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Espérame a nuestro suicidio juntos

Summary:

Craig le propone que se suiciden juntos.

 

“¿Conoces la historia del abismo de los amantes?”

“¿Ese río donde los amantes se suicidaron?”

“Sí, ese… que miedo”

 

Kenny le dice que sí, pero que le espere un poco que ya va.

Notes:

Nt: El suicidio nunca es una solución si lo sientes así, pide ayuda. Tú vida es importante, que sepas que estoy aquí y eres valioso.

 

Todo lo qué pasa en este fic es ficción y no debe ser llevado a la realidad por ningún motivo, no busca románticas ningún tipo de conducta suicida o demás, por favor leer con discreción.

Chapter 1: ¿Con qué tipo de palabras debería empezar?

Chapter Text

“Oí, ¿no tienes frío?” Grite mientras entraba mi bicicleta al garage, al lado de casa hay un puente que da a un rio que siempre está descongelado.

 

A pesar de que es invierno siempre está así, debería estar congelado o algo pero no sucede, siempre está andando hasta fuera de este pueblo, a veces hay borrachos que se meten debajo del puente, pero esta vez quién estaba observando el río era alguien diferente.

 

Sus pies estaban descalzos al crudo invierno heridos y quemados por haber corrido en hielo puro, un short corto y una camiseta blanca algo sucio, sostenía el cigarrillo entre sus dedos aspirando de el y exhalando como si fuera un suave vaho que se deslizaba fuera de sus labios. Mi voz le llamó la atención, yo lo conocía, Craig Tucker de mi clase, hemos estado juntos desde garden pero no éramos muy cercanos.

 

Al ver que tenía cigarrillos me pregunté si era normal hoy en día que los niños de 8 años fumarán, me acerqué colocándome a su lado y visualizando la imagen que él mismo estaba viendo, el río fluyendo bruscamente hasta el este.

 

“¿Me das un cigarrillo?”

 

Así fue como sacó agitando de la cajetilla arrugada y lo asomó para que lo sacase, fue así que lo coloqué en mis labios, y este me lanzo un encendedor que torpemente agarre en el aire. Eso estuvo cerca de que se me cayera. Solo podía escuchar el pequeño sonido del cigarrillo consumiéndose de Craig y ahora del mío.

 

“Hey…” Por fin habló y me miró, abrí los ojos al ver su cara que se volteaba hacia mi, estaban sus mejillas rojas y su nariz también por el frío, eran tonos entre rosa y blanco con su piel, se notaba que estábamos en un crudo invierno y este chico a penas vestido propuso… algo que en toda mi vida podría olvidar, solo
me sentí tan ajeno como un espectador de sus palabras, su propuesta que me hizo replantearme en un segundo todo, ¿Esto eran lo que llamaban madurar de golpe? “¿Te suicidarias conmigo?”

 

Eh? Suicidio, suicidio… como nunca se me había ocurrido, que sonrisa nerviosa tuve que haber tenido en mi boca ese día.
Como si me propusiera ir a acampar, este chico me propuso el suicidio.
Que hilarante.

En su cuello habían moretones, y ya lo había notado desde lo lejos pero sus piernas eran lo más horrible de su cuerpo, estaban llenas de cicatrices mal curadas y de hace tiempo, marcas de cigarrillos uno sobre otro, como si quisieran perforarle la piel, los leves moretones que se asomaban no eran nada comparadas con sus piernas que moradas por el frío ni siquiera sangraban pues la carne estaba abierta pero parecía que las había intentado curar, debió haber sido muy valiente. Craig al notar que mis ojos viajaban por su cuerpo, se rascó el tobillo con la planta de su pie apoyando su peso en la baranda con el cigarrillo entre sus labios.

 

¿Todo lo que le quedaba era suicidio?

 

No iba a preguntar porqué no quería vivir, estaba claro. Parecía una vida muy dura para que un chico que su edad no pasaba el dígito tuviera esas pensamientos, pero digo esas no son todas tus opciones ¿no? no lo comprendía realmente, la respuesta teórica estaba lista pero simplemente no lo entendía.
Cerré mi boca boquiabierta.

 

Me ofreció su mano para que la tomase, no titubee, la tomé, estaba fría y la intenté calentar con mi propio calor corporal. El río que estábamos viendo se llama “El abismo de los amantes”

 

Una vez en algún momento había existido la mujer más hermosa de este pueblo hace cientos de años, era tan hermosa que todos los hombres del pueblo soñaban con casarse con ella y así todos los días intentaban cortejarla con los regalos más hermosos y grandes que tu imaginación podrían crear, ganado, suministros, ramos gigantes de flores y los manjares hechos por los dioses, le ofrecieron poder, dinero, riquezas, sin embargo uno de esos hombres que la estaban conquistando fue hasta su puerta, el hombre no era guapo en lo absoluto, ni el más inteligente, era un herrero cualquiera que entre sus manos había una pequeña flor, la joven parpadeó al ver la pequeña flor entre sus manos que el hombre colocó en la oreja de la chica adornando su rostro. Los amantes que se querían casar entre envidia y celos los mismos hombres que cortejaban a la joven, no lo dejaron, hicieron la ley que no podrían salir del pueblo y tampoco podrían casarse.

La mañana siguiente encontraron a los amantes en la orilla del río, se habían suicidado juntos, prefirieron morir a eso y para que el río no lo separasen, juntaron sus muñecas con un hilo rojo de amor.

 

Al borde de la orilla de río donde esa pareja se lanzó. estábamos con Craig, habíamos bajado del puente y ahora estábamos en la orilla, con Craig no éramos amantes ni mucho menos, eran contadas con una mano las veces que habíamos hablado, sin embargo ahí estábamos, tomados muy firmes de la mano dispuestos a saltar. Craig se veía tranquilo, como si fuera un día normal fue cuando me mostró una sonrisa que el moretón en su ojo que lo mantenían hinchado y irritado, los rastros de sangre seca en su nariz, no quitaban que había sido una sonrisa inolvidable.

 

“¿Vamos?” Me invitó como si de un ángel de la muerte se tratara. Claro que me sentí cautivado después de todo soy solo un pobre humano.

 

Me quite mi chaqueta y mis zapatos, sentí la helada temperatura de las piedras al borde del río, algo húmedas, eran duras y frías, Craig se inclinó hasta más el borde jalando de mi mano.

 

“¿Haz escuchado la historia de este río?” Preguntó.

 

Asentí.

 

“¿No parecemos unos amantes en este momento?”

 

Amantes… realmente no había vivido lo suficiente para saber si esto era o no algo similar, puede ser que esto era el amor, ¿estoy enamorado de él? Wow, supongo que sí, digo, estoy aceptando morir por él. Así que así se sentía el amor…

 

“¿Tu me amas, Craig?”

 

Pregunté algo tímido, pero no mucho tenía que demostrar que sabía sobre el tema. Él se quedó en silencio y pensó.

 

“¿Para morir contigo tengo que amarte?” Asentí muchas veces, no quería juntar mi alma con alguien que no me amará. “Que molestia… pues sí, te amo”

 

Mis ojos brillaron, mis mejillas se iluminaron, mi corazón corría desenfrenadamente, era un sentimiento muy extraño que rondaba mi estómago, apreté más su mano contra la mía, que extrañó el tener una reacción que te estampa contra la cara el hecho que estás vivo mientras… oh.
Fue así que sentí como finalmente estábamos cayendo en el río y solo una imagen pasó por mi mente cuando estaba a punto de morir, una pequeña voz suave y infantil.

 

Karen.

 

Fue así que a pesar sonó el splash al río no me solté de una piedra grande que estaba ahí, pero tampoco separándome de Craig que ya estaba cayendo en el fondo del río que estaba congelado, la adrenalina me invadió, tenía que sacarlo de ahí, no lo iba a dejar morir, no ahora, fue muy complicado volver a tirar a Craig a la orilla que increíblemente tampoco me soltaba de la mano, fue así que por fin logré sacarlo.

 

Tosí mucho, me dolía mucho la garganta por tanto toser no sabía cuánta agua había tragado y luchaba por respirar y Craig estaba en las mismas, traté de sobarle la espalda para que supiera que estaba ahí para él mientras tosía. El apartó mi mano de un manotazo y cuando por fin puso hablar gritó.

 

“¿Qué carajos te sucede?!”

 

Mi corazón dolió, él estaba molesto de que nos hubiera salvado, no quería que se molestara.

 

“¡Sexo!”

“¿Eh?”

“Quiero tener mucho sexo antes de morir”

 

Me miraba desconcertado por mi respuesta.

 

“Con unas de esas rubias cachondas, es mi sueño, cuando estaba a punto de saltar me imaginé lo tristes que estarían si no me las cogia antes”

 

Parecía que había hecho efecto porqué solo me miraba como… este idiota. Fue la primera respuesta que se me ocurrió y realmente en parte era cierto pero de repente me sentía avergonzado de haberlo gritado en voz alta, estaba muriendo por dentro.

 

“Deberíamos ensayar un par de veces antes de hacerlo” Propuse, mientras señalaba mi brazo y el raspón que se había hecho “Fuiste muy rápido y poco sincronizado, me hice una herida por tu culpa.”

 

“No es mi culpa que estabas como un marica y no te atrevías a saltar”

“¿Yo marica?! Tú un bruto, si vamos a hacerlo no quiero estropear mi linda cara, imagínate lo que pensará la gente cuando me vea”

“Dirán, este niño le hizo un favor al mundo con lo feo que es” Me saco la lengua y no podía creer que dijera eso, bufé y lo tome de la mano arrastrándolo. “Qué haces”

 

“Ven a mi casa, otro día lo intentaremos de nuevo” No parecía muy convencido pero al final cedió.

 

Le coloqué mi chaqueta encima que estaba seca a diferencia de él para abrigarle.

 

Así fue como conocí a Craig.

 

[…]

 

Sequé el pelo mojado de Craig con una toalla, ambos estábamos en pelotas en el baño mientras nuestras ropas se secaban al lado de la estufa.

 

“Vamos, deja de moverte si no te seco el pelo te vas a enfermar”

“hah… eres tan jodidamente molesto.”

“Se dice gracias, grosero”

 

Golpee a propósito las mejillas de Craig qué tal como un gato arisco se puso a la defensiva replicando, jalándome del pelo cosa que intente quitarlo pegándole en la cara, de alguna forma nos caímos por la cerámica del baño dándonos duro contra el piso.

 

“Auch… auch…” Sobe mi espalda.

 

“¿Por qué me trajiste a tu casa?! esta malditamente roto y sucio este baño, ¿la de limpiar no la saben?” Dios, detesto a este chico, tan mal hablado.

“¿Querías que te dejara ir a casa todo mojado en pleno invierno?! ¡y mira afuera está nevando! ¿Eres estupido o tienes mani en la cabeza?”

 

Así volvimos a pegarnos y forcejear, no parecía que nos íbamos a llevar bien de ninguna forma ¿Qué hay con esa mala personalidad? quizás porque era muy callado en la escuela nunca me di cuenta lo sucio para hablar que es.

 

“Vamos, ponte esta ropa, es de mi hermano mayor no te quejes”

 

“No me digas que hacer”

 

“Oye… tú”

 

Se comenzó a vestir tal como le dije, la ropa le quedaba grande después de todo el pequeño cuerpo de Craig no se comparaba al de un adolescente, sin embargo…

 

Negué con la cabeza, más tarde nos preocuparemos.

 

“Tus piernas están realmente jodidas, ¿te hacen eso en tu casa?”

 

Tapó sus piernas como si no se hubiera dado cuenta que estuvieron a la vista todo el tiempo para todo el mundo, qué, pensaría que no me daría cuenta.

 

“Qué te importa, pobre de mierda.”

 

Suspire, levantando la camiseta que recién me había puesto luego de bañarnos.
Me di vuelta para mostrarle mi espalda.

 

“Mi padre siempre las hace cuando no tiene dinero para drogarse, es como una forma de calmar su abstinencia”

 

Al igual que sus piernas mi espalda estaba llena de cicatrices ya curadas que había tratado yo mismo, desde hace tiempo ya había aprendido, sus piernas y mi espalda no eran muy diferente.

 

“Es un jodido drogadicto tan… tsk”

 

“¿Molestó?” Completó Craig.

 

“Si, molesto. Sería bueno que le diera una sobredosis, ya sabes”

 

“¿Y tú mamá?” Preguntó Craig, parecía más cómodo, bajé mi camiseta y me senté a su lado.

 

“Es una perra que no puede hacer nada por ella misma, prefiere que sus hijos sean maltratados y ella también a perder su droga” Reí amargamente. “¿Y tú?

“Mi papá me odia a mi y a mi mamá, entonces nos golpea por igual, pero mi mamá se desahoga conmigo”

Acarició su pelo desordenándolo, el negro puro de cada hebra.

“Creo que mi mamá engaño a mi papá y no soy hijo de mi papá.”

“Eso suena jodido”

“Lo es, odio estar en esa casa” Mire de reojo a Craig y el moretón en su cara.

“Déjame curar tus piernas se pueden infectar, eres demasiado malo en ello”

“¡Metete en tus asuntos!”

 

Me levante del borde para buscar mi botiquín y así arrodillarme enfrente de sus piernas, realmente se veían jodidas, los hematomas estaban por todas partes y sobre todo sus pantorrillas estaban llenas de marcas de cigarrillos, como si los hubieran apagado uno encima del otro para que se curaran y quemaran de mala forma, también parecía que le habían azotado tanto que la mayoría dejarían marcas, pase mi mano por sus heridas…

 

Dios parecía tan cruel a veces.

 

Así comencé a desinfectarle y en algunas tuve que dar puntos, lo había practicado lo suficiente para hacerlo, todo fue una carnicería que era dolorosa para mi pero Craig no se quejó en ningún momento, mordía la almohada en silencio y ocultaba su cara, sane también sus pies quemados por el frío, todo lo termine vendando de alguna manera que no se saliera.

 

“Listo, hecho… ¿estás bien?” Pregunté con cuidado esperando que se destapara la cara, y cuando lo hizo parecía estar aguantando todo, solo se había asfixiado así que estaba un poco jadeante, se tragaba todo el dolor, no pude evitar

 

Hacer una sonrisa totalmente involuntaria. Craig era un chico muy extraño. ¿Por qué no llora? es normal, digo, te estoy mutilando las piernas al cosértelas, llora, tienes no más de nueve.

 

“¿Eh…? ¿Por qué no estás llorando?”

“¿Querías que llore, maldito pervertido?”

“Pff…”

 

No pude evitar reírme a carcajadas, risotadas largas que dejaron a Craig desconcertado. Él era tan divertido, ya sé porqué no evité tratar de suicidarme con él, lo vi, en ese momento fue algo predestinado pude sentirlo.

 

“Deja de insultarme Craig, Dime Kenny, K-e-n-n-y”

“Sucio pervertido, shotacon, aléjate de mi”

 

“¿Eh?! Cómo voy a ser shotacon tu misma edad”

 

“Tienes esa mirada perversa, asqueroso, puaj”

 

“Deja de insultarme, Craig” Lloriquee.

Chapter 2: Para ti y para mí, que estamos equivocados

Chapter Text

Después de ese día Craig no volvió, me asomaba en algunas ocasiones del día para ver si estaba ahí pero nada, no volvió al puente donde nos encontramos, por alguna razón esperaba el hecho que volviera. En la escuela lo veía rodeado de gente que le sonríen y están con él, pero de alguna forma…

Se ve tan solitario.

¿Soy especial porqué sé que se esconde detrás de esas prendas? Me siento algo mal que me haga sentir bien el hecho de saber algo que los demás no saben, Craig siempre ha sido muy popular entre las niñas y por consecuencia de los niños, parece ser muy sociable aunque en realidad es bastante mal hablado y nunca haría esa expresión realmente.

 

Me pregunto qué me sucede que hablo como si lo supiera todo de él, aunque realmente no sé nada.

 

“Kenny, ¿Me estás prestando atención?”

 

“¡Uh! Sí, obvio.”

 

Cartman me estaba hablando de un nuevo niño judio que se estaba mudando, bueno en realidad estaba insultando a su gente por ser como una plaga. De repente me di cuenta los mundos diferentes en los que vivíamos con Craig, nadie se juntaba con nosotros en realidad somos como inadaptados de la primaria, si sumamos a Butters, está claro que no se quieren juntar con nosotros por problemáticos.

 

Por otra parte ahí está Craig sonriendo como si nada hubiera sucedido a esas niños que parecen adorarle.

 

“Que putada…” Murmure junto a un suspiro.

 

“¿Dijiste algo?”

 

“Na’”

 

Mi día mejoró exactamente con una descarga al ver una silueta en la entrada de mi casa al estar llegando, este se dio cuenta de mi presencia y levantó la mirada, también su mano para agitarla.

 

“Yo’” Saludó y yo no pude evitar sonreír como un estupido.

 

“Craig…”

 

“¿Me puedes coser?”

 

“¿Eh?”

 

Craig se quito el chullo y comenzó a chorrear la sangre por su frente, quito el cabello que estaba y había un tajo debajo del fleco, era una herida abierta que necesitaba puntos.

 

“Mi mamá me tiro una botella en la cabeza y una cosa llevo a la otra.” Suspiró.

 

“Entra”

 

Me adelanté a él abriendo la puerta de mi casa y estaba mi papá dormido en frente televisor junto a alguna agujas al lado, pase por atrás del sillón junto a Craig para evitar que se despertará.

 

“Siéntate y quítate el flequillo hacia atrás.” Comencé a sacar mi famoso botiquín de primeros auxilios.” Mierda, Craig. No soy un profesional ¿Por qué no vas al hospital?”

 

“Porqué avisarían a las autoridades y a mi tutor, tengo una hermana menor que si aman.” De repente me sentí identificado con su situación.

 

“¿La amas?”

 

“No.” Respondió rápidamente. “Ella tiene todo lo que yo quería, pero no soy un hijo de puta de destruir una familia”

 

Es irónico que él sea el que está cargando con toda la mierda y sería el hijo de puta, realmente no lo entiendo, yo lo hago porqué amo a mi hermana y después de todo también a mi mamá, pero Craig… no tiene a nadie.

 

“Después de la ultima vez compré una crema anestesiadora que ocupan usualmente los tatuadores, no sé si vaya a funcionar… pero la última vez casi te desmayas del dolor”

“Cierra la boca y trabaja, asegúrate de hacerlo bien no quiero tener que cuidar una infección”

 

“Como ordene, su majestad”

 

Me acerqué a su rostro primero desinfectando con un algodón la sangre en la herida y limpiando la que se estaba coagulando, despejando toda la sangre de su frente, me dispuse a preparar la crema untándola en la zona y esperando que comenzara a hacer efecto. Al estar tan cerca de la cara de Craig me di cuenta de muchas cosas, como el hecho que sus pestañas eran muy largas, más largas que cualquier chica y son rizadas, me pregunté si acaso se las enchina para tenerlas así, tenía muchos lunares repartidos por la cara pero aún así tenía la piel limpia como la de un bebé.

 

Despabile para tocar la herida.

 

“¿Te duele?”

 

“No, ya no la siento casi”

 

“Bien…”

 

De repente sentí una presión en el estómago, si lo arruino voy arruinar su cara, ¿Las niñas me matarán si supieran que soy el responsable de dañar la cara de Craig? un escalofrío me recorrió. Ah…

Metí la aguja con cuidado, Craig parecía no inmutarse o en realidad pude notar que se estaba mordiendo el interior de su boca, trate de hacerlo rápido y cuidadosamente para evitar que siguiera sufriendo.

Cuando terminé puse un parche y pude sentir como él suspiro de alivio.

 

“Déjame desinfectarte las de las piernas, deberías venir más seguido, tienes que cambiarte el vendaje cada todos los días para que cure bien”

 

Señalé, este no se rehusó y solo se quitó los pantalones para que pudiera hacerlo, algunas de las vendas estaban manchadas, era tiempo de cambiarlas.

 

“Me he estado preguntando, tú espalda está cicatrizada… si aprendiste a coserte ¿Cómo mierda lo lograste?” Río Craig.

 

“…” Recuerdos vinieron a mi mente. “Pasando por el infierno mismo… bueno y con un espejo”

 

“Pff…” La risa de Craig se cayó cuando comencé a desinfectar sus heridas que se veían mucho mejor que cuando llegó hace unos días.

 

Después de la sesión de Kenny enfermera, me senté a su lado apoyando mi espalda en la pared algo agotado, Craig miraba su frente en un espejo.

 

“¿Tú crees que el chullo lo tape?”

 

“Puede ser”

 

“Sería molesto que preguntarán”

 

“Trata de evitar poner tu pelo ahí, por si acaso”

 

“Y tú eres mucho más molesto… tsk”

 

“Lo digo por tu bien, Craig, imagínate se te infectan y me cuelgan de la plaza central” Craig río por mi comentario, se veía mucho mejor riendo que sufriendo…

 

“¿Por qué te colgarían, estupido?”

 

“¿No haz visto a tu séquito? es tu culpa y tu cara linda, que envidia”

 

“¿Piensas que mi cara es linda?” ¿Qué hay con esa reacción? tan rara.

 

“Pienso que si no hubieras nacido en este pueblo en el culo del mundo te pararían por la calle para preguntarte si quieres salir en alguna puta revista de modelos infantiles”

 

Fui sincero después de todo pero Craig oculto su rostro entre sus rodillas, lo mire de reojo compartiendo su vergüenza, mierda, este chico porqué reacciona así.

 

“Gracias por curarme, Kenny” Recordé una escena de mi vida cuando ese gato que le rasguñaba todos los días mientras intentaba dejarle comida un día dejo acariciarle. Era una buena comparación para Craig.

 

Le dediqué una sonrisa.

 

“No hay de qué”

 

Después de eso al final Craig si comenzó a ir más a mi casa a qué le curara las heridas y ayudar a cicatrizarlas, a veces llegaba con algunas nuevas pero en el transcurso del tiempo iban disminuyendo pude suponer porqué Craig pasaba más tiempo aquí gastando su tiempo, ya sea jugando con mi psp o haciendo sus tareas, a diferencia de lo que parecía que era un desinteresado de todo realmente se preocupaba de sus responsabilidades.

Bueno, me contagiaba un poco de eso así que le pedía ayuda con las mías y lo que no entendía solía preguntarle, es muy paciente así que no tenía problema en explicarme.

De repente lo dias se hicieron más amenos para ambos, aunque habían días que “ese” tema salía.

 

“¿Cuándo vamos a ensayar?” Pregunto Craig sin despegar su mirada de la psp.

“…” Mire de reojo, jugando con mis manos. “Craig, ¿Aún quieres que nos suicidemos?”

 

“¿Qué?” Finalmente me miró sorprendido. “ ¿Tú no?”

 

Dejo la PSP de lado acomodándose bien.

 

“¡No, No! yo sí” Mentí. “Solo es que… ¿No crees que estaría bien crecer y seguir haciendo esto?” Propuse con esperanza de una respuesta positiva, a veces me ponía a pensar que solo teníamos 9 años, realmente nos queda una vida por delante.

 

Su reacción me asustó, parecía desconcertado, algo molestó en realidad, pero volvió a neutralizar su expresión haciéndola indescifrable, inexpresiva. Se levantó de la cama tomando su mochila.

 

“¿Te sientes conforme de esto? ¿hacia dónde va el futuro? ¿No te asusta pensar que tú te convertirás en lo mismo que tu papá? Los hijos crecen viendo a sus padres, prefiero morir a vivir con la sangre de esa perra… no, ese demonio y yo convertirme en un asqueroso adulto como ella.”

 

Declaró Craig antes de dar un portazo y salir, dejándome con la boca abierta. Recordé el dicho de la víctima se transforma en el victimario. Revolví mi pelo estresado, suspiré, no pensé que se iba a molestar así.

 

Craig no volvió por unos días.

Chapter 3: otra vez sin respuesta

Chapter Text

Ahora estaba al borde de la orilla del río, solo, sin Craig que me tomara de la mano y me guiara hasta el fondo de él. No, ahí estaba temblando del miedo ante la idea ahogarme, el vértigo que me generaba.

 

Recordé la mirada que me dio Craig, esperaba que viniendo aquí lograra entender a qué se refería, en una gran parte del tiempo no lograba entenderle, pensaba que éramos iguales pero creo que estaba equivocado.

 

Metí mi mano en la congelada agua recordándome al día que saltamos y que de pura suerte nos salvamos, de repente mi mano en medio del agua helada se sintió caliente, no por el agua, si no, por mi propio cuerpo tratando de regular la temperatura de esta.

 

“¿Qué haces?” Escuche una voz desde atrás.

 

Voltee a ver de quién se trataba y si, era Craig, me sorprendí porqué a parte de la escuela no lo había visto y menos por aquí.

 

“Pensando en lo que dijiste”

 

“¿Cuál de todas las cosas?”

 

Se puso en cuclillas al igual que yo al lado mío, metiendo su mano dentro del río, rozando la mía.

 

“Que prefieres morir a ser igual que tus padres”

 

“Ah…” Meditó. “Solo estaba enojado”

 

“¿Por lo que dije?”

 

Negó con la cabeza.

 

“Estoy asustado de morir” Apoyo su mejilla en mi hombro lo que provocó que me tensara, y sintiera mi corazón salir por mis oídos “Este río en algún momento llegará hasta el mar o fuera de este pueblo, creo que también quiero hacer lo mismo, desaparecer de aquí…”

 

Él cerró sus ojos mientras hablaba.

