Actions

Work Header

“Solo una vez”… ¿Seguros de eso?

Summary:

Taehyung es el tipo de estudiante aplicado que huye del drama universitario y prefiere la tranquilidad de la biblioteca antes que los escándalos del bar. Pero una noche todo cambia. Un encuentro inesperado con el seductor y temido Yoongi —el chico del que todos hablan, pero pocos conocen— desata un juego de tensiones, desafíos y propuestas indecentes.

Él dijo que nunca caería. Yoongi dijo que solo quería una noche. Pero... cuando la atracción quema, el control es lo primero en romperse.

En un campus donde todos juegan, pero pocos apuestan con el corazón, una sola noche podría ser el principio del desastre… o de algo más.

Notes:

Esta historia es una obra de ficción creada únicamente con fines de entretenimiento. Los personajes mencionados están basados en figuras públicas reales, pero los eventos, personalidades y diálogos aquí representados son completamente imaginarios. No refleja la vida real, pensamientos, ni comportamientos de las personas reales involucradas.

El contenido de este escrito no busca ofender, perjudicar ni afirmar nada sobre los individuos mencionados. Todo esto es parte de un universo ficticio creado por y para fans.
Se recomienda discreción y una lectura con mente abierta.

(See the end of the work for more notes.)

Chapter 1: "Entre tragos y verdades"

Chapter Text

Ni en sus más locos planes estaba acompañar a sus amigos a un bar, pero ahí se encontraba, rodeado del ruido de la bocinas que reproducía una canción de moda. A la par de él se encontraba varios estudiantes de su universidad. Algunos de ellos pasando el rato y otros celebrando lo que se podría denominar el final de aquel semestre, aunque faltaban unas pocas semanas. A unos metros en el fondo del lugar se encontraba la barra, donde logró divisar a sus amigos, Jimin y Baekyun, ordenando sus bebidas. Desde su lugar observó las cervezas que tomó Jimin, algo simple de acuerdo a su petición. Él todavía tenía clases en la tarde y llegar con los estragos del alcohol, tampoco estaba en sus planes de ese día. Entre todo el alboroto del lugar su grupo encontró una mesa en la mitad de dos grupos ruidos de jóvenes. Por los rostros aniñados se deducía que eran recién ingresados en la universidad. Cuando Jimin dejó las cervezas en la superficie de la mesa todavía estaba considerando porque acepto tremenda barbarie.

Él no se consideraba como el chico inocente, o algo por el estilo. Pero los lugares ruidosos no eran lo suyo. Él prefería gastar su tiempo en algo más productivo, como ver televisión en casa. Pero esos dos chicos logran su cometido, como nadie lo había hecho en sus casi tres años en la universidad. Sintió su celular vibrar en su bolsillo y lo saca para ver quién lo llamaba, “Mamá”. Las letras en la pantalla lo paralizaron de un momento a otro. Su madre creía que él estaba en la biblioteca para aquel instante, antes de siquiera pensar en su acciones, deslizó su dedo por el botón rojo, colgando así la llamada de su madre. Luego inventaría una excusa.

Al guardar su celular, las miradas de sus amigos estaban sobre él esperando una explicación–. Mi mamá –fue lo único que respondió el pelinegro con un ligero encogimiento de hombros.

–De acuerdo –el primero en hablar fue Jimin, sin agregar nada más.

–Yo quiero comer –se quejó Jin ante los demás. Jin era uno de los mayores de su grupo de amigos. Él ya estaba por empezar su último año de universidad.

Un bufido se escuchó por parte de Taehyung, de igual manera fue convencido Jin, pero con la mentira de la comida. Ambos estaban saliendo de clases cuando Jimin y Baekyun los encontraron y se los llevaron ellos. Jin tan inocente les creyó.

Chanyeol soltó una carcajada ante la mueca de decepción de Jin–. Fuiste ingenuo al creerles –se volvió a burlar.

–Luego iremos a comer Jinnie. Lo prometo –una sonrisa resplandeció en el rostro de Jimin. Taehyung sabía que aquello era verdad. Jin no era bueno con el alcohol. Algunos video enviados por sus amigos lo habían demostrado. Chanyeol le palmeó la espalda a Jin en señal de disculpa.

–Bebamos que a eso hemos venido –soltó eufórico Baekyun mientras tomaba un vaso y servía la cerveza.

Las primeras cinco botellas le parecieron eternas a Taehyung, por más que intentaba rechazar cada vaso que aterrizaba en su mano. Jimin lo obligaba a tomar otro más como castigo.

Cuando ya iban por la tercera ronda de bebidas. La mente de Taehyung recordó sus propias palabras cuando entró en el bar. Los voy a acompañar por un rato. Tengo que ir a la biblioteca. Reviso la hora en su reloj y de aquella promesa había pasado dos horas con exactitud.

–¿Qué les parece si jugamos verdad o reto? –Propuso Jin con voz extraña. Los demás celebraron–. Pero sin retos. Solo verdades –los ojos de sus amigos se iluminaron en emoción ante la idea de Jin.

–Girar la botella es anticuado –hablo Chanyeol. Él era igual uno de los mayores en el grupo, sin embargo, también era infantil cuando de juegos se trataba. Por ello sacó de su mochila una baraja de cartas–. La cosa es simple –lanzó una carta. Rey de corazones negros–. Ustedes deben acertar al color de la carta que lanzaré –su dedo índice golpeó la carta–. Si no aciertan deben confesar una verdad.

–Cualquiera de nosotros puede preguntar. Solo una pregunta –aclaró Jin. Taehyung solo asintió ante las reglas del juego. La parte todavía consciente de Taehyung le pedía que jugará. Sin embargo, desde ese momento el alcohol estaba teniendo la ventaja en su sistema y ante cualquier petición hecha era capaz de aceptar.

La primera ronda fue divertida. Las preguntas eran absurda e infantiles, por ejemplo, la vida personas, tu primer novio o beso. Sin embargo, la intensidad de las preguntas fue subiendo en especial cuando la atención de Jimin se dirigió a una mesa en especial.

El turno fue de Jin al caer en la trampa de las cartas.

–Yo quiero preguntas –se emocionó Jimin–. Jinnie, ¿Te gusta Kim Namjoon? –Las mejillas de Jin se colorearon de un fuerte rosado, tanto de la vergüenza como por el alcohol.

Negó continuamente con al cabeza, pero de sus labios la respuesta fue contraria–. Sí –susurró, pero todos fueron capaces de escucharlo.

–¿Por qué? –Preguntón Baekyun realmente interesado. Baekyun era de la misma edad de Jin y compartían la mayoría de las clases.

–Me gustan sus hoyuelos –respondió con simpleza Jin, el sonrojo acentuándose en sus mejillas.

Taehyung soltó una risita–. ¿En serio? –La mirada de Jimin era acusatoria ante la risa burlona del pelinegro.

Chanyeol también acompaño la incertidumbre de Taehyung–. ¿En serio? Sabes la reputación que tiene Namjoon en la universidad.

–Exacto –apoyo Taehyung.

–Tonterías –protesto Jimin–. Sigamos.

El juego continuo y fue el turno de Jimin.

–¿Alguien que te parezca sexy de la universidad? –Preguntó Baekyun.

Jimin rio antes de responder–. Min Yoongi –una sonrisa coqueta asomó en sus labios.

–Asco –Taehyung hizo una mueca. Él era de aquellos que con el alcohol hablaban sin pensar. En su vida diaria también lo era, pero en este punto su franqueza aumentaba.

–Debes estar bromeando –la mirada de Jimin volvió a clavarse en el mismo lugar. Los demás giraron en la misma dirección. Sí, ahí se encontraba Min Yoongi con su grupo de amigos. Taehyung pudo reconocer a cada uno de ellos. Kim Namjoon, Jung Hoseok, Jeon Jeongguk. Todas las chicas y chicos de la universidad morían por pasar una noche en la cama de cualquiera de ellos.

Taehyung se dedicó a mirarlos por un instante hasta que la mirada de Yoongi chocó con la suya y la retiró. Mezclarse con alguno de ellos no era nada bueno. Todos hablaban de la famosa lisa de conquista de cada uno y los rumores que los rodeaban era uno mejor que el otro.

–Pagaría lo que fuera por tener sexo con Yoongi o Jeongguk –la voz de Jimin cortó el silencio que se había instalado en la mesa–. Una vez escuché que Jeongguk tuvo sexo con una chica durante toda la noche –las mejillas de Jimin se colorearon de tan solo imaginar aquella escena.

–Eso es absurdo. Nadie tiene tanta resistencia –se burló Baekyun. Las risas de los demás acompaño aquel comentario, menos Jimin que hizo una mueca de molestia ante las carcajadas soltadas por sus amigos.

–Sí, yo solo he durado dos horas–. Chanyeol hizo un puchero, antes de volver a reír–. Y eso fue porque Baekyun me seguía obligando a continuar –la risa característica de Jin se escuchó en la mesa y contagió al resto.

