Actions

Work Header

Fiebre

Summary:

Hyoga está algo débil por el disparo que recibió de Stanley, sin embargo se niega a recibir ayuda médica. ¿Que hará Kohaku con un compañero tan terco?

Notes:

(See the end of the work for notes.)

Work Text:

– ¿Qué es eso?

El equipo militar se sorprendió al ver un grupo de motocicletas pasar frente a ellos, era algo casi imposible para la época de piedra pero al parecer eso no detuvo a Senku.

Aún así Stanley no se quedó atrás e ignorando la sorpresa, se centró en derribar a los pilares del Reino científico. Y en unos cuantos segundos tanto Tsukasa como Hyoga tenían un disparó en sus hombros.

A pesar de eso, lograron escapar y llegar a un lugar seguro donde Luna pudiera revisar las heridas de ambos peleadores.

– Creo que ninguna es muy grave pero lo mejor será que descansen un tiempo, sino la herida se abrirá.

Ambos comprendieron y Senku les restringió los trabajos pesados, haciendo cargo de estos a los miembros restantes del equipo de fuerza que los acompañaban.

Todos estaban ayudando cuando Kohaku vió a Hyoga tropezar y casi tirar una caja de herramientas que llevaba con el.

– ¿Que estás haciendo? – lo reprendió mientras tomaba la caja de sus manos – Senku te ordenó descansar, ¡Tus heridas podrían abrirse!

– No exageres, si no terminamos de hacer esto pronto, Stanley podría alcanzarnos y allí ya no importaran mis heridas.

No siguió la discusión, sabía lo testarudo que podían llegar a ser algunos hombres, aún así decidió observarlo de lejos para evitar que vuelva a lastimarse como antes.

~~~~~~~~~~~~~~

– ¡Este barco es justo lo que deseaba! Ahora podremos hacerle frente al equipo de Stanley.

Todos estaban de acuerdo con Ryusui, excepto por Xeno, habían conseguido un barco científico perfecto para evitar ser captados por el sonar de Leonard. Y el trabajo era menor, por lo que se alegraban de poder descansar, hasta que Ukyo escuchó un golpe seco en una de las habitaciones.

Fueron a ver, imaginando algún enemigo, pero en cambio encontraron a Hyoga desvanecido en el suelo.

– ¿¡Hyoga estás bien!? – Kohaku intentaba ayudarlo mientras le daba unos leves golpes en la mejilla para despertarlo, hasta que llegó Luna a revisarlo.

– Tiene fiebre, ¡Esto es lo que ocurre cuando no hacen reposo! – la peli rosa se sintió enfadada porque sus pacientes nunca hacían lo que les decía.

La oji azul estaba preocupada así que decidió ser ella quien cuidaría al mayor por el tiempo que lo necesitara, fue lo que pensó mientras lo cargaba en brazos hacia su habitación para sorpresa de los demás.

~~~~~~~~~~~~~

– Señorita Kohaku, ésto se lo envía el señor Senku.

– Gracias François.

Aceptó la bandeja de parte del mayordomo mientras lo despedía con una sonrisa amable, había un poco de comida para ambos y también algo de agua y medicina enviadas por el peli verde.

Kohaku había pasado casi un día entero junto a Hyoga y por alguna razón su fiebre era cada vez peor, así que tomó un paño con agua y comenzó a pasarlo por su rostro y cuerpo.

Estaba muy preocupada, su pesada respiración, sus escalofríos y lo caliente de su piel le recordaban al estado de su hermana cuando pensó que nunca se curaría.

Se había escogido en un rincón, lamentándose por sus propios miedos, cuando el mayor se despertó y trató de levantarse hasta que ella lo detuvo.

– ¿¡Que demonios estás haciendo!? – le preguntó reteniendolo contra la cama.

– D-dejame, no n-necesito descansar – le respondió tratando de quitarla de encima con muy poca fuerza.

