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Chapter Text

El sol empezaba a asomarse por la ventana.

Marinette acaba de entrar a su habitación luego de la noche tan ajetreada que tuvo, no podía creer todo lo que le había ocurrido hace tan solo un instante...

La noche había sido una noche ajetreada con demasiada información que necesitaba ser procesada, y aún la dejaba pensativa.

Acababa de conocer una versión "chica buena" de ella, jamás pensó que en alguna parte del universo existiría una versión tan diferente a lo que ella era.

Marinette era una chica sin amigos, triste, malhumorada, nada linda, con problemas en casa gracias a sus padres, especialmente por su madre porque a su padre no solía importarle mucho, ni prestrale atención, ni sermonearla como su madre hace a menudo.

Era miembro de una organización con gente no muy agradable dirigida por el supremo quien la invitaba a unirse en un momento de vulnerabilidad. Otorgandole el milagroso de la mariquita sin siquiera explicarle las consecuencias que podria traerle el uso de este.

Pero ella no tenía ningún otro lugar al que recurrir por lo que había aceptado unirse.

Mientras ella vivía todo este calvario existía otra versión de ella que tenía amigos, era feliz, amigable, dulce, querida por sus padres y amigos ERA LO OPUESTO A ELLA. ¿Como eso era siquiera posible?

Seguia un poco en shock y pensando en lo que su versión buena es como persona y como ella tal vez con esfuerzo podría intentar ser parecida a esa versión.

Aunque tendría un largo muy largo camino por recorrer.

Pero no solo era eso lo que la atormentaba a tempranas horas del día.

Seguía sin creer que su irritante compañero Claw Noir era el mismísimo ADRIEN AGRESTE.

El chico que tanto le fastidiaba solo con ver su cara, el chico riquillo, guapo, con una vida resulta, un padre amoroso aunque algo ausente en los últimos meses, el chico que parecía estar pasándola igual de mal que ella.

"Por favor, si tiene la vida resuelta" - solía pensar.

Era el mismo portador del milagroso de la destrucción con quién sale por las noches a destruir la ciudad.

Le resultaba difícil pensar en que el también se vio envuelto en las garras del supremo aceptando unirse a la organización al igual que ella.

Y con un contrato que los sometía a ser fieles, rendir cuentas y seguir órdenes del supremo.

¿Justo como ella? Podía esperar incluso mejorar la relación con su madre antes que eso.

Sus pensamientos seguían dando vueltas y vueltas en su cabeza, por lo que decidió bajar a la cocina por un poco de comida.

"Al fin despiertas" - le dijo su madre desde el sofá fumando un cigarrillo.

Lo cual Marinette ignoró como siempre dirigiéndose al refrigerador para tomar lo que sea que encontrará para comer.

"¿A donde fuiste anoche? no regresaste luego de que te fueras gritando que no volverías jamás" - dijo su madre con tono irónico mientras fumaba y veía la televisión.

"Como si te importa" - dijo con voz cansada.

"Qué es ese tono jovencita, recuerda que soy tu madre y aun vives bajo mi techo. Me sorprendí verte por aquí tan pronto, no esperaba que volvieras luego de todo el escándalo que hiciste ayer. Pensé que realmente no volverías" - dijo su madre en tono burlesco por lo rápido que su hija regresó a casa luego de jurar que jamás volvería.

"Reflexioné, supongo" - dijo la chica mientras subía de vuelta a su habitación, realmente estaba muy cansada y con cero ganas de discutir con su madre.

De vuelta en su habitación comió su manzana y se dirigió a la cama, estaba agotada.

Su sueño no duro demasiado apenas pudo dormir unas cinco horas cuando su teléfono sonó repentinamente.

Era el supremo quién trataba de contactarla luego de su viaje a otro universo, por lo que se levantó agitada.

Hace algunas horas leprometió a otra versión de ella misma que trataría de ser mejor persona, y convertirse en una súper heroína para la ciudad de París.

Pero realmente no pensó en su contrato con el supremo, los nervios y el miedo la carcomian por dentro.

En ese momento recibí un mensaje.

- Hola Marinette soy Adrien conseguí tu número, ¿tienes alguna idea de lo que le diremos al supremo luego de ayer?

- No, aún no tengo idea.

- ¿Te parecería venir a la mansión Agreste? Podríamos buscar una manera de dejar por fin la organización. Y puede que haya descubierto como liberar a los kwamis de su sello pero no se puede hacer sin la presencia de ambos miraculous. También tengo información que debes saber.

- Bueno creo que está bien, estará ahí en una hora tal vez.

- Ok, te estaré esperando.

¿¿Esperandola?? Era muy raro para ella pensar que Adrien estaría esperandola.

Pero después de todo él, al igual que ella, quería mejorar y tal vez tener a alguien acompañándote en el proceso no es tan malo.

Tenía que apresurarse para descubrir una forma de romper su contrato y liberar a su pequeña kwami.

"Al parecer Adrien sabe como liberarte" - dijo mientras le daba una sonrisa calida a la kwami y estaba entraba a su bolso.

"Mamá, saldre por un par de horas" - le avisaba a su madre sobre su repentina salida

"Oh vaya, así que te irás de nuevo a la calle. Bueno, has lo que quieras" - le contestaba su madre no muy interesada mientras Marinette cerraba la puerta de su casa.

Se dirigió hacia la mansión Agreste para tratar de romper el sello de ambos kwamis y descubrir una manera, con su compañero de equipo, de romper su contrato con el supremo y poder dejar su pasado atrás.

Así porfin podría convertirse en una versión más agradable de ella misma.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

En la mansión Agreste las cosas estaban confundidas por parte de Adrien y Gabriel.

Luego de todo lo que sucedió en la noche y la aventura que fue ir a otro universo donde todo era opuesto.

Gabriel se quedó pensando en que sí realmente quería tratar de mejorar París ya era hora que le explicara a su hijo su arrepentido alejamiento y ausencia.

No podía seguir ocultandole cosas al único familiar que le quedaba, su hijo no merecía seguir siendo ignorante sobre esto.

Mientras tanto en la habitación de Adrien.

El chico entró a su habitación, luego de tan loca aventura.

Estaba realmente agotado pero sorprendido por todo lo que había vívido y descubierto hace unas horas y con todo el entusiasmo de querer mejorar como persona.

Quizás ahora podría mejorar la relación con su padre y podría tener una oportunidad con Marinette, la hija del panadero que tanto le gustaba.

"¿Puedes creerlo plagg? todo este tiempo mi compañera de equipo era Marinette" - dijo con ilusión y cara de enamorado.

Realmente le gustaba Marinette

"Y yo la e estado llamando cucharacha desde que la conozco" - su sonrisa desapareció de su rostro al recordar su comportamiento.

Quería desaparecer en ese momento. "Como pude ser tan tonto" - pensó golpeándose con una almohada.

Estaba arrepintiéndose por su comportamiento y tratando de no tirarse por la ventana cuando escucho que alguien llamaba a la puerta de su habitación.

"Buenos días Adrien, se que es algo temprano pero tengo algo importante que decirte, ¿puedo pasar?" - el padre del chico llamaba a la puerta.

"¿Ah si?, esta bien" - le respondió su hijo dirigiéndose a abrir la puerta. La que no abrió sin antes inhalar y exhalar.

"Adrien quería, bueno explicarte algunas cosas hijo. Sé que quizás sea un poco complicado de entender para ti pero no puedo seguir ocultandote esto" - le decía su padre con un tono bastante serio aunque algo inseguro.

"¿Tiene algo que ver con mamá y como decide refugiarse en tu trabajo luego de que ella falleciera?" - le preguntó su hijo.

"Realmente sí, cuando tu madre falleció sintió que todo acababa para mí, no podía seguir adelante sin ella. No si no está con nosotros" - dijo su padre bastante triste al recordar la pérdida de su esposa.

"Ni siquiera pudiste salir adelante por mí ¿eh? - le contestaba su hijo viéndolo a los ojos.

"No, Adrien, no me refiero a eso. Sé que esto a sido difícil tanto para ti como para mí y no sabía que hacer. Es cierto que me refugie en mi trabajo y seguir adelante no a sido fácil, y mi ausencia no es porqué ya no me importa. Sólo trataba de protegerte" - le decía Gabriel con cansancio en su rostro.

"¿Protegerme?" - su hijo no entendía como dejándolo a la deriva lo protegería.

"Si, eso es lo vine a explicarte. La razón de mi ausencia no solo es por la pérdida de tu madre, hay algo más que por tu seguridad e mantenido en secreto pero esto no puede continuar así" - Adrien escuchaba atentamente.

"Con tu madre sugerimos unirnos a una organización, buscamos una manera de poder curar su enfermedad y de alguna manera llegamos ahí. Es un lugar horrible pero no teníamos otra opción, yo no queria perder a tu madre y ella no quería que crecieras sin su compañía y muy tontamente caímos en su trampa" - Se veía en su cara lo arrepentido que estaba.

"Espera, ¿de qué estás hablando?" - preguntó el chico con confusión en su rostro.

"Se que es difícil de comprender, pero en París existe una organización que solo se encarga de chantajear y obtener poder. París vive con tanta criminalidad día a día por culpa de ellos" - Adrien estaba inmóvil, pálido, sin ninguna expresión.

"¿Te encuentras bien Adrien?" - preguntó su padre al ver su comportamiento y horror.

"Pa~padre ¿conoces al supremo?" - le dijo horrorizado.

"Sí, el es el líder de la organización de la que te habló. ¿Como lo conoces?" - en la cara de ambos se notaba lo confusos que estaban.

Gabriel estaba muy asustado ¿Por qué su hijo conocería al líder de la organización de la cuál huyo y era perseguido? Se imaginó lo peor y no estaba nada lejos de la realidad.

Adrien acabó con el ambiente tenso que estaban experimentando comenzando a hablar.

"Lo conocí porque... papá al parecer somos más similares de lo que yo creí" - Gabriel casi sintió náuseas, era un hombre inteligente, casi podía descifrar las palabras que estaban a punto de salir de la boca de su apreciado y único hijo .

El chico suspiro procediendo a contarle lo que había vívido a su padre.

"El me... otorgó un milagroso" - dijo Adrien y Gabriel casi se desmaya al oír las palabras de su hijo.

El supremo era realmente un ser detestable y malvado. No solo había terminado con la vida de su esposa antes de tiempo ¿si no que también fue por su hijo? Fue muy tonto al pensar que solo tomando su distancia él dejaría en paz a Adrien.

Era un momento difícil para ambos.

"¿Cuál es el milagroso que te confió?" - preguntó su padre completamente desmoronado.

"El del gato negro" - dijo su hijo con la mirada hacia el suelo.

No solo había ido por su familia, si no que su preciado hijo ahora tenía las manos manchadas.

El era Claw Noir.

Había echo que padre e hijo estuvieran en bandos diferentes y en una batalla constante. Su hijo junto con su compañera Shadybug eran los principales subordinados del supremo y los encargados de pelear y recuperar lo que Betterfly había robado.

No podía creerlo.

Le habían dado justo en donde más dolía.

Su apreciada familia.

Pero esto no se quedaría así.

Aun tenían cartas por jugar y ahora el se encargaría no solo de recuperar la confianza de Adrien, sino también de protegerlo y ayudarle a salir de éste embrollo, en el que por su descuidó, su preciado hijo, había entrado. El haría lo que estaría en sus manos para ayudarle a salir de ese espantoso lugar.

No estaría sólo.