 

“Pero no me imaginó a mi fuera de aquí”

“Craig…”

“No sabría a dónde ir”

“Huyamos ¡Huyamos juntos!”

Le tome de los hombros hablando en serio, grite con emoción, este estaba desconcertado ante mi propuesta, le agité un poco.

“Donde nadie nos encuentre”

Pensé por un momento que la idea le iba a alegrar o al menos se iba a negar pero… me sonrió de una manera, que me recordó al día que nos conocimos, una sonrisa tan extraña que no podía descifrar para nada. Me quedé mudo ante ella, es como si me hubiera dado una respuesta pero aún no sabía cuál era.

 

“Kenny, ¿Dijiste que querías tener mucho sexo antes?” Craig se acercó a mi rostro “¿Alguna vez lo haz tenido?”

¿Eh? Mi corazón se aceleró de golpe, ¿Me iba a besar? muy cerca… apreté los ojos.

“N…No”

“¿Quieres que tengamos lo que los adultos llaman sexo?”

Nuestra primera vez al final no fue nada increíble, éramos sólo unos niños después de todo, me dolió horrible y en mi mente pensaba que no lo quería hacer más, pero fue mi primera vez y dicen que es especial, fue realmente amarga y no lo disfruté para nada, esto no se sentía como lo que hablaban lo que hablan los adultos sobre ello, el sudor se nos pegaba y el calor corporal y Craig era muy brusco, voy admitir que lloré en secreto mientras lo hacíamos, pero al final del día… estaba muy feliz.

Craig se sentó al lado de la ventana desnudó mientras prendía un cigarrillo, y aspiraba de el.

 

“Craig…”

“¿Uhm?”

“El sexo duele mucho”

“Lo sé” Otra vez esa sonrisa.

“Siempre pensé que mi primera vez iba a ser diferente”

“Yo también la verdad.” Confesó.

“¿Al menos lo disfrutaste?”

“Me dolió como la mierda, además está no es mi primera vez”

Me puse a pensar, mientras colocaba mi mejilla en la almohada observándole. ¿Cómo habrá sido su primera vez?

 

“¿La próxima vez puedo ir arriba?”

“¿eres masoquista?” Caló un poco más de su cigarrillo alzando una ceja, no pude evitar reír.

“Quizás cambie algo al revés, además, me alegro que fuera contigo”

No hubo respuesta solo me miró en silencio y volvió a mirar a la ventana, solo podía escuchar ese sonido del cigarrillo consumiéndose, exhalando de el.

“Como quieras.”

 

Lindo.

 

“Yeah” No pude evitar sonreír como un bobo. “Las estrellas se ven hermosas hoy, ¿no crees?”

“Desde tu casa se ven bien ¿será porqué estamos saliendo del pueblo”

“Sí, nunca les presto mucha atención realmente pero si se ven geniales.” Eso también me había dado cuenta, Craig siempre estaba al lado de la ventana de mi cuarto más si era de noche, mientras se fumaba un cigarrillo miraba el cielo nocturno, mirando las estrellas.

A veces juraba que se mimetizaba con ellas. Las estrellas de repente no se veían hermosas sin que Craig las estuviera observando.

 

De alguna forma las estaciones comenzaron a pasar hasta que llegamos a finales de primaria, creo que durante el tiempo pude darme cuenta de varias cosas sobre Craig y sobre nuestro entorno, cosas que ambos veíamos como cosas normales, realmente no lo eran y quizás por eso podíamos entendernos, éramos mucho más maduro para nuestro edad.

Realmente no sé si es bueno o malo.

A veces detrás de esa superficial expresión podía darme cuenta lo que estaba pensando Craig. Con el tiempo eso se volvió mucho más común el intentar comprender lo que pasaba por la mente de él, el maltrato a medida que crecíamos se volvía menos agresivo, después de todo era mucho más fácil hacerlo a un nene que a un hijo de puta que no paraba de crecer y ese fue el caso de Craig que no paraba de crecer.

Me pregunto si es por genética o que come, según yo sigue comiendo los mismos waffles congelados que yo y no crezco tanto, ya estábamos entrando a la famosa pubertad así que etapas que ya habíamos tenido con Craig recién las estaban conociendo nuestros compañeros y amigos.

Seguíamos sin hablar en la escuela, pero pasando el resto del dia juntos, de alguna manera me las arreglé para arrastrar a Craig hasta que tuviera al menos 13 años, estos años habían sido duros para arreglármelas con la bomba explosiva que era este chico.

 

“¿En qué piensas?” Pregunté mientras apoyaba mi cabeza en su hombro, estábamos compartiendo un audífono del mp3. Estábamos escuchando un tema que era muy popular estos días entre nuestros compañeros.

 

“Que mierda de canción…”

 

Escuché cuidadosamente la letra y no pude evitar reír.

“Esta canción me recuerda a ti” Tenía una cara de que prosiguiera que no entendía a qué me refería. “Eres como una canción de estas… yo, te la cantaría”

Tomé su mano que como siempre su temperatura era demasiado baja para estar vivo, sus dedos encajaban perfectamente entre los míos.

“Una de esas canciones de alguien que parece el infierno, te lleva directo a el…”

Se ofendió pero no deje de hablar, hizo un pequeño mohín que me hizo morir de ternura.

“Pero sin hacértelo tocar, ¿sabes? al cielo y al infierno al mismo tiempo.”

Me acerqué para besar su puchero, cosa que no se negó sólo acercó una mano a mi nuca metiendo los dedos en los cabello de la zona, me erizo toda la piel el solo toque de esos huesudos dedos.

“Eres bueno para hablar, Mccormick.”

“Gracias, me lo dicen a menudo” Volvió a fruncir el ceño, una suave risilla contra su dulce boquita no pude evitar.

“¿Quién tanto te lo dice?”

Besé su mejilla como respuesta, pero no parecía muy convencido tratando de apartarme con sus manos sobre mi pecho, pero es que no lo hacía en serio, él disfrutaba de mis besos sobre su quijada, bajando por su cuello.

“Puede ser que el otro chico que tengo”

Chasqueó la lengua molestó, era tan lindo…

“Bueno, haz estas cosas con él”

“No, porqué él es muy malhumorado”

“Ya, Kenny, no es gracioso” Para mí sí lo era.

Metí mi mano debajo de su camiseta, acariciando su abdomen suave, se notaba que seguíamos siendo unos niños juntando a ser adultos por cosas cómo estás. Mis labios no abandonaron en ningún momento la labor de dar besos sobre su clavícula.

“Me dice que me quiere pero después me manda al demonio ¿Puedes creerlo? no sé qué hacer con él. A pesar de eso no puedo evitar estar obsesionado con…”

 

“…” Volteó su cara frunciendo el ceño mientras bajaba mi mano hasta su pierna.

 

“Con su lindo trasero” Apreté uno de sus glúteos lo que provocó que se respingará ante la sorpresa y hiciera un bonito sonido.

 

“¡Idiota!”

 

Me apartó de golpe lanzándome una almohada mientras yo seguía riendo fuertemente por su reacción, me seguía lanzando cosas que encontraba a la mano.

 

“Pervertido, shotacon, asqueroso, muérete”

 

No podía evitar reír cosa que lo enfureció aún más. Días como estos esperaba que fueran eternos, que pudiéramos seguir creciendo y salir de este pueblo de mierda. Le llevaría a ver las estrellas por todo el mundo.

 

“Craig, la próxima semana es tu cumpleaños ¿Deseas algo?”

“Todos los años me haces la misma puta pregunta”

“Es que estoy feliz que hayas nacido”

“Si te digo que quiero una estrella ¿Me la conseguirías?”

“Buah, porqué eres tan cruel, Craig. Snif” Este no pudo evitar reír. Esa imagen le taque una foto y la guarde en mi corazón. “¿Cómo la quieres muy brillante o medio? Sabes que si es muy brillante te van a envidiar tener una estrella para ti solito”

Craig riendo creo que ese debió ser mi principal propósito en la vida. Me siento optimista de nuestro futuro juntos.

 

“Hey, Kenny ¿Me estas escuchando?”

 

“¿Uh? Sí, lo estoy haciendo. ¿Qué estabas diciendo?”

 

“Si es que ibas a ir a la fiesta de Token celebrando nuestro último año en la escuela, solo nos queda un año juntos la mayoría hemos estado toda la vida juntos así que… sería bueno que asistieras para inaugurar este nuevo año”

 

“Quizás iré, depende si tengo que trabajar”

 

“Me avisas para anotarte a la lista” Me sonrió Wendy mientras estaba echando un ojo al folleto que me dio Wendy, al parecer era una fiesta para recolectar fondos para ir a vacacionar todos juntos a fin de año.

 

Al final Craig se suicidó un mes después de su cumpleaños número 15.

 

Ya han pasado por lo menos cuatro años y sigo pensando en ello. Probablemente me hubiera dicho que era una molestia y que mejor nos quedásemos en casa y jugáramos a la psp.

 

Arrugué el folleto y lo tiré.

Chapter 4: Culpamos a la luna que se encuentra más allá de las nubes

Chapter Text

Los cinco años que pase con Craig fueron los más felices de mi vida, aunque al principio cuando murió estaba muy enojado por irse, aunque ahora creo que la única cura al dolor es el tiempo. A veces pensaba en él pero ya no era todos los días, a veces habían días que no pensaba en los absoluto en él.

 

Los días pasaban rápido, las personas piensan que la muerte de un querido nunca sanaría pero yo no creo eso, ya casi ni me duele, no sufro por las noches realmente. Pienso que quizás esta mas feliz donde esté que estando en un pueblo que no lo merecía, el río debió llevárselo fuera de este pueblo.

 

Estoy bien.

 

Han pasado cuatro años y casi cinco años este invierno.

 

Ya no duele.

 

“¡Kenny! ¿Estás bien?!”

 

Pude reconocer la voz de fondo, era Stan Marsh, un chico que se unió a la escuela justo después que se fuera Craig, que ironía que de se parezca tanto físicamente a él.
Ah, sí. Estaba vomitando en el baño de la escuela, Stan se estaba dedicando a sobarme la espalda mientras paraba la crisis, era un buen chico.

 

Limpie mi boca luego de vomitar.

 

“Viejo, no te ves bien, deberías irte a casa…”

 

“Estoy bien, tranquilo.”

 

“Corta esa mierda.” Las nauseas volvieron cuando reconocí que a pesar de parecerse eran jodidamente diferentes físicamente. “Te llevó a casa, vamos”

 

Así me obligo prácticamente a subirme a su auto y manejar en dirección a mi casa, la ventanilla reflejaba el piso algo húmedo de las calles, había llovido ayer a pesar de que estamos en primavera, en South park siempre hace frío.

 

“Así que…” Iba a empezar a hablar Stan. “¿Pensaste lo de unirte a algún club?”

 

“¿Uh?”

 

“Ya sabes… cómo al equipo de fútbol” Se le veía inquieto, jugó con el borde del manubrio, le mire de reojo y volví a apoyarme en mi brazo con mi atención a las calles.

 

“Quizás, no soy particularmente muy atlético.”

 

“Podemos entrenar juntos, ya sabes, sería agradable tenerte ahí y que ocupes tu tiempo.”

 

“Stan, tengo que trabajar. No tengo tiempo para eso”

 

“Sé que el resto del día te quedas en tu cuarto sin hacer nada, deberías aprovechar más tu juventud, Kenny.” Comenzó a explicarse y darme un charla “Nunca quieres salir con los demás, en almuerzo estás perdido ¿te estás metiendo alguna droga?”

 

"No, pero ¿qué te crees mi mamá?”

 

Stan golpeó el manubrio.

 

“¡Soy tu novio, carajo! ¿Tampoco me vas a dejar preocuparme?!”

 

Hubo un silencio después de eso, no me atrevía a decir nada, esa palabra se sentía tan lejana. Era verdad, había comenzado a salir con Stan por la misma época que intente suicidarme.

 

“No quería gritarte…”

 

“Na’ no importa, tienes razón”

 

“Kenny, mírame.”

 

Me volteé a verle y este me besó, le correspondí.

 

.

 

Me lance a mi colchón agotado mentalmente, mi cuarto no había cambiado mucho estos años realmente, se había quedado congelada en el tiempo… tal como quería, quería dormir. Sentí una mano sobre mi cabello jugueteando con el.

 

“¿Qué haces?” Reí.

 

“¿Qué te importa? Sigue durmiendo” Craig estaba leyendo con el libro sobre sus piernas y con una de sus manos pasaba las páginas y con la otra acariciaba mi pelo, era algo brusco y nada delicado, rascaba mi cuero cabelludo pero de tal manera que me derretía.

 

“Craig…”

 

“Dime.”

 

“Craig”

 

“Dime”

 

“¿Me amas?”

 

No respondió. Él después de que lo dijera la primera vez, no volvió a decirlo. Nunca volvió a decirme que me amaba pero seguía probándolo para ver si volvía a decirlo.

 

“Craig.”

 

“¿Qué?”

 

“Te amo.”

 

No respondió. Mire de reojo aún estando acostado sobre mi estómago acunando mi cara entre mis brazos. Al menos le importaba porqué no volvió a pasar una página de su libro.
Craig no lo decía pero me amaba, lo sabía.

 

Y eso era lo que me importaba.

 

Seguíamos siendo unos niños así que tengo mucho tiempo para que me lo diga, puedo esperarlo toda la vida, a veces se me olvidaba que nos conocimos en un suicidio en conjunto, está paz era todo lo que necesito.

 

Craig apagó la luz de la lámpara y dejó el libro al lado acostándose a mi lado y tapándonos.

 

“Esta noche me quedaré aquí.”

 

“Sí… de cualquier forma te lo iba a pedir” Pase mi brazo por su cintura acercándolo a mí, hundiendo mi rostro en su pecho, seguía no teniendo mucho calor corporal pero yo tenía mucho para compartir. “¿Tú padre vuelve hoy?”

 

“Ujum, últimamente se queda en el trabajo así que si evitaba a mi mamá estaba tranquilo todo”

 

“Entiendo. Quédate aquí por siempre”

 

“Idiota, tu familia está casi igual”

 

“Jaja, es verdad” Froté mi cara contra él con gusto. “Entonces quédate conmigo por siempre”

 

“Si pudiéramos vivir solo nosotros en este mundo, seria bueno”

 

Si bien mi habitación tiene agujeros donde entra el aire frío y a veces las goteras, que las tape con cinta, nunca estaba fría de alguna manera nuestra pequeña cama matrimonial siempre estaba calentita.

 

“Me gustaría casarme contigo, Craig.”

 

“Que gay…”

 

“¡Oye!” Grite con vergüenza.

 

“Además está prohibido que dos chicos se casen”

 

“Eso es una idiotez, me convertiré en presidente y cambiare la ley”

 

“Pff, idiota.” Me contagio su risa.

 

“Si estuviera aprobada, ¿Te casarías conmigo?”

 

Craig se quedó en silencio pensándolo un poco.

 

“No.”

 

“¿Eh?!” Lloriquee.

 

“Eres muy pobre, no tienes nada que darme”

 

“Que crueeeel”

 

“Aunque… si me dieras un lindo anillo de compromiso podría pensarlo”

 

Salí de su pecho para mirarle emocionado, este evito mirarme, estaba avergonzado esto me pareció mucho más lindo, no podía evitar sonreír de oreja a oreja. Me lancé a sus brazos, que hizo que se quejara, lo abracé muy fuerte y lo besé, muchas veces, una y otra vez en sus mejillas, frente, terminando por un beso de esquimal, frote tiernamente nuestras narices.

 

Niños pensando en un futuro de adultos incierto.

 

Pero era suficiente para mí, ya podía imaginar que haría que Craig usada el vestido de novia, se vería tan lindo. No pude evitar reír.

 

“¡No me pondré yo el vestido!”

 

“¿Lees mentes?!”

 

Tengo que pensar como juntar dinero para hacer la boda más espléndida y glamorosa, la gente va a olvidar que es una boda entre chicos solamente porque va a ser la mejor puta boda que abran visto, iremos luego de casaron de luna de miel al espacio y comeremos cheetos allá arriba, lanzaré algunos en el sin gravedad y luego nadaré en el vacío para comerlos, Craig vera algún programa de mierda de los 80’s y luego tendremos mucho sexo espacial.

 

“¿Quieres tener sexo espacial o te gusta más el de tierra, Craig?”

 

Me miró con mala cara algo así como «En qué estás pensando, pervertido de mierda»

 

“¿En qué estás pensando, pervertido de mierda?”

 

Acerté.

 

“Ya duérmete” Este me tapó por completo y envolvió entre las sábanas para acomodarme y que me durmiera.

 

“No soy un bebé”

 

“Si, si, ya duérmete”

 

Sonreí como un estupido por hacerlo, era increíble que pequeñas cosas cómo estás me hicieran tan feliz, sus brazos de sentían cómodos como me rodeaban, coloqué mi carita en el espacio entre su cuello y hombro, embragándome de ese aroma a cigarrillo y jabón que tenía.

 

Abrí mis ojos sintiendo el vacío de unos brazos que me tenían que envolver, el reloj marcaban las 3 am y no era hace seis años, Craig ya no estaba. No podía evitar sentirme perdido al ver el techo y la cama que se sentía fría, me sentía descompensado.

 

Pude sentir como mi móvil vibró en mi bolsillo trasero lo que me hizo sacarlo, la pantalla rota se iluminó y divisaba que era una notificación de Stan, lance el celular contra la pared. Froté mi cara contra la palma de mis dos manos. Quería dormir un poco más, a ver si volvía a sentir ese aroma familiar, ese tacto.

 

Ya no duele.

 

Ya no duele.
Ya no duele.

 

Me repito. Es la única forma de aliviar este dolor sin odiar a Craig Tucker. Por dejarme aquí abandonado, en esta soledad.

 

[…]

 

La vida después de la muerte de Craig Tucker siguió, no paro en ningún momento, no es que si cuando muriera le hubieran puesto pausa al mundo, fue algo de un momento, su funeral fue algo modesto. Sus amigos, profesores, compañeros, familiares presentes, su madre y su padre, su hermana, todos estaban ahí, todos parecían realmente apenados por la pérdida pero…

 

Ese día pude comprender un poquito más de él.

 

Me sentí tan fuera de lugar ahí, era como ver un funeral ajeno, no el del chico ese que pasaba sus tardes, noches y mañanas conmigo, sí no, de cualquiera menos él, se sintió tan solitario.
Las anécdotas que contaban los familiares eran totalmente diferentes a cómo las contaba Craig a veces cuando había bebido se ponía contar de su vida, tal esa vez que sus primos mayores lo persiguieron por el bosque para jugarle una broma y terminó desmayándose en él, nadie le fue a buscar, tuvo que llegar la mañana y despertarse en el frío para darse cuenta que tenía que regresar a la casa de su abuela.

 

Ellos lo cuentan con tanto amor como se divertían jugando en el bosque, me dio nauseas, se turnaban para atormentarle a pesar que no tenía más de cinco, eso sí, Craig siempre contaba que su abuela muchas veces era cariñosa con él, le daba dinero y lo consentía dándole galletas de coco que eran las favoritas de Craig. Ella había muerto el verano pasado, no estaba presente así que al final en toda esa sala llena de gente llorando por él, no tenia a nadie.

 

Estaba molesto, enojado, quería gritar y armar un escándalo, desahogar toda su tristeza en ellos pero no podía hacer más que hundir mis propias uñas en las palmas de mis manos y maldecir internamente. No podía llorar, no podía llorar, no podía llorar. Pero me rompí al verte en esa caja… es demasiado pequeña, ¿Qué pasa si se despierta y es muy incómodo para él?
De seguro vas a decir «Qué molestia, le pateare el trasero al que construido esto» mis manos temblaban, mi garganta se formó un nudo, y me invadió la rabia, estaba tan enojado de verte ahí.

 

Tan enojado, al salir no pude hacer más que gritar y llorar de la rabia, ya estando detrás del funeral golpee y llore contra el suelo, como si fuera un niño, estaba tan enojado, ¿Por qué te ves tan calmado? ¿Tan aliviado?! Me dejaste aquí, te fuiste, me dejaste atrás. Como siempre un hijo de puta egoísta, siempre pensando en ti primero, lo odio.

 

Lo odio, lo odio, lo odio.

 

Cuando salga de ahí le pateare el trasero, si… lo mataré por morirse.

 

Al mes la gente ya no hablaba del tema comenzaron a hacer charlas sobre el suicidio en la escuela y fue muy ruidosa la escuela durante ese tiempo porqué después de todo Craig era verdaderamente popular en el pueblo con los de nuestra edad. Pero al final… quedó como una noticia más y unas condolencias a la familia.
No fui a la escuela durante los siguientes meses, no podía evitar sentirme fatigado rodeado de todos.

 

Culpando a todos, culpando a sus padres, culpando a sus amigos, culpando a los adultos y profesores, culpándome a mi y a Craig, de llevarlo hasta ese punto.
Siempre tan indefenso, siempre tan solitario, siempre tan vulnerado, todos hicieron la vista gorda y ¿ahora? ¿están haciendo charlas sobre suicidio? cuando llegaba con moretones todos los días, nadie le decía nada, era lo más normal del mundo ¿no?

 

Fue así que intente suicidarme, lo extrañaba mucho… cómo me van a culpar.

Chapter 5: Hasta que llega el amanecer

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“Esto el videovlog de Kenny el Mccormick, oh yeah nena” Hice un signo de paz a la cámara. “Saluda Craig”

Este tapó la cámara. Y seguí grabándome a mi en la toma dos luego de un corte.

“Esta es mi casa, mi palacio, es algo modesta pero es mi choza. Este es mi esposo Craig el Mcfucker tenemos un feliz matrimonio.”

 

“No soy tu esposo.”

 

“No aún, nena” Le guiñe el ojo.

 

Rodó los ojos y lo capture en escena.

 

“Esta es mi hermanita Karen, tiene la increíble cantidad de siete años ¡No puede ser! ¿Cómo está criatura tan poderosa tiene solo ¡Siete años!” Karen río mientras enseñaba sus inexistentes bíceps.

 

Finalmente terminó el vlog luego de grabar algunas cosas más inútiles sobre el refrigerador y mi bicicleta, nunca más hice otro, porque me dio pereza en el momento, pero ese vlog lo repito sagradamente cada domingo como si fuera un ritual, creo que realmente me veía como todo un puberto a los catorce años me da vergüenza realmente. Pero retrocedí el video.

 

“Este es mi esposo Craig Mcfucker” Retrocedí el video una vez más “Este es mi esposo Craig Mcfucker”

 

Me preguntó porqué no grabé más videos en aquel momento. Pero al final… Craig no tenía ángulos malos, el hijo de puta nació para llamar la atención pero el quería pasar desapercibido, irónico.

 

“No soy tu esposo.” “No aún nena”

 

Mire el anillo que había entre mis dedos y sonreí como un estupido, bese el barato anillo de plata en mi dedo anular cerrando mis ojos. Ahorre mucho para comprarle el anillo, trabaje durante semanas, pero al final lo conseguí.

 

.

 

“¿Otra vez estás trabajando con ese Chino explotador de niños?” Me reclamó Craig mientras miraba mis manos heridas.

 

“Auch, auch” Me quejé por como tocaba las heridas. “Es el único que contrata tan jovenes…”

 

“Te dije que no lo hicieras ¿Por qué no me hiciste caso?”

 

“Necesito el dinero…”

 

“Podemos robar o cualquier cosa, no necesitas herirte para conseguirlo”

 

“…” No quería comprarle un anillo a Craig con dinero robado. “No quiero”

 

“¡¿Qué?!” Me rugió, no muchas veces le llevaba la contra así y menos en estas cosas.

 

“No quiero dejar de trabajar, Craig.”

 

Me miró con mala cara pero me mantuve firme, me soltó las manos abruptamente y se echó hacia atrás nuevamente para ver el móvil.

 

“Haz lo que quieras”

 

“Craig…”

 

Me mordí mi labio, no tenía que reaccionar así, siempre es tan terco, prefiere molestarse antes que cualquier cosa. Tan caprichoso… más encima no podía decirle porqué lo estaba haciendo. Suspiré. Me molestaba que se molestara y fuera tan inflexible, me molestaba mucho más que me dijera que hiciera lo que quiera.

 

Así que tampoco le iba a hablar, él no tenía que molestarse así por esto, además aunque no fuera por ese motivo y fuera solo para trabajar, no tiene derecho a reaccionar así, al final, es mi cuerpo y qué le importa a él.
Mire de reojo a Craig con el ceño fruncido a ver si se daba cuenta también estaba molesto. Parecía seguir con el móvil sin interesarle, eso me enojo aún más. Refunfuñe.

 

Refunfuñe de nuevo para que se diera cuenta que estaba enojado. Mire una vez más, nada. Así que refunfuñe una vez más.

 

No hubo efecto…

 

¡¡¿Es qué acaso no le importo?!! ¿No me ama? ¿Por qué no le importa que esté enojado con él? ¿No me va a curar las manos y luego darles un besito? Quizás en realidad no me ama y solo finge, en momentos como estos se ve quienes son los de rial. Cómo me voy a comprometer con alguien que no me ama, todo este tiempo me ha usado, él y su sexy cara, agh. No… cómo no me va a amar, si yo lo amo mucho, él lo hace ¿no? ¿No?!

 

“Deja de mirarme así…” Finalmente hablo Craig con una cara de disgusto.

