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Language:
Español
Stats:
Published:
2019-11-06
Updated:
2022-03-19
Words:
35,791
Chapters:
11/13
Comments:
4
Kudos:
70
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4
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2,787

Drabbles DBS

Chapter 11: Inocencia

Summary:

Colección de drabbles de parejas de DBS para celebrar San Valentín. Pequeñas situaciones comunes y/o románticas entre los personajes. Capitulo 11: Inocencia (Raditz x Zarbon)

Notes:

Hola!
Fueron años difíciles, pero por fin terminé este “drabble”!!!
Digo “Drabble” porque en realidad me salió más grande de lo que esperaba. Es un one shot bien xd
Es una nueva noticia para los fans de Raditz x Zarbon :v porque este capítulo es de ellos. Así que no pregunten, solo gocenlo 7u7

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Había celebración en una de las naves, todos en el ejército habían hecho un gran trabajo conquistando un sistema solar en tiempo record. Ahora estaban descansando en el recién bautizado Planeta 77, sin mencionar que Freezer se encontraba en la nave nodriza muy lejos de esa ubicación, por lo que todos podían celebrar con más entusiasmo.

Los saiyajin desde que comenzaron a vivir en esa nave, habían presenciado algunas de estas celebraciones. Aunque en realidad ellos solo iban a comer, sin darle importancia otros asuntos como socializar o el alcohol.

Por una parte, Vegeta y Raditz, además de ser de los pocos niños que estaban en el ejército, solían ser vigilados por algunos soldados decentes que se aseguraban de que los pequeños no bebieran alcohol. Aunque siempre había soldados que querían divertirse viendo a unos niños ebrios. En este caso, Nappa era quien se sentía responsable de ellos. A Vegeta poco le importaba beber o siquiera ir a celebrar y convivir con el resto del ejército. Raditz solía ser más travieso y aunque nunca mostró interés en embriagarse a temprana edad, siempre estuvo vigilado.

Ahora, ambos ya habían cumplido la mayoría de edad hace casi un año y ese año habían estado bastante ocupados sin tiempo para siquiera descansar. Por lo que una celebración sonaba ideal para desestresarse. De hecho, una celebración no se hacía en mucho tiempo.

Tanto Vegeta como Raditz se encontraban comiendo en una mesa con otros soldados quienes contaban sus hazañas en batallas. Algunos de ellos tenían tragos y poco a poco pasaron de ser anécdotas entre colegas a puros cuentos ridículos entre compañeros ebrios. Ese punto, era la señal de Vegeta para retirarse.

Cuando se levantó de su asiento para irse, se acercó un soldado que traía consigo varios tragos.- ¡Vegeta! ¿Ya te vas?- le preguntó dejando los vasos en la mesa.- Al menos acompañanos con un trago.

-No. No me interesa perder el conocimiento.-aseguro. Conocía el tipo de alcohol que había en el ejército y era bastante fuerte, incluso para el promedio en el universo.

Por su parte, Raditz se animó y tomó uno de los grandes vasos.- Yo los acompaño.-El grupo de soldados vociferó, siguiendo el ejemplo de Raditz tomaron igualmente los jarras para brindar.

Vegeta solo rodo los ojos y comenzó a marcharse, sin embargo se detuvo al pensarlo un segundo. Sabía que igual a él, Raditz tampoco había bebido antes. Creyó que sería gracioso ver que le ocurriría. Al menos se quedaría a ver eso.

Nappa que escuchó los gritos y vitoreos a sus espaldas no pudo evitar voltear. Y se encontró con Raditz con una jarra de alcohol y todos animando a tomar todo el contenido. Raditz ya era un adulto, y a veces se preocupaba de más o exageraba. Incluso, en el ejército solían burlarse un tanto de él por "cuidar" a Vegeta y Raditz, siendo que no era necesario. Sabía que volverían a molestarlo pero solo atinó a advertirle.-¡Raditz, tómalo con calma!- le gritó desde lo lejos

Tanto Raditz como todo el grupo en el que se encontraban escucharon la advertencia de Nappa, sin embargo un soldado lo ignoró por completo y empezó a exclamar.- ¡Fondo, fondo, fondo!- clamó alentando al saiyajin. Le siguió el grupo que lo rodeaba, seguido de otros soldados y de todo el salón. Algunos sin saber a quién animaban a beber.

Raditz sin pensarlo comenzó a beber mientras todos lo alentaban. Nappa suspiro, solo esperaba que no se subiera.- Ese cabeza hueca...

El alcohol le quemaba la garganta, pero se rehusaba a no acabarse todo. Después de todo, eso eran los que hacían los hombres. Se acabó el enorme vaso y aplaudieron. Sintió un gran calor recorrer su cuerpo, pero más que eso estaba bien. Tal vez exagero al pensar que se embriagaria con su primer trago. Volvió a sentarse y le dieron otro trago para brindar.

Vegeta bufó aburrido al ver que nada le había ocurrido y se volvió hacia la salida. Al aproximarse vio la puerta abrirse. Ahí en la salida se encontraban Zarbon y Dodoria. Suponía que iban a ver que no se hiciera un desorden, después de todo, ellos eran los responsables hasta que llegara Freezer.

Vegeta no les puso atención, más cuando pasó junto a Zarbon este lo sujetó del hombro deteniendo su paso. Sin quitar su vista hacia el interior del salón le preguntó.-Dime algo ¿Raditz está ebrio?- sintió un poco de nerviosismo en la pregunta.

-No.- respondió Vegeta de forma seca al sentir como la mano de Zarbon aun lo retenía.-Al menos no por el momento…-Agregó con malicia al ver como Raditz seguía tomando. Dicho esto, se soltó del agarre con un movimiento brusco y se retiró dejando con indecisión a la mano derecha de Freezer.

Zarbon suspiro. Conocía a todos allí, sabía que por más que celebraran y bebieran, ninguno causaría un problema. Pero Raditz...no sabía cómo reaccionaría al beber mucho.

Cuando la mayoría se dio cuenta que los soldados Zarbon y Dodoria estaban allí, bajaron sus vítores, gritos y risas. Por un lado, sonrió con superioridad, sabían cómo tener al ejército a raya. Aunque en realidad, ellos también iban a relajarse un poco. Había sido una larga misión. Después de entregar los números de planetas, su clasificación, los soldados muertos, heridos, y que no dejaron ningún sobreviviente como pidió el cliente, al fin pudieron descansar. Solo había que esperar que el Emperador Freezer llegará en unos días o que les asignen otra conquista. Pero mientras tanto, solo querían relajarse.

Personalmente, Zarbon no solía estar sin hacer nada. Siempre estaba haciendo algo, y ese algo lo captó apenas entro al salon. Incluso desde lejos observaba a Raditz. No parecia estar afectado por el alcohol, solo se veia más alegre y tonto de lo normal. Era lo típico, pero aun así no descartaba la idea de una reacción violenta, como lo haría cualquier saiyajin.

Pasaron unas horas y Raditz se encontraba bien, según decía. Estaba solo algo torpe, intento no hablar mucho y también se encontraba algo mareado, pero no era muy diferente a tener una herida grave y perder mucha sangre. Era algo que podía controlar.

Suponía que muchos seguirían la fiesta hasta el amanecer. Él dormía bastante, así que opto por retirarse. Apenas se puso de pie, toda su vista se sacudió y por temor a caer se sujetó de la mesa. Muchos se rieron al notar ese comportamiento. De inmediato, comenzaron a bromear sobre si podía caminar. Raditz los observo molesto.-Claro que puedo caminar.- dijo de una forma torpe, lo que provocó más risas.

Aún más molesto, dejó de apoyarse en la mesa e intentó caminar por sí solo. Dio un par de pasos con algo de dificultad, hasta que se percató que las risas no venían solo de la mesa en la que estaba sentado, sino de la mayoría de la sala. Muchos lo observaban esperando que cayera al piso.

Volvió la vista hacia delante y suspiró con gran fastidio. Si todos lo observaban atentos, significaba que habían hecho una apuesta sobre él. -Malditos.- dijo por lo bajo. Imaginaba que la apuesta trataba de si podía llegar a la salida o si se caería en el intento.

Dio unos pasos más y aunque estaba mareado, se concentró lo suficiente solo para levitar. Una vez controlado esto, se fue volando de los más normal hacia la salida. Muchos comenzaron a abuchear, ya que la mayoría apostó a que no podría caminar.-Bola de idiotas.-se despidió haciendo un gesto ofensivo con su mano.

Mientras salía del salón logró escuchar a alguien preguntar.-¿Quién apostó a que se iba volando?

-¡Yo!- se escuchó exclamar a Nappa. A lo que muchos protestaron.

Raditz volvió a maldecir.-Maldito Nappa…-Cuando la puerta se cerró detrás suyo, sus pies volvieron a tocar el suelo. Ciertamente, volar en ese estado era cansador, y no se podía concentrar muy bien. Comenzó a caminar torpemente, trataba de no apoyarse de la pared, pero a veces era inevitable.

Caminó unos pasos lejos del ruido, hasta que empezó a escucharse muy leve. En un momento, simplemente no pudo más y se detuvo. Comenzó a sentirse muy mal, sentía que sus piernas no lo podrían sostener y su estómago daba vueltas. Apoyó su hombro por completo sobre la pared e intentó respirar con tranquilidad, tal vez estaba sugestionado.

Se quedó así unos minutos, no quería que alguien lo viera en ese estado. Por lo que se apresuró para reincorporarse. Al abrir los ojos vio a Zarbon a un metro de él, observando con duda. O eso le parecía, se veía algo borroso.

Raditz se sobresaltó. Pero al instante, fingio normalidad.-¿Qué?- Preguntó como si fuera alguien cualquiera. Ante eso, de inmediato corrigió su forma de hablar.-¿Qué sucede?

