una vuelta sobre sus talones.
—Jeje si, a los niños sí que no se les acaba pronto la batería — dijo Yuta con una gran sonrisa al recordar como habían jugado rato atrás.
Okkotsu siguió caminando hasta llegar al fondo del pasillo—Y por aquí está lo que resta de este lugar— tomo la perilla de la puerta del fondo— Aquí al fondo está el baño— abrió la puerta mostrando que era un lugar amplio — Como dije pueden sentirse como en casa y usarlo sin pena.
—Si que es amplió — dijo Maki mirando la regadera y todo el lugar en general.
—Pueden usarlo sin problema, igual si quieres puedes dejar algunos de los productos que usas aquí para tu comodidad al bañarte, Incluso, los niños y yo te compramos unas toallas de baño— dijo Yuta con una gran sonrisa y saliendo del baño y mostrando el espacio que había a un lado de este.
—Y acá, a la orilla está el pequeño espacio de servicio— dijo Yuta mostrando el espacio donde tenía una lavadora y una secadora, así como un pequeño lugar donde colgar la ropa y a un lado el closet donde guardaban las cosas de la limpieza.—Aunque dos veces por semana vienen algunas personas y se encargan de la limpieza de este departamento. Pero ahora que estén ustedes tres les pediré que vengan cuando tú lo digas para que no los molesten.
Maki observó aquella área, mirando cada parte con suma atención, tratando de encontrar alguna zona donde se pudiera esconder algo de la vista de los demás. Al igual que noto las toallas que supuso eran de sus hijos, colgadas en ese pequeño tendedero.
Aunque eso último que dijo Yuta le llamo demasiado la atención —¿Así que también tienes sirvientes, eh?
—Jeje algo así, supongo que es una ventaja de ser un hechicero de grado especial, que te manden personal de limpieza a tu hogar. Pero como dije, de ahora en adelante, ellos vendrán a limpiar este departamento solo cuando tu me digas que quieras que vengan. Quiero que aquí se sientan como reyes.
Maki sonrió un poco.
Yuta regreso unos pasos hasta donde había dos puertas.
—Y esta de aquí es mi habitación. Actualmente aquí están dormidos los niños — dijo en voz baja tomando la perilla.
Pero antes de entrar, Maki apunto a la puerta de enfrente de la habitación de Yuta.—¿Y qué hay aquí?— pregunto en voz baja.
—Esa es una habitación extra que estábamos usando como bodega— Yuta abrió la puerta de esa habitación y le mostró a Maki lo que había dentro.
También aquella habitación era muy amplia.
—Estaba pensando que esta podría ser la habitación de los niños de ahora en adelante — dijo Yuta con una gran sonrisa llena de ilusión —Pensaba amueblarla para que cada uno tenga una cama y algunas repisas donde tengan sus juguetes. Así como el closet puedan llenarlo con su ropa.
—Vaya, ahora te estás comportando como todo un padre — dijo Maki mirando aquel cuarto. Dando unos pasos dentro de esta para verla mejor. De verdad, era muy amplia, casi igual de amplia que la habitación de su casa.
—Es que ahora que pase tiempo con los niños, he tomado una decisión.
—¿Y cuál es esa decisión?
—Realmente quiero ser el padre que siempre necesitaron y para eso también tengo que tenerles su propio espacio aquí en este departamento para que se sientan cómodos. Y más que como dije, quiero recuperar el tiempo perdido con ustedes — dijo Yuta en un suspiro. Realmente quería pasar tiempo con ellos tres.
En cambio, a Maki le llamó la atención aquellas cajas y carpetas que estaban sobre el escritorio que tenían ahí dentro. Presentía que quizás ahí había algo de información sobre el caso que Yuta estaba investigando. Pero decidió que después husmearía el contenido de estas. Así que ambos salieron de esa habitación para entrar a la otra.
—Y como dije, está de acá es mi habitación — repitió Yuta en voz baja. Tomó la perilla y abrió con cuidado la puerta.
Ambos entraron y vieron que sus hijos seguían dormidos sobre aquella gran cama.
Maki se acercó a ellos con cuidado y los admiro dormir profundamente. Yuudai seguía en su posición, estaba sobre su costado izquierdo con su respiración tranquila. Él realmente era un niño muy tranquilo incluso al dormir. En cambio, Yurika incluso dormida seguía moviéndose demasiado. Ahora estaba con las piernas y brazos fuera de la cobija, ya que se movía mucho dormida.
A su madre le dio ternura esa escena, verlos dormidos y a salvo era lo que más le confortaba.
Después le dio un beso a cada uno en la frente y esa escena la vio Yuta desde el umbral de la puerta. Quería ver esa cálida escena de ahora en adelante por el resto de su vida.
Maki se alejó con cuidado de la cama para dejarlos dormir y se acercó a Yuta, quien seguía en el umbral.—Hay que dejarles dormir...— susurro.
—Si.
—Oye y antes de qué se me olvide y que salgamos de tu habitación— siguió susurrando Maki.
—¿Qué pasa?— preguntó Yuta en voz muy baja.
—¿Crees que podrías prestarme un pantalón o un short y una camiseta para dormir? Por favor... es que solo traigo ropa deportiva en mi bolso y no me gusta dormir con ella.
Yuta sonrió ante tal petición —Claro, deja te busco algo rápido — dijo este en voz baja y acercándose a su gran closet.
Maki desde el umbral de la puerta admiro aquella gran habitación. Incluso le sorprendió lo organizado que estaba todo el lugar ya que no recordaba que Yuta fuera tan ordenado.
Yuta saco un short negro y una camiseta azul marino de entre su ropa, sabía que esos eran los más cómodos que tenía.
Ambos salieron de esa habitación para dejar dormir a sus hijos en paz.
—Aquí tienes Maki san— dijo este entregándole esas prendas —Creo que también sería bueno que también te compremos algo de ropa para que tengas aquí.
—¿Así? ¿Y dónde la guardaríamos? Es más ¿En dónde dormiría yo?— pregunto esta con una mueca.
Yuta rasco su nuca—Bueno, podrías guardar tu ropa junto a la mía aquí en mi habitación y em... — su rostro se puso algo rojo —No sé si gustes también querer dormir en mi cama.
Maki rio a lo bajo por esa propuesta, después le plantó un beso cerca de los labios a Yuta.—¿Parece que alguien quiere jugar a la casita? ¿Eh?
Yuta se sorprendió por aquel fugaz beso, aun así puso sus manos en el rostro de esta y le dio algunos besos en los labios, los cuales fueron correspondidos por Maki.—Simplemente quiero — dijo entre besos —Estar contigo y con los niños como la familia que siempre debimos ser...
Aquellos besos siguieron un poco más. Parecía que sus labios realmente se extrañaron toda la tarde.
Maki le detuvo, sujetándole por las mejillas y recuperando el aliento —Ya lo veremos... bueno, deja voy por mis cosas a mi mochila para tomar un baño y ya después de eso podemos hablar un poco de todo lo sucedido esta tarde con los niños...– dijo en voz baja y despegándose de él.
—De acuerdo, mientras iré a calentarte la cena— dijo Yuta con una gran sonrisa.
11:20 p.m.
Maki salió de la regadera, se secó y cepillo el cabello, el cual se dejó suelto. Se puso la ropa que Yuta le había prestado, la cual le quedaba un tanto holgada, pero era perfecta para dormir.
Incluso le recordó cuando en sus años de preparatoria, ella usaba las camisetas o las sudaderas de este para cubrir su piel desnuda después de hacer el amor.
Una vez salió del baño, se asomó rápidamente a la habitación de Yuta para comprobar que sus hijos siguieran dormidos y así era. Yurika y Yuudai seguían cómodamente dormidos en aquella gran cama.
Antes de salir del pasillo, fue a colgar su toalla y mientras iba de regreso hacia la sala, estuvo tentada en entrar a la otra habitación donde Yuta tenía las investigaciones del caso y leer algunas de esas carpetas, pero decidió no entrar. Quizás podría hacerlo en otra ocasión. Pensó.
Maki salió a la sala sin hacer ruido, pero antes de ir hacia el comedor, le ganó la curiosidad por merodear por esta.
Se acercó a la repisa donde Yuta tenía todos sus recuerdos de su largo viaje, los cuales empezó a ver con detenimiento y curiosidad.
Mientras veía aquellas fotos de Yuta por el mundo, tuvo varios sentimientos encontrados.
—¿Y si hubiera ido con él al extranjero, a todos estos lugares hubiéramos ido los cuatro? ¿Los niños hubieran sido felices? ¿En qué país hubieran nacido? ¿Yo habría sido feliz? — Maki se preguntó mentalmente mientras seguía viendo esas fotos —Quizás nuestra vida hubiera sido otra...
Maki siguió viendo aquellas fotos hasta que se detuvo en una en especial. Una que le llamó bastante la atención, ya que en esta, Yuta estaba con un grupo de personas, las cuales, supuso eran más hechiceros.
Tomo la foto y la miro fijamente.
Un raro presentimiento le vino a la mente al ver a cierta mujer muy cerca de Yuta, una de cabellos largos y en tonos claros amarrados en una cola de caballo. Era una mujer de un fino y bello rostro, al igual que tenía una esbelta figura. Era una mujer muy atractiva.
—¿Acaso será "ella"?— se preguntó mentalmente mientras se mordía el labio. Aquel pensar le molesto bastante, al grado de dejar con brusquedad aquella foto en su lugar. Algo dentro de ella le decía que "esa" era aquella mujer con quien durmió ese idiota en el extranjero.
—Ojo de loca no se equivoca… pero espero equivocarme esta vez— se dijo mentalmente.
Suspiro molestia y mejor decidió alejarse de ahí e ir a la cocina para ya no pensar en ella. Pero bien dicen que las mujeres tienen un sexto sentido y más al detectar "quien es la otra mujer"
Pero no contaba Maki, con que aquel sentir era verdadero y su sospecha solo sería confirmada más adelante.
La luz del comedor estaba encendida y bajo esta estaba Yuta, el cual, estaba sentado en una de las sillas del comedor, aun mirando esas fotografías.
—Parece que estas muy entretenido con ese álbum — dijo está sentándose a un lado, observando como Yuta ya le había dejado servida la cena.
—Lo estoy...— suspiro — simplemente estoy mirando todo lo que me perdí por haberme ido por 7 años — dijo sujetando entre sus manos, una foto de Maki cuando esta estaba embarazada.
Maki también miró esa foto—Que recuerdo...— su voz sonó algo melancólica— en esa fotografía yo tendría cerca de seis meses — dijo dando una primera mordida a esa mini pizza. Incluso se sorprendió de lo delicioso que sabía aquello.
Yuta sonrió un poco al ver ese recuerdo—Te veías muy hermosa estando embarazada...
—Gracias, pero no fue un embarazo del todo "bonito" que digamos y más que los malestares eran al doble y bueno... lo demás ya lo sabes... diría que fue un embarazo muy triste— dijo ella con una mueca.
—He notado que casi no te sacaste fotos cuando estabas embarazada ¿Por qué?— dijo Yuta dándole vuelta a las demás páginas —Lo digo porque casi todas las fotos que hay en el álbum son de nuestros hijos.
Maki se encogió de hombros mientras comía un poco más. Trago y después contestó a eso.
—No tenía tiempo de tomarme fotos ya que debía trabajar para estar lista para cuando Yurika y Yuudai nacieran. En sí, esas pocas fotos de mi estando embarazada las tomo en su momento, Nobara, Tsumiki y Mai. Ellas estaban de acuerdo en eso de "tener recuerdos" pero yo no tenía ánimos...— suspiro y tomó esa foto donde ella estaba con sus pequeños bebés en el hospital —Pero les agradezco que haya hecho esto, porque si no, nunca le había sacado ninguna foto a nuestros hijos.
Yuta sonrió un poco por esa respuesta y siguió mirando las fotografías en silencio.
Ambos se quedaron así callados por un momento, pero aquel silencio fue roto por Yuta. Y más que una pregunta le atormentaba y de verdad quería saber su respuesta, mientras esta terminaba de comer.
—Maki san...
—¿Si?— Dijo está con la boca llena ya que seguía cenando.
—¿Tú crees que seré un buen padre para Yurika y Yuudai?— pregunto este, dejando las fotos delante de él y mirándola fijamente.
Maki dejó su plato a medio comer y suspiro ante tal pregunta.
—¿Acaso ellos dijeron algo malo de ti?
Yuta negó con la cabeza.
—No... pero desde hace rato estoy pensando en que si yo seré un buen padre para nuestros hijos y más que... — suspiro —No sé cómo tomen esta noticia cuando se lo revelemos.
Maki bajo los hombros.
—Pues en ese caso, solo lo sabremos cuando les contemos toda la verdad...
Yuta sonrió un poco.
—Y espero que eso sea pronto. Quizás una vez que entren en confianza les diré que soy su verdadero padre.
Maki elevo una ceja —Aja y ¿Cómo piensas decírselo una vez te tengan la suficiente confianza?
—Pues no se ¿Y si se los digo impresionándolos? No sé cómo con algún truco con mi técnica maldita — dijo con una leve sonrisa.
—mmm no creo que funcione— comento Maki llevándose más espagueti a la boca.
—¿Y si se lo digo con títeres? — dijo Yuta ilusionado.
Maki soltó una leve carcajada —Okkotsu, ellos ya no tienen 4 años. Hubiera funcionado si fueran más pequeños — sonrió apoyando su rostro en su mano y su codo en la mesa.
Yuta bajo los hombros.
—Entonces no es como decírselos...
Maki le tomo de la mano.
—No te preocupes por eso en este momento, ya encontraremos la ocasión adecuada en que se lo podremos revelar, además tu les caes muy bien en este instante siendo solamente su amigo y lo ideal será que sigamos así solo un poco más hasta que encontremos la forma adecuada para revelarles la verdad.
Yuta miro la mano de esta sobre la suya. Se sentía apoyado de alguna manera en ese instante y quizás ella tenía razón. Debían darle tiempo al tiempo.
—Si...— dijo este con una sonrisa mientras tomaba la mano de su amada con sumo cariño.
Ambos intercambiaron una dulce sonrisa, mientras sus manos seguían unidas.
Maki después cayo en cuenta de lo tan cerca que estaban. Sentía que debía controlarse y más que estaba con el "enemigo".
La peliverde aclaro su garganta y siguió hablando—Además, tienes suerte de que te estén conociendo ahorita que son niños— dijo esta con una sonrisa, soltando la mano de Yuta y empezando a recoger sus trastes usados de la cena.
—¿Por qué dices eso?— pregunto Yuta con confusión.
Maki se puso en pie.
—Porque si los hubieras conocido de adolescentes, lo más seguro es que te odiarían por haberte ido y por haber regresado así sin más explicaciones y más que se nota que nuestros hijos serán unos "busca problemas" — dijo con orgullo.
Yuta sonrió por eso, regresó su vista a las fotos mientras Maki iba al fregadero y lavaba los trastes sucios que había en ese momento.
Aquel ambiente le agradaba a Yuta, ya que todo se sentía muy hogareño. Y más que eso era algo que él anhelaba desde el fondo de su corazón.
Porque bien dicen que "El Hogar está donde está tu corazón" y su corazón estaba ahí, con su familia por fin reunida.
El hechicero cerró el álbum, se levantó y se acercó a Maki, abrazándola por la espalda.
Eso sorprendió a esta mujer, quien dio un pequeño salto sobre sí misma, pero no lo alejo, al contrario, sentía que tanto su encuentro íntimo de aquella tarde, como también aquella pequeña charla los había acercado demasiado.
—Gracias Maki San...— susurro este poniendo su barbilla en el hombro de esta.
Maki cerró la llave del agua.
—¿Y ahora por qué me agradeces?— dijo está, pasando sus húmedas manos por los brazos de este.
—Por todo. Por haber dado a luz a nuestros hijos y por haberlos cuidado por siete años en mi ausencia. Pero, sobre todo, te quiero dar las gracias por haberme dado la oportunidad de haber estado esta tarde con ellos y conocerlos mejor.
—No hay nada que agradecer, al contrario — dijo está con una sonrisa y dándose la vuelta para mirarlo de frente —Gracias a ti por cuidarlos esta tarde. Parece que eres una buena niñera — le dio un suave toque en la nariz con su dedo índice.
—Y después de lo de esta tarde, me gustaría cuidarlos más seguido. Si es que se puede— dijo este mirándola a los ojos y poniendo sus manos en sus mejillas.
—Pues no creo que exista problema con eso... así podrías pasar más tiempo con ellos y yo podría irme a trabajar tranquila de que tú los cuidas— sonrió Maki. Parecía que estaba poniendo en marcha algún plan.
—Eso me encantaría... así como me encantaría — Yuta fue acercando sus labios a los labios de Maki, los cuales rozó con cariño —Pasar más tiempo contigo también...
Maki se sonrojo por esas palabras, el aire se le cortó al sentir sus labios sobre los de ella. La tentación y la temperatura se sentían subir de nuevo como aquella tarde.
La peliverde paso sus brazos al cuello de Yuta —Bueno... hace rato pasamos un buen momento juntos... ¿O ya lo olvidaste? Incluso debo recordarte que me dejaste unas marcas en el cuello...— dijo está empezándolo a besar.
Yuta correspondió el beso, mientras sus manos fueron a su cintura —Claro que no lo olvide...– dijo entre besos —Y no creo olvidarlo por un tiempo... incluso podría dejarte más marcas por rodó el cuerpo...— susurro con un tono seductor.
Ambos empezaron a besarse con demasiado amor y pasión. El recuerdo de aquel íntimo y sexual encuentro les hizo sonreír una vez sus labios se separaron para recuperar el aliento.
—Y sobre lo de hace rato... sobre "el sexo de reconciliación" o como tu lo llamaste “Kintsugi…— dijo ella con la voz medio cortada por un suave y bajo jadeo.
—¿Qué sucede con eso?— Pregunto Yuta recuperando el aliento —¿Hice algo mal?— pregunto preocupado.
Maki sonrió por esa pregunta y negó con la cabeza.
—Para nada. Al contrario, me hiciste sentir algunas cosas que hacía siete años no sentía...— acaricio su rostro, en especial paso sus finos dedos por los labios de su amado, tocándolos con delicadeza — Pero hay algo más...algo importante sobre eso.
—¿Qué pasa con eso?— Yuta seguía con sus manos en la cintura de esta.
—Es solo que no quiero que se lo digamos a nadie de nuestros amigos ¿De acuerdo? — dijo Maki mirándolo fijamente con las mejillas sonrojadas—No quiero que los demás nos juzguen porque de nuevo tuvimos sexo...después de mucho tiempo...
—De mis labios no saldrá nada...pero eso quiere decir que ¿Ya estoy perdonado?— cuestionó Yuta con una sonrisa.
—¡Idiota!— dijo Maki jalando suavemente la mejilla de Yuta—Aun te falta más acciones por parte tuya para que te perdone del todo... entre esas acciones esta el cuidar de nuestros hijos y el cómo te lleves con nuestros amigos... eso también podría incluir tener más sexo de reconciliación como el de hace rato entre tú y yo...— dijo con una sonrisa.—Quizás solo así te ganes mi perdón por completo.
—Entonces me encargare de demostrarte cuanto te amo y cuanto deseo recuperarte con muchas más acciones... tanto en la cotidianidad — dijo Yuta con algo de picardía mientras sus labios bajaban al cuello de Maki —Como en la cama...— susurro mientras besaba aquellas marcas que le había dejado en la tarde y que ya se veían más desvanecidas, esto por su restricción celestial.
Eso hizo temblar a Maki una vez más. Sus labios se buscaron de nuevo, uniéndose en un beso lleno de pasión mientras aún se abrazaban fuertemente.
La idea de volver a hacerlo, cruzo por la mente de ambos, aun así debían controlarse y más que sus hijos estaban a una habitación de ellos.
Maki despego lentamente sus labios de los labios de Yuta y miro el reloj digital que tenían el horno. Notando que ya pasaba de la media noche.
—Lo mejor será que vaya a dormir con los niños...— dijo está con una suave sonrisa—Ya es muy tarde.
—Está bien, mi cama es tu cama, así que siéntete cómoda en mi habitación— dijo este con una gran sonrisa.
—¿Seguro?
—Muy seguro.
—Está bien. Pero ¿Y dónde dormirás tu?— pregunto está dando unos pasos hacia atrás para mirarlo aún de frente y poniendo las manos en la cadera.
—Dormiré en la sala, en especial porque aún hay algunas cosas que debo hacer— Yuta rasco un poco su cabeza.
—De acuerdo. Entonces, dejare que el hombre de la casa haga su trabajo — dijo Maki acariciando su mejilla.
—Veo que también a ti te está gustando la idea de "jugar a la casita" ¿No es así?— preguntó Yuta tomando la mano de Maki y besándola un poco.
—Admito que me está gustando el jugar al papá y a la mamá, pero aun asi— Maki pellizco suavemente la mejilla de Yuta —No te acostumbres demasiado ¿De acuerdo? Porque no te la pondré fácil.
—Jeje de acuerdo — respondió Yuta con una leve sonrisa.
Después de eso, ambos se despidieron con un beso más. Uno profundo.
12: 24 a.m.
Maki se acostó en medio de sus hijos, quienes parecían haber detectado a su madre, ya que se acurrucaron a sus costados.
Maki les dio un beso a cada uno en sus frentes—Descansen mis niños...
El pensar en toda esa situación que estaban viviendo, la hacía sentir miles de emociones. Sobre todo porque tenía miedo que sus sentimientos la traicionaran y más que sabía que jugar con fuego era peligroso porque podría quemarse.
—¿Qué haría Mai en esta situación?— se preguntó Maki mentalmente, recordando a su gemela.
Suspiro, solo esperaba poder salvarla de aquel infernal clan y más que las cosas, poco a poco empezarían a empeorar para ambas.
—Mai...— susurro Maki aquel nombre, antes de quedarse dormida.
En cambio, Yuta se quedó un rato más en el comedor, mirando aún esas fotografías. Aquel momento de soledad fue interrumpido cuando un mensaje le llego a su celular inesperadamente.
Era un mensaje de Katsumoto, quién le estaba avisando sobre que habían encontrado otra víctima del asesino de hechiceros. Y que esperaban que se presentarán inmediatamente a pesar de ya ser muy noche.
Yuta suspiro y puso la pantalla de su teléfono boca abajo.
—Creo que ya he tomado una decisión...— dijo pensando en su familia. —Es momento de tomar ese consejo y ponerlo en práctica— dijo recordando las palabras de cierto albino.
Esperaba haber tomado la mejor decisión y esa era que pondría primero a su familia, mientras que aquel caso, lo iba a atrasar lo suficiente hasta que fuera entregado a otro hechicero.
Además, Satoru le había dado esa opción y eso es lo que prefería Yuta en ese momento, el estar con sus hijos y con Maki más tiempo sin importar quien muriera en el proceso. Pero eso solo traería consecuencias más adelante.
Pero también, había una víctima más, una que silenciosamente sufría al igual que esa pareja de enamorados. Una que vivía un infierno en su propio hogar. Y esa era Mai.
Notes:
Espero les haya gustado, estaré leyendo sus comentarios como siempre.
Y díganme ¿Qué les pareció este capítulo? 👀
Por si no lo recuerdan, en el capitulo 22, Satoru fue quien le dio esta opción, o como dicen por ahí, le dio a Okkotsu este bien “mal” consejo sobre atrasar lo más que se pueda este caso y bueno, asi lo hará como pudieron leer, pero es obvio que esto traerá algunas consecuencias. ¿Qué consecuencias creen que traerá esto en la vida de esta familia? Estaré leyendo sus teorías.
Bueno, como dije al final del capítulo, Mai también es un personaje importante para esta historia, asi que de una vez se los comento, los siguientes dos capítulos trataran de ella y de como es su vida dentro del clan Zenin. Solo puedo adelantar que se vienen varias revelaciones importantes para esta historia y mas que las conversaciones que tendrá Mai con ciertas personas, dejaran a varios sorprendidos.
Pero no se preocupen, volveremos pronto con la familia Okkotsu, asi como próximamente tendremos más momentos padre e hijos, asi como un momento más de “reconciliación pasional” *giño* entre Maki y Yuta, asi como también varias salidas solamente de esos cuatro como la familia que debieron ser siempre❤, asi que digamos que veremos a Yuta más en una faceta de “amo de casa” en los próximos capítulos.
Solo no desesperen, denme tiempo y ténganme paciencia, por favor, actualmente no ando pasando una buena racha fuera de aquí, pero tratare de traer los capítulos lo mas pronto que pueda 🙏🏻
También, quiero agradecer a todos aquellos que aun siguen apoyando este fic, en serio, una disculpa si se esta haciendo muy largo, pero como he dicho en varias ocasiones, este es un long fic y están en todo su derecho abandonar la historia en caso que ya no les guste o les aburra.
Aun asi, para los que la siguen mes con mes, apoyándola con sus lecturas, votos y comentarios, en serio, les digo muchas gracias por todo su apoyo, prometo que no se van a arrepentir con esta historia.
En fin, espero les haya gustado, nos seguimos leyendo ❤
Los quiere Vera ❤
Pd: cuídense mucho en esta semana santa y de pascua para aquellos que festejan o salen de vacaciones.
Chapter 32: 30. El Corazón De Mai Zenin
Notes:
Hola a todos, aquí Vera trayendo un capítulo más de este fic, en especial porque este capítulo ya es el número 30.
¡Wow! En serio, muchas gracias por seguir apoyando este fic, y mas que les puedo asegurar que ya vamos a la mitad de esta historia, que como dije anteriormente, este será un fic largo, al cual, aun le queda muchos capítulos por delante y mas que se vienen muchas sorpresas y momentos super importantes e impactantes para “la familia Okkotsu”, el cual, ese sería el nombre del siguiente arco que vendría después de este y un capítulo más.
Y como dije con anterioridad, este capitulo y el siguiente serán sobre Mai Zenin, quien también considero es un personaje importante para esta historia, asi que preparen sus palomitas, que se viene varias revelaciones muy importantes.
Ya para terminar con estas notas iniciales, dejo un pequeño disclaimer/descargo de responsabilidad: El siguiente capitulo contiene referencias implícitas sobre abuso del tipo Sexual, repito, no es nada explicito, aun asi, dejo el disclaimer por políticas de la plataforma.
Ahora si, vayamos a conocer un poco más de Mai y de Choso ❤
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
"Hasta la mujer más fría, tiene un cálido corazón"
Unos días después
En la residencia Zenin.
Mientras Yuta y Maki estaban jugando a la casita y estaban tratando de recuperar su relación.
Había otra persona que también estaba involucrada en todo este caso, pero qué para nada estaba llevando una buena vida y eso la estaba volviendo en una verdadera víctima colateral de todo esto.
Y esa víctima era ni más ni menos que Mai Zenin. Aquella, que también tenía un papel importante en todo esto.
Para ser un día más en aquella residencia Zenin. Realmente era uno de los peores para esta.
La pobre despertó con dolor en todo su cuerpo, pero en especial en su intimidad.
Sabía lo que el desgraciado de su "marido", el idiota de Naoya había hecho con ella durante la noche. En sus muslos tenía las marcas visibles de aquel desagradable evento, incluso, entre sus ropas había rastros de su infernal semilla.
Odiaba esas noches, la hacía sentir sucia, la hacía desear nunca haber nacido y menos en aquel asqueroso clan, lleno de machismo y de gente mezquina.
Y aunque la mayor parte del tiempo, ellos dos no dormían juntos ni convivían, Mai odiaba cuando esté solo iba a su parte de la residencia a tratar de engendrar a un Zenin más o cuando iba para obligarla a crear réplicas de las armas que habían sido robadas.
—¡Necesito un baño urgente!— dijo Mai arrugando la nariz y llevando sus manos a su rostro, mientras se movía bajo las sábanas—¡Como odio este lugar!— se levantó tambaleante.
Aun en todo ese infierno, había alguien que la lograba mantener cuerda dentro de aquella residencia.
Mai tomó una ducha, sumergiéndose lo más que pudo en aquella agua caliente y tallándose todo el cuerpo una y otra vez para quitarse aquella asquerosa sensación que le dejaban aquellas noches.
En sus aposentos tenía su propio cuarto de baño, esto para que esta NO tratara de escapar de esa residencia. Era prácticamente como un pájaro atrapado en una jaula.
Era simplemente una víctima del destino, y más cuándo su propia madre y el desgraciado de Naoya trataban de tenerla lo más controlada posible. Sobre todo su esposo, ya que ella era como "un tesoro" y más cuando solo está podía crear las armas más letales y hermosas que necesitará el clan. Pero no podía crear un heredero.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
Aunque muy rara vez se le veía por los pasillos de la residencia, Mai prefería mantener su distancia y evitar la convivencia con los demás. Especialmente en aquellos días en los que las noches eran desagradables y desgastantes. Aun así, de vez en cuando salía a recorrer los pasillos de ese lugar que, en teoría, le pertenecía como esposa del líder.
Y para cuando quisiera salir por los pasillos de esa residencia, siempre tenia a alguien que la acompañaba. Un sujeto que, a pesar de no ser de su agrado, era su única compañía en ese infierno.
—Mi señora...— dijo Choso en una reverencia, por fin había podido entrar en aquellos aposentos después de que por varios días, se le fuera prohibido por órdenes del líder y desafiarlo o simplemente salirse del papel, podría ponerlos en riesgo.
Mai suspiro al verlo después de varios días —¡Hasta que apareces! ¿Dónde demonios estabas? Y deja de decirme "señora", te he dicho mil veces que me llames por mi nombre.
Choso hizo movimiento con la cabeza.
—Una disculpa Mai — su voz sonaba calmada— El motivo de mi ausencia es que por varios días No dejaron entrar a nadie más a este lugar a excepción de quienes te traían la comida, así que si entraba por la fuerza, podrían descubrirme.
—¿Y en ese tiempo que estuviste haciendo? ¿Acaso lograste salir de este infernal lugar, aunque sea por una vez?— preguntó Mai cruzando los brazos.
Choso negó con la cabeza.
—Debido a los asesinatos que han estado ocurriendo fuera de aquí contra miembros de este clan, se nos ha prohibido las salidas. Así que lo que me quedo únicamente fue guardar las apariencias, así que estuve haciendo el trabajo que tanto su madre como el líder Naoya nos ponían a hacer por igual. Sobre todo, porque este último se ve preocupado por algún motivo en particular.
Mai suspiro de nuevo y una gran mueca apareció en sus labios—¡Tsk! Ojalá el fuera el siguiente en morir— trato de relajar los hombros — No nos queda de otra que seguir soportando en esta infernal casa mientras logramos escapar de aquí.
—Aun así, lo último que supe del mundo exterior es que Yuki sigue frecuentando a tu hermana Maki y a tus sobrinos.
—¿Y qué noticias tienes de ellos? ¿Todos están bien allá fuera?— preguntó Mai con el corazón latiendo a mil en su pecho.
Choso hizo un sí con la cabeza.—Lo están y más ahora que Okkotsu ha regresado a la ciudad, parece que el caso del asesino de hechiceros está tomando fuerza. Y más que este hombre de grado especial es el que está a cargo de resolverlo.
—¡Solo espero que ese idiota nos pueda sacar de aquí!— Mai soltó el aire en un suspiro exasperado— Y también espero que Maki NO caiga a los pies de ese imbécil y terminen engendrando a otro bebé. Esos dos solo saben coger como conejos.
—Parece que Okkotsu no te agrada ¿Cierto?— preguntó Choso.
—¡Para nada! ¡Y menos cuando dejó a mi hermana embarazada y se largó del país por siete años!— dijo Mai con mucha molestia —No lo perdonaré tan fácilmente. Y como dije, solo espero que Maki haga bien las cosas ahora que ya se reencontró con él y que no sea una tonta.
—Entiendo... aun así, él es nuestra última esperanza — dijo Choso con voz tranquila.
—Desgraciadamente lo es.
Después de eso, Mai y Choso guardaron un momento de silencio. La lluvia estaba empezando a caer con furia, provocando todo un espectáculo en el patio.
—¿Deseas salir a dar una vuelta por el interior de la residencia?— pregunto Choso con amabilidad.
—Por el momento no.
—¿Entonces que deseas hacer?
Mai solo miro al pasillo y observó cómo estaba lloviendo a cántaros.
—Solo veamos la lluvia por un rato, mientras me da hambre...— dijo empezando a sentarse en el suelo de aquel pasillo, mientras acomodaba su kimono para no sentir frío.
—De acuerdo — dijo Choso sentándose en silencio a un lado de esta.
A veces había días que simplemente esos dos se quedaban así. En silencio, mirando la vida pasar lentamente a fuera de esos aposentos.
Y a pesar de que ya se conocían desde hacía tres años atrás, a veces seguían sintiéndose como unos completos desconocidos por los largos silencios que podían pasar entre ellos.
Mai a los minutos se cansó de estar sentada y fue cuando decidió recostarse en el pasillo, mirando como la lluvia caía con más fuerza.
Realmente Mai extrañaba su vida fuera de aquel lugar. Echaba de menos a su hermana, a sus sobrinos, a sus amigos, a la libertad de elegir su ropa y el sabor de la comida del exterior, extrañaba usar un celular y el poder ver programas y telenovelas en la televisión.
Estar de vuelta en la casa donde nació y creció era demasiado aburrido y más siendo por desgracia la mujer del líder de aquel clan.
Ya no era una simple sirvienta, ya no tenía las manos callosas ni cansadas, ni las rodillas raspadas por tener que limpiar aquellos pasillos y cuartos, y mucho menos tenía las manos marchitas por tener que lavar la ropa de otros.
Tampoco ya no tenía cortadas en las manos porque ya no tenía que preparar la comida para los demás, ahora ella tenía sirvientes que le lavaban, que le limpiaban su cuarto y le preparaban los alimentos.
Ahora era la "señora de aquel lugar", un título que no cualquier mujer podría tener. Pero que desgraciadamente ella no disfrutaba ya que ella odiaba estar en ese lugar más que nunca.
Desde que había regresado a esa mansión, había sido privada de toda tecnología, así como de todo aquello que pudiera comunicarle con el exterior.
Incluso las cartas que por tres años intercambió de contrabando con su hermana, ya no podía entregarlas desde hacía tiempo atrás debido a las nuevas restricciones que comenzaron después de dichos asesinatos hacia miembros que sirvieron a tal clan.
En si, muchos sirvientes ya tenían prohibido salir y los sirvientes que servían desde el exterior, tampoco podían entrar desde que se descubrió que alguien había robado algunas armas del clan. Así que la seguridad en aquel lugar había aumentado el doble ante la amenaza de tal nuevo asesino de hechiceros.
Realmente Mai estaba sorprendida de aún no haberse vuelto loca ahí adentro, no entendía de dónde había encontrado tanta fortaleza mental para soportar el ser constantemente presionada para engendrar un heredero, así como el mantenerse de pie después de varios abortos y el estar creando armas para el imbécil de su esposo.
Aunque la idea de morir no era desechable, no tenía el valor suficiente para hacerlo porque aún tenía la esperanza de ver una vez más a sus sobrinos y a su hermana. Así como aún conservaba la esperanza de ver a alguien más, alguien a quien había dejado plantado en una cita hacia casi tres años atrás. Y toda esa esperanza de salir de ese infierno estaba puesta en Okkotsu.
Mai sacó su mano del pasillo para sentir la lluvia, aquella agua fría caía con fuerza contra su piel, empapándola de más recuerdos que dolían.
Aquellas gotas le recordaron por un momento aquella noche cuando asesinaron a aquella chica, aquella que daría inicio a todo este efecto "Bola de nieve". Quizás el acabar de nuevo en aquella residencia era su Karma por lo ocurrido hacia siete años atrás, o eso es lo que pensaba esa peliverde de mala gana.
Un suspiro de fastidio salió de su pecho, mientras regresaba su mano hacia dentro y así evitar que su kimono se mojara más.
—Que aburrimiento, de verdad odio estar aquí dentro — una mueca de total molestia apareció en sus labios —¿Y tú? ¿Como demonios es que tú no te aburres aquí?— miro a Choso, quien estaba sentado a casi un metro de ella, también mirando la lluvia caer.
Él la miró y bajo los hombros.—Aun hay cosas que no entiendo del todo de ustedes de los humanos. Admito que el aburrimiento es un tema que ya he experimentado con frecuencia.
Aquella respuesta le parecía extraña a Mai. En sí, todo lo de este sujeto le seguía pareciendo extraño, pero desde hacía tres años atrás no le quedaba de otra que solo confiar en él.
Aún recordaba la vez que Choso llegó a ese clan haciéndose pasar por otra persona, más específicamente a un ex miembro del clan, quien se parecía bastante físicamente a este y por eso mismo paso desapercibido. Y quien rápidamente se ganó la confianza del aún líder Naobito y de Naoya, quienes le dejaron estar al cuidado de esta.
Al inicio Mai desconfiaba mucho de él, pero cuando este le entregó la primera carta de Maki, sabía que él era aquel que habían enviado para cuidarla y estar mandando mensajes al exterior. En otras palabras, el simplemente era un infiltrado que tenían como aliado y como mensajero.
Aun así, no le dejaba de parecer bastante "rarito"
—En serio, a veces me pregunto que 0eres realmente— Mai llevo su mano a su rostro —Bueno, ya no importa, y dime ¿Que es en lo que piensas o recuerdas para no aburrirte aquí?
—Bueno, trato de mantener mi mente ocupada con algunos pensamientos y recuerdos como me enseñó Yuki.
Mai levanto una ceja.
—¿Pero qué tipo de recuerdos tienes tu?— pregunto queriendo sacar conversación.
Choso sonrió levemente.
—Principalmente son recuerdo sobre mis hermanos.
—¡Espera!—Mai se sorprendió ante tal respuesta.
— ¿Tienes hermanos? ¿Cuantos? Eso no me lo habías dicho antes — contesto está fingiendo interés. Realmente estaba tan aburrida que estaba dispuesta a escuchar cualquier cosa.
Choso sonrío con orgullo —Soy el hermano mayor de nueve. Prácticamente pienso en todos ellos todos los días.
Mai alzó un poco las cejas.
—Bueno, ahora entiendo porque te mandaron a que me protegieras— su mano jugo con un mechón de su verde cabello— Y Cuéntame ¿Dónde están todos ellos?— cuestiono.
—Desgraciadamente dos de ellos están muertos y los otros siete están sellados en la academia— contesto Choso con melancolía y guardando sus manos en las largas mangas de su kimono.
Mai no entendía nada de eso, así que prefirió cambiar ya de tema.
—¿Y en que o en quien más piensa un ser como tu?— pregunto llevando de nuevo su mano a su mejilla.
En la cara de Choso se formó otra sonrisa mientras veía la lluvia caer.
—En días lluviosos como estos pienso en mi esposa, en Tsukumo Yuki.
Mai chasqueo la lengua ante tal respuesta.
—¿Hay algún problema?— cuestiono Choso al escuchar aquel ruido.
—Ninguno, es simplemente que no puedo creer que tú y Tsukumo se hayan casado.
—¿Te parece extraño eso?— Choso levanto una ceja.
—Mucho y más viniendo de ti y de ella.
—¿Pero eso no es lo que hacen los humanos cuando encuentran a otro de sus semejantes con quien son compatibles? ¿Eso no es lo que hacen las personas enamoradas?— cuestionó Choso ladeando un poco la cabeza.
Mai empezó a explicar —No es que me parezca raro el matrimonio en sí, lo que me desconcierta en este caso es ella — movió un poco su mano— Lo digo sin ofender, por su forma de ser. Siempre pensé que Tsukumo era una mujer a quién le gustaba su libertad.
Choso soltó una risita.
—Admito que Yuki puede llegar a ser muy rebelde en algunos aspectos, pero puedo asegurarte que ella tiene un gran corazón. Uno que quizás solo me ha mostrado a mi — llevo su mano a su pecho, a la altura del corazón —Ella hizo que yo comprendiera y valorará más esta vida como nunca pensé que lo haría. Ahora cada día, a pesar de estar en este cautiverio, aprecio cada instante— saco la mano afuera del pasillo para sentir la lluvia contra su piel— Así como también, valoro el tiempo a solas.
La gemela menor podría notar ese brillo en los ojos de su guardián, era un sentimiento que ella dejó de sentir hacia años atrás.
—¿Y tú la extrañas?— pregunto Mai, observando como Choso sentía la lluvia caer contra su palma.
—Demasiado. Ella me enseñó a ser humano una vez más y también me enseñó lo que es el amor y la confianza. Así que confío plenamente en que un día volveremos a ser libres— Choso giro su cabeza para ver a Mai —¿Y tu? ¿Acaso no extrañas a tus sobrinos y a tu hermana?
Mai soltó un leve suspiro.
—Los extraño como no tienes ideas.
—¿Y tú los amas a ellos, no es asi?— pregunto su guardián con su mirada fija en ella.
Mai también miro hacia la lluvia, tardo un minuto en contestar a esa pregunta ya que recordó su corta vida al lado de esos tres.
—Por ellos di mi libertad, y si eso no fue suficiente prueba de mi amor hacia mi hermana y mis sobrinos, entonces no sé qué otra prueba de amor fraternal necesito dar. Incluso daría hasta mi vida por ellos si así lo necesitarán — contesto con total seguridad, su vista se centró en Choso.—Podre ser seria o quizás podrás juzgarme de frívola, pero también tengo un corazón si es lo que querías saber.
Choso sonrió por aquella respuesta.
—Siempre lo supe.
Mai miro hacia la lluvia de nuevo y guardo silencio ante esas palabras, decidió contemplar como el cielo se iluminaba y retumbaba ante los truenos y rayos de aquella lluvia que caía con fuerza.
Un suspiro salió de su pecho, a ella no le quedaba de otra que confiar tanto en Choso y Yuki, así como en Okkotsu. De este último solo esperaba que de verdad, la fuera a ayudar a salir de ese infierno y que su carta hubiera sido leída por él.
—¿Y tu?— Choso quiso seguir conversando un poco más.
—¿Yo que?
—¿Qué es lo que más extrañas de tu vida fuera de aquí? ¿Acaso extrañas a alguien más a parte de tu hermana y sobrinos?