– Ni siquiera puedes quitar mi mano ¿Y esperas que te deje solo? ¡Esto no es un juego! Si sigues forzandote de esta manera pronto podrías morir – sabía que alterarse no ayudaría en nada, el era esa clase de personas que no cambiaba de opinión con facilidad.

– No quiero ser... un inútil.

Kohaku lo miró con tristeza pero no iba a ceder sólo por eso.

– Entonces es mejor que descanses, si no lo haces nunca volverás a ser útil – le respondió mientras lo recostaba, buscando el agua y las medicinas.

– I-incluso si debo descansar, no tienes porque quedarte. – decía el mayor mientras se sentaba.

– Luna me dijo que cuidara de ti para que no le dieras más problemas así que no me iré hasta que mejores. – no era del todo una mentira, pero no le diría que era ella quien quería estar a su lado y cuidarlo.

Le entregó la medicina pero no parecía querer tomarla y aunque intentaba dársela esquivaba su rostro como un niño pequeño, haciéndola enfadar.

– ¡Ya me harté! – la rubia lo tomó de las mejillas y se metió la píldora en la boca – si no vas a tomarla, ¡Te haré hacerlo!

Y antes de que reclamara, se sentó sobre el y le dió un beso para pasarle la medicina haciendo que Hyoga se sonrojara por una razón distinta a la fiebre.

– ¿Vas a tomar el agua o debo hacer lo mismo? – le preguntó ofreciéndole la botella pero el peli blanco sólo tomó el agua sin saber como reaccionar ante lo que acababa de ocurrir.

Luego de eso comenzó a ser más dócil y se dejó cuidar sin reclamarle nada, haciendo que Kohaku se sintiera satisfecha y al verlo dormir se recostó a su lado viendo su rostro con cariño antes de seguir su camino al mundo de los sueños.

~~~~~~~~~~~~

– ¿Como te fue en tu trabajo como enfermera?

La oji azul se volteó a ver a Tsukasa, luego de dos días Hyoga al fin se había recuperado casi por completo y ambos salieron de su habitación para seguir ayudando a los demás con el trabajo.

– No fue tan difícil, sólo la primera noche cuando no quiso beber su medicina y tuve que pasarsela por la boca, estaba siendo muy testarudo.

El peli largo se quedó de piedra pensando que había escuchado mal.

– ¿¡Quieres decir que lo obligaste a besarte!?

Kohaku iba a decirle que no era así pero al recordar la situación desde un punto distinto al suyo, donde su único deseo no fuera ayudar a un compañero, si parecía que se había aprovechado de el.

– ¿¡Como pude hacer eso!? Ahora Hyoga va a odiarme – le respondió asustada cuando vieron llegar al mencionado con una carga de materiales, ya que se sentía lo suficientemente bien como para ayudar con cosas pesadas.

Tsukasa decidió dejar a ambos solos para que la más baja pudiera disculparse. Aún así entre ambos sólo se creo un silencio incómodo.

– H-hyoga yo...

– Lo lamento.

Kohaku se sorprendió al escuchar esas palabras, creía que ella era quien le debía una disculpa. Pero el peli blanco se acercó, bajando su cubrebocas mientras desviaba su mirada con vergüenza.

– Tu sólo querías ayudarme y yo me comporte como un idiota, tienes razón a veces es necesario descansar.

Kohaku le sonrió pero recordó lo que hizo, así que se armó de valor para disculparse.

– Yo también lo siento, fui muy brusca contigo en vez de tratar de comprenderte.

– No te preocupes, era la única forma en la cual entendería. – le dijo con una sonrisa mientras la dejaba atrás y seguía con su trabajo.

Kohaku no sabía porque pero de repente su corazón latía deprisa y sus mejillas se sonrojaron demasiado.

Tal vez también comenzaba a tener fiebre.

~~~~~~~~~~~~~

Notes:

Holaa, este fic es parte de mi libro de one-shots HyoHaku pero decidí mejor subirlo en solitario porque ya había cerrado el libro anterior. Espero que les guste, cambie algunas cosas de la primer versión de este fic.