-¿Estás ebrio?- le pregunto con seriedad.

Raditz rodó los ojos.-No, no lo estoy.

-A mí me parece que sí.- lo contradijo observando su persona de pies a cabeza.

-¡Que no!- respondió levantando la voz sin darse cuenta. Raditz se propuso volver a caminar, esta vez usó toda su fuerza interna y no se sujeto de la pared, aparentando estar totalmente bien.

Pasó junto al soldado ignorando su persona y dejándolo atrás, sin embargo a los pocos segundos escucho a Zarbon siguiendo sus pasos. Por lo que se detuvo de nuevo.-¿Por qué me sigues?

-Porque estás ebrio.-respondió con simpleza.

-No lo estoy.- dijo con desgano.-Estoy bien. Solo estoy cansado y…- se detuvo de pronto e intento no hablar. De un segundo a otro, de pronto sintió que si seguía hablando iba a vomitar. Intento disimularlo, pero era obvio para Zarbon.

Este río por lo oportuno de la situación. Se aproximó al saiyajin, lo sujetó del brazo y lo obligó a caminar.-Vamos…-dijo ordenandolo, aunque en su estado necesitaba ayuda.

Caminaron unos pasos hasta que Raditz sintió que podía volver hablar sin problemas.-¿Qué?¿ A dónde?- preguntó incómodo por el contacto con el comandante.

Zarbon no le respondió. Espero hasta llegar a la puerta principal. Abrió las puertas y lo jalo para bajar la rampa junto a él. El aire estaba frío, hasta podía ver su aliento. El saiyajin sintió un alivio, su cuerpo aún estaba caliente, pero con esto podía sentirse mejor.-Si vomitas, prefiero que lo hagas aquí afuera.- le mencionó Zarbon.

Raditz gruño.-Que estoy bien.-dijo mientras recargaba su espalda en una de las garras de la nave.

Vio como Zarbon dio unos pasos y se quedó de pie observando el paisaje. Al ver que Zarbon no se movía de ese lugar, siguió hablando.- ¿Y si lo estuviera? ¿Qué? Solo bebí un poco.

-Supongo que habrás visto más saiyajines ebrios que yo.-comenzó a decir.-Son unos verdaderos idiotas, violentos y destruyen todo. Y los ebrios deben ser peores.-agregó esto último con gracia.

Raditz lo vio con cara de pocos amigos, más aún desvió la mirada con pesadez. La verdad es que en el planeta Vegeta, había visto unas riñas entre ebrios. Y podía hacerse una idea de lo que Zarbon temía.-¿Qué? ¿Crees que buscaré pelea y destruiré la nave?

Zarbon miró sobre su hombro para ver al soldado-No, no eres tan fuerte.-le respondió con una sonrisa burlona.

Raditz apretó los dientes molesto, su aliento salía entre sus dientes. Sentía unas ganas de golpearlo, pero no necesitaba estar sobrio para saber que era una mala idea.

-Solo queria saber como reaccionabas ante el alcohol.- siguió explicando.-Te ves enfadado y solo actúas de forma torpe. Me preocupe por nada.-concluyó encogiéndose de hombros.

-¿También apostaron por eso?- preguntó Raditz con algo de duda.

Zarbon resoplo.-No que yo sepa.-Conocía esas tontas apuestas que hacían en el ejército. No le hubiera extrañado que apostaran a que Raditz se ponía violento al haber bebido.-Personalmente, creo que esas apuestas son una pérdida de tiempo.- dijo volviendo la vista hacia el paisaje.

Creía que era la primera vez que estaba de acuerdo con Zarbon. Las apuestas eran estúpidas y muy fastidiosas, sobre todo si es que se trataban de uno mismo. Ahora que lo pensaba, era la primera vez que sabía algo acerca de Zarbon. Incluso nunca había hablado tanto tiempo con él.

Lo observo fijamente. Independientemente a su carácter, siempre le pareció alguien admirable. Era la mano derecha de Freezer y se encargaba de muchas cosas y era increíblemente fuerte. Incluso él también peleó en ese planeta para conquistarlo. Lamentablemente, también era un cretino engreído. Se creía superior a todos solo por ser más fuerte.-¿Hasta cuándo se va a quedar ahí?-le pregunto al ver que no tenía prisa en volver a la nave.

-Hasta que te sientas mejor.- dijo manteniendo su mirada hacia al frente.-De cualquier forma, no descarto que hagas algo violento. Además, debo vigilar al ejército, eso incluye a soldados ebrios.

Raditz resopló lo suficientemente fuerte para que Zarbon lo oyera.-No creo que eso sea obligación de la mano derecha de Freezer.-mencionó sin pensarlo.

-Talvez no, pero de cualquier forma lo haré.-respondió encogiéndose de hombros.

Raditz bufo con descaro.-Te crees mucho solo porque es guapo y fuerte.-Apenas terminó de hablar, se dio cuenta de lo que dijo sin pensar. Quedó expectante ante una reacción por parte de Zarbon. Este se volteo lentamente a lo que Raditz se sobresaltó.

Solo observo al saiyajin. Sabía que era considerado guapo y que muchos lo pensaban. Pero ¿Ser guapo hasta para los estándares de los saiyajin? Eso lo sorprendió.

Raditz balbuceaba tratando de excusarse, sin embargo Zarbon lo examinó de pies a cabeza. La verdad no estaba tan mal. Aunque no diría que era su tipo, pero en realidad no tenía un tipo. Solo diría que pasaba lo mínimo de exigencia para él.-Así que…-interrumpió los balbuceos del saiyajin.-¿Crees que soy guapo?

Raditz sintió como un sonrojo cubrió su rostro.-¡No dije eso!-exclamó nervioso.-Bueno sí, pero no me refiero a eso. Decía que, es lo que todos dicen que tú crees de ti mismo…-dijo algo inseguro, no creía estar seguro de estar expresándose bien.

Zarbon comenzó a aproximarse con una sonrisa de superioridad. Raditz desvió la mirada intranquilo.

Siempre que escuchaba acerca de la apariencia de Zarbon, todos opinaban que en efecto, es muy guapo. La verdad no era fácil negarlo. Todas las mujeres y muchos hombres lo decían abiertamente sin rodeos, pues es innegable. Raditz realmente opinaba igual, pensaba que no era desagradable de ver, incluso creía que era demasiado bello para ser hombre, tenía muchos rasgos finos como mujer, pero nunca lo había dicho en voz alta. Más allá de eso, solo era un pensamiento de menor importancia. Pero ahora, teniéndolo tan cerca, esa belleza era intimidante.

Sintió una mano sujetar su mentón y obligado a levantar la vista.-Entonces, ¿Qué piensas de mí?-le preguntó con una sonrisa cautivadora.

Raditz se sobresaltó.-”¿Qué tenía pensado?”- Le pasó mil ideas por la mente, ¿lo golpearía? ¿Lo mataría?-”O peor…”- Pensó al ver como se acortaba la cercanía entre ellos. Estaba nervioso, nunca antes había estado tan cerca de Zarbon y mucho menos a solas. Y eso lo incomodaba. Estaba tan trabado en sus pensamientos, que sus labios no podían formar una palabra.

El comandante sonrió victorioso. Esa era la reacción que esperaba. Aproximó lentamente su rostro al soldado, mientras que su pulgar se deslizó hasta tocar su labio inferior.

En ese preciso instante, el saiyajin se exaltó al comprender sus intenciones. Rápida e instintivamente, lo mordió sin pensarlo. Zarbon soltó un agudo chillido de dolor. Aprovechando esa distracción logró darle un empujón para alejarlo de él. Si bien Raditz, usó toda su fuerza en ese momento, solo logró que retrocediera unos pasos.

Había quedado tan sorprendido ante el rechazo, que apenas había reaccionado ante el ataque. Porque nadie. ¡Jamás! En su vida lo había rechazado. Incluso se había ligado gente más ebria que él. ¿Qué había sucedido?

Raditz quiso huir aunque fuese visto como un cobarde, sin embargo no logró moverse de su lugar. Sus piernas volvieron a temblar y esta vez no solo eran los efectos del alcohol, era mucho peor. Solo apoyo su espalda contra la nave observando con temor cada movimiento de Zarbon, quien observaba con gran molesta su mano.

Este levantó la vista furioso.-”Ese mocoso, ¿Cree que puede rechazarme? ¡Esto es lo mejor que le podría ocurrir en su vida!” - se dijo a sí mismo. Se tomó un segundo para atenuar su ira y volvió a aproximarse a paso lento, intentando contenerse y no actuar como un animal salvaje.

A pesar de que se encontraba a menos de su capacidad y un tanto fuera de sus sentidos, sus instintos lo llevaron a hacer lo que mejor sabía hacer: Batallar. Levantó su mano con una carga de ki para un ataque hacia Zarbon. Sin embargo, como si nada de un segundo a otro ya se encontraba frente a él sujetando su muñeca con gran fuerza, provocando que la energía en su mano desapareciera.

-No soy de dar segundas oportunidades, pero si te portas bien olvidaré lo que hiciste.-Comentó estando a centímetros de su rostro. Lo que estaba haciendo lo veía como un acto desinteresado, aburrimiento tal vez, pero ahora solo buscaba reafirmar que no sería rechazado. Normalmente, él no era quien insistía, pero se negaba a dejarlo ir sin más.

Apoyó violentamente una de sus manos junto a la cabeza del saiyajin. Este se sobresaltó con gran temor. Lo reconocía tenía miedo. El comandante aproximó su rostro y cuerpo hacia él. Inconscientemente intentó apartarse, más su cabeza se encontró con la garra de la nave. Al verlo tan próximo, cerró los ojos hasta que lo sintió. Sus labios sobre los suyos.

