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                                                                         01:27 a.m. - Zona Residencial Florida

-¿Estas seguro de que no será mucho problema, Bee? - Pregunta Sideswipe al joven autobot amarillo.

-Mira, si no hago ni un solo ruido, estoy seguro de que pa... digo, estoy seguro que Ratchet ni se dará cuenta que llegue y salí... puede que me evite el sermón que me va a dar. 

-Pero Bee... ¿Y si no solo esta Ratchet? - Agrega Grimlock, obviamente preocupado de Bee, ya que puede, a este punto de ser su compañero, como se comporta el ex-teniente.

-...- Bumblebee no había pensado en la posibilidad de que también podría estar "EL" en la casa. Eso hace que el joven bot amarillo se hunda mucho más en la silla del copiloto donde estaba sentado. Claramente, el hecho de pensar que no solamente podría ser Ratchet quien estaba ahora mismo en casa, pero nada menos que su otro padre, lo tenia un poco, por no decir, asustado. Ya se había enfrentado y discutido con este bot antes, pero no es algo que le agrade hacerlo, sobre todo...

Cuando ese bot es nadie más que Optimus Prime, su anterior líder y, aunque se engañara a sí mismo, su padre. Si bien Prime no fue quien lo engendro, sabe que lo considera como su retoño, también uno de sus aliados más preciados. Bumblebee entiende que, si alguien tiene que enojarse de verdad porque pone su vida en riesgo constantemente, ese es Optimus.

-¡Lo siento, no quería meter más presión!- Grimlock junta sus manos afiladas en una señal de disculpa.

- N-No es eso, Grim... solo... ugh, debo pensar en una posibilidad de que Optimus también este en casa... después de todo, ya tiene una relación formal con Ratchet.- Bumblebee mira el techo de la nave por unos segundos. - Es simplemente lógico que haya vuelto a casa... igual lleva dos días fuera...

-¡No te estreses, Bee!- Sideswipe golpea los hombros del joven Autobot. -Sabemos que Ratchet es estricto, pero no creo que vaya a separarte en partes pequeñas, así que no le tema a el, jajajaja.

-Pero que... Sideswipe, Ratchet no es un Medico violento, ¿que te pasa?

-Ya, si... pero los chismes pasan rápido.

-De todas las personas que lo conocen, ¡sabes que el solo se preocupa de que no nos volvamos a lastimar!- Bumblebee se cruza sus brazos. - Ratchet, además de Optimus, también desea la paz... de que vivamos en paz...- Bumblebee se levanta de su asiento, tomando el hombro de Sideswipe, para luego acercarse y darle un calido beso en la mejilla a su estimado -por no decir amado ya, Dinobot.- Por favor, lleva sano y salvo a Grimlock a su casa... y buenas noches, grandote. - Bumblebee se despide de Grimlock, antes de bajar de la nave.

Grimlock toca su mejilla donde recibió el dulce beso. Solo puede soltar una risita, mientras que sus tubos de aire lanzan unos pocas fumarolas de vergüenza y amor. A esto, Sideswipe solo le levanta el pulgar, a Bee.

Bumblebee finalmente desciende de la nave de su compañero, para que este se retire a solo cinco bloques lejos de su propia casa. La zona residencial donde Bumblebee vive ahora con sus "padres" es una únicamente para los Cibertronianos. No es algo que le agrade, pero al menos no estarán aplastando Terranos inocentes en medio de su paso, a diferencia de la gran ciudad y cerca de la zona de la Torre Costa-Nera: La mayor torre de observación de la ciudad de Chilix.

Bumblebee observa como la gran torre se alza hacia las estrellas. Por un momento piensa: ¿Como será ir más allá de estos paramos?



¿Habrá más planetas como Neo Cybertron?, ¿Como sería una alianza con los otros planetas y sus regentes gobiernos? 


Bumblebee deniega con la cabeza. Sabe cual es la respuesta y sabe que hay tanto razas buenas como razas malévolas. No es diferente al típico cuento que se le lee a los terranos de por si. Bumblebee tiene el honor de conocer a excelentes razas que están dispuestas a socorrerlos en caso de que ellos necesitaran, nuevamente, apoyo. Pero a su vez...

No entiende porque extraña el fuego y el caos de la guerra. Es mucho para su chispa. Algo que no puede sacarse de encima, por más paz que haya, a veces le parece un poco... sofocante. Un niño nacido en y para la guerra, un Autobot que lucho a tomo y lomo por la causa, como contra los Decepticons. Todos estos recuerdos inundan su memoria digital mientras se dirige a su casa, en silencio. Pero esto quema. La paz, la tranquilidad... no esta bien para el.  No lo entiende, debería estar feliz, sin embargo, siempre, desde que salvaron Cybertron del control de los Decepticons y de Cyclonus, siente que las cosas no volvieron a ser las mismas. Luego ver la tierra y Cybertron unirse en un solo mundo por una mala conexión de los puentes espaciales... Sobre todo... ¿Por que estaba pensando en Megatron cuando arranco su-?

-¡AH!- Bumblebee se da así mismo un puñetazo. Su cuerpo metálico, cada circuito y gota de energon de su figura estaba ardiendo tanto de la ira como el miedo mismo.  De todas las cosas que el joven autobot podía pensar ahora, ¿tenia que ser la memoria más dolorosa la que saliera de repente en sus memorias? Ese recuerdo... ese maldito recuerdo.

-Calmate, Bee... no es nada, no es nada... Solo estas cansado, solo es cansancio, nada más. ¡Estoy bien! ¡Estoy perfectamente bien! ¡Jajaja!- Bumblebee trataba de contenerse a si mismo. Lo menos que quería ahora es causar problemas en cuanto a sus emociones. Ya era un bot hecho y derecho, ¡maldita sea! y el sabe que debe gobernarse a sí mismo, es un adulto del que se espera nuevas cosas. El renuncio a su puesto como Teniente, ya que quería que Ratchet y Optimus estuvieran más aliviados con respecto a su bienestar, por lo que decidió dedicarse a los estudios de las nuevas formas de vida. Como dirían los terranos, esta en el ciclo de ser un universitario, estudiando algo que se consideraría una carrera, pero para un cibertroniano, solo es una rama de investigación de reconocimiento, de la cual Bumblebee se quiere especializar: Estudio de las nuevas especial tecno-orgánicas o organismos de metal y carne que empezaron a nacer desde la unión de los dos planetas: Los llamado Anibots, razas que si bien son más duraderas que un organismo de carne, aun son afectados por la edad. Bumblebee realmente se ha fascinado por estas criaturas y sabe que su rareza vale peso entre el mercado negro interestelar. Como investigador -y en cierto sentido, su deber como un ex teniente-, debe cuidar a estas razas protegidas, para dar una explicación a su existencia.

Pasado unos minutos, ya Bumblebee empieza a dar pasos mas leves, tratando de que su peso metálico pase desapercibido por los canales auditivos de cualquier bot que quisiera o pudiera escucharlo. Girando en una de las esquinas de unas murallas, se ve una casa de dos piso, con varias extensiones de ventanas, así como de un gran patio delantero con algunas arbustos de Vos Creepers y Datura Cybertronica,  conocida como Dulcamara o Mora cibertroniana. Bee pasa por el patio con cuidado, viendo los detalles de una fuente de energon que ilumina un poco el patio, hecho de piedra caliza y lapislázuli, lo que hace que el energon brille de un azul más potente al usual. Bumblebee observa el patio, admirando un poco las flores de su patio. Sabe que Ratchet y su pequeña sparkling cuidan este patio muy bien. Bumblebee avanza lento a la puerta, dando la espalda para abrirla... hasta que siente otros dedos mas pequeños tambien en la manilla.

-¡EEKK!- Exclama el autobot amarillo, tratando de no gritar.

-¡HII!- Responde una joven y más pequeña autobot al ver al de color amarillo.

-... ¿H-Heelie?- Bumblebee parpadea un par de veces al ver a la pequeña bot frente a el. 

Es una joven bot, dentro de la misma categoría Autobot como tal, de un color cian puro, algo cercano al cian aquamarina incluso, con unos detalles anaranjados, así como lo más destacable, la cruz anaranjada en su frente, una especie de tridente de tres puntas sobre su casco y un leve detalle de color rojizo profundo. Lleva un especie de mochila con varios botones y brillitos de distinto tipo, y por su lado izquierdo tiene una pequeña antena de color gris oscuro. Solo por su lado derecho tiene unos audibles y antenas que se asemejan a unas branquias de un ajolote, pero más puntiagudas. Sin embargo, en su lado izquierdo parece carecer de estos mismos detalles, lo que la hace un poco más destacable entre algunos Autobots. No muchos lo saben, pero de hecho, su mochila es la caja donde se encuentra su motor que la mantiene con vida y moviéndose constantemente, donde se deposita su energon y sus circuitos para mantenerla estable. La pequeña bot suelta un suspiro de alivio al ver a Bumblebee. El nombre de la pequeña Autobot cian es Healwheel, nada mas que la hija de Ratchet y Optimus... y por consiguiente, aunque parezca extraño, la hermana menor de Bumblebee.

-Bee... ay, por Primus, me asustaste...- Healwheel se ve más relajada.

-Heelie, ¿Qué haces tan tarde afuera?- Bumblebee pregunta, preocupado por su hermana.

-Yo... amm... estaba de... ¿fiesta?- Healwheel levanta sus hombros, tratando de mentir. Pero es igual que su padre Optimus: Mentir no es exactamente una fortaleza que ambos tengan, y Bumblebee podía ver a traves de esa mentira.

-Tu... en una fiesta... ¿En serio?- Bumblebee se ríe un poco ante la mentira tan obvia de Healwheel.