 

“¿Así cómo?”

 

“Así como, a un centímetro de mi cara esperando que me dé cuenta lo triste y enojado que estás” Bueno… era verdad, al parecer termine acercándome poco a poco a Craig y adelante de su móvil para que se diera cuenta de mis sentimientos.

 

“No estoy enojado.” Refunfuñe UNA VEZ MÁS.

 

Craig suspiró.

 

“Escucha, Kenny” Me acomode ya no invadiendo su espacio personal, si no sentado en la cama enfrente suyo. “Yo no puedo darte nada ahora, no puedo arreglar nuestra situación económica, ni tampoco legalmente podemos mudarnos juntos o salir de este pueblo.”

 

Lo escuché atentamente.

 

“Pero no te fuerces a trabajar ahora, prometo que estudiaré y nos construiré un hogar y no tendremos problemas económicos ni agujeros en las habitaciones, podemos llevarnos a Karen y vivir felices los tres”

 

Yo… sentí un escalofrío recorrer mi columna como una descarga eléctrica hecha por punzón, que desembocó en el triángulo de mi rostro y de alguna forma ya estaba llorando con gruesas lagrimas como un bebé.

 

“L-Lo que quiero decir… es que, solo sobrevivamos estos años, sin dañarnos” Concluyó avergonzado y algo rígido.

 

Me lancé a sus brazos, que él como pudo se reincorporó para sostenerme, lo abrace tan fuerte como pude. Conmovió mi corazón que ya estaba loco por él, cómo podía amarle tanto, lo amo, lo amo, lo amo. Si fuera una chica diría que quisiera tener a todos sus hijos ¿así lo dicen, verdad? no importaba. Entendía a lo que se refería Craig, voy a seguir trabajando sin dañarme, no voy a hacer que se preocupe.

 

Así seguí trabajando las siguientes semanas a full en todo lo que pude, recortando pastos, sacando a pasear a perros, cuidando niños, repartiendo periódicos, finalmente pude reunir lo suficiente para comprar la pequeña cajita que tenía en mi chaqueta, sudor y sangre costó.

 

Era el gran día, sentía el estómago dado vuelta, invite a Craig al local del China wok, el jefe me había ayudado a poner una mesa con velas en el almacén y algunas cosas más, todo debía estar perfecto, todo estaba puesto para ese día. Craig al final llego a la tienda con los audífonos puestos y su mochila de la escuela, realmente odiaba a mi jefe así que le dedicó una mirada de pocos amigos.

 

“Ven, Craig. Por aquí”

 

“¿Para qué me llamaste…?”

 

“Ven, ven, ya verás.” Le tape los ojos detrás de él para guiarlo hasta detrás del local.

 

“Te juró que si es algo raro, Kenny, te pateare el trasero”

 

Craig casi se tropieza por mi mala guía y me gruño por ello, trate de calmarlo con una risita nerviosa.

 

“Taa-dah” Le presenté la mesa sacada de una película romántica aunque… más casera, si ignoramos las cajas de verduras del almacén. Estaba avergonzado porqué Craig no decía nada, ni siquiera me atrevía a verle la cara ¿Y si fue muy cursi de mi parte? No es que estuviéramos saliendo o le pusiéramos nombre pero… ambos nos amábamos, o eso creo.

 

Seguía sin decir nada y eso me ponía de los nervios.

 

“Yo…”

 

Pude finalmente mirar a Craig y la expresión sorprendida al ver todo eso, sus mejillas que fácilmente se enrojecieron se esbozaron y me mostraron una cálida sonrisa, de esas que solo Craig sabía dar, estaba verdaderamente feliz. Creo que yo nací para hacerle feliz. Espero que me siga dando esas sonrisas el resto de mi vida.

 

“¿Lo sacaste de alguna romántica? Romeo.” Se río mientras se inclinaba para besarme, una suave y fugaz beso en las comisuras que me dejaron satisfecho para esta y la siguiente vida. Me sentí volar.

 

Nos sentamos finalmente, ya me sentía derretido y satisfecho de verlo feliz, aunque claro, era Craig, disimularía que se le notara mucho, pero ahora faltaba la parte más importante. Apreté la cajita dentro de mi chaqueta.

 

“Agh, ¿Por qué comida China? Además de ese Chino”

 

Craig removió la comida en el plato aunque igual se la llevó a la boca, alzó una ceja ladeando la cabeza.

 

“Para qué elegiste esta comida si no te gusta tampoco”

 

“Me gusta, me gusta”

 

“¿entonces qué traes?”

 

“No es sólo que…”

 

“Yo he decidido qué quiero pasar toda mi vida contigo”

 

“Y con el permiso de quién se podría saber, pff”

 

“Le pregunte a mi huevo izquierdo y dijo que si” soltó una risita “no, carajo, basta. Lo que quería decir es qué…”

 

Estaba realmente nervioso no sabía lo que estaba diciendo y como se lo iba a tomar el, creo que no soportaría un rechazo de su parte, las palabras no salían de mi boca.
Una vez más no me atrevía mirarlo, de repente el vértigo me invadió.

 

“Yo… yo” apreté la pequeña cajita dentro de mi chaqueta con fuerza, tome aire y finalmente alce la voz. “ ¡Craig yo!”

 

“No, no lo digas” lo corto de raíz, me sentí morir.

 

“¿Qué?” respondí confundido.

 

“sólo no lo digas, por favor” jugó con el tenedor sobre su plato no entendí realmente su expresión ni lo que quería decir él sabía realmente lo que quería decirle, todo el tiempo estoy tratando de descifrar qué pasa por la mente de Craig pero en este momento no podía saber en qué estaba pensando.

 

“¿a qué te refieres?“ Craig no respondió, así que volví a preguntar lo mismo pero con más desesperación. Yo a veces no lo entendía a veces puedo pensar que sé lo que está pensando pero realmente, no sé qué está pasando por su mente.
Algo triste, algo tímido, conozco hace años esas miradas, algo tímida esté bajo de esa mata de pestañas largas como patas de araña y esa difusa mirada que parece como una maraña de telas de araña.

 

El no quería escuchar lo que tenía por decir y si él no quería escucharlo como podía forzarlo, quería irme quería esconderme debajo de una sábana y no verlo más, realmente odiarlo por estar tan confundido, me acababa de rechazar o sin dejarme responder y defenderme.

 

me siento morir, me apreta el pecho, me duele la garganta, porqué no me deja hablar o porqué no me quiere escuchar.

 

No.

 

No, no iba a dejarle que estaba haciendo porque estaba titubeando para darle y ofrecerle el anillo siempre he sabido cómo es Craig y ahora me voy a dejar intimidar por él.
Me levanté del asiento y me arrodillé frente a él con una rodilla arriba y con la otra tocando el piso, nunca había estado más seguro de mí mismo y eso decir mucho nunca lo estoy, pero de alguna forma me sentía ligero como si nada me perturbara y una pequeña calidez en mi corazón no me permitía no pronunciar las palabras de…

 

“Este anillo ni siquiera es de compromiso, menos de boda, creo que somos muy jóvenes aún para soñar con cosas de adultos, sin embargo yo de alguna forma en este momento de mi vida sé que estoy jodida mente loco por ti, y si me dejas estar a tu lado prometo que quiero ser el lugar donde tú siempre llegues, quizás soy un poco cursi por estar diciendo estas cosas, pero sabes que soy así y te encanta lo sabes, nena” Le sonreí “realmente te amo con todo mi corazón”

 

La pequeña cajita con las argollas plateadas las abría como una oportunidad abrirse a mí, realmente quería que lo aceptara que aceptara mis sentimientos y que no estaba mal hacerlo poder alcanzarle con ellos y no lo soltarían.

 

Parecía dudoso, pensarlo mucho y su mano temblaba al acercarse me preguntaba que tanto le tenía miedo y cómo podía ayudarlo, si tan sólo me dejara saber lo que piensa lo que le asusta podría intentar sanar su corazón, yo lo cuidaría nunca lo rompería yo se lo frágil que es. Esa fortaleza que cuida con tantas ganas para que nadie lo lastime yo ya lo sé así que este es un intento fallido de alcanzarlo.

 

“Kenny…”

 

“Lo sé. Yo ya lo sé”

 

“…” Titubeaba. finalmente opté por de una vez colocarme la argolla que me correspondía en mi dedo anular para mostrarle y gritarle.

 

“Soy tuyo, Craig. Esto me hace tuyo y te doy todo de mi hasta que no quedé nada, si no tienes nada déjame ser todo” Entrelace su mano con la mía besando sus nudillos con devoción.

 

“Quítatelo…”

 

Estremeció mi cuerpo, me dolía el corazón este rechazo.

 

“Yo te lo pondré” Volví a levantar mi rostro sorprendido para verle. Este tan caprichoso como siempre me jalo de la mano para quitarlo de mi dedo y así como impuso, lo hizo, me colocó el anillo en el dedo.

 

Mire cómo se reflejaba el brillo en el metal y las lagrimas sentía que iban a salir de la felicidad. Pero no sin antes que Craig extendió su mano hacia mi sin mirarme en lo absoluto, volteando la mirada.
Torpemente cruce el orificio del anillo contra su dedo llevándolo hasta el final, su mano pálida con un lindo lunar en ella decorándola, combinaba perfectamente con mi propia mano, nunca había sentido tanta pasión por una pieza de metal.

 

“Mierda”

 

“Uh.” Se pregunto Craig.

 

“Creo que estoy excitado”

 

“…”

 

“¡Pervertido!”

Chapter 6: Para ti y para mi, que estamos rotos otra vez

Notes:

Me quedo re largo, man, es que era necesario para entender cómo se veían desde afuera

Chapter Text

Pienso que debería salir de este pueblo al graduarme, lo odio con todo mi corazón después de todo. Quizás estudiar y trabajar en alguna otra ciudad, casarme, tener una esposa y quizás un hijo, sí, eso suena bien, parece un buen futuro para mí.

 

Los corredores del instituto eran ruidosos, con preocupaciones banales, cosas de adolescentes, me sentía cansado, quería ir a casa a dormir. Alguien me tocó el hombro desde atrás, así que voltee a ver la cara de Stan que me sonrió tiernamente a primera hora de la mañana.

 

No parecía ser tan mala esta mañana.

 

“Hey, ¿Todo bien?”

 

“Sí, ya sabes, a nadie le gusta levantarse temprano”

 

“Me preocupaba porqué no contestaste mis mensajes”

 

“No lo vi, lo siento, ayer me quedé dormido”

 

“…” Ya sé que quería decir, lo mismo que ayer, que no pasará tanto tiempo encerrado en mi habitación.

 

“Estoy bien, Stan. De verdad, solo ayer estaba cansado ¿Puedo ver de nuevo el volante del equipo de fútbol?” Su carita se iluminó y asintió muchas veces mientras lo buscaba en su mochila.

 

Ese folleto parecía muy casero, pero parecían haberle puesto empeño, era muy Stan de su parte. Parecía ansioso de mi respuesta, no pude evitar dedicarle una pequeña sonrisa y aceptar.

 

“Esta bien, iré, pero no te esperes a Messi”

 

A pesar de que éramos pareja hace muchos años realmente limitábamos el contacto físico, más que el era muy tímido en esas cosas, tenía que forzarme a tomar iniciativa. Así que para calmar su ansiedad que quería abrazarme revolví su pelo negro cortó. Un suave rubor iluminó su cara. Stan era muy lindo.

 

“Otra cosa…”

 

“Uhm?”

 

“¿El viernes escuchaste de la fiesta de Token?”

 

“Ah… sí. No pensaba ir.”

 

“¿Por?”

 

“No sé, no tengo ganas”

 

“Y si te lo pido, ¿tampoco?”

 

Me miró con ojitos de botón, aferrándose a mi chaqueta y esperaba que cayera. Lo mire superficialmente. Rasqué mi nuca pensando en la molestia que era.

 

“Esta bien, vamos”

 

Fue suficiente para Stan que celebró con su sola expresión el conseguir que fuera. Tengo un talento de conseguir saber que piensan solo con ver su expresión, que sienten, o que quieren decir, más que Stan era una persona muy transparente y sobre todo noble. No era difícil para mi complacerlo.

 

Las clases eran aburridas no podía evitar perderme en la ventana y el cielo, que estaba despejado, pensé en que esa noche las estrellas se verían muy brillantes sobre el cielo nocturno, tanto que te harían sentir pequeño. Garabatee en la hoja con la clase de fondo distorsionando en mi cabeza, no podía prestarle atención, tampoco lo estaba intentando, rayé con aburrimiento y mi tintero los bordes de la hoja.
En un abrir y cerrar de ojos la clase terminó.

 

“Jodido pobre, ¿De nuevo estás viéndole el culo a la maestra?”
Cartman se acercaba para que fuésemos a almorzar acompañado de Kyle y Stan.

 

“Ja, me atrapaste.”

 

Stan me hizo una mueca que no le había gustado la respuesta y Kyle claramente le seguía el juego a Stan, suspiré y me levanté para que fuésemos a almorzar a la cafetería.

 

“No sería raro que un día de estos te encontremos pajeandote en una de sus clases, en fin, lo más importante hoy hay día de burritos, oh, si baby.”

 

“Gordo, deberían darte una orden de alejamiento de la cafetería, No sé cómo le haces terminas teniendo mínimo cinco bandejas.”

 

“Se llaman tratos, judía. Yo le doy un poco de dinero por acá, fiu y la cocinera es más amable.”

 

“Eso es injusto, Cartman, hay personas que se quedan sin almuerzo” Replicó Stan.

 

“No es mi culpa que no puedan traer su propio almuerzo”

 

Yo seguía perdido en los ruidosos pasillos, escuchando por encima la conversación, no me interesaba mucho participar la verdad.

 

“¿No crees, Kenny?

 

“¿Uh?” Mierda, me perdí en la conversación, ni idea que estaba hablando Cartman.

 

“Que los pobres tienen que comer la comida de la escuela porqué en sus casas no tienen”

 

Que hijo de puta. Fruncí el ceño y bufé.

 

“Maldición, cállate culo de manteca” Y ahí va, Kyle comenzó a pelear con Cartman como todos los días, parecía algo cliché.

 

Comí mi almuerzo bajando mi gorro y cubrebocas, para poder comer apropiadamente, sabía insípida, no pude seguir comiendo por su textura, realmente no tenía hambre… pero como decía Cartman, tengo que ahorrar con la comida para comer cuando no tenga, así que me forcé a tragar.

 

“¿Está bueno?” Preguntó Stan con una suave sonrisa.

 

Asentí ligeramente limpiándome con la servilleta.

 

“Podríamos ir a comer un día de estos al taco bell, yo invito”

 

Le sonreí como respuesta. Taco bell otra mierda más, al final toda la comida parecía saberme a mierda pero ya que, si Stan está gastando su dinero en alguien como yo, lo único que puedo hacer es aprovechar.

 

“¿Es una cita?”

 

Decir eso fue suficiente para abochornarlo y que se pusiera nervioso, tomó de su bebida con la pajilla.

 

“Sí, supongo que sí. digo… si quieres”

 

“Claro, me encantaría”

 

“Buuu…. dejen de noviar ustedes dos, malditos maricas” Cortó el ambiente Cartman que recibió un reclamo de Kyle como respuesta, que no se metiera donde no le llamaban y la típica de Cartman diciéndole que no lo manda, blabla.

 

“Hey, Ken”

 

“¿Uhm?”

 

“¿Qué es ese anillo en tu dedo? ¿tiene algún significado?” Rió Stan.

 

“…”

 

Miré el anillo y mi corazón se apretó, pero me obligo a decir…

 

“Na.”

 

Me lo saqué y lo guarde en el bolsillo de mi pantalón. Al final del día, ya no significa nada… solo es un barato anillo sin significado.

 

“Ya veo…” Pude notar que de repente el ambiente se centró en la conversación de Stan y la mía, más pude notarlo por la incomodidad en la cara de Kyle, era muy listo, Cartman también parecía voltear la mirada a otra parte.

 

Aunque Stan realmente no parecía entender. Todos sabían que era algo que tenía que ver con Craig pero es que Stan nunca conoció a Craig, como si me hubieran reemplazado a Craig por Stan una versión mejorada, nunca estuvieron cara a cara a pesar de lo mucho que se parecían. Eso estaba bien realmente, era lo más que me gusta de Stan, no es un chico que me recuerde lo mucho que odio a las personas de este pueblo.

 

Las clases terminaron y por fin estaba libre para ir a casa a dormir, tome mis cosas dirigiéndome fuera del recinto pero fui aplacado por alguien que me jalo detrás en un callejón entre la escuela y la esquina. No me importó realmente.
Pude ver que al final era Kyle.

 

“Yo’” saludé.

 

“Déjate de jugar, Kenny. Deja de jugar con Stan, yo sé que estás con él porqué se parece a Craig”

 

“hmm… ¿Se parecen?” Me hice el desentendido.

 

Cosa que provocó que el de mal geniado de Kyle me empujara.

 

“¡No te hagas el idiota! media escuela sabe que Stan es la viva imagen de Craig.”

 

“Na’ para nada” Reí. “Y eso lo sabes mejor que nadie, ¿no siempre soñaste con cogerte a mi novio? ¿y ahora a Stan también? por favor, Kyle supérame.”

 

Kyle… oh, Kyle, fue una victima más de ese chico que llamaba la atención donde fuera pero que quería pasar desapercibido, las miradas por los pasillos al verlo caminar, más de una vez se lo comió con la mirada en el salón de clases, estaba claro que tenía un crush por él, Siempre puedo recordar la silueta a contra luz de Craig algo somnolienta por la clase, que los rayos acentuaban perfectamente sus largas pestañas que parecían adornar coquetamente los oscuros ojos brillantes que se batían con lentitud sin darse cuenta del efecto que causaba en los mortales como nosotros, su perfecto perfil que parecía ser tallado a mano, y como se contrastaba el negro y el blanco de su pálida piel, su cara era fina como la de una chica, sus rasgos también lo eran, ciertamente se parecía mucho a su mamá que a pesar de ser una perra, es una mujer muy hermosa, Craig saco algo bueno de ella al menos, no era extraño que todos en el pueblo estuvieran cautivados con él.

 

Lo sé porqué yo también era culpable de darle esas miradas a Craig, porqué parecía irreal, como si fuera una ilusión que en cualquier momento se desvanecería.
Aunque al final esos ojos oscuros siempre terminaban llegando a mí, todo su desinterés en su alrededor, así que probablemente nunca notó cómo este chico le miraba, ni tampoco le hubiera interesado. Kyle parecía haber perdido los colores de su cara, así que di en el clavo, eh.

 

“Si no tuviste la valía en el pasado de hacer algo, no intentes hacerlo ahora. Es desagradable.” Empuje a Kyle con mi hombro para salir del agarre, metí mis manos en mis bolsillos. Que molestia.

 

.

 

Me mudé recientemente a este pueblo del culo, por trabajo de mi papá y por una vida más “tranquila” según ellos, claro que reclamé y le debatí a mi papá la decisión pero ya estaba tomada, la gente de aquí realmente era rara y no me siento a gusto.

 

“Vamos, Ike. Tenemos que ir a la escuela.”

 

“No quiero, no quiero”

 

“Deja de ser un bebé llorón”

 

Chasquee mi lengua. La verdad es que yo tampoco quería ir a una escuela con educación de tercera, podría estar en una gran ciudad con buena educación pero no, me metí a este pueblo de mierda. Tsk. Finalmente luego de mucho terminamos llegando a la escuelita como todo estaba cerca sólo tuvimos que tomar un autobús, los niños de aquí eran estupidos y ruidosos.

 

En mi asiento un niño se asomó, parece un cono de tránsito, se quitó el gorro mostrando su pelo rubio cenizo y sonriendo. Ya pude sacar a vistazo que era un niño energético.

 

“Heyyy, ¿eres nuevo?” Se sentó a mi lado y me puse cohibido.

 

“Sí…” A penas salió mi voz, mierda. “Vengo de ciudad”

 

“WOOW, fuera de south park, ¿Cómo es allá?”

 

Por favor, vete…

 

“Supongo que… más grande.” Este se rio de mi respuesta como si fuera algo obvio. Un niño gordo apareció en nuestro asiento.

 

“Kenny, no hables con el niño judio se te pueden pegar las pulgas” ¿Eh?

 

Parpadeé. ¿Eh?! ¿Qué se creía este gordo hijo de puta?

 

“¿Qué dijiste, mierda?!” Grité y en vez de callarse todos, parecía haber animado a todos para que comenzaran a gritar «Pelea, pelea, pelea»

 

“Eso, que tu gente vino a este pueblo para acaparar nuestro dinero porqué son unos judios avariciosos” Y exploté, le tiré el primer puñetazo.

 

Al final del día en mi primer día terminé en detención, era increíble, iban a llamar a mis padres, ni siquiera he empezado mi ciclo escolar y ya estoy tachado de maleante por haberle cerrado el hocico a ese gordo. Suspiré dirigiéndome a la sala de detención, donde el estupido del gordo no estaba al parecer se iba a saltar detención, por otra parte también estaba un chico más, éramos los dos y el profesor que estaba durmiendo.

 

Me senté en el primer asiento del fondo mientras que el chico estaba al lado de la ventana mirando hacia afuera reventando un chicle. Le reste importancia y me puse a leer. El sonido del reloj era lo único que acompañaba el salón y el chicle inflándose y reventándose del otro, que ya estaba siendo algo molesto.
Así que tome la osadía de alzar la voz y decirle.

 

“Oye, ¿Puedes dejar eso? estoy tratando de leer”

 

Por su postura de los pies sobre la mesa y recargado sobre la silla podía decir que era uno de esos niños problemas, pero a mí qué me importaba, si estaba en detención era un idiota sin cerebro. Me volteo a ver y abrí los ojos de la sorpresa.

 

Mi primera impresión de él fue… «Que lindo.»

 

Me quedé un poco más embobado solo porqué era un niño que parecía de televisión, solo hasta que me di cuenta que me había alzado el dedo del medio mientras volvía a inflar un globo de chicle. ¡Que grosero!
Oficialmente odiaba a los chicos de esta escuela.

 

Al siguiente día mire como el chico alto de la sala de detención iba a la misma clase que yo, Craig Tucker, parece ser una especie de celebridad en esta escuela de pacotilla, con razón esa actitud tan arrogante, la gente se le pega como moscas, qué tiene de bueno ese idiota no lo entiendo, alguien que parece que no tiene futuro y debe irle mal en la escuela, el típico chico malo qué pasa su día en detención y luego se va a su casa a ser grosero con su mamá.

 

Que escoria.

 

Kenny siguió hablándome las siguientes semanas, era realmente agradable y es mucho de escuchar, sobre todo cuando estamos con muchas personas, pero tiene charlas agradables cuando estamos ambos, Cartman es su mejor amigo así que teníamos que convivir, si o si, también conocí a otros personajes de esta escuelita como Wendy Testaburger o Token Black, que parecían ser muy listos y competencia para mi. Yo solo me centraría en mis exámenes, para poder entrar a una buena universidad luego.

 

“¿Vamos a jugar a la pelota?” Kenny me sonrió.

 

“Ah… no puedo, tengo que estudiar”

 

“Vamos, no te va a matar jugar un poco”

 

“No… no puedo” Kenny hizo un puchero y le gritó a otro chico detrás que iba pasando hacia la salida.

 

“Hey, Craig. ¿Juegas?”

 

Levante la mirada sorprendido y este parecía asentir ante la solicitud de Kenny.

 

“Iré.”

 

“Así se habla, Kylecito”

 

Le pateare el trasero a ese idiota que me tiene los nervios por el piso desde que lo conocí. Le enseñaré lo que es un city boy.
Así iba a empezar el partido de basketball, algo que se me da muy bien así que ya sabía que tenía ventaja, jugando estaba Token, Kenny, Butters, Clyde y Craig. Era un todos versus todos, el que hiciera más puntos ganaba.

 

El partido comenzó, y tenia buen control del balón, realmente se me da bien jugar esto así que confió en mis habilidades, pero no note que en algún punto perdí el control y estaba Craig con el balón, ese idiota, se aprovecha de su altura para bloquearme y evitar que se lo pueda quitar, Clyde se unió a mi para intentar quitárselo pero hizo un pivoté perfecto y se libró de ambos, luego de Token. Chasqué la lengua. solo porqué era más alto y encestó un punto preciso desde ahí.

 

Comenzaron a abuchearle a Craig, Clyde, mientras le jalaba del chullo y este le reclamaba. La siguiente ronda empezó y iría con todo, no me podía ganar este, comencé a cambiar el ritmo del balón y el drifteo que logré pasar a todos pero ahí estaba Tucker listo para ganarme en altura al lanzar, tiro el balón fuera de la cesta antes que entrara, que molestó… y el balón volvió al juego, que cayó justamente donde Kenny, pero teniendo a Craig ahí era imposible que enc…

 

“¡Kenny hijo de puta! ese fue un punto de gratis!” Gritó acabado Clyde mientras le revolvía el pelo al más bajito y este reía.

 

¿Craig no lo bloqueó o se distrajo? negué con la cabeza y me puse focus, en la delantera estaba Craig y Kenny, unos puntos más de cualquiera de ellos y iba a ser complicado alcanzarles, el siguiente punto fue hecho una vez más por Craig y otro por Token, me estaba cansando, por suerte logré hacer un punto y ahora si hacia otro estaríamos empatados con Tucker, estaba en mi mejor momento, estaba emocionado por ganarle, finalmente logré hacer otro punto y solo me faltaba uno para tomar la delantera por fin.