Mai resoplo con un tanto de molestia por esa pregunta mientras se ponía en pie —¡Extraño la que era mi vida fuera de aquí!— elevo un poco su voz y empezó a enumerar —Extraño ir de compras con mi mejor amiga Momo, extraño vestir a la moda y no tener que usar esta estúpida y tradicional ropa— movió con brusquedad su kimono— extraño comer carne de vez en cuando así como la comida chatarra, extraño mi celular, extraño todo lo poco que tenía — parecía que iba a desplomarse, poco a pocos sus rodillas tocaron el suelo— Si, extraño mi vida fuera de esta jaula.
Choso la miro con atención mientras Mai seguía hablando.
—Y si, además de extrañar a la idiota de mi hermana y a sus hijos, extraño también a mis demás amigos— Mai bufo por eso que dijo, parecía más un ruido de lastima—O los pocos que podía nombrar asi...— miro a Choso, quien le hizo un pequeño si con la cabeza para que continuará hablando.
—Extraño demasiado a mi mejor amiga, la primera y única que he tenido en realidad — se le dibujo una leve sonrisa en los labios— aunque supongo que Momo debió irse a Estados Unidos... aun así me da pena el saber que no pude despedirme de ella...— se sentó en el suelo, abrazando sus rodillas —También extraño a la ingenua de Miwa, gracias a los mangos que le robe, es que me empezaron a gustar su sabor— soltó un suspiro de nostalgia — Debo decir que era agradable pasar tiempo con ella y con Momo, en especial cuando íbamos de compras. Incluso sabía que algunas personas nos consideraban un "peligro"— dijo en una risita muy a lo bajo.
Choso sonrió por esas palabras.
Mai continúo hablando.
—Debo confesar que también extraño a los demás hasta cierto punto— suspiro y miro hacia la lluvia.
—¿Quiénes serian esos demás?— cuestionó Choso con curiosidad.
— Me refiero a los otros compañeros de la escuela. Hablo de los míos, no de los idiotas compañeros de Maki.
—Entiendo.
—Si... — La peliverde suspiro —De entre ellos extraño a Mechamaru. Siempre tuve curiosidad de saber cómo era en realidad físicamente, ya que siempre andaba en su lugar uno de sus robots por todo el instituto.
—¿Robot?— Choso elevo una ceja ante tal respuesta.
—Es algo difícil de explicar. Quizás tu esposa sepa de él ya que supe que también sufría de una restricción celestial y quizás lo investigo también.
—Quizás Yuki sepa algo de él, así como de todos tus amigos. Espero poder contactarla pronto...— Mai suspiro —También admito que extraño a otra persona que tu esposa conocía bastante bien.
—¿Así? ¿A quién?— Choso ladeo la cabeza un poco ante tales palabras.
—Al gorila de Aoi— dijo Mai con un chasquido —Me preguntó que será de ese idiota. Lo único que extraño de él es el ir a los conciertos de Takaba san... me pregunto si ella ya se retiró de los medios — dijo en un suave puchero y extendiendo las piernas.— También extraño verla y escucharla...
—Vaya, se nota que si tenías amigos afuera y que los extrañas de verdad — comento Choso mirándola fijamente.
—Como dije, podre parecer frívola pero no soy tan superficial como todos creen, yo sí tenía una vida allá fuera — Mai hizo levemente su cabeza hacia atrás.—Aunque...
Esas palabras llamaron la atención de Choso —¿Aunque?
—Admito que también extraño a alguien en especial...— susurro Mai mirando la lluvia.
—¿Hablas de tu mejor amiga?— pregunto Choso.
Mai negó con la cabeza.
—Esta vez hablo de otra persona... un hombre en realidad, alguien que también fue mi compañero en preparatoria y que digamos, no fue hasta años después que note que era un gran chico. Alguien de quien nunca creí poder ser cercana o correspondida de la misma forma.
A Choso le llamo demasiado la atención esas palabras. —¿Hablas de que tenías un cómplice?
Mai le miró fijamente —Quizás esa sea la palabra exacta a lo que él y yo éramos ya que ambos nos contamos muchos secretos que podían hacer que los clanes se metieran en jaque... nos hicimos muy cercanos poco antes de que a mi me metieran aquí de nuevo— suspiro— Aunque él pudo haber sido la causa principal del porque el imbécil de Naoya me tiene atrapada aquí — miro la lluvia.
—Suena más a que ustedes pudieron ser algo más que amigos. Lo digo por como lo describes... suena más a que él y tu fueron amantes...
Mai se encogió de hombros.
—Si, quizás esa sea la palabra correcta entre lo que paso entre él y yo.
—¿Y cómo era él?— preguntó Choso con amabilidad.
—Bueno, él era un total idiota de ojos rasgados — suspiro mientras lo describía un poco —Me preguntó si actualmente se habrá dejado crecer de nuevo el cabello o si se lo dejo corto. O mínimo si aún mantiene contacto con su madre y hermano o si ya ha hecho algo bueno por su clan.
—¿Su clan?— Choso elevo una ceja.
Mai suspiro y recargo su espalda contra la pared de madera de afuera de su habitación —Si... digamos que él y yo en un inicio no nos llevábamos bien por ser de clanes rivales ... pero fue unos meses antes de que me encerraran aquí que él y yo volvimos a encontrarnos y sucedieron algunas cosas — sonrió levemente — Aún recuerdo bastante bien el día en que nos reencontramos después de años...
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Flashback.
Hace tres años atrás.
En una tarde a finales del verano.
—¿Zenin?— nombró aquel hombre con sorpresa, que hasta sus ojos, los cuales siempre parecían estar cerrados, se abrieron de la impresión.
Nunca imaginó ver de nuevo a alguno de sus compañeros de la escuela de hechicería después de tanto y menos a “ella”.
—Vaya— La nombrada por su apellido se detuvo con sorpresa. Al destino le gusta jugar de maneras curiosas, pensó.
— ¡Mira a quien nos venimos a encontrar por estos rumbos, parece que Kioto es muy pequeño! —Llevo una de sus manos a su cadera— ¿No se supone que un futuro líder de los Kamo como tú, debería estar en su residencia? Es raro que ustedes se dejen ver — preguntó Mai, deteniéndose junto a aquella carriola que llevaba delante de ella con su otra mano.
—Si que ha pasado un tiempo…Mai…— logró pronunciar Noritoshi mirando esa carriola, de donde unos ruiditos salían.—Veo que pasaron muchas cosas…— su voz sonaba con sorpresa.
Mai noto esa cara que todos hacían cuando la miraban a ella y a esa carriola.
—¿Qué te parece si nos ponemos al corriente con una charla?— comento esta con una pequeña sonrisa. Por algún motivo, agradecía al destino haberse encontrado con ese sujeto.
—¿Eh? ¡¿Esta niña es hija de Maki?!— exclamó Kamo sorprendido al ver a esa pequeña de dos años y seis meses dormida en aquel pequeño vehículo para bebés.
—Así es — dijo Mai con una gran sonrisa.—Es mi sobrina, su nombre es Yurika.
Ambos estaban sentados en una banca a la sombra de un edificio, cerca de un centro comercial muy conocido en aquella ciudad. El verano se sentía en el ambiente.
—Admito que, por un momento, pensé que era tu hija…— Noritoshi por alguna razón que incluso él desconocía, se sentía aliviado al escuchar aquello.
—Todos dicen eso— comento Mai con orgullo mientras acomodaba la sábana que cubría a Yurika, la cual estaba tomando una siesta en aquella carriola —Esa es una ventaja de tener una hermana gemela. Cuando esta se convierte en madre y los hijos salen parecidos a ella, uno como gemela puede hacerse pasar como la madre de estos —acarició con cariño las mejillas de esa bebé.
—Pues claramente pasas como si fueras la madre de esta niña.
—Gracias, digamos que yo no le di a luz, pero la cuido como si fuera mía
—Y hablando de Maki san…— el semblante de Noritoshi parecía decaído— Debo darte mi pésame por lo de tu hermana…— suspiro— me enteré tiempo después por parte de alguien de la sede que esta murió trágicamente — miro a esa bebé.
Mai se mordió levemente el labio al escuchar eso, fue ahí que descubrió que Noritoshi no estaba al tanto de lo sucedido fuera y ese gesto lo noto su acompañante.
—¿Sucede algo?
—Eso más bien debería preguntarte yo a ti. ¿Acaso no has hablado con nadie más de nuestros compañeros? ¿Acaso no tienes contacto con Momo o Miwa aunque sea? ¿o con el fastidioso de Aoi? O ¿mínimo sabes algo de Mechamaru?
—No— contesto Noritoshi con firmeza.
— Desde que ustedes fueron libres y se deslindaron de la academia, he perdido contacto con todos los demás.
—Bueno, eso explicaría por qué no sabes la versión real de los hechos.
—¿Qué estás tratando de decir con eso?
Mai de nuevo se mordió el labio. Aun así, sentía que debía decirle la verdad.
—¿Sabes guardar un secreto?— lo miro con seriedad.
Noritoshi hizo un sí con su cabeza.
—De mi boca no saldrá nada.
Mai le miró a los ojos tratando de ver si realmente podía confiar en él.—¿En serio? Porque necesito que guardes este secreto hasta la tumba.
—Tienes mi palabra como amigo.
A Mai le sorprendió aquella palabra.
—¡Espera! ¿Desde cuándo tú y yo somos amigos?— preguntó al instante —Pensé que YO no te caía bien.
—Ya no somos unos adolescentes Zenin para pensar en esas cuestiones superficiales.
—¿Puedes dejar de llamarme por mi apellido?— Sonó molesta.
— Además, si te voy a contar esto que es súper importante, tengo que verificar que si eres de confianza— Mai se cruzó de brazos —Sin embargo, debo admitir que pensé que yo te caía mal y más por el cómo nos llevábamos en la preparatoria.
—Nunca me caíste mal. Ni me desagradaste —Confesó Noritoshi mirándola a los ojos.
— Simplemente en ese tiempo tenía muy arraigadas las ideas conservadoras de mi padre, así como los perjuicios de mi clan — bajo los hombros — Pero ahora que tengo más “libertad” como persona y que he madurado un poco más, me doy cuenta de que esa actitud mía hacia a ti y hacia los demás en nuestra época académica era únicamente por prejuicioso.
Mai suavizó un poco su rostro.
—Bueno, tienes razón. En ese tiempo nuestros ideales a causa de los estúpidos prejuicios de nuestros clanes nos hacían chocar.
—Y por lo que veo que tú también has madurado, Mai.
Esas palabras hicieron que esta le mirara con rapidez.
—¿Por qué lo dices?
—Por que estamos manteniendo una charla por más tiempo de lo debido, cuando claramente en preparatoria ni la palabra me sostenías.
—Bueno, admito que con todo lo sucedido, siento que tuve que madurar más rápido de lo normal —Suspiro. —Pero volviendo al punto, supongo que no sabes lo que realmente ocurrió hace casi tres años atrás, ¿No es así?
—Como dije, una vez ustedes fueron libres de abandonar la academia, perdí contacto con todos los demás— Noritoshi suspiro. —Así que digamos que apenas yo también estoy siendo “libre” de elegir algunas cosas por mi propia cuenta.
—¿Qué quieres decir con eso? ¿Acaso tu no abandonaste la sede?— Mai parecía bastante sorprendida por como lo decía.
Noritoshi negó con la cabeza.
—A diferencia de ustedes, yo no pude ser libre como quería.— parecía decepcionado —Una vez todos se fueron, yo me quedé solo, así que no tuve más remedio que regresar al clan Kamo y más que sigo siendo el siguiente en la línea de sucesión. — miró a su alrededor. —Desgraciadamente no pude librarme de eso.
—¿Así que tarde o temprano serás el siguiente líder de ese clan?
—Así es. Más específicamente eso sucederá hasta que mi padre muera o hasta que él decida darme la sucesión. Pero mientras eso pasa, decidí estudiar la universidad.
—¿Y es por eso que estás fuera del clan en este momento? Yo imaginaba que te habías escapado para dar una vuelta antes de volverte loco dentro de tu lujosa residencia — bufó Mai.
—Aunque no lo parezca — empezó a explicar Noritoshi — Logre convencer a mi padre después de mucho para que me dejara estudiar una carrera. Esto con el “sustento” de que yo quería ser un líder mejor preparado para la sucesión. — movió un poco sus manos —Además, mi plan como siguiente en la línea es crear alianzas fuertes con más clanes, pero al mismo tiempo, quiero tener más contacto con hechiceros tanto de este país como de otras naciones. Quiero que el clan Kamo sea mejor políticamente hablando y de modernas y mejores soluciones a todo lo referente con la hechicería.
—Así que es por eso que te tope por aquí…— dijo Mai con curiosidad.—Y puedo saber ¿Qué se supone que estás estudiando?
—Correcto. Estoy en mi día de descanso de la universidad, más correctamente venía de ver a mi madre— hizo una leve pausa —Y estoy estudiando ciencias políticas, aquí en Kioto. Aunque debo ser sincero, también todo esto de la universidad, lo he tomado de pretexto para salir de la residencia y poder seguir conviviendo un poco más con mi madre y mi hermano.
—Vaya. Eso sí que no me lo esperaba de ti.
—Y ahora que ya sabes por qué estoy aquí ¿Acaso ya me vas a decir esa “verdad” de la que tanto hablas?— cuestionó Noritoshi con seriedad.
Mai tomó un respiro profundo.
—Bueno, tú acabas de ser sincero y me acabas “de revelar” por así decirlo un secreto de tu clan, así que ahora me toca decirte un secreto. Pero solo te lo diré si prometes guardarlo hasta la tumba —Lo miró fijamente.
—Y más que esto es algo que todos nuestros demás amigos y compañeros saben y han comprobado con sus propios ojos y han sabido guardar bien el secreto por estos casi tres años.
Kamo solo hizo sí con la cabeza.
—Lo guardaré para siempre. Te doy mi palabra como amigo.
Mai tomo un respiro antes de soltar aquella verdad —Bien, sucede que…— titubeo momentáneamente y más que tenía frente a ella a un próximo líder de un clan. Pero también pensó que esa verdad podría darle alguna ventaja.
—¿Es que? — Kamo ladeo un poco la cabeza, esperando la respuesta.
Mai tomó un respiro y se armó de valor. —...Maki jamás murió. Ella sigue viva…
—¡¿Qué?!— Noritoshi abrió demasiado los ojos —¡Pero! ¿Cómo es eso posible? Todos en la academia y en la sede lamentaron su muerte. Incluso yo visite su tumba para comprobar lo que decían.
—Pues créelo, ella sigue viva.
—Entonces ¿Quién está en esa tumba?— preguntó Noritoshi con un rostro muy serio.
—Es una larga historia que no quiero contar en este momento —Mai se encogió de hombros —Pero lo que debes saber es que mi hermana no está muerta y ella no se encuentra enterrada ahí. Solo fingimos su muerte simplemente para poder protegernos del clan Zenin ... ya sabes…— volteo a ver a Yurika, quien seguía dormida en su carriola.
Noritoshi miro a esa bebé también. Comprendió enseguida la situación.
—Entiendo. Tiene lógica sino tanto ella como esta bebé pudieron haber muerto a manos de ellos. — giro su rostro para ver a Mai —¿Y dónde esta ella actualmente?
—Maki actualmente está en el hospital cuidando de su otro hijo, quién es el mellizo de esta bebé.—Explicó.
—¿Mellizo?— Aquella revelación sorprendió demasiado al Kamo.—¿Ósea que esta niña tiene un gemelo?
—Así es… —Mai no despego su vista de su sobrina— Maki dio a luz a dos bebés hace casi tres años atrás, un niño y una niña más específicamente. — Miro a Noritoshi mientras explicaba la situación —Lamentablemente su hermano de nombre Yuudai se las ha visto negras debido a sus problemas de salud que ha cargado consigo desde su prematuro nacimiento. Su mellizo es quien se llevó la peor parte de todo esto.
Su compañero soltó el aire en un ruidoso suspiro. —Debo admitir que esta noticia sí que no me la esperaba… todo esto me ha dejado impactado…
—Si, sé que esto es algo difícil de asimilar a la primera — Mai lo miró fijamente —Así que Noritoshi, te pido por favor— su voz era muy seria mientras se dirigía a él— Guarda este secreto como si tu vida dependiera de ello… si realmente dices ser mi amigo, guarda este secreto hasta el fondo y no se lo reveles a nadie. Si no, juro que te mataré.
—Te lo prometo. Me llevaré este secreto a la tumba. Tienes mi palabra tanto como amigo como futuro líder de mi clan.
Ambos se miraron fijamente por un instante, parecían estar comprobando si realmente podían confiar en el otro. Eso hasta que Yurika hizo unos ruiditos, haciendo que Mai la meciera suavemente en su carriola para que siguiera dormida, mientras le tarareaba un poco.
—Aún es tu hora de la siesta mi princesa, duerme un poco más — acarició la mejilla de esa niña, quien se veía bastante tranquila con la voz de esa mujer.
Kamo observó toda esa tierna escena. De verdad, uno pensaría que esa niña sería hija de Mai, incluso por la ropa que vestía en tonos rosas que hacían combinación con la ropa de su tía. Y el cómo esta pequeña, parecía quererla demasiado.
Aun así con toda y esa linda escena, que le hacía ver a Mai con otros ojos, Noritoshi quería preguntarle algo más.
—Y…— tenía una leve sospecha que quería calmar —¿Quién es el padre de estos dos bebés?
Mai soltó un suspiro de fastidio ante tal pregunta.
—Es ni más ni menos que el idiota y cobarde de Okkotsu. Ese bastardo tuvo el descaro de abandonar a Maki estando embarazada— soltó muy furiosa.
Aquello sorprendió bastante a Noritoshi.
—¿Acaso Okkotsu no sabe que tiene hijos? ¿Como que abandonó a tu hermana estando embarazada?— estaba perplejo —No me lo creo de él…
Mai rodo los ojos y su estómago se revolvió de coraje al tener que hablar de ese idiota.
—¡Pues créelo! ¡Ese idiota abandonó a mi hermana sin saber que estaba embarazada!
—¿Acaso no alcanzó a saberlo antes de salir del país?
Mai torció la boca.
—En realidad, digamos que mi estúpida hermana nunca le confesó que estaba embarazada. Y lo demás es algo complicado de explicar, pero en términos simples, digamos que parece que “alguien” jugó de manera sucia para separar a esos dos.
En ese instante, Mai capto lo que acababa de decir Noritoshi— ¡Espera! ¿Cómo sabes que él salió del país?
—Se varias cosas gracias a mi posición de ser el siguiente en la sucesión …— La miro fijamente— Mai…—Noritoshi frunció el ceño ante lo primero que dijo está —¿Estás suponiendo que alguien provocó la separación de tu hermana y de Okkotsu?
Mai bajo los hombros.
—Así parece… es algo difícil de explicar y no estoy de humor para hablar de eso —lo miró fijamente —Aun así, no le perdonaré a Okkotsu por haber abandonado y roto el corazón de mi hermana.— movió las manos. —Simplemente él se fue del país, así sin más y parece que ya ni se acuerda de Maki porque en ninguno de estos tres años él ha regresado por ella… — chasqueo la lengua con enojo puro —De seguro ese idiota ha de estar disfrutando de su largo viaje en el extranjero, divirtiéndose y siendo muy feliz, conociendo lugares y personas mientras mi hermana se parte el lomo cuidando a sus hijos.
—Te equivocas en eso de que él es feliz…— respondió Noritoshi rápidamente.
—¿Qué dijiste?— pregunto Mai en shock.
—Dije que Yuta para nada es feliz en el extranjero.
—¿Que? ¿Acaso estas del lado de ese idiota?— Mai levanto la voz muy molesta.
—No estoy del lado de Okkotsu, pero puedo asegurarte de que él no es feliz… al contrario, es alguien sombrío…
Mai elevo una ceja.
—¿Y tú como sabes eso? ¿Acaso tienes contacto con ese idiota?
Noritoshi movió un poco la cabeza.
—Contacto como tal no, pero me lo tope hace un tiempo atrás en el extranjero…
—¡¿CÓMO?! —Mai gritó estupefacta. Necesitaba una explicación. —¡Suelta la maldita sopa! ¿Dónde y cuándo viste a Okkotsu? ¿Hace cuanto fue eso?— Lo miro con ojos asesinos.
Noritoshi torció un poco los labios ante tal escándalo.
—Está bien, te lo diré…
Mai aguantaba la respiración mientras esperaba esa respuesta.
—Fue hace tres meses atrás, me lo tope a lo lejos una vez estábamos en China— empezó a explicar mientras miraba a Yurika. Realmente esa niña se parecía también a su padre.
—¡Espera! ¿Qué estabas haciendo tú y él en China?— Mai elevo una ceja.
—A eso iba— Kamo empezó a explicar —Hace unos meses atrás, los líderes de los tres grandes clanes fueron invitados a ese país por otros clanes para tratar algunas cuestiones entre hechiceros de las dos naciones. Yo esa vez acompañé a mi padre para ver de qué se trataba y aprender un poco más.
—¿Y ahí, a quien de los tres grandes clanes viste? ¿Acaso si fueron los Zenin?— pregunto Mai con un nudo en el estómago. Quería comprobar algo.
Noritoshi negó con la cabeza.
—No, a tu líder no lo vi esa vez. Nadie con el apellido Zenin se presentó.
Mai soltó un pequeño ruido desde su garganta, parecía una seña de burla.—Era de suponerse, a los Zeni's no les interesa nadie a parte de ellos mismos. Así que tiene lógica que no se presenten a algo como eso.
—Pero los que sí se presentaron fueron Satoru Gojo y Yuta Okkotsu, aunque este último no iba como parte del clan de los Gojo, este iba como espectador junto a un equipo con el que estaba trabajando… pero…
—¿Pero?
—Pero este no parecía ser el Yuta Okkotsu que conocimos en nuestros años de preparatoria — empezó a explicar Noritoshi, parecía algo impactado—Era más sombrío de lo normal, tenía una actitud muy fría y parecía que nada le sorprendía o ni le interesaba. Podría decirse que parecía un muerto en vida con esa aura tan pesada y oscura que desprendía, es por eso mismo que no me atreví a acercarme a él… Admito que me dio miedo… — Un escalofrío recorrió su piel.
Mai por alguna razón también sintió ese escalofrío ante la descripción de su compañero. No sabía si esa información debía decírsela a Maki.
—Y… ¿Ya no has sabido nada más de Okkotsu?— preguntó Mai mirando a Noritoshi.
Este negó con la cabeza.
—Lo último que supe de él, fue que se iba a América.—Miro al cielo un momento— Parece que se la vive de un continente a otro en sea lo que esté haciendo. Aunque por lo que escuche de la sede, tiene una misión importante. Una que se la asignó Satoru Gojo.
—¿Acaso en la sede saben todo lo que hace Okkotsu?— preguntó Mai casi al instante.
—De vez en cuando se escuchan rumores, aunque eso sí, la seguridad ahí se ha vuelto abismal respecto a ese tema. Aun así hay rumores que llegan a nuestros oídos de vez en cuando. Noticias pasajeras sobre cuestiones extranjeras.
A Mai se le ocurrió una idea. Esa era usar a Noritoshi como informante de lo que sucedía allá dentro, así como para seguirle la pista a Okkotsu. Aun así, decidió que por el momento, no le diría nada a Maki sobre este encuentro y lo que le dijo Noritoshi sobre Yuta.
—¿Sucede algo?— Kamo había notado como el rostro de esa mujer hacía ciertas expresiones.
—Noritoshi tu…— Mai titubeó levemente —¿Tú crees que podrías investigarme un poco más sobre lo que esté haciendo el idiota de Okkotsu en el extranjero?
—¿Acaso quieres que yo sea tu intermediario, Mai?— cuestiono Noritoshi con seriedad.
La peliverde apretó los labios y trago saliva. Su garganta estaba seca ante tal pregunta. Aun así, decidió ir con la verdad.
—Me gustaría, más que nada, para saber qué está haciendo Okkotsu y así entender, por qué no ha vuelto por mí hermana, a quien decía amar.
El Kamo suspiro ante tal petición.
Mai recuperó su compostura —Pero no te sientas obligado a hacerlo. Ya sé que es una idea estúpida.
—No considero que sea una idea estúpida, si eso significa que pueda volver a verte…— soltó Noritoshi con una voz suave.
Aquel comportamiento desconcertó un poco a Mai.
—Eso es extraño viniendo de ti…
—¿Qué es extraño?
—Qué quieras volverme a ver.
—Bueno, como dije, ya no somos unos adolescentes y ambos hemos madurado. Dime ¿Está mal que quiera convivir con alguien a quien conocí en preparatoria?, además, es mejor que yo te de esta información en persona que por teléfono o por mensaje.
Mai se encogió de hombros y movió un poco la cabeza.—Bueno, tienes un punto. Igual estas salidas podrían tanto servirme a mí como distracción, así como me ayudarán a sacar a Yurika de vez en cuando, y más que es una niña con mucha energía.
Kamo sonrió un poco por esas palabras, realmente Mai había cambiado y quizás se había ablandado. Después, su rostro mostró algo de melancolía.
—Si que todos hemos cambiado en estos tres años desde lo ocurrido con… Utahime sensei…— comento Kamo con un hilo de voz.
—Yo diría que todo este caos inicio desde antes…— dijo Mai en un suspiro.
—¿Lo dices por tu sospecha de que alguien se encargó de separar a Maki y a Yuta? — Kamo miro fijamente a Mai, parecía haber leído la respuesta en su mente.
Mai soltó un suspiro.
—Si y presiento que debe ser alguien de “arriba” quien lo hizo…
—¿Pero? ¿Por qué lo harían?
—Creo que eso nos tocará averiguarlo a nosotros dos…— Mai hizo levemente su cabeza hacia atrás al pensar en todo aquello. —Aunque algo me dice que fue por intereses políticos…
—¿Qué te hace creer eso?— pregunto Kamo con confusión.
—Piensa Noritoshi ¿No es más fácil hacer que los tres clanes sean siempre enemigos en vez de aliados? Sobre todo si hablamos de la relación entre esos dos… — Llevó su mano a su barbilla.
Noritoshi comprendió lo que Mai quería darle a entender. —Si esos dos se hubieran casado, eso hubiera ligado a ambos clanes políticamente y estarían igualados en poder, aunque — regresó su vista a la pequeña en aquella carriola—Ya están unidos por sangre.
Mai sonrió ante tal conclusión.
—Me agrada que pienses igual que yo. No por nada tú y yo teníamos las mejores calificaciones solo por debajo de Aoi.
Kamo chasqueo un poco la lengua ante esa comparación —Ese gorila sí que tenía cerebro a pesar de ese cuerpo grande.
—Si, ese idiota no tenía una piña en la cabeza como decíamos creer —Mai soltó una leve risa.
Ambos guardaron un momento de silencio mientras intercambiaban una mirada y una sonrisa. Todo eso fue interrumpido por los ruiditos que hizo Yurika, ya que había despertado y estaba jugando un poco dentro de su carriola.
—¡Ta!— soltó aquella niña de casi tres años, estirando los brazos, dando así la señal de qué quería estar en los brazos de Mai.
—Ven mi pequeña princesa, veo que ya despertaste — Mai sujeto con cariño a Yurika entre sus brazos, y de paso le llenó de besos la cara y eso la hizo sonreír. No solo a ella, sino a Kamo.
Yurika clavó su dorada mirada en Kamo, quien le llamó la atención.
—¿Toto?— Yurika apuntaba a Noritoshi de manera insistente, mientras elevaba su rostro a su tía Mai. Parecía muy emocionada por algo.
—¿Toto? ¿Qué está tratando de decir?— Noritoshi frunció un poco el ceño ante los ruidos y gestos que hacía la niña.
Mai soltó una pequeña carcajada.
—Te está diciendo Tío jaja, así les dice a los amigos de Maki, Toto es para Tío y Ta es su forma de decir tía. Digamos que es su lenguaje de bebé, aunque no dudo que cuando aprenda a comunicarse mejor, será muy habladora — explico mientras miraba a Kamo —Aunque me sorprende que ya te tenga confianza a la primera para que ya te diga Tío. Ya que solo nos dice así a los que vivimos con ella.
Aquella explicación sorprendió un poco a Noritoshi.—¿Así que ya me consideras tu tío, pequeña?— preguntó con una pequeña sonrisa.
—¡Toto! ¡Toto!— movió sus manos hacia Noritoshi.
Este solo tomo su manita e hizo un pequeño gesto de cortesía.—Mucho gusto Yurika, yo soy tu tío Noritoshi— ese gesto provocó una gran sonrisa en la niña.
Aquellas palabras provocaron una pequeña risa en Mai.
—¿Qué sucede?— cuestionó el Kamo al notar la risa de la Zenin.
—Jeje nada, simplemente me parece curioso que Yurika ya te tenga la suficiente confianza para decirte así. Supongo que ya te considera alguien de la familia.
Noritoshi sonrió de nuevo mientras seguía sujetando las manos de esa bebé.
—Quizás eso es porque sabe que pueden confiar en mi.
—Eso ya lo veremos “Tío Noritoshi”— Mai sonrió y dijo aquello en un tono algo retador.
Ambos de nuevo volvieron a intercambiar una mirada y una sonrisa. Eso hasta que, de nuevo, la inquieta pequeña quería moverse de ahí.
—Ahora de nuevo voy a tener que bajarle la batería a esta niña, aunque en casa seguirá así de inquieta — dijo mientras la pequeña daba brincos sobre las piernas de su tía.
—Bueno, mientras de nuevo se cansa ¿Qué les parece si el tío Noritoshi les invita a comer esta tarde?
—¿Acaso es una cita?— preguntó Mai elevando una ceja.
—¿Podría considerarse como una?— pregunto Kamo con curiosidad —Aunque si hay algún problema puedes decírmelo en caso de que tú ya tengas a alguien y eso sea un inconveniente. Y más que es la primera vez que invito a alguien a comer.
Mai río por esas palabras.
—No, no hay ningún problema ¿Verdad Yurika?— dijo está sujetando a esa bebé en brazos y tomando su manita —¿Verdad que quieres ir con el amargado del tío Noritoshi?
—¿Amargado?— cuestiono este con confusión.
—Bueno— Mai se puso de piel al mismo tiempo que Kamo—Andando y toma —Le entrego a esa niña —Creo que es bueno que te vayas familiarizando con Yurika.
Noritoshi sujeto entre sus brazos a esa niña inquieta, quien rápidamente le jalo el cabello mientras Yurika reía animadamente. —¡Pero!
—Conozco un buen restaurante donde hay menú de bebés, es por aquí — dijo Mai empezando a caminar empujando esa carriola y Noritoshi le seguía con Yurika en brazos.
Después de aquel encuentro, esa Zenin y ese Kamo se verían bastante seguido hasta aquel triste día donde fueron separados.
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Regresando al presente.
—Después de eso, ese sujeto y yo empezamos a reunirnos más seguido, digamos que nos hicimos más cercanos e “íntimos” de lo que debíamos y quizás hubiéramos seguido asi, de no ser lo ocurrido aquel horrible día donde el imbécil de Naoya descubrió donde se encontraba Megumi así como que Maki seguía viva y se hizo ese estúpido trato donde me trajo aquí.— comento Mai en un suspiro de nostalgia mientras terminaba de cepillar su corto cabello.—Aun así, a veces me pregunto el cómo estará.
—Ya veo— dijo Choso con seriedad, al haber escuchado todo eso que Mai le había contado — Y ¿Acaso tú si llegaste a sentir algo por él y él por ti?
Mai se encogió de hombros.
—Luche con todas mis fuerzas para no sentir nada por él, y odio admitir que fue inútil.— chasqueo la lengua — Quien diría que acabaría queriendo al enemigo asi como hizo Maki alguna vez con el idiota de Okkotsu— miro a Choso —Y si él llego a sentir algo por mí, no lo sé, quizás y si ya que él era muy diferente a como lo recordaba en preparatoria…
—¿Eso quiere decir que ustedes dos si llegaron a tener una relación más formal?
Mai negó con la cabeza.
—Quizás la palabra “amantes” es la más adecuada entre lo sucedido entre él y yo… y más que al principio solo lo veía como alguien a quien podía usar para evitar aburrirme y de paso encontrar pistas de Okkotsu, las cuales fueron casi nulas en esos tres meses donde nos vimos…
—Entiendo. Es como me dijo una vez Yuki— empezó a explicar Choso —El amor se da de maneras inesperadas entre las personas menos pensadas.
Mai soltó un suspiro de fastidio ante tales cursis palabras.—Si, quizás y tiene razón— se puso de pie con cuidado.— sobre todo porque se dio con la persona que menos pensaba.
Choso también se puso de pie. —¿Por qué lo dices?
—Porque “él” es alguien de un clan contrario.
—Comprendo. Y aunque sea ¿Puedo preguntar cuál es su nombre?— preguntó Choso con curiosidad.
—¿Solo así guardarás silencio y dejaras de hacerme tantas preguntas?— pregunto Mai algo fastidiada.
—Si.
Mai soltó un suspiro de resignación.—Esta bien. Su nombre es Noritoshi Kamo…
Ante tal nombre, el rostro de Choso se frunció en una mueca que parecía una mezcla de sorpresa con enojo.
—¿Qué sucede?
—Es que ese nombre…
—¿Qué tiene?
—Ese nombre es el del hombre que en parte me creo, y experimento conmigo, con mi madre y mis hermanos hace más de 150 años atrás…
A Mai le pareció rara esa respuesta.—Pero este “Noritoshi Kamo” tiene actualmente 27 años. Así que dudo que él sea como ese sujeto del que hablas.
—Aunque eso no quita el hecho de que sean de la misma sangre…— comento Choso con molestia.
—Si bueno, yo puedo confirmarte que “este Noritoshi” no es como “ese Otro Noritoshi” que te hizo sufrir en el pasado— dijo Mai con seguridad.
—¿Cómo estás tan segura de eso?— pregunto Choso con algo de curiosidad.
—Porque yo lo comprobé. Créeme, este Noritoshi no es “malo”— suspiro —Solo a veces es algo…
—¿Algo?
—Cabeza dura — contesto Mai con una pequeña sonrisa.—Pero eso no deja de hacer que este “romance” como dirían algunos sea igual de prohibido como lo fue en su momento el de Maki con ese idiota de Okkotsu.
Choso relajo los hombros y soltó una pequeña risita.
—¿Y ahora tú de que te ríes?— Mai cuestionó con sus manos cruzando las sobre su pecho.
—De nada. Solo compruebo dos cosas— dijo Choso con serenidad.
—¿Y cuáles son esas dos cosas?— Mai puso sus manos en sus caderas.
—La primera es que tienes un gran Corazón Mai Zenin. Uno donde están todos tus seres queridos y que es capaz de sentir algo por alguien.
—¿Y la segunda?— Mai elevo una ceja ante tal respuesta.
—La segunda es que tú y yo compartimos algo en común— dijo Choso con amabilidad.
—¿Y cuál es esa cosa que disque tú y yo compartimos en común?
—Que nuestras vidas fueron marcadas de alguna forma por un Noritoshi Kamo— respondió Choso.
Aquellas palabras por alguna razón le causaron gracia a Mai.—Parece que después de todo, tú y yo sí tenemos algo en común. Y eso te hace menos aburrido — suspiró —Bueno, vamos a la cocina a ver si hay algún sirviente que atienda a la señora de este jodido lugar, ósea yo — se apuntó a sí misma—. Me estoy muriendo de hambre…
—Como diga, mi señora — dijo Choso volviendo a su papel de sirviente.
Pero las sorpresas no terminarían para esos dos en aquella cocina, donde un intento de asesinato se llevaría a cabo junto a la revelación de una verdad más en aquel clan.
Continuara.
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Notes:
Espero les haya gustado, estaré leyendo sus comentarios como siempre.
Y díganme ¿Qué les pareció este capítulo? El cual, personalmente considero que era importante para mostrar que Mai tiene un gran corazón 👀
Bueno, como dije al inicio del capítulo, Mai también es un personaje importante para esta historia, asi que como pudieron leer, esta fue cercana a Noritoshi, quien más adelante aparecerá en esta historia porque también él será un aliado en los futuros planes de Okkotsu.
¿Ustedes se esperaban dicha revelación de que esos dos fueron amantes? Quiero leer sus reacciones.
Bueno, confieso que siempre me intereso el hecho de que Mai fuera Bisexual y siento que con Noritoshi tenía cierta química, además, siempre sentí que sería interesante ver a un Zenin con un Kamo.
Al igual que pudieron notar, Choso al ser un Kamo, comparte algo con Mai y eso es que cada quien tiene un Noritoshi quien marco su vida de una u otra forma, Incluso podría decir que Choso esta cumpliendo el papel de hermano mayor con Mai en ser su apoyo y protector dentro del clan y eso lo notaran mas en el siguiente capitulo.
Y como dije al comienzo, también el siguiente capitulo será sobre Mai y más secretos del clan Zenin que serán revelados, secretos que de una u otra forma, pueden ser importantes para la trama más adelante.
Como dije anteriormente, no se preocupen, después del siguiente capitulo volveremos pronto con la familia Okkotsu, asi como próximamente tendremos más momentos padre e hijos, asi como un momento más de “reconciliación pasional” *giño giño* entre Maki y Yuta, asi como también varias salidas solamente de esos cuatro como la familia que debieron ser siempre❤, asi que digamos que veremos más de la “Familia Okkotsu” en los próximos capítulos.
Solo no desesperen, denme tiempo y ténganme paciencia, por favor, tratare de traer los capítulos lo mas pronto que pueda 🙏🏻
También, quiero agradecer a todos aquellos que aun siguen apoyando este fic, en serio, una disculpa si se esta haciendo muy largo, pero como he dicho en varias ocasiones, este es un long fic y están en todo su derecho abandonar la historia en caso que ya no les guste o les aburra.
Aun asi, para los que la siguen mes con mes, apoyándola con sus lecturas, votos y comentarios, en serio, les digo muchas gracias por todo su apoyo, prometo que no se van a arrepentir con esta historia.
En fin, espero les haya gustado, nos seguimos leyendo ❤
Los quiere Vera ❤
Chapter 33: 31. Veneno
Notes:
Hola a todos, aquí Vera trayendo la continuación del capitulo anterior. Que como dije con antelación, este también será sobre Mai y sobre mas secretos que esconden los Zenins.
Asi que preparen su botana favorita, que se viene un capitulo lleno de drama y secretos dignos de una telenovela.
Y ya para terminar con estas notas iniciales, dejo un disclaimer/descargo de responsabilidad: El siguiente capitulo contiene confesiones sobre un cr¡men cometido años atrás, asi como descripciones no explicitas sobre violencia intrafamiliar en especial en forma psicológica, asi como un intento de asesinato, al igual que pueden existir menciones sobre sustancias usadas para causar la mu3rt3 de una persona, asi como leves menciones al consumo de alcohol , repito, todo lo narrado aquí es pura ficción.
Ahora sí, vamos con un capitulo mas de esta su telenovela favorita *Suena entró de novela en horario estelar*
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
"Todos ocultamos secretos, algunos son peores que otros"
Continuación.
Una vez Choso y Mai llegaron a la cocina, notaron que esta estaba ocupada por la madre de esa gemela.
Aquella mujer también era la encargada principalmente de aquella área en especial, ya que en dicha residencia se tenían reglas muy específicas sobre quienes podían y quienes no entrar a este espacio, así como también quienes podían hacer uso de la cocina y que alimentos nunca se servirían, como era el caso de la carne de cualquier tipo de animal.
—Tsk... Pensé que la cocina estaría sola— comento Mai con molestia desde el umbral de aquella tradicional cocina.
Su madre al escucharla entrar, la miró fríamente, con aquella mirada carente de vida.
—¿Qué quieres Mai? Sabes que no puedes salir de tu "habitación" — dijo esta con hostilidad, mientras clavaba el cuchillo que estaba utilizando para rebanar algunas zanahorias.
—¡Vaya! ¿Acaso así te diriges a la señora de la casa?— contesto Mai a la defensiva.
Su madre gruñó un poco.
—Simplemente me ha dado hambre, pero ya que estas aquí, sírveme algo de comer — ordeno Mai.
—¡Esa no es forma de hablarme!
—Pues ahora soy tu superior, soy la esposa del líder de este estúpido clan o ¿Acaso debo recordarte quien fue quien me "aconsejó" por no decir "obligo" a casarme y a ser abusada por Naoya una vez regrese aquí para no ser tu deshonra?— Mai la miro con molestia pura.
—Asi que ahora, prepárame algo de comer, algo que valga la pena y sea nutritivo, que el puro pasto que dan aquí hace que no tenga fuerza para engendrar al estúpido bebé que tanto tu y el imbécil de Naoya esperan que tenga.
La madre de las gemelas gruñó, apretando con furia su mano sobre el mango del cuchillo. Y así con molestia se puso a atender las demandas de su hija. Por mala suerte había algo de pescado, así que a Mai no le quedaba de otra que aceptarlo.
Los minutos pasaban dentro de aquella cocina, la olla arrocera sonaba y las demás cazuelas empezaban a hervir.
Mai recargo su codo en la gran mesa que tenían ahí mismo y se puso a mirar a su madre. Con la cual, decidió tratar de entablar una conversación.
—Madre...
Esta no decía nada. Mientras seguía atenta a la comida en las cazuelas que seguían en el fuego.
—... ¿Acaso tu no extrañas a Maki? ...— pregunto la gemela menor.
Ante tal pregunta, su madre dejó caer al suelo la cuchara que traía en la mano.
—¿Qué dijiste?— pregunto en una mezcla de molestia y sorpresa mientras se volteaba a ver a su hija.
—Acabo de preguntarte que si tu no extrañas a tu hija mayor— Mai torció la boca — Aunque por tu reacción, puedo suponer que no.
Su madre le miró con molestia —¿Por qué extrañaría a una deshonra como ella?
—Lo suponía...— Mai rodo los ojos ante tal respuesta.
El silencio volvió a dominar aquella cocina mientras afuera se caía el cielo. La madre de Mai levanto aquella cuchara y la aventó al fregadero con odio, después regreso su vista a los ingredientes, mejor decidió empezar a cortar algunas verduras más.
