Chapter 1: Capítulo I
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Na Jaemin era un joven de 25 años, era un gran chico y estaba feliz. Desde hace 5 años fungía como dueño de una tienda de vestidos de boda, de quince años y de presentación para niñas. Se hizo dueño después de que su antiguo jefe, Mark Lee, había fallecido.
El lugar era recurrido, pero eso también ocasionó que Jaemin tuviera que trabajar día y noche. Nunca tuvo familia así que no había nadie que lo esperara en casa, estaba solo.
Por eso nadie asistió a su funeral después de tener una descompensación alimenticia e insomnio, se desmayó en vía pública provocando un accidente del cual ya no podría despertar.
El problema vino cuando Jaemin abrió los ojos y bostezó con pesar, su último recuerdo fue ser atropellado, pero no estaba en un hospital, estaba en una habitación bastante grande, espaciosa y bien iluminada.
—¿Reina Jaemin? —Escuchó una voz de sorpresa y de miedo.
Jaemin suspiró. ¿Reina? ¿De qué hablaban? Él ni siquiera era mujer ni pertenecía a la nobleza. ¿Le hablaban a él?
—Reina Jaemin, ¿Se encuentra bien? —Jaemin suponía que era un doctor quien hablaba, pero se extrañó de que no fuera un doctor, sino una mujer que lucía como una sirvienta.
Jaemin se sentó en su cómoda cama y observó la enorme habitación, ¿En dónde estaba? Necesitaba saber en dónde podía conseguir ayuda y en cómo podía salir de allí antes que los atraparan.
—¿Disculpe en dónde estoy? —Preguntó Jaemin viendo a las personas que estaban.
—¿Se siente bien, reina? —Preguntó una mujer que se encontraba a su lado.
—¿Reina? —Jaemin de nuevo miró a su alrededor.
No lo soportó y se puso de pie, se sintió un poco más ligero de lo que normalmente se sentía, caminó a lo que le pareció el espejo más cercano y se observó, tenía el cabello más largo y de un rosa claro brillante.
Es que sí era su rostro, pero no se sentía en su cuerpo, era el de alguien más.
¿Por qué no estaba en el hospital? ¿Realmente había muerto?
—¿Reina? —Preguntó una de las tres mujeres que estaban allí. —¿Se siente mejor? Estuvo enferma por días, pero nos alegra que despertará, el rey Jeno se pondrá feliz.
—¿Rey Jeno?
Eso no sonaba como a un padre... Sonaba más como a un rey, a una figura de autoridad, a... No sabía a qué, pero debería encontrar a alguien que fuera de su confianza para saber en dónde estaba.
—Llévenme con él. —Dijo Jaemin levantando su ceja.
Ese hombre debería saber en dónde estaba y cómo podía volver a su mundo ¿No?
—El rey no quiere verlo. —Dijo una de las sirvientas.
Y Jaemin se sintió extrañado, ¿Qué demonios pasaba en ese lugar? ¿No le habían dicho que era la reina? ¿No había una máxima autoridad que pudiera encontrarse allí y que pudiera ayudarlo?
—Quiero ver al rey inmediatamente. —Jaemin exigió.
Y las sirvientas hicieron una cara de pánico, solo asintieron y guiaron a Jaemin al salón real, Jaemin estaba sorprendido, había muchas personas que evitaban su mirada, también estaba en lo que parecía ser un castillo, un enorme castillo de cuento de hadas.
Jaemin sentía que no era una reina, no tenía pechos, y su órgano reproductor masculino seguía en su cuerpo, así que era hombre. Lo único que cambió fue su cabello y quizá la fuerza física que tenía, porque sus pectorales seguían del mismo tamaño y también su sonrisa.
Con el nerviosismo a flor de piel, Jaemin escuchó a uno de los sirvientes que protegían la puerta y que le hicieron una cara de desagrado a Jaemin en cuanto llegó.
—Su majestad, ha venido la reina Jaemin a verlo. —Avisó uno de los sirvientes del rey.
—No quiero verlo. —El rey mencionó rodando los ojos. —¿No le prohibí que viniera a mi espacio?
Jaemin escuchó y sintió que algo se removió dentro de él, lo que parecía ser su esposo ni siquiera le prestaba la debida atención, así que sin pensarlo mucho entró al salón real y caminó de frente al escritorio del rey.
—Necesito hablar con usted, rey. —Dijo Jaemin pensando en cómo hablaría frente a una persona con mayor jerarquía que la suya.
—No tengo tiempo, reina, había sido muy claro también sobre nuestros espacios y nuestros tiempos. —Murmuró. —No quiero verlo aquí, mucho menos después de haber intentado morir y culparme.
—¿Qué? —Jaemin preguntó levantando su ceja.
¿El cuerpo donde estaba ahora había intentado morir? ¡Que estúpido! Al menos que sí se hubiera muerto y esa persona ahora ocupara el cuerpo del verdadero Jaemin. No, eso era una estupidez, quizá los dos realmente estaban muertos y esto solo era un sueño antes de ir al cielo... O al infierno.
—Sé bien que nuestro matrimonio no es precisamente la envidia de nuestro reino, pero el trato a mi querida Winter e invadir mis espacios para exigir mi atención es inaudito, por favor, retírese y no quiero verlo hasta algún evento oficial. —Dijo el rey.
Jaemin iba a decir algo, pero fue cuando prestó atención al rey, un hombre de cabello negro con un lunar sensual en el borde de su ojos derecho, era tan guapo, su espalda, la ropa, sus labios, su mirada. Si Jaemin no estuviera tan enojado, ese hombre sería completamente su tipo, pero ya se había dado cuenta de que era una mierda y no servía para nada. El enojo era más grande que su admiración.
—Lo siento. —Jaemin dijo e hizo una misera reverencia para salir del salón.
Tragó saliva y miró a una de las sirvientas.
—Acompáñenme a mi habitación. —Mencionó.
—Reina, algunas de nosotras tenemos cosas que hacer, solo le seguimos porque el rey Jeno no quiere dejarlo con su guardia, pero nosotras no somos damas que puedan estar con usted. —Dijo la sirviente de mayor edad.
—Pues consígame una con la que pueda hablar, ¿Alguna se ofrece? —Preguntó.
Ellas susurraron y susurraron y al final la de mayor edad rodó los ojos con algo de hartazgo.
—Ningning se acaba de recuperar, ¿Quiere que la llamemos? —Cuestionó ella.
—¿Recuperar de qué? —Jaemin preguntó.
—De cuando intentó robarle y usted la mandó azotar. —Frunció los labios.
Jaemin se quedó perplejo, ¿Él había mandado azotar a alguien? Bueno, sí, supuso que la persona de la que ocupaba el cuerpo y compartía el nombre era bastante bonito, pero no pensó que tendría una personalidad de mierda al igual que el rey.
—Tráela. —Jaemin ordenó.
Jaemin se encerró en su habitación y dejó a las sirvientas afuera, se volvió a mirar en el espejo de cuerpo completo que tenía. Tenía un closet enorme con ropas bastante bonitas, las telas eran de calidad, eran suaves al tacto, pero toda su ropa, incluida la que traía puesta, tenían una especie de falda alrededor de los pantalones, diferente a como lo usaba el rey y los guardias.
Jaemin pensaba seriamente en cómo regresar, o quizá si se dormía y despertaba, podría volver, aunque si se quedaba allí, al menos necesitaba un poco más de contexto.
El rey Jeno era muy apuesto, pero pensaba que su matrimonio era malo, Jaemin sonrió, en su mundo, el matrimonio igualitario estaría mal, y Jaemin jamás pensó en casarse con un hombre tan sexy como lo era el rey. Lo más cerca que estuvo de salir con alguien fue con su antiguo jefe, era un poco mayor que Jaemin, pero era guapo, murió de una enfermedad terminal y le dejó a Jaemin la boutique de vestidos, Jaemin especializándose en vestidos para niñas y Mark, un estupendo diseñador de vestidos de bodas.
Se acostó en la cama y miró el techo. Se quedó dormido por unos minutos, pero el sonido de la puerta lo despertó, aún había sol por la ventana, así que se levantó para abrir.
Encontró a la sirvienta mayor y con una chica de cabello rojo que la veía con miedo.
—Hemos traído a Ningning. —Murmuró.
Jaemin solo abrió la puerta y dejó que la sirvienta pelirroja entrara, cerrando la puerta frente a la otra.
La expresión de la chica era bastante asustada, ella se arrodilló frente a la "reina" y suplicó por su vida. Mientras las demás sirvientes se iban y dejaban a la pelirroja a merced de "la tirana reina".
—Reina, le juro que yo no le he robado. —Dijo a punto de llorar. —¡Yo jamás haría algo en contra de la familia real!
Jaemin tenía una expresión bastante confundida, no sabía si debía fingir y de decir algo.
—¿Qué fue lo que pasó? —Jaemin dijo repitiendo lo que oía. —¿Por qué me robaste?
—Yo no le robé. —Ella dijo. —Por favor, ya pagué por los pecados de los que se me acusó, por favor no me mate.
Y había terror en su expresión. Jaemin sentía que ese terror era por su culpa, sentía que no mentía, soltó un suspiro resignado y miró a la sirvienta.
—Levántate y dime qué fue lo que pasó. —Jaemin dijo.
—Yo juro por mi madre que jamás he robado. —Ella se quejó. —Sé que la reina puede ser benevolente, por favor perdone mi vida.
—¿Qué pasó? —Jaemin cruzó sus brazos y gritó. Aunque con eso no haría que la otra persona hablara. —Si me cuentas que pasó, no te dañaré.
La chica se calmó un poco y dejó de hipar y de llorar. Jaemin no soportaba ver la escena, ¿Por qué todos le tenían miedo y asco?
—Solo hice la limpieza que normalmente hago y usted me acusó de robar sus preciosas joyas, pero no sé quién las haya escondido, nunca he tocado nada con intención de robarlo.
Jaemin frunció sus labios.
—¿Quién pudo haberlo hecho? —Jaemin preguntó.
Y la cara de la chica fue de confusión. Levantó un poco la vista y negó con la cabeza.
—No lo sé. —Mintió.
Jaemin sabía que mentía, pero no quería ahondar más en el tema.
—Bien, te perdonaré porque necesito un sirviente fiel de mi lado, ¿Puedes hacerlo?
—Majestad, yo no...
—¿Puedes hacerlo?
—No puedo negarme aunque quisiera.
—Perdonaré tu vida y si me llegas a traicionar solo haré que te vayas al palacio, seguramente querrás que tu reputación sea restaurada. —Jaemin murmuró.
¿Sí? Jaemin pensó que esa era su mejor oportunidad. Necesitaba a alguien que estuviera de su lado, aunque por lo que había oído, Ningning era una su dama principal, así que quería confiar en ella.
—No quisiera arriesgarme a hacer algo que la molestara. —Ella dijo con algo de pena.
—¿A qué te refieres? —Jaemin preguntó.
Ella se encogió de miedo y bajó la mirada. Tenía miedo mucho miedo y Jaemin no podía hacer nada, así que preguntó lo más directamente posible.
—No puedo decirlo.
—¿Por qué no? —Jaemin cruzó los brazos.
—Quisiera que mi cabeza permaneciera pegada a mi cuerpo. —Ella dijo sin levantar la vista.
—Bien, dime todo lo que opinas de mí y no tomaré ninguna represalia. —Jaemin mencionó. —Lo juro por mi puesto de "reina".
La chica solo miró a la reina Jaemin y sus ojos tuvieron miedo, sin embargo, ella también lo percibía, la persona que estaba delante de ella no era "la reina malvada", parecía que la experiencia cercana a la muerte le hubiera cambiado.
—¿Está seguro de ello? —Preguntó.
—Lo estoy, así que puedes decirme todo lo que pienses. —Jaemin prometió, sin saber que sería un problema después.
Continuará...
Chapter 2: Capítulo II
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Jaemin estaba extasiado y abrumado. ¿Él un brujo malvado? Era una estupidez, así como la falsa acusación que hacía Ningning, ¿Por qué él querría mandar ejecutar a su dama, planeando un propio robo? Demonios, ¿Qué clase de persona se supone que era el dueño del cuerpo que tenía?
—Ya no soy esa persona. —Jaemin mencionó. —Me convertiré en una reina respetable. Así que necesito tu ayuda.
—¿Qué puedo hacer por usted? —Dijo la dama de cabello rojo.
Ningning estaba segura de que el intento de suicidio de la reina lo había hecho recapacitar, por un instante ella pensó en que lo mejor era que ese tirano muriera, pero ahora se sentía más relajado, menos... ¿Malvado? Era como si fuera otra persona.
—Nadie debe de saber lo que hablamos, mi confianza estará en ti. —Jaemin mencionó. —Dime, ¿Por qué el rey Jeno me odia?
—Bueno, eso no lo sabemos, pero ustedes llevan casados dos años. —Murmuró la sirvienta recordando. —Jamás han consumado su matrimonio, dieron mucho de que hablar en ese entonces porque parecía que el rey Jeno le despreciaba. —Ella hizo una mueca. —Lo siento, no quise decir eso...
—No, está bien, prosigue. —Jaemin se quedó callado. —¿Entonces por qué me casé con él? ¿No fue por amor?
—Ningún matrimonio con la realeza es por amor. —Ella hizo una expresión cansada. —Usted era princesa de Dreamland, es un reino bastante fructífero, pero pequeño, Wonderland, nuestro reino es el más grande, con mayor territorio y derrama económica de la región, por ende fue un matrimonio por conveniencia.
Jaemin sentía dolor de cabeza, ¿Qué pasaba con esos nombres? ¿Iba a tener que hacer un mapa? Él no quería gobernar, quería regresar a su mundo porque tenía muchos vestidos que entregar, él nunca se imaginó estar casado con un hombre tan sexy, pero si no lo quería, ¿Qué se le iba a hacer? Jaemin no era de los que rogaban.
—Y he sido horrible con todos ¿Cierto? —Jaemin preguntó.
—Uh, sí, con la mayoría, muchos pensamos que está frustrado por no poder concebir a un heredero varón y alfa. —Aclaró su garganta.
Jaemin frunció sus cejas, pues no, claramente no podría, era un hombre, ¿Por qué se casaría con otro hombre si necesitaba tener un heredero? No tenía sentido ¿Acaso nadie había llevado clases de biología?
Jaemin solo suspiró.
—No es algo que se pueda controlar. —Jaemin murmuró. —Además los herederos no son tan necesarios.
—Sí, para el reino sí. —Ningning explicó. —Wonderland necesita un heredero varón o de preferencia que sea un alfa, la cámara de los Lores no estará de acuerdo si el rey no tiene un heredero hombre.
Jaemin no sabía qué decir, porque realmente él no podía tener hijos, así que no sabía por qué el rey se había casado con él, pero ahora no importaba, Jaemin lo que quería era salir, ver bonitos vestidos y quizá buscar la forma de regresar a su mundo.
—Bueno, ahora no es momento de preocuparse por eso. —Jaemin dijo. —Acompáñame y muéstrame el palacio mientras me hablas de todas las personas de aquí.
—Reina Jaemin ¿Su enfermedad le hizo perder la memoria? —Ningning preguntó.
—Sí. —Jaemin contestó. —Pero nadie debe de enterarse ¿Correcto? Eso me pondría en desventaja y no puedo permitir que alguien tome ventaja de esto.
—Por supuesto. —Ningning contestó.
La dama estaba un poco preocupada porque en el palacio no muchos querían a la reina Jaemin, era un omega precioso debían decirlo, era refinado, pero realmente estaba vuelto loco por la atención del rey Jeno y de tener un varón que pudiera gobernar el reino, por eso el rey lo ignoraba tanto.
La dama solo deseaba que esto no fuera algún truco de la malvada bruja.
Ellos salieron del salón y la chica caminó por un enorme pasillo, debía decir que la reina Jaemin tenía una ala solo para él, para que no molestara a nadie del palacio, estaba confinado en soledad, saliendo de su ala, llegó a los enormes jardines, había plantas muy raras y sus flores estaban secas.
—¿Por qué nadie las riega? —Jaemin preguntó.
—Usted fue quien dio la orden. —Ningning murmuró, la reina Jaemin hace tiempo creó un veneno poderoso para que toda vida muriera, malas lenguas decían que planeaba usarlos con la princesa Winter, pero nadie ha confirmado nada.
Jaemin se acercó a las plantas y frunció los labios, estaban tan muertas, tan sin vida.
—Dile a un jardinero que me encantaría que haya rosas en este lugar. —Jaemin dio una orden.
—Por supuesto. —Ningning sonrió.
Ellas siguieron caminando hasta parte del jardín central del palacio, Jaemin nunca había visto tantas hectáreas juntas, libres y tan verdes, hasta que escuchó el grito de una mujer.
Y no solo el de una mujer, era una niña.
Jaemin miró a Ningning y ambos corrieron a donde venía la voz.
—¡Princesa! —La voz de un hombre resonó.
Y de nuevo el grito.
Había una niña con el cabello negro tan oscuro, pero la piel más blanca que la nieve. Ella gritaba mientras montaba un caballo, el caballo era bastante fuerte y parecía que quería tirar a la niña. La niña no podía mantener el equilibrio y el hombre que le daba la clase de equitación cabalgaba detrás de ella persiguiéndolos.
—¡Esa niña se lastimará! —Jaemin le dijo a Ningning. —Tenemos que hacer algo.
—Reina Jaemin usted no puede acercarse. —La pelirroja mencionó.
—¡La pequeña podría morir! —Jaemin corrió sin importarle que su vestimenta se ensuciara, corrió al establo y tomó un caballo blanco al que subió, y cabalgó.
Jaemin no estaba muy seguro de que supiera montar, pero al parecer su cuerpo sí podía hacerlo, lo cual lo alegró, porque su caballo era muy veloz.
El caballo de Jaemin llegó a la altura y velocidad del de la niña
—¿Estás bien? ¿Puedes saltar a mí? —Preguntó Jaemin.
La niña al verlo, se sintió nerviosa y temerosa, además de que su caballo siguió de largo y parecía que se iba a caer. La niña tuvo miedo y se lanzó, Jaemin la atrapó entre sus brazos y regresaron al establo donde estaban otras doncellas esperando por la niña y el instructor fue por el enorme caballo negro que siguió corriendo.
—¿Estás bien? —Jaemin le preguntó a la niña.
La pequeña era demasiado hermosa, su cabello era largo y sus ojos eran tan expresivos, Jaemin sintió mucha ternura, esa niña parecía una modelo, estaba seguro de que podría hacerle unos bonitos vestidos más adelante, claro, si conseguía tela.
—Sí. —Susurró bajito mientras su mirada chocaba con la reina Jaemin.
Jaemin poco a poco empezó a detener su caballo y observó a Ningning. La niña se sujetaba de su brazo fuertemente y Jaemin no pudo evitar sonreír, vaya que esa niña era preciosa.
—¡Princesa Winter! —Las doncellas gritaron. —¿Está bien?
Las mujeres se asustaron cuando vieron a Jaemin, casi se la arrancaron de sus brazos para bajarla del caballo. Jaemin solo bajó con cuidado y observó a las mujeres siendo tan sobreprotectoras con la menor.
Hasta que, de nuevo, la voz imponente de un hombre se escuchó.
—¿Qué hiciste? —Le gritó a Jaemin. —¿Intentabas matarla?
Jaemin se asustó un poco por el grito. ¿De qué estaba hablando?
—Rey Jeno. —Ningning se inclinó. —No es la situación...
—La reina Jaemin intentó tirar a la princesa de su caballo, pero la princesa se sujetó de la reina. —Dijo una de las doncellas.
La niña mantenía sus ojos apretados y aferrándose a la vestimenta de sus cuidadoras.
—¡Yo no intenté tirar a esa niña! Escuché un grito y quise ayudar. —Jaemin dijo con fuerza y sin miedo al rey.
Lo que tenía de guapo, lo tenía de grosero. Jaemin no quería que tuviera algo que ver con él, pero quería explicarle el tipo de incidente que hubo.
—No quiero que te vuelvas a acercar a ella. —El rey Jeno gritó. —Te lo dije y te lo repito, aléjate de ella, es solo una niña.
Jeno abrazó a la pequeña, la pequeña era del tamaño de la espalda del rey, era bastante delgada, casi desnutrida, parecía tener unos 7 años, era pequeñita. La niña se aferró al traje del rey y metió su cabeza entre los brazos del hombre.
—Yo solo intenté ayudar....
—¡No sabes lo arrepentido que estoy de haberme casado contigo! —El rey Jeno gritó y suspiró. —Salvaste a Winter aquella vez en tu reino y eras un omega bastante amable, pensé que... ¡Nunca pensé que estarías tan trastornado!
Jaemin se sintió bastante atacado, se sentía bastante mal, ¡Él lo único que hizo fue ayudar! Había salvado a la niña ¿No? ¿Por qué el rey se ponía así?
—Yo no...
—¡Papá! —La niña se alejó de él y lo miró sin confianza y nerviosa. —La reina Jaemin me salvó, perdí a Copito, se me cayó e intenté volver, pero mi caballo se volvió loco y perdí el control. —La niña dijo con miedo de ser regañada. —La reina Jaemin me salvó, de verdad.
—No mientas para protegerlo. —Jeno mencionó. —Vamos a tus clases.
Jeno cargó a la niña con una mano y las dos doncellas que estaban con ella la siguieron, ni siquiera voltearon a ver a Jaemin, el chico se quedó completamente enojado e indignado.
—Estúpido rey. —Jaemin mencionó.
—Reina, no puede decir eso en voz alta, puede ser motivo de traición y ejecución. —Ningning le regañó.
—Es que ¿Por qué me trató así? —Jaemin estaba ofendido.
—Antes de que perdiera la memoria usted intentó matar a la princesa Winter. —Hizo una pausa. —Varias veces.
—¿Qué?
—Uh. La mayoría de los sirvientes pensaban que usted le tenía envidia a la princesa Winter por ser hija del antiguo matrimonio del rey.
Jaemin no estaba seguro de eso. No estaba entendiendo completamente.
—¿Winter es esa niña? —Jaemin preguntó. —¿Es hija del rey Jeno, pero no mía?
Ningning asintió con cuidado y sonrió.
—Es hija del primer matrimonio del rey Jeno, con la exreina Seulgi. La exreina Seulgi murió en el nacimiento de la princesa Winter hace 10 años. —Contó Ningning.
—¿Diez años? —Jaemin se sintió preocupado, el cuerpo de esa niña no parecía de diez años, se veía mucho menor.
—El rey estuvo mucho tiempo soltero hasta que fue obligado a casarse, vinieron muchas princesas omegas, pero el rey lo eligió a usted por haber salvado a la princesa en una situación bastante similar a ésta. —Contó.
Ningning era buena contando historias, pero no pudo terminar porque la voz de otro hombre les interrumpió.
—Lo siento, reina Jaemin, ¿Sabe a dónde se fue la princesa Winter? —Era el instructor de los caballos.
El hombre sostenía entre sus manos un pequeño conejillo sucio y roto, Jaemin pensó que era lo que se le había caído a la princesa, lo que ocasionó el incidente.
—¿Es Copito? —Preguntó con suavidad Jaemin.
—Sí, es un peluche muy querido de la princesa.
—¿Cree que pueda devolvérselo yo? —Jaemin preguntó con una mirada llena de inocencia.
El instructor de equitación hizo una mueca, pero no podía negarle nada a la reina, así que simplemente se lo entregó.
—¿Podría devolvérselo, por favor?
—Claro. —Jaemin sonrió.
Tenía una buena idea, ya no quería que las personas con las que conviviría se quejaran de él, quería que todos vieran que él era una buena persona, que había cambiado para bien.
Continuará...
Chapter 3: Capítulo III
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Jaemin se había esforzado por varios días, lavó perfectamente bien al conejo, cosió su oreja de donde estaba rasgado y consiguió tela para poder hacerle un lindo vestido que estaba seguro de que a la pequeña niña le encantaría.
Hoy era el día de ir a ver a Winter para hablar y disculparse con ella, al menos quería eso. En el trabajo de su otra vida, las niñas lo llamaban "hada madrina" por hacer vestidos tan preciosos como el de Cenicienta. Ahora Jaemin se sentía como en el cuento de Blanca Nieves, el tema es que él era la reina malvada y no podía perdonarse eso.
¡No quería ser un villano!
—Ningning ¿Podríamos ir a los aposentos de Winter a devolverle esto?
—Por supuesto, reina Jaemin. —Ella sonrió.
Jaemin sabía a lo que se enfrentaría, las doncellas de la princesa parecían odiarlo y era lo justo, pero Jaemin quería reivindicarse. Al menos llevarse bien con su "hijastra".
Caminaron por el largo pasillo y Jaemin se detuvo frente a la puerta de la habitación de la niña. Nunca tenía nervios, cuando entregaba pedidos en su anterior vida tenía nervios de emoción, ahora no se sentía de la misma forma, casi siempre estaba su jefe Mark diciendo "confía en tu trabajo" y Jaemin se calmaba, pero ahora su antiguo jefe no estaba y Jaemin tenía que repetírselo mil veces para poder confiar en esas palabras.
Ningning tocó la puerta y anunció a la reina.
Las doncellas hicieron una cara de odio y hastío, pero lo dejaron pasar.
—Reina Jaemin. —La dulce Winter estaba tomando algunas clases de caminata con un montón de libros en la cabeza, los cuales dejó caer en cuanto vio a la mujer.
—Princesa Winter. —Dijo Jaemin con una leve reverencia. —Vine a ver cómo se encontraba el día de hoy y a traerle un presente.
Jaemin extendió una caja blanca con un lazo color azul cielo, del mismo color que las prendas que usaba la princesa en ese momento. La pequeña dudó, pero sonrió de una forma muy tierna y tomó la caja.
—¿Puedo abrirlo? —Preguntó ella.
—Adelante. —Jaemin sonrió. —Espero le guste.
La niña desató el listón y la caja se abrió dejando ver a un conejo tan blanco como un copo de nieve con un vestido azul del tono del lazo, era un vestido bellísimo que hizo que los ojos de la princesa se iluminaran con emoción, estaba tan feliz de ver algo tan bello y de ver a su mejor amigo.
—¡Copito! —Ella gritó con emoción. —Se ha puesto ropa de gala para venir a verme, pensé que lo habría perdido en los campos de equitación, mi caballo lo pisó y creí que estaría roto.
—Nada que un baño y aguja e hilo no puedan solucionar. —Jaemin sonrió.
—¡Muchas gracias! —Dijo ella abrazando al peluche de conejo con mucho cariño, luego bajó la voz y miró a su madrastra. —No le agradecí correctamente la última vez, gracias por haberme rescatado. —Hizo una reverencia.
—No te preocupes. —Jaemin sonrió, le encantaba ver a la niña feliz. —Espero que te haya gustado tu regalo, lo mejor será que me retire.
Y la sonrisa de la niña se borró por completo. Sinceramente no quería que la reina se fuera, quería que se quedara y que tomaran el té juntos, sería lindo.
—Reina Jaemin, ¿Puede quedarse a tomar el té? —La niña le pidió. —Ya casi termino mi lección de etiqueta, incluso podríamos invitar a Copito, necesita una fiesta de té para lucir su lindo vestido. —Sonrió.
—¡Claro! —Jaemin contestó con una sonrisa.
La niña era sumamente preciosa ¿Cómo podría negarse a acompañarla?
—Es imposible princesa. —Su institutriz le regañó. —La reina tiene otras cosas qué hacer. ¿No es cierto?
—No, me gustaría quedarme. —Jaemin mencionó.
Winter sonrió y le dijo que se sentara en un sofá que daba directo a la alfombra. La niña, con emoción, puso los libros sobre su cabeza, caminaba lento, los libros se veían demasiado pesados y el corsé que usaba la pequeña parecía que era el que sostenía todo el peso de su cuerpo.
Fue hasta que la pequeña tropezó y la institutriz encargada le dio un golpe con un puntero de madera que usaba con rectitud. Jaemin casi brincó de su lugar, ¡Ese golpe se había escuchado doloroso!
—¡Lo está haciendo espantoso, princesa! En poco más de un año cumplirá 12 y su padre jamás podrá presentarla a la sociedad, ¡Su reino será el hazmerreír por tener una princesa tan débil! —Gritó la institutriz.
Jaemin jamás había sido padre, o madre, pero el que los padres o tutores trataran de esa forma a los niños era denigrante, la pequeña no tenía la culpa, eran libros demasiado pesados.
—La princesa está cansada. —Jaemin se levantó de su lugar. —Deberíamos continuar esta clase después.
—Por supuesto que no. —La institutriz era una mujer mayor y parecía amargada. —Usted no tiene derecho o decisiones con respecto a la princesa, ella continuará hasta que lo haga bien.
Jaemin de nuevo estaba enojado.
—¡Pues eso va a cambiar! —Jaemin gritó. —A partir de hoy la princesa no puede recibir ninguna agresión física como castigo.
—Usted no tiene porque meterse en la educación de la princesa. —La mujer dijo.
—¿Está evadiendo una orden de la reina? —Jaemin sabía que después del rey, la reina sería la que tendría más poder, podía decir eso ¿No?
La institutriz levantó el cuello y sonrió con soberbia.
—La educación de la princesa recae en el rey Jeno, y él dijo que hiciéramos lo necesario para que la princesa Winter será una dama de alta sociedad. Así que sí, puedo ignorar una orden de la reina. —Murmuró la mujer.
Jaemin apretó el puño. Ningning quería calmarlo, pero no sabía si debía interferir, sin embargo fue la pequeña Winter quien se sacudió el polvo y sobó su rodilla.
—Estoy bien, reina Jaemin, no pasa nada, continuaré con la lección. —Ella se puso los libros en la cabeza.
Jaemin, con todo el enojo que tenía dentro, tragó saliva y volvió a sentarse, quería tener esa fiesta de té con la pequeña. Así que la vio hacer lo que le pedían, evitó ver los golpes que le daban y finalmente suspiró cuando la institutriz terminó su clase.
Winter llamó a sus doncellas y éstas empezaron la fiesta de té que también era la comida del día. Ningning también mandó pedir comida para la reina.
Jaemin tomó asiento en una pequeña mesa que la niña tenía en su cuarto y Winter colocó a su peluche sobre la mesa con una enorme sonrisa. Las doncellas y la institutriz se colocaron a un lado de la Winter y la observaron en silencio.
—Un peluche sucio no debe de ir en la mesa. —Dijo la institutriz. —¡Quítelo!
Winter miró a la reina, Copito era el invitado de honor en esa fiesta de té, no podía simplemente quitarlo.
—Ningning. —La voz de Jaemin fue suave. —Trae una silla para Copito, es nuestro invitado, así que debe estar presente.
—Por supuesto, reina Jaemin. —Ningning acercó una silla.
La reina Jaemin cargó el pequeño peluche y lo sentó de su lugar, pero quedaba muy abajo, así que se levantó de su silla y caminó tomando tres cojines del sofá donde se había sentado y los apiló para que Copito quedara a la altura. Winter sonrió ante la idea de la reina y secretamente lo agradeció.
—Ya no está en la mesa, ¿Podemos comer? —Jaemin preguntó a la institutriz, la cual frunció el ceño y se mostró molesta.
Cuando los cocineros llegaron, abrieron los platos frente a Jaemin y a Winter, Jaemin sonrió al ver su comida, era basta y se veía muy bien, olía delicioso, no se cansaba de comer la comida del reino, el tema fue cuando vio el plato de Winter.
Dos pedazos de brócoli y un pedazo de carne del tamaño de dos de sus dedos. La mirada de Winter dio al plato de la reina y sintió que su estomago empezaba a hacer ruidos. Se veía delicioso.
—¿Quiere un poco princesa? —Preguntó Jaemin con una sonrisa.
Winter pareció alarmada y vio a sus doncellas, se sintió avergonzada, por su hambre, solo sonrió y negó con la cabeza.
—No, éstas son las porciones que debo comer. —Ella asintió.
—¿Segura? —Jaemin preguntó mientras comía un poco de sus papas y zanahoria. —Puedo compartirte.
—Sí, está bien. —Winter mencionó.
Jaemin solo asintió y miró a la institutriz.
—Le pueden dar el siguiente plato a Winter. Creo que es muy poco lo que come la princesa. —Jaemin mencionó.
—No hay segundos platos. —Dijo la institutriz. —La princesa Winter come poco ya que si come más podría ocasionarle obesidad y no queremos comprometer al reino con una princesa gorda.
—Es una niña. ¿No sabe que está en crecimiento? —Jaemin estaba molesto.
Winter tenía diez años a lo que había oído de Ningning, tenía el cuerpo pequeño y el peso de una menor de 6 o 7 años, era demasiado delgada, Jaemin nunca se había frustrado de tal forma.
—Son las ordenes del rey. —Dijo la amargada mujer.
Dios, Jaemin solo pudo bajar el rostro y suspirar.
—Ningning, tráeme el mejor postre de la cocina, tres porciones. —Jaemin pidió.
—¿Tres? —La institutriz se quejó. —La princesa no puede comer nada dulce. ¿Y si usted quiere comer dos porciones no es avaro? Debería engordar por cargar al heredero del reino, no por atragantarse con alimento.
Jaemin se sintió verdaderamente ofendido, sí, le decían reina, pero no era una mujer como para embarazarse, ¿Y cómo se atrevían a hablar de cuerpos ajenos? De él lo soportaba porque vivió mucho tiempo intentando ser delgado para cumplir estándares de belleza, pero ¿Winter? ¡Era una niña! Maldita sea, ¿Qué pensaba ese imbécil del rey?
—Ningning. —Jaemin murmuró de nuevo.
—Lo haré. —La dama de cabello rojo tocó una campana y a los pocos minutos de que Winter había terminado sus pocos alimentos llegaron unos pastelillos de almendras y chocolate.
Jaemin puso uno frente a Copito y uno frente a Winter.
—La princesa no puede comerlos. —Dijo la institutriz.
—Estamos en una fiesta de té. —Jaemin dijo y luego miró a la niña. —Puedes comerlo, si te regañan, por favor, dile a tu padre que fui yo quien te ha dado permiso.
La niña realmente tenía mucha emoción, siempre veía los postres y pastelillos, pero esta vez podía comer uno, así que le sonrió a la reina Jaemin y tomó su cuchara para dar el primer bocado, en cuanto la niña metió una cucharada a su boca, la institutriz salió de la habitación.
—¡Es delicioso! —Dijo la pequeña con emoción, nunca había comido algo tan rico.
Jaemin solo sonrió.
—Los es ¿Verdad? —Jaemin sonrió. —Ahora Copito podrá disfrutar su vestido con un rico pastel. —Sonrió y luego susurró. —Y puedes comerte el de Copito.
—¿De verdad?
—Por supuesto. —Jaemin dijo. —Necesitas comer un poco más.
La niña sonrió y comió, estaba demasiado feliz, realmente la reina jamás se había prestado a tener una fiesta de té con ella, así que estaba feliz de que, por primera vez, la reina quisiera acercarse, más cuando se comportó como un héroe salvándole como la primera que lo conoció.
Jaemin solo sonrió, Winter era una pequeña muy dulce, adoraba jugar con ella, era una niña, necesitaba disfrutar un poco más de su edad.
Continuará...
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Jaemin estaba muy emocionado conversando con la princesa, pensaba que Winter se vería demasiado linda con vestidos hechos por él, quería hacerle algunos y que los modelara, algo para su edad, con cierres y nada de corsé que apretaran su delgado cuerpo.
—Me estoy divirtiendo mucho con usted, princesa Winter. —Dijo Jaemin con una enorme y cálida sonrisa. —Deberíamos repetirlo, debería ir a mi habitación o quizá hacer fiestas de té en el jardín si es que usted gusta.
—¿De verdad? —Winter sonrió. —Por supuesto. Me encantaría.
Jaemin ladeó la cara, Winter parecía que no le tenía miedo, no parecía ser una bruja malvada de la cual tuviera que temer, eso hacía feliz a Jaemin, porque necesitaba un aliado en esa palacio, y aunque no sería aliada como tal, Jaemin sentía que Winter debía de vivir su niñez mejor.
De repente la puerta fue abierta con brusquedad.
—¿Qué estás haciendo aquí? —Le gritó a Jaemin inmediatamente.
—¡Papá! —Winter pareció asustada y un poco triste. —Estamos en una fiesta de té. La reina Jaemin consiguió a Copito y le hizo un hermoso vestido. —La niña se levantó de su lugar y le enseñó a su padre el peluche.
Jeno lo tomó entre sus manos y lo apretó.
—Revisen que la comida no haya sido envenenada. —Jeno les dijo a las doncellas de su hija. —Y tú, acompáñame. —Le dijo a Jaemin.
Jaemin se levantó de su asiento y le hizo una pequeña reverencia a Winter.
—Mi oferta sigue en pie, ¿Nos vemos mañana para una fiesta de té?
Winter pareció sorprendida, pero su mirada fue tierna mostrando una enorme sonrisa.
—Claro. —Asintió.
Jaemin salió de la habitación con la mirada en alto, siguiendo al rey Jeno, observó a la institutriz parada a un lado de la puerta. Ningning salió inmediatamente después y siguió a su reina. Jeno entró a su oficina de asuntos reales, Jaemin no estaba preocupado, ni asustado, simplemente entró y cerró la puerta dejando a su dama afuera.
—¿Qué parte de que no quiero que te acerques a Winter no entiendes? —El rey Jeno habló con un tono autoritario.
—Tenía su peluche y quise devolverlo. —Jaemin mencionó. —La princesa me invitó a una fiesta de té.
—¿Esto? —Jeno cargó al conejo por las orejas. Luego sacó un cuchillo de su escritorio y lo clavó en el cuerpo rompiendo el vestido y sacando el relleno del peluche. —¿Cómo sé que no lo hechizaste o lo envenenaste?
Jaemin iba a ser diplomático porque sabía que no le agradaba al rey Jeno y ese hombre tenía demasiado poder, además sabía que era malo, tenía un corazón de piedra y era un horrible padre, ¿Pero romper el peluche favorito de su hija por la desconfianza que le tenía a Jaemin?
—Es un imbécil, rey Jeno. —Jaemin sonrió con seriedad.
Había un escritorio que los separaba, Jaemin estaba demasiado molesto, pero el cuerpo que tenía ahora no era rival para los músculos que se veían debajo de la ropa del rey, podría matarlo en un segundo si lo quisiera.
No podían pelear físicamente, pero Jaemin no se iba a detener, si iba a quedarse allí para siempre tenía que hacer amigos, tenía que hacer mejor su estancia y llevarse bien con todos, pero lo que ese hombre representaba era demasiado...
—¿Qué dijiste? —El rey parecía molesto.
—Escuchó lo que le dije. —Jaemin gritó. —No me molesta que me odie, pero ¡Tratar de esa forma a su hija es inaceptable para mí!
—¿Desde cuándo te importa Winter? —El rey parecía furioso. —La única vez que te importó fue cuando la salvaste de aquel caballo en tu reino cuando fuimos a un viaje de negocios, un caballo que tú mismo hechizaste para poner en riesgo a mi hija. —Jeno golpeó el escritorio. —Quisiste envenenarla con una manzana cuando ella trató de acercarse a ti, ¿Y por qué? ¡Solo fue porque no era tu hija! Porque estás tan obsesionado en hacer un heredero que perdiste toda la cordura.
Jaemin no supo qué decir, ¡Él jamás conoció a su antecesor! No tenía idea de lo que hablaba, él jamás dañaría a un niño o a cualquier persona.
—Es una niña muy dulce. —Jaemin reclamó. —Eres su padre ¿No? ¿Por qué la torturas de esa forma? —No se quedó callado. —¿Ves las porciones que come? ¿O las cicatrices que le hace su institutriz?
—Ella está bien cuidada, y cuidada de personas como tú. —Jeno mencionó. —De verdad no soporto verte, no sé cómo fue que me casé contigo.
—¡Pues yo tampoco sé por qué estamos casados! —Jamin mencionó. —¡Hay que divorciarnos!
—Un rey jamás se divorcia. —Jeno gruñó. —Solo queda la viudez. —Sonrió. —Realmente creí que tu último intento de suicidio para llamar mi atención al fin funcionaría, pero veo que deshacerse de ti será un problema mucho más grande de lo que pensaba.
Jaemin se quedó callado, en los ojos del rey había rencor, asco, rabia. El antiguo Jaemin seguramente fue una persona despreciable. Pero Jaemin no quería morir de nuevo, no quería saber en dónde terminaría, no quería ser odiado.
—Hagamos un trato. —Jaemin mencionó.
—Ya teníamos uno. —El rey dijo. —Tú no te acercarías a mis asuntos o a Winter ni tendríamos hijos y tú podrías gastar la fortuna de la casa real y vivir como quisieras. Lo habías aceptado ¿O ya lo olvidaste?
Jaemin frunció los labios.
—Ese último intento de suicidio me hizo cambiar. —Jaemin frunció los labios. —No quiero ese trato, solo quiero vivir aquí sin que nadie piense que soy malo o que estoy loco.
—Pues debiste pensar mejor cómo hacerte de tu reputación. —El rey declaró.
—Voy a cambiar. —Jaemin declaró. —Pero me gustaría que fuera algo mutuo, la institutriz que tiene Winter no me gusta, entiendo que me odie, pero no me gusta que la golpeé, tampoco me gusta que no pueda comer más, quizá pueda comer postres de vez en cuando...
Jeno solo frunció los labios, no sabía que alguien golpeara a su hija o que le dieran cantidades mínimas que la mantuvieran con hambre, Winter siempre era una niña feliz, a veces solía enfermarse, pero todas las personas se enfermaban ¿No?
—No sé si creerte. —El rey habló. —Pero verificaré el tema de Winter, solo no quiero que te acerques a ella.
—No. —Jaemin dijo. —Le he prometido que tendremos fiestas de té en el jardín y me gustaría cumplir con mi palabra.
Jeno resopló.
—Bien, pero mandaré vigilancia. —Jeno murmuró. —Ahora déjame a solas.
—Bien. —Jaemin murmuró. —Pero... ¿Qué hay de Copito?
Jeno observó el peluche destruido y se avergonzó de mostrarse como un rey violento, no podía descontrolarse así porque la reina Jaemin no se veía como normalmente lo hacía, no se le había siquiera insinuado, no había intentado tocarlo al estar solos, ni siquiera le había mirado como si fuera un depredador en busca de que le hicieran un heredero.
Seguramente pronto vendrían los Lores a hablar con él y a exigir un heredero porque en dos años de su último matrimonio no había siquiera un hijo, fuera hombre, mujer, alfa u omega. Probablemente Jaemin ya se había enterado de que probablemente alguien lo intentaría asesinar pronto, había muchas personas formadas para convertirse en la nueva reina de Wonderland.
[...]
Esa noche Jeno no podía terminar su papeleo, aún mantenía el "cadáver" de Copito en su escritorio, ni siquiera sabía cómo coserlo o arreglarlo, no tenía magia o veneno, el rey se sentía culpable. Observó la hora y salió de su oficina, su mano derecha Doyoung, le preguntó a dónde iba, por lo que Jeno solo dijo que al cuarto de Winter.
Tocó la puerta y dejó abierto, su hija ya estaba acostada, pero no dormida, una mucama estaba apagando algunas velas.
—Winter, buenas noches.
—Buenas noches, papá. —Ella hizo una mueca. —¿Has venido a devolver a Copito? Quisiera dormir con él, tenía un vestido bastante hermoso el día de hoy.
—Si era un vestido muy bonito. —Jeno hizo una pausa. —¿Te sientes bien? Debió asustarte mucho que la reina Jaemin estuviera aquí, nunca viene a visitarte.
—No. —Winter sonrió con emoción. —Siempre quise que viniera a verme. —Su alegría era evidente. —Comimos delicioso, ¿Sabías que el pastel de chocolate con avellanas es muy rico? Nunca lo había probado.
—¿Cómo que nunca lo habías probado? —Jeno preguntó. —¿Por qué?
—Oh, la institutriz no me deja. —Winter mencionó. —Dice que debo mantenerme delgada para cuando me presente en sociedad.
—Winter, para eso falta casi un año más. —Jeno respiró pesadamente. —¿Te estás quedando con hambre después de tus comidas? ¿Son pocas las raciones?
—No, no, son perfectas. —Sonrió.
Jeno sonrió con alivio al escuchar a su hija, luego se sentó en la cama y acarició su cabello, sin querer retiró su mano y la miró.
—La reina Jaemin dijo que probablemente te quedes con hambre y que tu institutriz te golpeaba. —Murmuró. —No pasa nada de eso ¿Cierto?
La niña bajó la mirada, usaba una bata de dormir de color morado, se avergonzó un poco, pero luego sonrió.
—La institutriz dice que las heridas sanan, que no son heridas profundas que puedan dejar cicatrices, no tienes que preocuparte por eso, seré delgada y mi piel será perfecta para cuando sea mi presentación ante la sociedad. —Ella dijo con orgullo.
Jeno apretó los dientes y soltó un suspiro cansado y lleno de dolor. Nunca creyó que la reina Jaemin tendría razón en algo.
—¿Te duele cuando ella te pega?
—Sí, pero soy fuerte, soy la princesa de Wonderland, puedo soportar cualquier dolor. —La pequeña Winter.
Y al parecer la reina Jaemin tenía razón, una niña no debería de cargar con el peso de un reino, Jeno se había prometido que haría con Winter lo que sus padres no habían hecho con él, quería cuidarla y que creciera a su ritmo, tomó su mano y la niña se sintió tan delgada y fría.
—El rey es quien soporta todo el dolor del reino, Winter. —Jeno explicó. —Cuando seas la princesa heredera se te enseñará, pero cuando seas la reina serás todavía más fuerte que yo.
Winter sonrió. Ella quería crecer para ser una digna heredera, había escuchado comentarios que la demeritaban y la tomaban de forma débil, su cuerpo era la de una omega, por eso tenía miedo de que se revelara que ese sería su subgénero, quería ser una persona digna del trono.
—¿Crees que gobernaré bien? —Ella cuestionó.
—Por supuesto que lo harás. —Jeno mencionó. —Quiero que este reino sea tuyo, serás una reina amable y te ayudaré en todo lo que pueda, para que no cometas los mismos errores que yo.
—¿Has cometido errores?
—Todos lo hacemos, Winter, cuando seas mayor probablemente te des cuenta de los errores que cada día cometen todas las personas. —Sonrió. —Ahora lo mejor será ir a dormir.
Winter asintió, pero luego miró a su padre y suspiró.
—¿Puedo obtener a Copito de nuevo? —Ella preguntó.
Jeno se sintió nervioso porque había destruido el peluche de su hija y no había tenido tiempo de repararlo, lo peor es que tendría que disculparse, no, no es cierto, no tenía por qué hacerlo, simplemente le ordenaría a Doyoung que se encargara, Doyoung era un hombre inteligente, sabría resolverlo.
—Ahora no, Copito no está no condiciones de venir. —Jeno aclaró. —Así que trata de dormir así.
—Sí. —La niña hizo una mueca y sonrió. —¿Mañana puedo tomar el té con la reina Jaemin?
Jeno bajó la mirada y suspiró.
—Puedes hacerlo, pero Doyoung los mantendrá vigilados y me informará de todo, ¿Está bien?
—¡Sí! —La pequeña niña sonrió con emoción, estaba feliz de poder pasar tiempo con la reina Jaemin, era su héroe personal.
Jeno solo asintió, le gustaba ver a su hija feliz, era lo que necesitaba ahora ante tantas estupideces que decían los Lores y la exreina, su madre.
Continuará...
Notes:
Nos leemos el próximo lunes!, tengan un buen inicio de semana!
Chapter 5: Capítulo V
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Jeno despidió a la institutriz y a las doncellas de Winter y fueron reemplazadas, Winter parecía feliz, al pasar de los días, Jeno estaba cada vez más y más envuelto en trabajo, fue cuando su guardia personal, líder de la guardia real, tocó la puerta y entró a la oficina.
—¿Cuál es el informe? —El rey Jeno preguntó sin verlo.
—Es... Es como si él hubiera cambiado con su intento de suicidio, es muy amable y parece que adora a la princesa Winter. —El caballero Doyoung habló. —No ha hecho ningún movimiento y mantiene a su lado a la propia doncella a la que inculpó del robo de joyería. No tiene sentido.
—¿Crees que sea alguna trampa para lastimar a la princesa?—Preguntó el rey.
—No lo creo. —Doyoung dudó, la sonrisa en la mirada de la reina malvada era bastante normal, era sincera y hasta tierna.
Algo había cambiado y no sabía qué.
—Me preocupa, el rumor de su intento de suicidio llegó a oídos de mi madre y vendrá para las fiestas de navidad, se quedará para el cumpleaños número 11 de la princesa, sé que hablará con la reina Jaemin y sé que eso no terminará bien. —El rey se veía sumamente preocupado.
—Bueno. —Doyoung suspiró. —Sé que no debería sugerir, pero he sido su guardián desde que usted nació, soy la persona que más puede comprenderlo, tanto persona como monarca. —Aclaró su garganta. —Los Lores están preparando a sus hijas e hijos omegas para sugerirlos en matrimonio con usted, quieren relegar a la reina Jaemin.
—¿Justo ahora? —Jeno se llevó una mano a la frente y bajó la mirada.
—Han pasado dos años desde que decidió casarse con la reina Jaemin y no han habido noticias de un heredero, eso tiene preocupado a los Lores. —Suspiró.
—La única heredera es Winter. —Jeno murmuró.
—Winter es una mujer, probablemente será omega, los Lores quieren un alfa o mínimo un varón. Sé que la decisión de heredarle al trono a Winter es muy buena, la respeto mucho, principalmente para romper patrones, pero lo que le hicieron a usted no es justo. —Doyoung suspiró. —Winter cargará con un peso complicado porque sigue siendo una niña, creo que con el tiempo se puede fortalecer su imagen pública, pero también debería de fortalecer a su familia, se sabe que está roto su matrimonio, ¿Qué pasará si su hermano tiene un hijo varón o alfa primero?
El semblante del rey cambió en cuanto escuchó la mención de su "hermano".
—¿Ese bastardo no se ha involucrado con nadie? —Jeno preguntó.
—No, el príncipe se ha mantenido viajando, dicen qué busca algo.
—¿Qué busca?
—Dicen que está buscando al mago de oro.
—¿Al mago de oro? Pensé que era un mito, no hay un mago tan poderoso como ese, sabríamos de su existencia. ¿No?
—Podría estar escondido, alguno de los reinos de la región podría ocultarlo. —Doyoung sugirió.
—Me gustaría que pudiéramos tratar ese tema. ¿Qué más nos debería preocupar en este momento? —El rey preguntó.
—No debería de preocuparse por más cosas, déjelo en mis manos. —Doyoung mencionó, evitando decir un rumor que le había llegado, sobre todo porque no estaba confirmado, una "plaga" de veneno, así que prefirió cambiar el tema hasta verificar que fuera cierto.
Jeno sentía un gran cariño por el beta que cuidaba de él, estuvieron juntos desde que Jeno nació, Doyoung era un buen consejero, además de que era su amigo, siempre tenía razón en sus comentarios y ayudaba a Jeno a pensar con la cabeza fría.
—Eso me asusta más. —Jeno sonrió.
—Bueno, hay un tema de interés, en unos meses será el cumpleaños doce de la princesa Karina de Armagedón, ella cumplirá la mayoría de edad para presentarse en sociedad, los reyes quieren que usted asista junto con la reina Jaemin, se ha declinado la invitación porque sabemos que no asiste a eventos sociales, pero como faltan algunos meses, ellos no han perdido la esperanza de que los acompañen.
—Nuestra relación con Armagedón es buena, ellos tienen al mayor grupo armado y entrenado de los reinos cercanos, pero sabes que no me gustan las multitudes ni las reuniones sociales, busquen un buen regalo, digno de una princesa y llévenselo. —Suspiró y luego cambió su expresión. —Hablando de regalos, ¿Qué crees que le gustaría recibir a Winter por su cumpleaños?
—Ella sin duda quiere a su conejo. —Doyoung contestó sin pensarlo. —Le pidió a la reina Jaemin que consiguiera a Copito.
Jeno frunció los labios y miró a su amigo, rechistando.
—¿Pudiste arreglarlo? —Jeno preguntó.
—Fui con los costureros del palacio, pero hay una gran costura y el vestido fue roto por completo, necesitamos el mismo tipo de tela. —Doyoung mencionó.
—¿Y por qué no la han comprado y hecho?
—Es tela de uno de los trajes especiales de la reina Jaemin, solo hay una pieza de esa tela en este reino y está en su armario. —Levantó las cejas. —Tendrá que hablar con él si es que quiere quedar bien con la princesa. —Aclaró su garganta. —Y quizá sería bueno si pudiera darle una disculpa.
Jeno abrió la boca sorprendido, nunca pensó que Doyoung se pusiera del lado de su esposo. Pensó que todo el reino le odiaba por ser malvado, pero entonces Jaemin realmente había cambiado.
—¿Estás seguro de que no actúa así para tenderme una trampa? Durante años buscó arrinconarme para embarazarse. —Jeno dudó. —Caí en su trampa y pensé que era un omega inofensivo, nunca pensé que estuviera trastornado. Incluso sé lo mucho que odia a Winter por ser la princesa, si yo llegara a cometer el error de cumplir mi deber matrimonial con él y tuviéramos un heredero, sé que se desharía de Winter sin pensarlo.
Doyoung pareció meditar, no estaba seguro de lo que debía decir, pero sí había un cambio en la reina Jaemin. El caballero miró a su rey y soltó un suspiro.
—Aquí el tema es que usted supere el trauma y decida acercarse a un o una omega. —Hizo una pausa. —He escuchado también que la reina Jaemin podría ser asesinado pronto, la cámara de Lores de verdad quiere deshacerse de él sin importar nada. Además, la reina no se puede divorciar y volver a su reino; aunque no tengan un lazo, eso mancharía su reputación y no podría volver a casarse en el futuro.
—No quiero se considerado con él. —Jeno murmuró. —Pero tampoco quiero que lo asesinen. —Aclaró su garganta.
—En eso estoy de acuerdo. —Doyoung frunció los labios. —Winter no sabe que la vez que se conocieron fue gracias a una trampa que tendió la princesa Jaemin para atraerlos y lo consideraran un héroe; pero investigando lo que pasó hace unos días en una situación similar, creo que esta vez no fue una trampa, genuinamente la reina Jaemin quería salvar a la princesa, y la princesa está muy agradecida, sería algo impactante para la princesa saber que su madre murió en el parto y su madrastra murió asesinada.
Jeno entendía. Tenía que tomar una decisión, pero no sabía qué debía de hacer o decir. Se sentía muy acorralado, la reina Jaemin era muy molesto, pero tendría que hablar con él para poder llegar a un acuerdo que pudiera beneficiar a Wonderland.
—Bien. ¿Puedes llamar a la reina Jaemin ahora?
—No lo creo conveniente, es muy tarde, debe estar dormido. —Doyoung mencionó. —Y hasta que no luzca la mordida del lazo en la nuca preferiría que no hubiera ningún contacto entre ustedes que se pueda malinterpretar.
Jeno entendió inmediatamente y suspiró.
—Tienes razón. —Frunció los labios. —Le llamaré mañana y hablaré con él.
Doyoung asintió y se retiró, Jeno solo pudo observar el conejo roto que Doyoung había traído, el vestido estaba cortado, Jeno tenía que ser más persuasivo si quería que su esposo se mantuviera vivo, solo esperaba que Jaemin no volviera a sus antiguos hábitos, quería confiar en él, pero temía equivocarse y que volviera a ser la madrastra malvada de Winter.
[...]
Jaemin estaba extrañado, a primera hora Ningning le ayudó a vestirse, él todavía estaba medio dormido, pero después de un baño rápido y bostezar demasiadas veces, Jaemin estaba listo porque su gruñón esposo quería verlo.
En su vida anterior a Jaemin solían gustarle los chicos fuertes, valientes, los que podían liderear y tomar decisiones, de preferencia altos y de cabello negro, literalmente su antiguo jefe o también su actual esposo.
El rey Jeno era candente, lástima que tenía una personalidad bastante horrible.
Así que Jaemin decidió hacerse un lado y mantener sus preferencias ocultas, aunque en ese mundo al parecer estaba bien visto ver a dos hombres estar juntos, Jaemin esperaba encontrar a alguien a quien pudiera querer si es que se iba a quedar allí por siempre.
Jaemin caminó por un largo pasillo y vio que Doyoung lo esperaba, dejó pasar a la reina y Jaemin simplemente respiró con paciencia.
Entró e hizo una ligera reverencia.
El rey Jeno, vaya que era guapo, tenía una espalda marcada y unos fuertes brazos, tenía un lunar visible debajo de su ojo derecho, sus ojos eran una fina línea, de verdad que era muy atractivo. Jaemin negó con la cabeza y trató de comportarse.
—Buenos días, rey Jeno. ¿Me mandó llamar? —Jaemin dijo tratando de actuar con la mayor etiqueta posible.
—Sí, toma asiento. —Le sugirió.
Jaemin no se quiso sentar, no estaba para escuchar un discurso, por ende el rey notaría que la reina llevaba prisa, pero tampoco es como si se pudiera desobedecer una orden directa del rey, así que dudó y tomó asiento.
—¿Qué desea decirme? —Jaemin levantó su ceja.
—Me disculpo por haber roto el peluche de la princesa. —Jeno mencionó frunciendo sus labios. —Los costureros reales han arreglado al muñeco, pero no pudieron con el vestido, me han comentado que usted mismo lo hizo. Quisiera saber si podría repararlo.
Jaemin observó a Copito. En sus fiestas de té, la princesa Winter siempre mencionaba que quería recuperar a su peluche, pero Jaemin había visto la frialdad con la que Jeno lo había cortado, no podía decirle a Winter lo que su padre había hecho.
—Puedo hacerlo. —Dijo la reina. —Pero quiero una disculpa para mí. —Dijo con seriedad.
—El rey no se disculpa. —Jeno dijo con seriedad. —Al menos no con personas, pero sí de sus acciones. Así que lamento haber roto el vestido del conejo.
—Bien, lo arreglaré. —Jaemin tomó el conejo y la tela rota. —Estará para la hora del té con la princesa Winter, sí es que empiezo ahora.
Jeno levantó una ceja y suspiró cansado.
—No sabía que entre sus habilidades estuviera coser, simplemente creí que lo había hecho con magia. —Contestó.
Jaemin se congeló, pues no es como si tuviera magia, pero solo asintió y miró al rey.
—No, se llama costura y soy un buen costurero, incluso sastre, si pudiera conseguir dinero sin duda compraría telas y haría mi propia ropa.
—¿Eso es verdad? —Jeno frunció los labios.
—Por supuesto. —Jaemin sonrió. —Hablando de dinero, ¿Dónde puedo conseguir?
—Bueno, siempre ha tenido una cuenta real, el presupuesto bajó mucho por una orden que di, pero puedo quitarla si es para el uso correcto del palacio.
—Genial. ¿En qué suelen usar el dinero? —Jaemin preguntó recargándose en su silla.
—En fiestas, normalmente la reina se encarga de las reuniones sociales. —Aclaró su garganta. —Por ejemplo en una semana será el festejo de navidad, ese está resuelto, y también el festejo de año nuevo, pero creo que no hemos planeado nada para el cumpleaños de Winter.
—¿Cuándo es su cumpleaños? —Jaemin preguntó con interés, quería darle un perfecto regalo.
—El primero de enero. —Jeno contó con una sonrisa. —Su cumpleaños se junta con una celebración de año nuevo, aún es pequeña, pero cuando se presente en sociedad el próximo año su cumpleaños será el mejor de todos los reinos.
—¿Qué tipo de fiesta hacen ahora? —Jaemin cuestionó.
—Por el momento solo es una cena pequeña con la familia, algunos Lores con hijos de la edad similar a Winter y ya, pero el próximo año será demasiado enorme. —Jeno sonrió. —¿Crees que te podrías encargar de realizar su celebración?
Jaemin no sabía bien cómo se hacían las fiestas cerradas en la antigüedad, pero si se imaginaba una buena fiesta de cumpleaños infantil en su época, tenía miles de ideas.
—¡Lo haré! —Jaemin sonrió. —Oh, ¿Y qué puedo regalarle?
—Bueno, tienes el presupuesto de la reina completo, espero que eso ajuste para la fiesta y para darle un regalo correcto a la princesa.
Jaemin solo sonrió, tenía que preguntarle a Ningning qué debía hacer, por primera vez Jaemin sonrió, estaba imaginando la mejor fiesta infantil del mundo.
Continuará...
Chapter 6: Capítulo VI
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Jaemin terminó de coser otro hermoso vestido para Copito, deshizo las feas costuras que tenía el conejo y trató de ser lo más delicado que pudo para que no se notara.
—Realmente tiene un don para los vestidos. —Ningning felicitó a su reina.
—Gracias, me gusta ver a las pequeñas niñas sonrientes cuando los usan. —Jaemin mencionó. —De hecho quisiera hacer uno para el cumpleaños de la princesa Winter, ¿Dónde compran la tela en el palacio?
—Hay un proveedor en la ciudad, pero casi siempre compramos los vestidos en la casa de costura de madame Yeri. —Ningning murmuró. —Hace vestidos para la nobleza. Podría llevarlo a usted y podríamos llevar a Winter.
—¿Eso se puede? —Jaemin sonrió. —Quiero hacerlo. ¿Podemos ir hoy?
—Sería cuestión de preguntarle a las doncellas, a la princesa y comentárselo al rey Jeno para que lo apruebe. —Dijo la dama.
—Lo haré. —Jaemin sonrió. —Por cierto, quiero comprar un regalo llamativo para la princesa. ¿Dónde puedo conseguir un regalo digno y caro? He visto mi presupuesto y sin dudas será el mejor.
—No se preocupe reina Jaemin, mandaré llamar a todos los vendedores que tengan algo de alto valor para que usted lo revise. —Ningning sonrió.
—Gracias. —Jaemin sonrió.
Para la hora del té, tanto la reina como la princesa llegaron a la hora acordada al jardín. Jaemin adoraba el jardín, los jardineros ya habían puesto bonitas flores en su espacio, rosas rosadas, un rosa muy claro al igual que su cabello, adoraba el olor.
Jaemin se estaba acostumbrando a esa vida, le gustaba que la gente le tuviera miedo, también tener dinero y poder, aunque no le agradaba que lo miraran con desdén, y vaya que Jaemin sabía distinguirlo muy bien.
—Buenos días, reina. —Winter se sentó y sonrió.
—Buen día, princesa, luce muy animada el día de hoy. —Jaemin sonrió.
—Sí, me he enterado de que estará a cargo de mi reunión de cumpleaños, estoy emocionada. —Dijo la pequeña.
—Será una gran fiesta, ¿Qué te gustaría que hubiera? ¿Globos, inflable, algún payaso o quizá mago?
—¿Qué es eso? —La niña preguntó con curiosidad. —¿Para qué queremos magos en mi cumpleaños? Ellos deben tener mucho trabajo.
Si, Jaemin estaba en problemas, podía sentirlo.
—Lo siento, entonces ¿Cómo debe ser su fiesta? —Jaemin preguntó.
—Realmente no es una fiesta, aún no he hecho mi presentación ante la sociedad, así que no puedo invitar muchas personas, solo será una fiesta de té para muchas personas. —Ella sonrió. —Me gustaría que hubiera muchos bocadillos de chocolate con almendras.
—Tenga por seguro que habrá, también muchísimos de los postres que sé cocinar, sé que te encantarán. —Jaemin sonrió. —Y hablando de encantarle, le traje algo.
—¿Qué es?
Jaemin podía ver los ojos llenos de ilusión de Winter, era una niña realmente dulce, le gustaba que estuviera subiendo un poco más de peso, sus mejillas parecían más sonrojadas, sabía que los vestidos comenzaban a quedarle apretados, pero Jaemin estaba dispuesto a hacerle muchos vestido para su pequeña amiga.
Los ojos de Winter se emocionaron cuando Jaemin sacó un conejo con un vestido color morado, ¡Era Copito!
—¡Su vestido es precioso! —Winter gritó con emoción. —Quisiera uno igual para mi cumpleaños. ¿Cree que los costureros del palacio puedan hacerlo?
Jaemin frunció el ceño.
—No, yo lo haré y será mi regalo para usted, ¿Le gustaría? —La reina preguntó.
—¡Sería el mejor regalo del mundo! —Ese brillo en los ojos de Winter llenaba a Jaemin de emoción.
—Entonces así será, compraré tela y le tomaré medidas, lucirá hermosa, como una princesa. —Jaemin se dio cuenta de su error. —Quiero decir, como una reina.
Los ojos de Winter se apagaron e hizo una mueca un tanto triste, Jaemin la miró con cuidado, ¿Por qué había pasado ese cambio?
—¿Cree que en algún punto pueda convertirme en la reina? —Ella cuestionó.
—No veo por qué no. —Jaemin mencionó.
—Ese es su lugar. —Winter murmuró.
Y Jaemin suspiró, no estaban hablando de él ¿O sí? Winter seguramente estaría nostálgica, ella quizá odiaba a Jaemin porque era su madrastra, por haber ocupado el lugar de la antigua reina, de su verdadera madre.
Quizá el rey Jeno tenía razón y el antiguo Jaemin había sido cruel y grosero con la pequeña Winter con tal de quedarse con el trono.
—El que sea mi lugar no quiere decir que tú no puedas heredarlo, podría ser una estupenda reina. —Jaemin mencionó.
—Eso intento, pero todos han dicho que quieren un rey alfa o varón, nadie querría a una mujer y si me presento cómo omega, quizá el pueblo que odie...
—Princesa, nadie podría odiarla, ¿Entiende eso?
Jaemin no estaba muy seguro de qué significaba alfa u omega, pero después le preguntaría a Ningning, ella podría contestarle esa duda y también el por qué parecía que los omegas eran odiados por todos.
Winter asintió, seguía triste, pensativa, Jaemin no sabía qué decir, y sinceramente las doncellas y el guardia Doyoung, que los veían de lejos, no tardarían en interferir en su conversación.
—Quiero ser la mejor reina que Wonderland pueda tener. —Dijo la niña de repente. —Creo que me retiraré antes, debo seguir con mis clases.
—Princesa, aún no termina su postre. —Jaemin mencionó.
—Ya no tengo hambre. —La niña dijo con un tono serio y solo se retiró con su peluche en mano.
Jaemin había perdido la oportunidad de decirle a la pequeña que lo acompañara a la ciudad y así podrían comprar cosas lindas para su fiesta.
Jaemin se retiró del jardín y se sintió demasiado estúpido. Así que le pidió a Ningning que preparara una carroza, Jaemin saldría del palacio.
[...]
Había variedad de tela, Jaemin quería comprar algo bonito y quería ver la tienda de vestidos. Fue al único lugar al que llevaron a Jaemin, pero podía ver el montón de gente a su alrededor, era un reino prospero, o al menos lo parecía, Jaemin también iba vestido de forma más sencilla y eso le agradaba, odiaba cargar con esa enorme capa que parecía una cola de vestido pegada a sus pantalones, también odiaba usar sacos que incluían corsé, él no tenía que lucir una delgada cintura.
También odiaba llevar su largo cabello suelto y ese enorme collar que cubrí su cullo, pero no pudo peinarse ya que Ningning le dijo que no podía mostrar su cuello sin una marca porque se metería en muchísimos problemas, Jaemin no estaba seguro de qué tipo de marca se refrían, quizá un tatuaje o quizá podía dibujarla, iba a prestar atención a las personas para ver algo, pero los hombres que mostraban su cuello no tenían nada y los hombres delgados o mujeres siempre usaban enormes collares o su ropa, o el cabello cubría sus cuellos.
—Es un honor que venga aquí, reina Jaemin, hace tiempo no le veía. —Dijo la encargada.
Ningning le comentó en susurro que aquella mujer era madame Yeri la encargada de la tienda de vestidos y que ellos solían comprar, más no ir tan seguido.
—Muchas gracias. —Jaemin murmuró. —Me gustaría ver lo vestidos para niñas.
—Oh, ¿Está buscando el vestido de la princesa Winter? —Preguntó ella.
—Sí. —Contestó sin decir más, ese lugar era extraño.
Había muchos vestidos expuestos, la mayoría eran feos y sin sentido de la moda, eran apretados e incomodos, el tema no fue ese en sí. Cuando madame Yeri entró a su área de producción, Jaemin pudo ver los vestidos más de cerca y encontró uno que le pareció fascinante.
Cuando estaba vivo, su jefe había hecho muchos vestidos, entre ellos, uno precioso, el modelo "Fullsun", un vestido de bodas increíble, Jaemin recordaba que Mark le había dicho que ese vestido fue con el que empezó su gusto por la moda, por la confección de prendas de alta costura, y también recordaba que le dijo que ese vestido se lo había hecho a su primer amor. Una mujer con cuerpo delgado de las clásicas "babygirl", el tema es que aquella chica "desapareció" (dio a entender que murió) y Mark nunca pudo deshacerse de aquel recuerdo.
Jaemin esperaba que ahora esos dos pudieran estar juntos, porque Jaemin jamás tuvo el valor para confesar su amor a su jefe, nunca se hubiera recuperado si hubiera sido rechazado.
—Es precioso. —Jaemin dijo.
El bordado era igual, solo que este diseño era para hombre, tenía incluso cadenas con diamantes y un modelo de corona que simulaba el amanecer, un sol brillante.
—Lo es. —Jaemin se sobresaltó al escuchar una respiración junto a él. —Pero solo puede ser usado por el sol naciente, probablemente para usted, majestad, o para el rey Jeno.
Jaemin tembló cuando escuchó esa dulce voz, sintió su vello erizarse y tragó saliva, ¡Conocía esa voz!
Giró su rostro para verlo, y cuando lo vio, fue diferente. Tenía cabello negro, ojos oscuros, rastro de una sombra de barba. Jaemin tragó saliva y se preguntó si estaba soñando.
¡Era Mark!
¡Era su jefe Mark!
No, no, no parecía serlo, esta persona era muy diferente, solo que con un rostro similar.
—Lo siento...
—La reina no debería disculparse. Lamento haberlo asustado. —Mark tomó la mano de Jaemin y le depositó un beso.
Jaemin se sintió bastante halagado, jamás pensó que su jefe Mark pudiese comportarse como un príncipe encantador, sintió su corazón bombear y sonrió. Era feliz de ver una cara conocida aunque no fuera su Mark.
—Lo siento, me tomó por sorpresa. —Jaemin se sintió extrañado, pero siguió actuando. —Es un vestido realmente hermoso.
—Se vería encantador si lo llegara a usar. —El hombre que se parecía a Mark murmuró. —No puedo imaginarme a alguien más que usted usándolo.
Jaemin sintió la sangre subir a su cabeza, pero suspiró, el falso Mark era muy persuasivo, era muy atractivo y era obvio que le estaba coqueteando, si alguien los viera... Jaemin tragó saliva y retiró su mano, si lo pensaba bien, él estaba casado y tenía una hijastra.
—Es muy amable. —Jaemin frunció los labios y tomó un poco más de espacio.
—Reina Jaemin. —El falso Mark le miró con preocupación. —Escuché de su incidente, ¿Se encuentra bien? ¿Las cosas están bien en el palacio?
Jaemin guardó silencio y se sintió intimidado, quería lanzarse a los brazos de ese hombre y decirle lo horrible que era su vida en el palacio, ¿Por qué?
Jaemin no pudo decir nada, simplemente sintió a Ningning a su lado y suspiró.
—Ah, Ningning. —Sonrió. —¿Madame Yeri ha traído los vestidos para la princesa?
—Sí, por favor, acompáñeme. —Dijo la doncella pelirroja, no podía dejar a la reina con ese hombre, si el rey Jeno se enteraba se enojaría muchísimo, no de nuevo.
—Con permiso. —Jaemin hizo una reverencia ante el hombre y suspiró.
—Nos veremos pronto, reina Jaemin. —El falso Mark correspondió la reverencia.
Jaemin solo parpadeó y vio que ese extraño y guapo hombre se iba, Jaemin lo que tenía que hacer era preguntarle a Ningning quién era ese hombre y también debía de encontrar un vestido precioso para la pequeña Winter.
Continuará...
Chapter 7: Capítulo VII
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Habían pasado un par de días, Jaemin había visto vestidos y se había inspirado, había comprado tela de buena calidad y ahora estaba interesado en hacer el mejor vestido para Winter, ya tenía una idea y una muy buena.
—Oye, Ningning, el hombre que encontramos en la tienda de vestidos, ¿Cómo se llamaba?
—Ya le dije que no le contestaré ninguna pregunta sobre él, majestad. —La doncella pelirroja guardó silencio, quería que la reina dejara de hablar de ese hombre o se metería en problemas como hace meses.
—Pero ¿Por qué? ¿Es malvado?
—¿Le interesa? —La doncella habló con un tono molesto. —Por favor no se reúna con él, si valora el reino, por favor no se involucre con él.
Y Jaemin solo pensó que el falso Mark era un hombre malvado y quizá tenía razón, no se debía acercar, de todas formas dudaba que se volvieran a encontrar.
—Bien, no lo haré. —Jaemin bostezó y se tiró en su sofá, ya no quería trabajar en el vestido de Winter. —Debería pensar en la fiesta de la princesa. ¿Qué sería bueno?
—Oh, hablando de eso, llamé a los vendedores, los cité a medio día de hoy para que vea qué tienen para ofrecerle. —La reina sonrió.
—Eso es perfecto. —Jaemin suspiró.
No sabía qué estaba esperando encontrar, pero sabía que habría algo, digo, era el reino más fructífero de la zona, Jeno era uno de los más involucrados en la toma de decisiones de la región, todos confiaban en su buen juicio, así que Jaemin pensaba que podría haber algo bueno para su hijastra.
Después de unas horas, Jaemin se sentó en su sofá y empezaron a llegar vendedores de diferentes reinos y de todas las regiones habidas y por haber. Jaemin solo bostezó cuando el séptimo vendedor le ofreció joyería.
Las joyas podrían ser valiosas, pero no era algo que Winter usaría.
Había muchos regalos, pero nada que le gustara, incluso compró unas finas telas de las cuales le gustó la textura, pero quizá esas las utilizaría para él.
¿Qué demonios podría gustarle a una niña?
—Reina Jaemin. —El próximo vendedor hizo una reverencia. —He traído algo extraordinario de tierras muy lejanas, sé que es de sumo interés.
—¿Ah sí? —Jaemin suspiró. —¿Qué es?
—Un espejo mágico. —El hombre dijo. —Le dirá todo lo que quiera oír.
El hombre acercó un gran espejo con un marco dorado lleno de interesantes figuras y garigoleados, no parecía mágico, ni siquiera sabía que la magia existiera, pero suspiró.
—Solo veo mi reflejo. —Jaemin le miró.
—No, el espejo tiene una personalidad propia. —El hombre aclaró la garganta. —Espejito, espejito, la reina te quiere conocer. ¡Sal de allí!
Jaemin sinceramente rodó los ojos, le llamaba la atención, sí, y si el espejo realmente hablaba se sentiría convencido de comprarlo, se sentiría como en el cuento de Blanca Nieves, si él era la malvada bruja, necesitaba a su espejito de secuaz.
—No hay nada allí. —Jaemin murmuró. —Que pase el siguiente vendedor.
—¡No! No, espere majestad. —El vendedor parecía dispuesto a vender. —Háblale. —Se dirigió al espejo.
Jaemin solo suspiró.
—Si el espejo me habla, lo compraré. Tienes una oportunidad, hazlo. —Jaemin advirtió.
Jaemin solo quería reír un rato, algo del espejo le parecía interesante, pero no lograba decir qué, era solo un brillante marco de un metro por un metro, el marco era opaco, pero era bastante llamativo.
El vendedor trató de convencer al espejo por las buenas, pero no pudo, así que sacó un enorme palo de hierro y se preparó para romperlo.
Jaemin se asustó porque estaban en su habitación y recoger los vidrios sería muy difícil así que quería impedirlo.
—¡Si no hablas te voy a romper! —El hombre golpeó con fuerza el espejo, pero cuando lo golpeó solo sintió un rebote y fue empujado de lejos.
Jaemin ya iba a pedir que se llevaran al hombre, pero de repente una risa se escuchó de dentro del espejo.
Había un chico adentro, su figura era delgada, su color de piel era morena, su cabello era semi largo al igual que el de Jaemin y tenía varios lunares en el rostro. Se carcajeaba con gracia.
—Eres un perdedor, te dije que mi espejo es irrompible. —El joven se burló. —Si no quiero hablar simplemente no hablaré.
El chico dentro del espejo vio a su alrededor y se encontró con un omega bastante llamativo, lo miraba con emoción e ilusión como si nunca hubiera visto magia, oh y el espejo notó también un dejé de magia oscura en su interior, quizá esa persona podría ser alguien interesante.
—Oye, tú. —El espejo habló a la reina Jaemin. —¿Cómo te llamas?
—Debes hablarle con respeto a la reina. —El vendedor intentó golpearlo de nuevo, pero salió volando otra vez.
—Soy Jaemin. —La reina contestó. —¿Quién eres o qué eres tú?
—Oh, soy Haechan, un espejo encantado. —Dijo. —¿Y bien? ¿Me vas a comprar? Ya no soporto a ese imbécil.
—Bien. —Jaemin sonrió. —Lo compraré, pero por la mitad del dinero que me pidieron.
—Sí, sí, acepto, pero ya quédeselo. —El vendedor brincó de felicidad y se fue con las monedas que le habían dado.
El espejo se quedó detrás de Jaemin mientras los demás vendedores pasaban, Haechan criticaba a todos, no le gustaba nada, mucho menos para una niña, Jaemin pensó que ese espejo era algo bueno, sí, era un poco grosero, pero podría servirle para que alguien lo tratara con normalidad.
Ambos pensaban que podrían convertirse en buenos amigos del otro.
Al término del día Jaemin no se decidió por nada y mandó colgar el espejo en su habitación, después de cambiarse de ropa y ponerse la pijama, se quedó a solas y miró el espejo que no reflejaba a nada más que a él.
—Espejito, espejito. —Jaemin siempre quiso decir la frase de aquel cuento popular.
Tenía sentido, ser la madrastra malvada, con una hijastra tan linda con una piel tan blanca como la nieve, como el invierno. Era obvio que estaba atrapado en un cuento, así que tendría cuidado cuando Winter comiera manzanas, aunque sabía que él jamás se atrevería a envenenar una, y también la cuidaría de los enanos mineros.
—No tienes que llamarme así, puedes decirme "Haechan" y simplemente vendré, o puedes pulir el marco de oro y apareceré. —Haechan sonrió.
—Eso es del cuento de Aladino, ¿No eres una especie de genio dentro del espejo que cumple deseos? —Jaemin preguntó.
—No que yo sepa. —Haechan mencionó. —Soy un objeto mágico, no cumplo deseos, oh, pero sí tengo trucos, puedo hacer esto...
Y Jaemin vio el reflejo del espejo, de repente se convirtió en la habitación de Winter, la pequeña dormía. Observó los pasillos del castillo y se detuvo cuando el espejo mostró la imagen del rey Jeno en su habitación, él mismo se cambiaba de ropa.
Jaemin jamás pensó que podría ver al rey de esa forma, así que se sonrojó, y cuando se estaba quitando los pantalones, Haechan cambió de imagen y apareció frente a Jaemin.
—Que hombre. —Haechan suspiró largamente. —Era muy sexy... ¿Quién es?
—Se supone que es mi esposo, el rey Jeno. —Jaemin contestó.
—Oh, es cierto, ¿Cómo me dijiste que llamas? —Preguntó el espejo.
—Soy Jaemin. —Sonrió. —Aunque todos me dicen reina.
Y esa noche, Jaemin por primera vez habló con un conocido, le explicó lo que había aprendido, le habló sobre Winter y también habló sobre muchas cosas que no entendía.
—No puedo creer que vengas de otro mundo. —Haechan pareció meditarlo. —¿Qué tipo de magia es esa?
—Yo ni siquiera sabía que podían usar magia en este mundo. —Jaemin pareció sorprendido y emocionado.
—Tú también tienes magia en tu interior, pero al parecer es magia oscura. —Haechan mencionó. —El portador de tu cuerpo antes de que llegaras era malvado.
Jaemin asintió, sí, eso tenía sentido, así que hablaron más sobre ese tema. Haechan le dijo que había magia en todos los reinos, pero que no todos podían usarla, solo los magos capacitados y de buen nivel.
Haechan había estado en diversos reinos, sabía de varias costumbres y dichos, en su reflejo podía mostrarle los mapas y donde se encontraban los demás reinos. Wonderland se encontraba en el centro y su extensión geográfica era la más grande, era candidato a convertirse en el imperio que guiara a los demás reinos. Jaemin buscó el otro reino del que había oído, Dreamland, era un reino que estaba a las orillas, no era muy grande, pero decían que era un reino fenomenal.
Jaemin veía el mapa, había lugares como Neverland o Armagedon, nombres que podrían salir de un cuento de hadas o simplemente de alguna película de guerra. Había muchos reinos, pero simplemente el más grande seguía siendo el reino donde se encontraba ahora.
Jaemin ya tenía más de una semana y no había hecho ni una sola cosa que lo hiciera sentir útil.
—Oye, ¿Sabes cómo se hace una fiesta de cumpleaños de té? —Jaemin le preguntó al espejo.
—Por supuesto, he estado vivo por muchos años y conozco muchas costumbres, te puedo ayudar si es que quieres. —Haechan contestó.
—¿Qué quieres a cambio? —Jaemin preguntó. —Todos siempre quieren algo y, aunque me caes bien, no debería bajar mi guardia contigo.
—Tienes razón. —Haechan dijo. —Ahora no sé que quiero, pero sin duda eres mejor y más divertido que ese vendedor que me mantenía cubierto por un trapo que olía a humedad.
—¿Puedes detectar olores? —Jaemin preguntó.
—Sí, puedo oír, oler y sobre todo ver, lo único que no puedo hacer es saborear o tocar. —Murmuró con sentimiento. —Las personas pueden acercarse, pero jamás voy a poder sentirlas.
—¿Entonces cómo hueles? —Jaemin empezó a tocar todo el marco.
—Ni idea. —Haechan contestó. —Al principio no podía, pero con el tiempo empecé a percibir olores. Supongo que me acostumbro y puedo lograrlo. —Sonrió.
—¿Y puedes salir del espejo? —Jaemin preguntó.
—Nunca lo he intentado. —Hachan dijo. —Pero es más seguro aquí, afuera hay muchos peligros, me gusta ser un objeto mágico, sé que fui creado por un gran mago, esperaré a que él regrese y me diga por qué se fue o cuál es mi propósito.
—Eso es muy triste, ¿Y en dónde está ese mago o cómo se llama? —Jaemin preguntó.
—No lo recuerdo. —Haechan contestó. —Han pasado muchos años, pero sé que en algún momento me va a encontrar, así que me quedaré contigo mientras eso sucede. Podemos ser amigos.
—Me encantaría ser tu amigo. —Jaemin sonrió.
—Además, sí ese mago aparece, sé que es muy poderoso, seguramente él sabrá cómo regresarte a tu mundo. —Sonrió.
—No sé si hay un mundo al cual regresar, solo voy a intentar ser feliz aquí.
—Te ayudaré a que te sientas cómodo. —Sonrió. —Y más si tienes un sexy esposo como ese, iré a espiarlo un poco más...
—¡Oye no! —Jaemin dijo.
Pero no sirvió de nada, ya que el reflejo del moreno había desaparecido, Jaemin simplemente se acostó en su cama y se puso a dormir, tenía que planear una fiesta de cumpleaños y no podía pedir mucha ayuda porque todos los sirvientes estaban más ocupados con la fiesta de navidad y la de año nuevo.
Tendría que resolverlo por sí mismo.
Continuará...
Chapter 8: Capítulo VIII
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Jeno no estaba nada, nada, nada feliz, había una razón por la que su madre vivía en la casa "Blue Butterfly", la casa especifica de la familia real no nuclear, o en pocas palabras, la de las reinas omegas viudas.
Su madre era vieja, pero aun así tenía mucho carácter, Jeno ni siquiera quería tener una conversación con ella.
—Estás siendo una decepción para el reino. —Dijo la princesa Yoona con un tono autoritario y decepcionado.
Jeno estaba acostumbrado a los comentarios de su madre, al principio eran dolorosos, Jeno hacía todo para poder complacerla, quería ser el mejor rey que tuviera Wonderland, pero simplemente sus padres amaban el poder y eso nunca cambió con el tiempo.
Su hijo Jeno siempre había sido una herramienta.
—¿Y qué sugieres? —Jeno cruzó su pierna y actuó con calma.
—Embaraza ya a tu esposo. —Dijo con seriedad. —Intentó suicidarse por tu culpa, ni siquiera has sido capaz de marcarlo. —Ella mencionó.
—Me casé porque me obligaron a hacerlo, no porque realmente lo quisiera. —Jeno murmuró.
—Tú pediste que fuera un noble hombre y omega, había muchísimas opciones de dónde elegir, todos se mueren por poder reinar este reino. —Dijo ella con tono molesto. —Salvó a tu hija de morir por caer de un caballo.
Jeno rodó los ojos, seguramente era una trampa, su madre los había acompañado a ese viaje, seguramente los reyes habían llegado a un acuerdo con ella para comprometer a su hijo Jaemin, y era obvio que Jaemin amaba el poder, estaba loco por hacer lo que fuera por reinar Wonderland.
—Un accidente que él mismo provocó para quedar como un héroe y que yo le tuviera un poco de estima. —Jeno susurró. —¿Por qué no vas a la habitación que se ha preparado para ti?
—No me voy a ir, Jeno, éste es mi castillo, si no fuera porque yo te hice, tú no tendrías nada, un varón alfa, me costaste todo, pero has crecido bien y tú, ¿Cómo lo agradeciste? Me mandaste a kilómetros de aquí en un pueblo donde no hay nada qué hacer. —Ella aún estaba enojada.
—Es tradición que se queden en el castillo de las mariposas azules una vez que enviudan. —Jeno mencionó.
—Sí, pero tú no estás haciendo un buen trabajo aquí, ya deberías de haber asentado el apellido de la familia real. —Aclaró su garganta. —Esa niña tuya será omega, Seulgi no debió morir en el parto, pudieron tener muchos más hijos hasta que naciera un varón alfa.
Jeno apretó los dientes y guardó todo el coraje que tenía en el interior, Seulgi había hecho bien su trabajo, darle a Winter, no entendía porque todos veían a los reina omegas como incubadoras, sí, había que proteger a la familia real hasta que tuviera un heredero, pero...
—Winter es mi heredera. —Jeno declaró.
Y la carcajada de la princesa Yoona, la madre de Jeno, se escuchó por toda la habitación, ella en verdad aún estaba obsesionada con el poder, por todo el "sacrificio" que tuvo que hacer para dejarlo en el trono.
—Los Lores no toman en cuenta a las omegas ni a las mujeres. —Ella dijo con tono seguro. —Jeno... Debes darte prisa, escuché los rumores de la fiesta de cumpleaños de tu esposo.
La cara de Jeno se arrugó y suspiró con rabia, una parte de él se culpaba por el tema, pero al mismo tiempo pensaba que Jaemin debía de tener más sentido común, él solo lo provocó.
—Solo son rumores, él solo fue bueno con Jaemin por lástima...
—¿Y si el bastardo que tuvo tu padre decidiera que Jaemin es su destinado y te lo quitara? —Preguntó la exreina. —Dijeron que estuvieron a solas durante mucho tiempo cuando era una fiesta de cumpleaños donde debió estar contigo solo para confirmar que entre ustedes está todo bien. Ya lo dije, los rumores crecen, ¿Cuándo crees que el pueblo se entere que ni siquiera lo has marcado? ¡Podrías realiza la mordida si es que realmente estuvieras comprometido con el reino!
—No lo voy a morder. —Jeno dijo.
Y lo entendía, cuando era menor y se casó con Seulgi, se vio obligado a morderla, una marca en la noche nupcial, con alguien que no era siquiera su destinada, no era una omega a la que amara, solo estaba allí para cumplir con su deber, aunque a ella sí le gustaba el poder.
Cuando Seulgi murió, Jeno sintió mucho dolor, dolor que le impedía levantarse de la cama, hablar o comer, sufrió una depresión por la muerte de su pareja, no quería volver a sentir lo mismo así que se prohibió realizar otra mordida, no es que Jaemin tuviera algo malo, Jaemin insistió demasiado en que se la hiciera, pero Jaemin no era lo que Jeno pensó.
Aunque ahora se sentía diferente.
—Jeno, ya deja de ser un niño, ¡Cumplirás 27 el próximo año! Solo tienes una hija y estamos seguros de que será una omega, ¿Qué tal si sigues enfermando como cuando eras niño? ¿Quién se va a hacer cargo del reino si mueres?
—Solo tengo que estar vivo. —Jeno susurró. —Al menos hasta que Winter sea presentada ante sociedad y resulte que sea una alfa, entonces habrá esperanza.
La exreina Yoona rodó los ojos. Su hijo era un pésimo rey, y por más que intentaba ayudarlo, él no se dejaba. Estaba harta, a Jeno le faltaba muchísimo tiempo para convertirse en un gran rey, ¿Qué acaso no sabía lo duro que era criticado por otros reinos al no tener descendientes o al querer cambiar las tradiciones antiguas?
—¿Ni siquiera puedes prometerme que lo intentarás? —Ella cuestionó. —Me encantaría que para el próximo año, para el próximo cumpleaños de Winter, cuando sea presentada, la reina Jaemin ya esté esperando un hijo de ambos, eso también ayudaría a las relaciones con Dreamland.
Jeno rodó los ojos. Sinceramente lo que menos quería ahora era verse involucrado con un romance tonto.
Podría encontrar la solución, sabía que podía.
—Lo mejor será que te vayas a tus aposentos, madre. —Jeno murmuró. —Aún tengo muchas cosas en qué trabajar.
La exreina Yoona solo rodó los ojos, odiaba cuando su hijo lo trataba como una simple dama, le enojaba que no le diera el respeto que merecía, solo se levantó de su lugar, hizo una reverencia y salió del salón, Jeno sabía lo que ella pensaba y ella ya sabía lo que Jeno respondería.
Cuando salió del lugar, caminó a su habitación para pasar una agradable estancia, pero su sonrisa se ensanchó cuando observó a un joven delgado y de cabello rosado caminar.
—¡Reina Jaemin! —Ella habló con un tono fuerte que le permitía que nadie la ignorara.
Jaemin se detuvo y miró a Ningning preguntándose quién era la señora que acababa de llamarlo. Ningning se llenó de un extraño pánico, pero entendía la enfermedad de su reina, así que solo se inclinó y sonrió.
—Es la madre del rey Jeno. —Le susurró a Jaemin.
Jaemin hizo una ligera reverencia con la cabeza cuando la señora los alcanzó, se supone, por lo que había aprendido de Ningning y de Haechan, que los reyes no hacían reverencias, las reinas hacían una ligera inclinación de cabeza ante otros reyes y reinas, pero una cosa que le habían enseñado bien es que Jaemin no debía de bajar la cabeza ante nadie que no fuera rey o reina de otro reino.
La exreina lo "barrió con la mirada", la nueva reina estaba gorda, sonreía demasiado y usaba ropa inadecuada para sus labores.
—Buen día. —Jaemin saludó, porque no sabía el nombre de su suegra. ¿Cómo debería de referirse a ella?
—Parece que no te acuerdas siquiera de cómo me llamo. —La exreina apretó la mandíbula. —Realmente eres un desagradecido, lo que abogué por ti para que te casaras con mi hijo, pero resulta que estás aquí, paseándote por todo mí castillo y sin ser capaz de darle un heredero al reino.
Jaemin frunció los labios, a veces se odiaba por perder contexto y no entender lo que estaba pasando, pero le preguntaría a Ningning después, ella tenía mucho tiempo en el palacio, aunque su cara de asustada ahora no ayudaba nada.
—Siento mucho no cumplir sus expectativas, señora. —Jaemin trató de ser educado, pero no pudo, Ningning quería jalarle las orejas por decirle "señora" a la madre del rey.
—Para ti, sigo siendo la princesa Yoona. —Murmuró. —Ya sé por qué el rey Jeno no quiere tener hijos contigo, realmente te has descuidado demasiado.
Jaemin no sabía cómo tomar eso. Era cierto que la exreina se veía bastante atractiva, incluso hasta joven, su cabello era oscuro y su mirada afilada, Jeno se parecía un poco, pero todos decía que se parecía más al fallecido rey anterior.
—No es como si él pudiera tener hijos conmigo. —Jaemin soltó en forma de broma, los hombres no podían tener hijos con otros hombres, no era "natural".
—¿Acaso eres estéril? —La exreina preguntó levantando su ceja.
Jaemin se quedó callado, sentía a su dama, quien seguía con la mirada en el suelo, temblar. Parecía que la señora Yoona la llenaba de miedo, pero ¿Qué debía decir?
—Que yo sepa no. —Jaemin murmuró. —Simplemente no se puede y ya.
La mujer exclamó ofendida y miró con odio a la nueva reina.
—Pues deberías hacerlo, ¿O acaso crees que el rey Jeno no puede volver a casarse o tener concubinas o concubinos omegas? —Dijo con una expresión desafiante.
—El rey Jeno sabrá hacer lo que mejor le convenga. —Jaemin sonrió.
—¿Estás seguro? —Dijo Yoona. —Hay una fila de nobles que quieren tu lugar, en unos meses la princesa Karina cumplirá años y su reino es muy fructífero, quizá ella pueda casarse con mi hijo para que al fin este reino tenga los herederos que se merece.
—Pues si es decisión del rey, la acataré. —Jaemin quería cruzar los brazos y decir "sí" a todo lo que la molesta mujer decía.
Jaemin sinceramente estaba feliz, le gustaba esta nueva vida, igual si lo corrían del palacio abriría su propia tienda de moda, le gustaba la idea de que las mujeres del pueblo pudieran usar su ropa. No quería que usaran esos apretados corsés y fueran lastimados como Winter.
—Realmente no aprecias tu vida. —Dijo la exreina con molestia. —Y si te llego a ver con ese bastardo, si dejas a mi hijo por él y le das un hijo varón o alfa a ese hombre, de verdad te arrepentirás de estar vivo.
Jaemin pensaba que al no tener familia en su mundo iba a sentirse agradecido por tenerla en esta nueva vida, pero, para empezar su esposo lo odiaba, su suegra lo odiaba mucho más y lo único lindo en su nueva vida era Winter.
¿De qué mierda estaba hablando su suegra?
—Princesa Yoona, no debería amenazar a la reina Jaemin. —Ningning aunque tenía miedo, habló.
—¿En serio? —La exreina era una mujer de temar. —¿Sabes si quiera quién soy yo? Esto si merece que te maten, te acusaré de agredirme y esperaré a que mi hijo te mande a la horca.
Los ojos de Ningning se abrieron, la dama pelirroja bajó su cabeza y Jaemin cerró los ojos y tomó aire.
Ningning ahora era su amiga, bueno, quizá no tanto, pero al menos había demostrado ser eficaz y tenerle paciencia, ya no le temía como al principio, así que las cosas eran diferentes, Jaemin no se quería meter en problemas, pero al parecer lo problemas lo llamaban a él.
—Nadie amenazará a alguna de mis damas o sirvientes. —Jaemin ni siquiera gritó, solo aclaró la garganta. —Con su permiso, exreina. —No la llamó princesa. —Algunas personas estamos ocupadas con nuestros deberes reales y tenemos cosas mejores que hacer, siéntase libre de recorrer mi castillo.
Jaemin empezó a caminar en dirección contraria a dónde estaba la exreina, la dama de Jaemin hizo una reverencia y siguió a su reina, había sido asombroso y se sintió agradecida de el cambio de personalidad que había tenido su reina.
Jaemin se dirigió a su habitación y soltó un suspiro.
—Ningning, necesito un tiempo a solas, estaré en mi habitación, si necesito algo, te llamaré...
—Por supuesto, mi reina. —Ella se agachó e hizo una reverencia.
—No te sientas mal por lo que dijo esa mujer, gracias por defenderme. —Jaemin sonrió.
Ningning sonrió con emoción y suspiró. La reina era diferente y se sentía mucho mejor. Ningning sabía que venía un cambio muy grande y ella apoyaría a su reina en todo, no permitiría que dijeran que habría una próxima reina que no fuera la reina Jaemin o la princesa Winter.
Continuará...
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Jaemin entró corriendo a su habitación y cerró la puerta para que no fuera molestado, cargó una silla y la puso frente a su espejo.
—¡Haechan! ¡Haechan! —Jaemin habló. —¿Espejito, espejito?
—Ya te dije que no tienes que llamarme con esas palabras. —Haechan rodó los ojos. —¿Qué quieres?
—Acabo de conocer una vieja bruja, es una maldita, amenazó a mi sirvienta. —Se quejó. —Es la madre del rey Jeno.
—Oh, del sexy rey. —Haechan suspiró y de repente parpadeó su espejo, luego apareció suspirando, había ido a buscar información. —La exreina Yoona, es una mujer fuerte, la casaron con el antiguo Rey a los 16, tuvo alrededor de ocho abortos antes de poder nadar a luz al rey Jeno.
—¿Qué? ¿Cómo sabes eso? —Jaemin sonrió con felicidad.
—Tengo conocimiento de todo, solo es cuestión de que lo busque. —Haechan murmuró. —Dice que la reina Yoona siempre fue muy meticulosa, oh... ¡Mientras ella no podía tener hijos el antiguo rey tuvo una aventura con una maga y tuvo un hijo varón!
—¿Qué? —Jaemin sonrió. —¿Entonces el rey Jeno tiene un medio hermano?
—Dice que sí, que es mayor por pocos meses. —Haechan contestó —No dice su nombre ni hay foto de él, pero dicen que la reina Yoona intentó matarlo en repetidas ocasiones, hasta que la mujer y el hijo ilegitimo se fueron del reino.
—Eso es muy interesante. —Jaemin sonrió. —No me gustaban las historias de concubinato ni de infidelidad, pero es algo que se da mucho en la realeza, quieren mantener el linaje. —Respiró profundo. —Creo que al rey Jeno le buscarán una nueva pareja, su madre dijo que sería la princesa Karina. ¿Qué sabes del tema?
Haechan pareció buscar entre sus archivos o en los libros que aparecían detrás de él como en una enorme biblioteca, Jaemin creía que Haechan era como una computadora con internet, tenía una base de datos bastante completa.
—Oh. Espera. —Haechan se quedó callado. —La princesa Karina tiene 11 años, es la heredera del reino de Armagedón.
Jaemin se quedó callado durante un momento, ya había oído del reino, Haechan lo mencionó hace un tiempo mientras aprendía la geografía del mundo donde ahora vivía, pero... La edad. ¿Qué mierda? La princesa Karina era casi de la misma edad que Winter ¿Cómo siquiera se le ocurría que podría casarse con un rey que le doblaba más de la edad?
¿Qué el rey no tenía principios?
—¿No hay otra princesa Karina? ¿Una mayor?
—No. —Haechan contestó con un monosílabo, pero luego pensó. —No te preocupes, la princesa todavía no se presenta, quizá ella sea un alfa. —Haechan susurró. —Ahora que lo pienso, ¿Por qué el rey Jeno quiere una nueva pareja? ¿Qué hay de malo en ti?
—No hay nada de malo en mí. —Jaemin guardó silencio. —O quizá sí. Me refiero a que no sé por qué, pero la gente quiere que tenga un hijo con el rey, cómo si eso fuera posible, ja.
Haechan se quedó callado y suspiró.
—¿Y por qué no es posible? ¿Eres estéril? ¿Fuiste envenenado hace tiempo con algún veneno de fertilidad?
—¿A qué te refieres? —Jaemin preguntó con un tono cansado y confundido.
—A que eres un omega en perfecto estado. —Haechan suspiró. —Ven, acércate al espejo, te haré una revisión.
Jaemin no sabía qué decir, pero se acercó al espejo, Haechan lo miró y puso sus manos del lado contrario, no es como si la magia se pudiera traspasar, pero Haechan parecía saber bien qué hacer.
—Haechan, ¿Qué es un omega? —Jaemin mencionó. —En mi mundo eso es una letra del alfabeto griego, no es algo que escuchemos, así como beta o alfa.
Haechan suspiró y ladeó la cabeza.
—Tus resultados son buenos, puedes concebir si es que lo intentas, tu salud está bien aunque me resuena un poco tu aura y tu corazón. —Haechan suspiró y cambió de tema. —Ahora que lo dices, un omega...
—Espera, ¿Cómo que puedo concebir? —Jaemin mencionó con sorpresa.
—A eso voy, tonto. —Haechan le regañó. —Un omega es una condición del cuerpo que te permite concebir, es un subgénero. Tienen características más enfocadas a la maternidad, a las labores domesticas y a lo relacionado con la protección a la especie. Los alfas son lo contrario, ellos están más enfocados en la preservación de la especie y se tiene el concepto de "proveedor", dicen que son más inteligentes y fuertes, pero si me lo preguntas los omegas son más brillantes.
—Espera, espera. —Jaemin seguía en shock. —O sea, ¿Estás diciendo que puedo tener bebés?
—Sí.
—¿Y cómo?
Haechan se quedó callado.
—Pues, el alfa pone su miembro reproductor dentro del útero del omega y debe de tirar su semilla y....
—¡Sí, o sea, sí! —Jaemin se sonrojó. —Pero cómo, ¿Cómo es posible? ¿Por dónde tiene un hijo un omega hombre?
Haechan se quedó callado y recordó un libro de biología humana que quizá respondería la pregunta.
—Es por medio de una operación, cortan de forma horizontal el abdomen del omega para sacar al bebé. —Hizo una pausa. —Las omegas mujeres pueden tener partos naturales y cesáreas, depende de cómo venga el bebé y las característica física de la mujer.
Jaemin seguía en shock, una parte de él siempre pensó en que tener una familia sería hermoso, pero nunca le gustaron las mujeres, quizá en algún momento conocería un buen hombre y quizá adoptarían, pero murió antes de eso. Ahora, ahora todo se sentía diferente.
A parte de las enfermedades e infecciones de transmisión sexual debía de cuidarse de los embarazos. Mierda.
—Del mundo en donde vienes ¿Cómo funciona la concepción de la vida? —Haechan preguntó.
—Solo entre hombres y mujeres, por eso no pensé que....
—No te preocupes. —Haechan suspiró. —No es como si estuvieras embarazado ahora, primero tendrías que, ya sabes, tener coito con el rey.
Jaemin se sonrojó solo de pensar que tendría que acostarse con su sexy rey, el tema es que ahora entendía por qué todos le decían que debía darle un heredero al reino, él si podía. ¡Mierda!
Jaemin no quería embarazarse de una persona a la que no amaba ni que no lo amaran, es más, ni siquiera quería embarazarse.
—¡Yo no sabía! —Jaemin se atragantó. —Debí parecer un estúpido ignorante.
—Bueno, la ignorancia también es una fuente de felicidad. —Haechan sonrió. —Si lo sabes todo, puedes ser infeliz.
Jaemin se quedó callado y suspiró.
—¿Eres infeliz? Porque tú parece que lo sabes todo. —Preguntó la reina.
—No lo sé. —Haechan suspiró. —Me siento feliz aquí, eres gracioso, no abusas de mis poderes y conocimientos y creo que te considero un amigo. —Hizo una pausa. —Y en este lugar puedo ver al sexy rey.
El espejo cambió su imagen y Jaemin pudo ver a Jeno en su oficina, estaba gritando a Doyoung, algo lo había puesto de mal humor, ¡Pero el que debería estar de mal humor era Jaemin! ¿Cómo Jeno pensaba en casarse con la princesa Karina?
—No quiero ver a ese señor. —Jaemin cruzó sus brazos. —Mejor dame la imagen de mi preciosa princesa, debe estar en su habitación, iba a ir a verla antes de que esa araña de mi suegra interrumpiera. —Jaemin cruzó los brazos e infló las mejillas.
Haechan se rio y cambió la imagen que reflejaba, era la habitación de Winter donde estaba ella. Jaemin sudó cuando vio lo que se avecinaba, la exreina estaba entrando a la habitación de Winter.
—¡Sube el volumen! —Jaemin gritó.
Haechan no entendió a que se refería, era un espejo que reflejaba lo que otros espejos en el palacio podían "ver", Haechan no entendía qué era una televisión, por qué tenía que transmitir el audio también y por qué Jaemin solo observaba con odio. Haechan solo se quedó callado y escuchó.
—¡Abuela! —La pequeña Winter sonrió con expresión al ver la visita que tenía. —¡Me alegro mucho de verte!
La mujer solo entró a la habitación de la pequeña y se sentó con gracia en los sillones, Winter le siguió con una sonrisa en el rostro.
—Jamás me hables de "tú", no somos iguales, y no me digas "abuela", para ti soy la reina madre. —Dijo con un tono frío e inexpresivo.
—Claro, reina madre. —La niña bajó el rostro y no se atrevió a levantarlo.
—Te ves diferente, ¿Aumentantes de peso? —La abuela la regañó. —¿Quieres que despida a todos esos cocineros que no saben que debes mantener una dieta?
La niña abrió los ojos y frunció los labios.
—Trataré de ser más consciente de lo que como. —Ella susurró.
—Claro que sí. —La abuela murmuró. —No querrás ser como la reina Jaemin, se ha vuelto obeso, desearía que fuera por el embarazo, pero parece que se ha descuidado usando ropa fea y comiendo de más. —Hizo una pausa. —Aunque tu ropa también me deja qué desear, ¿Dónde está tu corsé? ¿No ves que a parte de cubrir tu grasa te ayuda a mantener una postura erguida?
—La reina Jaemin dijo que no debía usar artefactos tan apretados porque aun estoy en crecimiento. —Winter dijo.
Winter había hablado mucho con la reina Jaemin, se sentía segura a su lado, siempre comían cosas deliciosas y hablaban de las clases, a veces la reina Jaemin parecía no saber muchas cosas y dejaba que la pequeña Winter se las explicara solo para que la niña tuviera compresión de lo que pasaba a su alrededor.
—¿Eso es lo que te dijo? —La exreina mencionó. —¿No crees que solo quiere malcriarte para poder deshacerse de ti con más facilidad?
La cara de Winter fue de miedo. Dudó, dudó mucho. Jaemin estaba de lo más enojado, no soportaba lo que estaba oyendo a través del espejo.
—No creo que él quiera...
—Claro que quiere, eres solo una princesa, tu padre quiere que te quedes con el reino, si la reina Jaemin se llegara a embarazar y tuviera un varón, ¿Quién crees que se quedaría con el trono? ¿Tú o él?
—Aún no sé cuál será mi subgénero, si soy un alfa, me quedaré con el reino, yo...
—No lo serás, Winter. —La exreina se puso de pie y giró a la niña al espejo más cercano. —Tienes el cuerpo de un omega, falta un año y sabes que eres débil, que estás gorda, que no te vistes bien y que lo único que harás por el bien de este país es casarte con un alfa para darle riqueza al reino.
Jaemin podía ver el reflejo de Winter, estaba triste, a punto de llorar, su cabello negro cubrió sus ojos y bajó su mirada.
—Yo seré la nueva reina de Wonderland. —Ella dijo con seguridad.
—No. —Dijo la exreina. —Lo que tú debes hacer para ayudar a este reino es lo siguiente. —Hizo una pausa. —Dile a tu padre que este festejo de cumpleaños sea tu presentación ante sociedad.
—Aun no me presento, yo...
—Serás una omega. —Mencionó su abuela. —Ahora debes de entrar al mercado del matrimonio, conseguir un buen noble, actualmente el rey Jaehyun no se ha casado, o quizá algún Lord que tenga hijos solteros para que puedas tener bebés cuanto antes, sí tú le das al reino un varón alfa antes que la reina Jaemin, los problemas del reino se acabarían.
Winter tembló, le daba miedo que algún hombre raro se le acercara, pero entendía que debía de proteger a su amado pueblo. El que tembló de rabia fue Jaemin y se levantó para ir a hablar con esa bruja.
¿Qué le pasaba?
Winter era una niña, debía de disfrutar su niñez, no estar pensando en criar a bebés.
Dios, ¿En qué mundo había ido a parar?
Dejó a Haechan proyectando el espejo y cuando se dio cuenta de que Jaemin se había ido dejó de transmitir, él también estaba enojado, pero no podía salir del espejo a darle una paliza a esa mujer, así que solo respiró y se calmó, siguió viendo para observar si Jaemin llegaba a tiempo.
Continuará...
Notes:
Nos leemos el próximo lunes, tengan un lindo día!. si les gusta la historia no olviden dejar un comentario o "felicitaciones"/kudos
Chapter 10: Capítulo X
Chapter Text
Jaemin iba muy enojado, no le importaba que la madre del rey fuera a hablar con la princesa, simplemente ella no podía tratar a la princesa de esa forma, pero mientras iba repasando su discurso, chocó accidentalmente con el guardia del rey, Doyoung.
Se disculpó con una reverencia y sonrió.
—¿A dónde vas? —El rey Jeno venía detrás de su mano derecha y se sorprendió por el ceño fruncido de su esposo.
—¿Qué te importa? —Jaemin mencionó acelerando el paso.
Doyoung levantó las cejas y Jeno le miró indignado metiéndose en su camino para que no se moviera del lugar donde estaba.
—No es la forma de hablarme. —El rey exclamó con seriedad mientras evitaba que Jaemin se fuera.
—Tengo que ir con Winter. —Jaemin dijo. —Su madre. —Refiriéndose a la reina madre. —Podría meterle ideas que podrían causarle inseguridades. —Jaemin murmuró.
—¿Inseguridades? —Jeno frunció los labios. —Él único que le ha causado inseguridades eres tú, mi reina. Quizá ahora se lleven bien, pero no se nos olvida lo que has hecho, como tratar de envenenarla con una manzana y hacer que no comiera nada durante meses, ¿Cómo se sentiría ella si supiera que su madrastra fue quién lo provocó?
Jaemin se quedó quieto, como si aquellas palabras hubieran sido una puñalada, ¿Él había hecho eso? ¿Por qué? No, él no... ¿Qué le pasaba a la persona que anteriormente habitaba su cuerpo?
—Winter realmente me preocupa. —Jaemin dijo con la mirada bien en alto. —¿Me va a dejar ir o usted le va a poner un alto a esa bruja?
—¿Bruja? —Jeno preguntó.
—Su madre, ustedes dos son tan similares, tan insoportables en tantas maneras, tan fríos y poco humanos, tan groseros y solo les importa el poder. —Jaemin estaba tan enojado y harto, se sentía terriblemente mal.
Jeno no esperaba aquella comparación, Doyoung seguía incrédulo ante las palabras de la reina, normalmente la reina Jaemin siempre estaba de acuerdo con las decisiones del rey, pero esta persona no era para nada la reina de Wonderland. Era demasiado valiente e irreverente.
Jeno se mantuvo callado, no esperaba que alguien lo comparara con su madre, siempre eran comentarios como "tienes la mirada de tu madre", "el cabello de aquel hombre", "te pareces mucho al antiguo rey", pero escuchar que era grosero al igual que su madre, hizo enojar al rey.
—Reina Jaemin, regrese a su habitación, ahora. —Jeno dio la orden.
—¡No! —Jaemin dijo. —Voy a la habitación de Winter para saber si ella está bien.
—¡No vas a ir a ningún lugar! —Jeno le gritó. —¡Vete a tu habitación!
—No eres mis padres para obligarme a ir a mi habitación. —Jaemin buscaba pelea.
—Soy tu rey. —Jeno dijo. —Soy tu esposo.
Y en ese momento Jaemin se acordó de otro tema que también ya le urgía gritar a los cuatro vientos, Jeno era un enfermo de poder y haría cualquier cosa por mantenerse en su trono, Jaemin fingió vomitar y miró la cara del enojado rey.
—¿Y cuánto tiempo durará eso? —Jaemin se rio. —Eres un enfermo, sé bien que quieres deshacerte de mí para casarte con la princesa Karina.
Jeno abrió los ojos con sorpresa e incredulidad, ¿De dónde sacaba Jaemin tanta estupidez junta? Pensó que Jaemin se llevaba bien con la exreina Yoona, pero ahora parecía una persona completamente irracional y grosera, casi vulgar.
—¡Jamás haría eso! —Jeno gritó, luego miró a Doyoung y frunció el ceño. —Lleva a la reina a su habitación y que no salga hasta que yo dé la orden.
Doyoung tomó a la reina del brazo y con su fuerza lo llevó casi a rastras hasta sus aposentos, Jeno se molestó, pero él también sintió una urgencia de ir con Winter, así que se dirigió a su habitación.
Mientras Doyoung encerró a la reina Jaemin sin hacer ningún comentario por más que Jaemin le suplicaba que tenía que ir, Doyoung no se atrevería a desobedecer a su rey. Jaemin solo entró de mala gana y Haechan se burló bastante de la penosa escena que vio a través de los espejos de los pasillos, sin embargo guardó silencio y mostró la imagen de la habitación de la princesa Winter, quien, después de la visita de su abuela, se había puesto a leer un libro.
El rey tocó la puerta de la habitación y la joven sonrió.
—Padre, ¿A qué debo su visita? —Ella mencionó de la forma más educada y cortés posible.
—Quería saber si te encontrabas bien. —Jeno mencionó con nervios. —¿Tu abuela ha venido a presentar sus saludos?
Y el rostro de Winter se deformó por un minuto, Jeno lo notó enseguida, pero la niña le miró como si no hubiera pasado nada.
—Sí, vino, aunque ya se retiró. —Winter comentó.
—¿Te dijo algo? —Jeno se sentó a un lado de su hija. —Si te dijo algo que no te gustó, puedes decírmelo.
—No, la abuela es una mujer inteligente, solo me señaló mis deficiencias. —Hizo una pausa mientras fruncía sus labios. —Estuve pensando que quizá no estoy siendo la princesa que el reino espera. —Aclaró su garganta. —Por ello, me gustaría hacer mi presentación ante la sociedad en este cumpleaños.
—¿De qué hablas Winter? —Jeno preguntó con paciencia y un tanto preocupado. —Todavía no te presentas como una omega o un alfa.
—Creo que seré una omega, si fuera un alfa sería más grande, voluminosa, fuerte. —Ella relamió sus labios. —Lo mejor sería entrar al mercado matrimonial, si me caso con un buen hombre puedo ayudar al reino.
Jeno sonrió, pero una sonrisa que lo dejó sin nada que decir, una sonrisa vacía y decepcionada. ¿Qué estaba oyendo?
—Tú eres la futura reina. —Jeno mencionó. —No necesitas casarte con un "buen hombre", quiero que te cases con quien ames y seas muy feliz.
—¿Cómo puedo ser feliz si no hay alguien digno de gobernar nuestro reino? —Winter frunció los labios. —Aunque ame Wonderland, no soy un hombre y no seré un alfa. No voy a ser tú.
—No quiero que seas como yo. —Jeno habló rápidamente. —Nunca he querido que seas como yo, por eso no te he puesto más presión de la que puedas soportar, eres una niña inteligente Winter, serás una gran reina, alguien que sepa gobernar con cariño y compasión.
—Quiero tener hijos pronto, uno de ellos será un hombre alfa, será un príncipe que pueda gobernar sin incertidumbres. —Winter pareció avergonzada.
Jeno levantó las cejas y se sintió bastante asustado, Winter tenía 10 años, en una semana tendría once, ¿Por qué pensaba en hijos y matrimonios? Realmente Jeno no quería que su hija pasara por lo que él tuvo que pasar.
—¿Quién te dio esa idea? —Jeno preguntó. —¿Fue tu abuela?
—No. —Ella dijo en tono bajo.
—¿Fue la reina Jaemin? —Jeno cuestionó.
Y los ojitos de Winter se volvieron demasiado ansiosos, Jeno tuvo un mal presentimiento con el tema.
—¿Fue él? —Jeno preguntó. —¿La reina Jaemin te ha dicho algo sobre casarte?
—No, no fue él. —Winter bajó la mirada, asustada. —Pero la abuela dice que es probable que la reina Jaemin quiera deshacerse de mí.
Y Jaemin al escuchar eso, bajó la mirada con angustia. Jeno se veía ávido de esconder el tema, ¿Cómo su hija pasaría por esto si Jeno sabía que Winter adoraba a la reina Jaemin?
Jeno no supo qué responder, porque no podía negar que durante mucho tiempo, la reina Jaemin tenía de enemiga a Winter, a pesar de que ésta la adoraba.
—¿Te dijo cómo? —Jeno murmuró, pensó que había guardado bien los secretos.
—Dice que me engorda con tantos pastelillos y que quiere que se desfigure mi cuerpo para ser el omega más bonito del palacio. —Winter frunció los labios.
Y Jeno negó con la cabeza.
—¿Y tú le crees a la abuela? —Jeno preguntó.
Winter hizo una mueca y luego bajó la mirada.
—No quiero creerle, la reina Jaemin ha sido muy amable conmigo, desde que lo conocí y me salvó, creí que era genial, nunca había visto a alguien tan bonito y amable, cuando se casaron comenzó a evitarme y pensé que me odiaba, pero cuando volvió a salvarme, siento que recordó lo bueno que era conmigo, rescató a Copito y me dice que tengo que crecer, dice que las niñas no deberíamos usar tacones ni corsé. —Hizo una pausa. —Me divierto mucho y los jardines de rosas que tiene son muy hermosos. —Dijo con miedo. —Pero no quiero que tengan hijos que me quiten mi lugar ni que se quiera deshacer de mí...
Jeno bajó la mirada, sabía que su hija era inteligente y podía hablar según sus sentimientos, al igual que sabía guardar la compostura, pero Jeno agradecía de que la pequeña pudiera abrirse y ser sincera con él.
—Winter, nadie se va a deshacer de ti. —Jeno murmuró. —Te prometo que la reina Jaemin nunca tendrá hijos conmigo.
Jeno levantó la mano, y Jaemin, mientras observaba, se indignó, pero al final agradeció porque le daba un miedo terrible que se pudiera embarazar. Jeno era mejor padre de lo que parecía ser esposo o rey.
—¡No prometas tonterías! —Winter le regañó. —La reina Jaemin sería una buena madre. —Bajó la mirada al decir eso. —No sé ni siquiera por qué no han tenido hijos todavía.
Jeno soltó una risita nerviosa, no se imaginaba a una bruja grosera y rebelde siendo una buena madre, solo reafirmaba su idea de jamás reproducirse con él.
—Los bebés no llegan de la nada. —Jeno aclaró su garganta. —Y tú eres la única heredera, serás la reina de Wonderland, así tuvieras más hermanos, eres mi única y primera hija.
—¿Por qué la reina Jaemin y tú no pueden tener más hijos? —Winter preguntó con curiosidad. —He escuchado rumores de que ni siquiera está marcado...
Jaemin dejó de escuchar para mirar a Haechan, que inmediatamente rodó los ojos y entendió sin necesidades de palabras.
—Marcar es tener una mordida en el cuello, el alfa marca a su omega, creando un nudo telepático, generalmente se hace durante el sexo, se crea un "lazo" con un "nudo", el acto de dejar el miembro del alfa dentro del omega y morderlo para crear un vínculo.
—Son como animales. —Jaemin murmuró.
Haechan solo levantó los hombros y no supo qué decir, ese es el mundo que él conocía, no podía cambiarlo.
—¿Entonces no estoy marcado? —Jaemin mencionó tocando su cuello y volteando al espejo para que Haechan lo viera. —Eso explicaría porque siempre debo usar collares o cuello largo.
—No, no lo estás, las mordidas se ven mucho más dolorosas. —Haechan mencionó. —Y permite una conexión especial, si uno muere, el otro termina sufriendo por bastante tiempo. —Haechan contó.
Jaemin solo pensó en que la exreina, la madre de Winter, había muerto, ¿Ella fue el verdadero amor de Jeno? ¿Cómo habría muerto? ¿El rey sufrió mucho la pérdida?
—Suena triste y doloroso. —Jaemin murmuró mientras escuchaba a Jeno y a Winter hablar.
Al final, Jeno tranquilizó a Winter y olvidó que Jaemin estaba encerrado, porque lo dejó allí varios días, hasta la fiesta de navidad, donde Jaemin dijo que tomaría venganza, así que preparó el vestido de cumpleaños de Winter y espió todas las conversaciones de Jeno hasta estar satisfecho.
Jeno tampoco era un mal rey... Solo un pésimo esposo.
Continuará...
Chapter 11: Capítulo XI
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Cuando la navidad llegó, el palacio de Wonderland se vistió de un mágico dorado que resplandecía como si tuviera magia. Cosa que a Jaemin le hubiera gustado ver en vivo, pero lo veía todo a través del espejo, ya que no podía salir de su habitación.
Había querido ir a ver a Winter o que Winter fuera, pero Jeno la mantuvo alejada durante ciertos días, y había "olvidado" dar la orden de que sacaran a Jaemin, aunque tenía que hacerlo hoy, porque si no lo veían en la fiesta los invitados se volverían locos.
Ningning era la única que entraba y salía y ya había corrido durante todo el castillo esperando a que el rey diera la autorización de liberar a la reina.
La cual dio a última hora, casi a unos minutos de empezar la celebración con otros reinos.
La joven pelirroja ayudó a Jaemin a vestirse y como todos lo esperaban, no podía correr e ir con Winter a disculparse, tampoco tenía muchas ganas de ver a su suegra, y su único amigo, Haechan, estaba atrapado en un espejo viendo todo, al menos eso lo mantenía calmado.
Jaemin iba muy enojado, simplemente bajó la mirada cuando vio al rey Jeno, sus trajes ni siquiera combinaban, no se veían como la pareja real, se veían como dos extraños con un color dorado en común.
—Rey Jeno, recuerde sujetar la mano de la reina a la hora de bajar las escaleras. —Dijo uno de los hombres de protocolo.
Jaemin extendió su mano, pero vio que el rey le ignoraba, ni siquiera acercó su mano. Jaemin pensó que estaba enojado, que le daba asco la relación y que seguía ofendido. Jaemin ahora se negaba a darle el divorcio, no dejaría que Jeno se fuera con alguna princesa pequeña.
—¡Denles la bienvenida a los anfitriones del reino de Wonderland, el rey Jeno y la reina Jaemin! —Dijo el presentador de protocolo.
Ellos bajaron las escaleras de la forma más apática e incómoda posible, no se tocaron ni se miraron.
Fueron recibidos por aplausos, Jaemin se sintió conmovido, nunca había tenido tantos aplausos ni miradas sobre él, además se sentía hermoso con su traje nuevo. Ojalá, Winter lo pudiera acompañar, se sentiría bastante feliz.
Recibieron saludos, pero cada vez que Jaemin se pegaba al rey, éste se movía, así como evitaba estar cerca de muchas personas. Jaemin, mientras observaba, también veía las marcas en el cuello, nunca se imaginó que la marca de la que hablaba Haechan era literalmente una mordida que te podía arrancar la piel.
Al menos su cuello estaba protegido y nadie veía detrás de su enorme collar.
Cuando empezó el baile todos miraron a la reina Jaemin, pero cuando buscó al rey con la mirada, éste había desaparecido.
Jaemin se sintió estúpido, pero levantó la cabeza. ¿Por qué nadie le había dicho que tenía que bailar un vals? ¿Por qué el rey Jeno lo odiaba tanto? Realmente solo se dedicaba a humillarlo, estaba escuchando los cuchicheos de todos los invitados.
Jaemin cerró los ojos y suspiró, quería un milagro.
—¿Por qué no baila conmigo, reina Jaemin? —Esa mirada profunda y cabello negro hipnotizaron a Jaemin, levantando su mano para que aceptara, el corazón de Jaemin empezó a latir tan rápido que sintió muchos nervios.
Jaemin sonrió por inercia, era el hombre del que estuvo enamorado por tantos años, o al menos el que lucía como él.
—Por supuesto. —Jaemin tomó la mano de Mark, pero sin querer fue golpeada por un abanico.
—¿Qué haces? —Era la exreina Yoona con una expresión molesta. —No creí que fueras un maldito desagradecido. Ve a buscar a tu esposo. —Le susurró a Jaemin mientras todos veían la penosa escena.
Jaemin rodó los ojos y dio la media vuelta, mientras observaba que la exreina Yoona tomaba a Mark de la mano y lo sacaba a bailar para inaugurar el baile de Navidad.
Jaemin se sintió bastante cansado, así que decidió ir a tomar aire al jardín. Quería ir a su jardín de rosas, donde el blanco, el rosa y el rojo predominaban, eran demasiado hermosas y tenían un olor precioso.
Jaemin se preguntó si en su mundo hubiera sido capaz de amar, nunca tuvo valor suficiente de decirle a Mark que estaba enamorado, bueno, Mark tampoco había dado señales de ser gay, así que evitó esa pena. Ahora Jaemin estaba casado, pero su matrimonio era infeliz... Y cuando veía a este nuevo Mark, una puerta de esperanza se abría delante de él.
Quizá si se divorciaba de Jeno, él se iría con Karina, no era sano, pero Jaemin podría rehacer su vida, ahora viviendo como una persona normal, haciendo sus vestidos y quizá amando a alguien que realmente lo quisiera y no estuviera con él por puro compromiso.
Aunque le encantaba Winter, quizá lo mejor sería huir y olvidar que alguna vez fue reina de un lugar llamado Wonderland.
Pudo escuchar cambiar la melodía, Jaemin simplemente bajó la mirada y observó a su alrededor. ¿Qué se supone que tenía que hacer? ¿Cuál era su propósito? ¿Por qué tuvo que renacer?
Él se negaba a ser "la madrastra malvada", si Jeno moría, Jaemin no se ensimismaría en su belleza o poder y cuidaría a Winter, no dejaría que creciera acomplejada como Blanca Nieves.
—Te ves muy decaído. —Jaemin miró de nuevo a la persona que estaba a su lado y sonrió sin querer.
—Mark. —Sonrió y evitó abrazarlo con nostalgia. —Lo siento, me dejé llevar un poco... ¿Qué haces aquí?
—Bueno, después de que la bruja de la "princesa" Yoona me dejara ir, vine a buscarte, quería verte, quería saber si todo estaba bien... —Aclaró su garganta. —Me quedé preocupado al enterarme de la noticia de que casi mueres, no quería ser la razón por la que...
—Jamás serías la razón por la que dejaría este mundo, serías la razón por la que me quedaría. —Jaemin dijo y se arrepintió automáticamente, no debía de decirle nada a ese hombre, porque no era su Mark, era... No tenía ni idea de quién era.
Así como el antiguo Jaemin fue malo cuando existía, este Mark podría ser un asesino o un malvado hechicero.
Mark sintió calidez en su corazón y observó el cielo, delicadamente buscó la mano de Jaemin, pero fue detenido, por la mano de otro alfa que lo veía como si lo fuera a matar en cualquier momento.
—¿Qué hacen los dos aquí solos? —El rey Jeno dijo con molestia.
—¿Qué crees que hacíamos? —Mark contestó con un tono juguetón. —Ni siquiera eres capaz de tomar la mano de tu reina, lo estás humillando como si lo mereciera.
—Es mi esposo. —Jeno carraspeó.
Y Jaemin supo que había algo que estaba omitiendo, se sentía la tensión en el aire, ¿Qué le pasaba a Mark? ¿Por qué no hablaba con respeto a Jeno? No había ni una pizca de confianza en el rey, solo había coraje y rencor.
—Deberías divorciarte. —Mark contrarrestó.
—Cuida cómo me hablas, sigo siendo el rey y sigues hablando estupideces sobre mi relación con mi esposo. —Jeno dijo con coraje, pero tampoco se sentía capaz de tomar la mano de Jaemin y sacarlo de allí.
—¿Y qué hará, rey Jeno? ¿Me cortará la cabeza y me ejecutará públicamente? ¿O lo hará en secreto como lo han intentado todos sus allegados? —Este Mark era irreverente, coqueto y grosero, era increíblemente sensual la forma en la que se desenvolvía.
Definitivamente era un Mark diferente, el jefe sastre de Jaemin había sido callado, tímido, aceptaba sus errores en silencio y no era muy proactivo salvo con lo que le gustaba. Y este hombre lo estaba defendiendo de su tirano esposo, Jaemin sintió emoción y orgullo.
—Retírate. —Jeno murmuró.
—No me iré hasta que la reina Jaemin me lo pida. —Mark suspiró.
Los dos alfas miraron a Jaemin esperando una respuesta, y sinceramente Jaemin estaba tonteando porque le gustaba recibir atención de dos hombres extremadamente guapos, ambos con la mirada profunda y oscura y cabello negro como la noche.
—Debes seguir las ordenes de tu rey, al menos en el palacio. —Jeno frunció el ceño.
—Y tú deberías respetar un poco más a tus mayores. —Mark relamió sus labios. —No amas a la reina Jaemin, no tienen siquiera una marca, ha sufrido por tu culpa y la de todos tus sirvientes, amenazó con morir por ti... ¿Por qué simplemente no dejas que se vaya?
Jaemin frunció los labios, dolían aquellas palabras, pero se daba cuenta de algo, Mark realmente lo conocía, sabía de la marca, sabía el maltrato, sabía de su intento de suicidio. Al parecer en esta vida y en la otra vida, Mark siempre fue su persona de apoyo.
—No tienes ni un poco de sentido común. —El rey Jeno dijo con sarcasmo, la primera vez que Jaemin oía ese lado de él.
¿Por qué estaba actuando tan celoso?
—Yo me retiraré. —Jaemin murmuró. —Buenas noches.
Jaemin salió de allí antes de que esos dos siguieran presionando, la verdad dejó la fiesta a medias y volvió a su habitación, soltó un soplido y rodó los ojos.
—Espejito, espejito. —Jaemin dijo en voz alta.
—Voy a matarte la próxima vez que me llames así, estoy de mal humor, ¿Qué quieres? —Haechan contestó apareciendo su reflejo con suavidad.
—¿Por qué estás de mal humor? —Jaemin murmuró.
—Por Winter, la estoy vigilando como pediste, pero... Es una niña, y ahorita está llorando porque uno de sus vestidos no le cerró, algunas de sus damas le siguen metiendo la idea de que si no es delgada será una mala reina. —Haechan cruzó sus brazos. —Buscaré un hechizo para comer sin engordar.
—¿Hechizo? —Jaemin dijo. —¿En este mundo hay magia? ¿De verdad?
—Sí, de hecho tú tienes magia, magia podrida que usaste para el mal. —Suspiró el espejo. —Leeré algunos de mis libros para encontrar algún...
—Oye Haechan. —Jaemin habló interrumpiendo a su amigo. —¿Hay posibilidad de que con ese magia pueda regresar a mi mundo? —Preguntó.
—No lo sé. —Haechan se quedó pensando. —No se me ocurre algún antecedentes de lo que te pasó. —Haechan miró al techo. —Buscaré, no hay muchas cosas que no sepa, mi creador me dio información de todo y me dejó muchos libros para poder ayudar a mis dueños.
—¿Sientes que soy tu dueño? —Jaemin cruzó sus brazos. —Pensé que éramos amigos.
Haechan se quedó callado. No sabía cómo reaccionar. Nunca había tenido amigos, solo personas que se aprovechaban de sus conocimientos o que lo vendían como el objeto que era. Él también sentía cercano a Jaemin.
—Somos amigos. —Haechan sonrió. —Aunque es muy solitario estar en este lugar.
—Oye... Si hay magia para comer sin engordar, ¿No crees que exista una magia para convertirte en humano? —Jaemin sonrió con emoción. —Sería divertido si fuéramos amigos y pudiéramos salir a tomar el té o te podría hacer ropa bonita.
Haechan sintió mucha emoción, sin embargo, bajó la mirada, la posibilidad de que un objeto mágico tomara consciencia y se convirtiera en una persona real, ¿Existía magia de ese tipo? ¿Algún mago poderoso podría ser capaz de conjurar un hechizo de tal magnitud?
Haechan investigaría más, le agradaba la idea de poder salir.
Pero los pensamientos de Jaemin y de Haechan se detuvieron cuando escucharon la puerta sonar. Jaemin dijo un ligero "adelante" y se sorprendió de que Mark apareciera, Haechan se escondió y proyectó los reflejos, viendo y escuchando lo que hacía y decía ese hombre.
Mark entró cerrando la puerta detrás de él, sin preocuparse mucho que estuvieran a solas y sin compañía, aunque claro, para la mayor parte de las personas Jaemin era un omega casado y marcado, aunque al parecer Mark sabía que eso no era verdad y si los descubrían, probablemente se sentiría como una traición al reino.
—¿A qué debo tu visita? —Jaemin le ofreció asiento al hombre alto y de brazos fuertes que lucía un traje negro con dorado bastante peculiar.
—Lo siento por la escena allá abajo, reina Jaemin, pero he perdido demasiado como para perderle también. —Mark mencionó.
Jaemin no sabía qué tipo de relación mantenía con Mark, pero aun así, sentía que podía confiar en él, como cuando tenían entregas o expo bodas donde ambos se pasaban las madrugadas confeccionando las "joyas de la noche" para exponerlos en pasarela.
Jaemin sintió un dejavú.
Continuará...
Notes:
Si no pasa alguna cosa, trataré de subir capítulo el próximo lunes (porque es festivo en mi ciudad), pero si no puedo o pasa algo, lo subiré el miércoles UwU <3
Tengan un lindo inicio de semana y nos estamos leyendo!
Chapter 12: Capítulo XII
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Jaemin no quería cometer una imprudencia, pero tampoco podía quedarse callado, así que se sentó frente al sillón donde estaba Mark y le sonrió.
Confiaría en él una vez más.
—Veo que se preocupa demasiado por mí. —Jaemin intentó actuar como una reina. —No es necesario, no quiero que haya problemas ni malentendidos.
Mark respiró profundamente y luego exhaló con molestia.
—¿El rey Jeno le amenazó? —Mark frunció los labios. —Estuve pensando en la propuesta que me hizo, después de escuchar que casi muere, pensé que quizá era mi culpa, así que acepto, ya no me queda mucho qué perder y mi búsqueda no está dando resultados.
Jaemin solo sonrió como si entendiera, pero su cara reflejaba una incomodidad bastante tonta, una que hizo reír a Mark, su risa era tal como lo recordaba.
—Lo siento.
—Parece que no sabe de lo que hablo. —Mark suspiró.
—Intenté morir, pero debido a ciertos problemas en mi recuperación, parece que tengo amnesia. —Jaemin sonrió con ternura.
Mark se levantó de su lugar. Jaemin no se movió, pero fue sorprendido, las manos de Mark fueron directo a la cabeza de Jaemin y empezaron a iluminarse de un color dorado que llenó de calma a Jaemin.
Mark empezó a recitar algunas palabras y suspiró después.
—Su cabeza no se siente con pérdida, pero ¿Ya recuerda que pasó? —Mark preguntó.
—Lo siento, no. —Jaemin negó con la cabeza.
Mark soltó una ligera risita.