Su cuerpo se tenso y temblaba al mismo tiempo. Sus labios se mantenían por completo cerrados. Lo que ocurría era irreal y solo esperaba que terminara lo más rápido posible. Sintió la mano de Zarbon apoyarse en su cintura, lo que provocó un pequeño chillido por su parte. Parecía que eso incito al soldado en intensificar más el beso. Se sentía extraño, confuso y todo dentro de él daba vueltas. Pero también sentía algo más. No sabía que era. Nunca lo había sentido con nadie, mucho menos con él.

Después de unos segundos de reflexión, creyó saber que era. Raditz apoyó su mano temblorosa en el hombro de Zarbon e hizo un poco de fuerza para alejarlo. Este lo sintió, también sintió el estremecimiento en su cuerpo, por lo que separó sus labios de los del saiyajin. Aun así se mantuvo a unos centímetros de él.

Zarbon con algo de diversión, observó el rostro del saiyajin completamente asombrado. Esa era la reacción que esperaba, pensó en sus adentros. Iba volver a acercarse, sin embargo Raditz aún se empeñaba en mantener su mano sobre su hombro para mantener la distancia.

Por un segundo, llegó a pensar que iba a ser rechazado nuevamente. Cuando estuvo apunto de decir algo, Raditz logró darle un empujón, apartándolo. Y haciéndose a un lado, vómito.

Inconscientemente, el comandante dio un paso atrás evitando cualquier salpicadura.-¡Puaj!- Ese cabeza hueca si que sabe cómo arruinar un momento.-Voy a tomar eso, como una reacción al alcohol.- dijo afirmado el hecho. Obviamente, él no tenía la culpa.

Raditz tosía y dio arcadas por unos segundos hasta que sintió que no tenía más que sacar. Se incorporó mientras se limpiaba con su antebrazo. Podía sentirse más repuesto, incluso se sentía mejor. Levantó la vista hacia Zarbon. Su vista era mejor, hasta estaba más lúcido.-¡¿Qué te sucede?!- gritó con furia.

-¿Qué? - pregunto confundido y algo sorprendido, ya que Raditz parece haber olvidado que se dirigía a su superior.

Raditz estaba completamente sonrojado desde las mejillas hasta las orejas. También lucía asustado e indefenso.- ¿Crees que puedes hacer lo que quieras? - esta vez no gritó, pero se podía notar la ira en su voz.

Obviamente, Zarbon pensó que sí. Él estaba sobre todos y podía seducir a quien quisiera. Resoplo molesto por el comentario, mas se iba a acercar de nuevo y se lo demostraría.

-¡No te me acerques!- le advirtió con tal seguridad, que no dio otro paso. El saiyajin torpemente comenzó a caminar hacia la entrada de la nave, rodeo al comandante sin quitarle la vista de encima hasta que llegó a la rampa. Volvió su vista hacia adelante para subir, sin embargo rápidamente Zarbon lo abordó sujetándolo del brazo.-¡¿Que no entiendes o que?!- vociferó molesto intentando retener la fuerza que ejercía sobre él.

-No.-respondió Zarbon con firmeza.- No lo entiendo.- Observo detenidamente ¿Podría intentar de nuevo? Ante el más pequeño movimiento, Raditz se apresuró para lanzar un golpe, el cual fue detenido al instante. No solo estaba molesto, estaba furioso. Sus ojos irradiaban furia, odio y un desprecio que nunca antes había sentido hacia su persona.

Ese Saiyajin. Raditz. Lo rechazó, lo mordió, lo atacó e intentó golpearlo. Hasta vomitó, pero no creía que eso último fuera su culpa. Pero aun así, nadie se había comportado de esa manera con él. Siempre era encantador e irresistible para todos si se lo proponía. Nunca había recibido una negativa. Así que no, no lo entendía.-¿Tanto te desagrado?- pregunto seriamente, buscando una conclusión a este extraño evento. No era una pregunta que un superior hiciera directamente a alguien de bajo rango como Raditz. Lo medito un segundo, esperaría que fingiera o que tratará de confundir el asunto. Nadie seria tan tonto de responder esa pregunta con sinceridad.

-¡Si! - exclamó con tal franqueza, que su eco resonó en la zona. No esperaba una respuesta sincera de un simple soldado.-¡Ya suéltame!- se quitó la mano que lo sujetaba con un movimiento brusco.

Ya no estaba tan ebrio como cuando lo encontró en el pasillo. Ahora estaba más lúcido, pero aún conservaba lo suficiente para darse valor y responder de esa forma.

Zarbon quedó pasmado, viendo como el saiyajin se apresuró para entrar a la nave, aun dando pasos torpes para perderse en su interior.-"¿De verdad lo odiaba?"

Esto era extraño. Se creía capaz de seducir a cualquiera ¿Estaba perdiendo el encanto? ¡Claro que no! El problema era ese saiyajin. Ante ese pensamiento, se volvió hacia el paisaje, cruzándose de brazos y frunciendo el ceño. -"Tal vez mis tácticas no funcionan con esa raza'' .- dijo rememorando cada uno de sus movimientos. Recordó ver un sonrojo cuando dijo que era guapo sin pensar. Y también unos momentos antes de besarlo. Esa era la forma común de reaccionar para él, pero lo demás…Suspiro.-"Realmente, ese saiyajin ebrio podía ser un problema"- pensó mientras seguía contemplando ese solitario paisaje.

Por otro lado, Raditz caminaba apresurado y tambaleándose, sujetando ocasionalmente la pared para evitar una caída. Miró sobre su hombro con gran temor, llegando a pensar que Zarbon lo perseguía. No logró ver a nadie en los pasillos, aun así continuó alerta avanzando por unos metros hasta que llegó a su dormitorio. Rápidamente entró y apoyándose contra la puerta por fin suspiró aliviado.

Se mantuvo quieto por segundos, evitando el menor movimiento, hasta que sus ojos se acostumbraron a la oscuridad de la habitación. En una de las camas distinguió a Vegeta. Se encontraba durmiendo. También creyó haber visto a alguien más, en otra cama. No se arriesgó a encender la luz, Vegeta odiaba que lo despertaran. A paso lento se dirigió a su cama y se recostó angustiado.

Estaba cansado, ebrio, aún se movía con torpeza y un escalofrío comenzó a invadir su cuerpo. Se cubrió con una manta y cerró los ojos con la esperanza de conciliar el sueño. Pero fue inutil. Esa escena, que acababa de ocurrir seguía dando vueltas en su mente.

Pese a sentir un clima álgido, sus mejillas se encendieron de nuevo. Se cubrió el rostro avergonzado a pesar de que nadie lo estaba observando.-"Ese beso"- pensó afligido apretando los dientes.

Sabía acerca de los rumores que circulaban alrededor de Zarbon. De vez en cuando se decía que se ligaba un o una soldado del ejército. Por lo general, no había muchos detalles, este soldado solía ser enviado a misiones y no había mucho chisme, pues era difícil verlos juntos. Tal vez una que otra historia un tanto pasional que algún chismoso vio o escuchó.

Era sorprendente como algunos aceptaban estar con Zarbon o que este los aprobará. Pues parecía muy exigente.

Raditz dejó caer sus manos de su rostro. ¿Por qué lo habrá elegido a él? Se notaba que los saiyajin no son de su agrado.

Su vista se nublo parcialmente y cerró los ojos acongojado. Tal vez fue su estado de ebriedad y quiso aprovecharse. O parecía una presa fácil. Gruño ante ese pensamiento tan molesto.

Aun así, ese beso...fue su primer beso. No tenía mucho con qué comparar, pero no sintió que fuera exagerado. Tampoco lo había tocado de forma inapropiada. De hecho, fue bastante elegante.

Nuevamente sintió como el rubor se extendía hasta en sus orejas. Crujió sus dientes con rabia.-”Eso fue… fue…”-pensó molesto, pero poco a poco dejó de rechinar sus dientes. Se sintió como… No podía compararlo con otro beso, pero por alguna razón, el planeta Vegeta llegó a su mente. Su hogar. Se sentía como esa calidez.

De inmediato, sacudió su cabeza para quitarse esos pensamientos. Seguramente, Zarbon hacía eso con cualquiera. No tendría que significar nada.

"¿Tanto te desagrado?"

Escucho las palabras del comandante dentro de su mente. Otro escalofrío recorrió la espalda de Raditz .

"¡Si!"

Esa respuesta resonó en su cabeza. ¿En qué estaba pensando? ¡Zarbon era su superior! Probablemente para mañana estará muerto. Pensó resignado.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Al día siguiente todos en la nave despertaron con un gran escándalo. Se había detectado recientemente que aún se encontraban monstruos nativos en ese planeta. Y como les habían especificado, el futuro comprador del planeta no quería a esos engendros. Dodoria se encargó de enviar a todos y cada uno de los soldados en la nave para barrer la zona.

Raditz despertó con el escándalo de otros soldados. Sentía que su cuerpo le pesaba y que cabeza iba a estallar en cualquier momento, más de todas formas tuvo que ir junto a todos los soldados. Caminaba con desgano hasta llegar afuera de la nave, allí se encontraban tanto Zarbon como Dodoria indicando a grupos de soldados las ubicaciones.

Raditz se alarmó al recordar lo ocurrido la noche anterior. Aunque estaba alejado y había varios soldados entre ellos, se mantuvo escondido. Realmente creía que Zarbon lo mataría por lo que le dijo.

Dodoria indicó a un grupo de soldados ir por el área del sur, sin pensarlo mucho el saiyajin se unió a ese grupo y junto a ellos voló a la ubicación. Estando ya lejos de la nave suspiro aliviado. No creía que lo evitaría por siempre pero al menos esa mañana no deseaba recibir una golpiza por parte del comandante.