Lastimosamente tanto Adrien como Gabriel conocían muy bien la organización pero ahora se tenían mutuamente.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Luego de tan horribles revelaciones, Adrien y Gabriel fueron a tomar desayunó.

"Se que es apresurado pero debemos empezar a movernos, debemos ir siempre un paso delante del supremo" - le decía Gabriel mientras el cocinaba y su hijo ponía la mesa.

Adrien estuvo de acuerdo en hablar sobre el tema.

"¿Conoces la identidad de Shadybug? Me gustaría invitarla a la mansión" - preguntó.

"Sí, cuando estuvimos tratando de rastrearte por la noche ella se topó con la información del poder absoluto y trató de invocarlo pero no pudo. Por los sellos que tienen los milagros" - dijo Adrien.

"Claro, el supremo siempre coloca sellos y restricciones en caso de traición. Sé como anularlo, pero necesito ambos miraculous para poder romperlo. Entonces, ¿Puedes contactarla? Al parecer ella puede estar en una situación similar a la nuestra. Además sería muy útil tenerla de nuestro lado" - dijo Gabriel interesado por la identidad de Shadybug.

¿Quién pensaría que sus persiguidores ahora podrían apoyar su causa? El viajé a un universo opuesto lo había ayudado más de lo que el pudo imaginar.

"Si, por supuesto, se veía bastante aterrorizada luego de pensar en lo que haría el supremo luego de que descubriera que abandonamos la organización, podrías serle de ayuda" - dijo Adrien sentándose listo para comer sus panqueques.

"Perfecto, contactala lo antes posible. Dile que tienes información para ella y que sabes como romper el sello de los miraculous" - dijo Gabriel esperanzado al saber que pronto podría contactarla.

Claro, media vez ella aceptará.

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Marinette estaba enfrente de las grandes puertas de la mansión Agreste.

Algo nervioso, tocó el timbre de la lujosa mansión.

Le respondió Nathalie la mano derecha del Señor Agreste.

"Eh mmm hola, soy Marinette vine a ver a Adrien" - dijo la chica un poco tímida.

Jamás imaginó estar en ese lugar y menos para reunirse con Adrien.

"El joven Adrien estaba esperándola, puede pasar" - las puertas se abrieron por lo que ella entró.

Era un lugar bastante grande. Muy diferente de su casa.

En la entrada estaba Adrien esperándola mientras le sonaba.

"Hola Marinette llegaste más pronto de lo que pensé" - le dijo el chico con una sonrisa suave.

Marinette apartó la mirada mientras le contestaba.

"Al parecer sabes como liberar a tikki y" - tomaba aire procediendo a dejar salir un suspiro. "Tenemos que hacer algo respecto al supremo" - dijo la chica viendo a Adrien a los ojos.

Notó que alguien se acercaba, por detrás, era Gabriel Agreste, el padre de Adrien.

"La estábamos esperando señorita yo puedo ayudarles con respecto a eso" - dijo el amable Sr. Agreste.

Marinette estaba confundida, realmente confundida, en que podría ayudarla el famoso diseñador de modas Gabriel Agreste. Y antes que todo ¿Por qué sabe acerca de este asunto? ¿Cómo podría ayudarla a salir de todo este embrollo?

Muchas preguntas rondaban por su cabeza, pero antes de que pudiera seguir preguntándose más cosas se encontraban bajando por un ascensor junto con Adrien y su padre.

No entendía absolutamente nada de lo que estaba pasando.

"Creo que debes estar bastante confundida hace tan solo unas horas Adrien lo estaba igual que tu" - dijo gabriel en tono amable y cpmprendiendo perfectamente que ella estaría confundida.

"La verdad no comprendo porque sabe sobre esto" - dijo la peliazul viendo al rubio con una mirada intimidante.

Gabriel soltó una pequeña risita. Era divertido ver como interactuaban ambos chicos. Detrás de las máscaras de Shadybug y Claw Noir solo habían dos adolescentes.

"Pronto lo comprenderás todo" - dijo.

Siguieron caminando hasta que llegaron a lo que era su guarida y donde monitoriaba todo lo que sucedia en la ciudad.

"Bueno, llegamos" - dijo Gabriel.

"Hola maestro, estábamos esperandolos" - dijeron nooro y dussu a la vez.

"¿ El kwami del milagroso de la mariposa y el pavo real?" - pensó Marinette.

Ahora si comenzaba a tener sentido ya conectar todo, pero era tan difícil de creer que espero a que le confirmen todo y asi comprender que estaba pasando de una vez.

"Bueno, me presentó a la señorita Shadybug, soy Betterfly es un placer poder conocerla.

"¿Betterfly es tu padre? ¿HEMOS ESTADO TODO ESTE TIEMPO ENFRENTÁNDONOS A TU PADRE?" - dijo la chica bastante agitada y exaltada por la situación.

"Bueno si, es difícil creerlo yo sigo sin que me entre en la cabeza. Me enteré hace tan solo unas horas" - dijo el rubio quién estaba más calmado.

Aunque era realmente impensable hasta para él.

"Se que ambos deben estar aún confundidos, no es algo fácil de procesar, pero me alegra saber que ambos quieran mejorar, no estarán solos. El supremo es realmente un ser detestable, no solo ustedes cayeron en su tonta trampa. Incluso yo, ingenuo , en momentos de desesperación y vulnerabilidad acepta unirme a su organización. Pero logré escapar, llévame en el camino dos milagros y el libro. Ustedes saben el resto" - dijo Gabriel.

Todo esto le afectaba bastante y más que todo por su hijo, al que había tratado de proteger, al cual le provocó tanto daño y soledad, terminó justo en el mismo lugar que él.

Pero está vez no lo dejaría sólo, a él ni a la otra chica a la que el supremo había manipulado para utilizar el milagroso de la mariquita.

Está vez si también conseguía que Shadybug se uniera a su causa seguro podrían empezar a hacerle frente.

Y aún más sabiendo que estos chicos poseían los milagrosos de la creación y destrucción, sería un gran golpe para el supremo.

"Y que hay acerca de tikki y plagg, ¿Puedes romper su sello?" - preguntó Marinette.

Los kwamis aún conservan sus sellos que les impedía hablar.

"Puedo ayudarte con eso - dijo gabriel sonriendole a la chica.

"Cuando escape logre llevarme conmigo el libro de los miraculous, contiene toda clase de hechizos, inclusive el hechizo con el que sello a tikkie y plagg , con este hechizo logré anular el sello de nooro y dussu" - respondiendo a la pregunta de Marinette.

"No es de extrañar que el supremo estuviera tan desesperado en obtenerlo de vuelta" - dijo la peliazul ya que ella era testigo de la insistencia que tenia el supremo en recuperar de vuelta los miraculous y libro que le fueron robados.

" Pero antes que nada tanto tu como Adrien deben comprender que ante cualquier cosa no deben usar su poder.

Esto no era un juego, todo podría inclusive, dejar de existir.

Ambos jóvenes asistieron.

"Creo que tanto Marinette como yo lo comprendemos, no te preocupes por eso padre" - dijo su hijo, que, al igual que su padre comprendía la situación.

Marinette por su parte pensaba que quizás usar el poder absoluto podría ayudarle a salir de esto más fácil, pero comprendió que no era la manera de hacer las cosas, eso diría Ladybug.

Sacudió su cabeza deshaciéndose de cualquier pensamiento intrusivo.

"Lo comprendo señor ¿Betterfly?" - dijo la chica no sabiendo como referirse al hombre.

"Puedes llamarme Sr. Agreste si te resulta más cómodo cuando no este transformado." - dijo calidamente

"Esta bien Sr. Agreste, ahora comprendo la situación y bajo ninguna circunstancia el poder absoluto debe ser utilizado" - dijo Marinette.

Ya aclarado todo, Gabriel procedió a abrir el libro de los milagros y recitar el hechizo que anulaba el sello.

Se demoró ya que era bastante difícil resitar los hechizos y el más mínimo error traería grandes consecuencias.

Todo salió perfectamente.

"Aaaah" - plagg bostezo.

"Al fin libre, porfin podré volver a disfrutar de un buen y apestoso camembert ¿No te alegra terroncito? - le dijo a tikki.

La kwami volteó los ojos.

"Sí, me alegra mucho saber que nuestros portadores eligieron el camino correcto y no se autodestruiran a si mismos usando el poder de los milagros" - dijo sonriendo.

Estaba aliviada de que el poder tanto del gato negro como el de la mariquita no sería usado para el mal y ahora sí serían usados para su propósito, ayudar a la humanidad .

Adrien y Marinette estaban bastante sorprendidos por las pequeñas criaturas y apenados por como los habían tratado.

Precedieron a darles comida, ya que sus portadores en otro universo les habían recomendado llevar queso camembert "recomendación de Chat Noir" y una galleta "recomendación de Ladybug". ". ". "  para sus kwamis cuando estos eran libres del sello que los mantenía atados.

Estos llevaban mucho tiempo consumiendo la energía de sus portadores y no era suficiente para mantener su energía recargada.

Estaban hambrientos por lo que comieron gustosos.

Procedieron a hablar sobre que harían con El supremo.

Marinette estaba asustada.

Que sucedería si decidiera tomar venganza por su propia mano, el sabía todo de ella, no sería fácil salirse de sus garras.

Adrien por su parte también se encotraba atemorizado, el supremo no era un alma amable y gentil. para nada.

Gabriel tranquilizo a ambos jóvenes diciendo que todo estaría bien, ya que el logró escapar de ahí aunque... se olvida de contarles un pequeño no tan pequeño detalle.

Ya que en venganza la madre de Adrien había sido asesinada en un descubierto. de los Agreste y Adrien había sido reclutado para poseer un milagroso.

El había logrado acabar con la valiosa vida de su amada esposa y engañar a su hijo.

Ambos chicos eran un mar de nervios y el miedo los carcomia por dentro.

Por lo que Gabriel decidió omitir esta información por el momento ya que solo aumentaría el pánico de su propio hijo y el de su amiga, que se veia bastante mal cuando hablaban sobre las consecuencias que traería desobedecer las órdenes del que conocían como supremo.

"Se que ambos están nerviosos, pero les aseguraron que no están solos, un adulto los acompaña y guía, no tienen que pelear solos, ni resolverlo sin la ayuda de nadie" - dijo Gabriel.

Ambos chicos suspiraron y se tranquilizaron, era reconfortante tener a un adulto apoyando en momentos difíciles y sin claridad.

"Tengo una pregunta que hacerles" - dijo Gabriel, llamando la atención de ambos jóvenes.

Era algo que tenía que quedar aclarado.

"Se que están bastante asustados con respecto al supremo y todo lo que esto conlleva, pero necesito saber si están dispuestos a luchar en su contra" - el jamás los obligaría a luchar si ellos no estaban dispuestos, así no funcionaban las cosas para él.

Adrien asintió, cuando supo que su padre era Betterfly estuvo instantáneamente a apoyarlo. " El supremo no podrá separarme más de mi padre" - pensó.

Por su lado Marinette estaba pensativa, todo era tan apresurado, sabía que quería luchar por la causa pero aún así estaba aterrada.

"Sra. Marinette sí no quiere luchar lo comprenderemos completamente, no quiero que se sienta presionada a seguir con esto" - dijo Gabriel siendo comprensible.

"¡No! el supremo a echó bastante daño. Sé que aún puedo pelear, no dejaré que se salga con la suya" - estaba decidida a pelear.

Así, Marinette se unió.