—Dicen que soy el mejor mago del mundo o al menos del Instituto de magia, pero parece que nunca puedo hacer nada por usted. —Mark bajó la mirada.
—No tienes por qué preocuparte, mejor dime ¿Qué clase de trato te ofrecí? —Jaemin cuestionó.
—¿No lo recuerda en verdad? —Mark preguntó.
—No. —Fue sincero.
Y hubo un deje de tristeza en la mirada de Mark, sus ojos dieron al suelo y sonrió con tristeza.
—Ya no importa, creo fielmente que fue un error de momento, lo mejor sería que la "reina de corazones" descanse. —Mark murmuró.
—¿Reina de corazones? —Jaemin preguntó.
Se supone que la reina de corazones era una villana en el cuento de Alicia en el País de las maravillas, ¿Por qué Mark le llamaba de esa manera? ¿Había pedido que le cortaran la cabeza a alguien? ¡Agh! Realmente odiaba a su antiguo yo, lo había metido en muchos problemas.
—Ni siquiera recuerda un apodo. —Mark frunció los labios. —Buscaré un hechizo para que recupere la memoria.
Mark dijo con serenidad. Jaemin no sabía exactamente qué era lo que debía recuperar, porque su memoria física era muy buena, pero las memorias y recuerdos de su vida, bueno, no eran de él, así que dudaba que regresaran, además ya no quería ser malo, si recordaba algo de la vida del antiguo Jaemin sabía que se enojaría mucho.
—Reina Jaemin, voy a entrar. —La voz de la mano derecha de Jeno se escuchó detrás de la puerta.
Jaemin no dijo un "adelante" o "pase", Doyoung solo entró por la puerta y miró muy mal al invitado de la reina.
—¿Qué es lo que pasa Doyoung? —Jaemin cuestionó.
Pero la mirada del guardia no dio a Jaemin, sino a su acompañante.
—Príncipe Mark, usted no debería de estar aquí. No es hora de que la reina reciba visitas de un alfa soltero. —Doyoung fue claro.
—¿No puedo venir a hablar con la reina? —Mark volvió a atacar con un tono sarcástico y defensivo. —La reina Jaemin tiene una marca, él no es soltero y no podría marcar algo que ya pertenece a alguien ¿No lo crees, Doyoung?
Mark sabía bien que Jaemin no había recibido la marca, pero era cierto, un soltero como él no debería de estar a solas con un omega tan hermoso y especial como lo era Jaemin, era obvio que Jeno había mandado a su guardia a la habitación de su esposo.
—Le pediré que se retire, por favor. —Doyoung suspiró.
—Por supuesto. —Mark sonrió, se acercó a Jaemin, le dejó un beso en el dorso de su mano e hizo una reverencia. —Lo veré en la cena de año nuevo, majestad.
Y Mark salió de la habitación, Doyoung casi se iba, pero Jaemin lo detuvo.
—Doyoung...
El guardia observó que el mago se había ido y miró a Jaemin, luego frunció los labios e hizo una larga pausa.
—Reina Jaemin, sé que mi lealtad está del lado del rey Jeno, pero desde que despertó de su enfermedad, me ha parecido un ser humano amoroso y amable, pensé que la muerte le cambió, por favor, piense en nuestro reino antes de que sea acusado de cometer traición. —Doyoung le murmuró.
Jaemin hizo una cara dolida y suspiró.
—¿Traición? —Jaemin mencionó. —Sé que esto parece que Mark y yo tenemos algo, pero no lo es. —Hizo una pausa. —Y aún si lo fuera, el rey Jeno no me ama y nunca me amará, ¿No puedo tener siquiera un amigo?
—Claro que puede tener amigos, reina Jaemin. —Doyoung parecía un poco desconcertado. —Pero después del incidente en su cumpleaños, no creo que reunirse con el príncipe Mark sea conveniente.
—¿Por qué? —Jaemin mencionó. —Él no parece una mala persona, ¿Me hizo algo? ¿Dañó al reino?
Doyoung levantó la ceja con sorpresa y dudó, ¿Acaso la reina tenía un ataque de amnesia? Eso explicaría su comportamiento más afectivo y natural, ¿Pero por qué nadie se lo había notificado?
—El príncipe Mark es el siguiente en la línea sucesoria al trono, aunque es mayor, es un hijo ilegitimo del antiguo rey, por eso el rey Jeno está en el trono, porque era hijo del los reyes, aunque... si el príncipe Mark llega a tener hijos alfas varones, es probable que pueda destronar al rey Jeno y a la princesa Winter como herederos al trono. —Doyoung explicó.
Y Jaemin soltó un resoplido. ¿Mark y el rey Jeno eran medios hermanos?
¡Con razón todos estaban tan en contra de Mark!
—Lo siento yo no...
—Por eso es mejor que estén supervisados. —Frunció los labios. —Reina Jaemin, usted es la reina de Wonderland y esposo del rey Jeno, por favor, aunque el poder sea su objetivo en la vida, no lastime a las personas que le ayudaron a conseguir el trono.
—Si yo...
Doyoung aclaró su garganta.
—Lo siento mucho, pero por ordenes del rey Jeno, no podrá salir ni recibir visitas de aquí a la fiesta de año nuevo, si necesita algo, su dama podrá ingresar y salir de la habitación sin problemas. —Doyoung mencionó.
—¿Y Winter? —Jaemin murmuró. —Preparé un regalo para ella. Podría venir...
—Le avisaré al rey Jeno. —Doyoung dijo, hizo una reverencia y salió de la habitación.
Jaemin solo escuchó como era encerrado con llave, lastima que su cabello no era tan largo como el de Rapunzel como para lanzarlo por la ventana.
La reina frunció los labios y se acostó en la cama con tristeza.
—Encontré un poco de información. —La voz de Haechan resonó en la habitación.
—No quiero oír. —Jaemin dijo. —Estoy triste. —Murmuró contra la almohada. —Digo, en mi otra vida amaba a mi jefe Mark, era amable, guapo y trabajador, pero era hetero y murió sin que le dijera que tenía sentimientos por él. Ahora que lo encuentro y parece tener sentimientos por mí, estoy casado, y no puedo divorciarme porque realmente es mi cuñado... No podría... —No se dio cuenta en qué momento comenzó a llorar.
Haechan rodó los ojos, no sabía qué decir ni qué hacer. No era bueno calmando a la gente ni dando ánimos, así que empezó a leer.
—"La reina de corazones y el mago de obsidiana parecen más cercanos de lo que deberían, el pasado 13 de agosto, en el cumpleaños número 26 de la reina Jaemin de Wonderland, dio mucho qué hablar cuando el rey Jeno rechazó públicamente bailar con la reina, quitando su mano con desdén, dejando a un lado a la reina en su ceremonia. No han demostrado ni un ápice de cariño, en dos años de matrimonio pocas veces se han visto juntos y todavía no hay un alfa varón que sea heredero del reino. Dichos rumores han crecido con la noticia de con quién abrió el baile la reina Jaemin en su cumpleaños, bailó nada más y nada menos que con el príncipe Mark, el mago de obsidiana, uno de los magos más poderosos que han existido en el reino... Viendo el desprecio del rey por su esposa, ¿Será que el príncipe tendrá una oportunidad de llegar al trono con la ayuda de la reina Jaemin?"
Haechan se detuvo y frunció los labios, ah, no debió leer en primer lugar.
—A nadie le interesan mis sentimientos. —Jaemin murmuró.
Haechan se quedó callado y empezó a buscar más información.
—Sabes, hay muchos artículos del mago de obsidiana, dicen que podría ser el nuevo mago de oro.
—¿Qué es eso? —Jaemin murmuró con pesar.
—El príncipe Mark tiene un rango S, en la categoría de magos solicitados, así que su magia es una de las mejores del mundo. —Haechan levantó la ceja. —Y se siente, su magia es fuerte, no tuve que hacer un escáner porque se sentía en la habitación, a parte de guapo es poderoso, es interesante. —Guardó silencio. —Bueno, lo que quiero decir es que, oh... Es el más poderoso actualmente en todos los reinos... Ciertamente es un buen partido.
—¿Te puedes concentrar? —Jaemin dijo con un puchero. —Ya sé que es un buen partido, lo quiero para mí y no puedo tenerlo.
—Claro que no, estás casado y es medio hermano de tu esposo. —Haechan frunció los labios. —Aunque hay algo que no me gusta del todo. —Haechan frunció sus labios. —Estuvo escondido mucho tiempo ya que su madre y él eran victimas de intentos de asesinato, hubo un suceso hace varios años donde murió la madre del príncipe y dicen que el príncipe resultó dañado, pero fue un milagro que viviera, a partir de ese momento se convirtió en un gran mago....
—¿Qué tiene? Mark en verdad es un hombre que sabe resolver y siempre logra lo que se propone.
—No te vuelves el mejor mago de la historia en menos de 10 años. —Haechan se quedó pensando. —¿Crees que tenga intenciones ocultas de tomar el trono y dañar al rey sexy?
Jaemin murmuró algunas cosas que Haechan no entendió y luego levantó la vista y soltó un resoplido cansado y lleno de coraje.
—No lo creo, Mark no es así.
—Jaemin, sé que piensas que éste es tú Mark, pero dudo que sea el que conociste, el de tu mundo, quizá aquí estamos personas que conociste en tu otra vida, pero no quiere decir que seamos iguales, no pareces ser igual a la reina Jaemin anterior, así que no creo que este Mark sea del que te enamoraste.
Jaemin suspiró con desgano, se sentía resignado al escuchar esas palabras, Haechan tenía razón.
—No quiero amar a alguien a quien amé hace tiempo y estar casado con alguien que me odia. —Jaemin dijo con tono triste.
—Ánimo, sé que no es la vida que querías, pero al menos tienes a la princesa Winter. —Haechan sonrió. —Y ella está ilusionada, es la única que parece no odiarte, está anhelando la fiesta que le estás preparando.
—No es que pueda hacer mucho encerrado en esta habitación.
—El vestido que le hacías era muy precioso, ¿Por qué no lo terminas? Te ayudaré espiando todas las conversaciones y te daré detalles de todo lo que diga ese rey tirano y de nuestra adorada Winter. —Haechan hizo una muequita feliz.
—¡Gracias!
Y a pesar de que Jaemin se sentía solo, la compañía de Haechan lo llenaba de felicidad, estaba agradecido de haber conseguido un buen amigo que se preocupara por él y a quién contarle sus penas.
Continuará...
Chapter 13: Capítulo XIII
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El fin de año llegó, era 31 de diciembre, y más que festejar un nuevo año, Jaemin estaba más preocupado porque al día siguiente era el cumpleaños de su querida Winter y él ni siquiera se había disculpado adecuadamente, no quería que Winter sintiera que él Quería deshacerse de ella.
Debía pedirle disculpas de forma clara.
Y como una súplica escuchada por los dioses, la puerta de la habitación de la reina fue tocada, con la dulce voz de la princesa, ésta entró sin supervisión de ninguna de sus doncellas. Había escapado de la vigilancia de éstas solo porque quería ver a la reina.
—¡Princesa Invierno! —Jaemin dijo con emoción. — ¿Qué hace aquí? Si el rey Jeno la descubre...
—Mi padre dijo que podía venir. —Ella dijo con un tono entre tímido y emocionado. —Solo que no le dije cuándo vendría. ¿Cómo se encuentra la reina Jaemin? Me he enterado de que ha sido castigada.
—Sí, sobre eso. —Jaemin susurró. —Debo pedir una disculpa. Princesa, usted es una buena amiga, jamás me atrevería a hacerle daño, pensé que el comer comida deliciosa o usar ropa acorde a su edad haría que fuera más feliz, pero no todos piensan como yo lo haría, por ende me disculpo, jamás él. Intenté, ni intentaré deshacerme de usted ni quitarle su puesto de próxima reina. —Jaemín aclaró.
Winter frunció sus labios y sus ojos se cristalizaron, había extrañado mucho a la reina Jaemin durante las dos semanas que no le vio, extrañaba reír y los consejos, consideró a la reina una buena amiga, y después de pensar mucho en las palabras de su abuela, decidió aislarse de todo, no quería que la reina se sintiera culpable y era bueno que aclararan los malentendidos.
—Lo siento mucho, reina. —Winter hizo una reverencia. —No sé cómo esa información llegó a usted, pero he sido caprichosa y he desobedecido a mis institutrices, agradeceré si postergamos las fiestas de té a una vez por semana o quizás por mes.
Jaemin sintió una puñalada en el corazón, Winter era una niña muy dulce, pero también tenía un sentido muy pesado de la responsabilidad. Al parecer la infancia y la palabra "responsabilidad" eran dos palabras que no podían coexistir juntas en la vida de la pequeña Winter.
—Por supuesto. —Jaemin hizo una mueca. —Sé que es un poco arrepentido, pero ¿podría darle su regalo de cumpleaños ahora?
—Me compré un regalo de cumpleaños? —La cara de Winter se iluminó con sorpresa e ilusión.
—No lo compré, lo hice yo mismo, espero que le guste. —Jaemin caminó a su armario y sacó un hermoso vestido.
Cuando Winter lo vio sintió un escalofrío de emoción, era azul marino con concha marina molida que le daba el toque brilloso, también tenía dibujos de la luna en plateado, pero si lo ponían frente a la luz brillaba en dorado, el color de la familia. real.
—Es preciosa. —Ella dijo con emoción, no podía ocultar la enorme sonrisa. —Quisiera poder ir a la fiesta de año nuevo, podría lucirlo y todos lo amarían. Es hermoso, ¿Cómo pudo hacer esta maravilla?
—Me alegra que te guste. —Jaemin mencionó. —Quizá pueda usarlo el día de mañana.
—No, ¿Puedo probármelo hoy? —Winter mencionó.
—Claro. —Jaemin mencionó. — ¿Quieres llevarte a tu habitación? Pero ven a mostrármelo después.
—No, no. ¿Puedo usar tu tocador? —Winter mencionó.
—¡Por supuesto! —Jaemin gritó.
Le señaló el lugar, Winter se cambiaría y le avisaría a Jaemin cuando pudiera subir el ligero cierre que tenía el vestido en vez de corsé. Winter empezó a cambiarse en el baño de la habitación y Jaemin sonreía mientras esperaba.
—Te ves muy feliz. —Haechan se burló.
—¡Le encantó! —Jaemin mencionó.
—Es muy hermoso, para la pequeña luna del imperio. —Haechan sonriendo. —Se te vería bien algo similar, algo con más dorado, algo como el sol.
Y Jaemin avanzando, se había inspirado en el traje "fullsun" que había visto en la boutique de madame Yeri, el mismo día que conoció a Mark, solo que ahora lo llamaría el "fullmoon", Mark siempre había sido bueno haciendo vestidos de novia. , pero Jaemin siempre fue el mejor haciendo vestidos llamativos de fiesta.
—A ti también se te vería bien, siento que combinaría bien con el tono de tu piel. —Jaemin mencionó. —Un vestido blanco con enormes suelas doradas...
—Solo la familia real puede usar soles y dorado. —Mencionó Haechan. —Y no tengo cuerpo. —Se río. —Espera, ¿Escuchaste?
Haechan hizo silencio y Jaemin miró a su alrededor. La ventana de su habitación había sido rota, Jaemin se sorprendió porque estaban en una torre, ¿Qué demonios?
Se acercó a la ventana, pero de repente, el vidrio fue roto por completo, y Jaemin cayó hacia atrás con todos los trozos de cristal volando a su alrededor. Un hombre encapuchado entró por la ventana y Jaemin dudó en poderse levantar.
—¿Quién eres? —Jaemin mencionó retrocediendo en el suelo y encajándose algunos pedazos de cristal en la palma de sus manos.
—¡Tengo a la reina! —Dijo el hombre mientras vertía un líquido en un pañuelo.
Jaemin dudó, se puso de pie, y miró la puerta del baño, tomó un cojín y lo arrojó contra el hombre. Haechan sintió miedo y empezó a gritar por Jaemin. Jaemin tomó un florero y lo arrojó contra el hombre, pero lo esquivó con facilidad.
-¡Largo! —Jaemin gritó mientras quería salir por la puerta.
—¡Eso no! —El hombre, que era un alfa bastante musculoso y grande tomó a Jaemin de la muñeca, llevando el pañuelo a su nariz.
—¡Suelta a la reina! —Era la voz de la princesa.
Y Jaemin sintió miedo, tembló, con su niña no, el hombre se volteó y fue tras la princesa, Jaemin se sintió mareado, escuchaba a Haechan gritar, pero el grito de la princesa fue más grande, Jaemin trató de ponerse de pie, pero cayó al suelo.
Y perdí el conocimiento.
[...]
Cuando Jaemin recobró la conciencia sintió el cuerpo herido, estaba en un lugar oscuro, no se escuchaba ruido, nada, ni siquiera una gotera o voces, abrió los ojos con pesar y se asustó cuando vio a la princesa Winter tirada a su lado, sin Pensé en él, se acercó a la niña e intentó despertarla.
Winter abrió los ojos y en cuanto vio a Jaemin comenzó a llorar.
— ¿Dónde estamos? —Preguntó la pequeña con una voz llena de miedo e inseguridad.
—No lo sé, pero vamos a salir de aquí. —Jaemin tampoco estaba seguro, pero pidió que bajara la voz. — ¿Estás últimamente estimada?
Winter negó con la cabeza, pero se sintió sumamente triste al ver que su vestido nuevo estaba sucio y parte de su brazo mantenía un moretón, como si la hubieran jalado con mucha fuerza. Jaemin se sintió culpable, ¿Qué se supone que tenía qué hacer?
Él era el adulto, él debía de buscar una forma de escapar.
—Estoy bien. —Winter trató de hacerse la fuerte, pero ella también estaba temblando de miedo.
Jaemin sintió pánico e hizo algo que nunca pensó, abrazó a la princesa y dejó que ella se aferrara a su ropa, comenzando a llorar, ambos tenían mucho miedo.
[...]
El rey Jeno chistó con odio cuando observó a su medio hermano afuera de la habitación de su reina. ¿Qué acaso no había entendido las instrucciones de Doyoung?
—No tienes permitido visitar a mi esposo en sus aposentos, mucho menos sin supervisión. —Jeno cruzó los brazos.
—Si le harás un desplante como sueles hacerlos, ¿No sería mejor que fuera conmigo al baile? —Mark rodó los ojos.
Jeno abrió la puerta sin pensarlo y se extrañó al ver el vidrio roto en el suelo. ¿Jaemin había vuelto a su magia oscura e hizo explotar la ventana?
Pero fue Mark quien entró a la habitación y empezó a buscar con cuidado. A gritar por el nombre de la "reina Jaemin".
—Se escapó. —Jeno dijo con ojo.
—¿Escapar? —Mark cuestionó con rabia. —Es un secuestro, no creo que él se haya ido por su propia voluntad. —Mark gritó con coraje. —Sabes que nadie lo quiere en el poder, ¿Por qué no puedes cuidarlo adecuadamente?
—Es mi esposo, no el tuyo. —Jeno mencionó con enojo.
Mark se acercó a la ventana y observó el vidrio roto. Jeno, por su parte, vio que en el suelo había sangre y vidrios. Jeno entró al baño para verificar que no hubiera nadie y Mark se acercó al espejo, no había ningún reflejo, pero lo que leyó lo sorprendió.
Mark observó que Jeno no estaba, y como si el espejo estuviera empañado, apareció una palabra "Winter". Mark no supo a dónde mirar, el espejo no parecía extraño, mostraba su reflejo, tenía un marco dorado con cuatro soles en las esquinas, y en la esquina inferior derecha había un sol que se le hizo demasiado familiar.
—¡Rey Jeno! —gritó Mark.
—¡Creo que se llevaron a Winter también! —Jeno gritó saliendo del baño. —Su ropa está en el vestidor de la reina.
Y eso los llenos de miedo, ¿Habían sido secuestrados dos integrantes de la familia real? ¿En qué momento y cómo entraron tan fácil?
Mark nos usó un poco de su poder y empezó a recitar unas palabras inentendibles.
De repente la habitación se empezó a nublar y empezaron a salir "nubes", era un recuerdo del movimiento que hubo anteriormente en la habitación, las nubes representaban a Winter, a Jaemin ya dos alfas voluminosos que habían entrado y se habían llevado a la reina. Ya la princesa.
—Inicia una búsqueda. —Jeno le dio la orden a Doyoung quien llegó de inmediato.
Ningning veía con preocupación la escena, no debía dejarles solos, estaba tan arrepentida de haberles dado privacidad.
—Espera, pudo hacer un hechizo de rastreo, necesito algo de la reina y de la princesa. —Mark murmuró.
Y en ese momento, Jeno odio que su medio hermano tuviera magia y él no, Mark en verdad era un mago bastante poderoso e inteligente, tal vez él si merecía ser rey, quizás si merecía ser feliz y quedarse con todo lo que Jeno tenía.
—Trae algo de la princesa. —Ordenó al rey.
—Copito está en el baño con la ropa de la princesa. —Ningning murmuró. — ¿Servirá?
-Si. —Mark ascendió y empezó a hacer otro hechizo, tenían que hacer el hechizo de seguimiento.
Mark frunció los labios y miró el espejo. Él era el mago de obsidiana, el mago más poderoso de la historia después del mago dorado, él era el protagonista de esta historia, así que fue fuerte y determinado.
Y el conejo comenzó a volar a través de la ventana.
—¡Síganlo! —Jeno dio la orden y los guardias empezaron a moverse.
Mark saltó por la ventana y Jeno se arrepintió porque él no se pondría en peligro, así que corrió a las escalinatas para poder bajar y salir. ¡Tenía que ir por Winter!
Continuará...
Chapter 14: Capítulo IVX
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Jaemin volvió a despertar, se sentía pesado, como si hubiera sido drogado, se dio cuenta de que su ropa no estaba allí y su enorme collar que tapaba su falta de marca tampoco estaba, pero eso no era lo más preocupante.
—¡Princesa Winter! —Jaemin gritó con miedo.
Realmente a él no le importaba mucho lo que pasara, ¿Pero Winter? Era solo una niña, todavía no se terminaba de desarrollar, le encantaba jugar y aprender, era muy dulce, ella... Ella jamás debería pasar por algo similar.
Jaemin estaba asustado.
—Reina Jaemin. —La débil voz de Winter se escuchó del lado contrario, había una pared de rocas y un pequeño hoyo en el suelo por donde Jaemin se asomó.
—¿Estás bien? —Jaemin murmuró.
—Sí, lo estoy. —Dijo la pequeña con una muequita. —¿Y usted reina? —Winter mencionó.
Jaemin quería decir que no debían de ser tan diplomáticos con él, podían tutearlo con confianza, mucho más la pequeña Winter.
—Estoy bien. —Jaemin mencionó mientras trataba de que su mano pasara por el hoyo. —¿Sientes mi mano?
Winter asintió, pero se culpó y tomó la mano de la reina.
—Sí. —Dijo la niña.
—Vamos a salir de aquí. —Jaemin dijo.
Jaemin era el que estaba más asustado, no tenía la fuerza de un hombre como para protegerse a él y a la princesa, solo esperaba que Haechan le hubiera dicho al rey Jeno lo que pasó y ese desalmado rey fuera a buscar a su hija, sino, no se lo perdonaría nunca.
—Tengo miedo. —Dijo la pequeña con un tono sollozante mientras observaba su vestido sucio y lleno de lodo, era nuevo y quería usarlo en su cumpleaños.
—Vamos a salir de aquí, ya verás. —Jaemin mintió. No había forma de salir, de liberarse.
—¡Veo que despertó, reina! —Dijo uno de los alfas con un tono grotesco.
Apareciendo detrás de ese hombre, apareció otro corpulento y asqueroso. Jaemin sudó, tenía miedo.
—Hay que encargarnos de él. —Dijo con suavidad.
—Habían dicho que la reina no tenía una marca, no pensé que fuera cierto, solo es una esposa de pantalla, eso explica porque no hay un heredero todavía. —Murmuró.
Jaemin quería llevar su mano al cuello, pero con su cuerpo prefirió tapar el hoyo donde estaba Winter, no quería que le oyeran o recordaran que estaba allí.
—Ni lo pienses, la tregua fue eliminarlo. —Dijo el otro. —Y de paso también a la hija ilegitima, será una omega, lo mejor es que el rey vuelva a casarse sin distracciones de una esposa inservible y una hija omega.
Jaemin no sabía qué hacer, a decir verdad él estaba preocupado por Winter, como fuera, él ya había muerto una vez, no estaba seguro por qué renació en una madrastra malvada, pero la pobre de Winter aún era pequeña, su cumpleaños era al día siguiente, no podían siquiera pensar en dañarla.
—Voy a marcarlas a las dos antes de que nos encarguemos. —Dijo el primer sujeto.
Y Jaemin apretó la mano de Winter sin querer, su mano sudaba y sabía que Winter estaba oyendo, ¡Mierda!
Nunca había pasado por una situación así, en su mundo nunca tuvo que preocuparse porque le hicieran algo, ahora tenía una hija y esos hombres eran bestias.
—¡Deja a la princesa en paz! —Jaemin mencionó soltando la mano de Winter y poniéndose de pie.
Jaemin tenía que armar una distracción. Winter quiso gritar, quería ayudar a la reina, pero llevó sus manos a la boca y evitó gritar, sabía que la reina la estaba protegiendo, sabía que no debía llorar, se estaba sacrificando por ella.
Por favor.
Por favor.
Por favor.
—Maldita perra. —Gritó el primer hombre. —Siempre vestido con joyas y con el apodo de "reina de corazones", no eres tan valiente.
Y golpeó la mejilla de Jaemin, luego le dio un puñetazo en el estómago.
Jaemin gritó de dolor y Winter no supo si debía cubrir su propia boca o sus oídos. Escuchaba los gritos de la reina.
Jaemin cayó al suelo, el malvado alfa empezó a patearlo, sentía que le iban a romper algún hueso, pero debía mantenerse fuerte. Si pudiera usar magia sin duda iba a acabar con esos sujetos. ¿Por qué no podía aprender?
Necesitaba salir de allí, pero no fue consciente que la sangre brotaba de su cabeza y de su boca.
—Traeré a la princesa. —Dijo el otro mientras le daba una paliza a Jaemin.
Jaemin respiró muy fuerte, no se podía parar y defender, pero con su niña no.
El hombre entró a la otra habitación, Jaemin sintió que su ropa era rasgada y sintió miedo, sus brazos le dolían y cuando miró al otro alfa, traía a Winter en brazos. Winter observó a la reina Jaemin y gritó haciendo fuerza para que la soltaran. Estaba llorando.
Jaemin tragó saliva, no sabía si era saliva o sangre, pero lo único que le dijo a Winter con la mirada fue un "no veas" y cubrió sus propios ojos para que Winter hiciera lo mismo. Winter le siguió, pero temblaba.
—¡Con mi niña no! —Jaemin gritó y mordió al hombre que lo golpeaba, ganándose un puñetazo que desvió su nariz.
El otro hombre sacó a la princesa de la habitación donde estaba Jaemin y resopló.
—Dejen a la reina. —Winter murmuró. —Mi padre les dará dinero por el rescate.
—Princesa, no sea tan inocente, no interesa el dinero cuando el reino está en peligro, si usted no fuera una omega o si la reina no fuera una bruja malvada, sería mejor. —Se burló. —Debería agradecernos por todas las veces que la reina intentó matarla, haciendo que enfermara o envenenándola.
Winter sollozó.
—¡Papá! —Gritó la niña con miedo en los ojos. Llamando a la única persona que podría rescatarla.
El hombre la dejó caer en otra habitación y sacó su espada, simplemente apuntó con ella y de repente la puerta explotó.
Winter cerró sus ojos y se tapó los oídos, solo pudo ver a su conejo volar sobre ella. Mark entró sin cuidado, Jeno lo seguía de cerca.
—¡Winter! —Jeno gritó.
El alfa malvado, antes de saber qué estaba pasando, ya estaba siendo atravesado por la espada de Doyoung. Murió sin una pizca de remordimiento.
—¡La reina! —Winter gritó aún en el suelo.
Mark y Jeno miraron y corrieron a la siguiente habitación. Había un alfa que estaba intentando morder el cuello de la reina. Mark sintió miedo al ver el cuerpo de Jaemin bañado en sangre y Jeno simplemente sacó su espada y la encajó en la espalda de aquel hombre.
—¡Jaemin! —Mark se arrodilló frente a él. —¿Me oyes?
Jeno apretó los dientes y bajó la mirada. Sabía que alguien intentaría matar a la reina pronto, pero pensó que estaría preparado para ese momento.
—¡Reina Jaemin! —Winter llegó a un lado la reina y le tomó la mano.
—Winter no. —Jeno se agachó a un lado. —Ven, tú no debes ver...
Winter se sintió extraña, ¿Ver qué? La reina Jaemin le había protegido lo más que pudo.
—Voy a salvarlo. —Mark mencionó.
Empezó un tipo de escaneó corporal, tenía varios órganos lastimados, fracturas de varios huesos y...
—Llamaré a un mago doctor. —Jeno dijo.
—No hay tiempo, papá. —Winter dijo. —Ayudaré. —Le dijo a su tío Mark.
—Princesa Winter. —Mark murmuró. La chica todavía no tenía poder suficiente como para ser llamada omega u alfa, mucho menos para tener magia, así que resopló viéndola directamente. La princesa solo tenía algunos cortes, y su ropa se encontraba sumamente sucia, aunque su vestido era precioso, era muy parecido al Fullsun que tenían exhibido en la boutique, Mark sonrió sin ganas y miró a Jaemin. —La exreina Seulgi no poder mágico, así que aceptaré su ayuda con algunas bases de primeros auxilios. ¿Puede hacerlo?
—Claro. —Dijo la niña.
—Doyoung, llama a uno de los médicos reales. —Jeno le dijo a su guardia.
Y Doyoung salió inmediatamente. Jaemin se veía bastante mal, pero Mark y Winter querían hacer cualquier cosa para salvarlo. El rey Jeno dio órdenes, porque los alfas habían muerto y no pudo investigar quién los había contratado. Solo rezaba para que Jaemin no muriera, no se perdonaría si tendría que volver a casarse.
Mark y Winter hicieron un trabajo básico, pero lograron salvar la vida de la reina Jaemin, a los minutos llegaron los médicos reales y se llevaron el cuerpo sin consciencia de Jaemin, la princesa Winter fue con los médicos a un chequeó.
Mark se quedó allí, recreando lo que había pasado. El "honor" de Jaemin estaba intacto si es que alguien se atrevía a sugerir lo contrario, así como el honor de Winter. Mark solo suspiró y observó el edificio, no había mucha magia, solo el poder de la fuerza bruta.
¿Quién se atrevería?
Lo que más odiaba en ese momento era el mal presentimiento que tenía.
El Jaemin que Mark conocía era alguien que no merecía ser lastimado. Y Mark sabía que el rey Jeno tenía la culpa, ¿Pero cómo liberarlo de ese contrato matrimonial sin que nadie se viera afectado?
Continuará...
Chapter 15: Capítulo XV
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Cuando Jaemin abrió los ojos se sobresaltó, miró el techo y se dio cuenta de que estaba en su habitación, era de noche. Le dolía todo el cuerpo y se sentía mareado por el medicamento, aunque eso no lo sabía.
—Winter. —Susurró.
—Ella está en su habitación. ¿Cómo te sientes? —Haechan no podía asomarse, pero su voz resonó en la habitación. —Te dejaron demasiado mal. Pudiste morir, no despertabas.
—Lo siento. —Jaemin bajó la mirada y se disculpó. —Cada vez estoy más cerca de la muerte, pero sin forma de regresar a mi antigua vida.
—No vuelvas a preocuparme así. —Haechan dijo. —¡No pude hacer nada, salvo gritar como loco! —Haechan estaba asustado. —Le escribí al mago sobre el nombre de Winter y usó un hechizo de materialización pasada, si él y el rey Jeno no hubieran hecho eso, tú... —Chasqueó la lengua. —No deberías intentar morir de nuevo.
—No intenté morir yo solo...
—Querías proteger a la princesa Winter, lo sé. —Haechan murmuró. —Ayer vino a llorar. Winter tomaba tu mano y Ningning se quedaba en esa esquina y discretamente lloraba. —Haechan suspiró contando todo lo que había pasado mientras Jaemin estuvo inconsciente.
—Winter, ¿Ella está bien? —Jaemin mencionó. —Su cumpleaños es mañana, debemos preparar la mejor fiesta para que olvide lo ocurrido, ella... Ella no resultó lastimada ¿Cierto?
—Jaemin. —Haechan murmuró. —El cumpleaños de la princesa Winter fue ayer, el rey Jeno canceló la celebración por el bien de todos, es inaudito que alguien haya secuestrado a la familia real en víspera de año nuevo y en pleno castillo. —Hizo una pausa. —Winter estuvo aquí todo el día, ordenó que hicieran un pastel de almendras para celebrar que pronto despertarás, quería pasar su cumpleaños contigo.
Jaemin sintió que se había equivocado, sintió un nudo en la garganta y sus ojos cristalinos.
—No pude protegerla. —Jaemin murmuró.
—Tienes magia en tu interior, pero tu cuerpo está uh, ¿Echado a perder? Tu magia es oscura, no te conviene usarla, tu cuerpo no tiene coherencia con tu alma, no podrías... —Haechan aclaró.
—Enséñame a defenderme, quiero usar magia, quiero matar a esos hijos de...
—Oí esos hombres murieron, están investigando. —Haechan murmuró.
—Necesito ser fuerte. —Jaemin murmuró. —Necesito poder proteger y...
—Jaemin, ¡Basta!, he conocido muchas personas a lo largo de los años y las personas ambiciosas que buscan poder son los que peor terminan. —Haechan frunció los labios.
—Pero...
—¡Reina Jaemin! —Haechan al oír el grito desapareció dentro de su espejo. Pero la dama pelirroja entró con una mueca llorosa. —No vuelva a preocuparnos de esa forma, llamaré al doctor.
Jaemin no tuvo oportunidad de contestar, porque Ningning salió corriendo la habitación. Jaemin solo rodó los ojos y de nuevo se volvió a acostar, hablar con Haechan no serviría ahora.
Realmente necesitaba descansar y pensar cosas.
Pero la puerta no fue abierta por ningún doctor. De hecho, por ningún huésped, porque la mayoría ya se habían ido.
Sino por una pequeña niña que cargaba un peluche en forma de conejo, vestía con pijama y miraba con una mueca triste.
Se acercó a la reina y sonrió con dolor en el rostro, Jaemin solo cerró los ojos y se dedicó a escuchar, no podía hacerle frente a su pequeña Winter, no después de no protegerla y por no haber despertado a tiempo para su cumpleaños, simplemente por preocuparla.
—Reina Jaemin. —Winter tomó la mano. —El príncipe Mark se fue hoy del palacio, arregló mi vestido de cumpleaños antes de irse. —Hizo una pausa. —Mi abuela también se fue hoy, a ella no le caes bien, sé que desea que no estés, pero le prometo que, si despierta, no volveré a decir que quiero ser la reina de Wonderland, ese es su puesto... Y si quieren un heredero, yo no...
—Princesa Winter ¿De qué habla? —La voz de Jaemin fue seca, no se movió, solo abrió los ojos.
—¡Reina Jaemin! —La niña casi se abalanza sobre la reina. —¿Cuándo despertó? ¡Llamaré al médico real!
Jaemin sostuvo la mano con la que Winter la sostenía y no la dejó ir.
—No, quiero que me digas ¿De qué hablas? —Jaemin murmuró. —Tú eres la heredera de este reino, y no dejes que nadie te diga cómo gobernar, es tu derecho, nadie tiene por qué quitarte del trono. —Jaemin murmuró y luego miró a la joven. —¿Quieres acostarte a mi lado?
Winter abrió los ojos y se sorprendió apenada. Abrazó a Copito y observó la puerta.
—No sería lo correcto.
—Solo di que "no" cuando no quieras hacer algo. —Jaemin murmuró.
—No es que no quiera, pero ya no soy una niña. —Ella dijo nerviosa. —No sería correcto.
Jaemin solo sonrió y se hizo a un lado, le dolía la espalda y moverse, sin embargo, palmeó el lado izquierdo de su cama, y sin discutirlo mucho, la niña subió, Jaemin jaló el edredón y ambos fueron cobijados. Winter estaba nerviosa.
—Sé que no es correcto, pero quería verte más de cerca. —Jaemin dijo con suavidad. —¿No estás lastimada? ¿Esos hombres te hicieron algo?... Lo siento. —La voz de Jaemin se quebró. —No pude hacer nada para...
—¡Es mi héroe! —Winter gritó viendo a Jaemin con los ojos llenos de admiración. —Desde que lo conocí, me salvó de morir en una caída de caballo, pensé que me odiaba, pero... Pero... Cuando me protegió para que no se metieran conmigo... y cuando dijo "Con mi niña"... Yo... Gracias. —Winter empezó a llorar silenciosamente.
Jaemin soltó una risita y trató de girar su cabeza. Vio a la pequeña niña tratando de no llorar, pero en verdad que Winter debía soltar muchas emociones que reprimía.
—Eres mi niña, Winter. —Jaemin dijo con un tono cansado y tranquilo. —Quizá las cosas no son las mejores entre tu padre y yo, pero te considero como una hija, amo hacerte vestidos, amo tomar el té contigo, adoro pasar tiempo contigo, me recuerdas bastante a mí. —Jaemin tragó saliva y evitó llorar.
Y hubo mucho silencio, Winter no dijo nada, solo sorbió sus mocos mientras giraba su rostro y miraba a Jaemin.
—Todos dicen que me parezco a mi padre. —Winter mencionó. —El príncipe Mark y mi padre se parecen al fallecido rey. —Hizo una pausa. —Pero nadie me dice que me parezco a mi madre. —Hizo una pausa. —Aunque yo ni siquiera la conocí, murió antes de que pudiera recordarla.
—Oh, no quise decir que te parecieras a mí de forma física. —Jaemin mencionó tratando de corregir su error. —Lo siento... Yo sé que tienes a tu madre y sé que debes extrañarle muchísimo.
—No lo hago. —Winter mencionó. —No tengo recuerdos de ella, lo más cercano que tengo a una madre es usted, reina Jaemin. Siempre quise que nos lleváramos bien, así que cuando se acercó, fui muy feliz, tenía mucho miedo de perderle también.
Jaemin soltó un soplido porque estaba aguantando el aire, no podía decirle nada a Winter, él nunca tuvo hijos, pero en algún punto deseó adoptarlos y qué mejor que una tierna niña que pudiera usar los vestidos que él hacía.
—Si quiere puedo ser su madre, princesa. —Jaemin dijo. —Puede llamarme de esa forma.
—¿Madre? —Winter se sonrojó y sintió sus ojos cristalinos. —¿Está seguro reina? Usted dijo que no podía llamarlo de otra forma que no fuera "reina".
—Tiene razón, princesa Winter, suena muy feo. Será mejor que me llames "mamá". —Jaemin mencionó, nunca pensó en ser madre, en padre sí, pero madre también sonaba bien a sus oídos. —Solo si puedo tutearte.
—¡Si, claro! —Winter gritó. —Esto es... Madre Jaemin... Mamá.
Y Jaemin vio cómo la niña lloraba mientras sonreía, era demasiado linda y pequeña, su piel era blanca y contrastaba con su cabello negro, Winter era una niña que no merecía estar sola, merecía tener apoyo incondicional y Jaemin merecía dar amor si es que se quedaba allí por siempre.
—Mi pequeña hija, Winter. —Jaemin abrazó a la princesa y se acomodó a su lado.
Winter siguió llorando mientras se dejaba abrazar por la reina, era el mejor regalo de cumpleaños de su vida, por primera vez su deseo se había hecho realidad, ser la futura reina de Wonderland, y aunque no era la reina, sabía que la reina actual la consideraba su hija y por ende, era la línea de sucesión directa.
Aunque ese año no había pedido un deseo, lo único que quería es que la reina no muriera y permaneciera con ella muchos años más.
—Rey Jeno. —El médico susurró. —Será mejor que haga la revisión mañana por la mañana.
—Por favor, se lo agradeceré. —Jeno murmuró confirmando que sería mejor intervenir al día siguiente.
El rey se mantenía detrás de la puerta semiabierta de la habitación de la reina, Ningning estaba llorando a un lado, no porque estuviera feliz de haber encontrado al médico, sino porque el dotor, el rey Jeno y ella habían oído toda la conversación, la reina Jaemin en verdad era una buena persona, estar al borde de la muerte había traído su mejor versión, una donde adoraba a la princesa.
El rey Jeno suspiró y se retiró. Ningning cerró la puerta y solo suspiró.
Mientras tanto, el rey caminó a su oficina principal, Doyoung lo debía estar esperando. Efectivamente, entró y se sentó en su lugar, Doyoung solo rodó los ojos y negó con la cabeza cansado, su trabajo era el más difícil de todos, pero aún así se mantenía fiel a su amistad y a su reino.
—¿Ha despertado la reina? —Doyoung preguntó. —¿Cómo se encuentra?
—No lo sé, estaba con Winter y... Nadie fue capaz de interrumpir su momento. —Jeno estaba un poco impactado. —Ni siquiera yo, es como si él fuera otra persona...
—También creo que es otra persona. —Doyoung murmuró. —Siento que la reina tiene un ataque de amnesia después de su intento de suicidio. —Chasqueó la lengua. —Realmente creo que sí lo tiene, tendría mucho sentido.
—También lo pensé. —Jeno murmuró. —Pero ¿Y si solo nos está engañando?
—No creo que lo de Año Nuevo fuera una trampa, la reina era una persona vanidosa, arruinar su rostro o no usar su magia... —Aclaró su garganta. —Realmente creo que no, que no puede usar su magia. —Doyoung se atrevió a decir.
—Parece que te ha tentado con su carisma. —Jeno murmuró.
El rey se negaba en confiar en una persona que intentó tantas veces en matar a su hija, aunque Winter le quisiera llamar "madre", no lo era, si Winter se enteraba de lo cruel que fue la reina con ella, no la perdonaría, Winter no merecía eso. ¿Y si la reina buscaba el cariño de Winter para apropiarse del trono y deshacerse de ella?, Jeno simplemente no podía confiar.
—La reina Jaemin es diferente. —Doyoung murmuró. —Y quiero creer que lo es, porque hay un problema.
—Ah, ¿Problema? —Soltó un suspiro cansado. —¿Sobre qué?
—Nerverland, los reyes piden un audiencia. —Doyoung mencionó, al ver la cara del rey de que no tenía idea de nada, habló. —"Es sobre el hechizo del corazón envenenado"; es una plaga mágica y se sabe bien quién era la reina de corazones que se encargaba regarla, dicen que la "cura" está en Dreamland.
—¿Crees que la reina Jaemin haya lanzado un hechizo de corazón envenenado? —El rey preguntó.
—No lo creo, si me lo pregunta, creo que no recuerda cómo usar su magia. —Doyoung frunció los labios y negó con la cabeza. —Dudo que haya sido él, sinceramente creo que lo van a inculpar ahora que su intento de homicidio no funcionó.
Jeno bajó la mirada, el suceso lo tenía bastante asustado, habían burlado su seguridad y se supone que las personas dentro del palacio eran bastante confiables. No quería empezar a dudar.
—¿Sería coherente obligarlo a que firme el divorcio? —El rey preguntó.
—La vida del omega es la que acaba después del divorcio. —Doyoung explicó. —Pensando que la princesa Jaemin se casó por poder, las personas que lo respaldaron deben de vengarse una vez que deje el palacio, además, el príncipe Mark... —Hizo una pausa. —Si su hermano encuentra a la reina Jaemin disponible, me temo que podría florecer el romance entre ellos, y si tuvieran un hijo alfa varón, el puesto de la princesa Winter como heredera se vería comprometido.
Jeno resopló.
—¿Entonces qué debo hacer? —Jeno mencionó. —Tampoco quiero que Jaemin muera. Winter está empezando a quererlo y...
—¿Y ha pensado en quererle también? —Doyoung preguntó. —La reina Jaemin es muy atractivo, se ha vuelto amable y podría ser una gran madre. ¿Ha considerado caer en sus encantos? —Doyoung preguntó con tono pícaro.
—Jamás.
—Si alguien se enterara de que no está marcado o si alguno de esos alfas lo hubiera mordido. —Doyoung aclaró su garganta. —Metería en problemas al reino y a usted. —Doyoung mencionó. —Quizá debería hablarle sobre la exreina Seulgi y de su "enfermedad", no hacerle una marca, sino empezar a ser sinceros. —Hizo una pausa. —Sería mejor si fueran un equipo en contra de los otros reinos o en contra de los enemigos de nuestro propio reino.
—No lo sé, ¿Cómo sé que mi propio esposo no es mi enemigo? —Jeno dijo con un deje nervioso.
Y Doyoung no supo qué decir, porque no sabía, no había forma de saber si Jaemin se volvería a convertir en el enemigo del reino y del rey Jeno.
Continuará...
Chapter 16: Capítulo XVI
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Haechan la miró y la pequeña también lo miró con suavidad, estaba realmente feliz. Su madrastra le tenía confianza y Haechan también.
Las reglas habían sido claras, una vez que Jaemin se recuperó, Haechan fue específico, Jaemin debía de cargar un espejo de mano o un broche con espejo con él en cualquier momento; y si quería darle uno a Winter también podía hacerlo.
Jaemin aceptó con la condición de decirle a Winter sobre la existencia de Haechan. Haechan aceptó siempre y cuando ni el rey Jeno ni el mago de obsidiana supieran de su existencia. Jaemin dijo que no les diría, Mark se había ido hace unas semanas y Jaemin no tuvo tiempo de agradecerle por rescatarlo y, pues el rey Jeno le evitaba, aunque Doyoung siempre salía tanto con la reina como con la princesa, no se les dejaba solos, era lo correcto.
Aunque había ocasiones como esas, donde Doyoung no estaba con ellos, y Ningning se mantenía afuera detrás de la puerta para darles privacidad, preguntando si los dos estaban bien cada cierto tiempo.
Habían pasado varias semanas del incidente, finales de enero se acercaba, y la relación entre madrastra e hijastra no podía ser más buena.
—Un gusto, soy Haechan, el espejo mágico. —Dijo el reflejo del joven moreno dentro de la habitación de la reina Jaemin.
—Un gusto, soy la princesa Winter de Wonderland. —Ella hizo una reverencia. —Es increíble que un espejo hable, había leído sobre los artículos mágicos, pero no suelen hablar, o solo tienen un sentido, los espejos solo se mueven como espejos, no hay nadie atrapado en su interior. —Ella sonrió con emoción.
—Soy un espejo que sabe muchas cosas, por ende soy un objeto demasiado valioso. —Haechan sonrió. —Espero que nos llevemos bien.
—Haechan fue quien le avisó a tu padre que también habías sido secuestrada conmigo. —La reina habló. —Haechan también me dijo que te diera esto. —Le extendió un espejo portátil de color azul. Winter lo tomó.
Lo observó y vio la magia, Haechan había dejado de estar en el espejo grande de la habitación y se transportó al pequeño espejito. Jaemin también sacó su espejo de mano y rápidamente Haechan se movió a ese espejo también.
—¿Cómo lo haces? —Winter sonrió con emoción.
—Es mi poder de espejo, tengo un centro de control donde puedo moverme a todos los espejos que estén a mi alcance. —Haechan hizo una pausa. —Como me he movido a los suyos, puedo entrar también, pero si son secuestradas, puedo ubicarlos y decirle al rey o a ese mago. —Dijo con un tono molesto.
Jaemin no entendía por qué había cierto resentimiento de Haechan hacia Mark, no era un odio normal, pero Haechan solo se aseguró de decirle que Mark era un mago demasiado poderoso del que debía mantener cierta distancia, magos de luz y de oscuridad nunca llevarían a un buen lugar a un mago de oscuridad como lo era Jaemin.
Jaemin había suplicado porque Haechan le enseñara a usar su magia, pero Haechan se negó, creía que si Jaemin seguía usando magia oscura, la oscuridad de su cuerpo llegaría a su corazón, pero, cómo explicarlo, el corazón de Jaemin era puro, pero su cuerpo no, su alma era inocente, pero la magia de Jaemin no.
Quizá era una secuela del cambio de vida, y Haechan no se iba a arriesgar, Jaemin tendría que vivir como un humano sin magia por el resto de su vida si no quería ser corrompido por la oscuridad de su cuerpo.
¿Pero qué había hecho Jaemin para que su magia estuviera tan contaminada de oscuridad?
El tipo era más como un ser de luz que un villano.
Haechan simplemente no entendía al Jaemin del pasado y porqué eran tan diferentes.
—Es increíble. ¿Pero está bien que yo sepa del espejo? —La princesa preguntó.
—Por supuesto, los tres vamos a ser amigos, y los cuidaré. —Haechan repitió. —No quiero que les vuelva a ocurrir algo como la última vez, todos estábamos muy preocupados.
Winter bajó la mirada y frunció los labios, ella también pensó que sería el final, pero alcanzaron a rescatarlos, no había dormido bien en las últimas semanas, pero todo se arregló cuando empezó a dormir en la cama de Jaemin.
—Y claro que debes saber de Haechan, Haechan es mi mejor amigo en este palacio. —Jaemin sonrió. —Quiero que se lleve bien con mi hija.
La princesa sonrió con emoción y sintió sus mejillas sonrojarse, aún así miró a la reina Jaemin y suspiró.
—Gracias M-mamá. —Dijo con nerviosismo.
Aun le costaba llamar "mamá" a Jaemin, pero lo estaba logrando y a Jaemin se le calentaba su corazoncito de solo pensar que tenía una hija tan preciosa, Winter era una niña bastante linda que merecía que todo el reino la admirara.
[...]
Doyoung miró al rey con el ceño fruncido y luego Jeno golpeó el escritorio con fuerza.
—Es un problema. —Doyoung mencionó.
—Quiero que se eliminen esos rumores. —Jeno frunció los labios, estaba lo que le seguía de molesto.
—Pues debería hacer la marca en la nuca de la reina. —Doyoung mencionó. —Si el rumor sigue extendiéndose, la reina Jaemin podría salir lastimado, incluso si pasara un suceso como el de año nuevo, si alguien más lo marcara... No olvide que antes de ser la reina de Wonderland, era princesa de Dreamland.
—Ni siquiera me menciones Dreamland. —Jeno apretó el puño. —El rey Jaehyun está pidiendo que la reina Jaemin regrese a su tierra, ni siquiera se preocuparon por el último intento de suicidio, pero llegó a ellos la noticia del atentado de año nuevo. —Jeno rodó los ojos.
—¿Y no sería bueno ir? —Doyoung preguntó.
Jeno bajó la mirada y relamió sus labios, estaba bastante enojado, pero entendía la preocupación de su mano derecha.
—No puedo permitir que vaya solo de nuevo, después de su cumpleaños vio a su madre y ya sabemos qué pasó después. —Jeno chasqueó la lengua. —Ellos no me caen bien.
Doyoung entendía. Había cierto odio al país de Dreamland, y era entendible, Dreamland siempre fue un territorio donde la reina Yoona tuvo mucho poder, fue uno de los territorios donde Jeno tenía que conquistar para tener más beneficios cuando enviudó, por ende eligió al príncipe omega o princesa de ese reino.
—No puede guiarse por eso. —Doyoung murmuró. —Pero realmente sería bueno un viaje de expedición, sabe sobre los rumores de la plaga.
Jeno se quedó callado y bajó la mirada, sí, Doyoung le había dicho anteriormente que había una plaga de "Corazón envenenado", una enfermedad o un maleficio que se había hecho común en Dreamland hace varios años, la única persona capaz de pararlo había sido la princesa, por eso el rey Jeno se había reunido con el rey de Dreamland esperando hablar con la princesa en búsqueda de su ayuda...
Pero la ayuda vino con el tema de un matrimonio y... La plaga terminó cuando la princesa Jaemin y el rey Jeno se casaron, bastante sospechoso.
Solo que ahora esa enfermedad se extendía por diferentes regiones, un brote había surgido en Neverland, y los reyes estaban demasiado preocupados. Jeno como líder de los reinos y con el territorio central, debía de dar la cara y buscar una solución para todos.
Debía de ir a Dreamland para saber cómo se detuvo anteriormente esa plaga.
—No sé si sea una buena idea...
—También podría mejorar sus relaciones públicas. —Doyoung aclaró. —Si usted fuera con la reina Jaemin y con la princesa Winter, ¿No cree que desaparecerían los rumores de que la reina intentó matar a la princesa y todos pensarían que ustedes dos son demasiado unidos?
Jeno odiaba cuando Doyoung tenía razón, no sabían cuánto, porque el rey haría cualquier cosa para su reino, pero viajar durante días para ir a otro reino, a uno donde no quería regresar desde que fue a pedir ayuda hace dos años y medio...
Ah.
Y esta vez, al menos, no iría su madre.
—Lo pensaré. —El rey mencionó. —Quizá sí sería buena idea que la reina Jaemin vea a su gente. Deben estar preocupados por todo lo que ha pasado.
Doyoung solo soltó un suspiro. Sabía que el rey Jeno no hacía es viaje por esa intención. Conocía bien las razones ocultas y era real el dicho de "ten cerca a tus amigos, pero más cercas a tus enemigos".
—¿Por qué no contesta las cartas del rey Jaehyun y nos preparamos para partir en unas semanas, será el cumpleaños del hermano de la reina Jaemin, así que me imagino que habrá una magnifica fiesta. —Doyoung declaró.
—Perfecto, una buena oportunidad. —El rey hizo una pausa. —A Jaemin se le conocía como la "reina de corazones" porque los sanaba, pero si alguien puede sanar, también puede enfermar... —Guardó silencio. —Jaemin siempre ha sido un mago muy capaz, así que debe de tener un lugar, uno donde pudiera hacer magia sin restricciones. —Frunció los labios. —Busca el lugar.
El guardia aclaró su garganta, era imposible que ese lugar fuera accesible si no era la reina Jaemin quien lo abría, pero Doyoung usaría todo a su favor.
—¿Quiere que ponga a prueba la amnesia de la reina Jaemin para saber si ha recordado algo o juega con nosotros? —Doyoung guardó silencio.
Jeno asintió.
—No creo que haya cambiado, era amable, pero inmediatamente que se convirtió en reina se volvió loco, ahora ni siquiera sé qué es lo que le pasa con él, me agrada más, pero no voy a ceder. —Jeno murmuró. —Ponle la prueba, su familia se dará cuenta de la amnesia, verifica que no se queden solos en un mismo lugar, ni ellos con Winter.
—Comprendo. —Doyoung murmuró.
Esperaba que tuviera razón. Doyoung estaba listo para entender qué había pasado con la reina, y lo protegería si eso implicaba alguna riña familiar que el rey Jeno quería evitar.
Continuará...
Chapter 17: Capítulo XVII
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Jaemin y Winter estaban felices, festejando que tendrían una salida a Dreamland, el lugar donde se conocieron, esta vez Haechan los acompañaría escondido en los espejos de bolsillo que Jaemin había conseguido.
Jaemin era el más nervioso, porque no conocía completamente su historia, en su vida pasada había sido abandonado, no había convivido con sus padres, así que deseaba de todo corazón que estos padres no reconocieran que él ya no era su hijo y lo quisieran de la misma forma.
—Podremos montar a caballo, estoy nerviosa, a pesas de que solo vamos una semana para el cumpleaños del rey Jaehyun, ellos casi no suelen venir al palacio. —Winter murmuró.
—Todo saldrá bien. —Haechan sonrió. —Reina Jaemin, es hora de irnos.
Jaemin asintió, por órdenes de Jeno, Jaemin viajaría primero para llegar a presentar su saludos a la reina madre de Dreamland y al rey Jaehyun, también debería verificar que los aposentos donde se quedarían fueran dignos del rey de la nación más grande. Jaemin viajaría solo acompañado de la guardia real encabezada por Doyoung.
Jaemin subió a la carreta tirada por caballos, era la primera vez que veía una como en los cuentos de hada, por eso estaba emocionado. El viaje sería largo, pero, como iba solo, no fue problema hablar de sus inseguridades y nervios con Haechan, Haechan también era un gran compañero para escuchar sus historias.
El viaje fue demasiado largo y cuando Jaemin llegó, se sintió sumamente nervioso, tenía un mal presentimiento.
—Princesa Jaemin. —Saludó una jefa de doncellas del castillo. —Quiero decir, reina Jaemin, que bueno que ha llegado, la madre reina y el rey Jaehyun quieren verlo.
Jaemin no sabía si debía de conocerlos, pero todos se veían cálidos. Deseaba tener las memorias del antiguo Jaemin, así sería más fácil reconocer el lugar donde creció y ver a la gente que confió en él y le amó.
—Guíame. —Jaemin murmuró con cortesía.
Vio cómo los lacayos empezaban a bajar el equipaje de la carroza y Jaemin entró al castillo, Dreamland era grande, era precioso, el castillo era blanco con toques verdes que le daban mucha vida en el interior.
Jaemin cada vez se sentía más y más nervioso, hasta que tocaron la puerta del salón principal y se escuchó un adelante.
Jaemin entró con una sonrisa y las puertas fueron cerradas detrás de él, ni siquiera Doyoung lo acompañaba, se había quedado afuera esperando.
—Madre, hermano. —Jaemin hizo una reverencia.
—Vaya, pensé que después de nuestra última discusión no estarías feliz de volver a tu tierra, pero me has hecho caso. —Dijo la mujer.
Jaemin asintió tímidamente, porque no tenía ni idea de lo que estaban hablando.
—Fui princesa de Dreamland durante muchos años. Es bueno regresar al lugar que me vio crecer. —Sonrió, evidentemente actuando. —Además, el rey Jeno insistió mucho en venir a la fiesta de mi hermano mayor.
Jaemin había escuchado la historia de su familia según los libros y la información que Haechan conseguía de una forma muy extraña; había escuchado que su padre había fallecido, el trono pasó a ser de su hermano mayor, Jaehyun, quien era varón y un alfa, aún no se casaba, porque la reina no quería ser relegada y quería seguir en funciones.
—No vino solo a presionar para que me case ¿Cierto? —Jaehyun murmuró. —Los Lores tienen urgencia de que me entre en el mercado matrimonial y están haciendo una lista porque supuestamente serás relegado de tus funciones reales pronto, todas y todos los omegas que sean rechazados seguramente vendrán aquí. —Dijo con dolor de cabeza.
Jaemin hizo una mueca.
—No serás relegado, ¿Verdad, Jaemin? —Dijo su madre.
—No. —Jaemin mencionó sin siquiera estar seguro, aunque al paso que iba era más seguro que lo asesinaran antes de que le quitaran la corona que portaba en su cabeza.
—No puedes estar tan seguro, por poco casi te matan a ti y a la princesita bastarda. —Dijo el rey Jaehyun.
Jaemin levantó las cejas y evitó abrir la boca, porque Haechan fue el que chistó dentro de sus ropas al oír cómo se referían a su querida Winter. Lo bueno es que solo Jaemin oyó a su espejo, tragando saliva y mirando a su madre y a su hermano.
—Debieron matar a la niña. —Dijo la reina madre. —Ahora que estás en cinta nuestros problemas se acabaron, no sé cómo lo lograste, pero me alegra que tengas un descendiente del rey Jeno.
Jaemin frunció los labios, hace no mucho se había enterado de que estaba en un mundo donde había magia y la sociedad se dividía según el alfabeto griego y que los omegas, como él, se podían embarazar.
Pero había un problema.
—No estoy embarazado, madre. —Jaemin murmuró.
La cara de horror que se mostró en la señora fue bastante perturbadora y de asco.
—¿Cómo que no lo estás? —Dijo ella con tono indignado. —Estás demasiado obeso. ¿Qué acaso no has cuidado lo que has estado comiendo? —Ella lo regañó. —Seguramente por eso el rey Jeno no te toca, tu figura es asquerosa.
Haechan soltó un suspiro, Jaemin se estaba enojando, pero mantener en secreto a Haechan parecía más indispensable. Nadie tenía un espejo mágico tan quejumbroso como él.
—Je, él rey Jeno ni siquiera te ha marcado, ¿Verdad? —Fue la voz de superioridad del rey Jaehyun la que resonó en la sala.
La madre de Jaemin se bajó de las escalinatas que llevaban al trono de Dreamland, se acercó a Jaemin y en vez de darle un abrazo o un beso como cualquier madre le haría, jaló de su vestimenta y miró su cuello, estaba limpio, no había rastro de ninguna mordida.
—¡Ah! Jaemin, ya te habíamos dicho qué tenías que hacer. —Gritó la reina enojada. —¿Por qué eres tan imbécil? Solo tenías un objetivo, ¿En dos años no has podido seducir al rey Jeno ni embarazarte? De verdad que eres una deshonra para esta familia.
Jaemin no sabía cómo reaccionar, una parte de él quería conocer a su familia, pero la otra parte estaba tan conmocionada qué no sabía qué decir. Pensó que esas personas eran bastante diferentes, pero resultaban ser igual o peor que la exreina Yoona.
—¿Cómo se supone que sea rey y reciba apoyo del imperio de Wonderland si al parecer el rey Jeno te sigue odiando? ¿Qué has estado haciendo los últimos años?
Jaemin guardó silencio, no sabía qué decir, pocas veces se quedaba sin decir algo, pero estaba vez decidió quedase con la boca cerrada, porque realmente él apenas tenía dos meses casi tres en ese mundo, no es como que se supiera qué hacía su yo pasado.
—Quisiera retirarme, ¿Dónde están las habitaciones en donde nos quedaremos? —Preguntó Jaemin ignorando todo el enojo que sentía.
La madre no dijo mucho, solo le pidió a la dama de llaves que llevara a su hijo a su antigua habitación, donde ya habían desempacado todo.
Cuando Jaemin entró, se sintió como esas princesas encerradas en una torre, custodiadas por un terrible dragón esperando a ser rescatada. Vio el enorme ventanal y salió al balcón, había unas enredaderas secas y destruidas, daba a un jardín seco y muerto. Igual que el de Wonderland cuando lo conoció.
En el horizonte se veía el establo real y los campos para entrenamiento de los caballos.
Jaemin siempre fue prisionero de su pasado aun viviendo en Wonderland.
Se recargó en el barandal y encontró una rosa roja seca, la recogió y la olió con suavidad, luego entró a su habitación y observó que había una habitación unida a esa, con una cama matrimonial.
—¿Esta habitación de quién es? —Preguntó Jaemin.
—Es para la princesa Winter. El rey Jeno y usted reina Jaemin se quedarán en esta antigua habitación. —Dijo la mujer dejando un incienso al lado de algunas velas aromáticas.
Jaemin hizo una mueca de desagrado, no quería siquiera estar cerca del rey, sabía que sería juzgado por todo, así que simplemente suspiró, tendría que hablar con el rey después.
—Gracias, ahora déjenme a solas y avísenme cuando llegue el rey Jeno y la princesa Winter. —Susurró Jaemin.
El ama de llaves salió de la habitación y la cerró. Jaemin se recostó en su cama y soltó un suspiro cansado.
—Si solo pudiera salir, golpearía a tu familia, ¿Qué se creen esos gordofóbicos? —Haechan arrugó su ceño.
Jaemin tomó el espejo de su bolsillo y lo abrió, observó al moreno de lunares y sonrió.
—Estoy bien, no tienes que preocuparte por mí. —Susurró.
—¡Claro que me voy a preocupar por ti. —Haechan mencionó. —Somos amigos ¿No? —Resopló. —Winter viene en la carroza con su padre, así que no puede abrir el espejo, tuve que escuchar todas esas sandeces que te decían. ¿Son estúpidos acaso? Creo que tu cuerpo es espectacular.
—Gracias, Haechan, pero en serio estoy bien. —Sonrió. —Ya pasé la etapa donde me ponía mal por mi cuerpo imperfecto, pasé por muchas dietas, consumo de calorías, uso de fajas, dañé tanto mi cuerpo que realmente no lo hacía por salud, sino por estética. —Hizo una pausa. —Sufrí anorexia y bulimia, laxaba mis comidas y solo tomaba agua para adelgazar, quería ser tan bonito que ningún hombre me rechazara, que me compararan con una mujer y poder sentirme deseado. —Sonrió sin querer. —Pero por eso empecé a diseñar mi propia ropa, para verme lindo y adecuarme a mis tallas.
Haechan se quedó callado, no dijo mucho, pero estaba enojado.
—La vida de un omega es bastante dura, a los alfas no los tratan así. —Haechan murmuró. —Entre más alto, grande o musculoso sea un alfa, más poder tendrá. —Haechan bostezó. —De verdad los odio.
—¿Odias a los alfas? —Jaemin preguntó.
—No los odio, pero odio el comportamiento posesivo y controlador que tienen. —Haechan resopló. —Tuve que trabajar para muchos, mis ojos han visto demasiados alfas que disfrutan hacer muchas cosas frente a un espejo. —Rodó los ojos.
Jaemin soltó una risa, no se quería ni imaginar las cosas que Haechan sabía y podía ver.
—No sé, en mi antiguo mundo ser hombre es normal. —Jaemin frunció los labios. —Soy gay desde que tengo memoria, empecé a trabajar en una profesión que se considera de mujer. —Hizo una pausa. —Ahora que soy un omega, no sé, siento que solo somos como objetos bonitos que solo deben embarazarse para ser de utilidad a la corona.
Haechan soltó una ligera risita y observó a Jaemin con diversión. Jaemin era una buena persona, lo sabía, quería seguir siendo su amigo y ver cómo se desarrollaba su historia.
—Te verías lindo embarazado. —Haechan le respondió a Jaemin con ternura.
—No, ni siquiera quiero imaginarlo. —Fingió llorar. —Además no puedo embarazarme por medio del "espíritu santo".
—¿Qué es eso? —Haechan cuestionó.
—Quiero decir, no puedo embarazarme por arte de magia o de la nada, se necesita... Ya sabes. —Jaemin murmuró.
Haechan se quedó pensando y soltó una risita picara.
—Es cierto, la magia puede ayudarte con tratamientos de fertilidad y hacer el proceso menos doloroso, pero se necesita una gran y dura verga de alfa. —Haechan dijo en voz alta burlándose de la timidez de la reina. —Y la única que puede meterse entre tus piernas, legal y honorablemente, es la del rey Jeno.
Jaemin se sonrojó cuando escuchó esas barbaridades de la boca del espejo. Haechan soltó una carcajada al ver el nerviosismo de Jaemin.
—No creo que algo entre nosotros pase, solo tengo que evitar que me releguen o me maten. —Soltó un bufido. —Creo que él también está en contra de volverse a casar y se preocupa por mantenerme a salvo, más porque tiene miedo de volverse a casar por tercera vez. —Jaemin cruzó los brazos. —Y aun me sigue resonando el nombre de la princesa Karina, no sé qué clase de locos podrían casar a un rey de veintitantos con una princesa de la edad de su hija. —Rechistó.
—Eso me suena celos. —Haechan se burló y luego se quedó callado. —Espera, Winter abrió su espejo, están por llegar, ¿Vamos a recibirlos?
Jaemin suspiró.
—Sí, ni siquiera sé cómo le explicaré al rey sobre la distribución de la habitación. —Jaemin se sentía cansado de ser tan odiado, ojalá todos notaran que había cambiado.
Continuará...
Chapter 18: Capítulo XVIII
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La reina Jaemin bajó al jardín a recibir a sus visitas, rápidamente entraron al salón real, donde el rey Jeno y la princesa Winter hicieron presencia frente al rey Jaehyun, y aunque ambos eran reyes, Jeno tenía mucha más presencia que el hermano de Jaemin, quizá por eso buscaban que él fuera el "emperador" de los reinos cercanos.
La madre de Jaemin les indicó a unas sirvientas que llevaran a los invitados a sus habitaciones y rápidamente las ordenes fueron acatadas.
El rey Jeno iba en silencio detrás de Jaemin y Winter quienes parecían hablar del trayecto y lo pesado que fue el viaje en carreta.
—Reina Jaemin, ¿Cree que podamos ir a los establos como cuando estuve aquí? Me encantaría montar junto con usted, podría salvarme como la última vez. —Sonrió la pequeña.
—Oh, me has dicho "reina Jaemin". —El rey omega se sintió un poco extrañado, pero la cara de su pequeña hija lo hizo recapacitar. —¿Pasó algo?
—Supongo que a su familia no le gustará que le llame de la forma en la que le llamo, no somos familia de sangre realmente. —Ella parecía avergonzada.
—Ya habíamos hablado de eso, Winter. —Jaemin murmuró sin el "princesa" antes del nombre de la niña. —A ellos no les importará la relación que tenemos, pero si tú te sientes incomoda, puedes decirme como mejor te parezca, siempre y cuando sigamos sintiéndonos familia.
Ella sonrió.
—Quizá deba decirle "madre". —Ella volvió a sonreír mientras asentía.
—Puedes decirme Jaemin si es más fácil. —Dijo el omega.
La sirvienta que estaba escuchando la conversación venía haciendo caras, pero como iba en frente nadie podía verla. Hizo una pausa cuando llegaron al final del pasillo.
—Esta es la habitación de la princesa Winter. —Dijo y abrió la puerta.
Era una habitación sumamente bonita, las maletas de Winter ya estaban dentro, ella se sorprendió de lo lindo que era el lugar, además de que había ropa que Jaemin usó durante su adolescencia, que era ropa elegante y fina.
La mujer cerró la puerta dejando a la niña acomodarse y llevando a los otros dos a su recámara.
—Y ésta es la habitación de sus majestades. —Susurró ella.
Jeno hizo una mueca, pues no pensó que tendría que compartir habitación, pero claro que tenía que arreglar ese tema, pero cuando Jaemin pasó, él le siguió y la cara de ambos quedó en blanco, siendo encerrados por la sirvienta y quedándose a solas.
Jeno hizo una cara de asco cuando vio pétalos de rosas rojas sobre la cama en la que Jaemin previamente se había acostado, Jaemin solo se cuestionaba ¿En qué momento habían puesto esa intima decoración?
Jaemin se acercó a la puerta del baño, que era la que conectaba con la puerta de la habitación de Winter, pero no pudo ir más allá porque la voz de Jeno le gritó.
—¿Qué significa esto? —Jeno relamió su encía y miró a Jaemin de una forma enojada.
—Una broma de mal gusto. —Jaemin solo rodó los ojos. —Supongo que, como piensan que somos esposos, tendríamos que compartir habitación.
Jaemin se acercó a la cama y retiró el enorme edredón, para proceder a tirar todos los pétalos al suelo, se encargaría de recogerlos más tarde, aunque la imagen le daba la idea de un precioso vestido para su Wintercita.
—No voy a caer en tus engaños, el que viniéramos a tu antiguo hogar no significa que te daré lo que quieres, no pienso que seas la persona adecuada para engendrar a la familia real, sobre todo porque mi hija es la heredera legitima. —El rey Jeno cruzó los brazos.
—Yo no quiero a tus bebés. —Jaemin se quejó frunciendo el ceño. —Considero que Winter será una buena reina, yo no lo ordené ni puse nada de esto.
Jeno se acercó al incensario que estaba en uno de los tocadores al lado de la enorme y esponjosa cama, con su espada, abrió el casquillo y observó con repugnancia.
—Es un incienso para el libido. —El rey dijo con asco. —Realmente no has cambiado en nada, harías cualquier cosa por embarazarte.
Jaemin se quejó. Él ni siquiera sabía que eso estaba allí, no es como si lo fuera a encender, además no es como si fueran a compartir habitación. Cada vez odiaba más al rey Jeno, ah, Jaemin no tenía un útero ardiente que deseaba bebés, realmente el solo pensamiento en embarazarse le llenaba de miedo.
—Yo no lo puse allí. —Jaemin fue claro.
—Como si te fuera a creer. —Jeno mencionó. —Ahora Winter parece quererte, tratarte como si fueras su madre, pero si la llegas a traicionar, si buscas envolverme en esto, también vas a fallar.
Jaemin rechistó la lengua y evitó reírse con descaro. Rodó los ojos y miró al rey.
—Yo no necesito a un rey que no le funcione el pene. —Gritó. —Tampoco uno que me muerda la nuca para decir que soy su propiedad. ¿Además qué hace aquí? Váyase a su habitación, no es de mi agrado verle.
Jeno soltó una risita divertida.
—Tú estás en mi habitación, deberías irte.
—Es mía, así que váyase, Winter se quedará conmigo, así que vaya a la habitación de Winter. —Le reclamó.
—No dejaré que ella duerma contigo...
—Entonces busque un buen lugar para dormir, porque ésta es mi habitación. —Jaemin dijo con enojo mientras arrinconaba a Jeno contra la puerta.
Jeno simplemente negó con la cabeza y salió de la habitación.
Jaemin resopló con enojó y buscó un lugar para tirar el incienso y los pétalos. Mientras tanto, Winter escuchó la conversación, ya que estaba en el baño compartido a punto de ver a dónde llegaba la otra puerta.
Miró la imagen de Haechan en el espejo que sostenía en la mano, ya que le estaba dando un recorrido por lo que parecía su nueva habitación durante el viaje.
—Ellos se gritaron. —Winter hizo una mueca.
—Oh, siempre son así, se odian. —Haechan murmuró, no estaba seguro de cómo consolar a la niña.
—Siempre se me había hecho raro el por qué todos decían que papá no había marcado a la reina Jaemin, pero creo que es cierto, creo que ellos no pueden hacer funcionar su relación porque existo yo, por eso no pueden tener hijos. —Ella susurró.
—No es tu culpa, en todo caso es culpa del rey. —Haechan cruzó de brazos. —No debes preocuparte por eso, son temas de adultos donde los niños no deben meterse, deja que ellos lo resuelvan, sé que Jaemin es feliz autodenominándose tu "mamá".
—Yo también soy feliz de que él sea mi mamá. —Winter sonrió y abrió la puerta del baño.
—¡Oh, Winter! —Jaemin sonrió. —Ésta era mi antigua habitación cuando vivía en el palacio, ¿Te parece bien que durmamos juntos mientras nos quedamos aquí?
Winter iba a negarse, ya que su padre y la reina tenían que dormir juntos para que la relación mejorara y pudieran marcarse, pero a Winter le parecía una maravillosa idea el ser cuidada y amada por su madre, tampoco quería negarse a eso, mucho menos en el lugar donde la salvó.
[...]
Jeno salió a los jardines sin supervisión, solo se encontró con su mano derecha Doyoung, quien ya lo esperaba.
—Tiene una mala cara, su majestad. —Doyoung se burló. —¿Pasó algo?
—La reina Jaemin, trató de hacerme dormir en su misma habitación y como siempre trató de recurrir a romance barato e inciensos que alteran las feromonas de alfa. —Se quejó.
Doyoung se quedó callado con un mal presentimiento, pero aún así tomó el valor para defender a la reina.
—¿Y está seguro de que fue él? —Cuestionó. —No hay que olvidar que la reina madre o incluso el rey Jaehyun pudieron hacerlo, a ellos les conviene que exista un heredero que tenga ascendencia de Wonderland y Dreamland, no creo que la reina haya tenido tiempo de preparar todo.
—Me sorprende lo fácil que te pones de su lado. —Jeno hizo una mueca. —Pensé que yo era tu rey y tu fidelidad estaba conmigo.
—Y la reina Jaemin es mi reina también, no ha hecho nada que ponga en duda mi lealtad, además, cada vez pienso que el tema de la amnesia de la reina es real. —Hizo una pausa. —No ha salido de su habitación desde que llegó y me puse a investigar el tema que me fue encargado.
Jeno levantó la ceja y observó que nadie los viera, se encontraban en los jardines secos de rosas de la "princesa de corazones", nada buen podría venir de allí.
—¿Qué encontraste?
—Realmente sí tiene una bóveda secreta. Está protegida por magia de sangre, pero si usted autoriza que usemos sangre de la reina de la que tuvimos cuando quiso suicidarse y de la que le fusionaron en el incidente de Año nuevo, es posible abrirla.
—¿Tienes las muestras de sangre? —Jeno cuestionó.
—Sí.
—¿Dónde es? —Preguntó Jeno con una mueca.
—En el cementerio real, detrás de los establos y las caballerizas, está en la tumba del anterior rey, del padre de la reina Jaemin. —Doyoung hizo una pausa. —¿Le muestro el camino?
Jeno asintió. Se aseguró que nadie los viera, y actuaron como espías mientras evadían todo tipo de seguridad, Doyoung tenía un poco de magia dentro de él, no era mucha, pero podía hacer hechizos sencillos y fáciles de recordar.
Cuando llegaron a la tumba, Doyoung sacó una especie de jeringa pequeñita y delgada y derramó una gota de sangre de la reina Jaemin, luego sintió nervios pues el lugar se sentía como una trama, pero Doyoung rápidamente las esquivó.
La seguridad no era buena, el lugar estaba deteriorado, pasarían al menos dos años de que alguien hubiera entrado, lo que reforzaba la teoría de que la "reina de corazones" también se dedicaba a envenenar.
Ellos entraron, de primera instancia había un féretro de piedra, adentro seguramente descansaría el antiguo rey, también había diferentes cajones o urnas alrededor, Jeno abrió algunas y Doyoung lo regañó con la mirada.
—Es por aquí. —Doyoung mencionó y se abrió una trampilla en el suelo.
Ambos bajaron con cuidado, para no hacer ruido; por la luz y para evitar activar alguna trampa, Doyoung iba primero y quitó muchas telarañas que lo incomodaban.
Cuando llegaron al final, Doyoung vio un enorme espejo, era muy bonito. Frente a él, había un pergamino extendido que lucía en verdad muy viejo.
—¿Qué es esto? —Jeno cuestionó con curiosidad.
Doyoung lo observó con paciencia y su expresión cambió.
—Es el hechizo del corazón envenenado. —Hizo una pausa. —Un hechicero retira el corazón de la persona y le inyecta veneno, a la víctima le saldrá una marca en el brazo y tendrá problemas al acercarse a la persona que más ama. —Leyó. —Luego le regresa el corazón y si la persona desobedece, sentirá el veneno recorrer su cuerpo.
Jeno negó con la cabeza.
—Así que la reina sí tenía conocimiento del hechizo. —Jeno murmuró. —Debemos encontrar la cura.
—No hay más papeles. —Doyoung revisó.
Debajo de ese pergamino había un papel viejo, con una marca parecida a un medio sol, Jeno leyó lo que decía, era un hechizo denominado "extracción del ser", pero todas las letras habían sido borradas, ya que no había nada escrito. Jeno siguió observando cada lugar, cada espacio, hasta que movió una trampilla secreta y se abrió una urna.
—¿Qué es eso? —Doyoung susurró.
—Parece una especie de diario. —Jeno murmuró. —Deberíamos salir de aquí, no quiero que nadie nos encuentre.
Doyoung asintió y el rey Jeno tomó los pergaminos y el diario y salieron de aquel lugar. Necesitaban tener respuesta de qué estaba pasando y quién había preparado eso, ¿Cuántas copias de ese hechizo existían?
La Torre de magia debía de darles una respuesta, aunque Jeno, en lo personal, no quería pararse por allí. Pero tendrían qué para darle la solución que todas las personas esperaban.
Continuará...
Chapter 19: Capítulo IXX
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Para Jeno, confiar en las personas era difícil. Había estado hablando con Doyoung sobre la reina Jaemin, y sobre la situación en general, había guardado su diario entre sus ropas e idearon un plan para verificar la ciudad y buscar algún indicio de la enfermedad del corazón envenenado.
Doyoung se fue recién empezando a anochecer, el rey Jeno caminó por los jardines secos de rosas, de hecho había uno frente a su habitación, rosas que podrían quebrarse con un solo toque del viento. ¿Por qué estaban en tan mal estado?
¿Quién dejaría que las hermosas flores, aun con sus espinas, pudieran secarse hasta dejarlas en la ruina por completa? Por supuesto, la reina Jaemin había tenido también un jardín de rosas que dejó morir en el País de las Maravillas.
Quizás si él fuera el tipo de rey que tenía magia en su interior podría curar aquellas flores.
Observó que había una escalerilla detrás de unas enredaderas que llegaban a la habitación que compartía con la reina Jaemin, ¿Para qué tenían una salida de emergencia? ¿Quién bajaría por allí? Podría ser muy peligroso.
Aclaró su garganta y subió a su dormitorio, entró directamente a la habitación de Winter, quería hablar con ella, pero se austó un poco por no verla. Vio que la puerta que daba al baño estaba abierta y fue directamente a ella.
Vio que la puerta conectaba a la recámara principal y abrió con fuerza.
Jaemin lo miró con ojos fulminantes mientras sonaba un claro "Sh", para que el rey Jeno guardara silencio.
Jeno se acercó a la cama, vio a Jaemin abrazando a Winter, quien dormía con un espejo en las manos. Era peligroso, ¿Cómo Jaemin permitía eso? La belleza no era lo más importante como para dormir viendo su reflejo.
Que superficial.
—Despertará a Winter, regresa a su habitación. —Jaemin dijo en tono bajo, pero serio mientras acomodaba a Copito entre sus brazos.
—Ésta es mi habitación. —Jeno empresario con la cabeza. —Un rey no debería dormir en una cama tan pequeña como la de la habitación de la princesa Winter....
—Mantengamos las apariencias para nosotros y todos los otros reinos. —Jaemin murmuró. —Finjamos que compartimos habitación, mañana temprano, Winter regresará a la suya y usted puede salir de aquí, pero yo dormiré con mi hija . —Jaemin estaba serio. —No quiero ni siquiera compartir habitación con usted, ni ahora ni nunca.
Jeno llamativamente de una forma superior, no le creía a la reina Jaemin, pero al mismo tiempo aquella declaración lastimó un tanto su orgullo, había tantas personas que deseaban ser su pareja, incluso la reina Jaemin no dudaba en desvestirse en su época de celo solo. para tentarlo y ser marcado, pero ahora... Realmente parecía otra persona.
—Lo aceptaré. —Jeno sabía que no debía de pelear, la negociación era buena, no la iba a rechazar. —Buenas noches, invierno. —Acarició suavemente el rostro de su hija. Miró a la reina y salió por la puerta del baño compartido.
—A veces odio a ese loco. —Haechan apareció en el espejo de Winter y puso los ojos en blanco.
—Tendrá sus razones. —Jaemin levantó los hombros. —Es hora de dormir, mañana será un día pesado. —Sonrio. —Buenas noches Haechan, buenas noches mi pequeña Winter.
—Buenas noches Jaemin, buenas noches a mi mejor amiga, Wintercita. —Sonrió Haechan y desapareció, de todas maneras él no dormía porque era un objeto mágico, pero los dejaría descansar.
[...]
Jeno estaba confundido, generalmente se decía que era justo y sabio, pero la reina Jaemin lo descolocaba bastante, cada día creía más en la teoría de la amnesia que sugería Doyoung, pero ¿Volver a sus raíces no ayudaría a que volviera a ser él mismo? ? Jeno tenía miedo de que Winter fuera lastimada de nuevo.
Había una razón muy específica por la que Jeno había elegido a Jaemin como su esposo y también una razón por la cual no lo había marcado. No lo reconocía como esposo, como pareja, incluso no lo reconocía como persona, la reina Jaemin era solo una herramienta política y se usaban mutuamente.
Jeno cambió su vestimenta, y mientras lo hacía, cayó el diario que habían encontrado, no tenía magia de sangre, simplemente era un diario, que, al empezar a leer, se dio cuenta de que narraba la historia de la princesa Jaemin.
El rey se recostó en su cama y empezó a hojearlo.
"¿Cuántas veces tendré que intentarlo?, me estoy cansando, Jaehyun no tiene magia, así que yo soy el mago de los dos, me he convertido en un brujo, pero todos los hechizos que hablan sobre el tema son de magia oscura, lo traerían a la vida como un monstruo."
Jeno se lamentó por no haber leído desde el principio, pero le parecía interesante la forma en la que Jaemin escribía. Era su letra después de todo.
"Lo extraño tanto, sentir sus manos sobre mis muñecas mientras lo miro con anhelo, solo en mis sueños puedo encontrar, recuerdo las veces en las que nos abrazábamos en los campos de equitación, sus brazos en mi cintura y su bello aliento."
"Después de la muerte de mi padre, pensé que nadie podría amarme de la forma en la que él lo hace, fue quien contuvo mis lágrimas. Extraño sus abrazos en las caballerizas, extraño su cuerpo junto al mío, nuestros caballos lo extrañan, extraño ser feliz."
El rey se quedó callado, ¿De qué estaba escribiendo Jaemin? No entendía del todo.
"Hoy visité su tumba, mi madre no sabe que hay una lapida con su nombre cerca de nuestro lugar de reunión. ¿Cuántas veces voy a fallar en encontrar la cura para revivirlo? Daría mi vida solo por volver junto a él."
"Enamorarse no debería de ser un pecado, cada alfa está hecha para un omega, y yo sé que estoy hecho para él, nuestra diferencia social no debería ser impedimento, lo guardamos en secreto, pero sé que mi madre se enteró, ella sabía que Estaba enamorada de un simple mozo de las caballerizas y no alguien de mayor rango, soy la princesa del reino de Dreamland, pero quiero ser feliz."
"Mi madre busca la oportunidad de que me case con un rey de algún país vecino. Se le ocurrió un plan que sugiere a la hija del rey, dar un paseo en uno de los caballos del establo. Ella terminó asustando al caballo a propósito y Envió al animal corriendo enloquecido con una chica, tan blanca como la nieve, aterrorizada que al escuchar los gritos de auxilio yo salvaría a esa niña.
"Por más que le supliqué a mi amado huir y casarnos, él aceptó, dejó una rosa en mi balcón como lo hacía todas las noches, además de ser bueno en las caballerizas, es un gran jardinero, las rosas blancas son mi flor, él Ha hecho un hermoso jardín afuera de mi ventana, ver las flores y las caballerizas me llenan de paz, pero hoy es la última vez que los veré."
"Me voy a convertir en reina para vengarme, las rosas blancas que me encantaban fueron teñidas de rojo, de la sangre de mi amado, voy a usarlo, voy a matar a todos los que me han hecho daño, voy a vengarme, voy a Acabar con todos para poder estar junto a mi alfa. Voy a destruir a quien le arrebató el corazón y lo destruyó.
Jeno se quedó en silencio, ¿Antes de él la princesa Jaemin había tenido un amado? Nunca se mencionaba su nombre, pero sonaba a que el amor era puro y verdadero.
Se levantó de la cama y se acercó a la ventana, no tenía una terraza, pero pudo entender porque había una enredadera y porqué la vista daba a las caballerizas, ese alfa usaba ese método para subir y ver a su omega. Jaemin siempre fue un hombre bastante guapo, era entendible que hubiera tenido un amor profundo. Además de que en Dreamland no casaban a los monarcas a la fuerza.
Aunque sí los casaban con el mejor postor, el rey Jaehyun esperaba casarse con algún omega de clase alta, de preferencia duquesa, porque no había princesas omegas que estuvieran solteras, ya que no podían gobernar.
Pero hasta ahora no lo habían hecho, el rey seguía soltero.
Jeno le tenía envidia, él se había casado a los 14 años con la exreina Seulgi, quien era mayor que él por diez años. Aunque su matrimonio solo duró un año ya que la reina falleció y Jeno no pudo estar más agradecido.
Ser el monarca de un gran reino también era una maldición.
"Creo que mamá tiene algo que ver con la muerte de mi amado, haré lo posible para quedarme con el trono y hacer que Jaehyun adjudique, siento que también sabe algo que yo ignoro."
El rey Jeno siguió leyendo con interés, la historia de Jaemin estaba perfectamente escrita, aunque con pequeñas frases, Jeno se pudo hacer una idea de qué cosas tuvo que pasar su esposo para llegar hasta donde estaba.
Volvió a acostarse y usamos una vela para seguir leyendo con interés.
"Dicen que el mago de oro tiene un hechizo para revivir a los muertos, he leído todo sobre él, pero es imposible contactarlo, ni siquiera sabemos si está enterrado o sigue vivo, simplemente desapareció, muchos dicen que puede cambiar la forma de su cuerpo , podría ser un niño o un animal. No sé cómo dar con él."
"Di con unos hechizos, pagué un precio muy alto, pero al fin tengo una forma, si no puedo revivir a mi amado, yo mismo me quitaré el corazón para no tener estos sentimientos y los enterraré junto con él."
"El hechizo no te quita los sentimientos, te quita el corazón, quité mi corazón y lo enterré con él. Así mismo puedo quitar el corazón de las personas, me han empezado a llamar 'Princesa de corazones', puedo curarlos con magia, pero También puedo envenenarlos, si enveneno a las personas pierdo mi humanidad y dejo de amar... Voy a sacrificar al pueblo con tal de poder sobrevivir más."
"Mi madre ha descubierto que he envenenado algunos corazones, está buscando la cura, pero ni yo mismo la sé, encuentren al mago dorado, él sabrá romper el hechizo y podrá mandarme con mi verdadero amor a un "felices por siempre". Aunque es lo último que haré, me casaré la siguiente semana, fui vendido como un objeto, el rey de Wonderland me quiere como su reina, debo admitir que es un alfa guapo, tiene conexiones y su reino es el más fuerte, pero no es la persona a la que amo."
"Si yo envenenara a la princesa Winter, ¿Su padre buscaría al mago de oro para mí?"
Jeno tragó saliva y cerró el diario, no tenía idea de lo mal que se sentía y se leía la lectura de la princesa Jaemin, ¡Si nunca se quiso casar por qué siempre actuó como un loco cuyo deber era hacer un heredero! ¿Qué culpa tenía la princesa Winter en esto?
Jeno rechistó y recordó que su medio hermano estaba buscando al mago de oro también, era un mito bastante viejo, Mark estaba en búsqueda porque lo quería encontrar para la reina Jaemin ¿O por qué?
Jeno solo pudo cerrar los ojos y trató de no pensar en nada que pudiera comprometerlo sin tener más información. De verdad no entendía nada y no entendía a la reina Jaemin, realmente perder a su verdadero amor ya su alfa destinado había terminado con su cordura.
Continuará...
Chapter 20: Capítulo XX
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Winter se la pasaba divertida, había montado caballo con la reina Jaemin. Comían bastante y variada comida, Jaemin no se separaba de su hija y Winter en verdad estaba feliz, Haechan incluso disfrutaba de su tiempo junto a su realeza favorita.
Sus días eran bastante variados y divertidos. Jaemin decidió ignorar a su hermano y a su madre y dedicarse a romper el patrón, para estar con su niña.
Mientras, el rey Jeno y Doyoung buscaban información del "corazón envenenado", encontrando que fue una plaga que arrasó hacía casi tres años, pero gracias a la magia de la princesa Jaemin, pudieron salir de eso, sin saber que ella misma los había envenenado prohibiéndole ver a sus seres amados a la gente de su pueblo.
Pero tras los descubrimientos y la vida diaria, las cosas seguían bien y al fin, esa noche se llevaría a cabo el baile por el cumpleaños del rey Jaehyun.
Jaemin estaba molesto porque él quería llevar a su pequeña Winter, pero por las tontas leyes, como todavía no se presentaba en sociedad, no podría asistir. Winter dijo que estaría bien, que iría a dormir temprano.
Jaemin se puso atractivo y bajó al salón principal para recibir a los invitados de su familia, más obligado que de ganas, Jeno también se vistió atractivo e hizo su aparición en la velada, mientras tanto, Winter se quedó encerrada en la habitación de Jaemin mientras hablaba con Haechan.
Winter le comentaba al espejo que ella quería tener 12 años para poder acompañar a Jaemin, se divertirían y bailarían juntos, Haechan decía que mientras podrían practicar, pero Winter se burló de que Haechan no tenía pies y que al menos no lo pisaría.
Luego suspiró y se dio cuenta de que tocaban la puerta, susurró un "adelante" y Haechan inmediatamente se escondió, era un secreto que quería guardar entre Jaemin y Winter, Haechan no quería tener nada que ver con gente ajena, mucho menos con alfas o personas malvadas, y en el castillo había muchos.
—Buenas noches, cariño. —Saludó la reina de Dreamland, la madre de Jaemin. —Escuché que hablabas con alguien ¿Estás sola?
Winter asintió, pero la reina madre caminó a la terraza y se aseguró de que nadie hubiera trepado las viejas escalinatas ni hubieran bajado por allí.
—¿A qué debo su visita, majestad? —Ella hizo una leve inclinación y trató de ser diplomática.
La reina observó la habitación.
—Los sirvientes me han comentado que, aunque el rey Jeno duerme en esta habitación, no duerme en la cama de la reina Jaemin, porque tú ocupas su lugar. —Ella dijo sin pensarlo demasiado. —¿No has pensado que ya es demasiado grande como para dormir con sus padres?
Winter frunció los labios, sabía que era cierto, pero si la reina Jaemin decía que estaba bien, para ella también lo estaba.
—Ellos ha comentado que es correcto. —Winter contestó.
—Que ellos digan que es correcto no quiere decir que esté bien. —Hizo una pausa. —No quiero sonar entrometida, pero usted es la princesa, sabe que será una princesa omega y que para poder gobernar debe casarse con un príncipe o rey alfa, y para que ese matrimonio sea válido, deben de pasar por un proceso de lazo, tener un nudo y una mordida. ¿Usted sabía que la reina Jaemin jamás ha consumado su matrimonio con el rey Jeno?
Winter murmuró algo inentendible, no sabía mucho del tema, sus institutrices jamás le habían dicho nada, solo sabía que para formar un lazo, la pareja debía formar un nudo en la noche de bodas y la mordida era una cicatriz que mostraba el omega en el cuello, como muestra de amor de pareja.
Y sí, la princesa había escuchado que el rey Jeno no amaba a su madre Jaemin, que solo estaban casados políticamente, además Jaemin no tenía ninguna mordida en su cuello.
—Es de mi conocimiento. —Ella susurró mirando a la reina madre.
La mujer sonrió.
—¿Entonces por qué sigue empeñándose en arruinar el matrimonio de los reyes de Wonderland? Me imagino que también es de su conocimiento que por su culpa ellos no pueden comprometerse con un lazo ni pueden crear a un heredero real. —La mujer fue cruel.
Winter frunció los labios, aunque sabía que la relación de sus padres no era precisamente de amor, tampoco esperaba que fuera culpada de ella. Ella sabía que era querida por ambos.
—No entiendo a lo que quiere llegar. —Winter susurró con suavidad tratando de sonreír débilmente.
La reina madre parecía bastante afectada, se notaba enojada, así que se acercó peligrosamente a Winter y la niña retrocedió, después de su rapto, sentía miedo, mucho miedo, además de que su madre no estaba allí para protegerla.
Winter se tensó mucho y tragó saliva.
—Tranquila, no te haré nada. —Dijo la reina con una sonrisa bastante psicópata.
—Aléjese de mí. —Winter dijo.
—Ya te lo dije, no te haré nada, no a ti. —Ella buscó algo entre sus ropas y lo sacó. Winter dejó de respirar cuando le vio. —¿Sabes qué es esto?
Haechan se sentía bastante preocupado, así que estaba viendo todo desde un espejo que estaba en una pared detrás de la reina a un lado de la puerta. Se lamentaba no poder hacer nada, pero su expresión cambió por completo cuando vio el objeto que tenía aquella mujer.
—Es... Es un... —Winter sintió mucho asco, no tenía sangre, pero latía como uno.
—Es un corazón. —Dijo con un tono prepotente. —¿Y sabes a quién le pertenece? —Ella preguntó. —¿Sabes cómo funciona la magia oscura? ¿Desearías que fuera yo quien le diera instrucciones a Jaemin para que se deshiciera de ti?
Winter empezó a temblar, se sentía extraña, quería llorar y trataba de buscar ayuda con la mirada a Haechan, pero Haechan estaba más impactado de saber a quién le pertenecía el corazón que tenía la reina.
¡Él verificó que el organismo de Jaemin estuviera bien! Y sí, había oscuridad en su cuerpo, pero su corazón se mantenía puro. ¡Jaemin tenía un corazón! ¿Entonces de quién era el que tenía la reina?
¿Sería del antiguo Jaemin?
—No, yo, quizá no me expresé correctamente, haré todo de mi parte para que la reina Jaemin y mi padre, puedan tener un lazo correctamente. —Winter explicó. —Por favor no haga nada que pueda comprometer a la reina Jaemin.
La reina sonrió con una mueca agradable, luego miró a la niña.
—Lástima que no eres mayor, pero si fueras una omega sin duda serías una buena esposa para mi hijo, podrían tener hijos atractivos y una unión digna entre Dreamland y Wonderland, no como las estupideces que ha hecho Jaemin. —Ella arrugó el ceño y rechistó los dientes. —Quizá si Jaemin no tiene hijos dentro de un año, ¿Deberíamos intentar casarte a ti?
Winter sintió que no podía respirar, Haechan chasqueó la lengua y no supo qué hizo, pero un espejo dentro de la habitación se reventó. La reina pareció sorprendida y miró a Winter.
—¿Qué le hiciste? —Ella mencionó.
Winter solo apretó el espejo de sus manos y corrió al baño para poder encerrarse en su habitación. Se dio cuenta que la otra salida estaba bloqueada, y básicamente había sido encerrada en su habitación.
Pero...
—¿Estás bien? —Haechan le preguntó con mucha preocupación.
—Lo estoy, solo que me sentí nerviosa...
—Winter... Debes entender que no eres culpable de las cosas que suceden con los adultos, y mucho menos eres culpable de la familia en la que naciste. —Haechan le susurró. —Voy a buscar a Jaemin para que hable con esa bruja.
—No, ella tenía el corazón de mi madre, no sé cómo se lo quitó, pero es magia oscura, si ella le susurra que haga algo, sin duda lo hará. —Winter parecía nerviosa.
—Descansa un poco. Voy a buscar a Jaemin. —Haechan repitió.
—No, no, solo un poco más. —Winter susurró. —Es el primer baile de mis padres desde mi cumpleaños, quisiera que tuvieran una noche tranquila. —Suspiró.
Haechan suspiró, simplemente hizo que Winter se pusiera su pijama y se acostara, se mantendría alerta por sí alguien quería entrar a la habitación. En cuanto Winter se durmiera, Haechan buscaría a Jaemin y le diría sobre la situación.
[...]
Jeno tragó saliva, él no asistía a los bailes, los odiaba, por eso fue una gran noticia que estuviera en el cumpleaños de su cuñado, demostrando la solida relación entre Dreamland y Wonderland, aunque solo fuera de fachada.
Jeno estaba sudando, cada vez que sentía a algún omega cerca sentía asco, todos ellos iban perfumados y con sus mejores ropas, esperando atraer a alguien lo suficientemente rico.
El rey de Wonderland se sentía atrapado, quería ir a su habitación, quería acostarse y seguir leyendo el diario de la reina Jaemin a ver si encontraban algo que tuviera que ver con el corazón envenenado.
—Ma han ordenado que me quede a tu lado por el resto de la velada. —Jaemin rodó los ojos mientras se acercaba a su rey.
Jaemin lo observó, parecía como si el rey Jeno estuviese sufriendo, casi sudaba frío y no levantaba la mirada del suelo.
—¿Se encuentra bien, su majestad? —Jaemin preguntó tratando de tocarlo en la espalda.
Al sentir el toque de Jaemin, Jeno se retiró como si tuviera asco, sintió sus manos sudar y observó a su reina, tratando de respirar.
—No creo que sea el momento adecuado para hablar. —Sugirió el rey.
—¿Quiere que lo lleve a un lugar donde esté más ventilado? Hay una terraza en...
—¡Reina Jaemin y rey Jeno! —Uno de los lacayo gritó. —Siguen ustedes para hacer su entrada principal.
Jaemin dudó y Jeno fue llevado a las escalinatas principales, Jeno aclaró su garganta y trató de recomponerse rápidamente, pero no tuvo éxito.
—A continuación nos acompaña el rey Jeno y la reina Jaemin de Wonderland. —Gritó uno de los lacayos que se encargaban de mencionar a todos los invitados de importancia.
Jaemin vio a Jeno, lucía terriblemente mal, sin embargo no dijo nada.
—Todos bajan de la mano... —Jaemin mencionó, quería que Jeno supiera que si no podías sostenerse, podría apoyarse de Jaemin, pero de una forma disimulada.
Jeno lo escuchó, y trató de levantar su mano derecha para que Jaemin lo tomara, pero en cuanto Jaemin acercó su mano, Jeno hizo un gesto de nervios y retiró la mano con velocidad.
—Bajaré primero. —Dijo Jeno y no esperó a Jaemin.
Jeno bajó las escalinatas y desapareció entre la multitud, todos lo habían visto, incluso los lacayos, cuchicheaban sobre el odio que le tenía el rey a su reina que ni siquiera había sido capaz de tocar su mano.
Jaemin respiró y empezó a bajar con calma.
Si la gente iba a hablar de él y de su matrimonio, era mejor que les diera algo nuevo de qué hablar. Caminó por todo el salón, hizo un inclinación y saludó a su hermano, al cumpleañero.
—Baila conmigo. —Jaemin pidió.
—No haría eso, ser rechazado por el rey de otro reino públicamente, solo un idiota bailaría contigo hoy. —Se rio. —No es tu cumpleaños, el príncipe Mark no te va a salvar.
Jaemin se quedó callado, ojalá Mark si estuviera allí, no lo hubieran hecho sentir como un pequeño niño indefenso. Jaemin frunció los labios y se acercó a su hermano Jaehyun sin pensarlo.
—Si no bailas conmigo, arruinaré tu fiesta. —Jaemin murmuró.
Jaehyun sabía que Jaemin tenía un temperamento bastante caótico, desequilibrado, mucho más desde que se había casado, así que evitaba meterse con él, ellos bailaron solo una pieza, Jaehyun no soportaba la humillación de que hablaran de él, aunque después, los murmullos desaparecieron solo para comentar que era bueno que los "hermanos" estuvieran tan unidos al igual que sus reinos.
Jaehyun regresó a su asiento y Jaemin simplemente salió al jardín. Estaba cansado.
—Haechan. —Jaemin sacó su espejo. —¿Winter está dormida? Espero que no escuche lo que acaba de pasar. Si Jeno quería humillarme en frente de todos, lo logró.
—Jaemin, creo que deberías venir a tu habitación, necesitamos hablar. —Haechan mencionó. —Winter está encerrada en su alcoba.
Jaemin solo hizo una cara de angustia y caminó a su recamara, estaba tan enojado. ¿Qué mierda había pasado mientras él no estuvo? ¿Y por qué Haechan apareció tan de repente y se fue tan rápido?
¿Qué había pasado?
Continuará...
Chapter 21: Capítulo XXI
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Jaemin ni siquiera tuvo que llegar a su habitación para saber qué estaba pasando, era la madre, la reina de Dreamland, salía de su habitación con pedazos de un espejo roto.
—¿Qué fue lo que pasó? —Preguntó Jaemin con un tono preocupado.
—Nada, un accidente con un espejo que pudo lastimar a la princesa, la he mandado a dormir a su habitación y creo que me ha obedecido. —Dijo la mujer con un tono que hizo que a Jaemin le hirviera la sangre.
—¿Le dijiste algo? —Jaemin mencionó.
—No es el lugar para hablar del tema. —La reina madre miró a sus sirvientas y les hizo un gesto para que se fueran.
Éstas obedecieron y la madre de Jaemin lo guio hasta su habitación compartida, allí abrió el enorme ventanal y señaló las caballerizas, dejando que el aire frío de invierno se colara por sus rostros.
—¿Qué le dijiste a Winter? ¿Por qué se encerró en su habitación? —Jaemin murmuró.
—Basta de tonterías Jaemin, le dije que lo que tenía que decirle, ¡Basta de esas idioteces donde dices que es tu hija! Es la hija de un matrimonio que no existe, ¡Tú eres la reina actual! ¡Tú eres quien debe de tener un heredero! —Le gritó. —La mayoría del palacio se ha dado cuenta de que ustedes dos solo son esposos por política, no de cuerpo y alma.
—¿Y eso qué tiene que ver? —Jaemin cruzó los brazos.
—Siempre has sido demasiado desagradecido. —Dijo la madre con enojo. —¡Eres el único con magia en esta familia! ¡Podrías tener el mundo si lo quisieras, pero sigues llorando la muerte de un estúpido mozo!
Jaemin frunció los labios. ¿Mozo? ¿De qué hablaba su madre? Oh, estaban a punto de tener una conversación de la antigua vida de Jaemin, Jaemin no tenía idea de cómo fue su antiguo yo para que haya sido malvado, pero quizá su madre le diría sin que tuviera que indagar tanto.
—Ya no lloro por eso. —Jaemin frunció los labios tratando de ser lo más ambiguo posible.
—Siempre lo amaste tanto, pensaste que debías huir con él, eras la princesa del reino, nuestro omega, ¿Te imaginas de lo que hubiera sido tu vida si te hubieras ido con él? —Ella murmuró enojada.
—Y ahora ya no está. —Jaemin lo dedujo porque su madre se refería a un "alfa" en pasado, Jaemin tenía muchas granas de saber de quién hablaba.
Aunque la sensación se le hizo conocida, Jaemin sufrió mucho cuando su jefe Mark murió, estaba seguro de que había sido un error, que sí siguiera vivo, ellos dos serían una hermosa pareja, claro, si Mark lo hubiera correspondido.
—No me molesta haberme deshecho de él. —La mujer sonrió. —La reina Yoona ofreció un buen trato para Dreamland si lográbamos deshacernos de la niña. Tú nunca has podido hacerlo bien, intentaste matarla con veneno, pero fuiste tú quien decidió intentar morir...
Jaemin se quedó impactado con lo que estaba oyendo, esperaba que Winter estuviera dormida o si no tendría que hacer lo imposible para que Winter la perdonara, Jaemin abrió su espejo de mano, dejando que Haechan escuchara todo.
Necesitaba ayuda.
—Ella no es culpable de nada...
—¡Es la heredera de Wonderland! —Gritó su madre. —¿Te imaginas que una omega gobierne su reino? ¡Los omegas solo somos mercancía intercambiable para mantener el linaje puro!, así como te dimos a ti en matrimonio, también es el destino de Winter casarse con un buen alfa de la nobleza, esa niña será una omega cuando crezca, tiene toda la figura y cara angelical para que que dé bebés inteligentes y hermosos, al igual que tendrá el poder del reino más grande que seguramente se convertirá en imperio.
La madre de Jaemin se escuchaba tan enojada, Jaemin no podía concebir que una niña de 11 años tuviera que cargar con ese peso, de verdad esperaba que Winter no los estuviera escuchado, sino, no sabría cómo remediarlo.
Fácilmente Jaemin se acercó a la terraza, no quería que Winter se despertara y escuchaba esa absurda conversación.
—Es tiempo de que los omegas tengan poder. —Jaemin dijo una simple frase.
La madre se enojó con él y salió por la terraza también, tomó lo que con tanto tacto cuidaba, sacó el corazón de Jaemin y se lo enseñó a su hijo.
—He estado susurrándole tantas veces. —Dijo ella con rabia. —Si no matabas a la princesa, ellos te iban a matar a ti, tanto que prefería que te suicidaras a que siguieran diciendo que eras un inútil, pero al parecer las cosas no están funcionando... Siempre creí que éste era tu corazón, lo enterraste junto al cuerpo de aquel mozo. —Ella gritó. —No querías volver a tener sentimientos.
Jaemin no estaba seguro de qué estaba pasando. ¿Era normal sacar el corazón de las personas en este mundo? El corazón no tenía sangre, se veía como un órgano de los libros, solo que latía con un brillo rojizo y el corazón tenía oscuridad en su interior, no completamente, pero se extendía.
Jaemin dudó, no estaba seguro si los cuerpos seguían funcionando sin un corazón en ese mundo, así que dudó. ¿Qué se supone que debía hacer?
—No creo que sea tu corazón. —Haechan golpeó su espejo y escribió. —Dile que le de una orden.
Jaemin frunció los labios, ¡Definitivamente necesitaba un manual para saber cómo funcionaba la magia! O un tutorial donde le explicaran cómo funcionaba el mundo donde estaba... O un Tiktok donde le explicaran por qué terminó en ese mundo.
—¿Crees que es mi corazón? —Jaemin sonrió frunciendo el ceño. —¿Creíste que lo dejaría en una tumba solo para no sentir amor? —Fingió. —Dale una orden, sabrás que no es mío.
La cara de la reina se retorció, colocó el órgano a la altura de su boca y susurró.
—¡Lánzate del balcón Jaemin! —Dijo la mujer.
Jaemin sintió un cosquilleo, sin embargo no se movió, observó a su madre con diversión.
—¿Todo este tiempo pensaste que era mío? —Jaemin susurró.
—Era tuyo. —Mencionó. —Le ordené que salvaras a la princesa, le ordené que te casaras, le ordené que te volvieras poderoso, le ordené que trajeras gloria a Dreamland, le ordené que te embarazaras en cada celo, te ordené que murieras si no podías continuar...
—Y sigo vivo. —Jaemin mencionó.
El rostro de la mujer se desfiguró.
—Era tuyo, pero te has vuelto un brujo fuerte, alguien con un corazón tan oscuro que ya no hay distinción entre si vives o mueres...
Jaemin relamió sus labios. A decir verdad, siempre deseó una buena relación con sus padres, pero esta mujer llevaba todo a un nivel tan extremo.
—Si ya sabes que ese corazón no es mío... ¿Por qué no me lo arrebatas? —Jaemin se señaló el pecho. —¿O estás esperando a que yo te quite el tuyo? ¿Quieres que sea yo quien te ordene hacer cosas que no quieres para vivir? ¿O debería ser yo quien te lance de la terraza?
—¡No te atreverías a quitarme el corazón! ¡Soy tu madre! —Ella gritó.
—Winter es mi hija y no voy a dejar que nadie se meta con ella. —Jaemin gritó y se lanzó sobre la mujer.
Ellos forcejearon un poco, y Jaemin terminó aplastando el corazón que la mujer tenía en las manos, convirtiendo el órgano en polvo. La mujer se detuvo esperando lo peor, Jaemin simplemente sintió su corazón latir, latir tan fuerte que quiso llorar, pero no se detuvo.
—Eres un monstruo, estoy segura de que era tu corazón, ¿Cómo sigues vivo? —Gritó ella.
Jaemin también se lo preguntaba, ¿Por qué había tenido una oportunidad? ¿Qué estaba esperando? ¿Por qué había renacido en un cuento de hadas? Lo único que deseaba es que Winter fuera la reina, sonaba como el mejor final feliz.
—Los monstruos tienen muchas vidas. —Jaemin dijo.
—¡Debiste haber muerto cuando te intentaste suicidar! —Gritó la reina.
La mujer llevó las manos al cuello de Jaemin, y lo empujó contra la barandilla del balcón esperando a tirarlo, a arrojarlo frente a su jardín donde aquel hombre cortaba flores para su hijo y trepaba por las enredaderas solo para verse y tomarse de la mano.
La mujer nunca tuvo culpa de haber asesinado a ese mozo cuando se enteró de que quería llevarse a su princesa, tampoco dudó cuando intoxicó al caballo que cargaría a la pequeña Winter cuando los visitaban, Jaemin la iba a salvar quisiera o no usar su corazón para hacerlo.
Jaemin solo sonrió cuando sintió cuando no podía respirar, podía ver el cielo tan oscuro y lleno de estrellas.
—¿Has escuchado que "hierba mala no muere"? —Jaemin murmuró tomando el cuello de la reina y empujándolo. —No voy a morir aquí, si no pudieron matarme con el incidente de Año nuevo, no hay nada que pueda vencerme, incluso si creen que no tengo corazón.
—¡Debiste morir! —Gritó su madre. —Me arrepiento de haberte tenido, eres un mal hijo, un monstruo. ¡Muere!
—Voy a llamar a los guardias de Wonderland ahora mismo, suelte a la reina Jaemin. —La voz de Jeno fue bastante serie.
Jaemin sintió como su madre soltaba el agarre de su cuello y podía tomar aire otra vez, boqueó y bajó la mirada.
Jeno no había llegado por la puerta, la puerta estaba cerrada, de hecho parecía que había trepado por las enredaderas del jardín, subiendo hasta la terraza, llegaba como el príncipe de los cuentos, directo a rescatar a la princesa.
Jaemin soltó unas lagrimas por el dolor que se había acumulado en el rostro y apretó el espejo de Haechan en su mano dentro de su bolsillo.
—Rey Jeno, ¿Qué hace aquí? Debería haber usado la puerta. —Ella se sintió cohibida. —¿No está disfrutando de la fiesta? ¿Qué hacía en el jardín?
—Es del conocimiento de la mayoría de los reinos que no suelo asistir a muchos bailes, necesito tomar aire, pensé que los jardines que dan a mi habitación serían los más desolados. No pensé escuchar una pelea desde tan lejos. —Jeno frunció los labios. —Lamento mi interrupción, pero necesito hablar con mi esposo, ¿Puede retirarse?
—Por supuesto, descansen. —La reina de Dreamland hizo una reverencia y salió por la puerta principal.
Jaemin tocó su cuello y miró a Jeno con coraje.
—Yo le hubiera roto la cara. —Haechan gritó, Jaemin pareció asustado y Jeno pensó que ese comentario había salido de la boca de Jaemin.
—Es imposible, la violencia siempre trae más violencia. —Jeno mencionó. —De todas formas Dreamland es una potencia con la cual tenemos tratos, acusarlos de algo no es algo que se pueda hacer en público, aunque si podemos castigarlos con algún tema diplomático o económico. —Hizo una pausa. —¿Te encuentras bien?
—Estoy bien. —Jaemin mencionó observando la arena de corazón. —Pobre de la persona a la que pertenecía ese corazón.
Jeno observó el polvo y negó con la cabeza.
—Pensé que se trataba de ti, eres un mago hábil, para ti es fácil quitar el corazón de los cuerpos y ordenarles, así como hechizarlos. —Hizo una pausa. —Aunque cuando escuché que te arrojaras, realmente pensé que lo harías.
—Cuando lo aplastó sentí más nervios que cuando le susurraba cosas. —Jaemin respiró de nuevo tocando su cuello.
—Leí tu diario, pensé que era tu corazón. —Jeno mencionó. —Pero al ver que estás vivo...
Jeno se quedó callado, había leído el diario, sabía que ese corazón era de Jaemin, no había forma de que no lo fuera, incluso cosas que la reina de Dreamland gritó tenían sentido con los comportamientos de su esposo. Pero.... Si no se había muerto al hacer su corazón polvo, había dos razones, la primera, no era el corazón de Jaemin... O alguien con otro corazón estaba habitando el cuerpo de su esposo.
—¿Cuál diario? —Jaemin preguntó.
—El que encontré en la cripta de tu padre. —Jeno mencionó. —Te llamaban "la princesa de corazones" por la facilidad en la que los "reparabas", así que quise saber si seguía siendo cierto. ¿Puedes sacar tu corazón para verlo?
Jaemin se rio nerviosamente. ¡Él no sabía usar magia! Haechan había dicho que le enseñaría, pero al parecer la magia de Jaemin estaba bloqueada y solo podía usar magia oscura porque su corazón y alma no concordaban con su poder oscuro.
Continuará...
Chapter 22: Capítulo XXII
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Jaemin se rio nerviosamente. ¡Él no sabía usar magia! Haechan había dicho que le enseñaría, pero al parecer la magia de Jaemin estaba bloqueada y solo podía usar magia oscura porque su corazón y alma no concordaban con su poder oscuro.
—Te llamaban "la princesa de corazones" por la facilidad en la que los "reparabas", así que quise saber si seguía siendo cierto. ¿Puedes sacar tu corazón para verlo? —El rey preguntó.
Jaemin sonrió con nerviosismo y luego puso los ojos en blanco.
—Preferiría no hacerlo. —Dijo, mintiendo. —Aún no he olvidado que fui humillado en el baile familiar. Solo era darme la mano, si le doy tanto asco, no debió protegerme de mi madre y me hubiera dejado solo. —Tragó saliva.
La cara de Jeno se ensombreció. Había estado leyendo el diario de la princesa Jaemin, de su vida en ese infierno de palacio, lo triste que fue su vida y su primer amor. Jeno sentía que podía entender un poco mejor a su esposo, quería entenderlo y apoyarlo.
Porque al parecer fue un matrimonio forzado para ambos.
—Comprendo que no hemos tenido una buena relación, pero...
—Claro que no, usted literalmente asesinó a Copito frente a mis ojos cuando lo único que hice fue hacer un vestido para un peluche. —Hizo una pausa. —Y está bien, lo entiendo... No he sido una buena persona, pero estoy pagando las consecuencias y quiero reivindicarme.
—Sé que tratas a Winter de una forma amorosa y amable, agradezco que permitas que le digas "madre", ella no recuerda a la suya...
Jaemin cruzó los brazos y miró acusatoriamente a su esposo.
—Sé que no debería confirmarlo, pero si usted todavía ama a la exreina Seulgi, puedo entenderlo. —Hizo una pausa. —Debe ser eso el por qué pasó tanto tiempo sin una reina, y por qué ni siquiera ha sido responsable de sus deberes matrimoniales con su nuevo esposo.
Cuando hablaba con su pareja, Jeno siempre se sentía recriminado, pero hablar con este Jaemin se sentía como hablar con Doyoung, como un amigo al que quería decirle muchas cosas diferentes, al que quería esforzarse por entender.
—No extraño a la exreina Seulgi. —Jeno fue claro, luego invitó a Jaemin a pasar a su habitación mientras cerraba las puertas de la terraza. —¿Dónde está Winter?
Jaemin cruzó los brazos y caminó al baño compartido.
—Está dormida, fue encerrada en su habitación para que nosotros pudiéramos compartir una noche juntos. —Resopló. —Parece que todos aquí piensan que un heredero es prioridad sin siquiera saber que le doy asco al rey Jeno. —Se burló amargamente.
—No me das asco. —Jeno murmuró juntando con sus dedos.
Jaemin frunció el ceño y también los labios.
—Es muy contradictorio, jamás hemos mantenido contacto físico. —Hizo una pausa. —Nunca estamos a solas sin herirnos. Es entendible, he mantenido mi espacio con la princesa. —Tragó saliva. —Pero ni siquiera atreverse a tocarme la mano porque le doy asco, pensé que era de las personas que le gustaba mantener las apariencias, por eso no me daba el divorcio.
—Si te diera el divorcio te mataría con mayor facilidad. —Jeno dijo. —Además eres la reina de Wonderland, es un puesto que todo el mundo desearía.
—Yo ya no lo deseo. —Jaemin mencionó. —No entiendo por qué se casó conmigo.
—Eras la mejor opción, habías salvado a mi hija, eras de nobleza directa y... eres un omega varón. —Jeno frunció los labios.
—¿Tiene preferencia a los varones? —Jaemin pareció intrigado ante la respuesta de Jeno.
Así eran la mayoría de los machitos violentos y groseros, homosexuales reprimidos. Jaemin quería sonreír, pero notó algo en la mirada de Jeno que no le gustó, no era miedo, era una confrontación interna, dudas.
—No. —Jeno mencionó. —Aunque tampoco me atraen los alfas, por si tienes dudas. —Miró a Jaemin. —Promete que nunca mencionarás este tema, aunque te amenacen.
Jaemin sintió que un gran chisme se avecinaba a él y sonrió. Levantó su meñique y sonrió.
—Lo prometo por la garrita.
—¿La garrita? —Jeno miró el dedo de Jaemin.
—Dicen que el meñique es un dedo que tiene una vena que conecta al corazón, que si te cortan ese dedo te desangras y mueres, si rompes tu promesa, te cortarán el dedo. —Jaemin murmuró.
—Voy a implementar ese castigo. —Jeno sonrió mientras ignoraba el meñique de Jaemin. —Pero si yo soy sincero contigo, me gustaría recibir lo mismo.
—Puedo hacer mi mejor esfuerzo. —Jaemin asintió ignorando la falta de respeto del rey. —¿Cuál es el tema que no puede mencionar?
Jeno pareció dudarlo y frunció los labios. Parecía apenado de hablarlo en voz alta, Jaemin dedujo que se trataba de alguna debilidad, sin embargo no presionó para que le dijeran.
—Me enferma tocar omegas. —Jeno dijo sin pensarlo. —No voy a lugares concurridos porque las feromonas de omegas me enferman, el solo imaginar tocar a un omega hace que me suden las manos y que me duela la cabeza. —Hizo una pausa. —No quise ofenderlo cuando tenía que tomar su mano, simplemente no soporté, mi cuerpo no está acostumbrado, no puedo tocar omegas.
Jaemin se vio tentado en levantar su mano y tocar el rostro de Jeno a ver si vomitaba, porque tenía que ser sincero y decir que quería vengarse, pero no lo hizo y no dijo nada.
—¿Es real o es una excusa tonta? —Jaemin cuestionó.
—Es real. —Jeno murmuró y luego mordió su lengua. —Vivo con miedo de que Winter pueda ser una omega cuando se confirme, ¿Qué haré si no la puedo abrazar?
—¿Ella tampoco? —Jaemin pareció sorprendido. —¿Ni aunque sean de la misma familia?
Jeno negó con la cabeza.
—No puedo tocar a mi madre sin sentir asco. —Jeno declaró. —Por eso no me sirven omegas y por eso no puedo cumplir con mis deberes matrimoniales.
Jaemin abrió la boca ampliamente y miró a Jeno, levantó la mano y Jeno inmediatamente la quitó porque sintió su rostro sudar, Jaemin sabía que era real.
—¿Y es con todos los omegas? —Jaemin preguntó.
—Al principio no, era solo con las omegas mujeres, las que usaban sus feromonas para atraer. —Hizo una pausa. —Así que pensé que si me casaba con un omega hombre las cosas cambiarían, pero no soporto su contacto tampoco.
—¿Y no hay magia o medicina para ayudarlo? —Jaemin cuestionó.
—No, no hay un hechizo, ni medicina. —Hizo una pausa. —Dijeron que era similar a un trauma y que el mayor avance que podían hacer era confrontarlo, estuve siete años tratando de curarme, pero no ha servido de nada, los omegas que se me acercaba no eran...
Jaemin entendió lo que Jeno no dijo, pero aun así seguía preocupado, no por él, sino por algo más fuerte.
—¿Qué pasará con Winter? —Jaemin murmuró. —Ella lo aprecia mucho. Es su héroe...
—Creo que tú eres más un héroe para ella que yo...
—Sí, pero, ella adora a su papá. —Frunció los labios. —Si dejara de darle el apoyo físico que le ha demostrado como cargarla o abrazarla. ¿Qué pasará con ella?
Jeno levantó la mirada, Jaemin tenía una mueca de preocupación sumamente real, dolida, amable. Jeno solo sonrió y se dejó llevar.
—Me alegro de que hayas podido llevarte bien con ella, ya que si yo no pudiera estar con ella, tú podrías... —Jeno no dijo nada. —Has cambiado, y si es real el hecho de que no quieres el trono ni herederos, creo que podrías inculcar y secundar a Winter en su ascenso.
—No, es necesario que eso lo haga usted, rey. —Hizo una pausa. —Debería superar el trauma, aún queda un año. ¡Buscaremos doctores o magia para hacerlo!
Jeno sonrió de una forma tierna, la mirada de Jaemin tenía tanta ilusión, tenía esperanza, pero Jeno se sentía temeroso, para poder superarlo tendría que convivir con omegas y Jeno tenía miedo, si todos los omegas con los que tenía contacto esperaban una oportunidad de ser mordidos y marcados por el rey de Wonderland, de enamorarlo y seducirlo. Jeno sentía que todo sería contraproducente.
—No quiero rodearme de omegas que solo busquen una oportunidad de lanzarse contra mí. —Jeno murmuró con suavidad.
Jaemin sonrió.
—¿Y si no se lanzaran contra usted? —Jaemin murmuró. —Podríamos intentarlo, poco a poco, desde estar en una misma habitación. —Jaemin hizo una pausa. —Tocar nuestras manos, sin propasarse. —Jaemin sonrió. —Eso también ayudaría a calmar los rumores de que estamos peleados, he escuchado durante la fiesta que está buscando un nuevo esposo y eso no me agrada.
Jeno se quedó callado. A decir verdad no confiaba en Jaemin como para pedirle ayuda, porque siempre aprovechó cualquier momento para poder seducirlo y buscar la concepción de un nuevo heredero. Pero este Jaemin se sentía tan diferente, con un buen plan y con un amor sincero hacia su hija.
—¿Realmente tienes amnesia y olvidaste quién fuiste? —Jeno preguntó. —Porque quiero creerte, quiero creer que eres una buena persona que no me está engañando a mí ni a Winter y que tu apoyo es real.
Jaemin se quedó callado, tenía el presentimiento de que el corazón que su madre tenía, si era el de Jaemin, pero el del antiguo Jaemin, y ahora que había quedado hecho polvo, no había forma de que Jaemin se fuera, ni que el otro Jaemin volviera.
Así que Jaemin tenía que ser sincero, saber qué quería y buscar sus propios intereses como si se tratara de su vida real, ahora esta era su vida.
—El intento de suicidio me produjo amnesia. —Jaemin mencionó, mintiendo, por supuesto. —Es como si fuera otra persona y, si mi yo pasado intenta regresar, creo que no será posible, ahora es libre junto con su corazón. —Sonrió.
Jeno asintió y tomó aire con recelo, no sabía bien cómo actuar. Pero se sentía un tanto preocupado.
—Bien, entonces hagamos más promesas y tratos. Ayúdame con mi enfermedad y a cambio te daré toda la confianza del rey en tu persona y mi protección. —Jeno mencionó. —Siempre y cuando no interfiera con los intereses de Winter.
—Me preocupa Winter. —Jaemin mencionó. —Es una niña que merece mucho amor y... Es eso, una niña, siento que recibe comentarios malos por todos lados, ¿Cómo crecerá segura de sí misma si hay tantos adultos dañándola o viéndola como una débil omega cuando ni siquiera se ha dicho qué será?
Jeno relamió sus labios.
—Lo sé, quiero que disfrute su edad, ahora puede hacerlo, sé que es muy madura, pero quiero que viva como una niña más tiempo.
—Creo que nos necesita. —Jaemin mencionó. —No solo a usted o a mí. Nos necesita a ambos de maneras diferentes y prometo ayudarla en todo lo que pueda, quiero que juegue, crezca y coma mejor.
—Aceptaré eso. —Jeno asintió. —Hagamos esto por Winter y por Wonderland.
Y Jaemin también sonrió.
—Me parece bien, tenemos un convenio. —Sonrió. —Ahora, ¿Dónde se supone que dormirá? En su habitación está Winter, y quiero irme a primera hora mañana.
—Acepto iros lo más temprano posible, pero ni siquiera tengo un cambio de ropa aquí.
—Puede usar algo de mi ropa de omega, seguramente le quedará bien. —Jaemin mencionó. —Y es solo ropa, no creo que cause alergia.
Jeno rodó los ojos. Jaemin tomó su pijama y entró al baño compartido para cambiarse de ropa, cuando salió solo tenía una bata larga, simplemente bostezó.
—¿Dormirás así frente a mí? ¡Pensé que teníamos un trato! —Jeno murmuró con un tono rojo en las mejillas.
—Yo voy a dormir, no sé qué piensa usted. —Jaemin levantó sus cobijas y se acostó en la cama.
—Oye, pero, la cama es mía, yo no...
—Puede dormir en el sillón de allí. —Jaemin giró su rostro y cerró los ojos.
—¡El rey no duerme en el sillón! —Jeno le gritó.
—Si quiere compartir cama puede hacerlo, pero como confío en que querrás dormir en el sillón... Buenas noches, nos vemos mañana. —Jaemin simplemente guardó silencio, estaba demasiado cansado.
Jeno se sintió sumamente ofendido, pero por alguna extraña razón también se sentía tranquilo, sabía que Jaemin se mantendría a su lado, tranquilo y cuidándolo, aunque fuera un omega, Jeno sentía que Jaemin podría convertirse en su aliado.
Continuará...
Chapter 23: Capítulo XXIII
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Winter volvió a mirar la ventana y observó el paisaje de regreso a su reino. Unas horas antes, la reina Jaemin se había levantado muy temprano para hablar con ella y con Haechan sobre las cosas que habían pasado el día anterior. Incluso Haechan confirmó que el corazón de Jaemin seguía dentro de su cuerpo, que Winter no tenía qué preocuparse por nada.
—Te ves pensativa. ¿Pasa algo? —El rey Jeno preguntó.
Habían vuelto en carrozas separadas. El rey Jeno y Winter se fueron primero, Jaemin dijo que tendría que arreglar unas cosas y se quedó solo para hablar con su madre. Jeno no quería dejarlo, pero Jaemin insistió.
Era bastante terco.
—Pensaba en mi madre, quiero decir, en la reina Jaemin. —Winter murmuró.
Jaemin se había encargado de contarle a Jeno lo que había pasado con Winter la noche anterior, el por qué se había encerrado en su cuarto y dormido en esa habitación cuando habían estado compartiendo cama.
—No me molesta si llamas "madre" a la reina Jaemin si te quiere como yo te quiero. —Hizo una pausa y aclaró su voz. —Pienso que sería bueno que tuvieras un ejemplo de omega que pueda guiarte y cuidarte...
—¿De verdad? —Winter preguntó. —¿No te molesta?
—Al principio sí, pero...
—Todos dicen que tenga cuidado con la reina Jaemin, pero a mí me parece un héroe genial, cuando sea grande quiero ser como él, ¿Has visto los vestidos tan lindos que hace? ¡Y la forma en la que luchó con esos bandidos! —Bajó la mirada, pero su voz se escuchaba tan agradecida. —Creo que nunca voy a agradecerle lo suficiente en toda mi vida por haberme salvado tantas veces. —Ella parpadeó rápidamente. —Incluso si me hiciera daño, creo que seguiría siendo feliz si fuera él.
Jeno relamió sus labios, no, no se trataba de eso. Sabía que Winter muchas veces era insegura con sus decisiones, muchas veces varias personas le hicieron sentir que debía estar muerta, que no debía haber nacido, que hubiera sido mejor que fuera un varón alfa, pero ella también tenía el presentimiento que sería un omega.
Por eso se esforzaba tanto en sus clases y tomaba muy en serio los comentarios que le hacían no querían tener más enemigos de los que ya querían destituir a su padre y ocupar el trono.
—Creo que el cariño que actualmente te tiene la reina Jaemin, es real. —Jeno frunció los labios. —Él te considera una hija de su sangre a pesar de que no te engendró.
—Lo sé, me hace sentir como una hija. —Sonrió. —Aunque es comprensivo, él a veces suele regañarme y enseñarme cosas que para él son correctas, es una buena persona.
—Parece que sí lo es. —Jeno susurró.
—Padre. —Winter levantó la mirada. —Se que ha habido un cambio de actitud con la reina después de su enfermedad. —La princesa no estaba al tanto de que fue un intento de suicidio y solo dijeron que la reina estaba enferma. —Pero creo que la reina Jaemin es un buen omega y también puedo ver que, el odio que sienten por mí, mucha gente también lo siente con la reina.
Jeno guardó silencio, a pesar de que la carreta iba a una velocidad normal, Jeno lo sentía demasiado lento. Su hija era bastante perspicaz y la única con la suficiente valentía de preguntar las cosas directamente al rey.
—No le des tantas vueltas. ¿Qué intentas decir? —Jeno cruzó los brazos.
—¿Por qué nunca has marcado a la reina Jaemin? —Winter murmuró. —Soy consciente que el pueblo quiere un heredero alfa y está bien si no quieres tener más hijos para evitar guerras de sucesión como con el tío, el príncipe Mark. Pero considero que una mordida y un lazo serían fundamentales para dar a notar el vínculo de los reyes. —Hizo una pausa. —¿Por qué odias tanto a la reina Jaemin?
Jeno se mantuvo en silencio. Sabía que Winter llevaba clases donde le enseñaban sobre los roles y los géneros secundarios, así como biología básica, celo, mordidas, alfas, omegas, alfas, betas, deltas. Incluso llevaba hasta clases de hechizos para detectarlos en caso de no ser un ser mágico.
Su hija tenía mucho conocimiento y estaba siendo preparada para convertirse en reina.
—Creo que ese es un tema de adultos, Winter, cosas por las cuales tú no deberías preocuparte. —Jeno murmuró.
—Es la misma respuesta que me dio la reina. —Hizo una pausa. —¿Alguno de ustedes dos no puede tener hijos?
Jeno negó con la cabeza.
—No es eso. —Jeno murmuró.
—¿Es por la razón por la que te negaste a verme durante mis primeros cinco años de vida? —Ella preguntó tragando saliva.
Jeno abrió los ojos con sorpresa y culpa, trató de sonreír, pero no pudo, se sentía culpable y un tanto horrorizado. Había sido su culpa, siempre lo fue y no podría ser un buen padre para Winter, nunca podría ser un buen padre en general.
—Lo siento, Winter. —Jeno bajó la mirada y sintió su mirada cristalina. —No quise dejarte sola tanto tiempo...
—Está bien. —Winter murmuró. —Las institutrices decían que mamá había muerto y tú estabas deprimido por ella, decían que la extrañabas tanto que no soportabas cargarme porque la extrañabas demasiado.
—Lamento que hayas crecido sin un padre y una madre. —Jeno se disculpó sinceramente.
—El día que toqué la puerta de tu oficina tenía mucho miedo, no sabía si me ibas a querer, pensé que me odiarías por ser una niña. —Ella sonrió. —Fui muy feliz cuando te tomé de la mano por primera vez.
—Yo también fui muy feliz. —Jeno dijo. —No pensé que pudiera cargarte y abrazarte.
Y sí, Jeno tenía el problema de que durante los primeros cinco años de Winter, él no actuó como un padre para ella, solo se daba su lugar como rey. Lo intentó, pero cuando se le acercaba empezaban sus síntomas de "alergia", temía soltar a Winter y cayera, temía no ser buen padre para ella, así que solo dejó que otras personas se hicieran cargo de ella.
Cuando Winter cumplió cinco años, entró a la oficina de su padre y quiso conocerlo, Jeno no tenía interés, pero la niña no lucía para nada como Seulgi, lucía como Mark, como él, como el antiguo rey, con cabello negro y ojos profundos. Era su hija, y cuando Winter tomó su mano, Jeno no sintió realmente nada, lo cual lo alegró.
Porque Winter podría convertirse en un alfa y él no tendría que casarse de nuevo y el reino quedaría en su única heredera, lástima que, conforme a Winter crecía, la presión por un nuevo matrimonio fue bastante y Jeno terminó cediendo y dándose cuenta de que incluso si se casaba con un omega varón, también sufriría.
Jeno tenía mucho miedo de herir de nuevo a su hija si se convertía en una omega.
Tenía que superar su trauma sí o sí.
—No estoy enojada por lo que pasó hace años, has sido un gran papá y ahora estoy feliz porque tengo una mamá también. —Winter sonrió. —Incluso si quieren tener otros hijos, yo lo entenderé, después de todo, son mi familia y la familia real.
—No creo que sea un tema que debamos discutir. —Jeno murmuró.