Para nadie era un secreto que Chanyeol y Baekyun eran pareja, solamente no actuaban como una todo el tiempo. Pero se amaban y eso lo demostraba sus cuatro años de relación.

–¿Pero quién no desearía despertar en la cama de uno de ellos? –Continuó Jimin para detener la burla de sus amigos. La mano de Taehyung se levantó de inmediato.

–Yo –se encogió de hombros luego de responder–. Nunca ha estado en mis sueños acostarme con alguno de ellos. Y peor tener tantas rondas de sexo –se mofó el pelinegro de nuevo.

Pero sus palabras perdieron importancia cuando toda la atención fue captada por Yoongi que caminaba cerca de su mesa. El chico vestía un pantalón negro tipo cuero, una camiseta negra y acompañada de una chaqueta de cuero negra. Pero lo que resaltaba sobre todo era su cabello. El color verde menta le quedaba perfecto. Sí, era sexy, atractivo, caliente y miles de adjetivos más, nadie lo podía negar, pero Taehyung tampoco era quien lo iba aceptar.

–Cálmate Jimin –regañó Chanyeol al notar el nerviosismo del pelirrosa. Por el constante movimiento de sus manos se podía notar que ganas no le faltaban para lanzarse sobre el pelimenta.

Solo minutos después, Yoongi volvió a caminar junto a ellos, pero se detuvo lo suficientemente lejos para no ser visto y lo suficientemente cerca para escuchar. Algo, o específicamente alguien atrajo su atención.

Una carta fue lanzada por Chanyeol para continuar con el juego. Taehyung perdió y debía responder a una de las preguntas de sus amigos.

–¿Dominante o sumiso? –Soltó Baekyun muy interesado por la respuesta del pelinegro. Una risita avergonzada escapó de Jin. De pronto todos estaban demasiados interesado en la respuesta del pelinegro.

Por otro lado, Taehyung casi escupe la cerveza. Él no era de ponerse tímido al momento de hablar de sexo, pero si le preguntaban sobre su vida sexual era un caso diferente–. No quiero contestar a eso –se quejó una vez que trago la cerveza. Él era muy reservado sobre ese tema, tanto que ni siquiera sabían sobre ello.

–Debes hacerlo –Jimin puso otro vaso frente a Taehyung. Jimin estaba emocionado en demasía por saber algo más sobre su mejor amigo.

Un suspiró escapó de los labios del pelinegro–. Dominante –un sonrojo apareció al responder. Sus amigos lo miraban seriamente–. ¿Qué? –Preguntó nervioso por la atención recibida.

–¿No eres el que recibe? –Pregunto intrigado Chanyeol. Otra vez los amigos comenzaron a reír. El sonrojo de Taehyung aumentó y ahora cubría también su cuello. El ver a aquel chico de esa manera removió algo en el interior de Yoongi. No sabía que era, pero él deseaba ver así a aquel chico. Pero en otra situación obviamente.

–Si lo soy, pero eso no significa que no me guste tener el control –respondió con el ceño fruncido. Sus amigos asintieron procesando la información en silencio.

–Interesante –Chanyeol no lo dijo con malicia, pero las carcajadas de Jin y Baekyun no ayudaron a que el sonrojo de Taehyung disminuyera.

–Entonces…–Jimin iba a hablar, pero se calló al mirar los ojos de Taehyung. La mirada de molestia en el rostro del moreno dejaba en claro que no iba a aguantar otra broma más.

Yoongi se retiró de ahí y fue a su mesa. Namjoon no perdió de vista ninguna de las acciones de su amigo. Namjoon rio por lo bajo al imaginar que por la cabeza de su amigo ya rondaba algún plan retorcido.

–¿Quién es el pelinegro? –Preguntó Yoongi al resto, señalando con la cabeza la mesa que dejó atrás. Los demás buscaron con la mirada al chico de quien hablaba Yoongi.

–Kim Taehyung –respondió Jeongguk–. El cerebrito de su facultad –las risas escaparon de los demás ante cómo lo llamó Jeongguk.

–¿Nunca lo habías visto por la universidad? –Preguntó Hoseok. El pelimenta negó–. Es el mejor amigo de Park Jimin –Hoseok se encogió de hombros como si aquella información no fuera relevante.

–¿Jimin? ¿Está en el club de baile contigo? –Preguntó Jeongguk interesado.

–Exacto –aseguró Hoseok. Todos continuaron con la conversación sobre aquella mesa. Sin embargo, Yoongi no podía quitar la mirada del chico de piel canela, bueno, de Taehyung. Él fue capaz de escuchar como aquel chico se negaba rotundamente a pasar una noche con cualquiera de ellos y eso lo molestó.

–¿Te interesa? –La voz de Namjoon se escuchó cerca de su oído y él solo rio. Namjoon lo conocía mejor que nadie al ser mejores amigos desde hace años.

–Solo quiero que se arrepienta de sus palabras –el plan ya estaba creado en la mente de Yoongi desde que ambos chicos cruzaron miradas por escasos segundos.

Algo en la mirada de Taehyung logró atraer por completo su atención, quizás ese rastro de superioridad que destilaba y por no hablar de la belleza del pelinegro. Yoongi quería hacer que el chico de piel canela rogara por su toque y por su atención.

–Acuéstate con él –aconsejó Jeongguk al escuchar su conversación–. Y yo lo hago con Jimin –hace tiempo tenía la mirada sobre aquel pelirrosa. Desde la primera vez que asistió a una presentación del amigo de Taehyung, y el verlo bailar había dejado un problema serio en su entrepierna. Sin embargo, Hoseok siempre lo detenía de hacer alguna tontería, porque eran compañeros y quería evitar cualquier problema con Jimin.

–No creo que acepte –se unió Hoseok a la conversación al escuchar el tonto consejo de uno de los menores del grupo–. Sé por boca de Jimin que solo sale con chicos que no asisten a nuestra universidad –el resto se mantenía en silencio y solo se dedicaban a observar a Yoongi esperando una respuesta.

–Pero yo no quiero salir con él –sonrió de forma astuta el pelimenta–. Solo quiero meterme en sus pantalones –durante toda la conversación no retiró ni una sola vez su mirada del pelinegro. En ese instante, Taehyung se levantó y él fue capaz de admirar su cuerpo. Solo era unos centímetros más bajo que él, sus hombros eran un poco anchos, pero sin exagerar. Sin embargo, el gran sweater negro ocultaba gran parte de su cuerpo. Pero Yoongi apostaba que debajo de la prenda se ocultaba un cuerpo con curvas. Una risita escapó antes sus pensamientos perversos que todos involucraban a Taehyung.

–Necesito un baño –Taehyung no aguantaba otro vaso más sin que su vejiga explotara.

–Te acompaño –ofreció Chanyeol. Él fue el único que se percató que las miradas de aquel grupo estaban sobre Taehyung, en especial del pelimenta, que no alejo su mirada del pelinegro ni un segundo.

–No te preocupes puedo hacerlo solo –al momento de levantarse, su mirada se desenfocó durante unos instantes, pero sabía que podía caminar. Debía dejar de beber, sino no iba a ser capaz de llegar a su clase.

Yoongi siguió el recorrido de Taehyung hacia el baño y aquello era una oportunidad que no iba a desaprovechar. Se levantó y dejo a sus amigos atrás sin alguna explicación.

El baño se encontraba vacío y eso fue bueno para el pelinegro que dudaba que pudiera aguantar más. Al terminar, soltó un suspiro de alivio y lavó sus manos. Se disponía a salir de ahí. Sin embargo, su mirada cayó en el pelimenta, que era el tema principal de conversación en su mesa, que bloqueaba la única salida.

Acosador. Fue la primera palabra que cruzó la mente del menor, pero prefirió no hacer comentario alguno y continuó con su camino. Sin embargo, la mano del alto lo detuvo y lo mantuvo en su lugar. El cuerpo de Taehyung se tensó ante el contacto

–Suéltame –la voz de Taehyung sonaba ligeramente amortiguada por el alcohol.

–¿Qué hace un chico tan sexy solo por aquí? –Yoongi sabía que nadie se resistía cuando le dedicaban palabras que desean escuchar. Y él era bueno con las palabras. El agarre de Yoongi fue cediendo para no asustar al menor.

–Nada que a ti te interese –tanto la voz como la mirada de Taehyung denotaban molestia. Jaló con fuerza su brazo para soltarse y debido al movimiento brusco se tambaleó. Yoongi volvió a sostenerlo para que no cayera. Gracias alcohol, maldijo Taehyung en su cabeza.

Chico difícil. Una sonrisa se mostró por parte de Yoongi–. ¿Por qué un chico tan adorable es rudo? –La mano que sostenía a Taehyung, se movió en suaves caricias hasta detenerse en su hombro donde dedico suaves masajes para dejar la piel de la clavícula expuesta. Yoongi se maravilló ante la suavidad y el color dorado de la piel de Taehyung. Era similar al caramelo y aseguraba que debía ser tan dulce como la misma. Conforme los masajes aumentaron en fuerza la piel del menor se marcó de un ligero tono rojizo. Los dedos de Yoongi también se marcaron, y eso emocionaba al pelimenta en más de un sentido. Pero las palabras del chico bonito cortaron cualquier avance.