A medida que volaban, el grupo se fue dividiendo en busca de esas bestias para eliminarlas. Fue el último que voló hasta los límites del área del sur para verificar la zona. Su rastreador detectó una señal bajo unas rocas. Con desgano, lanzó un pequeño rayo hacia el interior de la tierra, provocando que ese monstruo emergiera. Este apenas salió de su escondite se propuso atacar a Raditz.

Con suma seriedad el saiyajin salto frente al monstruo, esquivando sus garras y lo golpeo fuertemente en el estómago, seguido de un gran rayo de energía.

Vio caer el cuerpo del monstruo de forma estrepitosa. Raditz se sujetó la cabeza con molestia, esos malditos ruidos sentían que le taladraban la cabeza.

Otro estruendo comenzó bajo la tierra. Dio un salto con gran molestia por el ruido y por tener que seguir luchando. Un monstruo aún más grande que el anterior emergió de la tierra dispuesto a atacar. A duras penas logró esquivar sus ataques, cuando fue su momento para atacar recibió un gran golpe de la cola del monstruo. Cayó estrepitosamente al suelo.- Maldito…-Dijo por lo bajo. Ese engendro parecía ser más listo que los demás.

Iba a contraatacar, cuando vio como el monstruo recibió una fuerte patada por parte de un soldado, seguido de una rafaga de energía provocando que cayera muerto. Era Zarbon.

-"¡Mierda!" - pensó sobresaltó. Había intentado evitar cruzarse con Zarbon durante toda la mañana, y ahora estaban a solas. Este volteo hacia él.- ¡Ya lo tenía! - dijo molesto refiriéndose al monstruo, intentando evitar otro tema.

-Si, como no.- le respondió con sarcasmo. Zarbon se veía completamente normal, no parecía que tenía intenciones de matarlo ni nada. De igual forma, lo observó con desconfianza, estaba seguro de que intentaría algo, ya fuera matarlo o peor, lo mismo de la noche anterior.

-Le di la vuelta al planeta, parece ser que este fue el último.- comentó mientras divisaba su rastreador.

Por un lado, Raditz se sintió un gran alivió. Solo quería descansar. Pero por otro lado, no quería estar a solas con él. Con tan solo recordar lo ocurrido sintió como su rostro se calentaba. Ante esto, le dio la espalda para poder retirarse.

-Lo de anoche…-mencionó Zarbon, provocando que Raditz se paralice en su posición.- ¿Porque te molestaste tanto?

Raditz solo carraspeo con nerviosismo.- ¿Por qué hiciste eso? - pregunto aun dándole la espalda.

El comandante se encogió de hombros.-No eres del todo feo. Además pensé que lo olvidarías. Veo que no, me evitaste toda la mañana.- el saiyajin desvió la vista hacia otro lado evitando que viera su rostro sonrojado. ¿Cómo podía estar tan tranquilo?-¿Y por qué me rechazaste? ¿Si puedo saber? - preguntó con completa tranquilidad.

El saiyajin se cruzó de brazos mortificado ¿Que se supone que podía decir? ¿Que lo había hecho sentir raro? ¿Que su actitud seductora lo asustó? No era la clase de cosas que le diría.

-¿Acaso fue mucho para empezar?- preguntó en tono de broma.

Raditz asombrado, se volvió hacia él sin pensarlo, dejando ver su rostro enrojecido.-¡¿Qué?!

Zarbon río por lo bajo - Dime algo, ¿Fue tu primer beso?

-¡No! ¡Claro que no! - exclamó escandalizado.- ¿Cómo podría ser mi primer beso? Es absurdo.- señaló con nerviosismo.

Zarbon le tomó un segundo deducir su extraño comportamiento. Acto seguido sonrió con superioridad.- Ahora que pienso…- comenzó a decir.

-¡No!- clamó el saiyajin evitando que el soldado continúe pensando.

Zarbon alzó la vista como sí lo ayudará a rememorar.-Al recordar lo ocurrido y tu reacción...- Ese beso. No se había movido ni un centímetro y quedó completamente inmovil, aparte de unos temblores. Ni siquiera, hubo un movimiento en sus labios o siquiera abrió un poco la boca. Lo había atribuido al alcohol, pero siendo más analítico. Pudo ser su reacción normal.- Ahora entiendo, me propase.- concluyó con modestia.

-¿Qué? - musito Raditz sin llegar a comprender los pensamientos del soldado.

-Creo que fue mucho para ti. - Respondió altaneramente mientras se acomodaba unos mechones de cabello.

Raditz gruño molesto.- ¡No! Te crees mucho porque solo eres fuerte y…- se detuvo por un momento, para repensar lo que estaba a punto de decir. “No vuelvas a decir guapo '' .-...y de buena apariencia.- Zarbon lo escuchaba pero río por ver cómo evito decir lo mismo de la noche anterior.-Eres tan egocéntrico. Además no fue mi primer beso.-agregó recalcando esto último.

El comandante bufo.- No veo nada de malo en ser tan genial. Lo dices como si ser fuerte y atractivo fuera algo negativo.- declaró cruzándose de brazos.- Y tú tampoco eres perfecto.- expresó con superioridad. Raditz presiono los puños molesto. Sabía que no era tan fuerte como quisiera.- Eres arrogante, impulsivo y solo por ser saijayin, está de más decir que tienes instintos primitivos.-anuncio mientras contaba sus faltas con los dedos.

Sintió un gran instinto de atacar, pero hacerlo significaba darle la razón. Además de saber que seria una pelea perdida y muy corta.- Entonces ¿Que? ¿Si tanto te desagrado porque me besaste?

Zarbon se cogió de hombros.- Solo quería pasar un buen momento.- respondió despreocupado y con total sinceridad.

Por algún motivo, se sintió ofendido por esa respuesta. Pero de inmediato, resoplo molesto. ¿Qué esperaba de Zarbon? Era bien sabido cómo era él y su reputación.

Este observó la reacción de Raditz, parece que la definición de un buen momento no es lo mismo para los saiyajins. Pero por otro lado, podría cambiar ligeramente su táctica con él. Después de todo, se negaba a ser rechazado.

-Como sea, pero de todas formas pienso que si fue tu primer beso.-comentó como si nada. Raditz volteo molesto hacia el soldado, aun con un leve sonrojo en su cara.- Se te nota.

-No es así.- le respondió intentando mantener su enojo en un nivel bajo.

-Yo lo sentí así.- agregó con total tranquilidad, aunque en el fondo sonreía por ver como el saiyajin se estaba acercando a él sin darse cuenta debido a la discusión.

-Es solo que me tomaste por sorpresa. Es todo.- dijo finalmente como última excusa.

-Bien, sin sorpresas.-aviso Zarbon.- Yo no haré nada, no me quiero volver a propasar.- dijo inclinándose ligeramente hacia el saiyajin.- Adelante. Demuéstrame que no fue tu primer beso.

-¡¿Qué?!-respondió inquieto por la propuesta por lo que retrocedió dando un pequeño paso hacia atrás.-”¡¿Qué cosas decía?! ¡¿Besar al comandante?!”-pensó abochornado sin poder ocultar su rostro ruborizado. No podía hacerlo, se dijo una y otra vez en sus adentros, mientras luchaba en mantener la mirada fija en el soldado, quien lo observaba con superioridad.

Mientras más tiempo tardaba en realizar alguna acción, más se podía dibujar una sonrisa burlesca en el rostro del Zarbon. El saiyajin gruño molesto y bajó la vista por esa maldita actitud tan arrogante.

Lo ocurrido la noche anterior, lo había atribuido al alcohol o eso creía. La verdad es que ahora, estando cerca de ese tipo ya no estaba seguro de que pensar. Comenzaba a querer sacarse esa duda de encima, si estaba en lo correcto se prometió que jamás volvería a beber en su vida.

Presionó fuertemente sus puños con firmeza. Sino hacia esto, no se lo quitaría de la cabeza, se dijo con determinación. Suspiro levemente para después levantar la mirada decidido. Se aproximó y apoyándose en las puntas de pies, alcanzó los labios de Zarbon. Al igual que el beso de la noche anterior, cerró los ojos y tensó su cuerpo. Ni siquiera movía los labios, simplemente tuvieron contacto.

Era un beso de principiantes, pero tenía algo que le gusto de eso. La inocencia. Eso le gusto. Había mucho que podría enseñarle.

Finalmente, Raditz se separó dando por terminado el tema.- ¿Ves? - dijo como si eso fuera una gran prueba. Sin embargo, se sentía igual de confundido que anoche, incluso peor.

Zarbon rio divertido. Definitivamente, estaba mintiendo.- Se sigue notando.-comentó con gracia.- Para que sepas, se hace así.- dijo sin más al sujetarlo por la cadera y atraerlo a él. Con su otra mano sujeto su mentón. Se quedó momentáneamente en esa posición por si el saiyajin tuviera una objeción. Pero este solo lo observaba pasmado.-Relajate.- le ordenó a centímetros de sus labios. Unió sus labios con tal lentitud que Raditz pudo tener tiempo para haberse opuesto, pero no hubo ninguna negativa.

Nuevamente, el saiyajin seguía paralizado en su lugar, sin mover ni un centímetro de cuerpo. Con ayuda de su mano lo obligó a abrir levemente su boca e intensificando más el beso, logró que este pudiera moverse aunque sea un poco.- Bien…-mencionó el comandante al deshacer el beso.

