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Samuel García Domínguez, detective

Summary:

De la noche a la mañana Samuel ve como su vida cambia radicalmente. Ya no es uno de los estudiantes más populares de Las Encinas, su novia Ari lo abandona sin razón aparente, su padre es despedido de la policía y su madre lo abandona. Todo a causa del asesinato de Marina Nunier, la mejor amiga de Samuel. El padre de Samuel acusa al padre de Marina de ser asesino lo que ocasiona que él y su hijo se vuelvan parias.
Meses mas tarde encontramos a un Samuel marginado en el elitista ambiente de las Encinas mientras que su padre ha abierto una agencia de investigación privada en donde Samuel lo ayuda. Ahora Samuel se propondrá resolver el asesinato de Marina y los otros misterios que lo rodean. Adaptación de la serie de TV Verónica Mars.

Chapter 1: Eres un dulce, Samuel García Domínguez

Chapter Text

P.O.V. SAMUEL

Nunca me voy a casar. ¿Cuál es el punto? “Samuel García Domínguez, el solterón”. No suena tan mal. Claro, llega un momento en que sientes el impulso. Supéralo. Las endorfinas desaparecen. Tarde o temprano la gente que amas te decepciona.

Estoy aquí en mi viejo automóvil frente al motel Camelot con mi cámara. Esperando la gran fotografía que la cliente quiere mientras estudio para un examen de geografía que tendré en 6 horas. Ah, no, 5 horas.

Ahora, ustedes pensarán ¿por qué un adolescente de 16 años está esperando para tomarle una fotografía a un hombre con crisis de la mediana edad que está en un motel de mala muerte con su amante de 25 años? Linda historia, se las voy a contar…

El sonido ensordecedor de los motores de muchas motocicletas me saca de mis poco optimistas pensamientos. Varias motocicletas aparecen y rodean mi vehículo. El líder de estos animales es Nano quien me hace señas que baje el vidrio de mi ventana. Lo hago y lo miro sin mostrarle ni la más mínima expresión en mi rostro.

-Tú y yo tenemos asuntos que arreglar-dice Nano González tratando de parecer amenazante.

¿Cómo terminé rodeado de pandilleros a esta hora de la noche? Para eso debemos retroceder 20 horas hacia atrás…

********

20 HORAS ANTES

Hoy comienza mi penúltimo año en este infierno dantesco llamado Las Encinas. Si vienes aquí eres hijo de un millonario o un becado como yo. Este es un lugar donde no existe la clase media. Salgo de mi viejo automóvil el cual contrasta con el de otros estudiantes. Algunos bajan de ellos y los coches se retiran dado que son familias que suelen tener choferes.

Camino hacia la entrada y veo que hay mucha gente reunida allí. Algunos me miran con mala cara, pero ya estoy acostumbrado a eso. Me acerco a ver qué es lo que causa tanto alboroto. Todos rodean el mástil que está frente a la entrada del colegio.

Cuando me acerco veo que todos se ríen y sacan sus teléfonos parapara filmar algo.

-Fueron los pandilleros-dijo un muchacho por allí.

- ¿Y si lo ayudamos? -dijo una chica.

- ¿Estás loca? Yo no me opondré a Nano y sus amigos en contra-dijo otro.

Cuando me acerqué lo suficiente vi a qué se referían. En el mástil había un chico pegado a él con cintas de embalar de color gris brillante. Estaba en ropa interior y por su rostro de notaba que había estado llorando y que estaba muy avergonzado. Había una chica con el uniforme del colegio que trataba de quitar la cinta, pero parecía estar pegada con demasiada fuerza para eso.

Todos los demás se reían y lo filmaban en lugar de ayudarlo. La chica se veía desesperada por soltar al muchacho.

Sé perfectamente que ninguno lo ayudará. Así son aquí. Saco mi navaja de bolsillo y algunos se alejan de mí.

-Puto loco-me dice alguien, pero lo ignoro. Subo al mástil y me pongo cortar las cintas.

-No hay nada que ver aquí-les digo a todos-sigan su camino.

Todos me miran mal pero nuevamente los ignoro y terminan marchándose. La chica que había estado tratando de ayudar a este muchacho me mira con gratitud en el rostro.

-Gracias por ayudar a mi hermano-me dijo-mi nombre es Nadia y él es Omar.

-Soy Samuel-les digo con sarcasmo-bienvenidos a Las Encinas.

********

La profesora de literatura hablaba cosas poco interesantes sobre un libro de Truman Capote, pero yo estaba casi dormido en mi asiento sin prestarle mucha atención.

-Bien ¿Quién será el voluntario? -preguntó la profesora-señor García…Samuel García Domínguez. ¿a qué piensas que se refiere Capote con el fragmento que acabo de citar?

Trato de incorporarme y contengo un bostezo.

-Quiso decir que la vida es un asco, pero todo mejora cuando mueres-digo y mis compañeros de ríen.

Veo como Lucrecia Montesinos y Carla Rosón me miran con mala cara pero las ignoro.

-Gracias Samuel-dice la profesora-por esa respuesta tan inapropiada.

Ella vuelve a hablar y yo vuelvo a recostarme sobre mi pupitre hasta que entra la secretaria del director que me dice que me esperan frente a mi casillero. Tomo mis cosas y me marcho del salón no sin antes escuchar como Carla Rosón dice:

-Quizás ahora por fin lo expulsen.

Le tiro un sonoro beso que hace reír a varios y me marcho.

Al llegar a mi casillero veo que allí me esperan la subdirectora Azucena y un policía. El asunto es el siguiente. Se ha detectado la circulación de drogas en Las Encinas y como nadie dice de dónde sale esa droga lo única medida que la administración ha decidido implementar es escuchar a denuncias anónimas sobre quienes las tienes y por lo tanto se hacen requisas sorpresas.

-Buenos días Samuel-me dice Azucena.

-Buenos días Azucena-le respondo- ¿algún soplón y mentiroso anónimo me quiere joder?

Ella suspira cansada.

-Solo deja que revisen tu mochila-dice ella visiblemente incomoda con esta situación.

Le entrego la mochila al policía y el la revisa, pero obviamente no encuentra nada. Cuando la administración recibía una denuncia anónima acusando a algún estudiante de tener drogas revisaban sus cosas. Por supuesto que la gran mayoría de esas denuncias resultaron ser mentiras. Los que vendían las drogas y los que las compraban nunca eran mencionados realmente.

-Está limpia-dice el policía y me entrega la mochila-ahora el casillero por favor.

Saco mi llave y abro mi casillero que está completamente vacío excepto por una fotografía de Azucena dentro de un marco con forma de corazón. El policía mira la foto y mira a Azucena como para confirmar que ella es la de la fotografía. Ella me mira bastante molesta e incómoda por la broma.

-Vaya-digo fingiendo timidez-esto es vergonzoso.

Sin decir más me dejan solo en el pasillo.

La realidad es que, aunque yo no tenga drogas si sabía que alguien había llamado a la dirección diciendo que las tenía. El que llamó fue Polo Benavent quien me odia, al igual que todos sus amigos. Sin embargo, Ander Muñoz, el hijo de Azucena, aun es mi amigo en secreto y me avisó de esto por lo que preparé la broma para Azucena.

********

A la hora del almuerzo me siento en la misma mesa de siempre, solo como siempre. Miro un par de mesas más allá y veo a los chicos más ricos y populares de Las Encinas. Bromean entre ellos y a veces me miran y se ríen. Yo solía sentarme allí. No es que mi familia cumpliera con los requisitos mínimos de fortuna. Mi padre no tiene una empresa constructora como el padre de Guzmán Nunier, ni mi madre tiene unos viñedos como la de Carla Rosón Caleruega, pero mi padre solía ser el jefe de policía de Madrid, algo que sin duda te da algo de estatus.

Seamos honestos, solo me aceptaban entre ellos por tres razones. Mis mejores amigos eran Guzmán y Marina Nunier y por Ari Blanco Conmenford. Solía ser mi novia. Éramos la pareja perfecta de Las Encinas. Siempre estábamos juntos. Unos días antes de la muerte de Marina terminó conmigo sin ninguna explicación.

Ari ya no es mi novia, Guzmán ya no es mi amigo y Marina está muerta.

Tres personas se sientan en mi mesa lo que me sorprende. Yo siempre me siento solo.

-Hola-dijo el chico que ayudé a liberar hace un par de horas. También está aquí su hermana y otra chica que también vi en el salón de clases. Es alta de cabello castaño oscuro y ojos muy azules.

-Hola Samuel-me dice Nadia-ella es Rebe.

La chica espera que la salude, pero yo no entiendo que hacen aquí

-¿Les dije que se podían sentar aquí?-les digo con mala actitud.

La chica de ojos adultos me mira con mala cara y los dos musulmanes comienzan a levantar su almuerzo para marcharse. Ok, me pasé de la raya.

-Esperen-les digo a los tres-claro que pueden sentarse aquí. Pueden sentarse donde quieran.

La expresión triste de los hermanos cambia a una sonrisa, pero esa chica Rebe me sigue mirando con dureza. Un incómodo silencio se posa sobre los cuatro ya que nadie sabe muy bien que decir. No soy muy bueno en eso de hacer amigos.

-Rebe-dijo Nadia-Samuel es el muchacho que te conté que ayudó a mi hermano y a mí esta mañana.

La mirada de Rebe cambió y me miraba como tratando de conciliar lo que le decía Nadia y la actitud que yo acababa de tener.

-Pero que tenemos aquí…-dijo una voz detrás de nosotros.

Nano Gonzáles aparece con algunos de amigos y desde atrás apoya amenazadoramente sus manos en los hombros de Omar. El musulmán pone una expresión de terror.

-No recuerdo haberte dado permiso para bajarte de ese mástil-dice Nano-y mis muchachos y yo no estamos muy contentos de verte aquí.

Cristian Varela se ríe estúpidamente de lo que Nano dice. Al igual que los otros. Cristian y Nano son ambos becados en Las Encinas como yo. Solo pueden otorgarte becas de dos maneras: por tus calificaciones como es mi caso o por sorteo como en el caso de ellos. Pero a Nano, Cristian y toda su banda no le interesa estudiar. Ellos vienen a este colegio por las conexiones y para hacer negocios, como el vender drogas dentro de Las Encinas. Aun cuando son rechazados por los pijos, estos mismos les compran su mercancía a estos delincuentes, pero aun así ellos son tan discriminados como el resto de los becados de por aquí. Aunque Cristian es, hasta cierto punto, una excepción ya que tiene buen trato con los pijos, sobre todo con Polo Benavent y Carla Rosón Caleruega dado que es de público conocimiento que los tres forman parte de algún extraño experimento sentimental y sexual. Hasta hace menos de un año yo también era la excepción por ser el mejor amigo de los Nunier y el novio de Ari. Y también era amigo de Polo, Carla, Iván, Lu, Patrick y los demás. El único de todos mis antiguos amigos que aún me habla es Ander.

-Sabes que no debías bajarte de ahí sin mi permiso-dice Nano fingiendo preocupación.

-Ya está bien de esta broma, macho-dice Omar claramente asustado.

Nadia se ve aterrada y Rebe parece a punto de estallar de la bronca.

- ¿No tienes nada mejor que hacer que asustar a los nuevos? -le digo a Nano y todas las miradas se posan en mí.

-No estoy hablando contigo-me dice Nano con furia.

-Perdón-le digo- es que eres tan agradable que realmente quería formar parte de la conversación.

Todos los secuaces de Nano se ponen en alerta.

-Samuel García Domínguez-dice Nano-no creo que sea buena idea que te metas conmigo.

-Lo mismo te digo-le respondo.

-Nano-dice Cristian-no dejes que te hable así.

Toda la banda de Nano se pone en alerta y automáticamente yo llevo mi mano a mi mochila donde tengo mi teaser. Mi padre me lo regaló cuando comencé a trabajar para él. Omar y Nadia se ven temerosos, pero veo que Rebe nota que mi mano va a mi mochila. Me sorprende que ella no parece asustada con todo esto.

Cristian se abalanza sobre mi pero una voz interrumpe todo.

-Cristian, Fernando-dice Azucena apareciendo de repente-a mi oficina de inmediato.

Toda la banda se dispersa, pero Nano y Cristian se dan media vuelta para seguir a Azucena. Antes de irse Nano se da la vuelta y me dice:

-Esto no ha terminado.

-Samuel-me dice Azucena- ¿por qué parece que los problemas te siguen?

-Probablemente por mi encantadora personalidad-le digo sonriendo y ella se marcha.

En la mesa quedamos en silencio hasta que Rebe dice:

-Menudos gilipollas.

-Bien-le digo a Omar- ¿Qué hiciste para molestar a Nano y su banda?

Omar y Nadia se miran como decidiendo silenciosamente si confiar en mi o no. Omar suspira y se dispone a hablar.

-Trabajo en la tienda de mis padres-relata el musulmán-hace unos días estaba haciendo el turno de la noche cuando entraron dos tipos que me dieron mala espina. Se pasearon por la tienda y luego trajeron al mostrador lo que iban a comprar, pero descubrí que entre sus ropas habían metido algunos productos. En cuanto salieron llamé a la policía. Los detuvieron al poco tiempo y los trajeron hasta mi tienda para que los reconociera. También hay cámaras de seguridad allí que los filmaron durante el robo. La policía se los llevó y también el video del robo. Después de eso comenzaron a pasar muchos motociclistas por la tienda y a molestarme a mí y a mi familia. Anoche mientras cerraba la tienda ellos me llevaron, me golpearon y me ataron aquí esta mañana temprano.

-Nano quiere que yo no testifique contra ellos y que mi familia retire la denuncia-dice Nadia-pero no podemos hacer eso porque la policía ya tiene la filmación. Ahora se acerca la audiencia contra los motociclistas. Nano no nos perdonará lo que les pasa a sus amigos.

-Hijos de puta-dijo Rebe.

Estoy acostumbrado a ver como los ricos abusan de posición, pero parece que los pobres también pueden hacerlo. Realmente me da mucha pena la situación de este chico y su familia.

Nos quedamos un buen tiempo charlando hasta que debemos regresar a clases. Fue extraño, hace casi un año que almuerzo solo.

********

Después del colegio llego a casa y Poni me recibe alegremente. Me arrodillo ante él y lo acaricio cariñosamente.

- ¿Quieres salir a dar un paseo muchacho? -le digo y él mueve la cola enérgicamente a modo de respuesta.

Hace 4 años mi padre encontró en una redada un lugar ilegal que organizaba peleas de perros pitbull. El operativo dirigido por mi padre encarceló a 8 personas y encontraron a varios perros. Entre ellos había 4 cachorros. Los policías trataron de encontrarle hogar a cada uno y al único que quedó se lo quedó mi padre el jefe de policía Ignacio García y lo llevó para nuestra vieja casa. Poni era un pequeño pitbull de color gris brillante que instantáneamente al entrar a la vieja casa hizo una conexión conmigo que en ese momento tenía 12 años. Mi padre estaba feliz de ver la relación del cachorro conmigo, pero mi mamá Pilar no estaba muy contenta que su esposo trajera a un perro a casa sin avisarle. Pero cuando vio que yo ya estaba perdido de amor por el cachorro supo que no servía de nada oponerse y desde entonces Poni estaba con nosotros. Mi papá dejó que yo le pusiera el nombre y a modo de chiste interno elegí que se llamara Poni. Cuando nos mudamos a nuestro actual apartamento Poni vino con nosotros. Al ser un lugar más chico debemos sacarlo a pasear todos los días.

Saco a pasear a Poni y lo llevo por un parque cercano a mi casa. Le suelto la correa dado que Poni es tan bien portado y obediente que lo recompenso con un poco de libertad. No podemos caminar ni 50 metros sin que Poni sea objeto de las alabanzas de otras personas. Ciertamente es un perro hermoso.

-Qué casualidad encontrarte aquí tronqui-me dice una voz y al darme vuelta veo a Rebe frente a mí. Lleva ropa deportiva y está sudada. Se ve que había salido a correr.

Cuando Poni me ve charlar con alguien desconocido inmediatamente se acerca, tranquilo pero protector.

-Hola-le digo algo incómodo.

- ¿Vives por aquí? -me dice.

- Si, bastante cerca-le digo-solo saqué a pasear a Poni.

- ¿Llamaste Poni a tu perro? -se ríe ella-un feroz pitbull llamado Poni.

- Si, bueno-digo-es feroz o amable según requiera la situación.

Rebe me mira un momento.

-Como el dueño-me dice y decido no responder.

-Debo seguir corriendo-me dice-pero parece que al igual que yo eres de los que se meten en problemas. Quizás te convenga aprender a boxear. Puedo enseñarte.

- ¿Sabes Boxear? -le pregunto levantando una ceja.

- ¿Te sorprende? -me dice ella y yo sonrío.

-No-le respondo.

Rebe se va y decido regresar a casa. Debo ir al trabajo pronto.

********

Llego a Investigaciones García y veo que la puerta de la oficina de mi padre está cerrada, lo que significa que está con algún cliente.

Me siento en mi escritorio y comienzo a organizar algunos archivos de casos viejos. Cuando a mi padre lo despidieron como jefe de la policía sacó su licencia de detective privado y abrió esta agencia y me tomó a mí como su “recepcionista”. Atiendo el teléfono, recibo a los clientes, organizo el archivo, esas cosas. Claro, de modo oficial. De forma extra oficial hago también otras cosas.

La puerta de entrada se abre y entra Claudio Martínez. Es mi padrino y mejor amigo de mi padre. Es abogado de oficio, el ayuda a acusados de delitos que no tienen dinero para pagarse abogados privados. Es de esos abogados que el estado te da cuando eres pobre y no puedes comprar justicia.

-Samuel García Domínguez-me dice a modo de saludo.

-Con el García es suficiente-le respondo- ¿qué te trae por aquí? Mi padre está con alguien ahora, pero puedes esperarlo si quieres.

-No hará falta-me dice-creo que puedo hablarlo contigo. Tu padre siempre está investigando, persiguiendo fugitivos y esas cosas y aun así le queda tiempo para casos menores.

Sonrío ya que sé qué está insinuando.

-Somos eficientes-le digo.

-Demasiado -me dice Claudio-pero eso es útil ahora. Mi clienta actual es la señorita Loreta Cancún. Es bailarina en el club de strippers El séptimo velo. La han despedido de allí sin justificación y quiere llegar a un acuerdo con los dueños.

- ¿Qué tengo que ver yo con los problemas legales y profesionales de tu próxima esposa? -bromeo.

Él sonríe. Así nos hemos llevado siempre. Chistes sarcásticos contra chistes sarcásticos.

-Ella me ha contado que El séptimo Velo tiene una forma muy particular y divertida de obtener los permisos para comercializar bebidas alcohólicas y para que la policía no los moleste.

Me pasa una carpeta.

-Ahí están todos los detalles-me dice Claudio-sé que si tu papá está ocupado para encargarse de esto mágicamente el trabajo terminará hecho. Me voy, tengo que ocuparme de dos muchachos que están acusados de molestar en una tienda.

Claudio se va y leo la carpeta que me dio. Parece que a los policías les gusta divertirse con las bailarinas más allá de los bailes ligeros de ropa. Puedo trabajar con esto.

La puerta de la oficina de mi padre se abre y escucho una irritante voz que detesto.

-No crea que me gusta estar aquí señor García-dice Amanda Conmenford-pero sé que si alguien es hábil y tenaz para estas cosas es usted. No me llame, yo lo llamaré a usted.

Me mira con una expresión que no oculta el odio que me tiene y se marcha. Mi padre no dice nada y vuelve a cerrar la puerta de su despacho. Como la oficina de mi padre está en un primer piso puedo ver como Amalia Conmenford se sube a su lujoso automóvil. Ya me odiaba cuando salía con su hija dado que para ella su hija adorada es Ari y a Patrick y Mencía los tolera (aunque a Mencía la mandó a un internado en Londres así que hasta la tolerancia está en duda). Después que papá persiguió policialmente a Ventura Nunier hace unos meses todos se pusieron en nuestra contra, y los Blanco Conmenford fueron los principales aliados de los Nunier.

“Mi consejo Samu, ten cuidado con ella. Odia a cualquiera a quien Ari pueda amar más que a ella y tú eres el candidato perfecto. Cuídate de ella”

Eso me dijo Patrick una vez cuando aún salía con su hermana.

********

Esa noche cenamos en el despacho porque el trabajo nos ocupó hasta tarde.

-¿Cómo estuvo la escuela?-me pregunta mi padre.

-Si crees que hablaremos de Las Encinas y no de que Amanda Conmenford estuvo aquí estás loco-le digo.

-¿Sacas buenas calificaciones?-me pregunta sin prestarme atención.

-Debe ser que Benjamín Blanco está tramando algo-me digo a mí mismo.

-Me encanta el queso roquefort en la pizza-dice mi padre tomando una rebanada.

-Mis calificaciones son excelentes y el queso es delicioso y apestoso-digo sin paciencia- ¿Podemos hablar de Amalia Conmenford?

Mi padre sabe que no me rendiré.

-Lo usual, Samu-me dice-cree que Benjamín la engaña y quiere que lo averigüemos.

-¿Y por qué te lo pide justo a ti?-digo sin entenderlo. Los Blanco y los García no son familias muy amigas precisamente.

-No podemos rechazar el trabajo Samu-dice mi padre evitando responder la pregunta.

-Yo no quiero que rechaces el trabajo-le digo. Sería tonto rechazar el dinero de esa mujer aunque yo crea que es una bruja. A los García el dinero no nos sobra.

-Quizás deba rechazarlo-dice mi papá-me llegó el dato del paradero del fugitivo que estoy buscando. Dan una buena recompensa por él. Y no creo que me dé el tiempo de encargarme de los dos casos. Resérvame un vuelo. Me dicen que lo han visto cerca del estrecho de Gibraltar y si voy en coche se me escapará.

-Ya mismo lo hago le digo-sonriendo.

Mi padre se dispone a irse al aeropuerto y toma algunos papeles de su oficina mientras yo sigo cenando en mi escritorio.

-Mientras no estoy-me advierte-no quiero que toques el caso Blanco Conmenford.

-Está bien-le digo con una dulce sonrisa de niño bueno con la que solía conseguir lo que quería de niño.

-Si todo sale bien regresaré mañana en la noche-me dice-te llamaré.

-Siempre lo haces-le digo.

-¿Samuel?

-¿Si?

-Cuando sigas a Benjamín Blanco-me dice con su voz de cansado-por favor lleva a Poni.

-Siempre lo hago-le digo y me despido de él con un abrazo.

********

La verdad es que no me costó mucho encontrar a Benjamín. Salió tarde de su empresa y lo seguí hasta el hotel Camelot donde ahora lo estoy esperando. Poni se quedó dormido en el asiento trasero del coche. Solo hay estacionados dos automóviles y Benjamín llegó solo por lo que es fácil deducir que el otro automóvil le pertenece a la amante misteriosa. Utilizo mi cámara y le saco una fotografía a la patente del automóvil de la mujer anónima. Después investigaré eso.

Odio a los Blanco Conmenford. Ellos ayudaron a destruir nuestras vidas, pero trabajo es trabajo. Lo cierto es que cuando salía con Ari su madre era una perra conmigo pero Benjamín siempre se comportó excelente conmigo. Todos lo aman en España.

Quizás se pregunten porque vigilo a mi ex suegro con mi perro pitbull como guardaespaldas en lugar de estar en casa a esta hora con mi familia. Bueno, mi padre como ya saben acaba de viajar por trabajo y mi madre…quien sabe dónde está.

Hace más de medio año que no veo a mi madre. Cuando papá perdió su trabajo como jefe de policía mamá le insistió que nos mudáramos de Madrid. Pero él dijo que nos quedaríamos y que trabajaría como detective privado. Los ingresos ya no eran los mismos así que debimos mudarnos de nuestra casa al espantoso apartamento en el que vivimos ahora. Una mañana al despertar encontré una nota de mamá diciéndome que lo sentía, pero no podía vivir así, que se iba pero que volvería en algún momento por mí. Que me ama y que bla bla bla.

Nuestros ingresos bajaron, pero al menos ahora gastamos menos en licor desde que mi madre se fue. Ella le dio la espalda a papá, sus colegas lo hicieron, todos lo hicieron menos yo. Y eso nos convirtió en parias a ambos. Supongo que pude mantener a mis ricos amigos en Las Encinas de haber decidido darle la espalda a mi padre también con el asunto de Marina, pero decidí serle fiel.

********

Mientras espero que la misteriosa amante de Benjamín Blanco aparezca vuelven a mi mente, como siempre sucede, todos mis recuerdos con Marina. Fue mi mejor amiga, la mejor que pudo existir. Era leal y ferozmente protectora. Lamentablemente no todos conocían esa faceta de ella porque solía resaltar en ella otros aspectos como el egoísmo que podía demostrar a veces, aunque no conmigo. Conmigo era grandiosa. Cuando murió sentí que realmente me habían arrancado parte de mi vida. Nuestra conexión era algo muy comentado por todos. Muchos creían que entre nosotros había algo romántico, pero simplemente éramos un chico y una chica que eran mejores amigos. Hasta a veces pensaba que su novio Iván se ponía celoso por eso. La realidad es que Marina le daba a Iván otros motivos para ponerse celoso que no eran yo.

DÍA DE LA MUERTE DE MARINA

Estábamos juntos en el parque paseando a Poni. Charlamos sobre un montón cosas tontas como que Marina no toleraba a Lu como novia de Guzmán. La realidad es que yo tampoco quería mucho a Lu. Mutuamente nos tolerábamos por ser yo el mejor amigo de Guzmán y ella ser su novia. Había una tregua implícita que sabían duraría según cuanto durara su relación con Guzmán, pero cuando Marina murió ella fue una de las principales que se dedicaron a hacer miserable mi vida junto a Polo y Carla.

Ese día Marina y yo paseábamos a Poni y yo hablaba sobre cómo hace unos días Ari había terminado conmigo sin previo aviso ni explicación. Marina me decía que no debía pensar en ella, que había otras chicas mucho mejores para mí.

-Deberías pensar que Ari no es la última mujer del mundo -dijo Marina- por ejemplo Carla, es linda.

Esa idea me hizo reír ¿Carla y yo?

- ¿Estás loca? -le digo- entre ella y yo jamás pasaría nada. Además, ella está con Polo.

Marina movió su mano restándole importancia a lo que dije.

-Todos excepto Polo sabemos que eso no resultará-dijo Marina bromeando.

Eso me hace reír y hasta le doy la razón hasta cierto punto.

-El punto es, mi querido Samu-dijo mi amiga-que eres un regalo de Dios para la población femenina de este mundo y para Patrick Blanco Conmenford.

Eso me hace reír aún más. Decido cambiar el rumbo de la conversación.

-¿Qué me cuentas tú de nuevo en tu vida?-le pregunto-¿Volverás con Iván?

-Puedo contarte algo interesante de mi vida-dijo de modo misterioso-tengo un secreto, uno grande.

Eso me intrigó e iba a preguntarle de qué se trataba, pero ella se me adelanta.

-Te lo contaré todo mañana-me dijo-te lo prometo. Ahora debo irme. Nos vemos Samu.

Me dio un beso en la mejilla y se marchó. Esa fue la última vez que hablé con ella y que la vi con vida. Horas más tarde estaba con mi padre en su patrulla y por la radio le avisaron que había sucedido algo en la mansión de los Nunier. Cuando llegamos aun no había llegado otra patrulla. Mi padre me ordenó que me quedara en la patrulla y no saliera. Por varios minutos me quedé ahí sin entender que sucedía hasta que ya no aguanté más.

Salí de la patrulla y entré a casa de los Nunier. Conocía esa casa de memoria. En la sala estaba Guzmán sentado solo como en estado de shock. Me acerco a él.

-¿Guzmán, que sucedió?-le digo pero él seguía con la mirada perdida-¿Dónde está Marina?

El nombre de su hermana parece regresarlo a la realidad y por fin me mira. Su expresión cambia y veo en él una mueca de tristeza, aunque sigue sin decirme nada. Me canso de esperar que hable y voy a donde veo mucho movimiento de gente que es en donde está la piscina. Me acerco y uno de los policías le avisa a mi padre de mi presencia.

-Samu vete de aquí-me ordena mi padre pero ya era tarde.

El cuerpo muerto de Marina yacía en el suelo junto a la piscina. Sus ojos azules estaban abiertos y en su cabeza había una enorme herida de la cual salió mucha sangre que ya estaba seca. Un charco de sangre le servía de almohada al cuerpo de Marina.

-Marina…-digo en su susurro y comienzo a llorar a forma histérica. Mi padre me abraza con fuerza y me gira para impedir que siga mirando a mi mejor amiga muerta.

********

Todos en España conocen el caso de Marina Nunier. La chica de clase alta que fue encontrada muerta en su casa producto de un asesinato. Y conocen al inepto jefe de policía que llevó adelante el caso: Ignacio García. La investigación de mi padre se concentró en poner como principal sospechoso al padre de Marina, Ventura Nunier. Las pruebas no eran tan contundentes peor mi padre insistía en que Ventura era el responsable. La hora de la muerte no coincidía. Ni Ventura, ni su esposa Laura, ni Guzmán estuvieron en la casa en el momento del asesinato. La investigación de mi padre se convirtió en un chiste y él fue ridiculizado. En un momento se filtró a internet una filmación que formaba parte de la investigación en la que se filmaba directamente el cuerpo de Marina. Esa filtración de la evidencia se la reclamaron a mi padre y todos pidieron su renuncia. Sobre todo por la presión de familias poderosas como los mismos Nunier o sus mejores amigos los Blanco.

Mi padre fue despedido y mi madre se fue poco después. Luego, un hombre admitió ser el asesino de Marina. Abel Romano dijo ser el asesino de Marina. Era un arquitecto que trabajaba en la empresa constructora de Ventura y que el empresario le robó la patente del diseño de un importante edificio y como venganza mató a Marina. La prensa mostraba como la policía mostraba como en bolsas transparentes para resguardar evidencia un par de zapatillas que perteneció a Marina. Esa evidencia fue suficiente para todos, excepto para papá.

En la escuela todos se pusieron del lado de los Nunier. Guzmán ya no era mi amigo. De hecho ya nadie era mi amigo porque yo decidí respaldar a mi papá. Ahora yo era un paria.

-¿Tu padre aún cree que el padre de Marina la mató?-me dijo Iván llorando-ella era la hermana de Guzmán, tu mejor amiga, mi novia ¿qué les pasa a los García?

Salí corriendo de ahí llorando sin poder evitarlo. Comenzó el acoso hacia mí en Las Encinas. Eran todos contra mí. Soporté bromas pesadas y demás cosas. La única razón por la que no me fui es porque estar en Las Encinas me daba más oportunidades de conseguir una beca en alguna buena universidad fuera de España. Debía soportar hasta graduarme.
Mis calificaciones siempre fueron excelentes.

Ahora mi padre y yo trabajamos de detectives privados. El oficialmente, yo soy su “asistente”

********

Los motociclistas acólitos de Nano están frente a mí. Aún no he salido del auto. Suelto la cámara con la que pensaba buscar la fotografía de la amante de Benjamín Blanco y tomo mi teaser. Ellos aún no pueden verlo.

Uno de los amigos de Nano se acerca amenazadoramente a mi automóvil y cuando quiere pasar su mano para agarrarme Poni salta desde el asiento trasero y lo muerde en el antebrazo. Todos se alteran ante eso porque mi feroz mascota no suelta a su amigo. Rápidamente noto que aunque no lo suelta tampoco lo está lastimando pero impresiona por los gritos del chico.

-Oye dile a tu puto perro que lo suelte-me amenaza Cristian queriendo abrir la puerta de mi asiento y en ese momento aprieto mi teaser contra su cuello y Cristian comienza a convulsionar por los voltios recorriendo su cuerpo.

Cristian yace en el suelo y Nano me mira con enojo.

- ¿Por qué no sales y hablamos?-me dice amenazadoramente.

-Me quedaré aquí-le digo tranquilamente-y si tú y tus amigos se quedan en donde están puede ser que mi perro se tranquilice y tu amigo vuelva a hacerse pajas dado que su brazo estará sano.

Nano me mira y nota que no le temo. Se queda tranquilo y todos sus amigos entienden que no deben hacer nada.

-Poni, tranquilo-le digo a mi mascota y mi obediente pitbull suelta al amigo de Nano quien aprovecha para rápidamente volver con su líder. Noto que no está realmente lastimado, solo asustado.

Cristian intenta ponerse de pie y se sujeta de la ventanilla abierta de mi automóvil, pero le vuelvo a mostrar mi teaser y su rostro me muestra una graciosa mueca de miedo.

-Quieto Cristian-le digo.

-Cristian-dice Nano-lo haces una vez y eres valiente, lo haces dos veces y eres estúpido.

-Ese es un buen consejo-digo sonriendo y miro a Nano-¿Por qué no me dejas en paz y también dejas tranquilo a ese chico nuevo?

-Eso no puede pasar-me dice Nano-tú eres intocable solo porque si te pasa algo tu papito sería una puta molestia pero él no tiene esa ventaja.

En eso Nano tiene algo de razón. Si a mi me pasa algo papá hará de todo para vengarme. Y aun cuando Ignacio García cayera en el desprestigio todos saben que no deben meterse con él de forma directa.

-Siempre dices que odias a los pijos pero con ellos no te metes-le digo-te metes con otro becado como nosotros. Eso es muy valiente de tu parte.

Todos los cómplices de Nano me miran de mala manera por ese comentario pero como Nano no me responde sé que toqué una fibra sensible.

-Te propongo un trato-le digo-yo me encargo que tus chicos no tengan problemas por lo que pasó en la tienda de los Shanaa y tú dejas a Omar y su familia en paz.

Nano me mira divertido.

-No puedes hacer eso-me dice de forma burlista.

-Puedo hacerlo-le digo con confianza-dame 48 horas en las que dejarás en paz a los Shanaa y solucionaré todo.

-¿Y por qué lo harías?-me dice-¿Qué les debes?

-Yo te enfrenté delante de todos en la escuela y delante de tu pandilla-le digo-también estoy en tu mira. Si logro que los dejes en paz eso también me incluirá a mí.

-¿Por qué ayudas a esos moros?-me dice Nano con una asquerosa sonrisa-¿Son cómplices tuyos en tus juegos sexuales raros? ¿Te gustan los musulmanes? Quizás son ciertas esas cosas que se dicen de ti. Quizás sea cierto que por las noches espías a Ari Blanco Conmenford.

Todos los imbéciles se ríen eso.

-48 horas-dice Nano y se retira junto a toda su pandilla.

¡Que reputación que tengo! Se dice en las Encinas que me he acostado con chicas, chicos y cuanta cosa camine. ¿Quieren saber cómo perdí mi virginidad? Yo también.

********

Sucedió al final del curso anterior. Habían pasado unos meses desde el asesinato de Marina y yo era oficialmente un paria en Las Encinas. Nadie me hablaba (salvo Ander quizás) y se decían muchas cosas malas de mí que eran mentira.

Polo Benavent dio una fiesta en su casa e invitó a todo el colegio para festejar el final de las clases y comienzo del verano. Y tuve la brillante idea de asistir a esa estúpida fiesta. No porque pensara divertirme sino porque quería demostrarles a todos que no me afectaba lo que decían de mí. Da igual porque nadie me habló allí. Bebí mucho y en algún momento todo comenzó a darme vueltas. Sospecho que me dieron drogas en las bebidas porque no recuerdo nada salvo la forma de algunas lámparas chinas que estaban como decoración en la casa de Polo.

Amanecí en la cama de una de las habitaciones. Estaba completamente desnudo, mi ropa estaba tirada por todo el suelo. También hay un condón usado. Abusaron de mi cuando estaba inconsciente, pero al menos me hicieron utilizar condón. La seguridad ante todo supongo.

Salí de la casa de Polo y fui rápidamente a mi propia casa. Jamás le conté esto a papá ni hice la denuncia porque sé que se hubieran burlado de mí.

********

Comienzo mi segundo día en Las Encinas. Salgo de mi auto y camino a la entrada. Me cruzo con un grupo de alumnos entre los que están Carla, Lu, Polo, Guzmán, Ari y otros. Me miran y se ríen. Veo que Polo tiene una petaca en la mano.

-¿Quieres Samuel?-me dice el imbécil.

-¿Por qué no?-me dice Lu-debe gustarte el alcohol. A la alcohólica de tu madre le encanta. Lo tienes en los genes.

Carla que hasta ese momento se reía cambia a una expresión serio tras ese comentario de Lu. Guzmán permanece con la mirada gacha sin decir nada.

-Antes eras divertido García-dice Polo.

-¡Basta ya!-dice Ari de repente mirándome y sin decir más se marcha ante la mirada atónita de sus amigos.

Sigo caminando y lo último que veo es la mirada algo arrepentida de Carla Rosón.

********

Las clases de ese día transcurrieron sin nada en particular. A la hora del almuerzo se vuelven a sentar conmigo Omar, Nadia y Rebe.

-¿Saben?-digo-hay muchas mesas aquí.

-Me gusta esta mesa-dice Rebe acariciando la mesa-es una buena mesa, una gran mesa.

Quizás me porto como un imbécil pero me cuesta abrirme a los demás. Ya viví que quienes eran mis amigos me acosaran, mi novia me abandonara y mi mejor amiga muriera.

-Macho-dice Omar-deberías oír las cosas que se dicen de ti por ahí.

Eso duele.

-Si esas cosas les molestan pueden…-digo pero Omar me interrumpe.

-Podemos irnos con los con los imbéciles que me ataron a un poste o con los que se burlaban de mí.

-O podemos estar con quien ayudó a mi hermano a salir de ahí-dice Nadia.

Eso me hace sonreír.

-Amigo-dice Rebe-siempre soy amiga de quienes tengan un perro tan lindo.

Ya me había olvidado lo que era estar con algo parecido a amigos.

-¿Quieren librarse definitivamente de los pandilleros?-les digo y todos me sonríen.

********

Cuando llego a casa saludo afectuosamente a Poni y veo que papá ya ha regresado. Aparece y me abraza muy fuerte.

-¿Y?-le pregunto-¿Lo atrapaste?

En respuesta me muestra el cheque por 8000 euros. No me sorprende. Mi papá es el mejor detective que existe.

-¿Hoy comeremos carne?-le digo en broma.

-Como la clase media a la que aspiramos pertenecer-responde él con humor.

Quizás mi madre me haya roto el corazón pero no puedo quejarme de mi padre. Si no fuera por él no hubiera soportado estos últimos meses.

En el balcón papá asaba carne para que cenáramos esa noche. Olía delicioso. Poni estaba atento a si papá le daba algún pedazo de carne. Me acuerdo de la fotografía que saque del auto de la amante de Benjamín y se lo muestro a papá.

-No pude verla pero esta es la placa del auto de la amante de la Blanco-le digo.

-¿No te dije que te alejaras de Benjamín?-me dice papá.

-Me dijiste que llevara a Poni-le digo.

-Siempre te quedas con la parte que te conviene-dice mi padre y mira la foto. Su expresión pasa de relajada a dura en un segundo.

-Aléjate de Benjamín-me dice córtate.

-Pero…-digo.

-¡Es una orden Samuel!-me grita.

Papá jamás me grita.

-Llamaré a Amanda y le diré que no tenemos tiempo para encargarnos de su caso-dice papá.

Después de eso el ambiente se torna tenso entre nosotros.

********

Ya en mi habitación abro mi notebook y me dedico al trabajo. Le tomé una fotografía a la placa del automóvil de la amante de Benjamín. Yo tengo acceso a la información que necesito, pero la policía sí. Llamo a la estación de policía y me atiende Ingrid, la vieja recepcionista de allí.

-Hola Ingrid-digo-habla el oficial Madariaga. Estoy buscando a un sospechoso y tengo una placa de un coche para que analices rápido. Necesito saber ya a quien pertenece el automóvil.

-Está bien, Ernesto-dice Ingrid- dime la placa.

Le doy los datos. En unos segundos Ingrid vuelve a hablar.

-Vaya-dice-esto no me lo esperaba.

-¿a qué te refieres?-digo.

-El auto está a nombre de Pilar Domínguez, la esposa de Ignacio García.

Termino la llamada sin decir nada más. ¿Mi mamá?

Llevo meses sin saber nada de ella y ahora resulta que estaba en un motel con Benjamín Blanco.

*******

Al día siguiente llegamos muy temprano al colegio con Nadia, Omar y Rebe. Nos espera Ander allí.

-Samu-se queja Ander-no era necesario que me hagas venir tan temprano.

-Era necesario Ander-le digo- te presento a Nadia, Rebeka y Omar.

Ander los saluda pero veo que mira fijamente a Omar y le sonríe. Era sabido por todo el coelgio que Ander es gay. Omar le devuelve la sonrisa algo nervioso.

-Rebe consiguió lo que le pedí-le digo a Ander-espero que tu tengas lo que necesito.

-Aquí está-me dice Ander y me pasa una llave-él es amigo pero te ayudo con esto solo porque él te jodió primero.

Le pedí a Rebeka que me consiguiera una pipa para fumar droga. Está bastante adornada y dentro tiene una pequeña sorpresa.

Dejamos pasar unas horas y en un momento de la clase Nadia pide permiso para ir al baño lleva la pipa al destino. Ahora solo queda que yo haga una llamada a la oficina de Azucena.

Cuando llega el recreo estoy en el pasillo hablando con Rebe, Nadia y Omar. Muchos estudiantes caminan por los pasillos de Las Encinas. Vemos como Polo camina hacia su casillero y allí lo están esperando Azucena junto a un policía.

-Polo-dijo la subdirectora-necesitamos revisar tu casillero.

Él se sorprende pero no lo cuestiona. Abre su casillero y el policía lo revisa y saca la pipa. Azucena lo mira horrorizada y el policía con dureza.

-Señor, debe acompañarnos a la estación de policía-dice el oficial.

-¿Qué?-dice Polo con temor-pero yo no he hecho nada.

-En la estación dará todas las explicaciones-dice el policía.

Todos los presentes comienzan a filmar a Polo con sus teléfonos y a reírse de él. Aparece Carla quien no puede creer que su novio esté en esta situación.

Cuando se llevaban a Polo nota que lo estoy mirando y sonriendo y se da cuenta que le devolví el favor por su denuncia falsa a mí anteriormente.

-Fuiste tú hijo de puta-me dice señalándome-me voy a vengar por esto.

Finjo bostezar y eso parece molestarle más. Carla me mira a lo lejos de forma inexpresiva como siempre. Le mantengo la mirada sin ningún temor.

-Bueno-dice Rebe-ya te desquitaste de este hijo de puta.

-Esto aún no termina-le digo-ahora debemos ver si Omar hizo bien su parte del plan.

*******

Estamos los cuatro frente a la estación de policía esperando que sea el momento. La misión de Omar era conseguir una pequeña bomba casera de poco impacto que estaba dentro de la pipa que Nadia puso dentro del casillero de Polo. La policía llevó a Polo y la pipa a la estación de policía. Las madres de Polo se encargaron de sacarlo rápidamente de allí con un abogado pero la pipa quedó en la sala donde se guardan las evidencias.

La bomba que Omar consiguió se activa con una llamada telefónica. No explotará realmente sino que comenzará a arder. El fuego dentro de la habitación comenzará a hacer mucho humo y lo siguiente sucederá solo.

-Ahí vienen-dice Nadia y todos miraron en la misma dirección.

Las sirenas de los bomberos sonaban y se acercaban los camiones. Como esperaba el humo de la sala de evidencias alertó a todos y llamaron a los bomberos. Tiempo después vamos a la estación de bomberos y Mauro, uno de los bomberos, me da un sobre.

-Aquí tienes Samu-me dice-salúdame a tu padre.

-Así será Mauro-le respondo sonriendo.

Afortunadamente algunas personas recuerdan con cariño a mi padre y a veces eso es una ventaja.

-Aquí está-le digo a Omar y le doy el sobre-con esto no te molestarán más ni a tu familia.

-Gracias Samuel-dice Omar y me abraza, lo que me sorprende.

Omar y Nadia se adelantan caminando, pero Rebe permanece a mi lado.

-Llevo solo dos días en Las Encinas y escuché muchas cosas negativas de ti-me dice y no sé qué responderle-pero tus acciones me demostraron otra cosa. Puedes parecer duro, malhumorado y solitario pero eres un dulce Samuel García Domínguez. Nos quieres a nosotros como amigos y eres una buena persona.

-Llevo mucho tiempo construyendo esta imagen de mí mismo y ahora tú la destruyes-le digo en broma. Ella me sonríe y ninguno dice nada más.

********

Sentado en mi escritorio sigo pensando en porqué mi madre estaría en un motel con Benjamín. Pregunta estúpida claramente pero ella se fue hace meses y nadie supo nada de ella ¿y ahora resulta que está liada con Benjamín Blanco? ¿Por qué papá reaccionó tan mal al ver el auto de mamá en la foto? ¿Eso significa que sabe sobre mamá desde que se fue?
Papá sale de su oficina y me dice algo pero no lo escucho.

-Samu ¿me escuchas? -me dice.

-Por favor explícame porque dejamos el caso de Benjamín Blanco-le pido.

El luce molesto pero igualmente habla.

-Ya averigüé. No se trata de una aventura amorosa. Es espionaje industrial. Algo muy peligroso. Benjamín fue a encontrarse con alguien que le dio información sobre empresas rivales. Es algo muy peligroso y nos pagan lo suficiente para que nos metamos en esto.

Sé que me está mintiendo y quiero reclamárselo, pero por alguna razón no lo hago.

-¿Vamos por una hamburguesa?-me dice.

-No puedo-le digo-iré a buscar a Poni y lo llevaré al parque.

Me marcho sin despedirme de él.

********

Llego en mi automóvil al parque junto a Poni y Nadia, Omar y Rebe ya están ahí.

-¿Y qué tal todo?-me pregunta Nadia.

-Todo sucedió como planeé-les digo-el bombero sacó el video del robo en tu tienda de la sala de evidencias y puso uno de un policía follando con una de las bailarinas de El séptimo Velo. Como no había evidencia para incriminar a los amigos de Nano retiraron los cargos y ahora tú tienes el verdadero video, lo que significa que Nano no debe molestar más a tu familia si no quiere que esa evidencia vuelva a aparecer. Por otro lado el video de la bailarina follando con el policía le permitió a la mujer que es clienta del abogado amigo de mi padre negociar una mejor indemnización con el club.

Los tres me miran asombrados.

-Muchas gracias por todo Samu-me dice Omar-pero sabes que no es normal que alguien de 16 años haga estas cosas ¿Verdad?

Tiene razón pero mi vida no es normal. Cuando iba a responder se estacionan frente a nosotros un automóvil muy caro que conozco bien. De él salen Polo, Guzmán, Ander e Iván y se posicionan frente a nosotros. Noto que Poni se pone tenso y Rebe se da cuenta que algo malo va a suceder. Los observo y todos miran a Poni con cierto temor pero a Polo parece no importarle. Ander luce incomodo por esta situación y Guzmán está totalmente inexpresivo.

-¿Sabes que mis madres me quitaron mi automóvil por tu bromita de la pipa en mi casillero?-me dice Polo.

-No fue distinto a denunciarme falsamente con Azucena-le digo-solo que lo mío fue más efectivo.

Eso parece encabronarlo más pero queda sorprendido al saber que estaba enterado de lo que hizo.

-Eres un hijo de puta-dice Polo y veo que se acerca a pelear contra mí y me pongo en guardia pero en ese momento se escucha el sonido de muchas motocicletas. Todos miramos y aparecen Nano, Cristian y sus otros amigos. Veo temor en Polo y los demás.

-¿Qué hacen aquí?-dice Polo-ustedes no tienen nada que ver en esto.

-Eso no es del todo cierto guapo-dice Nano.

Noto como Polo mira a Cristian como buscando su ayuda pero él solo agacha la mirada.

-Le debo a Samuel un favor muy grande-dice Nano-y si te metes con él tu o tus amigos pijos lo consideraremos una agresión a nosotros. Y seamos honestos, ustedes son muy buenos utilizando el dinero y los contactos de sus padres pero en una pelea real no pueden contra nosotros.

Guzmán, Iván y Ander parecen querer reaccionar pero saben que eso solo empeoraría la situación. Polo mira la situación y se nota el temor que está sintiendo.

-Habiendo establecido mi punto-dice Nano-es hora que disculpes con Samuel.

-Nunca me disculparé con él-dice Polo riendo.

Rápidamente Nano le da un puñetazo en el estómago lo que lo deja sin aire y cae de rodillas al suelo. Los amigos de Polo quieren socorrerlo pero los miembros de la banda de Nano les impiden el paso y son más y más fuertes.

-Aun no escucho una disculpa-dice Nano.

-Basta-digo y todos se sorprenden-no me interesa recibir sus disculpas. No quiero nada de él ni de nadie que esté cerca de él.

Noto la mirada triste de Guzmán pero la ignoro.

-¿Estás seguro?-dice Nano-porque puedo golpearlo hasta que se disculpe.

-Estoy seguro-respondo y miro a Polo y al resto de mis ex amigos.

Ander ayuda a Polo a ponerse de pie y lo lleva hasta el automóvil en que habían llegado que lo condujo Iván. En silencio todos me miran pero aun así se marchan.

-Gracias Nano-le digo.

-No hay nada que agradecer-me dice y sé que logré lo que muy pocos consiguen: el respeto de Nano-y quiero disculparme por las amenazas. Tu liberaste a mis amigos como prometiste.

-No es conmigo con quien debes disculparte-le digo y señalo a Omar-ahora Omar tiene la copia de la cinta de seguridad de la tienda.

Nano sabe lo que eso significa. Si Omar o su familia deciden ir con esa prueba a la policía sus amigos irán a la cárcel. Ahora Omar tiene el control de la situación. Nano se acerca a Omar muy incómodo.

-Me disculpo por lo que mis amigos hicieron-dice como si le costara que le salieran las palabras.

-Acepto tus disculpas-dice Omar.

-¿Me darás el video?-dice Nano.

Omar me mira a mí y luego a su hermana.

-No-dice el musulmán. Nano queda confundido pero sabe que no hay anda que pueda hacer.

Yo me río y con Poni y mis amigos seguimos caminando por el parque.

********

Regreso a la oficina de mi padre para buscar la fotografía del automóvil que usó mi madre para encontrarse con Benjamín en el Camelot. Pero no la encuentro por ninguna parte. Llevo un buen rato haciéndolo hasta que se me ocurre revisar la caja fuerte. En ella papá guarda archivos de los casos más importantes y otros documentos. Él no sabe que yo sé la combinación pero lo he visto abrirla tantas veces que me la aprendí de memoria.

Reviso sus documentos y encuentro algo que me deja pasmado. CASO NUNIER. ¿Por qué papá guarda cosas de la investigación del asesinato de Marina? Veo testimonios y pruebas que no figuraban en la investigación oficial. ¿Papá siguió investigando el caso aunque ya no fuera policía y un hombre confesó haberlo hecho?

Sigo ojeando todo y encuentro la fotografía del coche de mi madre. ¿Qué hace en la carpeta del caso de Marina?

********

Esta tarde paseando con Rebe, Omar y Nadia me sentí un poco menos solo que antes pero no me engañaré a mí mismo. Tarde o temprano las personas que amas te decepcionarán. Incluso mi padre me mintió.

Está bien, mi papá me mintió. Pero debe tener sus razones. Quizás lo hizo para protegerme. Eso hacen los padres. Pero tengo muchas preguntas rondando por mi cabeza. Creí saber que destruyó a mi familia. Ahora no estoy tan seguro. Pero puedo prometer una cosa: voy a averiguar qué sucedió realmente y volveré a reunir a mi familia.

Chapter 2: Triángulo amoroso en Las Encinas

Summary:

Nuevo capítulo. Ahora Samuel comenzará a ver lo que no concuerda en la muerte Marina.

Chapter Text

La bulliciosa fiesta en casa de la familia Montesinos estaba repleta de gente. Una fiesta en la que participan los estudiantes de Las Encinas. Aunque para ser más precisos participan los estudiantes de las Encinas que no sean becados.

Lu besaba apasionadamente a su novio quien parecía estar pensando en cualquier otra cosa.

-Me rindo cabrón-dijo Lu con mal humor y dejó a su novio solo y regresó a su fiesta.

Ya estaba cansada de buscar formas de vincularse con Guzmán. Lo sentía más distante que nunca y no sabía qué hacer. Siempre creyó que las personas más peligrosas para su relación con Guzmán eran Marina y Samuel. Lu se había ganado fácilmente a los padres de su novio pero con su hermana fue un caso distinto. Marina y Lu nunca pudieron llevarse bien. La chica siempre le había dicho a su hermano que estaría mejor con otra chica y en muchas ocasiones Lu sintió miedo que Guzmán la escuchara. Samuel era más discreto que Marina con sus opiniones sobre Lu pero nunca se gustaron por lo que Lu sospechaba que el castaño podría en cualquier momento hablarle mal de ella. Carla siempre le decía que era paranoica, pero Lu sabía muy bien que las personas a las que Guzmán más escuchaba eran Marina y Samuel.

Luego de la muerte de Marina y que Samuel fuera marginado del grupo Lu creyó que su relación con Guzmán sería más fuerte que nunca. Y por un tiempo lo fue. El dolor de Guzmán lo hizo refugiarse en ella quien estaba preparada para reconfortarlo. Pero eso no duró mucho ya que con el pasar de los meses Guzmán y ella se alejaban cada vez más aunque nunca terminaban su relación oficialmente.

-Termina con él y búscate a alguien que te quiera y te respete-le dijo Carla.

Claro, cuando tienes a todos babeando por ti como era el caso de ella era fácil pensar así. Pero ella amaba a Guzmán y se aferraría a él con uñas y dientes.

-Termina tú con Polo-le respondía Lu-es evidente que lo de ustedes está muerto.

-Lo nuestro está mejor que nunca-dijo Carla de forma totalmente inexpresiva.

Eso último Lu lo dudaba. No creía que su relación estuviera en su mejor momento porque si lo estuviera no hubieran incluido a Cristian Varela en ella. Porque sí, Cristian no solo follaba con Carla y Polo sino que también estaba incluido en la relación. Y aunque Carla afirmara que la inclusión de Cristian había mejorado su relación con Polo, Lu sabía que era un desesperado intento de esos dos por salvar su relación la cual hacía mucho había caído en el tedio y la monotonía. La relación de Carla y Polo era historia, solo faltaba que ellos dos lo admitieran.

Por eso es que Cristian era el único becado que estaba siempre con ellos y, por lo tanto, estaba en la fiesta esta noche. Por culpa de Carla y Polo todos debían soportar a Cristian Varela quien era insoportable y vulgar.

Lu vio como Carla reía junto a Cristian y Polo y decidió irse en la dirección contraria. Aunque tampoco deseaba volver con Guzmán en este momento ya que seguía molesta. A lo lejos vio a Ari y Patrick charlando con una hermosa joven rubia que ella no conocía y decidió acercarse a charlar con ellos.

********

Cristian contaba uno de sus chistes tontos pero Polo parecía encontrarlos muy divertidos. Carla, quien antes se hubiera reído también, ahora solo lo hacía por compromiso. Había sido emocionante al principio. Se sintió muy moderna de tener una relación de tres personas. Lo necesitaba, o eso creía. El vínculo con Polo se había ido deteriorando tan gradualmente que cuando se dio cuenta ya no sentía que hubiera nada que la uniera a él más que el simple hecho de estar juntos efectivamente.

La química sexual entre los tres que la emocionó inicialmente fue rápidamente remplazada por una silenciosa competencia entre Polo y Cristian. Polo esperaba volver a ser el único hombre en la vida de Carla en algún momento y Cristian esperaba reemplazar a Polo como el novio oficial de la rubia.

Esa tensión entre ellos ya le estaba colmando la paciencia. Pero debía soportar porque Polo era su novio y Cristian aun la divertía en ocasiones.

Pensaba en otros chicos con los que pudiera salir si no estuviera con Polo o Cristian. Guzmán, Iván, Valerio, Samuel… ¿Samuel? La idea la hizo reír. Ella saliendo con Samuel era una idea demasiado loca, jamás sucedería. Se odiaban mutuamente. Fueron amigos desde los 12 años en que ambos entraron a Las Encinas pero la muerte de Marina cambió eso. El padre de Samuel fue tras Ventura Nunier y todos se pusieron en contra de los García. Ahora no lo soportaba y mantenían una relación basado en agresiones sarcásticas mutuas.

********

Lu se acercó al grupo y vio más de cerca a la hermosa rubia que acompañaba a los Blanco Conmenford.

-Hola-dijo la mexicana.

-Lu-dijo Ari-te presentamos a una amiga nuestra. Ella es Isadora Artiñán.

-Hola bebé-saludó la rubia. Por el acento Lu notó que no era española. Creía que era argentina.

-Comenzará a estudiar en Las Encinas con nosotros-explicó Ari.

-Los padres de Isa son amigos de los nuestros-comentó Patrick-nos conocemos desde niños.

-Bueno-dijo Lu fingiendo simpatía-será un placer tenerte en nuestro grupo.

********

En la oficina de Ignacio García, su hijo Samuel archivaba un reciente caso que había resuelto se padre. Una mujer los había encontrado para encontrar a su ex esposo quien hace meses no pagaba la manutención de sus hijos y estaba desaparecido. Ignacio lo encontró y lo llevó ante la justicia.

Samuel sentía orgullo por su padre. Aun cuando lo corrieron de forma deshonrosa de la policía él seguía haciendo justicia en su rol de investigador privado. Todo ese mundo de la investigación privada había atrapado a Samuel. Desde la muerte de Marina fue lo único que lo hacía olvidarse del dolor.

Su padre estaba con Claudio en su oficina charlando. Debe ser una charla sobre un caso. Samuel lo deducía porque su padre había cerrado la puerta.

Le respondió un mensaje a Rebe cuando la puerta del despacho de su padre se abrió. Ignacio y Claudio salieron y se dirigieron directamente hasta Samuel.

-Samu-dijo Ignacio-necesitaré ayuda con un caso.

-Por fin-dijo Samuel emocionado-ya me estaba aburriendo de solamente contestar el teléfono y archivar los casos cerrados.

-No es nada espectacular-dijo Ignacio-solo quiero que averigües cosas de un compañero de tu colegio.

- ¿Conoces a Nano Gonzáles? -preguntó Claudio.

-Sé quién es-dijo Samuel lo que era simplificar demasiado el vínculo que lo unía a Nano desde que él y su pandilla lo salvaron de Polo y sus amigos.

-Su madre trabaja como sirvienta en la mansión de los Benavent-explicó Ignacio-o lo hacía dado que fue despedida y denunciada por los Benavent por el robo de tarjetas de crédito de su propiedad. Se han realizado compras con esas tarjetas de crédito y algunas de esas cosas compradas estaban en casa de los Gonzáles.

-Conozco a Marta Gonzáles-dice Samuel-y no puedo creer que haga algo así

-El fiscal tampoco lo cree-dijo Claudio-él piensa que fue su hijo dado que tiene antecedentes con algunos delitos menores.

- ¿Y por qué la imputan a ella? -dijo Samuel.

-No tienen pruebas contra Nano-explicó Claudio-por lo que joden a ella para presionar a su hijo.

Samuel consideró esa táctica del fiscal como algo despreciable.

-Claudio es el abogado de Marta-le dijo Ignacio a su hijo-y nos contrató para probar que fue Nano así liberen a la madre. ¿Crees que puedes hablar con Nano y averiguar algo?

Samuel asintió.

- ¿Tienes una lista de los gastos que se hicieron con la tarjeta? -pregunta el joven.

Esto no ponía feliz a Samuel. Ahora debía demostrar la culpabilidad de la persona que anteriormente lo había ayudado.

********

P.O.V. SAMUEL

El problema de ser amigo del líder de una pandilla es que al final del día sigue siendo el líder de una pandilla. No quiero creer que Nano inculpó a su propia madre en la estafa con las tarjetas de crédito pero definitivamente lo creo capaz de hacer ese fraude.

Llego hasta la casa de Nano y veo estacionada en la vereda la motocicleta de Nano. Está distinta a como la recordaba. Tenía una pintura nueva y estaba totalmente remodelada. Bien Nano, me estás haciendo el trabajo más fácil. Uno de los gastos cargados a las tarjetas de crédito robadas era en un taller de pintura para motocicletas. Nano, Cristian y otros becados que están en su pandilla van a las Encinas en sus motocicletas, lo que contrasta con los caros automóviles de los estudiantes de Las Encinas, los cuales muchos son conducidos por choferes. Mientras miro detenidamente la motocicleta una voz me sorprende.

-La mayoría de los que se acercan tanto a mi motocicleta no acaban bien-me dice Nano.

-Me contrataron a mí y a mi padre para probar que tu madre es inocente-le digo.

-Y supongo que quieres probar que fui yo-me dice Nano cruzando los brazos visiblemente enfadado.

-Nano-le digo molesto-tu madre está presa y perdió su trabajo en casa de los Benavent.

- ¿De verdad?-me dice con sarcasmo-no me había dado cuenta. Y dime Samuel ¿Cómo podría haber conseguido yo esas tarjetas?

-Cualquier día en que fuiste a buscar a tu madre cuando terminara con su jornada de trabajo-le digo-mira Nano, la policía realmente no cree que fuera tu madre quien lo hizo, pero es la única sospechosa oficial.

-Y creen que fui yo y como no pueden llegar hasta mí joden a alguien que creen inocente-dice Nano con odio.

No puedo juzgarlo por pensar así. Lo que está haciendo la policía es despreciable. Utilizan a una mujer inocente para golpear a su hijo.

- ¿Los culpas por pensar que fuiste tú? -le digo-tienes antecedentes Nano.

-Entonces supongo que también deberíamos creer sin cuestionamiento las cosas que se dicen de ti-me dice Nano con veneno-como que espías en secreto a Ariadna Blanco, a Guzmán Nunier y cosas así.

Quiero golpearlo por decir algo así, pero me contengo.

-Aun cuando fuiste marginado por esos pijos-me escupe Nano-sigues siendo uno de ellos. Vete de aquí Samuel, no me interesa tu ayuda.

Me cierra la puerta en la cara. Lo peor de todo es que le creo que él no haya sido.

********

Un nuevo día en el infierno, quiero decir Las Encinas. La psicóloga que trabaja en el colegio me ha sugerido que tome otra clase, una en la que me relacione más con las personas. Lo que menos deseo es relacionarme más con las personas de Las Encinas pero al menos me puedo librar de otra clase que realmente no me gustaba. Aunque últimamente he pasado mucho tiempo con Omar, Nadia y Rebe, especialmente esta última quien me ha dado lecciones de boxeo las cuales disfruto bastante. De paso llevo a Poni a que vea a Rebe quien lo quería mucho. Tener amigos nuevamente ha sido una experiencia extraña. Me había acostumbrado a estar solo. Al menos esto hacía mi estancia aquí un poco menos pesada.

Estoy en la oficina administrativa del instituto esperando que me asignen mi nuevo horario pero la secretaria tiene una velocidad de trabajo que es inversamente proporcional a mi apuro.

A la par mía se para una chica, al parecer también esperando. Decir que es atractiva es quedarme corto. Es hermosa. Rubia, con hermosas piernas resaltadas por sus botas de color rosa y con bellos ojos azules. Ella me miró y me sonrió de forma coqueta.

-Hola-me dijo-me llamo Isadora.

-Samuel-le digo sonriéndole.

Nos miramos unos instantes sin quitarnos la vista el uno al otro. La sonrisa pícara y coqueta de ella me tiene hipnotizado.

-Aquí está tu horario Samuel-me dice la secretaria entregándome una hoja de papel y rompiendo el encanto.

No le digo nada a Isadora al irme pero le sonrío.

-Adiós, bebé-me dice y siento el rubor correr por mi rostro.

********

La nueva clase a la que me han asignado es Periodismo. Supuestamente para que me vincule más con la gente. Cuando llego me presento ante la profesora.

Las Encinas posee un periódico virtual donde los estudiantes escriben absurdas historias que supuestamente le interesan a los demás. Miró al salón que está lleno de computadoras. Para mi mala suerte en esta clase también están Carla, Polo, Guzmán, Lucrecia y Ari. Afortunadamente Nadia también toma esta clase así que no estaré completamente solo. Todos me ponen mala cara excepto Nadia que parece tan aliviada como yo y Guzmán quien evita mirarme.

-Bien Samuel-me dice la profesora-¿Por qué has sido asignado a esta clase?

-La consejera me envió-le explico-dice que soy poco apasionado y que estoy desconectado de mis compañeros.

-¿Y es verdad?-me pregunta.

-No soy poco apasionado-le respondo y ella me mira raro.

Parece que la puse nerviosa con mi respuesta lo que me causa gracia pero trato de no reírme en este momento.

-Bien Samuel-me dice ella-hay varios artículos que deben escribirse. Puedes elegir. O también puedes tomar fotografías.

-Tengo experiencia como fotógrafo-le digo aunque no le aclaro que es porque suelo tomárselas a infieles por pedido de sus conyugues.

-Perfecto-dice la profesora-pero al ser tu primer trabajo en el periódico puedes tomar fotografías y alguien más escribirá la historia. Ven conmigo.

La sigo y le toca el hombro a alguien que nos está dando la espalda. Maldigo mi suerte cuando me doy cuenta que es Guzmán.

-Guzmán-dice ella-te presento a Samuel. Él te ayudará con tu artículo.

Guzmán parece sumamente incómodo, pero afirma con un movimiento de su cabeza.

-Debemos ir hasta Getafe-me explica mi ex amigo-puedo llevarte en mi automovil.

-Puedo ir solo-le digo rudeza y él me mira nervioso.

El vuelve a afirmar pero ninguno de los dos dice nada más.

********

En el almuerzo sigo obsesionado con el caso. Tiene todo el sentido del mundo que la policía piense que es Nano el culpable. Aunque para saberlo bien debo saber si él tiene más cosas que se han comprado con las tarjetas. Les conté a mis amigos del caso pero ellos también creen que fue Nano.

-No hay pruebas que fuera Nano-les digo.

-Pero es la opción más probable-dice Nadia-y la que tú debes investigar.

Sé que ella tiene razón pero aun así algo no me convence.

-Algo no encaja les digo-miro a Omar-ayúdame.

-¿Recuerdas que ese tipo y sus amigos me ataron a un mástil?-me dice el musulmán.

-Que rencoroso eres-le digo bromeando.

-Él tenía su motocicleta recién pintada-me dice Rebe-y tú la viste.

-Eso no es prueba suficiente-le digo-además, algunas cosas no son objetos. Por ejemplo, hubo una reservación en el Neptune Grand.

-Ese hotel es carísimo-dice Omar.

Eso último que dijo Omar me llamó la atención. Tiene sentido que Nano usara las tarjetas para pintar la motocicleta pero lo del hotel me desconcertaba. Nano podría llevar a una mujer al hotel pero ¿a un lugar tan opulento? No se imaginaba a Nano yendo a un sitio así ni siquiera pudiendo pagarlo.

Cuando veo detalladamente los recibos de las tarjetas de crédito veo el horario en que se hicieron muchas de las compras. Algunas eran en horarios de clase. Las Encinas tenían una política estricta de no usar móviles durante las clases ¿Cómo pudo hacer esas compras entonces?

¡Ya lo sé!

Salgo corriendo y mis amigos me miran como si estuviera loco. Miro a todos lados hasta que encuentro a Ander charlando con Iván. Sin importarme tomo a Ander del brazo e Iván nos mira extrañado.

-Es urgente, necesito tu ayuda con un caso-le digo al hijo de la directora.

-¿Ahora les dices “casos”?-me dice Ander riendo.

Lo miro con carita de niño tierno y él termina cediendo.

-¿Qué necesitas Samuel?-me dice exhalando pesadamente.

-Que me consigas los registros de asistencia de Nano Gonzáles a todas sus clases de las últimas dos semanas-mi mira un poco apabullado, pero lo interrumpo antes que hable-como hijo de la subdirectora podrás entrar a la oficina de tu madre sin que nadie sospeche.

Al final Ander acepta y se va pero me dice que lo espere allí. No me había dado cuenta pero Iván sigue aquí.

-¿Cómo estás Samuel?-me dice después de un rato.

-Bien-le respondo cortante.

Lo cierto es que de todos los pijos él era el que mejor me había tratado desde que mi amistad con ellos ha terminado.

-¿Sabes?-me dice triste-no tenemos que llevarnos así.

Lo dice la persona que insultó a mi familia porque mi padre acusó a Ventura Nunier.

-El otro día acompañaste a Polo y otros para golpearme en grupo-le reclamo y de pronto parece avergonzado.

-En realidad solo Polo quería golpearte-me aclara.

-Supongo que tú y los otros lo iban a hacer por solidarizarse con él-le respondo con sarcasmo y baja la mirada.

En ese momento llega Ander con un papel y sé que consiguió lo que pedí.

-Gracias, gracias, gracias-le digo y me voy.

Cuando miro el registro de asistencias de Nano veo que esos días no faltó al colegio ni un solo día. Muchas de las compras se hicieron en horas de clases ¿Cómo pudo hacerlo? Aunque…existe una clase en la que nos dejan utilizar los teléfonos e incluso hay computadoras allí mismo que podemos usar libremente: periodismo. Pero Nano no toma esa clase. Lo lógico es que lo hiciera desde allí dado que hacer las compras desde su móvil sería dejar un rastro que fue él, aunque creo que es más inteligente que eso. Aunque existe otra posibilidad…

Polo odia a Nano desde que me ayudó esa ocasión. La madre de Nano trabajaba como sirvienta en la mansión Benavent y Polo pudo aprovechar eso. Yo aún no tomaba esa clase pero debo confirmar que Polo estuvo en esas clases en los momentos en que se hicieron los gastos. No será difícil. Polo es fácil de engañar, aunque si está con Carla será más complicado, ella si es astuta.

********

En clase de periodismo me dedico a escribir cosas sin sentido en la computadora mientras todos a mi alrededor hablan. Veo como Guzmán es muy cercano a Nadia últimamente. Aparentemente Lu lo notó también y su expresión de fastidio lo demuestra. De pronto escucho algo que me llama la atención.

-¿Así que tus madres despidieron a la mamá de Nano?-le pregunta Carla a Polo. Extrañamente parece triste por eso.

-Con lo de las tarjetas se demostró que es difícil encontrar buen personal de servicio-dijo Polo con una petulancia que dan ganas de golpearlo.

-¿Sabían que las estadísticas dicen que el 40% de los robos dentro del hogar los cometieron familiares y amigos de las víctimas?-les digo en voz alta sin mirarlos pero cuando lo hago Polo está rojo de la rabia.

Por el contrario, Carla me mira inexpresiva. Sé cómo piensa. Su cerebro es como una computadora siempre analizando y recolectando datos. En eso nos parecemos. Solo en eso.

-Ya veo tomaste esta clase solo para darnos datos estadísticos que a nadie le interesan-me dice Polo lo que le respondo con una sonrisa de superioridad. Espero a que Carla reaccione y sé que ella dirá algo, pero más inteligente de lo que dijo su novio.

-Di la verdad Samuel-me dice la rubia y mira a Ari que más allá charla con la profesora-tomaste esta clase para estar más cerca de Ari.

Su tono burlista, lejos de molestarme, me motiva a continuar la pelea.

-No, estoy aquí para estar cerca de ti-le respondo sonriendo y levanto una ceja.

Parece sorprendida por mi respuesta, pero divertida. El que no se ve contento es Polo. Parece que mi interacción con su novia le incomoda. No veo por qué. Dado que deja que Cristian Varela se la folle lo mío con ella es un juego de niños.

-De hecho podría unirme a la clase de Deportes de ustedes del cuarto periodo de los martes-les digo-así podremos estar juntos.

Polo se ríe como si yo hubiera dicho una estupidez.

-A esa hora en ese periodo tenemos esta clase-me dice con arrogancia-ya que vas a tomar esta clase deberías aprenderte los horarios.

-Si-le digo-error mío.

Polo no se dio cuenta pero veo por su expresión seria que Carla sí. Sabe que no me equivoqué realmente. Creo notar en ella algo parecido al respeto al mirarme.

********

Llego emocionado a la oficina de papá. Cuando entro veo a papá junto a Claudio y sin saludarlos comienzo a hablar.

-No fue Nano-digo-revisé la lista de gastos y cuando se hicieron y en la mayoría Nano estaba en clases donde no podía utilizar su móvil ni un ordenador. Quien sí tuvo la oportunidad es Leopoldo Benavent…

-Samu-dice mi padre pero lo ignoro.

-…él odia a Nano y tuvo más oportunidades de hacer todo…

-Samu-insiste mi padre.

-¿Qué?-le digo impaciente.

-Retiraron los cargos contra la madre de Nano-dice mi padre.

No entiendo nada lo que está sucediendo.

-Nano confesó-me explica Claudio y mi ánimo cae al suelo.

********

Al día siguiente no veo a Nano por ningún lado pero si veo llegar a su mejor amigo Cristian en su motocicleta de color rojo la cual luce mejor de como la recordaba. Le preguntaría donde está pero eso ya lo sé, la policía lo arrestó ayer.

Hoy debo ir hasta Getafe con Guzmán para realizar nuestro artículo. Es solo para cubrir un evento en la universidad de allí. Algo bastante aburrido pero supongo que la profesora quiere hacerme comenzar con algo simple. Al menos tengo mi propio automóvil. No es caro pero tiene cuatro ruedas que giran y con eso me basta. Al menos así evito ir junto a
Guzmán. Ya es suficiente que tenga que hacer esto con él.

Mientras camino hasta el estacionamiento veo que alguien camina al lado mío.

-Hola-me dice Isadora. Realmente es hermosa. Con todo lo que me pasó desde la muerte de Marina y el hecho de mi repentina ruptura con Ari no había pensado mucho en mujeres. Isadora es nueva y por lo tanto está libre de toda mi historia en Las Encinas.

-Hola Isadora-le digo sonriendo.

-Es bueno encontrarte nuevamente-me dice ella-quería hablar contigo.

Cuando iba a responderle descubro que las cuatro ruedas de mi coche están pinchadas. Mierda, mierda, mierda.

-¿Es tu automóvil?-me pregunta la rubia.

Miro que a lo lejos de dónde estoy con Isadora están Polo, Lu, Cristian y otros mirando a donde estoy y se están riendo. Hijos de puta.

-Puedo ayudarte -me dice Isadora-puedo pedir que arreglen todo.

Cuando voy a responderle aparece Ari que básicamente arrastra a Guzmán con ella.

-Samuel-dice Ari mirándome fijamente-Guzmán puede llevarte. Después de todo tienen que hacer este artículo juntos.

Hace meses que Ari no me habla y ahora lo hace de pronto cuando me ve hablando con Isadora. La rubia parece confundida por todo esto.

-Si Samu, puedo llevarte en mi auto-dice Guzmán.

-Veo que conociste a mi amiga Isadora-dice Ari-pero deberían irse rápido sino no llegarán a tiempo al evento y no podrán escribir el artículo.

Isadora parece molesta por la interrupción pero cuando me mira trata de sonreír.

-Si es algo importante deberías ir Samu-me dice y el “Samu” lo dice con tanta carga erótica que me sonrojo y Ari se ve molesta mientras que Guzmán parece querer reír-ve tranquilo, yo haré que arreglen todo.

-Muchas gracias-le digo sonriendo. Sigo a Guzmán en silencio y solo espero que esto no sea demasiado incómodo.

********

Nos dirigimos a Getafe con Guzmán en su automóvil, aunque lo reconozco como el viejo vehículo de Marina. Guzmán tiene la vista fija en el camino y ninguno de los dos dice nada, lo que vuelve todo esto tanto o más incómodo de lo que esperaba.

Si alguno no dice algo en los próximos cinco segundos saltaré del automóvil como en esas pésimas películas de Rápido y Furioso. Cinco, cuatro, tres…

-Esa canción le gustaba a Marina-dice Guzmán.

Es cierto. Sonaba “Lovefool” de The Cardigans. Incluso había un video por internet y en el que Marina y yo cantábamos esta canción cuando estábamos en su habitación. Una cosa tonta que hicimos para reírnos un rato. El recuerdo me saca una sonrisa.

-Si, lo recuerdo-le digo-hay un video de nosotros cantándola.

-Si-se ríe Guzmán-recuerdo que me daban celos porque Marina acaparaba toda tu atención.

Eso me llama la atención.

-Yo era amigo de ambos-le digo con una ligera acentuación en “era”.

-Sí, pero ella te monopolizaba-dijo Guzmán.

-Hubiera esperado que te pusieras celoso de un chico que pasaba tanto tiempo con tu hermana-le digo en broma.

-Ningún chico podía hacer sufrir a Marina sino que era a la inversa-dice Guzmán-si no me crees pregúntale a Iván.

Eso era cierto. La relación de Iván y Marina era tumultuosa. Rompían y regresaban muchas veces. Podían ser los más enamorados o los que más se odiaban. Marina no temía buscar a otros chicos pero Iván siempre estaba detrás de ella.

En este mismo automóvil Marina me advertía sobre que tuviera cuidado con Amanda Blanco Conmenford.

“La conozco desde que nací, Samu. Es una bruja. Su familia y la mía son amigas desde hace muchos años. De todos sus hijos a la única que realmente quiere es a Ari y por eso te odia. Eres su novio y ella te ama.”

Supongo que esa vieja advertencia de Marina ya no importa porque ya no estámos juntos.

Mis recuerdos sobre Marina son interrumpidos por la realidad. Vamos por la autopista y vemos un grupo de policías que custodian a reos que deben recoger basura al costado. Uno de ellos es Nano quien me ve en el automóvil de Guzmán.

********

Guzmán tomo notas e hizo entrevistas mientras yo tomé fotografías del evento. Odio no tener mi propio automóvil y depender del de Guzmán pero al menos hemos logrado llevarnos bien en todo esto. Extrañaba a Guzmán como amigo. Aunque tampoco me hago ilusiones, nuestra vieja amistad no regresará jamás.

De pronto una patrulla de policía nos siguió con sus luces encendidas. Guzmán se vio extrañado pero no asustado. Frenó el coche y unos segundos después un policía se acercó a la ventanilla del conductor.

-¿Algún problema oficial?-dijo Guzmán.

-Si-dijo el policía-este automóvil tiene multas pendientes que no ha pagado. Por favor, bajen del coche.

Ambos bajamos y cada uno llama a su propio padre para que nos busque. Cuando termino de hablar con mi padre escucho que Guzmán sigue hablando con el suyo.

-…si, es por una vieja multa de Marina, de ese día…-dijo Guzmán-…está bien, te espero.

Seguimos esperando por un tiempo y Ventura es el primero en llegar. Cuando me ve se tensa un poco pero aun así me saluda.

-Samuel-me dice a modo de saludo.

-Señor Nunier-le respondo muy incómodo pero afortunadamente veo el automóvil de mi padre y me dirijo rápidamente ahí. Lo que menos necesitamos todos es que mi padre y Ventura se encuentren ahora.

Subo rápidamente al automóvil y saludo a mi padre.

Después de un rato de viajar en silencio mi padre pregunta:

-¿Tú y Guzmán volvieron a ser amigos?

-Solo era una tarea del colegio.

Ver a Ventura me obliga a volver a pensar en ciertas cosas. Oponernos a los Nunier nos ha convertido en parias a ambos, destruyó a nuestra familia. Apoyé a mi padre incondicionalmente y en el camino sacrifiqué todo lo demás. Creí en mi padre cuando decía que Abel Romano no es el asesino de Marina aunque él lo haya confesado. Ya ni siquiera sé si es verdad. Quizás dejé de lado mi vida y a mis amigos por un error de juicio de mi padre. Es una decisión con la que vivo a diario. De pronto se me ocurre algo.

-¿Podemos pasar el hotel Neptune Grand?-le digo a mi padre-quiero investigar el gasto que se hizo ahí con las tarjetas de los Benavent.

-Pensé que el caso estaba cerrado y que el culpable ya había confesado-dice mi padre y noto en su expresión como se da cuenta de lo que acaba de decirme y lo que puede disparar en mí.

Lo miro con dureza. Él más que Nadie debe saber que una confesión no necesariamente implica culpabilidad.

-Está bien-me dice papá-podemos dar una vuelta y ver que hay por ahí.

Le sonrío y veo como papá se pone contento. Desde que yo era niño él hacia lo que fuese por verme sonreír y aun ahora que tengo 16 años nada ha cambiado.

********

Papá me lleva de la mano casi arrastrándome y entramos juntos a la recepción del Neptune Grand. La joven recepcionista parece entre sorprendida y asustada.

-Quiero ver al gerente ahora-dijo mi padre a la joven y al ver que no reaccionaba le gritó-¡Ahora!

La muchacha reacciona haciendo hacia atrás bruscamente. Ella parece realmente estar asustada de mi padre.

-¿Podrías dejar de gritar por favor?-le digo a mi padre-asustas a la recepcionista.

-¿Así que el problema ahora soy yo?-me responde él indignado.

Lo miro muy enojado.

-Déjame hablar a mí-le digo y ahora me dirijo a la recepcionista-buenas noches señorita. Me llamo Leopoldo Benavent. Hace algunas semanas me hospedé aquí en este hotel y pagué con una extensión de la tarjeta de crédito de mis padres-hago un silencio y la miro con cara de apenado-la historia es que, y aquí viene la parte vergonzosa, vine con una chica a la cual no recuerdo. No vuelvo a beber tequila. Esa persona me dejó ahí y me robó la tarjeta e hizo muchas compras. Quería preguntarle si usted me podría brindar una filmación de ese día cuando reservé el cuarto. Aquí tiene el resumen de la tarjeta.

La chica parece desconfiada pero toma el papel.

-Veré que puedo hacer-me dice y desaparece tras una puerta.

Mientras espero mi padre vuelve a hablar.

-¿Lo hice bien o crees que exageré con el grito?-me pregunta.

-Creo que funcionó-le digo y luego río-ella parecía asustada.

Unos minutos después la recepcionista aparece nuevamente.

-Lamento no poder ayudarte-me dice apenada-pero solo guardamos grabaciones de seguridad por 10 días así que no tenemos video de cuando tu viniste. Pero pudimos recuperar un listado detallado de tus gastos en el hotel y copias de los recibos.

-Muchas gracias señorita-le digo y ella me sonríe y vuelve a ver a papá con expresión de temor.

Salimos de ahí con papá y al ver los recibos sonrío.

-Adivina quien firmó el recibo del servicio a la habitación de la noche en que se alquiló una habitación con la tarjeta de los Benavent-le digo a mi padre- fue Carla Rosón Caleruega, la novia de Polo.

Los atrapé.

********

Al día siguiente estaba en Las Encinas charlando con Rebe.

-¿De verdad puedes probar que fueron Polo y la marquesa?-me preguntó mi amiga.

-Será fácil probar que Carla está involucrada-le explico-ella firmó los recibos del servicio a la habitación. Lo que me falta probar es que Polo está implicado. Pero no me preocupa. Polo no tiene cerebro como para hacer crímenes difíciles de resolver. Con Carla será más complicado pero por suerte tengo pruebas contra ella. Polo no durará mucho más.

Tengo que entrar a la clase de periodismo en unos minutos y puedo arrinconarlos allí. Claro, las familias de Carla y Polo tienen tanto poder que podrían escaparse de esto pero con liberar a Nano me conformo. Además, de ese modo les demuestro que no son tan intocables como creen. Claro que la confesión de Nano complica las cosas pero cuando diga que lo hizo para que liberaran a su madre. Pero sé que aún no es suficiente para cerrar el caso.

A lo lejos veo como Cristian saluda a Carla con un beso en los labios y Polo se les une. Parece que Cristian se hizo un nuevo tatuaje. Hizo que le dibujaran una fea calavera en su brazo cerca de su hombro. Carla miraba el tatuaje de forma coqueta y Cristian lo mostraba con petulancia. Polo parecía sentirse algo aparte de la situación.

Es definitivo, hundiré a estos hijos de puta.

Bien entro a clase de periodismo veo a Polo sacando unos libros de su mochila.

-Sé que fuiste tú-le digo.

-Para lo que me preocupa-me respondió.

-Debería-le respondo-pronto podré probar que tu robaste las tarjetas de crédito de tus madres. Ya probé que Carla utilizó la habitación alquilada con las tarjetas. La muy tonta firmó ella misma los recibos. Yo que tú me apuraría a confesar. Sabemos que no durarás mucho Polo. Nunca fuiste muy inteligente.

Polo parece impactado por lo que le dije y eso me llena de satisfacción.

********

En el almuerzo como siempre me siento junto a Rebe, Omar y Nadia.

-Vamos Fara-dice Rebe-admite que te gusta el vikingo.

Nadia se sonroja lo que nos hace reír a Omar y a mí. Si esto es así Lu estaría molesta, genial.

-Rebe, no digas esas cosas-dijo la musulmana, recatada como siempre.

-¿Por qué no?-dijo Rebe-he charlado en algunas ocasiones con él en el trabajo de mi madre. Es agradable.

La madre de Rebe, llamada Sandra, era contadora y trabajaba en la empresa constructora de los Nunier. Rebe había visto a Guzmán ahí en algunas ocasiones. Él la reconoció de Las Encinas y comenzaron a charlar. Se llevan bastante bien aunque ella sabe que el tema de los Nunier es algo incómodo para mí. A diferencia de los hermanos Shanaa o de mí, Rebe no es una becada aunque exactamente no es de una familia rica. Hace unos meses el padre de Rebe murió en un accidente de tránsito y el seguro de vida les dio una suculenta suma de dinero a ella y su madre. Sandra decidió invertir una parte y otra parte la usó para pagar la educación de su hija en Las Encinas. Así que Rebe está un lugar intermedio entre los pijos y los becados. Aunque ella prefiere a los becados claramente.

En ese momento llegó Isadora que sorpresivamente se sentó en nuestra mesa. Todos sus amigos ricos miraban esto y claramente no les gustaba pero a ella parecía no importarle.

-Hola bebés-nos dice a todos aunque su mirada está puesta solo en mí.

-Hola rubia-dice Rebe y todos los demás la saludamos también.

-Parece que tus amigos están molestos por algo-dice Omar captando lo mismo que yo.

Ella mira a donde están los demás. Lu y Polo se ven molestos. Ari parece inexpresiva pero solo me mira a mí. Afortunadamente a la rubia parece no importarle.

-Ya se les pasará-dijo para no darle importancia y luego me dirá directamente a mí-pero vine porque quería hablar contigo específicamente.

Mis amigos hacen un esfuerzo bastante inútil por no reír y hacer comentarios y yo intento no matarlos. Eso no me ayudaría para conseguir una beca para la universidad.

-Esta noche haré una fiesta en mi casa-me explica-e invitaré a todos los amigos que hice aquí y me encantaría que vos estés ahí. Y también tus amigos por supuesto.

Rebe y Omar parecen emocionados por la idea y Nadia afirma con su cabeza para mostrar que está de acuerdo.

Quiero decir que sí. Es decir, es una chica hermosa que ha venido con evidentes intenciones a invitarme a una fiesta. Pero algo me detiene. Ella es genial pero sus amigos no. No puedo vincularme con ella y que después el contexto destruya lo que sea que haya entre nosotros.

-No se…-empiezo a decir.

-Por favor-me dice-tienes que ir. Además, tus amigos ya están emocionados con la idea.

Me sonríe con picardía y por unos instantes me pierdo en sus hermosos ojos azules.

-Lo pensaré-le digo. Parece decepcionada pero lo acepta, sabe que por el momento es la mejor respuesta que puedo darle.

 

-Está bien-nos dice-espero verlos a los cuatro allí. Les enviaré un mensaje con los detalles.

Cuando se va me quedo un rato pensando. Quisiera ir y conocerla más. Hacía mucho que na chica no me llamaba tanto la atención. Pero aún no he superado del todo la ruptura con Ari. Aun siento algo por ella.

********

P.O.V. POLO

Lo que dijo Samuel me tenía intranquilo. Claro, hablamos de Samuel García Domínguez. Ese chico era capaz de muchas cosas. Podía inventar mentiras que hundan a los demás pero ya no estoy seguro que él mienta realmente.

Yo jamás llevé a Carla al Neptune Grand. Pero si lo que Samuel decía era cierto…

Carla estaba más allá charlando con Lu y Ari. Dejó su bolso aquí en la mesa. Sé que no debo hacer esto pero…

Veo que sigo distraída. Saco su teléfono y veo rápidamente sus llamadas y mensajes. Tiene muchísimos de Cristian. Si bien Cristian, Carla y yo estábamos los tres juntos, esto significa una sola cosa: Cristian y Carla se han estado viendo ellos solos a mis espaldas.

********

P.O.V. SAMUEL

Decidí investigar un poco más y revisar los otros gastos de las tarjetas. Amenazar a Polo se sintió bien pero en parte fue estúpido. Le hice saber lo que sé de él y Carla y eso puede motivarlos a cubrir sus huellas.

Pude rastrear la mayoría de las compras y algunas son poco probables que fueran hechas por Nano. Un gasto al que no le había prestado atención antes llama mi atención. Fue hecho en un lugar llamado “Estigia” aunque la factura no especifica a qué se dedica ese lugar. Pero tiene una dirección…

Lo bueno es que no necesito ir hasta allí. Con hacer una búsqueda rápida en internet puedo averiguarlo. Pongo en el buscador el nombre del lugar y la dirección y…bingo, lo tengo. “Estigia” es… un lugar donde hacen tatuajes y colocan piercings. Ese fue el último cargo hecho a la tarjeta. No recuerdo que Nano tuviera un tatuaje, no uno que pudiera ver al menos.

De pronto me doy cuenta. El tatuaje, la pintura de la motocicleta, el hotel donde fue Carla. Ahora sé lo que realmente sucedió.

********

Suena la campana que anuncia el fin de la jornada escolar y salgo rápidamente. Cristian va al estacionamiento a buscar su motocicleta y por suerte está solo. Perfecto, es hora de hacer mi jugada. Me acerco a él y hablo.

-Bien, Cristian-le digo-ahórrame tiempo y dime todo lo que sucedió con las tarjetas de crédito de los Benavent. Y qué rol cumple la marquesa en todo esto.

-No tengo idea de qué hablas-dice Cristian molesto y se apresura e encender su motocicleta pero yo le quito las llaves de la mano.

-Sé que fueron tú y Carla los que hicieron esos robos-le digo-y Polo sabe que ella fue al hotel con alguien y, aun con lo estúpido que es, no tardará en darse cuenta que quien estaba con ella eres tú. Estaban los dos solos sin él. Lo que supongo que rompe su triple pacto sexual supongo.

-¿Crees que me importa que él lo sepa?-me dice con arrogancia. Bueno, al menos ya no lo negará.

-¿Quiero saber lo que tú y Carla hicieron?-le exijo.

-Carla no sabe cómo pagué todas esas cosas-me dice-aunque quizás ya se dio cuenta.

Saber eso me saca un poco de mi eje. Estaba convencido que Carla estaba involucrada en esto. Sin embargo, Cristian tiene razón en algo. Aunque Carla no participara del fraude debió haberse dado cuenta en algún momento. Cristian es un becado y sin embargo la llevó a restoranes y hoteles y ella debió preguntarse cómo él pagaba todo eso.

-Bueno-le digo-si Carla no tiene nada que ver entonces eso simplifica la historia que me estoy imaginando.

-¿Por qué no me cuentas qué te imaginas?-me desafía.

-Bien, aquí va lo que creo que sucedió-digo-un día fuiste a casa de Polo para hacer esas cosas innombrables que haces con él y Carla. Ese día la madre de Nano no está allí y e piden que hagas el favor de sacar una bolsa de basura. Y, ahí están: solicitudes vírgenes pre aprobadas de tarjetas de crédito a nombre de las madres de Polo. Usaste las tarjetas de los Benavent para salir a escondidas con Carla Rosón Caleruega y darle las cosas a las que ella está acostumbrada porque crees que en igualdad de condiciones te escogerá a ti por sobre Polo. Y quien asume la culpa es tu mejor amigo.

Su rostro cambia radicalmente.

-No quise que eso pasara-me dice-Nano es como mi hermano.

-Tu hermano-le recalco- recoge basura junto a la autopista.

-Tengo un plan para liberarlo-me dice-y Carla y yo estaremos juntos, sin Polo.

La risa seca más cínica del mundo sale de mi boca, lo que lo hace enojar.

-No la conoces-me dice con odio.

-Créeme, la conozco. Carla jamás se quedará contigo, la conozco-le advierto- Sólo le gustan las emociones fuertes. Pero jamás renunciará a Polo o a su cómoda vida por ti.

Realmente parece herido pero se hace el duro.

-Ella me ama-me dice pero no parece muy convencido.

-¿Entonces por qué cada vez que la miro es Polo el que la está abrazando?-le pregunto.

Decide no responderme nada y le devuelvo sus llaves y se marcha en su motocicleta.

********

Estoy en casa de Nano junto a su madre. Los pequeños hermanitos de Nano están en la habitación con sus videojuegos. Ella parece aliviada aunque ansiosa.

La puerta se abre y entra Nano con una sonrisa. Su madre corre hasta él y lo abraza con fuerza.

-Hijo, Hijo -dice ella entre sollozos. Él se aferra a su madre y veo que hasta tiene ganas de llorar pero se contiene.

-¿Tienes hambre?-le dice su madre como suelen hacer cuando quieren consentir a sus hijos. Me recuerda a mi madre pero alejo esa idea de mi cabeza rápidamente. No quiero pensar en eso ahora.

-Mucha-dice él y su madre va rápidamente a la cocina.

Nano y yo esperamos hasta ver que su madre está ocupada como para escuchar lo que hablaremos.

-Supongo que te debo a ti este reencuentro con mi familia-me dice Nano-gracias, Samuel. Realmente puedo contar contigo cuando hace falta.

Me siento bien por esto. No solo por el hecho de que alguien inocente salga en libertad, sino porqué se lo debía a Nano por salvarme de Polo y sus amigos.

-Nano-comienzo a decir-un juez a dictado una orden de captura para Cristian.

Fui a la policía y conté todo y presenté las pruebas que tenía. Liberaron a Nano y ahora la policía busca a Cristian. Nano no parece feliz con esta situación. A pesar que lo liberaran se ha enteado de lo que hizo su mejor amigo.

-Polo también lo sabe-le digo-él y sus amigos lo están buscando.

-No son los únicos-me dice él y sé lo que significa. La pandilla de Nano también estaba buscando a Cristian.

********

P. O. V. OMNISCIENTE

Cristian Varela estaciona su vehículo en frente a la mansión de los Rosón Caleruega. Era una casa hermosa, como su dueña. Al principio se unió a Carla y Polo por puro interés, por regalos y privilegios que tendría por estar con ellos y porque Carla era la chica más caliente que había conocido. Claro, debía estar con Polo también pero un precio justo a pagar por estar con Carla. Además, estaba seguro que Carla terminaría dejando a Polo para estar con él. Era una relación acabada, aburrida. Creía que Carla en algún momento ella se daría cuenta y elegiría a Cristian quien es mucho más hombre que ese pijo desabrido.

Sacó su teléfono y marcó el número de Carla. Rápidamente ella atiende.

-Carla, hermosa-dice Cristian-estoy afuera esperándote.

-Cristian debes irte rápido de aquí-le dice ella con urgencia.

Cristian no lo entiende al principio hasta que los ve aparecer. De entre los arboles de la casa Rosón salen Polo, Guzmán, Ander, Patrick, Iván y Valerio.

Cristian retrocede unos pasos. Siente la amenaza que esos chicos son para él. Ve por las ventanas que Carla está desde dentro mirando todo con muchos nervios. Ahora Cristian lo entendía, ella le estaba advirtiendo lo que sucedería.

-¿Crees que puedes quedarte con mi novia?-le dice Polo.

-Tu novia ya me prefiere antes que a ti-le dice Cristian con burla.

-Si así fuera Carla saldría en este momento y trataría de defenderte-dice Polo.

Cristian la mira y finalmente se da cuenta. Lo que siente por ella lo siente solo él. Todo el grupo rodea a Cristian y Valerio y Guzmán sujetan a Cristian contra el suelo. Cuando Polo iba a golpearlo se escucha el rugir de muchos motores. Todos levantan la visión y ven a Nano y su pandilla aparecer en sus motocicletas. Cuando estacionan Nano es el primero en quitarse el casco y mira directamente a Polo. Por unos instantes su mirada se detiene en Iván pero rápidamente retorna a Polo.

-Este es nuestro territorio-dice Polo-aquí no pueden hacernos nada.

Los amigos de Polo no están seguros de eso. La banda de Nano los supera en número.

-Hablemos-le dice Nano a Polo.

Polo se siente desconcertado, pero acepta. Valerio y Guzmán mantienen a Cristian sujeto contra el suelo.

Alejados del resto, Nano y Polo hablan pero los demás no pueden escuchar nada de lo que dicen. La conversación no dura mucho y rápidamente Polo regresa.

-Suéltenlo-dice Polo sorprendiendo a todos.

-Polo pero ¿Qué carajo…? -dice Guzmán pero Polo lo interrumpe.

-Déjenlo-dice el joven-no vale la pena.

Nadie entiende nada pero Guzmán y Valerio hacen lo que pide su amigo. Cristian se pone de pie y va con sus amigos.

-Gracias amigos, gracias-les dice y rápidamente se sube a su propia motocicleta.

********

La pandilla estacionó sus motocicletas en un parque cercano a su barrio. Todos bajan y Cristian es el primero en hablar.

-Nano, compadre-dijo-eres mi mejor amigo, eres mi hermano ¿lo sabes verdad?

Nano no quería mirarlo pero al final lo hace.

-Estás fuera-dice Nano con fuerza.

-Nano, no…-comienza a decir Cristian desesperado.

-Estás fuera de la banda y fuera de mi vida-dice Nano

-Nano, hermano, por favor-dice Cristian, pero Nano solo se da la vuelta y se aleja caminando.

En ese momento la pandilla de Nano rodea a Cristian y comienzan a golpearlo. El primer golpe en el estómago deja a Cristian sin aire y luego le siguen muchos golpes más.

-¿Estás bien?-le pregunta Félix a Nano. Félix era el tercero al mando en la banda detrás de Nano y Cristian. Aunque ahora solo estaba por debajo de Nano.

-Estoy bien-dice Nano-por favor, detenedles antes que se les vaya la mano.

Félix asintió y fue con sus amigos.

********

-¿Por qué lo hiciste?-exigió saber Polo-Establecimos que esto es algo que haríamos siempre juntos.

Carla no parecía triste, solo exhausta.

-Lo siento mucho Polo-dijo ella con sinceridad.

Polo la miró y volvió a ver a esa chica de la que se enamoró hace tanto tiempo, esa persona a la que se aferraba a pesar de todo.

-Polo…-dijo Carla-llegó la hora que aceptemos la realidad.

-¿De qué hablas?-dijo él pero en el fondo sabía lo que le diría.

-Meter a Cristian en la relación, que yo me viera a solas con él…-dijo la rubia-es evidente que lo nuestro está muerto. Quiero terminar.

Polo la abraza rápidamente.

-Carla esto fue solo u error-dijo él desesperado-sé que podemos solucionarlo.

-No Polo-dijo ella con contundencia-lamento haber dejado que llegara tan lejos, pero esto se terminó.

Las lágrimas comienzan a salir de los ojos de Polo. Podría decirse a sí mismo que esto lo sorprendió pero eso sería mentir.

-¿Es por Cristian?-dijo Polo-¿te enamoraste de él?

Carla lo mira con tristeza pero sabe que esto debía pasar.

-No-dijo la hija de la marquesa-no lo amo, pero tampoco a ti.

********

P.O.V. SAMUEL

Unas semanas antes de la muerte de Marina, ella y yo conseguimos el contacto de un hombre que hacía identificaciones falsas. Le pedimos que nos hiciera algunas, sobre todo porque queríamos poder pasar a los clubes que solo permitían entrar a mayores de edad. La idea era hacer una simple travesura. Esas locas ideas que tenía Marina comúnmente. Como Marina era muy controlada por sus padres hicimos que las enviaran a la que era por ese entonces mi casa. Llegaron una semana después de su muerte.

Una tenía la fotografía de Marina. Su ladina sonrisa, sus ojos azules y sus rizos rojos la mostraban más viva que nunca, tan diferente a como la vi por última vez. Como una broma privada Marina hizo que en la identificación falsa le pusieran el nombre “Carla Rosón Caleruega”. Río al recordarlo. Aunque la de ella no es la única. La identificación que tiene mi foto dice que tengo 18 años y que mi nombre es Guzmán Nunier Osuna. No le dijimos nada a los otros porque sabíamos que se negarían. Además, yo era el único amigo que realmente nunca juzgaba a Marina, por eso se sentía tan cómoda conmigo.

Nunca utilicé esta identificación falsa, hasta ahora. Era domingo y fui a la estación de policía. Los fines de semana no estaban la mayoría de los policías que suelen estar durante la semana. Mejor para mí porque no quería que nadie me reconociera. Por ser hijo de Ignacio García era bastante conocido entre los policías de Madrid. Utilicé la identificación que decía que yo soy Guzmán Nunier para pagar la vieja multa de transito del día en que Marina murió.

El recibo tenía una copia de la multa y una fotografía que una cámara fotográfica tomó del momento de la inflación. La hora de la multa decía que sucedió el día que Marina murió a las 6:02 p.m. la hora oficial de la muerte de Marina es 4:01 de ese mismo día.

Llevo 30 minutos mirando la multa de tránsito. La cámara captó a Marina pasando un semáforo en rojo a las 6:02 p.m., dos horas después de su supuesta hora de muerte. No sé qué es lo que me perturba. Si ver una fotografía de Marina sonriendo el último día de su vida o saber que Ventura Nunier, su esposa Laura Osuna, o ni siquiera Guzmán tienen ahora una coartada firme. Mi padre tiene razón, el caso no es firme. La muerte de Marina está muy lejos de estar resuelta.

Chapter 3: Cuando alguien importante falta en tu vida

Summary:

Samuel ayudará a una niña a encontrar a su desaparecido padre a la vez que él e Isadora continúan acercándose cada vez más.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Tres niñas de trece años hablaban entre ellas en un rincón de Las Encinas.

-¿Por qué todos los chicos de nuestra edad son unos tontos?-dijo una de ellas.

-Quizás deberíamos salir con muchachos un poco mayores-dijo otra.

-El chico Nunier es muy lindo-dijo Noelia Pérez-o Polo Benavent.

Sus amigas se rieron de eso.

-Les apuesto lo que sea que puedo hacer que un chico mayor salga conmigo-dijo Noelia desafiante.

-Acepto la apuesta-dijo una de sus amigas-elije al que quieras.

Noelia miró detenidamente y de repente le llamó la atención un muchacho de cabello castaño. Era guapo y con aspecto de enojado que de alguna manera lo hacía más atractivo.

-Ese-dijo Noelia y señaló al chico.

-¿Samuel García Domínguez?-dijo su amiga.

-Si-dijo Noelia-es guapo. Él suele ir a la librería donde trabajo.

-Él trabaja con su padre que es detective privado-dijo su amiga. La implicación era obvia, Samuel tenía un aire de peligro que lo hacía más interesante.

-Les apuesto a que puedo hacer que salga conmigo-dijo Noelia.

********

Samuel caminaba por el pasillo central de Las Encinas cuando una voz lo interrumpió de sus pensamientos.

-No fuiste a mi fiesta-le dijo Isadora en el oído-realmente esperaba verte ahí. Tus amigos si fueron pero tú no.

Samuel agachó la mirada. No sabía que decir. Le gustaba Isadora, de verdad le gustaba. Pero ir a una fiesta en casa de ella donde también tenía que aguantar a todos sus ex amigos era algo que no le entusiasmaba mucho.

-Lo siento-dijo Samuel-pero no quería pasar tiempo con personas que de por si debo tolerar a la fuerza en la escuela.

-Debiste ir por mí-dijo Isadora-no por ellos.

Samuel sabía que ella tenía razón y una parte de él se sentía un tonto por negarse a relacionarse con una chica hermosa solo por no poder despegarla de sus amigos.

-Piénsalo Samuel-dijo-una cena. Tú y yo solos.

Samuel aun dudaba cuando sonó el timbre que anunciaba el inicio de las clases.

-Me respondes después bebé-dijo la rubia y se fue.

Samuel se quedó pensando por un buen rato.

********

Esa noche Samuel cenaba junto a su padre. Cuando Ignacio no lo veía Samuel le daba parte de su comida a Poni que siempre se acostaba a los pies de Samuel. Era una costumbre desde hace cuatro años cuando Ignacio había traído a un Poni cachorro que inmediatamente se había pegado a Samuel. Poni se había convertido en el perfecto compañero de Samuel en todas sus travesuras, por supuesto con Marina como la líder de esas aventuras como siempre.

Poni miraba atentamente a Samuel para recibir su próximo premio gastronómico, pero por el momento Samuel estaba siendo escrutado por la incisiva mirada de Ignacio.

-Hoy me llamó tu consejera. Quiere verme-dijo Ignacio- ¿Tienes idea del motivo?

-Tal vez sea porque les robo el dinero del almuerzo a los de primer año-dijo Samuel-pero siempre lo hago fuera del colegio así que ella no tiene jurisdicción.

-Ese es mi hijo-bromeó Ignacio-¿Te has portado bien con tus compañeros?

-Soy chapado a la antigua-dijo Samuel-mi filosofía es la de ojo por ojo.

-Eso suena más como el viejo testamento-dijo su padre sonriendo-¿no me darás una idea sobre qué esperar?

Para Ignacio no eran raras las llamadas de Las Encinas para hablar sobre “la actitud de Samuel”. Que tenía algún problema con algún compañero o que respondía con sarcasmo a algún profesor. Sus calificaciones nunca eran el problema dado que eran excelentes. Ellos no imaginaban que esa actitud de su hijo había sido una herramienta útil para sobrevivir en ese colegio desde la muerte de Marina.

-Sinceramente no tengo idea-dijo Samuel pasando un poco más de comida a Poni cuando su padre se distrajo mirando a otro lado-pero ¿Puedo preguntarte algo?

-Claro.

-¿Qué crees que hacía mamá con Benjamín Blanco en el hotel Camelot hace dos semanas?-preguntó Samuel con temor.

La expresión de Ignacio cambió inmediatamente. Adoraba a su hijo pero esa desobediencia de Samuel lo exasperaba.

-Te dije que te alejaras de este caso-dijo Ignacio con enojo.

-Es que no tiene sentido. ¿Por qué no la has…?

-¡Samuel, por favor!-gritó Ignacio haciendo asustar a Poni.

Samuel miró a su padre con dolor. Él tenía el ingenio suficiente como para encontrar a Pilar donde sea que se esconda. ¿Por qué no la buscaba? ¿Por qué se negaba a hablar del hecho que su madre que los había abandonado había vuelto a Madrid y estaba en un motel con Benjamín Blanco? ¿Por qué eso se relacionaba con el caso de Marina Nunier?

Ignacio no dijo más. Solo se levantó de la mesa y no terminó su cena.

********

Noelia trabajaba en una pequeña librería de Madrid. Era un trabajo sencillo para ganar algo de dinero. Ella no era como el resto de sus amigas de Las Encinas, ella era una becada. No podía darse los mismos lujos que sus amigas y tenía que tomar ese trabajo de medio tiempo a sus trece años. Lo bueno es que tenía acceso a todos los libros que quisiera. Además, este trabajo la hacía salir de casa por un par de horas y así no soportar a su madre y sus constantes malos humores.

-Buenas noches-dijo una linda mujer que se acercó al mostrador en el que estaba-llevaba un libro en sus manos.

-Buenas tardes señora Leguizamón-dijo Noelia saludando a esa amable clienta que siempre iba a comprar libros allí. A veces compraba libros dos veces por semanas. A Noelia le sorprendía que alguien leyera tanto-¿Qué libro se llevará esta vez?

La señora Leguizamón le sonrió una vez más y le mostró el libro. Era “El gran Gatsby” de Fitzgerald.

-Buena elección-dijo Noelia.

-También quería llevarme “The Stand” de Stephen King pero no lo encontré-dijo la mujer.

-Se nos agotó, pero puedo hacer un pedido para que lo traigan-dijo Noelia.

-Eso me gustaría mucho-dijo la mujer y tras darle otra amable sonrisa se fue.

Después de hacer el pedido Noelia vio que Samuel García Domínguez. Perfecto, ahora podía poner su plan en marcha.

Samuel se acercó y mostró “Rayuela” de Julio Cortázar. Pagó y se dispuso a irse pero ella habló.

-Hola Samuel-dijo ella fingiendo timidez-sé que quizás no me conozcas pero voy contigo a Las Encinas.

-Si trabajas aquí significa que eres becada-dijo Samuel-o tienes unos padres muy tacaños.

Ella rio exageradamente, más de lo que ameritaba el chiste de Samuel.

-El punto es que me enteré que tú haces trabajos de investigación privada-dijo ella.

Samuel la miró con sospecha. Una niña de 13 años necesitando un detective privado era algo muy raro.

-¿Para qué necesitas mi ayuda?-dijo Samuel.

-Quiero encontrar a mi padre-dijo ella-él nos abandonó a mi madre y a mí. Pero necesitamos su ayuda. Yo tengo que trabajar aquí y mi madre tiene un trabajo donde le pagan muy mal.