–Porque un idiota no me deja salir del baño –una corriente eléctrica recorrió el cuerpo del moreno debido a las atenciones a la piel de su clavícula. Se reprendió mentalmente por no saber controlar a su cuerpo. Si tan solo unos momentos atrás estaba negando cualquier tipo de atracción hacia ese tipo y ahora su cuerpo lo traicionaba.

–Te propongo un trato –Yoongi alejó su mano del cuerpo de Yoongi y el pelinegro soltó un suspiro de alivio. Genial, los gestos de Yoongi habían logrado alterarlo.

En un arrebato de valentía, Taehyung se acercó lo más que pudo al cuerpo del pelimenta, tanto que se podía sentir la respiración del otro, y le susurró. –No me interesa ninguno de tus tratos –con esas palabras el pelinegro dejo a atrás a Yoongi, quien recorría su mirada al menor. Después de aquella acción estaba más interesado que antes. No iba a rendirse. Todavía no encontraba a esa persona que fuera capaz de resistirse a él.

Chapter 2: "Apostar por el imposible"

Summary:

Taehyung pensó que había dejado atrás aquel encuentro en el bar, pero Min Yoongi no es alguien que se rinde fácilmente. Un “trato” lo pone cara a cara con una propuesta inesperada, y aunque su respuesta es clara, el juego apenas comienza. Rechazar al chico más deseado de la universidad debería ser el final… pero para Yoongi, es solo una provocación más.

Notes:

Antes de sumergirte en la historia, quiero recordarte que este es un trabajo de ficción, escrito solo con fines de entretenimiento.
Los personajes están basados en personas reales, pero nada de lo que ocurre aquí refleja su vida, personalidad o relaciones en la realidad. Todo lo que leerás a continuación ha salido completamente de mi imaginación.

Por favor, lee con la mente abierta, disfruta la historia y recuerda: esto es solo un juego de palabras, no un reflejo de la vida real.

¡Gracias por estar aquí y apoyar este espacio creativo! 🫶

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Después de aquella salida con sus amigos, Taehyung no les contó nada sobre su encuentro con el pelimenta en el baño. No quería que Jimin armara un escándalo por rechazar lo que sea que el tipo quería hablar con él.

Sus clases continuaron de manera normal luego de olvidar aquel encuentro que en los momentos menos pensados regresaba a su mente. Aquellos recuerdos hacían que por su cuerpo recorriera una corriente eléctrica. Así recordando el tacto…de quién debía olvidarse de una vez por todas. Sin embargo, el mundo no estaba a su favor, dado que un viernes al salir de sus clases, su rutina se vio interrumpida por cierto grupo de amigos.

–Hey –saludo Yoongi desde el lugar donde se encontraba con el resto de su grupo. El más alto se encontraba sumamente emocionado al cruzarse con Taehyung, pero el pequeño decidió ignorarlo y seguir–. Es irrespetuoso no saludar a los demás –la voz del ahora castaño se encontraba a unos pasos de él. No entendía que hizo en sus vidas pasadas para tener tanta mala suerte. Él solo deseaba un viernes tranquilo.

–Pero es más peligroso hablar con desconocidos –contestó de manera cortante y reanudó su marcha.

–No somos desconocidos –volvió a hablar Yoongi de manera coqueta.

–¿En serio? –Soltó Taehyung con sarcasmo–. Entonces ¿Cómo me llamo? –Era absurdo seguir con aquella tontería. Deseaba ver el desconcierto del castaño al no saber que responder.

–Taehyung –los belfos de Yoongi soltaron con orgullo.

–Seguro alguno de tus amigos te lo dijo –se giró y su miradas recorrió a todas las personas que rodeaban a Yoongi hasta detenerse en una–. Hola Hobi –saludó al pelirrojo. Ya se las cobraría luego a su amigo por revelar su nombre.

–Hola Tae –devolvió el saludo y los demás lo miraron extrañados, en especial Yoongi ante la confianza de ambos.

–Gracias por darle mi nombre –sonrió y luego rodó los ojos–. Adiós –sacudió su mano y continuó su camino. No tenía las ganas y peor el ánimo para seguir hablando con esos tipos. Tenía cosas más importantes que hacer y un gran pote de helado lo esperaba en su casa.

–¿Eres amigo de Taehyung? –Preguntó Namjoon.

–Nope –negó Hoseok. A pesar de que Taehyung y Hoseok si eran amigos hace ya un tiempo.

–¿El apodo? –Jeongguk lo miraba interrogante.

–Jimin es mi compañero en el club y a veces Taehyung lo acompaña. Hemos hablado un par de veces. Nada fuera de lo común –explicó quitando toda la importancia del asunto.

–Mierda –Yoongi golpeó la puerta de su auto. No pensó que llevar a Taehyung a la cama fuera tan complicado.

–Búscalo en la biblioteca. Pasa casi todo el tiempo ahí –a pesar del aprecio que sentía Hoseok hacia Taehyung, quería saber hasta qué punto podía llegar Yoongi antes de rendirse.

–Gracias hermano –Hoseok se encogió de hombros. Iba ser interesante ver el resultado final del juego de Yoongi.

 

Otra semana paso de un pestañeo y el amado viernes llegó y tan solo faltaban dos semanas para que su semestre terminará. Sin embargo, los trabajos lo estaban a punto de matar. Volvió a leer aquella línea en su libro, pero no pudo recordarla. La mirada de cierto castaño lo ponía completamente incómodo. Yoongi había estado sentado en el mismo lugar por alrededor de dos horas, el mismo tiempo que Taehyung intentó hacer su trabajo.

Había pasado toda la semana evitándolo, pero ahora era imposible. Necesitaba la información de aquel libro para su trabajo y aquella mirada no se lo estaba poniendo fácil.

Volvió a suspirar y decidió dejarlo por el momento, luego seguiría con su lectura. Dirigió su mirada hacia Yoongi y le hizo un movimiento de mano para que se acercará. Si escucharlo significaba que lo dejará en paz. Lo iba a hacer.

–¿Qué quieres? –Preguntó directamente levantando una ceja.

–Que grosero, ni siquiera sabes saludar –se quejó Yoongi con una sonrisa. Taehyung estaba seguro de que nadie desearía ver al mayor con un ojo morado. Pero él estaba jugando con su paciencia.

–Si no tienes nada que decirme, vete. Tengo que estudiar –su mano volvió a tomar su libro, pero la gran mano del castaño lo detuvo al instante.

–Espera –habló Yoongi–. Quiero proponerte un trato –repitió de nueva cuenta las palabras del bar.

–No quiero escuchar acerca de ese trato –Taehyung tenía la intención de levantarse e irse de ahí.

–Es un trato que nos beneficiará a los dos –Yoongi se recostó en la silla y esperó. El tipo estaba usando las palabras correctas para despertar su curiosidad.

Taehyung quería irse, sin embargo, la curiosidad lo estaba matando. Lo iba a escuchar solo por demostrar que era educado.

–¿En qué me puede beneficiar algo que venga de ti? –No quería sonar de esa manera, pero era tarde para retractarse por sus palabras–. Primero, no somos amigos, ni siquiera conocidos. Segundo, apuesto todo lo que tengo a que antes ni sabías de mi existencia –dos dedos de su mano se mantenían en el aire y tenía la ceja levantada. Esperando alguna respuesta por parte de Yoongi.

La sorpresa se reflejaba en el rostro del pálido. Aquello era algo que no podía refutar. Era la verdad. Sino fuera por ese día en el bar. La existencia de Taehyung para el mayor seguiría siendo de su desconocimiento. Pero no lo iba a admitir.

–¿Entonces tú sabías de mí? –Intentó atacar con otra pregunta.

–Lo justo y lo necesario –el menor no se iba a dejar intimidar–. Lo que todo el mundo sabe sobre ti –se encogió de hombros–. Además, no me interesa hondear en información innecesaria. Ahora si me…

–Solo escucha mi trato y si no te convence, puedes irte y nos olvidamos de que esta conversación sucedió –el pelinegro suspiró en derrota. Sabía que no iba a librarse de él. Soltó una respiración profunda antes de soltar sus siguientes palabras, de las cuáles se iba a arrepentir más adelante.

–De acuerdo. Te escucho.

–Tengamos sexo –soltó de golpe el mayor. Taehyung estaba asombrado por la seriedad que mostraba el rostro de Yoongi. Era envidiable. Ningún músculo se movió para que Taehyung pudiera descifrar si esas palabras fueron algún tipo de broma.

El menor soltó una carcajada, pero de inmediato cubrió su boca al recordar el lugar dónde se encontraba.

–¿Bromeas, verdad? –Deseaba que el rostro de Yoongi mostrara un ápice de burla o algo por el estilo. Pero nada, seguía con la misma expresión de seriedad.