Aquella pregunta le regreso un leve recuerdo de hace siete años atrás. Uno del que nunca hablo con nadie más y que quizás ahora por fin podría soltarlo.
—Pero ahora que nombras a la inútil de tu hermana...— dijo su madre sobre su hombro.
—¿Huh?
—Me acabas de recordar que la última vez que vi a Maki fue hace siete años atrás— suspiro regresando su vista a la tabla de picar —Fue la última vez que hablé con ella...
—¿Y qué hablaste con Maki hace siete años atrás si se puede saber?— pregunto Mai con curiosidad. Su gemela en su momento no le había dicho nada sobre esto.
Su madre de nuevo detuvo el corte de su cuchillo contra la tabla de picar.
—¿Hablaron de algo importante, no es asi?— cuestionó Mai pegando las manos en la mesa al ver la reacción de su progenitora.
—¿Por qué quieres saber eso?— su madre se giró a verla con fastidió.
—Porque soy la señora de esta residencia y de paso, tu hija, así que quiero saber sobre qué hablaste con Maki hace siete años atrás— ordenó.
Su madre suspiro resignada ante tal orden.
—Si, lo admito, hace siete años atrás me encontré con tu hermana unos meses antes de que ella muriera, fue en una de las calles de Kioto si mal no recuerdo.
—¡Espera!— Eso había llamado demasiado la atención de Mai— ¿COMO SABIAS DONDE ENCONTRARLA?
—Digamos que tuve una corazonada como madre...
—¿Cómo madre? ¡Ja! como si eso fuera posible en ti...— murmuró su hija con molestia.
Ante tal respuesta, su madre regreso su vista a la arrocera.
La gemela menor se quedó analizando todo eso, ¿Acaso su madre realmente las amo alguna vez? ¿Realmente ella tenía ese instinto materno? Pero más importante aún era ¿Por qué fue su madre a buscar a Maki? ¿De qué hablaron esas dos?
Mai se atrevió a cuestionar algo más, ya que un gran miedo se empezó a apoderar de ella y más si es que su madre habló con su hermana.
—Y ¿Acaso recuerdas cuando fue eso? Hablo de la fecha...
Su madre se llevó una mano a la frente.
—Solo recuerdo que era primavera.
Mai en ese momento cayó en cuenta que ese encuentro entre su madre y su hermana pudo haber sido un día antes de que Maki y Yuta fueran separados. Pero ¿Por qué? ¿Por qué su madre hablaría con Maki?
Trago saliva y siguió preguntando.
—Y ¿Qué más recuerdas?— trato de sonar tranquila, aunque por dentro se estaba muriendo de miedo— ¿Acaso la viste extraña?— se puso de pie y se acercó unos pasos hacia ella.
—¿Extraña en qué sentido?— su madre elevo un poco una ceja de su casi inexpresivo rostro— ¿Por qué me estás haciendo estas preguntas Mai?
Su hija se encogió de hombros.
—Simplemente es curiosidad. Ya sabes, si tenía el cabello más largo o corto o si había cambiado de anteojos... yo la verdad ya casi ni me acuerdo de ella—Mintió.
Su madre suspiro.
—Verla extraña no, pero sentía que algo no andaba bien con ella. Era como si estuviera escondiendo algo.
Mai trago saliva. ¿Acaso su madre sospechaba que Maki estaba embarazada en ese tiempo?
—¿Escondiendo algo? ¿Como que?— pregunto Mai chasqueando la lengua.
—¡No lo se!— su madre contesto fastidiada — Realmente ya no lo recuerdo. Pero sé que ella estaba diferente. Se que ella me estaba ocultando algo— miro a su hija con molestia — ¡Ya deja de hacer esas tontas preguntas!— dijo volviéndose a la estufa para revisar la comida. Quería evitar el tema.
Después se concentró una vez más para terminar de cortar los alimentos.
Pero Mai no se quedó callada. Tenía muchas más preguntas que hacer—¿Y bien? — siguió firme mientras daba unos pasos hacia ella —¿Qué fue lo que hablaste con Maki en ese entonces?
—¿Por qué quieres saber eso?— pregunto su madre con notable molestia y hostilidad.
—Porque tu comenzaste con este tema. Así que habla mujer ¿Qué fue lo que hablaste con Maki hace siete años atrás?— Mai sonó muy imponente al decir aquello.
La madre de las gemelas suspiro, giro su rostro para mirar a su hija.
—Simplemente recuerdo que hablamos de alguien...
—¿De alguien? ¿De quién? ¡Quiero que me digas de quien hablaron tu y Maki!— ordenó Mai.
Los labios de su madre se apretaron en una mueca de que aquello le incomodaba. Tomo un respiro antes de responder —Hablamos sobre Okkotsu...
Aquello le extraño a Mai. Maki nunca le había contado nada de eso.
—¿De Okkotsu? ¿Por qué tu y ella hablarían de ese idiota?— Mai estaba bastante sorprendida por todo eso.
Su madre tuvo un leve recuerdo. Uno que aún le dolía bastante sobre su hija.
—Básicamente le dije a tu hermana que lo mejor que podía hacer era alejarse de ese chico si quería estar a salvo...— suspiro —Ahora me arrepiento de haberle dicho eso. Lo mejor que pude haber hecho hubiera sido haberle advertido de que irían tras ella y Okkotsu...
Mai bajo los brazos con brusquedad, dio un paso más hacia su madre —¿Por qué tú le dirías algo así?
Su madre guardo un silencio sepulcral.
Mai en ese momento comprendió lo que esta mujer quería darle a entender.
—¡¿Tú?!— soltó una risita nerviosa —¡¿TU Querías advertirles que los iban a separar?! ¡¿Tu lo sabias no es asi?!—Alzó la voz.
Su madre se humedeció los labios un poco antes de soltar un diminuto —Si.
—¿¡ASÍ QUE TU SABIAS QUE ALGUIEN LOS IBA A SEPARAR?! ¡¿TU SABIAS TODO ESTO Y NO PUDISTE INTERCEDER PARA ADVERTIRLE A MAKI DE LO QUE LE IBAN A HACER?!— reclamo Mai, sujetando con fuerza el brazo de su madre.
—¿C- cómo es que sabes eso, Mai?— pregunto su madre con confusión, sintiendo como esta apretaba su brazo.
—¡No trates de cambiarme el tema! ¡Respóndeme! ¿Tu sabias lo que iban a hacer en aquella estación del tren?— pregunto Mai molesta, sacudiéndola por el kimono con brusquedad.
—¡Basta! — su madre logró zafarse de aquel jaloneo—Lo confieso, si... yo lo sabía.
Mai llevo sus manos a su cabeza.
—¡Tú siempre siendo una mala madre! ¡Ni siquiera pudiste advertirle a tu hija mayor que estaba en peligro!— dijo en voz alta.
—Mai, basta...
—¿Sabes cuanto Maki sufrió por ese idiota?— reclamo su hija, apuntándole con ira. —¡Si tu hubieras sido una buena madre, actualmente ellos podrían haber seguido juntos y las cosas serían diferentes para todos!
—Basta...— su madre se llevó sus manos a su rostro.
—¡En serio! ¡eres igual que toda esta escoria! — grito su hija con furia.
—Mai basta.... ya Cállate... Cállate...
—¡Se nota que eres una mujer detestable! ¡Si realmente fueras una buena madre y nos amaras como una, a Maki le hubieras advertido y no hubieras sido una cobarde y a mí no me hubieras obligado a casar con Naoya para que me usara como lo ha hecho todo este tiempo!
—¡NIÑA INSOLENTE! ¡YA CÁLLATE DE UNA MALDITA VEZ!— aquella mujer tomo con furia un cuchillo que había dejado sobre la tabla. Había llegado a su límite.
—¡OJALÁ NUNCA LES HUBIERA DADO A LUZ A USTEDES DOS!— Aquella mujer iba a apuñalar a su propia hija, eso hasta que aquel cuchillo fue detenido por la mano de Choso, el cual entró en el último momento y sujeto aquella arma gracias a que endureció su mano con su sangre.
La madre de las gemelas quedó sorprendida por aquello.
—Si le pone un dedo encima, la que va a morir será otra y más cuando el líder Naoya descubra que usted iba a matar a su esposa— dijo Choso furioso, mientras con su mano cubierta de sangre le arrebataba aquel cuchillo.
Aquella técnica se le hizo sospechosa a esa mujer. Parecía ser la técnica de alguien del clan Kamo.
Mai estaba respirando agitadamente. Incluso había caído al suelo.
Pero rápidamente reacciono —¿Estas bien?— pregunto la peliverde poniéndose de pie y observó a su guardián.
—Estoy bien... por suerte no es una herida profunda — dijo Choso viendo la sangre en su mano.
Todo aquel alboroto fue escuchado y visto por dos personas más. Alguien que también era aún importante para dicho clan.
—Vaya, parece que aquí se desato el mismísimo infierno— dijo Naobito con una gran sonrisa, mirando todo aquel espectáculo desde el umbral.
Aquel anciano no era el único que vio todo aquello.
—¡Señor Choso! ¿Esta bien? — Ranta también había ido a la cocina para pedir un vaso de agua, pero le toco ver aquel intento de ataque. Incluso se acercó rápidamente al herido con una toalla que tomó ahí de la cocina para ayudar con la hemorragia.
—Lo estoy— dijo Choso con una mueca de dolor. Ya que a pesar que la herida no fue profunda, si le causó algo de daño en la palma, la cual sangraba.
—¡La loca de esta mujer intento apuñalarme!— dijo Mai con la respiración agitada.
La madre de Mai estaba temblando, tanto de coraje como por la adrenalina de casi apuñalar a su hija.
Naobito le dio una palmadita en el hombro a Mai, mientras daba algunas instrucciones.
—Ranta, lleva a mi cuñada con mi hermano, quizás más tarde reciba su castigo por atacar a la mujer del líder — dijo Naobito con cara muy seria —Aunque claro, quizás se pueda llegar a un acuerdo si esto se mantiene entre nosotros, de todos modos, yo seré quien le informe a mi hermano y a mi hijo sobre el comportamiento de esta mujer...— miro fijamente a la madre de las gemelas.
—¡Si señor!— dijo Ranta poniendo una mano sobre el hombro de la madre de Mai, al igual que le doblaba el brazo para someterla.
Aquella mujer miró a su hija y a su cuñado. Su rostro se tensó en una mueca de total miedo y desesperación, sabía que el castigo sería cruel.
—Yo... lo...— Las palabras no lograron salir de su garganta.—¡Por favor piedad!
—Por aquí — dijo Ranta sujetando el brazo de la madre de Mai antes de que la sacaran de ahí casi a rastras.
Mai pudo ver el miedo en los ojos de su madre. Un miedo que incluso ella llegó a sentir cuando hacía algo mal en esa casa.
Mai abrio los labios —No le hagan nada...— trato de decir, pero de su garganta no pudo salir ninguna palabra. Solo se llevó sus manos a sus brazos en un propio abrazo solitario.
Naobito después le dio unas palmadas a Choso —Y tú, ve a que te curen esa mano para que después te vayas a hacer tus labores y sigas protegiendo a la señora de la casa. Igual, podrías ser recompensado después. Ahora déjanos solos a mi sobrina y a mí, que necesito hablar a solas con ella.
Aquellas palabras sorprendieron a Mai.
Choso miro a esta, quien solo le hizo un ademán con la cabeza —Adelante, ve a que te curen...
El hechicero entendió aquella señal. Aunque había detenido el sangrado con su técnica, debía seguir aparentando y más que nadie ahí dentro sabia de su técnica.
—De acuerdo. La veré más tarde mi señora— hizo una reverencia antes de salir de ahí.
Mai suspiro y miro el suelo manchado de sangre. Sangre que sabía era veneno.
Un veneno que, si se lo proponía, podría matar a todos los de aquel clan, los cuales era un nido de serpientes con largos y filosos colmillos.
Naobito se acercó a la estufa y olfateo el humo que salía de las ollas —Mmm parece que algo delicioso se cocinó aquí — dijo apagando el fuego, después se giró a Mai —Es hora de comer.
—¿En serio piensas en comer después de todo esto?— pregunto Mai en una mueca y apuntando a la sangre en el suelo —¡Casi me asesinan!
—Pues la comida no se estropeó, el suelo se puede limpiar después, así que comamos y más que tú y yo debemos hablar— dijo Naobito sirviéndose un plato de aquello que cocinó su cuñada.
—¿Acaso ya estas ebrio, viejo borracho? ¿Qué es eso que debes hablar conmigo?— preguntó Mai viendo como este hombre se sentaba a la mesa con aquel plato.
—Aún no lo suficiente— eructo—Pero un buen platillo siempre cae bien cuando se debe hablar de la verdad o se va a beber hasta la muerte para no tener el estómago vacío — dijo Naobito con una sonrisa mientras tomaba unos palillos y se disponía a comer —¡Vamos! ¡No dejes a un viejo como yo comer solo!
Mai suspiro de fastidio e hizo una mueca. Aun así no podía decirle que no a aquella invitación y más que no había comido nada desde que despertó y aquel susto, solo la hizo tener más hambre.
Se amarro las mangas de su kimono y se acercó a la estufa para servirse de comer. Al igual que llevó dos tazas con te para poder pasarse aquellos alimentos.
—Y de paso, búscame algo de Sake, yo no quiero estas hierbas diluidas en agua— dijo Naobito con una carcajada.
Mai hizo caso omiso a esa orden y se sentó de frente a él. Dejo su plato delante de ella al igual que el té, del cual, le sirvió una taza a su tío de aquel líquido.
—¿Y bien? — comenzó a decir Mai mientras se llevaba comida a la boca —¿Qué demonios quieres hablar conmigo? — preguntó.
—Vaya, directo al grano ¿Eh?— el viejo tomo aquel vaso con té, el cual meneo suavemente para mover el líquido ahí dentro.
—Si, quiero que vayamos directamente al grano.
—De acuerdo —Naobito comió un poco antes de hablar —Primeramente, debo decirte que fuiste muy valiente, pero al mismo tiempo muy tonta en sacarle esa información a tu madre hace rato y de esa manera.
—¿Acaso escuchaste nuestra conversación?— dijo Mai con la boca llena.
—Desde que me retire tengo los oídos puestos en todos lados, así que si, escuche casi todo lo que hablaste con tu madre, ya que yo llegue a la cocina poco después de que tú y ese hombre pálido llegarán— confesó Naobito llevándose más arroz a la boca— Así que en teoría escuche todo lo que hablaron de tu hermana y de Okkotsu — dijo con la boca llena.
Mai soltó un suspiro de frustración—Así que supongo que tú ya sabias sobre que alguien mandó a separar a esos dos ¿No es así?
Naobito afirmó con la cabeza mientras se llevaba a la boca algo de pescado.
—Lo sabía. Aunque confieso que yo no estuve involucrado en eso directamente, aunque si se quienes estuvieron de acuerdo con tal acto.
—Entonces si ya lo sabias viejo borracho ¿Por qué demonios no hiciste nada?— preguntó Mai antes de llevarse más comida a la boca —Aunque supongo que a ti te gusta vernos a todos siendo infelices y por eso no interviniste ¿cierto?— contesto molesta y con la boca llena.
Naobito soltó una pequeña carcajada.
—Podría ser. Aunque — dio un trago a su te —Debo confesar que yo en realidad no veía con malos ojos la relación de tu hermana con Okkotsu— miro el contenido de aquella taza —Incluso si alguna de ustedes dos se hubiera casado con un Gojo o un Kamo no lo hubiera visto mal ya que, mi plan siempre fue dejarle el liderazgo a ese muchacho de Megumi, así la relación de este clan con su nuevo líder seria "buena" hasta cierto punto ya que cada una casada con un miembro de esos dos clanes, hubieran hecho una gran alianza. Además, Okkotsu no me cae mal, jeje será un tonto y tendrá una personalidad un tanto extraña, pero para nada me desagrada y menos en lo que se ha convertido.
Aquellas palabras sorprendieron bastante a Mai, quien elevo las cejas de sorpresa pura.
—Vaya, quien diría que tu serias "diferente". Siempre creí que eras un viejo ebrio con ideas del siglo pasado.
—Jeje y lo soy. Seré ebrio, pero he sabido tomar buenas decisiones — dijo Naobito tomando más te.
—Ni tantas— exclamó Mai —Por qué si hubieras sido diferente, hubieras ayudado a mi hermana y a Okkotsu a que no los separaran ¿No lo crees?
Naobito sonrió levemente y acaricio sus blancos bigotes —¿Y quién dice que no hice nada después? ¡Claro que intervine por tu hermana y por Okkotsu tiempo después!
A Mai le llamó la atención aquellas palabras, incluso entrecerró los ojos tratando de entender a ese hombre.
—¿Qué estás tratando de decir?
—Lo que trato de decir es que tu madre no fue la única que hablo con Maki— dijo Naobito con la boca llena.
—¿Así que también hablaste con Maki? ¿Cuándo y de que hablaron? ¿Como se supone que la ayudaste?— cuestiono Mai con las manos sobre la mesa y exigiendo respuestas.
—Quizás un poco de alcohol refresque mi memoria — dijo aquel anciano con una mueca —Estás hierbas en agua solo están haciendo que mi comida sepa asquerosa.
Mai resoplo con fuerza, saco el aire por sus fosas nasales, se levantó molesta y se acercó a una alacena en especial, una que sabía tenía aquel líquido que ese hombre anhelaba.
Saco una gran botella verde con una etiqueta blanca que decía Sake. Sabía que también guardaban alcohol en la cocina para algunos alimentos.
—Aquí está viejo tonto— puso con brusquedad aquella botella sobre la mesa.
Y cuando Naobito iba a tomar esa botella, Mai la quito de la mesa en un rápido movimiento —Pero antes... dime toda la verdad— alejo la botella, sujetándole sobre aquella mancha roja que seguía en el suelo —Oh si no, la tirare sobre esta sangre.
Naobito torció la boca.
—De acuerdo, te diré todo solo si me das un trago primero.
—Pero quiero saberlo todo ¿De acuerdo?
—Promesa de tío— mostró ambas palmas en señal de paz.
Mai suspiro y le deslizó aquella botella a Naobito sobre la mesa. Una vez llegó a las manos de ese anciano, deslizó la tapa con agilidad y bebió con desespero.
Después de un largo trago, Naobito eructo fuertemente.
—¡Agh! ¡Que asco!
—Bien— Naobito se secó el hilo de alcohol que bajo por su labio —¿En qué estaba?
—En que me ibas a decir sobre que hablaste con Maki hace tiempo atrás...— dijo Mai muy molesta mientras tomaba más alimento y se lo llevaba a su boca.
—Gracias y efectivamente, hable con Maki hace siete años atrás, después de que ella y Okkotsu fueron separados.
—¿Y qué le dijiste?— pregunto Mai con desespero.
—Nada fuera de este mundo, como yo iba regresando en tren de una reunión fuera de la ciudad, me la tope en dicha estación, esa supongo fue una gran coincidencia porque iba con una chica de cabellos castaños— explicó este.
—Supongo que esa chica era Nobara. ¿Y de que hablaste con ella?— pregunto Mai con exigencia.
—Simplemente le recordé que era una Zenin. Aunque, claro, si pretendía aspirar a algo importante dentro del clan, era evidente que con eso que cargaba en el vientre en aquel momento, jamás podría convertirse en líder— comento Naobito llevándose una mano a la barbilla.
A Mai le dio un escalofrío al escuchar esas palabras. —Espera... ¿Dijiste que cargaba con algo? ¿A qué te refieres?— pregunto con intriga.
Naobito soltó una risa por lo bajo.
—Tú y yo sabemos perfectamente de que hablo...
—Pues yo no lo sé...— Mai se encogió de hombros —¿Podrías decírmelo?— se estaba haciendo la tonta.
Naobito notó aquella actitud de su sobrina.
—No nos hagamos los tontos, Mai. Ambos sabemos muy bien que...— empezó a bajar la voz e hizo su rostro hacia el frente y susurro —Que Maki estaba embarazada en ese tiempo.
Mai se congeló ante tal declaración. —¿Embarazada? ¿C-como sabias eso?— cuestionó en voz baja.
Naobito tomo una postura firme y elevo un poco el rostro —Seré un viejo, pero no estaré pendejo y más que esa vez que me la tope, podía vérsele el vientre bastante abultado.
Su sobrina quedó inmóvil ante tal respuesta.
Su tío siguió hablando.—¡Y por lo que observe, no era un vientre cualquiera! ¡No!, era un vientre de dos bebés. Dos pequeños que compartían la sangre de un Zenin y un Gojo... ¿No es así?
Mai hizo puños sobre la mesa.
—Y por tu lenguaje corporal puedo suponer que estoy en lo cierto— dijo Naobito con una sonrisa de triunfo.
Su sobrina suspiro y se cruzó de brazos, molesta por todo eso.
—Bien dicen que sabe el diablo por viejo que por diablo...
—Así es. Digamos que yo sabía que Maki estaba embarazada de Okkotsu solo con la vista.
—¿Y?— Mai se hizo hacia el frente y bajo la voz —¿Quién más sabe sobre esto? ¿Acaso Naoya sabía que mi hermana estaba embarazada? ¿Mi madre lo sabía? ¿Qué sabes tu?
Naobito se peinó los bigotes una vez más— La loca de tu madre por lo que se ve no lo sabe. Y Si se entera ahora de seguro se muere de la impresión— movió sus palillos —Y menos lo sabe el imbécil de tu padre, a quien nunca le interesaba saber de su hija mayor, asi que dudo que lo supiera y el idiota de Naoya nunca lo supo. Simplemente él se concentró en otras cosas.
—Como en quitarte de tu cargo y ser el nuevo líder ¿No es así?
—Así es —Naobito dio un sorbo más a su bebida —Así que básicamente este secreto solo lo sabemos tú y yo— suspiro —Lastima que ella y esos bebés murieron hace siete años atrás... hubieran sido niños muy valiosos para el clan y más si sus técnicas eran buenas en caso de no haber heredado una restricción celestial más — gruñó — esa sí que es una maldición familiar.
Esas palabras dejaron en duda a Mai. ¿Acaso su tío creía que Maki si había muerto y sus hijos por igual? ¿Acaso el creía ese cuento de que la que estaba enterrada en dicha tumba era Maki? Sabía que debía ser cautelosa y no levantar sospechas.
—Si...una lástima...— dijo está fingiendo tristeza.
Después de un leve momento de silencio, Naobito siguió hablando una vez sus labios se despegaron de la boca de la botella.
—Aun así, debo confesar que esa culpa por no haber intervenido con anterioridad, me llevó a tratar de remediar mis errores. Además de ponerle una tumba a Maki y de guardar el secreto de esos bebés... me llevo a cometer algo que... hasta el día de hoy me cuestionó si fue lo correcto...
Aquellas palabras de verdad sorprendieron a Mai.
—¿Qué tratas de decir con eso?— miro con confusión a su tío.—¿Acaso ya se te subió el alcohol a la cabeza?
—Lo que trato de decir es que yo sí sabia quienes fueron algunos de los que se opusieron a la relación de tu hermana con Okkotsu y tuve que actuar de una manera... poco profesional...— dijo mirando su comida a medio acabar. Quizás el alcohol y la edad le estaban haciendo hablar de más.
Mai dejo de comer.
—No lo entiendo... que me estas tratando de decir...
Naobito terminó de beber una vez más.
—Lo que trato de decir es que... yo junto al anterior líder de los Kamos, eliminamos a ciertas personas.
—¿Hablas de que mataste a alguien? — cuestionó Mai en voz baja.
Su tío hizo un sí con la cabeza.
—Si. Y de una manera poco... ortodoxa diría yo...
—¿A quién o a quienes mataste? Habla ya anciano... y... prometo no decírselo a nadie...— dijo Mai mirando a sus lados para ver si no venía nadie más.
Naobito suspiro y comió con algo de dificultad ya que el alcohol parecía hacerle efecto.— Solo si prometes llevártelo a la tumba...— dijo con una mirada fija.
—Lo prometo. Aunque quien sabe y tu acabes muriendo antes y te lleves esto sin decírmelo — dijo Mai con una leve sonrisa.
A Naobito le dio gracia aquellas palabras.—Se nota que eres una Zenin. Bien, parece que puedo confiar en ti— hizo su rostro hacia adelante y hablo en voz baja —Yo no me quede de brazos cruzados... casi un año después de que tu hermana y esos bebés murieron, yo me encargue de eliminar a ciertas personas que estuvieron a favor de separar a tu hermana de Okkotsu.
—¿Y quiénes eran esas personas? ¿Por qué lo hicieron?— cuestionó Mai en voz baja.
—Lo hicieron porque alguien los convenció de que la relación de tu hermana y De Okkotsu era una amenaza. Y más si mi plan era dejarle el clan a Fushiguro...
—¿Y quién los convenció de algo así?— cuestionó Mai molesta y en voz baja.
—Niña, no se debe ser super inteligente para saber quién lo hizo...es más que obvio quien fue...— dijo Naobito llevándose la botella a la boca para darle un trago más.
Mai sabía de quien hablaba ese anciano.
—¿Naoya? ¿No es así?—susurró.
Naobito suspiro. —Será un idiota, pero sabe mover sus piezas a su favor. Aun así no me quedé con los brazos cruzados con quienes les dieron el visto bueno a mi propio hijo — cruzó los brazos.
—¿Y quienes fueron esas personas?
—Fueron algunos altos mandos... así que no me quedo de otra que, irlos eliminando de poco a poco — Naobito tomo la taza de té y la agitó suavemente —Nada que un buen té bien cargado pueda ayudar. ¿Sabías que hay plantas que en dosis pequeñas pueden ser letales y lo mejor algunas no se detectan en el post mortem? Supongo que ese es el motivo por el que empecé a odiar el té. Además de ser agua con hierbas mojadas... Aunque también con unas gotas de sangre de cierto clan también puedes lograr una muerte súbita si la sabes combinar con los alimentos.
Mai entendió aquello a la primera. No necesito una explicación más detallada.
—¿Así que tú?... — tomo un respiro antes de hablar.—¿Envenenaste a los antiguos altos mandos junto al antiguo líder del clan Kamo? Vaya... sí que eres todo un caso anciano. Pero ¿Por qué alguien como tú haría algo así?
—Como dije, sentía que debía remediar los errores de mi descendencia y de paso, eliminar de alguna forma mi culpa. Además, el viejo de los Kamos me debía una, así que logré convencerlo de hacer esto y más que él también estuvo involucrado en este asunto—
Naobito siguió agitando aquel vaso.
—Y el porqué ya te lo dije. Darle la razón a mi hijo solo causó un gran efecto que solo fue cayendo como una gigantesca bola de nieve que acabo en un efecto mariposa... uno que sigue afectándonos aun en nuestros días— dejo aquel vaso y mejor tomo la botella de Sake —Desde ahí fue que empecé a odiar el té.
Mai comprendió lo que su tío le quiso dar a entender. Naobito envenenó a los altos mandos poniendo alguna clase de veneno en el té e incluso quizás en su alimento. Tendría lógica ya que él fue cercano a todos esos peces gordos.
—Aun asi, sé que eso no eliminará del todo mis errores, pero me conformo con saber que elimine a esa escoria... igual ya moví mi siguiente pieza, una que le prometí al anterior idiota del clan Kamo cumplir en caso de que él muriera antes que yo, así que a mí me tocara "explicar su error", así que supongo que esa carta no tardará en llegarle a ese alguien que él quería que le llegara— contesto Naobito terminando tanto la botella como su comida.
Mai suspiro, eso último no entendió del todo, así que prefirió no preguntar—Bueno, supongo que tú y yo no somos tan diferentes después de todo...y más en este tema de haberle quitado la vida a alguien— dijo la gemela menor terminando de beber su té.
Naobito sonrió un poco y de nuevo peinó sus bigotes. Parecía haber comprendido lo que su sobrina quería dar a entender.
—Bueno, ambos somos igual de culpables. Si que viene en la sangre Zenin el ser así jaja — suspiro— En fin, supongo que podríamos evitar que el castigo que reciba tu madre por su intento de asesinato sea menos leve ya que esta comida estuvo deliciosa— dijo este anciano poniéndose de pie.
—Solo no sean tan crueles con ella...estará loca, pero es por culpa de todos ustedes — dijo Mai con molestia.
Esas palabras hicieron reír a Naobito.
—De acuerdo. Por esta vez no le diré nada al idiota de Naoya. Asi tu madre no recibirá tantos latigazos por su insolencia— dio unos pasos hacia el umbral de la cocina —Aun así, fue un placer hablar contigo... Mai... quizás aquí dentro ya te hayas ganado un viejo aliado.
Esta solo suspiro.
—Supongo que puedo decir lo mismo de ti... ebrio eres mejor persona— dijo en una mueca.
Naobito ya no dijo nada más, soltó otra carcajada y simplemente se marchó de ahí, dejando a Mai con una verdad que cambiaba todo. Aun así, esperaba poder salir de ahí.
—Maki, si pudieras saber todos los secretos que he descubierto aquí...— suspiro llevándose una mano al pecho, tenía un raro presentimiento, era intranquilidad, como si algo malo estuviera próximo a pasar—Solo espero que tú y los niños estén bien... y que Okkotsu pueda intervenir por mi antes de que algo malo me pase...— susurro para si misma, mientras Choso regresaba con algunos sirvientes para limpiar el desastre que había ahí.
Aun así, el destino de Mai dentro de aquella residencia aún peligraba, así como el de sus sobrinos y su hermana allá fuera. Y más que la calma sería pasajera.
Notes:
Espero les haya gustado, estaré leyendo sus comentarios como siempre.
Y asi concluimos este mini arco de Mai Zenin. Uno que debo decir, me gustó mucho escribir.
Y díganme ¿Qué les pareció este capítulo? 👀 ¿Acaso sospechaban de Naobito como aquel que elimino a los altos mandos junto al padre de Noritoshi? ¿Qué creen que diga esa carta que mando y a quien creen que se la envió? Estaré leyendo sus teorías.
Y como pudieron leer, el clan Zenin esta lleno de secretos y de serpientes, siempre he asociado a ese animal con dicho clan, por eso puse lo del veneno como método que usaría su ex líder para acabar con los peces gordos.
Además, como pudieron leer, la madre de Mai guarda uno que otro arrepentimiento, pero eso no le quita que sea una mala persona y más al perjudicar el destino de sus hijas.
Y bueno, ya para terminar, debo comentar que en el próximo capitulo tendremos un salto en el tiempo de un mes dentro de esta historia, asi como por fin, regresaremos con Yuta y los mellizos, en una aventura que espero les guste.
Siguiente parada, el zoológico.
En fin, espero les haya gustado, nos seguimos leyendo ❤
Los quiere Vera ❤
Chapter 34: 32. Zoológico Parte.1
Notes:
Aquí Vera con una actualización más de esta historia ❤
Como dije anteriormente, después de los dos capítulos pasados donde Mai fue la protagonista, ahora por fin regresamos con la familia Okkotsu, a quienes les esperan varias sorpresas de ahora en adelante.
También quería comentarles que este capitulo que están por leer transcurre casi un mes después de los eventos narrados anteriormente en la trama y asi será de ahora en adelante. Ya que esta historia empezará a avanzar más rápido porque se vienen varias cosas importantes antes de entrar en su recta final, que, aunque aún faltan muchos capítulos para que eso ocurra, aún hay temas importantes que tratar, personajes que muy pronto harán acto de presencia y situaciones que no se la pondrán nada fácil a esta familia y más si quieren permanecer juntos. Asi que quizás la trama se volverá más rápida pero interesante y espero les guste. Porque como dije, este será un fic largo.
Y como pueden ver en el título del mismo, este capítulo estará dividido en dos partes, esto porque de verdad se vienen varias sorpresas en esta ida al zoológico que al final decidí separarlo en dos para su mejor disfrute.
Asi que preparen su botana favorita y sujétense bien de sus asientos, que se viene una aventura bastante divertida y un tanto salvaje en esta jungla.
Sin más, disfruten esta salida de un padre y sus hijos al zoológico ❤🍿🥤
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
13 de agosto.
10:20 a.m.
—¡El Zoológico!— gritaron en coro muy emocionados Yurika y Yuudai.
Ambos niños habían esperado aquel día con demasiado entusiasmo, que Incluso eligieron ropa a combinación. Ambos llevaban pantalones cortos en color beige, llevaban tenis cómodos en color blanco y cada uno llevaba una camiseta de diferente color. Yuudai llevaba una amarilla con la imagen de una Jirafa y Yurika llevaban puesta una camiseta en color morado con la imagen de un tigre. Además de eso, cada uno llevaba una pequeña mochila de peluche en forma de mono, así como ambos llevaban una gorra que los protegía del sol.
Ambos niños estaban junto a Yuta en la entrada de aquel recinto, estaban esperando a que Katsumoto regresara con los boletos para poder ingresar.
—¿Están emocionados?— pregunto Yuta mirando como sus hijos estaban muy felices de estar ahí.
También él iba vestido para la ocasión. Un pans en color café claro y una camiseta blanca muy fresca, Encima llevaba una camisa de manga larga y botones, abierta, en un tono gris opaco, perfecta para protegerse del sol, junto con una gorra del mismo color. Era un conjunto similar al que solía usar cuando estaba en el extranjero, especialmente durante su estancia en África.
—¡Lo estamos!— dijo Yurika dando brincos.
—¡Ya queríamos venir al Zoológico!— dijo Yuudai emocionado.
—¡Ya quiero ver a los leones!— dijo Yurika con mucha alegría.
—¡Y a las jirafas!— comento Yuudai.
—¡Y a los osos! ¡Y los pájaros! ¡Y a todos los demás animales!— dijo Yurika bastante emocionada moviendo con ánimos sus brazos.
Yuta se puso de cuclillas y les acarició sus cabezas sobre aquellas gorras.—Y los veremos, a todos esos animales que mencionan como a todos los que haya en el Zoológico — comento con una gran sonrisa.
Ambos niños estallaron de la emoción, estaban dando brincos impacientes por ya entrar a ese lugar.
Yuta suspiro un poco, una pequeña sonrisa apareció en su rostro mientras recordaba todo lo sucedido en esas tres últimas semanas.
Habían sido casi un mes lleno de diversas emociones. Pero en especial, Habían sido tres semanas llenas de alegría.
Después de que los niños pasarán aquella noche en su departamento, Yuta empezó a pasar más tiempo con sus hijos, quienes la mayor parte de la semana, Maki los dejaba a su cuidado mientras está se iba a sus misiones, aunque aquello a veces levantaba sospechas en el hechicero, que después pasaba por alto debido a que estaba cegado en amor.
Incluso en el departamento de Yuta comenzaban a notarse más señales de la presencia de aquellos dos pequeños. Había más juguetes por todos lados, y él mismo les había comprado dos camas, además de nuevos muebles para acondicionar la habitación que sería solo para ellos. En el clóset ya había más ropa, todo pensado para que se sintieran cómodos durante su estancia, ya que pasaban varios días a la semana con él. Al mismo tiempo, Yuta también comenzaba a quedarse con más frecuencia en casa de los Fushiguro.
Esa familia también había comenzado a salir juntos con más frecuencia. Los cuatro disfrutaban de ir al cine, recorrer las tiendas cercanas a su hogar y visitar centros comerciales al otro lado de la ciudad.
Incluso Yuta iba al parque más seguido con Yurika, Yuudai y de vez en cuando, Maki los acompañaba, sobre todo cuando está tenía la tarde libre, tanto de su trabajo en el gimnasio como en sus misiones, las cuales, seguían ya que los pedidos por parte de los clientes de Mei iban en aumento por las vacaciones de verano.
El ver a Yuta en casa de los Fushiguro ya era bastante común, así como ya era bastante común ver flores nuevas cada semana en aquel florero sobre la mesa.
La relación de Yuta con Yurika y Yuudai estaba siendo bastante fructífera ya que ya conocía mejor a sus hijos. Sabía ya sus gustos, cuáles eran sus comidas favoritas y cuáles detestaban. Así como también se había percatado de pequeños detalles que había pasado por alto la primera vez, como que Yuudai era ambidiestro, ya que era zurdo al momento de comer, pero al momento de escribir, era diestro. Al igual que era bueno creando pequeñas esculturas de plastilina y con más manualidades con diferentes materiales. Una habilidad que pudo haber heredado de él.
En el caso de Yurika, se dio cuenta que ella sí era buena en deporte, ya que al acompañarla a algunas actividades escolares de verano, pudo ver que a pesar que su hija era bastante competitiva, era buena jugadora. Al igual que noto que era ya una pequeña fanática a la moda. Un gusto que supuso, pudo ser adquirido de Nobara y Mai.
Y no solo la relación con sus hijos era buena, también su relación con Maki empezaba a mejorar bastante. Cada día eran más cercanos, más de lo que deberían. Por ratos parecían esposos, ya que Maki le llamaba la atención a Yuta o le regañaba por no hacer bien alguna tarea del hogar.
Y por ratos parecían dos adolescentes, los cuales se daban besos a escondidas cuando simplemente ni los niños ni los demás no los veían. Los abrazos por la espalda no faltaban, los besos en el cuello, las caricias, todo era como en sus tiempos de preparatoria. Incluso tuvieron otros dos encuentros íntimos, donde dejaron que la pasión disfrazada en "más sexo de reconciliación" los dejase llevar, acabando en la cama una vez más.
Realmente aquella buena vida parecía perfecta, de no ser que Yuta estaba dejando de lado el caso en el que se supone debería estar trabajando.
Yuta Okkotsu ya llevaba varias semanas sin enfocarse en atrapar aquel asesino. Realmente había dejado de lado aquel caso y por primera vez en mucho tiempo, se permitía un descanso, y lo hacía en pleno verano, disfrutando de esos días junto a las personas que más significaban para él en ese momento: sus hijos y la mujer que amaba
Aun si eso le traería consecuencias muy pronto. Pero eso no importaba en aquel momento, solo quería pasar un rato agradable con su familia y más en aquel lugar, el cual, fue una sorpresa para él.
Aun recordaba como Maki le había dicho que los niños querían ir al Zoológico.
◈ ━━━━ 🐯 ━━━━ ◈
Unos días atrás.
—¿Al Zoológico?— la voz de Yuta salió en forma de total sorpresa mientras hablaba por teléfono con Maki.
—Si, dije que los niños quieren ir al Zoológico— comento esta con su teléfono recargado entre su oreja y su hombro —No me hagas repetirlo— estaba terminando de lavar sus manos.
A pesar de que ya pasaban más tiempo juntos y en casa del otro, aun por ratos esos dos se mantenían en contacto por teléfono como en aquel momento.
Yuta se encontraba en su departamento.
Acababa de salir de la ducha y estaba medio vestido, llevaba solo un pantalón tipo pans negro, mientras su torso estaba desnudo. En ese instante se encontraba hablando por teléfono, mientras se secaba el cabello con una toalla y observaba la ciudad a través de una de las grandes ventanas de la sala mientras contestaba aquella llamada de Maki, la cual, ella estaba en su casa, más específicamente estaba haciendo esa llamada desde la cocina mientras por la puerta de cristal veía a sus hijos jugar en el patio. Ambos estaban jugando con los juguetes que Yuta les había comprado.
—¿Por qué los niños quieren ir al Zoológico?— pregunto Yuta con curiosidad.
—Presiento que se debe a que han visto todas tus fotografías que tienes en tu departamento sobre tus viajes. Además los niños dicen que quieren ver todos los animales que viste en África y en otras partes del mundo— explicó Maki por aquella bocina —Así que ellos quieren que vayamos al Zoológico y más ahorita que siguen de vacaciones de verano.
Yuta sonrió por esas palabras.
—De acuerdo. Vayamos al Zoológico. Aunque quizás más adelante me gustaría llevarlos a visitar África.
—¿Estás seguro de poder llevarlos al Zoológico?— preguntó Maki elevando una ceja —¿Si tienes tiempo para llevarlos ahí? ¿No tienes trabajo que hacer?— tenía curiosidad y más que veía que Yuta estaba bajando la guardia con aquel caso.
—Claro que tengo tiempo, para ti y para nuestros hijos siempre tendré todo el tiempo del mundo— contesto con gran alegría—Y más si se trata de salir en familia.
A Maki le dio un vuelco en el corazón al escuchar aquella palabra.
Familia, exactamente así ya se sentían. A pesar de aun no decirles la verdad a sus hijos.
—Además estaré encantado de ir al Zoológico con ustedes. Y más que ya los extraño a los tres en este momento— respondió Yuta sentándose en uno de sus sillones.
—Pero si nos vimos hace rato y hemos estado juntos los días anteriores también — comento Maki elevando una ceja.
—Lo sé, pero aun así, siempre querré estar con ustedes — dijo Yuta mirando la ciudad.
—Y nosotros contigo...— susurro Maki con cariño, mirando las nuevas flores que Yuta le había regalado, se acercó a ellas y acaricio con delicadeza sus pétalos. En sí, Yuta ya le había dado cuatro ramos diferentes, cada semana llegaba con uno nuevo a casa de esta.
—De acuerdo, entonces los llevare al Zoológico— comento Yuta con gran emoción. A él también le gustaba la idea.
—Muy bien— contesto Maki con una sonrisa. No se había dado cuenta que había sonreído bastante mientras hablaba con Yuta, como en sus años de preparatoria.
Pero al final, las cosas se dieron un poco diferente.
◈ ━━━━ 🐯 ━━━━ ◈
Regresando al presente.
—Lastima que mamá no pudo venir...— dijo Yurika en un puchero.
—Es verdad... pero dijo que no podía faltar al trabajo este día, así como tampoco Papá Gumi iba a poder venir...— Respondió Yuudai con la cara larga.
—Si, tampoco nuestros demás tíos pudieron venir ya que andan ocupados con sus trabajos — Yurika hizo un puchero de molestia.
Maki aquel día no pudo acompañarlos ya que a último minuto se le presento una misión como asesina, una a la que no podía decirle que no. Para la cual, dijo que debía asistir al gimnasio por algo urgente como pretexto.
Tampoco los demás pudieron acompañarlos por motivos de trabajo y de movilidad, ya que como ya había iniciado el Obon, toda la ciudad estaba repleta de vacacionistas y turistas y el ir de una ciudad a otra era complicado en aquel momento.