-Tu padre parece un hombre horrible-dijo Samuel-¿por qué querrías encontrarlo?

-Realmente estamos mal económicamente-dijo Noelia-y mi padre es una oportunidad.

Por alguna razón Samuel sentía que debía ayudarla.

- ¿Cómo se llama su padre? ¿Tienes una fotografía suya? -preguntó el castaño.

-Juan Pérez-dijo Noelia-y no tengo ninguna fotografía suya. Mi madre las destruyó todas.

Samuel no sabía que pensar. Ese hombre tenía el nombre y el apellido más común del mundo. Encontrarlo no iba a ser fácil.

-Búscame mañana en el colegio-dijo Samuel-arreglaremos los detalles ahí.

Samuel se fue y Noelia sonrió. Ahora tenía asegurado pasar tiempo con Samuel.

********

En la cocina de su casa Guzmán tomaba un vaso con agua. Pensaba en qué hacer esa noche. Quizás visitar a Lu aunque si lo pensaba bien esa idea no le entusiasmaba mucho. A veces deseaba seguir con ella pero en otras ocasiones tenía más que claro que lo de ellos había terminado. De hecho, todas las grandes parejas de las Encinas habían finalizado excepto la de él y Lu.

Eran llamados “Los 8 fantásticos”. Eran todos amigos y eran las 4 parejas más conocidas de Las Encinas. Marina e Iván, Carla y Polo, Ari y Samuel y Lu y Guzmán. Guzmán recordaba esos tiempos como los más felices de su vida. Eran tan unidos. Pero claro, todo cambió. Ari terminó inexplicablemente con Samuel, Marina terminó con Iván, Marina murió, Carla y Polo terminaron también hace poco. Guzmán y Lu eran la única de esas cuatro parejas legendarias que aún estaba unida aunque Guzmán dudaba que eso fuera por mucho tiempo más. Lo cierto es que cada vez toleraba menos a Lu. Además, se sorprendió a sí mismo cada vez más pensando en esa chica nueva, Nadia. Pero para ser más incómodo todo ella era amiga de Samuel.

Quizás Guzmán lo intentara, pero no lograba disimular que extrañaba la amistad de Samuel pero sabía que jamás volverían a ser amigos.

-Guzmán-dijo su madre Laura-te recuerdo que debes tomar tus píldoras. No es ninguna vergüenza tomar antidepresivos.

Le dio a su hijo las píldoras. Guzmán miró esas píldoras que sus padres le insistían que tomara desde hace un tiempo.

-Tómalas-dijo su madre sonriéndole-las cosas no han sido fáciles desde que Marina murió. ¿Estarás para cenar?

-Sí, mamá-dijo Guzmán.

Laura le sonrió y se marchó a una reunión con sus amigas.

Guzmán miraba la píldora de color celeste en su mano. Después de pensarlo un poco decidió tirarla al fregadero y no decirle nada a sus padres.

********

Samuel entraba a Las Encinas. Se cruzó con un grupo de muchachos que al verlo se quedaron mirándolo. Eran Polo, Guzmán, Ander, Valerio e Iván.

-¿Qué tal García?-dijo Polo-¿ya apareció tu madre?

-¿Qué tal Benavent?-respondió Samuel-¿Tu novia se sigue follando por su cuenta a Christian?

El rostro de Polo adquirió una tonalidad verdosa. Todos los amigos de Polo y ex amigos de Samuel contuvieron la risa para no molestar a Polo.

-Lo olvidaba-dijo Samuel-ya no es tu novia porque a pesar de que te puso los cuernos y le rogaste que volvieran a estar juntos, ella te dejó igual.

Polo quiso abalanzarse sobre Samuel pero Guzmán lo sujetó con fuerza.

-Tu comenzaste-dijo Guzmán-así que te la aguantas.

A Samuel le sorprendió que Guzmán lo defendiera así pero decidió no pensar mucho en eso. Simplemente dio media vuelta y se marchó.

Siguió caminando y vio como Ari charlaba de forma muy coqueta con un muchacho. Samuel la vio por unos segundos y sintió que algo dentro suyo se rompía.

Vio a Isadora entrando a Las Encinas y rápidamente fue a hablar con ella.

-Hola-dijo el castaño sonriéndole.

-Hola bebé-dijo ella-que linda forma de empezar mi día en este aburrido colegio.

-Estaba pensando que me gustaría salir a cenar contigo-dijo él.

Isadora abrió mucho sus ojos azules, claramente sorprendida por lo que Samuel le decía. Ella puso sus manos juntas como si estuviera rezando y miró al techo.

-¡Por fin, Dios!-dijo ella-al fin este muchacho entra en razón.

Samuel le sonrió y quedaron en salir alguna noche de esa semana.

********

-¿Han visto que Isadora pasa mucho tiempo con Samuel?-dijo Ander.

Todos miraron a donde miraba Ander. Polo, que seguía resentido por la humillación que Samuel le había hecho pasar recién, no pudo quedarse callado.

-No sé qué le ven-dijo el muchacho de ojos azules.

-¿Quiénes?-preguntó Guzmán.

Polo pareció un poco desorientado hasta que final respondió:

-Ari, Isadora…

Ander iba a preguntar si su amigo se refería también a alguien más. Pero de pronto Guzmán salió corriendo, lo que sorprendió a todos.

Guzmán llegó al baño y se miró al espejo. Sentía un súbito cambio en su interior que no podía explicar. Es como si sintiera su sangre y sus emociones bullir en su interior.
Arrojó agua en su rostro como un intento de tranquilizarse y se miró en el espejo tratando de entender que le estaba pasando.

Cuando salió del baño volvió a reunirse con sus amigos y se veía totalmente bien. Ander y Polo se miraron con confusión.

********

- ¿De verdad conseguiste que Samuel trabajara en un caso para ti? -dijo la amiga de Noelia.

-Si-dijo ella sonriendo-y pronto Samuel seguramente querrá salir conmigo.

- ¿Cómo lo convenciste?

-Le pedí que buscara a mi padre.

-Espera un momento ¿Tu padre no está muerto?

-Exacto-dijo Noelia- ¿sabes cuánto tiempo le costará encontrarlo?

********

Ignacio entró al despacho de la consejera de Las Encinas. La consejera era la señorita Toledo. Una mujer muy bonita y educada que siempre trataba de hacer lo mejor por sus estudiantes. Pero esto era difícil en una escuela donde el dinero y las influencias eran más valoradas que el estudio y el esfuerzo.

-Gracias por venir señor García-dijo la señorita Toledo-no muchos padres se toman la molestia de venir cuando los llamamos.

-¿Hay algún problema con Samuel?-quiso saber el detective.

Estaba consciente de lo difícil que era para su hijo la escuela desde la muerte de Marina y le dolía que eso fuese en parte su culpa. Cuando decidió ir contra Ventura Nunier en la investigación del asesinato de Marina no tenía idea que las cosas llegarían tan lejos. Tampoco tenía idea que su hijo terminaría pagando la mayoría de las consecuencias.

-Samuel es un gran chico-dijo ella-muy inteligente y sus calificaciones son excelentes.

-¿Y por qué estoy aquí?-dijo Ignacio sin entender.

-Hemos notado algunos cambios en él este último año- Explicó la consejera- tiene cierta actitud hacia ciertos profesores y no se relaciona mucho con otros estudiantes.

A Ignacio lo molestó lo que ella decía. No porque no fuera cierto. Samuel era su orgullo más grande pero sabía cuáles eran los principales defectos de su hijo: soberbia, crueldad en ocasiones, vengativo e insubordinado. Pero todos sabían por lo que Samuel había pasado y no debían ignorar eso.

-Tuvo un año difícil-dijo Ignacio lacónicamente.

-Sé que era muy amigo de Marina Nunier-dijo ella-puedo hablar con él si usted quiere.

Le molestaba que cuestionara a Samuel como estudiante pero que lo cuestionara a él como padre era demasiado.

-Diría que Samuel lo está haciendo muy bien, dadas las circunstancias-dijo Ignacio con dureza y se marchó de allí.

********

P.O.V. SAMUEL

Está bien, díganme sensible pero al final decidí ayudar a Noelia a encontrar al vago de su padre. No por él sino porque ella se merece saber la verdad. La verdad es que creo que la pobre niña solo terminará con el corazón roto pero a veces eso es necesario que eso suceda para poder seguir adelante.

Estamos en la agencia de investigación encargándonos del caso del papá fugitivo. Digo “estamos” porque convencí a Rebe, Omar y Nadia para que me ayudaran. Lo cierto es que no me costó convencerlos. Ellos encuentran emocionante este rollo del detective y su ayuda no me viene mal.

Mi padre entró a la oficina y pude notar su sorpresa al verme con chicos de mi edad. Creo que hasta le sorprende verme con gente en definitiva.

-Buenas tardes-dijo mi padre.

-Ellos son mis amigos y compañeros de Las Encinas-expliqué-ella es Rebe de Bormujo y Omar y Nadia Shanaá. ¿Qué dices ahora consejera de la escuela?

Mi padre rio ante mi broma.

-¿Qué sucede aquí?-preguntó.

-Ayudo a una niña de mi escuela a encontrar al vago de su padre que lamentablemente se llama Juan Pérez-le explico-pero acoté la búsqueda a 220 hombres llamados Juan Pérez a quienes les enviaré cartas para sus hijas felicitándolas por una beca que supuestamente han conseguido. Si nuestro Juan Pérez tiene algo de conciencia verá el nombre de su hija, la abrirá y avisará que la dirección está mal.

Mi padre me mira entre orgulloso y horrorizado por mis ocurrencias.

-Una parte de mi está orgulloso-me dice mi padre-pero otra parte de mi…dejémoslo ahí.

Eso hace reír a todos. Papá mira a mis amigos y les habla.

-¿Y cómo mi hijo los metió en esto?

-Prometió darnos las respuestas para…-comenzó a decir Rebe y rápidamente se dio cuenta que había cometido un error por las severas miradas de Omar y Nadia-prometió ser nuestro amigo.

Lejos de enojarse mi padre pareció divertirse con eso.

-Yo hubiera elegido una oferta mejor-dijo mi padre y se encerró en su oficina.

Tomo nota que debo pedirle a Ander que consiga mi expediente para saber que le dijo la consejera a mi padre.

********

Al día siguiente en Las Encinas estaba almorzando con mis amigos. Después de casi un año de almorzar solo era reconfortante tener amigos. Yo no soy demasiado demostrativo con los afectos pero realmente valoro tenerlos conmigo.

Antes solía sentarme con mis antiguos amigos. Ari al lado mío abrazándome y Marina frente a mí siempre planeando alguna travesura nueva en las que por supuesto yo solía ser su principal (o único) cómplice.

-Vamos Omar-apuró Rebe-ya dinos que pasa entre tú y el hijo de la subdirectora.

-Nada-dijo Omar incómodo-sólo hemos salido un par de veces. No sucedió nada.

-Qué aburrido-exclamó Rebe-¿y tú Nadia? ¿Cómo te va con el vikingo?

Nadia se sonrojó, pero prefirió no decir nada. Yo creo que Lu querrá matar a Nadia cuando se entere si es que no lo sabe ya. Aunque todos sabían que la relación entre Guzmán y Lu estaba muerta desde que nació y todos lo sabíamos excepto la propia Lu.

-Hola Samuel-dijo Noelia apareciendo de repente.

Todos quedaron en silencio.

-Hola Noelia-dije sorprendido por su aparición.

-Solo quería decirte que agradezco mucho lo que estás haciendo para encontrar a mi padre-dijo ella-por eso quiero hacerte este regalo.

Me dio una bolsa que al abrirla vi que había varios libros muy interesantes. Supongo que para ella es fácil conseguir libros gratis al trabajar en una librería.

-Ah, gracias-digo sintiéndome incomodo porque recién ahora me doy cuenta del porqué de las atenciones de esta niña.

-Nos vemos después-dijo la niña sonriéndome coquetamente.

Inmediatamente se fue mis amigos comenzaron a burlarse de mí.

-¿Asaltas cunas Samu?-dijo Rebe

-Solo la ayudo con lo de su padre-les digo-ustedes me ayudaron con lo de las cartas de hecho.

-Que feo debe ser no saber nada de tu padre-dijo Nadia a nadie en particular.

Su comentario me deja en silencio. Es mejor que mientras menos sepan de mí, mejor.

********

La verdad es que la estoy pasando muy bien. ¿La cena? Deliciosa. ¿La conversación? Divertida. ¿La chica? Una rubia hermosa.

Me había olvidado lo que era tener una cita. Desde que Ari terminó conmigo la idea de vincularme sentimentalmente con una mujer se me había nublado. Supongo que centré mi atención en llorar a Marina y lamentarme por Ari.

-…entonces Patrick enterró a Mencía en la arena cuando ella se quedó dormida-dijo Isadora terminando de relatar una anécdota de su niñez con los Blanco Commenford.

-¿Y que hizo Ari cuando los descubrieron?-pregunté.

-Hizo como que no sabía nada y solo nos regañaron a Patrick y a mí-dijo Isadora.

-No me sorprende-digo e Isadora se ríe.

Cuando terminamos de cenar nos marchamos y caminamos por las calles de Madrid. Ella toma mi brazo y apoya su cabeza en mi hombro mientras yo le narraba una vieja anécdota que viví con Marina.

El chofer de Isadora llegó a buscarla cuando ella me acompañó a donde había dejado estacionado mi automóvil. En momento se da

Un silencio entre nosotros, pero no es incómodo. Por un momento me permito perderme en los hermosos ojos azules de Isadora y eso hace que realmente tome conciencia de lo perdido que estoy respecto a salir con una mujer. Es como si eso que es tan normal para otro adolescente para mi fuese lo más raro del mundo.

La proximidad de Isadora comienza a abrumarme y noto que se inclina hacia mí, claramente con la intención de besarme. Quiero besarla pero mi cuerpo se mueve solo y mi mano se extiende para tomar la suya.

Eso deja perpleja a Isadora quien claramente no entiende qué me sucede. Totalmente sorprendida ella vuelve a tomar mi mano.

-Bueno-dijo ella entre molesta y desconcertada-fue una buena velada Samuel. Nos vemos.

Y se marcha de allí hasta su automóvil y yo me quedo allí sintiéndome el hombre más estúpido del mundo.

Cuando llego a casa veo que papá aún sigue despierto.

-¿Y cómo estuvo tu cita?-pregunta.

-Ya sabes-le digo-la conversación fue aburrida, pero la orgía estuvo fantástica.

-Eso no es divertido-dijo él.

-Si hubieras estado ahí no dirías lo mismo-le digo sonriéndole.

Una vez en mi habitación me tiro en mi cama y hundo mi rostro en la almohada y grito con frustración, lo que hace que Poni levante la mirada para mirarme.

¿Ella es inteligente? Si ¿endemoniadamente sexy? Si ¿Muy encantadora? Si ¿En qué mierda pensabas Samuel cuando no la besaste?

No quiero ser tan patético se seguir esperando algún tipo de reconciliación con Ari. Ella es mi pasado e Isadora puede ser mi futuro.

********

Cuando llego al otro día a Las Encinas lo primero que hago es buscar a Ander. Le pedí que me consiguiera el expediente de Noelia. No dejo de pensar que hay algo que no está bien. Gracias a Dios cuando me convertí en un paria en Las Encinas al menos Ander siguió siendo mi “amigo”. Lo cierto es que en secreto de sus amigos y, por supuesto, de su madre me conseguía información de las oficinas de Las Encinas que no puedo conseguir por mi cuenta sin que llamen a la policía.

Ander es otro que se siente fascinado por este asunto del detective adolescente por lo que cada vez que puede me ayuda en algún caso. Cuando lo encuentro noto que lleva el expediente de Noelia en sus manos. A cambio de su ayuda tuve que contarle todo lo referido a Noelia y su fugado padre.

-Tengo lo que me pediste-dice Ander-y no va a gustarte.

Lo miro extrañado pero cuando leo la primera hoja del expediente lo entiendo. Rápidamente me dirijo hacia los jardines y busco a Noelia. La busco por unos minutos hasta que la veo en una mesa junto a dos amigas.

-Tú y yo tenemos que hablar-le digo con dureza cuando llego hasta dónde están y miro a sus amigas con rudeza-a solas.

Sus amigas se intimidan por el tono de mi voz y rápidamente se marchan.

-Hola Samuel-dice ella nerviosa-¿sucede algo?

-Aquí tengo un informe sobre ti que escribieron en tu escuela primaria cuando tenías 6 años-digo-¿podrías leerlo para mí?

Ella toma el informe, nerviosa, y comienza a leer.

-“Noelia es una niña deseosa por aprender y todos los maestros están deseosos por tenerla de nuevo en su clase el próximo año…”-lee ella pero la interrumpo.

-Lee el último párrafo-le ordeno.

-“La buena predisposición de Noelia solo es opacada a veces por ciertos episodios de distracción, lo cual es normal dado la reciente muerte de su padre…”-ella se da cuenta y me
mira con cara de arrepentimiento.

Quizás no sea bueno que me vean gritarle a una niñita de 13 años pero mi enojo es demasiado.

-Sabias que tu padre está muerto-digo enojado-me hiciste gastar dinero y tiempo en la investigación. ¿Sabes cuantas cartas debí enviar por lo de las becas falsas? Además de lo que debes pagarme por mi trabajo súmale el dinero de las cartas.

-Samuel, lo siento mucho-dice ella.

-No me importa-le digo-¿esto fue un truco para acercarte a mí que organizaste con tus tontas amigas?

Antes que ella pudiera responderme aparece junto a nosotros una secretaria de Las Encinas con un sobre en la mano.

-¿Noelia Pérez?-le pregunta a la niña.

-Si-dice ella.

-Te llegó esta carta-le dice y se la entrega para luego marcharse.

¿Una carta personal para una estudiante enviada a la escuela? Eso es raro.

Cuando ella abre la nota y la lee su rostro se desfigura por la confusión. Me mira con desesperación.

-Alguien respondió a tu carta sobre la beca falsa-me dice y yo ya no sé qué diablos pensar.

********

Trato de estudiar acostado en mi cama pero no puedo concentrarme. Sigo pensando en lo idiota que fui con Isadora cuando mi padre entró a mi habitación.

-Lamento interrumpirte Samu-me dice-pero hay alguien que te busca.

-¿Puedes describir a esa persona?-le digo.

-Pequeñita, delgada, con cara de angustiada-dice mi padre.

Mierda.

Cuando llego a la entrada de nuestro departamento encuentro ahí a Noelia. Realmente parece arrepentida. Dejo la puerta abierta por lo que quizás mi padre esté escuchando nuestra conversación aunque no me importa si lo hace.

-Vine hasta aquí en mi bicicleta para disculparme-me dice.

-Podrías haber esperado hasta mañana en Las Encinas-le digo con dureza.

-Le mostré la carta a mi madre-me explica-enfureció y me hizo prometer que no buscaría a mi papá.

- ¿Así que está vivo?-le pregunto aunque esa respuesta ya es bastante evidente.

-Mi mamá dice que creer que está muerto es lo mejor para mí-me dice con tristeza.

-Quizás tiene razón-le contesto y ya no sé si hablo por ella o por mí.

Ella parece realmente dolida por lo que dije y me mira suplicante lo que hace que me sienta culpable.

-Tengo un padre por ahí-me dice casi llorando- ¿Cómo no voy a tratar de averiguar qué le sucedió?

Ciertamente yo no puedo juzgarla. Yo menos que nadie.

-Déjame la carta-le digo- y veré que puedo hacer.

Ella parece aliviada y por fin se marcha.

Cuando vuelvo a mi habitación me pongo a buscar algo de información en internet cuando mi padre vuelve a entrar a mi habitación. Parece afligido por algo.

-No pude evitar escuchar lo que hablaste con esa chica-me dice triste.

-Si-le digo incomodo-perdón por eso.

-No es eso-me responde- es solo que no quiero que pienses que tu mamá es la villana en todo esto.

Y ahí está el buen Ignacio García. Siempre siendo noble y no hablando mal de su esposa la cual lo abandonó y posiblemente le fue infiel.

-¿Acaso no lo es?-le pregunto.

-No es tan sencillo, Samu-dijo con tristeza y me odio a mí mismo por hacerlo sentir así pero no quiero fingir que todo está bien con mamá.

-Si lo es-le respondo- el héroe es el que se queda y el villano el que se va.

Porque eso es mi padre, mi héroe. Y eso es mi madre.

-No creo que sea una perspectiva muy saludable-me dice.

-Es más saludable que llorar por las noches esperando que regrese-le digo.

Su mirada de tristeza me mata. Sé que el sufre por mi odiosa perspectiva de la vida, por esperar siempre lo peor de los demás. Él se marcha sin decir nada más.

Pero lo cierto es que había averiguado exactamente dónde estaba mi madre. Pude rastrear el automóvil que ella utilizaba cuando fue al motel Camelot con Benjamín Blanco semanas atrás y sé que ahora está en Toledo. Pero por ahora no compartiré esa información con papá.

********

Entro a la cafetería de Las Encinas y lo primero que hago es buscar a Isadora por todos lados. No debería costarme tanto encontrarla, es decir soy un detective y ella una rubia demasiado sexy. Los detectives y las rubias sexys estamos unidos por imanes, al menos según algunas películas que he visto.

Por buscar enérgicamente a Isadora casi choco con Carla Rosón que me mira muy sorprendida aunque rápidamente pone su característica mirada de desdén. Ok, ella es una rubia sexy pero específicamente busco a una con la que pueda tener algo en este universo y sin duda jamás tendré nada con Carla Rosón Caleruega.

Sigo buscando a Isadora con la mirada mientras Carla se sienta en una de las mesas junto a Lu y Ari quien estaba bebiendo algo de un vaso de vidrio en su mano.

Cuando por fin veo a Isadora ella está entrando a la cafetería.

-Isa, te estaba buscando-le digo con urgencia.

-Hola bebé-dice ella con su característico buen humor- ¿Cuál es la prisa?

-Primero que nada, quiero disculparme por lo de nuestra cita-le digo-no quiero haberte dado la impresión incorrecta.

La mirada de ella parece entre molesta y curiosa.

-Si quería terminar nuestra cita con un beso-le digo-o, mejor aún, con muchos besos. Es solo que hace tanto tiempo que no soy un adolescente normal que estas cosas me cuestan un poco y me sorprendiste. Lo siento porque no quiero que pienses que no me gustas, porque me gustas, mucho.

Y sigo mis instintos y, delante de todos, la beso. Mis labios colisionan con los de ella y para mi bien ella me responde el beso. La sujeto por la cintura con fuerza haciéndola pegarse a mi mientras que hábilmente ella me sostiene de la nuca con fuerza aumentando la fuerza del beso. La pasión nos tiene cegados hasta que los ruidos de todos los demás allí presentes nos hacen volver a la realidad y veo que algunos nos miran mal pero la mayoría nos vitorea y nos aplaude.

-¡Ese es mi amigo!-grita alguien que no veo pero sospecho que es Rebe.

-No me esperaba este espontaneo gesto de parte del lúgubre y taciturno Samuel García Domínguez-me dice ella sonriendo con picardía.

-Debía ser algo grande para compensar que fui un tonto contigo el otro día-le digo.

Ya no nos importaba que estábamos en sitio público. Me acerco nuevamente para besarla cuando el ruido de un vidrio romperse me saca del encanto. A lo lejos veo que el suelo tiene pedazos de vidrio regados por ahí. Carla y Lu miran con horror a Ari que tiene sangre en su mano derecha.

-Mierda-dice Isadora en voz baja.

Rápidamente salgo corriendo hacia ella y tomo unas servilletas de la mesa y las presiono contra su herida.

-Deberíamos llamar a un doctor-dice Carla.

-No hay tiempo-le respondo y llevo a Ari hasta el estacionamiento. Yo mismo la llevaré hasta su médico en mi coche.

Lo irónico es que ninguno de sus amigos nos sigue. Solo Isadora va detrás de nosotros. Hago que Ari suba al asiento del acompañante y rápidamente voy al del conductor.

-Puedo acompañarlos-propone Isadora.

-No hace falta -le respondo e Isadora mira con mala cara a Ari.

En parte la entiendo, arruinó nuestro momento. Pero tampoco puedo dejar a Ari ahí desangrándose. Rápidamente me pongo en marcha y Ari me indica dónde está el consultorio de su médico.

El silencio entre nosotros era tenso. Estoy atento al camino porque no quiero mirarla. No quiero recordar todo lo que sufrí por culpa de ella y su familia.

-¿Recuerdas cómo eran las cosas antes?-me pregunta Ari.

¿Hace un año? ¿Antes que me dejaras sin ninguna explicación? ¿Antes que Marina muriera? ¿Hace dos semanas antes que tu amiga se fijara en mí? ¿Hace 15 minutos antes que besara a Isadora frente a todo el colegio?

-No realmente-le digo y ella capta mi tono cortante.

Cuando llegamos el doctor la atiende rápidamente. Saca los fragmentos de vidrio que quedaban en sus dedos y cose las heridas.

-Tranquila Ari-dice el médico-te anestesiaremos y no dolerá. Tu novio puede quedarse aquí para apoyarte.

-No soy…-comienzo a decir.

-Gracias doctor-dice Ari rápidamente-él se quedará aquí conmigo.

Afortunadamente Benjamín no tarda en aparecer. Seguramente el médico lo llamó. El parece muy sorprendido de verme ahí.

-Samuel…que bueno verte nuevamente-dice el empresario.

No puedo decir lo mismo.

-Buenas tardes señor Blanco-le digo.

-Muchas gracias Samuel-me responde-pero creo que a partir de aquí me ocuparé yo. Gracias por cuidar de Ari.

-No te vayas-me dice Ari.

-Tengo cosas que hacer-le digo y rápidamente me marcho de allí.

********

P.O.V. IGNACIO

Vuelvo a Las Encinas. La charla que tuve con Samuel anoche me mostró que no sé cómo manejar todo el dolor y la rabia que mi hijo lleva en su interior. Afortunadamente la consejera aceptó recibirme después de lo grosero que me porté con ella en la otra ocasión.

-Por favor tome asiento señor García-dijo la señorita Toledo.

-Gracias por recibirme-le digo apenado-después de cómo me porté el otro día.

-Estoy acostumbrada a ver a padres susceptibles-dijo ella-y de una escala del 1 al 10 diría que usted estuvo en un 5 o 6.

Una carcajada seca sale de mi boca. Esta mujer es como una santa porque lidiar con los García no es cosa fácil.

-El otro día fui brusco y estuve a la defensiva-reconozco- Usted tenía razón. Samuel necesita a alguien con quien hablar de todo esto y me temo que en este caso no soy la persona adecuada.

-Yo puedo charlar con él-me dice-es un muchacho muy inteligente, eso se nota, pero no sabe cómo gestionar sus sentimientos. Voy a tratar de ayudarlo con eso.

-Muchas gracias-le respondo y me dispongo a marcharme.

-¿Señor García?-dice ella.

-¿Si?-le pregunto.

-Me sentía más segura cuando usted era jefe de policía-me dice y creo que me sonrojé.

********

P.O.V. SAMUEL

Me reúno con Noelia para decidir cómo encontraremos a su padre.

-Por el matasellos de la respuesta que dio tu padre, deduzco que está en una ciudad cerca de Getafe-le digo-de todos los Juan Pérez a los que les envié una carta, en esa zona solo hay uno.

-Entonces ese es mi padre-me dice ella emocionada.

-Es posible-le digo-iré hasta ahí y averiguaré lo que pueda. Que tu madre le cortara la cabeza en todas las fotografías no ayuda en nada.

-Yo iré contigo-me dice.

-Estás loca-me burlo-no te llevaré hasta allá.

-Si lo veo de frente podré reconocerlo-me dice- tú no.

En eso tiene razón. No creo que sea muy buena idea llevar a esta niña conmigo en un caso pero no tengo muchas opciones.

********

NARRACION EN TERCERA PERSONA

Guzmán dormía en el amplio sillón de enorme y lujoso living de su casa. Desde que dejó de tomar las pastillas en secreto se sentía desorientado, un tanto perdido.
Cuando despertó encontró toda la habitación con una extraña oscuridad. No parecía ser su casa aunque lo era.

Unos pasos casi inaudibles alertaron a Guzmán. Quizás era su padre. O tal vez su madre. O podría ser alguna de las sirvientas. Esa persona se sentó en el sillón junto a él y cuando Guzmán la miró vio que era Marina.

Estaba vestida con la misma ropa que tenía puesta el día que murió según las fotografías que Guzmán había visto. De su cabeza brotaba sangre de la herida que la había matado.

-Guzmán-le dice a su hermano-sigues siendo tan aburrido como siempre.

-¿Qué mierda…?-dice él alterado-¿Marina?

Ella lo miró como si hubiese preguntado una estupidez.

-Si-dijo ella-¿Qué? ¿Ya te olvidaste de mí?

Guzmán se queda en silencio, no sabía cómo reaccionar a esto.

-Esto no tiene sentido-dijo el rubio.

-¿Sabes lo que no tiene sentido?-dijo la pelirroja-mi muerte. Asesinato. Lo que sea. Cómo ocurrió realmente. Pero la verdad saldrá a la luz y tú deberás enfrentarla. Nada tiene sentido y tú lo sabes en el fondo. Solo te falta reconocerlo.

-¿Qué quieres decir?-dice Guzmán asustado.

-Que salgas de tu estupor y de una vez por todas despiertes-dijo Marina con enojo.

En ese momento Guzmán despertó en el sillón de su living. Estaba completamente sudado y confundido. ¿Esto era provocado por dejar las pastillas?

********

P.O.V. SAMUEL

-No quiero que te muevas de aquí-le ordeno a Noelia-entraré a la casa por la cochera y veré si encuentro algo que pueda indicar que ese hombre es tu padre. ¿Entiendes?

Ella asiente con la cabeza pero la noto nerviosa. Comienza a oscurecer por lo que no hay mucha gente en la calle. Si mi padre supiera que hago estas cosas me mataría. Afortunadamente esta gente no es muy precavida y una ventana está semi abierta y puedo entrar por ella.

Bien, ahora que estoy aquí no sé qué debo buscar. Aquí está su automóvil. Si puedo abrirlo quizás haya algún tipo de documento ahí. Es increíble las cosas que la gente maneja con descuido. Quizás una identificación o alguna licencia de conducir o algún papel firmado con su nombre que diga “soy el vago que abandonó a su hija”. Sí, eso no pasará pero puedo soñar que hacen más fácil mi trabajo.

De pronto la puerta del garaje se abre de golpe y un hombre calvo y de ojos azules con un cuchillo aparece frente a mí.

-¡Quédate quieto!-me ordena-llamaré a la policía.

-No hace falta-le respondo-vine por su hija.

-Yo no tengo ninguna hija-me dice de mal humor.

-¿No es usted Juan Pérez?-le pregunto.

El rostro del hombre al principio parece confuso pero luego se ilumina.

********

P.O.V. NOELIA

Samuel ya se había tardado mucho. Esto me ponía nerviosa. ¿Y si le pasara algo? Eso sería mi culpa. Fueron mis tonterías lo que lo metieron en esto. Samuel se llevó con él las llaves del coche pero dejó su morral aquí. Si es cierto lo que escuché sobre él debe tener un teaser aquí.

Escarbo un poco entre sus cosas y efectivamente su teaser está aquí. Si está en problemas debo ir a ayudarlo aunque le haya prometido que me quedaría en aquí. Salgo del coche pero una voz me detiene.

-¿Noelia?

Me giro veo frente a mí a la señora Leguizamón, esa clienta que va casi todos los días a comprar libros a la librería donde trabajo.

-¿Señora Leguizamón?-pregunto confundida-¿Qué hace usted aquí?

-Yo…-comienza a decir pero parece muy nerviosa.

Samuel regresa junto a mi caminando por el jardín de la casa junto a un hombre. Me quedo mirándolo. Él debe ser mi padre.

-¿Papá?-le pregunto sin poder evitarlo. Él parece nervioso e incómodo.

-No Noelia-me dice Samuel con voz triste-él no es tu padre pero tu padre si vive en esa casa.

-¿Dónde está?-pregunto ansiosa.

Samuel me mira y luego mira a la señora Leguizamón. ¿Por qué no me lo dice?¿dónde está mi padre? Hasta que lo entiendo. El silencio de Samuel, su incomodidad. La mirada de ese señor y la forma en que Samuel mira a la señora Leguizamón. Hasta que lo entiendo. Me doy la vuelta y miro a la señora Leguizamón.

-¿Papá?-le pregunto y ella llorando asiente.

********

P.O.V. SAMUEL

Conduzco de regreso a Madrid con Noelia en el asiento al lado del mío. Ella sigue llorando y no sé qué decirle. Todo fue tan dramático. La señora Leguizamón trató de explicarle todo a Noelia pero la niña no estaba en condiciones de entender nada.

Cuando Noelia era niña, su padre decidió tomar la decisión que hace tanto postergaba y temía. Nunca se sintió realmente como un hombre y deseaba hacer la transición de forma completa. Por supuesto que la madre de Noelia no aceptó eso. Se sintió herida y humillada. No permitió que su padre volviera a verla y le mintió a su hija que el hombre había muerto.

Sin embargo, la señora Leguizamón (ya convertida en mujer) no se rindió y cuando encontró a su hija supo que la niña trabajaba en una librería y, a pesar de vivir muy lejos, se convirtió en una asidua clienta del lugar.

Noelia no estaba dispuesta a darle una oportunidad a su padre. Era mucho aun para una niña de solo 13 años. La señora Leguizamón se quedó llorando en el jardín de su casa abrazando a su novio que es el señor que me amenazó.

La situación no estaba como para que en ese momento se diera la charla que ellas dos se deben así que preferí llevarme a Noelia de allí.

Ella sigue llorando mientras el viento que entra por la ventanilla la golpea en la cara.

-45 kilómetros –digo.

-¿Qué?-me dice confundida.

-Es la distancia que tu padre hacía casi todos los días solo para verte solo por unos segundos-le explico-mi mamá también se ha marchado y, honestamente, daría lo que fuera
para saber que le importo lo suficiente como para hacer algo como lo que hizo tu padre.

Ella me mira y parece reflexiva pero no me dice nada.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

Guzmán miraba la píldora en su mano que su madre le había dado recién para que tomara. Se sentía extraño desde que había dejado, en secreto, de tomar las píldoras. Sus cambios de humor, sus sudores, esas visiones de Marina…

No lo pensó mucho más. Esta vez sí tomó la píldora.

********

En la librería, Noelia tenía un libro en sus manos. Llevaba un tiempo callada y meditando. Tomó su teléfono y marcó un número que hace unos días había agendado en la librería. Después de unos segundos ella atendió.

-¿Hola?

-¿Señora Leguizamón?-dijo Noelia nerviosa- ya ha llegado el ejemplar de “The Stand” de Stephen King que usted pidió. Me gustaría mucho que viniera a buscarlo. Yo estaré aquí esperándola.

********

P.O.V. SAMUEL

Si mi madre no iba a buscarme yo la buscaré a ella. Me subí a mi automóvil y fui hasta Toledo donde sé que ella estaba. En un par de horas estaré allí. Por supuesto que papá no sabe nada de este viaje. Le mentí que salí con Rebe, Omar y Nadia.

Cuando llegué a Toledo busco la dirección que pude rastrear gracias al automóvil de mi madre. Es un barrio humilde de casas pequeñas y todas más o menos iguales. Cuando encuentro la dirección veo que el automóvil de mi madre está estacionado allí.

Estaciono y quiero salir a buscarla pero siento que mi cuerpo no me responde. La respiración se me agita pero intento calmarme.

Cuando salgo veo una mujer trabajando en su jardín. No veo su rostro pero su cabello es castaño oscuro y le llega por debajo de los hombros.

-¡Mamá!-le grito y corro hacia ella.

Ella me escucha y se pone de pie y me mira extrañada. Es ese momento me doy cuenta que ella no es mi madre, aunque es parecida.

-¿Perdón?-me dice confundida.

-Busco a Pilar Domínguez-le digo.

-¿Samuel?-me dice la mujer y yo asiento-soy Adriana, una amiga de tu madre desde nuestra juventud.

Ella me abraza con fuerza y yo no sé qué hacer realmente.

-Tu madre siempre me habla de ti-me dice sonriéndome-lo hace tanto que hasta siento que te conozco.

-¿Está ella aquí?-le pregunto con desesperación y ella niega con su cabeza.

-No, hace semanas que se fue-me explica-me dejó su automóvil porque quiere evitar que tu padre pueda encontrarla.

-¿Dijo a dónde iría?-pregunto con desanimo.

-No-me dice-ella sabe que soy muy mala guardando secretos. Por eso no me lo dijo.

-No me mienta-le ordeno.

-¿Qué?-me pregunta confundida.

-Hace casi un año que no la veo-le digo y recién me doy cuenta que estoy llorando-¿al menos le importo?

Adriana me mira con una compasión que aborrezco.

-Eres lo único que le importa-me dice sonriendo.

Siento el calor de mis lágrimas en mis mejillas y rápidamente uso el dorso de mi mano para secarlas.

-Tíldeme de escéptico-le digo con rencor y me marcho sin despedirme.

********

La puta verdad es que detrás de la fachada de chico rudo enojado y detective hay una persona que es tan frágil como el vaso de vidrio que cortó a Ari. No importa cuántas murallas ponga entre mí y el mundo, él siempre llegará a mí.

Elegí esta vida de misterios y peligros porque de alguna forma me distraía de mi realidad. Los casos que resuelvo para los demás en realidad lo hago por mí. Los ayudo con sus historias porque de alguna forma eso también escribe la mía.

Pero no soy de hierro. No soy invulnerable. Y quizás si necesito de los demás, aun cuando a cada segundo me quiero convencer de lo contrario a mí mismo.

Saco mi teléfono y mando un mensaje.

“estoy afuera de tu casa”

Ya es tarde así que quizás no me responda pero no pierdo nada con intentarlo. Una luz dentro de la casa se enciende y la puerta se abre.

Al salir Isadora sale con una radiante sonrisa que desaparece cuando me mira. Debe ver mis ojos hinchados que delatan que he estado llorando. No dice nada más y me abraza y por mucho tiempo nos quedamos así.

Notes:

En el próximo capítulo veremos un poco más del pasado de Samuel como amigo de Marina.

Chapter 4: El homenaje

Summary:

En Las Encinas se realizará una ceremonia en honor a la memoria de Marina Nunier. La relacion de Samuel e Isadora sigue avanzando. Algunos recuerdos del pasado de Samuel.

Chapter Text

P.O.V. SAMUEL

La cita con mi novia había salido muy bien. Demasiado bien. A pesar de que no llevamos mucho tiempo juntos dimos el fundamental paso de follar. Y fue genial. Claro, Isadora es hermosa y eso ya es una motivación magnífica pero no es solo eso. Ella sabe lo que hace.

Afortunadamente la mirada de cansancio y satisfacción que me da cuando se acuesta en su cama toda desnuda una vez que terminamos me dice que hice bien mi parte del trabajo. Y ella me da aún más mérito porque le mentí que soy virgen. Preferí hacerlo así porque si ella me preguntara por mi primera vez realmente no sabría que responderle.

Decirle que me violaron y que no lo recuerdo mataría el romance.

Ella seguía sorprendida de que yo fuera “virgen”. Seguramente asumía que yo ya había hecho algo con Ari durante nuestra extensa relación. La verdad es que cuando era amigo de los pijos, la pareja que formábamos Ari y yo era la más inocente de todas.

-Me dejaste exhausta bebé-dijo Isadora.

Yo solo podía sonreír con estúpido orgullo. Está bien, suelo sentirme intelectualmente superior a otros chicos pero si una diosa como Isadora me dice que la follé muy bien, es casi una obligación que mi ego masculino llegue hasta el cielo.

-Debería volver a casa-dije-mañana tenemos clases y mi padre se pondrá furioso si llego muy tarde.

Los padres de Isadora no estaban en casa así que aprovechamos para dar este paso como pareja. Quizá fue un poco rápido, pero no me quejaré dados los resultados.

-Me follas y te vas-dice ella fingiendo estar herida-eres un cerdo Samuel García.

-Tu sabes-le digo-los detectives privados jamás nos tomamos en serio nuestras conquistas.

Isadora rio con fuerza.

-Nunca pensé que lo haría con un detective adolescente-dijo ella-y que sería la novia de un detective adolescente.

-¿Te gusta el asunto del detective?-digo-podemos realizar una fantasía al estilo película de Hollywood.

-¿Y eso cómo sería?-dijo ella de forma coqueta.

-Sería una película en blanco y negro-le digo- y comenzaría con un plano de tus curvas mientras entras a mi despacho y comenzaría una narración mía. “Sentí inmediatamente un perfume que me hizo mirar a esa rubia despampanante que advertí que atraía tanto a los hombres como a los problemas…”

Isadora volvió a reír.

-Ya que no trajiste tu automóvil-dice ella-le pediré a mi chofer que te lleve.

La besó lentamente en los labios.

-No quiero irme-le digo.

-No quiero que te vayas-me dice ella-pero aun no conozco a tu padre y no quiero que me odie por trastocar los horarios de su niño.

Seguimos besándonos por algunos minutos pero al final me fui a casa. Mientras estaba en el asiento trasero del automóvil de Isadora no podía dejar de pensar en la hermosa rubia que acababa de dejar desnuda en una cama. Claro, no podía decir que estaba enamorado de ella, aun no. Ni siquiera sé si aún siento algo por Ari. Pero al menos ya no me quedo en cama a deprimirme. Tengo una novia por la que cualquier otro chico mataría. Hoy la vida no apesta tanto.

Cuando llego a casa Poni me recibe con mucha alegría y encuentro a papá leyendo un libro en el sofá. Sé que está fingiendo. No leía, sino que me esperaba a mí. Verán, mi relación con mi padre es hermosa, él es a quien más amo en el mundo, pero nuestro vínculo es un tanto extraño. ¿Vieron cómo la figura paterna suele celar a su hija y espantar a sus novios? Bueno, mi padre hace eso conmigo. Me cuida demasiado. Me sobreprotege en lo que tiene que ver con relaciones amorosas. Quizás por lo que sufrí cuando Ari me dejó, o por el hecho que sufrí el acoso de medio colegio por tanto tiempo o porque soy su único hijo y mi madre nos abandonó. Sea como sea yo era el más grande tesoro para mi padre así que no podía culparlo.

-¿Estas son horas de llegar jovencito?-me dice fingiendo estar molesto-¿sabes cómo preocupaste a Poni?

-¿Estabas preocupado?-le pregunto a Poni quien me responde moviendo la cola gustoso que yo le prestara atención-no tienes derecho a reclamarme nada. Yo no digo nada cuando te vas de fiesta con las perras de los vecinos.

-¿Nunca le permitirás dejar su pasado atrás verdad?-dice mi padre en broma-¿Cómo estuvo tu cita?

Decirle que estuvimos solos en su casa sería incómodo.

-Estuvo bien-le digo-fuimos a cenar y luego caminamos por ahí.

Mi padre me mira de una forma extraña. Debe saber que le miento.

-Espero que se hayan cuidado en la película y la caminata-dice mi padre y yo me pongo rojo como un tomate.

-Me dio mucho sueño de repente-le digo-me voy a dormir.

-Antes de eso-me dice-quiero decirte que es hora que conozca a esa chica. Llevas saliendo semanas con ella y aun no me la has presentado.

-¿Es necesario?-le digo como cuando cuestionaba algo que no deseaba hacer cuando era niño.

-No espantaré a tu novia, Samu-me dice-solo quiero saber qué clase de chica es la novia de mi único hijo.

-¿Puedo negarme?-le digo.

-Puedes-me dice-pero si lo haces comenzaré a preguntar por la película y la caminata que tuvieron esta noche.

-Está bien, está bien. La traeré-le digo y rápidamente voy a mi habitación.

Cuando cierro la puerta de mi dormitorio me acuesto en la cama y miro al techo de mi habitación. Presentarle a papá a Isadora es volver nuestra relación más seria. Somos novios pero conocer a la familia es un paso enorme.

Mi teléfono suena y veo que es un mensaje de Rebe.

“Un muchacho me invitó al baile. Estoy tan aburrida que le dije que sí. Solo falta que los egipcios consigan pareja cuando Ander y el rubio se decidan y podemos tener un divertido baile los 8”

Su mensaje me saca una sonrisa. Yo ya tuve esa experiencia del baile soñado con mis amigos en donde éramos exactamente 8 adolescentes divirtiéndose como nunca.

FLASHBACK

Marina revisaba toda mi ropa con locura, buscando un atuendo para que yo usara en el baile que todos los años se organizaba en Las Encinas. Nada de lo que yo tenía a Marina le parecía adecuado. Ella solía decir que yo me vestía como un niño inocente y aburrido y eso no cuadraba con mi personalidad.

Iríamos al baile juntos con nuestros amigos. Las cuatro parejas más famosas de Las Encinas. Guzmán y Lu, Carla y Polo, Marina e Iván y Ari y yo. Sería una noche mágica para los 8 amigos que reinaban en Las Encinas.

Frustrada, Marina seguía esculcando mis cosas.

-¿Por qué insistes en reprimir tu atractivo sexual Samuel?-me dijo-el mundo está listo para ti. No pases desapercibido.

-No intento pasar desapercibido-le digo. Aunque la prefiero criticando mi atuendo en lugar de mi elección de novia.

-Esta ropa aburrida no refleja tu personalidad-me dice.

Sigue revisando y encuentra mi esmoquin.

-¿Un esmoquin clásico con una corbata?-me pregunta casi molesta-deberías ir con la camisa desabotonada.

-No tengo tiempo ni dinero para comprar ropa-le digo-el baile es mañana.

Mi mira con exasperación y eso me dice que se viene otro de los grandes momentos de Marina.

-Samuel, no iremos al baile-me explica-el baile es la excusa para usar ropa linda y viajar en una limusina. Iván se encargó de todo. Seremos solo los 8 fantásticos.

Así era como se nos llamaba a nosotros en el colegio.

-No puedo hacer eso-le digo-ya conoces a mi papá. Lo averiguará y me castigará.

-Y lo hará severamente-me dice ella sin tomarlo en serio- pero eres su pequeño Samu. Lo abrazarás y le sonreirás y el enojo se le pasará. De todos nosotros eres quien tiene el mejor padre. Además, el castigo durará una semana pero recordarás como te divertiste toda la vida. Confía en mi

FIN DEL FLASBACK

En eso Marina no se equivocó.

********

El anuncio me sorprendió. Se realizaría una ceremonia en homenaje a Marina Nunier e inaugurarían una fuente en Las Encinas que llevará una placa en su memoria. Si esto lo organizaba Laura esto sería algo solemne y acartonado. Nada de eso es Marina.

-Tengo un esmoquin de color verde-me dice Omar apareciendo de repente con Rebe y Nadia a su lado.

-Te felicito-le respondo-aunque en realidad no sé qué decir a una afirmación así.

-Tienes que decir que también irás al baile-dijo mi amigo-sé que a ti no te gustan las actividades que involucren mucha gente.

-En realidad a Samu no le gustan las actividades que involucren a nada de gente-dijo Rebe.

Negaría eso pero tiene razón.

-Vamos Samu-dijo Rebe-tú tienes novia y nosotros tres ya tenemos pareja para el baile.

-¿Quiénes?-les pregunto.

-A Nadia la invitó un muchacho del último año y el amigo de él me invitó a mí-dijo Rebe.

Miro extrañado a Nadia. Últimamente la vi mucho conversando con Guzmán. Aunque, está el pequeño detalle que Guzmán tiene de novia la idiota psicótica de Lucrecia Montesinos. Si lo pienso bien sería incómodo para mí estar junto a mi ex amigo como pareja de mi actual amiga.

-¿Y tú con quien irás?-le pregunto a Omar.

-Con Ander-me dice emocionado.

Eso me hace sonreír. Ya sabía que a Omar le gustaba Ander. Los había visto charlando muchas veces y sé que para Omar es importante que Ander se deje ver con él en un evento público. Seguramente se armará una guerra civil con los amigos pijos de Ander por esto.

-Me alegro por ti, pero no le rompas el corazón-le digo a Omar-Ander es mi principal fuente de información aquí y no quiero perderlo.

-Trataré con cariño a tu informante-me dice con una pícara sonrisa.

-Solo debes confirmar tú-dijo Rebe.

-Vamos Samu será divertido-me dice Nadia.

Los tres me miran con expectación. Se ven tan emocionados. Recuerdo como Marina me arrastraba a estos eventos, aunque en esa época me gustaban.

-¿Qué sucede aquí?-dice mi novia apareciendo de repente y abrazándome.

-Queremos convencer al antisocial de tu novio de que venga al baile así nos la pasaremos de puta madre todos juntos-dijo Rebe.

-Mi novio irá a ese baile conmigo-dice Isadora.

-¿Lo hará?-le pregunto con sarcasmo-suena como si ese novio tuyo fuera un perdedor.

-Lo compensa con otras habilidades-me dice con su pícara sonrisa.

Todos mis amigos se aguantan la risa y sé que se mueren por que yo especifique a qué se refiere Isadora.

-Iré al baile si nadie comenta nada sobre eso último-le digo y todos estallan de felicidad.

-Me encargaré de conseguir una limusina-dijo Isadora.

-¿No es mucho?-dice Nadia.

-La sencillez puedes vivirla todos los días de tu vida hermanita-dice Omar-esto es un baile de Las Encinas.

Mis amigos se van muy emocionados e Isadora me da un largo beso frente a todos los presentes. Veo desde lejos que mis ex amigos me miran raros. Algunos asqueados como Carla, Polo y Lu y otros de una forma extraña como Guzmán e Iván. Ari directamente parece triste. Decido ignorarlos y concentrarme en la hermosa rubia frente a mí.

-¿De verdad tengo que ir?-le pregunto como un niño caprichoso.

-¿Has pensado cómo podemos divertirnos nosotros dos solos una vez que termine el baile?-me dice y mis hormonas están a punto de explotar.

-Está bien-le digo-pero quiero algo a cambio. Mi padre dice que quiere conocerte. Lo siento, traté de evitarlo. Pero insiste. Creo que me ve como una niñita de 13 años.

Ella se ríe y vuelve a besarme.

-Me encanta que tu padre sea así-me dice-te aseguro que pocos en Las Encinas pueden decir que tienen un padre así.

Eso es cierto. Conozco a los padres de muchos aquí y lo cierto es que dejan bastante que desear. Quizá sean grandes empresarios, futbolistas, marquesas, diplomáticos o lo que sea, pero como padres dejan bastante que desear.

-Tranquilo-me dice- tu padre me amará. ¿Sabes? Si hiciéramos cosas estúpidas como en las películas podrían coronarnos como rey y reina del baile.

-Si ese es el caso-le digo fingiendo seriedad-miraré hacia arriba para ver si no pusieron una cubeta con sangre de cerdo.

Ella larga una carcajada.

-Si yo fuera ellos-dice ella-les tendría más miedo a tus habilidades de detective que a los poderes sobrenaturales de Carrie.

Se marcha con su coqueto caminar y como siempre provoca que muchos la miren. Que miren lo que quieran, no me molesta. A la cama va conmigo, no con ellos.

Aparecen frente a mí Polo, Lu y Carla aunque hablan entre ellos.

-Hay olor a mal gusto en el ambiente-dice Lu.

-Hay duchas aquí, puedes bañarte cuando quieras-digo y me voy sin darles la oportunidad de responder.

Cuando camino al salón de clases puedo ver.

Solo quiero aclarar que no me entusiasma ir al baile. Solo lo hago por mis amigos. Las películas nos hicieron creer que el baile de tu escuela es el sueño de todo adolescente. Yo ya viví ese sueño y ya desperté.

********

FLASHBACK

Todos esperábamos a que Marina por fin saliera y pudiéramos irnos al baile…al que en realidad no iremos. Todos estábamos ya con nuestra elegante ropa en casa de los Nunier. La limusina que había contratado Iván nos esperaba afuera mientras todos esperábamos impacientemente a mi mejor amiga.

Yo abrazaba por atrás a Ari apoyando mi mentón en su hombro derecho mientras ella miraba divertida como Lu caminaba de un lado al otro molesta porque, como siempre, tendríamos que esperar a Marina.

Iván parecía divertido con todo esto. Conocía a su novia y estaba acostumbrado a estas cosas de ella.

Carla estaba junto a Polo tan inexpresiva como siempre.

-¡Marina, todos te esperan!-gritó Laura, la madre de Marina y Guzmán.

-¿Qué está haciendo?-preguntó Guzmán molesto-¿Cuánto tiempo precisa para vestirse?

-Conoces a tu hermana- dijo Laura aburrida-no es lo mismo si llega a tiempo.

-Carla-pidió Guzmán-¿Puedes ir a ver si le falta mucho?

-No creo que haga falta-dijo la rubia sonriendo.

Todos seguimos el rastro de su mirada hacia el pasillo por donde venía hacia nosotros Marina Nunier.

Iván la miró con el claro deseo y amor en el rostro. Aunque nunca pensé en Marina de ese modo debo admitir que yo también me quedé observándola pasmado. Tenía un largo vestido dorado muy ajustado al cuerpo con un muy prominente escote. Su rojo cabello estaba recogido, lo que hacia sus rizos quedaran en lo más alto de su cabeza.

-Estás hermosa-dijo Iván y la besó.

-Bien-dijo Marina-tomemos fotografías para inmortalizar esta noche.

Los ocho comenzamos a posar mientras Laura y Ventura nos tomaban fotografías.

-Todos se ven muy bien-dijo Laura-Marina, ¿Podrías…?

Laura señaló el escote de su hija.

-Oh, si-dijo Marina.

Pero al contrario de lo que todos pensábamos que haría ella abrió su escote aún más a lo que Laura le puso mala cara. Todos reímos de eso.

- ¿Qué? -se defendió mi amiga- solo se es joven una vez ¿Cuántos años de no necesitar sostén crees que me quedan?

FIN DEL FLASHBACK

********

P.O.V. GUZMÁN

Preferiría no tener que participar del homenaje a Marina. Estos eventos no me gustan. Mas parece algo social que recordar de verdad a Marina. Ella odiaba estas cosas. ¿Cómo deberíamos reunirnos a recordarla? Nos juntamos a tomar cerveza y celebrar que estamos vivos. Eso era Marina, una persona que vivía intensamente. Lo decoroso, lo solemne, lo protocolar ella lo odiaba. Eso nunca pudieron entenderlo papá y mamá.

Si lo pienso bien nadie la entendía bien realmente. Samuel era quien más se acercaba a lograrlo. Debe ser por eso que Marina siempre lo prefirió antes que nadie. Ni su familia, ni su novio, ni una amiga de la infancia como Carla. Para Marina lo más importante era su amistad con Samuel. Y ahora ni siquiera nos hablamos.

-Hola Guzmán-me dice Iván sacándome de mis pensamientos.

-Hola Iván-le digo-¿Cómo va todo?

-Horrible-le comento-papá y mamá quieren que yo haga un video conmemorativo para el evento de la inauguración de la fuente en honor a Marina. Ahora tengo que ver un montón de videos aburridos que seguramente Marina no querría que nadie viera.

Iván pareció despertarse con eso.

-Yo lo haré-me dice.

-¿De verdad?-le pregunto. Realmente no quiero hacer esto.

-Claro-me dice-tu sabes que me gusta todo lo audiovisual. Hasta creo que podría dedicarme a eso.

-¿Qué dirá Cruz de eso?-le digo sonriendo-¿No quiere que seas una estrella del futbol como él?

-El ego de mi papá no lo toleraría y su cabeza explotaría como método de autodefensa-me dice bromeando.

Tengo suerte. Iván me saca esta obligación de encima. Ahora solo quisiera tener el valor de terminar con Lu de una vez por todas. Quisiera haberlo hecho hace tiempo pero soy un cobarde. Y no puedo dejarla ahora con el baile tan cerca. Sería una humillación para ella. Hubiera querido ir a ese evento con Nadia pero me enteré que la invitó un muchacho del último año.

Allí está ella riendo de una anécdota que Rebeka de Bormujo relata. También está su hermano junto a Ander. Y Samuel.

Tantas veces quise acercarme a él después de la muerte de Marina. Retomar nuestra amistad. Peor no lo hice. Otra muestra más de mi cobardía. Ahora está tan distinto. Ya no es el Samuel simpático y amistoso de antes. Ahora mira a todos con una cara que claramente nos dice que nos golpeará si nos acercamos. Y yo soy, en parte, responsable de eso.

********

P.O.V. SAMUEL

FLASHBACK

-Es mi turno-dijo Marina-Carla.

-Elijo Verdad-dijo la rubia

-¿Qué pensaste la primera vez que viste a Samuel?-dijo mi mejor amiga

Carla levantó una ceja peor sonrió ante la pregunta. Todos estábamos jugando verdad o reto en la limusina que nunca nos dejó en el baile de Las Encinas sino que por orden de Iván se dedicó a dar vueltas por todo Madrid. Miro a Carla para captar toda su respuesta. Noto que en mis brazos Ari se pone un poco tensa pero no le doy mucha importancia. Al lado de Carla, Polo trata de disimular su cara de fastidio.

Después de tomar de su copa de champagne, por fin Carla responde.

-Pensé que era sensual.

Todos reímos y algunos aplauden la respuesta, especialmente Marina.

-Tenía 12 años-le digo riéndome.

-Te veías bien con tus calcetines hasta las rodillas y tus pantaloncillos-dice Carla y todos volvemos a reír.

-Era mi uniforme de futbol-digo.

-Funcionaba para mí-dijo Carla y una vez más todos reímos-ahora me toca a mí. Elijo a Marina.

-Reto-dijo mi mejor amiga sin pensarlo.

-Que sorpresa-dijo Guzmán con sarcasmo.

-Debes besar a alguien en esta limusina que no sea tu novio-dijo Carla.

Todos están expectantes de lo que hará Marina. No porque dudemos de ella. Dios, es Marina, claro que lo hará. El asunto es a quien besará. Claro que no besará a su propio hermano así que Polo y yo somos las únicas opciones que quedan. Por su cara sé que a Ari esto no le gusta nada. Por otro lado, Carla no parece alterada. Claro, ella dio el desafío y sabía que esto podía pasar. El que sí parece nervioso es Polo.

Marina, quien estaba en la otra punta de la limusina junto a Guzmán, Lu e Iván se acerca a nosotros. Polo está sentado junto a mí y ambos nos preparamos para ser la herramienta de diversión de Marina.

Ella se acerca como un felino que acecha a su presa. Se posiciona entre Polo y yo amentando la expectativa de todos. Se acerca a nosotros y cuando parece que va a elegir se va hacia derecha, toma a Carla y le da un beso delante de todos.

Todos comenzamos a reír.

-Acción chica con chica-dice Iván aplaudiendo. Polo y yo no parábamos de reír. Incluso Carla reía cuando Marina terminó el beso.

-Hey, es mi hermana-se quejó Guzmán.

FIN DEL FLASHBACK

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Camino por los pasillos del instituto para por fin irme a la agencia con papá cuando veo a Iván en el salón de clases donde hacemos Periodismo. Está frente a una pantalla viendo un viejo video de Marina. Ella tendría unos 10 años aproximadamente. Bailaba ballet y le sonreía a la cámara.

-¿Qué estás haciendo?-le pregunté olvidándome por un instante que ya no somos amigos.

El parece sorprendido que yo le hable. Él no fue de los más crueles conmigo una vez que me convertí en un paria en Las Encinas. Pero dejó de hablarme como todos los demás.
Aunque no participó en las crueles bromas y el acoso si fue cómplice con su silencio.

-Estoy editando el video conmemorativo más aburrido del mundo-dijo Iván-ballet, coro, presentación en sociedad…recuerdos borrosos y desteñidos.

-Es como si Marina fuera un comercial aburrido-le digo.

-Esto no es Marina ¿verdad? -me pregunta Iván. Él sabe que soy quien más cerca estuvo de Marina-esto la enfadaría tanto.

Nos miramos por unos instantes. Él fue su novio y yo su mejor amigo. Probablemente los que más la entendieron. Me marcho antes que Iván pueda decir cualquier otra cosa.

********

FLASHBACK

La noche era hermosa. Llena de estrellas. Habíamos parado la limusina y caminábamos por un tranquilo parque. Cada uno iba del brazo de su pareja. Los hombres ya nos habíamos quitado nuestras corbatas y las mujeres tenían el maquillaje un poco corrido. Carla era la única que seguía impecable. Cada uno llevaba una copa en su mano y Guzmán llevaba la botella de champagne también.

-Polo-dijo Lu-es tu turno.

-Está bien-dijo el joven y miró a Guzmán con malicia-yo nunca me masturbé en el vestuario de hombres luego de ver a las chicas haciendo deportes.

Todos miramos a Guzmán quien se puso rojo de la vergüenza y comenzamos a reír. Por supuesto, Guzmán tuvo que beber. Eran las reglas del juego.

-Estás muerto-le dijo Guzmán a Polo.

-Eres un pervertido Guzmán-lo acusó Marina-y por eso estoy orgullosa de ser tu hermana.

-Dime que fue antes de empezar a salir conmigo-le rogó Lu.

-Por supuesto-dijo Guzmán- Ahora yo. Yo nunca he visto a mis padres follando.

Nadie bebió excepto Marina quien vació su copa.

-Oh, no-se quejó Guzmán y todos reímos.

-Entré a su habitación a buscar un suéter de mamá…

-Cállate-le rogó Guzmán.

-Mamá estaba sentada encima de papá…

-No quiero oírlo-dijo Guzmán.

-Ella estaba así, observa-dijo Marina-ooooooooh, oooooooooh.

Todos comenzaron a reír porque la dramatización de Marina parecía describir más a alguien bostezando que teniendo un orgasmo.

-Marina, eso está mal-dijo Guzmán.

-Creo que papá pensaba lo mismo-dijo mi mejor amiga y todos volvemos a reír.

-Tengo una-dijo Iván de pronto-yo nunca he tenido sexo.

-¿Qué significa?-pregunté inocentemente.

-Que debes beber si eres virgen-me dijo Carla.

Yo bebí, pero todos se sorprendieron que Ari también lo hiciera. Fuimos los únicos.

-¿Estás desilusionada?-le pregunto con timidez y ella me sonrió con ternura.

-Creo que eres fantástico-me dijo mi novia.

FIN DEL FLASHBACK

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P.O.V. ISADORA

Llegué a casa de Samuel y me recibió su padre. Nunca había entrado y me doy cuenta de los distinta que es su situación a la de otros en Las Encinas. Claro, él es becado.

Su padre es muy amable aunque noto que no se parece mucho a su hijo. Samuel es guapo mientras que su padre tiene algunos kilos de más y se está quedando calvo. Tampoco se parece mucho a Samuel en las facciones de su rostro.

-Por favor toma asiento-me dijo-Samu ya va a llegar. Se demoró con las lecciones de box que le da Rebe.

Sabía que Samu hacía eso. En mi opinión eso lo hacía aún más sexy.

-Me alegra al fin conocer a la novia de mi hijo-me dijo el señor García. Samuel no me ha dicho mucho sobre ti.

-No sé si eso es bueno o malo-digo como broma y él ríe. Eso hace que me sienta un poco menos nerviosa.

-Yo tampoco lo sé-dice el señor García.

-Puede preguntarme lo que quiera-le digo-yo quiero mucho a Samu.

-No hace falta querida-me dice-como tampoco hace falta decirte que a mi hijo jamás lo involucrarás en tus asuntos pasados sobre drogas y problemas con la policía.

Mi sangre se heló. Pero no debería sorprenderme este hombre investigara mi pasado. Salgo con su único hijo después de todo. Aun no sé qué mierda responder pero algo tengo seguro: ya sé de dónde sacó Samuel sus habilidades de detective.

La puerta se abrió y entró Samuel.

-Ya estoy aquí-dijo alegremente-perdón por el retraso.

Y yo sigo mirando a mi suegro. Y yo que pensé que solo Samuel ya era mucho con su perspicacia.

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P.O.V. SAMUEL

Anoche Isadora estuvo muy tímida en la cena con mi padre peor al menos él fue muy simpático con ella. Ya temía yo que me la espantara.

Llego a Las Encinas y rápidamente busco a Iván. Como me imaginé está desde temprano editando el video para el homenaje a Marina.

-¿Cómo está quedando?-le pregunto a modo de saludo.

-Parece una publicidad de detergente-se queja Iván-a Laura le encantará.

Eso es gracioso. Marina también se quejaba de lo estirada y formal que era su madre.

Tomé algo que tenía guardado en mi bolsillo y se lo di a Iván. Era un pendrive.

-¿Qué es?-me pregunta confundido.

-No es un recital de ballet-le digo-eso te lo puedo asegurar.

Toma el pendrive y me sonríe.

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FLASHBACK

Era la mañana siguiente cuando la limusina nos regresaba a la mansión de los Nunier. Ari estaba sentada en mis piernas y apoyaba su cabeza en mi pecho mientras dormía. Todos nos veíamos cansados pero muy felices. Realmente fue una gran noche.

Cuando miré por la ventana a la casa de los Nunier sentí un escalofrió recorrer mi columna vertebral.

-Mierda-dije en voz alta para que todos me escucharan-llamaron a mi papá.

Pero era más que eso. En la puerta de la mansión no solo estaban los Nunier y mi padre. También estaban Teodoro Rosón, Benjamín Blanco y Cruz Carvalho.
Marina vio el espectáculo y exclamó:

-¡Este fue el mejor baile!

-Y ni siquiera fuimos-dijo Carla.

Cuando bajamos de la limusina cada uno fue víctima de la mirada enojada de su respectivo padre. Solo se salvaban Lu y Polo cuyos padres no estaban allí e Iván, ya que Cruz miraba todo sonriendo como si le divirtiera la travesura de su hijo.

No podía decir que me sorprendía. Son personas ricas y poderosas y llamaron al jefe de policía Ignacio García. Para que se ocupara de este asunto en el que estaba involucrado su propio hijo. Aunque tanto escándalo cuando no ocurrió nada malo me parece excesivo.

-¿Cuál es el problema oficial?-dice Marina saludando a mi padre. Mi padre trata de mantener la compostura pero casi ríe por el saludo de Marina. Mi padre siempre tuvo cierta debilidad por Marina.

-Marina ¿Estás ebria? -preguntó Laura molesta.

-Ya no-dijo Marina sonriendo con arrogancia.

-Eres increíble-dijo Laura -¿Por qué insistes en humillarme?

-¿Tus dos hijos pasaron la noche afuera y solo regañas a uno?-preguntó Marina muy enojada.

-Te conozco Marina-dijo la madre de los Nunier-cada vez que hay un problema, tú estás en el medio.

Pude notar que Marina no solo estaba molesta, estaba herida.

-Todo esto fue mi idea-dijo Guzmán tratando que su madre deje en paz a Marina. Sabía que con él sería más indulgente.

-Entren los dos a la casa-dijo Ventura-vamos.

Marina no dejaría esto así como así y daría un último golpe.

Se dirigió hasta su novio y delante de todos lo besó apasionada y furiosamente. Cruz reía de eso pero Iván parecía incómodo y miraba de reojo a los Nunier esperando que no estuvieran muy molestos.

Marina se salió con la suya y humilló a sus padres delante de todos. Ya estaba acostumbrado a ver estas cosas. Marina solía decir que sus padres amaban a Guzmán y la toleraban a ella y que si no podía complacerlos entonces los molestaría.

Los Nunier entraron a su casa y Teo se fue con Carla y Cruz con Iván.

-Lu, Polo-dijo mi padre-suban, los llevaré hasta sus casas.

-Muchas gracias-dijo Polo.

-Gracias señor García-dijo Lu.

Me acerqué a papá.

-Lo siento papá-le dije.

-Hablaremos en casa-me dijo muy tranquilo.

Sospecho que como jefe de policía papá averiguo desde el principio donde estábamos e hizo que sus policías nos vigilaran para que no nos metiéramos en problemas.

Cuando subía al automóvil de mi padre vi que a lo lejos Ari se marchaba junto a Benjamín. Antes de desaparecer ella me sonrió.

FIN DEL FLASHBACK

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Era de noche en Las Encinas durante la ceremonia en homenaje a Marina Nunier. Una pequeña orquesta tocaba y había un pequeño escenario en el que estaban el director, Azucena y los Nunier. También había una gran pantalla que mostraba una hermosa imagen de Marina.

Esto era tan aburrido. No representaba a Marina.

Todos estaban aquí. Iván estaba por allí solo. Él hizo el video que iban a pasar. Carla, Lu, Ander, Valerio y Polo estaban más cerca de la pantalla. Ari estaba junto a Patrick, Benjamín y su madre. Era lógico. Los Blanco eran los mejores amigos de los Nunier.

Yo estaba atrás de todo. Sé que no me quieren aquí pero no puedo evitarlo. Ella fue mi mejor amiga.

-Gracias a todos por venir-dijo Laura tomando el micrófono una vez que la orquesta dejó de tocar-sé que Marina estaría encantada y agradecida de que todos estuvieran aquí.

Eso no es cierto. Marina detestaba a muchos de los presentes.

Las luces se posaron en la fuente que tenía una placa que decía “En homenaje a Marina Nunier”. La gente comenzó a aplaudir.

Apareció Isadora y me abrazó. No la conoció, pero sabe lo que Marina significó para mí. También están aquí Rebe, Nadia y Omar para apoyarme.

Todo era tan acartonado. Marina lo odiaría tanto. Esta ceremonia que organizaron los Nunier carecía de la fuerza y diversión que caracterizó a Marina.

Guzmán estaba allí con su familia. Estaba como absorto, con la mirada perdida.

-Ahora, por favor-dijo Laura-veremos un video memorial sobre Marina.

La pantalla se encendió y el video comenzó. Era exactamente lo que Laura disfrutaría. El sonido de unos violines daba paso a imágenes de Marina de niña. Tomando el té, montando a caballo, en un recital de ballet.

Eran las aburridas imágenes que Iván miraba cuando editaba el video.

De repente, una estruendosa música de rock ´n roll suena y aparece una Marina en traje de baño quien mira a la cámara y dice:

-Hola España ¿quieres conocer a Marina? Que empiece el viaje.

Todos los presentes comenzaron a aplaudir. Este giro que dio el video les gustaba más. Laura parecía incómoda, pero Guzmán y Ventura sonreían ante lo que veían.

Iván había utilizado las imágenes del pendrive que yo le di. Eran imágenes de esa noche en que los 8 no fuimos al baile.

Marina bailando con Carla y Lu. Marina descorchando una botella de champagne. Marina besando a Iván. Marina abrazándome y sonriendo. Marina sacando el trasero por la ventanilla de la limusina.

Todos reían y festejaban. Esta era la auténtica Marina.

El video terminó con Marina mirando a la cámara y diciendo:

-Me aman ¿verdad?

Todos aplaudían. A lo lejos vi que Iván me miraba y me sonreía. Supongo que es su forma de agradecerme. Carla también me miraba. Ella fue su mejor amiga en la infancia. Quizás ahora nos odiemos pero fuimos amigos y Marina sería algo que nos uniría siempre de cierto modo.

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NARRADOR OMNISCIENTE

La pandilla de Nano asistió al evento en honor a Marina.

-Nano-dijo Félix, el mejor amigo de Nano-debemos irnos.

-Sí, vamos-dijo Nano cuando unas lágrimas caían por su rostro que él intentó secar rápidamente.

Chapter 5: Confiar o no confiar, esa es la cuestión

Summary:

Samuel deberá replantearse su relación con su padre y su novia.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Estaban en un modesto restaurante ubicado al costado de la carretera que unía Toledo con Madrid. No era el tipo de lugares que Carla solía frecuentar y eso volvía la experiencia más interesante, aunque no podía decir que le agradara demasiado. Pero tenían hambre y eso era más fuerte que la dignidad. Habían pasado todo el fin de semana de fiesta en Toledo donde se inauguraría un club que Valerio había sugerido que fueran a conocer.

Valerio había escuchado de este nuevo club y propuso que todos fueran el fin de semana completo. La mayor parte del grupo no había ido. Polo tenía que asistir a un evento de la revista de sus madres y Carla agradecía eso porque así se evitaba sus indirectas sobre volver a estar juntos. Lu tampoco pudo venir y Carla no la extrañó porque pensaba que si hubiera venido ahora la estarían escuchando quejarse del lugar en el que estaban cenando. O si Isadora hubiera traído a su novio…

Al lado de Carla estaba Valerio quien comía como si no hubiese hecho en mucho tiempo. Básicamente aspiraba la comida. Afortunadamente Isadora había comido rápido sino Valerio se hubiese terminado su comida también.

Isadora regresó del baño y les habló.

-¿listos para volver a casa?-preguntó la muchacha Argentina.

-Si-dijo Carla y dejó dinero para pagar la cena de los tres-vámonos ya.

Cuando los tres salieron caminaron por el estacionamiento hasta llegar al automóvil de Isadora en el que habían ido hasta Toledo. Cuando llegaron se quedaron mudos y estáticos.

-¿Soy yo o el auto de mi madre desapareció?-preguntó Isadora con horror.

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Samuel estacionó su automóvil y miró a sus tres compañeros que parecían estar realmente cansados.

-Siempre te ayudaré-le dijo Samuel a Isadora-pero se hubieran ahorrado tiempo si Carla los hacía subirse a su escoba.

-Pelearía contigo-le dijo Carla al castaño-pero tengo demasiado sueño.

-Gracias por venir bebé-dijo Isadora y besó a su novio en los labios-nos salvaste. Fui tan estúpida de dejar las llaves adentro del auto.

Valerio y Carla se sentaron atrás y Samuel se puso en marcha de nuevo a Madrid. Afortunadamente llegarían una hora como mucho.

-No me molestaría salir con una chica que anda en bicicleta-bromeó Samuel.

-Pero si te molestará salir con una chica que esté encerrada en un internado religioso y estricto por castigo de sus padres-dijo ella con tristeza.

El resto del camino fueron mayoritariamente en silencio. Samuel notaba preocupada a Isadora. Si lo que ella decía que harían sus padres con ella era cierto la relación de ellos estaba terminada.

-¿Tan grave es la situación?-le preguntó él.

-Saqué el auto de mi madre sin su permiso-dijo ella- y ahora lo robaron por mi culpa y teniendo en cuenta mis faltas anteriores ellos no me dejaran pasar esto. Ahora mis padres están en Portugal por negocios pero cuando regresen en unos días se darán cuenta y será el fin.

Cuando Samuel llegó al vecindario en el que vivía Carla ella se bajó junto a Valerio.

-Muchas gracias Samu-dijo Valerio.

-¿Eso significa que ahora somos amigos?-le preguntó Carla a Samuel-¿te portarás lindo conmigo?

-Ponte frente al auto y lo averiguamos-le dijo Samuel sonriendo a lo que Carla le devolvió otra petulante sonrisa. Isadora los miró y volvió a sentir esa rara sensación que tenía cuando veía a Carla y su novio peleando.

Cuando los otros se marcharon Carla y Samuel quedaron finalmente solos. Él estaba decidido a no perderla. Isadora era una de las pocas cosas buenas que le habían pasado últimamente.

-Tengo una idea brillante-le dijo

-¿Incluye una máquina del tiempo?-dijo ella con desánimo.

-Haré unas llamadas para rastrear el auto-le contestó él.

-Gracias -respondió la rubia- pero creo que esto está más allá de tus súper poderes.

-¿No te enteraste?-dijo el jactancioso-tengo amigos en el bajo mundo.

-No puedo reportarlo como robado-dijo Isadora- porque mamá lo cree en el garaje. Tampoco puedo activar el dispositivo anti robo porque al ser de mi madre debe hacerlo ella. Oficialmente estoy muerta.

-No si no se entera-le dijo Samuel para tranquilizarla.

Samuel García Domínguez estaba en el caso.

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Ese día, por la tarde, Samuel estaba en su escritorio en la recepción de Investigaciones García. Ese día Rebe estaba allí con él. Después de pasar tanto tiempo solo Samuel estaba gustoso de tener una amiga. En cierto sentido Rebe le recordaba mucho a Marina con esa impronta de libertad que solía tener su difunta amiga.

-¿Y cómo recuperaras el auto de tu novia?-dijo Rebe.

-Debo conseguir que se active el sistema anti robo sin que lo sepan los padres los padres de Isadora-dijo Samuel-pero será difícil. No creo que la empresa de seguridad se impresione por un adolescente pero ya pensaré en algo.

Rebe no dijo nada sobre eso. Nunca había conocido a alguien como Samuel antes y a veces le parecía que él decía locuras pero ya lo había visto solucionar los problemas de otros. Hizo que la pandilla de Nano dejara en paz a Omar y a la vez salvó de la cárcel a los amigos de Nano, averiguó quien robó las tarjetas de crédito de los Benavent y encontró al padre de esa niñita. Eso era más que suficiente para saber que no debía desconfiar de las capacidades de Samuel. Pero esas habilidades de Samuel no venían solas. Rebe notaba como Samuel era una persona que no se habría ante los demás, ni siquiera ante los que él consideraba amigos. Ni siquiera con Isadora que es su novia. Rebe notaba como en ocasiones Samuel se quedaba mirando a esa chica Blanco Conmenford. Realmente Samuel era una persona con virtudes, pero la confianza no era una de ellas.

Samuel miraba algo en su computadora lo que llamó la atención de Rebe.

-¿Qué haces?-preguntó ella.

-Es un sitio en internet que los detectives utilizamos-dijo Samuel.

-¿Qué puedes averiguar ahí?

-Cuando eres detective este sitio este sitio te da información básica sobre las personas-explicó Samuel-incluyendo su historial. Arrestos, divorcios, bancarrotas. Ese tipo de cosas.
Rebe se emocionó y se posó a la par de Samuel.

-Veamos que dice de mí-dijo ella emocionada.

Samuel buscó “Rebeka de Bormujo Ávalos”.

-Que interesante-dijo Samuel- a los 14 años te arrestaron por golpear a un tipo en la calle.

-Se lo merecía-dijo ella riendo-me tocó el culo sin mi consentimiento.

-Bien hecho-dijo Samuel orgulloso de su amiga.

Ignacio entró en ese momento y saludó afectuosamente a Rebe. Samuel sabía que su padre se sentía feliz y aliviado que su hijo tuviera algún amigo después de todo lo que había pasado.

Samuel se agachó y le habló a Rebe en voz baja.

-En unos días será el cumpleaños de mi padre-explicó Samuel-¿Qué te parece si le regalo a mi padre un paseo para escalar?

-¿Le gusta escalar?-preguntó ella extrañada.

-No, no me gusta-dijo Ignacio divertido desde la cocina mientras se preparaba un café.

-Puedo regalarte una sesión de paracaidismo-dijo Samuel.

-Deja de intentar matarme-dijo Ignacio riendo-soy pobre y no tengo nada para heredarte.

Samuel y Rebe rieron de eso.

********

P.O.V. SAMUEL

Llego a casa antes que papá y cuando entro Poni me recibe con efusividad.

-¿Qué pasa campeón?-le digo mientras lo acaricio-¿estás deseoso de salir a pasear?

Cuando iba a tomar la correa de Poni Samuel ve que hay un mensaje en el contestador automático. Aprieto un botón para escucharlo. Al hacerlo se nota que quien habla es una mujer.

“Hola Ignacio, me olvidé de cuál era la cafetería donde nos veríamos y…que tonta soy, te escribiré a tu móvil”

Inmediatamente Samuel apretó “remarcar”. Quien le respondió fue un mensaje pregrabado. Una vos de mujer dijo:

“Hola, soy Leticia Leguizamón, consejera escolar del colegio Las Encinas…”. Samuel colgó de inmediato.

Hay personas que pueden predecir los cambios en su vida. Yo no soy uno de ellos. Los cambios me ganan por nocaut.

Quizás no debería molestarme que papá tenga una novia. Hace meses que mamá se fue. Tiene derecho a continuar con su vida. Yo debería ser quien más lo anime a eso. Pero es que si él tiene una novia es como aceptar irremediablemente que mi familia, como la conocía, ya se terminó.

********

A la mañana siguiente cuando desperté papá ya estaba vestido para irse a la agencia. Sobre la isla de la cocina había una caja que mi papá miraba en su interior.

Papá me mira con una expresión que conozco bien. Yo tengo la misma expresión cuando sé que mi padre me ha descubierto en algo pero aun no hablamos al respecto.

-Así que tú y la señora Leguizamón…-digo sin saber cómo realmente abordar el tema.

-Salimos un par de veces-dijo Ignacio-no quise armar un gran alboroto por eso.

-Está bien-le digo aunque no estoy convencido de lo que digo-lo entiendo. Compañerismo, necesidades, bla bla bla. Está bien.

-Lamento que no te enteraras por mí-dijo mi padre. Eran momentos como estos en que odiaba tener el mejor padre del mundo.

-Descuida-dije sonriendo-¿Sabes cuantas cosas te oculto?

La expresión de Ignacio mostró que ese comentario no le hizo gracia.

-Solo bromeaba-le digo-pero la próxima vez busca a una profesora de verdad. Así me ayudara con mis calificaciones.

Eso si lo hizo sonreír.

-¿Te parece bien esto?-me dice por última vez.

-Si-miento.

-Perfecto, ella me gusta-dice mi padre y luego señala a la caja que estaba sobre la isla de la cocina- en esa caja hay cosas de tu madre. Pensé en dejarlas en un depósito porque aquí estamos algo apretados. Revísala, quizás haya algo que quieras conservar.

Me da un beso y se marcha. Genial, no solo sale con otra mujer sino que también se deshace de las cosas de mamá. Si, lo sé, soy un puto crío egoísta y me odio por eso.

Reviso las cosas de mi madre. No hay botellas de bebidas alcohólicas lo cual me sorprende tratándose de cosas de mi madre.

Cuando papá implicó a la familia Nunier en la muerte de Marina se nos vino el mundo abajo. Yo estuve dispuesto a perder todo para apoyar a papá, mamá no.

Libros, una foto en la que estábamos papá, mamá y yo cuando era un niño. Conservaré la foto. Un feo florero que mi tía le regaló a mamá…y una llave.

¿Una llave de qué? Quizás mi madre tenía estantes o algo que cerraba con llave y escondía sus botellas.

Cuando miro detenidamente veo que tiene grabado el número 108. Del otro lado de la llave estaba un nombre que reconozco como el de un banco del centro de Madrid.

Es la llave de la caja de seguridad de un banco.

********

En las Encinas me dedico a realizar mi trabajo lo mejor que se pueda. Necesito que esto se vea creíble. Conseguir el tipo de papel correcto me llevó algo de tiempo. Solo espero que en el banco se lo crean.

Valerio Montesinos apareció de repente al lado mío. No le prestó atención a lo que yo hacía en la computadora por suerte.

-Samuel, necesito tu ayuda-me dijo desesperado.

-¿En qué te puede ayudar un simple becado de las Encinas?-le digo sin mucho interés.

-No eres simple y no te necesito como compañero-me dijo-te necesito como detective. Sé que has ayudado a otros antes.

-He trabajado para otros-lo corrijo.

-Te pagaré-me dice sin pensarlo.

-¿Qué sucede Valerio?-le pregunto.

-En el auto de Isadora había algo mío-dijo asustado-y necesito recuperarlo como sea.

Por fin despego mi mirada de la pantalla del ordenador y lo miro fijamente. Conozco lo suficiente a Valerio Montesinos como para saber que sus problemas nunca son pequeños ni ordinarios.

-Cuando estuvimos en Toledo-comenzó a explicar-me dieron una piñata.

-Asumo que no lo la quieres como suvenir-le digo serio-¿Qué había en esa piñata Valerio?

Tarda en responder. Pocas cosas Valerio toma enserio así que esto debe ser serio.

-Esteroides-dijo finalmente.

-¿Quieres aumentar tus músculos y reducir tus genitales?-le pregunto volviendo mi atención al ordenador-supongo que no deberé preocuparme que mi novia me engañe contigo.

-No son para mí-dijo-los iba a vender.

-No ayudo a narcos Valerio-le digo de forma terminante.

-Lo sé, Samu-me dice asustado-pero el tipo que me las dio espera que le pague y si no tengo la mercancía no hay nada que pueda vender. Me romperá las piernas, y las uso todos los días.

-Debería romperte el cerebro-le digo-tu familia tiene mucho dinero ¿Por qué te metiste en esto?

-Mi padre está en una etapa en la que quiere enseñarme el valor de las cosas-me explica-y me dejó sin dinero. Y no puedo pedirle prestado a Lu porque ella no me lo dará a menos que le diga para que lo quiero.

-No solo es una gran persona sino también una gran hermana-le digo sarcástico.

Me mira suplicante.

-Está bien te ayudaré-le digo-pero devolverás las drogas y además les darás el dinero para que les quede claro que no tengas nada que ver con esa gente. Te ayudo a seguir vivo no a llenar tus bolsillos.

-Está bien, haré lo que digas-me dice.

-No tienes dinero y no puedes pedirle a nadie sin levantar sospechas-le digo-pero seguramente tienes objetos valiosos que puedes vender. Úsalos para conseguir el dinero tanto de lo que le deberás al narco como mi paga. Yo me encargaré de encontrar el auto y cuando lo haga te daré la piñata.

-Gracias Samu-me dice y me abraza. Una idea perturbadora cruza por mi cabeza.

-Una cosa más-le digo y él se detiene-¿Qué saben Isadora y Carla de esto?

-Nada-me dice poniendo su mano en el corazón.

Lo miro con seriedad y Valerio no aguanta la presión.

-Está bien-me dice- Carla quizás se haya dado cuenta pero no participó de ninguna forma e Isadora tampoco.

Se va y yo me quedo pensando si creer o no eso último.

La impresora comienza a sonar y de ella sale una impresión de lo que estaba haciendo recién antes que Valerio me interrumpiera.

En mis manos tengo un falso pero muy convincente certificado de defunción a nombre de Pilar Domínguez.

********

Cuando llego al banco y me atiende una amable señora.

-Buenos días-le digo tratando de sonar lo más compungido posible-mi madre falleció el año pasado y encontré esta llave entre sus cosas.

Le muestro la llave y el certificado falso. Ella no lo examina demasiado, me da su más sentido pésame y me guía hasta donde está la caja de seguridad.

Cuando llegamos a esa habitación la señora me deja solo. Identifico la caja 108 y la abro. Dentro hay una carpeta y al abrirla siento que mi corazón se detiene inmediatamente y deja de fluir sangre por mi cuerpo.

Son fotografías mías, yo estoy en todas. Son del año pasado poco después de la muerte de Marina. Yo en una cafetería, conduciendo mi automóvil, paseando a Poni, caminando por la calle. En todas, mi rostro está rodeado por la mira de un arma. Alguien amenazó con matarme.

Parece el trabajo de un profesional. Alguien que conocía bien mi itinerario. Como nunca anduve caminando con una custodia las 24 horas del día supongo que papá nunca las vio.
Todo este tiempo creí que mamá se fue porque no soportó perderlo todo. Quizás era yo lo que ella no soportaba perder.

********

Estoy en la agencia aun pensando en las fotografías. Las dejé allí, pero les saqué fotos con mi teléfono. No sé qué haré aun con este tema pero no se lo diré a papá por ahora.

¿Quién querría matarme? ¿Por qué le enviaron eso a mamá? Es evidente que querían asustarla poniendo en peligro mi vida pero ¿Por qué ella se fue? Lo que tiene más lógica es que marcharse de Madrid sea la condición para que a mí no me sucediera nada. Entonces, ¿Por qué alguien querría que mi madre se fuera? ¿Esto se relaciona con la muerte de Marina? Eso no tiene sentido dado que si a alguien debían asustar era a mi padre para que no investigara el caso. Mi padre tenía razón en que el caso no tenía sentido y desde que busqué la multa de transito de Marina sé que es muy probable que el asesino sea uno de los Nunier. ¿No era más fácil amenazarme a mí para que papá dejara de investigar? Nada tiene sentido salvo la posibilidad que la huida de mi madre no esté relacionada directamente con la muerte de Marina.

Mi concentración se distrae cuando alguien entra a la oficina. Es la señora Leguizamón y yo me siento muy incómodo.

-Hola Samuel-me dice ella con una sonrisa pero también la noto nerviosa.

-Hola señora Leguizamón-le digo e inmediatamente mi padre sale de la oficina.

-Iré a almorzar con Rosario-me dice mi padre.

-Divertíos-les digo sin ninguna emoción.

********

Al otro día en Las Encinas pienso en qué hacer con lo del automóvil de Isadora. Quizás hubiera algún detalle que me permita seguir una pista. Isadora y Valerio me dijeron todo lo que podían dado que son los más interesados en que esto se resuelva. Encuentro a Carla junto a su casillero. Dios, lo que uno debe hacer por ayudar a su novia.

-Hola Carla-le digo fingiendo amabilidad.

-Hola Samuel-me dice confundida.

-Quisiera hablar sobre lo que pasó el fin de semana-le explico.

-Lo que puedo decirte es que no volveré a salir con Valerio y tu novia-me responde-no son tan divertidos y no me cayó bien el chofer que nos trajo hasta Madrid.

-Muy graciosa marquesa del averno-le replico-quiero encontrar el automóvil. ¿Qué crees que sucedió?

-Eres muy malo en esto Samuel-me dice dando a entender que le hice una pregunta estúpida-deberías dedicarte a otra cosa. Hola Isadora.

Carla no espera la respuesta y se va. No logro identificar quien le cae peor, si mi novia o yo.

Isadora me abraza y me besa.

-Verte es la primera cosa buena que me sucede en estos días-me dice.

-Tranquila-le digo-hablé con mi padre y él iré a la compañía de seguridad y fingirá ser el secretario de tu madre y así activarán el dispositivo anti robo sin decirle a ella. Confía en él. Todo lo que sé lo aprendí de él.

-Estoy tranquila -me dice y me abraza y caminamos así por el pasillo.

Está bien quizás soy demasiado desconfiado y no puedo evitar hacerme preguntas. ¿Isadora realmente no sabía lo de las drogas de Valerio? ¿Por qué no le preocupa lo del auto?
¿Qué hizo en Toledo todo el fin de semana sin mí?

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Cuando llego a casa encuentro a la señora Leguizamón allí cocinando. ¿apenas salieron un par de veces y ya está aquí cocinando?

-¿Dónde está mi padre?-le pregunto y ella se asusta. Claramente está sola aquí con Poni.

-Ah Samuel-dice ella-no te esperaba tan temprano. Le pedí las llaves a Ignacio y él llegará pronto.

En ese momento mi padre entró.

-Samu-dijo él sonriendo-Rosario nos hará lasaña, tu favorita.

Recuerdo a mi padre haciendo lasaña y sé que no estoy listo para esto.

-No puedo quedarme-le miento-tengo que ver a Isadora para algo relacionado con lo de su auto.

Por su expresión noto que mi padre se dio cuenta que estoy mintiendo y sé que está desilusionado por mi comportamiento. Si, sé que soy una mierda. Me voy y en lo primero que pienso es en la ocasión en que le dije a mi madre que tenía novia.

FLASHBACK

-Supongo que ya me puedo comportar como una madre celosa de que su guapo hijo al fin tenga una novia-me dice mi madre con una pícara sonrisa. Estábamos cocinando waffles en la cocina.

-¿Quién dice que tengo novia?-le digo sonriendo y sintiendo el rubor en mi rostro.

-No intentes despistarme-me dice ella divertida-déjame adivinar ¿Es Marina?

Instantáneamente arrugo mi rostro para mostrar cómo me causa asco lo que me dijo.

-Para mí sería incesto mamá-le digo.

-¿Lucrecia Montesinos?-me propone.

-Preferiría picarme los ojos con un tenedor-le respondo.

-¿Carla Rosón?-insiste mi madre.

Eso me hace reír.

-Como si eso pudiera pasar-le digo aun riendo.

-Bien, entonces…-dice ella queriendo seguir el juego.

-De acuerdo, te lo diré-le digo sonriendo-es Ari Blanco Conmenford.

El rostro de mi madre cambia automáticamente y por su rostro hay emociones que no logro descifrar ¿miedo? ¿tristeza? ¿asco?

Detrás de ella, los waffles se quemaban.

FIN DEL FLASHBACK

Algunas semanas después de la muerte de Marina mi madre apareció en Las Encinas y me sacó de allí diciendo que iríamos a visitar a una tía mía. Aun cuando yo le dije que tenía examen de historia ella me llevó de todos modos. Tres días después se fue y no la volví a ver. En ese momento pensé que solo era otra más de las cosas extrañas que hacía mi madre. Atribuí sus nervios al vodka o algo así. Pero ahora creo que ella realmente tenía miedo.

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Tengo muchos teléfonos desechables y ahora pienso utilizarlos. Los coloco dentro de sobres marrones grandes con una nota en su interior. Llegó la hora de encontrar a mi madre.

La gente no corta todos sus lazos, aunque lo intenten. Si está por ahí y le llega alguno de estos teléfonos desechables que les estoy enviando a sus amigos y familiares quizás entienda que es seguro llamarme. Es mi versión de un pergamino en la botella.

Mi madre es más adecuada para darme las respuestas que necesito. Debo saber quién separó a mi familia antes de que mi padre piense en armar otra nueva.

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Al día siguiente en Las Encinas ya era sabido lo que ocurrió con el automóvil de Isadora, aunque ella decía que solo le interesaba si su madre se enteraba. Pero yo no podía evitar sentir que ella estaba demasiado tranquila. Ir a ese internado no solo significaba un infierno para Isadora sino que nuestra relación se terminaría.

-¿Por qué estás tan calmada?-digo-si no encontramos el coche todo se acabará. Lo nuestro se acabó. ¿Eso no te aterra?

Ella me mira con una expresión extraña.

-Claro que sí, bebé-me dice-pero vivo como viviría sus últimos días un condenado a muerte. Disfruto del momento.

Es entonces que me doy cuenta de lo mucho que desconfío en ella. No sé nada de mi propia novia, ni sus intenciones ni nada.

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-Bien, estudiantes-dijo la profesora de periodismo-ahora iniciaremos con un ejercicio de entrevistas antes que suene la campana. Colóquense de a dos con quien tengan más cerca. Recuerden, comiencen con las preguntas más sencillas para hacer sentir más cómodo al entrevistado y luego vayan a las otras.

Dios probablemente me odia porque me toca con Lucrecia Montesinos. Nos sentamos en uno frente al otro.

-Comiencen-ordena la profesora.

-Entonces, señor García-me dice Lucrecia-¿Cómo responde a los rumores que dicen que su novia estuvo con muchos hombres este fin de semana en Toledo?

Hija de puta.

-Señorita Montesinos-le digo con tranquilidad- ¿Qué opina del hecho comprobado que su novio no la ama, nunca lo hizo y nunca lo hará y que prefiere la compañía de la señorita Shanaa, la estudiante nueva?

La mirada de Lucrecia cambia y veo que la herí con lo que le dije. Que se joda. Ya no soy ese niño tonto que soportaba el acoso al que me vi sometido en Las Encinas, sobre todo de parte de Polo, Carla y ella. Ese Samuel no existe más.

La campana sonó y todos se levantaron excepto Lucrecia que sigue como en estado de trance por lo que le dije.

-Samuel quédate un momento por favor- me dijo la profesora. Seguramente escuchó mi “entrevista” con Lu.

Cuando finalmente Lu también sale sin decir nada ni mirar a nadie la profesora me pide que me acerque a ella.

-¿Quiere decirme algo?-le digo aunque ya me lo puedo imaginar.

-Pareces listo para una pelea-dice ella.

-Supongo que me cansé que las peleas me sorprendan desprevenido-le digo. Cálmate Samuel, ella es una profesora y no te ha hecho nada.

Ella no parece enojada. Hasta podría decir que me mira con compasión.

-¿Cómo crees que dormirá Lucrecia esta noche?-me pregunta. Irónicamente no dice nada de lo que ella me dijo a mí.

-No le dije nada que en el fondo no supiera-me defiendo. Ella debe saber que Guzmán no la ama.

-Tal vez-me dice-pero, a veces, las mentiras que nos decimos a nosotros mismos nos hacen sentir un poco mejor. Se levanta y señala a la puerta.

-¿Vienes?

-Después-le respondo y señalo a las computadoras-tengo algo que investigar.

Ella se marcha y yo me siento frente a la computadora y entro a este sitio web que conozco muy bien.

Pobre profesora. Todavía no puede ver el cuadro completo. El amor es una inversión. La información es un seguro. Alguien cuyo corazón ya fue destrozado no puede ser demasiado cuidadoso.

Escribo en el buscador “Rosario Leguizamón”

********

Cuando llego a la agencia mi padre ya estaba allí. Al escucharme sale de su despacho.

-Hola campeón-me dice sonriente-sé que planeaste algo para mi cumpleaños pero Rosario quiere cocinar para nosotros ese día. Ella es muy buena.

Samuel entra al despacho de su padre y le deja una carpeta en su escritorio.

-Quizás quieras reconsiderar eso-dijo Samuel-¿Sabias que aun está casada?

La sonrisa de mi padre desaparece al instante.

-Lo sé-me dice malhumorado-yo aun estoy casado, Samuel.

-¿Y que fue arrestada por dar cheques malos?-insistió Samuel.

-Cuando tenía 21 años-me dice irritado-¿En qué pensabas Samuel? ¡Soy tu padre! ¿Qué te hizo pensar que tenias el derecho a hacer esto?

No puedo creer lo que me está diciendo.

-¿De qué derecho me hablas?-le reclamo-Esto es lo que hacemos. Así es como sobrevivimos. Trataba de protegerte.

-¿Protegerme?-me dice enfadado-¡Soy un adulto, Samuel?

-La dejaste entrar a nuestra vida como si nada-le digo y siento que algunas lágrimas se agolpagan detrás de mis ojos.

-Me hace sentir bien. Querido como no me sentí hace mucho tiempo-me dice-Me hace despertarme con una sonrisa. Y no ignoramos tus sentimientos. Tratamos de que estés cómodo pero actúas como un niño.

-Mamá está en algún lugar-le digo ya desesperado-¿Te importa si regresa o no?

-A ti no te importaba hasta que conseguí una novia-me hecha en cara mi padre-por meses has sido duro con tu madre.

Sé que tiene razón. Soy un puto hipócrita pero no puedo evitarlo. Sentía como si la fotografía que encontré entre las cosas d emi amdre donde estábamos los tres cuando yo era niño se resquebrejara en mis manos.

-¡Puedes encontrar a cualquiera!-le grito-¡si te lo propusieras ella estaría aquí en una semana!

-Quizás no quiera encontrarla-me dice y mi corazón termina de romperse-¿Pensaste esa posibilidad?

Me siento en mi escritorio y siento como cálidas lágrimas caen por mis mejillas. Mi padre vuelve a acercarse a mí y me entrega un trozo de papel.

-Toma-me dice- encendí el sistema de seguridad del auto de tu novia. Ahí está el código.

Cierra la puerta de su despacho de un portazo y por varias horas no hablamos.

********

A la mañana siguiente llego a la cocina y mi padre ya está vestido para irse al trabajo.

-Buenos días-le digo en voz baja. Aun nos sentimos incómodos juntos.

-Buenos días-dice mi padre y me da una carpeta-esto es para ti. Todo lo que deberías saber sobre Isadora. Puedes abrirlo o puedes arrojarlo a la basura. Es tu elección. Te recomiendo la segunda opción.

Sin decir nada más se marcha. Yo miro la carpeta y me debato sobre qué hacer.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

Rosario Leguizamón miraba por la ventana de su casa tratando de no llorar. Frente a ella Ignacio también se veía afligido.

-No sé cómo decirlo-dice él.

-Cuando el golpe viene de frente duele menos-dijo ella.

-Debemos dejar de vernos-explicó él-No puedo hacerle esto a Samuel. Aún no está listo para verme salir con alguien, lo siento. De verdad lo siento, pero se le está haciendo muy difícil.

Por unos segundos ella no sabe que decir. Desde que se separó de su esposo no le había interesado nadie hasta Ignacio García.

-¿Me haces un favor?-pregunta ella.

-Claro-dice él.

-¿Puedes decirme que es por otra razón?-le pide ella-y por favor que sea por una razón estúpida. Que seas un buen padre no es algo que pueda criticar cuando me junte con mis amigas a beber.

Ignacio sonrió y la acarició en la mejilla como forma de despedida.

********

En Las Encinas me encuentro apoyado junto a la taquilla de Isadora. Este es nuestro último día juntos. Aunque no es como si ella hubiera mostrado mucho pesar por eso.

Antes estuvo con Valerio quien consiguió el dinero vendiendo su más preciado tesoro: una camiseta del Barcelona firmada por Lionel Messi. Sufrió, pero al menos salvará su vida. Yo mismo llevaré el dinero aunque tendré la precaución de llevar a Poni conmigo. Siempre es buena idea tener de mascota a un pitbull sobreprotector.

Cuando levanto la mirada puedo ver que mi próxima ex novia se acerca sonriéndome.

-¿Me darás un beso y harás desaparecer todos mis problemas?-me dice coqueta.

-¿Todos?-le pregunto sarcástico-se necesitarán muchos besos. Espero que te hayan dado besos cuando te expulsaron de tu anterior escuela por posesión de drogas.

-Buen día para ti también-dice ella con sarcasmo y muy molesta.

-En esa época los besos te los daba Rodrigo ¿No? -le pregunto-¿Recuerdas a Rodrigo? Lo expulsaron también por posesión de Marihuana ¿Y debo creer que no sabías nada de la droga de Valerio?

Si, lo sé. Leer el expediente que me dio papá no fue lo mejor. Pero hace tiempo que deseché la confianza ciega como norma de vida.

-¿De qué droga hablas?-me pregunta.

-Ni se te ocurra-la paro en seco.

-Mira, no sé de lo que dices de Valerio-me dice enojada-Si, tuve esos problemas en mi anterior colegio. Gran cosa. ¿Qué tiene que ver con nosotros?

-Que nunca me lo dijiste-le reclamo.

-Quizás lo habría hecho-me dice desafiante-¿Lo pensaste? Quizás después de conocerte un poco más te habría dicho mis oscuros secretos. Quizás esperaba a gustarte más antes de contarte todas las cosas sobre mí que no me enorgullecen. Pero no hace falta que te lo cuente. Eres Samuel García Domínguez, lo sabes todo.

Se va y me deja solo. Creo que ahora puedo dar por terminada nuestra relación.

********

El tipo al que Valerio le debe el dinero no es lo que yo pensaba. Es un hombre alto y muy musculoso y es dueño de un gimnasio. Supongo que tiene lógica que les venda esteroides a sus clientes.

Le doy el dinero de las drogas y le aviso que deje a Valerio en paz o si no lo denunciaría. Además, al Valerio ser hijo de un diplomático le da inmunidad diplomática y no podrá tocarlo. Por su expresión parece que no le gusta que le digan que sus dealers van a abandonarlo.

Veo que quiere golpearme pero a mi lado Poni comienza a gruñir y eso disuade al mastodonte que tengo frente a mí. Creo que le agradece a Dios que lo tengo por la correa.

-Te ganaste la comida de mi plato que te daré esta noche a escondidas de papá-le digo a Poni y nos dirigimos al automóvil. Ahora solo debo ir a un último lugar y confirmar lo que no quiero confirmar.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

-Mamá, por favor-suplicaba Isadora-dame otra oportunidad.

El taxista subía al auto las maletas de Isadora. Debía llevarla al internado donde estarían esperándola.

-Ya te di muchas y las agotaste todas-dijo su madre con los brazos cruzados y expresión molesta-solo te faltaba sacar un auto sin permiso y conseguir que lo robaran. Ahora aprenderás respeto y obediencia.

-Lo siento, yo…-comenzó a decir la rubia pero su madre la interrumpió.

-Demasiado tarde para disculpas, Isadora-dijo su madre y dio por terminada la conversación.

********

P.O.V SAMUEL

Llegó el cumpleaños de papá. No se hornear así que le compré un pastel de chocolate y coco, su preferido.

Hoy parece de mejor humor conmigo. No me merezco el padre que tengo.

-¿A qué hora vendrá Rosario?-le pregunto.

-Ella no vendrá-me cuenta-ya no salgo con ella.

Soy un hijo de mierda.

-Papá, no tienes que…lo siento-le digo-obviamente no sé nada sobre el amor.

-Pero compras pasteles deliciosos-me dice sonriendo y llevando a su boca un pedazo de pastel.

No me atrevo a mirarlo a la cara.

-Es tu cumpleaños-le digo en voz baja-deberías estar feliz.

Me sonríe. Esa sonrisa fue mi principal motor para vivir después de la muerte de Marina.

-Debería hacer lo que yo quiera porque es mi cumpleaños-me dice-y yo quiero comer pastel con mi hijo.

Quiero llorar pero me contengo.

-Feliz cumpleaños, papá

-Gracias, Samu.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

El taxi estaba a punto de llegar a destino. Cierta rubia de ojos azules tenía sus asuntos en orden. Si, un poco lamentaba como todo había terminado con Samuel. Es guapo, divertido e inteligente. Demasiado inteligente y en un chico que esté con ella esa no es una virtud.

El taxi no paró en ningún colegio internado sino en el mismo restaurante al costado de la carretera en el que había comido junto a Valerio y Carla hace unos días.

Sonriendo, ella le pagó al taxista. Con ofrecerle un poco más de dinero el amable señor había aceptado cambiar el destino del viaje.

Con sus maletas fue hasta el baño. Era una suerte que el techo fuera tan bajo. Lo fue la otra vez y seguía siendo útil ahora. Se paró sobre el inodoro y removió uno de los azulejos del techo que estaba flojo y sacó lo que había guardado ahí unos días atrás. El paquete estaba intacto dentro de un sobre marrón. Es como si hubiera metido una pelota dentro.
Sonrió con malicia. Ahora tenía los esteroides de Valerio y al venderlos se quedaría con todas las ganancias.

Hubiera sido lindo disfrutar ese dinero con Samuel, pero el muchacho es demasiado mojigato como hacerlo sabiendo de dónde viene el dinero. Los valores de Samuel son admirables, parte de su encanto, pero, a su vez son su punto débil.

Caminó con maletas y el paquete hasta la vuelta del restaurant. En un pequeño garaje detrás del restaurante estaba su automóvil. Se subió y emprendió camino a su verdadero destino. Marcó el número de uno de sus contactos y puso el altavoz para poder charlar mientras conducía.

-Hola, mi amor-dijo Rodrigo

-Hola bebé-dijo ella sonriendo-¿Me extrañaste?

-No tienes idea-dijo él.

-Pronto estaré ahí bebé-dijo ella con tono sugestivo.

-Isadora-dijo el cambiando el tono de voz-¿Tú le diste mi número a ese chico?

-¿Qué chico?-preguntó ella extrañada.

-Un tal Samuel-dijo él.

La sangre de Isadora se heló.

-No le dijiste que me verías pronto-dijo ella-¿O sí?

-Me tomó sorpresa-dijo él-cómo iba a…

Isadora dejó de prestarle atención a lo que decía su novio. Con desesperación tomó el paquete que había dejado en el asiento del acompañante. Lo tomó con una mano mientras con la otra conducía. Utilizó sus dientes para abrir el paquete. Al hacerlo vació el contenido en el asiento y se horrorizó cuando vio que no eran los esteroides. Eran caramelos y una hoja de papel. Lo tomó y lo leyó:

“Lamento que no pudiéramos despedirnos. Quería desearte suerte en tu nueva escuela y dejarte algo para que me recuerdes. Me tomó un tiempo descubrir dónde ocultaste las drogas. Pero volví a charlar con Carla y me di cuenta que hubo solo un lugar y un momento en que estuviste realmente sola: en el baño del restaurante mientras Carla y Valerio seguían cenando. El contenido del paquete ahora viaja por las alcantarillas de Madrid. Saluda a Rodrigo de mi parte, parece un buen partido, son tal para cual.”

-¡Mierda, mierda, mierda!-gritó Isadora mientras golpeaba el manubrio del automóvil de su madre.

********

Poni dormía en el suelo junto a la cama de Samuel mientras el muchacho lo hacía en su cama. Su teléfono vibró y le entró un mensaje de audio:

“Hola Samu. Soy mamá. Antes que nada, te hecho mucho de menos. Más allá de lo que puedas imaginar. Recibí una de tus cartas, pero no te diré cual para que no puedas rastrearme. Samuel, escúchame. Sé que tienes muchas preguntas, pero todo cobrará sentido llegado el momento, lo prometo. Confía en mí ¿de acuerdo? Te amo. Dile a tu padre que le deseo un feliz cumpleaños”

Notes:

Sé que Samuel fue un poco intenso en este capítulo. pero espero que entiendan que aun es un niño forzado a soportar muchas cosas.

Chapter 6: Algo que no debería estar ahí

Summary:

Es momento de elecciones en Las Encinas pero no todo es tan transparente como debería y Samuel será el encargado de buscar la verdad. Samuel descubre algo que no encaja en la investigación del asesinato de Marina.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Iván Carvalho miraba por la ventana de su enorme mansión. Veía a lo lejos como su padre estaba afuera de la casa sacándose selfies con sus múltiples fanáticos.

Cada día un montón de personas se reunían allí buscando saludar al famoso jugador de futbol Cruz Carvalho quien no rehuía a toda esa atención precisamente, sino que le gustaba ser el centro de atención. Por su padre Iván había recibido toda su vida una atención indeseada. Él no era como su padre, no le gustaba llamar la atención, ni que le pidieran autógrafos ni nada de eso.