–No lo hago –el mayor se inclinó sobre la mesa acercando su rostro a Taehyung–. Desde la primera vez que te vi, sentí atracción. También he escuchado cosas muy interesantes de ti. No lo voy a negar, me siento intrigado –su voz sonaba más ronca de lo normal al decir aquello.

–Sin embargo…–Taehyung se alejó de la mesa, así creando una distancia considerable entre los dos–. No encuentro algún beneficio para mí, porque si acepto solo ganarías tú y yo quedaré como uno más en la larga lista de ineptos que cayeron por ti –sus palabras fueron duras, pero, a lo largo del tiempo había conocido a muchas personas que cometieron el mismo error, involucrarse con Yoongi.

–Eso es algo increíble –una gran sonrisa apareció en el rostro de Yoongi. El corazón de Taehyung dio un vuelco, era una bonita sonrisa–. Todos aman presumir que estuvieron una noche conmigo–. Taehyung quería rectificar aquella información, pero no serviría de nada.

Taehyung se quedó callado. Solo se dedicó a observar al chico pálido que estaba frente a él. No comprendía como todas esas personas se dejaron convencer por las palabras del mayor, quizás era la sonrisa, pero incluso eso sería dudoso para el menor. Las manos de Taehyung reaccionaron y comenzaron a recoger todo el material que tenía esparcido sobre la mesa. Aquella conversación fue una completa perdida de tiempo. Tenía que irse ya, o su trabajo nunca estaría listo.

–Ya escuché suficiente –presionó el puente de su nariz con sus dedos en un intento de calmarse–. Te repito, no estoy interesado en tu trato. Adiós –una vez todo guardado en su mochila, se levantó.

Los ojos de Yoongi destilaban enojo puro. Nadie desde que entró en la universidad lo había despreciado. Al contrario, se desesperaban cuando no atraían la atención del castaño. Sin embargo, aquel chico de piel canela, mirada hostil y de apariencia delicada lo acaba de rechazar.

Yoongi se levantó y lo siguió. Necesitaba que Taehyung accediera. Solo se acostarían una vez y luego lo dejaría en paz. Solo eso quería.

–Solo una vez –fueron las palabras que soltó en un último intento por atraer la atención del menor.

Taehyung se detuvo unos metros antes de salir de la biblioteca.

–Solo acostémonos una vez. No le diré a nadie que me acosté contigo. Será nuestro secreto –el menor no comprendió como el pálido seguía insistiendo. Pero aquella sensación de poder que se instaló en su pecho era increíble. El Gran Min Yoongi, al chico que le llovían las chicas y chicos, que con solo chasquear los dedos tendría a cualquiera a sus pies, le estaba rogando. Eso era de loco. Pero le gustó.

Sin embargo, Taehyung estaba más seguro que ninguna de las palabras soltadas por cierto castaño lo iba a convencer–. Mira Yoongi, no sé qué ideas descabelladas rondan por tu cabeza, pero debes detenerlas ya. Te di una respuesta, escuche tu dichoso trato por mera educación y te lo vuelvo a repetir…–el pelinegro se detuvo unos segundos antes de terminar–. No –soltó mirando directamente a los orbes del mayor–. Así que espero que dejes de insistir. Adiós.

El menor reajusto el agarre en su mochila y continuó su camino fuera de la biblioteca. Mientras Yoongi se quedó plantado en medio de la recepción mirando como se alejaba el moreno. Quería gritar de pura frustración, pero el lugar donde se encontraba no le permitía. Estaba completamente asombrado por cómo sucedió todo. De acuerdo a su plan, para este momento Taehyung ya debería estar entre sus sabanas.

–Hola Yoongi –aquella voz sorprendió al castaño.

–Jeongguk –fue lo único que soltó el mayor, dado que no podía dejar de mirar por dónde se había ido Taehyung.

–¿El chico con el que hablabas no era Taehyung? –Se atrevió a preguntar el menor, dado que Yoongi no parecía querer continuar con la conversación.

Que Jeongguk haya mencionado aquel nombre en voz alta, hizo que una furia inexplicable recorriera todo su sistema–. ¿Y eso qué importa? –Soltó con los dientes apretados.

–Buenoooo…pensé que habías logrado algún progreso con él –Jeongguk fingía no escuchar la clara molestia que reflejaban las palabras de su mayor y seguía indagando en el tema. Hasta que soltó una risa comprendiendo lo que sucedía–. ¿Entonces finalmente te rindes? –Preguntó el menor.

Yoongi río falsamente–. Claro que no Jeongguk, no existe, ni existirá persona que me rechace–. Se giro para mirar a su amigo y continuó–. Antes que te des cuenta Taehyung habrá pasado por mi cama y todo mi esfuerzo habrá valido la pena –colocó un brazo sobre los hombros del otro castaño y juntos caminaron hacia el auto del mayor.

–¿Y ahora qué hacemos? –Indagó Jeongguk mientas unas chicas se acercaban a ellos sonriendo maravilladas por encontrarse con el dúo.

–Por el momento, disfrutar del presente y ellas…–señala a las chicas a unos metros–. Serán la diversión de esta noche. Y posiblemente del fin de semana.

Yoongi y Jeongguk saludaron a las chicas con toda la familiaridad y las invitaron al auto del mayor para poder tener su momento de diversión. Sin percatarse que no muy lejos de ahí, unos ojos cafés observaban toda la situación con una ceja levantada y una mueca de desaprobación en el rostro.

–Y eso que minutos antes me estabas rogando –dijo a la nada. Una sonrisa torcida asomo en sus labios–. Al menos me libre de ti por unos días.

Subió al auto que se estacionó frente a él y con la mirada al frente observó como Yoongi besaba a una de las chicas y negó lentamente con una sonrisa, antes que el auto arrancará y desapareciera en mitad de la noche.

Notes:

¡Gracias por llegar hasta aquí! 🖤
Espero que hayas disfrutado este capítulo tanto como yo al escribirlo. Si te atrapó la historia, si odiaste a alguien o te enamoraste un poquito (👀), no dudes en dejar un comentario. Tus palabras me motivan muchísimo a seguir escribiendo y mejorando 💬✨

Si te gustó, puedes votar, compartir o seguir la historia, eso ayuda más de lo que imaginas.
Cada apoyo cuenta para que esta historia llegue a más personas 🌟

Nos leemos en el próximo capítulo… que se viene aún más intenso 😏

Chapter 3: "Cruel o realista"

Summary:

Cuando Yoongi irrumpe en medio de un trabajo pendiente, Taehyung no puede evitar chocar con él… otra vez. Entre miradas incómodas, advertencias y verdades incómodas, Jimin se ve atrapado entre su curiosidad por el chico más deseado y la firme voz de su mejor amigo. Pero en este juego, no todos están dispuestos a escuchar las reglas antes de arriesgarse.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Jimin observaba fijamente como Taehyung continuaba moviendo de manera rápida sus dedos sobre el teclado, mientras él dictaba sus ideas para el ensayo que estaban por terminar. Cuando calló de repente al observar a una figura masculina caminar en su dirección con la mejor sonrisa coqueta que poseía.

–¿Acaso se te acabaron las ideas? –Preguntó Taehyung ante el silencio repentino que se instaló en su alrededor–. Jimin –llamó, pero no obtuvo respuesta–. Jimin –volvió a intentar con el mismo resultado. Soltó un suspiro cansado, estaba harto de esa maldita tarea. Por culpa de sus querido amigo, recién la estaba terminando, dado que el pelirrosa se le ocurrió desaparecer por todo el fin de semana. Y él ni loco iba a hacer todo el trabajo.

Se giró en la silla para saber si Jimin seguía ahí o ya se había marchado. Cuando miró al causante del silencio de Jimin estar muy cerca de su amigo pelirrosa con una gran sonrisa. Suspiró, no podía tener paz por unos días más.

–¡Oh! Hola Taehyung, no te había visto –habló el castaño haciéndose el sorprendido.

–Y esperaba que siguiera así –le contestó el pelinegro de mala gana.

–¡Taehyung! –lo reprendió alarmado Jimin–. No le hagas caso, mi amigo siempre es así –habló con una sonrisa coqueta. Jimin no podía más de la emoción, Yoongi estaba frente a él dedicándole una mirada que sabía que significaba, solo era cuestión que el castaño dijera cualquier cosa y el pelirrosa respondería “” a todo.

–¿Podrían dejar de comerse con la mirada? –Rompió el silencio Taehyung con una mueca de asco en su rostro–. Jimin tenemos que terminar con esto –señaló la pantalla del computador.

–¿Siempre eres así de amargado? –Preguntó Yoongi.

–Déjame pensarlo –colocó un dedo en su barbilla–. Sí, con personas que solo vienen a molestar.

–¿Acaso soy molesto? –Yoongi pasó un brazo por la cintura del pelirrosa y lo acercó a su cuerpo–. ¿Tú qué piensas Jimin? –Preguntó cerca del oído del menor. La mirada de Yoongi estaba sobre el moreno esperando algún tipo de reacción, principalmente celos. Pero no había nada. Solo los miraba con evidente fastidio y molestia.