 

El drifteo era impecable y la altura de Craig no me intimidaba, estaba en el mejor momento de la partida emocionado por patear su escuálido trasero, así que esquive a todos los que se me cruzaban, Token, Clyde… Kenny, oh, mierda. Al final tiré a Kenny en un mal movimiento y este cayó al suelo, luego lo ayudaría a levantarse y le pediría disculpas, estaba esperando el bloqueo de Craig para darle ese punto en la cara y

 

“¿Te duele?”

 

Anoté pero Craig ni siquiera estaba mirando, estaba ayudando a levantar a Kenny.

 

“Lo llevaré a la enfermería, creo que se torció el tobillo… sigan jugando”

 

“Estoy bie…n, auch”

 

“Ya, cállate.”

 

“Lo siento, Kenny.” Me disculpe algo avergonzado de haberme emocionado tanto.

 

“Nah, no te preocupes, es normal” Me dedicó una brillante sonrisa que me hizo sentir más culpable.

 

Así se comenzaron a alejar juntos, Kenny cargando su peso en Craig, cojeando, no pude evitar quedarme mirando como un espectador y con una extraña sensación en el estómago cuando se alejaban.

 

“Maldición, ustedes son muy buenos, no he logrado hacer ni un puto punto” gritó Clyde estresado.

 

“Iré… iré a tomar agua” Grite antes de alejarme. “Sigan ustedes”

 

“…”

 

Clyde y Token se miraron mientras se alejaba Kyle. Hasta que Clyde le sonrió a Token y Butters.

 

“Les pateare el trasero.”

 

Seguí caminando por los pasillos buscando la enfermería, al final termine siguiéndolo de alguna forma ni siquiera sé porqué lo estaba haciendo quizás para decirle o ayudarle con su tobillo, después de todo fue mi culpa tirarle, no recordaba donde dijeron que estaba la enfermería. Aún así seguí buscando hasta que la encontré. Tome la manilla para entrar pero me detuve al ver la rendija de la puerta entre abierta.

 

“Kenny… detente” me detuve en seco.

 

“¿uhm… Por qué?”

 

Kenny tenía a Craig contra la pared de la camilla, comenzó a comerle la boca en pocas palabras, sus labios se movían uno sobre el otro como si no quisieran perder ni un segundo de esa unión, húmedos besos que hacían que el chasquido de ellos sonaran en la habitación, esto me hizo casi soltar un sonido de sorpresa que tape mi boca antes de hacerlo. Ellos… ¿son gays? yo nunca había visto algo similar, menos en mi día a día.

 

Kenny no tenía cuidado en meterle las manos a Craig sobre la ropa, tomándole de las delgadas muñecas, a pesar que Craig era más alto que Kenny, parecía tener totalmente el control del ritmo de los besos y las caricias arriba de él, de como se rozaban, mis ojos no pudieron evitar posarse en la expresión que estaba haciendo Craig, esto me produjo un escalofrío en mi abdomen.

 

¿Tan bien se sentía que tenía que hacer esa cara? Maldición…

 

Kenny se metió debajo de la camiseta de Craig besando la extensión, metiéndose entre sus piernas para posicionarse y besar sus clavículas, Craig solo podía rodear el cuello de Kenny apretando ligeramente con sus muslos, el peso de la cabeza de Craig se inclinaba hacia atrás, callando sus gemidos con su propia muñeca, la respiración pesada de Craig y cómo le decía a Kenny que se detuviera que estaban en la enfermería, era todo lo que ambientaba el lugar. La carita sonrojada de Craig y el chullo que se le caía ya, el cabello desordenado, algo sudado por haber hecho ejercicio ante, se le pegaba al rostro, era… muy erotico, cada expresión que hacía era muy erotica, no podía dejar de mirarle estaba hechizado.

 

Baje la mirada a mis pantalones. Mierda.

 

Los siguientes días no podía ver a la cara a ninguno de los dos, Kenny había notado esto y me pregunto si todo estaba bien, pero la situación no podía evitar irritarme, ¿Hace cuanto que estaban haciendo eso? no parecía la primera vez, ni siquiera se hablan en la escuela y están en ese plan, ¿Estarán saliendo y lo ocultarán porqué es una pareja homosexual? entiendo y no juzgó cada quien, pero de alguna forma… me siento traicionado. Qué estoy pensando. No tengo nada que ver con estos.

 

Mire de reojo a Craig que bostezaba para la clase, cuando de repente por mi mente cruzo la imagen de Craig callando sus gemidos con dificultad, negué con la cabeza, disipando esos pensamientos. No podía dejar de pensar en eso, anoche no pude dejar de pensar en eso. No debería meterme en problemas involucrándome con ellos.

 

“Hah… Mh… Kyle, detente”

 

Me desperté de golpe sobresaltado por el sueño que tuve, el reloj de la mesita marcaban las 2 am. Estaba hiperventilado, intenté calmar mi respiración para cuando sentí algo incómodo en mi entrepierna, algo mojado. Mire debajo de las sábanas.

 

Había tenido mi primer sueño húmedo, y fue con mi compañero de salón, Craig Tucker.

 

Esto era una mierda…

 

“Hijo, ¿te sientes bien?”

 

“Sí, solo anoche tuve que estudiar para un examen” no me atrevía a decirle que me masturbe toda la noche y menos que pensando en mi compañero de salón.

 

Me comí mi tostada a medias, no sabía que me iba afectar tanto ver eso, según google es normal en estas edades estar más caliente, por las hormonas alborotándose lo que sí no me queda claro es porqué un chico de todas las personas, no soy gay, eso lo sé, pero sigo pensando en lo caliente que es.
Fui a la escuela con media hora dormida y todo chupado por habérmela jalado en la madrugada tanto.

 

“Hey, amigo. Te ves horrible” Kenny rodeó mi cuello sonriendo. “¿Te la estuviste jalando anoche?”

 

Acertó y además pensando en su novio.

 

“No seas pervertido, Kenny” Lo aparte y este río.

 

“Vamos, no tiene nada de malo hacerlo”

 

No tenía ánimos para esto realmente, seguí caminando hacia delante cuando propuso.

 

“Te venia a preguntar si querías salir con nosotros y los chicos.” Esto llamó mi atención, volteando a verlo curioso. “Iremos a jugar en las arcades y comer”

 

“¿Quienes van?”

 

“Bebe, Wendy, Heidi, Anna, Token, Cartman, Clyde y Craig”

 

“Iré.” Kenny sonrió por mi reacción, ¿se habrá dado cuenta?

 

“Mencionó chicas y te cambia de inmediato el humor, ehhh, ¿Cuál te gusta?”

 

“Pesado, no es eso”

 

“Al final todos los hombres iguales”

 

Se encogió de hombros y se adelantaba el paso, para acercarse a una espalda conocida, a Craig Tucker como si mi cuerpo reaccionara a él me tense de inmediato, pensé que se había dado cuenta de ello pero él ni siquiera me miró, fijo su mirada en Kenny que le sonrió y comenzaron a charlar.
Él ni siquiera me miró. ¿Existo al menos en el mundo de Craig?

 

¿Qué tiene de especial Kenny Mccormick?

 

Al final no podía apartar en todo el día mi mirada, es como si me hubiera lanzado una maldición, todo el día pendiente si estaba o no, qué estaba haciendo, simplemente quería saber de él. Cosas que comencé a darme cuenta, que siempre estaba rodeado de personas pero nunca se le acercaba primero a nadie, parecían todos hechizados con él al final al igual que yo, nunca prestaba atención a nadie realmente parecía vivir en su propio mundo.

 

No podía evitar interesarme más en él.

 

Al final todos salimos a comer pollo frito y luego jugar en la sala de arcades, las chicas charlaban animadamente entre ellas, luego estaba hablando Kenny con Cartman y Clyde con Token, me quedé con Craig atrás del grupo en silenció. No podía evitar ponerme nervioso, ¿Cómo lo miraría a la cara? ¿Debería sacar algún tema? ¿Le preguntaré si está saliendo con Kenny? Muchas preguntas pasaron por mi cabeza sobre pensando a toda velocidad.

 

“Llegamos, ¿Qué van a pedir?” Preguntó Clyde.

 

“Kenny nada, porque va a tener que comer el rostizado del pollo solamente por pobre”

 

“Vamos, cierra el culo, Cartman”

 

“¿Q…Qué quieres pedir, Craig?” Finalmente le hablé y este me miró.

 

“Uh… no me gusta mucho el pollo, la verdad. Aunque…” Su mirada se desvió en dirección a… oh. “Lo voy a probar”

 

Así todos pedimos pollo, cuando íbamos a pedir Kenny irónicamente se dio cuenta que no trajo dinero, me di cuenta de eso a simple vista al ver su conmoción, parecía que no quería que se dieran cuenta por los chistes de pobres, así que fue al baño con la excusa que se le dobló una tripa. Nadie parecía haberse dado cuenta.
Nos fuimos a sentar todos juntos al final todas las chicas y Craig en un lado, y los chicos en el otro, aunque faltaba Kenny.

 

Cuando llegó a la mesa se sentó y comenzó a hablar animadamente, hasta que le dijeron que fuera a pedir que no había alcanzado por irse justo antes de pedir, pero fue cuando

 

“Ten, este pollo es una mierda.” Apoyó su cara en su brazo acercándole su bandeja a Kenny. “No sé cómo pueden comer esta mierda”

 

“Craig porqué no me lo diste a mí” Cartman reclamo.

 

“Porque Kenny aún no ha pedido, para qué gastar dinero en esta mierda, toma el mío.”

 

Mi corazón latió. Un fuerte y conciso latido. Kenny se veía aliviado y Craig… lo miraba con tanto amor. Nadie parece darse cuenta ni siquiera Kenny que Craig puede poner esa expresión debajo de su “me importa todo una mierda” él siempre le estaba mirando.

 

Tenía un sentimiento amargo. Apreté mis puños sobre mi regazo. Que envidia…

Chapter 7: No puedo cerrar los ojos para siempre

Chapter Text

“Vamos, chicos. Suéltenlo, dos verdades y una mentira”

 

Solía divertirme mucho más últimamente, ya no era tan secreto que Craig y yo solíamos estar al menos algunas veces juntos en el mismo grupo, aún no estaba claro para nadie que éramos tan cercanos pero al menos no unos completos desconocidos y detrás de Craig siempre iba acompañado de Clyde, Token y Jimmy, algunas chicas que les divertía estar con el grupo de Craig así que casi siempre nos estábamos juntando, por mi parte Kyle, Cartman y Butters, que había notado que si les agradaba el pasar tiempo con la “Craig gang” claramente yo estaba más que a gusto compartiendo tiempo con él.

 

“¿Quién empieza?” Token pregunto y la verdad es que todos estaban ansiosos de que los demás confesaran pero sin confesar, serán cobardes.

 

“A mi me gusta hello kitty al igual que Butters, yo disfruto transvestirme, yo tengo netflix”

 

Empecé el juego porqué o si no, nadie se iba a animar, estábamos haciendo una junta en casa de Jimmy. Annie fue la primera en pensar y responder.

 

“¿La segunda?”

 

Craig, Jimmy, Clyde votaron que era la primera.

 

Las chicas, Token, Kyle que la segunda.

 

Y solo Cartman la tercera.

 

“Chicos, qué demonios, es obvio. No tiene ni televisión este idiota”

 

“Pues sí, no tengo netflix.” Me alcé de hombros, reí y todos se sorprendieron y rieron con mis confesiones vergonzosas, aligeraron enormemente el ambiente.

 

Pero la paz no duró mucho.

 

Annie comenzó a hablar.

 

“Yo nunca he fumado, A mi me gusta alguien de aquí, Yo me he besado con alguien de curso mayor”

 

Todo se puso raro, todos tenían miedo de botar, los chicos estaban nerviosos si eran ellos los que le gustan a Annie, ansiosos realmente, a todos les gustaba realmente estos juegos por esa ansiedad de estos dramas amorosos. La mayoría votó que era la segunda.

 

“…” Annie estaba avergonzada, se veía linda, que lindo el amor. “Es la primera…”

 

Todos los chicos ahora querían saber de quien estaba enamorada Annie Knitts las chicas por su parte estaban emocionadas y también querían saber quién era el afortunado de los sentimientos de Annie. Era el turno de Craig, estaba emocionado de qué iba a decir o cómo iba a jugar.

 

“Craig, tu turno.”

 

“ah…” Pensó y medito. “Yo he jugado un videojuego, yo he visto una película…”

 

Me miró con una pequeña sonrisa y simplemente mi corazón se disparó a toda velocidad.

 

“Yo nunca he besado a alguien”

 

Y la habitación rugió, quién era la que le había robado un beso o había compartido labios con el chico más guapo de la primaria según las listas de las niñas, le jalaban del brazo y del pequeño gorrito peruano para hacer que hablé. Podía sentir mi corazón muriendo y mi estómago también, cómo podía decirles que el chico que estaban buscando que era él, y mucho más, rasque mi nuca en favor de calmar mi nerviosismo a esa sonrisa que me dejó totalmente vulnerable.

 

Pero sentí una mirada sobre mi, la única que no estaba en Craig gritándole, si no, en mi, me dio escalofríos. Era Kyle.

 

“¿Pasa algo?” Ladee la cabeza.

 

“Nop” Este bebió de su jugó.

 

No entendí lo que sucedió.

 

Al final no pudieron sacarle ni una palabra a Craig dejando a todos ansiosos y sobre todo a Annie Knitts, que parecía mover los pulgares sobre su falda con impaciencia. Una vez más el turno paso a Annie y me dejo helado lo que dijo.

 

“Yo no estoy enamorada de Craig Tucker. A mi me gusta diseñar en mis tiempos libres, Yo no estoy enamorada de Red”

 

La habitación se quedó boquiabierta, nadie se atrevía a hablar para no cagarla y cada uno sacó sus propias conclusiones, ahora que unían los cabos sacaron que el beso de Craig fue con Annie y que estaba enamorada de Craig.

 

“La mentira es… la primera”

 

Todos voltearon a ver a Craig y su reacción, este parecía en blanco, sorprendido de la declaración enfrente de todos, todos esperaban algo de él, sus amigos comenzaron a presionarle para que responda pero yo… me helé, no pensé que alguien se le iba a ir de frente a Craig, de esa forma, mordí mis uñas con ansiedad y si a Craig le gustaban mas las chicas de lo que le gustaban los chicos o peor si es que me terminaba para irse con ella.

 

“Annie… ¿Podemos hablar mejor en privado?” Craig acertó, era la mejor forma de dar una respuesta sin presiones pero qué iba a a pasar con mi ansiedad, eso no aliviaba para nada mis ganas de gritarle que no tenía oportunidad porqué él… no, él no me pertenece, como siempre Craig puede hacer lo que quiera.

 

Así Craig y Annie se fueron afuera al patio a conversar sin ser escuchados, Craig se aseguró que fuera en un lugar anti-chismosos, así que Clyde y Cartman que estaban encaramados para escuchar no tuvieron efecto sobre ello, todos estaban emocionados pensando que una nueva pareja se formaría, después de todo ambos quizás harían una buena pareja siendo ambos bastante tranquilos. Podían ver por la ventana de la habitación como conversaban, Craig le sacaba por lo menos dos cabezas a Annie y esta estaba realmente nerviosa al hablar con él.

 

Finalmente cuerpo se tranquilizó al ver el sufrimiento de otra persona, Annie estaba llorando y Craig la estaba abrazando para consolarla, palmeando su espalda, realmente parecía un idiota consolando, era pésimo en ello, me aguante la risa porqué no era el momento.

 

“Oh, la rechazó… oficialmente Craig es un rompecorazones” Mencionó Jimmy.

 

“Una de las chicas más populares se le declaró y a él no le importó, que desperdició”

 

“Clyde, no todos son tan superficiales”

 

“Además tú aceptarías a cualquier chica que se te declaré”

 

Todos se rieron.

 

“Menos Lisa Burger”

 

“Ah, sí. Ya saliste con ella pff”

 

Clyde estaba avergonzado gritando que se callaran y yo solamente seguía viendo la escena de cómo Craig le consolaba, ¿No le ha abrazado ya mucho tiempo? es suficiente, niña. Ya supéralo. Craig y Annie terminaron volviendo después de un rato cómo iba a ser incómodo decidimos terminar la salida ahí.
Sin que nadie lo notara Craig y yo comenzamos a caminar hacia casa, en silencio.

 

“Y… Annie Knitts?”

 

“Mierda, Kenny. Vas a empezar” Solté una risotada.

 

“Lo siento, lo siento. Realmente estoy curioso que le dijiste”

 

“La verdad.”

 

“¿La verdad?”

 

“Que ya hay alguien que me gusta”

 

No pude evitar que se me subieran absolutamente cada uno de los colores encima, me cohibí de sobre manera ante su respuesta. Era yo ¿no? mecí mis párpados para voltear la mirada, no podía controlar la sonrisa estupida que tenía en rostro ahora mismo. No podía mirar a Craig con esta expresión tan tonta en mi cara, yo estaba genuinamente feliz por eso, nunca hemos intentado ocultarlo pero sabemos que sigue siendo algo más tabú la homosexualidad.

 

“Siempre los chicos lindos son gays ¿no?”

 

“Joder, cierra lo boca” Me empujo suavemente y eso aligero el ambiente vergonzoso que habíamos formado antes.

 

“No te preocupes, siempre espere que cuando creciéramos muchas chicas se empezaran a interesar en ti, no me imagino cuando seamos incluso más grandes” Craig ahora parecía el cohibido. “Voy a tener que cuidar a mi hombre”

 

Ahora era Craig el que estaba en mi posición con los ojos bien abiertos por mi respuesta y su frente colorada, la parte linda de Craig cuando se sonrojaba era sus mejillas y frente se ponen rojas, su carita entera se vuelve de ese color al igual que sus orejas es la cosa menos disimulada del mundo. Que a mi parecer, me vuelve loco.

 

“No es para tanto…”

 

“Acepta que eres jodidamente ardiente”

 

“Y hermoso también”

 

“No es divertido si tú lo admites, sucio arrogante” Le patee el trasero con una patada. Y eso hizo que soltara una risita.

 

“Mierda”

 

“¿Qué pasa?”

 

“Creo que capture tu risa en mi corazón para escucharla cuando quiera”

 

“Que gay…”

 

“¡Somos gays! estupido”

 

“Habla por ti”

 

“A veces eres insoportable, Craig Fucker”

 

“¿Qué soy lindo y encantados? Ya lo sabía, gracias, Kenny Mcdonalds”

 

“Eso no fue chistoso”

 

“Sabes que sí”

 

Rodé los ojos mientras entrábamos a mi casa y nos encerrábamos en mi habitación como día normal, creo que Craig pasa más tiempo en mi casa que en su casa, de repente él va a su casa a traer mercadería o dinero, tal vez ropa, pero casi ni pasa su tiempo allá. No me quejo, realmente amo que pase todo el tiempo conmigo.

 

“Oye, Craig. Podríamos seguir jugando lo de dos verdades y una mentira” Me acomode en el colchón mientras Craig se lanzaba sobre este apoyando su peso en su estómago. “Ya sabes, cómo no pudimos terminarlo por lo de Annie”

 

“Ese juego es una mierda”

 

“Para ti todo es una mierda” Chasquee la lengua.

 

“No” Me miró con una sonrisa gatuna. “Todo menos tú”

 

Este mierdas sabe cómo jugar con mi corazón, le di una nalgada aprovechando que estaba encima de mis piernas con todo su trasero tentativamente hacia arriba. Este me reclamo pero antes que pudiera decir algo.

 

“Mi papá dejó whiskey…” Lo tenté. Tuvo efecto porque me miró como si lo estuviera considerando.

 

“Mejor yo nunca, nunca. Es mejor que la mierda de dos verdades y una mentira.

 

“Hecho.”

 

Quite su culo de encima y me dispuse a buscar la botella para emborracharnos con Craig, mis padres no estaban en casa y Karen estaba donde Ike, así que era el ambiente perfecto para jugar este tipo de juegos. En la sala entre las jeringas y los pitos, me dispuse a tomar todas las botellas que viera de licor, llevandomelas a mi madriguera con el choque de las botellas anunciando mi llegada. Craig estaba revisando su móvil apoyado de su costado.

 

“¿Cuáles son las reglas?”

 

Esos ojitos llenos de travesura que se animaron solamente con ver el alcohol, no era que realmente disfrutáramos el alcohol, disfrutábamos beber juntos al menos por mi parte. Saque un pequeño vasito de shots para que sea el castigo.

 

“Vamos a jugar yo nunca, nunca, el que pierde dedo bebe”

 

“Pero vamos a vomitar antes de terminar el juego” pensé, al final solo íbamos a beber. “Uhm… ¿Qué tal si el que pierde una mano toma un shot y dos shots si no quieres hablar del porqué bajaste un dedo”

 

Así el juego comenzó con nuestras dos manos listas para bajar dedos o en realidad hacérselos bajar al otro para que bebiera, empecé yo.

 

“Yo nunca, nunca, he rechazado a alguien”

 

Craig bajo un dedo rodando los ojos.

 

“Que infantil eres, Kenny. He rechazado a muchas chicas durante estos años, que decirte, soy un galán”

 

“Muérete”

 

“¿Y tú?

 

“Na’ nadie se me ha declarado”

 

Nos reímos juntos por ello, ahora el turno de Craig, a ver qué se le ocurriría para hacerme beber.

 

“Yo nunca, nunca… he tocado unas tetas”

 

Mierda. Baje un dedo, Craig abrió los ojos porqué no se esperaba que de verdad hubiera tocado unas tetas.

 

“Qué. También tuve mi etapa de querer tetas”

 

“Asqueroso…”

 

“Oye!” Exclamé. “¿Tú no?”

 

“Tengo tetafobia”

 

“Pff” Idiota. me imaginé a Craig con tetas chocando en su cara y él huyendo de ellas con miedo. “Se las toque a Bebe, no recuerdo el contexto”

 

Craig me miraba desconfiado de qué no recordará el contexto, bueno, si lo recordaba pero no quería contarle a mi novio de cómo le toqué las tetas a nuestra amiga, así que tuve que servirme dos shots y la mirada aún más desconfiada de Craig.

 

“Deja de mirarme así, mira, estoy pagando mis pecados” Tome los dos shots y Craig sonrió con satisfacción, realmente es diabólico.

 

Mierda, estaba fuerte, de alguna o otra manera con nuestra poca resistencia íbamos a terminar vomitando, prepare una cubo para ello pero de todas formas iba a ser asqueroso.

 

“Y…Yo nunca, nunca, me he masturbado pensando en mi novio” Se la devolví la sonrisa a Craig, quería que me contara cómo se ha tocado pensando en mi si lo ha hecho.

 

Bajo dedo pero… se sirvió dos shots, ¿era en serio que prefería tomar a decirme cómo se había masturbado pensando en mi? Tsk.

 

“Era una buena oportunidad.”

 

“No alabaré tus fantasías sexuales y tu imaginación de mi haciendo eso” Craig bebió los dos shots.

 

“Hey, ¿Por qué no?” Baje un dedo. “Yo te he imaginado haciéndome una mamada, tragándote todo, sobre tus rodillas mientras estás bajo el pupitre y estamos en la escuela”

 

“¿Es un mensaje subliminal?”

 

“¿Está funcionado?”

 

“Tal vez” Ambos nos reímos. “Yo nunca, nunca, he imaginado tener un súper poder”

 

Ambos bajamos dedo, era una pregunta suave pero divertida.

 

“Yo cuando era pequeño imaginaba que tenía súper fuerza y podía tomar un auto y lanzarlo” Craig me escuchaba atentamente con una sonrisita, al parecer ya le estaba haciendo efecto el alcohol porque su cara siempre se pone algo roja cuando bebe, más que no tiene su cara de culo como siempre. “¿Y tú?”

 

“Yo imaginaba que podía hacerme invisible y atravesar cosas”

 

“Ese suena un súper poder aburrido”

 

“No, podía robar un banco y nadie me vería”

 

“Verían un bolso de dinero flotando” Me imaginé a los de seguridad pensando que Craig era una especie de fantasma y ese banco estaba embrujado, luego las cámaras de seguridad iban a ver un bolso flotando por el espacio. “Luego se mearian encima”

 

“Pff, me los imaginé” Craig apoyó su mejilla en sus rodillas apretándolas contra su pecho, estaba más risueño, eso era lindo.

 

“Yo nunca, nunca…” No se me ocurría nada así que pensé en algo que quisiera que Craig me lo dijera pero no lo ha hecho. “He querido matar a alguien y lo he intentado.

 

Craig bajo un dedo y me sorprendí, bueno, era de esperarse pero matar es una palabra fuerte, si bien yo estaba molesto con mis padres por ser negligentes y los odiaba, no los mataría, después de todo son mis padres. Pero… ¿Craig si ha querido matar a los suyos?
Al parecer no disimulé nada mi expresión de sorpresa y este se dio cuenta, cerrándose a contar la experiencia, así que se sirvió dos shots y se los tomó, me sentí mal de no haberlo hecho, que Craig se libere de esas cosas debería ser mi prioridad.

 

“Esto está muy fuerte, voy a terminar vomitando a este paso…” Agito su cabeza como espasmo por lo fuerte que sabía. “Yo nunca, nunca… me he transvestido”

 

Me acordé de mi confesión en el juego de unas horas atrás, Craig se quedó con esa idea en la cabeza. Sonreí y baje un dedo.