Cuando murió Marina todo fue peor. De por sí Cruz llamaba la atención de los medios de comunicación y los fanáticos y ahora había sido asesinada la novia de su hijo, una muchacha de la clase alta española. Más que nunca Iván tenía el foco de atención sobre él. Por suerte esa vorágine había terminado. Aunque, por supuesto, seguía siendo el hijo de Cruz Carvalho, y eso era un peso enorme.

Casi todos los días Iván escuchaba la misma pregunta: ¿Tú eres el hijo?

“El hijo”. Iván pensó que quizás debía cambiar su nombre a EL HIJO.

Todos le preguntaban si tenía algún interés en dedicarse al futbol, aun cuando él nunca había mostrado interés en ese deporte. Iván sabía muy bien que lo que él deseaba era ser director de cine. Pero a nadie le importaba porque era más importante preguntarle si de verdad su padre iba a cambiar de equipo de futbol.

Desde niño había tenido que comportarse como el padre de su propio padre. Su madre había muerto cuando él era un niño y la vorágine de inmadurez y excesos de Cruz habían puesto a Iván en el rol de la persona responsable de la familia. Sabía que su padre lo amaba, pero aun así no podía evitar sentir enojo cuando veía a su padre en esas fiestas llenas de desconocidos, alcohol y drogas.

La única que no juzgaba a Cruz solía ser Marina quien encontraba divertido al futbolista.

Marina. Sin duda la extrañaba. La había amado tanto, lo seguía haciendo. Quizás sea incorrecto pensar así. Su relación había sido tumultuosa y frenética. No era sencillo llevarse bien con Marina y aun así amarla le salió de modo natural. Marina era un tornado que arrasaba con todo. Vivía al límite, quizás porque presentía su temprano final. Y amarla no había sido suficiente, no evitó que Marina lo haya engañado tantas veces. Pero eso no cambiaba el hecho que siempre terminaba regresando a ella como si fuera su perro. Amó a Marina, pero realmente no la conoció. Quizás ni su familia la conoció. Quien más se acercó a eso fue Samuel, su mejor amigo. Iván sabía que entre Marina y Samuel nunca hubo nada romántico, pero envidiaba al castaño por lo cercano que era a ella, por todo lo que la conocía, por la intimidad y confianza de su amistad. Si algo valoró Marina en su vida fue su amistad con Samuel. En una ocasión Iván había tomado mucho alcohol en una fiesta con sus amigos y se había dormido y cuando despertó escuchó una interesante conversación de Marina con Carla:

-¿Te vinculaste con tantos chicos pero nunca lo harías con Samuel?-preguntó la rubia con un poco de burla.

-Eso es porque Samu es el único al que no toleraría destruir como termino haciendo con todo lo demás-respondió Marina.

Eso había puesto triste a Iván porque evidenciaba que Marina apreciaba más su amistad con Samuel que su relación con él pero, al mismo tiempo, evidenciaba que Marina no era tan destructiva y que al menos algo en su vida valoraba. Cuando ella murió todo el colegio se puso en contra de Samuel por la investigación de su padre que apuntaba a Ventura Nunier, e Iván fue uno de ellos, motivado por su dolor y su rabia. Pero con el pasar del tiempo pudo entender que lo que le hicieron a Samuel fue erróneo. Samuel había sido un buen amigo, pero todos le habían dado la espalda.

Al menos Samuel ya no estaba solo, sino que pasaba tiempo con esos alumnos nuevos los Shanaá y la chica de Bormujo. Quería acercarse nuevamente a Samuel, pero temía ponerse a todos en contra.

********

Como todos los días Samuel almorzaba en Las Encinas junto a Rebe, Nadia y Omar. Esta vez Ander estaba también con ellos. Samuel sospechaba que él y Omar eran novios, pero no le había preguntado ni a Omar ni a Ander. De lejos miraba como los amigos de Ander los miraban mal. Samuel supuso que no les gustaba que Ander se juntara con los becados, especialmente con él. Claro, Samuel era el paria de Las Encinas y todos en la misma mesa que él, solo por su compañía estaban destinados a ser parias. Aunque Ander era hijo de la sub directora del colegio, lo que le daba cierta impunidad. De lejos veía las desagradables miradas de Polo y Lu. ¿Acaso no tenían nada más que hacer?

Omar era muy afectuoso con Ander en público en Las Encinas. Lo cual contrastaba con lo discreto que era en su casa donde sus ideas religiosas los hacía no tener un buen concepto de la homosexualidad. Omar temía que sus padres lo repudiaran si se enteraban que es gay. Samuel no podía evitar comparar eso con la relación que tenía con su padre.
Samuel podía convertirse en gran monstruo verde de 20 brazos y grandes dientes y su padre lo seguiría adorando.

-¿Y Samu?-dijo Ander-¿estás trabajando en algún caso emocionante con tu padre?

Samuel sonrió. Por alguna razón su trabajo de detective siempre terminaba siendo un tema de conversación. Samuel supuso que podía hablar de su trabajo y del de su padre siempre y cuando no tocara la investigación de Marina. Samuel aprecia Ander, pero no puede confiar en que no le vaya con el chisme a Guzmán o Iván.

-No hay nada muy interesante últimamente-dijo Samuel-solo que hace unos meses mi padre busca a un tipo que se fugó.

Samuel pretendía que perdieran interés en el caso diciendo algo así pero, contradictoriamente, todos le pusieron aún más atención.

-Cuéntanos más-dijo Omar.

Samuel pensó que no haría daño que los entretuviera un poco. Después de todo estas cuatro personas eran los que solían ayudarlo con sus investigaciones.

-Bueno -contó Samuel-este tipo es un abogado que se ha divorciado de su esposa y hace muchos meses que no le pasa el dinero de la pensión a ella y sus hijos. Por alguna razón el hombre fue lo suficientemente listo como para desaparecer de la faz de la tierra.

-¿Y por qué no lo ayudas con este caso?-pregunta Ander. La verdad es que Samuel se había ofrecido para ayudar a su padre con este caso que desde hace medio año lo tenía estancado peor Ignacio se había negado rotundamente, diciendo que él tenía un interés personal en encontrar él solo a este tipo.

-Mi padre no quiere mi ayuda en esto-dijo Samuel-en su lugar quiere llevarme al zoológico este fin de semana.

Los Shanaá y Ander rieron de esa idea.

-Me encanta el zoológico-se burló Ander.

-Cosas aburridas de padre e hijo-dijo Samuel.

-A mí me gustaría ir al zoológico con mi padre-dijo Rebe de repente.

Un silencio incomodo se instaló en la mesa y Samuel se sintió como una mierda.

-Rebe, no…-comenzó a decir Samuel.

-Pero está muerto-dijo Rebe fingiendo dramatismo.

-Gracias Rebe-dijo Samuel-ahora me odio a mí mismo. ¿Estás feliz?

-Mucho-dijo la muchacha y todos rieron.

-¿Vieron que habrá elecciones para la sociedad de alumnos?-dijo Nadia.

-Que aburrido-dijo Omar.

-¿Quién se postula?-preguntó Samuel.

-Mi madre me dijo que hasta ahora se anotaron cuatro estudiantes-dijo Ander- entre ellos Wanda Escudero.

-¿Wanda?-dijo Samuel sorprendido-¿De verdad? Ahora si se puso interesante.

-¿Por qué?-preguntó Nadia-¿Quién es esa Wanda?

-Wanda es una becada del último año-dijo Samuel-ningún becado se ha presentado nunca para esta elección porque perderían.

-En una escuela de pijos es imposible que gane un becado-dijo Rebe.

-Exacto-dijo Samuel.

********

Samuel estaba en su cocina y se servía una enorme cantidad de helado de distintos sabores. Claro, acompañado por mucha salsa de chocolate. A veces su madre solía decirle que comía como si nunca lo hubiera hecho antes. Los detectives tienen que comer. A su lado Poni lo miraba con su tierna carita, claramente pidiéndole que le diera algo.

-Sabes que cuando como helado no puedo darte nada-dijo Samuel.

Poni se acostó en el suelo decepcionado.

-Eres un manipulador-le dijo Samuel.

-Igual a su dueño-dijo Ignacio al entrar al departamento.

-¿Yo un manipulador?-dijo Samuel-eso me ofende tanto que trataré se sentirme mejor comiendo una gran cantidad de helado.

-¿Sabes?-dijo Ignacio-si Servicios Sociales te ve cenar eso podrían decir que soy un mal padre.

-Uno de los gustos es limón-dijo Samuel-el limón es una fruta, por lo tanto, es sano.

-Touché-dijo Ignacio. Lo cierto es que le costaba decirle que no a su hijo en muchas cosas.

Samuel se sentó junto al televisor con su helado. Estaba encendido en el noticiero de la noche. La nueva noticia captó la atención de los García.

“El caso de Marina Nunier dio un inesperado giro cuando el condenado Abel Romano despidió a su abogado de oficio. Romano ha declinado el consejo de su abogado de apelar la sentencia…”

Ignacio tomó el control remoto y apagó la televisión. Samuel aun miraba la negra pantalla y veía como su reflejo aparecía en ella.

-¿Por qué lo hizo?-preguntó Samuel.

-Creo que se resignó a pasar el resto de su vida en la cárcel-dijo su padre.

-¿Qué harás?-dijo Samuel-tú no crees que sea culpable.

-Lamento decírtelo Samu-dijo Ignacio-pero a nadie en Madrid le importa lo que yo creo. No les importó cuando era jefe de la policía, tampoco ahora.

Eso desanimó a Samuel. Ver a su padre hablar con tanta resignación no era común. Samuel sabía que su ingenio, astucia y empeño lo había heredado de su padre pero que él se rindiera era doloroso.

********

Samuel entra a su habitación y ve su ropa esparcida por todas partes. Una persona esculcaba entre su ropa. Era una muchacha. Esos rizos rojos eran inconfundibles para Samuel.

-¿Marina?-dijo el castaño confundido.

Sabía que esto no era real, ella estaba muerta. Pero esto debía significar algo.

-Mírate Samu-dijo la pelirroja- que bueno que ya no te vistes como tonto. Ese estilo de niño bueno no te quedaba.

Marina seguía observando la ropa de su mejor amigo.

-Tú y yo nos divertiríamos mucho-dijo ella-claro, si yo no estuviera muerta.

Esa si era Marina, pensó Samuel, ese sarcasmo y humor negro eran algo tan característico de ella, algunas de las cosas que más extrañaba de ella.

-¿Por qué estás aquí?-preguntó Samuel.

-¿No miras películas de terror?-dijo ella-mío alma está condenada a vagar hasta que se haga justicia.

-¿Es cierto?-preguntó Samuel preocupado.

-Si y como proyecto extra doy consejos de moda-dijo Marina sarcásticamente.

-¿Romano fue el culpable?-le pregunta Samuel con ansias.

-Quisiera decírtelo-dijo ella con esa mirada inocente que muy pocas veces utilizaba para pedir disculpas.

-¿Por qué querría matarte?-preguntó Samuel confundido.

-Eso es cierto-dijo Marina-yo era estupenda.

Samuel sonrió.

-Te extraño, Marina-dijo él.

Ella le dio una tierna sonrisa y en ese instante Samuel despertó.

********

P.O.V. SAMUEL

Caminaba por los pasillos de Las Encinas y veía todos los carteles de los que estudiantes que se presentaban para ser presidente de la sociedad de alumnos. Ninguno era muy llamativo a excepción de Wanda que era becada. Sin embargo, esa chica es muy popular en el colegio. Siempre había sido una rebelde y era de los pocos becados que le plantaban cara a los pijos. Solo por eso ella ya tenía mi voto.

-¡No puedo creer que hicieran esto!-dijo una voz que me llamó la atención.

Cuando levanté la vista vi a Guzmán quien parecía muy enojado mientras hablaba con Polo y Lu.

-No es para tanto, Guzmán-dijo Polo tratando de calmarlo-además, tienes que ser tú.

-No quiero ser presidente-dijo el rubio enojado-no tenían por qué inscribirme a esta estúpida elección a mis espaldas.

-Tenemos que enfrentar a esa becada-dijo Lu-y tú eres muy respetado en todo el colegio.

-¿Y por qué no se anotaron ustedes?-dijo Guzmán.

-Polo y yo no somos queridos por casi nadie-dijo Lu-en cambio tú si tienes posibilidades de ganar. Tienes que hacerlo cariño. Si esa Wanda gana podría ser peligroso. Podría beneficiar demasiado a los becados.

Guzmán los miró con odio.

-¿Y eso es tan malo?-dijo Guzmán y se fue dejándolos solos.

Es oficial, votaré por Wanda.

********

-Muy bien Wanda-dije- ¿Por qué crees que los estudiantes de Las Encinas deben votar por ti?

En la clase de periodismo habían pedido que entrevistáramos a los diferentes candidatos y yo me ofrecí de voluntario. Creo que era la única forma en que no la perjudiquen con sus preguntas como seguramente harían Lu o Polo.

-Tú como becado lo sabes bien Samuel-dijo Wanda-a nosotros se nos exige mucho más en lo académico que a los no becados. Esperan que nos esforcemos mucho más para conseguir los mismos resultados. Y eso es injusto porque que seamos becados no significa que deba haber desigualdad. Todos somos estudiantes del mismo colegio. Además, eso también ocurre con las sanciones disciplinarias. Una misma transgresión del reglamento se castiga con más dureza a los becados. Es como si nos estuvieran diciendo “los ricos pueden hacer lo que quieran, tú eres pobre y no cuentas con ese derecho”.

Me gusta mucho su respuesta. Definitivamente votaré por ella.

-Y, siendo tú una becada-le digo-¿por qué crees que los que no son becados votarían por ti?

-Porque esa imagen de los ricos es un estereotipo y creo que la mayoría de las personas de este colegio son buenas personas y a pesar que ellos tienen dinero y los becados no, quieren un trato igualitario.

Bien Wanda, eres mucho más idealista que yo.

********

A la hora del almuerzo Samuel, como siempre, se sentó junto a Rebe, Omar y Nadia.

-¿y? ¿Por quién votarás? -le pregunta Rebe a Nadia.

-Aún no lo decidí-dijo Nadia-estoy entre dos candidatos.

-Claro-dice Rebe burlándose-el claro conflicto entre el cerebro el corazón.

Omar y yo comenzamos a reír porque sabemos a qué se refiere Rebe.

-No sé a qué te refieres-dijo Nadia desviando la mirada.

-Tú cerebro dice que votes por Wanda-explica Rebe-pero tu corazón te impulsa a votar por el vikingo.

Nadia se puso como un tomate y Omar ríe aún más fuerte. Ya era evidente para todos la atracción entre Nadia y guzmán. Claro, ninguna hacía nada al respecto porque él tenía novia. Pero incluso Lu se había percatado de eso y se le notaba que no estaba nada contenta.

En ese momento el teléfono de los cuatro sonó. De hecho, Samuel vio como los teléfonos de todos los presentes sonaron.

-Es como vivir dentro de Gossip Girl –dijo Rebe.

Lo que habían enviado era un video. Al reproducirlo vi que era un video de campaña de Guzmán. Una vos en off decía lo confiable y agradable que era Guzmán (reconozco la voz como la de Polo) mientras mostraba fotografías del rubio en distintas actividades académicas.

Sospecho que la edición del video la hizo Iván dado que es sabida su habilidad y pasión por todo lo audiovisual. Peor termino de confirmarlo cuando aparece Cruz Carvalho diciéndonos que votemos por Guzmán porque si él fuera un estudiante lo haría.

-¿De verdad creen que convencerán a alguien con esto?-dijo Omar.

-La gente les cree cualquier cosa a los deportistas y artistas famosos-dije yo todo cínico- y Cruz es demasiado famoso.

-Aun así, creo que ganará Wanda-dice Rebe.

Eso es posible, he visto el apoyo que ella ha recibido, incluso de muchos no becados.

********

Ya en la clase de periodismo era el momento de la votación. Lu era la encargada d enetregar las boletas en todas las clases.

-Buena suerte mi amor-le dijo a Guzmán y se marchó.

Guzmán se veía muy molesto con todo esto.

-Bien alumnos-dijo la profesora-ahora comenzaremos con la votación. Se les ha asignado a cada uno una boleta en la que deben colocar su número de estudiante, no su nombre.
Debajo de eso tienen las opciones que están representadas por letras desde la A hasta la E, cada una representando a un candidato. Ahora, yo escribiré en la pizarra junto a cada letra el nombre del candidato que representa.

Y así lo hizo:

A) Guzmán Nunier Osuna
B) Wanda Escudero

Y las otras opciones que no tengo en cuenta. Para mí la decisión es fácil: opción B.

********

Cuando llego a la agencia de investigación me doy cuenta que estoy solo, lo cual es una ventaja porque puedo volcarme de lleno a investigar el asesinato de Marina sin temor que papá me descubra.

Me siento en el suelo y voy hasta la caja de seguridad que está en la oficina de papá. Pueden creer que mi astucia es algo admirable en mí pero lo cierto es que no es un mérito mío sino que la aprendí, de mi padre. La caja requiere una combinación para abrirse. La mayoría de las personas utilizarían números que tienen un significado especial para ellos, porque así es más fácil recordarla. Claro, papá es más inteligente que el común de las personas, él pondría una combinación de números arbitrarios que no tuvieran un significado especial y él la recordaría sin problema alguno.

El problema para mi padre es que soy demasiado observador y lo he visto abrir tantas veces su caja fuerte que terminé aprendiendo la combinación.

Pero somos los García y no tenemos dinero o joyas para guardar aquí sino lo que para nosotros es más valioso: la información. Si lo que quiero es información sobre el asesinato de Marina, la encontraré aquí.

Si el fantasma de Marina me va a acosar hasta que haya justicia entonces será mejor que haga algo. Pero ¿por dónde empiezo? Claro, los sospechosos.

Abel Romano, arquitecto que solía trabajar en la constructora Nunier y quien aparentemente diseñó un edificio muy genial y Ventura Nunier se quedó con la patente del diseño.

Ese podría ser un motivo para matar a Marina, para vengarse de Ventura, aunque no me convence. La mochila de Marina y sus zapatillas fueron encontrados en la habitación de Romano cuando lo arrestaron. Recordaba esa imagen porque hacía poco habían sacado a mi padre de la policía y la nueva inspectora (quien no tenía ni la décima parte del talento de mi padre) había sido notificada de una llamada anónima que decía que Romano era el asesino de Marina. Cuando lo arrestaron encontraron la mochila y las zapatillas. La inspectora mostraba la evidencia encontrada a todos los periodistas, gustosa de toda esa atención.

Aunque ese hombre confesó papá está convencido que las pistas llevan a la familia más respetada de Madrid. Ventura Nunier, amado multimillonario. Laura Osuna, reconocida filántropa. Y Guzmán.

Todos tenían buenas coartadas hasta que esa multa de tránsito que conseguí probaba que Marina estaba viva dos horas después de la hora oficial de muerte.

También están el novio y los amigos de Marina. Ella le fue infiel a Iván múltiples veces y su relación era muy toxica con sus constantes rupturas y reconciliaciones. Lu odiaba a Marina porque pensaba que ella influenciaría a su hermano para que la abandonara. Carla y Marina eran amigas desde niñas, pero en sus últimos días de vida se habían alejado mucho, aunque desconozco el motivo. Si Carla hubiera tenido un motivo para matar a Marina ni siquiera se ensuciaría las manos, Polo hubiera hecho lo que sea por complacerla.
Sin embargo, el fin de semana del asesinato habían viajado a Ibiza ella, Polo, Iván, Lu, Ander y Patrick por lo que puedo descartarlos como sospechosos. De Ari no sé nada, aunque no se me ocurre por qué ella querría matar a Marina. No es que se quisieran mucho, pero sus familias eran muy cercanas desde que nacieron básicamente y Marina solía ser tolerante con Ari solo porque era mi novia.

No sé qué estoy buscando exactamente. Registros de arrestos, evidencia, reporte de autopsia. ¿Cuantas veces tendré que ver esto? Hasta que tenga sentido.

Veo una fotografía de la habitación de Marina el día de su muerte. No había nada de raro, solo el desorden habitual de mi amiga. Voy a dejar nuevamente la fotografía en el expediente cuando algo llama mi atención. Debajo del escritorio de Marina había un par de zapatillas blancas.

-No puede ser-me digo a mí mismo-es imposible.

Cuando fuera de la oficina siento una puerta abrirse sé que papá ha llegado. Me apresuro y vuelvo a guardar todo en la caja fuerte.

********

Al día siguiente todos estaban expectantes de los resultados de las elecciones. Wanda estaba emocionada por ganar y Guzmán deseoso de perder.

El sentimiento generalizado es que Wanda sería la vencedora. A pesar de ser becada le cae bien a la gran mayoría y quizás, solo quizás, los pijos de Las Encinas tengan algo de conciencia moral.

Me reúno con mis amigos con buen humor.

-¿Saben?-les digo-casi me siento triste que vaya a ganar Wanda. Es como si fuera el fin de una era. Los pijos ya no controlarán esta escuela.

-Pues yo recién entré este año-dijo Rebe-pero me doy cuenta que este lugar debería tener algunos cambios.

De pronto las pantallas de todos los pasillos se encendieron mostrando la imagen de Azucena.

-Estudiantes-dijo sub directora-el conteo de los votos ha finalizado y me complace anunciarles que su nuevo presidente es Guzmán Nunier.

El malestar de muchos estudiantes se escuchó por todo el pasillo. Aunque si festejaban los amigos de Guzmán.

-Tiene que ser una puta broma-dijo Rebe.

-Es imposible-dijo Omar. Todos los pronósticos decían que Wanda ganaba por amplia diferencia.

Nadia se mantuvo en silencio, pero yo si hablé.

-Supongo que es hora de que intervenga yo-les dije.

-¿Crees que hubo fraude?-dijo Nadia.

Yo asiento con mi cabeza.

-Es hora de utilizar tus súper poderes, Samu-dice Rebe sonriendo-¿Listo Sherlock?

-Claro que si Watson-le respondo.

********

Convencer a Azucena de que me dejara contar los votos nuevamente fue difícil, pero Martín, uno de los pocos maestros que aprecio aquí, firmó un petitorio formal. Estoy junto a Rebe, Omar y Wanda contando nuevamente los votos uno por uno. Nadia no quiso participar y la entiendo, no quiere hacer algo que muestre que desconfía de Guzmán.

Necesito cualquier señal que indique adulteración de los votos o que fueron mal contados.

-¿Cuál fue el resultado?-les pregunto a mis amigos.

-Otra vez el mismo-me dice Rebe-Guzmán gana con 343 votos.

-No hay señales de falsificaciones o de votos faltantes-me dice Wanda.

No sé qué es pero algo empieza a crecer en mi cabeza.

-Rebe ¿Cuál es tu número de estudiante? -le digo- ¿y el tuyo, Omar?

-612-dice Rebe.

-616-me dice Omar.

Busco sus boletas hasta que logro encontrarlas. Cuando las observo me enojo con mis amigos.

-¿Votaron por Guzmán?-les pregunto.

-Imposible colega-dice ella.

-Nunca haría eso-me dice Omar.

-Eso dicen sus boletas-les digo y les muestro como marcaron la opción A que era la de Guzmán y observo algo más-esto es extraño.

-¿Qué?-me pregunta Wanda.

Les muestro una boleta que encontré.

-Aquí alguien escribió “VIVA WANDA” pero votó por Guzmán.

Mis amigos me miran extrañados, pero en mi rostro se dibuja una sonrisa.

-Ya sé cómo lo hicieron-les digo y salgo corriendo hacia uno de los salones de clases. Ellos me siguen y cuando lo hacen ven lo mismo que yo. En el pizarrón están escritos los nombres de los cinco candidatos y los dos primeros dicen así:

A) WANDA ESCUDERO

B) GUZMÁN NUNIER

********

Nos encontramos en la oficina de Azucena. Además de la sub directora y yo también están Wanda, Guzmán y el profesor Martín, dado que fue él quien organizó las elecciones de este año.

-Los votos fueron contados, Samuel, varias veces-dijo Azucena.

-Alguien hizo trampa-insisto.

-Yo no hice trampa-dijo Guzmán-ni siquiera quería participar. Samu, me conoces, sabes que yo no haría esto.

Y lo miro. Él solía ser mi mejor amigo junto a Marina. Pero también es el chico que permitió que sus amigos y todos en Las Encinas me hicieran la vida imposible desde la muerte de Marina.

-¿Cómo es que se hizo trampa?-me pregunta Azucena.

-Había dos series de boletas-les digo.

-Eso no tiene sentido-dijo el profesor Martín.

-Si lo tiene-le respondo-la mayoría de las clases con gran número de becados y no becados que simpatizan con Wanda tenían invertido el orden de Guzmán y Wanda. Así, los que deseaban votar por Wanda en realidad votaban a Guzmán.

Todos me miraban sorprendidos. Guzmán me miraba con tristeza.

-Mis amigos y yo hemos preguntado a muchos por quien votaron y no se condice con lo que dicen sus boletas.

-Samuel-me dice Azucena-¿a quién acusas de esto exactamente?

-Yo no acuso a nadie-le digo haciéndome el inocente-pero no será difícil averiguar cuál fue el código que se utilizó en la copiadora para hacer las boletas.

-Fue mi código-dijo Martín-pero yo no hice las copias, se las encargué a una estudiante de mi confianza.

-¿Y ella es?-pregunta Azucena.

-Lucrecia Montesinos-dijo Martín.

********

Cuando me disponía a marcharme encuentro a Lu en su casillero y se ve muy molesta.

-Lu-le digo- me enteré que un misterioso pajarito descubrió el fraude que hiciste y que por eso te suspendieron por cinco días.

Me mira con cara de odio. Ella fue una de las principales que se dedicaron a molestarme así que no siento pena por ella.

-Seguramente Guzmán se conmoverá por ese ilegal gesto de amor que tuviste con él-le digo-o quizás resulte que Marina tenía razón y él al fin va a abandonarte. Nos vemos.

Me voy antes que me responda. Este día no puede ir mejor

********

Estuve esperando a estar solo para poder analizar mejor la fotografía del cuarto de Marina el día que la mataron. Lo último que necesito es que aparezca papá y descubra que estuve revisando su caja de seguridad. Toma la fotografía y la escaneo. En la pantalla de mi computadora podré verla mucho más grande.

Cuando puedo ver la imagen más grande me enfoco en las zapatillas de Marina que están debajo del escritorio. Esas zapatillas blancas las reconozco perfectamente.

Días antes que Ari que terminara conmigo (o mejor dicho que dejara de hablarme de la nada) yo estaba junto a mis amigos en los parques del colegio. Marina estaba sentada en las piernas de Iván. Ella tenía puestas las mismas zapatillas blancas. Carla estaba allí también con nosotros y Polo junto a ella la abrazaba. Yo había tomado una pluma y comencé a dibujar en la zapatilla derecha de Marina. Ella seguía atenta a Iván y no parecía importarle que yo dibujara en su calzado.

Lo que yo estaba dibujando era un corazón flechado con la palabra “Ari” en su interior (si, esas estupideces hacía yo en ese momento).
Iván miraba lo que yo estaba haciendo sonriendo y Polo miraba con indiferencia. Carla parecía molesta pero quizás es solo una impresión mía. Cuando Marina vio lo que yo había hecho solo dijo:

-Ok, eso es escalofriante Samu.

Recuerdo el video del arresto de Abel Romano y la inspectora mostrando esas mismas zapatillas como evidencia recolectada en la casa de Romano.

¿Cómo era eso posible?

********

Cuando al día siguiente llego a Las Encinas todos están algo convulsionados. Después de descubrir el fraude que hizo Lucrecia se había decidido que se hiciera otra vuelta electoral entre los dos candidatos más votados: Wanda y Guzmán.

Había por todos lados pegados carteles que decían que se debía votar por uno o por otro. Sin embargo, en los carteles de Wanda habían escrito “chivata”. Esto era evidente para mi. Wanda era popular entre los menos acartonados y si la exponían como alguien que delataba a los otros, eso la haría quedar mal ante sus propios votantes. Sobre todo si la exponían como alguien que delataba a los suyos con la policía.

Cuando llego al salón de clases veo que todos hablan sobre los rumores sobre Wanda. Polo, Ari, Iván y otros charlaban animadamente sobre eso burlándose de Wanda. Supongo que no sorprende, a mí me hicieron algo parecido después de la muerte de Marina.

Me siento sin prestarle atención a nadie. Aún no ha llegado ninguno de mis amigos así que estoy solo.

-Supongo que los votantes ahora sabrán qué tipo de persona es realmente Wanda-dijo Polo en tono burlista.

Miro a Guzmán y siento como comienzo a enojarme. Él se beneficia de estos rumores sobre Wanda y, aunque no los inicia ni los reproduce, no hace nada por detenerlos. Como tampoco detuvo a sus amigos cuando se metieron conmigo. Me levanto y decido enfrentarlo.

-¿Fue tu idea o solo lo hiciste a tu manera?-le digo al pararme junto a él.

No sé si entendió lo que quise decir, pero claramente captó el tono de mi voz.

-¿Cuál es mi manera?-me dice Guzmán.

-Lo sabes, Guzmán-le digo-nunca inicias un problema. Nunca inicias nada.

Sus ojos azules adquieren un matiz de dureza.

-No te detengas Samuel-me dice-dilo ¿Cuál es mi manera?

-Te quedas de brazos cruzados y dejas que los demás sufran-le digo y algo parece hacer clic en su cabeza.

********

-Vamos Samuel-me dijo Wanda-debes andar con alguna chica ahora.

Estábamos en mi casa. Había decidido ayudar a Wanda a hacer nuevos carteles para su campaña. Estábamos en mi habitación mientras pintábamos los últimos carteles mientras Poni estaba acostado en el suelo durmiendo.

-¿Por qué es tan difícil pensar que estoy soltero y feliz ahora?-pregunté.

-La gente habla de ti Samuel-me dice-primero Ari, luego esa chica Isadora. Tienes fama de estar constantemente con chicas lindas.

Eso me hace reír. Si todos supieran de verdad lo que es mi vida amorosa.

-La verdad es que no estoy con nadie-dije-y eso me da mucha tranquilidad.

-¿De verdad?-dijo ella claramente sorprendida-siempre se rumoreó que tú y Carla Rosón…

-¿Qué?-dije algo alarmado-nunca pasó nada entre Carla y yo. De hecho, nos odiamos.

Ella no parecía muy convencida.

-Lo que yo escuché es que había algo entre ustedes y por eso Polo Benavent te odia-explicó Wanda.

-Polo no necesita un motivo para odiarme-le digo-él solo odia y ya.

-Pero ahora que no eres amigo de los pijos y eres alguna clase de detective eso te vuelve atractivo para muchas chicas-me dice.

-¿De verdad? Deberías presentármelas-le digo en broma-porque hasta ahora solo atraje a una chica que resultó ser una narco un tanto sociópata.

Ella larga una gran carcajada.

-Lo que digo es que ahora que tienes una reputación de chico peligroso-me dice Wanda-quizás le atraigas a Carla Rosón Caleruega. Tal vez ella comparta el gusto de Marina por los chicos malos.

-Iván no es ningún chico malo-le digo riendo-eso te lo puedo asegurar.

-No hablo de Iván, me refiero Nano-me dice, pero su sonrisa cambia cuando mi expresión d estupefacción.

-Jamás hubo nada entre Marina y Nano-le digo-dudo siquiera que hubieran hablado alguna vez.

-Fuiste su mejor amigo, si tú lo dices yo te creo-responde.

********

Al día siguiente me encontraba en la puerta de Las Encinas repartiendo panfletos con la consigna “VOTA POR WANDA”. Parecía que los carteles que trataban a Wanda de chivata habían cumplido con su trabajo por algunos eran renuentes a aceptar mis panfletos.

Veo llegar a Nano y me alegro de al fin tener una cara amiga.

-Hey Nano-le digo-toma, vota por Wanda.

-Estás loco Samu-me dice con mal humor-aunque no me guste el pijo de Nunier nunca votaría por una chivata.

-Vamos Nano-le digo exasperado-no me imaginé que justamente tú creerías en esas calumnias.

-Pregúntale a mi amigo Félix si son calumnias-me dice-él se enrolló con ella hace unas semanas en una fiesta. La llevó a su casa y ahí el guardaba unas piezas de motocicletas que había robado para revenderlas. Ella las vio. Al día siguiente la policía fue a casa de Félix y ahora él tiene que hacer servicio comunitario. Curiosamente, Wanda tenía antecedentes por consumo de drogas, pero no parece que hayan vuelto a molestarla.

Nano se va y ahora soy yo el que no entiende nada. Su insinuación era bastante clara. La policía tenía un mecanismo de trabajo en que te ayudaban con tus antecedentes si delatabas los crímenes o transgresiones de otros. Si Wanda quería limpiar su historial, el delatar a otros era una buena forma de hacerlo. Supongo que existe una forma de averiguar si Wanda es de verdad una traidora.

Cuando encuentro a Wanda por los pasillos me acerco y la saludo.

-Oye-le digo- ¿me quieres acompañar este fin de semana a una fiesta? Festejaremos tanto si ganas como si pierdes la elección. Será en mi barrio. El club es genial y conseguí algo para que la noche sea aún mejor.

-¿Ah sí? ¿Qué es? -me pregunta intrigada.

-Digamos que consumirlo será como volar-le digo sonriendo.

-¿De seguro lo puedes conseguir?-me pregunta muy interesada.

-Ya lo tengo-le digo-se lo compré a uno de los amigos de Nano. Lo tengo en mi casillero.

-Entonces nos iremos de fiesta-me dice ella y se va.

Bien, ahora solo debo esperar.

********

Llegó el momento de volver a votar. Esta vez la propia Azucena está en todas las pantallas dándonos las instrucciones necesarias para que esta vez no hubiera problemas:

-Bien, estudiantes, si desean votar por Guzmán Nunier marquen la opción A. Si desean votar por Wanda Escudero marquen la opción B.

Veamos, por un lado tengo a un ex amigo heredero del statu quo y por el otro a una potencial amiga que defiende a los que carecen de derechos.

Si todo parece ser tan sencillo ¿Por qué no lo siento así?

FLASHBACK

Estábamos almorzando en el instituto. Utilizábamos una mesa pequeña por lo que no estaba todo el grupo con nosotros. Solo éramos Iván, Marina, Ari, Guzmán y yo. Apenas cabía espacio para uno más.

Hablábamos de algo que yo realmente no le prestaba atención porque estaba más atento en besar a Ari. De pronto la conversación se apagó porque alguien se sentó con nosotros en el lugar que quedaba disponible. Lo cierto es que ninguno de nosotros sabíamos quién era ese muchacho. Tenía el aspecto del estereotípico nerd de las películas de adolescentes. Se sentó y no miró a nadie, pero parecía ser muy tímido. La sorpresa duró poco y todos seguimos con nuestra conversación.

En ese momento llegó Polo y tomó la bandeja de comida del muchacho sentado con nosotros y la colocó en otra mesa. Todos lo mirábamos sin entender. Polo apoyó ambas manos en la mesa y miró al chico con una amenazadora sonrisa.

El mensaje era claro: “me importa una mierda que estés aquí, yo quiero sentarme ahí”

El rostro del muchacho evidenciaba el miedo que sentía ante el intimidante Polo. El joven estaba levantándose cuando Guzmán lo detuvo.

-Espera-le dijo y todos miramos a Guzmán sorprendidos quien e levantó y trajo la bandeja del muchacho de la otra mesa donde la había dejado Polo-hay muchos sitios libres y Polo encontrará donde sentarse.

Polo estaba rojo y no sabría decir si por la ira, la vergüenza o la sorpresa. O quizás por las tres. Polo se fue y vi la mirada de complicidad y orgullo que Marina le dio a su hermano.
Guzmán me miró y le sonreí. Sentía orgullo de ser su amigo.

FINDEL FLASHBACK

Supongo que ya sé por quién votar.

********

Anuncian al ganador. No me sorprende escuchar el nombre de Guzmán. Todos lo felicitan y desde lejos noto que él me mira. No somos amigos, no me siento obligado a nada.

Estaba en clases cuando la secretaria de Azucena me avisa que me quería ver junto a mi casillero. Así que así serán las cosas. Supongo que no debería sorprenderme. Hace mucho tiempo aprendí la lección: no puedo confiar en nadie. Supongo que soy tan estúpido como para olvidarla de vez en cuando.

Como sabía que sucedería, Azucena junto a un policía revisa mi casillero y mi morral buscando drogas que en realidad no existen. Me dejan ir y yo me dirijo a encarar a mi supuesta amiga que me ha delatado.

Encuentro a Wanda junto a su casillero.

-Supongo que ya no iremos juntos a esa fiesta-le digo.

-Samu, lo siento-me dice casi suplicante-pero tenía que limpiar mi historial. Soy de último año y tengo la oportunidad de conseguir una beca en una buena universidad en
Barcelona. Estaba resguardando mi futuro.

-Entonces no te molestaba resguardar tu futuro destruyendo el mío-le respondo y finamente baja la mirada avergonzada.

Supongo que el Samuel cínico que conoce la sordidez del mundo se debe estar riendo de mí en este momento.

“Aprende la lección Samuel, las personas que amas tarde o temprano te decepcionan”

-¿Sabes qué?-le digo sonriendo-no te guardo rencor, después de todo, no voté por ti.

Me doy la media vuelta y me marcho.

********

Hora del discurso del ganador. Como siempre, será un pijo engreído que no le importa en anda el bien común sino llenar su ego y disfrutar del poder y de todos los que lo rodean para compartir algo de esa gloria artificial.

La profesora de periodismo me ha encargado sacar fotos de la asunción de Guzmán. Guzmán está frente a Azucena y muchos profesores. Polo aplaude con una sonrisa maniaca como esos monos de juguete que golpean unos gongs. Supongo que debe pensar que también es su victoria dado que él y Lu fueron los que inscribieron a Guzmán en todo esto.

-Antes que nada-dijo Guzmán-quiero agradecer a todos los que votaron por mí. Creo que lo hicieron creyendo que puedo ayudar a hacer de esta una mejor escuela.

Todos comenzaron a aplaudir. Veo a Nadia que sonríe y aplaude al chico que no quiere admitir que le gusta.

-Y creo que este será un lugar mejor cuando todos, realmente, tengamos las mismas oportunidades-dijo Guzmán-por eso me comprometo a emparejar las diferencias entre becados y no becados.

Algunos parecen confundirse con lo que dijo Guzmán. La cara de Polo resulta muy chistosa.

-Debemos conseguir que las sanciones disciplinarias que se apliquen a los estudiantes sean iguales para los alumnos regulares como para los becados-dijo Guzmán-porque una mala acción no es peor porque la realice alguien que necesita de una beca.

Los becados comienzan a ovacionar a Guzmán y yo comienzo a recordar porqué es que Guzmán fue mi mejor amigo en algún momento. Noto que él me mira y me sonríe y, esta vez, le devuelvo la sonrisa mientras él continua con su discurso.

********

Esa misma noche voy hasta la oficina de papá. Hace tiempo que él se ha marchado a casa así que podré revisar sus archivos del caso de Marina con tranquilidad.

Llego hasta la caja fuerte y aplico la combinación, pero cuando quiero abrirla, la puerta de la caja no se abre. Vuelvo a poner la clave pensando que la había puesto mal pero el resultado es el mismo.

La combinación ya no sirve porque alguien la había cambiado. Papá sabe que he estado revisando sus archivos.

********

Lucrecia ingresaba a la mansión Nunier lista para felicitar a su novio por su victoria. Al final de cuentas no hubo necesidad de manipular la votación porque Guzmán terminó ganando de todas formas.

Cuando estuvo adentro la sirvienta le dijo que iría a buscar a Guzmán. Lu debía admitir que ahora por fin se sentía cómoda en ese lugar, antes siempre tenía la presencia de Marina molestando, influenciando a Guzmán en contra de ella.

-Hola Lu-dijo Guzmán detrás de ella.

Ella fue a abrazarlo, besarlo y felicitarlo, pero se detuvo cuando vio como él retrocedía.

-¿Qué sucede mi amor?-pregunta ella extrañada.

-Lu, no debiste hacer lo del fraude-dijo el rubio.

-Guz, lo hice por ti-dijo ella-para que ganaras.

-Para que ganara una elección en la que nunca quise participar y ahora tengo una responsabilidad que nunca pedí-le reprochó él.

Lu parecía presentir lo que se avecinaba.

-Amor, sé que no estás contento, pero…-dijo ella pero no pudo terminar su frase.

-Quiero terminar, Lu-dijo Guzmán decidido-no quiero continuar con esto. Es evidente que no está funcionando.

-¿Sólo por esto?-preguntó Lu molesta.

-No es solo la elección Lu-explicó Guzmán- ya quiero estar contigo. No eres lo que yo quiero para una relación. Tú solo piensas en eventos sociales, en fiestas, en ser la mejor de la clase. Esas cosas eran divertidas antes pero ya no. Quiero seguir adelante y tú deberías hacer lo mismo.

La bofetada que le dio Lu vino tan rápido que no pudo esquivarla.

-Eres un cabrón-le dijo la mexicana y se dirigió a la salida-seguro que lo haces para salir sin culpa con la musulmana esa.

Lu abrió la puerta, pero antes de salir miró a ex novio una vez más.

-Tardaste mucho-dijo ella resentida-pero al final hiciste lo que Marina te decía que hicieras.

********

Entré a casa bastante tarde, pero papá aún seguía despierto.

-¿Estuviste ocupado?-me pregunta al entrar.

-Si-le dije-tenía que hacer algo con Rebe y Omar.

-Que bien-me dice y puedo notar la decepción y cierto enojo en su rostro.

Y no quiero que él me vea así. La gente que amas te decepciona tarde o temprano, pero no papá.

-Estoy mintiendo y lo sabes-le digo cansado-no quiero que las cosas sean así entre nosotros.

-¿Así cómo?-me pregunta.

-Como si jugáramos un juego de Espía vs Espía-le respondo-sabes que revisé la caja fuerte y sé que continúas investigando el asesinato de Marina.

Mi padre niega con la cabeza.

-Ya no lo hago-me dice resignado.

-¿Por qué no?-lo cuestiono-papá, se nos acaba el tiempo.

Me hace una seña para que me siente en el sillón frente a él. Lo hago y papá me mira de frente.

-Pensaba que resolver el caso sería la clave de nuestra felicidad-me dice-resolverlo me devolvería mi reputación, haría que tu madre regresara, te convertiría otra vez en un adolescente normal.

-Entonces hagámoslo-le digo emocionado.

-Aguarda-me responde-ahora creo que lo mejor es sacarle provecho a lo que tenemos aquí y ahora. Creo en cosas tan sencillas como en ir al zoológico con la persona que más amo.

Quisiera darte eso papá, realmente me gustaría. Pero a veces el sufrimiento es tanto que solo logro aplacarlo investigando lo que sucedió con mi mejor amiga. Saco mi computadora y pongo el video del arresto de Abel Romano y como la inspectora muestra las evidencias encontradas en su casa: la mochila y las zapatillas. Lo pongo en pausa y señalo las zapatillas.

-Este es el video de cuando arrestaron a Romano semanas después del asesinato-le digo y sacó la fotografía ampliada-y esta es una fotografía de la habitación de Marina el día que la asesinaron.

Mi padre toma la fotografía y no tarda en darse cuenta.

-¿Por qué las zapatillas de Marina que estaban en su cuarto cuando encontraron su cuerpo muerto y estaban después en la habitación de Abel Romano cuando lo arrestaron semanas después?-me pregunta mi padre y noto como todos los engranajes de su mente comienzan a trabajar.

-Buena pregunta-le respondo.

Notes:

Sé que aún no hubo mucho carmuel pero esa es una relación que se trabajará lentamente. Tomará su tiempo hasta que Carla y Samuel deban cruzar sus caminos de forma romántica.

Chapter 7: El rey y la reina del baile

Chapter Text

P.O.V. SAMUEL

Los camilleros se llevan a la víctima hacia la ambulancia.

Veo lo que ha pasado y me pregunto si las cosas podrían ser diferentes. Si no conociera a la chica, si no hubiera iniciado el caso ¿hoy sería otra aburrida y tranquila noche en el departamento? ¿Fue mi culpa que un horrible crimen se desatara aquí o lo que pasó era inevitable?

UNA SEMANA ANTES

Salgo de casa a comprar algo en la tienda cuando se me acerca una vecina mía, Susana. Ella vive en un departamento que está justo por encima del mío.

-Hola, Samu-dijo ella amablemente.

-Hola Susana-le digo-¿Cómo estás?

-Gorda-dijo ella y ambos reímos.

Susana era una chica muy bonita, pelirroja y de ojos azules (me recuerda un poco a Marina). Tiene 18 años y está embarazada. Vive junto a su novio Andrés quien tiene 26 años. Creo que uno o dos meses nacerá el bebé.

Pero la situación no era idílica. Aparentemente mi habitación está justo debajo de la de ellos y los había escuchado pelear toda la noche.

-¿Estás bien?-le pregunto algo temeroso porque no quiero que sienta que me meto en su vida-Los escuché discutir anoche.

Ella parecía realmente temerosa. Es una muchacha muy agradable y siempre conversamos mucho, aunque su novio no es muy hablador.

-Oh, no es nada-dijo ella moviendo su mano para quitarle importancia-Andrés está algo celoso porque cree que siento algo por mi jefe. Además, mi diario íntimo se perdió y ando algo nerviosa por eso.

¿Qué tan grave es lo que escribió allí para que eso la pusiera nerviosa?

-Oye, Samu-me dijo ella-quería pedirte un favor.

-Si, claro-le respondo.

-¿me acompañarías al doctor mañana?-me dice con timidez-debo retirar unos análisis y Andrés no puede acompañarme y necesito algo de apoyo moral en todo esto.

¿Análisis misteriosos? Ok, Samuel, actúa como su amigo, no como un detective.

-Claro-le digo-puedo llevarte en mi auto. ¿Puede ser temprano? Después debo ir al instituto.

Ella me sonríe claramente aliviada.

-Claro, muchas gracias Samu-me dice y luego me abraza y se marcha.

Lo irónico de todo esto es que, si mi vida hubiera sido otra, es a Marina a quien habría acompañado a hacerse exámenes misteriosos al médico.

********

Estaba en la clase de periodismo terminando de escribir una aburrida noticia sobre trabajos de caridad que hicieron estudiantes de las Encinas. Aparentemente era necesario que esos trabajos de caridad sean fotografiados. Es gracioso porque los pijos de Las Encinas hacen las mismas cosas que sus padres.

Todos los demás estaban inmersos en sus propias noticias. Carla la me observa y noto su mala cara. Le lancé un beso lo que la hizo fastidiarse.

En ese momento ingresó la profesora de periodismo junto a una mujer de aproximadamente 40 años. Su ropa parece cara pero un poco aburrida. Color beige y utilizaba perlas. Parecía la esposa de un político. Ambas se acercan a mí.

-Marta-dice la profesora-este es Samuel, mi mejor estudiante.

-Qué joven encantador y guapo-dice Marta en un tono que me causa gracia.

-Samuel-me dijo la profesora-te presento a Marta Mondragón, ella es una ex estudiante de Las Encinas. Ella se encarga de ciertos artículos en los medios de comunicación que hablan sobre antiguas generaciones de estudiantes de Las Encinas. Y ahora está aquí para armar paneles y carteles sobre el tema. Y necesita la ayuda de alguien…

-Lo siento, no puedo, estoy ocupado-le respondo rápidamente y vuelvo a lo que estaba haciendo.

La señora sonríe cortésmente y se pone a hablar con otros estudiantes. En este momento le está diciendo a Guzmán lo guapo que es y le pregunta quienes son sus padres.

-Samuel, sería bueno que te involucraras en actividades académicas que vayan más allá de las estrictas clases que estás tomando-me dice en tono dulce fingido.

Quiero reír peor me contengo. Aparentemente no soy el único en notar que esa mujer debe ser insoportable.

-Vamos Samuel-me dice-solamente debes digitalizar algunas fotografías y ayudarla con lo que necesite. Mirarás fotografías viejas y te burlaras de los peinados y la ropa que se usaba antes.

Pone un gran libro sobre la mesa y noto que en su portada dice “LAS ENCINAS-CLASE 1998”.

-Está bien-le digo a la profesora sonriendo-yo ayudaré a la señora Mondragón.

-Fantástico-dijo la profesora claramente aliviada-y por favor…mantén a esa mujer insoportable lejos de mi.

Entre los becados de esa generación había una joven becada llamada Pilar Domínguez. Sí, mi madre, a quien la tierra se ha tragado. Quizás no sepa nada del presente de mamá, pero eso no implica que no pueda averiguar nada de su pasado.

********

P.O.V OMNISCIENTE

El examen de literatura seguía su curso y muchos como Nadia y Lu parecían dominarlo. Claro, cuando has estudiado es bastante sencillo. No era el caso de Nano.

Nano observaba a todos sus compañeros buscando de quien copiarse. Claro, casi nadie estaría dispuesto a hacerle el favor, y los que los estuvieran probablemente no tendrían las respuestas correctas. El único al podía considerar amigo y que tiene cerebro para lo académico es Samuel y no tomaban esa clase juntos.

A quien tenía más cerca es a Iván Carvalho, quizás a quien menos querría, pero Nano estaba desesperado. Se inclinó ligeramente hacia la izquierda para ver si así tenía una mejor visión de lo Iván estaba escribiendo.

-¿Qué haces?-le preguntó Iván molesto.

-Nada-dijo Nano.

-Entonces has “nada” lejos de mí-dijo el hijo futbolista.

-Oye, tranquilo-dijo Nano enojado-solo quiero algo de ayuda porque no estudié.

-No somos amigos-dijo Iván-no tengo porqué ayudarte.

-Tan caritativo como tus amigos-se burló Nano-ya veo porque Samuel los quiere tanto.

Iván se enojó y levantó la voz:

-¡No sabes nada de cómo era nuestra amistad con Samuel así que guarda silencio!

Todos los presentes voltearon a ver el escándalo.

-Gonzáles, Carvalho-dijo el profesor-está prohibido hablar durante un examen. Entreguen sus exámenes y quedan castigados. Los espero después de finalizado el examen.

Nano se resignó al estar acostumbrado a estas cosas. Pero Iván si parecía molesto.

-¿Contento?-le preguntó Iván sarcástico.

-Tendré que pasar más tiempo contigo, claro que no estoy contento-respondió Nano.

Al final de la clase el profesor les asignó su castigo: ordenar todos los libros de la biblioteca alfabéticamente, primero por autor y luego por libro. El trabajo era mucho por lo que no terminarían ese día.

-Tómense esto en serio-dijo el profesor. Esto es un castigo, no una fiesta.

-Eso explica la falta de globos de animales-dijo Iván por lo bajo.

En un tenso silencio ambos comenzaron a cumplir con su castigo.

********

P.O.V. SAMUEL

Regresé a casa después de Las Encinas. Debía sacar a Poni a pasear y luego ir a la agencia con papá. Busco mis llaves en mi morral frente a mi puerta. Escucho unas voces que discuten fuertemente desde arriba. Reconozco a Susana y el otro es su novio Andrés.

-¡¿Por qué le dijiste?-escucho decir a Susana.

-Creí que ya lo sabía-se excusó Andrés-es tu madre.

-No quería que supiera del bebé, no sé por qué le dijiste-dijo Susana.

-Tienes demasiadas hormonas-le dijo su novio y veo a Andrés que comienza a bajar las escaleras, pero se detiene por la respuesta de Susana.

-¡Cállate! Ve a pasar la noche con Johana, así dejará de llamar-dijo Susana con enojo.

-Supéralo Susana y madura-le respondió él enojado y bajó las escaleras.

En un momento la mirada de Andrés se encuentra con la mía. Se dio cuenta que estuve escuchando. La dureza de su expresión me hace bajar la mirada y entro rápidamente a casa.

********

Un fuerte ruido que proviene de mi techo me hace despertarme sobresaltado. A mi lado Poni también está alerta a lo que ocurre. Todo viene desde el departamento de Susana.
Escucho a su pequeño perrito ladrar y se siente como si un jarrón se rompiera. Luego sigue un golpe seco como…un cuerpo cayendo.

Bien Samuel, no seas un paranoico. Seguramente hay una explicación lógica y no violenta sobre lo que ocurre. Trato de volver a dormir, pero no tengo mucho éxito.

********

A la mañana siguiente le conté a mi padre lo que había escuchado y le causó gracia que yo escuchara “un cuerpo cayendo”. No importa, hoy debo llevar a Susana al laboratorio.
Ahora obtendré respuestas.

Me dirijo hasta el departamento de Susana y toco el timbre. Toco por segunda vez pero nuevamente no obtengo respuesta. Escucho a su perro ladrar como respuesta al insistente sonido del timbre. Me acerco a una ventana y trato de mirar al interior del departamento. Efectivamente hay un jarrón hecho añicos en el suelo.

¿Por qué Susana no está? Ella me había pedido que hoy la acompañara al laboratorio. Esto no tiene ni el más puto sentido.

********

Ayudar a Mirta con lo de las fotografías de la clase del 98 no me ha otorgado mucha información. Una fotografía de mamá a sus 17 años. Se veía hermosa y feliz. claro, fue una época anterior a que el alcohol y los secretos la consumieran.

Lo único que puedo destacar es que reconocí a los padres de algunos de mis compañeros también aquí. El padre y la madre de Ari y también a Ventura Nunier. Ninguno que me agrade.

Continúo escaneando las fotografías de este anuario. Hasta que llego a una fotografía que ocupa toda la página. Es una pareja joven. El título dice “El rey y la reina del baile de primavera” y muestra a una joven y atractiva pareja que se miran claramente enamorados. Y si bien me lo esperaba, estúpidamente me impacta. Son mi madre y Benjamín Blanco.

Cuando hace meses identifiqué a mamá como la mujer que estaba en el hotel Camelot con Benjamín Blanco me impacto y me enojó que la mujer de la que no sabía nada desde hace casi un año tuviera una aventura con el hombre que ayudó a la familia Nunier a destruir nuestra vida. Pero realmente no me puse a pensar en el peso del hecho que mi madre fuera amante del padre de mi ex novia.

Sin embargo, esta nueva información me muestra algo más. Posiblemente, la relación de ellos comenzó en su adolescencia. Quizás se reencontraron cuando eran adultos y nunca se terminó. ¿Esto se relaciona en algo con el hecho que mamá se fuera de la ciudad porque alguien había amenazado mi vida?

Debo averiguar que eran exactamente ella y Benjamín. Necesito respuestas, pero no tengo muchas fuentes de información. Primero debo descartar a papá. Este tema, si es que sabe, debe ser muy doloroso para él. Podría preguntarle a Benjamín, pero me mentirá. De hecho, ni responderá a la pregunta.

Quizás deba consultar con una fuente de información no tan directa.

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P.O.V. OMNISCIENTE

En el baño de los hombres Nano lavaba sus manos mientras conversaba con su amigo Félix. Félix era uno de los que como Nano había obtenido una beca por sorteo. Ninguno de los dos era un buen estudiante ni se esforzaba por serlo. Desde que ambos entraron a las Encinas a los 12 años se formó una fuerte amistad. Rápidamente Nano reclutó a Félix para su pandilla y se convirtió en el tercero al mando. Ahora era el segundo desde que obligaron a Christian a dejar el grupo. Félix era el mejor amigo de Nano. Lo que Nano más apreciaba de él eran su lealtad y su sentido del humor. La lealtad porque era algo fundamental en el peligroso ambiente que había crecido y su sentido del humor porque era de los pocos que podía hacer reír a Nano. Aun así, Nano no le contaba todos sus secretos. Félix tenia cosas buenas, pero no destacaba por su inteligencia precisamente. No tenía esa terrorífica inteligencia de Samuel, por ejemplo.

-¿Y cómo te va en el castigo con el hijo del futbolista?-preguntó Félix sonriendo.

-Es insoportable, otro pijo malcriado-dijo Nano sin humor.

-Quizás los humos se le bajen si se entera que el culo de niña pija de su ex novia fue tuyo algunas veces-dijo riendo.

-Hey-le respondió Nano enojado-no sabes nada de cómo eran las cosas entre Marina y yo. Cierra la boca.

Se fue enojado y feliz quedó atónito.

-¿Qué dije?-expresó confundido.

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P.O.V. SAMUEL

El aprender el oficio de detective te sirve en muchos campos de la interacción humana. Papá me había enseñado como preguntar cosas para obtener la información que realmente necesito. Cuando hacer preguntas directas y cuando ser más evasivo. También había aprendido a detectar las mentiras en otros. A interpretar sus respuestas, sus gestos, sus movimientos. Era mucho poder y como dicen en Spiderman, un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Yo me cago en Spiderman, usaré este poder para mi beneficio.

Veo que Ari está hablando con Carla y Lu mientras caminan por el pasillo. Sin importarme me pongo al lado de ella.

-Hey, hola-le digo sonriéndole.

Las tres parecen sorprendidas, aunque Ari rápidamente me sonríe, como si estuviera feliz de que le prestara atención. Veo una mueca de fastidio de Lu quien rápidamente se marcha. El rostro de Carla es más difícil de interpretar, pero la ignoro. Ari es mi objetivo.

-Hola Samu-me dice ella.

Carla y Lu van por otra dirección peor Ari no les presta atención.

-Te tengo un dato trivial sobre Las Encinas-le digo a modo de juego.

-Adelante-me dice ella alegre.

-¿Sabías que tu papá y mi mamá fueron rey y reina del baile de primavera de 1998? Supongo que significa que eran pareja o algo así. ¿Sabías eso? -le digo.

Su rostro relajado y sonriente cambia de inmediato.

-No, no lo sabía-dice ella nerviosa- es raro ¿no?

Rápidamente se marcha en la dirección en que se fueron Carla y Lu. La chica es evasiva, sin duda. Supongo que no debería sorprenderme ya que hace un año rompió conmigo sin decir “se acabó”.

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FLASHBACK

Camino muy nervioso por los pasillos de Las Encinas sin realmente prestar atención a mi camino cuando a mi lado Patrick viene bastante molesto.

-¿Qué pasó?-le pregunto.

-Que invité a Ander a salir y me rechazó-me dice casi haciendo un berrinche-¿y a ti que te sucede?

-¿Por qué tu hermana pretende que ya no existo?-le pregunto preocupado.

-Porque es rara-me dice bromeando-no sé. Soy su hermano, no su psiquiatra.

Ciertamente Patrick no logra tranquilizarme.

-Es como si hubiera terminado conmigo, pero aún no se animara a decírmelo-le explico.

-Ha actuado algo rara estos días-reconoce Patrick y luego me mira con picardía- tal vez llegó al punto que solo los besos no la conformarán.

-¿No ves que esto me molesta?-le reclamo.

Patrick larga una carcajada.

-Dios, Samu. No seas dramático-intenta tranquilizarme-debe estar pasando por una etapa o algo. Son el uno para el otro. No seas tonto. Bueno, hablaré con ella.

Por fin me permito suspirar.

-Gracias-le digo sonriendo

FIN DEL FLASHBACK

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Susana y Andrés tienen algo en común: ambos son artistas. He visto algunas de las pinturas y dibujos de Susana. Andrés tiene un estudio artístico, pero Susana trabaja en una tienda de ropa bastante elegante.

Su jefe se llama Sergio y noto instantáneamente que habla con mucho entusiasmo de Susana. Solo habla maravillas de ella. Es un hombre joven y bastante apuesto.

-Entonces-le digo-¿Son muy cercanos?

-Más que jefe y empleada diría que somos amigos-me dice-el otro día llovió mucho y ella no podía regresar a su casa así que la invité a dormir en mi casa. Sé que eso le dio algunos problemas con Andrés.

-¿Andrés se enojó por eso?-le pregunto.

-Se portó como un cavernícola-dijo Sergio con veneno-lo cual no tiene derecho porque es bastante cercano a una tal Johana.

¿Acaso noto celos en este tipo?

Le agradezco y me marcho. Creo que es hora de visitar a Andrés.

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El estudio artístico de Andrés se llama “Art d'évasion”. Es bastante grande y tiene dos secciones bien diferenciadas. Una donde se hacen muestras y venden de obras artísticas como pinturas y esculturas de diferentes artistas y otra que es un taller donde aparentemente solo Andrés trabaja.

Por lo que veo Andrés no es muy agradable pero sí bastante talentoso. Tiene retratos bastante buenos. Me llama la atención una extraña escultura de un jinete en su caballo hecha con cadenas. No sabía que cadenas podían material de arte. Bien, aparentemente, los sospechosos de hacer desaparecer a sus novias son almas atormentadas y muy ingeniosas.

-¿Qué haces aquí?-una ruda voz me devuelve a la realidad.

Al girar veo a Andrés frente a mí. Lleva un trapo en sus manos con el que intenta limpiar los rastros de pintura.

-¿Has visto a Susana?-le pregunto.

-No desde esta mañana ¿por qué? -me pregunta y noto que no luce para nada preocupado.

-Me pidió que hoy la llevara al doctor, pero no estaba-le explico-y tampoco fue a su trabajo.

-Ya aparecerá-me dice sin mucho interés.

-¿No estás preocupado?-le pregunto algo molesto por su actitud.

-Ella siempre hace este tipo de cosas-me dice-las cosas se ponen un poco difíciles y ella corre.

Quizás deba presionarlo un poco.

-¿Por qué peleaban?-le pregunto directamente.

-Le dije que sus amigos eran molestos-me dice para ofenderme.

-Algo sobre qué le dijiste a su mamá que Susana está embarazada-le digo recordando lo que escuché ayer.

-Si conoces la respuesta-me dice-¿Por qué preguntas?

-¿Su mamá no sabía que estaba embarazada?-le pregunto porque es difícil entender eso.

-No se hablan desde que Susana dejó Murcia-me explica-yo le conté del embarazo, dijo que quería venir con su hija y Susana se enfadó.

-Se enfadó y se fue-concluyo.

-Si-me responde con condescendencia-así que saca esas fantasías de tu cabeza. Regresará tan pronto como lo asimile. Ella es así.

-Oí un ruido fuerte que venía de tu departamento anoche-le digo con fuerza-un golpe fuerte.

-¿Un golpe fuerte?-me dice con burla-debe ser cuando le rompí la cabeza con un candelabro. No, espera, eso lo hizo el mayordomo.

-Estoy preocupado-le digo.

-Estás paranoico-me dice exasperado-yo no oí ningún golpe.

De pronto apareció una mujer bastante atractiva frente a nosotros. Solo vestía una bata.

-¿Listo para continuar?-le dice a Andrés.

-Sí, Johana-le dice y me mira-él ya se iba.

Sin ningún pudor la muchacha se quitó la bata y estaba totalmente desnuda. Se sentó en una silla y cruzó las piernas y se quedó quieta. Estoy medio impactado por lo que veo hasta que me doy cuenta que esta Johana es la modelo de la nueva pintura de Andrés.

Me marcho de ahí sin despedirme. Quizás deba hacerme artista, al parecer tienen más éxito con las mujeres que los detectives.

Voy a mi coche y pienso. Sigo preocupado por Susana. Es joven y está embarazada. No es la mejor situación para que ande sola por ahí sin que nadie sepa dónde está. Que Andrés le quite importancia a esto también me pone nervioso. ¿Susana solamente se fue porque le molestó que su madre se enterara de su embarazo? ¿Por qué eso la enojaría? ¿Por qué el jefe de Susana insinuaba que entre ella y él había un vínculo cercano que molestaba a Andrés?

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Al día siguiente en Las Encinas tengo que ayudar a Mirta a armar estantes que conmemoran a ex estudiantes notables del instituto. Esta señora no deja de parlotear sobre sus épocas de estudiante y como progresaron viejos alumnos. Simplemente la dejo hablar porque eso me da pie para hablarle de lo que de verdad me interesa.

-¿Y Pilar Domínguez?-le digo.

-¿Quién?-me pregunta confundida.

-Es mi madre-le digo.

El reconocimiento se instala en su rostro y me mira sorprendida y sonriente.

-Dios mío. Claro mírate-me dice-me parecías familiar. Saliste tan guapo como ella de hermosa ¿Cómo está ella?

No quiero contestar esa pregunta porque no sé la respuesta. Como el anuario que tiene la fotografía de la coronación de ella y Benjamín.

-Me encanta esta fotografía-le digo ignorando su pregunta.

-Tu madre era hermosa-me dice-y Benjamín. Eran una bella pareja.

-¿Así que eran pareja?-la respuesta ya me la dio pero busco soltarle un poco más la lengua.

-No, eran LA PAREJA-me aclara- se besaban por todo el pasillo. Todos pensábamos que se casarían. Pero supongo que las cosas se dieron de mejor manera, si no tú no estarías aquí ¿verdad?

Me obligo a mí mismo a sonreír.

-Así es-le respondo.

-Pero eran algo grande-me sigue contando-como una pareja de película o algo así.

Mirta me sigue hablando de otros ex alumnos que no me interesan. Ahora tengo la confirmación de que mi madre y Benjamín fueron novios en su adolescencia y ahora de adultos han vuelto a encontrarse.

¿Y si el vínculo nunca se cortó?

¿Eran una pareja de película como dice Mirta? Yo también formé parte de la que era considerada la pareja perfecta de la escuela. Supongo que la perfección va variando.

FLASHBACK

-No te entiendo, Patrick-le reclamo-hace dos días dijiste que Ari y yo éramos el uno para el otro.

Patrick parece muy incómodo.

-Realmente no quiero estar en medio de esto-me dice evasivo.

-¿Qué es “esto”?-le pregunto enojado y confundido.

-Tal vez debas seguir adelante-me dice Patrick.

-¿Qué?-le pregunto y comienzo a levantar la voz sin darme cuenta.

Patrick me toma de los hombros y me sonríe.

-Conozco a media docena de chicas que serían mejor para ti-me dice-¿Qué tal Carla? Lo de ella con Polo no funcionará, todos lo sabemos…excepto Polo.

Ni siquiera sé si lo mío con Ari ha terminado ¿y el me habla de salir con Carla que tiene novio?

-¿qué te dijo?-le insisto-¿Hice algo?

Patrick vuelve a caminar y yo lo sigo.

-No eres tú-me aclara- Es que…necesita tiempo sola.

-¿Quieres detenerte?-le exijo y Patrick se detiene-¿Qué es tan horrible que no puedes decirme?

Patrick ya no se molesta en fingir una sonrisa. Ahora luce triste.

-¿Puedes confiar en mí?-me pregunta-es lo mejor Samu. Sé que ahora no lo parece, pero así es. Te mereces algo mejor.

Entre molesto y triste lo dejo solo y me marcho a estar solo en los jardines de Las Encinas.

FIN DEL FLASHBACK

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Cuando regreso a casa veo que Andrés bajaba la escalera junto a un hombre y una mujer de aproximadamente 45 años los dos.

-Estoy seguro que Susana va a aparecer en cualquier momento-les dice Andrés-estoy seguro que así será.

-Por favor avísanos si ella regresa-dice la mujer y se despide de Andrés.

Deduzco que ellos son los padres de Susana. Cuando creo que Andrés ha vuelto a su departamento me dirijo a ellos.

-Disculpen-les digo-soy Samuel García Domínguez y soy amigo de Susana ¿Ustedes son sus padres?

-Así es-dice la mujer-yo soy su madre, María y él es Ernesto, el padrastro de Susana.

Meto la mano en mi morral y saco una tarjeta y se las ofrezco.

-Mi padre es detective privado-les digo-deberían ir a verlo. Él podría ayudar a encontrarla.

-Pero Andrés nos dijo que ella pronto aparecería-dijo Ernesto confundido.

Bien Samuel, no les puedes decir que crees que Andrés le hizo algo a Susana porque los espantarás. Debes ser más diplomático.

-Creo que deberían ver a mi papá-les pido-solo para estar más seguros.

Noto la preocupación que crece en ellos, pero me marcho. Si se preocupan entonces recurrirán a papá y él seguramente podrá encontrarla. Aunque, yo seguiré con mi propia investigación del caso.

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P.O.V. IGNACIO

La madre y el padrastro de Susana vinieron a verme. Ella se ve muy preocupada y su esposo trata amorosamente de tranquilizarla.

-Ella siempre fue algo…dramática-dice la señora-pero en menos de un mes tendrá a su bebé y es muy preocupante que no sepamos en donde está, si está bien o si necesita algo.

Lo cierto es que no tengo una pista concreta para seguirla. Quizás rastrear su automóvil o su teléfono. Lo peor es que Samu tiene razón, dadas las circunstancias debo si o si sospechar de Andrés y su falta de interés en la desaparición de su novia.

Como policía he visto muchas veces casos como este. Una chica desaparece y después se la encuentra muerta la mayoría de las veces. No quería que Samuel se involucrara en esto. Le preocupaba que Samuel se pusiera en peligro por tratar de encontrar a esta chica. Adoraba a su hijo y como su astucia era un reflejo de la suya propia. Pero Samuel también carecía de la cautela necesaria. No dudaba en ponerse en peligro. De por si no lograba detenerlo para que no investigue el asesinato de Marina y ahora se involucraba en una desaparición. Una cosa era que investigara un tonto fraude electoral en Las Encinas o que trate de encontrar al desaparecido padre de una niña. Pero debía encontrar a esta chica antes que lo haga su hijo para así salvarlo de cualquier peligro.

Samuel pidió una pizza para que cenáramos en la agencia.

-Samu-le dije seriamente-quiero que dejes este caso. Podría ponerse peligroso.

-Pero papá-dice mi testarudo hijo-es mi amiga y…

-No es tu amiga Samu-le digo-es solo una chica con la que conversas a veces.

-Por favor, quiero ayudar-me dice casi desesperado.

Reconozco esa necesidad implacable de buscar justicia y descubrir la verdad. Es algo que reconozco en mí mismo. Prohibirle algo es tonto, quizás lo mejor sea dejarlo investigar, pero en un entorno controlado.

-Ve si puedes averiguar algo en su trabajo-le digo-pero no te acerques a Andrés. De él me encargo yo.

El asiente. ¿Por qué temo que no me haga caso?

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P.O.V. SAMUEL

Papá me dejó investigar al jefe de Susana, y lo haré. Pero se me ocurrió otra cosa que también puedo investigar. Susana desapareció la mañana en que yo debía acompañarla a retirar unos análisis de un laboratorio. Quizás eso tenga algo que ver. Si Susana no está para retirar esos análisis quizás pueda llamar por teléfono para pedirlos.

No crean que estoy loco. Sé que no puedo hacer que Susana haga es llamada si no sé siquiera en donde está. Pero puedo utilizar a una Susana de repuesto.

Rebe toma el teléfono de Samuel y llama al laboratorio y se hace pasar por Susana y pide que le comuniquen el resultado de ese misterioso análisis.

-Gracias, adiós-dijo Rebe y parece confundida.

-¿Y, que te dijeron?-le digo ansioso.

-Dice que el resultado dio negativo-dijo Rebe confundida-que el examen de paternidad dice que el bebé no es hijo del dueño del material aportado.

¿Qué? ¿Susana no sabía quién era el padre de su bebé? Si el resultado dio negativo significa que había alguien con quien hacer la comparación. Eso significa solo una cosa: Andrés no es el padre del bebé.

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P.O.V. OMNISCIENTE

Iván y Nano seguían con su castigo y ordenaban los libros que quedaban. Afortunadamente, este era su último día. Ambos no se soportaban. A Iván simplemente le caía mal Nano.
Pero Nano tenía un motivo concreto para odiar a Iván.

Nano comenzaba a sentir calor por todo el trabajo y se quitó su camisa quedando con una camiseta puesta. Iván vio como el cuerpo de Nano estaba cubierto de muchos tatuajes.

Iván siguió ordenando los libros cuando uno de los tatuajes de Nano le llamó la atención. En su brazo izquierdo tenia dibujado un corazón que estaba adornado con espinas que lo rodeaban. Pero dentro del corazón había un nombre escrito: Marina.

La sangre de Iván comenzó a hervir. Sabía que Marina no había sido una novia perfecta y que lo había engañado con otros ¿Pero, Nano? Había escuchado los rumores, pero esto…

-¡¿Quién es Marina?!-le preguntó Iván gritándole y señalándole el tatuaje.

Nano se ofendió y un grito de enojo brotó de su interior.

-¿De verdad quieres saber?-le preguntó entre divertido y enojado.

-¡Sí!-gritó el hijo del futbolista.

Nano reflexionó por unos segundos.

-Marina es el nombre de mi hermana menor-dijo Nano.

Iván parecía confundido, pero estaba más calmado. No se disculpó con Nano, pero no siguió la pelea.

Nano miró al chico y decidió que había hecho lo correcto al mentir.

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P. O. V. SAMUEL

Saber que el bebé que espera Susana no es de Andrés me hace pensar que necesito obtener información más personal de ella. El problema es que no tengo muchas fuentes para consultar. Pero quizás su jefe e íntimo amigo pueda ayudarme.

Ingreso al elegante local comercial en donde Susana trabajaba…trabaja como vendedora. Piensa positivo Samuel.

Sergio parece sorprendido de verme. Pero lo primero que hace es preguntarme si Susana apareció. Al menos parece más preocupado que el propio novio de ella.

Sé que no me dirá nada nuevo simplemente si se lo pregunto. Necesito impactarlo para que suelte su lengua.

-Pude averiguar que el bebé que tendrá Susana no es de Andrés-le digo-trabajas con ella, quizás sepas algo.

-Quizás el que la violó sepa algo-me dice como si nada y no puedo ocultar mi sorpresa.

-¿La violaron?-le pregunto atónito.

-Si-me responde-es una de las razones por las que dejó su pueblo y se vino a Madrid con Andrés.

Algo no me cuadra en todo esto. Aunque no todos somos iguales, sé lo que siente una persona después de ser violada…

-¿Ella te dijo eso?-le pregunto.

-Si-dice Sergio orgulloso-como dijiste, pasamos mucho tiempo juntos.

-¿Dijo quien fue?-le digo.

-Nunca. Lo siento, pero debo trabajar. Si recuerdo algo más, te llamo-me dice y se da media vuelta para seguir con sus tareas.

Doy unos pasos a la salida y sigo pensando. Algo no tiene sentido. Susana no le dijo a su propia madre del embarazo. Se marchó muchas veces de forma repentina. Evidentemente es una chica que esconde muchos secretos. ¿Por qué le revelaría a su jefe que fue violada cuando lo conoce hace pocos meses? Aun cuando pasen mucho tiempo juntos no tiene sentido.

Me detengo de golpe y sonrió. Ahora lo entiendo. Que Sergio sepa algo que los demás no, la forma en que habla de ella, el diario íntimo perdido, ella durmiendo en su casa una noche.

-Tu robaste su diario-le digo sonriendo.

-¿Qué?-me dice sorprendido.

-¿Cómo lo hiciste?-le digo-seguramente fue cuando ella se quedó a dormir en tu casa esa noche lluviosa y ahí estaba el diario del que ella jamás se separaba. Supongo que querías saber si ella te correspondía.

Su expresión cambia y sé que toqué una fibra sensible.

-¿Sabes que eres un paranoico?-me insulta.

-Me lo dicen seguido-le afirmo-pero eso no implica que me equivoque. Dame el diario, me ayudará a hallarla.

-Ya te lo dije-insiste-no lo tengo. Ahora vete.

No insistiré, no vale la pena. Al menos ahora estoy seguro que este tipo tiene el diario de Susana. Hay métodos alternativos para hacerlo cooperar.

Cuando estoy en calle tomo mi teléfono y marco un número. Cuando me responden respondo:

-Me enteré que ya terminó tu castigo-le digo con humor-¿te importaría hacerme un favor junto a tus amigos?

********

Me quedé en mi automóvil leyendo un libro. Cada tanto veía a Sergio que me miraba de mala manera desde la tienda. Aunque no podía decirme nada dado que yo estaba en mi automóvil en la calle.

El libro está bastante interesante pero el ruido de varias motocicletas capta mi atención y me hace sonreír.

Sergio acomodaba algunas prendas que estaban en exhibición. El día estaba muy tranquilo, en ese momento no había ningún cliente.

Cuando escuchó la puerta abrirse se sintió contento que por fin entrara alguien, pero cuando se dio vuelta para encarar al cliente vio que eran muchos jóvenes de aspecto amenazante.

Me quedo en la puerta viendo y escuchando todo. Nano y sus acólitos miraban todo en la tienda y tocaban y desacomodaban la ropa en exhibición.

-¿Puedo ayudarlos?-les preguntó Sergio de forma temerosa.

-¿Puedes?-dijo Nano en broma-no creo, no pareces muy útil.

Félix tiraba al suelo unos suéteres.

-No hay del color que me gusta-dijo el muchacho.

-Por favor no hagan eso-dijo Sergio nervioso-por favor, este es mi trabajo.

La pandilla de Nano estaba haciendo un desastre y Sergio estaba muy asustado hasta que me vio parado en la puerta mirando todo y ahí lo entendió.

-¿Qué crees Samu?-dijo Nano mostrando como se probaba una gorra verde con una bufanda amarilla-¿me veo elegante así?

-¡Nano!-le grito muy enojado y todos me miran sorprendidos-el verde y el amarillo no combinan.

Todos se quejan desilusionados peor continúan desordenando todo. Yo me dirijo a Sergio.

-Ahora es cuando misteriosamente recuerdas que tienes el diario íntimo de Susana que le robaste y me lo das-le dije.

Sergio se ve enojado, pero no puede hacer nada, fue derrotado.

********

Leí el diario de Susana con el fin de encontrar pistas de su posible paradero o alguna respuesta a los otros interrogantes. El diario no habla de la violación, solo de sus secuelas.
Ella no pudo manejarlo. No le habló a su madre, se alejó de sus amigos. Lo único bueno fue Andrés. Se enamoró de él tanto que después de conocerlo en una clase arte que lo siguió hasta Madrid dejando todo atrás.

La pista determinante fue un dibujo que Susana hizo en su diario. Dibujó un hermoso lago rodeado de árboles, con un elegante edificio de fondo. Reconozco el lugar. Es la Cabaña del Lago. Un bar, restorán y cafetería que está en el algo y al que van los pijos muy seguido. Fui ahí varias veces cuando era amigo de Guzmán y los otros. Susana tituló al dibujo “Paraíso”.

Conduje hasta la cabaña del lago. Estacioné mi automóvil y usando el dibujo en el diario busco el punto justo donde dibujó esto. Debajo de un gran árbol veo el auto de Susana.
Miro en su interior y veo envases de comida chatarra. Me acerco al lago y la veo. Está sentada sobre una gran roca. Su hinchado estómago sobresale evidenciando que el parto está próximo.

-¿Susana?-le digo.

Ella se da la vuelta y veo sus ojos azules que me recuerdan a los de Marina. Me sonría con tristeza.

-Me encontraste Samu, después de todo es cierto lo que dicen de tu talento-me dice.

-¿Qué sucede Susana?-le digo-todos están preocupados por ti. Tus padres vinieron desde Murcia.

-No puedo enfrentarlos-me dice llorando.

-¿No quieres ver a Andrés?-le pregunto sonriendo.

********

Traje a Susana a casa y la dejé con Andrés en su departamento. No le pregunté quién es el padre de su bebé ni por qué no quiere ver a su madre y su departamento. Al menos la vi sinceramente feliz cuando vio a Andrés.

Lavo unos platos cuando papá llega a casa. Supongo que terminé haciendo su trabajo por él.

-La encontré-le digo.

-Lo sé. Se corrió la voz-me dice papá sonriendo-estoy impresionado.

-¿Crees que tengo futuro en esto?-le pregunto para molestarlo.

-Tienes futuro como ejecutivo, abogado o médico de alguna clase bien educada y pagada que no pensará en la investigación privada en su vida perfecta-me responde él y sé que, aunque lo diga con cierto humor, también lo dice enserio-ahora hagamos algo normal que hacen los padres y sus hijos.

-¿Me comprarás un poni?-le pregunto.

-Pensaba en ver fútbol en la TV y que me masajearas los pies-me dice sonriendo.

-Si, eso es muy normal-le respondo con sarcasmo.

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P. O. V. OMNISCIENTE

-Susana, tus padres están en la cocina-dice Andrés-no puedes quedarte encerrada en la habitación para siempre. Tendrás que enfrentarlos en algún momento.

Susana estaba sentada en la cama abrazando una almohada.

-No estoy lista-dice ella.

Andrés suspiró cansadamente. Se dirigió a la puerta de la habitación.

-¿A dónde vas?-pregunta Susana asustada.

-Iré a comprar comida-dice Andrés.

Susana no quedó tranquila.

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P. O. V. SAMUEL

Lo cierto es que no me interesa el futbol. Sigo pensando en Susana. Aún tengo muchas preguntas.

-Ya no pienses en eso Samu-me dice papá-el caso está cerrado. Encontraste a la chica.

-Pero ¿por qué no quiere ver a su madre y su padrastro? -le digo-y, además, aun no confió del todo en Andrés.

En el sillón papá usa sus manos como almohada.

-No sé-me dice- él sabe de la prueba de ADN, que el bebé no es suyo. Y dice que no le importa.

-Lo cual, por sí solo, es muy extraño-le respondo-¿Qué clase de hombre cría a un hijo que sabe que no es de él?

La mirada de papá se torna un tanto extraña.

-Quizás es un testimonio de cuanto amo a esa mujer-me dice-un hombre debe estar muy comprometido para acceder a criar al hijo de otro hombre.
“criar al hijo de otro hombre…” de una forma perturbadora, esa frase queda instalada en mi mente. “el hijo de otro hombre…”

¿Y si…?

-Samu ¿estás bien? -me dice papá.

-Ah…si estoy bien-le respondo mintiéndole.

-¿Te dijo Susana quien es el padre del bebé?-pregunta papá.

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P. O. V. OMNISCIENTE

Susana abrió el cajón de abajo del armario. Sabía que Andrés guardaba la pistola ahí. La tomó y notó que estaba cargada. La tomó. Él no volvería a lastimarla.

Caminó hacia la cocina y vio a su madre y su padrastro así.

-Debí hacerlo hace mucho tiempo-dijo Susana y levantó el arma y apuntó en su dirección.

Cuando los dos adultos la vieron se sorprendieron y se asustaron.

-Cariño-dijo se madre asustada-¿qué haces?

-Fue tu esposo-le dijo a su madre mientras apuntaba al hombre con el arma. Su mano temblaba.

-¿De qué hablas?-pregunta su madre confundida.

-¡El me violó!-gritó Susana-¡Él es el padre de mi bebé!

-Porque siempre inventas cosas…-comenzó a decir su madre, pero su esposo reaccionó más rápido.

-¡Puta de mierda!-dijo el hombre y de una bofetada la hizo caer al selo soltando el arma-¡No vas a arruinar mi vida!

El hombre corrió y tomó el arma del suelo y le apuntó a Susana.

-¡¿Qué haces?!-gritó la mujer mientras Susana lloraba en el suelo.

-Eres una puta-le dijo el hombre-tú lo deseabas…

No dijo nada más, un disparo proveniente desde atrás le perforó el hombro. El padrastro de Susana cayó al suelo e Ignacio García se acercó aun con su arma en alto. Los gritos de la discusión lo habían atraído y le pidió a Samuel que llamara a la policía.

El hombre herido se lamentaba en el suelo mientras la madre de Susana abrazaba a su hija y le pedía perdón.

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P. O. V. SAMUEL

Los camilleros se llevan a la víctima hacia la ambulancia.

Veo lo que ha pasado y me pregunto si las cosas podrían ser diferentes. Si no conociera a la chica, si no hubiera iniciado el caso ¿hoy sería otra aburrida y tranquila noche en el departamento? ¿Fue mi culpa que un horrible crimen se desatara aquí o lo que pasó era inevitable?

Papá llega hasta donde estoy y me abraza.

-Ella está bien-me dice para tranquilizarme-ahora está descansando al cuidado de Andrés y su madre.

La verdadera tragedia ocurrió mucho antes que yo interviniera. Yo solo la saqué a la superficie. Pero ¿no es mejor dejar algunas cosas enterradas? ¿No es lo mejor para mí?

Chapter 8: Mírate en el espejo, Samuel

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

P.O.V. SAMUEL

Estoy sentado en mi escritorio en la agencia de papá. En mi mano derecha tengo la fotografía de la habitación de Marina el día en el que la mataron en la que aparecen las zapatillas blancas de Marina. En mi mano izquierda tengo la fotografía del día que arrestaron a Abel Romano donde muestran las mismas zapatillas como evidencia. Ese hombre fue arrestado semanas después del asesinato. ¿Cómo llegaron esas zapatillas a la casa de Romano?

Dos fotografías que no coinciden. Solo una persona puede darles sentido y solo una persona puede llevarme a esa persona.

La puerta se abrió y entró Claudio Martínez, el mejor amigo de papá y abogado de oficio.

-Claudio Martínez-le digo sonriéndole-el hombre al que quiero ver ¿Puedo prepararte un café?

-La amabilidad en ti, ahijado, es aterradora-me dice-¿Vas a venderme una rifa o algo así?

Que bien que me conoce.

-Algo así-le respondo-quiero que me consigas una reunión con Abel Romano.

Una carcajada seca sale de su boca.

-Estos adolescentes locos de hoy-me dice con humor-las cosas que hacen: videos de Tik Tok, fiestas electrónicas, visitas a condenados a cadena perpetua…

-Hablo en serio, tú eres su abogado-le digo serio.

-Interesante pero cuando alguien confesa un crimen, es condenado y se niega a apelar, el término adecuado es “ex abogado”-me aclara él.

-Pero aun así puedes arreglar una cita-le digo.

-Sólo él decide a quien recibe y hasta ahora no recibió a nadie-me con tono perezoso.

-Excepto a ti-le digo señalándolo-su adorado abogado.

-Sí, yo-me dice- su defensor público de €20 la hora. Los abogados criminalistas más prestigiosos del país se ofrecieron a defenderlo gratis y él me prefirió a mí. Reprobé derecho criminal y sé que eso es malo.

Tomo las fotografías y se las paso.

-Mira estas fotos-le digo-¿te parecen esas las mismas zapatillas?

-Si-me responde sin mucho interés.

-Una es del cuarto de Marina Nunier cuando la mataron-le explico- y la otra de la casa de Romano cuando lo arrestaron ¿Por qué volvería a robar un par de zapatillas semanas después?

-¿Por qué está loco?-me dice Claudio-comienzo a pensar que no fue tu papá quien me invitó a venir.

Ah, sí, le mentí que mi padre quería hablar con él para que viniera. Se pone de pie para marcharse.

-Deja que yo hable con Romano y yo decidiré si está loco o no-le digo con seguridad.

-Escribe una carta exponiendo tu caso-me dice-y se la daré y negaré cualquier relación con lo que haces.

-Gracias, Claudio-le digo mientras uso mi adorable sonrisa que según mi padre la utilizo cuando quiero algo.

-Te dirá que no-me advierte.

-¿Seguro?-le digo-a la mayoría de las personas les cuesta mucho decirme que no.

-Si lo hicieran se ahorrarían muchos problemas-me dice y se marcha.

Si la gente me dijera que no, yo me ahorraría muchos problemas.

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P.O.V. CARLA

Es la hora del almuerzo en Las Encinas y como siempre estoy sentada con mis amigos, los cuales hablan de cosas que ciertamente me aburren.

A mi lado está Lu quien no participa de la conversación porque está mirando con resentimiento como Guzmán y Nadia charlan un par de mesas más allá. Ya hablé con ella muchas veces sobre que debe dejar ir a Guzmán, pero es demasiado testaruda. Está empeñada en culpar a Nadia por todo cuando en realidad su relación con Guzmán estaba aún más condenada que la mía con Polo.

Conmigo y Lu también están Ari, Polo, Patrick, Iván y un muchacho llamado Miguel. Es alguien que me parece muy aburrido y poco interesante y está evidentemente interesado en Ari, aunque ella no parece notarlo

A veces pienso que es peor, si aburrirme en Las Encinas o volver a casa donde solo presenciaré las discusiones de mis padres.

Lo peor es que en el caso de ellos discutir es innecesario. Mi padre no dejará de verse con otras mujeres y mi madre no lo abandonará definitivamente. No sé si espera que él cambie o alguna estupidez por el estilo. Teo Rosón es un muy exitoso empresario, y para un hombre de su edad es bastante guapo, es seguro que muchas mujeres iban a perseguirlo. Y él no está muy interesado en respetar sus votos matrimoniales. Mi madre no es mejor, se aísla de su realidad con eventos sociales, vino y pastillas para no enfrentar su realidad. Pero no se divorcian, todo sea por las apariencias. Ahora más que nunca creo que hice bien en separarme de Polo. Si hubiéramos seguido juntos nuestro futuro hubiera sido convertirnos en los nuevos Teo y Beatriz.

Mis amigos siguen con su conversación aburrida mientras me entretengo observando a las otras mesas. En una de ellas veo a Samuel con sus amigos. Rebe, el hermano de Nadia y Ander que ahora es su novio. Parecen muy divertidos en su conversación. Quizás le estén preguntando a Samuel por algún caso en el que haya trabajado junto a su padre. Sé que la vida de Samuel no era muy buena desde la muerte de Marina, pero seguramente es más emocionante que la mía.

A regañadientes yo debía reconocer que Samuel tiene un don para la investigación. En los pasillos de Las Encinas se hablaba del investigador adolescente. Samuel había pasado de ser uno de los chicos más populares siendo amigo de Marina y novio de Ari a ser un paria del que todos se burlaban a ser alguien intimidante al que convenía no hacer enojar.
Reconozco que esa faceta de detective duro y sagaz lo hace más atractivo. Claro, jamás lo reconoceré en voz alta. También es arrogante y vengativo. Yo misma me encargue de hacerle la vida imposible junto con algunos de mis amigos después de la muerte de Marina. Y aun así, él aún estaba de pie y luchando. Envidio su fortaleza.

-¿Ya respondieron al Test de la pureza?-preguntó Patrick emocionado.

-¿Qué es eso?-preguntó Polo.

-Es un link que nos enviaron a todos los estudiantes de Las Encinas donde nos preguntas por nuestras experiencias sexuales-explicó Patrick –puedes sacar un máximo de 100 puntos y mientras menos puntos saques más zorra eres.

-¿Y cuánto sacaste tú?-preguntó Polo en broma-¿5 puntos?

-Me ofendes Polito-dijo Patrick-fueron 4 puntos.

-Ya me imagino a miss Palestina obteniendo 100 puntos-dijo Lu con rencor.

A esto me refiero. Quiero a mis amigos, pero son muy aburridos en ocasiones hablan de estas cosas tontas. Es evidente que este test lo hizo algún bromista de esta escuela solo para divertirse un rato. La vida sexual de los demás no tiene nada de interesante.

-Salió hace pocos días-dijo Patrick-así que puede que haya algunos que nos sepan nada aún.

-¿Y cómo es asunto?-preguntó Lu sorprendentemente interesada.

-Entras al enlace, pagas € 10 y respondes las preguntas-explicó Patrick.

-Yo creo que, si necesitas de una encuesta para saber que eres una zorra, entonces tienes muchos problemas-bromeó Ari y todos reímos, aunque Miguel rio con más fuerza de forma exagerada.

Patético.

********

P.O.V. REBE

Hoy vino Samu para otra lección de boxeo. Había comenzado a enseñarle como una forma de acercarme a él y fomentar nuestra amistad, pero sospecho que Samuel lo hizo en un principio para aprender a pelear porque le será útil en su vida de detective. No puedo quejarme. Ha sido divertido ayudar a Samu en sus diferentes casos. Incluso lo considero mi mejor amigo, pero él no de los que es muy demostrativo.

Sin embargo, en nuestra amistad hay una barrera invisible que el propio Samuel se encarga de poner. El nunca habla de ciertas cosas, pero noto como se tensiona cuando alguien menciona a Marina Nunier, a Guzmán o a Ariadna Blanco.

No soy tonta. Conozco la historia de Marina Nunier y su asesinato. Toda España conoce esa historia. Pero Samuel es muy hermético con ese tema. Aunque también es así con su ex novia y muchas cosas más. Escucho a las personas hablar de Samuel y no puedo hacer encajar esas cosas con lo que yo conozco de él.

Seguimos entrenando mientras charlamos. En un momento Samuel comienza a reír y no puede parar.

-¿De verdad pagaste para hacer el Test de la Pureza?-me dice riendo.

-Quería saber que tan zorra soy-le digo riendo-¿Por qué no lo haces tú?

-Solo he estado con Isadora-me dice Samuel sonriendo, pero noto que se tensa un poco al decirlo-mi vida sexual no es muy interesante.

-Ella era una narco-le respondo.

-Así me gustan las mujeres-me dice bromeando-rubias, ricas y criminales.

Yo me rio de la broma, pero en ese momento mi madre entra a nuestro improvisado gimnasio en mi casa.

-Rebeka ¿Puedo hablar contigo? -me lo dice en un tono duro que no suele utilizar.

Noto que mira con cierta dureza. Quizás escuchó su broma de las rubias criminales.

La acompaño hasta la cocina.

-¿Qué ocurre?-le pregunto.

-Cariño-me dice-me preocupa un poco que pases todo tu tiempo con Samuel García Domínguez.

-¿De qué hablas?-le pregunto confundida y algo molesta.

-He escuchado cosas muy negativas de esa familia-dice mi madre y creo entender por dónde viene el asunto.

Mi madre trabaja como contadora en la constructora de Ventura Nunier y es probable que ahí no tengan un buen concepto de la familia de Samuel.

-Y en la escuela he escuchado cosas negativas de Samuel-le respondo-pero he convivido con él desde el primer día de clases y sé que lo que se dice de él es mentira. Es una excelente persona.

Ella me mira sorprendida, pero en realidad la sorprendida soy yo. Nunca pensé que mi amdre sea una de esas personas que se creen automáticamente lo que le dicen.

-Es mi amigo-le digo-y tu una prejuiciosa.

-Rebe-me dice armándose de paciencia-ahora que estamos en Madrid podemos armar una nueva vida estable. Podemos comenzar de nuevo desde la muerte de tu padre. Y no me gustaría que tu círculo social se limite a Samuel García Domínguez.

-Tengo otros amigos-le respondo-y no dejaré a Samuel.

La dejo con la palabra en la boca y vuelvo con mi amigo.

Cuando llego al gimnasio veo a Samuel guardando sus guantes de box y una toalla en su mochila listo para marcharse.

-¿Ya te vas?-le pregunto confundida.

-Si-me dice-no quiero causarte una pelea con tu madre.

Mierda. Debí imaginarlo. Es obvio que se daría cuenta. Esa es una de las cosas que más admiro y a la vez me perturban de Samuel: que nada se le escapa.

-Solo se deja llevar por cosas que se dicen por ahí-le digo-pero yo no hago lo mismo.

-Lo sé Rebe-me dice-tranquila, no estoy enojado. Estoy acostumbrado a que la gente no sea fan de los García Domínguez. Por hoy demos terminada la práctica.

Se marcha y yo me siento peor que nunca.

*********

P.O.V. SAMUEL

Ingreso a Las Encinas para una nueva jornada escolar, pero más bien parece que he entrado en un psiquiátrico. Todos pelean con todos y se gritan furiosamente. Esquivo distintos grupos de discusiones y capto algunas expresiones interesantes:

-Eres una puta.

-¿Tuviste sexo con el novio de tu mejor amiga?

-Así que si me engañaste en las últimas vacaciones.

No tengo idea de que hablan y porque de repente la vida sexual de todos parece ser muy importante ahora.

De pronto aparece Rebe y me abraza.

-Llegamos al pandemónium, colegui-me dice riendo.

Yo también me rio, aunque no entiendo realmente.

-¿Qué sucede aquí?-le pregunto.

-¿No lo sabías?-me dice-todos los test de la pureza de los estudiantes de Las Encinas han sido expuestos. Si pagabas €30 extras puedes publicar los resultados de quien tú quieras.

Así que no solamente puedes cuantificar tu promiscuidad, sino que también exponerla.

Veo que muchos de los casilleros de los estudiantes tienen pintados números que no entiendo que son. Rebe parece leerme el pensamiento.

-Algunos graciosos pintaron en los casilleros los puntajes que sacó cada uno-me explica ella.

Esto parece un manicomio con gente gritando, llorando y riendo. Rebe se va por otra dirección y yo voy a mi casillero. Guardo algunos libros que por ahora no necesitaré cuando unos casilleros más allá veo algo que me llama la atención.

Nadia está claramente frustrada y enojada tratando de limpiar la puerta de su casillero. Cuando me acerco veo que alguien le pintó el número 17 muy grande. Nadia trata de borrarlo, pero no puede.

¿Nadia sacó un 17 en su test de la pureza?

-¿No te sienta bien la fama?-le pregunto en broma-deberías aprender de Kim Kardashian.

-Ay, Samu, ya no sé qué hacer-me dice apenada-escribieron esto aquí. Me mandan pornografía y llaman a mi casa preguntando cuanto cobro.

-Que hijos de puta-susurro.

-Nunca he estado con nadie-me dice alterada-y ni siquiera he hecho el test de la pureza.

-¿Y te adjudicas los 17 puntos de alguien más?-le digo bromeando-eres la Thomas Édison del mundo del sexo adolescente.

-Si esto llega a oídos de mis padres me van a matar-me dice alarmada-no sabes lo estrictos que son.

No conozco a los padres de Nadia y Omar, pero él siempre evita hablar mal de ellos, eso siempre me llamó la atención.

Me acerco al casillero de Nadia y huelo la pintura del 17 que escribieron ahí y la huelo. ¿Es esmalte de uñas?

-Nadia, tranquila-le digo-quien puede creer algo así de ti. Y si fuese verdad es solamente asunto tuyo. ¿Quieres que descubra quién publicó tu test?

-¿Lo harías?-me dice ilusionada-pero no me debes nada.

-Pero eres mi amiga y casi la única persona buena en este puto colegio-le respondo-tengo la teoría que esta mañana te pusiste a cantar y unos pajaritos trenzaron tu cabello y los animalitos del bosque te ayudaron con los quehaceres domésticos.

Me sonríe y siento que está un poco más tranquila.

-Hola Nadia-dice Guzmán apareciendo de repente-hola Samu.

Noto cierto brillo en los ojos de Nadia y creo que sería un error si quedo aquí como tercera rueda.

-Buenos, yo los dejo-les digo y me voy.

********

Me encuentro con Omar en las duchas después de Deportes. Nadia me dijo que su hermano es un experto en computadoras. No sabía eso, pero supongo que sus conocimientos pueden ser útiles para mí.

-Oye Omar-le digo mientras nos duchamos-quería preguntarte algo.

-Dime Samu-dice él.

-Necesito que me expliques como alguien pudo hacer lo de la publicación de los test de la pureza-le digo-no entiendo cómo pudo pasar.

Omar parece muy confundido por eso.

-La verdad es que yo tampoco lo sé muy bien-me responde mi amigo-cuando entramos a Las Encinas a todos nos asignan un correo electrónico. Yo soy [email protected], tu eres [email protected] y así con cada uno. A los correos de todos los estudiantes de las encinas nos llegó el link para el test de la pureza.

-¿Cómo alguien pudo conseguir los correos de todos?-le pregunto.

-Eso no lo sé-me dice.

-¿Y sabes cómo funciona el test de la pureza?-le pregunto.

-Ander me contó que para permitirte hacer el test debes pagar y luego aparecen las preguntas-me explica Omar-pero para publicar los resultados debes tener la contraseña de tu correo electrónico.

Eso no tiene sentido. Muchas personas se han visto perjudicadas por la publicación de esos resultados por lo que no tiene sentido que quieran publicar sus propios resultados.

-¿Tu hiciste el test?-le pregunto.

-Nadia y yo venimos en transporte público-me dice riendo-no podemos perder €40,00 haciendo el test de la pureza.

No sé cómo seguir con las investigaciones. ¿Cómo averiguar cómo alguien obtendría las contraseñas de otra persona?

-Quizás debas hablar con Ariel, el tipo de soporte técnico de Las Encinas-me dice Omar-viene todas las mañanas hasta el mediodía.

-¿Cómo sabes los horarios del tipo de soporte técnico?-le pregunto riendo.

-Cuando lo veas lo entenderás-me dice sonriendo-pero no se lo cuentes a Ander.

********

-¿Por qué hacemos esto?-me pregunta Rebe-¿No te sientes tonto?

Estoy frente a ella dándole la espalda a una pared en su casa y sonrío como un desquiciado mientras señalo algo que está detrás de mí, aunque Rebe solo ve su pared de color blanco. Ella está con mi teléfono y debe tomarme una fotografía.

-Ya te lo dije-le recuerdo- es para un caso.

-Sí, pero no me dijiste para qué caso-me reclama ella.

Por supuesto que no se lo diré. Si supiera que investigo la muerte de mi ex mejor amiga pensaría que soy un desquiciado.

-Es algo tonto, sin importancia-le respondo y noto que mi respuesta no le gustó.

La investigación del asesinato de Marina es algo solo mío. Incluso me cuesta compartirlo con papá.

Rebe me toma la fotografía y me devuelve el teléfono.

-Voy al baño-dice Rebe y se marcha.

Me quedo observando la fotografía por un instante. Creo que me servirá si hago bien el montaje. Espero que Romano se lo termine creyendo.

Escucho que por la ventana de la sala se cuela una discusión que me llama la atención. Me acerco y veo a Sandra, la madre de Rebe. Está discutiendo con un hombre que reconozco. No sé su nombre, pero sé que alquila una habitación en casa de Rebe.

-Hace meses que no pagas el alquiler-se recrimina Sandra.

-Tranquila-le dice él con una desagradable sonrisa-estoy pasando por una época mala.

-No es mi problema-dice Sandra-debes irte, esto no da para más.

-No te alteres-le dice él-todo se mejorará, lo prometo.

El hombre se va dejando a Sandra muy enfadada.

********

Decidí seguir el consejo de Omar y visitar al tipo de soporte técnico de Las Encinas. Comencé a tramar una nueva teoría. Evidentemente los estudiantes de las Encinas no publicarían sus test de la pureza. Incluso la mayoría puede que no hicieran el test, pero se publicaron resultados de esas personas. Eso significa que les robaron las contraseñas a muchos estudiantes, y como el único que tiene acceso fácil a todas las contraseñas es el de soporte técnico, hablar con él es el paso evidente a seguir.

La puerta de la oficina está abierta así que entro sin tocar.

-Hola, busco a Ariel-digo y lo que veo frente a mí me sorprende.

Cuando se piensa en un experto en computadoras pensamos en un tipo obeso y extraño. El que está frente a mí parece un actor de cine o algo así. Ya veo porque Omar anda seguido por aquí.

-Hola, yo soy Ariel-me dice con acento italiano.

-Necesito tu ayuda-le digo-mi amiga Rebe cumple años y me gustaría darle una sorpresa. Quisiera que cuando ella abra su correo electrónico le apareciera automáticamente mi saludo. Como un mensaje pre configurado.

-No podrás hacer eso sin su contraseña-me dice sin entender.

-Exacto-le digo sonriendo-¿me la podrías dar?

El ríe un poco antes de responder.

-Lo siento, pero no puedo darte las contraseñas de otros estudiantes-me dice.

Ok, tiene ética aparentemente. Veamos si su moral flaquea ante la codicia.

-Oh, perdón-le digo-¿se supone que debo pagarte o algo así?

Saco mi billetera, pero él me detiene.

-Lo siento peor no puedo-me dice-pondría en riesgo mi trabajo.

Está bien, no quiere dinero. Entonces él no vendió las contraseñas de otros. Pero aun así no tiene sentido. Él es la única persona que tiene en su poder las contraseñas de todos.

¿Y si hubiese sido él (lo cual no tiene sentido) porque querría crear un caos entre los estudiantes?

********

Cuando llego a casa decido dejar de pensar en la exposición de las ficticias vidas sexuales de mis compañeros y concentrarme en escribir la carta para solicitarle a Abel Romano una entrevista en la cárcel.

Comencemos.

“Estimado señor Romano

¿Por qué mintió haber matado a mi mejor amiga cuando en realidad usted nunca la había visto ni tenía un motivo real para hacerlo?

Con amor, Samuel García Domínguez.

Pd: consiga un mejor abogado”

Bien, basta de bromas. Es evidente que no puedo darle mi verdadero nombre. Él sabe quién es mi papá y como él nunca creyó en su culpabilidad. Si está mintiendo debe ser por una razón muy importante y si lee el apellido García, no me dirá nada. Debe creer que soy alguien más.

Aquí me será útil la fotografía que le pedí a Rebe que me tomara. Aparezco yo sonriendo a la cámara y señalando a algo que está detrás de mí. Sin embargo, Abel Romano verá una fotografía un tanto diferente. Me verá a mí, pero en un fondo diferente. Recorté mi imagen y la puse en una fotografía de un cartel al costado una carretera que dice
“Bienvenido a Macastre”. Romero nació en ese pueblo y pensé que mi alter ego podría tener eso en común con él. Tal vez la nostalgia pueblerina me ayude.

“Estimado señor Romano

Mi nombre es Itzán Escamilla, tengo 22 años y soy graduado en criminología de la Universidad Complutense de Madrid. Además, soy de su pueblo natal, Macastre. Me gustaría mucho que me concediera una entrevista para que podamos conversar de cuestiones referidas al caso policial que lo tuvo como protagonista. Si usted accediera me ayudaría mucho en cuanto un estudio que estoy realizando.

A la espera de una pronta y favorable respuesta, lo saludo atentamente”

Anexo la fotografía que acabo de fabricar y listo.

Por supuesto que sé que esta carta va dentro de otro sobre que tendrá escrito mi nombre real y mi teléfono. Eso es para no tener problemas cuando me pidan mi identificación en la cárcel. A Abel Romano solo le darán el sobre con mi carta.

Ahora si voy a averiguar por qué se auto inculpó por la muerte de Marina.

********

Un nuevo día y una nueva y hermosa sorpresa. He respondido el test de la pureza. No recuerdo haberlo hecho, pero resulta que lo hice. Lo dice mi correo electrónico.

Lo admito. Gasté €50,00 para poder leerlo. Con un puntaje de pureza de 21/100 puedo decir que me iré al infierno como el lujurioso pecador que aparentemente soy. Según este cuestionario que en teoría yo respondí, me he acostado con todo el equipo de natación de las Encinas (hombres y mujeres) estando drogado. Ah, y me acuesto con mi sugar mommy de 57 años para que ella me pague la universidad en el futuro. El falso Samuel García se divierte más que el verdadero…

Lo único que saco de todo esto es que alguien obtuvo mi contraseña de mi correo electrónico como estudiante de Las Encinas. Habían atacado a Nadia, ahora me atacan a mí, aunque estoy acostumbrado. Pero yo no soy como Nadia. Yo no me escondo ante los rumores maliciosos sobre mí. Yo soy de los que devuelven el golpe el doble de fuerte.

********

De nuevo en Las Encinas me propongo averiguar qué tan fácil es que alguien obtenga la contraseña de otra persona.

Lo primero que hago es ir a consultar con Ariel.

-Hola-le digo-necesito tu ayuda.

-Claro-me dice-¿en qué te puedo servir?

-Alguien ha averiguado mi contraseña y necesito cambiarla ¿se puede? -le digo.

-Claro-me dice algo fastidiado-pero que esto sirva para que aprendan que no deben usar de contraseña el nombre de novias o fechas de aniversarios, sino que deben ser combinaciones de letras, números y signos arbitrarios para que a otros les sea difícil adivinarlo.

-Sí, claro, tienes toda la razón-le digo fingiendo inocencia.

Se sienta frente a su computadora y me mira.

-¿Cuál es tu contraseña que averiguaron?-me pregunta.

-Mi contraseña es P3GH87!A-le respondo. Por supuesto que mi contraseña no sería algo fácil de adivinar. Ignacio García entrenó bien a su hijo.

Él levanta la mirada y creo que piensa que estoy loco o algo así.

No importa, ahora sé que existe una computadora dentro de Las Encinas desde la que se pueden modificar las contraseñas de cualquiera. Eso significa que alguien con la suficiente habilidad podría haberlo hecho. Lo más probable, otro estudiante, el mismo que inventara el Test de la Pureza.

Camino por los pasillos de Las Encinas buscando a Nadia. Leí muchos de los test publicados, pero noté que, de todos, los que quedaban peor parados éramos Nadia y yo. Necesito hablar con ella para preguntarle si sospecharía que alguien quisiera hacerle daño. Aunque me cuesta pensar que alguien pueda odiar a Nadia, debe ser la mejor persona de todo este colegio.

Al caminar por aquí escuch0 que algunos se ríen de mi por ese estúpido cuestionario. Ni siquiera me inmuto ante eso porque ya estoy acostumbrado a que se hable mal de mí.
Para Nadia esto debe ser terrible.

Llego al lago de Las Encinas, quizás Nadia esté por aquí. Últimamente la veo conversando mucho con Guzmán aquí. Camino un poco y me encuentro con un grupo conformado por Carla, Polo, Malik y Ari. Decido ignorarlos, pero la voz de Polo me detiene.

-Samuel-me dice-leímos tu test de la pureza. Estoy claramente impresionado por tu historial sexual. Veo que no tienes límites. ¿Quién será tu próxima presa? ¿La señora de la limpieza?

Podría ignorarlo, pero eso no sería divertido. Le daré la respuesta que sé que a Polo más va a cabrear.