Jimin iba a responder, pero el pelinegro se adelantó–. Tú sola existencia es una molestia –Taehyung supo que se pasó con sus palabras cuando la sonrisa de Yoongi desapareció y en cambio una mueca de molestia se instaló en su rostro. Él se lo buscó. Se dijo el pelinegro en su cabeza–. Si no vamos a seguir haciendo la tarea. Me retiro –Taehyung comenzó a guardar sus pertenencias. No quería seguir en el mismo lugar que ellos. Sabía que había perdido a Jimin en el mismo instante que Yoongi apareció. Dio unos cuantos pasos antes de detenerse, girar y mirar fijamente a Jimin–. Si deseas terminar el trabajo, ya sabes dónde vivo. Caso contrario, el ensayo solo llevará mi nombre.

Por experiencia, sabía que aquellas palabras asustarían a Jimin porque sabe que Taehyung no bromeaba con solo colocar su nombre en la tarea. A lo lejos escucha como el pelirrosa se disculpa con el mayor y se despide. Minutos después siente su presencia a su lado.

–Fuiste grosero –es lo primero que suelta Jimin.

–No me importa, él se lo busco, desde…–se detiene antes de soltar una palabra más. Nadie sabía lo que ocurría entre Yoongi y él. Y era mejor dejarlo en desconocimiento de cualquiera–. Además, sabes que me molesta que no tomes en serio nuestro trabajo –continuó Taehyung para distraer al otro de hacer preguntas innecesarias.

–Pero no debías hablarle así. Él no te ha hecho nada –si supieras. Se dijo mentalmente el pelinegro–. Y gracias, por tu culpa perdí mi oportunidad con Yoongi –Jimin empujó ligeramente a Taehyung y esa fue la gota que acabó con la paciencia del pelinegro. Posiblemente se iba a arrepentir más adelante, pero el pelirrosa lo caso de sus casillas.

–¿Sabes qué? –Se detuvo de la nada–. Si tanto deseas acostarte con él, regresa a la biblioteca y no me molestes más –se iba a marchar sin agregar nada más, pero continuó–. Pero luego no vengas llorando cuando te des cuenta de que solo fuiste algo de una sola vez. Como el resto de las personas que terminaron esperando algo más de él que nunca tendrán. –Siguió caminando sin importarle las palabras que soltó para Jimin.

–Eres cruel, ¿sabes? –su voz se escuchaba rota.

–Soy realista Jimin.

–Solo es un acostón Taehyung, todo el mundo lo sabe.

–¿Y eso no te molesta acaso?

–¿A qué te refieres? –Preguntó confundido su amigo.

–Saber que estarás en la boca de todos por acostarte con él –quizás estaba exagerando, pero en el fondo sabía que no quería que su amigo pasará por eso–. Te acuestas con él y luego actúa como si no te conociera. Incluso te humilla si te atreves a acercártele.

–Pero todas las personas que aceptaban, saben que Yoongi y su grupo solo quiere sexo y nada más.

–¿Qué tan seguro estás de eso? –Jimin lo miro sin comprender–. Quizás muchas ellas aceptaron aquello porque esa era la única forma de tenerlo aunque sea una noche–. Se encogió de hombros–. A mi parecer siempre hay sentimientos involucrados, incluso si solo lo quieres considerar sexo –Taehyung soltó una risa por la dirección que estaban tomando sus pensamiento–. A lo que quiero llegar, es que no deseo que tú seas uno más de esa lista Jimin. En especial porque puedo reconocer que todavía guardas sentimientos por Yoongi.

–Eso es el pasado TaeTae –mueve la mano restando importancia–. Solo fue un tonto crush cuando comenzó la universidad. Además no me importaría ser un nombre más en esa lista. Solamente para sacar de mi sistema aquel tonto enamoramiento que tuve –el pelirrosa se ríe ante los recuerdos de la cómo quedo flechado por el pálido, para luego desechar todo sentimiento después de conocer su reputación de playboy. Sin embargo, la risa se detiene abruptamente y ahora su rostro solo mostraba seriedad–. Todos sabemos que hombres como Yoongi solo se cruzan en nuestro camino una vez en la vida. Y solo están para sacarnos de nuestra zona de comfort por un momento. Ellos no creen en el amor como tú o yo. Ellos no buscan una relación sería. Y te aseguro que no serían capaces de derramar una sola lágrima por ti o por mí. Ellos solo buscan diversión y a veces no está mal ser parte de ello por un instante, aunque sea un instante –Jimin sabía que esas palabras no iban a convencer a Taehyung, pero lo iban a calmar por un momento.

–De acuerdo –aceptó Taehyung, solo para que Jimin pare–. ¿Entonces vienes a mi casa a terminar el trabajo? –Preguntó el pelinegro dando por terminado el tema de conversación.

–Claro, solo si me alimentas cuando lleguemos allá. Sabes que sin comida no funciono –bromeó el pelirrosa.

–Y yo pensaba que ese era Jin –rio Taehyung.

Notes:

¡Gracias por leer hasta aquí! 💖
Si este capítulo te hizo reír, suspirar o querer gritarle a alguno de los personajes (👀), me encantaría leer tu comentario.
Tus reacciones, teorías y hasta tus enojos hacen que esta historia siga creciendo y me motivan a seguir escribiendo.

Si quieres apoyar el proyecto, puedes dejar un kudos, un voto o compartir la historia para que más personas se unan a este viaje.
Nos leemos en el próximo capítulo… y créeme, las cosas apenas se están calentando. 🔥

Chapter 4: "Respuesta equivocada, lindo"

Summary:

Lo que comenzó como un simple saludo terminó acorralado contra una pared, con susurros cargados de deseo y una oferta indecente imposible de borrar de la mente. Taehyung, entre fastidio y adrenalina, acepta… pero imponiendo sus propias reglas. Mañana, a las dos. Una dirección en un papel. Solo una vez. O al menos, eso creen ambos… porque cuando el fuego prende, controlarlo deja de ser una opción.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Su clase de la tarde al fin había terminado, lo que significaba que al fin se podría ir a su cada y descansaría todo el fin de semana. Solo una semana más y ese semestre se acabaría. Estaba increíblemente cansado y estresado por los exámenes que le tocaba dar. Y ya había intentado de todo para relajarse, incluso tomar clases de yoga con su madre, lo que había terminado con él dormido luego de diez minutos de la clase.

Desde aquel día en la biblioteca no había vuelto a ver a Yoongi y a ninguno de sus amigos. Excepto a Hoseok con quien mantuvo una corta conversación al acompañar a Jimin a sus clases de danza. Sin embargo, ahora se arrepentía de haber pensado en ellos tan pronto porque a unos metros se encontraba Yoongi. Si lo consideraba podía dar la vuelta y buscar otra manera de llegar a alguna de las salidas de la universidad. Pero, estaba cansado y no quería dar más vueltas. Así que, resignado siguió su camino y rogó que el castaño no lo detuviera. Aunque sabía que sus ruegos no serían escuchados.

–Hola Taehyung, que coincidencia –lo saludo el castaño con una gran sonrisa.

Suspiro antes de responder–. Hola –no dijo más y continuo su camino, hasta que la mano del mayor en su brazo lo detuvo–. ¿Me sueltas, por favor? –Preguntó el menor de forma educada. Realmente no quería tener una conversación con el pálido.

–¿Por qué tan tranquilo? –Preguntó Yoongi de manera burlona. Taehyung rodó los ojos.

–Estoy cansado y estresado por los próximos exámenes…–se detuvo cuando sintió que la mano del pálido abandonaba su muñeca y se dirigió hacia su hombro donde hizo una ligera presión, causando que el pelinegro soltará un jadeo ante la presión.

–¿Sabes qué te podría ayudar a liberar el estrés? –Se atrevió a preguntar el mayor siguiendo con los ligeros masajes.

–¿Qué? –Preguntó el menor un poco desubicado por la relajante sensación en su hombro.

–Sexo –susurró Yoongi cerca de su oído. Aquella palabra hizo a Taehyung reaccionar y alejar la mano del mayor de un golpe.

–Que gracioso –respondió con el ceño fruncido. Dio algunos pasos alejándose del castaño.

—¿Si quieres yo te puedo ayudar con eso? –Se ofreció el mayor con una sonrisa ladeada. La anterior acción del menor lo había motivado a continuar. El jadeo que soltó Taehyung le hizo saber que el pelinegro no era indiferente a sus acciones y había cierta atracción entre ambos.

–Sueña –respondió.

–No te imaginas cuanto he soñado contigo, Taehyung. Si solo te contará cómo termina cada uno de ellos –se rio el mayor al ver al cara de horror del menor–. Pero sería mejor si te lo demostrara –ahora fue el momento de reír para Taehyung. Sabía a dónde estaba dirigiendo la conversación Yoongi. El mayor seguía con la misma sonrisa, pero el moreno se estaba preparando para quitársela.