—Si yo llegara a ser una omega, tendré que irme al país de mi esposo. —Winter susurró, eran las tradiciones.
—No, tú eres la heredera de Wonderland. —Jeno dijo. —Y nadie te va a quitar del trono, eres bastante inteligente Winter, por eso quiero que también seas feliz, quiero que conozcas a alguien de tu edad y puedas casarte por amor, si es tu persona destinada, seré todavía más feliz.
—¿Los destinados son reales? —Ella cuestionó con curiosidad. —Al ser de la realeza, no creo que la felicidad sea una prioridad si tienes que proteger al pueblo.
Jeno soltó un suspiro cansado.
—¿Conoces al rey de Neverland? —Jeno murmuró. —El rey alfa Minho creció entre la nobleza, pero un día fue secuestrado por unos piratas que querían una gran recompensa. —Contó. —Cuando escapó de los piratas se perdió en la zona marginal de su reino, no sabía cómo regresar, y encontró a unos jóvenes que se hacían llamar "los chicos perdidos", ellos le enseñaron todo para vivir, incluso a ser un ladrón. —Sonrió. —Y entre esos niños, había un omega feroz del que el príncipe se enamoró. Era su destinado. Sus padres se negaron, porque querían a alguien de la realeza para su hijo, pero cuando coronaron a Minho como rey, él decidió que su reina sería su destinado, la reina Jisung, así se casaron y han vivido felices por muchos años.
—Sabía que la reina Jisung no era de origen noble, pero tampoco sabía que había sido un bandido. —A Winter se le iluminaron los ojos. —¿Entonces crees que yo podré encontrar a mi alma gemela?
Jeno asintió. Había reinos al lado del su reino que tenían historias llenas de amor, gracia y finales felices. Aunque ahora, Wonderland podría convertirse en el imperio que guiaría a esos reinos, por ende, el rey no quería que su hija perdiera la esperanza, quería un mundo donde los omegas dejaran de ser objetos.
—Yo creo que sí. —Jeno sonrió. —Rezaré porque así sea.
—¿Mi madre, la exreina Seulgi fue tu destinada? —Winter murmuró.
—No. —Jeno contestó rápidamente. —Tampoco lo es la reina Jaemin, pero a veces hay que tomar decisiones...
—Si yo fuera una omega... ¿Hay algún príncipe o princesa alfa de mi edad? —Winter mencionó.
Jeno levantó las cejas y apretó los dientes.
—Hay nobles de tu edad, duques, marqueses, condes, vizcondes y barones, pero actualmente no hay alfas de tu edad, ni siquiera sabemos qué serás, tú podrías ser el alfa, y ser el "rey Winter". ¿No suena bien? —Winter negó con la cabeza. —Bueno, la princesa Karina de Armagedón, tiene tu edad, pronto será su cumpleaños número doce y también está Jeongin, el pequeño príncipe de Neverland, tiene un año a penas, así que quizá en un futuro ellos... Ah, no quiero hablar de ese tema. ¿Podemos cambiarlo?
Winter soltó una risita y miró a su padre, realmente no era bueno hablando sobre sus sentimientos, pero Winter podía sentir el cariño que le tenía el hombre.
—Está bien, hablemos de que sería bueno que pudieras hacerle una marca de lazo a la reina Jaemin. —Winter mencionó.
—¿Y si nos vamos en silencio todo el camino? —Jeno cruzó los brazos.
Y Winter solo soltó una educada carcajada. Se fueron en silencio a su reino, tendrían que llegar pronto porque el rey Jeno tenía muchas cartas y audiencias qué atender y dos de ellas eran de suma importancia.
La plaga del "corazón envenenado" se había extendido a otros reinos y se necesitaba ayuda.
[...]
Jaemin había estado practicando con su propio cuerpo, había magia en él, y gracias a Haechan que era un gran maestro y tenía mucho conocimiento de magia, y de todo en general, era como había dominado todo en una hora.
Jaemin caminó a la habitación de su madre, donde hablaba con el rey Jaehyun.
—Es tan normal que el rey Jeno y la princesa Winter se fueran a temprana hora, dejándote, siempre te abandonan. —El rey Jaehyun murmuró. —Nunca te has sabido comportar y madre me comentó lo que pasó ayer después de que fueras humillado por el rey Jeno en el baile.
—Ni siquiera pudiste bailar con él. —La madre cruzó sus brazos.
—¿Por qué no le has conseguido una pareja a mi hermano? —Jaemin mencionó.
—No hay princesas o príncipes omegas de su edad. —Dijo la madre. —Solo tú, los demás están casados.
—Pues te aconsejo que busques apoyo de otro reino, Wonderland ya no te lo dará, hiciste un trato con la reina Yoona, pero yo ya no seguiré con eso, yo ya no seguiré atado a una familia que no trata con igualdad a todos sus miembros. —Hizo una pausa. —Haré que no reciban apoyo de mi nación.
—¿De qué hablas loco? —Jaehyun murmuró. —No tienes poder para hacer eso.
—No, pero tengo poder para hacer esto. —Jaemin metió la mano dentro del pecho de su madre, la señora se quedó inmóvil, y aunque Jaemin no podía sacar el corazón por su poco conocimiento y tema con la magia blanca y negra, retiró la mano rápidamente. —Si me vuelven a amenazar seré yo quien les saque el corazón y lo vuelva polvo.
Jaehyun pareció molesto, pero asintió. Sin embargo la madre de Jaemin fue la actuó como una loca.
—¿Qué significa esto? ¡Yo fui la que te dio todo, gracias a mí eres la reina del futuro imperio. ¿Por qué no puedes devolver el agradecimiento? No tendrás respaldo si no estás de nuestro lado, realmente te matarán. —Dijo la mujer.
—Basta madre. —Jaehyun murmuró. —Jaemin, entonces ya no tienes nada qué hacer aquí, vete de mí reino y no vuelvas, el exilio queda mejor para ti, incluso si eso significa ya no ser capaz de entrar a la tumba de papá.
Y Jaemin solo asintió. De todas formas la horrible mujer que tenía en frente fue la misma que acabó con la vida de su hijo Jaemin, incluso la primera vez que intentó suicidarse, su corazón estaba en las últimas antes de perder toda esperanza.
Con eso, Jaemin regresó a lo que ahora haría su verdadero hogar, porque él tampoco podría regresar a su mundo, ahora solo se dedicaría a buscar su felicidad.
Continuará...
Chapter 24: Capítulo XXIV
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Pasaron unos días después de que llegaron de su viaje a Dreamland, Jeno estaba un tanto preocupado por las peticiones que llegaban, había leído una que venía de los reyes de Neverland, pero para eso tendría que hablar con la reina Jaemin.
Se debatió mucho en hacerlo o no, pues Winter ya no dormía con la reina Jaemin, así que no tenía una excusa realmente valida para ir a sus aposentos.
Pero él era el rey ¿No?
La orden que dio fue más o menos confusa. Doyoung incluso se sorprendió. Más cuando el rey cambió a su pijama y se dirigió a la habitación de la reina.
Toda la servidumbre perdió la cabeza. Ningning estaba tan asustada que se le olvidó respirar.
—¿Me anuncias? —Le preguntó Jeno a la dama pelirroja.
—C-claro. —Dijo ella. —Reina Jaemin, el rey Jeno ha venido a verla.
Jaemin estaba hablando con Haechan, a veces se ponían a conversar de todo y de nada, les gustaba ser "amiguis" y buscar soluciones a las cosas que aprendían, como era el caso de las enseñanzas de Haechan para "sacar corazones".
—Adelante. —Jaemin contestó.
Haechan desapareció en el enorme espejo al lado de la cama de la reina. Jaemin se levantó de su lugar e hizo una reverencia.
Jeno hizo que Ningning cerrara la puerta y los dejaran a solas.
—Vaya, la gente creerá que viniste a hacer un heredero. —Jaemin soltó una risa. —¿Cuánto crees que tarde en expandirse el rumor?
Jaemin se sentó en el sillón y Jeno en el de en frente, aunque estaban en diferentes lugares, Jeno se veía obviamente incómodo.
—Reina Jaemin. —Jeno habló.
—Ya sé, ya sé. —Jaemin se quejó. —Solo pensé que no vendría tan pronto, me alegra que seamos amigos, pero siento que deberíamos designar un día a la semana o al mes, o no sé. —Jaemin frunció los labios.
No lo decía, pero se notaba lo nervioso que estaba, no por el contacto físico, sino por el hecho de que podría cometer un error y hacer que Jeno lo odiase y que lo quisiera separar de Winter.
—Vendré una vez a la semana, no creo que esto funcione y mi trauma se borre, pero si mantenemos la distancia no hay tanto problema. —Jeno murmuró. —Además vine buscando una alianza.
—¿Alianza? —Jaemin preguntó cambiándose al mismo sillón que Jeno.
Jeno se sorprendió y empezó a mover su pie sin ver a Jaemin, no quería sentirlo tan cerca, se empezaba a poner nervioso.
—Quería saber sí, con tu amnesia, ¿Puedes ejercer tus poderes de mago? Quisiera que ayudaras a Wonderland con un asunto de interés. —Jeno mencionó sin ver a su omega.
—¿Qué tipo de asunto? —Jaemin sonrió y se acercó un poco más a Jeno.
Jeno no se movió, pero empezó a respirar agitadamente. Sentía a Jaemin tan cerca de él que empezaba a sudar. Sacó con cuidado el diario de la princesa Jaemin y lo extendió a su esposo.
—¿Lo reconoces? —Preguntó.
Jaemin retrocedió un asiento y tomó el libro.
—No, ¿Qué es?
—Era tuyo, de antes de que perdieras la memoria, se te conocía como la "princesa de corazones", decían que podías reparar cualquier corazón roto. —Jeno aclaró. —Quizá te ayude leyendo, podrías recuperar algunos recuerdos.
Jaemin asintió. Dejó el libro a un lado de su cama y soltó un suspiro.
—¿Qué tipo de asunto es el que necesitas que trate? —Jaemin cuestionó. —Creo que viste que no soy capaz de cuidar un corazón, mi magia está... Bloqueada.
Jeno observó a su esposo y se sintió un poco asustado, ¿Cómo era posible que la magia de Jaemin estuviera bloqueada si solía usarla para todo?
—¿Bloqueada? —Jeno murmuró. —Necesito que me acompañes a la próxima sesión del reino, los reyes de Neverland quieren hablar con nosotros, principalmente contigo, llegó una carta donde piden una audiencia solicitando tu consejo.
—¿Mío? —Jaemin preguntó con suavidad. —No sé si pueda ser de utilidad, no tengo magia y sé muy poco de monarquía y de reuniones sociales.
—Pediré que te enseñen toda la etiqueta que hayas olvidado, pero tienes que recordar todo rápidamente y no decepcionar ni hacer quedar mal a la familia real. —Jeno murmuró. —Creo que podrás hacerlo, fuiste criado para gobernar.
—Creería más que fui criado para ser un omega y dar bebés a mi esposo. —Jaemin hizo una mueca de asco.
Jaemin se asentó un poco más cerca de Jeno, Jeno no se movió, pero empezó a sentirse incomodo, no le gustaba cuando Jaemin hablaba de bebés cuando se aceraba tanto a él.
—Ah, sería mejor que te sentaras más lejos. —Jeno murmuró con suavidad.
Jaemin tomó espacio y se sentó en el otro sofá con suavidad.
—¿Porqué mejor no te retiras de mi habitación? —Jaemin ni siquiera se estaba dirigiendo con respeto al rey.
Jeno frunció los labios y observó la ventana.
—Debo durar un mínimo de minutos para al menos fingir que estoy intentando algo. —Jeno chasqueó la lengua.
Jaemin soltó una carcajada, luego se tapó la boca porque probablemente habría un montón de gente chismosa afuera de su habitación y escuchando tras la puerta con curiosidad.
Luego volvió a levantarse y se sentó en el mismo sillón que Jeno, pero manteniendo la distancia. Se estaba divirtiendo, provocándolo, era hasta lindo.
—¿Quieres que grite y finja algo para que las personas escuchen algo que no deberían? —Jaemin sonrió. —Ay, seguramente Ningning se volvería loca y lo chismosearía con un montón de gente a la que le caigo mal.
Jeno soltó un suspiro y miró a Jaemin, sabía que no gritaría nada vulgar, pero este Jaemin parecía más abierto mentalmente a ciertas cosas.
—Ningning, ¿Ese es el nombre de tu sirvienta pelirroja? —Jeno mencionó.
—Si. —Jaemin dijo. —Es una buena amiga y me ha seguido con lealtad.
El rey se quedó completamente callado e hizo una pausa un tanto lenta. Miró a su esposo y soltó un suspiro resignado, definitivamente había perdido la memoria y era otra persona completamente diferente.
—Te sigue sirviendo a pesar de lo que le hiciste. —El rey murmuró. —No sé si de verdad te tiene miedo o por qué sigue aquí.
—Somos amigos ahora. —Jaemin susurró.
—La acusaste de ser entrometida, le tendiste una trampa para hacer parecer que robó tu joyería mientras se encargaba de la limpieza de la habitación. —El rey Jeno explicó. —La mandaste azotar y casi ordenaste que le cortaran la cabeza a ella y a su familia, estaba aterrada y suplicó por clemencia ante mí.
Jaemin tragó saliva, cuando Ningning fue recontratada, ella parecía temerosa de la malvada reina bruja, Jaemin sabía que le había hecho algo malo, pero Ningning no le contó la gravedad del asunto.
—De verdad suena a que soy un monstruo. —Jaemin dijo bajando la mirada y recargándose en el asiento contrario.
—Lo eres. —Jeno susurró. —Quiero decir, lo eras... No sé cómo ayudarte a recuperar tu memoria, pero... Desearía que no volvieras a ser esa persona nunca. Leí tu diario, contemplé lo que hizo tu madre, pero creo que las personas eligen lo que quieren o no quieres hacer o ser.
Jaemin simplemente asintió. Aunque las historias eran tristes, no había que elegir el camino de la violencia, de las malas acciones, Jaemin siempre fue partidario de vivir su vida de forma tranquila, amable y agradecida.
—No sé si esa persona pueda volver. —Jaemin susurró. —Me disculparé con cualquiera que sea debido, protegiendo a la virtud de la corona.
—No tienes por qué disculparte. —Jeno mencionó. —Los reyes no se disculpan, aunque si puedes hacer actos bondadosos para corregirlo. Te secundaré si es lo que quieres.
—Sigo sin saber cómo llegué aquí, fui una persona horrible, ¿Cómo me convertí en reina de Wonderland? —Hizo una pausa. —Entiendo tus puntos y lo que tuve que hacer, pero hubiera terminado muerto hace mucho tiempo.
—Quizá encarcelado, pero siempre usaste el poder de la reina, te sabes mover bien. —Jeno habló con suavidad. —Deberías seguir así buscando la forma de enmendarte.
—Sé que soy malo, pero ¿Qué hay de ti? —Jaemin cruzó los brazos con tristeza. —No me hables como si fueras perfecto, también te equivocas y podría decirse que eres una mala persona también.
—¿Soy malo? —Jeno suspiró. —Bueno, quizá desde tu perspectiva, pero soy considerado un buen rey.
—Sí, pero hablamos de ti en general, como padre pensaba que eras horrible, considero que eres bueno, tal como buen rey, pero como hombre y como esposo, siento que eres despreciable. —Sonrió. —Pero bueno, ahora estamos trabajando en eso. —Jaemin se acercó más a Jeno y le sonrió. —Cambiemos ambos por el bien de Wonderland.
Jeno asintió, sentía a Jaemin cerca, pero sus palabras resonaban más que las feromonas que ambos lanzaban.
—Será mejor que me vaya. Ya pasó una hora. —Jeno murmuró. —Buenas noches, reina Jaemin.
Jeno se levantó de su lugar e hizo una reverencia para salir de la habitación. Jaemin solo levantó los hombros y se acostó en su cama.
—Oye, Haechan. —Jaemin habló. —¿Cómo crees que debería disculparme con Ningning?
—No me disculparía. —Haechan susurró en la oscuridad. —Ella sabe a lo que se arriesga, regresó a su trabajo porque su honor como el de su familia estaba en juego, nadie los querría de aliados si tenían a la familia real de Wonderland en su contra. Solo deberías hablar con ella.
Jaemin se quedó en silencio y sintió. Lo mejor ahora era dormir. Se sentía demasiado cansado.
Continuará...
Chapter 25: Capítulo XXV
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Jaemin miró a su hija de nuevo, le encantaba esa palabra, "hija", más que pensar que Winter era una hermanita linda, ella era su hija, una niña hermosa que le decía mamá, que le enseñaba cosas y disfrutaban del tiempo que compartían.
Haechan estaba en el espejo del tocador, Winter sonreía mientras miraba su reflejo y Jaemin cepillaba el cabello de la princesa con suavidad para deshacerse de todos los nudos que tenía.
El cabello de Winter era largo y negro, y un negro tan oscuro como el de Jeno, como el de Mark. Jaemin frunció los labios y sonrió.
—Ya has quedado Winter. —Jaemin sonrió. —Se me hace tan extraño venir a peinarte a tu habitación, ¿Segura que no quieres volver a dormir con nosotros?
Winter aclaró su garganta con firmeza y se sintió un poco más cohibida.
—No, digo, ya soy una princesa grande, pronto me convertiré en un alfa o una omega, además, —Hizo una vergonzosa pausa. —He escuchado rumores de que mi padre está buscando dormir en su habitación.
—Bueno, no es como que esté durmiendo en mi habitación, siempre se va a una hora prudente. —Jaemin aclaró la garganta. —¿Dónde escuchaste eso?
—Las institutrices cuchicheaban sobre eso. —Winter soltó una risita. —Una parte estaba dividida, creen que mi padre no le ama y otra parte dicen que probablemente venga un nuevo heredero pronto, un varón alfa de preferencia. —Suspiró.
—Oh, Winter, no habrá herederos, tú eres la única, pensé que ya lo habíamos hablado. —Jaemin murmuró.
—No. No es eso, pienso que está bien. —Winter hizo una mueca. —Creo que el hecho de que yo sea la heredera no debería de afectar el que tengan más bebés. —Hizo una pausa. —Además no quiero, uh, no quiero que mi padre se case con otra persona que quiera tener hijos con él. —Tomó aire. —Tampoco quiero que no seas marcado, no quisiera que te fueras del palacio, me gustaría que te quedaras aquí por siempre.
Jaemin llevó instintivamente su mano a su cuello, Haechan ya le había hablado de las marcas, pero aún así quería ignorar el hecho de que lo morderían como un vampiro, aunque era más un lobo listo para arrancarle la piel. Jaemin guardó silencio.
Estaba bien, así.
—Eso no pasará, Winter. —Jaemin murmuró. —Me quedaré aquí hasta que ya no pueda más, eres mi hija y éste es mi reino ahora.
Jaemin le dio un beso en la cabeza a Winter y la abrazó por el cuello, la niña abrazó los brazos de su madre y cerró los ojos.
—Por cierto, ¿Cómo sabes que Jaemin y tu papá no tienen un lazo todavía? Jaemin siempre sale con esa ridícula cosa en el cuello. —Haechan habló mientras se veía que cruzaba los brazos.
Winter negó con la cabeza.
—A las sirvientas les gusta hablar mucho, dicen que si mi padre ya hubiera mordido a mi madre, él lo luciría con demasiado orgullo y no lo está haciendo. —Winter murmuró. —Creen que mi papá está hechizado y por eso va a la habitación de la reina.
—Vaya. —Jaemin murmuró. —Sería bueno hechizarlo, pero no tengo magia, aunque estamos tratando de llevarnos mejor, tampoco es...
—Los bebés vendrán cuando tengan que venir. —Haechan interrumpió. —Me encargaré de espiar esas conversaciones por todo el castillo, odio a la gente chismosa.
—Si, si escucho algo, te lo haré saber. —Winter mencionó al espejo.
—Lo mejor será que vayamos a dormir. —Jaemin mencionó mientras cargó a su hija.
Winter se sentía más pesada, sus huesos ya no se clavaban en la piel cuando la sostenía, tenía un bonito color rosado en las mejillas. Jaemin la depositó en la cama, la cobijó y le dio un beso en la frente a la pequeña.
Winter sonrió, besó su espejo de mano donde Haechan recién apareció del tocador. Y también le dio un beso en la mejilla a su madre.
—Buenas noches. —Ella se despidió.
Jaemin sonrió y salió de la habitación de la princesa, se dirigió a su respectivo dormitorio y se encerró. Ningning ya se había ido. Lo mejor era que pudiera descansar.
Jaemin se colocó la pijama y se dejó caer en el colchón mientras Haechan aparecía en el espejo de al lado de su cama.
—He leído este libro un montón de veces desde que el rey me lo dio, pero sigo pensando que el antiguo Jaemin sufrió, pero no tanto como para convertirse en villano. ¿No lo crees? —Jaemin preguntó.
—Los villanos siempre tienen historias complejas. —Haechan hizo una pausa. —Muchas veces ellos creen que están haciendo las cosas bien, pero están creando caos con acciones que para ellos están justificadas. —Explicó.
Jaemin respiró, normalmente en los cuentos o películas de fantasía se sabía bien que los villanos nunca ganaban, que siempre triunfaba un final feliz, pero los villanos eran mediocres.
Él estaba viviendo su realidad y estaba seguro de que no quería ser un villano, pero tampoco quería ser considerado un inocente y estúpido del cual se pudieran aprovechar.
—No lo sé, solo sé que puedo ser diferente. —Jaemin sonrió. —He estado pensando en cómo ayudar, sé que tengo oscuridad en mi cuerpo que bloquea mi magia, pero no por eso sucumbiré y me convertiré en alguien malo. —Hizo una pausa. —No quiero que Winter piense que me puedo ir de su lado.
Haechan hizo una pausa. Frunció los labios y miró a Jaemin.
—¿Alguna vez te has preguntado si el antiguo Jaemin pudo hacer equipo con un villano mucho peor? —Haechan murmuró.
—¿A qué te refieres? ¿Hacer equipo con su madre o con la reina Yoona? No hay villanas más terribles que ellas. —Jaemin hojeó de nuevo su diario y arrugó el ceño.
Haechan se quedó callado, Jaemin lo sintió un tanto raro, así que le preguntó si pasaba algo, a lo que Haechan no contestó, no porque pasara algo, sino porque había algo que lo inquietaba.
—Es algo que dijo Winter. —Hizo una pausa. —Sobre el mago de obsidiana. Te has preguntado ¿Qué pasaría si te divorciaras, te casaras con él y tuvieran un hijo? —Le comentó.
La mirada de Jaemin se iluminó y sonrió con ternura, si Jaemin y Mark hubieran podido adoptar un niño sería alguien calmado, que le gustara ver el cielo y les tuviera miedo a los juegos mecánicos de la feria, también sería un niño con paladar torpe y malo para la cocina como lo era Mark, pero no importaba, Jaemin le haría de comer deliciosa comida mientras lo preparaba para ir a la escuela.
—Sería un sueño hecho realidad, un niño así de lindo sería adorable ¿No lo crees? Creo que podríamos ser felices. —Jaemin sonrió pensando en cómo hubiera podido suceder todo si Mark no hubiera muerto tan precipitadamente, bueno y si él tampoco hubiera muerto.
—Hay algo que no me gusta de él. —Haechan susurró con suavidad.
Jaemin arrugó el ceño y se sintió un poco preocupado, Haechan era más de "tirar mierda sin pensar", pero con Mark estaba siendo extremadamente cuidadoso con sus comentarios.
—¿Por qué? —Jaemin murmuró. —¿Qué es lo que te preocupa?
Haechan se quedó callado y frunció los labios. No, no le agradaba, pero no tenía ninguna justificación bien hecha como para poder justificar sus argumentos, Mark nunca había hecho algo malo, incluso salvó a Jaemin y a Winter en el incidente de Año Nuevo.
—Es poderoso. —Haechan susurró.
No había que ser un genio para notar el poder que Mark tenía en su interior, un mago bien entrenado con habilidades que sobresalían, su cuerpo se sentía como una barrera que limitaba su poder. Fue el único que notó la presencia de un objeto mágico como lo era el espejo mágico.
—¿Eso no es bueno? —Jaemin susurró. —Me alegra que tenga poder. Quiero que consiga todo lo que quiere.
—Jaemin, él no es tu Mark, no sabes quién es realmente. —Haechan murmuró.
Y había algo raro, Haechan se sentía lleno de temor, era precavido con sus palabras. Haechan estaba viendo algo que Jaemin ignoraba, y eso era malo, porque Jaemin ignoraba muchas cosas y les pondría toda su fe a los consejos de su espejo.
—¿Y a qué le tienes miedo? —Jaemin susurró con un tono oscuro.
—Me dan miedo las personas que no tienen nada que perder. —Haechan sonrió. —Las personas con poder que no tienen nada que perder, pero que tienen muchas cosas por las cuales luchar, a esas personas hay que tenerles miedo porque son los peores villanos.
Jaemin abrió la boca indignado.
—¡Mark no es ningún villano! ¡Él es un hombre dulce y amable! —Jaemin gritó, de nuevo su amor por su antiguo crush lo estaba cegando.
Haechan sinceramente no quiso decir nada, había algo en Mark que lo incomodaba de sobremanera, no le gustaba que hubiera un mago tan poderoso con una historia familiar tan conflictiva y mucho menos con un amor no correspondido. Haechan tenía la idea de que el mago de obsidiana podría hacer cualquier cosa por amor, y en este caso, podría hacer cualquier cosa por Jaemin.
—Te sugeriría que tengas cuidado. —Haechan mencionó. —Y jamás me invoques cerca de él, no le tengo nada de confianza.
Jaemin se sorprendió. ¿Qué notaba Haechan que Jaemin no?
Haechan se veía enojado. ¿Realmente Mark era tan mala persona? Ahora Jaemin tenía más dudas que cualquier otra cosa. Y sabía a quién debía de preguntarle, seguramente él tendría la respuesta.
¿Qué había pasado entre Jaemin y Mark para que todos pensaran que Mark era un villano?
Continuará...
Chapter 26: Capítulo XXVI
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Jaemin abrió los ojos en cuanto su dama abrió las cortinas, el sol entró con vigor, Jaemin se sentía adormilado, le había dado muchas vueltas al tema de Mark la noche anterior. Observó el diario del antiguo Jaemin en la mesita de noche y se levantó rápidamente.
—Ningning. —Jaemin mencionó con suavidad.
—Mande, majestad, ¿En qué puedo ayudarlo? —La dama de cabellera roja hizo una reverencia y bajó la cabeza.
—Dime algo. —Jaemin murmuró. —¿Por qué te acuse de robo hace tantos meses?
La cara de Ningning cambió a un terror extremo, miró al suelo y luego a la reina, no le gustaba ese tema. Jaemin lo sabía, así que se levantó de la cama y se acercó a la dama para solicitarle que mantuviera la calma.
—No lo mencionaré. —Ella dijo. —Su secreto se irá a la tumba conmigo.
—Ningning, pensé que éramos amigos, sé que te traté mal antes de perder la memoria y no sabes cuanto me arrepiento. —Se arrodilló en el suelo e hizo una reverencia. —Lo lamento tanto.
—¡Reina! —Ningning pareció llena de pánico. —Levántese, no, no puede hacer eso. —La dama quería llorar.
—Sé sincera conmigo, por favor. —Jaemin pidió.
—Lo haré, le contaré, pero por favor, levántese, si alguien lo ve...
—No pasará nada, necesitaba disculparme contigo, fui una persona cruel, y te traje a trabajar conmigo sin importarme tus sentimientos o tu posición. —Jaemin frunció los labios.
Ningning le tomó del brazo y lo levantó del suelo. Jaemin se sacudió las rodillas y se puso de pie, señaló los sofás y sentó a Ningning en uno.
—Reina Jaemin, dije que no mencionaría el tema, así que está mejor así, no quiero que tenga una recaída. —Ella mencionó.
—Necesito sinceridad de tu parte. —Jaemin miró a Ningning.
Y la dama dudó, por más que había dicho que jamás hablaría, por más que suplicó, la antigua reina le mandó azotar, pensó que sería mejor morir, pero la nueva persona que tenía frente a ella era diferente, era amable, era dulce y linda con la princesa Winter.
No se parecía nada a la malvada bruja.
—Majestad. —Dijo la de cabello rojo con algo de pena.
—Necesito saberlo, necesito saber qué cosas horribles hice y por qué, no se repetirá, te quiero de mi lado y creo que ha sido algo mutuo, puedes pedirme lo que quieras, yo velaré por ti y por tu familia mientras pueda. —Jaemin dijo.
Ningning hizo una mueca y bajó la mirada. Con un susurro inaudible, cerró los ojos y habló.
—Encontré una carta mientras limpiaba, no estaba en su sobre y la leí. —Ningning murmuró. —Traté de dejarla en su lugar, pero usted se dio cuenta de que alguien la había tomado, fue claro que yo había sido la culpable porque era la única que limpiaba sus pertenencias.
—¿Y qué decía esa carta? ¿Qué pasó con ella? —Jaemin murmuró.
Ningning hizo una mueca, estaba dolida, bajó la mirada con preocupación y siguió hablando.
—Usted quemó la carta. —Hizo una pausa. —No decía quién la enviaba, no la leí toda, pero hubo una parte que me dejó preocupada, era la letra de una mujer. —Aclaró su garganta. —Y decía que si no podía darle un hijo alfa al rey Jeno, debería intentar embarazarse del príncipe Mark, sería la misma genética, siempre y cuando el rey Jeno siguiera en el poder y eliminaran a la princesa Winter.
Jaemin se sintió incómodo ante aquella declaración, estaba apenado, además ¿Quién era la persona con la que se mandaba cartas? ¿Sería su madre? ¡Ah! ¿Por qué era tan necesario tener un heredero?
El rey Jeno era alérgico a los omegas y el príncipe Mark era muy amable y Jaemin sin duda se iría con él, pero resultaba que Jaemin estaba casado y bueno, no es como si le correspondiera, además... Haechan decía que Mark no le caía bien, esa debía ser una señal.
—Agradezco que me lo compartieras. —Jaemin dijo con sinceridad.
—Siempre quise trabajar en este palacio, es un trabajo lleno de honor, pero ahora le tengo respeto, es una buena persona, reina Jaemin, por favor, ame tanto a este reino como lo hacemos todos los trabajadores del palacio.
Jaemin solo asintió con suavidad.
—Lo prometo. —Jaemin contestó. —No dejaré que la persona que era regrese, me quedaré aquí y amaré Wonderland como si fuera mi hogar.
Ningning sonrió, porque ella sinceramente creía en las palabras de su reina, la reina Jaemin era un hombre valiente, había cambiado mucho, era casi otra persona, su amnesia no era normal, pero Ningning rezaba todos los días porque los recuerdos de la reina jamás regresaran y se quedara como actualmente era.
[...]
Esa misma noche, Jaemin se vistió con sus pijamas más llamativas y caminó a la habitación de su esposo, había algunos guardias en la parte de afuera, sin embargo, se sorprendieron al ver a la reina frente a ellos.
No era protocolo que la reina visitara los aposentos del rey a altas horas de la noche.
—No puede pasar, el rey Jeno dijo que no podíamos brindarle paso a nadie, sobre todo a usted, por las noches. —Dijo uno de los guardias.
—Vaya a hablar uno con él y dígale que lo espero en mi habitación pronto. —Jaemin mencionó con coraje.
Los guardias apreciaban sus cabeza, nadie molestaría al rey en su alcoba solo por la orden de un omega caliente que solía ir todas las noches a plantarse frente a la puerta del rey para poderle dar bebés. Una locura si lo pensaban.
Los guardias creían que la reina Jaemin había cambiado, pero seguía teniendo las mismas actitudes que antes.
—¿Qué está pasando? —El rey Jeno abrió la puerta.
—Rey Jeno, la reina Jaemin vino a verlo, le prohibimos la entrada como ordenó. —El guardia se inclinó y explicó la situación.
Jeno observó a Jaemin y tomó aire, un respiro muy profundo.
—Solo quería discutir algo que me tiene preocupado, es la única persona que me podía dar respuesta, no vine para quitarle tiempo, si no está permitido que entre, puede ir a mi habitación. —Jaemin mencionó.
—No, está bien, adelante. —Jeno abrió un poco más su puerta y dejó pasar a Jaemin.
Los guardias solo se mantuvieron en silencio. Cuando Jaemin ingresó, Jeno cerró la puerta. Jaemin inspeccionó el lugar, era demasiado grande y elegante, olía bien, simplemente se sentó en uno de los sillones y esperó a que Jeno hiciera lo mismo.
—¿A qué debo tu visita? No es día de vernos por las noches.
Cuando estaban solos, Jeno le hablaba de tú a Jaemin, Jaemin quiso hacer lo mismo, parecía que a Jeno no le molestaba, o al menos no lo decía, quizá porque hacía lo mismo, pero ahora tenía una mueca cansada en el rostro.
—Lo sé, por eso quise buscarte. ¿Por qué no se me permite entrar a tu habitación? —Jaemin preguntó.
—Un omega buscando un embarazo del rey, no hay que ser un genio. —Jeno tocó su cabeza, le dolía pensar en aquellos días. —Espero que no sea el motivo por el que estás aquí.
Jaemin solo soltó una carcajada divertida.
—Le temo a un embarazo, quizá el Jaemin normal hubiera dado todo por cumplir su deber, pero el Jaemin amnésico le tiene miedo a un embarazo, que horror. —Hizo una pausa. —En fin, estoy porque tengo una duda.
Jeno se acercó a Jaemin y tragó saliva, estaban a una distancia prudente para no sentirse enfermo, lo miró y asintió.
—¿Qué es?
—¿Qué pasó entre Mark y yo para que hay tantos rumores sobre nosotros?
Jeno se quedó completamente callado, no sabía cómo reaccionar, ¿En serio Jaemin estaba siendo tan directo? Jeno tenía una idea de lo que había pasado, pero quién debía responder esa pregunta era el mismo Jaemin o quizá Mark.
—La gente suele hablar de más. —Jeno respiró. —Sinceramente espero que no haya habido nada entre ustedes.
—¿Entonces por qué la gente le tiene miedo? ¿Por qué no me dejan interactuar con él? ¿Es realmente malvado como lo pintan? —Jaemin cuestionó.
Jeno se quedó completamente callado y miró a Jaemin. Luego empezó a contar una historia, una larga historia sobre su pasado.
—No creo que sea malvado, no ha hecho nada... —Hizo una pausa. —No estoy orgulloso, pero mi madre intentó muchas veces acabar con él y con su madre. —Aclaró la garganta. —Mi padre estuvo a favor de tener una concubina al saber que mi madre no podía embarazarse. —Frunció los labios. —La madre de Mark era una maga de sangre, usaba a la luna para sus hechizos. —Murmuró. —Una maga y un rey, mi padre estuvo feliz al saber que tendría un heredero, pero mi madre no, ella era la reina, así que buscó embarazarse también. —Jeno murmuró. —Mark y yo nos llevamos 7 meses de diferencia en nuestras edades.
Jaemin asintió.
—Ambos eran hijos del rey, supongo que buscarían al heredero del trono que mejor les conviniera. —Jaemin declaró.
—Mark se reveló como alfa primero, todo el mundo estaba feliz, incluyendo a mi padre. —Jeno explicó. —Había mucha presión sobre mí, yo también debía de ser alfa o Mark sería el heredero por ser el primogénito. También resulté ser un alfa y empezó una guerra de sucesión durante un año, teníamos pruebas, exámenes, nos involucramos en política, con el pueblo, con los nobles. Mi madre tenía muchas conexiones con otros reinos, pero Mark tenía magia.
—¿Y qué pasó? —Jaemin murmuró.
—Mi padre murió poco después que yo cumpliera 13 años. —Jeno dijo. —Como mi padre no dejó heredero, la reina se quedó a cargo, lo primero que hizo fue correr a la maga y a Mark del palacio. Nadie se interpuso y pues al ser el hijo legítimo, me coronaron a mí.
—¿Y qué pasó con Mark? —Jaemin cuestionó.
—Se escondió con su madre, vivieron en pueblos pequeños, pero había mercenarios enviados por mi madre que siempre quisieron acabar con ellos. —Hizo una pausa. —Yo me casé, tuve a Winter y mi hija quedó como heredera de todo, pero si Mark tuviera un hijo, un alfa, sería posible que su heredero subiera al trono y obtenga venganza.
—¿Mark sería capaz de hacer eso? —Jaemin mencionó. —¿De lastimar a Winter?
Jeno guardó silencio y frunció sus labios.
—Sé que Mark buscaba subir al trono. —Hizo una pausa. —Pero hubo un accidente, la casa donde ellos vivían se incendió, Mark y su madre debieron morir de tan peligroso que fue, la concubina murió, pero Mark resurgió de las cenizas. —Jeno hizo una pausa. —Entró a estudiar al "Imperial Magic" y dijo que no quería el trono, que se dedicaría a ser un mago.
—¿Crees que aún quiera el trono? —Jaemin preguntó.
—No lo sé. —Hizo una pausa. —No había estado interesado hasta tu cumpleaños pasado.
—¿Por qué? —Jaemin cuestionó.
—¿Te has preguntado qué pasaría si te divorciaras de mí, te fueras con él y tuvieran un hijo alfa? —Jeno murmuró.
Era una frase que Haechan ya había planteado. Jaemin se quedó pensando, ¿Qué era lo que podía pasar? Jaemin tenía una hipótesis, pero no estaba seguro, le gustaba Mark, pero no se atrevería siquiera a dejar a su pequeña Winter.
—¿Qué pasó el día de mi cumpleaños? —Jaemin susurró con un tono preocupado.
—Nunca me había nacido decirte sobre mi enfermedad. —Hizo una pausa. —El día de tu cumpleaños se supone que debíamos abrir el baile formal al que invitaste a todos los nobles, no pude ni tocar tu mano y te dejé solo. —Frunció los labios, o mismo que hico en el baile del rey Jaehyun. —Fue Mark quien apareció como un héroe, sacándote a bailar entre la multitud, le sonreías de una forma que dio miedo, porque él te sonreía de vuelta como si le gustaras.
—Bueno, no puedo quejarme, no lo recuerdo, pero sin duda Mark es un héroe que siempre me salva de los momentos más incomodos. —Sonrió. —Después de perder la memoria, puedo sentir la sinceridad cuando se acerca.
Jeno bajó la mirada y suspiró.
—¿Te gusta? —Jeno preguntó con un sentimiento difícil de explicar. —¿Es algo como tu destinado?
—No estoy seguro de cómo se debe sentir un destinado, pero sin duda, le tengo aprecio a Mark, ha sido muy amable conmigo. —Jaemin mencionó. —Quería ser sincero al menos con eso.
—Pensé que pedirías el divorcio y te irías con él. —Jeno soltó un comentario de sinceridad. —Ambos me odian de diferentes formas, sería fácil acabar conmigo y con Winter, y eras demasiado inteligente, incluso si buscaras el trono de Wonderland, mi medio hermano sería la mejor opción.
—Oh, no, justo ahora ni siquiera sé en qué posición me encuentro, solo sé que Winter es mi hija ahora, y es la heredera del reino. —Jaemin sonrió. —También tendré más consideración cuando haya bailes, como reina tengo mucho que aprender.
Jeno solo asintió.
—¿Quieres ser reina en funciones? Sería bueno que empezaras a acompañarme a las sesiones ordinarias de peticiones. —Jeno dijo. —Doyoung y yo nos encargamos de muchas cosas, pero sería buenos si también te unieras.
—Claro. —Jaemin sonrió. —No se si pueda ser de ayuda, pero lo intentaré.
—Eres de ayuda. —Jeno murmuró.
Y pudo respirar con tranquilidad, a pesar de que Jaemin estaba en la misma habitación, Jeno se sentía tranquilo con la presencia de su esposo, pero al mismo tiempo se sentía preocupado. Tenía miedo de perder todo lo que había construido actualmente.
Continuará...
Chapter 27: Capítulo XXVII
Notes:
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Jaemin jamás se había sentado en un trono, se sentía poderoso, estaba emocionado, a su lado Jeno estaba un tanto preocupado, Jaemin se veía mucho más alegre de lo que debería, no sabía si era una buena idea haberlo invitado, incluso los doctores y magos del palacio se cuestionaban la decisión de Jeno preguntando si se encontraba enfermo o embrujado.
—Lee la primera carta, Doyoung. —Jeno mencionó.
Eran cartas sobre la agricultura y sembrado de algunas raíces, buscaban ayuda de magos para atraer lluvias que los ayudaran con la producción. Las siguientes hablaban sobre un grupo de piratas que se encontraban con la frontera de Armagedón y si podrían enviar algunas tropas ya que se escondían en una pequeña isla y en el mar.
Jaemin estaba sorprendido porque no sabía qué hacer, su opiniones no eran comunes, y no tenía mucha idea de razones políticas y gestión pública.
—Siguiente carta. —El rey Jeno mencionó.
—Rey, no creo que deba leer esta carta en voz alta. —Doyoung aclaró la garganta.
—¿Por qué? —Jeno mencionó. —Los asuntos del rey también serán asuntos de la reina.
Jaemin se sintió orgulloso de al fin ser tomado en cuenta, Jeno y él podrían volverse un buen equipo si seguían trabajando juntos. Doyoung frunció la boca, y empezó a leer.
—De parte del reino de Armagedón. Una invitación de cumpleaños, solicitan que los reyes asistan a la fiesta de revelación de subgénero de la princesa Karina, y en caso de que sea una omega, que el rey de Wonderland, futuro emperador, la tenga en cuenta para convertirla en concubina. —Doyoung mencionó.
Jaemin levantó la ceja, ese nombre le sonaba. La reina Yoona ya había mencionado aquel tema, ¿Pero también los reyes de ese reino? ¿Los propios padres de la princesa? ¡Que locura!
Jaemin jadeó con enojo. Jeno abrió la boca y relamió los labios.
—Sé que el mundo me odia porque no hemos tenido bebés. —Jaemin mencionó con molestia. —¿Pero tener una concubina de la edad de tu hija? —Jaemin levantó la ceja con enojo.
—Jamás tomaría una concubina y mucho menos de la edad de Winter.
—¡Claro que no! ¡Eres demasiado viejo para ella! —Jaemin gritó con rabia. —¡Eso es como pedofilia! —Apretó los dientes.
—Yo sé que es malo, hay una diferencia de 14 años entre la princesa Karina y yo. —Jeno murmuró. —La exreina Seulgi era 10 años mayor que yo, es algo normal entre la realeza, pero hasta yo estoy en contra de esto.
Jaemin arrugó el ceño. ¿Había oído bien? ¿Catorce años entre la princesa Karina y Jeno? ¿Qué edad se supone que tenía el rey Jeno? Tenía su misma edad... ¿Pero?
—¿A qué edad se supone que tuviste a la princesa Winter? —Jaemin mencionó con un tono asustado.
Jeno se quedó callado, arrugó el ceño y Doyoung rápidamente salió del salón real, no quería escuchar alguna pelea que evidentemente vendría, además iban a tener una sesión un poco más seria y debía de ir por los invitados de honor.
Jaemin, por su parte, estaba un tanto preocupado. ¿No era mucha diferencia también entre la reina Seulgi y el rey Jeno? Jaemin se sentía un tanto asqueado. ¿Por qué era normal que la realeza casara a sus hijos menores con alguien tan mayor? ¿O darlo al mejor postor? Jaemin realmente había sido suertudo, se pudo casar con un rey, pero ¿A quién lo hubieran dado si Jeno no hubiese llegado? ¿él estaría con un viejito acabado con el titulo de concubina?
¡Qué horror!
—Tenemos invitados importantes ahora, ellos querían verte, así que no hagas preguntas incómodas. —Jeno levantó la barbilla y se irguió, quería que Jaemin dejara de pensar idioteces. —Dirigirte con propiedad, sé cortés y usa una voz dulce.
Jaemin asintió.
Doyoung abrió la puerta y presentó a los invitados.
—Entran el rey Minho y la reina Jisung de Neverland. —Habló.
Frente a ellos caminaron dos reyes de un reino del que Jaemin solo había escuchado, más no conocido. Aunque también pensaba que el nombre de aquel lugar sonaba a un cuento de su tierra: Peter Pan.
El rey Minho lucía angustiado, y la reina tenía los ojos rojos, había llorado anteriormente manchando su morena piel.
—Buen día, rey Jeno, reina Jaemin, mi esposo, el rey Minho y yo hemos venido en busca de apoyo y consejo. —Habló el hombre moreno que Jaemin pudo notar que tenía una cicatriz en la nuca y la semi ocultaba con collares.
—¿En qué podemos ayudarlos? —El rey Jeno hizo una reverencia con la cabeza.
—Hemos oído que la reina Jaemin era conocida como la "princesa de corazones" cuando vivía en el reino de Dreamland. —La reina Jisung murmuró. —Queremos ayuda con el tema de una enfermedad llamada "El corazón envenenado".
Jaemin sabía que había oído el término, pero no estaba seguro de qué trataba.
—¿En qué podría ayudarlos? —La reina Jaemin murmuró.
—Alguien me ha hechizado. —La reina Jisung habló con tristeza extrema y mostró la muñeca de su brazo con una extraña marca. —La enfermedad del corazón envenenado hace que no te puedas acercar a la persona que más amas, cuando te acercas, a las dos personas les empieza a doler el corazón. —Sintió sus ojos cristalinos y se escapó una lágrima.
—¿Ustedes han sido víctimas del hechizo? —El rey Jeno frunció los labios, no lo parecía.
—No, solo fui yo con mi hijo Jeongin, es un pequeño bebé todavía, el no poderlo cargar entre mis brazos o entrar a su habitación, no sé qué hacer. —La reina comenzó a llorar. El rey Minho guardó silencio y tomó de la mano a su reina. —Hemos ido con varios magos, pero no tienen la solución.
—No podemos seguir así, por eso hemos venido en busca de ayuda. —Dijo el rey Minho. —Por favor. En caso de que nos ayuden, Neverland quedará a favor de su reinado y de la conversión de Wonderland en el imperio que guie a los demás reinos.
Jaemin había escuchado eso, Jeno necesitaba el apoyo de los reinos aledaños para convertir el reino de Wonderland en el imperio principal, dejaría de ser rey para convertirse en emperador y ayudar a todos los reinos que pertenecieran al imperio.
—A nosotros nos encantaría ayudar sin que esté en juego algún favor. —La reina Jaemin habló. —Entiendo el amor que le tienen a su hijo, solo que ahora, me temo que mi magia ha sido bloqueada, no hay forma en la que pueda ayudarlos.
Jeno abrió los ojos, Jaemin no era nada discreto con la perdida de sus poderes, era una desventaja, para la reina Jisung y el rey Minho también fue una sorpresa, pues pensaban que el plan "A" funcionaría, pero ahora tendrían que recurrir al otro plan que no querían.
—¿Bloqueado? —La reina Jisung comentó. —¿Alguna enfermedad o es un hechizo de bloqueo? —Miró al rey Jeno. —¿Qué han dicho los magos del imperio? ¿Es contagioso?
—No, no es contagioso. —El rey Jeno habló. —Los magos han dicho que es cuestión de reposo y tratamiento. —Mintió.
—¿Hay posibilidad que los magos de Imperial Magic puedan ayudarnos? —Minho murmuró. —¿Incluso a la reina Jaemin?
Jaemin levantó la ceja. Haechan ya le había dicho que no iba a poder usar magia hasta que la oscuridad de su cuerpo se fuera, pero tenía que hacer una depuración de años o limpiezas especializadas hasta que la pureza de su corazón y de su cuerpo quedaran de acuerdo en qué bando tomar.
Pero ¿Qué clase de magos había en ese lugar? ¿Y qué era para empezar?
El rey Jeno arrugó su ceño, el director de aquella escuela era fiel seguidor del reino de Wonderland, pero Jeno no quería ir a ese lugar y mucho menos solicitar su ayuda, sabía leer muy bien leer entre líneas lo que querían los reyes de "Nunca Jamás".
—Seguimos en investigación. —Jeno murmuró.
—Los magos de Imperial Magic están especializados en muchos tipos de magia, algunos están involucrados buscando la magia del mago de oro. —Dijo el rey Minho con seguridad, pensando que quizá si ejercía un poco de presión, el rey Jeno cedería con mayor facilidad. —Se sabe que el conjuro del corazón envenenado es un hechizo que creó el antiguo mago de oro. ¿No hay ningún mago que pueda contrarrestarlo?
—El mago de oro desapareció hace siglos. —El rey Jeno trató de sonreír.
—¿Y no hay textos o libros de hechizos? ¡Por favor rey Jeno, necesitamos su ayuda! Imperial Magic responderá a una plegaria enviada de Wonderland a comparación de si es enviada por Neverland.
Y Jeno asintió, sí, sí sería respondida y el tiempo de espera de respuesta de la solicitud sería menor, pero para eso Jeno tendría que ir a la Torre de magia y pedir ayuda.
—Buscaremos apoyo. —La reina Jaemin mencionó. —Trataremos de encontrar la cura.
Jeno soltó un suspiró por la declaración de su reina.
—Muchas gracias. —La reina Jisung hizo una reverencia. —Quizá ahora no lo sepa, pero el día que tenga un hijo o hija de su propia sangre, sabrá lo imposible que es alejarse de nuestros pequeños bebés. —Declaró.
Jaemin aclaró su garganta.
—No necesito tener un hijo de mi sangre para conocer la sensación. —La reina Jaemin mencionó. —El solo imaginar perder a mi hija Winter me hace estremecer. Ayudaremos en la búsqueda de la cura, solo tengan paciencia. Encontraremos la forma.
Jeno sabía que Jaemin no debía prometer algo que no podía cumplir, pero le encantaba cuando escuchaba a su reina decir que Winter era su hija, Winter merecía una madre omega que pudiera cuidarla y amarla como Seulgi no pudo, aunque sabría que Seulgi no lo hubiera hecho.
La reina Hanji hizo una mueca, pero asintió, al parecer los rumores de que la reina Jaemin era malvada y que estaba peleado con el rey Jeno eran mentira, se veían unidos y amables. Ahora lo primordial era que ellos mandaran un mago de elite para ayudar a la reina Jisung y a su hijo Jeongin.
—Les agradecemos. —El rey Minho hizo una reverencia. —Nos retiraremos a nuestro reino, estaremos al pendiente de las noticias.
—¿No se quedarán en Wonderland algunos días? —Preguntó el rey Jeno por educación.
—No, aunque no pueda estar cerca de mi hijo, queremos estar con él. —La reina Jisung murmuró.
—Correcto, que tengan un buen viaje, estarán recibiendo noticias pronto. —El rey Jeno mencionó.
Todos hicieron una reverencia y despidieron a los reyes del otro reino. Jaemin se sintió nervioso y Jeno suspiró cuando ellos se fueron.
—¿Lo hice bien? —Preguntó Jaemin cuando se quedó a solas con Jeno.
—Pudo ser mejor, no debes de dar respuestas positivas si no hay una investigación clara para sustentar, la enfermedad de los corazones envenenados es un tema que ha estado atacando a la población de diferentes reinos. —Jeno murmuró. —Tú podías consolar a los corazones rotos... Pero esta enfermedad es diferente...
—Lo siento, pensé que se podría hacer algo. —Hizo una pausa. —Por cierto, ¿Qué es el Imperial Magic?
Frunció los labios con ternura, Jaemin estaba esperando que Jeno fuera paciente con él y realmente lo era, le estaba enseñando todo lo que ya debería de saber.
—Es la Torre Mágica y la escuela de magia más grande que hay en Wonderland. —Jeno explicó. —Allí asisten los magos con mejores habilidades en sus ámbitos, brujos en adivinación, brujos verdes, brujos de pociones, brujos del caos, brujos de sangre y brujos astrales. Muchos forman aquelarres bastante grandes para la solución de conflictos. —Explicó.
—Wow, pensé que sería algo como Hogwarts. —Jaemin murmuró.
—¿Qué es Hogwarts? —Jeno murmuró con curiosidad, jamás había escuchado ese término.
—¿La escuela más grande de magia? —Jaemin cuestionó sarcástico hablando de una escuela dentro de una película de su mundo original. —Estoy seguro de que yo hubiera sido un Slytherin, tú... Bueno quizá Gryffindor o Hufflepuff. —Jaemin levantó los hombros, aunque viendo la cara de confusión de Jeno, Jaemin supo que ni siquiera sabría de qué hablaban. —Como sea. ¿Hay posibilidad de que alguno de esos magos sepa sobre el hechizo del corazón envenenado?
Jeno asintió.
—Hablaré con el director de la escuela, sería bueno si pudiéramos ir y encontrar a un mago que pueda ayudarnos con el tema. —Jeno susurró aunque sinceramente no quería tener que relacionarse con ellos.
—¡Genial! —Jaemin sonrió. —Tómame en cuenta también, yo quiero ir.
Jeno tomó un suspiro y sonrió. Sería bueno si Jaemin fuera y saliera... También sería bueno que alguno de esos magos revisara los recuerdos de la reina y sellara su personalidad pasada para que no volviera...
Aunque Jeno prefería no hablar de eso en voz alta.
Continuará...
Notes:
Hola, ¿Qué tal les pareció el capítulo? ¿Encontraron referencias a mis otras fanfics o a cuentos populares?
Hoy no habrá cuestionario porque quiero agradecer, de todo corazón el amor y tiempo que le han dedicado a esta historia, es larga y tediosa a veces, luego es obvia y luego parecemos payasos, pero realmente agradezco mucho por quererla y que sea parte de su día a día :D
Para ustedes lectores que pasan aquí tratando de olvidar el canon, la vida real, las responsabilidades, el trabajo, los problemas y encuentran en mis historias un lugar seguro, quiero que sepan que el próximo año también estaré trabajando en muchas historias para brindar una calidez que se debería de poder encontrar en cada texto que deseamos transmitir.
Felices fiestas, que este 2025 sea uno de los mejores años, que sea prospero, feliz, que haya mucha salud, dinero, amor, mucha paz mental y tranquilidad al igual que equilibrio, que haya armonía, familias unidas y cariños desinteresados. Que haya mucho contenido de nuestros grupos, que puedan ir a los conciertos de quienes aman, que puedan comprar la merch que desean, que canten, rían y puedan ser ustedes mismos sin miedo al qué dirán o a la edad que tienen.
Mis mejores deseos para este 2025, con mucho cariño, les mando un abrazo: Lisa Lee (DawnPanIno)
Chapter 28: Capítulo XXVIII
Chapter Text
Winter estaba feliz, aunque fingía estar enojada, infló sus mejillas e hizo un tierno puchero mientras los lacayos estaban subiendo las maletas de sus padres en la carroza, ¡Ellos viajarían juntos en el mismo espacio! ¡Tendrían un viaje juntos sin ella!
Winter estaba bastante feliz porque la relación de sus padres empezaba a mejorar muchísimo, incluso su mamá Jaemin ya tenía el título de "reina" en ejecución. Los sirvientes habían cuchicheado sobre que el rey Jeno estaba bajo un encantamiento, pero Winter sabía que había algo más.
—Te voy a extrañar muchísimo. —Jaemin abrazó a Winter y se ladeó con emoción mientras la niña era apretujada.
—Solo se irán por dos días, volverán mañana. —Winter sonrió.
—Yo estaré en un canal comunicando a los dos. —Haechan habló a través de su espejo. —Quiero conocer esa academia de magia, me interesa saber si hay un hechizo que pueda curar a Jaemin o a romper esa enfermedad del corazón envenenado, quiero saber cómo se propaga. —El moreno susurro mientras pensaba en todo lo que quería saber.
—Suerte, a mí también me gustaría ir y conocer. —Winter arrugó su ceño. —Pero me parece buena idea de que mis padres realmente puedan ir en un romántico viaje.
—Oh, yo también espero eso. —Haechan soltó una risita.
—Winter, el rey Jeno y yo no... —Jaemin aclaró su garganta. —De verdad no tengas esperanza en eso.
—Quizá podrías volver con una marca en el cuello. —Winter sonrió con una risita acusadora.
Cuando el rey Jeno salió del palacio, todo ya estaba listo, observó la carroza, a la reina Jaemin y a su hija, se despidió de Winter y le dijo que volverían pronto, a lo que Winter solo animó a su padre a que hiciera una marca y en un breve susurro a que tuviera un hermanito. Jeno solo negó con la cabeza y esperó que Jaemin no hubiera oído.
Ambos subieron a la carroza y se dirigieron a la Torre de magia.
—¿No está incómodo con mi presencia en esta pequeña carroza? —Jaemin preguntó mientras evitaba que sus rodillas tocaran las del rey Jeno.
—Por el momento no. —Jeno murmuró. —Me estoy acostumbrando a su presencia, supongo.
Jaemin sonrió con diversión y estiró su mano, una prueba más. Jeno tragó saliva y estiró su mano, solo las yemas de sus dedos se rozaron, Jeno evitó la mirada viendo por la ventana y sintió que empezaba a sudar, Jaemin se notaba divertido, pero le tenía mucha paciencia al rey como Jeno la tenía con él al explicarle sus dudas.
—Empezaré a contar. —Jaemin dijo. —Uno, dos, tres...
Jeno respiró profundamente y cuando Jaemin llegó a diez, Jeno lo soltó.
—Sería mejor que no volviéramos a hacer esto. —Jeno murmuró.
Jaemin solo soltó una risita.
—Estoy para ayudarlo, rey Jeno. —Dijo con una sonrisa contagiosa. —Si Winter es una omega, me gustaría que siga recibiendo el amor de su padre. —Hizo una pausa. —¿Está seguro de que no hay una magia que pueda curarlo?
—No, no la hay. —Jeno mencionó. —Supongo que es un trauma que debo superar.
—¿Trauma? —Jaemin preguntó.
Jeno solamente sonrió y miró la ventana, se quedó callado por el resto del viaje. Jaemin no preguntó nada, y se abstuvo de sacar a Haechan y hablar con él. Haechan dijo que todavía no era el momento de que Jaemin se lo presentara al rey Jeno. Haechan era mucho más útil escondido como un espía entre espejos.
Guardaron silencio durante varias horas del recorrido, cuando llegaron, Jaemin quedó muy sorprendido.
No, esa escuela no era nada parecía a Hogwarts, pero sí parecía un enorme castillo a mitad de un montón de hectáreas verdes, era realmente bonita a la vista.
—¡Es increíble! —Jaemin gritó.
—Debes mantener esa emoción bajo control, trata de ser lo más respetuoso con todos y... Solo mantente de mi lado siempre. —Jeno dijo.
—Obvio lo haré, te daré la razón en todo, somos los reyes de Wonderland ¿No? —Jaemin sonrió.
Bajaron de la carroza y estaban sido esperados por un señor, su cabello era canoso y usaba lentes de armazón redondo, se veía bastante viejo, pero aún así su ropa era impecable y lucía imponente.
—Director Percival, un gusto saludarlo. —Jeno sonrió al ver al hombre.
—El gusto es mío, altezas. —Hizo una reverencia. —Recibí su carta y siento que necesitamos hablar, por favor, pasen a mi oficina. —El hombre los guio.
Jaemin iba callado y siguiendo a los otros dos hombres. Cuando entró a la escuela se sintió super emocionado, había salones donde enseñaban magia. Jaemin deseaba poder usar la suya para poder aprender. ¡Se convertiría en algo como Harry Potter!
—¡Quiero ver! —Haechan susurró.
Jaemin no sacó su espejo de mano, pero si buscó en sus bolsillos y colocó un sujetador con un espejo alrededor de su cuello para que Haechan sitiera todo el potencial de la escuela. Haechan también se notaba muy emocionado.
Cuando llegaron a la oficina del director, éste les ofreció asiento. No era muy grande, pero había muchos libros, un enorme espejo y una fuente como la de Dumbledore. Jaemin estaba demasiado feliz.
—Bien, en la carta que me han enviado me han comentado sobre la enfermedad del corazón envenenado. —Dijo el director haciendo una pausa. —Deben saber que muchas personas han venido en búsqueda de un consejo, pero no hay una cura real todavía.
—¿Y qué podemos hacer? —Jeno preguntó.
El directo sonrió de forma incomoda, se acercó al rey, y usó su magia, Jeno no se pudo mover por un momento y Jaemin se quedó estático y luego adquirió una pose defensiva.
—¡¿Qué hace?! —Jaemin gritó.
—Lo siento reina, pero es necesario saber si el rey no está bajo un hechizo de control, o si le ha quitado el corazón y le está ordenando hacer algo que no quiere. —El director lo tomó personal.
Jaemin ni siquiera hizo nada. Solo suspiró y cruzó los brazos. Jeno lo veía con tranquilidad, no pareciera que le doliera algo. Cuando el director terminó de usar su magia, Jeno simplemente habló.
—Le pediré que no vuelva a hacer eso sin mi consentimiento. —El rey Jeno murmuró. —La reina Jaemin solo ha estado de mi lado y a favor de Wonderland, pido por favor que no se metan más con él.
—La mayoría de los que estamos a favor de su gobierno y de la princesa Winter estamos preocupados. —Dijo el director con seguridad. —Nunca se les había visto viajar juntos, además de que supimos que la reina Jaemin no es de confianza al correr el rumor de que le despreció en el baile de Dreamland.
—La reina Jaemin es mi compañero, no estoy bajo ningún hechizo y considero que mi corazón sigue dentro de mi cuerpo, ¿O encontró algo? —El rey habló tranquilamente.
—No, está en perfecto estado, su energía fluye constantemente y su corazón sigue en su cuerpo de forma armónica. —Explicó.
—Pídale una disculpa a mi reina. —El rey ordenó.
El directo hizo una reverencia frente a Jaemin y frunció los labios.
—Lamento haber desconfiado de usted reina Jaemin. —Dijo el hombre.
Jaemin no dijo nada, pero se sintió bien, él no era malvado ni tenía magia, pero la gente seguía creyendo que podría sacarle el corazón a Jeno y ordenarle cualquier cosa. Jaemin solo sonrió, Jeno sin duda era muy amable y correcto cuando se trataba de hechos injustos.
—Por favor, tome asiento y hablemos. —Jeno dijo.
El director se sentó y suspiró.
—La enfermedad del corazón envenenado nació hace mucho tiempo, se cree que fue uno de los hechizos creados por el mago de oro, pero como saben, él desapareció hace siglos, no hemos encontrado una cura, simplemente las personas mueren al permanecer cerca de sus seres queridos, o los abandonan para evitar el sufrimiento de romper a sus familias. —Explicó el director.
—Debe haber una cura. —El rey Jeno mencionó. —O al menos un tratamiento.
—El tratamiento preliminar es quitarles el corazón a las personas envenenadas. —Hizo una pausa. —Pero éstas dejan de tener sentimientos, ya no aprecian a quienes los rodean, por eso no es viable, no tendría asentido.
—¿Hay alguna forma de que se encuentre el paradero del mago de oro o el dónde escondió su magia para revertir el hechizo?
El directo rio ante la tonta petición que había hecho el rey Jeno, sin embargo vio que hablaban en serio.
—No, sabe que muchos magos lo han buscado por siglos, pero que el mago de oro prometió reaparecer cuando existiera un mago más poderoso que él. —Habló el director.
—¿Y no ha nacido ningún mago que pueda considerarse mas fuerte que el mago de oro? —Jaemin cuestionó.
El director miró al rey Jeno y soltó un suspiro y rodó los ojos.
—Está bien, puede llamarlo. —El rey Jeno murmuró.
El director se levantó de su lugar, habló con su asistente y esperaron unos minutos, Jaemin soltó un suspiro. Quería hablar con Haechan, aunque no se viera a través del espejo, sabía que Haechan escuchaba cada palabra.
—¿Me mandó llamar, director? —Entrando por la puerta de la oficina apareció un hombre con un traje sastre usando una capa negra que combinaba con su cabello.
Al ver a su medio hermano en la oficina bufó, pero cuando vio a Jaemin una tierna sonrisa se dibujó en su rostro.
—Maestro Mark, el rey Jeno de Wonderland y su esposo la reina Jaemin han venido a solicitar apoyo con la maldición del Corazón envenenado, le he comentado toda la información que conocemos, pero insisten en que les contemos todo o que sabemos del mago de oro, usted es un mago astral, de sangre y caótico que es conocedor del tema. —El director habló.
Mark entró a la oficina, Jaemin le sonrió y Mark también le devolvió la sonrisa. Jeno solo cerró los ojos, se supone que Jaemin iba a estar de su lado, pero al parecer era simplemente tonto esperar que lo que pasaba entre su esposo y su medio hermano no fuera algo más fuerte que una amistad.
—Buen día, rey Jeno, reina Jaemin. —Mark se inclinó al saludarlos. —Me honra que estén aquí, pero como todos saben, el mago de oro desapareció hace siglos y aunque gran parte de sus hechizos fueron aprendidos por escuelas o clínicas, hay contra hechizos que nunca se podrán saber, el corazón envenenado no tiene una cura funcional de momento.
—Eres el mago más fuerte que hay en el reino, ¿Ni siquiera tú puedes romper ese hechizo? —Jeno preguntó sin ser cortés.
—Le pido que me tenga respeto, rey Jeno, que aunque el trono no sea mío, sigo siendo el príncipe de Wonderland. —Mark frunció sus labios. —No hay una cura y dudamos que la haya, el mago de oro dejó varios de sus hechizos regados por todos los reinos y aún no se ha encontrado ningún contra hechizo que los puede desaparecer, ese mago dejó este mundo para volverlo un caos con su magia y no dar respuestas. —Arrugó sus labios.
—Príncipe Mark, ¿De verdad no hay ninguna forma o indicio de que encontrar una cura? —Jaemin preguntó.
—Me temo que no, reina. —Mark mencionó con un tono bajo y lleno de desconfianza. —Aun no aparece un mago tan poderoso como para encontrar o invocar al mago de oro, solo él tendría la respuesta.
—Director, ¿Actualmente quién es el mago más poderoso de los reinos que podrían pertenecer a este imperio? —El rey Jeno preguntó con seriedad viendo al director.
—Es el maestro Mark, es incluso más poderoso que yo ya que maneja tres tipo de magia. —Murmuró el director.
—¿Y quién es la persona o historiador que sepa más sobre el mago dorado en todo el imperio? —El rey preguntó.
—Era un ermitaño llamado Youngho, fue quien crio al mago dorado en las montañas, falleció hace décadas, pero solo con una magia poderosa puede ser invocado y puede decirte cosas sobre el mago si cumples tres pruebas que te da. —Mark cruzó los brazos.
—Invócalo, le tenemos que preguntar muchas cosas, iremos contigo a las montañas y encontraremos las respuestas, pasaremos esas pruebas y encontraremos la cura. —Jeno se puso de pie y observó a su medio hermano.
Mark soltó una risita presumida y chasqueó la lengua.
—¿Qué te hace pensar que los ayudaré? —Mark mencionó.
—¡Por favor, príncipe Mark! —Jaemin unió sus manos pidiendo por favor. Mark solo negó con su cabeza y suspiró. —Yo también necesito respuestas, si el mago dorado era tan poderoso seguramente tendrá una cura para mi enfermedad.
El director y Mark hicieron una mueca y Jeno rodó los ojos, de nuevo su esposo no era nada cuidadoso con la información que salía de su boca.
—¿Está enfermo, reina? —Mark mencionó. —Sé sobre su amnesia, pero no creo que sea algo que se pueda curar con magia.
Jeno levantó la ceja. ¿En qué momento Mark se había enterado de la amnesia de su esposo? Seguramente fue incluso antes que él. ¡Realmente le molestaba que todos sabían de la situación menos él!
—¿Sufre de amnesia, majestad? —Preguntó el director.
—Sí, pero su mente se mantiene estable. —Mark mencionó. —Reina, ¿Me permitiría hacerle un chequeo completo?
—Por supuesto. —Jaemin sonrió y Jeno solo jadeó un tanto molesto.
Mark se acercó a la reina y escaneó su cuerpo con magia, anteriormente solo había revisado su cabeza, pero aquí había algo complemente diferente, y no solo en la reina, sino el poder mágico que mantenía en el pecho, en el espejo que usaba de prendedor.
—¿Puedo hablar con usted a solas? —Mark le preguntó a Jaemin con suavidad.
Jaemin moría por hablar a solas con Mark, por preguntarle cuál era la historia entre ellos y por qué se fue sin despedirse después del incidente de Año nuevo, pero la mirada que Jeno le daba era tan... Posesiva, Jaemin solo rio y miró a su esposo celoso.
—Lo que tenga que decirme, que sea frente a mi esposo. —Jaemin murmuró con seriedad.
Si el rey Jeno le daba su lugar a Jaemin como su reina, Jaemin también haría lo mismo, si Mark era un buen mago, notaría el cambio.
Mark miró a Jeno y luego al director.
—Los dejaré a solas por un momento. —Dijo el director entendiendo la indirecta y saliendo de su propia oficina.
Mark miró a Jaemin y luego a su medio hermano menor, había algo en Jaemin que le fascinaba, no iba a negarlo, pero al mismo tiempo Jeno arruinaba todo, Jeno no merecía todo lo que tenía.
Continuará...
Chapter 29: Capítulo XXIX
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Mark miró a Jaemin y luego a su medio hermano menor, había algo en Jaemin que le fascinaba, pero al mismo tiempo Jeno arruinaba todo, si Mark fuera el rey, si Jeno no existiera, Mark tendría todo lo que siempre deseo... Aunque había algo que también se sentía extraño, y ahora era de suma importancia, de eso dependía sus motivaciones: el mago dorado...
Mark tenía que encontrarlo sí o sí, era su propósito de vida, algo le decía que el mago de oro sería lo que siempre esperó.
—¿Qué es lo que tiene mi esposo? —Jeno hizo hincapié en que Jaemin estaba casado con él y no con Mark, quería remarcar la propiedad que tenía contra el otro alfa.
—Está dividido. —Miró a Jaemin. —No puede usar su magia ¿Cierto? Es extraño, pero su maná o magia corporal está llena de oscuridad. La magia sale por tus extremidades, pero normalmente hay puntos que la hacen fluir como la mente o el corazón. —Mark dijo. —Su mente no tiene recuerdos de hechizos y su corazón es tan puro que no admite que entre magia negra en él. Está bloqueado.
Jaemin sonrió porque eso mismo fue lo que Haechan le había dicho. Mark en verdad era bueno.
—¿Y qué se puede hacer? —Jeno de nuevo habló en vez de Jaemin. —¿Hay posibilidad de que los recuerdos de mi reina regresen?
Mark sintió que esa petición estaba mal planteada, ahora Jaemin seguía como un "perrito" a Jeno, era dulce, amable, servicial, era como el Jaemin que conoció. El rey Jeno no quería que los recuerdos del antiguo Jaemin volvieran.
—No, el corazón y la mente de la reina están alineados, pero su cuerpo no. —Mark habló. —Sería más coherente hacer purificación de su magia corporal, pero tardaríamos años ya que hay mucha oscuridad en él. —Luego miró a Jaemin. —Fue un mago oscuro por mucho tiempo, dañó a muchas personas, reina.
—¿Y el mago dorado? ¿Él no me pude ayudar? —Jaemin cuestionó.
—Me temo que es difícil encontrarlo. —Mark mencionó.
—Ayúdanos con ese ermitaño y te daré lo que quieras. —Jeno murmuró. —Excepto el trono... Y a mi reina.
Jaemin se sentía "derretido" cada vez que Jeno le decía "mi reina" o "mi esposo", siempre fue su fantasía que hombres tan sexys se pelearan por él, estaba viviendo una gran fantasía, aunque no debía de disfrutarlo porque él amaba físicamente al hombre que se parecía a su exjefe, pero la amistad que estaba formando con Jeno y con la familia que formaba con Winter... Eso también lo valoraba.
—Está bien. —Mark mencionó. —Quiero el espejo que la reina usa en el cuello.
Jaemin se sorprendió ante la petición. Haechan no se veía en el reflejo, pero sabía que estaba allí dentro. ¿Cómo Mark...?
—Te compraré otro. —El rey Jeno mencionó y miró a Jaemin. —¿Puedes dárselo?
Jaemin quitó su prendedor y suspiró, sin embargo no se lo dio al mago. Haechan estaba oyendo, así que seguramente ya se habría ido a otro espejo, esperaba que estuviera con Winter, sino lo lamentaría mucho al darle a Mark a su amigo...
—¿Por qué el prendedor? —Jaemin mencionó. —Tengo joya más valiosas. —Dijo con seguridad, quería saber si Mark podía "sentir" a Haechan.
—Deberían considerarlo la reina de los espejos. —Mark sonrió. —Tiene espejos muy interesantes, como el de su habitación o el que usa en el cuello.
Jeno se sintió incomodo al escuchar esas palabras. Jaemin retrocedió, Mark no lo decía, pero se había dado cuenta de la presencia de Haechan, por eso Haechan se ponía incómodo cuando Mark estaba cerca.
—Primero sería bueno que nos proporcionaras tu ayuda. —Jeno mencionó.
—Bien, ya fui con el ermitaño hace años, pasé las pruebas, mi nivel de magia es el más alto que se ha visto por siglos. —Sonrió. —Soy especial, incluso el ermitaño cree que yo puedo encontrar al mago de oro, me dio una última prueba, ya la descifré. —Mark suspiró. —Encontré el lugar del mago de oro, el lugar donde se dedicaba a hacer su magia.
Jaemin y Jeno abrieron los ojos con sorpresa.
—¿Y qué encontraste? —Jeno preguntó con curiosidad.
—Nada. —Mark susurró. —Quité las primeras cinco barreras de protección, pero no puedo quitar la de la puerta. —Sonrió.
—¿Por qué? —Jeno mencionó con algo de arrogancia. —¿Te hace falta mejorar tu magia?
—Digamos que no se trata de magia, quizá no comprendo bien al mago. —Mark murmuró.
—¿Puede llevarnos? —Jaemin murmuró. —Quizá entre los tres podamos pensar mejor y podamos entrar de alguna forma, quizá dentro de ese lugar haya un hechizo para romper el del Corazón envenenado y para limpiar mi cuerpo.
—Podría hacerlo. —Mark mencionó. —Pero ese lugar... Ese lugar, si logramos abrirlo, quiero que sea mío, no quiero que haya agentes o guardias del reino. —Mark murmuró. —Yo me convertiré en el nuevo mago dorado, crearé tantos hechizos como él y nadie olvidará al mago de obsidiana.
—Trato. —Jeno dijo con seguridad, no le estaban pidiendo nada que no pudieran darle.
Si su hermano se dedicaba completamente a la magia, Jeno podría gobernar en paz, aún si Mark se hacía demasiado poderoso, Jeno estaba seguro de que jamás podría dañar a su familia en un guerra por el trono.
Jaemin hizo una mueca.
—¿Podría darte el espejo una vez que regresemos del viaje? —Jaemin cuestionó con un tono preocupado mientras jugaba en con el broche entre sus dedos.
Jeno se quedó callado, no sabía que el espejo fuera tan importante para la reina. Winter solía ser igual, durmiendo con un espejo de mano al lado de su cama, como si esperaran ver un bello paisaje a través del cristal.
—Claro. —Mark asintió mientras mostraba su sonrisa más comprensiva. —Se ve bien en ti.
Jeno levantó las cejas y se sintió incómodo. Jaemin solo sonrió de lado, lo que sentía por su exjefe no debería de ser un problema, Jaemin estaba casado ahora. Era hora de olvidarse de ese amor no correspondido.
—¿Y si nos guías ahora? —Jeno mencionó.
—Es un viaje de una semana. ¿Pueden ahora? —Mark se sorprendió.
—Por supuesto, enviaré una carta para que la princesa Winter sepa. —Jeno murmuró.
—Bien. —Mark mencionó. —Preparen una maleta que puedan llevar en la espalda, comida, cambio de ropa y zapatos cómodos, el castillo del mago de oro es un lugar donde no se puede usar magia para acceder a él.
Jamin asintió. Estaba ansiando ese viaje con entusiasmo.
[...]
Salieron aproximadamente a las cinco de la tarde, Jeno no sabía a dónde estaban yendo y no saber lo mataba de curiosidad. Había enviado una carta a Doyoung para que se lo comentara a Winter, seguramente estarían felices.
Mark les prohibido llevar guardias, más que dos que manejaran las carreras hasta donde hubiera camino.
Jeno no estaba de acuerdo, pero Jaemin parecía entusiasmado. Pronto la noche se hizo presente y decidieron parar en la ciudad más cercana para evitar ser asaltados por bandidos, Mark ya había estado allí, conocía un buen hostal que les daría buen precio, también allí podrían cambiar de ropa a una más cómoda y menos de la nobleza.
—¿Quieren que pida habitaciones separadas? —Mark preguntó a los reyes con una sonrisa en el rostro.
Realmente Mark estaba esperando para que Jaemin estuviera solo, quería hablar con él y preguntarle un montón de cosas.
Jeno ni siquiera quería dejarlos juntos. Se molestaba solo de pensar que su medio hermano quería acercarse a su reina.
—No, la reina y yo compartiremos habitación. —El rey mencionó.
Mark y Jaemin levantaron la ceja. Mark asintió y fue a pedir una habitación, Jaemin solo se quedó callado esperando que Mark pidiera una habitación con dos camas, porque Jaemin no quería quedarse en un sofá y no sacrificaría su cama todo por los celos sin sentido de su esposo.
Mark regresó con dos llaves, se quedó con una y le entregó la otra al rey Jeno. Dijo que dormiría temprano y que los vería al día siguiente al amanecer para seguir su camino.
Cuando Jaemin y Jeno entraron a la recama, Jaemin respiró con emoción, dos camas. Estaba tan agradecido con Mark que se sintió aliviado, Jeno solo chasqueó la lengua.
—Vea el lado positivo majestad, no dormirá en el sillón. —Jaemin soltó una risa. —Parece como si estuviera celoso, así que cambie esa cara.
—No entiendo. —Jeno dijo. —No suelo actuar así, pero me molesta la relación que hay entre Mark y contigo, ¿El espejo? La forma en la que te conoce, él supo de tu amnesia antes que yo. —Gruñó.
—Mark es un excelente mago, no tiene por qué preocuparse. —Jaemin mencionó y luego fue más impropio. —Estoy casado contigo y no voy a traicionar Wonderland.
—¿Y sí recuerdas quién eras y todo lo que has hecho por mantenerte en el trono? —Jeno parecía molesto. —¿Y si decidieras embarazarte del príncipe de Wonderland y tienen un varón alfa? —Apretó los puños con enojo.
Jaemin frunció los labios, entendía la preocupación de todos, pero Jaemin respetaba su matrimonio aunque no fuera específicamente por amor.
—¿Puedes confiar un poco en mí? —Jaemin mencionó. —La persona que era no volverá. ¿No teníamos un trato?
Jeno rodó los ojos y se acercó a Jaemin, el espacio era reducido y Jeno se dio cuenta de su error porque tragó saliva con pesar, Jaemin solo sonrió.
—No me gusta la forma en la que se acerca a ti, ni cómo te habla o cómo te mira. —Jeno no había notado lo celoso que estaba siendo hasta que se oyó en voz alta. Jamás pensó en admitir que estaba enojado en voz alta y mucho menos por culpa de alguien a quien nunca pensó en guardar aprecio.
Jaemin solo hizo una mueca.
—Trata de confiar un poco en mí. —Jaemin sonrió. —Soy la reina de Wonderland y voy a proteger a esta familia. —Comentó. —¿Puedes confiar en mis palabras?
Jeno tragó saliva y levantó su meñique como Jaemin aquella primera ocasión. Jaemin sonrió con calidez y estiró su meñique.
Aunque Jeno sudara o se sintiera intranquilo tocó la piel del omega, haciendo un pacto, una promesa tranquila y llena de confianza. Jeno se sintió un tanto intranquilo, pero trató de sonreír. Le interesaba más sentir la sinceridad de Jaemin en sus acciones a comparación de ese estúpido trauma que sentía.
—Trataré de confiar en tus palabras. —Jeno suspiró.
—Eres mi esposo Jeno, no por amor, pero creo en el matrimonio, y me gusta la amistad que estamos empezando a formar y quiero que nuestra hija tenga padres que, aunque no se amen, pueda confiar en ambos para darle la seguridad de que será una gran reina. —Jaemin declaró.
Jeno sintió una corriente en su espalda, se sentía miedoso, sus manos sudaban, pero al mismo tiempo quería llorar, quería sentir más cerca a Jaemin, quería mantenerlo por siempre a su lado.
Necesitaba... Marcarlo, para que no se fuera de su lado.
Y ese pensamiento asustó a Jeno, soltó la mano y negó con la cabeza.
Jaemin sonrió por inercia. Jeno era bastante inocente y lindo. Lástima que entre ellos no podría pasar nada, aunque el respeto en su relación y esa confianza comenzara a florecer poco a poco.
—Lo mejor sería ir a dormir. —El rey murmuró. —El camino será más pesado.
—Por supuesto. —Jaemin murmuró. —Me daré un baño rápido.
Jeno asintió. Jaemin entró a un pequeño cuarto de baño, allí empezó a quitarse la ropa que traía y suspiró.
—Ese estúpido mago se dio cuenta de mí. —Haechan susurró con enojo en cuanto Jaemin estuvo solo. —Es peligroso, Jaemin, es tan poderoso que no dudo que ya sepa que tú no eres tú y vienes de otro mundo. —El espejo resopló.
—¿Lo crees? —Jaemin mencionó.
—Compra un espejo mañana antes de que salgan de la ciudad, sigue usando el prendedor y quédate conmigo, déjame oír y ver todo. —Haechan mencionó. —Si ese hombre intenta hacerte algo o hechizarte me revelaré.
—No tienes que preocuparte...
—¿Por qué? —Haechan mencionó. —¿Crees que el rey Jeno te salvará? —Se burló con cariño. —Son tan lindos juntos, se siente que el amor está naciendo entre los dos, duró más de 10 segundos sostenido tu meñique, en algún momento espero que pueda sostenerse entre tus piernas por horas.
—¡Haechan! —Jaemin gritó con mucha pena.
El espejo solo soltó una risa divertida. Su espejo era su mejor amigo y era la persona con la que podía ser él mismo. Jaemin solo relamió sus labios y suspiró. Ojalá el rey Jeno algún día pudiera verlo como algo más de un cómplice y sí, Jaemin no sabía que podía desear tanto a alguien al grado de sentirse "mojado", quizá solo estaba enloqueciendo por el viaje tan largo.
Continuará...
Chapter 30: Capítulo XXX
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Jeno había sido capacitado para tener buena resistencia física, también para luchar tanto con diferentes armas como mentalmente, por eso ahora estaba preocupado. ¿Por qué estaba tan agitado?
Se habían bajado de la carroza hace unos cuantos días, se la pasaban acampando en medio de un bosque. Mark había dicho "Ya casi llegamos", pero lo había dicho hace 2 días y se sentía cada vez más lejos.
Y era más frustrante porque Mark quería acercarse y ayudar a Jaemin y su reina actuaba educadamente, pero la mirada que Jaemin le tenía a Mark, era... ¡Ah!
No podía dejarlos a solas.
—Ya casi llegamos. —Mark mencionó.
—¡Eso dijiste la última vez! —Jeno gritó enojado.
—Lo sé, pero es como si no me dejara entrar, tienes que renunciar a tu magia para poder entrar al palacio. —Mark murmuró. —El mismo bosque ha escondido el castillo del mago de oro con distintas pruebas. —Aclaró su garganta. —Usted no tiene magia, rey Jeno, la reina Jaemin no puede usarla y yo la estoy manteniendo lo más bajo que puedo. —Hizo una mueca. —Digamos que alguien de aquí sí puede usar magia o... Tiene un objeto mágico valioso que necesita dejar aquí para seguir adelante.
Jaemin abrió los ojos, claramente sabía a lo que Mark se refería, pero no podía dejar a Haechan tirado. Haechan solo entendió, fácilmente desapareció y fue a Wonderland a buscar a Winter, Jaemin lo llamaría más adelante cuando localizaran la entrada.
Cuando Mark dejó de sentir aquella magia proveniente del espejo de Jaemin, el bosque también lo sintió y empezó a abrir un claro de bosque.
Hubo algunas peleas contra arboles hechizados, también tuvieron que cruzar un río enorme, había un enorme campo de flores amarillas que Mark cruzó con diversión, no había otra forma de pasarlo. Mark tarareaba canciones divertidas mientras bailaba por el campo, que era una prueba que había dejado el mago de oro.
Jaemin también bailó moviéndose con gracia y sintiendo los pétalos sobre su rostro. Jeno quiso pasar caminando y las espinas de las flores se clavaron en su piel, Mark dijo que tardó mucho en darse cuenta de lo que tenía que hacer y que el veneno de las flores se iría cuando pasaran el campo.
Jeno se lamentó de tener que bailar. Sin embargo se movió al estilo vals solitario.
Cuando salieron del campo, Mark vio las marcas que había hecho anteriormente para llegar al palacio.
Tuvieron que pelear contra 2 osos que protegían la guarida, Mark y Jeno se encargaron en un abrir y cerrar de ojos y Jaemin solo pensó que todo era fantástico.
¡Estaba en un puto cuenta de hadas!
Después, entraron debajo de una cascada y Jeno se preguntó si eso siempre estuvo allí en Wonderland, a lo que Mark le respondió que no, que era una ilusión mágica, que a pesar de que el mago de oro había desaparecido, su magia seguía fluyendo.
—Príncipe Mark, ¿Dónde cree que esté el mago de oro? ¿No es más coherente que haya fallecido? —Jaemin cuestionó.
—Oh, las personas con magia solemos vivir mucho más que los humanos normales, usted y yo sin duda viviremos más que el rey Jeno. —Mark sonrió con diversión, pero Jeno hizo una mueca, sí, Mark era el favorito para convertirse en rey por su poder y por la longevidad, si es que no muriera. —El mago de oro es mucho más viejo que usted, que yo y que el director de la escuela donde soy maestro. —Sonrió. —El mago de oro puede cambiar la forma de su cuerpo, puede volverse un niño, una mujer, un hombre viejo, podría estar viviendo una vida normal en alguna parte del mundo.
Jaemin frunció los labios.
—Entonces sería difícil encontrarlo. —Jaemin susurró. —¿Dónde cree que se encuentre? —Le preguntó al príncipe.
Mark brincó un tronco y siguieron caminando debajo de la cascada.
—No hay magos que hayan llegado tan lejos como yo. —Mark dijo con seriedad. —Soy el mago que traerá de vuelta al mago de oro. —Murmuró seguro de sus palabras. —Y sé que el hechizo para encontrarlo está detrás de esas puertas. —Sonrió. Luego miró a Jaemin. —Si me lo pregunta ahora, diría que el mago de oro está en un mejor lugar, disfrutando, pero si se lo preguntan a mi yo absorto en magia, diré que el mago dorado está en otra dimensión, viviendo en el cuerpo de alguien similar a él.
Mark murmuró y la cara de Jaemin fue casi de pánico. ¿Entonces la magia del mago dorado podía regresarlo a su mundo?
—¿Otra dimensión? —Jeno preguntó sarcástico. —¿Cómo alguien podría vivir en otro mundo?
—No hay que subestimar las posibilidades. —Mark bajó la mirada. —Quizá el mago de oro esté por allí, en otro mundo jugando a ser un planeador de bodas, un patinador de hielo excelente, un reportero de una cadena de televisión internacional, un mercenario o un superhéroe, incluso podría ser un príncipe heredero de un país con economía prospera o donde el aire gobierne*. —Mark sonrió.
—¿Qué es una televisión? —Jeno preguntó.
Mark soltó una sonrisa y Jaemin tragó saliva con nervios.
—Voy a encontrarlo. —Mark murmuró mientras se detenía.
Frente a los tres había unas enormes puertas doradas, en el centro había un circulo partido a la mitad, y de éste salían apostrofes como si se tratara de un sol**. Mark sonrió.
—Wow. —Jaemin susurró. Ese símbolo se le había bastante familiar.
—¿No es interesante? A partir de aquí se puede usar un mínimo de magia.—Mark sonrió. —Pero vean los números de las rejillas de allí y allí. —Señaló.
Había unos números grabados en las jaladeras de la puerta, Jeno se acercó y las observó con curiosidad, Jaemin simplemente se encargó de hacerse a un lado y llamó a Haechan, ya recordaba de dónde había visto ese logotipo.
—Aparecen los números marcados como 94 y 106, ¿Qué significan? —Le preguntó a Mark.
—Yo también me pregunto los mismo. —Mark sonrió y ladeó sus labios. —Estuve aquí el 4 de septiembre, el 9 de abril, el 10 de junio y el 6 de octubre, pensé que eran fechas, pero no se abrió en ninguna ocasión. Incluso vine el día en que creí que era su cumpleaños y el 29 de abril, pero no pasó nada. —Mark negó con la cabeza. —Y no puedo quedarme aquí durante un año para averiguar qué día se abrirá, tampoco se puede forzar con magia. —Frunció los labios. —El mago de oro era un mago astral, su astro guía siempre fue el sol, así que supongo que su magia le indica al sol el día en que tiene que abrirse la puerta.
—¿Y vinimos aquí para que nos dijeras esto? —Jeno parecía bastante molesto. —Solo debías mencionarlo desde el principio.
—Ustedes fueron los que querían venir. —Mark mencionó y se acercó a Jaemin. —Aunque me interesaba saber qué piensa del tema, reina Jaemin.
Mark colocó su mano en la espalda del omega, acercando su rostro a Jaemin con suavidad. Jaemin se sorprendió porque no esperaba sentir el cuerpo de Mark tan cerca, en especial porque olía demasiado bien, tan a... Hombre que podía protegerlo, Jaemin cerró los ojos para poder sentir el aroma, pero luego los abrió al sentir el reflejo de su espejo.
—Necesito un momento. —Jaemin dijo alejándose de Mark y caminando un tanto más retirado donde no pudieran oírlo.
Jeno al darse cuenta de que Jaemin parecía sorprendido y un tanto atacado por la invasión de espacio de Mark, habló.
—Deja de acercarte a él. —Jeno no fue discreto, lo dijo alto, pero sin que Jaemin escuchara. —Sé bien que quieres el trono y a mi esposo, pero no te dejaré ninguno.
Mark sonrió relamiendo sus propios dientes, miró a Jeno y sonrió.
—Realmente no me importa el odio que tu madre y tú nos tuvieron a mi madre y a mí. —Mark frunció los labios. —Mi objetivo ahora es convertirme en el mejor mago de toda la historia. —Hizo una pausa. —Pero ver la forma en la que tratas a tu reina... No eres un verdadero alfa.
Jeno gruñó con coraje y frunció el ceño.
—¿Y a ti qué te importa?
—También dejé ir a quien amaba, no solo una vez, sino varias. —Hizo una pausa. —La vida es muy corta para que la reina Jaemin viva amargado, merece ser feliz, ¿Alguna vez le has preguntado si quiere tener familia? ¿Si es feliz contigo? ¿Qué pasaba por su mente cuando intentó morir? —Mark sonaba enojado. —Incluso el día de su cumpleaños lo avergonzaste frente a todos al ni siquiera mirarlo, y lo volviste a hacer ¿No? En la fiesta del rey Jaehyun de Dreamland... Te avergüenzas de ser su pareja, pero no eres lo suficientemente valiente como para dejarlo ir... O para acabar directamente con su vida.
Jeno gruñó y tomó a Mark del cuello de su capa, lo empujó contra la pared más cercana. Mark solo sacó una sonrisa. No estaba preocupado, Jeno no era tan fuerte como él para vencerlo, pero quería oírlo, quería saber las razones del por qué el rey trataba de forma tan inhumana a su esposo.
Sin embargo, el rey no dijo ninguna palabra, solo empujó a Mark contra la pared, fue violento, pero no hablaba.
Porque sabía que era verdad.
Mark sonrió y con un movimiento de manos, Jeno simplemente se alejó del mago, Jeno frunció los labios y el ceño evitando ver a su hermano.
—No me subestimes, hermano. —Mark fue claro. Para él, Jeno no era un rey o su hermanastro, era simplemente su hermano menor y un tonto. —Si yo quisiera el trono, lo tomaría, si yo quisiera a Jaemin, lo tomaría. —Sonrió.
—¿Por qué no lo haces si crees que puedes? —Jeno lo retó con la mirada.
—Porque no quiero, necesito encontrar al mago de oro, no me interesa el trono, puedes quedártelo, pero la reina Jaemin es un buen amigo, es un omega muy dulce y atento, que desperdicie su vida contigo me hace sentir triste, porque sé que yo podría tratarlo mil veces mejor que tú.
Jeno arrugó la nariz.
—¿Por qué no lo marcas? ¡Tú sabes que él no ha sido mordido! Si es tu destinado no entiendo por qué te detienes.
—Porque Jaemin no es mi destinado. —Mark dijo con amargura. —El mago de oro es el único que me puede llevar a la persona que está hecha para mí y no volveré a renunciar a eso, pero tampoco dejaré que Jaemin sufra.
Jeno se sentía culpable. Después de lo que había oído en Dreamland, de ver cómo la madre de Jaemin lo trataba, de ver cómo todos jugaban con los omegas buscando el mejor postor para casarlos y subir de nivel jerárquico. Entendía por qué Jaemin se había intentado suicidar, Jaemin no era feliz... Incluso... Si Jaemin se hubiera hecho un hechizo para olvidar todo a su alrededor, tendría sentido.
Jeno estaba feliz con esta nueva versión de su esposo, pero sabía que Jaemin no era feliz, no sabía lo que su omega necesitaba.
[...]
Jaemin había dejado de oír a los dos alfas, sabía que estaban discutiendo, pero estaba lejos y no los escuchaba, era mejor así.
—Cada vez lo odio más y más. —Haechan soltó un bufido.
—¿A quién? —Jaemin frunció los labios. —¿A mí?
—No, tonto. —Haechan sonó enojado. —Al mago de obsidiana, ¿Sentiste cómo se acercó? Dios, yo ni siquiera debería, pero siento sus feromonas de alfa, quería provocar a Jeno y a ti. —Aclaró su garganta. —¿Entrarás en celo pronto?
—¿En celos? ¿Por Mark y Jeno? —Jaemin frunció los labios. —No estoy celoso de ninguno.
—No celos, imbécil. —Haechan se enojó. —A veces siento que debo enseñarte todo de nuestro mundo, pero bueno, ya será después, cuando lleguemos al castillo. —Aclaró su garganta. —Siento que ahora es más importante abrir la puerta. ¿Puedes llevarme? —Haechan guardó silencio. —Necesito observar.
Haechan sentía algo raro, a pesar de que mago de obsidiana era fuerte, no era una prueba de magia, sino de ingenio, alguien que conociera demasiado bien al mago sería la única persona que pudiera abrir esas puertas.
Algo maravilloso había detrás de ellas, tantas respuestas...
Haechan tenía mucha curiosidad, porque el símbolo de la puerta era muy similar al escudo que venía en la parte inferior derecha de su espejo. Haechan era un espejo mágico, pero tenía la corazonada de que pronto encontraría a la persona que lo creó.
Continuará...
Notes:
Hiiiiii!!!
*Si notaron las referencias a mis otros fanfics, verdad? (Wedding Designer, Good Guy, Mr. Lee, Agents NCIT, Madre y Regna)
**La imagen del Sol que ve Mark en las puertas (Y que también está en ciertos pergaminos o marcos de espejo ejem), es algo similar a esto:
Chapter 31: Capítulo XXXI
Chapter Text
Jaemin colocó el espejo de su broche de forma correcta, se acercó a Jeno y a Mark, que, en cuanto lo vieron, dejaron de pelear. Los dos alfas se quedaron al lado de Jaemin. Jaemin fingió revisar las puertas, ver los detalles, acercar a su espejo para que sintiera la magia si es que había algo.
Jaemin hacía como que entendía, pero Haechan estaba analizando todo, incluso hasta el ambiente tenía algo que ver.
—¿Encontraste algo? —Mark cuestionó acercándose a Jaemin de nuevo, pero Jeno aclaró la garganta y se colocó en medio de los dos.
Jaemin asentía y luego negaba, sería conveniente si pudiera decir en voz alta que tenía un espejo mágico y que él era quien estaba buscando alguna respuesta.
—Aléjense, bastante lejos, por favor. —Jaemin susurró. Quería preguntarle a Haechan qué podía ver.
Mark y Jeno levantaron la ceja, pero ambos se fueron al lugar donde Jaemin había estado, Haechan pudo hablar con libertad, aunque guardaba sus precauciones, no quería ser un experimento de nuevo, no quería que nadie lo descubriera salvo Jaemin y Winter, unos buenos amigos.
Haechan parecía tenerle coraje a los alfas.
—Vas a tener que hacer muchas cosas como te las diga y decirles a esos dos lo que estoy descubriendo. —Haechan habló con un tono mandón.
Jaemin solo movió la cabeza asintiendo con velocidad, él haría todo lo que Haechan decía, empezaba a hacer un montón de calor, era como si se estuvieran quedando sin aire y quería salir de allí.
Haechan le explicó a Jaemin lo que tenía que decir y éste entendió a la perfección.
—Vengan. —Jaemin murmuró con fuerza.
Jeno hizo una mueca de molestia, para ser un rey, su esposo le hablaba sin respeto, no debía de ser así frente a Mark. Mark por otra parte sonrió y caminó a Jaemin, sabía que Jaemin tenía un conocimiento que lo hacía especial, y esa era la razón principal para dejarlo solo y que observara.
Jaemin y su espejo mágico encontrarían la respuesta.
—¿Averiguaste algo? —Mark preguntó.
—Sí, el mago de oro era un mago astral, es necesario destruir esta pequeña cueva para que los rayos del sol y los de la luna entren aquí. —Susurró.
—¿Los de La luna? —Jeno cuestionó.
—Sí, hay dos posibilidades para abrir la puerta. El 94 y el 106 de cada una de las agarraderas de la puerta. —Susurró. —El 94 puede ser un porcentaje de la luna. Es una fusión de magos, las fases de luna de nacimiento de dos magos que puedan alcanzar ese porcentaje. —Aclaró la garganta y Mark se quedó perplejo. —Y el 106, es la cantidad de estrellas en el cielo que debe haber esa noche.
—¿De dónde sacas eso? —Mark preguntó. —¿Cómo encontrar a dos magos que coincidan sus fases lunares a un 94% y contando estrellas? —Mark parecía sorprendido de la locura de Jaemin. —Dijiste que había otra solución ¿No?
—Ah, sí, la más fácil. —Jaemin levantó los hombros, según lo que había dicho Haechan, era lo más sencilla. —Son días. 94 más 106, da igual a 200, debemos de buscar el día 200 del calendario.
—¿Qué día es ese? —Jeno preguntó. Era fácil contar los meses, eran cada 30 días aproximadamente, quería decir que era alrededor de julio.
—El 17 o 18 de julio. —Mark chasqueó la lengua y soltó un suspiro. —Según las historias, el mago de oro era un omega que tuvo una vida muy difícil, él amaba la libertad y el conocimiento, y encontró las escrituras y hechizos de un mago omega llamado el mago de diamante, ese día era su cumpleaños, el mago de diamante era un mago que se guiaba de las estrellas, en su honor se creó una constelación de cinco estrellas, la de en medio era la más brillante y se convertía en una estrella fugaz.
—¿Y no pudiste adivinar eso antes? —Jeno cuestionó.
—No hay mucha información del mago de diamantes, de él sí se sabe que murió hace muchos siglos, aunque. —Mark sonrió. —Si su magia está aquí dentro... Me convertiré en el mejor mago que haya existido.
—Es solo magia para omegas. —Haechan gruñó en voz alta, luego arrugó el ceño y se volvió a esconder.
—¿Magia de omegas? —Mark murmuró.
Jaemin negó con la cabeza, a ver qué excusa podría poner, pero Mark no hizo ninguna pregunta más, así que Jaemin siguió con su discurso.
—Mark, rey Jeno ¿Podrían ayudarme tirando esa pared? —Jaemin declaró.
Y, algo en verdad molestaba a Jeno y era la familiaridad con la que Jaemin le hablaba a Mark, se supone que era un príncipe, ¿Entonces por qué tenía esas confiancitas?
Mark no dijo nada, y suspiró. Jaemin apretó una combinación en los rayos de sol que salían en el escudo de la puerta, y de repente se movió un peldaño, Jaemin lo tocó y sonrió.
—Listo. —Jaemin sonrió.
—¿Qué hiciste? —Jeno preguntó.
—Hizo que la magia regresara. —Mark sonrió, movió su mano y quitó una pared, cuando la quitó los rayos de luna entraron por el espacio, faltaban varios meses para que se alineara con la entrada de la puerta, estaban a principios de marzo, faltaban cuatro meses más para la fecha.
Jaemin sonrió con emoción. Todo lo que le había dicho Haechan había funcionado, de verdad que era un genio.
Jeno también estaba bastante sorprendido, más cuando Mark reconstruyó el techo con magia y sonrió, tomó de la mano a la reina Jaemin y Jeno iba a detenerlo, pero Mark también le tomó de la mano.
Luego, Jaemin sintió un extraño temblor.
Cuando abrió los ojos cayó al suelo y sintió que iba a enfermar, le dolía la cabeza, tocando su frente sentía que tenía fiebre, quizá era un resfriado, pero cuando levantó la cabeza, descubrió que estaban en la sala del trono de su castillo.
¿En qué momento habían llegado?
Mark había usado su teletransportación ahora que podía usar magia.
—Una semana en ir, y menos de un minuto para volver. —Jeno frunció los labios. —Eso es bueno, al menos será más fácil regresar en unos meses. —Miró a Mark. —No puedes llevar a nadie, los tres volveremos al castillo del mago de oro en la fecha que dijimos.
—Lo haré, hermanito. —Mark se burló. —Es más, iré a Neverland y le diré al rey Minho y a la reina Jisung sobre la cura y el tiempo de espera, incluso me ofreceré a sacarle el corazón a la reina si ella lo pide. —Mark sonrió.
—Bien, tenemos un trato. —Jeno susurró. —Lo mejor sería que te fueras ya.
Mark solo sonrió y negó con la cabeza. De repente la puerta se abrió, entró un Doyoung preocupado con varios soldados que pensaban que alguien había entrado al salón real en ausencia del rey.
—Rey Jeno, reina Jaemin, príncipe Mark, ¿Cuándo llegaron? —Preguntó el guardia.
—Ahora. —Jeno declaró. —Aunque el príncipe Mark ya se va.
—Por supuesto. —Mark resopló y se acercó a Jaemin, aspiró su aroma y se quedó quieto. —¿Puedo tener ahora el espejo?
Jaemin se sentía ido, pesado, cansado, quería acercarse a Mark, decirle y pedirle que lo llevara a un lugar donde no se sintiera así, pero caminando porque la teletransportación fue rara. Sintió cómo Haechan abandonaba el broche y se iba a cualquier otro espejo del castillo.
Cuando Mark tomó el espejo, frunció los labios. De nuevo no había nada especial en él, era un hechizo de espejos, o también podría ser un ente como el de Blanca Nieves, un espejo mágico. Después de todo Jaemin era la madrastra malvada ¿No?
Mark usó su magia y convirtió el broche con espejo en un espejo con un borde en forma de fresa.
—¿Qué es eso? —Jaemin lo observó con asco. —¿No podría ser algo mejor?
Mark soltó una risita. Usó su magia de nuevo y cerró los ojos.
—Toma, es un transmisor de auxilio, si un día no tienes a tu rey o a tu espejo, por favor llámame. —Mark susurró. —Si estás en peligro, no dudes en acudir a mí. —Dijo con una sonrisa.
Le dio el espejo a Jaemin y Jaemin lo observó, tenía un marco en forma de cebolleta, Jaemin se sorprendió y un extraño sentimiento lo invadió. ¿Qué significaba la fresa y la cebolleta? ¿Qué había pasado entre Mark y el antiguo Jaemin?
Probablemente una tontería.
—Gracias. —Jaemin susurró.
—Deberías ir a tu habitación. —Mark sonrió. —Será peligroso si me quedo. —Miró a Jeno. —Adiós hermano, nos veremos en unos meses.
Jeno gruñó, estaba enojado con Mark, pero ni siquiera sabía por qué, su medio hermano había sido amable, no hablaron del trono ni pelearon por otra cosa que no fuera Jaemin.
Mark salió por la puerta, Jeno observó a su esposo y a Doyoung, frunció los labios y su vista fue a Jaemin.
—Iré contigo en cuanto sepa que Mark se fue, ¿Te veo en tu habitación? —Le preguntó a Jaemin.
—Sí. —Jaemin tragó saliva. —Necesito cambiarme de ropa.
Jaemin sentía que había empezado a sudar demasiado. Jeno salió del salón y Doyoung lo siguió con una mueca cansada.
—Tardaron y regresaron de una forma extraña. ¿Todo está bien? —Preguntó Doyoung mientras caminaban.
—Sí, ¿Alguna novedad en el palacio mientras no estuvimos? —Jeno preguntó.
—Sí. —Doyoung mencionó. —Necesita ir a su oficina una vez que termine de despedir al príncipe Mark. Hay malas noticias.
—No me puedo ir porque al parecer me necesitan. —Jeno resopló. —Mientras voy con Mark, ¿Puedes decirle al chef que deje de hacer los postres que esté haciendo? Es demasiado dulce para mi nariz. —Mordió su labio. —¿Winter si comió comida de verdad no solo dulces correcto?
—Sí, ella se portó bien, iré a la cocina a comunicar sus órdenes. —Doyoung murmuró. —Lo veré en su oficina.
Jeno ni siquiera salió a la puerta porque sabía que Mark ya se había teletransportado de su castillo, tenía que mejorar los hechizos de defensa para que nadie entrara y saliera como quisiera. Fue directo a su oficina y empezó a leer todos los pendientes que tenía. No eran cosas del otro mundo, excepto una, no tenía que ver con Wonderland, sino con Armagedón y si era una noticia preocupante.
[...]
Jaemin sentía que estaba sudando, cerró la puerta, se quitó toda la ropa y se acostó en su cama.
—Haechan ¿Estás allí? Estoy enfermo. No sé qué me pasa. —Habló con tono entrecortado. —¿Es algún hechizo de cuándo dije lo que me dijiste? —Jaemin rodó por su cama queriendo sentir algo frío.
—No sé, ¿Qué es lo que sientes? —Haechan preguntó. —Buscaré los síntomas por si fue un hechizo de enfermedad.
—Me siento caliente y... Esto es vergonzoso, pero estoy mojado por lugares que es asqueroso que estén mojados, y solo pienso en... No sé, en querer desnudarme ante Mark y en el rey Jeno. —Jaemin frunció los labios. —¿Qué mierda me pasa? ¡No soy un pervertido!
Haechan soltó una risita.
—Oh, no, no lo eres, es algo normal, se llama celo. —Haechan sonrió.
—Ya habíamos hablado de esto ¿No? —Jaemin dijo. —No estoy celoso, solo caliente...
—Sí, lo sé, el "celo" de un omega se refiere a un estado fisiológico y emocional único que experimentan los omegas, es su periodo de fertilidad. —Murmuró como si lo leyera de un diccionario. —Durante el celo, los omegas emiten feromonas que atraen a los alfas, indicando su disponibilidad para la reproducción, tendrás incremento de lubricación anal, dilatación en tu entrada y aumento en la sensibilidad y deseo sexual. Te podrías ver vulnerable, dependiente e incluso perder tu dignidad de lo deseoso que te pondrás. —Haechan explicó.
—Mierda, ni aunque me toque puedo sentirme bien. —Jaemin había dejado de escuchar porque ya había empezado a manosearse.
Haechan rodó los ojos, Jaemin era un pésimo alumno y no hacía las preguntas correctas, siempre era un tonto, simplemente quería desaparecer, hasta que ambos escucharon la voz de una pequeña niña fuera de la habitación.
—Mamá, me enteré de que estás aquí, ¿Puedo pasar? —La pequeña Winter tocó.
Jaemin se sintió demasiado avergonzado y Haechan de repente desapareció para detener a su amiga, no tenía que estar lidiando con omegas hasta que fuera presentada. Para los niños y los betas, el olor de las feromonas de los alfas y/u omegas, no funcionaban.
Continuará...
Chapter 32: Capítulo XXXII
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Doyoung entró apresuradamente a la oficina del rey Jeno, luego lo observó, el rey estaba leyendo apresuradamente sin ver a su mano derecha.
—El chef dejará de cocinar cualquier alimento que lo haya molestado. —Doyoung murmuró. —Sobre los temas que han llegado durante su ausencia, el más importante es el de Armagedón. Nos han pedido ayuda para cerrar la frontera y analizar cualquier anomalía.
—¿Hace cuánto desapareció? —El rey mencionó.
—Los reyes mencionan que la princesa Karina pudo huir en vez de tratarse de un secuestro, pasó hace tres días, al no estar Usted y no poderlo contactar, se dio la orden de solo vigilar la frontera. —Doyoung explicó.
—Manda personal para que cierren la frontera, coloquen carteles de desaparición solo en los barrios bajos, no queremos asustar a los nobles. —Jeno soltó un suspiro. —Si algo le pasa... Es preocupante, ella todavía no se revela como un alfa u omega, si resulta ser una omega, ella debería estar con sus padres. —Hizo una pausa. —¿Saben por qué podría haber huido?
El rey Jeno tenía una idea de lo qué estaba pasando, pero realmente no quería equivocarse. Si Winter tuviera la misma presión que la princesa Karina, sería desgarrador, aunque sinceramente Jeno hacía todo lo posible para que su pequeña hija no viviera de la misma forma en la que él vivió.
—Al parecer es por la presentación de su subgénero. —Doyoung murmuró.
—¿Sus padres no saben a los lugres a los que pudo haber ido? —Jeno cuestionó.
—Piensan que fue secuestrada, no quieren admitir que podría ser parte su culpa el hecho de que la princesa "huyera", aunque tres días desaparecida podría indicar que se trata de un berrinche bastante grande. —Doyoung murmuró.
—Si yo hubiera podido, hubiera hecho un berrinche mucho peor, pero mi madre insistía en que yo debía ser el rey y que Mark debía de salir del mapa. —Jeno sonrió, pero no se veía nada feliz.
Doyoung también entendía eso, al rey Jeno sí le hubiera gustado tener un hermano con el cual jugar, con el cual compartir responsabilidad, pero al parecer la reina Yoona solo pesaba en Mark como el hijo bastardo del anterior rey.
—Que bueno que el príncipe Mark no salió del mapa, parece ser que ha ayudado en la investigación del corazón envenenado. —Doyoung susurró.
—Encontramos el castillo del mago de oro, solo que se abre una vez al año, iremos cuando la fecha se acerque, seguramente adentro esté lo que busquemos. —Jeno mencionó.
—¿Y con el tema de la reina Jaemin? ¿Paso algo entre el príncipe Mark y la reina durante el viaje? —Doyoung se atrevió a preguntar.
Jeno soltó una risa bastante sarcástica, estaba enojado y Doyoung podía leerlo perfectamente bien en los gestos de su rey.
—A Mark le obsesiona el poder. —Jeno dijo. —La reina Jaemin prometió que no me traicionaría, pero en su mirada hay cariño. No sé por qué lo ve de esa forma. —Hizo una pausa. —Aunque Mark está particularmente obsesionado con el mago de oro... Y quizá en hacerme enojar, siento que mi medio hermano ve a Jaemin como algo que quiere, pero se detiene, porque tampoco lo quiere tomar...
Doyoung asintió. Por lógica podría entender que a Mark le gustara la reina Jaemin porque era hermoso, además era un omega sin marca, Doyoung no percibía los olores por ser un beta, pero sabía que si los omegas no estaban marcados podían ser mucho más provocativos.
—¿No cree que esté hablando con celos en su voz? —Doyoung murmuró.
Jeno levantó las cejas y negó con la cabeza.
—¿Qué insinúas? —Jeno murmuró con un tono bastante ofendido.
—Que es probable que usted realmente esté pensando en la reina Jaemin como su esposo. —Hizo una pausa. —Últimamente se han estado llevando mejor, hay rumores de que pasan algunas noches juntos, la reina Jaemin quiere a la princesa Winter como a su hija, ustedes dos pasaron tiempo juntos durante esta semana... Los sentimientos pueden cambiar. —Doyoung mencionó.
—No. —El rey Jeno mencionó. —Aunque me gustara, no puedo estar con él.
—¿Y por qué no es sincero? Sé que le dijo sobre su "enfermedad", pero ¿Por qué no decirle qué la ocasionó? —Hizo una pausa.
—No quiero hablar del tema. —Jeno estiró su cuello, se sentía tenso al pensar en que quizá el Jaemin actual podría entenderlo, ya lo ayudaba permitiendo que sus manos se tocaran, pero... ¿Ir más allá?
—No es como que estén concibiendo un nuevo príncipe o princesa, pienso que esta nueva versión de la reina Jaemin, es... Es bueno. —Doyoung murmuró.
Jeno observó a Doyoung, no le gustaba cuando otras personas se ponían del lado de su reina, porque sinceramente se notaba que él siempre fue el malo de su relación, Jeno ya conocía su pasado, conocía la situación. ¿Pero si las antiguas memorias de la reina volvían? ¿Si la antigua reina solo actuaba de esa forma porque estaba decidido a enamorar al rey?
—No, no quiero pensar en eso. —El rey miró a Doyoung y luego evitó el tema. —¿No me dijiste que el chef ya no estaba cocinando? ¿Porqué huele tan dulce? ¿Qué se supone que está haciendo?
Doyoung olisqueó el aire, no olía a nada en particular.
—Iré de nuevo a la cocina del castillo y se lo diré al chef.
—No, déjalo, yo voy. —Jeno se levantó de su lugar. —Haz lo que te pedí, esperemos que la princesa Karina aparezca pronto.
Jeno se levantó de su lugar y salió de su oficina con rumbo a la cocina.
Para un alfa como él, su sentido del olfato era bueno, el olor era sinceramente delicioso y le daba hambre, pero no podía entender de qué se supone que era, ¿Qué tipo de alimento olía así? ¿Se volvería un adicto a los postres como su hija?
Hablando de su hija, Jeno vio a la princesa Winter en el pasillo, con un espejo de mano en las manos, preparándose para lucir bonita antes de entrar con la reina. ¿Qué tenían el príncipe Mark y la princesa Winter con los espejos?
—¡Papá! —La pequeña niña sonrió mientras escondía el espejo de forma sospechosa. —¿Qué haces aquí?
Jeno tragó saliva. Sí, ¿Qué se supone que estaba haciendo allí? Se supone que iba a la cocina a pedir que dejaran de preparar ese aroma tan empalagoso, ¿Por qué estaba frente a la puerta de la reina Jaemin?
Jeno aclaró su garganta y se sintió apenado. ¿Cómo explicar lo que estaba haciendo allí?
—Más bien ¿Qué haces tú aquí? —Jeno observó a su hija. —Ni siquiera has ido a verme después de regresar del viaje.
—No sabía que estaban aquí, Hae... —Se arrepintió y cambió el orden de su oración. — Quiero decir, me enteré de que el tío Mark había ido con ustedes a la misión y que no podía usar magia, quería ver a madre para que me contara, pero al parecer está indispuesto. —Frunció los labios.
—¿Qué le pasó? —Jeno lució preocupado. —¿Está bien?
—No lo sé, Ningning...—A parte de Haechan. —Me dijo que no pasara, que mamá está en época de celo y al parecer es bastante intenso, ella dijo que su periodo de celo se retrasó bastante y los supresores no le sirven.
Jeno se quedó callado, ese era el olor que apestaba. Se sintió un poco contradictorio porque... Bueno, generalmente durante los periodos de celo de la reina Jaemin, Jeno bloqueaba el olor de feromonas de Jaemin, incluso la reina usaba un poco de su magia para mantenerlo oculto, pero Jeno recordaba ese olor como a algo asqueroso, no olía como a dulces.
—Entonces lo mejor es no pasar. —Jeno mencionó. —Veremos a la reina Jaemin en tres días. —Le sonrió a su hija.
—¿No sería mejor que entraras y te hicieras responsable? Las institutrices dicen que el celo de un omega al que no le sirven los supresores necesitan a su alfa. Tú eres el alfa de mamá. —Winter murmuró.
—Bueno, como sabes, tu madre y yo no... —Aclaró su garganta.
—¡Deberías entrar! —Winter dijo con una sonrisa traviesa mientras se acercaba a su padre y lo empujaba.
Haechan se sintió bastante feliz de ver que Winter era una buena cómplice, así que se movió del espejo de Winter al espejo de la habitación de Jaemin, pero lo que vio, no le gustó: era un Jaemin peleando con su lado racional contra el instintivo, Jaemin solo tenía que dejarse llevar, el celo era algo por lo que todo omega pasaba, así como los rut del alfa.
—Jaemin... —Haechan habló con un tono suave.
Jaemin estaba cubierto por una sabana, pero estaba desnudo debajo de ella, al oír su nombre no volteó al espejo, observó directamente a la puerta, más cuando se abrió y vio al sexy rey Jeno frente a él, con una cara desconcertada. Su olor era sensual, quería ser apresado por esos brazos y ser follado allí mismo de una y mil formas.
Maldito rey sexy, con un olor exquisito, ah... Tenía que saltarle encima y tomar todo de él.
—Sal de aquí. —Jaemin dijo tragando saliva y retrocediendo. No podía si quiera hablarle de usted al rey.
Winter cerró la puerta detrás de Jeno y se fue llamando a Haechan en el espejo, pero Haechan estaba más concentrado en qué iba a hacer Jaemin y Jeno con su situación. Esto podía terminar muy mal.
—Winter insistió en que entrara. —Jeno generalmente se ponía mal cuando algún omega en celo entraba en su rango, se sentía asqueado y lo evitaba, pero realmente el aroma de Jaemin le daba tanta hambre, ganas de comerlo...
Y ese pensamiento era muy peligroso, pero Jeno también estaba comprobando sus límites.
—Solo vete. —Jaemin dijo. —No soy un violador y justo ahora quiero hacerte cosas que... Ni siquiera puedo expresarlas. —Jaemin jamás se había sentido tan caliente en su vida, estaba frustrado de tan vergonzoso que estaba actuando. —No quiero ser como el antiguo Jaemin, no quiero saltarte encima y pedirte que me embaraces... Aunque suena maravilloso. —Susurró. —Si Winter es tan linda... ¿Te imaginas cómo sería un hijo entre nosotros?
Solo de pensar eso, la entrada del omega se humedeció, estaba siendo demasiado desvergonzado, debía sacar al rey Jeno cuanto antes de su habitación o de verdad le saltaría encima y no lo dejaría ir hasta que le bajara la calentura que tenía que no lo dejaba pensar correctamente.
Jeno también se quedó estático. No se sentía como en antiguas ocasiones. Incluso el tener un hijo ahora con la reina Jaemin sonaba maravilloso, así Mark ya no se metería, Jeno estaba tan ansioso de hacerle una marca en el cuello a Jaemin.
—Reina Jaemin. —El susurro del rey Jeno fue lamentable.
Jaemin con mucho pesar se acercó a él, era como si una lucha se llevara dentro de su cuerpo, Jaemin sabía que Jeno odiaba a los omegas porque lo enfermaban, pero ahora mismo no quería hacerle caso a su cuerpo, al principio, Jaemin podía imaginar a Mark con él, pero automáticamente la imagen de Mark era remplazada por la del Jeno.
Era terrible.
Jeno se sintió cobarde cuando vio a Jaemin tan cerca de él. Sentía que él mismo se estaba perdiendo entre el aroma y las feromonas, entre ver el cuerpo de Jaemin desnudo pavonearse frente a él y deteniéndose considerablemente mientras sus ojos suplicaban que se fuera porque no quería incomodarlo.
—No hagas esto difícil, no quiero incomodarte como lo hice, no te quedes allí, vete. —Jaemin suplicó.
Pero Jeno no hizo nada más que elevar el olor de sus feromonas y luego quitarse la capa que traía, con esa capa cubrió a Jaemin por completo. Jaemin se sintió tan pequeño y delgado cuando la enorme capa le cayó sobre su cuerpo.
—No te muevas. —Jeno tragó saliva a la hora de decirlo.
Los brazos del rey tomaron a Jaemin sobre la capa. Giró el cuerpo de Jaemin y se sintió extraño cuando sus manos pudieron tocar esa silueta, hace tanto que no tocaba a un omega. Llevo su boca hasta el cuello de Jaemin y allí lo dejó.
Jaemin tuvo un colapso. ¿Jeno podía tocarlo? ¿Era por la capa entre sus pieles? No sabía, en ese momento lo único que quería era ser mordido en el cuello, ser marcado, que Jeno lo reclamara como suyo, quería ser el omega de Jeno.
—Márcame como tu omega. —Jaemin dijo con una voz llena de necesidad.
Y Jeno se dio cuenta de que se estaba volviendo loco.
—Lo siento. —Y con esas palabras soltó a Jaemin y salió corriendo de la habitación.
Winter ya no estaba afuera, seguramente se había ido con una expresión de victoria al lograr que su papá entrara y sinceramente, había sido demasiado peligroso, su cuerpo era bastante convenenciero cuando quería, porque si le preguntaban, quizá si él no tuviera el problema que tenía... Quizá ya hubiera marcado a Jaemin allí mismo.
¿Desde cuándo la reina Jaemin se había vuelto tan irresistible?
No cómo persona, sino como su omega.
Continuará...
Chapter 33: Capítulo XXXIII
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Jaemin estaba avergonzado, no, quería que la tierra se lo tragara y lo escupiera en su mundo. Se preguntó que si un omega en celo era similar a una mujer ovulando, no, no debía ser lo mismo porque una mujer jamás se lanzaría a un hombre como Jaemin quería lanzarse al rey Jeno.
Estúpidamente, Jaemin ya se había tocado con el aroma del rey que impregnó en su capa, manchándola, durmiendo con ella. Jaemin se sentía asqueroso, pero muy feliz, esa capa lo hacía demasiado feliz.
Haechan le dijo que el celo era normal, también habló sobre los nidos, sobre las mordidas, entre otras cosas que Jaemin no entendía a fondo, solo se sentía como un pervertido caliente.
Al menos los primeros días. Al tercero su temperatura bajó y su cuerpo se sintió cansado. Al menos ya podía pensar con más claridad. Aunque seguía pensando en que el rey Jeno debía romperle el cuello y morderlo, eso hacía que se humedeciera y Jaemin de verdad se sentía avergonzadísimo.
¿Cómo podría ver al rey de nuevo a la cara?
Mientras tanto el rey leyó las noticias que había traído Doyoung de sus guardias, guardias que compartía con Armagedón.
—Una semana, ¿Cómo una niña de 11 años ha estado perdida durante una semana? —Jeno parecía molesto. —¿Han enviado guardias encubiertos?
—Sí, pero ninguno ha visto nada. —Doyoung aclaró la garganta. —Puede ser posible que fuera ocasionado por los barbaros del mar.
—¿Piratas? —Jeno cuestionó. —Pensé que no se acercaban a Armagedón.
—No lo pisan, pero si tienen espacio en el puerto, dicen que hay una isla cercana que es su guarida. —Doyoung instruyó. —Pronto será abril. —Doyoung murmuró. —El cumpleaños de la princesa es pronto, si ella resultada ser una omega en una isla de alfas...
—No, no pensemos en eso. ¿Qué otras opciones hay?
—No muchas personas saben de la desaparición de la princesa, como es la única heredera tratan el tema con cuidado, pero en vísperas de su cumpleaños, hacen un festival para todo su pueblo, los reyes piensan lanzar lámparas al cielo con un hechizo de localización. —Doyoung informó.
Jeno pensó que era una buena idea, si Winter se encontrara en una situación similar, ¿Cómo podría lidiar con eso? Quizá Jaemin tendría una buena idea, tenía ideas locas y tontas, pero realmente se preocupaba por Winter... ¿Cómo seguiría de su celo?
—También nos llegó la noticia de que los reyes de Neverland recibieron la visita del príncipe Mark, agradecen las atenciones y esperan la fecha para poder encontrar la cura con su hijo. —Doyoung murmuró.
—¿Mark regresó al Instituto de magia? —Jeno cuestionó.
—Sí, aunque no hay forma de que sea detenido. —Doyoung susurró. —El director, quien nos informaba del príncipe, ha dicho que el príncipe ha sobrepasado su magia desde hace tiempo, el mago obsidiana es actualmente el mago más fuerte del mundo, si hiciera sus propios hechizos sería igual de fuerte que el mago dorado.
—No sé qué tan conveniente es que Mark se convierta en el mago más fuerte...
—¿Cree que busque el trono? —Doyoung mencionó.
—No, no lo creo, pero tampoco tengo claro qué es lo que busca, ¿Para qué quiere tanto poder? —Se preguntó. —Aun si se quedara con todos los hechizos del mago dorado, ¿Para qué los quiere? Mark podría convertirse en una amenaza si no sabemos cómo detenerlo...
—Aún tienen tiempo, creo que si la reina Jaemin y usted logran apropiarse de los hechizos primero... Sería una gran oportunidad de calmarlo. —Doyoung mencionó.
—Ni siquiera quiero imaginar qué podría pasar si no le damos lo que quiere... Mark no tiene algo que desee verdaderamente, porque incluso si le gustara Jaemin, la balanza se inclinaría a que Mark desea el poder más que el amor. —Jeno apretó los dientes. —Soy la persona a la que más odia.
—¿Quiere que mandemos a alguien para que se encargue de él?
—No, no arriesgaré la vida de personas que no están a su nivel. —Jeno aclaró la garganta. —Lo mejor será que te vayas, iré a mi habitación ahora.
Jeno se levantó de su lugar, Doyoung solo lo vio irse, el rey estaba nervioso, no quería admitirlo, pero Doyoung solo sonrió, por el lado a donde iba no estaba su habitación, sino la de la reina Jaemin.
Cuando Jeno vio a la doncella salir de la habitación ésta hizo una reverencia y anunció la entrada del rey Jeno. Jaemin entró en pánico, aunque ya no estaba en celo, se sentía demasiado avergonzado.
Ningning cerró la puerta y dejó a los esposos a solas, aunque Haechan podía verlos y escucharlos.
—Rey Jeno ¿Qué hace aquí? —Jaemin preguntó.
—Vine a ver cómo seguías. —Murmuró. —Fue un celo bastante largo y descontrolado.
—Sí, Ningning dijo que los supresores no funcionaron correctamente, que me sentía como un omega hormonal adolescente, como si fuera mi primera vez. —Se rio. Vaya que nunca se acostumbraría a eso. —Supongo que debo disculparme...
—No, soy yo quien debería hacerlo. —Jeno aclaró su garganta. —No debí quedarme parado a mitad de su habitación, tentando. Aunque le agradezco que no se lanzara sobre mí.
—Fue difícil. —Jaemin se rio con nerviosismo. —En mi mente pasaron muchas cosas que lo involucraban.
Jeno levantó la ceja y se sentó más erguido, estaba orgulloso de las palabras de su reina, aunque no sabía por qué se sentía así, no debía de ser feliz de saber que su hermoso reina quería pasar su celo con él.
—¿Qué cosas? —Jeno se atrevió a cuestionar.
Jaemin palideció y casi escuchó a Haechan burlarse de él. Negó con la cabeza y miró al rey.
—No tiene sentido pensarlo. —Jaemin murmuró. —Dije muchas cosas que no eran correctas, así como pensé cosas que son imposibles que pasen. —Bajó la mirada. —Sé que nunca tendremos herederos al trono y me da miedo tener una mordida aunque lo deseara en ese momento.
—Es algo normal. —Jeno frunció sus labios. —Por cierto ¿Aún tiene mi capa?
Jaemin titubeó y sintió pánico.
—No, la mandé lavar, estará lista mañana.
—¿Por qué?
Jeno sonrió, ¿Sería posible que Jaemin la hubiera usado para crear un nido? No debía preguntarle, pero se sintió avergonzado, además su reina sonrojado y nervioso era precioso.
—Nunca pensé que el celo fuera así de intenso. —Jaemin bajó la mirada y evitó ver a Jeno. —Ni pensar que volveré a pasar por esto en tres meses, que suerte tienen los alfas, ¿Su rut solo dura un día no?
Haechan al menos ya había instruido a la reina en todo lo referente a alfas y omegas. No podía permitir que Jaemin se siguiera avergonzando y ni siquiera supiera cómo funcionaba su propio cuerpo.
—Sí. —Jeno mencionó bajando la mirada. —Aunque es más intenso, si vemos un omega que realmente nos gusta, que su olor nos vuelve locos... Podríamos...
Jeno guardó silencio y observó a Jaemin. Jaemin relamió su boca y tocó su cuello, sin una marca y luego suspiró.
—¿Es cierto que duele? ¿Qué los alfas arrancan la piel del omega cuando lo marcan? —Preguntó. —¿Cómo fue su marca con la fallecida reina Seulgi?
Jeno se mantuvo callado, ¿En qué momento su relación con su reina había cambiado y por qué se tenían confianza ahora?, Jeno no quería enamorarse, pero su reina era especialmente atractivo, dulce y una persona amable, además de que físicamente era sensual y su aroma de omega podía volver loco a cualquiera.
Jeno solo levantó su mano y Jaemin se sintió confundido, Jeno miró a Jaemin y le señaló su mano. Jaemin sonrió y tomó la mano, Jeno pareció sentirse nervioso, pero ambos recordaron la escena de la capa, allí hasta hubo un abrazo.
Jaemin soltó la mano y fue a buscar unos guantes que se puso, y con eso tocó la piel de Jeno, era muy cómodo para él.
—Creo que sirve si hay una capa de ropa entre nosotros, supongo que me acostumbro a tu esencia. —Jeno mencionó.
—Eso es bueno, podrá acostumbrarse a mí y a Winter en caso de que ella sea una omega. —Jaemin sonrió. —Así que yo le ayudo, y ¿Puede responder mi pregunta? ¿Si yo llegara a estar con un alfa durante su celo, ese alfa podría marcarme?
Jeno asintió.
—Los alfas suelen ser más desconsiderados. —Jeno mencionó. —Pero reina Jaemin, usted no puede ser marcado por nadie, nadie que no sea yo, ¿Entendiste?
Jaemin frunció los labios, Jeno tenía esa sensual mirada sobre él, estaba siendo serio y tranquilo, pero su voz sonaba tan particularmente atractiva, Jaemin tenía muchas ganas de pertenecerle.
—¿Eso podría pasar algún día? —Jaemin tuvo que preguntar.
—No lo sé. —Jeno negó con la cabeza y rompió el contacto visual, sin embargo no soltó la mano de Jaemin.
—¿Es porque fui malvado o por qué sigue extrañando a la madre de Winter? —Cuestionó.
Jeno rápidamente levantó la vista, miró a Jaemin, claramente Jaemin no era malvado, era, era, le gustaba, bueno, le agradaba. No había forma de que lo engañaran, esa era la personalidad de Jaemin.
—La madre de Winter. —Jeno bajó la mirada y recordó las palabras de Doyoung. —Fue mi omega por casi 3 años. Era la hija mayor de un barón, de un ex secretario de economía del reino, ella nunca fue mi omega destinada ni nada similar, solo... Solo me casaron con ella con un matrimonio político que benefició mi ascenso al trono.
—Woah. —Jaemin exclamó. —Siempre creí que se habían casado por amor. —Frunció los labios.
—No hay muchos matrimonios que sean por amor en la realeza, son más entre reinos o con nobles aristocráticos que buscan elevar su estatus, por eso quiero que Winter pueda conocer a su persona destinada, no quiero que cometa los mismo errores que yo. —Jeno explicó.
—Winter encontrará el amor cuando sea su debido tiempo. —Jaemin sonrió. —Es triste que Winter no haya conocido a su madre.
—Un poco, pero me alegro de que no la hubiera conocido, es mejor así. —Jeno apretó los dientes. —Cambiemos de tema, ¿Cómo era el mozo del que te enamoraste en Dreamland?
Jaemin guardó silencio. ¿Por qué hablaban de ese? Jaemin ni siquiera lo había conocido, sabía que Jeno hablaba de lo que leyó en el diario, pero, ah, ¿Qué tenía que ver el mozo con la reina Seulgi? ¿Iban a hablar de ex amores del pasado?
—No lo recuerdo, de verdad que no recuerdo nada de antes de que intentara morir. —Levantó sus hombros y recordó lo que significaba haber querido a alguien y que se falleciera. —Aunque si tengo una historia con un hombre que solía gustarme, era mayor que yo por unos años, hacía los mejores vestidos de toda la ciudad. —Jaemin sonrió al recordar, aunque quizá Jeno no sabría de qué hablaba. —De todos los reinos. —Se corrigió. —Era perseverante, recto y siempre me animaba.
—¿Y nunca te confesaste? —Jeno preguntó con curiosidad, Jaemin si había tenido otros alfas.
—No, no podía gustarle. —Jaemin mencionó. —Además él había perdido al amor de su vida, siempre la buscó por todos lados y cuando tomé el valor de decirle lo que sentía, ya era demasiado tarde y él murió.
—Debió generar un trauma perder a todas las personas que has amado. —Jeno tocó con su pulgar la mano de Jaemin, era un sentimiento bastante extraño, pero cómodo.
—Está bien, estoy acostumbrado a estar solo. —Jaemin sonrió. —Siempre lo he estado y siempre lo estaré.
Jaemin no tenía familia, las pocas personas que había hecho como amigos se habían quedado en su mundo, o como Mark, que habían partido antes, Jaemin soltó un suspiro bastante cansado y deprimido, pero Jeno apretó su mano.
—Ya no estarás solo. —Jeno murmuró muy bajito.
Jeno sabía del maltrato que Jaemin recibía de su madre y de su hermano, el hecho de que sus amores murieran, podía entender esa soledad y como se torció en una extraña forma de ser, así que esperaba no arrepentirse.
—Está bien... Ahora tengo a Winter y a un buen amigo que me da su apoyo. —Jaemin miró al espejo donde estaba Haechan, Haechan era un excelente amigo.
Jeno abrió los ojos y sonrió con delicadeza, se sintió extrañamente conmovido.
—Sí, ahora nos tienes a Winter y a mí. —Aclaró su garganta. —Yo también te considero un amigo al cual podré darle mi apoyo.
Jeno pareció sonrojarse y Jaemin soltó una risita nerviosa.
—No era lo que quería decir. —Jaemin dijo, pero no supo cómo expresarlo, Haechan no quería que su existencia fuera revelada a nadie que no fuera Winter o él. —Pero gracias.
Jeno frunció los labios. Jaemin y él se quedaron callados durante unos minutos, pero sus manos no se separaron.
Continuará...
Chapter 34: Capítulo XXXIV
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Pasaron unos cuantos días, realmente Jaemin estaba disfrutando de su vida, Jeno era mucho más amable y no había tenido más problemas con su celo, todo parecía ser igual a como cuando se fueron a buscar a Mark.
Ahora Winter y Jaemin tomaban el té en las mesas de los jardines, claro, con un bello espejo que sentía que tenía que cuidarlo a los dos.