Gabriel le otorgó un dispositivo de rastreo tanto a Marinette como a Adrien,

"Por el momento estén tranquilos, el supremo no suele actuar de un momento a otro, por lo que nos da tiempo sobre pensar e idear un plan para actuar" - dijo gabriel para hacer brindarles seguridad a los chicos por el momento.

"Gracias Sr. Agreste me siento muchisimo mejor ahora" - dijo Marinette suspirando un poco aliviada.

"No te preocupes, ante cualquier cosa sabes que eres bienvenido en la mansión Agreste, a mi ya Adrien nos dará mucho gusto recibirte" - dijo gabriel con una sonrisa amable mientras su hijo se sonrojaba un poco por las palabras de su padre.

Ahora estaban juntos en esto. Con más aliados del lado del bien seguro podrían mejorar la situación para todo París.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Ya estaba empezando a oscurecer.

Alrededor de las 6 pm

Por lo que Marinette debía volver a casa.

Se despidió de Adrien y su padre.

Estaba agredecida con él Sr. Agreste por brindarle ayuda, después de todo era Betterfly, era justo lo que esperarías de un hombre que luchaba contra el mal a toda costa.

Había acordado regresar a la escuela junto con Adrien, ese era el primer paso que debían dar antes que nada.

Solían ir ocasionalmente para no reprobar el año escolar, milagrosamente ambos habían aprobado.

Estaba por comenzar un nuevo ciclo escolar, al que ambos tratarían de no ausentarse esta vez.

Sí ellos volvieron a involucrarse en la sociedad, si sé hacian notar, el supremo tenía que actuar más cauteloso, lo que les otorgaba tiempo.

Por más criminal que el supremo fuera, no se involucraria con adolescentes que asisten a preparatoria, amenos que estos tuvieran familias distantes o que nadie se preocupara ni velará por ellos.

El no reclutaria personas que fueran "importantes" para el resto de personas, ya sea familia, amigos, profesores o cualquier persona.

Él no haría esa clase de escándalo.

Después de todo Marinette y Adrien eran así, parecía que nadie se preocupaba por ellos.

Sí desaparecieran.

A nadie le importaría.

Nadie los buscaría.

Por lo que su misión sería reincorporarse a la escuela y ser responsables con sus deberes, demostrar que ahora eran diferentes.

La escuela realmente no era el mejor lugar del mundo pero tal vez si ahora se tenían el uno al otro las cosas serían mejores ¿verdad?

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Marinette llego a su casa.

No se sorprendió cuando vio que sus padres no estaban en casa.

Ambos solian volver pasadas las 12am por lo que no le tomo importancia. Era algo habitual.

Se preparó algo sencillo para cenar.

Tenía que organizar sus cosas para el regreso a clases pero con la ayuda de tikkie fue muchísimo más rápido y fácil.

Ambas organizaron su mochila y todo lo que necesitaba para el regreso a clases.

"Aahh, realmente estoy muy nervioso" - a pesar de querer mejorar y tener que hacer esto la escuela la asustaba.

"Está bien Marinette, estoy segura de que todo estará bien, no tienes por que preocuparte, y Adrien estará contigo por lo que no estarás sola" - dijo tikkie para reconfortar a su portadora.

"Tienes razón pero nariz como estar las cosas con Adrien, me refiero a que recién empezamos a hablar, aunque él es Claw Noir, debería ser fácil lidiar con él" - dijo la chica.

Su relación con Claw Noir era bastante desastrosa, resultaba irónico que ahora ambos estaban juntos en el mismo bote.

Ambos ahora eran ¿amigos? Era raro de imaginar, siempre se fastidiaban y no soportaban la presencia del otro. " Abra que ver como resulta todo mañana eh... " - pensó.

Cuando ya tenía todo preparado prosiguió a irse a la cama, había sido un largo día lleno de emociones y cosas nuevas en las que adentrarse.

Por lo que se fue temprano a la cama.

Tenía que tener energía para el día siguiente.

Se acurrucó en su cama con su kwami

"Descansa Marinette mañana será un día difícil pero tienes que seguir avanzando y estoy segura de que todo saldrá mejor de lo que piensas" - dijo su kwami.

Era realmente tierna, amable y comprensiva.

"Descansa tu también tikkie, gracias por tu ayuda, me alegra tenerte ahora a mi lado" - le contesto la chica

En cuestión de minutos, ambas se quedaron profundamente dormidas.

¿Que les traerá a nuestros ahora héroes Shadybug y Claw Noir su regreso a clases?

Ambos estaban espectantes.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

"Señor, no hemos podido contactar con Shadybug ni Claw Noir" - dijo su asistente.

"Oh, así que están empezando a desobedecer"

"¿Querrán liberarse?"

"Me preguntó que sucedió en ese viaje"

"Quién los abra convencido a dejarme"

"Realmente es una pena"

"Eran mis favoritos"

"No los contacten más, si están de nuestro lado volverán"

"Y si no"

"Sabremos que han decidido no regresar"

"Realmente es una pena"

"Perder dos hábiles subordinados"

"Todos siempre te traicionan al final ¿No es así?"

- Suspiró.

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5 de la mañana

El reloj marcaba esa hora. Marinette se había ido a la cama tan temprano por lo agotada que se encontraba que despertó antes de lo que ella estaba acostumbrada.

"Nunca me e levantado tan temprano" - pensó, sorprendida al ver la hora, estando aún adormilada. 

Normalmente llegaba a su habitación pasadas las 2 am luego de hacer caos por la ciudad.

"Me preguntó si podría ver el amanecer" - se dijo para si misma empezando a alistarse para ir a la escuela. 

Empezaba a amanecer por lo que decidió salir a su balcón para recargarse de las mejores vibraciones antes de volver a lo que ella recordaba como un infierno. 

"Wow, es realmente bonito, no recuerdo la última vez que presencié un amanecer, es reconfortante" - dijo la chica con calidez.

"Lo es, verás que pronto empezarás a apreciar pequeñas cosas como estas Marinette, cosas sencillas que te hagan pensar que vale la pena vivir solo para ser apreciadas" - le dijo su kwami.

Era bastante sabía y estaba lista para ayudar a su portadora en todo este proceso. 

Después de todo Marinette necesitaría bastante de su ayuda para no hundirse entre los pensamientos intrusivos que la atormentaban. 

"¿Realmente tendré salvación?" 

"¿Tengo si quiero derecho de redimirne luego de todo el daño que e causado?" 

"¿Valdrá la pena intentar cambiar?"

Antes de ver a su otro yo con una vida completamente diferente a la de ella hubiera pensado que era una pérdida de tiempo. 

Luego de estar un rato presenciado como el sol salía por el este, era hora de desayunar. 

Se sorprendió bastante al ver a sus dos padres en la cocina. Normalmente a ésta hora se encontraban horneando pan y abriendo la panadería. 

Era extraño. 

Los padres de Marinette estaban sorprendidos al igual que ella. ¿Su hija esta despierta y lista para ir a la escuela? "imposible"

"Ehhhhh"- un silencio incomodo inundó la cocina.

"Oh, ¿irás a la escuela Marinette?" - dijo su padre rompiendo con la tensión del ambiente.

"Sí... pensé que sería buena idea retomar mis estudios" - dijo viendo a cualquier lado menos en dirección a sus padres.

"Así que irás" - dijo su madre echándole un ojo. 

Marinette solo suspir, no quería empezar el día con el pie izquierdo, aunque su madre se lo ponía difícil, le irritaba bastante solo escucharla.

"Iré" - respondió secamente. 

"Bien, haz lo que quieras" - respondió 

Siempre le decia eso. 

Desde que tenía memoria siempre había sido así, no le prestaba mucha atención y cuando lo hacía era solo para marcar lo mal que estaba haciendo las cosas o para criticarla. 

Su padre no era tan duro con ella, siempre se hacía al margen, no sabía si eso era mejor o peor. 

Parpadeó y suspiro para dejar de indagar en sus recuerdos. 

Tomó una tostada y se dirigió hacia el parque que estaba cerca de su casa. Las clases comenzaban a las 7 am y no dejaría que sus padres en especial su madre le arruinaran su escaso entusiasmo. 

"Adiós" - se despedía mientras abría la puerta. 

"¡Espera!" - su papá la llamaba mientras ella bajaba por las escaleras. 

"Toma, encuentra a alguien con quien compartirlo y esfuérzate" - le dijo su papá entregandole una caja con macarrones recién salidos del horno. 

"Gracias papá" - dijo mientras salía por la puerta. 

Su padre parecía preocuparse por ella, aunque sólo en algunas ocasiones, aún así agradeció el gesto. 

Se dirigió al parque cerca de su casa para comer su tostada.

Aún faltaba alrededor de una hora para entrar a clases y necesitaba un momento de tranquilidad antes de poner un pie en la escuela. 

De repente escucho una voz familiar. 

"Hola Mari, tiempo sin verte" - una voz conocida saludaba.

"Ah, hola Luka" - respondió, no esperaba encontrarselo en el parque. 

Tenían bastante tiempo sin verso ya que los últimos meses Marinette se había aislado y alejado de todos, incluso su único amigo.

"Wow es raro verte tan temprano despierta, ahora que lo pienso jamás te e visto despierta a esta hora" - le dijo molestandola un poco y sentándose a su lado en la banca.

"Jaja, muy gracioso" - dijo la chica mientras volteaba los ojos. 

"Perdón por ignorarte pero no me sentí bien" 

"Ahh que va, no te preocupes, me alegra verte mejor"

Agradecía que pese a ser tan autodestructiva y distante aún permaneciera a su lado.

"¿Que haces por aquí? No sabía que madrugabas" - preguntó Marinette.

"Tontita, siempre vengo acá por las mañanas desde que conseguí un nuevo trabajo" - dijo orgulloso. 

"No había tenido la oportunidad de contarte, no esta lejos de aquí asi que vengo por las mañanas a meditar un poco. Aunque no esperaba encontrarte" 

"Iré a la escuela" - dijo repentinamente.

"Así que la dezastrosa Marinette volverá a la escuela, interesante, estoy sorprendido, muchas felicidades, me preguntó cuánto soportaras" - dijo bromeando. 

Ellos se trataban de esa forma, era como un hermano mayor haciéndole creer a su hermana menor que no llegaría lejos ni lograría nada. Cuándo era el que más quería verla explotar su potencial.

"¡Idiota!, quiero, ya sabes ¿cambiar un poco?" - dijo mientras tenía la cabeza baja y jugaba con sus pies. 

"Eres tu Marinette, ¿estás bien? ¿Eres la misma persona?" - dijo mientras le tocaba la frente para asegurarse de que no tuviera algún síntoma de fiebre o algo así. 

Esto era sorprendente, tenía bastante tiempo sin verla y verla tan cambiada era algo que dejaría boquiabierto a cualquiera.

"Déjame en paz. Sí me quedó estancada sin hacer nada por mi no podré nunca prosperar, éso es todo" - parecía cambiada.

"Es bueno oírlo" - se alegraba de ver algo diferente en ella.

"Pero sigo creyendo que no estás en tus cinco sentidos" - dijo luka bromeando pero tenía un buen presentimiento al respecto.

Podía sentir que no era la misma persona con la que había hablado la última vez. Lo hizo confiar en que tal vez ahora si podría ver a la que consideraba como una hermana menor mejorar.

"Si, si lo que digas" - dijo Marinette mientras le ofrecía un par de macarrones. 

Ella no era muy fan de los postres a pesar de que sus padres eran panaderes/reposteros. 