-No sé Polo-le respondo-últimamente he sentido cierto interés por las marquesas.

El rostro de Polo adquirió una tonalidad verdosa muy chistosa. Malik parece sorprendido por mi respuesta y Ari algo molesta. Carla sonríe bajando la mirada. Bueno, al menos a alguien le ha causado gracia.

No espero su respuesta y sigo caminando peor no encuentro a Nadia por ningún lugar. Veo a Omar besándose con Ander a la orilla del lago.

-Omar ¿has visto a tu hermana? -le pregunto.

-No ha venido hoy, Samu-me dice algo triste- mis padres se enteraron lo del test de la pureza de ella y se enojaron mucho. Además, ella no quiso venir hoy porque no quería aguantar las risas y los comentarios de todos.

Bien, ahora estoy aún más decidido a encontrar al hijo de puta que hizo esto.

********

Desayuno con papá antes de irme a Las Encinas y él a Investigaciones García. Como siempre Poni está acostado a nuestros pies mientras yo le doy comida cuando papá no está mirando.

-¿Cómo va la escuela? ¿eres simpático con tus compañeros? -me pregunta mi padre con humor.

-Claro que si-me respondo con descaro-si no me crees pregúntale a Polo.

Suena el timbre y sé que es Rebe. Acordamos que yo la llevaría a Las Encinas hoy. Papá abre la puerta y saluda cálidamente a Rebe. Sé que papá quiere mucho a Rebe. Creo que le gusta que yo tenga algún amigo después de perder a Marina.

-¿Qué onda Rebe?-le digo.

-Pésimo-dice mi amiga.

-¿Qué sucede?-le digo. Parece molesta y decaída.

-El inquilino de mi madre nos está dando varios dolores de cabeza-dice mi amiga.

Recuerdo lo que vi ayer en casa de Rebe a Sandra discutir con ese tipo.

-Deberías hablar con mi papá-le digo a Rebe-es especialista en poner en su lugar a los imbéciles.

-¿Podría?-dijo Rebe.

-Claro-dijo papá-antes de ir a la agencia pasaré por tu casa.

-Gracias-dijo Rebe aliviada-mamá llamó a la policía, pero dijeron que no podían hacer nada.

-No me sorprende-dijo papá.

********

P.O.V. IGNACIO

Llego hasta la casa de Rebe siguiendo la dirección que me dijo Samu. Por lo que me dijo Rebe el tipo vive en un departamento en el piso superior.

Me quedo en planta baja y toco el timbre. La puerta se abre y me abre una mujer que debe ser la madre de Rebe.

-Buenos días-le digo sonriendo-busco a la señora Sandra Ávalos.

-Buenos días-dice ella sonriendo-yo soy Sandra.

-Un gusto-le respondo-me llamo Ignacio García, soy investigador privado y el padre de Samuel.

La mirada sonriente de la mujer cambia radicalmente. Samuel me contó que trabaja en la constructora de Ventura Nunier así que no me sorprende. No debe ser fan de los García.

-Rebe me contó el problema que tiene con su inquilino y que la policía no le ofreció una solución-le digo, quizás su practicidad sea más fuerte que sus prejuicios.

-Le agradezco su ayuda-me dice con cierta dureza-pero yo me ocuparé de ese tema.

-Está bien-le digo-fue un gusto conocerla.

Me marcho sin decir nada más. No es bueno presionarla para aceptar mi ayuda. Cuando llego hasta su buzón veo que tiene dos entradas: una para la familia de Bormujo Ávalos y otra para Walter Toledo.

Bien, ya tengo un nombre.

********

P. O. V. SAMUEL

La pobre Nadia ha faltado al instituto otra vez. Esta vez sí iré a verla después de clases. Debe dejar de prestarle atención a lo que se diga de ella. Si yo le hubiera prestado atención a lo que se decía de mi tendría que haberme suicidado hace tiempo.

Mi teléfono suena indicándome que me están llamando.

-Hola-digo.

-¿Es usted el señor Samuel García Domínguez?-me dice una voz femenina.

-Si, soy yo-digo confundido.

-Lo llamo desde la prisión de Soto del Real-me dice y todo mi cuerpo se tensiona al instante-quería avisarle que el interno Abel Romano ha aceptado tener una entrevista con usted.

Mi respiración comienza a acelerarse y me obligo a mí mismo a calmarme.

-Eso es fantástico-le digo.

-Se le ha concedido el horario de las 4 pm este viernes-me dice la mujer-el señor Romano acepta la entrevista siempre y cuando no sea filmada ni grabada…

La mujer me sigue diciendo otras cosas, pero yo solo puedo pensar en que conseguí una entrevista con el hombre que confesó haber matado a Marina.

********

Llegué a casa de Nadia y tuve que mentirle a su madre que venía a dejarle las tareas que se había perdido porque si no, no me dejaba entrar. Omar ya me había dicho lo estrictos que son sus padres peor no pensaba que tanto. Aparentemente no les agrada la idea de que un chico visite a Nadia. Guzmán no la tendrá fácil.

Por lo menos al llegar al dormitorio de Nadia descubro que está resfriada así que no solo faltó por las cosas desagradables que se dicen sobre ella. Pero al hablar solo un poco con ella me doy cuenta que sigue muy afectada.

-Mis padres están más estrictos que nunca, Samu-me dice casi llorando- todo lo que dice en la escuela de mi los ha alterado. Quieren demandar al colegio y revisando mis cosas encontraron una carta que un chico me escribió hace como un año. Decía ciertas cosas eróticas y eso los alteró.

Escuchando como son sus padres no me sorprende que Omar no quisiera decirles que es gay y que su hermana mayor haya escapado de esta casa.

-No sé cómo lo soportas, Samu-me dice.

-¿Soportar que?-le pregunto confundido.

-Todas las cosas horribles que se dicen de ti-me dice-siempre escucho lo que la gente habla sobre ti y aunque no me creo ninguna de esas cosas siempre pienso que yo no lo soportaría. ¿No te molesta lo que la gente dice de ti?

Sí, pero nunca dejaré que ellos lo sepan.

-No-le respondo-aprendí a endurecerme y vengarme. Te aconsejo que hagas lo mismo.

-No sé si pueda-me dice ella.

-Puedes-le digo-yo te extraño allí, Rebe también y…creo que Guzmán también.

Noto cierto rubor en su rostro lo que me causa gracia, pero al menos la hice reír.

********

P.O.V. REBE

Acompañé a mamá a la tienda y ambas cargamos muchas bolsas con comida para llenar nuestras alacenas. Al parecer, las compras distrajeron a mamá de los problemas con ese imbécil del inquilino. Yo hubiera ido a golpearlo, pero mamá me detuvo.

Mamá abrió la puerta y al entrar a casa un fuerte olor nos golpeó.

-¿Qué es eso?-pregunto yo tapándome la nariz.

-¡Es gas!-dice mi alarmada.

Mierda. Saco un pañuelo y lo coloco en mi rostro tapando mi nariz y boca y corro hacia la cocina. Como lo pensé las hornallas de la cocina están abiertas.

Rápidamente las cierro y corro hacia afuera antes que el gas del ambiente me haga daño. Cuando llego al jardín junto a mi madre lo primero que hago es aspirar una gran bocanada de aire fresco.

-¿Qué mierda fue eso?-dijo mi madre.

-Es evidente mamá-le digo molesta-el imbécil de Walter dejó abierto el gas. Seguro como forma de decirnos que dejemos de molestarlo.

-Debemos llamar a la policía-dijo mi madre.

-Ya lo hicimos y dijeron que no podían hacer nada-le digo muy molesta-que debemos iniciar acciones legales. Y ya sabes cuánto tardará eso y mientras tanto él seguirá en nuestra propiedad.

Ahora quiero matar a ese hijo de puta y también estoy molesta con mamá por negarse a aceptar la ayuda del padre de Samu.

Decidimos no pasar la noche en casa, para dejar que el gas se fuera por completo porque si no sería peligroso. Decidimos pasar la noche fuera de casa. Es nuestra propiedad y ese hijo de puta sigue ahí mientras que nosotras debemos actuar como exiliadas.

Mamá fue al apartamento de una amiga de su trabajo, pero era un lugar pequeño. Le dije que no había problema, que tenía dónde quedarme. Así es como estoy en la puerta del hogar de Samu buscando asilo por esta noche.

Cuando toco el timbre pasan unos segundos en los que escucho a Poni ladrar y luego la puerta se abre.

-¿Rebe?-me dice Samu claramente confundido.

-¿Puedo usar tu casa de hotel por esta noche?-le digo algo tímida.

-Por supuesto-me dice y se hace a un lado para dejarme pasar.

Solo así. No me preguntó qué había pasado ni porqué recurría a él. Simplemente dio por sentado que recurrir a él fue lo indicado. En Las Encinas muchos hablan mal de él, pero no conocen este lado de Samuel, el que ayuda a los demás, incluso a su pesar.

Poni me recibe moviendo la cola, feliz de verme y yo me agacho a saludarlo.

-¿Qué sucede?-nos pregunta Ignacio apareciendo.

-Rebe necesita donde quedarse esta noche-dice Samu.

Aún sigo sorprendida que no me pregunte nada. Si hay alguien en el mundo al que le gusta saber cosas ese es Samuel García Domínguez. Me siento en el deber de informarles aunque sea.

-El inquilino de mi madre dejó el gas abierto en la casa y debemos dormir en otro lado esta noche, por si acaso-les digo.

-¿no ibas a hablar con la señora de Bormujo?-le pregunta Samu a su padre.

-Fui a su casa y le ofrecí mi ayuda, pero ella decidió ir por otras opciones-dijo el padre de Samu-y no quería cruzar ningún límite.

Esa es una diferencia entre Samuel y su padre que no había notado: Samuel no tiene límites.

Samuel mira a su padre como si no lo conociera.

-Samu-dijo Ignacio-me acordé que debo encargarme de algo en la oficina. Pasaré la noche afuera.

-Está bien-dijo Samuel.

-Pueden pedir una pizza-dijo-y duérmanse temprano, mañana tienen escuela.

-¿Temprano?-pregunta Samuel-yo pensaba que podríamos tener una pijamada.

-¿Una pijamada?-le pregunto a Samuel riendo.

-Tú sabes-me responde hablando de forma soñadora-charlar hasta tarde, pintarnos las uñas y charlar sobre ese chico especial que nos quita la respiración.

Rio con fuerza mientras veo que Ignacio sonríe agachando la mirada y se marcha.

-Si quisiera eso hubiera ido con Omar-dije-pero le dije a mamá que me quedaba en casa de Carolina.

-¿Quién es Carolina?-me pregunta Samu.

-Mi amiga imaginaria que inventé para que mamá no se moleste porque paso la noche aquí-le digo a Samu y me siento una mierda.

Ellos me ayudan y yo los niego frente a mi madre. Noto cierta tristeza en Samuel, pero no me reclama nada.

-Carolina no tiene ojos tan bonitos como los míos-dice Samuel sonriendo

********

P. O. V. IGNACIO

Tomo un té tranquilamente. El hombre sigue durmiendo frente a mí. No puedo decir que me gustara hacer esto, pero este tipo de hombres no entienden de otra manera. Además, la policía y la justicia no están dispuestos a ayudar.

-Walter…-digo en un suave susurro.

Estoy en la habitación de este hombre en la propiedad de Rebe y su madre. Este hijo de puta no solo es una mierda de persona, sino que también les debe varios meses de alquiler a Sandra. Averigüé sus antecedentes y me enteré de algunas cosas bastantes interesantes sobre él.

Walter Toledo tiene antecedentes en estafas, agresiones a ex parejas y robos. No me da culpa ayudar a Rebe con esto.

-Walter…-vuelvo a decir.

Ahora si despierta y al verme da un brinco en la cama.

-¿Quién eres tú? ¿Qué haces aquí? -me pregunta asustado.

-No importa quién soy-le digo-y en cuanto a qué hago aquí es para avisarte que te vas a mudar de aquí y nunca volverás a ver a la señora de Bormujo ni a su hija.

-Yo vivo aquí-me respondió-no pienso irme.

Sin embargo, noto temor en sus palabras. Es muy valiente con una mujer soltera y su hija adolescente, pero, al parecer, contra un hombre adulto no es tan osado.

-Es media noche-le digo-te doy seis horas para juntar tus cosas y marcharte.

-No me voy a ir-me dice, aunque no se atreve a mirarme a la cara.

-Seis horas, muchachón-le digo y me marcho.

********

Regreso a las 6:00 am y lo encuentro dormido. Bien, yo le avisé.

Agarro un jarrón vació que está sobre una mesa y lo aviento contra una pared haciendo que ruidosamente se rompa en cientos de pedazos.

El despierta alterado.

-¿Qué sucede?-dice alarmado.

-Ya pasaron las 6 horas-le digo-hora de marcharte.

-Ya te dije que…-comienza a decir, pero no lo dejo terminar.

Estás entado en la cama y es delgado sin mucha fuerza. En un rápido movimiento lo tomo del cuello y lo levanto hasta hacerlo chocar contra la pared en la que está apoyada la cama. Lo sujeto del cuello.

-Empacarás, dejarás el dinero que tengas en la mesa de la cocina para compensar un poco lo que le debes a Sandra y te marcharás para nunca regresar-le digo en el oído-¿entendiste?

Le cuesta respirar, pero asiente con desesperación para que me quede claro que me entendió.

********

Regreso a casa y preparo el desayuno para Samu y Rebe. Ellos llegan a la cocina.

-¿Nos preparaste el desayuno?-me dice Samuel sonriendo.

-No lo hagas parecer como si nunca hiciera estas cosas-le respondo-me harás quedar mal con Rebe.

Rebe sonríe.

-¿Alguien vio mis llaves?-dijo Rebe-no las encuentro.

Meto las manos en mis bolsillos y saco las llaves y se las doy.

-Mira qué casualidad, yo las tenía-le digo.

Rebe está muy confundida, pero Samu sonríe y niega con la cabeza.

********

P. O. V. SAMUEL

Decidí pedirle ayuda a Omar y sacar provecho a sus habilidades informáticas que, según Nadia, él tiene. Necesito que Omar me ayude a saber cómo las contraseñas de los estudiantes de Las Encinas fueron descubiertas.

Omar me dice que primero debo abrir mi propio correo electrónico en mi computadora pero al poner mi contraseña no sucede nada.

-Omar-le digo-¿qué ocurre? ¿alguien cambió mi contraseña?

No sé qué hace Omar, pero en la pantalla aparece un recuadro.

-Tu correo electrónico ya está abierto-me dice Omar.

¿Por qué? ¿Acaso alguien está suplantando mi identidad?

-Aquí dice que tu correo está abierto desde el colegio Las Encinas-dice Omar confundido.

Ambos nos ponemos de pie y salimos corriendo. No necesitamos hablar para saber lo evidente. El único lugar del colegio en el que se pueden utilizar computadoras libremente es la clase de periodismo.

Justo en ese momento suena la campana que indica el inicio del receso y todos los estudiantes comienzan a salir de sus salones.

Cuando llegamos a la clase de periodismo ya no hay nadie. Mierda, hubiera sido fantástico encontrar a esa persona in fraganti.

Sin embargo, algo me llama la atención. Una de las computadoras sigue encendida. Nos acercamos a ella. En el apuro de marcharse no cerraron mi correo electrónico. Miro el buzón de salida y observo un correo que se envió hace 15 minutos. Y el destinatario fue…mierda, fue Ari. Esto no puede ser bueno.

-Alguien envió un correo a mi ex novia haciéndose pasar por mí-le digo a Omar.

-¿Ariadna Comenford?-me dice Omar y lo miro extrañado que sepa sobre ella y yo-ustedes son famosos. La gente aún habla de ustedes.

Leo el correo y al finalizar quiero que la tierra me trague.

“Querida Ari, aun te amo. Nunca dejé de hacerlo. Debo decirte que cuando salíamos yo tenía una enfermedad venérea. Espero no haberte contagiado nada.”

-Omar, si te compadeces de mí me matarás-le digo a mi amigo.

¿Quién querría hacerme esto para hacerme quedar mal con Ari? Asumiendo que aún le importo algo a Ari.

-Creo que ella sabrá que tu no escribiste eso-me dice Omar.

Mierda.

Cuando me dispongo a apagar la computadora, en la pantalla se abre una ventana de chat.

-Alguien quiere hablar conmigo-le digo a Omar.

“Sigues ahí?”

-No Samu-me dice Omar emocionado-esa persona cree que tú eres la persona que estaba aquí antes de que llegáramos.

-Omar, te besaría si eso no fuera a molestar a Ander-le digo bromeando, pero aun así muy emocionado.

“Si, sigo aquí” le respondo.

“No puedo esperar a verte nuevamente esta noche como arreglamos. Te extraño. No puedo esperar a tenerte conmigo otra vez junto a la Cabaña del Lago” ¿una historia de amor?
Puedo utilizar eso.

Si esta persona estaba conversando con quien le mandó ese mail a Ari, eso significa que este misterioso interlocutor puede saber cómo se descubrieron las contraseñas de los estudiantes.

“Necesito la contraseña del correo electrónico de alguien” le digo esperando que esto resulte.

“Otra más? Jajajaja. Pensé que ya te había dado muchas” me responde.

Le sonrío a Omar. Creo que llegó el momento de otra misión de vigilancia.

********

Es muy común que muchas parejas vengan en sus vehículos a follar cerca de la Cabaña del Lago. Incluso yo he venido aquí en una ocasión con Isadora.

Los que se van a encontrar son la persona que obtenía las contraseñas y la persona que se las solicitaba. Omar me dijo una cosa que resulta evidente, pero en la que no había pensado: solo una persona en Las Encinas tiene un acceso irrestricto a las contraseñas de los demás. El de soporte técnico de las Encinas, Ariel.

Estoy con mi cámara lista para tomar las fotografías que necesito. Me acerco al automóvil de Ariel tratando de no hacer ruido. Cuando estoy lo suficientemente cerca comienzo a sacar fotografías furiosamente captando con quien está follando.

Una vez que termino me alejo corriendo a mi propio automóvil y me marcho a casa.

********

Al día siguiente en el instituto espero junto a su casillero a la amante de Ariel. Tengo en mis manos las fotografías que tomé. Creo que me servirán para ilustrar mi punto.

La veo llegar, con esa seguridad que la caracteriza. Esa odiosa mueca de superioridad en su rostro se borra al verme. Estoy apoyado en su casillero y ella se acerca extrañamente temerosa a mí.

-Hola Lu-la saludo sonriendo.

Como no me responde nada decido seguir hablando.

-Cualquiera pensaría que después de que descubrí el fraude electoral que hiciste habrías aprendido a no meterte conmigo-le digo-pero insistes en hacer estupideces. Tu tenacidad es admirable.

-Yo no te hice nada-me dice nerviosa y en voz baja-yo solo publiqué el test de la musulmana.

-¿Porque harías eso?-le pregunto.

-Porque estoy segura que Guzmán me dejó para poder estar con ella-dice la mexicana-y no se la dejaré tan fácil. Ella me quita a mi novio y yo le quito su reputación de inocente y perfecta.

-Supongo que tus métodos para obtener esas contraseñas fueron bastante cuestionables-le digo y le muestro las fotografías en las que se la ve follando con Ariel en su automóvil.

Su cara de espanto resulta graciosa.

-Viendo estas fotografías no entiendo como en el Test de la pureza sacaste un 65/100-le digo-es decir, por lo que se ve hay respuestas que podrías haber contestado que sí. Por ejemplo, “pregunta numero 35: lo hiciste con alguien de otro continente?” no hace falta responder dado que tú eres mexicana y él es italiano. Por cierto, te felicito, tienes unas piernas buenísimas.

Su cara se pone roja y casi quiero reír.

-Eres un cabrón-me dice enfadada.

- “Pregunta 55: ¿Se la tocaste en la oscuridad?”-recito y levanto una de las fotografías-una imagen vale más que mil palabras.

Ella me quita las fotografías para impedir que algún curioso que pase las pueda ver.

-¿Qué es lo que quieres?-me dice-esto fue contra Nadia, no contra ti.

-Al igual que con Nadia, publicaste un test que yo jamás respondí-le digo.

-No fui yo-me dice rápidamente.

-Lu-le digo-¿por qué insistes en hacerme enfadar?

-Lo juro, no fui yo-me dice-yo solo publiqué el test de Nadia.

Por alguna razón le creo.

-¿Quién publicó el mío?-le pregunto directamente.

-Fue ese chico llamado Miguel que a veces se sienta con nosotros-me dice.

Lo conozco. Siempre quiso formar parte del grupo de los chicos populares cuando yo era parte de él. Tenía una particular aversión hacia mi aunque nunca supe por qué.

-¿Por qué?-le exijo a Lu.

-Porque a él siempre le gustó Ari-me explica-y sabe que ella sigue enamorada de ti. Por eso le envió ese correo electrónico a Ari.

Por el momento no ahondaré en ese último detalle, no quiero hacerlo por ahora.

-Así que Miguel, Ariel y tú crearon el Test de la Pureza para joder a la gente…-le digo.

-¿Qué?-pregunta ella extrañada-nosotros no fuimos. El Test ya existía, nosotros solo conseguimos las contraseñas.

-Tu amante tiene 23 años (ni siquiera hablaré de lo erróneo de eso jurídicamente hablando) y se mete en estos asuntos tontos de adolescentes-le digo a Lu con mal humor.

-Ariel ni sabe lo que es el Test de la pureza-me dice Lu-solo nos dio esas contraseñas.

-Listo Samu-la voz de Rebe interrumpe mi conversación Lu.

Cuando Lu mira a Rebe ve que ella estaba detrás de una columna con su teléfono en alto filmando nuestra conversación.

-Muchas gracias Lu-le digo burlista-fue un placer charlar contigo.

Lu se queda petrificada del terror mientras Rebe y yo nos vamos.

********

A la hora del almuerzo hice que, desde un correo electrónico fantasma, Rebe mandara el video de la no intencionada confesión de Lu. Todos en el colegio estaban medio locos por eso. Vi Guzmán discutir con Lu y a Miguel todos lo miraban mal.

Nota mental: la próxima vez acordarme de quitar del video la parte en que hablan de los supuestos sentimientos de mi ex novia por mí.

Claro que no se las dejaría pasar. Se metieron con Nadia que nunca le hizo nada a nadie.

La duda que aún está instalada en mi cerebro es ¿Quién inventó el test de la pureza?

A la mañana siguiente llego a Las Encinas emocionado. Ahora todos saben que esos test de Nadia y mío no eran realmente nuestros y por la tarde tengo la entrevista con Abel Romano dónde le preguntaré lo que deseo saber sobre la muerte de Marina.

Me bajo de mi coche y veo llegar un llamativo automóvil de color verde como un loro. Me sorprendo al ver que de él se bajan Omar y Nadia. Supongo que ya no sufrirán con el transporte público como Omar se quejó el otro día. Solo Omar puede comprar un coche así.

Una idea hace que me paralice en donde estoy y una sonrisa se dibuja en mi rostro. Solo se me ocurre una persona en Las Encinas que pudo inventar el Test de la Pureza por sus conocimientos en informática. Para hacer el Test y publicarlo había que pagar. Omar trabaja en la tienda de sus padres, no puede comprarse un automóvil. Ahora tiene uno.

Comienzo a reír. No puedo enojarme con alguien que tiene un auto así.

Nadia se acerca a mí con una sonrisa radiante en su rostro.

-Creo que te falta utilizar una capa como los superhéroes o andar en un caballo blanco-me dice ella contenta-gracias Samu.

-Me gusta más verme como un antihéroe-le digo sonriendo.

-De repente todos se acercan a mí de nuevo diciéndome que jamás creyeron esas cosas sobre mí-me dice-no es que importe.

-Qué raro-le digo-nadie se acerca a mí.

-Es porque te tienen miedo-me dice Nadia.

-Entonces algo estoy haciendo bien-le respondo con cinismo.

Nadia me mira de forma extraña, aunque aun sonriendo.

-¿Endurecerme? Fue un buen consejo, lo necesitaba-me dice-Quizás quieras repensar la parte de vengarte. Tú si tienes amigos, Samu.

Ella se marcha al interior de Las Encinas y me deja pensando en eso último que me dijo, pero rápidamente mi atención se centra en Ari quien llega junto a Patrick.

Me acerco a ella y en ese momento Patrick nos deja.

-Hola, Ari-le digo-¿podemos hablar?

-Sí, Samu-me dice sonriendo.

-Solo quería aclararte que no envié ese correo-le aclaro-no tengo una venérea y ya no estoy enamorado de ti.

No sé si eso es cierto, pero debo decírselo.

Ella parece un poco confundida.

-Bien-me responde- porque yo tampoco estoy enamorada ni nada de eso.

-Nunca creí que lo estuvieras-le digo y eso parece ponerla un poco triste.

-¿De verdad no tienes una venérea?-me dice-porque tengo algo raro en mi labio…

Su broma me hace reír y juntos entramos a Las Encinas charlando.

Cuando entramos pasamos junto a Guzmán y Nadia y escucho a ella decir:

-Sí, me gustaría salir contigo.

La cara de felicidad de Guzmán no tiene precio.

********

P. O. V. IGNACIO

En la agencia de investigación no hay mucho movimiento aun esta mañana. Estoy en la cocina preparándome un café cuando escucho que la puerta se abre y cuando voy hasta ahí me sorprendo al ver a la madre de Rebe.

-Hola señora de Bormujo-le digo.

-Hola señor García-me dice sonriendo tímidamente-por favor llámeme Sandra.

-Entonces usted puede llamarme Ignacio-le respondo y eso la hace sonreír aún más.

-Quería hablar con usted para disculparme por haber sido grosera con usted-me dice-y agradecerle lo que hizo. Rebe me dijo que mi inquilino no se fue porque tuvo un repentino de conciencia.

-No hay nada que agradecer-le digo-fue un gusto ayudarla.

Debo reconocer que cuando no está enojada es una mujer bastante atractiva.

-Estaba haciendo un café para mí-le digo-¿quiere acompañarme?

Ella lo piensa un poco.

-Me encantaría- me responde sonriendo.

********

P. O. V. SAMUEL

Dejo mi automóvil en el estacionamiento de la prisión. Llevo en las manos todo lo que necesito.

Los guardias me revisaron y luego me dejaron entrar. Uno de ellos me escoltó hasta el sector en donde se dan las conversaciones con los internos. Me siento junto a una mesa frente a un cristal.

Veo que del otro lado aparecen un guardia escoltando a quien vine a ver. Abel Romano se sienta frente a mí y me sonríe.

Es el mismo rostro que vi cientos de veces en televisión y en internet. El hombre que confesó el crimen de Marina. Lo noto algo desmejorado.

Me sonríe y ambos tomamos los teléfonos junto a nosotros para poder hablar.

-Itzán, gusto en conocerte-me dice.

-Quiero agradecerle señor Romano-le digo-por su tiempo.

-Siempre es agradable charlar con alguien de mi pueblo-me responde y no deja de sonreír. Eso me inquieta un poco. -¿Qué edad tienes Itzán?

-Veintidós-le respondo.

Vuelve a sonreír.

-Bueno-dice-¿sobre qué quieres preguntarme?

Saco de mi morral las dos fotografías que muestran las zapatillas de Marina en su cuarto y luego cuando lo arrestaron en su casa. Él se coloca sus anteojos para observar mejor las imágenes.

-Encontré estas fotografías en internet-le explico-creo que prueban que usted no tomó las zapatillas de Marina Nunier. Serían prueba suficiente para obtener otro juicio.

-¿Por qué querría otro juicio cuando puedo tener todo esto?-bromea señalando todo el lugar.

¿Qué le sucede? Decido ser un poco más frontal.

-Alguien tomó esas zapatillas de habitación de Marina Nunier y las dejó en su casa-le digo-usted jamás vio a Marina Nunier ¿por qué confesó el crimen?

Su sonrisa se borra inmediatamente y su expresión me asusta.

-¿Qué necesita Ignacio García para dejar todo cómo está?-me dice con enojo y yo siento que mi corazón comienza a latir cada vez más rápido-¿Quieres saber cómo aplasté los sesos de tu amiga?

Mi respiración comienza a acelerarse.

-Sé quién eres Samuel García Domínguez-me dice sonriendo con maldad-conocí a tu madre cuando ella visitaba la oficina de Benjamín Blanco y yo hacía remodelaciones ahí.

Quisiera romper ese vidrio y golpearlo, pero con todas mis fuerzas me contengo.

-No te creo-le digo evitando sollozar.

Se inclina sutilmente y me mira a los ojos.

-Eres un joven con mucho empeño-me dice apoyando sus manos en la mesa-eso no lo sacaste de la pobre Pilar. Lo que te convierte en el hijo de tu padre.

No hijo de puta, no te metas por ese lado.

-Mi padre trató de salvar tu vida- le digo apretando los dientes.

-Hablo de tu verdadero padre-me responde sonriendo con malicia-Piénsalo, Samuel. Eres un joven muy atractivo. Mírate en el espejo, Samuel. ¿Eres el hijo de un policía regordete y calvo o del rey y la reina del baile?

Ninguna palabra puede salir de mi boca. Noto que tengo un ligero temblor que no puedo controlar.

Abel Romano borra su sonrisa, se levanta y se marcha escoltado por un guardia.

Otro de los guardias me acompaña hasta la puerta. Solo se escuchan nuestros pasos.

Ya afuera, en el estacionamiento, el sol de la tarde me golpea. Entro a mi automóvil y me siento frente al volante. Miro al frente agarrándolo, pero sin encender el vehículo. Por fin las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas y comienzo a tener espasmos por mis histéricos sollozos.

Notes:

Sé que Carmuel se hace esperar, pero por favor tengan paciencia.

Chapter 9: Los Hijos de la Luna

Summary:

Samuel lidia con las implicaciones de ser posiblemente el hijo de Benjamín mientras se infiltra en una secta para investigarla.

Chapter Text

P. O. V. SAMUEL

Conduzco mi auto y salgo dela prisión. Conduzco por la carretera de vuelta a casa, pero no puedo dejar de llorar por lo que Abel Romano me acaba de decir. Claro, a esa posibilidad ya la había considerado, pero me negaba a aceptar. Después de la muerte de Marina yo había perdido todo, excepto a papá. Y ahora resulta que puede ser que papá no se mi papá.

Continúo conduciendo y las lágrimas siguen saliendo cayendo por mis mejillas.

Benjamín Blanco es tu padre. Enfréntalo Samuel. ¿Lo sabrá papá? ¿Por eso persiguió a Ventura Nunier, el mejor amigo de Benjamín?

¿Esto significa que Ari es mi…?

Detengo el auto a un costado de la carretera para vomitar.

Cuando logro componerme un poco vuelvo a conducir. Trato de tranquilizarme y pensar todo esto con un poco más de frialdad.

Recuerdo las fotografías que mías que recibió mamá, las que aparece la mira de un arma alrededor mío. ¿De esa forma se vengó Benjamín de mi padre, su antiguo rival? Si es así, lo destruiré. No me importa de quien sea padre.

Cuando llego a casa busco las fotografías que recibió mi madre. Debo encontrar alguna pista en ellas para descubrir quien amenazó a mi madre.

Observo detenidamente una de estas fotografías. Reconozco el edificio que aparece detrás mío. Estaba en ese lugar solo porque mi madre insistió en que viera a un psicólogo después de la muerte de Marina. Cada jueves durante seis semanas iba a verlo desde las 4 pm hasta las 5 pm. ¿Qué jueves fue en el que me sacaron esta fotografía?

De pronto, algo llama mi atención. Detrás de mi aparecía un gran cartel con el lema “Semana del Libro”. Bien, entonces esta fotografía fue tomada el jueves de la semana del libro.

Una rápida consulta en internet me dice que la semana del libro fue la primera semana de febrero. Bien, ya sé que jueves fue.

Al día siguiente me dirijo al edificio en donde yo iba al psicólogo. Voy con mi cámara para así hacerme una mejor idea desde donde se pudo tomar esta fotografía. Pruebo en varios sitios, pero el ángulo no coincide. Pruebo en una cafetería que tiene un pequeño balcón con algunas mesas. Pido un café y tomo mi cámara para buscar el ángulo perfecto.
Afortunadamente, desde la mesa en la que estoy sentado el ángulo coincide perfectamente. Quien amenazó mi vida para intimidar a mamá se sentó en esta mesa, en esta cafetería.

Después de pagar la camarera me da un recibo por mi consumo. Algo curioso es que el ticket tiene impreso fecha y hora. Bien, eso puedo utilizarlo.

Me dirijo hasta la camarera que me atendió.

-Disculpa-le digo-¿Guardan copias de los recibos? Necesito ver el recibo de alguien que se sentó en esta misma mesa el primer jueves de febrero.

Claro, ella debe pensar que estoy loco como su expresión facial me dice. Pero no dejaré que eso me detenga.

-Alguien me amenazó con matarme-le digo y saco la fotografía para que ella la viera.

Su expresión de burla cambia por una de horror.

-Por dios-dijo.

-La fotografía la tomaron desde esa mesa-le digo-entre las 5 pm y las 5:15 pm aproximadamente. Necesito saber quién lo hizo. Si tiene una copia del recibo podría tener una pista.

Quizás sea demasiado honesto con lo que le digo, pero es la única forma en que conseguiré que me ayude, tal vez.

Y funcionó. Me dio el ticket. Me dijo que en este horario no hay muchos clientes y que este el único recibo que tenía en ese lapso de tiempo. El recibo tiene una firma porque se pagó con tarjeta de crédito. Grave error amigo, debiste pagar con efectivo.

Clarence Wiedman. Es el nombre de quien amenazó a mi madre. Su nombre parece inglés. Lo busco en internet en la página que siempre utilizo para conocer información básica de alguna persona. Papá me enseñó cómo hacerlo. No tiene mucha información de él más que una fotografía y su dirección. Bien, eso me servirá.

Llego a la dirección y veo que es un barrio bastante elegante. Cuando veo a Clarence Weidman salir de su casa en su coche lo sigo algunos kilómetros hasta que finalmente llega a un gran y elegante edificio. Estaciona su automóvil y entra a ese lugar. Es la empresa de Benjamín Blanco.

Tomo mi teléfono y marco el número de la empresa de Benjamín.

-Inmobiliaria Blanco-me dice una voz femenina-buenas tardes. ¿En qué puedo ayudarlo?

-Con la oficina de Clarence Weidman, por favor-le respondo.

La operadora me transfiere la llamada y escucho una grave voz masculina pregrabada:

-Oficina de Clarence Weidman, jefe de seguridad de Inmobiliaria Blanco…

Termino la llamada, no necesito dejarle un mensaje. Ya sé lo que necesitaba saber.

Ahora sé quién atemorizó a mi madre para que escapara. El jefe de seguridad de Benjamín Blanco. Benjamín Blanco no solo era amante de mi madre, sino también el mejor amigo de Ventura Nunier. ¿Casualidad? No lo creo.

Si benjamín Blanco es mi padre biológico, esa información vale millones. No solo sería su hijo, sino también su heredero.

Después de lo que esas familias le hicieron a la mía, les voy a cobrar…de una forma u otra.

********

Cuando llego a casa esa noche papá me recibe efusivamente.

-Ven –me dice emocionado.

-¿Qué te sucede?-le digo riendo.

-Cierra los ojos-me dice aún muy exaltado.

Miro a Poni que parece tan emocionado como papá.

-¿Tu eres su cómplice?-le digo y mi perro mueve su cola.

Cierro los ojos y dejo que papá me conduzca hasta mi habitación. Cuando siento que entramos papá me hace dar una media vuelta y me empuja. Me sorprendo, pero me doy cuenta que reboto en el colchón. Abro los ojos y veo que papá cambió mi colchón. Puso un colchón de agua.

-Es un colchón de agua-me dice emocionado-querías uno desde los 5 años.

Contengo una carcajada.

-También quería casarme con Britney Spears y ser el amo de un ejército de robots ninjas.

-Oh vamos-me dice-siempre me pedias uno.

Veo que tiene un chicón arriba de su ojo derecho.

-¿Te golpeaste tratando de subirlo?-le pregunto.

-Eso jamás te lo confesaré-me dice y yo me rio con fuerza.

Veo a este hombre que hace lo que sea solo por verme sonreír. Pienso en Benjamín que podría ser mi padre y lo sabe, pero no hace nada al respecto.

Odio a mi madre por ponerme en esta situación. Por no saber quién es mi verdadero padre.

Pero cuando veo a papá sonreír sé que en el fondo soy alguien afortunado. Aunque eso no cambia nada, debo averiguar la verdad.

-Gracias por el colchón –le digo a papá sonriendo-y por todo.

La sonrisa de papá se torna algo rara. Casi como si pudiera leerme el pensamiento.

********

Estoy pegando mi oreja a la puerta de la oficina de papá. Lo que debe estar pasando ahí dentro es demasiado interesante como para que lo deje pasar.

Puede que papá se convirtiera en un paria después de que lo desacreditaran por su investigación de la muerte de Marina, y muchos de los que se encargaron de eso fueron familias ricas y poderosas vinculadas a los Nunier, pero esos pijos cuando necesitaban un detective privado recurrían a Ignacio García. Quizás crean que la honestidad de papá es una molestia, pero valoran su capacidad como detective.

Y este es uno de esos casos. Quienes vinieron a ver a papá ahora son nada más y nada menos que los señores Montesinos, el padre de Valerio y Lu y la madre de Lu. Quizás quieren contratar a papá para que encuentre la personalidad agradable de Lu.

Siento que las sillas se corren por lo que rápidamente me siento en mi escritorio. Se abre la puerta y salen los señores Montesinos y papá detrás de ellos.

-En cuanto averigüe algo se los haré saber-les dijo papá.

-Muchas gracias, señor García-dijo el padre de Lu-esperamos que pueda hacer algo por mi hijo.

¿Es sobre Valerio?

Cuando ellos se marchan papá se dirige a mí.

-Necesito tu ayuda Samu-me dice.

-Si es algo que perjudicará a Lucrecia Montesinos, cuenta conmigo-le digo-tengo experiencia en eso.

-Los señores Montesinos están preocupados porque Valerio se unió a una secta-me explica.

-¿Valerio en una secta?-le digo con burla-¿A qué le rinden culto? ¿A la cerveza? ¿la cocaína? ¿las tarjetas de crédito de sus padres?

Mi padre sonríe ante el chiste, pero me sigue explicando lo que sucede con Valerio.

-Valerio abandonó a su familia y se unió a esta secta. Se llama “Los hijos de la Luna”-me dice papá-él tiene 18 años, por lo que legalmente no pueden hacer nada. Creen que allí puedan aprovechase de Valerio para sacarle dinero. Por eso sus padres nos contratan para que descubramos algo ilegal respecto a esta gente. Si encontramos algo nos pagarán €5000.

Ahora sí me parece interesante.

-Por €5000 te traigo el código genético de Valerio si quieres-le digo emocionado peor el rostro de papá no demuestra alegría.

-Samuel, te lo abierto-me dice con dureza-no vayas a ese lugar. Yo soy el investigador. Tú solamente busca pistas o antecedentes ¿entendido?

Odio cuando me limita de esta manera.

-Está bien-le digo a regañadientes.

********

Después de desayunar espero a que papá fuera a trabajar para hacer lo que tengo que hacer. Investigando en internet encontré un laboratorio en Barcelona que me puede ayudar, solo debo mandarles las muestras por correo. Llego al baño y tomo el peine de papá. Hay algunos cabellos enredados en él. Con una pequeña pinza los tomo y los guardo en una pequeña bolsa plástica que me encargo de sellarla. En otra coloco unos cabellos míos. Ese laboratorio de Barcelona va a analizar ambas muestras de ADN y dictaminará si entre ambas hay alguna vinculación, dictaminará si papá es mi padre.

********

Cuando llego a Las Encinas pienso en lo que debería hacer respecto a Valerio. Necesito investigar su vida actual, pero según lo que me contó papá se ha alejado de todos los que eran sus amigos. Sigue viniendo al instituto, pero ya no vive con su familia.

Veamos, hablamos de Valerio Montesinos. Es el chico que tenía un futuro asegurado y que solo se preocupaba por las fiestas a las que asistiría el fin de semana y todo el alcohol y cocaína que consumiría. Me cuesta imaginar a esa persona viviendo en una granja con un grupo de personas dónde deberá hacer cosas como…trabajar. Hablamos del muchacho al que lo salvé de narcotraficante hace un par de meses.

Algo bastante llamativo sobre Valerio es que, a pesar de haber sido un muchacho fiestero y muy sociable, no puedo decir que realmente tuviera amigos cercanos. Esto ya lo había notado cuando yo era amigo de ese grupo. Siempre hubo como una especie de rechazo a Valerio. Lo que me complica un poco las cosas porque no se me ocurre a quien preguntarle por Valerio, alguna información, algo que me pueda servir.

Paso por la fuente que inauguraron en honor a Marina. Ari está allí sentada mirando su teléfono y cuando me ve sonríe y se para, sospecho, saludarme. Lo siento, pero aun no digiero del todo la posibilidad que sea mi hermana. ¿Ella lo sabrá?

-Hola, Samu…-comienza a decirme, pero yo sigo de largo.

Aun no puedo enfrentar esto.

Necesito concentrarme en algo más. Veo llegar a Lu y Carla. Suspiro, haré algo que no quiero hacer.

Me acerco a ellas y veo a Carla un tanto sorprendida. Levanta una ceja a modo de pregunta, pero yo miro a Lu. Extrañamente, Lu no parece enojada ni sorprendida conmigo.

-Carla ¿nos dejas solos un momento? -le dice la mexicana a su mejor amiga-debo arreglar un asunto con Samuel.

Carla la mira como si a Lu le hubiera salido un cuerno en la frente. Pero no dice nada y se marcha tan estoica como siempre.

-Vamos hasta el lago-me dice Lu-no quiero que nos escuchen.

La sigo sin objetarle nada. Esta odiosa chica es una de las principales responsables de lo que yo viví en este colegio, junto a Carla y Polo. Por otro lado, yo expuse su fraude en las elecciones y lo del Test de la pureza. Tenemos motivos para odiarnos mutuamente.

-Seamos claros-me dice la mexicana-yo te odio y tú me odias, pero sé que tu papá está trabajando en el caso de mi hermano y por Valerio colaboraré en lo que sea necesario contigo.

Quién lo diría, Lucrecia Montesinos es capaz de querer a alguien.

-Está bien-le respondo-quiero que me hables en detalle sobre lo de tu hermano. Sé lo que tus padres le dijeron a mi padre, pero a veces los padres no saben nada de sus hijos, en cambio los hermanos, es otro tema.

Lu se cruza de brazos y se apoya en la pared.

-Val comenzó a cambiar después de ese viaje que hizo con Carla e Isadora, ese en que tuvo problemas con un narco y tú lo ayudaste-dijo Lu y me sorprendí. No esperaba que Valerio le contara eso a Lu.

Lu suspiró.

-Después lo vi decaído-dijo la mexicana-como si ya no tuviera la alegría que lo caracteriza. Comenzó a hacer cosas extrañas.

-¿Cómo qué?-le pregunto.

-Se unió a la revista literaria de Las Encinas ¿Puedes creerlo? Valerio no hace una tarea escrita desde los 14 años y ahora se une a una revista literaria-dice Lu algo alterada.

-¿Qué puedes decirme de esa revista?-le pregunto a Lu. Literatura y Valerio con cosas que difícilmente estarían en una misma oración.

-La dirige la profesora Molinos-dice Lu-esa profesora joven y bastante bonita.

Si la conozco. Es una profesora muy atractiva y simpática. Ella enseña Geografía, pero aparentemente tiene intereses en la literatura.

-Esa profesora me da desconfianza-me dice Lu.

-¿Por qué?-le pregunto con curiosidad.

-Ella también vive en esa granja de Los Hijos de la Luna-me responde Lu-y Valerio está muy apegado a ella. Hasta llegué a sospechar que entre ellos hay algo.

-¿Algo romántico y sexual?-pregunto confundido.

-Exactamente-me dice Lu-nadie deja una vida de lujos y comodidad para irse a una granja mugrosa.

En eso tiene razón ¿Por qué dejaría su casa donde están sus lujos y su familia que está preocupada por él?

-¿Lo ayudarás?-me pregunta ella.

Nunca la había visto así.

-Sí, lo haré-le digo.

Dejo a Lu y camino por los parques de Las Encinas. Encuentro a Valerio sentado junto a un árbol fumando. No puedo acercarme y preguntarle directamente. Se cerraría y no me diría nada. Pero quizás pueda seguir su ejemplo.

Durante el receso me dedico a escribir un poema. Si, ahora soy poeta.

Nadia, Omar y Rebe están junto a mi ayudándome a inventar algo medianamente bueno. Si lo logro conseguiré que la profesora Molinos lo lea y me meteré en la revista literaria.
Será una forma de acercarme a Valerio y que no resulte sospechoso.

Afortunadamente Ander y Guzmán no están con nosotros hoy. De por si es incómodo para mi estar junto a Guzmán desde que es novio de Nadia. Él es amable conmigo, pero sé que nuestra amistad no volverá a ser lo mismo jamás.

-Bien-les digo a mis amigos-debo escribir un poema adolescente para una revista para adolescentes ¿Sobre qué debería tratarse?

-Inconformismo-dice Nadia.

-Problemas para adaptarte al mundo actual-dijo Omar.

-Sexualidad extraña-sugirió Rebe.

Así, los cuatro comenzamos a inventar este intento de poema. Cuando estamos conformes con el resultado, se lo llevo a la profesora Molinos para que lo lea. No tarda mucho en surtir efecto. Camino de salida cuando se me acerca.

-Samuel-dice una voz detrás de mí y al voltear veo a la profesora Molinos.

-Profesora-le digo-gusto en volver a verla.

-Samuel, nos encantó tu poema-me dice-es tan único. Tienes una visión de la vida que es sombría pero hermosa.

Así soy yo, sombrío y hermoso aparentemente.

-Muchas gracias-le digo-¿lo va a publicar?

-El próximo número de la revista sale el próximo mes-me dice-hay tiempo para eso. Pero al leer tu poema me di cuenta que quizás te gustaría conocer un lugar muy especial. Es la granja en la que yo vivo. Es un hermoso grupo de gente. Quisiera que los conocieras.

Yo acepto ir. Papá no tiene que enterarse. Solo espero que el líder no se llame Charles Manson.

********

La profesora Molinos me dice que la siga así que conduzco mi automóvil detrás del suyo. Llegamos a una granja en las afueras de Madrid. El lugar es bastante agradable. Bien, a buscar cosas de una secta: orgias, drogas, adoración al líder, planes para destruir el mundo…

-Gracias por invitarme profesora Molinos-le digo.

-En este lugar soy solo Lorena-me dice sonriendo.

Observo el lugar y es bastante amplio. Tiene algunos invernaderos y un pequeño lago. También hay un establo con aspecto derruido.

-Todo lo que ves aquí es nuestro-me dice Lorena-deberías conocer el lugar para conocerlo. Pero no vallas al establo. Créeme, no te gustará ir allí.

Que poco discreta eres Lorena. ¿Caminar libremente por ahí? ¿No ir al establo? Quizás deba jugar el papel de niño necesitado más a menudo.

Un hombre joven y bastante atractivo se nos acerca sonriendo.

-Samuel-ven a conocer a mi hombre-me dice feliz-bueno, en realidad, él nos pertenece a todos.

El hombre abraza a Lorena y la besa por un rato bastante largo que comienza a ponerme incómodo.

¿Establo prohibido? Si ¿Poligamia implícita? Si. Señoras y señores, tenemos una secta.

********

-Samuel, te presento a Gonzalo-me dice Lorena-él dirige este sitio.

-Hola…-comienzo a decir, pero Gonzalo no me deja terminar porque me abraza fuertemente.

¿Así reciben a todos o solo a los adolescentes que escriben poemas perturbadores?

-Bienvenido Samuel-me dice Gonzalo-espero que te guste este lugar y puedas ser muy feliz aquí.

Cuando voy a responder con algo fingidamente amable aparece Valerio.

-¿Samu?-me dice.

-Hola, Valerio-le digo algo incómodo.

-Que sorpresa verte aquí Samu-me dice-creo que este sitio realmente te hará bien a ti.

¿Qué mierda significa eso?

Me presentan con otras personas del lugar. Noto que la gran mayoría son personas jóvenes. Me ofrezco a ayudar en alguna tarea. Debo conocer el lugar y a estas personas. Me llevan con el grupo que se encarga de cocinar y me quedo con ellos. Valerio va conmigo.

-Chicos, él es Samuel-dice Valerio-un amigo de Las Encinas.

¿Amigo?

-Él es genial-dice emocionado-ayuda a las personas con sus problemas. A mí me salvó de un problema grande hace unos meses.

Todos me saludan amablemente. Esto es perturbador, quizás porque no estoy acostumbrado a la amabilidad.

-Hola-me dice una chica de sonrisa amable y baja estatura-mi nombre es Abril.

-Mucho gusto-le respondo.

-¿Sabes cocinar Samuel?-me pregunta.

-Solo macarrones-le contesto algo avergonzado.

-Y seguramente te salen deliciosos-me dice en broma.

-El ingrediente secreto es el amor-digo bromeando.

Ayudo a Abril y otros a cocinar y cada tato se nos une Valerio. Debo decir que parece una persona diferente, pero eso no es algo necesariamente malo. Se ve más relajado y parece a gusto entre estas personas. Perturbadoramente, yo también me siento a gusto aquí. Hay un buen humor generalizado y bromas inofensivas entre todos. Me aceptaron así como si nada, tan diferente a Las Encinas.

Cuando cae el sol alguien enciende una fogata y todos nos sentamos alrededor. Abril me ofrece sentarme junto a ella, pero también otras personas, entre ellos Valerio. Soy Mr. Popularidad aquí.

Gonzalo preside una especie de charla en la que todos exponen cosas sobre sí mismos. Sus miedos, sus sueños, lo que los hace sufrir o lo que los hace felices.

Para mí todo esto es extraño. Yo no soy de los que cuenta secretos, sino más bien el que los descubre. Para todos ellos es tan fácil abrirse y exponerse.

-A veces-dice Abril-tengo tanto miedo que demonios de mi pasado me encuentren…

¿Demonios?

Quisiera escuchar lo que Valerio tiene para decir, pero la conversación va por otro rumbo.

-Samuel, ¿quieres compartir algo con nosotros? -me dice Gonzalo.

Todos me miran sonriendo, expectantes que yo diga algo. Lo entiendo, soy el nuevo aquí.

-¿Algo como que?-pregunto.

-Queremos que exteriorices tus miedos, tus rencores, la carga que soportas-dice Gonzalo en un tono suave.

Quizás pueda inventarme algo, aunque Valerio me conoce y no me conviene decir algo que el pueda contradecir y sospechar. Quizás deba decir algo verdadero sobre mí que me cause sufrimiento.

Marina asesinada.

Mi madre abandonándonos.

Que mi padre perdiera su trabajo y su prestigio.

El bullyng en Las Encinas.

Que Ari me abandonara sin ninguna explicación.

Mi violación.

Que mi padre pudiera no ser mi padre.

Cargo con tantos demonios que no sé con cual comenzar. Pero yo no soy de los que hablan de los problemas, soy de los que devuelven el golpe. El exponerme vulnerable frente a otros es algo que simplemente no puedo hacer.

No aguanto más y me levanto.

-Lo siento-les digo-debo irme.

Ante la mirada atónita de todos me marcho rápidamente hacia mi coche. Necesito salir de aquí.

Sin embargo, antes de llegar veo el establo sin que nadie lo esté cuidando. Dejo de lado como me acabo de sentir y voy a ver que hay ahí. El suelo está lleno de lodo por lo que camino con cuidado para tratar de no resbalar. Abro de par en par las puertas del establo y caigo al suelo ensuciándome todo el uniforme de Las Encinas.

Un gran caballo relinchando había dentro del establo y al verme se alteró y eso me hizo asustar.

Escucho pasos detrás de mí.

-Samu ¿estás bien? -me dice Valerio.

Llegan también Gonzalo, Lorena y Abril.

-Si, estoy bien-le digo-supongo que esto es una forma de decirme que no me meta aquí.

Ellos ríen y me ayudan a ponerme de pie.

-Debimos decirte del caballo-dice Lorena-se llama Rocinante. Se pone nervioso con los extraños.

Ahora a volver a casa y tratar de olvidar que hice el ridículo frente a esta gente.

********

Cuando llego a casa mi padre está en el sillón viendo la televisión con Poni en su regazo. Me mira y se sorprende.

-Estás todo sucio-me dice.

-¿Ves?-le contesto-por eso eres tan buen detective, no se te escapa nada.

Cuando entro a la ducha el agua sale fría y de mi boca comienzan a salir toda clase de variopintos insultos.

Juro que, si Benjamin Blanco es mi padre, no volveré a bañarme con agua fría en mi puta vida.

Cuando salgo, lo primero que hago es ir con papá.

-El agua salió fría otra vez-le digo.

-El casero me dijo que puso tuberías nuevas-me dice papá.

-No es cierto-le digo de mal humor.

-Bueno, si conseguimos los €5000 de la investigación de Valerio podríamos mudarnos a otro lugar con mejor tubería-me dice.

Eso cambia un poco mi mal humor.

********

-¿Y cómo te fue con la secta de raros?-me pregunta Rebe al día siguiente.

-¿Raros? Puede ser-le digo-pero comienzo a dudar que sean una secta. Valerio siempre fue un imbécil que solo pensaba en esnifar cocaína y ahora parece un chico centrado y amable.

-Pero sus padres están preocupados-me recuerda Rebe.

-Pero no estoy si eso está justificado-le digo-quizás les molesta que Valerio no sea como Lu.

Nos sentamos frente al lago de Las Encinas junto a Omar y Nadia. Hoy decidimos almorzar disfrutando de la vista. Charlamos un poco, más que nada son preguntas que Rebe le hace a Nadia sobre Guzmán.

-Hola Samu-dice una voz detrás de nosotros y al girarnos vemos a Valerio-¿podemos hablar?

-Claro-le respondo y me pongo de pie y nos alejamos para tener algo de privacidad.

Me cuesta creer que este chico al que hace meses salvé de un narco sea este muchacho tranquilo y pacífico.

-Causaste una buena impresión en la granja-me dice Valerio.

-¿De verdad?-digo yo. Pensé que quedé como un tonto por la forma en que me fui.

-Creo que ese es un buen lugar para ti-me dice-siempre eres tan cerrado y pareces listo para golpear a alguien. Y sé que tienes motivos para eso. Pero no es bueno encerrarse en el rencor.

Así que Valerio es ahora un guía espiritual o algo así.

-Les caíste bien a todos y quieren verte nuevamente.

Sé que papá me prohibió meterme en el caso, pero me están invitando por segunda ocasión a este lugar. No puedo negarme.

-Pensé que había quedado como un idiota-digo bromeando.

-Samu, estás hablando con Valerio Montesinos Rojas-me dijo-yo solía ser el rey de los idiotas.

Le sonrío a Valerio y decido volver a la granja al salir de la escuela.

********

Cuando regresamos a la granja, todos nos reciben con entusiasmo y simpatía. Realmente me cuesta verlos como una peligrosa secta. Todos parecen felices, no maníacos. Es difícil creer que de verdad podamos encontrar algo turbio en esta gente. Sin embargo, si quiero esos €5000 que ofrecen los Montesinos debo encontrar algo malo en ellos. Pero ¿Qué?
¿Usar sexualmente a sus miembros? ¿Sacarles dinero como los señores Montesinos creen que sucedió con Valerio? ¿Hacerlos trabajar para beneficio del líder? No sé qué pensar de esta gente.

Gonzalo me pide hablar a solas y caminamos por los terrenos de la granja. Espero que este no sea el momento en que el líder me proclama como su nuevo novio.

-Me alegro que hayas regresado Samuel-me dice Gonzalo-realmente creo que tu podrías ir bien en este lugar. Este lugar debe ser sostenido por todos.

Bien, con esto puedo trabajar.

-Oh, lo siento-le digo y saco mi billetera-debo contribuir supongo…

-Oh, no, no. Por favor guarda tu dinero-me dice-no buscamos que nadie nos mantenga. Queremos ser autosustentables. No queremos que nadie nos regale nada.

No quieren mi dinero. Eso no me ayuda.

-Ven-me dice-quiero mostrarte algo.

Caminamos por un rato y noto que nos acercamos al gran invernadero que aún no había conocido.

-Pudimos terminar de construirlo cuando se nos unió Valerio y el dio el dinero de la venta su caro automóvil-me explica Gonzalo-no queríamos aceptarlo, pero el insistió y debo reconocer que nos ha ayudado mucho para poder desarrollar nuestro negocio.

Por favor, vendan drogas. Por favor, vendan drogas.

Cuando entramos al invernadero quedo maravillado por la vista.

Rosas.

Si, cultivan rosas. No drogas, rosas. Rojas, rosadas, amarillas, naranjas, blancas…el oscuro secreto de esta gente es que venden flores. Es oficial, no volveré a bañarme con agua caliente.

-Es hermoso-digo mirando este lugar.

-Sabía que te gustaría-me dice Gonzalo sonriendo-esto suele tener ese efecto en todos. Especialmente en ti.

Lo miro algo extrañado.

-¿Por qué en mí?-le pregunto.

-Porque es bueno que te abras al mundo-me dice.

Dios, espero que no quiera nada sexual conmigo porque dejé mi teaser en el automóvil.

-Eres un chico inteligente, pero cerrado-me dice-creaste un mundo a tu alrededor. Que te protege, pero a la vez te impide experimentar cosas buenas.

Él no me conoce, pero tiene razón. Aprendí a cerrarme porque no dejaré que nadie vuelva a lastimarme. Todos a los que amé me lastimaron. La gente que amas tarde o temprano te decepciona, eso lo aprendí bien.

Quizás por eso no logro abrirme totalmente a Rebe, Omar y Nadia. O con Isadora en su momento. Incluso con papá.

-Tendrías que haber visto cómo era Valerio cuando llegó-me explica-totalmente diferente al Valerio con el que viniste hoy.

Si yo fuera parte de Los Hijos de la Luna ¿me vería tan feliz como Valerio?

Entonces, o quieren mi dinero, no quieren mi cuerpo, no quieren que trabaje para ellos. Solo quieren que sea feliz. eso es extraño.

Realmente dudo que papá pueda encontrar algo malo en este lugar.

Regreso hasta donde están todos cocinando. Me uno a ellos y, sorprendentemente, soy feliz. me río con ellos y bromeamos juntos. Me gusta estar aquí. Hace tiempo que no me sentía así…desde Marina.

-Chicos-nos dice Gonzalo-este hombre se llama Raúl y vino a revisar el filtro del agua potable así que por una hora no utilicen el agua.

El empleado, Raúl, camina detrás de Gonzalo y nos mira a todos al pasar. “Raúl” es mi papá. Fija su mirada en mí y sé que estoy perdido.

Ojalá que esta sea una de esas sectas que creen que vendrán extraterrestres a llevarnos en sus naves, porque es la única manera en que papá no me mate.

********

Cuando llego a Investigaciones García sucede lo que me esperaba. Papá está aquí esperándome.

-Ahí estás-me dice elevando la voz-¿En qué estabas pensando Samuel? Esa fue la peor decisión tomada por alguien que ni siquiera tiene daño cerebral. ¿Desde cuándo te reservas el derecho a desobedecer mis instrucciones? ¿Mi interés por tu seguridad tiene tan poca importancia para ti?

Odio pelear con papá, pero tiene razón.

-Lo siento, me equivoqué-le respondo-lo sé, créeme. De ahora en adelante haré lo que tú digas. Es que ellos parecen inofensivos.

-¿En qué te basas para decir eso?-me dice aun cabreado-¿en la ausencia de esvásticas grabadas en su frentes? Por favor, dime que no eres tan tonto.

-Lo siento, de verdad-le digo bajando la mirada-¿Pusiste un micrófono?-asiente con la cabeza-¿escuchaste algo sospechoso?

-Aún no-me responde-pero seguiré escuchando.

-Estás oficialmente fuera del caso Samuel-me dice enojado y se encierra en su oficina antes que yo pueda decirle algo.

********

-¿Y cómo te va con los raros?-me pregunta Rebe.

-Papá me encontró en la granja y me sacó del caso-le digo cabizbajo.

-Entonces no serás el héroe que desarme una peligrosa secta que capta jóvenes-me dice Rebe medio en broma.

-Lo peor-le digo-es que no creo que sean peligrosos. Creo que son lo que parecen: gente feliz y desconectada del mundo real.

-Hola, Samu-nos interrumpe Valerio. Rebe se va para dejarnos solos.

-Hola Val-le digo.

-Quisiera pedirte un favor-me pide.

-Claro, te escucho-le respondo.

-Me podrías acompañar a un lugar esta tarde-me pide.

Lo veo algo…triste.

Papá me prohibió ir a la granja e investigar. Pero Valerio es solo un compañero que me pide un favor.

-Sí, claro-le digo-escríbeme con los detalles.

Valerio me sonríe y siento no le creo nada a la familia Montesinos.

********

Estoy en Investigaciones García al lado de papá e su oficina. Frente a nosotros están los Montesinos sentados. El padre de Lu y Valerio, la madre de Lu y, sorprendentemente, la propia Lucrecia.

Los señores Montesinos parecen estar demasiado alterados por la falta de avances en la investigación de papá para encontrar algo ilegal entre Los Hijos de la Luna.

La verdad es que papá había estado escuchando a todos en la granja y no había logrado encontrar nada ilegal. No hay drogas, prostitución, esclavitud ni nada.

-Debemos sacar a Valerio de allí rápidamente-insistía el señor Montesinos.

No sé cómo papá puede soportar a estas personas, sin embargo, hace uso de su característica diplomacia.

-Señor Montesinos, he estado horas escuchando a los hijos de la luna y aún no he encontrado nada que me haga creer que Valerio está en peligro-dijo papá-incluso mi hijo estuvo entre ellos y tampoco pudo ver nada extraño.

Lu, quien hasta ahora tenía la mirada en el suelo, levanta la mirada y se fija en mí. Quizás está sorprendida que yo hiciera algo tan osado como infiltrarme en esa granja.

Los señores Montesinos se pusieron de pie y luego lo hizo Lu.

-Espero que obtenga resultados pronto señor García-dijo el padre de Lu-si no tendremos que recurrir a algo más extremo.

No sé qué significa eso, pero la cara de preocupación de Lu no me gusta para nada. Los tres se marchan y papá y yo quedamos solos en su oficina.

-¿Te diste cuenta?-le pregunto a papá.

-Si-me dice- están más interesados en encontrar algo turbio en la granja que en saber cómo está Valerio.

********

El lugar al que Valerio quería que lo acompañara es el hospital. Es un caro hospital del centro de Madrid. No sé porque estamos aquí.

Valerio aun no me ha dicho nada, pero decido no preguntarle. Si me trajo hasta aquí es porque debe querer decirme o mostrarme algo.

Llegamos hasta el área de internación y entramos en una de las habitaciones. Valerio cierra la puerta y contemplamos a una mujer en la cama. Lleva un respirador artificial y tiene distintos cables conectados entre su cuerpo y unas máquinas.

-¿Quién es ella?-le pregunto.

-Mi madre-me responde.

¿Su madre? -nunca había escuchado de ella. Asumí que estaba muerta ya que Valerio ni Lu jamás la mencionaban.

-Ella era hija de millonarios chilenos-me cuenta Valerio-y me tuvo a mi producto de una infidelidad de mi padre a la amdre de Lu. Creo que por eso esa mujer jamás me ha soportado. Aunque tampoco mi padre lo hace. Sorprendentemente, Lu es la única que ha sido buena conmigo desde que vine a vivir a España hace años.

¿Lu siendo buena? Quizás Lu sea una persona horrible, pero tal vez sea una buena hermana.

Si Valerio dice que su padre y madrastra no lo soportan ¿Por qué quieren sacarlo de esa granja siendo él ya un adulto? Valerio tiene 18 años y este es su último año en Las Encinas.
Se van a librar de él dentro de poco. ¿Por qué hacer todo esto?

-Mamá es la única que realmente ha estado siempre para mí-dice Valerio-conocí a Lu cuando tenía 15 años cuando me vi obligado a venir a vivir a España con papá. En ese momento mamá quedó en ese estado y debimos dejar Chile. Papá era el único familiar que yo tenía, aunque lo había visto muy pocas veces en mi vida. Trasladaron a mamá hasta aquí solo para que yo aceptara venir.

-Lo siento, de verdad-le digo.

Quizás todos nos hicimos cualquier imagen de Valerio menos la real. Verlo como alguien superficial y tonto nos ayuda a que, estúpidamente, nos sintiéramos mejor con nosotros mismos.

-Me duele tanto verla así-dice Valerio-¿Quieres escuchar algo gracioso?

-Claro-le contesto.

-La fortuna de mi padre y la amdre de Lu no se compara en nada con la fortuna de mi madre. De hecho, fue mi amdre la que ayudó a construir la fortuna de mi padre-me cuenta
Valerio-Hace un par de años, cuando mi amdre tuvo el derrame cerebral, ella comenzó a olvidar las cosas. Mi padre y su esposa la llamaban “descerebrada”. A mí nunca me prestaron atención hasta que supieron cuánto había crecido el patrimonio de mi madre y que soy el heredero universal de eso. Cuando supieron que me dejaría todo comenzaron a tratarme muy bien. Aun con lo perra que es, Lu es la única de esa casa que de verdad se preocupa por mí.

Algo comienza a moverse en mi cabeza.

-¿Cuándo te mudaste a la granja, ellos ya sabían el dinero que terminarás heredando?-le pregunto a Valerio.

-Si-me responde Valerio y sigue mirando a su madre.

Ahora lo entiendo, a ellos no les preocupa Valerio, sino todo el dinero que él posee ahora y que podría usarlo, por ejemplo, en la granja y no con ellos.

-Valerio-le digo-te mentí en algo.

El me mira extrañado.

-¿De qué hablas Samu?-me pregunta confundido.

-No me acerqué a la granja para buscar consuelo o paz-le explico-tu padre contrató a mi padre para que obtuviera evidencias de que en la granja sucede algo ilegal y así tener argumento legal para sacarte de ahí. Y con lo que me cuentas deduzco que ellos lo hicieron para tener cierto control sobre ti y tu fortuna. Lo lamento.

Sorprendentemente no parece enojado.

-No te preocupes Samu-me dice-no tengo derecho a reclamarte nada. Hacías tu trabajo, nada más. Además, yo también te he fallado.

No entiendo a qué se refiere.

-He visto como todos te trataban en la escuela después de la muerte de Marina, incluso mi hermana-me dice-y aun pensando que eso estaba mal no hice nada para detenerlos.
Fui un cómplice pasivo de tu sufrimiento.

Creo que es la primera persona que se disculpa conmigo por eso. Realmente no sé cómo reaccionar.

-Por eso creí que era una buena idea que tu fueras a la granja-me dice-yo encontré paz y compañerismo allí y pensé que podía ser así también para ti.

Eso me saca una sonrisa.

-Me gustó estar allí-le digo-pero no creo que regrese. La paz y el amor no son lo mío. Soy más de la guerra y la venganza.

Valerio sonríe.

-Lo entiendo-me dice-pero ten en cuenta que en algún momento la guerra terminará.

¿Lo hará?

********

Le conté todo a papá y él llegó a la misma conclusión que yo: los Hijos de la Luna eran inocentes. Eran lo que parecían ser: personas algo tontas, pero felices.

Papá solo cobró su tarifa habitual y no pudo cobrar el bono de €5000 que ofrecían los Montesinos si encontrábamos algo ilegal allí. Supongo que me bañaré con agua fría por un poco más. Sonrío al darme cuenta que no me importa.

Habían pasado unos días y Valerio recibió la dolorosa noticia de la muerte de su madre. Estábamos en el cementerio. Delante de todos estaba Valerio llorando. Lu lo abrazaba. Al lado de ellos estaban los padres de Lu que fingían estar tristes por todo esto.

Todos los compañeros de Las Encinas estaban aquí. Guzmán estaba junto a Nadia y Ander junto a Omar. También estaban Carla, Polo, Ari y Patrick.

Rebe junto a mí se mantenía en silencio. Apreciaba a Valerio, pero no lo conocía tanto.

También estaban Lorena, Gonzalo, Abril y los demás miembros de Los Hijos de la Luna, apoyando a Valerio.

También me disculpé con ellos por infiltrarme en su granja, pero simplemente me agradecieron que fuera sinceros con ellos y me dijeron que podía regresar cuando yo quisiera, que notaban que yo los necesitaba…

Cuando se enterró a la madre de Valerio todos comenzamos a dispersarnos. Yo caminaba junto a Rebe cuando vi que Valerio se iba junto a Lu y sus padres. Él me ve a lo lejos y se acerca a charlar conmigo.

-Gracias por venir, Samu-me dice.

Para lo que me necesites-le respondo. Nunca fuimos grandes amigos, pero al menos hemos aprendido a vernos mutuamente de una forma más sincera.

-Supongo que regresarás a la granja-le digo.

-EN realidad-me dice con cierta vergüenza- volveré a casa.

-¿De verdad?-le pregunto sorprendido.

-Sé que quizás no debería-le digo-pero me di cuenta que no quiero dejar a Lu sola con ellos. Además, así los tendré más tranquilos mientras en realidad hago lo que realmente quiero hacer.

-¿Lo cual es…?

-Terminar la secundaria este curso, ir a la universidad a estudiar finanzas para aprender a manejar la empresa de mi madre y honrar su trabajo y, lo más importante de todo, no dejar que mi padre y su esposa toquen un solo centavo de lo que es mío.

Eso ultimo me hace sonreír.

-Me alegro que encontraras tu camino Valerio-le digo.

-Me alegro que encontraras el tuyo después de lo de Marian-me dice-solo que el tuyo es más difícil.

Él se marcha y no estoy muy seguro de lo que digo.

********

Esa misma tarde, me encuentro en casa. Papá mira un partido de futbol en la televisión. Poni está recostado junto a él durmiendo. Yo estoy en mi computadora haciendo una tarea cuando veo que me llegó un e-mail.

Miro la dirección y veo que es del laboratorio a donde envié las muestras de papá y mía. Son los resultados.

Cuando abra este correo sabré si papá es mi padre biológico. Si no lo es soy hijo de Benjamín Blanco y, por consecuencia, su heredero.

Vuelvo a mirar a papá y siento que mi corazón se contrae.

Envié esas muestras porque quería saber la verdad, pero ¿puede un análisis genético saber lo que siente mi corazón? Benjamín Blanco podría ser mi padre y si lo fuera ¿podría asumirlo como tal y negar al hombre que me crio y del cual soy su gran orgullo?

Deslizo mi dedo haciendo que la flecha baile por la pantalla. No dirijo la flecha hacia el e-mail para abrirlo, sino hasta el botón que dice “ELIMINAR”.

Chapter 10: Navidad con los marqueses

Summary:

Samuel deberá descubrir quién de sus cinco compañeros es un ladrón y los marqueses organizan una fiesta de Navidad.

Notes:

Creo que este el capítulo mas extenso de esta historia que he escrito hasta ahora. Le tengo mucho cariño y espero que lo disfruten.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

P.O.V. SAMUEL

Se acerca la Navidad y Papa Noel sabe que he sido un buen chico ¿Verdad?

¿Por qué no? Saco buenas calificaciones, soy un buen hijo e investigo la muerte de mi mejor amiga. Cosa normal de cualquier adolescente de 16 años.

Con papá decoramos nuestro árbol de navidad con Poni como un perezoso observador del proceso. Por alguna razón papá y mamá habían iniciado la costumbre de poner en el árbol todas las espantosas manualidades que había hecho desde el kínder. Mamá ya no está aquí, pero papá se aferra a las tradiciones.

-¿La desventaja de ser hijo único?-le digo a papá-sabes que todos los horribles adornos hechos a mano son tuyos.

Papá ríe mientras me ve lidiar con una especie de estrella hecha con palitos de paleta y a la que le pegué dos ojos, pero ahora solo le queda uno.

-¿De verdad quieres que nuestro humilde árbol tenga una estrella mutante tuerta?-le digo-eso no me parece muy cristiano.

-Cada quien tiene derecho a su propia fe-responde papá con humor.

Esto solíamos hacerlo los tres…

-¿Qué quieres para Navidad?-le pregunto a papá.

-Tu amor y tu respeto-me dice papá y yo pongo los ojos en blanco.

Es lo mismo que todos los años, aunque este año parece ser peor. Papá nunca quiere que le compre algo porque prefiere que ahorre mi dinero. En parte lo entiendo porque sé que él no podrá pagarme la universidad y sé que eso lo pone triste. Pero quiero obsequiarle algo que él realmente disfrute.

-En serio-le insisto-si pudieras tener algo para navidad. Lo que sea.

-Quiero que ahorres tu dinero-me dice de nuevo.

-Que aburrido-le respondo-la Navidad es una época para recibir regalos.

-Es una época religiosa Samu-me dice sonriendo-nació Cristo.

-¿Y por eso pusiste un banderín del Real Madrid en el árbol de navidad?-le digo señalándolo-eso es muy cristiano de tu parte.

-Cada quien tiene derecho a su propia fe-responde papá sonriendo con arrogancia.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

Era la casa para huéspedes en la mansión Caleruega. Cinco adolescentes jugaban al póker entre el sonido de la música estridente, el olor a cerveza del ambiente y el humo de los cigarrillos.

Carla Rosón Caleruega, Patrick y Ari Blanco Conmenford, Malick Abadí y Nano Gonzáles. Si bien todos se habían sorprendido de ver a Nano ahí, lo habían dicho nada.

Ari estaba ebria y bailaba y cantaba desafinadamente mientras Patrick se reía de ella.

Las cajas de pizza, las botellas vacías de cerveza y tequila adornaban el paisaje. El juego estaba a punto de terminar. Todos se habían retirado y solo quedaban Carla y Nano para competir por todo el dinero apostado.

Ari seguía molestamente bailando mientras Malick bebía de una botella de vidrio de pico ancho una asquerosa bebida que a nadie más le gustaba y que él había traído de su casa.

-¿Es necesario que trajeras esa asquerosidad e tu casa?-le dijo Patrick a Malick-eres un tacaño. Todo por no colaborar con las pizzas y las cervezas.

Malick no parecía ofendido.

-Es cierto-dijo Ari-eres el más rico de Las Encinas, pero traes tu bebida de tu casa…

-Así hizo mi familia su dinero-bromeó Malick-ahorrando en bebidas alcohólicas.

-Terminemos con esto-dijo Nano fastidiado.

Nano solo había ido por el dinero, no para escuchar tontas conversaciones de niños pijos.

-¿Listo para perder Nano?-le dijo Carla con arrogancia.

-Quizás llegues a ser una buena marquesa-dijo Nano-pero das asco en el póker.

Carla no daba asco, pero aun así no ganó, Nano fue el vencedor.

-¿Lista para pagarme marquesa?-dijo Nano petulante.

-Creí que los hombres les pagaban a las mujeres, que raro-dijo Carla.

Cuando Carla levantó la caja donde se guardaban las fichas y las cartas para sacar los €5000 que le correspondían a Nano vio que no había nada allí.

-¿Dónde está el dinero?-preguntó Carla mirando a todos.

Todos se miraban sorprendidos.

-No me toques los cojones marquesa-dijo Nano furioso.

-El dinero estaba aquí-dijo Carla-tú y todos vieron cuando lo puse aquí.

-Alguien se lo robó-dijo Nano amenazante y no me iré de aquí sin mi dinero y los revisaré a todos uno por uno hasta que lo encuentre. O puede que algunas de sus costosos objetos misteriosamente desaparezcan.

Los cuatro adolescentes miraron temerosamente a Nano.

********

A la mañana siguiente Samuel caminaba por los pasillos de Las Encinas junto a Rebe.

-Mira esto-le dijo Samuel a Rebe mostrándole un panfleto.

-Un viaje para ver el partido del Real Madrid contra el Barcelona en Barcelona incluido la entrada para el juego, el viaje ida y vuelta en avión y una noche en un hotel-dijo Rebe leyendo.

-Es el obsequio de Navidad perfecto para papá-se quejó Samuel.

-Solo si puedes gastar €2000-le recordó Rebe.

-Estoy harto de no tener dinero-dijo Samuel frustrado-yo sería el mejor rico del mundo, en serio. El equilibrio perfecto entre sensatez y frivolidad. El dinero se malgasta en las manos de los ricos.

Rebe rio, pero se cayó cuando vieron una escena extraña.

Frente a todos Ari le reclamaba algo a Nano pero él la miraba sin expresión alguna.

-Quiero mi computadora de nuevo-le se quejó la chica.

-Y yo quiero mis €5000-dijo Nano como si nada.

-Yo no los robé-dijo Ari ofendida.

-Bueno-dijo Nano abriendo los brazos-alguien lo hizo.

Nano se fue y dejó a Ari sola hecha una furia.

Samuel dejó a Rebe y se acercó a Ari.

-¿Alguien robó tu computadora?-le preguntó Samuel.

-Anoche jugamos al póker en casa de Carla-explicó Ari-ella, Patrick, Nano, Malick y yo. Nano ganó €5000 y alguien robó el dinero. Es su forma de cobrar.

Samuel sonrió con desdén.

-El que se acuesta con perros, amanece con pulgas-dijo Samuel con sorna.

-Yo no lo invité-se defendió Ari.

-No hablaba de Nano-dijo Samuel sonriendo y se comenzó a caminar.

Samuel escuchaba los pasos de Ari detrás de él.

-Este asunto te incumbe, Samuel-dijo Ari enojada.

-No veo como-dijo Samuel despreocupado sin dejar de caminar.

-En mi computadora llevo un diario íntimo desde hace unos 3 años-dijo Ari-y hubo un tiempo en que fuiste un personaje recurrente en él.

Eso hizo que Samuel se detuviera con cierto miedo hacia donde se dirigía este asunto.

-¿Un personaje inteligentemente disimulado?-dijo Samuel con exagerada paciencia.

-Digamos que soy una escritora del género de la no-ficción-dijo Ari y se marchó.

Había un millón de cosas que Ari pudo haber escrito en ese diario y que Samuel prefería mantener en secreto antes que alguien las leyera.

Samuel sabía que debía recuperar esa computadora. Sabia debía averiguar quién robó el dinero.

********

P. O. V. SAMUEL

Bien, si no quiero que los detalles íntimos de mi relación con Ari estén en riego de conocerse, tengo que recuperar esa computadora.

Sin embargo, aunque Nano sea mi amigo y tengamos una interesante historia de favores mutuos, Nano no me dará esa computadora a menos que él recupere su dinero. Sin embargo, puedo apelar a nuestra amistad para comenzar a investigar.

Nano se encuentra fumando en los jardines de Las Encinas. Está acostado apoyando su espalda en un árbol con vista al lago.

-Hola –le digo sonriendo.

Nano sonrió y dejó su cigarrillo.

-Hiciste ese gestito con la cabeza que indica que me vas a pedir algo-dijo Nano-ya sabes, cuando dices “hola” e inclinas la cabeza. Puedes ser un buen detective, pero eres fácil de leer Samuel.

-Es que si dijera lo mismo mientras bato mis largas pestañas quedarías totalmente enamorado de mí y no quiero eso-digo y él sonríe.

-¿Qué es lo que quieres Samuel?

-Quiero que le devuelvas la computadora a Ari y me dejes manejar el asunto del juego de Póker-le digo.

Evidentemente lo que acabo de decirle le parece muy gracioso.

-¿Y en qué universo parece que yo pueda necesitar tu ayuda?-dijo él.

Levanto las manos en signo de rendición y me doy la media vuelta para marcharme.

-Aunque…-comenzó a decir Nano-…si mi dinero aparece, algunas de sus cosas podrían mágicamente volver.

Bien, Nano cree que puedo con esto. Es un comienzo.

-Comencemos por lo evidente-dije-¿qué hacías ahí? Me cuesta creer que Carla te haya invitado a su casa.

-Escuché a Patrick hablando con Malick que harían el juego en casa de Carla y que para entrar había que poner €1000-explicó Nano-fui a hablar con Carla y, naturalmente, ella se negó. Le insistí y terminó aceptando. Creo que pensó que podría ganarme fácilmente.

Carla podría haber aceptado que Nano fuera a su juego de póker para molestarlo y humillarlo. Ella, Polo y Lu suelen ser así. Quizás al ver que Nano iba a ganar decidió robarle, no porque le hiciera falta el dinero sino porque quería fastidiar a Nano.

-Cualquiera pudo tomar el dinero-digo más como una reflexión personal.

-Sé que nadie tenía el dinero encima en ese momento-dijo Nano con una entraña sonrisa.

-¿Por qué estás tan seguro?-le pregunto a Nano.

-Los hice quitase la ropa delante mío para ver quien tenía el dinero. Los obligué básicamente-dijo Nano riendo y además di vueltas la habitación, aunque no tanto como quería.
No quería que los marqueses llamaran a la policía.

-¿los obligaste a desnudarse?-pregunto incrédulo.

-Ellos me temen y usé eso para intentar encontrar mi dinero-dijo Nano-ver a Carla y Ari en ropa interior fue un bonus track.

Imaginarme a Ari y Carla en ropa interior me distrae bastante así enfoco mi cabeza en el caso.

-¿Quién crees tú que lo hizo?-le pregunto.

-Carla-dijo Nano-ella no quería que yo fuera y era la más decidida a ganarme. Al final cuando todos los demás habían perdido solo quedábamos ella y yo. Básicamente le gané a ella. Además, ella tuvo una oportunidad perfecta para tomar el dinero.

-Háblame de eso-le pido.

Nano volvió a encender su cigarrillo.

-Estábamos jugando cuando escuchamos unas voces-contó Nano-todos nos dirigimos a la ventana a ver. Ahí junto a la piscina estaban la marquesa y su esposo discutiendo. Sin embargo, no todos estábamos viendo la discusión. Carla seguía en su asiento. Puede que le incomodara que todos presenciáramos la pelea de sus padres o que aprovechara la oportunidad para tomar el dinero o ambas.

Bien, no creo que la discusión de los marqueses sea relevante en todo esto, pero no pierdo nada con preguntar.

-¿Recuerdas sobre qué era la discusión?

-No se entendía lo que decían, pero era claro que era una pelea-dijo Nano.

-Entonces nadie salió con el dinero y Carla es la que tuvo la mejor oportunidad-dije como para recapitular.

-Hubo alguien que salió con dinero esa noche-me dice Nano como si lo recordara de repente.

-¿Quién?-le pregunto.

-Cuando volvimos a sentarnos después de intentar ver la pelea, Ari casi se cae de lo ebria que estaba-dijo Nano-se aferró a una botella de whisky que ella había traído y no le convidó a nadie. Se la pasó cantando y bailando toda la noche. Fue muy molesta de hecho. Después llegó el repartidor con las pizzas que habíamos pedido. Todos pusimos para la pizza excepto Malick. Será muy rico, pero es un tacaño. Carla fue a pagarle y Ari le preguntó cuánto le estaba dando de propina y Carla le respondió que no sabía, que algunos euros. Eso molestó a Ari y dijo que no debían dar una propina menor al 20%. Y sacó dinero y se lo dio al muchacho.

Quizás para Nano lo que me contó no tuvo importancia, pero yo había sacado bastantes pistas de todo eso.

********

P. O. V. OMNISCIENTE

Ignacio estaba en su oficina. Era un día tranquilo y sin nuevos casos. Todos los anteriores ya habían sido resueltos.

Pensó en mirar en sus documentos sobre el caso de Marina Nunier, pero desechó esa idea. Creía que lo mejor para él y su hijo era pasar página y seguir adelante. Sin embargo, él sabía bien que dentro suyo había una fuerza que lo impulsaba a seguir investigando. El caso que había arruinado su vida podría ser el mismo que la arreglara.

Odiaba que Samuel se metiera en ese asunto, pero no podía juzgarlo por buscar la verdad. Lo había aprendido de él después de todo. Pero llegaría un momento en que deberá detener a su hijo. Aun cuando el mismo Ignacio no sabía todos los detalles, sabía que esto era muy peligroso. Detrás de la muerte de Marina había mucho más que la propia Marina.

Sus pensamientos fueron interrumpidos porque escuchó como la puerta de su oficina se abría y volvía a cerrarse y luego el armonioso sonido de unos tacos contra el suelo de madera.

Frente a la puerta de la oficina de Ignacio se encontraba parada una atractiva y elegante mujer que él conocía muy bien.

-Lamento haber venido de esta manera-dijo la mujer-no tengo una cita, esperaba que estuvieras disponible.

Ignacio sonrió.

-Lo estoy-dijo el investigador privado-¿cómo estás Beatriz? Por favor toma asiento.

La marquesa tomó asiento en una de las dos sillas para los clientes.

-De hecho, estoy algo asustada-dijo Beatriz-mi esposo ha estado recibiendo cartas extrañas. Es un hombre apuesto y exitoso y la gente se obsesiona. Hoy encontré esta carta especialmente perturbadora.

De su cartera Beatriz sacó una carta que se la pasó a Ignacio, quien la leyó.

-“Infiel, traidor y deshonesto, tuvo una esposa y no la supo mantener”-leyó el detective.

-¿Puedes hallarla y mantenerla alejada?-dijo la marquesa preocupada-obviamente está loca.

-No necesariamente es una mujer-dijo el detective como si nada y Beatriz lo miró horrorizada-¿guardas todas las amenazas?

-Lo intento-aseguró la marquesa-Teo las desecha, pero pensé que las podría necesitar.

-Quisiera verlas-dijo el detective-para determinar si son de la misma persona.

-Fantástico-dijo Beatriz aliviada- ¿puedes ir a casa esta tarde?

-Lo haré-dijo Ignacio.

Este tipo de casos no era inusual. Alguien se obsesionaba con otra persona y ocurrían estas cosas. Teo Rosón era un exitoso empresario y casi una celebridad. Siempre aparecía en las revistas y las noticias. El estar casado con una marquesa y ser un empresario tan importante le daba un perfil muy alto. Y era un hombre atractivo para su edad. No sería raro que tenga a algunas mujeres pendientes de él.

-Creo que no hace falta que te pida absoluta reserva en este asunto-rogó Beatriz-mi esposo y yo somos figuras públicas.

-Me manejaré con absoluta discreción-prometió el detective.

-Me alegro que aceptaras ayudarme Ignacio-dijo Beatriz sonriendo-sé que no hemos tenido mucho contacto después de todo lo que sucedió.

-Si-dijo Ignacio algo tenso-después de la muerte de Marina nuestros hijos ya no andan mucho juntos.

-Sí, Carla sufrió mucho con la muerte de Marina-dijo Beatriz-y me imagino que para Samu fue incluso peor.

-Sí, digamos que Samu fue obligado a buscar otros amigos-dijo Ignacio sabiendo que lo que su hijo sufrió fue mucho más que eso.

-Lamento que Carla no siga siendo amiga de Samuel-dijo la marquesa-creo que se hubieran hecho mucho bien mutuamente.

********

P. O. V. SAMUEL

Para seguir con la investigación necesito hablar con los otros involucrados en el asunto. Llegó el momento de interrogar a mi ex novia posible media hermana.

Nota mental: tratar de ignorar como esto me perturba.

Encuentro a Ari en la sala de Periodismo leyendo algo en la computadora.

-Buenas noticias-le digo-quizás recupere tu computadora.

Ella me mira sorprendida.

-¿Qué es esto?-me dice sonriendo como si no creyera lo que le digo-¿un caso?

-Sí, yo lo llamo “El caso de la niñata que es muy perezosa como para escribir a mano en diario de papel”-le digo lo que hace reír-¿Algún detalle que puedas darme?

Ahora parece de verdad sorprendida.

-Hablas en serio-dice finalmente.

Todos saben que trabajo con papá en sus casos pero supongo que para ella es más impactante que para cualquiera verme de esta forma. Cuando salíamos nuestra relación era muy afectuosa y hasta melosa. Ese Samuel era ingenuo…y feliz. ya no soy ninguna de esas dos cosas.

-¿Te sorprendió ver a Nano ahí?-le pregunto. Ese es uno de los puntos más discordantes de todo este asunto.

-Al principio si-me reconoce-pero después lo ignoramos. Pero…Carla me dijo explícitamente que no dejaría que Nano ganara. Parecía ser algo personal para ella. Quizás tenga algo que ver con lo del reloj, aunque es una historia muy vieja.

-¿Qué reloj?-le pregunto confundido.

-¿Marina no te dijo?-me pregunta ella.

Ella debe ver la confusión en mi rostro.

-No importa-dijo Ari restándole importancia-fue hace mucho y seguramente no tiene nada que ver.

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P. O. V. IGNACIO

Estoy en la mansión de los marqueses para investigar todo el asunto de las cartas. Lo que puedo concluir hasta ahora es que Teo es bastante negligente con su seguridad y Beatriz parce ser una mujer bastante despistada en muchos aspectos.

Lo cierto es que la mansión Caleruega no es en este momento el lugar más seguro del mundo. Hay empleados y sirvientes por todos lados, de aquí para allá. Es como si cualquiera pudiera entrar aquí. Todos están con suntuosas decoraciones navideñas, especialmente un árbol de varios metros de largo que Beatriz supervisa su decoración.

-Estoy preparando la fiesta de navidad de este año en la mansión-me cuenta la marquesa.

-Revisé las cartas y estoy seguro que el acosador mandó seis cartas más antes-le digo a Beatriz.

Lo cierto es que el estatus de celebridad de Teo y Beatriz no ayuda en este caso. Es como ayudar a Cruz Carvalho y todos sus fanáticos que lo siguen.

-¿Eso es malo?-me pregunta Beatriz preocupada.

-Me preocupa que este acosador las esté entregando en persona-le digo a Beatriz.

-Tengo 200 invitados mañana ¿y ahora tengo que lidiar con esto? -dice la marquesa molesta.

-Recomiendo que canceles la fiesta-le digo, pero ella me mira como si me hubiera vuelto loco.

-Contraté mucha seguridad para la fiesta-me dice muy convencida.

Lo cierto es que los ricos a veces parecen vivir en otra realidad. O mejor dicho no están muy conectados con la realidad.

-Gusto en verte mi amor-dice una voz y al voltear veo a Teo Rosón llegando.

Va junto a su esposa y le da un beso en los labios. Luego se fija en mí y se ve claramente sorprendido.

-Ignacio-dice el empresario alegremente-me da mucho gusto verte. Hacía mucho tiempo. ¿Qué haces aquí?

-Estoy aquí porque Beatriz está muy preocupada por tu seguridad-le explico.

Teo pone los ojos en blanco y mira con fastidio a su esposa.

-¿Esto es por lo de esas cartas?-dice Teo-yo sabía que exagerarías. Lo siento Ignacio, pero creo que has venido en vano.

-¿Estás seguro?-le pregunto con humor.

Teo me guía hacia la salida, claramente interesado en ignorar este asunto. Cuando íbamos caminando justo suena el timbre. El mismo Teo me abre la puerta y allí encontramos que dejaron mucha comida para la fiesta del día siguiente. Y de todo eso resalta una escultura de chocolate. Una escultura de chocolate con la cara de Teo tallada en ella. Una escultura de chocolate con la cara de Teo tallada y un cuchillo clavado en la frente.

Teo mira horrorizado esa imagen.

-¿Estás seguro?-le vuelvo a preguntar.

********

En la oficina me pongo a investigar el origen de esa escultura. Una persona tuvo que mandar esa escultura por medio de la empresa que organiza la fiesta. Afortunadamente conseguí una entrevista con la gerente de la empresa.

En ese momento llegó Samu, lo cual me es muy útil en este momento.

-Qué bueno que llegas Samu-le digo y le paso una carpeta con papeles-necesito que vayas a casa de los Rosón y hagas que Teo y Beatriz me firmen estos papeles.

-Sí, claro-dice mi hijo y se marcha de inmediato.

Parece demasiado interesado en hacerlo.

********

P. O. V. SAMUEL

Lo que me encomendó papá me viene bien porque así puedo hablar con Carl antes de lo previsto. No tendré que esperar a verla mañana en Las Encinas.

Cuando toco el timbre me abre la puerta Mireya, la histórica empleada de los Rosón. Ella me sonríe dulcemente y me deja entrar. Mireya me recuerda con mucho cariño de la lejana época en que Carla y yo éramos amigos.

-Samuel, que sorpresa verte aquí-dice la voz de Teo quien aparece junto a Beatriz.

Ambos me sonríen dulcemente y charlamos un rato.

Tengo la ventaja que siempre he sido muy querido por los marqueses y eso me da cierta ventaja de estar al estar aquí. Ambos siempre me han querido mucho, sobre todo Beatriz quien me trataba como a un hijo cada vez que me veía.

-Samu, dulzura-me dice-que gusto volver a verte. Ven toma un café con nosotros.

Los tres vamos a la cocina y Mireya nos prepara café.

-Les traje estos papeles que papá desea que firmen-le digo. Mi acting de niño bueno siempre funcionó con ellos.

-Claro-dice la marquesa y los firma sin siquiera leerlos.

-Y cuéntanos Samuel-dice Teo mientras firma también-¿tienes alguna novia de la que no sepamos?

-No creo-les cuento-después de Ari salí un tiempo con Isadora Artiñan, pero no duró mucho.

-Este muchacho es un ganador con las mujeres, Beatriz-dice Teo abrazándome por los hombros.

-Tiene sentido, es muy guapo-dice la marquesa- siempre quise que Carla saliera con él en lugar de con Polo.

-¿Crees que alguna vez serás el novio de mi hija, Samuel?-me dice Teo.

¿Usted cree que el infierno se congelará?

Como no quiero responder a esa molesta pregunta me voy por la tangente.

-Hablando de Cala-les digo-¿ella está? Tengo que charlar con ella.

Lejos de ofenderlos, eso parece ponerlos contentos.

-Mireya-dice Beatriz-¿has visto a Carla?

-Si, marquesa-dice la sirvienta-está en la casa de invitados junto a la piscina.

Si perder más tiempo me despido cortésmente de los marqueses y me dirijo hasta allí.

Ciertamente, la casa de Carla debe ser una de las más lujosas entre los estudiantes de Las Encinas. Es decir, tienen una pequeña casa (que es más grande que mi departamento) junto a la piscina para los invitados o para que su hija invite a sus amigos a tontos partidos de póker.

Cuando entre veo que el lugar parece como si hubiese sido arrasado por un tornado. Todo está revuelvo…como si buscaran algo.

Carla está sentada con su teléfono en la mano. Está de piernas cruzadas y lleva zapatos de taco alto. ¿por qué diablos alguien usa taco alto en su propia casa? Cosas de marqueses supongo. Aunque tengo una vista privilegiada de las bien formadas piernas de Carla.

-¿Eso aprendiste trabajando para tu padre?-me dice Carla captando mi atención-¿a mirar descaradamente las piernas de las mujeres?

Parece enojada, pero al decirlo se cruza de piernas de forma un tanto provocativa.

-También aprendí a ignorar sus desagradables personalidades-le respondo sin miedo.

Quizás en otros tiempos Carla Rosón Caleruega me hubiera intimidado. Esos tiempos quedaros atrás.

-Por estas cosas le dije a mi madre que debíamos adoptar perros guardianes-me dice-pero no, mi madre no quería que el jardín se arruinara.

Miro el lugar atentamente. Cajones abiertos, almohadones tirados. Este lugar es un desastre. La pobre Mireya tendrá mucho que ordenar.

-Quiero hablar contigo sobre el juego de Póker-le digo.

-Sí, Ari me dijo estás detrás del “caso”-me dice burlista.

-¿Hay algo en particular que yo deba saber sobre lo que pasó anoche?-le pregunto ignorándola.

-Dime, Samuel-me dice juguetonamente-¿vienes con un kit de detective junior? Ya sabes, una lupa, unas esposas, una pistola de juguete…

No tengo tiempo para estas tonterías así que simplemente me doy media vuelta y me dispongo a marcharme. No sé cómo personas tan agradables como Teo y Beatriz pudieron tener una hija tan insoportable como Carla.

-Quizás haya algo que debas saber sobre anoche-me dice su juguetona voz.

Me detengo y la miro y levanto una ceja. Ahora si parece seria.

-Quizás quieras hablar con Patrick-me cuenta-tenía un comportamiento bastante extraño anoche.

-¿En qué sentido?-quiero saber.

-Iba mucho al baño, demasiado-me dice- y estoy casi segura que no era para orinar.

-¿Te refieres a…?-le pregunto.

A modo de respuesta ella hace la mímica de inhalar cocaína.

-¿Estás segura?-le pregunto dudoso-hablamos de Patrick “don perfecto” Blanco Conmenford.

Ella pone lo ojos en blanco.

-Madura, Samuel. Es un mortal como tú y yo-dice y se sienta en la mesa.

-¿Por qué robaría el dinero?-le pregunto porque no tiene mucho sentido.

-Su familia no es perfecta Samuel-me dice Carla con fastidio-aun cuando tú los tengas idealizados.

Vuelve a cruzar las piernas. Creo que lo hace para torturarme.

-Quizás las presiones del mundo del modelaje lo han vencido-sugiere la rubia-y necesita droga para sobrellevarlo. Pero a esa droga hay que pagarla y no siempre cuenta con los medios para hacerlo.

Patrick era hijo de Benjamín y por lo tanto pertenece a una de las familias más ricas de toda España. Aun así, desde hace meses inició una carrera como modelo. Tiene el atractivo físico para eso. Quizás quería su propio dinero sin depender de su padre. Aunque, conociendo a Patrick, quizás lo hizo para fastidiar a su madre, quien solo valora a Ari de todos sus hijos.

Ahora debo concentrarme en Patrick, mi posible medio hermano.

-De hecho, puedes hablar con él ahora-me dice algo aburrida-está en la empresa de las madres de Polo en una sesión de fotos para un perfume o algo así.

-Debe haber guardias de seguridad para impedir que personas como yo nos acerquemos-le recuerdo.

Ella me sonríe de una forma extraña.

-Tranquilo. Ya no salgo con Polo, pero ahí me recuerdan con cariño y puedo ir cuando yo quiera-me dice con confianza.

Toma su teléfono y llama a alguien.

-Hola, Graciela. Habla Carla Rosón Caleruega ¿Cómo estás? -dice y me mira-necesito un favor de tu parte…Patrick está tomándose fotos hoy y necesito que dejes pasar a alguien que tiene hablar con él.

Así que esto es ser rico. Solucionar todo con una llamada.

-Sí, él es un amig…-me mira algo apenada-es un amigo.

Vamos Carla, sabes que es apalabra está prohibida entre nosotros desde que Marina murió.

-Su nombre es Samuel García Domínguez-dice ella-si… es “Samuel” con S de “subnormal”.

Ella terminó la llamada.

-Listo, joven detective-me dice con una falsa sonrisa.

Prefiero irme sin despedirme.

-Ve a perseguir criminales pequeño detective de metro y medio-me dijo antes de que saliera y yo me aguanto las ganas de hacer una estupidez.

********

La llamada de Carla fue útil, después de todo. Me dejaron entrar a la empresa de las madres de Polo. Estoy rodeado de fotógrafos, maquilladores, vestuaristas y modelos.

No puedo negar que la vista de las modelas es algo bastante grato, pero debo concentrarme en mi investigación. Una modelo morocha de ojos azules y en bikini rosa pasa caminando al lado mío y me sonríe. Está bien, puedo distraerme un poco…

No, debo enfocarme en el caso. Encuentro a Patrick finalmente. Está con el torso desnudo y lo están maquillando. Estoy muy seguro de mi heterosexualidad, pero si alguien me puede hacer dudar de eso, ese es Patrick.

-Samu-me saluda alegremente-me avisó Carla que estarías aquí. ¿Has pensado en una carrera de modelo? Podría hablar con Begoña se gana bastante bien. Te puede servir para la universidad.

-Buscaré el medio metro de altura que me falta y te aviso-le digo bromeando.

-La altura no es tan importante-dijo Patrick sonriendo

-Imagino que tu madre está muy feliz que su hijo ande medio desnudo en fotografías de circulación masiva-le digo.

-Nunca esperó nada de mi así que no tiene derecho a enojarse-dijo Patrick.

La relación de Patrick con sus padres no era la mejor. De hecho, la familia Blanco Conmenford es bastante conflictiva puertas adentro. Benjamín y su esposa Amalia tienen adoración por Ari y siempre ignoraron a Patrick y Mencía.

Es probable que ninguno estuviera feliz que Patrick trabajara como modelo.

-Aunque mi padre me dio permiso aun cuando mi amdre no quería-dijo Patrick sonriendo-creo que lo hizo para no lidiar conmigo.

Me siento tentado de preguntarle por algo más personal que el juego de Póker. Cuando sentía que Ari había terminado conmigo sin decírmelo hablé con Patrick y él prometió arreglar las cosas. Al di siguiente me dijo que debería buscar a otra chica, que cualquiera sería mejor novia para mí que su hermana. En ese momento no lo entendí, pero ahora creo que Patrick supo que yo podría ser su hermano. ¿Sabrá que su padre amenazó a mi madre para dejar la ciudad? Probablemente no.

-Me siento ofendido, Samu-me dice Patrick haciendo un puchero-vienes y hablas conmigo en tu rol de detective porque yo soy un testigo y un sospechoso en el asunto del dinero desaparecido, pero nunca me buscaste para que te ayude en alguno de tus casos. Eso sería divertido.

-Te tendré en cuenta para un futuro caso-le digo sonriendo.

Patrick está bebiendo algo en una taza. Veo que es té dado que tiene el saquito que sobresale y cuelga por la taza. Me cuesta pensar que este chico que toma té en una sesión de modelaje es el mismo que para Carla es un cocainómano.

Patrick y yo nos sentamos un rato mientras todo el mundo está loco yendo de aquí para allá.

-Es una pena lo que sucedió en el juego de Póker-dijo Patrick-Nano ganó limpiamente. Además, de todos los que estábamos ahí es el único que realmente necesita el dinero.

Patrick sube y baja el saquito de té para extraerle todo el sabor posible. Lo exprime y lo tira hacia un bote de basura que está muy cerca de nosotros, pero falla y cae al suelo. ¿Por qué falla si está tan cerca el bote de basura?

-Me contó Nano que los hizo desvestirse a todos-le digo a Patrick.

-Es evidente que no me molesta desvestirme, pero generalmente me pagan para eso-dice Patrick entre molesto y divertido.

-Supongo que quería asegurarse que no tuvieran el dinero con ustedes-le digo a Patrick.

-Y aun así no lo encontró-dice mi ex cuñado-nadie salió de ahí con dinero excepto el chico de las pizzas- y hasta él se hubiera ido con poco dinero si fuera por la propina paupérrima que quería darle Carla. Al menos Ari pudo dejar de bailar y cantar en su estado de ebriedad y calcular una propina decente. Es navidad para todos, no solo para los ricos.

La primera cosa coherente que lo escucho decir.

-¿Todos pusieron dinero para la propina y las pizzas?-le pregunto.

-Menos el tacaño de Malick-dice Patrick-incluso Nano colaboró. ¿puedes creer que Malick trajo su propia bebida?

Patrick rio de eso, pero lo interrumpió un asistente que lo llamó para una prueba de cámara. Se despide de mí y se va dejando su taza de té. Me acerco a ella y la huelo…

Luego de eso me dirijo a la salida pero antes llamo a Ander por teléfono.

-Hola Ander…si, ya sé que siempre te llamo para pedirte favores. Este es uno pequeño, no que desactives una cabeza nuclear. Necesito la dirección de Malick Abadí. Oh vamos, no te cuesta nada. Solo debes ir a la oficina de tu mamá.

Bien, ahora a interrogar al último de los sospechosos, el chico más rico de Las Encinas.

********

Son las 3 p.m. y llego a la mansión donde vive Malick. Sin duda es una casa enorme. Toco el timbre y me abre la puerta un hombre negro. Es evidente su parecido con Malick.
Lleva un traje muy formal.

-¿Si?-me pregunta algo molesto.

-Buenas tardes señor Abadí-le digo-¿se encuentra Malick?

-Malick no puede recibir visitas-me dice muy serio.

-¿Señor Abadí?-es la voz de una mujer que lo llama desde el interior de la casa.

El padre de Malick me mira una vez más y me cierra la puerta en la cara.

********

P. O. V. IGNACIO

Logré una entrevista con la gerente de la empresa que organiza las fiestas de los ricos y famosos de Madrid.

-La señora Montesinos me dijo que siempre los contrata a ustedes para organiza sus fiestas de Halloween-le digo a la mujer.

-Todos los años-me responde ella con orgullo.

-¿Algo especial en la última fiesta?-le pregunto.

La mujer sostenía una carpeta y hacia el inventario de toda la comida para la fiesta de navidad de los marqueses.

-No puedo hablar de los eventos, figura en el contrato-me dice, pero siento que tiene ganas de hablar.

Solo es cuestión de soltarle la lengua.

-Pero usted tuvo el mal gusto de despedir a alguien aquella noche-le digo.

Parece sorprendida de lo que le digo, aunque le ganan sus deseos de hablar.

-No tuve otra opción-me dice-las camareras estaban restringidos al primer piso de la casa, como siempre, pero una se escabulló al piso de arriba para buscar un baño disponible.
Teodoro Rosón insistió en que despidiera a la chica.

-¿Quiso que la despidieran por estar en el segundo piso de una casa que no era la suya?-le pregunto yo incrédulo.

-Por eso y porque la esposa de alguien más estaba sobre él-me dice con una pícara sonrisa.

-¿Me está diciendo que Teo Rosón estaba con otra mujer la noche de Halloween?-le pregunto directamente.

-Mientras la marquesa comía canapés en el piso de abajo-me dice sonriendo con malicia.

Creo que Beatriz no sabía bien la historia de lo que hacía su esposo.

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P. O. V. SAMUEL

Recién al día siguiente puedo encontrar a Malick en las Encinas.

-Buenos días-le digo.

-En tu mundo quizás-me dice enojado-en el mío falta un Rolex.

Me muestra su muñeca desnuda. Parece que Nano sigue robándose cosas para cobrar la deuda.

-El criminal logró llegar a mi bolso de gimnasia ayer-dice molesto-¿Quién se comporta así?

Si bien no apruebo el robo, no puedo decir que juzgue a Nano por esto.

-Creo que se te olvidó esa parte de la biblia que dice lo del “ojo por ojo”-le digo sonriendo.

-Esto no es retribución, sino robo-me dice Malick.

-Nano no empezó esto-le respondo-el robó no fue su culpa.

-¿En serio?-me dice con cierta burla-cuando nos hizo desvestirnos a todos no se desvistió él. ¿sospechoso no crees? Su argumento fue que es a él al que le habían robado por lo que no había necesidad, pero no me parece muy creíble.

-¿Por qué robaría Nano su propio dinero?-le pregunto.

Me mira como si yo fuese estúpido.

-Realmente deberías considerar otra profesión-me dice-quizás lo robó antes de saber que ganaría. Antes de que nos distrajéramos con la pelea de los marqueses le estaba yendo bastante mal.

-Según lo que me contaron-le digo sonriendo-a ti tampoco te iba bien.

Su sonrisa se ensancha.

-Si, pero la diferencia es que yo no necesito el dinero-me dice.

Se va y yo me quedo solo allí. Creo que ya sé lo que sucedió en el juego de póker, pero debo hacer una revisión de antecedentes de mis sospechosos antes.

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P. O. V. IGNACIO

Por fin conseguí que Teo se tomara en serio lo de las cartas que le estaban enviando.

Preparo unas tazas de café y le ofrezco una a Teo. Ahora parece un poco nervioso por lo que está ocurriendo. Lo hice venir hasta Investigaciones García.

-Entrevisté al proveedor de la fiesta de los Montesinos-le comento-aparentemente te atraparon in fraganti.

Parece asustado con lo que le digo.

-No significó nada-se apresura a decirme.

-¿Entonces que significó?-le pregunto.

-Ignacio, debes entender que yo amo a mi esposa y mis hijas…-me dice con un nerviosismo que no es propio de él.

-Teo, mi trabajo es encontrar a un peligroso acosador-le digo- tus aventuras son cosa tuya.

Vuelve a respirar con normalidad.

-Entonces ¿no le dirás a Beatriz? -me pregunta.

Su vida está en peligro y él se preocupa si su esposa se entera de sus actividades extra curriculares.

-Si ella me hubiera contratado para averiguar una infidelidad, se lo diría-le explico-pero Beatriz me contrató para protegerte y eso haré. Pero necesito tu ayuda. Esta es la lista de invitados. Señala el nombre de la persona con la que te acostaste.

Le doy una lapicera y leer detenidamente los nombres allí escrito en las hojas de papel que le di. Baja su mirada por una de las hojas y marca un nombre. Luego otro. Y otro. Y…termina marcando 5 nombres de mujeres en total.

-No me expliqué bien-le digo- solo de la mujer con la que estuviste en esa fiesta.

No sabía que los marqueses podían poner caras tan graciosas.

********

Entreviste a la mujer con la que Teo se vio esa noche en la fiesta de los Montesinos. Es una mujer de unos 35 años y, curiosamente, es la esposa de uno de los socios de Teo.

Lo cierto es que la mujer no parece muy enojada porque se sepa de lo que hizo con el esposo de otra. Pobre Beatriz.