—Es un lindo broche de cebolla. —Winter observó el espejo que tenía Jaemin en su ropa. —¿Dónde lo compraste y por qué tiene esa forma? Es extraño.
Jaemin lo vio en su solapa y lo tomó.
—Realmente no lo sé, ¿Por qué una cebolla? —Guardó silencio y se quedó pensando.
—¿Hay alguna anécdota que tenga que ver contigo y ese hombre que involucre cebolletas? —Haechan habló. —Se veía muy confiado cuando te la dio, claro, después de la fresa. —Rodó los ojos.
—No me gustan las fresas y no sé si tengo alguna historia con Mark que hable de cebollas...
—¿Mark? —Winter cambió su expresión. —¿Mi tío? ¿El príncipe Mark?
—Oh, sí, tu tío. —Jaemin contestó con una sonrisa.
Pero el rostro de Winter se convirtió en una mueca de inconformidad, tragó saliva y miró a Jaemin de una forma un tanto cruel y seria.
—No deberías de reunirte con él. —Ella tomó un sorbo de té. —Hay muchos rumores que mencionan que podrías ser una "reina traicionera", que podrías engañar al reino y matarnos a mi padre y a mí para ayudar al príncipe Mark a llegar al poder. —Su cara se volvió sombría.
—Winter, eso no pasará. —Jaemin mencionó calmando la incertidumbre de la princesa. —Mark me trata bien, pero yo también sé que estoy casado y que tú eres mi hija, no voy a traicionar al reino.
—¿Estás seguro? —Ella guardó silencio. — Si tuvieran un hijo varón o alfa... Yo... Mi padre. —Su mirada cambió.
—Oh, no Winter, la idea de los bebés me sigue aterrando. —Jaemin mencionó recordando cómo se había puesto durante su celo. —Nada de bebés ni traiciones, si llego a traicionar al reino, no seré yo, será seguramente la persona que habitaba en este cuerpo antes. —Hizo una pausa.
—¿Qué habitaba este cuerpo antes? —Winter se le quedó viendo.
Jaemin pareció nervioso, pero Haechan solo rechistó con hartazgo. Luego miró a su amiga y empezó a hablar.
—Jaemin viene de otro mundo diferente a éste, la antigua reina Jaemin ya no existe. —Haechan explicó rápidamente.
—¿De verdad? ¿Cómo hiciste ese? ¿Cómo llegaste aquí? ¿Y cómo era ese mundo? —Winter preguntó con curiosidad.
—Oh, era un mundo muy diferente a éste, había autos, reinaba la democracia, bueno, de cierta manera, la magia no existe y los hombres no se pueden embarazar. —Jaemin explicó solo respondiendo la última pregunta. —No hay cosa como omegas o alfas. —Levantó los hombros. —Yo era modista, hacía vestidos para fiestas de XV años y presentaciones de 3 años, las niñas amaban mi trabajo.
—Oh, ¡Eso explica por qué eres tan bueno para hacer vestidos! —Winter dijo con emoción.
—No, quien era el mejor haciendo vestidos era mi jefe Mark. —Hizo una pausa. —Sí, se llama y luce igual que el príncipe Mark. —Hizo una pausa. —Fue el mejor jefe que tuve, a parte de ser guapo y amable, hacía vestidos de boda increíbles, mi prueba para entrar a su boutique fue hacer un vestido que...
Jaemin se quedó callado y tomó con mucho cariño el broche de cebolla que tenía en su traje. Luego lo miró y sonrió. Quizá no era lo que él pensaba, pero le dio un golpe de nostalgia bastante fuerte.
—¿Qué tipo de prueba? —Haechan preguntó al no oír la demás historia.
—Hacer un vestido de novia, era blanco, pero pomposo. —Sonrió. —Le puse capas y capas, incluso una capa en la espalda. —Se rio. —Mark me regañó y dijo que era un vestido elegante, no una cebolla de tantas capas que llevaba. —Sonrió. —Él se encargaba de los vestidos de novia, yo de los demás vestidos, fuimos un gran equipo.
—¿Eso significa la cebolla? —Haechan preguntó.
Jaemin solo levantó los hombros, no estaba seguro, pero luego Winter miró a su madre y sonrió.
—¿Él era tu alfa destinado? —Winter mencionó con preocupación. —Quiero decir, ¿Él te gustaba? ¿Qué pasó con él? ¿Cómo llegaste a este mundo?
—La reina Jaemin y yo morimos al mismo tiempo, quizá intercambiamos cuerpos. —Se rio mientras pensaba. —Y sí, Mark era... bueno, era la persona que me gustaba, aunque cuando falleció no tuve tiempo de pensar en romance porque me la pasaba trabajando, tenía muchas entregas y una sola persona no podía hacer todo.
—Eso es triste, pero me alegra que estés aquí. —Winter mencionó tomando la mano de su madre.
Haechan pareció pensar, estaba callado, miró a Jaemin y suspiró.
—¿Crees que si le hubieras dicho a tu Mark que te gustaba él hubiera sido tu pareja? —Preguntó el moreno.
—Bueno, siempre fue bastante amable y me trataba con mucho cariño. —Sonrió. —Siempre pensé que podía atraerle, aunque me daba la idea de que podría ser bisexual. —Hizo una pausa. —Aunque sé que en su corazón había alguien más, él mencionó que amaba a una persona, pero fue cobarde y la perdió, que desapareció y nunca pudo superar su muerte. No creo que el jefe Mark hubiera estaba listo para olvidarse de su único amor. —Jaemin sonrió. —Era muy terco cuando se lo proponía. —Sonrió.
—Igual que éste. —Haechan resopló. —Quiero decir, quizá por eso sientas mucha estima a este Mark, porque te recuerda al tuyo. Aunque sé bien que éste también es demasiado terco con lo que quiere... Agh, después de este viaje no puedo confiar en él, sé que sabe de mi existencia. —Haechan murmuró. —Si ese Mark no pudo olvidarse de su único amor tanto que murió para poder alcanzarlo, creo que este Mark moriría por encontrar al mago de oro, siento que... Uh, está obsesionado. —Haechan comentó.
—¿Crees que Mark esté enamorado del mago de oro? —Jaemin preguntó sin entender bien a que se refería el espejo.
—No, el mago de oro tiene muchos siglos, el tío Mark es joven. —Winter corrigió. —Además el mago dorado debe estar muerto, desapareció hace siglos. —Hizo una mueca.
Haechan solo miró a Jaemin y habló de forma directa.
—No necesariamente puede estar muerto, conocía el secreto de la inmoralidad, simplemente pudo haber cambiado su forma y olvidar quién era. —Hizo una pausa dramática. —Sé que él es mi creador, sé que él me hizo y me encantaría encontrarlo para estar con él y pasar mi existencia a su lado, para eso me creó. —Sonrió. —Lo que me preocupa es lo que Mark pueda encontrar dentro del castillo del mago de oro. ¿Te imaginas?
—¿Algo para encontrar al mago dorado? —Jaemin preguntó con un tono dubitativo.
—No, en lo que se convertiría. —Haechan murmuró. —¿Te imaginas? Un alfa que podría fácilmente doblegar al reino, con magia podría deshacerse de la familia real aunque diga que no quiere el trono, podría quitarles el hechizo a personas como los de Neverland, ¿A quién apoyarían los reyes de Neverland? ¿Al rey que no tiene magia o al príncipe que le quitó el hechizo a su hijo?
—Si lo pones así...
—Esto es político. —Haechan mencionó. —Las personas son malas, por eso no confíes completamente en el príncipe, no quiero que algo malo les llegue a pasar.
—No te preocupes, estaremos bien, yo también siempre cargo mi espejo para estar comunicados. —Winter sonrió.
—Jaemin también, aunque jamás me voy a meter en ese broche de cebolla, es una trampa. —Se burló.
Y la platica siguió, los tres parecían bastante unidos, se habían vuelto amigos de repente, su relación era bastante dulce. Parecían tres omegas charlando, o al menos eso era lo que pensaba Doyoung mientras los espiaba y los veía.
¿De dónde había conseguido la reina Jaemin un espejo que hablara? Tenía que informarle al rey Jeno.
[...]
Esa misma tarde, Jaemin, Winter y Haechan salieron a la ciudad, Jaemin quería enseñarle un vestido que le había gustado a Winter, así que fueron a la boutique. Cuando entraron, madame Yeri saludó con emoción e hizo reverencias.
—Reina Jaemin, princesa Winter, bienvenidas, es un gusto encontrarnos. —Sonrió. —Tengo algo para ustedes.
Winter y Haechan empezaron a ver los vestidos y Jaemin pareció un tanto preocupado, ¿Qué tenían para ellos? Tanto que la dueña del lugar había ido a la parte trasera del establecimiento para sacar una enorme caja.
—Mamá. —Winter gritó. —¡Ve este vestido! —Sus ojos parecían emocionados. —Se parece al que me hiciste para mi cumpleaños.
Jaemin se acercó al vestido blanco que había visto anteriormente y sonrió.
—Es hermoso ¿No lo crees? —Sonrió. —Dicen que solo podría usarlo un omega de la realeza. —Jaemin recordó las palabras de Mark.
Pero Haechan habló en voz alta.
—O un mago con alto nivel mágico y de pureza, un mago que sea regido por el sol. —Sonrió con un tono nostálgico en su voz. —Es un vestido verdaderamente hermoso, si fuera un humano me encantaría usarlo... Bueno si yo... quiero decir, si encontrara a alguien que...
—Wow, nunca pensé ver a Haechan nervioso. —Jaemin le dijo a Winter. —Parece que se quedó sin palabras para decir. —Sonrió. —Lo compraré, quizá en la casa del mago de oro haya un hechizo para convertirte en humano.
—Yo no quiero ser humano. —Haechan mencionó. —Me gusta tener poder, conocimiento, poder moverme de un espejo a otro...
—Reina Jaemin. —Madame Yeri le llamó.
Jaemin volteó el rostro y se acercó al mostrador, vio una enorme caja dorada con blanco y esperó que Winter llegara con Haechan.
—¿Qué es esto? —Preguntó Jaemin.
—Es el pedido que nos hicieron llegar, su vestido y el de la princesa Winter para... —Leyó la nota. —Para ir a la ceremonia de cumpleaños de la princesa Karina.
Winter al oír eso levantó la ceja con sorpresa, miró a la mujer y su cara fue de confusión.
—¿El cumpleaños de la princesa Karina? —Winter cuestionó. —Los herederos al trono no podemos salir del reino hasta después de mostrar nuestro subgénero.
—Lo sé, pero fue pagado por el palacio real, son dos vestidos iguales, fueron hechos por nuestro mejor sastre, era una especificación obligatoria para ustedes. —Madame Yeri murmuró.
Jaemin sacó de la caja los dos preciosos vestidos, sin duda eran iguales, al menos de tela, accesorios y colores, porque el diseño para omega varón era diferente al de omega mujer. Aunque eso le daba mala espina.
—Mamá, ¿Entonces esto es una invitación para ir al reino de Armagedón? ¿Mi papá me está dando permiso para ir con ustedes? —Winter sonrió.
Jaemin seguramente diría algo como "claro que puedes ir con nosotros", pero Jaemin ni siquiera sabía a dónde irían, y ahora que lo pensaba... Ah, Jaemin se cuestionó si sería con alguna otra intención, quizá el vestido que era para Winter era el regalo para la princesa Karina de parte del rey Jeno.
Y Jaemin no pudo evitar sentirse decepcionado y asqueado, y preocupado, y, y...
—No estés celoso. —Haechan murmuró. —Los vestidos son inofensivos, son de muy buena calidad y muy bonitos.
—Tendré que preguntarle a tu padre si él nos compró estos vestidos y saber por qué quiere ir a un evento como éste. —Jaemin frunció los labios. No estaba seguro de que Jeno hubiera superado su enfermedad a los omegas, ¿Qué pasaría si no pudiera tomar la mano de Jaemin y las personas mencionaban que era por la nueva princesa?
Agh, que estrés.
¿Pero Jeno quería que fuera él y Winter? ¿Por qué no se lo había dicho directamente? ¿Entonces irían a Armagedón?
—Será un honor ir a una fiesta los tres juntos. —Winter sonrió. —¡Haechan, si fueras humano también te invitaría! Tú y yo bailaríamos toda la noche...
—No estoy seguro de querer salir de mi espejo, ya lo dije, además puedo acompañarlos, cuando te presentes seré el espejo más orgulloso y también cuando te conviertas en reina, Winter. —Haechan sonrió a través del espejo de mano que Winter siempre cargaba.
—Seremos los más orgullosos. —Jaemin sonrió y luego vio a la dueña del lugar. —Por cierto, madame Yeri, envíe estos vestidos, el vestido blanco "Fullsun" y unos guantes de seda negros al palacio real. Sin duda es una vestimenta que me encantará tener en mi repertorio.
—A nuestro sastre le encantará saber que su mejor creación será usada por los soles del imperio. —Ella hizo una reverencia. —Me encargaré de que todo llegue en orden.
Jaemin solo asintió. Tenía que hablar con Jeno después.
Continuará...
Notes:
Pregúntenme como me fue en la boda y en mi luna de miel jajaja! No, no es cierto, pero igual, poco a poco lo verán en mi Tiktok, fue genial!
Ahora tengo mucho trabajo, así que las actualizaciones seguirán siendo una a la semana!
Espero que me hayan extrañado!
Chapter 35: Capítulo XXXV
Chapter Text
Jeno escuchaba con atención, ya tenía sus dudas con respecto al espejo de Jaemin, su hija siempre cargaba uno y Mark parecía interesado en el broche con espejo de Jaemin. Ahora lo que decía Doyoung tenía algo de sentido.
—¿Estás seguro de que ese espejo habla? —Jeno cuestionó con sumo interés.
—He escuchado algunas conversaciones. —Doyoung murmuró. —Según lo que he oído, su nombre es Haechan.
—¿Y de dónde lo consiguió la reina Jaemin? —Jeno preguntó.
—Al parecer se lo compró a un mercader cuando buscaba regalos para el cumpleaños de la princesa Winter. —Doyoung murmuró. —Aunque se quedó con el espejo para él, la reina decidió regalarle un vestido a la princesa, vestido que hizo con sus propias manos ya que usted lo mantuvo encerrado durante varias semanas hasta la fiesta de navidad.
Jeno chasqueó la lengua, sí, había sido bastante desconsiderado con Jaemin, pero en ese entonces no confiaba en él, ahora era diferente, eran personas que se ayudaban mutuamente... Había cariño y confianza.
—Rey Jeno, ¿Puedo pasar? —Era la voz de Jaemin.
Jeno tragó saliva y aclaró su garganta, estiró su cuello y se sentó más recto, Doyoung solo lo vio con diversión y evitó sonreír de lado. Estaba seguro de que el rey Jeno ni siquiera sabía que su cuerpo reaccionaba así con la sola presencia de la reina Jaemin.
—Adelante. —Dijo Jeno con suavidad.
Jaemin entró con una sonrisa.
—Rey Jeno, Winter y yo estamos muy felices, gracias por los vestidos que nos obsequió, los usaremos con gusto en el baile de cumpleaños de la princesa Karina. —Jaemin murmuró con un tono amigable.
Jeno solo levantó la ceja y Doyoung se pegó a un lado de la pared para observar lo que decían.
—¿Vestidos? —Jeno preguntó sin tener idea de lo que decía su esposo. —Me temo que no estoy entendiendo. ¿A qué se refiere?
Jaemin aclaró su garganta.
—Uh, fuimos a comprar tela para hacer vestidos, Winter y yo pasamos por la Boutique de Madame Yeri, ella nos comentó que el Palacio Real había mandado hacer vestidos de fiesta para el cumpleaños de la princesa Karina. Winter y yo tenemos vestidos a juegos.
Jeno sonrió, le gustaba la idea de que Jaemin y Winter se vistieran de forma similar, si conocía el color, seguramente él también se vestiría similar para que la gente ubicara correctamente a la familia real de Wonderland, pero ahora se sentía extraño.
—Yo no he mandado comprar vestidos. —Jeno murmuró. —Además, Winter aún no puede salir a un reino diferente ya que ella todavía no se presenta como un alfa u omega. —Jeno miró a Doyoung y con un solo suspiro éste entendió.
—Buscaré el origen. —Doyoung murmuró haciendo una reverencia. —Me retiro.
Doyoung hizo una ligera inclinación y dejó a Jeno y a Jaemin a solas para que pudieran hablar. Jeno le hizo una seña a Jaemin para que se sentara frente a él, sin embargo cuando Jaemin se sentó, Jeno rodeó su escritorio y se recargó a un lado de la reina. Jaemin solo levantó la mirada y observó al rey.
—Si no ha sido usted, ¿Quién más podría haber mandado a hacer los vestidos? —Jaemin cuestionó.
—Podría ser mi madre. —Jeno cruzó sus brazos. —E incluso hasta el príncipe Mark, él tiene presupuesto del palacio, aunque no lo ocupe. —Frunció los labios. —Pero me resulta más interesante el hecho de que los hayan invitado a la fiesta de la princesa Karina.
—¿Por qué? —Jaemin cruzó los brazos. —¿Acaso quiere ir usted solo? —Jaemin sonrió y puso los ojos en blanco. —Al parecer la princesa Karina es mi rival como futura reina de Wonderland.
Jeno rodó los ojos y suspiró.
—Pensé que ya habíamos aclarado ese tema, eres mi esposo y así se mantendrá por siempre. —Jeno dijo. —No tengo intención de volverme a casar, contigo es suficiente.
—No se si debería sentirme halagado o pensar que en verdad te tengo harto. —Jaemin dejó de hablarle de tú y sonrió con diversión.
—Halagado, te has ganado mi confianza y la de nuestra hija. —Jeno murmuró.
Y algo en la palabra "nuestra" hizo que Jaemin sonriera, aunque se mordió los labios para evitar que Jeno lo viera. Se sintió bastante nervioso. Ah, el rey Jeno era bastante encantador cuando se lo proponía.
—Nuestra hija. —Jaemin susurró. Luego buscó en su bolsillo. —Cuando fuimos a comprar los vestidos, encontré estos. —Jaemin le extendió un par de guantes a Jeno. —Quizá así podamos entrar a la fiesta y que la gente piense que no estás enfermo y que mantenemos una buena relación, mínimo para aparentar.
—Creo que no estamos aparentando tener una buena relación. Realmente la tenemos ¿No lo crees? —Cuestionó Jeno tomando los guantes y poniéndoselos.
Jaemin se quedó sin palabras, ¿Qué podía decir?
—Parece que le quedaron a la perfección. —Jaemin sonrió.
—Sí, parece que tomar mi mano hizo que supieras mi talla. —Jeno sonrió.
Jaemin sin querer se sonrojó. Y Jeno lo olió, Jaemin no podía ocultar sus feromonas bien, estaba siendo atacado de una forma adorable, además olía bien cuando estaba nervioso y apenado. Jeno podría coquetearle toda la noche si Jaemin se lo permitía...
Aclaró su garganta, no, no, Jeno ladeó su cabeza, no, iban a mantener su profesionalismo, involucrarse más allá de lo formal traería problemas.
—Solo quiero ayudarlo a que supere su problema. —Jaemin se sentía extraño, no podía siquiera mantenerle la mirada a Jeno, ya no había celo, ¿Pero por qué Jaemin actuaba tan débil y sumiso?
—Gracias por ayudarme. —Jeno sonrió, sus ojos se hacían una delgada línea y Jaemin sintió latir su corazón con un eco, sintió sus mejillas rojas y también sus orejas.
Jaemin se culpó. Le gustaba el rey Jeno. Jeno era difícil de omitir, no era amor, pero físicamente Jeno era su tipo, su sonrisa, su fuerza, la forma en la que podía ser un líder para la nación, su aroma, sus brazos. Jaemin tragó saliva y se sintió estúpido al pensar que había un coqueteo por parte del rey.
No sabría cómo corresponder eso.
—Somos socios. —Jaemin mencionó. —Ya lo dije, no quiero que Winter pierda a su padre, ella te necesita. —Suspiró. —Debes de vencer tu enfermedad y seguir.
—Hago lo mejor que puedo y realmente estás ayudando mucho. —Jeno mencionó. Luego se acercó a Jaemin y estiró su mano, Jaemin se sorprendió y tomó el guante de Jeno mirándolo con curiosidad. —Después del cumpleaños de la princesa Karina, sigue el mío, así que sería bueno que pudiéramos bailar frente a todos, ¿Querrías ensayar conmigo?
Jaemin se sonrojó y Jeno relamió sus labios, Jaemin era bastante lindo cuando se sonrojaba, estaba tentándolo como un omega indefenso, pero a Jeno no le molestaba, quería ver esa faceta una y otra vez, quería que su esposo solo se sonrojara con él.
Jeno guio a Jaemin a un espacio sin muebles, puso su mano en la cintura de Jaemin, Jaemin estaba lejos de estar gordo como sugerían algunas exreinas, su cintura era delgada, pero bien formada, Jaemin suspiró, él no tenía guantes, pero supuso que si ponía su mano sobre el traje que usaba el rey no pasaría nada, así que colocó su mano en el hombro de Jeno.
—No hay música.
—Solo déjame guiarte. —Jeno mencionó y empezó a moverse en un compás lento.
1, 2, 3.
1, 2, 3.
1, 2, 3.
Jeno sostenía a Jaemin de un lado a otro, el antiguo Jaemin tenía conocimientos de baile así como de equitación, recuerdos del cuerpo que Jaemin podía usar a su conveniencia. Pero no podía sostenerle la mirada al rey. Jeno observaba a su omega con diversión, Jaemin jamás había sido dócil, deseaba que el antiguo Jaemin jamás regresara, de verdad, él podría enamorarse de este Jaemin con amnesia y caería completamente, solo deseaba no ser traicionado.
—Creo que es suficiente. —Jaemin levantó la vista y se detuvo. —Si queremos practicar sería bueno en un lugar más grande, no quiero incomodarlo con mi cercanía.
—La terapia de exposición ha estado funcionando. —Jeno frunció sus labios. —Después del viaje que tuvimos con Mark, me di cuenta de que necesito curarme cuanto antes, así que haré mi mejor esfuerzo, agradecería que me dieras unas horas de tu noche todos los días de hoy en adelante.
—¿Todos los días? —Jaemin pareció sorprendido.
Jeno asintió. Había mejoría, Jaemin ayudaba a reducir la angustia emocional y física que Jeno sentía al enfrentarse a los omegas que lo rodeaban, Jaemin se sentía cómodo y más que preocuparse, lo estaba llenando de tranquilidad.
—Solo si quieres. —Sonrió.
—Lo haré. —Jaemin sonrió mientras se soltaba. —Aunque mucha gente pensará que realmente te embrujé. —Se rio.
—Nadie pensará que el embrujado eres tú. —Jeno suspiró. —Desearía que tu nueva personalidad se quedara para siempre. De verdad.
—Pienso que lo hará. —Jaemin suspiró. —No necesito mis recuerdo, tampoco mi magia, me gusta esta vida y haré todo para mantenerla.
—¿Eres feliz? —Jeno de repente preguntó recordando lo que Mark solía preguntarle acerca de sí conocía a Jaemin perfectamente.
—Lo soy, al principio sentía que este no era mi lugar, pero ya no se siente así, soy reina en funciones, paso tiempo con nuestra hija. —Se atrevió a decir nuestra, cosa que hizo sonreír a Jeno y eso hizo que Jaemin sintiera calidez. —Además de que las cosas parecen mejorar, trataré de que nadie quiera matarme de nuevo y quiero vivir lo suficiente como para ayudar a las personas o ver a Winter convertirse en reina.
—¿Realmente quieres que Winter sea reina? —Jeno cuestionó. —Ese es tu lugar, si tuvieras un heredero alfa y varón...
—¿Cuántas veces me harán la misma pregunta? —Jaemin arrugó su ceño. —Winter es mi hija y la haré llegar al trono sin tener que casarla con algún alfa, ella gobernará como la eduquemos, y todavía la podemos educar perfectamente bien, ¿O piensas morirte como para dejarle en trono ahora?
—No tengo la intención de morirme. —Jeno mencionó. —Pero nunca se sabe, mi padre era un hombre sano y falleció joven, cuando yo cumplí trece fui coronado como rey, él siempre deseó que uno de sus dos hijos gobernara, el que fuera más fuerte... Quizá el más desalmado.
—Por eso odias tanto a Mark. —Jaemin murmuró.
—No lo odiaba. —Jeno mencionó con un tono culpable en su voz. —La que me inculcó ese odio fue mi madre, a mí me hubiera gustado llevarme bien con Mark, era mi hermano mayor, quería crecer con él y jugar juntos, teníamos la misma edad después de todo. —Suspiró. —Sé que él me odiaba, sé que quería destruirme, sé que quería el trono, pero después de perder a su madre, de verdad cambió, buscó más poder, pero no para conseguir el trono... Yo intenté matar a Mark indirectamente y sé que su madre también me odió... No quiero que Winter pase por eso...
—Si te preguntas si estaré igual de loco que tu madre... Realmente me gustaría decir que no. —Jaemin levantó los hombros. —Pero tú mismo lo dijiste, no sabes qué puede pasar. —Suspiró. —Además, pienso que si tú y yo tuviéramos hijos, me gustaría que crecieran como hermanos de Winter, como verdaderos hermanos y colegas. —Se quedó pensando. —Aunque odiaría embarazarme, ah, solo de pensar en una cesárea hace que, ¡Que horror!
Jeno se rio ante los gestos de Jaemin. Jaemin solo arrugó la boca.
—Me refería a que quizá Mark y tú...
—Ya te lo dije, Mark es... —Jaemin se quedó callado. No sabía cómo describir a Mark, sabía que había algo, esperanza tal vez, pero si pusiera a Jeno y Winter en una balanza y del otro lado a Mark, Jeno ganaba por mucho. —Estoy casado contigo, deja de hacer preguntas estúpidas o me enojaré.
—Eres bastante grosero. —Jeno sonrió. Le gustaba escuchar el "estoy casado contigo". —Pero sin duda si tú y yo tuviéramos hijos, me aseguraré de ser un buen padre para ellos.
Jaemin levantó la ceja. ¿Le estaban diciendo que había posibilidad de que pudieran tener hijos? Bueno, para que Winter llegara a ser una adulta todavía faltaban muchos años, quizá en ese trayecto, el rey Jeno y la reina Jaemin podrían intentar enamorarse. Jaemin sacudió su cabeza y evitó ver al rey cambiando de tema.
—Creo que eres buen padre con Winter. —Mencionó Jaemin. —Un padre amoroso y dulce, tiene suerte de que seas así con ella, eres comprensivo y amable.
Jeno sonrió.
—Aunque no siempre fui así. —Jeno suspiró mientras palmeaba uno de los sillones de su oficina y esperaba que Jaemin se sentara.
Jaemin sintió curiosidad y se sentó, esperaba oír la historia que Jeno tenía para contar.
Continuará...
Chapter 36: Capítulo XXXVI
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Jaemin no sabía qué esperaba oír, no podía imaginar a Jeno siendo un mal padre, de verdad que él amaba muchísimo a Winter, siempre lo había hecho desde que llegó a ese mundo. Jeno solo aclaró su garganta.
—Te contaré, pero no quiero que me hagas preguntas. —Jeno susurró.
—Eso es algo injusto. —Jaemin infló su mejillas. —¿Qué tal si tengo curiosidad?
—Entonces te responderé solo lo que yo quiera. —Jeno relamió sus labios. —Creo que para tenernos más confianza deberíamos de empezar a contarnos nuestros secretos.
Y Jaemin solo palideció. ¿Secretos? ¿Qué clase de cara pondría el rey Jeno al enterarse de que el antiguo Jaemin estaba muerto porque él mismo había roto su corazón literalmente? ¿Qué pensaría el rey al saber que este Jaemin había venido de un mundo diferente? ¿Le creería siquiera?
—Bien, escucharé tu secreto y después buscaré uno mío que contarte. —Jaemin sonrió.
—Tengo duda sobre uno. —Jeno sonrió. —Cuando termine quizá puedas hablarme con sinceridad sobre eso que ocultas.
—Lo tomaré en cuenta. —Jaemin ahora tenía curiosidad de saber cuál era el secreto sobre él al que Jeno se refería.
Luego Jeno se quitó los guantes, y se sentó en otro sillón a un lado de Jaemin observándolo, parecía que no sabía por dónde comenzar la historia, ¿Cómo podía contarle a Jaemin sin decirle toda su historia?
—Esto es difícil. —Jeno susurró.
Jaemin parecía interesado, pero al sentir el silencio y ver que Jeno no hablaba, volvió a preguntar.
—¿Qué es eso que ocultas? ¿Por qué crees que no eres buen padre?
—Pase casi la mitad de la vida de Winter sin verla o reconocerla como mi hija. —Jeno confesó.
—¿Por qué? —Jaemin parecía sorprendido por aquellas palabras.
—Cuando Winter nació, yo no estuve presente, los doctores me dijeron que Seulgi había dado su vida a cambio de la de Winter, por un momento sentí miedo, yo no iba a ser un buen padre, ni siquiera sabía si era un buen rey. —Frunció los labios. —Simplemente dejé que ella se quedara en una de las alas del castillo, una específicamente para ella.
—¿La encerraste cómo a Rapunzel? —Jaemin preguntó haciendo referencia a un cuento de su mundo.
—No sé quién es Rapunzel, ¿Es alguien que conozco? —Jeno cuestionó.
—No, bueno, no tiene relevancia, solo pensé que la encerrarías en la torre más alta mientras esperaba a alguien que la rescatara. —Jaemin levantó los hombros. —Algo demasiado común en lo cuentos de hadas...
—Solo que éste no es un cuento de hadas, es real. —Jeno murmuró. —Y sí, la dejé encerrada durante los primero cinco años de su vida, tenía alimento, institutrices y nodrizas que hacían que ella creciera bien mientras yo me encargaba del reino y "sufría la pérdida" de la exreina.
—Cinco años son mucho tiempo. —Jaemin murmuró mientras trataba de no interrumpir más.
—Lo fueron, aunque se me informaba de los logros o berrinches de la princesa, para mí solo era una persona más, no era mi hija. —Dijo con un tono grosero. —Un día, después de una reunión importante tocaron a la puerta de mi oficina. Me sorprendió ver una niña con el cabello negro y corto, con esa mirada esperanzada, y por un momento sentía mucho alivio de que Winter se pareciera a mí.
—¿Cómo fue ese encuentro? —Jaemin no sabía qué preguntar, pero sabía que si no hacía las preguntas correctas el rey no le contestaría, perdería el ritmo y dejaría de narrarle la historia.
—Ella se aferró a mi mano, me llamó "papá" por primera vez. —Hizo una pausa. —Sentí extrañeza, no quería ser padre, sin embargo allí había una niña que lucía igual a mí, una niña a la cual no quise siquiera ponerle nombre, solo la llame como una estación del año, la estación del año en que mis primeras cadenas de esclavitud se rompieron, pero también crecieron otras. Winter significa invierno, el invierno más frío que me ha tocado sobrevivir, justo en año nuevo, el llanto la de bebé había sido opacado por lo fuegos artificiales del reino, por un nuevo año y por el nacimiento de la primogénita.
Jaemin se mantenía atento, Jeno contaba pedazos del pasado de cuando Winter nació y cuando Winter fue a buscarlo por primera vez, su pequeña hija jamás le había contado esa historia, Jaemin no podía siquiera pensar en todo lo que su hija sufrió.
—¿Y luego?
—Winter llegó a mi oficina diciendo que se había portado bien, que si había recibido noticias de ella, ella quería conocerme, siguiendo órdenes de que cuando fuera lo bastante buena, yo la recibiría y me sentiría orgulloso como para verla a diario. —Hizo una pausa y sus ojos se humedecieron. —Ella quería un papá y tuve que procesar todo.
—¿Cómo reaccionaste? —Jaemin subió la pierna al sillón y se acomodó mejor.
—La mano de Winter era pequeña, pero ella sonreía, le habían dicho que las princesas no debían de lucir tristes, al principio me enojé, porque no sabía por qué la habían dejado salir, sin embargo me enteré de que ella había escapado de su habitación, simplemente quité las reglas que había y dejé que Winter saliera... Al menos hasta que cumplió seis. —Jeno contó.
—Déjame adivinar, no la querías, pero alguien te hizo cambiar de opinión. ¿Quién fue?
—Doyoung. —Jeno sonrió. —¿No lo sospechas? Es quien más sentido común tiene y confiaría en él mi vida, más que un sirviente es mi mejor amigo y lo considero familia. —Dijo con orgullo. Jaemin sonrió, era bueno que Jeno considerara a Doyoung como alguien de confianza, Jaemin también sabía que había una lealtad muy grande entre Doyoung y el reino.
—Me imagino que sí. —Jaemin suspiró. —¿Qué fue lo que te dijo?
—Me habló sobre la soledad y quise ser mejor persona, mejor padre. Winter era muy inteligente, aunque muy empalagosa, siempre quería tomar mi mano, quería abrazos y besos en la frente. —Hizo una pausa. —Y se lo di. Winter empezó a ser parte de mi vida, todos los días desayunábamos juntos, al poco tiempo me encariñé con ella.
—Pudiste corregir tu culpa. —Jaemin sonrió con orgullo.
—Algo así. —Jeno suspiró. —Solía leerle cuentos antes de que se fuera a dormir, hasta que me preguntó cómo era su madre, fue cuando no supe qué decirle, lo único que salió de mi boca fue que la exreina Seulgi era una omega muy comprometida con el reino. Desde entonces Winter dijo que quería ser una gran reina, y para mí era lo mejor. —Sonrió. —A los meses fui a un viaje de negocios, compré un conejo de tela y se lo di a Winter diciendo que era un recuerdo de su madre...
—¿Copito? —Jaemin mencionó con media sonrisa y Jeno asintió.
—No se lo pude quitar durante meses. —Jeno ladeó sus labios en una semi sonrisa. —Aún no puedo.
—Sigues sonando cómo un buen padre, estabas dolido por perder a tu esposa, tu hija te recordaba a ella, en cómo la perdiste, muchas personas pasan por eso, lo bueno es que quisiste cambiar y darle a Winter lo que ella quería. —Jaemin sonrió.
—Siempre les he dado a todos lo que quieren. —Jeno aclaró su garganta. —Siempre veo por el reino, no por mí. —Bajó la mirada. —Así es cómo terminé casándome contigo.
Oh, cuando Jeno dijo eso sus ojos y los de Jaemin se encontraron, Jaemin solo recordaba que habían dicho que él había salvado a Winter de caer de un caballo, había pequeños fragmentos de pensamientos en el diario que escribió el antiguo Jaemin donde decía que quizá su madre fue la culpable, pero al no haber evidencia, no había forma de que saliera a la luz.
—Te obligaron a casarte de nuevo. —Jaemin completó la frase.
—Pensé que si me casaba con un omega varón podría alejarme de los otros omegas, pensé que si me casaba con el héroe que salvó a mi hija, las cosas serían favorables, Winter y mi madre insistieron en que eras la persona perfecta para convertirte en una reina digna y una madre amorosa. —Hizo una pausa. —Pero no pasó...
—No, no pasó. —Jaemin ya sabía a dónde se dirigía la historia. —Traté de embarazarme en cada oportunidad. —Jaemin mencionó. —Era testarudo y no me importaba herir a los demás. —Bajó la mirada. —Tampoco me importaba Winter, dijiste que la llegué a envenenar, mi madre también dio a entender que la quería muerta...
—Ella jamás se enteró. —Jeno mencionó. —Le dijimos que había adquirido una enfermedad del estomago porque comió algo en mal estado, también le dijimos que estabas muy enfermo cuando tu cuerpo estuvo en coma después de tu intento de suicidio. —Winter te seguía adorando, no podía simplemente decirle que la odiabas.
—¡Claro que no! —Jaemin sintió mucho enojo con él mismo. —Lo siento tanto.
—Sé que te has disculpado con Winter, sé que la amas tanto como yo. —Jeno sonrió. —Me alegra saber que tu intento de suicidio dejó algo bueno. —Tragó saliva. —Jaemin, no quiero volver a tenerte al borde la muerte, en un principio lo pensaba para ya no casarme una tercera vez, pero ahora lo hago porque realmente te has vuelto una persona importante para Winter y para mí, prometo que no dejaré que les pase nada.
—No tengo la intención de volver a ser malo. —Sonrió. —Y prometo cuidar a Winter como si fuera mi hija también, ella merece una familia feliz, ¿No lo crees?
—Ella merece muchas cosas, si no fuera por ti, jamás me hubiera enterado de que sus institutrices le exigían demasiado, tampoco que no comía bien, para mí siempre fue pequeña, no sabía que no estaba en su peso ideal. —Hizo una pausa. —Las personas suelen meterle ideas raras, quiero que ella viva y disfrute, no quiero que sea una omega a la que quieran casar apenas cumpla los doce años, quiero que crezca y encuentre a su destinado, quiero que se convierta en reina y sea feliz.
—Eso es algo que todos los padres quieren. —Jaemin sintió mucha ternura y se acercó a Jeno, acariciando su cabello lentamente.
Cuando Jaemin cayó en lo que estaba haciendo, los ojos de Jeno lo seguían como una presa de es que atacaría en cualquier momento.
—Lo siento. —Jaemin se retiró y se sentó en su lugar. —Olvidé que en el cabello no hay tela que nos separe.
—Sabes, Jaemin. —Jeno fue directo al decir el nombre de su esposo. —Creo que me haces demasiado bien... ¿Crees que puedo abrazarte?
Jaemin levantó las cejas con sorpresa, pero se dibujó una sonrisa en su rostro. Se levantó de su lugar y fue él quien dio el primer paso, abrazó a Jeno y Jeno lo abrazó de vuelta, ambos sentían la cercanía y el aroma del otro. Jeno estaba a la altura del cuello de Jaemin y sentía el aliento del omega en su propio cuello.
Había algo, ¿Por qué si ninguno estaba en su celo olían tan bien? ¿Por qué querían marcar y ser marcados por el otro? ¿Por qué se sentía el latir del corazón del otro en el pecho? ¿Por qué empezaban a gustarse de esa manera?
Ellos se separaron con nerviosismo y se miraron a los ojos. Lo que estaban experimentando sin duda era nuevo, les gustaba sentir que se estaban ayudando y que las cosas podían mejorar entre ellos, pero sin duda, también estaba floreciendo un sentimiento que ambos querían ignorar.
Tragaron saliva y se separaron.
—Creo que tu tratamiento de enfermedad va demasiado bien. —Jaemin sonrió. —Definitivamente tienes que curarte.
—Voy a curarme, lo prometo, por Winter y por ti. —Jeno mencionó ladeando su cabeza.
Realmente Jeno se veía como un pequeño perrito cuando hacía esos gesto, Jaemin no pudo evitar sentir que era demasiado tiendo y volvió a acariciar el cabello del rey, sin embargo Jeno no dijo nada y solo cerró los ojos.
Jaemin de nuevo había hecho algo inconscientemente y retiró su mano.
—Te he contado un secreto, sería bueno si pudieras contarme uno de los tuyos. —Jeno abrió los ojos con seguridad y su mirada fue directo a los ojos de Jaemin, Jaemin incluso se sintió nervioso.
No sabía qué le iba a pedir así que hizo una mueca y suspiró.
—¿Qué es lo que quieres saber? —Jaemin preguntó directamente.
—Bueno... Me gustaría saber... ¿Por qué Winter siempre duerme con un espejo de mano y por qué Mark estaba tan obsesionado con el broche de espejo que usabas en nuestro viaje?
Jaemin abrió la boca y restregó su mejilla interna con la lengua, pensó que Jeno le diría algo sobre su antigua vida, pero todo el hueco argumental se podría solucionar con "amnesia", solo que el tema de los espejos no.
—Ese secreto no me pertenece, así que no puedo contarlo. —Jaemin se levantó de su lugar y Jeno quedó un tanto sorprendido.
—Pensé que estábamos siendo sinceros. —Jeno murmuró. —¿Por qué no puedo saber? ¿De qué se trata?
Jaemin arrugó su ceño y frunció sus labios.
—Cuando esté listo te contaré ese secreto. —Jaemin suspiró. —Ya es tarde, volveré a mi habitación. —Suspiró. —Aunque no te lo pueda decir ahora, creo que deberíamos seguir con las lecciones de baile, lo veo mañana...
Jaemin salió casi corriendo del estudio del rey Jeno, y el alfa solo suspiró con pesar, ¿Qué estaba ocultando Jaemin con el espejo que hablaba? ¿Por qué no podía ser sincero? ¿No quería que Jeno fuera parte del grupo de Mark, Winter y Jaemin con un espejo mágico?
Bueno, tendría que respetar la decisión, ahora lo único que debía preocuparle a Jeno era que... Su corazón latía demasiado rápido cuando estaba en presencia de Jaemin, se estaba acostumbrando tanto a él, que sabía que terminaría cayendo ante él tarde o temprano...
Continuará...
Chapter 37: Capítulo XXXVII
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Winter miró el espejo de su madre de nuevo y luego vio el rostro la reina Jaemin. Jaemin estaba nervioso y Haechan solo se burlaba.
—¿Estás seguro de que quieres decirle a mi padre que eres un espejo mágico? —Winter preguntó. —Pensé que no querías que nadie supiera.
La imagen de Haechan levantó los hombros y soltó un suspiro.
—No quería, pero pienso que será más fácil, además, creo que puedo ganarme mi lugar en este reino si me convierto en su protector, en protector de la reina y de la princesa, así como... Bueno, tengo mucha curiosidad sobre algunos temas que he escuchado. —Haechan bostezó.
—Pero ¿De verdad quieres? —Jaemin se excusó. —Este secreto no es mío y...
—Vamos, escuché la historia que el rey Jeno te contó sobre nuestra pequeña Winter, así que sería compartir un secreto. —Haechan murmuró.
—¿Un secreto sobre mí? —Winter pareció avergonzada. —¿Qué escuchaste Haechan? ¡Dime!
Jaemin y Haechan se vieron de reojo. No sabían muy bien qué comentar, pero Haechan rápidamente abrió la boca, de todas maneras quién revelaría el secreto era él, Jaemin guardaba el secreto y ninguna tortura lo haría decirlo.
—Que el rey Jeno no te conoció hasta que fuiste a su oficina cuando tenías 5 años. —Haechan murmuró bajito.
—Oh, ese no es un secreto, creo que todos en el castillo lo saben. —Ella soltó una pequeña risita. —Desde entonces atesoro mucho a mi padre, porque sé que estuvo triste por la muerte de mi madre, pero quería decirle que yo también y que lo necesitaba. —Sonrió con nostalgia. —Desde entonces él ha sido muy amable conmigo, me considera su primogénita y heredera. —Sonrió. —Solo tuve que armarme de valor... —Bajó la mirada. —Pero como sea, ese no es un secreto, pensé que diría algo más...
—¿Algo cómo qué? —Haechan parecía interesado en los secretos de los demás.
—Uh, no lo sé, por mi edad no me entero de muchos secretos, pero eso explica por qué Haechan quiere presentarse ante mi padre. —Aclaró su garganta. —¿También le dirás que vienes de otro mundo, mamá?
Jaemin hizo una mueca y bajó la mirada.
—Creo que ese es un tema del que todavía no puedo hablar con tu padre, será extraño decirle que el antiguo Jaemin ya no existe y que ahora soy una persona diferente. —Jaemin pareció meditarlo, pero la pequeña Winter le tomó la mano y le sonrió.
—La antigua reina era bastante evitativa conmigo, pero desde que te conozco puedo decir con mucho orgullo que eres mi madre y la reina de Wonderland. —Ella sonrió. —Mientras te quedes conmigo por siempre, yo también te protegeré y protegeré tu secreto.
—Gracias, Winter. —Jaemin mencionó. De todas formas no es como que pudiera volver a su mundo. —Somos familia, después de todo.
—Además, si tú y yo nos convertimos en familia. —Aclaró su garganta. —¿Crees que mi padre y tú también puedan convertirse en familia? Quiero decir, si te muerde y hacen un lazo podrías quedarte aquí para siempre y podríamos ser una pequeña familia feliz...
—Uh...
Jaemin se avergonzó, llevó su mano a su nuca y trató de subir más el collar que tenía, no quería que su pequeña hija se metiera en las relaciones de adultos que ni él sabía cómo explicar o cómo debería sentirse. Aunque la risa de Haechan rompió el avergonzado ambiente.
—Debiste verlos ayer, poco a poco se están enamorando, ayer bailaron el la oficina del rey, parecían dos enamorados nerviosos evitando pisar el otro y sonrojándose cada que sus miradas se cruzan. —Haechan exclamó con algo de burla.
Jaemin sintió sus mejillas enrojecer, ¡Por qué hablaba de eso con Winter! De por sí, Haechan era un desvergonzado por espiar las conversaciones y salidas entre Jaemin y el rey, pero es que aquel baile se había sentido tan... "Mágico".
—¿Qué? —Winter exclamó emocionada. —¿Bailaron juntos? Había escuchado que mi padre no bailaba con omegas. —Ella sonrió. —Oh, realmente están enamorados. ¡Pronto habrá una boda, estoy segura!
—¡No, no, claro que no! —Jaemin exclamó avergonzado.
—Jaemin tiene razón, técnicamente el rey Jeno y él ya están casados, no se pueden volverse a casar de nuevo. —Haechan cruzó sus brazos.
—Oh, es cierto, aunque no hubo una fiesta cuando se casaron, la reina Jaemin estaba muy enojado por ello, su vestido fue demasiado simple y no hubo un boda en la catedral, fue una ceremonia sin gente. —Hizo una pausa. —A mí ni siquiera me dejar estar con ellos, sé que mi padre ni siquiera fue a la fiesta.
—Vaya. —Jaemin suspiró. —No tenía idea.
—Además son los reyes. —Dijo Winter. —¡Y compraste un hermoso vestido de novio omega! Te verías precioso usándolo...
—¿Qué tal si lo compré para ti, Winter? —Jaemin rodó los ojos. —Solo espero a que encuentres a tu destinado.
—No sé si un día llegue, no quiero hablar de eso, preferiría pensar que es un vestido perfecto para una boda en este palacio. —Ella sonrió. —¿Imaginas el jardín lleno de rosas blancas? Los músicos a un lado, oh, y el baile, deben de casarse de nuevo cuando tenga mi subgénero revelado para poder ir. —Winter sonrió.
—No, no gracias. —Jaemin suspiró. —Trabajé muchos años en una tienda de vestidos de novia. —Dijo con una mueca. —Estoy destinado a ser el sastre, no "la novia".
Haechan rodó los ojos al escuchar las excusas que ponía su mejor amigo, simplemente bostezó y abrió la boca.
—Ay, hasta parece más probable que me transforme en humano a que Jaemin se case con el rey Jeno. —Haechan tenía los ojos en blanco, pero sabía que Jaemin estaba poco a poco cayendo en los encantos del rey.
—¡Es cierto! —Winter sonrió. —Si encontramos al mago de oro podríamos pedirle que te convierta en humano. —Ella gritó emocionada. —Entonces tú podrás usar ese vestido, pero en vez de rosas habrá girasoles por todo el lugar. —Ella ya estaba organizando la boda de ensueño de cualquiera menos la suya.
—No creo que el mago de oro sepa cómo convertirme en humano, además me gusta ser un espejo. —Suspiró.
—Yo me preguntó más el hecho de con quién te casarías. —Jaemin murmuró con una risita diabólica y vengativa. —Pienso que serías un lindo omega.
—No me casaría con un alfa, los alfas son despreciables. —Dijo con un deje de rencor. —Tampoco me gustaría ser un omega...
—Yo pienso que sí podrías ser un omega. —Winter susurró. —¿Qué edad se supone que tienes Haechan?
Haechan solo levantó los hombros, Winter pareció pensar, pero no podía tener una respuesta clara.
—Winter, Haechan es un espejo, el hecho de que se vaya a casar con el Fullsun es totalmente un sueño. —Jaemin mencionó.
—No lo sé. —Ella susurró. —Si Haechan fuera omega, me gustaría que se casara con un alfa del mayor rango, pero no hay reyes solteros actualmente. —Ella frunció los labios. —Solo el rey Jaehyun.
Haechan y Jaemin hicieron una mueca de asco y luego un sonido de arcada, ambos pensaban igual, el hermano de Jaemin era un rey demasiado dependiente de su madre y demasiado egocéntrico como para merecer a un ser mágico como Haechan.
—Amaría emparentar con Jaemin y contigo Winter, pero no, preferiría alguien que sí pudiera gobernar bien a su reino, alguien más inteligente, fuerte y amable, que no trate a Jaemin ni a su familia como basura, de preferencia que no tenga una madre que sea una bruja loca. —Rodó los ojos.
Winter pareció pensarlo y frunció los labios con una ligera curvatura hacia arriba, no, no necesitan al rey Jaehyun, es más, no necesitaría que Haechan se fuera tan lejos como a Dreamland, podría estás más cerca, en Wonderland, en la Torre de magia, y también podrían convertirse en familia si se casaba con un príncipe ¿No?
—¿Qué tal el tío Mark? —Winter preguntó.
Jaemin alzó las cejas y soltó una risita cobarde, ah, era como si Winter no supiera que Haechan odiaba al mago de obsidiana, y sí, no lo sabía, pero era cierto, Mark cumplía con todo, si ellos se casaban, Haechan podría emparentar con Jaemin y con Winter, Mark tenía una magia fuerte, podía proteger a su reino como los protegió en el incidente del Año Nuevo, jamás trató mal a Jaemin y la madre de Mark estaba muerta así que técnicamente no era una bruja loca.
Winter era demasiado inteligente y parecía haber resulto el tema completamente.
Pero el rostro de Haechan no era de satisfacción, realmente solo frunció el ceño y no lo tomó de la mejor manera.
—Winter. —Haechan fue serio. —Tú tío y yo jamás nos vamos a llevar bien, ¿Entiendes? Él jamás puede descubrir que yo hábito en los espejos... Si yo terminara en sus manos... No sé qué podría pasar.
—No pongas esa cara, lo siento. —Winter se disculpó. —No pienso que el tío Mark sea malo, aunque hay rumores de que él quería el trono y también quería quedarse con mamá, pero nunca ha hecho nada en mi contra o en contra del reino, además si tú fueras humano y te quedaras con él, mi mamá podría ser feliz con mi papá y quedarse conmigo por siempre.
Winter tenía una mueca de culpa, estaba bastante extrañada y necesitaba justificarse, Haechan siempre era amigable con ella, pero de repente se había puesto muy serio.
—Vamos Hae, Winter solo bromeaba, piensa que es algo gracioso, además Mark sabe bien cómo detectarte, ¿No es romántico que siempre te pueda encontrar a pesar de lo escondido que te encuentres? —Sonrió, no había dicho nada, sería bueno que Mark tuviera un final feliz con un ser tan querido para Jaemin como Haechan lo era.
—Jamás me fijaría en alguien como él, tengo estándares. —Sonrió. —Ni aunque te estés muriendo o Winter esté en peligro me fijaría en él románticamente.
—¡Cuidado con lo que manifiestas! —Jaemin frunció el ceño y dijo en tono de regaño. —Bueno, cambiemos de tema, siempre te pones demasiado serio cuando se menciona a Mark.
Haechan también lo sabía, podía bromear con sus amigos, podrían decirle que hacía buena pareja con el rey Jaehyun y lo tomaría como chiste, pero cuando alguien mencionaba al mago de obsidiana, Haechan sentía pánico. Una vocecita dentro de él se sentía nerviosa, deseando que jamás lo encontrara, que jamás se quedara a solas con él, que jamás lo hiciera mostrar su verdadera personalidad.
El poder interior de Mark ponía muy nervioso a Haechan y ni siquiera sabía por qué.
—Lo siento. —Haechan se disculpó. —Es un tema que me gusta evitar, y hablando de evitar, aquí viene el rey.
Haechan desapareció del reflejo del espejo y la puerta se abrió dejando entrar al rey Jeno, vestido de negro y con su enorme capa. Winter sonrió y Jeno se sorprendió de que su hija estuviera allí.
—Al parecer me estaban esperando. —Jeno susurró.
—Claro que sí, como le mencioné, le voy a hablar de mi secreto. —Jaemin sonrió. —Un secreto que he guardado y le pedí a Winter que también mantuviera en secreto, hoy se lo voy a revelar. —Aclaró su garganta. —Él es Haechan, mi espejo mágico.
Jeno miró el espejo, pero el reflejo de Haechan nunca apareció.
—Mucho gusto, rey Jeno, es un honor conocerlo personalmente y que sepa de mi existencia. —La voz del moreno fue lo único que se pudo escuchar.
—Un espejo que habla es un objeto mágico valioso, ¿Dónde lo conseguiste? —Miró a Jaemin.
—He viajado de reino en reino. —Haechan se apresuró a contestar. —Hurtos, atracos y compras, he estado en muchos lugares y si me trataban bien fui un buen espía, les pedí que se guardara mi identidad ya que en secreto he estado protegiendo a mis amigos, a la reina Jaemin y a la princesa Winter.
Jeno sonrió, definitivamente ese espejo era asombroso, tenía que hacer muchas, muchas preguntas.
Continuará...
Chapter 38: Capítulo XXXVIII
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Jeno observó a su hija y a su esposo, también al espejo, observó dónde estaba colgado, observó su propio reflejo, el espejo era solo un espejo que hablaba. Bastante conveniente la verdad.
—El símbolo que tienes grabado. —Jeno tocó el sol dividido a la mitad con símbolos que parecían ser rayos de sol en el marco del espejo. —¿No es el mismo que vimos en la puerta de la mansión del Mago de Oro?
Jaemin frunció los labios y soltó un suspiro.
—Haechan cree que el mago de oro fue su creador, así mismo, Haechan fue quién me dijo la forma en la que podríamos abrir la puerta. —Jaemin contestó.
—Parece un espejo muy hábil. —Jeno murmuró.
—Porque lo soy. —Haechan contestó. —Éste es mi espejo base, pero puedo moverme a otros espejos en los que tenga rango, por ejemplo, puedo moverme al espejo de Winter o al broche de Jaemin. —Haechan mencionó y habló desde el espejo que la princesita traía en mano.
A Jeno no le gustaba la forma en la que el espejo no guardaba los honoríficos, a Winter la trataba como una niña pequeña y a Jaemin lo trataba con tanta familiaridad que no le agradaba, pero al fin hizo su pregunta.
—Mark sabía de tu presencia, por eso estaba interesado en tener el broche. —Jeno observó a Jaemin.
—Fue mi culpa. —Haechan mencionó. —El mago de obsidiana fue el único que notó mi magia el día del incidente de Año Nuevo, Usted entró al baño buscando a la reina, el mago fue el único que vio que escribí en el espejo el nombre de la princesa Winter. Además, él está obsesionado con el mago de oro, seguramente reconoció mi símbolo antes de que yo supiera que era un objeto mágico hecho por el mago dorado.
—Mark sabe, mi hija sabe, Jaemin me ha estado guardando el secreto, ¿Por qué? ¿Es por qué no tengo magia? ¿O por que no se puede confiar en mí? —Jeno preguntó.
—¡No es por eso, papá! —Winter hizo un puchero.
—No, no es por eso. —Haechan mencionó. —Como lo he dicho, mi poder es algo que todos codician, un espejo que se puede mover entre espejos y escuchar conversaciones. Las personas usan mi poder para el mal. —Aclaró su voz. —Jaemin nunca ha codiciado mi poder, nos hemos vuelto amigos. Después del secuestro de Jaemin y Winter, quise cuidarles a los dos, Winter también es una excelente amiga y confidente.
—Haechan fue quien me avisó que mi madre estaba lastimando a Winter y que la había encerrado en la habitación cuando estuvimos en Dreamland, sabe muchas cosas. —Jaemin se puso de su lado. —Le expuse que el rey quería conocer su identidad y, aunque Haechan no confía en los humanos, quería presentarse.
—Es bueno saber que alguien cuida a mi esposo y a mi hija, me alegra saber que estás aquí. —Jeno mencionó. —Gracias.
Winter sonrió al escuchar que su padre aceptaba a su amigo, Jaemin también quería aplaudir, se veía muy feliz de que Jeno supiera quién era Haechan, porque Hae era parte de la familia también; y ahora se sentía como una familia de verdad.
Pero Haechan tenía un plan, uno más arriesgado, no se había mostrado ante Jeno, porque no confiaba en él, Haechan no se sentía cómodo ante los alfas, por eso solo mostraba su voz, pero quería que Jeno supiera que estaba del lado de Jaemin y de Winter.
—Acepto su agradecimiento, pero, Jaemin, Winter, me gustaría hablar a solas con el rey Jeno, ¿Podrían dejarnos un momento?
Jaemin levantó las cejas.
—Pero...
—Adelante, supongo que no tardaremos mucho. —Jeno mencionó.
Winter tenía un mal presentimiento, pero Jaemin le tomó a mano y la sacó de la habitación, cerrando la puerta y pegándose a la madera para escuchar. Tenía curiosidad.
Jeno se acercó a Haechan y suspiró.
—¿Para qué querías que nos quedáramos a solas?
Haechan soltó una risa.
—Saca tu espada, trata de cortar este espejo, trata de destruirlo, inténtalo. —Haechan mencionó con el tono más provocador que dijo.
Jeno no tenía ninguna intención de hacerlo.
—¿Es una trampa? —Jeno preguntó.
—No. —Suspiró. —Inténtalo.
Jeno sacó su espada, pero el espejo estaba protegido por magia, Jeno sintió que su fuerza era rebotada, podía lastimarse si alguien atacaba.
—Eres resistente. —Jeno sonrió.
—Soy indestructible. —Haechan murmuró con orgullo. —No hay forma de que mi espejo base se rompa, aunque rompan los espejos en donde estoy, siempre puedo volver a éste, desde que fui creado he estado aquí, observando miles de situaciones.
—Me lo dices para que no me convierta en tu enemigo. —Jeno rechistó.
—Eres inteligente. —Sonrió. —No me gustan los alfas porque creen que pueden tener todo, siempre buscan poder y destrucción, jamás la paz, sé que odiabas a Jaemin, sé que a veces no le tienes suficiente confianza, pero él ya no es la persona que era, para mí, Jaemin y Winter son mi familia y haré de todo para protegerles.
—Entiendo la situación, pero no es necesario que amenaces a un rey. —Jeno mencionó. —También haré de todo para proteger a Winter y a Jaemin.
Haechan sonrió.
—Estaré del lado de la sucesión de Winter sea una omega o un alfa, así como estaré dispuesto a ayudarle a enamorar a Jaemin, porque sé que sus sentimientos han estado cambiando hacia él. —Murmuró.
Jeno retrocedió unos pasos y levantó la ceja tratando de encontrar la respuesta correcta, no sabía qué decir.
—¿A qué te refieres? —Jeno cuestionó.
—¿El olor de la cocina del chef? Dígame, ¿Cómo terminó en la puerta de la reina Jaemin cuando él estuvo en celo? ¿Quiere hablarme de ese abrazo y de por qué le dejó la capa? ¿O quiere hablarme del romántico vals que tuvo en su oficina? —Haechan mencionó. —Al igual que el guardia Doyoung, yo también estoy a favor de que marque a su reina y se conviertan en una pareja que pueda fungir como amorosos padres para Winter.
Jeno relamió sus labios.
—Jaemin te lo dijo o ¿Tú estuviste allí? —Jeno preguntó.
—Yo estoy en todos lados, se lo dije, soy un espía, uno que no puede ser callado, uno que si está en el momento y el lugar, puede escuchar todo. —Haechan murmuró. —Soy un objeto mágico de alto valor. —Se burló. —He estado allí, he escuchado de cientos de cosas, he escuchado que no fue usted la persona que le compró los vestidos a Winter y a Jaemin, no me convencen, pero no tienen magia o están hechizados; así que no he abierto la boca. —Suspiró. —Así como no sé por qué no le ha dicho a Jaemin que la princesa Karina está desaparecida y sus padres no quieren cancelar su presentación de cumpleaños.
Jeno se quedó sin palabras, eran pocas las personas que lo hacían sentir tan nervioso, Haechan era poderoso, no porque tuviera magia o fuera bueno con las armas, sino porque tenía mucha información.
Definitivamente Jeno lo quería de aliado.
—Eres bastante bueno. —Jeno dijo con confianza. —Parece que tienes una gran capacidad como objeto mágico. Así que me gustaría que me ayudaras.
Hachan soltó una risa.
—No ayudaré a nada que no tenga que ver con Winter o Jaemin. —Especificó. —Así que si les hace daño, no dudaré en destruirlo. Guarde bien el secreto de que existo y si lo hace, también le ayudaré cuando lo necesite.
Jeno sonrió. Haechan era un enemigo con el que quería mantenerse en su límite, sabía muchas cosas, pero no parecía comunicárselas a Jaemin, siempre estaba de su lado, un objeto mágico del mago dorado. Jeno tenía muchas dudas, iba en paz, pero Haechan era demasiado hostil.
—Bien, te daré mi apoyo, cuida bien a Jaemin y a Winter, son mi familia, no me meteré contigo y tú no te meterás en mis asuntos. ¿Está bien? —Jeno dijo con seriedad.
—Me grada eso. —Haechan sonrió sin que Jeno lo viera, el papel de malo también podía ejercerlo demasiado bien. —Aunque también voy a necesitar tu ayuda y tu poder. — Dejó de ser respetuoso.
—¿Con respecto a qué? —Jeno cuestionó.
—Cuando duermo, estoy teniendo sueños que no me gustan. —Suspiró, Haechan era un objeto mágico, él no dormía, entonces no sabía como expresar lo que sucedía. —He estado viendo una bola de cristal, pequeña, según yo, son premoniciones, son "profecías". —Jeno asintió. —Necesito que vayas a la Torre de Magia y consigas una.
Jeno suspiró.
—¿Qué clase de profecía?
—No lo sé, estoy seguro de que habla de mi creador, del mago de oro, Jaemin no tiene suficiente poder como para verla, y usted no tiene magia como para que sea una amenaza. —Haechan habló. —Le permitirán verla en calidad de rey, quiero que me lleve, quiero verla.
—Tenías una plan escondido después de todo, querías presentarte ante mí para usarme. —Jeno suspiró. —Dime algo... Si Mark sabe de tu existencia, ¿Por qué no se lo pides a él? Él es un mago que tiene acceso a esa información.
Haechan había subestimado al rey sexy, así que Haechan pondría las cartas sobre la mesa, Jeno estaba en una posición donde no se podía negar a nada de lo que Haechan le pidiera.
—Rey Jeno, ¿Está consciente de lo que me pide? —Haechan suspiró. —¿Se ha imaginado qué haría el mago de obsidiana con un espejo espía y con la ayuda de la reina Jaemin? —Se rio. —Él es demasiado fuerte, yo no quiero ser su aliado, es una persona que esconde algo, sé leer a las personas, sé lo que ocultan, pero no con él, su magia es tan fuerte que no puedo siguiera medir sus límites. —El espejo suspiró. —Aunque él diga que no quiera el trono, hay algo que desea y haría cualquier cosa y mientras no sepamos de qué trata, puede convertirse en un peligro.
—Él busca al mago de oro con desesperación, es lo que he oído. —Jeno aclaró.
—Lo sé, él lo conoce, pero... ¿Cuál es la razón? ¿Por qué lo busca con tanta desesperación? —Haechan cuestionó. —¿Qué tipo de magia o poder quiere obtener que es más valiosa que un reino que se convertirá en imperio?
—¿Crees que quiera revivir a su madre? —Jeno cuestionó.
—No hay magia en este mundo que te puede devolver a los que ya no están, al menos no de una forma completa, la magia se vuelve alquimia y se comenten muchos errores. —Haechan explicó. —Un mago como el príncipe Mark debe saberlo, así que no creo que sea lo que busca.
—Nunca me había cuestionado cuál era el objetivo de mi medio hermano, pensé que mantenerlo vigilado y a raya me volvía más poderoso que él. —Murmuró Jeno con una mueca.
—No, rey, usted jamás ha sido más poderoso que su hermano mayor. —Haechan mencionó. —El actual mago de obsidiana es la persona más fuerte que he conocido, no tengo muchos recuerdos del mago de oro, pero... Pienso que su poder es bastante similar, por eso tampoco entiendo... ¿Para qué quiere encontrarlo? ¿Para qué quiere los hechizos? Sí él quisiera podría experimentar con su magia y crear los propios...
—Haechan, yo vine aquí con toda la intención de ser amable contigo y agradecerte por cuidar a Winter y a Jaemin, pero ahora tengo una preocupación más, ¿Podríamos no hablar de Mark?
—Lo siento, pero yo también tengo demasiadas preocupaciones y aunque Jaemin es mi mejor amigo, hay cosas que simplemente no puedo confesarle porque no puede hacer nada por mí. —Haechan murmuró. —Seamos aliados, rey Jeno. Ayúdeme y yo lo ayudaré.
—Bien, pero sí requeriré tu ayuda en la búsqueda de la princesa Karina. —Jeno mencionó.
—Entonces ¿Por qué no vamos? —Haechan mencionó. —Winter y Jaemin ya tienen su ropa nueva, usted me conoce y si entro en los espejos del palacio quizá pueda enterarme de algo que la familia de Armagedón no pueda decirle a Usted.
—Sé que si te tengo de aliado podremos encontrarla, no quiero llevar a Winter, pero si estás con ella quizá sea bueno que viaje con nosotros. —Jeno mencionó.
—La cuidaré con mi vida. —Haechan prometió.
—Entonces tenemos un trato, pronto te avisaré para que vayamos al Imperial Magic, te daré lo que buscas. —Jeno advirtió.
Haechan suspiró, tenía un trato, ahora tenía qué saber cómo explicarle todo a Jaemin y a Winter quienes habían estado escuchando la conversación detrás de la puerta. El odio de Haechan por Mark estaba justificado, pero ¿Por qué Jeno no había dicho nada sobre la princesa Karina? ¿Qué tal si la pequeña estaba secuestrada deseando ser encontrada? ¿Qué les pasaba a sus padres? ¿Por qué no la estaban buscando mejor?
Jaemin estaba verdaderamente preocupado.
Continuará...
Chapter 39: Capítulo XXXIX
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Jaemin no estaba nada convencido, quería decirle todas las cosa que había escuchado a Jeno, pero realmente no podía, había una cuestión que realmente lo inquietaba. Y eso empezaba a molestarlo, pero ahora se debía de preocupar por ser la reina en función.
El rey Jeno dijo que visitaría rápidamente la Torre Mágica, pero la última vez que fueron, Jaemin y él se perdieron por dos semanas para ir a buscar el castillo del mago de oro, Haechan había dicho que sería un viaje rápido rápido, pero no entendía cómo habían llegado a esta situación.
—¿Quieres ponerlo? —Jeno dijo con suavidad.
—Ah, sí. —Jaemin tomó el broche de solapa con espejo y empezó a colocárselo a Jeno, al haber ropa, el rey no sentía malestar, de hecho se veía confiado en saber que era Jaemin quien le colocaba el espejo en el que Haechan le acompañaría.
—Yo quiero ir. —Winter mencionó.
—Será demasiado rápido, solo buscaremos unas profecías y regresaremos. —Haechan aclaró. —Además estaremos en contacto, si pasa algo, me transportaré a los espejos del palacio.
—Ni siquiera llevarás a Doyoung, me siento preocupado. —Jaemin murmuró con un tono tranquilo, casi abnegado.
Haechan sonrió y Jeno se sintió un poco culpable.
—Llevar a tantos guardias será más llamativo, iremos en mi caballo y llegaré pronto. —Jeno aclaró. —Será hora de que nos vayamos. —Susurró. —Adiós Winter. —Jeno se puso de cuclillas y le dio un abrazo a la niña.
—Adiós, papá. —Winter dijo abrazándolo también.
Cuando se levantó, quedó a la altura de Jaemin y lo vio a los ojos. Jaemin se sintió extraño, había tensión en el aire, aunque podía ver que solo era la mirada curiosa de Winter y el reflejo de reojo de Haechan en el prendedor de Jeno.
—Ni siquiera saben cómo despedirse. —Habló el espejo. —Eso es patético, considerando que son un matrimonio. —Susurró.
—Si, podrían darse un beso de despedida. —Winter sonrió.
—No. —Jaemin fue el primero en saltar en contra de las tontas ideas que daban esos dos. —Que tengan un buen viaje. —Se sentía avergonzado de ver al rey Jeno, realmente lucía más lindo.
Jeno usaba guantes para montar, así que se tomó el atrevimiento de tomar la mano de Jaemin y en vez de besarla, le dio un ligero apretón.
—Regresaremos pronto. —Jeno contestó.
Jaemin se sintió avergonzado, así que solo asintió y terminó con el tema.
El trayecto fue ligero, Jeno se lamentaba de haber nacido sin magia, si pudiera, realmente podría estar, en un abrir y cerrar de ojos, en el Imperial Magic, pero también tenía tiempo de conversar con Haechan, aunque realmente la mitad del camino Haechan parecía que se había ido a tomar el té con Jaemin y Winter.
Jeno, en vez de enojarse, tomó a Haechan como un buen aliado que mantendría informado al rey sobre la situación en su palacio.
Fue justamente un día de camino, llegaron al atardecer y el director fue el primero en recibir al rey, llevándolo a su oficina para hablar con él.
—¿Puedo preguntar por qué el repentino interés en las profecías del mago de oro? —Cuestionó el director.
—Podría conseguir algunas respuestas del paradero del mago de oro. —Jeno mencionó.
—¿Me permitiría hacerle una revisión de magia? —El director cuestionó.
Ya lo había hecho la primera vez que fue allí, cuando el director, al igual que muchas personas, creían que el rey había sido embrujado por la reina Jaemin, ahora todos creían que había perdido la cabeza, ya que había declarado que cada vez que él estuviera fuera de su castillo, la reina Jaemin era el gobernante del reino.
Una locura.
¿Pero qué clase de hechizo sería ese? Si incluso el mago más poderoso de esa era confirmaba con que no había ningún hechizo de control de mente tan poderoso.
Y efectivamente, no había magia en la mente o el cuerpo del rey. Incluso Haechan había desaparecido para no ser notado, cuando ingresaran al salón de profecías Haechan aparecía.
—¿Todo está correcto? —Jeno preguntó.
—Sí, lo está. —Dijo el director. —¿Puedo preguntar cuál es su interés en el mago dorado?
Jeno guardó silencio, él también se estaba preguntando el por qué, sentía que había algo más, algo de lo que realmente estaba dudando, pero no entendía qué o por qué.
—Estoy buscando aliados. —Jeno mintió. —Pronto se llevará a cabo una votación para convertir a Wonderland en la capital del imperio, soy un humano sin magia, pero si alguien llegara a obtener la magia del mago dorado...
—Mi fidelidad está con usted y con el reino. —Dijo el director. —Aunque me temo que su medio hermano ha buscado y recopilado toda la información que existe del mago de oro, le permitiré que vea el contenido, sin embargo no podrá hablarlo con nadie, y la Torre mágica será la encargada del Mago de Oro en caso de que lo encuentren.
—Pueden quedarse con el crédito. —Jeno mencionó. —Mi medio hermano lo hará.
El director asintió y subieron a una torre muy alta, era más como un cobertizo, no había muchas cosas. El director dijo que en ese almacén se guardaban profecías de los magos más poderosos y de los magos que pertenecían a la Torre, las demás las tenía el templo bajo resguardo.
Abrió una gaveta de cristal donde tenía unas tres bolas de cristal pequeñas, así eran como lucían las profecías. Las primeras dos no eran importantes porque hablaban de cómo un omega primigenio con suerte había hecho todo para conseguir magia y volverse tan valioso como el oro, la que importaba era la última.
—¿Cómo puedo verla?
—Es cuestión de inyectar un poco de magia. —El mago murmuró. Tomó la esfera y brilló, luego se la entregó a Jeno.
Haechan ya había regresado al espejo de Jeno mientras subían las escaleras, él debía de verlo.
Y era la historia del mago, había arena dorada dentro de la esfera, era la figura de una persona dentro, usaba sus hechizos con libertad, se veía que los animales, las personas y los astros le seguían. Curaba a los enfermos y oraba al sol, usaba su magia para el bien, era considerado un "santo".
Pero la gente con poder quería la magia de su santidad, al ser omega primigenio, muchos querían marcarlo o casarlo, así que simplemente la imagen llegó a una montaña y en la cima, el mago desapareció.
Después la imagen se volvió dorada.
—Esto es todo lo que hay. ¿Encontró alguna pista? —Preguntó el director con curiosidad.
—Conozco la montaña de la imagen. —Jeno susurró.
Haechan tenía razón, era la montaña donde estaba escondido el palacio del mago del sol; pero no había nada más, Haechan se sentía incómodo, había peleado por encontrar algo, pero no había nada y le molestaba de sobremanera.
—Me preguntaba quién podría ver las profecías del mago de oro a esta hora. —La voz se les hizo familiar a todos. —¿Por qué no me dijeron? Soy el encargado de la información del mago de oro, y también somos hermanos ¿No es cierto, rey Jeno?
Mark se veía bastante sombrío, viendo la mueca que tenía, parecía que había algo más, algo que ocultaba, sin embargo solo se acercó más a ellos y sonrió.
—No quería molestarlo, mago de obsidiana, fue un pedido del rey así que no pude negarme. —El director mencionó con algo de precaución. —Nos retiraremos.
—No, no es necesario, yo puedo continuar con la revisión de profecías junto con mi hermano. —Mark suspiró. —Debería ir a su oficina, los magos astrológicos lo estaban buscando.
—Por supuesto.
El director miró al rey, sin embargo, Jeno no dijo nada y simplemente asintió, observó a su hermano y vio cómo el director se iba.
—¿Para qué querías quedarte a solas conmigo? —Jeno cuestionó.
—¿Para qué querías información del mago dorado? ¿Crees que no te he dicho todo lo que sé o piensas qué te voy a traicionar?
—No descarto lo último, he intentado entender cuál es tu necesidad de encontrarlo. —Jeno mencionó. —Si tuvieras su magia, sin duda no solo serías el gobernante de Wonderland, sino del mundo.
Mark soltó una risa ácida, estaba de mal humor, no quería ver a Jeno, era de las últimas personas a las que quería ver, pero también sabía que podía ser un aliado, si Jeno se ponía de su lado, Jaemin también lo haría, y no solo él, sino también el objeto mágico.
Jaemin le había prestado su espejo a Jeno para que también viera las profecías. El espejo estaba buscando a su dueño, no había duda de eso.
—Lo he dicho hasta el cansancio, no estoy interesado en el trono y mucho menos en ser llamado "príncipe". —Mark mencionó.
—¿Qué hay de tu madre? Buscas magia para poder revivirla y tomar venganza. —Jeno dio otra hipótesis sin importarle lo tonto que se viera, quería respuestas.
—Mi madre murió en aquel incendio, incluso podría decir que el "viejo yo" también murió ese día. —Mark se quedó callado. —Siempre tomo ese día como el día en que renací, no me importó la pérdida de mi madre, ni del trono, solo quería vivir, sobrevivir fue un milagro, así que no busco la muerte.
—¿Entonces por qué lo buscas tanto? ¿Por qué estás tan obsesionado? —Jeno no entendía.
—¿Por qué no lo ves? —Mark sonrió. —Es la única forma en la que lo entiendas.
Mark señaló la esfera que Jeno mantenía en sus manos. Miró a su amigo y soltó un suspiro.
—¿Qué debo ver? —Jeno solo podía observar la esfera brillando y la arena dorada girando dentro de ésta como si fuera una tormenta de arena.
—El futuro. Por eso se llaman profecías. —Mark sonrió.
Y las figuras dentro de la esfera se empezaron a mover para crear algunas otras figuras y contar una historia.
Continuará...
Chapter 40: Capítulo XL
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Y las figuras dentro de la esfera se empezaron a mover para crear algunas otras figuras y contar una historia.
Mark estaba acostumbrado a verla, era su sueño, era su esperanza, él guardaba mucho deseo en su corazón, muchas ambiciones. Pero había una ambición que le había salvado la vida, bueno, realmente dos, pero la segunda, estaba casado con su medio hermano, así que tenía que confirmar quién era el mago dorado, sin duda todo apuntaba a él.
Aunque hubo un "algo" con lo que Mark no contó, y es que el futuro que había visto en la profecía del mago de oro era muy diferente a la que él había visto.
Jeno observó las figuras que se creaban con el polvo dorado.
Una corona.
Un niño sentado en el trono, usando el cetro y la corona de Wonderland.
Un corazón.
Y la figura del mago dorado corriendo, tratando de llegar al niño.
Después la esfera perdió su brillo natural y se apagó.
Mark miró a Jeno y Jeno tragó saliva. Haechan también estaba viendo, para él fue fácil entenderlo a primera, pero Jeno parecía bastante conmocionado.
—¿Qué significa eso? —Le gritó a Mark.
—Tú lo viste. —Mark ni siquiera iba a ser respetuoso. —¿Por qué la imagen cambió? ¿Por qué el futuro cambió?
—¿A qué te refieres? —Jeno preguntó.
Mark rápidamente le quitó la esfera a Jeno y trató de usar su poder, al manipular después de la "tormenta de arena" se vio otro tipo de imagen.
Jeno observó con curiosidad, Haechan también estaba atónito y Mark sintió alivio cuando vio la escena que tantas veces había repetido desde que encontró esa profecía.
La arena dorada se volvió negra, tan oscura como la obsidiana, era la sombras oscura de otro mago, quien le pedía su mano al mago dorado, quien lo liberaba de su prisión y lo llevaba de vuelta a su mundo.
Se podía ver a ambos juntos, recorriendo el mundo, y en la cima de la montaña donde el mago había desaparecido, las dos sombras de arena juraban su amor con un beso.
—Soy el destinado del mago de oro. —Mark lo dijo en voz alta. —Por eso lo he estado buscando con todo lo que tengo, sé que seré yo quien lo traiga de regreso. —Mark sonrió. —Dicen que solo un mago más poderoso que él puede encontrarlo, pero no es solo eso, sino que el único que puede traerlo es su destinado, soy yo.
Haechan quería decir demasiadas cosas, quería defender al mago de oro diciendo que su creador nunca necesitó algún alfa, que todos los alfas con los que lo intentaron emparejar solo buscaban su poder, que Mark no era diferente, pero algo dentro del espejo se sentía incómodo.
Jeno se veía extrañamente agitado.
—¿Pero cómo lo encontrarás? —Jeno mencionó. —¿Dónde lo encontrarás? ¿Cómo sabrás dónde está? ¿Cómo sabes que está vivo?
—Porque todavía no lo conozco, pero sé que lo amo. —Mark sonrió con ternura. —Él está en otra realidad, estoy seguro, en otro mundo.
—¿Cómo sabes qué está allí? —Jeno preguntó, pero era algo que Haechan pensaba.
—Porque siempre he buscado la forma de ir a ese mundo, un mundo muy diferente a éste, donde no hay omegas o alfas, donde la gente vota por sus dirigentes y todo es tan diferente. Sé que la forma de viajar a ese mundo está dentro del castillo del mago de oro, así que cuando entremos, iré a ese mundo y lo traeré de regreso.
Haechan moría por abrir la boca, si lo que decía Mark era verdad, la forma de regresar a Jaemin a su mundo estaba al alcance de sus manos. ¡Era una completa locura!
Mark era una persona mucho más inteligente y aterradora de lo que Haechan presintió. No era un villano, quien parecía serlo era él, era Haechan quien quería retener a Jaemin en ese mundo como su amigo y al mismo tiempo acabar con Mark para que no mencionara que era el destinado de su creador.
Haechan nunca se había sentido en crisis como se sentía en ese momento.
—¿Cómo estás seguro de que funcionará? —Jeno cuestionó.
—No estoy seguro, pero lo voy a encontrar. —Hizo una pausa. —Por eso puedo jurar que no estoy interesado en el trono, ni en lastimar a la princesa Winter.
La expresión de Jeno cambió a una más de amargura.
—Si sabes que eres el alfa del mago de oro, ¿Por qué has jugado con la reina Jaemin? ¿Qué intentaban ustedes dos?
Mark de repente cambió de expresión y se volvió un poco más confiado y sínico.
—¿Sabes? yo siempre he sido un cobarde. —Mark sonrió. —Jamás me atreví a decir lo que siento y, vivir con arrepentimientos, hace que mueras. —Suspiró. —Busqué mi lugar, y mientras buscaba, encontré a una persona que se parecía a alguien que me gustó mucho y me hizo cambiar, la reina Jaemin es hermoso, pero era no era lo que yo recordaba, él buscaba tanto tener un heredero que...
—Ustedes dos... ¿Alguna vez me engañaron? —Jeno preguntó con nerviosismo y miedo a escuchar la respuesta.
—Lo pensamos varias veces, no eras mi persona favorita, ni para ese Jaemin tampoco, el día del cumpleaños de ese Jaemin me pidió que tuviéramos un heredero, que él se quedaría como reina pasara lo que pasara y que su madre le estaba amenazando, sentía lástima de ver una figura tan similar a alguien que quise y sufriera por tu culpa, así que prometimos pasar mi próximo celo juntos.
—Ustedes... —La expresión de Jeno se veía dolida.
—Nunca pasó. —Mark levantó los hombros. —Ese Jaemin se suicidó, bueno, quiero decir, tuvo un intento de suicidio y creo... Creo que Jaemin, la reina Jaemin que está a tu lado no es aquel brujo astuto, sino una persona que viene del mundo en donde el mago dorado está encerrado.
Haechan abrió los ojos, estaba demasiado impactado, no, no, de verdad que habían subestimado a Mark por completo. Ah, Mark sabía del cambio de mundo y de dónde había provenido Jaemin, Haechan tenía demasiadas dudas, quería revelarse y preguntar; pero lo único que quería en ese momento era llorar.
—Te refieres a Jaemin como "ese Jaemin", y ahora hablas de él como la "reina Jaemin". ¿De verdad crees que alguien está usurpando su lugar? —Jeno se veía molesto, pero tendría sentido el cambio de vida y de actitud que había tenido su reina. —¿Cómo sé que no están jugando conmigo?
—Jeno, siempre fuiste desconfiado de los omegas. —Mark sonrió. —Pero te juro que no busco a Jaemin tampoco, lo quiero, sin embargo si me dieran elegir entre una reina casada o al poderoso amor de mi vida, creo que sabes cuál elegiré. —Mark sonrió. —Así que te recomendaría que tú eligieras a nuestro Nana, eres su tipo, seguramente lo harías feliz.
—¿Nana? —Jeno preguntó, se sentía desconfiado y a la vez herido de saber que su medio hermano conociera mejor la situación de la reina Jaemin.
—Nana es la persona que actualmente ocupa el cuerpo de la reina Jaemin. —Mark sonrió y levantó los hombros. —Le encanta hacer vestidos, cocinas postres, querer "bonito". —Mark dijo con un tono lleno de nostalgia. —Sus tipos de novios siempre fueron tipos varoniles, de cabello negro, fuertes y con aura de líder. No me sorprendería que se enamorara de ti, así como se enamoró de mí.
Y Jeno de repente se sintió celoso, su Jaemin no debería de estar enamorado de otra persona más que de él, Mark no debía de decir que Jaemin se había enamorado de él, ese Jaemin no existía, ¿No lo había dicho?
Jeno sería mucho más feliz de que el viejo Jaemin jamás regresara y Nana se quedara en su lugar, Nana lo hacía feliz.
—¿Te llevarás a la reina Nana cuando vayas a su mundo? —Jeno murmuró, quería creer lo que estaba escuchando.
Y Mark frunció los labios, vio esa mirada resentida en Jeno, pero más que resentida estaba preocupada, oh, realmente no era algo que el rey quisiera, el rey Jeno quería quedarse con Jaemin, porque le empezaba a gustar Nana.
—Eso depende de él, no de mí. —Mark suspiró. —Así que si lo quieres aquí, deberás hacer que ame este lugar y a su gente, ya ama a la princesa, así que debías hacer que ame a su esposo.
Haechan soltó una risita inaudible, se sorprendió de que el príncipe Mark tuviera interés en unir a el rey Jeno con la reina Jaemin, pero es que ellos en verdad lucían bien juntos, tanto que el rostro de Jeno se puso avergonzado, el rey nunca esperó recibir un consejo de su hermano mayor.
—Consideraré tus palabras. —El rey Jeno abrió la boca con propiedad mientras aclaraba su garganta.
—Pienso que no estás alejado del camino. —Sonrió Mark con un tono comprensivo. —Jaemin confía en ti, tanto que te prestó su espejo personal.
Jeno cubrió el espejo a modo de reflejo, Haechan frunció los labios, no se veía su reflejo, pero escuchaba y veía todo, realmente era un gran espía. Había olvidado a no subestimar a Mark, pero a veces Mark siempre lo sorprendía.
—No es...
—No me importa realmente. —Mark suspiró. —Quisiera estudiarlo a fondo, quiero saber cómo se mueve entre espejos, estaba en el marco de la habitación de la reina, pero también en su broche o en tu prendedor. —Mark suspiró. —Es un objeto creado por el mago dorado, por eso quisiera saber cómo funciona o si sabe dónde está mi destinado, pero ahora puedo entender que tampoco sabe dónde está y lo busca.
Jeno esperaba que Haechan dijera algo, sin embargo se mantuvo callado. No le tenía confianza a Mark y lo entendía. Sin embargo podía sentirlo con él.
—Es un espejo brillante. —Jeno mencionó.
—Lo sé. —Mark mencionó. —Seguro no le tomó nada de tiempo averiguar de qué depende de la persona que tome la profecía para saber su futuro con el mago dorado. —Mark sonrió. —Yo siempre vi la mía, pero la tuya es diferente.
Jeno frunció los labios.
—No es algo que tenga que pasar. —Jeno frunció los labios.
—Todo pasa, aunque quizá puede pasar antes o después. —Mark murmuró. —Era la corona de Wonderland y sin duda no era la princesa Winter, era un varón.
Jeno respiró profundamente, no quería indagar en su propia profecía.
—¿Entonces yo conoceré al mago de oro cuando un varón se siente en el trono? —Jeno relamió los labios. —¿No crees que podría ser tu hijo con el mago de oro? —Dijo directamente.
—No creo que el mago de oro y yo tengamos intención de gobernar Wonderland. —Mark sonrió. —Ni siquiera sé si nos quedaremos en este mundo. —Susurró. —Además, ¿Olvidas que apareció un corazón? Quizá "la corona de Wonderland", tenga un varón con una "reina de corazones", un varón, quizá alfa que gobierne el reino, allí será cuando el mago aparezca ante ti.
Jeno apretó los dientes.
Aunque la idea de tener hijos con la reina Jaemin ya no se oía aterradora, pensó en Winter, en su pequeña, ella era la futura reina de Wonderland, ¿Por qué no aparecía? Y Jeno temió por la vida de su hija. Necesitaba que ella estuviera bien y sana por siempre.
¿O su hermano sería capaz de acabar con ella solo por el trono?
Jeno negó con la cabeza esperando que el pensamiento se fuera.
Él jamás tendría hijos con la reina Jaemin, ni con nadie, Winter era su hija y heredera. Quizá ese niño no era suyo, sino algún hijo de Winter en el futuro, quizá faltaban muchos años para encontrar al mago de oro, y eso lo calmaba.
Haechan tenía ganas de ponerse del lado de Mark, las profecías podían pasar en unos días o en unos años, había otras que tardaban décadas, Jeno tenía una mirada de preocupación y Haechan lo entendía, Winter era una pequeña niña que debía realizar su sueño...
Y hablando de ella, Haechan escuchó la voz de Jaemin diciendo algo sobre Winter, así que se tuvo que ir a revisar por qué lo llamaban en Wonderland; desapareciendo por un instante.
—¿Cómo cambias una profecía? —Jeno murmuró.
—No puedes cambiarla, tarde o temprano va a pasar. —Se quejó Mark. —No tengas tanto miedo a las traiciones o al amor, simplemente vive una buena vida; una donde no tengas arrepentimientos.
—Es muy fácil decirlo. —Jeno frunció sus labios.
—Lo sé, te lo dije, fui un cobarde, pero ya no pienso serlo, quiero ser fuerte y encontrar a la persona que amo, quiero que me ame de la misma forma que anhelo y creo que el amor no es tan malo cuando tienes a la persona correcta. —Frunció los labios. —Cuida de Jaemin, es un gran chico, creo que ambos tienen demasiadas cosas en común y podrán gobernar con sabiduría y amor.
Jeno estaba sorprendido, jamás había tenido una platica sincera con su hermano, nunca se interesó en su magia, su historia o su futuro, su madre siempre le había dicho que Mark era malo y que en cualquier momento le quitaría el trono, humillándolo y llevándose todo a su paso.
—Rey Jeno, tenemos problemas, Jaemin necesita ayuda. —La voz de Haechan se escuchó por toda la habitación.
Mark sintió un escalofrío al escuchar la voz, pero sonrió con ternura al ver la cara de preocupación de su medio hermano.
—Déjenme transportarlos. —Mark sonrió con confianza. —Ven por tu caballo después.
Mark simplemente utilizó su magia y en un abrir y cerrar de ojos, llegaron al palacio de Wonderland.
Continuará...
Chapter 41: Capítulo XLI
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Jeno no entendía qué pasaba o si Haechan estaba metiéndose en problemas, sin embargo, cuando abrió los ojos pudo escuchar los gritos, era de noche, ¿Por qué había personas en la sala real? ¿Dónde estaba Winter?
—¿Qué está pasando aquí? —El rey Jeno abrió la sala y se encontró a su reina hablando con un hombre, el ex secretario de economía que había tenido una buena vida a costa de él.
—Rey Jeno. —El hombre hizo una falsa reverencia.
Mark ni siquiera hizo un esfuerzo por entrar, él solo se quedó en la puerta esperando que llegara algún guardia y pensando en todo lo que acababa de decirle al rey.
—Rey Jeno. —Jaemin mencionó. —Las charlas de las peticiones acabaron, este hombre irrumpió siendo grosero y exigiendo verlo. —Jaemin rápidamente le dijo al contexto a su esposo, hablando con propiedad frente a extraños.
—La reina Jaemin ni siquiera parece reconocerme. —Dijo con un tono grosero. —Además, las instrucciones que usted dejó parecen incoherentes. ¿Acaso se le olvida quién soy yo?
—Claro que no olvido quién es usted barón Kang, aunque han pasado tanto años de no verlo que casi no distingo su rostro. —Jeno fue terriblemente protector, pero también estaba enojado. —No se ha presentado en el palacio a pesar de que le dije que la princesa ansiaba conocerlo.
—Hasta que la princesa Winter no sea un alfa no tengo el por qué conocerla. —El sonrió. —Hay rumores de que es tan delgada que parece una omega, si es una omega no quiero tener que relacionarme, lo más seguro es que terminará yéndose a otro reino. —Hizo una mueca de desdén. —Por ahora también quiero aclararle que mi segunda hija ya está en edad casadera, por si quiere contemplarla como concubina.
Jaemin no sabía qué decir, tampoco sabía si estaba haciendo una cara de idiota, pero el señor que tenía en frente era un imbécil completamente, ni siquiera lo veía, solo se dedicaba a hablarle a Jeno, eso lo enojaba, estaba siendo ignorado.
¡Y no solo eso! Le estaba ofreciendo a su segunda hija como concubina. ¿Qué demonios le pasaba?
—No estoy interesado en ninguna de sus hijas. —Mencionó Jeno con enojo.
—¿Qué tal mi tercer hijo varón? Es un omega, sin duda en menos de un año tendrá un heredero a la corona, tal como lo hizo mi hija Seulgi. —Dijo el barón.
Jeno hizo una mueca de asco, diminuta, pero Jaemin lo notó, ahora entendía quién era ese hombre, era el abuelo materno de Winter. ¡Aunque todavía no explicaba qué hacía allí! Y si se expresaba así de Winter, ¡Definitivamente debió correrlo del palacio en cuanto le levantó la voz!
—Le pido que no hable de esa forma frente a la reina de Wonderland. —Jeno se excusó con Jaemin y Jaemin casi rodaba los ojos.
—Las ordenes que nos dio es que si un día llega a faltar, la reina Jaemin tomará su lugar hasta que la princesa Winter pueda hacerse cargo. ¿No cree que sea absurdo? ¡La despreció durante años! Toda la nobleza está casi segura de que la reina Jaemin ni siquiera porta una marca en su nuca. ¿Por qué ahora le está dando su favor? —Hizo una pausa. —¡Un gobernante debe tener como prioridad asentar las bases de la familia real! ¡Principalmente si este reino se convierte en el imperio que guiará a los demás reinos!
—Ya se tiene una heredera y es la princesa Winter.
—¿Y cree realmente que si usted falta esa bruja no se aliará con el príncipe Mark y le quitarán el trono o se desharán de la princesa? —El barón exclamó. —¡Al parecer el mago de obsidiana fue quien le ha puesto un hechizo porque no creo que la princesa de corazones sea tan fuerte!
Mark estaba oyendo la conversación, pero sinceramente ni se molestaría en interrumpir o molestar, Jeno sabía la postura de Mark, así que él tenía que decidir si realmente confiaba en él o si quería convertirse en alguien como la exreina Yoona.
—No puedo seguir oyendo esto. —Jaemin soltó un suspiro. —Me retiro.
Jeno quería hablar con su reina, quería mencionarle todo lo que había aprendido, quería ir a su habitación y contarle, quería preguntarle quién era Nana y si realmente era otra persona.
—Que falta de educación, debe recordar que sigo siendo un alfa mayor que usted, reina Jaemin. —El hombre dijo con enojo. —Buscaremos la forma de liberar al rey de su hechizo, sin duda la forma de gobernar entre usted y la exreina Yoona es muy diferente, le falta aprender tanto.
Jeno se sentía enojado, pero la mirada de Jaemin fue de... Normalidad, observó al barón intentando molestarlo, intentar que lo atacaran, pero ahora era diferente. Solo le dio una mirada con desdén y suspiró.
—Bueno, según mis clases de etiqueta, sea un omega o un alfa, una reina tiene mucho más poder que un simple barón. —Jaemin susurró. —No nos haga perder más el tiempo.
El hombre rio con locura, miró al rey Jeno.
—¿Dejará que me hable así? —Se burló. —Si realmente acepta a la reina Jaemin ¿No le parecería que le diera todos los monstruos y animales de su caza a la reina frente a todos?, hace años que no celebra su cumpleaños con un evento de tal magnitud. —El hombre sonaba avaricioso.
—Mi cumpleaños no se celebrará, como todos los años. —Jeno habló.
—Todos los reyes hacen bailes de cumpleaños o cacerías, ¿Por qué usted no? ¿Cree que sus habilidades no son tan buenas? —El hombre suspiró. —¿No cree que deberíamos dejar que la nobleza decida a qué reina queremos en base a los tributos que se obtengan?
Jeno soltó una risita.
—Bien, hagamos una cacería para mi cumpleaños, que el mejor cazador deje que su omega tenga el favor del pueblo. —Jeno suspiró. —Ahora, quiero que esto jamás se repita, largo de mi palacio, si necesita algo, envíe una carta con antelación, pues solo tardaron un día en venir a reclamar sobre mis órdenes. ¿Quiénes creen que son para cuestionar al rey?
Cuando el hombre salió, Mark estaba recargado en la pared, veía al hombre con diversión y aquel barón solo hizo una mueca de asco. Mark no entró al salón, simplemente cruzó miradas con Jeno para decirle que ya se iba y rápidamente desapareció.
—¿Dónde está Winter? —Jeno preguntó.
—Acostada, debe estar dormida ya, ese hombre solo vino a gritar que era estúpido que el rey Jeno me hubiera dado todo el poder, que seguramente lo había embrujado. —Gruñó. —Lo odio.
—Yo también lo odio, pero hay personas que tienen mucho poder en los círculos sociales, y él es una de esas personas, así que hay que llevarnos bien. —Hizo una pausa. —Ojalá Winter sea una omega para que ese hombre no quiera quedarse con el trono también y al fin reconozca a Winter como la heredera del reino y como su nieta.
Jaemin guardó silencio. Odiaba que el poder se concentrara solo si eras un alfa. ¡Que molesto! Además, pobre Winter, ¿Qué todos sus abuelos estaban locos? ¿No había uno que al menos fuera cariñoso y tuviera uso de sus sentimientos y no involucrara poder?
—Tengo que preguntar esto. —Jaemin hizo una pausa. —¿Ese hombre se ha preocupado por nuestra Winter antes? —Jaemin jadeó. —No parecía si quiera interesado en ella a pesar de ser su abuelo.
—Sígueme no es bueno hablar aquí. —Jeno murmuró en voz baja.
El castillo realmente tenía pocas personas despiertas, Jeno odiaba la facilidad con la que ese barón había entrado a gritonear a su castillo y nadie lo hubiera sacado, nunca pensó que fuera a ir tan rápido, así que no pudo siquiera advertir a Jaemin.
Jaemin siguió a Jeno, ambos terminaron en la habitación del rey, para ellos ya era normal estar en alguna habitación de ellos dos, más cuando intentaban ser ellos sin ninguna culpa. Jeno soltó un jadeó, pero no se sentó, solo miró a Jaemin.
—Bien, escucho. —Jaemin cruzó los brazos y se dejó caer en uno de los sofás.
—Él es el padre de la exreina Seulgi, fue la mano derecha de mi padre con respecto a los negocios, fácilmente se le conocía por ser el consejero de economía del reino. —Explicó. —Tenía 5 hijos, el mayor, un hombre alfa, quien es quien heredará el puesto de barón y está muy interesado en meterse en los negocios. —Hizo una pausa. —Luego seguía la reina Seulgi, una mujer omega bastante bonita, pero ella falleció, tiene una segunda hija omega que es bien sabido que es vanidosa y prepotente, un segundo hijo alfa que ya está comprometido y por último tiene un tercer hijo, omega, quiere darlo en matrimonio, esperando que eso pueda impulsar los negocios de su hijo mayor. —Jeno murmuró. —Y no, no es como si lo fuera a aceptar, ¿Sí? Estamos casados.
Jaemin asintió.
—Ni siquiera he dicho nada. —Jaemin hizo una muequita.
—Luego tienes ideas extrañas. —Jeno suspiró con pesar mientras bostezaba. —Cuando... Cuando Seulgi murió yo les dije que les daría a Winter para que recordaran a Seulgi, pero ellos dijeron que crecería mejor en el Palacio, sin embargo, quité al Barón de su puesto y conseguí consejeros que me fueran leales a mí y a Winter en vez de a mi padre o a mi madre.
—Es lo mejor. —Jaemin murmuró. —Oye, ¿Y qué es eso de la cacería? ¿Matarán animales?
—Animales y monstruos, se hace la invitación para ir a los bosques y están atestados de monstruos, se podría tomar como una "limpieza" para que no dañen a pueblos pequeños cercanos. —Jeno suspiró. —Es una tontería. No te preocupes, te ofreceré todo y mi gente también lo hará. —Apretó los dientes. —No puedo creer que se estén moviendo. —Sonrió. —La facción de mi madre ha empezado a verte como una amenaza y no como un aliado.
—Soy enemigo de cualquiera que diga que Winter debe casarse. —Jaemin murmuró. —Enemigo de cualquiera que no la quiera como futura reina de Wonderland.
Jeno asintió y se sentó en el mismo sillón donde estaba Jaemin, lo observó de reojo y lo miró demasiado bien, tanto que Jaemin se puso un tanto incómodo.
—Realmente has cambiado. —Jeno mencionó. —Antes estabas en mi contra, deseando tener al heredero de Wonderland, si tuviéramos un hijo sin duda tu vida sería demasiado preciada, no me hubiera siquiera imaginado perderte, estarías asegurado gracias a que tuviste un heredero. —Hizo una pausa.
—Ya lo dije, no quiero embarazarme, me perturba bastante. —Jaemin mencionó. —Mucho menos si eso puede causarle inseguridades a Winter. —Y suspiró. —No concibo la idea tampoco de que si me embarazara personas como mi madre o la nobleza del reino estarían detrás del poder, querrían deshacerse de mi hija y no voy a permitir eso.
Jeno bajó la mirada, frunció los labios con un tanto de inseguridad, pero aun así, quería sinceridad de parte de su reina. Jaemin en verdad amaba a Winter como si fuera sangre de su propia sangre y quizá eso era algo que Jeno infinitamente agradecía, no soportaría que Winter sintiera su rechazo si resultaba ser omega y al mismo tiempo tener que lidiar con las constantes amenazas de la exreina Jaemin.
Era hora de aclarar ese tema también, solo que antes de que Jeno hablara, la voz de Haechan se escuchó en la habitación.
—No sé cómo pueden hablar de embarazos tan felizmente si ninguno de ustedes parece saber que los embarazos se logran cuando un alfa mete su miembro reproductor dentro del omega y tira su semilla dentro de él. —Haechan se escuchaba molesto. —Y en sus casi tres años de matrimonio no creo que alguna vez lo hayan consumado. —Bostezó.
—¡Haechan! —Jaemin gritó avergonzado.
Era diferente que Haechan hiciera bromas sexuales con Jaemin a diferencia de que estuviera frente a Jeno. El rey simplemente parecía avergonzado, era cierto, no podían hablar de herederos si no había intención de tenerlos.
—¿Haechan? —Jeno mencionó con un tono serio.
—Ah, lo siento, es que realmente ustedes necesitan un empujón enorme. —Haechan murmuró. —Y no es por presionarlos, pero. —Soltó un suspiro cansado. —Ustedes si tendrán un heredero.
Jaemin abrió los ojos con sorpresa.
—¿De qué estás hablando? —Jaemin dijo, sus mejillas y sus orejas estaban sonrojadas completamente.
Jeno se irguió y miró al espejo de su habitación, no la del prendedor que usaba, el espejo principal donde salía la voz, de verdad que Haechan era muy útil cuando se lo proponía.
—Puede ser un hijo de Winter, en el futuro. —Jeno frunció los labios.
—No lo era. —Haechan mencionó. —Era la corona de Wonderland con un corazón de magia pura, es el corazón de Jaemin. Quizá no sea ahora, pero ustedes sin duda tendrán un hijo, un hijo varón que será capaz de invocar al mago dorado.
Jaemin miró a Jeno y no pareció entender. Solo frunció los labios y se sintió avergonzado.
—¿Qué fue lo que encontraron en su viaje? ¿Qué fue lo que vieron en esas profecías que te preocupaban? —Jaemin miró al espejo esperando ver el reflejo del moreno, pero seguía escondido.
—Haechan... Quiero hablar con Jaemin a solas. ¿Podrías abandonar la habitación ni escuchar lo que tengo para decirle? —Jeno preguntó.
Jaemin se sorprendió un tanto por el pedido, Haechan también, pero estaba casi seguro de las preguntas que el rey le haría a Jaemin, y aunque Haechan quería protegerlo, sabía que Jaemin no estaba en un peligro real.
—Así será. —Haechan murmuró. —Buenas noches.
Y de repente la voz de Haechan se dejó de escuchar. Jeno y Jaemin se preguntaron si estaría allí, pero no hubo una voz que les contestaran, así que supusieron que Haechan estaría en otro lugar del palacio.
Ahora sí, era momento de sincerarse de verdad.
Continuará...
Chapter 42: Capítulo XLII
Notes:
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Jaemin estaba preocupado, quería saber acerca de ese heredero, quería saber acerca de la profecía y también quería saber por qué el rey le pidió a Haechan que se fuera de la habitación. ¿Qué era tan importante que Haechan no debía de escuchar?
—¿Qué es lo que vieron Haechan y tú en las profecías? —Jaemin preguntó con el mayor tacto del mundo.
—Solo fue una profecía, cambia según la persona que la tome. —Jeno aclaró. —Cuando la tomé vi el momento en la que la vida del mago de oro se cruza con la mía, vi una corona, un corazón y al heredero de Wonderland, la sombra del mago corría para alcanzarlo, aunque a mí me dio la sensación de que quería protegerlo. —Suspiró. —Pensé que sería algún hijo de Winter, pero...
—No hagas esa cara. —Jaemin murmuró. —Tú y yo dijimos que no tendríamos herederos, la profecía puede equivocarse.
—No se equivocan. —Jeno frunció los labios y miró el suelo.
—Rey Jeno, para tener hijos es necesario tener intimidad, si ninguno quiere tenerla es imposible que suceda, así que no tiene por qué preocuparse. —Jaemin resopló. —Además por su enfermedad...
—Sí quiero. —Jeno de repente interrumpió con un tono un poco fuera de sí.
Jaemin levantó la ceja, bueno, ¿Cómo decirlo? Esas palabras lo habían puesto nervioso, en su otra vida supo que era bonito, aquí su cuerpo era similar, pero un tanto más femenino, sabía que era lindo, pero que alguien sexy, dominante y con poder como lo era el rey Jeno, le dijera que sí quería acostarse con él, bueno, hizo que Jaemin se sintiera orgulloso y deseado.
Tragó saliva con dificultad y no supo a dónde ver.
—Creo que fue un viaje largo. —Jaemin empezó a sentirse nervioso. —Será mejor que me retire, mañana podemos terminar esta conversación.
—No. —Jeno trató de no estar tan nervioso. —Quiero terminar esta conversación ahora. —Jeno fue sincero. —Me di cuenta de que, desde que te recuperaste de tu intento de suicidio, habías cambiado, eras más alegre, más amable, más espontaneo e incluso hasta inocente. —Hizo una pausa. —Aunque no sabes muchas cosas siempre aprendes y te interesas por los demás. Eres tú sin importar con quién tratas y es una forma de libertad que siempre he anhelado. —Hizo una pausa. —Porque contigo puedo ser yo mismo y también sincero.
—Oh, Jeno, detente. —Jaemin dijo. —Si te declaras ahora, todo en lo que estamos trabajando podría derrumbarse, porque ambos vamos a desear mucho más de lo que podemos dar y...
Jaemin estaba nervioso, no podía mantener la vista, pero lo que pasó fue inesperado, Jeno se levantó de su lugar y fue directo a Jaemin, tomando su mano y evitando sentirse nervioso y mirarlo. A pesar de que el sudor se podía ver en su cuello y en su frente, Jeno estaba haciendo su mejor esfuerzo por mantener a Jaemin a su lado.
Y Jaemin lo sabía.
—Al principio no me importaba que hubiera tantos rumores entre tú y mi medio hermano, pero ahora no los soporto. No soporto cuando le sonríes o cuando él alardea de que te conoce mejor que yo. —Jeno mencionó. —Quiero ser quien mejor te conozca, quiero saber todos tus secretos, quiero saber qué ocultas y quiero saber si te vas a quedar para siempre.
Jaemin trató de sonreír, pero había tanta preocupación en la voz de Jeno, que Jaemin sintió que no sabía a dónde podría hacerse, era cierto que Jaemin tenía un crush con el cuerpo de su exjefe Mark, pero Mark como mago, uh, era algo imposible, Jaemin estaba casado y aún si no lo estuviera, Na sentía que no podría hacerle eso a Haechan después de tantas advertencias.
Mark y él juntos, ni en su antigua vida, ni en ésta.
—¿A dónde podría ir si no es aquí? No me voy a ir a ningún lado. No tienes por qué preocuparte, te dije que confiaras un poco más en mí ¿No?
Pero Jeno llevó la mano de Jaemin y la puso en su pecho, Jaemin sintió que Jeno estaba igual de nervioso que él y suspiró.
—Si Mark encuentra una forma de traer de regreso al mago de oro y abre un portal para que regreses a tu mundo, ¿Te irás?
Jaemin sintió un escalofrío. ¿Cómo Jeno se había enterado? ¿Cómo Mark se había enterado? ¿Dónde se supone que estaba el mago dorado? ¿Qué estaba pasando? ¿de qué hablaba?
—¿A mí mundo? —Jaemin dijo con un tono suave. —¿Cómo lo sabes? —Su cara fue de miedo. —¿Haechan se los dijo?
—¿Haechan lo sabía? —Jeno relamió sus labios con un tono bajo.
—Jeno, escúchame. —Jaemin empujó el pecho de Jeno y se puso de pie caminado hacia la ventana. —¿Quién te lo dijo? ¿Cómo sabes que no pertenezco a este lugar? —Jaemin se veía alarmado. —Es que yo no puedo irme de aquí. —Frunció los labios.
—Mark es el destinado del mago de oro y jura que el mago de oro está en otra dimensión, en una diferente a ésta. —Hizo una pausa. —Y cree que tú vienes de la misma, que simplemente ocupaste el cuerpo de la reina Jaemin.
Jaemin no sabía qué decir, estaba preocupado y asustado, tenía miedo. No sabía cómo justificarse. Y se culpaba también por pensar que Haechan podría haberlo traicionado. No entendía, quería hablar acerca de los destinados, porque era sorprendente que Mark buscara a alguien, pero...
—Yo no pedí cambiar de cuerpo. —Jaemin murmuró. —Simplemente morí en mi antigua vida y cuando abrí los ojos estaba aquí, yo no quise quedarme con su cuerpo... Ni aplastar el corazón del antiguo Jaemin...
Jeno frunció el ceño, así que era real, Jaemin estaba lejos y este Jaemin era de otro mundo.
—Nana. —Jeno mencionó. —Está bien, no me interesa esa persona, eres tú quien está aquí y quien me hace sentir de esta forma.
Jaemin encogió los labios y luego los relamió observando a Jeno. ¿Había oído bien? Ese apodo...
—¿Cómo me llamaste?
—"Nana", Mark dijo que ese es el nombre de la persona que ocupaba el cuerpo de la reina Jaemin. —Jeno aclaró.
Y Jaemin se quedó sin nada qué decir, era el apodo que le habían puesto en la escuela, en su mundo, incluso en su trabajo como diseñador era llamado de esa forma. Y un foquito se encendió en la mente de Jaemin. ¿Cómo Mark siquiera sabía de su apodo?
Bueno, no era el momento de hablar de eso, ya lo discutiría cuando pudiera reunirse con el mago de obsidiana.
—Na Jaemin, ese es mi nombre o era mi nombre antes de venir, lucía muy similar a como soy, aunque mi cabello era menos largo. —Suspiró. —Mis amigos me llamaban Nana, el mundo en el que crecí es muy diferente a éste...
—¿Puedo llamarte Nana entonces? —Jeno preguntó.
—Uh. —Jaemin tragó saliva. Jeno lo veía como si estuviese muy interesado, pero aun así tenía miedo. —Claro, pero... Estoy intentando justificar que no hice este cambio y...
—Nana, de verdad no me importa qué haya sucedido con el antiguo Jaemin, si no está o no puede regresar, sinceramente no me importa. —Jeno sonó frío, pero el pensar que podrían cambiarle a su Nana por el viejo Jaemin lo enojaba de sobremanera. —Quiero saber si quieres quedarte aquí por el resto de tu vida. Si Mark va a otro mundo, no quiero que vayas con él, quiero que te quedes como la reina de Wonderland.
Jaemin tragó saliva, aunque la idea de regresar a su mundo era demasiado tentadora, prefería quedarse en ese, no sabría en dónde podría encontrar a una niña tan preciosa como Winter que fuera su hija, ni tampoco un mejor amigo tan exagerado y divertido como lo era Haechan... Mucho menos un hombre que se le pareciera siquiera a Jeno, Jeno era como el príncipe de cuentos de hada que nunca piensas en encontrar, a Jaemin también le gustaba.
—Necesito pensarlo. —Jaemin mencionó. —Porque Haechan dijo que era imposible que regresará, si no tengo un cuerpo al cual volver en ese mundo, mi alma desaparecerá. Aunque amaría despedirme... —Hizo una pausa.
Jaemin bajó la mirada, se sentó en el sillón contrario a donde estaba Jeno y solamente pensó, pensó en cómo era su vida y cómo era ahora, los pro y los contra, y sinceramente, Jaemin ya no quería volver, quería quedarse con esa vida, pero quién sabe si sería justo para el otro Jaemin.
Sintió la mano de Jeno sobre su mejilla y Jaemin dejó de respirar. No había guantes o ropa de por medio, la piel de Jeno era cálida y no pudo evitar derramar lagrimas al ver que Jeno estaba arrodillado en el suelo frente a él tratado de que lo viera.
Tratando de que Jaemin levantara la mirada y le diera esa seguridad que solía darle.
—¿Qué tengo que hacer para que te quedes con nosotros? —Jeno preguntó con un tono suave.
Jaemin apartó la mano de Jeno con su mano izquierda y relamió los labios, evitando que sus lagrimas cayeran sobre los dedos del rey.
—Si me sigues tocando podrías enfermas más. —Jaemin mencionó.
—Puedo soportarlo. —Jeno dijo. Era verdad, justo ahora no se sentía mareado. —Quiero saber si serías capaz de dejar a Haechan aquí... ¿Serías capaz de dejar a nuestra hija?
—Jeno no... —"No me estoy yendo, y no quiero irme". Jaemin ni siquiera podía hablar al visualizar la cara de preocupación de su rey.
—Sé que no somos la pareja perfecta. —Jeno murmuró. —Pero entiendo la necesidad de Mark de volverse el mejor mago con tal de encontrar a la persona que es para él, quizá el viejo Jaemin y yo estábamos casados, pero quien me ha hecho cambiar y ser más valiente, eres tú, Nana... ¿Serías capaz de dejarme?
Jaemin tragó saliva porque, no sabía qué estaba pasando, ¿En qué momento el rey Jeno se había enamorado de él de esta forma que Jaemin suplicaba por quedarse? Estaban casados, pero no había un verdadero amor entre ellos, eran padres de Winter, pero no se consideraban una familia. Jaemin quería saber en qué momento había dejado de pensar en Mark para mirar únicamente a Jeno, y también quería saber si era porque su celo venía, aunque no fuera el caso, ¿Por qué se sentía tan tranquilo al sentir la piel de Jeno en su mejilla?
¿Por qué tenía esos sentimientos si solo era un usurpador?
—¿Crees que realmente funcionaríamos como pareja y como reyes de Wonderland? —Jaemin dijo con seriedad.
—Haré todo porque sea así. —Jeno mencionó mientras limpiaba una lagrima de Jaemin con su dedo pulgar. —Winter y yo te queremos con nosotros.
Jaemin aclaró la garganta.
—Winter también sabe que vengo de otro mundo, le pedí que guardara el secreto. —Jaemin trató de sonreír, quería limpiar sus lágrimas, pero quería seguir sintiendo la mano de Jeno.
Jeno trató de sonreír, peor no pudo, bajó la mirada con suavidad y con algo de envidia, así que simplemente dijo lo que pensaba.
—Siempre soy el último que se entera de todo. —Mencionó. —Nana, permíteme que sea quien se entere primero de las cosas que te involucran, hace tiempo hicimos una promesa. —Hizo una pausa. —Tenernos confianza y jamás traicionarnos.
—Lamento no haberlo dicho. —Jaemin mencionó. —Pensaba quedarme como la reina Jaemin hasta que encontrara la oportunidad de regresar.
—Entonces ¿Si esa oportunidad aparece? —Jeno preguntó de nuevo.
—Me voy a quedar aquí. —Jaemin mencionó. —Voy a intentar vivir como la reina Jaemin, voy a intentar ser sincero, voy a amar a Winter como a mi hija, voy a querer a este reino como si fuera mío y... Si me permites, quiero amarte como mi esposo...
Y Jeno simplemente sintió que se le iba el aire. Realmente ¿Quién era Nana y cómo había sido que había entrado tan fácil a su corazón? Jeno solo había sido grosero con él, lo humilló, cortó su trabajo, lo acusó, ni siquiera pudo protegerlo o salvarlo. Había leído una historia que no era la de Nana, le había tenido lástima y había empezado a encariñarse con él.
Jeno no sabía si era porque Jaemin se sentía suave ante su tacto o porque olía delicioso en su celo, quizá era por la forma en la que sonreía o se enojaba. Jeno no sabía en qué momento su mente estaba tan llena de Jaemin.
No sabía en qué momento él dejó de ser un rey frío que odiaba a su esposo para convertirse en un rey que estaba "hechizado" y que mandaba comunicados de que si un día llegaba a faltar y si Winter seguía siendo menor de edad, la reina Jaemin se quedaría a cargo del poder.
¿En qué momento empezó a anhelarlo tanto?
—También quiero amarte como mi esposo. —Jeno dijo.
Y sujetó el rostro de Jaemin, acercándose con suavidad, Jaemin fue el más nervioso, más cuando sintió el aliento del rey en sus labios, abrió la boca un poco nervioso, pero dudó. No quería arrepentirse, incluso si era la única vez que pasaba o si el rey se arrepentía. Jaemin recortó el espacio y ambos labios se unieron.
Fue un beso demasiado tranquilo, un beso no de pasión, ni siquiera era intenso o lleno de lujuria o deseo, era una beso que instaba a la calma, un beso de confianza, un beso de promesa, un beso que sabía a paz y por un instante a felicidad.
Jeno y Jaemin se separaron, y solo se quedaron viendo por un largo tiempo, ninguno dijo nada, ninguno se atrevió a decir una palabra, simplemente se quedaron en silencio, en la compañía del otro.
Continuará...
Notes:
SOLO NOS TOMÓ 42 CAPÍTULOS PARA UN BESO! MALDITA SEA, QUE EMOCIONAL ESTUVO ESTE CAPITULO.
POR SI ACASO TRAIGAN PAÑUELOS PARA LLORAR EL PRÓXIMO CAPÍTULO, NOS LEEMOS EL JUEVES <3
Chapter 43: Capítulo XLIII
Chapter Text
Jaemin no dijo nada, pero se sentía raro. No es que le molestara, pero si alguien entraba o los veía en esa posición, sin duda creerían que él había hechizado a Jeno, incluso que le había arrancado el corazón y le susurraba cosas para su bien.
Pero Jaemin estaba sentado en el sillón, y a sus faldas, estaba el rey Jeno, recostado en sus piernas, en el suelo, como si fuera un niño pequeño bajo la protección de su madre. Jeno estaba despierto, no decía nada, solo miraba a un punto fijo, Jaemin intentaba hacer lo mismo mientras jugaba con el cabello oscuro del rey.
—Debería retirarme. —Jaemin mencionó sin moverse. —Es bastante noche.
—Puedes amanecer aquí, nadie te dirá nada. —Jeno murmuró.
Jaemin solo tomó aire, respiró profundamente por la nariz y bajó la mirada.
—Debes estar cansado. —Jaemin susurró. —Has tocado mucho a un omega hoy, podrías sentirte mal.
—Yo también quiero entenderlo. —Jeno mencionó sin ver a Jaemin, solo observando el punto fijo mientras su cabeza seguía en las piernas de Jaemin y su enorme cuerpo estaba doblado sobre el suelo. —Han pasado más de once años sin tener contacto físico con un omega, sin embargo aquí estoy, me siento bien, no sé cuánto tiempo dure, pero quiero disfrutarlo, por eso me quedé aquí.
—Deberías estar en tu cama, el piso no es el lugar para que esté el rey. —Jaemin mencionó.
—Han pasado trece años desde la última vez que besé a alguien sin sentir asco. —Jeno murmuró haciendo una mueca conflictuada.
—¿Trece años? —Jaemin mencionó. —Pensé que habías dicho que tenías once años sin tener contacto físico con un omega. ¿Por qué son diferentes? —Cuestionó.
Jeno no hizo ningún sonido, sin embargo su cuerpo se erizó y se puso más tenso de lo que estaba, Jaemin no podía ver su rostro, aunque sabía que Jeno estaba preparando una respuesta.
—La exreina Seulgi y yo pocas veces nos besábamos. —Jeno contestó. Jaemin no podía ver su rostro, pero las orejas del rey se veían rojas, estaba avergonzado.
—Bueno, considerando tu enfermedad, creo que es entendible. —Jaemin sonrió tratando de animar un poco al rey.
—Cuando me casé con ella yo no estaba enfermo. —Jeno tomó aire. —El problema vino durante el matrimonio.
Jaemin arrugó el ceño, estaba entendiendo pocas cosas, pero tampoco era como que quisiera indagar en cosas que molestaban al rey. Aunque también había pocas ocasiones donde el rey quería hablar de su matrimonio pasado.
—Si no quieres tocar el tema, no lo hagas, solo cuando estés listo. —Jaemin murmuró.
—Si tú me das sinceridad, ¿No crees que debo hacer lo mismo? —Jeno mencionó. —Te conté sobre Winter, pero nunca conté por qué tomé la decisión de no verla.
—Claro que sí, dijiste que te recordaba a tu matrimonio y que...
—No, tú y todos asumieron que era porque extrañaba a la exreina Seulgi, y está bien, jamás lo desmentí. —Jeno suspiró. —Pero no fue la razón. —Aclaró su garganta y siguió viendo al punto fijo. —Simplemente Winter me daba asco.
Jaemin se hizo para atrás cuando escuchó a Jeno decir aquellas palabras, sin embargo Jeno tomó la pierna de la reina y lo mantuvo firme, Jaemin quería confirmar que jamás le dijera a Winter que pensó tales palabras porque podría dañarla emocionalmente.
Nana se había quedado sin palabras y Jeno ya lo esperaba. No era tan buen padre como todos suponían, nunca lo fue porque en un principio él nunca deseo el nacimiento de su hija.
—Creo que puedo entender. —Jaemin murmuró. —Las madres en postparto tienen una especie de depresión donde no quieren a sus hijos... Aunque bueno, eso es más común en las madres, no en los padres. —Jaemin frunció los labios. —O quizá fue porque sentía resentimiento al saber que por su nacimiento la exreina Seulgi falleció?
Jeno se incorporó al sofá, no veía a Jaemin, solo veía al punto, Jaemin le hizo un espacio a su lado y espero a que el rey se sentara a un lado de él, Jeno no mostraba su cara, pero se sentía avergonzado.
—No, cuando la exreina Seulgi murió yo fui muy feliz, fui la persona más feliz del reino, me sentí libre. —Sonrió. —Hubiera deseado que Winter se fuera con ella, pero Seulgi realmente había cumplido con su papel. Le dio una heredera a la corona. —Jeno suspiró.
—No debería alegrarme por la muerte de las personas, pero, ella no era buena persona ¿Verdad? —Jaemin cuestionó.
—Mi matrimonio con la exreina Seulgi fue una unión política para conseguir partidarios que me siguieran al subir al poder y no hubiera un golpe contra la monarquía. —Jeno suspiró. —También necesitaba asentar los pilares de la familia real con herederos antes de que Mark lo hiciera.
—Y lo aceptaste...
—Tenía 13 años, era difícil para mí negarme. —Jeno levantó los hombros. —Mi madre decidía muchas cosas por mí y por el reino. —Trató de sonreír, pero no pudo. —Me casaron a los 14 años.
Jaemin sintió mucha empatía. Jeno había sido un adolescente, ni siquiera un joven más consciente, había sido un niño, ¿Cómo se supone que se iba a negar si su madre estaba tras de él diciéndole que debía hacer y cometiendo todo tipo de imprudencias?
—Hace un tiempo dijiste que la exreina Seulgi había sido mayor que tú por diez años. —Jaemin murmuró.
—Lo era, pero era la hija omega soltera con mayor rango de la casa Kang, la mano derecha de mis padres, había sido un trato bueno. —Jeno murmuró. —El trono no saldría de Wonderland, no tendrían que traer un omega de otro reino, créeme Jaemin, si Seulgi no hubiera existido, a ti te hubieran casado conmigo o con Mark en cualquier descuido en cuanto te hubieras presentado como omega. —Jeno no se sintió orgulloso de eso.
—Al antiguo Jaemin...
—Sí, al antiguo Jaemin. —Jeno guardó silencio. —El rey siempre necesita herederos y reinas, incluso si no funciona su reina actual, siempre buscarán tener concubinas si no son sus destinados.
—Debió ser muy difícil, Jeno. —Jaemin susurró. —Sé que la profecía hablaba sobre tener herederos y yo...
—Desde que eres Nana no me siento comprometido contigo a tener hijos, si los tenemos, sería genial, pero sino, sé que me seguirías gustando de todas formas. —Jeno dijo y Jaemin solo sonrió. —Solo quiero seguir siendo sincero contigo.
—Está bien, escucho. —Jaemin murmuró tomando la mano de Jeno con suavidad y sin verlo.
—Ella iba a mi habitación todas las noches. —Jeno susurró ya que incluso en su primer matrimonio nunca compartió habitación con su reina. —Cada noche ella se desvestía frente a mí y me obligaba. —Jeno cerró los ojos.
Jaemin sintió que la mano de Jeno comenzaba a sudar, no quería interrumpirlo, pero no quería escuchar a dónde iba esa historia, no quería escucharlo porque Jeno parecía fuera de sí, pero también quería entenderlo, quería saberlo por la propia boca del rey porque no sabría si algún día se volvería a abrir emocionalmente con él como ahora.
—Jeno, no tienes que contarme. —Jaemin mencionó. —No quiero oír que alguien abusaba de ti. Incluso si fuera tu exesposa. No tienes por qué revivir eso en tu mente.
Y Jeno cerró sus ojos y las lágrimas traicioneras empezaron a bajar por sus mejillas, Jeno no abría los ojos y actuaba calmado, pero lloraba, Jaemin sintió preocupación, porque ese no era un rey de veintitantos años, era un adolescente de 14 que no tenía a quién acudir por ayuda.
—Ella no abusaba de mí. —Jeno dijo apretando sus dientes. —Los omegas no abusan de los alfas, es más fácil que sea al revés, mucho menos se puede decir que una reina abusa de un rey.
—¿Y qué dirás? ¿Qué solo cumplía su deber? —Jaemin parecía indignado. —¡Eras menor, Jeno! ¡Claro que las mujeres también pueden abusar de los hombres! Y eso no te va a hacer más débil, ¡Eso es un trauma!
Y allí estaba la palabra que Jaemin quería y la que llenaba el rompecabezas.
Trauma.
—Ella iba cada noche, incluso si pasaba las madrugadas en la oficina tratando de escapar de ella. Con ayuda y amenazas de mi madre, ella siempre entraba a mi habitación, sin importar si estaba yo estaba cansado o enfermo, tenía que hacerlo, día con día, mes con mes, hasta que hubiera algún indicio de embarazo. —Jeno murmuró.
Jaemin sintió tanta pena y decepción, quería llorar. Jeno estaba llorando y temblando, como si el trauma estuviera allí, porque estaba allí, no, Jeno no era alérgico a los omegas, simplemente los omegas le hacían pasar un mal momento por recordar su triste pasado.
—No todos los omegas son como Seulgi. —Jaemin mencionó. —Tu cuerpo se pone alerta cada vez que ves a un omega por el trauma que te generaron, pero realmente creo que puedes superarlo. —Jaemin murmuró. —Lamento si mi yo anterior te hizo sentir incomodo, puedo entender por qué lo odiabas tanto...
—No tengo problemas contigo Nana. —Jeno dijo con suavidad. —Sé que eres una persona diferente y me siento bien contigo, me estás ayudando a sobrellevarlo y... Me estás escuchado. Yo, por favor no le digas a nadie esto...
—Jamás. —Jaemin rápidamente contestó. —No me atrevería a romper tu confianza. —Sonrió. —Además, ¿Somos un equipo ahora no lo crees?
Jeno se ladeó y se recargó sobre el cuerpo de Jaemin, hablar de Seulgi con Jaemin, hablar del trauma, besarlo, saber que era otra persona diferente, Jeno estaba feliz y agradecido, se sentía liberado y realmente esperaba que Jaemin se quedara a su lado por siempre.
—Un buen equipo. —Jeno suspiró.
Jaemin entendía como equipo el "ser novios", aunque en su posición no se podía porque literalmente ya estaban casados, pero no se preocupaba por ello, lo único que quería es que aquello durara por mucho tiempo.
—Bueno, será mejor que me retire, de verdad que podría ser peligroso si me quedo aquí. —Jaemin mencionó.
—¿Peligroso? —Jeno cuestionó. —¿Crees que no estás a salvo conmigo? ¿Qué te haré algo?
—No, es porque ya es muy noche, en verdad debo volver a mi habitación y dormir. —Jaemin suspiró.
—No te vayas, espera un momento. —Jeno murmuró.
El rey fue al baño integrado que tenía en su habitación y con rapidez se cambió a una pijama de seda bastante bonita. Jaemin ya estaba en pijama, así que lucía bastante lindo, Jeno no quería perder todo lo que había obtenido en esa noche, porque entonces sentiría que el sueño no era real.
Salió del baño y observó a Jaemin hasta acercarse a él. Jaemin no dijo nada, pero se sorprendió cuando el rey lo cargó y lo levantó como si fuera una princesa.
—¿Qué haces? —Jaemin gritó. —Peso demasiado, me vas a tirar.
—No pesas nada. —Jeno sonrió. —Tranquilo, debo aprovechar que puedo tocarte al menos esta noche, no sé cuándo vuelva a sentirme mal.
Jeno y Jaemin se observaron, Jaemin se sentía caliente y sonrojado. Jeno se dio cuenta de las palabras que había utilizado y se sintió realmente avergonzado.
—No quise decir eso. —Jeno se corrigió mientras el sonrojo se apoderaba de su rostro.
Jaemin sabía que no, pero ver a Jeno desde otra perspectiva era divertido, además, cuando lo conoció, vio cómo fácilmente podía cargar a Winter con una mano, bueno, en ese entonces Winter parecía esquelética y pequeña, ahora era mucho más saludable... Pero Jaemin siempre quiso saber cómo sería ser cargado por un hombre más alto y fuerte que él, y ahora podía saber cómo se sentía.
Y si era sincero, Jaemin se sentía cómodo en los brazos de Jeno, pareciera como si fuera su lugar.
—Está bien, entiendo. —Jaemin sonrió mientras abrazaba el cuello de Jeno con sus manos. —Vayamos a dormir, su majestad. —Se burló.
Y Jeno solo lo transportó del sofá a la cama, Jaemin tragó saliva, nunca pensó que podría compartir la "cama real" con el rey, y aunque solo fuera dormir, Jaemin se sentía cómodo.
Ambos se acostaron y se arroparon, aunque la cama era enorme, su espacio fue demasiado pequeño, necesitaban confirmar que la cercanía que habían tenido no solo fuera física, sino también emocional.
Continuará...
Notes:
Oficialmente ya son novios ;u; (Aunque estén casados) Lo cual es un poco preocupante porque todavía me falta el arco de Armagedón y del mago de oro. (Y es otro dramón) :v (Pero al menos ya vamos a más de la mitad de la historia, muchas gracias por quererla tanto)
Creo que muchas personas ya sabían que el trauma de Jeno venía de su "deber real" y me alegro mucho que se lo haya contado a Nana, :,D Poco a poco se va a ir curando, hasta formar una verdadera familia (o no? 7u7)
Nos leemos el próximo lunes, tengan un lindo día!
Chapter 44: Capítulo XLIV
Chapter Text
Jaemin escuchó los cuchicheos a su alrededor, pero no podía abrir los ojos, sabía que la luz entraba por la cortina, aunque entraba por el otro lado, así que se giró y cuando se giró, escuchó las risitas de dos personas diferentes.
Y eso fue lo que lo hizo sobresaltarse.
Cuando abrió los ojos observó al rey Jeno acostado frente a él, sus ojos estaban entrecerrados, pero estaba despierto, Jaemin estaba acostado en su brazo. Jeno había visto dormir a Jaemin y no se había percatado de lo largas que eran sus pestañas.
Claro, aunque el rey se hizo el dormido cuando dos vocecillas entraron a la habitación y empezaron a susurrarse cosas.
Jaemin tragó saliva y se sentó en la cama.
—Te buscamos en tu habitación. —La voz de Haechan salía del espejo que Winter traía en la mano. —Y cómo no te encontramos vinimos a ver si habías pasado la noche con el sexy rey, quiero decir con el rey Jeno. —Se burló. —Tuve que evitar que Winter entrara y viera cosas indecentes.
—Oye, puedo escucharte. —Winter infló las mejillas. —Queríamos saber si vas a desayunar con nosotros. —Aclaró su garganta. —Bueno, conmigo. —Sonrió. —Ni siquiera supe en qué momento papá y Haechan regresaron, supongo que estaba dormida.
—Sí, estabas roncando y tirando baba. —Haechan se burló.
—No es cierto, las princesas no roncan ni tiran baba. —Winter se sintió avergonzada porque no sabía qué gestos hacía cuando estaba dormida.
—Jaemin lo hace. —Haechan contestó con una carcajada. —Seguramente babeó el brazo del rey.
—¡Claro que no! —Jaemin contestó y observó el brazo del rey con velocidad.
Pero al notar que Jaemin se había comportado mientras dormía, Haechan y Winter hicieron una mueca y soltaron una expresión de tristeza similar a un "Ah", Jaemin volteó inmediatamente con los otros y les preguntó qué les pasaba y por qué actuaban tan raro.
—¡Pensamos que tendrás una marca en la nuca! —Haechan murmuró.
—Claro que no. —Jaemin se tocó por inercia. —¿Qué les pasa? Están actuando demasiado raro.
—El rey Jeno me corrió de su habitación, además amaneciste en la recamara del rey, no esperamos menos que una marca o un hermano para Winter y un sobrino para mí. —Haechan murmuró.
—Puedo seguir siendo la heredera al trono si soy una alfa, estaré bien si quieren tener más hijos. —Winter mencionó. —De verdad.
—¿Desde cuándo Haechan se convirtió en mi hermano para que sea tío de mis hijos? —Jaemin bostezó y se sentó en el filo de la cama buscando en donde estaban sus zapatos de habitación.
—Mejor dinos ¿De qué hablaron el rey Jeno y tú anoche? —Haechan preguntó. —¿Bailaron de nuevo? ¿Se besaron al menos?
Y la cara de Jaemin lo delató porque su rostro se empezó a colorear de un tono escarlata bastante llamativo. Sin embargo Winter no lo notó. Fue Haechan quien iba a empezar a burlarse, aunque perdió la oportunidad.
—¿Siempre son tan ruidosos por la mañana? —Jeno abrió la boca y "al fin" despertó. Miró a su hija, al espejo y a la reina Jaemin.
Los otros tres se vieron entre sí y querían argumentar.
—Sí. —Los tres dijeron al unísono.
Y Jeno soltó una risita, le gustaba esa familia, Jaemin una reina amorosa y cuidadosa, Winter su hija, alegre y viviendo su infancia y el objeto mágico que había creado un hombre que ahora estaba en otra dimensión; ah, Haechan desentonaba mucho, pero de todas formas, era de la familia.
—Será bueno que vayamos a desayunar todos. —Habló el rey.
—¿Los tres? —Winter pareció sorprendida. —¡Sí! ¡Si! ¡Vamos! —Ella era la más emocionada.
Haechan solo se quedó callado, dentro del espejo ya había levantado la ceja y en cuanto se quedara a solas con Jaemin empezaría el verdadero cuestionamiento.