 

“Solía ponerme la ropa de mi mamá y vestidos, porqué me gustaba como me quedaban además me veo lindo de princesa”

 

Craig soltó algo parecido a una carcajada exhalando aire, se mufó de ello pero bien sabía que quería verme así, Craig más cuando está borracho es muy transparente con su lenguaje corporal y yo soy muy observador con él. Algún día me vestiré así para él, será una buena sorpresa además se va a reír.

 

“Yo nunca, nunca” Sin pensarlo mucho, solo con la idea recordé que Craig había mencionado que su primera vez no había sido conmigo, así que solo quería saber cómo fue. Olvidando un hecho importante. “He tenido mi primera vez con un chico.”

 

Esperaba que no fuera otro chico más que yo pero Craig puso una expresión extraña y bajo un dedo… una expresión sombría. Mierda, la había cagado. Olvide el importante hecho que…
Cuando fue mi primera vez teníamos diez, ¿Qué primera vez más podría tener un niño de diez?.
No sabía cómo arreglar la mierda que había hecho, no quería hacerlo llorar, ni enojar por sentirse expuesto, entre en pánico rápidamente.

 

Ambos bajamos un dedo pero estábamos en silencio incómodo que se podría cortar con un cuchillo.

 

“Yo fui violado.” Declaró Craig.

 

“No necesitas… Craig, tú no nec” Me interrumpió.

 

“Mi primera vez no pudo ser contigo porque me la quitaron antes, mi primo me violó tres años antes”

 

Nos quedamos en silenció, no sabía que decir, mi sangre se heló por completo por la declaración era más horrible de lo que imaginé. Solo me quedaba sentir como la tristeza comenzaba a subir hasta mi cara que a parte del alcohol comenzó a calentarse por las ganas de llorar que tenía, un niño vulnerado… siempre, toda la vida, Craig siempre por todas partes le quitaron su inocencia.

 

“¿Te doy asco ahora?” Preguntó con una sonrisa que apoyaba su mejilla aplastándola sobre su rodilla, abrazándose a sus propias piernas, mirándome con esos ojitos brillantes con tanta tristeza en ellos que estaban esperando mi lastima de alguna forma.

 

No pude responder nada.

 

Las palabras se atoraron en mi garganta.

 

.

 

A veces pienso en ese día, de lo que debería haber dicho, de lo que pude haber hecho, “y si…” me preguntó muchas veces, qué hubiera sucedido si Craig no se hubiera ido con la imagen que mi silencio significaba que sí me daba asco, aunque nunca fue así, solo tenía tanta tristeza que no encontraba las palabras adecuadas para decirle, no sabía cómo abordar el tema sin lastimarle. Me pregunto si algo hubiera cambiado si no hubiera evitado los temas delicados dándole recuerdos buenos, al final los recuerdos malos se lo comieron vivo.

 

Luego en la noche de ese día ninguno habló ni nos miramos, él no me miraba a pesar que intente arreglar las cosas dándole excusas baratas, lo había decepcionado, él se abrió a mi y yo no supe que decir al respectó. Él nunca me dio asco, cómo lo haría, de alguna forma solo quería decirle…

 

“Esa no fue tu primera vez, nunca lo ha sido si te forzaron a ello” Tome aire. “No cargues con algo que no fue tu culpa”

 

Aunque esas palabras nunca salieron de mi boca y Craig nunca las escuchó, solo cargo con ello hasta el día de su muerte. Todas las cosas que no pude decirle por miedo a que se moleste por entrometido, por cortar una falsa paz en la superficie y mi mente de “Sí puedo arrastrar a Craig a la vida, podemos ser felices, solo lo haré lo más feliz posible” sin dejar de ser cobarde y dejar que se abriera completamente conmigo, yo necio pensando que pasamos por las mismas cosas, que éramos iguales, así que era un espacio que no necesitaba sentirse vulnerable y contar cosas que le hacían daño, al final terminaron dañándole más.

 

Lo sé, sé que al final el principal culpable de la muerte de Craig… fui yo. Por cobarde.
No me di cuenta que Craig ya había muerto el día que nos conocimos y sólo era cuestión de tiempo para que a la mínima porqué estaba viviendo por mí y no por él, no encontrara el motivo por el que seguir sufriendo, eso es lo que nunca le di una razón por la que él era valioso con o sin mi.

 

Quizás por miedo que me abandonara, que ya no dependiera de mí.

 

Son divagaciones que repito casi todos los días desde el día que murió, repasando cada detalle, tratando de pensar que pude haber hecho mejor, y desde el principio todo estuvo mal, nada bien.
Porque si Craig tenía un lugar mejor al que volver, nunca iba a volver al hoyo conmigo.

 

Al final, no era mucho mejor que los demonios que le rodeaban.

 

Pude escuchar como tocaban la puerta principal, no había nadie en casa así que me tuve que levantar con molestia y apenas abrir la maldita puerta. Cuando abrí la puerta pude encontrar unos ojos grises claros, como los de un cachorro.

 

“Stan… ¿pasa algo?”

 

“Dude, me preguntó yo eso, ¿puedo entrar?” Rasqué mi nuca y mire hacia atrás, no estaba lleno de drogas así que que volví a mirarle y le dejé pasar.

 

Cerré la puerta detrás de él.

 

“Kenny, ¿No quieres hablar conmigo?”

 

“¿A qué te refieres?”

 

“Discutiste de nuevo con Kyle, él de nuevo volvió a encerrarse en su cuarto y no quiere hablar conmigo. De nuevo… ¿Es por Craig?” El nombre de Craig saliendo de la boca de Stan, me irritó de sobremanera.

 

Stan nunca había conocido a Craig, él solo era un reemplazo, qué podría saber él sobre ese tema.

 

“No te metas, Stan” Me encamine a mi cuarto pero este me siguió.

 

“Lo sé, yo ya sé. Ese chico se suicido hace cuatro años, era muy cercano tuyo y de Kyle.” Comenzó a recitar lo que sabía o él creía saber. “Kenny, debes dejar ir eso… tú no vas a sanar nunca, ¡Kenny tú…”

 

Golpeé la pared a su lado.

 

“¡¿Qué sabes tú sobre él?! “ Le grite lleno de rabia y odio. “¡Tú no sabes nada!”

 

Stan estaba con los ojos como platos, helado y pálido por mi reacción, era la primera vez que alzaba la voz desde que nos conocimos, sus ojos se llenaron de lagrimas. Mierda. La había jodido.

 

Me volteé para evitar ver cómo se iba.

 

Pero este me gritó de vuelta cosa que me sorprendió.

 

“¡Entonces dime cómo te sientes, dime donde te duele, quién era y porqué a pesar de ya no estar te sigue doliendo tanto! ¡Te está matando! ¡Él se fue y te dejo aquí muriendo en vida! “ Me sorprendí tanto… porque… es lo que yo nunca me atreví a hacer, nunca me atreví a gritarle algo así a Craig. “Porfavor, Kenny ¡háblame!”

 

Entenderle, darle mi amor y comprensión para… sanarle. Me volteé, Stan no se fue, estaba ahí, llorando por mí, él verdaderamente estaba preocupado por mí. No merecía esto. No merecía su comprensión.
De alguna forma o otra, no me di cuenta cuando comencé a llorar no entendía porqué estaba llorando, como la tristeza me inundó como una señal y Stan me abrazo con tanta fuerza acariciando mi espalda, como si todo… estuviera bien y el dolor ya iba a pasar. ¿Esto es lo que debí hacer? me siento como un inútil.

 

“Solo eras un niño… deja de culparte, Kenny”

 

Hundí mi cara en su hombro mientras me abrazaba, me aferraba a él a su calor y su cuerpo con temperatura, él no olía a cigarrillos, él olía a perfume y suavizante… él no era puro hueso, podía sentir como podía sostenerme apropiadamente. Él no se ha ido, Craig sí.

 

Ya… ya no puedo recordar cómo era su cara.

 

“Lo extrañó…” Dije débilmente.

 

“Lo sé”

 

“Mucho”

 

“¿Lo amabas demasiado?”

 

“Con todo mi corazón…”

 

Stan me consolaba acariciando mi cabello, suavemente y con paciencia, desenredándolo con sus dedos, peinándolo. En ese momento era un desastre total, me sentía tan vulnerable, terminaba de llorar y volvía a llorar un rato más, nunca había llorado tanto en mi vida.

 

Pasó un buen rato para que dejara de llorar estaba lleno de mocos y lagrimas, los ojos hinchados de tanto llorar, Stan seco con paciencia.

 

“Vamos a buscar ayuda, ¿si?” Me habló dulcemente, él sabía que a pesar de todo, lo mejor era ayuda profesional, a pesar que intentara aliviar el dolor por mi cuenta se me había ido de las manos.

 

“Sí…”

 

Después de ese día comencé a tomar terapias al respecto, hablé sobre mi familia, sobre mis hermanos y sobre ti, la mayor parte de los temas que tratamos fueron sobre Craig, el duelo que tuve por él y la forma que tenía que afrontarlo, el trabajar al respecto para sanar lentamente. El proceso ha sido lento y los meses pasan de igual forma. Pienso que la terapia me ha funcionado, al principio fui muy cerrado y pensaba que me estaba atacando todo el tiempo pero después comencé a hablar cada vez más sobre ello, sobre él y sobre mí, como me sentía, las cosas que se quedaron en el camino, la culpa que tenía y los sueños que no pudimos realizar.

 

Solté el vaho mientras miraba el río que nunca se congelaba, el puente seguía siendo el mismo a pesar de los años, nunca cambiaba, me fume un cigarrillo pensando en la última sesión con la psicóloga que había tenido. Estos meses han sido para dejarle ir, estos años no me había sentido listo y por ello junto a su muerte se llevó cuatro años de mi vida que me sentí muerto en vida.

 

Tome aire y finalmente dije.

 

“¿Ya te puedo dejar ir, Craig?”

 

Solo el silencio acompañado de la brisa fría como respuesta. Fume el cigarrillo entre mis labios lentamente, sin apuros, pensando en diversas cosas pero que al terminarlo tire la colilla al suelo pisándola.

 

Ya iba a comenzar el invierno y yo estaba soltando a Craig.

Chapter 8: Siendo olvidado en la oscuridad que no tiene fin

Notes:

Explicito!!

Chapter Text

25 de enero, el gran día, llevaba preparándole una sorpresa para su cumpleaños hace semanas, era el cumpleaños número 15 de Craig. Él dijo que no necesitaba nada para su cumpleaños pero yo de verdad quería celebrarle algo, así que prepare todo el día para que siguiéramos un cronograma.

 

Ahorre mucho durante estas semanas para poder llevarlo al cine y a comer luego, la casa invitaba todo, chin chin, además íbamos a ver las estrellas en la noche, iba a ser la noche perfecta. Todos le estaban deseando feliz cumpleaños ese día a Craig, de hecho la mamá de Kyle le había horneado un pequeño pastel a él así que entre todos le cantamos feliz cumpleaños con la profesora y los demás alumnos, se le veía muy feliz aunque lo intentaba disimular.

 

“Pide un deseo, Craig” Instigue a que soplara las velas.

 

“…” Se dispuso a hacerlo pero Clyde en juego le dijo.

 

“No, ese no, muy sucio” Lo que todos se rieron por la broma y Craig frunció el ceño, la cosa es que por distraerse se le apago la vela y Craig no pudo pedir su deseo. Al final él perseguía a Clyde por ser un idiota y que ya no podía pedir un deseo, lo estuvo persiguiendo por el salón y todos se reían por cómo lloraba Clyde pidiéndole piedad.

 

Al final una risa brillante y invisible para todos, terminó en la cara de Craig cuando logró atrapar al gordinflón de Clyde, este le pedía clemencia, y Craig maquiavélico se sentó arriba de él torturándole.

 

Por los pasillos niñas de otros cursos también le desearon feliz cumpleaños, regalándole cosas, adoraban mucho a Craig, pero a mi parecer si no hubiera esparcido el rumor, Craig nunca le hubiera dicho a nadie que estaba de cumpleaños. Al salir de la escuela seguimos conversando mientras nos dirigíamos a casa, yo aún no le decía feliz cumpleaños pero es que quería decírselo de forma especial y pareciera que Craig aún estaba ansioso por eso, lo notaba, era tan lindo…

 

Quería besarlo en ese momento, pero me aguante las ganas.

 

“¿Qué ibas a desear, Craig?”

 

“Ugh. Ese mierdas de Clyde…” Parece que volvió a irritarse por no pedir el deseo, el lado infantil de Craig. “Que…”

 

Rascó su nuca avergonzado.

 

“Seamos felices…”

 

“Aw, eso es tan cursi, Craig”

 

“¡Cállate!”

 

Se adelantó echando fuego por mi burla pisando fuerte el suelo y yo solo me reía, disculpaba desde atrás, él era tan lindo, a pesar de que no pidió el deseo, me aseguraré que así fuera.
Lo dejé afuera de su casa para ir a buscar unas cosas y luego celebrar su cumpleaños juntos, el plan era que buscara algunas ropas para salir, luego juntarnos en el centro comercial para ir al cine, le di un beso en la entrada de su casa, muy fugaz esperando que nadie se diera cuenta.

 

“Nos vemos a las cinco, guapo” Le guiñé el ojo y este rodó los ojos. “No te hagas, nena. Te derrites con los encantos de Mccormick”

 

“Tú con los míos, será” Me saco la lengua, esa lengua me la voy a comer más raro. “Estás pensando en algo pervertido, de nuevo”

 

“¿Yo? para nada” Cruce los dedos detrás míos.

 

“Ya, veté” me echó con sus manos, antes de entrar a su casa.

 

Me quedé mirando embobado la entrada ahora sin Craig, antes de irme brincando de la felicidad hacia la mía para arreglarme como todo un galante para nuestra cita. Íbamos a tener una cita, la había preparado minuciosamente durante estas semanas, iba a ser perfecta, ya no íbamos a comer en el almacén Chino, ahora sí, lo iba a llevar a un restaurante familiar y al cine.

 

Me duché y me puse la mejor ropa que tenía, la colonia de mi papá detrás de mis orejas y muñecas, no me puse mi chaqueta naranja, en cambio me puse un abrigo ocre, era la primera vez que arreglaba mi desordenado pelo, tarde mucho tiempo en hacerlo, todo iba a ser perfecto, me puse una bufanda y palmee mis propias mejillas frente al espejo, el corazón me iba a mil por ciento, tenía que calmarme a mi mismo, estaba muy feliz, ya quería ver a Craig arreglado para nuestra cita.

 

Me mire una vez más al espejo ¿Habré arreglado demasiado mi pelo? ¿Y si se ve raro? ¿No se me ven mucho las pecas así? Maldición, estos pantalones están rotos, me fui a cambiar. De nuevo me mire al espejo ansioso, arreglando y cambiando mi peinado, volviendo a cambiarlo un par de veces más, me quería ver bien para Craig.

 

“Mierda, se me hace tarde” Mire mi teléfono la hora.

 

Así que deje de joder y tome mi celular, mis llaves y dinero. Dirigiéndome al centro comercial donde habíamos quedado con Craig, tenía el estómago en la boca, estaba muy nervioso y ansioso, mi corazón latía al mil, cuando llegué al parecer había llegado primero que él así que me senté a esperarlo al lado de la fuente de agua dentro del centro comercial, entre las escaleras mecánicas, estaba llena de parejas al lado de esa fuente de los deseos, no pude evitar sonreír al imaginar que hoy estaríamos así.

 

La película comenzaba en una media hora, así que no había problemas. Un grupo de chicas se acercaron a mi de repente, cosa que me incómodo.

 

“Hola…” Una chica de pelo negro que parecía muy avergonzada se acercó a hablarme, la única forma que pude responder era con una sonrisa amable y saludando de la misma forma. “¿Me podrías dar tu número?”

 

¿Mi número? ¿A mí? parpadeé un par de veces, buscando la cámara oculta. Fue cuando el ego se me fue al cielo, me habían pedido el número… a mí. Esperaba que Craig no viera esto, o si lo viera, supiera que su chico es solicitado, Craig se ve tan lindo celoso…
Pero yo soy un caballero con valores.

 

“Lo siento, tengo pareja” Rasqué mi nuca.

 

“N-No, ¡No hay problema! Lo siento” Y así la chica se fue pero me dejó el ego por el cielo, sentía que podía comerme el mundo en ese momento.

 

Mire mi reflejo en la fuente, al parecer quizás soy atractivo ¿no? arregle mi cabello una vez más.

 

.

 

Volví a mirar la hora, ya había pasado 30 minutos de película pero Craig aún no aparecía, comencé a caminar de lado a lado algo molesto, ¡Siempre hace lo mismo! llega cuando quiere, siempre llega tarde, es un idiota. Más encima que es para celebrar su cumpleaños y aún así llega tarde, cuando llegará le iba a jalar las orejas por impuntual, no es la primera vez que lo hace.

 

Trate de llamarlo un par de veces pero ni siquiera se digna a tomar el teléfono.

 

Dos, tres, cuatro y seis horas pasaron, yo seguía ahí, sentado esperando que apareciera… suspiré, al final parece que no quería salir para su cumpleaños, después de todo me dijo que no quería nada especial para su cumpleaños pero yo insistí, debí haber predicho que no iba a aparecer o decirme al menos antes de dejarme totalmente plantado, tenía la esperanza apareciera en una de esas pero ya era muy tarde y muchas tiendas comenzaban a cerrar así como el centro comercial.

 

Estaba decepcionado y enojado a la vez, sí no quería venir al menos pudo decirme o llamarme, no dejarme en visto o cortarme las llamadas, fui camino a casa arrastrando prácticamente los pies, no quería hablar con nadie ni hablar con nadie, era el peor día… sabía que Craig era un hijo de puta pero no pensé que a este nivel.
Y si, lastimeramente me puse a llorar de camino, realmente me hacía ilusión este día. Mire al cielo mientras terminaba de llorar y el cielo estaba nublado, ni siquiera íbamos a poder ver las estrellas juntos.

 

Este día era horrible.

 

Seguí caminando hasta llegar a mi casa que fue cuando vi una silueta desde la puerta de mi casa, estaba en la orilla del río, no en el puente, estaba sentado con unas botellas de alcohol, pensé que era otro vagabundo que también había tenido un día de mierda pero al final pude reconocer ese pelo negro. Parpadeé un par de veces, la ira y la tristeza me invadió, ¿falto a nuestra cita para emborracharse?!

 

Fui hecho una fiera hasta allá, le iba a enfrentar, ¿Cómo podía ser así? después de todo lo que había hecho, aún así a él no le importaba nada de eso, me sentí utilizado y herido.

 

Me paré enfrente de él. Armándome de valor.

 

“¿Qué crees que estás haciendo?”

 

“…” No me respondió y solo tomó más de la botella.

 

Mordí mi labio, ¿ni siquiera merecía una mirada o una disculpa? ya sé que fue mi idea, pero no debió decirme que iría si al final no se iba a presentar.

 

“Mierda, Craig. ¿Ni siquiera una disculpa?”

 

“…”

 

“¡Respóndeme al menos! o vas a seguir burlándote de mi”

 

“Que ruidoso.” Finalmente habló y su respuesta fue como una patada en el estómago, él me había destrozado, a él no le interesaba en lo más mínimo como me sentía.

 

“¿Ruidoso? ¡Me tuviste seis horas esperándote! ¡Dejándome en visto y ni siquiera te dignaste a responderme algo!” Me duele el pecho, me duele pelear con él, que me trate así y su indiferente. Yo soy diferente se supone, a los ojos de él soy la excepción pero al final no, me trata igual de mierda que a todos los demás. “ ¡¿Al menos me vas a mirar?! o no valgo ni siquiera una mirada tuya.”

 

Y finalmente me miró. Levantó su mirada hacia mi.

 

Cruzamos mirada.

 

Sus ojos oscuros, sus pestañas largas, me desarmaron, los lunares en su cara que parecían ser dibujados, el cabello desordenado negro que reflejaba la luz nocturna. Craig era tan hermoso.

 

De impotencia pase a tristeza en un paso.

 

Su labio estaba roto y estaba lleno de heridas en el rostro y un gran moretón en su mejilla, su ceja también estaba rota y a duras penas podía abrir el ojo derecho, su ropa estaba desordenada cubierta de sangre y suciedad, la nariz aún le sangraba un poco y tenía rastro de sangre seca.
Yo… no podía controlar mi expresión al ver su cara, era de horror, de impotencia, de lástima.
Dejo de mirarme y volvió a mirar al río con ojos cansados.

 

No podía hablar, me había quitado el aliento, estaba ahí parado… como un imbecil. Me sentía como un imbecil.

 

“Craig… pidamos ayuda…”

 

Me incline hacia él tomándole del hombro para que volviera a mirarme, estaba temblando, esta situación se nos estaba yendo de las manos. Me hizo soltarle cuando le tome del hombro, cosa que me desesperó más, Craig realmente necesita ayuda, yo no puedo ayudarlo, ya no puede seguir así las cosas. ¿Por qué le pasaban estas cosas a él? ¿Por qué no podía tener un puto día feliz?

 

“Craig, por favor, escúchame. Yo… ¡Nos tienen que ayudar!” Estaba desesperado, volví a agarrarle, esta vez cruce el límite que siempre Craig había marcado entre nosotros. “Neces…”

 

“¡Suéltame!” Me gritó Craig apartándome, lanzándome la botella de vidrio de alcohol que tenía en su mano.

 

Esta se reventó en el suelo y me asustó, no me alcanzó a golpear pero uno de los vidrios rozó mi cara. Toqué donde había rozado, ni se sentía, era una herida pequeña pero mire mis dedos con sangre y la cara de horror que tenía Craig al verme que me había herido, este tembló, aún estaba sorprendido por la reacción agresiva de Craig pero no me importaba realmente que me lanzara lo que fuera, yo realmente quería que buscáramos ayuda. La sangre comenzaba a correr del pequeño corte.

 

Y Craig quien se levantó para ver mi cara, con miedo, se sentía culpable de haberlo hecho más de lo que debería.

 

“¡Craig, espera!”

 

Y él huyó, se fue corriendo del lugar.

 

.

 

No volví a ver ni saber nada de Craig hasta un mes después, a pesar que intente ir a su casa y llamar a su puesta, o hacer que la escuela llame a sus padres, no sabía nada de él, no podia dormir en la noches pensando cuánto le extrañaba y repasando el ultimo día que nos vimos, la expresión asustada en la cara de Craig, al final la herida no terminó siendo nada, he tenido cosas peores y curo en unos días. Aún me sorprende la reacción agresiva que tuvo, estaba mirando el techo estrellado, eran pegatinas que puso Craig hace unos meses para tapar los agujeros en el techo, al final habían funcionado bien.

 

Además brillaban en la oscuridad.

 

Mire mi teléfono y vi los mensajes de que nadie sabía nada de Craig, como si la tierra se lo hubiera comido, pero para el alivio de los demás padres que preguntaban porque no se presentaba Craig, la madre de él salió a hablar con el papá de Kyle de que estaba muy enfermo y ni había querido salir de su cuarto, ¿Cómo podría creerle a esa vieja loca? pero al final, Craig me mando un mensaje que estaba bien, al menos estaba vivo y ella no estaba mintiendo. Claramente después de mandarme ese mensaje no me respondió más.

 

La lluvia era muy fuerte, parecía que el cielo se iba a caer en cualquier momento, suspiré mirando por la ventana al ver las gotas caer al suelo con rebeldía, los charcos que se llenaban de agua y mi cuarto que ya no se inundaba de goteras. Pude escuchar el timbre de casa de repente, quizás era Kyle o Cartman, llamando para salir. Me asomé para ver y mi corazón parecía volver a la vida, estaba Craig parado en la entrada su nariz y mejillas estaban rojas por el frío y ya no tenía las heridas que había tenido hace un mes el día de su cumpleaños.

 

“¿Puedo entrar?” Mi corazón latía a mucha velocidad, de la emoción de verle de nuevo, tenía tanto que hablar con él, le había extrañado mucho.

 

“Obvio, pasa” Me hice para un lado para que pudiera entrar.

 

Este se secó el barro de sus zapatos en la entrada, estaba mojado, muy mojado.

 

“Espera, deja traer una toalla”

 

No dijo nada, solo hizo caso y fui corriendo sin perder tiempo a buscarle una toalla, secándole el cabello. No reclamó, no dijo nada, solo dejó que le secara.

 

“Ven, vamos a mi cuarto, está mucho más caliente que el living”

 

Le tomé de la mano para guiarle, Craig no estaba diciendo nada y comenzaba a llenarme la ansiedad, su mano estaba tan helada como el hielo, había estado en la lluvia. Me tomó desprevenido cuando entrelazó nuestros dedos, me dio un respingo ello.
Al entrar a mi cuarto este seguía en silencio, solo nuestras manos entrelazadas, quería llorar lo había extrañado demasiado y esto agitaba mi corazón de sobre manera, solo él podía causarme este volcón de sentimientos encontrados.

 

“Craig yo…” Me volteé para verle y me miraba fijamente con esos oscuros ojos gatunos, estaba inexpresivo, como él solo, su expresión usual.

 

Estaba aquí Craig, estaba enfrente de mi, conmigo, tenía mucho alivio, esas semanas habían sido infernales para mí pensé desde que ya no me iba a hablar, hasta que me odiaba, ya nada importaba porqué estaba aquí.