Yuta de nuevo se agacho a ver a esos dos y acaricio sus mejillas.
—No se desanimen, ellos no iban a poder acompañarnos pero eso no significa que debemos sentirnos mal — les dedico una linda sonrisa —Podríamos tomarnos muchas fotografías para mostrárselas a su madre y a los demás cuando los veamos de nuevo ¿Qué les parece?
—¡A mi si me gusta la idea, quiero tomarme fotos con todos los animales!— comento Yurika con emoción.
Su hermano solo hizo un sí con la cabeza.—También a mí y más que me quiero tomar una foto al lado de una jirafa.
—Jeje muy bien, vamos a sacar muchas fotografías— dijo Yuta volviendo a ponerse de pie y soltando un suspiro.
De verdad, le hubiera gustado hacer ese recorrido también con Maki. Ya que cuando eran adolescentes, él le prometió que irían un día a África juntos, en especial quería llevarla a Marruecos. Más específicamente a Chefchaouen, aquella ciudad con infinidad de puertas azules.
Aquel hechicero estaba un poco distraído en sus pensamientos hasta que Katsumoto regreso con los boletos.
—Listo mi señor, ya he conseguido las entradas — dijo Katsumoto regresando con esos tres. Entregándole a su jefe algunos boletos y unos brazaletes de color naranja que eran los pases VIP.
—Incluso compre el boleto y el brazalete extra por si la madre de estos pequeños nos alcanza en algún momento.
—Muchas gracias Katsumoto por acompañarnos en este día— dijo Yuta con una gran sonrisa— Igual, aun mantenemos la esperanza de que Maki pueda unírsenos más tarde.
El asistente rasco un poco su mejilla.
—Es mi trabajo acompañarlo incluso en estos días de descanso— bajo la voz— O cuando ella no pueda venir...— susurro.
Aquel asistente también iba vestido para la ocasión y más que Yuta le pidió de favor que le acompañase de último momento. Katsumoto iba vestido con un pantalón en color verde y una camiseta en color blanco, e inclusive llevaba un sombrero tipo de pescador en color azul.
Cuando supo a donde iría junto a su jefe y a sus hijos, sabía que sería un día muy pesado y más cuando se tenían pendientes con la misión principal.
—Y de verdad se te agradece ¿Verdad niños?
—¡Si y Mucho!— Dijeron esos pequeños en coro mientras Yuta les ponía aquellos brazaletes en sus muñecas a esos dos.
—La verdad, Katsumoto es un buen niñero— comento Yurika mirando con una sonrisa en ese asistente.
Su hermano afirmó con la cabeza.—Nos gusta cuando nos acompaña.
—En serio, muchas gracias Katsumoto por todo lo que haces por nosotros— agradeció Yuta una vez más.
El asistente sonrió un poco — Como dije, es mi deber.
Después suspiro, tampoco es como si pudiera negarse y más que últimamente, sentía que su jefe ya no se estaba tomando en serio su misión principal de atrapar al asesino de hechiceros. Y tenía miedo de lo que la sede y Satoru Gojo pudieran hacerles en caso de no tener avances y más que ya llevaban un mes en aquella ciudad.
Aun así, tampoco podía decirle que no a si Yuta, ya que le seguía temiendo. En pocas palabras, el pobre asistente estaba entre la espada y la pared. Y más que sentía que el caso se estaba complicando y más ahora con la repentina paternidad de Okkotsu.
Aunque algo en el comportamiento de Maki Zenin, a quien aún no conocía en persona, se le hacía sospechoso y más cuando está no acompañaba a Yuta y a sus hijos. Aun así, tenía miedo de meter más las narices donde no debía con esa familia, pero en especial con esa mujer.
—¿Estás bien Katsumoto?— pregunto Yuta al notar al asistente muy serio.
—Lo estoy mi señor, simplemente estoy repasando si traemos todo lo necesario para pasar el día aquí— comento este apuntando a la gran mochila que traían con ellos al igual que traían una pequeña hielera.
—Revisamos la mochila y la hielera antes de salir— comento Yuudai —Y mamá se aseguró de que trajéramos todo. En especial la comida y mucha agua y mis medicamentos.
—¿Están seguros?— pregunto Yuta con curiosidad.
—¡Lo estamos! Incluso ya nos pusimos una vez más el bloqueador solar que la tia Noba nos dio para cuidarnos del sol, el cual ya nos toca retocar— comento aquella niña con una sonrisa metiendo en su mochila aquel tubo después de que ella y su hermano se hubieran aplicado aquella crema— debemos cuidar mucho nuestra piel— dijo esa niña poniendo sus manos en sus mejillas.
—Al igual que ya traemos nuestros termos de agua en nuestras mochilas y yo traigo mi inhalador a la mano— dijo Yuudai mostrando su medicina, la cual, traía colgando en su cuello.
—Bien, si ya tenemos todo, entonces vayamos a divertirnos allá dentro — comento Yuta muy feliz, haciendo que sus hijos brincaran de la emoción.
◈ ━━━━ 🦉 ━━━━ ◈
Ir al Zoológico podría ser una aventura bastante divertida y más si es la primera vez.
La primera parada a la que llegaron esos cuatro fue al área donde tenían diferentes pájaros de gran tamaño como pavo reales y emus.
También pasaron por el área donde tenían bellas lechuzas y búhos con bellos plumajes en diversos colores.
Después pasaron al área de los elefantes. De los cuales, ambos niños quedaron fascinados por esos enormes animales.
—¿En África vistes muchos de estos?— pregunto Yuudai con curiosidad.
—Los vi y son bastante hermosos de cerca— contesto con una gran sonrisa.—Igual podremos verlos de cerca una vez lleguemos al recorrido del safari— dijo con una gran sonrisa.
—¡Yo quiero una foto con ellos!— dijo Yurika emocionada.
—¡Yo también!— su hermano también movió las manos.
—Bien, pónganse aquí, que les sacare una foto con los elefantes de fondo— Comentó Yuta dando unos pasos hacia atrás y sacando su celular.
De verdad sentía su corazón latir fuertemente y muy emocionado por estar ahí junto a ellos.
—Sonrían niños — dijo Yuta empezando a tomar fotos de sus hijos en los diversos lugares que iban llegando.
Yurika y Yuudai se pusieron muy juntos y levantaron sus manitas haciendo la señal de amor y paz al igual que hicieron algunos corazones con su dedo índice y pulgar. Yuta sonrió demasiado mientras tomaba aquellas fotografías.
Si las cosas hubieran sido diferentes, ¿cuántas fotos habría tomado de sus hijos en cada país que visitó? De solo, imaginarlo un suspiro fue arrancó de su pecho, mientras sus ojos se perdían con ternura en aquellas fotografías que ahora sostenía entre sus manos.
—Estás se las enviaremos a su madre para que ya vea que estamos aquí y todas las demás que tomemos, se las mostraremos cuando la veamos ¿De acuerdo?— comento Yuta viendo aquella fotografía de sus hijos sonriendo junto a esos primeros animales.
—De acuerdo— respondió Yuudai.
—¡Ven Yuta Kun! Queremos una foto contigo— dijo Yurika muy emocionada.
—¿Están Seguros que quieren una foto conmigo?— pregunto Yuta apuntándose a sí mismo.
—¡Si y más que ya eres parte de nuestra familia!— dijo Yurika yendo por él tomándolo de la mano y jalándolo para que fuera a su lado.
Yuta al escuchar aquello sintió que una gran sonrisa se le formo en el rostro.
—Katsumoto ¿Podrías hacernos el favor de tomarnos una foto?— pregunto Yuta extendiendo la mano con su celular en él.
—Claro— dijo el asistente tomando aquel celular y poniéndose en posición —Digan elefante.
—¡Elefante!— Dijeron padre e hijos muy emocionados.
Aquel recuerdo quería Yuta guardarlo siempre en su memoria y en su corazón.
El asistente miro aquella fotografía. Sentía que esa felicidad a pesar de ser genuina, presentía que sería pasajera.
—¡Ahora vayamos a ver a los gorilas!— dijo Yurika muy emocionada.
—¡Y después vayamos a ver a los pingüinos!— Yuudai estaba muy emocionado también.
—Veremos todos los animales— dijo Yuta dirigiéndose a su asistente —Muchas gracias Katsumoto, ¿Todo está bien?— pregunto este al ver a ese hombre muy seriamente.
Katsumoto fingió una pequeña sonrisa.
—Lo está mi señor, es solamente que estaba revisando la foto, salieron muy bien — le regreso el celular.
—Muchas gracias, si que es una foto para sacar y poner en un marco. Quizás después de este día llenemos el departamento con fotos de esta venida al zoo— dijo muy emocionado.
Katsumoto apretó un poco los labios. Había algo importante que quería decirle a su jefe, algo sobre que se rumoreaba en la sede, al igual que lo último descubierto por él sobre el anterior asesino de hechiceros y que podría servir de clave para el caso, caso que Yuta estaba dejando de lado.
Pero no pudo decir nada, simplemente no quería arruinar el momento.
—Ahora vayamos por acá — dijo Yuta colgándose la mochila y tomando las manos de sus hijos.
—En seguida mi señor— dijo Katsumoto siguiéndolo mientras él llevaba la hielera.
Y así siguieron esos cuatro, recorriendo todo el Zoológico.
Después de ver a los gorilas y otros animales de la zona.
Los cuatro entraron al área de los pingüinos, la cual era muy fría que hasta los hizo tintinear, aun así Yurika y Yuudai se divirtieron viendo a esos animales nadar muy cerca del cristal por donde podían verlos, y las fotos con aquellos animales no faltaron.
Después de estar en esa gélida área, los cuatro fueron a la zona del acuario que tenían en el Zoológico, donde tenían grandes peceras con diversos animales marinos.
—¡Miren un pulpo!— dijo Yuudai muy atento a esa gran pecera.
—Jeje se parece a Katsumoto— dijo Yurika y se soltó a reír.—¡Es pulpomoto!
—Es cierto. Es como él— dijo Yuudai con una sonrisa.
—¿Eh? ¿Yo?— comento Katsumoto confundido —¿Por qué dicen que soy como ese pulpo?— cuestionó confundido.
Ambos niños se miraron entre sí y después hablaron.
—¡Por qué siempre haces mil cosas a la vez!— contesto Yuudai.
—¡Es como si a veces tuvieras ocho manos, ya que haces muchas cosas al mismo tiempo cuando tienes mucho trabajo!— contesto Yurika girándose a ver a su padre —¿Verdad Yuta kun?
—¿En serio?— pregunto Katsumoto apuntándose a si mismo —¿Soy un pulpo?
Yuta se río levemente por ese comentario. —Aún así debemos admitir que Katsumoto hace un gran trabajo.
—¡Lo hace!
–¡Si!
—¡Gracias Katsumoto!— Dijeron ambos pequeños en coro.
El rostro del asistente se suavizó un poco. —No hay de que...— no podía enojarse con ellos.
—Bien, continuemos que aún nos faltan muchos animales que ver— comento Yuta tomando las manos de esos dos niños para salir de ahí.
Antes de salir de ahí, Katsumoto miró aquel pulpo, el cual se fue nadando.
Antes de dar un paso más, un extraño escalofrío le recorrió la espina. Tenía un raro presentimiento como si pronto fuera a ocurrir algo malo.
Los cuatro siguieron viendo a más animales y en cada lugar que paraban, Yuta tomaba una foto.
A su celular llegaron varios mensajes, entre ellos uno de Maki, que decía que los tres se veían muy bien con animales detrás de ellos. Esos eran los mensajes que Yuta contestaba con entusiasmo.
En cambio, también recibió algunos mensajes más de algunos peritos y demás agentes que estaban en el caso del asesino de hechiceros donde le decían que debían entregarle algunos informes, pero Yuta estaba ignorando esos mensajes.
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Después de un pequeño descanso donde tomaron algo de agua, los cuatro llegaron al área de los tigres, donde Yurika era la más emocionada ya que esos animales junto a los leones eran sus favoritos.
—¡Garrr!– rugio está pequeña una vez se acercó al gran cristal que dividía a esos animales de las personas.
—Es obvio que no los intimidas— dijo Yuudai viendo la actitud de su hermana, la cual se había acercado bastante al cristal para ver a esos animales—De una mordida te pueden comer.
—¿Así? Pues no les tengo miedo— respondió Yurika con una gran sonrisa y volviendo a gruñirle al cristal.
—¡Ash! ¡Tonta!
—¡Miedoso!
Ambos niños empezaron a discutir un poco al grado que ambos empezaron a empujarse y a darse de codazos.
—¡No me empujes!
—¡Tu empezaste!
–¡No, tu empezaste llorón!
—¡Terca y boba!
—¡Quítate es mi turno de verlos!
—¡No! ¡Eres un miedoso y si te acercas te van a asustar!
De nuevo, los ánimos se estaban calentando entre esos dos y más cuando sentían en su cuerpo fluir la sangre de manera rápida al mismo tiempo que sentían el hormiguero de nuevo en sus manos y pies. Incluso, se sentía como si el ambiente hubiera cambiado ya que los tigres de ahí empezaron a rugir.
Pero antes de que pasara algo en esa zona, Yuta intervino.
—No se anden peleando, sino el tigre se los puede comer a ambos— bromeo Yuta poniendo sus manos en la cabeza de cada uno— Si este tigre estuviera suelto, lo más seguro es que ya se los hubiera comido por andar peleando entre ambos. Y más que me prometieron no volver a pelear.
Ambos niños hicieron un puchero.
—Lo sentimos Yuta kun— dijo Yuudai con la mirada baja.
—Dijimos que no pelearíamos— comento Yurika también bajando la mirada.
—¡Vamos, no estén tristes! Ahora pongan su mejor sonrisa que les voy a tomar una foto — comento este mostrando su celular.— Además, los tigres se comen a los niños que no obedecen y a los que se portan mal ¿lo sabían?— bromeo un poco.
—Está bien— Dijeron en coro esos dos con voz de fastidio mientras se ponían en posición para aquella fotografía.
Y ahí, cuando Yuta iba a tomar esa foto. Fue que noto algo raro en la sombra de Yuudai. Era como si esta se estuviera moviendo un poco.
Pensó que quizás el haber caminado bajo el sol le estaba haciendo que viera cosas, e ignorando aquello, fue que tomo aquella foto.
Después le pidió a Katsumoto que le tomara una foto con los niños, y al estar cerca de estos, sintió como una presencia, como si una maldición estuviera ahí al igual que sentía un leve rastro de energía maldita.
Aun asi, no lograba identificar de dónde venía, a lo que pensó que solo era su imaginación.
—¿Esta todo bien mi señor?— pregunto Katsumoto regresándole aquel celular a su jefe.
—Lo está... es simplemente que...— Yuta dudaba si debía decir aquello frente a los niños. Aun así, decidió no decir lo que pensó haber visto.
—Que ya está empezando a dar hambre. ¿Qué les parece si primero vamos al safari y después de eso, tomamos un descanso para ir a comer cerca de la rueda de la fortuna?— dijo alegremente.
—¡Si vamos!— dijo Yurika con mejor ánimo. Incluso dio unos saltos, pero parecía moverse más rápido que antes.
—¡Ya quiero ir a ver a las jirafas!— comento Yuudai muy emocionado.
Aquel ambiente tenso se relajó. Quizás solo era la imaginación de Okkotsu que le hacía ver que la sombra de su hijo se había movido en forma extraña y que su hija, parecía más rápida de lo normal.
—Vamos — dijo Yuta dándoles las manos. Ahí fue que sintió como si estos tuvieran algo de energía maldita. Pero no quería arruinar el momento con aquel tema. Debían continuar.
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Antes de llegar a la zona del safari, los cuatro pasaron por el área de los osos.
Justamente se detuvieron en la zona de los osos Panda, los cuales en ese momento estaban en su habita comiendo bambú.
—¡Mira Yuta kun! ¡Es un enorme Panda!— dijo Yuudai apuntando a ese oso.
—Son muy gordos y tiernos — dijo Yurika con una sonrisa.
En ese instante, Yuta tuvo el recuerdo de alguien muy especial. Y eso le hizo reír un poco.
—¿Estás bien Yuta kun?— preguntó Yuudai.
Yuta se secó las pocas lagrimas que salieron junto a su risa y les acarició la cabeza a ambos.
—Lo estoy, es simplemente que acabo de recordar a un amigo.
–¿A quien?— pregunto Yurika con curiosidad.
—A un amigo que es exactamente un Panda parlanchín.
—¿Se parecía a un Panda?— pregunto Yuudai ladeando la cabeza a un lado.
Yuta rasco su mejilla— Mas bien, mi amigo era un Panda.
Los mellizos se miraron extrañados ante tal respuesta.
—¿Un Panda que habla?— cuestionó Yudai.
—Eso es imposible. Los animales no hablan— Yurika elevo una ceja.
—Es que este amigo que tenía, no era un Panda común, sino era un Panda que hablaba ya que era un peluche maldito— respondió Yuta con una sonrisa —Me preguntó como estará...
Ambos hermanos se miraron extrañados. Ya que esas palabras le recordaron algo que sus demás familiares decían.
—¿Sabes Yuta kun? No eres el único que dice que conoció un Panda que hablaba— dijo Yurika.
—¿En serio?— pregunto Yuta.
Yuudai hizo un si con la cabeza.
—Mamá, Papa Gumi y nuestros tíos dicen lo mismo, que conocieron también a un Panda que hablaba.
—Mamá dice que ese peluche era muy parlanchín y que a veces era muy molesto — dijo Yurika en un puchero.
–¿De verdad eso ha dicho su madre?
Los mellizos afirmaron con la cabeza.
—Mamá también ha dicho que ese Panda era un idiota— comento Yuudai.– Aunque sabemos que los pandas no hablan— hizo un puchero.
Eso hizo que Yuta sonriera y una gota de sudor saliera de su cabeza
—Aunque a mí me gustaría verlo si es que ese Panda es real— dijo Yurika muy emocionada.
—¡Yo también quiero verlo en caso de que sea real!— dijo Yuudai.
Yuta acaricio de nuevo las cabezas de sus hijos.
—Y yo estoy seguro que él estaría feliz de conocerlos a ustedes dos.
Eso provocó las risas de ambos niños.
—Vengan, vayamos al safari — dijo Yuta tomándolos de las manos.
—¡Safari! ¡Safari!— Dijeron en coro muy emocionados.
En cambio, Katsumoto miró su teléfono celular, notando que tenía tres mensajes importantes de la sede. Incluso sus ojos se abrieron de sorpresa por su contenido.
—¡Katsumoto!— gritaron esos dos pequeños que fueron por el asistente.
Yoshida al escuchar ese grito, dio un pequeño salto por el susto que esos dos le provocaron, eso hizo que casi se le cayera su celular, y más cuando los mellizos solo regresaron para arrastrarlo con ellos.
—¡No estes viendo tu celular en este momento!
—¡Vamos al safari!
—No te quedes atrás Katsumoto!
—¡Vamos, deprisa!
El asistente sólo se dejó llevar. Aquellas noticias se las daría a Yuta una vez tomarán un descanso.
◈ ━━━━ 🐘 ━━━━ ◈
La fila para entrar al Safari siempre es la más larga ya que es una atracción que llama demasiado la atención de chicos y grandes.
Pero gracias a los pases VIP, la fila se veía reducida a solo unas cuantas personas delante de esos cuatro.
Mientras esperaban y dejaban las cosas en los casilleros, Katsumoto se acercó a hablar con Yuta.
—Mi señor... tengo algo importante que decirle.
—¿Que pasa Katsumoto?
—Es que han llegado unos mensajes importantes de la sede... y...— el asistente fue interrumpido.
—Katsumoto ¿Crees que podríamos dejar esos mensajes para más tarde? — pregunto Yuta con un tono muy serio —Por el momento quiero pasar un rato tranquilo sin pensar en todo eso y más que esta es una salida muy especial con mis hijos...— bajo la voz a casi un murmullo y movió la cabeza un poco, apuntando a los niños, quienes estaban muy emocionados esperando el vehículo que los llevaría por el recorrido.
Katsumoto miró la seriedad con la que Yuta se dirigió a él.
Trago saliva, la garganta la sentía bastante seca—D-de acuerdo mi señor.
—¡Ya llego el carro!— dijo Yurika muy emocionada.
—Bien, es momento de ir a dar un pequeño paseo por África — dijo Yuta con emoción al ver a sus hijos bien ilusionados por ya iniciar el recorrido.
—Entendido— dijo Katsumoto en voz baja. No quería desobedecer a su jefe y más que aún le seguía teniendo miedo.
Aunque también le temía a lo que pudiera hacer la sede por estar dejando de lado su trabajo.
—Bienvenidos a este paseo por el safari, donde veremos varias especies que viven en la sábana africana — comento el guía a cargo de ese carro —¿Están emocionados?
—¡Lo estamos!— gritaron con emoción los mellizos, quienes iban en el asiento delantero junto a Yuta.
En el asiento trasero iba Katsumoto y atrás de ellos otros dos pasajeros, una pareja que también gritaron de la emoción.
—Me alegra oírlos muy emocionados porque ya vamos a adentrarnos a la majestuosa África — comento aquel guía, que iba vestido con un conjunto al estilo explorador.
Yuta sonrió al ver a sus hijos muy emocionados, y más cuando el auto del recorrido que era una camioneta tipo jeep con techado empezó a moverse. Aquello simulaba bien el estilo de un vehículo de safari.
—Bien, comencemos este viaje en nuestra primera parada, que es con nuestras amigas las cebras— explicó el guía con emoción— Si voltean a su derecha, verán el lago donde estas están junto a algunos antílopes.
Ambos niños estaban maravillados con aquellos primeros animales. Con sus franjas en blanco y negro y el cómo se movían elegantemente por aquel lugar.
La camioneta siguió su recorrido, pasando por unas rocas donde había unas cabras. Aquel recorrido siguió por un camino de tierra donde había varios avestruces. A los niños les dio bastante gracia aquellas aves.
Después se detuvieron cerca de un lago artificial, donde se podían ver unos cocodrilos tomando el sol. Al igual que unos metros más adelante pudieron ver a un hipopótamo.
Yuta suspiro —Aún sea en un Zoológico esos dos dan miedo– dijo mirando a esos animales.
—¿Estando en África vistes de cerca a estos animales?— pregunto Yuudai con curiosidad.
—¿En serio son muy peligrosos?— pregunto Yurika con sorpresa.
Yuta hizo un sí con la cabeza.
—Los vi muchas veces cuando íbamos a ciertas partes de África. Y sí que lo son, son bastante peligrosos si los haces enojar o te metes a su hábitat.
Ambos niños estaban muy sorprendidos por aquellos animales.
La camioneta pasó por un puente para ir a su siguiente parada.
—Y díganme niños ¿Cuáles son sus animales favoritos?— interactuó aquel guía con Yurika y Yuudai.
Ambos niños se miraron primero entre si y después le contestaron al guía.
—¡Los míos son los leones y los tigres!— Yurika imito haciendo unas garras con sus manos muy emocionada.
—Vaya, entonces tenemos a una pequeña leona aquí — dijo el guía y después miro a Yuudai —¿Y tú pequeño? ¿Cuál es tu animal favorito?
Yuudai estaba nervioso al ser mirado por los demás que iban en aquella camioneta.
—Yo... em...— Yuudai miro a Yuta, quien le acaricio la cabeza para darle confianza.
—Puedes contestar sin pena— Yuta le hizo un si con la cabeza.
—Está bien — miro al guía—Me gustan l-las jirafas... — contesto Yuudai en voz baja.
—Esos son dos bellos animales y están de suerte, porque los vamos a ver muy pronto porque miren — el guía les apunto a la derecha —Por que iremos primero con las jirafas.
Aquello emociono a esos pequeños. Y más cuando vieron que la camioneta empezó a detenerse cerca de esos majestuosos animales.
—Bien, Saluden a nuestros amigos— comento el guía dándole unos trocitos de zanahoria y de lechugas a esos dos pequeños —Pueden acercarse con cuidado a darles de comer, eso sí, cuidado con su lengua, pueden dejar mucha baba.
—¡Mira Yuta kun!— dijo Yuudai muy emocionado, dándole de comer aquellas zanahorias a esa jirafa, la cual acaricio. En los ojos del pequeño podía verse la emoción pura.
—Son muy bonitas— dijo Yurika también dándole algo de esa lechuga.
—Si que lo son, dejen les tomo una foto para mandárselas a su madre jeje— dijo Yuta con el celular en mano.
—Esperemos no se enoje porque estamos tocando estos animales— dijo Yurika con una risita.
—Es cierto jeje— dijo Yuudai riendo.
—Jeje veo que sus hijos se están divirtiendo mucho en este recorrido — dijo el guía con mucha emoción viendo a esos tres —¿Gusta que les tomemos una foto los tres juntos?
—Muchas gracias— dijo Yuta con una risita nerviosa rascando su nuca antes de darle su celular a ese guía para que este les tomara una foto.
Yuta se acercó a esos niños mientras las jirafas estaban muy cerca y detrás de ellos.
—A ver niños, acérquese a su padre y digan "Waka Waka!— dijo el guía muy feliz con ese celular en la mano.
Ante esas palabras, Yurika sonrió enormemente. Aún estaba con la esperanza de que Yuta si fuera su verdadero padre, incluso se abrazó a Yuta muy feliz e hizo un corazón con los dedos de su mano izquierda. En cambio, a Yuudai en un inicio le molesto esas palabras. Aun se negaba a la posibilidad de que Yuta pudiera ser su verdadero padre.
Aun así, el niño puso buena cara, aunque no se acercó tanto a Yuta.
—¡Waka Waka!— Dijeron esos tres en coro.
—Jeje Que bella familia y más que sus hijos se parecen mucho a usted caballero — dijo el guía con una gran sonrisa.
Aquellas palabras habían emocionado a Yuta y a Yurika, pero habían incomodado bastante a Yuudai.
—Por cierto ¿Acaso su esposa no pudo acompañarlos? — preguntó el guía con una sonrisa —¿Niños y su madre? ¿Por qué no los acompaño en esta ocasión?
Aquellas preguntas pusieron algo rojo a Yuta, y más que no sabía cómo responder.
En cambio, a Yuudai le incómodo que el guía pensara que Yuta fuera esposo de su madre.
—Él no es nuestro...— cuando iba a corregir al guía, su melliza habló.
—¡Mamá no nos pudo acompañar porque está trabajando!— comento Yurika rápidamente.
—Ya veo jaja así que Mamá leona salió a cazar, mientras papá león cuida de los cachorros, que tierno — dijo el guía haciendo esa comparación, la cual hizo sonreír bastante a Yurika y a Yuta.
Pero ese comentario solo hizo que Yuudai apretara los labios.
Pero había algo de verdad en esas palabras, Maki había ido a cazar una presa más, un hechicero.
Yuta rasco su nuca —Jeje así es, ella no pudo acompañarnos porque tenía mucho trabajo que hacer.
—Entiendo, bueno, continuemos con el viaje por el safari, la siguiente parada los elefantes— dijo el guía muy emocionado.
Ambos niños volvieron a tomar asiento.
—¿Y tú? ¿Ahora por qué traes esa cara?— pregunto Yurika con una mueca al ver a su hermano muy serio.
—¿Esta todo bien Yuudai? ¿Te sientes mal?— pregunto Yuta mirando a su hijo.
—Estoy...Bien...— dijo evitando mirar a Yuta y mejor mirando el camino.
—¡Llorón! De seguro estas así porque no te dejaron más tiempo con las jirafas — comento su hermana poniendo los ojos en blanco.
—¡No es por eso tonta! — se defendió Yuudai dándole un pequeño codazo.
—¡Auch! ¡Tonto no me golpees!— se defendió su hermana dándole también un codazo.
—Niños ¿Qué prometieron?— pregunto Yuta muy serio.—Prometieron no pelear, así que pónganse en paz o el paseo por el Zoológico se acaba una vez acabemos el recorrido.
Ambos pequeños se quedaron callados y se pusieron en paz. No querían arruinar aquel momento y menos cuando llegaron con los elefantes.
Después de unos diez minutos más, el recorrido estaba a punto de llegar a su fin.
—Y para concluir este recorrido, vamos a conocer a la realeza de la sabana. A su derecha pueden ver al majestuoso león. El cual tiene su propio lugar de aquel lado— apunto a un gran espacio que era exclusivo de esos animales lejos de los otros y de los visitantes.
—Como pueden ver a la distancia, este papá león, mamá leona y tres bonitos cachorros que nacieron hace unos meses — explicó el guía— por cuestiones de seguridad, no podemos acercarnos más.
Yurika era la más emocionada al ver aquella gran familia de felinos, incluso le pidió a Yuta que le tomara una foto con esos leones a la distancia.
Incluso la niña se imaginó que así como esa familia de majestuosos leones podría ser su familia si Yuta fuera su verdadero padre. Incluso la idea de tener un hermano más no le parecía mal para ser así tres cachorros.
—Y ahora, levantemos la mano y despidámonos de este recorrido, porque hemos llegado a su fin. Esperamos les haya gustado y vuelvan pronto — se despidió el guía mientras aquella camioneta iba por aquel camino a finalizar el recorrido.
—¿Les gusto niños?— pregunto el guía a Yurika y a Yuudai.
—¡Mucho!— Dijeron en coro.
—Me gusto ver a las jirafas así de cerca— dijo Yuudai muy feliz.
—Y a mí el ver a los leones ¡Garr!— dijo Yurika muy emocionada aún.
—Me alegra que les haya gustado, no olviden darle las gracias a su padre— dijo el guía con una sonrisa mirando a Okkotsu, quien en el fondo se sentía halagado por esa palabra.
Después el guía dio unas instrucciones más para que bajaran del vehículo.
Una vez más, la palabra "padre" puso tenso a Yuudai. Quien, de nuevo, en sus manos sentía ese picor que sintió unas semanas atrás cuando estaba furioso al despertar su técnica maldita.
◈ ━━━━ 🕷 ━━━━ ◈
—¿Se divirtieron en el safari?— pregunto Yuta una vez los cuatro iban por el camino de bambús para salir de ahí y dirigirse a la zona de descanso.
—¡Mucho!— dijo Yurika con mucha energía aún.
—Sip...— Yuudai contesto con un tono un tanto desanimado.
—Debo decir que fue un viaje entretenido, aunque corto— comento Katsumoto cargando la hielera.
—¡Es cierto! Pensé que duraría más— comento Yurika en un puchero.
—Para recorrer un buen safari y ver a todos esos animales más de cerca, se debe ir por lo mínimo, dos semanas a África— comento Yuta con una sonrisa.
—¡A mí me gustaría mucho ir a ese país!— comento Yurika mirando muy feliz a Yuta. Mientras iba caminando a su lado derecho.
—Espero algún día podamos ir. Claro, si tu madre está de acuerdo en ir en unas vacaciones — dijo Yuta con una gran sonrisa.
—¿Te gusta la idea Yuudai?— Yuta giro su cabeza a ver a su hijo, quien iba a su lado izquierdo.
—Tal vez... — dijo el niño con voz apagada.
Los tres notaron aquella actitud en Yuudai.
—Y bueno...— Yuta trato de cambiar de tema y de animar a ese niño—¿Quién ya tiene hambre?
—¡Yo ya tengo mucha hambre! ¡Tengo tanta hambre que me comería un elefante!— dijo Yurika dando saltos y llevando sus manos sobre su estómago.
—Bien, vayamos ya a comer los obentos que ayudamos a su madre a preparar— explicó Yuta moviendo un poco la mochila sobre su hombro.
—¡Comida! ¡Comida! ¡Vamos a comer!— dijo Yurika feliz por esa idea.
En cambio, su hermano gemelo iba muy callado. Ni siquiera mostró emoción por eso.
Yuta notó toda aquella situación, miro a Katsumoto, quién le hizo una pequeña señal con la cabeza a su jefe.
—Yurika ¿Qué tal si tú y Katsumoto se van adelantando a buscar una banca donde podamos comer?— dijo Yuta descolgándose la mochila y dándose la al asistente.
—Me gusta la idea, buscaré una buena banca debajo de la sombra — dijo Yurika, levantando su mano y llevándola a su frente en señal de entender esa orden.
—Esta bien mi señor, nosotros nos iremos adelantando— dijo el asistente haciendo una seña con la cabeza.
—¡Ven¡ ¡Vamos pulpomoto, por aquí!— dijo la niña muy emocionada, tomando la delantera caminando rápidamente.
—¿Pulpomoto?— Katsumoto pregunto muy confundido por ese apodo.
—¡El último que llegue es un pulpo podrido! — grito la niña mientras corría, adelantándose demasiado.
—¡Yurika, espera! — dijo el asistente tratando de seguirle el paso, pero esa niña se movía más rápido de lo normal. Aun así, la alcanzaría, pero pasaría algo raro que lo haría sospechar que esa niña tenía una técnica maldita muy problemática. Y ya suficientes problemas tenía con los mensajes de la sede.
En cambio, Yuta se quedó solo con Yuudai.
Aquel silencio era incómodo ya que el niño solo miraba a ese adulto con el que tenía conflicto. Aun así, Yuta decidió hablar primero.
—Em ¿Te gustó el recorrido?— pregunto con amabilidad.
Yuudai solo hizo un sí con la cabeza.—Fue divertido... aunque me hubiera gustado que fuera más largo...
—Tienes razón, esos 20 minutos de recorrido se sintieron muy rápidos.
Yuudai siguió hablando —Pero... me hubiera gustado que mamá nos hubiera acompañado— suspiro — Al igual que la tía Miki y papá Gumi... en especial a Papá Gumi ya que él le gustan los animales como a mi...
Yuta suspiro ante tales palabras.
—Entiendo...— rasco su cabeza —Supongo que te incomodo que ese guía dijera que éramos una familia ¿Cierto?
El niño se encogió de hombros y se abrazó a sí mismo— Algo así... supongo que lo dijo porque nos parecemos mucho... en especial en el cabello, así como en la cara... tú y yo tenemos facciones similares... Yurika ya lo ha dicho antes...
—Yuudai— Yuta se puso de cuclillas frente a ese niño —¿A ti te molesta eso? ¿Qué nos crean una familia?
Aquel niño suspiro.
—No del todo... es lindo hasta cierto punto y más que ya te quiero como quiero al tío Toge y al tío Yuji...— siguió explicando mientras miraba a Yuta— Pero debe ser que me incomoda un poco cuando dicen la palabra papá y más porque ni siquiera sé quién es mi verdadero padre.
Yuta también soltó un suspiro.
—Entiendo.
—Aun así me gusta pasar tiempo contigo Yuta kun...— dijo el niño en una leve sonrisa —Y en serio, muchas gracias por habernos traído este día aquí, me estoy divirtiendo bastante.
—No hay de que — dijo Yuta acariciando la mejilla de su hijo —Solo quiero que tanto tu como tu hermana se sientan cómodos y de paso, sean felices y se diviertan.
En ese instante, lo siguiente sorprendería a Yuta, ya que Yuudai lo abrazaría.
Aquello sorprendió al hechicero, que hasta sus ojos se humedecieron.
—Muchas gracias Yuta kun— dijo Yuudai en aquel abrazo. Tratando de no llorar por sus emociones encontradas, las cuales se querían desbordar, así como empezaba a sentir aquel extraño picor en todo su cuerpo.
—No hay nada que agradecer—respondió Yuta correspondiendo el abrazo.
En aquel instante algo llamó la atención de Yuta y esa fue la sombra de Yuudai, parecía temblar. Se movía extraña en el suelo, era como si esta pareciera un pozo burbujeante.
Aquello extraño demasiado al hechicero, que hasta se puso de pie rápidamente al sentir una gran energía maldita. Incluso elevo a Yuudai en sus brazos.
Yuta miro a todos lados tratando de ver de dónde venía aquella sensación, pero una vez tomo a Yuudai en sus brazos, la sombra de este se veía normal.
—Yuta kun ¿Pasa algo?— pregunto el niño muy extrañado en los brazos de su padre.
Yuta trato de actuar normal, aunque sentía como si de Yuudai saliera aquella extraña energía maldita.—Lo estoy, es solo que...— No quería preocupar al niño ni asustarlo, así que mejor mintió—Es solo que vi una araña pasar.
—¡¿Araña?! ¡¿Dónde?!— dijo este algo asustado. Empezando a respirar con un poco de dificultad porque su pecho subía y bajaba rápidamente y se oía un leve silbido en su respiración.
—Parece que ya se fue jeje — dijo poniendo a su hijo en el suelo.
—¿Yuudai, estas bien?— pregunto Yuta preocupado al ver a su hijo respirar asi.
—Odio las arañas... — dijo el pequeño sacando su inhalador y dando un disparo de esa medicina a su boca. Tomó un respiro y después habló —Estoy bien, creo que ha sido todo el polvo lo que hizo que mi respiración se fuera por un instante.
—¿Quieres que te lleve al medico?— pregunto Yuta preocupado.
El niño hizo un no con su cabeza y mostró su inhalador —Estoy bien, siempre cargo con mi inhalador para cuando me siento asi. Me ayuda a respirar.
—Bueno, sí empiezas a sentirte mal, me avisas ¿Vale? Y te llevare enseguida al hospital.
—Muchas gracias Yuta kun. Definitivamente serias un buen padre...— dijo aquel niño rápidamente dándose cuenta de lo que dijo, tratando de mejor arreglar sus palabras —Digo, un tío más de la familia.
Yuta le acaricio la cabeza. Sabía que debía darle algo más de tiempo.
—Jeje gracias —Le extendió la mano —Ven, vamos con tu hermana y Katsumoto, de seguro nos deben estar esperando para comer.
—Y sí que ya hace hambre...— dijo el niño en un puchero tomando la mano de Yuta.
—Si, hacer safari da hambre.
Ambos empezaron a caminar tomados de la mano.
—Por cierto Yuta kun...— empezó a decir Yuudai mientras caminaba a la salida de aquel pasillo de bambús —¿Ya has descubierto algo de lo que te dije hace unas semanas atrás? Algo sobre nuestro… verdadero padre…
Yuta tomó un respiro y pensó en una respuesta rápida. —Bueno, definitivamente tu verdadero padre es bueno escondiéndose. Así que aún no he dado con ese idiota, aun así, no debes porque preocuparte por él ni hablemos de él por el momento, mejor hablemos sobre a qué otro animal quieren ir a ver una vez acabemos de comer.
—¡De acuerdo! ¡Yo quiero ir a ver de nuevo a los pájaros!— dijo Yuudai con una sonrisa. Aunque en el fondo no se sentía cómodo con esa respuesta que le había dado el hechicero.
Y todos esos sentimientos, su sombra lo reflejaba, la cual parecía que de esta quería salir algo más.
Notes:
Espero les haya gustado.
Y díganme ¿Qué les pareció esta primera parte de esta ida al zoo? ¿Qué opinan de la actitud de los mellizos? Como pueden ver y como alguien dijo por ahí, se nota que cada mellizo tiene su carácter o mejor dicho, cada mellizo heredo algo de sus padres.
Por un lado tenemos a la risueña y soñadora Yurika, quien parece estar dispuesta a hacer que Yuta se una a su familia a pesar de todo. Y por el otro lado, tenemos al serio y un tanto orgulloso Yuudai, quien como dije por ahí, no se la está poniendo nada fácil a Yuta.
Pero no se preocupen, vamos a tener más de esos dos en el siguiente capítulo, donde por fin voy a revelar sus técnicas malditas. Vayan haciendo sus apuestas ¿Qué técnica tiene cada uno? Estaré leyendo sus teorías.
También quizás se pregunten ¿Y Maki aparecerá pronto? Si lo hará, pero hasta el siguiente capítulo, aunque debo admitir que esta ida al zoológico es más una salida entre un padre y sus hijos para divertirse solo los tres juntos, y más que como dijo el guía del safari “Mamá leona anda de casería mientras papá león cuida de los cachorros” y sí que Maki anda muy metida en su papel de “cazadora de hechiceros” por eso su ausencia.
Quiero agradecer a @/ Ripper-boy666 por ayudarme con la inspiración para esta escena y frase de los leones y con varios detallitos más de la trama. Igual varios de ustedes me han ayudado mucho con esta historia gracias a sus comentarios y sugerencias que me han dejado, en serio muchas gracias a todos ❤ trato de tomarlos siempre en cuenta.
También les prometo que próximamente tendrán más salidas familiares los cuatro juntos. Lo prometo.
Asi como también, tanto Satoru como Mei Mei no tardaran en regresar a las andadas. Y más personajes empezaran a aparecer en la trama.
En fin, espero les haya gustado y les siga gustando esta historia, muchas gracias a todos los que la siguen apoyando, dejando un comentario o un voto, de verdad, muchas gracias por todo el apoyo, espero actualizar pronto o mínimo mantener este ritmo de una actualización por mes, la cual, es la más fácil para mí.
Y repito, este será una historia larga, una historia de un poco más de 50 capítulos, asi que espero la disfruten como yo la ando disfrutando al escribir en mis ratos libres.
En fin, nos seguimos leyendo. Los quiere Vera ❤
Chapter 35: 33. Entre Las Sombras
Notes:
Porque ustedes lo pidieron y votaron por ello en Instagram, aquí esta, un capítulo más de esta historia, pero este capítulo es un tanto especial ya que aquí veremos a Maki en acción en su trabajo como la asesina de hechiceros, al mismo tiempo que descubrirán todo lo que hay detrás de este trabajo junto a Mei y Ui.
Espero les guste, este capítulo se sitúa al mismo tiempo en que Yuta (alias papá león) esta con Yurika y Yuudai (Sus cachorros) en el Zoológico, así que Maki aquí anda modo leona, lista para atrapar a su presa.
Pero no se preocupe, en el siguiente capitulo (Zoológico parte.2) regresaremos con Yuta y los mellizos y todo el gran espectáculo que sucederá debido al despertar de las técnicas malditas de los niños. El cual, espero subir pronto.
Pero antes de continuar, aquí un pequeño disclaimer o descargo de responsabilidad: El siguiente capítulo contiene una representación completamente ficticia de un cr1m3n, incluyendo también un modus operandi complemente inventado para el drama y la trama de esta historia.