Jeno ordenó a sus sirvientes que les sirvieran el desayuno en su habitación, una mesa para tres personas, así no tendrían que quitarse la pijama y podrían estar tranquilamente. Para los demás, era extraño que el rey desayunara, más que fuera en su habitación y todavía más que fuera en compañía de su esposo y de su hija.
Definitivamente el rey había perdido la cabeza, pero mientras Winter siguiera siendo la heredera nadie podría reclamarle a la reina Jaemin algún tipo de hechizo o engaño.
Mientras desayunaban, Winter le preguntó a su padre y a Haechan qué habían descubierto en la Torre mágica, ni Haechan ni Jeno dijeron sobre la profecía del mago dorado y sobre el heredero varón que posiblemente en un futuro los reyes de Wonderland tendrían, simplemente Jeno dijo lo que nadie se atrevía.
—Mark cree que es el destinado del mago de oro y quien lo traerá de vuelta a este mundo. —Jeno murmuró.
—¿A este mundo? —Winter murmuró con un tono preocupado.
—Sí, al parecer está en un mundo diferente a éste, quizá se encuentra del mundo de donde provenía Nana. —Jeno dijo mirando a Jaemin.
Winter sintió pánico al saber que su padre conocía la verdadera identidad de la reina, sin embargo Haechan solo suspiró. Aquel apodo, "Nana", así que Jeno y Jaemin ya habían hablado del pasado de "Nana" y lo aceptaban...
Si el espejo no se equivocaba... El rey Jeno y Jaemin ya eran pareja, una pareja no solo de palabra, ellos se habían confesado.
—¿Entonces hay forma de que el mago dorado aparezca o que mamá regrese a su mundo? —Winter sintió miedo porque no pensó que podría separarse de la reina Jaemin, mucho menos tan pronto, así que tomó su mano y le miró con preocupación.
Jeno quería decir mucho, pero realmente él tampoco tenía las respuestas, Mark era el único que podría decirlo.
—No. —Haechan se sintió un poco egoísta por contestar, pero él nunca iba a dejar que Jaemin se fuera. —Debe de haber dos cuerpos, uno en ese mundo y uno en éste. —Aclaró. —El verdadero cuerpo de Jaemin debe estar sano en su mundo y este cuerpo también, sin embargo, este cuerpo está vacío o muerto, ya que le faltaba su corazón y no hay forma de devolverlo a la vida.
—¡El corazón de la reina madre de Dreamland! —Winter gritó.
—Yo lo destruí, Winter. —Jaemin aclaró. —No podía imaginar que les hiciera daño, así que espero que el otro Jaemin viva feliz en mi cuerpo, si es que vive.
—¿Entonces no te irás? —Winter frunció los labios y evitó llorar.
—No, creo que me quedaré aquí por siempre. —Sonrió. —Seré la reina de Wonderland hasta que tú lo seas. —Miró a su hija.
—No. —Winter sonrió. —Tú vas a ser la emperatriz de Wonderland. —Winter sonrió. —Estoy feliz que te quedes con nosotros, mamá. —Winter abrazó a la reina y Jaemin correspondió con cariño.
Jeno sonrió, porque sinceramente se sentía aliviado de escuchar la seguridad con la que Jaemin prometía cosas.
—Éste es tu lugar, Nana. —Haechan también usó el apodo que Mark había mencionado. Jeno se indignó, pero Haechan solo presumió. —Eres la reina, sin importar lo que diga esa gente rara que viene a gritonear. —Hizo hincapié en el barón Kang.
—Lo que dice Haechan es cierto. —Jeno dijo. —Eres la reina en función cuando yo no esté, al menos hasta que Winter pueda ser mayor de edad y gobernar sin necesidad de tutores. —Jeno habló.
—Trataré de hacer mi mejor esfuerzo. —Jaemin mencionó. —Aún así me ganaré mi lugar. Ganaremos ese torneo de caza. —Sonrió.
—¿Torneo de caza? —Winter cuestionó.
—Tú no puedes ir, Winter. —Haechan habló. —Aun no has hecho tu debut social, así que no es un lugar al que puedas frecuentar.
—Me estoy arrepintiendo de haber dicho que sí. —Jeno negó con la cabeza. —Pero aunque yo no esté sé que se llevará a cabo sí o sí.
—¿Eso se puede? ¿No dijeron que sería para su cumpleaños? —Jaemin preguntó.
—Sí, a la nobleza le importa tanto el lujo que no importa si el cumpleañero está desaparecido o no asiste a su propia fiesta, harán todo para ocultarlo y que se hable del evento durante meses. —Hizo una pausa.
—Suena a gente sin escrúpulos. —Jaemin dijo con coraje en su tono de voz.
—Porque lo son. —Haechan habló. —Y no habla solo de la nobleza de Wonderland, el rey Jeno está hablando de la desaparición de la princesa Karina de Armagedón. Se me hace tan raro que a pesar de que la princesa está desaparecida sus padres siguen con su fiesta de debut social y revelación de subgénero, incluso son capaces de "venderla" si es omega y casarla con algún sujeto que podría tenerla de concubina. —Haechan también había escuchado las cartas que llegaban al palacio.
Haechan estaba molesto, no podría siquiera pensar que los padres de la pobre niña pudieran ser tan crueles.
—¿La princesa Karina está desaparecida? —Winter preguntó. —¿Cuándo pasó eso? ¿Dónde está ella? ¿Fue un secuestro como el de Año nuevo? —Sonó preocupada.
Winter sabía que la princesa Karina tenía casi su edad, solo era mayor por unos cuantos meses. Estaba emocionada, porque Winter, en un arrebato diplomático y amable, quería que la princesa Karina y ella convirtieran en amigas. ¡Además el rey Jeno le había comprado vestidos a juego a su madre y a ella para ir a la fiesta de la princesa de Armagedón!
—Ya tiene un tiempo. —Jeno murmuró. —Los reyes creen que la princesa escapó, sin embargo nadie la ha visto y ella no ha querido regresar.
—Y yo no regresaría, preferiría huir y jamás ver a mis padres si quisieran venderme a algún alfa idiota y mayor solo porque soy de la nobleza. —Haechan se escuchaba enojado. —¿Qué tal si fuera omega y sus padres se la ofrecen al rey Jaehyun? ¿No sería asqueroso? —Haechan fingió vomitar.
Winter apretó sus dedos y trató de sonreír, pero no pudo, miró a sus padres y de repente recordó las palabras de la reina madre de Dreamland, ¿Si ella fuera omega a ella también la casarían con algún viejo que le doblara la edad?
Pero las palabras de Haechan no se pudieron ocultar, la mirada de Winter cambió por completo, se sintió nerviosa.
—Si yo fuera omega...
Winter no pudo terminar la oración, porque Jeno tomó su mano izquierda y Jaemin la derecha.
—Detén lo que estés pensando. —El rey frunció los labios. —Seas alfa u omega tú no te casarás al menos que quieras, serás la reina de este lugar.
—Mi abuela quería ser reina, sin embargo no pudo por ser una omega. —Winter habló.
—No, tu abuela no pudo porque tenía un hijo alfa al cual obligó a llegar al trono, Winter, yo jamás te voy a obligar a hacer algo que no quieras, ni a casarte, ni a tener hijos, yo quiero que crezcas feliz y que no tengas que pasar por... Por todas las cosas que pasé ni tener las cargas que tuve.
Y Jaemin tragó saliva, Jeno pudo haber sido un mal padre los primeros cinco años de la vida de su hija, pero era totalmente entendible, fue obligado a ser padre y era un adolescente, pero era mucho más consciente que ninguno y el amor que le tenía a Winter era sincero.
—Exacto Winter, esperemos que nos tengas a los dos y cuando seas adulta, puedas gobernar de forma inteligente y amable. —Sonrió. —Tu papá y yo te protegeremos para que llegues al trono de Wonderland.
Haechan aclaró su garganta y suspiró.
—El rey Jeno, tu mamá y yo. —Haechan contestó. —Los omegas no son mercancía, mucho menos de los alfas, sé que podrás encontrar a tu destinado en el futuro Winter, seas un alfa u omega, pero creo que ninguno miente al decir que eres muy querida por todas en esta mesa.
Y Winter solo pudo sonreír. Porque por primera vez en mucho tiempo sentía que su existencia era mucho más importante y transcenderte que dar el ancho en convertirse en reina de un reino que no conocía.
Winter no quería crecer, quería quedarse con su familia así, por mucho tiempo, tenía miedo de ser una omega... Tendría que hacerse de su propia suerte, porque necesitaría proteger en algún momento sus padres y a sus amigos.
Y aunque le dijeran que no era necesario, Winter también estaba desesperada por crecer y demostrar que podía ser de utilidad a su reino.
Continuará...
Chapter 45: Capítulo XLV
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Jeno dejó a Jaemin y a Winter para seguir sus actividades, tenía cosas que hacer, así que entró a su oficina y soltó un suspiro.
—Haechan, ¿Estás aquí? —Preguntó el rey con paciencia.
—A veces puedo tardar un poco. —Haechan murmuró. —Pero aquí estoy. ¿Para qué me llamaba?
—Confirmé lo de Jaemin. —Jeno susurró. —Él dijo que no se iría con Mark en caso de que hubiera oportunidad, pero no me gusta imaginar que podría ser verdad. ¿Qué podríamos hacer?
—Jaemin no, no se irá. —Haechan dijo con seguridad. —Hemos estado haciendo los hechizos de limpieza de su cuerpo, tardará algunos años, pero sin duda volverá a usar magia y ahora ya no será una "bruja malvada".
—¿Y no hay forma de hacerlo más rápido? —Jeno preguntó.
—No, la oscuridad dentro del cuerpo de Jaemin es demasiada, me atrevería a decir que el antiguo Jaemin asesinó a muchas personas, su corazón es puro, pero su magia es oscura y hay que depurarla. —Hizo una pausa. —Jaemin no debe de usar magia ahora porque su corazón podría absorber la oscuridad y desgastar sus órganos. —Frunció los labios. —Jaemin tiene potencial para ser un mago oscuro.
—No creo que él quiera usar magia negra. —Jeno mencionó.
—Podría hacerlo, solo porque es ignorante no podemos decir que será inocente, pero con mis enseñanzas, él probablemente se convierta en un mago de bien. —Haechan sonrió pícaramente y, sin aparecer en el espejo, siguió hablando. —¿Y bien? ¿Qué pasó ayer? ¿Ya se besaron?
—Sí. —Jeno dijo muy bajito.
Haechan estaba escondido, pero abrió la boca sin saber que decir, por eso lo habían sacado de la habitación, ¡Ah! Era tan emocionante, realmente él estaba viviendo una de las mejores historias románticas a través de Jaemin.
Pero antes de que Haechan fuera a preguntar la versión de Jeno pasa saber qué pensaba el rey de Nana, la puerta sonó, Jeno susurró un silencio a Haechan y Haechan siguió oculto en el espejo y oyendo la conversación.
Jeno dejó que pasaran con un "adelante" y entró un guardia que siempre los seguía, Haechan lo había espiado, había permitido que escuchara su voz, no le importaba aquel mago beta, sabía que estaba a favor de su reino y de que Winter llegara al trono, y también trataba a Jaemin de forma amable.
—Rey Jeno. —Doyoung hizo una reverencia. —Lamento no haber estado ayer, los guardias dejaron pasar al barón Kang.
—Debes tener una buena razón para no haber estado. ¿Qué pasó? —Jeno mencionó. —¿Qué fue más importante que proteger a la reina Jaemin?
Doyoung sonrió, el rey Jeno estaba tan enamorado de la reina, que Doyoung se sentía orgulloso y feliz por ellos, pero ese no era el momento.
—Tengo información de Armagedón y sobre el tema de los vestidos de la reina y princesa. —Doyoung mencionó.
—¿Quién fue? —Jeno preguntó.
—La reina madre Yoona. —Doyoung mencionó sin pensar. —Hizo un pedido especifico, pero dio total libertad al sastre de Madame Yeri para que pudiera hacer los vestidos según las personalidades de la reina y de la princesa.
Jeno dudó, no estaba seguro de que la reina Yoona tuviera una buena razón para mandar hacer vestidos iguales para Nana y para Winter, mucho menos para usarlos en Armagedón, Winter no podía salir del castillo.
—Debe ser una trampa. —La voz de Haechan se escuchó. —¿Por qué la exreina involucraría a una niña? Lo entiendo de la reina Jaemin, él ya no es un aliado para su madre, pero ¿Sería fácil deshacerse de ellos en Armagedón y culpar a oro reino para que se vea como una rebelión y no algo interno? —Expresó.
Doyoung se quedó sin habla y observó al espejo que estaba detrás del rey Jeno.
—En verdad habla. —Doyoung sonrió. —Es un gran espejo mágico. —Suspiró.
—Mi nombre es Haechan, soy una creación del mago de oro, gracias por cuidar y proteger a mi reina Jaemin y a mi princesa Winter. —Haechan no se mostró, solo usó sus voz.
—¿Del mago de oro? —Doyoung sonrió. —Todos los que tenemos sangre mágica hemos oído hablar de él, nunca pensé que existiera un objeto así, solo había escuchado de hechizos regados por todos los reinos mantenidos a través de las décadas.
—Por favor, te pediré que mantengas el secreto de mi existencia. —Haechan habló. —¿No crees que lo que he dicho tiene sentido?
Doyoung se quedó callado.
—No puedo ir en contra de nadie de la familia real, se consideraría traición, pero debo decir que es un gesto extraño. —Doyoung murmuró.
—¿Y hay algún tipo de magia en los vestidos? ¿Algo que sea para envenenar la piel o algo? —Jeno preguntó.
—No sentí magia en el vestido. —Haechan murmuró. —Pero como es una prenda, tendría que tocarla, como no puedo, me baso en mi vista, no se ve como si estuviera envenenada, además los espejos que tiene en los moños del cuello, no creo que sean una trampa, además para que fuera imperceptible a mis ojos, ese sastre tendría que sea un gran hechicero...
—¿Pudiste localizar al sastre que los hizo? —Jeno murmuró.
—Esa también es otra historia, el sastre de madame Yeri es exclusivo y no se deja encontrar fácilmente. —Doyoung hizo una pausa. —De hecho Madame Yeri no lo conoce, se comunican a través de cartas y acepta los pedidos que él quiere.
—¿Hay algún indicio de quién es o si está en contra de la familia imperial? —Jeno susurró.
—Nadie conoce su rostro. —Doyoung mencionó. —Lo único que sé, por madame Yeri, es que el sastre trabaja con perfeccionismo y es más sencillo que acepte vestidos de novia que de fiestas, el último pedido lo aceptó porque dijo que sería un honor trabajar para la reina Jaemin y la princesa. —Habló.
Haechan soltó un suspiro cansado. Tenía qué saber muchas cosas de ese mago, para empezar el cómo había llegado a este mundo. La historia que Doyoung contaba, Jaemin ya la había mencionado anteriormente. Haechan solo tenía que sumar 1+1 pasa saber quién era el sastre.
Pero si Yoona estaba involucrada ¿Por qué Mark también?
—Cambiemos de tema, Doyoung, por ahora confío en que iremos a una trampa, pero ¿Qué hay de información de Armagedón? —Si Haechan no hacia su intervención, no podría deducir todo y Doyoung olvidaría toda la información que había recopilado.
Doyoung miró a Jeno y éste le dio la oportunidad de que dijera todo.
—Las cosas con Armagedón son graves, los reyes, principalmente el rey, no quiere cancelar la celebración de cumpleaños, además, se rumorea que la reina de Armagedón está embarazada de un nuevo heredero, apuestan a que será un varón. No han buscado correctamente a la princesa Karina, ha sido secuestrada desde hace más de un mes. —Doyoung hizo una mueca y suspiró. —Para los reyes tampoco representa un problema, al menos que sea una omega y comprometan su honor durante el secuestro.
—No pueden ser tan terribles. ¿O sí? —Jeno preguntó. —Si Winter fuera secuestrada, haría lo imposible por tenerla conmigo, daría la corona solo por saber que está bien.
—Se ha mantenido en vigilancia a los piratas, pero no hay novedades. —Doyoung mencionó. —No quiero descartarlo, pero podría ser un trabajo interno.
Jeno pareció pensativo. No entendía en qué cabeza los padres de la princesa la trataban de esa forma, Armagedón era el segundo reino más grande después de Wonderland, entendía por qué habían propuesto a la princesa Karina como reina concubina, pero era terrible. ¿Cómo una niña tendría que pasar por tanto?
Jeno tenía que saber en dónde estaba la princesa o al menos encontrar su cuerpo.
—Hagamos alguna estrategia. —Jeno murmuró.
—Vamos a una trampa, es obvio que necesitamos una estrategia, pero aun así no sé qué estoy esperando. —Haechan suspiró.
—Si me permiten, creo que sería bueno comentarles la situación a la reina y a la princesa, principalmente para que estén prevenidas. —Doyoung murmuró.
—Coincido, esperen un momento. —Haechan dijo y de repente se dejó de escuchar, después de unos minutos, regresó. —Vienen para acá.
—Que útil. —Doyoung mencionó con una risita. —Este palacio nunca se había sentido tan animado.
—Debe ser por el gran amor que se tienen los reyes, son más unidos que nunca en su reino y con su hija. —Haechan se burló un poco.
Doyoung sonrió con orgullo.
—Su Majestad, Haechan tiene razón, me alegro de que la reina Jaemin sea diferente a como era antes. —Doyoung murmuró. —Es algo que todo Wonderland esperaba, que usted fuera feliz. —Sonrió. —Y quizá haya más herederos después de la princesa Winter. —Kim sonrió.
—Por favor, ya, guarden silencio. —Jeno dijo con tono autoritarios, pero tenía las orejas rojas.
De nuevo fue salvado por la puerta, sonando educadamente, Jaemin y Winter estaban afuera. Estaban emocionados por saber cómo era posible que Jeno las llamara y tener una reunión oficial para su viaje a Armagedón.
—¿Están seguros de que puedo ir? —Winter preguntó cuando terminó de escuchar lo que su padre estaba explicando.
—Como podría ser una trampa, lo mejor sería que no fueras. —Haechan dijo sin mostrarse. —Pero sé que mueren de ganas por ir y conocer, además de que te ves lindísima con tu vestido nuevo.
—No te separarás de nosotros. —Jeno aclaró.
—Sí, yo te seguiré a donde quiera que vayas mientras tengas un espejo. —Haechan sonrió.
—Te cuidaremos. —Jaemin murmuró. —Encontraremos a la princesa Karina.
Winter asintió, no quería decirlo para no sonar atrevida, pero estaba muy sorprendida de que la princesa Karina hubiera "escapado", era fácil burlar a los guardias de los castillos, a los padres y a las obligaciones, pero ¿Dónde estaría viviendo? ¿Con qué dinero? ¿Cómo es que nadie la encontrara?
Karina no sonaba como a una princesa que necesitara protección, más bien sonaba a que ella buscaba libertad y ser autosuficiente, porque si quisiera que alguien la encontrara, ya hubiera dejado pistas, aunque podría ser algo interno, ¿Quiénes serían los amigos de Karina que pudieran conocerla completamente al grado de saber dónde dejaría una pista antes de irse?
Winter escuchó los nombres de los reyes, su forma de comportarse, los rumores del embarazo de la reina y sobre las luces en el cielo en víspera del cumpleaños de la princesa Karina, iría en calidad de invitada, pero no se mostraría en la fiesta, como sucedió en el cumpleaños de su tío Jaehyun, estaba bien con ello, se quedaría con Haechan en su habitación, quizá encontraría pistas mientras sus papás bailaban frente a todos y se demostraban todo el amor que se tenían.
Continuará...
Chapter 46: Capítulo XLVI
Notes:
Advertencia: Puede ser un poco confuso el inicio, porque el rey de Armagedón es mujer alfa y la reina es un omega varón.
Chapter Text
Armagedón estaba todavía más lejos de la Torre mágica, no bastaban ni un día o dos para llegar al nuevo reino, pero después de un trayecto tan largo, justo a unos días del cumpleaños de la princesa Karina, la delegación de Wonderland llegó al nuevo reino.
Winter miraba por la ventana del carruaje, le enseñaba a Haechan todos los paisajes, y también, toda la ropa que llevaban, incluyendo la del rey, tenía un espejo en el prendedor, Haechan los acompañaría a los tres en caso de que pasara algo.
Cuando llegaron al palacio, fue una entrada espectacular, los guardias habían organizado una entrada muy profesional, Armagedón era el reino con mejor seguridad, aunque quien sabe si fuera verdad, porque si fuera seguro, ¿Por qué la princesa había desaparecido?
Jaemin miraba a los guardias, a simple vista parecían robots, pero cuando intentó decírselo a Haechan, éste dijo que no sabía qué era un robot y que esas eran personas con armaduras que estaban protegidos con un montón de hechizos para elevar su seguridad y resistencia.
Los reyes entraron con paciencia, Winter entró con sus padres a pesar de que sabía que no era correcto, sin embargo, estaba a unos meses de empezar con la etiqueta real, así que se excusó con que era una "prueba".
—Es un honor para mí visitar Armagedón con mi familia. —Jeno no hizo una reverencia, pero Jaemin y Winter bajaron la cabeza, era la etiqueta.
—Gracias por venir, rey Jeno, es un honor para nosotros que asista a la presentación de la princesa Karina, era sin duda será una omega bastante linda y servicial. —Murmuró el rey, aunque era una mujer. —Por favor tómela en...
—Creo que, por educación, debo presentar a la familia real de Wonderland, la reina Jaemin y nuestra hija, la princesa Winter. Como entrenamiento para la sucesión del nuevo imperio hemos traído a nuestra princesa, así aprenderá de modales y hará algunas conexiones, ella tiene una edad muy similar a la princesa Karina. —El rey Jeno mencionó.
Jeno había interrumpido, no quería que esos tontos reyes volvieran a decir que casarían a su hija frente a Jaemin, pero la mirada de los reyes era extraña, la reina parecía conflictuado y dudando de la situación, la reina era un hombre demasiado guapo, él mostró su estómago y se vio un poco más inflado de lo que debería. Un embarazo.
Jaemin tuvo una mueca de confusión, el hombre era un poco más alto que la mujer, sin embargo decían que era un omega y el rey una mujer. Un hombre embarazado también podía ser lindo, su tono de piel y la mirada que tenía lo hacían atractivo.
—Por supuesto, la princesa Winter puede ser amiga de nuestro heredero, las estrellas dicen que será un varón. —El rey de Armagedón sonrió con emoción. —El primer varón, sin duda será un alfa fuerte y lindo. —Jaemin se retorció ante el cariño que mostraba la reina, su hija estaba desaparecía y parecía que no le importaba.
Winter también se sintió extraña, en el rostro de la reina de Armagedón solo había una mueca de que la incomodaba mientras se tocaba el vientre.
—Sí, quizá entre la princesa Winter y el príncipe puedan llevarse bien. —Jeno sonrió. —Dos alfas a la cabeza de sus respectivos reinos.
—No creo que la princesa Winter sea un alfa. —Dijo el rey con una mueca sarcástica viendo con desprecio a la princesa.
—Podríamos esperar, aún no se revela, sin embargo será la heredera a la corona. —La reina Jaemin habló. —Aunque es muy precipitado, quisiéramos que la princesa Winter y la princesa Karina se vuelvan amigas.
En la expresión del rey hubo enojo, en la expresión de la reina hubo preocupación y frunció sus labios. Jeno frunció el ceño y miró con reproche a la reina Jaemin, no tenía por qué mencionar a Karina todavía, pero Jaemin tenía una buena razón.
—Ella está indispuesta, no está tomando bien sus responsabilidades, por ende no vendrá hasta el día de su cumpleaños, claro, si es que quiere salir, es una rebelde. —Dijo el rey con un tono resentido.
—Por supuesto, a la realeza no le gusta esperar. —Jeno murmuró.
—Los criados les mostrarán su habitación, ya debieron de llevar sus cosas. —Dijo el rey.
—Gracias. —Jaemin solo susurró e hizo una reverencia.
Jeno le hizo una mirada de reproche a Jaemin cuando salieron, seguían a una sirvienta, pero Jaemin se seguía quejando, había algo absolutamente raro, los reyes le habían pedido ayuda a Jeno, ¿Entonces por qué no discutían completamente el tema de forma directa? ¿O era una trampa para involucrar a Jeno en algo que no correspondía?
—Por favor, adelante. —Dijo la criada mientras abría la puerta. —Las habitaciones están unidas a través de un baño compartido.
Cuando Winter entró, sintió que la habitación era muy similar a la de Dreamland, pero al mismo tiempo estaba bien, aunque ahora ella había decidido dormir sola y que sus padres durmieran juntos.
Fue muy obvia cuando entró al anexo pasando a través del baño, tenía una bañera enorme y un espejo muy cómodo según Haechan que entró allí y a todos los espejos de la habitación, y quizá del palacio, pero no lo diría en voz alta.
Las sirvientas se retiraron y los cuatro personajes se quedaron hablando.
—¿Por qué mencionaste a la princesa Karina? —Jeno preguntó.
—Su padre, ah, es difícil hablar con pronombres que no corresponden al género. —Jaemin hizo una mueca. —Al parecer la reina es el más preocupado por su hija, el rey parecía que no le importaba, me molesté. —Frunció el ceño. —Además estaba tan feliz por el nuevo hijo... ¿Qué le pasa?
—El rey Jennie siempre ha sido así. —Jeno dijo. —Siempre ha querido ser la única mujer alfa en el trono, supongo que por eso...
—¿Por eso se deshizo de la princesa Karina? —Haechan mencionó. —Observé el rostro de la madre, siento que él es quien más ayuda nos ha estado pidiendo, sería bueno solicitar una audiencia a solas. —Haechan sonrió. —A los omegas varones siempre se les ha visto como mercancía.
—No quiero tener que meterme en asuntos privados. —Jeno comentó.
—¿Entonces por qué ellos si se meten con nosotros y quieren casar a su hija contigo? —Jaemin parecía molesto.
—Lo mejor sería no pelear. —La princesa habló —Deberíamos hacer un plan para encontrar a la princesa Karina. —Sonrió. —Haechan ¿Te puedes encargar?
La voz proveniente del espejo solo dijo un "sí" y hubo silencio. Jeno solo observó a los alrededores.
—¿A dónde fue? —Jeno cuestionó.
—Buscará chismes e información. —Winter sonrió. —Haechan siempre es el mejor para esto. Regresará en un momento.
Pero no había señal de Haechan por ningún lado, los reyes se pusieron a desempacar y a quedarse encerrados en la habitación mientras pensaban qué hacer en su tiempo libre. Doyoung no los había acompañado en ese momento, porque los guardias debían de estar más al tanto al dejar el castillo completamente vacío.
La noche cayó sobre el castillo y Winter no pudo evitar salir al balcón d su habitación.
—¿Estás bien, Winter? —Jaemin se asomó por la puerta saliendo junto a su hija.
—La ciudad es hermosa, Armagedón es un lugar muy bonito par vivir. —Ella dijo.
La niña podía ver las estrellas en el cielo, a lo lejos se veía la estructura de un gran mercado, también las enormes cupulas de la iglesia principal, así mismo también se veían las luces de las casas y también de la plazoleta principal, aun más al horizonte se veía el mar y las islas, hacía bastante calor y el clima era bochornoso, pero el aire de la noche era fresco y relajante.
—Es bonito, pero no tan hermoso como Wonderland, cuando me asomé al balcón por primera vez después de haber llegado, solo pensé que quería quedarme para siempre, sería hermoso ver esa vista siempre. —Jaemin sonrió. —Aquí hay un puerto, puedes ver el mar, eso es un plus, quizá antes de que te conviertas en reina puedas viajar a todos los países que hay.
—Me encantaría, aunque me encantaría que tú y papá vinieran, siento que amaría viajar con Haechan, se ha vuelto mi mejor amigo. —Winter suspiró.
—Haechan también es mi mejor amigo. —Jaemin sonrió.
—Y ustedes también son mis mejores amigos, mi mejor amigo y mi mejor amiga. —La voz de Haechan salió del espejo que Jaemin tenía en el cuello. —Vamos a dentro, tendremos una visita pronto, hablará con el rey Jeno, no con ustedes, pero saben que les contaré todo. —Haechan se mostró y sonrió.
—¿Quién viene? —Winter cuestionó.
—Vamos a entrar. —Haechan dijo. —Ya verifiqué todos los espejos del palacio, me he enterado de cosas y... Jaemin, ¿Por qué trajiste eso en tu bolsillo? ¿Sabes lo peligroso que es para mí si llego a entrar accidentalmente en él?
Jaemin verificó su bolsillo y dudó con nerviosismo, sabía que contaba con la ayuda de Haechan y que eso jamás iba a cambiar, también sabía que Jeno jamás le lastimaría, pero Jaemin prefería estar asegurado.
—Jamás lo usaré, sé que lo sabes. —Jaemin murmuró. —Solo es para una emergencia.
—Tíralo. —Haechan ordenó.
—No voy a hacer eso. —Jaemin tomó el broche de cebolla entre sus manos y Haechan solo frunció el ceño.
Haechan solo lo vio con molestia y salió de la habitación, rápidamente lo escucharon hablar con el rey Jeno sobre una visita. Jeno se sorprendió, Jaemin y Winter entraron al anexo del baño y cerraron la puerta mientras esperaban que Jeno pudiera hablar.
Pero lo único que sucedió es que los toquidos de la habitación se escucharon.
—Rey Jeno, vengo por un asunto extraoficial. —Murmuró detrás de la puerta.
Era la voz de la reina Kai. Jaemin se sobresaltó, pero escuchó.
Jeno abrió la puerta, no había ningún guardia, no sabía tampoco las intenciones de la reina de Armagedón, pero se mantuvo serio y amable, el tener cerca un omega ya no se sentía tan difícil.
—Reina Kai, ¿A qué debo su visita a mis aposentos sin que traiga la seguridad adecuada? —El rey frunció los labios.
La reina solo cubrió más su cuerpo, pero miró al rey con suavidad.
—Mi hija, mi hija está desaparecida y no sé que hacer. —Kai murmuró. —Karina siempre ha sido una niña muy inteligente y valiente, pero ella no huiría, bueno, quizá sí huiría, pero ella me avisaría, su desaparición es muy extraña.
Jen dejó entrar a Kai y le ofreció asiento, seguramente era difícil hablar del tema.
—Recibí las cartas, pero necesito más información. —El rey Jeno murmuró.
—Ella no escaparía así. —Kai mencionó con los ojos cristalinos. —Sí, hay veces en las que tiene confrontaciones con el rey, son hirientes y groseras, pero ambas son demasiado tercas y hay cariño entre la dos. —La reina mencionó. —Karina suele huir cuando necesita pensar o entrenar, le encanta el esgrima. —Sonrió. —Necesito que cierren todas las formas de huida del reino y si la encuentran en Wonderland que la traigan de inmediato. —Frunció los labios. —Quiero creer que está en alguna frontera...
Jeno vio la cara de preocupación de la reina Kai, ser un omega varón era complicado, su embarazo era notable, también tenía una mirada triste, Jeno escuchó un chistido y supo que no pertenecía a su familia directa, venía del broche que usaba en su traje.
—Le serviré un poco de agua. —El rey murmuró.
—Gracias. —La reina Kai suspiró.
Jeno se alejó un poco y fue por un vaso de agua, de una jarra de porcelana y unos vasos bien pulidos, él jamás le hubiera servido agua a un noble, pero sabía que Haechan le estaba llamando.
—¿Qué pasa? —El rey Jeno preguntó.
—Si vas a hablar a solas con la reina Kai, saca a Jaemin del anexo y que esté contigo. —Haechan murmuró.
—Lo haré, pero... ¿Crees que la reina Kai podría meterme en problemas?
—No, puedo verlo, es solo una madre desesperado. —Haechan soltó sin mostrarse a los ojos de Jeno. —Pero las cosas entre la reina y el rey de Armagedón no son dulces y coloridas, son bastante... Interesantes, hay mucho en juego. —El espejo murmuró. —Pero debes preguntarle algo que dijo Doyoung hace tiempo y que reafirmé hace unas horas...
—¿Sobre qué?
—Una red de trata de omegas dirigida por mercenarios "piratas". —Haechan murmuró, los rumores que había escuchado empezaban a encajar poco a poco.
Continuará...
Chapter 47: Capítulo XLVII
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Haechan no tenía ni la más mínima intención de esconderse, cuando Jeno sacó a Jaemin del anexo se sorprendió de verlo pegado a la puerta junto a su hija, Jeno le pidió a Winter que fuera a la habitación y no se quedara en el baño, pero Winter fingió obedecerlo y siguió escuchando en secreto.
Jaemin miró a la reina Kai e hizo una reverencia mínima.
—La reina Jaemin es mi compañero de vida, así que espero que pueda ser sincero con él así como es conmigo, ambos trataremos de encontrar a la princesa Karina. —El rey Jeno habló.
—Sí, lo siento, no quise que se malinterpretaran las cosas. —La reina Kai era amable, aunque Jaemin no estaba tan convencido.
—También me gustaría participar en esta conversación. —La voz de Haechan se escuchó. —Mi nombre es Haechan, soy un objeto mágico poderoso creado por el mago dorado, no tengo magia, pero sí tengo conocimientos sobre muchas cosas. —El espejo que la reina Jaemin tenía en la ropa era bastante llamativo.
Jaemin y Jeno se sorprendieron de que Haechan revelara su existencia con facilidad. Jeno incluso se sintió ofendido de que se hablara tan fácil y tan rápidamente. ¿Acaso la reina Kai era una persona a la que debían de tenerle confianza?
—Un gusto. —La reina se sorprendió del objeto mágico. —Las enseñanzas del mago de oro fueron importantes para mí, mi familia y yo crecimos pensando que él y sus hechizos eran buenos para la humanidad, ellos se encargaban de... —La reina no pudo continuar, hizo una pausa bastante dramática.
Haechan levantó la comisura de sus labios sin que se viera en el reflejo, conocía esa mirada, conocía esa sensación.
—Reina Kai, permítame hacerle una pregunta. —Dijo el espejo. —No me lo tome a mal, quiero su bienestar y el de la princesa Karina.
—Sí, sí, yo contestaré si es que me ayudan a recuperar a mi pequeña. —La reina murmuró con lagrimas en los ojos.
—¿Usted está aquí en calidad de reina o de rehén? —Dijo el espejo.
—¡Haechan! —Jeno le regañó con la mirada.
¿Cómo se le ocurría preguntarle a la reina de otro reino esa cuestión? ¡Era demasiado irrespetuoso! Una pregunta así podría causarle un problema político.
—El rey Jennie me trata bien, nos trata bien. —La reina frunció los labios.
—¿A quiénes? —Haechan cuestionó. —Le contaré un secreto. Dentro de mi espejo hay una biblioteca con cientos de escritos, pero hay una habitación especifica donde llega información de todos los reinos. —Haechan sonrió. —Además se me da bien conocer los chismes de las personas, sabré si me miente.
—Haechan, no seas tan grosero. —Jaemin lo regañó.
—Está bien. —La reina Kai murmuró y miró al espejo. —Entonces imagino que sabe que es un omega primigenio.
Jeno había escuchado ese término hace tiempo, pero los omegas primigenios eran casi un mito. Jaemin hizo su mirada de signo de interrogación, pero Haechan solo soltó un suspiro, Jaemin era tan fácil de leer.
—Son los omegas originarios. —Haechan le explicó a Jaemin. —Omegas que pueden llegar a ser más fuertes que un alfa, omegas que pueden concebir y cuyos hijos pueden heredar algún tipo de poder especial. Nace uno o dos en cada generación y los hijos de los omegas se consideran como alfas u omegas dominantes, su belleza es inigualable.
La reina Kai se sorprendió de que la reina Jaemin no tuviera idea de qué era un omega primigenio, pero tenía todavía más conciencia del espejo, realmente sabía demasiado.
—Los omegas primigenio se caracterizan por su color de piel, somos morenos como si el brillo del sol nos tocara, siempre hemos sido mercancía valiosa entregados a reyes y reinas solo para concebir herederos poderosos. —Dijo Kai.
—¿Usted es un omega primigenio? —Jeno preguntó.
—Lo soy, viví en una caravana de comerciantes, me cuidaron con su vida, pero personas como yo siempre causan problemas, soy un omega cambia formas del mar. Mi vida era en el agua, pero estoy cautivo en este palacio para que no le hagan daño a mi gente. —Bajó la mirada con tristeza. —El rey tiene más concubinas, no soy el único que está embarazado, pero mi valor no es el mismo, ni el de Karina ni el de este bebé.
—¿Cree que alguien atentó contra la princesa? —Jaemin cuestionó.
—Circularon rumores creados por las concubinas, dicen que encontré a mi alfa destinado y que la princesa no es hija de nuestro rey. —La reina Kai murmuró. —Pero ella es la heredera de la corona.
—Un secuestro por el trono. —Jeno susurró.
—¿Qué puede decirnos sobre la red de trata de personas dirigida por piratas? —Haechan ni siquiera dejó que el rey Jeno soltara la pregunta.
—Parece que has investigado bien, eso ni siquiera se ha filtrado a lugares externos. —La reina Kai soltó una risa. —Es cierto, no se ha presentado una queja formal porque los únicos desaparecidos son omegas de las clases bajas de los cuales no tienen forma de mantenerse. —Suspiró. —Dicen que los piratas solían tener territorios en "Neverland", pero que vinieron hacia aquí porque la reina Jisung les quitó sus territorios para hacerlos zonas habitables para los "niños perdidos".
Jaemin no estaba entendiendo bien, pensaba que "Peter Pan" era la reina Jisung y había hecho algo bueno por los niños perdidos que eran sus amigos, los piratas, si eran como el Capitán Garfio, pues tenía sentido que fueran exiliados.
—¿Entonces son conscientes de ese problema? —Haechan cuestión.
—Es que en sí no es un problema que el rey Jennie quiera ver, los piratas se asentaron en una isla que funciona como tiradero de la tecnología en seguridad de Armagedón, lo hicieron llamar "Utopía", pero nunca se han metido con el reino. —Kai murmuró.
—¿Nunca han pensado que podría haber un golpe de estado? —Jeno cuestionó.
—No, la única forma de ingresar es por el mar, la distancia es lejana y siempre hay turbulencias y tormentas que no permiten que las embarcaciones lleguen. —Kai murmuró. —Los barcos que viajan allá siempre divagan, es como si se perdieran.
—¿Han buscado a la princesa Karina en la isla de Utopía? —Jeno cuestionó.
—Sí, dos veces. —Kai murmuró. —Ninguna tuvo resultado, incluso con hechizos de localización, no se puede dar con ella, nuestra magia no es tan poderosa, pero si ustedes pudieran ayudar... Si es con sus estrategias o... Con el mago de obsidiana. —El omega embarazado dijo con un poco de pena.
Jeno entendió que realmente no querían ayuda de Wonderland por temas políticos, sino porque tenía al mago más fuerte de todo el conteniente. Y sí, Mark quizá sería capaz de usar un hechizo de localización bastante poderoso, pero no quería involucrarlo.
—Buscaremos primero nosotros. —Jeno dijo con un tono orgulloso.
—Sí, nosotros buscaremos la forma de encontrar a la princesa Karina, es peligroso que esté perdida. Sigue siendo una niña, si fuera una omega, podría ser peligroso. —Jaemin declaró.
—Karina será un alfa. —Kai dijo con seguridad. —Desde pequeña ha tenido un físico fuerte, además es muy hábil en cuestión de habilidades físicas y de pensamiento, por eso me preocupa que no haya regresado, pueden que le cuestionen que no sea "hija legitima", pero sé que ella anhela el trono y ama este reino. —Dijo con seguridad. —Agradezco su apoyo.
—No podemos quedar mal con el reino de Armagedón. —Jeno murmuró.
—Rey Jeno, le sugiero que no se confíe, porque yo no soy el reino de Armagedón, esa es mi esposa, ella decide a quién le da su lealtad, y... —Carraspeó con un tono de pena. —Buscará formas en las que el título de emperador se lo quede ella.
Jeno levantó las cejas con sorpresa, no esperaba oír aquellas palabras, estaban pensando en deshacerse del rey y de la princesa, incluso si el rey Jennie se volviera desconfiada no sabría de quién era el hijo que esperaba la reina, debía de ser más consciente de lo que se avecinaba para el reino.
La reina Kai agradeció las atenciones de Wonderland. Jeno estaba frustrado por su poca capacidad de usar magia, Jaemin estaba intrigado por saber dónde estaba la princesa. Haechan aún tenía mucha curiosidad sobre el golpe de estado que se daría y sobre el paradero de la princesa. Winter solo escuchaba y agradecía que su padre nunca quisiera deshacerse de ella así como probablemente el rey Jennie quiso deshacerse de su propia hija.
Excepto que, cuando la reina Kai salió del dormitorio de los reyes de Wonderland, los rumores empezaron a circular, ¿Qué planeaba la reina de Armagedón uniéndose a un reino ajeno? ¿Quizá intentaría vender a su hijo para que lo casaran con la princesa Winter o quizá buscaba ayuda para traicionar a su propio reino antes de que el rey se deshiciera de él?
—Mañana empezaremos la búsqueda, lo mejor sería dormir. —Haechan murmuró. —Por cierto, ¿Dormirán juntos? Para irme con Wintercita.
Jaemin y Jeno se observaron, estaban un tanto avergonzado, pero solo sonrieron y asintieron. Poco a poco Jeno estaba venciendo su enfermedad y no sabía cómo agradecerle a Jaemin que se mantuviera a su lado, solo sabía que quería estar así, con su familia.
[...]
Al día siguiente Winter se levantó muy temprano, abrió el anexo y entró a la habitación de sus padres, se subió a la cama donde ambos tenían espacio en la parte de en medio, y se acostó, miró a su lado derecho, su padre la veía con una sonrisa. Luego miró a su lado derecho y Jaemin seguía dormido.
—¿Por qué no te has levantado si estás despierto? —Winter susurró muy bajito.
—Me gusta ver a Jaemin dormir. —Dijo sin vergüenza.
Haechan soltó un jadeo de emoción. No podía creerlo, realmente el rey se había enamorado de su mejor amigo, Haechan solo se sentía orgulloso y feliz, no había forma de ocultar eso, quería quedarse con ellos así por mucho tiempo, quería ver a los reyes de Wonderland enamorarse y ver a su pequeña Winter crecer, incluso si el mago dorado apareciera, Haechan le pediría quedarse en Wonderland con su familia.
—No quiero que mamá se vaya a su mundo, ¿Es egoísta pensar eso? —Winter cuestionó con un murmullo.
—No, yo también lo pienso, él ya es nuestro, es de Wonderland, ¿Cómo lo dejaríamos ir? —Jeno susurró mientras abrazaba a su hija.
Ninguno de los dos sabía cómo en medio año habían aprendido a amar tanto a Jaemin, y Haechan se sentía de la forma, protegería con todo lo que tuviera a esa familia, a Jeno, a Jaemin a Wintercita y al bebé de la profecía. Haechan estaba preparado para ser tío, solo debía de crear la situación perfecta.
Jaemin bostezó y abrió los ojos.
—¿Qué hacen todos mirándome? ¿Tengo algo en la cara? —Jaemin pareció asustado y tomó el espejo de Winter que no reflejaba nada. —Espejito, espejito. —Jaemin regresó a sus viejos hábitos de lector de Blanca Nieves. —¿Quién es la persona más guapa de Wonderland?
—Oh, esa sería la princesa Winter. —Haechan respondió sin afán de seguir el juego a Jaemin.
—Que afortunada soy. —Winter sonrió con seguridad. —¿Y quién es la persona más guapa en Armagedón? —Sonrió con ternura.
—Ese sería la reina Kai, nadie le gana a un omega primigenio. —Haechan sonrió. —Pero como tú estás aquí, seguiré diciendo que eres tú. —Le guiñó un ojo.
—Gracias, Hae. —Sonrió. —Realmente eres mi mejor amigo. —Se emocionó. Luego miró a sus papás. —Oigan, si hoy iremos a investigar sobre la desaparición de la princesa Karina al pueblo... ¿Puedo usar el vestido a juego con mamá?
Jeno se sorprendió de aquella pregunta, pero asintió. Jaemin mencionó que usaría otro vestido en la fiesta, que prefería lucir combinado con su hija en la calle y que tener ropa a juego sin Winter, no sería correcto.
Así que ambos se vistieron de color bonito y se sorprendieron cuando Jeno salió vestido con un moño hecho de la misma tela que la ropa de Winter y Jaemin, se veía muy apuesto, y por primera vez, harían una aparición en publico como familia, como la familia real de Wonderland.
Continuará...
Chapter 48: Capítulo XLVIII
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Winter estaba feliz, lucía emocionada, Haechan, aunque no quería se incorporaba en los espejos de los moños en el cuello de las prendas, la de Jaemin era demasiado bonita, pues no dejaba que nadie viera que no tenía su marca.
—Mira, incluso el vestido tiene bolsillos. —Winter giró con entusiasmo y sonrió.
—Te ves preciosa. —Jeno le sonrió. Su moño combinaba y también tenía un espejo en vez de una joya. Se veía realmente atractivo.
—Entonces vayamos, en Wonderland no he salido a la calle, quien diría que nuestra primera salida familiar sería en Armagedón. —Jaemin sonrió. —Tengo mucha curiosidad de saber cómo es.
Jeno tenía ilusión, no lo decía, pero había preparado un itinerario para tener una cita con su esposo y asistir a lugares que a Winter podrían interesarle, al mismo tiempo que buscaban información de la princesa Karina, pese a que vestían como nobles, con una capa vieja, podrían entrar a los barrios pobres.
Jeno tenía confianza n su fuerza física como para no llevar guardias.
Ellos salieron del castillo de Armagedón donde se mantenían como huéspedes e inmediatamente fueron a la plaza central, un lugar lleno de carruajes y de nobles con hermosos vestidos. Winter se veía demasiado ilusionada viendo los bonitos vestidos que las mujer usaban, en especial porque estaba empezando la temporada de parejas de este año.
La temporada social era un periodo de tiempo en el que la alta sociedad asistía a eventos sociales como bailes, cenas, conciertos y recepciones. El periodo casi siempre se desarrollaba en primavera y verano, y existía para que los jóvenes de alta alcurnia se conocieran y establecieran relaciones, era básicamente una declaración de disponibilidad en el mercado matrimonial, una forma de mostrar estatus y conexiones familiares.
Winter no lo decía, pero el próximo año ella entraría en el mercado matrimonial, con un subgénero asignado, ella debía encontrar una buena pareja que pudiera gobernar Wonderland con ella en el futuro cuando fuera coronada.
El parque donde se encontraban parecía ser una recepción donde jóvenes de 12 a 19 años se reunían, los omegas usaban sombrilla y los alfas jugueteaban cerca del lago.
—Disculpe señorita, mi olfato no es tan perspicaz, pero ¿Me podría decir si usted es una omega? —Un joven castaño y de una mirada atractiva se acercó a Winter, lo cual la puso nerviosa.
Jaemin y Jeno estaban sentados en una banca, esperando porque Winter dijo que quería caminar entre jóvenes, pero realmente se sentían ofendidos al ver que un chico de clase alta, pero físico mediocre se había acercado a su hija.
—Ni se mueva, Winter lo arreglará. —Haechan dijo a través del espejo de Jaemin y de nuevo volvió al de Winter.
—Me gusta ocultar mi subgénero, me es más fácil saber qué tipo de intenciones tienen las personas que se me acercan. —Ella sonrió. —Me llamo Winter.
—Mi nombre es Eunseok, mi familia maneja las tierra de Silver Stone. —Dijo con seguridad. —¿A qué familia pertenece? —Cuestionó. —No la había visto por aquí, ¿Es su primera temporada social?
Haechan soltó una risita, ver a los adolescentes pavonearse y presumir sus tierras y sus títulos lo hacía sentir divertido, definitivamente sí el fuera humano no se conformaría con un simple noble, Haechan buscaría un príncipe que fuera rey de un reino potencia, eso era lo que él también deseaba para su niña.
—Sí, es la primera temporada. —Sonrió. —Aunque estaba demasiado emocionada, pensé que podría ver a la princesa Karina por aquí.
—¿Es cercana a la princesa Karina? —El chico sonrió emocionado. —No, no debe serlo, sino sabría que aun faltan unos días para la revelación de subgénero de la princesa, en cuanto se revele ella empezará a asistir a estos eventos en búsqueda de pareja. —Sonrió. —Aunque hay muchos alfas que van detrás de ella en caso de que sea una omega.
—¿Ella no ha mostrado interés en algún noble? —Winter sonrió.
—Aún no. —El chico mencionó. —Aunque dicen que si es omega la casarán con el rey del nuevo imperio, sino con el rey de Dreamland.
Winter hizo una mueca de disgusto y frunció el ceño.
—El rey del nuevo imperio está casado y el rey de Dreamland es un vejestorio. —Hizo una mueca de asco.
—Cuidado con sus palabras señorita, es peligroso hablar en voz alta, podría considerarse traición. —Eunseok murmuró. —Lo mejor es que se retire de aquí, si no está lista para comprometerse como concubina o con una familia poderosa para obtener honor, no creo que el mercado matrimonial sea para usted. —Suspiró. —Mejor olvide conquistar a la princesa Karina, ella es otro nivel.
Haechan no dijo nada, el cortejo amoroso de ese sujeto había sido patético, pero al menos fue bastante respetuoso con una desconocida, si hubiera sabido que Winter era la princesa de Wonderland creo que se hubiera arrancado la lengua él mismo.
Winter se acercó con sus padre y observó que el rey usaba guantes y tomaba la mano de su madre con protección y amabilidad.
—Winter. —Jaemin retiró su mano del rey Jeno. —¿Cómo te fue?
—Bien. —Suspiró. —Aunque tengo miedo de saber cuál será mi subgénero.
—No tienes que preocuparte por eso, Winter. —Jeno le dijo. —El trono será tuyo...
—Pienso en la princesa Karina. —Winter suspiró. —Ella es como yo, esperando un subgénero para saber qué hará. —Negó con la cabeza. —Sus padres no son tan buenos como los míos, el rey Jennie no es como tú, papá. Siento que podría casarla contigo si es que fuera omega o con el tío Jaehyun solo por un matrimonio ventajoso.
—Sabes que yo estoy casado y Jaemin y yo... —Jeno se quedó callado.
Jeno estaba enamorado de Jaemin y por lo que sabía Jaemin también le correspondía, eran un buen equipo, pero no es como si se amaran, aún no, tenían que trabajar más en eso, ser una pareja real, pero ¿Cómo se novios si ya estaban casados? Además si la profecía era real y tenían un heredero en el futuro...
—Winter, tu papá y yo nos queremos. —Jaemin declaró con un tono de vergüenza. —Él no se casará con nadie más que no sea yo, además, también sería yo la primera persona en oponerme a que te casen con alguien más viejo que tú, queremos que encuentres a tu destinado.
—¿Y si no es de clase alta?
—Le enseñarán a gobernar. —Haechan dijo. —Sí Jaemin aprendió en dos meses, que no se pueda con una persona que realmente te ama y aprendería y haría todo por ti.
Winter sonrió con ternura. Tomó las manos de sus padres, y ellos caminaron. Winter no volvió a tocar el tema. Fueron a una cafetería muy bonita, Winter le ensañaba a Haechan el menú, había postres bastante lindos.
—Jaemin, ¿Cuáles son tus favoritos? —Jeno se sintió avergonzado, pero quería saber cuáles eran los gustos de Jaemin, que le gustaba comer, vestir, su color favorito, si le gustaba algún aroma en específico.
El amor realmente lo volvía bastante dócil.
Jaemin contestó y todos comieron un montón de cosas, Jeno se sentía bastante feliz de que pudiera gastar el dinero de Wonderland en su familia, para eso era el presupuesto, así que disfrutaba estar con su familia.
—Bien, ahora que terminamos, es hora de ir a los barios pesados. —Haechan parecía emocionado.
Y sí, les tomó un tiempo llegar, pero el tema es que los barrios pobres no se veían tan pobres, se veían casi desolados, las estructuras de ladrillos hacían que las casas tuvieran una temperatura adecuada, Jaemin pensó que encontraría gente en la calle, muriendo de hambre y pidiendo limosnas.
—No, el reinos como Wonderland y Armagedón la calidad de vida es bastante buena. —Suspiró. —Y en lugares como Neverland los reinos bajos pertenecen a la reina, así que tienen un bue control del pueblo.
—Entonces tendríamos que ir directamente a la lista Utopía, sería bueno investigar más a fondo. —Jaemin murmuró.
Ellos siguieron caminando, había poca gente y para ser uno de los barrios pobres, la actividad económica se sustentaba en los mercados, había cosas interesantes, desde frutas hasta joyería, Jaemin se sentía feliz, aunque Jeno dijera que las cosas de la calle eran falsificaciones o de mala calidad.
—¡Corre ya va a empezar! —Dijo un niño jalando a una niña pequeña, pero empujando a Winter en el trayecto.
—¡Lo siento! —La niña se disculpó mientras corría.
—¿A dónde irán con tanta prisa? —Jaemin preguntó.
Pero mucha gente empezó a caminar hacia esa dirección, venían cuchicheando, Winter miró a sus padres y luego empezó a caminar en esa dirección hasta llegar a lo que parecía ser un teatro en mal estado.
—¿Qué crees que sea esto? —Jaemin cuestionó.
—Ni idea, buscaré algunas entradas. —Jeno dijo y se alejó.
Jaemin y Winter se acercaron a la puerta y vieron que un pequeño hombre con el aura de un alfa estaba en la entrada, al ver a Jaemin levantó una ceja y sonrió dejando de lado su lugar y acercándose con un aura misteriosa.
—Es todo un honor ver a la princesa de Dreamland en Armagedón. —El hombre tenía una estatura baja, ceja poblada y unos ojos bastante profundos y grandes.
Jaemin se asustó, así que se colocó en modo de alerta. Winter tragó saliva, no se sentía en peligro, pero realmente se sorprendió, el hombre que tenía en frente desprendía el aura de un alfa poderoso, uno con buen manejo de magia, Winter no quería decir algo equivocado, pero ese hombre se sentía fuerte.
—¿Te conozco? —Jaemin cuestionó, porque la forma en la que había sido llamado aseguraba que conocían al antiguo Jaemin.
—No, por supuesto que no. —El alfa sonrió de una forma torcida. —Mantenemos la confidencialidad de nuestros clientes. —Suspiró. —Me alegra saber que está bien, por favor, compre algo antes de que se vaya, sé que habrá cosas que le podrían interesar.
El hombre se retiró.
—¿Quién era él? —Jeno recién llegaba, lucía molesto.
—No sé, pero me conoce, quiero decir, al antiguo Jaemin, compró algo con ellos, era cliente, pero... ¿De qué? —Miró a Jeno.
—Oh, cambiando de tema, ésta es una presentación de un colectivo de teatro junto con una compañía de comercio. —Jeno murmuró. —Dicen que es gratuita la obra, al menos que quieran sentarse en un palco, compré uno de esos. ¿Está bien?
—Tienes dinero para gastar, evidentemente está bien. —Haechan dijo. —Vamos, la gente sigue entrando.
Jeno asintió y luego fueron guiados a un palco del lado derecho, se veía bien el escenario, pese a que el lugar era austero tenía todo lo necesario para una presentación, Jaemin sentía que estaba en la presentación de una obra escolar.
—¿Y de qué tratará la obra que vamos a ver? —Haechan cuestionó.
—No tengo idea, tampoco sé por qué entramos, ¿Creen que haya una pista de en dónde está la princesa Karina? —Jeno solo se recargó en su asiento.
—Siento que sí. —Winter fue la que habló.
La niña quería mantener las esperanzas de que habían ido al lugar correcto, que estaban en el lugar ideal para saber que le había pasado a la princesa, Winter tenía muchas ganas de ver la obra, una corazonada le decía que debía de estar en ese momento y en ese lugar.
Cuando la tercera llamada sonó, todos guardaron silencio. Los ojos se posaron en el escenario y pusieron atención, se abrió el telón y la escena angustió a Jaemin.
"—Suéltenme, suéltenme. ¡Ayuda! ¡Ayuda! —Gritó un joven omega con el tono de piel cálido, pintado ya que no era el tono de color de piel.
—¡Cállate bastardo! —Dijo otro de los actores que estaban en el escenario, un alfa que parecía el líder de un montón de hombres.
—¡Por favor! No me toquen. —El actor omega niño se cubrió su cuello con preocupación.
—¡Encárguense de él! —Dijo el alfa."
La escena incomodó a Jaemin de sobremanera, sintió un escalofrío porque vinieron recuerdo del incidente de Año Nuevo, Jaemin cubrió los ojos de su hija.
—Vámonos, no quiero que veas ese tipo de escenas. —Jaemin mencionó viendo a Jeno.
—Yo estoy bien, quiero saber qué pasa... ¿Por qué este sería el inicio? —Winter murmuró sin dejar de ver el escenario.
—Si hay otra escena así nos retiraremos. —Jeno dijo tratando de calmar a Jaemin.
El telón se cerró y pasaron a la siguiente escena. ¿De qué se supone que era la obra?
Continuará...
Chapter 49: Capítulo XLIX
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"El protagonista de la obra tenía un nombre lindo, "DongHae", era un mago con una habilidad sobresaliente de magia ya que pertenecía a una estirpe poderosa llamada "omega primigenio", la primera escena fue el comienzo, cuando Donghae tenía apenas 12 años y había sido descubierto como un omega.
—Un embarazo. —Dijo un alfa que le cuidaba. —Te hemos cuidado como un valioso tesoro como para que sea un embarazo, ¿Sabes cuánto vales?
Donghae solo bajó la mirada y quiso llorar.
—No fue mi culpa. —El pequeño niño dijo tono lleno de angustia. —Les pedí que pararan. —Las lagrimas se alborotaron en sus ojos.
—Vas a tenerlo. —Dijo el actor mayor. —Personas como tú solo traerán hijos poderosos, inteligentes y hermosos, podríamos conseguir un buen precio por tus bebés. —Dijo con un tono grosero.
Donghae se puso bastante triste y llevó sus manos a su abdomen, él había sido huérfano, no tenía padres, así que llegó a un orfanato donde solo abusaban mentalmente de él, el niño era lo que llamaban "omega primigenio", por ende cuando fuera grande tendría una belleza incomparable y mucho poder.
Era un don y una maldición.
—¡Por favor! Si existe un dios, por favor, ayúdame a que este bebé no nazca, no sé cómo cuidarlo, no quiero que viva como yo. —El niño lloraba y lloraba.
Donghae era un niño alegre, pero desde que se enteró de su embarazo no paraba de llorar. Su existencia era demasiado miserable.
—Donghae. —El alfa que le cuidada le llamó. —Un conde ha ofrecido una cantidad de dinero bastante grande por ti, ¿Podrías hacerlo feliz? Si le gustas quizá quiera pagar una fortuna por ti.
La cara de Donghae se llenó de dudas y de sufrimiento, pero lo fue más cuando descubrió que el conde era un alfa que le cuadriplicaba la edad con sucias intenciones de convertirlo en su amante. Intentó tocar al omega de forma obscena varias veces cuando el cuidador había salido de la habitación.
"Él aceptará a tu hijo a parte de ti".
Donghae no podía con la presión, si se quitaba la vida y se llevaba a su hijo con él, probablemente todo sería mejor.
Omegas tan especiales como el pequeño Donghae hacían que el alfa cuidador pudiera comercializarlo, fueron meses de estar con diferentes alfas, no podía escapar, era más fácil ser usado y tener un lugar donde comer y dormir a estar solo sin conocer nada.
—Estoy sangrando, no sé por qué. —La voz de Donghae era apagada, triste.
—¿Y qué? Tienes visita en un momento, límpiate y encárgate. —Murmuró. —Es una persona de dinero, así que hazlo feliz.
Donghae entró a la habitación donde esperaba la otra visita, tenía fiebre y sangraba, no pudo evitar acostarte en el sillón y llorar, tanto que se quedó dormido. Cuando despertó, un hombre acariciaba su cabello, vestía de blanco y azul, Donghae pensó que era un ángel.
—No te molestes, mi nombre es Heechul, soy un omega como tú y estás muy enfermo. —Murmuró.
Donghae suspiró y quiso llorar, pero se quedó quiero.
—Me duele mucho. —Murmuró tocando su abdomen.
—Claro que sí, tuviste un aborto y tu cuerpo sigue lleno de deshechos. —Dijo Heechul. —Dime, niño, tu vida aquí es miserable, ¿No quisieras que te curara y acompañarme?
—¿A dónde podría ir? —Murmuró el pequeño.
—A aprender.
—¿Aprender qué? Mi deber es solo tener hijos bonitos y poderosos.
—A hacer esto.
Heechul metió su mano en el vientre del niño y sacó su matriz, no sangraba, parecía congelada, se veían rastros del feto y coágulos, pero a Hae dejó de dolerle.
—¿Cómo hizo eso?
—Si quieres, huye de aquí, te veré mañana temprano en el puerto, te enseñaré a curar personas. —Dijo el omega.
Donghae quería seguirlo, pero ni siquiera supo más de él, porque volvieron a incorporar su matriz con el sangrado y el dolor insoportable volvió, aunque, con esa amenaza en mente, tomó todas sus pertenencias y dejó de lado al alfa que lo tenía cautivo.
A la mañana siguiente el niño de 12 años se aventuró en barco a viajar con el omega, un omega con magia que utilizaba el poder de las estrellas para curar, él fue quien limpió el vientre de Donghae y también le enseñó a sacar varios órganos del cuerpo para poder cauterizarlos y tratarlos de forma individual.
Así, con el tiempo, el joven de 15 años se había vuelto un mago con afín a la medicina y a la curación. Cuando Heechul falleció, Donghae lloró mucho, no sabía qué hacer, siempre fue un nómada con magia astral, las estrellas guiaban a Heechul y a él lo guiaba un astro mayor.
Al empezar a vagar solo, se vio obligado a usar un enorme collar que rompería cualquier diente de algún alfa que lo quisieran lastimar. No volvería a dejar que lo tocaran, no volvería a enamorarse, por eso necesitaba sacarse el corazón y dejarlo enterrado en algún lugar desierto.
Donghae viajó por muchos lugares, conoció mucha gente, salvó bastantes vidas y aprendió muchas cosas mientras viajaba. Tomó algunos discípulos y comenzó a enseñarles, enseñó a los omegas con habilidades a usar magia.
Pero así como se convirtió en un gran maestro y creador de hechizo muchas personas deseaban su poder y su belleza, pero sobre todo, deseaban poseerlo como esposo.
Se convirtió en un viajero con mucha fuerza y queriéndose alejar de todas las personas que solicitaban de su ayuda, viajó hasta llegar a las montañas más altas del reino más lejano. Allí conoció a un ermitaño que adoraba la vida en soledad.
—Leeteuk, ¿Tú crees que valga la pena estar vivo? —Donghae le preguntó al hombre mayor.
—Hae, siempre es bueno vivir, aunque haya momentos donde pienses que no, el mañana siempre es una nueva oportunidad y tú has aprovechado tu vida ayudando todo a quién te necesita. —Sonrió con una mirada paternal. —Quiero que encuentres a tu destinado, quiero que seas feliz, quiero que vivas por mucho tiempo. —Suspiró. —No quiero volver encontrar al joven de hace dos años cuando llegaste conmigo, no quiero que quieras sacarte el corazón o la matriz solo porque quieres dejar de sentir.
La mirada de Donghae fue bastante triste, se recostó en el regazo de Leeteuk y empezó a llorar.
—No me quiero ir de tu lado jamás. —Donghae murmuró. —Nadie se queda conmigo, todos se van y aunque los magos podamos vivir más, siento que tarde o temprano también te perderé, ¿Crees que exista un hechizo para vivir para siempre?
—Eres muy inteligente Donghae, sé que lo harás, que harás un hechizo que permita que las personas vivan por mucho tiempo, solo que te diré algo, yo no quiero vivir para siempre, yo quiero vivir disfrutando la vida. —Murmuró. —Es lo mismo que quiero para ti, mi hijo.
—Gracias, igual me quedaré aquí, voy a escribir todos mis hechizos, me gustaría dar clases, me gusta enseñar a los demás omegas. —Donghae susurró.
—Deberías hacer una escuela. —Sonrió. —Y también quiero que no tengas miedo a abrir tu corazón al amor. —Dijo con un tono cansado.
—Jamás voy a amar a alguien, ningún alfa me querría al saber lo "usado" que estoy. —Bajó su mirada. —Aunque no hay una mordida en mi nuca, no voy a dejar que nadie se crea mi dueño, no voy a dejar que un alfa entre en mi mente mediante el lazo. —apartó sus dientes. —No voy a dejar que un alfa quiera usar mi magia, no voy a embarazarme de nuevo, no tendré crías a pesar de que es mi trabajo como omega primigenio.
Leeteuk se quedó callado, porque estaba preocupado por su hijo, pero entendía su resentimiento, con el tiempo, Leeteuk se quedaría en la montaña, viendo a Donghae marcharse, lo dejó ir a los 20 años, siendo él quien lo crio y le dio todo el amor y fuerza que pudo.
Donghae viajó por muchos lugares, vendió sus hechizos para poder mantenerse, empezó a negociar y a ganar dinero, también empezó a crear un hogar, una mansión para vivir cómodamente, consiguió discípulos, los cuales comenzaron a crear una escuela donde podrían ensañar magia a las personas con habilidad.
Cuando Donghae cumplió 26 años, se había convertido en una leyenda, no había nadie que no supiera su apodo, nadie recordaba su rostro ya que muchas veces usó magia para cambiar el tono de su piel y hacerse pasar por un beta.
Solo que nada duraba lo suficiente, al tiempo empezó una guerra, a él no le interesaba, ayudaba cuando podía, pero cuando en las negociaciones de los reinos involucrados le dijeron que tendría que casarse con el rey ganador, su mundo se vino abajo.
Nunca pensó ser deseado, nunca pensó que había gente que haría guerras políticas con tal de usar su magia y acabar con el mundo, nunca pensó que se volvería a sentir asustado como aquel niño de 12 años que quedó embarazado por primera vez.
Así que hizo lo que debió de hacer hace miles de años, fue a una montaña, la montaña de su "padre" y de allí se lanzó.
¿De qué servía tener el secreto de la inmortalidad si no deseaba vivir?
Y a pesar de que las iniciales de DongHae estaban en todos sus hechizo, él nunca volvió a aparecer y nadie supo cómo traerlo de vuelta. Pero al menos había conseguido lo que tanto anheló por décadas: su libertad."
—Quiero llorar. —Winter se limpió una lagrimita que bajó por su rostro.
—Yo también, pensé que Donghae tendría su final feliz después de sufrir tanto. —Jaemin no pudo evitar tomar la mano de su rey cuando le ofreció un pañuelo.
El rey Jeno solo se quedó callado, omegas, alfas, todos eran mercancía para el sistema jerárquico corrupto. Más que divertirse, todos estaban bastante inquietos.
—Es solo ficción. —Haechan minimizó la actuación. —Aunque si la reina Kai tuvo que pasar por tantas cosas como un omega primigenio, creo que puedo entenderlo, yo me hubiera suicidado hace tiempo si un montón de estúpidos alfas solo me quisieran como fabrica de bebés, ahora tengo mucha curiosidad. La princesa Karina realmente debe valer demasiado.
Winter hizo una mueca y miró mal a Haechan, aunque no se veía, sabía que estaba disfrutando dar su "humilde" opinión.
—Lo mejor será que nos vayamos, ya empieza a anochecer y no me gustaría estar en los barrios bajos cuando anochezca. —Jeno murmuró.
Pero cuando salieron, vieron un fila de los palcos, no había mucha gente como en la parte de abajo, solo personas que estaban vestidas bien, había incluso nobles o personas que vestían como ellos, compraban cosas en un carrito de mercancía.
Jaemin tragó saliva cuando vio al mismo hombre de la entrada estar junto a la vendimia, su mirada se fijaba en Jaemin con detenimiento. Quería decirle algo, quería que le compraran algo, ¿Pero qué?
—¿Podemos ir? —Winter se dio cuenta.
Había algunos peluches, globos y comida en forma de sol como el que usaba DongHae, Winter los veía con emoción. Quería comprar algunos.
—¿Cuál te gusta? —Jeno murmuró.
—Quiero ese de color amarillo. —Señaló uno que tenía forma de un girasol.
Jeno lo compró para su hija, sin embargo, cuando Jaemin se acercó un poco más, el mismo hombre se acercó a él y le sonrió de forma amable.
—Tengo algunas cosas que podrían interesarle. ¿No le gustaría verlas? —Susurró.
Jaemin quería alejarse lo más rápido e ir con su familia, pero Haechan, sin mostrarse solamente suspiró y habló.
—¿Cómo cuáles? —Dijo él.
Aquel hombre levantó la ceja, porque no vio la boca de la princesa Jaemin moverse, sin embargo sonrió.
—Debería decirle a su majestad, veo que también podría estar interesado. —Sonrió.
—¿Quieres algo, Nana? —Preguntó Jeno con un tono celoso, posesivo, no soportaba que un alfa como ese comerciante mirara de esa forma interesada a su esposo.
Jeno sin duda estaba perdiendo la cabeza.
Sin embargo, el hombre hizo una ligera inclinación.
—Aunque se vistan de civiles, no deja de ser de la realeza, rey Jeno. —Saludó. —La princesa Jaemin, antes de ser reina, solía comprarnos cosas, cuando se casó, perdimos un gran cliente, y hoy tenemos cosas que podrían interesarle. ¿Gustarían verlas? —Dijo el hombre.
Jeno y Jaemin se miraron, Haechan estaba curioso y Winter se aferraba al blazer de su padre.
—Sí, deseamos verlas. —Dijo el rey.
Y solo siguieron a ese alfa a una bodega especial donde tenían artículos de calidad.
Continuará...
Chapter 50: Capítulo L
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La bodega solo estaba iluminada por un sendero de antorchas, el comerciante no quería meterse mucho, pero si conseguía compradores, las cosas serían más fáciles para él. Principalmente si podían ponerse en contra de Armagedón, ese comerciante necesitaba ayuda de otros reinos, y qué mejor enemigo del país con el mayor ejercito que el reino con mayor poder, Wonderland.
Cuando llegaron, el hombre le sonrió a la reina Jaemin y éste solo fingió ser como la antigua reina.
—¿Qué es lo que tienes? —Dijo con un tono prepotente.
Tanto que Winter y Jeno abrieron los ojos y se asustaron de que el antiguo Jaemin hubiera regresado.
—A veces olvido lo demandante que es. —Suspiró. —Aún no encontramos un hechizo del mago de oro para revivir a los muertos, pero sin duda hemos encontrado más hechizos cómo olvidar y recordar memorias o reimprimimos el hechizo del corazón envenenado.
Jaemin se sorprendió y Jeno abrió la boca.
—¿Sabes que hay una epidemia de corazones envenenados en Neverland? —Cuestionó el rey Jeno con enojo al oír que esos hombres comerciaban con hechizos dañinos.
—Por supuesto, hay mucha gente de los suburbios que quieren que la reina Jisung recuerde sus raíces y la pobreza en la que vivió, supongo que hay magos que quieren castigarlo, todo el mundo sabe que no puede siquiera tocar a su bebé. —El alfa de baja estatura sonrió.
Jeno lo tomó del cuello, sin embargo, aquel alfa sacó un arma de su bolsillo y le apuntó en el abdomen a Jeno, evitando que hiciera cualquier tontería. Él no tenía miedo de enfrentarse a cualquier rey si podía proteger a sus clientes y a los suyos.
—Tranquilo. —Jaemin dijo y escondió a Winter detrás de él. —No tenemos por que usar la violencia, dame lo que quieras ofrecerme y nos iremos.
—Más bien quiero hacer una compra, princesa Jaemin, necesito que me venda de regreso el hechizo de "extracción de ser", ¿Recuerda la hoja blanca que tenía el sello del mago de oro? La quiero de regreso. —Habló.
El pequeño alfa guardó su arma y empujó a Jeno, miró a la reina y suspiró.
—Ya no la tengo conmigo. —Jaemin fue serio cuando lo dijo. No tenía ni puta idea de lo que le estaban hablando.
—Tengo un cliente bastante interesado en ese hechizo. —El alfa murmuró. —Y con su poder no me conviene enojarlo.
—¿Más poderoso que un rey? —Jeno se burló con un tono cansado y levantando la ceja.
Aquel hombre sonrió con diversión y miró a Jeno como si estuviera omitiendo algo demasiado importante.
—Sí. —Contestó con suavidad. —Una persona que, a parte de poder político, tiene poder mágico, es quien nos explicó que significa el logo del mago de oro, ¿Sabías que las iniciales del mago de oro son la "D" y la "H" que están escritas en el sol del logo?
Haechan se mantuvo callado, Jeno y Jaemin tenían un indicio de quién podría estar tras el mago de oro y de sus hechizos, pero Haechan estaba seguro de quién se trataba, que cansado tener que lidiar con todo esto.
—¿Qué buscas de todo esto? —Winter fue la que habló diciendo lo que todos querían preguntar, pero siguiendo las instrucciones de Haechan y sus preguntas.
Jeno y Jaemin se pusieron a la defensiva. No querían que la niña se metiera más de lo que le correspondía. Ella se había quitado el moño donde tenía el espejo y lo colocó en su cabello, a un lado de su oreja.
—No es un tema que trataré con una niña. —Dijo aquel alfa.
—No soy una niña, soy la princesa de Wonderland y futura monarca. —Dijo ella sin que Haechan le aconsejara. —Y si no me ves como una gobernante, podrías verme como una potencial clienta, como a mi madre. —Murmuró. —¿Cómo conseguiste los hechizos del mago de oro en primer lugar? ¿Por qué estás monetizando la vida del mago a través de una obra? —Winter dijo las preguntas que Haechan le susurró.
Aquel hombre solo soltó un suspiro, ni siquiera miró al rey o a la reina, vio el moño, tenía una magia especial, era un objeto bastante valioso, sin embargo sus ojos dieron a la pequeña niña, que, aunque se veía nerviosa, trataba de actuar con el mayor control posible.
—El mago de oro quería ver el mundo arder, dejó todos sus hechizos en diferentes partes del mundo para cualquier persona que quisiera aprender mágica, nosotros solo reunimos algunos de sus hechizos. —Explicó aquel alfa.
—¿Hay algún hechizo para quitar el corazón envenenado? —Jaemin preguntó.
—Debe haberlo, pero no sabemos dónde está. —Murmuró el alfa. —Dicen que el mago de oro escondió todos sus hechizos en su mansión, y en esa mansión también están enterrados su corazón y su útero. —Sonrió. —Si alguien pudiera susurrarle al corazón del mago de oro, ¿Sabes lo que sería capaz de hacer?
La cara de Jaemin fue de terror, Jeno frunció los labios, nadie debía tocar ese corazón, con una sola orden podrían derrocar a todos los reinos.
—¿Qué hay aparte del dinero? —Winter siguió diciendo lo que Haechan decía. —Vender hechizos y cosas extravagantes está bien, pero ¿Qué ganan a parte de bienes económicos? ¿Para qué quieren quedar bien con su cliente? ¿Por qué lucran con el mago de oro?
—Dicen que el mago de oro volverá en la época donde haya un mago igual o más fuerte que él, y ya apareció. —Sonrió. —Rey Jeno, ¿Conoce al mago de obsidiana?
El alfa fue sarcástico pues sabía que los hermanos no se llevaban bien y, aunque el príncipe Mark no tenía interés en el trono, tenía demasiado interés en obtener poder y conseguir todo tipo de magia, pero el rey Jeno parecía estar alerta cada vez que su hermano salía a la conversación, incluso había rumores de que el príncipe Mark había estado involucrado de alguna forma con la reina Jaemin, quizá pensando en un golpe de estado para quedarse con el trono. Aunque por lo cercanos que se veía la pareja real en ese momento, al parecer solo eran rumores.
—Dile que para qué necesita a ese imbécil. —Haechan le susurró a Winter.
Winter frunció sus labios y mordió su labio.
—¿Para qué necesitas al príncipe Mark? —Winter dijo y Haechan reprochó, aunque era su culpa por usar un lenguaje soez con una niña.
—Es el único suficientemente fuerte para realizar lo que quiero. —Suspiró. —Me parece que si no van a comprar nada, los escoltaré afuera, reina Jaemin, será mejor que recuerde dónde está ese hechizo, el mago de obsidiana se veía bastante desesperado por obtener aquel viejo pergamino y aunque estaba en blanco, probablemente significa algo más.
—¿Cuál es su nombre? —Winter preguntó por orden de Haechan.
—Me llaman Soo. —Dijo el alfa de baja estatura. —Es inteligente princesa, cuando herede el trono, llámeme, soy un comerciante que no solo vende objetos. —Habló.
"información", Haechan lo sabía bien, pagaría una buena cantidad por cualquier cosa, pero el tema no terminaba allí.
—La princesa Karina. —Winter dijo de repente, sin escuchar a su espejo.
—Princesa Winter. —Soo habló. —No se meta en ese tema, la princesa Karina gobernará Armagedón cuando llegue el momento, sé que busca ayudar, pero es un tema únicamente de nuestro reino, debería cuidarse mejor de aquellas personas que se hacer llamar "su familia".
—Sabes dónde está ¿No? —Jeno preguntó.
—Les mostraré la salida. —Murmuró aquel alfa y simplemente una puerta se abrió, daba a la calle.
Jaemin y Winter caminaron, Jeno también en cuanto vio a ese hombre sacar su arma, la puerta se cerró y vieron que estaban en un lateral del teatro. Tenían un mal sabor de boca, no habían obtenido nada.
Jaemin suspiró con cansancio. Estaba enojado, Haechan también lo estaba.
Jeno no sabía qué pensar, quería llevar la fiesta en paz con Mark, pero la verdad es que no muchas personas ayudaban, ¿Para qué quería Mark ese hechizo? Y sí, ese hechizo estaba en su poder, si no mal lo recordaba, fue un pergamino que encontró con Doyoung en la cripta del padre del antiguo Jaemin.
Pero era mejor que nadie supiera.
—Está pasando algo muy grande en Armagedón, más de lo que quieren que sepamos. —Jeno mencionó.
—Ellos empezarán a moverse, deberíamos también mencionárselo a la reina Kai, sería mejor que regresemos. —Haechan sugirió.
Y cuando iban camino de regreso, pasaron por una calle desolada, Winter tragó saliva porque vio una sombra con una capucha, inmediatamente volteó a ver aquella sombra, pero lo único que encontró fue el cartel de "desaparecido" de una chica muy hermosa de su edad, cabello oscuro y delgada, su nombre "Karin".
Winter lo tomó entre las manos y su corazón se agitó.
—Es muy bonita. —Haechan murmuró viendo el papel.
Jeno se acercó y miró el papel.
—Es la princesa Karina. —Explicó. —Solo colocaron carteles de "se busca" en las zonas pobres, ellos no sabrán quién es la princesa, no quieren causar pánico entre las personas.
Jaemin miró la imagen.
—Realmente es pequeña. —Jaemin murmuró. —También bonita. —Hizo una mueca. —Vamos Winter, no quiero que te pase nada, vamos al castillo.
Jeno y Jaemin tomaron a su hija, uno de cada mano, Winter no se sentía segura, había algo que la llamaba, simplemente se alejaron de la zona, ya cuando estaban llegando al palacio, Winter se detuvo y miró al cielo.
—¿Qué es eso? —Winter preguntó cuando vio un montón de ellas.
Jaemin levantó la vista y sintió que sus ojos brillaron, en el cielo oscuro había un montón de lámparas de papel que brillaban en el cielo, Jaemin realmente se sentía como en el festival de lámparas de Rapunzel de la película Enredados, los reyes lanzaban esas lámparas para que la princesa desaparecida regresara a ellos por su cumpleaños.
Luego Winter observó un pequeño polvo dorado caer de las lámparas y rápidamente cerró sus ojos.
—Es hermoso. —Winter estiró su mano y el polvo cayó en su palma. —Mira Haechan. ¿Qué crees que sea?
—Oh. —Haechan se asomó y suspiró. Podía sentir la magia en aquel bonito polvo. Winter suspiró. —Es un hechizo para recordar. —Haechan declaró.
El espejo no podía tocarlo, pero podía sentir la magia, al ser un objeto hecho por el mago de oro, también era propenso a saber qué hechizos habían sido creados por aquel hombre, un hechizo también hecho por un omega para recuperar a su hija.
—¿Por qué harían esto? —Winter contestó mientras juntaba más polvo de hechizo en la mano y la guardaba en las bolsas su vestido.
Pero antes de que Haechan diera una respuesta, fue Jeno quien la mencionó.
—Se cree que la princesa Karina pudo haber sido victima de un hechizo de amnesia, uno donde no sabe quién es ni en donde está y por eso no ha vuelto, ellos hacen todo lo necesario para que ella regrese. —Jeno murmuró.
Winter suspiró y juntó un poco más de ese polvo en sus bolsillos, por sí un día la encontraban, ella pudiera regresarle sus recuerdos, Winter quería ser de ayuda, quería ayudar a la princesa y al mismo tiempo ser una buena delgada de Wonderland en Armagedón.
—Encontraremos a la princesa Karina. —Jaemin dijo viendo a Jeno y a Winter.
—Sí. —Jeno susurró.
Y Jeno siguió con la mirada a Jaemin, miraba a Winter con nostalgia y luego su mirada dio al cielo de nuevo, el reflejo de las lámparas brillaba en los ojos de Nana, si el espectáculo de luces era impresionante y hermoso, el perfil de Jaemin y el brillo en sus ojos era todavía más magnifico y el rey Jeno se avergonzó de lo enamorado que estaba.
Con sus guantes, tocó la mano de Jaemin y entrelazó sus dedos, Jaemin se asustó, pero al ver que Jeno había tomado ese acto, simplemente se sonrojó y observó el cielo.
Siempre deseó un amor mágico y hermoso, y ahora lo tenía, batalló mucho, pero para Jaemin, Jeno era lo que siempre había deseado, ese príncipe de cuento de hadas, no lo había salvado, pero la forma en la que ahora eran tan cercanos, la forma en la que se complementaban, Jaemin deseaba que las cosas jamás cambiaran.
—Regresemos al palacio. —Haechan susurró.
—Vamos. —Jaemin dijo y durante todo el trayecto de vuelta, las manos de los reyes de Wonderland jamás se separaron.
Continuará...
Chapter 51: Capítulo LI
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Cuando llegaron al palacio, Jaemin tuvo un ataque de contrariedad, a pesar de que sus habitaciones estaban unidas por un anexo que era el baño, Jaemin tenía miedo, Jeno había dicho que ellos dormirían juntos.
Así que lo más razonable era Jaemin yendo a esconderse a la habitación de Winter, esperando a que su "hija durmiera", pero secretamente esperando a no tener que sentir la piel del rey tan cerca de la suya, no estaba lejos de estar tan caliente como el celo, pero él era un hombre.
Tenía necesidades básicas.
Y sí, estaban en otra tierra, lejos de su habitación en el castillo, pero Jaemin podía imaginarse un montón de historias en su cabeza.
Más ahora que sabía que el rey Jeno estaba tomando un baño en la bañera del nexo.
—Ni siquiera tengo que ser un genio para saber que piensas, enfermito. —Haechan murmuró con una sonrisa pícara sin que la princesa escuchara y luego habló más fuerte para que Winter prestara atención. —¿No sería bueno saber cuánto le falta al rey? ¿Por qué no entras y le preguntas?
Jaemin abrió la boca indignado y Winter solo asintió, ella ya quería ponerse la pijama, mañana les pediría que fueran de nuevo a los barrios bajos, ella tenía un presentimiento que no quería borrar de su mente.
—Claro que no. —Jaemin dijo. —Vamos Winter, te ayudaré a cambiarte de vestido.
—No, está bien, amo este vestido, hoy nos veíamos como una verdadera familia, no me lo quiero quitar. —Ella sonrió. —Mejor pregúntale a papá cuánto le falta.
—Yo lo voy a molestar. —Jaemin tocó su cabeza con pesar.
—Ve. —Haechan le susurró. —En serio.
Winter y Haechan solo vieron a Jaemin, nerviosamente éste caminó al baño, diría simplemente que pasaría a la otra habitación, o quizá el rey se había encerrado, él había dicho que si Jaemin y Winter querían bañarse primero, pero ellos dijeron que no y Jeno pareció aprovechar.
Jaemin tomó aire y entró al baño. Ni siquiera tocó.
Solo se metió.
—Lo siento, solo voy pasando, no miraré ni nada. —Jaemin tenía las orejas rojas y no iba a ver, hasta que Jeno soltó una risita.
—No tienes de qué preocuparte, sé que Winter no entraría, ya tapé el espejo de la habitación para que Haechan no me vea y tú... —Jeno soltó un jadeó y cerró los ojos. —No importa.
Jaemin por alguna extraña razón se sintió ofendido, ¿Cómo que él no importaba? ¿Qué había querido decir? Na levantó la vista y observó a Jeno en la bañera, había mucha espuma, pero podía ver la confianza del rey reclinado en el respaldo y mirándolo fijamente.
—Debes tener mucha confianza en ti. —Jaemin soltó un suspiro. —Aunque no soy un omega en celo podría solamente simplemente saltarte encima. —Jaemin sonrió de una forma coqueta.
—Sé que no lo harías, eso es lo que me gusta de ti, sé que esperas a que yo también esté listo —Jeno bajó la mirada. —Sé que en algún momento podría pasar, pero...
—No tengo prisa porque pase, me gusta cómo estamos ahora. —Jaemin soltó una risa. —Y ya lo dije, si me llegas a embarazar creo que sí te mataría. Que horror.
Jeno soló una risita cobarde, nunca había pensado en el sexo como un acto de placer, era más de responsabilidad, el pensar que tenía que hacer un acto intimo siempre era con el fin de que fuera la última vez, pero con Jaemin sentía que pensaba cosas que estaban de más, el simplemente hecho de imaginar poseerlo, de ver a Jaemin sonrojado debajo de él, que solo fuera por placer y por gusto.
Así debería de sentirse el amor, ¿Cierto?
—Siempre me dejas pensando, demasiado. —Jeno soltó un suspiro. —¿Crees que la profecía sea real?
Jaemin se quedó en silencio. Se acercó un poco a Jeno y se recargó en la bañera viendo si podía observar algo a través de la espuma.
—¿Y qué pasaría con Winter? —Jaemin mencionó. —Ah, no sé, me da miedo que en verdad suceda, en mi mundo no existen los embarazos para los hombres, me gustaría pensar que tendría mi propia familia, pero que me abran el estomago me da miedo.
—Realmente nunca sabré lo que se siente, pero ten por seguro que buscaré la forma en que no sea doloroso, tendremos doctores que usen magia para poder darte calmantes para el dolor y...
—No quiero pensar en eso, Jeno. —Jaemin dijo con una sonrisa. —Realmente solo quiero disfrutar de la relación que tenemos.
Jaemin se acercó a Jeno, rodeó la bañera y acarició su espalda, Jeno sintió una electricidad inexplicable en su espalda, se supone que un alfa debía lucir varonil y poderoso, pero ahora se sentía intimidado, no como cuando estaba con Seulgi, porque ahora su corazón latía demasiado rápido.
—Nana. —Jeno soltó en un jadeó.
—¿Cómo te sientes? ¿Te incómoda mi toque? ¿Te marea? —Jaemin sonrió.
Jeno se quedó callado. Si ponía más atención, la piel de Jaemin lo quemaba, lo llenaba de deseo, Jeno frunció sus labios y tomó un poco de aire. Todos decían que era un rey sabio y valiente, pero Jeno siempre se había sentido como un cobarde.
—¿Y si entras conmigo? —Jeno soltó con un porte orgulloso, no se veía nervioso, pero esa pregunta parecía más la orden de un rey.
Jaemin se sobresaltó y negó con la cabeza, a pesar de que Jeno había cubierto con tela todos los espejos del baño, Haechan podría oír cosas, ¡Además Winter estaba en la habitación de al lado! Jaemin jamás haría algo que comprometiera a su niña.
Aunque imaginar estar en la misma bañera que el rey, en tocar completamente su piel, que pudiera suceder algo más que un simple beso. Jaemin se sentía totalmente excitado, aunque el cuerpo de un omega no funcionaba precisamente como el de un hombre y humedecía más lugares que una simple "punta".
—No creo que pueda soportarlo, su majestad. —Jaemin coqueteó un poco.
—¿Soy yo quien no soportará o tú, Nana? —Preguntó, también con un tono coqueto.
Jaemin estaba bastante emocionado. El rey era demasiado guapo, sus hombros estaban marcados, también parte de los músculos del abdomen de los costados del pecho. El rey era verdaderamente sexy, sería una perdida completamente que no lo aprovechara ahora.
Jaemin deshizo el lazo del espejo de su cuello y se quitó el collar que protegía su cuello, deslizó su ropa por los hombros y bajó su ropa inferior sin detenerse a pensar en nada.
La imagen que vio Jeno fue extremadamente sensual, Jaemin en verdad era un omega bastante hermoso, tenía un aura de inocencia y pureza, y si lo pensaba a grandes rasgos, era probable que esta pudiera ser la primera vez del cuerpo de Jaemin.
Jeno se sintió un poco nervioso, porque no parecía ser la primera vez tampoco de Nana.
—¿Le gusta lo que ve, alteza? —Jaemin preguntó con un tono coqueto, a veces los juegos de roles con juegos de poder eran bastante emocionantes.
Jeno tragó saliva y se acomodó en la bañera, respiró profundamente y miró a Jaemin como si fuera una presa, como si fuera su pareja ideal, como si fuera delicioso, como si fuera su destinado.
—Entra. —Jeno dijo, pero Jaemin entendió la orden.
Aunque Nana no supo si debía sentarse frente a frente o simplemente entregarse y dejar que el rey lo abrazara, quizá eso último era demasiado, así que optó por arrodillarse frente a Jeno y dejar que el agua tibia y el aroma a jabón embriagaran su cuerpo.
Ellos se quedaron viendo, estaban nerviosos, no había duda de eso. Su relación había cambiado drásticamente, no solo eran deberes matrimoniales, eran un equipo, eran una pareja ideal, Jeno ya no podía ocultar lo mucho que le atraía Jaemin y Jaemin estaba más envuelto de lo que quería confesar y no solo por Winter, era porque había algo más, un sentimiento más grande.
Poco a poco Jaemin se acercó a Jeno, pero fue el rey quien lo tomó de las caderas y lo jaló hacia él, haciendo que Jaemin cayera en una pose provocativa sobre el pecho del rey. Jaemin levantó la vista y Jeno bajó su rostro y ambos iniciaron un hambriento beso que necesitaban para respirar.
Un beso mucho más coordinado que un baile en una fiesta de cumpleaños elegante, mucho más profundo que un diario con vivencias de una persona que ya no estaba, pero que indirectamente los unió. Un beso sensual, más que un celo con aroma dulce que te guiaría hasta calentarse con un áspera capa. Un beso que transmitía un sentimiento de amor, nada fraternal a como se sentían con Winter o Haechan, era algo que quemaba, que punzaba por salir.
—No entiendo. —Jeno susurró tomando un poco de aire, pero abrazando el cuerpo de Jaemin con fuerza, no quería que se alejara.
—¿Qué no entiendes? —Jaemin se veía sonrojado y con los ojos brillantes, era la mejor vista que Jeno había tenido en mucho tiempo.
—No sé qué siento contigo. —Jeno murmuró. —Te dañé, te lastimé, pero ahora, eres... No sé ni cómo describirlo, te tengo tanta confianza, no quiero perderte, muero de miedo el imaginar que salgas de mi vida. —Guardó silencio. —Quiero tener hijos contigo, quiero que gobiernes Wonderland a mi lado, quiero bailar contigo en todos los bailes a los que nos inviten, quiero despertar contigo todos los días... ¿Qué me hiciste Nana?
Y Jaemin no supo en qué momento una lagrima resbaló por uno de sus ojos, mientras que en el otro se sintió cristalino.
¿Eso era lo que las personas llamaban amor? Jaemin siempre deseó un amor de cuento de hadas, sí, con un príncipe que lo rescatara y que, con un beso de amor verdadero, le prometiera que jamás se alejaría. Jaemin ya había vivido en soledad muchos años, murió incluso joven, quería aprovechar la nueva vida que tenía, quería tener su propia familia, quería seguir con Winter y si Jeno quería, sí, por qué no tener hijos con él.
Jeno era la persona que Jaemin quería para el resto de su vida.
—No puedo usar magia, así que no estás hechizado. —Jaemin sonrió. —Pero creo que estás enamorado de mí tanto como yo de ti.
—El amor no es algo que los reyes no podríamos sentir, los matrimonios son por compromiso o por órdenes, así que me siento muy afortunado que llegaras a mi vida. Y no hay palabras para describir lo que siento por ti. —Jeno sonrió mientras acercaba su rostro a la cara de Jaemin.
Jaemin cerró los ojos de nuevo y se dejó besar, había tanto cariño allí, Jaemin tomó aire y sintió los labios del rey tocar los suyos, sus ojos se abrieron dieron a la mirada oscura de Jeno, se había vuelto tan cálido.
—Te amo, Jeno. —Jaemin murmuró.
Jeno jadeó, había escuchado varias veces gritar al antiguo Jaemin decir que lo amaba, que quería tener hijos con él, que era la reina y que tendría todo lo que necesitaba, aunque el antiguo Jaemin debió saber que lo que sentía nunca fue amor y que jamás encontraría un amor como el que tuvo con aquel mozo de las caballerizas.
En ese entonces Jeno se sentía atrapado, con Seulgi que nunca deseó amor y Jeno era demasiado pequeño para entenderlo, luego, con el antiguo Jaemin que siempre deseó riqueza y Jeno solo podía darle su amor a su hija.
Ahora era diferente.
—También te amo, Nana. —Jeno dijo y recargó su frente en el pecho de omega de Jaemin, en esa piel blanca, pero tan suave.
Jaemin solo abrazó a Jeno y besó su cabello, era valioso para él que Jeno hablara abiertamente del amor que se tenían.
Pero antes de que las cosas se pusieran más comprometedoras entre ellos, una débil voz se escuchó.
—¡Jaemin! ¡Jaemin! —Gritaba. —¡Rey Jeno!
Jeno fue el que alcanzó a percibirla, se levantó de la bañera y removió su ropa que reposaba en el suelo del baño, de allí observó el espejo de su moño. Era Haechan.
—¿Qué pasó? —Jaemin se veía preocupado.
Haechan solía respetar los momentos de intimidad del rey y la reina, si los llamaba era por algo. Jeno rápidamente se levantó de su lugar y se acercó a Jaemin. Haechan desapareció un momento y de nuevo, solo se escuchó su voz.
—Es Winter, alguien la secuestró, va dentro de una bolsa, no puedo ver el camino. —Haechan gritó. —Puedo encontrarla, dense prisa.
Jeno salió de la bañera y corrió al anexo, estaba vacío y las puertas cerradas. ¿En qué momento? ¿Cómo habían entrado? ¡Él no escuchó nada!
Jaemin por su parte sintió un escalofrío y empezó a vestirse con la ropa del suelo, tenían que encontrar a su hija rápidamente.
Ninguno podía perder a Winter por un momento de debilidad sentimental.
Continuará...
Chapter 52: Capítulo LII
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Winter era una persona insegura de sí misma, una niña que creció con tantos estigmas que su personalidad era opaca y triste, una oruga que solo cuando se convirtiera en rey sería una bella mariposa, una niña tan juzgada y señalada que creyó que jamás podría ser feliz.
Y sinceramente así fueron los primeros años de su vida, una niña golpeada por sus institutrices "por su bien", humillada por el bien del reino, una niña que no conocía el rostro de sus padres. Una niña que jamás derramó una lagrima durante sus clases, pero que lloraba todas las noches rogando ser amada por una persona que ya no estaba con ella.
Porque ella había sido la maldición que asesinó a su madre.
Winter fingía ser fuerte, siempre mantenía la cabeza en alto como una verdadera princesa, jamás iba a dejar mal el nombre de Wonderland, ella era la heredera y si hacía algo mal, todo el pueblo le daría la espalda y sería repudiada directo al exilio.
Winter vivió sus primeros cinco años de vida con miedo a nunca ser amada y con miedo a que nunca pudiera merecer amor.
Ella pensó que jamás pasaría algo, pero un día, solo un día quiso escapar, alejarse del castillo, así que escapó de su ala donde estaba confinada, corrió por los pasillos de noche y esperó que no hubiera guardias que le preguntaran quién era.
Pero fue tarde.
Winter fue perseguida y buscó un salón donde esconderse, entrando al más cercano y asustándose al ver un hombre con un montón de papeles en el escritorio y una mirada gélida, sus ojos eran oscuros como la noche, pero tenían un dejo de estrellas al iluminarse, eran similares a los suyos, al igual que su cabello.
Ella lo había visto en los retratos reales.
"Papá, lo siento". Fueron sus primeras palabras. No podía escapar, simplemente sus piernas no respondieron, más cuando el rey se acercó a ella. La miró tan arrogante, casi como si la fuera a golpear, así que la princesa comenzó a llorar, "quería conocerte". No en aquellas circunstancias, no cuando había decidido escapar, pero sabía que ya no se podría ir nunca del palacio.
El rey Jeno solo la miró y mencionó un "Es bastante noche para que estés aquí, te acompañaré a tu habitación". Winter tuvo muy presente esa noche, porque el rey Jeno la arropó y se quedó a su lado hasta que ella durmió. Después de ser regañada, el rey pidió desayunar con ella, ellos se veían todas las mañanas y Winter pensó que era una señal de que el rey también quería conocerla, pero no sabía cómo acercarse a ella.
Quizá Winter sí se parecía a su madre y el rey Jeno veía a su exesposa en Winter, por eso la niña era cuidadosa, pero también se dejaba querer, quería ser una gran reina como lo fue su madre.
Winter siempre fue un niña que necesitaba cuidados, siempre tuvo una dieta restrictiva y con la mala alimentación, su cuerpo era débil. Jeno no quería sacarla del palacio, pero la exreina Yoona sugirió que Winter necesitaba aire fresco para poder crecer, el mejor lugar era Dreamland, donde pronto tendrían la fiesta de cumpleaños de la exreina Taeyeon.
Winter sabía que su abuela buscaba una futura reina para Wonderland, alguien que pudiera darle más hijos a la corona, rápidamente antes de que el príncipe Mark tomara ventaja o tuviera hijos ilegítimos, aunque al parecer la reina madre pensaba que en cualquier momento el príncipe Mark se revelaría y tomaría en trono en venganza; aunque no parecía interesarle mucho.
Winter solía divertirse, ella tomaba clases de equitación, sabía montar, pero ese día no supo qué pasó con el caballo, ella pensó que moriría al caer, pero fue rescatada por un omega bastante guapo, la princesa Jaemin brillaba cuando montaba, era un gran hombre, Winter siempre estuvo agradecida con él, incluso ella fue la que consideró que la princesa Jaemin podría ser su nueva madre, era amable y hermoso.
El rey Jeno dijo que no quería una ceremonia lujosa ya que Winter no podría asistir, así que la boda solo tuvo pocos invitados, la princesa Jaemin siempre lo tomó mal, y se convirtió en otra persona, Winter intentó hablar con la reina Jaemin, pero siempre la esquivaba, y siempre que se unía a él terminaba con fuertes dolores de estómago que la llevaban a estar en cama por semanas.
Winter jamás había entendido cómo fue que la reina Jaemin llegó a salvarla cuando estaba montando, pensó que no tenía esa habilidad, porque jamás lo había visto subirse a un caballo después de que dejaron Dreamland.
Winter estaba segura de que la reina Jaemin siempre fue un héroe, uno que estaba sufriendo y que odiaba a Winter por insistir en que su padre se debía casar con su salvador, así que no se acercaba mucho por miedo a decepcionar a una persona tan importante para ella.
Pero la reina Jaemin ahora era otra persona, incluso la protegía de los "cuidados" de las institutrices, su "madre" verificaba qué porciones y qué alimentos debía comer, Winter supo que quería a la reina Jaemin cuando le hizo un vestido a Copito, era un peluche que su madre le había comprado antes de nacer, y que había dejado bajo el cuidado del rey para los momentos en donde Winter se sintiera sola.
Pero ya no se sentía sola, ahora tenía una nueva madre, un omega que la amaba de verdad y se preocupaba genuinamente, no importaba que viniera de otro universo, para Winter, siempre fue Jaemin a quien consideraba su salvador y su familia, y con él llegó Haechan, un espejo mágico que comenzó a ser su mejor amigo.
Winter no cabía en la felicidad de tener una familia para ella, de tener gente que confiaba en sus decisiones y la respaldaba, personas que darían su vida por su bienestar como su madre, o personas que la protegerían como ahora lo hacía Haechan.
Winter también sabía que sus padres poco a poco empezaban a enamorarse, que si ellos quisieran, si tuvieran un heredero varón y alfa, ella sería completamente desplazada, Winter sabía que Jaemin jamás sería una "madrastra malvada" como en los cuentos que le contaba todas las noches antes de ir a dormir. Pero Winter tampoco quería ser una princesa torpe que necesitaría ayuda y ser protegida siempre.
Ella debía mostrar lo que valía y ésta fue la ocasión.
—Vamos o se hará más tarde. —Dijo la joven cuando su madre entró al baño para preguntarle algo al rey.
—¿A dónde crees que vas, jovencita? —Haechan usó el tono de omega enojado e indignado.
Aunque no podía hacer nada, Haechan atrapado en su espejo era más como tener una consciencia en el hombro, aunque muchos de sus consejos asimilaban más a un diablillo que a un ángel.
—Una persona nos siguió en los barrios bajos, creo que sabía quiénes somos y creo que sabe dónde está la princesa Karina. —Winter le dijo.
—Tú no vas a salir de aquí, mañana iremos, hay que decirles a tus papás. —Haechan murmuró.
—Por supuesto que no. —Winter tomó un poco de dinero y acomodó su espejo. —Y no le digas a mis papás.
Winter salió por la puerta y no miró atrás, fue de lo más silenciosa. Haechan soltó un suspiro y apareció en el enorme espejo del baño, estaba cubierto por una tela, así que fue a otro y a otro, pero todos estaban cubiertos, excepto el del cuello de Jaemin, y cuando Haechan entró a ese y sintió que el espejo se deslizaba por el cuello del omega, salió.
Interrumpir lo que podría ser una noche apasionada entre el rey y la reina podría ser considerado traición, quizá concebirían al nuevo heredero de Wonderland esa noche. Además Haechan cuidaría a Winter, era mejor que ella saliera de esa habitación para evitar que sus oídos puros escucharan ruidos raros que a su edad serían un tanto incorrectos.
—Bien, te cuidaré, pero si veo algo que no me gusta, regresaremos. —Haechan murmuró.
—Claro. —Winter dijo con una sonrisa.
Y recordando el camino que esa noche habían recorrido, Winter se aventuró a los barrios bajos. Ya casi no había personas en las calles más que borrachos y omegas con poca ropa. Haechan ya se estaba arrepintiendo de haber salido.
Fue cuando llegaron a aquellas calles donde Winter había sentido una presencia, donde vio el anuncio de "se busca" de esa chico llamada "Karin", Winter volvió a ver otro de esos anuncios.
Vaya que era una princesa preciosa. Y no, ella no pudo haber escapado, algo le había pasado, Winter trataba de no tomarse personales los problemas que involucraban a su reino, pero este se sentía muy...
¿Cómo decirlo?
Karina tenía cerca de su edad, tenía las mismas responsabilidades que ella, y su familia no parecía ser tan diferente a como ella vivió, Winter guardaba mucha empatía, algo dentro de ella le decía que si conocía a Karina, ellas sin duda se volverían amigas, y como niña, eso le emocionaba de sobremanera, pero hablando políticamente, Winter sabría que mantener relaciones diplomáticas con otros reinos hablaría muy bien de Wonderland en el futuro.
—Winter. Hay que irnos de aquí. Algo no me gusta. —Haechan susurró. —Está muy oscuro y no puedo ver bien.
—No pasa nada. —Winter murmuró. —Tengo una navaja debajo de mi vestido. —Sonrió.
—Wintercita, tú no sabes manejar una navaja. —Haechan le recordó. —Volvamos al palacio, ve a comer algo y a tomar un baño, de verdad. —Dijo el espejo en el cuello de la jovencita.
Pero antes de que Winter diera la vuelta, Winter sintió algo en su nariz y en su boca, no podía hablar y sintió un picor en la nariz, sintió unos brazos jalándola hacia a atrás.
—¡Winter! —Haechan gritó porque había sido un ataque por la espalda él solo tenía vista hacia el frente. —¡Winter!
—Escucho la voz de alguien, pero... —La voz del hombre que sostenía a Winter se escuchó.
—Ignóralo, llévate a la omega, ya está desmayada. —Dijo otro. —Su ropa es de noble, seguramente será digna de un buen rescate. —sonrió. —Una omega noble siempre es bien recibida siempre y cuando no tenga una marca.
—No huele como una omega. —Dijo el hombre que quitaba el trozo de tela de la cara de la niña y luego la metía dentro de una bolsa de tela y se la echaba a la espalda.
—Veamos que dice el jefe. —Murmuró el otro.
Haechan se quedó helado, así que se transportó rápidamente al baño del palacio, escuchaba, escuchaba los suspiros y los besos, también las palabras bonitas, pero esto era mucho más grave.
—¡Jaemin! ¡Jaemin! ¡Rey Jeno! —Haechan gritó con desesperación.
Y se transportó al espejo de Winter, sin embargo no veía nada, estaba todo oscuro su niña estaba dormida.
—¿Qué pasó? —Jaemin se veía preocupado.
Haechan solía respetar los momentos de intimidad del rey y la reina, si los llamaba era por algo. Jeno rápidamente se levantó de su lugar y se acercó a Jaemin. Haechan desapareció un momento y de nuevo, solo se escuchó su voz.
—Es Winter, alguien la secuestró, va dentro de una bolsa, no puedo ver el camino. —Haechan gritó. —Puedo encontrarla, dense prisa.
Haechan les explicó qué había sucedido. Jeno estaba demasiado molesto, estuvo a punto de romper el espejo de Haechan a pesar de saber que eso no le haría daño.
Haechan los guio hasta los barrios bajos, encontró el lugar donde habían estado, pero no había rastro de su protegida. Haechan se sintió asqueado, la última vez que había pasado esto al menos Jaemin estaba con ella.
—Es mi culpa. —Jaemin dijo conteniendo sus lágrimas. —Si la hubiera dejado dormida...
—¡Cállate! —Haechan le exigió.
Jeno no quería culparse, pero sabía bien que tenía la culpa, si no hubiera cedido a tener a Jaemin desnudo frente a él, si no hubiera admitido querer besarlo y marcarlo en ese instante, su hija estaría allí.
—¿Cómo quieres que me calle si ella no está? —Jaemin murmuró.
—Porque todos sabemos que es mi culpa, si la hubiera detenido y les hubiera dicho a tiempo, ¡Ah! —Haechan gritó. —Sigamos ese camino, aún siento el portal del espejo de Winter.
Haechan señaló algo que solo Jaemin vio al tenerlo en su mano, Jeno no alcanzó a ver nada, pero escuchaba la voz de Haechan.
Jaemin y Jeno corrieron con velocidad, más Jeno, aunque Jaemin no se perdía de vista, hasta que escucharon las olas del mar, la arena se filtraba sobre las botas de la vestimenta de ambos, solo era oscuridad y agua.
—¿Se la llevaron? —Jeno dijo sin respiración.
—Ya no siento la magia del espejo, o lo rompieron o hay una barrera de magia. —Haechan dijo. —Pero, pero sé que cruzó el mar, ella debe está allá.
Ninguno quería decir algo desolador, nadie quería pensar que Winter pudo ser arrojada esperando a que se ahogara. Jaemin caminó, mojando su vestido y sintiendo la frialdad del agua.
—¡Hey que hacen! —Un hombre mayor les gritó. —Es peligroso nadar a esta hora.
—¡Necesitamos cruzar!, ¿Hay alguien que tenga un barco? —Jeno preguntó. —Pagaremos lo que sea necesario.
—No, no hay barcos, este mar está embrujado porque todas las embarcaciones se hunden, además no habrá servicio de paseo hasta después de la revelación del subgénero de la princesa Karina. —Dijo el hombre. —Si no quieren meterse en problemas será mejor que se retiren.
Jeno y Jaemin no se iban a ir, así que aquel hombre llamó a la guardia del palacio y ellos los pusieron en confinamiento en el palacio esperando al día siguiente para poder ir por la princesa Winter.
Continuará...
Chapter 53: Capítulo LIII
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Ella abrió los ojos con suavidad y se dio cuenta de que estaba en una cama muy dura, el aroma era embriagador, le dolía la cabeza y se sintió un poco pesada del cuerpo.
—¿Dónde estoy? —Ella dijo con un fuerte dolor de cabeza.
—Minjeong, ¿Estás bien? —Una amable omega mayor le habló y le acarició la cabeza. —Te caíste mientras trabajabas y te golpeaste la cabeza fuertemente, los doctores que te vieron dijeron que podrías tener un caso de amnesia.
La niña, de nombre Minjeong, observó a todos lados y por más que trataba de recordar cómo se había caído, siempre terminaba con dolor de cabeza y jaqueca.
—No, me duele mucho la cabeza, ¿Quién es usted? —La niña preguntó.
—Soy la señora Kim, ¿No me recuerdas? —La mujer omega hizo una mueca de sufrimiento. —Será mejor que descanses por hoy, mañana tienes que trabajar, seguramente el vestido que traes o te costó mucho o lo robaste, será mejor que lo guardes.
La niña observó su vestido, era muy bonito, tenía un lazo en el cuello y sintió una calidez al verlo, pero no entendía de dónde venía. Ella no sabía de dónde había sacado un vestido tan precioso como ese.
No recordaba nada.
—No sé dónde lo compré. —Ella murmuró.
—Lo mejor es que te lo quites y lo tires al mar, si alguien te ve con esa ropa sabrá que lo robaste. —Dijo la mujer. —No hay que tener cosas que no podamos pagar Minjeong, por eso trabajas aquí, eres una pequeña mesera bastante ambiciosa y eso está mal. Promete que te desharás de él y regresarás a trabajar, los otros niños te esperan, sé que es duro, pero verás que aquí está tu familia y tu hogar.
La niña suspiró. No entendía de qué había pasado, por qué le dolía tanto la cabeza, pero también sabía que todo estaba bien. Estaba en casa. ¿No?
La mujer mayor salió y la pequeña niña cerró los ojos, se sentía cansada y triste, se levantó de la cama y observó su vestido, la verdad era muy precioso y el espejo que tenía en el listón del cuello era bastante llamativo.
Se quitó el listón y se observó. Su cabello era oscuro, su mirada profunda, su piel blanca como la nieve, pensaba que era bonita.
De repente la puerta se abrió y entró otra niña, era un poco más alta que ella, su cabello era también oscuro y sus ojos eran tan bonitos, Minjeong observó a la chica que tenía delante de ella y una punzada llegó a su cabeza.
—¿Estás bien? —La otra chica preguntó mientras dejaba un montón de ropa que traía en las manos en la cama más cercana.
Esta chica se acercó a Minjeong y trató de ayudarla, tocó con cuidado su cabeza, y las manos de Minjeong terminaron tocando las yemas de los dedos de la otra jovencita.
—Wow, eres, eres... —Minjeong abrió la boca sin poder decir nada.
—Eres muy hermosa, como una princesa. —La otra chica dijo con un notorio sonrojo.
Minjeong también se sonrojó al oír esas palabras, ¿Acaso esa niña le había leído la mente? ¿Acaso se había visto en un espejo? Minjeong no sabía porque su corazón latía tan rápido y sentía sudor en sus manos.
—Gracias. —La pequeña Minjeong sonrió. —Aunque creo que eres más hermosa que yo, tienes una cara preciosa.
La otra chica dejó de respirar y aunque tenía una sonrisa tonta en el rostro no entendía por qué aquellas palabras significaban tanto para ella, siempre había un montón de alfas varones asquerosos que no se cansaban de decirle que era preciosa, que era tan hermosa que podrían comprarla.
Ahora se sentía muy diferente.
—Gracias. —Ella miró a la princesita y sonrió. —Mi nombre es Jimin, ¿Cuál es el tuyo?
La chica se quedó callada y soltó un suspiro. No recordaba ni su nombre, pero por lo que podía asimilar, tenía un nombre, esa mujer mayor se lo había dicho.
—Soy Minjeong. —Dijo la niña.
—La señora Kim te rescató, dicen que te caíste de las escaleras trabajando en las fiestas privadas de uno de los dueños, me alegro de que estés bien, eres demasiado bonita como para que un rostro como el tuyo salga dañado. —Jimin sonrió.
—Yo no recuerdo qué me pasó. —Minjeong susurró.
—Suele pasar, la mayoría somos niños sin hogar, yo fui abandonada por mis padres, crecí en una casa noble, como criada, gracias al señor noble aprendí a montar y a usar la espada, pero se deshicieron de mí tan pronto como dijeron que podría ser una omega, ganaron buen dinero por venderme. —Dijo tratando de sonreír.
—Oh, lo siento, lamento oír mucho eso. —Minjeong suspiró.
—No importa. —Jimin sonrió. —Aquí me tratan bien, me dan alimento, tengo un lugar donde dormir, me pagan unas monedas para cuando sea mayor pueda valerme por mí misma, sé que quizá no es un buen trabajo, pero soy mesera, le servimos a alfas ricos.
—La señora Kim dijo lo mismo, pero no sé qué hacer. —Minjeong soltó un suspiro cansado.
—No te preocupes, mañana te enseñaré todo. —Jimin dijo. —Tengo el presentimiento de que seremos buenas amigas.
Minjeong no dijo nada, pero asintió, era extraño, nunca se había sentido así con alguien, Jimin era guapa, de ese guapo atrayente, amable, nunca se había sonrojado por algún piropo, pero cuando Jimin dijo que era guapa, el corazón de Minjeong saltó. Quería quedarse junto a ella.
Jimin le dejó la ropa a Minjeong y dejó que se cambiara, dijo que vendría después para ahogar el vestido y que nadie la persiguiera más adelante. La menor solo suspiró y le pidió ayuda a su nueva amiga para quitarse esa ropa robada. Jimin solo se sonrojó, asintió y empezó a desabrochar el corsé.
—Siempre he odiado los corsé. —Jimin susurró. —No entiendo por qué las niñas y los omegas debemos usarlos.
—Mi corsé no es apretado, solo da la forma y es fácil de desabrochar. —Sonrió.
Jimin le quitó fácilmente la parte de arriba. Tenía razón.
—Es muy bonito, de dónde lo sacaste, es un vestido que solo un sastre de noble podría hacer. —Jimin sonrió. —Quizá es cierto, quizá eres una princesita. —Se burló.
Pero para Minjeong eso no sonaba a burla, era más como un comentario dulce, como si "princesa" fuera un apodo cariñoso y no despectivo.
—No sé cómo lo conseguí. —Minjeong susurró. —Pero estoy segura de que no lo robé.
—Me gustaría que te lo quedaras, pero si la señora Kim se entera, estaremos en problemas. —Jimin suspiró. —Aunque puedes quedarte con el lazo, no muchas veces tenemos la oportunidad de tener un espejo.
Minjeong no dijo nada, solo quitó el lazo del cuello, el espejo era tan lindo. Terminó de quitarse la falda y suspiró. Jimin tomó la falda y como la precavida que era, palpó la tela, era de muy buena calidad, de verdad que si pudieran vender esa vestimenta en vez de tirarla sería mejor.
—¿Qué es esto? —Jimin sacó un poco de polvo dorado que había en las bolsas de la falda.
—No sé. —Minjeong expresó. —Aunque brilla bonito.
Jimin levantó la ceja y tomó un poco en su mano, intentó olerla, pero era más fácil si lo llevaba a su mano, parecía canela, era una especie que sabía delicioso si se mezclaba con azúcar, pero en cuanto la probó la chica cayó al suelo tomando su cabeza con confusión.
—¡Jimin! ¿Jimin? ¿Qué pasa? —Minjeong gritaba desesperada. —Llamaré a la señora Kim.
—No. —Jimin la tomó de la mano. —Dame un momento y guarda silencio.
Ella se puso de cuclillas y cerró los ojos. Minjeong la veía con preocupación, ese polvo era veneno, tomó el vestido para verificar que ya no hubiera más dentro, y sí, había un poco más, Minjeong no quería ni tocarlo.
—Me desharé de esto.
—Ni se te ocurra. —Jimin le dijo con un tono severo. —No es malo, es, es polvo para recordar, es lo que necesitaba. ¡Pruébalo!
—No, eso fue...
—Huélelo entonces. —Jimin murmuró al escuchar un ruido. —¡Rápido! ¡Alguien viene!
Minjeong no era muy buena para resistir la presión, le gustaba ser complaciente, además la forma en la que Jimin había cambiado de personalidad en cuando probó esa cosa no le gustaba. Pero Jimin se levantó del suelo, tomó el polvo y lo metió en los labios de Minjeong, haciéndola tragar.
Minjeong pasó saliva con miedo y una punzada de confusión, no de dolor, sintió en su mente, sintió que miles de recuerdos se abalanzaban en ella, imágenes de personas que no conocía, pero que pronto tomaban forma. Minjeong cayó al suelo y tomó su cabeza, todo giraba a su alrededor.
Jimin tomó la mano de Minjeong la sentó a la cama y apretó su mano.
—Jimin, te estás tardando mucho, Minjeong está descansando, tiene que trabajar mañana temprano y si la molestas no se recuperará. —La señora Kim murmuró con fingida preocupación.
—Lo siento, es que ella empezó a sentirse mareada y quise ayudarle. —Jimin hizo un puchero. —Después de terminar mi turno me gustaría visitarla. Me gustaría cuidar de ella.
La señora Kim sonrió y asintió.
—Podrás venir a verla en cuanto se vaya el último cliente, además podrás enseñarle todos sus deberes mañana que se recupere.
Minjeong había levantado la mirada para decir que Minjeong no era su nombre, que había sido secuestrada y que su verdadera identidad era la princesa de Wonderland llamada Winter; pero la mirada de la niña delante de ella era fuerte, Winter tuvo que tragarse sus palabras cuando los ojos de aquella chica chocaron con los suyos.
Le suplicaban que no abriera la boca.
Y Winter simplemente pensó que si quería sobrevivir tenía que hacerle caso a Jimin o mejor dicho, a la princesa de Armagedón, Karina.
[...]
Jeno llevó su mano a la sien y vio que ya pasaba de medianoche.
—Y les dije que es necesario. —Jeno gritó.
—En un momento llegará el rey Jennie, así que le pido que se calme, rey Jeno. —Dijo uno de los guardias.
—¡Mi hija está desaparecida! ¿Cómo quieren que me calme? —Jeno gritó.
—¡Mi hija también está desaparecida! —El rey Jennie entró a la habitación donde mantenían a Jeno y a Jaemin cautivos. —Y no me comporto como un rey impulsivo. ¿Nadar en las aguas peligrosas en medio de la noche? ¿Tiene idea de el problema en el que nos meteríamos si el rey de Wonderland muere ahogado en Armagedón?
Jeno lo sabía, sabía las implicaciones diplomáticas de desobedecer las reglas de otros reinos, pero aún así él era el más fuerte, pronto todos tendrían que hacerle caso, el se convertiría en el emperador.
—Es la misma situación con la princesa de Wonderland. ¿En qué problema no se meterían si ella desapareciera en Armagedón? —Preguntó Jaemin con rabia.
—¿No sería bueno para usted? —Preguntó el rey Jennie. —Si desaparece la princesa, sus herederos estarían en la línea directa al trono. —Hizo una pausa. —No quiero ni imaginar que tome en serio el tema de matar al rey ahogándolo en nuestro reino.
Jaemin apretó los dientes. Estaba molesto, quería gritar, quería llorar, se sentía muy impotente y cansado. No iba a gritar, no lo iba a tomar personal.
—Le pido que no le hable de esa forma a mi esposo. —Jeno mencionó. —No quiero tener problemas diplomáticos con Armagedón.
—Entonces limítese a ser un invitado de nuestro reino, todo el reino se inmovilizará para el desarrollo de la fiesta de la princesa Karina, en cuanto pase su cumpleaños, podrán moverse y hacer lo que quieran con el respaldo del palacio.
—Eso es en tres días. —Jaemin hipó. —No sabemos si será demasiado tarde.
—Mandaremos personas a buscarla sin levantar sospechas, pero ustedes limítense a permanecer en el palacio. —Murmuró el rey y esa fue su última orden antes de que los reyes de Wonderland salieran escoltados a su habitación.
Jeno se encontraba conflictuado. Jaemin estaba angustiado y asustado.
La seguridad empezaba a ser mayor, Jeno se lamentó de no haber traído a más personas con él, no tenían a quién pedirle que buscaran a Winter en las calles.
Estaban atrapados.
Continuará...
Chapter 54: Capítulo LIV
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Winter estaba asustada, se habían llevado el vestido y ya no tenía polvo dorado para recordar, se había quedado con el espejo, pero por más que llamaba a Haechan, él no aparecía. Tenía miedo, mucho miedo.
No había ventanas en la habitación, Winter tampoco quería dormir, ¿Cómo podía regresar con sus padres?
Fue cuando la puerta se abrió y Winter se puso a la defensiva, pero se sintió aliviada cuando vio a la niña bonita, cargaba una charola con un plato de una mezcla de casi agua con arroz y un vaso de agua natural que se veía sucio.
—Traje algo para que comas. —Murmuró la princesa Karina.
Winter se levantó de su cama y rápidamente sostuvo la charola con suavidad.
—No debería hacer eso, no está para servirle a las personas, usted es la...
Winter fue callada por la mano de la princesa de Armagedón. Karina realmente se sentía rara con esa joven, había aparecido con un hechizo para recordar, con ropa de noble y sabía de su identidad, no sabía quién era, y vaya que conocía a las personas de su edad, su padre siempre le dijo que debía tener aliados desde pequeños, realmente siempre buscaba conexiones para comprometerla en cuando se revelara su subgénero.
—Mi nombre es Jimin, y no olvides eso, no debes mencionar mi verdadera identidad aquí. —Ella dijo. —Estaremos en problemas si descubren quién soy.
—¿Cómo llegó aquí? —Winter cuestionó.
—Háblame de tú. —Karina la regañó.
La niña soltó un suspiro y empezó a cambiarse de ropa por algo un camisón cómodo, luego se acostó en la cama donde estaba Winter, Winter no supo en dónde dormiría, ya que en la habitación solo había una cama, pero Karina palmeó su lado y Winter con nervios se acostó bocabajo a un lado.
—Me intriga más saber de dónde vienes tú. —Karina sonrió. —Aunque lo mejor será que no hablemos de eso aquí, si alguien nos escucha estaremos en problemas.
—¿Por qué? —Winter preguntó.
—Éste es un lugar feo. —Karina mencionó endulzando las palabras. —Personas como nosotras tendremos más valor si resultáramos omegas.
—¿A qué te refieres? —Winter se sentía un poco confundida.
—Estamos en un lugar malo. —Suspiró. —Hui de casa porque tenía miedo de que fuera una omega y quisieran casarme con un rey de otro país. Ellos me doblan la edad. —Hizo un puchero inconscientemente. —Pero fui tonta y me dejé atrapar, usan un tipo de hechizo para borrarte la memoria, para decirte que te vendieron y te hacen trabajar aquí. —Carraspeó. —Los omegas venden su cuerpo, la mayoría de los niños que se revelan como alfas son asesinados y las personas como nosotras somos meseras de personas que visitan este lugar.
—¿Te han hecho algo mientras estuviste aquí? —Winter preguntó con algo de miedo.
—No pueden hacerme nada. —Karina mencionó. —No hasta que se revele mi subgénero, ellos no tienen idea de cuándo será, pero es dentro de 3 días. Si yo fuera una omega, realmente estaré en desventaja.
Y aquella información dejó un silencio incómodo. Winter no sabía qué pensar y Karina tampoco decía nada, no sabían cómo decirlo. Así que Winter tomó la palabra.
—¿Has pensado en huir de aquí? —Winter susurró.
Karina soltó un risita amarga.
—Ni siquiera sé dónde estoy. —Frunció los labios con tristeza. —Lo único que sé es que aquí no se puede usar magia y también la seguridad es estricta. No sé cómo irme de aquí.
Winter también observó a la chica, a parte de ser bonita y tener una personalidad atractiva, era solo una niña, una niña asustada, alguien que no sabía cómo sería su destino porque terminó en un lugar que no conocía.
Así que Winter se arrastró y luego se sentó cómodamente en la cama, para ladearse y darle un abrazo a la princesa Karina. Jimin se tensó, era raro que alguien además de su madre Kai la abrazara de esa forma, de repente solo comenzó a soltar pequeñas lagrimas que ni siquiera sabía qué tenía.
Se sintió tan avergonzada que escondió su rostro en el cabello de Minjeong.
—Lo siento, no quiero...
—No tienes que decir nada, Jimin. —Minjeong dijo con un tono cansado. —Entiendo perfectamente en la situación en la que te encuentras, yo también tengo miedo.
Y Karina trató de zafarse, pero Minjeong la sostenía fuertemente, y siendo sincera Karina no quería moverse, nunca había sido abrazada de esa forma, ella lo sentía, desde el fondo de su ser, aquella niña linda e inocente, podía confiar en ella, sabía que debía llevarla a su lado, ambas tenían que escapar de ese lugar.
—No sé si lo entiendas. —Karina mencionó. —¿Alguna vez te han intentado casar con un señor mayor que tú solo porque es lo correcto? —Y Winter solo asintió. —Hui de mis responsabilidades directo a un lugar peor, demostrando que mi padre, el rey Jennie tenía razón, soy demasiado incompetente para mantener la corona. Probablemente le dé el trono a uno de mis medios hermanos a pesar de que me corresponde a mí.
Winter respiró.
—Lo entiendo mejor de lo que crees. —Winter mencionó. —Muchas personas dirán que la responsabilidad de la corona es demasiado grande por más que intentes y te esfuerces por demostrar que eres digna, pero solo quieren que seas una omega para poder intercambiarte por acuerdos políticos y de territorio.
Karina se sorprendió, Minjeong era una niña brillante, era empática y dulce, nunca alguien le había dicho aquellas palabras, su mamá Kai siempre se disculpaba por no tener suficiente poder como para hacer que Karina siempre viviera en libertad.
—Tengo miedo de preguntarte si lo dices por experiencia propia. —Karina se despegó de Winter. —Minjeong, ¿Tú y yo ya nos conocíamos?
Winter soltó una risita y se sentó en la cama, atrajo a la princesa Karina a ella y ésta terminó recostada en sus piernas.
—No, ésta es la primera vez que nos vemos. —Winter suspiró. —Pero yo también tengo el sentimiento de haberte conocido antes.
Ninguna de ellas dos sabía si aquel sentimiento era porque su soledad dentro de sus castillos era demasiado grande que con cualquier muestra de cariño podían sentir calidez, o quizá porque esto sería el principio de una profunda "amistad".
[...]
En cuanto amaneció, Jeno ya había mandado a Haechan a hablar con Doyoung, necesitara que viniera de inmediato y luego pensarían en quién dejar en el poder mientras esperaban, a Jeno no le convenía ir a Wonderland y luego volver.
De repente la voz de Haechan se escuchó a través del espejo y Jeno solo escuchó.
—¿Qué pasó? —Jeno cuestionó.
—Tengo malas noticias. —Haechan dijo. —Bueno no malas como tal, pero para mí es malo.
—¿A qué te refieres? —Jeno cuestionó.
—La exreina Yoona y el barón "Kakas". —Haechan dijo en tono despectivo, porque no querñia decir el apellido del abuelo de Winter.
—¿Te refieres al barón Kang? —Jaemin cuestionó.
—Sí, ese. —Haechan seguramente había rodado los ojos, lástima que no se reflejaba. —Fueron muy temprano al palacio el día de hoy a verificar informes de cómo se festejaría el cumpleaños del rey Jeno.
—Seguro se enteraron de que no estoy. —Jeno apretó los dientes. —¿Qué les dijo Doyoung?
—Les dijo que él sería asignado para las tareas de la preparación del concurso de caza, pero la exreina Yoona decidió que hasta que no pase el cumpleaños de su hijo se quedará a vivir en el palacio.
Jeno abrió los ojos con enojo, pero también estaba indignado, no entendía a su madre, vivía en un palacio bastante bonito y siempre se había mantenido al margen, ahora parecía que quería arruinar todo.
—¡Ese vieja! —Jaemin exclamó sin importarle mucho que fuera la mamá de su esposo.
—Eso dije yo. —Haechan murmuró. —No me hagan mucho caso, pero creo realmente que sabe que ustedes tardarán en volver. Eso es lo que no me agrada...
—Mi madre sabe cómo gobernar, se qué buscará tomar decisiones mientras no esté, pero tampoco pretendo que consiga poder. —Jeno tocó sus sienes de nuevo.
Jaemin y Haechan no querían que esa señora tuviera poder ni que se creyera la mandataria de Wonderland, las cosas no eran así. Winter era la siguiente en la línea de sucesión, claro, si Winter regresaba.
Ah, Jeno debía volver a Wonderland cuanto antes.
—¿Qué quieres que hagamos? —Jaemin le preguntó a Jeno.
—Por primera vez, no tengo idea, solo quiero tener a Winter conmigo y volver cuanto antes a nuestro hogar. —Jeno se sentía consumido por todo lo que pasaba a su alrededor.
Jaemin se acercó a él y le tomó la mano mientras veían el espejo, a pesar de que Haechan no se mostraba, Jaemin sabía que estaba allí y que hacía todo lo posible por encontrar el espejo del vestido de Winter.
—¿Quieren que le pidamos ayuda a Mark? —Jaemin sugirió sacando su espejo en forma de cebolla.
Jeno dudó, había algo que no le gustaba en que Jaemin tuviera tanta confianza con Mark, además, sentía que su hermano estaba más involucrado con la gente de Armagedón de lo que se pensaría a primera vista, no sabía ni siquiera cómo es que había sucedido, pero lo estaba.
—Por supuesto que no. —Haechan contestó con algo de enojo. —Resolveremos esto solos, no quiero que... —Haechan se escuchaba enojado, aunque no entendía por qué, Mark realmente podría ser de ayuda.
—¿Qué no quieres? —Jaemin mencionó. —Sé que te cae mal, pero es poderoso, podría usar un hechizo como el que usó para salvarme en Año Nuevo.
Jeno rodó los ojos, sí, era cierto, si Mark no hubiera estado allí, a Winter y a Jaemin podría haberles pasado muchas cosas, eso era preocupante, quizá Winter en ese momento también estaba en una situación similar y no podrían hacer nada. Lo llenaba de frustración.
—Mark no debería pisar Armagedón, hay algo que esta gente quiere de él, no tengo confianza. —Haechan rechinó los dientes. —Algo está mal aquí, y no siento que sea la misma situación que en Año Nuevo, es algo más, creo que hay tiempo para encontrarla.
—¿De qué forma? —Jeno preguntó.
—Jaemin puede salir del palacio, el rey Jennie quiere que usted rey Jeno se quede en la habitación, pero la reina Jaemin puede ir de un lado a otro. —Haechan murmuró. —Jaemin todavía puede buscar a Winter, nosotros podremos encontrarla; en tres días que pueda salir, iremos a buscarla.
—¿Cómo podré salir si hay guardias en las puertas? —Jaemin susurró.
—Hacen cambios de guarda en una hora en específico, saldremos de aquí y la vamos a encontrar. —Haechan soltó un suspiro. —Estoy casi seguro de que Winter encontró a la princesa Karina.
Jeno asintió, era cierto, él también tenía ese presentimiento, Winter tenía el don de atraer a las personas que buscaba.
Jaemin sintió un poco de nerviosismo, pero por su hija haría cualquier cosa.
Continuará...
Chapter 55: Capítulo LV
Notes:
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Chapter Text
Mientras Jaemin y Haechan buscaban individualmente, había pasado un día. Winter había tenido una de las experiencias más "humillantes" de su vida.
Se encontraba bien, pero jamás había usado tan poca ropa, jamás había trabajado como mesera, ni como nada. Y lo peor es que solo podía ver a Karina, la princesa era sorprendente, era bastante alta y guapa, su cuerpo estaba trabajado, no era delgada esquelética como ella, sus músculos se notaban.
Karina era muy habilidosa.
—Vaya, eres una niña muy hermosa. —Un alfa bastante arrogante le dio un sorbo a su bebida. —¿Eres nueva?
Winter se paralizó de miedo. Tragó saliva y pensó en su madre Jaemin y en Haechan, deseaba que la encontraran tan rápido como su mente trabajaba en ese momento.
—¿Le puedo ofrecer otra bebida? —Winter dijo siguiendo los consejos de Karina, si la hacían sentir incomoda, debía ofrecer más alcohol para los alfas que visitaban el lugar.
—Sí, otra cerveza. —Dijo el hombre. —Vaya, ¿Cuánto te falta para presentarte? —El hombre acarició la nuca de Winter. —Sin duda serás una hermosa omega.
La niña solo se congeló, sus vellos se erizaron y quiso llorar. Recordó el incidente del año nuevo, no estaba Jaemin para poder protegerla, sabía que su padre la estaría buscando, pero ¿Hasta cuándo llegaría?
—Le recordamos que no debe de tocar a las y los trabajados por los cuales no ha pagado. —Karina dijo con un tono molesto.
—¿Y cuánto cuestas? —Le preguntó a Minjeong.
—Los que no han presentado un subgénero no están a la venta. —Karina respondió.
—¿Qué estás haciendo Jimin? —La señora Kim apareció. —¿Lo están molestando? —Le preguntó al cliente.
—Le dije las reglas de este lugar. —Karina gruñó.
—Quiero comprar a la niña. —Señaló a Winter. —No me importa si es un alfa u omega, es bastante hermosa, la quiero para mí.
—¿Y cuánto puede ofrecer por ella? —Preguntó la señora Kim.
Winter sintió pánico, estaban hablando de ella como si fuera un producto en venta, como si realmente fuera un objeto.
—Minjeong es una chica recién llegada, no tiene mucha experiencia, sin duda su precio es bastante alto, ya que como puede ver, es hermosa y tiene muchas cualidades. —La señora Kim murmuró. —Por favor, venga a mi oficina, le podemos dar un precio especial al ser cliente frecuente.
La señora Kim se llevó a aquel hombre y se perdieron por un pasillo, Winter se quedó en shock, no podía siquiera moverse, ¿Eso era su final? ¿Sería vendida como esclava a un hombre que podía poner dinero? ¡Que le hablaran a su padre! Wonderland pagaría lo que fuera por su rescate.
—Tranquila, muchas personas quieren comprar, pero los precios son excesivamente caros. —Karina la tomó de la mano. —Ven, no te alejes de mí. Sígueme a dónde quiera que vaya.