Luka era un gran amigo para ella, el único con el que podía charlar casualmente y no estar siempre a la defensiva. 

Era un chico en había estado en una situación difícil al igual que ella. Pero él ya había logrado irse muy lejos de todo lo que le impedía ser feliz. Esperaba ser un poco como él en ese aspecto.

Apreciaba charlar con él antes de dar el siguiente paso. 

Después de todo esto marcaría un antes y después en su vida, solo le quedaba un año de preparatoria y lo aprovecharía. 

Charlaron al rededor de media hora actualizando su vida, aunque ella omitió demasiadas partes que no tenía permitido contar. 

Luka se despidió y agradeció por los macarrones, debía irse al trabajo.

Ella por su parte se dirigió hacia la escuela, aún faltaban alrededor de veinte minutos para entrar pero que podría salir mal ¿verdad?

Se acercaba con miedo a la institución. 

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

En la mansión Agreste Adrien también estaba listo para dirigirse a la escuela, estaba feliz de poder ir a ver a Marinette incluso estaba practicando como saludarla para no parecer un completo tonto. 

"Te preocupas de más Adrien, a ella no le importas demasiado. Sólo se tu mismo" - le decia su kwami hartó de ver al chico imaginar diferentes escenarios y estando nervioso por ello.

Adrien no espero que su kwami fuera tan desalentador pero tenía razón, solo necesitaba ser el mismo pero aún así estaba nervioso. 

"Adrien ven a desayunar" - lo llamaba su padre. 

Apenas hace un día se habían reconciliado, parecía que el tiempo perdido nunca los había distanciado. Todo volvía a ser como antes. Como cuando su madre aún vivía. 

"Buenos días Adrien, ¿Como te sientes?" - le preguntaba a su padre mientras le servía su desayuno.

Era raro tener esta cercanía después de más de dos años. 

"Asustado, sólo no sé como me irá" - tratado de ser sincero, no valía la pena mentir para hacerse el valiente.

"Es completamente normal hijo, llevas casi un año enteró ausentandote y notarás el cambio de ambiente pero yo creo en ti. ¡No te preocupes! todo irá bien" - ese sentimiento era familiar, cuando su madre estaba aún viva solían animarlo ante cualquier inconveniente por el que estuviera pasando.

Había tenido muy buenos padres. A pesar de las circunstancias y errores por los que pasó su padre, seguía siendo un hombre bondadoso y bastante cariñoso con su familia. 

Tenía al mejor padre.

Adrien afirmó terminar de comer su desayunó listo para enfrentarse al mundo aunque era solo la escuela. 

"¡Adrien espera! tu almuerzo" - estaba apuntó de salir por la puerta pero lo alcanzó un tiempo.

"Toma, este es para ti y dale a Marinette el otro" - incluso pensó en su nuevo aliado. 

"Gracias padre estoy seguro de que lo apreciará" - tomo ambos almuerzo y se dirigió al auto que lo llevaría a su destino. 

Así se dirigió a la escuela.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ 

En la escuela.

Habían muchas más personas de las que pensaban, a pesar de temprana hora los estudiantes estaban comenzando a llegar para iniciar el ciclo escolar. 

En lo que decidió si seguir adelante o correr por su vida alguien tocó su hombro.

"¡Ah!" - pegó un grito.

Al voltearse se dio cuenta de que era Adrien.

"¡Imbecil, me asustaste!" - dijo mientras suspiraba aliviada que fuera él y no alguien más. 

Aunque se le escapó un poco del lenguaje que tenía habitualmente con Claw Noir.

"Lo siento, estabas inmóvil y bueno mi padre me dijo que te entregará esto" - dijo el chico dándole un ¿almuerzo?

"¿Que es esto?" - preguntó confundida. 

"No lo sé, solo dijo que te lo entregará" - dijo mientras se lo daba. 

"Tu padre es muy bueno ¿eh?, pobre de él por tener un hijo tan espantoso como tú" - dijo mientras lo recibía. 

A pesar de ahora ser amigos y aliados no podía cambiar por completo su personalidad. 

Pero a Adrien le gustaba la cercanía con la que lo trataba, el la conocía muy bien, sabía que así era ella. Estaba feliz de ser cercanos.

"Oh vaya, que tenemos aquí, Marinetteee, veo que has vuelto a mostrar tu fea cara en la escuela y con un amiguito, aww q tierno así no estarás sola... ¡OH POR DIOS ADRIEN!" - Chloé gritó al verlo, haciendo que varias personas de alrededor voltearan a ver que estaba pasando.

Marinette había olvidado que su compañero de batalla no era nada más y nada menos que un ex modelo famoso que había dejado su carrera por depresión y vandalismo. Aunque no sabe que tanto de eso pueda saber la gente ajena a él. 

"¡Por favor me das tu autógrafo soy tu mayor fan!" - dijo Chloé emocionada por conseguir su autógrafo.

"Mmm lo siento, ya me e retirado del modelaje" - dijo sin mayor explicación.

Tomó a Marinette por los hombros arrastrándola y obligándola a entrar con él.

Entraron a la preparatoria. El rubio vio un buen lugar para sentarse y esperar tranquilos a que empezarán las clases. 

Ella estaba de nueva, inmóvil, por la presencia de Chloé y porque presencia como Adrien la dejo burlada.

"¿Estás bien? Parece que aún tengo algunos fans luego de dejar el modelaje, después de todo es imposible olvidarse completamente de Adrien Agreste jeje" - dijo bromeando tratabdo de aliviar la situación, el sabía del infierno que Chloé la había echado pasar en el pasado.

Marinette respiró y le volteó los ojos ante su broma. Sonó como algo que diría Claw Noir. Después de todo eran la misma persona.

Adrien pensó reflexionar y tal vez a ella no le gustaba que actuará así, ¡mierda! lo había arruinado. 

Pero Marinette empezó a reír por lo que supo que todo estaba bien y solo estaba siendo precipitado. 

"¡Chlóe es tu fan! es tan gracioso, no sabe para nada quién eres" - dijo riéndose. Él era Claw Noir.

Por alguna razón le resultaba divertido que la persona que la intimido durante tanto tiempo tuviera un enamoramiento en el patético Adrien Agreste. Ella definitivamente no lo conocía, sino que no le parecería en lo más mínimo lindo.

"¡EYY! era realmente popular cuando modelaba, no lo entenderías" - dijo haciendo un puchero y cruzando los brazos mientras volteaba la cabeza finciendo estar enfadado. 

"Claro, la ciudad estaba infestada con tu cara, lo recuerdo muy bien, sentía náuseas cada que veía tu cara en un anuncio" - por supuesto que ella estaba bromeando.

No tenía sentido ser linda ahora cuando soltó toda clase de insultos hacía él siendo Shadybug y sin tener idea de que en realidad tenía a Adrien enfrente. 

Adrien se alegró de ver a Marinette reír y hablar así con el, nunca la había visto siquiera sonreír genuinamente hasta tan solo dos días. Estaba feliz de saber que el provocó esa reacción aunque no comprendía que le resultaba tan gracioso y el no merecía tanto insulto hacía su persona. 

El timbre sonó, era hora de ir a clases. 

"Vamos" - dijo Adrien mientras le daba su mano a Marinette para que la tomará, ayudándola a ponerse de pie. 

Ya en el salón de clases tomó asiento. 

Se sentaron en un punto intermedio, no en la parte de enfrente pero tampoco hasta atrás. Su plan, de acoplarse a la preparatoria no funcionaría si se hacían al margen pero al frente era demasiado para ellos. 

Apenas empezaban a adentrarse en el mundo de chicos no criminales. 

Podían escuchar los susurros de sus compañeros al ver que ambos habían asistido a clases y estaban juntos. Ambos chicos estaban entrando en pánico por lo incómodo que era la situación hasta que entró su profesora. 

"¡Buenos chicos! ¿Listos para el iniciar su último año de preparatoria?" - dijo su profesora la Señorita Bustier.

"Creo que todos trataremos de aprovechar el tiempo al máximo ¡Y dar nuestro mejor esfuerzo! ¿No es así chicos?" - dijo alya cesáire, la delegada de la clase los últimos dos años, osea desde que empezaron la preparatoria.

Todo el salón de clases estuvo de acuerdo.

"¡Oh! hola Adrien y Marinette, me preocupaba no verlos por aquí, me alegra verlos a ambos, espero esta vez si asistan más seguido a clases y mejoren su calificación" - les dijo Srta. Bustier echándoles un ojo porque conocía el bajo rendimiento de ambos. Haciendo que todos sus compañeros voltearan a verlos. 

Era incómodo realmente incómodo pero como no sorprenderse de verlos si llevaban bastante tiempo asentándose y para nadie era un secreto que casi reprueban el año. 

Así la clase empezó sin más preámbulos.

Todo transcurrió relativamente bien hasta que sonó la campana de nuevo, marcando que era hora de almorzar. 

Ya en la cafetería Marinette estaba agradecida de no comer la asquerosa comida de la escuela. 

Juntos abrieron los almuerzos que Gabriel había preparado para ambos.

"Wow tu padre realmente se esforzó" - dijo la peliazul, sabía que Betterfly definitivamente debía ser un buen hombre y dedicado pero aún así estaba sorprendida.

"Está feliz de poder tenerte como aliada y quiere hacerte sentir bienvenida" - para el rubio no era de extrañar lo dedicado que era su padre incluso para preparar almuerzos. 

Aunque este llevaba tiempo sin recibir uno porque no asistía a clases y porque su padre se había distanciado, apreciaba que volviera a preocuparse por él. 

En eso Marinette recordó que los macarrones que su padre le había dado por la mañana. Ella le había ofrecido a Luka la caja entera pero este solo tomó algunos insistiendo en que tal vez encontraría a alguien para compartirlos. 

Recordó también que vio seguido al chófer de Adrien comprando dulces. 

"Quieres" - le ofreció.

Los ojos de Adrien brillaban de la felicidad, realmente le gustaban los dulces. 

"¿Puedo?" - preguntó.

"Tomalos todos, a mi ni siquiera me gustan" - el chico se feliz encontró de poder disfrutar de los mejores macarrones de París. 

Mientras ambos comían su alguien almuerzo se sentó con ellos. Dos personas para ser exactas. 

"¡Hola chicos!" - escucharon una voz de alguien no desconocido.

Era Nino, el Nino al que ambos recordaban tratar como un completo imbécil cuando estos eran Shadybug y Claw Noir. Eran incontables las veces en las que estos habían tratado fatal a la pareja. 

Un silencio incomodó permanecía en la mesa. Habían olvidado que ellos, Nino y su novia, eran aliados de Betterfly, como podían olvidarlo. 

"No se asusten, no estamos aca por alguna extraña razón, sólo que Betterfly nos contó todo lo que sucedió y pensamos en venir a saludar" - dijo Alya acabando con el silencio.

"Claroooo" - dijo Marinette mientras metía un trozo de zanahoria a su boca. No sabía que contestar.

"Queríamos aclararles que no guardamos ningún resentimiento hacia ustedes, nos alegra tenerlos como nuestros aliados" - dijo Nino. 

Pese a su comportamiento anterior y todos los crímenes que cometieron, Shadybug y Claw Noir eran un dúo de villanos inderrotable.

Ambos poseían una habilidad extraordinaria para el combate e incluso habían estado a nada de recuperar el milagroso de la mariposa si no se hubieran topado con sus versiones alternas. 

Alya y Nino sabían que ellos no llegaban a su nivel, por lo que los respetaban por eso de cierta forma. 