Todo lo que se presenta a continuación es ficción y no debe interpretarse como un hecho real. Repito, lo que están a punto de leer es 100% ficción.
Sin más, disfruten la lectura ❤
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
"Si los Dioses no te escuchan, entonces susúrrales a los cuervos"
Unas horas atrás.
Mientras tanto, en otro lado de la ciudad.
El calor del verano no daba tregua. Aunque el aire parecía arder, eso no impedía que las calles se llenaran de gente celebrando esos días en los que, según la tradición, los muertos regresaban a visitar a los vivos.
Entre el bullicio de la ciudad, los autos, la música de los comercios, los transeúntes y los turistas yendo y viniendo de un lado a otro, todo parecía rebosar de vida. Sin embargo, en un callejón apartado del ajetreo, un crimen se estaba llevando a cabo.
—¡Ayuda! ¡Por favor, alguien ayúdeme!— La voz de un hechicero sonaba agonizante. El cansancio de correr por su vida le estaba pasando factura bajo aquellas sombras. Aquel hombre de cabellos negros y de mediana edad estaba sudando a chorros. Temblaba de miedo cual animal herido desde hacía minutos atrás, cuando salió apurado de su consultorio.
Aquel sujeto, el cual era un pseudo doctor, se estaba escondiendo de alguien, alguien a quien no podía detectar fácilmente.
Su sombra mientras corría entre aquellas calles donde la luz del sol apenas se filtraba por arriba de los edificios, parecía más a la de una gacela herida, la cual estaba huyendo de su cazador.
—¡Aléjate de mi!— gritó mirando levemente hacia atrás, pero no sabía si su mente le estaba jugando alguna broma, pero sentía como si alguien o algo lo siguiera entre las sombras, escondido entre las esquinas, listo para atacarlo cual fiera.
Por un instante, se planteó la idea de que quizás estaba viendo cosas debido al calor del verano. Que quizás solo estaba deshidratado, que tal vez solo era el estrés que tenía respecto a sus pecados cometidos lo que lo estaban volviendo loco.
Pero sabía que no era así. Sabía que estaba en problemas por aquella nota que encontró sobre su escritorio minutos atrás.
"Es hora de que pagues con tu vida por todo el daño que has hecho...”
Era lo único que decía aquella nota impresa en tinta roja sobre la carpeta que se suponía, estaba archivada en lo más profundo de su escritorio. Aquella que tenía toda la información de sus víctimas causadas por sus negligencias tanto como hechicero como médico.
No podía llamar a la policía, sabía que si lo hacía estaría en problemas porque lo investigarían.
También sabía que no encontraría a ningún oficial en aquellas calles desiertas. Era el primer día del Obon, y la policía seguramente estaría ocupada atendiendo casos de borrachos, niños o personas extraviadas, además de levantar reportes por objetos perdidos. Por eso, sabía que no acudirían pronto a su llamado de auxilio.
Así que no le quedó de otra que huir de su consultorio, el cual minutos atrás abandono cuando alguien lo había intentado atacar.
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Minutos atrás.
Un chirrido agudo, proveniente de una ventana de su consultorio, le heló la sangre y le hizo brincar del miedo.
—¿Hay alguien ahí?— preguntó el hombre, mientras salía de su oficina y miraba su local. Pero ahí solo había una ventana abierta.
Aquello le extrañó bastante, ya que no había nadie más en el consultorio. Estaba solo, pues su recepcionista se había marchado horas antes por ser día festivo. Así que únicamente quedaba él, revisando los perfiles de sus próximas víctimas: personas a las que estafaría con sus supuestos poderes curativos.
En realidad, todo era parte de su técnica maldita, conocida como "Síntomas Fantasmas", con la que adormecía a sus pacientes mediante energía maldita para luego manipularlos. Los hacía creer que estaban gravemente enfermos, provocándoles síntomas inexistentes mediante su técnica, y los convencía de que necesitaban tratamientos alternativos que él mismo vendía. En algunos casos, incluso les recomendaba costosas operaciones innecesarias, durante las cuales les extraía órganos como riñones u ojos para venderlos en el mercado negro.
Aquello era un fraude disfrazado de sanación, algo con lo que sabía que podía sacar dinero rápidamente.
Cuando iba a cerrar aquella ventana, por donde el cálido aire de fuera empezaba a interrumpir el frío aire de su consultorio, algo lo asusto.
Un cuervo entró por la ventana y voló dando unas vueltas sobre la recepción que estaba vacía.
El ave, de plumaje tan negro como la noche, se posó sobre el escritorio de la recepción y clavó su mirada en el hombre. Él se vio reflejado en sus ojos, como si aquellas pupilas oscuras de aquel animal lo estuvieran analizando centímetro por centímetro, de arriba a abajo, para terminar centrándose en su rostro todo pálido.
—¿U-un cuervo?— dijo el hechicero con nerviosismo, tratando de correr a esa ave de ahí con sus manos.
—¡Vamos! ¡Fuera de aquí!— dijo molesto por el susto. Mientras se acercaba a ese cuervo para tratar de sacarlo de ahí.
Pero esa ave se puso a la defensiva e hizo un graznido demasiado amenazador mientras volaba hacia la oficina de este.
—¡Espera! ¡Sal de aquí pajarraco!— grito ese hombre mientras caminaba con prisa a su oficina para sacar a esa ave que se había metido en su negocio.
El cuervo se posó sobre el escritorio de este, e hizo más ruidos.
—¡Maldito pajarraco, fuera de aquí!— dijo aquel hombre mientras trataba de atraparlo, pero esa ave empezó a volar dentro de la oficina.
Rápidamente a aquel hombre le llamo la atención algo sobre su escritorio, algo que él no había dejado ahí.
Al inicio, pensó que era una nota de su secretaria, pero aquellas palabras en rojo hicieron que la sangre se le fuera a los pies.
Rápidamente abrió la carpeta y ahí estaban todas esas fotografías de él en su rutina del día a día, así como todas sus falsas licencias y reconocimientos, también había fotos de sus víctimas y documentos detallando sus negligencias.
El pobre empezó a temblar, sintiendo un horrible escalofrío recorrerle la espalda, sabía que algo andaba mal. Al girar lentamente la cabeza hacia la esquina opuesta de la oficina, fue cuando la vio. Una figura totalmente vestida de negro. Esta figura estaba de pie, parecía que había surgido de las cortinas de su oficina.
Este "ser" llevaba puesta una máscara que simulaba a un demonio con grandes colmillos saliendo de su boca, cual si fuera un felino, pero en tonos rojos y toques azules.
En aquel instante, el cuervo hizo un graznido, era como si hubiera dado alguna señal y así, aquella sombra se abalanzó sobre él, clavándole una especie de daga en el hombro derecho.
El hombre grito de dolor, pensaba que quizás con su técnica iba a poder hacer dormir a ese ladrón. Pero noto que esa arma le había quitado sus poderes.
—¡Demonios!— gruñó lográndose quitar aquella daga del hombro—¡Atrás!— grito mientras seguía defendiéndose de esa persona. A la cual, logro alejar de él con unas patadas. Trato de usar su técnica maldita pero noto que está no se activaba, parecía como si esa arma que lanzó al suelo le hubiera anulado su técnica.
Y fue ahí, cuando aquel hombre salió corriendo de su consultorio, desesperado por buscar ayuda mientras dejaba un rastro de sangre.
Sentía que aquella persona lo perseguía muy de cerca. Pero cada que volteaba no veía a nadie, aun así, lograba escuchar como algo se escabullía entre las sombras. Mientras que sobre él, empezaron a aparecer más cuervos, los cuales estaban sobre los cables mirándolo correr.
—¡Ayúdenme por favor! ¡llamen a la policía!— grito aquel hombre a dos chicas que vio pasar por ahí, pero estas salieron huyendo ya que pensaron que era un pervertido.
Aquel hombre no le quedó más que seguir escapando de ahí, cual gacela herida.
Era tal su estado de pánico, que no se fijó por donde había dado vuelta, llegando hasta un callejón donde había un basurero.
Aquello debía ser una broma, no había nadie alrededor, era como si toda aquella jungla asfáltica se hubiera convertido en una trampa. Tan vacío estaba el lugar, que sus gritos hacían eco entre las calles vacías.
Desgraciadamente, su ruta de escape lo había hecho alejarse de la avenida principal. Ahora estaba atrapado, temblando cuál animal contra el muro.
—¡Demonios!— gruño aquel hombre, estaba acorralado.
Se giró, notando como había varios cuervos volando y posándose sobre los cables, mirándolo mientras soltaban graznidos.
—Por favor... no se quien seas, pero te suplico que no me hagas daño— grito todo desesperado, mirando hacia todos lados.
—¿Quieres dinero? T-tengo mucho en mi consultorio, te lo puedo dar pero por favor, no me hagas nada— suplico, juntando sus manos mientras temblaba hasta los huesos.
—¡SI ES POR TODOS ESOS CASOS, JURO QUE ME VOY A ENTREGAR A LA POLICÍA Y CERRARE MI CLÍNICA, NO ERA MI INTENCIÓN MATAR A ESAS CINCO MUJERES Y MUCHO MENOS A ESE BEBÉ!— titubeo un poco —¡Y-YO NO SABÍA QUE ESA EXTRANJERA QUE OPERE ESTABA EMBARAZADA! ¡FUE SU CULPA!— confesó con miedo—¡PERO POR LO QUE MÁS QUIERAS, NO ME MATES! – dijo llorando de miedo, hasta se había orinado en sus pantalones — ¡POR FAVOR, PIEDAD!— suplico—¡NO ME HAGAS DAÑO, YO NO SABÍA COMO HACER ESOS PROCEDIMIENTOS QUIRÚRGICOS, SIMPLEMENTE NO QUERÍA PERDER DINERO! ¡YO NO SABÍA QUE TODO ESTO IBA A ACABAR EN TRAGEDIA! ¡POR LO QUE MÁS QUIERAS, NO ME HAGAS DAÑO, JURO QUE YA NO MENTIRÉ SOBRE QUE SOY DOCTOR! ¡PIEDAD, POR FAVOR! ¡YA NO JUGARE CON MI TÉCNICA NI CON PROCEDIMIENTOS MÉDICOS!
Pero de nada servía aquello. Ni siquiera el confesar sus crímenes.
—Por favor...— sollozo, pero aquel llanto se convirtió rápidamente en un grito de susto que después paso a ser uno de dolor.
Todo paso tan rápido.
Y cual leona que se abalanza sobre su presa, Maki salto de donde se estaba ocultando para "cazar" a su víctima, aquella que llevaban investigando desde hacía unos días atrás.
En esto de cumplir sus misiones como asesina de hechiceros, Maki era como una leona, la cual, se pasaba vigilando a su presa con sigilo, escondiéndose entre la maleza, sin hacer ruido ni llamando la atención. Cada paso que daba era suave, preciso, como el de esa felina pasando entre la sabana y siendo letal contra sus presas.
Había llegado hasta ese punto ocultándose entre las sombras, por la calle estuvo siguiendo a los cuervos de Mei hasta que llegó aquel punto, donde subió al techo y lo escucho confesar sus crímenes desde aquel piso.
Ella como cazadora había esperado el momento para hacer su movimiento final y fatal.
Y así como las leonas se van hacia el cuello de sus presas, ella también lo hizo, cortándole la garganta con aquella arma que quitaba las técnicas malditas y después lo apuñaló en el corazón.
Los cuervos ahí empezaron a hacer ruido, mientras que el cuervo que asusto a aquel hechicero desde un inició, estaba inmóvil viendo aquella escena ya que este estaba "transmitiendo" todo el espectáculo.
—Si que fuiste una presa que me dio bastantes problemas...casi te me escapas — dijo Maki con molestia aun usando su máscara. Lo ideal hubiera sido matarlo dentro del consultorio. Pero ante la situación, iba a tener que esconder muy bien el cuerpo en aquel callejón. —Pero aquí estarás donde perteneces, a un lado de la basura maldita escoria.
Maki pudo observar cómo la vida en los ojos de ese hombre se desvanecía, mientras la cortina sobre ellos seguía puesta. Maki recuperó la compostura y se levantó momentáneamente aquella máscara para ver mejor a su objetivo. Los sujetos como él que se aprovechaban de sus técnicas malditas para dañar a otros, le daban bastante asco, lo mismo sentía por aquellos que alguna vez se interpusieron entre ella y Yuta… aunque de esos, ya se había encargado.
Aquella cacería había acabado.
Aquella víctima sería encontrada horas más tarde y reportada a Katsumoto y a Yuta.
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Mientras tanto, al mismo tiempo pero a unas cuadras de ahí.
En los labios de Mei se formó una gran sonrisa, mientras veía toda aquella escena desde su celular, ya que gracias a un voto vinculante con sus cuervos quienes grababan a través de sus ojos todos los detalles de cerca, así como con la práctica a lo largo de los años, podía impregnar su energía maldita en aparatos como su celular para tener la prueba de primera mano que aquellos encargos se cumplían al pie de la letra, además, era más fácil deshacerse de las pruebas ya que solo bastaba con matar al animal.
Una risita salió de su pecho, mientras se quitaba uno de sus audífonos inalámbricos ya que había escuchado aquella información, la cual, si se lo proponía, podía sacarle más dinero a todos los familiares de las víctimas de aquel hechicero al que acababan de eliminar.
—Que bien se siente cumplir con una misión asi, es como disfrutar de una jugosa victoria — dijo mientras llevaba a su boca una fresa, ya que estaba comiendo un dulce bocadillo, sentada sobre una hermosa banca de madera bajo un paraguas tradicional.
Aquel jugoso y rojo líquido, bajo de sus labios, así como la sangre de ese sujeto al que acababan de eliminar.
—Y la investigación solo nos tomó menos de una semana, deberíamos pedir más dinero cada que una misión sea así de urgencia — movió su tenedor —Y cuando sea pedido por un extranjero deberíamos cobrar el doble— dijo con bastante alegría mientras daba por terminada la grabación y del pequeño bolsillo de su kimono, sacaba una memoria usb dual, el cual conecto a su celular para pasar esas pruebas de su misión cumplida y poder mandarla a quien les encargo la misión.
—Le aumentaremos el costo a esa argentina si es que quiere escuchar las últimas palabras del asesino de su hermana.
—Hermana, ten cuidado así como estas manchando tus bellos labios, puedes manchar de rojo tu bello kimono— respondió Ui Ui, quien estaba a su lado, echándole algo de aire con un abanico.
Aquel hombre estaba tan atento a su hermana, que incluso antes de que esas gotas rojas de jugo de fresa bajaran por su mentón, logro limpiarlas con una servilleta de tela que siempre cargaba.
Y tenía razón, el kimono de su hermana era tan hermoso y tan blanco como la nieve y en su cintura llevaba un tradicional cinturón en color morado.
Iba vestida para la ocasión, ya que el día lo ameritaba.
—Siempre tan atento Ui Ui, por algo solo puedo confiar en ti, tanto para cuidarme como para entregar la información a los clientes cuando lo piden con este método de pago— halago Mei, acariciando la mejilla de su hermano—Es momento de quitar la cortina, nuestra misión a cabo con éxito — comento con una sonrisa.
—Enseguida, mi querida hermana — dijo este cumpliendo aquella orden. Ui Ui siempre tenía varias tareas asignadas cada que cumplían una misión, entre ellas, estaba el bajar barreras cuando sus víctimas trataban de escapar, gracias a que podía activar algunos sellos que colgaban de los cuervos que mandaban con Maki.
Realmente Mei tenía un negocio desde las sombras. Uno que le dejaba bastante dinero y que había perfeccionado con los años.
Pero ¿Cómo funcionaba este?
Fácil, funcionaba de la siguiente manera.
Para contactar con los servicios de Mei o, mejor dicho, con el "asesino de hechiceros" bastaba saber entrar a la red profunda, dar click en el link adecuado y tener el suficiente capital en una cuenta bancaria.
Una vez el cliente lograba entrar gracias a un link difundido en forma de clave en algunos foros japoneses sobre experiencias con dicho negocio, es que se lograba dar con el sitio donde Mei y otras personas del bajo mundo ofrecían diversos servicios.
Aquel sitio servía como un tablón donde al inicio, anónimamente las personas dejaban sus peticiones y dependiendo de la urgencia y el motivo, es que podía ser escogida por Mei o por alguien más para llevar a cabo su petición. Aunque aquellas que involucraban algún "hechicero" o personas que "veían cosas paranormales o estaban involucrados con temas de brujería" buscaban al "cuervo blanco" para que les ayudara.
Ese era el nombre con que Mei ofrecía sus servicios en el bajo mundo.
Aunque en la superficie, eran ya conocidos como "el asesino de hechiceros", nombre prestado por otro Zenin. Uno que se ganó la vida haciendo lo mismo hace muchos años atrás.
Su frase clave era "Si los Dioses no te escuchan, entonces susúrrales a los cuervos".
Con esas palabras es que sus clientes podían reconocer a Mei.
Una vez los clientes se ponían en contacto con ella, ya fuera a través de correos cifrados con datos y archivos de los objetivos, o mediante mensajes disfrazados como ofertas de equipos de ejercicio, se organizaban encuentros en lugares estratégicos que Mei conocía como la palma de su mano. Solo entonces comenzaban las verdaderas negociaciones.
Siempre pedía por adelantado la mitad del dinero, ya fuera en criptomoneda, o través de una transferencia bancaria a una cuenta en el extranjero bajo la fachada de "fundación" que desaparecía tiempo después o mediante un pago en efectivo en un sobre. Para el pago había opciones de sobra.
Y después de recibir el primer pago, es que empezaba la casería y es ahí donde empezaba el trabajo de Maki como la asesina de hechiceros.
Había trabajos que en menos de una semana lograban terminar, y había otros que tardaban hasta un mes debido a la complejidad del pedido.
Ahí era cuando Maki, mayormente acompañada de los cuervos, vigilaban y analizaban cada paso que su objetivo daba. Se ponía a investigar todo de estos, desde sus rutinas hasta las cosas que hacían antes de dormir.
Y para demostrar que hacían bien su trabajo, mandaban a los que encargaron dicha misión, pruebas como fotografías o informes que Ui Ui se encargaba de redactar y mandar personalmente. Pero por dichas pruebas cobraban una comisión extra.
Incluso trazaban rutas de escape por si eran descubiertos, como también trataban de acorralar a sus víctimas en lugares sin cámaras de seguridad.
Para después una vez finalizada con toda la investigación, es que se decidía eliminar al objetivo. Eligiendo el lugar más alejado en su rutina o en su caso, cuando se encontraba solo.
¿Y a cambio que recibían los que pagaban el servicio para saber si realmente se cumplió?
Dependiendo del trato, es lo que Mei les entregaba. A algunos simplemente les mandaba un correo con la frase de: "Su asunto fue resuelto con éxito, no olvide la propina", para después exigir el restante del pago más una generosa propina.
A otros, les enviaba hasta un punto en específico de la ciudad, una pequeña caja negra con un lindo moño en blanco con la usb dual dentro, donde ponía en carpetas comprimidas toda la evidencia de que sus encargos habían sido completados con éxito.
A veces mandaba el video de toda la persecución como en aquella ocasión, donde grababa de principio a fin, para comprobar que se hizo todo lo pedido. Y debido al voto vinculante tanto con el animal, así como con su celular, una vez era reproducido por la persona para comprobar que su encargo había sido cumplido, este se eliminaba en automático, y al mismo tiempo, el cuervo moría eliminando así toda evidencia. Aquello era un logro que después de muchos años, logró perfeccionar.
Ui Ui era el encargado de llevar dichas cajas con esas evidencias. Su técnica lo ayudaba a desaparecer rápidamente de ahí. Así como el rastro de esos tres, desaparecía acabando sus misiones.
Debían ser cautelosos para evitar ser atrapados y por eso tenían esas medidas.
Mei sonrió mientras veía como en su celular aparecía un mensaje que decía que la transferencia de dichos archivos había quedado completada en la usb, así como al mismo tiempo sentía que el voto vinculante se había establecido para que después de abrirlos, quedaran programados para desaparecer por completo.
—Listo, es hora de entregar esto a nuestra cliente— dijo Mei Mei quitando aquella usb y metiendo la en una pequeña caja negra con un moño blanco que guardaba en su bolso.
—Asegúrate de que haga la transferencia enseguida ¿Ok?— Mei le entrego aquella caja a Ui Ui.
—Enseguida hermana— dijo el peliblanco, alejándose un poco de ese punto para poder usar su técnica maldita e ir al lugar donde el cliente ya lo estaba esperando.
Mei comió otra fresa. Sentía que todo le estaba yendo bastante bien trabajando en las sombras.
Pero su tranquilidad no duraría mucho, y menos cuando Maki dio con ella.
Después de esconder el cuerpo y de asegurarse que no viniera nadie. Maki se escondió en un almacén abandonado que días atrás habían encontrado cerca del punto donde se llevaría a cabo aquella misión.
Se quito aquella mascara que Mei le había elegido para la ocasión, se cambió rápidamente de ropa a un conjunto deportivo, y más tarde se encargaría de desechar las prendas que había usado en su misión en algún bote de basura muy alejado de ahi.
Así como también limpió y escondió sus armas en su bolso deportivo, para después salir al punto donde esos dos hermanos la estarían esperando.
La peliverde dejó caer con brusquedad su bolso deportivo a un lado de esa platinada, levantando algo de polvo.
—Bienvenida, parece que no andas de buen humor — bromeo Mei comiendo una fresa más.
Maki se dejó caer a su lado, sentándose en aquella banca.
—Me estoy perdiendo de una salida con mis hijos y con Yuta al Zoológico, es obvio que no estoy de humor gracias a ustedes dos— dijo con molestia.
—¿Así que mis minitas de oro andan viendo animales? Que divertido y más si andan pasando tiempo con "papá"— dijo Mei con un tono de burla.
—Si y yo debería estar ahí con ellos, no aquí haciendo este estúpido trabajo— Maki se cruzó de brazos.
—¿Y para qué quieres ir a un Zoológico a ver animales si aquí estas rodeada de tantos? Tienes perros infieles, asquerosos monos, cerdos pervertidos... la sociedad está lleno de ellos— Mei hizo un gesto con el dedo, señalando al rededor — El humano es más animal de lo que imaginas. Si no, no estaríamos haciendo estas misiones— miro a la gente ir y venir —Ya tendrás el final del Obon para pasarlo con tus hijos, lanzando lámparas de papel, así que aún tienes días para que eso pase— movió su mano simplonamente.
—Tsk...— Maki gruño.
—No reniegues querida, recuerda quien es quien te da para comer a ti y a tus hijos— dijo Mei con una sonrisa en sus labios—Sin mí, tu y tus hijos estarían ya seis metros bajo tierra.
Maki decidió ignorar eso, así que mejor saco su celular y empezó a observar las demás fotos que Yuta le había enviado de Yurika y Yuudai en aquel viaje al Zoológico.
De su pecho salió un suspiro, uno de tristeza de no poder estar ahí con ellos. Miro las sonrisas de sus pequeños y el cómo Yuta estaba ahí como todo un padre. Realmente deseaba estar ahí con ellos.
—Parece que Okkotsu se anda tomando muy en serio su papel de papá león en eso de cuidar a tus cachorros mientras tú, como mamá leona andas llevando la comida a casa— contesto Mei con la voz llena de curiosidad.
Su vista era aguda que hasta alcanzó a mirar bien aquella foto.
Maki bloqueo su celular rápidamente.
—Eso es algo que no te incumbe Mei... deja de ver mis cosas y de entrometerte en mi vida personal.
—¡Oh! ¡Claro que me incumbe querida! Y más que como debo repetirte, si no fuera por mí, tus hijos ya estarían en manos de algún clan o de alguna persona que pagaría millones por esos dos... tú deuda y la de tus hijos es enorme y lo sabes bien.
—¡NO INVOLUCRES A MIS HIJOS EN ESTO!— Maki elevo la voz de manera amenazadora— ADEMÁS YO YA TE ANDO PAGANDO LA DEUDA DE LOS TRES, ASÍ QUE DEJA DE QUERER METERTE DONDE NO TE IMPORTA — de verdad estaba furiosa y más cuando esa mujer hablaba de sus mellizos como si fueran objetos.
—Vaya, mamá leona anda sacando las garras por sus cachorros.
—Y no dudaría en clavar mis garras por defender a mis hijos de hienas como tu— dijo Maki muy a la defensiva.
Mei río un poco y jugo levemente con su abanico —Interesante... aunque si quieres acabar tu deuda más rápido, podrías pedirle ayuda a Okkotsu ¿No lo crees? O ¿Acaso él ya sabe en lo que trabajas? Aunque supongo que el salario de él sigue siendo superior... me pregunto ¿En cuánto andará su fortuna como hechicero de grado especial en este momento?— pregunto con mucha curiosidad.
Maki se mordió levemente el labio inferior ante tales preguntas—No, no quiero que lo involucres en esto. Él solo sabe que trabajo en un gimnasio, solo eso, he sido cautelosa para que no sospeche nada.
—Imagino que con "cautelosa" significa también estártelo llevando a la cama para que no sospeche nada ¿Cierto? Solo así puedes dominar a un león como Okkotsu ¿No es así?— comento Mei con una sonrisa pícara— Eso también explicaría porque últimamente te he visto tan contenta, ¿Acaso él es bueno en la intimidad? Porque es más que obvio que yo no te enseñe "esos trucos" para tener bajo tu control a los hombres... al contrario, yo solamente te he enseñado a investigar y a eliminar personas — se miró las uñas.
—Deja a Okkotsu fuera de esto...— contesto Maki tajantemente, controlando su sonrojo al recordar cómo han estado cada día más cerca de manera intima.
—De acuerdo, de acuerdo, dejemos al león de lado. Y hablando de tus cachorros — la curiosidad seguía en sus rojos labios —¿Ya ha habido señales de cuáles son sus técnicas malditas?
A Maki le vino un extraño presentimiento ante tal pregunta. Yuki también parecía interesada en dicho tema, del cual, sus hijos aún no daban señas.
—No... aún no y espero no tengan ninguna técnica de ninguno de esos dos clanes...— dijo pensando en automático en su clan y en el clan Gojo. Los dos clanes que le arruinaron la vida —Quiero que ellos vivan lejos de este maldito mundo.
—Entiendo… Sería una lástima que hayan nacido sin técnica alguna. Pero si alguno de los dos heredó una, ya sea del clan Zenin o del clan Gojo, ese niño se convertiría en alguien muy valioso. No faltaría quien quisiera tenerlo bajo su control, no dudo que pagarían millones por algo así en sus filas— dijo Mei sintiendo como su teléfono vibraba. Le había llegado ya una notificación sobre su paga, tanto a ella como a Maki. Ya que Mei tenía designado que porcentaje iba a su cuenta y cuanto iba a la de su asesina estrella.
Incluso Ui Ui regreso rápidamente. La misión se había completado con éxito.
—Bien, es hora de movernos a nuestro siguiente objetivo — Mei se puso de pie y miro fijamente a Maki —si lo que quieres es acabar antes del fin del día para que vayas con tus hijos y con Okkotsu al Zoológico, entonces acaba tu siguiente misión rápido— dijo Mei levantándose con cuidado de la mano de su hermano. Ya que la peliblanco llevaba unos zapatos tradicionales—Es hora, aún tenemos otro objetivo que cazar. ¿Ves? Esto es más divertido que ir al Zoológico a ver animales en jaulas, cuando puedes cazarlos libremente en la ciudad— dijo con una gran sonrisa.
Desgraciadamente Maki no podía protestar. Aunque no tuviera un voto vinculante, estaba atada a ellos por el bien de sus hijos.
Una vez se puso de pie, miró una vez más la foto que Yuta le había enviado.
Su corazón de madre andaba inquieto, sentía que algo estaba a punto de pasar.
—Solo espero no sea nada grave...— dijo mientras miraba su sombra antes de ponerse en marcha.
Pero su corazón de madre tenía razón. Algo grande y caótico estaba a punto de pasar con sus hijos.
Algo que se escondía entre las sombras por fin salió a la luz.
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Notes:
Espero les haya gustado este capítulo.
Y díganme ¿Qué les pareció? ¿Qué opinan del trabajo de Maki junto a Mei y Ui? ¿Creen que Maki alcance a llegar al zoológico para encontrarse con sus hijos y Yuta? 👀 estaré leyendo sus comentarios.
Debo decir que para este sistema de trabajo con el cual trabajan Maki, Mei y Ui, me inspiré en la idea de cómo en su momento, Toji y Shiu Kong pudieron haber trabajado o aceptado trabajos de este estilo desde las sombras, pero aquí con un enfoque un tanto más moderno.
La idea de este capítulo nació también a partir de que varios de ustedes me preguntaron sobre cómo era el trabajo de Maki y si tenía pensado mostrarlo en la historia, y bueno, pensé que este podía ser un buen momento para hacerlo, sobre todo porque ustedes votaron en Instagram para ya leerlo.
Además, quería retomar la frase que mencioné en el capítulo anterior sobre: “Mientras Papá león cuida de los cachorros, Mamá leona anda de cacería”, de la cual, siento que salió mejor de lo que esperaba con la comparativa de Maki haciendo su trabajo mientras Yuta cuida de Yurika y Yuudai.
Recuerden que también pueden seguirme en Instagram con mi mismo nombre de usuario “Vera1794__” (Doble guion bajo al final), allá subo spoilers y noticias de esta historia, sobre todo porque en aquella red social estoy más activa.
Asi como también, recuerden que lo plasmado aquí es ficción, nada de lo que acaban de leer es real, simplemente fue creado para la trama.
En fin, repito espero les haya gustado, en el siguiente capítulo volveremos con Yuta y sus hijos, los cuales, por fin revelaran sus técnicas malditas.
Nos seguimos leyendo ❤
Los quiere Vera ❤ muchas gracias por el apoyo
Chapter 36: 32. Zoológico Parte.2
Notes:
¡Perdón por la espera! Pero al fin aquí les traigo por fin la segunda parte de nuestra visita al zoológico 🐘. Y tal como les adelanté en el capítulo anterior, en este capítulo volveremos con Yuta y los mellizos en esta salida especial de padre e hijos.
Prepárense, porque ha llegado el momento de conocer por fin las técnicas de Yurika y Yuudai.
Asi que acomódense bien en sus asientos, tengan a la mano su botana favorita y algo rico de beber, porque el espectáculo está por comenzar 🍿🥤
Espero les guste ❤️
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Mientras tanto, en el Zoológico.
Actualmente.
—¡Por aquí! ¡Yuta, Yuudai, estamos aquí!— grito Yurika estando sobre una banca, moviendo sus manitas para llamar la atención de esos dos.
Ella y Katsumoto habían encontrado una mesa libre frente a la rueda de la fortuna y del carrusel que tenía aquel Zoológico en su centro en la zona de descanso.
—Parece que encontraron un buen lugar— dijo Yuta mientras se acercaba a esos dos.
Pero al llegar, notaron que Katsumoto tenía la nariz roja, como si hubiera recibido un fuerte golpe en la cara, al igual que se estaba poniendo algo de pomada en los brazos y en los codos, en los cuales tenía algunos rasguños.
—¿Les gusta este lugar? Pulpomoto y yo logramos ganarlo y más que queda frente a la rueda de la fortuna— dijo Yurika con orgullo —En sí, yo lo encontré.
—Tiene una hermosa vista y de paso buena sombra— dijo Yuta con una sonrisa—Muchas gracias a ambos, en especial a ti Yurika.
—¡Yuta kun! ¿Una vez acabemos de ver todos los animales, podemos subirnos ahí?— Pregunto Yurika muy emocionada, apuntando a la rueda de la fortuna.
—Jeje está bien, nos subiremos a estos juegos antes de irnos del Zoológico.
—Katsumoto ¿Qué te pasó?— pregunto Yuudai observando como ese asistente limpiaba sus heridas.
—¿Pasó algo Katsumoto?— pregunto Yuta con preocupación —¿Necesitas que te llevemos con el medico?
El asistente negó con la cabeza.
—Estoy bien mi señor... solamente... me tropecé...— dijo con dolor.
—Katsumoto se cayó de puras bruces— dijo Yurika poniendo las manos en la cadera —¡Y más cuando pareciera que se congeló por un momento en el aire y después! ¡Bam! ¡Cayó de cara!— ejemplificó con sus manos.
—¿Congelarse?— pregunto Yuta confundido mirando al asistente —¿Eso es cierto Katsumoto?
—Lo es mi señor, fue como si de un de repente me hubiera congelado en el aire, no podía moverme y después di al suelo, ni las manos me dieron tiempo de poner.
—¡Así es! ¡No se movía para nada, se quedó así por unos segundos— Yurika imito la pose, elevando un pie como si caminara —Y de repente ¡Se movió! ¡Pero se cayó de pura cara!— volvió a ejemplificar.
—Eso es bastante extraño ¿Crees que se trate de alguna técnica maldita?— pregunto Yuta tratando de entender aquello.
—Es algo difícil de explicar, pero...— el asistente quería hablar en privado con su jefe, ya que lo ocurrido fue bastante extraño, pero no quería decirle sus sospechas en ese instante así que decidió mentir—quizás había una piedrita en el camino y eso hizo que me cayera.
—Ya veo...—Yuta se extrañó por todo eso— aun así, no dudes en decirme si tú también te sientes mal ¿De acuerdo?
—Así lo haré mi señor.
—Bien— dijo Yuta abriendo la mochila y la hielera para sacar los obentos y las bebidas que habían llevado—¡Es hora de comer!— dijo con una gran sonrisa.
Una vez Yuta curo las heridas de Katsumoto con su técnica de maldición inversa. Los cuatro se pusieron a comer en aquella banca mientras veían el carrusel y la rueda de la fortuna girar con todas esas personas.
Aquellos juegos mecánicos hicieron que Yuta soltara un suspiro, uno lleno de nostalgia ya que una linda memoria vino a su mente.
Era un recuerdo de su infancia, cuando tenía diez años y Rika todavía vivía. Ambos habían ido junto a los padres de Yuta y su hermana a un carrusel como ese. Recordar la sonrisa de Rika hizo que en su rostro se marcara aquel lindo recuerdo, incluso sus ojos se iluminaron.
—¿Yuta kun, estas bien?— pregunto Yurika con la boca llena mientras veía que ese adulto no despegaba la vista del carrusel.
Yuta movió un poco la cabeza.
—¿Qué?
—Preguntamos que si estas bien, te vez bastante distraído mirando los juegos mecánicos— dijo Yurika moviendo la cabeza hacia un lado.
—¿Acaso reconociste a alguien?— pregunto Yuudai también ladeando un poco la cabeza.
Yuta se llevó un poco más de comida a la boca, ya que estaba comiendo un onigiri.
Trago y después contesto—Estoy bien— sonrió —Simplemente tuve un recuerdo de cuando era niño.
—¿En serio?
—¿Y qué recordaste?
Preguntaron ambos niños antes de morder sus alimentos. Yurika estaba comiendo una banderilla y Yuudai unos rollos de verduras.
—Recordé cuando una vez, fui junto a mis padres, mi hermana y una amiga de la infancia a unos juegos parecidos a estos. En especial estaba recordando a Rika chan.
—¿Quién es Rika chan?— pregunto su hija con curiosidad.
—¡Yurika!— Yuudai dijo entre dientes porque sabía que su hermana era una entrometida.
Yuta soltó una pequeña risita que venía de su pecho.
—Rika chan era mi mejor amiga de la infancia.
—¿Y Cómo es ella?— pregunto Yurika entrecerrando los ojos. Empezaba a sospechar que Yuta era un poco mujeriego o que quizás llamaba la atención de muchas mujeres.
Su hermano puso los ojos en blanco.
—Ella era una niña muy hermosa. La más hermosa que vi cuando era un niño. Podría decirse que era como una bella flor brotando en el lugar menos inesperado— dijo Yuta con mucho cariño— Tenia un bello cabello largo en color chocolate, su piel era muy blanca, su rostro era fino y bello, era de ojos claros, además que tenía un lindo lunar aquí, en su labio inferior — se apuntó como ejemplo.
—Suena a que realmente estabas enamorado de esa chica — dijo Yurika con una sonrisa ante tales palabras de su padre. Y más por como la había descrito.
—Si...Lo admito — Yuta rasco un poco su mejilla, incluso una gota de sudor bajo por su frente —Me enamore de ella a primera vista cuando éramos unos niños. En si, ella y yo nos conocimos en el hospital ya que yo me enferme de neumonía.
—¿Así que también tu sufrías de tus pulmones Yuta kun?— pregunto Yuudai sorprendido ante esa declaración.
—Si, eso fue cuando tenía como unos nueve o diez años más o menos, recuerdo que me internaron esa vez y ahí fue donde conocí a Rika chan— saco el collar donde tenía los dos anillos—Incluso el día de mi cumpleaños, ella me regalo este anillo. El cual atesoro con mucho cariño ya que es un regalo muy especial.
—¿Ese es un anillo de compromiso?— pregunto Yurika alzando la voz muy sorprendida —¿Acaso estas comprometido?
—Jeje lo es y no, ya no estoy comprometido. Digamos que es un objeto que siempre lo cargo porque como dije, es un regalo muy especial que Rika chan me dio y más que es como un vínculo entre ambos a pesar de los años que ya han pasado desde la última vez que la vi— dijo Yuta con una sonrisa.
—¿Y qué fue de esa chica? ¿Ese es el nombre de la mujer que estás buscando en este país Yuta kun?— pregunto Yurika con bastante curiosidad.
—¡Yurikaaa!— de nuevo, Yuudai rodó los ojos por lo entrometida que estaba siendo su melliza.
Yuta tomo un respiro profundo y apretó un momento los labios. Trataba de encontrar la forma correcta de decir todo lo demás.
Ambos niños guardaron silencio al ver lo serio que se había puesto ese adulto. Incluso Katsumoto quien escuchaba toda esa conversación, bajo la mirada ya que él sabía todo lo sucedido, ya que Okkotsu se había hecho famoso por su historia con su amiga de la infancia y la maldición de esta.
Yuta tomó el valor para hablar.
—Ella desgraciadamente murió en un accidente automovilístico hace casi 16 años atrás...
Ambos niños sintieron demasiada tristeza por esa noticia. Incluso Yurika se llevó sus manos a la boca.
—Lo sentimos Yuta kun...— dijo está con tristeza.
—Debió ser una pérdida muy dolorosa...— comento Yuudai con la cara larga.
Yuta soltó un pequeño suspiro.
—Lo fue — dijo mientras se colocaba en el dedo anular aquel anillo que alguna vez perteneció a su amiga de la infancia—Pero Rika-chan no se fue del todo. Me dejó una parte de ella, una que todavía me acompaña incluso en la actualidad.
—Y sí que es una parte de ella, una muy poderosa... una que hasta el día de hoy da bastante miedo...— comento Katsumoto mirando a su jefe y comiendo un poco. Aquellas palabras extrañaron a los niños.
—¿Te dejo algo más aparte del anillo?— pregunto Yuudai con confusión.
—¿Qué fue eso que te dejó Rika chan?— pregunto Yurika con curiosidad.
—Bueno... mmm— Yuta rasco su mejilla, de nuevo estaba buscando las palabras correctas —¿Se acuerdan de ese día cuando nos conocimos en aquel callejón cuando los salve de esa maldición que parecía un pez globo?
—Yo sí me acuerdo.
—Yo también.
Dijeron Yurika y Yuudai moviendo afirmativamente sus cabezas.
—¿Y se acuerdan que conmigo estaba luchando una especie de criatura grande y blanca con grandes garras?— pregunto Yuta.
—¡Si lo recuerdo!— dijo Yuudai muy sorprendido.
—También yo, y más que la vimos muy de cerca— dijo Yurika mirando a su hermano.
—Bueno, pues ella es Rika chan.
—¡¿Esa criatura es tu amiga de la infancia?!— pregunto Yurika casi en shock.
—Lo es, o bueno es una parte de lo que queda de ella. En sí, una vez Rika chan trascendió y pudo descansar en paz hace casi 10 años atrás, ella me dejó ese shikigami para protegerme— explicó Yuta.
Ambos niños quedaron impactados al escuchar aquello. Sus ojos se abrieron enormemente e incluso se miraron entre sí. Parecían estar intercambiando palabras mentalmente.
—Si, sé que suena extraño pero digamos que Rika siempre me ha acompañado en todo. Y no, No es un shikigami malo a pesar de su apariencia.
—En un inicio nos dio mucho miedo...— confesó Yurika.
—Si y más cuando la vimos de cerca y habló...— dijo Yuudai recordando aquel día.
—Pero yo les prometo que ella nunca les hará daño, al contrario, yo sé que a ustedes los cuidara también — explicó Yuta con una sonrisa.
—¿Crees que podríamos verla en este momento?— pregunto Yurika emocionada.
—¿Acaso hay algún ritual para invocarla?— pregunto Yuudai con curiosidad.
—Bueno...— Yuta miro a Katsumoto, quién se levantó ya que su teléfono empezó a sonar.
—Con permiso mi señor, deje contesto esta llamada— dijo el asistente poniéndose de pie y alejándose unos metros de ellos.
Yuta siguió hablando.
—Bueno. La verdad, me gustaría presentárselas, pero en un lugar con menos gente, en especial porque al ser una maldición de categoría especial, puede llegar a asustar a los que no son hechiceros. Pero pronto la conocerán y yo sé que a ustedes dos los va a proteger— comento con una sonrisa.
—Entendemos— comento Yuudai.
—Y sobre si hay alguna forma de invocarla. Bueno, Rika solo me obedece a mí y más cuando uso este anillo —Elevo la mano izquierda, ahí donde en su dedo anular estaba aquel anillo — Yo la suelo invocar cuando lo uso ya que este es nuestro vínculo.
—¡Interesante!— dijo Yurika admirando aquel objeto —De verdad es un lindo anillo.
—Gracias — sonrió Yuta —Aunque quizás ella pueda ayudarlos a ustedes dos alguna vez.
—¿Así?
—¿Cómo?
Preguntaron ambos niños con curiosidad.
—Tal vez solo deban llamarla por su nombre una vez, solo cuando sientan que están en peligro. Quizás así puedan invocarla si es que ella desea convivir con ustedes— Explicó Yuta.