-Yo... bueno, ¿Y tu que haces afuera tan tarde, hermano Bee?- Healwheel se reincorpora, cruzando sus brazos.

-¿Yo? Pues... estudiando. obviamente.

-... eres un mal mentiroso, Hermano.

-Estaba con los chicos... salvando un anibot.- Bumblebee tampoco puede mentir.

-Haa... ay, Hermano- Healwheel le sonríe a su hermano mayorm sabiendo que tampoco puede mentirle. -Yo... me fui a meter a la zona de arqueología.

-¡¿Qué tu que?!- Bumblebee grita, pero tanto el como Healwheel cubren la boca del mayor.

-¡No grites, tonto!- Healwheeel le susurra, dándole un pequeño grito susurrante.

El dúo de hermanos miran nerviosos a la puerta y se mueven a otra zona para volver a entrar a la casa de una vez. Van a escondidas, tratando de no meter ruido. El dúo se ve nervioso y nota que una de las puertas corredizas del salón principal esta media abierta. Realmente no era tan raro, ya que extraña vez pasa que llegan gente indeseada al barrio donde ellos viven. Healwheel y Bumblebee se miran y asienten. Se mueven lento, muy al estilo ninja, aunque para  ser honestos, Healwheel no es la mas atlética dentro del barrio. Le cuesta bastante no ir tan callada, pero al menos trata de hacerlo y es algo de Bumblebee aprecia bastante, aunque los pasos de su hermana atraigan mas la atención de lo que el le gustaría admitir. Finalmente, el dúo logra ingresar a su hogar, arrastrandose y gateando por el suelo del salón de descanso, donde comparten de vez en cuando con sus padres. 

Bumblebee mira a Healwheel, a lo que la joven bot asiente y ambos llegan a un acuerdo en silencio: No se vieron y ninguno de los dos vio al otro si es que alguien o cierto alguien les llegase a preguntar. La escalera estaba en frente, solo les quedaba subir lento y calladitos sin molestar ni un alma. Estaba todo en orden, un poco de descan-

-Se puedes saber donde estaban, ¿par de mocosos problemáticos?

Oh no.

Healwheel y Bumblebee frenan en seco y tiritan. Esa voz, tan rasposa, enojada, gruñona y cariñosa que ellos conocen, esperándolos en la oscuridad de las escaleras, sentado, solo sus ópticos celestes brillando en la oscuridad, observandolos, leyendo un data pad.

-H-Hey... hola, Ratchet- Bumblebee parece sudar aceite con solo ver la presencia de los ópticos del viejo medico autobot.

-P-Papi...-Healwheel poco más se desarma al ver a su padre frente a ella, molesto.

Ratchet, el viejo medico de los Autobots, el "Medico de la Discordia" y nada más que el confidente más cercano del líder Autobot, así como su actual Conjux, con esas pinturas blancas cremosas y un naranja oscuro, a poco pulir, pero manteniéndose en forma... baja por las escaleras, mientras el otro dúo mas joven de autobots se va haciendo para atrás, y se van arrinconando en un sector del pasillo que da solo a la entrada de uno de los  baños, si se puede decir así. Ratchet solo saca una de sus dagas de los brazos y le sonríe al dúo de autobots.

-R-Ratchet, espera un segundo... -Bumblebee se ve jodidamente nervioso.

-P-Papi... e-escucha a Hermano Bee... ¿si?- Healwheel estaba ya llorando.

Era inevitable, nada lo iba a detener, por más que le imploraran. Ratchet estaba molesto. Estaba jodidamente molesto. Solamente, desde afuera de la casa, se puede escuchar el grito de miedo y desesperación de los dos autobots, pero es algo que ya, incluso sus vecinos estaban acostumbrados a cierto punto. Despues de todo, es algo con lo que Ratchet tiene que soportar casi siempre. Al que lo pillo volando bajo, era a cierto autobot durmiendo en la habitación matrimonial, saliendo de su cama de descanso de recarga, frotando sus ojos al sentir el grito de los jovenes Autobots.

-Ah, los niños llegaron.- Optimus bosteza un poco, frotando sus ópticos agotados, mientras camina hacia el primer piso. Sabe que si no interviene, puede que las cosas se salgan más de control. El líder autobot solo sonríe, porque si bien son cosas que sus pequeños no debería hacer, esta feliz de que, al menos, no dejen de ser jovenes que disfruten su vida... aunque sabe que esto le trae más estrés a sus conjux actual. -Ratchet, no vayas a matar a los niños.

El Autobot baja al primer piso, para ver como el medico correteaba al dúo joven de autobots, tratando de correr de la ira del doctor, mientras el viejo bot solo lanza una que otra incoherencias debido al cansancio y el estrés que sus pequeños hijos le provocan de vez en cuando. Optimus más que decir algo, suelta una risita mientras espera que el trio se canse de perseguir y arrancar. El enorme autobot va a la cocina a preparar unos bocadillos de energon para cuando necesiten un poco de recarga, antes de volver a sus estaciones de recarga y estasis somnoliento.

Así se da bastante rato, pero ya es algo común en esta casa. Los días y semanas que esto se repite, solo da más alegría y color a esta pequeña familia de cuatro. Aunque sea tarde, es una pequeña estancia que pueden estar juntos. De manera particular, pero juntos.



                                                                                                -Fin Capitulo 2-

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Después de unas buenos coscorrones que el viejo Autobot le dio a su dúo problemático, se juntan en lo que es la cocina de la casa. Al parecer, podrían ser explicaciones largas y en el fondo, Ratchet esperaba que sus pequeños no le mintieran.

-Entonces, encontramos las celdas. Estaban todas casi vacías, pero solo quedaba ese pequeño cervatillo.

Bumblebee toma un poco de energon y aceite caliente, una vez que Optimus le extiende las tazas de titanio frente al joven autobot amarillo. Ahora mismo, son las 02:30 de  la madrugada. No es algo que le agrade a Ratchet, pero entiende que el informe que Arcee les envió tanto a el como a Optimus solo explican las cosas técnicas observadas... y los daños producidos por el grupo del ex-teniente.

-De verdad, Bumblebee. Un día de estos, tus amigos tanto como tu podrían salir severamente lastimados. Entiendo perfectamente que quieres ayudar a los demás, pero si vas seguir haciendo esas cosas arriesgadas, deberías volver a ser teniente.- Ratchet da su opinión mientras toma un poco de aceite caliente.

-Te entiendo, Ratchet. Se que no debería actuar todo heroico cuando ya no pertenezco a las fuerzas de Cibertron... solo... -  Bumblebee suspira pesadamente, mirando su taza. Contempla sus viejas aventuras, pero ama su nuevo estilo de vida, eso no lo puede negar, y no busca reemplazarlo pronto bajo ningún concepto.

-Lo se... no tienes que explicarlo, Bumblebee- Ratchet le sonríe, algo cansado, para luego mirar a Optimus y Healwheel. -Después de todo, Optimus es igual en ese aspecto.

En la otra punta, Healwheel estaba limpiando un poco el casco de Optimus, quien a duras penas podía mantenerse despierto. Al parecer, el líder Autobot tuvo un día bastante pesado como para estar así de cansado, incluso si ha tenido un poco de descanso. Esto provoca que tanto Ratchet como Bumblebee suelten una tenue risa al ver como el autobot azul y rojo va cabeceando un poco más.

-Pa... Pa, deberias is a dormir- Healwheel mueve a Optimus de manera suave, para no perturbar al mayor, en caso de que se llegara a asustar de repente. Por suerte, no es algo que le pase seguido al viejo autobot.

-Lo siento, Heelie... no estoy dormido, lo- da un leve bostezo. -juro... oh, lo siento.

Bumblebee y Ratchet tratan de no reírse más fuerte, ya que encuentran adorable la pequeña interacción del otro dúo. Si ambos tuvieran que comparar, Healwheel y Optimus son, realmente, buenos para dormir a su estilo, pero se vuelven muy diligente cuando el tiempo lo amerita ante sus tareas. Pero es adorable verlos cuando están cansados o bajos de energía.

-Optimus, deberías ir a dormir si no puedes mantenerte de pie-Ratchet iba a levantarse, pero Optimus levanta una de sus manos, deteniéndolo.

-Tranquilo, Ratchet... una vez que los niños expliquen porque estaba afuera tan tarde, lo cual, seria buena idea que empezaran a explicarlo- Optimus mira tanto a Bumblebee como a Healwheel.

Bumblebee resume su aventura de que, por casualidad, vio a un tipo muy sospechoso. La sospecha aumento más porque no fueron más inteligentes... y le ofrecieron el cervatillo a Grimlock. Como este se negó, solo de casualidad se lo comento a su grupo, cosa que Bumblebee -con su sentido del honor- no dejaría pasar bajo ningún concepto. Calladamente, siguieron a este grupo misterioso de personas, hasta que fueron guiados a la zona industrial abandonada. Ingresaron a la zona, encontrándose con muchas jaulas para los anibots. Tanto Ratchet, Optimus y Healwheel escuchaban lo que Bumblebee tenia que contar, impresionados, pero preocupados de lo peligroso que hizo su grupo. Bumblebee seguía contando que había visto junto con Strongarm y Fixit jaulas completamente vacías, pero que recientemente habían sido desocupadas, seguramente ya con anibots vendidos de antemano. Fueron Grimlock y Sideswipe quienes encontraron al cervatillo, pero mientras lo sacaban, los guardias malvados -que Bumblebee no sabe explicar que eran o como eran exactamente- se dieron cuenta del grupo. Luego de eso, empezó la persecución de las naves entre la zona industrial abandonada. Como no perdían a los traficantes y guardias, decidieron hacerle frente con "Liberte"; lo que provoco un enfrentamiento directo con el grupo de villanos, pero esto genera una curiosidad interna en el autobot amarillo: ¿Como es que eran tan endebles? No era tu típico con, ni eran o mostraban señales de ser un Decepticon y menos eran relacionados con los Autobots. ¿Qué eran esas cosas?