Su rostro resplandecía, perfecto y atractivo como siempre, aun así seguía siendo intimidante tanta belleza para él. Siempre fue indiferente a eso, y desde la noche anterior había intentado resistirse a pesar de la sensación cálida que provocaba en él. Una sensación que sintió hace unos segundos, y quería volver a sentir. Lo que cruzaba por su cabeza iba en contra de cada célula de su ser, pero no pudo contenerse más.

Sin pensarlo, cruzó sus brazos detrás de su cabeza y hundió sus labios con los suyos en un intenso y desenfrenado beso.

Finalmente, había caído ante los encantos del comandante.

Oyo sonreír a Zarbon entre los besos.-”Maldito arrogante” - Sintió como era sujetado por el comandante al mismo tiempo que lo hacía retroceder. Dieron unos pasos hasta tropezar con una gran roca y caer de espaldas sobre ella.

Fue inevitable dejar escapar unos leves gemidos, cuando sintió una lengua entrar a su boca. Ciertamente era la primera vez que hacía algo así, era extraño pero a la vez excitante.

Podía sentir unas manos recorrer su cuerpo a través de su armadura, lo que provocó unos extraños movimientos involuntarios. Ni siquiera en una batalla se sentía tan vulnerable como ahora. Al parecer su cuerpo era sensible a caricias suaves.

Intentaba corresponder a todas estas nuevas sensaciones, quería hacerlo y sentir más de eso. Sin embargo, sus movimientos torpes y el nerviosismo del momento lo limitaban.

No fue hasta que sintió la fricción de la entrepierna de Zarbon contra la suya, que soltó un fuerte gemido de carácter sensual.

Esto detuvo todo movimiento por parte del comandante que rápidamente observó al soldado. Este desvió la mirada, avergonzado y agitado.

Efectivamente, consideraba que era lindo, aunque esa forma de actuar no se relacionaba con la típica faceta de saiyajin que vio todos estos años. Y esa pose sugestiva en que se encontraba debajo suyo no lo ayudaba a pensar que se trataba de una raza guerrera.-¿Sigo?-le preguntó con sarcasmo como si fuera una opción. Aún sin devolverle la mirada, Raditz asintió por completo abochornado.

Esta vez sintió una mano colarse por debajo de su armadura y tocar sus pectorales. Se esforzó por no volver a emitir algún sonido. Había sido humillante. Cuando sintió los besos y caricias en el cuello, llegó a sentirlo otra vez y dejó escapar un suspiro.

El sonido del comunicador de Zarbon rompió la concentración, más no el momento. No le dieron importancia hasta que comenzó a sonar otra llamada y otra más y otra más. Se separaron de mala gana. Zarbon se reincorporó y revisó su rastreador. Entre todas las llamadas solo le dio importancia a alguien en especial. Dodoria.-¿Qué ocurre? ¿Qué? ¿Cuándo?- comenzó a preguntar preocupado.- Voy para allá.-dijo cortando la comunicación.-Rápido hay que volver.- le ordenó al saiyajin, quien estaba fastidiado por dejar las cosas de esta forma. No comprendía el apuro ¿Que podía ser tan importante? .- Freezer estaba por llegar al planeta.- agregó el comandante. Ante esto, ambos olvidaron por completo lo que estaban haciendo hace solo unos segundos, volvieron de inmediato a su papel de soldados. Rápidamente, volaron a toda velocidad de vuelta hacia la nave.

Durante todo el recorrido, Zarbon avisó por comunicador a todos diciendo que debían volver a la nave. Raditz solo lo observaba en silencio, hace unos segundos se estaban besando y ahora sentía una pequeña incomodidad ¿Solo estaban jugando?

Tal vez no era el momento, pero necesitaba saberlo.-Zarbon…-dijo llamando la atención del soldado. No estaba seguro cómo preguntarlo, sin embargo se vio interrumpido cuando más soldados se unieron a ellos.

-¿Es cierto que Lord Freezer viene en camino?-preguntó uno de los soldados a Zarbon.

Este asintió.-Debemos apresurarnos.-mencionó a los soldados que se veían preocupados. Mas de reojo observó a Raditz, que con la llegada de los otros soldados pasó de volar junto a él a retirarse al final del grupo.

Cuando finalmente llegaron a la nave, el comandante le indicó a todos que entraran y que él esperaría afuera para recibir a Freezer. Raditz percibió nerviosismo en él. Pues quien no lo estaría, si el emperador del universo estaba por llegar y más de uno cruzaban los dedos para que este no se percatara de que acababan de eliminar a los monstruos del planeta. Los soldados comenzaron a ingresar apresurados a la nave, nadie quería encontrarse con Freezer.

El saiyajin quien en completo silencio ingresó de último a la nave, detuvo su paso en el marco de la puerta al sentir el agarre del comandante. Al volver la vista hacia él, vio que tenía una sonrisa ¿agradable? No estaba seguro, pero no era la típica risa de superioridad o arrogante que siempre tenía. Algo dentro de él también lo hizo sonreír como Zarbon. En esa situación, comprendió que ambos compartían una gesto de complicidad, ya que ambos aparentaron bastante bien cualquier vínculo estando en público.- Escucha.-comenzó a decir Zarbon cambiando su expresión a una de incomodidad que intentaba disimular .-Fue divertido, pero creo que…- en ese momento enmudeció al sentir como una nave aparecía a sus espaldas. Se volteó con inquietud al verificar que se trataba de la nave nodriza.
A pesar de que Raditz tenía interés en lo que diría el comandante, también palideció ante la llegada de la Freezer.

Zarbon, se volvió hacia el saiyajin y se apresuró al solo decir “Hablamos después”. Para posteriormente presionar un botón que cerró la puerta frente a él. Luego se aproximó en dirección a la otra nave antes de que aterrizara por completo. Suspiro con pesadez ante la situación. Lo que ocurría con el saiyajin lo hacía sentir fuera de lugar.

Por su lado, Raditz se quedó en completo silencio en el pasillo. Después de unos segundo fue capaz de reaccionar e irse de allí. No pudo evitar mirar por la ventanas, ahí se encontraba Zarbon esperando. Desvió la mirada angustiado, normalmente no le importaba los problemas que tuvieran los superiores, aunque esta vez esperaba que Zarbon no tuviera un contratiempo con Freezer. Si lo tuviera, probablemente no saldría vivo para poder continuar la conversación que dejaron inconclusa.

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El trío de saiyajins se encontraban sentados juntos mientras comían. Tanto Vegeta como Nappa lo observaban con gracia por su rostro gastado y aspecto desaliñado.

Otros soldados también curiosean desde otras mesas.-¿¡Qué!? Ya dejen de mirarme.-dijo Raditz con gran molestia ante las risas de algunos soldados.- Y ustedes también.-agregó para sus compañeros.

-Te ves peor de cuando despertaste.- mencionó Nappa con un poco de preocupación, aunque intentaba sonar indiferente.

-¡Claro que no! - respondió Raditz sobresaltado. No quería denotar ningún tipo de estado, aparte de la resaca.

Se acomodó en su asiento con nerviosismo ¿Y si alguien los vió? Un par de minutos era suficiente para que todo el ejército supiera que se estaba besando con Zarbon o que estaban hablando a solas en la entrada de la nave. Miró a su alrededor con desconfianza. Ninguno parecía hablar particularmente de él.

Por un momento, pensó en que dirían Nappa y Vegeta. Los observo de reojo. Se veían normales, como siempre. Supondría que si se enteraban de algo, lo confrontarían. Le dirían algo, como ¿Es cierto? ¿Que paso? ¿Te golpeaste la cabeza? ¿En serio, Zarbon?

Ante ese pensamiento, no creía que Zarbon tuviera nada de malo. Tenía que admitir que era algo presuntuoso y vanidoso, pero le daba la impresión de que era más que eso. De pronto, una imagen de ellos besándose hace unos minutos llegó a su mente.

Se cruzó de brazos afligido, ya podía sentir sus mejillas arder nuevamente. De inmediato, trató de disimularlo, por lo que tomó su vaso de agua y bebió todo su contenido de una sola vez hasta que por un descuido de atraganto. Carraspeó varias veces hasta aliviarse. Realmente era bastante torpe intentando disimular frente a sus compañeros, ellos lo conocían de toda la vida. Sabrían si estaba escondiendo algo.

Con esa idea en mente, simplemente apoyó su cabeza sobre la mesa, escondiendo su rostro. Después de todo, ya deberían pensar que algo le ocurría, pero al menos trataría de ocultar su cara ruborizada.

-¿Tienes fiebre o algo así?- le preguntó Nappa.

Raditz levantó levemente la vista hacia su compañero.- Estoy bien…- respondió fastidiado, odiaba que le preguntaran si tenía algo. Aunque lo pensó un poco mejor, estar enfermo sonaba como una mejor excusa.-Tal vez un poco.-agregó aparentando estar un tanto afectado.- Estaré bien.

Nappa solo rodó los ojos y siguió con lo suyo. Eso fue un alivio para Raditz, parecía que no sospechaba nada. Sin embargo, se sintió cohibido por completo al fijar su vista en Vegeta. Tenía una mirada amenazante, en realidad era su mirada de siempre. Solamente que debido a las circunstancias, podía asumir que él no creía ninguna de sus excusas.

Inconscientemente, trago saliva afligido. Desvió la mirada simulando querer ver el paisaje a través de una de las ventanas del comedero, pero aun así podía sentir la pesada mirada de vegeta sobre él.

En ese momento, llegó Dodoria al salón anunciando que la mayoría de los soldados debían prepararse para marcharse a otros planetas. Un grupo grande, incluyendo al trío compuesto por los saiyajins, fueron asignados para ir a otros planetas en ese preciso momento. Por un lado, Raditz sintió un gran alivio. Se sentía incómodo cuando Vegeta lo observaba de forma tan amenazadora. Y como les habían asignado un viaje no tenía que verlo estando en sus cápsulas.