Ante tal explicación, los niños se miraron entre sí. Estaban sorprendidos por todo lo escuchado.
Katsumoto terminó de hacer aquella llamada. Suspiro. No traía buenas noticias.
◈ ━━━━ 🦁 ━━━━ ◈
—Yuta kun ¿Podemos ir a los columpios?— pregunto Yurika después de casi diez minutos de haber terminado de comer.
—Está bien, vayan y ahorita los alcanzo para subir al carrusel y a la rueda de la fortuna — dijo con una pequeña sonrisa, mientras acomodaba algunas cosas en la mochila.
Ambos niños hicieron un sí con la cabeza, se tomaron de la mano y se fueron acercando a aquella zona de juegos que tenían en ese Zoológico.
En cambio, el asistente se acercó a Yuta.
Aquel semblante serio lo noto el hechicero.
—Katsumoto ¿Esta todo bien? ¿Qué es aquello que me ibas a decir antes de entrar al Safari?— pregunto mirándolo.
—Señor, tengo noticias de la sede… en realidad, son cuatro y todas son importantes.
—¿Son malas noticias?— preguntó Yuta con un suspiro.
—No sé si se puedan considerar como malas mi señor.
—Solo lo sabremos una vez me las digas.
—Bueno, la primera noticia es que le acaban de notificar a nuestro equipo que encontraron otro cuerpo con las mismas heridas que las víctimas anteriores del asesino de hechiceros, mi señor— dijo Katsumoto en tono serio.
Yuta suspiro.
—¿Uno más? ¿Y en pleno día festivo?— pregunto con fastidio.
—Parece que ni siquiera en un día tan concurrido el asesino detiene su trabajo —comentó Katsumoto— De todos modos, le dije al personal que estábamos ocupados con otro encargo y les pedí que levantaran y recolectaran las pruebas necesarias. Más tarde podremos comprobar si se trata de otro caso del asesino de hechiceros o si estamos ante algo distinto— Lanzó una mirada hacia los niños, sabía que para su jefe, estar ahí con ellos era más importante que presentarse en la escena del crimen.
—Entiendo, muchas gracias Katsumoto y ¿Qué otras noticias tienes para mi?— Yuta suspiro de alivio, el cual sería pasajero.
—Bueno, la segunda noticia es que el líder Naoya a mandado por fin la lista de todas las armas que le faltan.
—Ya se había tardado en enviárnosla—dijo Yuta en un suspiro.
—Pero eso no es todo. El líder Naoya también ya nos ha exigido un avance sobre el caso del asesino de hechiceros.
— Por el momento, veremos si le mandamos un reporte simple con lo poco que ya hemos encontrado ¿Y dime, cuáles son las otras dos noticias que tienes que darme?— preguntó Yuta con fastidio. Se estaba llenando de tareas sin fin.
Katsumoto tomo un respiro con su celular en mano.
—La tercera noticia es que hay otro líder que quiere contactar con usted mi señor.
—¿Otro líder? ¿Quién?— pregunto Yuta con sorpresa.
—Ese quién quiere contactar con usted es el líder de los Kamos. Mas específicamente es Noritoshi Kamo— Dijo Katsumoto con seriedad.
—¿Noritoshi quiere verme?— Yuta alzo la voz con bastante sorpresa.
—Así es señor.
—¡Pero! ¿Por qué él quiere contactarse conmigo?— pregunto con algo de extrañeza.
—No dio más detalles, pero el líder Noritoshi quiere hablar con usted y espera que sea pronto.
Yuta se llevó una mano a la boca. Aquello realmente le sorprendió bastante. ¿Por qué Noritoshi quería hablar con él? Debía haber algo más detrás.
Aunque por un instante, sentía que tener al líder del clan Kamo de su lado, sería algo positivo.
—Está bien. Tomaremos como prioridad el hablar con el líder del clan Kamo. Cuando regresemos, mandaremos un comunicado para que nos digan cuando podemos ver a su líder.
—De acuerdo mi señor.
—¿Y cuál es la cuarta noticia?
—Bueno señor, esa se trata sobre Gojo Satoru...
Yuta suspiró con fastidio al escuchar ese nombre. Llevaba casi un mes evitando a ese hombre desde la última vez cuando fue de visita a la residencia del clan Gojo.
—¿Y ahora qué quiere Satoru?
—Bueno, él al igual que Naoya Zenin, quiere un reporte con resultados sobre cómo vamos con el caso del asesino de hechiceros.
Yuta sobo su nuca —Pensé que ya había dejado de lado esto.
—Él parece ser el más entusiasmado con que usted resuelva este caso, pero aún hay algo más...
—Y ¿Qué es?
—Bueno...—Katsumoto trago saliva —El señor Satoru "amenazo" con venir de "sorpresa" aquí a Kioto para hablar con usted.
—¡¿Como?! ¡¿Satoru va a venir a Kioto?!— Yuta grito de sorpresa—¿Cuándo?
—Aún no lo sé mi señor. Pero el señor Gojo dijo que, si usted no le tiene un avance en los próximos días, él mismo amenazo con que vendría a hablar con usted.
—¿Y no sabes cuando vendrá?
Katsumoto negó con la cabeza.
—No señor. Dijo que podría ser una visita sorpresa y sin avisar.
Yuta suspiro de frustración. Los tres líderes actuales de los tres grandes clanes querían verlo de uno u otro modo. Se sentía entre la espada y la pared y más que había dejado completamente de lado todo aquel caso.
Pero en especial le agarro una gran preocupación. Ahora que pasaba más tiempo con sus hijos, debía evitar que Satoru los conociera.
—Debemos averiguar qué día Satoru se va a aparecer por aquí, para así evitar que los niños se queden conmigo. No quiero que este los conozca.
—Trataré de comunicarme con el señor Ijichi o con algún otro director asistente para averiguar qué día podría venir el señor Satoru a Kioto —dijo Katsumoto mientras tecleaba en su celular.
—Esperemos que cooperen. Igual tengo el número de Ieiri san. Quizás ella pueda ayudarnos también — dijo Yuta pasando sus manos por su rostro—Y justo ahora que los líderes quieren verme, es cuando más ganas tengo de desaparecer.
—¿Quiere que regresando al departamento, envíe algún informe a la sede? Aún tenemos la lista de víctimas, la cual se ha ido actualizando con los asesinatos más recientes —sugirió Katsumoto— Podemos decir que seguimos investigando el caso e inventar alguna excusa, sobre todo si… —de nuevo, el asistente echó un vistazo a los hijos de su jefe, que seguían en la zona de juegos infantiles.
Continuó— Y más aún si usted quiere pasar más tiempo con Yurika y Yuudai.
Yuta le dio un rápido vistazo a sus hijos, quienes estaban jugando cerca de los columpios.
—Gracias Katsumoto, yo creo que si haremos lo que dices en eso de mandar un reporte diciendo que estamos haciendo lo que podemos y más que esto se está convirtiendo en un caso muy complicado... —Yuta miro a su asistente. De verdad, este hacía mucho por el— En serio, muchas gracias por toda tu ayuda — añadió este inclinándose en una leve reverencia.
—No hay nada que deba agradecer mi señor, y más que este es mi trabajo. Igual ya le tengo lista la información sobre el anterior asesino de hechiceros, quizás esto podría ayudarnos a averiguar quién es el actual— dijo Katsumoto, esperando que eso motivará a su jefe a poner empeño en esta misión.
En ese momento, Yuta notó la marca de la herida que su asistente se había hecho en el brazo. A pesar de haber utilizado su técnica maldita inversa, parecía haber quedado una leve cicatriz que, con el tiempo, terminaría por desvanecerse.
—Por cierto, Katsumoto, ¿Como dices que sucedió tu caída? ¿Acaso pasó algo más?
Yoshida se miró los brazos.
—Es que realmente es algo difícil de explicar señor, pero creo que sufrí el efecto de una técnica maldita.
—¿De una técnica maldita? ¿Como?
—Sucede que— Katsumoto empezó a explicar —Una vez Yurika y yo nos adelantamos, empecé a sentir algo extraño en el ambiente, era como un despertar y más cuando noté que Yurika corre muy rápido y por eso me costó algo de trabajo el alcanzarla.
—Bueno, Yurika es muy buena en los deportes así que es una niña ágil— defendió Yuta a su hija.
—Lo sé señor, pero... — continuó hablando Katsumoto — Yo me refiero a que fue como si en un parpadeo, Yurika se hubiera acercado a mi para avisarme que había encontrado una mesa vacía ya que ella, simplemente me dejó atrás... de verdad corre muy rápido y ahí fue cuando ocurrió lo extraño.
—¿Qué ocurrió?— pregunto Yuta juntando sus cejas. Pensaba que quizás el asistente debía traer un golpe de calor o que pudiera estar deshidratado para decir esas cosas
Katsumoto tomo un respiro y siguió explicando. Solo esperaba que su jefe le creyera.
—Fue entonces cuando ocurrió lo inexplicable. Solo recuerdo que Yurika regresó a mi lado en un abrir y cerrar de ojos. Cuando tomó mi mano por un instante, de repente mi cuerpo se quedó inmóvil. Era como si una extraña energía maldita me hubiera electrocutado. No podía moverme, estaba completamente "congelado". Tras unos segundos, la sensación comenzó a desvanecerse lentamente, y cuando finalmente recuperé el control de mi cuerpo, caí de cara al suelo sin siquiera poder usar las manos para amortiguar el golpe. Por un instante, lo sucedido me recordó a la técnica del señor Naobito, especialmente porque parecía funcionar bajo el mismo principio…
—Katsumoto ¿Me estás diciendo que usaron la técnica de proyección contra ti?— pregunto Yuta asombrado.
—Así es señor... y creo que Yurika fue quien la ejecuto...
Yuta tenía una extraña corazonada y más al recordar que desde que conoció a sus hijos, estos decían ver maldiciones y de un tiempo a la fecha, desprendían pequeñas cantidades de energía maldita —¿Estás diciendo que Yurika pudo haber ya manifestado su técnica maldita?
Katsumoto hizo un sí con la cabeza.
—Y quizás su técnica sea la de proyección...
Yuta movió sus manos un tanto alarmado.
—¡Entonces!
En ese instante, esos dos fueron interrumpidos por gritos de pánico.
De repente, aquella zona que parecía el lugar perfecto para tomar un descanso de tanto caminar por el Zoológico, se volvió un caos.
Había unas manos negras, super largas y extrañas saliendo de las sombras del piso, el cual parecía un pozo todo oscuro. Aquellas manos empezaron a destrozar con furia los juegos, así como a hacer estragos contra el carrusel y la rueda de la fortuna.
Pero no solo de ese pozo oscuro estaban saliendo esas manos, sino que también salieron algunas sombras en forma de animales: ranas del tamaño de un niño, también salieron sombras que tomaban las formas de los tigres, de leones, de las cebras y de hasta elefantes. Todo un pequeño pandemonio con esas criaturas atacando a todo aquel que se cruzaba en su camino. Y lo peor era que el pozo no dejaba de escupir más y más sombras, como si no tuviera fin.
—¡¿Qué está pasando?!— Katsumoto grito de horror al ver la escena.
—¡Rápido, llama a la sede! ¡Que manden a algunos hechiceros que estén cerca, esto es una emergencia!— grito Yuta, quién empezó a correr hacia la escena —¡Debo encontrar a mis hijos!
—¡Si señor!— dijo Katsumoto tomando rápidamente cartas en el asunto.
—¡Rika!— Yuta rápidamente llamó a esta maldición, quien se manifestó y empezó a atacar aquellas sombras mientras todos los demás huían a diferentes partes.
¿Qué había ocurrido? ¿Que eran esas sombras?
Para saber qué pasó, debemos ir a unos minutos atrás.
◈ ━━━━ 🎡 ━━━━ ◈
Minutos atrás.
Mientras Yuta y Katsumoto hablaban, Yurika y Yuudai se habían acercado a aquella zona de juegos.
Yuudai se detuvo un momento antes de llegar a los columpios, sacó su inhalador y lo uso ya que se sentía un poco agitado.
—¿Estás bien?— pregunto su hermana con un puchero.
Yuudai hizo un sí con la cabeza.
—Creo que sí. Es solamente el polvo— dijo este tomando un poco más de su medicina.
—¿Estás seguro? Por qué no quiero que nos arruines la tarde— reclamo Yurika.
Su mellizo solo entrecerró los ojos.
—¡Ya te dije que lo estoy! Eres muy molesta.
Yurika no se quedó callada ante tal reclamo—Tonto, solo me preocupo por ti— le dio un pequeño puñetazo en el hombro.
—Pues no lo parece— dijo Yuudai sobando su hombro.
En ese instante, ambos niños se subieron a un sube y baja que estaba disponible. Jugaron un poco con el antes de subirse por turnos a los columpios.
Estando en esos columpios, miraron que Yuta y Katsumoto hablaban. Parecían muy serios.
—¿De qué crees que estén hablando Yuta kun y Pulpomoto?— pregunto Yurika saltando del columpio y cayendo de pie firmemente.
Yuudai se fue deteniendo lentamente. Él no brinco, simplemente se detuvo y se puso de pie y fue con su hermana.
—No lo se. Pero parecen muy serios. De seguro deben estar hablando de sus trabajos. Ya sabes "cosas de detectives"— dijo el niño con una mueca.
Su hermana le miró fijamente por un momento. Parecía que trataba de leer su mente.
—¿Y bien?
—¿Y bien qué?
—¡No te hagas! Quiero saber qué hablaste con Yuta kun hace un rato atrás. ¿Acaso pasó algo?— pregunto Yurika con curiosidad.
—¿Por qué demonios quieres saber eso?
—Bueno porque puedo leer tu mente de mellizo gracias a nuestra telepatía y algo me dice que "hablaron de algo importante" y más que la palabra “papá” la estoy escuchando mucho en mis oídos— dijo Yurika con una gran sonrisa, moviendo sus manos alrededor de sus orejas.
Yuudai solo puso los ojos en blanco.
—Estás loca. Y lo que haya platicado con Yuta kun es solo un asunto mio y de él.
—Dirás con nuestro Papá ¿No es así?— pregunto Yurika.
Su hermano solo suspiro y la ignoro.
—No es asunto tuyo...— murmuró. Era realmente un niño muy orgulloso.
Pero su hermana no se quedó callada y se plantó frente a él con una sonrisa de oreja a oreja —¿Y dime Yuudai? ¿Cómo la estás pasando hoy en el zoológico junto a Yuta-kun?— ella era una niña muy intensa.
—Debo admitir que me la estoy pasando bien, está siendo un día bastante divertido— respondió Yuudai mirando a su hermana quien de nuevo se plantó frente a él.
—Sip, yo igual me la estoy pasando muy bien— respondió Yurika con una sonrisa —En especial porque Yuta kun está aquí. Realmente él es un buen hombre.
Su hermano solo movió los hombros con desinterés mientras trataba de evitar a su hermana.
—Y yo creo que Yuta kun sería un gran nuevo papá para nosotros.
—¡Y dale con lo mismo!— Yuudai rodó una vez más los ojos.
—¡Es la verdad! Además ¿No has notado que Yuta kun ya es más cercano a nosotros? pero sobre todo con Mamá, con ella he notado que se ha vuelto muy cercano— su sonrisa seguía en sus labios.
—Yo digo que solo es tu imaginación — su hermano estaba harto de ese tema — Yuta kun solo está siendo amable con nosotros, y más ahora que mamá es su amiga. Por eso nos deja quedarnos con él, mientras papá Gumi y nuestros demás tíos están ocupados. Solo está siendo educado y cortés, no es nada del otro mundo.
—Aja y ¿Cómo explicas que ya en su departamento tenemos un cuarto y una cama cada uno? ¿Y todos nuestros nuevos juguetes? ¿Y la nueva ropa? ¿Y que nos cumple nuestros caprichos?— pregunto su hermana cruzando los brazos.
—Bueno, como dije es porque ahí nos cuida y por educación. Papá Gumi también tiene un cuarto para nosotros cuando vamos a Tokio— dijo el niño moviendo sus hombros con desinterés.
—Si como digas. Pero yo creo que hay algo más detrás de todo el comportamiento de Yuta.
—¿Como que según tu?— Yuudai elevo una ceja.
—Bueno, primero está el caso de que nos trata como si fuéramos sus hijos. Digo no cualquiera nos consciente así.
—A ti solo te gusta que te regalen cosas — su hermano reclamo —Eres una mimada.
—Y no creo que eso este mal porque tú también estas bien mimado y te gusta que te regalen cosas también— se cruzó de brazos —Además, ¿Acaso no has notado lo cerca que Mamá y él se han vuelto? Digo porque ambos se miran como si estuvieran enamorados — dijo Yurika toda ilusionada y juntando sus propias manos —Al igual que he visto que se toman de la mano y puedo asegurar que los he visto besándose en más de una ocasión.
—Lo estas inventando todo.
—¡Claro que no lo estoy inventando! Y como dije, lo he visto con mis hermosos ojos — parpadeo varias veces para presumir sus pestañas —Yo sé que ahí hay algo, tal vez pronto Mamá nos diga que está saliendo con Yuta kun.
Su hermano gruño ante tales palabras.
—Solo estas diciendo tonterías. Yuta kun y mamá solo son amigos. Ver tantas novelas y películas románticas te han vuelto loca.
—¡No estoy loca Yuudai! Yo de verdad he visto que mamá y Yuta se ven con ojos de amor y si es así, a mi si me gustaría que Yuta fuera nuestro nuevo papá o quien sabe, quizás él sea nuestro verdadero padre.
Su hermano no soporto más, se tapó las orejas con sus manos. Estaba furioso. Odiaba la idea de que Yuta fuera su verdadero padre —¡CÁLLATE TONTA!
—¡Acéptalo! ¡Sabes que tengo razón. Además, soy la melliza mayor y sabes que mi palabra tiene autoridad! — dijo sacando la lengua y acercándose a su hermano.
—¡NO LA TIENES Y YA CÁLLATE!—dijo muy molesto, sentía que las manos le picaban.
—¡Deja de ser un llorón! ¡Mejor deberíamos preguntarle a Yuta kun directamente si él es nuestro verdadero padre!
Aquello hizo enojar mucho a Yuudai. Quién hizo sus manos puños, realmente estaba molesto.
—¡Vamos a preguntarle directamente y acabemos con esto!— Yurika se dio la vuelta.
—¡NO!— gritó Yuudai en un ataque de molestia, empujando a su hermana.
Yurika se giró hacia él y abrió enorme los ojos al ver que su hermano la había empujado un paso. Así que esta le regreso el golpe.
La niña lo empujó con más fuerza, haciendo que Yuudai cayera de trasero contra el concreto, tocando directamente su sombra.
Y ahí fue cuando la bomba explotó.
—¡Te odio, ojalá desaparecieras, tonta!— grito Yuudai mientras seguía en el suelo. Eso hizo que su sombra se moviera con brusquedad. Al igual que las sombras que estaban a su alrededor se empezaron a alterar.
En ese instante, el suelo pareció burbujear con una oscuridad densa y viva. De las sombras emergieron innumerables manos alargadas, retorciéndose en el aire como si buscaran algo. Al mismo tiempo, siluetas de animales sombríos comenzaron a brotar de cada rincón, deslizándose con un movimiento inquietante.
Ranas del tamaño de niños, caballos, tigres, cebras, leones, elefantes y pájaros en forma de sombras tan oscuras, empezaron a salir de esa fosa, provocando el caos.
Ambos niños se asustaron bastante, en especial Yurika al ver que esas alargadas manos iban hacia ella.
Esta grito y logro moverse muy rápidamente, evitando ser atrapada dando pasos hacia atrás a una velocidad que incluso era sorpresa para ella, aun así, esas manos lograron atraparla.
—¡Suéltame!— grito Yurika, tratando de zafarse.
—¡Yurika!— grito Yuudai bastante asustado. Incluso se puso de pie rápidamente.
—¡Yuudai, corre!— grito Yurika al ver que ahora esas manos iban tras su hermano.
Yuudai empezó a hiperventilar del miedo que sentía, pero logro soltar un grito al ver como también esas manos iban hacia él. Dio unos pasos hacia atrás, pero se empezó a hundir en su propia sombra, la cual se había extendido bastante y las sombras a su alrededor parecían absorber las cosas y personas que había en su camino.
—¡Huye Yuudai! ¡Corre! ¡Aléjate!— grito Yurika mientras trataba de zafarse de aquellas manos que la habían sujetado de los brazos. Pero al tocarlas, la niña notó como estas lograron quedarse quietas por un instante.
—Esto es mi culpa...– se dijo Yuudai a si mismo mientras lograba zafarse de esa sombra y empezaba a correr como podía, pero por desgracia sus pulmones ya ardían.
El caos se había desatado, gritos por todos lados, animales sombras atacando a las personas y en especial, esas alargadas manos estaban destrozando la rueda de la fortuna y el carrusel, donde varias personas quedaron atrapadas.
En ese instante un gruñido resonó en el lugar, la reina de las maldiciones había hecho acto de presencia y parecía que hasta los animales de todo el Zoológico sintieron su presencia ya que soltaron bramidos de miedo.
Rápidamente algunas personas que estaban siendo atacadas por esas manos y animales hechos de sombras, fueron ayudadas por aquella imponente maldición, ya que las garras de Rika eliminaban aquellas sombras.
Yuta ayudó a algunos individuos mientras buscaba a sus hijos, cortando con una de sus espadas aquellas sombras. Incluso Rika ayudó a bajar a algunas personas de la rueda de la fortuna. Sujetándolos entre sus manos de maldición.
—¿Están bien?— pregunto Yuta a una mujer y a sus hijos una vez Rika le ayudo a bajarlas de la rueda de la fortuna.
Ellos solo hicieron un sí con la cabeza. No podían ni hablar.
—¡Ahora!¡Corran, rápido, huyan de aquí!— ordenó Yuta apuntando a otro lado.
Había demasiadas personas corriendo por todos lados.
—¡Yurika! ¡Yuudai! ¿Dónde están?— grito Yuta con desespero, estaba buscando a sus hijos. Su vista viajo rápidamente por toda la zona, tratando de averiguar dónde estaban esos dos.
Si algo malo les pasaba, él se volvería loco.
—¡Señor, por acá!— grito Katsumoto, apuntando hacia una zona cerca del carrusel donde estaba Yurika.
—¡Suelten me malditas manos!— grito Yurika. Estaba dando patadas para que esas manos la soltaran. Pero una mano más iba directamente hacia su cuello. Iba con la intención de ahorcarla.
En ese instante, donde parecía que todo estaba perdido para esa niña ya que esa mano la había tomado del cuello, Yuta apareció, cortando las manos de un rápido golpe con su katana.
—¡Yuta kun!— grito su hija de alivio.
—¿Estás bien? ¿Dónde está tu hermano?— pregunto Yuta preocupado y mirando a su hija.
—Lo estoy. Le dije que huyera de aquí— dijo Yurika recuperando el aliento. Mientras Katsumoto le ayudaba a ponerse de pie.
—Tenemos que encontrarlo— dijo Yuta tratando de buscar a su hijo con la mirada.
—¿Qué demonios está pasando?— pregunto Katsumoto con miedo.
—No lo sé, pero se siente mucha energía maldita muy pesada. Es de categoría desconocida esta técnica— explicó Yuta.
—¿Cree que sea un brujo el que nos esté atacando o es acaso alguna maldición que surgió de imprevisto?— pregunto Katsumoto con sorpresa —En todo caso, la ayuda llegará pronto.
—No lo sé... pero esta técnica sí que es fuerte— dijo Yuta preocupado —Vamos, debemos buscar a Yuudai— dijo con prisa, estaba a punto de correr.
—¡Yuta kun, espera!—dijo Yurika tocando el brazo de su padre.
En ese momento, paso algo extraño. Ante tal toque de esa niña, aquel adulto se congeló. No se movía para nada. Era como aquella vez en la mansión Zenin cuando Naobito había usado su técnica de proyección.
—¿Yuta kun?
—¿Señor?
Preguntaron Yurika y Katsumoto al mismo tiempo al ver que Yuta no movía ni un músculo.
—¡Yuta kun!— En eso, Yurika volvió a tocar a aquel adulto, haciendo que este se moviera por fin, cayéndose de cara.
—¡Señor! ¿Está bien?— dijo Katsumoto preocupado.
—¿Q-que fue eso?— pregunto Yuta confundido —¿Qué me pasó?
—F-fui yo...
Yuta abrió los ojos de golpe al escuchar eso —¿Tú me hiciste eso?— pregunto asombrado mirando a su hija.
La pequeña hizo un sí con la cabeza.
—Dice la abuela Yuki que quizás mi técnica maldita sea la de...
—Proyección— dijo Yuta asombrado.
—¡Si eso dijo!— comento Yurika —Pero no entiendo que pasa...
Yuta le acaricio la cabeza —Tu tranquila, juntos vamos a ver cómo funciona tu técnica maldita. Pero antes busquemos a Yuudai.
—Aun así, esta técnica o maldición que nos está atacando es igual o mayor de problemática... no dejan de salir esas manos...— dijo Katsumoto preocupado al ver las manos que los rodeaban.
—¡Esto lo causó Yuudai!— dijo Yurika asustada.
—¿Qué?— ambos adultos miraron a la niña con preocupación.
Yurika trago saliva. Siguió explicando —Esto salió de la sombra de Yuudai...
Yuta de nuevo abrió los ojos con pánico. Tenía que encontrar a su hijo, pero deprisa.
En aquel momento, Yurika se llevó las manos al pecho. Tenía un mal presentimiento —¡Debemos darnos prisa!— dijo preocupada —Siento que Yuudai está grave, me duele el pecho... de seguro él está sintiéndose mal...
—¡Rápido! ¡Hay que buscarlo por acá!– dijo Yuta tomando a su hija en brazos, mientras corrían hacia donde unas sombras en forma de jirafas corrían.
—¡Rika andando!— grito Yuta a la reina de las maldiciones, quien seguía luchando contra esas manos y esos animales sombra.
◈ ━━━━ 🦒 ━━━━ ◈
Yuudai había logrado correr hacia otra zona del Zoológico. Estaba huyendo como podía y más que sus pulmones empezaban a arder y sus piernas a cansarse.
Trataba de escapar y más de esas manos, las cuales se acercaban muy rápido a él.
Sus piernas ya no daban más—¡Déjenme en paz! ¡Quiero estar en un lugar seguro! — grito Yuudai.
Pero lo que ocurriría a continuación, lo hizo casi desfallecer.
La sombra de Yuudai de nuevo parecía hacerse un pozo, aquellas manos lo tomaron de las piernas y lo hundieron en la total oscuridad.
Yuudai trato de gritar, pero en las sombras su voz no se oía. Todo estaba casi en completa pero extraña y cálida oscuridad, ya que pequeños destellos de luz podían verse por todos lados como millones de pequeñas estrellas a la distancia.
El miedo era tal que Yuudai empezó a hiperventilar. Era sorprendente que hubiera oxígeno ahí. Aun así, sentía que sus pulmones ardían. Los cuales ya dolían bastante.
Los ojos de Yuudai comenzaron a cerrarse. Sentía cómo se hundía, atrapado por una sensación que conocía desde que había nacido. Era aplastante, desesperante… pero su cuerpo no respondía. Estaba al borde de perder el conocimiento.
—Papá...— dijo con voz débil mientras levantaba las manos, tratando de alcanzar una de las tantas luces que veía a la distancia. Se sentía como un astronauta, uno a la deriva donde solo veía muchas estrellas empezar a desvanecerse a su alrededor.
—Mamá... Yurika...— dijo en voz baja recordando a su madre y a su hermana, mientras veía como esa oscuridad lo cobijaba.
Pero un último pensamiento vino a su mente. Era algo que Yuta había dicho rato atrás.
—Rika...chan...— dijo Yuudai con sus pocas fuerzas antes de cerrar sus ojos.
Pero dentro de aquel pozo, las manos y los animales sombras no atacaban al niño, al contrario, parecían que lo abrazaban con cuidado. Era como si estuvieran protegiéndolo.
Pero afuera, las cosas seguían siendo un caos.
◈ ━━━━ 🦓 ━━━━ ◈
Yuta, Yurika y Katsumoto seguían buscando al pequeño al mismo tiempo que debían cuidarse de estas manos que seguían saliendo de las sombras y los atacaban sin piedad. En especial se iban contra Yuta y Yurika. A quienes tomaban de sus brazos y piernas.
Pero Yuta siguió cortando esas manos, se estaba cansando y hartando, eso hasta que algo inesperado pasó.
Esas enormes y alargadas manos dejaron de moverse y empezaron a desvanecerse, todo volvió a la normalidad de golpe.
—¡Miren, las sombras han dejado de aparecer!— dijo Katsumoto agitado.
—¿Qué estará pasando?— se preguntó Yuta recuperando el aliento de tanto correr.
Los tres actualmente se encontraban cerca del área de los pájaros. Habían corrido hacia allá buscando a Yuudai. Pero todo parecía en vano. No lo veían en ningún lado.
—Las manos y las sombras han desaparecido de golpe— dijo Yurika mirando como esas sombras ya no estaban y todo parecía haber vuelto a la normalidad.
—¡Yuudai!— grito Yuta con desespero, esperando ver a su hijo escondido por ahí.
Yuta de verdad estaba preocupado. Estaba frustrado. Necesitaba encontrar a su hijo.
—¡Yuudai! ¡¿Dónde estás?! ¡Ya sal! ¡El caos acabo!— grito Yurika preocupada. Tenía un mal presentimiento.
—Debemos seguir buscando, Rika busca por arriba del lugar— ordenó Yuta preocupado. Pero a continuación pasaría algo raro.
La reina de las maldiciones se giró. Parecía como si otra voz la llamara a la distancia.
—¿Rika?— pregunto Yuta viendo que esta no lo obedecía. Esta maldición se acercó rápidamente a la sombra que proyectaba una gran roca. De repente entro en esta y desapareció al instante.
Aquello sorprendió a esos tres.
—¡Rika!— grito Yuta desconcertado. No entendía que estaba pasando.
—¿Señor, que sucede con Rika?— pregunto Katsumoto confundido.
—Y-yo no lo se. Es la primera vez que hace algo así— dijo Yuta totalmente desconcertado.
En ese instante, Rika salió de las sombras y en brazos, traía a Yuudai, quien estaba inconsciente.
En cuanto Rika entró en las sombras, se dirigió de inmediato hacia Yuudai, quien la había llamado antes de caer inconsciente. Incluso dentro de esa densa oscuridad, luchó contra aquellas criaturas con forma de animales y las manos que intentaban impedirle el paso. Pero aquella maldición demostró por qué la llamaban la Reina de las Maldiciones, aniquilando a las sombras de un solo golpe.
—Buen trabajo Rika, que bueno que lo encontraste— comentó Yuta en un suspiro de alivio. Pensó que quizás había sentido a Yuudai.
Pero lo que pasaría a continuación, pondría a todos con la piel de gallina.
—Rika, regresa me a Yuudai— ordenó Yuta, pero esta maldición estaba inmóvil aun con el niño en brazos.
—¿Rika?
La maldición se giró a Yuta y le gruño cual animal salvaje.
Ese rugir hizo temblar tanto a Katsumoto como a Yurika, quien empezó a llorar y más al ver a su hermano inconsciente en los brazos de esa criatura.
Sentía como su hermano sufría en silencio, estando inconsciente, con su respiración agotándose.
—¡SUELTA A MI HERMANO!— gritó Yurika, dando un paso al frente.
Aquella maldición se aferró más a Yuudai. Lanzando otro gruñido feroz.
Eso hizo que Yuta detuviera a Yurika de dar un paso mas —¡Katsumoto! ¡Llévate a Yurika enseguida!
—¿Pero y Yuudai?— Yurika miro con preocupación a Yuta.
—Yo me encargaré de esto… es raro que Rika se comporte así, ya una vez pasó— miro a su hija, recordando cuando Rika atrapo en sus manos a Maki en un ataque de celos— Aun así, no quiero arriesgarte.
—¡Pero!
—Katsumoto ,llévate a Yurika a un lugar seguro, rápido, en seguida los alcanzare— miro hacia la maldición —Esto es algo que solo yo puedo hacer.
—Si mi señor — el asistente se acercó rápidamente a esa niña, la alzo en sus brazos y rápidamente se alejó de ahí.
—¡YUUDAI!— Grito Yurika llorando y pataleando, estaba asustada de que algo le pasara a su mellizo. Tenía miedo de que empezara a dejar de respirar ya que, a ella, le empezó a doler el pecho, sabía que Yuudai estaba sufriendo y el ver a esa maldición que alguna vez le salvo, verla enojada y con su hermano en brazos, de verdad la hizo temer lo peor.
—Rika… regrésame a Yuudai—ordenó Yuta con voz firme.
—¡NO! — dijo la reina de las maldiciones.
—¡Dame a Yuudai!— grito molesto dando un paso más hacia esa maldición.
—¡ESTE NIÑO ODIA A YUTA!— dijo aquella criatura, temblando, quizás de coraje.
Yuta estaba sorprendido por esas palabras —Eso no es cierto… Yuudai no me odia.
—¡ÉL TE ODIA! — las garras de la mano derecha de esta maldición rozaron la mejilla de Yuudai, haciéndole un muy fino rasguño— ¡ESTE NIÑO, SANGRE DE TU SANGRE Y CARNE DE TU CARNE TE ODIA DESDE EL FONDO DE SU CORAZÓN!
—¡Deja a Yuudai en paz!— grito el hechicero furioso al ver esa acción —¡Suelta a mi hijo!
—¡PERO ÉL ODIA A YUTA! ¡SU CORAZÓN LO DICE!— gruño la maldición.
Yuta estaba preocupado, tanto por aquellas palabras como por su hijo, cuyo pecho subía y bajaba con dificultad. Aunque seguía inconsciente, su expresión reflejaba sufrimiento.
—Rika, por favor…— Yuta se acercó paso a paso hacia esa maldición, de forma firme, pero a la vez imponente —No le hagas daño a mi hijo, te lo ruego, regrésamelo … tu misión es protegerlo, NO lastimarlo ni matarlo. Tu debes protegerlo de todo…por favor — suplico.
La maldición permanecía en silencio, aún con el niño en brazos. Parecía que los recuerdos más profundos de la Rika original hacían que viera en Yuudai al pequeño Yuta que aquella niña había amado en vida. Sentía una conexión extraña con él, casi como si ese niño también tuviera la capacidad de llamarla
—Por favor Rika chan… Yuudai está sufriendo y necesitamos ayudarlo…
La maldición miro a ese niño, quien era el claro reflejo de su amado —Su corazón está sufriendo a causa tuya… Yuta…— murmuró la maldición.
Por algún motivo, esa maldición podía sentir los sentimientos de ese niño.
—Rika chan… él necesita su medicina… por favor…— suplico Yuta casi con lágrimas en los ojos.
En ese instante, la maldición se acercó a su dueño y depositó aquel pequeño en sus brazos. Para después, desaparecer rápidamente, podría decirse que se esfumó en la sombra de esos dos.
Yuta soltó el aire de alivio momentáneo, al fin habían encontrado a su hijo, pero de nuevo la preocupación vino al ver a Yuudai muy pálido.
Rápidamente, sacó el inhalador de aquel pequeño bolsillo que ese niño cargaba en su cuello y lo colocó en su boca y asi a prisa dio el primer disparo de medicina.
—Por favor… hijo… despierta…— Dijo Yuta demasiado asustado al ver que ese pequeño no reaccionaba. Sus vías respiratorias estaban casi cerradas.
—Vamos Yuudai, debes despertar por favor... hijo, despierta — Yuta le dio un disparo más de esa medicina, pero este no respondía.
—Por favor... despierta hijo…— suplico Yuta al cielo, estaba llorando que incluso tuvo que dar un disparo más de esa medicina.
En eso, este pequeño empezó a toser y a respirar.
Parecía que ya estaba recuperando la conciencia.
—Yuudai— Yuta lo nombró con un rostro de alivio y con lágrimas en los ojos.
Aquel niño tomó una bocanada de aire —¿Papá? — dijo el pequeño entre abriendo los ojos y con la garganta ardiendo. Aún estaba aturdido.
—Aquí estoy, Yuudai— dijo Yuta acariciando su rostro.
—¿Papá?— dijo este empezando a abrir los ojos, enfocando su vista en aquel adulto.
—Si...aquí estoy…— logro decir el hechicero.
—Y-Yuta Kun…— susurro Yuudai algo aturdido. Parecía que no había alcanzado a escuchado lo que dijo su verdadero padre ya que apenas estaba recuperando la conciencia.
Yuta lo abrazó con lágrimas en los ojos—Que alivio, estas bien— lo miro entre sus brazos.
—¿Q-Que me pasó?— preguntó este pequeño aún algo desconcertado.
—Ya todo paso… tu técnica maldita sí que es todo un caso, poderosa, pero un caso— dijo Yuta acariciando su mejilla, observando como aquel rasguño desaparecía poco a poco.
Pero aquel rasguño no lo estaba curando ese adulto, sino Yuudai.
—¿Técnica inversa?
—La abuela Yuki dijo lo mismo de mis técnicas… —comentó Yuudai mirando a Yuta con ojos cansados.
—Ven, vayamos a que te revise un médico y de paso, dime que te dijo Yuki san…— Yuta se puso de pie, aún con Yuudai en sus brazos, y lo llevo en ellos con cuidado.
Todo aquello había sido un sube y baja, sobre todo, con las palabras que Rika había dicho de Yuudai.
¿Acaso su hijo lo odiaba? parecía conocer la respuesta.
Incluso, Maki no tardaría en llegar a aquel lugar.
Notes:
Como dije, una disculpa por la demora en subir esta actualización.
Y díganme ¿Qué les pareció este capítulo? ¿Qué opinan de las técnicas de los mellizos? 👀 Jeje, ya antes les había dejado pequeñas pistas sobre sus técnicas, pero ahora por fin pudieron verlas en acción.
Personalmente siento que cada técnica encaja perfecto con la personalidad de cada uno de ellos.
Yurika, siendo una niña llena de energía y soñadora, cuya técnica la volvería inalcanzable y Yuudai, un niño serio, que en la profundidad de su propia sombra descubrirá un vasto universo capaz de impulsarlo a madurar.
Debo confesar que tomé como base las técnicas ya conocidas del clan Zenin, pues este tema será importante para algunos acontecimientos que ocurrirán más adelante en la historia. Además, son de las que contamos con mayor información, ya que a diferencia de las del clan Gojo, del cual nunca se revelaron con que otras habilidades contaban más allá del Infinito y los Seis Ojos. Es por eso que decidí que los mellizos heredaran las técnicas del clan Zenin
También, quiero agradecer a @/ Ripper-boy666 por ayudarme con la inspiración para las técnicas de los mellizos, ya que hace mas de un año atrás, en una conversación que tuvimos, sus observaciones asi como sus consejos me ayudaron mucho para definir las técnicas de estos pequeños.
Y quizás se estén preguntando ¿Y Maki? ¿Cómo tomara las técnicas de sus hijos? ¿Acaso alcanzara a llegar al zoológico? Eso lo descubrirán en el siguiente capítulo, aunque me pueden dejar en los comentarios, el como creen que reaccionara ella y los demás al saber de las técnicas de los mellizos.
En fin, espero les haya gustado y les siga gustando esta historia, muchas gracias a todos los que la siguen apoyando, dejando un comentario o un voto, de verdad, muchas gracias por todo el apoyo, espero actualizar pronto o mínimo mantener este ritmo de traerles, aunque sea una actualización por mes.
En fin, nos seguimos leyendo. Los quiere Vera ❤
Chapter 37: 34. Los Muertos Siempre Dejan Huella
Notes:
¡Hola a todos! Aquí Vera o Lizzy, como gusten llamarme, con un capítulo más de esta historia.
Una disculpa por la demora, he estado bastante ocupada fuera de las redes, pero aquí estamos, actualizando una vez más, a paso lento pero seguro.
Ahora sí, es momento de que conozcamos el desenlace de esta salida familiar.
Y quizás se pregunten por el título de este capítulo, bueno pronto descubrirán porque se llama asi.
Asi que tomen su botana y bebida favorita, sujétense de su asiento porque esta su novela favorita está por comenzar 🍿🥤
Pd: Viva el YutaMaki ❤ el cual de manera oficial se canonizo en el spin-off de JJK Modulo, vivan los esposos, los padres y abuelos Yuta y Maki, ganamos señores✨
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Mientras tanto. A fuera del Zoológico.
La tarde ya empezaba a caer. Los colores naranjas estaban cerca de aparecer en el cielo, anunciando que la primera noche del Obon llegaría pronto.
Después de varias horas de cacería, en las que Maki, junto a Mei y Ui, se habían desplazado por la selva de asfalto observando y estudiando a su próxima presa, finalmente la peliverde logró liberarse de su "trabajo".
—Debo inventar una buena excusa para los niños y para Yuta sobre por qué estoy llegando tan tarde hoy con ellos— dijo está en un suspiro mientras sobaba y movía un poco su hombro.
Realmente aquel día había sido agotador. Incluso solo había pasado al gimnasio para dejar sus cosas de asesina escondidas en su closet de manera discreta. Ni siquiera le dio tiempo de tomar un baño antes de ir al Zoológico. Solamente se cambió de ropa a otro conjunto deportivo que tenía, se puso más desodorante, se perfumo un poco, cepillo su cabello una vez más en su típica cola de caballo y asi partió hacia donde sus hijos y su amado Yuta la estaban esperando.
Desgraciadamente el camino hasta el Zoológico no era nada fácil, ya que hizo una hora de camino ya que todos los transportes disponibles estaban saturados debido a los festejos.
Aun con todo y ese estrés, simplemente quería llegar con sus hijos y pasar lo que restaba de la tarde con ellos.
—Quizás pueda ver con ellos algunos animales antes de que cierren este lugar — saco su celular de su sudadera— Me preguntó que estarán haciendo...— arrastro las palabras al ver la situación del zoológico.
Cuando se disponía a marcarle a Yuta para avisarle que ya estaba ahí, fue cuando se topó con una escena digna de una película policial.
La zona estaba acordonada. Había cintas amarillas en la entrada del recinto, había policías y más personal de seguridad yendo y viniendo, incluso había medios de comunicación entrevistando a algunas personas que estaban saliendo del recinto. Las cuales, salían desde una especie de carpa de seguridad.