En fin, cuando terminan el combate, en menos de 10 minutos había derrotado a una gran parte de esos tipos. Lo cual sorprendió a Bumblebee, si consideramos que su equipo y el estaban fuera de forma. Esto también preocupo a Optimus, quien había estado recibiendo informes de extraños tipos que han estado haciendo ventas ilegales ya sea de sustancias o, justamente de lo que cuenta Bee, trafico de especies en peligro de extinción.

-Entiendo. Varios reportes han dicho algo similar. Aun así, Bumblebee... lo que hicieron tu y tus amigos fue muy peligroso. Entiendo y confió en tu capacidad de ser líder ahora, pero sabes que eso fue arriesgado. No saben como o que podían hacerles.- agregó el líder autobot.

-No tienes que decirlo, Optimus... sabíamos en lo que nos metíamos, pero... se que fue arriesgado.- Bumblebee toma su taza y la aprieta un poco.

-Pero estoy feliz de que aun tengas tu sentido de la justicia intacto... antes de llegar e iniciar una operación de rescate, debes avisar para la próxima, ¿Esta bien? - Optimus pone su mano en el hombro del joven autobot.

-Si... gracias, Optimus.- Bumblebee le sonríe alegremente, y en cierta medida, también calmado por la respuesta del mayor.

Ahora, los tres autobots adultos dirigen su mirada a la pequeña bot de colores menta. Healwheel sabe que es su turno de hablar, pero no estaba segura si contar todo al 100%... u omitir algunos detalles de lo que hizo el día de hoy, lo cual se puede considerar igualmente de peligroso o lo que el grupo de Bumblebee estaba haciendo.

Healwheel empieza con su narración. Mientras estaba en clases, su profesor humano y el bot que lo apoyaba, hablaban de las antiguas escrituras de los terranos. Los terranos de su clase parecían estar un tanto confundidos de la explicación de sus profesores, pero a Healwheel esto le llamo la atención. Para ella era impresionante que los terranos creyeran en fuerzas más allá de lo que ellos podían acceder, algo que ni los mismos Transformers podían explicar sin una razón lógica: Dioses, seres sobrenaturales que se pasan de relatos de generación en generación. El concepto de la "Magia" era algo fantástico e ilógico para Healwheel, sin embargo, esto llamaba su atención de una manera que ella no podía negar. Queria saber más de lo que los terranos anteriores creían, su cultura y misterios; que yace en lo profundo de la antigua civilización. ¿Acaso esto afectara también a un Transformer?

Healwheel necesitaba saberlo, y por eso, hizo el ingreso a escondidas de los ojos vigilantes de los guardias, a la zona de archivos de la escuela y descubrió que se haría una expedición a la zona cerca de la gran montaña Andes, una antigua formación y conjunto de montañas que hace la forma de una columna natural de rocas y otros minerales, donde cae un montón de agua congelada en forma de pequeñas pelotas de diferentes patrones. A escondidas, se dirigió a la zona de los puentes terrestres e inicio su pequeño viaje turístico. Básicamente, acaba de admitir que se escapo de clases y de la escuela para ir a explorar a una zona peligrosa por si misma. Para el dolor y nerviosismo de Ratchet, escucha lo más calmado que puede, pero su chispa esta más tensa que cuerdas de hierro por lo que esta escuchando: Su pequeña, quien no tiene un buen armamento defensivo y podría haber tenido un accidente como tal, escucha esta historia con el rostro más estoico posible, pero le cuesta un montón, y esto mismo no pasa desapercibido ni por Bumblebee ni por Optimus. 

Optimus decide acercarse a Ratchet y le toma su mano, entrelazando sus dedos y apoya al viejo medico sobre su pecho, asintiendo con la cabeza de que escuche de manera silenciosa. El viejo medico deja salir un poco de aire de sus respiraderos y un tenue resoplido de su motor, a su vez, Bumblebee solo escucha a su hermanita contar su historia, pero igualmente preocupado por los riesgos que Healwheel tiende a tomar cuando uno no esta sobre ella o no esta siendo vigilada. Optimus esta en la misma posición que los otros dos bots, obviamente no quiere que su joven y alocada, en cierto modo, pequeña hija y tesoro se lastime o le pase algo y que ninguno de ellos pueda llegar a ella, por estar muy lejos, siempre en caso de emergencia. Healwheel puede ver la preocupación de su familia y solo puede sonreirles, mientras agacha su cabeza de manera apenada.

-Lo siento, realmente no me aguante... de verdad necesitaba ir a la zona de expedición.

-Pero sabes que era muy peligroso. ¿Y si te pasaba algo y no te podemos encontrar?- Le responde Ratchet, completamente nervioso por esta situación.

-Papa, sabes que siempre tengo cuidado-

-¡NO BASTA CON TENER CUIDADO!- Ratchet levanta la voz, para el susto y conmoción de su familia.

-Ratchet...- Optimus lo abraza y se acerca, dándole un beso en la mejilla izquierda del viejo bot, quien obviamente se veía muy nervioso por la situación.


Healwheel si hay algo que detesta es hacer que su papá Ratchet entre en modo de pánico o que este sobre estresado por su culpa de su bienestar, o cualquier cosa relacionada con su salud. Entiende que no es fuerte como muchos, pero también quiere demostrar de lo que es capaz, lo cual la frustra en no poder hacer muchas cosas, ya sea sola o con alguien que desee ser su amigo o amiga en el futuro. Bumblebee decide romper el hielo un poco, tomando un poco de energon de su taza de titanio.

-Entiendo tu preocupación, Ratchet... pero Heelie esta bien y aquí, ¿no?- el joven autobot sonríe de manera cálida, tratando de bajar el nerviosismo del viejo medico.

-... Haa... supongo que si...- Ratchet desvía la mirada, dando a entender que si algo le ocurre a su pequeña guijarro, nunca se lo perdonaría. Ni a el ni a quien le haya hecho algo; y todo el grupo familiar lo sabe. Healwheel se levanta y abraza con fuerza a su viejo papá, ya que ella no deseaba en ningún momento provocarle un verdadero malestar, a lo que el viejo doctor atina y la abraza también, suspirando y acariciándole su cabeza. -Jamás me perdonaría si algo te llegase a pasar, Heelie... entiendo que deseas demostrarte a ti misma que puedes hacer todo y más, pero debes pensar en tu salud de igual manera.

-Lo se, papá... lo siento mucho, en serio.- Healwheel se puso un poco triste.

-Pero... sigue contando, que fue lo que hiciste una vez llegaste.

Healwheel asiente y tose un poco, para continuar con la historia. Una vez que llego a la zona donde seria la excavación.

                                                                                    - Cueva Y-67, Zona Montañosa Andes.


Healwheel llega a la zona desde un puente terrestre, observando que llego a la zona Y-67, a 570 kilómetros de Chilix, observando que el turno del grupo de expedición ya había terminado. En un momento se gira para ver como el brillante solo va cayendo hacia el vacío, dando inicio a la noche en el sector sur del planeta. Como ese tenue y ya bajo rojizo baña a la lejanía la ciudad donde ha crecido y vivido por gran parte de su actividad como el bot que nació, admirando la pequeña belleza de lo que ofrece la naturaleza, así como la enorme ciudad que se impone ante ella. Healwheel se siente pequeña al lado de todo esto, ya que, de por si, es más pequeña a los pares de su edad; pero su deseo de conocer, comprender el mundo en el que constantemente crece gana por sobre su pequeño tamaño. Algo así no la detendrá por nada.

-Bien, he llegado. ¡Veamos que cosas pillamos!

La joven bot toma algunos materiales como equipo de exploración dejados por el equipo investigativo para ir en búsqueda de rarezas que ella desee agregar a su loca colección de antigüedades. Armándose de valor, toma las sogas y los pinceles de una mesa, dando ingreso a la zona de excavación.


(BGM: Days in the Sun - Kevin Penkin)

Healwheel llega a la zona del pequeño abismo, lanzando la cuerda hacia abajo y amarrándola bien, empieza a descender a la zona de excavación de manera lenta para no generarse alguna laceración o tope en su figura que pudiera llamar a alguien la atención, el descenso es lento y seguro para ella, logrando llegar a la zona de manera segura.

-Es fácilmente una bajada de 40 metros hacia el interior de la cueva... ahora- La joven bot mira a su alrededor con su mochila lista, encendiendo el otro casco con linternas especiales, recargadas con el sol directamente. Camina por el sector, viendo tablillas pequeñas como antiguas macetas de aun más pequeño tamaño. Definitivamente es una excavación con asentamiento y presencia terrana, antecesores de los actuales viviendo entre los Transformers. Healwheel se dedica a explorar y recoger algunas de las macetas como tablillas en el mejor estado posible.

-Mira esto... es una lengua casi perdida de los terranos... me pregunto, ¿qué lengua será?

La joven bot camina un poco distraída, hasta que encuentra algo fascinante. Sabe y entiende que con el choque de los dos planetas, muchas cosas cambiaron de sitio, como se mezclaron con objetos de ambos planetas y generaron nuevos componente, como figuras u objetos sin registro. Se arrodilla frente a dicho objeto y lo toma con cuidado, observándolo. Es una gema de dos colores distintos: Azul y Morado, danzando entre ambos dentro de lo que parece una esfera de cristal. Nunca habia visto algo como esto: Se parecen a esas lámparas de lava que Miko, una terrana amiga de sus padres y su hermano, le ha comentado de vez en cuando, ya que a ella le gustan este tipo de cosas al parecer un poco psicodélicas. Aunque no es de esperar mucho de un Wrecker honorario, pero a Healwheel le gusta como ellos se toman la vida, pero no se vería a si misma como un miembro de los Wreckers en mucho eones a futuro. Toma la esfera y la guarda en su mochila, siguiendo buscando otros objetos variadas, haciendo que las horas pasaran sin que se diera cuenta de dos cosas: El paso de la hora, donde se hacia muy tarde... como que alguien la observaba desde la oscuridad.