"¿Enserió no estas enojado por como te ate y te tiré al piso? sin olvidar que nos hemos burlado de ti y tu novia en incontables ocasiones. ¿No quieres dudar de nosotros? - dijo Adrien, el sabían muy bien la relación que estos habían tenido hace tan solo dos días. 

Marinette volteó la cara mientras tenía su mano sobre su cabeza y suspiraba por las palabras de Adrien. Definitivamente era una completa idiota. 

Nino sonoro aunque claro le hubiera encantado golpearlo, todas las ocasiones en las que ambos ex villanos se habían burlado de él y Alya fueron humillantes. Pero no estaba en posición de dudar o pelear por eso.

Betterfly les había asegurado que ambos chicos habían cambiado, después de que todo uno de ellos era su hijo ¿quién lo conocería mejor que su padre?. Confiaban en él por lo que habían aceptado a ambos como nuevos aliados. 

Alya río ante las palabras del rubio. "Por supuesto que no olvidamos como fuimos tratados por ustedes, pero nuestros creemos en las segundas oportunidades, y al parecer Betterfly está bastante convencido de que ahora están de nuestro lado. Confiamos en el criterio de nuestro líder" - la chica era directa.

Marinette y Adrien sonrieron incómodos mientras se miraban mutuamente, no sabían cómo reaccionar. 

La situación era extraña recordando sus antecedentes pero claro, ahora todos estaban en el mismo barco, no podían seguir comportándose así. Ahora todos luchaban por la misma causa. 

Extrañamente luego de aclarar todo, ambos se sintieron más cómodos y hablaron sobre lo tontos que habían sido al entrar en la organización, como está funcionaba y las terribles amenazas con las que manipulaban a los miembros para no traicionar a la organización. 

También hablaron de Ladybug y Chat Noir, no podía creer que las versiones alternas fueran tan extensamente diferentes a lo que conocían. Incluso bromearon al saber que el portador de la mariposa era en realidad el villano y como tal vez la identidad de Hawk Moth podría ser Gabriel Agreste, pero solo fue en broma. No sabían que atinaron al suponer eso pero no importaba, las cosas en su universo eran diferentes y esa no era su batalla. 

 ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

El primer día de regreso a clases transcurrió normal, mucho más de lo que nuestros ahora héroes hubieran pensado, regresar a la escuela no fue tan malo como ellos pensaron, estaban aliviados por eso.

Aunque no se salvaron del todo ya que los profesores al ver que ambos estaban de vuelta en la escuela los bombardearon de tareas extras para que recuperarán su nivel académico.

Todos se despidieron al salir de la preparatoria.

Habían echado nuevos amigos y fue un gran avanzado para ellos.

Este era el inicio de su nueva vida. 

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

En su reunión habitual para monitorear que no hubiera caos o alguien que necesitara de su ayuda en la ciudad. Alya y Nino expresaron su sentimiento al haber interactuado con la real Shadybug y él real Claw Noir.

"Bien, ¿Qué piensan de ellos?" - preguntó Betterfly. 

"Como dijo señor, se puede sentir como no están actuando sobre el cambiado de bando, aún así nos resulta un poco extraño, pero confiamos plenamente en que esto es lo mejor pese a nuestros sentimientos" - dijo Alya.

Claramente no iba a olvidar y pasar por alto todo el daño que ambos le habían causado a ella ya su novio de la noche a la mañana, pero no estaba negante al cambiar su forma de pensar sobre ambos chicos, ahora sabía su situación y comprendía que debía ser empático.

"Lo mismo señor, realmente no son tan malos chicos como pensábamos, tal vez solo necesitan una oportunidad para cambiar y actuar diferente" - dijo niño 

Betterfly asentía, comprendía el sentir de ambos. Pero perdonarlos y seguir adelante no solo era por reconciliación, sino que era por un bien mayor. 

"Muy bien chicos" - dijo el héroe.

"¿Han encontrado algo que nos dirija hacía el supremo?" - preguntó Betterfly.

"No señor, aún nada, desde hace dos días que no hay absolutamente ningún rastro de el" - dijo Alya monitoreando las cámaras para encontrar cualquier indicio del siguiente movimiento que realizaría la persona con la que se enfrentaban.

"Parece que de verdad hacía que Shadybug y Claw Noir hicieran todo su trabajo sucio. Ahora que dejaron la organización parece que las cosas estarán bastante tranquilas en lo que decide como proceder, aunque eso me preocupa, no sabemos como procederá a atacar, después de todo conoce nuestras identidades" - dijo Betterfly lo más racional posible.

Sabía muy bien a lo que se enfrentaban ya a pesar de que no tuvieran nuevas pistas sobre el paradero del supremo no se rendiría y estaría atento a la más mínima alarma que lo ayudará a localizar. 

Shadybug y Claw Noir habían estado antes en las sedes de la organización, pero siempre asistían a tan escalofriante lugar por medio del miraculous del caballo.

Su portador se encargaba de trasladarlos, no solo a ellos sino que a todos los miembros para que nadie supiera la ubicación real y no arriesgarse en casado de traición. Por lo general los citaban en un punto en específico, que siempre variaba, para poder pasar por el portal y dar sus respectivos informes y avances.

Por lo que sería muy difícil dar con la ubicación y rastrearlo. 

Chapter Text

Marinette recordaba ver anuncios de la fea cara de Adrien por toda la ciudad, pero así no fue como empezó su desagradó por Adrien, ni yo tampoco cuando se enteró que estarían en la misma clase en preparatoria, ni que pareciera egocéntrico, egoísta y un tipo rico más del montón.

Había toda una historia por detrás que la llevó a que él chico rubio no fuera de su agradó...

Luego de la muerte de su abuela, quién era la única persona que parecía preocuparse genuinamente por ella, Marinette con tan solo ocho años, para no lidiar con su vida familiar, su tristeza y escapar de su realidad, solía ir al parque a pasar el tiempo.

Le gustaba ese lugar y era muy agradable estar ahí.

Solía pasar el tiempo dibujando, observando a las palomas o simplemente viendo como era la vida cotidiana de las demás personas.

En una de estas muchas ocasiones en las que ella iba a pasar la tarde al parque algo llamo su atención, u na familia en particular.

A ella le pareció que ellos se veían muy diferentes a todo lo que antes había visto y conocido.

Esa familia eran los Agreste, una familia de prestigio formada por la nueva gran promesa del mundo de la moda Gabriel Agreste, su esposa Emilie Agreste ex-actriz reconocida y su único hijo Adrien quien parecía tener su edad. El la no tenía idea de quiénes eran.

Sintió que se veían muy genuinos y unidos. 

Parecía ser la familia perfecta. 

Permaneció observándolos.

Ese día los Agreste iban en busca de los helados de André, ya que eran realmente populares en la ciudad.

Una vez conseguidos los helados, el pequeño niño accidentalmente se le resbaló, ya que se encontraba muy emocionado por probar su helado, rompiendo en llanto al verlo en el suelo. 

Sus padres no lo regañaron, sino que buscaron la forma de aliviar su tristeza, no lo hicieron sentir culpable sobre el accidente y las palabras que la madre le dijo al pequeño Adrien se quedaron con ella. 

"No te preocupes cariño, solo es un helado, podemos obtener uno nuevo, no llores ¿Si? fue un momento de torpeza, solo ten más cuidado la próxima vez, no pasa nada" - decía mientras secaba las lágrimas de su hijo y lo consolaba. 

Escuchó muy claro las palabras consoladoras de la madre de Adrien, mientras por otra parte, vio como el padre del niño corría a comprarle uno nuevo para reemplazar el que se encontraba en el suelo. 

Esa había sido la primera vez que vio a Adrien.

Marinette solo se quedó sentada desde la distancia pensando en lo afortunado que era al tener unos padres que se preocupaban por él.

"Es un niño afortunado" - pensó. 

Luego de este primer encuentro, estuvo mucho tiempo sin saber nada más sobre él niño.

Un par de años después mientras se dirigía a su casa luego de estar un día entró fuera de esta, se encontró con una publicidad dónde lo reconoció al instante.

Reconoció que la cara principal de esa campaña era el mismo niño que alguna vez vio en el parque, había crecido bastante ya que ahora su edad rondaba cerca de los trece años.

Se quedó observando aquel gran cartel que promocionaba la nueva línea de ropa juvenil del reconocido diseñador Gabriel Agreste quién era el padre de aquel chico.

Poco a poco veía como aquel chico aparecía en más y más anuncios publicitarios, revistas, pasarelas, eventos y toda clase de cosas que estuvieran relacionadas con el modelaje.

Ella también solía asistir a los eventos que se organizaban en la ciudad, simplemente a observar a las personas que se encontraban en la industria e inspirarse, por lo que también llego a verlo en persona, aunque siempre desde la distancia.

Marinette siempre había sido una gran fanática de la alta costura y la moda. Por lo que especialmente empezó a notar mucho a Adrien ya que el estaba en todas partes, y lo hubiera ignorado de no ser por el recuerdo que aún permanecía con ella y que su padre era Gabriel Agreste uno de los mejores diseñadores de la industria. 

Esto se continuó así por un año.

Hasta que un trágico día se reportó la triste noticia de la aún reconocida y recordada ex-actriz Emilie Agreste quién se había retirado de la actuación para dedicarse de lleno a la crianza de su hijo y vida familiar, había fallecido.

La era la madre de Adrien. Él solo tenía catorce años y ahora tenía que enfrentarse a una de las cosas más dolorosas por las que alguien podría pasar, la pérdida de un ser querido.

Sintió lástima, pensaba en como alguien tan buena como la madre del chico podría morir.

Como él que había tenido una madre amorosa, bondadosa, que se preocupaba genuinamente por su bienestar, podría lidiar con su muerte.

Ella sabía que se sentía perder a alguien que para ti significa el mundo entero. 

"Aún tiene a su padre ¿No? Me preguntó si podrán seguir adelante juntos..." - pensó muy tontamente.

Tanto el padre como el hijo no pudieron lidiar con la pérdida de la madre. 

Unos meses después de tan trágica noticia empezó a notar como en Adrien se notaba falsedad. Pretendía estar bien cuando no lo estaba. 

Pudo notar que la relación padre e hijo que tenían Gabriel y Adrien se estaba fracturando, lo cuál era muy raro porque parecían ser muy unidos. Aunque sólo eran supociones.

Gabriel seguía presentándose personalmente en eventos pero no tan seguido al igual que Adrien. 

Las cosas siguieron casi iguales.

Adrien siguió con su carrera como modelo pero no se le notaba la misma actitud y parecía más fría y distante. Aunque esto podía deberse a que estaba creciendo y siendo más profesional, pero no se sentía así. 

Incluso parecía estar sobrellevando bien la pérdida de su querida madre al continuar con su vida.

Pero todo le parecía una farsa, se notaba la sobreactuación que Adrien tenía en todo momento, actuaba bien pero Marinette podía percibir que no era genuina.

La genuinidad que siempre pareció tener se esfumó. 

Ella siempre había admirado la transparencia con la que se presentaba.

Sabía muy bien lo diferentes que eran y esto le resultaba interesante y curioso de observar.

Por un lado el tenía una vida feliz y resultado ¿Qué más podría pedir? y ella era un desastre, tenían vidas totalmente distintas.

Pero justo por lo diferentes que eran sus vidas, fue qué, desde que lo vio, le llamó la atención. 

Adrien era muy diferente a ella y de todos los demás. 

Pero eso había terminado, ahora había cambiado, no podía seguir viéndolo de la misma manera.