—¿Qué demonios pasó aquí?— a Maki le dio un vuelco el corazón al ver toda aquella seguridad. Sentía que su mal presentimiento de la tarde se hacía realidad.
Pero hubo algo en especial que llamó la atención de Maki y eso fue ver algunos trabajadores y estudiantes de la escuela de hechicería. Los seguía reconociendo bastante bien, sobre todo por aquellos llamativos uniformes en azul oscuro brillante y aquel botón dorado con una espiral negra.
La sangre de Maki se congeló al verse rodeada de aquella gente. No podía dejar que nadie la reconociera y menos que descubrieran que ella seguía viva.
Así que rápidamente se soltó el cabello, peinándolo de manera que sus mechones le cubrieran las mejillas y su flequillo parte de su frente. Se quito sus anteojos, guardándoselos en su chaqueta, y solo esperaba que nadie la reconociera.
Se acerco con paso firme hasta la entrada donde varios guardias de seguridad estaban custodiando.
—¡¿Qué pasó aquí?!— pregunto con el corazón en la garganta, tanto por su preocupación como por el miedo a que la descubrieran—¡Mis hijos estaban ahí dentro! ¡Por favor necesito pasar!— su voz estaba llena de preocupación.
Uno de los oficiales se acercó a ella.
—Lo siento señora, pero no puede pasar— dijo el oficial con seriedad— Hubo un caos total, tenemos reportes de que algunos animales salieron de sus jaulas y que atacaron a algunas personas.
Maki al escuchar aquello sintió que el corazón se le detenía—¡Mis hijos están ahí dentro! ¡Necesito entrar a buscarlos!
—Lo siento, pero debe esperar aquí.
—¡No puede hacerme esto!— dijo Maki con molestia —¡Debe dejarme pasar!— empezó a levantar la voz.
Aquella insistencia llamó demasiado la atención de una persona más que estaba cerca de esos dos.
—¿Que está pasando aquí?— pregunto una voz femenina.
Tanto el oficial como Maki giraron sus cabezas al lado derecho, donde una mujer de mediana estatura, delgada, de piel blanca y cabellos largos rubios con raíz negra llamo la atención de ambos. Aquella mujer llevaba un llamativo traje negro, camiseta blanca impecable y una corbata negra, y entre sus manos sujetaba una tableta.
Maki reconoció rápidamente a esa mujer. Era Nitta Akari.
—Esta mujer está buscando a sus hijos— dijo el oficial.
—Gracias, yo me encargó —dijo Nitta con una sonrisa.
Maki la observó con atención, el tiempo sí que había pasado, y eso se notaba tanto en su fino rostro y en el largo de su cabello, el cual, le llegaba hasta la media espalda. Calculaba que Nitta ya debía estar en sus 30.
—¿Dígame, en que puedo ayudarle?— pregunto Nita con la amabilidad de siempre.
Maki trago saliva, se sentía acorralada. Aun así, de su amarga boca lograron salirle las palabras.
—Estoy buscando a mis hijos— dijo está con apuro —¡Estaban aquí en el Zoológico! ¡Necesito encontrarlos!
—Entiendo y dígame —Nitta empezó a teclear en la tableta —¿Cuál es el nombre de sus hijos? Y ¿Que edad tienen?— pregunto.
—Se llaman Yurika y Yuudai, ambos tienen seis años. Son mellizos...
—¿Mellizos?— pregunto Nitta con curiosidad.
—¡Si, lo son!
—¿Y con quien vinieron tus hijos? Y ¿Por qué usted no se encontraba con ellos?— pregunto Nitta analizando con mayor atención la postura de esa mujer, así como sus facciones. Algo le había llamado la atención en ella.
—¿Qué, acaso esto es un interrogatorio?— pregunto Maki con molestia.
—Una disculpa, pero estas preguntas son solo por protocolo, así nos ayudará a encontrar más rápido a sus hijos — dijo Nitta con calma— Ahora ¿Podrías decirme con quien vinieron o con quien estaban tus hijos en este lugar?
—¡Mis hijos vinieron con su... — titubeo muy levemente, no podía decir que venían con su padre, no quería que descubrieran que eran hijos de Okkotsu — con su tío!— mintió — ¡Él me aviso que estaban aquí y apenas me les iba a unir porque estaba trabajando en este jodido día!
—Entiendo—la curiosidad de Nitta por esa mujer le estaba ganando —Disculpa, pero ¿Cómo dijiste que se llaman tus hijos?— repitió.
—¡Yurika y Yuudai!
Nitta anoto esos nombres y después volvió a mirar a la cara a esa mujer.
Maki empezó a sudar en frío.
—¿Y con quien dijiste que vinieron hasta aquí?— volvió a preguntar la asistente. Quería comprobar que esa mujer no mintiera o cayera en contradicciones.
—¡Te dije hace un momento que vinieron junto a un familiar! ¡Estaba a punto de verme con ellos cuando llegue y note que están todos ustedes con sus malditos uniformes y ese estúpido distintivo!— dijo Maki con molestia, apuntando al botón de la asistente.
—Bien...— Nitta anoto aquello, pero su curiosidad pudo más. Tenía una espina en su corazón y más cuando noto esa actitud de esa mujer que se le hacía familiar.
Miro fijamente a Maki —Disculpe la pregunta, pero — parpadeo un poco —¿Acaso nos conocemos?
—¡Mierda!— grito la mente de Maki.
—No lo creo...— dijo la peliverde tratando de mantener la calma.
—Es que hay algo en tu rostro que se me hace tan... familiar...— Nitta incluso entrecerró los ojos mirando con más detenimiento a Maki.
—¿Acaso estudiaste la preparatoria en una escuela llamada "Preparatoria Técnica de Tokio"?
Maki negó con la cabeza.
—No.
—¿O acaso fuiste aquí en Kioto a la escuela?
—Tampoco...— Una gota fría bajaba por su frente. Aun así, mantenía una mirada fría contra esa mujer.
—¡Oh ya se! ¿No tenías una hermana gemela de nombre Mai?— pregunto Nitta esperando que esa pregunta le ayudara.
—Soy hija única— Mintió Maki.
Aunque las preguntas que hacía Nitta eran bastante acertadas, Maki debía seguir mintiendo, por su bien y por el de sus hijos.
Nitta frunció un poco su ceño, incluso entrecerró los ojos observando muy de cerca a esa peliverde —¿Cuál dijiste que era tu nombre?
—No lo dije— Maki dio un paso hacia atrás.
—¿Disculpa, acaso tu nombre no es Mak...— la asistente fue interrumpida justo cuando iba a lanzar aquella importante pregunta por dos dulces voces.
—¡MAMÁ!— Gritaron Yurika y Yuudai. Quienes la habían reconocido en la distancia.
Maki se giró rápidamente y vio como sus pequeños venían corriendo hacia ella después de por fin salir de aquella tienda de seguridad, venían acercándose por aquel camino que era dividido por una barrera.
Sus pequeños pasos sonaron alegremente por ver a su progenitora ahí mientras se acercaban con rapidez.
Maki sintió la necesidad de correr hacia ellos, incluso brinco aquella barrera que los dividía. Se puso de rodillas, abrió sus brazos y los recibió abrazándolos fuertemente.
—Mis bebés— dijo su madre en un suspiro de alivio. Aquel abrazo era bastante reconfortante, sus pequeños estaban a salvo.
Rápidamente Maki noto que ambos venían sin sus mochilas, estaban algo despeinados y Yuudai tenía un curita en la mejilla —¿Qué pasó? ¿Por qué están así?— pregunto preocupada.
—Es una larga historia, pero muy divertida — dijo Yurika con una sonrisa —¡Fue muy divertido venir al Zoológico, Mami!
—¡Si, además, Yuta nos cuidó en todo momento!— dijo Yuudai con una leve sonrisa.
—¡¿PERO QUÉ TE PASÓ YUUDAI?! ¡¿POR QUÉ TRAES UN CURITA EN LA MEJILLA Y VIENES TODO DESPEINADO?!— pregunto Maki preocupada al ver a su hijo así
—Estoy bien, Yuta kun me salvo junto con Rika de unas horribles sombras— dijo el pequeño.
—¿Sombras? ¿Rika?— pregunto Maki impactada mientras a ellos se incorporaba Yuta, quien venía detrás de esos niños junto a Katsumoto.
Aun estando de cuclillas, Maki miro con seriedad a esos dos. Su mirada era de bastante molestia hacia el padre de sus hijos.
Pero no eran los únicos que veían dicha escena, también Nitta miro ese reencuentro con curiosidad y al mismo tiempo con ternura.
—Mi señor... Akari está aquí...— dijo Katsumoto en voz baja al notar a esa asistente cerca de Maki.
Yuta trago saliva, sabía que estaba en problemas, tanto por la mirada casi asesina que Maki le estaba lanzando como por ver que Nitta estaba muy atenta a dicha escena.
El hechicero miro a su asistente —Katsumoto por favor encárgate... aleja a Nitta de aquí mientras yo me llevare a Maki y a los niños a casa...— susurro. Haciendo una leve seña con la cabeza. Sabía que estaban rodeados de gente de la academia.
—Así lo haré señor— dijo Katsumoto entendiendo que él iba a hacer el trabajo pesado.
Maki se puso de pie, cruzando sus brazos mientras sus hijos estaban a sus lados y Yuta se acercaba a ella.
—¡Quiero una explicación del porqué mis hijos están así y que fue lo que paso ahí dentro!— dijo Maki con voz firme. Realmente se notaba molesta.
—¡Mamá, No regañes a Yuta kun!— dijo Yurika en un puchero.
—¡Si él nos salvo!— Yuudai también hizo un puchero.
—Te lo explicare... pero ahora — Yuta le hizo una sutil seña a Maki con la cabeza para referirse que habían ojos sobre ellos— Salgamos de aquí...
—De acuerdo, pero estando en casa quiero todos los detalles...— dijo Maki entre dientes.
Ambos intercambiaron una mirada.
—Bien niños, vayamos a casa. La venida al Zoológico acabo— dijo Maki en un suspiro.
Ambos niños se miraron entre sí, sabían que el día se había acabado para ellos, aun así querían llevarse un recuerdo.
En cambio, Nitta miro con atención esa escena. Pero lo que más le llamo la atención fue ver a Okkotsu hablar con normalidad con esa mujer y sus hijos, aquellos niños que de alguna manera se parecían a él.
—Akari— la llamo Katsumoto, acercándose rápidamente a la rubia.
—Katsumoto ¿Qué haces tu y Okkotsu aquí? Y ¿Por qué estas vestido asi?— preguntó Nitta mirando a aquel asistente vestir ropa casual al igual que su jefe.
—Estábamos por la zona cuando empezó el desastre dentro del zoológico — explicó el asistente, mientras le tapaba un poco la vista a Nitta, poniéndose frente a ella para que dejara de ver a Okkotsu y a esa familia.
Nitta se hizo a un lado, tratando de seguir viendo aquella escena —¿Acaso Okkotsu conoce a esa mujer? ¿Quiénes son esos niños? — pregunto con curiosidad mientras apuntaba y veía la escena de Maki hablando con Yuta.
Katsumoto trago saliva y no le quedó de otra que mentir. También él ya estaba involucrado en todo esto.
—Parece que es la madre de esos niños, los cuales encontramos dentro del zoológico, ambos niños dijeron que estaban aquí con un...— A su mente vino Ui Ui, pensaba que eso serviría de coartada — Un tío.
Nitta levantó una ceja ante tal respuesta.
—¿Y dónde está ese hombre?
—Debe estar por ahí o quizás ya se encontraron con él— Katsumoto apunto a la tableta — Puedes guiarme hacia los demás para darles mi informe — comento con seriedad mientras volvía a tapar la vista de Nitta.
La rubia hizo un leve puchero por la actitud de ese asistente. Pero decidió cooperar.
—Claro, ven, la sede puso una carpa acá — dijo dándose la vuelta.
Katsumoto antes de caminar con ella, dio un rápido vistazo hacia su jefe y su familia, los cuales, ya se habían ido de ahí.
El asistente suspiro. Ahora era cómplice de aquella mentira.
◈ ━━━━ 🌅 ━━━━ ◈
Aquel día en el Zoológico acabo de manera abrupta para esa familia.
Los hechiceros que fueron al llamado, fueron convencidos por Katsumoto en nombre de Yuta Okkotsu sobre que aquel incidente fue causado por una maldición que su jefe logro eliminar.
Con la autoridad que tenía aquel hechicero de grado especial, el asistente logró convencer a los demás sobre qué todo lo ocurrido fue por un cúmulo de emociones negativas debido al cautiverio de los animales. Esto para encubrir la técnica maldita de Yuudai que se había salido de control debido a su inexperta experiencia.
Por otro lado, los medios de comunicación cubrieron aquella noticia con la excusa de que varios animales del zoológico lograron escapar de sus jaulas, causando caos y destrozos.
Incluso esa noticia salió en la televisión y en las redes sociales, donde algunos testigos decían como vieron animales atacarlos, aunque hubo otros, que simplemente dijeron que no vieron nada.
◈ ━━━━ 🦁 ━━━━ ◈
En cambio, una vez Katsumoto logró distraer a Nitta, Okkotsu y su familia salieron de ahí.
Ahora, esos cuatro se encontraban en la casa de los Fushiguros.
El sol estaba a punto de ocultarse, las primeras estrellas ya eran visibles en el firmamento, mientras en la sala, Yurika y Yuudai dormían cómodamente en los sillones de su hogar.
Cada uno estaba abrazando un peluche que antes de salir completamente de la zona del Zoológico, pasaron a comprar en una tienda de recuerdos.
Yurika estaba abrazada a un león de peluche, mientras que su hermano, sujetaba entre sus brazos un capibara.
Ambos estaban profundamente dormidos, la intensidad con la que vivieron aquella experiencia en el Zoológico por fin había logrado hacer que sus baterías se agotaran.
Pero ahí mismo en casa, sus padres estaban hablando en la cocina. Trataban de no levantar la voz, pero era casi imposible, ya que Maki estaba furiosa y quería explicaciones antes de querer matar a Yuta por todo lo ocurrido aquella tarde.
—¡Pusiste en riesgo a nuestros hijos!– murmuró Maki entre dientes, estaba furiosa—¿Como puedo confiar en ti cuando pasa esto?— Apuntó a la noticia que leyó en sus redes sociales a través de su celular.
—¡Déjame explicarlo!— dijo Yuta moviendo sus manos.
—¡Habla de una maldita vez antes de que te arranque las bolas!– Maki se cruzó de brazos.
Yuta tomó un respiro —Esta bien... sucede que todo iba perfecto. Nos la estábamos pasando muy bien los cuatro hasta que, en un pequeño descanso, todo se salió de control debido al despertar de las técnicas malditas de nuestros hijos... en especial, todo lo sucedido ahí dentro fue causado por la técnica de Yuudai...
—¡¿Qué nuestros hijos que?!— pregunto Maki con la sangre yéndose al suelo, incluso sus manos se aflojaron—¿Qué técnicas heredaron Yurika y Yuudai?— sintió que su corazón se quería detener.
—Maki... por favor... respira porque lo que te voy a decir no es fácil...
—¡Habla ya!— ordenó Maki. Trataba de no elevar la voz para no despertar a sus hijos.
Yuta tomó un respiro antes de contestar. Aquello tampoco era fácil para él.
—Yurika al parecer heredó la técnica de proyección, en cambio... —Yuta llevo su mano a su nuca— Yuudai parece haber heredado una variación de las 10 sombras...— miro a Maki con seriedad.
—¡Dime que no es cierto!— a Maki le temblo la voz y el cuerpo, era un manojo de enojo puro mientras se acercaba a pasos firmes a Yuta—¡Mis hijos no pueden tener esas técnicas!— sus manos fueron contra el pecho de Okkotsu.
Yuta suspiro y tomo las manos de Maki para tratar de calmarla.
—Debes escucharme Maki san… lo que te estoy diciendo es cierto y más que yo lo acabo de ver de primera mano... nuestros hijos sacaron técnicas dominantes de tu clan...— en su voz había una mezcla de sorpresa y de quizás, tristeza. Eran sentimientos que no sabía explicar del todo.
Maki se zafó del agarre de Yuta y se llevó las manos a su rostro. Parecía una pesadilla lo que estaba escuchando.
—¡Dime que no es posible! ¿Mis hijos con técnicas De los Zenins? ¡No puede ser!— su voz se quebró al igual que sus ojos se llenaron de lágrimas.
—Prácticamente son similares. Yurika heredó la velocidad de la técnica de proyección, pero al tocarte no te atrapa en una lámina como lo hace Naobito... sino que tiene otro efecto...
—¿Cual efecto?— Maki elevo su rostro lleno de lágrimas hacia Yuta, quien siguió explicando.
—Por el momento, ella solo puede congelar a la persona que toca por unos segundos sin encerrarlos en dicho cristal. Aunque aún nos falta saber más de su técnica... y eso lo descubriremos con el tiempo...— explicó Yuta recordando como tanto él como Katsumoto habían quedado congelados por dicha técnica.
Maki pasó sus manos por su rostro para limpiar sus lágrimas.
—¿Y Yuudai? ¿Qué pasa con la técnica de mi hijo? ¿Por qué dices que su técnica ocasionó todo este desastre?
—Al parecer, nuestro hijo tiene como base la técnica de las 10 sombras —respondió Yuta con seriedad.
—¡No puede ser!— Maki soltó más lágrimas y se llevó las manos a la boca para no gritar. Estaba furiosa consigo misma, ella era la causante de que sus hijos nacieran así.
Yuta continuó explicándole lo sucedido —Parece que Yuudai puede invocar algunas sombras similares a las de Fushiguro sin necesidad de hacer sellos con sus manos, pero en especial, están esas extrañas manos que sujetan a sus objetivos y son capaz hasta de destrozarlos... esas manos y sombras fueron las causantes del caos dentro del zoológico, destruyendo todo a su alrededor y de paso, atacando a las personas—suspiro recordando el caos vivido ahí dentro. Continuó hablando —Pero lo más sorprendente es que él puede meterse en las sombras y…
—¿Y qué más?— Maki le tomó de la camiseta —¿Qué más puede hacer nuestro hijo?
—Al parecer puede llamar a Rika…
—¡¿Que?!— grito Maki tapándose en seguida la boca con sus manos, esperaba no haber despertado a sus hijos. Bajo la voz y miro a Yuta con seriedad—¡¿Como es eso posible?! ¿No se supone que Rika solo te obedece a ti?
—Ni yo aún termino de comprenderlo, pero… nuestros hijos tienen en teoría buenas técnicas malditas— dijo Yuta en un suspiro. En el fondo sentía orgullo, pero a la vez, miedo.
—¡Pero son técnicas base del clan Zenin!— susurro Maki con frustración total—¡Si ellos los descubren los van a querer en su maldito clan!— se quería caer de rodillas— esto es mi culpa... yo soy culpable de que hayan nacido con estos poderes... lo mejor hubiera sido que hubieran sido niños normales...— sollozo —... sin técnicas malditas...
Yuta la abrazo para calmarla.
—Nunca dejaré que ese clan ni ningún otro se lleve a nuestros hijos— la acerco más a él en aquel abrazo —Y no, no es tu culpa, al contrario, tu diste a luz a dos hermosos niños, muy inteligentes y muy fuertes al igual que tú.
—Pero aún asi, esto es tan impactante … no sé cómo debería tomar esto...— dijo Maki con frustración— Nada bueno podemos esperar del clan Zenin...
Yuta le seco las lágrimas con sus manos. Tomó con cariño las mejillas de Maki.
—Lo sé, y es por eso mismo que nuestros hijos necesitaran de todo nuestro apoyo y entrenamiento ya que sus técnicas son demasiado poderosas… no por eso los vamos a dejar de amar ¿Cierto? Al contrario, ellos son dignos de esas técnicas. Ellos a diferencia de nosotros, son bendiciones.
Maki le acaricio las manos.
—Y No por eso los dejare de amar. Son nuestros...tuyos y míos...
—Así es y ellos no son Zenin... Ellos son…— Yuta suspiro — Fushiguros...— susurro aquel apellido con tristeza.
Maki le dio un pequeño beso en los labios— Deberían ser Okkotsu...— dijo aún con lágrimas en los ojos— Quizás algún día llevemos tu apellido— una pequeña sonrisa apareció en sus labios.
Yuta le correspondió el gesto, con una pequeña pero sincera sonrisa. Una llena de esperanza.
—Aun así, no te preocupes Maki san— la abrazo con cuidado, sus manos pasaron a su cintura — Haré todo lo que esté en mis manos para protegerlos y evitar que los descubran... los protegeré tanto de la sede como de los clanes— Yuta le dio un suave beso en la frente a Maki. Sellando asi aquella promesa que parecía más un voto vinculante.
—Eso espero... porque si algo les pasa, juro que te mataré...— dijo Maki, mientras sus manos fueron al pecho de Yuta —Si algo le pasa a nuestros hijos... te arrancaré el corazón...
—Tienes mi palabra. Los protegeré con mi vida, al igual que haré todo lo posible para ayudarlos con sus técnicas— le tomo de la barbilla e hizo que lo mirara a los ojos — te lo prometo.
Aquellas miradas estaban cargadas de todos los sentimientos. Aquel parecía más un voto, una maldición impuesta para salvaguardar la vida de esos tres.
Maki solo lo abrazó con fuerza, tratando de aceptar que la vida de ella y de sus hijos iba a cambiar de ahora en adelante y que debía hacer todo por estar con ellos.
Aun así, había más cosas que solucionar y más que su trabajo de asesina continuaría los siguientes días al mismo tiempo que debía mantener una coartada con Yuta para que no la descubriera. Cosa que la estresaría bastante ya que algo inesperado pasaría días después.
Pero por suerte, había alguien más quien se estaba encargando de cubrir a esa familia.
Sobre todo, porque el Obon apenas había comenzado y los muertos y los secretos estaban saliendo de sus tumbas.
◈ ━━━━ 🌙 ━━━━ ◈
09:10 p.m.
Bien dicen que el trabajo de los hechiceros no termina. Y lo mismo sucede para los directores asistentes, ventanas y demás personal de la academia, quienes son venas importantes para mantener a flote este ofició.
La noche por fin había caído, las estrellas estaban en el firmamento y la luna estaba cerca de ser una de total oscuridad.
Las carpas que se habían puesto para atender y entrevistar a los afectados del zoológico estaban siendo levantadas y guardadas. Las sillas y todo el material usado en dicho llamado de emergencia estaban siendo retirado. Al parecer el Zoológico permanecería cerrado por unos días mientras se dictaminaba si ya era seguro para volver a abrir y se levantaba las barreras necesarias y se ponían los talismanes protectores para que las maldiciones no aparecieran más en un lugar así.
Aun así, el papeleo era algo que nunca acababa.
Mientras algunos asistentes estaban cenando comida que pidieron a domicilio, y otros levantaban las barreras puestas al rededor del zoológico, Katsumoto seguía pegado a su computador portátil y al papeleo que estaba organizando en una mesa auxiliar que habían puesto para ellos.
Así como algunos veían como a lo lejos, los fuegos artificiales iluminaban el cielo, dejando ver que las personas normales se estaban divirtiendo mientras ellos los cuidaban de todo lo que se ocultaba en las sombras. Y unos otros, admiraban las luces que iluminaban el Zoológico.
Definitivamente la noche sería larga y más que aquel primer día del Obon había dejado muchos informes que plasmar.
Katsumoto seguía redactando aquel documento donde explicaba en nombre de Yuta Okkotsu lo sucedido aquel día, haciendo pasar ese accidente por causa de una maldición y no por el hijo de este.
Ya llevaba varias horas pegado ahí, que ni siquiera un bocado había probado.
—Te traje algo de cenar, Katsumoto kun— dijo Nitta dejando una bolsa de plástico donde adentro traía varias latas de sodas y algo de comida que había comprado en un puesto callejero— Llevas muchas horas ahí pegado, deberías tomar un descanso— la asistente sonrió un poco.
Katsumoto la miro, relajo un poco los hombros y suspiro —Gracias... sí que ha sido un día muy pesado y parece que la noche lo será más con tanto papeleo. En especial porque ya estoy terminando el informe sobre el incidente.
—No hay de que, tomarse unos minutos no nos hará mal— dijo Nitta pasándole una lata mientras ella sujetaba en su otra mano, una lata de té frío— Hablando justamente del incidente en este lugar...
El asistente de Okkotsu relajo los hombros y abrió la lata. Ambos guardaron silencio unos segundos mientras se escuchaba como todos estaban en sus asuntos. Parecía que Nitta quería decirle algo, su semblante estaba bastante serio.
—¿Qué pasa con eso? ¿Está todo bien, Akari?
—Katsumoto ¿Tienes un minuto? Es que hay algunas cosas que quiero preguntarte...
—Adelante — el asistente le invito a tomar asiento a su lado—¿Qué sucede?
—Como decirlo... — Nitta tomó más de su té. Ella no se sentó, permaneció de pie con bastante seriedad.
—¿Qué sucede? ¿Qué quieres preguntarme?
—Solo me preguntaba el ¿Qué realmente estaban haciendo tu y Okkotsu aquí en el Zoológico? Digo, Ustedes fueron quienes nos llamaron, ¿No es asi? Porque parecía que nadie en la academia sabía que Okkotsu estaba aquí ya que este no se ha presentado por varias semanas a la sede — explicó, empezando a señalar sus observaciones— No había ningún documento asignado a vigilar este lugar, ni patrullaje, ni ninguna misión vinculada a este sitio y eso es muy sospechoso... ¿Me puedes decir que estaban haciendo ustedes dos aquí?
Katsumoto podía notar que esa mujer podría estar sospechando algo, así que decidió seguir con su coartada.
Abrió la caja de comida que está le había traído, eran fideos y algunas banderillas. Tomó una banderilla, le dio una mordida y después de tragar habló.
—Bueno, como te dije hace rato, el señor Okkotsu y yo nos encontrábamos cerca de esta zona.
–¿Por eso andaban vestidos como de excursión?— Akari elevo una ceja.
Katsumoto no se inmutó ante tal pregunta, parecía que ya estaba aprendiendo a mentir muy bien. Siguió comiendo aquella banderilla hasta acabársela.
Respiro tranquilo y después habló.
—No estábamos en una misión oficial. Lo sabes, el señor Okkotsu está asignado a otra misión, pero este quería despejar la mente— movió sus hombros un poco —ya sabes, el caso del asesino de hechiceros está siendo bastante pesado para nosotros.
—Imagino, se que suena a que es un caso muy complicado ya que aún no han logrado dar con dicho asesino...— dijo Nitta en un suspiro.
—Y fue por eso que el señor Okkotsu sugirió venir aquí al Zoológico. Esta visita fue más personal para él, diría que fue más motivada por sus observaciones que hizo en el extranjero— explicó Katsumoto.
—¿Observaciones? — A Nitta se le hizo extraña esa respuesta.
Katsumoto se limpió los labios con una servilleta y después tomo la otra banderilla que había en su plato.
—Si, observaciones.
Comió un poco más. Solo así se daba valor para seguir mintiendo.
—El señor Okkotsu durante su viaje al extranjero pudo ver de primera mano casos de acumulaciones irregulares de energía maldita que eran desprendidas en reservas animales, zoológico y hasta en las mismas selvas y bosques— tomó un poco de su soda antes de seguir hablando — Los animales también desprenden ese tipo de energía y forman maldiciones.
Nitta parecía sorprendida ante esta información —¿Y fue por eso que vinieron a este zoológico?
—Así es y qué bueno que vinimos. Nadie se esperaba que pasara esto. Así quedará registrado en los informes para que cada cierto tiempo, alguien de la academia esté vigilando este lugar.
—¿Eso es todo? ¿Por eso vinieron? — cuestionó Nitta elevando una ceja.
Katsumoto afirmó con la cabeza.
—Correcto, era más un presentimiento del señor Okkotsu, además, eso le ayudo al parecer a despejar su cabeza con el otro caso.
—Entiendo...— dijo Nitta aun pensativa.
El asistente regreso su vista a la rubia.
—También parece que lo hizo para recordar ciertas cosas.
—¿Recordar cosas?—a Nitta le extraño esas palabras.
Katsumoto movió su mano con desinterés —Ya sabes, de sus viajes en el mundo, quería ver ciertos animales que vio en África y en Sudamérica. Parecía que estaba buscando una respuesta para su otro caso en el comportamiento de los animales, quizás el regresar a un entorno así ayude a enfocarse mejor— se encogió de hombros —Ya sabes, son el tipo de cosas que un hechicero de grado especial como él haría.
Nitta se quedó pensativa ante tal respuesta.
—Igual Satoru Gojo hace cosas raras a veces como ir a las dulcerías a despejar su mente, ya sabes, cosas de hechiceros de grado especial— dijo Katsumoto en una leve sonrisa.
—Curioso...
—¿Qué es curioso?
—Bueno— Nitta tomó asiento — me es bastante curioso que todo esto pasara un día como hoy... ya sabes... un hechicero de grado especial, unos peculiares niños perdidos y una madre desesperada por encontrarlos... todo parecieran piezas de un gran rompecabezas que te lleva a resolver algún misterio— la rubia suspiro.
—¿Qué quieres decir con eso?— a Katsumoto le extraño esas palabras.
Nitta apoyo sus codos en la mesa y llevó sus manos a su barbilla.
—Es solo que... no se explicarlo bien, pero el ver a esos niños, me dieron la sensación de que se parecían bastante físicamente a Okkotsu kun y bueno... esa mujer, su madre me recordó a alguien que desapareció hace siete años atrás... ¿Seguro que no conocían ya a esa familia de antes?
Katsumoto trago saliva a discreción. Se preguntaba como Nitta podía ser tan observadora. Aun así, por el bien de su cabeza, debía seguir mintiendo.
—Más bien es una coincidencia — dijo Katsumoto con desinterés — A esos niños nos los encontramos durante el caos y los salvamos de esa extraña maldición que estaba atacando a todos, además — le entrego unos papeles a Nitta — ellos venían con su tío, el cual, poco después dimos con él ya que, durante el escape, él fue atacado y quedó inconsciente, así que los niños buscaron un escondite y fue cuando el Señor Okkotsu los encontró.
Nitta tomó los papeles, ahí venían los nombres de "Yurika y Yuudai Fujii" también venia el nombre de Usui, quien era el "tío" de estos y el nombre de "Maiko Fujii" madre de los mellizos. Aquellos nombres y apellido, habían sido inventados por Katsumoto para encubrir la verdad.
La rubia leyó el nombre de esa mujer—Maiko...
—Si, como puedes leer ahí, esos son sus testimonios. Lo bueno que los niños regresaron sanos y salvos con su madre y el hermano de esta, el cual también ya está a salvo — dijo Katsumoto con una pequeña sonrisa.
Nitta bajo las hojas y bajo también la mirada. Apretó un poco los labios, parecía confundida y eso lo noto su compañero.
—¿Estás bien?
—Es solo que...— Nitta lo miro con ojos un tanto cristalinos —Hubo un momento en que podía jurar que esta mujer — apunto al nombre de Maiko—Se me hacía bastante familiar, me recordó a alguien... alguien quien se supone murió hace ya años atrás...
—¿A quien?— pregunto Katsumoto con confusión.
La rubia suspiro.
—A una kohai que murió años atrás, más específicamente hace siete años atrás— sonrió levemente ante el recuerdo de Maki —Digamos que era una estudiante de la preparatoria de Tokio, una chica con carácter fuerte, ella era miembro del clan Zenin, y lo puedo jurar, esta mujer se parecía bastante a ella, bueno, mejor dicho, tenía facciones muy similares a ella si hubiera llegado a ser una adulta...— seco unas lágrimas. El recordar a todos esos chicos le movían sentimientos guardados de hace años ya que ella se quedó en la sede y no pudo ser libre.
Nitta soltó una pequeña risa. Una de rendición— Claro, quizás solo estoy así porque ya es el Obon...— miro a Katsumoto — Mi abuela solía decir que, en el Obon, los muertos suelen regresar por un rato a visitar a los vivos. Ya sabes "almas volviendo del más allá" ¿Que tontería no crees? Quizás solo ya ando muy cansada de tantas misiones que tal vez ya me estoy volviendo loca.
Katsumoto guardo silencio ante tal respuesta, sabía que hablaba de Maki Zenin.
—Si tan solo supiera que hablo con la verdadera Maki...— pensó.
Nitta se puso en pie —Si, quizás solo me puse sentimental al ver a esa madre reencontrarse con sus hijos. Esa fue una conmovedora escena.
—Y sí que lo fue.
—Bueno Katsumoto, te dejo para que termines esos informes, nos dieron más tardar antes de la media noche para acabarlos y levantarnos por completo de aquí, mientras ire a ayudar con lo que falta de levantar allá afuera — dijo Nitta con una sonrisa.
—Lo tendré listo muy pronto– dijo Katsumoto haciendo una seña de entendido con la mano.
Nitta dio unos pasos más y antes de salir de la tienda, se giró una vez más a su compañero.
—Y Katsumoto...
—¿Qué pasa?— pregunto este, mirándola sobre su portátil.
—Recuerda que, si estas omitiendo información valiosa o si estás mintiendo, tu cuello estará en juego, ¿Entendido novato?— dijo Nitta con seriedad.
Katsumoto trago saliva delicadamente.
—Lo sé...
Nitta sonrió.
—Bien, suerte con el informe, si terminas antes podrías unírtenos para que nos acompañes a beber junto a otros asistentes, espero puedas acompañarnos para ir así a brindar por los difuntos en su festejo— dijo antes de salir de esa carpa e ir a ayudar.
Katsumoto no dijo nada más ante tales palabras. Sabía que, en efecto, su cabeza estaba en riesgo y lo mejor era mantener distancia y estar siempre sobrio para no revelar la verdad.
Un rato después, el asistente terminó su informe y lo mandó como es debido.
Le había ganado algo de tiempo a su jefe y a su familia.
Pero aún asi, en el Obon, los "muertos" siempre dejan huellas.
Notes:
Espero les haya gustado ❤
Y díganme ¿Qué les pareció el capítulo? ¿Se esperaban la aparición de Nitta? ¿Qué opinan de la reacción de Maki ante las técnicas de sus hijos? Por cierto, ¿Ustedes confían en Katsumoto? Estaré leyendo sus comentarios.
Bueno, como pudieron ver, el título del capítulo hace referencia más que nada al día del Obon, que es el día de muertos en Japón. Y en los próximos capítulos también habrá referencias de esta celebración, del cual espero actualizar pronto.
Asi como también este capítulo trato de hacer referencia sobre lo que vio Nitta, y más que de uno o de otro modo, ella quería creer que la Maki que conoció años atrás seguía viva a pesar que todos en la sede se quedaron con la idea de que ella murió hace siete años atrás, aun asi, gran trabajo el de Katsumoto en ayudar a Yuta a escapar con su familia.
Incluso Katsumoto pronto también tendrá mas trabajo, y más que él estará muy cerca del “asesino de hechiceros”, se que el siguiente capítulo, este asistente puede que los sorprenda a todos.
Aun asi también de ahora en adelante, la familia Okkotsu tendrá mas salidas familiares los cuatro juntos y mas que se esta acercando el gran momento de la verdad, el que los mellizos descubran que Yuta es su verdadero padre, asi que se viene mas drama en los próximos capítulos.
También les quiero agradecer a todos ustedes sus palabras de aliento y el apoyo que me han brindado después la difícil situación que pase el mes pasado, al igual que les agradezco el infinito apoyo que le siguen dando a esta historia y las demás que decidí siguieran en mis muros. Quizás mas adelante las historias que di de baja vuelvan algún día, asi como también ya estoy pensando en otras dos historias que espero traer algún día y espero les gusten.
Y bueno, a festejar tanto por las fiestas patrias (Viva México y Viva Latam) como porque el Yutamaki se hizo canon 🥳✨ (esperemos Gege no nos decepcione con este nuevo proyecto)
Nos seguimos leyendo ❤
Chapter 38: 35. Interrogatorio
Notes:
Hola a todos, aqui Lizzy o Vera, como gusten llamarme con un capítulo más de este fic.
Una disculpa por la demora, he estado bastante ocupada fuera de aquí, pero por fin me di un pequeño espacio para subir este capítulo, el cual, espero les guste y más que aquí vamos a tener un interrogatorio muy al estilo "policía insistente y policía bueno"
Es hora que Katsumoto saque su lado detectivesco 🕵
Al igual que en este capítulo habrá información muy crucial, que será muy importante para más adelante en la trama. Así que estén atentos 👀
Ahora sí, vayan por su botana y refrescos favoritos, que su novela favorita esta por empezar 🍿🥤
Disfruten el capítulo.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Dos días después.
16 de agosto
10:10 a.m.
Katsumoto nunca se imaginó aquella situación. Aquella donde él tendría que estar haciendo casi todo el trabajo de equipo. En otras palabras, él estaba investigando por su cuenta todo lo referente al asesino de hechiceros.
El asistente suspiro. Pensó que quizás Yuta Okkotsu después de lo sucedido en el Zoológico pondría los pies en la tierra. Que se pondría a revisar los informes más recientes y cumpliría las ordenes de la sede, donde ya debía tanto rendir cuentas así como también ya debía presentase ante los líderes que querían verlo.
Pero, no era así. Okkotsu en ese momento se estaba esforzando en preparar un desayuno.
—¿Crees que a Maki le guste este desayuno mediterráneo?—pregunto Yuta estando detrás de la barra. Se veía demasiado entusiasmado aquella mañana.
—Señor esto es un tema serio...— dijo Katsumoto tratando de conservar la paciencia. Y más que, había notado que todo lo que decían en un principio de aquel temible hechicero, parecía mentira ya que ahora estaba en una faceta muy "hogareña"
Parecía que había dejado a un lado el ser el segundo hechicero más fuerte de la actualidad, por ahora ser el padre y el esposo que siempre debió ser.
—Lo sé. Y tienes razón— dijo Yuta con una sonrisa —Creo que debería ponerle algo de carne al desayuno y más si Maki viene del gimnasio.
Katsumoto suspiro y movió con desespero las hojas que traía en sus manos.
—Señor, yo me refería al caso del asesino de hechiceros...— su mano libre golpeó aquellas hojas.
—¿Qué tiene ese tema?— pregunto Yuta con una mueca.
—¡Que debemos avanzar en el caso! — Dijo Katsumoto con voz seria, sonaba algo molesto— Tanto el líder del clan Gojo como el líder del clan Zenin ya están exigiendo resultados y lo único que tenemos es absolutamente nada. No hemos avanzado ni un paso más y ese asesino ha seguido eliminando a más personas y aunque sea, hoy debemos presentar un avance.
—No puedo.
—¡¿Por qué no puede?!— pregunto Katsumoto sorprendido.
—Porque hoy voy a estar bastante ocupado—respondió Yuta mientras bajaba algunas cosas más de la alacena— Le prometí a Maki y a mis hijos que cuando terminaran sus clases de regulación por el verano, iríamos los cuatro al festival que harán cerca de aquí. Y por la noche, los llevaré a cenar a un restaurante de lujo que está a unos edificios de distancia, y cuando terminemos, regresaremos aquí para ver películas.
Se giró hacia el director asistente con una gran sonrisa.
—Así que necesito que vayas a comprar algunas cosas, especialmente para hacer palomitas de maíz.
Yuta siguió hablando mientras se giraba para mezclar unos ingredientes más.
—¿Puedes creer que en Japón tenemos más actividades escolares que en muchos otros países? Aun así, me parece exagerado que ni siquiera en verano los dejen descansar— Empezó a mezclar aquellos ingredientes con entusiasmo —Pero, de todos modos, me alegra haber podido pasar este verano con ellos.
—Mi señor, escúcheme por favor, esto es muy serio. Este asesino sigue matando a diestra y siniestra y a usted parece que ya no le importa este tema— dijo Katsumoto con frustración.
Era cierto, Yuta había descuidado bastante su trabajo. Pasaba más tiempo con Maki, Yurika y Yuudai que, con sus ayudantes, con los peritos y con sus demás informantes.
Ahora pasaba más tiempo haciéndola de "padre" que de "detective"
Katsumoto empezó a enumerar levantando sus dedos—Ya no se reporta a la sede, ya no va a las escenas del crimen, ya no lee los reportes ni los últimos informes.
Yuta no se quedó callado y respondió rápidamente —Esos si los he seguido leyendo. Así que si estoy al tanto del caso, aunque no lo parezca— dijo todo serio.
—Señor, a lo que quiero llegar es que no puede descuidar más este trabajo donde incluso nuestras vidas penden de un hilo.
Yuta dejo con brusquedad la pala con la que estaba cocinando —¡Pero, yo quiero pasar más tiempo con mis hijos y con Maki! ¡Por siete años me negaron esta felicidad y esta dicha de estar con ellos en pleno verano!— se giró molesto a ver el sartén— El trabajo puede esperar.
—¡No podemos esperar más! ¡Y menos ahora que tenemos nuevos registros de que este asesino ha eliminado a mas victimas en las últimas dos semanas!— reclamo el asistente con molestia pura.
—¿Pero son víctimas que pusimos en el apartado de "como encargo" ¿no es así?— pregunto Yuta mientras seguía preparando el desayuno.
—Si, pero...
El hechicero siguió hablando.
—En este caso, entonces más que buscar al asesino, debemos buscar a quienes mandaron a dar esas órdenes de ejecutar a esas personas— comento con seriedad—Ellos también son un problema y más que necesitamos saber cómo se puede contactar con esas personas del bajo mundo.
Katsumoto tomo la palabra —Y con más razón debemos ponernos a trabajar. Si este asesino está trabajando en conjunto con otra persona, debemos atraparlos a ambos.
—Lo sé. Pero... la pregunta aquí es ¿Cómo sabremos quién es? ¿Como contactamos con esa persona? la cual, debe ser quien maneja las misiones del asesino— explicó Yuta —Debe de haber una forma de contactar con alguien que haga ese tipo de encargos.