Básicamente solo se dedicó a hablarme mal de las otras amantes de Teo. Esto no me dice mucho salvo que fácilmente Teo pudo hacer enojar a una mujer despechada o incluso a esa chica que hizo despedir por descubrirlo con esta mujer.

Todas las mujeres que Teo me señaló están invitadas a su fiesta de Navidad.

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P. O. V. SAMUEL

Estamos en Las Encinas almorzando y en mi mesa están como siempre Rebe, Omar y Nadia. Aunque el grupo se extendió un poco más y se nos unieron Ander y Guzmán ya son los novios de los hermanos Shanaá. Aun me es algo incómodo estar con Guzmán, aunque él parece hacer intentos genuinos de reconciliarse conmigo. Lo cierto es que no soy de los que perdonan.

-¿Y Samu?-dice Rebe-¿Cómo va el asunto del póker?

-Cierto –dijo Guzmán-Ari me contó ese asunto. Debe ser muy difícil ese asunto. Si el dinero no aparece no se puede saber quién lo hizo.

-Ya se quien lo hizo-le digo y todos quedan en silencio.

Todos me miran expectantes, seguramente esperando que rebele la identidad del ladrón.

-Es un milagro navideño-les digo-encontré el modo de enviar a papá a ese juego en Barcelona. Incluso queda algo de vuelto para mí.

Me levanto sin explicarles realmente nada. Debo ver a Nano.

********

Las cosas se me simplificaron bastante. En una mesa justo están sentados Carla, Malick, Ari y Patrick así que me acerco a ellos junto a Nano. Están comiendo pizza. Bien, tengo hambre.

-Tengo buenas y malas noticias-le digo y tomo una de las rebanadas de pizza sin pedirles permiso-la buena es que sé quién robó el dinero.

Me pongo a comer y todos esperan ansiosos que les diga algo.

-¿Y cuál es la mala noticia?-pregunta Ari.

-Ah-les digo limpiándome el queso que me cuelga por la boca-la mala noticia es que sé quién se robó el dinero.

Me miran con molestia. Resolver misterios sin mi genial sentido del humor no sería tan divertido ¿Por qué no lo entienden?

-Esta es mi idea brillante-les cuento- Carla invitará a otro juego.

-¿Lo haré?-me dice de forma arrogante.

-Esta noche-le aclaro.

-No, la fiesta de navidad de mi madre es esta noche-me explica.

-Entonces no traigan sus propias bebidas-les digo a los demás sin más-así es como se hará: yo les diré quién lo hizo y tú-le digo señalando a Carla-me harás entrar al juego.
Tomaré el lugar de quien robó el dinero.

Carla se cruza de brazos.

-Aunque sigas hablando, no será posible-me dice esta irritante rubia.

-Creí que querían recobrar sus cosas-les digo fingiendo inocencia.

-Si-me apoya Nano-si recupero mis €5000, algunas cosas podrían reaparecer mágicamente.

Todos parecen algo dubitativos. Debo darles un incentivo.

-Y si lo piensan bien, quien no considere esto como una gran oferta –les explico-esa persona es el ladrón. No es tanto para pensar.

Me pongo de bien y me dispongo a irme con Nano (quien también les sacó una porción de pizza).

-¿Si quiera sabes jugar al póker?-me pregunta Carla desafiante.

-No-les respondo-pero no debe ser muy difícil si ustedes lo hacen.

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P. O. V. OMNISCIENTE

La fiesta de Navidad en la mansión de los marqueses de Caleruega era el evento más exclusivo para terminar el año. Las personas más importantes de Madrid estaban allí para
este gran evento social. Entre los distinguidos invitados estaban Begoña y Andrea Benavent, Laura y Ventura Nunier, los Montesinos, los Artiñán, el famoso futbolista Cruz
Carvalho, etc.

Ahora llegaban los Blanco Conmenford, quienes saludaban afectuosamente a la pareja de anfitriones. Benjamín y su esposa Amalia se acercaron a los demás invitados a charlar.

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P. O. V. SAMUEL

Mientras la fiesta de Teo y Beatriz se desarrolla en la mansión, nosotros utilizamos la casa de huéspedes junto a la piscina. Están los mismos que estuvieron en el juego de póker
del otro día, a excepción de mí, quien soy el nuevo aquí.

-Segunda vez que estás en mi casa esta semana, Samuel-me dice Carla-va a caer el valor de mi propiedad.

-Teniendo en cuento que aquí follabas con Polo y Christian, no creo que el valor de este inmueble decaiga más-le respondo y todos ríen y Carla me mira con rabia.

Habían puesto cervezas y gaseosas para beber nuevamente. Ari se aferraba a su botella de whisky como la vez anterior.

-¿Quieres una gaseosa o algo?-me pregunta Nano.

-No, creo que quiero algo más fuerte- y de un rápido movimiento agarro la botella de whisky de Ari.

-Oye, no…-dice ella alarmada.

Le doy un largo, un larguísimo trago.

Todos me miran como si esperaran que me desmayara en cualquier momento.

-Diablos, Samu-die Nano.

-¿Jugo de manzana?-le pregunto a Ari.

Ella parece molesta porque la descubrí.

-Si-dice derrotada.

Le sonrió.

-Que teatral de tu parte-le digo y luego les explico a los demás-Ari no recuerda el alfabeto cuando bebe, menos aún calcular el 20% de propina de la cuenta de la comida.

Todos miran a Ari entre divertidos y desconfiados.

-Tranquilo Nano-le digo a mi amigo-no se hizo la ebria para robar el dinero, sino para que la subestimen y pudiera ganarlo más fácil, aunque sin resultados.

Ahora miro a Carla.

-Y Patrick no es adicto-le explico-lo sé ¿y las constantes visitas al baño? No iba a esnifar cocaína. Iba por el té que está bebiendo. Es el té diurético que toman los luchadores para llegar a su peso ideal. O los modelos antes de salir semi desnudos en la portada de una revista.

Patrick sonríe al verse descubierto y Carla me mira sorprendida. Malick parece divertido con como expongo a todos.

-Después, tenemos a la sospechosa número 3-digo mirando y señalando a Carla.

Me pongo a caminar alrededor de la mesa y todos posan su atención en cada paso que doy. Carla levanta una ceja y sonríe, claramente desafiándome.

-Ella lo tiene todo-digo aun mirando a Carla-un motivo para robarle a Nano, el acceso más sencillo a esconderlo. Mírenla, parece una villana. Piensa como una villana.

Me acerco a Carla y la olfateo delante de todos.

-También huele como una villana-digo y todos se ríen excepto Carla.

Tomo una gaseosa y comienzo a beber.

-Sin embargo, Nano la dejó libre de sospecha-explico-cuando visité a Carla ayer, todo este lugar parecía haber sido registrado por el FBI. Nano registró el lugar, pero no tanto como quiso. Si Carla hubiera tomado el dinero y escondido, no hubiera tenido necesidad de registrar toda la habitación para buscarlo.

Noto una ligera sonrisa e Carla. Los demás están atentos a mi disertación.

-Quedan dos-digo Mirando a Nano y Malick que se sentaron uno al lado del otro-el chico del lado malo de la ciudad y el chico que vive en la mansión más costosa de este vecindario. ¿quieren saber cómo Malick lo hizo?

Todos quedan sorprendidos y Malick parece aterrado. Todos lo miran, pero él no dice nada y la atención vuelve a enfocarse en mí.

-Tengo que decir que fue muy hábil-les digo a todos-Malick no trajo esa botella de pico ancho porque fuera una bebida barata y él tacaño. Sabía que no podría salir con el dinero, y no lo hizo. ¿Qué ocurre con la basura en este vecindario tan exclusivo? Se recicla. Esperó al día siguiente a que sacaran la basura y buscó su botella entre los residuos de vidrio.

La respiración de Malick comienza a acelerarse.

-¿Malick?-pregunta Carla incrédula-¿por qué? Es el más rico de Las Encinas ¿por qué necesitaría robar?

-Es muy curioso-le señalo a Carla- cuando fui a la casa de Malick no pude evitar preguntarme ¿qué hacía su padre en casa a las 3 p.m., vestido de traje en lugar de estar trabajando? A menos, que estuviera trabajando.

Ahora veo odio en la mirada que Malick me da. Todos están mudos sin saber que decir.

-Debo admitirlo-les digo-estaba un poco frustrad porque pensé que podría cumplir el sueño de todo detective de poder decir “el mayordomo lo hizo”. Pero no. No fue el mayordomo, fue el hijo del mayordomo.

Ahora todos entienden la vida de mentira que Malick ha estado viviendo frente a todos.

-Eso no prueba nada-dice Malick molesto.

-Prueba que eres un mentiroso-le digo sonriendo- le pedí a Ander que mirara en tu expediente en el colegio y resulta que estás ahí como un becado. Y la verificación que hice de tus antecedentes me dice que tienes experiencia en el robo en tiendas, sin mucho talento para eso debo añadir.

Carla, Ari y Patrick miran mal a Malick, pero Nano está furioso, y Malick aterrado.

-Puedo pagarte-le dice Malick desesperado a Nano-tengo el dinero, puedo traerlo ya mismo.

Nano le pone un brazo alrededor de sus hombros, casi como si fuesen amigos.

-¿Por qué no caminamos y discutimos el asunto?-le dice Nano falsamente calmado.

Nano conduce a Malick hasta afuera.

-No hay necesidad de llegar a la violencia-dice el ladrón aterrorizado.

Ellos salen y los demás quedamos listos para una nueva noche de póker. Me siento en el lugar donde estaba Malick y tengo a Carla justo al frente.

-¿Les molesta si reparto primero?-les pregunto a todos y Patrick me hace una seña de que está bien.

Comienzo a mezclar las cartas ágilmente con mis manos. Ah, sí, olvidé mencionarlo. Papá me enseñó a jugar al póker y soy bastante bueno.

Carla agacha la mirada y noto una divertida sonrisa en su rostro.

********

P. O. V. IGNACIO

Buscaba alguna pista entre todas las mujeres con las que Teo había estado, pero no se me ocurría nada. Observaba un ay otra vez las fotos de esa fiesta de Halloween en casa de
los Montesinos.

Hasta que me di cuenta que mi atención estaba mal puesta. Yo miraba a los invitados y a sus disfraces pero no me di cuenta que en una fotografía en que se ve a esas mujeres y a
Cruz Carvalho hay una escultura de chocolate tallado a mano. Una como la que recibió Teo ayer.

Inmediatamente busco los antecedentes de la camarera que fue despedida por pedido de Teo.

********

P. O. V. SAMUEL

Las malas caras de Carla, Ari, Patrick y Nano son muy graciosas. Acabo de ganarles. Papá viajará a Barcelona.

-€5000 para mí-les digo sonriendo.

-Páguenle a Sherlock y analicemos porque el mundo parece haberse vuelto loco-dice Carla.

Comienzo a contar el dinero.

-Debes ser muy desafortunado en el amor-me dice Nano.

Si supieras Nano, si supieras…

-No sé ustedes pero yo tengo hambre-dice Carla.

-Podría comer algo-dice Nano.

Decidimos ir a la fiesta de los marqueses y comer algo. Carla, Ari y Patrick se van cada uno por su lado y Nano y yo quedamos solos, pero vamos al bufete y vemos que podemos comer. Cada uno con su plato revisa las opciones.

-Me siento raro entre esta gente-dice Nano.

Y tiene razón. Algunos de los invitados lo miran mal.

-Creo que ambos sobresalimos-le digo para tratar de hacerlo sentir mejor.

-Sí, claro-dice él-te sale naturalmente estar entre esta gente. Mira tus modales y como te mueves en este círculo. Es como si fueras hijo de esta gente.

¿Era necesario que dijera eso?

Hablando del diablo, veo a Benjamín Blanco y su esposa charlando con Teo y Beatriz. En un determinado momento, Benjamín se aleja de ese grupo y se dirige para uno de los pasillos de la casa. No pierdo el tiempo y dejo mi plato y a Nano y lo sigo. Debo hablar con él sí o sí. No tendré otra oportunidad como esta.

********

P. O. V. IGNACIO

Llegué hasta la casa de los marqueses, pero el tipo de la seguridad que revisa quienes son los invitados no me deja entrar.

-Lo mío es algo urgente-le digo-llame a uno de los marqueses y ellos me darán permiso para entrar.

Este hombre sigue buscando mi nombre en la lista de invitados así que me desespero y me voy. Debo buscar otra manera de avisar a Teo que su acosadora está en la fiesta.

El custodio está distraído consultando en su lista los nombres de otros invitados.

Aprovecho el momento y me escabullo por el costado de la mansión.

********

P. O. V. SAMUEL

Benjamín ingresó en una habitación que si no recuerdo mal es el estudio de Teo Rosón. Espero unos minutos y luego entro sin tocar la puerta primero. Él estaba finalizando una llamada.

-Tengo una pregunta para ti-le digo mientras cierro la puerta para que nadie nos escuche.

-Ah, hola Samuel-me dice Benjamín alegremente.

-¿Tu jefe de seguridad siempre toma fotos de estudiantes y les dibuja blancos de armas en su rostro o yo soy especial?-le pregunto cruzando los brazos.

-¿De qué hablas?-me dice confundido.

-Clarence Weidman tomó fotos mías-le digo-fotos de vigilancia. Dibujó un blanco en mi rostro y se las envió a mi madre. ¿Porqué?

Analizo su rostro y parece confundido, sorprendido y algo asustado.

-No te entiendo, esto no tiene sentido…-me dice y quiere salir de la habitación, pero yo le cierro el paso con mi cuerpo.

-¿Por qué?-vuelvo a preguntar pero esta vez con más enojo.

-No tengo idea…-me dice algo alterado.

-¿Por qué querías que ella se fuera?-le reclamo.

-Jamás querría que Pilar se fuera-me dice desesperado.

-¿Por qué no nos dijo a mi padre y a mi algo sobre las fotos en lugar de ocultarlo?-le sigo preguntando pero esta vez pierde los estribos.

-¡No lo sé!-me grita con desesperación.

Lo miro un instante y no puedo ocultar el desprecio que siento por este hombre que podría ser mi padre.

-No te creo-le respondo.

********

P. O. V. IGNACIO

Logré que los guardias no me detectaran y trataré de entrar por la puerta de la cocina. Puede que allí logre identificar a la camarera acosadora o al menos puedo tratar de llegar hasta Teo y ponerlo a salvo hasta que la encontremos.

Casi llego a la cocina cuando paso por una ventana donde la imagen que veo me deja estupefacto. Samu charlando con Benjamín Blanco. Pero no parece una conversación amistosa. Conozco a mi hijo y lo veo tenso, como cuando se prepara para una batalla.

De repente Benjamín sale rápidamente de la habitación y unos instantes después Samu lo sigue.

Solo hay una razón por la que Samuel puede estar hablando con Benjamín Blanco.

********

P. O. V. SAMUEL

Benjamín sale rápidamente del estudio de Teo y regresa a la fiesta. Voy detrás de él, pero me detengo junto a una columna y observo desde lejos.

-Samu ¿Qué sucede? -dice Ari quien sorpresivamente está junto a mí y Patrick también.

No le respondo porque lo que sucede a continuación atrapa la atención de los tres.

Amalia Conmenford seguía charlando con Teo y Beatriz, pero de repente su esposo la toma del brazo con fuerza. Teo y Beatriz parecen muy sorprendidos.

-¿Qué hiciste?-le dice Benjamín a su esposa-¿qué fue lo que hiciste?

-Cariño ¿de qué estás hablando? -dice ella sorprendida.

-¿Qué fue lo que hiciste Amalia?-dice una vez más Benjamín muy enojado.

Ari me mira como buscando una explicación, pero prefiero no decirle nada. Ella no me dijo nada cuando terminó conmigo. Está bueno que sepa lo que se siente.

Benjamín no suelta a su esposa y se la lleva fuera de la fiesta. Los pocos invitados que vieron esto parecen confundidos con la escena, pero la gran mayoría no lo ha notado.

Ari y Patrick van detrás de sus padres y yo me quedo nuevamente solo.

Benjamín no solamente parecía sorprendido por lo que le dije, sino que también furioso. La forma en que le reclamaba a su esposa por algo que ella hizo, justo después de mi charla con él, no me deja lugar a muchas interpretaciones: fue Amalia Conmenford la que le ordenó a Clarence Weidman que me tomara esas fotografías y asustara a mamá para que se fuera de Madrid.

********

Los Blanco Conmenford ya habían desaparecido y la fiesta seguía su curso. La decoración que había implementado Beatriz era elegante y suntuosa. El enorme árbol de Navidad era el centro de la reunión.

Beatriz llamó la atención de todos y anunció que los camareros repartirían las copas a todos los invitados para que pudieran brindar.

Todos los invitados comenzaron a reunirse alrededor de los marqueses.

-Mi familia y yo queremos agradecerles a todos que estén aquí…-comienza a decir Beatriz, pero me distraigo al ver a lo lejos a Carla con expresión de aburrimiento y luego a mi padre entrar a la fiesta. Dudo que sea uno de los invitados así que debe estar aquí por el caso de quien acosa a Teo.

Todo ocurre muy rápido y a todos nos cuesta procesarlo en tiempo real.

Una de las camareras, una mujer de aproximadamente 30 años, agarra a Teo por el brazo y le grita delante de todos:

-No te importa nada ¿verdad?

Todos miran sin entender, incluso Beatriz que parece escandalizada por esa interrupción.

-¿Disculpa?-dice Teo pero noto que parece más incomodo que intrigado por lo que pasa.

-Follas conmigo y luego me dices que me amas y luego me ignoras como si nada-dijo la camarera delante de todos.

La onda expansiva de estupefacción de los invitados se logra sentir.

Veo a lo lejos que papá se acerca rápidamente a la escena.

-Beatriz, juro que no sé quién es-dice Teo-no la conozco.

La poca cordura que quedaba en esa mujer parece abandonarla en ese momento al escuchar lo último que dice Teo y casa algo de su bolsillo y de un movimiento veloz apuñala a Teo en el estómago. El pánico se hace presente y se escuchan muchos gritos horrorizados.

Cuando la chica quiere volver a atacar es derribada por mi padre que la tira hacia el suelo. Un objeto pequeño sale girando por el suelo y cae hasta los pies de Nano que está a unos metros de mí. Es un picahielos ensangrentado.

Beatriz se inclina junto a su esposo que tiene el torso de su blanca camisa teñido de carmesí y veo a Carla que parece que no puede reaccionar por lo que acaba de suceder.

-¡Alguien que llame a una ambulancia!-grita Beatriz y eso desata de nuevo el pánico.

Afortunadamente la camarera está ya sometida en el suelo por mi padre y veo que Carla tiene su teléfono en su oreja derecha, seguramente llamando a una ambulancia y la policía.

La gente rodea a los marqueses y a papá que sujeta a la muchacha.

¿En qué estaba pensando? La navidad de los ricos y poderosos es, fue y será siempre acerca de los adornos. Las luces y las guirnaldas que usan para cubrir la corrupción. No
Samuel, Papá Noel no existe.

Notes:

A partir de ahora ocurrirán una serie de hechos que llevarán, poco a poco, a un acercamiento entre Carla y Samuel.

Chapter 11: Una voz distorsionada

Summary:

Omar le pedirá un favor a Samuel. Samuel decidirá arriesgarse más en la investigación de la muerte de Marina.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Samuel despertó esa mañana y se preparó para otro día de escuela.

Las cosas habían sido una locura la noche de la fiesta de Navidad de los marqueses. Habían llevado a Teo rápidamente al hospital y arrestado a su agresora.

Ahora Teo se recuperaba de su herida. Si Ignacio no hubiera intervenido, esa mujer loca habría matado a Teo.

Afortunadamente, Teo evolucionaba favorablemente y según los medios de comunicación le darían el alta médica en pocos días. El problema era que los medios de comunicación no solo hablaban de la salud del famoso empresario Teo Rosón, esposo de la marquesa de Caleruega, sino que ahora habían comenzado a indagar en todos los amoríos del empresario y los Rosón Caleruega estaban en la mira de la prensa. Dinero, sexo, infidelidad, nobleza; buenos ingredientes para la prensa amarillista.

Samuel vio a su padre leyendo el periódico. Quiso reír. Su padre era de los pocos que se aferraban a los periódicos impresos.

-¿Algo interesante para leer hoy?-dijo Samuel-¿alguna nueva amante de Teo dio una entrevista exclusiva?

-Parece ser el tema de moda-dijo Ignacio-pero apareció muerta otra chica en el parque y eso está captando la atención por ahora.

-¿Crees que ella fue víctima del mismo?-le preguntó Samuel.

Ignacio no consideraba apropiados esos temas de conversación para el desayuno, pero sabía que sería inútil tratar de desviar la atención de Samuel de estas cosas.

-Es la tercera en 6 meses-dijo Ignacio-creo que es obra del estrangulador invisible.

Ese era el nombre que hace muchos años le habían dado a un asesino serial de mujeres que tenía 5 víctimas confirmadas. El caso se lo habían asignado a Ignacio cuando era
Inspector de la Policía y es quien estuvo más cerca de atraparlo. Tiempo después se atrapó a un hombre al que se condenó por esos crímenes, pero el siempre sostuvo su inocencia. Los asesinatos habían cesado. Todos con el mismo modus operandi. Estrangulaban a las víctimas con elementos muy finos, que Ignacio creía que eran cuerdas de guitarras. Ignacio creía inocente a quien habían atrapado y al parecer, estaba en lo cierto.

Sus víctimas eran siempre mujeres de entre 20 y 30 años, atractivas y que al parecer fueron escogidas al azar. Ahora, al parecer el estrangulador atacaba de nuevo y la prensa y la política estaban como locos. Si habían encerrado al tipo equivocado eso sería un gran escándalo.

********

P. O. V. SAMUEL

-Te lo juro-me dijo Rebe-mi mamá está como loca con este asunto del estrangulador. Básicamente quiere que vaya de casa a la escuela y de la escuela a casa.

-Es comprensible-dije-solo ataca a mujeres jóvenes.

-Por favor, no me animes-dijo Rebe con sarcasmo.

Nos sentamos en nuestra mesa de almuerzo de siempre. Omar y Nadia ya están aquí. Comenzamos a charlar cuando alguien nos interrumpe. Conozco a este chico. Es un pijo de ultimo año llamado Gonzalo.

-Oí que investigas cosas-me dice algo nervioso.

-Hago favores a mis amigos-le digo para que nos deje en paz.

-Puedo pagar-se apresura a decirme.

-Siéntate, amigo-le digo haciéndole un lugar junto a nosotros-¿Qué puedo hacer por ti?

Rebe, Omar y Nadia ríen de eso, pero se quedan en silencio para escuchar todo.

-Esperaba que encontraras algo sucio de mis padres-me dice Gonzalo.

-¿Quieres saber cosas malas de tus padres?-le digo confundido.

-Necesito una ventaja-me explica-son demasiado estrictos. Me castigaron dos meses por fumar en mi cuarto. Siempre actúan como si fueran perfectos. Catalogan todo lo que hago mal para echármelo en cara.

Puede ser una forma fácil de ganar dinero. Con una consulta en internet puedo hacer algún dinero.

-¿Soportarás la verdad?-le pregunto.

Un aspecto peculiar de este oficio es que las personas a veces no toleran la verdad que dicen perseguir.

-Puedo soportarlo-me dice con convicción.

-En cuanto a la compensación…-le digo.

********

Ya en el despacho de papá tengo algo de tiempo libre y me pongo a investigar a los padres de Gonzalo. Supongo que se pueden encontrar cosas turbias en los padres de todos los que asisten a las Encinas. Marina solía decir que mi padre era el único padre decente que se encontraría en ese colegio. Aunque, Azucena o Cruz Carvalho no me parecen tan malos.

Investigo a los padres de Gonzalo y veo que si hay cosas sobre ellos que le puedo comentar cuando la puerta de la oficina se abre y entran dos hombres que conozco. Uno es el alcalde Madrid ¿Qué hace un hombre tan importante aquí? El otro es Darío Castañeda. Mejor dicho, el inspector Darío Castañeda. Antes era un policía que trabajaba bajo las ordenes de mi padre. Es mucho más joven que papá, quizás de unos 29 o 30 años y mucho menos competente que papá. Papá fue su mentor, pero es tan tonto que nunca aprendió nada. Lo ascendieron a inspector cuando sacaron a papá de la policía. Básicamente, él fue beneficiado por la corrupción que rodea al caso de Marina Nunier. Nos odia a mí y a mi padre. A mi padre por la envidia a su capacidad para resolver crímenes y a mí porque…quizás porque nunca lo traté con respeto.

-Samuel García Domínguez-me dice- ¿Está tu papá o sigue espiando gente?

-Ya te lo dije-le respondo-si dejaras de ponerte lencería él dejaría de espiarte.

-¿Tu padre?-me dice el alcalde con poca paciencia.

Le sonrío y me dirijo a la oficina de papá.

-Papá-le digo al abrir la puerta-te buscan el alcalde y un señor que dice que es policía.

Papa ríe en voz baja y me hace una seña para que los haga entrar.

Ellos entran y veo la graciosa expresión de disgusto de Castañeda.

-Ignacio-dice el alcalde dándole la mano-me alegro de volver a verte. Me hubiera gustado que fuera en otras circunstancias.

De repente los tres me miran en silencio, claramente indicándome que yo no debería estar ahí.

-¿Les traigo algo? ¿Café? ¿agua? -les digo y miro a Castañeda- ¿una banana?

-No, gracias-dice él apretando los dientes-estamos bien.

Cierro la puerta y trato de escuchar tras ella, pero no puedo oír nada.

Cuando salen el alcalde se despide y Castañeda va detrás de él con una mirada de fastidio.

Cuando aparece papá lo miro esperando que me dé una explicación de lo que sucedió.

-Volveré a trabajar en la policía-me dice sonriendo.

-¿Vuelves a la policía?-le pregunto emocionado.

-Solo temporalmente-me aclara-es por el tema del estrangulador.

-¿A Castañeda no le explotó la cabeza?-le pregunto con humor.

-No le queda otra opción que aceptar-me dice papá-es desagradable, pero me pagan por mi tarifa por hora. Soy lo más parecido que hay a un especialista en el Estrangulador. El alcalde está preocupado porque el que sigan apareciendo victimas perjudica el turismo en la ciudad.

-Y yo que creí que se preocupaban por salvar vidas-le digo-¿Cuándo aprenderé?

-Cual sea el motivo-me dice-me alegra estar involucrado.

De pronto se me ocurre una idea.

-Si trabajas ahí, tendrás acceso a los archivos del caso de Marina Nunier-le propongo- podemos obtener la grabación de la llamada anónima que inculpó a Abel Romano.

La mirada de papá se torna muy dura.

-Eso no está en mis planes-me dice tajantemente

********

-Aquí va-le digo a Gonzalo-tu papá fue arrestado tratando de comprarle droga a un policía en un concierto en 1995 y tu madre tuvo 5 multas por velocidad y un choque antes de graduarse.

Le doy la carpeta con el informe y el la lee ávidamente.

-No importa lo que digan de ti, Samuel-me dice-eres genial.

-Y también acepto efectivo.

Lo dejo leyendo el informe después de tomar el dinero, pero cuando me voy una chica me intercepta.

-Dicen que puedo recurrir a ti para averiguar cosas de mis padres-me dice.

En ese momento sonrío de esa forma que le da miedo a mi papá.

********

P. O. V. OMNISCIENTE

-Bien, entonces hablamos de un asesino serial con víctimas y un proceder bastante especifico-dijo Ignacio.

Castañeda había reunido a todos los policías involucrados en el caso de Ignacio mientras el ex inspector enseñaba todo lo que sabía sobre el estrangulador.

-Hablamos de alguien que elige a mujeres jóvenes, atractivas y que se encuentran momentáneamente solas cuando las ataca-dijo Ignacio.

-Además, todas tienen en común que antes de desaparecer estuvieron en diferentes bares de la ciudad-dijo Castañeda-lo mismo que sucedió con los asesinatos de hace años.

-¿por qué volvió a atacar después de casi dos años?-preguntó una policía muy joven.

-Bien-dijo Ignacio-creemos que…perdón ¿Tu nombre?

-Oficial Cayetana Grajera-dijo la muchacha.

-Bien, oficial Grajera-dijo Ignacio-pensamos que le convenía mantenerse inactivo mientras se enjuiciaba y condenaba a otro hombre. Volver a atacar en ese momento hubiera significado continua con las investigaciones y liberar al sospechoso que se tenía entonces.

El debate continuó e Ignacio pensó que la oficial Grajera, siendo la más joven e inexperta ahí, era la única con cerebro.

********

P. O. V. SAMUEL

Otro día en Las Encinas y debo entregar informes a unas clientas que querían descubrir cosas de sus padres.

-Tu mamá demandó a sus padres por emancipación y se mudó a Madrid desde Valencia-le digo a una de las chicas-según un archivo de realización de películas para adultos, trabajó en películas interpretando personajes como la novia del camionero, la mucama gritona y la compañera de cuarto bisexual.

La chica está encantada con la información, así que paso a la otra clienta.

-Tu madre estuvo casada en 1995 por 30 días-le informo-con un esquiador que conoció en vacaciones.

Lo más lindo es cuando me pagan.

********

Es de noche y sigo en la oficina de papá. Sé que él no vendrá porque está en la estación de policía por lo del estrangulador. Aprovecho para ponerme al día con mis cosas de Las Encinas.

Estuve pensando mucho y no entiendo por qué papá se niega a buscar lo que necesitamos sobre el caso de Marina. Ahí tienen la grabación del anónimo que llamó a la estación de policía denunciando a Abel Romano como el asesino de Marina. Si Abel Romano no la mató pero aceptó la culpa, la persona que hizo la llamada es su cómplice necesariamente.
Creo que es evidente quienes se beneficiarían ocultando detalles de la muerte de Marina, pero escuchar esa llamada me daría la confirmación que necesito.

Mis pensamientos son interrumpidos por Omar, quien entra a la oficina.

-Hola-le digo extrañado de que esté aquí.

-Hola, Samu-me dice nervioso-espero no interrumpir.

-Tranquilo. Toma asiento-le digo-por cierto, lindo auto el que compraste.

Omar sonríe porque sabe que me di cuenta como obtuvo el dinero.

-Sí, el test de la pureza fue mi mejor momento-dice.

Dentro de Las Encinas, solo Omar tenia los conocimientos informáticos como para crear el Test de la pureza, cobrar dinero a los tontos y no dejar ningún rastro.

-Pero eso no es nada comparado con esto-me dice y saca su computadora.

Me muestra una especie de página web llamada “secretos.com”

-Es hora de pensar en forma global y actuar a novel local-me dice Omar-podemos crear este sitio que se dedique averiguar secretos de los padres de nuestros compañeros de las
Encinas por €50,00 el contacto. Creamos este sitio y duplicamos el cargo. Con tu astucia y mi capacidad de programación seriamos amos del universo.

Casi puedo escuchar a papá en mi cabeza decir que los poderes García deben usarse para el bien y no para el mal.

-Apenas puedo con la escuela y con mis casos-le digo a Omar.

-No es solo un fondo universitario-me dice Omar-podría ser nuestra jubilación.

-Lo pensaré-le digo.

Lo cierto es que ganar dinero para la universidad no es mala idea. Papá no podrá pagármela y no tengo garantías de obtener una beca.

-Hay algo más-me dice Omar-quiero que encuentres a mi hermana. Tengo dinero.

-Guarda tu dinero-le digo-cortesía profesional.

Sabía que Omar y Nadia tenían una hermana mayor, pero ellos no hablan mucho de ella.

-Hace un año-me cuenta Omar-mi hermana mayor May se fue de casa y mis padres nunca la mencionan. Ella siempre fue la rebelde, Nadia es ejemplo a seguir y yo trato de que mis padres no sepan que soy gay hasta que me vaya de casa.

May Shanaá. Listo.

********

No sé qué tanto saben Omar y Nadia sobre su hermana, pero algunas cosas que averigüé me hacen pensar que ignoran muchas cosas de su propia familia.

No pude averiguar la dirección actual de May, pero descubrí algo interesante: ella está casada y tiene un hijo.

Omar dijo que May se fue de casa al cumplir los 18. Eso es señal que quiere escapar. Lo que Omar no sabe es que su hermana puso una orden de restricción contra sus padres.
¿Cómo le digo a Omar que en su familia nadie quiere estar con nadie?

********

-¿Es decir que somos tíos?-me dijo Nadia en día siguiente.

-Así es-les digo a ella y Omar-ella se casó un mes después de dejar la casa de sus padres y unos meses después tuvo un bebé, un niño.

Nadia y Omar seguían impactados.

-¿Y la orden de restricción?-preguntó Omar.

No sé si estarán listos para oír esto.

-Su hermana pidió esa orden de restricción contra sus padres-dije-pero no pude averiguar los motivos.

-¿Por qué May haría eso?-preguntó Nadia.

-Mejor deberíamos preguntarnos qué hicieron mamá y papá para que ella les tuviera miedo-dijo Omar poniendo los ojos en blanco.

-Omar…-dijo Nadia.

-Nadia, es evidente que May estaba embarazada cuando se fue de casa-dijo Omar enojado-¿realmente no crees posible que nuestros exageradamente conservadores padres no estuvieran dispuestos a hacer algo contra su hija embarazada sin estar casada?

Nadia no respondió nada. Definitivamente sé muy poco de la familia de mis amigos, pero mi trabajo es otro.

-Seguiré buscando donde vive ella-les digo-pero no encontré un domicilio a su nombre o el de su esposo, pero seguiré intentando. Mi recomendación es que no les digan a sus padres lo que saben hasta encontrarse con su hermana y escuchar su versión.

Omar afirma con la cabeza, pero Nadia no parecía convencida.

********

Papá no vendrá a cenar porque está totalmente metido en lo del estrangulador así que decidí llevarle un almuerzo a la estación de policía. Lo llevo dentro de una bolsa de papel marrón. Es poco tarde así que no hay casi nadie.

Sin embargo, alguien si me recibe. Es una chica policía muy joven, demasiado creo yo. Y, lo más importante, es hermosa. ¿Así son las policías hoy en día?

-¿puedo ayudarte?-me dice ella con una hermosa sonrisa.

-Debes ser nueva-le digo ya que todos me conocen en este lugar-soy Samuel, el hijo de Ignacio García.

-Yo soy Cayetana -me dice inclinando la cabeza a un costado y sonriendo. ¿me está coqueteando?

-Traigo comida para mi papá-le digo mostrándole la bolsa.

Su sonrisa pasa de simpática a sensual en un segundo y considero la posibilidad de dejar que la oficial Cayetana me arreste.

-Puedes dejarlo en su escritorio-me dice Cayetana-a menos que se eche a perder. Tenemos un mini refrigerador.

-Eso sería muy útil-le digo sonriendo-es ensalada de col.

Ella toma la bolsa y se la lleva. Unos segundos después regresa y al verla caminar pienso que esta chica podría ser modelo o actriz tranquilamente.

-¿Un consejo?-me dice coqueta- quizás no debas confiar en mí.

-¿No?-le digo intrigado.

-Cada noche a las 9, todos salen a cenar y dejan a la novata frente a ti para contestar los teléfonos-me dice mirándose las uñas-en general como de la máquina de dulces, pero un sándwich de pastrami es muy tentador.

-Abriste mi bolsa-la acuso riendo.

Ella se encoje de hombros.

-Fue una estrategia inteligente mentir que era ensalada de col-dijo ella-pero no fue suficiente para mí. ¿Qué puedo decir? Soy una sinvergüenza.

Ahora si quiero que la oficial Cayetana me arreste.

-Tenemos una oficial ladrona-le digo desafiándola- los sándwiches de la ciudad están en peligro.

-Si prometes venir a visitarme, me alejaré del refrigerador-me dice.

Mierda. Piensa, Samuel. Las mujeres bonitas te han jodido.

-Es un trato, oficial-le digo y me marcho.

Está bien, soy un tonto. Pero es divertido ser un tonto de vez en cuando.

********

Dado que papá no piensa moverse por el caso de Marina, lo haré yo. Al día siguiente llego a la comisaría con una pizza para compartir con Cayetana. Cuando ella me ve me sonríe dulcemente.

-Cumpliste tu promesa-me dice.

-Como no conozco tus gustos traje una pizza simple-le digo-pero estoy aquí para hacerte compañía en tu solitaria cena.

Vaya que es bonita. Es una pena que no estoy aquí realmente por ella.

Antes de que podamos sentarnos a cenar alguien entra a la comisaria y se ve muy enojado.

-¡Necesito que alguien me escuche ya!-grita el joven y Cayetana va a atenderlo.

-Buenas noches señor-dijo ella amablemente-¿en qué puedo servirle?

-Mi nombre es Fernando “Nano” Gonzáles-dijo Nano-y tengo al lado de mi casa a unos niños haciendo fiesta las 24 horas del día. La música está a todo volumen todo el tiempo, encuentro condones usados tirados en mi jardín y a muchachos drogados en mi verada. Todo eso está bajando el valor de mi propiedad.

-Tranquilícese, señor-dijo Cayetana-en este momento solo estoy aquí. Dígame bien cuál es el problema.

-Llevo buscando ayuda de la policía desde hace días y nunca aparecieron-dijo Nano-tuve que venir hasta aquí. ¡Quiero hablar con el responsable!

-Señor, le repito que no hay nadie más aquí-dijo Cayetana pacientemente-si viene por la mañana encontrará a alguna autoridad.

-Por supuesto que voy a venir-dijo Nano-¿Sabe lo que es estar soportando todo el día…

Nano me da una mirada que claramente me indica que tiene toda la atención de Cayetana. Abro el cajón del escritorio de Cayetana y encuentro todas sus llaves. Son muchas, pero las tomo a todas y me dirijo hacia el pasillo interior. Llego hasta la sala de evidencias donde se guardan las pruebas de todos los casos. Después de un buen rato encuentro la llave correcta y entro.

Lo sé, soy despreciable por aprovecharme así de Cayetana, pero la culpa se me pasa cuando pienso que Marina y yo deberíamos estar haciendo planes para ir juntos a la universidad y eso me hace enfocarme en mi misión.

Entre los muchos estantes hay muchas cajas y no tengo idea de dónde buscar. Doy unas vueltas hasta que encuentro una caja que tiene escrito “Llamadas entrantes”. Bajo la caja y encuentro muchos cds ¿en serio? ¿Quién usa cds hoy en día?

Afortunadamente, estos cds tienen fechas escritas por lo que solo debo buscar el que tenga la fecha del día en que arrestaron a Abel Romano. Por fin lo encuentro y contiene las llamadas recibidas ese día y el anterior. Tomo el cd y vuelvo a poner la caja en su lugar. Y regreso a donde están Cayetana y Nano.

Guardo las llaves y le hago a Nano una señal indicándole que ya puede terminar con su acto.

-Me voy-dijo Nano-pero tendrán noticias de mi abogado.

Me reiría, pero eso arruinaría lo que acabamos de hacer.

Cayetana regresa a mí con un rostro de cansada.

-Perdón por eso-me dice apenada.

-Tranquila-le digo-recuerda que soy hijo de un policía. Sé cómo es esto.

-¿Qué te parece si disfrutamos de la pizza que trajiste?-me dice ella coqueta.

Nos sentamos a comer y, sorprendentemente, disfruto mucho de pasar el tiempo con ella.

********

-¿Por qué decidiste ser policía?-le pregunto.

Ella lo piensa un poco.

-Me gustaba la idea de resolver crímenes y meter a gente mala a la cárcel, pero me arrepentí cuando vi como me quedaba el uniforme-me dice.

-Creo que el uniforme te queda muy bien-le digo.

Ella me dio una sonrisa coqueta.

********

-¿Tienes 16?-preguntó Cayetana sorprendida.

-No veo porqué mi edad sea relevante-le digo.

-Porque no lees mi mente-dijo Cayetana sugerentemente.

La oficial Cayetana me cae cada vez mejor.

-Temo preguntar-le digo-¿qué edad tienes?

-Tengo 20-dijo ella.

-Si-le digo-se ve la sabiduría en tus ojos.

Eso la hace reír. Me voy, pero quedamos en volver a vernos.

********

Una vez llego a casa me pongo a escuchar todas las llamadas que recibió la comisaría en esos días. Es algo agotador y me toma horas. Hay llamadas sobre muchas cosas tontas, por lo que solo me concentro en las referidas a Marina Nunier. Sin embargo, entre este grupo de llamadas hay muchas que soy bromas o delirios. Hasta que la escucho.

“Sé quién mató a Marina Nunier. Su nombre es Abel Romano. Es un arquitecto que trabajaba en la Constructora Nunier…”

Esta es.

Sin embargo, la voz que habla está distorsionada digitalmente. Quien hizo la llama inculpando a Romano no solo ocultó su nombre, sino también su propia voz.

Solo conozco una persona que puede ayudarme con esto sin hacerme muchas preguntas y que además mantendrá silencio. Saco mi teléfono y lo llamo.

-Hola, Samu-me dice-¿alguna novedad con lo de mi hermana?

-Estoy cerca de encontrar su dirección -le digo-solo estoy esperando que me confirmen un envió que hizo con algo que compró su esposo con tarjeta de crédito. Cuando tenga
esa dirección la comprobaré y les avisaré a ti y a Nadia.

-Gracias Samu-me dice Omar aliviado.

No puedo juzgarlo, yo llevo casi un año buscando a mamá a espaldas de papá.

-Samu, te lo agradecemos mucho-me dice mi amigo-no te preocupes por el pago, Nadia y yo…

-Ustedes son mis amigos-le digo-no me tienen que pagar nada. Pero, hay un favor que puedes hacerme. Pero solo si me prometes no comentar anda al respecto con nadie ni hacer preguntas.

Omar me conoce lo suficiente como saber que lo que le pido es algo serio.

-De acuerdo-me dice-¿de qué se trata?

-Te enviaré un archivo de audio-le digo- donde una de las voces está distorsionada. Necesito que lo limpies lo más posibles para tratar de reconocer esa voz.

-Haré lo que pueda-me dice Omar con seriedad.

********

A la mañana siguiente, papá y yo nos dirigimos hasta el hospital en el que está internado Teodoro Rosón. Vamos un poco temprano ya que papá debe ir a la comisaría y trabajar con lo del estrangulador. Dice que están cerca de atraparlo y que Cayetana ha sido de gran ayuda.

Así que Cayetana no solo es hermosa, sino que también eficiente. La oficial Cayetana suma cada vez más puntos en mi cabeza.

Nos bajamos del auto conducido por papá, ya que dejamos el mío en casa. Cuando llegamos vemos que hay guardia privada en la puerta de la habitación. No nos quieren dejar pasar hasta que de la habitación sale Beatriz.

-Ellos pueden venir cuando quieran-les ordena a los guardaespaldas.

Los gorilas nos dejan pasar y entramos a la habitación.

Teo Rosón se encuentra en la cama y parece más inofensivo que nunca. Es difícil conciliar esta imagen con la del poderoso empresario que uno conoce.

-Ignacio, la próxima vez que me aconsejes cancelar una fiesta, lo haré-dijo Teo con humor y a modo de saludo.

-Me alegro que aprendas de la experiencia-dijo Ignacio.

-¡Samuel!-dijo el empresario viendo al muchacho.

-Me alegro que se sienta mejor, señor Rosón-le digo sonriéndole.

-Por favor chaval, ya dime Teo-dijo el hombre.

Siempre le insistía con eso. Beatriz también.

-Acéptalo Samuel-dijo Beatriz sonriéndome- Polo debía llamarlo señor Rosón.

-¡Mamá!-dijo Carla escandalizada y Samuel notó un ligero rubor en ella.

Papá lucía un tanto confundido, pero se veía a Teo de buen humor, lo cual es raro que ahora sus deslices románticos estaban en todos los medios de comunicación. Beatriz sonreía, pero noté que estaba sentada a bastante distancia de la cama de su esposo.

Conversamos un rato, pero Carla se mantenía en silencio. En realidad, no me molesta, mientras menos hable, mejor.

-Papá-le digo-debemos irnos porque llegaré tarde a Las Encinas.

-No te preocupes, Samuel-dijo Beatriz-nuestro chofer pude llevarte junto a Carla.

Carla y yo nos miramos, claramente sin querer compartir vehículo.

-Ve con ella, Samu-dijo papá-debo hablar con los marqueses.

Con Carla nos retiramos y llegamos hasta el estacionamiento donde su chofer nos esperaba con la puerta ya abierta para que ingresáramos.

Emprendimos viaje y un silencio incomodo mediaba entre nosotros.

Era llamativo como en algún momento habíamos sido amigos, pero la muerte de Marina había cambiado eso.

Cuando llegamos, me dispongo a salir, pero Carla me toma del brazo deteniéndome.

-Dile a tu padre que le agradezco lo que hizo por mi papá-me dice y quedamos mirándonos en silencio. No lo negaré, es hermosa.

-Está bien-le digo y ella me suelta.

********

Esa misma noche, la ciudad de Madrid recibió una gran noticia: habían capturado al verdadero estrangulador. Claro todo era mérito de papá y eso le molestaba a Castañeda. La otra que se había destacado enormemente era Cayetana, quien había fingido ser una chica que caminaba sola por la calle. Ella fue la carnada y así pudieron atraparlo. Llego a la comisaria para ver a papá, pero antes veo a Cayetana.

Me acerco a ella sonriéndole.

-¿Sabes?-le digo-lo que hiciste junto a mi papá fue genial.

-Hola-me dice sin muchas ganas y sin mirarme.

-¿Todo bien?-le pregunto algo preocupado.

-No realmente-me dice-me suspendieron una semana. Parece que el cuarto de evidencias quedó abierto durante mi turno. Alguien debió escabullirse con la llave. ¿Sabes algo de eso?

Mierda.

¿Qué puedo decirle?, mi estupidez le causó problemas. Ella es una tía genial y lo que menos quiero es que tenga problemas por mi culpa.

-Ya me habían hablado de los García-dijo ella con tristeza-me lo advirtieron.

Ella se marcha de la comisaría y no puedo evitar sentirme como una mierda.

La misma historia de siempre, casi un cliché. El chico usa a la chica, la chica gusta del chico, el chico comienza a sentir algo por ella cuando ya hizo algo malo. El idiota del chico recibe su merecido.

********

Cité a Omar y Nadia en casa dado que este tema es difícil de hablarlo cuando hay riesgo que sus padres nos escuchen. Les cuento todo lo que pude averiguar. Su hermana May escapó de su casa a la edad de 18 años cuando supo que estaba embarazada sin estar casada. Eso hubiese sido imperdonable para sus estrictos padres y ella temía lo que podrían llegar a hacerle a ella o a su bebé. Ahora está felizmente casada y tiene un hijo. Sus padres no pueden acercarse a ella ni a su bebé. Les doy la dirección y ellos deciden ir a verla.

********

Omar me envió el audio limpio de la llamada que recibió la policía denunciando a Abel Romano como el asesino de Marina. Omar debe haberlo escuchado seguramente y ahora sabe que estoy investigando la muerte de Marina. No me preocupa, sé que no se lo dirá a nadie.

“Sé quién mató a Marina Nunier. Su nombre es Abel Romano. Es un arquitecto que trabajaba en la Constructora Nunier…”

Vuelvo a escuchar de nuevo la misma llamada, pero ahora se logra distinguir la voz de la persona que está hablando. Yo lo reconozco perfectamente. El jefe de seguridad de las empresas de Benjamín Blanco y de Ventura Nunier. El mismo que me tomó fotos y les dibujó la mira de un arma y con eso amenazó a mi madre para que se fuera de Madrid por orden de Amalia Conmenford, la esposa de Benjamín. Clarence Weidman.

********

Tengo en mis manos unas cuantas fotografías que yo mismo tomé. Clarence Weidman está en todas. Con Benjamín, con Ventura, con su hijo, con su esposa, solo. Hay de todo. En ellas también está dibujada la mira de un arma.

Creo que no es mi decisión más inteligente. No me importa. Quiero que sepa lo que se siente.

Le enviaste fotos a mi amdre, denunciaste a Abel Romano. Tengo cuatro palabras para ti, Clarence Weidman: El juego recién comienza.

Notes:

Sé que este capítulo no es tan interesante pero es más que nada una transición a eventos y personajes que tendrán relevancia más adelante.

Chapter 12: Los Tritones

Summary:

Samuel deberá enfrentarse a una sociedad secreta de Las Encinas y Carla tendrá que soportar el peso de sus problemas familiares.

Notes:

Espero que disfruten este capítulo porque le tengo mucho cariño.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

P. O. V. SAMUEL

Estoy esperando que la consejera, la señora Leguizamón, me llame. No sé qué es más incómodo, sí que quiera hablar sobre Marina o que sea la ex novia de mi papá, con la cual terminó básicamente por mi culpa.

Nuestra ilustre consejera recibió una subvención para estudiar los efectos del sufrimiento en la adolescencia. Exige una audiencia con aquellos afectados por la muerte de Marina.
Iba a rechazar la sesión, pero tuve una idea.

Ingreso a su oficina y me siento frente a ella. Dejo mi morral abierto en el suelo donde ella no lo puede ver porque su escritorio lo tapa.

-¿Recuerdas cuando hablamos el año pasado justo después de la muerte de Marina?-me dice la señora Leguizamón-No tenías consuelo. Espero que este año puedas hablar de ello. Nunca aceptarás la muerte de Marina si guardas todo ese dolor dentro de ti.

-Su oficina es muy linda-digo de forma exagerada.

Miro a todos lados con cara de tonto y ella parece molesta.

-Mira, por la razón que sea, no creo que tú me tomes en serio-me dice ella-así que si prefieres hablar con alguien más…

Agarro su engrapadora y comienzo a hacer ruido con ella, lo que la irrita.

-Lo siento-le digo-eso fue grosero.

Cuando quiero dejar la engrapadora de nuevo en la mesa finjo que se me cae de la mesa.

-Lo siento-le digo.

Le agacho para recoger la engrapadora, y aprovechando que el escritorio me tapa, saco otra engrapadora igual a esta y pongo la de ella en mi morral y pongo la mía sobre el escritorio. Son iguales, del mismo tamaño y color, por lo que no se dará cuenta. Pero esta engrapadora es especial.

-Lo siento, no quise faltarle el respeto-le digo-no es usted, es la charla. No quiero curar mi dolor hablando. Quiero convertirlo en otra cosa. Como en combustible. Sé que me hará sentir mejor y no es una charla sobre lo triste que me siento.

Ahora parece que si capté su atención.

-¿Y cómo piensas encontrar…?-me dice- odio usar esta palabra, pero es la apropiada. Un cierre.

-Tendré un cierre cuando el asesino de Marina se pudra en prisión.

Eso ultimo pareció sorprenderla. Cuando termina la sesión me marcho y sonrió.

Dentro de la engrapadora que dejé hay un micrófono adentro.

********

P. O. V. OMNISCIENTE

Ricardo Sosa estaba en su clase de Las Encinas. Fingía que estaba atento a la clase de matemáticas, pero sabía que pronto la clase sería interrumpida.

Exactamente 6 minutos después llegó la secretaria de Azucena y le dijo que lo esperaban en la oficina de la subdirectora. Nervioso, se dirigió hasta allí.

Sabía que esto no era correcto, pero no tenía muchas opciones. Entró a la oficina de azucena y tomó asiento. Azucena lo miraba con cierta dureza. En ese momento la puerta se abrió y el inspector Castañeda entró.

-El inspector quiere hablar contigo, Ricardo-dijo Azucena.

-Hola Ricardo-dijo Castañeda- ¿Cómo está tu cabeza? ¿Aún con resaca?

Ricardo miró al inspector algo intimidado.

-No es nada comparado con lo que tu amigo Juan siente- dijo Castañeda- debieron colocarle un tubo en la garganta para vaciarle el estómago. Está en coma, Ricardo. Según una cámara de seguridad tu noche terminó a las 1:30 am cuando, literalmente, tiraste a tu amigo en la guardia del hospital después de que anduvieron por varios bares.

-No tuve elección-dijo Ricardo temeroso.

-Debieron apuntarte con un arma y forzarte a ir al bar-dijo Castañeda con sarcasmo-Por cierto, son menores de edad. ¿Cómo entraron a esos bares?

Ricardo no deseaba decirlo, pero no tenía otra opción.

-Tenemos identificaciones falsas-admitió el muchacho.

-Sí, tú y la mitad de los chicos de las Encinas-dijo Castañeda y le hizo una seña que Ricardo entendió como que le diera la identificación falsa.

El muchacho así lo hizo y el inspector las revisó.

-Hemos encontrado este tipo de identificaciones por todos lados-le dijo a Azucena-pero principalmente en gente de Las Encinas. Alguien de aquí las está haciendo-miró con dureza a Ricardo- debes decirme quien las falsifica. Se lo debes a tu mejor amigo que está en coma.

Ricardo luchaba consigo mismo hasta que dijo el nombre que buscaban.

-Samuel García Domínguez-dijo el muchacho.

********

P. O. V. SAMUEL

Antes que termine la clase de historia en la que estaba me llamaron diciendo que Azucena me esperaba frente a mi casillero. Esto ya se vuelve aburrido.

Cuando llego al pasillo veo a Azucena con el inspector Castañeda.

-Mandando a la caballería tan temprano –les digo-me siento halagado.

-Samuel, el inspector quiere ver tu casillero-dijo Azucena.

-Claro-les digo y pongo la llave en mi casillero-solo por casualidad ¿Qué esperan encontrar aquí? ¿a Madelaine Mcann? ¿el cadáver de Jimmy Hoffa?

-Creemos que estás creando y distribuyendo licencias de conducir falsas-me dice Castañeda con seriedad.

-Eso es nuevo-le digo sonriendo.

-Es un delito en segundo grado-me dice.

-Dios sabe que odiaría decepcionarlos, pero…

En el momento en abrí la puerta de mi casillero cayeron al suelo un montón de licencias en blanco.

-Esperen, esas no son mías-les digo asustado.

¿Qué mierda estaba pasando?

-También necesito ver tu morral-dijo Castañeda-podemos hacerlo aquí…

-¿O en la comisaría?-le digo molesto.

Toma mi morral y en mi billetera saca varias licencias e identificaciones distintas. El tipo sonríe con malicia.

-Licencia de conducir de Guzmán Nunier con tu foto, de un Samuel García de 22 años y de un estudiante de la Universidad Complutense de Madrid.

Mierda.

-Esas sí son mías-digo en voz baja.

Castañeda saca sus esposas. Yo iba a ir voluntariamente con él.

-No tiene que hacer eso-le digo.

-Tienes razón-me dice sonriendo-pero quiero hacerlo.

Es la primera vez en mi vida que quiero matar a alguien. Me pone las esposas y azucena me dice enfadada:

-No te molestes en volver a la escuela en 3 días Samuel, estás suspendido.

En ese momento, el maldito timbre sonó justo en ese momento y todos comenzaron salir de sus salones de clases.

Todos veían como el inspector Castañeda me llevaba esposado. Las risas y las bromas no se hicieron esperar. Tampoco los teléfonos filmándome y sacándome fotos.

-Mejor llama a tu papá, García.

-¿Es tu turno, no?

-Nos vemos García.

Incluso debo soportar la sonrisa burlona del idiota de Polo Benavent.

Alguien va a caer. Yo me encargaré de eso.

********

Llevo un rato en la comisaría donde me interrogaron sobre todo este asunto de las identificaciones. Está bien, yo tengo identificaciones mías que uso en mis casos a veces. Pero no las hice para nadie más ni cobro por eso. ¿y todas esas identificaciones en blanco? Alguien estaba buscando joderme y no pararé hasta descubrir quién. Y vengarme, no olvidemos la venganza.

El mejor amigo de papá y abogado de oficio Claudio Martínez entra a la sala de interrogatorios.

-¿Conoces un buen abogado?-le pregunto con humor.

-Muy gracioso, niño-me dice-y conozco a alguien que acaba de pagar tu fianza de €700.

-¿Aceptan tarjetas de crédito aquí?-le pregunto con humor y él pone los ojos en blanco- en serio Claudio, gracias.

Me pasa un café extra y lo bebo ávidamente.

-No hay problema, forma parte de mi asesoramiento legal-me dice.

-¿Podrías no decírselo a papá?-le pido.

-¿Por qué no lo llamaste?-me pregunta extrañado.

Tiene razón. Papá me sacaría de este problema rápidamente. Averiguaría quien me inculpó y lo haría pagar.

-No está en Madrid, persigue a un prófugo-le digo.

-Créeme que lo sabrá-me explica Claudio-tendrá que responder por ti si tu no vienes el próximo martes a las 9 am.

Generalmente yo me meto en problemas voluntariamente, pero esta vez soy inocente.

-¿Cómo desestimamos los cargos?-le pregunto.

Toma de su café y luego me responde:

-El de posesión será complicado. Las cosas en tu billetera no son importantes. El problema son las identificaciones.

-Estaban en blanco-le recuerdo.

-Claro-me dice despreocupado-hasta que ese chico salga del coma, lo que te ata a esto es el testimonio del otro chico.

¿Alguien dijo que yo le di las identificaciones falsas?

-¿Qué chico?-le pregunto.

-Tu compañero…Ricardo-dice Claudio señalando a un muchacho que porta el uniforme de Las Encinas.

-¿Me disculpas?-le digo a Claudio.

Me levanto rápidamente y encaro a este tipo que justo estaba saliendo. Lo tomo del brazo derecho y lo hago estrellarse contra la pared y apoyo mi antebrazo sobre su pecho para
que no escape.

-Hola Ricardo ¿Te conozco? -le pregunto-no ¿entonces por qué dijiste que te vendí una identificación?

Su expresión me demuestra que me tiene mucho miedo.

-Me dijeron que dijera eso-me dice tartamudeando.

-¿Quiénes?-le exijo.

Eso parece asustarlo aún más.

-Ni lo sueñes-me dice atemorizado- están en todos lados, me destruirán.

-Yo te destruiré aún más-le digo con rudeza.

Él mira para todos lados.

-No puedo hablar aquí-me dice susurrando.

-Mañana nos veremos en Las Encinas-le digo.

-Si me ven hablando contigo tendré problemas…-me dice alarmado.

-Será en secreto, no te preocupes-le digo y lo suelto.

Ahora debo pensar en cómo ir a Las Encinas sin que me descubran.

********

Estoy recostado en el sillón de la recepción de Investigaciones García. Sigo pensando en la humillación que sufrí hoy y pienso como borrarle esa estúpida sonrisa a Polo Benavent cuando la puerta de la oficina se abre y veo entrar a Rebe con mi morral y mis libros.

-El delincuente Samuel-me dice ella-escuché que se necesitaron tres policías para sacarte de la escuela.

Al menos alguien se lo puede tomar con humor.

-Debes ser la única que no vio mi momento de la vergüenza-le respondo.

-Tomé tus libros y tu tarea de tus profesores-me dice mi amiga

¿Qué haría sin Rebe?

-Necesito pedirte otro favor-le digo-necesito que me consigas una identificación falsa.

-No hay problema-me dice mi amiga-¿Cómo lo hago?

Pongo los ojos en blanco.

-Piensa-le digo-¿A quién recurrirías para hacer algo ilegal?

Ella se lo piensa un poco.

-Está bien-dice y se sienta junto a mí y me mira de frente- Samuel ¿me das una identificación falsa?

La mataría si no fuera porque su chiste tiene lógica.

-Averigua entre los estudiantes quien más las está haciendo-le pido.

********

P. O. V. CARLA

Nuestro chofer estaba ocupado llevando a mi madre al hospital a cuidar de mi padre, por lo que debía ir en un taxi hasta Las Encinas. No sé por qué mamá acapara a nuestro chofer si papá ya fue dado de alta. Esa situación no le hace ningún bien a ninguno de los dos, solamente es un montón de tensión entre ellos, con peligro de explotar en cualquier momento.

No es que mamá no tenga derecho a estar enfadada. Después de que papá casi muriera, todas sus indiscreciones románticas se hicieron públicas. Un importante y poderoso empresario, una elegante marquesa, sexo e infidelidad. Los ingredientes para un escándalo a nivel nacional. Ahora todos sabían lo infiel que había sido mi padre y mi madre era observada con lastima o condescendencia.

Ahora mamá bebía más que nunca. Pienso en cómo me uní a Polo y Lu en sus burlas al alcoholismo de Pilar Domínguez y ahora mi madre va por el mismo camino. Si un pobre lo hace es asqueroso, si lo hace una marquesa es glamoroso. La idea es hasta graciosa.

Ahora debo ir a Las Encinas donde todos siguen hablando de este tema. Yo seré la depositaria de las risas mal disimuladas, de los comentarios en voz baja y de los silencios abruptos cuando entro a un lugar.

Tampoco ayuda el programa de radio que el taxista está oyendo.

-¿Pueden creer las amantes de Teo Rosón? Tienes a una marquesa a tu lado y te follas a una camarera. El tipo debe estar loco.

-No lo sé, la gente de la nobleza tiene un aire de frigidez que es comprensible.

Le pediría al chofer que apague la radio, pero ya llegamos a Las Encinas. Le doy el dinero y me bajo rápidamente.

Una vez más, todas las miradas burlistas están puestas sobre mí. Ayer el tema de conversación fue el arresto de Samuel, lo que me dio un respiro, pero ahora vuelvo a ser la estrella de los chismes por aquí.

Camino por el pasillo y todos se hacen a un lado, como si quisieran darme el paso libre para poder hablar más cómodamente de mí. Pongo mi característica cara inexpresiva y camino sin prestarles atención. Cuando me acerco a mi casillero veo que están un montón de personas ahí reunidas.

-Carla, mejor no te acerques-me dice Lu apareciendo de repente.

-¿Qué sucede?-le pregunto confundida.

-Mejor vámonos-me dice algo asustada.

La curiosidad en mi es más fuerte. Esquivo a algunos estudiantes que me miran con sonrisas desagradables y burlonas y me acerco a mi casillero y veo lo que todos ven.

Alguien pegó fotos de revistas de mi padre, mi madre y de todas las amantes de papá que se habían hecho conocidas últimamente.

Los miro a todos tratando de descubrir quién fue el que hizo esto y veo a una muchacha de ultimo año que sonríe maliciosamente con dos amigas al lado suyo. Ella no se ríe en mi cara directamente y así sé que fue ella la que lo hizo.

En ese momento no me contengo y le doy una bofetada en frente de todos.

Por un instante todos guardan silencio, impactados por lo que sucedió, pero pronto esa chica me devuelve el golpe.

-¡Carla!-escucho a Lu gritar pero la ignoro.

Esta vez golpeo a esa mierda con el puño cerrado en su ojo izquierdo pero antes de caer ella me toma del cabello y así comienza una pelea que nadie trata de detener, sino que vitorean y gritan cosas desagradables.

En medio de todo el tumulto aparecen algunos profesores que tratan de separarnos.

-¡Suéltenme!-les grito pero más presión hacen para que me calme.

-¡Todos a sus salones!-escucho gritar a Azucena y ordena que nos lleven a esa perra y a mí a su oficina.

********

P. O. V. SAMUEL

Mi suspensión de tres días me prohíbe entrar al colegio, pero eso no incluye el estacionamiento ¿verdad?

Traigo mi computadora conmigo y necesito estar lo suficientemente cerca del micrófono que puse en la engrapadora de la señora Leguizamón como para poder escuchar sus conversaciones. Si ella va a hablar con los cercanos a Marina esa información podría ser muy útil para mí.

Al parecer, después de mi ha decidido llamar a Nano, pero ¿por qué? ¿Qué tenía que ver Nano con Marina? Nunca lo vi conversar siquiera.

-¿Cómo estás Fernando?-dice la mujer amablemente-espero que podamos hablar sobre la muerte de Marina.

-A decir verdad, yo no recuerdo esa semana-dice Nano algo malhumorado.

-¿No recuerdas estar en esta oficina?-le pregunta ella-Tiraste una silla contra la pared, Fernando. La última vez que nos vimos, parecía que su muerte te había afectado mucho.

-Bueno, si-dijo Nano fastidiado-estaba enojado. El mismo día que Marina Nunier murió, una niña de mi vecindario desapareció encontraron su cuerpo tres meses más tarde.
¿Dónde estaban las cámaras?

-Lo que ocurrió fue una tragedia-dice ella-la gente si se preocupa. Pero ahora quiero hablar de Marina ¿De acuerdo?

Solo espero que nadie me descubra aquí sino tendré problemas.

-¿Por qué no llama a los amigos pijos de Marina?-dijo Nano.

-Quiero que escuches esto-dijo la señora Leguizamón- es una carta que escribiste. “Arrancaste mi corazón. Puedes actuar como si lo que tuvimos no significara nada, pero no puedes prohibirme que te ame. Por el resto de tu vida, donde quiera que vayas, estaré ahí, fuera de la vista en las sombras”

¿Nano escribió algo así?

-No recuerdo haberle mandado una copia-dijo Nano conteniendo su enojo.

-Marina quería que la cambiaran de clase de deportes-explicó la consejera-tenía problemas con un chico. Me dio esta carta como prueba.

-Jamás la habría lastimado-dijo Nano con la voz quebrada-los policías ya me refregaron esas cartas en la cara ¿y?

¿Marina y Nano?

-No te traje aquí para avergonzarte-le dice ella con comprensión-te invité para hablar sobre porqué escribiste esto.

¿Por qué Marina nunca me contó que tenía algo con Nano? Yo era su mejor amigo y siempre supe de sus aventuras y amantes. ¿Por qué fue diferente con Nano?

-Iván y ella se habían separado-dijo Nano y noto por su voz que está llorando-y Marina me juró que nunca regresaría con él, pero entonces, un día, un simple chasquido de los dedos de ese idiota y de repente fue como si ya no nos conociéramos. Yo la amaba. ¿Entiende? Ella lo sintió, sé que lo hizo.

¿Por qué Marina nunca me habló de él?

Recuerdo las últimas palabras que Marina me dijo: “Tengo un secreto, uno grande” ¿Ese era su gran secreto?

********

Le mandé un mensaje a Ricardo y le dije que estaba en el estacionamiento. Él llegó algo paranoico mirando a todos lados. Entró a mi auto y se encontró con mi dura mirada.

-¿Dónde estábamos?-le digo con sarcasmo-ah sí ¿Quién me incriminó?

Él duda, pero al final habla.

-Se llaman Los Tritones-me explica- es una sociedad en Las Encinas.

-¿Por qué no he oído hablar de ellos?-pregunto pero hago una mueca-espera, esa fue una pregunta estúpida. Continúa.

-Los Tritones son tan viejos como las Encinas. Impulsan a sus miembros al éxito y la grandeza-me cuenta- seis nuevos miembros del penúltimo año son invitados por los del último año. Juan y yo íbamos a ser miembros.

-¿Quién está a cargo?-le pregunto.

-Nadie sabe con certeza quienes son los hermanos-me dice.

Esto se está volviendo muy raro.

-¿Entonces quién te invitó?-le cuestiono.

-Hace dos semanas encontré una nota en mi casillero-me dice.

-¿Lo de ir a los bares es parte del ritual para los novatos?-pregunto.

-Las llaman Las 12 tareas, son las cosas que debemos hacer para que nos acepten-me dice-las primeras no fueron tan malas. Pero el viernes, cuando abrí mi casillero, encontré una identificación falsa con mi foto. Debíamos ir a varios bares y tomar un trago en cada uno.

-Déjame adivinar-le digo con burla-¿doce?

-Juan se desmayó en el undécimo-me dice Ricardo afligido-los demás se asustaron y lo dejaron a mi cuidado. Lo subí al auto y lo llevé al hospital lo más rápido que pude.

Algo no cuadra en todo esto.

-Si todo es tan secreto ¿Cómo sabes esto? -le pregunto.

-Mi padre y mis hermanos mayores fueron tritones. Lo único que me importaba era ganarme su simpatía. Si descubren que traicioné sus secretos…digamos que estaría mejor en la cárcel. Ellos destruyen vidas. Es su objetivo-me dice asustado.

-¿Esa es tu defensa? ¿Qué seguías órdenes? No es suficiente, Ricardo-le digo fastidiado.

-Lo sé y lo siento-me dice apenado-tienes que creerme. Después de lo de Juan…su familia amenaza con demandarme. Ni con mi padre puedo hablar de ello. Me llama traidor y cobarde por lo que hice. Pero ¿Cómo puedo formar parte de un grupo que trató así la vida de mi mejor amigo? Lo que quiero es que atrapen a los tritones.

Supongo que para limpiar mi propio nombre debo desenmascarar a los tritones yo mismo.

-¿Y los otros futuros miembros?-le pregunto. Quizás ellos sean una buena manera de comenzar a investigar.

-Son los destacados-me dice-los tritones eligen a los mejores en todo. Deportes, lo académico…son los de siempre.

-Quiero sus nombres-le digo con rudeza.

Duda unos segundos y me da los nombres de los otros cuatro aspirantes. Me quedo mudo cuando el último nombre que menciona es Guzmán Nunier Ozuna.

Así que, si sigo a Guzmán, encontraré a los tritones.

Me despido de Ricardo y vuelvo a la Investigaciones García y busco entre esos costosos aparatos en los que invirtió papá. Son rastreadores con los que a veces sigue a quienes debe investigar. Regreso al colegio y coloco uno en el coche de Guzmán.

********

P. O. V. OMNISCIENTE

Luego de su pelea con la otra estudiante, Habían llamado a los padres de cada una para ver que sanciones se llevarían a cabo por lo sucedido.

La fría y tranquila Carla Rosón había cedido a su furia por primera vez ante todos sus compañeros. Carla sonrió al pensar que el día anterior Samuel había sido llevado a la comisaría esposa delante de todos. Y aunque ella no podía asegurarlo, pensaba que Samuel, siendo como es ahora, no se quedaría de brazos cruzados, sino que buscaría venganza. Carla podía respetar eso.

Su padre hablaba con Azucena mientras Beatriz esperaba afuera, en el estacionamiento. Carla dudaba que la regañaran sus padres dado que ahora tenían muchas cosas de las cuales preocuparse con el acoso de los medios de comunicación.

Vio a su padre salir de la oficina de la sub directora y fue hasta él y caminó a su lado.

-Vámonos, Carla-dijo Teo.

-¿Cuánto me dieron?-preguntó ella curiosa.

-No estás suspendida-dijo Teo- Azucena nos quiere ver el viernes para una audiencia disciplinaria. No estoy contento de que pelearas, pero me gusta que hayas defendido a tu madre.

-¿Estás orgulloso de mi?-preguntó Carla con ironía.

-Si-dijo Teo.

-Genial, puedo morir feliz-dijo Carla con sarcasmo.

-No seas insolente-dijo Teo muy molesto.

Llegaron al estacionamiento y ahí los esperaba Beatriz.

-¿Todo bien?-preguntó la marquesa.

En una especie de acuerdo tácito Carla y su padre asintieron.

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P. O. V. SAMUEL

Llego a Investigaciones García algo apurado, dado que llego tarde a una reunión con Claudio sobre cómo será mi defensa en el asunto de las identificaciones falsas.

Llego y veo a Claudio en mi escritorio.

-Siento llegar tarde Claudio-le digo apenado.

Él solo sonrió y señaló algo detrás de mí. Giro y veo a papá con dos tazas con café en sus manos. Le da una a Claudio y me mira sonriendo esperando que le diga algo.

-Hola papá…el caso contra mí es confuso y circunstancial-le digo rápidamente.

Mira a Claudio y sonríe.

-¿Sabes lo raro?-le dice papá a su amigo-si no recuerdo mal esas fueron sus primeras palabras cuando era un bebé.

Claudio ríe y al menos estoy tranquilo que papá no luce enojado. Al menos he avanzado en el caso.

-Creo tener pistas de quien hace las identificaciones-les digo-es una sociedad secreta, Los Tritones. Ricardo me dijo que dijo que lo obligaron a entregarme. Estoy seguro de que los pusieron en mi casillero.

-El caso criminal es lo que menos nos preocupa-dice Claudio.

-Los padres de Juan demandaron-dijo papá.

-¿A nosotros?-pregunto yo enojado y sorprendido.

-Y a todos los involucrados en la salida nocturna de su hijo-me explica Claudio-cada bar al que fueron será demandado. Creen que podría valer millones. Y tú tienes un rol fundamental al ser quien supuestamente le dio la identificación falsa para que entre a los bares.

Mierda, mierda, mierda.

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P. O. V. IGNACIO

Estaba descansando en mi oficina. Pensaba en qué hacer respecto al problema de Samu. Sé que mi hijo tenía sus identificaciones falsas para hacer esas cosas de detective que a él le gusta hacer y que yo detesto que haga. Pero estoy seguro que él no le hacía identificaciones y las vendía. Alguien le estaba tendiendo una trampa. Por ahora parecía que Samuel podría encargarse de todo ese asunto. Lo mío era ayudar a Claudio con lo de la demanda.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando alguien entró a mi oficina.

-Teo, hola. Adelante-le digo sorprendido de verlo aquí.

-Hola Ignacio-me dice.

Noto que parece cansado. Tiene profundas ojeras y no se muestra con el imponente y altanero porte que suele tener.

-¿Cómo está todo?-le pregunto-¿Quieres tomar algo?

-Un poco de agua estará bien-me dice y sonríe- supongo que debí hacerte caso y cancelar la fiesta de navidad ¿no?

-Debes verle el lado bueno-le digo bromeando-ahora tienes una cicatriz que te recordará hacerle caso al detective la próxima vez.

Le doy el vaso con agua.

-Gracias-me dice cortésmente.

-¿Cómo lo estás pasando?-le pregunto preocupado.

El suspira. Recién noto que lleva revistas en sus manos.

-Puedo manejar el dolor de la cicatriz-me dice y me da las revistas-pero esto…

En todas las revistas aparecen en la tapa él, Beatriz y las diversas amantes que Teo tuvo.

-Estoy tratando de volver a ganar la confianza de mi familia-me dice-de verdad quiero hacer las cosas bien. Pero estas historias están separando a mi familia. Mi hija mayor que está en Australia es la única que aún me habla. No puedo culpar a Carla o a Beatriz. Yo solo…

Sé a lo que apunta Teo. Estas noticias al parecer no son falsas. Había cosas de la vida familiar de los Rosón Caleruega que eran muy precisas.

-¿Alguna idea de quien podría saber detalles tan íntimos de ti?-le pregunto.

Él se encoge de los hombros.

-Los periodistas tienen formas muy creativas de averiguar cosas-me dice algo cansado-pero habrían publicado esas historias en el momento. O quizás alguien de mi personal.

-¿Un novio o esposo celoso?-le sugiero. Dado que Teo se dedicó a ser un casanova esa opción no es loca.

-Es una posibilidad-me dice derrotado.

-Déjame ver que puedo averiguar-le prometo.

-Escúchame-me pide-mi esposa es muy frágil. No sé cuánto más de esto ella pueda soportar.

-Trabajaré rápido-le digo.

La fortaleza emocional de Beatriz siempre se puso en duda y ahora debe estar bajo más presión que nunca.

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P.O.V. SAMUEL

Bien, ahora debo probar de alguna forma que lo de las identificaciones falsas lo hacen los tritones y no yo. Pero algo no tiene sentido. Si ellos buscan estudiantes como Guzmán,
¿Para qué tener un negocio de identificaciones falsas? Tienen más dinero del que pueden contar.

El timbre de casa sonó haciendo que Poni junto a mí se ponga en alerta.

-Vamos a ver quién es-le digo a mi perro, quien me sigue. Sé que es alguien conocido porque veo a Poni muy feliz.

Al abrir la puerta Rebe está frente a mi sonriendo.

-¿Qué noticias me traes Watson?-le digo.

A esta altura ya somos Sherlock y Watson. Ella entra a casa y se acuesta en mi sillón.

-Estaba en los vestidores hoy, después de deportes, y escuché a dos chicas hablar de ir a un club para mayores de 21 con dos identificaciones falsas que habían conseguido-me cuenta mi amiga-me hice un poco la dura y me dijeron todo.

-Básicamente intimidaste a dos tontas de las Encinas-le digo riendo.

-Aprendí del mejor-me dice golpeando mi hombro-me dijeron que hay un casillero misterioso.

Me gusta a donde va esto.

-Funciona así: pones tu nombre y €250 en el casillero 110 por la mañana-m explica Rebe-Por la tarde, aparece una licencia que dice que tienes 21 años.

¿Y nadie notó eso antes? Cualquiera que pusiera el dinero en ese casillero pudo ver a la persona que abría en cualquier momento.

-¿Estás dispuesta a poner €250 solo para ver si funciona?-le pregunto a mi amiga.

-No, estoy dispuesta a poner tú dinero solo para ver si funciona-me dice sonriendo la descarada.

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A la mañana siguiente vengo a Las Encinas pero me aseguro de hacerlo en horas de clase así minimizo el riesgo de que me encuentren. Antes llamé a Ander y le pedí que me averiguara algo en la oficina de su madre. Según Ander, el casillero 110 no está asignado a nadie, pero evidentemente alguien sabe la combinación de su candado. Si solo hay que poner dinero en el casillero 110, debo vigilar ese casillero. Mi suspensión complica las cosas, pero no lo hace imposible.

Rebe dejará los €250 en el casillero misterioso y yo dejaré mi cámara filmando por horas. La colocaré dentro de la vitrina de trofeos y ahí nadie la notará. Edgar Allan Poe tenía razón y la mejor manera de esconder algo es dejarlo a plena vista de todos.

Ahora, debo hacer otra cosa.

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Regreso al estacionamiento y enciendo mi computadora. El día de hoy la consejera tendrá otra entrevista con alguien que fue muy cercano a Marina.

-Gracias por venir, Iván-dijo la mujer.

-Gracias por hacerme perder un examen-dijo él sin mucho interés.

Presiento que esta conversación será muy importante. Iván fue el novio de Marina por años, aunque su relación estuvo muy lejos de ser ideal. Muchas peleas e infidelidades de Marina. Lo cierto es que su vínculo era demasiado tóxico.

Hablaron algunas trivialidades hasta que el tema volvió a ser sur elación con Marina.

-Marina murió en nuestro segundo aniversario-dijo Iván-comenzamos en el primer año que entramos a Las Encinas.

-¿Intermitentemente?-preguntó sagazmente la consejera.

-Si-dijo Iván algo molesto.

-Cuando murió ¿estaban…? -dijo ella.

-Separados, temporalmente-dijo Iván elevando la voz.

Generalmente es alguien agradable pero el tema de Marina aun lo pone sensible. En eso nos parecemos.

-¿Por qué estabas tan mal?-preguntó la consejera.

-Se suponía que iríamos a una fiesta-contó Iván-y Marina estaba enojada conmigo por algo. Ya ni recuerdo por qué. Ella me dejó plantado. Me puse triste, tomé mucho esa noche y, por tres segundos, besé a otra chica.

-¿Marina los vio?-preguntó la señora Leguizamón.

-No, pero alguien más si-dijo Iván- debes conocerlo, dicen que usted era muy cercana a su papá.

El tono insinuante de Iván parece haberle caído mal a la señora Leguizamón.

-Dejemos mi vida personal fuera de esto-dijo la mujer algo molesta.

-Claro, que no se torne personal-dijo Iván con sarcasmo.

-Suena como si culparas a Samuel-dijo la mujer.

-Él era mi amigo también-dijo Iván con rencor-y si no me hubiera delatado entonces Marina y yo estaríamos juntos. Y Marina no habría estado sola ese día. Yo habría estado allí.
Así que, en efecto, culpo a Samuel. Y me culpo a mí por ser tan estúpido. Y culpo a Marina por ser una perra esa semana.

Hay unos segundos de silencio hasta que la consejera vuelve a hablar.

-Hay otra forma de ver esto, Iván-dijo ella-si hubieran estado juntos, tú podrías haber muerto también.

-¿Y qué es lo bueno de vivir?-dijo Iván llorando.

Iván siempre era tan alegre y educado que nunca me puse a pensar en todo lo que Marina lo lastimaba. Es cierto que yo le conté a Marina del beso de Iván con esa otra chica, pero pensé que a Marina no le importaría, dado que ella siempre engañaba a Iván. De más está decir que a esa chica se le hizo el vacío en Las Encinas después de eso, así era la influencia de Marina y de sus amigas Carla, Lucrecia y Ari.

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Por la tarde, Omar y Rebe llegan a mi casa. He estado revisando la señal del rastreador que le puse al coche y vi que ahora se está moviendo y detenido en un lugar que conozco.

-¿Quieren acompañarme a un karaoke?-les pregunto-Guzmán está allí. Si nos apuramos llegaremos a tiempo.

-Prefiero ir a un bar-dijo Rebe y sacó una identificación de su bolsillo-encontré esto en mi casillero.

Salto de la emoción le quito la identificación para verla bien. Pero mi emoción no dura mucho.

-La tinta chorrea en los bordes, falta el holograma y la foto es la del anuario-dijo algo molesto y asqueado.

-¿Y qué?-pregunta Omar sin entender.

-Que cobraron €250 por esta porquería- digo molesto-no solo me acusa falsamente, sino que también me ofenden.

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Llegamos al bar de karaoke junto a Rebe y Omar y mis ojos inmediatamente buscan a Guzmán o a los otros aspirantes a convertirse en tritones. Aunque solo veo a cinco de ellos sentados en una misa gritándole a la persona que estaba cantando en ese momento. Quien canta es Guzmán.

Supongo que una de las 12 tareas es ir a un lugar y pasar vergüenza públicamente. Hay un chico que terminó en coma por estas cosas, pero si tenemos que escuchar a Guzmán cantar, las verdaderas víctimas somos nosotros.

Guzmán termina de cantar con un alarido que sospecho que es porque alguien le pellizcó un pezón y se escuchan abucheos a los que él responde con una reverencia. Los únicos que lo aplauden son los otros tritones.

Rebe y Omar ríen y yo recién me doy cuenta que hay un jurado que al parecer califica las actuaciones de los que se animen a cantar. Guzmán saco 0.5, 1.0 y 0.5. Creo que fueron muy piadosos con él.

Cuando Guzmán se separa de sus amigos y va a lo que creo que es el baño lo detengo.

-Necesitamos hablar-le digo sin preguntarle.

-¿Qué sucede Samu?-me dice.

-Quiero hablar contigo y el resto de los tritones-le digo sin esconder nada-quiero que los padres de Juan, el chico en coma por culpa de sus estúpidas tareas, no me demanden. Y
Quiero saber porque hicieron que me culparan a mí por lo de las identificaciones falsas. Llévame con el líder de ustedes ahora.

-No sé de qué hablas-me dice Guzmán evasivo.

-Esto no es un juego, Guzmán-le digo-hay alguien que podría morir.

Él se marcha sin responderme. Mis amigos me ven tan enojado que me invitan a sentarme y tomar algo.

-Qué bueno que no trajimos a Nadia-dijo Omar-porque se enojaría mucho al ver a Guzmán actuar como un tonto.

Si Guzmán no colabora no tengo muchas posibilidades de hablar con los tritones más viejos, quienes seguramente son los de la idea de culparme.

-Parece que tu ex amigo se arrepintió-dice Rebe y sigo su mirada y veo que Guzmán se dirige hacia nosotros.

-¿Vas a hablar?-le pregunto pero él simplemente me da un pedazo de papel y se vuelve junto a sus amigos.

Rebe y Omar me miran sin entender nada. Abro la nota y tiene algo escrito: “El gran tritón se mostrará cuando escuche tu voz”

¿De qué habla?

Entonces se escucha una voz por micrófono que retumba en todo el bar y dice:

-Seguimos con la noche de competencia de karaoke y nuestro siguiente participante es… ¡Samuel García Domínguez!

Todos comienzan a aplaudir y gritar.

-¡Qué cante! ¡que cante! ¡que cante!

-¿Qué harás Sherlock?-pregunta Rebe.

Mierda, supongo que a esto se refiere con que debo hacer que escuchen mi voz.

-Iré a cantar-les digo a mis amigos quienes me aplauden y me apoyan.

Claro que no me interesa dedicarme al canto. Soy cantante de ducha. Pero si es la forma de poder hablar con el líder de los tritones entonces será una de las cosas más sencillas que haya hecho. Sin embargo, hay una trampa. Yo solo identifiqué a los que quieren entrar a los tritones, que son los que están junto a Guzmán. Eso significa que los tritones de ultimo año no están con ellos pero deben estar aquí para verificar que ellos realicen las tareas que se les encomienda. Es decir, que mientras cante, debo estar atento al público en general, para ver si puedo identificar a los posibles tritones.

-Vamos Samuel-dijo el tipo con micrófono-no seas tímido.

-¡Que cante! ¡que cante! ¡que cante! -seguía gritando el público.

Me dirijo hasta el escenario donde veo a Guzmán y a los otros tritones que me observan detenidamente. Guzmán un poco divertido, esperando ver que tanto hago el ridículo.

Subo al escenario y le digo al tipo del micrófono qué canción voy a cantar. Él asiente y va a poner la pista es la computadora y unos segundos después se comienzan a escuchar los primeros acordes de la guitarra eléctrica y la letra en inglés aparecen en la pantalla que tengo frente a mí.

-Esto va dedicado a mis amigos los tritones-digo al micrófono y veo una sonrisa en el rostro de Guzmán.

Aunque esta canción fue cantada originalmente por una mujer, creo que es perfecta para la ocasión.

La gente me sigue aplaudiendo y Rebe y Omar me vitorean. Y comienzo a cantar:

One way or another, I'm gonna find ya
I'm gonna getcha, getcha, getcha, getcha
One way or another, I'm gonna win ya
I'm gonna getcha, getcha, getcha, getcha
One way or another, I'm gonna see ya
I'm gonna meetcha, meetcha, meetcha, meetcha
One day, maybe next week
I'm gonna meetcha, I'm gonna meetcha, I'll meetcha

Mientras canto trato de ponerle atención al público, para saber quién de ellos puede ser un tritón, pero solo veo a gente aplaudiendo y disfrutando de mi número musical.

Mientras canto, también bailo y les ofrezco un buen entretenimiento. Rebe y Omar me aplauden y Guzmán me sonríe, claramente divertido con lo que hago.

I'll walk down the mall
Stand over by the wall
Where I can see it all
Find out who ya call
Lead you to the supermarket checkout
Some specials and rat meat
Get lost in the crowd

La gente comienza a aplaudir cada vez más y algunos están bailando.

One way or another, I'm gonna getcha
I'll getcha, I'll getcha, getcha, getcha, getcha
(Where I can see it all, find out who ya call)
One way or another, I'm gonna getcha
I'll getcha, I'll getcha, getcha, getcha, getcha
(Where I can see it all, find out who ya call)
One way or another, I'm gonna getcha
I'll getcha, I'll getcha getcha, getcha, getcha
(Where I can see it all, find out who ya call)

Los del jurado me ponen las calificaciones de 10, 9.5 y 10 y termino cuando digo por última vez:

One waaaaay or another

Los aplausos no se hacen esperar. Al parecer saqué el mejor puntaje de la noche.

Así que esto hacen los adolescentes que no resuelven misterios…

Pero no todas son buenas noticias. Mientras terminaba mi canción, Guzmán y los otros tritones escaparon. Todo fue una distracción.

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Es mi último día de suspensión y sigo investigando a los tritones, aunque he llegado a un punto en el que no tengo muchas pistas, por ahora la cámara que dejé grabando en Las Encinas es mi mejor oportunidad. Rebe recibió efectivamente su identificación, por lo que quien hace las identificaciones debe aparecer en el video abriendo el casillero 110 y cuando lo identifique llegaré hasta los tritones.

Recupero mi cámara sin que nadie me vea y luego me dirijo al estacionamiento. Es importante que hoy escuche a la consejera, dado que su conversación será con Guzmán.

Cuando salgo de las Encinas aparece Ricardo muy alterado.

-Samuel pasó algo horrible-me dice muy asustado.

-¿Qué sucedió?-le pregunto.

-Ellos se enteraron que hablé contigo-me dice-en la puerta de mi casa colgaron una rata muerta. Yo soy la rata.

Mierda, esto se puso turbio. Un chico en coma y otro amenazado. Esto está escalando demasiado.

-Está bien-le digo para tranquilizarlo-estoy muy cerca de descubrir a los tritones, no te preocupes.

Noto que se tranquiliza un poco pero aun parece asustado y se marcha.

Lo lamento por él, pero ahora mi prioridad es escuchar cierta conversación privada.

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Otra vez en el estacionamiento me dispongo a escuchar la cita de la consejera con Guzmán. Este es el testimonio más importante que podré conseguir.

-Faltaste a nuestras últimas tres citas-dijo la consejera.

-Lo siento, estaba ocupado-dijo Guzmán-gracias por esperarme.

Y así la conversación siguió por caminos y cosas sin mucha importancia, hasta que comienzan a hablar de Marina.

-Marina ponía una cara muy graciosa cuando mamá me regañaba que me hacía reír-contaba Guzmán divertido-así que trataba de ni mirarla, pero de cierta manera, sentía que ponía esa cara. Y así es como se siente, todo el tiempo. Creo que me está mirando. Cuando hago algo, puedo sentirla y ella puede verme. Es como si nunca estuviera solo.

Sé un pesado silencio hasta que Guzmán vuelve a hablar.

-Debo sonar como un loco.

-Suenas como alguien que perdió a su hermana-dijo la señora Leguizamón con comprensión.

-Y también la cordura-dijo Guzmán tratando de reír.

-¿Hace cuánto te sientes así?-preguntó la mujer.

-Desde que dejé los medicamentos-dijo Guzmán.

-¿Tu médico los sabe?-preguntó ella-¿tuviste algún episodio?

-Dejé de tomar el antidepresivo-dijo Guzmán-sigo tomando las de siempre.

¿Qué episodios? ¿Qué tipo de medicación?

-Eso explica mucho-dijo Leguizamón- los medicamentos te calmaron. Hasta, tal vez, te prohibieron procesar por completo la muerte de tu hermana. Toda esa agitación estuvo reprimida el año pasado. Tal vez comenzó a salir a la superficie.

Hay un silencio.

-¿No estás de acuerdo?-preguntó la consejera.

-No lo sé-dijo Guzmán-creo que Marina está enojada porque no recuerdo.

-¿Empezaste a olvidar cosas de ella?-dijo Leguizamón.

-Recuerdo a Marina-aclaró Guzmán-simplemente no recuerdo que ocurrió. Recuerdo que tenía futbol esa mañana. Luego estaba en una limusina y habían pasado tres días. Y
Marina estaba muerta y todo ese tiempo entre nosotros se había ido.

¿Guzmán no recuerda el día en que Marina Murió? ¿Qué mierda puede significar? Dios, que no signifique lo que yo creo…

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No me quedó mucho tiempo como para pensar en lo que escuché de los propios labios de Guzmán. Aún estoy metido en un buen lío legal y debo entregar a los Tritones si quiero salir de él. Por suerte, el rastreador que puse en el coche de Guzmán me es muy útil y me reveló, sorprendentemente, que está ahora en Las Encinas. ¿Qué hace ahí a las 11 pm?

Bien, estoy caminando por los oscuros pasillos de mi colegio por la noche con una cámara en la mano buscando capturar a una sociedad secreta…está bien, debo creerle a papá cuando me dice que no soy un adolescente normal.

Escucho voces a lo lejos y me detengo. También veo un tenue resplandor. Me acerco lo más sigilosamente que puedo. Solo espero que esto funcione, porque si no me meteré en un problema aún más grande.

Llego hasta donde está la piscina del colegio y noto que es desde ahí que viene el resplandor y las voces. Observo detrás de las puertas y noto que hay muchas velas repartidas por el lugar, iluminando a un conjunto de personas que están junto a la piscina. Dos 12 en total y todos leva cada uno una vela en sus manos. Seis de ellos llevan túnicas azules que les llegan hasta los talones y llevan capuchas que me hace difícil verles el rostro. Los otros seis llevan túnicas iguales, pero de color marrón y están de rodillas.

Uno de los de azul se para delante de los que están de rodillas y comienza a hablar.

-Han logrado pasar las 12 tareas-dijo-y nos enorgullece poder decir que los seis novatos de este año se han convertido en nuestros hermanos. Y serán ustedes los que el próximo año deberán preparan a seis nuevos miembros. Ahora pónganse de pie porque ya no son aspirantes, sino que son nuestros hermanos tritones.

Los seis de marrón se pusieron de pie y todos dejaron sus velas en el suelo. A continuación, sucede lo que yo esperaba. Todos se quitan las capuchas y dejan sus rostros al descubierto. Comienzan a abrazarse y felicitarse. Veo que el que parece ser el líder abraza a Guzmán.

Entonces, es momento de poner en marcha la parte final del plan.

-¡Hey!-les grito y todos me miran sorprendidos-digan “homosexualidad reprimida”.

Comienzo a sacar muchas fotos a gran velocidad.

-Adiós-les digo y salgo corriendo.

-¡Atrápenlo!-gritó alguien y escucho que todos corren detrás de mí.

Apuro el paso lo más que puedo. Soy pequeño y sin mucha fuerza, pero soy veloz.

Corro y corro y al fin llego a la entrada de Las Encinas y al traspasar la puerta doblo a la derecha donde mi auto me está esperando con la puerta trasera abierta, lista para que yo entre.

Me lanzo hacia los asientos traseros y escucho a Omar gritar:

-¡Ahora Rebe!

Sin perder el tiempo Rebe pone auto en marcha y los escapamos. Miró por la ventana y veo la cara de todos los tritones molestos. La de Guzmán es particularmente graciosa.

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Llegamos a mi casa riéndonos y felicitándonos. Ciertamente, estas son las cosas que hacen divertida mi profesión.

-Como enfadamos a los pijos-dijo Omar.

-Esto fue lo mejor-dijo Rebe.

Ahora comienza la parte más tediosa, pero no por eso menos importante. Imprimo las fotografías que tomé y me alegro que en la mayoría se ve claramente el rostro de todos los tritones. Conozco a Guzmán, pero claramente puedo identificar a los otros 11. Ahora debemos ver la grabación del casillero y ver si quien abre el casillero 110 coincide con uno de los que estaba hoy en la ceremonia.

Lamentablemente pasan las horas y nadie abre ese casillero. Rebe y Omar se fueron por lo tarde que era pero yo seguí mirando la grabación, pero aun no encontraba nada.

Si nunca nadie abrió el casillero ¿Cómo pudieron saber que debían hacer la identificación falsa de Rebe?

Hasta que me doy cuenta que el casillero 110 en uno alto y es ahí cuando entendí como lo hicieron y quien fue el que inculpó.

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P. O. V. IGNACIO

Una nueva mañana de trabajo. Llegué temprano a la agencia de investigación porque Teo me pidió que nos reuniéramos temprano ya que debía ir a las Encinas.

No me gusta lo que voy a hacer, pero es para lo que me contrató Teo.

-Buenos días Ignacio-me dice.

-Buenos días Teo-le respondo.

-¿Tienes alguna novedad?-me dice el empresario.

Suspiro.

-Ya averigüé quien ha estado filtrando esa información a la prensa-le dije-y no te va a gustar.

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P. O. V. SAMUEL

Llego a la comisaría y me voy directamente al despacho de Castañeda, después de todo es el encargado del caso de las identificaciones falsas. Como su puerta está abierta entro sin golpear, y también porque eso quizás lo fastidie.

Cuando me ve sé que cumplí con mi cometido.

-Tu audiencia es recién el martes-me dice fastidiado.

-Ya que estoy aquí, podríamos cancelar eso-le digo de buen humor.

-¿En serio?-me dice irónico-¿Y por qué?

-Bueno, pensé que estarías interesado en que el verdadero delincuente asistiera-le digo-al menos por una vez. Mientras tanto, aprenderé a derretir a las mujeres con mi sonrisa y una rutina de ejercicios, según dice la revista que estoy leyendo, y esperaré a que el culpable se presente.

-No tengo tiempo para juegos-me dice Castañeda enojado.

-Y yo no tengo tiempo para alterar documentos del gobierno si estoy atascado aquí-le digo también molesto-le ofreceré un trato. Si no entrego a la persona que lastimó a Juan para las 5, prometo entrar a la corte el martes y declararme culpable de lo que sea que quieras culparme.

Esa idea parece gustarle.

-¿Cómo?-me pregunta.

Saco de mi morral el anuario de este año de Las Encinas y se lo entrego y le doy €250.

-Solo elija un nombre-le indico-Escriba en un papel el nombre de cualquier estudiante de Las Encinas que encontrará ahí y póngalo en un sobre con ese dinero y que lo dejen en el casillero 110. Al final del día ese chico tendrá una identificación y usted tendrá al culpable.

Castañeda duda un poco, pero al final elije un nombre y manda a uno de sus policías a que siga mis instrucciones.

Yo aprovecho y marco el número de Ricardo.

-Oye Ricardo, estoy en la comisaría-le digo-traerán a los verdaderos pillos esta tarde. Y descubrí quienes son los tritones, no querrás perdértelo.

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P.O.V. CARLA

Dentro de poco será mi audiencia disciplinar y debo entrar a hablar con Azucena junto con mamá y papá, pero este último aún no ha llegado.

Desde que se expusieron las infidelidades de papá el ambiente en casa ha sido irrespirable.

Espero que al menos ahora todo se tranquilice un poco, al menos por lo de la audiencia.

Esperamos sentadas afuera de la oficina de Azucena esperando que la secretaria nos avise que debemos entrar. Mamá está junto a mí con la espalda muy recta. Vinimos en su automóvil rojo porque papá dijo que debía hacer algo antes de venir.

En ese momento aparece papá y se sienta a mi lado y quedo en el medio de ellos dos.

Mamá mira a papá con preocupación, pero él no dice nada, hasta que lo hace.

-Así que, ¿Cuál era la idea? -le dice a mamá-¿Avergonzarme? ¿Destruir mi carrera? ¿Ablandar a la opinión pública para un buen divorcio?

¿De qué habla?

-Piensas en tu estatus y en el dinero antes que en lo obvio-dice mamá-¿No se te ocurrió que quería lastimarte como tú lo hiciste?

-Me seguían detectives privados-dijo papá fuera de sí.

-Solo en exteriores-respondió mamá-siempre supe de las mujeres.

¿No entienden el daño que me hacen? ¿Les importa siquiera?

-Cielos mamá, papá-digo con sarcasmo-¿Iré a vivir con la abuela?

-Escúchame-dijo papá señalando a mamá-si quieres divorciarte de mí, te dejaré sin nada. Solo conservarás ese título que no valdrá nada.

Sin pensarlo le sujeto con fuerza la muñeca mi padre.

-Le dices otra palabra y te mataré-lo amenazo apretando los dientes y frunciendo el ceño.

Por unos instantes veo que mi padre no solo está sorprendido por mi amenaza, sino también asustado.

-Yo no soporto esto más-dijo mamá llorando y se fue llorando por el pasillo dejándome sola con papá

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P.O.V. OMNISCIENTE

Beatriz Caleruega salió a toda prisa de Las Encinas y se dirigió hacia el estacionamiento. Su automóvil caro y de color rojo estaba aparcado allí. Abrió la puerta y entró, sentándose en el asiento del conductor.

Tomaba el volante con ambas manos mientras respiraba pesadamente con la mirada fija en una pared y los ojos llorosos.

Abrió su cartera y sacó unas pastillas. Puso algunas en su mano y se las tragó.

Luego encendió el automóvil y se marchó.

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P.O.V. SAMUEL

Sigo leyendo mi revista en la oficina de Castañeda mientras él me observa fijamente.

-En la cárcel no tendrás revistas para leer-me dice para provocarme.

-Según esta revista, a las chicas no les gustan los idiotas-y miro a Castañeda con cara de sorpresa-¿Quién lo diría?

Sin embargo, no puede decir nada porque justo entra Ricardo, con su uniforme de Las Encinas, a la oficina.

-¿Ya llegó?-me pregunta emocionado.

-Acaba de hacerlo-le digo sonriendo y poniéndome de pie.

En ese momento ingresa también el oficial que Castañeda mandó a poner el dinero y el nombre en el casillero 110.

-Es como él dijo-le dice señalándome- encontré la identificación en el casillero de ese chico.

La mirada de Castañeda se aclara y me mira impresionado, pero Ricardo parece no entender.

-Proceso de eliminación-les digo-yo no lo hice.

Todos miramos a Ricardo y al fin él entiende.

-¿Yo? ¿están locos? -nos dice enojado.

-¿De qué manera explicas los €250 en tu billetera?-le digo

-Gran cosa, el dinero es mío. No prueba nada-me dice arrogante y saca su billetera.

-¿Por qué no miras con atención el billete de €100?-le digo a Castañeda-tiene un mensaje mío. Por favor léelo.

Castañeda encuentra el billete y lee mi mensaje.

-Aquí dice “Samuel García Domínguez es…”-y me mira enojado- “…más inteligente que yo”

-Oh basta, que me sonrojo-le digo guiñándole el ojo.

La cara de Ricardo muestra que ha sido derrotado y no tiene como defenderse.

-¿Es suyo el casillero donde el donde el policía puso el sobre?-me pregunta Castañeda.

-No exactamente-le respondo- el suyo es el que está debajo de ese. El casillero 110 tiene una abertura secreta en el fondo a la que se accede desde el casillero de abajo. La noche en que Juan acabó en el hospital, él y Ricardo usaron sus identificaciones falsas, compraron los tragos y disfrutaron las ganancias de su negocio de falsificación.

Entonces miro a Ricardo directamente.

-Nunca te amenazaron-les digo-culpaste a los tritones porque estabas enojado. Tu padre y tus hermanos fueron tritones, pero no estabas a su altura ¿cierto, Ricardo? Ni siquiera te invitaron a unirte a ellos. Cuando te llamaron a la oficina de Azucena pusiste las identificaciones en blanco en mi casillero por la rendija para inculparme. ¿Por qué a mí? ¿Por qué creías que la gente pensaría que yo era capaz de hacer algo así?

Ricardo baja la mirada.

-Es porque creí que llegarías hasta los tritones, pero no hasta mi-dice él con tristeza.

El oficial se lleva a Ricardo y Castañeda me mira fastidiado, porque sabe que debe retirarlos cargos contra mí.

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Es un nuevo día en Las Encinas y nadie parece querer reírse de mí. Incluso veo a Polo Benavent escapar cuando me ve. Ya todos deben saber la verdad a esta altura.

Camino por el pasillo y me cruzo con Guzmán.

-Hola, Samu-me dice algo nerviosa.

-Hola-le digo-Guzmán yo…quería disculparme.

Levanta una ceja a modo de pregunta.

-No debí dudar de ti-le digo-sé que no formarías parte de algo que casi mata a otro chico.

-Escuché que Juan salió del coma-me dice-y que él y Ricardo tendrán problemas legales por meterse con cierto detective cantante.

-¿Detective cantante?-le digo-eso suena ridículo…

Eso lo hace reír. Es casi como nuestra vieja amistad, antes que Marina muriera. Casi.

-Solo quiero decirte que puedes estar tranquilo por mi lado-le digo-ya que no diré nada sobre los Tritones.

-¿Y quiénes son esos?-me pregunta bromeando.

Yo me rio y sigo mi camino.

¿Otro agujero en la memoria de Guzmán? Al menos se ríe de eso. Al cruzarlo en el pasillo jamás pensaría que algo anda mal. Pero lo escuché de su propia boca. ¿Cuál es tu enfermedad misteriosa, Guzmán? ¿y Qué pastillas estás tomando?

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P. O.V. OMNISCIENTE

Una patrulla de policía frenó su patrulla en el Puente del Rey, que cruza un turbulento río. Un automóvil de color rojo estaba allí e impedía el paso de los automóviles. La puerta del conductor estaba abierta pero no se veía a nadie dentro ni por ningún lado.

El oficial volvió a la patrulla y llamó por radio a la estación.

-Aquí desde el patrullero B-05-dijo el oficial- en el puente del Puente del Rey. Hay un automóvil abandonado y un posible suicidio…

Notes:

¿En qué consistirá la extraña enfermedad de Guzmán? ¿Tendrá algo que ver con la muerte de Marina?
¿Será que Beatriz ha muerto?

Chapter 13: Velorio

Summary:

Carla deberá hacer frente a la muerte de su madre y Samuel jugará un rol importante en eso.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Guzmán despertó ese día sintiéndose extraño. No fue como cuando murió Marina en que pareció darse cuenta mucho después de que hubiera ocurrido. Ahora estaba consciente del hecho que Beatriz Caleruega estaba muerta.

No es que haya sido muy cercano a la marquesa, pero fue alguien a quien vio desde niño en el reducido mundo de la elite española. los marqueses habían estado cuando Marina murió y ahora le tocaba a los Nunier devolver el favor.

Lo que le preocupaba a Guzmán era Carla. Sabía que los Rosón no eran personas dadas a los sentimientos. En eso él y Marina siempre habían contrastado con Carla. Ellos siempre fueron personas con fuego dentro suyo, especialmente Marina. Pero Guzmán sabía que Carla no lo llevaría bien, no había manera.

La muerte de Beatriz se daba con algunos componentes demasiado oscuros a su alrededor. Guzmán había crecido en el ambiente de la élite y sabia lo importante que eran las apariencias. Él mismo sabía lo importantes que eran y por eso nunca les habló a sus amigos de su enfermedad. Y la muerte de Beatriz atacaba precisamente a las apariencias. Esa perfecta mujer salía en las revistas con su perfecto esposo, su perfecta hija, su perfecta hijastra y todos mostraban su perfecta vida. Pero que Beatriz muriera de un suicidio destruía todo eso, porque nadie cuya vida fuera perfecta haría algo así.

También estaba el tema del contexto. El suicidio de Beatriz era la culminación de una seguidilla de escándalos en los que la más perjudicada fue ella. Se podría pensar que esto arruinaba la reputación de Teo, pero en el machista mundo de los negocios realmente nadie juzgará a Teo por engañar a su esposa con cuanto espécimen femenino se le cruzara.
Él sería un héroe para sus pares. La mayor carga de la humillación fue para Beatriz.

Aunque había una víctima más que nadie tenía en cuenta: Carla.

********

-¿De verdad dejó una nota en una Tablet?-preguntó Rebe a Samuel mientras ambos entraban a Las Encinas

Por supuesto que el tema del momento era el suicidio de Beatriz Caleruega. Pero no solo en Las Encinas, sino en todos los medios de comunicación y en internet.

-Sí, hablando de postmodernismo-dijo Samuel algo desanimado.

No es que haya sido muy cercano a la marquesa, ni siquiera cuando era amigo de Carla, pero ella siempre lo había tratado muy bien. En ocasiones Samuel pensaba que ella lo quería mucho, como si esperara algo de él.

-¿Cómo está Carla?-preguntó Rebe.

Esa pregunta lo incomodó.

-No viene a clases desde entonces-dijo él- ¿Por qué me preguntas por ella? No es mi amiga.

Rebe se encogió de hombros.

-¿Irás al velorio?-pregunto ella.

-Es en Caleruega y no me invitaron, ni a mi padre. Aunque siempre nos llevamos bien con Beatriz-dijo Samuel.

Samuel no sabía que pensar sobre eso. Los García siempre habían tenido una buena relación con los marqueses. Aunque supuso que no fueron invitados para no molestar a otros invitados al evento como los Nunier o los Blanco Conmenford.

En parte Samuel lo agradecía. Se sentiría incomodo de tener que consolar a Carla o algo así.

********

Patrick Blanco Conmenford pensaba que este iba a ser un día de lo más deprimente. No solamente por la muerte de la marquesa, sino también harían el velorio en Caleruega y lo esperaba un largo viaje junto a su familia para llegar allí.

No le agradaba estar encerrado en un automóvil junto a su madre, juzgándolo por todo y recordándole constantemente que él y Mencía no eran tan buenos como Ari, o con la propia Ari que llevaba más de un año siendo una especie de zombi desde que había abandonado a Samuel (aunque en este punto era lo mejor porque sabían muy bien porqué Ari no debía estar con Samuel, su madre había sido muy clara al respecto), o con su padre que solamente estaría pensando en su trabajo y sus negocios (quizás piense en Pilar Domínguez pero eso Patrick no podía saberlo).

Extrañaba a Mencía. Ella, como él, eran las ovejas negras de la familia y las perfectas víctimas de las críticas de su madre per como Mencía seguía en ese internado en Londres, Patrick llevaba solo todo ese peso.

También extrañaba a Marina. No es que fueran mejores amigos, pero ambos se entendían porque compartían el ser los hijos tolerados por sus padres en contraposición a los preferidos. Marina solía decir que si no podía complacer a sus padres (por su ridícula adoración por Guzmán) los molestaría. A Patrick le gustó esa filosofía.

Quería creer que tenía los peores padres de Las Encinas, pero ciertamente Benjamín y Amalia tenían buena competencia con los Nunier, los Montesinos o los Rosón. La pobre Carla…

********

Después de Las Encinas, Samuel fue a Investigaciones García. Quizás un día de trabajo persiguiendo conyugues infieles y rastrando a un padre que se niega a pagar la pensión de sus hijos pueda hacerme pensar en otras cosas que no sea la muerte. Últimamente, en Las Encinas solo se habla de eso.

-Hola Samu-me dice papá cuando llegué.

-Hola-le digo.

-¿Cómo está Carla?-me pregunta.

-¿Por qué todos asumen que sé cómo está Carla?-pregunto algo molesto.

Papá sonríe.

-Quizás porque ella fue tu amiga en algún momento-me recuerda papá.