Marinette no sabía porque exactamente le molestaba todo este cambiado, tal vez seguir un poco la vida de Adrien en la farándula había sido una muy buena distracción de su propia vida y ya no la tendría. 

O podría ser que... no le gustaba ver a las personas quebrarse, ella sabe muy bien como se siente y lo horrible que es caer en un lugar del cuál no puedes salir. Y Adrien no tenía porque estar en esa situación cuando el había tenido prácticamente todo, no tenía sentido. 

Una parte de ella se negaba a creer que la persona que admiraba por genuinamente mostrar felicidad y bienestar y estar tan por encima de ella en ese aspecto estaba rompiéndose.

Apesar de todo esto no tenía sentido darle más vueltas a esta situación, ni siquiera se conoció como para que se preocupará por él, ella ya tenía suficiente con sus problemas y su asquerosa vida como para preocuparse por la de alguien que es ajena a ella.

Aunque le había estado prestando atención tanto estos últimos años que se sentía asqueada, ¿porque gastaba sus energías en eso?

Pensando así, que había terminado con esta etapa de su vida y no tendría siquiera que volver a pensar en Adrien otra vez. No esperaba que en realidad esto no acabaría aquí, incluso parecería que Adrien la perseguiria a cualquier lado.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Un día como cualquier otro, luego de hacer unas entregas de la panadería se dirigieron a su casa caminando por el parque. Era un día lluvioso.

Iba observando el suelo pérdida en sus pensamientos pero al voltear a ver para arriba vio algo que le llamó la atención.

A la distancia podía ver a un chico que se veía muy mal, podía verlo en su cara. Parecía estar sufriendo bastante, incluso lágrimas salían por sus ojos y se le oía sollozar mientras permanecía bajo la lluvia.

Parecía un gato perdido sin lugar a dónde ir. Completamente sólo. 

Se llevó una gran sorpresa cuando logró reconocerlo, era Adrien.

"¿Qué hará aquí? - pensó desconcertada.

Marinette llevaba años viendo eventos de moda donde obviamente él siempre estaba y lo que estaba viendo en persona no era nada similar a aquello que ella veía en la televisión y revistas. Definitivamente había perdido todo su brillo.

Definitivamente había perdido todo su brillo.

Estaba completamente roto.

Se veía bastante deplorable. 

Daba lástima.

Le molestaba verlo así.

Esperaba nunca más saber sobre él.  

Pero ahí estaba ella por azares del destino, a unos metros de él mientras este se encontraba en un momento vulnerable.

"Es un imbécil, ¿Que hará acá sufriendo en medio del parque? ¿Que finge?" - Pensó mientras lo observaba a tan solo unos metros de distancia.

Siempre será confuso ver a alguien tan exitoso a temprana edad pasarla tan mal, sobre todo si era él, aunque claro que había una razón del porqué se encontró en tan lamentable estado.

"Así que esto es lo que se esconde detrás de tantas caras falsas..." - estaba presenciando el sentir real de un chico al que había estado observando y con quién no tenía absolutamente ninguna cercanía. 

Decidió seguir acercándose, caminando en dirección hacia la banca, dónde se encontraba.

Marinette se paró enfrenté de él, lo vio con una mirada de despreció, no podía creer que este era el verdadero Adrien. Era patética.

Adrien se percató de su presencia pero no levantó la mirada, estaba hartó de todo, ya no le importaba nada incluso si un algún extraño lo veía así. 

Ninguno dijo nada por unos segundos.

Hasta que la chica decidió decir unas palabras. Volteando los ojos y soltando un suspiro antes de hablar.

"Los chicos lindos como tú no deberían estar fuera de casa empapandose y dando lástima" - dijo mientras lo cubría un poco con su paraguas.

Adrien procedió a levantar la cabeza para ver de quién provenían esas palabras, eran de una chica que parecía de su misma edad. 

Hicieron contacto visual, era la primera vez que sus miradas se encontraban. 

Marinette procedió a hacerle señas para que sostuviera el paraguas a lo que Adrien respondió sosteniéndolo. 

Marinette le dio una caja de dulces que por error había llevado de más y se marchó. 

La lluvia ya no era tan fuerte por lo que no se mojaría tanto y su casa no estaba tan alejos.

Ninguno dijo una palabra más. 

Adrien solo observó como la desconocida chica se marchaba mientras le había dejado su paraguas y unos dulces sin decir mucho más. 

No tuvo tiempo se reaccionar o siquiera agradecer, estaba perplejo. 

Marinette no pudo imaginar lo que esa simple acción significaría para Adrien. 

Cuando regresó a su casa le entregó el dinero a su madre y fingio a ver perdido el paraguas por culpa del viento . 

Ya en su habitación pensó en porque había echado eso, ni siquiera lo había pensado. Pero no le dio más vueltas ni importancia. 

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Ella siguió viendo revistas, eventos y toda clase de cosas con el mundo de la moda y aunque ya no le importaba, veía como Adrien no mejoraba a pesar de estar a completamente roto, el seguía pretendiendo que todo estaba bien. Pero a ella no le incumbia.

Le irritaba verlo así porque ahora era similar a ella.

Nadie más lo sabía pero ella si y no le agradaba la idea, toda curiosidad y admiración que pudo a ver tenido por Adrien desapareció. 

Y quizás nunca hubiera escalado tanto este sentimiento de molestia y Adrien pasaría a ser un completamente extraño para ella d e no ser porque empezó a verlo más seguido ya frecuentarlo más.

Aunque fue indirectamente, ya que estudiaban en la misma preparatoria, en el mismo salón y también se hizo cliente habitual de la panadería de sus padres.

El nunca salía a comprar personalmente sino que mandaba a su chófer, pero suponía que simplemente era por ser famoso y por miedo a ser reconocido. 

No volvió a interactuar con él de nuevo.

Poco después de que ambos entraran a la preparatoria, los adolescentes fueron reclutados por el supremo, pero ninguno conoció la identidad de su compañero.

Luego de eso vinieron las interminables expresiones que dejaban en claro que a Shadybug no le agradaba nada Adrien, pero solo Claw Noir lo sabía ya que a él le tocaba escuchar todos los comentarios que su compañera hacía sobre su verdadera identidad.

Claw Noir pensó que sólo le molestaba su identidad real por ser reconocido, famoso y popular.

Shadybug era malhumorada tenía sentido para el que lo odiara solo porque sí. Sin saber la verdadera razón de este odio.

Chapter Text

"Los chicos lindos como tú no deberían estar fuera de casa empapandose y dando lástima" - dijo mientras lo cubría con su paraguas.

¿Quién era ésta desconocida chica que se encontraba delante de él? ¿Por qué estaba resguardandolo de la lluvia con su paraguas? 

Adrián permaneció inmóvil. 

Una chica extraña a la que nunca había visto nunca antes en su vida se encontraba ahí, delante de él, diciéndole que no debería estar fuera de casa con una cara seria pero una mirada gentil.

Sin decir mucho, solo le había entregado su paraguas junto con una caja de dulces mientras ella se iba bajo la lluvia.

Una acción rápida sin mucha lógica por detrás, pero que desencadenaria una serie de nuevas cosas para la chica.

Ante la acción de la misteriosa chica de la cuál no sabía ni su nombre, quedó totalmente inmóvil sin reacción alguna, estaba atónito. 

Su cabeza no pudo procesarlo rápido y cuando su cuerpo logro procesar lo recién sucedido se echó a llorar, totalmente sólo, sin nadie a su alrededor pero con un paraguas en mano para refugiarse de las frías gotas de agua.

Mientras su misteriosa salvadora se había alejado lo suficiente como para que no se distinguiera su silueta, ni la dirección por la que se había ido.

Es cierto que no debería estar en el parque bajo la lluvia llorando por como se sentía, los últimos meses habían sido difíciles para Adrien, todo lo que conocía se había ido, su vida acababa de cambiar por completo y no regresaría a la normalidad nunca más. , él lo sabía.

Su preciada madre no se encontraba con él, jamás volvería a verla, se había ido y nunca regresaría. 

Por otro lado, su padre estaba tan destrozado que incluso había tomado distancia de su propio hijo, lo único que le quedaba luego de la pérdida de su esposa, haciéndole creer que ya no le importaba y cómo si no existía.

Todo lo que se estaba convirtiendo en su nueva realidad, no era algo con lo que supiera lidiar, todo se le había sido arrebatado, ya nada tenía sentido para el chico. 

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Luego de la sesión de fotos en el estudió un colapso, no podía seguir actuando, no podía seguir con toda esta farsa, su familia se había destruido y no sabía cómo enfrentarlo.

Lo que Adrien más quería en todo el mundo era definitivamente a sus padres. Ellos siempre habían estado para él, demostrándole que todo era posible, animandolo cuando se sentía mal, cuidándolo, brindándole un amor incondicional y siempre habían estado ahí para él.

No sabía cómo enfrentarse ahora a la vida luego de los acontecimientos que hicieron que su familia ya no estuviera unida, y qué, como un truco de magia, desapareció.

Y a pesar de que su padre aún seguía con vida y sólo su madre había fallecido, sintió cómo su padre también lo había dejado, fue como si él también hubiera muerto. 

No comprendía porque su padre dejó de frecuentarlo y decidió  alejarse lo más que pudo de él. No tenía idea del porque él padre que siempre había estado para él ahora accionaba tan distante. 

No le gustaba fingir, no quería seguir con nada, ya nada tenía sentido para él en ese momento, lo había perdido todo. 

Desesperado por todo al acabar la sesión de fotos, porque claro, sólo se permitiría sentir tristeza una vez acabado el trabajo y cumplido con sus responsabilidad, que decidió huir de todo, aunque sea por un momento. 

Vago por las calles de París, desolado, con un gran dolor en su pecho, con una inmensa tristeza, hasta que llegó a un parque que habia visitado tiempo atrás junto con sus padres. 

Recordaba el día en qué se mudo a París.

Junto con sus padres, luego de una larga mudanza desde Londres la familia se había instalado por completo en su nuevo hogar, al cuál se habían mudado por las exigencias del trabajo de su padre ya que le resultaba imposible viajar constantemente a París por negocios y todos habían estado de acuerdo en mudarse de país. 

Para celebrar el inició de su nueva vida, querían pasar un día tranquilo en familia y disfrutar de un buen helado en un sintió que estaban ansiosos por visitar, había un puesto de helados bastante popular en la ciudad que deseaban visitar juntos.

El pequeño Adrien amaba los helados y había oído lo deliciosos que eran los de ese puesto en particular, no esperaba la hora de probar uno apenas se encontró en París.

Ese día fue uno de los mas felices para Adrien, estuvo todo el día con sus padres que, aunque ellos siempre trataron de prestarle atención y pasar el mayor tiempo con él, sabía que vendrían días bastante ajetreados para ellos y no podrían pasar todo el día con él ya que, como toda persona adulta, tenían responsabilidades con las que cumplir.

Al llegar a aquél parque, que le traía lindos recuerdos, se sentó en una banca, perdiéndose entre sus pensamientos, completamente empapado. Seguramente pescaria un resfriado, pero no le importaba.

Estaba permitiéndose sentirse mal por primera vez en meses, ya que llevaba bastante tiempo reprimiendo sus emociones. Sé encontraba en éste mal estado cuando de repente la lluvia no caía más sobre él pero aun oía que las gotas de lluvia no habían cesado.

Alguien le había colocado un paraguas para que la lluvia no lo siguiera mojando.