Cuando iban en camino hacia el hangar de las cápsulas, Vegeta se acercó a su lado y sin mirarlo habló secamente.- No creo que te encuentres así debido al alcohol.- Antes de que Raditz pudiera replicar, continuo.- No es de mi interés el porque estas actuando extraño. Pero si no te concentras saldrás lastimado.-Dicho esto, se alejó de su compañero, dejándolo sin palabras. No sabía si lo decía por la misión o si Vegeta sabía algo más.

Solamente gruñó molesto y una vez en su cápsula ingresó como un niño regañado. Tal vez era el príncipe de los saiyajin, pero tenían la misma edad, no tenía por qué darle un sermón. Una vez en la cápsula, esta se preparaba para despegar. Mientras tanto Raditz comenzó a revisar su rastreador, les habían enviado la información del planeta al cual se dirigian. Presionaba los botones viendo la información de una forma descuidada, pero no fue hasta que llegó a cierta aclaración que se paralizó.

Tiempo aproximado de viaje: 1 mes

-¿Qué?-exclamó al momento que se cerraba la cápsula. Rápidamente, la nave se elevó junto con otras, dejando al saiyajin totalmente pasmado. Nunca le molestaron los viajes largos, de hecho 1 mes lo consideraba muy breve, pero era algo en especial que lo conmocionó. Zarbon seguía en el planeta 77. Y él no volvería a acercarse a la nave nodriza en por lo menos un mes, sin contar el viaje de vuelta.

Se dejó caer en su asiento con pesadez. Aunque un mes era poco para él, comenzaba a creer que esta vez sería un largo viaje.

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Durante todo el viaje no hizo más que pensar acerca de lo que Zarbon le quería decir. Los primeros días, pensó con gran ansiedad en aquella conversación sin terminar. Pensó en lo más probable, debido a todo lo que había escuchado acerca de Zarbon y eso sería que finalizará su relación. ¿Relación? No tenían una relación.-”Solo fue un encuentro”- lo definió Raditz un poco avergonzado. Estuvieron muy lejos de tener algo como un amorío y menos un noviazgo. De cualquier forma, según los rumores que había oído, si las víctimas de sus conquistas no eran concluidas por Zarbon, estas terminaban muertas en alguna misión.

¿Y si Zarbon hacía lo mismo con él? se preguntó con terror ante esa posibilidad, aunque de inmediato se sintió desorientado por la misma probabilidad ¿Era algo malo? ¿Era importante para él?

Durante la segunda semana del viaje no hacía más que maldecirlo.-”Seguramente, eso es lo que hacía siempre”-pensó irritado.-“Interesar a alguien, jugar con él y después marcharse como si nada”-presiono fuertemente los puños ante ese pensamiento. Y más aún al admitir a sí mismo que se sentía interesado en él.-”¡Claro que no! - exclamó enfurecido. Todo lo que ocurrió fue al calor del momento. No debía significar nada, no le interesaba en absoluto.

Mientras que en la tercera semana, su ira disminuyó al verse encerrado en la cápsula sin poder hacer nada que lo libere de su furia. Llegó al punto de pensar que si Zarbon daba por terminado, lo que sea que tenían, era mejor así. Después de todo no tendría que aguantarlo más. No se creía capaz de soportar las extrañas formas en que se acercaba a él. Aunque en realidad, tendría que seguir viéndolo ya que trabajaban en el mismo ejército. Refunfuño fuertemente, sería un poco incómodo, pero lo superaría.

Y finalmente en los últimos días antes de arribar al planeta asignado cayó en la aceptación total. Tenía que admitir que le había gustado la sensación al estar con Zarbon, lo admiraba mucho y no parecía ser el engreído que todos pensaban. Tal vez solo un poco.

Sea como sea, debería dejar que pase lo que tenga que pasar. Después de todo, no todo dependía de él, sino también de Zarbon. Si es que daba por finalizado lo que habría entre ellos, estaría bien. De todas formas, no quisiera que nadie supiera lo que ocurrió entre ellos. A él no le gustaban los chismes, menos si eran sobre él.

Creía tener su mente clara cuando llegó al planeta junto con sus compañeros. Pero en el fondo parecía molestarle lo suficiente como mantener su cerebro en las nubes.- ¡Raditz! - exclamó Nappa sacándolo de sus pensamientos para llevarlo al campo de batalla.

A duras penas logró esquivar un ataque de un ser bípedo con alas y aguijones. Le dio un golpe tan fuerte en el estómago que lo derribó al instante. Su cuerpo cayó cerca de sus amigos, que maldecían en un idioma extraño a esos extraterrestres que destruyeron su planeta.

-¿Dónde tienes la cabeza?- volvió a clamar Nappa con coraje ante los torpes movimientos del chico.

-Solo fue un descuido.- se quejó de vuelta Raditz ignorando por completo como se aproximaban esos seres. Con gran rabia se enfrentó a estos seres, esquivo varios ataques prestando atención en evitar los aguijones.Cuando una gran variedad se aproximaron a él, elevo su ki provocando que estas volaran por los aires.

Se encogió de hombros en dirección a Nappa demostrando que estaba poniendo atención. No era difícil luchar con esas criaturas, pero eran muy persistentes.

De pronto, uno de estos seres se abalanzó contra Raditz. Este, lo sujetó antes de que efectuara algún golpe, lo observó con superioridad estando a centímetros de él. Sin embargo, y de improvisto, un aguijón atravesó su armadura, enterrándose en su hombro.

El saiyajin presionó las extremidades del extraterrestre, aguantando el dolor y rápidamente creó un ataque de energía que desintegró al insecto, dejando solamente el aguijón firme en su hombro.

Más seres comenzaron a levantarse para continuar con la batalla, al parecer tenian mas aguante que cualquier otros extraterrestres que hubieran luchado.

Ante esta escena, que en opinión de Vegeta estaban tardando demasiado en ese simple combate, decidió acabar pronto. Se adelantó a sus compañeros y comenzó a generar una gran esfera de energía que arrojó hacia los seres que se aproximaban. Una gran explosion se hizo visible, a metros de ellos hasta el horizonte. Se oyeron gritos desesperados y de agonía hasta que el resplandor se extinguió revelando solo cenizas y cuerpos calcinados.

Raditz observó el desastroso paisaje en que se convirtió el sitio. Bufo molesto ante la llegada de Vegeta a su lado.-Presumido.- dijo entre tono de burla y fastidio. Realmente, era difícil saber si su compañero estaba de humor para escuchar comentarios de ese estilo, aunque a veces los pasaba por alto.

Vegeta se cruzó de brazos y suspiró al ver su estado.-Eres un cabeza hueca.- lo insultó sin más.

-Solo es un rasguño.-comentó Raditz refiriéndose a su herida. Se dispuso a quitar el aguijón de su hombro, sin embargo el más pequeño movimiento provocó que una excesiva cantidad de sangre emanara de su herida. Sabía que era capaz de aguantar una herida de esa magnitud, pero hasta él tenía que admitir que podría desangrarse. Por lo que decidió devolver el aguijón en el hueco de su hombro, deteniendo así la sangre.-Mejor la dejo ahí.

Tanto Vegeta como Nappa suspiraron casi por impulso, Raditz solía ser muy descuidado. El mayor de los saiyajines se dispuso a comunicar con la nave acerca del éxito de la misión y que el planeta ya se encontraba preparado para su venta o para convertirlo en una nueva base.

Mientras Nappa les daba la espalda concentrado en su comunicador, Vegeta se comentó a su compañero.-Si sigues siendo tan descuidado, estoy seguro de que la próxima vez morirás.

En efecto, detestaba que Vegeta lo sermoneara. No supo por qué, pero en ese momento, comenzó a sentirse y percibir de forma extraña las cosas a su alrededor. No pensó en sus acciones y en cuanto haría enfadar a su compañero. Raditz simplemente repitio las mismas palabras que Vegeta, entre dientes y en un tono burlón.

Antes de que recibiera una golpiza por parte de su compañero, y de la cual no se iba a inmutar, vio como Nappa se interpuso entre ambos deteniendo la discusión que sabía que escalaría con rapidez.

-Nos indicaron volver a la nave.- mencionó. Debido a que los dos jóvenes solo lo observaron sin la más mínima señal de importancia, este agregó.-De inmediato. Al seguir sin reaccionar, Nappa se vio obligado a empujar a Raditz y hacerlo volar en dirección a las naves. Vegeta los siguió molesto, aunque pareciera que el tema entre ambos jóvenes se dio por terminado.

Por su parte, logró volar con normalidad. Pero la sensación de estar volando la sentía más vivida que cualquier otra vez. Volar se sentía extraño y peculiar. Oyó unas voces algo distorsionadas. Escucho algo acerca de 3 días.-¿Llegaremos en 3 días?-se preguntó en voz alta. De pronto, todo el viaje de ida que se hizo eterno, se sentía mejor que volver en solo 3 días.

Con torpeza ingresó a su nave, con mucho cuidado de que nada estorbara con el aguijón.

En el interior de su nave, se sintió más aliviado, ya no se sentía extraño. Aunque parecía que su cabeza seguía dando vueltas. No, era la nave y estaba volando. Si era extraño. Cerró los ojos a pesar de no tener sueño.

Gruño al distinguir una variedad de colores que lo distraian. Parecía un desfile de arcoiris, que lentamente cambiaron a un tono rojizo y cálido. Y sin darse cuenta volvió a cambiar a un celeste verdoso. Esperaba que volviera a cambiar pero no fue así.

De inmediato, abrió los ojos al asociar estos colores con Zarbon.