 

“Te extrañé…”

 

“Yo también.” Respondió, con una de esas sonrisas que me dejan totalmente desarmado. Ligera, suave, pero suficiente para ser una sonrisa de Craig.

 

Acerqué un paso con timidez hacia él, no se movió en lo absoluto aceptando mi toque, pegué mi frente a la suya, estaba fría, él siempre estaba frío, ahora más que nunca como estuvo en la lluvia. Cerró los ojos cuando roce mi nariz con la suya, entrelazando mi mano libre con la restante, sus largas pestañas me rozaban y su suave respiración calmada, un íntimo momento donde podía escuchar mi propio corazón acelerado al sentir el aliento y su aroma en mis fosas.

 

Roce con suavidad la comisura suave de sus labios, sintiéndome morir, realmente era la tentación del infierno que te llevaba al cielo, un solo toque de sus labios que causaba una reacción química en mi cuerpo erizándolo, un pequeño toque de nuestros labios era suficiente para hacerme morir en vida. En algún momento ya no tenía que inclinarme en puntillas para besarle, ya podía besarle de frente, los besos más suaves sin prisas que derriten el alma fueron dados en ese momento, no tenía prisa, quería disfrutar sus labios.

 

Liberarme de toda la ansiedad y dolor de las últimas semanas, ya no importaba nada, lo tenía enfrente mío, podía tocarlo y sentirlo.

 

“Kenny…” Murmuró contra mis labios, casi en un ronroneó que me hizo perder la cabeza. “¿Quieres hacerlo?”

 

Preguntó tímidamente, esto reventó mis fusibles en un instante, parpadeando muchas veces y calmando mi expresión para no parecer muy emocionado, asentí muchas veces alejándome un poquito. Lo que como respuesta Craig se quitó la chaqueta y la camiseta que estaban húmedas por la lluvia, su abdomen pálido de alguien que se esconde del sol como un vampiro algo delgado pero seguía manteniendo su forma, con una pequeña cintura envidiable. Algunos lunares por aquí y por allá, deslice mis dedos por su abdomen, sentí que se estremeció abajo mío.

 

Tragué duramente.

 

“Mierda… eres hermoso”

 

Finalmente terminamos en la cama encima suyo, ya quitándome mi camiseta y mientras seguía besándole, suavemente, sabía que eso le desesperaba normalmente, al brusco y llevado a sus ideas Craig, pero ese día estaba más pasivo con eso, se estaba dejando guiar por mí. Siempre supe que Craig era jodidamente sensible, su cuerpo lo es mucho al mínimo toque tiembla, verlo así de jadeando y con la cara tan roja hizo que de repente me entraran los nervios de golpe.

 

Me sentí torpe.

 

Craig lo notó, no había forma que no lo hiciera, así que me jalo suavemente a él pasando sus manos por mi espalda acariciandola, sus dedos se deslizaban por ella y yo me derretía, su carita en mi hombro, estaba perdiendo la cabeza.

 

“Siéntate” Habló Craig, ordenando con una tranquila voz.

 

Me sorprendí pero cumplí su solicitud, jadeando por la anterior sesión de besos que tuvimos, ya estaba jodidamente excitado. Puse mi espalda contra la pared sentándome en la cama. Pude ver cómo Craig se re acomodaba tirando su cabello negro hacia atrás, algo sudado, que lo hacía verse totalmente caliente, lo siguiente me dejo totalmente boquiabierto.

 

Se acomodó con la cara en mi entre pierna, tuve que tapar mi boca para evitar el gritillo de sorpresa cuando sacó mi ereccion de entre mis pantalones, ya podía correrme solamente viendo esa sucia escena de Craig con mi polla en su mejilla, era mucho peor que en cualquiera de mis sueños húmedos. Solo podía pensar en no correrme en ese momento, más cuando Craig lo agarró con su mano y le dio una lamida, podía morir perfectamente ahora y moriría feliz.

 

Fue así como empezó a lamerlo pasando su lengua por las venas hinchadas de mi polla tratando de no correrse, hasta la cabeza que lamió circularmente para volver a bajar, no podía evitar gemir de placer tomando la cabeza de Craig de su pelo negro, le agarré para guiarlo mientras me la chupaba, la otra mano bien enterrada en las sábanas.

 

“Ahh… Craig…”

 

Lamidas largas, hasta poder tomar al menos la mitad de ella con su boca, evitando sus dientes, dentro de boca era tan caliente y su aliento me estaban haciendo perder la cabeza. La cara de Craig tomando mi polla era tan erotica, podía enmarcarla y guardarla para masturbarme el resto de mi vida, su lengua seguía acariciando a pesar de que estaba dentro de su boca, este hombre me iba a matar de placer. Mis gemidos se hacían más pesados, trataba de aguantarlos, pero era imposible, quería más, quería forzar su garganta hasta las lagrimas. Los impulsos que me incitaban a meter su cabeza más profundo eran terribles, fui tanteando el terreno de ir forzándole un poco más mi polla dentro de su húmeda boca.

 

“M…Mierda…”

 

No me di cuenta hasta que Craig estaba enterrando las uñas en mis piernas que estaba tomando todo mi pene con su boca, le sentí arquear, abrí bien los ojos al verle lloroso, ahogándose, tratando de respirar débilmente por la nariz con su respiración entrecortada, el placer me dominó porque seguí moviendo la cabeza de Craig hasta tocar fondo, me envolvía tan bien que no pasó mucho hasta que termine cediendo y corriéndome en su boca, echándole todo dentro. Entré en razón cuando me di cuenta lo que había hecho soltándole y dejando que tosiera, me desespere y busque una toalla cerca.

 

“Craig, ¡Lo siento! ¡No estaba pensando!” Rápidamente hice que me mirara, me miró con esos ojos llorosos y sin responder, abrió su boca, su lengua en específico que tenía parte del semen ahí todo junto en ella y se escurría hacia abajo “Escupe aquí”

 

Pero lo siguiente me dejo helado. Craig se tragó todo el semen que tenía en su boca. Santa mierda… perdí el aliento.
Estaba totalmente excitado de nuevo, jadeante, sensible por haber corrido hace nada pero de nuevo excitado.

Chapter 9: ¿La palabra amor es demasiado para ponerla en los labios que no la merecen?

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Piel con piel, ambos estábamos desnudos para el otro, gemidos y el sonido de la lluvia era todo lo que envolvía la habitación, no podía despegarme de la boca de Craig, sus labios amargos con sabor a cigarrillo pero también a galletas de coco, esos que él ama, que come a escondidas cuando está triste. Entrelazábamos suciamente nuestras bocas, en un compás que sabíamos de memoria, nuestros hábitos, nuestros pensamiento, no fundíamos en un beso lleno de sentimientos. Rozando nuestras partes bajas, mientras nos recorríamos con las manos, quería tocar cada lugar, que me quemaba al tocar su piel, aquella piel que siempre está fría pero esta tan caliente entre las sábanas.

 

“Kenny…” Gimió tan dulcemente, que no parecía ser mi nombre. Me llamaba impaciente, pero no me iba a apresurar, no lo quería lastimar. Menos hoy.

 

Así que metí el primer dígito, le senti temblar, gemir solo por la introducción… me sorprendí que no entrara tan difícil, así que me quedé mirándole.

 

“Yo… pensé mucho en ti” Confesó. Tuve que agarrar mi cara con mi otra mano, este chico me iba a volver loco, absolutamente.

 

No pude evitar lanzarme a besarlo mientras metía otro y jugaba con la entrada, él gemía entre el beso, quería aflojar lo más que pudiera para no lastimarle. Cerraba los ojos mientras seguía gimiendo y yo… lo miraba con todo el amor que se me permitía para amar a otra persona. Un tercer dedo que entró más complicado y pude sentir como apretó más de la cuenta.

 

Y fue que vi que mi abdomen estaba manchado con semen. Craig estaba jadeante.

 

“¿Te acabas de correr solo con mis dedos?”

 

Se alarmó, abriendo los ojos en pánico y vergüenza. Poniéndose aún más rojito de lo que ya estaba.

 

“¡Cállate!” Me aguante la risa, no quería avergonzarlo aún más. Se me olvida que Craig es jodidamente sensible.

 

Craig trataba de recuperarse de haberse corrido hace nada así que jadeaba y cerró los ojos, sin esperar que alinee la cabeza de mi polla con su entrada, introduciendo la puntita, esta se resistió para mi.

 

“Oye, espera. Agh, Kenny, aún estoy sensible”

 

Le tome de la cadera, hundido en la excitación para introducirme lentamente mientras Craig se retorcía debajo mío, estaba jodidamente caliente, y podía ya sentir como sus paredes me derretían el miembro, me envolvían tan suavemente que parecía un pecado. No llegué ni al fondo y ya sentí que estaba en el puto cielo, jadee y gemí, Craig me maldecía pero seguia tomándome tan fuerte que no me quería soltar, apretaba mucho.

 

“Craig…” Me miró de reojo molestó.

 

“¿Qué?”

 

“Te amo…”

 

Abrió los ojos y gimió fuertemente cuando embestí hasta el fondo, prácticamente maulló sorprendido perdiendo todo el aire de sus pulmones, estremeciéndose por completo, afirmándose de la almohada detrás de él. Ya no era dueño de mis propias caderas, se movían por cuenta propia entre el pecaminoso placer, seguía tomando las caderas de Craig y chocándolas con mi pelvis, sus glúteos rebotaban y envolvían todo mi ser. Quería ir más duro, más fuerte, me incliné hacia Craig para besarle y apoyar mi frente encima de la suya, sabía que mis ojos estaban llenos de placer me lo comería por completo sin dejar nada si fuera posible, y debajo mío Craig que se estaba dejando arrancar pedazo por pedazo.

 

Me seguía el paso pero con arisquedad, cuando no conocía mi lugar y era muy duro enterraba sus uñas en mi espalda, dejando suaves marcas que me animaban aún más a estamparle más profundamente, este gemía y yo me comía sus gemidos, cuando ya estábamos chocando el colchón contra la pared, envolví la cabeza de Craig con mi mano para evitar que se pegara en la cabeza mientras seguía cogiendomelo.

 

“No tan rápido… Kenny, Ahh~ Kenny, por favor” Lloraba, lloraba tan hermosamente de placer, no podía detenerme, simplemente no podía. Craig nunca lloraba, no, nunca lo hacía en su día a día, pero aquí lloraba como si fuera un bebé. Llorando por sentirse tan bien. Eso hizo cosquillear la boca de mi estómago.

 

“Perdón… Agh…~” Cerré los ojos mientras hundía mi cara en su cuello, sintiendo el excitante aroma de sudor y jabón tan característico de Craig.

 

Me envolvía como si fuese una especie de droga que me podía hacer adicto, sentí flaquear mis propias piernas, estaba jadeante del trabajo físico, más pensando en no correrme aún para poder disfrutar el dulce interior de mi chico. Entrelace mi mano con la suya, esa que tenía sus uñas pegadas en mi espalda, chocándola contra la cama y viendo de reojo las argollas juntas de plata, una en cada mano, brillaba aún en la oscura y con a penas luz habitación. Finalmente sentí cómo volví a correrse Craig, no podía hacer más que tener espasmos por ello, no dejaba de moverme a pesar de ello, probablemente iba a matarme por seguir haciéndolo mientras se corría, pero disfrutaba el apretado interior tratando de cerrarse de él.

 

No pude hacer otra cosa que correrme dentro de él, su caliente interior me apretaba tanto que me sentí incapaz de hacer otra cosa y ensuciarlo por completo. Luego me disculparía.

 

“Craig… Dios” Gemí al correrme tan fuerte, que las piernas de Craig temblaron, y me merecía tener toda la espalda herida, lo aceptaba, aceptaba toda la culpa al respecto. Al salir de su interior pude ver el desastre que había hecho, lleno de semen y sudor, Craig sonrojado en cada parte de su cuerpo, lagrimas en su rostro y su cavidad que intentaba cerrarse aún chorreándose de semen… Abrí los ojos al ver esa escena.

 

“Eres un…” Ni siquiera podía articular bien, estaba muy cansado. Sonreí con emoción, besando su mejilla, su cuello, su boca y su frente.

 

“Buen trabajo, cariño…” Felicité jadeante con una sonrisa, Craig amaba que le hablara así después del sexo. “Te limpiare, puedes dormir.”

 

Asi Craig cayó rendido, siempre he sabido que Craig tiene menos resistencia que yo, quizás me pase esta vez… estaba demasiado feliz de verle.
Recupere el aliento sentado un rato, antes de levantarme a buscar una toalla húmeda obvio colocándome bóxer antes, no quería que si alguien llegaba a la casa de repente me viera en bolas. Creo que soy un chico muy fácil, todo el dolor y la ansiedad de un mes, parece haber desaparecido solo con una buena cogida, era increíble.

 

Me dediqué a limpiar cada parte de Craig, para evitar que se sienta incómodo con el sudor, me asegure de limpiarlo con agua tibia, al terminar le di un beso en la frente para que descansara. Me dediqué a ponerme a su lado para verlo un rato más, su rostro dormido, ese lindo lunar que tenía en la mejilla, lo besé. El otro debajo de su ceja, también lo besé. El de debajo de su labio, también. Cada lunar tan hermoso en su cara fue besado por mí, hasta que me dio algo de sueño y me dormí al lado de él.

 

No sin antes taparnos bien.

 

.

 

Me removí y me quejé, no sentía a Craig entre mis brazos lo que hizo que me despertará, lentamente abrí mis ojos mirando la hora en el reloj de la mesita, había pasado como dos horas. Busqué a Craig con la mirada temiendo que se haya ido. Pero no, estaba sentado al lado de la ventana abierta, fumando un cigarrillo sentado en la cama su espalda contra la pared pero su cara girada hacia el cielo como muchas veces. Mimetizándose con el ambiente detrás suyo.

 

“Pudiste despertarme” Bostecé.

 

“Quería que siguieras durmiendo” Craig bebió un vaso de agua. No me miró, solo miraba la lluvia que no paraba de correr.

 

“Pero yo quiero estar contigo…”

 

“Kenny…”

 

“¿Si?

 

“¿Por qué cuando nos conocimos accediste a suicidarte conmigo?” Caló de su cigarrillo. Yo… no tenía respuesta realmente a eso. ¿Por qué fue? ¿Por qué…?

 

Me dio lastima. Esa respuesta cruzó por mi cabeza en un segundo, aunque me arrepentí de inmediato. Muy tarde, Craig ya había deducido mi respuesta.

 

Aunque tenía que aclarar el resto.

 

“Te veías… solitario”

 

Hubo un silencio, no sabía cómo completar el silencio así que cuando lo intente fui interrumpido abruptamente por él.

 

“Yo… me arrepiento de haberte pedido ese día suicidarte conmigo” ¿Eh? ¿A qué se refería? no podía comprenderlo. Caló una vez más de su cigarrillo soltando el humo fuera de la habitación. “Kenny…”

 

No me gusta por donde está yendo esto, detente. No…

 

“Te amo…”

 

Abrí los ojos bien grandes, esas dos palabras me dejaron sin las mías, boquiabierto, Craig… en estos años nunca había dicho eso, solo el día que nos conocimos y solo porqué se lo pedí.
No podía responder, ni un yo también, me había agarrado desprevenido. Me había dejado mal esas palabras.

 

Fueron las palabras que siempre esperé, que tanto insistí que dijera, pero… ¿Por qué me lo estás diciendo con esos ojos tan agotados? No, no era así que lo quería, no quería ver esa mirada impropia de un niño en él. Me pongo a pensar y plantearme en ese silencio que se formó, porqué digo que impropia de un niño, si hemos estado actuando como adultos todo este tiempo ¿Alguna vez fuimos niños?

 

“Yo… yo también, Craig” Atine a responder.

 

“Lo sé…” Cerró los ojos apoyando el peso de su cabeza en la ventana, con una sonrisa dibujada en sus labios. Recién ese día podía saber que clase de sonrisa fue la que me dio todas esas veces, en esos momentos específicos. Eran de autocompasión… se tenía lástima a sí mismo.

 

Craig bebió ese vaso de agua, una vez más.

 

“¿Quieres?” Me lo tendió.

 

Mire el vaso que era tendido por Craig, pude notarlo a simple vista pero yo… tomaría lo que fuera que me diera, aunque fuera veneno.
No lo dude y me lo tome hasta el fondo y me acaricio el cabello luego de tomármelo.

 

La lluvia paró y el cielo comenzaba a despejarse, me senté al lado de Craig y la ventana para ver el cielo nocturno lleno de estrellas, brillantes que se reflejaban en los charcos de agua de la lluvia, eran tan asombrosas y se iluminaban tan hermosamente, apoyé mi cabeza en su hombro mientras nos quedamos ahí en la ventana mirando las estrellas, la misma vista que tenía Craig yo la estaba mirando.

 

“Si pudiera renacer, renacería en una estrella…”

 

“…Las estrellas se ven solitarias” Él entrelazó mi mano contra la suya. Me sentí a gusto con ello.

 

“Entonces deberías reencarnar en una cercana”

 

“Cómo podríamos coger si es que fuéramos estrellas” Esto provocó que Craig se riera y me la contagiara.

 

“Pervertido.”

 

El olor a tierra mojada invadía mis fosas, así como el suave aroma de Craig, el aroma a cigarrillo, los estímulos visuales prontamente se comenzaban a ver borrosos y me sentí algo mareado.

 

“Craig…”

 

“¿Si?” seguía acariciando mi pelo, de esa manera que él solo sabía para derretirme en sus manos, disfrute los toques, me hacían sentir bien.

 

“No vayas…” balbuceé como pude.

 

“¿A dónde?”

 

“Solo… No me dejes sólo”

 

Craig acarició mi cara acunandola mientras daba un beso en mi frente, pude sentir sus suaves labios haciéndolo.

 

“Nunca lo haría, Ken.”

 

Me sentí somnoliento, quería seguir despierto, solo podía sentir su aroma cerca al mío pero ya era muy duro mantenerme despierto.

 

“Así que no te apures a seguirme”

 

“Esperaré por ti… el tiempo necesario”

 

“Me enojare mucho si…” No pude escuchar el resto.

 

Fueron las últimas palabras que escuché antes de quedarme profundamente dormido.

 

Recordé antes de hacerlo como Craig al despertarme, le metió al vaso de agua pastillas que me tome al final, así que finalmente pude ver antes de quedarme dormido el bote en el suelo de somníferos vacíos…

 

Craig a la mañana siguiente ya no estaba.

Chapter 10: Estoy caminando al infierno con mis propios pies

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¿Qué? ¿Qué había dicho? Mierda, no escuché. Abrí con pesadez los ojos, sentí que algo o alguien me removió, abrí los ojos con dificultad, quejándome un poco de que me despertaran.

 

“Kenny, despierta…” Era la voz de una niña.

 

“mmh…”

 

“Kenny, por favor, despierta”

 

Pude reconocer que era la voz de Karen mi hermanita así que hice el esfuerzo de hacerlo, me tardé un poco en poder incorporarme a la luz solar, aunque era invierno era muy brillante. Me senté en la cama frotando mis ojos.

 

“¿Qué pasa…?” Pregunté con sueño.

 

Sin darme cuenta que ella estaba llorando. Al darme cuenta de este hecho y que me abrazo, le correspondí de inmediato confundido, ella no paraba de llorar.

 

“¿Qué pasa, Karen? ¿Qué sucede?” Acaricié su cabello con suavidad para que se calmara y pudiera contarme lo que estaba sucediendo, si eran mis padres que le habían hecho algo no me iba a quedar de brazos cruzados.

 

Lloró mucho rato y yo estaba nervioso pensando en qué la estaba haciendo llorar así, no se calmaba, tenía espasmos cuando intentaba dejar de llorar. Le acaricié sus mejillas regordetas y pequeñas, limpiando suavemente sus lagrimas me dolía verla así.

 

“Craig…” Balbuceo entre lagrimas, con espasmos por haber llorado tanto. “Craig…”

 

Al principio no entendí, parpadeé sin entenderle.

 

“¿Qué pasó, Karen?” Intenté escuchar de nuevo.

 

.

 

Salí a ver, me puse mi camiseta y un pantalón que encontré tirado en el suelo, la policía y la ambulancia estaba afuera de casa, había mucho ruido y una cinta rodeando el perímetro, estaba en blanco, no sabía que estaba pasando, todas las personas miraban detrás de la cinta expectante de lo que estaba pasando tan temprano en la mañana.

 

Cómo era al lado de mi casa pude pasar.

 

Parecía la escena de un crimen…

 

Yo aún no me ponía al corriente de lo que estaba sucediendo, no lo creía o realmente no me lo tragaba. Fue cuando me quedé parado estático al ver… no, no lo ví, vi sus cosas, las cosas Craig… sí, eran sus zapatillas y su chullo, pero para mi era una coincidencia, una simple coincidencia que estuvieran ahí realmente.
Después de todo estaba más preocupado de que le fueran a culpar de algo si es que estaban sus cosas ahí.

 

¿Al final si había matado a alguien como dijo en el juego?

 

Yo… le ayudaría, sí, yo le ayudaría con ello, no dejaría que se lleven a…
Yo me iba a echar la culpa, si era necesario.

 

El sonido de un cierre subiéndose. Una bolsa negra. Un cabello negro brillante que se refleja la luz nocturna de las estrellas, piel pálida que contrasta con su pelo tan oscuro, pestañas largas y lunares dibujados a mano alzada, un perfil tallado a mano. Me quedé estático. Ningún músculo se movió de mi cuerpo.

 

Estaba helado.

 

Todas las voces de fondo se empezaron a escuchar con un simple pitido de fondo, algo secundario, un ruidoso pitido que me ensordecía los oídos. Escuchaba mi corazón latir contra mis oídos. De repente sentía el peso de mis hombros.

 

No sabía que decir, ni ahora, ni después, ni mucho después. Recién pude hablar al pasar un mes porqué… era irreal para mi. Mi mundo en una mañana se puso de cabeza.

 

El tiempo se detuvo.

 

.

 

“¿Y cómo te sientes ahora con eso?”

 

“Yo… no lo sé” Respondí con sinceridad. “Yo no sentía nada.”

 

“¿Cómo no sentías nada?”

 

“Para mi era muy irreal, desde el principio fue como si todo hubiera sido una ilusión”

 

La psicóloga no entendía así que me siguió escuchando y anotando algunos garabatos en la libreta encima de sus piernas.

 

“Él siempre fue alguien irreal”

 

“Él, ¿Te refieres a Craig Tucker, no?”

 

“Sí, como alguien que no podía llegar a entender aunque lo intentara y cuando creía que lo tenía, desaparecía, como una ilusión.” Cerré los ojos pensando en todas las veces que intenté abordar sus preocupaciones pero siempre desaparecía cuando se sentía agobiado. “Era alguien tan magnético, que atraía tu mirada sin que él lo quisiera…”

 

La psicóloga seguía escuchando con atención.

 

“Parecía ser un ángel enviado del cielo…”

 

“Kenny… ¿tú crees que me acepten el cielo?” Íbamos caminando de la mano por los caminos en el bosque de South park, queríamos encontrar una laguna que estaba cerca, Craig insistía que el cielo se iba a ver hermoso desde ahi.

 

Así que a pesar que era muy tarde y tenía sueño, le acompañe a ese lugar para que lo viéramos juntos.

 

“¿Por qué lo dices?”

 

No entendía a dónde iba su pregunta, la verdad soy bastante exceptico sobre el tema pero aún así le puse atención.

 

“He pecado mucho, creo que dios no va a querer a un ángel tan pecador”

 

Me eché a reír por lo tonto que sonaba, este me apretó la mano en símbolo que estaba hablando en serio. Y yo… que no hable muy alto por miedo que dios me escuchara.

 

“Dios sería un estupido si no te hiciera parte de sus ángeles”

 

“Creo que al final si hablé muy alto…” Dije con frustración esa anécdota.

 

“Entonces…” Mencionó la psicóloga para que prosiguiera.

 

“Un día al final solo desapareció, la tierra de lo comió.” Recordarlo me pone sensible, por más que lo haya hablado durante estos meses y años, no para de dejarme así. “A pesar que siempre parecía advertirme que lo haría, que desaparecería, seguí aferrándome hasta el día que lo hiciera”

 

“Eso suena agotador y doloroso, Kenny. ¿Le Odias por eso?”

 

¿Odiaba a Craig por irse?… Pude haber dicho que sí miles de veces en el pasado pero por alguna razón de mi boca no podía salir ahora mismo que le odiaba.

 

“No…” Tome aire. “No lo odió”

 

La psicóloga me dedicó una sonrisa.

 

“Nos vemos la próxima semana, Kenny”

 

Salí de la consulta con menos dudas que ayer y más que mañana, me sentía más ligero luego de esa confesión, en la sala de espera estaba Stan mirando el teléfono que cuando me vio salir me sonrió.

 

“Hey, ¿Te fue bien?”

 

Asentí con una ligera sonrisa.

 

“¿Vamos a comer tacos?”

 

“Me encantaría” Stan me tomó de la mano para que camináramos fuera de la consulta, el ambiente estaba frío, ya estábamos a mediados de enero, el cumpleaños de Craig se acerca a pasos veloces.

 

“Al parecer Clyde va a hacer un conmemorativo del cumpleaños de Craig.” Todos los años, el mejor amigo de Craig, Clyde y su grupo hacían un recordatorio de que no fue alguien pasajero y que todavía está presente. Solté un poco del vaho acumulado en mi boca. “¿Ya pensaste en qué regalarle?”