Y escuchó unas palabras que se quedarían grabadas en su memoria para siempre. 

"Los chicos lindos como tú no deberían estar fuera de casa empapandose y dando lástima" - escuchó una voz proveniente de una chica.

Volteo a ver quién interrumpía su sufrimiento y pena cuando vio a una chica de su misma edad. Con un semblante serio mientras lo veía directamente. 

Era hermosa, como un ángel, parecía una diosa que lo ayudaba a salir de todo este malestar. Almenos por ese instante.

Le había entregado una caja de dulces junto con su paraguas y se había ido sin decir mucho más, solo sabía que ahora por su culpa ella seguro llegaría a casa empapada, ya que, había dejado su paraguas atrás para tener una buena acción con él. 

Se sintió lamentable, ¿Cómo era posible que siguiera en esa banca llorando como un niño pequeño? seguramente si su madre aún estuviera con él estaría preocupada por su estado, pero la razón por la que se encontraba así era porque justamente ella ya no estaría nunca mas para mostrar preocupación por él ni nada más. 

Se permitió llorar y sacar todo lo que llevaba guardándose. 

Después de que sintió que las lágrimas ya no salían más y el cielo empezaba a despejarse decidió por fin, tomar rumbo hacía su casa, un lugar donde alguna vez hubo felicidad, ahora se sentía vacía y solitaria. 

Sacó su teléfono del bolsillo de su pantalón y se dio cuenta del sin fin de llamadas pérdidas que tenía por parte de su chófer, nathalie y en ese momento recibió una de su padre, no quería contestar pero ¿A dónde más podría ir?

Así una vez supieron su paradero su chófer fue a buscarlo, lo llevó sanó y salvo a su hogar, que ya no se sentía como un hogar.

Al entrar a la mansión Agreste su padre estaba muy preocupado por la repentina desaparición de su hijo y le preguntaba como se encontraba, Adrien sólo resopló "Estoy bien" y se dirigió hacía las escaleras que lo conducían a su habitación mientras Nathalie y Gabriel se veían preocupados por como se encontraba él chico.

Una vez en su habitación, escuchó que alguien llamaba a su puerta. 

"¿Adrien estas bien?" - dijo su padre con tono preocupado. 

"Si, lo estoy, no volveré a preocuparte otra vez, lo lamento" - dijo Adrien mientras suspiraba profundamente ya cansado de llorar tanto. 

"Está bien hijo, sabes que puedes contar conmigo" - dijo su padre mientras se retiraba. 

Parecía mostrar preocupación por Adrien pero no la suficiente como para enfrentarlo y compartir su luto y dolor. 

Cuándo su padre se había alejado por completo de su puerta dirigió su mirada hacia la caja de dulces que la chica de desconocido nombre e identidad le había dado, abriéndola, tomó uno mientras una lágrima caía por su mejilla.

Alguien había sido amable con él de una manera tan desinteresada, no preguntándole por su estado, ni cuestionandolo, solo brindándole algo para que se sintiera mejor, jamás lo olvidaría. 

Guardó el paraguas que le había dado como un tesoro que le recordaba a esa primera y única interacción que habían tenido. 

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Adrien al siguiente día, decido a descubrir quién era la persona que lo había ayudado en tan difícil momento y gracias al logotipo de la caja de dulces, logró dar con la identidad de esa persona.

Así descubrió que era la hija de los dueños de una panadería y su nombre era Marinette. "Marinette" - pensó mientras la recordaba y un leve sonrojo aparecia en su rostro cuando supo al fin el nombre de esa misteriosa chica.

Ahora que sabía que sus padres tenían una panadería, teniendo en cuenta que a él le encantaban los dulces y había disfrutado de los que la chica le había dado, era la excusa perfecta para verla de vez en cuando.

Aunque nunca tuvo el valor de ir el mismo a comprar los dulces que tanto le habían gustado y solo observaba desde su auto como ella se los entregaba a su chófer. Con esto era suficiente para él. 

Y para sorpresa de él, ahora podría verla no sólo yendo a la panadería de sus padres, sino que entraría a su misma preparatoria. 

Luego de estudiar toda su vida en casa Gabriel pensó que sí Adrien asistía a la preparatoria como todos los chicos de su edad, seguro lo ayudaría con su estado de ánimo. Y aunque esto no lo ayudó en ese aspecto, agradecía poder estar en la misma preparatoria y en el mismo salón de Marinette, asi podría verla los días en que le fuera posible asistir, ya que su trabajo como modelo ocupaba todo su tiempo y solo podía. asistir ocasionalmente. 

Por su parte, Marinette notaba su presencia y aveces sintió que la observaba, incluso sus ojos llegaron a encontrarse un par de veces, pero pensaba que solo era su imaginación, ya que ¿Qué tipo de interés podría tener alguien como él en ella? Era tonto ni siquiera pensarlo. 

Continuaron sin mucho avance en su relación por los siguientes dos años, hasta que el destino los vio obligados a ser el apoyo y compañía que ambos chicos tendrían, al tomar la decisión de cambiar sus vidas.

Chapter Text

La semana apenas estaba comenzando, les había resultado agotador, tanto como Marinette como Adrien se reincorpora a la vida estudiantil.

Luego de desaparecer y no tomarse enserió la escuela por los últimos meses les había resultado difícil compararse de nuevo a la rutina. Y en especial este era su último año por lo que sus maestros eran más estrictos de lo habitual. 

Por desaparecerse los últimos tres meses de escuela y no presentar si quiera exámen final, Marinette y Adrien, de no ser por sus buenas calificaciones a iniciadas de año habrían reprobrado. Por lo que sus profesores como sí de ponerse de acuerdo se tratará, los inundaron de tareas extracurriculares para que lograrán equilibrar sus conocimientos con él resto de sus compañeros.

Por suerte, a Marinette y Adrien no se les dificultaba tanto aprender y sus notas cuando asistían no eran para nada malas, pero el descuidó por sus estudios y el cansancio mental que ambos portadores aún tenían, secuela producida por dejar su organización, era algo con lo que tuvieron que lidiar en su primera semana de regreso a clases y probablemente todo su último año de preparatoria.

Por otro lado, contaron con la fortuna de que él supremo no diera signos de vida, y de no ser por la escuela, nadie interrumpió la paz que habían estado experimentando estos últimos días. Aunque aún era difícil su cambio de ambiente, poco a poco lograrían hacer por completa la transición. 

En la biblioteca .

"Oh vaya, realmente es sorprendente verlos a ambos tan comprometidos con eso" - dijo Nino mientras ponía sus manos en su barbilla. 

"Vamos cariño, lo creas o no, ellos siempre tuvieron mejores calificaciones que tú" - le dijo su novia burlándose de él. 

"Ey, se supone que tienes que estar de mi lado" - dijo haciendo un puchero. 

Ambos rieron mientras Marinette y Adrien sólo escuchaban siguiendo en lo que estaban haciendo. 

"¡Me harté!" - se escuchó un grito procedido de un shhh por parte de las demás personas que se encontraban en la biblioteca. 

"¿Marinette que pasa?" - le preguntó el rubio. 

"¡¿Qué que me pasa?! Estoy harta de tantas tareas, ahora recuerdo porque fue tan fácil dejar de asistir a la escuela..." - dijo Marinette sin muchos ánimos mientras observaba el montón de papeles que se encontraban en la mesa. 

"¿En qué estás trabajando? ¿Puedo ayudarte?" - dijo Adrien mientras trataba de aliviar la fatiga de la chica que le gustaba. 

"Noo, estoy bien, estoy resolviendo un ejercicio de física pero es tan largo, nunca acaba y ya me cansé" - dijo mientras su cabeza se encontraba recostada sobre su cuaderno y el ejercicio aún pendiente. 

Adrien se río junto con Alya y Nino al verla así.

"¿De qué se ríen?" - Marinette los fulminaba con la mirada. 

"De nada" - dijjeron los tres mientras prosiguieron a seguir con sus propios asuntos. 

Siguieron así toda la tarde, fue bastante productivo y los chicos lograron avanzar con sus tareas, Alya y Nino al acabar se despidieron de Adrien y Marinette ya que tendrían una cita, por lo que ambos se quedaron un tiempo más intentando acabar. 

Se escuchaban gruñitos. Adrien volteó a ver de que se trataba cuando vio el lado de la mesa que estaba utilizando Marinette llena de hojas arrancadas vueltas bolita. 

"Tuve suficiente, me iré ahora" - dijo Marinette ya que estaba bastante fatigada por todas las tareas.

"Amm, esta bien, adiós" - dijo Adrien por la inesperada situación.

Así, Marinette se despidió de Adrien sin decir mucho más y se marchó. 

"¿No crees que deberías irte también Adrien? ya tuviste suficiente" - decía su kwami desde el bolsillo de su chaqueta entre bostezos. 

"Aún no acabó pero ya todos se están yendo, debería irme también" 

Así pasaron su tarde, entre libros y papeles repletos de tareas que apesar de sus esfuerzos, no lograron acabar. 

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ 

Luego de una larga semana de escuela, Marinette se encontró reflexionando sobre todo lo que había estado viviendo. 

Fue extraño, arreglar las cosas con Alya y Nino había sido más sencillo de lo que pensaba, aunque seguro solo trataban de ser amables porque Betterfly se los ordenó, pero no se sintió como si estuvieran forzados a ser amables. Por lo que apreciaba que ambos estaban dispuestos a pasar página y conocer a las verdaderas personas detrás de la máscara. 

Pensaba también en lo bienvenida que la hacía sentir Betterfly y como a pesar de ser una completa extraña, él se estaba asegurando de ayudarla a salir y brindarle una mano. 

Incluso preparó un almuerzo completo para todos, ya qué la calidad de la comida en la cafetería no era la mejor. Adrien se encontraba fastidiado de tener que cargar con más loncheras de la cuenta, pero Gabriel parecía disfrutar de tener este detalle con sus aliados.

Era raro recibir tanto cobijó por parte de alguien, en especial de un adulto. Hasta donde ella sabía, sus padres nunca fueron demasiado cariñosos con ella porque casi no tiempo tenían y tampoco se esforzaron en encontrar tiempos para estar con ella, siempre se encontraban ocupados en hacer crecer la panadería. Los profesores siempre hacían la vista ciega a como ella pudiera sentirse y jamás castigaron a quién la hacía sentirse miserable. Al final había comprendido que estaba sola en la vida. 

Pero apesar de sentir que ella y los adultos no pertenecían al mismo mundo hubo alguien que siempre estuvo para ella, esa persona también tenía una personalidad similar a Betterfly y ese alguien era su abuela. Ella siempre la cuido, se preocupaba por su bienestar, la consolaba y pasaba tiempo con ella. Fue la única adulta que la hizo sentir que de verdad alguien la apreciaba, y todo acabó cuando ella murió hace casi diez años. 

Luego de la muerte de su abuela había sido dónde de verdad había iniciado su infierno, al morir no tratado de olvidar los buenos momentos que pasaron junto a ella, pero era doloroso recordar lo único que ella había conocido como felicidad y protección por parte de un adulto. Ella era su lugar seguro. 

Se dirigió a un pequeño baúl que tenía lleno de los únicos recuerdos felices que tenía. Sacó una fotografía que tenía de ella junto con su abuela que captutaba un hermoso recuerdo de su niñez, colocando la fotografía en un precioso marcado. No tenía porque seguir finciendo que ella no había existido. 