—Deben existir sitios clandestinos que ofrecen este tipo de servicios. Con algo así, cualquiera podría deshacerse de otra persona, como ocurrió con una de las víctimas de hace tres semanas atrás —explicó Katsumoto— Fue eliminada porque iba a reclamar una herencia... o al menos, eso confesó quien admitió haber ordenado su asesinato en los baños termales.
—¿Y Esta persona que se delato, acaso dijo algo más? ¿Dijo con quién se contactó para hacer este tipo de encargo?— pregunto Yuta con curiosidad.
Katsumoto negó con la cabeza —Simplemente dijo que a las personas que contacto nunca dieron la cara y que solo solo hablaron por medio de correos. Simplemente hizo el depósito a una cuenta que desapareció tiempo después al igual que el sitio web. Parece que este negocio mueve mucho dinero.
—Dinero...—dijo Yuta en un suspiro.
Aquella palabra le hizo recordar a alguien en especial. Una mujer que su lenguaje era exclusivamente el dinero y que, por lo que sabía, tanto era una mujer de "negocios" clandestinos como de apuestas, así que pensaba en que quizás ella debía saber cómo se movía ese "mundo independiente" en este tipo de misiones.
—Mei Mei y su hermano Ui Ui pueden que sepan mejor de esto…— dijo Yuta en voz baja. Sentía que debía buscar a esos dos.
Primero porque Yuta recordó algo que Mai le había dicho en su carta y que parecía encajar con esta coartada. Y en segundo, parecía que Maki era la más cercana a esos dos.
Yuta sabía que Mei Mei siempre trabajaba entre las sombras. Además, tenía una conversación pendiente con esos dos.
Suspiro —Quizás Maki sepa algo...— susurro para sí mismo.
—De todos modos, veré si puedo investigar más sobre este negocio. Y más en caso de que las víctimas sean encargadas desde esta fuente para ser eliminadas— explicó Katsumoto.
—¿Pero a la sede solo le importan sus propios intereses y a sus propios integrantes no es así?— pregunto Yuta con seriedad —Digo porque todos los de esa lista de víctimas por encargo parece no importarles por lo visto— comento ahora metiendo algo de pan al horno—Y más que todos los de esa lista eran personas que trabajaban en las sombras o les debían a otros.
—¡Pero!— Katsumoto fue interrumpido.
Yuta siguió hablando —Así que a los de la sede solo les importa a los que les conviene y un montón de víctimas de ese estilo no les interesa como tal.
—¡Pero mi señor!— Katsumoto se atrevió a interrumpir a Yuta— ¿Y si alguno de nosotros es el siguiente en la mira de ese asesino? ¿Y si ese asesino va por alguno de sus amigos? Nadie está exento de sufrir un atentado y más si ha descubierto que lo hemos estado buscando ya que incluso pareciera que su modo de operar ha cambiado un poco en las últimas semanas... pareciera ser más meticuloso que antes, como si estuviera vigilándonos de cerca...— dijo con seriedad y una mezcla de miedo en su voz— ¡Incluso yo en este punto temo por mi vida!
Yuta guardo silencio ante tales palabras mientras seguía preparando algo en aquella cazuela a fuego lento. Era cierto. Nadie estaba exento en aquel punto y la vida de sus amigos o incluso la de Maki o la de sus hijos podría estar en peligro.
—Por favor mi Señor... debemos ponernos serios con esto... y tener, aunque sea una pista nueva que nos lleve a dar un paso más en todo esto para, aunque sea, apaciguar a los líderes.
Yuta apago la estufa, donde había preparado algo de huevo revueltos con verduras y el pan seguía en el horno.
Se dio la vuelta para mirar a su asistente.
—De acuerdo. Mientras llega Maki repasemos el caso— dijo Yuta aún desde detrás de esa barra. Tomó un cuchillo y empezó a picar algo de carne.
Katsumoto suspiro un poco de alivio, mientras veía todas las carpetas y hojas sueltas que tenían en uno de los extremos de la mesa del comedor. Incluso sacó rápidamente su tableta.
—Iniciemos con el caso del anterior asesino de hechiceros, quizás algo de este pueda ayudarnos a averiguar este actual caso — dijo Yuta mirando a su asistente.
Katsumoto hizo un sí con la cabeza.
—Lo que sabemos, de acuerdo a la información obtenida es que en primer lugar, el anterior asesino de hechiceros, opero hace más de 20 años atrás, duro varios años trabajando en las sombras, incluso él eliminó a la anterior vasija estelar, al igual que se supo que trabajaba para gente de temer.
—¿Qué más sabemos de ese sujeto?— pregunto Yuta apuntándole con el cuchillo con el que estaba picando la comida.
Katsumoto siguió leyendo en su tableta —En segundo, sabemos que Satoru Gojo lo asesino.
—Fue un sujeto muy duro de eliminar o eso es lo que dice Satoru— dijo Yuta pasando esa carne picada a un molde —Aunque parece que no le gusta hablar del tema— vertió algunos ingredientes más —¿Y qué más sabemos del anterior asesino?
Katsumoto suspiro.
—Por último, descubrimos que su nombre era Toji Zenin. Pero años después, cambió su apellido por el de Fushiguro... así que en algunos registros aparece como Toji Fushiguro — miro algunas fotografías que se tenían de aquel hombre a través de la tableta.
Yuta suspiro, se lavó las manos y se limpió con la toalla de cocina.—Y que a su vez, era padre biológico de Megumi Fushiguro— llevó su mano a su barbilla.
—Señor ¿Usted cree que su amigo Megumi sepa que su padre fue el anterior asesino de hechiceros?— pregunto Katsumoto con intriga.
—No lo sé... — Yuta rasco su cabeza un poco —Tampoco es un tema que me gustaría preguntarle a Megumi y más si esto puede causarle algún conflicto en caso de que no sepa nada...— comento dando un paso a revisar el pan en el horno.
—El anterior asesino era un Zenin... quién lo diría — dijo Katsumoto con un semblante muy pensativo.
—Ahora que lo mencionas...—Yuta miro a su asistente —Acabo de recordar algo que dijo Naobito cuando fui a la residencia Zenin. Algo relacionado al asesino de hechiceros.
Aquella información sorprendió bastante a Katsumoto—¿Y qué fue lo que le dijo el señor Naobito?
Yuta hizo algo de memoria, puso sus manos sobre la barra.
—Dijo algo como "ese asesino es una maldición que sigue a esta familia"— llevó su mano a su barbilla — Después dijo algo como que este tema era una mancha en ese clan... parece que eso fuera un castigo para ellos.
—¿A qué cree que se refería el señor Naobito con eso?— pregunto Katsumoto con confusión.
—No lo tengo muy en claro, pero pareciera que este tema del asesino tiene impacto en dicho clan— comento Yuta empezando a verter la carne picada ahora en otra cazuela y empezando a freírla —Y suponiendo como son ellos, Presiento que prefieren mantener esto en secreto. Y más que el anterior asesino era un familiar directo de estos.
—Si ese es el caso ¿Usted cree que este nuevo asesino de hechiceros esté relacionado con el clan Zenin de alguna forma? — pregunto Katsumoto.
Yuta analizo aquello por un momento. Sentía que algo encajaba con lo dicho por Naobito y que el anterior asesino haya sido un Zenin. Era como agregar a aquello que se estaba preparando, un ingrediente que le diera un sabor en común. Esas víctimas debían tener algo más en común.
Rápidamente el hechicero se dio la vuelta a ver a su asistente.
—Katsumoto, dime. De las víctimas que están en la lista que clasificamos como "objetivos" ¿Cuantas tienen el apellido Zenin o cuantas trabajaban exactamente para el clan Zenin?
—Deje reviso — Rápidamente el asistente empezó a buscar entre aquellas hojas —¿Tiene alguna pista?
—Si, pero primero quiero saber cuántas personas están relacionadas directamente con ellos.
El asistente empezó a leer los nombres de esas personas. Así como sus características.
—Lo tengo— Apuntó el asistente —En efecto, cuatro de esas víctimas eran Zenin. Y uno más era personal que trabajaba para la sede y otro más estuvo trabajando directamente para los anteriores altos mandos. Aunque pareciera que en sí, todos ellos tuvieron lazos con el clan Zenin dentro de la academia— dijo el asistente —Las seis víctimas están relacionados con ellos de una u otra forma.
Yuta apago la cazuela de la carne y se llevó la mano a la boca —Entonces si son o tienen relación con el clan Zenin— se dijo en voz baja.
Después un extraño presentimiento se le vino a la mente. Y ese fue lo que decía la carta de Mai.
Sentía que Mai le había dado una pista ahí. Pero no lograba comprender cual de tanta información.
—¿Ocurre algo mi señor?— pregunto Katsumoto al ver a Yuta muy serio y callado.
—No sé porque, pero...— Yuta tomo un respiro profundo. Había algo que lo inquietaba—Presiento que estamos pasando algo por alto. Dime Katsumoto ¿Qué técnicas malditas tenían estas seis víctimas?
Katsumoto regreso su vista a las hojas donde estaban el perfil de esas seis víctimas.
—Aquí dice que la primera víctima se llamaba Tetsuo Zenin— empezó a explicar —Su técnica básicamente era observación. Tenía una vista aguda y con esta podía observar todos los pasos a detalle de su objetivo.
—Bueno, si era un informante tiene sentido que haya sido bueno en ver lo que pasaba afuera del clan. ¿Quiénes son los siguientes?
Siguio hablando Katsumoto—Ren y Ryota Zenin. Ellos eran padre e hijo y fueron también informantes de los Zenin, además que trabajaban en un templo.
—¿Ellos son el padre e Hijo que el asesino atacó en su propio templo?
—Así es señor.
—¿Qué técnicas tenían esos dos?
—La técnica maldita de Ren, el padre, era una llamada "Miedo Profundo", una técnica rara capaz de manipular la sensación del miedo en las personas a un determinado rango a su alrededor y de su hijo, Ryota, tenía una técnica similar a su padre pero esta se llamaba, "Azul profundo"
—¿Azul profundo?— su jefe elevo una ceja ante tal respuesta.
—Básicamente su técnica era "ahogar" a sus víctimas. Dice que este le causaba una sensación igual a la de su padre. Aunque los registros dicen que era similar a sentirse ahogar en una pecera.
Yuta suspiro. Sentía que anteriormente había pasado por esas sensaciones.
—¿Qué hay de las otras tres víctimas?
—Machiko Kudo. Este hombre era trabajador para la sede de hechicería. Aquí dice que su técnica maldita se llamaba "amplificación de pensamiento"
—¿Amplificación de que?— pregunto Yuta alzando una ceja.
—Dice que básicamente su técnica era hacer que su oponente escuchara como miles de voces en su cabeza.
—Si trabajo para la sede, su técnica era apropiada para torturar. Bien, llevamos 4 ¿Quiénes son las otras dos víctimas?— pregunto Yuta.
—Haruto Yamazaki. El tanto era trabajador de la sede como estuvo trabajando para los altos mandos. Su técnica básicamente era distorsionar el tiempo— explicó Katsumoto.
Yuta en aquel momento, recordó lo que Maki le había dicho tiempo atrás, sobre qué sintió el tiempo avanzar de manera muy lenta.
Llevo su mano a su boca —Tiempo...
—¿Pasa algo mi señor?
—Es solo que siento que estos cinco hombres, debieron a ver estado involucrados en algo para ser víctimas muy específicas del asesino de hechiceros.
—¿Está diciendo que elimino a estas seis personas por venganza?
—Es una gran posibilidad y más con lo dejado en esa nota en el cuerpo de esa sirvienta ¿No es así?— cuestionó Yuta.
Katsumoto afirmó con la cabeza.
—Además — el asistente mostró otra hoja que recién había llegado de la sede —También tenemos el caso de las armas que han desaparecido de la bodega del clan zenin.
—En serio, sí que hay mucho trabajo que hacer...— se lamentó el hechicero de grado especial por haber aceptado esa misión.
En ese instante, los dos fueron interrumpidos por una voz femenina que iba entrando por el pasillo de la puerta principal.
—Huele delicioso. Yuta Ya llegué ...— Maki guardo silencio de golpe al ver que Yuta no estaba solo.
Ambos hombres voltearon a ver a esa peliverde que había entrado en ese departamento.
Katsumoto notó que esta mujer traía un bolso deportivo y de paso, en su mano, aun cargaba la llave de aquel departamento.
—Vaya, parece que he llegado en un mal momento ¿No?— pregunto Maki dejando su bolso a un lado de la sala y caminando hacia el comedor —Y de paso, parecen bastante ocupados— miro todo el papeleo que tenían ahí mientras se cruzaba de brazos.
A Yuta se le iluminó enorme la cara al ver a Maki ahí.
—En realidad llegaste justo a tiempo— se acercó a esta —He preparado el desayuno.
Lo siguiente sorprendería a Katsumoto, ya que vio como estos dos se saludaban dándose un beso en los labios, donde Yuta ponía sus manos en la cintura de Maki y esta, llevaba sus manos a las mejillas de este.
—Huele delicioso y más que ya me estoy muriendo de hambre— dijo Maki en una gran sonrisa después de recibir ese beso.
—Espero te gusté, hice un desayuno especial— susurro Yuta besándole una vez más.
Realmente esos dos se habían vuelto demasiado cercanos en el último mes.
Katsumoto carraspeo de incomodidad. Era la primera vez que veía a Maki y esta una vez despego sus labios de los labios de Yuta, miro al asistente fijamente, después miro a la mesa.
El asistente se acercó a la mesa para tratar de guardar esos documentos, pero fue inútil, ya que Maki fue más rápida.
—Parece que los agarre ocupados— dijo dando un paso y notó aquella imagen de esa sirvienta con aquel amenazante mensaje —¿Acaso esto es por el caso que andas resolviendo?— pregunto con curiosidad levantando con cuidado esa hoja.
Pero lo que ocurriría a continuación, la haría ponerse en alerta.
—Perdón, pero... — Katsumoto tomo el borde de la hoja que Maki había tomado—esto es información confidencial...— dijo con la voz un poco temblorosa.
Por alguna razón y a pesar de ser la primera vez que Katsumoto hablaba cara a cara con Maki, esta le daba bastante miedo.
La peliverde le miró molesta.
—¿Así que tú eres Katsumoto? O como dicen mis hijos Pulpomoto— dijo en una mueca, soltando la hoja.
—¿P-perdón?— el asistente estaba sorprendido.
— Mis hijos hablan mucho de ti. Dicen que eres como un pulpo, uno que siempre trae las manos ocupadas — dijo está en una leve sonrisa y acomodo sus lentes con una mano.
—A-asi es, mi nombre es Katsumoto Yoshida y es un gusto, señora Fushiguro — dijo este en una reverencia.
—Llámame Maki— dijo ella sin apartar la vista de este —Dime ¿Acaso mis hijos te tratan bien?
—E-está bien, como usted diga y si, Yurika y Yuudai son unos buenos niños... ahora si me permite...— pudo quitarle aquella hoja sin hacer esfuerzo ya que esta la soltó —D-debo acomodar estos papeles y más que aún hay trabajo que hacer— dijo Katsumoto muriéndose de nervios. Esa mujer de verdad era intimidante.
—Aunque ahora se dé donde sacaron los mellizos tal carácter... en especial Yurika— pensó Katsumoto para sí mismo.
En ese instante, Maki se giró a Yuta molesta llevando sus manos a sus caderas.
—Pensé que habías dicho que estabas libre este día. Prometimos a los niños ir con ellos al festival.
—¡Y lo estoy!— Yuta rasco su nuca — Es solo que... Katsumoto me estaba dando algunos informes finales sobre lo que hemos descubierto, pero no te preocupes, ya acabamos. Como dije esta tarde solo estaremos nosotros cuatro— dijo con una sonrisa.
—Está bien— dijo Maki tratando de relajar los hombros. Se sentía tensa y más al ver que esos dos la seguían investigando.
—Jeje ¿Tienen hambre? El desayuno está listo— Yuta se acercó a la cocina de nuevo.
Maki se giró a ver los pocos papeles que quedaban —Y díganme... ¿Como van con este caso?— alcanzo a tomar otra hoja que contenía lo que al parecer era un informe —¿Puedo saber que avances tienen? Siempre una vista por fuera podría ayudarles a darles una perspectiva diferente.
—Bueno... como dije... esto es información clasificada y...— Katsumoto estaba a punto de quitarle esa otra hoja a Maki, pero Yuta intervino.
—Qué bueno que lo preguntas Maki san. Creo que si hay algo en lo que puedes ayudarnos con este caso y más que necesito a alguien que haya estado en el clan Zenin— dijo Yuta rápidamente. Miro a Katsumoto, a quien le hizo una seña con la cabeza para que la dejara en paz.
—¿Así?— preguntó Maki con curiosidad—¿Qué tal si me dices en qué te puedo ayudar mientras desayunamos? Me estoy muriendo de hambre y más que tuve una mañana muy pesada en el gimnasio—Mintió, en realidad venia de una misión donde acabo con otra víctima.
—A mí me encanta la idea— confesó Yuta con una gran sonrisa— Katsumoto deja ahí y ven, ayúdame a llevar las cosas a la mesa, vamos a desayunar los tres.
—Pero señor... esto son documentos confidenciales y...
—¿Acaso desconfías de mi?— pregunto Maki con los ojos entrecerrados—Sabes. Yo he sido una víctima más de esta estúpida organización para la que trabajas. Y aun así, te dejo estar cerca de mis hijos. La que debería desconfiar de ustedes, debería ser yo.
—Es que yo... solo...
—Vamos Katsumoto— dijo Yuta con una leve sonrisa —Dejemos que Maki nos ayude con algo que, de verdad, sé que solo ella nos puede ayudar y a cambio, no le decimos a nadie sobre esto.
Katsumoto miró una vez más a esa mujer, quien, de verdad, le causaba miedo. Aun así, no podía ir en contra de su jefe.
El asistente suspiro —De acuerdo... como usted diga mi señor.
—Perfecto, ahora desayunemos— dijo Yuta bastante animado. Poniéndose a un lado de Maki, pasando su mano por la cintura de esta y mirándola con mucho amor —Se que Maki puede hacernos de gran ayuda con esto.
Esos dos se miraron una vez más. Había demasiado amor entre ellos.
Katsumoto solo suspiro y obedeció órdenes. Aun así, tomaría nota de todo lo dicho en el desayuno con esa mujer.
◈ ━━━━ ◇ ━━━━ ◈
Los tres se sentaron a desayunar, dejando todo el papeleo hasta la esquina.
Al inicio aquel desayuno se sentía incomodo, y más porque a Maki no le agradaba aquel director asistente.
—Pensé que...— dijo Maki con la boca llena y mirando a Yuta — este sería un desayuno donde solo estaríamos tú y yo…
—Lo siento Maki san, pero como dije...— dijo Yuta en un susurro, tomando la mano de esta —Teníamos algo de trabajo atrasado... y... bueno...
Maki suspiro y siguió comiendo.
—Aun así, debo decir que esto esta delicioso — su voz sonó más tranquila, a pesar de estarse muriendo de nervios por dentro por tener aquel asistente cerca, el cual, parecía estar analizando cada gesto que hacía.
—Gracias, me alegra que te gustara— dijo Yuta con una gran sonrisa.
Aun asi, mientras seguían desayunando, Yuta empezó a hablar con Maki mientras sujetaba unas hojas en especial.
—Maki san ¿Crees que podrías ayudarnos identificando algunas armas?— cuestionó Yuta tratando de sonar tranquilo.
—¿Armas?— Maki elevo una ceja.
Yuta rasco un poco su mejilla.
—Es que...— empezó a explicar—Cuando fui a la residencia del clan Zenin, Naoya comento que, al parecer, algunas de sus armas de su bodega desaparecieron y queremos ver si estas armas tienen relación con el caso del asesino.
Maki soltó una leve carcajada.
–¿Le han robado armas a Naoya frente a sus narices? Jajaja vaya, ese imbécil...— recupero el aire.
—Se que suena irreal, pero, esta es la lista de armas que le han robado y queremos saber para qué son o como alguien puede usarlas— dijo Yuta deslizando esa hoja a un lado de su amada.
Maki sentía que debía cooperar, pero al mismo tiempo no tenía que levantar sospechas. Aun así, Katsumoto, quién estaba grabando en secreto esa conversación con su celular, puso atención a lo que diría la Zenin.
—¿Y por qué quieres que yo las identifique? Pensé que tú ya eras bueno con esto de las armas — pregunto Maki tomando la hoja.
—Porque tú siempre fuiste la mejor en el manejo de estas. Tu eres quien me enseñó a tomar una espada— Yuta le tomo la mano libre—Además, eres la persona en quién más confío para esto.
Ambos intercambiaron una mirada. Una que decía que aún confiaban el uno en el otro.
Maki suspiro — Esta bien, solo si a cambio me dicen que han averiguado— miro a ambos — Simplemente quiero saber qué tan grave está el asunto para cuidar de mis hijos.
—Pero...— Katsumoto fue interrumpido.
—De acuerdo, pero lo que digamos en esta ocasión no saldrá de aquí. ¿Está bien?—Yuta dijo eso con seriedad. Mirando en especial a su asistente quien solo guardo silencio.
—Muy bien, veamos — Maki tomo algo más de comida y empezó a leer esa hoja con aquellas armas que ella junto a Choso, habían robado tiempo atrás.
Los tres estaban terminando de comer, mientras Maki hizo algunas observaciones.
—Bien, si reconozco la mayoría y más que algunas son armas muy antiguas.
—Maki san —Yuta se escuchó muy serio al decir lo siguiente —De todas estas armas, ¿Cuáles crees que usaría un asesino?
—Pues la respuesta es muy obvia. Si es un buen asesino usaría todas. Claro solo si sabes cómo manejarlas y esconderlas — dijo Maki en una mueca.
—Lo sé, pero...— Yuta hizo un movimiento arriesgado, se puso de pie y tomo la fotografía de una de las víctimas a la que el asesino había degollado— Ejemplo ¿Con que de estas armas podrías causar este tipo de herida?— Apuntó a esa foto en especial.
Maki hizo una mueca fingiendo desagrado al ver ese crimen que ella había cometido. Aun así, decidió contestar.
—Pues como dije, pudo ser cualquiera de todas estas armas — dijo Maki pasando sus dedos por esa hoja.
—Si, pero...— Yuta trato de cambiar la pregunta —En tu opinión... ¿Qué arma crees que pudo haber causado esto?
Maki suspiro, miro una vez más aquella fotografía y después miro la lista de armas. Debía cooperar, pero al mismo tiempo, fingir.
Su dedo se detuvo en una imagen en especial.
—Este es un "Wakizashi", prácticamente es una espada que es más como un cuchillo— miro a esos dos — Es muy fácil de manejar, obvio solo si sabes empuñar una— miro a Yuta— la gran mayoría de guerreros samuráis en la era Edo portaban una como esta ya que eran prácticas para defenderse. Al igual que estas las usaban algunos para practicar el harakiri— Maki hizo con su pulgar una señal sobre su estómago —Ya saben para que.... aunque...
Ambos hombres la miraron fijamente.
Maki vacilo un poco. Después Apuntó a otras dos armas.
—Aunque también pudo haber usado estas dos. Esta se llama "aikuchi" o también esta esta que se llama "hamidachi"
—¿Pero cuál es la diferencia? Ambos son cuchillos y ambos pudieron ser el arma homicida— pregunto Katsumoto con ignorancia.
Maki elevó una ceja.
—La diferencia es el tipo de mango que tienen— empezó a explicar —El "Aikuchi" es un cuchillo más rudimentario que tiene una empuñadura de piel de pescado directamente sobre la hoja, mientras que el "Hamidachi" tiene una empuñadura en madera y lacado que protege mejor la mano— tomo un cuchillo y lo elevo un poco —Más que nada, no es el arma, sino la técnica— miro fijamente a ese asistente —Si no tienes la fuerza necesaria ni la técnica— clavo el cuchillo en la foto—No rematarias a la persona.
Katsumoto trago saliva ante tal amenazante actitud.
—Maki san— Yuta la nombró —¿Crees que alguna de estas armas, fue la misma con la que el asesino pudo darles un remate en el corazón?— pregunto con curiosidad.
Maki miró a Yuta.
—¿En el corazón? ¿Como? — fingió ignorancia y sorpresa al mismo tiempo—¿Acaso este asesino no solo les corto la garganta?— sus cejas casi se juntan.
—Bueno...— Yuta miro a Katsumoto, este le hizo un pequeño movimiento con los ojos.
Yuta siguió hablando—Este asesino parece que tiene un modo de operar muy marcado.
—¿Marcado? ¿A qué te refieres?— pregunto Maki aun fingiendo no saber de qué hablaba.
—Me refiero a que este asesino, por lo que hemos investigado, tiene una forma de actuar muy específica. Pero en estas víctimas en especial, parece que se ensaño más ya que no sólo les corto la garganta... sino que...— Yuta mostró una foto más, una donde podía verse a esa víctima con una herida en la altura del pecho—Que los apuñaló en el corazón.
—Okkotsu... acabo de desayunar...quita eso de mi vista— comento Maki tragando saliva y fingiendo asco.
—Lo siento— Yuta suspiro.
Maki siguió hablando.
—Como dije, cualquier arma de esta lista pudo ser usada por "ese asesino"— Apuntó a más armas— Desde una daga, pasando por un "Yari", algún "Sai" o hasta un simpe cuchillo de cocina puede hacer esas heridas— miro a esos dos mientras dejaba ese utensilio sobre la foto—Pero como dije si no tienes la técnica correcta ni la fuerza necesaria, puedes lastimarte las manos.
—¿Estas segura de eso?— pregunto Katsumoto con timidez.
—¿Acaso dudas de mi?— pregunto Maki con molestia —¿Ustedes querían mi ayuda, no? Pues aquí la tienen. Ya les dije lo que se de estas armas.
—Lo siento...— Katsumoto prefirió guardar silencio. Y más que esa mujer le seguía dando miedo.
Yuta puso una mano en su boca. Estaba bastante pensativo con lo que dijo Maki. Pero algo le llamó la atención y eso era que si esas armas tenían energía maldita.
—¡Maki san!— Yuta alzo un poco la voz, parecía apurado. Parecía que lo que iba a preguntar era super importante —De esta lista de armas, ¿Todas tienen energía maldita impregnadas?
—¿Qué? —la voz de Maki fue de sorpresa pura.
Inclusive Katsumoto estaba sorprendido por esa pregunta tan repentina.
—Pregunte si sabes si... — Tomo la hoja de la lista de aquellas armas —Si alguna de estas armas tiene alguna habilidad de anular cualquier técnica maldita de la víctima. En especial porque pareciera que este asesino se apoya con armas impregnadas de energía maldita.
—¿Anular las técnicas malditas?— cuestionó Maki con sus cejas juntándose en su frente ante tal pregunta. Pero por dentro sentía nervios, sabía que Yuta era un hombre muy listo.
—Si, me refiero a que si hay una herramienta maldita o arma de esta lista que anule técnicas malditas.
Maki tomo un respiro y miro esa lista.
Pensó por un momento aquella respuesta.
—De esta lista no— fue contundente —La mayoría son simples armas, una que otra pudiese estar impregnadas un poco de energía maldita, pero ninguna tiene una habilidad como la que dices — comento Maki con seriedad—Y si el asesino no tiene energía, ninguna de esta le serviría para darles el golpe final. Quizás para lastimarlos si, pero asesinarlos no y más si son hechiceros que pueden convertirse en una maldición.
Los labios de Yuta se apretaron. Incluso sus hombros bajaron.
También Katsumoto se veía serio. Incluso entrecerró los ojos cuando Maki dijo aquello. Parecía que esa mujer sabía mucho de ese tema, aun así, todo aquello los había dejado en el mismo punto.
Maki suspiro y decidió arriesgarse. No sabía si aquello era buena idea. Aun así, hablo —Sin embargo, hace muchos años atrás, escuché que había una "lanza" en forma de "Jutte" que tenía esa habilidad.
—¿Un Jutte?— pregunto Yuta con confusión.
—Si, digamos que dicha arma es simular a un Jutte, sin embargo, había escuchado que esta es diferente. Esta "lanza" por decirlo así, tenía dicha habilidad de anular o mejor dicho, detener cualquier técnica maldita a la fuerza — explicó Maki.
Katsumoto tomo nota mental de aquello.
—¿Acaso sabes cómo se llama dicha arma?— pregunto el asistente, quería saber si esa mujer sabia algo más.
—¿Huh?— Maki elevo una ceja.
—Pregunte si usted sabe si esa lanza tenga un nombre en especial — se atrevió a decir Katsumoto en voz seria.
Maki miró a Yuta y después miro a Katsumoto, soltó el aire con lentitud.
—Vaya, ahora se comportan como el policía bueno y el malo. Me preguntó quién es quién y más con dicha actuación.
Yuta intervino.
—Perdón Maki san... Katsumoto ya no se dirigirá así contigo, ¿Verdad?— le molestaba esa actitud muy a la defensiva de su asistente hacia Maki.
—Perdón mi señor, no volverá a pasar, una disculpa — dijo el asistente dando una leve reverencia.
—Más te vale y más que no confío en las personas que vengan de la sede y tengo mis motivos —Maki le lanzó una mirada de furia —Aun así, y contestando tu pregunta, que yo recuerde si, esa lanza tenía un nombre, un nombre muy raro que en este momento no recuerdo con exactitud , sé que era algo como Alabama... Alabar! tsk yo que se celestial! o no sé qué, realmente no lo recuerdo — dijo con molestia.
—¿Y qué pasó con dicha arma?— pregunto Yuta rápidamente.—¿Sabes quién podría tenerla?
Maki se encogió de hombros.
—No lo se. Se dice que dicha arma la eliminaron hace más de diez años atrás... así que dudo que haya otra igual— Mintió un poco. Ella tenía una copia de dicha arma. Una que Mai les hizo a escondidas años atrás y con la que estuvo eliminando a todos ellos.
—¿Y sabes a quien pertenecía? ¿Sabes algo de su antiguo portador? ¿Cómo es que sabes todo esto?— pregunto Katsumoto con insistencia.
—Katsumoto...— Yuta lo nombró con molestia.
—Okkotsu ¿Puedes calmar a tu asistente? — dijo Maki con una mueca y se puso de pie —Yo ya les dije todo lo que sabia. Así como ya les ayudé con esto que por como veo, no han avanzado ni un paso... y con esa actitud menos.
Katsumoto se puso de pie, pero antes de eso, se escondió su celular en el bolsillo de su pantalón.
—Le pido una disculpa una vez más. Lo siento. Ya no volverá a pasar — dijo haciendo una reverencia casi completa.
Maki suspiro.
—Más te vale, porque si no responderé de mala manera.
Yuta intervino.
—En serio, muchas gracias Maki san— se puso de pie y se puso a su lado— Te prometo que Katsumoto no te va a molestar más.
Maki suspiro.
—Está bien. Y más les vale a ambos— Apuntó a Yuta.
Este solo hizo sus manos de un lado a otro— Así será, lo prometo.
Katsumoto suspiro y más al ver la dinámica de esos dos. Realmente Yuta se comportaba muy diferente con esa mujer. Pero en el fondo, el asistente tenía un extraño presentimiento con ella. Pero sobre todo por el tema de su restricción celestial.
—Señor, voy a pasar a su baño antes de retirarme...— dijo el asistente en una leve reverencia.
—Adelante— dijo Yuta con una sonrisa.
En ese instante Katsumoto se fue al baño.
Una vez escucharon que la puerta del baño se cerró, Maki suspiro, se paró frente a Yuta y se cruzó de brazos.
—Pensé que íbamos a estar solos nosotros dos esta mañana...
Yuta rasco su cabeza.
—Lo siento, es que Katsumoto vino porque aún tenemos trabajo que hacer y...
—¿Entonces estas ocupado? Pensé que pasaríamos los cuatro juntos esta tarde— dijo Maki con una mueca —Y más que se lo prometiste a los niños.
—No estoy ocupado, descuida, ya él y yo acabamos lo que debíamos hacer — Dijo Yuta acariciando las mejillas de Maki—Estoy completamente libre para pasar juntos esta tarde.
Maki suspiro —De acuerdo.
En ese instante, ambos se dieron un beso, uno que desde hace rato querían darse en total soledad, y más cuando Yuta pasó sus manos por la cintura de esta y bajo una mano para apretar suavemente su trasero, mientras esta enredo sus manos en el cuello de este y pasaba sus manos por su negro cabello.
—En serio, no me agrada tu asistente... y más que te dije que no lo quiero cerca de mí....— susurro Maki una vez se dejaron de besar.
—Lo siento, pero él sí que ha sido de mucha ayuda en todo este caso. Incluso a los niños le agradan— comento Yuta en una pequeña sonrisa, mientras sus ojos no dejaban de ver los labios de Maki, los cuales se fruncieron en una mueca de molestia pura— Pero prometo que no te va a molestar más.
Maki suspiro.
—Más te vale... en fin — Se soltó poco a poco de Yuta —¿Crees que podría usar tu lavadora y tu secadora? De verdad quiero lavar esta ropa y otra que traigo en mi bolso que está llena de sudor y de ahí, ¿Crees que podría usar tu regadera? Quiero tomar una ducha antes de ir por los niños.
Yuta sonrió y de nuevo el beso en los labios y después hablo —Claro que puedes usarla, sabes que puedes sentirte como en casa... igual lo de la ducha... no se si quieras que tomemos una juntos... como compensación por lo del desayuno — susurro al oído de esta.
Maki sonrió por aquello, paso sus manos a las mejillas de este.
—Eso último no suena mal, Pero para eso, primero deshazte de tu asistente, no quiero que nos escuche — le dio un beso más —Bueno, iré a poner mi ropa en la lavadora— dijo acercándose por su bolso para después ir al final del pasillo.
Yuta sonrió demasiado por esa respuesta, y mientras esperaba a que Katsumoto saliera del baño, el hechicero se puso a limpiar la mesa y la cocina.
Miro por un momento todos los documentos que tenían ahí. Lo estaba decidiendo, estaba pensando renunciar ya a ese caso.
En cambio, Una vez Katsumoto entró en el baño, apago la grabadora de su celular. Había grabado toda aquella conversación a escondidas y pensaba que quizás ahí debía ver alguna pista.
Se lavo las manos y se echó agua en la cara. Maki le daba miedo, y más que tenía un extraño presentimiento sobre ella. ¿Como es que sabía tanto de armas? Y lo más importante, ella sabía cómo contactar con Mei Mei y su hermano UI ¿Cierto?
— ¿Y si Maki está trabajando para ellos? — pensó por un momento, mientras aflojaba un poco su corbata.
—Debo tomarme unos días de esta familia... y quizás también del caso— se dijo Katsumoto en voz baja mientras se mojaba una vez más la cara.
Pero parecía que eso sería imposible. Su celular empezó a vibrar con desespero. Aquello era una notificación sobre que encontraron una víctima más que entraba en las características del asesino de hechiceros.
Katsumoto suspiro. Sabía que él iba a ir solo a ese llamado y más que Yuta iba a salir con su "mujer" y con sus hijos.
—Necesito un café... y de paso un aumento— dijo Katsumoto guardando su celular y saliendo de aquel baño.
Pero una vez salió de ahí, vio algo que le haría sospechar más de Maki.
Aquella peliverde estaba "renegando en voz baja" con una prenda en especial mientras estaba en aquella área de lavado.
—Demonios... pensé que si me había desecho de todo esto... y aquí quedo una de esas prendas— dijo entre dientes, mientras que, entre sus manos, traía un guante el cual, tenía una gran mancha roja. —¡Agh!— renegó.
Katsumoto se acercó a ella con cuidado.
—¿Se encuentra todo bien?
Maki le miró con molestia.
–¿Eh?
—¡Mierda! — grito la mente de Maki, se tenía que cuidar de ese hombre que no le agradaba y menos con lo sucedido rato atrás.
—¿Esta herida?— pregunto apuntando al guante.
—¿Lo dices por esto?— Maki trato de sonar tranquila —No es mía, es de otra persona...— pensó rápido en una excusa — A una clienta le salió sangre de la nariz mientras le ayudaba en un entrenamiento. De seguro la pobre hizo mucho esfuerzo al levantar las pesas.
Aquello le extraño a Katsumoto, y más que ese tipo de guante, no parecía para nada cómodo para hacer ejercicio.
—¿Y Gusta que le ayude con eso? Conozco una buena tintorería que podría ayudar a limpiar la sangre— pregunto Katsumoto amablemente.
—Yo creo que no— dijo Maki lanzando aquel guante a un bote de basura que tenían en esa zona —Ya está arruinado, mejor compraré otro— cerro la tapa de la lavadora y la dejo funcionando.
—De acuerdo...— dijo Katsumoto mirando aquel guante. Algo le decía que esa mujer ocultaba algo. Y ese guante podría ser una pista.
—Por cierto— Empezó a hablar Maki —Yurika y Yuudai me han hablado mucho de ti, les caes bastante bien a esos dos— dijo poniendo sus manos en sus caderas.
—¿En serio?— pregunto Katsumoto abriendo los ojos enormemente.
—Lo es. Incluso te han puesto un apodo, así que supongo que no debes ser tan malo como pareces— dijo Maki con una leve mueca.
—Ellos son buenos niños, y si el señor Okkotsu confía en mí y esos niños por igual, entonces usted también puede confiar en mi si así lo desea— dijo Katsumoto tratando de sonar amable.
Maki hizo un leve ruidito de duda.
—Ya lo veremos. Porque aún se me hace difícil confiar en personas con traje.
Katsumoto trago saliva, realmente reafirmó de donde esos dos niños habían heredado aquel carácter.
—¿Esta todo bien?— pregunto Yuta llegando por el pasillo. Como Maki y Katsumoto se estaban tardando, decidió ir a ver que todo estuviera bien.
—Lo está— dijo Maki en una sonrisa.
—Ahora si me disculpa mi señor, me retiro. Sabe que cualquier cosa puede contactarme— dijo Katsumoto en una reverencia. Realmente ya quería salir de ahí.
Tampoco quiso hablar sobre la notificación que habían recibido sobre la víctima que acababan de encontrar, sabía que su señor sólo quería pasar tiempo con esa mujer, así que a partir de ahora le tocaría hacer casi todo el papeleo y el trabajo a él solo.
—Adelante Katsumoto y supongo que con la nueva información que hemos obtenido podremos hacer un nuevo informe y más que la información que nos ha dado Maki ha sido muy buena ¿No lo crees?— Dijo Yuta con una leve sonrisa.
—Le tendré el reporte listo al anochecer. Con su permiso, me retiro— Dijo el asistente yendo a la sala por sus cosas.
Katsumoto tomo las carpetas que Okkotsu ya había acomodado con esos papeles, tomo su tableta y se dispuso a salir de ahí, aun así, sentía que debía ir por aquel guante que Maki había tirado a la basura. Para nada aquel guante se parecía a uno de ejercicio.
Una idea paso por su mente, una que sabía podría poner en riesgo su trabajo e integridad. Aun así, no quería hacer de lado su corazonada que le decía que quizás Maki podía estar directamente relacionada a ese caso.
Katsumoto escucho como una puerta se cerraba rápidamente por aquel pasillo. El asistente sabía que esos dos amantes debían haber entrado a hacer el amor en la regadera. Así que debía actuar rápido.
Con cuidado se asomó al pasillo y efectivamente ya no vio a esos dos. Con paso cauteloso y sin hacer ningún ruido, se acercó a esa área, donde Maki había lanzado aquel guante al bote de la basura.
Escucho la regadera, Katsumoto sabía que él de alguna forma les había arruinado el desayuno, así que debían estar recuperando el tiempo allá dentro.
Tomo un pañuelo que había en ese cuarto de servicio, tomo el guante y lo envolvió con cuidado. Esperaba que esa corazonada que tenía sobre Maki fuera errónea.
Después de tomar el guante y a pasos acelerados, pero tratando de no hacer demasiado ruido, salió del departamento de su jefe.
Lo mejor que Katsumoto pudo hacer fue dejar a esos dos en su "nido de amor"
Aun así, la irresponsabilidad de Yuta con el caso del asesino de hechiceros, pronto tendría sus consecuencias.
Notes:
Y díganme ¿Que les pareció este capítulo? Y más que parece que la corazonada de Katsumoto puede hacerse realidad. Pero aquí la pregunta principal es ¿Si Katsumoto descubre antes que Yuta sobre que Maki es la asesina, creen que le diga a su jefe? ¿Creen que sería el soplón? O por su bien y el de todos ¿Guardara silencio?👀
Estaré leyendo sus comentarios y teorías.
Y bueno, de una vez lo voy diciendo, en el siguiente capitulo habrá "pasión" o mejor dicho "otra reconciliación" 😏 entre Yuta y Maki 🔥🔞 por si les interesa leerlo, estén al pendiente de la siguiente actualización.
Y si este tema no les gusta, lo menciono de una vez para que estén avisados desde ahorita por si quieren saltar esa parte y esperar al capítulo 27 el cual, ese ya será más familiar.
Así como también, muy pronto tendremos por fin una salida familiar entre esos 4, una que será muy especial para esta familia. Al igual que se viene una visita inesperada.
En fin, una disculpa si las actualizaciones están siendo lentas, mi vida fuera de aquí está hecha un caos, en especial este mes que está comenzando, el cual está siendo un tanto desastroso personalmente y eso me quita tiempo para escribir, editar y estar al pendiente de aquí. Pero espero pronto las cosas vayan mejor para seguir trayéndoles más capítulos ❤️
No olviden que también pueden seguirme en mi instagram de escritora, allá estoy un poco más activa y de paso, puedo interactuar más con ustedes. Pueden encontrarme con el nombre de usuario de "lizzy_zenin" y aunque actualmente este con candado 🔒 allá los ando aceptando.
Nos seguimos leyendo, los quiere Lizzy ❤️
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LuciannaRosalinno on Chapter 19 Sun 02 Jun 2024 12:15AM UTC
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Vera1794 on Chapter 19 Mon 03 Jun 2024 05:38AM UTC
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aerinaeri on Chapter 19 Sun 02 Jun 2024 02:47AM UTC
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HalfRimzlover on Chapter 21 Fri 16 Aug 2024 03:10AM UTC
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Vera1794 on Chapter 21 Fri 16 Aug 2024 07:26AM UTC
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