 

Con solo ver la expresión de Stan sabía que le dolía. No por Craig, nunca le conoció. Porqué sabía lo importante que era para mi y como a mi
me amaba, él también tenía que estar interesado en ello.

 

“No, no sé si iré esta año” Stan abrió los ojos no entendiendo. “Porque… para Craig nunca fue un día feliz.”

 

Stan se quedó en silenció, entendiendo más o menos a lo que me refería, yo la persona en el mundo que mas conocía a Craig o eso creía, no iría. Pues, Craig era la persona que más odiaba el haber nacido en este mundo, el día que más odiaba era su cumpleaños.

 

“Clyde se molestara si no vas…”

 

Realmente… no me interesaba.

Chapter 11: Una noche de insomnio, otro día qué pasa, otro amanecer

Summary:

olis, la historia ya estaba terminada en wattpad pero no lo había subido acá

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Últimamente me sentía de mejor ánimo y comenzaba a disfrutar el tiempo qué pasó con Stan, es agradable, me hace reír, además es un buen chico, alegre y sincero. Me invitaba a comer sabiendo que no tengo mucho dinero, a pesar de eso trato de pagar todo el dinero que tengo y invitarlo cuando tengo, me dice que no es necesario pero cómo lo dejo pagar todo el tiempo por mí.

 

"Y entonces, en el último capítulo se muere" Suspira con rabia. "¿Sabes la frustración que tenía?"

 

Stan estaba hablando de un manga que se había leído ayer, mientras comía, me asegure de limpiarle la mejilla que descuidadamente por rabiar se había dejado.

 

"Es un cliché, sabes. Siempre morir al último capítulo y luego te dejan todo ¿Cómo vas a morir en el último capítulo?"

 

"Si tan solo se hubiera ido a japón con Eiji..." Se puso sensible Stan y me dio risa.

 

"Cartman diría que eres una vagina sensible"

 

"¡Que se joda, Cartman!"

 

Me reí. Mientras recibía una notificación. Era Clyde preguntándome dónde estaba.
Deje el celular boca abajo en la mesa, en silenció.

 

Ya era 25 de enero, otra vez. Hoy Craig si siguiera vivo cumpliría su mayoría de edad.
Usualmente este día no estaría con Stan, estaría encerrado en mi habitación bebiendo hasta desmayarme y que pasara el siguiente día. Los copos de nieve comenzaron a llenar el pueblo.

 

Que bonitos...

 

"Parece que va a nevar..." Habló Stan con dulzura al ver la ventana, con una sonrisa brillante y llena de calidez.

 

"Sip. Deberíamos apresurarnos antes que las calles de llenen de nieve"

 

Asintió emocionado tomándome de la mano y así salimos a buscar su auto, para dirigirnos al centro comercial.

 

"La película que vamos a ver hoy esta muy bien calificada, la busqué"

 

"¿Estabas emocionado?"

 

"Un poco" Se delataba solo. Era tierno.

 

Apoyé mi cabeza sobre mi brazo mirando hacia la ventana y la nieve que caía, pintando todo de color blanco, South park casi todo el año tenía nieve pero esta parecía ser más brillante de lo usual. ¿Tú también sabes que este día es especial? me refiero al tiempo? quizás él cielo también estaba enamorado de Craig, o quizás era mutuo Craig estaba enamorado también del cielo y por eso lo miraba tanto.

 

"Hoy... sabes, no necesitas hacer como que no pasa nada, realmente no me importa si quieres hablar de "él""

 

A él se refiere a Craig, piensa que estoy pensando en él, la verdad es que sí pero nada de mucha importancia, Stan se estaba esforzando mucho en ayudarme. A veces... es agotador, sé que lo hace porqué me ama, pero se está desgastando a si mismo ¿no es cruel de mi parte?

 

De repente la imagen de Craig pasó por mi mente, su cara borrosa pero esa cansada sonrisa suya. Vaya...
Hoy entendí un poquito más que ayer a Craig.
Pareciera que yo soy el Craig de la vida de Stan y él tomó mi lugar.

 

Suspiré.

 

"No es nada, estaba pensando que la nieve se ve particularmente linda"

 

"¿Si? ¿Tú crees?"

 

"Ajam. Craig se hubiera quejado, odiaba el frío a pesar que nació en invierno, porqué su cuerpo siempre estaba frío, entonces eran los días que estaba más helado"

 

Stan soltó una risita por mis memorias sobre Craig, ya podía hablar de él, parecía que había avanzado en mis sesiones porqué ya podía hablar de él sin restricciones, el nudo en mi garganta ya no me ahorcaba impidiéndome dejar ir el recuerdo... me siento menos triste y quizás un poco más feliz por haberle conocido de por sí.

 

Ya no necesitaba aferrarme a su recuerdo.

 

"Su piel era muy pálida, es que él odiaba el sol... entonces la nieve se confundía con su piel, odiaba el frío pero amaba cuando nevaba porqué salíamos a hacer muñecos de nieve y jugar con ella"

 

Craig...

 

"Al finalizar el día de sólo jugar, nos tirábamos bien abrigados en la nieve luego de beber un chocolatada que yo preparaba, que son las mejores por cierto, mirábamos el cielo nocturno en la nieve, despejado, brillanté, él amaba las estrellas..."

 

Y yo lo amaba a él.

 

Tarde me di cuenta que había hablado más de la cuenta pero al voltearme a ver a Stan me miraba con una sonrisa, no supe identificar si enternecida o... de algo más.

 

"Llegamos" Stan detuvo el auto aparcándolo hasta ese lugar, lo mire confundido por nuestra cita. "Te está esperando, Kenny... y tú... y tú también"

 

"Yo..." No supe que decir, yo no quería esto, yo quería pasar un día tranquilo y relajarme. Apreté los puños sobre mi asiento.

 

"Es solo un día, Kenny, ve a verlo, luego saldremos a donde quieras"

 

"..."

 

Tragué oxigeno que se me había ido de los pulmones hasta ahora, era la primera vez que estaba aquí, de alguna forma aún guardaba las esperanzas de que este no fuera su nuevo lugar. Salí del coche, Stan se quedó en él esperándome y comencé a caminar adentrándome a las rejas negras que anunciaban que estabas entrando al recinto.

 

(...)

 

Me helé, estaba de pie frente a él, una fría piedra granito con una placa de bronce que tenía escrito sobre ella "Craig Tucker", estaba incrédulo, las flores frescas decoraban toda la tumba, desbordando de flores... Clyde ya había estado aquí con los chicos, era la tumba más linda de ahí, un ramo de Miosotis, flores azules, mis brazos estaban llenos de esas flores azules que deje sobre el resto de ramos.

 

"Hey... tanto tiempo"

 

Pronuncié.

 

Metí mis manos a mis bolsillos cuidándome del frío.

 

"Ya cumplió 18 años tu existencia... " Un nudo caliente se comenzaba a formar en mi garganta, dificultándome hablar. "Uhm... Tricia esta bien, creció para ser igual que tú, lindos pero con un genio de la mierda, pff. Tu mamá se divorció de tu papá, ahora creo que están bien, nunca pudiste odiar a tus padres a pesar de todo lo que te hicieron, creo que eso es lo más que te atormentaba"

 

Mire hacia el cielo, paró de nevar, estaba despejado...

 

"Clyde y Bebe siguen juntos, Tolkien planea estudiar derecho como sus padres, Red va a abandonar este pueblo y yo... estoy saliendo con un chico." Me sentí incómodo decirlo, como si estuviera pecando, pero me estaba armando de valor para decirle. "¿Está bien?"

 

El viento sopló sin dar respuesta, el silencio inundaba mis oídos sin embargo el retumbar nervioso de mi corazón era todo lo que podía escuchar.

 

Haz lo que quieras... podía casi por intuición decir que esa era su respuesta.

 

"Haz lo que quieras"

 

"Pff... sabía que dirías eso, pero no te enojes, el que debería estar enojado soy yo"

 

Craig soltó una risita, inclinándose a tomar el ramo de flores justo el que yo puse ahí.

 

"Estas son nuevas... ¿Qué significan?"

 

"Amor eterno... no me olvides" Pronuncie con una triste sonrisa.

 

"¿Para ti o para mi?"

 

"Bueno, es imposible que yo lo haga, estoy demasiado enamorado de ti"

 

"Son lindas." Efectivamente esas flores decoraban hermosamente sus facciones. "¿Y cómo es él?"

 

"Tranquilo... inteligente, de buen corazón, es una buena persona"

 

"Entiendo..."

Chapter 12: ¿Llegara el dia en el ya no tenga pesadillas?

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Hubo algo en común entre los Mccormicks, la sangre tira dicen y era su gusto por Craig, Kevin y Karen Mccormick fueron personas que se sintieron con la muerte de Craig Tucker, sobre todo a Karen Mccormick que podría decirse que compartía el sentimiento con su hermano mayor de tener como primer amor a Craig Tucker.

Quién puede culparla, después de todo, Craig era una bocanada de aire fresco, inesperadamente así era descrito, el azabache quien no pudo ser cercano a su hermanita, terminó teniendo una debilidad por Karen. Por eso probablemente la persona que más lloró por Craig durante esos años sorprendentemente no era Kenny, quien fue su amante, fue la hermanita menor de este, quien estaba perdidamente fascinada con Craig Tucker.

——

La pequeña sollozaba en la acera de su casa, cubriendo sus lágrimas con sus manos y era Craig quien iba de salida de la casa de Kenny. Craig chocó con Karen en la entrada, esta estaba sentada en la puerta cara externa de la puerta.

"Ah" Se sorprendió Craig, que había chocado con algo y casi se tropieza. Cambió la dirección de su mirada hacia la bola que estaba hecha Karen. "¿Karen?"

La castaña no respondió, no quería que el amigo de su hermano la viese así, le daba pena y vergüenza. Craig se sentó a su lado dándole unas palmaditas en su espalda.

"Hace frio, deberías ir dentro..." Recomendó Craig sin recibir respuesta alguna. El silencio quedó unos segundos a la falta de esta.

"El cielo se ve hermoso desde acá, ¿No lo crees?" Vuelve a comentar Craig. "Te hace sentir acompañado a pesar de todo, solía quedarme en la acera hasta que se me entumecieran las manos, al principio era para escapar pero... luego era por el sentimiento que me daba"

Karen se quedó quieta, escuchando el relato de Craig.

"Me encanta sentir que todo va a mejorar, al saber que el humano llegó a la luna pienso que nada es imposible, eso que ves tan lejos allá" Apuntó hacia el cielo nocturno. "Alguien cumplió su sueño de hacer lo imposible"

Craig sonrió hacia Karen.

"Dejaste de llorar."

El corazón de Karen latió con fuerza, la dulce calidez de Craig le había alcanzado, arrebatándole toda pena que tenía ese día. No recordaba porque estaba llorando ese día. Ya no importaba.

Craig secó una lágrima que siguió corriendo su mejilla.

"No deberias dejar que sepan que te hicieron daño, que no sepan que lograron derrumbarte." Y este que limpió la herida de la mejilla de la niña. "Solo así habrás ganado"
—-

Karen despertaba algunas noches después de haber soñado eso, era un sueño recurrente que inundaba sus recuerdos. Su cerebro no había olvidado ningún detalle de la cara de Craig ese día.

Quizás Craig nunca la vio con esos ojos, tampoco se dio cuenta del impacto que tuvieron sus palabras ese día en ella. Karen que era tan débil y lloraba con facilidad, reunió el coraje para salir adelante, ya no esperaba que siempre la salvaran.

 

Claramente Kenny nunca se dio cuenta de su secreto.

 

Cada día que llegaba, siempre Craig le traía golosinas que había comprado para ella o daba los mejores consejos del mundo llenos de madurez y sabiduría de la vida, mucha madurez para un niño de trece años.
a Karen le gustaba escuchar la voz de Craig, era tranquila, algo nasal, monótona pero dentro de todo era amable con ella. Les hacía jugar juegos infantiles a Kenny y Craig, pasaban muchas de las tardes juntas los tres por parte de Karen no queriendo soltar a Craig, cuando se enojaba o lloraba con Kenny, Craig se ponía a consolarla y escucharla, a su forma, claro, nunca fue extremadamente expresivo.

 

Son algunas de las cosas que recuerda Karen sobre Craig, claro que Karen sabía que Craig había salido con su hermano, puesto que un día que llego temprano a casa, los encontró besándose porqué entro sin tocar...

 

Le rompió el corazón a Karen, no había ni empezado su primer enamoramiento y ya había acabado, ella quien estaba experimentando recién su primer amor que había acabado abruptamente por su propio hermano mayor, Kenny realmente era capaz de darle el mundo si quisiera, pero Craig no sonaba como algo que Kenny le daría.

 

"¡Karen!" Gritó Kenny desde el suelo, ya que, Craig lo había empujado bruscamente al piso al escuchar entrar a alguien en la habitación, Craig no miraba a Karen, avergonzado de que los pillaran de aquella forma. Tal vez si Craig le hubiera mirado ese día, se hubiera dado cuenta de sus sentimientos y su corazón romperse.

 

Hasta el día de hoy, Karen quien observa con amabilidad a Tricia Tucker, puede ver el reflejo de lo que alguna vez fue la mirada amable de su primer amor. Compartiendo similitudes en esa alargada mirada felina, que era suficiente para ponerte los pelos de punta, no tenía sus ojos oscuros como la noche pero el aire que desprendía Tricia era similar a Craig, eran hermanos después de todo. Así que, era sorprendente que Karen y Tricia se hicieran tan cercanas por el contexto de sus hermanos mayores (que nadie sabía) pero no para Karen quien buscaba alguna sombra de esa persona; no es que hablen de Craig, realmente Tricia ni siquiera recuerda casi que tenia un hermano mayor, prácticamente creció como hija única con un niño que iba de vez en cuando a casa. Así que las lágrimas que lloró Karen, las lloró como eterna enamorada de su amor de infancia y como su hermana menor. Karen tenía más que contar de Craig que su propia hermanita.

 

Por otra parte Kevin Mccormick, quien solo le causaba curiosidad la rebeldía del niñato que pasaba en su casa, era más que nada un cariño fraternal, podría decirse que Craig tenía algo más cercano a familia en otra parte que en su casa, Kevin, a pesar que no estaba tanto en casa, cuando se encontraba y estaba Craig, lo trataba al igual que Kenny, parecía preocuparse algo de ellos dos. Mccormick no eran ajenos a la presencia del azabache y cómo dijo Kenny, donde fuera parecía destacar aunque no quisiera y su intención siempre había sido pasar perfil bajo.

 

"¿No eres muy menor para estar fumando?" Kevin llegaba de hacer algunas compras, por decir compras se refería a algo de marihuana y algo de comer para Karen, no importándole los demás integrantes de la casa.

 

Craig miró hacia arriba con total desinterés, la calada que había tomado la exhaló, humo que llegó a la cara de Kevin que hizo una expresión de molesta.

 

"...además, ¿Por qué siempre estás aquí? ¿No tienes casa, niño?"

 

Craig miró la puerta de la entrada de la casa, que estaba abierta y se escuchaba el sonido de la regadera que provenía del baño, Kenny lo había dejado solo porqué se estaba bañando.

 

"Andamos preguntones" Craig respondió como si le faltara energías para responder y casi fue para sí mismo.

 

Kevin se indignó, alzando una ceja. Que niñato, de veras. Pero sin joderlo más le quito la cajetilla del bolsillo donde se asomaba a Craig y antes de reclamar o algo se la devolvió, solo le había quitado un cigarrillo, que prendió inclinándose al frente para Craig.
El azabache abrió los ojos y Kevin simplemente quería prenderlo, no la pensó mucho, yéndose con la comisión del cigarrillo dejando a Craig con la boca abierta que el cigarrillo terminó cayendo al suelo.

 

En serio la genética era increíble.

.

Pero claro para Kevin, Craig siempre fue como un hermanito igual de molesto que Kenny pero Craig ya conocía a Kevin de antes, inclusive antes de Kenny; recordemos que Craig no solía recordar a las personas de su mismo salón, a pesar que habían estado prácticamente toda la vida estudiando juntos con Kenny; era por el hecho que solía juntarse con chicos de cursos mayores y había socializado varías veces en el mismo círculo de Kevin Mccormick, según Craig, Kevin siempre había sido realmente atractivo.

 

Lo era.

 

Claro que sus ojos y corazón siempre fueron para Kenny pero quizás la primera vez que le llamo la atención alguien a Craig, fue el mismísimo Kevin Mccormick; sus gustos no cambiaron, solo se transformaron.

 

La primera vez que Craig vio a Kevin Mccormick fue acompañando a un chico con el que se juntaba, se conocieron por el *shelter del pueblo, donde Craig se fue a refugiar un día que lo echaron a la calle luego de haberle dado una paliza, no tenía donde ir así que termino de alguna forma en un shelter. Brooke, no era un chico muy adinerado y estaba jodidamente metido en las drogas a su corta edad, así que no tenía donde dormir este era el mejor amigo de Kevin Mccormick.

 

"Mierda, ¿eres real o estoy muy drogado?" Brooke miraba expectante a Craig, quien a la perspectiva de Brooke era muy irreal, como un muñeco vivo, pero no era extraño, solo el que estuviera lleno de moretones en su cuello y brazos, así como sus manos rotas y sus pies también por el frío, este se puso a la defensiva tomando sus piernas contra su pecho. "¿Qué se supone qué haces aquí solo? tienes como siete años, ¿no deberías estar con tu familia?"El castaño miró a su alrededor, solo estaban ellos en el refugio y algunos borrachos, vagabundos, dudaba que alguno de ellos fueran sus padres.

 

"No tengo siete, tengo ocho"

 

"Wow, cuanta diferencia." Se burló del niño, que tenía una mirada impropia de alguien de su edad, audaz y a la defensiva, parecía haber pasado por cosas duras que le hacían tener una mirada así de madura, o a su parecer de un gatito que en cualquier momento iba a rasguñar a alguien si se le acercaba

Craig rodó los ojos malhumorado, esto le pareció gracioso al mayor, quien al ver el frío en el niño, se sacó la chaqueta de dudosa higiene colocándole esta encima a Craig, los mayores tienen que cuidar a los menores.

 

Desde ese momento Craig fue como un hermanito pequeño para Brooke, quien lo adoptó, Craig que lo seguía para todas partes como un patito habiendo encontrado a su mamá y en una de esas conocido a Kevin en un skate park. De los chicos de su grupo era el más serio dentro de todos, centrado, que te partiria la cara si es que lo jodias, las apariencias engañan, ya que, a pesar de esa imagen de chico malo, era el único que no se metía cosas, cuidaba a sus amigos, era sumamente amable, de buen corazón, esto llamó la atención a Craig de inmediato.

Kevin quien asistió al funeral de Craig, era el segundo que asistía, el otro era el de Brooke y seguía Craig, realmente siempre recordaba cómo Brooke aparecía en cualquier parte de con el enano de Craig, le pareció irónico que hubiera seguido siendo así. Caló el cigarrillo afuera del velatorio, exhalando, el aroma a este y el sabor de esa marca le recordaba al difunto, sintió que era tan joven como para que su vida se hubiera desvanecido en un santiamén. Kevin se sentía un poco culpable, quizás hubiera podido salvar a cualquiera de los dos, su mejor amigo o su cuñado.

Sí Brooke hubiera seguido vivo para Craig, ¿Esta tragedia se hubiera evitado?... No, no hay que pensar "y si" lo que es, es. Kevin solo miró cómo un espectador el momento donde Kenny salió del salón con una expresión que nunca había visto en su hermanito, no podía compartirla del todo pero la entendía, el cigarrillo lamentablemente cayó de sus dedos hacia el suelo sin haberlo fumado todo.

Mierda.

(...)

La música sonaba fuerte, la fiesta de fin de semestre iba a detonar la casa de Tolkien este mismo que cuidaba que no le rompieran las cosas caras de colección que tenían sus papás, en definitiva después de esto iban a castigarlo hasta que entre al asilo. Cartman y los chicos fueron invitados a la fiesta, ya que pertenecían a esa generación y ya para el próximo año todos se separarían, algunos irían a otras ciudades a estudiar, otros iban a trabajar y los tiempos para estar juntos como en viejos tiempos ya no estaría.

Wendy se acercó al grupito sonriendo al ver que Kenny asistió junto a los chicos, a pesar de que Kenny era mucho ambiente, nunca se le veía en fiestas.

 

"¡Viniste! No te esperaba."

 

"Stan me convenció." Se encogió de hombros.

 

Wendy quien miró al novio de Kenny y se ruborizó un poco, poniendo un mechón de pelo hacia atrás un poco nerviosa. Wendy no era ese tipo de chica así que solo sonrió y asintió.

 

"Espero que te diviertas, la barra es libre, sírvete como quieras"

 

La azabache sonrió y se fue con sus amigas que estaban festejando. El ambiente era muy animado, olvidándose de la despedida que significaba la fiesta. Esta había sido la primera y última fiesta que había tenido Kenny con su generación.

"¿Quieres algo de beber?" Preguntó amablemente Stanley.

"Claro, ¿Por qué no?" Respondió Kenny a su novio, que este fue a buscar unas bebidas.

Kenny se apoyó contra la pared del salón esperando al azabache. Donde pensó que su visión le estaba fallando, su pulso se descontroló y el aire también, por el rabillo del ojo pudo ver a...

 

"¡Tricia! por aquí" Gritó Bebe acercando a la chica de cursos menores a ella.

 

Tricia... la hermana de su ex. Mierda, debería ser ilegal que haya alguien tan parecida a él. Vio a su hermanita que la acompañaba, no esperaba verla en la fiesta. Kenny se tranquilizó, quería tomar aire, ya había estado mejor. En otra época se habría descompensado al ver a la colorina. Fue a tomar algo de aire, la fiesta era algo densa.

No pensó que al salir, Tricia también fuera a salir.

¿Tenía que saludarla? Casi nunca habían hablado... qué incómodo.

"Kenny" Empezó la pelirroja.

Esto hizo que se enderezara el rubio ante el llamado de esta, esperaba todo menos que esta le hablase.

"Esto es tuyo"

La chica le entregó una caja pequeña. Esto confundió a Kenny, pensando que era una declaración de esta misma.

"Yo... estoy saliendo con..."

"Idiota. No es mía, es de mi hermano mayor"

Esto le heló la sangre a Kenny.

"¿Q-qué?

"Encontré esta caja, mi mamá iba a botar las cosas de mi hermano y recupere esta antes que la botara."

Craig...

Kenny tomó la cajita entre sus manos confundido, no sabía qué cara estaba haciendo ni cómo se debía sentir, el nombre de Craig en meses no lo había pensado y ahora venía de golpe de nuevo.

"¿Por qué a mí...?"

"Ábrela y lo entenderás"

 

Shelter: Refugio donde se quedan a dormir vagabundos en la noche.

Chapter 13: No puedo prometer que en mi proxima vida este contigo, no lo merezco [Final]

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Me gusta pasar tiempo con él porque es igual de miserable que yo. No puedo estar al lado de personas que son felices en sus vidas porque las termino odiando. Lo único que me gusta de él es eso, que su vida es pésima, su situación económica, su familia es horrible.

"¿Quieres morir conmigo?" Sabía que alguien que no tiene nada que perder, quizás y así, castigaría a dios por haberme hecho tan desdichado. No podría jugar nunca más con nosotros.

Para mi sorpresa me salvó, esa persona tan miserable, no quería morir. No me servía, era muy cobarde, el vivir por vivir porque morir no es mejor opción nunca había sido mi plan. Eso era el tipo de persona que más odiaba, que se conformaba con su patética existencia.

No quería volver a verlo, patético. Fue lo que pensé.

Sentía siempre como me miraba, era igual que todos los demás, me mira con expectativas me encerraba en una imagen que él había creado de mí. Le ignoré durante semanas, no quería relacionarme con él. Así que cuando mis pies me llevaron de nuevo a esa casa, fue inesperado, me curo con mucha suavidad. Me hacía odiarlo más.

Mi odio crecía hacia él, quien al principio me daba curiosidad, luego se convirtió en profundo resentimiento. Cada acto amable, cada sonrojo, cada risa, era motivo de que creciera ese malestar.

Iba a matar lo que producía, me senté en su estómago y envolví su cuello con mis manos, iba a acabar con esto.

"¿Craig...?" Preguntó adormilado Kenny, al despertarse por el movimiento. "¿Por qué lloras?"

Pregunto preocupado Kenny. No había notado que las lágrimas caían duramente por mis mejillas. Toque mi propia cara sin creerlo, no sé porque estaba llorando. Kenny envolvió a Craig entre sus brazos dejando que llorase lo que tuviera que llorar.

 

Odiaba con todo mi ser a Kenny Mccormick. Por eso tenía que matarlo. Su insignificante existencia se había vuelto mi tormento constante, quería matarlo, destruirlo, hacer que sea tan miserable como yo. No puede ser feliz con esa vida, yo soy igual que él, se merece lo mismo que yo. ¿Es por Karen? ¿Por qué sonríes?

 

¿Qué tienes que no pueda tener yo?

 

Mi pensamiento constante era querer hundir a Kenny, él se había convertido en todo lo que pensaba, no había salida. Nunca quise a Kenny. Todo era una mentira que se desharía tan fácilmente y lo aplastaría. Mi odio a Kenny había crecido durante los años, no se disipaba, solo aumentaba.