-Y eso seria todo...- Healwheel tenia en sus manos la dicha esfera extraña. Para sorpresa del grupo de autobots, nunca habían visto algo así. Tampoco parece existir algún tipo de información sobre esa esfera.

-Agarrar esta esfera, con las manos al descubierto- Ratchet suspira- Realmente es algo peligroso, Healwheel. Nunca había visto nada igual y no sabemos que es exactamente.

Optimus, por su parte, le da unos toques a la esfera, curioso de lo que observa. De verdad, esto es algo realmente nuevo. No sabe si lo del interior es una mezcla extraña de Energon. Lo parece, pero a la vez parece una sustancia aun más particular, por como no se entre mezclan para nada, dentro de lo que parece ser un cristal mucho más resistente a lo que ellos conocen de por si.

-Si lo lanzo al suelo, ¿Se romperá?

-Optimus, por favor, no sabemos si tiene algún contaminante. Sera mejor llevarlo a algun lado donde se le haga un estudio.

-No es mala idea, Ratchet.

Antes de que pudieran hacer algo o guardar la esfera, Healwheel se las quita. -¡Pero si esta esfera es mía!, ¡Yo la encontré!

-Lo sabemos, hija.- Ratchet se acerca. -Pero debe ser estudiado.

-¡No! ¡Es mía!- La joven autobot hace un puchero. -Se que no me la devolverán cuando la lleven a ese lugar.

Pareciera que padre e hija iban a discutir, hasta que Bumblebee se entromete en medio de ambos, indicándole a Ratchet que deje que Healwheel interactúe con su pequeño tesoro, lo que aplaca un poco las cosas. Ratchet al final sede ante la petición del dúo de hermanos, sabiendo que, por algo, Healwheel arriesgo su vida por esa pequeña y misteriosa esfera. Optimus obviamente trata de relajar a su conjux, dándole cariños y muchos besos, para la pequeña pero no negacionista posición del viejo robot, quien ya, viendo la hora que es, manda a todo el grupo a descansar, no queriendo escuchar ni una sola queja en la mañana de que estan todos cansado, solo para que Optimus le dijera que el día de hoy era un día de fin de semana. Esto hizo que los circuitos del viejo autobot se confundieran y viera su transmisor del brazo, solo lanzando un "oh" de manera sorpresiva. Hoy se duerme hasta tarde -para alivio de Bumblebee y Healwheel.

Mientras el grupo familiar habla un poco más de su día y algunas otras cosas pequeñas, Healwheel no nota que la esfera también reacciona a la calidez del hogar, como si buscara algo... o simplemente reacciona al calor del momento familiar. Como si... tuviera vida propia, de algún modo.

La esfera puede que, aunque el grupo no lo sepa, traiga algun problema o solucion a futuro.



                                                                                                      -Fin Capitulo 3-

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Día, mañana, madrugada, horas tempranas para empezar el día. El silencio de la habitación y el sonido de la recarga terminada para iniciar una nueva actividad. Una cama especial para recuperar las energías que posiblemente se va a necesitar, pero cuando planeas algo, puede salir completamente distinto a lo que crees.

-Zona Residencial Florida, 10:00 am.-

-"Mngh..."- Bumblebee empieza a abrir sus ópticos de manera lenta, solo recibiendo en su modulo de información que su recarga esta completa. El ex-teniente se mueve lentamente, gruñendo y estirándose, como si se tratara de algún tipo de felino que ha vuelto al mundo de los mortales después de la mejor siesta de su vida. A pesar de que durmió menos horas a lo que esta acostumbrado, se siente muy bien. Tranquilo y relajado. Hasta que su cabeza empieza a doler, puesto que los golpes que recibió de su doctor adoptivo, figura paterna empezaran a doler. Si bien no es combatiente, la fuerza que Ratchet posee no es ningún chiste. -"Maldita sea, Ratchet si que nos dio duro"- Pensaba el joven autobot en voz alta, preguntándose mentalmente si su hermana corrió con la misma mala suerte por el tema de los golpes por la falta de la noche anterior.

De igual manera, Bumblebee no le da mucha importancia, ya que de vez en cuando esto pasa y es una situación graciosa, ya que el viejo medico siempre esta atento de que los dos jóvenes no se maten en tiempos de paz, obviamente no es algo agradable bajo ningún prospecto. El autobot de colores claros como un sol dibujado en la esquina, se levanta de su zona de descanso y se revisa levemente, por si todos los sistemas están operativos para lo que se debe hacer el día de hoy. Después de todo, tiene una salida muy importante: Han pasado unas semanas desde la ultima vez que pudo disfrutar el día para si mismo, o más bien, con la persona que ahora mismo esta unida como su pareja.

Tanto Grimlock como el ya se habían organizado para tener una cita para el día de hoy. Tenían lugares que ver dentro de la ciudad de mineros y viejos bots de guerra que disfrutan sus días de paz como humildes trabajadores, ayudados por los Terranos a llevar sus memorias amargas de lo que parecía un conflicto sin fin. Bumblebee mientras se arregla, decide pulir partes de su cuerpo para verse radiante. Es una cita, obviamente debe verse arreglado para cuando el Dinobot lo vea radiante como solo el puede ser, al menos, es lo que Fixit y Sideswipe siempre le dicen que piense. Tener una mentalidad positiva sobre ti mismo puede ayudar a sobrellevar varias cosas de inseguridad que podrían afectar su procesador interno, y ahora mismo el autobot no estaba dispuesto a dejarse llevar por ese lado negativo que tiende a reprimir frente a los demás, pero es mucho más abierto con Grimlock cuando se siente inseguro. No importa como se vea, el Dinobot siempre encuentra un detalle que encuentra hermoso...

Incluso cuando ambos tienen encuentros pasionales.

Bumblebee siente como su rostro empieza a calentarse, dejando su cabeza caer sobre el mesón frente a los productos de pulir su cuerpo, desde su pecho metálico escapa el broom de su motor, leves quejidos mientras agarra el casco superior de su cabeza, como si se tratara de chasconear o dispersar la idea de la intimidad. Ambos llevan siendo ya un tiempo una pareja unida, ya casi han sido dos ciclos cibertronianos. Aun recuerda donde fueron y como fue: Un día terminado, en medio de una pradera de Girasoles en un parque especial dentro de la colonia de Argentum, cuando fueron a apoyar a los minicons de Drift a un concurso de espadas junto con el viejo Autobot y el resto del equipo. Fue un día antes de la final, justo en el enorme parque, el sol escondiéndose en las montañas Andes, con un ramo de los mismas flores que los rodeaban, Grimlock tuvo el valor de pedirle a Bumblebee salir con el, que si podían intentarlo. O más bien, las palabras exactas del Dinobot fueron: "Si Bee me da la oportunidad, Grimlock le gustaria ser más que su compañero. ¿Bumblebee, tu saldrias con Grimlock?", arrodillándose frente al autobot amarillo, pidiéndole salir. Si bien Bumblebee no podía negar la felicidad que el mismo sentía en este momento por la proposición tan repentina del redimido dinobot, tampoco podía expresarlo con libertad y empieza a decir algunos disparates para hacerse el rudo ante la propuesta, pero no había notado que su propio cuerpo lo estaba delatando, sobre todo cuando salían lagrimas de sus ojos en ese momento, preocupando a Grimlock y revisando a Bee, para ver su querido líder estaba herido, solo para que su rostro sea atrapado por las manos del joven autobot y junte su boca con la del mayor, en una manera de respuesta ante la propuesta del dinobot. Una vez que corta el beso, con un Grimlock totalmente pasmado, cerrando sus ojos una y otra vez, Bumblebee le sonríe, abrazando el ramo de flores que se le fue regalado. "Por supuesto que acepto, Grimlock"

Bee recuerda ese día como si hubiera ocurrido ayer, como un recuerdo constante de que no solo tenia a un equipo, sino que también ahora tenia a alguien en quien confiar y decir 'Te amo' una y otra vez. Este día se cumplen exactamente dos ciclos desde que Grimlock le propuso que fueran pareja, por lo que también, es un día especial de cita. Bumblebee fue claro con todos sus cercanos: Hoy y solo hoy quería su día a solas con el dinobot, sin interrupciones de ningún tipo. Fue tan claro que hasta Optimus llego a sentir un escalofrío, hasta que Grimlock hizo que se calmara. El único que no parecía sorprendido con el anuncio de Bumblebee era Ratchet. El viejo bot parece ser el que mejor lo entiende, por eso libro al dúo de cualquier actividad para que tuvieran el día completo para ellos. Bumblebee se da los últimos arreglos a si mismo para salir con Grimlock y tener una agradable jornada. Por un momento mira afuera, para observar a dos figuras haciendo ejercicio con unas armas oxidadas, como entrenamiento de desarme a un enemigo sin lastimarlo, haciendo sonreír al joben bot. Ve como Healwheel pone empeño en tratar de desarmar a Optimus sin tener que usar realmente el arma para lastimarlo, siendo más defensiva que completamente una atacante, y la pequeña ha  mejorado mucho en los últimos ciclos, no menguando en su estancia, manteniéndose firme, como una pequeña muralla a pesar de lo endeble de su cuerpo. Bumblebee puede ver como Optimus la mira, como un verdadero padre orgulloso de como su pequeña se vuelve fuerte, a pesar de su inicio en esta vida, hace 16 ciclos. El joven autobot iba a salir de su habitación para esperar que fueran por el, pero casi se le olvida de algo importante, algo que tenia guardado en su ropero: Un regalo bien envuelto den genero terciopelado de color verde con una cinta del mismo material de color amarillo. Mira el regalo y suspira, esperando que le guste.