-Y también es la que hizo mi vida un infierno junto a sus amigos en el instituto-le digo-no sé nada de ella ni me importa. Lo lamento por Beatriz, no por Carla.

Papá no pierde la paciencia conmigo y sigue sonriendo.

-Tu mamá no está muerta-me dice papá-pero se fue. Eso tienes en común con Carla.

Papá se encerró en su oficina y yo me quedé en silencio.

FLASHBACK MAS DE 4 AÑOS ANTES

Había pasado los 3 primeros días de Samuel en Las Encinas. Era un becado de primer año y había entrado con algo de miedo a ese colegio de pijos. Por suerte, el mismo primer día había hecho a sus dos primeros amigos: Marina y Guzmán Nunier.

Los gemelos Nunier se habían vuelto inseparables de Samuel. También les habían presentado a sus otros amigos: Ari y Patrick Blanco Conmenford, Polo Benavent y Ander Muñoz.
Todos le habían caído muy bien a Samuel, aunque Polo un poco menos que los demás.

Lo que más sorprendió a Samuel era como se había acercado a Marina. Nunca había tenido muchas amigas mujeres, pero con Marina parecía tener una química natural.

Marina no dejaba de hablar de una tal Carla, que también era amiga de ellos pero que estaba enferma y no había podido ir esos tres primeros días de clases. También le llamó la atención esa chica llamada Ari. Era muy bonita y siempre le estaba sonriendo a Samuel, lo que le despertaba la timidez.

A la escuela también entrado dos muchachos extranjeros. Una era una chica mexicana que se portaba con mucha arrogancia y que a Samu y Marina no les había caído bien. El otro era un muchacho brasilero, hijo de un famoso futbolista. Marina le había dicho a Samuel que ese chico le parecía muy lindo.

Recién al cuarto día apareció la tal Carla. Samuel y Guzmán vestían sus uniformes de Futbol para poder llegar rápido a las prácticas y entraron al salón de clases apurados de no llegar tarde a su clase.

La profesora los regañó por estar vestidos con el uniforme regular, pero Samuel y Guzmán se disculparon y el asunto quedó olvidado. Samuel casi echó a reír al ver que la chica mexicana le sonreía a Guzmán de una forma muy tonta que incomodaba al rubio.

Guzmán tomó su lugar habitual junto a Polo y yo quise ir a mi sitio regular junto a Marina, pero vio que ya estaba ocupado. Allí estaba sentada una niña rubia, muy bonita de penetrantes ojos verdes. Samuel la miró extrañado y un poco intimidado porque ella lo miraba inexpresivamente, como preguntándole qué quería.

-Samu, lo siento-dijo Marina-ella es mi amiga Carla. Estaba enferma y recién pudo venir hoy. Se sentó conmigo.

Carla miraba a Samuel de una forma extraña, como si lo desafiara a que ella se sentara ahí.

Con el correr de los meses, Marina comenzaría a sentarse solo con Samuel, dejando de lado a Carla y los demás.

-Puedes sentarte conmigo, Samu-le dijo Ari desde el asiento de adelante y sonriéndole.

Samuel le devolvió la sonrisa y miró a Marina quien se encogió de hombros. Samuel fue a sentarse con Ari quien estaba gustosa de recibirlo junto a ella.

Cuando Samuel miró hacia atrás vio como Carla lo miraba con el ceño fruncido, pero él no le prestó importancia.

Cuando el día escolar terminó, los estudiantes de Las Encinas comenzaron a retirarse. Los mayores se iban conduciendo sus propios automóviles, otros con sus choferes. Samuel esperaba a su madre quien debía buscarlo hoy, ya que su padre debía quedarse en la estación de Policía hasta tarde.

Vio como Polo se iba junto a sus madres y Ander con Azucena.

-Samu ¿quieres que te llevemos? -le dijo Marina desde el automóvil que conducía Ventura Nunier.

-Gracias, pero mi madre vendrá a buscarme-dijo el castaño.

Los Nunier se fueron y dejaron a Samuel solo. Pasaron los minutos y Pilar no aparecía. Samuel comenzaba a preocuparse y en ese momento comenzó a llover.

El instituto cada vez estaba más vacío y Pilar seguía sin aparecer. En un momento Samuel se preocupó tanto que creyó que nadie lo vendría a buscar y tendría que volver solo a casa.

En ese momento, un automóvil grande y de color negro se frenó frente a Samuel. La ventanilla del asiento trasero se abrió y una señora sonriente le preguntó a Samuel:

-¿Necesitas que te llevemos a casa?-dijo la mujer.

Samuel la miró extrañado. Le habían enseñado que nunca se subiera al automóvil de un extraño.

-Podemos llevarte Samuel, solo debes decirle la dirección al chofer-dijo una niña rubia apareciendo junto a la mujer.

Samuel reconoció a Carla que lo miraba con la misma inexpresividad que lo había hecho en el salón de clases. Sin embargo, ahora le estaba ofreciendo ayuda.

Samuel entró al automóvil con timidez.

-Tranquilo Samuel-dijo la mujer-soy Beatriz, la madre de Carla. Te llevaremos a casa. Solo indícale la dirección a nuestro chofer. Y llama a tus padres, que sepan que te llevamos.
No queremos que se preocupen.

-Muchas gracias-dijo Samuel tímidamente.

El camino fue extraño, pero no desagradable. Esa señora era muy amable con Samuel, pero su hija no decía nada. Cuando llegaron a casa de Samuel el muchacho se despidió y vio que el auto de su madre estaba en casa, pero no el de su padre que seguramente debía seguir en la comisaría.

Al entrar a casa, Samuel fue a la cocina para tomar un poco de agua y encontró a su madre dormida apoyándose en la mesa de la cocina. Junto a ella había una botella de vodka vacía.

FIN DEL FLASHBACK

********

Lucrecia Montesinos se maquillaba frente al espejo de su habitación, alistándose para salir en cualquier momento hacia Caleruega para el velatorio de Beatriz. Consideraba esto algo extraño. Sería un velorio sin cuerpo. El ataúd estaría vacío. Algo meramente simbólico. Incluso en la muerte, Beatriz estaba atada a lo protocolar.

Sus padres estaban deseosos de ir al evento. ¿Quién está gustoso de ir a un velorio? Alguien que quiere figurar. De a poco Lu comenzaba a ver en sus padres todas esas cosas negativas que Valerio ya había notado antes.

Ahora en su casa había más tensión que antes. Valerio tenía 18 años, por lo que nadie podía poner ni un solo dedo en su fortuna y sus empresas. Eso ponía de los pelos a su padre y su madrastra. Y enfadaba a Lu, pero contra Valerio, sino contra sus padres que querían a Valerio de vuelta cuando estaba en esa granja, pero ahora que volvió estaban fastidiados porque no les permitía meterse en su fortuna y empresas.

Parecía que solo ella y Valerio querían ir a Caleruega para acompañar a los deudos y no como un evento social.

Sin embargo, lo que más preocupaba a Lucrecia era su amiga. Conocía perfectamente a Carla y sabía cómo siempre se cerraba ante las emociones fuertes. Ya había pasado con la muerte de Marina. Si bien Lu no había sentido un malestar particular por eso, entendía que para Carla pudo ser algo horrible dado que ella y Marina eran amigas desde la infancia.
Pero Lu se impresionó ver a una Carla inexpresiva. Sabía que ellas habían peleado antes de la muerte de la pelirroja pero aun así la impasividad de Carla había perturbado a Lu en cierta medida. Sobre todo, teniendo en cuenta una perturbadora idea que había cruzado por la cabeza de Lu…

********

Samuel almorzaba con Nadia, Omar y Rebe en Las Encinas.

-Así que Guzmán y Ander irán al velorio de la marquesa…-dijo Rebe a Nadia y Omar.

-Si-dijo Nadia-lo harán en Caleruega, porque es el pueblo en el que nació Beatriz y por mayor intimidad.

-Los periodistas los seguirán igualmente-dijo Samuel-después de lo que se supo de Teo y esas mujeres, esa familia perdió la intimidad.

De pronto Samuel notó como sus amigos se quedaron mirándolo.

-¿Qué?-dijo el muchacho mientras bebía de su botella con agua.

-¿Tú no irás?-pregunto Omar como si fuese algo evidente.

¿Por qué todo el mundo cree que tengo que estar ahí?

-No-les digo con mal humor-conozco a Beatriz desde hace años y siempre me cayó muy bien pero no es que éramos amigos íntimos. Además, solo puedes asistir con invitación y los García no recibimos una.

-¿Tu padre le salva la vida a Rosón y recuperas el dinero robado en su casa y no los invitan?-preguntó Rebe claramente en desacuerdo.

Samuel entendía lo que quería decir, pero para él era mejor así dado que si iba se encontraría nuevamente en la desastrosa situación de un velorio lleno de pijos que lo juzgarán como ocurrió en el velorio de Marina.

-Bueno, pero Carla…-dijo Nadia.

-Carla no es mi amiga-le aclaro rápidamente.

-Pero Guzmán me dijo…

-Guzmán tampoco es mi amigo-dijo Samuel cortante-ellos se encargaron que así fuera así que no les debo nada a ninguno.

Samuel abandonó la mesa ya que no quería seguir hablando de ese tema.

********

En su dormitorio, un poco a oscuras, Teo Rosón observaba una fotografía en un marco dorado. En ella se veía a un joven Teo, el día de su boda con Beatriz.

Carla entró al dormitorio de su padre trayendo con ella un traje de color negro para su padre.

Dejó el traje sobre la cama de su padre.

-Si realmente quieres flores, morir parece una forma de conseguirlas-dijo Carla con sarcasmo-aquí está tu disfraz, digo, tu traje.

Teo pareció no captar el sarcasmo de Carla, o bien prefirió fingir que no lo había percibido.

-¿Recuerdas cuando cumpliste 10 años y te llevamos al zoológico con todos tus amigos?-preguntó Teo aun mirando la fotografía-con Marina, Guzmán, Polo y los niños Blanco.

-En realidad-corrigió Carla cruzándose de brazos- nos llevó Mireya. Tú tenías una junta de negocios y mamá un evento de sociedad.

Teo miró a su hija entre confundido y avergonzado. La mirada de Carla era muy dura.

-¿Supiste de tu hermana?-le preguntó a su hija.

-Sí, dice que no puede volver de Australia-dijo Carla con desinterés-al parecer se le adelantó una sesión de fotos. Pero envió una corona de tulipanes.

-Tu madre adoraba los tulipanes-dijo Teo como si eso realmente significara algo.

-Sí, fue un gesto magnánimo-dijo Carla con enojo y dejó a su padre solo.

********

En el recorrido hacia Caleruega, Polo Benavent iba junto a sus madres. Andrea y Begoña charlaban sobre lo lamentable de la muerte de Beatriz, pero Polo sentía a esa conversación como algo vacío. El mismo Polo había escuchado a sus madres contarse chismes sobre las infidelidades de Teo, incluso antes que eso fuera una noticia nacional. Ahora debían presentar sus condolencias frente a Teo y Carla. Eso hizo que a Polo se le escapara una carcajada y que sus madres lo miraran confundidas, pero él no les dio ninguna explicación.

Pensó en Carla. Ella le había roto el corazón cuando supo que había visto a Christian por su cuenta dejándolo a él de lado y luego terminando con él. Pero no podía odiarla. Quizás ahora que ella estaba sufriendo podría ver que él era el adecuado para estar junto a ella. Algo le decía que debía aprovechar esta oportunidad. Polo nunca fue el yerno preferido que hubieran elegido los marqueses, pero Carla si lo había elegido un tiempo y eso debía significar algo.

********

Carla se miraba en su pequeño espejo de bolsillo mientras terminaba de aplicarse lo que faltaba de su maquillaje. Ella y su padre debían salir ya para Caleruega. Y sabía que afuera de su casa estaban esos molestos periodistas sacando fotografías y esperando verla a ella y su padre.

Teo se acercó temeroso a su hija, pero ella ni siquiera lo miró.

-Carla, tengo una buena idea de lo que estás pensando-le dijo Teo-sé que me culpas por la muerte de tu madre. Está bien. Nuestro matrimonio tuvo picos muy altos y caídas muy bajas. Y sé que esto, esta dureza que demuestras, es tu forma de sobrellevarlo. Hagamos un trato ¿sí? De ahora en adelante seremos un equipo. Nuestra guerra terminó, Carla es lo que ella hubiera querido.

Carla terminó de maquillarse y miró a su padre, pero no dijo nada. Teo suspiró y abrió la puerta de su casa para ir hasta el automóvil que los llevaría hasta Caleruega.

Carla dio apenas unos pasos cuando se dio cuenta. En el jardín de su casa había un fotógrafo, invadiendo su propiedad con el único fin de también invadir su intimidad y no lo soportó más. Toda la ira y la violencia que venía conteniendo se desataron en un solo segundo cuando fue corriendo detrás de ese fotógrafo, que al darse cuenta se dispuso a huir.

A pesar de usar tacos, Carla era muy veloz y ágil y pudo agarrar al fotógrafo cuando se colgó de la verja de su casa y lo lanzó al suelo. Los demás fotógrafos que estaban afuera estaban viendo y capturando cada segundo de ese momento.

-¡Carla Basta!-gritaba Teo pero Carla no le hacía caso.

Carla golpeaba y pateaba al periodista y en un momento tomó su cámara y arrojó con furia al suelo, destruyéndola en el acto.

-¡Mi cámara!-gritó desde el suelo el fotógrafo.

-¡Carla detente!-le ordenó su padre al ver como otro escándalo más de su familia era documentado para el deleite de toda España.

-¿Sabes que hubiera querido mamá?-le preguntó Carla con rencor a su padre llorando- que no te acostaras con todas amigas. Que te ocuparas de ella tanto como de tus negocios. Así que seamos honestos, papá. Quizás ambos deseemos haber sido mejores, pero ella ya no está únicamente por tu culpa.

Carla se fue caminando rápidamente hasta el automóvil que los esperaba y dejó a Teo ahí solo junto a todos los periodistas.

-¿Quién pagará lo que le pasó a mi cámara?-dijo el desagradable periodista que se estaba poniendo de pie.

-Puedes hacerme un juicio-dijo Teo con rencor-pero yo te haré otro por invasión a la propiedad privada. Vamos, hazlo.

El periodista miró a Rosón con odio pero supo que no había nada que pudiera hacer.

-¿Disfrutaron el espectáculo?-les gritó Teo a los demás periodistas y siguió a su hija.

********

Samuel se marchaba de Las Encinas cuando se encontró con Ander en el estacionamiento. Le caía bien Ander y había sido muy útil para resolver casos por ser el hijo de Azucena y tener acceso irrestricto a su oficina pero no quería que alguien más le preguntara hoy si iría al velorio de Beatriz como si él siguiera siendo el mismo Samuel que era antes de la muerte de Marina.

-Hola, Samu-dijo Ander.

-Hola, Ander-dijo el hijo de la subdirectora-creí que te habrías ido a Caleruega.

-Iba a ir con mamá-explicó Ander-pero tuve una pequeña lesión jugando tenis y mi padre insistió que fuera al médico.

Ander lo dijo poniendo los ojos en blanco. Samuel sabia como Ander detestaba el tenis, pero era realmente bueno haciéndolo. Ander solo lo soportaba porque sabía que podía ayudarlo a conseguir una beca en una buena universidad. Era como Samuel que solo toleraba Las Encinas por la misma razón.

-Es horrible lo que le sucedió Beatriz-dijo Ander.

Samuel no dejaba de preguntarse porqué todos querían hablarle de ese tema. Él estaba obsesionado con la muerte de Marina, pero había conseguido la manera de sobrellevarlo.
Claro, resolver un asesinato no era normal para un chico de 16 años, pero cada quien hacia lo que podía y como podía y Samuel era el hijo de un detective.

-Sí, horrible-dijo Samuel.

-Pobre Carla-dijo Ander-después de lo de Marina ahora debe lidiar con esto.

A Samuel eso le molestó.

-No me pareció que fueran muy amigas las semanas antes de la muerte de Marina-dijo Samuel con rencor.

-Carla sufrió mucho por lo de Marina-dijo Ander-pero su amistad había terminado un tiempo antes de la muerte de Marina por esa pelea estúpida que tuvieron.

Eso captó la atención de Samuel. Marina no le había contado nada de que hubiera peleado con Carla. Aunque si lo pensaba bien no debía sorprenderse tanto, dado que Marina también le había ocultado que había tenido algo con Nano.

-Marina no me contó nada-dijo Samuel-¿sabes porque pelearon?

-No se detalles muy precisos-dijo Ander-pero una vez las escuché discutir y al parecer Carla le reclamaba a Marina el haberle robado algo. Pobre Carla, seguramente se sintió mal por no reconciliarse con Marina antes de que muriera.

¿Marina le robó algo a Carla? ¿Por qué me entero recién? ¿Qué fue lo que Marina le robó que provocara la ruptura de su amistad?

********

Todos habían llegado para la recepción del velatorio de Beatriz. Aunque Carla debía decir que a muchos no los conocía ¿En qué había impactado Beatriz en su vida? ¿Realmente la habían querido? ¿Qué sabían sobre ella realmente?

A Carla todo esto le parecía algo ridículo.

“Gracias por venir, significa mucho para la familia”

“Me alegra verte, es bueno tener amigos”

“A mi madre le habría encantado tenerte aquí”

Todas y cada una eran frases absurdas que Carla ya se había aburrido de repetir todo ese día. Ella sabía bien que lo que estaban haciendo era algo absurdo.

-Carla, lo lamento mucho-le dijo Cruz Carvalho.

Con él no pudo enojarse dado que Cruz siempre le había caído muy bien a Carla.

-Muchas gracias señor Carvalho-dijo Carla.

-Por favor-dijo él sonriendo-llámame Cruz.

Carla le sonrió. Recordaba como Marina siempre hablaba maravillas de Cruz como suegro, incluso más que Iván como novio.

Carla deseaba estar sola. Ni siquiera la compañía de sus amigos la hacía sentir mejor ahora. Casi todos había venido. Guzmán, Lu, Iván, Ari, Patrick, Valerio y Lu. Ander le había escrito diciéndole que no podría ir pero que estaba con ella. A Carla le daba igual en ese momento.

Fue hasta donde estaba la piscina. Necesitaba un poco de aire fresco, lejos de tanta hipocresía. Pero no consiguió eso, sino escuchó una conversación de su padre con Héctor, uno de sus principales operadores de sus negocios.

-Mira Teo, esto es incómodo, pero los inversores me llaman sin parar-dijo Héctor- ya no pueden esperar. Sé que es un momento difícil pero no queremos que busquen a otro empresario en España que no seas tú. Deberías llamarlos, cerrar el trato, para estar seguros.

Carla podía sentir como su sangre comenzaba a hervir.

-Héctor-dijo Teo molesto-es el funeral de mi esposa.

-Entonces, Héctor-dijo Carla molesta-¿Crees que en el próximo funeral familiar los inversores nos dejarán al menos organizar el funeral en la sala de juntas?

Teo miraba a su hija avergonzado y Héctor iba a decir algo, pero Carla le dio la espalda y se fue.

-Mira, lo siento…es un mal momento, pero no queremos que los inversores contacten a otro-le dijo Héctor a Teo.

-No sé cómo decírtelo, pero no quiero que negocies este trato por mí-dijo Teo perdiendo la paciencia- de hecho, no quiero que negocies ningún trato por mí.

-¿Me estás despidiendo?-preguntó Héctor temeroso.

-No te estoy despidiendo-dijo Teo sonriendo-me salgo de los negocios. Terminé.

Teo dejó a su subordinado solo y regresó al interior de la mansión.

********

Lu dejó a sus amigos solos y se dispuso a buscar a Carla, pero no la encontró por ningún lado hasta que se le ocurrió buscarla en la gran biblioteca que había en la mansión de Caleruega.

Efectivamente Carla estaba allí, leyendo un libro. Lu no sabía cómo hablar con su amiga. Carla no era una persona que procesara las emociones de una forma normal.

-¿Qué estabas haciendo?-preguntó la mexicana.

-Tratando de entender la trama de este libro-dijo Carla sin mirarla-pero requiere concentración así que puedes callarte.

Lu se armó de paciencia para poder seguir.

-Carla, es la recepción del funeral de tu mamá-dijo Lu-quizás deberíamos…

-No es la recepción de mi mamá-dijo Carla con rencor- es la de él.

Lu tardó unos momentos en entender que Carla se refería a su propio padre.

-Si quieres hablar de negocios y eventos sociales, no deberías estar conmigo-dijo Carla-gracias por venir, significa mucho para la familia.

-Carla, soy tu amiga y comienzo a preocuparme-dijo Lu frunciendo el ceño.

-Nada de esto importa, descuida-dijo la rubia.

-De qué estás hablando? -preguntó la mexicana confundida.

Carla se puso de pie y fue hasta su cartera que estaba sobre una mesa y buscó algo en ella.

-La persona que mi madre más quiso en el mundo fue mi abuelo, el anterior marqués-dijo la rubia y le dio algo a Lu.

Lu observó el pequeño objeto. Era un encendedor de oro que tenía el sello del marquesado de Caleruega tallado.

-Él le dio a ella ese encendedor de oro que era de él-explicó la rubia-a él se lo había regalado el rey de España. Ella no fumaba y sin embargo lo llevaba a todos lados. Siempre estaba en su bolso. Pero lo dejó en el vestidor la noche que desapareció. Es una señal. Ella odiaba todo esto, lo odiaba a él. No encontraron su cuerpo porque no está muerta.
Huyó.

Lu no sabía que responder.

********

Ignacio iba a pasar la noche afuera vigilando a una esposa infiel por encargo de su celoso esposo, por lo que Samuel aprovechó e invitó a sus amigos. Todos comían y bebían juntos y Poni estaba con ellos, feliz de tener la atención de todos. Samuel aun recordaba cuando había conocido a su compañero canino.

FLASHBACK

Un Samuel de 12 años, veía películas en su anterior casa, junto a sus nuevos amigos Carla, Marina y Guzmán. Los dos muchachos querían ver películas de Rápido y Furioso o de Transformers, pero Marina y Carla insistían en ver películas de terror, mientras más sangrientas mejor.

Samuel fue hasta la cocina para buscar bocadillos para él y sus amigos y escuchaba a su madre cerca de allí hablando a susurros con alguien había dejado en la mesa de la cocina un vaso con su bebida. El pequeño Samuel se acercó y olió el contenido del vaso. Era una asquerosa bebida alcohólica. Samuel supuso que era de esa botella de vodka que había descubierto días atrás, escondida entre los productos de limpieza.

Pilar apareció en la cocina con su teléfono en su mano y pareció asustada al ver a su hijo.

Luego vio que Samuel tenía el vaso que ella había dejado y bajó la mirada avergonzada. Samuel solo la miró por un instante con decepción y fue por lo que había venido a buscar.

Les llevó las botanas a sus amigos, quienes seguían peleando por qué película ver.

Pilar, desde la puerta, veía a su hijo con sus amigos. Estaba aliviada que Ari, Patrick y Mencía no hubieran venido, eso haría todo mucho más incómodo. Había notado la mirada de decepción que su hijo le dio en la cocina. Pilar sintió vergüenza de sí misma. Esa mirada de Samuel nunca iba para Ignacio. Él era el héroe siempre.

Pilar escuchó como la puerta principal era abierta y los pasos acelerados de Samuel para ir a abrazar a su padre después de una jornada laboral.

-¿Y este quién es?-dijo Samuel emocionado.

Pilar se acercó y vio lo que Samuel y sus amigos están viendo.

Ignacio tenía en sus brazos un pequeño cachorro, quien se movía emocionado en dirección a Samuel. Ignacio lo dejó en el suelo y Samuel se arrodilló y el cachorro fue corriendo hacia él. Samuel levantó al pequeño perro de color gris y este le lamió la cara con premura.

-Es tuyo ahora, Samu-dijo Ignacio-hoy hicimos una redada en un lugar que organizaba peleas clandestinas de pitbulls. La mayoría eran perros adultos, pero había cuatro cachorros.

Pilar pensaba que ahora ella debería limpiar todo lo que ese cachorro ensuciara de ahora en adelante.

-Es hermoso-dijo Marina emocionada.

Guzmán acariciaba al perro y sonreía y Carla miraba hipnotizada al cachorro.

-Papá y mamá no me dejan tener mascotas-dijo Carla-dicen que solo ensucian y rompen.

Lo dijo en voz baja y solo Samuel pudo escucharla.

-A sus tres hermanos pudimos encontrarle un hogar- explicó Ignacio-pero a este pequeño no.

-¿Y por qué te quedaste con este?-preguntó Samuel.

-Creo que nos hacía falta una mascota-dijo Ignacio- además, le orinó la pierna a Castañeda y eso me encantó.

Samuel y sus amigos rieron. Parecían haber olvidado las películas.

-Debes ponerle un nombre-le dijo Ignacio a su hijo.

-Llamémoslo “Lucrecio”-propuso Marina- así molestaremos a Lucrecia.

Samuel y Carla rieron con fuerza. Ignacio también sonrió. Era normal que Marina hablara como si ella también fuera parte de la familia.

-Se llamará “Poni”-dijo Samuel y todos lo miraron divertido por eso.

-¿Por qué ese nombre?-preguntó Guzmán riendo.

-Para reemplazar al poni que papá me prometió y jamás me compró-dijo Samuel y todos los presentes rieron con fuerza.

Pilar pensó que podía aceptar al perro en su casa, no quería que su hijo se decepcionara aún más de ella.

FIN DEL FLASHBACK

********

Los amigos de Samuel ya se habían marchado y Samuel había quedado solo junto a Poni.

El sueño invadió a Samuel y se dispuso a por fin irse a la cama. Se puso de pie para marcharse a su habitación, cuando el timbre sonó. Samuel miró hacia la puerta extrañado
¿Quién vendría a esta hora?

Fue hasta la puerta y observó por la mirilla. Samuel abrió la puerta, claramente confundido.

-¿Carla? –dijo Samuel extrañado-¿qué haces aquí?

-Quiero que encuentres a mi madre-dijo la rubia sin titubear.

Notes:

Sé que en esta historia Carmuel se hizo esperar. Ahora todo comenzará a cambiar. Esto no significa que en el próximo capítulo ya estarán juntos, sino que desde ahora ellos tendrán un tipo de interacción diferente.

Chapter 14: Amor prohibido

Summary:

Carla deberá pedirle ayuda a Samuel para lograr algo casi imposible. habrá un romance escandaloso en Las Encinas.

Notes:

Este capítulo comenzará inmediatamente donde terminó el anterior.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

P.O.V. SAMUEL

Frente a mí, en la puerta de mi departamento, estaba Carla Rosón Caleruega pidiéndome que encuentre a su madre que acaba de morir tirándose de un puente.

Esto es rebasar un límite de locura, y lo digo yo que soy un joven de 16 años que busca al asesino de su mejor amiga.

Carla parece leer todo eso en mi rostro.

-Calma, no te pido dragues el lago-me dice exasperada-mi madre no está muerta.

Es hora de comenzar a poner orden en todo esto y decido comenzar por lo más obvio.

-Entra ¿quieres? -le digo y me hago a un lado para dejarla pasar.

Ella entra a mi departamento y lo primero que ve es a Poni quien viene alegremente a verla.

-¿Sigues teniendo a Poni?-preguntó Carla y por primera vez la veo sonreír.

Ella se agacha y acaricia al perro. Luego de un rato vuelve a mirarme.

-Samuel, ella no está muerta-me dice con firmeza.

-¿Qué te hace creer que está viva?-le pregunto.

-¿Por qué todos suponen que no lo está?-dice Carla exasperada-no hay cuerpo.

Como hijo de un ex policía y actual detective sé que la ausencia de cuerpo no es suficiente para suponer que alguien está con vida.

-¿Qué hay de la mujer que la vio saltar? Salió en todos lados-pregunté.

-Si salió en televisión, debe decir la verdad-dijo ella con sarcasmo-faltan sus tarjetas de crédito. Quiero decir ¿eso no es una pista o algo así? No saltas de un puente con tu tarjeta de platino.

Esto se está volviendo cada vez más loco. Sé lo que es extrañar a tu madre así que debo tener tacto con ella.

-Carla…-comienzo a decir.

-Conozco a mi madre-me dice con fuerza.

-Está bien-le digo extendiendo mis manos tratando de que se calme-oí que dejó una nota.

-Sí, quiere que la gente piense que murió-me dice convencida- si ella hubiera querido matarse lo haría tomando pastillas y vino del marquesado. No se arriesgaría a que la encuentren hinchada.

Sé que debo hacerla entrar en razón. Incluso sé que quizás Beatriz no fue la mejor madre del mundo con ella. Pero yo también tengo una madre llena de defectos y daría lo que fuera por saber dónde está. Quizás Carla y yo no somos tan diferentes.

-Veré que puedo hacer-le digo finalmente.

Ella no me dice gracias, pero asiente con su cabeza. Se dirige a la puerta para marcharse, pero antes voltea hacia mí.

-Sabes, yo solo necesito saber si está bien-dice y finalmente se marcha.

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P. O. V. OMNISCIENTE

Martín Lozano era el profesor más popular de Las Encinas. Impartía Historia y era el profesor preferido de todos los estudiantes de Las Encinas, principalmente de Samuel. Ese instituto se había convertido en un sufrimiento constante para Samuel por todo el acoso que sufrió de los estudiantes allí. Algo que, sin duda alguna, había forjado el nuevo carácter de Samuel. Pero, una de las cosas que Samuel aun valoraba con afecto eran las clases de Historia. El carisma de Martín lo había hecho ganarse el afecto de todos los estudiantes.

Martín era un gran maestro, que siempre lograba entusiasmar a sus estudiantes por algo como la historia que suele ser considerado aburrido por la mayoría de los estudiantes.

-¿Cuál fue la principal causa de la caída de Hitler?-preguntó Martín.

-Atacar a Rusia sin haber asegurado Inglaterra primero-respondió Lu con entusiasmo.

Si Lu se mostraba feliz en algo era una muestra de lo buen profesor que era Martín.

-¡Bien Lucrecia!-dijo el profesor con entusiasmo.

-¿Cuál es el acuerdo que marcó el fin formal de la guerra, Samuel?-preguntó el profesor.

-¡El pacto de Varsovia!-dijo el castaño.

-¡Excelente, Samuel!-felicitó el profesor.

-Entonces es momento de la pregunta que determinará qué equipo gana…-dijo Martín.

Había dividido a los estudiantes en dos grupos que debían competir respondiendo las preguntas del docente.

El profesor señalaba buscando a que estudiante hacerle la pregunta hasta que se decidió por la estudiante Cecilia Badía.

-¡Cecilia!-dijo el profesor-¿Qué sanciones le implementaron a Alemania después de la guerra?

Cecilia suspiró.

-La respuesta es: no estoy embarazada-dijo la chica-deja de evitar mis llamadas y guarda tu dinero para “hacerte cargo”. Te devuelvo tu llave, ya no la necesitaré.

El silencio se apoderó de todos los presentes.

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P. O. V. SAMUEL

Después de lo que dijo Cecilia todos quedamos en un silencio sepulcral. Sonó la campana y todos salieron rápidamente. Ahora los chismes comenzarían a correr. ¿Una estudiante tuvo un amorío con un maestro?

Los estudiantes salían del salón susurrando alternando su mirada entre la altanera Cecilia y el compungido Martín.

Cuando estuvieron afuera me acerqué a Martín para ver como está.

-¿Está usted bien?-le pregunto

-Tuve mejores momentos-dice bromeando con tristeza-lo está inventando ¿sabes? Jamás toqué a esa chica. Jamás la vi fuera de clases.

-Lo sé-le digo.

Conozco muy bien la forma de ser de Cecilia. Yo mismo fui su víctima en el pasado.

-Sí pero no importa-dice Martín desanimado- la clase terminó hace menos de un minuto y ya lo debe saber todo el instituto.

-Probablemente tengas razón-le digo con tristeza.

-Siempre quise ser maestro-me dice triste-era mi sueño y se acabó.

Es uno de nuestros mejores profesores. El mejor de hecho. Algo tengo que hacer.

-No si puedo evitarlo-le digo a mi profesor.

********

Los estudiantes de las Encinas habían recibido los nuevos chismes con una postura bastante clara: todos estaban de parte del profesor. Nadie le creía a Cecilia su acusación.

La muchacha almorzaba sola en una mesa mientras alrededor de ella había risas, comentarios y burlas.

Yo ya estaba en el caso y le había pedido a Ander que buscara el expediente de Cecilia. Como siempre Ander había protestado, pero al final había accedido.

-Es duro como tratan a esa chica-dijo Omar refiriéndose a Cecilia.

-No busques mi simpatía –dije después de tomar un trago de agua-Cecilia siempre fue la reina del chisme en Las Encinas.

-¿Recibes una corona por eso?-bromeó Rebe.

Vi pasar a Guzmán y dejé a mis amigos para hablar con él.

-Hola-le digo.

Luce un poco sorprendido de que le hable.

-Hola, Samu-me dice.

-Escucha, necesito un favor-le digo-nuestro médico de cabecera murió y necesitamos uno nuevo. ¿Puedes decirme el nombre del tuyo?

-Claro-me dice-se llama Alejandro Linares. Lo encontrarás en Internet.

-Gracias-le digo sonriendo.

-Pero te advierto que es un poco caro-me dice algo apenado.

-Tenemos seguro médico-le digo.

Guzmán me mira con algo de lástima. Lo entiendo perfectamente, dado que un seguro médico que puedan pagar los García no debe alcanzar para un médico que atiende a los Nunier.

Eso no importa. Alejandro Linares, lo tengo. Es hora de averiguar que misteriosa enfermedad padeces Guzmán.

********

Cuando por fin podía irme de Las Encinas para ir a Investigaciones García, Ander me encontró en el estacionamiento del colegio. Sin decir nada, el hijo de la subdirectora sacó de su mochila una carpeta y me la entregó.

-El archivo de Cecilia-me dijo-si te atrapan con esto negaré cualquier conocimiento de tu persona o tu misión. Estarás solo.

Su seriedad me causa gracia.

-Descuida. Tengo una cápsula de cianuro en un diente falso-le digo-si me atrapan, tomaré la salida honorable.

-Fue un placer conocerte García-me dice Ander saludándome al estilo militar y se va.

Yo me rio. Lo más probable es que si Azucena descubre que su hijo sacó un expediente no diga nada.

Comienzo a leer el archivo y veo que hay cosas bastante interesantes que podrían ayudarme a salvar el empleo de Martín. Sigo leyendo mientras camino hasta mi auto cuando escucho una voz femenina.

-¿Lees algo interesante?-al darme la vuelta veo a Carla.

Supongo que quiere saber si hay novedades con lo de su madre. No me molesta investigar esto. Aun cuando creo que simplemente Carla se aferra a una esperanza inútil, pero es la proximidad con Carla que esto implica lo que siento que me abruma. Nosotros somos enemigos.

-Algo relacionado a un caso-le digo.

Antes sabía cómo relacionarme con ella. Peleábamos, comentario sarcástico contra comentario sarcástico, pensar que solo es una pija tonta más de Las Encinas y ya. Era fácil.
Tener a Carla como una chica quebrada que extraña a su madre y que me pide ayuda es algo que aún no puedo procesar del todo. Aunque, todos cambiamos. Yo soy la prueba de ello.

-¿Alguna novedad?-me pregunta.

-Puse avisos sobre las tarjetas de tu mamá-le cuento.

-¿Y eso que significa?-me dice.

-Que un amigo de mi padre que trabaja en el banco de tu familia me avisará si se usa alguna-le cuento-¿Y recuerdas la testigo ocular que salió en la televisión?

-¿La oportunista?-pregunta ella molesta.

-La misma. Dará una declaración mañana en la estación de policía-le digo-iré a ver si quiere charlar conmigo.

No siento que tenga algo más para decirle así que sigo caminando, pero escucho sus pasos detrás de mí.

-Iré contigo-me dice.

-A pesar de la opinión popular-le digo en broma-no puedes sacarle la verdad a alguien a los golpes.

-Iré, Samuel-me dice con dureza.

-No lo harás-le respondo casi riendo.

-¿Cómo me detendrás?-me dice con soberbia.

-¿Con mi fuerza de voluntad? ¿Mi gran carisma? ¿Golpes de karate? -le respondo bromeando.

Ella me toma del hombro y me obliga a mirarla de frente.

-Yo sabré si miente-me dice con firmeza-tú no.

Supongo que, si tendré a la rubia molestándome, es mejor que la tenga bajo mi control y no haciendo estupideces.

-Bien-acepto finalmente-tengo un plan.

Ella sonríe.

-No me sorprende-me dice y se va.

Comienzo a pensar que debí rechazar este caso. Sin embargo, no me detengo mucho en eso ya que veo a unos metros de mí a Cecilia subiéndose al coche que conduce el chofer de su familia.

-¡Cecilia, espera!-le grito y corro hacia donde está ella.

Ella me mira, confundida al principio y luego sonríe.

-¿Para qué?-me dice-¿para decirme cuánto me admiras por mi declaración?

-Para que puedas retractarte antes que pruebe que mientes-le aclaro.

-¿Qué te importa?-me dice algo seria.

-Martín es un buen profesor y no hay muchos-le respondo.

Ya es hora que los pijos comiencen a darse cuenta que no pueden destruir las vidas de los demás a su antojo. Y bueno, al parecer debo usar los súper poderes García para eso.

-Claro, si omites el hecho que seduce estudiantes-me dice con arrogancia.

-Cecilia, soy yo, Samuel. Te conozco-le digo molesto.

-Eres tan ingenuo-me dice con burla.

-Si, ese soy yo, ingenuo-le respondo con sarcasmo-Martín llamó a tus padres el septiembre pasado. No parece algo que haría un novio ilegal.

Ella parece sorprendida que yo supiera eso, pero su rostro vuelve a mostrar su arrogancia habitual.

-Cree lo que quieras-me dice-nunca me importó tu opinión sobre mí. Menos ahora.

Se sube a su coche y se marcha. Definitivamente voy a probar que miente.

********

Llego a Investigaciones García para trabajar y veo a papá allí bebiendo de una taza de café.

-Hola, papá-le digo.

-Hola, Samu-me dice-¿Conoces a un profesor llamado Martín Arévalo?

-Sí, estoy en su clase-le digo confundido.

-Me alegra-dice papá sonriendo-Quiero que averigues todo lo que puedas sobre él.

-¿Porqué?-no entiendo nada.

-Los padres de una chica llamada Cecilia Costas quieren que lo investigue. Cecilia presentó cargos por acoso sexual contra él esta tarde. Quieren despedirlo.

Siento como si el suelo se moviera a mis pies y miro a papá con la cara desencajada. Rápidamente me voy hasta mi escritorio y comienzo a organizar unos archivos con más rudeza de la que debería.

-¿Qué sucede?-me pregunta sorprendido-cálmate ¿porqué estás tan molesto?

-Martín es un profesor increíble. Uno de los pocos buenos en Las Encinas-le digo enojado-¿ Y tú te sumarás a la caza de brujas para perseguirlo?

-Solo verificaré sus antecedentes-se defiende mi padre-no organizo un aguillotinamiento frente a la Bastilla.

-Oficialmente, no puedo ayudarte-le aviso-ya me ofrecí a trabajar para él. ¿Sabes como temo ir a esa escuela cada día? ¿Cómo todos me hicieron la viuda imposible desde lo de Marina? Su clase es una de las pocas cosas que espero con ansias.

Veo un poco de dolor en el rostro de papá.

-Lo siento-me responde tranquilo-este es mi negocio. Es mi trabajo. Además, esta chica merece ser oída.

-En realidad no lo merece-le digo con rencor- es mentirosa, chismosa y manipuladora.

-¿Qué te hace creer eso?-me pregunta intrigado.

-Es así-le digo algo evasivo.

-No puedo dejar el caso basándome en una sensación tuya-me dice-lo siento.

Se marcha hasta su oficina.

-Bien, puedes contestar tus propias llamadas-le digo y me quedo de brazos cruzados.

FLASHBACK

Ari había terminado conmigo y no podía entenderlo. Bueno, terminar implicaría que me hubiera dicho algo. Simplemente dejó de hablarme de la nada. No sé qué más hacer. Ni siquiera sé si hemos terminado, y esa incertidumbre me está volviendo loco.

Estaba solo debajo de uno de los árboles de Las Encinas y de pronto escucho dos voces femeninas.

-Me sorprende que duraran tanto-dice una de ellas.

-Lo sé-dice la otra chica-¿de todos los chicos con los que podía salir, Ariadna elige a Samuel García? ¿No es una locura?

Reconozco sus voces, son Cecilia Costas y Romina Torrejón, las reinas del chisme en Las Encinas.

-Ella está demente, eso es seguro-dice Cecilia.

-Él la tiene bien agarrada-dice Romina-¿sabes? Siento pena por ella. Todos sabemos que él busca su dinero.

-No, quiero decir que está demente de verdad-aclara Cecilia.

-¿Dé qué hablas?-dice Romina confundida.

-Alguien que conozco trabaja en el hospital y me dijo que internaron a Ari pateando y gritando llamando a Samuel. Estaba muy afectada y lloraba como una loca. Tuvieron que sedarla.

-Vamos-dice Romina claramente no creyéndolo y riendo.

-Es lo que oí-dice Cecilia divertida.

¿Cómo pueden ser tan crueles y mentirosas?

Salgo de mi escondite y al verme, ellas se dan cuenta que escuché todo lo que dijeron. Parecen tenerme un poco de miedo.

-Cecilia Costas y Romina Torrejón-les digo con asco-supongo que hay que tomarlo como de quien viene.

FIN DEL FLASHBACK

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Estaba sentado en la comisaría, esperando que terminara con su testimonio la mujer que supuestamente había visto a Beatriz tirarse del puente. Esto sería otra misión más de esperar a atrapar a un culpable si no fuera porque a mi lado tengo una futura marquesa con la que no nos tenemos mucho aprecio mutuamente. Carla estaba sentada junto a mí, muy erguida e impasible.

El punto de todo esto es que soy un tonto. ¿Por qué estoy ayudando a una persona que ni siquiera me cae bien a buscar a una mujer que a todas luces debe estar muerta? Bien Samuel, debes buscar un psicólogo que te ayude a encontrar una respuesta a eso.

Quiero creer que hago esto solo por el misterio y lo bien que me caía Beatriz. Aunque, si Beatriz efectivamente quería huir de su vida ¿por qué buscarla?

La puerta de la oficina del inspector se abrió y la señora salió. Toco el hombro de Carla y al ver a la mujer Carla quiso levantarse para enfrentarla. Sin embargo, me encargo de detenerla.

-Tranquila-le digo-ya tengo a alguien en el caso.

Le doy a Carla un auricular y ella parece confundida pero no me cuestiona y se lo pone en una oreja. Yo también tengo uno. Ahora podremos escuchar lo que esta mujer hablará con quién me está ayudando.

-Señora Sandoval-dice la voz de un hombre-mi nombre es Claudio Martínez de “Noticias a las 8”. Mi jefe está muy interesado en su versión sobre lo que ocurrió con la marquesa.

-¿Hablamos de una exclusiva?-dijo la mujer con una voz muy desagradable-porqué recibí muchas ofertas.

-Es una exclusiva, sin dudas-dijo Claudio.

No pude evitar sonreír. Quizás muchos consideren a Claudio un simple abogado de oficio, pero siempre fue útil para los distintos casos de papá y los míos.

-¿Cuál es la oferta?-preguntó la mujer.

-Depende de lo que usted sepa-dijo Claudio con picardía-¿Ella se veía intoxicada, drogada o herida?

-Si eso quieres, seguro-dijo la desagradable mujer casi riendo.

Bien, comprobado, ella es un fraude.

Reaccioné un segundo tarde, porque Carla salió disparada contra esa mujer que aún estaba con Claudio.

-¡Eres una hija de puta oportunista!-le gritó Carla a la mujer.

La mujer parecía asustada y miró a Claudio buscando una respuesta. Al ver la cara del abogado la mujer se dio cuenta que fue una trampa y se marchó rápidamente del lugar.

-Carla, ya basta-le digo a la rubia-Gracias, Claudio le digo.

-Me debes una, niño detective-me dice el hombre y se va.

Veo que están entrando un grupo de policías y entre ellos reconozco a alguien.

-Carla, espérame aquí-le digo.

Ella ni siquiera parece haberme escuchado. La dejo y me dirijo a quien había visto recién.

-¿Oficial Grajera?-le pregunto con algo de temor.

-¿Qué quieres Samuel?-me dice.

Veo en su rostro que realmente la lastimé con lo que hice.

-Una oportunidad para explicarme-le pido.

-¿Explicar qué? Me usaste, lo entiendo-me dice enojada.

-Marina Nunier era mi mejor amiga-le digo.

-Sé todo sobre la investigación del crimen y tu papá-me dice exasperada.

-No le sabes-le refuto- conoces la historia que todos conocen.

Ella me mira como si tuviera un bicho en la cara.

-Un tipo confesó-me responde-dijo que él lo hizo.

La tomo de un brazo y la llevo a un rincón y comienzo a hablar en voz baja. No quiero que ningún policía o Carla me escuchen.

-¿Sabías que el jefe de seguridad de la inmobiliaria Blanco y la constructora Nunier hizo la llamada que llevó al arresto de Romano?-le pregunto-¿Sabías que las fotos de la escena del crimen demuestran que es imposible que Abel Romano saliera con el par de zapatillas de Marina que encontraron? ¿Sabías que una multa de tránsito muestra que la hora de la muerte es errónea?

Ella queda muda por un instante y me mira con incredulidad.

-¿Cómo sabes todo eso?

-Porque hice todo lo posible para llegar a la verdad-le respondo con arrepentimiento-incluso usarte. Y lo siento mucho. Pero te usé y luego me gustaste, no a la inversa.

La mirada de ella cambia y se torna pícara.

-¿Te gusto?-me pregunta coqueta.

Creo que me sonrojé.

********

Es fin de semana, pero no puedo detenerme. Necesito averiguar que sucedió realmente entre Martín y Cecilia. Él llamó a sus padres en septiembre y aparentemente eso causó un conflicto. Esto parece pintar un paisaje relativamente claro. Él le puso una mala calificación y eso la molestó. Aunque acusarlo de tener una relación con una menor de edad parece algo extremo. Aunque, como detective (e hijo de otro) aprendí que la gente puede querer vengarse por las cosas más absurdas.

Toco el timbre de la casa de Martín. Él abre la puerta y parece muy sorprendido de verme allí, pero de todas formas me invita a pasar. Cuando entro veo que hay una niña pequeña allí. Está sentada a la mesa y está coloreando un libro. Debe tener 5 o 6 años.

-Lisa, te presento a uno de mis estudiantes, se llama Samuel-dice Martín.

La niña me regala una tierna sonrisa en la que veo que le faltan algunos dientes.

-Siento invadir tu fin de semana-le digo.

-No hay problema ¿Qué necesitas? -me responde.

-Hace unos meses pediste una reunión con los padres de Cecilia-le digo para ver su reacción.

-¿Cómo supiste eso?-me dice sorprendido.

-No puedo revelar mis fuentes-le digo.

Claro que jamás mandaré a Ander a la horca.

-Samuel, aprecio tu oferta de ayuda, es muy generosa, pero creo que este es un problema de adultos-me dice.

-Los padres de Cecilia pusieron a un detective a investigarte-le informo- habrá una audiencia. Si el Consejo disciplinario le cree a Cecilia, no volverás a enseñar.

Eso parece hacerlo entrar en razón.

-Vinieron por sus calificaciones-me cuenta- le puse 7 en un examen y creen que eso la aleja de su universidad soñada.

-¿Por eso fue detrás de ti?-le pregunto. Es más, o menos lo que ya había pensado.

-No sabría decirte-me responde.

-¿Tienes un representante para la audiencia?-le pregunto. Va a necesitar una buena defensa.

-El del sindicato-me responde.

Bueno, supongo que es mejor que nada.

-¿Quién es?-le pregunto. Si puedo unir mi investigación a su defensa, todo será más fácil.

-Lo estás mirando-me dice con una triste sonrisa.

Mierda.

********

Estoy en Investigaciones García, aun buscando la forma de ayudar a Martín. No sé cómo hacerlo. Necesito saber exactamente que dijo Cecilia, solo así podré investigar sus mentiras a partir de eso.

La puerta se abre y entra papá que venía de la calle.

-¿Algún mensaje?-me pregunta pero lo ignoro. Sigo molesto con él por sumarse a esta persecución contra Martín.

No miro a papá, pero puedo sentir que él sigue frente a mí.

-Samu-me dice cansado-sé que admiras a este tipo y celebro que luches por tus convicciones. Pero Martín es malo y no quiero que sufras cuando salga la verdad.

Por primera vez lo miro y me cruzo de brazos.

-Lo siento, pero le creo-le digo con convicción.

-Cecilia llevó un diario detallado de su relación, con fechas y horas-me cuenta y saca el diario de portafolio y me lo muestra- registró la fecha de un fin de semana en un hotel cuando sus padres no estaban en la ciudad. Escribió que él la llevó a un restaurante en Getafe después que ella ganó la competencia de debate.

-Eso no prueba nada-le respondo desafiándolo- yo puedo escribir que me reúno con Kim Kardashian para que me haga masajes y eso no lo hace realidad.

Papá no se ve molesto, sino que tiene ese rostro que pone cada vez que no quiere decirme algo que me desilusione.

-Revisé el historial de crédito de Martín-dice papá-las fechas coinciden con las de Cecilia.

-Ella pudo haberlo seguido-le digo, aunque ni yo me lo creo.

-Samu, es muy específico-me dice papá- y no quiero que te veas con Kim Kardashian.

Se encierra en su oficina y me quedo pensando. Ese diario que escribió Cecilia es la forma en que puedo probar que miente.

********

-Buenas tardes, señorita-digo mientras hablo por teléfono-quisiera reservar un turno para que el doctor Linares pudiera atenderme…si, mañana es perfecto. Muchas gracias.

Cuelgo la llamada. Ahora podré averiguar cuál es la enfermedad misteriosa que tiene Guzmán y si es que tiene algo que ver con la muerte de Marina.

-No soy doctora, pero creo que la penicilina hace milagros-dice Carla desde la puerta.

-No puedo decir que te esperaba-le digo.

Realmente pensé que el caso de su madre estaba cerrado.

-Sí, usualmente evito los vidrios manchados-dice ella mirando las ventanas de nuestra oficina.

-Así que por eso no me visitabas…esos vidrios seguirán sucios-le respondo sonriendo.

Ella suelta un periódico en mi escritorio.

-Hay una mujer que vio a mi madre salir del auto y entrar a una camioneta con un extraño-me dice.

-También hay una tribu indígena que venera el peinado de Donald Trump-le digo con sarcasmo-es un tabloide, Carla.

-¿Por eso tiene que ser mentira?-me dice enfadada.

-No quiero que te ilusiones, es todo-le responde.

Parece ligeramente convencida por mi respuesta, pero rápidamente vuelve a su pose altiva de siempre.

-No te pago por preocuparte por mis ilusiones-me dice- te pago por seguir pistas.

-No sabía que me pagabas-le respondo.

Es cierto, nunca hablamos de dinero.

-No es un favor, es un trabajo, no un delirio adolescente-me dice.

Creo que desde que Beatriz murió recién puedo ver a la Carla Rosón que es un ser humano. Es esa parte de ella que nunca deja que nadie más vea.

-Es bueno aclararlo-le digo.

-La mujer dijo que mi mamá se veía feliz y divertida-me dice como recomponiéndose en su arrogancia-así que has tu magia.

Realmente creo que nada de esto funcionará, pero si eso la mantiene de pie entonces lo haré. Leo la noticia sobre Beatriz en el periódico que me dio Carla.

-“Sonia Bolaños de Madrid”…-al menos vive cerca así que reviso sus información y antecedentes en la página web que suelo usar con papá y encuentro su número de teléfono así que la llamo-Hola Sonia. Habla Samuel del periódico “El Mundo”. Tengo unas preguntas más sobre la historia de Beatriz Caleruega…en persona es mucho mejor. No, el martes no puedo. El periódico trabaja a la noche.

-¿Qué estás haciendo?-me dice Carla enojada y en voz baja.

-¿Estarías disponible ahora?-le pregunto y Carla por primera vez desde que llegó me sonríe.

********

Citamos a la mujer a la cafetería llamada La Cabaña del Lago. Carla y yo llegamos un poco antes para estar preparados para cuando llegue esta mujer llamada Sonia. Carla estará junto a nosotros, pero dándonos la espalda. Como si fuera otra cliente más. Sonia no la verá, pero Carla podrá escuchar toda nuestra conversación mientras me hago pasar por un periodista que entrevista a esta supuesta testigo.

La mujer llegó y me saludó amablemente. Ciertamente no tiene el aspecto de caza fortunas que tenía la otra supuesta testigo. Esta parece ser una mujer más amable. Por suerte, tengo preparadas las preguntas correctas para saber si es una mentirosa o no.

-No estoy seguro de cuanto cobraste por la última nota, pero…-le digo y comienzo a buscar dinero en mi billetera.

Ella adelanta sus manos para detenerme con una sonrisa.

-No cobré nada-me dice-pensé que la gente debía saber la verdad, con esa mujer diciendo todas esas cosas en la televisión.

Bien, no cobró. Esa es una buena señal.

-¿Hay algo más que recuerdes?-le pregunto-¿el modelo del automóvil o una parte de su patente?

Sigue sonriendo y habla como si no hubiera escuchado mi pregunta.

-Estaba tan emocionada de ver a Beatriz-me dice feliz- creí que estaba ahí para una sesión de fotos o algo así.

-¿Viste en persona a Beatriz antes?-le pregunto.

-Una vez, ella fue con Teodoro a la gala de un museo en la ciudad-me cuenta-debo haber visto las noticias de esa gala unas 100 veces.

-¿100 veces?-le pregunto.

No es solo que vea la misma noticia una y otra vez, sino la excesiva alegría y emoción con la que lo hace. Hay algo extraño en ella.

-Puedo verificarlo si quieres-me dice emocionada.

¿Lleva la cuenta? Debo ser más preciso con mis preguntas.

-En la entrevista-le digo-dijiste que la marquesa se fue en un automóvil azul.

-Era el auto azul en el que fue al baile en el palacio del rey en el 2006. El mismo.

-¿El mismo modelo?

-No, el mismo automóvil-me dice emocionada- esa fue la noche en que Teo le propuso casamiento. Eran tan jóvenes. No se cómo alguien puede pensar que ella se suicidó. Es la mujer más afortunada del mundo.

Y en ese momento lo entendí. Su sonrisa de lunática, sus excesivos datos sobre la vida de Beatriz, su deseo de que esté viva. Ella no vio a Beatriz, solo es una fanática un poco trastornada y obsesionada con la marquesa.

Al parecer Carla llegó a la misma conclusión que yo porque, aun dándonos la espalda, se pone de pie y se marcha a otro lado de la Cabaña del lago.

Le pido disculpas a Sonia y voy detrás de Carla. Camino solo un poco y la veo apoyada en una pared cercana a la puerta de entrada. Se abraza a sí misma y agacha la cabeza, como si no quisiera que nadie la viera vulnerable pero no pudiera evitarlo.

-Yo hubiera hecho lo mismo-le digo

-¿Hacer qué?-me pregunta sin mirarme.

-Si fuera mi madre, me hubiera creído la misma historia-le digo.

Por fin me mira y veo que sus ojos están húmedos, pero aun así no cae ninguna lágrima, seguramente por esfuerzo de la propia Carla.

Ella no me responde, solo se marcha.

********

Llego a casa algo triste por lo que pasó. Si bien desde un principio creí que era una locura de Carla, una pequeña parte de mí se aferraba a la esperanza de que Beatriz estuviera viva. Es este oficio generalmente das malas noticias y es bueno, de vez en cuando, hacer feliz a las personas.

Papá está cocinando. Prepara macarrones, mis preferidos. Esto es una mala señal porque si se está tomando esas molestias es porque tiene malas noticias para darme.

-Ya, dímelo-le digo desanimado.

-Quizás sea mejor esperar a después de cenar-responde él sonriendo.

-Te prometo que no arruinará mi apetito-le aseguro.

Él deja de fijarse en la salsa que estaba preparando y me mira con tristeza en el rostro.

-Martín fue despedido de su anterior trabajo por las quejas que presentaron los padres de dos chicas-dijo papá.

Mierda.

-Debes dejarme leer el diario de Cecilia-le digo.

-Samu-me dice severo-sabes que no puedo hacer eso. Es su intimidad y me la confiaron solo a mí.

A veces es odioso tener un padre con una moral tan fuerte.

-Espero que como postre haya helado-le digo.

********

Bien, Martín tiene, aparentemente, antecedentes de involucrarse con jovencitas. Eso debería ser suficiente para deje el caso. Entonces ¿Por qué sigo creyendo que hay algo que está mal en todo esto?

Quizás me esté dejando llevar por la antipatía que siento por Cecilia y no lo miré objetivamente. Quizás quiero que Martin, el profesor que más admiro, sea inocente para que mi estancia en Las Encinas no sea tan mala como yo la siento.

Hay algo que está fallando, puedo sentirlo. Tomo las llaves de mi auto y voy hasta Investigaciones García. Es tarde y papá está en casa así que sé que no tendré interrupciones.

Si lo que quiero es salvar el empleo de Martín, debo conseguir el supuesto diario. Sé que si lo leo podré encontrar alguna contradicción o un detalle que me lleve a la verdad.

Por desgracia papá cambió la clave de la caja fuerte cuando se dio cuenta que yo revisaba sus archivos sobre el caso de Marina. Es del tipo inusual que elige números insignificantes. Él me lo enseñó. Nueve de cada diez personas eligen como contraseñas números que significan algo. Cumpleaños, aniversarios, direcciones. Pero papá es listo que eso.

Sin embargo, sé que debe haber un truco. Una persona puede ser capaz de elegir de contraseña números que no tengan un significado, pero el problema será recordarlos. Esa clase de números serian fácilmente olvidables. Entonces, debe haber un modo de recordarlos.

Corriendo me dirijo al escritorio de papá y busco alguna anotación o algo. Es increíble toda la gente que escribe la combinación en un papel o lo coloca en un tablero informativo…o la garabatea en su agenda en el día de su cumpleaños…

Bingo.

Papá escribió la contraseña en su agenda, pero no en el día de su cumpleaños sino en el mío. Me alegro de saber cuánto aprendí escuchando a papá.

Bajo hasta la caja fuerte y pongo la combinación que encontré anotada y resulta ser la correcta. Miro en el interior y veo una caja metálica que tiene escrito “Caso Cecilia Badía”.
Saco la caja metálica y la llevo hasta el escritorio de papá. Estoy de pie frente a ella y me dispongo a abrirla.

Cuando lo hago, una bomba de pintura azul me explota en la cara. Sospecho que hay una lección que aprender aquí.

********

En el baño de Investigaciones García me lavo la cara tratando de sacar la pintura que me hace parecer un pitufo.

-Hola Samu-me dice papá sonriendo a mis espaldas y lo veo por espejo frente a mí- ¿Qué hiciste?

- ¿Dónde guardaste tu trofeo de “El padre del año”? -le digo molesto-porque se me ocurrió un lugar donde ponerlo.

-Qué suerte que no usé la trampa para osos-me dice bromeando.

-No es gracioso-le digo enojado-necesito ver ese diario. Ella miente. Lo sé. Puedo sentirlo en mi cuerpo.

-No tienes que ponerte azul-me dice aguantando la risa.

-¿Estás siendo condescendiente?-le pregunto.

-Para ser justo, soy tu jefe-me dice.

Él más que nadie debería saber lo que está en juego aquí.

-Ellos usarán tu investigación de las tarjetas y ese diario para probar que estaban juntos-le explico-sólo dame los días y las horas, no tengo que leer el diario. ¿Quieres ser el responsable de hundir a un buen hombre? ¿Destruir su reputación? ¿Puedes darme una pista?

Veo que toqué una fibra sensible en él. Él sabe en carne propia lo que es que injustamente destruyan tu reputación.

-Días y horas, es todo-me dice papá aceptando mi propuesta.

********

Memoricé anoche todas las fechas y horarios de las actividades de Cecilia durante su supuesta relación con Martín, pero no pude sacar nada importante aún, hasta que caminando por Las Encinas veo algo que me llama la atención. En una vitrina de trofeos veo una fotografía bastante interesante…

-Si buscas mi trofeo, quedaron enviármelo este fin semana-dice Nano detrás de mí.

-¿Dan trofeos por cambiar el aceite de los autos?-le pregunto.

-Olvídalo-me dice sin humor-tengo información para ti.

-Finalmente tengo mi propio informante-digo para mí mismo.

-Un chico de aquí le está diciendo a todo el mundo que tiene pruebas de que la marquesa saltó del puente y que ganará millones-me cuenta Nano.

Después de dos testigos falsos debo tener cuidado con esto.

-¿Qué chico?-le pregunto.

-¿Quieres que averigüe?-me pregunta.

-¿Tienes que preguntar?-le digo sonriendo.

********

Cuando terminó la clase de historia, esperé a que todos se fueran para poder hablar a solas con Martín. Aun hay miradas y susurros respecto de Cecilia y Martín pero ambos hicieron como si nada sucediera. Si existe la posibilidad que Mrtín lo haya hecho, necesito que me lo diga él mismo. Existen pocas personas a las que yo admire, y no quiero perder a uno más.

-¿Puedo hacerte una pregunta?-le digo una vez todos se fueron.

-Claro-me dice.

-¿Porqué te despidieron de tu último trabajo?-le pregunto directamente.

Levanta ligeramente las cejas, clara expresión de sorpresa.

-¿Cómo supiste…?-comienza a preguntarme.

-Simplemente lo sé-le digo sonriendo.

Él sonríe.

-Quizás debería darle más crédito a los chismes de la sala de profesores-me dice-un colega me dijo que eres….-me mira buscando mi reacion-…único, inteligente e iquietante.

-Esperaba “delicioso” pero ¿qué le voy a hacer? -bromeo-¿entonces…?

-Ah sí, mi despido. Era un colegio católico y ultraconservador y nacionalista-me explica-tuve la osadía de sugerir que el colonialismo español en Latinoamérica no fue algo necesariamente bueno. Creyeron que quería convertir a sus hijas en bolcheviques o algo así.

Bien, hay una explicación coherente. Ahora debo hablar con Cecilia.

Voy por los pasillos y entre el mar de estudiantes logro encontrarla. Y me interpongo en su camino para que no quiera escapar.

-Te doy otra oportunidad-le digo-retira la queja contra Martín.

Ella me da esa espantosa sonrisa arrogante que la caracteriza.

-Si, recuerdo cuando yo también lo admiraba-me dice y sigue caminando, pero la sigo.

-¿Alguna vez consideraste que realmente me desagradas?-le digo.

-¿Entonces no vendrás a mi fiesta de cumpleaños?

-Sigues en la clase de Martín y no se te ve muy alterada-le hecho en cara.

-Necesito su clase para graduarme-me dice altanera-y él es quien se irá, pronto.

-¿Todo porque te puso un 7? ¿Ese es motivo para destruirlo?

-¿Destruirlo?-y por primera vez la veo algo frustrada con lo que sucede-yo soy la bruja a quien todos odian y él es más popular que nunca. ¿Te interesan los detalles, Samuel?
¿Puedo enriquecer tus fantasías? Dice “nena” muchas veces cuando te toca. Tiene sábanas negras de seda. Su banda favorita son los Rolling Stones. Te dan ganas de llorar cuando te cuenta como su ex esposa le rompió el corazón.

Ahora si tengo herramientas para destruirla.

-Dijiste que pasaste la noche del 23 de abril con él, pero hay un problema con esa historia-le digo sonriendo-ese fin de semana estabas en Barcelona en la competencia de debate.

Su sonrisa altanera se borra y puedo ver algo de preocupación en ella.

-Está claro que manipular con palabras es lo tuyo-le digo y me marcho dejándola sola.

********

Cuando salgo de Las Encinas me voy al consultorio del Dr. Linares. Finjo ser un paciente más con alguna consulta estúpida y al final solo me dice que estoy bien, pero me encargará unos estudios para estar seguro.

Eso no me interesa. Ahora solo debo obtener el expediente de Guzmán y así averiguar cuál es esa enfermedad que él tiene, qué medicamentos toma y de qué manera eso se vincula con la muerte de Marina.

Afortunadamente, yo era el último paciente que el doctor debía ver. Me despido de él, pero no me marcho del lugar, sino que me encierro en uno de los cubículos del baño. Ahora solo debo esperar.

Aproximadamente una hora después el doctor y su recepcionista se marcharon y yo me quedé a solas en aquel lugar, encerrado. Salgo del baño y voy a donde guardan los expedientes de los pacientes.

El problema con los doctores es que no te dejan ver sus expedientes, aunque se los pidas amablemente. Gente como yo debemos recurrir a otros métodos.

No tardo en encontrar el expediente de Guzmán, dado que están ordenados alfabéticamente. Voy hasta la máquina copiadora y saco copias de todas las hojas. Ya lo leeré con más calma en casa.

Pero al parecer, estaba destinado a venir al consultorio de este doctor porque cuando voy a dejar el expediente de Guzmán de nuevo en la gaveta, encuentro otro expediente médico más. Las letras dicen claramente “Abel Romano”. En general no me gustan las coincidencias, pero cuando Abel Romano, el condenado por el asesinato de Marina, comparte médico con los Nunier, es demasiado como para ignorarlo.

¿Un hombre condenado a prisión perpetua sin dinero tiene el mismo médico costoso que la familia de la chica a la que él mató? Llámenme hombre de poca fe, pero eso no es una coincidencia inocente.

Cuando quiero ir a hacer una copia de este expediente también escucho unas llaves en la cerradura de la puerta de entrada, por lo que simplemente me llevo el archivo y lo meto en mi morral. Unos minutos después una empleada de limpieza entra al consultorio donde estoy en bata, sentado en la camilla.

Ella me mira sorprendida hasta que yo hablo.

-¿El doctor va a volver pronto?-le digo-porque hace una hora que lo espero.

********

Ahora será la audiencia disciplinaria en la que analizarán el caso de Martín. Llego hasta el anfiteatro donde se lleva a cabo. Frente a todos está el tribunal con miembros del
consejo de educación de Las Encinas. En primera fila veo del lado izquierdo a Cecilia con sus padres y del lado derecho a Martín. Aparentemente ya han comenzado. También están Azucena y otros profesores de Las Encinas.

Martín les está contando a todos como esta acusación lo ha arruinado y niega todas las acusaciones de Cecilia diciendo que jamás habló con ella fuera de clases ni tuvo un contacto inadecuado con ella. Cuando el presidente del tribunal conformado por tres personas le pregunta a Martín sobre qué motivos podría tener Cecilia para hacer una acusación falsa contra él Martín responde que puede ser su rencor por haberle puesto 7 en un trabajo y ella no estuvo de acuerdo.

Ahora llaman a Cecilia dar su testimonio y le preguntan por las circunstancias en las que inició su relación con Martín.

-Mi papá dejó a mi mamá el año pasado y me sentía perdida-relató Cecilia-el profesor comenzó a llevarme en su auto y hablábamos. Él decía que teníamos mucho en común. Nos abandonó gente a la que amábamos. Él se refería a su esposa. Al principio solo nos besábamos. Pero fue más allá. Cuando le dije que creía estar embarazada, me echó. Cuando lo vi coquetear con otras chicas de Las Encinas decidí: “esta es su costumbre”. No podía dejar que se saliera con la suya.

Todos guardaban silencio por el relato de Cecilia. Debo admitir que es bastante convincente su modo de narrar. Incluso Martín la mira con cierto interés.

-Son cargos muy graves, Cecilia-dice el presidente del tribunal-¿Hay alguna otra prueba además de tu testimonio?

-Me enviaba mensajes de texto siempre-responde Cecilia y saca su teléfono y se pone a leerlos- 9 de abril “reunámonos para tutoría. Con o sin ropa”. 14 de abril “echo de menos tu perfume. Llámame”. 29 de abril “ven a la escuela sin ropa interior. Te recompensaré”

El presidente le hizo una señal a Cecilia para que le diera su teléfono y ella así lo hizo. El leyó los mensajes por un rato y se los hizo leer a sus compañeros.

-Están dirigidos R. T.-dijo el presidente.

-Me llamaba “Rodillas Tiernas”-respondió Cecilia con seguridad-tenía una fijación con esa parte de mi cuerpo.

-No sé si tenemos pruebas de que el profesor enviara esos mensajes-dice una mujer al lado del presidente.

-Oprima “devolver llamada”-dijo Cecilia.

El presidente del tribunal así lo hizo y un teléfono comenzó a sonar en el anfiteatro y todas las miradas se posaron en Martín quien desesperado trataba de apagar su teléfono.

La jugada de Cecilia fue buena, lo reconozco. Pero yo soy mejor.

Me acerco a Azucena y le pido su teléfono diciendo que mi auto se descompuso y necesitaba llamar a una ambulancia, dado que a mi teléfono se le agotó la batería.

Ella me mira con desconfianza al principio, pero al final acepta. Yo me dirijo hasta la puerta y comienzo a buscar un número en específico en su teléfono y luego envío unos mensajes.

Cuando regreso a mi asiento veo que ahora es Azucena que da su testimonio.

-Subdirectora Muñoz-dice el presidente- ¿Qué puede decirnos sobre su interacción con el profesor?

-Es un profesor muy popular-dijo Azucena- los estudiantes lo eligieron como mejor profesor 3 de los 4 años que lleva aquí.

-Gracias señora Muñoz-dijo el presidente y Azucena volvió a su asiento y yo le devuelvo el teléfono a la amdre de Ander.

Me acerco hasta Martín y le cuento mi plan al oído.

Martín se puso de pie y tomó la palabra.

-Señor presidente-dijo el profesor-si me permite ¿podría pedirle que tome su teléfono y verifique los mensajes? Por favor vea si tiene mensajes.

Lo mira con desconfianza, pero hace lo que le pide.

-Tengo tres nuevos mensajes-dijo el presidente.

-¿Puede leerlos en voz alta?-le pide Martín.

El hombre desbloquea su teléfono y lee los mensajes.

-El primero dice “tu cuerpo es mi debilidad”-dice el hombre-el segundo dice “seré tu cucharita”

Eso hace que algunos de los presentes larguen unas carcajadas.

-Y el ultimo dice “Las vice directoras son las mejores amantes”-dice el hombre y todos volvemos a reír.

Miro a Azucena y parece un poco incomoda.

-¿Podría oprimir devolver llamada?-pide Martín.

El hombre así lo hace y el teléfono de Azucena comienza a sonar frente a todos los divertidos presentes. Muy avergonzada Azucena apaga su teléfono.

-Creo-dijo Martín sonriendo-que podemos concluir que usted tiene un romance con la subdirectora Muñoz o que es extremadamente fácil crear mensajes de texto falsos.

Todos miran asombrados a Martín. El principal argumento de Cecilia acaba de ser derrumbado.

El tribunal se toma un cuarto intermedio y después de 45 minutos regresan para darnos a conocer su decisión.

-En vista de la falta de pruebas concluyentes-dijo el presidente-encontramos al profesor Lozano inocente de las acusaciones y puede seguir enseñando en Las Encinas como hasta ahora.

Muchos aplauden y felicitan a Martín y veo a Cecilia sonreír con amargura y bajar la mirada.

********

Más tarde esa noche fui en mi automóvil hasta la casa de Martín. Toco el timbre y él abre la puerta y sonríe al verme.

-No pude felicitarte después de la audiencia y no quería hacerlo mañana en Las Encinas-le digo-así que preferí hacerlo aquí y ahora.

-Muchas gracias, Samuel-me dice-salvaste mi empleo y mi vida.

-No me debes agradecer-le respondo-no podía mantenerme indiferente ante una injusticia.

-¿Quieres quedarte a cenar?-me pregunta Martín-estoy haciendo pizza.

-Creo que puedo quedarme un momento-le digo.

Entro a casa de mi profesor y veo todo muy bien decorado. Tiene buen gusto. Además, estaba cocinando mientras escuchaba música. Me parece que es una banda conocida.

-¿Puedo pasar al baño?-le pregunto a Martín-me gustaría lavarme las manos.

-Claro-me responde-es por este pasillo, la última puerta.

Camino por el pasillo que me indicó hacia el baño cuando paso frente al dormitorio. Lo que veo ahí me deja estático como una estatua. Su cama no está hecha y puedo ver sus sabanas. Son negras, de seda.

Cecilia lo había dicho. Dijo que él tenía sabanas negras de seda…¿acaso a quien estoy escuchando es a Mick Jagger?

Debo salir de aquí inmediatamente. Voy hasta la puerta y me encuentro a Martín.

-¿Encontraste el baño?-me dice amablemente y yo deseo vomitar.

-Acabo de recordar que debo terminar una tarea para el periódico virtual del instituto para mañana-le miento-¿podemos dejar las pizzas para otro día?

-Está bien-me dice aun sonriendo y yo salgo de ahí.

Mierda. Mierda. Mierda.

Una idea se cruza por mi cabeza y llamo por teléfono a Ander. Necesito que me consiga la dirección de una ex estudiante de Las Encinas.

********

Entre lo que creo de Martín y leer los expedientes médicos de Guzmán y de Abel Romano, no dormí nada bien anoche. Ahora estoy en Las Encinas en la sala de periodismo en una computadora haciendo una pequeña investigación.

¿La mejor forma de dejar de pensar si tu profesor favorito es un pedófilo? Investigar la enfermedad que hace que tu ex mejor amigo esté tomando una droga llamada oxacarbazepina. Es un anticonvulsivo usado para tratar la epilepsia tipo 4. Los síntomas incluyen violentos ataques de histeria que no pueden controlarse y van acompañados por desmayos y pérdidas totales de memoria…

Si esto se vincula a la muerte de Marina significa que…

-¿Qué haces?-me pregunta alguien frente a mí.

Al levantar la mirada veo a un Guzmán sonriente delante de mí. Rápidamente minimizo lo que estoy leyendo sobre el medicamento y la enfermedad y pongo otra cosa, por si se le ocurre mirar.

-Investigo sobre mi nombre-le digo sonriendo.

-¿Algo interesante?-me pregunta.

-Hay un Samuel García en Montevideo que tiene una cuenta en Only Fans-le digo bromeando y él ríe.

Lo cierto es que esto no tiene nada de gracioso.

********

Ander me envió la dirección que le pedí y ahora estoy en ella. Toco el timbre y al abrirse la puerta sale una persona que conozco y que me mira con mucha confusión. Solo saca su cabeza, no el resto de su cuerpo.

-¿Samuel García?-pregunta una confundida Romina Torrejón, la mejor amiga de Cecilia que hace un tiempo no va a Las Encinas.

-La historia de Cecilia es cierta ¿no? -le pregunto-pero no le ocurrió a ella. Ella copió tu diario y mostró tu teléfono en la corte. Estabas con Martín la noche que ella ganó la competencia de Debate. RT eres tú. Romina Torrejón.

Ella parece rendida y finalmente saca el resto de su cuerpo de detrás de la puerta. Y lo primero que salta a la vista es el avanzado embarazo que lleva encima. Esto es peor de lo que yo pensaba.

-Mis padres están enfadados. No les dije quién era el padre-si lo hacía presentarían cargos por estupro y yo no quería eso.

Ella y Cecilia difundieron horribles chismes sobre Ari y sobre mí, pero en este momento no puedo odiarla.

-Hay algo que no entiendo-le digo-¿Por qué Cecilia contó tu historia como si fuera la de ella?

-Porque pensó que Martín hizo algo malo-me dice enfadada-cuando le dije que estaba embarazada me dio €500 y me dijo que “me encargara”. A Cecilia le enfureció que no hubiera consecuencias por lo que hizo y que yo tuviera que esconderme avergonzada. Me enfureció a mí también pero no puedo testificar. No soy tan valiente.

-No tienes idea por lo que Cecilia ha pasado-le cuento-la gente le hizo vivir un infierno y ella lo soportó.

Eso parece confundirla.

-Dijo que la mayoría la apoyaba-dice Romina.

-No lo hicieron-le digo, pero rápidamente me corrijo-no lo hicimos. Cecilia se sacrificó por ti.

Saco mi teléfono y se lo muestro.

-Una llamada y puedes hacer que valga la pena-le digo-tengo el número de Azucena.

Ella me mira por unos instantes y toma su vientre con sus manos. Luego me vuelve a mirar y agarra mi teléfono.

********

Al día siguiente en Las Encinas me cruzo con Nano quien está junto a un pequeño niño que también lleva el uniforme de Las Encinas. Debe ser de primer o segundo año. El niño mira a Nano con autentico terror.

-Samu, este es Héctor-me dice mi amigo-este es Héctor, quien anda contándole a todos esa historia de que tiene pruebas que la marquesa saltó del puente.

-Hola, Héctor-le digo sonriendo-espero que no te moleste contar esa historia una vez más.

********

Estamos en la sala de periodismo con Nano y Héctor esperando que llegue alguien más.

-¿Me llamaste?-dice Carla desde la puerta.

Ella entra y muestra su característica desconfianza frente a Nano y Héctor.

-Parece que Héctor tiene algo que mostrarnos-le digo y luego miro a Héctor-adelante.

Héctor ahora parece intimidado no solo por Nano sino por Carla y por mí también.

-Con mis amigos filmamos películas de acción amateur-nos cuenta-estábamos filmando cerca del puente. Hacemos una película llamada “Guerra en la playa”. Es sobre dos hermanos que…

-No me importa, al grano-le ordeno de mal humor.

El me mira nuevamente con miedo.

-Estábamos editándola y notamos algo-nos dice.

Saca un pendrive de su bolsillo y lo conecta a la computadora y comienza a reproducirse el video.

Como él dijo es una película amateur una no muy buena. Sus amigos tienen puestos unos falsos trajes militares y se disparan con armas de juguete y fingen recibir los disparos. Si algo es seguro, Francis Ford Coppola no se sentirá nervioso.

-¿Lo vieron?-dijo Héctor.

-Sí, la película es horrible ¿y? -dice Carla con impaciencia.

-Pásala cuadro por cuadro-le digo.

Héctor lo hace y lo señala con el dedo.

-Ahí-dice Héctor-miren en el costado derecho del puente.

Y lo hacemos. Carla, Nano y yo miramos de cerca y en un costado de la imagen se ve algo borroso que cae desde el puente hacia el agua, en una altura que mataría a cualquiera.

-Dios bendito-dice Nano claramente impresionado.

Miro a Carla y veo que su vulnerabilidad comienza a aflorar sobre su inexpresividad.

-La marca de la grabación es a las 4:37 pm-dice Héctor algo triste al ver a Carla-exactamente la hora en que supuestamente saltó.

Carla permanece en silencio.

-Será mejor que esta película nunca se publique-le digo seriamente a Héctor.

Nano golpea la espalda de Héctor “amistosamente”.

-No te preocupes por mi amigo Héctor-me dice Nano-él sabe qué si eso sucede, su última película será una de terror. ¿verdad? Vámonos.

Héctor y Nano se van y me quedo a solas con Carla. Creo que en los últimos días Carla me ha mostrado a mí, su enemigo, más vulnerabilidad que a su familia y amigos en toda su vida.

-Lo siento, Carla-le digo.

-Sí, yo también- dice ella con la voz quebrada y se va a toda prisa.

Estoy por ir detrás de ella cuando suena mi teléfono y veo que es el número del amigo de mi padre que trabaja en el banco. Rápidamente salgo corriendo detrás de Carla.

-¡Carla!-le grito.

Ella se da la vuelta y noto que estaba llorando.

-Carla espera-le digo-alguien acaba de usar la tarjeta de crédito de tu madre.

********

Al día siguiente, en Las Encinas, todos sabían lo que Martín había hecho y porqué realmente Cecilia había hecho esa denuncia.

Esa mañana, en la clase de Historia apareció Azucena.

-Buenos días-dijo la subdirectora-el profesor Martín presentó su renuncia esta mañana, por lo que yo daré esta clase hasta que se seleccione un sustituto.

Todos susurran sobre el asunto. Cecilia junto a mi sonríe, victoriosa de que por fin funcionara el sacrificio que hizo por su amiga.

Cuando Azucena iba a comenzar a dar la clase, entró Martín. Todos guardaron silencio y la tensión podía cortarse con un cuchillo.

Martín miraba a todos con odio. Tomo una caja con sus cosas y se dispuso a marcharse. Nos miró a Cecilia y a mí en particular, pero finalmente se marchó.

Azucena comendo a dictar la clase, en un intento que no sigamos hablando de Martín. Cecilia me miró, unos asientos más allá, y me sonrió. Yo le devolví la sonrisa.

********

En Investigaciones García acomodaba unos archivos antes de marcharme. En ese momento llegó papá. Al entrar me sonríe. Es bueno ver que me sonría después de estos días tan
tensos entre nosotros.

-Martín renunció hoy-le digo.

-Samu, si estuviera en problemas, te querría de mi lado-me dice papá.

-Ahí es donde estaré-le digo sonriendo-llegaré a la hora de cenar. Tus mensajes están en tu escritorio.

Me marcho a hacer algo de verdad deseo hacer.

********

El guardia me abre la puerta para que yo pudiera pasar. Escucho mis pasos aislados, lo que le da un toque macabro a estar en este lugar.

La última vez que estuve en este lugar fue para obtener información, pero todo salió mal. Terminé llorando cuando ese hombre me obligó a enfrentarme al hecho que Benjamín Blanco pueda ser mi padre. Hoy todo terminará de un modo diferente. Me encargaré que así sea.

Me siento en la silla y del otro lado del vidrio que nos separa se sienta Abel Romano, con su traje de presidiario. Me mira y sonríe y toma el teléfono. Yo lo imito.

-Entonces, -dice él con una petulante sonrisa-¿Qué te gustaría saber ahora Samuel García Domínguez, periodista intrépido?

La burla en su tono no me importa.

-Nada-le respondo-Esta vez quiero que tú sepas lo que yo sé.

Levanto el expediente médico de Abel Romano y se lo muestro a través del vidrio. Él mira con curiosidad la carpeta, como si realmente no entendiera de qué se trataba.

-Estás muriendo, Abel. Tienes cáncer de estómago-le digo sonriendo-Lo sabías cuando confesaste. Tú no mataste a Marina Nunier. Sólo eres el testaferro de alguien más.

Su cara se desencaja de la sorpresa y el medio. No sabe qué responderme. Sabe que está destruido. Lo logré.

-Guardia-digo al hombre que me custodiaba.

Me abrió la puerta y me marché.

Notes:

Ahora, Carla y Samuel comenzarán a acercarse cada vez más y Samuel se acercará, a su vez, a resolver el misterio de Marina.

Chapter 15: Baile de San Valentín

Summary:

Llega San Valentín y el amor está en el aire, pero quizás, cierto detective adolescente no se lleva muy bien con el amor.

Notes:

Espero que disfruten este capítulo porque es uno de mis preferidos de los que he escrito hasta ahora en esta historia. espero que me digan en su comentario lo que les pareció.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

P. O. V. SAMUEL

Si hace unos meses alguien me hubiera dicho que pasaría mucho tiempo junto a Carla Rosón Caleruega me hubiera reído. Es decir, somos enemigos naturales. Ella se encargó de eso siendo una perra conmigo (al igual que la mayoría de los estudiantes de Las Encinas). Aunque ella, Lu y Polo le pusieron especial énfasis al asunto.

Sin embargo, aquí estoy, investigando si una marquesa supuestamente muerta está realmente muerta. Este es el caso más extraño que he investigado. Lo digo yo, que he investigado un fraude electoral estudiantil. Pero, sorprendentemente, el caso de Beatriz había dado tantas vueltas que ahora no es tan loca la idea de que la mujer pudiera estar viva.

Me encuentro en una de las mesas de la cafetería de Las Encinas. Decir que muchos nos miran extrañados que estemos uno a la par del otro sin pelear es poco, especialmente Lu y Polo que están entados unas mesas más allá.

-Tu mamá tenía 14 tarjetas de crédito activas al desaparecer-le explico a Carla mostrándole unos papeles y señalo una en particular-Ésta es la única que sigue en uso. La de platino sin límite.

-El arma preferida de mamá-dijo Carla.

Me sigue pareciendo extraño la cercanía que tengo con Carla ahora y, por alguna razón, no quiero indagar en eso.

-También es la única registrada con el apellido de su madre: Montalbán-le cuento a la rubia-para las otras usaba el Caleruega. Quizás sea una coincidencia.

-¿Crees que está tratando de esconderse?-me pregunta ella.

Lo que menos deseo es darle esperanzas que podrían destrozarla eventualmente.

-Es difícil saber. Hasta ahora la ha usado una sola vez en el alquiler de un auto-le digo-No hay video de vigilancia del punto de venta. Pedí una copia de la firma de la tarjeta. Podría tardar.

Carla lo piensa por un momento.

-¿Qué modelo de auto?-me pregunta.

-Un Mercedes, rojo, convertible-le explico.

-Es la marca preferida de mamá, de papá y de mi hermana también-dice ella como si hablara consigo misma.

Los silencios de Carla me incomodan mucho. Nuestras interacciones son siempre para pelear, exceptuando este caso. Me pongo de pie para marcharme

-Te avisaré si la usa otra vez-le digo y me marcho.

Sin embargo, ella camina junto a mí y esto se vuelve aún más extraño.

-Oye, Samuel…-dice ella y nos detenemos en frente de la puerta abierta del gimnasio de Las Encinas.

Me observa algo incomoda. No logro encontrar en ella sus características miradas de arrogancia y condescendencia.

-Quería decirte…gracias por ayudarme-me dice, sorprendentemente tímida.

Agarra mi brazo como una forma de demostrar gratitud o…afecto. Mi respiración se acelera ligeramente.

-Sé lo que se siente-le digo.

Ella sonríe. Había olvidado que hermosa es cuando sonríe. Se va recuperando su andar seguro y firme.

-Si no fuera porque sé cómo se llevan-dice una voz femenina detrás de mí-juraría que vi a mi amiga tratando de eclipsar tu corazón. Quizás puedas invitarla al baile.

Me doy la vuelta y veo a Ari apoyada sobre el marco de la puerta del gimnasio. Lleva una carpeta en sus manos y un bolígrafo. Están decorando el gimnasio para el baile de San
Valentín. Es la tarea de Guzmán como el presidente, pero decidió delegar la decoración en Ari.

El tono con el que me dijo lo de recién parece juguetón pero noto su postura un poco rígida y tensa.

-No se lo pedí a nadie aun-le digo siguiéndole el juego con sarcasmo-estoy con mi teléfono ansioso por invitar a esa chica especial.

-Nunca se sabe-me dice sonriendo.

Vamos Ari, sabes tan bien como yo que eclipsaron mi corazón hace mucho. Una vez llamé a esa chica especial y la invité a este baile y me dijo que sí. El baile fue la coronación de mi cuento de hadas adolescente. Volvió a mí una imagen de mi bailando con Ari, los dos abrazados. Parece amor, pero tal vez fue…

-Hola, Samuel-dijo Iván apareciendo de repente.

-Hola- le respondo.

-Necesito hablar contigo-me dice en ese tono tan característico de las personas cuando acuden a mí por ayuda.

-Lo siento-le digo a Ari-emergencia de hombres. Cosas de la testosterona.

Junto a Iván nos alejamos un poco para que nadie pueda escucharnos.

-¿Qué hay?-le pregunto a mi ¿ex amigo? ¿amigo actual?

-Creo que tengo una admiradora secreta-me dice emocionado.

Voy a responderle con un chiste, pero en ese momento suena mi teléfono. Es el mismo número.

-Hola-digo poniendo el teléfono en mi oreja-hola, hola, hola-repito con impaciencia-linda respiración. Sí, cada vez se pone mejor-entonces me dirijo a Iván-¿Tu admiradora secreta estuvo llamando y cortando todo tiempo como me sucede a mi hace unos días?

-No-me responde Iván confundido.

-Qué suerte tienes-le responde-Cuéntame.

Se acerca más a mí, como si no quisiera que otros escucharan.

-El otro día, estábamos con Polo y Patrick en el Barceló y recibí un mensaje que decía “creo que eres lindo”-me cuenta-levanté la mirada y vi a dos chicas de Las Encinas con sus teléfonos entre el montón de gente. Eran esa chica rubia llamada Vera y la bajita de pelo castaño llamada Agustina. Ambas son del último año.

-Podría ser una niñita de primer año que merodea por tu ventana con binoculares-le digo bromeando.

-Vamos. Ayúdame a averiguar quién es-me dice entusiasmado-podría ser mi alma gemela. Ninguna chica me interesó desde Marina.

Es verdad. Si bien Marina e Iván terminaron unos días antes de su muerte, no he vuelto a ver a Iván con alguien más. Su relación era sumamente tóxica, pero él la amaba de verdad.

-Está bien-le digo-te ayudaré.

********

Después de la escuela me voy directamente al trabajo. Cuando ya tuviste suficiente de admiradoras secretas, almas gemelas y romance, la cínica oficina de un detective privado es un buen cambio.

Noto que papá está con un cliente. Es una mujer rubia por lo que veo.

-Aquí está mi asistente-le dice papá a la clienta y me hace una señal para que me acerque. Cuando entro a su despacho veo que la rubia es una mujer joven, como de unos 25 o 30 años. Es muy hermosa por lo que deduzco que es de esas esposas trofeo de los hombres ricos. Quizás quiere encontrar algún secreto sucio de su esposo así la beneficie en la negociación del divorcio. Suena horrible, pero he visto eso y mucha más aquí.

Papá se acerca a mí y me habla al oído.

-Estoy muy ocupado con el asunto del seguro-me dice-pero esta tarifa nos servirá. ¿Podrías tomar la información y cobrarle €75,00?

-Claro-le respondo.

-Gracias-me dice papá.

Sonrío. Nada alivia las náuseas y el mareo ocasional por demasiado romance como un vistazo a las consecuencias. Las peleas de custodia de los hijos, aventuras y lo que parece ser en este caso una esposa en busca de un contrato blindado.

-Él le tomará la información y yo me encargaré-dice papá y se marcha.

Me siento en el escritorio de papá y miro detenidamente a la mujer. Realmente es hermosa. Rubia, de grandes ojos azules. Lleva ropa de primera marca. Aunque todo eso contrasta con la expresión afligida que tiene en su rostro.

-¿En qué puedo ayudarla, señorita…?-le digo porque papá olvidó presentarnos.

-Lenova, Catalina Lenova-me dice ella y lo que más resalta es su evidente acento ruso y que no maneja del todo el español-cometí un error, uno amoroso. No sabía lo que tenía hasta que lo perdí. Debe ayudarme a encontrarlo. Él es mi alma gemela.

Parece tan afligida que hasta me conmuevo. Además, ella no busca perjudicar a nadie sino recuperar a su amor. Es buen cambio para los trabajos que suelo hacer.

Ella llora un poco y me pasa una fotografía. Supongo que es del tipo. Es un hombre bastante común. Un poco calvo. Nada espectacular. Realmente no parecen una pareja que combina mucho.

-Ese es Tomás-me cuenta ella- hace dos años vine de Bratsk, Rusia para conocerlo. Nos conocimos por internet. Aunque suene loco, nos enamoramos. Nuestra conexión era evidente. Es de esas cosas que sientes, pero no puedes explicar. Fui a conocerlo a donde vivía antes en Barcelona. Era su prometida.

Me lo contaba con una tierna sonrisa. Es raro eso aquí. Generalmente vienen mujeres despechadas, no enamoradas.

-Eso fue…osado-le digo, aunque en realidad quiero decirle que fue estúpido.

-En Rusia, todos me decían que parezco una princesa y quizás esperaba un príncipe. Cuando conocí a Tomás me decepcioné-me dice con tristeza-no era el príncipe de cuentos que esperaba en mi imaginación. Antes de casarnos tuve miedo y lo dejé. Después de un tiempo sola me di cuenta de que me equivoqué. Es un buen hombre y se ha ido. Lo busqué, pero cambió su nombre.

Qué raro.

-¿Por qué cambió su nombre?-le pregunto.

-Él actuaba en un teatro de Barcelona-me cuenta-y su nombre era muy parecido al de ese actor de Hollywood. Su apellido es Cruz. Y se llama Tomás, pero le dicen Tom. Entonces se llamaría…

-Tom Cruz-le digo aguantando la risa.

-Él quería ser famoso, pero creía que no lo lograría si la gente lo identificaba con otro actor.

-¿Qué le hace pensar que está aquí en Madrid?

-Lo último que supe de él fue por una postal que me envió que tenía sello de Madrid-me cuenta y me la muestra.

En ella hay una fotografía de él con un extraño perro.

-No debería ser muy difícil-le digo-€ 75,00 y el señor García tendrá información en un par de días.

********

Un nuevo día en Las Encinas y ahora debo investigar lo de la admiradora secreta de Iván. Por suerte ya puse a Rebe a trabajar en eso. Ella revisará en los vestidores de mujeres los teléfonos de esas chicas. Ella podrá revisar sus teléfonos tranquila mientras que si yo entro al vestidor de mujeres me perseguirán con tridentes y antorchas.

Ahora que lo pienso tengo muchos casos abiertos: la admiradora secreta de Iván, la “muerte de Beatriz”, averiguar dónde está mi propia madre, que sucedió la noche en que me…, y lo de Marina. Ni siquiera quiero pensar mucho en eso ahora, porque si es verdad lo que leí en el expediente médico de Guzmán y que su médico fuese el que atiende a un moribundo Abel Romano, en mi mente se forma un solo escenario espeluznante y eso me lleva a pensar que mi ex amigo es capaz de lo peor.

Camino por el pasillo central y veo a Iván junto a su casillero. Lleva un ramo de rosas y tiene en su otra mano una caja de bombones.

-Parece que la admiradora secreta ataca de nuevo y la trama se complica-le digo bromeando.

-¿Alguna deducción señor detective?-me pregunta.

-¿Rosas? ¿Bombones? ¿todo cerca del baile de San Valentín? -le digo con mirada suspicaz-sospecho que tu admiradora secreta es…el galán de una película romántica de Netflix.

-Quiere que nos encontremos en el baile-me dice emocionado-me muero por saber quién es.

Saco mi teléfono y fotografío el ramo de flores. Iván me mira confundido.

-Esto es una pista-le explico.

-¿Y los mensajes de texto?-me pregunta.

-Tengo a mi Watson trabajando en ello-le digo-ella podrá acceder a ellos mejor que yo.

********

-Señorita Lenova, el señor García no pudo encontrar rastros de Tomás-le explico a la rusa por la tarde en la oficina de papá-lo siento mucho.

Ella se ve muy afligida por esto.

-¿Hay algo más que se puede hacer?-me dice casi desesperada.

-Él ha realizado todas las búsquedas de rutina-le digo-puede contratarlo a tiempo completo. Son €250 al día, más gastos.

-Pago lo que sea-me dice.

Bien, si la rusa quiere pagar, entonces que lo haga. Creo que puedo yo encargarme de esto y dejar a papá afuera así se encarga de casos más importantes. Bien Samuel, súmate un caso más.

-¿Podría decirme algo más del señor Tomás Cruz?-le pregunto.

La gente no piensa en eso, pero muchas veces pequeños detalles pueden ayudar mucho en un caso.

-Es un hombre maravilloso-me dice ella con voz soñadora-no es el más atractivo o rico. Pero es dulce, amable y me hace reír.

Está bien. Me ha empalagado.

-Me refiero a sus pasatiempos o intereses, además de la actuación-le aclaro.

-Le gusta el básquet, toca la guitarra pero no muy bien y le gustan las películas de detectives-me dice-¿cosas así?

-Exactamente-le respondo sonriendo.

-Por favor, que el señor García trabaje tan rápido como pueda-me ruega y luego se marcha.

Bien, si algo no debe ser complicado encontrar en Madrid es a un actor. Solo hay que saber dónde buscar. Me dirijo a una página de internet en la que se publican casting buscando actores y hago mi magia:

“Se busca actor masculino, de entre 30 y 40 años. Se aspecto ordinario, estatura y contextura promedio, pelo oscuro, un poco calvo. Preferentemente que pueda jugar al básquet y tocar la guitarra”

Ahora solo a esperar. Por lo menos hasta que se me ocurra otra cosa.

Más tarde me junto con Rebe, Omar y Nadia en mi casa para ver una película en la noche. Papá estará hasta tarde fuera en un caso reciente y solo estaremos nosotros con la feroz presencia de Poni que en este momento se quedó dormido en el regazo de Nadia.

Mis amigos están atentos a las películas mientras yo sigo viendo en mi teléfono si alguien contestó al aviso del casting, pero los que lo hicieron no se parecen ni remotamente a las características que solicité, al menos en lo físico.

-Por cierto-dijo Rebe sin dejar de mirar la película-no encontré los mensajes enviados a Iván en el teléfono de una de esas chicas que me indicaste. No pude revisar el de la otra porque justo entró gente al vestidor.

Bueno, al menos eso descarta una sospechosa.

Omar no parece interesado, pero Nadia nos mira como si fuésemos unos locos divertidos. Supongo que para mucha gente soy un loco.

En ese momento llega a mi teléfono una notificación y me emociono al verla. Inmediatamente le mendo un mensaje de audio a Carla.

-Carla, debes llamarme lo más pronto posible. Acaban de utilizar la tarjeta de crédito de tu madre para alquilar una habitación en un hotel.

Omar se levanta a buscar agua y ve la foto del novio de la rusa junto a su perro.

-Es perro ese es muy raro-dice sin prestarle mucha importancia.

Eso capta mi atención. Si el perro es lo suficientemente raro, eso podría ayudarme.

-¿Tú crees?-le digo.

-Claro-me responde-¿de quién es?

-De Tom Cruz-le digo.

Omar me mira como si yo fuera estúpido.

-No eres tan buen detective como yo creía-me dice.

********

P. O. V. CARLA

Decir que no entiendo a Samuel es quedarme corta. Me era difícil adaptarme a la idea que ahora paso mucho tiempo con él. Pasé tanto tiempo odiándolo. O pretendiendo hacerlo. Pero a pesar de todo lo que le hice pasar, él me estaba ayudando a encontrar a mamá.

Porque, aunque me costara admitirlo y todo el asunto del detective adolescente sonara ridículo, Samuel tiene un talento. Era increíble pero ese niño tierno e inocente (e ingenuo) que conocí cuando ambos teníamos 12 años tenía muy dentro suyo a la persona más sagaz y astuta que he conocido en toda mi vida. Sí, eso venía acompañado de otros aspectos no tan positivos en él como su arrogancia, su capacidad de intimidación y su tendencia a la venganza. Sin embargo, aunque sé que esas son cosas malas, no me molestan tanto
porque sé yo también de eso tengo mucho.

Y con todo lo que sucedió entre nosotros aún estoy aquí. Sé que esta investigación es para mí, pero los planes de Samuel son muy locos, aunque efectivos. Ya me había dicho Guzmán como Samuel metía a sus nuevos amigos en sus planes locos (eso se lo había contado Nadia a él). Al parecer Nadia, Omar y Rebe eran cómplices de Samuel en muchos de sus extrañas investigaciones.

Pero no se puede juzgar demasiado a Samuel. Se arriesgaba mucho, pero lograba obtener los resultados que esperaba. Había salvado a Omar de la pandilla de Nano, había descubierto el fraude de Christian con las tarjetas de crédito, el fraude de Lu en las elecciones estudiantiles y lo del robo en el juego de póker en mi casa. Este último si me había impresionado bastante. Y, aunque aún era solo un rumor, estoy casi segura que Samuel tuvo que ver en la reciente renuncia del profesor Martín y del hijo que va a tener con una estudiante. Quizás por eso Polo no se atreve a hacer algo demasiado grande contra Samuel, porque le teme. Y tiene razón, porque este Samuel rudo y agresivo era el producto de muchas cosas, entre las que destaca el acoso al que lo sometimos todos en Las Encinas. Y, sin embargo, me ayudaba.

Estaba aquí, en este lujoso hotel del centro de Madrid esperando a Samuel. Anoche me había avisado que se había vuelto a utilizar la tarjeta de crédito de mi madre para alquilar una habitación aquí. Me dijo que me vería aquí al mediodía y viniera vestida con ropa normal, no con el uniforme de Las Encinas. Dijo que tenía un plan para descubrir si era mi madre la que había tomado ese cuarto.

El Samuel de ahora siempre tenía un plan. La idea casi me hace reír.

El Samuel que conocí era alguien que no tenía planes porque la de los planes era Marina. Samuel era quien la secundaba en todo. Cuando se conocieron a los 12 años y Marina y Guzmán sumaron a Samuel a nuestro grupo ella pensé que Samuel estaba enamorado de Marina. Esa idea me molestó (y no quería indagar en el porqué). Pero de a poco fui viendo como yo misma perdía espacio en la vida de Marina porque esos espacios los comenzaba a ocupar Samuel. Fue hasta doloroso ver como mi mejor amiga me reemplazaba con alguien más. Y ni siquiera era otra chica con la que yo pudiera competir, sino que era un muchacho en el que Marina encontró (algo no sexual ni romántico) que no había encontrado en nadie más. Y Marina había elegido a Samuel por sobre todos los demás y eso me hizo sufrir. Y todo terminó años después, el fin de mi amistad con Marina…

Mis pensamientos fueron interrumpidos por la repentina voz de Samuel.

-Sé que es tarde, lo siento cariño-dijo Samuel corriendo hacia mí con voz muy alta para que todos ahí escucharan.

Llegó hasta mí y lo primero que hizo fue tomarme de los brazos y darme un beso peligrosamente cerca de los labios.

-Ya hablé con el sujeto de la recepción por teléfono-me dice susurrándome-yo me encargo, es algo quisquilloso.

Samuel me toma del brazo y junto nos dirigimos a la recepción. Supongo que ahora soy su novia. Si Polo estuviera aquí le daría un infarto.

-¿Puedo ayudarlos?-nos dice el hombre de la recepción con una asquerosa sonrisa fingida.

-Puede-dice Samuel sonriente-mi prometida y yo buscamos una suite nupcial.

Genial, nos casaremos. Creo que lo que Polo tendrá es un derrame cerebral.

-Maravilloso-dice el desagradable hombre y saca una carpeta con fotografías de las habitaciones del hotel-estos son nuestros paquetes. €350 con vista al jardín y €450 con vista a la piscina. Mínimo dos noches el fin de semana.

-Ya veo-dice Samuel fingiendo mucho interés.

Saca algo de su morral y veo que es una gran carpeta de color blanco. La deja caer sobre el mostrador haciendo un fuerte ruido. Cuando abre la carpeta veo que es un enorme catálogo de suites nupciales y tipos de bodas.

Quiero reír por la idea de un hombre planeando tanto una boda. Mi boda con Samuel.

Samuel comienza a hojear la gran carpeta blanca. Lo hace hasta que llega a una habitación muy lujosa.

-Esto se acerca más a lo que tenía planeado-dice Samuel muy emocionado.

-Vaya, cariño, sí que has estado ocupado-digo yo con sarcasmo.

-Lo mejor para iniciar mi vida feliz con mi galletita-me dice Samuel sonriendo como un tonto.

El señor de la recepción me mira extrañado.

-¿Soy yo o me conseguí al mejor esposo del mundo?-le digo al hombre tratando que no note mi sarcasmo.

Samuel me sonríe con una espeluznante ternura y luego mira al recepcionista.

-Esta se acerca más a lo que teníamos pensado-le dice Samuel al señor señalando una fotografía.

-Esa es nuestra “Suite Princesa”-nos explica el señor- cuesta €1200 la noche. Tiene jacuzzi, vista de 360° y ascensor privado.

-Echemos un vistazo, bombón-me dice Samuel.

Diablos, Samuel es insoportable, pero es muy bueno en esto.

-Lo siento, está ocupada-nos dice el señor algo afligido. Supongo que no quiere perder unos huéspedes que pueden pagar su habitación más cara.

-¿Literalmente?-le pregunta Samuel sonriendo- porque solo queremos echar un vistazo.

-Lo siento, nuestra huésped quiere privacidad-dice el señor.

Mi corazón comienza a latir muy fuerte. La habitación está ocupada ahora mismo. Por una mujer. Es ella. Sé que es ella. Tiene que ser ella.

-¿Podríamos llamar al cuarto?-le pregunto al señor.

-No es posible-nos dice rotundamente.

Samuel y yo nos rendimos y nos vamos hasta los sillones de la sala de estar del hotel. Samuel no me pudo llevar hasta la habitación, pero al menos confirmó que hay una mujer allí. Mi madre está allí.

-Quédate aquí-me dice Samuel-hablaré con el de mantenimiento.

No, ahora me toca a mí.

-Puedo manejarlo yo-le digo a Samuel-me quedaré aquí hasta que mi madre salga por ese ascensor

-Carla…-me dice Samuel con preocupación.

-Gracias Samuel, de verdad-le digo sin mirarlo-pero ahora me encargo yo.

********

P. O. V. SAMUEL

-Claro que lo reconozco, ese es mi trabajo-me dice el empleado de la florería.

El hombre frente a mí se llama Rodolfo. La verdad que no tiene aspecto de florista. Tiene piercings y tatuajes y brazos como de leñador. Es lo último en lo que pensaría si tu tuviera que imaginar a alguien que trabaja haciendo arreglos florales. Aunque yo debo ser lo último en lo que piensa la gente cuando se imagina a un detective.

Sin embargo, vine al lugar que indicaba la tarjeta en el ramo de flores que le enviaron a Iván. Y este hombre pudo reconocer su propio trabajo.

-Eso es genial-le digo-¿y sabes quién fue el que te lo encargó?

-Era una chica-dice-pero no dijo su nombre. Pagó en efectivo. Cuando los encargos en la tarjeta son anónimos, a veces los clientes no dan su nombre.

Está bien chica misteriosa, comprendo que no me dejarás esto fácil.

-Muchas personas piden arreglos florales comunes sin pensar mucho-me dice Rodolfo-pero esta chica sabía exactamente lo que quería.

-¿Recuerdas su aspecto?-le pregunto. Si supiera como es más o menos podría identificarla dentro de Las Encinas.

-Si…era una chica muy…tu sabes-dice balbuceando-con el cabello bien…y sus ojos de un color…-me dice Rodolfo y veo en su rostro el esfuerzo que hace por recordar.

Genial, la chica que estoy buscando solo la conoce un rudo florista con problemas de memoria. Me voy de ahí desanimado.

********

Investigando en internet descubrí que la raza del perro de Tomás se llama Leopardo de Catahoula. No son muy comunes así que eso, quizás, me ayudará a encontrarlo. Tomo la fotografía de Tom y su perro que me dio Catalina Lenova y la escaneo en mi computadora. Al agrandar la imagen veo que el collar del perro tenía una pequeña placa y al agrandar más la imagen noto que tiene escrito el nombre de “Steve”. Ok, busco a Tom y su extraño perro Steve.

Mi teléfono suena y veo que es papá.

-Investigaciones García-le digo en broma.

-Muy gracioso-me dice papá- Samu ¿por qué recibí un mensaje de la mujer rusa preguntándome por el caso? Creí que te habías encargado. Estoy muy ocupado con el caso del fraude.

-Aún estoy investigando-le respondo a papá- resulta que es más complicado de lo que parece.

-No pierdas tu tiempo-me dice aburrido-si no encuentras nada dile que estamos ocupados.

-Acordó pagar por el día y el dinero bien bien-le digo a papá.

-Olvídate del dinero-me dice papá. Sé que el dinero no lo tienta como a mí.

Me quedo un segundo callado.

-Creí que sería lindo si en lugar de separar a la gente la juntáramos-le digo a papá.

Es cierto. He visto a muchas parejas separarse por las investigaciones que hacemos con papá.

-Somos detectives, no Cupido-me dice papá bromeando.

Teniendo en cuenta que estoy tratando de encontrar a la admiradora secreta de Iván creo que tengo algo de Cupido. Aun cuando yo elijo parejas muy mal.

-Papá, me estoy acercando-le digo-solo tengo que encontrar a Steve.

-No, su perro-le digo

Papá hace uno de esos silencios que hace cuando comienzo a volverlo loco.

-Eres un adolescente-me dice papá cansado-por favor, haz cosas de adolescentes normales.

-Cálmate papá-le digo sonriendo-mientras investigo también descargo pornografía con mi teléfono.

-Más te vale-me dice-Debo irme, Samu.

Bien, por lo que veo en la fotografía el perro de Tomás es muy cuidado por su dueño. Debo tratar de obtener información en lugares donde sea probable encontrar a un perro que no sea su propia casa. Parques cuando los sacan a pasear o veterinarias.

Para no extender esto demasiado decido comenzar por las veterinarias. Espero no tardar mucho porque quedé en ir con Iván a una fiesta esta noche. Allí estarán la mayoría de los estudiantes de Las Encinas y ahí podré revisar el teléfono que Rebe no pudo revisar y así confirmar que esa chica es la admiradora secreta.

Llamé a varias veterinarias, pero ninguna ha atendido a un perro de esa raza. Decido probar con otra más.

-Hola, llamo por un perro leopardo de Catahoula llamado Steve-le digo.

-No tenemos ninguno -me responde una mujer.

-Perdón…-le respondo y corto la llamada.

Mierda. Esto es muy difícil. Decido probar una vez más.

-Hospital de Mascotas-me dice la mujer que responde a mi llamada.