Observó la fotografía, al observarla se sentía triste, Marinette sabía que no tenía sentido sentirse sentimental con respecto a eso, después de todo había sido hace mucho tiempo, pero aún dolía y no lo superaba por completo. Marientte sabía que tenía que aprender a abrazar los hermosos recuerdos que alguna vez vivió ya que su abuela siempre se lo repetía mientras le mostraba cuáles eran los recuerdos más hermosos que ella conservaba, como el día en el que ella nació. 

Luego de esto se quedó divangando entre sus pensamientos, y cierto chico se le vino a la mente.

Su historia con Adrien sin duda era algo para sorprenderse, ya que cuál es la posibilidad de que una chica normal como Marinette podría siquiera ser amiga de alguien como Adrien, ni en sus sueños eso era posible, pero para sorpresa de ambos era justo como se. . estaban dando los hechos en la actualidad. 

Se sintió culpable al guardarle tanto rencor por tanto tiempo. Después de todo el también había atravesado por situaciones, que al igual que ella, lo llevaron a caer en las manos de una peligrosa organización. 

"Sin duda no importa el ambiente en el que hayas nacido, siempre abran momentos en los que te verás obligado, sin importar qué, a caer al abismo y nada podrá evitarlo" - soltó un pequeño suspiro.

"Tikkie, ¿no crees que es raro?" - preguntó la chica a kwami mientras se recostaba sobre su sofá 

"¿Qué es raro Marinette?" - respondió.

"Ya sabes... todo, me quedaría corta sí dijera todo, necesitó una palabra que abarque más que todo" - dijo Marinette mientras abrazaba una almohada.

"Creo que entiendo" - su kwami soltó una risita. 

"Tú vida acaba de dar un vuelco por completo y es normal, después de todo no estás acostumbrada" - Marinette escuchaba atentamente. 

"Tienes razón, además del cambio tan drástico que dio mi vida, jamás e vívido algo similar o almenos no lo vivía hace mucho. Cuándo era niña mi abuela siempre estuvo para mí, por lo que sé en cierta medida que se siente tener a alguien que se preocupe por ti genuinamente y con respecto a tener amigos... tuve a Luka, aunque siempre arruinaba las cosas con él y me comportaba fatal, él siempre estuvo para mí apesar de mí comportamiento" - Tikki escuchaba atenta todo lo que su portadora Tenía por decir. 

"Y ahora tienes tres nuevos amigos ¿No es así?" - dijo Tikki mientras le sonreía. 

"¿Sólo tres? ¿Tú no cuentas?" - Marinette la vio con cara de tristeza al no incluirse entre sus nuevas amistades. 

"¡Por supuesto que soy tu amiga Marinette!" - respondió con entusiasmo, ambas saltaron una pequeña risa e intercambiaron sonrisas. 

Marinette estaba feliz de contar con su kwami y poder considerarla una amiga. Por su lado, Tikki se sentía exactamente igual. 

La chica dejó salir un profundo suspiro y siguió con la conversación. 

"Definitivamente tú eres la más fácil con la de tratar de todos, no sé como se siguen dando las cosas con Alya o si pueda ser tan amiga de ella como mi versión alterna, pero lo intentaré supongo " - Tikki se sintió orgullosa de escuchar hablar de esa forma a Marinette luego de ser testigo del ánimo con el que ella habló hace apenas una semana. 

"Nino se lo dejaré a Adrien, él tiene que ver cómo arreglar las cosas con él. Y con Adrien..." - la mente de Marinette se quedó en blanco.

"¡Vamos Mari! No te distraigas" - el ánimo tikki. 

"Ah, si si" - volvió de entre sus pensamientos.

"Con Adrien pensé que me resultaría muy irritante el solo hecho de compartir el mismo espacio, pero no fue así..." - se encontraba confundida sobre la percepción que tenía sobre el rubio.

"Claro que sí, antes lo odiadas y no podías parar de fastidiarte con solo escuchar su nombre, tuve que escucharte los últimos años quejarte sobre él, el supremo vendió mi boca pero lastimosamente no mis oídos" - dijo su kwami mientras Marinette se sentía apenada Luego de recordar todo lo que ella dijo en el diario sobre Adrien. 

"No me lo recuerdas, no solo tu tenías que escucharme ¿Sabes quién más me escuchaba quejarme? ¡Claw Noir!" - se hundió en su almohada avergonzada.

Tikki rió en carcajadas al ver a su portadora en ese estado. 

"No te rías Tikki, además de eso lo traté muy mal, aunque en mi defensa el también me trataba mal" - Marinette se recompuso.

"Ambos tienen cosas por las que arrepentirse, pero ¡Esta bien! no fuiste la única y te aseguró que Adrien se siente igual qué tú" - le afirmó su kwami. 

"Creeré en ti" - le dijo su portadora.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Era sábado por la mañana, luego de una cansada semana en la que estuvo enfocada cien por ciento en sus estudios, Marinette había dormido como un tronco. 

Cuándo decidió pararse de la cama e ir por algo para desayunar, como era de esperarse, no había rastro alguno de sus padres. Normalmente contrataba sus servicios para algún evento importante los sábados, antes Marinette solía ayudarlos con los preparativos, pero así como había dejado la escuela por combinado también dejó de ayudar a sus padres, por lo que ya no contaba con su ayuda. 

"Buffet de postres en evento de caridad" vio escrito sobre el calendario en el que sus padres anotaban todos sus compromisos.

"Marinette mira" - escuchó la voz de su kwami.

Volteó a ver en dirección al lugar de dónde provenía su voz. Su mirada se fijó en la encimera de la cocina donde solía desayunar. Se sobresaltó confundida al ver un plato con lo que parecía ser un desayunó.

"¿Recordaron que tienen una hija? Wow increíble" - dijo en tono sarcástico pero sorprendida a la vez.

"Quizás ellos también quieren tratar de mejorar la relación contigo Mari" - dijo tikki sonriendole.

"Mmmm quizás, aún así para mí, es raro, nunca antes me habían dejado comida preparada ¿Quizás la olvidaron?" - dijo tratando de encontrar una posible explicación.

"Noo, incluso hay una nota" - su kwami le mostró. 

La chica tomó la nota, la cuál decía.

Para: Marinette

Se que fue tu primera semana de clases y debes estar agotada ya que asististe los cinco días sin falta ¡Felicidades! 

Dejé dinero junto a tu desayunó, puedes tomarlo por si quieres pedir algo para el almuerzo o lo que sea.

Si sales durante el día precura no regresar demasiado tarde.

Volveremos pasadas las 12 am

"Seguro es de papá" - dijo mientras sostenía la nota.

"Tu padre parece querer mejorar su relación ¿No?" - preguntó su kwami.

"Siempre lo a intento pero sin mucho éxito, me temo, siempre estaba ocupada y no es cómo que yo ayudaría" - dijo Marinette viendo su comida pretendiendo que no le importaba. 

"Debió ser muy difícil" - tikki la vio con compasión. 

"Sí, pero ahora te tengo a ti y tal vez todo empezar a mejorar incluso en casa" - dijo Marinette.

Ambas compartieron un pequeño abrazó. 

Así, tomó el plato que se encontraba sobre la encimera y sin más desayunó. Al terminar se recostó sobre el sofá mientras se disponía a ver televisión y no hacer absolutamente nada en todo el día. 

Pudo llevar acabo sus aviones apenas por dos horas ya que sonó el teléfono. Tenía un nuevo mensaje de Adrien. 

-Hola Marinette. ¿Estás libre? 

- Sí ¿Por? 

- ¡Genial! ¿Te gustaría venir a mi casa? 

- ¿Por qué iría a tu casa en mi tiempo libre?

- Podríamos hacer la tarea juntos, claro si te parece. 

"¡Mierda!" - dijo en voz alta. "Mi día pacífico y tranquilo acaba de llegar a su fin." - dijo cabizbaja.

- Sí, esto bien, estarás ahí en una hora.

-Ok, estoy afuera de tu casa, ¡Te espero! 

- Qué. Espérame un momento.

"¡Que carajos!" - gritó en voz alta de nuevo, dirigiéndose a la ventana para comprobar sí Adrien sí estaba afuera y efectivamente, ahí se encontraba.

"Marinette no deberías gritar groserías ¿Qué pasa?" - dijo Tikki al ver su comportamiento arrepentido. 

"Adrien está abajo" - se veía el nerviosismo en su rostro mientras veía por la ventana.

"¿Por qué está aquí?" - preguntó.

"Aún tenemos tarea por hacer y quiere que la hagamos juntos en su casa" - dijo sin ánimos mientras recostaba su cabeza en la pared. 

Marinette subió a su cuarto a cambiarse ya que aún se encontraba en pijama.

"Tikki ¿estoy presentable?" - dijo luego de unos minutos.

"Sí Mari ¡Estás perfecta!"

"¡Bien! confiaré en ti" - se dispuso a bajar. 

Afuera de la casa de Marinette.

"Adrien ¿No fuiste muy invasivo?" - preguntaba su kwami. 

"¿Por qué sería Plagg?" - Adrien no entendió a lo que su kwami se refería. 

"¿Enserió lo preguntas? esperándola afuera de su casa cuando no sabías si iba a aceptar tu propuesta, es muy acosador de tu parte" - dijo Plagg.

"Sabía que diría que sí, no sé porque te alarmas" - Plagg le volteó los ojos mientras se veía que estaba por salir de alguien. 

"Toma" - dijo Marinette mientras le arrojaba una bolsa de galletas. 

"¿Por qué es esto?" - Adrien no entendía porque de la nada le daba una bolsita llena de galletas.

"Mi papá me las dio, pero si no las quieres se las puedo dar a Tikki" - los ojos de la kwami brillaron de felicidad ante lo que había dicho su portadora. 

"Noo, las tomaré" - dijo Adrien sosteniendo sus galletas con felicidad.

"Eres muy malo Adrien, al menos podrías compartir con mi terroncito ¿No ves su tristeza?" - dijo Plagg quién se encontraba al lado de Tikki.

"No dejaría a mi linda kwami sin galletas, diez" - Marinette le dio una especialmente para ella.

"¿A ti que te gusta Plagg? ¿No te gustan los dulces verdad?" - preguntó.

"No, sólo queso, queso, queso, en especial camembert" - dijo mientras se le hacía agua la boca al mencionar queso.

"Lo siento, no tengo nada de queso, pero lo tendré en cuenta para la próxima vez" - dijo mientras a Plagg le brillaban los ojos. 

"Próxima vez..." - pensó Adrien mientras un ligero rubor se asomaba por sus mejillas. 

"¡Bien! ¿Nos vamos?" - preguntó Adrien para no seguir fantaseando.

"Sí, pero ¿Vienes solo?" - preguntó Marinette al no ver al chófer de Adrien. 

"¡Sí! Esta vez yo manejare" - dijo orgulloso.

"¿Sabes manejar?" - preguntó.

"Sí, por supuesto, mira" - sacó su permiso de conducción y se lo mostró. 

"Wow no me lo esperaba e incluso sales bien en la foto pero ¿Es seguro?" - preguntó dudando de las habilidades de conducción de Adrien.

"Sorprendentemente no morimos de camino aquí, así que sí" - dijo Plagg. 

"Bueno, pero sí sabes conducir ¿Por qué siempre venías con tu chófer a la panadería?" - preguntó con curiosidad.

Adrien soltó una risa nerviosa y dijo - "Papá no quería que viniera sólo y obtuve el permiso durante la semana, eso es todo. Entra" - le abrió la puerta de copiloto nervioso y ambos se subieron al auto.