Kenny ignoraba esto, pero cada cosa era para dañarlo, todo fue para destruirlo, nunca lo amé un segundo.

Cada carta dentro de la caja relataba el profundo odio que tenía Craig a Kenny.  Kenny no sabía cómo reaccionar en ese momento, solo siguió leyendo, al final era lo único que tenía del amor de su vida. Su letra, puso sentimientos en esas cartas, dolía como la mierda pero quería seguir leyendo.

¿Esto era lo que querías que leyera, Craig?

——

 

Kenny tenía recostado su cabeza en el regazo de Craig en lo que veían la tv, programas basura que les comía la cabeza. Era algo bueno para pensar en nada. Kenny aburrido ya miró hacia arriba, a la cara de su novio.

"Craaaig."

"¿Mmh?" Correspondió la mirada bajándola a los azules de Kenny.

El silencio fue rellenado por la tele basura. Kenny miraba a Craig y Craig a Kenny.

.

.

Craig quien se aferraba a la espalda de Kenny mientras este se lo follaba en el sillón de la sala, sin importarle en lo más mínimo que alguien pudiera llegar en cualquier momento, lloraba mientras su interior era revuelto por la polla de Kenny, nunca se acostumbraba a sentirse lleno en su abdomen. Kenny brindaba besos en su cara con el esfuerzo de aguantar lo más posible, no quería correrse de inmediato. Los gemidos de Craig resonaban por toda la sala así como el chapoteo de la entrada y salida de Ken.

.

Kenny y Craig intercambiaron mirada en el pasillo. Y su siguiente destino fue Kenny enterrándosela en el cubículo del baño, aplastando sus nalgas con su pelvis y corriéndose en el condón.

.

Una mirada y sabían que seguía, Craig quien era dueño de las miradas de amor de Mccormick, embobado en clases viéndole la nuca que tenía una mordida hecha por sus propios caninos, era imposible de ocultar por completo solo parcialmente. Era realmente un adolescente hormonal que solo pensaba en coger.

Kenny se estaba volviendo más alto, comenzaba a ser más popular en el sexo opuesto, a todos les gustaba el sentido de humor de este y lo tierno que podía ser, nadie se podía enojar con Kenny al final a pesar de sus chistes sucios y lo tonto que era. Craig notaba como poco a poco se alejaba de él. No físicamente pero lentamente se daba cuenta que no podía llevarlo a su nivel, bajarlo para sentirse menos miserable.

Su pecho se revolvía, el odio desmesurado era todo lo que invadía su mente. Habían lágrimas en las hojas que escribió.
——

"Hey... ¿Qué pasa?" Kenny envolvió en sus brazos a Craig, quien sollozaba tristemente en los desnudos brazos de su amante. Kenny besó la frente de su novio, envolviendo su carita hasta que dejase de llorar. Él lo acunaria entre sus brazos todas sus tristezas y le daría todo lo que pidiera, pero Kenny no podía borrar la memoria de Craig, no tenía esa capacidad, su única solución era la pérdida de memoria para aliviar todo ese dolor.

 

——

Craig miró por el pasillo como una linda rubia se sonrojaba por su novio, su mano tembló al cerrar el casillero, ¿Cómo debía reaccionar? Que importaba, al final Kenny siempre iba a volver a él. Se alzó de brazos restándole importancia. Su sangre se heló en el momento que Kenny le respondió con una sonrisa dándole unas palmaditas en la cabeza como si se estuviera burlando de ella amistosamente.

 

——

 

Yo soy un niño no deseado. Mi mamá no me pudo abortar. La obligaron a parirme.

Mi papá es el papá de mi mamá, no soy un niño querido, ni por mi mamá, ni por mi papá, ni por mi padrastro. No era un niño querido, era el símbolo del abuso de su padre. Mirarme al espejo era doloroso, mi cara es igual al de mi papá y al de mi mamá. Para mi mamá lo era más, ya que tenía el color de pelo de su padre.

Siempre odié mi rostro, mi pelo negro, mis ojos oscuros...

La vida no era tan mala, hasta que llegó mi padrastro, el que dejó embarazada a mi mamá de mi hermana. Nos llevó a mi mamá y a mí a una nueva casa, mi mamá pensó que todo mejoraría. La vida lo hizo... menos para mi.

Las manos de viejos por mi cuerpo, ahogándome y sintiéndome pudrir, cada parte de mi cuerpo se sentía sucia.
Todos eran conscientes en el pueblo de que pasaban cosas en esa casa, hacían juntas por horas donde ahogaban sus instintos más oscuros.

Podía ver el cielo que se asomaba ligeramente por ventana, las estrellas... que bonitas.

...

Kenny vomitó a un lado.

 

——

 

"¿Volvió a lastimarte?" Preguntó preocupado Kenny, quien tomó la muñeca de Craig y le levantó lastimarte camiseta donde tenía lleno de moretones.

"Como sea. Ya no pasó tanto tiempo en casa, ya no pasa tan seguido" Se soltó y entró a la casa de su novio. "Las cosas están mejorando"

Sonrió con complicidad.

Me convencí de que así era. Las juntas ya no eran tan seguidas, como ya estoy creciendo ya no es tan entretenido, además que estoy ganando altura.

Craig abrazó por la espalda a Kenny hundiendo su cara en su cuello.
Todo estaba bien... todo mejoraría. ¿No?

——

Odiaba que mi mamá me mirara así. Devolví la mirada. Era una mirada de odio profundo, como si se lamentara cada día de su haberme parido.

 

"¿Qué miras, vieja bruja?"

 

Volteó la mirada con desagrado, murmurando algo que pude escuchar.

 

"Bastardo..."

 

Salí de casa con las manos en los bolsillos mirando el cielo, hacia frio...

 

——

Antes de seguir leyendo las cartas, Kenny tomo un respiro. Stan entró a la habitación, después de que Tricia le entregara la caja Kenny mencionó que debía irse, Stan viendo la situación aceptó a acompañarlo, no quería que estuviera solo en ese momento difícil.

Stan no dijo nada, ni preguntó nada, solo se sentó al lado de Kenny en la cama de Stan.

"¿Todo bien?"

Kenny no respondió... ¿lo estaba? no sabía si era el momento de leerlas, simplemente no quería esperar más. Quería una respuesta de todos los vacíos que le había dejado Craig. Nunca le dejaba cruzar la línea.

 

——

 

Mi mundo era brillante, en el día, el sol calentaba los corazones de quien lo veían. Me abrazaba hasta que tuviera de sobra. Me hacía reír hasta que me doliera el estómago. Me hacía enojar de tal forma, que tenía ganas de golpearlo y me dejaba hacerlo, pero reía y me derribaba para besarme. Es berrinchudo, caprichoso y infantil. Me encantaría que el mundo fuera de día siempre.

El sol hacía que la noche no se viera tan mala cuando llegaba porque sabías que iba a volver a salir este mismo.
Solo tenías que pasar la noche para ver al sol una vez más brillar con su intensidad. No puedes acaparar la luz del sol, al final va a brillar sin que tú hagas nada porqué es el sol, hace derretir al mundo sin querer queriendo.

 

"Vivamos juntos, Craig." Kenny sonrió, curando las heridas de su amante.

 

Las mejillas de Craig se prendieron y la idea le emocionó, titubeó un poco y fue a la negativa.

 

"¿Por qué?! Yo sé que no tenemos mucho pero... nadie sabrá que vives aquí conmigo, te esconderé." Dijo el chico, como si fuera tan fácil hacerlo...

 

"No puedo."

 

"Pero por qué, dime"

 

"Yo..." ¿Por qué era? ¿Por qué Craig no quería abandonar esa casa? ¿Por Tricia?

 

...

 

No...

 

Craig... ¿Sigues queriendo ser amado, verdad? Kenny no te puede dar ese pedazo que estás esperando. ¿Por qué sigues esperanzado, Craig? es porque eres un niño aún. Piensas que tu mamá te va a extrañar. Piensas que tu papá te va a extrañar aquel que no puedes llamar papá. Pero piensas... ¿algún día podré llamar está mi casa?

A veces mamá era linda, acariciaba tu cabello y te daba besos en las mejillas, te colocaba contra su pecho y cantaba canciones de cuna. Te encantaba ese olor a canela de su perfume.

"Mi bebé hermoso"

No te culpaba de lo que había sucedido. Al final tú no tienes la culpa, le reconfortaba verte después de un duro día de trabajo, emocionada llegaba y te elevaba en el aire para darte besos por toda tu cara regordeta.

Por eso cuando Kenny pregunta, volteas la mirada, dudas.

"No digas tonterías, Kenny" Reíste.

Kenny ríe nerviosamente ante tu respuesta, es verdad, estaba siendo algo tonto. Su situación no era mejor que la tuya.

El tema queda hasta ahí.

 

——

 

El mundo nunca es negro o blanco, siempre hay diferentes matices. La gente nunca es tan mala, la gente nunca es tan buena. Habían veces que Craig pensaba que podía pertenecer en esa familia, su papá, su mamá y su hermanita menor. Días tranquilos que nada pasaba, que al final terminaban desayunando todos juntos en la mesa y hablando del día a día. Mamá hablándole a la bebé y papá preguntándole a Craig cómo iba la escuela. Una vida normal, un día normal.

El día siguiente, mamá estaba follando con papá mientras te hacía unirte. Eres un buen chico, Craig.

Al siguiente día, los panqueques con mermelada por mamá estaban deliciosos. Por la noche, papá pateo tu estómago para que todo lo que habías comido lo vomitaras, lo hiciste enojar. Mal chico, Craig.

Mal herido vuelves donde Kenny que te recibe como siempre dentro de su colchón y te abraza como siempre.

Pero al siguiente día vuelves a casa y papá se preocupa por dónde estabas anoche. El proceso se repite.

Craig abre las piernas. Buen chico.

¿No ves que la bebé está llorando? Mal chico.

Ven acá, Craig. Siéntate. Buen chico.

Nunca debí haberte tenido. Mal chico.

Llegaste temprano de la escuela. Buen chico.

Quédate afuera hasta que aprendas la lección. Mal chico.

Tu cuerpo duele mucho por las magulladuras, vuelves donde Kenny y te recuestas... solo necesitas un tiempo para recuperarte y volver a casa.

 

——

Creo que estabas condenado desde que naciste, Craig. Fruto del odio.

 

¿No odiabas a Kenny, verdad?

 

¿Cómo sabrías que es amar si nunca fuiste amado?

 

Por eso lloras. Te quieres aferrar a él pero te querías convencer de que es igual de miserable que tú y el único podrido hasta la médula eras

 

Tú.

 

Pobre de ti.

 

Solo querías ser amado al final.

Pero terminaste convirtiéndote en lo mismo que según tú odiabas. Te convertiste en él. Porque cada parte de ti está sucia y ahogada de él. Ya te pudriste por completo.

Lo estás salvando de ti.

En el momento que la sangre cayó de la frente de Kenny, en ese momento supiste que nunca lo odiaste, lo amabas, pero si solo conocías esa versión retorcida del amor... ¿Qué podías hacer? Eres igual a ellos.

Nunca quisiste admitir que lo amabas porque tenías miedo de hacerle lo que te hicieron las personas que decían amarte.

Y mi último acto de amor...

 

——

 

"Feliz cumpleaños, Craig. Te has vuelto tan mayor." Dijo papá cuando Craig volvió a casa después de que Kenny le haya dejado en esta para que se cambiase y salieran.

"Uh... sí."

"¿Ese chico es tu novio?"

"¿Q...Qué? N-No..." Se fue a la negativa de inmediato, un nudo en la garganta se le fue de inmediato.

"Desde cuando te has vuelto tan mentiroso, Craig" Habló de forma severa. "Olvídalo. Es tu cumpleaños, lo dejaré pasar por eso"

Revolvió el cabello del chico. El hombre quien puso sus manos en los hombros del joven en frente del espejo del salón.

"Mírate, pensar que a pensar ayer eras un bebé. Eres igual a tu madre." Ambos miraban su reflejo en el espejo, Craig tenía nauseas, todo se sentía como estática. "Algo que siempre me gustó de tu madre eran la forma de sus ojos, largas pestañas naturales y sus cejas pobladas. Heredaste la coqueta mirada de tu madre"

"Tengo que... irme, tengo un compromiso"

"No he terminado de hablar"

La sangre de Craig se heló por la voz, la ansiedad hormigueaba en sus manos y pies. Los labios bajaron a la oreja de Craig en lo que seguía hablando, el aliento contra su oído.

"Nariz respingada y labios finos, un sensual lunar debajo de sus ojos. Quizás si te tiñeras el pelo rubio, sería la copia de tu madre de joven. Estoy seguro que eres un rompecorazones como lo era ella."

"Realmente estoy decepcionado de que a medida que creces pasas menos tiempo en casa, pensaba que querías a tu familia, si la quisieras no pasarías tanto tiempo fuera" Acaricio sus hombros tomando su mandíbula con su mano. "Mi pequeño Craig, de cualquier forma papá te ama y siempre va a estar para ti. Siempre vas a ser mi buen chico."

 

——

 

Craig pensó que iba a morir después de la paliza que le dieron por negarse a cooperar en la celebración que le había hecho su padre, lo habían golpeado tanto que inclusive dudaba que siguiera vivo, perdió el conocimiento en algunas ocasiones rogando morir en ese momento mientras abusaban de su cuerpo mal herido, ¿Alguien mencionó que el cuerpo humano era realmente resistente? está recubierto para proteger órganos vitales, así que por más que lo golpearan una y otra vez, abusarán de la misma forma. Su cuerpo que no podía ni respirar adecuadamente sin que doliera el hacerlo.

Craig miró la hora en el reloj de la sala, después de haber pasado seis horas, entre desmayado y despierto finalmente recobró bien la consciencia. Kenny le estaba esperando... se miró al espejo; estaba hecho un desastre. Siempre habían tenido cuidado de no hacerle nada en la cara, realmente le gustaba mucho su cara. Esta vez tenía el labio roto y el ojo apenas podía abrirlo, la nariz le chorreaba de sangre y se veía sangre seca.

Dolía el solo hecho de estar vivo.
Kenny le estaba esperando. Cómo lo iba a ir a ver en este estado. Craig se las arregló para llegar a la casa de Kenny, dándose cuenta que se iban a juntar en el centro comercial pero el dolor de su estómago era tan grande que a penas podía respirar bien, menos iba a lograr cruzar la ciudad.

Miro el cielo nocturno... ah... que bonito que es. Fue a comprar unas cervezas en la botillería al lado de la casa de Kenny, nadie preguntó por su estado, a nadie le importaba una mierda lo que pasará con él.
Se sentó en las piedras húmedas junto a las cervezas.

Vaya cumpleaños. Abrazo sus piernas recostando su cara magullada en sus rodillas, cerrando los ojos esperando a Kenny. Todo estaba bien, todo estaría bien. Solo necesitaba recargar y todo volvería a la normalidad.

"Que cansado estoy..." Musitó.

La vida es agotadora. Vivir es agotador.

Todo mejoraría. ¿Lo hará, verdad? ¿Lo hará, verdad? ¿Lo hará, verdad?

No lo sé...

Extrañaba a Kenny.

 

——

 

"Wow, la nieve está suuuuper blanca"

"Me quema los ojos..."

"Vamos, Craig. ¿nos tiramos de unas tablas? será divertido"

"¿Cuánto qué voy más rápido que tú?"

El chico sonrió desafiante antes de ponerse a correr para tomar ventaja. Fue seguido de Kenny que en su intento de competición decidió correr para ganar delantera, aunque la nieve era muy densa y sus pies se quedaba atrapados.

Al final al llegar a la cima los dos chicos estaban cansadísimos, se tiraron a la nieve que enfriaba sus caras calientes por el esfuerzo físico.

"Pfff... JaJAJAJA"

"¿De qué te ríes?" Hizo un puchero Kenny a de la escandalosa risa de Craig, pensando que se burlaba de su idea. "¡Deja de reírte!"

"Eres un idiota, corrimos hasta acá y se te olvidó la tabla"

Kenny recién se dio cuenta, avergonzándose. Se había distraído con la competencia de correr hasta arriba.

"¡Deja de reírte!"

Kenny le tiró una bola de nieve lo que no impidió que Craig siguiera riéndose de él. Dejando a un Kenny rojito no solo del esfuerzo sino de la vergüenza.

Al final Kenny para callar a Craig se tiró encima de él aplastándolo contra la nieve, este se quejó porque cayó en su estómago quitándole el aire. Craig forcejeó haciendo que coma nieve. Así comenzaron a pelear jugando en la nieve.

Craig se levantó huyendo de Kenny que este le perseguía en el ya no tan aplastable nieve ahora podía correr encima del montículo de nieve. Kenny intentaba pararlo tirándole bolitas de nieve que este las esquivaba.

 

Craig por su parte tiró una bola de nieve de vuelta y esto se transformó en una pelea de bolas de nieve. El azabache que era nulo esquivando finalmente el cayó una bola de nieve en la cara.

 

"JAJAJAJAJAJA" Se partió Kenny por cómo la nieve caía lentamente de la cara de Craig. Esto era todo. Era la guerra.

 

Así empezó la más feroz de las peleas de bolas de nieve que llevó a los dos bandos divididos con sus propios reinos (detrás de unas rocas) donde juntaban las bolas de nieve que iban a usar tácticamente contra el enemigo. Al final fue Kenny quien levantó la bandera blanca. Llevándose la victoria Craig Tucker.

 

Terminaron exhaustos en el suelo nevado, mirando el cielo que se sentía más brillante de lo usual. La calidez del sol de invierno. Contrastaba con el frío de la nieve.

 

No contaba con la alta traición del que se rindió, no esperando que lo tomara entre sus brazos y se tirara por el montículo hasta abajo, matando a Craig de susto en lo que se deslizaban cuesta abajo sin tabla alguna solo nieve entrando en sus ropas y cayendo cuesta abajo.

 

"¡ERES UN IMBECIL!"

 

"JAJAJAJA, En el amor y la guerra se vale todo, primor" Le guiñó el ojo.

 

"Ahora estamos llenos de nieve hasta en los zapatos"

 

Kenny solo reía de cómo refunfuñaba su novio, se partía por lo bola sé que veía con toda esa nieve dentro de chaqueta.

 

"¿Están jugando sin mi? No puedo creerlo"

 

"No es lo que piensas" Trato de ponerle excusas a su hermanita, Kenny a Karen.

 

"Fue idea de Kenny"

 

"Mi propio hermano traicionándome"

 

Kenny le pidió auxilio a Craig que solamente se partía de la risa. La tirana Karen hizo que su hermano en el juego de la casita, donde ella era la mamá y Craig el papá, Kenny fuera el perro que no puede hablar como castigo.

 

"¡Te dije que los perros no hablan!"

 

"¡Woof!"

 

——

 

"¿Vas a ir al baile de primavera?" Preguntó curioso Kenny con la cabeza colgando del colchón en lo que Craig tenía su mirada fija en la psp.

 

"Uh ¿Para qué?" Preguntó con cara de desagrado. "Es una estupidez, no voy a ir solo"

 

"¿Qué? pero si vamos juntos, será divertido"

 

"Tontooo, los niños no pueden ir con otros niños, solo niño y niña"

 

"Eso es estúpido y los que no tienen pareja?"

 

"Los asignan a una niña que haya quedado bailando sola" Craig se metió el dedo en la nariz. Que luego el moco de su dedo lo soplo para que perdiera su rumbo a algún lugar lejano de la habitación. "Si quieres, ve. No iré."

"No quiero bailar con nadie si no es contigo" Kenny hizo un puchero.

"¿Siquiera sabes bailar?" Craig ladeó una sonrisa burlona.

"Puedo improvisar"

"Pff... de seguro le vas a pisar el pie a tu acompañante"

"Oye, no es verdad"

Craig se levantó y le tendió la mano a Kenny para que se levantara. Confundido aceptó la mano de Craig.

"Mano en mi cintura y la otra en mi mano, mirada en mis ojos y tus pies sigue a los míos, si yo doy un paso, tú lo das al lado opuesto, yo atrás, tú das uno adelante, yo doy uno adelante, tú uno atrás."

 

Kenny intentó memorizar las instrucciones para poder aplicarlas, pero su corazón latía muy fuerte al tener contra su cara la respiración de su novio.
La música de la PSP era una balada, que iba muy acorde a la práctica. Craig comenzó a moverse en un compás lento esperando los movimientos de Kenny, no eran perfectos, eran torpes pero lograban moverse por la habitación por lo menos. Craig era muy paciente con Kenny. La sonrisa tranquila de Craig y la concentración máxima de Kenny tratando de no pisar a Craig.

 

"Vuelta"

 

Craig da un giro con Kenny que logró seguirle el paso girando juntos, ya Kenny entendió la serie de pasos que estaba haciendo Craig y ya se estaba divirtiendo más al repetirlos junto a su novio, esta vez la vuelta la hizo Kenny haciendo girar a Craig. Este se sorprendió y soltó una risita enternecida, esto fue correspondida por Kenny.

 

Dos amantes bailando en la soledad de la habitación siendo cómplices uno del otro.

 

"Nada mal para una primera vez"

 

"Pff, ya sabes, la chispa Mccormick"

 

Craig rodó los ojos. Esto hizo reír a Kenny.

 

La balada terminó y quedaron cara a cara, tan cerca, corazón a corazón y miradas llenas de amor que compartían los chicos, se sostenían la mirada como si quisieran que el tiempo se detuviera y lo dejara a ellos pegados de aquella forma, diciéndose todo con las miradas.

 

"Creo que me enamoré de ti de nuevo" Soltó Kenny. Ya lo estaba, volvió a enamorarse una vez más. Una más de las cientos de flechamientos que había tenido por Craig.

 

Esto causó un rubor en el azabachado y que dejó de sostenerle la mirada ocultándola con vergüenza.

 

"Qué dices..." Nunca se acostumbraba cuando Kenny le profesaba su amor.

 

Kenny soltó una risa nerviosa.

 

"Craig, tú me haces muy feliz." Puso la mano que estaban juntas aún por el baile en su corazón. "Mi corazón está lleno de ti. ¿Cuántas veces es posible enamorarse de alguien?"

 

"Eres un mocoso, ¿Qué sabes tú?" Se burló Craig, pero Kenny insistió.

 

"Yo solo sé que desde que te conocí, supe lo que era estar vivo... ese día que me dijiste que muriera contigo, irónicamente, si no te hubiera conocido hubiera vivido sin saber lo que era estar vivo. Eso es lo que sé. Te amo, Te amo tan fuerte que es doloroso." Kenny cabizbajo. "Te amo maldita sea, Craig."

 

——

 

Kenny despertó entre lágrimas, después de haber leído la última carta.

 

Yo también te amo, Kenny.

 

Eran las últimas palabras que contenían la última de las cartas. Aquellas que más que cartas eran un relato de su propia existencia, un rastro de que había pasado por este mundo.

 

¿Por qué me haces esto? Cuando estoy a punto de olvidarte me recuerdas que no soy capaz de hacerlo porque habría muerto si lo hiciera. Mi vida eras tú, Craig.

 

Kenny tomó la carta en su mano. Gritando muy fuerte al aire, asustó a Stan, quien rápidamente notó que estaba llorando y que gritaba para sacar el coraje de su alma.

 

Maldita sea, Craig.

Tú y tu estúpida sonrisa.

Tú y tus suaves ojos.

Tu paciencia y tu monótona voz gentil.

 

Me hiciste desgraciado. En el momento que te conocí, acabaste conmigo. Si nunca te hubiera conocido, si nunca te hubiera conocido...

 

"¡Kenny, detente! la vas a romper" Advirtió Stan con la carta que estaba en su mano.

 

Esto hizo que se detuviera en seco.

 

Si nunca te hubiera conocido no estaría tan triste de lo feliz que fui a tu lado sabiendo que nunca podré volver a ti. ¿Cómo vivo ahora sabiendo eso? Olvidarte es perderme, pero como no te olvido sin desgarrarme. Si hubiera sabido que te irías me hubiera quedado más noches trasnochándome aprovechando cada hora de ti en mis brazos. Y que mentira, porque desde el inicio sabía que te irías ¿Por qué pensé que te quedarías?

 

Kenny apartó a Stan y se colocó su chaqueta saliendo corriendo de ahí junto a la caja de madera con aquellas cartas.

 

Si nunca me dijiste que lo harías. Me sentí tan traicionado cuando te fuiste.

Pero yo sabía que tú no me dejarías, no lo hiciste ¿verdad? eso me quieres decir. Que al final, si me elegiste. ¿Entonces por qué?

 

——

 

"Así que lo supiste"

 

"No en un primer momento"

 

"..." Craig se sentó.

 

"¿Estás enojado?"

 

"Algo. No mucho, te extrañaba"

 

"Pff... Dímelo a mí."

 

"Eres un tonto, ¿lo sabías?"

 

Kenny abrazo entre sus brazos a Craig, este Craig no había crecido más allá de lo que era, su aroma que recordaba le hizo derrumbarse en la nieve. Lloró y lloró como un niño pequeño a moco tendido.

 

Un pequeño Kenny que apenas conocía a Craig que era un bebé aún. La pequeña manita de Craig se la tiende a Kenny con una sonrisa. Al igual que el día que se conocieron, un short y camiseta en invierno pero no hacía frío, sus piernas no estaban heridas.

 

"¿Vivamos juntos, Kenny?"

Notes:

gracias por leer