Ellas siguieron trabajando hasta que la madrugada llegó, fue cuando la señora Kim le dio la noticia a Winter, sería comprada en una semana, así que tenía que sacar todo su trabajo antes de que se fuera con su nuevo dueño.
La pequeña niña lloró y terminó yendo a su habitación. Karina la siguió de cerca y entró a la habitación con ella. Winter se tapó con una sábana tan áspera que casi parecía papel.
—Tranquila, Minjeong, pensemos en como huir de aquí. —Jimin suspiró. —Yo también estoy en problemas, en dos días se convertiré en un omega o en un alfa, si soy omega me venderán y si soy un alfa me matarán, yo también quiero volver a casa.
—Quiero a mi mamá, Jimin. —Minjeong comenzó a sollozar. —Él sabe siempre qué hacer, él me protegería.
Y unas lágrimas bajaron por el rostro de la princesa Karina, no podía consolar a su nueva amiga porque se sentía de la mima manera.
—Yo también quiero a mi mamá, Minjeong. —Dijo tragando saliva. —No sabes cuanto lo extraño. —Hizo una mueca. —Alguien levantó un rumor diciendo que yo no era hija de mi padre y que probablemente mi hermano tampoco lo sería, siento que por eso estoy aquí.
—¿Crees que alguien te secuestro? —Winter levantó su rostro.
Karina comenzó a llorar, se acostó en el regazo de Winter y la princesa de Wonderland tocó el cabello de la princesa de Armagedón tratando de controlarse, ellas dos tenían que escapar, alguien sin duda vendría por ellas, una semana era mucho tiempo, vendrían, su papá llegaría y las salvaría.
—No lo dudo. —Karina suspiró. —¿Sabes lo que es un omega primigenio? —Cuestionó.
—Lo escuché antes y vi una obra de teatro donde hablaban del tema. —Winter se sintió un poco triste al escuchar la historia del protagonista.
—Mi papá es un omega primigenio. —Karina contó. —Siempre se ha dicho que ese tipo de omegas son codiciados ya que sus hijos pueden tener habilidades mágicas destacadas, fuerza e inteligencia mayores a los humanos normales. —Sonrió. —Por eso todos quieren reproducirse con ellos. —Hizo una mueca.
—Sí, son "mercancía" como nosotras ahora. —Winter recordó la historia de "Donghae" que había visto en el teatro, el niño solo era un año mayor que ella cuando quedó embarazado por primera vez.
—Dicen que para que un omega primigenio dé a luz es necesario que tenga un alfa poderoso a su lado, un alfa que tenga dinero para pagar los costosos tratamientos de magia durante el embarazo, para que el omega viva cómodamente, un alfa con carga genética valiosa que pueda transmitirse a sus sucesores. —Hizo una pausa. —Por eso, esos omegas estaban destinados a ser pareja de reyes, de príncipes, de magos o de familias con mucho poder económico.
—Como tu padre y el rey Jennie. —Winter murmuró.
—Mi madre tuvo una vida difícil, sus padres lo mantuvieron hasta que se presentó como omega, ya lo sabían, pero intentaron cuidarlo mucho. Mis abuelos murieron en un saqueo, mi madre Kai fue secuestrado y lo casaron con su primera esposa, una alfa apellidada Jung. —Hizo una pausa. —Ellos no podían tener hijos, todos murieron porque mamá no podía soportarlos en su cuerpo.
Winter mordió su labio, la historia de la reina Kai era bastante triste, Winter no se imaginaba haber crecido con esa carga, luego siguió escuchando la historia de Karina.
—¿Cómo llegó con el rey? —Winter preguntó.
—Me gustaría decir que lo sé, pero hay cosas que mi madre no cuenta. No sé cómo se alejó de aquella mujer, pero sé que mi madre huyó con un grupo de comerciantes a los que consideró su familia, allí encontró a su destinado, era un alfa que quería darle el mundo si se pudiera, jamás lo mordió o lo marcó. —Ella dijo con suavidad. —El día que se iban a casar, el día que pensaron que serían felices mi padre, el rey Jennie, envió a su ejercito y capturaron a mi madre, mandaron a los comerciantes a la cárcel e iban a matar al destinado de mamá.
—¿Y qué pasó? —Winter estaba escéptica escuchando aquella historia.
—Mamá llegó al trato de que se casaría con papá si los dejaba ir, si les perdonaba la vida a todos y desaparecían de Armagedón. —Tragó saliva. —Desde aquel día mi papá se convirtió en reina y vivió de una forma muy infeliz. —Frunció los labios. —Dijeron que el destinado de mamá estaba en Armagedón hace un tiempo, y todos supusieron que yo era una hija bastarda, a pesar de que nací dentro del matrimonio de mis padres.
—Eso es muy triste, Rina. —Winter murmuró. —Quiero decir Jimin.
—Me alegra que hayas llegado a mi vida Minjeong. —La princesa mayor sonrió. —Definitivamente vamos a salir de aquí, cuando regrese a casa demostraré que soy heredera al trono, y por supuesto, tú estarás a mi lado, quiero que te quedes conmigo como mi dama de compañía. Te daré todo lo que necesites para que puedas vivir cómodamente en el palacio.
Winter sonrió con emoción, pero luego ladeó su cabeza, había olvidado que Karina no sabía que Minjeong no era solo una persona de los barrios bajos, sino que también era una princesa, así que solo sonrió.
—Me encantaría verte llegar al trono. —Winter dijo. —Pero debo volver a casa, mis padres estarán demasiado preocupados, aunque te aseguro que podemos ser mejores amigas, me encantaría verte seguido.
—¡Tus padres también pueden venir al palacio! —Karina sonrió. —Creo que puedo obtener el trono si tengo tu apoyo.
Y Winter quería decir que sí, pero no entendía la facilidad con la que la princesa Karina la envolvía, quería tener una amiga de verdad. Ambas estaban destinadas a convertirse en grandes monarcas.
—Se que llegarás al trono. —Winter mencionó. —Sé que lo haremos.
Y Karina se sonrojó cuando sintió la respiración de su amiga sobre su cabello más ese delicado toque, no quería entenderlo, más bien no podía. ¿Qué le pasaba a su corazón cuando estaba con Minjeong?
El protegerla, el mantenerse a su lado, el querer rescatarla y el simple hecho de imaginar gobernar Armagedón con Minjeong se volvían demasiado fuertes. Y Karina tuvo un presentimiento, quizá era pronto sería revelada en su subgénero, pero si Minjeong fuera lo contrario a ella... ¿Sería correcto que la cortejara?
[...]
Jaemin llevaba varios días buscando, gritando y pegando carteles. El barrio bajo empezaba a conocerlo, pero todos eran indiferentes a las necesidades de Jaemin, pese a que usaba una capa que no permitía que se viera su rostro, tenía que gritar a los cuatro vientos que su hija estaba desaparecida y necesitaba ayuda.
—Reina Jaemin. —Era aquel alfa de la compañía de teatro. Ni siquiera recordaba cómo se llamaba. —He visto que se comporta como un desesperado. ¿Necesita ayuda?
—Sí, si la necesito. —Jaemin se veía desesperado y Haechan solo rechistó.
Aquel hombre guio a Jaemin dentro del teatro y le dijo que tomara asiento, Jaemin no quería estar allí, necesitaba encontrar pistas y luego regresar a su habitación antes de que los guardias cambiaran de turno.
—¿Qué es lo que pasa? —Preguntó el alfa.
—Mi hija, la princesa Winter desapareció.
La cara del hombre no reflejó absolutamente nada en su rostro, pero por dentro se sentía sorprendido, era la misma historia que la princesa Karina, ¿Pero quién sería tan idiota de secuestrar a la princesa de otro reino?
—Por un módico precio podemos ayudarle a buscarla. —Dijo el alfa. —Aunque, como consejo de un proveedor a uno de sus clientes favoritos, —Aclaró su garganta. —Deje de escapar del palacio. Hay personas que lo tienen vigilado aunque piense que está seguro.
—¿A qué se refiere?
—¿Cree que alguien se atrevería a secuestrar a la princesa de Wonderland en un reino diferente? —El alfa suspiró. —¿No cree que fuese la orden dada por alguien?
—Necesito que me consiga un barco que cruce ese mar. —Jaemin dijo relamiendo sus labios, pensó que solo tenía enemigos en Wonderland, no en otro reino.
—Puedo conseguirlo, pero tardará al menos unos días. —Murmuró aquel alfa. —¿Cree que la princesa está en el mar maldito?
—Sé que está allí. —Jaemin confirmó.
—Contácteme en tres días, con el tema de fiesta de la princesa Karina todo está detenido, tendré información de su barco. —el alfa frunció los labios. —Debería regresar al palacio, por sus seguridad.
Jaemin solo asintió y salió del teatro. Haechan ya iba a reprocharle a Jaemin un montón de cosas, pero Jaemin frunció los labios y vio que un barco estaba descargando cosas en el muelle del mar maldito.
—¡Hola! —Jaemin llamó. —Disculpen, ¿Quién es el dueño del barco?
Un hombre viejo con una pinta de vanidoso y un olor añejo se acercó a Jaemin, Jaemin cubrió bien su cuello y sintió un mal augurio, pero no le hizo caso.
—Soy yo, ¿Qué quieres?
—¿Cuánto por cruzar el mar maldito y llevar a dos personas a una isla del otro lado? —preguntó.
—¿Solo dos? —Preguntó el hombre. —Bueno, por eso serían 1,000 monedas de oro. —Habló. —Aunque claro, nadie le daría un aventón a esa isla, está embrujada, nadie lo hará por menos.
Jaemin mordió su labio, mil mones de oro no era tanto para el tesoro nacional de Wonderland, además estaba desesperado.
—Lo quiero. ¿Cuándo zarparíamos?
—Todo está detenido hasta medianoche de mañana. —Dijo el capitán. —Pero por eso es mejor salir en la madrugada. ¿Lo veo mañana antes de medianoche?
—Bien. —Jaemin murmuró.
Necesitaba encontrar las monedas y avisarle a Jeno, el baile de la princesa Karina sería la excusa perfecta para salir a buscar a Winter, tenían que encontrarla cuanto antes.
Continuará...
Notes:
Nos leemos el próximo lunes, p.d. nos vemos mañana a los que vayan al SMTown <3 Si me ven me piden freebies jajaja (Traeré la playera negra de SHINee (Minho) o la del NCT Nation de Jeno, falda blanca y una mochila llena de keyrings jajajaja -al más estilo Sakuya-)
Chapter 56: Capítulo LVI
Chapter Text
El día del cumpleaños de Karina llegó en un abrir y cerrar de ojos, Jaemin ya le había avisado a Jeno sobre su plan, sobre el barco. Ese era el día en que todo se movería.
Sin embargo, Winter no la estaba pasando tan bien, poco a poco estaba llegando el día de la venta, pero lo que más le preocupaba a Winter en ese momento era la princesa Karina, la pobre no se sentía bien, su cuerpo le dolía demasiado.
—Le dije a la señora Kim que te sientes mal y dijo que vendría a verte en un momento.
—Minjeong, ella no puede verme así. —Karina se retorció del dolor. —Sabrá lo que pasa.
—Nunca pensé que sería tan doloroso. —Winter frunció los labios. —Pensé que simplemente aparecía el subgénero de repente.
—No debería ser tan doloroso, simplemente soy hija de un omega primigenio. —Ella sentía que sudaba. —Minjeong, creo que deberías salir de aquí.
—No, me quedaré contigo, tengo miedo de perderte de vista por un segundo y desaparezcas. —Winter no quería que se Karina se fuera de su lado, debía llevarla a casa y sacarla de allí.
Pero, para Karina, aquellas palabras sonaban más como una declaración, no entendía por qué se sentía de esa forma con Minjeong, ¿En qué momento había hecho una amiga tan especial? Karina era amable con todas las demás personas, pero Minjeong era una persona increíble. Era como un hada que con polvos mágicos hizo que Karina quisiera recuperar el trono y sus ganas de vivir.
—Si soy una omega seguramente me venderán... Si soy un alfa me matarán o me forzarán a hacer trabajos pesados. —Karina mordió su labio. —Tengo miedo.
Winter se sentó a un lado de Karina y limpió el sudor que la chica desbordaba, Winter estaba preocupada, ¿A ella también le sucedería eso? Esperaba que cuando se revelara su subgénero, su mamá Jaemin pudiera estar con ella y Haechan también se mantuviera a su lado.
Tenían que escapar pronto.
—Necesitas descansar, será mejor que me vaya y me encargue de tu trabajo, vigilaré que nadie entre a tu habitación. —Winter aclaró. —Realmente estás hirviendo. —Winter llevó su mano a la frente de Karina y luego a sus mejillas sonrojadas.
Karina cerraba sus ojos, pero al mismo tiempo aprovechó la oportunidad para besar el dorso de la mano de la princesa de Wonderland, Winter sin querer se sonrojó y no retiró su mano, pensó que era grosero, pero inmediatamente observó a la otra princesa y vio que su mirada se fijaba en ella.
—Minjeong, si soy un alfa. —Dijo la joven con un tono orgulloso. —¿Podrías ser una omega? Me gustaría que tú fueras mi omega...
Winter abrió la boca y dudó, porque en ese momento estaba tan preocupada porque quería ir con sus padres, pero al mismo tiempo quería rescatar a la princesa y sí, quería ser su amiga, pero ¿Ser su omega?
—Lo siento, princesa. —Winter retiró la mano y se sonrojó. —Debo irme.
Winter se encargó de cerrar la puerta y ponerle llave, para bajar al bar y dedicarse a ser mesera, ya que si no cumplían, los "esclavos" terminaban golpeados con varas de hierro, Winter no se podría permitir que le pegaran y dañar su piel.
Estuvo durante horas atendiendo, cuando la noche llegó, a Winter le tocó atender una última mesa. Había un hombre con una capucha vieja sobre el rostro.
Él se sorprendió cuando la vio.
—Niña. —Dijo el hombre actuando lo más misterioso. —¿Qué haces aquí? ¿Sabes lo preocupados que están tus padres?
Winter al escuchar eso, volteó a verlo y trató de ver que nadie lo hubiese oído.
—¿Puedes contactar a mis padres? —Ella preguntó. —Ellos le darán cualquier tipo de pago, señor Soo.
Winter recordaba a ese hombre como un alfa que también tenía una compañía de teatro, sabía mucho del mago dorado, pero también estaba tras algo que tenía la antigua reina Jaemin.
—¿Sabes quién soy? —El hombre de cejas gruesas y grandes ojos le miró y trató de disimular. —¿No te han borrado la memoria?
—La recuperé. —Dijo ella.
Y quería empezar a pedirle un favor a aquel hombre, pero el alfa habló más rápido y sacó algo de su bolsillo con seguridad.
—Ella está aquí, ¿La princesa Karina? —Preguntó el hombre. —La he buscado demasiado y las malas lenguas dicen que la vieron aquí. —Winter no quería contestar, pero sintió que el hombre le ponía algo en la mano, eran varias pastillas. —Son supresores, si la princesa es un omega, dale dos al día, si es un alfa, dale una. Si está en este lugar puede ser peligroso.
—Ella está aquí. —Winter murmuró. —Necesito que nos saquen de aquí. —Casi suplicó.
—Mañana vendré con tus padres, me llevaré a la princesa a un lugar seguro, con la familia que la quiere. —Dijo el hombre angustiado. —¿Están bien?
—No soportaremos mucho. —Winter murmuró.
—Me daré prisa. —Dijo el alfa. —Ve y dale eso a la princesa, buscaré a tus padres.
El hombre dejó unos billetes en la mesa y salió de aquel bar, Winter se escabulló y subió a la habitación donde estaba Karina, ella sudaba y estaba inconsciente, le metió una pastilla en la boca e hizo que tragara.
Pronto, pronto, era cuestión de esperar un poco para que vinieran a rescatarlas.
[...]
Haechan estaba indignado, se supone que era una fiesta, pero el rey Jennie había dicho "Nuestra hija no está en condiciones de ver a las personas que la acompañan hoy, está en medio de la revelación de su segundo género".
Todos parecían entenderlo, excepto Haechan.
—Los odio. —Haechan murmuró. —La fiesta de nuestra pequeña Winter debe ser mejor que ésta y ella debe ser la protagonista, prometo que jamás la perderé de vista.
—Haechan, ahora no quiero oírte. —Jeno murmuró. —Hay que ir al puerto para que nos lleven a esa isla. Tenemos que ir por Winter y volver a Wonderland, tengo un mal presentimiento.
—No, no hablen de malos presentimientos. —Jaemin dudó mientras salían del palacio de Armagedón. —Tenemos que rescatar a nuestra hija.
—Nuestra hija estará bien, pero tengo un mal presentimiento con Wonderland, no me gusta que mi madre haya vuelto al palacio y se esté encargando del torneo de caza por mi cumpleaños. Quiero regresar cuanto antes. —Jeno tenía razón.
Ellos corrieron por todo el pueblo, hasta que llegaron al barco, sorprendentemente, se veía mucho más grande de lo que lo recordaban, también había más marineros de lo que recordaba, pero Jaemin agradeció que tantas personas se unieran a la búsqueda de la princesa.
Jeno pagó la mitad del traslado y el capitán les dio la bienvenida.
—Iremos a la isla, pero si nos detienen, volveremos, no debe de haber movimiento por los festejos de la princesa Karina. —Dijo el capitán mientras les decía a sus hombres que zarparían en unos minutos.
—Nos haremos cargo. —Jeno murmuró.
El barco desplegó sin problemas, pero el mar que cruzaban empezaba a ser bastante largo. Jeno y Jaemin buscaron un lugar donde pudieran ver el horizonte por si veían la isla de la que habían escuchado.
—La vamos a encontrar. —Haechan aseguró. —Yo lamento haberla perdido de vista y no decirles sobre lo que estaba pasando.
—No tiene sentido disculparse. —Jeno soltó un suspiro. —Jaemin y yo pensamos que era el momento de acercarnos más.
Haechan iba a hacer una broma, no podía verlo tampoco porque estaba en el cuello de Jaemin, pero Jaemin se sintió un poco confundido y emocionado al sentir la mano de su esposo sobre su cadera. Se acercó a él y cerró los ojos para darse un pequeño beso.
No sabían cómo habían avanzado tanto. Jeno era capaz de disfrutar un buen beso y el contacto de la persona que amaba.
Definitivamente iban a a encontrar a su hija y oficialmente de comprometería emocionalmente con Jaemin, lo mordería y le haría saber al mundo que eran una pareja verdadera.
—Jaemin, voltea al cielo. —Haechan mencionó.
Jaemin volteó.
—¿Qué pasa? —Jeno cuestionó.
—No es muy perceptible, es magia de calidad media, pero para la vista aguda de un objeto mágico es visible, es una barrera mágica. Vamos directo a una trampa.
Jeno no sintió nada, Jaemin sí, fue como si atravesara una tela fina, sin embargo su corazón empezó a palpitar más rápido, siento el agua de la tormenta que empezó a caer.
Los marineros se preguntaron en qué momento había empezado la lluvia y la tormenta, porque no había nubes y mucho menos vientos despiadados.
Las olas empezaban a ser bastante fuertes y no se veía el horizonte, sentían como el barco se alentaba y se mecía duramente. Jaemin tomó a Jeno de la mano.
—¡Hay un barco! —Gritó uno de los marineros.
Jaemin no supo en qué momento el barco empezó a moverse más y más, no era un mar grande, pero sí lo suficiente para que un gran barco aparecía y empezaran a lanzar flechas con fuego.
—¡¿Qué es esto?! —Gritó Jeno a los marinos.
—¡Nos están atacando! —Gritó uno más.
Jeno siempre cargaba una espada, pero Jaemin no tenía magia para protegerse, Haechan le había explicado que el cuerpo de Jaemin estaba dividido en magia oscura y en magia blanca, que debería tener algún tipo de "purificación" y que en unos tres años su corazón coincidiría con su cuerpo, por mientras no podía usar magia.
Consecuencias de haber entrado a un cuerpo que no era suyo, pero Haechan lo ayudaba, ahora Haechan no era tan funcional.
Jeno se dio cuenta que el barco realmente estaba siendo atacado, estaban incendiando el pequeño barquito, y que el navío que los atacaba tenía el emblema del reino de Armagedón.
Después de unas cuantas peleas, Jeno escuchó el grito de Haechan y de Jaemin, un mástil móvil golpeó el cuerpo de Jeno.
Lo empujó duramente y el impacto lo tiró al agua.
Jaemin se sintió asustado, en ese mundo no había dioses a quien rezarle, pero quizá en su mundo desearía que Poseidón lo ayudara, o quizá alguna sirenita como Ariel, que lo rescatara, pero como no existían, Jaemin se arrojó al agua.
Tenía que traer a Jeno.
La tormenta y las olas no ayudaban.
—Las olas y la tormenta están hechas con magia. —Dijo el espejo. —Todo está muy oscuro, no puedo ver nada.
Jaemin arrancó el espejo del cuello y lo puso frente a él, para decirle que si no se quería ahogar, debía tener la boca cerrada. Haechan se lamentó por no haber pensado en eso, pero Jaemin estaba más preocupado, ¿Dónde estaba Jeno? No podía ver nada.
—¡Jeno! —Haechan gritó. Fue la voz que Jaemin no podía soltar. Haechan rápidamente se instaló en el espejo de Jeno, podía sentirlo en su radio más cercano, pero cuando entró lo único que pudo ver esa oscuridad. —¡Jeno! ¡Despierta!
¿Cómo perdían a Jeno así? ¡Tan cerca de rescatar a Winter!
¿Qué demonios había pasado?
Haechan volvió al espejo de Jaemin y se dio cuenta que detrás de él venían dos hombres, vestían con el uniforme de la guardia de Armagedón.
Jaemin trató de soltarse del agarre de los dos betas para ir más abajo y tratar de rescatar a Jeno, pero era imposible, estaba siendo arrastrado a la superficie.
—¡Suélteme! —Jaemin gritó tomando aire. —¡Jeno! ¡Jeno! —Gritó.
Haechan no sabía qué hacer, porque no podía hacer nada. Si regresaba al espejo de Jeno no podía ver nada, así que simplemente se quedó en el espejo de Jaemin, el cual se volvió a poner en el cuello mientras lo obligaban a subir al barco que los había atacado.
Continuará...
Chapter 57: Capítulo LVII
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Jaemin gritaba, estaban subiéndolo como si fuera un criminal, él seguía siendo la reina de Wonderland, lo estaban lastimando y por más que se quejaba, nadie parecía hacerle caso.
Cuando estuvo en la cubierta del barco, lo arrojaron y cayó de rodillas, viendo al capitán del navío que lucía como un pedante, de rodillas también estaba el capitán y parte de la tripulación del barco que había "rentado".
—Así que es cierto. —Dijo el capitán del navío.
—Ayúdenme, debo salvar a mi esposo. —Gritó mientras se removía y los guardias lo sometían. —Él cayó inconsciente al agua.
El hombre les hizo una señal a sus hombres y estos empezaron a golpear a los marines.
—Ellos dicen que fueron contratados y obligados a venir aquí para deshacerse del rey Jeno. —Dijo el capitán.
Jaemin abrió la boca indignado. Los miró a ver con ojos matones, pero ellos comenzaron a lloriquear.
—¡Es cierto! Nos dio dinero para deshacerse del rey Jeno y quedarse como reina de Wonderland, seguramente él mismo ocasionó la "desaparición" de su hija.
—¡Claro que no! —Jaemin se quejó.
Pero recibió una fuerte bofetada de uno de los guardias, Haechan estaba tan indignado, empezó a buscar espejos en todo el barco mientras, al parecer, iban de regreso a Armagedón, Haechan no encontraba nada que pudiera considerarse un espejo y se lamentó, regresando con Jaemin.
—Ha perdido todos sus derechos al ser considerado un traidor en el reino de Armagedón, ¿Quería culpar a nuestra patria por la desaparición de la princesa Winter y de la muerte del rey Jeno? —Dijo el comodoro.
—¡No! —Jaemin se quejó. —No, esto no es así.
—¿Entonces? —Dijo el hombre. —Lo mejor es que duerma por ahora y se le llevará a juicio en cuanto lleguemos a tierra.
Y Jaemin fue golpeado hasta que quedó inconsciente.
Haechan podía verlo todo, oírlo todo, vio cuando el comodoro le dio bolsas de dinero a los hombres que habían rentado el barco para Jaemin, lo entendió, esos testimonios falsos, aunque el capitán de la marina también los amenazó.
Estaba en un complot y no podía entender por qué.
Haechan se sentía demasiado impotente, Jeno podría haberse ahogado de verdad y Jaemin podría morir si era castigado, nuevamente Haechan trató de cambiar al espejo de Jeno, pero no vio nada más que oscuridad y algunas algas marinas, rezaba porque no pasara nada, sin embargo, tuvo que cambiar de espejo ya que se estaban alejando mucho.
Haechan se sintió muy ofendido cuando llevaron a Jaemin como un criminal, nadie trataba sus heridas y cuando llegaron al castillo fue encerrado como un vil delincuente en los calabozos.
—¿Cómo estás? —Haechan le preguntó cuando vio que Jaemin abría los ojos.
Estaba esposado y cansado.
—Me duele todo, no sé qué pasó. —Jaemin mencionó. —¿Dónde está Jeno?
Haechan frunció los labios.
—No lo trajeron, no pudo contactarme con él, está lejos. —Haechan murmuró. —Ahora estamos en el palacio de Armagedón.
—Necesito encontrar a Jeno y a Winter. —Jaemin susurró.
—Yo tengo un mal presentimiento porque no me puedo contactar con Doyoung y no pueden enviar a nadie. —Haechan soltó un suspiro. —Estoy cansado, no sé qué hacer.
—Lo resolveremos, lo haremos. —Jaemin se dijo a sí mismo mientras el sol empezaba a salir.
Y la información comenzó a moverse, el rumor de que la reina Jaemin de Wonderland había sido apresada corrió por todos lados hasta que fue medio día. Jaemin tragó saliva, tenía algo de hambre y sueño, le dolía todo el cuerpo.
Lo sacaron del calabozo y lo llevaron encadenado al salón principal donde los reyes de Armagedón lo esperaban. La reina Kai tenía una expresión horrorizada y el rey Jennie lo veía con seriedad.
—Reina Jaemin, le dije que no hiciera escandalo en mi reino y vea ahora la situación. —Dijo Jennie. —Está acusado del homicidio del rey Jeno y es sospechoso de la desaparición de la princesa Winter.
—¿Homicidio? —Haechan preguntó en voz alta, aunque se encontraba escondido en el espejo, todos penaron que Jaemin fue el que había hablado.
—Confirmaron que salía de su habitación y compró un viaje mientras fingía preocupación, los marinos dijeron que fueron contratados y escucharon que su intención era asesinar al rey Jeno, ahogándolo durante la tormenta. —Dijo el rey.
—No, no... —Los ojos de Jaemin se llenaron de lágrimas. —Yo no haría eso. ¿Dónde está él? ¿Dónde está Jeno?
El rey Jennie no dijo nada, miró a sus guardias y les dio una instrucción.
—Aunque llore es muy seguro que nadie crea en su teatrito, sabemos que era odiado por el rey Jeno y quería deshacerse de él y de la princesa Winter para tomar el trono. —Jennie murmuró. —Lo bueno es que la armada real pudo detenerlo, aunque por supuesto, usted tuvo tiempo de arrojar al rey Jeno en una zona de tornados marinos, aún no se puede encontrar el cuerpo del rey.
—¡Él no está muerto! —Jaemin gritó. —En vez de tenerme aquí deberían de buscarlo, de buscar a mi hija y de buscar a su hija! —Gritó con odio.
Jennie miró a su guardia y éste levantó a Jaemin del cabello jalándolo para que viera al frente y tuviera cuidado de sus palabras.
—¿Mi hija? Tú que sabes de hijas, desapareciste a la tuya, la mía solo está haciendo un berrinche, y volverá con su madre cuando quiera, cuando vea que no es la única heredera y que nada gira en torno a ella. —Frunció los labios. —Usted se quedará encerrado hasta que se encuentre el cuerpo del rey Jeno o de la princesa Winter y se sepan las causas de muerte.
Jaemin se iba a quejar y Haechan quería hablar sobre el complot que había con respecto al lo que había escuchado y visto, alguien quería a Jaemin encerrado y como culpable, no había sido el rey Jennie únicamente, había algo más, alguien más.
Y la respuesta de Haechan llegó inmediatamente.
—¡Entrando la reina madre, la princesa Yoona de Wonderland! —Declaró uno de los guardias de la entrada.
Jaemin sintió un escalofrío y Haechan apretó el puño, se hacían varios días entre Wonderland y Armagedón, ¿Cómo un ser sin magia había llegado tan rápido? ¿Acaso la exreina Yoona sabía lo que le pasaría a su hijo y a su nieta?
—Rey Jennie, reina Kai. —Presentó sus respetos bajando la mirada para saludar. Vio a Jaemin y rodó los ojos, era una decepción.
La reina Kai estaba un tanto sorprendido. ¿Qué había pasado en tan poco tiempo? ¡Él evidentemente veía que esto había sido planeado! Una trampa.
—Reina Yoona, ¿A qué se debe su visita? —El rey Jennie sonrió.
—Me han avisado que el rey Jeno, mi hijo, ha desaparecido al igual que la princesa Winter. —La reina Yoona habló. —Es mi deber como reina madre velar por los intereses de Wonderland.
Jaemin se quedó callado, para él también era fácil verlo, el antiguo Jaemin fue un brujo oscuro que trató de hundir a su familia y trabajó con personas incorrectas para que éstas quedaran en las sombras mientras seguían teniendo poder, ahora que se había vuelto un aliado indispensable del rey Jeno y la figura política cuando éste faltara, evidentemente habría un golpe de estado.
—Se está buscando el cuerpo del rey Jeno y de la princesa Winter. —Explicó el rey Jennie. —Hacemos todo lo posible para que Armagedón no se vea involucrado con la política de Wonderland.
—Bien dicho, para Wonderland, Armagedón siempre ha sido su mayor aliado, no dude que se le recompensará cuando Wonderland sea el imperio. —Dijo la mujer mayor.
Y allí estaba la sonrisa cómplice. Entre ambas mujeres, una exreina omega que buscaba el poder de su reino al verse desplazada y una mujer alfa que buscaba que nadie le arrebatara el poder incluso deshaciéndose de sus propios hijos para no comprometer el trono.
—La búsqueda será rápida si tenemos un poco de información. ¿Reina Jaemin, en dónde apareció la tormenta? —La reina Kai le susurró a la reina en desgracia.
Jaemin iba a contestar, sabía que podía recibir ayuda, pero fue la exreina Yoona la que habló primero.
—La reina Jaemin será despojado de su título y se extraditará a Wonderland, una vez que se encuentre el cuerpo de mi hijo y de mi nieta, será condenado por traición y será ejecutado. —Dijo la reina Yoona, luego miró al omega varón herido. —¿O acaso ya recordaste cómo usar magia, princesa Jaemin?
Jaemin se quedó callado, estaba asustado, estaba enojado, estaba preocupado ¿Qué iba a pasar con él? ¿Qué iba a pasar con Jeno y con Winter? ¿Qué iba a pasar ahora con Wonderland ya que la reina Yoona quería quedarse en el poder a falta de la familia real y la traición del consorte?
[...]
Haechan estaba demasiado preocupado, Jaemin había sido arrastrado a una carroza que era más madera que otra cosa, volverían cuanto antes a Wonderland, allí sería encerrado hasta que Armagedón encontrara el cuerpo de los monarcas. Fue exhibido ante todos los que pasaban por el palacio y se le acusó de traición al reino de su esposo.
Haechan estaba preocupado, estaba enojado, estaba sintiéndose inútil e impotente.
Se movió entre espejos y llegó a la habitación de la reina Kai, encontró al omega primigenio escribiendo una carta con desesperación, trataba de tomarlo bien por el bien de su bebé, pero estaba angustiado, el lazo materno que tenía con Karina seguía en pie, la sentía viva y la sentía como un alfa, pero aún así era cómo si no pudiera ubicarla.
Necesitaba que volviera.
—No puede ser indiferente a la reina Jaemin. —Haechan dijo apareciendo frente al espejo de la reina. —Ellos están tan seguros de que el rey Jeno y la princesa están muertos, pero me niego a creerlo hasta encontrar las pruebas.
—He escrito una carta para buscar ayuda de unos viejos amigos. —La reina se sintió cobarde. —Buscaban a la princesa Karina, pero ahora la prioridad es el rey Jeno y la princesa Winter, esto, yo no tenía idea de lo que hacía mi esposa.
—Lo sé, tiene esa mirada en el rostro, un omega primigenio que fue privado de su libertad, de su vida, obligado a ser madre y solo lucir como un premio. —Haechan bajó la mirada.
Kai trató de sonreír, pero no pudo.
—Al verte, puedo ver que también tienes el color de un omega primigenio. —Hizo una pausa al saber que alguien podía entenderlo. —No sé quién le metió la idea al rey Jennie que nuestra hija Karina no era su hija, tengo su marca, su lazo. —Hizo una pausa. —Karina nació dentro de un matrimonio que yo no quería, pero era por el bien de mi gente, ella no pagará por mis elecciones.
—Fue en el mar, hay magia de por medio. —Haechan mencionó. —Una barrera en el mar, la segunda barrera es una tormenta, allí nos atacaron e inculparon a Jaemin. —Explicó. —Mande a alguien a buscar al rey Jeno, no podemos permitir que enemigos encuentren su cuerpo, lo necesitamos vivo.
La reina Kai asintió.
—Mi reino siempre ha necesitado magia. —Hizo una pausa. —¿No sería bueno llamar al mago de obsidiana?
Haechan soltó una risita.
—No me gustaría, sé que se pondría de nuestro lado, pero no lo sé. —Haechan frunció sus labios. —Me gustaría que fuera la última opción.
—Él le ha dado la espalda a mi llamado por parte de Armagedón, pensé que al ser su familia, él al menos podría ayudarlos. —La reina Kai habló.
Y Haechan solamente se quedó callado. Mark era la mejor opción, pero necesitaba a alguien que no fuera él, estaba seguro de que Mark no aceptaría ninguna petición de cualquier otro reino que no fuera Wonderland, pero el orgullo a veces era más fuerte.
Continuará...
Chapter 58: Capítulo LVIII
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
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Karina estaba agradecida por la atención y el cariño que tenía Minjeong con ella, le había conseguido supresores y se empezó a sentir mucho mejor al día siguiente, Minjeong dijo que había encontrado a alguien que les avisaría a sus padres que ella estaba allí, que los llevaría pronto.
Pero ya eran más de las 8 de la noche y esa persona no parecía que fuera a regresar.
—Minjeong, sé que las personas hacen promesas vacías, pero deja de ver a la entrada, podrían pensar que esperas a alguien y podrían castigarte. —Jimin la jaló de la mano y le susurró al oído.
Karina no sabía qué le pasaba con Minjeong, era la niña más bonita y dulce que había conocido, y vaya que había conocido muchas personas, quería quedarse con la chica y protegerla de todo. No sabía si eran los instintos de alfa que había despertado o por qué tenía esa devoción por su amiga.
—Ellos llegarán en cualquier momento. —Winter dijo viendo la puerta.
—¿No crees que tus padres podrían ser capturados?
—Jamás, mi papá es fuerte. —Winter aseguró. —Mamá también, él sería capaz de dar su vida con tal de protegerme, sé que vendrán pronto.
—Min, hay muchas personas malas haya afuera, ¿Cómo le puedes creer a un alfa que vino aquí y te promete cosas?
—Él me dio tus supresores, él vino a buscarte, sé que él le avisó a la reina Kai que estás aquí. —La niña seguía manteniendo la fe y la esperanza de que alguien vendría a rescatarlas.
Karina se quedó callada, quería ver a su madre, pero no a su padre Jennie, no quería saber que le miraba como si no fuera su hija, como si fuera una carga, como si fuera una ilegitima que no podría cargar el peso de la corona.
Aunque su padre tenía un defecto, quería tanto el trono al ser la primera mujer alfa que gobernaba con mano de hierro, seguramente se sentiría amenazada si descubría que Karina también era un alfa y que sería su sucesora.
—Quiero que me rescaten, no sabes en lo mucho que pensé en huir. —Hizo una pausa. —Pero no puedo dejar a todas estas personas aquí, hay trata de personas, de omegas. Hay un grupo de piratas que quiere destruir Neverland y roban personas de Armagedón. ¿Qué clase de monarca sería si me tapo los ojos y no busco una solución a este problema?
Y Winter pareció pensarlo, tenía razón. Karina era un alfa inteligente, amable, guapa y bondadosa. Winter quería ser una heredera igual de sabia. Ella sería emperatriz en algún momento, todos los reinos la necesitarían.
—¿Y qué haremos? —Winter preguntó.
—Necesitamos armar un grupo de rescate, ellos no saben que tienen a la princesa aquí. —Karina aseguró. —Pero si escapo, ellos huirán y se llevarán a todos estos niños.
—Es un tema de varios reinos. —Winter pareció meditarlo. —Estoy segura de que si mis padres vienen, ellos lo resolverán, verás que atraparán a todos los malos y podremos estar bien.
Winter creía que su rescate sería como el de Año Nuevo, ahora no tenía a la reina Jaemin con ella, pero había hecho una nueva amiga, era momento de proteger y no ser protegida.
—Tienes mucha fe. —Karina se burló. —No todos son cuentos de hadas, aunque tus padres vengan, ¿Qué podrán hacer?
Karina no sabía que estaba codeándose con la princesa de otro reino y Winter tampoco le diría, era lo más seguro para las dos, aunque quería decirlo, Winter estaba orgullosa de su origen, de sus padres y de su reino.
—¿Escuchaste? —Dijo un alfa hablando con un viejo alfa barbón a un costado de la mesa.
—¿Qué? —Preguntó el otro.
—Dicen que la reina Jaemin de Wonderland asesinó a su esposo y a su hijastra para quedarse con el poder. —Hizo una pausa. —Planeaba culpar al reino de Armagedón, pero la reina madre de Wonderland lo detuvo.
—Increíble, los omegas son criaturas arrogantes e inferiores, ¿Cómo se atreve? —Murmuró.
—Es un milagro que no se haya embarazado, dicen que cometió el acto de traición contra la corona al ser el amante del hijo ilegitimo del ex rey de Wonderland. —Susurró el otro hombre.
Winter se quedó pasmada. ¿Qué acaba de oír?
Sabía que las blasfemias existían en los reinos, los rumores eran fuentes no confiables, pero Winter empezó a temblar.
—Buenas noches, señores. —Winter hizo una reverencia. —¿Les puedo ofrecer más bebidas?
Ellos sonrieron al ver a una niña tan dulce y con la piel tan blanca que era su proveedor, tan pequeña, indefensa y hermosa.
—Tráenos, dos cervezas más. —Dijo el hombre. —Luego ven, siéntate con nosotros.
Karina estaba anonadada al ver el comportamiento amable de Minjeong con los alfas, ¿Qué le pasaba? Se sorprendió más cuando la niña tomó asiento junto al hombre que parecía más joven de los dos.
—Perdón mi intromisión, pero ¿Lo que dijeron es cierto? ¿La reina de Wonderland mató a su esposo y a su hija?
El alfa joven soltó una risa y levantó su cerveza con superioridad, le gustaba tener la atención de omegas, y más de mujeres hermosas, la niña lo veía expectante, interesada, era mejor mantenerla atraída a él y a la información que todo el mundo soltaba.
—Dicen que les pagó a unos asesinos para que secuestraran y mataran a su hijastra, luego, mientras fingía preocupación, golpeó al rey Jeno y lo arrojó al mar. —Presumió la información que tenía.
Winter trató de sonreír, coqueteaba por un poco de información, pero no pudo evitar romperse. Su mirada se desdibujó y sus ojos se estaban llenando de lágrimas. Karina no estaba a su alrededor, estaba atendiendo a otros clientes.
Haechan, Haechan no la había buscado...
—¿Y qué pasó con la reina Jaemin? —Preguntó la niña.
—Parece que te interesa mucho el tema, ¿No? —Preguntó el alfa más viejo mientras veía el cuerpo de la menor.
—Querían ser el imperio de la nación, ¿Cómo podría una familia tan problemática gobernar? —Winter rechistó. Quería agradarle a la gente de Armagedón para protegerse.
—La niña tiene razón. —Dijo el joven alfa. —Dicen que la reina madre de Wonderland se lo llevó a su reino, una vez que encuentren los cuerpos, la reina será ejecutada y le cortarán la cabeza, luego la pondrán en una lanza a las afueras del castillo para que nadie piense en cometer traición. —Especuló.
Winter dejó de respirar. ¡Su madre jamás haría eso! ¡Era una exageración!
¿Pero qué había pasado con su papá? ¿Dónde estaba el rey Jeno? ¿Realmente había muerto? ¿Dónde estaba Haechan? ¿Qué estaba pasando allá afuera? ¡Ella no estaba desaparecida, ella estaba secuestrada!
—Todos obtienen lo que se merecen. —Winter rechistó. —Lo siento, me llaman de otra mesa. —Relamió sus labios. —Gracias.
No tuvo tiempo de decir cosas, solo se alejó de la mesa y caminó a las habitaciones que estaban en la parte de arriba. Azotó su puerta y observó el espejo que se había quedado de ese hermoso vestido del cual tuvo que deshacerse en el mar.
¿Dónde estaba su familia? ¿Dónde estaban sus padres? ¿Cómo podía salir de allí?
No podía derrumbarse y llorar, no podía seguir siendo la princesa que se quedaba sentada siguiendo las opiniones de los demás, necesitaba escapar y ella misma ir a salvar a su madre.
Era su culpa haber salido y ser secuestrada tontamente cuando Haechan le dijo que no saliera sola, ella tenía que hacerse cargo de sus decisiones. ¡Ella era la futura reina de Wonderland!
Nadie le quitaría ese derecho, nadie se desharía de ella.
Aun con las lagrimas en el rostro y con un nudo en la garganta, tomó unas tijeras, y cortó su cabello, ese cabello largo que representaba a las mujeres en la realeza dejó de importarle, el cabello largo representaba la feminidad y la pureza de las mujeres, su poderío.
Ahora solo significaba esconder su belleza con cabello a los hombros para que nadie se fijara en ella, su ropa sería la más fea y se volvería asquerosa si eso significaba que ninguna persona podría comprarla.
—¡Minjeong! —Gritó Karina en cuanto la vio. —¿Qué estás haciendo? —Le arrebató las tijeras.
La mirada de Winter era decidida, no quería esconderse más, así que miró a Karina y la pretendió.
—Vamos a escapar de aquí, me voy a ir y tú vendrás conmigo. —Le dijo.
—¿Qué pasó? ¡Pero tu cabello! —Jimin parecía extrañada y preocupada.
—No voy a permitir que me vendan, tenemos menos de una semana para idear un plan. —Frunció los labios. —Sinceramente no me importa si se queda más personas aquí, pero me iré, mis padres me necesitan y tengo que ayudarlos.
—Podemos idear algo, pero... —Jimin hizo una mueca. —¿Estás bien?
—¡No! —Gritó con coraje y con las lagrimas acumuladas en el rostro. —Ya no quiero ser una "princesita" que necesite ser rescatada, voy a ser yo quien pueda recatar a todos.
Karina se sentía un tanto orgullosa, Minjeong no quería hablar mucho del tema, pero realmente algo le había afectado, no entendía nada, pero ya se le habían ocurrido unas cuantas ideas de cómo escapar, solo que faltarían unos cuantos días, podrían salir con la ropa de lavandería y escapar en el barco que les llevaba alcohol o quizá en una barca pequeña.
Podrían salir si las dos se coordinaban bien y no llegaban grandes cantidades de clientes.
—Vamos a escapar de aquí. —Karina le dijo. —Confía en mí.
[...]
Pasaron un par de días, en cuando Jaemin pisó la tierra de Wonderland fue exhibido como un traidor y el asesino de la familia real. Jaemin no recodaba mucho, era Haechan quien se había grabado cada golpe, cada insulto y cada gota de sangre.
Jaemin iba tan golpeado que siempre perdía la conciencia, era tratado como un costal siendo arrastrado por el suelo de todos lados.
Inclusive cuando llegaron a su palacio fueron directo a los calabozos.
Jaemin no podía abrir los ojos.
—¡Reina Jaemin! —Haechan conocía esa voz.
Aunque Jaemin no podía ver los calabozos que estaban a lo largo del pasillo, Haechan si podía. Pero sintió mucha tristeza cuando vio al guardia Doyoung sin un ojo y sin un brazo, no estaba muerto, pero estaba asustado viendo el trato a su reina.
—¡Mi reina! —Ningning gritó desde otra cárcel. —Reina Jaemin...
Haechan no podía ver a la dama y sabía que si la veía se arrepentiría, había sirvientes del palacio quienes le eran leales al rey Jeno y a la reina Jaemin dentro de las celdas.
—Ahora Jaemin ya no es la reina y dudo que Dreamland lo reclame como su princesa, será ejecutado durante el cumpleaños del antiguo rey Jeno. —Dijo la exreina Yoona.
Ella observó como los guardias abrían la prisión de máxima seguridad, no tenía barrotes como las otras, era una puerta de acero cubierta de magia para que nadie pudiera escapar. Cerró la puerta y dejó que sus guardias escucharan las amenazas de la mujer con el pobre omega.
—Esto de pasa por traicionarme. —Le dijo a Jaemin golpeándolo con la palma de su mano, luego le quitó el sucio collar que traía en el cuello. —Como era de suponerse, cambiaste de bando, pero aún así no fuiste lo suficientemente bueno para tener un lazo con él.
Jaemin no podía hablar, sentía el sabor metálico de la sangre en su boca. Ni siquiera podía abrir bien los ojos.
—A parte de deshacerte de Jeno y de la pequeña bastarda, sería bueno acusarte de traición antes de que un alfa te marque. —Sonrió. —No funcionó con los "amigos" que mandé en Año Nuevo, así que ahora que no puedes escapar me encargaré de manchar tu reputación para que te corten la cabeza como la asquerosidad que intentó engañar al reino.
Haechan apretó su puño, no quería seguir oyendo, no quería siquiera seguir viendo, no podía permitir que Jaemin fuera lastimado ni que le cortaran la cabeza.
Jaemin tragó saliva, pero no podía siquiera pararse del suelo.
—Disfruta tus últimos días de vida. —Ella sonrió.
Y simplemente cerró la puerta, Jaemin se quedó solo en un lugar oscuro que olía a humedad, Jaemin también estaba muriendo de hambre y de tristeza, Haechan sabía que Jaemin estaría pensando en su familia sin poder hacer nada.
No había nadie que pudiera ayudarlos.
—Jaemin, lo siento tanto. —Haechan susurró.
Jaemin no dijo nada, solo tomó su espejo con las manos. Porque todo dependía de Haechan, y Haechan sabía que era su culpa, su culpa porque él no avisó que Winter había salido y él se negó a buscar a la única persona que podía ayudarlos.
—Voy a corregirlo, daré mi vida y mi libertar por salvarte a ti y a nuestra familia. —Fue lo único que dijo Haechan y simplemente su figura se desvaneció de su espejo.
Continuará...
Notes:
Que nervios, ya estamos en la recta final, bueno no, todavía falta la búsqueda del mago dorado... Equis, ya estoy escribiendo el capítulo 70 y creo que esta es la fanfic más larga que he escrito en mi vida :D Estoy emocionada (Casi llego a las 400 hojas en word)
Nos leemos el próximo lunes! Tengan un lindo día!
Chapter 59: Capítulo LIX
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Haechan sentía culpa. Era algo que no podía evitarse y así cómo él se sentía el único culpable, él era el único que podía buscar ayuda.
Así que fue directo a la trampa.
Y no a la trampa que la exreina Yoona había planeado para la familia real de Wonderland, sino a la trampa que había sido dada a Jaemin hace tiempo en forma de broche de cebolla.
Haechan sabía que era una trampa, una trampa que cuando usó, terminó encerrándolo en un gran espejo blanco, no había forma de retornar a Wonderland, así que cuando vio al frente, tomó aire y de nuevo, no se mostró, solo dejaría que escucharan su voz.
—Me sorprende que sabiendo que era una trampa, estés aquí. —Era la voz de ese alfa que hacía que Haechan se sintiera pequeño.
—No hubiera visitado su espejo si no necesitara su ayuda, mago de obsidiana. —Haechan fingió todo lo que podía, no había ni gusto ni sinceridad en sus palabras.
—¿Jaemin te dijo que vinieras o fue Jeno? —Mark cuestionó, extrañamente satisfecho de escuchar esa voz. —Vienes a preguntar sobre las profecías.
Haechan estaba harto de la arrogancia de Mark, así que simplemente habló.
—El rey Jeno y la princesa Winter están desaparecidos, Jaemin fue acusado de traición y se preparan para ejecutarlo. —Haechan murmuró. —Necesito su ayuda para encontrarlos y salvar a Nana.
Mark tragó saliva.
—¿Qué está pasando? —Mark cuestionó con un tono preocupado, no estaba al tanto de las noticias de su reino.
—La reina Yoona se alió con el rey Jennie y les tendieron una trampa a los reyes de Wonderland, Winter desapareció y cuando intentaban salvarla, el rey Jeno cayó al mar, Jaemin fue culpado de intentar matarlo y ahora está en una celda arrestado, necesito tu ayuda. —Haechan murmuró. —¿Puedes o no?
Mark era desidioso, no quería involucrarse en cuestiones de otro reinos, ni del trono, pero eran pocas cosas las que no haría por Jaemin, quería seguir siendo su amigo a pesar de lo que pasara, además que el espejo mágico, ah, ¡No era momento de pensar en él!
Mark movió su mano y abrió un portal dentro del espejo.
—Entra a ese portal. —Mark murmuró.
—Lo mejor sería que me liberaras y pudiera moverme a todos los espejos que he ido. —Haechan suspiró.
—¿Y perderte? —Mark era serio. —No, ayudaré a Jaemin y a los otros con la condición de que te quedarás conmigo hasta que encontremos al mago de oro.
—Sabía que eras un maldito. —Haechan dijo sin pena.
—¿Quieres ayuda o no? —Mark amenazó.
—Vas a hacerlo aunque yo no acepte. —Haechan murmuró. —Pero como tengo prisa, acepto, me quedaré contigo hasta que encuentres al mago de oro, pero ayuda a Jaemin, a Jeno y a mi Winter.
Mark no contestó, Haechan solo entró al portal y apareció en un broche de cebolla igual al que tenía Jaemin, solo que esta vez, Mark lo tomó y lo puso en su ropa, teletransportándose al castillo de Wonderland.
Mark ni siquiera entró al castillo como tal, simplemente caminó a los calabozos.
—¿Cómo es que puedes entrar y moverte a tu antojo en este palacio? —Haechan cuestionó.
—Es magia de sangre, tengo sangre real, así que este palacio también es mío. —Mark murmuró. —Por eso, por más magia de seguridad que pongan, puedo burlarla con facilidad. —Sonrió.
Mark se movió de forma sigilosa, con magia, noqueó a todos los guardias del calabozo. Muchos de los trabajadores y sirvientes que estaban atrapados estaban llorando, mientras que, cuando lo vieron suplicaron en silencio que ayudara a su reina.
Mark se dio cuenta de que la puerta metálica grande estaba abierta.
—Alguien está con él. —Haechan se heló y sintió que había llegado muy tarde.
Mark solo abrió la puerta y vio a dos grandes alfas que estaban buscando marcar a Jaemin. Mark jadeó con enojo.
Jaemin era demasiado lindo y deseable, pero Mark no iba a permitir que nadie lo poseyera de la forma en la que los alfas de ese mundo o hacían, ese era trabajo de Jeno. No dudó mucho y con rabia, explotó la cabeza de los dos hombres.
Jaemin cayó inconsciente alegrándose de que Mark hubiera llegado para salvarlo. Mark siempre lo salvaba.
Haechan solo hizo una mueca de asco.
—Ese fue muy sádico. —Haechan murmuró.
—¿Qué hubieras hecho tú? —Mark preguntó.
—Lo mismo. —Haechan respondió, si él tuviera un cuerpo y poderes sin duda también les hubiera reventado las cabezas a esos idiotas. —¿Jaemin? ¿Estás bien? —Llamó.
Mark se arrodilló y empezó a hacer una revisión con magia.
Jaemin seguía bloqueado, había magia buena y mala peleando dentro de él. Sus órganos que tenían magia oscura estaban protegidos, pero los que tenían magia blanca, estaban tan heridos porque Jaemin no sabía cómo protegerse.
—Puedo casi curarlo. —Mark murmuró, tratando de usar magia de sanación.
Lo cual era bueno ya que Mark tenía conocimiento de muchos tipos de magia. Haechan sinceramente estaba sorprendido.
Mark usó su magia y trató de curar a Jaemin, él abrió los ojos con dolor en todo el cuerpo, al menos ya estaba un poco más consciente.
—Mark. —Susurró con ganas de llorar. —Gracias.
—Yo también estoy aquí. —Haechan habló a través del broches.
—Pensé que...
—No importa, necesitábamos a Mark, tenemos que escapar de aquí y buscar a Jeno y a Winter. —Haechan habló.
—No me puedo mover Haechan. —Jaemin murmuró. —No sé qué... —Comenzó a llorar.
Mark sabía que no podía hacer mucho, era algo que no podía solucionar, necesitaba que Jaemin descansara y que el espejo y Jaemin arreglaran sus asuntos, aunque algo le llamó la atención. Había un collar de omega tirado a un lado, Mark lo tomó y se lo mostró a Jaemin.
—El espejo y yo iremos a buscar a Jeno y a Winter. —Habló poniéndole el collar a Jaemin. —Voy a hacer un hechizo de que cualquier persona que quiera quitarte el collar o quiera abrir la puerta, saldrá lastimado. —En cuanto todos regresemos, vendremos por ti.
—Gracias, Mark. —Jaemin dijo bajando la cabeza dejando que Mark le pusiera el collar.
Mark no tenía intención de morderlo, si le preguntaban, él estaba muy enamorado de una idea como lo era el mago de oro. Mark no pudo evitar ver su espejo y suspiró. Puso un poco de magia en el collar y Jaemin solo bajó la cabeza.
—Jaemin, ¿Qué haremos si no encuentro a Jeno o a mi princesa? —Haechan sonó genuinamente preocupado.
—Los vamos a encontrar. —Mark murmuró. —O al menos traeré sus cuerpos...
—Cállate. —Haechan mencionó casi en un grito.
—No, está bien, sé que los encontrarán, sé que ambos están vivos. —Jaemin trató de sonreír. —Mark, has eso de seguir las pertenencias de Winter. —Frunció los labios. —Todo se quedó en Armagedón, pero este vestido, este vestido es igual al de mi hija... —Na comenzó a llorar. —La tele pude ser la misma y...
—Nana, si dices que Winter tiene el vestido que les hice, será fácil encontrarla. —Mark murmuró. —Iré primero por ella. —Verás que todo saldrá bien.
Jaemin no supo qué decir, no sabía que Mark había hecho los vestidos, pero eso explicaría la calidad y la belleza que solo su jefe podía idear. Simplemente tomó la mano del mago de obsidiana y la apretó.
—Confío en ustedes. —Jaemin dijo mientras se acostaba en el suelo, a pesar de que se sentía mejor necesitaba recuperarse.
Mark negó con la cabeza y salió de aquel lugar, usando su magia para cerrar la puerta.
—Nadie intente abrirla, salvo para deslizar comida. Si no tienen buenas intenciones con la reina Jaemin, la puerta los matará. —Mark explicó a los sirvientes que estaban atrapados.
Mark caminó por el pasillo, ninguno de los sirvientes dijo nada, el príncipe Mark estaba del lado de Jaemin, quizá era ciertas algunos de los rumores donde los suponían juntos.
—¡Gracias príncipe! —Fue el guardia personal del rey Jeno quien habló. —Por favor, encuéntrelos.
—Haré lo que pueda. —Mark respondió.
Doyoung solo observó el espejo que estaba en el traje del príncipe, era Haechan, no podía ser otra razón, estaba del lado correcto y no permitiría que Wonderland cayera en la desesperación al confirmar una traición.
Mark salió del calabozo y caminó entrando al castillo. Llegó a la sala real y escuchó que la reina Yoona estaba hablando con un montón de personas, hablaban de la ejecución de Jaemin y también de un tonto concurso de caza que se llevaría a cabo la próxima semana por el cumpleaños del rey Jeno.
Estúpido que le festejaran si el cumpleañero no estaba presente.
—La ejecución de la reina Jaemin será el día 23. —Habló el barón Kang. —Con la marca que le habrán hecho es más fácil adelantar su muerte.
—Perfecto. —Dijo la reina Yoona. —¿Hay alguna novedad de mi hijo?
—Ninguna, el rey Jennie se está encargando de la búsqueda, incluso si fuera fructífera, esconderán el cuerpo hasta la ejecución de la reina Jaemin. —Hizo una pausa. —Solo quiere firmar un acuerdo con usted para que la capital del nuevo imperio sea Armagedón.
—Está loca. —La reina se río. —La capital siempre será Wonderland.
—Eso depende, muchas personas no estarán felices si usted, como reina viuda y omega se queda en el poder. —Mencionó uno de los lacayo.
—Mi estúpido hijo quería a su hija en el poder a pesar de que es omega. —Se rio. —Aquí yo me quedaré en el poder. No importa lo que digan, ya no queda nadie más en la familia real, solo yo, así que el trono, por derecho, es mío. —Mencionó ella con seguridad.
Haechan estaba enojado, escuchar a esa mujer lo asqueaba, ¿Tan enferma de poder estaba? ¿Tan acomplejada por ser omega que nunca había gobernado? ¡Debía de sentirse estúpida con esa falsa confianza!
Mark estiró su cuello y soltó un jadeó, caminó frente a los lacayos y nobles que le tenían fidelidad a la exreina Yoona y habló.
—Claro que queda alguien más en la familia real, un alfa que puede quedarse con el trono. —Mark hizo una reverencia falsa y burlona. —¿O acaso sus intentos de asesinato contra mí han sido exitosos? —Sonrió.
La mujer estaba enojada, le tembló la boca a ver al príncipe Mark frente a ella. ¡Ese maldito! ¿Qué hacía allí? ¿Cómo había entrado?
—Príncipe Mark, le recuerdo que usted renunció a su derecho de sucesión hace años para dedicarse a la magia, ya no tiene por qué estar aquí. —Ella fue clara.
—Claro que sí, renuncié a mi derecho de sucesión siempre y cuando la familia de mi medio hermano Jeno siguiera en el poder. —Hizo una pausa. —Mi reino me necesita ahora, usted también renunció a su título cuando coronaron a la reina Seulgi y a la reina Jaemin, así que tampoco debería de estar en mi silla.
La mujer suspiró con hartazgo.
—¡Guardias! Saquen a ese traidor. —Gritó la mujer en histeria.
Mark solo chasqueó los dedos y los guardias cayeron dormidos.
—Usted sabe que soy más poderoso, tanto que si yo quisiera, este reino sería mío. —Aclaró la garganta.
—¿Estuvo esperando este momento? —La mujer se burló. —Enamoró a la reina Jaemin y lo instó a matar a mi hijo y a la princesa Winter, ¿No? Ahora que ya no le sirve le dejará morir. —sonrió. —O acaso... ¿Se casará con la reina viuda para que se convierta en su consorte?
—La única reina viuda es usted, princesa Yoona. —Mark dijo con coraje. —Y no levante rumores de mis relaciones, la reina Jaemin es el esposo del rey Jeno, nunca ha sido diferente. —Aclaró. —Intente acabar con la reina Jaemin si es que puede, pero sin duda, ese día yo vendré y le arrebataré el trono, soy más digo de la corona que usted.
Mark suspiró y tragó saliva. La reina Yoona estaba tan molesta, enojada, quería matar allí mismo al bastardo que dejó su fallecido esposo. Intentó tantas veces matar a la madre de ese joven y a Mark, pero nunca lo logró, y cuando pensó que al fin lo había logrado, Mark renació de las cenizas, pero en vez de buscar venganza buscó en la magia. Ahora verían lo peligrosa que era la magia en personas que buscaban venganza.
—¿Me está amenazando? ¡Eso es traición! —Yoona gritó.
—Le recuerdo que yo también soy príncipe de Wonderland. —Mark aclaró.
—¡Entonces gane el torneo de caza! —Gritó el barón Kang. —Allí verá cuántos seguidores tiene.
La reina Yoona hizo una mueca de superioridad, tenía mucha gente trabajando para ella. Mark solo levantó los hombros, para él era fácil dormir cientos de monstruos o animales así que tampoco tenía problema, hasta que la reina Yoona pensó. Tenía Armagedón y Dreamland de su lado, pero Neverland sin duda estaría del lado del príncipe si lograban curar el "corazón envenenado".
—Entonces nos veremos en el torneo de caza. —Mark dijo haciendo una reverencia. —Por cierto, no intente matarme a mí o a la reina Jaemin en este lapso, porque se arrepentirán. —Mark sonrió.
Y sin querer, Mark se teletransportó a su oficina en la torre de magia.
Allí Mark soltó un suspiro cansado, sus manos estaban sudando y temblando. Se sentía como si hubiera enfrentado a un jefe o superior, pero había mostrado que él tenía razón.
—¡Eso fue genial! —La voz de Haechan se escuchó por toda la oficina. —Casi pensé que eras asombroso, mira que poner a esa bruja en su lugar. —El moreno estaba feliz, solo que no debía demostrarlo mucho.
Al principio Mark había olvidado que el espejo estaba con él, pero luego sonrió con orgullo.
—Me alegra que lo digas así. —Mark sonrió. —Pero yo no quiero el trono, así que debemos encontrar a Jeno y a Winter cuanto antes. —Suspiró. —Dime todo lo que pasó, dónde, cuándo y cómo se dieron las cosas.
Haechan empezó a hablar, de hecho, Mark era su mejor aliado, tanto en habilidades como políticamente, Haechan por un momento estuvo feliz de poderle ayudar, porque ambos tenían los mismo objetivos ahora.
Continuará...
Notes:
Arriba el Markhyuck abajo el perreo. Soy la mejor MH shipper, pero mis mejores historias son Nomin (Este y Guardians Work it) :v nunca sabré por qué.
Bueno. En resumen, creo que esta fanfic se acabará a los 80 capítulos, jajaja estoy avanzando bastante, tardamos mucho, pero ya casi estoy escribiendo el final y espero les guste, realmente espero que les guste
Igual, esta historia estará teniendo una secuela que posiblemente esté publicando para final de año, se llama "El editor del príncipe", va a ser Jichen y posiblemente Yangren; y van a entender muchas cosas que aquí no expliqué, ni he explicado, y espero que les guste o lloro xD.
Chapter 60: Capítulo LX
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Haechan estaba sorprendido, y por decirlo de la buena manera, solo que jamás lo diría en voz alta, sería como alabar al mago de obsidiana, pero no debía, eran como enemigos naturales, aunque Haechan estaba empezando a admirar a la forma y la eficacia que estaba poniendo Mark, se tenían que transportar por lapsos pequeños, pero ya llevaban un par de días viajando y, aunque Haechan estaba atrapado en el espejo de Mark, la estaba pasando bien.
Habían llegado a Armagedón durante la noche, Mark estaba preocupado porque no tenía mucho tiempo y no sabía bien cómo encontrar a Jeno.
—Tenemos que conseguir una balsa. —Haechan dijo. —¿Puedes conseguir una?
—No puedo hacer aparecer las cosas de la nada, pero podemos robar una. —Mark levantó los hombros.
—Robar... Vaya, a veces olvido que eres un mago oscuro. —Haechan murmuró.
—¿Me viste matar a los dos alfas que querían abusar de Jaemin y en serio apenas estás considerando que soy un mago oscuro? —Mark se rio. —Pensé que eras un poco más inteligente.
Haechan se sintió realmente ofendido, quería irse, pero estaba atrapado en el espejo de Mark, aunque no podía verlo, deseaba que Mark solo cerrara la boca.
—Eres despreciable. —Haechan musitó.
Mark tampoco era de robar, prefería ser justo, así que simplemente tomó prestada la barca de un pescador, y le pagó con unas monedas, Mark tomó los remos y empezó a ir más y más dentro.
—Desearía que tuvieras manos. —Mark dijo. —Me duele remar. Me canso.
—¿Por qué no usas magia? —Haechan preguntó. —Sé que no es conveniente usar mucha magia, pero eres un mago de nivel, puedes darte ese lujo.
—No creo. —Mark mencionó. —No sé a qué me voy a enfrentar más adelante, así que prefiero guardarlo. —Soltó un suspiro. —Por ejemplo;
Mark se paró en la barca y empleó su magia, a simple vista no parecía que hubiera hecho algo, pero Haechan podía sentirla, la magia se expandía a los alrededores.
—¿Qué es...? ¿Cómo los buscas? —Haechan cuestionó.
—No tengo nada a la mano, pero Nana dijo que Winter usaba el vestido que le hice. —Mark murmuró. —Localizo dónde está esa magia.
Haechan soltó una risita.
—No había magia en esos vestidos, no la sentí. —Haechan mencionó.
—Lo sé, ¿No es grandioso? —Mark sonrió. —He puesto mi vista en ti desde que noté la magia en tu interior, incluso creé tu jaula basada en la magia de laberinto y conexión de espejos que tienes, sé que Jaemin te tenía confianza, aunque siempre creí que sería una energía la que se movía de un lado a otro, no algo como tú.
Mark localizó la señal del vestido, era clara, tanto que asustaba, así que siguió remando. Guardó silencio y esperó a que el espejo hablara de nuevo.
—¿Algo como yo? —Haechan cuestionó.
Mark aclaró su garganta e hizo una mueca.
—¿Alguien te ha dicho que tienes la voz de tu dueño? —Mark frunció los labios y remó con más fuerza.
—Ja, Jaemin no es mi dueño, él es mi mejor amigo. —El espejo contestó.
Mark se quedó callado y la risa incómoda de Haechan se apagó.
—No me refería a Jaemin, sé que Jaemin es tu amigo, pero me refería más a tu creador. —Mark susurró.
Haechan pareció pensarlo, pero después decidió afrontarlo. Sabía que Mark era el "destinado" de su creador, pero no sabía si se refería al anterior Mark o al actual. Estaba seguro de que Mark no lo soportaría.
—Yo ni siquiera recuerdo su voz, no recuerdo cómo era... Dime, si él desapareció hace tiempo ¿Por qué sabes quién es? ¿Cómo lo conoces? —Fue serio en su pregunta.
Mark entendía a lo que el espejo se refería, pero tenía una corazonada.
—Su nombre era DongHyuck. —Mark suspiró. —Suena tonto, pero crecimos juntos, era mi vecino, estuvimos años siendo los mejores amigos, excepto que yo no supe corresponder sus sentimientos y terminé huyendo. —Hizo una pausa. —Cuando regresé me enteré de que su hermana se casaría, cuando lo volví a ver, él usaba un anillo de bodas en su dedo anular, dejando ver que ya estaba casado y me había olvidado. —Hizo una pausa. —Nos encontramos en un bar, pero tuve miedo de hablarle, tenía miedo de decirle que el vestido que su hermana quería lo había hecho yo y estaba escondido en el closet de mi departamento al igual que mis preferencias. —Suspiró. —Lo dejé ir al igual que su recuerdo, pero siempre ha sido mi más grande y mayor amor.
—Creo que estás confundiendo al chico de tu mundo con el mago dorado. —El espejo habló. —No creo que sean la misma persona. ¿A acaso piensas lanzar un hechizo y traer a ese chico a este mundo?
—No, no, no sé nada del Donghyuck de mi mundo. —Mark murmuró. —Pero estoy seguro de que el mago de oro es Donghyuck, sus iniciales en sus logos coinciden "DH". Todo apunta a él...
—Sé que soy su creación, pero no sé su nombre verdadero, ni cómo desapareció. —Hizo una pausa. —Aunque sí confío en que serás tú quien lo traiga de vuelta.
Mark asintió. Ese espejo tenía algo raro, le recordaba mucho al Donghyuck de su mundo, a un chico irreverente que se burlaba y lo retaba por todo, Mark podría haber vivido un romance en su mundo, pero no podía evitar sentirse emocionado por el amor que estaba por vivir cuando encontrara al mago de oro.
—Lo haré. —Mark confesó. —Sé que no lo conozco, sé que él no es la misma persona que conocí, pero sé que lo amaré cada día, lo buscaré en cada lugar y me encargaré de encontrarlo, siempre lo encuentro. —Dijo con un tono de nostalgia.
Haechan se sintió un tanto confundido, pero confiaba en las palabras del mago de obsidiana, si encontraba al mago de oro con la facilidad con la que sentía su presencia, sería demasiado fácil.
—Ah, querré hablarle bien de ti. —Haechan hizo el sonido de fingir que vomitaba. —Mejor háblame de cómo era Jaemin en tu mundo.
Mark guardó silencio.
—Oh, Jaemin era un chico muy lindo, pero tenía mucha mala suerte con jefes acosadores, dijo que estuvo pensando seriamente si trabajar conmigo haciendo vestidos o convertirse en recepcionista de una cadena de televisión. —Soltó una risa. —Su prueba fue hacer un vestido de novia perfecto, pero usó tantas capas que le hice la broma de que parecía una cebolla. —Tomó el espejo en su mano. —Por eso le di ese broche. Para comprobar que realmente era él. —Mark susurró. —Siempre supe que Jaemin estaba enamorado de mí, pero, en nuestro mundo, él jamás se acercó y creo que él pensaba que yo era heterosexual. —Murmuró.
—Yo también lo creería. —Haechan murmuró.
—No es como aquí, los omegas y los alfas pueden estar juntos sin importar su sexo. —Mark mencionó. —Por eso me siento más libre, aunque debo admitir que la primera vez que me llegó el rut me sentí la persona más sucia del mundo. —Se rio al recordar. —Me alegra que Jaemin pueda estar aquí, que se haya enamorado de Jeno, así que buscaré su felicidad, porque... Sé que yo no lo hubiera podido hacer feliz, siempre fui un cobarde, cuando decidí dejar la idea de Hyuck e intentar algo con Jaemin, yo solo morí...
—No era para ti. —Haechan murmuró.
—No, no lo era, cuando llegué a este mundo, no sabía nada, no tenía idea de que existía la magia y que era un príncipe y un alfa, vagué por meses hasta que me dijeron quién era el príncipe Mark, mientras vagaba empecé a conocer la magia, Mark tenía indicios, así que terminé entrando a la Torre Mágica.
—¿Cómo conociste al antiguo Jaemin? —Haechan mencionó.
—Mientras estaba en la Torre me dijeron que era un príncipe, que si quería tomar el control y convertirme en rey, me apoyarían. El rey Jeno estaba soltero y tenía una débil hija a la que no veía. —Hizo una pausa. —Lo conocí en la boda de Jeno, era mi Jaemin, pero no era él. —Hizo una pausa. —Luego las cosas se pusieron feas, mis búsquedas de encontrar al mago más poderosos para que me enseñara no fueron exitosas y bueno, quería pasar mi rut con la reina, en ese momento me importaba poco todo. —Se burló. —Pero a los meses él se intentó suicidar y yo llegué a la conclusión de que el mago de oro realmente era Donghyuck, ese omega primigenio, el mayor mago de todos, el hombre que buscaba, era mi Donghyuck, y poco a poco me fui envolviendo más y más en eso, hasta el evento de Año Nuevo.
—Supiste que era tu Jaemin. —Haechan cuestionó.
—Lo sospeché, su mente estaba bien, pero su cuerpo no, me pasó lo mismo. —Mark sonrió. —Excepto que yo me dejé consumir por la magia oscura. —Sonrió. —Fuiste tú mi gran curiosidad, un espejo mágico con el logo del mago de oro, pudiste escribir el nombre de Winter... Hubiera sido más sencillo si me hubieras hablado. —Mark sonrió.
—No, no me caen bien los alfas. —Haechan mencionó.
—¿Por qué? ¿Te han hecho algo? Hablas como si fueras un omega resentido.
—No, simplemente he visto lo asquerosos que son y cómo tratan a los omegas como objetos. —Haechan murmuró.
—Yo no haría eso. —Mark murmuró. —Valoro a los omegas, aunque es cierto, cuando llega el celo del alfa, a veces es tan difícil pensar. —Mark suspiró. —Incluso he hecho hechizos para suprimir la intensidad, aún así es complicado, y eso que solo dura un día...
—No me hables de tu rut, no quiero pensar en eso. —Haechan soltó un "Iugh" y luego soltó un suspiro cansado.
Mark empezó a reír, pero su risa de repente paró al igual que sus brazos dejaron de remar. Mark suspiró con pesadez.
—Está abajo. —Mark murmuró.
—¿En el agua? —Haechan dijo.
Mark asintió, tomó al espejo en su mano y se arrojó, usó un hechizo para poner una burbuja de air en su nariz y nadó hasta el fondo. No se veía mucho, pero Haechan pudo ver con terror que una enorme piedra tenía atorado el vestido.
Mark lo jaló y lo llevó a la superficie.
—¡No! ¡No! —Haechan gritó. —¿Dónde está ella? —hipó.
—No debe estar lejos, quizá dejó su vestido como una señal. —Mark habló. —No está el collar de espejo, quizá ella lo tiene...
—Ella está esperando que yo vaya a ese espejo, mago obsidiana, libérame de esta prisión, te prometo que volveré y cumpliré el quedarme a tu lado hasta que encontremos al mago de oro, lo juro por Donghyuck. —Haechan mencionó.
Mark no quería, algo le decía que si dejaba ir a ese espejo se arrepentiría toda la vida, así como se arrepintió de dejar a Donghyuck, como se arrepintió de tantas cosas por ser un cobarde, pero era sabido que era cierto, si Mark quería que el espejo estuviera de su lado para estudiarlo, debía de convertirlo en un amigo.
Movió las manos y suspiró.
—Ve. —Mark dijo. —Pero no me moveré de aquí hasta que vuelvas.
—Sí.
Haechan se calló y el espejo dejó de brillar. Mark solo se quedó sentado en la barca mientras veía a la luna, preguntándose dónde estaba Donghyuck y cuándo lo encontraría... O si quizá ese espejo era más de lo que aparentaba, era fácil quererlo, como era fácil querer a Donghyuck.
—Oye. —Haechan habló de repente. —No encuentro rastro del espejo de Winter, no puedo, no lo siento cerco. —Hizo pausa. —Pero encontré el lugar donde Jeno cayó, no está muy lejos, pero no sé si Jeno está allí o si pudo salir. —Hizo una pausa.
—Vamos para allá. —Mark murmuró.
Y el mago obsidiana comenzó a remar de nuevo, tenían que llegar, tenían que ir, tenían que encontrar siquiera el cuerpo del rey.
Continuará...
Notes:
Oigan, pasaron cosas la semana pasada, estoy demasiado decaída, así que una disculpa, por no subir capítulos, creo que me iré a un descanso obligado por mi psiquiatra ;u;
Estaré subiendo los capítulos en Wattpad, por si tienen curiosidad de leerlos :D
Chapter 61: Capítulo LXI
Chapter Text
Winter tomó el espejo que había arrancado de su vestido y esperó a la señal de Karina, la princesa había sido azotada por la señora Kim por el simple hecho de cortar su cabello sin permiso, la belleza de las mujeres residía en su pureza y feminidad como lo era el cabello largo.
Pero, no importaba, esa era la noche en que iba a escapar, sin importar que aquel lugar estuviera lleno ya que había llegado una flotilla de compradores.
Jamás las iban a atrapar.
Karina por su parte estaba preocupada, intentó que la señora Kim no usara polvo para borrar la memoria con Minjeong, allí se dio cuenta de que este plan arriesgado sería un todo o nada, ya no tenían hechizo para devolver las memorias, si eran atrapadas, no podían confiar en nadie más.
Karina repartía bebidas y se sintió incómoda cuando un alfa de ojos grandes la miraba como si fuera su presa, ella era un alfa, ¿Por qué atraía la mirada de otros alfas? ¿O acaso creían que por qué era una mujer podían hacer lo que querían?
Necesitaba que el reloj marcara una hora decente para poder irse de ese lugar.
Ella tuvo que hablar con muchos de los niños y de los y las omegas que estaban cautivos en ese lugar. Y aunque tenían miedo, querían aceptar, muchos estaban allí en contra de su voluntad y lo único que deseaban era volver a casa.
Winter bajó de la habitación y se acercó a Karina, quien dejó su charola en la barra y solo suspiró.
—Está listo. —Ella mencionó.
—Me adelantaré. —Minjeong susurró.
—Te veo en cuatro minutos. —La chica alfa contestó.
Winter se colocó una capa y salió sin que nadie la viera, Karina se encargó de servir una ronda más y solo soltó un quejido cuando rompió un tarro y manchó toda su ropa, su mirada se cruzó con la señora Kim y ésta parecía colérica.
Otros niños empezaron a limpiar y ella solo "subió" para cambiarse de ropa", aunque realmente no subió, sino que salió por otro lado.
Cuando los minutos pasaron y la señora Kim veía que Jimin no bajaba, intentó subir, pero la detuvo un alfa.
—Oye, quiero otra. —Dijo el mismo alfa que anteriormente veía a Jimin.
—Le diré a uno de los omegas que le sirva. —mencionó la señora.
—Traje a todos mis compañeros, una flotilla grande porque escuché que este lugar era el mejor con respecto a alcohol y a omegas, así que no me falle, usted se ve como la más competente de este lugar, ¿O acaso hay alguien más a cargo con quien pueda hablar? —Dijo con un tono de alfa altanero.
La mujer ya estaba acostumbrada a tratar con se tipo de hombres, se creían superiores por ser nobles, pero no eran más que sucios alfas que deseaban poner su pija en un omega. A pesar de que los alfas con los que trabajaba nunca estaban vigilando, ella se encargaba de concretar ventas con los clientes que asistían, sus compañeros se encargaban de vender omegas a diferentes reinos y de llevar a los alfas para entrenarlos y ser soldados para ir en contra de la reina de Neverland.
De hecho ya se había percatado de que Jimin era un alfa, pero había muchos nobles que estaban interesados en comprarla, pero, por la misma demanda, no sabían a quién venderla y nadie podía pagar su precio. Jimin era alguien hermosa o de una familia importante antes de que perdiera la memoria.
—Me encargaré personalmente de su trato. —Dijo la señora Kim y luego suspiró.
Mientras tanto, Karina salió de la taberna, no había mucha seguridad en la parte trasera del lugar, había un montón de barriles donde guardaban el mejor alcohol, Winter ya estaba preparando una vieja canoa que usaban para cuando los hombres que trabajaban allí con la señora Kim subían a uno de sus barcos.
—¡Vamos! —Winter gritó.
Karina se subió a la balsa y Winter la empujó al agua.
—¡Ten cuidado de no mojarte! —Karina murmuró.
—Tranquila, sé nadar. —Winter sonrió.
Sin embargo Jimin no dijo nada, Karina solo observó a Winter, si se quedaban allí, Winter sería vendida, tenían que escapar, a pesar de que Karina no estaba convencida, tenía un mal presentimiento, su plan era austero y elaborado con lo que tenían, pero no había confianza.
Minjeong subió y Karina comenzó a remar, trataron de irse de la forma más secreta posible, sin embargo era imposible ver a dónde debían ir.
—¿Crees que lo logremos? —Winter trató de ayudar a la otra princesa a remar.
Karina no le dio los remos y siguió haciéndolo ella misma, seguramente las heridas de los látigo no habían cicatrizado en sus brazos. No podían herirlas profundamente en partes visibles de sus cuerpos, ya que, si lo hacían la "mercancía" no podría venderse.
—Debemos de confiar. —Karina mencionó. No necesitaban escuchar que no iban a lograrlo.
—Necesito salvar a mi familia. —Winter susurró haciéndose chiquita y abrazando sus piernas. —Necesito regresar a casa.
—Tu familia no te ha dañado ¿Verdad? —Karina preguntó. —Lo que ellos nos dicen sobre cómo llegamos aquí, es mentira, ¿Cierto?
—Sí, vivo con mis padres, son dos hombres, un alfa y un omega, y con mi mejor amigo. —Ella mostró el pedazo de espejo que tenía con ella. —Su nombre es Haechan y es como mi hermano mayor. —Hizo una pausa. —O como un tío muy preciado. —Trató de reír, pero las lagrimas cayeron sobre sus mejillas.
—Minjeong, no debes de llorar, ellos seguramente te están buscando. —Trató de decir.
—No lo sé, ellos dijeron que matarían a mi madre, y que mi padre había muerto. —Hipó. —Sé que Haechan está buscándome, pero no logro contactarme con él.
Karina no sabía qué decir, cuándo vio el espejo esperaba ver la imagen de alguien, como si fuera un porta retrato, sin embargo vio solo su reflejo.
—¿Cómo funciona el espejo? ¿Es algo como un objeto mágico que te permite enviar mensajes? —Ella preguntó.
—No, bueno, no sé cómo funciona, pero Haechan está adentro y se puede mover entre espejos. —Hizo una pausa. —Pero no se lo digas a nadie, es un secreto.
—No tengo a quién decírselo. —Karina sonrió. —Además es tu familia, Haechan debe ser muy útil, es magia bastante avanzada. ¿Cómo lo conseguiste? —Hizo una pausa. —¿Y solo escuchas la voz? ¿O cómo sabes que está allí?
—Haechan aparece. —Winter sonrió. —Tiene la forma de un joven, él dice que no le gustaría ser omega, pero se ve delgado, tiene el cabello castaño y su piel es morena, un tono muy bonito, y también tiene lunares en el rostro, siempre sonríe, excepto cuando está de mal humor, él no duerme o come, y es el mejor cuando se trata de protegerme.
Karina bajó la mirada y bajó la voz mientras seguía remando.
—Esa descripción me hizo pensar en mi madre. —Karina susurró. —Lo extraño mucho, quiero verlo y quiero ver nacer a mi nuevo hermano.
—La reina Kai te ha buscado, te ha buscado mucho. —Winter susurró. —Sé que estará feliz de verte.
—Tengo miedo de que ellos ya no quieran saber de mí. —Karina susurró.
—Oh, créeme que te ayudaré a llegar al trono si es que el rey Jennie no quiere, lo mereces, eres un alfa y estás en tu derecho de sucesión. —Hizo una pausa. —A pesar de tener un próximo hermano, sabes que lo conseguirás.
—Necesito idear un plan, necesito que el pueblo me conozca, pero ni siquiera he mostrado mi rostro después de que me convertí. —Jadeó. —Es demasiada presión.
—Si me convierto en reina, te aseguro que te convertiré en rey. —Winter dijo con seguridad, pensando que si gobernaba Wonderland sería más fácil políticamente tener aliados en otros reinos.
Pero Karina no lo entendió de esa forma, sino que se sonrojó y frunció sus labios intentando no sonreír.
—¿Te gustaría? —Karina relamió sus labios. —¿Te gustaría ser mi reina y gobernar juntas Armagedón?
Winter abrió la boca y tragó saliva, cuando dijo lo de convertirse en reina, no estaba segura de que Karina lo tomaría como una declaración de amor, a pesar de ello, Karina todavía no sabía que Minjeong era una princesa de otro reino.
—Oh. —Winter se avergonzó, pero había cierta mirada en Karina que hacía latir su corazón, y por un milisegundo deseó ser un omega, ser la omega de Karina y poder estar con ella, pero ese pensamiento se fue demasiado rápido. —Yo... No...
Karina rápidamente se arrepintió de haber dado indicios de que Minjeong le gustaba, y es que sí le gustaba, era muy diferente a una amistad, Karina genuinamente se sentía segura con Minjeong, podría seguirla en un plan como ese a pesar de que sabía que algo saldría mal, simplemente por el hecho de estar con la otra niña.
—Lo siento, dije algo fuera de lugar. —Karina tragó saliva. —Pensé que querías ser mi reina o algo así.
—No, yo lo decía porque...
Y Winter no pudo terminar de dar su explicación porque una enorme explosión se oyó, Karina y Winter observaron la dirección donde venía y era la taberna donde habían estado recluidas. Empezó a haber gritos y fuego, el humo se elevó.
Pero eso no fue lo que descontroló a las chicas, sino un jalón que las llevó directamente a una fuerte tormenta.
—¿Qué es esto? —Winter gritó.
—¡Es la segunda barrera! —Karina gritó, su balsa se movía terriblemente, en cualquier momento las olas las volcarían.
—¿Qué es eso? —Winter de nuevo gritó mientras se cubría con su brazo.
—Hay tres barreras, la primera y la última que son débiles, pero no permiten que se vea al interior o al exterior, y en la segunda hay una enrome tormenta. —Karina murmuró. —Dijeron que era para que los barcos no aptos pudieran hundirse y no llegaran a ese lugar.
Una ola golpeó fuertemente la balsa y uno de los remos se hundió, Winter, intentó alcanzarlo, pero Karina rápidamente la empujó haciéndola caer dentro de la canoa.
—¿Qué haces? —Minjeong la regañó.
—No puedo dejar que toques el agua. —Karina dijo.
—¿Por qué? —La chica de cabello corto susurró.
—El agua tiene un hechizo para olvidar quién eres. —Karina confesó.
Y la mirada de Winter cambió, solo vio a la princesa sobre ella con su rostro empapado, las nubes se veían grises y como si el sol no volviera a salir, la balsa seguía moviéndose de un lado a otro, y la princesa de Wonderland solo pudo llorar confundiendo sus lagrimas con las gotas de agua que caían del cielo.
—¿Por qué no me lo dijiste? —Ella la tomó del cuello de su capa rompiendo un botón.
Cuando la capa de Karina se rompió, Winter pudo ver el traje que tenía, ni siquiera se podía llamar ropa, era la forma de poder venderla, la tela estaba sucia y pudo salir herida. Era un plan mal elaborado, pero Karina quería acompañarla para que no fuera vendida.
—Lo siento. —Karina se disculpó. —Sé lo lejos que quieres estar de aquí, sé que no quieres ser comprada.
—No, no quiero. —Ella lloró. —Pero tampoco quiero estar a la deriva esperando que nuestra balsa se volteé y olvide quién soy. —Gritó con desesperación. —No quiero ahogarme ni quiero regresar.
Ellas sabían que era una trampa segura.
—Lo siento. —Karina también comenzó a llorar. —No sabía que esto se volvería así. —Se dejó caer sobre Winter. —Necesito protegerte, algo me dice que no puedo dejarte sola, necesitaba decirte que te acompañaría hasta entregarte con tus padres y pedirles formalmente que seas mi amiga y vengas al palacio conmigo, no puedo dejar que te pase nada.
Winter lo entendía, había un sentimiento de protección por parte de Karina que no entendía, pero que la hacía sentir bastante segura, tragó saliva y quitó el cabello mojado de la princesa, tocando su piel con cariño.
—Vamos a estar bien, vamos a salir de esto. —Winter dijo mientras seguía llorando.
Karina no supo por qué, pero se acercó a Minjeong, para darle seguridad, pero esa seguridad que se transmitía piel con piel, labios con labios. Winter se sorprendió mucho, se avergonzó, pero dejó de hipar para mirar los ojos abiertos y preocupados de la princesa Karina.
Era el primer beso de ambas, algo sin movimiento, solo un ligero roce que hizo que las dos se sintieran avergonzadas, pero mucho más tranquilas.
—¡Princesa Karina! —Fue el grito de una persona que venía detrás de ellas, se acercaba algo rápidamente por el agua.
—¡Winter! —Fue la voz que escuchó y que la princesa reconoció de inmediato.
Y de repente, las nubes grises y la tormenta desaparecieron como si de magia se tratara.
Continuará...
Chapter 62: Capítulo LXII
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Mark utilizó su magia, pero algo no estaba bien, porque lo único que pudo sacar del fondo del mar, en medio de la tormenta donde estaban era un espejo que Jeno solía usar.
—¿Y el cuerpo? —Haechan preguntó con preocupación.
¡No encontraban el cuerpo ni de Winter ni de Jeno! Haechan estaba al borde de la locura, sentía que había perdido a su familia en un abrir y cerrar de ojos, además de que la lluvia no lo dejaba pensar adecuadamente.
—No siento nada más abajo. —Mark murmuró. —Además esta agua tiene un hechizo de olvido, si la llegas a tocar olvidarías quién eres.
—Maldita sea, ¿Y no puedes hacer un hechizo de recuperación de memoria? —Haechan cuestionó.
Mark abrió su capa y dejó ver varios recipientes pequeños donde se veía un polvo brillante.
—Estoy preparado. —Mark mencionó. —¿A quién crees que le compraron el hechizo de recordar los reyes de Armagedón para tirarlo sobre el reino?
—¿Fuiste tú? —Haechan mencionó. —Pensé que era el grupo de comerciantes, tenían la receta...
—Conozco al líder, lo llaman D.O., es un alfa bastante dominante, tiene bastante poder y sabe a quién venderle información, no es precisamente bueno, pero ha sido un aliado valioso. —Suspiró. —Él me ha ayudado a recolectar todos los hechizos originales del mago de oro, a pesar de que ha transcrito y vendido otros.
—Entonces los conoces, el líder que yo ubico se llamaba Soo, buscaba un hechizo llamado "Extracción de ser". Dijo que tenía un cliente muy interesado. ¿Sabes algo del tema? —Haechan murmuró sin dejarse ver.
—Ellos reimprimen hechizos, pero el de la extracción del ser era una hoja arrancada de un libro que estaba en blanco o eso es lo que ellos dicen. —Mark frunció los labios. —Mencionaron que se la vendieron a un hombre que deseaba revivir a su primer amor. —Suspiró. —Pero la "extracción de ser" podría estar más enfocada en extraer a una persona de un mundo diferente.
—Piensas que esa hoja hará que el mago de oro regrese a esta realidad. —Haechan rio. —Debo admitir que no se si eres un maniaco, torpe o un obsesionado.
—¿No hay una palabra buena? Yo diría que soy perseverante con mis objetivos. —Mark suspiró. —En fin, estos hechizos son para un fin más racional, siento que es más fácil poder moverte a ti. —Mark murmuró. —¿Puedes ver lo que hay a tu alrededor?
—Sí. —Haechan mencionó sin atrever a mostrarse.
—Entonces ayuda. —Mark hizo magia y colocó una pequeña luz en la joyería de su espejo y luego lo arrojó al agua.
Haechan en serio se molestó. Pero entró al agua sin que le hiciera efecto la magia, podía ver gracias a la luz, y sentía que la magia controlaba sus movimientos. Pero sinceramente no encontraba nada, ni siquiera algún cuerpo en descomposición.
Mark sacó al espejo del agua y lo secó con su capa.
—¿Viste algo?
—Nada, sigamos navegando, la tormenta es muy fuerte.
—La tormenta está hecha con magia, pero necesito llegar a un punto en donde pueda romperla, es un hechizo bastante grande.
—¿Quieres decir que no puedes romper el hechizo desde aquí? —Haechan soltó una risa. —El mago de oro sin duda lo haría.
Mark rodó los ojos y soltó un suspiro cansado.
—El mago dorado sin duda me diría que buscara una apertura en la magia, siempre hay una. —Mark resopló. —El mago de oro no me estaría tentando para ver qué tan poderosos soy.
—¿Entonces no puedes? —Haechan preguntó burlándose.
—Si puedo, pero no lo haré. —Le contestó. Se sentó y siguió remando, realmente no iban a llegar muy lejos porque su pequeña barca se voltearía en cualquier momento y si caían al agua Haechan no sabría cómo sacar a Mark y darle el contra hechizo que tenía guardado.
—Que perdedor. —Haechan mencionó.
—¡Claro que puedo! —Mark estaba a punto de hacer un berrinche, se levantó y empezó a mover sus manos, un aura morada salió de él y de repente Haechan se sobresaltó.
Mark evidentemente no bromeaba, era un genio con la magia, romper un hechizo de escondite para una isla completa era algo que mínimo 5 magos debían hacerlo, que Mark pudiera moverse con tanta libertad mágica era increíble, no se equivocaban al decir que era el mago más poderoso del mundo.
Haechan tenía que morderse la lengua cuando vio que el cielo se rompía dejando pasar los rayos de la luna.
Mark cayó sentado en la canoa y se dio cuenta de que sudaba.
—Te ves cansado, al parecer no tienes resistencia. —Haechan soltó, ya que de su boca no podía salir ningún cumplido para el mago obsidiana.
Definitivamente si Haechan le decía a Mark que aquello fue asombroso, sería una vergüenza.
—Te voy a demostrar que es la resistencia. —Mark gruñó.
No, no, no debía enojarse por lo que un tonto espejo decía, pero Mark se sentía extrañamente cómodo con el objeto mágico, lo sentía tan similar a la personalidad de su Donghyuck que no podía evitar pensar en hablarle en doble sentido y demostrarle que él era superior.
—¡Princesa Karina! —Escucharon el grito a lo lejos.
Mark y Haechan se sintieron sorprendidos al escuchar el grito, Mark miró de donde provenía y Haechan rápidamente se movió del espejo donde estaba, la barrera de magia había desaparecido y el cielo empezaba a aclararse.
—¡Winter! —Haechan gritó entrando en el espejo que la chica había usado en su vestido.
—¡Haechan! —La chica gritó con emoción y abrazó su espejo.
Haechan se sintió asustado, su niña tenía el cabello corto y se veía más desnutrida de lo que recordaba, pero estaba viva.
—Minjeong, viene alguien. —Otra niña venía con su princesa, cabello oscuro, porte real y cara de preocupación, era la chica del cartel. Era la princesa Karina.
Winter la había encontrado. Su Winter sí había encontrado a la princesa Karina y amabas estaban bien.
—¡Princesa Karina! —Otra vez gritaron.
—¿Qué hacemos? —Karina preguntó.
—Haechan, ¿Cómo llegaste? ¿Dónde están mis papás? —Winter preguntó.
Karina parecía preocupada, aunque se sintió aliviada cuando la tormenta pasó, sin embargo, sintió que alguien sostenía su bote y se dio cuenta de que había dos personas a su alrededor.
—Princesa Karina, tiene que venir con nosotros. —Dijeron los dos hombres que nadaban en el agua.
—No, ¡Largo! —Karina tomó el remo que quedaba y trató de pegarles, pero uno de ellos jaló el remo y lo tiró al agua.
—Tiene que venir con nosotros princesa, la llevaremos a Armagedón sin peligro, nuestros compañeros están deshaciéndose de la gente que la secuestró. —Dijo uno de los hombres. —No somos malos, venimos a ayudarlas, a usted y a la princesa Winter.
Karina tragó saliva y miró a Minjeong. ¿Qué había dicho? ¿Princesa Winter? Winter solo soltó un suspiro y bajó la mirada. Karina había estudiado, no era inculta, Winter de Wonderland, si Karina hubiera sido omega, sin duda Karina hubiera terminado siendo la madrastra de Winter, aunque según recordaba ya tenía una madrastra, ¿No?
A la que iban a matar por ahogar al rey Jeno según los rumores que había escuchado en las últimas noches.
Con razón su amiga estaba tan preocupada.
—¡Identifíquense! —El gritó de Mark alertó a los hombres que nadaban.
—¡Tío Mark! —Winter parecía sorprendida de que su tío estuviera allí, pero aún así se sentía mal ya que ninguno de sus padres estaba allí y quizá los rumores podrían ser verdad...
—Mago de obsidiana. —Hicieron una reverencia. —Somos parte de un escuadrón de rescate por parte de los seres del mar. —Levantó lo que serían sus piernas.
Pero en vez de piernas, había una cola de pez, Winter los conocía como sirenas, o en este caso podría tratarse de tritones, ella no podía distinguir si eran alfas u omegas.
—¿D.O está aquí? —Mark relamió su labios.
—Estamos haciendo un rescate para los niños que fueron secuestrados, los llevaremos con nosotros y después buscaremos a sus familias, sino encontramos, uhg, nuestro jefe se encargará hasta que la princesa Karina tome el trono.
—Ustedes están siempre obligando a las personas a tomar el poder. —Mark apretó los dientes.
Miró a su sobrina y al espejo, de nuevo movió sus manos y la magia morada salió de ellas, la barrera mágica que estaba más cerca de la taberna se quebró y dejó ver el humo y el fuego, así como se dejó escuchar el llanto de los niños y un montón de gente.
—¿Qué planeas? —Haechan habló.
Karina se dio cuenta de que verdaderamente el espejo hablaba, se sintió feliz, aunque no pudo ver el reflejo a como Minjeong lo había descrito. Quería ver si tenía el mismo tono de piel que su madre.
—Confiaremos en los seres del mar. —Mark mencionó. —Regresaremos y veremos los daños.
—¡No podemos regresar! —Karina gritó.
—¿Haechan? —Winter preguntó. —¿Qué debemos hacer?
El espejo se quedó callado.
—Ustedes dos, no se despeguen del mago de obsidiana, iremos a es lugar.
Winter asintió, confiaba su vida en Haechan y le haría caso a todo lo que dijera, sin embargo, Winter tomó la mano de Karina fuertemente y le miró con ojos tranquilos, transmitía confianza y calma.
—Iremos con el mago de obsidiana. —Karina les dijo a los hombres pez.
Mark subió a las niñas a su barca y remó. Haechan empezó a hablar con Winter y la niña le presentó a su nueva amiga Karina.
—No puedo creer que la encontraras. —Haechan dijo con suavidad. —Eres increíble, Wintercita.
La chica de cabello corto se apenó. Luego la voz de Mark se escuchó.
—Quizá son destinadas. —El alfa sonrió. —Dicen que los destinados pueden encontrarse y reconocerse inmediatamente, aunque no puedan verse, pueden sentirse.
El recuerdo del beso vino inmediatamente a la mente de las dos niñas y ambas se sonrojaron, pero seguían tomadas de la mano.
—Pero yo no soy una omega. —Winter mencionó, sin negar sus evidentes nuevos sentimientos.
—No tiene que ser directamente. —Mark levantó los hombros. —Yo puedo sentir al espejo mágico solo porque está hecho con la magia del mago dorado.
—¿No será que te estás empezando a enamorar de mí en vez de mi creador? —Haechan respondió.
Mark solo soltó una carcajada, sin embargo no respondió. El espejo lo podría usar en su contra si abría la boca. Solo siguió remando.
—Haechan, ¿No habíamos tenido esta conversación antes? —Winter mencionó. —Tú y él tío Mark son familia para mí, si el mago de oro pudiera convertirte en humano, tú...
—Mi bebé Winter. —Haechan la interrumpió. —¿Qué le pasó a tu cabello? ¿Qué te hicieron?
Cambiando de tema. Haechan trataba de que nadie le hablara, sin embargo Winter no quería decir ninguna palabra sobre lo que pasó o las razones que tuvo para hacer lo que hizo, ya que, si ni el tío Mark, ni Haechan eran sinceros con el tema de sus padres, ella tampoco hablaría de más.
Continuará...
Chapter 63: Capítulo LXIII
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Cuando llegaron a tierra, los hombres del mar salieron del agua como si fueran humanos, simplemente usaban unas túnicas que eran bastante cómodas, ellos caminaron buscando a su jefe. Winter se tapó los ojos cuando encontró el cuerpo de la señora Kim frente a ella con un montón de joyería y billetes manchados de sangre en las manos.
Karina tomó su mano y miró a los hombres.
—¿Dónde están los niños y los omegas? —Karin cuestionó.
—Los resguardan en la parte de en frente. —Dijo uno de los hombres.
Mark caminó sin dejar de ver a las niñas, la estructura del lugar se veía quemada, salió por la entrada principal y vio que varios niños eran subidos a un barco.
—¿Les regresarán sus recuerdos? —Mark preguntó y sacó varias botellas del hechizo de recuerdos.
—Después del cumpleaños de la princesa Karina es imposible para nosotros encontrar ese hechizo, necesitamos un mago de alto nivel que nos ayude. —Era la voz del alfa que había seguido a la princesa Karina con la mirada esa noche.
—Ya lo dije. —Mark mencionó. —No me voy a meter en una guerra de otro reino que no es mío.
—¿A pesar de que te podríamos llevar al poder? —Preguntó el hombre de apellido Do.
—No me interesa el trono. —Mark murmuró. —Tampoco me interesa derrocar al rey Jennie, no me uniré a ustedes ni haré hechizos bajo la bandera de aliado de los omegas primigenios. —Dijo con seriedad.
Mark tomó el espejo en forma de cebolla que tenía, sabía que las niñas estaban detrás de él viendo a los niños con los que trabajaron, sin embargo, Mark podía sentir cuando había alguien cerca de él, así que hablaba lo suficientemente algo como para que su broche lo oyera.
—El mago de oro como la reina Kai son omegas primigenios, como alfa destinado de uno de ellos, serías un icono en nuestro movimiento. —Dijo el otro alfa.
—Pero al parecer tú ya tienes ese puesto. —Mark soltó una risita. —Sé bien hasta dónde llegaría el destinado de un omega con tal de ver a su alma gemela ser feliz. ¿Buscas que la muerte del rey Jennie para poderte quedar con su omega? —La voz de Mark era marcada, tratando de que el príncipe Karina no oyera. —¿O acaso estás aquí porque querías comprobar que la princesa Karina fuera tu hija y no del rey Jennie?
El alfa sintió sus ojos llenos de rabia, tomó al mago de obsidiana del cuello de su capa y trató de levantarlo del suelo, Mark solo se quedó callado, escuchando y sin reaccionar.
—Jamás cuestiones las decisiones de mi reina. —Dijo él con enojo. —La princesa Karina y el hijo que lleva ahora mismo son de linaje real. Estoy aquí para proteger a la princesa Karina, después de buscarla, sé que si la encontraba...
—Si la encontrabas harías feliz a la reina Kai, lo entiendo. —Mark contestó y Soo lo soltó, logrando respirar con mayor tranquilidad.
—No fui yo quien la encontró, fue la princesa Winter, ella fue quien me dijo que estaba aquí. —Sonrió. —Si yo regresara a las dos niñas, ¿No crees que el rey Jeno se uniría a mí para derrocar al rey Jennie por salvar a su hija?
Mark soltó una risa cansada, no diría que Do era un hombre que faltara a su palabra, pero siempre buscaba la forma de proteger a su gente del mar y a su reina, lo entendía, la reina Kai lo había salvado de morir aceptando el matrimonio obligado solo por ser un omega primigenio. Pero, en primer lugar, el rey Jennie no debió de haber entrado a la boda de Do con Kai para secuestrar a la novia y amenazar con matar a todos si no la entregaban.
Habían sido más de 15 años de una venganza silenciosa, o al menos era lo que Mark había escuchado.
—No sé si lo sepas, pero mi hermano está desaparecido, si lo encuentras ahora hasta yo me uniría a ti para salvar a Armagedón. —Soltó una risa de burla.
Pero la mirada de Do lucía bastante interesada.
—Entonces hagamos un trato, te doy al rey Jeno y tú... Dale su libertad a mi reina. —Dijo Soo.
—¿De dónde vas a sacar a mi hermano? —Mark pareció preocupado al saber que Soo había aceptado tan rápido.
Era un trampa.
—Bueno, el día del cumpleaños de la princesa Karina, vine a este lugar y vi a la princesa Winter, yo iba a ayudar a la reina Jaemin, pero me enteré de que rentó otro bote, uno que evidentemente había sido sobornado por la reina Yoona. —Rodó los ojos, porque le había advertido a la princesa Winter que tuviera cuidado con la supuesta familia que quería lo mejor para ella, pero al parecer no entendieron. —Pedí que los seres marinos los siguieran, allí se agotaron todos mis hechizos de recobrar la memoria.
Mark abrió la boca con sorpresa.
—Entonces ¿Ustedes tienen a mi hermano? —Mark murmuró.
—Estamos resguardando al rey, pensábamos atacar hoy para salvar a as princesas. —Dijo Do. —Solo que se acabaron mis hechizos en la búsqueda del rey, y ahora con la gente que fue a buscar a las princesas. Así que el rey Jeno no recuerda nada. Tendrá que usar su magia en él.
Do cruzó los brazos y dejó de pensar tanto. Miró que las niñas ayudaban y suspiró.
—No mataré al rey Jennie. —Mark murmuró. —Pero buscaré la forma de darle la libertad a la reina Kai. —Hizo una pausa. —Y de poner en el trono al príncipe Karina cuando se haga mayor de edad.
Mark estaba desesperado, no quería meterse en temas políticos porque eso daría paso a rumores de que se quedaría con el trono, había muchas personas que buscaban que el mago ocupara el poder, principalmente de un reino que se convertiría en la capital del imperio, pero ese era el puesto de su hermano.
—Entonces hagamos un trato. —Do cortó su mano con un cuchillo que sacó.
Mark no era fan de los tratos y promesas mágicas, pero tomó el cuchillo y cortó su mano, era un trato de sangre.
—Entréguenme a mi hermano sano y salvo para llevarlo con su familia. —Mark contestó. —A cambio buscaré la libertad de la reina Kai y llevaré al trono al príncipe Karina de Armagedón.
Ellos cerraron el trato mágico y simplemente Haechan se quedó callado, como siempre. Mark estaba haciendo todo lo posible por recuperar a Jeno, por salvar a Winter, por poder ayudar a todos a pesar de lo herido que estaba, cuando eres un mago poderoso todos buscan que utilices tu poder para su beneficio.
Haechan entendía bien eso.
—Suban al barco, tenemos que ir a nuestro escondite.
Mark asintió y le dio instrucciones a las princesas para que subieran con él, de repente el barco empezó a convertirse en un submarino, Mark le dio sus hechizos a las princesas para que los repartieran, muchos estaban emocionados, otros solo pudieron llorar al recordar cómo fue su vida.
Winter quería hablar con Haechan, pero al parecer su espejo solo quería estar con su tío Mark, lo cual era bueno, sabía que Haechan podría oír conversaciones y podría contárselo. Así podía pasar tiempo con Karina también.
El submarino navegó muy al fondo donde se veía mucho, de repente salieron de las zonas hechizadas y después de unos minutos más, los niños empezaron a decir "Wow", pues al parecer nunca había visto "sirenos" en la vida, creían que era un mito.
Do explicó que los guardias de la armada de Armagedón mataron a los seres marinos sin explicación, hasta que la reina Kai accedió a casarse con el rey Jennie para que la masacre terminara.
—¿Entonces mi padre se encargó de casi extinguirlos? —Karina hizo una mueca, pero sabía que no debía dudar, cuando viera a su madre le preguntaría.
—¿Sabes qué conlleva el peso de ser un omega primigenio? No es solo la piel color canela besada por el sol, realmente los astros le dan suerte, le dan magia, personas como ellos pueden hacer historia o pueden controlar la magia correctamente. —Do habló con cariño en la voz, explicando al príncipe Karina que su madre siempre fue un héroe. —A los omegas primigenios siempre los han tratados como santos que se convierten en objetos. Todos piensan que se pueden vender al mejor postor, por eso nació la leyenda de que los destinados de los omegas primigenios tenían que ser alfas determinados y poderosos que puedan proteger un tesoro como ellos y a sus familias.
—Sabía que mis padres no se habían casado por amor, pero pensé que al menos se llevaban bien. —Karina dijo. —Necesito regresar a casa.
—Lo harás, pero primero te vas a convertir en un alfa, los seres marinos alfas pueden cazar, nadar y son bastante fuertes. Quiero que te conviertas en alguien que pueda luchar por salvar a tu madre y quien pueda obtener el trono y se preocupe por su gente.
—Espere... ¿Yo también puedo? O sea, ¿Puedo convertirme en sirena?
—En tritón. —DO aclaró. —Las sirenas son omegas, los tritones son alfas. Y tienes la sangre de un ser del mar, así que deberías poder transformarte y poder usar tu magia interior.
Los ojos de Karina se abrieron. Para ella esa era una nueva sensación. Se sentía confiada, plena, con la actitud de poder gobernar. Bajó la mirada y agradeció.
Cuando arribaron, el submarino se transformó en barco nuevamente y llegaron a una cueva, los niños fueron resguardados dándole ropa y comida adecuada, sin embargo, Mark y las princesas fueron llevados a otra área, donde al parecer todos saludaban a Do como si fuera su gobernante.
Haechan no se despegaba de Mark, pero era para poder ver a Winter de todos los ángulos, además de que no tenía confianza del lugar, pero agradecía infinitamente que hubieran salvado al rey Jeno.
—¿Dónde está él? —Do le preguntó a un alfa guardia.
Éste los llevó por un pasillo y llegaron a una celda, el rey Jeno vestía ropa calientita, pero estaba hecho bolita en una esquina de la habitación.
—¿Por qué está aquí? ¿Lo están tratando como un criminal? —Do le gritó a su guardia, este no era el lugar donde lo tenían.
—Se volvió loco cuando se le acercaron dos omegas, empezó a sudar y a comportarse violeto, lo tuvimos que encerrar. —Dijo el guardia.
Winter al escuchar eso solo bajó su mirada. Haechan estaba preocupado, pensó que las sesiones con Jaemin habían sido funcionales para tratar la enfermedad del rey, nadie sabía que el rey Jeno estaba enfermo, siempre cuidaba bien su porte.
—Voy a entrar. —Mark miró a Winter. —¿Puedes quedarte afuera y un poco lejos?
—Claro. —Winter sabía que Mark curaría a su padre. Así que solo bajó la mirada, solo quería abrazarlo y decirle que estaba bien, que jamás volvería a escapar.
Karina la tomó de la mano y se alejaron un poco de la puerta. Winter sabía que Haechan estaba en el broche de Mark, sin embargo sintió que su tío entraba solo, porque quería hablar a solas con su padre.
Durante años ellos habían sido enemigos.
¿Cómo iban a reaccionar?
Cuando Mark entró, cerró la puerta que no dejaba ver lo que sucedía adentro, se acercó y se sentó en la pequeña cama que había en la celda.
—Jeno. —Mark susurró. —Dijeron que te pusiste violento. ¿Qué ocurrió?
—Se me acercó, yo le dije que se hiciera para atrás y me dijo que me tranquilizara, y no quería, pero no me gustó cuando se acercó. —Hipó.
Recordar lo que había pasado hacía que se alterara, Mark pensaba que no era un hechizo como tal, no quería curarlo cuando el mismo Jeno estaba ansioso, necesitaba que estuviera tranquilo.
—Jeno. —Mark susurró.
—Rey Jeno. —Haechan preguntó si es que él era capaz de reconocer su voz.
—¡No quiero ser rey! —Gritó girando el rostro. —¡No quiero! Yo... —Jeno tenía los ojos rojos, había llorado, sudaba, su frente estaba mojada, su cabello estaba pegado a ésta, estaba tan alterado que parecía otra persona. —Mark...
—¿Sabes quién soy? —Mark preguntó levantando la ceja.
—Mi medio hermano bastardo, un hijo ilegitimo que me quitará mi poder y me asesinará si bajo la guardia. —Jeno recitó bajando la mirada mientras su mano temblaba y relamía sus labios.
Mark solo miró al espejo, Jeno estaba reviviendo un trauma, no había perdido completamente sus recuerdos porque éstos eran más fuertes, pero cuando los recuerdos eran culpa y resentimiento, cuando eran miedo, realmente Mark solo podía adivinar de qué trataba.
—Jeno...
—No, para ti soy rey Jeno, soy, soy el rey. —Jeno trató de ponerse de pie, pero cayó, sus piernas estaban débiles. —No vas a matarme, no voy a permitir que te quedes con el trono, no quiero morir...
—No vengo a matarte, Jeno. —Mark dijo con la voz más paciente del mundo. —Somos hermanos, los hermanos no se lastiman...
—Tú sí, tú vas a lastimarme, vas a vengarte de mí y de mamá. —Jeno hipó mientras seguía llorando. —Te mataré primero, yo... Mamá lo hará, ella incendiará esa casa, a ella no le importas, ella te quiere muerto.
—Bueno, en eso tienes razón, yo ya morí en ese incendio. —Mark guardó silencio. —Así que no soy tu medio hermano ni tu enemigo.
—¿Entonces quién eres y por qué luces como Mark? —Jeno cuestionó mientras seguía llorando.
Mark se quedó callado y se acercó a Jeno tomando su mano, en ese momento solo quería ser un amigo y un aliado para el rey de Wonderland.
Continuará...
Chapter 64: Capítulo LXIV
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Haechan quería interrumpir, pero por alguna extraña razón confiaba en Mark, quizá éste no era el Mark que el rey Jeno necesitaba, pero era una buena persona, este Mark trataba de arreglar algo que no había roto, porque sabía lo qué era una vida llena de culpa y arrepentimientos.
—Tu hermano Mark murió hace años. —Mark soltó. —Yo solo vivo en su cuerpo. —Sonrió. —Aunque mi nombre también es Mark.
Jeno tragó saliva y le volvió a mirar.
—¿Cómo murió? —Jeno preguntó con arrepentimiento, tenía enormes bolsas moradas debajo de los ojos, como si no hubiera dormido por días.
—Tu mamá mandó mercenarios que se encargaron de incendiar el escondite donde estaba Mark y su madre. —Contó. —Yo encontré el cuerpo de Mark, tenía varias quemaduras en el cuerpo que nunca se borraron. —Le enseñó parte de su brazo. —Pero lo he cuidado por si algún día decide volver, aunque ahora está feliz en un lugar mejor.
—¿Él está feliz? —Jeno preguntó.
—¿Te preocupa? —Mark mencionó. —Pensé que lo odiabas.
—No lo odio. —Jeno tragó saliva. —Solo que él siempre quiso deshacerse de mí, quería el trono y...
—¿Eso te lo dijo Mark o te lo dijo tu madre? —Mark preguntó con perspicacia.
—Mi madre...
—Mark no te odiaba, de hecho siempre pensó que eras su hermano menor, él hubiera renunciado al trono si ustedes hubieran sido amigos. —Sonrió. —Tu madre te ha metido tantas ideas equivocadas, ella no debe de tener tanto poder, debes quitárselo poco a poco.
Haechan entendió que Jeno estaba en un trance de cuando era más joven y entendía el punto de Mark, quería hacerle saber quién era el verdadero enemigo.
—Madre hace todo por el bien de Wonderland. —Jeno contestó bajando la mirada.
—¿Cómo lo sabes? ¿Es el bien de Wonderland tratar de asesinar a la princesa? ¿A tu hija? ¿Ejecutar ante todos a tu reina? —Mark preguntó.
—Reina... —La mirada de Jeno se volvió ansiosa, empezó a mover los dedos.
—Seulgi ya no existe, ella murió...
—¿Soy libre? —Jeno tragó saliva y sonrió, genuinamente sonrió.
—¿Pero no recuerdas a Nana? Es tu omega, tu esposo. —Mark murmuró.
—Nana. —Jeno tragó saliva, había escuchado el nombre.
—Solo devuélvele la memoria, ¿Qué tal si se nos mete el Jeno de otra dimensión? —Haechan habló con Mark y Mark soltó una risita.
—No puedo devolverle la memoria si sigue tan alterado, necesito que se calme para que no sufra de amnesia a largo plazo. —Mark rodó los ojos. —Y no, el Jeno de este mundo sigue vivo, no murió, solo quedó inconsciente.
—Tu espejo habla. —Jeno murmuró viendo el espejo.
—Claro que sí, soy Haechan, y soy tu amigo. —Dijo el espejo sin mostrarse. —¿Me recuerdas?
Jeno negó con la cabeza y luego cerró los ojos, su respiración estaba más tranquila, Jeno se acercó a Mark y se sentó cerca de su medio hermano para tocar al espejo.
—Este espejo es un aliado, Jaemin lo envió a mí para que vinera a rescatarte, para que regreses con él y con tu pueblo, con las personas que te quieren. —Mark murmuró. —Por eso necesito que te tranquilices para que te pueda curar completamente.
—Quiero quedarme así, ¿Puedes? Yo no quiero ser rey, voy a escapar, voy a dejar a esa niña y el trono, te lo puedes quedar... No sé quién es Jaemin, pero también te lo puedes quedar, eres el primogénito y el mago más poderoso que hay. —Jeno sonrió. —Todo Wonderland te pertenece por decreto.
—Bien, me lo quedaré, pero necesito que me prometas que me ayudarás a asesinar a tu madre. —Mark levantó la ceja.
Jeno tragó saliva y sus ojos se iluminaron.
—Pero ella no debe de enterarse que te ayudé. —Jeno mencionó, era el mejor plan, uno que debió hacer hace tiempo. —Ella quiere el trono, quiere gobernar a través de mí, pero yo no quiero ser su marioneta, todos dicen que la mande al castillo de las reinas viudas, pero ella sigue manejado a su gente desde allí...
Haechan estaba preocupado, Mark sabía el miedo y rencor que Jeno le tenía a la exreina Yoona, jugaba con eso, pero Haechan tampoco sabía lo difícil que había sido para un joven tomar el trono de un reino enorme, Jeno tampoco quería ser rey, pero el rey actual se desvivía por Wonderland.
—Ahora vengo... —Haechan dijo y se transportó del espejo de Mark.
Mark sabía a dónde iba, Haechan era un objeto mágico bastante inquieto y siempre hacía lo que quería. Aunque Mark se negaba a decirle "Haechan" a ese espejito, porque aquel apodo, tenía un significado mucho más grande, tanto como el "Fullsun".
De repente, Winter entró, su rostro se veía preocupado, incluso Haechan le había advertido que Jeno estaba fuera de sí mismo y que podría ser alguien que Winter jamás pensó. Con eso en mente, aquella princesa entró a la celda y miró a su tío.
—Papá... —Ella dijo en un tono débil acercándose a Jeno.
La mirada de Jeno se levantó y observó la silueta de la niña, él no tenía hijos, solo tenía una bebé, una aberración que había nacido en invierno, justo en Año Nuevo. Una bebé que debía ser aislada del mundo si sería como la reina madre Yoona y como la reina Seulgi.
—¿Quién eres? —Dijo Jeno.
—Soy Winter... Tú hija. —Winter murmuró.
Para ella fue difícil ver a su padre en esa condición, se veía descuidado, triste, demacrado, lastimado. Tenía esa mirada de odio, esa misma mirada que fue la primera que ella recordaba. Winter agradecía no tener arrepentimientos cuando se convirtió en Minjeong, porque no sabía lo doloroso que parecía ser.
La niña se acercó a donde estaba Jeno y Mark. Jeno la observó con detenimiento.
—Tú, te pareces a...
No terminó la frase porque Mark lo interrumpió.
—Se parece a nosotros y al antiguo rey. —Mark mencionó. —Ella no es como las mujeres que has conocido, Winter es una niña amable, dulce, una princesa que ha sufrido, pero que se ha mantenido fuerte, no tú ni yo, ella será quien suba al trono. —Mark mencionó.
Básicamente sabían que Winter no sería, iba a ser un varón como decía la profecía, pero Haechan no quiso interrumpir.
—¿Quieres ser la reina? ¿Por qué? ¿Eres un alfa? —Jeno preguntó acercándose a la jovencita.
—Porque nací y crecí en Wonderland, allí está la gente que me importa. —Sonrió. —No soy un alfa, ni tampoco una omega, pero sé que tú y mi mamá Jaemin me apoyarían aun si fuera una omega, porque sé que ustedes dos me aman y también sé que quieren protegerme. —Ella sonrió con los ojos llenos de lágrimas.
—Los reyes no nacen para ser felices, niña. —Jeno dijo. —Los reyes sirven para ser una figura dura de poder.
—Yo seré una reina o un rey que sea feliz. —Dijo ella con una sonrisa entre lágrimas. —Tú me enseñaste eso, que pelearía con todo aquel que no me considere digna, que siempre debo de considerar mi felicidad. —Suspiró. —Tú no eres como la reina Yoona, papá, tú eres el mejor papá del mundo, el más amoroso, amable, quien siempre me cuida y trata de protegerme...
Ella no esperó más, se lanzó a los brazos de su padre y empezó a llorar desconsoladamente, si ella no hubiera desaparecido nada de lo que estaba pasando hubiera sucedido, su padre y su madre estarían bien, aunque ya no debía de arrepentirse.
Jeno no la abrazó, sin embargo, el toque de la niña lo tranquilizaba, no lo ponía nervioso como un omega, o a la defensiva como a un alfa. Jeno podía sentir un lazo con esa niña, con su hija, se vio a sí mismo, prometiéndose que jamás trataría a su hija como lo habían tratado a él, él podría romper ese patrón.
—Ahora. —Haechan le susurró a Mark.
Y Mark solo suspiró. Tomó con sus manos la cabeza de Jeno y usó su magia, sí, allí había un hueco de amnesia, el cual se aseguró de descubrir que sus recuerdos escondidos que habían sido borrados regresaran.
Jeno suspiró y recordó.
Recordó todo, y sus manos inmediatamente abrazaron a su hija, el cuerpo de Winter se sentía delgado como cuando se enteró que las institutrices la mataban de hambre. ¿Dónde había estado su pequeña? Al menos estaba sana, estaba bien.
—Winter. —Jeno susurró. —Me alegra que estés bien, mi hija. —Y él también comenzó a llorar.
Porque era un alfa que fue educado para jamás verse frágil. Porque si lloraba quería que fuera encerrado en su habitación, a oscuras y a solas. Pero ya no estaba solo, tenía a Nana, tenía a Winter, tenía a Haechan y... Tenía a Mark, aunque no fuera su verdadero Mark.
—¿Ya puedes recordarme? —La niña cuestionó.
—Por supuesto. —Jeno mencionó. —Recuerdo todo. —Susurró. —¿Dónde está Jaemin? —Levantó la vista. —Sé que venía hacia a mí en el agua, pero...
—Jaemin fue apresado por la guardia de Wonderland, la bruja Yoona se ha quedado con el poder y le ha inventado cargos a Jaemin por la desaparición de la princesa Winter y por el asesinato del rey. —Haechan comenzó a alegar.
—Hace unas horas encontré a Winter y a la princesa Karina, no dábamos contigo, pero recibimos ayuda con los seres del mar. —Mark aclaró.
—¿Ayuda o hiciste un trato? Su comercio es caro cuando tienen algo que realmente quieres. —Jeno aclaró separándose de Winter y poniéndose de pie. —Debemos de ir por Jaemin inmediatamente.
Cuando Jeno intentó ponerse de pie, sus piernas flaquearon y cayó al suelo, Winter se preocupó bastante.
—¿Papá? —Winter dijo preocupada.
Mark ayudó a Jeno a levantarse y lo sentó en la cama.
—Ahora deberías descansar, estás en buenas manos. —Mark mencionó. —Duerme, mientras voy a idear un plan de cómo pagar tu costo y cómo salvar a Jaemin.
Jeno no dijo absolutamente nada. Solo se recargó en el colchón y miró a Winter, quien le sonrió mientras sostenía su mano, esperando que le dejara cuidarlo.
—Gracias. —Jeno mencionó.
Nunca se había sentido en una familia hasta en ese momento.
Mark salió de la habitación, Haechan solo miró a Winter y le hizo una seña para decirle que iría con Mark, ella solo sonrió y asintió. Haechan sabía que estaba pensando en cosas extrañas.
Haechan llegó al espejo de Mark y suspiró.
—Vaya, pensé que eras una persona de mal corazón. —Haechan suspiró. —Aunque le hayas dado una resignación falsa al rey Jeno con su hermano Mark.
—Ese Mark está muerto, no hay forma en la que vuelva, y si odia a Jeno, ya no es un problema, él no va a poder regresar. —Mark declaró.
—¿Y si estuviera en el mundo donde está el viejo Jaemin y tú? ¿Qué harás si los encuentras cuando busques al mago de oro? —Haechan preguntó. —¿Qué tal si quieren regresar?
Mark solo soltó un suspiro cansado, habían pasado muchas cosas en las últimas horas, le gustaba arreglar las cosas que otros destruían, eso era lo divertido de tener poder, pero Mark se sentía bastante completo en ese momento.
—Creo que no va a ser necesario ir a ese mundo. —Mark murmuró.
—¿Por qué lo dices? ¿Cres que el mago dorado esté aquí? —Haechan preguntó.
Mark tomó el espejo que tenía en forma de cebolla y usó un poco de magia en él. Luego soltó un suspiro cansado, muy cansado. Como si hubiera cometido un error.
—No tengo idea, hora hay que resolver este problema, después nos encargaremos de encontrarlo. —Mark murmuró. —Necesito un favor de tu parte ahora que eres libre.
—¿Qué clase de favor? —Haechan parecía interesado.
—Ve al espejo de Jaemin, dile que hemos encontrado a Jeno y que pronto iremos allí. —Sonrió. —Verifica que haya comido y dormido, que nadie haya entrado. Luego regresa.
—Vaya, ahora te crees mi dueño. —Haechan brilló.
—No, pero tenemos un trato ¿No? Estaremos juntos hasta encontrar al mago. —Mark murmuró. —¿O acaso te pedí algo difícil? Pensé que querrías ir a ver a Jaemin.
Haechan rechistó. Odiaba sentirse tan transparente cuando estaba con ese mago.
—Bien, volveré en unas horas. —Haechan mencionó.
No se atrevía a decirlo en voz alta, pero quería decirle "Gracias" a Mark, porque había reunido a su familia, los había rescatado y aunque todavía faltaba Jaemin, siempre lo consideraba, Mark era una buena persona.
Continuará...
Chapter 65: Capítulo LXV
Notes:
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Chapter Text
Mark era un perfeccionista amante del control. Haechan se dio cuenta de eso desde que lo vio, también tenía un orgullo notable, pero dentro de él, se consideraba que era una persona que había aprendido de sus errores, alguien que quería vivir una vida libre sin miedo. Porque todas sus decisiones lo habían llevado allí.
Tenía un talento del que Haechan estaba celoso. Mark, de verdad podía conquistar el mundo si quería, y Haechan fue el primero en escuchar el plan de Mark, pensando que era tan caótico que limpiaría el nombre de toda la familia imperial.
Después de hablarlo con Jeno, Mark le dijo que tomaría venganza por parte del Mark del pasado y con eso jamás volverían a tocar el tema, cosa con la que Jeno, a pesar del dolor de su corazón, estuvo de acuerdo. Se sentiría más tranquilo.
Jeno se había recuperado, ahora de verdad parecía un verdadero rey.
Cuando conoció a la princesa Karina se sintió muy incómodo, no entendía cómo había personas que buscaban casarlo con una niña de la edad de su hija, él ya tenía a alguien en su mente y en su corazón, ese era Jaemin y pronto estaría con él.
Jaemin estaba feliz de que hubieran encontrado a su familia, se recuperaba lentamente, aunque no podía salir del calabozo donde estaba encerrado, estaba aliviado de saber que Jeno y Winter estaban vivos, y aunque la reina Yoona amenazó con matar a todos los sirvientes, todos preferían morir a traicionar a su reino y que se llevaran a su reina.
Al principio, la ex reina Yoona si mató a algunos, pero estaban dispuestos a dar su vida por Wonderland, así que ella lo dejó por la paz.
Buscando el momento en donde Jaemin muriera de hambre, ya que no le habían dado nada de comer, pero los mismos sirvientes, principalmente Ningning se las arreglaba para darle aunque fuera lo mínimo, porque no es que a ellos les fuera mejor.
Pero Jaemin lo gradecía, infinitamente, sabía que se acercaba el día que habían planeado para regresar.
Unos días antes, hubo una emotiva despedida.
—¿Estás segura de que no quieres venir con nosotros? —Winter preguntó a su mejor amiga.
—No es el momento, Minjeong, ah, quiero decir Winter. —Karina se veía triste, porque le había dado muchas vueltas a la idea de perder a su amiga.
Ellas ya se habían encariñado tanto que realmente era difícil ver a una sin la otra en la guarida de los seres del mar. Era un dolor imaginarse una vida donde ya no estarían juntas de la manera en la que habían estado.
Aunque ambas habían preferido no hablar de su beso, sabían que había un sentimiento de amor entre ellas, algo más allá de la amistad.
Pero ambas eran consientes que aún no eran lo suficientemente fuertes como para protegerse a sí mismas y a la otra, tenían que crecer un poco más, tanto física como mentalmente.
—¿Nos vamos a ver pronto? —Winter preguntó.
—Claro que sí, visitaré Wonderland cuando se arreglen las cosas en Armagedón, aunque tú también puedes visitarme. —Ella sonrió. —Sé que me encontrarás en cualquier lugar que esté.
—El espejo mágico y yo volveremos a Armagedón cuando ya no haya más problemas en Wonderland. —Mark mencionó a su sobrina. —Puedes venir con nosotros.
—¿En serio? —Winter preguntó. —Haechan no me lo había dicho.
—A veces el mago de obsidiana es terco. —Haechan no se mostró. —Pero como tenemos un trato tengo que acompañarlo, tenemos que acabar y limpiar todo el tema de la trata de personas, y quizá después de Armagedón viajemos a Neverland. —Soltó un suspiro.
—Preferiría que Winter estuviera en Wonderland hasta que se revele su subgénero. —Jeno intervino. —Es hora de irnos. Espero que las cosas se arreglen en su palacio, porque hasta que usted no sea el rey, Wonderland mantendrá la hostilidad a Armagedón.
—¡Papá! —Winter lo regañó.
Jeno no podía perdonar que el rey alfa Jennie se hubiera puesto del lado de su madre y Winter lo entendía, pero Karina no tenía la culpa, pensaba que fue el mismo rey quien vendió información para que desaparecieran a su propia hija.
—Sube al trono, Winter. —Jeno le dijo. —Cuando ustedes estén en el trono, arréglenlo con diplomacia.
Y Winter y Karina sonrieron. Ambas estaban esperando ese momento. Podrían arreglarlo de forma no bélica.
—O podrían casarse en un futuro. Un matrimonio también podría unir a los reinos. —Mark soltó como si fuera una broma.
Jeno lo miró como si lo fuera a matar, Haechan no dijo nada, pero pudo ver el notable sonrojo en el rostro de Karina y de Wintercita, definitivamente allí había algo que él también veía.
Karina y Winter se abrazaron. Karina se quedaría con el señor Soo, hasta que pudieran entregarla y salva a la reina Kai, eso sería cuando Mark regresara y se comprometiera en derrocar al rey Jennie, rey que había viajado a Wonderland para el torneo de caza junto con su reina, quien iba más preocupado que feliz.
Y con esa situación, dejaron Armagedón para volver a Wonderland.
[...]
La reina Yoona fue una omega bastante bella, inteligente y seductora, siempre supo que el poder debía ser suyo, pero desgraciadamente la sociedad no perdonaba que los omegas viudos reinaran, a pesar de que odiaba a su esposo y lo envenenó durante años, éste realmente se había atrevido a engañarla y a tener un hijo ilegitimo, peor que una cucaracha, porque no moría fácilmente.
Yoona pensaba que su tonto hijo Jeno estuvo en el poder, pero era un niño idiota, y se volvió todavía más idiota cuando aceptó el cariño de su hija, Yoona sabía que esa niña iba a ser una niña débil, claro, si es que no moría en cualquier momento.
Aunque lo intentó, aunque tenía institutrices que la mataban de hambre, esa niña también sobrevivía, definitivamente tenía los genes del antiguo rey y de Mark. Probablemente Jeno también sería igual.
Necesitaba a alguien que pudiera asesinar a esa niña y que pudiera darle más control del que Jeno ya se estaba llevando, necesitaba un títere.
La exreina de Dreamland era como ella, usaba a sus hijos como títeres, así fue como recordó que había una princesa omega, necesitaba que fuera su títere y también su rehén en caso de que Dreamland quisiera levantarse en armas.
El plan fue sencillo.
Y Jaemin era una princesa resentida con la vida, estaba tan corrompido que perdía su juicio por lapsos, un mago oscuro que se encargaba de "curar" corazones, en búsqueda de revivir a su verdadero amor.
No es como que el amor en verdad existiera.
Pero tal idea de ser la única reina de Wonderland le pasó a tomar facturas cuando buscó al hijo bastado de su fallecido esposo, ese fue su más grande error, Yoona no estaba dispuesta a que ese hombre y Jaemin engendraran al hijo de un bastardo y mancharan su linaje del trono.
Así que lo orilló a suicidarse, le había dado el veneno, un veneno mortal que dormía su cuerpo e incrementaba la oscuridad para ser consumido por dentro. Pero nunca fue consumido por completo porque Jaemin nunca lo había estado, le faltaba su corazón, que se había quedado en Dreamland.
Y aún así, la maldita cucaracha de Jaemin, seguía vivo y para colmo le dio la espalda y genuinamente se empezó a enamorar de Jeno y a querer a la mocosa.
Yoona sabía que debía deshacerse de Jaemin, con Jaemin caería Mark, entre ellos había algo y ahora lo veía obvio. Fue fácil manipular la verdad para decir que Jaemin había asesinado a la familia real para que el hijo bastardo se quedara con el trono.
Ahora todas las personas reunidas estaban expectantes, los de otros reinos habían asistido por invitación del "rey", pero los que pertenecían a la nobleza de Wonderland, para evitarse conflictos habían prometido sus cazas a la reina Yoona.
—¿Aún no se aparece ese bastardo? —La reina Yoona descansaba bajo la carpa más grande del festiva de caza.
—Se le vio en el bosque, pero desapareció, estaba solo. —Mencionó uno de los guardias. —Se ha vigilado el perímetro.
—Bien, que parezca un accidente. —Yoona murmuró. —Y tráiganme la mayor cantidad de monstruos que haya.
Mark la estaba pasando de maravilla, a decir verdad siempre había sido un hombre que le gustaba hacer cosas peligrosas, aunque siempre terminaba gritando y pensando que por ese tipo de cosas los hombres vivían menos, pero estaba divertido.
—A la izquierda. —Haechan indicó.
—Lo sé, podría hacer esto con los ojos cerrados. —Mark mencionó. —Me sorprende que no me hayan mandado a una muralla bajo la nieve cuidando de los caminantes blancos o los monstruos. —dijo.
—¿Qué es un caminante blanco? —Haechan cuestionó.
—Como un zombie, bueno, algo... No importa. —Mark susurró hablando de cosas de su mundo. —¿No crees que yo sería como el protagonista masculino si Jeno no lo fuera? "Es el cliché del mago ilegitimo con una infancia difícil que se convierte en el mago más poderoso y evita la destrucción de su reino."
—¿No crees que has leído demasiadas novelas?
—Siempre quise ser escritor. —Mark murmuró. —Quizá por eso transmigramos aquí, quizá yo escribí esta historia y todos son producto de mi imaginación. —Se rio como si fuera un lunático. Haechan no dijo más.
A Mark le gustaba acabar con los enormes monstruos y con las bestias salvajes, ya había organizado toda una pila.
Incluso cuando una flecha fue disparada hacia él y Haechan gritó, Mark la esquivó y sonrió como un demente.
—No renací para volver a morir.
—No, ni siquiera sabemos por qué renaciste.
—Para vivir mi cliché romántico con Donghyuck.
—Totalmente un simp, ¿Cómo puedes estar enamorado de alguien que no conoces? —Haechan murmuró.