–Sabes, tienes razón –Taehyung sonrió. A Yoongi se le fue el aliento al verlo sonreír de esa manera. La sonrisa del menor tenía la forma de una cajita. Era adorable–. Debería tener sexo –el pálido se emocionó al escuchar esa palabras por parte del menor–. Y tengo el candidato perfecto –el pelinegro dejó una leve caricia en el pecho de Yoongi antes de soltar sus siguientes palabras–. Tengo un amigo que estará encantado con mi llamada –la sonrisa del mayor desapareció por completo. Y Taehyung se alejó para continuar su recorrido–. Gracias Yoongi, eres un genio –movió su mano en forma de despedida.

Pero el mayor no se iba a quedar de brazos cruzados observando como su presa se alejaba. Siguió unos cuantos metros al pelinegro observando que se encontraban solos en el lugar, lo acorraló en la pared más cercana–. Respuesta equivocada, lindo –el menor comenzó a forcejear, pero el castaño de alguna manera era más fuerte.

–Suéltame.

–Ya dejémonos de juegos, Taehyung. Ambos sabemos que queremos esto –Taehyung soltó una carcajada.

–En realidad, eres tú el que más quiere esto –señaló la distancia entre ambos.

–Solo una vez –pegó su cuerpo al del moreno. La fragancia a vainilla del menor lo estaba volviendo loco. Se inclinó un poco y pegó su nariz al cuello del menor y aspiró con fuerza–. Solo una vez, Taehyung. Luego nos olvidamos de que alguna vez cruzamos nuestros caminos–. La voz de Yoongi se sentía como una suave caricia en su cuello y un delicioso temblor recorrió su espalda.

Taehyung colocó sus manos en el pecho del castaño y lo empujó alejándolo. Debía poner distancia antes de cometer una locura–. Esto no es correcto. Lo mejor es que…

–Solo acostémonos una vez –rogó en este punto Yoongi, no podía soportar más desear a Taehyung y no poder calmar esa llama que se encendía cada que tenía cerca al menor–. Si quieres no dijo nada sobre nosotros. Nadie se va a enterar que estuvimos juntos.

Taehyung intentó no sonreír, sino solo cruzó sus brazos y lo miró fijamente–. ¿Solo una vez? –El castaño asintió–. Nadie debe saberlo –lo señaló con su dedo. Otro asentimiento–. De acuerdo. Te veo mañana a las dos –el pelinegro sacó un papel de su mochila, anotó una dirección y luego se la tendió al castaño–. No llegues tarde –se alejó de Yoongi y se marchó. Taehyung no podía creer que accedió a esa locura que le había propuesto Yoongi. Y por otro lado, estaba el mayor que no dejaba de mirar su mano.

Ahí lo tenía, aquel pedazo de papel, una dirección. Una vez que saciará sus ganas de poseer a Kim Taehyung, lo sacaría de su sistema. No podía esperar a que llegará mañana.

Notes:

¡Gracias por leer hasta aquí! 💖
Si este capítulo te hizo reír, suspirar o querer gritarle a alguno de los personajes (👀), me encantaría leer tu comentario.
Tus reacciones, teorías y hasta tus enojos hacen que esta historia siga creciendo y me motivan a seguir escribiendo.

Si quieres apoyar el proyecto, puedes dejar un kudos, un voto o compartir la historia para que más personas se unan a este viaje.
Nos leemos en el próximo capítulo… y créeme, las cosas apenas se están calentando. 🔥

Chapter 5: "La mentira del 'solo sexo'"

Summary:

El trato se cumple: una suite lujosa, dos cuerpos rendidos al deseo y una promesa de que todo quedaría en “solo una vez”. Pero entre jadeos, piel contra piel y palabras susurradas, es imposible negar que las marcas que se llevan no son solo físicas. Taehyung se rinde al placer, Yoongi se quiebra en silencio… y cuando todo termina, el frío de la despedida deja claro que este juego apenas empieza.

Notes:

⚠️ Advertencia de contenido

Este capítulo contiene escenas sexuales explícitas y está dirigido únicamente a lectores mayores de 18 años.
Si eres menor de edad o si este tipo de contenido te resulta incómodo, te recomiendo no continuar con la lectura.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Su reloj marcaba diez minutos antes de las dos. Él esperaba fuera la dirección que le dio el chico de piel canela. Sin embargo, se sentía un poco fuera de lugar al esperar en un hotel lujoso. Por ello revisó como cinco veces más si la dirección era correcta, pero no había error alguno.

Volvió a revisar su reloj. Eran las dos. A lo lejos observó como Taehyung venía caminando de lo más tranquilo. Sus pasos delataban confianza. Algunas personas se detenían para mirarlo y no era para menos. El pantalón negro pegado a sus piernas, el hoodie beige algunas tallas más grandes, sumando su cabello despeinado, no podía haber otra palabra más que sexy para describirlo.

–Hola –saludó el pelinegro cuando estuvo frente al castaño. Así sacando a Yoongi de su burbuja.

–Hola –el ambiente entre ambos era incómodo, pero el mayor decidió romperlo–. ¿No me diste una dirección equivocada? –El menor negó.

–Sígueme –Taehyung se adentró en el hotel. Los empleados del lugar lo reconocieron y lo saludaron con una inclinación. Yoongi seguía sintiéndose fuera de lugar. El lugar era lujo por todo lado, pero nadie hizo movimiento alguno para detenerlos en su entrada.

–¿No vas a registrarte? –el pequeño negó de nuevo y se detuvieron frente a las puertas del elevador. Yoongi seguía desconcertado ante la actitud del pelinegro.

 –La habitación está lista señor Kim –Yoongi se asustó al escuchar una voz desconocida. Pero una empleada del hotel se encontraba junto a ellos entregándole una tarjeta al pelinegro.

–Gracias –agradeció Taehyung.

–¿Cómo…? –Quiso preguntar Yoongi.

–Mis padres son dueños del lugar –se encogió de hombros como si la información no fuera importante.

–Tienes dinero –aseguró el castaño. Para Yoongi, Taehyung no lucía como alguien con dinero. Al contrario, lucía como un chico normal, tanto por su forma de actuar o su vestimenta.

–Nope, mis padres tienen dinero. Yo solo hago uso de la suite principal cuando la necesito –Taehyung siguió hablando hasta que las manos de Yoongi se colocaron en su cintura. Aquella acción lo puso nervioso, pero se obligó a tranquilizarse. No tenía que demostrar que la cercanía del castaño lo afectaba de alguna manera. A pesar de que el día anterior permitió que su cuerpo lo traicionará.

El pelinegro se detuvo y observo detenidamente los orbes cafés del chico frente a él. Su mente de nuevo repetía lo atractivo que era Yoongi, pero no era algo que quisiera aceptar.

Yoongi se dedicaba a mirar la piel expuesta de Taehyung. Dejar marcas en su cuello era tan solo una parte de todas las fantasías que deseaba cumplir. Sin embargo, nunca tendría tiempo suficiente para cumplirlas.

Solo tenía una oportunidad que le había otorgado el menor y esa debía ser suficiente para él. Y luego continuaría como si aquel encuentro nunca hubiera sucedido.

–Eres sexy –murmuró Yoongi cuando la privacidad del elevador los rodeó. Las mejillas de Taehyung adquirieron un tono rosado al escucharlas. El pequeño era precioso y por ese día le pertenecía por completo.

El timbre del elevador les aviso la llegada al piso correspondiente. Taehyung se alejó del tacto de Yoongi y salió al pasillo. Conocía el camino de memoria hasta aquella suite. Segundos después el castaño seguía el mismo rumbo que pelinegro,

–¿Tus padres no te regañan por usar esta suite de esta manera? –Las palabras del castaño cortaron el silencio que los rodeaba.

Taehyung al escucharlas hubiera deseado responder que él era el primer chico al que llevaba al lugar. Sin embargo, le regaló una sonrisa de suficiencia y una respuesta que Yoongi no esperaba.

–Saben todo lo que hago cuando estoy en el hotel. No es ningún problema para ellos –un peso desconocido se instaló en Yoongi ante aquella respuesta. Aquel chico que tenía frente a él no era nada de lo que había imaginado. Y aunque le gustará negar, aquella actitud atrevida, solamente atraía más a Yoongi.

El menor deslizó la tarjeta por el lector y la puerta fue abierta. El castaño no perdió el tiempo, tomó al pequeño por la cintura e ingresaron a la habitación. Un jadeo escapó de la boca de Taehyung ante la acción del castaño.

Ambos chicos se miraban fijamente y la cercanía entre sus cuerpos en cada segundo que pasaba. La mirada de Yoongi cayó en los labios de Taehyung, le llamaban malditamente la atención, deseaba besarlos. Y ese iba a ser el siguiente paso del pálido–. No –la voz firme del menor lo detuvo–. Nada de besos –se negó rotundamente. Puede que fuera una acción ridícula de su parte, pero Taehyung no iba a compartir ese tipo de cercanía con alguien que sería una aventura de una sola vez.