-Hola señorita, llamo por un perro leopardo de Catahoula llamado Steve-le digo.

-¿El que trajeron la semana pasada?-me pregunta ella.

-Sí, el mismo-le digo tratando de ocultar mi emoción.

Finalmente encontré al perro y por ende a Tomás.

-Conocí a Steve en el parque hace tiempo y yo tengo una perra de la misma raza llamada…Lucrecia-le digo una mentira a la mujer-a quien quería hacer reproducir y parecía que ella y Steve tenían mucha química. Sé que no me daría el nombre o el teléfono del dueño, pero ¿podría llamarlo y preguntarle si puede llamarme?

-Claro-me dice la mujer-tenemos identificador de llamadas. Te haré saber.

-Muchas gracias-le respondo y corto la llamada.

Son las 4:07 p.m. Ahora solo debo esperar a que me llamen y espero que sea pronto. Decido aprovechar el tiempo y llamo a Iván.

-Hola Iván, soy Samuel-le digo- ¿Podría buscarte un poco antes de lo previsto antes de la fiesta? Debo ir a un lugar. Gracias, debo irme.

Bien termino esa breve charla me llaman desde el Hospital de Mascotas.

-Lo siento, el dueño dijo que no-me informa.

-Está bien, gracias-le respondo y veo la hora.

4:10 p.m. Perfecto.

********

La mansión Carvalho sigue del mismo modo en que la recuerdo. Hay fotografías de Cruz por todas partes. Algunas jugando al futbol, otras posando, algunas levantando alguna copa de un campeonato que haya jugado.

A pesar del vidente narcisismo de Cruz Carvalho debo decir que siempre fue un tío agradable. Lo extraño es que no hay ninguna fotografía de Iván. Pero sé que no es porque a Cruz no le importe su hijo, simplemente es egocéntrico. De hecho, lo que conozco de la relación entre Iván y su padre es que los roles están algo invertidos. Iván es el responsable y calmado mientras que Cruz es el fiestero e infantil.

-Samuel, me alegro de verte nuevamente-me recibe Cruz efusivamente.

Creo que Cruz es el único de los padres de mis amigos que no nos trató a mi padre y a mí como basura tras la muerte de Marina, y le agradezco por eso. Bueno, es justo mencionar que tampoco Teo y Beatriz, aunque sospecho que fue por un cariño particular por mí y no por una cuestión moral.

-Gusto en verlo señor Carvalho-le digo educadamente.

-Niño, dime Cruz. No soy un viejo-me dice alegre.

Es cierto. Todos conocen la historia del gran Cruz Carvalho. Nació y creció en una favela pobre de Río de Janeiro y llegó hasta lo más alto del futbol mundial al volverse la estrella del Real Madrid y sacarlo campeón en varias ocasiones. Hasta fue campeón del mundo con el seleccionado de Brasil. Es prácticamente el jugador de futbol más famoso del mundo después de Messi y Cristiano Ronaldo. Pero ya tiene 34 años y le queda pocos años de carrera. Aunque con su exitosa carrera había acumulado una exorbitante fortuna con la que seguiría viviendo cómodamente toda su vida y su hijo también. Fue padre de Iván a los 18 años cuando su carrera comenzó a brillar allá en Brasil. La madre de Iván cuando este tenía 10 años y desde entonces Iván se había convertido en el padre de su propio padre. Todos conocían las fiestas de Cruz Carvalho con mujeres, alcohol, drogas y lo que pudieras imaginar. Fue un milagro que estas cosas no complicaran su carrera como dicta el sentido común. Pero aun así Cruz seguía siendo una estrella del deporte y su rendimiento lo probaba.

-Hace mucho que no te veo por aquí-dice Cruz.

-Iván y yo…nos movíamos en diferentes círculos-le digo al deportista.

Básicamente es una forma elegante de decir que después de la muerte de Marina él seguía siendo uno de los populares de Las Encinas mientras yo era un marginado.

-Si, a Iván no se le hizo fácil tras la muerte de Marina-dijo Cruz-él la amaba.

Claro, porque para mí si era sencillo pienso con rencor.

-Me alegro que reconectaran –dice Cruz-él necesita más amigos como tú. Gente del mundo real y no ricos malcriados que no saben nada de la vida.

Cruz me quiere como amigo de su hijo. Teo y Beatriz me querían como novio de su hija. Benjamín puede ser mi padre, pero no hizo nada al respecto. Tengo un vínculo extraño con los padres de Las Encinas.

Por suerte aparece Iván, listo para que lo lleve en mi coche hasta la fiesta.

-Estoy listo ¿nos vamos Samu?-dice Iván sonriente.

-¿Se van tan pronto?-dice Cruz.

-Si, Samu necesita ir a un lugar antes de llegar a la fiesta-dice Iván.

-¿Dónde es la fiesta?-pregunta Cruz.

Estoy a punto de responderle, pero Iván me interrumpe.

-¿Lo preguntas porque eres un padre preocupado o porque planeas ir también?-pregunta Iván con impaciencia.

La sonrisa pícara de Cruz es la única respuesta que necesitamos. Iván me toma de la mano y me saca rápidamente de allí.

-Eres malvado con tu padre-dice Cruz.

-Sí, impedir que tu padre adulto vaya a una fiesta de adolescentes es como un crimen contra los derechos humanos-dice Iván con sarcasmo.

-Adiós Cruz-le digo en voz alta.

-Adiós Samu-dice Cruz gritando-diviértete y cuida de mi aburrido hijo.

********

Antes de llegar a la fiesta con Iván pasamos por la comisaría.

-Esto nos llevará solo un minuto-le digo a Iván.

-Aun no entiendo qué hacemos aquí…-dice Iván, pero se queda en silencio cuando ve a la persona a la que vine a ver. No lo culpo, Cayetana, aun con el uniforme de policía, es hermosa. Ella me ve y me da una hermosa sonrisa.

-Ahora todo tiene sentido-dice Iván con picardía.

-Son solo negocios-le digo a Iván, pero por su sonrisa sé que no me cree.

Cayetana estaba sentada en un escritorio y me mira coquetamente.

-Señor García ¿Vino a confesar algún delito? -me dice bromeando.

-Solo vine por un favor-le digo sonriendo pero veo algo que llama mi atención-¿Qué es eso?

Señalo a la pared detrás del escritorio de Cayetana. Alguien pegó ahí un retrato mío. Es bastante bueno. Estoy haciendo una sonrisa arrogante que me da un aire de chico malo. El problema es que, quien me dibujó, también me dibujó unos cuernos, como los del diablo y le agregó un letrero de “SE BUSCA”.

-El dibujante que hace los perfiles de los sospechosos quería practicar-me dice Cayetana sonriendo-y te describí a ti.

-Yo no tengo cuernos-le digo a Caye.

Ella me mira como si tratara de descubrir que le dije la verdad. Luego abre los ojos fingiendo sorpresa.

-Cierto, no los tienes-dice ella-la memoria a veces nos juega malas pasadas.

Después de como la utilicé en el pasado supongo que puedo soportar tener cuernos en un retrato hablado.

No quiero ni pensar en cómo debe estar riéndose de mi Iván a mis espaldas.

-Hola Samuel-dice una voz y aparece junto a Cayetana un señor canoso, de bigote y un poco gordo.

-Hola Horacio-le respondo sonriendo.

Horacio es un buen amigo de papá. Se conocieron trabajando aquí. Él hace los retratos utilizando las descripciones de víctimas y testigos. Supongo que él hizo mi retrato.

-Tanto tiempo sin vernos-me dice Horacio y señala mi retrato-¿Qué te parece?

-Es genial-le digo- finalmente me siento “buscado”.

Él se ríe y toma unas carpetas.

-Bien-me responde- saluda a tu papá de mi parte.

Horacio se marcha y al fin puedo pedirle el favor que quería a Cayetana.

-Vine a pedirte un favor-le digo a Caye-consiguen registros de llamadas ¿verdad?

Le doy un papel y ella lo lee.

-Lo que sea-me dice ella-somos policías. ¿Clínica veterinaria “Huellitas”?

-Necesito saber a qué número llamaron hoy entre las 4:00 y las 4:10 p.m.-le explico.

-No lo creo Samuel-me dice sin estar convencida.

-Caye, existe una larga tradición de ayuda mutua entre policías y detectives privados-le digo sonriendo.

-¿Y qué harás por mí?-me dice coqueta.

-Te invitaré a cenar-le respondo.

-Ya me dio hambre-dice ella con una mirada que me hace recordar que tengo las hormonas de un muchacho de 16 años.

Le doy una última sonrisa a Cayetana y me marcho junto a Iván.

-Creo que la oficial Cayetana quiere hacer contigo algo más que protegerte y servirte-me dice Iván con insinuación.

-Por Favor, Iván-le digo-esta noche buscamos una mujer solo para ti.

********

Llegué a la fiesta junto a Iván y estaba llena de gente. La mayoría eran estudiantes de Las Encinas. Ni siquiera sabía de quien era la casa en la que estábamos. Rápidamente pude divisar a Vera y Agustina, las chicas que Iván había señalado como sus posibles admiradoras secretas. Rebe había revisado el teléfono de Vera y la descartó como quien envió los mensajes a Iván así que decido concentrarme en Agustina. Afortunadamente, ella ya está hablando con Iván y la verdad es que no disimula para nada que el chico le gusta. Mejor para mí, si está ocupada con Iván me dará más libertad para hacer lo que debo hacer.

-Agustina, perdóname-le digo-pero mi teléfono se murió ¿me podrías prestar el tuyo? Necesito hacer una llamada urgente.

Iván me mira de una forma que entiendo que se dio cuenta de lo que estoy haciendo por lo que procede a seguir la conversación con Agustina para mantenerla entretenida.

Me paseo por todos sus mensajes y en ninguno figura los que recibió Iván. Esto fue una pérdida de tiempo. Claro, tanto ella como Vera pudieron enviarlos desde otro teléfono. La gente de Las Encinas tiene dinero para tener varios teléfonos. Pero algo me dice que ninguna de ellas es realmente la chica a la que buscamos.

-Hola Samu- me dice una voz femenina.

Levanto la mirada y veo frente a mí a Ari. Junto a ella está Lu. ¿Qué quieren conmigo?

-Hola-les digo algo dudoso.

-¿Sabes que ocurre con Carla?-me pregunta Ari-como has pasado tanto tiempo con ella últimamente.

-¿Qué quieren decir?-les pregunto sin entender.

-Está de guardia en un hotel-dice Lu algo preocupada.

-¿Cómo lo saben?

-Acabamos de hablar con ella-dice Ari.

-¿Todavía está allí?-les pregunta y ambas me miran con la boca abierta y los ojos como platos.

No me quiero ni imaginar que se están imaginando, pero tampoco me importa. La mirada de Ari pasa de sorprendida a molesta.

-Yo me encargaré-les digo y las dejó solas.

Camino hasta donde Iván sigue charlando con Agustina y no se lo ve muy cómodo.

-Agustina, gracias por prestarme tu teléfono-le digo a la muchacha y se lo devuelvo y luego miro a Iván-me surgió una emergencia y debo irme ¿Puedes conseguir quien te lleve a casa?

-Claro, no hay problema-me dice sonriendo y luego me susurra al oído-por favor dime que ella no es mi admiradora secreta. Cinco minutos conversando con ella y quiero morirme.

Le sonrío y me marcho.

********

Aparqué mi coche e ingresé al hotel. Por el horario había menos gente que en la mañana cuando estuve aquí con Carla. Me dirijo al lobby y veo que Carla está ahí sentada en un enorme sillón con la misma ropa con la que la vi esta mañana. El desagradable empleado con el que tratamos por la mañana está junto a ella y cuando me acerco escucho una conversación entre ellos.

-Lo siento, el lobby es solo para los huéspedes-dice el hombre.

Carla saca algo de su cartera y veo que es una tarjeta de crédito.

-Entonces resérveme una habitación-le responde ella con soberbia y cansancio y le da la tarjeta.

El hombre la toma y se va, pero veo que la respuesta de Carla no le gustó mucho.

Observo a Carla. Lleva más de doce horas aquí esperando. Se la cansada, pero con determinación. Estaba dispuesta a ver a su amdre salir por el ascensor que tenemos al frente.

-No puedes seguir sentada aquí-le digo, pero ella no reacciona. Sigue con la mirada en el ascensor.

Me siento junto a ella y la observo. Y no puedo evitar entenderla. Si creyera que mi madre está aquí yo haría lo mismo. Y me siento tan parecido a ella.

Esta chica arrogante y altanera a la que odio tanto es tan parecida a mí. Porque ambos nos aferramos a unas madres que destilaban defectos, pero a las que amamos y daríamos todo por volver a ver.

-¿Qué te parece si la hacemos bajar?-le pregunto y por primera vez me mira.

Saco mi teléfono y marco un número. Cuando alguien me atiende hablo con voz clara pero tranquila.

-Buenas noches-digo-perdí mi tarjeta. Quiero reportarlo. Mi nombre es Beatriz Montalbán…

Carla me mira y la veo sonreír. Mierda, que tiene una sonrisa hermosa.

Pasan otros 45 minutos mientras seguimos esperando hasta le devolvieron a Carla su tarjeta. Hasta que sucede.

-Carla…-digo.

El cuerpo de Carla se tensa, pero se pone rápidamente de pie.

Las puertas del ascensor privado del hotel se abren y allí sale una mujer. Tiene puesto un gorro negro que le tapa toda la cabeza y anteojos de sol. Y un sobretodo también negro no deja ver su ropa. Su andar elegante y altivo parece delatarla. Ella se dirige hacia la recepción del hotel.

-Es ella-susurra Carla con los ojos brillosos.

Carla camina pasos rápidos hasta Beatriz quien ahora le da la espalda por hablar con el recepcionista del hotel.

-¿Mamá?-dice Carla en un tono atípicamente alto para ella.

Beatriz se dio la vuelta y se quitó los lentes negros y miró a Carla, quien se detuvo como si hubiera chocado contra una pared invisible.

-Hola Carla-dijo la mujer frente a Carla.

Pero no era Beatriz.

Pero Samuel si la conocía. Era de unos veintitantos de años. Pelirroja. De ojos marrones. Era Tatiana, la medio hermana de Carla.

-¿Me llamaste mamá?-dijo Tatiana confundida-¿Estás bien hermana? Sabes que tu mamá no está ¿no?

Yo me mantuve a unos metros de ellas, pero podía escuchar todo.

-Deberías estar en Australia trabajando de modelo-dijo Carla.

-Eso no resultó-dijo Tatiana con fastidio y luego me notó detrás de Carla y sonrió-Samuel, hola.

-Hola, Tatiana-le digo sintiéndome muy incómodo.

Ella nos mira como si quisiera interpretarnos a Carla y a mí.

-¿Así que vino toda la banda?-preguntó la pelirroja-¿Es una fiesta de Las Encinas? ¿Acaso ustedes dos…?

-Basta, cállate-dijo Carla molesta- tienes puesta la ropa de mi madre y su sombrero. Usas su tarjeta.

La acusación de Carla parece no hacer meya en Tatiana quien siempre careció del don de la vergüenza.

-Tu madre, pero mi madrastra-dijo Tatiana-la mujer que ponía mala cara cuando un chico iba a visitarme.

-¿Cuándo no tuviste chicos en la casa?-preguntó Carla con sarcasmo y Tatiana puso mala cara-papá te necesitaba.

El reclamo de Carla provocó una carcajada en su hermana.

-Así que ahora nos preocupamos por su bienestar-dijo Tatiana-¿Él no es el sujeto malo? ¿No te quejabas siempre de su indiferencia y frialdad?

¿Indiferencia y frialdad? ¿Habla de Teo Rosón? El Teodoro que yo conozco pudo ser un bastardo infiel pero siempre fue alguien afectuoso y afable. Creo que tal vez no se tanto sobre la intimidad de Carla como yo pensaba.

-Deberíamos vernos y hacer esto más seguido-dijo Carla con sarcasmo y odio.

-Estás de suerte-dijo la otra chica Rosón- me voy a casa. Algún contador canceló la última tarjeta de Beatriz.

Veo en la espalda de Carla un ligero temblor y por instinto me acerco a ella y la tomo por los brazos para calmarla.

-¿Nos vamos Carla?-le digo sonriendo, tratando de evitar una pelea publica entre hermanas.

-Samuel mírate, eres todo un adulto-me dice Tatiana sonriendo y exagerando su sorpresa-siempre fuiste el único con cerebro de los amiguitos de mi hermana. Deberíamos tomar un café uno de estos días.

-Sí, claro-le digo y rezo para que no note como esa idea me espanta-Carla, vámonos.

-Nos vemos-dice Tatiana con aire juguetón y se marcha de allí.

Todavía tengo a Carla de los brazos y la hago dar media vuelta para que no vea a su hermana marcharse. Ella hace unos pasos y luego comienza a temblar.

Y la fría e inalcanzable Carla Rosón Caleruega se quiebra ahí mismo y comienza a llorar desconsoladamente. Creo que soy la primera persona en el mundo en presenciar algo así.

Carla llora y llora desconsoladamente y no sé qué hacer, no sé cómo actuar. Pero hay algo que sí sé. Sé que por alguna razón más allá de la simple empatía, me duele verla así.
Que siento su sufrimiento casi como si fuese mío.

Y la tomo entre mis brazos y la abrazo fuerte contra mí.

Y ella no se opone.

Sigue llorando con fuerza y ella también me toma a mí con sus brazos. Me abraza fuerte y sus manos llegan a tocar mi espalda. Ella esconde su cara en mi cuello, pero sus
sollozos se siguen escuchando muy fuertes. La abrazo aún más fuerte y apoyo mi mentón en su cabeza mientras la escucho decir:

-Está muerta, de verdad está muerta…

********

Estoy sentado en mi coche con mi cámara en mano, listo para la fotografía que la cliente quiere. Estoy es algo normal para mí. Lo que no es normal es pasar una hora abrazando a Carla Rosón Caleruega mientras llora y yo sin decir una sola palabra.

Después de todo lo que pasó con Tatiana llevé a Carla a su casa, aunque ella insistía en quedarse en sola en el hotel ya que de todos modos tenía una habitación reservada. Pero me negué a que hiciera eso porque no creo que estar sola me dé una garantía de que no hará una estupidez. La amenacé con decirle a Teo donde estaba si no venía conmigo voluntariamente a su casa y para mi sorpresa no puso mucha objeción.

Esta mañana recibí un mensaje de Cayetana enviándome las direcciones y nombres de las personas a las que la clínica veterinaria habló ayer en el lapso de tiempo que le especifiqué. Como resultado obtuve tres direcciones. En una descubrí que vivía una anciana con un perro muy pequeño y en la otra era una familia de moros que tenían dos gatos. Eso me deja solo con la última dirección.

También aproveché y le pedí un pequeño favor a Horacio, el dibujante de la policía. Lo llevé hasta la florería y le pedí que se encargara de hacer un retrato utilizando los confusos recuerdos del florista con problemas de memoria. Prometió enviarme un fax con el dibujo esta noche. Aunque ya será tarde para descubrir a la admiradora secreta de Iván porque esta noche es el baile.

Eso me pasa por ocuparme de varios casos al mismo tiempo. Y eso que no me puse a investigar quién es que me ha estado llamando todo este tiempo y nunca habla.

¡Bingo! Un perro leopardo de Catahoula sale rápidamente de una casa y un hombre sale corriendo detrás de él con una correa en la mano. El hombre logra alcanzar al perro y le coloca la correa, lo que yo aprovecho para tomarle unas fotografías.

Sonrío ampliamente. Encontré a Tomás Cruz.

********

Sorprendentemente estoy de muy buen humor. Hoy le daré a un cliente una buena noticia. Eso no suele ocurrir. Me siento en mi escritorio en Investigaciones García y uso el teléfono de ahí para llamar a la mujer rusa.

Cuando ella me atiende no puedo controlar mi emoción. Sé que es algo tonto de mi parte, pero es bueno dar buenas noticias de vez en cuando.

-¿Catalina?, soy Samuel de la oficina del señor García-le digo-encontramos a Tomás.

-Samuel, gracias. Es un milagro-me responde con voz ilusionada.

-¿Tienes un bolígrafo?-le pregunto.

-Claro-me dice ella aun emocionada.

-La dirección es…-no termino de decirlo porque alguien junto a mí ha cortado la llamada.

Levanto la mirada y veo a papá muy serio junto a mí.

-Papá ¿Qué estás haciendo? -le pregunto confundido.

Él no me responde de inmediato, sino que saca una carpeta de su portafolios y de ella unas fotografías. Son como las fotografías que les tomas a todos los que son encarcelados.
Dos son fotos de dos tipos que no conozco y en otra hay una mujer rubia muy bonita. Es Catalina.

-Esta no es Catalina Lenova-me explica papá-Es Yelena Sukarenko y estos son sus hermanos Yergeni y Sergei de la mafia rusa instalada en Barcelona. Tomás trabajó para ellos.
Está en el programa de protección de testigos de la policía. Ofreció pruebas contra ellos. Sospeché de ella desde el inicio y la investigué.

No pudo salir de mi estupor. Casi mando a matones a matar a un hombre sin saberlo.

Durante unos minutos papá trata de calmarme mientras el teléfono no deja de sonar. Debe ser Catalina (Yelena) impaciente para que le de la dirección.

Después de algunos minutos en que papá me da instrucciones decido responder al llamado.

-Dile lo que te dije Samu-me dice papá.

Asiento y levanto el tubo del teléfono.

-Investigaciones Gar…Catalina, lo siento-espero que me crea-lo siento, el gato de un vecino entró y se llevó puestos algunos aparatos y debí arreglar todo. Aquí está la dirección…

Cuando termino la llamada papá me mira con orgullo.

-Buen trabajo Samu.

-¿Qué sucederá ahora?-le preguntó.

-Ya avisé a la policía-me dice-los están esperando en la dirección falsa que te le dijiste. No tienes que preocuparte.

Y ahí se va a la mierda la poca fe en el amor que tenía.

********

Llegó la noche y Horacio aun no me había enviado el retrato de quien es la admiradora secreta de Iván. Supongo que este caso no lo podré resolver.

Estoy en casa junto a Poni cuando suena el timbre. Voy a abrir la puerta y veo allí a un sonriente Iván.

-Hola, Samu-me dice muy alegre.

Está vestido con un elegante traje de color negro, listo para el baile de San Valentín que se dará en Las Encinas. Y lleva algo más en una de sus manos, pero no sé qué es porque lo cubre una funda plástica de color negro.

-Te ves emocionado-le digo.

Él pasa a mi casa con buen humor.

-Iván, lo siento mucho-le digo apenado.

-¿Por qué?-me pregunta confundido.

-Te dije que encontraría a tu admiradora antes del baile y no he cumplido-le digo- tengo un millón de cosas…

-Olvídalo, eso ya no importa-me dice sacudiendo su mano y saca una flor de una mochila que está cargando y me la da- toma, quédatela. Es la rosa blanca que me envió mi admiradora. Se supone que cada uno usaría una rosa atada a una de sus muñecas y así nos identificaríamos mutuamente o algo así.

-Creí que estabas entusiasmado-le digo extrañado.

-La verdad es que no sé si quiero salir con alguien-me dice sonriendo.

-¿Entonces por qué estás tan bien vestido?-le pregunto sin entender.

-¿Quién dice que necesito una cita para ir al baile?-me dice decidido.

Me sorprende mucho su cambio de actitud, pero me parece una actitud sana.

-Así se hace macho alfa, lobo solitario-le digo bromeando.

Ahora su sonrisa se agranda, pero lo noto un poco nervioso.

-Iré contigo-me dice exagerando su entusiasmo-te conseguí la ropa y todo así no pongas excusas. Además, me vine hasta aquí en un taxi y deberás llevarme en tu coche.

Odio los bailes estudiantiles, pero supongo que puedo hacer esto por él ya que no encontré a su admiradora.

********

Estoy frente al espejo mientras con el elegante, pero excesivamente ajustado traje que me consiguió Iván. Él está detrás mío peinándome de una forma tan extraña que parezco mucho más alto de lo que soy. Lo más incómodo de esto es que la camisa lleva unos botones desprendidos lo que hace que se me vea parte del pecho y el pantalón hace que se me marque mucho la entrepierna.

-¿Qué opinas de la ropa que te compré?-me dice emocionado.

-Que parezco como si uno de los Hombres de Negro se dedicara a la prostitución-le respondo.

-Créeme, te servirá esta noche-me dice enigmáticamente-te preparé una sorpresa.

En ese momento escucho que desde mi living comienza a sonar mi fax y me dirijo en esa dirección.

-¿A dónde vas?-dice Iván-no he terminado de peinarte.

-Son solo negocios-le respondo.

Camino hasta el living e Iván permanece en mi dormitorio. Parece que Horacio terminó de hacer el retrato con los recuerdos del florista. Bueno, al menos si podré decirle quien es su admiradora secreta antes de que lleguemos al baile.

Tomo la hoja de papel y veo el rostro allí dibujado. Siento como si mi alma se cayera a mis pies.

-¿Qué es eso?-me pregunta Iván apareciendo.

-Nada-le respondo rápidamente y hago del dibujo una bola de papel y lo tiro a la basura- es hora de que vayamos al baile.

Él me responde con una sonrisa y juntos nos vamos. Dios, soy una persona horrible.

********

Iván y yo llegamos al gimnasio de Las Encinas donde se está dando el baile. Sin embargo, nuestro plan de que esta sea una noche de solteros bien machos se esfuma. Más allá veo a Guzmán bailando con Nadia. También veo a Omar con Ander.

-Todos están con alguien-dice Iván repentinamente desanimado.

-¿No estabas entusiasmado de venir solo?-le pregunto bromeando-¿Qué pasó con lo del “poder masculino”?

-La realidad se manifestó-me dice Iván con una tímida sonrisa-perdóname amigo.

Miro a Iván y sé que no puedo hacerle esto, por más doloroso que sea. Miro y noto que ella está a unos metros de nosotros mirándonos.

Saco la rosa blanca que me había dado Iván y se la coloco en la muñeca.

-¿Qué estás haciendo?-me pregunta confundido.

-Me lo agradecerás luego-le digo y me dispongo a marcharme.

-¿A dónde vas?-me pregunta triste.

-Mi trabajo ya está hecho-le digo tratando de sonreír.

-Pero te perderás tu sorpresa-me dice.

-Viviré-le respondo y me dirijo hacia la puerta.

Antes de salir me doy la vuelta por última vez y veo que Iván me sigue mirando con la confusión tatuada en su cara. Le hago una seña para que mire detrás de él. Iván lo entiende y lo hace y descubre frente a él a una Ari sonriente con hermoso y ajustado vestido blanco y una rosa blanca atada a su muñeca derecha.

Iván vuelve a mirarme, pero ya no confundido, sino que veo la aflicción en su rostro. Está pensando en mí. En como mi ex novia era su admiradora secreta y teme que eso me lastime. Yo le sonrió para hacerle creer que todo está bien. Eso parece calmarlo y, lentamente, va con Ari a bailar, no sin antes darme una última sonrisa de agradecimiento.

Los veo bailar y algo se quiebra dentro de mí. Hice algo bueno y terminé herido. Ser buena persona apesta. Entre el engaño de la novia rusa y saber que a Ari le gusta Iván, ya me harté del amor por el día de hoy.

Con “Time after Time” de Cyndi Lauper de fondo me marchó de allí. No quiero que nadie aquí me vea vulnerable. Nadie puede ver cuánto sufro por esto porque sé que lo usarán en mi contra.

Camino hacia el estacionamiento y rápidamente me subo a mi coche. Unas lágrimas se escapan de mis ojos. El amor es un asco. Puedes adornarlo con lentejuelas y ropa linda, pero al terminar la noche estarás en el estacionamiento llorando.

********

P. O. V. OMNISCIENTE

Mientras un muchacho de cabello castaño lloraba en su automóvil en el estacionamiento de Las Encinas, alguien golpeó sus nudillos en la ventanilla de ese automóvil para llamar la atención de su ocupante.

Samuel levantó la mirada llorosa y vio quien estaba ahí esperándolo. Abrió la puerta del coche y salió.

-¿Qué pasa Samuel?-dijo Cayetana sonriendo.

Estaba hermosa en un muy lindo vestido.

-Supongo que tú eres la sorpresa que me tenía preparada Iván-dijo Samuel sonriendo.

-¿Listo para un baile de San Valentín?-dijo Cayetana.

Samuel tomó su mano y la condujo al interior de gimnasio.

Cuando llegaron, se unieron a las otras parejas y comenzaron a bailar una pieza lenta. Samuel tomó a Cayetana por la cintura y ella apoyó su cabeza en su hombro. Rápidamente se acoplaron al lento ritmo de la canción y se dejaron llevar por la música.

Samuel pensó en hace cuanto no compartía un momento así con una chica. Ya había olvidado como era.

Levantó un poco su mirada y vio Ari apoyaba su cabeza en el pecho de Iván. Y se movía lentamente junto a él. Decidió dejar de mirar.

Ari bailaba junto a Iván, sintiendo las manos del muchacho en su cintura. En determinado momento miró hacia donde estaba Samuel. Allí estaba su primer novio junto a una muchacha que ella no conocía. La abrazaba de la misma forma que antes la abrazaba a ella. Ari decidió dejar de mirar.

Todas las parejas bailaban, pero cada una parecía estar en su propio mundo cuando un grito histérico llamó la atención de todos.

-¡Me encantan los bailes!-gritó una voz femenina.

Samuel también miró en esa dirección. Una Carla ebria estaba allí en un elegante vestido rojo que resaltaba todas sus curvas. Pero estaba ebria. Llevaba una botella en la mano y bailaba erráticamente.

-La primera chica ebria de la noche-dijo Cayetana.

Samuel seguía impactado por el lamentable espectáculo que Carla estaba dando.

-¡Vamos, bailen!-les gritó Carla a todos-¡No sean aburridos!

De pronto el ambiente había cambiado porque el espectáculo de Carla había cambiado el ánimo de todos.

Carla se fue de allí caminando mientras seguía bebiendo de lo que estaba en su botella.

********

P. O. V. SAMUEL

Logré alcanzar a Carla en el pasillo y Cayetana fue detrás de nosotros. Trato de calmar a Carla y lograr que me dé las llaves de su automóvil. Lo mejor es que se vaya a su casa, pero no puedo dejar que conduzca un coche.

-Vamos Carla, dame tus llaves-le digo casi rogándole y luego me dirijo a Caye-¿Puedes seguirnos en tu auto?

Cayetana asiente y Carla la mira como si recién se diera cuenta que ella está ahí.

-¿Quién es ella?-pregunta Carla mirando a Cayetana con el ceño fruncido y tratando de mantener el equilibrio por lo ebria que está.

-Ella es la amable policía que ignorará tu ebriedad siendo menor de edad-dije, pero Carla seguía mirando a Cayetana como si fuera su enemiga o algo así.

De repente Carla se olvida de Cayetana y comienza a reírse como una loca. Algo que seguramente nunca veremos en una Carla sobria y estable.

-Carla, tu ebriedad es poco elegante para una futura marquesa-dijo una voz que nos sorprendió a todos.

Tatiana estaba frente a nosotros con los brazos cruzados y miraba a su hermana con impaciencia y desaprobación.

-¿Qué haces aquí?-le preguntó Carla a su hermana.

-Mi primera noche en casa y Lu me llama diciendo que estás ebria haciendo una escena-dijo Tatiana-como si nunca me hubiera ido.

-No hay motivos para que estés aquí-dijo Carla con desdén-no hay periodistas.

-Qué lástima-dijo dijo Tatiana con sarcasmo-vamos, te llevaré a casa.

-Solo si me dejas vomitar en tu auto-dijo Carla.

-Claro, como en los viejos tiempos-dijo Tatiana y tomó a su hermana de un brazo con suavidad y la condujo hacia afuera.

Las hermanas Rosón se marcharon. Samuel vio Carla, aun ebria, volteó la cabeza y miró por última vez antes de marcharse definitivamente.

-Que muchacha prometedora-dijo Cayetana acerca de Carla con sarcasmo.

-Gracias, Caye-le digo sonriendo y mirándola fijamente-gracias por venir esta noche. Supongo que tú eres la sorpresa que me preparó Iván.

-Él me llamó pero vine porqué quería verte-dijo ella y miró hacia el gimnasio-¿quieres regresar?

Sigo su mirada. Realmente no quiero regresar y ver juntos a Iván y Ari.

-No, aquí no está mal-le digo.

Nos miramos fijamente en silencio, pero no es incómodo.

-¿Me vas a besar?-le pregunto sonriendo.

-Estaba pensando en eso-dijo Caye y lo hizo.

Ella apoya sus labios en los míos y disfruto de su suavidad. La tomo por las mejillas para intensificar el beso. Cuando termina nos miramos nuevamente. Ella es hermosa.

-¿Te gustó?-dijo ella.

-Ya puedo anotar en mi solicitud para la universidad que besé a una policía-le digo bromeando.

Ella ríe, pero se calla cuando el sonido de mi teléfono nos interrumpe.

-¿Hola?-digo pero nuevamente nadie me responde.

-¿Es tu otra novia?-pregunta Cayetana con humor.

-No-digo con mal humor-alguien sigue gastándome bromas.

-Rastréalos-dijo ella confiada en que puedo hacer algo así.

-Lo hice, pero no para de sonar-le explico.

-Soy una oficial, permíteme-dice Cayetana y me extiende su mano y yo le paso mi teléfono-hola, me enteré que molestas a mi chico.

Eso me saca una carcajada y vuelvo a tomar mi teléfono para hablar con el bromista de las llamadas.

-¿Quién eres y porqué me sigues llamando?-pregunto con mal humor.

-Este es un teléfono fijo en un bar-dice la voz ronca de un hombre-debe referirse a la mujer de cabello castaño.

El teléfono casi se me cae, pero lo aferro a mi oreja. ¿Una mujer de cabello castaño en un bar? ¿Podría ser…?

-¿Mujer de cabello castaño?-le pregunto al hombre al otro lado de la llamada-¿un bar en dónde?

-Se llama “El Parador” en Macastre, Valencia-dice el hombre y corta la llamada.

No puede ser. ¿Será ella? ¿Al fin la volveré a ver?

-¿Lo dejamos para otro día?-le pregunto a Caye.

Realmente no quiero dejar a Caye, pero no puedo perder tiempo. Si no la encuentro ahora quizás no pueda encontrarla más.

-¿Qué?-dice ella confundida.

-Lo siento-le digo y vuelvo a besarla y me marcho corriendo.

********

A la mañana siguiente llego hasta el bar llamado “El Parador”. Le dejé una nota a papá diciéndole que había salido en un día de campo con Rebe, Omar y Nadia. Tomé un avión de Madrid a Valencia y ahí alquilé un automóvil para llegar a Macastre. Es temprano por la mañana así que si tengo suerte aún la encontraré aquí. O al menos hablaré con alguien que la haya visto.

No permitiré que vuelva a dejarme. No me importa si fue amenazada por los Blanco Conmenford.

Entro al bar y veo que no hay mucha gente. Hay algunos bebiendo por ahí y otros jugando al billar.

Miro hacia todos lados tratando de ver una cabellera castaña, de un color tan parecido al de mi cabello. Hasta que la veo.

Está sentada en la barra, frente a un hombre que limpia unos vasos sin prestarle atención.

Doy lentos pasos hacia ella sintiendo que con cada uno mi corazón golpetea cada vez más fuerte contra mi pecho.

Estoy al lado de ella que tiene los codos apoyados en la barra y la cabeza gacha como si estuviera dormitando.

-¿Mamá?-le preguntó.

Siento que las lágrimas se agolpan en mis ojos. Hace más de un año que no la veo. Ignoro la bebida que tiene en sus manos.

Sus ojos marrones hacen contacto con los míos.

-Samuel, cielos…-dice ella también llorando, pero su expresión cambia a una de pánico-Dios, no. No, por favor.

Ella quiere levantarse, pero faya y casi se cae, pero la sostengo a tiempo.

-Te llevaré de aquí-le digo.

-No-dice ella con pánico-no pueden verme contigo. Te lastimarán.

Ella tarta de zafarse pero la sujeto con más fuerza.

-Sé quién lo está haciendo y quien nos extorsionaba-le digo y eso parece asustarla más.

Ella se sienta en una silla y comienza a llorar.

Giro para volver a encararla y tratar de calmarla y entonces lo veo. Frente a nosotros está el hombre que hizo las fotografías mías con dibujos de la mira de un arma. El que hizo eso por orden de la esposa de Benjamín Blanco. El hombre que hizo la llamada anónima que llevo a la captura del falso asesino de Marina Abel Romano. El jefe de seguridad de Benjamín Blanco y de la Constructora Nunier. Frente a nosotros está Clarence Weidman.

Ahora sabe que he hecho contacto con mi madre.

No nos dice nada, simplemente se marcha mientras yo lo miro atónito con los sollozos de mi madre de fondo.

-Samu…-escucho susurrar a mamá detrás de mí.

Notes:

Lamento haberlo dejado ahí y sé que el encuentro de Samu con Pilar es algo muy importante para el personaje y para la historia, por eso el próximo capítulo se centrará casi exclusivamente en eso. además, ahora, el misterio del asesinato de Marina y la relación de Samu y Carla cobrará mayor importancia.

Chapter 16: Samuel y Pilar

Summary:

Samuel por fin encuentra a su madre y esto lo acercará a descubrir quien mató a Marina.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

P.O.V. SAMUEL

Entro a casa corriendo. Poni se sobresalta, pero lo ignoro. Aparentemente papá no está aquí. Bien, eso me será útil ahora. Ingreso a mi habitación y miro para todos lados con desesperación, tratando de pensar en dónde podría estar.

Miro debajo del escritorio en mi dormitorio. Debajo de la cama. En los cajones. Debajo de la silla. Tiro toda mi ropa al suelo buscándolo. En mi closet. Detrás de los cuadros quizás en mis abrigos. No lo encuentro por ningún lado, pero estoy seguro que debe estar aquí. Fue desde aquí que llamé a la aerolínea e hice la reserva para el vuelo a Valencia.

Recuerdo la aterradora mirada de Clarence Weidman mientras vio que al fin había encontrado a mi madre. Ahora sabe que he hecho contacto con ella y estoy en más peligro que nunca. Sus malditos jefes amenazaron a mi madre para que se fuera de Madrid si quería que yo estuviera a salvo. De ahí las fotos que encontré hace tanto tiempo. Ahora que la he encontrado deben verme como una amenaza, pero ¿por qué? ¿Qué ella tuviera una aventura con Benjamín Blanco ameritaba esto? Si la esposa de Benjamín le pidió todo esto a Clarence Weidman, entonces ¿por qué Benjamín no le pidió que parara? Benjamín claramente no deseaba que mi madre se marchara, pero su esposa Amanda sí.

La pregunta era evidente ¿por qué Clarence estaba en ese bar junto a mi madre y yo? O mejor dicho ¿Cómo lo sabía? Claro, ahora sé la respuesta y debo encontrar lo que estoy buscando para probarlo.

Estuve buscando a mi madre todo un año. Dudo que Clarence Weidman la haya encontrado justo la misma noche. Entonces llega a mi mente un razonamiento muy simple. Él no sabía dónde encontrar a mi madre. Sabía dónde encontrarme a mí. Por eso es evidente que puso un micrófono en mi habitación y ahora debo encontrarlo desesperadamente, sino la información se seguirá fugando.

He dado vuelta toda mi habitación y no encontré nada. Desde la puerta, Poni me mira como si yo fuese un loco y probablemente tiene razón.

Poso mi mirada cansada en mi escritorio y noto algo que llama mi atención. Me acerco hasta allí y lo tomo. Es feo sacapuntas con forma de oso panda gordo. Me lo enviaron por correo hace unos días como agradecimiento por mi donación a la Alianza de Vida Salvaje, pero yo nunca doné nada, aunque me quedé con el sacapuntas.

Tomo mi lámpara y con ella golpeo al panda. Se parte en dos y en la mitad inferior encuentro lo que buscaba. El micrófono estaba dentro del panda. Weidman estaba escuchando cuando reservé mi vuelo a Valencia. Debería haberme ido directamente desde el baile, pero no quería que mi madre me viera vestido como un gigoló. Parecía importante en ese momento.

FLASHBACK

Clarence Weidman se marchó, pero eso no tranquiliza a mamá que sigue alterada.

-Sé quién nos está chantajeando-le digo a mamá, pero me arrepiento cuando veo el horror en su rostro.

Intenta marcharse, pero choca con una mesa del bar en el que estamos y tira al suelo un salero. Yo la tomo de los brazos para calmarla.

-Estoy bien, estoy bien-dice ella y me recuerda a cuando decía lo mismo, pero yo sabía que estaba ebria-Samu, por favor vete, mi amor.

-Te he buscado por un año-le digo con determinación-no me iré a ningún lado.

Nos miramos por un segundo e instintivamente nos abrazamos. Dios, como había extrañado abrazar a mi madre. Me permito por un instante volver a ser un niño inocente y feliz. era algo tan lejano al Samuel actual.

Ella me toma del rostro y me mira. Veo en ella una mezcla entre miedo y alegría.

-Dios, te extrañé tanto-me dice, pero rápidamente comienza a llorar-esto está mal. Está muy mal. No deberías estar aquí.

-Tu tampoco-le respondo.

Ella debería estar conmigo y con papá.

-Intento protegerte, pero no puedo hacerlo-me dice y veo esos ojos marrones tan parecidos a los míos-no puedo, es tan difícil.

Me acabo de dar cuenta que el tabernero y los otros clientes nos están mirando por el espectáculo que estamos dando. Me dirijo directamente al empleado.

-¿Nos podría traer un poco de café, por favor?-le pido y el asiente.

Hago que mamá se siente en una mesa y me siento junto a ella.

-Mamá, mamá-le digo tratando que se enfoque en mí-todo estará bien.

Hacer promesas que no sé si puedo cumplir es algo que heredé de mi madre.

FIN DEL FLASHBACK

Saco el micrófono de dentro del panda y lo coloco sobre mi escritorio. Sigo con la lámpara en mi mano y pienso usarla. Ayer Weidman oyó cuando reservé mi vuelo a Valencia.
Solo espero que esté escuchando ahora.

Tengo la lámpara en mi mano lista para aplastar el micrófono cuando se me cruza una idea por la cabeza. Dejo la lámpara y vuelvo a colocar el micrófono dentro del sacapuntas y vuelvo a armar el panda partido en dos. Al fin puedo sonreír. Quizás me convenga que ese tipo siga oyendo todo.

********

Al día siguiente camino por los pasillos de Las Encinas junto a Rebe, quien se ha vuelto muy popular desde que es posible que lleve un trofeo al colegio en las próximas competencias de boxeo. Para todos antes ella era una desconocida, pero ahora todos la amaban porque querían colgarse de su éxito. Una metáfora de esta gente. Al menos Rebe está feliz.

Caminamos y muchas personas saludan a Rebe y le dan golpecitos en la espalda. Cuando nos dejan solos yo también le doy golpecitos en la espalda.

-¿Por qué haces eso?-pregunta ella.

-Quería sentirme parte del grupo-digo bromeando y ella se ríe.

-Hola Rebe.

-Hola Rebe.

-Hola Rebe.

Todos repiten lo mismo.

-Te quieren, de verdad te quieren-le digo con voz soñadora.

-Solo necesitas socializar más-me dice ella- ese es tu problema.

-Espera ¿ese es mi problema? -le digo exagerando la sorpresa.

No la juzgo. Ella sabe un poco de todo lo que viví aquí pero nunca le conté todo.

-Sé que este colegio no ha sido muy bueno contigo…-dice ella.

-Te quedas corta –le respondo.

Luego veo una imagen que me da arcadas. Ari e Iván charlan muy juntos y acaramelados junto a sus casilleros.

-Ellos sí parecen amistosos-susurro con rencor y sigo mi camino junto a Rebe.

Llegamos al casillero de Rebe y encontramos ahí a Ander con Omar y Guzmán con Nadia y comenzamos a charlar. Me incomoda estar con Guzmán después de la charla que tuve con mamá.

-¿Viste esto Rebe?-dice Nadia señalando el casillero de Rebe.

Alguien había pegado un cartel con vivos colores y brillantina que decía “TE QUEREMOS REBE, ERES LO MÁXIMO”

-No los dejes adueñarse de tus triunfos-dice Ander y creo que es el primer comentario coherente que escucho hoy.

Solo porque al parecer Dios me odia se nos acercan también Ari e Iván tomados de las manos.

-Muy buena pelea el otro día-dijo Ari a Rebe-la otra chica cae rendida y tú casi intacta.

Sonriendo Iván se voltea hacia mí.

-¿Te cortaste el cabello?-me pregunta con su característico buen humor.

Veo que siguen tomados de las manos y siento que comienzo a enojarme.

-De hecho, me lo estoy dejando crecer-digo de una forma demasiado ruda y todos parecen notarlo.

Iván y Ari se sueltan mutuamente, algo incomodos.

-Como sea-dijo Iván-te queda bien.

-Gracias-le respondo y los dos optan por marcharse.

Todos me miran algo desconcertados pero los ignoro.

-¿Samuel?-escucho detrás mío y volteo a ver encontrándome con Carla.

Me alejo de mis amigos y me acerco a ella.

-Carla, hola-digo sin saber bien que hacer realmente.

Ella parece incomoda.

-Mi hermana me contó esta mañana que te quedaste conmigo anoche, hasta que ella vino a buscarme-me dice.

Se refiere al baile del otro día en el que una Carla ebria dio un espectáculo frente a todos. Cayetana y yo la cuidamos hasta que sorprendentemente apareció su hermana Tatiana para llevarla a casa.

-Solo quería decirte…gracias-dijo ella sonrojada.

Esta es Carla Rosón, dándome las gracias frente a todos. Siento que me sonrojo al igual que ella.

-Ah…claro. De nada, no hay problema-le digo.

Nos miramos por un tiempo hasta que es tan incómodo que ella decide marcharse. La veo marcharse y cuando vuelvo con mis amigos veo que me miran de forma extraña.

-¿Qué fue eso?-me pregunta Omar con picardía.

-¿De qué hablan?-les pregunto confundido.

Ellos se miran entre ellos, pero yo no entiendo nada.

-¿Cómo es tan buen detective?-pregunta Rebe en un susurro a Nadia quien aguanta una carcajada.

-Eso se llama química-dice Ander.

Ahora entiendo lo que me quieren decir y no me gustan sus insinuaciones.

-Las marquesas y los detectives nunca tendrán química-les digo y me marcho rápidamente de ahí.

********

Así es mi vida. Por la mañana estudio como cualquier otro y por la tarde algo un poco más sórdido: investigar el asesinato de una adolescente. El inspector Castañeda y los otros inspectores no están ahora en la comisaria ya que están recibiendo condecoraciones del alcalde. Es mi oportunidad de entrar a la comisaria sin problemas.

En algún momento mi mente vuelve a la larga conversación que tuve con mamá.

FLASHBACK

-Avísame si necesitan algo más-dice la camarera y se marcha.

Mamá tira el azúcar en su taza con café y lo bate con un cierto temblor de su mano. La he visto hacer eso muchas veces. El nerviosismo típico de todos los alcohólicos.

-¿Cómo está mi maquillaje?-me dice mamá intentando bromear pero nota que no me ha causado gracia-Ojalá no tuvieras que verme así.

Agacha la mirada y creo que fui muy duro con ella.

-Deberías haberme visto anoche-le digo—parecía el trabajador sexual de las madres de los estudiantes de Las Encinas. Hubo un baile de San Valentín.

Ella intenta sonreír.

-Suena divertido ¿Lo fue? -me pregunta y yo asiento-imagino que las cosas no se detienen así nomás. ¿Verdad? Sigue habiendo cumpleaños, bailes, navidades…

Su mirada se pierde y quizás está pensando en todas las cosas de mi vida que se ha perdido. Me dolería que no lo hiciera.

-No, no lo hacen-le digo con tristeza.

Y de pronto aparece esa Pilar que conozco y que no me gusta tanto. Una que puede fingir que todo está bien con tal de tapar su enfermedad.

-¿Recuerdas la vez que quisiste pintar tu cabello de verde?-me pregunta eufórica.

-Sé lo que pasa entre tú y Benjamín Blanco-le digo de golpe y su sonrisa se borra-quiero saberlo todo. ¿No querías que papá fuera tras Ventura por la muerte de Marina porque es el mejor amigo de tu amante?

-Samuel…-dice ella negando con su cabeza y sonriendo.

-Dímelo-le insisto porque ahora que la encontré no pienso irme de aquí con ninguna duda.

-Ventura era inocente-me dice convencida.

-¿Cómo lo sabes?-le exijo saber.

-Solo lo sé-me responde y me pongo furioso.

-¿Por qué el hombre que amas no sería amigo de un asesino?-le pregunto molesto y casi llorando de la rabia.

-No, porque cuando mataron a Marina yo estaba en el hotel Neptune Grand con Benjamín y Ventura estaba allí con una mujer que no era Laura y lo vi ahí-dice mi madre seria-yo estaba en un cuarto con Benjamín y Ventura estaba en otra habitación en el mismo piso.

FIN DEL FLASHBACK

-Solo para que lo sepas-dice una voz en mi oído sacándome de mis recuerdos-quiero creer que te quedas soñando despierto sobre mí.

Doy media vuelta y me encuentro con Cayetana en su uniforme de policía.

-¿Ah sí?-le pregunto para seguirle el juego.

-Puedes imaginarme en traje de baño si quieres-me dice ella-me veo increíble en traje de baño.

Yo rio y en parte en la imagino en traje de baño.

-¿Qué puedo hacer por ti Samuel?-me dice aun sonriendo.

-Necesito un favor, uno grande-le digo.

Su sonrisa se borra. Debe saber que no le pediré algo sencillo.

-Por favor dime que quieres que me encargue de una multa por estacionar mal-me ruega.

Miro para ver si hay alguien cerca que pueda escucharnos.

-Necesito que me consigas copias de las grabaciones de los interrogatorios por el asesinato de Marina Nunier-le digo.

********

Ya en Investigaciones García estoy organizando algunos expedientes cuando papá me aborda cuando salía de la cocina con una taza de café.

-Ayer tuve una llamada extraña-me dice-llamaron del banco para avisarte que estás sobregirado. Creí que estabas acaparando mucho dinero en la escuela.

-Debe ser un error-le digo sin mirarlo y fingiendo estar pendiente de los expedientes-seguro me confundí con algún decimal. O me lo gasté en apuestas y caballos.

Le sonrió para tratar de convencerlo.

-¿Me contarías si hubiera algún problema?-me pregunta.

-Te cuento todo-le respondo y él entra a su oficina.

Quizás no te cuento todo, papá. Es mejor que no te enteres de algunas cosas.

********

FLASHBACK

El problema de encontrar por fin a mi madre es que no había pensado en lo enojado que estoy con ella. Tan preocupado en encontrarla que no me enfoqué en otras emociones que sentía por ella.

-¿Y no podías decirle a papá que estabas en un hotel con tu ex y que viste a Ventura allí?-le pregunto molesto.

Porque es cierto. Si ella le hubiera dado la coartada a Ventura en su momento papá no hubiera ido tras él en su investigación. Aunque eso no explica por qué papá estaba tan decidido en ir contra él.

-No fue así-dijo mamá.

-No importa cómo fue, mama-digo molesto y cruzando los brazos.

Cualquiera pensaría que soy muy cruel con ella y quizás es así. Pero si supieran cuantas veces ella me había decepcionado…

-Solo fui a allí para hablar con Benjamín-me dice y eso me enfurece más.

-¿Con todas las cafeterías que hay en Madrid y ustedes se reúnen en un hotel?-le digo mirándola fijamente.

-Debía verlo en privado-me dice-no todo es fácil de explicar, Samuel-me dice enfocándose en su taza de café para no mirarme a mí.

-¿Podrías intentarlo al menos?-dije alterado-¿crees que podrías darme alguna respuesta seria? Nos dejaste.

Quizás este no es el encuentro emotivo que cualquiera hubiera tenido con su madre, pero no puedo evitarlo. Estoy acostumbrado a tener el control y mi madre siempre me hace perderlo.

-Bueno…-dice mamá-unos días antes del asesinato de Marina estaba en tu habitación juntando la ropa sucia y vi que te habías olvidado tu teléfono ahí. Sin leerlo pude ver en la pantalla que tenías un mensaje de Amada Conmenford, la esposa de Benjamín.

-¿Amanda me escribió?-pregunté confundido. Esa mujer siempre me odió.

-Yo borré el mensaje, pero te decía que tenía información importante sobre Benjamín y yo que tú deberías saber-explicó mamá-Ella no quería que siguieras con Ari. Entonces llamé a Benjamín, me encontré con él y le dije que mantuviera a su esposa bajo control. Te estaba protegiendo.

Dice esto último sonriendo y tomándome del rostro.

FIN DEL FLASHBACK

********

Llego a la agencia de investigación por la tarde y por suerte papá no está allí. Me arrojé en el sillón de la sala de espera y pensé en todo lo que mamá me había dicho.

Cuando papá dejó de ser inspector dijo que mi mamá y yo nos quedaríamos en Madrid y él trabajaría como investigador privado. Para mi madre esa fue la gota que derramó el vaso.

FLASHBACK

Mamá está nerviosa. Si me guio por la experiencia que tengo con ella debe estar pensando en beberse un trago.

-Cariño, no me siento bien.

-Deberías comer algo-le digo. Quizás así se alivie su resaca.

-Eso no ayudará-me dice tratando de sonreír-solo necesito beber algo.

-No-le insisto. ¿Acaso no se da cuenta cuanto me lastima haciendo esto?

-Cariño, me palpita la cabeza. La siento enmarañada-me dice.

Suspiro para tomar un poco de paciencia.

-No quiero que lo hagas-le digo en un tono un poco más suave-sigue hablándome ¿Qué dijo Benjamín sobre Amanda?

-No lo sé. Nada. Solo iré a buscar una cerveza-dice balbuceando y se levanta para irse hasta la barra.

Corro detrás de ella para detenerla y la alcanzo.

-¿Qué pasó con Benjamín?-le pregunto cortándole el paso.

-No lo sé. Yo solo…lo convencí de que la alejara de ti-me cuenta ella.

-¿Cómo?-le insisto.

Mamá mira para todos lados como buscando una salida, pero debe saber que no la dejaré escapar.

-No sé cómo explicarlo-dice evasiva-es muy complicado.

En ese momento me abandona toda la paciencia.

-¡Solo dime la verdad!-le grito-¿Cómo lo convenciste?

Algo parece quebrarse dentro de ella.

-Le dije a Benjamín que si Amanda volvía a contactarte le haría un análisis de paternidad y le quitaría millones-me dice llorando.

Es como si me hubiera dado un golpe en el estómago y me dejara sin nada de aire. Entonces las dudas que tengo respecto a Benjamín y el vínculo que de verdad lo une a mi vuelven a golpearme.

-¿Entonces tú lo sabes?-le digo con la voz quebrada-¿Estás segura de que el análisis probaría que Benjamín es mi padre?

-No-me dice llorando.

-¿Probaría que papá lo es?-le pregunto y ahora el que llora soy yo.

Y ella hace el silencio más doloroso que he vivido en mi vida.

-No lo sé

FIN DEL FLASHBACK

¿Cómo mi propia madre no podría saber quién es mi padre? ¿Cómo pudo permitir que yo sea novio de Ari cuando existe la posibilidad que sea mi hermana?

Esos pensamientos se interrumpen cuando alguien golpea la puerta. Al mirar veo a Cayetana ahí sonriéndome.

-Vas a amarme-me dice.

-Dudo que eso suceda-le digo-mi corazón le pertenece a Britney Spears. Aunque si puedes besar a Madonna quizás pueda suceder.

-No besé a Madonna, pero tengo un pendrive con los audios de los interrogatorios del caso Nunier que hizo tu padre-me dice mostrándolo.

No puedo de mi emoción y de un salto me pongo de pie y le doy un beso.

-Esto amerita una cena-le digo.

-Estaré encantada me dice ella y me da otro beso.

Ahora podré contrastar lo que dijeron en su testimonio los Nunier con todo lo que he averiguado y lo que me contó mamá.

********

INTERROGATORIO A VENTURA NUNIER

-Tranquilo, Ventura. Debemos tener esta charla. Es solo rutina.

-Ya te lo dije Ignacio. Estuve en el Neptune Grand con Laura.

- ¿Qué hacían?

-Bromeas ¿verdad?

-…

-Estaba en un hotel con mi mujer. ¿Qué crees que hacía? Tú sabes cómo es cuando tienes hijos. Ya no tienes privacidad en tu propia casa. Es algo que hacemos de vez en cuando.

- ¿Entonces lo han hecho antes?

-Si.

-Entonces tendrás los recibos que verifiquen que es algo que suelen hacer.

-Esto es una locura. Deberías buscar al asesino de Marina en vez de molestarme.

-¿Estaban follando?

-Eso es algo privado ¿no lo crees?

-No, dadas las circunstancias ¿por cuánto tiempo hicieron el amor?

-No responderé eso.

-Estuvieron en el hotel por horas ¿Por cuánto tiempo hicieron el amor?

-No lo recuerdo exactamente, por un rato.

-¿Qué hicieron al ingresar al cuarto?

-No lo sé. Nos acomodamos.

-¿Qué quieres decir? ¿Te quitaste los zapatos, la corbata?

-No, prendí la televisión.

-¿Qué había en la televisión?

-¿Por qué haces esto, Ignacio?

-Solo hago preguntas. No son difíciles.

-Prendimos la tv de fondo antes de empezar ¿está bien? ¿Quieres más detalles?

********

Había descargado el contenido del pendrive que me dio Cayetana en mi celular y me puse a escuchar el interrogatorio a Ventura Nunier. Muchos se enojaron con mi padre por investigar a Ventura supuestamente sin pruebas, pero al escuchar esto me queda claro que sus respuestas eran muy evasivas, como si ocultara algo.

Veo a Poni levantarse y mover la cola muy feliz, lo que significa que alguien que conoce ha llegado. Me quito los auriculares y me dirijo a la puerta. Al abrirla veo a Rebe allí.

-Vine por mi libro de matemáticas-me dice.

-Está allí sobre la mesa-le indico-¿recogerás a tu mamá de su trabajo en la constructora Nunier hoy?

-Si-me dice con precaución.

-¿Puedes hacerme un favor extraño sin hacer preguntas?-le pregunto.

-¿No ha sido esa la base de nuestra amistad?-me dice exasperada.

Voy hasta mi habitación y le traigo una maceta con una planta en ella y se la entrego.

-Cuando estés en la Constructora Nunier ve a la oficina de Clarence Weidman-le indico a Rebe-Pon esto en el escritorio de su asistente.

Rebe mira la planta por un instante y noto que cierta suspicacia cruza por su rostro, pero aun así acepta hacerlo.

********

INTERROGATORIO A LAURA NUNIER DE OSUNA

-No entiendo por qué no podías hablar con ambos al mismo tiempo.

-Lo siento, Laura, es política de la comisaría ¿Cuánto tiempo pasaron en el hotel?

-Dos horas y media.

-Eso dijo Ventura.

-Bueno, estuvimos allí juntos.

-¿Quieres tomar agua?

-No, gracias.

-Laura, esto es solo rutina. No tienes porqué preocuparte. Solo responde las preguntas.

-Si es rutina, solo habla con Ventura. No entiendo por qué debes hablar conmigo.

- ¿Estuvieron en el cuarto todo el tiempo?

-Si.

- ¿Y qué hicieron cuando llegaron?

-Tomamos champaña.

- ¿Pidieron servicio a la habitación?

-No, la trajimos de casa.

- ¿Suelen llevar champaña cuando van al Neptune Grand?

-Generalmente no nos quedamos en el Neptune Grand. Solo en ocasiones especiales.

- ¿Recuerdas que había en la tv esa tarde?

-Confía en mí, Ignacio. No estábamos mirando tv.

 

Estoy terminando de prepararme para mi cita con Caye mientras escucho el interrogatorio a Laura. Es evidente que ella contradecía muchas cosas que dijo Ventura y que no deseaba que la interroguen solo a ella para evitar precisamente eso. Papá era muy bueno interrogando. Los arrinconaba sin que ellos se dieran cuenta. Según Laura no prendieron la tv, pero según Ventura sí. Él no dijo nada de la champaña y ella dijo que si bebieron. Más raro aun, ¿por qué una pareja de millonarios llevaría su propia champaña a un hotel de cinco estrellas? Lo más probable es que ella dijera eso porque era fácil comprobar si pidieron el servicio al cuarto y la realidad es que nunca pidieron nada.

-Samu, llegó Cayetana-me avisó papá.

********

Llegamos al restorán después de ver una película. Lo cierto es que Caye es una chica adorable. Es hermosa, sexy, inteligente y divertida. Me gustaba estar con ella, aunque había una inexplicable parte mía que me decía que esto no duraría. Me propuse acallar esas voces. Cayetana es la chica más genial con la que he salido. No es una narco y no hay posibilidad que sea mi hermana. Eso es una buena base para una relación mía.

Nos indican cual es nuestra mesa y vamos hasta ahí cuando escucho una voz que me indica que claramente en mi vida pasada debí ser alguien muy malo para tener que soportar este karma.

- ¿Samuel? -dice la voz de Iván.

Cierro los ojos como si me hubieran dado un golpe, pero cuando me doy la vuelta para ver a Iván sonrío como si nada. Lo peor es que no está solo. Aparentemente es una hermosa cena con su familia política. Tengo depositados en mí también las miradas de Ari, Patrick, Benjamín y Amanda.
hay un incómodo silencio cuando Caye interviene.

-Hola Iván ¿me recuerdas? -dijo mi novia.

-Claro, Cayetana-dijo él y se saludaron.

Para que todo fuera más incómodo tuvo que intervenir Patrick.

-Samu, ¿nos presentas a tu hermosa novia? -dijo mi posible medio hermano.

Es evidente que Patrick solo busca divertirse a expensas de todos los presentes.

Se dan una serie de incomodos saludos (Ari no saludó a Caye) hasta que nos sentamos en nuestra propia mesa.

- ¿Estás bien? - me susurra Caye- si quieres podemos ir a otro sitio.

-No, aquí está bien-le digo sonriendo.

Desde la otra mesa veo la mirada de odio de Amanda y la de preocupación de Benjamín.

FLASHBACK

Habíamos decidido tomar aire fresco afuera del restaurante. Además, mamá quería fumar un cigarrillo.

-El día que murió marina, de hecho, en el momento exacto, Benjamín y yo estábamos en el hotel. Vi a Ventura ahí con una muchacha que creo que era su secretaria y de la nada vi entrar a Laura al pasillo, furiosa, y encarar directamente a la habitación en la que estaba su esposo. Quizás lo estuvo siguiendo. Después de hablar con Benjamín me fui de allí.

El viento azotaba el cabello castaño de mamá violentamente.

- ¿Y no volviste a ver a los Nunier? -pregunté.

-No-dijo mamá-bueno, en realidad fui al sanitario del vestíbulo. Cuando salí vi a Laura salir el vestíbulo hecha una furia.

Apoyé mi cabeza en el hombro de mamá y estuvimos así por un rato.

FIN DEL FLASHBACK

Laura le dijo a mi padre que estuvo en el cuarto con Ventura durante dos horas. Según lo que dice mi madre solo estuvo ahí 20 minutos como máximo. ¿Y si Laura vio a mi madre en el vestíbulo? La mejor manera de controlar a mi madre era que Weidman me amenazara de muerte y de paso eso sacaba a la competencia de su amiga Amanda Conmenford.
Entonces no era un tema de quien era mi padre biológico, quizás era solo tener una coartada. O ambos.

********

P. O.V. IVÁN

-Y estábamos cenando y justo llegó Samuel con su nueva novia-le conté a papá.

-Qué incomodo-dijo papá y se rio con fuerza.

Claro que no se lo tomaría en serio. Cruz Carvalho nunca se toma nada en serio.

-No es gracioso-le digo con mal humor.

-Lo es si lo vez desde afuera-dijo Cruz.

Samuel me había ayudado a que yo estuviera con Ari en el baile, pero ahora es mi novia y todo es incómodo entre él y yo. Después de la muerte de Marina nos separamos muchísimo. Incluso me uní a los que le hicieron la vida imposible en Las Encinas, aunque rápidamente me arrepentí.

-Hijo, Samu siempre fue más maduro que el resto de tus amigos-me dijo papá-él lo entenderá. No puedes desprenderte de Samuel ni de Guzmán. Quizás ustedes crean que la muerte de Marina los separó, pero en realidad es algo que los unirá para siempre.

Tiene razón. El día que murió Marina yo perdí a mi novia, Guzmán a su hermana y Samu a su mejor amiga.

Quiero estar con Ari. Hace mucho que no soy tan feliz, pero también tener mi amistad con Samuel. Aunque ya no sé si ambas cosas son compatibles. Quizás Samuel aun ama a
Ari. Quizás Ari aun lo ama a él.

P.O.V. CARLA

Estamos con Ari y Lu charlando junto a la gran piscina de la mansión de los Montesinos. Lu quería una “tarde chicas” aunque yo sé que solo quiere tener compañeras para charlar mal sobre Guzmán y Nadia. Quiere que la acompañemos en esa tradición de hablar mal sobre los ex. Pero dude que eso le sirva de mucho ya que Ari y yo nos limitamos a escucharla y asentir, pero no decimos muchos. Ari nunca habló mal de Samuel después de su repentina y sospechosa ruptura. Ella nunca quiso decir el motivo que la llevó a terminar con el ahora detective adolescente. Y yo nunca hablo mal de Polo. Si bien Polo no se comportó con la misma dignidad que Samuel, sé que es así porque aún me ama y tiene la esperanza que algún día regresemos, pero jamás me trató con rencor.

Lo cierto es que Lu ya resulta aburrida. Su relación con Guzmán era horrible y ahora se lo ve muy feliz con Nadia. Lu también debería buscar un chico que le haga bien y la quiera de verdad.

El monologo de quejas de Lu me aburre y me pongo a ver fotos viejas en mi teléfono, solo para entretenerme. En determinado momento llego a una vieja fotografía en la que estamos los 8 fantásticos. Así es como nos llamaban a las 4 parejas que dominábamos las Encinas en esos tiempos. Hoy ya ninguna de esas parejas sigue en pie. Ari terminó de la nada con Samuel días antes de la muerte de Marina. Marina e Iván habían terminado (otra vez) días antes del asesinato. Polo y yo fuimos los siguientes después de hacer la estupidez de meter a Christian en lo nuestro. Y por último fueron Guzmán y Lu hace unos meses. Lo cual es una muestra de lo tóxicos que eran porque de esas cuatro parejas en la que menos amor había era precisamente entre Guzmán y Lu. Quizás puedan ser amigos, pero como pareja eran un espanto.

Ahora Ari estaba con Iván y Carla se alegró. Iván realmente parecía feliz ahora. La muerte de marina le pegó a él más que a nadie, quizás Samuel era la excepción a esa afirmación.
Samuel.

No podía dejar de pensar en él. Ari nos había contado el incómodo encuentro que tuvo con él y su familia en un restaurante. Ari no era la chica ideal para Samuel, por lo menos para el chico que era ahora. El Samuel inocente de antes quizás podía hacer una linda pareja con Ari, por contraste. Pero el Samuel de ahora era una persona completamente diferente. Necesitaba una chica menos conformista que Ari, alguien más audaz. Samuel era un detective y una chica pija y simplona como Ari debía parecerle aburrida. Quizás por eso su novia actual era una policía mayor que él.

La idea de la novia de Samuel me incomoda así que no pienso mucho en eso. También me molestó Isadora en su momento. Prefiero no indagar en eso por miedo a la respuesta que pueda llegar a encontrar.

Hace mucho tiempo fuimos amigos, realmente fuimos amigos. Tanto que mis padres me lanzaban todas esas insinuaciones sobre él y yo…Pero la muerte de Marina nos separó cuando ambos tomamos bandos contrarios al respecto. Y ahora su labor de detective nos volvía a unir de alguna manera por todo lo que hizo para encontrar a mi madre.

Me acabo de dar cuenta que jamás le pagué por su trabajo.

********

P.O.V. SAMUEL

En la clase de periodismo estamos armando la edición de ese día del periódico virtual de Las Encinas. Los que tomamos esta clase estamos muy atareados, por no mencionar las tensiones normales entre nosotros: Lu odiando a Nadia, Polo odiándome a mí, ya saben, lo usual. Aunque lo que más me incomoda es ver a Ari e Iván juntos así que los evito en cuanto me es posible. Aunque no es tan fácil porque Iván se encarga de editar los videos y yo soy el encargado de tomar fotografías.

-Aquí están las fotografías de evento de caridad del otro día-le digo a Iván.

- ¿Hay fotos de Azucena y de algunos padres? -me pregunta Iván.

-Sí, están todas las necesarias-le digo algo evasivo.

De pronto Iván se queda mirándome.

-Esto casi fue una conversación-me dice él y siento en eso un dejo de acusación.

-Solo te daba las fotografías-le digo algo evasivo y suspiro pesadamente.

-Eso es lo que haces siempre-me dice y me imita suspirando-respiras profundo como si te prepararas para una batalla.

-Solo respiraba-le digo y quiero marcharme, pero él me toma del brazo impidiéndome que me vaya.

-Quiero que todo esté bien entre nosotros-me dice.

-Y lo está-le digo-sólo que nos movemos en círculos diferentes.

Y que sales con mi ex y posible hermana.

-No tiene que ser así-me dice.

En parte me siento mal. Él realmente trata de ser mi amigo y no puedo negar que un poco lo extraño, pero hay demasiadas cosas en medio.

-Debe ser así-le digo a Iván-no estoy programado para perdonar y olvidar. No puedo ser amigo de gente que me ignoró y se burló de mi durante un año. No soy así.

Veo el dolor en su rostro y la culpa. Fuimos amigos, pero me dio la espalda cuando yo respaldé a mi padre y él a los Nunier tras la muerte de Marina. Si bien fue más suave conmigo que gente como Polo, Lu o Carla, también permitió muchas de las cosas que yo viví.

-Quizás podamos tener nuestro propio grupo, sin ellos-me sugiere.

¿Puedo perdonar?

-Puede ser-le respondo.

********

En casa, estoy sentado junto al escritorio de mi dormitorio. Poni está recostado a mis pies durmiendo tranquilamente. En mi escritorio veo apoyadas algunas de mis cosas: mi teléfono, mi laptop, mi sacapuntas con forma de oso panda…

Tomo el teléfono y reviso el estado de mi cuenta bancaria, aunque ya se lo que veré. Sé que no queda nada.

He ahorrado cada centavo desde que comencé a trabajar para papá. No contaré con papá para que pague mi universidad y sé que eso lo destroza. En parte por eso tolero asistir a
Las Encinas, porque aumenta mis posibilidades de conseguir alguna beca. Ahora ya no tengo nada de dinero. Espero que valga la pena.

FLASHBACK

Mamá y yo estamos en el Centro de Rehabilitación de Adicciones San Esteban en Valencia. Estoy apoyado en el escritorio de la recepción firmando un cheque.

-Insistimos que el pago se realice por adelantado-nos dice la recepcionista viendo que tengo ciertas dudas.

Mamá me toma del brazo para deje de firmar el cheque.

-Aguarda. No necesito que tú…no es lo correcto, Samu-me dice mamá llorando-yo puedo resolverlo sola. Puedo terminar con esto yo sola. No hay nada que se pueda hacer en 2 semanas aquí que no pueda hacer sola. No deberías tener que hacer esto.

-Quiero que regreses a casa-le digo llorando-te extraño.

Mamá llora conmigo. No importa cuánto odie lo que hizo, sigo esperando lo mejor de ella. Quizás siempre lo haré.

-De acuerdo -me dice mamá.

Nos abrazamos para despedirnos. En 12 semanas nos volveremos a ver. Ya no tengo dinero para la universidad, pero al menos tendré a mi madre sana y conmigo. Mi familia estará junta una vez más.

FIN DELFLASHBACK

Unas lágrimas caen por mis mejillas, pero las seco con mis manos antes que papá pueda verme. Cuando me siento lo suficientemente calmado pongo en marcha mi plan.
Acomodo el sacapuntas frente a mí.

-Papá ¿puedes venir un minuto? -le digo en voz alta porque sé que está en la cocina.

Tarda unos segundos y aparece en el marco de la puerta. No sabe lo que le diré y menos aun lo que de verdad planeo, pero igual me mira con ese orgullo de siempre, con esa adoración que siente por mi aun cuando podría no ser mi verdadero padre. Es a quien más amo en la vida y lamento mucho tener que molestarlo con esto.

-¿Qué sucede campeón?-me dice sonriendo.

-Quiero que me respondas algo, honestamente-le pido.

-Está bien-me dice algo extrañado.

-¿Por qué alguien confesaría un asesinato que no cometió?-le pregunto.

-Samuel…-comienza a decir y veo en él el enojo y el miedo porque entiende perfectamente porqué se lo pregunto.

-Lo prometiste-le recuerdo.

Hace un suspiro muy parecido a los que según Iván hago yo.

-Dinero, por mucho dinero-me dice.

Me esperaba esa respuesta.

-¿Pero si no vivirá para usar ese dinero, que importa?-le pregunto.

Y es esto lo que quiero escuchar.

-Quizás haya alguien más-me dice con dolor en su expresión- alguien que quede después que esa persona muera.

Me vuelve a mirar con tristeza y decepción. Él me pidió que dejara el caso de Marina. Quiere protegerme, pero nadie puede hacerlo porque estoy decidido a llegar hasta el final con esto.

Papá se pone de pie y se marcha. Lo escucho cerrar la puerta de su dormitorio por lo que sé que ya no puede escucharme. Entonces hablo en dirección al feo oso panda en mi escritorio.

-Espera, papá ¿sabes qué? Creo que ya sé quién recibe el dinero de la confesión de Abel Romano-digo de la forma más clara posible.

Ahora veremos lo bien que Rebe sigue instrucciones si mi planta fue entregada al escritorio correspondiente. Me pongo el auricular y escucho. Solo pasan unos segundos, pero escucho a Clarence Weidman, jefe de seguridad de la Constructora Nunier y la Inmobiliaria Blanco hablar:

-Luisa, debo hallar a Amelia Manzini.

-Sí, señor Weidman-dice una voz femenina.

Amelia Manzini.

Abro mi computadora para investigar. Veamos la conexión entre esta tal Amelia Manzini y Abel Romano. Una rápida búsqueda con su nombre será suficiente. En todo el universo de internet solo un artículo los relaciona, un obituario un poco viejo que leo detenidamente:

“Estela Romano murió el domingo, tras una extensa lucha contra el cáncer. Dejó atrás a su hijo Abel Romano y a su nieta Amelia Manzini”

¿Abel Romano tiene una hija?

Notes:

Se que todos esperan que Samuel y Carla estén juntos definitivamente pero pronto eso comenzará a darse.

Chapter 17: Siguiendo el dinero

Summary:

Samuel ha encontrado a la única persona que puede probar que los Nunier compraron una confesión falsa del asesinato de Marina.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

P.O.V. SAMUEL

Estoy frente a mi laptop tratando de asimilar esta nueva información.

Así que Abel Romano tiene una hija. Y ahora Clarence Weidman sabe que lo sé. Pero ¿Qué se realmente? ¿Qué Ventura Nunier compró una confesión? ¿Qué la familia Nunier necesitaba un chivo expiatorio? Amalia Manzini, ella puede probar mi teoría. Debo encontrarla antes que Clarence Weidman.

¿Por qué nadie sabía que Abel Romano tenía una hija? Probablemente porque se cambió el apellido. Una simple búsqueda en internet me da la información que necesito. ¿Quién lo diría? Ella vive en Getafe.

Tomo las llaves de mi auto y corro hacia mi automóvil.

********

Llegué rápidamente a los dormitorios universitarios donde Amelia vive. Compartía la habitación con una compañera, pero cuando le hablé de su padre pude hacer que saliera conmigo y algo de equipaje.

-Lo siento, no creo que pueda hacerlo-me dice ella-no te conozco.

La entiendo. Soy un desconocido que prácticamente no le dijo nada.

-El señor Martínez, abogado de tu padre, me envió-le miento-Hay nueva evidencia que puede probar que tu padre es inocente.

-¿Qué?-dice ella sin entender.

No sé qué hacer. Si Clarence Weidman llega y la encuentra hará algo para hacerla desaparecer y ella es la única que puede probar que los Nunier pagaron por la confesión de Romano.

-Amalia, sube al auto-le digo abriéndole la puerta-si no lo haces, corres peligro.

-No lo entiendo-dijo ella-no he hablado con mi padre en años.

-Eres una amenaza para la familia Nunier ahora que sabes del pago-le explico.

-¿Pago?-me pregunta confundida.

-Acabas de decirme que recibes millones de la Constructora Nunier en acciones-le recuerdo.

-Mamá dijo que fue un arreglo por la patente del diseño de un edificio que Nunier le plagió a mi padre-dijo ella.

-No es un arreglo-le digo-es un pago por declararse culpable de la muerte de Marina Nunier. Tu padre es inocente.

Dice que hace años no habla con él. Espero que aun tenga algo de amor por su padre como para que acepte.

-Está bien -dijo ella y subió a mi auto.

Puse el auto en marcha y me la llevé a otro lugar.

********

Aparcamos en un hotel pequeño y sencillo de las afueras de Madrid. No tengo mucho dinero después de que gasté casi todo lo que tenía en el tratamiento de mamá. Pero €75,00 por día no es demasiado y puedo tenerla aquí por unos días.

Es una muchacha bonita, casi no hay nada en ella de su padre. Pero se la ve frágil. Supongo que no fue fácil para ella crecer pensando que es la hija de un asesino.

-Antes que nada, debes hablar con tu madre-le digo-para que envíe de inmediato los documentos del acuerdo. Que pague en efectivo y use un nombre falso.

-¿Qué probarán esos papeles?-dijo ella confundida.

-Que a tu padre le pagan por cargar con la culpa-le respondo y le doy un teléfono-no uses tu teléfono, usa este. No se puede rastrear.

Ella parece dudosa.

-Está bien-acepta-pero debo hablar con mi novio, si no, la policía, el ejército y la guardia civil me buscarán. Solo él, nadie más.

No me gusta que haga eso, pero siento que debo ceder. Ya ha hecho mucho aceptando venir conmigo cuando no me conoce.

-Nadie más-le digo-Amelia, él no puede saber dónde estás.

Ella asiente.

-¿Samuel?-me dice un tanto temerosa.

-¿Si?

-¿Lo has…lo has visto en prisión?-me pregunta.

-Si-le respondo.

-¿Cómo está?-me pregunta.

Esta chica aún se preocupa por su padre a pesar de creer por tanto tiempo que era un asesino del mismo modo que yo aún me preocupo por una madre alcohólica que me abandonó. Pero la realidad es que su padre se está muriendo. Ese es el motivo por el que él aceptó ser el chivo expiatorio en el asesinato de Marina. Pero si ella supiese que su padre está muriendo, no me ayudaría.

-Le va bien-le miento.

********

Al día siguiente estoy en las Encinas pensando en formas de ganar dinero para pagar el hotel donde tengo escondida a Amelia. Quizás si surgiera algún caso podría ganar algo de dinero.

Sin embargo, debo ser paciente. Cuando consiga los documentos que prueban que la Constructora Nunier le da dinero a Amelia, se podrá comprobar que pagaron por la falsa confesión de Abel Romano.

Pero esto plantea la incógnita lógica de porque necesitarían una confesión falsa. Por qué Romano lo hizo es evidente. Va a morir de cáncer de estómago y quería dejarle dinero a su hija. Sus circunstancias se amoldaban mucho a los intereses de los Nunier.

Esto solo me lleva a pensar que, por lógica, uno de los Nunier mató a Marina. Entonces sucederá que papá siempre tuvo razón y fue Ventura Nunier el asesino de su propia hija. A menos que fuera otro miembro de la familia, opción la cual no quiero ni pensar.

Camino por los pasillos de Las Encinas. A este punto ignoro las miradas de odio que recibo de todo el mundo. Las recibo desde que Marina murió, pero ahora soy un poco más fuerte para soportarlo.

-Samuel, necesito tu ayuda-dice de repente una chica atravesándose en mi camino.

No me llama la atención que ni siquiera saludara antes de pedirme algo. Todos en Las Encinas tienes esa prepotencia. Lo que en realidad capta mi atención es que esta chica está realmente sucia. Tiene manchas de chasa en su rostro y en su uniforme. Ella es Sabrina Castellanos, la hija de importantes políticos de Madrid. Es una estudiante de último año así que no he tratado mucho con ella, pero tiene fama de ser bastante exigente e insoportable.

-¿Quieres un quitamanchas?-le digo bromeando pero a ella no le hace gracia.

-Se desinfló una llanta de mi coche-me explica-la cambié sola y no estaba agujereada. Alguien le sacó el aire. ¿Conoces a Cesar Truman?

-¿El chico del último año?-le pregunto.

Todos conocen a Cesar. Tiene su fama de ser un idiota, aunque conmigo nunca se ha metido.

-Si-dice ella-rompí con él hace dos meses y desde entonces me acosa. Este fue el último de esos supuestos accidentes. Oí que tú haces ciertos…trabajos de investigación y me han dicho que eres muy capaz. Necesito que lo detengas.

-Solo amenázalo para que te deje en paz-le digo.

-Esto es serio-dice ella-me ha estado interrumpiendo todas mis oportunidades de estudiar y estoy en riesgo de perder mi puesto como la mejor de la clase y de ganar la beca Nunier. Alguien puso mi número de teléfono en un sitio para encontrar prostitutas. Me llamas por teléfono todo el tiempo. Tuve que suspender algunos exámenes porque no podía estudiar.

-Me encantaría ayudar Sabrina, pero también tengo exámenes-le digo.

Y es cierto. Si soporté a las Encinas tras la muerte de Marina es porque este lugar de da más oportunidades de conseguir una beca para una buena universidad. Especialmente una fuera de España. Pero para poder optar para esa beca debo mantener un promedio excelente.

-Esto es importante- me insiste-te pagaré. Cada vez que quiero estudiar surge una catástrofe.

Estoy quebrado y la habitación de Amelia cuesta €75,00 diarios. Supongo que puedo hacer el esfuerzo.

-¿Segura que es Cesar?

-Claro que es él-dice con molestia-muy inmaduro. Te doy €100,00 ahora y €400,00 más cuando pruebes que es él. Entre más pronto, mejor. Ya tuve que reprogramar mi examen de historia.

********

Este parecía ser un caso sencillo así que decidí resolverlo de forma sencilla. Las cosas que papá me han servido en muchas cosas, como convertirme a mí mismo en un detector de mentiras ambulante. Creo que bastará con encarar a Cesar para que confiese y deje en paz a Sabrina. Ya está, €500,00 fáciles lo cual me ayudaría mucho para pagar el hotel donde tengo a Amelia. Veo a Cesar con varios de sus compañeros y lo espero en la salida. He charlado un par de veces con él y nunca me pareció un mal sujeto para lo que suele haber en Las Encinas. Pero si le cuesta aceptar un no como respuesta de su ex novia creo que estoy obligado a intervenir.

Cuando pasa a mi lado me pongo junto a él y caminamos juntos.

-Cesar Truman-le digo a modo de saludo.

-El famoso Samuel García Domínguez-dice él-¿a qué debo el honor de que me hables?

-Espera ¿soy famoso? -le digo bromeando.

-No todos los institutos tienen entre sus estudiantes un detective-me dice-ese te hace muy famoso.

Y otras cosas como ser el que apoyó a su padre en su acusación pública contra Ventura Nunier, cosa que él evita mencionar y yo se lo agradezco.

-Como detective precisamente estoy aquí-le informo-así que seré directo. Sé que estuviste acosando a Sabrina, tu ex novia, no la dejas en paz y, lo que parece ser más importante para ella, no la dejas estudiar. Siempre haces algo por las noches cuando ella quiere estudiar. Ahora vas a negarlo y yo me tomaré el trabajo de probar que mientes y terminaré descubriéndote finalmente. Ahorrémonos todo ese proceso y admítelo ya.

-Espera ¿Qué? ¿Alguien molesta a Sabrina? -me dice fingiendo confusión.

-Solo admítelo y déjala en paz-le digo algo exasperado.

Él mira más allá y veo que mira hacia un caro automóvil con chofer.

-Mira, ya me vinieron a buscar-dijo-debo irme. Pero quiero que averigües quien molesta a Sabrina y yo me encargaré de ese hijo de puta.

Se va rápidamente y yo ahora debo investigarlo y estudiar para mis exámenes. Genial.

********

Sabrina dice que Cesar siempre ataca de noche, por lo que iré a su casa más tarde. Eso me da un par de horas antes de ir ahí. Así prepararé el caso de Amelia y le probaré se dejará pudrir en prisión para que ella sea rica.

Estoy en Investigaciones García. Papá está en su despacho con una cliente y eso me da tranquilidad para revisar todos los archivos que tengo del caso. Aquí tengo todo: análisis de los sospechosos, pruebas, teorías, todo. Básicamente toda mi vida desde que Marina murió.

De repente el teléfono de la oficina suena y voy a atenderlo.

-Investigaciones García-digo a modo de saludo.

-¿Se encuentra Ignacio García?

-No está en una reunión-le respondo.

P.O.V. IGNACIO

Tengo frente a mí al peor tipo de clientes: los deshonestos.

Es una mujer muy rica. Elegante y arrogante. De ese tipo de personas que creen que pueden llevarse el mundo por delante y de las que Samuel se queja bastante seguido.

Lo peor no es el tipo de personas que son, sino lo que esperan que yo haga por ellos.

-¿Quiere que encuentre una prostituta para su esposo?-le digo como para corroborar lo que ya sé.

-Si-dice la mujer con una estúpida sonrisa-Le gustan las rubias.

-Supongo que se equivocó y dio conmigo-le digo sonriendo.

-Quiero que ella lo lleve a un hotel y cuando estén en una situación comprometedora usted tome la fotografía que me dé la ventaja en el divorcio-dice la mujer sin hacerme caso-
Violación de acuerdo prenupcial. Arreglo para mí, bono para usted.

En ese momento entra Samu a mi despacho.

-Papá, te llama…

Se queda en silencio al ver la dureza con la que miro a esta mujer.

-Suena bien-le digo a la señora-pero, si nos apegamos a la ley, eso es incitación.

-¿La ley?-dice ella con una arrogante carcajada-si no quiere hacerlo iré a otra parte. El detective privado Vicente Vanucci no estará tan interesado en seguir la ley.

Conozco a Vicente y sus métodos. También sé de lo que es capaz.

-Debe saber que si va con Vanucci recibirá el “clásico de Vicente”-le digo con seguridad.

-¿Qué es eso?-pregunta algo asustada.

-Vicente engañará a su esposo, obtendrá las pruebas, irá con él y dirá “duplique la paga y diré que es inocente”-le cuento.

Me mira con mala cara y se marcha.

-Te llama Rodríguez-me dice Samu.

-Gracias, Samu-le digo y él cierra la puerta al marcharse.

P.O.V. SAMUEL

Esa desagradable mujer se marcha sin despedirse y yo cierro la puerta del despacho de papá. Cuando quiero volver a mi laptop veo que alguien la tiene en sus piernas y mira ahí.
Es Carla.

-¿Qué le pasa a la familia García?-dice Carla mirando los archivos de mi laptop.

Me acerco rápidamente a ella y le quito mi laptop.

-Samuel ¿Crees que la muerte de Marina es parte de una conspiración? -me dice ella incrédula y juzgándome.

-No sé lo que viste-le digo cortante.

-Un archivo de Guzmán-me dice.

Eso significa que leyó sobre la enfermedad de Guzmán y la medicación que toma. Y ella no es tonta, va a darse cuenta de la posibilidad de lo que podría haberle ocurrido a Marina realmente.

-Hay un archivo de todos-le aclaro.

-Sí, es detallado-me dice Carla-me alegra tener coartada.

La idea de ella necesitando una coartada me molesta, me hiere.

-Cuando Marina murió estabas en Ibiza con cinco testigos-le digo-Lu, Patrick, Ari, Polo e Iván. Tu coartada es muy sólida.

Se pone de pie y me enfrenta. Muchos comenzaron a temerme cuando cambié mi personalidad tras la muerte de Marina, pero ella no me teme, del mismo modo que yo jamás temo enfrentarla a ella.

-¿Qué pensaría Marina de que investigas a las personas que la amaron?-me pregunta algo enfadada aunque no tanto como hubiera esperado.

La miro a los ojos verdes. Parece herida de saber que investigo lo de Marina. ¿Porqué?

Me habla de las personas que amaban a Marina cuando ella realmente no lo sentía así. Marina realmente quiso a muy poca gente de verdad. Una vez me dijo que yo era su único amigo verdadero.

-Yo amaba a Marina-le digo con enojo y luego agacho la mirada con tristeza-si no fuera así podría olvidar todo esto.

Por alguna razón siento que ella me entiende. No sé por qué, pero lo hace. Ella esquiva mi mirada.

-Solo vine a darte esto-me dice y me muestra un cheque que pretende darme con su brazo extendido-toma, gracias. Es por tu investigación de lo de mi madre.

Nuestras miradas se conectan y ya no veo el cheque que me ofrece. Ella sigue con el brazo extendido esperando que lo tome. Y lo hago. Agarro el cheque y lo miro. Es una buena cantidad de dinero y está a mi nombre.

En ese momento miro a Carla y sonrío.

-Tu mamá siempre me trató bien-le digo y delante de ella rompo el cheque por la mitad.

Carla abre mucho los ojos con sorpresa. Tiene la boca ligeramente abierta y no sabe que decir. Noto cierto brillo en sus ojos.

Sin decirme nada se marcha, pero antes de cruzar la puerta vuelve a mirarme.

Vaya, Samuel. Romper el cheque de Carla fue algo noble, pero ¿Cómo pagarás la habitación de Amelia Manzini?

********

-No entiendo-me dice Amelia mirando las fotografías que le di-no entiendo esto de las fotografías.

Estamos en la habitación del hotel. Estoy decidido a que me crea sobre la inocencia de su padre. Afortunadamente Clarence Weidman aún no ha aparecido.

-Fotografiaron las zapatillas en la habitación de Marina pocas horas después de su muerte-le explico-meses después las encontraron en casa de tu padre. Alguien debió ponerlas allí.

No parece del todo convencida.

-¿Seguro que fueron los Nunier?-me pregunta temerosa.

No la culpo. No debe ser fácil enfrentarse a una de las familias más poderosas de España. Si lo sabré.

-¿Quién más tiene el dinero y la influencia para eso?-le respondo.

-No puedo imaginar a alguien que mate a su propia familia-dice con tristeza.

-Los tres Nunier falsificaron sus coartadas-le digo.

De pronto parece más triste.

-Cuando yo era pequeña, mi papá era…era un papá normal-me cuenta-pero cuando Ventura Nunier lo engañó y le robó la patente de ese edificio tan grande que se construyó, fue…lo cambió. Se encerró en la oficina por semanas sin hablar conmigo ni con mamá. Quería hacer un diseño que opacara a Nunier. Por supuesto no resultó. Un día mamá le llevó una taza de café y por accidente lo derramó sobre todo su trabajo. Él la abofeteó. Nos fuimos al día siguiente. Mamá se divorció de él. ¿Te puedo preguntar algo?

Su historia era muy triste. Y los Nunier habían sacado partido de eso.

-Claro-le respondo.

-¿Por qué crees que me da el dinero?-me pregunta.

 

Teniendo en cuenta lo que me acaba de contar creo que tener una respuesta para eso.

-Creo que es su forma de decirme que lo siente-le respondo.

Al menos la hice sonreír.

********

Llego a casa de Sabrina por la noche. Bajo de mi coche y voy a tocar el timbre de su lujosa mansión. Lo cierto es que no sé por qué una persona cuya familia tiene tanto dinero necesita ganarse una beca. Supongo que solo para alardear o para ponerlo en el currículo, pero es odioso pensar que los ricos, pudiendo pagar sus estudios, les quitan a los pobres las pocas posibilidades que pueden conseguir. De hecho, ahora que gasté todo mi dinero en la rehabilitación de mamá, una beca es mi única opción. Aunque seguramente deberé competir con Nadia y Lu. Después que toco el timbre, espero a que me abran la puerta cuando veo pasar por la calle una camioneta, algo vieja. Pasa muy lentamente. Y lo más extraño es que un modelo así de viejo y barato por este vecindario.

Sabrina abre la puerta y me deja pasar. Lo bueno es que no tengo que conversar con ella, solo debo esperar a que suceda algo como todas las noches y atrapar infraganti a Cesar cuando la moleste.

Sabrina está atenta a su laptop por lo que no me presta atención. Veo por la ventana que por la calle vuelve a pasar la misma camioneta.

El teléfono de Sabrina comienza a sonar.

-Es un número desconocido-me dice-debe ser uno de esos degenerados que me llama porque le dijeron que soy prostituta.

-Dámelo-le digo-yo hablaré con él.

Tomo el teléfono y miro a Sabrina sonriendo.

-Sí, este es el teléfono de Sabrina-digo-pero será mejor que te subas los pantalones, busques un trabajo y dejes de molestarla. Adiós.

Sabrina ríe y yo voy hasta la ventana para ver hacia afuera. La misma camioneta vuelve a pasar. De pronto veo que cerca de nosotros hay un cochecito para transportar bebés. Sabrina debe tener algún hermano pequeño o algo.

-¿Puedes prestármelo?-le digo.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

Conducía la vieja camioneta por el lujoso vecindario y un avez más pasaba por la casa Sabrina, donde siempre reducía la velocidad para observar con mayor detenimiento.

De repente, desde detrás de un árbol en la calle surgió algo de la nada que se desplazaba por la calle. Era un cochecito de bebé.

El conductor de la camioneta frenó de golpe, temiendo que pudiera matar a un bebé. Pero a continuación fue encandilado con una linterna sobre su rostro.

Se tapó los ojos.

-Hola, Cesar-dijo Samuel García Domínguez sonriendo.

********

P.O.V. SAMUEL

Aunque no justifico ni perdono el acoso, es muy incómodo ver como Sabrina regaña a gritos a César.

-Esto es tan inmaduro-dijo ella-típico de ti. Deberías aceptar que lo nuestro se terminó.

-Solo estaba intentando protegerte-dijo él con tristeza.

-Sí, claro-respondió ella con sarcasmo-todo lo que me has hecho últimamente fue para protegerme.

-Yo no hice esas cosas-dijo él alarmado.

-Entonces ¿qué hacías aquí? -le pregunto yo.

-Cuando me dijiste que alguien acosaba a Sabrina me volví loco y quería protegerla-nos explica-y para que ella no sospechara le pedí su camioneta al jardinero de mi casa.

Es extraño, pero parece sincero, aunque Sabrina por supuesto que no le cree.

Vuelven a discutir cuando suena el timbre y soy yo el que abre la puerta, aunque ellos vienes detrás de mí.

-¡¡¡¡¡Fiesta!!!!!-gritan un montón de personas ahí paradas. Traen cervezas y otras bebidas.

-¿Este es otro de tus trucos verdad?-le pregunta Sabrina molesta a Cesar.

-Juro que no sé quiénes son-se defendió Cesar.

Esto no tiene sentido. Cesar podría ser un ex novio acosador como muchos que hay por ahí, pero las cosas que sufre Sabrina hacen que le impida estudiar. Cesar querría su atención, no que ella sacara malas calificaciones.

-¿Cuándo empieza la fiesta?-dice el tonto que está al frente de la multitud.

-Amigo, te engañaron-le digo-no hay fiesta. ¿Quién les dijo que habría una fiesta aquí, en esta casa de familia, y en medio de la semana?

-Nos enviaron un mail-me explica el chico.

Bueno, esto se complicó.

********

Pasé por una tienda y compré algunos víveres para Amelia. Afortunadamente, ella también está en época de exámenes en la universidad y pasa todo su tiempo en la habitación estudiando.

Ella me deja entrar al cuarto y veo como tiene desperdigados por todos lados papeles y libros. Me alivia un poco saber que al menos tiene como entretenerse.

-Hablé con mi madre-me dice y yo me asusto, porque es peligrosa cualquier tipo de comunicación que ella tenga con alguien-lo siento. Estaba con su hermana en Murcia. Enviará todo por correo mañana.

No puedo ocultar mi sonrisa. Al fin todo parece ir en la dirección correcta.

-Samuel ¿podrías arreglarme una visita con mi padre? -me pide ella algo tímida-por primera vez desde que recuerdo, quiero hablar con él.

-Claro-le digo-necesitaré unos días.

Solo hasta obtener la prueba del pago de los Nunier.

********

Estoy en Investigaciones García organizando algunos archivos cuando papá me habla.

-¿No deberías prepararte para tu cena académica?-me pregunta.

-Ya iré-le digo con desgano.

Estúpida cena académica. Los Nunier habían instalado un sistema de 4 becas llamadas Becas Marina Nunier. Se las otorgaran por cuatro años al mejor estudiante de Las Encinas de ultimo año. Por supuesto que los becados somos los más interesados por eso, pero los no becados que son buenos estudiantes también participan de la competencia. Este año se otorgará la primera de esas cuatro becas y el próximo año me tocará competir a mí por la segunda. Probablemente mis contrincantes sean Nadia y Lu.

Sin embargo, la cena de esta noche en casa de los Nunier es para los que compiten por la beca de este año y para los posibles competidores del año próximo.

Pero lo malo es que debo ir a la mansión de los Nunier. No solo es una mala idea porque los Nunier y los García estamos enfrentados desde hace tanto tiempo, sino porque no me agrada la idea de volver al lugar donde vi muerta a Marina. Además, claro que los Nunier saben que estoy investigando lo de Marina, sino Clarence Weidman no me hubiera estado espiando.

Lo más gracioso es que si marina viviera odiaría que le pusieran su nombre a una beca destinada a gente simplona y aburrida. Y si lo aceptara, querría que la ganara yo.

-Joven García-dice una voz frente a mí y me sorprendo de encontrar a Vicente Vanucci. Vicente también detective privado como mi padre, aunque sin la ética de papá. Su comportamiento infantil y bufonesco hace que la gente no se lo tome enserio, pero es muy inteligente y hábil como detective. Probablemente el segundo mejor después de mi padre.

-Señor Vanucci-le digo a modo de saludo.

-¿Qué hace el detective adolescente más sombrío del mundo?-me dice sonriendo.

-Hablando con el detective más bufón del mundo-le respondo sonriendo.

El da una carcajada exagerada.

-Amo tu sentido del humor-me dice.

-Lo heredó de mí-dice papá apareciendo desde su despacho-¿En qué puedo ayudarte Vicente?

-En realidad, ya lo hiciste-dice Vicente-y vine a agradecerte.

Papá y yo nos miramos sin entender.

-Cuando abriste tu negocio me puse nervioso-nos dice-con tu habilidad y contactos eras una gran competencia. Pero me alegró saber que me recomiendas con tus clientes.

-¿Te recomendé?-dice papá sin entender.

-La señora pelirroja a la que su esposo engaña-aclara Vicente.

-Más que una recomendación fue un advertencia-dice papá.

-Pensé que podríamos trabajar juntos-dice Vicente-combinar algunos casos, maximizar el mercado.

-Eso no pasará, Vicente-dice papá tratando de no reír.

-Tienes tus ideas, bien-dijo Vicente- pero tengo 10 casos. €500,00 al día. No puedo con todos. Te puedo dejar algunos. Son casos sencillos, sin problemas éticos importantes.
Dinero fácil. Solo piénsalo.

Vicente se marcha con su tonta sonrisa tanto como vino.

-Prepárate para tu cena-me dice papá.

********

Toco el timbre de la mansión de los Nunier y espero. Temí esto por semanas. Dos horas en casa de los Nunier con los mejores estudiantes tratando de no vomitar mientras hablan de la beca que ofrecen a nombre de Marina. Hace año y medio me paré en esta puerta y vi que se llevaban el cuerpo de mi mejor amiga. Año y medio de preguntas que solo yo sé y que solo alguien de aquí puede responder.

La puerta se abre y son los propios Ventura y Laura los que lo hacen. Se ven tan incomodos como yo.

-…Bienvenido-dice Ventura forzando una sonrisa.

-Por favor pasa-me dice Laura-los demás ya llegaron.

Es difícil regresar sabiendo lo que se y no tener dudas. Laura Ozuna es la mejor amiga de Amanda Conmenford y ella si tiene motivos para odiarme. No me sorprendería que quisiera hacer causa común con su amiga y que Marina la desafiara.

Cualquier irreverencia de Marina sumada a la mala relación que Marina siempre tuvo con sus padres pudo dar como resultado que Laura partiera ese enorme cenicero en la cabeza de Marina.

Rechazo la copa que me ofrece uno de los meseros. Me siento en un gran sillón y veo a los demás. Ventura y Laura charlan algo alejados y parece que están discutiendo.
Seguramente por mi presencia aquí. Más allá veo a Sabrina charlando con Guzmán y Nadia. También está aquí Hernán Cho, un becado de ultimo año al que conozco poco.
También está aquí Lu y mucha otra gente a la que no conozco muy bien.

Ventura da un paso al frente y se prepara para dar un discurso.

-Me enorgullece anunciar un premio anual a nombre de mi hija por cinco años seguidos que consistirá en una beca completa por cuatro años para el mejor estudiante de Las Encinas para la universidad que quieran. Buena suerte a los que se gradúan este año y compiten por la primera de las 5 becas. Que gane el mejor estudiante. Y para los del próximo año espero que esto sea una gran motivación.

Ciertamente no parece un asesino, pero no puedes ser un gran empresario sin instinto asesino. Siempre tuvo una relación difícil con Marina. Él y su esposa siempre prefirieron a Guzmán y Marina solo hacia muchas cosas tontas para llamar la atención. Su comportamiento desafiante se debía más que nada a su deseo de fastidiar a sus padres por su preferencia hacia Guzmán. ¿Y si Marina logró por fin encontró la manera de molestar a Ventura definitivamente? Cualquier cosa podría haber ocurrido. Ventura podría haberla descubierto follando con Nano o algo así.

-Vengan todos a cenar, por favor-dice Laura-hoy cenaremos cordero.

Todos vamos pasando al comedor hasta que siento una voz llamándome en un susurro.

-Samu, vamos torpe.

Veo pasar como una imagen de una chica corriendo. Es pelirroja. No puede ser. Sé que no es real. No puede serlo. Pero aun así la sigo.

Se dirige hacia afuera, donde está la piscina. El mismo lugar donde la mataron.

Me alejo de todos y llego hasta la piscina. La veo sentada en una de las camillas junto a la piscina. Está de perfil, pero se voltea a verme y veo su cabeza llena de sangre por la herida que la mató.

-Es la peor fiesta de todas-dice Marina-¿Qué haces en este festival de los raros?

Sé que esto no es real. Pero necesito hablar con ella. Lo necesito hace un año y medio.

-Debía regresar-le respondo-algo anda mal. Ocultan algo.

Pone esa cara que siempre ponía para burlarse de otros.

-Por favor, Samuel, tienen fallas, pero difícilmente son asesinos-dice ella riendo-vaya que tienes imaginación.

-¿Entonces quien lo hizo?-le pregunto.

Marina sonríe de forma picara. Esa sonrisa que me indicaba cuando haría alguna travesura. Ella mira detrás de mí.

-¿Estás bien? ¿De quién te ocultas? -dice una voz detrás de mí.

Volteo y veo que Guzmán se acerca a mí y Marina ya no está aquí. Nunca estuvo aquí, pero de alguna forma lo hizo.

-Solo estaba…-digo dubitativo.

-Tranquilo-me dice sonriendo y mira a la piscina-también vengo a veces, para pensar en ella. Les rogué a mis padres que vendieran la casa. No podía pasar por aquí sin imaginarme lo último que debió haber pensado. Pero ahora es…agradable. Es tranquilo. Cuando estoy aquí siento que estoy con ella.

Miro a Guzmán y espero que no note el desconcierto en mi cara. Esta conversación me incomoda, mucho. Y no logro entender por qué.

-Vamos adentro, no mordemos-me dice sonriendo.

Ambos caminamos juntos hacia la casa.

********

Al día siguiente encuentro a Sabrina en la biblioteca de Las Encinas. Hay muchos libros abiertos sobre la mesa y papeles por aquí y por allá. Está despeinada y con ojeras bajo los ojos.

-¿Qué pasa Sabrina?-le digo.

-Estoy exhausta-me dice con histeria-me llamaron toda la noche. Sonaban alarmas de autos por mi casa y muchas cosas más. Durante toda la noche. No pude estudiar y saqué 86 en mi examen de biología.

-No es una mala calificación-le digo tratando de calmarla.

-Perdí mi posición de la mejor estudiante-me dice alterada.

-¿Debido a una prueba?-le digo incrédulo.

Se masajea las sienes. Creo que es una exagerada, pero subestimar a un cliente no me ayudará.

-Yo tenía una ventaja de un centésimo y ahora estoy uno atrás-se queja-¡¿Por qué no las detenido?!

Al principio mi misión era probar que Cesar era quien la acosaba, pero ya no creo que esto sea así.

-Sabrina, no es Cesar-le digo con tranquilidad-estoy seguro.

Todo lo que Sabrina está padeciendo parece inclinado a impedirle estudiar y por lo tanto que baje su rendimiento académico. Debo investigar quién se beneficia de esto.

-¿Quién está en primer lugar ahora?-le pregunto.

Ella mira para todos lados hasta que encuentra a quien busca y lo señala.

-El.

-¿Hernán Cho?-pregunto.

Hernán es hijo de inmigrantes chinos que pusieron un negocio de comida chica aquí me Madrid. Es un muchacho agradable y también es becado, como yo. Sé que trabaja en el restorán de sus padres.

********

Como investigo al mejor estudiante de Las Encinas, puedo expandir mis horizontes gastronómicos viniendo al restorán de comida china de su familia.

Estoy esperando que Hernán me de mi pedido. Pedí cualquier cosa. Lo importante era venir y observar.

-Me duele que sea tu primera vez aquí, Samuel-me dice Hernán bromeando.

-¿Qué puedo decir?-le respondo sonriendo-no tengo mucha imaginación para la gastronomía. Oí que irás a Oxford. Felicidades.

-Sí, si puedo juntar mil millones de dólares o algo así-dice con pesar.

Es el mismo problema que yo tendré eventualmente.

-Oí que eres el mejor estudiante-le digo- si no fallas en nueve semanas la beca Nunier pagará totalmente por Oxford. Así que Sabrina…

-…la bruja adolescente-me dice sonriendo con picardía.

-¿No te cae bien?-le pregunto.

Es obvio que no, pero necesito que siga hablando.

-¿Y a ti? ¿A alguien? -pregunta él

Lo cual es cierto. Sabrina no es el tipo de persona que cae bien. Como Lucrecia Montesinos más o menos.

-Le fue mal esta semana-le cuento.

-No debería quejarse-dice molesto-¿Sabes cuantas ventajas tuvo? Créditos por un viaje que patrocinó Las Encinas. Su madre está en el consejo escolar. ¿Cómo compito contra eso? Trabajo 20 horas a la semana, sin tutores. Así es aquí. El dinero manda, etcétera, etcétera. Tú sabes de lo que hablo. Sé que también eres un excelente estudiante. El próximo año Lucrecia Montesinos te hará la vida imposible por una beca que ella no necesita.

-Conozco a Lu. Ella no esperará tanto-le respondo.

-Hernán, este pedido está listo-dice un hombre al lado del muchacho.

Es el padre de Hernán.

-Debo irme-dice Hernán y se marcha.

Claro que estoy de acuerdo, Hernán. El mundo es injusto. Por eso no me gustó poner un rastreador en tu motocicleta.

********

P. O. V. OMNISCIENTE

Ignacio García salía de su baño después de darse una ducha. Ató su bata en su cintura y quiso ir hasta su alcoba. El departamento estaba muy silencioso sin Samu, que había sacado a pasear a Poni.

No quería pensar en lo silencioso que sería si Samuel lograba su sueño de abandonar España y estudiar en el extranjero.

De pronto notó algo. La perilla de la puerta de entrada al departamento estaba girando lentamente. Alguien estaba intentando entrar.

Fue hasta la puerta y la abrió para sorprender al intruso.

-¿Te puedo ayudar?-dijo Ignacio sarcásticamente al ver frente a él al jefe de seguridad de los Nunier y los Blanco, Clarence Weidman.

-Señor García-dijo Clarence sonriendo.

Había sido descubierto tratando de entrar en el departamento de los García y aun así mantenía la compostura. No cabía duda que los Nunier y los Blanco habían hecho bien en contratarlo.

-Lo siento, Clarence-dijo Ignacio sonriendo-no te escuché que tocaras. Bueno, pasa. Te prepararé un café. Ha pasado mucho tiempo.

-Así es-dijo Weidman.

Ignacio sabía que ahora era más importante averiguar qué era lo que ese tipo quería que hacer un escándalo.

-¿Qué te trae a mi puerta?-dijo Ignacio cortésmente.

Weidman podía ver a través de la fachada de Ignacio. Parecía ser un hombre apacible, pero era muy inteligente y audaz. Su hijo había heredado esas características. Y por eso ambos eran peligrosos. Pero Weidman no odiaba a Ignacio y su hijo. De hecho, los respetaba. No tenía nada personal contra ellos como los Conmenford o los Nunier. Pero el trabajo es el trabajo.