—¿Estás celoso? ¿Preferirías que me enamorara de ti? —Mark sonrió mientras quemó vivo a un asesino de los que habían sido contratado para matarle.
Haechan rodó los ojos, sabía que Mark no lo veía, pero sinceramente dudaba, no quería mostrarse ante él, Mark era el tipo de persona que te desesperaba, pero era desesperantemente atractivo, Haechan no sabía desde cuándo lo "torpe" podía considerarse interesante.
—Vaya, eres bueno esquivando a los mercenarios.
—Bueno, renací y la reina Yoona siempre ha intentado matarme, debía de sobrevivir. —Se burló. —Ahora que tengo otra oportunidad de vida, no voy a rendirme, voy a ser lo mejor que pueda, quiero convertirme en el protagonista.
—¿Cómo sabes qué eres el protagonista? Digo, cada uno es el protagonista de su vida, ¿No? —Haechan suspiró. —Además, ¿No creerás que estás metido en una novela romántica?
—Supongo que sí, es hora de mi romance. —Mark levantó los hombros y arrojó una bola de fuego a otro de los asesinos que se mantenía escondido.
Además de que les disparó a dos jabalíes que corrían asustados. Haechan tragó saliva. Mark era un mago fuerte, leía las presencias fácilmente, usaba magia con precisión, si el rey Jeno era sexy, Mark era... No, sexy no era la palabra que Haechan usaría, era dominante, alguien con quien podrías tener todo el control y poder que quisieras.
—¿Cómo estás seguro? —Haechan se quedó sin aliento al notar que estaba pensando cosas que no debía de pensar.
—El mago dorado se enamorará de mi personalidad, de mi amor por la familia, de mi poder, de mi devoción y de la bondad de mi corazón. —Mark murmuró.
—Realmente tienes mucha confianza en ti mismo. —Haechan no sabía qué decir.
Odiaba encontrar a alguien que le quitara el aliento, que lo dejara sin palabras qué decir, que hubiera alguien que lo notara y descubriera su presencia, que fuera tan fuerte y al mismo tiempo tan suave.
Se iba a volver loco si seguía pasando más tiempo con él.
—Solo contigo. —Mark sonrió.
Terminó de asesinar a los mercenarios y suspiró. A lo lejos se escuchó el sonido de un corno, estaban llamando a todos para que llevaran a sus presas y pudieran contabilizar los puntos. Mark solo observó la cantidad de monstruos y animales que había juntado, sin duda no había nadie con magia que estuviera a su nivel.
Mark no tuvo qué preocuparse, había marcado a todo lo que había disparado y lo teletransportó a la línea de meta donde estaban todos los omegas mientras tomaban el té.
Cuando llegó, solo soltó un bostezo y se quedó parado sin que nadie lo notara, Haechan creyó que realmente estaba usando un hechizo de invisibilidad porque todos parecían pasar de él.
Mientras los jueces contaban, la reina Yoona apareció subiendo a un pequeño escenario donde hablaban.
—Muchas gracias por estar aquí hoy. —Dijo la mujer. —Es el día que di a luz a mi primogénito hace ya tantos años, a pesar de no estar aquí y estar desaparecido por un mal omega, festejamos su vigésimo séptimo cumpleaños. La asamblea de las casas nobles de Wonderland, han decidido que yo seré la reina interina de Wonderland mientras se dictamina qué pasará con el reino ya que no hay ningún heredero vivo que lo reclame.
Mark simplemente bostezó y Haechan parecía molesto, no es como si Mark fuera a interrumpir, pero había personas que no esperaban aquella declaración.
—¿Qué pasará con el cambio de imperio? —Fue una pregunta del rey Minho de Nerveland. —No esperará que un reino que acaba de sufrir una perdida semejante quede como la capital del imperio y nos guíe a los otros reinos. —Murmuró.
—Por supuesto que no, la capital sería Wonderland, pero será ejecutado por el rey Jennie de Armagedón. —Dijo Yoona presentando a la mujer alfa.
—No creo que sea coherente. —El rey Jaehyun habló. —Se ha descubierto que Armagedón tiene una red de trafico de menores y de omegas en Armagedón y si fuera poco, una red que desencadena sicarios en Neverland, ninguno es tan confiable como lo sería Dreamland.
La reina Yoona buscaba que los reinos pelearan y ella siguiera en el poder, Wonderland era el mejor reino para gobernar considerando que quedaba en el centro y sur de los otros reinos.
—Parece ser que no se enteraron quién fue la persona que destruyó la red de tráfico de personas. —Mark de repente apareció. —Aún falta la de sicarios, pero sin duda el príncipe Karina de Armagedón y yo nos encargaremos. Reina Yoona, al parecer olvidó nuestra conversación y olvidó que queda un heredero vivo del trono.
La reina Kai cuando escuchó el nombre de su hija y ser referido como príncipe, sintió un alivio inexplicable, había recibido una carta de un viejo amigo que decía que Karina estaba a salvo, que se estaba enseñando a ser un ser marino y que pronto volvería, pero Kai quería verla, quería saber si realmente había sido un alfa y si estuvo bien en esos momentos de soledad, así que inevitablemente comenzó a llorar silenciosamente.
—No lo he olvidado, príncipe Mark, de hecho, usted está acusado de traición, por convencer a la reina Jaemin de asesinar a la familia real y quedarse con el trono. Así que su ejecución será al mismo tiempo que ese omega traidor.
Mark soltó una ligera risa.
—Reina madre Yoona, no esté tan segura, usted no es la reina de Wonderland y la próxima ejecución será la suya.
Continuará...
Notes:
Nos leemos el próximo jueves (o viernes) si no pasa nada, tengan un lindo día.
Sigo en el tratamiento psiquiátrico, mi cuadro de depresión mejoró este mes, entreno natación por si mi esposo Choi Minho me invita a un triatlón y también adopté un perrito llamado Chewbacca, alias Chewy, así que estoy un poco más relajada (y ansiosa por otras cosas), pero en sí voy bien, y quiero regresar y terminar mis historias, muchas gracias por esperarme.
Como lo dije, esta historia tendrá 85 capítulos y vamos en el 65, así que espero que podamos terminarla para mi cumpleaños (21 de agosto), ;u; (O por esas fecha en general).
Tengan un buen inicio de mes y nos leemos pronto!
Chapter 66: Capítulo LXVI
Chapter Text
Jeno no tenía magia, pero tenía una espada, Winter tampoco tenía magia, pero cargaba hechizos para dejar inconsciente a cualquiera que se interpusiera, hechizos que Haechan le obligó a Mark a darle. Winter no estaba segura, pero el tío Mark era bastante agradable, no entendía por qué Haechan lo "odiaba" tanto si parecían llevarse muy bien y su química era envidiable.
Jeno se encargó de los guardias que estaban en los calabozos, ni siquiera estaba de acuerdo en que su hija lo acompañara, sin embargo Winter se había armado de valor y ahora parecía como una pequeña guerrera.
—¡Es el rey! —Gritaron algunas de las sirvientas.
A todos se les erizó la piel cuando oyeron esa declaración.
—¿Dónde está la reina? —Preguntó Jeno con autoridad.
Todos señalaron a la celda que estaba al final del pasillo, tenía una enorme puerta de metal. Mientras Winter liberaba a todos los sirvientes y abría las puertas, se sintió feliz, ellos tenían la mirada de esos niños y omegas que habían sido salvados. Winter estaba feliz de ayudar.
—Princesa Winter, pensé que usted... —Doyoung solo lloraba del ojo que le quedaba, mientras el otro estaba cerrado.
Tampoco tenía un brazo, su ropa de arriba tenía una mancha marrón, era sangre seca, probablemente tendría alguna infección.
—Doyoung. —Jeno dijo con una voz que casi se rompe. —¿Qué te pasó? ¿Qué les pasó?
—Sobrevivimos, y ésta es la lealtad de Wonderland. —Dijo el guardia antes de toser terriblemente.
—Los doctores, vayan a la enfermería y ayúdenlo, busquen magos curanderos. —Jeno dio la orden. —Todos los demás, tomaremos el castillo, esto jamás se repetirá. —Declaró.
Y pudo ver a todos los sirvientes arrodillarse ante él.
—¡Ésta es la lealtad de Wonderland! —Dijeron al unisonó.
—¡Rey Jeno! Mi reina, por favor, él no... —Ningning golpeó la puerta de acero y lloró.
Winter observó los dedos de Ningning, al igual que el de las otras damas del palacio tenía fracturas en los dedos, su tortura fue arrancarles las uñas una por una. Pero aún así confiaban en ellos. Jeno dudó, no sabía qué iba a encontrar dentro.
Así que simplemente abrió la puerta rompiendo el hechizo que Mark le había puesto.
Jaemin estaba tirado en el suelo, se veía más delgado, los golpes que le habían asestado se estaban curando y tenían un tono marrón o morado, ya no eran rojos como tal.
—¡Mamá! —Winter fue la primera que se acercó.
Con esas simples palabras, Jaemin levantó la mirada, sus labios estaban resecos y descarapelados, pero sonrió, trató de sentarse ene el suelo y abrazó a la niña.
—Winter, mi hija. —Jaemin comenzó a llorar. —¿Dónde estuviste? ¿Estuviste bien?
—Lamento haber escapado. —Winter mencionó mientras sus manos abrazaban a su madre.
Después del incidente de Año Nuevo, Winter jamás pensó ver a su madre con un aspecto tan lamentable y triste. Estaba deshecho, pero la abrazaba con tanto amor y preocupación.
—Nana. —Jeno se acercó. —Nana, perdón por no venir antes...
—Haechan me dijo que estabas vivo, que habías encontrado a Winter y sabría que vendrían por mí. —Jaemin tragó saliva. —Yo nunca te lastimaría.
—Lo sé. —Jeno mencionó tratando de cargar a Jaemin, pero también besándolo. Un beso que necesitó por un largo periodo de tiempo. Jaemin correspondió y Winter se sorprendió al ver la escena, Jaemin solía decir que en los "cuentos de hadas" de su mundo, la protagonista era salvada por el príncipe "azul", justo como ahora.
Jaemin parecía ser el protagonista de la historia.
Jeno cargó a Jaemin, y le pidió a la sirvienta y a Winter que lo siguieran, dejarían a Jaemin con los magos curanderos y luego él iría a alcanzar a Mark.
—No parece que estés temblando. —Jaemin sonrió rodeando con sus débiles brazos el cuello de su esposo.
—Perdí mis recuerdos y cuando Mark los regresó bloqueó algunas sensaciones, creo que no voy a tener que preocuparme por el trauma nunca más. —Jeno confesó.
—Me alegro, me alegro tanto, por cierto, feliz cumpleaños. —Jaemin sonrió hasta que sus ojos se cerraron y pudo quedarse dormido.
Llegaron a la enfermería y aunque muchos sirvientes estaban allí recibiendo tratamiento, la prioridad fue Jaemin; Winter y Ningning se encargarían de eso.
Mientras tanto Jeno fue en búsqueda de su medio hermano.
[...]
Mark soltó una ligera risa. Le encantaba comportarse como un villano, para ser sincero se sentía bastante confiado, por el viejo Mark, se encargaría de vengarlo, por el Mark que vivió con mucho miedo, que estaba asustado de conocer la muerte a una edad temprana, uno que nunca había vivido para alcanzar sus sueños.
—Reina madre Yoona, no esté tan segura, usted no es la reina y la próxima ejecución será la suya. —Mark uso un tono tan cautivador, que Haechan sabía que había tomado una buena decisión al elegir ir con el mago.
—Esa lengua tuya. Se nota tu falta de educación al no tener miedo de que te ejecuten frente a todos. —Ella se excusó con una sonrisa presumida.
—Toda mi vida intentó eliminarme, ¿Por qué debería tener miedo? —Mark dijo con un tono directo. —Invente una nueva excusa, porque yo no me alié con el rey de Armagedón y compré testimonios falsos sobre el "asesinato del rey".
—Siempre has querido el trono. —Ella dijo con coraje, mientras escuchaba el susurro de todas las personas que la estaban juzgando. —Seguramente haber renunciado al poder fue un truco...
Mark bostezó. Simplemente sonrió a todos los presentes.
—La exreina Yoona y yo apostamos que quieren consiguiera la mayor cantidad de caza, ya fuera cazando o por lealtad, tendría oportunidad de reclamar el trono. —Mark murmuró. —¿Ya se han declarado los ganadores?
Mark estaba haciendo tiempo, los nobles de Wonderland querían que alguien ya se lo llevara, pero el mago parecía ser demasiado habilidoso que nadie podía acercarse y tocarlo. Era el mismo hechizo que alguien había puesto en la celda de la reina Jaemin.
La reina Yoona estaba enojada, así que simplemente negó con la cabeza y esperó que los jueces hicieran sus trabajo.
—El príncipe Mark ganó justamente, capturó más presas. —Dijo uno de los lacayos al barón Kang.
—¿Y las que le ofrecieron a la reina? —Murmuró el hombre.
—Son insuficientes. —Mencionó.
La conversación era privada, más no secreta, todos habían escuchado, y varios de los reyes de otras naciones estaban incómodos, la reina Kai evitaba contacto, los reyes de Neverland querían confiar en el mago de obsidiana, pues confiaban en que él podría destruir el hechizo del corazón envenenado que la reina tenía con su hijo. Y por otro lado, el rey de Dreamland solo hacía lo que su madre decía, y sinceramente no le convenía que el príncipe Mark se quedara en el poder.
—Parece que gané. —Mark dijo. —Aunque sinceramente, quisiera ofrecer mi caza como símbolo de lealtad.
—¿Se las ofrecerá a Jaemin? —Dijo Yoona con resentimiento.
—Me gustaría, pero la reina Jaemin debe estar muy ocupado ahora, se supone que podemos entregar nuestras presas a los omegas o a nobles de género femenino que no hayan participado directamente en la caza, pero que sí hayan estado aquí. —Mark explicó.
Todos mencionaron que era correcto, que era cierto y todo lo demás.
—¿A quién se los darás? —Yoona cruzó los brazos.
—A la única princesa que ha tenido y tendrá Wonderland, a la princesa Winter. —Mark mencionó.
—La niña está desaparecida. Ella no está aquí. —El rey Jennie habló. —Parece que no sabe siquiera las reglas.
—Oh no, mi sobrina está aquí, en el castillo, aún no se confirma con un subgénero, pero ella sin duda quería participar. —Mark sonrió. —Además no sé de qué cargos acusan a la reina Jaemin, si mi sobrina y el rey Jeno, ya han regresado a Wonderland.
Los cuchicheos se escucharon por todo el lugar, Yoona volteó a ver desesperada a todos los lugares, y el rey Jennie también, estaba preocupada de que algo saliera mal.
—¡Eres un mentiroso! —La reina Yoona mencionó. —Si nadie quiere atraparte, lo haré yo.
Ella tomó la espada de uno de los caballeros que estaba a su alrededor. Haechan quería gritar cuando vio que la mujer iba a atacar a Mark, pero éste solo la detuvo con su magia, sin lastimarla, solo la paralizó en el aire.
—Esto es traición, atacar a un miembro de la familia real y humillarle. —Ella murmuró con una sonrisa.
—Entonces, madre, ¿Por qué atacas a alguien de la familia real? —Era la voz de Jeno.
Todos se sorprendieron cuando vieron al rey Jeno acercarse con toda la gracia del mundo, lucía sano, el rostro del rey Jennie se volvió sombrío y quiso escapar, pero se dio cuenta de que ya estaban rodeados.
—¿Jeno? —Yoona miró al rey Jennie. —¿Qué haces?
—Bueno, rescatar a mi hermano. —Jeno habló. —Y claro, tomar el trono que con tanto esfuerzo me diste, no sería tan desagradecido como para devolvértelo después de todo lo que me has hecho hacer por él. —Fue sarcástico.
—Estás mal, yo no soy tu enemiga. —Yoona mencionó.
Jeno solo hizo una señal y varios de sus guardias tomaron a la reina Yoona con cuidado, Mark solo lanzó un hechizo y solo le cerró la boca a la mujer que empezaría a quejarse en cualquier momento.
—Lamento todos los problemas internos de la familia real de Wonderland, les agradecería que nuestros invitados volvieran a sus habitaciones en el palacio, uno a uno iré a disculparme con ustedes. —Jeno hizo una inclinación. —Mis guardias se encargarán de que estén protegidos.
Los guardias escoltaron a la mayoría de los reyes de otros reinos, pero había descontento en general.
—¿Qué cree que hace rey Jeno? —El barón Kang se acercó con enojo. —Esa no es la forma de tratar a la reina Yoona.
—¿La reina? La reina actual es la reina Jaemin, y yo claramente dije que él sería la reina en funciones cuando yo no estuviera. —Jeno mencionó. —¿Y ustedes qué le hicieron?
—¡Intentó matarlo! —Dijo el barón Kang.
—Intentó salvarme y se lo impidieron. —Jeno mencionó. —¡Guardias! —Aparecieron varias personas uniformadas. —Llévenlos a las mazmorras, decidiremos qué les pasará con una audiencia.
—¡Se está equivocando rey Jeno! ¡Ellos son el enemigo! —Gritó el barón. —Él. —Señaló al mago obsidiana. —Y la perra de útero frío con el que se casó.
Mark cerró la boca del barón y resopló. Jeno estaba bastante enojado.
—Su ejecución se decidirá si será pública o privada, porque la muerte es lo único que les espera. —Jeno contestó al final.
Tanto la madre como el barón gritaron y trataron de liberarse, pero con un simple "llévenselos", los guardias los sacaron de la vista del rey.
—¿Estás bien? —Mark preguntó. —¿Encontraste a Jaemin?
—Está bien. Lo están tratando, se pondrá bien y yo solo tengo que corregir todo este desastre. —Jeno mencionó.
—Ahora tienes nuestra ayuda. —Mark mencionó. —No tienes que hacer tantas cosas solo.
Jeno asintió.
—¿Lo dices por Haechan y por ti? —Jeno dijo con cierta felicidad y calidez, Mark miró al espejo. —¿Por qué no habla? Nunca suele estar tan callado.
—Se fue en cuanto llegaste, quería saber si Jaemin estaba bien. —Mark sonrió. —Me haré cargo del rey Jennie y también de la ejecución de tu madre si eso te tranquiliza.
—Entonces te lo dejo a ti, volveré con Jaemin. —Jeno mencionó.
—Por supuesto, avísale a Haechan que venga a mí, quiero que me ayude con algo. —Mark declaró y Jeno asintió.
Así ambos volvieron a tomar caminos separados, Mark dirigiéndose a verificar algo y Jeno corriendo a donde estaba Jaemin.
Continuará...
Chapter 67: Capítulo LXVII
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Jeno llegó al lugar donde habían llevado a Jaemin, lo estaban curando con magia, los doctores eran mucho mejores en su ámbito y con las medicinas y magia adecuada, podían hacer muchas cosas, Jaemin solo dormía mientras Winter lo observaba y Jeno dio el mensaje de Mark al objeto mágico.
Haechan recorrió algunos espejos y llegó al que usaba Mark en su vestimenta, no dijo ninguna palabra, sin embargo Mark estaba frente a la puerta de los reyes de Armagedón.
—Odio tomar el rol de villano. —Mark susurró. —Pero...
—Es algo que prometiste. —Haechan mencionó con el tono neutro que solía caracterizarlo. —Te daré apoyo moral si es que lo necesitas.
Mark asintió y tocó las puertas de la habitación. Miró a los reyes y les dio una señal a los guardias del reino de Armagedón y a los suyos para que salieran de la habitación. El rey Jennie gritó enojado.
—¡Esto es una falta de respeto! —Estaba indignada.
—Por favor, salgan. —La reina Kai habló para los suyos.
En cuanto estuvieron los tres en la misma habitación, Mark solo miró a la reina Kai, parecía estar bien a pesar de todo el estrés que estaba viviendo y del embarazo que sufría.
—¿Qué es lo que planean hacer con nosotros? —El rey Jennie murmuró. —Si llego a desaparecer no hay quien ocupe el trono, ninguno de mis hijos fuera del matrimonio han sido reconocidos y mi hija Karina... ¿Dónde está ella?
Mark dejó de hablar. Su mano se incrustó en el pecho de Jennie, ésta sintió dolor y quería gritar, pero no pudo, en cuando Mark jaló algo dentro de ella, pudo verlo, un corazón rojo con tintes notorios en negro que latía y emitía un brillo excepcional.
—Detente. —Mark susurró al corazón.
Y el rey se quedó quieto, observando, aunque su cuerpo no reaccionaba.
—¿Qué significa esto? —La reina Kai habló. —¿Qué debo hacer?
—Tiene un alfa que lo ama demasiado. —Mark murmuró viendo a Kai. —Un alfa que estaría dispuesto a sacrificar todo lo que tiene por usted y por sus hijos, aunque no sean de él.
La reina Kai se removió incomodó, bajó la mirada y sus ojos se cristalizaron, evidentemente sabía de quién hablaba, de las interminables veces en que él le suplicó que huyeran, pero Kai nunca podría faltar a su palabra, jamás podría escapar del castillo.
—¿Karina está con él? ¿Él la encontró? —Kai parecía arrepentido de todas sus decisiones y su mirada solo demostraba que era débil.
—Sí, está con él, usted es un omega primigenio de los seres del mar. —Mark mencionó. —¿Hace cuánto no se transforma? ¿Algún día planeaba decirle a su hija que tenía esos genes? Ella ahora está aprendiendo y buscando su identidad. Volverá cuando no esté en peligro y sea fuerte.
Kai se excusó, empezó el rumor por culpa de un encuentro con su expareja, fue por error, y todos creyeron que Karina y el nuevo bebé eran hijos de ese alfa, cuando no era verdad, incluso el rey lo creyó, por eso no mandaba a buscar a Karina, porque confiaba en que no era sangre de su sangre.
Incluso el rey mandó buscar aquel comerciante y matarlo definitivamente como debió haberlo hecho hace quince años cuando se robó a Kai de su propia boda para convertirlo en la reina de Armagedón.
—Quiero verla. —Kai mencionó sintiéndose culpable.
—Lo hará. —Mark suspiró. —Hice un trato con ese hombre, ellos cuidaron de mi hermano mientras estaba desaparecido, y lo entregaron a cambio de que ayudara a la princesa Karina a llegar al trono, así que eso es lo que haré. —Mark mencionó. —Debe decirle a ese hombre que cumplí con mi palabra.
—Claro. —La reina Kai habló.
Mark se acercó el corazón a la boca y susurró.
—"Rey Jennie, olvide que esta conversación sucedió, olvidará que no tiene corazón, usted amará a su esposo y a sus hijos, ayudando a la princesa Karina a subir al trono como su primogénita y el alfa más fuerte". —Mark murmuró y entregó el corazón a la reina Kai.
En cuanto Kai lo tomó.
—"Rey Jennie, vaya a dormir y descansar". —Susurró.
Y el rey le hizo caso. Mark simplemente mencionó que pronto irían a Armagedón para cumplir con algunas requisiciones que se habían hecho, también se encargarían de los piratas que estaban rodeando Neverland.
La reina Kai solo pudo agradecer, estaba siendo fuerte, porque sentía que estaba tocando la libertad que siempre deseó.
—Siempre me dijeron que el Mago de Obsidiana era el mejor mago de todos los tiempos, que usted sería el único que podría ayudarme a mí y a Armagedón de esta vida. —Kai frunció los labios. —Quisiera agradecerle infinitamente por su ayuda.
—El mejor mago sigue siendo el mago de oro. —Mark contestó recordando al amor de su vida.
—Dice una profecía que el mago de oro volverá cuando aparezca un mago más fuerte que él. —Kai suspiró y miró el espejo que Mark tenía con una sonrisa. —Creo fielmente que se trata de usted, así cómo puedo reconocer a un alfa de un omega primigenio, se siente en su porte.
Mark soltó una risita de vergüenza, sin embargo su expresión cambió.
—Nunca me ha gustado la política. —Mark murmuró. —Por favor, si quiere ayudarme en el futuro, usted y el príncipe Karina, ayúdenme a que mi sobrina, la princesa Winter, pueda llegar al trono. —Mark no especificó a qué trono sería, si a Wonderland, donde se esperaba que gobernara un varón, o de Armagedón, si resultaba ser la destinada de cierto príncipe recién rescatado.
La reina Kai dio fe de ello, y luego Mark se retiró de la habitación.
En cuanto salió de la habitación, la voz de Haechan se escuchó.
—Hace un tiempo pensaba que eras un idiota que no sabía lo que quería. —Haechan murmuró. —Pero veo que sabes cumplir tu palabra de la forma más inteligente que puedes, fue grandioso lo del corazón.
—¿Tú que hubieras hecho? —Mark preguntó.
—Creo que lo mismo, sinceramente no me hubiera involucrado tampoco. —Bajó la mirada. —No sabía que podías quitar el corazón de las personas. —Frunció los labios, la magia que el mago de oro había dejado definitivamente había llegado a todos los rincones del mundo. —¿Podrías convertirte en un mago de corazones no?
Mark negó con la cabeza y suspiró.
—Lo aprendí porque quería curar el corazón envenenado de la reina de Neverland, pero no tengo idea del contra hechizo. —Mark levantó los hombros.
—¿Por qué no los haces? —Haechan preguntó. —Tienes la inteligencia y talento para hacer tus propios hechizos, para convertirte en el nuevo mago dorado.
—No conoces a Donghyuck. —Mark suspiró. —Él siempre debe ser el número uno, así que prefiero buscarlo a encontrar formas de refutar su trabajo.
—Que perdedor. —Haechan mencionó preguntándose cómo sería el mago de oro, ese tal Donghyuck debía de tener una personalidad bastante egocéntrica.
—Bien, entonces ayúdame, ya que estaremos juntos de aquí a que encontremos al mago dorado, creo que podríamos crear algo en conjunto. ¿No lo crees? —Mark dijo con convicción.
—Estás en un maldita torre de magos, estoy seguro de que encontrarás a alguien que tenga mejor nivel que yo. —Haechan rodó los ojos. No quería que lo pusieran a trabajar mientras estaba lejos del castillo de Wonderland.
—No, sé que debes ser tú. —Mark suspiró. —Cuando pienso en un gran mago, solo puedo pensar en ti.
—Yo no soy un mago. —Haechan se sintió apenado.
Escuchar que alguien tan fuerte como el mago obsidiana quería que él fuera su compañero, realmente se sentía extraño, porque Haechan sabía que Mark realmente no abusaría de su poder, podría abusar de su conocimiento, pero Mark no era un idiota, no tanto.
—Igual, tienes que ser tú. —Mark suspiró cansado, no podía equivocarse. —Vayamos a buscar a Jaemin, quiero verlo.
Haechan solo se quedó en silencio y Mark dejó de sentirlo, seguramente ya estaría en el espejo de Winter.
[...]
Después de una semana, abril había acabado, mayo entraba fuertemente, pero también entraban en sí nuevas leyes en vigor, después del exhaustivo caso de traición por la reina madre Yoona, ésta fue condenada en ser ejecutada.
Pese a que Jeno sentía culpa, quería mantenerse fuerte. Winter y Jaemin estuvieron para él en cada momento.
También condenaron a los nobles que ayudaron a ceder su título a la siguiente generación y a quedarse restringidos dentro de sus mansiones por el resto de sus vidas. Jeno ya no iba a ser indulgente.
Mark fue el que se llevó la mejor, o quizá la peor, parte.
Fue una muerte silenciosa, en la misma celda donde Jaemin había permanecido poco más de una semana.
—¿Tiene algunas palabras qué decir? —Mark suspiró mientras estaba rodeada de varios guardias leales a Jeno.
Ella no parecía tener fuerza para moverse, sin embargo su mirada cambió.
—Al menos mi hijo sigue en el trono, nunca lo podrás sacar de allí, él es el verdadero rey de Wonderland, maldito bastardo. —Le dijo a Mark.
Él soltó una risita.
—Eso nunca lo sabrás, hoy morirás. —Mark sonrió desquiciadamente. —Porque nunca pudiste hacer nada contra mí, quizá mataste a mi madre, y quizá mi yo bondadoso también murió en el día del incendio, quizá también hayas acabado con la reina Jaemin que era tu aliado, pero ahora quizá descubras quiénes somos nosotros en realidad.
—¡Lo sabía! —Ella gritó. —Ustedes do0s están engañando a mi hijo, ustedes...
—¿Y quién le va a creer? —Mark relamió sus labios. —Es preferible que sangre "real" como la de usted jamás llegue al poder.
La cara de la exreina que de terror, estaba bastante desanimada y enojada, quería hablar con su hijo para que protegiera el trono con su vida y matara inmediatamente a su esposo y a su medio hermano, pero no había esa posibilidad.
Porque Mark blandió su espada y la usó como guillotina, cortando el fino cuello donde alguna vez lució una hermosa mordida del rey anterior, que ahora estaba seca, mostrando que la muerte de su alfa había sucedido.
Al fin había llegado su turno y se encontrarían.
—Me desagrada ver la muerte de un omega que nunca pudo tocar el poder, pero ansiaba que jamás se mostrara frente a Nana o frente a Winter. —Haechan habló. —Además, estoy seguro de que el antiguo Mark consiguió su venganza.
—Sí, no sabes lo resentido que era, realmente si ese Mark en vez de pensar en la venganza se hubiera enfocado en aprender magia y se hubiera obsesionado como yo, seguramente si hubiera sometido al reino con su poder. —Mark confesó.
—Me alegra que tú no seas así. —Haechan soltó un comentario muy bajito.
—¿Cómo lo sabes? —Mark se burló. —¿Crees que no puedo gobernar?
—Has admitido varias veces que no te gusta. —Haechan mencionó. —Y por alguna razón, aprecias a Jaemin, te cae bien Jeno y tratas a Winter como una niña de forma amable.
Mark soltó una sonrisa y tomó aire.
—Antes no me importaban, pero algo me dice que ellos serán muy importantes para el mago de oro. —Mark cruzó sus brazos.
—Yo también pienso que él adoraría a mi familia. —Haechan imaginó el futuro. —Siento que sería muy amigo de Jaemin y que querrá casi tanto como yo a Winter, lo convenceremos de que la ayude a ser la reina de Wonderland.
—Sé que aceptará. —Mark suspiró. —Así como sé que amará al verdadero heredero del trono, a ese niño de la profecía que lo hará volver.
—Me aterra pensar que Winter no está en esa visión porque ya no estará con nosotros. —Haechan confesó con miedo en su voz, hace tiempo no sentía que podía ser sincero con alguien, Mark lo entendía tan perfectamente bien.
—O podría ser reina de algún otro reino. —Mark soltó una risita. —No te preocupes por el futuro, los cuidaremos bien.
—¿Tú y yo? —Haechan se puso nervioso al escuchar eso, trataba de no sonreír, estaba actuando estúpido.
¿Tan fácil era hacerlo cambiar de opinión?
—Creo que tú y yo podríamos ser un dúo muy fuerte. —Mark sonrió.
Y Haechan no pudo evitar pensar que Mark tenía mucha razón.
Continuará...
Chapter 68: Capítulo LXVIII
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Con el paso de las semanas, todos se recuperaban lentamente. Winter y Jeno asistían a la recamara de Jaemin todos los días a ver cómo seguía, incluso Mark había decidido quedarse en el castillo por unas cuantas semanas, por alguna razón no quería irse sin su espejo y sin saber que Jaemin ya estaba completamente curado.
—Ya les dije que estoy bien, este cuerpo realmente se recupera rápido. —Jaemin murmuró.
—Sí, al menos de las heridas físicas, pero debes tener cuidado, porque cada vez que te hieren quien hace más trabajo es la oscuridad dentro de ti, si te consumiera, es probable que termines como el antiguo Jaemin. —Haechan le explicó.
Esa hipótesis hizo alertarse a Winter y a Jeno, no querían que volviera esa persona, ellos amaban a Jaemin como nadie lo había hecho y Jaemin también lo sentía.
—Prometo que ya no me meteré en problemas. —Jaemin levantó su meñique. —Creo que ya no habrá personas que quieran provocar mi muerte ni que quieran casar al rey con una concubina.
—Eres la única persona con la que quiero estar. —Jeno confesó.
—¿Entonces por qué Nana no tiene una marca en el cuello? —Haechan habló desde el espejo, nadie lo veía, pero entrecerró sus ojos.
Jeno y Jaemin se avergonzaron, simplemente desviaron la mirada y sinceramente preferían no hablar de eso.
—Haechan... He visto que eres muy unido a mi hermano actualmente, ¿A qué se debe? ¿Ya dejaste de odiarlo? —Jeno cambió el tema.
Si Haechan los ponía incómodos, Jeno también lo pondría incómodo con Mark.
—Tengo un trato con él. —Suspiró y explicó. —Me prometió ayudar a Jaemin si yo me quedaba con él hasta que encontráramos al Mago de Oro. —Haechan suspiró otra vez. —Solo faltan dos meses para ir a su mansión y... Bueno, creo que es momento de decirles adiós a ustedes por un tiempo.
—¿Qué? —Jaemin y Winter hicieron muecas sorprendidas. —¿A dónde te irás?
—El mago obsidiana y yo iremos a Armagedón. —Dijo con voz serio. —Luego viajaremos a Neverland porque tenemos que detener el crimen de los "piratas."
—¡No! —Winter murmuró. —El tío Mark dijo que yo podía acompañarlos, quiero volver a ver a Karina.
Había una desesperación en la voz de la niña, Jaemin y Jeno escucharon todo lo que le pasó a Winter y cómo el polvo que guardó en su bolsillo la salvó, fue por pura suerte, y por pura suerte también encontró a Karina. Jamás querían que la niña pasara por una situación similar.
—Winter ya te había dicho que no quiero que salgas de Wonderland hasta que tengas un subgénero, ¿Y si te llega a pasar algo? —Jeno parecía demasiado preocupado.
—Le haré caso a Haechan. —Winter mencionó. —Y no me separaré de mi tío Mark.
—Winter no creo que debas ir, sé que es maravilloso que hayas hecho una nueva amiga, pero... Nosotros no te pudimos proteger, si algo te pasara...
—El mago de obsidiana la va a proteger. —Haechan dijo comprometiendo a que Mark se haría responsable. —Sé que yo debí detenerla, pero no volveré a cometer un error como ese. La cuidaremos. —Haechan quería que Winter lo acompañara.
Jeno y Jaemin se observaron sin idea de qué decir, no querían dejar ir a su hija ahora que la habían recuperado.
—Jaemin y yo estábamos cuidándola, sin embargo ella escapó, y no pudimos hacer nada. —Jeno le regañó.
—Sí, pero ustedes estaban ocupados fortaleciendo el linaje real. —Haechan jadeó. —Les aseguro que Mark no irá a tener hijos que puedan comprometer la legitimidad del reino, creo, no lo sé, pero no creo que sea ese tipo de persona, y si lo hace, lo interrumpiré y le avisaré cualquier cosa.
Jaemin solo levantó la ceja, no quería imaginarse a su Mark con alguien más, pero sí tenía una genuina curiosidad de saber cómo sería el mago Dorado al que se supone estaba destinado.
—¡Por favor! —Winter suplicó. —Les prometo que no se repetirá. Quiero ver a Karina, por favor.
—Winter, sabemos que es bueno tener una amiga es bonito, pero no creo que sea el mejor momento para salir de Wonderland. —Jaemin dijo. —Y sabes que te amamos, pero en 8 meses será tu cumpleaños, ya sabiendo si serás una alfa o una omega, la gente te tendrá más respeto te protegerán, ahora...
—¡De verdad! Necesito verla. —Winter hizo un puchero.
—Winter, no. —Jeno le negó.
—¡Hablaré con el tío Mark para que hable con ustedes! —Winter se levantó de la cama y rápidamente salió de la habitación de Jaemin.
Jeno y Nana se observaron, su hija estaba siendo muy irracional sabiendo todo lo que pasó, sabían que había hecho una bonita amistad, y era bueno que se llevara bien con la nobleza de otros reinos, pero estaba actuando de forma inmadura.
—Sinceramente no la entiendo. —Jeno tenía el ceño fruncido, estaba molesto, pero no parecía querer externarlo.
—Lo sé. —Jaemin acarició la espalda de su esposo y le sonrió de forma cariñosa. —Supongo que ambas pasaron por muchas cosas y Winter quiere verificar que la princesa Karina esté bien.
—Ella está bien, se quedó con la gente del mar. —Jeno explicó.
—Winter debe estar preocupada porque no conoce a esas personas, además no sabe si el rey Jennie empezó a tratar mejor a su propia hija. —Jaemin murmuró.
—El mago de obsidiana le quitó el corazón al rey, se lo dio a la reina Kai y confío en él, sé que Karina llegará a ser un gran rey como nuestra Wintercita. —Luego Haechan se quedó callado. —Aunque quizá sea algo más lo que ustedes están ignorando. No creo que sea solo una terquedad infantil.
—¿A qué te refieres Hae? —Jaemin observó a su espejo de mano mientras le miraba con la ceja levantada, el espejo estaba actuando muy sospechoso.
—Ah, no quiero decirlo. —Haechan no se mostraba, pero Jaemin sabía que estaba rodando los ojos.
Agitó con fuerza el espejo a pesar de que Haechan no sentía nada, luego Haechan rechinó los dientes y miró al rey Jeno.
—Será mejor que nos digas. —Jeno amenazó.
—No son cosas que yo piense, pero quizá ese mago las metió en mi cabeza. —Ignoró. —Bueno, él cree que podría ser que Winter no aparezca como monarca de Wonderland en la profecía porque quizá pueda ser la reina de otro reino...
—¿De Armagedón? —Jeno preguntó.
—Sí, el mago de obsidiana cree que Karina pudo detectar que Winter probablemente sea una omega y sea su omega. —Haechan no apareció en el espejo, pero secretamente también confiaba en eso.
Jaemin y Jeno solo se vieron preocupados. Tendría que hablar con Mark.
[...]
Y la charla con Jaemin y Jeno se sintió más como dos padres regañando a Mark y a Haechan, Jaemin ni siquiera pudo hablar bien con su jefe y del pasado o cómo terminó allí porque estaba demasiado preocupado por Winter. Además, Mark había sido "amenazado", tenía que viajar con Winter si quería que Haechan lo acompañara.
Y realmente Mark haría muchas cosas con tal de tener a ese espejo con él.
Al final, los reyes de Wonderland aceptaron y casi dos semanas después, Winter subió a una carrera con su tío Mark y se decidió que viajarían a Armagedón. Ella iba un poco nerviosa pues nunca había convivido tanto tiempo con su tío sin que otro adulto estuviera presente. Sin embargo, Haechan estaba actuando bastante cordial.
—Parece como si estuvieras nerviosa. —Haechan no se mostraba en el espejo que Winter tenía, era muy cuidadoso de quién lo veía, pero su niña solo miraba la ventana con paciencia.
—Solo quiero asegurarme de que la princesa Karina esté bien, que no sienta dolor ni se preocupe por lo que sucederá en su nación. —Winter volvió a observar la ventana.
—Realmente se volvieron muy buenas amigas. —Haechan murmuró. —Te aseguro que ella estará muy feliz.
—Sí, después de que sus padres regresaron a Armagedón, ese comerciante la llevó a su reino, allí pudo estar con su madre, espero que la reina Kai siga cuidando su embarazo. —Mark apretó los labios. —Y haga uso correcto de todo el poder que tiene.
—Creo que lo hará bien, la reina Kai es un omega primigenio, sabe lo que es sufrir, sabe lo que es ser oprimido por el deseo de otras personas, fue la mejor decisión que pudiste tomar. —Haechan mencionó, fue una felicitación muy sutil.
—Gracias. —Mark contestó viendo el espejo de Winter. —Por cierto, Winter, necesito que me prestes tu mano.
Y Winter se sintió extraña, no se había percatado de la familiaridad con la que se hablaban Haechan y el tío Mark, Haechan casi siempre hacía enojar a su madre Jaemin, pero ahora actuaba como si el tío Mark pudiera controlarlo, como si siempre hubieran sido amigos.
Winter extendió su brazo y Mark lo tomó.
—¿Qué haces? —Haechan le gritó cuando la mano de Mark se iluminó con magia.
Mark movió sus manos y Winter sintió un picor que desapareció después de un segundo. Mark solo levantó los hombros y miró el espejo.
—Sabes que era necesario, además es por nuestro bien. —Mencionó.
—Bueno, sí. —Haechan se quedó callado y luego miró a Winter. —El mago de obsidiana te colocó un hechizo de protección y guía, podrá saber tu ubicación aún si estás en una barrera mágica de bajo nivel.
—Oh, gracias. —Winter observó su brazo con curiosidad.
—No es doloroso y no lo usaré a menos que sea necesario, pero estoy casi seguro de que estarás con la princesa Karina en todo momento mientras Haechan y yo arreglamos otros asuntos. —Mark murmuró. —Solo queremos protegerte, además no queremos ver al rey Jeno enojado con nosotros, nos sentenció a lo peor si llegábamos a perderte de vista. —Soltó una risa.
—Lo sé, daba miedo. —Haechan murmuró.
Y Winter soltó una risita, en serio, ¿Cómo su padre podría regañar al mago más poderoso del mundo y a Haechan, quien le ayudó en todo momento? Debía estar demasiado preocupado, pero Winter sabía que ahora todo estaría mejor.
—Ah, en vez de preocuparse porque perdamos a Winter, Jeno debería de preocuparse por hacerle una marca a Jaemin, si lo reconoce como su esposo, creo que, espero que cuando regresemos haya buenas noticias. —Mark cruzó sus brazos. —Principalmente sobre el heredero.
—¿Cuál heredero? —Winter murmuró despacito.
—Vaya que eres un hijo de... —Haechan se enojó con Mark. —Es sobre la profecía que el rey Jeno y yo fuimos a buscar, la que decía que el mago de oro aparecería cuando hubiera un nuevo gobernante para Wonderland, un varón y posiblemente un alfa...
—Oh, yo, no sabía. —Winter bajó la mirada. —¿Así que tendré un hermano? Bueno, no es malo, siempre quise uno, además, sé que ellos serán buenos padres. —Winter hizo una mueca. —Aunque siempre pensé que yo sería el rey de Wonderland saberlo de esta forma...
—Quizá Wonderland no sea el reino en el que debas estar. —Mark hizo una mueca. —¿No te parecería bien ser reina de Armagedón?
—¿D-De A-Armagedón? —Winter sonrojada era demasiado linda. Haechan soltó una risita, su niña se veía demasiado adorable. —No podría, la reina Kai...Yo no... Quiero decir, ni siquiera soy un omega.
Mark se echó para atrás y se recargó en el asiento de la carroza, vio de frente a su sobrina y soltó un suspiro cansado. Un suspiro bastante cansado, pero lleno de confianza.
—Hay un rumor. —Mark murmuró. —De que los alfas de las familias reales pueden saber quién es su omega, es solo un sentimiento que llega y se instala en tu mente de repente.
—¿Cómo si padre y mi madre Jaemin? —Winter cuestionó. —Es que, no sé, ¿Karina puede sentir eso? No sé si yo seré una omega. —Se sintió nerviosa.
—No le mientas a la niña. —Haechan reprochó a Mark. —Es imposible que los alfas sepan quién es su destinado con solo mirarlo. —Murmuró. —¿Por qué crees que hay tantos concubinatos e hijos ilegítimos? ¡No se puede saber!¡Esa magia ni siquiera podría ser real!
Mark ignoró al espejo charlatán y volvió a ver a la joven.
—Creo que sí, creo que los alfas de la familia real de los reinos que conformarán el Imperio lo saben, supongo que es un don de saber en donde está nuestro destinado o destinada con tan solo mirarle u oír su voz, aún sin saber si se convertirá en un alfa u omega, o si estuviera atrapado en un hechizo —"U Objeto"—mágico.
—¡No existe la magia de ese tipo! —Haechan regañó de nuevo.
Mark solo tomó el espejo y lo volteó para que Haechan no pudiera ver, porque el espejo era bueno viendo lo que se reflejaba, así que todo sería mejor si solo oyera. Winter sin embargo, solo guardó silencio y sintió sus mejillas calientes.
Continuará...
Chapter 69: Capítulo LXIX
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Cuando llegaron a Armagedón, Winter bajó corriendo, Karina la esperaba en la entrada, fue algo incómodo, peor cuando Karina decidió que era buena idea lanzarse en los brazos de Winter, se sintió en casa. La había extrañado tanto, nunca se imaginó querer a alguien así, y tras hablarlo con su madre Kai, éste le dijo que podría ser un sentimiento un poco más trascendental y que esperaran pacientemente al cumpleaños de la princesa Winter.
Karina llevó a Winter a recorrer el palacio, cosa que no pudo hacer en su cumpleaños. Haechan se vio en la necesidad de seguir a Mark, principalmente porque sabía que recibiría más atención del mago que de la princesa.
Pero cuando llegaron con la reina Kai, no estaba sola. Allí había guardias de la gente del mar, incluso estaba aquel comerciarte que esperaba la llegada de los invitados.
La reina Kai seguía ejerciendo en funciones al igual que el rey Jennie, solo que había delegado más cuestiones, aunque sinceramente no eran un matrimonio oficial, simplemente estaban por el cargo político que sus títulos desarrollaban.
Ellos hablaron, Haechan estaba bastante intrigado al escuchar todo lo que se decía en esa improvisada reunión.
Al parecer en uno de los bordes de Neverland, por la conexión de la isla de Utopía, había otra variante con respecto a las corrientes marinas, un grupo de comerciantes había perdido el rumbo, pero en vez de regresar, decidieron ver a dónde llegaban y tras tres semanas en barco, llegaban a un lugar que se llamaba "Lucid".
Era tierra inexplorada parte de otro continente.
Pero regresando a donde se habían quedado, los reyes de Neverland sabían sobre los piratas y los mercenarios, habían investigado a fondo, dando como resultado que fue uno de los niños perdidos quien lanzó el hechizo al príncipe Jeongin.
Ellos seguían esperando que el mago de obsidiana encontrara una cura.
[...]
Winter estaba emocionada, Karina era el príncipe perfecto, su cuerpo demasiado delgado, pero fuerte, sus ojos bonitos y se había cortado el cabello para lucir similares. Winter se llenó de alegría. También se sorprendió bastante cuando le dijo que ella podía convertirse en una persona del mar. Winter quedó maravillada.
Karina era demasiado fuerte, demasiado perfecta.
Ella no era tan maravillosa como su amiga, ni tenía tanto poder, ni tanta fuerza.
—Te extrañé, siempre pensaba en ti cuando estaba entrenando, quería verte. —Karina mencionó luciendo adorable, sus mejillas estaban sonrosadas y Winter sintió que su corazón latió más rápido.
—Yo también pensé en ti, le conté a mi madre sobre ti, aun no se recuperaba por completo, pero en cuanto se dé la oportunidad visitará Armagedón. —Winter mencionó.
Karina se sintió feliz. Había malinterpretado a Wonderland por mucho tiempo, Winter era su amiga, así que quería llevarse bien con los reyes de dicho reino.
La misión de la delegación de Wonderland era sencilla, pero también tardada, aproximadamente dos meses, y eso porque el comerciante mencionó que ellos irían a Dreamland porque al parecer habían dado apoyo económico a la traidora Yoona por parte del reino para acabar con la familia real de Wonderland, y otros detalles que después dirían.
Además era probable que el hechizo de extracción del ser estuviera allí y Mark quería ir a buscarlo.
Ese hechizo era la clave de todo, lo sabía.
Incluso, Mark y Haechan llegaron a un acuerdo con Winter, de que ella se quedara en Armagedón con Haechan mientras Mark se iba, Haechan estuvo encantado, pero al mismo tiempo sabía que no podría dejarlo, Mark era un reto y una enseñanza sobre el mago dorado a casa paso que daba.
Winter y Karina estuvieron encantadas, pues no había un solo instante en donde estuvieran separadas.
Así fue cómo Mark se fue, y si necesitaba a Haechan simplemente le llamaría.
Partió rápidamente para volver más pronto, pero sinceramente la vida de Mark estaba llena de aventura, magia aquí y allá, viajes, nuevas culturas, nuevas personas... Haechan tenía un poco de envidia.
A los días de ese suceso, Karina invitó a su mejor amiga a una temporada de bailes, Winter pareció pensarlo mucho, pero sus sirvientas la arreglaron y llegaron a un jardín.
—¿Por qué están tan nerviosa? —Karina tomó la mano de Winter. —Quiero presentarte a muchas personas, pero pensándolo bien, ¿Sabes los pasos de omega u alfa?
Winter pareció meditarlo, pero sí, sabía ambas por si se revelaba como alguna de ellos.
Winter lucía vestido y Karina usaba un traje sastre bastante elegante.
Saludaron a los anfitriones del primer baile y rápidamente Karina se rodeó de muchos y muchas omegas que trataban de sonreír, los omegas no tenían muchos derechos, simplemente eran mercancía para sus familias, solo "servían" para casarles con el mejor postor y obtener sus bienes.
—Ella será un buen rey. —Haechan habló. —Cuida sus posturas, sus gestos, la vestimenta, su espacio personal, sabe escuchar y cómo darle a la gente lo que quiere.
—Lo sé, ella es perfecta. —Winter susurró haciéndose a un lado y acercándose a otro lugar, sería feliz si pudieran compararla con la tapicería de la pared.
—Tú también lo eres, Wintercita, eres educada, inteligente, cuidas tu postura y te preocupas por tu reino...
—Haechan ¿Crees que el tío Mark tenga razón? ¿Crees que la princesa Karina pueda sentir algo por mí? —Winter murmuró, sus pensamientos en ese momento eran de confusión.
—No lo sé, me gusta escuchar las historias de amor de los demás, pero no sé realmente cómo se sentiría vivirla, no podría confirmar algo que no me corresponde. —Haechan apareció en el espejo y levantó los hombros. —Pero si ella te gusta y por las palabras que dijo el mago ese, creo que podrías tener una oportunidad, no, quiero decir, tienes una oportunidad, solo trata de vivir felizmente. —Suspiró.
—¿Tú crees que ella y yo sí seamos destinadas? —Winter mencionó.
—Cariño, no tengo forma de saberlo, soy un espejo, los objetos no tienen sentimientos, ni tenemos la oportunidad de ser destinados de alguien. —Haechan mencionó. —Pero te prometo que, cuando cumplas tus doce años, yo voy a estar allí, si eres una alfa o una preciosa omega vas a tener todo mi apoyo, y si Karina es tu destinada, o sea cualquier persona, yo voy a estar allí y rezaré siempre por tu salud y felicidad.
Winter sintió ganas de llorar, en verdad, no sabían lo agradecida de haber encontrado personas y conocidos a los cuales llamar amigos, para ella Haechan era la persona a la que más confianza le tenía. Sus ojos se volvieron cristalinos y bajó la mirada.
—Gracias. —Susurró muy bajito, no había palabras más grandes que abarcaran todo su agradecimiento.
—¿Winter, estás bien? —Karina se acercó cuando vio a su chica bajar la cabeza con tristeza. —¡Haechan! ¿Qué pasó?
—No, no, nada.
—Si te sientes mal, vámonos. —Karina dijo. —Pensé que sería divertido, ya sabes, bailar y comer algunos bocadillos, presentarte personas importantes para que tengas más conexiones aquí. —Sonrió. —Pero...
—Winter está bien. —Haechan dijo. —Vayan a bailar, será como ver una historia romántica. —Se rio.
Karina y Winter se avergonzaron, pero ninguna dijo que "no" a bailar.
Dos princesas hermosas bailando en medio de la pista iluminada, Haechan las veía desde los espejos de la cristalería, escuchaba los murmullos, era obvio que habría un nuevo rey y reina de Armagedón, aunque por lo que decían a muchas personas, les parecía bien que la nueva reina fuera una omega de Wonderland.
Haechan solo vio a las niñas susurrarse cosas y bailar pegadas, la gente no tenía idea de que esa relación no era por poder o política, realmente entre ellas había mucho amor y amistad. De todo corazón deseaba que su Wintercita encontrara el amor de una pareja ahora que tenía de ejemplo el amor de sus padres... Y realmente esperaba que cuando volviera a Wonderland, Jaemin y Jeno ya tuvieran un lazo, sino realmente se iba a molestar. Ojalá, Mark regresara pronto, se supone que habían quedado en no separarse hasta que apareciera el mago dorado, pero al final lo dejó cuidando a Winter en un lugar seguro, pero... Estaba tardando mucho, solo esperaba que regresara pronto y sin heridas.
Cuando el primer mes y medio pasó, Haechan estaba feliz por Winter, que nunca la había visto tan feliz con una amiga. Pero no había noticia de los que fueron a Lucid, de verdad, eso era preocupante.
—Estoy nerviosa. —Winter le dijo a su espejo.
—Solo es un desayuno con tu suegra. —Haechan se burló. —Tranquila.
—Basta, ¿Qué diría la reina Kai si te escucha? —Winter se sonrojó.
Haechan había adquirido el habito de molestar a Winter con respecto a la persona que le gustaba, estaba más que confirmado que Karina tenía sentimientos por Winter, fuera alfa u omega, realmente había amor de por medio.
Ellas entraron a la sala, Karina se levantó y retiró la silla de la mesa para que Winter se sentara, luego la empujó un poco y Winter solo agradeció de reojo. Haechan se mantuvo callado y cambió de lugar a otro espejo.
—Buen día reina Kai. —Winter dijo.
—Buen día princesa. —Ella saludó con la cabeza y soltó una risita. —¿Qué tal su estadía? Lamento no estar presente todos los días, pero espero mi hija la esté tratando con respeto.
—Por supuesto, también entiendo la situación, para usted debe ser difícil moverse, no se preocupe. —Trató de sonar comprensiva, aunque temía cometer algún error con respecto al embarazo de la reina.
—Me alegro, de hecho, quería compartir las buenas noticias con ustedes. —La reina Kai murmuró. —¿Podría aparecer tu espejo? Me gustaría hablar con él.
—Aquí estoy, ¿Qué debo de oír?
Haechan se mostró, la reina Kai lo observó, el mismo tono de piel de los omegas primigenios, estaba seguro de que si el mago de oro lucía como alguien, se vería igual que el reflejo del espejo.
—Es sobre el príncipe Mark y el escuadrón de comerciantes que viajaron a Neverland y a Lucid. Nos enteremos que hay un rumor de ese lado del continente.
—¿Qué tipo de rumor? —Haechan cruzó los brazos y se mostró indignado, una imagen ofensiva para la nobleza.
—Que existe un tipo de magia que podría vencer a la magia astral del mago de oro. —Kai mencionó. —El príncipe Mark ha buscado sin descanso sin embargo no ha encontrado nada, ya que también se rigen por profecías y habrá o hay un mago de runas poderoso.
—¿El mago de obsidiana vio la profecía? — Haechan preguntó entrecerrando los ojos y levantando su ceja.
—Sí, de hecho, ellos vienen para acá, decidieron dejar la misión ahora que los mercenarios fueron atrapados, se creará un control de rutas entre Armagedón, Lucid y Neverland. —Aclaró.
Karina y Winter observaban a Haechan, era extraño que le dijeran sobre su creador, mucho menos que le dijeran que había una amenaza que podría acabar con el mago de oro que tanto buscaba el príncipe Mark, pero Winter notó en la mirada de Haechan un brillo especial que no había visto antes.
—¿Ellos ya vienen? ¿Cuándo llegan? —Sonrió son querer.
—Esta noche.
Haechan abrió los ojos con sorpresa y sin darse cuenta, sonrió, pero el rostro de Karina y Winter dejó de sonreír, Winter solo era una enviada de la delegación de Wonderland, en cuanto el tío Mark regresara, avisaran de sus descubrimientos y el papeleo estuviera listo, Winter tendría que regresar a Wonderland y dejar de ver tan seguido a Karina.
Era un adiós precipitado.
—Madre, ¿Puedo hacer una pijamada con Winter esta noche? —Cuestionó la princesa Karina.
Winter se sorprendió, pero entendía el sentimiento. La reina Kai pareció meditarlo, si Winter fuera una omega tal vez estarían en problemas, pero al no serlo, sería bueno que Karina estuviera con la princesa que la había salvado... Y conocía los ojos de su hija, Karina estaba enamorada de Winter, tendrían que esperar al subgénero de la princesa, pero se podía decir que, si Winter resultaba un alfa, tendrían que hacer muchos cambios en el sistema, solo para que su hija fuera feliz.
—Yo no tengo problema, pero... ¿El guardián de Winter? —Miró a Haechan.
—No se preocupe, yo estaré con ellas en todo momento. —Haechan sonrió y asintió.
Y Karina y Winter sonrieron incómodamente.
Continuará...
Chapter 70: Capítulo LXX
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La delegación que fue a Wonderland regresó tarde, pero se les organizó una buena cena a sus invitados esa misma noche, Winter estaba organizando sus maletas pues pronto se irían de Armagedón. Cuando Mark llegó al palacio lo primero que hizo fue ir a la habitación que le habían preparado. Tenía urgencia de hablar con Haechan, pero también tenía urgencia de descansar, él no se presentaría a la reunión.
—Yo no puedo ir al festín, pero Karina no quiere dejarme sola... —Winter frunció los labios. —¿Estaría bien si tú vas y nos dejas aquí? Ya sabes... Sin supervisión.
—No. —Haechan contestó rápidamente. —Por supuesto que no voy a dejarte a ti con un alfa a solas, ¿Qué tal si le llega un rut? O sí.... Estoy casi seguro de que tu padre ni tus institutrices te han hablado sobre el sexo, ni siquiera Jaemin porque el imbécil se sonrojaría. —Suspiró. —No las voy a dejar...
—Tranquilo Haechan, mis intenciones son puras. —Karina se excusó rápidamente.
—¿Cómo sabrá que no la besarás como "despedida" antes de que Winter regrese a casa? —Exclamó el espejo.
Karina retrocedió cono si el espejo supiera sus verdaderas intenciones.
—¡Haechan! —Winter dijo avergonzada.
—Lo prometo, no haré nada. —Karina mencionó.
—¿Y si escapan? ¿O si entra un secuestrador? —Haechan parecía renuente.
—Protegeré a la princesa Winter con mi vida. —Karina mencionó con seriedad.
—No.
—Haechan, tengo la marca del tío Mark para localizarme, por favor, solo una vez. —Pidió.
—Bien, pero hasta mañana, ¿Entendieron? —Renegó. —Ya me voy.
—¿Dónde estarás? —Winter preguntó. —¿Irás a ver al tío Mark?
—No, ¿Qué le voy a ir a ver? Voy a estar triste y amargado en tu habitación porque preferiste convertirte en reina de Armagedón antes que estar con tu "tío" consentido. —Haechan fingió llorar.
Winter iba a renegar, pero Karina relamió sus labios y miró a la otra princesa.
—Serías una buena reina. —Le dijo con seguridad y pensando que esa idea era excelente.
Winter se sonrojó y Haechan solo soltó una carcajada para simplemente desaparecer, aparecía en una hora en la habitación y escucharía todo lo que pudiera, iba a detenerlas si es que cruzaban la raya, por mientras sí, lo más coherente sería que visitara a Mark, así que viajó de espejo a espejo hasta la habitación de Mark.
Cuando entró no lo vio, así que lo buscó por toda la habitación.
No fue una idea.
—¿Qué haces aquí? —Mark dijo sin ver a ningún punto fijo, pero sintiendo su presencia.
—Ah... Ah... Más bien, ¿Por qué revisas tu cuerpo ante el espejo? ¡Mis ojos! —Haechan dramatizó al ver al mago de obsidiana en paños menores. —¿Quieres dejarme ciego? Piensa en mi inocencia.
—Eres tú el que no tocó o el que no avisó que vendría. —Mark resopló, pero aún así no se puso ropa. —Además no tienes ojos, ¿De qué te quejas?
—¡Claro que tengo ojos! —Haechan negó. —Que no puedas verme es diferente.
—¿De verdad? —Mark preguntó levantando sus cejas. —Siempre te he imaginado como un fantasma, como una bola de energía que se mueve entre espejos.
—No, tengo una forma, pero no eres digno de verla. —Haechan resopló. —Ahora, ¿Puedes ponerte ropa?
Mark se acercó más al espejo de su baño, Haechan podía irse del lugar si se sentía incómodo, ¿No? Era su culpa por entrar sin avisar.
Haechan se sintió muy nervioso, literalmente tenía a Mark en frente de su rostro. Era asqueroso, pero no se fue. Podía jugar con eso.
—Bien, lo admito, lo tienes más grande que el rey Jeno, pero en cuanto a cuerpo, él es mucho más sexy, tu cuerpo está lleno de heridas, cortes y... ¿Espera qué es eso?
Mark soltó una risita, sintiéndose orgulloso de lo que dijo el espejo, sin encontrarlo perturbador, pero eso era lo que había estado revisando, se volteó, tenía más confianza en su trasero, pero no era eso a lo que Haechan se refería.
—Runas. —Mark contestó. —Es lo que me tenía preocupado.
—Magia que puede vencer al Mago de oro. —Haechan mencionó. —La reina Kai lo mencionó.
—Se llama Magia Antigua, utiliza runas para hacer magia, es demasiado poderosa, más que la astral. —Mark suspiró. —Y vi algo que me preocupó.
—La profecía... ¿Qué viste? —Haechan cuestionó.
—Un hombre, atravesaba el cuerpo del mago dorado y me llené de miedo. Usó magia de runas y a Donghyuck sufría mucho. —Mark murmuró. —Y yo estaba allí, pero no lo detenía... Creo que incluso me sentí feliz. —Bajó la mirada.
—No empieces a llorar. —Haechan mencionó. —Es una profecía, no sabemos cuándo pasará, relájate. —Le regañó.
—Temo no ser suficiente fuerte para protegerlo. —Mark mencionó. —Más porque hay un templo de magia antigua, si te equivocas en tus respuestas tan solo una vez, te marca el cuerpo y no puedes pasar de nuevo, éstas son las runas que gané.
—El mago dorado se encargará. —Haechan suspiró. —Ya no pienses en eso, pensemos que falta menos para encontrar al mago de oro. Estarás más feliz.
—No sé, yo podría estar equivocado. —Bajó la mirada. —Sé que el mago de oro es mi destinado, pero... ¿Y si me hubiera enamorado de otro omega en este lapso?
Haechan se sintió sumamente indignado al escuchar tal declaración. ¿Cómo se atrevía si quiera a pensarlo? ¡El mago de obsidiana era el destinado del mago de oro!, Haechan dudó. Mordió su labio oculto en el espejo.
—Eres un alfa... Son de lo peor. —Haechan actuó altanero. —¿Quién es? ¿Jaemin? ¿O conociste a un omega en Lucid? —Haechan estaba demasiado enojado. ¿Cómo se le ocurría decir eso?
—Jaemin es de Jeno, pensé que ya habíamos aclarado eso. —Mark mencionó aclarando su garganta y cambiando de tema. —Por cierto, ¿Qué haces aquí? ¿Dónde está Winter? ¿No eres la madre sobreprotectora ahora que Nana no está?
—No me lo recuerdes... Me pidió espacio. Se fue a dormir con la princesa Karina. —Haechan dijo con un tono molesto.
—¿Y se lo diste? —Mark se burló.
—Debes ver cómo la ve. El príncipe Karina y nuestra Wintercita están enamoradas, los ojos de Winter brillan cuando habla de Karina, dice que es un alfa genial, en manejo de la espada, en ser una cambia formas, en su educación y en su belleza; pero cuando lo dice, wow, hasta me da envidia el amor juvenil. —Sonrió.
Mark escuchó con atención. El sonido de la voz de Haechan era tan bonito, ojalá así se refiriera a él en algún momento. Moría por escuchar la voz del espejo en su oído diciéndole toda clase de palabras románticas.
Porque sí, Mark tenía una hipótesis de quién era el mago dorado, en dónde estaba y por qué usaba uno de sus apodos.
—Amor juvenil. —Mark sonrió. —Tranquilo anciano, te sacaré del espejo algún día y te daré el amor que mereces vivir.
Mark lo dijo como promesa, pero Haechan lo tomó como broma, aunque se puso nervioso, porque sabía que si había alguien con la magia más poderosa de ese tiempo era él, El mago de obsidiana era el único que podría sacarlo del espejo y convertirlo en humano.
Pero era algo que, muy en el fondo, Haechan temía.
[...]
Karina estaba nerviosa, no quería decirlo, pero la presencia de Winter sin Haechan hacía que le sudaran las manos, más cuando la veía allí frente a ella, en pijama, jugando con Copito, el regalo de su madre fallecida, tragando saliva y sin pena de dormir en la misma cama.
—Nunca tuve amigas para organizar una pijamada. —Winter fue sincera. —Me alegro de que seas la primera.
—Winter, tú eres mi primera amiga de verdad, eres mi salvadora, la que me devolvió mis recuerdos, siento que no puedo hacer mucho por ti. —Karina murmuró.
—Con ser mi amiga basta. —Hizo una pausa. —Porque yo me siento exactamente igual, a veces pienso que no soy suficiente como para estar a tu lado...
—¿Cómo no vas a ser suficiente? Eres muchísimo más, soy yo la que no está a tu nivel, eres tan bonita, inteligente y amable, no sé cómo decirlo sin sonar tan atrevida, pero cuando estoy contigo, solo pienso en que jamás te vayas de mi lado...
Winter lamió sus propios labios y miró a Karina, ¿Qué debía decir? ¿Cómo debía expresarse mejor?
—Me siento de la misma forma. —Winter murmuró. —Karina. —Le dijo sin títulos. —He hablado mucho de esto con Haechan y con mi madre Jaemin, pero necesito saberlo directamente. —Tragó saliva. —¿Crees que yo podría ser tu destinada cuando se revele mi subgénero? Es que siento que así no debería de sentirse una amistad normal, quiero estar todo el día viéndote, hablando contigo, estando a tu lado.
—Pensé que era yo la única que se sentía así. —Karina tomó las manos de Winter y la detuvo mirándole a los ojos. —También lo he hablado con mi madre y me dice probablemente nuestro vinculo es más fuerte por los sentimientos que teníamos cuando nos conocimos, que lo mejor sería que esperara, y que, si me sigo sintiendo así al saber que tú eres mi omega, yo... —Se rio nerviosa. —Pensé en enviar una carta formal de compromiso.
—¿Qué? —Winter se sorprendió, pero no dejó de sonreír.
—Me gustas mucho, Winter, es algo que no puedo evitar. Eres preciosa, y no quiero que regreses a Wonderland, me encantaría que te casaras conmigo cuando fuéramos mayores de edad, no puedo pensar en una mejor reina que tú, no solo de Wonderland, sino de aquí. —Karina mencionó.
—Karina... Es un poco rápido, pero... Tampoco puedo pensar en otra idea para verte más seguido, durante meses como en esta visita. —Sonrió.
—Sería bueno unificar un imperio y asistir a una escuela con todos ¿No crees? —Karina esbozó una sonrisa. —Al menos te vería diario.
—Hagámoslo entonces. —Sonrió.
—A veces olvido que tu eres capaz de hacer lo imposible. —Karina mencionó.
Winter sonrió con cariño, y todo lo que pensaba se detuvo al sentir cómo Karina se acercaba a su rostro, tomó valor y empujó sus labios contra los del "príncipe", no era un beso como el del bote, éste era un beso que se sentía a libertad y a una dulzura inimaginable.
Solo eran ellas dos contra el mundo y sabían que podían hacerlo con la otra.
Eran la libertad que rogaban.
—Lo siento. —Karina se disculpó. —Solo espero que Haechan no esté escondido por allí, sino me regañará, prometí no besarte.
Winter tomó el rostro de Karina y le dio un suave beso de nuevo.
—Pensé que podría besarte cuando él no estuviera, así que mantengamos el secreto. —Ella negó.
Y sí, Haechan estaba escondido entre los espejos, viendo y callado, quería cuidar a Winter, pero al mismo tiempo, sabía que debía dejarla que se cuidara sola, Haechan también era testigo del amor que entre las dos chicas se tenían.
—Me gustaría decirle a todos lo que eres para mí y no tener que ocultarlo. —Karina mencionó. —¿Crees que podremos burlar a Haechan de nuevo antes de que te vayas?
—Déjamelo a mí, creo que encontré su punto débil, espero que su punto débil se ponga de nuestro lado y se lo lleve a hacer papeleo en estos últimos días. —Winter sonrió.
—¿Te refieres al príncipe Mark? —Karina cuestionó.
—Haechan odia a mi tío, en su voz nunca hay palabras amables, pero cuando lo ve, su mirada es... Y no solo Haechan, quizá no lo notes, pero cuando mi tío Mark sabe que Haechan está en la habitación se le iluminan los ojos. —Winter mencionó.
—Es extraño, es una historia poco convencional. ¿Y hay algún tipo de magia para convertir a un espejo en humano? ¿No debería ser capaz tu tío de hacerlo?
—Debería, sé que dicen que el es el destinado del mago dorado, pero sé que mi tío quiere a Haechan. —Suspiró.
—Entiendo. —Karina mencionó y se quedó pensando. —Aunque si Haechan se convierte en un humano, tu tío Mark tendrá que luchar mucho, por sus frases, respuestas, detección de magia y color de piel, podría pensar que Haechan podría transformarse en un omega primigenio como mi mamá. —Aclaró.
—No lo había pensado así. —Winter frunció los labios. —Entonces tendré que hablar con el tío Mark para chantajearlo y así se lleve a Haechan los próximos días. —Sonrió. —Sé que lo hará.
Ellas siguieron ideando su diabólico plan, mientras Haechan escuchaba. Esas niñas no sabían nada de amor, sí, no sabían qué era el amor, deseo, confianza y respeto, no sabía de donde sacaban las calumnias que le estaban inventando, solo sabía una cosa:
No importaba cuanto le rogara Mark, no iba a acompañarlo a hacer papeleo y se quedaría pegado a las dos señoritas hasta que regresaran a Wonderland.
Continuará...
Chapter 71: Capítulo LXXI
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Mark no entendía porque Winter le seguía a todos lados, debería de pasar el tiempo con su querida amiga, no tras él y llenando el papeleo que instaba a la investigación de la magia de runas. Es más, tampoco sabía porque Haechan estaba tan callado.
—Tío Mark...
—Dime. —Le dijo a Winter sin una pizca de interés.
—Creo que tú y Haechan debería de investigar más sobre la magia de ese nuevo mundo, ¿No lo crees? Ustedes deberían viajar a ese lugar, me quedaré con Karina, así que no tienen que preocuparte por mí. —Winter habló.
Mark rodó los ojos.
—¿Quieres que me encargue de que tu espejo no ande de chaperón con ustedes dos? —Mark sonrió. —Winter, el trabajo de Haechan es cuidarte, después de el traumático encuentro con los mercenarios piratas, creo que deberías saber que todos te tendremos vigilada. —Suspiró.
—Mandé a Haechan con Karina y la reina Kai para poder hablar contigo. Necesito tu ayuda para que él no me siga a todos lados. —Winter frunció los labios.
Mark tomó un suspiro y observó el espejo, cuyo habito adquirió en ese viaje. Haechan estaba allí, callado, escuchando, Winter no percibía para nada la magia que Haechan emanaba, quizá por eso estaba tan callado.
—¿Y qué quieres que haga? Es un espejo que se puede mover a velocidad de la luz en superficies en las que ha estado. —Mark cruzó sus brazos. —Mejor dime, ¿Por qué no lo quieres cerca? ¿Te incomoda que pueda ver algo que no debe?
—No es eso...
—Si vas a hacer algo que ni el espejo ni yo podemos ver, deberías replantearte si debes hacerlo. —Mark le aconsejó.
Winter tomó un poco de aire y frunció los labios.
—Creo que Karina es mi destinada. —Dijo con un tono avergonzado. —No lo sé, me gusta mucho, pero es incómodo que Haechan esté allí.
—Oh, quieren tener citas a solas antes de volver a Wonderland. —Mark suspiró. —Bueno, yo también tuve tu edad, aunque el tonto de Donghyuck siempre me robaba besos mientras estaba acostado en el jardín. Haechan siempre fue así. —Mark susurró rodando los ojos.
—¿Haechan? —Winter levantó su ceja confundida.
Mark movió su mano y hizo un hechizo de silencio, Haechan se sorprendió al saber que Mark tenía la magia suficiente para bloquearlo y ocultarle cosas, sin embargo no habló.
—"Haechan" era el apodo del Donghyuck en mi mundo, por eso no le llamo por ese nombre al espejo. —Mark aclaró. —Guarda el secreto y yo guardaré el secreto que te quieres ir a besar con la chica que te gusta.
—¡Tío! —Winter se sonrojó.
—No cometas mis errores Winter, el amor es demasiado bonito como para ignorarlo. —Mark suspiró. Deshizo el hechizo y negó con la cabeza. —Me encargaré del espejo, ve con el príncipe Karina.
Winter agradeció y Mark se quedó a solas con el espejo, así que simplemente esperó a que hablara o que le preguntara cómo era posible que pudiera bloquearlo, pero Haechan solo soltó un suspiro cansado.
—Realmente ellas se gustan. —Haechan murmuró. —No sé qué tan conveniente sea, ¿Qué tal si Winter no es una omega y no son destinadas? ¿Qué tal si le rompe el corazón?
—Nadie está exento a que te rompan el corazón. —Mark no observó al espejo. —Pero quiero confiar en la corazonada de alfa de la realeza. Creo que todos los alfas pueden encontrar a su verdadero amor con solo pasar tiempo juntos.
—Tú estás enamorado del mago de oro y ni siquiera le conoces, ¿Cómo podrías confiar en esa corazonada? —Haechan cuestionó.
—Pronto lo encontraremos, por mientras, tengo que entretenerte. —Mark suspiró. —Aunque puedes ir a vigilarlas, ninguna tiene muy desarrollada su detección de magia, aunque, debo decir que tú también eres demasiado cuidadoso.
—Obvio, no puedo mostrar mi presencia, no funcionaría como espía. —Haechan suspiró. —Tu nivel es alto, ¿Cómo me encuentras siempre?
Mark suspiró y guardó silencio, quería creer que tenía una corazonada de alfa de la realeza. Sin embargo no lo dijo.
Así pasó una semana más la despedida fue inminente, Karina no quería dejar ir a Winter, pero tenían un plan, harían que el imperio funcionara, iban a verse sí o sí. Y no solo una escuela de magia, querían hacer algo mucho más grande.
[...]
Los abrazos y los lloriqueos fueron bastante agotadores. Mark por su parte, hablando con Soo, sabía que Jaemin tenía el hechizo de "extracción de ser", pero sabía que lo tenía el viejo Jaemin, Nana jamás sabría donde estaba ese hechizo, así que Mark desistió. Faltaba poco para mediados de julio, su viaje funcionaría sí o sí.
Iba a extraer a Donghyuck del lugar donde estaba.
Haechan agradeció la hospitalidad y volvieron en carreta al reino, Mark se podía mover con magia, pero Winter no soportaría un viaje tan largo, así que simplemente guardaron silencio las primeras horas del trayecto. Winter estaba demasiado triste y Haechan no sabía cómo remediarlo.
—Haechan, ¿Tú has estado viajando al espejo de Jaemin? —Mark preguntó.
—Algunas veces, como tres, estuve ocupado, ¿Por qué? —Haechan cuestionó.
—Curiosidad. —Mark mordió su labio. —Más bien, no, realmente estoy intrigado, ¿Crees que ellos ya tengan una marca de lazo?
Winter abrió la boca con sorpresa, era cierto, cabía la posibilidad de que su madre Jaemin tuviera la marca de lazo. Y eso la hizo muy feliz.
Por eso, cuando llegaron a Wonderland, los reyes ya los esperaban, Winter bajó de la carroza con velocidad directo a abrazar a la reina Jaemin, quien le dio el abrazo más fuerte del mundo.
—¡Winter! —Jaemin gritó mientras la cargaba y giraba.
Mark y Haechan observaron a Jaemin y lanzaron el suspiro más resignado que pudieron.
—¿Por qué no tienes una marca en el cuello? —Winter cuestionó. —Ustedes se quedaron a solas, al menos, pudieron unirse.
—¿Por qué están hablando de eso? —Jeno pareció avergonzado. —Había muchas cosas que debíamos hacer con respecto a la traición de la reina Yoona y probablemente algunos datos sobre Dreamland que surgieron con respecto a realizar la unión en el imperio.
—Estuvieron un mes sin gente externa, ¿No pudieron acostarse y no sé, terminar lo que habían empezado en el baño de Armagedón? —Haechan gritó con un claro tono de ofensa.
Mark solo levantó las cejas y negó con la cabeza.
—Me harían más fácil mi misión si se marcaran y decidieran también empezar a hacer bebés, yo no encontraré al mago dorado hasta que ustedes no tengan un heredero, no sé si lo recuerdan. —Mark mordió su lengua.
Jaemin y Jeno observaron a Winter como si todavía no le hubieran dicho algo obvio, pero Winter solo miró a sus padres y negó con la cabeza.
—Realmente necesitarán un heredero de Wonderland, lo dijo la profecía. —Ella levantó los hombros.
Estaba demasiado segura de que su vida no sería en Wonderland, ella quería estar con Karina y si eran destinadas, sin duda se iría a Armagedón.
—Creo que es algo de lo que no deberíamos hablar. —Jeno murmuró. —Mejor díganme ¿Cómo les fue? ¿Qué noticias hay?
—Ah, no sé, será mejor que se lo pregunten a Winter directamente. —Mark murmuró. —Me quedaré en el palacio hasta que vayamos con el mago de oro, simplemente ignórenme, me quedaré en la habitación del ala de las concubinas. —Bostezó.
—Mark, antes me gustaría hablar de... —Jaemin mencionó, pero fue interrumpido.
—Tengo algunos pendientes de vestidos que hacer, Nana. —Mark le miró con cariño. —Sabes cómo me pongo cuando tengo fechas de entrega, así que estaré indispuesto.
Jaemin solo asintió.
Mark entró al palacio. Jeno se extrañó y los dos adultos caminaron con Winter, escuchando lo que la niña y el espejo tenían que decir.
Winter comenzó a contarles lo que había pasado, Haechan habló de la magia y demás.
—¿Y cómo te la pasaste con el príncipe Karina? —Jaemin cuestionó a su hija.
—Si, yo también quiero que les cuentes cómo te fue. —Haechan dijo con sarcasmo.
Jeno entendió bien, pero soltó un suspiro.
—Leí el informe que enviaron sobre una escuela imperial, realmente quieren estar juntas ¿Cierto? —Jeno cuestionó.
—Ella es mi mejor amiga. —Winter murmuró.
—Eso dice, pero yo sugeriría que tuvieran "la charla", ya saben la charla de cuando un omega y un alfa son destinados... —Haechan aclaró.
Jeno y Jaemin se sorprendieron, porque no hubo negativa de Winter, simplemente lo tomó con mucha calma, pues ciertamente sí estaba enamorada de Karina.
—Bueno, cuando un alfa corteja a un omega, pues se casan y tienen un lazo que consta de un nudo y una mordida. —Jeno aclaró su garganta.
Jaemin también escuchaba porque eso de los alfas, betas y omegas era demasiado raro para él.
—Papá, el tío Mark dijo que los alfas de la realeza tienen un "sentido" donde pueden saber con facilidad quien es su destinado solo por convivir con él, ¿Es cierto? —Winter preguntó.
Pero la reacción de Jeno fue inmediata, miró a Jaemin y le sonrió con ternura, él nunca fue consciente de Jaemin, le parecía caprichoso e irritable, incluso sabía que ese otro Jaemin tenía un destinado, pero este Jaemin era tan diferente.
—Está bien si dices que no soy tu destinado. —Jaemin sonrió. —Lo entiendo.
—Es que no puedo decirlo, porque nunca estuve con una persona a la que realmente amara. —Jeno miró a Jaemin. —Muchas veces la realeza no tiene la oportunidad de casarse por amor, pero soy muy consciente de ti, de lo que haces o donde estás.
—¿Entonces por qué no lo has marcado? —Haechan cuestionó.
—¡Haechan! Eso es íntimo. —Jaemin le regañó.
—Simplemente no es el momento. —Jeno dijo mirando el espejo que hablaba. —También he escuchado eso de que los alfas de la realeza tienen buen ojo para sus parejas, pueden ser destinados, magos u omegas primigenios, siempre son especiales. —Jeno sonrió. —Tanto como tú. —Tomó la mano de Jaemin.
Y Jeno tenía esa mirada que denotaba lo enamorado que estaba de Jaemin, que nunca lo dejaría ir, esa mirada de que lo deseaba y que anhelaba que todos sus días pudiera estar junto a él dándole besos y formando la familia que ahora tenían.
—Jeno. —Jaemin sonrió con ternura, había tanta paz en su tono y soltó un suspiro. —Pero... ¿Por qué preguntabas eso Winter?
Los dos adultos vieron a la niña y Haechan soltó una carcajada.
—Digamos que una alfa de la nobleza ya puso sus ojos en Winter y fue reciproco. Bueno. —Haechan soltó como si no hubiera dicho la gran cosa. —Me voy a mi espejo, tengo muchas cosas qué hacer y ustedes deberían tener una charla sobre el amor, las marcas y cómo se heredan los puestos en la realeza. —Se rio. —Adiós.
Jeno y Jaemin miraron a Winter y esta solo asintió con un poco de pena, quería hablarles sobre Karina y todo lo que la otra chica le hacía sentir.
Y con eso, darían inicio al siguiente paso.
Continuará...
Chapter 72: Capítulo LXXII
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
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Winter sabía que no iría, sabía que era una "misión especial", una promesa entre Mark, Haechan, su padre y Jaemin. Así que no dudó cuando se tuvo que despedir de ellos a mediados de julio. La comitiva iría a buscar el contra hechizo del "corazón envenenado" y algún indicio de dónde estaría el mago de oro.
Mark se había quedado en el palacio de Wonderland por un tiempo, incluso habló con Jeno sobre un hechizo que posiblemente el viejo Jaemin podría haber tenido, "La extracción de ser", Jeno jamás le dijo que él lo tenía, pero Jaemin mencionó que no tenía idea de dónde podría estar, pero que si la dejaban buscarla sin duda la encontraría.
Ninguno aceptó, pero Jeno guardó bien esa hoja vacía cuando iban en camino a aquel lugar.
Como parte de la experiencia de ir sin magia, como el mago de oro había convocado, Haechan se quedó con Winter hasta que pudiera ser llamado, pero sabía que todos llegarían sin problemas, ya habían pasado por allí.
Fue cuando acamparon por los campos de girasoles que Jaemin se sentó junto a Mark y suspiró.
—¿En algún momento querrás hablar conmigo? —Jaemin susurró con un tono dolido. —No sé por qué sigues evitándome, me has salvado tantas veces que siento que estoy en deuda, pero también siento que solo te incomodo.
Mark suspiró, miró a Jeno de reojo y estiró sus labios en una mueca.
—A veces no sé cómo tratarte. —Suspiró. —Siento que en cualquier momento me dirás "jefe Mark" como en los viejos tiempos.
—Bueno, ya no eres mi jefe. —Jaemin dijo apenado. —Y lamento si en algún momento te incomodé. Es raro que nosotros dos llegáramos al mismo lugar.
—Lo sé. —Mark mencionó. —Cuando llegué aquí siempre pensé que estaba soñando, pero pasaron los años y no había forma de escapar, cuando conocí al otro Jaemin, bueno, —Aclaró su garganta. —Siempre fuiste extremadamente hermoso, no tienes idea de lo mucho que me gustabas físicamente cuando trabajábamos juntos.
—Siempre creí que no te gustaban los hombres. —Jaemin infló sus mejillas.
—Lo sé, tenía mucho miedo y siempre levanté esas barreras, pero sabía que te gustaba.
—Yo creía que habías estado tan enamorado de una chica que falleció, siempre hablabas de tu primer amor como si hubiera muerto. —Jaemin contestó.
—Siempre estuve arrepentido con respecto a mi relación con Donghyuck. —Mark aseguró. —Siempre pensé en cómo hubiera sido mi vida si yo le hubiera dicho que el vestido de novia que quería su hermana Dongsook había sido para él. —Soltó una risa. —Sé que compraste el "fullsun" de este mundo, solo podría usarlo alguien de la realeza. Así que úsalo bien...
—No planeo volverme a casar. —Jaemin mencionó. —No sé si sea bien visto.
—Deberías hacerlo, aunque créeme, te haría el mejor vestido para omegas jamás visto, y el traje de Jeno será increíble para un emperador. —Suspiró. —Si el mago de oro regresa a este mundo, ¿Puedes darle el traje del "fullsun"? No tengo la intención de hacer otro.
—Bueno. —Jaemin hizo una pausa. —Winter y yo queremos que alguien más lo use...
—¿Haechan? —Mark sonrió sin querer. —Ustedes quieren que el mago de oro lo convierta en humano.
Jaemin levantó las cejas y se sintió atrapado. Sí, realmente lo quería, Haechan había sido un objeto mágico creado por el mago de oro, si él quería, podría convertir a Haechan en un humano, en uno que pudiera estar con ellos, que pudiera ver a Winter crecer, que fuera su mano derecha y su mejor amigo, comerían ricos pasteles y se divertirían.
—¿Crees que sea posible? —Jaemin preguntó. —Él es el mago más fuerte de toda la historia, pero tú también tienes mucho poder.
—No. —Mark mencionó. —Conozco hechizos para cambiar la forma, pero para que se convierta en humano, para empezar, Haechan debería ser un ser mágico que quiera convertirse en humano. —Mark levantó la vista. —Es todo un caso. Realmente todos esperamos que se convierta en algo más...
—¿En algo más? —Jaemin preguntó.
—Haechan... Estoy seguro que es quien me va a llevar al mago dorado. —Mark sonrió.
Jaemin ladeó su cabeza.
—Sé que no debería decirlo porque ya lo sabes, pero las personas de aquí no son iguales a las de nuestro mundo, quizá estás pensando que el mago de oro es ese tal Donghyuck, y quizá te lleves una sorpresa. —Jaemin susurró. —No quisiera que mi jefe tuviera una decepción amorosa, quiero que alguien te ame y que puedas amar a alguien tanto como yo encontré a una persona especial. —Miró a Jeno de reojo.
—Encontré a una persona especial, alguien que me recuerda al amor de mi vida que perdí. —Mark negó con la cabeza. —Desconozco si siente lo mismo, pero me gusta creer que los alfas de la realeza tenemos un don para encontrar a la persona que amamos entre la multitud, aunque se esconda o aunque no tenga una forma humana.
Jaemin levantó las cejas, eso había sonado demasiado raro, pero simplemente trató de cambiar de tema, ahora actuaba más como una madre preocupada.
—Así que tú crees que Karina está enamorada de Winter. —Jaemin mencionó, pensando que Mark le había dicho palabras similares a la princesa.
—Pues ellas al menos confesaron su amor más rápido que ustedes dos. —Miró a Jeno. —No dudes que después de enero Winter tenga una marca en el cuello antes que tú. —Se burló.
Jeno escuchó ese comentario y se levantó de su lugar para irse a sentar en medio de Mark y de Jaemin, observó a su medio hermano y resopló en su cara.
—¿Insinúas que mi hija será la omega del príncipe Karina? —Jeno arrugó su cejo.
—Sí, ya lo dije, habrá un rey en Wonderland, el niño de la corona y el que traerá al mago de oro de regreso. —Mark suspiró. —Espero que se pongan a hacerlo pronto porque sí me gustaría tener físicamente a mi omega, por favor.
Jaemin se quedó callado, y es que Jeno y él estaban bien, pero cada vez que trataban de avanzar en su relación, de realmente marcarse, se sentían cohibidos, pensaban en Winter, pensaban en la profecía, pensaban en sus problemas, Jaemin pensaba mucho en cómo se sentiría embarazarse y lo llenaba de miedo. Jeno se sentía igual, quizá no estaba preparado para entregarse físicamente a otro omega, sabía que quería a Jaemin, pero algo no se sentía bien, más porque el celo de Jeno se había atrasado y no sentía el libido que Jaemin probablemente merecía, tampoco quería lastimarlo.
Todo era raro.
—¿Crees que encontremos un indicio de dónde está el mago de oro? —Jeno le preguntó a su hermano. —¿Crees que haya un hechizo para ir a ese mundo del que vienen?
—El mago de oro no está en ese mundo. —Mark mencionó. —Y dudo que podamos irnos de aquí, ni Jaemin ni yo queremos irnos, pero sé que en ese a donde vamos, allí voy a encontrar la respuesta que busco.
—¿Qué harás con todos los hechizos que encuentres? —Jeno cuestionó.
—Primero voy a desarrollar un contra hechizo para la reina Jisung, me ayudó mucho mientras estuve en Neverland, hay conflicto de intereses entre los niños perdidos, los piratas, los mercenarios y la gente de Lucid, sería mejor cerrar fronteras, pero son temas políticos que no me interesan.
—¿Incluso si te dejara el reino? —Jeno suspiró.
—No me interesa el trono, iré aprendiendo magia de todos los lugares. —Hizo una pausa. —En ese otro continente usan una magia que me gustaría aprender, y... esto es lo mas estúpido que diré, pero quiero saber dónde está el útero del mago de oro.
Jeno y Jaemin sintieron un poco de asco, no entendían por qué Mark hablaba de algo tan raro, ¿Un útero? sí, podían decir que se podían sacar corazones o el útero en algunos omegas, pero ¿Por qué mencionaba eso? Era asqueroso ¿Y qué tenía qué ver con el nuevo continente?
—Bien, haz lo que te haga feliz. —Jeno dijo.
—Lo hago. —Mark sonrió. —Ahora durmamos, empieza a oler muy dulce. —Suspiró. —Jaemin, ¿No entrarás en tu celo otra vez?
—Ah, no, Haechan dijo que era cada tres meses, pero me toca en unas semanas, creo. —Jaemin mencionó. —¿Por qué?
—Por nada. —Mark suspiró y se acostó entre los girasoles. —Buenas noches.
Al día siguiente encontraron el problema, de nuevo fueron a la cueva, Mark utilizó un poco de su poder y Jaemin pudo usar su casi nula magia, pero a comparación de la primera vez, el espejo que fue ocupado no fue el de Nana sino el de Mark.
Haechan examinaba la puerta al igual que Mark.
Era el 17 de julio, casi media noche para el 18, el día 200 del año.
—No me gusta el olor que desprende. —Mark susurró.
—¿De qué olor hablas? —Haechan mencionó. Él no podía usar muchos de sus sentidos.
—Tampoco huelo nada. —Jeno mencionó.
Mark sacó unas pastillas de su bolsillo, eran supresivos de celo, su celo también estaba cerca y más ahora que sentir un olor dulce que provenía desde dentro, había una ruptura en el hechizo del mago de oro, la puerta se tenía que abrir sí o sí.
—No puede ser tan fácil, debe haber una trampa. —Mark mencionó.
Movió las manijas, el sol y la luna estaban alineados entrando y saliendo por cada una de las cerraduras, fue cuando la puerta sonó, Jeno sacó su espada y se puso en pose de combate, Jaemin deseaba usar magia, pero sus "purificaciones" todavía no daban resultados.
Mark simplemente abrió la puerta y entró, no le gustaba el olor. Jeno y Jaemin entraron también, Jeno empezó a sentirse mareado y Jaemin se sintió asqueado.
—¿Qué es ese olor? —Jaemin preguntó cuando las puertas se cerraron sin dejarlos salir.
—Feromonas de omega. —Jeno se sentía mareado, asqueado, sudado, era como cuando Seulgi utilizaba su celo para poder obligarlo a acostarse con él.
—Jeno ¿Estás bien? —Jaemin cuestionó. —Jeno...
—Jaemin, aléjate de Jeno, ya. —Mark le dijo.
—¿Qué pasa? —Haechan preguntó.
—Son feromonas de omega. —Mark le dijo a Haechan. —Es una trampa, principalmente para los alfas que entran aquí, debe haber una salida que dé directo a la cueva, la opción más viable, tenemos que evitar que Jeno pierda el control y salga.
—¿Por qué no estás perdiendo el control? —Jaemin preguntó, él también se estaba sintiendo muy caliente como la primera vez que tuvo su celo. —Yo también me siento mal. Debo salir de aquí, necesito estar en mi habitación, necesito...
—Ay no. —Mark mencionó cuando observó una pared abrirse, era la salida trampa. Era de donde provenía el fuerte olor a feromonas que asfixiaba a todos. —Haechan ¿Qué hago?
—Yo qué sé. —Haechan mencionó. —Prende una luz, no veo nada.
Mark vio que Jeno ya iba a la salida, se sentía bastante descontrolado y desorientado, Jaemin estaba llorando en el suelo mientras se mantenía quieto.
—Busca espejos en la mansión, entra a cada habitación y ya. —Mark mencionó.
Haechan rápidamente se movió, convenientemente Haechan entró a cada espejo, y se sentía demasiado familiar, ya había estado antes allí, allí fue donde había sido hecho, de hecho, la misma biblioteca que él tenía en el espejo era una de las habitaciones del mago de oro.
Le tomó menos de un minuto, pero regresó con Mark.
—Al lado de la salida hay un pasillo oculto, tiene una habitación de visitas, si estás pensando lo mismo que yo, eres un héroe, pero también un desgraciado. —Haechan mencionó.
—Ayuda a Jaemin, llevaré a Jeno.
Mark detuvo a Jeno antes de que saliera, golpeándolo contra la pared trampa y que caminara al pasillo, Haechan le gritaba a Jaemin para que siguiera a Jeno sino se iba a arrepentir.
Y los dos lo hicieron, los dos entraron a la habitación que Haechan mencionó, Mark se dedicó a cerrar por fuera y cayó sentado en el frío suelo.
—Necesito encontrar una habitación que no se pueda abrir y necesito quitar ese hechizo de feromonas o me volveré loco. —Mark mencionó.
—Pensé que no te afectaban.
—Son las de mi omega destinado. —Mark mencionó. —No son tan malas, pero estoy dopado hasta la sangre, si no encierro a Jaemin, creo que le saltaría encima sin importar que esté Jeno. Ayúdame.
—No hay espejos en la salida, pero de allí viene el olor de feromona de omega en celo.
—¿Me cubres de lo que pase? —Mark preguntó.
—Por supuesto. —Haechan murmuró.
Mark caminó al pasillo, se sentía el aire frío del exterior, no podía salir más o la puerta secreta se cerraría, pero Haechan sentía la magia venir, Mark empezó a cavar, en el suelo había rocas, pero usó poco de su magia para mantener el control y para encontrar lo que buscaba.
Un cofre, uno que cuando abrió lo dejó sorprendido.
—Realmente era un loco, sí se sacó la matriz para hechizarla y no tener hijo, maldito demente. —Haechan mencionó.
—Fue abusado constantemente, era un omega primigenio, no podría reproducirse y no sería abusado por cuanto alfa quisiera descendencia, lo entiendo. —Mark usó un hechizo para detener el hechizo de las feromonas.
Estaba sudando, tomó el cofre y volvió a entrar a la mansión, cerrando la salida obvia.
Mark no había prestado atención a la casa, pero sabía que guardaría ese útero hasta que Donghyuck lo quisiera de vuelta.
—¿Cómo te sientes? —Haechan preguntó. —Hay una habitación que tiene cerradura por dentro y por fuera, creo que puedes pasar tu celo adelantado allí.
—Guíame. —Mark mencionó.
—Sube las escaleras, primer puerta a la izquierda, por donde sale el sol. —Haechan mencionó. —Es la habitación del mago dorado, puedo sentirlo. —Declaró.
Mark subió con rapidez, entró a la puerta y cerró. Estaba sonrojado, su cara estaba sudando, se quitó su capa y encendió la luz.
Había dibujos de los astros, había muchos espejos en esa habitación, inclusive uno muy viejo de cuerpo completo, una cama con dosel y burós de madera bastante antiguos, un closet con ropa que estuvo guardada por años.
Mark se relamió los labios y empezó a sacar toda la ropa, olía a él, olía a las estúpidas feromonas que hacían que se sintiera caliente.
—Esto es tan incómodo. —Haechan mencionó metiéndose en el espejo de cuerpo completo, pero sin mostrar su figura. —Realmente Jaemin y Jeno están a punto de tener su celo juntos por culpa de las feromonas de un mago loco y tú...
—Bueno, no tengo un omega, así que... Tú decide qué quieres hacer mientras pasa nuestro celo. —Mark dijo.
—¿Qué debo hacer? No puedo ver nada que los espejos me muestren, y no soy un mirón como para estar espiando a Jaemin y Jeno. Y.... —Haechan tragó saliva. No, ni que las feromonas también lo hubieran atacado a él.
—¿Quieres quedarte conmigo? —Mark cuestionó.
—No. —Haechan se sonrojó, cosa que no sabía que podía hacer.
—Entonces vete. —Mark mencionó. —Porque si quieres quedarte, me encargaré de ti, como si fueras mi omega, haré que te sientas tan caliente como yo me siento y que gimas en mi oído como si realmente me estuvieras sintiendo. —Dijo saliendo de razón.
Y Haechan asintió. Realmente tenía muchas ganas de quedarse, ni siquiera sabía que podía sentirse así de deseoso.
Continuará...
Notes:
No puedo creer que ya llegamos aquí, este es uno de mis capítulos más largos y de los que deseé que llegaran pronto, y sí, probablemente el lunes tengamos lemmon, nos leemos la próxima semana, tengan un bonito día y un bonito fin! :D
Gracias por tanto apoyo y amor a esta historia!
Chapter 73: Capítulo LXXIII
Notes:
Escena +18
Chapter Text
Jeno y Jaemin no sabían cómo habían llegado a eso, quizá hubieran deseado que las cosas fueran diferentes, que la situación fuera más romántica, más agradable, más cálida, pero tener a Jeno sobre Jaemin mientras lo besaba y lo tocaba de una forma hambrienta tampoco estaba mal.
Jaemin sentía que su cuerpo iba a estallar, se sentía tan caliente, tan deseoso y húmedo.
El cabello negro de Jeno estaba despeinado, el sudor le cubría la cara, Jaemin solo quería verlo, quería sonreírle y decirle que estaba bien, que lo hiciera.
—No era la manera. —Jeno susurró con el rostro pálido, estaba enrojecido. —Quiero hacerlo, no sabes las ganas que tengo, pero de verdad, si te opones yo...
—Está bien. —Jaemin mencionó tocando los músculos de Jeno sobre la ropa que tenía, Jaemin había visto esa piel cuando encontró a Jeno en el baño, ahora Winter estaba siendo cuidada por Doyoung y por Ningning, quizá no era el mejor lugar porque Mark y Haechan podrían aparecer, pero mierda, él era un recién casado que tenía necesidades, aunque no estaba recién casado, estaba muy enamorado de su esposo. —Quiero que al fin me marques, quizá es la señal para que lo hagamos al fin, ¿No lo crees?
—No quiero que las feromonas de un omega nos hayan afectado de esta manera. —Jeno se disculpó, no quería hacer contacto visual, sabían que tendrían sexo, pero Jeno no era el tipo de alfa que saltaba a sus impulsos, además, siendo sincero, tenía miedo.
Durante toda su vida, Jeno no había hecho nada de trabajo, Seulgi se había encargado de todo, pero ahora, quería saltarle a Jaemin ponerlo en mil posiciones y llenarlo, llenarlo tanto hasta sentir que realmente podría embarazarlo, morderlo para que siempre fuera suyo.
—Jeno, solo... Solo dejémonos llevar. —Jaemin tenía que decirlo, tenía que hacerlo o sentía que se derretiría allí mismo.
Jeno olía delicioso, así que lo jaló por el cabello y lo besó. Jeno trataba de nunca perder el control, pero su cerebro no reaccionaba como quería, habían caído en una trampa que no tenía sentido, ¿Por qué la trampa del mago de oro afectaba así a los alfas y a los omegas? ¿Tan fácil sería que sucumbieran y hubieran salido por la cueva que daba hacia afuera?
¿Entonces en qué se diferenciaban ellos de los otros que intentaron entrar a la mansión si habían caído en la misma trampa?
Jaemin no estaba pensando demasiado, simplemente empujó sus labios contra los de Jeno, ninguno quería apartarse ni detener lo que estaba sucediendo. Jeno inmediatamente se fijó en el beso, así que decidió corresponderlo, moviéndose también, sintiendo lo importante que era Jaemin, lo mucho que quería cuidarlo y protegerlo.
Los dos continuaron besándose quien sabe por cuanto tiempo, ambos estaban calientes y Mark ni Haechan parecían que estuvieran esperándolos o tratando de rescatarlos, por ende, o Mark podía estar en una situación similar o les estaban dando su espacio. Jeno usó sus manos para apretar la cintura de su esposo y apretar sus cuerpos contra el otro. Jaemin gimió bajito, ingresando su lengua en la boca de Jeno y rodeando su cuello con sus brazos, quitándole la ropa superior mientras rozaba su piel caliente.
—¿Estás seguro? —Jeno mencionó con nerviosismo.
—Haechan dice que el celo de los omegas dura tres días y el rut de un alfa solo dura uno, así que no desaprovecharé tu único día. —Jaemin estaba sonrojado, ya había pasado antes, ahora tenía la confianza de decir lo que pensaba y de tocar a Jeno sin que éste sintiera repulsión.
—Puedo hacerme cargo de ti los días que lo necesites, todos los días que quieras. —Jeno mencionó.
—Entonces no nos arrepintamos. —Jaemin soltó de su boca cuando empujó los hombros de Jeno y lo hundió contra la cama, una habitación llena de polvo que ni siquiera sabían en dónde quedaba y sinceramente, no les importaba.
Jeno se quedó atónito ante la acción y su rostro se sonrojó, más cuando sintió que su bulto rozaba la entrepierna de Jaemin. Jaemin tenía esa mirada desesperada y se veía tan débil. Se recostó contra el pecho de su esposo y hundió la cara en su hombro.
—Por favor, márcame, quiero ser tu omega. —Jaemin dijo.
Jeno se quedó sin palabras, realmente era lo que quería, Jaemin era valiente, Jaemin quería quedarse, quería formar una familia con él, quería pertenecerle. Jaemin era problemático en el celo, pero Jeno sabía que lo respetaba, ahora lo deseaba tanto, más cuando estaba frotando sus muslos en las caderas de Jeno y tratando de bajarle la ropa. Jeno solo podía ponerse duro con solo tocar a su esposo, con solo escuchar su voz. No importaba todo lo que había sufrido en su antiguo matrimonio, Jaemin era mucho más de lo que siempre pensó, al fin iban a consumar su matrimonio.
La ropa salió volando mientras los besos se volvían intensos. Jaemin gemía durante los besos y envolvía sus brazos alrededor del cuello de Jeno mientras le devolvía el beso.
Jaemin estaba tan húmedo. Jaemin mordió con cuidado el cuello de Jeno esperando dejar una marca como la que él quería, pero fue Jeno quien no pudo más, cambió de lugar con Jaemin gruñendo suavemente, bajando la cabeza y mordisqueando los pezones de Nana, succionando y rozando.
Jaemin ya no tenía ropa sobre su cuerpo, lo que muchas veces había servido para estar con hombres, ahora solo se levantaba, pero no le producía placer, su placer estaba en su ano, húmedo, listo para que algo entrara en él.
Jeno lo sabía, así que simplemente entró en Jaemin, Jaemin jamás se había sentido tan gustoso, no había que hacer una "limpieza antes", no había que usar lubricante, literalmente se había deslizado tan profundo y fácil que se sintió tan bien.
Ambos estaban llenos de lujuria.
—No tienes idea de cuánto te deseo. —Jeno murmuró mientras empujaba hacia atrás para tomar velocidad y hundirse en Jaemin, su mente no pensaba en otra cosa que no fuera fusionarse con su omega. Jaemin echó su cabeza hacia atrás y gritó el nombre de su rey, respiró hondo un par de veces, intentó relajarse y esperó que Mark ni Haechan oyeran sus gemidos, que ni siquiera trataba de ocultar mientras Jeno movía las caderas dando embestidas profundas y constantes.
Nana solo podía gemir, era como si un ser sexual se hubiera apropiado de su cuerpo. Jeno se inclinaba a Jaemin, rozaba su entrada y aceleraba más sus embestidas, recorría el cuerpo de Jaemin con las manos en los costados que le parecía tan irreal que alguien pudiera hacerlo tan feliz como Nana lo hacía.
—Correrte dentro de mí. —Jaemin le susurró a Jeno en el oído mientras le mordía la oreja.
Jeno quería hacerlo, quería marcar a Jaemin, no importara cuantas veces lo hiciera, el rut pensaba por sí mismo, con unas cuantas embestidas más, Jaemin se corrió gimiendo en el oído del rey.
Jeno solo pudo terminar dentro de Jaemin sin importarle, tenía que reponerse, el rut siempre ayudaba, Jaemin también estaba deseoso, y tan sensible.
—Quiero embarazarte. —Jeno le dijo a Jaemin con un tono dominante.
Jaemin solo asintió cuando Jeno cargó a Jaemin para recostarlo contra un mueble de madera bastante grande frente a la cama. Apoyó una mano en la rodilla, Jaemin aun temblaba.
—Quiero que me embaraces. —Jaemin suspiró abriendo sus piernas, no le daba pena, estaba tan caliente y más cuando sentía el tacto de los dedos de Jeno recorrer su miembro haciendo círculos en él.
Jaemin gimió antes de recostarse más sobre el mueble, viendo que arriba de la cama que estaba en frente había un enorme espejo donde podía reflejarse y podía ver la espalda de Jeno que sin duda se movería hacia él pronto.
Jeno se acercó más al borde y colocó una de las piernas de Nana sobre su hombro, con una leve sonrisa deslizó los dedos de los muslos sobre el otro antes de apoyar la cabeza en pierna que estaba en su hombro.
—Eres tan hermoso, Jaemin. —Jeno susurró. —Eres tan hermoso, mi reina.
Jaemin se sonrojó mientras mordía sus labios al ver que Jeno acariciaba su entrada para centrarse y entrar de nuevo, Jaemin chorreaba sin saber si era de él o de Jeno. Jaemin arqueó la espalda y gimió de placer, quería que Jeno entrara completamente en él, se introdujera en él, quería tenerlo dentro que nadie lo pudiera sacar.
Jeno se deleitaba con los ruidos que hacía su despeinado esposo, Jaemin se retorció al acercarse al borde de la cama, mientras de lo único que podía sujetarse era de la espalda arañada del rey.
La suplica de Jaemin fue la razón por la que Jeno se adentró en su esposo y lo llenó por segunda vez, y el rut siempre había sido algo vulgar y grotesco, pero cuando Jaemin tenía esa mirada, Jeno agradecida llenarlo, seguir embistiendo y a los minutos volver a estar erguido, definitivamente podría acostumbrarse a la sensación.
Jaemin ya tenía sus piernas en la cintura de Jeno, los orgasmos iban y venían demasiado rápido para el gusto de ambos, era un orgasmo tras otro, rapidez, sudor, amor, cariño, compatibilidad, era perfecto.
No tenían idea de cuánto tiempo había pasado. Quizá ya habían pasado los tres días de celo, pero no podían distinguirlo bien. Había marcas de los dientes de ambos en la piel del otro, pero el que más le interesaba a Jeno pasó un día y medio después, él ya no estaba en el rut, pero Jaemin sí estaba en el celo y Jeno se preguntaba cómo era posible que él siguiera tan caliente por ver a su omega.
Jeno ya razonaba, pero Jaemin todavía no, Jeno no se cansaba de alinear su miembro contra el agujero goteante de Jaemin. De una embestida, hundió todo su miembro en el calor húmedo y apretado de Nana, Jaemin se sentía lleno, le gustaba apretar, le gustaba que Jeno le prestara la atención que merecía. Fue cuando Jeno aprovechó, la punta bulbosa de Jeno se abrió, Jaemin supuso que era el tal nudo que decían, pero algo lo puso nervioso, aunque no le importó mucho al ser superado pro el orgasmo de ser empalado por un pene grueso y caliente como el del rey. Le encantaba sentir el semen caliente chorreando por su entrepierna, quería sentirlo toda la vida.
Jeno siguió embistiendo, el nudo creció y golpeó la próstata hipersensible de Jaemin. Nana solo podía gemir mientras sentía un dolor placentero detrás de su nuca. Las lagrimas bajaron por su rostro, pero Jeno simplemente cerró los ojos y presionó su cara en el hueco del cuello del omega.
Jeno nunca pensó que marcaría a alguien más en su vida, cuando Seulgi murió el dolor de la marca fue violento, lo peor es que solo era dolor físico, Jeno jamás amó a la madre de su hija, sin embargo el solo pensar en perder a Jaemin lo volvía loco.
El trasero de Jaemin se sacudió al sentir que había algo dentro de él y que tenía un poco de sangre sobre su cuello, sin embargo no dijo nada.
—El nudo se va a desinflar en un momento. —Jeno frunció sus labios.
Jaemin asintió, sentía un "pop" húmedo dentro de él, el semen de su esposo y la sensación viscosa seguía en su abusado y rozado agujero que se había friccionado demasiado. Jeno estaba atrapado en el agujero de Jaemin.
"¿Te duele?" Era el lazo telepático que tenían las parejas.
Jaemin se sorprendió al escuchar la voz de Jeno en su cabeza, era tan invasivo, tan increíble.
"Es raro, pero no me duele, estoy quizá avergonzado". Jaemin pensó y Jeno lo escuchó.
"Entendible, esto es parte del nudo, al parecer tus tres días han pasado, ya no piensas solo en sexo". Jeno le mencionó.
"Lo siento". Jaemin se sintió avergonzado, no sabía que había pasado tanto tiempo, pero si recordaba que Jeno tampoco se quejó en esos días. Realmente eso de atender al omega era bastante placentero, Jaemin sentía que era un insaciable.
"Generalmente no se suele juntar los celos de alfas y omegas en su primera vez" Jeno mencionó. "Tengo mucho miedo de salir de la habitación". Le declaró.
"¿No ha venido?" Jaemin preguntó mientras observaba el espejo gigante sobre la cama que casi habían roto de tan "locos que se habían vuelto".
"No tengo idea". Jeno murmuró. "Pudo estar aquí, vernos y juzgarnos, pero no mencionó nada, además no me has dejado salir de la cama, sé que se rompió un mueble, pero aún no sé donde está el interruptor de la luz".
"Debo confesar que siempre soñé con tener días de sexo desenfrenado, pero esto es ridículo". Jaemin sentía que sus piernas seguían temblando y todavía quería otra ronda más antes de irse. "Estamos en una misión y caímos ante nuestros instintos".
Jeno sintió que el nudo ya se había desinflado, pero aún así no salió de Jaemin, sabía que si se Jaemin se movía un poco más, se volvería a erguir y querría besarlo y acostarse con él de nuevo.
No era necesario que lo dijeran en la voz alta, ambos se volvieron a besar, quizá después de que pasara el celo completo de Jaemin tendría las suficientes ganas de salir y enfrentar a Mark y a Haechan, por ahora, ese momento era solo de ellos.
Continuará...
Chapter 74: Capítulo LXXIV
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Mark estaba avergonzado, era muy difícil verse ahora, principalmente verse en un espejo. Era una de las cosas con las que no sabía luchar, el rut de alfa duraba un día, pero actuaba como un drogado adicto al sexo que después se avergonzaba de todo lo que salía de su boca.
Lo peor es que había evidencia.
Mark ni siquiera quería levantarse de la cama, no quería buscar su ropa y no quería ver esa mancha de semen en el espejo de cuerpo completo que estaba frente a él.
Había perdido la cabeza.
Sí, había perdido la cabeza.
Pero no fue el único ¿O sí?
Porque juraba que el espejo tenía parte de la culpa, si no le hubiera seguido el juego, si no hubiera gemido su nombre en su oído. Mark ni siquiera estaba seguro de que el espejo lo hubiera llamado Mark antes de gemir su nombre durante su rut.
No, ahora lo que debía hacer era vestirse, salir de allí y encontrar al ente del espejo.
No sabía siquiera cómo sería su primer encuentro, ¿Qué se dirían? ¿Tendrían que hablar del tema?
Sería demasiado vergonzoso.
Mark tragó saliva y salió de la habitación, guardó bien el hechizo del útero del mago de oro y salió a lo que era el primer piso, buscó el interruptor de la luz, y como no funcionó, lo único que hizo fue usar su magia y todo se encendió.
Mark bajó las escaleras, observó un podio con un gran libro y una manta cubriendo un enorme cuadro al cual no se atrevió a descubrir.
Mark se acercó al libro y frunció el ceño. Estaba en una hoja con un lenguaje extraño, pero solo se dio cuenta de que estaba al revés, las letras estaban al revés y era un hechizo que conocía bien, lo hojeó y encontró que faltaban algunas hojas, hojas que el mago de oro había regado por el mundo.
El mago de obsidiana estaba cansado, rodó los ojos cuando pasó por el pasillo donde se supone que estaba Nana, podía oler las feromonas de omega desesperado, pero se mezclaban con las de Jeno y Mark sabía que ni siquiera se habían enlazado todavía.
Caminó por la mansión, fue cuando entró a una habitación enorme, cientos de libros en diferentes estanterías, libros y libros de magia. Mark se volvió loco, más porque había magia reunida a lo largo de los años.
Tomó el primer libro y lo leyó, luego el segundo y así se fue hasta que se dio cuenta de que ya era de noche. No le importó regresar a la habitación del mago dorado que ya se había encargado de limpiar.
—Deberías revisar el libro rojo de allí. —La voz del espejo murmuró.
Mark no contestó, no sabía cómo lidiar con él, observó el título, algo similar a "Vishanti"* se leía, Mark lo hojeó y levantó la ceja.
—Es el contra hechizo del corazón envenenado. —Mark susurró. —Con esto podremos salvar a la reina Jisung. ¿Crees que también haya algo para que la oscuridad no consuma la magia del cuerpo de Jaemin?
—Deberías saberlo tú, preferiste que la oscuridad te consumiera en tu búsqueda de poder. —Haechan susurró mientras seguía escondido.
Jamás lo superaría, no sabía cómo hacerlo, podría arriesgar su vida por salvar a Winter o a Jaemin, podía convertirse en la espada y escudo del rey Jeno y de Wonderland, pero ¿Qué mierda había pasado con el mago de obsidiana?
Haechan estaba tan avergonzado. Cuando escuchó las palabras "Porque si quieres quedarte, me encargaré de ti, como si fueras mi omega, haré que te sientas tan caliente como yo me siento y que gimas en mi oído como si realmente me estuvieras sintiendo.". Fue la cosa más sexy que se había atrevido a experimentar.
Haechan sabía que él no podía sentir nada, que sus sentidos eran débiles y que solo si se esforzaba mucho podía sentir magia o peligro fuera de su espejo, por eso tenía curiosidad de cómo lo haría sentir el mago de obsidiana...
Se supone que Mark estaba destinado al mago de oro, pero era tan obvia la preferencia que el príncipe le tenía a él, Haechan sentía que él podía ser mejor que Donghyuck en muchos aspectos, eso elevaba su ego muchísimo, pero al mismo tiempo lo hacía sentir mal, quería morder la mano de su creador e independizarse.
A Haechan le gustaba el mago de obsidiana.
Es que había cierto sarcasmo y poder, Haechan amaba cuando un mago era poderoso, la forma en la que manejaba la situación, la forma en la que quería a Jaemin y apoyaba a Jeno, incluso apoyaba la relación de Winter, ¡Haechan estaba volviéndose loco!
Y sí, seguramente esa locura fue la que hizo que aceptara, gemir en el oído del mago de obsidiana mientras lo veía masturbarse y saciarse con su voz, Mark no lo veía, pero le alocaba su tono, la forma en la que Haechan usaba su voz para darle placer.
Ventajas de tener la misma voz que su creador.
—En mi defensa, quería usar magia para volver a mi mundo. —Mark mencionó. —No me importaba el precio que tuviera que pagar.
—¿Vas a leerlos todos? —Haechan cambió de tema, iba a ignorar olímpicamente que había tenido sexo auditivo con el mago de obsidiana, estaba seguro de que Mark no lo mencionaría y Jaemin y Jeno parecía más ocupados como para pensar en el rut del príncipe.
Mark también entendía que el espejo no quería mencionar el tema, era vergonzoso, porque mientras Haechan fingía gemir el nombre de Mark con un tono lleno de orgasmo, Mark soltaba el nombre de "Donghyuck" y algunas otras veces el de Haechan, pero... Porque para él, eran la misma persona de su mundo.
Porque Haechan era el apodo de Donghyuck.
—Tengo un día más en lo que ellos terminan. —Mark suspiró mientras posaba sus ojos en el libro. —¿Has ido a verlos? —Preguntó.
—No, siento que mis ojos verían algo que no debo. —Haechan se sintió avergonzado. —De por sí puedo escucharlos. —Sintió un escalofrío. —Realmente espero que Jaemin salga con una marca de lazo o me enojaré mucho.
—Creo que esperamos lo mismo. —Mark suspiró. —Aunque se me hace un poco extraño que la primera trampa fue una bomba de feromonas. No ha habido más preocupaciones. —Suspiró.
—Tampoco estoy muy seguro de qué quería crear el mago de oro. —Hizo una pausa. —Si algún mago entraba era fácil que buscara un omega para descargarse y tendría que salir de aquí. Pero si viniera un mago omega, saldría...
—Pero los omegas podrían estar encerrados tres días sin nada, mañana puede activarse otra trampa. —Mark suspiró.
Haechan miró a Mark sin que éste lo viera, soltó un suspiro.
—Tardaste mucho. —Haechan suspiró. —Entrar aquí no sería posible si fueran menos de tres personas, ¿Por qué no atacaste a Jaemin? —Haechan murmuró. —¿Cómo sabías que debías tomar un supresor? ¿Cómo sabías dónde estaba enterrado su útero? —Haechan estaba sintiéndose extraño.
—La puerta podía abrirse, el olor me estaba volviendo loco desde el campo de girasoles. —Mark mencionó. —Bueno, el campo de girasoles está mucho antes de llegar por aquí. —Hizo una pausa. —Oye... Sobre lo de ayer...
—No sé de qué hablas. —Haechan murmuró haciéndose el loco.
—Bueno ¿Qué harás? —Mark rodó los ojos. —Deberías ir a explorar mientras me quedo leyendo todos los libros, me encantaría que todo este conocimiento sea mío puesto que no puedo estar en la misma situación que mi medio hermano y Nana.
Haechan suspiró. Sentía algo dentro de él que no le gustaba. Porque cuando se imaginaba al mago de obsidiana con su omega, siempre se veía a él mismo, él tenía la forma del mago de oro, la piel del color de un omega primigenio, también tenía su tono de voz, y si encontraban al mago de oro y Mark realmente lo prefería antes que a él... Ah, eso sería un golpe en el orgullo bastante doloroso.
Eran esas pocas veces donde Haechan deseaba tener un cuerpo físico.
—Ya busqué en todos los espejos, no he encontrado trampas, pero hay algo que no me gusta en el lobby. —Hizo una pausa. —Pero creo que es una trampa para mí.
—¿A qué te refieres? —Mark levantó su ceja.
—Creo que el mago de oro sabe que para encontrarlo, yo soy necesario, solo que no sé en dónde está. —Hizo una pausa. —Esta casa está llena de espejos, y yo, dentro de mi espejo, tengo acceso a muchos de estos pasajes que no sabía que tenía.
Haechan se escuchaba preocupado.
—Haechan. —Mark le habló directamente. —Si tuviera que desaparecer tu existencia para traer de vuelta al mago de oro... ¿Lo harías? ¿Te sacrificarías?
Haechan se quedó callado, estaba oculto, pero sintió que sus ojos se volvían cristalinos y sus manos temblaban, por supuesto que no, Jaemin y Winter amaban su existencia, eran sus amigos y lo hacían feliz, ellos no querrían que Haechan se fuera...
—¿Crees que para traerlo de vuelta yo tengo que desaparecer? —Haechan mencionó.
—¿Nunca lo has pensado? —Mark cuestionó. —Eres el único objeto mágico que ha hecho, tiene miles de espejos en su casa, yo no puedo usar mis poderes en ti, pero estoy seguro de que si tu mismo los usaras en ti... Dices que tienes una forma, pero no la muestras, tienes su tono de voz, podrías lucir como él. —Mark miró el suelo. —Podría ser, es que eres, tú debes saberlo, no puedo equivocarme, no me puedes hacer sentir esto. —Empezó a hablar incoherencias.
—Sea lo que sea que sientes estás equivocado. —Haechan suspiró. —Antes pensabas que estaba en otro mundo, ¿Qué te hizo cambiar de idea?
—¡Por el hechizo de extracción de ser!, porque pensé que tenía que extraerlo de otro mundo. —Mark declaró.
—¡Ese hechizo está perdido! Quizá es cierto... Quizá tienes que ir a ese mundo...
—Quizá solo tengo que extraerlo de un espejo. —Mark declaró.
Haechan mordió sus propios labios y se dio cuenta de que estaba sangrando. Sus manos se temblaban, tenía miedo, estaba nervioso, se sentía incomodo atrapado.
—Lo que dices es tonto. —Haechan susurró en un tono cobarde. —Yo no...
—Las personas decían que solo un mago más poderoso que el mago de oro podría traerlo de regreso, un mago que pudiera hacer el hechizo de extracción de ser, un alfa que fuera su destinado, porque sería el único que podría reconocerlo, que podría encontrarlo en cualquier lugar, el que resistiría el olor de sus feromonas, el que podría distinguir su magia en cualquier espejo a donde se moviera.
—Estás loco. —Haechan frunció los labios. —Me voy de aquí, cuando los reyes salgan diles que tienes el hechizo y diles que nos veremos en Wonderland.
—Bien, pero yo no me iré de aquí hasta que pueda entender.
Haechan rechistó, porque dijo que se iría, pero dejó a Mark en la biblioteca y él simplemente se escondió, había un espejo que lo llamaba, pero Haechan sentía que debía de evitarlo a toda costa, lo que Mark decía tenía sentido, pero ¿Por qué Haechan no recordaba su vida con el mago de oro? ¿Por qué no recordaba cómo fue creado y solo recordaba sus travesías a lo largo de los siglos?
Mark solo se quedó callado, sabía que Haechan seguía en la mansión, pero lo único que pudo hacer fue seguir leyendo.
[...]
Cuando Mark observó a Jeno y a Jaemin salir de su habitación, simplemente suspiró, sonrió con ternura cuando vio la enorme marca en la nuca de Jaemin y los felicitó. No había nada más que decir. Jeno y Jaemin estaban un poco avergonzados.
—¿Por qué te ves tan mal? ¿Has dormido acaso? —Jaemin preguntó. —¿O has comido algo?
—He estado leyendo, encontré el contra hechizo del corazón envenenado, así que se pueden ir a Wonderland, cuando termine de leer, iré con la reina Jisung de Neverland. —Mark suspiró.
—Lamentamos haber sucumbido ante el deseo de nuestro celo, pero ¿Pasó algo? —Jeno miró a Mark. —¿Dónde está Haechan?
—Dijo que iría con Winter, que los vería en Wonderland, pero ha estado encerrado en el espejo de la habitación del mago de oro reflexionando sobre su vida. —Mark murmuró levantando sus hombros como si no quisiera que lo mencionaran.
—¿Te peleaste con él? —Jaemin se veía preocupado. —No lo hagan, ambos son demasiado importantes para mí, no me gustaría tomar un bando, ambos pueden ser bastante tercos. Piensen que ambos quieren encontrar al mago de oro. ¿Hay alguna pista de en dónde está?
Mark asintió. Se levantó del suelo y caminó al lobby de la mansión, Jeno observó las escaleras y también el pódium que cargaba un enorme libro de hechizos que estaba abierto en cierta página. Sobre él había un retrato del mago de oro, o al menos eso parecía.
—¿Es una pintura de él? —Jaemin cuestionó tocando la tela.
—Quítala. —Mark suspiró.
Jaemin jaló la enorme tela y cayó a un lado de él, quería saber cómo luciría el mago de oro, si tendría la piel morena como la reina Kai o como los omegas primigenios, quizá luciría un traje dorado o habría una pintura con los astros de los cuales robaba magia.
Pero simplemente no había un retrato del mago de oro.
—Es un enorme espejo. —Jeno mencionó.
—Es la forma de traer al mago de oro de vuelta a este mundo. —Mark mencionó. Luego sonrió. —Solo que necesitamos a un ente que pueda entrar en el espejo.
Continuará...
Notes:
*El libro de Vishanti es un guiño a mi fanfic "el heredero elegido", y MH, NM y JC inspirado en el mundo de Harry Potter.
Nos leemos el próximo lunes, tengan un lindo día, les prepararé una sorpresa para la semana de mi cumpleaños (21 de agosto), y estaremos celebrando el final de la historia, pronto, el 2 de septiembre cumple un año en emisión, así que estoy orgullosa, gracias por tanto amor y apoyo <3
Chapter 75: Capítulo LXXV
Chapter Text
Era un enorme espejo de marco antiguo y dorado que relucía. Jeno parecía sorprendido porque esperaba ver un retrato del famoso mago de oro, pero en ningún lugar había un retrato o una fotografía de él.
—Es la forma de traer al mago de oro de vuelta a este mundo. —Mark mencionó. Luego sonrió. —Solo que necesitamos a un ente que pueda entrar en el espejo.
—¿Te refieres a que necesitamos a Haechan para que nos diga cómo traer al mago de oro? —Jaemin cuestionó.
Mark asintió.
Jaemin hizo una mueca, Haechan estaba entusiasmado, pero Na no se sentía seguro, tenía la impresión de que Mark estaba sacrificando a Haechan con tal de conseguir a su destinado, fue lo que Jaemin le transmitió a Jeno por medio del lazo y Jeno pensó que Nana tenía razón.
Y posiblemente esa había sido la causa de la discusión por la cual Haechan estaba ofendido y había dicho que se iba a ir. Jaemin podía leer bien a su mejor amigo.
Jeno se acercó, vio el enrome libro con letras que parecían estar al revés, luego observó el marco del enorme espejo. Jaemin frunció los labios.
—Si Haechan entra en ese espejo ¿Él estará bien? —Jaemin le preguntó a Mark.
—No lo sé. —Mark cuestionó.
—Haechan ¿En dónde estás? —Jeno gritó. —Ven, obligaré a Mark a que se disculpe si te hizo algo. —Habló el rey.
—Eso sería bueno. —Haechan apareció en el espejo en el broche que Jeno usaba en su ropa. —Pero no necesito una disculpa. —Luego hizo una muequita de felicidad que nadie vio. —Bueno, al menos ya tienen una marca de lazo, pensé que tardaríamos siglos en obtenerla. —Jeno y Jaemin sonrieron incómodos, pero al menos ya estaban unidos.
—Si no necesitas mis disculpas, ¿Puedes entrar en ese espejo y decirnos qué ves? —Mark mencionó, él era quien quería la disculpa.
—No, no quiero. —Haechan mencionó. —Ya consiguieron el hechizo por el que vinieron, ¿Podemos irnos?
—Hae, queremos encontrar al mago dorado, ¿Qué pasa? —Jaemin murmuró. —¿No querías encontrar a tu creador también?
Haechan suspiró. No quería entrar, por primera vez en su existencia, tenía muchísimo miedo, tenía miedo de entrar y que ya no pudiera salir, ese espejo se sentía tan pesado, tan extraño, tan grande, tan imponente.
—No puedo. —Haechan mencionó.
—¿Por qué?
—Le da miedo. —Mark murmuró, era la razón con más lógica para el momento. —El espejo está hechizado, no como mis espejos, puede salir, solo que no sé qué tipo de magia hay dentro.
—La magia del mago dorado. —Haechan dijo.
—¡Entra! —Mark dijo con obvia emoción. —¡Entra y dinos qué ves! ¡Entra y dime que yo estoy equivocado!, te dejaré que te burles en mi cara durante toda mi existencia si es que me equivoqué.
Para Haechan era una verdadera oferta, hasta Jaemin podía percibirlo, pero Haechan se sentía tan nervioso.
—¿Puedes hacerlo? —Jaemin preguntó, no iba a presionar a Haechan de hacer algo que no quería.
Haechan negó con la cabeza y respiró profundo, se dirigió al enorme espejo y sintió toda la magia del mago dorado, fluía a su alrededor como la arena de las profecías, y no solo eso, dentro de ese espejo, Haechan pudo ver todos los espejos en los que él alguna vez se movió.
Ese espejo era un espejo máster, Haechan era más que una herramienta para el mago dorado, era su arma más poderosa.
—Oh, así que esa es tu verdadera forma. —La voz de Jeno resonó y sacó al espejo de sus pensamientos. —Pensé que eras un ente de luz, pero debo admitir que eres guapo Haechan, ¿No serás un alfa que ha estado coqueteando con Jaemin, cierto?
—Por supuesto que no, Haechan siempre ha tenido esa forma y no creo que haya coqueteado conmigo en algún punto.
—¿Eh? —Haechan solo los escuchaba a través del espejo, solo se sintió extrañado cuando Mark se acercó al espejo con su cara de bobo.
Siempre tenía cara de bobo, pero esta vez lo miraba como si fuera algo extraño, luego observó sus manos, su cuerpo y suspiró.
—¿Ustedes pueden verme? —Le preguntó a Jeno y a Jaemin. Ellos solo asintieron. —Este espejo muestra todo, ni siquiera puedo usar mi magia para no mostrarme.
—¿Por qué no querías que te viéramos? —Jeno cuestionó. —¿Por qué ocultarte? ¿Winter sabe cómo luce Haechan?
Jaemin asintió.
—Haechan se ha mostrado con nosotros. —Jaemin murmuró. —No le gustan los alfas, así que tampoco lo presionamos para que se muestre ante ti o ante Mark.
—Inconscientemente no se mostraba porque podría haber alguien que pudiera reconocerlo. —Mark susurró y tomó el libro que había frente al espejo y lo levantó para que Haechan lo viera.
Haechan lo observó, la letra se veía tan claramente y arrugó el ceño.
—No lo voy a leer.
—No es un hechizo complicado, lo has hecho miles de veces, lo viste en Armagedón con las luces del cielo, es un hechizo para recordar. —Murmuró.
—¡No! —Haechan gritó. —¡No! ¡Tú no sabes nada!
—¿Entonces? —Mark dijo. —Si no se nada, ¿Por qué no lo lees?
Jeno y Jaemin sentían que debían proteger a Haechan, pero al mismo tiempo nunca habían visto a Mark tan loco, si era el "jefe Mark" de Jaemin siempre lo había visto calmado, cansado, siempre daba todo de él, Jeno sabía que aunque su medio hermano no era el mismo, el mago de obsidiana no se alteraría de esa forma.
Había algo entre Haechan y Mark que ninguno entendía y tampoco tenían lugar para interrumpir.
—Bien. —Haechan empezó a recitar lo que venía en el libro, a veces se equivocaba a propósito, pero no era como si pudiera engañar a Mark, que lo hacía leerlo si piedad hasta que lo hiciera bien.
Jaemin solo podía ver con tristeza, les daba gracias, pero no entendía por qué se llevaban tan mal.
Hasta que Haechan lo hizo bien y la magia comenzó a entrar en su cuerpo. Toda esa "arena dorada" que se podía ver en las profecías entraba dentro del espejo, como si el reloj de arena donde hubieran atrapado lo increíble entrara en el cuerpo de Haechan y el tiempo empezara a avanzar de nuevo.
—¡Espera! —Haechan llevó sus manos a la cabeza y se arrodilló, sentía miles de imágenes entrando a su cabeza en cuanto terminó de leer el hechizo para recordar.
Luego se levantó, ese bombardeo de magia había terminado. Sus ojos estaban húmedos y rojos como si se aguantara por llorar, pero miró a Mark y simplemente hizo un puchero, lleno de enojo y resentimiento.
—Haechan, ¿Estás bien? —Jaemin preguntó acercándose al espejo.
—Lo estoy. —Haechan susurró. —Solo, solo váyanse de aquí. No es un lugar seguro.
—Hyuck. —Mark susurró. —Donghyuck ¿Funcionó? ¿Eres tú realmente?
Y la mirada que Mark le dio a Haechan asustó a Jaemin, era una mirada llena de piedad, de amor incondicional, de alivio, de nostalgia. Jaemin relamió sus labios, ese nombre...
—Coloca ese libro en la pagina 127. —Haechan murmuró.
Jaemin empezó a hojear el libro que Mark ya había dejado a un lado, todo el libro tenía hechizos escritos al revés, todos tenían hechizos que podrían leerse a través de un espejo. Mark cerró el libro que Jaemin ya había abierto y que seguramente Haechan querría para borrar su memoria.
—Voy a encontrar el hechizo de "extracción de ser". —Mark murmuró. —Voy a sacarte de ese espejo, te lo prometo. —Mark se arrodilló. —No importa cuánto tarde, te voy a sacar de allí.
—No quiero salir de aquí, Jaemin, abre el libro. —Haechan le dijo. —Y tú. —Dijo viendo a Mark. —Lárgate. No quiero volver a verte... No quiero saber de ti, quiero que desaparezcas.
—Donghyuck. —Mark mordió su labio.
—Mark. —Jeno susurró mientras sacaba un pergamino de su ropaje, se lo extendió a su medio hermano y tomó aire. —Encontré esto en posesión del antiguo Jaemin, ¿Es lo que buscas?
Mark lo abrió, abrió la boca y suspiró. Era el hechizo que había buscado, rápidamente cortó su sangre e hizo un hechizo de invocación, pronto la hoja blanca empezó a llenarse de letras, un hechizo de extracción para poder sacar al ser de oro del espejo.
Haechan soltó una risa arrepentida.
—Realmente siempre estuve destinado a ustedes. —Haechan arrugó su ceño. —¡Guarda esa maldita hoja! —Le gritó a Mark. —¡Váyanse todos! No quiero verlos, no quiero estar con ustedes.
—Haechan. —Jaemin susurró con preocupación.
—No, Nana, en este momento necesito estar solo, no voy a dejar que nadie me saque de aquí, no voy a aceptar esto, no voy a salir de mi espejo, no acepto que Mark sea mi destinado, no acepto nada de esto. —Haechan lloraba mientras gritaba, parecía que realmente se sentía afectado.
Mark tragó saliva, miró al techo y luego suspiró.
—Sé que el enojo es contra mí o contra los de mi especie. —Mark murmuró. —No voy a negar que estoy enamorado de ti desde que empezamos a pasar el tiempo juntos, pero también entiendo que no te sacaré del espejo hasta que no se cumpla la profecía que vi. —Observó a Jeno y Jaemin, esperando que tuvieran un heredero pronto. —No es necesario que alejes a tus amigos y vuelvas a estar solo, yo me voy.
Mark ni siquiera se despidió, simplemente desapareció con su tristeza. Jeno suspiró, Mark se había llevado el pergamino. Jeno y Jaemin caminaron al espejo y se quedaron callados.
Haechan no sabía qué decir, no entendía, no había razones, no... No entendía siquiera cómo se sentía. Estaba nostálgico, estaba esperando que Mark peleara un poco más, esperaba que todo lo que sentía disminuyera su intensidad.