Suspiro molesto. Seguía distraído por eso. Muy a su pesar, tenía que admitir que Vegeta tenía razón. Si seguía pensando en eso, esa distracción lo terminaría matando. Pensó mientras pasaba su mano sobre su hombro. Había mucha sangre. No recordaba haberse hecho una herida tan grave.

En el tacto, sintió algo más espeso que su sangre. Era viscoso y de color verdoso, parecia salir del aguijon.-"Genial"-pensó con sarcasmo. No le preocupaba el hecho de ser atacado por un ser con veneno, ya que según los informes aquello no era letal. Pero sería muy molesto, debido a que tendría alucinaciones y se sentiría extraño.

Definitivamente, la próxima vez moriría.

Volvió a suspirar, pero esta vez aceptando lo que temía y estuvo pensando en las últimas semanas.

Zarbon solo quería pasar el tiempo, realmente no quería nada con él. Seguramente, eso iba a decirle en el Planeta 77 y él solo tenía que aceptarlo.

Pensar en eso, provocó que el dolor de su herida recorriera todo su cuerpo. Refunfuñando se acomodo para estar en una mejor posición.

De alguna forma le dolía, pero asumió que así sería. Después de todo, estaba acostumbrado al dolor. Al igual que ese aguijón, podía con eso, podía aguantarlo y luego, simplemente seguiría adelante. Pensó mientras cerraba los ojos, esta vez sin colores por lo que el sueño lo alcanzó más rápido que sus pensamientos.

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Cuando finalmente llegaron a la nave nodriza. Se encaminaron directamente hacia el salón de Freezer a entregar el reporte de su misión. A cada paso que daban hacia su destino, comenzó a sentir pavor. Empezó a sudar frío y a tener dificultad para mantener clara su vista, aunque probablemente estos síntomas se deban a la herida y veneno que tenía en su hombro. Aunque a decir verdad, los efectos del veneno ya casi habían desaparecido.

Muchos soldados que se cruzaron con los saiyajins, no dijeron nada acerca del aguijón que atravesaba el hombro de Raditz, de hecho encontrarse con alguien herido era de lo más normal. Sin embargo, Berriblu que por mera casualidad se cruzó con los saiyajins, lo detuvo en seco al verlo.- ¡Raditz!-mencionó con firmeza llamando su atención.-A la enfermería.-Ordenó en un tono tranquilo pero a la vez estricto.

Este lo dudo un segundo. Siempre evitaba la enfermería, incluso cuando lo enviaban hacia allá se quejaba a más no poder, fingía estar bien o simplemente aceptaba ir y terminaba por escaparse. Pero de pronto, esta vez sonaba como una buena idea. Así podría evitar a Zarbon, si es que se encontraba con Freezer, lo cual era lo más probable. Esa pequeña forma de evitar el encuentro, lo alivio. Aunque venía mentalizado para encontrarse con él, el pánico lo estaba superando.

-Bien.- respondió Raditz sin quejarse y encogiéndose de hombros. Se separó de sus compañeros para dirigirse a la enfermería. Tanto ellos como Berriblu lo observaron desconfiados, luego intercambiaron miradas.

-Ustedes sigan, yo lo acompaño.-mencionó Berriblu antes de apresurarse y volar tras él. Era una actitud extraña viniendo de él. Y lo más extraño fue, cuando lo alcanzó en la entrada de la enfermería.

El saiyajin la observó dudoso-¿Qué sucede?- preguntó inseguro por la presencia de ella.

-Vine a asegurarme de que estés bien.-respondió con sinceridad. Raditz suspiro, suponía que eso se ganaba por todas esas veces en que estuvo herido y no fue a la enfermería.

Ambos entraron y lo hicieron sentarse en la camilla. Raditz pidió lo más simple, no quería que lo metieran a un tanque de regeneración ni nada por el estilo. Odiaba la enfermería, terminar en ese lugar lo hacía sentir débil. Simplemente, pidió que le sacaran el aguijón y que cerraran la herida.

Extraer el aguijón fue algo trabajoso. Al poder aflojarlo comenzó a escurrir una cantidad exagerada de sangre. Rápidamente, los doctores se apresuraron a cerrar la herida. Le hicieron una curación con una especie de máquina de alta tecnología que creaba piel alrededor de la herida. Durante todo el proceso, Raditz estaba con cara pensativa, no se inmuto con la sangre y no dijo nada a pesar de que la curación podría ser algo dolorosa.

Por supuesto, Berriblu estuvo viendo todo desde lejos.-Listo.- comentó uno de los doctores al terminar de vendarlo.-Intenta no hacer mucho esfuerzo con tu brazo.-menciono esto último solamente como una sugerencia. La mayoría de los soldados que desfilaban por la enfermería, eran insensatos que no se preocupaban por su bienestar. Sin embargo, Raditz asintió obedientemente con la mirada perdida como si lo hubieran regañado.

-Déjenos solos un minuto.- interrumpió Berriblu, para la sorpresa de los doctores. Estos se encogieron de hombros y obedecieron sin pensarlo, no querían tener problemas con ella.

Una vez cerrada la puerta, Berriblu le preguntó directamente.-¿Qué problema tienes con Zarbon?-

-¡¿Qué?! - exclamó de pronto volviendo a ser él mismo.- ¡¿No?! ¿De donde sacas eso? - preguntó con una risita nerviosa.

-Raditz…conozco a todos en esta nave. Te conozco desde que eras un niño y a Zarbon desde que era un adolecente.- comenzó a decir en un tono calmado y lleno de sabiduría.- Puedo darme cuenta si algo les está pasando, aunque no estén en la nave.- Se acercó levitando hacia Raditz para verificar que su herida estuviera bien tratada.- Debiste estar muy distraído para terminar herido en una simple misión.Y últimamente, he visto despistado a Zarbon. Así que asumo que algo pasó entre ustedes.-concluye fijando su vista en el saiyajin.

Raditz se sonrojo tan solo al pensar que Zarbon se había descuidado debido a él.-No es nada eso…-respondió desviando la mirada fingiendo como si estuviera equivocada.

Berriblu suspiro y cerró los ojos con pesar. No sabía que le ocurrían a los soldados, parecía que les gustaba complicarse con cosas tan sencillas.-A pesar de lo que ustedes dos cabezas huecas piensen, deberían hablarlo. No evitarse.-dijo más como una orden, que como una sugerencia.

El saiyajin se sintió un poco intimidado.- Pero...

-Aunque piensen que no pasó nada.- agregó severamente, para luego alejarse y darle la espalda a Raditz quien hacía un puchero. Para ella era difícil pensar que el saiyajin estaba creciendo, pues aún conservaba su actitud de niño.-Zarbon está en el salón asignando las misiones.- mencionó al abrir la puerta.

-Berriblu…-llamó su atención antes de salir de la habitación. Comprendía cómo es que ella llegó a esa conclusión entre él y Zarbon. Y no creía que nadie en la nave fuera capaz llegar a la misma resolución, sin embargo, en su ausencia, sintió pavor en que se hubiera dicho algo entre ellos como un rumor.-¿Alguien más sabe?-preguntó Raditz cabizbajo.

Ella solo negó con la cabeza.- No he escuchado nada de eso.-dijo con una cálida sonrisa.

Suspiro aliviado. Aun así, debía estar con la guardia en alto. Observó cómo la asistente de Freezer se estaba marchando.- Berriblu…la llamó nuevamente, y esta volteo.-Gracias.- dijo Raditz con una leve sonrisa. Ella solo asintió y se marchó dejándolo solo. Este simplemente suspiro. Berriblu tenia razon, no podia evitarlo. Aunque ¡¿Qué le diría?!

Supondría que sólo escucharía las excusas de Zarbon, antes de hacerlo jurar que no diría nada de lo que ocurrió en el Planeta 77. Y él sólo debía dar su aprobación. Se había mentalizado para eso, debía hacer lo de nuevo. Solo que esta vez debía hacer el esfuerzo de verlo cara a cara.

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Se abrió la puerta del salón del cual salieron varios soldados charlando entre sí. Estos se fueron caminando en la misma dirección hasta que se perdieron. Zarbon fue el último en salir de aquel salón, tenía toda su atención en un pantalla que proyectaba un planeta con una gran cantidad de datos.-Si, ahora salen por el hangar 4. Llegaran en 2 semanas.-decía a través de su comunicador. Más apenas salió al pasillo, la presencia de cierto saiyajin llamó su atención.-Bien…-respondió con una sonrisa sin quitarle los ojos de encima a Raditz que se encontraba apoyado sobre la pared con cara de pocos amigos.

Zarbon apagó su comunicador, fue la señal de Raditz para hablar. Suspiro al momento de incorporarme.-Hey…-apenas pronunció acercándose al comandante. Realmente, no sabía cómo abordar el tema.

Sin embargo, este dio una rápida mirada a su alrededor. Despejado. Sujeto al saiyajin y lo jaló al interior del salón del cual acababa de salir. Rápidamente, presiono el botón para cerrar la puerta y empujo a Raditz sobre la mesa de reunión. Antes de que este pudiera levantarse por completo, lo acorraló y unió sus labios con los suyos desesperadamente.

Se alarmó por completo por aquella acción. ¿Qué estaba pasando?. De inmediato, sintió como sus mejillas ardían. Su boca se movía rítmicamente sobre la suya sin poder evitarlo, sus besos provocaban una exaltación en su cuerpo que era agradable a pesar de la situación.- Espera...- logró articular entre los pequeños momentos en que sus labios estaban libres. Sin embargo, Zarbon no se detenía. Para su sorpresa y a diferencia de las últimas veces, consiguió apoyar sus manos sobre el comandante para quitarselo encima. Sabía que este era más fuerte que él, por lo que su intento comenzaba a parecer inutil. No obstante, no fue hasta que sintió una mano recorrer su espalda y bajar por ella, casi rozando su cola, que se sobresaltó de tal forma que su fuerza fue superior. Con gran temor le dio un empujón que hizo retroceder al soldado unos pasos.