-"Espero que sea un buen regalo... ¡No sabia que darle, rayos!"- Bumblebee se responde a sí  mismo nervioso. Decide finalmente bajar con el regalo en mano, para ir a tomar el desayuno antes de su nueva aventura.

-En otro lado, 10:00 am., Zona Urbana Walker - Departamento 809-

-"Hmm..."- Grimlock se mira al espejo frente suyo, mientras que con la ayuda de Fixit, se termina de pulir su pintura y su cuerpo para poder quedar radiante en la cita de hoy. El también lo sabe, la fecha de hoy es bastante especial para el, después de todo. Mira una imagen plasmada en lo que parece ser un papel plastificado, algo que Russell tiende a llamar "fotografía" pero a gran escala para que lo pueda ver. Notando y viendo la imagen, esta plasmado el hermoso jardín de girasoles de Argentum, con Bumblebee sujetando un hermoso ramo de dichas flores con otras extras en detalle, y detrás de el se encuentra el Dinobot sonriente, con unas leves lagrimas, mientras que el autobot amarillo estaba prácticamente botando un rio de las mismas. Dos ciclos. Han pasado dos ciclos desde que se declaro ante Bumblebee y hasta el día de hoy, no encuentra una manera de arrepentirse y a la vez, convencerse a si mismo de lo que vive ahora es totalmente real.

-"¿Como te sientes, grandulón?"- Pregunta curioso Fixit mientras termina con unas partes del cuerpo de Grimlock, así dejando al Dinobot totalmente presentable.

Grimlock se da un ultimo vistazo y se da una palmada en su pecho. -"Me veo radiante, por Primus"-, sonriéndose a si mismo en el reflejo de su espejo, girando a la puerta, pero antes de que se le olvidara, agarra una caja de metal con una cinta de genero que encontró por ahí, mirándola detenidamente. -"Espero que a Bee le guste. No estaba seguro si podría necesitar uno de estos"- agrega el dinobot, todo nervioso por el presente que planea darle a su líder de escuadrón; y bueno, también orgullosamente a quien llama su actual pareja.

Fixit mueve sus manitos y con ayuda de Grimlock, baja nuevamente al piso, ordenando los productos de pulir, para que no sean destruidos por los pasos gigantes de su compañero mecánico. El Minicon aprovecha de recoger ropa del suelo, también, algo que no cabria en sus cuerpos, a lo que el pequeño vuelve a gritar, saliendo de la habitación de Grimlock hacia la sala de estar:

-"¡Russell! ¡Te dije que no dejaras la ropa regada en el suelo, por Solus!"- Fixit va recogiendo más y más ropa para llevarla a una habitación donde se hacia el lavado de ropa de lo que parece ser humanos viviendo allí. 

Grimlock camina fuera de su habitación y frena de golpe, casi pisando algo, o alguien.

-"Buenos días, Denny"- Sonríe el dinobot.

-"¡Hey, Grim!"- Se ve a un hombre canoso, ya mayor por la edad, pero tan jovial, con una camisa hawaiana de color rosado y naranja con estampados de aves extrañas en la misma, cargando una caja como si no pesara nada. -"Te ves reluciente, se te nota. ¿Vas a ir con Bumblebee hoy?"

-"Es la idea, al menos. Quiero que la pase bien hoy, en el aniversario."

-"Recuerda que tu también debes pasarla bien, Grimlock"- Agrega Denny, mientras deja la caja en una plataforma y esta misma lo eleva hacia la mesa de comer para tomar un desayuno. -"¿Rusty aun no se levanta?"

Grimlock observa a Denny, quien ya no es tan ágil como antes solía serlo. La edad de un terrano si bien ya no afecta como antes, no significa que no envejezca. Si bien lo hacen lento en comparación a como era antes del evento de "La Gran Unión", Denny definitivamente le estaba pasando factura. Y como no, si apenas podía caminar. Pero eso no engaña el ojo de Grimlock y Fixit. Denny es un mecánico y chatarrero por excelencia, el mejor de toda la zona en la que ellos están viviendo. Incluso si das un vistazo por el departamento, hay mas camas para bots, porque muchos vienen a ver a Fixit y Denny a que los reparen o vender cosas de chatarra que Denny transforma en esculturas bizarras, pero interesantes para aquellos de buen gusto. 

-"¡AHHHH!"- Se escucha un grito de alguien joven desde el otro lado del departamento.

-"Ah, se ha despertado"-, dice el trio al unisonó, mirando hacia la puerta. Miran salir a alguien de manera frenética, arreglándose su polerón verdoso con detalles amarillos y pantalones azules. Un joven que aparenta unos 20 o 30 años, corriendo desesperadamente con su mochila estilizada en forma de boca de dinosaurio. 

-"Buenos días, Rusty"- se ríe Denny, -"¿Dormiste bien?"-

-"Ya te dije, ¡no me llames Rusty, papá!"-, da un suspiro pesado el joven, usando unos zapatos especiales para subir a la mesa, para poder agarrar algo de comida de la noche anterior. -"Aviso que llego tarde, hoy tenemos nuevos trabajos sobre la zona de arqueología"-, indica, mientras come un pedazo de pizza. El joven de cabellos castaños con una coleta pequeña entre la base del cabello y su cuello y ojos azulados le da un vistazo rápido al Dinobot. -"Woah, Grim. ¿De donde tan elegante?"

-"Me veo guapetón, lo se, no tienes porque alagarme más, Russell"- Grimlock hace leves poses, mostrándose a si mismo, haciendo que el trio suelte carcajadas por la confianza que se tiene el bot en si mismo. Es hasta cierto punto inspiradora.

-"Pásalo bien con Bee. Dale mis saludos"- Russell le sonríe de manera alegre a Grimlock. Tanto Denny como Fixit apoyan lo dicho por el joven, levantando los pulgares en aprobación. 

Con esto, Grimlock se pone en marcha, despidiéndose del trio, antes de retirarse a su gran día. Se va a asegurar que el día sea magnifico e inolvidable, tanto para el, como para Bumblebee.

-Mas tarde, 10:30 am., Zona Residencial Florida-

Grimlock va caminando por la zona residencial, observando la diferencia de la zona urbana en la que vive, las grandes casas y los terrenos que tiene cada una de ellas. Los hermosos jardines. Adora estos lugares así, pero prefiere su propio cuchitril de todos modos. Su pequeño departamento con el que vive con dos terranos a los que estima y un minicon loco, pero a quien realmente aprecia. Grimlock va sonriendo tontamente mientras camina y finalmente llega a la casa de su amado líder de escuadrón. Escucha algo de ruido afuera, principalmente en el patio. 

-"¿Hola?"-, Grimlock aparece de un rincón de la muralla, observando que era el ruido que escuchaba, solo para ver como un Optimus estaba en el suelo, sin arma, mirando sorprendido a una Healwheel que a duras penas podía respirar. También puede ver como Bumblebee y Ratchet estaban boquiabiertos a lo que acaba de pasar. Grimlock se ve confundido y se va acercando a paso lento. -"Amm... ¿Que paso aquí?"

La voz del dinobot saca a Bumblebee de trance, y poco más se ilumina al verlo, corriendo hacia el bot de colores verdosos. -"¡Grimlock!"- Bumblebee lo recibe y le da un cálido beso corto, como manera de darle la bienvenida. -"Bienvenido."

Ratchet mira y tose. -"Al fin que llegas, Grimlock."

-"L-Lo siento... ¿interrumpí algo?"

-"No, es que Healwheel logro tirar a Optimus al suelo"- Bumblebee indica.

-"Ohh, entiendo... ¡¿ESPERA, QUÉ ELLA QUÉ?!"- Grimlock poco más se le cae la mandíbula al escuchar eso.

Healwheel mientras estaba disculpándose con Optimus por si fue muy ruda, pero el viejo líder de los autobots se levanta y la abraza con fuerza, sonriendo de la manera más orgullosa de su pequeña.

-"¡Así se hace, pequeña!, ¡Bien hecho!"- Optimus la levanta en el aire, completamente orgulloso de un gran avance como este. Incluso Ratchet se acerca y abraza a su pequeña, ya que es algo que lleva intentando hacer de hace mucho tiempo. Ambos orgullosos de la pequeña sparkling. Grimlock puede ver como la pequeña poco más saca vapor de los circuitos de su cabeza por el cariño incondicional de sus señores guardianes y creadores, incluso más impresionada que ellos de lo que acaba de pasar.

-"Jaja, si que lo logro"- Grimlock mira a Bumblebee mientras lo abraza. -"¿Listo?"

-"Claro que si. Ratchet, Optimus, Healwheel. Ya nos vamos"- Bumblebee mira al trio.

-"¡Espera!"- Healwheel se separa un poco de sus padres y va donde el otro dúo, dándoles un abrazo y palmadas en la cabeza. -"No se metan en problemas. Y pásenla bien en su aniversario."- Les desea la joven bot de color cian verdoso. El abrazo es devuelto tanto por Bumblebee como Grimlock, agradeciendo la felicitación.

-"Por favor, manténganse al margen."- Ratchet, refunfuñando como siempre, sonríe pero de manera amistosa.

-"Compartan y hagan bonitas memorias este día, ustedes dos"- Optimus dice al ultimo, sonriendo con esa calidez que lo caracteriza.