—¿Entonces tú eres el mago de oro? —Jeno preguntó en un susurro.
—Sí. —Haechan suspiró.
Jaemin abrazó el enorme marco de oro y recargó su rostro en el reflejo.
—Seas quien seas, los poderes que tengas y quién sea tu destinado. —Jaemin suspiró. —Sigues siendo mi mejor amigo. Mi mejor amigo Haechan.
Haechan sintió las lagrimas volverse a acumular y respiró.
—Siendo el mago de oro o Haechan, si quieres ser uno o quieres ser otro, seguirás siendo importante para la familia real de Wonderland, eso no quita que has sido el mejor amigo de Winter y Jaemin, y un gran aliado para mí.
Jeno se acercó y colocó el libro en la pagina 127, Haechan estaba esperando, era la pagina donde se encontraba un hechizo para olvidar los recuerdos, solo que si Haechan olvidaba todo, eso también incluiría a Jaemin y a Winter.
—No, no puedo dejar que Haechan se vaya. —Jaemin detuvo a Jeno. —Apenas las cosas se están acomodando como deberían de ser. —Señaló su marca y recordó que la exreina Yoona ya no estaba.
—Es una despedida, Nana. —Haechan suspiró. —También fuiste mi mejor amigo, y no es una despedida por completo, estaré allí cuando tu hijo tenga la corona de Wonderland sobre su cabeza.
—¿Y qué hay de Winter? —Jaemin le preguntó.
—No me hagas esto, Nana. —Haechan suplicó. —Solo déjenme ir.
Jaemin cerró de nuevo el libro, ¿Y qué si se sentía egoísta? ¡Haechan siempre lo fue! Siempre decía lo que pensaba, era turno de Jaemin de decir lo que pensaba.
—Estaremos esperando por ti. —Jeno le dijo. —Gracias por tu tiempo con nosotros.
Haechan solo asintió. No olvidó quién era en verdad, pero desapareció del enorme espejo. Y Jeno y Jaemin se sintieron mucho más vacíos de cuando habían vuelto, porque tampoco hubo rastros de Mark cerca, así que ellos tuvieron que volver solos al castillo.
Entre todas las cosas que habían salido bien, tuvieron que despedirse de un buen amigo.
Continuará...
Chapter 76: Capítulo LXXVI
Chapter Text
Winter sentía que habían pasado muchos días desde que su papá se había ido, sinceramente estaba esperando que hubiera buenas noticias, era lo que ella quería, más porque no quisieron llevarla, y lo entendía, podría ser peligroso, pero también parecía emocionante.
—¡Winter! —La voz del espejo se escuchó.
—¡Haechan! —La chica murmuró. —¿Qué pasó? ¿Ya vienen de regreso?
—Sí, creo que tus padres volverán pronto. —Sonrió al mostrarse.
—¿Y qué? ¿Ya tienen una marca? —La niña sonrió. —¿Al fin se enlazaron?
—¿Tú qué crees? —Haechan levantó la ceja y dijo con un tono misterioso. Aunque no pudo evitar soltar una risita al final.
—¡No puedo creerlo! —Ella gritó de felicidad. —¡Ah! Es maravilloso. ¿Y encontraron pistas del mago de oro?
La mirada de Haechan se apagó, miró a Winter y suspiró.
—El mago de oro no quiere estar en este mundo. —Haechan susurró. —Y va a emprender un viaje por un tiempo.
—Vaya, entonces ¿Lo vieron? ¿Vio al tío Mark? —Winter parecía tener muchas preguntas. —¿El tío Mark qué hizo? ¿No le insistió? ¿No tuvieron un flechazo inmediato como si fueran destinados?
La mirada de Haechan era cristalina, ni siquiera él sabía por qué quería llorar, no entendía ni siquiera sus propios pensamientos ni sentimientos.
—Me temo que no. —Haechan tragó saliva. Mentía.
Winter se quedó callada, observó a su espejo y vio el reflejo de Haechan, se veía tan preocupado y sin ganas, se veía cansado, era tan extraño verlo cansado, era fácil verlo siendo irreverente y holgazán, pero ahora se veía tan...
—Me alegro. —Winter murmuró con una sonrisa de satisfacción.
—¿Te alegras? —Haechan se sintió confundido, siempre pensó que todos apoyarían la relación del mago de obsidiana y el mago de oro.
—¡Por ti! ¿No es obvio? —Winter mencionó actuando como una verdadera amiga. —Rina y yo pensamos que tú estás enamorado del tío Mark. —Winter sonrió. —Era fácil verlo, cuando lo mencionabas aparecías y tus ojos brillaban.
Haechan tragó saliva.
—Es difícil ocultar ese tipo de sentimientos, ¿No es así? —Haechan frunció sus labios.
—Oh, ¿No te quejarás? —Winter se sorprendió, era extraño no escuchar a Haechan quejarse sobre los sentimientos que tenía sobre el tío Mark.
—No, es inevitable negar lo que siento. —Haechan mencionó con seriedad, con la madurez de haber recuperado sus recuerdos. —Quizá me gustaba mucho antes de que yo me diera cuenta de lo que sentía y quizá me sentía más nervioso en su presencia porque me daba miedo que pudiera ver a través de mí.
—Oh, Hae. —Winter sonó preocupada. —¿Estás bien?
—No. —Haechan murmuró. —Winter, quiero decirte que me iré, no estaré en Wonderland durante un tiempo.
—¿Irás con el mago de oro? —Winter cuestionó.
Haechan solo asintió sin decir o negar nada, Winter sintió la necesidad de abrazar a su espejo y empezó a sentir que las lagrimas se le acumulaban en los ojos.
—No sé cuándo volveré, así que tenía que despedirme. —Advirtió.
—Pero... Pero, te necesito. —Winter dijo en un tono triste. —Prometiste que estarías conmigo, ¿Y si pasa algo? ¡Dijiste que estarías en mi presentación! O cuando me convirtiera en la reina de Wonderland.
—Sabes que no serás reina de Wonderland, ¿Cierto? —Haechan dijo, entendía perfectamente a lo que se refería Mark con decir que ella sería reina de Armagedón, ahora Haechan podía verlo con más claridad.
Pero Winter empezó a llorar.
—Fuera o no, quiero que estés conmigo, no puedes irte. No te dejaré ir, ¿Qué tengo que hacer para que te quedes?
—Lo siento Winter. —Haechan murmuró. —Trataré de cumplir mis promesas, pero ahora no puedo quedarme, solo vine a despedirme y a decirte que eres mi mejor amiga y eso no creo que cambie, te quiero mucho.
—Haechan, no, no puedes...
—Adiós.
Y Haechan desapareció del espejo, a pesar de que tanta gente quería retenerlo, para Haechan, era tan fácil huir y esconderse, tenía que pensar muchas cosas, quería pensar en que su vida no era lo que otros querían, pero Haechan, Haechan sentía que todo lo que quería era estar con la familia imperial de Wonderland.
Quisiera o no, tenía que dejar ir de lo mismo que había huido la primera vez: las relaciones humanas.
[...]
Jeno y Jaemin llegaron al día siguiente a Wonderland, Jaemin no sabía cómo le dirían a Winter, Jeno lo escoltaba de cerca y con cariño, podía entender a Haechan, bueno, a Donghyuck, al mago dorado, un omega primigenio que tuvo que dejar ir a todas las personas que amaba y cuyas malas personas siempre buscaron su poder.
Winter también trataba de estar feliz, pero después de llorar toda la noche, pudo entender que Haechan se fuera, Winter también sabía que no sería un para siempre, ella también se iría a Armagedón, era un sueño para ella. ¿Quién podría detenerla?
—¡Papás! —Winter gritó con emoción al verlos llegar.
Ellos abrazaron a su niña, y ella realmente pudo ver la mordida que tenía su mamá Jaemin en la nuca y se sintió muy emocionada.
—¡Al fin! —Ella gritó. —Ya era hora. —Ella sonrió. —Ah, me gustaría mucho hacer una fiesta para que todos vean esa marca y se den cuenta de que somos una familia.
—Tú todavía eres menor, no podrás salir de tu habitación e ir a fiesta hasta el próximo año. —Jeno le dijo a su hija.
—Lo sé, pero normalmente viene gente de otros reinos cuando son los cumpleaños de los reyes, mamá, debemos de hacer algo para tu cumpleaños. —Winter parecía emocionada.
Pese a que Jaemin no era de ese mundo, cumplía años el mismo día que el antiguo Jaemin, Winter solo tenía la intención de invitar a Karina y poderse ver de nuevo, pero Jaemin sintió un sentimiento extraño, ¿Y si Jeno lo rechazaba como había sucedido con el Jaemin anterior?
—No pasará. —Jeno le dijo a Jaemin en el oído. —Mark puede asistir, pero sé que este año no le coqueteará a mi esposo. Quiero que todo el mundo vea que tú y yo estamos juntos.
—Bien, dentro de un mes tendremos mi fiesta de cumpleaños, será fenomenal. —Jaemin sonrió. En la espera de un tranquilo agosto. —Tenemos que planear muchas cosas y... —De repente su voz se apagó. —Winter, tenemos que hablar...
—¿Sobre qué? —Winter pareció sorprendida por el tono de su madre.
—Es sobre Haechan, él... Ya no estará con nosotros, se irá de viaje por un largo tiempo. —Explicó.
—Lo sé, vino a verme ayer y me dijo que iría con el mago de oro, parecía triste de tener que irse, pero dijo que volvería, y le creo. —Winter dijo con un tono triste, pero trató de sonreír. —Al menos no está muerto, sé que volverá. Somos su familia.
—Yo también pienso que volverá, así que cuando regrese, hagamos una gran fiesta de bienvenida. —Jaemin dijo.
—Lo sé, eso ayudaría al corazón roto de Hae. —Ella suspiró. —Quizá cuando yo conozca al mago de oro pueda pedirle que saque a Haechan del espejo, estuve pensando en que realmente se vería bonito usando aquel vestido que compramos la otra vez...
—¿El Fullsun? —Jaemin preguntó y de repente se le salió una lagrimita por uno de sus ojos. —No puedo imaginar a alguien que no sea Haechan usándolo. Haechan siempre dijo que ese vestido era para alguien de la realeza o un mago astral poderoso, y Mark siempre hizo ese traje para que el mago de oro lo usara, a Haechan le quedaría perfecto, lo hizo para él.
—Por favor, Haechan volverá. —Jeno mencionó. —Si se entera que están planeando su boda vendrá enojado.
Winter se quedó callada, asimilando la frase que había dicho su madre. Si había sido para el mago de oro... ¿Había sido hecho para Haechan?
—Entonces, ¿Haechan es el mago de oro? —Winter levantó las cejas viendo a sus padres. —¿Es el destinado del tío Mark?
—¿No te lo dijo? —Jeno preguntó.
—No...
—Tampoco pareces sorprendida, ¿Acaso lo sospechabas? —Jaemin hizo una muequita.
—Bueno, la reina Kai dio a entender que Haechan podría ser un omega primigenio, o quizá solo su figura era un reflejo de cómo era el verdadero mago de oro. —Winter aclaró. —Pero me alegra que sea así y no tenga que competir contra nadie.
—¿Competir? —Jaemin cuestionó.
—Contra el mago de oro por el amor del tío Mark, pero no importa, sé que se fue por algo, pero cuando su mente esté en paz volverá, sé que sí, él lo prometió, por eso es nuestro mejor amigo.
[...]
Los días pasaron, la reina Jisung envió una carta agradeciendo a Wonderland por haber enviado al mago obsidiana y haberlo curado, ahora ya podía cargar al príncipe Jeongin con mucho amor y darle muchos besos. La reina Jisung estaba de lo más feliz.
Jaemin se sintió feliz y esperaba conocer al príncipe pronto.
Con el calor, verano llegó. Jaemin sabía que el cumpleaños de Mark era antes que él, así que lo invitó a comer, pero Mark no aceptó la invitación, simplemente tenía el corazón roto y no quería hablarlo con nadie, pero Mark prometió que iría para el baile de cumpleaños de la reina Jaemin.
Jaemin secretamente hablaba con su espejo, pero Haechan nunca contestó. Se sentía solo, pero sabía que debía ser fuerte. También en ese lapso, Jaemin empezó a dormir en la habitación del rey Jeno, aunque Jeno estuviera en desacuerdo Jaemin logró convencerlo de que Haechan se quedara allí, bueno, al menos su espejo.
Jeno aceptó a regañadientes, y solo si lo cubrían, Jaemin solo se sentía feliz.
Ya casi era medidos de agosto, donde Winter bajó las escaleras corriendo, las damas y sirvientas se sorprendieron, sin embargo, Doyoung la esperaba en la entrada.
—La delegación de Armagedón ha llegado. —dijo el guardia. —El príncipe Karina y la reina Kai están aquí.
Jaemin y Jeno llegaron en ese instante.
La reina Kai los saludó con confianza y Karina y Winter se abrazaron como si no se hubieran visto durante una vida.
Jeno seguía con los planes de hacer un imperio y las notas que Winter le había dicho seguían en pie, una escuela para todos los reinos sonaba muy bien, ahora la educación, salud y todo lo que conllevaba la protección a todos los reinos se quedaría bajo el mandato de Wonderland, la capital del imperio.
Winter se llevó a Karina a conocer todo el castillo, Jaemin sin querer habló con su espejo y le dijo "Cuida que esas niñas no hagan nada indebido", pero Jaemin se sintió solo porque no hubo una respuesta.
—El mago de oro apareció hace unas semanas en Armagedón, me sorprendí un poco, pero el espejo me explicó la situación de quién era en realidad, hablamos mucho, de omega primigenio a omega primigenio. —Kai mencionó con una sonrisa. —Nos dimos consejos; y me pidió que les dijera que esperen por él, que sin duda volverá, no sabe cuándo, pero cuando sus pensamientos y corazón se calmen, vendrá a su hogar.
Los ojos de Jaemin se llenaron de lágrimas y Jeno solo le tomó de la mano y le dio un beso en la frente a su esposo tratando de consolarlo.
—Pero... ¿Él está bien? —Jaemin preguntó.
—Sí. —La reina Kai habló. —Solo recuerde reina Jaemin, los omegas primigenios estamos heridos, a veces las heridas físicas sanan, pero las de la mente no, hay heridas que jamás se van a borrar, hay dolor que permanece en nuestra mente a pesar de que físicamente hayamos sanados.
—Es tan injusto. —Jaemin mencionó.
—Creo que deberían de dejar de glorificar tanto a las personas como nosotros. —Kai murmuró. —Eso también podría ser una nueva ley para el imperio. —Miró al rey Jeno. —Donde nuestros hijos también puedan crecer sin estigmas.
—Me encantará que me ayude en ese ámbito reina Kai. —Jeno murmuró. —Es una buena idea que me gustaría que aplicara en mi cuñado, el rey Jaehyun.
—Su cuñado. —Kai soltó una risita. —Definitivamente Wonderland es la mejor opción para ser la capital del imperio. —Sonrió.
Jaemin solo asintió, rápidamente entraron al castillo, Winter ya había decidido que Karina dormiría con ella y Karina también le dijo que había hablado con Haechan, que le advirtió que no durmieran juntas, pero como ahora no estaba, iban a aprovechar, nunca sabrían que Haechan de nuevo estaba allí, espiándolas durante la noche para que no pasara nada, a la mañana se iría, ya que estaba seguro de que habría alguien que lo podría detectar sin esfuerzo y era mejor prevenir.
Simplemente escribió "Feliz Cumpleaños, Nana" en el espejo de Jaemin y eso solo provocó que Jaemin llorara un montón al día siguiente.
Continuará...
Chapter 77: Capítulo LXXVII
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Mediados de agosto llegó, Jaemin lucía un hermoso traje que había sido un regalo de cumpleaños, aunque Jeno también agradeció haber adquirido uno por parte de Mark, Mark también se estaba paseando tranquilamente por el palacio, Jeno realmente había puesto empeño en esta fiesta de cumpleaños porque había invitado a muchas personas importantes, de otros reinos y a gente que incluso llegaron a estar en su contra.
—Te ves precioso, mamá. —Winter le dijo mientras terminaba de retocar a Jaemin.
—La princesa Winter tiene razón. —Ningning mencionó, a falta de sus dedos no podía sostener algunas cosas bien, pero la princesa y Jaemin la ayudaban en lo que necesitara, era muestra de su agradecimiento por su lealtad.
Ningning siempre fue leal a la familia real de Wonderland.
—Sí, realmente es un omega muy guapo. —Karina mencionó con un tono maravillado.
—¿Lo creen? —Jaemin sonrió, y con esa sonrisa transmitió mucho a las mujeres de su habitación.
"Definitivamente", las tres pensaron. La sonrisa de Jaemin era preciosa, era una de esas cosas por las que las mujeres de Wonderland lucharían, y Karina solo pensaba en que las personas debían estar locas por pensar que ella podría convertirse en reina cuando ya tenían una reina tan maravillosa, que bueno que era un alfa... Y que había conocido a una princesa igual de hermosa que su madre, aunque no fuera verdaderamente su madre.
—Mañana tendrás que decirnos cómo se puso el baile. —Winter suspiró.
—Bueno, podría, pero ¿Príncipe Karina, usted no irá? —Miró a la chica de Armagedón.
—No, me quedaré con Winter. —Suspiró. —Quizá el próximo año ella y yo podamos ir a todos los bailes a los que nos inviten. —Sonrió mientras tomaba la mano de la otra niña, pero Winter no se la dio porque le dio pena frente a Nana.
Karina retiró su mano y soltó un soplido.
—Ustedes pórtense bien. —Jaemin se levantó.
De la puerta avisaron que el rey Jeno había llegado. Jeno había enviado flores, joyería y mucha tela a Jaemin, no sabía qué le gustaría recibir, él dijo que quería diseñar, así que compró lo mejor de su reino. Jaemin no sabía qué haría con tanto.
—Te ves hermoso. —Jeno le susurró a Jaemin mientras le daba un beso en la mano y lo tomaba para salir.
Se despidieron de las princesas y llegaron a las escalinatas del salón real donde se llevaría a cabo la fiesta.
—Estás exagerando. —Jaemin dijo. —Nadie pensaría que me intentaron matar dos veces en menos de medio año ¿Verdad? —Se rio de su desgracia.
Jeno solo suspiró y tomó la mano de Jaemin y luego vio la marca en su cuello, le quitó el collar que tenía y se lo dejó a un guardia cercano, tomó una caja de su saco, sacó el contenido y se lo colocó a Jaemin en el cuello, era un collar bastante llamativo que lucía bien en el cuello, casi pecho, de Jaemin.
—El anfitrión de la fiesta de hoy, la reina Jaemin, acompañado de su esposo, el rey Jeno, monarcas de Wonderland.
Jeno y Jaemin bajaron por las enormes escalinatas, Jeno tomaba la mano y lo sostenía con firmeza, nadie creería que ellos alguna vez se hubieran peleados, nadie creería que se odiaban, no era igual a la fiesta del año pasado.
La mayoría de los invitados se veían muy felices de ver a la pareja feliz. Los traidores de las casas nobles de Wonderland habían sido ejecutados o desterrados y ahora había una nueva generación, los cuales estaban controlados por sus intereses, por miedo o por lealtad, pero sabían que el rey Jeno no dejaría a la reina Jaemin ni se casaría con una concubina.
Ellos eran la pareja real de Wonderland.
La música empezó y Jeno empezó a bailar con su esposo, sus cuerpos habían encajado perfectamente y sus pensamientos también estaban definitivos.
"Todos nos ven como si fuéramos la mejor pareja del mundo". Jaemin dijo en su mente.
"¿Y no lo somos?". Jeno le contestó por medio de su telepatía.
—Sí. —Jaemin miró a Jeno con una sensación de satisfacción. —Nunca pensé que podría estar bailando contigo de esta forma, nunca pensé que pudieras tocarme y que terminaríamos de esta manera. —Se rio con suavidad. —Ni pensar que casi me cortas a mí como cortaste la ropa de Copito cuando te conocí.
"Me encantaría cortar tu ropa así". Jeno dijo mediante del lazo.
Jaemin hizo una cara graciosa.
"Quizá cuando se vayan los invitados podamos hacerlo, aunque sería una lástima para el regalo que me hizo Mark, ¿No sería mejor solo quitárnosla civilizadamente?". Jaemin sedujo a Jeno en su mente.
"Puedo evacuar a todos para quedarnos a solas". Jeno mencionó.
Jaemin solo soltó una risita.
Más personas empezaron a reunirse junto a la pareja principal y a bailar, al término de la canción, Jeno y Jaemin aplaudieron a la orquesta que había preparado su mejor música.
—Reina, Jaemin, ¿Me permitiría una pieza con usted? —El príncipe Mark se inclinó y dio su mano a la reina Jaemin.
Y de repente todo el salón los miró. Muchos tenían recuerdos del año pasado, querían ver la reacción desconcertada del rey Jeno, sin embargo, éste miró a la reina, le dio un beso en los labios y regresó a su lugar.
Jaemin solo sonrió con diversión y miró a Mark mientras los músicos iniciaban otra canción.
—El año pasado, él no podía ni ver a la reina Jaemin, la ignoraba en todos los sentidos, para esta hora ya se había ido a su habitación a encerrarse. —Mark suspiró. —Y claro, yo le pedí al antiguo Jaemin salir corriendo después de este baile. —Suspiró. —¿Quieres salir corriendo conmigo para demostrar que aún tenemos rumores que disipar?
—Las personas piensan que le quitarás el trono a tu hermano. —Jaemin sonrió. —Otros piensan genuinamente que deberías ser rey, les diste el corazón de su esposo a la reina Kai, curaste hechizos que nadie había podido como el de la reina Jisung y el del príncipe Jeongin, me salvaste a mí y encontraste a la princesa Winter y al rey de Wonderland. ¿No es un gran acto heroico?
—No, pienso que tu hijo podría ser un mejor rey. —Mark sonrió. —Lo vi en una profecía.
—Esa profecía. —Jaemin susurró. —¿Cuándo crees que pase?
—Podría pasar en ocho años, quizá en diez, la imagen de ese niño no define cuando volverá Haechan. —Hizo un espacio.
—¿Has hablado con él? —Jaemin preguntó.
—No, él será quien me busque. —Mark mencionó. —Quizá no lo veas, pero siempre está más cerca de lo que aparenta. —Sonrió, sentía su presencia. —Solo quiero decirle que en donde quiera que esté, esté siendo demasiado feliz y que cuando regrese, espero que pueda ayudarlo a eliminar todas sus preocupaciones. —Susurró bajando la mirada y levantando la mano para que Jaemin girara.
Jaemin giró y tuvo una mueca de desconcierto. No sabía qué hacer o decir.
—Me gusta la pareja que hacen. —Jaemin dijo. —Me alegra haber llegado al cuerpo de este Jaemin y que me reconocieras, sino sería muy incómodo.
—Lo sé, aunque sí sabía que si el verdadero Jaemin y Donghyuck se encontraban, iban a ser muy buenos amigos.
—Mejores amigos. —Jaemin corrigió. —Él volverá Mark, lo sé.
—Yo también lo sé.
Jaemin y Mark terminaron de bailar y agradecieron con una reverencia, antes de que alguien más se acercara, Jeno ya estaba de nuevo a un lado de Jaemin y durante toda la noche, no dejó que nadie bailara con él.
[...]
Unos minutos antes. Winter no entendía por qué se dejaba besar por Karina mientras las dos chicas estaban en su habitación, no eran besos inocentes, Winter quería más, y tomó aire.
—Espera. —Le pidió.
—Lo siento. —Karina se sonrojó. —De verdad lo siento.
Winter se levantó de su cama y caminó por la habitación, ella ya lo sabía, sabía que sería una omega, que sería la omega del príncipe Karina de Armagedón, es que no había forma de que no lo supiera.
Pero a veces era tan fácil dejarse llevar.
—No, está bien, solo que a veces pienso que, es muy rápido, pero también sé que no tenemos mucho tiempo de estar juntas. —Aclaró.
—Quiero que seas mi omega pronto, quiero presentarte como mi novia, quiero acordar visitar y vernos al menos una semana por mes. —Ella se sentía desesperada.
—Me encantaría que fuera toda la vida. —Winter coqueteó un poco, pero se detuvo.
—No sé si yo soy un viejo de antaño que le tiene miedo a las relaciones románticas o la juventud de hoy es muy precoz. —Sonó una voz dentro del espejo.
Karina se sonrojó muchísimo y Winter reconoció la voz de Haechan para ir al espejo a asomarse con ella.
—¡Haechan! ¿Dónde has estado? ¿Cuándo regresarás? ¡Por qué no me dijiste que tú eras el mago de oro! —Winter empezó a lanzar un montón de preguntas.
Haechan apareció en el espejo y saludó a Karina con una leve reverencia.
—Creo que fui claro cuando dije que no quería que se besaran, ni en Armagedón ni aquí, las hormonas de los recién convertidos suelen ser muy fuertes y difíciles de controlar. —Haechan se quejó. —Deben de tener un amor con responsabilidad. ¿Qué pasaría si deciden tener relaciones y Winter resultara embarazada?
—Winter no puede tener bebés porque no se sabe si es omega o alfa. —Karina dijo.
—¿Y si fuera tu omega? —Haechan le regañó.
Winter solo estaba sonrojada y callada mientras escuchaba la conversación, no podía meterse, solo de pensar que podía tener hijos con Karina era, wow. Sería incluso lindo.
—Por supuesto que me haré cargo. —Karina dijo. —Soy el próximo rey de Armagedón, me haría responsable, tengo el poder suficiente como para proteger a Winter y a nuestros hijos. —Karina mencionó.
—¡Son pequeñas!
Luego la cara de Karina se deformó.
—Bueno, a mi mamá la casaron con su primer esposa a los 12 después de que se convirtió en un omega primigenio. —Karina mencionó. —Aunque no pudo tener hijos porque su cuerpo no lo soportaba.
—Porque eran pequeños. —Haechan murmuró. —¿Qué clase de persona querría casarse y tener hijos tan pequeño?
—Mi papá se casó a los 13 y me tuvo a los 15. —Winter le dijo a su espejo.
Haechan soltó un resoplido, sus épocas eran muy diferentes a las actuales, lo cual estaba bien y mal dependiendo de cómo se viera, esperaba que la nobleza ya no arreglara matrimonios forzados.
—Bien, entonces hagan lo que quieran, pero sean responsables de sus actos. —Haechan simplemente hizo un berrinche y se fue.
Winter iba a detenerlo, pero realmente no pensó que se lo tomaría tan personal, no pensó que se iría; pensó que ya iba a quedarse, sin embargo, se sintió un poco decepcionada de que Haechan se fuera de su habitación, así que solo negó con la cabeza.
—¿Crees que esté enojado conmigo? —Winter le preguntó a Karina.
—No, no creo que lo esté. Mira. —Karina señaló el espejo.
Se veía claramente al rey Jeno bailando con la reina Jaemin, podían ver en tiempo real lo que pasaba en el baile de Wonderland. Karina sonrió y Winter tomó la mano de su alfa con cuidado.
—Gracias Haechan. —Dijo la niña.
—Me gusta ser chismoso, y mi compañera de rumores no estaba, vine a verte y a desearle un feliz cumpleaños a Jaemin. —Haechan suspiró.
—Mira, va a bailar con el mago de obsidiana. —Karina señaló el espejo y Winter observó.
Haechan mordió su labio y permitió oír toda la conversación de esos dos, soltando un suspiro cansado cuando terminaron. Mark realmente quería a Haechan, y era algo mutuo.
Después de un rato con las niñas, Haechan le dijo a Winter que volvería pronto, pero aún no sabía qué quería de su vida, así que se despidió.
Entró a la habitación de los reyes y solo le dibujó un bonito "Feliz cumpleaños, Nana" a Jaemin en el espejo y esperaba que Jaemin lo viera al día siguiente.
Y sí, Jaemin fue la persona más feliz en ese cumpleaños.
Continuará...
Chapter 78: Capítulo LXXVIII
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Así como el fuerte sol cambiaba a las hojas caídas de los árboles, septiembre pasó, con un tono cansado, octubre recién iniciaba. La vida de todos pasaba sin detenerse. Había tanta paz que era difícil que algo malo ocurriera, Winter y Jeno trabajaban en la creación de la escuela, y así mismo, Jeno y Jaemin trabajaban porque en enero del próximo año, Wonderland se convertiría en un imperio.
—No he tenido nada de tiempo. —Jaemin susurró. —No sabes lo cansado que estoy, pero realmente si puedo usar magia podremos someter a esos pequeños reinos que no quieren ser parte del imperio. ¿Seguro no quieres participar?
Mark le miró con tranquilidad y negó con la cabeza, él no estaba ni estaría interesado en el tema del trono, no creía en tener hijos y tampoco quería usurpar algo que le pertenecía a su "hermano", ayudaría cuando tuviera que hacerlo, pero prefería no meterse en problemas políticos, ahora solo estaba convencido de que la escuela de magia tenía que ser más grande y que él podría ser un gran director.
—No me gusta doblegar rebeldes. —Mark susurró.
Los dos estaban en la habitación de Jaemin, Jaemin estaba recostado en su cama y cerró los ojos. Mark simplemente lo escaneó con su magia.
—¿Seguro? —Jaemin sonrió. —Pensaría que eres bueno callando a los que están en tu contra y te odian.
—Yo también lo creo. —Mark sonrió. —Pero me interesa más que los hechizos del mago de oro no caigan en manos equivocadas, también me gustaría que mi hermano tuviera más hazañas, ¿Qué haré si la gente me prefiere como su líder?
—Tienes razón, no creo que podamos destruirte. —Jaemin mencionó. —Aunque debo admitir que debes ser tú quien me enseñe magia, quisiera que la magia oscura no me consuma, pero siento que es demasiado poderosa.
—Nana, sabes por qué no puedes usar magia oscura ¿Cierto?
—Sí. —Arrugó el ceño. —Mi alma es muy pura para el cuerpo resentido del antiguo Jaemin, si hago magia oscura es muy probable que muera porque mis alma no está preparada para el impacto y probablemente se pueda abrir una fisura para que mi alma busque un contenedor más y puedo perder el cuerpo de este Jaemin, ya sé, ya sé.
Mark asintió.
—Es para protegerte. —Mark dijo.
—Pero tú lo hiciste. —Jaemin cruzó sus brazos a punto de hacer un berrinche.
—Lo sé, pero tú oscureciste tantos corazones y obligaste a tanta gente con tu magia a hacer lo que no quería, que lo mismo le pasaría a tu cuerpo si no limpiamos bien. —Mark aclaró. —¿Quieres convertirte en el antiguo Jaemin y hacer cosas horribles?
—No. —Jaemin se sintió como un pequeño niño regañado, pero luego negó con la cabeza y soltó el aire.
—Bien, solo hazlo, ¿Cuánto falta? —Jaemin mencionó.
—Aproximadamente dos años, hay órganos arraigados a la oscuridad, es como si la luz y la oscuridad lucharan dentro de ti, ambos hambrientos por poder usar magia, pero si rompen el equilibrio podrías explotar.
—Haechan me enseñó a sacar corazones del cuerpo. —Jaemin murmuró.
—Pero no has sacado ninguno ¿O sí?
—Casi, el de mi madre. Bueno, la madre del antiguo Jaemin. —Nana susurró.
—Está bien si fanfarroneas un poco de tu magia siempre y cuando no la completes. —Mark susurró. —Ahora, ¿Puedo seguir viendo cómo va ese tema o quieres que me vaya?
—Ya, ya, no te enojes. —Jaemin murmuró. —Ah, realmente solo quiero acostarme y dejar ir de un lado a otro, tengo muchas ganas de comer con mi hija y con...
—No me molesta que digas el nombre de Haechan, y ya lo mencionaste en la conversación. —Mark soltó un suspiro cansado. —Después de tu cumpleaños no he sabido nada de él, sé que no ha venido.
—Me dejó un regalo en el espejo, pero quería verlo. —Jaemin sonrió. —Lo extraño mucho, Winter y yo comemos en el jardín, ahora nos acompaña Jeno, pero a veces era divertido chismear solo nosotros.
—Los omegas tienden más a caer en lo social y vivir de rumores y chismes que no son reales. —Mark aclaró. —Por eso se te hace más cómodo.
—No pensé que Haechan fuera un omega, Winter tampoco ha sido decidida. —Jaemin solo veía el dosel de su cama mientras Mark caminaba de un lado a otro, aunque esta vez solo se recargó en la mesa de noche y cruzó sus brazos.
—No puedo decir o contradecir nada, pero era de esperarse. —Suspiró.
—Yo tampoco he sabido de él desde que vino en mi cumpleaños. —Jaemin suspiró. —¿Crees que esté bien?
—Claro que lo está, va una vez a la semana a su mansión, también va a la escuela de magia una vez a la semana, visita a la princesa Karina en Armagedón una vez cada tres semanas y visita el castillo más veces de las que le gustaría admitir. —Mark aclaró.
—¿Él está aquí? —Jaemin rápidamente se incorporó.
—No, hoy no viene. —Mark suspiró. —Solo viene cuando no estoy, no quiere encontrarse conmigo, dije que le daría su espacio, pero realmente no coincidimos para nada. —Mark murmuró. —Es más difícil de lo que pensé, realmente pensé que podía esperarlo pacientemente, pero no, no puedo, a veces lo recuerdo y me enojo, realmente debería guardarlo y encerrando en un espejo y que sea solo mío, ¿No lo crees?
—Te apoyaré. —Jaemin dijo sin pensarlo mucho. —Pero tienes que compartirlo con nosotros.
Mark soltó una risita malvada y tocó su pecho como si algo le doliera, después miró a Jaemin con una mueca seria.
—No, amaría que Haechan fuera solo mío, que no viera a nadie más, que solo dependiera de mí. —Mark sonrió. Luego movió su cabeza y mordió sus propios labios. —A veces los alfas somos demasiado intensos. Odio eso.
—Yo también, hay veces en las que Jeno no me deja salir de...
—No quiero oírlo. —Mark interrumpió y luego suspiró. —¿Puedo ya revisarte o vamos a seguir hablando del señorito "le tengo miedo a las relaciones formales"?
—Realmente quieres que Haechan regrese. —Jaemin se burló. —Yo también pienso que Haechan te tiene mucho miedo y por eso no ha venido. —Jaemin suspiró. —Como si tuviera miedo a enamorarse y a salir lastimado, más bien a sentir, estuvo tanto tiempo solo, devolverle la memoria fue un golpe duro para él...
—Nana, me voy a ir. —Mark susurró. —Realmente ya no quiero oír sobre Haechan.
—Bien.
Jaemin rodó los ojos y solo se dejó revisar con magia por Mark, éste usaba una magia para escanear el cuerpo de Jaemin, su alma, sus recuerdos y todo concordaba, menos su cuerpo, eran dos tipos de magias luchando dentro, era un desgaste corporal pesado que Jaemin no debería estar aguantando.
Mark sentía que todo estaba bien, el avance ya tenía tiempo, pero no era perfecto, hasta que notó algo que no le gustó, miró a Jaemin y negó con la cabeza.
—¿Puedes hablarle al rey Jeno por medio de tu lazo? —Mark le preguntó a Jaemin. —Y dile que traiga al médico real.
Jaemin solo asintió, sabía que Mark no se pondría tan raro, y sabía que tampoco le hablaba porque Jeno diría "no soy tu mandadero", pero lo entendía.
—¿Hay algo mal? —Jaemin preguntó. —¿La oscuridad creció? No he hecho magia, lo prometo.
Mark arrugó su ceño y esperó, Jaemin se sentó en la cama, pero después pasaron a la salita donde Jaemin le ofreció un té a Mark mientras esperaba, Mark evidentemente evitaba que Jaemin quisiera sacar a colación el tema de Haechan, así que simplemente cerraba los ojos y suspiraba, ¿Por qué tardaban tanto?
A los minutos llegó el doctor pidiendo permiso para entrar. A los dos minutos Jeno llegó corriendo, tenía una junta importante, pero si su esposo lo llamaba por un mensaje de Mark y doctor, algo había mal.
—Revíselo. —Mark le dijo al doctor. —Un chequeo de magia.
El doctor también era mago, era importante que hubiera un grado de magia en los estudiosos. Mark cruzó sus brazos y tragó saliva.
—¿Qué pasó? —Jeno le preguntó a Mark con preocupación en el rostro.
—Me preocupa. —Mark le dijo sin pensarlo. —¿Puede sentir la diferencia entre la magia de la reina Jaemin? —Le cuestionó el doctor.
—No, siento mucha magia es cierto, pero no debería haber ningún problema, es normal que se pueda sentir cuando alguno de los padres es un mago fuerte. —Miró al rey y a la reina. —Felicidades mis reyes, la reina Jaemin está en cinta.
Jaemin y Jeno solo miraron a Mark.
—Gracias por confirmarlo. —Mark dijo. —Puede retirarse. —El mago le dijo.
El doctor hizo una reverencia y salió de la habitación de la reina Jaemin. Cuando salió Jeno observó a Jaemin y Jaemin miró a Mark con miedo.
—¿Qué esperaban? Si no se cuidan pueden tener bebés. —Mark los regañó rodando los ojos.
—¡Claro que nos cuidamos! Evidentemente me da miedo tener un bebé y Jeno no sé si esté listo para ser padre...
—No, no creo que ese sea un problema. —Jeno miró a Jaemin. —Mierda. —Jeno jamás usaba palabras altisonantes porque era educado. —Fue del último celo, no nos cuidamos cuando las feromonas del mago de oro nos llegaron en su mansión.
—Evidentemente Haechan y yo seremos padrinos de ese niño, ¿Sí? —Mark suspiró. —Tiene magia, así que cuando ascienda al trono ya lo habré educado bien.
—Podemos abortarlo ¿No?
Mark y Jeno observaron a Jaemin como si le hubiera crecido otra cabeza. No es que no quisiera tener un bebé, pero sentía que no estaba listo todavía.
—Claro que no, entre más rápido nazca ese niño más rápido va a volver Haechan. —Mark le dijo dejándose llevar por sus caprichos.
—La respuesta es no, Nana, está bien, podemos tener un bebé, podemos hacerlo, es un bebé real y eso nos podría ayudar a fortalecer el linaje si Winter resulta ser la omega del príncipe Karina. —Murmuró el rey.
Jaemin sabía que Jeno tenía cierto miedo de ser padre otra vez, doce años después de que tuvo a su primera hija, ahora era más maduro y tenía una posición social mejor consolidada, y claro, estaba con una persona que lo amaba y Winter también estaría emocionada, siempre lo quiso.
—Aunque debo decirles algo, me emociona que Haechan regrese, pero la forma en la que detecté este embarazo es riesgosa. —Mark habló. —Hay magia blanca, magia oscura y magia del bebé dentro de ti.
—¿Riesgosa? —Jeno se vio preocupado, amaba a Jaemin y si moría como Seulgi en el parto, Jeno se puso pálido y Jaemin solo tomó la mano de su esposo.
—Realmente podemos abortarlo y esperar que ya no tenga tantas magias dentro ¿No? —Jaemin dijo.
—Este bebé va a ser interesante, me pregunto qué clase de magia heredará. —Sonrió con diversión. —Cuidaré de ti para que no te pase nada, pero si les advierto que vayan encontrando un buen mago de luz, porque no sé cómo vaya a nacer mi sobrino. —Mark se veía feliz. —Les recomendaré algunos que han estudiado medicina.
Jaemin simplemente se tocó el abdomen, había escuchado de magia que hacía que crecieran flores dentro de ti, y que la gente podía estar entre la vida y la muerte, pero que los embarazos les salvaban y los guiaban hasta sus destinados, Jaemin tenía la esperanza de que las cosas fueran así y no tuviera problemas.*
—Ah, pequeño bebé, tendrás una familia muy complicada. —Jaemin sonrió con diversión.
—¿Bebé? —La voz de Winter se escuchó dentro de la habitación. —Vi al doctor en el pasillo, vine porque me preocupé, así que... ¿Tendré un hermano?
Jeno y Jaemin asintieron. Winter corrió a abrazar a Jaemin y tocó su panza como si fuera grande, pero solo sonrió y miró a su familia.
—Seré hermana mayor. —Ella sonrió. —Y Haechan podrá regresar pronto, ah, que emoción. —chilló.
Definitivamente ese bebé sería algo bueno para la familia real de Wonderland... ¿O quizá la magia que albergaba en su interior podría poner en peligro a Jaemin?
Continuará...
Chapter 79: Capítulo LXXIX
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Jaemin estaba emocionado, con cada preparativo de la llamativa fiesta de año nuevo, había olvidado su embarazo, aunque su notable abdomen se veía cada vez más inflado, al parecer ese pequeño niño sería enorme, pero no era el año nuevo lo que lo mantenía feliz, sino su pequeña hija.
Winter estaba nerviosa, pero también muy emocionada.
—¿Qué pasaría si no soy una omega? —Winter preguntó con curiosidad a su madre. —Es que una parte de mí quiere estar con Karina, pero otra quiere gobernar Wonderland a pesar de que sé que mi hermano lo hará.
La niña tocó con suavidad la pancita de su madre, ambos estaban en la habitación de Winter, arreglando el vestido que Jaemin, con mucho amor, había hecho para su princesa.
—Winter, no te preocupes mucho por el futuro, solo disfruta el presente. —Jaemin dijo. Luego tomó aire y soltó un suspiro. —¿Quieres un moño con espejo... Si es qué Haechan regresa?
La niña frunció los labios y observó que a su vestido solo le faltaba eso.
—Sí, sé qué vendrá, él prometió que vendría y le creo. —Ella dijo con suavidad mientras soltaba un ligero suspiro.
—No lo dices muy convencida. —La voz de Haechan resonó por la habitación y observaron el espejo que Jaemin tenía en las manos. —Si yo lo prometí es porque lo cumpliré.
—¡Haechan! —Jaemin fue egoísta, antes de que Winter dijera algo, Jaemin ya tenía el espejo restregándose en su mejilla. —Te he extrañado tanto, mira, pronto serás tío.
—Políticamente no es correcto decir que seré tío. —Haechan aclaró su garganta, —Pero que buen tino tiene ese hombre, año y medio intentando tener a Winter y en una sola acostada contigo tendrán nuevo bebé. —Suspiró.
—¡Silencio! —Jaemin se sintió avergonzado.
Winter solo soltó una risita. Haechan definitivamente era la única persona que podía hablarles libremente a los reyes y reinas de todos los reinos.
—No tienes por qué avergonzarte, es algo completamente natural, y mucho más después de estar pasando su celo juntos... En mi mansión, agh. —Haechan jadeó mientras se mostraba cansado. —Lo que me preocupa es ese ser mágico en tu interior.
—El médico mago que nos recomendó Mark ha estado trabajando con el médico del palacio, ambos están realizando los controles de salud para que sea una cesárea sin problemas. —Jaemin dijo tratando de sonreír.
—Ese niño nacerá. —Haechan dijo. —Está en la profecía. —Hizo una pausa. —Espero que sea éste... Es que no se debieron de haber embarazado. —Haechan arrugó el ceño. —Bueno, no tengo por qué regañarlos, a ojos de los demás era un buen momento.
—Hae, será víspera de año nuevo, es el cumpleaños de Winter, no hablemos de cosas tristes. —Jaemin sonrió. —Gracias por felicitarme en mi cumpleaños, ¿Le has traído un presente a Winter?
—No como tal, porque no puedo hacerlo. —Haechan mencionó. —Pero puedo darte algo. ¿Qué quieres? — Miró a la niña. —Ahora que se quién soy debo decirte que soy una persona extremadamente rica, al mismo nivel que un rey, así que puedo darte lo que gustes.
—¿Entonces puedes salir del espejo a darme un abrazo? —Winter preguntó.
—Menos salir del espejo. —Haechan sonrió con disgusto.
—¿Por qué sigues en el espejo? ¿No sería mejor que te sacáramos de allí? —Jaemin preguntó.
—Éste es un lugar seguro. —Haechan mencionó bajando la mirada. —Nadie puede entrar y dañarte, además puedo moverme de un lugar a otro fácilmente.
—Nosotros podemos protegerte, Hae. —Winter dijo.
—Lo sé. —Haechan dijo, desapareciendo su imagen del espejo, porque ya estaba empezando a llorar, quería compartir lo que sentía, pero al mismo tiempo sentía mucho miedo de ser juzgado, miedo de perder.
—¿Entonces qué te preocupa? —Jaemin dijo mientras trataba de sentarse bien, el cuerpo lo estaba matando y ya no podía ni mantenerse erguido, pero lo intentaba. —Sabes que puedes vivir en el castillo libremente, eres nuestro mejor amigo, siempre habrá una habitación aquí para ti.
—Tengo mi propia casa. —Haechan murmuró.
—¿Es por Mark? —Jaemin cuestionó.
—Winter, ¿Preferirías joyas o vestidos? Me encantaría darte un espejo mucho más bonito que el que tiene Jaemin. —Soltó una risita. —El espejo que compró hace un año.
—Sabes, desde que me llevaron a la isla de Utopía, Copito siempre usa ropa que ha hecho mi madre Jaemin, es un recuerdo de mis dos madres. —Ella suspiró. —Pero realmente no necesito nada, quiero aprender a soltar las cosas que me atan a las personas, a los lugares y a los recuerdos.
—¿Soltarás a Karina? —Haechan cuestionó con duda.
—Jamás dije eso. —Winter pareció molesta.
—Entonces estás realmente esperando ser su omega para poder irte con ella y arreglar un compromiso formal. —Haechan se burló y volvió a aparecer en el espejo. —Mira Jaemin, nuestra niña quiere irse.
Winter quería irse a Armagedón, con el nuevo bebé, la relación de Jeno y Jaemin cambiaría demasiado, estarían tan ocupados, ya no habría lugar para Haechan en esa casa, además ¿Qué haría? ¿De verdad se quedaría allí sin hacer nada? ¡Por supuesto que no! ¡Él era el mago de oro! Su lugar era haciendo hechizos y viajando por el mundo, que todo el mundo viera lo poderoso que era, quería seguir haciendo historia.
Pero evidentemente eso lo envolvería con Mark, por ahora Mark era el mago más fuerte del continente, sus caminos siempre se verían comprometidos o los estarían comparando completamente... Y si decidieran volverse un dúo... Bueno, Haechan no quería pensarlo, lo llenaba de ansiedad y lagrimas saber que jamás podría cumplir las expectativas que tenían de él.
—No, Winter no se irá hasta que sea mayor de edad. —Jaemin pareció molesto. —Quiero que el nuevo bebé pueda crecer con su hermana mayor y que le enseñes todo lo que sabes de la realeza.
Haechan observó a Jaemin, conocía ese tono de voz, sin embargo Winter tocó el abdomen de Jaemin y le abrazó con mucho cariño.
—Por supuesto.
Ella tomó el espejo y lo acercó al vientre de Jaemin y los abrazó a ambos, solo que Haechan podía percibir una magia extraña y realmente tenía un mal presentimiento con respecto a este nuevo bebé, sería un mago bastante fuerte si es que lograba nacer.
Con la promesa de un regalo perfecto, Haechan se fue, aunque Winter no tuvo tiempo de estar triste, porque al día siguiente Karina había llegado acompañada de sus dos padres, era extraño que el rey Jennie se mostrara en público, lucía molesta, pero la reina Kai la controlaba, y no solo eso, también había salido con el bebé real, un pequeño niño de nombre Hyunjin.
No fue la única que llegó con un bebé en brazos, la reina Jisung, había salido con el pequeño príncipe Jeongin y con su esposo, el rey Minho. Tarde, pero el rey Jaehyun llegó solo, llevando como regalo vestidos viejos y bien cuidados que en su tiempo usó la "princesa" Jaemin. No le habían dado algo nuevo, pero al menos era bonito.
El tío Mark llegó con una colección de vestidos que parecían sacados de cuentos, todas y todos los omegas nobles de la corte estaban tan celosos, porque esos diseños ni siquiera estaban a la venta, eran diseños de la costurera secreta de la boutique principal. Además, Mark le regaló una piedra de protección para que no le pasara nada.
El principal regalo para Winter por parte de sus padres había sido la oportunidad de que el proyecto de la escuela estuviera listo para el siguiente año. Faltaba poco y llevaría su nombre como regalo.
Las celebraciones de la revelación del segundo género solían ser bastante grandes, ya que ese día a la persona solía darle un "celo" o "rut" donde se sentía mal, pero se le pasaba en unas horas, a Winter todavía no le daba y tenía miedo de que se arruinara su cumpleaños, pero el 31 de diciembre se encontraba en la habitación de sus padres observando la ventana.
—¿Nadie entrará? —Ella preguntó. —Haechan no está como para que escriba que nos llevaron.
Ella lucía preciosa, su cabello era corto, pero estaba bien peinado, lucía tierna. Era la protagonista que solo estaba esperando a que fuera media noche para que empezara su verdadero cuento de hadas. Aunque sentía que ese había iniciado hace tiempo.
—¿Ya están listos? —Jeno entró. —Hay mucha gente. —Miró a su hija. —Si estas nerviosa, puedes venir conmigo o con mamá. —Miró a Jaemin. —Siempre estaremos para ti, lo sabes ¿Verdad?
—Sí, si te equivocas estaremos detrás de ti. —Jaemin mencionó tratando de hacer una broma para ocultar su propio nerviosismo. —Y si una persona que no te agrada te habla, puedes venir con nosotros.
—Estaré con Karina. —Winter dijo con una bonita sonrisa. —Ella no pudo disfrutar su cumpleaños, así que quisiera que estuviera conmigo hoy.
Jaemin miró a Jeno y éste negó con la cabeza, ambos adultos soltaron un suspiro cansado.
—¿Realmente nos reemplazarás por un príncipe que encontraste hace meses? —Jeno cuestionó cansado. —¿Es solo tu amiga o realmente hay algo más?
Winter se quedó callada, se sintió un poco avergonzada, pero miró a sus padres y sonrió.
—Quiero a mamá que llegó hace un año, quiero a Haechan, quien llegó hace un año también, y a Karina que llegó hace medio año. —Suspiró. —Para mí es fácil querer a las personas.
—¿Y a mí? —Jeno preguntó. —¿A mí si me quieres?
—Claro que los amo a los dos, son mis papás. —Ella susurró. —Y amo mucho que ambos estén enamorados y que sean los mejores papás que pude tener.
Jaemin sonrió con ternura, él era de las personas que creían que las "madrastras malvadas" de los cuentos de hada siempre eran malvadas y no podían cambiar, nunca pensó habitar el cuerpo de un villano que perdió el amor, nunca pensó en vivir su propia historia de amor, una historia que involucraba un rey mezquino, una hija tímida, un espejo parlanchín, un viejo amigo de otro mundo y ahora se sumaría un bebé mágico.
Jeno olfateó el aroma de su hija y soltó un suspiro.
—Ah, en realidad eres una omega. —Jeno dijo con suavidad mientras abrazaba a su hija fuertemente y se dejaba abrazar por Jaemin.
—¿En serio? —Winter se olisqueó mientras veía el reloj marcar las 12 y escuchando los fuegos artificiales que se escuchaban.
—Será mejor que bajemos a la fiesta. —Suspiró.
Cuando hicieron su entrada. Winter iba tomada de la mano de su padre y de su madre, lucía preciosa, Jeno se sentía demasiado orgulloso, lo veía en las dos personas más importantes para él, Winter era la hija que se convirtió en lo que quería ser, la que quería salir y ser valiente, la que podía alzar la voz, la que iba por lo que quería, era una niña amaba y ya se reflejaba en sus acciones.
Por otro lado tenía al amor de su vida, Jeno no podía imaginar siquiera una vida en la que Jaemin se fuera a su mundo, no podía imaginar que ahora estuvieran esperando un bebé, a veces sentía la culpa de que no fue bueno para Winter, pero ahora había crecido, era más fuerte, era más valiente y estaba con una persona que quería; y lucharía por ellos.
Jeno se detuvo con Jaemin cuando Winter siguió adelante y todos le observaban.
Sin esperarlo, y quizá olvidando la etiqueta, Karina caminó hacia la joven, hizo una inclinación al ponerse de rodillas y le extendió la mano. La reina Kai soltó una risita y el rey Jennie solo negó con la cabeza. Al menos tendría una alianza con Wonderland, aunque no era como el rey Jennie quería.
—¿Bailaría conmigo, princesa Winter? —Karina dijo.
Ella tragó saliva. Miró a su primer amor y sonrió con inocencia. Asintió.
Cuando se tomaron de las manos, la electricidad brotó, se sentían tan plenas, sus aromas eran tan atrayentes para la otra, definitivamente si tener un destinado se sentía así, ellas eran la persona correcta para la otra.
Y durante unos instantes, solo fueron ellas. Winter tenía que bailar con más personas, pero Karina no quería despegarse de su lado. Winter se sentía halagada, más cuando el príncipe de Armagedón le dio una pulsera hecha de escamas de su cuerpo, era mágica y le ayudaría a Winter a respirar bajo el agua cuando visitaran Armagedón.
Winter se la puso y cada vez que bailaba con alguien veía la pulsera. Era una muestra de amor que no querían romper.
Y poco a poco, la velada fue pasando sin ningún inconveniente.
Continuará...
Chapter 80: Capítulo LXXX (80)
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Había invitados que buscaban hablar con Winter, había otros que querían hablar con los reyes, querían hablar sobre la conversión del reino a imperio que había quedado pospuesto durante unos meses. Jeno quería que fuera después de que su hijo naciera, sin embargo, como siempre, las personas trataban de sacar ventaja.
Jaemin sentía que moriría allí mismo, tenía unos cólicos muy fuertes y sus pies lo mataban, además quería devolver todo lo que había comido, había demasiados olores en el lugar.
—¿Te sientes bien? —Jeno le preguntó a su esposo con suavidad.
—No, creo que regresé a mi habitación. —Jaemin dijo.
Amaba a Winter, pero por alguna extraña razón se sentía demasiado mareado, solo quería acostarse, frotarse los pies y dormirse. Era un plan bastante simple, pero ya no podía mantener la espalda recta.
—Te acompañaré. —Jeno dijo.
—No, quédate aquí, puedo regresar solo, sabes cómo se pondrán los rumores si no te ven. —Jaemin aclaró.
—Puedo ayudarlo si no tienen desconfianza. —Mark se acercó con una sonrisa tonta.
Jaemin y Jeno se vieron con una sonrisa. Jeno solo agitó la mano y los mandó a volar, confiaba en ese Mark, sin embargo, su conciencia no, y el susurro de ese diablillo en su hombro se escuchó.
—¿Los dejarás ir tan fácil? —Haechan susurró en un espejo que Jeno poseía en su saco.
Al parecer los espejos se volverían el símbolo de la familia imperial.
—Oh, estás aquí, tiempo sin saber de ti. —Jeno saludó mientras veía a su niña bailar. —Así son las cosas, o eso parece, ¿Por qué? Parece que el celoso eres tú. ¿No irás a espiarlos?
—No, Mark sabe que estoy aquí y evito cualquier tipo de contacto. —Haechan contestó. —Además es el cumpleaños de nuestra Winter, ¿No es linda? Ha crecido bien.
Jeno asintió, porque sabía que Haechan siempre hablaba desde lo más profundo de su amor, Haechan solía ser cálido y un amigo que no se callaba las cosas, era directo y sabía que podía proteger a los que amaba, por ende, Jeno siempre confió en él.
—¿Entonces por qué te acercas a mí? —Jeno preguntó.
—Hay algo que me está molestando desde que llegué. —Haechan mencionó. —No es algo que pueda hablar con Jaemin directamente, mucho menos con Winter, así que eres el único que me queda.
—¿De qué trata? —Jeno preguntó mientras observaba el espejo y le pedía a Doyoung que nadie de los invitados se acercara.
—¿Me dejas mostrártelo? —Haechan cuestionó.
Y Jeno solo asintió.
La imagen comenzó a mostrar a Jaemin entrando a su habitación, Mark estaba allí, a su lado, pero la mirada de Jaemin fue de una persona preocupada, triste, Mark solo soltó un suspiro y lo miró con preocupación.
—¿Qué tienes? —Mark le preguntó. —Hemos trabajado juntos tantos años que puedo saber que te sientes mal, ¿Es por el embarazo o quieres hablar de otra cosa?
—¿Realmente se me nota cuando estoy mal? —Preguntó Jaemin con una falsa sonrisa.
La reina se sentó en el sofá y Mark hizo lo mismo, respiró profundo y miró al príncipe.
—¿Quieres que te vuelva a hacer un chequeo? —Mark preguntó, a lo que Jaemin solo contestó que sí.
Para Mark era fácil verificar la magia que había a su alrededor, también la que había dentro de los cuerpos de las personas, para Jaemin era raro que Mark fuera la persona a la que más confianza le tendría ahora que Haechan era tan inconstante en sus vidas.
—¿Cómo estoy? Los doctores dicen que está bien. —Jaemin mencionó. —Pero... Dijeron que eso podría cambiar en cuanto entren las contracciones. Dicen que el bebé podría desequilibrar mi magia... Está bien si se la queda toda, pero....
—Nana... —Mark dijo con preocupación. —¿Qué intentas decirme?
Jaemin se quedó callado y miró al mago.
—¿Hay posibilidades de que el nacimiento se complique y yo pueda morir? —Jaemin preguntó sin rodeos.
Mark se quedó completamente callado. Mientras Jeno veía y sentía que le había caído un balde de agua helada encima. Haechan ya tenía el presentimiento de que algo así podría estar pasando por la mente de Jaemin, sin embargo necesitaba saber cómo abordar el tema.
—No lo sé, Nana, no soy obstetra para saber cómo se da a luz. —Mark observó cualquier lugar que no fuera el rostro de Jaemin.
—Mark. —Jaemin susurró con determinación. —Dijeron que si el flujo de la magia se descontrolaba podría dañar mis órganos. —Jaemin murmuró. —¿Cómo hago para que aumente la magia blanca? ¿O debo dejarme consumir por la magia oscura? Dicen que el bebé irradia magia y que mantiene en equilibrio las dos, pero ¿Y después? ¿Qué pasará con él?
—¡Nana! —Mark lo calmó. —No puedo dejar que te consuma la magia oscura, porque esa magia te vuelve loco, te enferma y desgasta tu cuerpo. —Mark le dijo. —Tienes que saber usar magia oscura para poder protegerte, pero eso te desgastará más, es lanzarse a un precipicio sin retorno. Yo lo hice Jaemin, salvo que el Mark que habité tenía estándares muy similares a los míos de nuestro mundo.
—¿Qué va a pasar conmigo, Mark? —Jaemin le miró con esos ojos llenos de súplica.
—No me preguntes, Jaemin. —Mark dijo. —No sé, sé que tres flujos de magia dan una explosión segura. Era lo que pasaba antes que lastimaba tus órganos y por eso te prohibimos usar magia, pero... agregando una tercera fuente...
—¿Crees que voy a morir? —Jaemin dijo. —Solo quiero saber eso, quiero que... Quiero que si mis órganos no soportaran, quiero que... Jeno no esté allí.
—Jaemin, no vas a morir, haré lo imposible para...
—¿Cómo sabes que no moriré? —Jaemin dijo. —Sé que ese niño va a nacer sí o sí, lo decía la profecía, pero ¿y si yo no logro sobrevivir?
—No digas eso. —Mark sabía que sí, que el embarazo de un omega en la condición de Jaemin era complicada. Era tan difícil asegurar de que nada saldría mal, pero a ellos ya les habían dado una segunda oportunidad de vivir, ¿Por qué la perderían?
¡No tenía sentido!
—Tienes que ayudarme, Jeno no puede estar en esa habitación ¿Entiendes? —Jaemin le dijo a Mark, más que un favor parecía que daría una orden. —Si yo llego a morir necesito que le digas que yo siempre tuve la prioridad, pero que insistí que salvaran al bebé. Jeno ordenaría que me salvaran a mí y...
—Siempre te salvaríamos a ti, Nana.
—No, quiero que nazca ¿Sí? Ya morí una vez, una segunda... Bueno, al menos aquí fui mucho más feliz de lo que fui en nuestro mundo. —Jaemin sintió que sus ojos se cristalizaban.
—No lo voy a hacer ¿Sí? —Mark le dijo con un nudo en la garganta y también en el corazón.
—Mark, escúchame, amo a Jeno, pero él no va a soportar perder a su omega, él dijo que moría de dolor cuando el vínculo con Seulgi desapareció, yo no puedo imaginarme en ocasionarle ese tipo de dolor.
—¿Entonces vas a dejarlo como Seulgi lo dejó? ¿Vas a dejar que tu hijo nazca y crezca solo como lo hizo Winter? —Mark se veía tan herido.
—Por supuesto que no. —Jaemin mencionó. —Haechan y Winter, Jeno podrá superarlo, ellos podrán ser su familia, será un buen mago, enséñale bien, y cuando sea el momento de que Haechan salga del espejo, que abrace a mi hijo por mí. —Jaemin mencionó con las lágrimas en los ojos.
—Estás diciendo estupideces. —Mark pareció molesto.
Jaemin quería decir que no estaba triste, pero quería darle una advertencia a alguien externo, no quería que Jeno sufriera, no quería irse, pero tampoco quería que la suerte, o quizá el guion no estuviese a su favor, la buena suerte a veces también se agotaba.
—Mark, por favor. —Jaemin suplicó.
—No. —Mark se levantó de su lugar y ni siquiera se despidió de Jaemin, simplemente abrió la puerta y salió, afuera estaba un Jeno muy preocupado, y un espejo que venía de informar al rey de la conversación.
Mark ni siquiera dijo nada, no había necesidad, simplemente trataría de estudiar en los próximos cuatro meses para que la magia no implicara ningún problema.
Jeno abrió la puerta de la habitación y vio a Jaemin llorando mientras hipaba y se tocaba con dolor. Haechan prefirió ir a cuidar a Winter, aun no se sentía cómodo con el embarazo de Jaemin y sinceramente, no sabría qué decirle.
Cuando Jaemin vio a Jeno empezó a llorar. Jeno solo se acercó a abrazarlo y a tratar de tranquilizarlo.
—¿Escuchaste todo? —Jaemin preguntó.
—Sí.
—Jeno, yo quiero vivir, te juro que sí, los amo, amo esta familia, pero tengo miedo, la profecía solo decía que el niño nacería, pero ¿Y si yo muero? El mago médico dijo que hay mucha posibilidad que al bajar mis defensas la magia de mi cuerpo pueda aplastar mis órganos hasta hacerme retorcer de dolor y perder algunas capacidades físicas. —Jaemin susurró.
—Nana, no necesitas preocuparte por eso, buscaré a los mejores médicos y magos para que nos ayuden. —Jeno habló. —Vas a vivir, vamos a estar juntos y...
—Jeno... Si yo me fuera, promete que cuidarás del bebé y también de Winter...
—Jaemin, si mueres, moriré contigo, no puedo imaginar una vida sin ti; y maldita sea, no me importa que suene mal, pero Winter podrá cuidarse sola, el bebé se puede quedar con Mark; créeme, yo te seguiría a cualquier mundo donde estés, porque eres tú mi hogar y no sabes cuánto anhelé poder encontrar a alguien como tú, no voy a perderte por un descuido que no pude controlar. —Mencionó Jeno con tristeza.
Jaemin se quedó callado, no podía permitir que Jeno muriera con él, pero por más tonto que sonara, eso le hizo concentrarse, esta era la vida que quería, era lo que siempre deseó, así que simplemente dejaría que quien estuviera escribiendo su historia decidiera el mejor final que pudiera darle.
Había vivido una segunda buena vida, aprovechó cada instante y pensó que Jeno podría estar con él en la eternidad, quizá encontrándose en otra vida, en otro universo, sin embargo, no se comparaba con la emoción de tener a su bebé y poder formar la familia que él no tuvo.
Jeno trató de abrazar a Jaemin y simplemente lo recostó sobre su pecho, Jaemin se puso calmar por completo, Nana tenía muchas preocupaciones y con las hormonas se volvía cada vez más y más irracional, tampoco podía culparlo, su cuerpo tenía una lucha bastante fuerte dentro de él, y más, porque a veces dejar que la bondad y la luz ganaran era complicado
Jaemin se quedó dormido al poco tiempo. Jeno lo cargó y lo llegó a la cama, dándole un beso de buenas noches y evitando que Jaemin volviera a llorar, suspiró cansado y luego Haechan apareció en el espejo más cercano.
—Quiero mucho a Jaemin, y quiero que pueda ser feliz. —Haechan mencionó. —Solo estoy preocupado.
—¿Cómo no estar preocupado cuando él puede morir de nuevo? —Jeno rechistó. —Necesito a los mejores especialistas. No puedo permitir que Jaemin fallezca y me dejen con otro bebé, sé, sé que podría, pero me niego a vivir eso de nuevo. —Suspiró. —Te quedarías con el bebé si nosotros llegamos a faltar ¿Verdad?
—No sé cómo un espejo podría cuidar un bebé. —Haechan mencionó.
—No estarás allí por siempre... Será este bebé quien te saque del espejo, ¿Recuerdas la profecía?
—Lo cuidaré a él y a Jaemin si es que eso te poner de mejor humor, deberías volver al salón principal, Karina está siendo celosa cada vez que un alfa se acerca con una doble intención a nuestra Winter. —Haechan suspiró.
Jeno solo asintió y Haechan volvió a desaparecer.
No era de hacer cosas que creía imposible, pero se dirigió a la Torre mágica, entró a la habitación de Mark y dejó escrito el nombre de un libro, una pagina y un hechizo, si Mark era inteligente lo buscaría en la mansión del mago de oro.
Haechan haría lo posible para que Jaemin pudiera alcanzar su final feliz.
Continuará...
Notes:
Si, Jaemin podría morir, pero sabemos que faltan 5 capítulos para el final y eso no pasará xD
Además HOY ES MI CUMPLEAÑOS Y MIREN QUE RECIBÍ DEL MARKHYUCK/MAHAE de que en el futuro se van a casar!
Chapter 81: Capítulo LXXXI
Chapter Text
Jeno estaba sorprendido, el día anterior había tenido a un Jaemin vulnerable y triste, ahora tenía un Jaemin confundido y dependiente que buscaba la aprobación de su esposo.
—¿Qué opinas? —Jeno dijo con una mueca de hartazgo.
—Están muy pequeñas. —Jaemin dijo. —Y hace poco las cartas de Armagedón pedían un matrimonio con el rey, no con la princesa.
—Ellos realmente quieren una alianza sí o sí. —Jeno mencionó.
—Agh, no se trata de alianzas ni cuestiones políticas. —Haechan los interrumpió. —Genuinamente el príncipe Karina está enamorada de nuestra Wintercita. —dijo.
—Están muy pequeñas, no lo saben. —Jaemin repitió.
—No lo entiendes. —Haechan murmuró. —Hay amores que no se pueden pelear, simplemente están destinados a pasar, por eso se les llama "destinados". —Haechan le explicó a Jaemin. —Ellas lo son, puedo casi sentirlo.
—Entiendo que pasó una situación fuerte en la vida de Winter y que por eso es tan apegada al príncipe Karina, pero no creo que sea coherente que Armagedón enviara una carta de compromiso. —Jeno decidió romper aquella carta.
—El príncipe Karina la trajo esta mañana... ¿En serio crees que no es algo que ella desea? —Haechan respondió. —Además no es como si se fueran a casar o a marcarse ahora.
—Ah, no, no puedo siquiera imaginar que alguien la marcara. —Jeno dijo. —Solo es un capricho de la edad, ¿Por qué querría comprometerse cuando le estoy dando la opción de no hacerlo? —Jeno parecía molesto. —Yo me comprometí a los 13 y quiero que Winter disfrute de sus etapas.
—¡Exacto! —Jaemin murmuró.
—Bueno, eso es cierto, pero no la estás obligando a nada. —Haechan murmuró. —Cuando yo tenía la edad de Winter el dueño del lugar donde crecí me vendía para ver quién me embarazaba de nuevo. —Haechan respondió. —Al menos no es el caso de Winter.
Aquella declaración por parte de Haechan dejó helados a Jeno y a Jaemin recordando aquella obra que hablaba de un tal DongHae, cuyas iniciales eran igual a las del mago dorado DongHyuck.
—Haechan... Eso fue...
—Lo sé, innecesario, pero Jeno se casó a los 13, yo aborté a mi primer bebé a los 12. —Haechan respondió. —Esto no es como tu mundo donde tienen la "mayoría de edad" o pueden casarse con consentimientos. Sé que Winter puede estar con quien quiera y vivir una vida sin tener que comprometes por su posición social, pero realmente creo que es la destinada de Karina.
—¿Cómo puedes estar tan seguro? —Jeno mencionó.
Haechan quería decirle a Jeno que ¿si las había visto besarse?, o si había oído sus conversaciones más profundas antes de dormir, la necesidad de que sus cuerpos estuvieran cerca por el miedo que pasaron para proteger a la otra incluso dando su vida.
Incluso en ese momento, Winter estaba teniendo su celo de omega y la más preocupada era Karina, pero no podía pasar con ella por miedo a que su rut llegara, era tan extraño y triste; sin embargo, ella estaba allí para Winter.
—No sé si es cierto. —Haechan mencionó. —Pero dicen que los alfas de la nobleza son buenos encontrando a sus destinados. —Haechan susurró. —¿Podríamos creer en el juicio de la princesa Karina?
Jeno suspiró.
—Jaemin llegó tarde a mi vida, pero nuestra relación se construyó con paciencia y amor. —Jeno explicó. —Cuando en momento tuviera que llegar. Creo que no hay que presionarla.
—Son destinadas. —Haechan mencionó.
Jaemin rodó los ojos y miró a su espejo.
—¿Y? No todos están con sus destinados. ¿Dónde está el tuyo Hae? —Jaemin cruzó los brazos un tanto molesto. —¿No crees que deberías predicar con el ejemplo y esas cosas?
Haechan se quedó callado, la verdad estaba indignado, pero entendía el punto de Jaemin, y sí, estaba seguro, coincidía con esa idea, Winter sabía que Karina era lo que quería e iría tras ella sin importarle lo que sus padres dijeran.
—Los destinados y la idea del amor son cosas que solo pasaban en los cuentos, se decía que solo la realeza podría encontrarlos. —Haechan frunció los labios. —Nunca he aspirado a encontrar algo como eso, sentirme amado y protegido siempre fue un lujo al que yo no podía acceder. —Haechan murmuró con un tono serio. —Y si Winter se siente como yo cuando estoy con el mago obsidiana, bueno, creo que deberían hablar con ella.
Haechan no dijo nada más, simplemente desapareció, Jaemin y Jeno se observaron, Jaemin había presionado botones sensibles con Haechan, lo hacía desde el cariño obviamente, pero para una persona que siempre se la pasaba huyendo, era difícil hacerles frente a situaciones que no podía controlar.
Jaemin no dijo nada, solo miró a su esposo y le dijo que hablarían con Winter cuando terminara su primer celo.
Cuando el celo de Winter terminó, Karina fue la más feliz. Principalmente porque Haechan había dicho que iría con ella ya que quería aprender un poco más de la magia de los seres del mar, además serviría como mensajero entre las dos jovencitas.
—No puedo creer que de verdad mandaras una carta de compromiso. —Winter recién se enteraba, su rostro seguía sonrojado y no podía mantenerle la mirada a su "novia".
—Podemos esperar, pero realmente no puedo imaginar una vida sin ti. —Karina mencionó. —No sabes lo difícil que es para mí separarme en este momento.
—Nos veremos en unos meses. —Winter murmuró con un tono cansado. —Cuando se abra la escuela. —Sonrió.
—Parecerá que somos elitistas. —Karina soltó un sonrisa. —¿Me extrañarás?
—Todos los días en todo momento. —Winter murmuró.
La reina Kai había regresado hace unos días, Karina quiso quedarse y después de unos acuerdos, pudo quedarse, sin embargo, la reina Kai ni siquiera sabía de la carta de compromiso que había escrito su hija en un momento de debilidad.
Karina sabía que la iban a regañar, pero quería arriesgarse, quería arriesgar todo por Winter, quería darle todo lo que tuviera para poder sentirla cerca, era su mejor amiga, la persona en la que más confiaba.
—Príncipe Karina. —El rey Jeno apareció del brazo con la reina Jaemin, tenía una cara de pocos amigos.
—Rey Jeno, reina Jaemin. —Hizo una ligera inclinación. —Muchas gracias por su hospitalidad, ha sido una gran visita y espero que sigamos cooperando en el futuro. —Hizo una pausa. —Esperaré pacientemente una respuesta a la carta que he enviado, pueden consultarlo con la princesa Winter de ser necesario.
Winter se sonrojó y tragó saliva, Winter había sido una niña débil, pero con todo lo que había vivido, definitivamente pudo madurar y alcanzar la felicidad que siempre deseó.
—Tenga un buen viaje. —Jaemin dijo con seriedad pues había algunas personas y sirvientes alrededor.
Karina besó la mano de Winter en una inclinación y subió a su carruaje, lista para irse. Cuando se marchó, Jeno y Jaemin miraron a su hija y soltaron un suspiro., Winter solo se sonrojó avergonzada.
—No sabía lo de la carta. —Winter murmuró. —¿Qué responderán?
—Por supuesto que no. —Jeno dijo. —Aun están pequeñas para comprometerse.
—Pero es solo un compromiso, se puede romper de ser necesario, no es como si nos fuéramos a casar. —Winter murmuró. —Aún no, podemos esperar hasta que sea mayor de edad.
—¿De verdad te gusta tanto? —Jaemin murmuró.
Winter pareció avergonzada. Con Jaemin podría hablarlo, pero con su padre no, le daba un tanto de vergüenza, pero simplemente tomó la mano de ambos y entraron al palacio mientras charlaban.
—Karina me gusta mucho. —Winter confesó.
—Pero... ¿Te gustaría formalizar con ella? —Jeno preguntó un tanto preocupado. —No hay necesidad de formar alianzas, Armagedón está de nuestro lado.
—Si lo vemos políticamente, Armagedón está del lado del mago obsidiana, sé que el tío Mark no quiere el trono, pero ¿No crees que sería bueno que tuviéramos un aliado poderoso?
—Realmente quieres comprometerte con ella, ¿No es cierto? —Jaemin murmuró.
—Sí, si me gustaría. —Winter murmuró.
Jeno y Jaemin no dijeron nada, solo siguieron caminando al comedor donde ya los esperaba el desayuno real, Jaemin tocó su pancita y soltó un suspiro.
—Si eso te da tranquilidad, podemos hacerlo, sin embargo, no se podrán casar hasta que ambas sean mayores de edad. —Jeno mencionó. —Es más, creo que la boda sería coherente si Karina se convierte en rey.
—Eso significaría que Winter se iría de Wonderland.
—Faltan 8 años para ello. —Winter mencionó. —Pero es algo que realmente quiero hacer, siempre soñé con ser reina de Wonderland, pero creo que no es mi destino.
—Le dan mucho peso al destino. —Jaemin mencionó sabiendo que su bebé nacería para convertirse en rey, pero no sabía qué pasaría con él.
Jeno notó de inmediato esa nostalgia y preocupación y le dio un beso en la cabeza a su esposo, quería tranquilizarlo y llenarlo de confianza.
—Haré lo que ustedes decidan. —Winter mencionó con un tono un tanto resignado, pero sabía cuál era su lugar.
—Un año más. —Jeno mencionó. —En un año más, cuando puedas salir, ir a fiesta, conocer a más personas, en un año más contestaremos la carta para ver si sigue en pie, si ustedes siguen enamoradas, aceptaré el compromiso.
Los ojos de Winter se abrieron.
—¿De verdad?
—Cuando tu hermano nazca, tendremos que cuidarlo y quiero darte responsabilidades y poder por si un día te conviertes en reina, sea de Wonderland o de Armagedón, confío en ti y en tus decisiones Winter. —Jeno dijo.
Jaemin solo sonrió. La relación de Jeno con Winter era una de las cosas que más le preocupaba, pero había sido bueno, ambos habían madurado en ese último año en el que él estuvo atrapado en ese mundo.
Creía que su existencia, también había sido parte del destino, así que no iría contra él.
Amaría cada momento y amaría a su bebé, a su esposo y a su hija, amaría lo que el destino le trajera.
—Gracias, papá. —Winter dijo levantándose de su lugar y dándole un abrazo a su padre. —Aprenderé mucho, seré la mejor hermana mayor y prometo jamás decepcionarlos, yo...
De repente la mirada de Winter se sintió húmeda, sus ojos se nublaron por las lágrimas y soltó un suspiro cansado, rememorando todo lo que habían vivido en un año.
—No tienes que decir nada. —Jeno mencionó.
—Eres el mejor papá que pude haber deseado. —Winter dijo. —También tú, Jaemin, eres la mejor madre que pude haber pedido, este bebé será muy afortunado. Wonderland es muy afortunado por tenerlos. —Tomó la mano de Jaemin y la de Jeno. —Los amo mucho a los dos.
Jaemin sintió mucho cariño en su cuerpo, tan afortunado, sin embargo las lagrimas también se amontonaron en sus ojos. Jeno lo notó también por medio del lazo.
—Yo también los amo, a mi pequeña hija, a mi futuro hijo y a nuestro precioso Nana. —Jeno mencionó.
Porque ellos eran la familia real de Wonderland. Y todo saldría bien si estaban unidos.
Continuará...
Chapter 82: Capítulo LXXXII
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Con el paso del tiempo, inicios de febrero llegaron, siete meses de embarazo de Jaemin ya se notaban, a veces tenía recaídas en su cuerpo, los mareos contantes y la lucha dentro de su cuerpo no le sentaban bien.
Había bajado demasiado de peso, pero los doctores no podían hacer nada, porque el cuerpo de Jaemin no estaba soportando, se mantenía en pie solo por las ganas de tener a su hijo.
Esa noche, Jaemin entró a su habitación, estaba cansado, Jeno tenía que verificar unas cosas de la ascensión del imperio, así que se sentó en la salita de la habitación y descubrió el espejo donde solía estar Haechan.
—Te extraño, ¿Dónde se supone que estás? —Jaemin le habló al marco dorado.
Observó el logo del mago de oro, las iniciales de Donghyuck podían verse a la mitad del sol. Jaemin sentía que extrañaba a su mejor amigo, le dolía la vida, se sentía tan cansado y pensó que Haechan estaría con él durante mucho tiempo, ahora que Haechan recordaba su verdadero nombre y quién era, pero se la pasaba yendo de un lugar a otro.
Y a veces se molestaba un poco porque Haechan sí visitaba a Winter, pero a él no.
Jaemin sabía que se pasaba, cada vez que Haechan aparecía en su vida, nombraba a Mark, eso molestaba al mago y se iba. Jaemin quería disculparse adecuadamente.
—Lamento sacar a colación el nombre de Mark cada vez que estoy contigo. —Jaemin dijo tocando el marco del espejo. —Me gustaría que estuvieras aquí, amaría que salieras del espejo y que pudiéramos tener un día normal, un desayuno, que cargaras al bebé y pudieras vivir con nosotros, me gustaría que no te escondieras y me ayudaras. ¿Es egoísta?
—No, no lo es. —La voz de Haechan se escuchó.
La figura del moreno apareció en el espejo y vio a Jaemin tan delgado que sintió un dejavú, un dolor que no podía expresar lo inundó. Miró la figura de su mejor amigo y soltó un suspiro.
—¡Haechan! —Jaemin gritó.
—Toma asiento, siento que te desplomarás en cualquier momento. —Haechan le dijo con un tono cansado.
Jaemin se sentó en la salita y observó el espejo con preocupación.
—¿Dónde has estado? —Jaemin mencionó.
—En todos lados y en ninguno, ahora que puedo recordar quien soy, la magia que puedo usar dentro del espejo, tengo controlados todos los espejos en donde he estado, sé cosas que nadie podría saber. —Sonrió.
—El espejo es muy poderoso. —Jaemin susurró.
—El espejo es un mecanismo de defensa. —Haechan mencionó. —Uno que me ha preservado durante siglos. No puedo comer, ni dormir, tampoco usar magia, pero realmente es el mejor lugar para mí, así que no insistas en que salga.
—Quiero disculparme, no pensé que fuera tan complicado para ti salir, —Jaemin mencionó. —También perdóname por hablar de Mark en cada ocasión que nos vemos.
—No te preocupes, he estado tratando de entender el "poder de los destinados" —Haechan dijo. —Me gusta Mark, lo admiro mucho y se me hace un alfa terriblemente arrogante y guapo. Es mi tipo 100%, no 200%. —Sonrió avergonzado.
Jaemin sonrió de lado, era agradable saber que alguien querría a su jefe Mark de esa forma, miró al espejo y suspiró.
—Nunca pensé que escucharía eso en voz alta.
—Ha pasado más de medio año. —Haechan suspiró. —Yo también tengo que luchar contra mí mismo y contra mis experiencias para saber qué quiero hacer. —Tragó saliva. —Ustedes son mi familia, pero... No soporto verte embarazado.
Jaemin se sorprendió y tocó su pancita con un sentimiento extraño.
—Lo siento, sé que habías mencionado que mientras estuviera con dos tipos de magia no debía de practicar magia, ni ponerme tanto en riesgo. —Jaemin bajó la cabeza, se disculpaba.
—No fue tu culpa, incluso podría pensar que fue mi culpa. —Haechan tocó su cuello con duda. —Nunca pensé que alguien pudiera entrar a mi mansión. Bueno, en realidad sí, sí lo sabía, tenía que ser un mago poderoso, alguien que pudiera distinguir las feromonas estando cerca y no se dejara convencer de un estúpido celo.
—Jeno y yo hubiéramos salido de no ser por Mark y por ti. —Jaemin mencionó. —Aun así, bueno, lamento lo que pasó. Tampoco pensé que me embarazaría y obtendría mi mordida en esa ocasión, pensé que sería algo más especial, no con personas que pudieran oírnos. —Se avergonzó.
—No es como si fueran discretos, tus gemidos se escuchaban por todo el vestíbulo. Mark se encerró en la biblioteca, no se escuchaba allí, así que no creo que haya problema, es algo natural que a cualquier persona le podría pasar. —Haechan mencionó. Luego bajó la mirada y luego la voz. —¿Alguna vez te preguntaste por qué la primera trampa eran feromonas y por qué salían del útero que me quité?
Jaemin había ignorado completamente ese tema, nunca le había prestado atención, solo quería el hechizo contra el corazón envenenado y ver si podían encontrar al mago de oro, no había otras intenciones, hasta que lo razonó mejor.
—No recuerdo si lo mencionaste. —Jaemin contestó con ternura.
Haechan pareció ablandarse y querer hablar de su pasado, a pesar de que Jaemin se sentía mal, quería tener tiempo para su amigo, quería escucharlo y quería ser eso, un buen amigo.
—Aquella obra. —Haechan mencionó. —Son cosas que borré de mi mente por el dolor que me causaban, tenía la edad de Winter cuando me embaracé por primera vez.
—¿Por primera vez? Pensé que había sido la única.
—No, solo fue la primera vez. —Haechan mencionó. —Mi cuerpo sufrió tantos abortos que cuando el mago de diamante me quitó el útero sentí un alivio maravilloso.
—Hae...
—¿Alguna vez has oído de cómo tratan a los "trofeos de guerra"? —Haechan murmuró. —Aquella época era tan diferente, no importaba cuántos años tuvieras, los omegas primigenios éramos tan pocos y se decía que teníamos el don de tener hijos fuertes y poderosos, dignos de tener un gran futuro. Me vendieron varias veces porque hubo personas que supieron suprimir mis poderes, al ver que mi cuerpo no podía engendrar y que siempre perdía a mis bebés, simplemente me intercambiaban.
—¿Cuántos hijos perdiste?
—No quiero mencionarlo. —Negó con la cabeza. —Solo sé que... odié cada uno de esos embarazos, odié a los alfas que los hicieron, odié mi suerte, odié todo de mí.
Jaemin se quedó callado, no sabía bien qué decir, estaba cansado y triste, estaba preocupado, realmente había pensado mucho sobre el tema.
—¿Tienes miedo? —Jaemin cuestionó con tono callado.
—Claro que lo tengo, vagué mucho tiempo solo, los magos vivimos más que los humanos normales. —Hizo una pausa. —Vi morir a la poca gente que me importaba, incluso siendo el mago más poderoso de la historia seguía siendo un premio por lo que los reinos se peleaban. —Hizo una pausa. —Entiendes que todo es mejor sin mí.
—Estoy feliz de haber conocido a Haechan, pero no descarto que Donghyuck también pueda ser mi amigo. —Jaemin mencionó tratando de levantarse, pero su espalda lo estaba matando.
—Yo no quiero salir del espejo. —Haechan dijo. —Me aterra tener que hacerle frente a todo. —Hizo una pausa. —En algún momento desee que la historia de los destinados existiera, quería tener un alfa, una familia normal, alguien que pudiera protegerme. —sonrió. —¿Recuerdas al señor Soo? ¿El de los comerciantes de Armagedón?
—Sí, ¿Qué tiene?
—Él es el destinado de la reina Kai, el día de su boda la rey Jennie atacó. —Suspiró en silencio y con tristeza. —Secuestró a Kai y le obligó a casarse con ella a cambio de la vida de su gente, no tuvo más remedio que hacerlo. Le dio dos hijos a una persona que no amaba por la seguridad de su pueblo, sin embargo la gente del mar sigue queriéndole y haciendo todo por Kai, están de su lado. De igual forma, él no puede dejar al rey Jennie por política. ¿Qué clase de vida es esa?
—Haechan, ¿Alguno de los fetos que tuviste llegó a tener nombre? —Jaemin preguntó.
—El primero. —Haechan mencionó. —Fue el que más creció. Se iba a llamar Jisung y lo perdí porque varios alfas abusaron de mí al mismo tiempo. ¿Por qué?
Jaemin quería llorar, él había tenido tanta suerte de tener un esposo que lo amara y que quería una familia con él, no se imaginaba al pobre de Haechan siendo un niño de la edad de Winter siendo abusado, llorando cada día soñando con morir por lo difícil que era su vida.
—Si yo llego a morir en la cesárea, ¿Podrías cuidar a mi bebé? —Jaemin mencionó.
—No vas a morir Jaemin, estoy preparado. —Haechan mencionó. —Encontré un hechizo para detener momentáneamente la magia oscura y de luz, tomará un tiempo, pero si sale bien aprenderla, ese hombre lo logrará...
—¿Ese hombre? ¿De qué hablas? ¿Puedo sobrevivir?
—Por supuesto, ¿En serio crees que te dejaré morir? —Haechan mencionó. —No puedo tener hijos, pero sí puedo ser el mejor tío. Eres mi mejor amigo y ustedes son mi hogar.
—¡Muchas gracias Hae! —Jaemin se levantó de su asiento para ir directamente al espejo, pero cuando se levantó sintió que por su pierna escurría sangre.
Haechan se preocupó y empezó a gritar.
—¡Siéntate! ¡Siéntate! —Le ordenó. —Háblale a Jeno por medio de un lazo. ¡Que traiga un doctor!
Haechan se sintió un poco perdido, Jaemin tenía siete meses, los "bebés" de Haechan nunca habían sobrevivido más de cinco meses, pero recordar la sangre que bajaba por sus piernas, el dolor de cólicos en su abdomen que dolían hasta el alma. Se sintió congelado. Había vivido tantas veces esa escena que sintió terribles ganas de vomitar.
Jaemin se sentó, le estaba doliendo el cuerpo de una forma terrible, gritó de dolor. Estaba tan enojado y empezó a llorar.
—¿Qué pasó? —Jeno llegó corriendo a la habitación.
Vio el rastro de sangre de Jaemin y lo cargó para acostarlo en su cama, sus manos empezaron a sudar, ver a su esposo sangrando mientras estaba embarazado hacía que un nudo en la garganta se le formara, ¡Malditos traumados con los embarazos!
—¡Con permiso! —El doctor entró a la habitación haciendo una reverencia, en cuanto vio a Jaemin revisó todos sus signos vitales y verificó la magia. —La magia dentro de él está luchando con la magia del bebé, tenemos que intervenirlo de urgencia.
—¿Ahora? —Jeno dijo sintiendo el sudor en sus manos.
—Sí, si no, es probable que los perdamos a ambos. —Dijo el doctor. —Debemos llamar a los doctores de magia blanca y sería bueno si pudiera venir el mago obsidiana. —Murmuró el doctor.
Jeno sintió nervios, la sabana donde estaba Jaemin empezó a mancharse de un color carmín que daba miedo, Jeno se sentía mareado, no sabía si era por los recuerdos de su último embarazo o por lo que estaba sintiendo Jaemin por medio de su lazo.
Jeno estaba a punto de experimentar una crisis nerviosa.
—¡Rey Jeno! —Haechan gritó. —Debería salir de aquí. ¡Vaya por los magos doctores! ¡Rápido!
—¿Vas con mi hermano? —Jeno preguntó.
—¡Sí! —Debían moverse, no podrían dejar a Jaemin en esa situación por mucho tiempo más, tenían que salvarlo a él y al alfa que nacería.
No podían dejar morir a ninguno.
Continuará...
Chapter 83: Capítulo LXXXIII
Notes:
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Chapter Text
Haechan no tenía muchas cosas que pensar, simplemente hizo lo que toda persona desesperada haría, ir con la persona que sabría solucionar sus problemas, extraño que esto sucediera una segunda vez.
Haechan apareció en la habitación del mago obsidiana, en su espejo, Mark estaba frente su escritorio, estaba cansado, pero no dijo nada, solo levantó la mirada y limpió lo que parecían ser sus lágrimas.
—¿Por qué estás aquí? —Mark parecía bastante triste y se negaba a ver el reflejo del espejo, se negaba a ver a aquel joven moreno del que se había enamorado, sin embargo su estado de alerta se activó. Haechan no iba a aparecer de repente. —¿Es Winter o Jaemin?
—Jaemin, al parecer su embarazo se complicó y lo van a intervenir.
—¿Ahora? —Mark cuestionó.
—Sí. —Haechan relamió sus labios. —¿Tuviste tiempo de estudiar?
—Lo tuve sí, pero es un hechizo difícil de controlar, también se lo pasé a los magos de luz que Jeno contrató, pero no sé si lo dominaron, prometieron hacerlo antes de que naciera el bebé. —Mark mencionó.
—Te necesitan allá. —Haechan dijo.
—Claro.
Mark se teletransportó al castillo, tanto él como Haechan podían viajar relativamente muy rápido. Mark entró a la habitación y vio que Jeno tenía una mueca de asco.
—¿Qué pasó?
—¡Mark! —Jeno se veía desesperado. —Dicen que los médicos que nos sugeriste están en un viaje de purificación aprendiendo un hechizo de luz, regresan la próxima semana. ¿Qué hago? —Se arrodilló. —No puedo perder a Jaemin, no puedo, Mark, necesito tu ayuda, por favor...
—Mi ayuda la tienes, Jeno. —Mark dijo ayudando a pararse. —Pero no es algo que podamos hacer solos. —Mark mencionó. —Y tú no me sirves en este estado.
—¿Qué hago? ¿A quién llamo? —Jeno dijo con evidente rostro de queja.
—¡Necesito que estemos listos!, hay una fuga de magia por el cuerpo de la reina, ¡Necesitamos empezar ya o será demasiado tarde! —Dijo el doctor. —Rey Jeno, ¿Cómo procedemos?
—Mierda. —Mark dijo cuando vio que Jeno se quedaba congelado y empezaba a llorar.
—Hazlo, ¿Qué esperas? —Haechan dijo con un tono molesto y poniendo los ojos en blanco. —Al parecer eso de que el príncipe iba a ser mayor era una mentira, si voy a salir del espejo por ese niño, me aseguraré de que sea ahora. —Le dijo a Mark.
Mark sonrió, sacó un pergamino viejo y arrugado y se lo mostró a Haechan. Para poder hacer el hechizo de extracción de ser, tanto un mago poderoso como el mago de oro debían de recitar las mismas palabras.
Mark y Haechan se colocaron frente a frente, tocando la mano y el reflejo del otro con suavidad, mencionando las palabras escritas, tanto al derecho como al revés.
Fue cuando el espejo de la habitación de Jeno y Jaemin empezó a brillar con fuerza. Mark tomó una mano, una mano que jaló con fuerza hasta atraerlo a él.
Lo jaló tan fuerte que Haechan cayó sobre Mark en el suelo. Fue rápido, pero el corazón de ambos latió tan fuerte, la piel del otro era cálida, su aroma era dulce, Haechan estaba nervioso, Mark podía verlo en sus ojos, moría por abrazarlo y olvidarse del mundo, lo tenía frente a él después de tanto tiempo soñando con encontrarlo.
—Necesitamos salvar a Jaemin. —Jeno jaló a Haechan y lo ayudó a ponerlo de pie.
Haechan y Mark tragaron saliva y se pusieron de pie, fueron a lavarse su manos, y la operación inició.
Jaemin ya estaba sedado. No se percataba de muchas cosas, estaba cansado y se estaba dando por vencido.
—Nana. —Haechan le susurró al oído, mientras Mark sacaba a Jeno de la habitación y se prometían que Jaemin no moriría. —Estoy contigo, vamos a atraer a ese bebé al mundo, ¿Ves? Ya logró cumplir la profecía de traerme de vuelta.
Jaemin pensó que estaba soñando, había medio escuchado, pero no podía abrir los ojos, sin embargo sintió una mano sobre la suya, era pequeña a comparación de la de Jeno y era suave, así que solo la sujetó.
—¿Sabes el hechizo? —Mark le preguntó a Haechan en una clase de coqueteo arrogante que solo ellos entendían.
—¿Quién crees que te lo enseñó? —Haechan mencionó con obvia coquetería. —Bien, mago de obsidiana, veamos quién es el mejor mago de la historia, ¿Crees que le podrás ganar al mago de oro?
El doctor aclaró su garganta, nunca pensó que el mago de oro estuviera atrapado en un espejo y que regresara para ayudar a dar a luz al bebé de la reina Jaemin. Mucho menos pensó que el mago de obsidiana también asistiría la operación del bebé real.
Ese bebé definitivamente sería un milagro.
—Vamos a iniciar. —Dijo el doctor.
El doctor tenía un asistente, quien era el que le pasaba los instrumentos médicos, a pesar de que la magia era fuerte, cuando Mark y Haechan se conectaron con la magia de Jaemin, era un caos. Mark ya lo había sentido, pero Haechan pudo entender la magnitud del problema.
Una combinación de cuerpo y alma que no congeniaban.
Una lucha de personalidad entre el viejo Jaemin y el nuevo Nana, Mark podía entenderlo bien, solo que las personalidades se rechazaban mutuamente.
—¡Ah! —El grito de Jaemin alertó a todos.
El doctor procedió, no era un grito de dolor, era de desesperación. Haechan y Mark usaron su magia para absorber la magia dentro de Jaemin, sostenerla para que no se juntara con la del pequeño bebé, sería un buen mago, Mark podía verlo, tenía una buena cantidad de magia y podría ser un mago que pudiera jugar con la luz y la oscuridad.
—¡Es bastante fuerte! —Mark mencionó.
—O quizá eres débil. —Haechan susurró.
—No, la parte oscura de Jaemin es más fuerte cada vez. —Mark dijo. —Debe darse prisa. —Miró al doctor.
—Lo hago. —Dijo el doctor.
Su asistente estaba nervioso también.
De repente entraron varias sirvientas, encabezadas por Ningning, quienes ayudaron en todo lo que el doctor necesitara.
Mark y Haechan no se podían mover, pero les limpiaban el sudor por el esfuerzo. El doctor suspiró y el llanto de un bebé se escuchó por toda la habitación rompiendo la tensión que todos sentían. Jeno también lo había escuchado, pero se debatía si entrar o no, no soportaría ver si tenía un hijo, pero el amor de su vida ya no estuviera en ese mundo.
Una sirvienta tomó al bebé y lo envolvió. Mark y Haechan seguían manteniendo a raya la magia mientras el doctor cerraba la apertura. En cuanto dijo que estaba cerrada, Haechan y Mark pudieron descansar.
El bebé lloraba, la sirvienta lo tomó entre brazos y se lo iba a llevar a Jaemin, pero fue Haechan quien lo sostuvo primero.
Tembló al ver lo pequeño que era, para ser un sietemesino se veía demasiado bien, lloraba y respiraba bien, solo que era demasiado pequeñito. Haechan sonrió con nostalgia y no pudo evitar querer llorar, miró a Jaemin, pero sin querer sus ojos chocaron con los de Mark y tuvo... Tuvo algo...
Una especie de culpa, miedo y suciedad que no podía evitar tener, era un omega usado que no podría darle una familia a la persona que más deseaba.
Mark tragó saliva y se acercó a ver al bebé. Una de las sirvientas salió a avisar al rey que la operación salió bien y que tenía un niño.
Jeno entró rápidamente, no observó a Haechan ni al bebé, solo corrió a arrodillarse junto a la cama donde estaba Jaemin, para tomar su mano.
—Nana, ¿Estás bien? —Dijo el rey con adoración en su mirada.
—S-Sí, solo estoy cansado. —Jaemin dijo sin abrir sus ojos.
—¿Él estará bien? —Jeno le preguntó al doctor.
—Sí, lo estará, al menos físicamente, con la eliminación de la oscuridad en su cuerpo también podría volver a hacer magia en unos años, pero sí hubo un problema, la matriz de la reina sufrió mucho con todo el estrés, por eso necesitaba expulsar la nueva fuente de magia y se adelantó, tuvo un desgarre, así que lo mejor fue quitarla, la reina Jaemin no podrá tener bebés más adelante.
Haechan tragó saliva, la última vez que él oyó esa noticia, fue golpeado y humillado porque para lo único que servían los omegas era para reproducirse, los omegas perdían el valor al no ser útiles para su alfa.
—Está bien, ya tenemos dos hijos. —Jeno sonrió. —Pero Jaemin estará bien ¿Cierto?
—Sí, se recuperará en unas semanas. —Dijo el doctor.
—¿Escuchaste eso? —Jeno le dijo a Jaemin tomando su mano con fuerza y besándola con devoción. —Estarás bien, estaremos bien. —Evitando sonreír sin que las lagrimas chocaran con sus labios.
Jaemin asintió, estirando su mano en dirección a su bebé.
—Jisung... —Dijo en un murmullo leve.
Jeno, Mark y Haechan observaron al bebé, Haechan sintió que el mundo se le venía abajo cuando escuchó el nombre y solo apretó más al pequeño bebé llorón. Su Jisung podría haber llegado al mundo con unos padres que lo amarían y le darían todo lo que quisieran.
—¿Jisung? —Jeno preguntó con felicidad. —¿Ese será su nombre? Me gusta. —Dijo pidiéndole al bebé a Haechan.
Haechan tragó saliva y le dio al pequeño bebé. Luego observó cómo Jeno se acercaba a Jaemin y le decía que su hijo estaba bien, que era pequeño, pero que estaba sano, Jaemin solo asentía.
Pronto se escucharon las campanas del templo y los fuegos artificiales, 05 de febrero, el día en que la reina Jaemin le dio un heredero a Wonderland.
—Jisung es un bonito nombre. —Mark dijo viendo a su medio hermano. —Felicidades.
—Gracias. —Jeno dijo cargando a su bebé y viendo a los otros dos magos. —Gracias por salir del espejo y por venir desde tan lejos, sin duda, gracias por querer tanto a Jaemin.
—¿Cómo no hacerlo? —Haechan sentía que iba a llorar si se quedaba allí. —Creo que es hora de que vuelva al espejo.
Mark y Jeno miraron a Haechan como si le hubiera salido una tercera cabeza.
—¿De qué hablas? —Jeno preguntó.
—Sí, no puedes hablar en serio.
—Estoy hablando muy en serio. —Haechan murmuró.
—Hyuck. —Mark lo sostuvo de la mano y lo miró con mucha preocupación. —No hagas esto.
Haechan sentía un nudo en la garganta, la mano de Mark quemaba en su piel, se sentía tan atraído a él, quería abrazarlo, quería besarlo, quería terminar de hacer lo que no pudieron en la mansión, definitivamente ellos eran el dúo más poderoso del nuevo imperio.
—Quédate en la habitación de Jaemin, mañana que se mejore sin duda querrá verte, por favor. —Jeno casi suplicó.
—Tengo años sin dormir y años sin comer, años sin tener mi celo, no sé cómo reaccionará mi cuerpo si me quedo aquí. —Haechan mencionó. —Lo mejor es que regrese a mi mansión.
—Iré contigo. —Mark dijo. —No me voy a separar de ti, no importa si dices que soy un acosador, de verdad no me importa, no dejaré que vuelvas al espejo.
—Haz lo que quieras. —Haechan mencionó y dio la vuelta abriendo la puerta.
Pero cuando la abrió se llevó una enorme sorpresa, la pequeña niña lo veía desde abajo, recordaba a Winter siempre viéndolo a la cara, pero realmente era bajita para su edad, una bonita omega con facciones marcadas y dócil.
—¿Haechan? —Ella dijo con la boca abierta del asombro.
—¡Wintercita! —Haechan sintió un escalofrío de felicidad y la abrazó con fuerza, ella correspondió el abrazo con ganas de llorar. —¿Qué haces despierta? ¡Vienes a ver a tu hermanito?
—¿Mi mamá? —Ella gritó separándose del mago, estaba muy preocupada.
—Está bien, ambos están bien. —Haechan dijo tomando su mano, y entrando de nuevo a la habitación.
Los ojos de Winter y Jeno se cruzaron y el adulto sonrió con ternura, todo había salido bien dentro de lo que cabía, Winter se acercó a la cama y observó que Jaemin dormía, luego Jeno le mostró a su nuevo hermano.
—Me gusta el nombre de Jisung. —Dijo cuando Jeno mencionó el nombre que Jaemin le había puesto. —Estoy feliz. —Sonrió viendo a su tío. —Nuestra familia crece más y más.
Y Haechan ya no pudo irse después de eso.
Continuará...
Notes:
Estamos a dos capítulos de terminar, y como dije en capítulos pasados, el día 2 de septiembre se cumple un año de haber comenzado a escribir esta historia, por ende, el próximo capítulo será publicado el próximo martes 2 y termináremos el jueves 4 de septiembre, de nuevo, gracias por todo el amor y cariño que le tienen a esta historia, gracias por guardar a "Jaemin in Winterland" en sus bibliotecas y en sus corazones.
Nos leemos el próximo martes.
Chapter 84: Capítulo LXXXIV
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
A la semana de dar a luz, la reina Jaemin estaba demasiado cansado, pero había conocido a su bebé, no podía creer que algo tan pequeño hubiera nacido de él, en su mundo los hombres no podían parir, un hombre no sería capaz de soportar el dolor de sentir que se le quebraban los huesos, no sabía siquiera cómo soportó, supuso que solo era el cuerpo de un omega.
Se sentó en la cama y observó a su pequeño bebé, había tenido un golpe de esperanza, la mirada de Haechan había cambiado cuando escuchó el nombre del bebé, de hecho, todavía no hablaban, Haechan iba todas las madrugadas, cuando Jaemin se supone que estaría dormido.
Le pedía permiso al rey Jeno y usaba su magia a de luz para poder curar más rápido a Jaemin, Jaemin lo agradecía al día siguiente, pero Haechan no quería verlo, le huía, y aunque Jaemin pidió verlo, Haechan no asistía a su habitación, ni siquiera para ver a su "sobrino".
El bebé comenzó a llorar y Jaemin se vio en la necesidad de llamar a Ningning para que se lo llevara, una parte de él sabía que no era moralmente correcto, pero los nobles no criaban a sus hijos, para eso tenían nodrizas e institutrices, lo cual era conveniente.
Jaemin no sabía ni siquiera cómo podía darle leche a su bebé, y sus pectorales habían crecido tanto que literalmente podría amamantar si se lo propusiera.
Esa noche oyó la puerta, se hizo el dormido, pero se sorprendió que no fuera Haechan, era Jeno, venía a solas. Jisung se calló y Jaemin comenzó a jugar con él.
—¿Por qué no vino contigo? —Jaemin le preguntó.
—Sabe que no estás dormido y no lo tomes personal, está evitando a todo el mundo menos a Winter, Mark está frustrado. —Jeno soltó una risita. —Creo que espera que te puedas levantar, dice que ya puedes hacerlo, solo tendrás molestias, pero que tu cuerpo está reaccionando bien.
—Considerando que no volveré a pasar por esto, me siento bien. —Jaemin sonrió. —No querrás más hijos, ¿Verdad?
—¿Alguna vez di a entender que quería más hijos? —Jeno le preguntó mientras se ponía su pijama y se acomodaba a un lado de Jaemin a pesar de que no dormía en la misma cama hasta que Jaemin se sintiera mejor.
Jeno solía dormir en el sofá al lado de la cuna de Jisung, se estaba esforzando en ser un buen padre y esposo. Quería que Jaemin estuviera mejor y se recuperara cuanto antes, de todas maneras fue su culpa que se hubiera embarazado cuando no debía.
—De hecho, Jisung estuvo de más. —Jaemin negó con la cabeza. —¿Cuántas veces le dijimos a Winter que ella sería la única heredera?
—Fue antes de saber que era la destinada del príncipe Karina. —Jeno soltó un suspiro. —Siempre creí que Winter sería la reina de Wonderland, que la llevaría al poder a pesar de que pudiera ser una omega.
—Quizá en el futuro Jisung tenga hijos omegas. —Hizo una pausa. —Y los pueda dejar en el trono. Solo para demostrar que no se necesita ningún alfa para llegar lejos.
—Me agradaría que eso sucediera; pero nuestro bebé solo tiene una semana de nacido, no está confirmado que será un alfa, o que se casará, o si podrá usar magia. —Jeno sonrió con ternura mientras tocaba la frente de su bebé que empezaba a bostezar.
—Solo el tiempo lo dirá. —Jaemin sonrió también.
El futuro podría traer muchas cosas, misterios e incertidumbres, pero había algo que todos sabían muy bien y era el hecho de que la historia de Jaemin en Wonderland, apenas estaba empezando.
[...]
Haechan jamás pensó que ese día llegaría, un día en donde usara la ropa de Jaemin, ropa que le quedaba un poco floja porque Jaemin era más alto y era un poco más musculoso. Estaba sentado en la mesa del kiosco del jardín, mirando a su derecha, observando a Winter con un hermoso vestido azul y el cabello recogido, de su lado izquierdo estaba Jaemin con un traje rosa que hacía que sus mejillas se vieran más sonrojadas de lo que realmente eran, y al lado de Jaemin, en un cunero estaba Jisung.
Jaemin tomó un sorbo de su jugo y soltó un suspiro. Winter hizo exactamente lo mismo y Haechan simplemente pensó que esos dos, a pesar de no tener lazos de sangre, actuaban igual.
No por algo eran sus mejores amigos.
—¿Y bien? —Jaemin preguntó observando al moreno con la ceja levantada.
—¿Y bien qué? —Haechan cuestionó sin entender. —¿Ya te sientes mejor? —Preguntó.
—Sí, gracias a ti, gracias por ir todas las noches a curarme. —Jaemin mencionó. —De nuevo, gracias por salir del espejo por mí... O por Jisung, su nombre es la forma que tengo de agradecerlo.
—Es un nombre lindo. —Haechan murmuró. —Aunque no tenías que hacerlo. Son cosas que ya quedaron en el pasado.
Winter observó a su mejor amigo y soltó un bufido.
—Haechan, si dices que son cosas del pasado, ¿Por qué te siguen pesando? —Winter murmuró. —Mamá y yo organizamos esta fiesta de té porque era mi sueño poder estar juntos comiendo un desayuno, son mis personas favoritas, y no lo cambiaría, realmente soñaba con que salieras del espejo y nos convirtiéramos en mejores amigos en este mundo.
—Ya lo somos. —Haechan mencionó.
—Pero quieres regresar al espejo. —Jaemin mencionó.
—Tenía más poder, podía moverme de un lado a otro, podía no dormir o no comer, me enteraba de todo, podía buscarlos si algo pasaba. —Declaró.
—¿Y ya no puedes hacerlo? —Jaemin preguntó. —Un hechizo para seguir viendo los espejos a pesar de no estar dentro de ellos. —Jaemin mencionó. —¿Qué tiene de malo dormir o comer? ¿No puedes ponernos un hechizo de rastreo en la piel?
—Sí, si puedo. —Haechan dijo. —Puedo hacer cualquier cosa que puedan imaginar. Menos devolverte a tu mundo. —Le dijo a Jaemin.
—Yo no quiero volver, éste es mi mundo ahora, ésta es mi familia y éste es mi hogar. —Jaemin le dijo mirando al moreno con tristeza. —¿O quieres ir a mi mundo a ver si allá encuentras la felicidad?
—¿Qué es ser feliz para ti, tío Haechan? —Winter murmuró y Haechan se sintió extraño de que le dijeran "tío".
—No sé si tengo derecho a ser feliz, Winter. —Haechan dijo. —Ya fui muy feliz como Haechan, no quiero volver a ser Donghyuck, todo el mundo siempre espera algo de Donghyuck, pero nadie lo recuerda como un "mago de oro", sino como un omega primigenio que no pudo mantener a las personas que amaba con vida.
Jaemin y Winter se quedaron sin decir nada, Haechan sin duda era sarcástico, divertido y no le importaba nada, sin embargo, Donghyuck era una persona que tenía tanto miedo y se sentía culpable, que pensaban que sí podían ser personas completamente diferentes.
—¿Quieres que busquemos a alguien que te pueda borrar la memoria? —Winter cuestionó.
—No. —Haechan mencionó. —Yo, no creí que quisiera recordar cosas. —Frunció sus labios. —Después de haber tomado la decisión de desaparecer, borré mi memoria, dejé hechizos en el mundo al azar, inclusive el de extracción de ser como una hoja en blanco, porque solo los magos poderosos sabrían que la hoja tenía un hechizo de sangre, y se darían cuenta que el texto estaba al revés. Aunque nunca pensé que alguien conocería mi historia como para adivinar qué día se abriría mi mansión. —Soltó un suspiró. —Así pasaron varios siglos.
—¿Te gustaría volver a ser un espejo? —Jaemin preguntó.
—Sí, pero al mismo tiempo no, no lo sé, tengo mucho miedo de ser humano, de volver a ser el mago de oro y de ser un omega primigenio... ¿Y si vuelvo solo para ser miserable de nuevo?
—No creo que eso pase. —Jaemin tocó la espalda de Haechan tratando de consolarlo. —Creo que nadie nos prepara para cosas que no conocemos. —Jaemin sonrió. —Tú tienes miedo de ser feliz y yo tengo un terrible miedo de ser madre, sin embargo, aquí estamos, tengo un hijo y tú saliste del espejo y estás rodeado de personas que te quieren.
Haechan hizo una muequita y Winter tocó la mano del mago de oro para darle a entender que ella seguía de su lado y que lo acompañaría pasara lo que pasara.
—¿De qué sirve un omega primigenio si no puede siquiera tener decendencia? —Haechan suspiró.
—Eres mucho más que un omega, Haechan. —Winter le dijo. —Y creo que lo sabes, sí, los omegas tenemos una condición de debilidad, no tenemos mucha fuerza física, pero con nuestro poder social podemos cambiar eso. Yo ya no tengo miedo de ser una omega.
—¡Eres el mago más grande de toda la historia! ¿De verdad crees que ser omega importa? —Jaemin le regañó.
Haechan se rascó con algo de pena.
—Eran otros tiempos, ayudé gente, pero a veces esa misma gente era quien me delataba, muchos deseaban el poder que tengo. —Haechan mencionó.
—¡Pero es otra época! —Winter dijo. —Sé que ha cambiado, quizá no tanto como quisiéramos, pero...
—¡Tienes a la familia de la capital del Imperio para protegerte! —Jaemin dijo con dignidad. —Eres el mejor amigo de la reina y de la princesa, un elemento importante para el rey, el protector y salvador del pequeño príncipe y el omega destinado del mago de obsidiana. ¡Puedes vivir tu vida y abusar de nosotros!
—Jamás abusaría de ustedes. —Hizo una mueca. —Y sobre... —Ni siquiera pudo decir el nombre de Mark.
—Deberías hablarlo con él, incluso si se pone en nuestra contra, sé que mamá podrá razonar con él. —Winter dijo.
—Ah, no creo que se ponga en nuestra contra, Mark es una buena persona y te apoyará. —Jaemin miró a Haechan y le acomodó el cabello. —Solo habla con él y sean sinceros.
Winter sonrió con cariño a Haechan y lanzó un suspiro.
—La mayoría de los omegas de esta familia encontramos buenos alfas. —Ella dijo con seguridad. —Tengo un buen presentimiento de eso. —Ella sonrió. —Ahora tomemos el té, siempre quise una fiesta de té con ustedes dos.
Jaemin solo asintió mientras acariciaba la cara de su bebé pequeño y dormilón, así mismo Haechan lo veía con mucho cariño, quizá después de la hora del té podrían dar un ligero paseo y jugar los cuatro juntos, sonaba a algo que Haechan siempre deseó.
[...]
Mark era un acosador, Haechan lo sabía porque no había momento del día en el que el mago de obsidiana no supiera dónde estaba. Mark era el encargado de que en un arranque de miedo, Haechan se metiera en el espejo y se perdiera durante otros tres siglos.
Aunque Haechan sabía que Mark lo seguía, porque lo hacía obvio, no le dijo nada, lo ignoraba olímpicamente, excepto esa noche.
Tocó la puerta con algo de vergüenza, en sus tiempos, si un omega visitaba la habitación de un alfa soltero por las noches, su reputación estaría arruinada, sin embargo, Mark abrió rápidamente la puerta.
—Adelante. —Dijo con suavidad.
—¿Me esperabas? —Haechan dijo como si no fuera obvio que tarde o temprano buscaría a Mark.
—Siempre. —Mark contestó con el tono más firme que pudo para no demostrar que moría de nervios.
Hubo silencio entre los dos, ninguno abrió la boca, ninguno habló, solo se quedaron viendo, Mark esperando a que Haechan rompiera el silencio, siempre le dejaría hablar y defenderse, no quería orillarlo y espantarlo, quería que le tuviera confianza y pudiera abrirse con él.
—No puedo tener hijos. —Haechan mencionó. —No tengo educación para ser considerado de la nobleza, no soy un omega que pueda ser amo de casa, me emociona la magia, de hecho, me emociona mucho ser el mago más fuerte de la historia. —Frunció los labios. —No quiero perder eso.
—No puedo imaginar cómo podrías perderlo. —Mark mencionó. —No quiero hijos, renuncié al trono, soy un alfa que adora meterse en cosas que no le importan e investigar, me emociona la magia, y de hecho, me emociona poder quitarte el título del mago más fuerte de la historia. —Le sonrió con una evidente coquetería que Haechan se puso nervioso.
—Necesito tiempo. —Haechan mencionó.
—Te lo estoy dando. —Mark mencionó. —Es difícil luchar contra mí mismo, quiero abrazarte, poseerte, marcarte, pero respeto quién eres y lo que quieres.
—Lo sé. —Haechan mencionó. —Por eso quería decírtelo, sí quiero. —Mencionó con algo de vergüenza. —Pero dame tiempo.
—Haré mi mejor esfuerzo. —Mark mencionó. —Pero no huyas de mí, de nosotros, de Wonderland, de nuestra familia. —Dio sus discurso. —El espejo refleja tu verdadera personalidad, pero no hay mejor forma de tenerte aquí y vivirla, vivir como realmente eres.
Y Haechan solo asintió. Definitivamente quería ser él mismo, una mezcla entre Haechan y Donghyuck, una que sabía que sin duda estaba enamorado del príncipe Mark, el mago obsidiana.
Continuará...
Notes:
AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH *INCIIA SU DISCURSO GEI* Estamos a punto de terminar y yo no puedo estar más agradecida, hace un año esta historia estaba iniciando y no creí que fuera a llegar tan lejos (No sé por qué pero por alguna razón se me da bien escribir nomin con MH de secundarios, guiño a Guardians Work it o a Mr. Lee), realmente en marzo del año pasado estaba llorando por el fallecimiento de mi abuelo, una amiga de CDMX salió conmigo, me recomendó una fic y yo le hablé de la idea de un Jaemin renacido en un mundo omegaverse, no puedo creer que una pequeña idea de marzo, se materializara en septiembre y después de un año de publicación lo estemos culminando.
Sé que se van a llevar una gran sorpresa en la parte dos que es un Jichen, así que con todo el amor del mundo, gracias por apoyarme en todos los escritos que he hecho, los que me conocen saben que llevo 7 años escribiendo sobre NCT y que han estado en la mayoría de mis historias, no saben lo mucho que les agradezco, de verdad...
Espero que mis historias sigan haciéndoles sonreír, llorar, sacándoles de su realidad al menos por unos minutos, haciéndoles creer en mundos nuevos y en que el amor existe <3
Nos leemos el próximo jueves para el gran final!
Chapter 85: Epilogo
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Karina observó a Winter, y ambas sonrieron con picardía. Si no fuera porque Haechan ya vivía allí, sin duda ellas se estarían quedando en la misma habitación sin que Jeno o Jaemin se enteraran, sin duda, al menos ahora estaban solas y podrían hablar.
—¿Cómo te va con tu pequeño hermano? —Karina preguntó.
—Me encanta. —Winter dijo. —Llora mucho, pero se calma cuando lo cargo, además le encanta que le hagan caras graciosas.
Karina se quedó en silencio y soltó un suspiro.
—¿No estás un poquito celosa? —Ella preguntó. —No me refiero al trono, sino a... Bueno, lo sabes.
—No lo sé, creo que sí puedo sentirme un poco celosa, yo no tuve mamá. —Winter mencionó. —Veo cómo mamá Nana le habla a Jisung y se me hacen agua los ojos, pero no puedo culparlo, es su hijo, nació de él, lo único que hice yo fue llevar a mi madre a la muerte.
—No quise que pensaras en eso Winter, lo siento. —Karina mencionó rápidamente abrazando a su novia.
—No tienes que disculparte, quizá hace un año hubiera llorado mucho, pero ahora me siento bien, me siento querida por mi familia, sé que no soy hija biológica de Nana, pero me ama igual que a Jisung y es algo que agradezco, siempre fue mi héroe personal. —Ella dijo con cierta nostalgia. —Sí, estoy celosa de Jisung, pero Haechan o mamá siempre hacen que ese pensamiento se vaya.
—Me alegra mucho. —Karina dijo. —Me sorprendió ver que Haechan estaba fuera del espejo.
—Hace lo mejor que puede, va a estar cuidándonos toda tu estancia aquí. —Hizo una pausa. —Incluso no dudes que se haga profesor para cuidarnos en la escuela. —Soltó un suspiro.
—Desventajas de ser la consentida. —Le dio un beso en la mejilla. —Por cierto, ¿Ya te dije que luces hermosa? —Preguntó. —Es nuestro primer baile juntas después de tu cumpleaños, al fin somos un Imperio.
—Conformado por reinos, es algo extraño, ya que las tierras no fueron conquistadas, sino por votación. —Winter sonrió. —Me gusta más así, solo que no quiero que los otros reinos se subleven.
—La armada de Armagedón protegerá a Wonderland. —Karina dijo con seguridad. —Aquí está la novia del príncipe, y futura reina de Armagedón. —Suspiró.
—Papá dijo que nos comprometerá dentro de un año, estoy esperando que ese día llegue. —Winter mencionó.
—Yo también. —Karina mencionó. —Prometo que jamás dañaré tu corazón y trataré de protegerte.
—Lo sé. —Winter dijo robándole un pequeño e inocente beso a su novia.
—Bueno, señorita, ¿Me permitirá ser su acompañante para este baile? —Cuestionó el príncipe Karina con una sonrisa.
Y Winter solo asintió tomando la mano de la otra, ambas tendrían que salir de la habitación e ir al salón principal donde se llevaría a cabo el nombramiento del rey Jeno como emperador; evidentemente después de hacer tantos trámites en el templo y llegar a un acuerdo con los otros países.
El rey Jaehyun fue el que menos beneficios tuvo a la hora de que Wonderland se convirtió en un reino, si le preguntaban, él estaba ansioso de conocer a su omega destinado, pero no podía dejar pasar más tiempo, su hermano menor ya había tenido un hijo, pero él no. Si la princesa Winter se quedaba con Wonderland, el príncipe Jisung se podía quedar en el trono de Dreamland.
Debía tener hijos pronto, aunque fueran ilegítimos; empezaría a buscar pronto.
Y vaya que Jaehyun no entendía cómo era posible que no se hubiera casado, las señoritas y los jóvenes omegas lo rodeaban con devoción, ¿Por qué era tan difícil para él intimar con alguien a quién no quería?
—Rey Jaehyun —Dijo el ministro del tesoro nacional de Dreamland. —Ahora que su hermano es la emperatriz, sería bueno que Dreamland tenga una reina, ¿Podría presentarle a mi hija?
—Por el momento no estoy interesado. —Jaehyun dijo asintiendo y con una noble sonrisa.
—Piénselo, si no tiene herederos pronto, ¿Quién se quedará en el trono de Dreamland? —Dijo el ministro.
—Rey Jaehyun, por favor, también considéreme a mí como candidata a ser su pareja. —Dijo la hija del vizconde de Armagedón. —Estoy muy interesada.
Y un montón de señoritas y omegas se acercaron al rey Jaehyun, aunque el rey Jaehyun no fue el único al que los omegas rodeaban como zopilotes ante su presa.
—Príncipe Mark, es tan extraño verlo en las fiestas de Wonderland, siempre pensé que no estaba interesado en los asuntos del trono. —Dijo un omega bastante bonito, hijo del barón Kang.
—No estaba interesado porque querían dejarme a mí como heredero, pero ahora, con el nacimiento de mi sobrino, el príncipe Jisung, puedo relajarme. —Mark contestó viendo al joven.
—Todavía es muy pronto para saber si el príncipe Jisung será un omega o un alfa, escuché que es sietemesino y es muy pequeño, puede que sea la apariencia de un débil omega. —Dijo el varón. —Si se termina casando con un alfa, éste se lo llevará a su reino, tal como dicen los rumores que pasará con la princesa Winter, he escuchado que es la destinada del príncipe Karina.
Mark levantó las cejas, la información sin duda era un lujo que muchas personas poseían, pero a la que no muchos debían acceder.
—Hermano, te estaba buscando. —La señorita Kang se acercó al omega, ella también era una, miró al príncipe Mark y le sonrió con obvia coquetería. —¿Estás molestando al príncipe? —Ella se inclinó frente a Mark y se disculpó. —Lamento si mi hermano le ofendió, príncipe.
Sin duda los Kang eran bellezas, Mark recuerda haber visto a Seulgi y era bonita, así como Yeosang y Mina, lo eran; pero no eran su tipo.
—No lo he ofendido. —Dijo Yeosang. —Solo hablamos de que el príncipe Mark debería tener hijos para fortalecer el linaje real del imperio de Wonderland.
Mark soltó una risa.
Para él no había necesidad de tener hijos, el imaginar que gente aprovechada pudiera lastimarlos o usarlos para llegar al trono, le dolía. Jeno no era así, Jaemin tampoco, ni Winter, pero él creció siendo perseguido por la exreina Yoona, solo para que su hijo llegara al trono. No quería que nadie persiguiera a sus hijos y murieran en fuego como lo hizo el antiguo Mark.
No necesitaba herederos.
Con Jisung bastaba.
—Te estaba buscando ¿Está todo bien, cariño? —La voz de aquel omega interrumpió la conversación, entre lanzando su brazo con el de Mark, Mark se sorprendió, pero luego sonrió con diversión y se dejó llevar.
—Por supuesto. —Mark sonrió con diversión. —Te presento a Kang Yeosang y a Kang Mina, son tíos de nuestra Winter. —Mark sonrió. —Les presento a mi prometido, Haechan, el mejor mago de la historia.
Mina rodó sus ojos, no sabía que el príncipe Mark ya estaba comprometido, incluso Haechan desconocía esa información, solo apretó más su brazo en el brazo de Mark para castigarlo por decir mentiras.
—Pensaba que el mejor mago de la historia era el mago de oro. —Yeosang mencionó. —Aunque dudo que el mago de oro sea más habilidoso que usted, príncipe, su trayectoria lo precede.
—Oh, yo soy el mago de oro. —Haechan dijo con seguridad. —Seguramente pensarán que debería verme más viejo, pero ciertamente soy bueno con la magia, además de ser un omega primigenio. —Sonrió. —Es un gusto conocerlos, pero debemos irnos, me llevaré al mago de obsidiana, con permiso.
Haechan jaló a Mark y caminaron entre la gente, Haechan parecía molesto y Mark se veía divertido.
—Es diferente verlo en el espejo a en persona, pensé que nadie te quería, pero ver a omegas coquetearte para escalar socialmente, me enferma. —Haechan se enojó.
—O sea, estás celoso. —Mark sonrió.
—Claro que sí. —Haechan mencionó. —Nunca te atrevas a dañar mi corazón ni a engañarme, ¿Entiendes?
—Nunca lo haría. —Mark contestó. —Me gustas, Haechan.
Ya no se refería a él como Donghyuck, para él ya era Haechan, y sabía que ayudar a mantener a esa identidad lo ayudaría bastante.
—Que irritante eres. —Haechan le dijo a Mark con un fingido desdén. —]Invítame a bailar, debemos de demostrarle a todos que el mago de oro regresó, y que estoy comprometido contigo.
—Esa fue una pequeña mentira. —Mark dijo. —Déjame al menos pedirlo con algo de decencia.
—Bien, esperaré. —Haechan mencionó. —Tú ya esperaste bastante.
Mark tomó la mano de Haechan y lo sacó a bailar, acomodándose a un lado de la princesa Winter y el príncipe Karina.
Pocos minutos después. Aparecieron las estrellas de la noche.
—Atención, entrando el emperador Jeno y la emperatriz Jaemin de Wonderland. —Dijo el guardia de la entrada.
Toda la gente observó a la pareja real que acababa de tener un bebé, esa misma mañana habían presentado al príncipe Jisung al templo, por ende ya era reconocido como un bebé imperial. Ahora el nene estaba dormido en su habitación cuidado por Ningning.
Jeno estiró su mano y tocó la mano de Nana, esa piel que tanto miedo le dio tocar por tanto tiempo, su enfermedad ya no estaba, ya no estaban aquellos recuerdos tristes ni los recuerdos que lo asustaban, ya no estaba su madre, ya no estaban las cadenas que atrapaban al rey, porque podía sentir en la palama de su mano la libertad.
Bajaron las escalinatas como si fuera un cuento de hadas, como a los que a Jaemin le gustaba leer, un montón de cuentos que se habían mezclado en una misma historia, Peter Pan, La sirenita y su menos favorita, pero con la que menos se identificaba: Blanca Nieves.
—Nana, ¿Me permites esta pieza? —Dijo Jeno con un tono solemne y educado.
—Por supuesto, mi emperador. —Jaemin sabía bien la etiqueta, además moría por decir el título nobiliario de su esposo.
Jeno sonrió por bajito y empezaron a bailar.
Ya casi nadie se acordaba de los errores de ambos, de la saña que se tenían, un antiguo Jaemin que buscaba embarazarse de cualquier forma y un frío rey que jamás se atrevería a tocarlo por una enfermedad, más bien trauma, provocado por los omegas.
Ya Winter había guardado a Copito dentro de sus recuerdos como una memoria de su madre sin saber que había sido el rey Jeno quien lo compró, porque ahora tenía una madre de verdad que podría acompañarla en cualquier decisión que tomara en la vida.
Ya nadie se acordaba del incidente de Año Nuevo del año pasado, Winter deseando por una vez ser más fuerte y que no la protegieran, quería ser ella quien pudiera devolverle todo lo que Jaemin había hecho por ella. Nadie recordaba las palabras de aquel espejo que ayudó a llegar a ellas.
Nadie se acordaba de que el antiguo Jaemin probablemente ya estaría reunido con su verdadero destinado y verdadero amor. Probablemente ya nadie recordaría a la "princesa de corazones" porque Jaemin ya no sabía envenenarlos ni curarlos, ahora solo se preocupaba por mantener el suyo intacto, y quizá, de forma figurativa, entregárselos a quienes amaba.
Ya nadie quería recordar a la exreina Yoona después de que Mark declaró que el incendio donde murió su "madre" también había sido provocado por aquella mujer, nadie quería que el poder se volviera algo tan retorcido, al menos no en este nuevo imperio.
La reina Jisung y el rey Minho vivirían agradecidos infinitamente con Mark, incluso les presentaron al mago de oro y se aseguró que ninguno de sus hechizos pudiera dañar a más personas.
Ya no querían recordar la traición del rey Jennie, Karina se encargaba de ocultarlo bien y la reina Kai de controlar los susurros que provenían de su alma, aunque no se divorció pudo vivir en tranquilidad y amistad con su destinado, quizá cuando Karina se convirtiera en rey, apelaría a un divorcio, por mientras solo quería estar con su bebé y con su niña.
Mark también empezaría a hacer trato con los comerciantes, pues encontró mucho que ver en Lucid, y muchas cosas que le preocupaba también, pero dejaría que el tiempo dijera qué hacer, por mientras, sabía que tenía que disfrutar a Haechan, quería besarlo, marcarlo y desposarlo, no necesariamente en ese orden.
Con el tiempo, Karina y Winter fueron a la misma escuela, inaugurada por el emperador, donde no había personas que no supieran que las chicas estaban comprometidas, nadie se atrevía a acercarse con fines románticos, porque ellas se pertenecían a la otra.
Jisung creció bien, un niño sano, que realmente era pequeño, Jeno y Jaemin pensaban que sería un omeguita, pero también faltaba que llegara a los 12 y con ello, la adolescencia, quizá podría crecer más.
Así pasó el tiempo, para ser exactos, 8 años más...
Jeno parecía molesto y daba vueltas y vueltas por toda su habitación.
—¡No quiero! ¡Claro que no! ¡Es una niña! —Jeno le dijo a Nana con suavidad.
—Tiene 20 años y un noviazgo de 8 años. Además tú te casaste mucho más joven. —Jaemin mencionó, acercando su taza de té con magia, que ahora podía usar.
—Romperé ese compromiso. —Jeno dijo.
—No querrás que la Armada de Armagedón quiera conquistar Wonderland, ¿Verdad? —Jaemin dijo. —Ni que nuestra hija te odie.
—No quiero que se case, quiero que siga siendo pequeña. No quiero que cumpla la mayoría de edad y no quiero que se vaya. —Jeno dijo sentándose en el borde de la cama, Jaemin dejó su té y se acercó a Jeno para abrazarlo por la espalda y darle un beso en la mejilla.
—Nadie quiere que nuestros hijos crezcan. —Jaemin murmuró. —Pero sabíamos que este día iba a llegar. —Jaemin murmuró.
Jeno se acurrucó en el regazo de Jaemin y éste comenzó a jugar con el cabello del rey, Jeno podía parecer letal, con un ceño fruncido, carácter firme y recto, pero cuando se trataba de Jaemin, Jeno perdía la compostura y se comportaba como un fiel cachorrito.
Nadie imaginaría lo tierno y atento que podía llegar a ser.
—¿Y si hacemos otro hijo? —Jeno mencionó.
Jaemin soltó un soplido, miren que lo habían intentado por muchos, muchos años.
—Pero no puedo tener bebés. —Jaemin dijo con una sonrisa. Era un tema con el que Jeno solía jugar.
—Lástima, en un abrir y cerrar de ojos también podríamos dejar que Jisung se fuera. Si es así ¿Qué nos quedará? —Jeno dijo.
—Jisung no se irá. Jeno, nuestro hijo tiene 8 años, si encuentra a su destinado o destinada lo apoyaremos, sino, no pasa nada, él es el futuro emperador de Wonderland. —Jaemin sonrió. —Así como Winter es la futura reina de Armagedón; y ella es feliz con esa decisión.
—¿Y si me convierto en abuelo? —Jeno preguntó haciendo un puchero.
—Seremos abuelos consentidores, créeme que sí. —Le dio otro beso en la mejilla. —Sé que soltar a veces es difícil amor, pero así como yo sentí que esta historia era mía, donde yo era el protagonista, creo que es hora de que Winter haga su propia historia, su propio camino, que demuestre quién es, es hora de que ella empiece una vida lejos de nosotros, sin embargo, no quiere decir que la dejaremos de amar, sigue siendo nuestra hija.
Jeno lo entendía, pero a veces era tan difícil hablar sobre la fecha de la boda, una boda que ni siquiera se llevaría a cabo en el reino donde creció, sino en el reino donde Winter fue secuestrada, y aunque había pasado mucho tiempo y Jeno conocía a Karina, no podía evitar sentirse nostálgico y triste.
—Tienes razón, es momento donde nosotros también continuemos nuestra historia, una historia que quiero vivir contigo sin que tenga un final. —Jeno murmuró levantando su rostro y esperando recibir un beso de Jaemin.
Jaemin se agachó besando los labios de su esposo, porque su cuento en el que esperaban un final feliz, no llegaría, porque su historia no tendría fin, era un interminable "continuará", donde estarían juntos, viviendo y sintiendo cada parte del otro, amándose y valorando la presencia de todo.
Y Jaemin nunca pudo olvidar que si él no hubiera renacido en Wonderland, con su querida niña Winter, toda esta historia jamás hubiese sido narrada.
FIN.
Notes:
NO TENGO PALABRAS PARA DECIR CÓMO ME SIENTO, CADA VEZ QUE TERMINO UNA HISTORIA TAN LARGA NO PUEDO EVITAR CAER EN LA NOSTALGIA DE TODO EL TRAYECTO QUE HEMOS RECORRIDO, DESDE QUE EMPEZAMOS A ESCRIBIR HASTA QUE TEMRINAMOS DE PUBLICAR.
NO SABEN EL AMOR QUE LE TENGO A ESTA HISTORIA, Y REALMENTE AGRADEZCO MUCHO QUE HAYA LLEGADO AQUÍ, DESDE EL PRINCIPIO O EN EL TRANSCURSO, QUE SE QUEDARAN Y ESPERARAN EL FINAL.
ESPERO QUE "JAEMIN EN WINTERLAND" SE QUEDE EN SU CORAZONES Y QUE REGRESEN CADA VEZ QUE QUIERAN LEER ALGO LINDO, MUCHAS GRACIAS DE VERDAD POR DARME LA OPORTUNIDAD DE "ALEGRAS" O "DISTRAER" UNOS MINUTOS DE SUS DÍAS.
CON INFINITO CARIÑO, GRACIAS POR DARME LA OPORTUNIDAD DE LLEGAR A USTEDES CON ESTA HISTORIA, GRACIAS POR DARLE LA OPORTUNIDAD A ESTA HISTORIA HASTA AHORA Y NOS LEEMOS EN ALGUNA OTRA DE MIS OBRAS (O EN LA SEGUNDA PARTE QUE SERÁ PUBLICADA EN ENERO 2026)
CON TODO MI CARIÑO, DISCIPLINA Y DEDICACIÓN.
LISA LEE (dawnpanino)

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