–De acuerdo –aceptó el castaño a regañadientes y dirigió su boca al cuello del menor. Los primeros besos tan solo fueron toques delicados. Pero al sentir como reaccionaba el cuerpo de Taehyung, comenzó a recorrer con su lengua el cuello del pelinegro. Con ella marcó un recorrido desde sus clavículas hasta llegar al lóbulo del pequeño. Las manos del pelinegro que se encontraban a sus costados que reaccionaron ante la caricia de Yoongi en su cuello y fueron directamente a sus hombros. Necesitaba sostenerse de algo, dado que la sensación de la lengua del castaño contra su cuello lo hacía delirar.

–Más…–susurró Taehyung con voz amortiguada. Ahora los dientes de Yoongi se adueñaron de su cuello. No importaba en realidad las marcas que dejará. Nadie preguntaría. Pero ahora un nuevo desde se instaló en Taehyung. Quería sentir la piel de Yoongi contra la suya. Quitó sus manos de los hombros del castaño y las dirigió al borde de la camiseta de este. Taehyung tiró de la camiseta de Yoongi sobre su cabeza y la lanzó a algún lugar de la suite. Sus manos recorrieron el pecho del pálido hasta detenerse en el abdomen de este. La piel de Yoongi se sentía cálida contra sus palmas.

La desesperación de Taehyung se notó al alejar con un ligero empujón al mayor y terminar de rodillas en medio de la sala de la suite. En aquel momento no le importó lo que pensara el castaño. No había estado con nadie en seis meses, desde su última aventura. Era demasiado tiempo de tener paciencia para Taehyung.

Sus manos fueron rápidamente hacia el botón del pantalón de Yoongi, lo soltó y bajó la bragueta. Sin perder el tiempo bajó el pantalón y la ropa interior del castaño hasta los tobillos. El miembro de Yoongi era grande, más grande que cualquiera de los hombres con los que había estado. La vista que tenía emocionó a Taehyung y su boca comenzó a salivar de anticipación. Lo tomó con su mano y lo recorrió a un ritmo lento para grabar en su memoria la sensación. Y luego con una timidez poco normal en Taehyung acercó su boca. Delineó sus labios con el glande. El olor lo abrumó y sus papilas gustativas vibraron por el deseo de tener aquel pedazo de carne en el interior de su boca.

–Hazlo –la voz ronca de Yoongi mandó una nueva ola de excitación por su cuerpo. El jean que vestía Taehyung estaba apretando su miembro de una forma dolorosa. El menor no perdió más tiempo y comenzó a chupar solamente el glande. El líquido preseminal del pálido tenía un ligero toque dulzón que hizo que Taehyung chupara con más fuerza deseando más. Quería saber hasta qué punto era capaz de soportar el mayor antes de tomarlo por el cabello y comenzar a follar su boca. Continuó trabajando solamente con el glande. Sin embargo, Taehyung se moría de ganas por llevar más a fondo el miembro de Yoongi–. Mételo más cariño –el pronombre cariñoso descolocó un poco a Taehyung, pero decidió ignorarlo y continuar con su tarea. Poco a poco fue introduciendo la polla del pálido. Las arcadas se hicieron presentes, pero pudo controlarlas respirando lentamente por la nariz.

La mirada de Yoongi volvió a caer en los labios de Taehyung que rodeaban su pene. Era una vista preciosa. Los ojos de Taehyung tenía lágrimas retenidas y brillaban de excitación. No imaginó que el pequeño podía ser tan atrevido. Pero el hecho que no moviera su boca lo estaba frustrando. Taehyung alejó su boca y ahora solo se dedicó a recorrer con su lengua las venas sobresalientes. Yoongi ya estaba cansado de los juegos del menor. Quería la boca de Taehyung mamando su polla y eso era lo que iba a conseguir.

Yoongi dedicó unas cuantas caricias al cabello de Taehyung antes de tomar un puñado de ellos con fuerza y levantar la cabeza del pelinegro. A los ojos de Yoongi, Taehyung era hermoso de esa manera–. Ahora abre tu boquita –el menor obedeció la orden de Yoongi, abrió su boca, sacó su lengua y esperó a que fuera utilizada al gusto del pálido.

Yoongi introdujo su miembro en la boca de Taehyung de un solo golpe. Hasta que sintió que su glande toca la garganta del moreno. Aquella boca era la maldita gloria. Se retiró, dejando solamente la punta en los labios de Taehyung. Y volvió a realizar las mismas acciones, una, dos, tres veces, incluso perdió la cuenta. Sus ojos cayeron en el chico que se encontraba de rodillas frente a él. Yoongi estaba sorprendido de que en ningún momento se quejó, al contrario, el pelinegro parecía estar disfrutando del trato que recibía del pálido.

Los gemidos del pequeño retumbaban por toda la suite y eso motivaba más a Yoongi para seguir follando la boca de Taehyung. Existía algo que nadie sabía de Taehyung y eso era su fijación oral. Era un secreto fuertemente guardado por el menor. Y Yoongi sin saberlo estaba disfrutando de ello.

Taehyung colocó sus manos en los muslos de Yoongi y lo empujó. Su respiración era errática, pero lo había disfrutado. Se levantó, giro sobre sus talones y se dirigió hasta la habitación de la suite.

Por otro lado, Yoongi se quedó perplejo ante los movimientos del moreno. Estaba a solo unas embestidas de correrse. Gruñó por la interrupción, pero sus quejas se quedaron ahí. Al observar cómo Taehyung se iba quitando cada pieza de ropa en su camino a la habitación. Dejándolo apreciar la figura del menor.

Yoongi se quitó el resto de su ropa y siguió el mismo camino que Taehyung. Al entrar en la habitación, el menor se encontraba acostado en la gran cama con sus piernas abiertas y dos dedos sumergidos en su entrada.

Aquella vista solo podía ser descrita con la palabra erótica. No importaba con cuantas personas se haya acostado Yoongi, Taehyung era el mejor hasta ahora. Agregando que no recordaba ni a la mitad de todos los rostros que cruzaron por su cama.

Yoongi se acercó al cuerpo del moreno y lo recorrió con sus manos. El pequeño tenía curvas en los lugares correctos. Era algo interesante siendo Taehyung un chico. Pero su cuerpo no tenía nada que envidiarle al de una chica. La espalda del pequeño se curvó en respuesta a las caricias entregadas por Yoongi. Los belfos rosas del pelinegro se abrieron soltando ligeros suspiros y jadeos. El pálido no esperaba aquellas reacciones por parte de su compañero por su constante rechazo, pero no iba a negar que le encantaba como respondía Taehyung.

El mayor pasó sus palmas por el pecho del pelinegro y les dedicó especial atención a los pezones del menor. Comenzó con ligeros toques entregados por sus labios y continuó rodeando con su lengua las pequeñas protuberancias, la espalda de Taehyung se arqueó ante la caricia que recibieron sus pezones.

—Más por favor –otro gemido escapó de los labios del pelinegro ante las sensaciones que recorrían su cuerpo. Taehyung no iba a negar que le encantaba lo que le estaba haciendo Yoongi, era fabuloso como sabía dónde exactamente tocar. Soltó una carcajada ante los recuerdos que cruzaban su cabeza. Yoongi levantó una ceja ante la inesperada risa del pequeño, pero no le tomó importancia.

Las manos de Yoongi fueron reemplazadas por sus labios. Beso tras beso fue esparcido por el cuerpo del moreno. Algunas veces mordía y las marcas aparecían. Yoongi adoraba la piel de Taehyung. Era suave y delicada como la de una mujer, error, era mejor que la de una mujer y lo mejor de todo. Sí, era tan dulce como el caramelo.

–Lubricante cariño –susurró en su oído.

—Baño –fue capaz de responder el menor antes de volver a gemir porque la boca de Yoongi estaba chupando con fuerza su pezón.

Yoongi fue rápidamente al baño a conseguir el lubricante y volver junto a Taehyung.

El mayor colocó un poco de lubricante en sus dedos y los acercó a la entrada del pelinegro.

Los gemidos del menor aumentaron en volumen al sentir los dedos de Yoongi acariciándolo. El menor necesitaba los dedos del pálido en su interior de manera urgente.

–Mételos ya…por favor Yoongi –el pálido ingresó un dedo y la mueca de placer del menor lo motivo a moverlo enseguida. Más gemidos inundaron la habitación. El segundo dedo ingresó y la espalda del menor se arqueó de nuevo. Taehyung estaba delirando por los dedos de Yoongi, eran largos, perfectos para llegar a los puntos exactos de su interior. Una corriente eléctrica recorrió el cuerpo del pequeño. Los dedos de Yoongi encontraron aquel lugar.

–De nuevo ahí –una sonrisa arrogante cruzó el rostro del mayor.

–Eso cariño –la voz ronca de Yoongi se escuchó–. Que apretado estás, me encanta –continuó moviendo sus dedos en la misma dirección cual indicó el pequeño.