Grimlock asiente, feliz de que el trío confié tanto en el para cuidar y hacer feliz a Bumblebee. Sabe que el bot amarillo es importante en la vida del trío y si algo le ocurriese, no podría darles la cara, incluso si el tuviera la culpa o no. Sabe, y a la vez comprende perfectamente, que Bumblebee es un tesoro importante; es alguien importante por más que el antes scout que trabajo codo a codo con el ultimo Prime quiera denegarlo por completo. No solo es una realidad, pero también es algo que Grimlock se enorgullece: Bumblebee lo eligió a el, a nadie mas. Eso es suficiente. Incluso si no hubiera sido el, tal vez el hubiera seguido a su lado, sin importar que. Después de todo, Bee le enseño el camino y lo que debía hacer ahora con su vida, a pesar de su pasado como Decepticon.

El dúo se despide y se va retirando de la vivienda, caminando por el barrio tranquilo, para que Bumblebee rompiera el silencio con una pregunta simple, pero correcta a lo que se hara hoy:

-"¿A donde vamos, Grim?"

-"Hmm, planeaba que fuéramos al gran museo Bellavista primero. Escuche que habrá una gran exposición allí. Luego podríamos ir al café cerca de la torre Costa Nera, tal vez a comer un aperitivo."

-"Me parece un buen plan."- Bumblebee mira de reojo a Grimlock. -"¿Acaso te puliste al completo?"

-"Heh. ¿Me veo bien?"-

-"Te ves... deslumbrante"- Bumblebee pareciera babear un poco al ver a su amado dinobot tan ordenado por el, pero sacude su cabeza, alejando de primeras sus pequeños pensamientos invasivos. -"T-Te ves muy bien"

-"Y yo veo que Bee hizo lo mismo. No es necesario, te ves hermoso tal y como eres"- Le dice Grimlock, dándole un beso cerca de su mejilla.

Esto provoca que el joven autobot se sonroje casi al rojo vivo y le de golpes leves, avergonzado, en las espaldas del Dinobot, haciendo que este saque una carcajada por la reacción del bot amarillo. Grimlock ama estas reacciones y es más feliz porque el las provoca solo a Bee. Esto lo hace sentirse especial, y comprende que tiene un rincón en la chispa del joven bot. Los mismo pasa en la mente de Bumblebee, totalmente atontado por los comentarios del otro bot. 

En un momento, el dúo se mira directamente a los ojos y se sonríen mutuamente, acercándose y darse un beso con toda la calidez que ambos se pueden ofrecer mutuamente. Cortan dicho beso de manera lenta mientras se observan. Bumblebee acaricia lentamente la mejilla de Grimlock, mientras lo mira; A lo que el dinobot lo abraza con una de sus manos, acercando el cuerpo del joven bot más a el, mientras que con la que estaba libre, toma la mano de Bumblebee y la besa.

-"Feliz Aniversario, Bee"

-"Feliz Aniversario, Grim"

El dúo sonríe y se retiran caminando, tomándose de las manos a lo que será un día el cual nunca olvidara... y un día el que su mundo, después de tanta paz, dará un vuelco que podría cambiar lo que conocen.

Chapter Text

La gran avenida siempre está concurrida de Terranos y Transformers por igual, todos mostrando su estilo de vida actual: Una colonia frecuentada y habitada de trabajadores de todos los sectores, mientras que turistas de otras colonias son llevados por las calles de la última ciudad del sur en Neo Cybertron. La cultura no solamente es de aquellos que la habitan, sino como también se originó el terreno donde viven en la actualidad. 

Chilix tiene una larga extensión, lo que alguna vez los antiguos Terranos conocían como Chile, o de manera más burlesca: El pasillo del cono sur. La mayoría de los trabajos que uno puede encontrar en el nuevo centro de la ciudad son adornos decorativos como muebles de metal, cobre y lapislázuli, algo que a muchos Transformes les cuesta trabajar ya que es un mineral de tipo rocoso, más que el metal fundido. Hay equipos de puntos de venta que venden estas decoraciones e incluso, son considerados regalos extravagantes, al punto que, y de manera correcta, se venden como artesanías raras a los visitantes de la pequeña recesión cerca del ártico sur. Obviamente no solo son artesanías, pero los puestos de comida también son algo clave en este sector: Energon de distintas preparaciones y la comida de los Terranos crea una extraña fascinación de sabor y textura a cualquiera que desee probarlo de por sí. No solo la comida de la colonia es tradicional del viejo sector, si no que los alimentos de otras regiones también son bien acogidos en el mismo. Chilix es, en sí misma, rica en cultura y muy turística, pero a veces, ciertos problemas notables pueden salir a la luz.

A pesar de eso, Bumblebee adora este pequeño rincón del mundo donde está viviendo ahora. La paz es algo que se puede incluso respirar y la seguridad es latente. Ya no es necesario estar siempre alerta, esperar alguna emboscada o planear algún ataque a viejas sedes enemigas. Nada de eso es algo que le preocupe ahora. Ya nada de eso es importante. Eso lo sabe muy bien y lo comprende; adora está paz con todo su ser porque finalmente puede ser el mismo. Es lo que había deseado por mucho tiempo…

Y aún así, a veces extraña la vieja guerra. La emoción del combate y su vida corra peligro.

–”¿En qué mierda estoy pensando…?”- El autobot amarillo se agarra un poco su casco, pensando en esa pequeña vocecilla que le incita a volver a viejas glorias.

–”¿Bee?”- Grimlock interrumpe sus pensamientos, mientras trae para su pareja unos crepes de Energon con salsa de aceite. –”Perdiste un poco de color”

–”Ah, no es nada. Un pensamiento intrusivo se metió en mi cabeza”- Bumblebee trata de borrar esa idea de su módulo cerebral. Hoy está en una cita, no debería pensar en estupideces como esa.

–”Ya… pero si te sientes mal, podemos sentarnos en algún lado”- Grimlock le sonríe a su compañero de pintura amarilla y negra, extendiendo uno de los crepes para que consuma.

–”¡Oh! Estás son nuevas”- Bumblebee agarra una de las crepas con sus servos y dígitos, poco más sintiendo como el líquido de su boca se acumula por ver algo tan delicioso. Esto provoca que el Dinobot de colores verdosos suelta una risita al ver a su amado tan feliz por unos crepes de Energon.

–”Son las más deliciosas, según los blogs de los demás Transformers”- Grimlock observa su aparato visual portable de su brazo, volteando su cabeza hacia un lado.

–”Oh, ¿De verdad?”- Bumblebee se sienta más pegado a el Dinobot, viendo el visual que produce el brazo del dinobot verdoso, pegando su casco con el, en modo de acurrucó mientras come su crepé.

El dúo conversa sobre las tiendas del alrededor, las mismas que tienen varios puntajes con respecto a las necesidades básicas de cada ente viviente en el gran centro. Varias parejas de todo tipo van paseando, llenado el lugar de color. A este punto, los Terranos ya caminan despreocupados cerca de los colosos de metal, indicando la comodidad y la armonía en la que el grupo vive. Esto es algo que, nuevamente, Bumblebee se pone a contemplar. Quien diría que hace unos años atrás, esto era un terreno abandonado por la mano de Primus y sabe que entidad supernatural en la que creían los Terranos hace unos años atrás. Aunque si bien algo no cambia es de aquellos que “profesan” en nombre de una entidad que Bumblebee cree haber escuchado antes. ¿Cómo era? Ah, si, una entidad conocida como “Dios”, simplemente.

–”Me recuerda a los credos y lecturas del hermano Gunther”- Indica el Dinobot.

–”¿Qué será del viejo Gunther?”- Bumblebee piensa.

–”Quien sabe… tal vez encontró un lugar para su retiro, o seguramente hacer una obra de caridad”- Grim mira el cielo diurno sobre su cabeza. Es una agradable mañana de verano, no hace un calor intenso como hace unos años en el pasado. El sol ilumina al dúo con esa calidez tenue que presenta el gigante rojo en el cielo el día de hoy, lo que hace pensar a Grimlock de lo suertudo que es, el estar aquí ahora, junto a alguien que puede llamar su compañero más cercano. Mira un momento a Bumblebee, quien estaba concentrado comiendo esa crepa de energon, tratando de no desperdiciar nada mientras lo devora felizmente. 

‘Soy realmente un Dinobot con mucha suerte’, pensaba Grimlock mientras observa al autobot de colores llamativos. De manera inconsciente, pasa una de sus garras afiladas por la mejilla del bot amarillo, quitando unas migas de la crepa y lamiendo dicho dedo, disfrutando un poco de las migas de la masa y la crema espumante.

–”Rico”- Sonríe el Dinobot levemente, lamiendo sus labios con esa larga lengua de metal y aquellos colmillos de acero que romperían hasta el más duro de los materiales.

Bumblebee quedó pasmado ante la interacción del Dinobot cuando limpio su mejilla. Dentro de su motor se podía escuchar un sonido ahogado, como si el motor estuviera trabado, provocando que el joven se atore con el Energon hecho delicia en su tracto respiratorio automático. Esto preocupa mucho a Grimlock, quien le da leves palmaditas en la espalda, tratando de hacer que los pedazos de crepa puedan ir a la zona de combustible del autobot.

–”¡Lo siento, Bee! No quería–”- Grimlock es interrumpido por Bumblebee, quien comienza a reírse debido a la situación, con sus mejillas levemente teñidas de ese leve azulado que se asemeja a un sonrojo.

–”N-No, no. Está bien, Grim… me tomaste por sorpresa”- Bumblebee suelta una risita junto con un ronroneo de su motor interno. Su chispa se sentía tan cándida al lado de su compañero que no puede evitar que un poco de este calor salga de manera externa, expresándose en su rostro metálico. 