Zarbon se sorprendió por un instante, aunque de inmediato sonrió arrogante.- Es cierto, olvide que eres algo lento.-comentó mientras se quitaba unos mechones de cabello cerca de sus ojos.- Supongo que también vas a querer ir lento.

Realmente no lograba captar qué ocurría.-¿Qué?-preguntó el saiyajin confundido.- ¿Tu quieres decir…?-trato de entender sin mucho éxito.

El comandante volvió a reír con gracia, para después aproximarse y posicionarse sobre el cuerpo de Raditz.-Me empieza a gustar esa inocencia tuya.-comentó de forma cautivadora mientras acariciaba gentilmente la mejilla del saiyajin.

Sin embargo y a pesar de sentirse persuadido por las palabras de su superior, logró darle otro empujón para mantener la distancia.

-¿Qué ocurre? - preguntó Zarbon un poco molesto, realmente los saiyajins eran impredecibles.

-¡¿Qué ocurre?! Tu ibas a…-comenzó a decir alterado sin poder completar una frase.-Se supone que me dirias que…Creí que…argh…-se sujetó la cabeza irritado. No creyó que Zarbon quisiera continuar con lo que había ocurrido hace semanas. Bajo la cabeza completamente avergonzado.

Definitivamente, era más difícil comprender a los saiyajines de lo que creía. Por supuesto, amaban luchar, eran impulsivos y comían como bestias. Eso solo por fuera, pero más allá de eso, parecían seres algo complejos. No tenía idea de lo pasaba por su mente, pero creía que había algo de belleza en ese torpe nerviosismo.

-La última vez que nos vimos…-logró articular el saiyajin llamando su atención.-...me ibas a decir que…-guardó silencio con dificultad.-Porque creo que…-se quedó sin palabras y simplemente se sujetó la cabeza afligido.

-Ah cierto.- lo interrumpió Zarbon como si nada.- Te iba a decir que hay que ser precavidos. Como al igual que yo, tampoco te gustan esos rumores.- mencionó sin darle mucha importancia al tema. Aunque de pronto, cambio de actitud a una más seria. Esa cosa que lo estuvo molestando y distrayendo por semanas había vuelto a su mente de golpe.-Bueno, solo si tu quieres seguir con esto.-propuso cruzándose de brazos e intentando no sonar interesado. Desvió la mirada avergonzado, era la primera vez que preguntaba algo como eso. No era tan sencillo como creyó en un inicio y aunque se dijo constantemente en los últimos días que lo olvidara, ahí estaba él, intentando conquistar a un inocente saiyajin.

Este se mantuvo en silencio por unos segundo hasta que finalmente resoplo como única respuesta.- No lo sé.-respondió revelando algo de duda en su voz.

Zarbon lo observó de reojo, estaba cabizbajo, efectivamente perdido. Al menos ahora lo dudaba. Para él era un avance.-Te haces rogar ¿eh? - mencionó con gracia mientras caminaba hacia él.- Normalmente, es al revés para mí.- dijo inclinándose sobre el soldado de bajo rango.- ¿O solo es timidez?-pregunto viéndolo directamente a los ojos.

Estando a pocos centímetros volvió a experimentar esa sensación. Se sentía bien tener esa cercanía con él. Lo admiraba, pero al mismo tiempo lo detestaba, era tan presumido y molesto, pero también cálido. No aguanto más mantener la mirada en Zarbon y bajó la vista. No se encontraba ebrio esta vez, pero se sintió igual de torpe que aquella noche. Entonces, ¿No era un efecto del alcohol?

-Sabes, aunque me quieras rechazar no lo lograras.-anunció el comandante quien no se había retractado ni un milímetro.- No te dejaré.

Presionó sus puños con fuerza. Definitivamente no era efecto del alcohol. Al igual que aquella noche, un nerviosismo recorrió su cuerpo y no se sentía capaz de reaccionar.

Si, era molesto.

A pesar de ser altamente arrogante, presuntuoso, engreído y vanidoso, esa admiración que sentía hacia su persona era mayor que el fastidio que le causaba. Ahora, estando tan cerca de él…-"Me agrada'' .-Suspiro consternado ante ese pensamiento. Jamás creyó que en algún momento de su vida opinara así de Zarbon.

Levantó la vista pausadamente hasta verlo de frente. Todas esas características podía verlas claramente en él. Para ser sincero, y más allá de lo físico, no se creía capaz de rechazarlo. Realmente le gustaba su forma de ser, incluso lo que le molestaba.

Aunque no era algo que le diría de frente. Lo estaba pensando demasiado, se regañó en sus adentros. Con determinación sujetó el rostro del comandante y lo acercó al suyo. Después de todo los saiyajins eran una raza que se inclinaba más por las acciones que por las palabras. Con este último pensamiento en mente, unió sus labios con los suyos.

A pesar de ser bastante torpe como siempre, intentaba transmitir su respuesta sin palabras. Por su lado, Zarbon fue quien esta vez quedó paralizado, sin más que percibir la intimidad entre ellos.

Estaba acostumbrado a tener a quien quisiera. Y siempre sentía una sensación de éxito ante ello. Pero esta vez, logro sentir algo diferente. Haber sido rechazado. Tener que haber hecho un esfuerzo. Y por sobretodo, haber estado despistado por semanas en su trabajo, ante la duda de la respuesta del saiyajin.

Normalmente, no hacía empeño para conseguir lo que quería. Pero esta vez, sentía que su esfuerzo para estar con alguien hacía que ese momento fuera más valioso y hermoso. Irónicamente, Raditz como saiyajin no reflejaba nada de eso. Aunque para él, comenzaba a verlo de esa forma.

 

Al momento de separarse del comandante, este parecía perplejo. Aun sujetando su rostro y al no quitarle la mirada de encima reaccionó poco segundos después a su típica actitud altanera. Sonrió encantadoramente y con superioridad.-Todavía puedes mejorar.-mencionó debido a la torpeza de aquel beso.

Raditz lo soltó con molestia, y desvió la mirada completamente ruborizado. Si, era una molestia enorme.

Zarbon río por la reacción del soldado. Era difícil de tratar. Después de todo, era un saiyajin.-"Un saiyajin…" -dijo en sus adentros. Tan terco y orgulloso. Esa idea le atrajo desde esa noche en el planeta 77, y aunque parecía un reto, le gustaba.

Al igual que la otra vez, lo sujeto de improviso y beso apasionadamente. Presionó su cuerpo contra el saiyajin provocando que se inclinara sobre la mesa de juntas. No entendía el porqué, pero esa sensación al tener contacto con Zarbon lo inquietaba y a la vez lo cubría de calidez. Era un tipo de afecto diferente al de su planeta o familia, era uno que nunca sintió antes.

Nuevamente, la lengua de Zarbon se abrió paso a la boca de Raditz. Esta vez el saiyajin estaba preparado y lo dejó adentrarse. Se sentía húmedo y tortuoso por el ritmo lento que marcaba el soldado. Continuaron así durante unos segundos, hasta que ambos se separaron, mientras recuperaban el aliento.-¿Sigo?-pregunto Zarbon, altanero como siempre.

Como respuesta sólo cruzó sus brazos detrás de la cabeza del comandante y sonrió intrépido, le gustaba el camino que estaba tomando aquello. Tras ese pensamiento, lo volvió a besar desenfrenadamente, esperando que no sean interrumpidos como ocurrió la última vez.

Todas esas cosas eran nuevas para él, y aunque le costara trabajo admitirlo, creía que sí era bastante inocente como decía Zarbon. No tenía mucha experiencia y aún había cosas que le parecían algo confusas, pero en ese caso esperaba que él lo pudiera guiar. No sería fácil, no imaginó que estar con ese idiota arrogante fuera sencillo, sin embargo mientras más tiempo pasaba con él, sintiendo sus labios y su cuerpo, creía que era una razón por la cual valdría la pena intentarlo.

Notes:

Y fin :3
Si me salió largo xd Pero en fin, debo decir que me gusto escribir sobre esta pareja, y espero hacerlo mas seguido porque me encanto. A ver si les hago su propio longfic ;)
Me gustaria aclarar que siento que Raditz seria un poco inocente, debido a la situacion que vivio, pues él tenia como 7 o 8 años cuando destruyeron el planeta Vegeta, por lo que vivio en una nave con soldados toda su vida. Estando solamente enfocado en conquistar planetas, no creo que en ningún momento, pudo desarrollar una relacion que no este ligada con batallas. Por eso siento que es algo inexperto y por consiguiente algo inocente xd

head canon: Berriblu es la madre de todos en el ejército de freezer xd pss creo que ella cuida a todos ahí, no solo a freezer.

Headcanon 2: me gusta pensar que raditz y vegeta, al crecer juntos, tenían una relación como de hermanos. (Y nappa de padre indirecto xd) Aunque claro, vegeta era el príncipe, estaba como a "otro nivel" diferencia de raditz que era un soldado común, pero aun asi, siento que hubieran tenido una relación de hermanos (hermanos saiyajins. Osea golpes, burlas y humillaciones xd, pero hermanos al fin y al cabo)

El próximo capítulo es sobre (redoble de tambores) Gohan x Videl
La pareja que nadie pidió, pero les escribiré un fic de todas formas dkajsjaskj Espero que sea un drabble esta vez jejej
La verdad nose cuando lo voy a subir ya que me atrase con otros fic de dragon ball y quiero avanzarlos… asi que nos
leemos cuando sea el momento xd
Bye bye ;)