–¡Ahhh! –El gritó estremeció a Taehyung por completo–. Hazlo de nuevo –Yoongi volvió a embestir en el mismo lugar con sus dedos. Las fuerza que estaba empleando para embestirlo con sus dedos hacían sentir a Taehyung al borde del precipicio. Solo un poco más y alcanzaría el clímax.

El mayor no aguantaba más sin enterrarse en el interior del pequeño. Sacó sus dedos del interior del pelinegro y el quejido del menor se escuchó en la habitación. Yoongi se colocó entre las piernas del menor. Se masturbó unas cuantas veces y colocó la cabeza de su polla en la entrada de Taehyung.

–Entra –siguió acariciando–. ¡Demonios! ¡Hazlo de una puta vez! –Taehyung escuchó la risa de Yoongi.

Si no lo hacía Yoongi, lo iba a hacer él. El pelinegro rodeó la cintura del castaño con sus piernas y con toda la fuerza que poseía los hizo girar a ambos. Ahora Taehyung estaba sentado en el regazo de Yoongi, en cambio el castaño estaba sorprendido por la acción del moreno. Taehyung soltó una risa en respuesta a la sorpresa del mayor.

Taehyung tomó en su mano el miembro del castaño y lo posicionó en su entrada. Comenzó a bajar, cuando el glande ingresó, soltó un sonoro jadeo. De nuevo comprobó el tamaño de Yoongi, bajó por completo hasta que sus pieles estuvieron en contacto.

–Eres enorme. Me encanta –el cerebro de Taehyung estaba apagado. Si estuviera en todos sus sentidos no soltaría aquellas palabras. Peor después de despreciar al castaño de esa manera desde hace algún tiempo.

Al contrario, Yoongi estaba sorprendido por las acciones del pequeño cuerpo encima de él. El ser controlador durante el sexo lo excitaba, sin embargo, Taehyung solamente lo sorprendía. Era una persona sería a la primera impresión, pero en ese momento, era cualquier cosa menos serio. Era seductor, sus movimientos rápidos, pero duros, lo estaban llevando al límite. Los constantes gemidos y grititos que soltaba el menor hacían temblar su cuerpo.

La respiración del pelinegro era rápida. Los movimientos de sus cadera iban en aumento y luego los bajaba de intensidad. No quería llegar tan rápido al orgasmo. Las manos de Yoongi sostuvieron sus caderas para guiarlas, pero aquello molestó al menor. Así que, tomó ambas muñecas de Yoongi en sus manos y extendió sus brazos para mantenerlos en alto.

Las embestidas les quitaban el aliento a ambos. Estaban en sincronía. Los movimientos del pelinegro eran fuertes.

Yoongi logró soltar sus brazos del agarre del pelinegro y las dirigió de nuevo a las caderas de este–. Más duro por favor… –la voz de Taehyung fue un suspiro ahogado en medio de los gemidos.

Taehyung seguía saltando sobre el miembro del castaño.

–¿Te gusta está posición? –La voz ronca de Yoongi hizo que corrientes eléctricas surcaron los lugares más recónditos del cuerpo del menor–. ¿Te gusta saltar sobre mi polla? –Fue la siguiente pregunta de Yoongi y solamente en la habitación se escuchó el grito del moreno en el momento que el pene de Yoongi golpeó su próstata.

–Sí…me…me encanta…muévete más rápido –el moreno no era consciente de sus palabras, el placer estaba dominando su cuerpo y mente.

El castaño comenzó a levantar sus caderas para encontrar al pequeño cuando bajará.

Ambos gimieron placenteramente. Estaban llegando al clímax. Solo necesitaban más.

Yoongi quitó el cuerpo del pequeño y un gemido lastimero se escuchó. Lo giro dejándolo acostado sobre su estómago. Rodeo con su brazo su cintura logrando mantener en lo alto el trasero del menor. El sonido de una nalgada resonó en medio de la calma de la habitación.

–El que manda aquí soy yo, ¿Entendido? –Susurró el pálido en el oído del pelinegro.

–Yoongi por favor –una nueva corriente de excitación recorrió el cuerpo del castaño.

Sí, la forma en que Taehyung pronunciaba su nombre con sus labios rojos e hinchados de tanto morderlos, sonaba mil veces mejor que en cualquier otro con quién se haya acostado antes.

–Yoongi quiero tu polla en mi interior por favor –un nuevo gemido–. La necesito –los ruegos del moreno eran todo lo que necesitaba escuchar.

Volvió a hundirse en el interior de Taehyung, y los gemidos del pelinegro se volvieron a escuchar.

Con su otra mano recorrió el pecho bronceado como el caramelo. Paso sus uñas dejando marcas rojas, siguió su camino hasta llegar al cuello. Rodeo el mismo y levantó el cuerpo del menor hasta que su pecho estuvo en contacto con la espalda del pálido.

–Eres una zorra necesitada –la mente de Taehyung no fue capaz de procesar las palabras de Yoongi, dado que solo quería sentir las duras embestidas del mayor. El sonido de sus pieles chocando incrementaba el morbo de la situación–. Así te negaste muchas veces –su voz se cortó.

–Mmm…estoy cerca –Taehyung estaba a punto de correrse, solo un poco más. Su vientre se contrajo y luego su cuerpo se relajó. Tiras blancas cayeron sobre la cama.

El cuerpo del pequeño temblaba entre los brazos de Yoongi que aceleró las embestidas. El mayor estaba a nada de alcanzar el orgasmo. Dos golpes más que fueron directo a las próstata del menor, hizo que un grito intenso por parte del pelinegro se escuchará hasta que sintió la esencia del mayor en su interior. Gimió placenteramente ante la sensación de sentirse lleno.

Ambos cuerpos cayeron sobre la cama. La mezcla de sus respiraciones era lo único que se escuchaba en la habitación.

–Yoongi…–habló el pelinegro suavemente intentando atraer la atención del mayor. El cuerpo del castaño estaba sobre el suyo quitándole un poco el aire. Quería que se moviera, sin embargo, le estaba gustando demasiado el contacto de sus pieles desnudas.

Como si fuera un interruptor para el castaño, soltó el cuerpo del menor y se dirigió al baño de la habitación. Aquella acción descolocó un poco al menor, pero no mencionó nada. Dada que estaba muy cansado para soltar palabra alguna.

Yoongi se duchó lo más rápido posible tratando de distraer a su mente del revoltijo de pensamientos que cruzaban a mil por hora, además de intentar de borrar el olor a vainilla del cuerpo de Taehyung. Salió de la ducha y fue a buscar su ropa y se marchó del lugar. Dejando al pequeño solo en la cama, que en ningún momento retiró la mirada de los movimientos del castaño.

Taehyung en todo momento se mantuvo en silencio, solo miraba cómo Yoongi se movía a través de la habitación. Hasta que lo último que escuchó fue la puerta ser abierta y finalmente cerrada.

No sabía que estaba esperando por parte del mayor. ¿Caricias? ¿Besos? Quería burlarse de sí mismo al pensar en ello. Los dos fueron a ese hotel tan solo por ese encuentro sexual y nada más. Soltó una carcajada por sus pensamientos. De todo lo ocurrido debía recalcar que se sentía completamente relajado. Y de alguna forma se consoló de que ese encuentro no estuvo del todo mal.

El celular de Taehyung comenzó a sonar a través de todo el desorden de ropa y sábanas que estaban por el suelo. Quería ignorar el molesto sonido, pero consideró que podría ser algún asunto importante.

Se levantó con pereza a buscarlo.

“Jimin”, se leía en la pantalla. Decidió no responder. No tenía el ánimo, ni las fuerzas para tener una conversación con su amigo. Toda la actividad reciente lo dejo completamente exhausto para tener una simple charla.

Se dirigió de nuevo a la habitación y se recostó en la cama.

El olor a sexo y el perfume de Yoongi permanecía en el aire y aquello lo incomodó.

Quería salir de ahí. Se levantó y vistió. No le importaba realmente el olor de su cuerpo. Cuando llegará a casa se bañaría. Y así se marchó del hotel.

 

Notes:

💌 Nota del autor/a

¡Gracias por leer hasta aquí! 💖
Si este capítulo te hizo reír, suspirar o querer gritarle a alguno de los personajes (👀), me encantaría leer tu comentario.
Tus reacciones, teorías y hasta tus enojos hacen que esta historia siga creciendo y me motivan a seguir escribiendo.

Si quieres apoyar el proyecto, puedes dejar un kudos, un voto o compartir la historia para que más personas se unan a este viaje.
Nos leemos en el próximo capítulo.

Notes:

Gracias por llegar hasta aquí.
Recuerda que esta historia es completamente ficticia y no refleja la vida real de los personajes mencionados. Todo ha sido creado con fines de entretenimiento y expresión creativa.

💬 Si disfrutaste el capítulo, no olvides dejar un comentario, dar like.
✨ Tu apoyo es lo que motiva a seguir escribiendo y compartiendo más historias como esta. ¡Nos leemos en el siguiente capítulo!