Grimlock adoraba con todo su ser esa sonrisa que el autobot mostraba con tanto relajo. Trata de que sus procesadores guarden cada curva, cada sonido y ronroneo del motor del más bajo, a todo lo que da. No puede creer lo loco que está por este Camaro caminante y parlanchín. Sus gritos, sus risas, sus llantos. Todo lo que venga de Bumblebee es algo que Grimlock atesora a muerte, con cada fibra de su metal interno.

Tanto Grimlock como Bumblebee notan a un grupo de turistas. No parecen ser de ciudades vecinas. ¿Podrían ser tal vez de metrópolis más grandes?, lo que los llena de interés, hasta que escuchan a uno de los bots, -El guía turístico, junto con su terrano ayudante, explicar y apuntar a la torre Costa Nera:

–”Está torre fue víctima de unas de las tragedias más terribles, que nuestra pequeña colonia pudo haber experimentado, desde la fundación de esta misma”-, continuó el viejo bot. –”Aquí mismo, sufrimos el recuerdo de lo que los Terranos conocen como un ‘Ataque Terrorista’, del cual aún le rendimos homenaje a los 134 Terranos y Transformers que perdieron sus vidas, por tal cual crimen de odio hacia la vida que protegemos”-

El Terrano asiente con su cabeza, añadiendo también más información sobre una época tan triste para la ciudad de Chilix: -”El ataque, en su momento, se creía que era un grupo de Decepticons que aún estaban operativos. Las investigaciones arrojaron que esto era erróneo, ya que simplemente era un grupo extremista que ansiaba con volver a los tiempos de guerra, a los tiempos en que Cibertron vio sus más oscuros momentos”-

Los Transformers visitantes como un grupo de Terranos, –también turistas –, escuchan con atención la historia. Si bien algunos la saben, se sabe que fue más una situación local del tridente del sur. Bumblebee, por su parte, conoce la historia muy bien, abrazando a su compañero mientras escucha. O más bien, hace memoria sobre ese incidente. Sabe lo que se perdió. Sabe lo que pudieron salvar. Saben que uno no pudo volver, a otro carro deportivo que nunca pensó perder de esta manera, menos cuando estaba en ese desierto o durante los ataques e invasiones a la Nemesis cuando estaban en la tierra. Obviamente, esto no pasó desapercibido para el Dinobot, que noto que las ‘alas’ del Camaro se bajaron, incluso si no se han dicho nombres todavía. Después de todo, solo han pasado 6 Vorns, –digamos, en lenguaje terrano, 498 años–, desde dicho ataque terrorista. Ambos estuvieron allí, asistiendo a la guardia de Chilix para evitar más bajas.

–”Bee, tal vez no deberías escuchar sobre-”-

–”No te preocupes, Grim”- Bumblebee lo calma, tocando su mejilla y besándola levemente. –”No es un mal recordatorio. Solo quiero escuchar si lo cuentan como se dijo que la contaran”-

Grimlock no podía negar que era interesante como se relataba está terrible tragedia. Aún recuerda los gritos, el pánico. Pensó que esa vida había quedado atrás de él, pero nunca se encontró con una situación cara a cara, cómo aquella vez. Hace 6 Vorns, la gente veía la gran torre, como estaba cubierta, –y casi fue tirada abajo, por una explosión concentrada de lo que parecía ser algún tipo de congelante muy potente, pero que expulsaba un frío demasiado irreal, incluso para un Transformer en sí mismo. Grimlock recuerda dos cosas vívidamente: El tumbante frío que acabó con 134 vidas inocentes, así como los gritos de Strongarm y Bumblebee, sosteniendo a un compañero muy conocido en brazos. Un miembro original del equipo Prime, durante el último periodo de la guerra.

–”Bumblebee”- Grimlock mira sereno a su pareja, quien parecía perdido escuchando el relato.

–”Hmm, ¿Ocurre algo, Grimlock?”- Bumblebee es sacado de trance por ser llamado al completo por el bot a su lado. Admira la seriedad que expande Grimlock. Sabe que está muy preocupado por él, notando porque lo llamó, incluso estando a su lado. –”Oh, Grim. Te juro que estoy bien, no estoy pensando en eso”-

–”Está bien. Pero igualmente quiero asegurarme. No quiero volver a verte así de triste y ansioso”- Grim pasa una de sus garras en el yelmo del Transformer amarillo, notando que es un gesto que Bumblebee si aprecia, más de lo que le gustaría admitir.

–”No puedes culparme. No es que él esté muerto, pero el golpe de frío de esa vez congeló hasta su circuito interno. Al menos, se sabe que no siente dolor con la herida que tenía en un costado de su forma”-, Bumblebee se le corta un poco su voz, pensando en lo que ese chico debió haber sufrido, antes de ser congelado. Genuinamente se siente mal por ese bot, es un amigo al que quiere mucho y respeta debido a su resiliencia. No solo eso: Era, o se vuelve, el ‘Iron Apprentice’ de Ultra Magnus y hermano de Strongarm. Sea lo que sea que lo congelará, él no sólo protegió a los civiles.

Bumblebee está eternamente agradecido con Smokescreen, quien en toda dificultad, defendió a su hermana también, ya que, en toda la mala suerte que Primus podía otorgar, Healwheel se encontraba dentro de la torre al momento del ataque.

–”Smokescreen fue reconocido como héroe, Bumblebee. Todos esperamos que se despierte del coma por congelamiento”-, indica Grimlock, mirando a Bumblebee.

-”Lo sé, Grimlock. Estoy seguro que idiota hubiera disfrutado la gloria de haber salvado muchas vidas. Lo hizo, si… pero…”- Bumblebee junta sus brazos. Solo el pensar que su pequeña hermana pudo haber tenido la misma suerte que el otro auto de carreras, lo aterra. No quiere ni pensar en lo traumática que debió ser la situación para una sparkling en su momento.

–”No quiero que el sacrificio de Smokescreen, para salvar a tantos y a ella, se vea manchado o afectado. Se que Ratchet busca una manera de eliminar ese congelamiento eterno”-, agrega Bumblebee a su frase.

–”Sabes que no están manchando su imagen. La que más quiere que vuelva es Strongarm. Sabes que el arrepentimiento la está comiendo por dentro”-, Grim agrega mientras empieza a caminar con Bumblebee hacía más tiendas céntricas, para ver algo que les pueda interesar y distraerse de lo que conversan. Sin embargo, sabe que esto es bueno: Ocultar tu pesar y dolor puede pasar la cuenta , más de lo que Grimlock le gustaría admitir.

–”Sabes que Strongarm le dijo algo muy feo a Smokescreen, Grim. ¿Cómo no la comería la culpa?”-, Bee mira a Grim con esos ópticos azulados y un tanto inocentes, aún si se trata de Bumblebee.

–”Y ella no lo dijo en serio, lo sabes. Estaba esforzándose para, por fin, ser una verdadera policía”-, agregó Grim.

–”Bueno, si. No puedo negar que Strongarm estaba muy ansiosa esa semana. Lastima que no logró pasar la prueba la primera vez.”- Bumblebee suspira, preocupado por su joven compañera de equipo. –”Pero es aquí donde Sideswipe me sorprendió. El mismo, siendo él, logró poner a Strongarm de nuevo en acción. ¡No dejo que esta pena la venciera!”- Bumblebee agrega, casi brillando de orgullo.

–”No puedes negar que sí se lució cuando gritó a viva voz para apoyarla en la prueba, cuando lo intentó por segunda vez”-, Grim se ríe, recordando cuánto ruido generaba Sideswipe esa vez, cuando Strongarm estaba en un punto muy bajo.

El dúo se mira y se dan cuenta que, aunque sea un equipo variado, siempre estarán ahí, el uno para el otro, sin importar lo que pase. Esa es la esencia de su equipo. De la familia que ellos formaron en ese depósito de chatarra.

— Más tarde.

–”Y entonces Russell pudo arreglar esa máquina. De hecho, ¡dejó impresionado a Fixit!”- Grimlock caminaba con Bumblebee de la mano, ambos llevaban unos paquetes en sus manos, cosas que se pueden comprar de sus gustos y uno que otro elemento para pulir sus formas. En realidad, el que llevaba más cosas de mantenimiento era Bumblebee. Digamos que su doble trabajo como investigador de nueva fauna y otro trabajo que tiene como modelo de medio tiempo, implica cuidados como arreglos constantes de alguna abolladura en su físico. 

–”No me digas, Russell ha mejorado mucho en sus habilidades de reparar objetos. Realmente Fixit ha sido una buena influencia para él, aunque Dennis lo niegue más de una vez”-, suelta una leve risita Bumblebee, caminando y escuchando atentamente a Grimlock, mientras sigue comiendo lo que parece ser ahora una malteada de energon con anticongelante saborizado a limón y mango. 

–”Son buenos chicos, lo sabes. Aunque me da aún más risa el hecho de que Russell aún se avergüenza del apodo ‘Rusty’, pero ya se ha ido acostumbrado”- Grimlock muestra su sonrisa de tiburón, con esos dientes de sierra que tiene y usa para masticar hasta el metal más duro. Y otras cosas.

Bumblebee se ruboriza de solo observar los dientes afilados de su compañero. Si bien están en público para pensar en cosas como esa, no puede evitar recordar en esas noches el compartir de manera más íntima con su amado Dinobot. Donde las habitaciones que se han quedado pueden llegar a contar historias de lo que se ha hecho dentro de esas paredes. La sensación de los mordiscos en su cuerpo en esos días pasionales, tal vez más que de dos jóvenes adolescentes enamorados; esa enorme lengua que también llega a lugares a lo que Bumblebee le genera, de solo pensar, una sensación de calidez en varias zonas de su cuerpo. Las manos de Grimlock, incluso teniendo garras, acariciando cada rincón de su figura metálica, de manera lenta sin tener que rayar la pintura de su forma alterna vehicular pero lo suficiente para tener la sensación de dicho toque, que fácilmente hace que su procesador interno le haga recordar a su cuerpo cómo se siente, y que pida más de esos dedos del bot verdoso. Bumblebee se reniega, pensando también que no debe desear algo así en este momento, pero su otro lado realmente deseaba, en cierta medida, ser destruido por Grimlock. Ser uno con el.

–”Hhhh!!”- Bumblebee chilla, cubriendo su rostro con el brazo del Dinobot, ya que justo iban tomados de las manos al momento del Camaro, en pensar sobre esas actividades.

–”Huh, Bumblebee, cuidado. Podemos caernos”-, Grimlock trata de sostenerse a sí mismo, como al joven autobot mientras este parece rechinar sobre algo que pensó de golpe. Lo mira y nota el rubor como la calidez que desprende sus audiales, como lo bajos que están. Grimlock sonrió de punta a punta, notando que era lo que el autobot de pintura amarilla acababa de pensar. Se acerca levemente a su audial izquierdo, susurrando de una manera que el solo pueda escucharlo, como deteniendo el tiempo de un momento a otro con unas simples palabras:


–”Si conseguimos un hotel, no voy a dejar que descanses, Bee”-


Para luego proceder a morder levemente el pequeño pedazo de metal que representa una oreja. Un punto sensible que conoce muy bien, lo que provoca que el autobot se cubra la boca, antes de que suelte un sonido obsceno en público, y mirando a Grimlock con unas ganas de ahorcarlo y mandarlo a la mierda en el lugar, pero a la vez acaba de encender su fuego interior con unas ganas aún más amplias de buscar un lugar y que Grimlock devore de su cuerpo lo que desee.

Era realmente el día perfecto, la mejor cita que han tenido desde hace 4 meses; cuando la última cita fue interrumpida por un bot que se pasó de listo con Bumblebee, también generando una reacción feroz en Grimlock, protegiendo a su amado. Terminó con 4 heridos en el hospital y una noche en la celda, al menos para Grimlock. Si bien Bumblebee pensó pedirle el favor a Optimus de liberarlo antes, esto podría traer problemas con la opinión pública. Grimlock no se molestó, de hecho, el mismo indico que se hubiera enojado de verdad si Bumblebee hubiera usado sus conexiones de mala manera, solo para reducir su noche en el calabozo, por una pelea que en la que claramente ganó, pero que pudo haber evitado si quería. Su mera presencia era ya intimidante, pero Bumblebee no estaba en todo sus cabales, – una sospecha de que le dieron alguna sustancia en esa cita, en un bar que se encontraron; y definitivamente era la culpa de esos cuatro bots enviados al hospital a puro simple puñetazo. No era momento de recordar esa última cita, realmente. Era el momento de aprovechar esta misma, la cual es rodeada por los enormes edificios que iluminan este hoyo profundo. Pasan caminando por la avenida principal una vez más, ahora ya con el atardecer mezclados entre las tonalidades anaranjadas, moradas y luego un oscuro azul profundo, únicamente opacados con la gran esfera de energía sobre la enorme torre correspondiente a la sede y pináculo de la colonia de Chilix. En su momento, fue algo que se pudo haber perdido, pero es una torre de hormigón puro con una aleación de cobre, titanio y el más puro hierro cibertroniano, brillando con esos cristales de triple cobertura, mostrando varias oficinas como tiendas interiores de la torre. El orgullo de la zona con mayor ingreso monetario de la enorme ciudad: La gran Torre Costa Nera, la antorcha del sur de Neo Cybertron. La esfera de energía sobre la torre, como si fueran tres dedos a modo de garra, sosteniendo el soporte de dicha esfera, era realmente un portal que lo une con otras torre Costa alrededor del nuevo planeta para unir puntos lejanos entre una colonia y otra. Constantemente naves y transformers cruzan por este portal para venir a una ciudad que, incluso desde su fundación de un antiguo país humano con nombre similar, se dedica únicamente a la actividad minera como supervivencia general y sustento económico. Expandir nuevas actividades, como generar sus propias herramientas y extracción de comida de alta calidad para los Terranos se volvieron a desarrollar, pasado una crisis desde los inicios de la colonia, gracias a la ayuda de viejos Transformers retirados, siendo entre ellos, justamente, Optimus Prime, quien ahora mismo ejerce como el principal clérigo del conocimiento dentro de la ciudad; por otro lado, se tiene a Ultra Magnus, como dirigente militar del tridente del sur; finalmente, por muy irónico que se pueda pensar, Wheeljack es el principal exponente científico que ayuda con abrir nuevas escuelas para distintas disciplinas que los sparklings, – u otros bots que quieran aprender nuevos trucos, quisieran aprender otras cualidades. Explorar sus límites.

Todo esto expresa la torre y sus alrededores. Para Bumblebee y Grimlock, la torre es una oportunidad, pero a la vez, es perder una libertad de la cual, aún, desean disfrutar más tiempo antes de establecerse. Ambos siempre lo han conversado, que aún les falta algo que descubrir de ellos para por fin darse por sentado. Incluso ambos ya saben una sola cosa: Se van a convertir en Conjux Endura, pero al estilo Terrano. Bumblebee realmente desea una boda, pero lo ve complicado debido a la morfología de un Transformer como tal. A Grimlock solo le basta que estén los que más ama en ese día: Sus amigos, a los que considera su familia, las personas que estima mucho. Uno quería que fuera un día inolvidable, pero el otro solo quiere que el día sea especial. Ambos, eso sí, desean establecerse cuando ya hayan descubierto todo de ellos mismos. Aun les falta un camino que recorrer, al menos… es lo que ambos piensan.

–”Hoy ha sido un grandioso día”-, indica Bumblebee, acurrucado en el dinobot.

–”La verdad es que sí. Fue, por primera vez en mucho tiempo, una cita perfecta”- Grimlock deja que Bee se apoye sobre su figura, acariciando la espalda de su compañero y besando su cabeza un par de veces. Tambien frota su rostro con el yelmo del autobot amarillo. 

–”Jajaja, me haces cosquillas, Grim”-, responde Bumblebee, mirando a su amado Dinobot a los ópticos directamente. Le da una sonrisa cálida y acaricia la mejilla del rostro de Grimlock. –”Realmente fue un grandioso día, Grim… muchas gracias por traerme”-

Grimlock sonríe y se va acercando lentamente al rostro del bot de colores claros, ambos se quedan mirando, mientras sus bocas se acercan más, hasta consumar un beso lleno de calidez y amor, el cual profesan constantemente con acciones y mensajes. Pero también les gusta lo físico. Este beso es corto, pero se separan lentamente ambas bocas y se miran como enamorados primerizos. Ambos se ponen a reír y frotan sus frentes, como sintiendo la calidez del otro, o la necesidad misma de sentirse mutuamente.

–”Te amo, Bumblebee.”

–”Yo también te amo, Grimlock.”

Ambos estaban confiados de su amor. Nada los iba a separar. Nada los alejaría. Se miraron mutuamente, mientras las personas alrededor de ellos, como si el tiempo se hubiera detenido simplemente en su entorno y nada los molestara. Nada podía salir mal al final de la cita, la cual, definitivamente, ya había terminado, puesto que era hora de que Bumblebee volviera a su hogar, con Grimlock como su escolta. Oficialmente, la cita terminó completamente bien. Cuando el dúo se disponía a volver a casa y tomar las cosas que habían comprado entre ambos, son interrumpidos por una voz familiar. Una voz que reconocería donde fuera y esos pasos delgados de cierto bot de colores rojos, seguido también por uno más grande, con colores obviamente entre la tonalidad anaranjada y negra.

–”¡BEE!, ¡GRIM!”- Sideswipe llega, poco más tropezando y tomando unas bocanadas de aire, sobrecalentando su motor por sobreesfuerzo del mismo.

–”Lamentamos interrumpirlos en medio de su descanso”-, finalmente habla el bot de colores anaranjados.

–”Huh. Drift, Sideswipe, ¿qué hacen aquí?”- Bumblebee se sorprendió al ver al dúo de su equipo juntos, pero algo llamó su atención en el rostro de Drift. Nunca había visto al adulto tan preocupado. –”Drift, ¿Que ocurre?”-

Grimlock trata de ayudar a Sideswipe a respirar, notando que tiene un rasguño un tanto feo en su brazo derecho. Algo pasó, definitivamente algo pasó. –”Sideswipe, ¿quien te lastimo?”-, Grimlock, en su naturaleza de Dinobot, al ver a uno de su manada lastimado, activa su instinto de protección al ver a uno de los suyos en ese estado.

–”Ah”- Sideswipe finalmente puede respirar. –”Lo lamento, Bee. Grim. Son… ¡son ellas!, ¡Strongarm y Healwheel!”-

Bumblebee mira al bot rojo de golpe. Esto no es bueno, nada bueno cuando noto que Sideswipe las nombra, con esa voz tensa, ansiosa y preocupada. Algo siente que está mal, muy mal. La chica que cuido por mucho tiempo, a quien considera su sombra y su hermana, la pequeña que siempre lo admira como si de un héroe se tratara; les había ocurrido algo, antes de poder preguntar, Sideswipe pudo decir lo que en su procesador, maquinando de manera rápida, ya sabía: 

–”¡ALGUIEN LAS SECUESTRÓ AFUERA DEL HOSPITAL!”-

-Fin Capitulo 5-