-Busco a alguien-dice Weidman y le da una fotografía a Ignacio-su nombre es Amelia Manzini.

Ignacio observa a la muchacha. Es muy bonita, con pronunciados rizos rojos que le caen en los hombros.

-Caramba ¿Un jefe de seguridad corporativa acude a un pequeño detective? -dice Ignacio-me siento alagado. Cobro €250,00 al día más gastos.

-Pensé que ya sabría dónde está-dice Weidman con seriedad-le tenemos información importante. Pensamos que tal vez se estaba quedando aquí.

-¿En este pequeño departamento? Echa un vistazo, Clarence-dijo Ignacio- juro que no sé quién es ella ni porqué debería ocultarla, pero cerciórate ¿Ya terminamos?

 

Weidman observa a Ignacio. Decide no continuar con esto.

-Gracias Por su hospitalidad-dijo Weidman con sarcasmo y se marchó.

********

P.O.V. SAMUEL

Entro a casa, llevando a Poni de su correa. Poni está de muy buen humor, como siempre que lo saco a pasear.

Papá está en el sillón de la sala. Parece que me estaba esperando.

-Adivina quien vino hoy-me dice papá.

-Si dices que Britney Spears y me lo perdí, estaré muy desilusionado-le respondo bromeando.

-Clarence Weidman, jefe de seguridad de la inmobiliaria Blanco y la Constructora Nunier-dice papá esperando mi reacción.

Mierda.

-Después de que se fue, empecé a pensar-dijo papá-¿Qué hice que los molestó tanto como para que mandaran al sujeto más rudo que tienen? No estaba seguro qué era, pero estaba orgulloso. Es obvio que los pongo nerviosos. Después se me ocurrió algo. No hice nada. No he tocado el caso de Marina en meses. No, yo no espanto a los Nunier. Mi hijo de 16 años lo hace.

La dureza en su mirada me pone nervioso. Pero ya no puedo evitar esto. Debo decirle todo. Me siento en el sillón frente a él.

-Sé quién es-le digo-busca a la hija de Abel Romano.

El reconocimiento se dibuja en el rostro de mi padre.

-Claro-dijo papá-se cambió el apellido. Ella es la que recibe el pago-yo asiento y él me señala molesto-y tú sabes dónde está Amelia. ¿Tienes idea de lo peligroso que es esto?

-La protejo para que los Nunier no cubran el rastro del pago-le digo.

-¿Y quién te protegerá a ti, Samuel?-me grita enfadado-esa familia hará lo que sea para hacer desaparecer la evidencia.

Cierro los puños con rabia.

-Quiere ayudarnos, papá-le digo esperando que me entienda- aceptó entregar la patente falsa. Es la mejor evidencia que tendremos.

-Debe amar mucho a su padre si sacrificará 3 millones de dólares por tres meses de vida de él-dice papá.

Eso me golpea. Entonces lo que descubrí, él ya lo sabía.

-¿Sabes lo de Abel?

-Cáncer de estómago-dice papá y se levanta para sentarse junto a mí y pone una mano sobre mi hombro-muy bien, Samuel. Nuevo juego, nuevas reglas. Te dije que dejaras este caso…

-Papá yo no…-comienzo a decir.

¿Qué más quisiera yo que dejar esto? Pero se lo debo a Marina y a mi familia. O quizás, me lo debo a mí mismo.

-Lo sé-me interrumpe él-solo escucha. Debes prometerme que tendrás más cuidado. Eso significa no más visitas sorpresa de Clarence Weidman. No puedo hablar más claro.

De hecho, eso no me viene mal. Si papá y yo nos unimos podemos conseguirlo más fácilmente.

-Lo prometo-le respondo.

Pasan unos segundos. Sé que ahora trabajaremos juntos, pero entiendo que para papá aun le sea difícil hablarme de esto. Siempre quiso protegerme de todo lo de Marina y lo que trajo consigo. Pero no puede hacerlo más. Yo decidí entregar mi vida a esta investigación. Y, aunque le duela, él lo entiende.

-En el registro telefónico, Ventura llamó a Clarence cinco minutos después de llegar a casa esa noche-me cuenta papá y eso es algo que no sabía-sin la coartada de Ventura, investigué la hora de la muerte. La temperatura corporal no coincidía con lo demás.

-¿Crees que Ventura llamó a Clarence después de descubrir a Marina?-le pregunto.

-Así es-me responde con firmeza.

-¿Para hacer qué?- le pregunto aunque ya puedo imaginarme la respuesta.

-Lo que hubiera que hacer-dijo papá de forma sombría.

Clarence Weidman. Trabajó en inteligencia en el ejército de Estados Unidos. En el FBI. Y Dios sabe en qué otra cosa. Tal vez un buen hombre que sus jefes pusieron en una mala situación.

********

Estoy en mi coche, observando el restaurante de la familia Cho. No puedo decir que sacara mucho de mis observaciones. Hernán trabaja aquí, pero en sus ratos libres estudia. Es como verme en un espejo.

Suena mi teléfono y veo que es Sabrina la que me llama.

-¿Bueno?-digo pero escuchó un ruido muy fuerte.

-Samuel…es la alarma de un auto-me dice Sabrina histérica- lleva dos horas sonando afuera de mi ventana. Llamamos a la policía, pero se detiene antes de que lleguen.

-No puede ser Hernán-le digo- estuvo en el restaurant toda la noche.

-Samuel, ya no soporto esto ¿me ayudarás o no? -me dice gritando.

Suspiro con cansancio.

-Sal, encuentra el auto y anota el número de su patente-le indico-veré que puedo hacer mañana.

********

Otro día en las Encinas y las emociones para mí no se terminan. Parece que los problemas nunca se acaban. Debo descubrir cuando estallará cierta bomba.

Vi a Carla sola caminando por los pasillos y rápidamente la tomé de la mano y la conduje a un salón de clases, al que después de entrar, cerré la puerta para que no nos escuchen ni nos molesten.

-Quiero saber cuándo le dirás a Guzmán y a todos lo obsesionado que estoy-le digo-quiero estar preparado.

Desde que Carla leyó mis archivos sobre el caso de Marina temo que se lo cuente a alguien.

Ella se apoya sobre la puerta que acabo de cerrar. Me mira a los ojos, claramente preocupada.

-Algo me molesta sobre lo que tiene Guzmán-me dice-esa rara epilepsia. ¿Estás seguro?

-¿Sobre eso?-le pregunto.

Realmente no esperaba que eso fuera lo que le llamara la atención.

-Si.

-Sí, estoy seguro-le digo-ya lo comprobé.

Ella mira al techo.

-Lo conozco desde niña ¿Por qué nunca me lo dijo? -dice ella.

-No creo que ni él ni su familia quieran que se sepa-le digo-creo que aun quieren que algún día llegue a presidente o algo así.

Ella lo piensa un poco y me mira preocupada.

-¿Significa que tiene ataques o algo así?-me pregunta.

-Tal vez-le cuento- a veces los ataques se manifiestan como risa histérica, llanto incontrolable o furia ciega.

Lo último que dije la impactó y me miró fijamente.

-¿Algo de eso te suena familiar?-le pregunto a Carla.

Ella camina hacia la ventana que da al pasillo por donde vinimos. Parece luchar consigo misma.

-Solo te lo diré a ti ¿está bien? -me dice seria y yo asiento-el año pasado fui a su casa a charlar de algo importante con Marina. Yo entré a la casa mientras la sirvienta fue a buscarla y yo oí gritos en otra habitación. Escuché a Guzmán gritar con furia y pensé que alguien había entrado a la casa. Corrí hasta allí y cuando llegué, lo encontré en el piso con las manos en el cuello de su padre. Traté de separarlos. De pronto, se quedó quieto y volvió en sí.

Mi corazón se acelera. Si esto es cierto, Guzmán ha sido violento con su familia por su enfermedad, y podría no recordar nada…

-¿Qué te dijo Ventura?-le pregunto.

-Nada-me responde horrorizada-llevamos a Guzmán a su habitación. Traté de hablar con Guzmán al otro día en la escuela, pero no parecía recordar nada.

Carla me deja solo pero antes me da una mirada de preocupación. No sé si se preocupa por Guzmán o por mí.

********

Sabrina pudo anotar la patente del automóvil que la molestó toda la noche con su alarma. Una corta investigación en mi computadora me dio el nombre del dueño del automóvil. Una tal Rosario Mendieta. No había nada importante en la vida de ella, en sus antecedentes. Nada que conectara a esa mujer con Sabrina. Pero había un dato interesante sobre esta mujer es que era divorciada. ¿El nombre del ex esposo de esta mujer? Un tal Vicente Vanucci.

Entonces, debo encontrar una explicación para el hecho que el automóvil de una mujer que estuvo casada con un detective privado de poca moral estuviera molestando a Sabrina.

Entro al despacho de Vicente y me recibe su recepcionista. Una mujer mayor con una agradable sonrisa.

-Buenos días, caballero-me dice la amable mujer- ¿En qué puedo ayudarle?

-Buenos días, señora-le digo-busco al detective Vanucci le digo sentándome frente a ella y me apoyo sobre la mesa.

-Mamá, te dije que no me gusta la pizza con salchichón…-dice Vicente apareciendo de repente, pero se queda mudo al verme.

Seguramente no quiere que la competencia lo vea haciendo el ridículo. Es tonto dado que Vicente siempre hace el ridículo.

-Samuel García-me dice-¿qué puedo hacer por ti?

-Vengo a darle personalmente una respuesta de mi padre a su oferta-le digo-lamentablemente él declina su oferta, pero se la agradece enormemente. Y como muestra de buena voluntad y compañerismo le regala este recuerdo suyo.

Le entrego un bolígrafo. En él tiene escrito “Investigaciones García”.

-Oh, gracias-dice con desinterés y tira el bolígrafo de forma grosera.

No me esperaba otra respuesta.

-Bueno, debo irme –le digo-que tengan un buen día.

Salgo de su despacho y cruzo la calle hasta mi automóvil que está estacionado en frente. Sabrina se encuentra sentada en el asiento del acompañante. Subo a él y tomo mi laptop.

-¿Y averiguaste algo?-me dice Sabrina impaciente.

Le sonrío y le indico que guarde silencio. De pronto se escuchó en mi laptop una conversación entre Vicente y su madre.

-Ya busqué los antecedentes que me pediste-dice la madre de Vicente.

-Gracias mamá-dice el detective.

Dentro del bolígrafo que le regalé a Vicente puse un micrófono. Desde mi laptop podemos escuchar todo.

-Pero, hay algo importante que debo decirte-dice Vicente- y es que… I was made for lovin' you, baby, You were made for lovin' me. And I can't get enough of you, baby. Can you get enough of me?

¿Se puso a cantar una canción de Kiss?

-Señor Samuel García-dijo Vicente de repente-¿realmente cree que no me daría cuenta del micrófono oculto?

Sabrina y yo miramos hacia la acera de enfrente y vemos a Vicente mirándonos con burla y saludándome. Me muestra que tiene el bolígrafo. Lo tira al suelo y lo pisa, rompiendo el bolígrafo y el micrófono.

Vicente entra de nuevo a su despacho.

-Genial-dice Sabrina con fastidio-¿y ahora qué?

-Sabrina, deberías tener un poco más de fe en mi-le digo sonriendo.

Vuelvo a hacer clic en mi computadora y de repente volvemos a escuchar a Vicente hablar con su madre.

Coloqué un micrófono en el escritorio de la madre de Vicente bien entré en su despacho. Tener un plan es algo bueno. Tener un plan de respaldo es genial.

-Tienes que llamar para que remolquen el automóvil de Rosario y lo hagan desaparecer-le dice Vicente a su madre-y cierra tú hoy. Debo ir al restorán chino.

-Pero acabas de comer pizza-dijo la anciana confundida.

-Es por negocios mamá-dijo Vicente.

En ese momento miro a Sabrina.

-Ya sé quién te ha estado molestando-le digo a Sabrina.

********

Investigué a Hernán Cho por aparentemente molestar a Sabrina para perjudicarla en sus estudios. El objetivo de todo era ese, pero nunca fue Hernán el que hizo eso. Su padre había contratado a Vicente Vanucci para que su hijo tuviera alguna ventaja para obtener la beca Nunier. Ahora todo estaba descubierto. Sin embargo, no estoy contento con el resultado. Me agrada Hernán y es un buen chico. Su padre solo quería que él tuviera una oportunidad en la vida. Porque algunos tienen muchas oportunidades y otros tienen pocas y a veces ninguna.

Al saberse esto, nos han reunido a todos en casa de los Nunier para tratar de encontrar una solución. Estamos aquí Ventura, Laura, Azucena, Sabrina, su madre, el señor Cho, Hernán y yo.

La verdad es que no sé para qué me quieren aquí. Quizás para corroborar lo que investigué.

-Mi hijo nunca tuvo una oportunidad-dijo el señor Cho casi suplicante-no tiene las ventajas de los otros chicos con los que compite.

Al lado suyo está Hernán con la cabeza baja sin decir nada.

-¿Quiere decir que contratar a un detective privado para molestar a mi hija está bien solo porque tenemos dinero?-pregunta indignada la madre de Sabrina. Tiene la misma arrogancia que su hija.

-Mi hijo no tiene nada que ver con esto-dice el señor Cho- yo lo hice todo. Ha trabajado mucho y se merece una oportunidad.

-Bien, miren-dice Ventura tratando de mediar en este pelito- parece un gran enredo, pero bajo las circunstancias, suponiendo que Hernán y Sabrina sean los primeros.
Dividiremos la beca este año. Es decir, si les parece aceptable.

No me gusta alabar a Ventura Nunier, pero su oferta es bastante razonable. El señor Cho mira esperanzado la inescrutable mirada de la madre de Sabrina. Tanto Sabrina como
Hernán miran a sus respectivos padres, como si esperaran algo de ellos sin tener una opinión propia.

-No-dice la madre de Sabrina-el honor del mejor estudiante le pertenece a mi hija, igual que la beca.

-Señora, por favor-ruega el señor Cho.

Estoy cansado de estas actitudes de los ricos. Si Sabrina quiere ser catalogada como la mejor estudiante que lo haga. Pero su familia es rica, no necesita una beca. Es una oportunidad que podrían darle a alguien bueno y trabajador como Hernán.

-Solo estoy preparada para hacer un trato-dice la madre de Sabrina y señala a Hernán-este joven dejará de aspirar a ser el mejor estudiante y no formularemos cargos.

Por primera vez veo a Sabrina agachar la mirada, como si tuviera vergüenza por la actitud de su madre. ¿Esa es la victoria que quiere para su hija?

-¿Es lo único que considerará?-pregunta Azucena y noto que trata de controlar su malestar- podemos…

-No, lo haré-dice de pronto Hernán y todos lo miramos atónitos-¿para qué esforzarme?

-Hernán, no…-dice el señor Cho afligido.

-Hernán, es ridículo, no te pueden obligar-le digo.

Azucena muestra su apoyo, mientras que Ventura y Laura lucen muy incomodos con la situación.

-Acaban de hacerlo-dice Hernán con tristeza-vamos, papá.

Salimos todos de la casa de los Nunier y yo corro para alcanzar a Hernán y su padre.

-Hernán, lo siento mucho-le digo-no debí ayudarlas.

-No es tu culpa-me dice sonriendo.

-¿Qué harás ahora?

-Dos trabajos, préstamos, universidad estatal-me dice sonriendo.

-¿Y Oxford?-le pregunto recordando que Marina y yo hablábamos de ir juntos a esa universidad.

-Sería genial escapar de Madrid-me dice Hernán sonriendo y pone una mano sobre mi hombro-tal vez tú puedas el año que viene.

Se marcha junto a su padre y yo me quedo ahí observándolos.

La vida es esencialmente injusta. Se requiere talento para que lo injusto se vea bien. Hernán Cho. Prueba que los hijos siempre amarán a sus padres sin importar sus fallas. Es el tipo de amor que busco en Amelia Manzini.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

Clarence Weidman camina por el campus universitario y para a un joven y le pide su teléfono porque, según dice, el suyo se ha quedado sin batería en el suyo y debe hacer una llamada de emergencia. Clarence sabe quién es ese joven, él muchacho no sabe quién es Clarence.

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Samuel García entró emocionado a su casa buscando a su padre.

-Papá, me llamó Amelia-le dijo-tiene los papeles.

-Vamos inmediatamente-dijo Ignacio.

Padre e hijo fueron rápidamente al hotel donde estaba Amelia hospedada.

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Amelia Manzini estaba estudiando en el cuarto del hotel donde estaba alojada. Ya tenía los papeles que Samuel le había pedido. Esperaba pronto poder volver a ver a su padre. Si su padre era inocente del crimen de esa chica, tenían toda una vida para poder reconectarse nuevamente.

El teléfono que Samuel le había dado sonó en ese momento. Vio que era el número de su novio y sonrió.

-Hola, cariño-dijo la chica sonriente.

-Señorita Manzini, no cuelgue por favor-dijo una voz masculina que ella no conocía- me llamo Clarence Weidman. El joven con el que trata no es quien dice ser.

********

P.O.V. SAMUEL

Papá estaciona el automóvil y ambos bajamos a toda prisa. Por fin tendremos la prueba del pago de los Nunier a Abel Romano. Estamos más cerca que nunca de hacer justicia por lo de Marina.

Abro la puerta de la habitación de Marina, pero papá y yo quedamos estáticos y mudos al ver ahí a Clarence Weidman, acomodando unos papeles en su portafolios.

-Parece que no necesitaré tus servicios, Ignacio-dice Clarence con algo parecido a una sonrisa en su rostro.

-¿En dónde está?-le pregunto preocupado por Amelia.

-Se fue-dijo Clarence.

-¿Te la llevaste?-preguntó papá.

-Se fue-repitió Weidman-estaba muy enojada contigo, Samuel. Por no mencionar la mala salud de su padre.

Las lágrimas pujan por salir.

-¿A dónde fue?-le pregunto con bronca.

-¿A dónde irías si tuvieras una cuenta en Suiza?-me pregunta Weidman- gracias por traer a Amelia a Madrid. Ella terminó el arreglo de su padre con Constructora Nunier.

He pasado por muchas cosas. Demasiadas. Pero creo que nunca me he sentido tan derrotado como ahora.

********

Necesitaba estar solo. Quizás llorar un poco. Vine a investigaciones García. No encendí las luces. Simplemente me senté en el suelo, en la oscuridad a auto compadecerme.

Nunca podré hacer justicia por Marina y por la destrucción de mi familia.

¿Qué haces cuando la solución del caso empacó sus maletas a Biarritz o Saint-Tropez o a otro lugar donde desaparecen los ricos?

Las luces se encienden y veo a papá frente a mí.

-Samu ¿qué haces en el piso? -me pregunta.

-Papá, yo…-no se realmente qué decirle.

-No te sientes ahí-me dice y me ofrece una mano para ponerme de pie-usa una silla.

Lo miro extrañado y se arrodilla en el mismo lugar donde estaba yo, junto a la caja fuerte.

-Volví a cambiar la combinación de esta cosa. 41-54-17-dice mientras aplica la combinación para abrir la caja fuerte.

Papá no quería decirme la combinación para que yo no accediera a la información que él tenía del caso de Marina. Y ahora me la muestra como si nada

41-54-17

-Números aleatorios, como me enseñaste-le digo sonriendo.

-415 y 417. Números de vuelo-me dice sonriendo-mi luna de miel con tu madre. Nunca recuerdo los aleatorios.

Papá saca una caja que contiene toda la información que ha recopilado del caso de Marina Nunier.

-Nos quitaron a la hija de Abel Romano-dice papá sonriendo-pero creo que dos cerebros García pueden encontrar una solución.

Y es así como ya no me aparta del caso. Ahora estamos juntos en esto. Y nada puede hacerme más feliz en este momento.

Pasamos aproximadamente dos horas revisando todo. Testimonios, evidencias, coartadas, objetos de la escena del crimen.

Lamentablemente no encuentro nada que me sirva para seguir la investigación.

-Obviamente, Ventura y Laura mintieron en sus coartadas-le digo a papá-pero ¿Por qué pensaste que encubrieron la muerte de Marina?

-Cuando avisaron lo de Marina-comenzó a relatar papá-yo fui el primero en llegar…

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FLASHBACK

P.O.V. OMNISCIENTE

El inspector García les tomaba testimonio a los padres de Marina Nunier en la sala de su casa. En la piscina estaban tomando fotos del cuerpo de Marina y haciendo otras averiguaciones.

Ignacio García trataba de concentrarse en su trabajo. Ya había investigado los asesinatos de jovencitas antes, pero ninguna a la que él conociera personalmente. Conocía a Marina de hace años y siempre le cayó muy bien esa niña. ¿Cómo le diría a Samu que su mejor amiga había muerto asesinada?

Frente a él estaban Ventura y Laura, algo nerviosos. Unos metros atrás estaba Guzmán sentado en un sillón. Parecía estar como en un trance o algo así. Ignacio sintió pena por el muchacho que había perdido a su hermana.

-¿Cuánto tiempo tenían en casa antes de descubrir el cuerpo?-les preguntó Ignacio.

Fue Ventura el que finalmente respondió.

-Cinco minutos. Diez tal vez. Sabía que debía estar en casa y decidí buscarla en la piscina. Y fue…fue cuando la encontré.

Ventura comenzó a sollozar. Se imaginaba como actuaría él si supiera que a Samuel le había sucedido algo. Quitó esas preguntas de su mente.

-¿Dónde estaba Guzmán en ese momento?-preguntó el inspector García.

-Él estaba…se estaba bañando-dijo Laura- llegó antes que nosotros, pero no salió a la piscina.

Ignacio anotaba cosas en su libreta. Aspectos que aportaban los testimonios de Ventura y Laura cuando un sonido se apoderó del silencio de ese momento.

Era el sonido de máquina lavadora. Avisaba que la ropa ya estaba lavada.

Ignacio miró al matrimonio Nunier que tenían el terror tatuado en el rostro.

-¿Estaban lavando?-preguntó el inspector.

Miró más allá y Guzmán seguía perdido en sus pensamientos.

FIN DEL FLASHBACK

P.O.V. SAMUEL

Miro a papá con miedo y angustia.

-Los Nunier tenían dos sirvientas-me explicó papá-no creo que ellos hubieran lavado su propia ropa nunca. Ninguna de las sirvientas estaba en casa ese día. ¿Por qué razón lavarían una carga de ropa la noche que encontraron muerta a su hija?

Ya es muy tarde para echarme atrás debo escucharlo todo.

-Samu-dijo papá con mucho tacto- lo que encontré en la secadora era un uniforme de futbol de las Encinas.

En ese tiempo Guzmán y yo formábamos parte del equipo de futbol de Las Encinas.

Marina y Guzmán eran muy diferentes. No siempre se agradaban, pero siempre se amaron. Él nunca la lastimaría. Pero ese torbellino emocional en su cabeza, el mismo que la hizo atacar a su padre unos días antes ¿Podría convertir a Guzmán en alguien totalmente distinto? ¿Podría haberlo convertido en el asesino de su propia hermana?

Notes:

Sé que Carmuel se está haciendo esperar mucho. solo les diré que el próximo capitulo se llamará "El detective y la marquesa"

Chapter 18: El detective y la marquesa

Summary:

Todos en Las Encinas estarán bajo un gran peligro y Samuel deberá hacer algo para impedir una tragedia. Alguien confesará un crimen brutal. Samuel se acercará a quien menos lo esperaba y de la manera en que menos lo esperaba.

Notes:

Espero que les guste este capítulo ya que me tomó mucho tiempo escribirlo y le tengo mucho cariño. espero sus comentarios.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

P.O.V. SAMUEL

Después de la cena Cayetana me acompañó hasta la puerta de casa. Me gusta mucho pasar el tiempo con ella. Aunque tengo dudas si deseo seguir siendo su novio. Tenemos mucho en común. Ella como policía entiende mi afición por los misterios y los casos policiales. Pero hay algo dentro mío que me dice que nos falta algo, que hay algún tipo de conexión que no tenemos. Pero, aun así, me gusta pasar el tiempo con ella. Puedo disfrutar de lo que tenemos hasta que me aclare un poco.

Llegamos a la puerta de mi departamento. Cayetana me trajo en su automóvil. Antes de bajarme del automóvil nos besamos por un rato.

-¿Tu papá acepta lo nuestro?-me pregunta ella.

La verdad es que papá no me pregunta mucho por Cayetana, lo cual es raro dado que siempre es tan protector conmigo. Sospecho que ha investigado a Cayetana y no ha encontrado nada malo.

-Creo que eres la primera de mis novias que le cae bien-le respondo y la hago sonreír.

Entiendo su nerviosismo. Ella es un par de años mayor que yo y solo tengo 16 años.

-Tranquila, papá es amable, pero si no le gustara algo me lo diría-le digo.

Volvemos a besarnos y luego me bajo del automóvil. Subo hasta el segundo piso donde está nuestro departamento. Cuando abro la puerta me recibe un feliz Pony y veo a papá junto al refrigerador. Sospechoso.

-¿Simulas buscar algo en el refrigerador para no admitir que espías a tu hijo?-le pregunto.

Él sonríe.

-Samu, debemos hablar-me dice papá aun sonriendo.

-Es una buena chica, papá-le digo bromeando-un día vendrá con su dote a pedirte mi mano, ya verás.

-Hablo en serio, siéntate-me dice.

Lo hago y me sirve un vaso de jugo de naranja y otro para él.

-Sé que te sientes incómodo de pensar que salga con alguien y he hecho todo lo posible por respetarte con eso-me dice-pero tu madre se fue hace más de un año.

Mierda. Nunca le conté a papá que encontré a mamá y que ella está ahora en un centro de rehabilitación.

-¿Conociste a alguien?-le pregunto con nerviosismo.

-Si-me dice pacientemente-no quería decirte nada hasta saber que sentía por esta persona. Sandra y yo hemos hablado y…

-¿Qué? ¿Sandra? ¿La mamá de Rebe? -le pregunto alterado.

********

A la mañana siguiente en Las Encinas Rebe y yo sabemos muy bien cómo actuar respecto a esto. Creo que a ella no le gustó mucho la noticia. Estamos sentados juntos en la biblioteca en un incómodo silencio.

-Viéndole el lado positivo-le digo-si nuestros padres están juntos, podremos hablar por teléfono toda la noche.

-Debes estar bromeando-me dice seria.

-Siempre quise una hermanita-le digo aun bromeando.

-Soy tres meses mayor que tú-me responde y se marcha.

No la juzgo. De hecho, la entiendo. Esto me incomoda también. Sin embargo, sé que esto no durará mucho. Mamá está en rehabilitación y cuando salga volverá a casa.

Antes de marcharme a la clase de periodismo noto que hay algo escrito en la mesa en que estoy sentado. Mataratodos.com. ¿un sitio web se llama así?

Llego a la clase periodismo y ya están allí todos mis compañeros y la profesora. Están Polo, Ari, Lu y Nadia.

Cuando me ve Carla me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa. Es increíble que es la misma chica con la que hace unos meses nos odiábamos.

Veo a Guzmán y me sonríe a modo de saludo. Le devuelvo el gesto, pero me siento nervioso por él ahora que sé que papá siempre sospechó de él de ser el verdadero asesino de Marina.

-Bueno, estudiantes-dijo la profesora-debemos sacar la nueva edición del periódico virtual y necesitamos noticias.

-Podemos hablar de cómo algunos estudiantes consideran más divertidas las fiestas cuando consumen pastillas-sugiere Guzmán en bromas y todos se ríen.

-No creo que sus padres quieran leer sobre sobre drogas-responde la profesora.

-Yo creí que este es un periódico para estudiantes-digo y Nadia asiente para apoyarme.

-¿Dónde está su orgullo como estudiante de Las Encinas?-pregunta la profesora buscando motivarnos-¿Sabían que la señora Merceaux ha enseñado francés durante 40 años? Quizás alguien pueda escribir sobre el tema.

-Un cálido tributo a una arpía sádica-susurra Carla.

Me tapo la boca para que no se vea que me rio y ella me devuelve la sonrisa.

En ese momento suena una campana que hemos escuchado seguido los últimos días por aquí.

-¿Qué sucede con los simulacros de incendios?-se quejó Lu-es el tercero esta semana.

-Bien, todos calmados y en orden a la salida- dijo la profesora y así lo hacemos.

Salimos por los pasillos y noto a Carla caminando a mi lado.

-Hola-me dice.

-Hola-le respondo un tanto nervioso.

¿Desde cuándo ella me pone nervioso?

De pronto, la profesora aparece detrás de nosotros.

-He notado que parecen llevarse muy bien-dice ella sonriendo lo que me hace subir el calor por el rostro-tengo una buena historia que pueden escribir juntos. Es sobre los simulacros de incendios.

-No nos darán un Pullitzer por escribir eso-se burló Carla.

-Pueden hacer que sea interesante-dijo la profesora-creo en ustedes.

********

Para mi sorpresa, Carla no expresó ningún malestar de hacer esta noticia conmigo. Decidimos que lo primero que debíamos hacer es preguntar a las autoridades de Las Encinas porqué tantos simulacros de incendios últimamente.

-Supongo que ahora sabré lo que es investigar junto a un auténtico detective-dijo Carla con una sutil sonrisa.

-Las marquesas no se ensucian las manos con cosas como estas-le digo divertido para molestarla.

-No tienes idea de lo que esta marquesa puede hacer-me respondió Carla y por alguna razón sentí como mi sangre se agolpaba en mi rostro.

Por suerte nos indicaron que podíamos pasar a la oficina de Azucena ya que ella nos otorgaría una entrevista en nombre de toda la institución.

Nos sentamos frente a la subdirectora y Carla fue directa con su pregunta:

-¿Por qué tantos simulacros de incendios últimamente?

Azucena revisaba algunos expedientes en un gran archivero en su oficina.

-Es solo la política de la ciudad para los simulacros del semestre-dijo la directora enfocada en su tarea-nosotros estábamos un poco atrasados.

El detector de mentiras que tengo instalado en el cerebro comienza a activarse.

-¿En serio?-le pregunto a Azucena-porque si recuerdo bien, eran por lo general uno o dos al año.

-Y tuvimos tres esta semana-aclaró Carla rápidamente.

Es como si ella también se hubiera puesto en alerta con la mentira de Azucena.

-Lamento no poder ofrecerles una explicación más divertida-dijo la subdirectora aun atenta a sus papeles-es sólo una política de la ciudad. Ahora, si me disculpan, tengo trabajo que hacer.

Nos marchamos de la oficina de Azucena.

-Nos mintió todo el tiempo-le digo a Carla.

-¿De qué hablas?-me pregunta ella.

-Evitó mirarnos a la cara casi toda la charla e ignoró la contradicción que le marcaste-le digo.

-¿Qué sugieres?-me dice ella.

-Debemos averiguar la política real sobre simulacros de incendios en Madrid-le digo-debemos cerciorarnos sobre cuáles son las normas oficiales.

-Llamaré a la asistente de mi padre-dijo Carla-él tiene muchos contactos políticos y podemos conseguir algún teléfono o algún nombre.

********

La secretaria de Teo nos proporcionó el teléfono de Elena Ricaurt, quien trabaja en la Súper intendencia de la ciudad. Era el contacto perfecto. Decidimos que yo hablara con la mujer, pero puse la llamada en altavoz para que Carla también pudiera escuchar.

-Habla Elena Ricaurt-dice una graciosa voz de mujer.

-Sra. Ricaurt, me llamo Samuel García Domínguez-le digo-escribo un artículo para el periódico virtual de Las Encinas.

-¿En qué puedo ayudarte?-dijo la señora.

-Quería aclarar algo-le explico-¿Cuántos simulacros de incendio ordena la ciudad para cada semestre en las escuelas?

-Solo uno, según nuestra política-dijo Elena.

Carla y yo nos miramos. Bien, ya comprobamos que Azucena nos mintió. Ahora debemos averiguar por qué.

Caminamos por los pasillos de las Encinas y ella me indica algo. Levanto la mirada y veo a tres policías y cada uno sujeta una correa con un perro. ¿Perros policías?

-¿Qué hacemos ahora?-me pregunta Carla.

Una idea se cruzó por mi mente.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

Azucena firmaba unos documentos, su secretaria ingresó a su oficina.

-Disculpa, Azucena. Te llama Elena Ricaurt de la súper intendencia de la ciudad.

Azucena suspiró pesadamente. Azucena levantó el teléfono sobre su escritorio y lo colocó en su oreja izquierda.

-Hola-dijo la mujer.

-Azucena, recibí una llamada de un estudiante muy insistente que escribe para el periódico de Las Encinas-dijo la mujer.

Azucena puso los ojos en blanco.

-Sí, sé quién es y no debió haberla llamado-dijo Azucena molesta.

Aunque lo disimulaba, la sub directora sentía mucho aprecio por Samuel García Domínguez, pero sabía que ese chico era bueno solucionando problemas, pero también ocasionándolos.

-Bueno, lo hizo-dijo Elena-y tiene una postura bastante arrogante.

-Sí, paso mi tiempo tratando de evitarlo-dice ella.

-Me hizo pensar que quizás han excedido el límite de simulacros-dijo la mujer.

-No es así-dijo Azucena-escuche, he intentado mantener esto en secreto, pero recibimos algunas amenazas de bomba y como medida preventiva, traje al escuadrón anti bombas y hacemos los simulacros.

Del otro lado permanecieron unos segundos en silencio.

-Bueno, esas no son buenas noticias-dijo Elena-por favor avísanos si podemos ser de ayuda.

********

Cuando Samuel cortó la llamada con Azucena, él y Carla se miran con miedo. Al principio Carla estaba tentada de reír por la correcta imitación que Samuel hizo de Elena Ricaurt. Pero ahora no había nada de lo que reír.

********

P.O.V. SAMUEL

Al día siguiente el caos dominaba en Las Encinas. El artículo que Carla y yo escribimos había desatado una locura por aquí.

Por todos lados había estudiantes discutiendo y gritando. Algunos decían que se irían a casa por las amenazas de bomba, otros decían que era una exageración y otros no decía nada coherente.

Estoy por abrir mi casillero cuando veo que en el casillero junto al mío hay algo escrito que ya he visto antes: “mataratodos.com”.

Carla aparece frente a mí de brazos cruzados.

-Este lugar es un infierno- me dijo la rubia.

-Yo ya pensaba eso desde antes-le respondo.

Parecía que Carla iba a decirme algo más pero justo en ese momento Ander se unió a nosotros.

-No creerán el alboroto que hay en la oficina administrativa-nos dice Ander-teléfonos sonando, padres enojados. Mi madre quiere verlos a ambos.

Carla y yo nos miramos.

-Comienzo a pensar que le gusto a tu madre-le digo a Ander.

Carla sonríe y juntos vamos a la oficina de azucena.

********

P.O.V. CARLA

-Déjenme ser clara-dijo Azucena molesta-el periódico virtual de Las Encinas no es el Washington Post. No tienen libertad absoluta para publicar lo que deseen.

-¿Hubo alguna imprecisión en la historia?-le pregunté.

-Ese no es el punto-dijo Azucena cortante.

-¿No lo es?-pregunta Samuel con sarcasmo y debo admirar su frialdad.

-No Samuel, no lo es-dijo Azucena apretando los dientes-nuestra tarea de proteger a los estudiantes prevalece sobre el derecho a la libertad de prensa estudiantil. ¿Por qué no se limitan a tomar fotografías de estudiantes sonrientes en las múltiples actividades que se realizan en las Encinas? Y quiero que me digan quien es esa fuente de la administración que confirmó su historia.

Ahora viene lo divertido.

-Esa sería usted-dijo Samuel sonriente.

-Ciertamente yo no fui-dijo Azucena frunciendo el ceño.

Veo Samuel toma aire y comienza a hablar.

-“Azucena, recibí una llamada de un estudiante muy insistente que escribe para el periódico de Las Encinas”-dijo Samuel imitando la misma voz que utilizó cuando llamó a Azucena ayer.

Bajo mi mirada, tratando de disimular mi risa. La cara de Azucena es muy graciosa.

-¿De dónde vienen las amenazas?-preguntó Samuel-¿de un estudiante?

Supongo que nunca deja de lado al detective que hay en él.

-No estás aquí para hacer una entrevista de seguimiento, Samuel-dice Azucena molesta-este es un comité de disciplina. Tienen suerte de que no los suspenda.

-Tal vez nos estarías haciendo un favor-dije y Azucena nos corrió de su oficina.

********

P.O.V. IVÁN

Después de un estresante día en Las Encinas, Ari y yo vamos a mi casa para estar tranquilos. Toso el tema de las amenazas de bombas tiene a todos muy alterados. Curiosamente, los que parecen estar más tranquilos son Carla y Samuel quienes escribieron el artículo.

-La verdad es que Samu y Carla hicieron un gran trabajo con ese artículo-le dije a Ari mientras le abría la puerta de mi casa-aunque no me sorprende con la habilidad de Samu para obtener información.

-Entonces el mérito es de él-dijo ella un tanto seca.

Iba a preguntarle a qué se refería, pero preferí callarme. Últimamente Samuel ha pasado bastante tiempo con Carla y, lo que es más extraño, se han estado llevando mejor. Temía averiguar si Ari está celosa o algo así pero no quiero molestarla. Ella y Samuel fueron una especie de pareja legendaria en Las Encinas. La pareja perfecta por decirlo de alguna manera. Pero terminaron de la nada. Ar terminó con él, pero nunca dijo cuál era el motivo. Ni siquiera se lo dijo a Samuel. Recuerdo como Marina se molestó mucho por lo que Ari le hizo a su mejor amigo.

Me aterra pensar que Ari aun ame a Samuel. Ya viví con Marina una relación en la que termino haciendo el rol del estúpido y no quiero que eso se repita.

Vamos subiendo la escalera hacia me habitación cuando en ese momento baja por las escaleras una muchacha pelirroja que me sonríe coquetamente. Ella se va sin más.

Justo aparece papá y nos recibe con una sonrisa.

-Hijo, al fin llegaste-dijo y cuando vio a Ari la abrazo-encantado de verte Ari, tan hermosa como siempre.

Ari le devuelve la sonrisa a papá quien se marcha. Supongo que esa pelirroja es la chica de hoy. Papá era un mujeriego empedernido. Y tampoco tenía muchos problemas para conseguir mujeres dado que todas querían acostarse con el famoso Cruz Carvalho, el jugador de futbol más famoso del mundo.

-Qué bueno que no llegamos 5 minutos antes-dijo Ari.

********

P.O.V. SAMUEL

Lo más rápido posible tomo dos refrescos de mi nevera y me dirijo a mi habitación. Lamentablemente, en el camino vi una imagen que me hará ir a terapia. Papá y Sandra están abrazados en el sillón y riendo mientras ven una película.

No quiero ver eso, así que me apresuro a llegar a mi habitación y cierro la puerta detrás de mí.

-¿Qué están haciendo?- me preguntó Rebe sentada en mi cama con Poni a sus pies.

-Aún miran la película-le digo y le doy uno de los refrescos-él la está abrazando.

-¿La está tocando o algo así?-me pregunta ella asqueada.

-Rebe, no quiero pensar en mi papá haciendo esas cosas-le digo-además, mi papá no es un depravado.

Rebe da un largo trago a su refresco y luego me mira con seriedad.

-¿Crees que sea algo serio?-pregunta mi amiga.

-Eso es lo bueno. No debemos preocuparnos, no durará mucho-le digo para calmarla.

-¿Qué quieres decir?-me pregunta confundida.

-Mi mamá está en rehabilitación-le digo y ella eleva las cejas con sorpresa ya que nunca le hablo de mamá-cuando se recupere, volverá a casa.

El rostro de Rebe pasa de la preocupación al enojo en un instante.

-¿Y qué pasará con mi mamá?-pregunta ella molesta-¿Ella es solo algo temporal para que tu papá no se sienta solo hasta que regrese la mujer que lo abandonó?

Me molesta que diga eso, porque no sabe todo lo hay detrás de la partida de mamá.

-¿Qué esperas que te diga?-le digo a la defensiva-es mi familia. Hace dos minutos tú tampoco querías que estuvieran juntos.

-Sí desearía que mi mamá no saliera con el padre de mi mejor amigas-me dice con enojo- pero mamá no sale con alguien decente desde que papá murió. Si va a sufrir debo advertírselo ahora mismo.

Ella se levanta, pero la detengo.

-No puedes-le digo serio.

-¿Por qué no?-me pregunta desafiante.

-Rebe, espera-le digo tratando de ser más conciliador-hazme un favor y espera un par de semanas más.

-Te diré algo, Samuel-me dice con dureza- estoy cansada de hacerte favores.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

Rebe y Sandra caminaban hasta donde estaba su automóvil estacionado para regresar a casa. La película había terminado y hasta entonces, Rebe y Samuel estuvieron en un tenso silencio.

-¿Te peleaste con Samuel?-preguntó Sandra a su hija.

-No-dijo Rebe algo cortante.

-Sé que esto es incómodo para ti-dijo Sandra-pero confío con que lo manejarás como una adulta.

-Lo haré-dijo Rebe-solo me preocupo por ti.

-No hace falta-dijo Sandra sonriendo-ya soy grande para cuidarme sola.

-Sí que debo hacerlo-le dijo Rebe a su madre-hay algo que debes saber.

-Rebe…-dijo Sandra.

-Sólo escúchame-le rogó Rebe.

-No quiero-dijo Sandra enojada.

-Debes escucharme-insistió Rebe.

-No, no quiero-dijo Sandra molesta-lo que necesito es que veas lo feliz que estoy. Esta es la primera vez que en verdad me siento a gusto en Madrid desde que llegamos. Ignacio es un buen hombre y eso es todo lo que debo saber. Déjame disfrutar de este momento.

Rebe asintió. No dijo nada más. Si su madre era feliz, ella se quedaría callada, aunque no le gustara.

********

P.O.V. SAMUEL

Me despierto al día siguiente sintiéndome fatal. La imagen de papá con Sandra, la pelea con Rebe, saber que pronto regresará mamá…tenía todo revuelto dentro de mi cabeza. Para rematar, mi computadora está funcionando mal. Por lo menos, para lo último tengo a Omar que es un experto en estas cuestiones informáticas.

Cuando llego a Las Encinas busco a mi amigo para que me ayude con mi computadora.

El clima sigue estando algo tenso por lo de las amenazas y por supuesto soy el centro de todas las miradas ya que fui coautor de la noticia.

Encuentro a Omar charlando con Walter. Un estudiante de último año que al igual que Omar es bastante experto en cuestiones informáticas según lo poco que se de él. De hecho, están hablando de programas para computadoras de lo que yo no entiendo nada. Por suerte, Omar ve que traigo mi computadora en manos y se da cuenta de lo que busco.

-Claro-me dice mi amigo-¿puedo llevármela? No puedo revisarla ahora.

-Si-le respondo-toda la información importante tiene clave de ingreso.

Omar levanta una ceja y sonríe.

-Como si me importaran los videos para adultos que miras aquí-dijo Omar y se fue.

Lo más llamativo es que en esa computadora no hay pornografía que tendría un muchacho promedio de 16 años. No, en mi computadora hay archivos sobre la investigación del asesinato de Marina. Es oficial, soy el adolescente más raro del mundo.

-Oye, Samuel-me dice Walter que recién noto que seguía aquí-¿Puedo hablar contigo?

-Sí, claro-le respondo.

-Tengo información que puede servirte-me cuenta-información confidencial.

-Mi tipo preferida de información-le digo sonriendo.

-Es sobre el artículo que escribiste con Carla-me dice Walter-acerca de las amenazas de bomba.

-¿Si?-le digo.

Quizás no sea correcto que yo me meta en esto, pero ¿a quién engaño? Yo no huyo de los misterios, los persigo.

-Eso me dejó pensando-dice Walter en voz baja-el otro día, venía caminando al instituto y al pasar por un terreno baldío vi a Norberto Castellanos y al chico nuevo, Bernardo.
Estaban tirándole pelotas de tenis a unos gatos callejeros.

Conozco a Norberto. Es un estudiante del último año.

-Qué idiotas-le digo-pero no entiendo.

Él mira a todos lados como cerciorándose de que nadie nos estuviera escuchando.

-Las pelotas de tenis explotaban-dijo Walter nervioso.

Ahora sí, puedo comenzar a investigar esto.

********

Rápidamente le pedí a Ander que me consiguiera de la oficina de su madre los expedientes de Norberto y Bernardo. Afortunadamente él aceptó ayudarme ya que también deseaba que yo averiguara si esos dos tienen algo que ver con las amenazas.

Vi a Rebe junto a su casillero. Verla me ponía triste. No me gustaba estar peleado con ella. Las peleas que tuve con Marina fueron muy pocas y no duraban demasiado tiempo.

Fui junto a ella y me apoyé en los casilleros y la miré sonriendo. Ella fingía no verme.

-¿De verdad soy tu mejor amigo?-le pregunto sonriendo.

-¿Quién más podría ser?-dice ella pero luego cede y también sonríe-deja de sonreír. Esa sonrisa tuya es un arma mortal.

-Lo lamento-le digo-me dejé llevar por la idea del regreso de mi madre que no pensé en lo que eso podría ser para tu madre.

Ella me mira y puedo ver en sus ojos azules que ya no está enojada.

-Tú también eres mi mejor amiga-le digo.

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La información que Ander me dio sobre Norberto y Bernardo en bastante interesante. Resulta que Azucena había amonestado al estudiante nuevo Bernardo por utilizar una playera que decía “Que maten a todos”. Ahora no me parece una casualidad esa dirección de página web que he visto escrita por todos lados.

En cuanto a Norberto veo su expediente que me dio Ander y veo que tiene un historial de abusos en Las Encinas siempre acosando a otros estudiantes, incluso golpeándolos en algunas ocasiones. Aunque desde hace un año parecía venir portándose bien. Los padres de Norberto son adinerados así que quizás así taparon muchos de los problemas de su hijo. Quizás últimamente se porta bien para verse bien en las solicitudes a la universidad o quizás de verdad cambió. No lo sé. Yo he interactuado pocas veces con él, pero he conocido a un muchacho diferente al que me relata el expediente.

El caso de Bernardo es más extraño porque Ander dijo que buscó y buscó y nunca encontró su expediente. Como si no existiera. Quizás sea porque es nuevo, pero dudo que una institución como Las Encinas tenga un inconveniente tan banal.

Lo que hago a continuación es visitar el dichoso sitio web. Creo que esto me aclarará algunas dudas. Cuando entro a matenatodos.com veo que página es solamente un reloj en cuenta regresiva.

46 horas, 15 minutos, 35 segundos para que suceda algo, pero ¿Qué es lo que sucederá cuando el tiempo acabe?

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Supongo ahora que lo correcto es acercarme a Norberto y Bernardo e investigarlos. Si es cierta mi teoría que ellos están detrás de las amenazas de bomba, creo que debo hacer algo. No deben volar las Encinas hasta que yo consiga una beca para la universidad. ¿Demasiado humor negro? No me importa.

Me encuentro en uno de los merenderos en el gran parque de Las Encinas. Necesito pensar cómo acercarme a ellos. Si son peligrosos no puedo correr muchos riesgos. Si no me mata la bomba, lo hará papá por arriesgarme tanto.

Mientras estaba en eso veo pasar a Nadia y Guzmán de la mano. Nadia le dice algo y mira en mi dirección. Parece como si le pidieran que vinieran a sentarse conmigo. Lo más llamativo es que Guzmán no parece muy entusiasmado con la idea.

-Nadia…-escucho decir al rubio.

-Vamos, sé bueno-dijo Nadia en voz baja, pero pude escucharla-él es mi amigo y también el tuyo.

Se acercaron a mí. Nadia me saluda con una sonrisa, pero Guzmán parece muy incómodo. Entiendo que mi presencia le molestara después que papá persiguiera a su familia tras lo de Marina, pero creí que a esa fase ya la habíamos superado. Aunque siempre supe que mi amistad con Guzmán no volvería a ser igual.

Ambos se sientan en mi mesa, pero Guzmán mira a otros lados como si quisiera marcharse.

-Toda la escuela habla del artículo que escribiste junto a Carla-dice Nadia-¿Crees que las amenazas son reales?

-Espero que no-le respondo.

Por unos segundos se da entre los tres un silencio incómodo.

-¿Estás trabajando en algún caso importante junto a tu papá?-me pregunta Nadia para cortar el silencio.

-Tengo prohibido hablar de los casos. Es un acuerdo de confidencialidad-le digo pero me arrepiento porqué sonó muy agresivo así que decido hablar un poco-Hay un caso bastante interesante. Obviaré los nombres. Exitoso abogado se divorcia de su esposa. Le queda debiendo una cifra enorme de dinero en cuota alimenticia para sus hijos. Literalmente se borró de la faz de la tierra.

-¿Cómo haces eso?-preguntó Nadia interesante.

Noté una mirada extraña de Guzmán que decidí ignorar, pero tomo nota.

-Primero sacar todo el dinero en efectivo que puedas-le digo- eso es fundamental. Vendes tu teléfono a un intermediario para que no puedan rastrearlo, alquilas un auto con una tarjeta de débito y una licencia de conducir falsa. Cruzas la frontera si es posible. Si eres aventurero compras un pasaporte viejo en internet y lo adaptas con una foto tuya.

-Disculpen-dice Guzmán repentinamente y se marcha. ¿Qué le sucede?

-Hizo lo que yo haría si delante de mí hablaran de ir de compras-bromeo yo.

-No es por ti-dice Nadia-ha estado raro todo el día.

¿Qué ocurre con Guzmán?

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Leyendo el expediente de Norberto me doy cuenta que era un bully. Sin embargo, yo conocí otro lado de él. Tras la muerte de Marina y que los García Domínguez nos convirtiéramos en parias, todo el instituto comenzó a acosarme y portarse terrible conmigo, pero en una ocasión Norberto me defendió y su corpulento porte intimidó a mis acosadores. Es como si fueran dos personas en una.

Debo encontrar una forma de acercarme a Norberto y a ese chico nuevo Bernardo. Con este último será más difícil ya que no sé nada sobre él. Supongo que debe ser hijo de millonarios como la mayoría de por aquí o quizás es un becado como yo.

Quizás en internet pueda averiguar más cosas sobre él en el sitio web que papá y yo utilizamos para ver los antecedentes de las personas. Como mi computadora está en manos de Omar actualmente, iré al salón de periodismo donde hay muchas computadoras.

Cuando llego veo que solo hay una persona sentada frente a una computadora. Es Guzmán.

Al entrar él me escucha y se da la vuelta y su mirada se torna seria al darse cuenta que soy yo. Vuelve a voltear como si yo no existiera.

-Esa fue una bienvenida muy pobre-le digo a sus espaldas-o sabes cómo ignorar a alguien.

Él no se voltea, pero si me responde.

-Carla me dijo que sigues con tu propia investigación de la muerte de Marina. Que tienes archivos de todos en tu computadora.

Mierda. Realmente creía que Carla no diría nada sobre eso después de que charlamos y me contó de cómo Guzmán atacó a su padre. Supongo que esperé demasiado de ella.

-Es verdad-le reconozco.

-¿Tienes un archivo mío?-me pregunta él lentamente y aun sin voltear.

-Tengo un archivo de todos los relacionados con Marina-le digo.

Finalmente se da la vuelta y se levanta de la silla en la que estaba sentado.

-¿Qué dice el mío?-pregunta con enojo contenido.

Supongo que ocultarlo o mentir no tiene sentido a esta altura.

-Dice que tienes epilepsia tipo 4-le digo-que tienes alteraciones de humor y ataques violentos. Que tomas medicación.

Veo como sus pupilas se dilatan y los hoyuelos de su nariz comienzan a abrirse y cerrarse.

-¿Cómo sabes todo eso?-me pregunta.

-No importa-le digo, pero eso lo enfurece más.

-Sí que importa-me grita- te has entrometido en mi vida privada. Si quisiera que tú o quien sea lo supiera, ya lo habría dicho. ¿Quién diablos crees que eres?

Esta vez el que se enoja soy yo.

-Soy el mejor amigo de Marina-le grito.

Pero comenzar una discusión violenta con Guzmán no es la idea más inteligente que puedo tener.

-Está muerta y su asesino fue a prisión-me dice Guzmán totalmente exasperado.

-Abel Romano no mató a Marina-le digo bajando la voz.

-Él confesó-dijo Guzmán con impaciencia.

-Le pagaron para que lo hiciera-le digo y esta vez le sostengo la mirada.

Se da la media vuelta y extiende los brazos teatralmente.

-¿Te das cuenta de lo que dices?-dice Guzmán-¿Quién pagaría por algo así…?

En ese momento Guzmán comprendió la implicación de lo que le acababa de decir.

-Claro, nosotros-dijo con enojo, pero al fin entendiéndolo-Crees que mi familia pagó. ¿Por qué harían algo así Samuel?

-No lo sé-le digo apartando la mirada.

Esto está escalando demasiado y no me gusta estar a solas con Guzmán en este momento.

-¿Para protegerme a mí?-preguntó Guzmán con sarcasmo.

He llegado demasiado lejos. Sabia en lo que me metía cuando comencé a investigar esto y no me echaré para atrás. Se lo debo a Marina.

-¿Recuerdas lo que pasó ese día?-le pregunté directamente.

Por unos segundos Guzmán permanece en silencio mirándome fijamente.

-Crees que yo maté a Marina-dijo Guzmán apretando los dientes y de pronto de abalanzó hasta mí y comenzó a gritar. ¡¿Cómo puedes pensar algo así?!

Instintivamente me hago hacia atrás y mi espalda choca contra la pared y quedo aprisionado por Guzmán.

-Cálmate-le pido.

-¿Crees que tendré otro ataque y te mataré a ti también?-me dice furioso.

Yo me quedo como una estatua. ¿Acaso dijo lo que yo escuché?

Guzmán parece entrar en razón sobre lo que se le acaba de escapar. Hace unos pasos hacia atrás y me mira con miedo y dolor.

Sin decir más se marcha corriendo y me deja solo. ¿Qué es lo que acaba de suceder?

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Está bien, tienes que controlarte Samuel. Lo que Guzmán dijo no es técnicamente una confesión. Pero sonó como una…

Si es cierto que Guzmán mató a Marina en uno de sus ataques epilépticos, comprobaría la teoría de papá y el hecho que los Nunier le pagaran a Abel Romano para que cargara con la culpa tendría mucho más sentido.

Sin embargo, como no tengo mucho más tiempo para pensar en eso ya que veo a lo lejos a Norberto y Bernardo y parece que están discutiendo. Me acerco lo más que puedo y me oculto detrás de un árbol.

-¡Eres muy intensó!-le reclamó Norberto a su amigo.

-Pero no tienes que ponerte así-se quejó Bernardo.

-Lo siento, no puedo más-dijo Norberto-no quiero saber más de ti.

Norberto se marchó enojado y Bernardo quedó solo y se lo escuchaba insultar. Había algo extraño en él, pero no puedo precisar que es. Es como si algo no encajara en él como estudiante de Las Encinas.

Comienza a caminar y decido seguirlo. Llega hasta el estacionamiento y se sube a uno de los automóviles. Sé que aún tengo clases (por no mencionar mi asunto con Guzmán), pero siento que si dejo que Bernardo se me escape me voy a arrepentir. No sé nada sobre él y he aprendido que cuando observas a una persona que no sabe que la observas, es cuando más información de ella puedes obtener.

Subo a mi coche y sigo a Bernardo a cierta distancia, para que no note que estoy ahí.

Tardo un poco en notarlo, pero ahora es evidente. El automóvil que Bernardo conduce es un bastante caro, lo que es lógico teniendo en cuenta que es un estudiante de Las Encinas (excepto los becados). Sin embargo, no estamos por los vecindarios más caros de Madrid sino que estamos en los barrios bajos. Cerca de mi casa de hecho.

Grande es mi sorpresa cuando veo que Bernardo se dirige a un lugar que conozco: el motel Camelot. Este es el lugar donde sé que en una ocasión mi madre se reunió con Benjamín Blanco.

¿Qué hace un estudiante de Las Encinas en un hotel de mala muerte del lado malo de Madrid?

Saco mi teléfono y tomo fotografías de Bernardo entrando a una de las habitaciones del Camelot. Pasados unos minutos Bernardo vuelve a salir y subirse a su coche. Cuando se pone en marcha vuelvo a seguirlo y después de un viaje bastante corto llegamos hasta un vivero.

¿Planea volar Las Encinas y vino a comprar plantas? Decido esperar a que salga y cuando lo hace veo que lleva consigo algunas bolsas con estiércol. No pierdo tiempo y le tomo más fotografías, esta vez subiendo las bolsas con estiércol al maletero de su auto. De pronto noto algo que me hace helar la sangre: en el maletero hay un rifle.

Mierda, es realmente un loco.

En ese momento mi teléfono comienza a sonar y veo en la pantalla que se trata de Carla.

-¿Sí?-le digo.

-Hola, soy Carla- me responde.

He notado como últimamente ya no usa ese tono altivo y condescendiente que solía utilizar conmigo.

-Quería advertirte algo-me dice- Guzmán sabe sobre tus archivos.

-Lo sabe porque tú se lo dijiste-le digo con dureza.

Tarda un poco en responder, como si sintiera culpa.

-Bueno, si ¿Qué iba a hacer? -se defiende ella-es mi amigo desde la infancia.

-Sí, bueno-le respondo a Carla-me trató pésimo. Te hubiera encantado verlo. ¿Hablaste con él desde salió de Las Encinas?

No logro escuchar la respuesta de Carla porque en ese momento alguien abre la puerta del acompañante del automóvil y entra en él intempestivamente.

-¡Qué mierda! ¿Qué crees que haces? - le grito a Bernardo sentado junto a mí.

Mi teléfono se me cae de las manos y aterriza junto a mis pies sin haber cortado la llamada con Carla.

-Vamos a dar un paseo-me dice Bernardo con voz amenazante- dobla a la izquierda en el semáforo.

Pongo el auto en marcha y hago lo que me dice. No sé qué tanto estoy en peligro ahora, pero creo por el momento debo seguirle la corriente.

-¿A dónde vamos?-le pregunto.

-Deberías saberlo-me dice serio-debes haberme seguido desde allí.

-¿El Camelot?- le pregunto algo incrédulo porque hubiera esperado que fuéramos a un lugar desolado para que haga conmigo lo que tiene pensado hacer.

-Si-dice fastidiado-eres muy molesto, Samuel. Estás arruinando todo.

-Creo que estás cometiendo un error-le digo rápidamente-yo no sé nada.

-Cállate, necesito pensar un minuto-me dice ahora más calmado.

Llegamos hasta el estacionamiento del Camelot y me ordena bajar. Rápidamente me conduce a las escaleras que dan al segundo piso del edificio.

-Mi papá es detective-le digo para intimidarlo-si no aparezco, se volverá loco. Habrá gente buscándome, gente armada. Y para rematar, mi novia es policía.

-Quiero mostrarte algo-me dice de forma seca y me lleva del brazo por el pasillo que del piso superior que tiene un gran balcón.

-¿Por qué no vamos a un lugar público?- le sugiero.

-Crees que eres un héroe, pero mucha gente podría morir por tu culpa-me dice Bernardo.

Pero todo cambia cuando alguien aparece sorpresivamente frente a nosotros. Me empuja y me tambaleo unos pasos hacia al costado y luego veo que Bernardo comienza a convulsionar y cae al suelo.

Es Carla que tiene en la mano una teaser, parecida a la que yo tengo. Bernardo quiere volver a moverse, pero Carla vuelve a electrocutarlo. Noto que está muy enojada…o preocupada.

Noto que en el suelo junto a Bernardo hay una billetera. Debe ser de él así que rápidamente la tomo y veo su contenido.

-No sé quién eres, pero no te dejaré que le hagas nada-le dice Carla a Bernardo en un tono que jamás le había escuchado decir.

Encuentro una identificación en su billetera y algo más.

-Carla, detente-le digo- es de la Policía Nacional.

Le muestro la placa que está en su billetera y Carla tiene en el rostro la misma confusión que yo.

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Carla y yo ayudamos a Bernardo en su habitación en el Camelot. Él sigue bastante aturdido por lo que le hizo Carla, pero no perdió el conocimiento.

-¿Tienes un teaser?-le pregunto a Carla.

-Tú tienes uno-me dice ella sonriendo.

-Bien hecho-digo en voz baja-una chica debe saber defenderse.

-O defender a otros-dice ella.

Ella escuchó que yo estaba en problemas y vino desde Las Encinas solo para ayudarme. Carla, la reina de la frialdad y la indiferencia, se arriesgó por mi seguridad. Quizás el Samuel de años atrás no se percataría de la magnitud de ese gesto, pero el Samuel de ahora si lo hace. Es una marquesa que se vino al lado pobre de la ciudad para cuidarme de lo que creíamos que era una amenaza.

Siempre pienso en cuanto he cambiado yo desde la muerte de Marina, pero quizás no soy el único que lo ha hecho.

Por un momento cada uno mantiene la mirada fija en el otro, pero Bernardo se aclara la garganta para recordarnos que está aquí con nosotros.

-Entonces-le digo-¿estás de encubierto en Las Encinas?

-¿Puede ella irse?-dice señalando a Carla-quiero hablar contigo a solas.

-Ni lo sueñes, no lo dejaré solo contigo-dice ella rápidamente.

Me acerco a ella y le pongo una mano en hombro.

-Estaré bien-le digo-danos unos minutos ¿si?

Ella aun desconfía, pero termina aceptando.

-No cierres la puerta, te esperaré afuera-dice y se marcha.

-¿Tienes una marquesa de guardaespaldas?-me dice el agente Bernardo con burla.

-¿Por qué estás en Las Encinas?-le pregunto ignorando su comentario anterior.

-Parte de mi trabajo es monitorear el tráfico en internet-me responde-Norberto tenía un sitio web que era inquietante. Descubrimos muchos e-mails que les envió a otros estudiantes. Muchísimas palabras de alerta.

-¿Palabras de alerta?-pregunto cruzando los brazos.

-Castigo, bomba, arsenal, tiroteo, fertilizante-me enumera-creemos que es el líder de delitos cometidos por inadaptados similares que esperan su señal para atacar.

De repente pienso en el sitio web.

-¿La señal es el reloj con cuenta regresiva?-le pregunto.

-Si-me dice Bernardo.

Hay algo que no cuadra en todo esto.

-Si Norberto es una amenaza tan grande ¿Por qué no lo han arrestado? -lo cuestiono-¿Es divertido molestar a gente en Las Encinas, secuestrar gente, matar gatos?

-¿Matar gatos?-me pregunta con un gesto de confusión.

-Eso escuché-le digo recordando lo que me contó Walter.

Bernardo parece sentirse mejor de los golpes de electricidad y se pone de pie.

-Si alguien mató gatos, ese sería Norberto y actuó solo-me dice-aunque tiene sentido igualmente. Los sociópatas generalmente comienzan desquitándose con animales.

-¿Por qué no lo atrapas de una vez?-le pregunto.

-Claro que lo atraparé, de eso no hay duda-me dice con cierta arrogancia- He hecho más arrestos que cualquier otro agente de mi edad. El problema es que, si lo atrapamos ahora, podemos retenerlo 48 horas. Luego, deberíamos encontrarlo culpable o dejarlo libre. Necesito pruebas de armas prohibidas o la lista de los nombres de la gente con quien se escribió.

-¿Por qué me dices todo esto?-le pregunto porque de verdad no lo entiendo.

-Necesito tu ayuda, que te acerques a él-me dice.

¿Un agente de Policía Nacional necesita la ayuda de un adolescente hijo de un detective privado?

-¿Ese no sería tu trabajo?-le digo levantando una ceja.

-Lo presioné demasiado y lo asusté-me reconoce-ahora estaré arruinado si no encuentro algo rápido. Fui a su casa, pero no pude entrar ni a su habitación ni a su garaje.

-¿Y cómo esperas que me invite a su casa?-le digo.

-Es fácil, tú le gustas-me dice sonriendo.

Lo miro fijamente para tratar de averiguar si me está tomando el pelo.

-¿Le gusto?-pregunto bastante incrédulo.

-Es bisexual-me dice como si nada- te mencionó varias veces. Samuel, tu escuela y tu gobierno te necesitan. Un dato que te puede servir, le encanta hablar de su colección de armas antiguas.

Genial, ahora debo acercarme a un loco lleno de armas que me considera atractivo. Aunque, no quiero que nadie salga herido, así que debo hacerlo.

Salgo de la habitación de Bernardo en el motel Camelot con mi cabeza con muchas cosas mezcladas no sé qué pensar o sentir de todo esto.

Como esperaba Carla está aquí, esperando que yo regresara a salvo. Está de brazos cruzados y me mira con preocupación.

Es hermosa, siempre lo supe. Todos lo saben. Pero creo que he visto una belleza en ella que no está a la vista de todos. La vi ser mi amiga, odiarme, pedirme ayuda con lo de su madre, llorar desconsolada cuando aceptó definitivamente su muerte. Y ahora veo preocupándose por mí. ¿Cuántos pueden decir que hayan visto tantas caras de Carla Rosón Caleruega?

-¿Estás bien?-me pregunta preocupada.

-Si

Ni siquiera lo pienso, simplemente me dejo llevar. Me acerco hasta ella y la beso. Por unos instantes nuestros labios están juntos, pero noto su tensión por la sorpresa.

Cuando nos separamos veo la estupefacción en sus ojos verdes y me doy cuento de lo que acabo de hacer. Soy el más estúpido del mundo. ¿Qué acabo de hacer? Acabo de besar a Carla Rosón sin que me correspondiera.

Tengo que irme de aquí, esto es demasiado humillante.

Intento marcharme, pero una mano sujeta con fuerza mi brazo y me hace dar una media vuelta y en ese instante Carla me toma del rostro con ambas manos y volvemos a besarnos.

Ahora soy más consiente de todo. No sé cuándo durará, pero mientras tanto disfrutaré de los suaves labios de Carla, los más sabrosos que he probado. Nunca he sentido un beso así. Es como si cada nervio de mi cuerpo me pidiera que tuviera cada vez más cerca de Carla. La tomo de la cintura y la pego más a mi cuerpo y ella responde intensificando el beso aún más.

Y aquí estoy besando a alguien que detesto, engañando a mi novia, haciendo algo tan impropio en mí y sin embargo no quiero parar. Es algo extraño. Siento como si el mundo girara alrededor de este momento y no hubiera nada más. Marina no está muerta. No tengo dudas sobre quien es mi verdadero padre. Mamá nunca se marchó.

Solo somos Carla y yo en este momento.

Cuando por fin nos separamos ambos nos miramos haciendo la misma pregunta silenciosa: ¿y ahora qué?

El silencio entre nosotros no es incómodo, más bien es indefinible. Un silencio que mediaba entre nosotros porque ninguno de los dos sabía realmente qué hacer después de esto. No sé qué decir. ¿Hay algo para decir?

Me alejo caminando y llego hasta las escaleras, pero antes de bajar vuelvo a mirarla y la veo tan impactada como yo. Llego al estacionamiento donde está mi automóvil, pero al levantar la mirada veo que Carla me sigue mirando desde el segundo piso del Camelot.

Finalmente me subo a mi coche y me voy.

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El agente Bernardo tuvo razón y me fue sumamente fácil acercarme a Norberto. En cuanto le dije que necesitaba su ayuda para identificar algunas armas robadas que mi padre estaba buscando, automáticamente aceptó ayudarme. Quizás Bernardo tiene razón y le gusto a este chico. Fácilmente me invitó a su casa a mostrarme su colección de armas. Solo espero que no trate de besarme porque rechazarlo será muy incómodo.

No tengo interés en los hombres y menos después de besar a Carla. Ya, Samuel. Tienes novia, piensa en otra cosa. Tienes un caso en el cual ocuparte.

-Gracias por hacer esto, Norberto-le digo mientras caminamos a su habitación-mi papá viene luchando con este caso.

-No hay problema-me dice sonriendo, lo cual es inquietante dado que Norberto jamás sonríe.

-Traje unas fotos de las armas robadas por si eso ayuda-le digo mostrándole la carpeta que había traído.

Llegamos a la puerta de su cuarto y veo que Norberto es aún más raro de lo que creía. La puerta de su dormitorio estaba cerrada con candado.

-Mis padres son un poco entrometidos-me dice con media sonrisa.

-Debe ser más efectivo que poner un cartel de “NO MOLESTAR”.

Entramos en su habitación y quedo pasmado con todas las armas que tiene como decoración y colección. Espadas, cuchillos, dagas y otras cosas que no sé muy bien cómo definir.

-Esta es mi colección de armas-dice Norberto con orgullo.

-Sin duda está preparado para un apocalipsis zombi-le digo en broma y le doy la carpeta con las armas que él debe identificar para que, supuestamente, mi padre pueda recuperarlas.

Toma la carpeta y me invita a sentarme, pero yo rechazo la propuesta para ver su colección de armas, cosa que lo complace.

Mientras más observo más noto algo curioso. Las armas estás puesta como decoración y están muy bien cuidadas. Pero, más llamativo es que son todas armas blancas. Ninguna de fuego. Ni siquiera un poster o algo que indique que le gusten las armas de fuego. Eso no me hace fácil conectarlo con la hipotética fabricación de una bomba.

-Esta espada es muy Brave Heart –le digo señalando a una gran espada es un rincón.

-Si, es la réplica de la espada de William Wallace-dice entusiasmado-vi esa película como 50 veces.

-¿Reconoces alguna de las armas?-le pregunto.

-Sí, la espada Tachi-me dice y la señala-te anotaré su precio en el mercado.

Mientras busca eso en su computadora yo sigo pensando en cómo buscar lo que realmente estoy buscando.

Si fuera una bomba improvisada ¿Dónde estaría? Quizás guarda su arsenal en el garaje. ¿Cómo llego hasta el garaje sin jugar este juego mortal?

Veo que tiene una de esas estrellas ninja como adorno y la tomo.

-¿Alguna vez lanzaste una?-me pregunta Norberto.

-No puedo decir que lo haya hecho-le respondo.

-Tengo el tablero en el garaje, si quieres probar.

Pienso en eso y sucede. Quizás si tengo poderes.

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-¿Suspendido? ¿Yo? No lo creo, Azucena-digo en mi mejor imitación de Sylvester Stallone y lanzo la estrella al blanco, clavándose en el hombro de la silueta dibujada-bien, mis enemigos no podrá utilizar su hombro izquierdo. ¿Porqué son de goma?

Norberto finalmente me llevó a su garaje pero aun no he encontrado nada.

-Son para practicar-me dice Norberto y se acerca mucho a mi-la próxima vez te dejaré utilizar las verdaderas.

¿Estoy loco o el señor bomba está coqueteándome?

-Oye, este fin de semana hay un festival de películas de Tarantino-me dice-¿quieres ir?

Eres experto se salvar a la gente de los sus problemas, Samuel. ¿Cómo te salvaras a ti mismo ahora?

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Afortunadamente pude poner alguna excusa para Norberto y le dije que me marchaba. Salí de su casa y me subí a mi coche que estaba estacionado en la calle.

Había algo mal en todo esto y podía sentirlo. Norberto solo parecía un muchacho rudo y solitario. Si, fue violento con otro compañero según lo que leí en su expediente, pero de ahí a matar gente hay una diferencia.

Bien, no conseguí nada relacionado con armas, pero sé cómo encontrar sus e-mails. Si accedo a su wifi desde mi teléfono podré. Hubiera sido más inteligente si esto se me hubiera ocurrido estando dentro de su casa. Al revisar las señales de wifi disponibles me aparece una que se llama como el apellido de Norberto. Perfecto. Su Wifi debe ser muy fuerte si llega hasta la calle. Cosas de ricos.

Pero algo me sigue molestando. Norberto me estaba coqueteando. Si planearas el apocalipsis para el fin de semana ¿Invitarías a alguien a salir? No tiene sentido si lo pienso desde ese lado.

Sigo viendo mi teléfono, pero al levantar la mirada, veo algo que es llamativo. Quien entra a la casa de al lado de la Norberto es nada más ni nada menos que Walter, el mismo que me dijo sobre que Norberto y Bernardo mataban gatos. Bernardo dijo que lo de los gatos era falso, o que por lo menos, de ser cierto, solo lo hacía Norberto. ¿Por qué Walter no dijo que era su vecino?

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Llego a casa y vuelvo a leer el expediente de Norberto y cada vez más estoy seguro que él, y quizás también yo, somos víctimas de un engaño.

-Norberto-le digo en un audio-soy Samuel. Si escuchas esto llámame antes de mañana por favor.

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P.O.V. CARLA

Quisiera que mi cerebro me dijera qué fue lo que hice, pero mi cerebro no parece querer colaborar. Aunque, el problema no es lo que hice, sino con quién.

Habíamos sido amigos. Él había sido un querido amigo. Alguien dulce e inocente que resaltaba entre la superficialidad y la malicia del ambiente de Las Encinas. No pasó mucho tiempo para que Marina y Ari le clavaran sus garras, una como amiga y otra como novia. Con respecto a Marina sentí que Samuel me quitaba algo. Con respecto a Ari sentí que ella me quitaba algo.

Pero Samuel siempre estuvo ahí. Y yo no era como Lu o Polo que solo lo soportaban en el grupo por ser el amigo de Guzmán y Marina o el novio de Ari. Siempre aprecié a Samuel, de verdad.

Luego la muerte de Marina nos separó. O, mejor dicho, todos lo alejamos. Convertimos a Samuel en un paria. Lo convertimos en nuestra víctima.

Y de alguna forma, eso significó la muerte de Samuel, por lo menos del Samuel que conocimos. Pero como el ave fénix, surgió de sus cenizas. Pero ya no era el mismo.

Ahora era un joven silencioso, arrogante, perspicaz, inteligente, valiente, frío, vengativo. Y era un puto detective. Siempre he querido saber sobre la composición del Samuel actual. Cuanto de él es por lo que su padre le enseñó, cuanto es porque Samuel aprendió por su cuenta y cuánto era del Samuel original y que nadie más vio antes.

Y el Samuel actual fue el que me ayudó con lo de mi madre aun cuando fui una bruja con él, el que me brindó su hombro cuando lloré al aceptar la muerte de mamá (y creo que nunca había llorado frente a otra persona) y el que rompió el cheque que le quise dar solo porque mi madre le caía bien. Y es el mismo que hace unas horas me dio el mejor beso de mi vida. Un beso que era una trampa porque era delicioso, pero nunca te saciaba porque siempre querías más.

Me sorprendió con el beso, pero cuando quiso retirarse fui yo la que no quería que se fuera. No fue algo de ese momento. Era algo que quería hace mucho.

¿Cuándo fue que Samuel se había metido tanto en mi cabeza?

Carla, ¿qué vas a hacer ahora?

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P.O.V. SAMUEL

Norberto jamás me respondió. Ni siquiera sé si leyó mi mensaje. Estoy llegando a Las Encinas temprano, con la esperanza de encontrarlo antes que suceda algo. Afortunadamente, justo veo llegar su automóvil y estacionarse. Llego hasta él, quien sonríe cuando baja de él.

-Escuché tu mensaje esta mañana ¿qué sucede? -me pregunta.

-Bernardo no es quien dice ser y cree que fuiste tú el de las amenazas-le comienzo a explicar, pero no puedo terminar.

Muchos sujetos armados y con chalecos anti balas aparecen de repente apuntando a Norberto. Salen de todos lados, lo que me indica que estaban escondidos, esperando este momento.

-Arriba las manos-dice una voz que reconozco como la del agente Bernardo.

Someten a Norberto quien grita como loco que es inocente y que no ha hecho nada.

-Es una locura-le digo a Bernardo-tienen al tipo equivocado, todo fue una broma pesada.

Bernardo ni siquiera me mira, pero sé que me escuchó. Se limita a decirle a todos los estudiantes y profesores que deben alejarse porque están en una escena del crimen.

-Soy inocente-dijo Norberto desesperado.

-¿Ah sí?-dijo Bernardo con arrogancia.

Fue hasta el maletero del coche de Norberto y lo abrió. Allí había un rifle y bolsas de fertilizante.

-Eso no es mío-dijo Norberto asustado.

No puedo hacer que liberen a Norberto ahora mismo, pero puedo comenzar a trabajar de inmediato. Sin dudarlo comienzo a sacar fotografías. De Norberto sometido por los agentes, Bernardo hablando con Azucena que acaba de aparecer y, lo más importante, del rifle y el fertilizante que está en el maletero del coche.

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Comparo las fotografías que tomé en el vivero y las que tomé está mañana en Las Encinas y no tengo ninguna duda. En ambas aparecen el mismo rifle y las mismas bolsas de fertilizante.

El agente Bernardo me utilizó, eso lo sé. Estoy seguro que puso el rifle y el fertilizante en el maletero de Norberto cuando yo estaba con él en su casa. Solo debo probarlo.

Les explico a mis compañeros de Periodismo lo que he averiguado y lo que me sucedió y les digo que, si publicamos una noticia sobre el asunto exponiendo las fotografías que prueban que Bernardo inculpó a Norberto, eso haría que lo liberaran, pero nos traería problemas con Azucena y las autoridades que no quieren que se escriba nada de esto.

Algunos son indiferentes, otros lo ven como una oportunidad de hacer verdadero periodismo que de verdad ayude en algo.

-El que publique esto tendrá muchos problemas con Azucena -dice Polo y varios lo apoyan.

No sé qué mierda esperar de gente rica y acomodada que no le importa lo mal que está el mundo siempre y cuando ellos sigan con sus privilegios.

Sin embargo, la solución viene de un lugar inesperado.

-Podríamos poner el nombre de todos en la autoría de la noticia-dijo Carla-así no expulsarán a nadie, aunque estén molestos.

Eso pareció convencer a todos, incluso a Polo y Lu que nunca harían nada bueno por nadie si no es por conveniencia propia.

Le sonrío a Carla. Ella se sonroja ligeramente y aparta la mirada.

Inmediatamente noto que no están ni Nadia ni Guzmán. Lo que es raro porque Guzmán es el editor del periódico. Ahora quien manda es Carla que es su suplente temporal.

-¿Lo publicamos ya?-pregunta Ari.

-Aún no-le digo-necesito el testimonio de alguien más.

Me alejo un poco de mis compañeros y llamo por teléfono a un estudiante de Las Encinas.

-Hola, Walter. Soy Samuel García Domínguez ¿Tienes un minuto?

-Sí, claro-me responde con buen humor.

-Mañana publicaremos una historia que dice que creaste tráfico de internet falso usando el wifi de Norberto al cual tienes acceso por vivir a 30 metros de su casa-le digo con tranquilidad.

-¿Qué?-pregunta casi riendo.

-La nota también dice que tú creaste la página mataratodos.com con el reloj con cuenta regresiva-le digo-y llamaste a Las Encinas con amenazas de bomba para implicar a Norberto, aunque nunca hubo una bomba en realidad. Y me mentiste con lo de los gatos muertos. ¿Algún comentario?

-¿Estás loco?-me pregunta Walter nervioso-¿Crees que es algo que haría para divertirme?

-Lo hiciste porque fuiste víctima de las burlas y los abusos de Norberto desde la primaria-le digo leyendo el expediente que me dio Ander-en clase de bilogía hizo caminar una tarántula por tu rostro y te robaba dinero solo por diversión.

Por unos segundos no escucho una respuesta, solo una respiración agitada.

-¿Pedro? ¿Sigues ahí?

-Todos los días-dijo con una débil voz.

-¿Disculpa?-le digo al no entender lo que me dijo.

-Se robaba mi dinero todos los días-dijo Walter con voz monótona-durante dos años tuve que almorzar los restos de la comida de mis amigos. Finalmente, se lo conté a mi papá. ¿Sabes que dijo? Dijo: “Sé un hombre” me dijo que lo golpeara una vez y no volvería a molestarme más. Así que lo hice. Lo golpeé. Norberto me mandó al hospital ¿Quieres saber que dijo mi papá?

Odio cuando puedo empatizar con los culpables. Pero puedo darle este ultimo momento de comprensión.

-¿Qué te dijo?-le pregunto.

-Dijo que deseaba haber tenido un hijo-respondió Walter.

He visto lo peor del mundo al trabajar con papá, pero me es difícil aceptar que no todos los padres son tan buenos como el mío.

Corté la llamada. Ya no había nada más por decirnos.

Vuelvo con mis compañeros a ocuparme de la publicación de mañana, pero una voz me interrumpe.

-¿Samuel?

Es Nadia. No luce nada bien.

Me hace una señal para que la siga y juntos vamos al pasillo donde no puedan escucharnos.

-Nadia ¿Qué ocurre?

-No viste a Guzmán esta noche ¿no? -me dice afligida.

-No-le respondo.

La última vez que lo vi fue cuando me “confesó” haber matado a Marina.

-Está desaparecido-me dice ella al borde del llanto-sus padres temen que se haya fugado.

-¿Qué?-le digo confundido-¿por qué pensarían eso?

-Su madre dice que ayer sacó del banco €10000 en efectivo-dice Nadia-nadie lo ha visto desde entonces.

-Eso es muy raro-le digo, aunque sé que podría decir mucho más.

-No lo entiendo-dijo Nadia llorando-¿por qué haría algo así?

Yo sé por qué. Yo soy la causa.

********

Al día siguiente, todos están enterados ya de la noticia y por supuesto, no hablan de otra cosa.

Camino hacia mi clase de Literatura cuando Ander se me acerca.

-Mi madre ni los altos mandos van a castigar a nadie-me dice-pero están molestos con todos los de la clase de periodismo. Especialmente contigo, porque sabe que fuiste el investigador y el instigador.

-Cada vez creo más en mi hipótesis que, en secreto, tu madre está enamorada de mi-le digo sonriendo a Ander.

-Debes tener cuidado, Samu-me dice algo preocupado-si se enteran que yo te doy los expedientes de los alumnos estaré muerto.

-Tranquilo-le digo para calmarlo- aunque me apliquen tortura, jamás voy a revelar mis fuentes.

Ander va a su clase y yo entro al salón de Literatura y lo primero que veo es a Carla charlando con Lu. Ella se da cuenta que estoy ahí y también me mira mientras Lu sigue hablando.

Conecto con sus ojos verdes por un rato.

Bien, Samuel, ¿Qué vas a hacer ahora?

Notes:

Al fin, lo que se venía haciendo esperar desde hace 18 capítulos. Pero aún hay camino por recorrer.

Chapter 19: Ciudad de perros y niños ricos perdidos

Summary:

Nano tendrá un comportamiento muy sospechoso. La hermana de Carla se meterá en problemas. Samuel investigará a un perro desaparecido. Carla y Samuel deben definir algunas cosas.

Notes:

Es el capítulo más extenso hasta ahora y espero que les guste.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

P.O.V. SAMUEL

-“Roberto vende una casa por €130000”-digo leyendo el problema matemático en mi libro-“si gana el 5% de comisión por cada casa que vende ¿Cuánto dinero ganará Roberto en esta venta?”

-Lo único que sé es que si Roberto solo gana el 5%-dice Nano con cara de sueño-vende el producto equivocado.

Yo solo me rio. Estamos en Investigaciones García por la noche. Nano me pidió ayuda con un examen de matemáticas que tendremos pronto y que a él no se le da muy bien, pero a mí sí.

-¿Me prestas algo para escribir?-me dice.

-Regla número 1 de las matemáticas: siempre carga tus propios útiles-le digo.

¿Qué clase persona te pide ayuda con las matemáticas y no trae siquiera un lápiz? Le paso un lápiz y él comienza a resolver el problema. Por un momento trabajamos en silencio, pero ya sospechaba que Nano no quería verme solo por las matemáticas.

-Así que Guzmán Nunier se fue ¿eh? -me dice.

Mis hombros se tensan automáticamente.

-La versión oficial dice que fue a visitar a sus abuelos en Asturias, pero si, se fue-le digo algo cortante.

Laura y Ventura habían dejado correr el rumor que Guzmán fue a visitar a su abuelo enfermo en Asturias para tapar el hecho de que nadie sabía dónde estaba realmente. Después de nuestra confrontación en la que en cierta forma me dijo que él había matado a Marina nadie había vuelto a verlo. Sus padres estaban preocupados, aunque por supuesto parece que las apariencias eran más importantes porque se inventaron esa excusa ridícula. La pobre Nadia estaba desconsolada ya que ni siquiera con ella se había comunicado.

-Bueno, dicen que se fue porque lo acusaste de matar a Marina-dice Nano sin mirarme.

Entiendo que el tema del asesinato de Marina sea algo complejo para él. Tenía con ella esa relación secreta y toxica que lo hacía amarla y odiarla por partes iguales.

-Bueno, se equivocan-le digo en un tono que espero que deje claro que no quiero hablar del tema.

-Pero tú no crees que quien está en la cárcel ahora sea el verdadero asesino-dice Nano más como una afirmación que como una pregunta.

Prefiero no discutir el caso de Marina con él. Hasta ahora solo hablo de eso con papá ya que decidimos investigar juntos. La única con quien hable un poco del caso es Carla en quien prefiero no pensar en este momento porque eso me lleva a recordar cierto beso…

Afortunadamente, una voz desde la puerta nos interrumpe

-Hola, Samu-dice papá y luego mira a Nano-Fernando.

-Inspector-dice Nano en forma de saludo, pero es una especie de burla porque papá fue echado de la fuerza cuando alguien filtró un video del cadáver de Marina a los medios de comunicación.

Se da entre los tres un incomodo silencio. Sé que papá arrestó a Nano en un par de ocasiones cuando aún era policía, incluso lo investigó por la muerte de Marina, aunque lo descartó rápidamente como sospechoso.

-Solo estoy ayudando a Nano con su examen de mañana-le digo a papá, pero él sigue en silencio.

-Bueno, supongo que ya terminé-dijo Nano entendiendo lo que el silencio de papá quiere decir-nos vemos mañana.

Nano se marcha y noto que lleva en su mano el lápiz que le presté.

-Samu, ¿necesito recapitular mis sermones de papá preocupado? -me dice papá-ya sabes, no correr con tijeras, no aceptar dulces de extraños, no hacer más listo al elemento criminal local…

-Él me ayudó en el pasado-le respondo-solo le devuelvo el favor.

-¿Qué tal si te declaras a mano?-me sugiere.

Sé que no ganaré esta discusión porque ningún padre querría que su hijo se junte con Nano. Carezco de argumentos en este momento. Podría hablar de los favores constantes que nos hemos hecho con Nano, pero eso no ayudaría a mejorar su imagen.

Me levanto y tomo mis cosas.

-Estaré en casa-le digo a papá-con el único miembro mentalmente sano de nuestra familia.

-¿El que come basura y le ladra al cartero?-me pregunta con sarcasmo.

-Ese mismo-le digo y me marcho.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

Arantza Arteaga leía el libro que había traído desde su casa. No le gustaba los libros de la biblioteca de los Pujal, eran muy aburridos.

Tenía solo 15 años y trabajaba como niñera en la mansión de los Pujal algunas veces a la semana. El dinero le venía bien. Ella no tenía el dinero que sus compañeros de Las Encinas. Ella era solamente una becada. Había ingresado a Las Encinas por sus buenas calificaciones y esperaba ganar alguna beca para una buena universidad en el futuro. Quizás ganara la Beca en honor a Marina Nunier. Aunque lo mejor de dejar ese colegio sería no ver más a sus compañeros. Todos eran tan desagradables y arrogantes. El chiché de los niños ricos que se creen mejor que los demás porque sus padres tienen mucho dinero.

Caminó hasta la ventana y echó un vistazo. Chester seguía ahí atado. Los Pujal no le dejaban que ella entrara su perro a la casa, pero sí que lo dejara en el jardín. Chester ladraba mucho esta noche. Era un perro pequeño e inofensivo, pero muy ruidoso. Regresó a leer su libro en el cómodo sillón.

Estaba cansada de soportar las burlas y las bromas de todos en ese infernal colegio. Pero solo lo soportaba porque era una oportunidad para su futuro. Aunque a veces quisiera poder enfrentarse a todos sus acosadores o que alguien la defendiera. Sus compañeros eran realmente aterradores a veces. Por suerte era un año menor que Lucrecia Montesinos y Polo Benavent y debía tratar con ellos casi nunca.

Chester seguía ladrando. Ojalá los vecinos no vinieran a quejarse. En estos barrios de ricos ni siquiera se escuchaba a los perros ladrar.

A veces quisiera no ser la chica a la que intimidan sino la que provoca miedo y respeto en los demás, como Samuel García Domínguez. Todos conocen al famoso chico que pasó de una víctima de acoso a ser un terrorífico joven que trabaja como detective junto a su padre.

Seguía perdida dentro de su libro cuando un ruido le llamó la atención. O, mejor dicho, la falta de un ruido. Ya no escuchaba a Chester ladrar.

Caminó hacia la ventana y se le heló la sangre. Chester no estaba allí.

Salió corriendo al jardín y la correa seguía allí atada a un árbol. Pero Chester no estaba por ningún lado.

Comenzó a gritar buscando a su perro, pero no lo encontró.

********

P.O.V. SAMUEL

Había llegado esta mañana a Las Encinas y logré evitar a cualquier chica con la que me hubiera besado en algún momento. Eso hacía mi vida más fácil. Curiosamente también estoy evitando a Cayetana, mi novia. Desde que besé a Carla me siento culpable e incómodo. Y que pasaran 6 días de eso no había ayudado en nada.

Pero al universo le gusta joderme al parecer.

-Hola-dice la voz de Carla detrás mío mientras guardo libros en mi casillero.

Supongo que no puedo seguir evitándola con sigilo. Soy detective, no un ninja.

-Hola-le respondo al darme la vuelta.

Nos miramos por unos momentos y me alivia saber que no soy el único que está incómodo con todo esto.

-¿Y, qué piensas?-me pregunta.

Espero que no se refiera al beso.

-¿De la vida en general o existe un área específica en la cual quieras mi opinión?-le pregunto forzando una sonrisa.

-¿Crees que Guzmán solo esté reflexionando o está escondiéndose en algún cuarto de hotel tiñéndose el cabello y borrándose las huellas digitales?

Guzmán. Quiere hablar de Guzmán. Gracias a Dios.

-Honestamente, no tengo idea-le digo y comienzo a caminar, pero ella camina junto a mí.

-Laura me llamó para preguntarme dónde creo que fue-me dice.

Si la orgullosa Laura Nunier hizo eso es porque está desesperada.

-¿Qué le dijiste?-le pregunto.

-La verdad-me responde-que no lo sé. Nos vemos.

Se marcha y me da la impresión que no quería hablar de Guzmán, sino que buscaba una excusa para acercarse a mí.

Muy bien, Carla. Olvidaremos los dos minutos en el cielo que tuvimos. ¿Quieres fingir que nunca pasó? No lo discutiré. Mis labios, en más de un sentido, están sellados.

Camino hacia al salón de historia donde Rebe debe estar esperándome cuando algo capta mi interés. Una chica algo desaliñada pega un cartel en la pared y unos estudiantes detrás de ella parecen estar riéndose de ella. Alguien pegó uno de sus carteles en su espalda y ella parece no haberse dado cuenta.

Me acerco a ella y miro a esos imbéciles con mala cara, lo que los intimida un poco y se marchan. Despego el cartel de la espalda de la chica y ella se da la vuelta al sentirlo. Veo que está buscando a un perro llamado Chester. Es un cartel algo mal hecho y la fotografía del perro no es muy nítida.

-Lo siento-le digo dándole el cartel-esto estaba en tu…

Ella toma el cartel y me sonríe tímidamente.

-Gracias-me dice y yo comienzo a caminar nuevamente, pero ella me sigue hablando-eres Samuel García ¿verdad?

-A veces-le digo sin mucho interés en hablar con ella.

-¿Podría contratarte para ayudarme a encontrar a mi perro?-me pregunta ilusionada.

-Eso depende ¿Te estaba engañando? -le digo pero ella no parece entender la broma-los perros extrañados no son mi especialidad.

Veo por su expresión que está decepcionada y me siento un imbécil.

-Bueno, gracias de todas formas-me dice en voz baja y vuelve a lo de los carteles.

Me imagino como me sentiría yo si me faltara Poni.

-Tal vez podría hacer un par de llamadas y ayudarte con los carteles-le digo.

Veo como se le ilumina la cara y va a decirme gracias o algo así, pero repentinamente aparece Ander que me toma del brazo y me aleja.

-Discúlpame un segundo -le dice Ander a la chica y me aleja de ella y me habla a mí-hay noticias de última hora. Registra esta fecha en la historia. Es la primera vez que Ander Muñoz sabe algo antes que tú.

-¿Debo darte una propina o me lo dirás de todas formas?-le digo emocionado.

La perspectiva de nueva información me emociona como las drogas a un adicto.

Ander hace un silencio dramático y luego por fin habla:

-Mi mamá recibió una llamada. Nano entró anoche a la casa de los Nunier. La policía lo atrapó en la cama de Marina Nunier.

Ander logró lo que pocos lograron: dejarme sin palabras.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

Iván no había tenido una vida muy fácil. Si, creció con todos los lujos que su famoso padre pudo ofrecerle. Pero eso no hacía que su vida fuese perfecta. Era difícil lidiar con la prensa y los fanáticos que siempre estaban expectantes de todo lo que tuviera que ver el famoso Cruz Carvalho. A veces las personas se acercaban a él solo por su padre. Era horrible no saber en quien confiar realmente.

También estaba el hecho que Cruz nunca fue un gran padre. Era divertido y le daba mucha libertad a su hijo, pero eso a veces reflejaba solo una enorme negligencia. Iván sabía que su padre lo amaba, pero lo cierto es que Cruz no había madurado. Fue padre muy joven y desde muy joven comenzó a ganar mucho dinero como futbolista. Cruz no supo manejarlo de la mejor manera. Si no había hecho una locura es porque estaba Iván para aportarle sentido común a su vida. Iván creía ser el padre en esa relación. Muchos lo admiraban por el padre que tenía, pero él a veces querría haber tenido un padre como Ignacio García. Iván veía a Samuel y como hablaba de su padre, con admiración y orgullo y sentía envidia.

Crecer sin una madre tampoco había sido fácil. Pero no porque él sintiera que había perdido algo, sino porque es algo que nunca tuvo, pero aun así esa ausencia se sentía.

Sintió que su vida cambió cuando conoció a Marina. Se había enamorado perdidamente de ella. De su rebeldía, de su libertad. Esas mismas cosas le causarían sufrimiento más tarde.

Aun así, creía ser feliz con sus amigos en Las Encinas. Los 8 fantásticos, como solían llamarlos ahí, las cuatro parejas más famosas: Guzmán-Lu, Samuel-Ari, Polo-Carla y Marina y él. Nada de eso existía ya. Se podría pensar que fue la muerte de Marina la que lo destruyó todo, pero ya había problemas desde antes. Las infidelidades de Marina y la toxicidad de su relación, Ari terminando con Samuel repentinamente. Incluso él y Marina habían terminado días antes de la muerte de ella. Luego fue su muerte. Iván la había amado mucho, de la misma forma que la había odiado. Y su muerte solo empeoró esa bomba molotov de emociones dentro de él. Quería hacer pagar a alguien y Samuel fue la victima perfecta. Samuel pudo elegir a sus amigos, pero se puso del lado de su padre y eso bastó para que todas las Encinas se le fuera encima. ¿Acaso no veían que los Nunier eran solo personas que sufrían por la muerte de su hija? Samuel fue marginado y comenzó a ser la victima preferida del acoso de todos. Bueno, no de todos. Había algunos como Guzmán y Ari que no lo molestaban, pero tampoco lo defendían. Pero los demás se enfocaron en Samuel. Algunos como Polo y Lu que solo parecía que era una forma de manifestar de crueldad innata. Otros como Carla y él parecía que solo querían descargar todo el odio que los atormentaba por dentro. Y Samuel aceptó todo eso, hasta ya no lo hizo. Renació un nuevo Samuel que no aceptaría las tonterías de nadie. Ese Samuel que está charlando con Carla ahora. Iván sentía mucha culpa por haber tratado así a Samuel. Y estaba feliz de haber reconstruido, parcialmente, su amistad con él. Sin embargo, cuando veía a su novia Ari mirar a Carla y Samuel con evidentes celos, sentía que todo volvía a descontrolarse.

********

P.O.V. SAMUEL

Entro en la comisaría sabiendo que no encontraré a esta hora a algunos inspectores, especialmente Castañeda. Él complicaría mucho mis planes en estos momentos.

Rápidamente llego hasta el escritorio de Caye, quien realmente se sorprende al verme. Últimamente no nos hemos visto mucho. Podría decirse que soy un novio de mierda, pero cierta marquesa está alterando mi tranquilidad últimamente.

-Vaya no esperaba verte aquí-me dice sonriendo-has estado desaparecido por un tiempo.

-Si, lo siento por eso-le digo apenado-creo estoy abrumado por algunas cosas.

Ella me mira como tratando de descifrarme.

-¿A que debo tu visita?-me pregunta-¿Quieres saber cuáles son mis días libres?

-Jueves y viernes-le respondo sonriente.

-Si sabes eso, quiere decir que viniste por un favor extraño y complicado que ningún adolescente pediría nunca-me dice ella.

Supongo que para este punto ya soy muy predecible.

-Necesito ver a Nano-le digo bajando la voz.

-¿Porque no simplemente me pides que te ayude con una multa de tránsito?-se quejó Caye.

Bien, ya establecimos que no soy un adolescente normal, pero al menos ella me deja ver a Nano. Caminamos hasta su celda y me cuenta que ella estaba aquí cuando trajeron a Nano la noche anterior.

-¿Le encontraron algo?-le pregunto porque todos pensarían que Nano entró ahí a robar pero yo dudo que fuera así.

-Algunos euros, condones, una pluma…-dice Caye sin mucho interés.

Eso me deja pensando, pero no tengo mucho tiempo para ello porque llegamos hasta la celda. Le doy mi morral a Caye y ella me permite pasar.

La celda es húmeda y fría. El foco que cuelga del techo da una iluminación bastante pobre y lúgubre.

-¿Tienes una lima de uñas y el poster de Megan Fox que te pedí?-me pregunta él sin ningún atisbo de humor.

Está recostado en una cama que parece ser muy incómoda.

-¿Qué hacías en la alcoba de Marina?-le pregunto molesto.

-Es un buen lugar para robar-me dice aun sin mirarme.

-Sé lo que tenías con Marina-le digo-sé que le escribiste algunas cartas.

Por primera vez me mira.

-¿Si?, bueno, no importa que sepas, no es todo-me dice.

Ahora si me enojé.

-Te digo que estoy cerca de encontrar al asesino de Marina y dos horas después irrumpes en su habitación-le digo con molestia-¿Qué esperas que piense?

-Te dije qué hacía ahí-me responde grosero-si no quieres creerme, es tu problema. ¿Vas a ayudarme o no?

Frunzo el ceño.

-No-le digo y doy la media vuelta.

Voy a abrir la puerta, pero la voz de Nano me detiene.

-Muy bien, muy bien-me dice desesperado-espera. Un anillo de diamantes.

-¿Fuiste a robar un anillo?-le pregunto sin entender.

-Trataba de recuperarlo-me explica-es de mi madre, me lo estaba guardando como anillo de compromiso. En un momento, fui tan tonto que quería que Marina lo tuviera.

¿Nano le propuso matrimonio a Marina? ¿Por qué Marina no me lo contó? Aunque, si lo pienso bien, tiene mucho sentido dado que ella ni siquiera me contó que tenía algo con Nano.

-¿Lo encontraste?-le pregunto.

-No-me dice bajando la mirada-Mira, los Nunier quieren crucificarme por esto, y ahora que tengo 18…

-Adiós correccional para menores, hola jabón comunitario-le respondo.

Tengo mis motivos para enojarme con Nano y para desconfiar de él, pero debo ayudarlo a salir de aquí.

********

-Ahora veo que mis carteles eran una porquería-dice Arantza mirando los carteles que acabo de imprimir para ayudarla a buscar a su perro.

Diseñé un mejor cartel con una mejor fotografía para pegarlos en distintos lugares. Ahora estamos en Investigaciones García y decidí tomarme en serio el caso. Con suerte será algo sencillo.

-Pero una porquería con sentimiento-le digo bromeando-háblame de la noche en que desapareció. ¿La puerta del frente de tu casa estaba abierta?

-La mía no, la de los Pujol-me dice ella-ya sabes, su hijo está en último año. Yo cuido a su hijo más pequeño dos veces por semana. Dejo a Chester en su jardín porque no quieren perros dentro de su casa.

-¿Qué tan lejos vives de ahí?-le pregunto mientras anoto las cosas que me va diciendo.

-Bastante-me dice algo apenada-soy becada. No soy de los barrios adinerados.

-¿Revisaste la perrera?

-Llamé y les dejé mi número-me respondo.

-Deberías ir y dejarles un cartel-le aconsejo-si te conocen, es más probable que los recuerden a ti y a Chester.

Le sugiero ir ahora mismo. Es el lugar más evidente para buscar información.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

Teo Rosón leía un libro plácidamente en la gran sala de su casa. Desde la muerte de Beatriz había dejado de ocuparse de sus negocios y les había encargado todo el trabajo a sus subordinados.

Tatiana, su hija mayor, entró a la sala en ese momento. Tatiana era hija adoptiva de Teo de su primer matrimonio. Su primera esposa murió muy joven e un accidente de tránsito y Teo se dedicó a consentir a su hija mayor desde entonces. Luego conoció a Beatriz y tuvieron a Carla, que era la antítesis de su hermana mayor. Mientras Tatiana buscaba convertirse (sin mucho éxito) en modelo y actriz (o quizás solo quería ser famosa), Carla tenía los dos pies bien plantados en la tierra, en ocasiones demasiado al punto de hacerla alguien amargada y cínica.

-Tati, quédate por aquí-dijo Teo sin dejar de leer-el abogado de Beatriz llegará en cualquier momento. Dice que tiene algo importante que decirnos.

Eso captó la atención de Tatiana que creía que se trataba del testamento de la difunta marquesa.

-¿Qué lees?-preguntó la muchacha pelirroja?

-Es un libro de autoayuda que está de moda-dijo el empresario-me lo recomendaron.

-¿Invertirás en el mundo editorial?-preguntó Tatiana dudosa.

Teo dejó el libro algo exasperado.

-Es increíble, nadie parece creerme. Ni siquiera mis propias hijas-dijo Teo-ya terminé con los negocios. Dejé todo eso atrás.

-¿Por qué no amplias tus áreas de negocios?-dijo Tatiana emocionada.

-Ahora simplemente quiero vivir el momento, estando aquí con mis seres amadas-dijo Teo acariciando la mejilla de su hija-ese es mi trabajo ahora.

En ese instante ingresó Carla a la sala. Fue a sentarse a un sillón ignorando a su padre y su hermana.

-La muerte de Beatriz me hizo despertar-dijo Teo.

Carla miró a su padre levantando una ceja.

-Que sabios consejos le das a tu adorada hija-dijo Carla con sarcasmo-siempre la familia ha sido una prioridad para ti.

Teo miró a su hija. Le molestaba que ella le hablara así, pero no podía culparla.

-Pero papá, te tengo un proyecto genial-dijo Tatiana-puedes invertir en cine.

Carla quiso reír. Era evidente que su hermana le pediría dinero a su padre.

-No sé nada de cine-se quejó Teo.

-Mi novio, Dante, produce una película independiente-dijo Tatiana- y tiene ahí un papel para mí. Sería perfecto para que diversifiques tus negocios.

-Basta Tatiana-dijo Teo-gracias por pensar en mí, pero ya no hago eso. En todas mis empresas he delegado el mando.

Carla no ocultaba su risa. Su hermana siempre había creído que solo por ser la hija de un empresario o la hijastra de una marquesa podía hacer cualquier cosa. Pero Tatiana era una pésima actriz y nunca conseguía ningún papel en ningún lado.

Sonó el timbre y unos instantes después Mireya llegó con el abogado de Beatriz. Teo lo condujo hasta una gran mesa para hablar más cómodos y Carla y Tatiana fueron también por pedido del abogado.

-No sé si lo sabían-dijo el hombre-pero Beatriz actualizó su testamento unas semanas antes de morir. Teo, fuiste eliminado.

-No lo sabía, pero no me sorprende-dijo Teo triste.

Carla no podía decir que sintiera pena por su padre. Con sus infidelidades hizo de la vida de Beatriz un infierno.

-Muy bien-dijo el abogado-ahora pasaré al párrafo relevante: “A mi hija Carla Rosón Caleruega le dejo todas mis propiedades inmuebles, mi colección de arte, todos mis efectos personales, mis cuentas bancarias y la totalidad de las bodegas Marquesado de Caleruega que hace tantas generaciones pertenecen a mi familia, que Carla podrá administrar a su gusto y deseo cuando cumpla los 22 años si así lo desea. También el título de marquesa le será legado si ella desea tomarlo en algún momento”

El silencio de apoderó de la habitación mientras los tres Rosón asimilaban esta nueva información. Teo fue totalmente borrado del testamento y Carla era, legalmente, la dueña de todo. Claro, Teo tenía mucho dinero propio, pero debe ser un golpe que la mujer con la que estuvo 20 años lo odiara tanto en sus últimos tiempos.

-¿Y a mí?-dijo Tatiana-¿También me sacó a mí?

La respuesta del abogado fue lapidaria.

-Me temo que nunca te incluyó.

********

P.O.V. SAMUEL

Antes de llegar a Las Encinas, llegamos con Arantza a la perrera y le mostramos al empleado una fotografía de Chester.

-Lo siento, pero no hemos encontrado un perro con esas características-dice el hombre.

Es de piel oscura y casi calvo y no parece muy predispuesto a ayudar.

-¿Podríamos dejarte este cartel?-dijo Arantza casi desesperada.

-Claro, no hay problema-dijo e hombre tomándolo sin siquiera mirarlo.

-Oye, Jorge…-dice un muchacho pero nos ve a Arantza y a mí y se calla-¿ustedes van a Las encinas?

El muchacho llevaba misma camiseta que Jorge con el logo de la perrera, pero parece más amable que su compañero y también mucho más joven.

-Si-le digo y le doy un cartel-somos becados de Las Encinas y buscamos a ese perro, le pertenece a mi amiga. Ella es Arantza.

-Es un perro hermoso-dijo el muchacho-no lo he visto pero estaré atento. Mi nombre es Miguel.

Me ofrece la mano y yo le devuelvo el gesto.

-Samuel García Domínguez-le digo y la mirada de él cambia.

-Vaya ¿Tu eres el famoso Samuel? -me pregunta impresionado.

-¿Soy famoso?-le digo confundido.

-Mi primo pequeño está también en Las Encinas como becado-me explica-y siempre habla de ti, de que eres un gran detective y que ayudas a las personas.

No sabía que tenía un club de fans.

-Me dijo que una vez pusiste una cámara en la sala de maestros y que te iban a expulsar, pero que descubriste tantos secretos que no les quedó otra más que dejarte en paz.

Eso jamás sucedió, aunque tampoco es algo muy extraño que yo hiciera.

-Bueno, nosotros debemos irnos-le digo- gracias por ayudarnos a encontrar a Chester.

Miguel nos despide alegremente.

-¿De verdad pusiste una cámara en la sala de maestros?-me pregunta Arantza sorprendida.

-No tengo idea de eso-le respondo.

No, no espío a mis profesores, solo investigo la muerte de mi mejor amiga.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

En la mansión Caleruega, Carla había terminado de desayunar y se preparaba para irse a Las Encinas. Su chofer la esperaba afuera.

-Buenos días, hermanita-le dice Tatiana apareciendo muy sonriente y llevaba un plato en su mano derecha con una enorme galleta con chips de chocolate en él-¿Una galleta?

Carla la toma y le sonríe a su hermana.

-Una galletita de una galletita-dice Carla con sarcasmo-que redundancia.

-Me sorprende tu ingenio-dijo Tatiana mientras Carla comía la galleta-¿puedo preguntarte algo?

-Hay un pelo en mi galleta-se quejó Carla ignorando a su hermana.

-Estoy un poco en aprietos-dijo Tatiana-necesito un préstamo.

Carla consultó su reloj.

-Doce horas tardaste en pedirme el dinero de mi madre muerta-dijo Carla-creí que soportarías hasta el día completo.

-Sabes que no te pediría si no fuera importante-dijo Tatiana malhumorada.

-Si, lo sé-dijo Carla leyendo un mensaje que le había enviado Lu.

-¿Me podrías prestar €10000?-rogó Tatiana-solo por un tiempo.

Carla la miró como si hubiese dicho un gran chiste.

-¿€10000?-preguntó la rubia, aunque había escuchado perfectamente.

-¿Me puedes escuchar por favor?-dijo Tatiana-mi novio, Dante, me prestó dinero hace unos meses y ahora me está molestando. No me lo puedo quitar de encima.

-Tu siempre eligiendo ganadores-se burló Carla.

-Lo dice la que salió por años con Polo Benavent-respondió Tatiana y miró molesta a su hermana menor-gracias, sabía que podía contar contigo.

Se marchó ante la inexpresiva mirada de Carla.

********

Iván terminaba su desayuno y, para su sorpresa, su padre también estaba allí. Aunque cuando terminó de ducharse al levantarse vio a una mujer escapar de la casa. Seguramente pasó la noche con su papá. Tampoco es que Cruz disimulara su estilo de vida.

-¿Y a ti que te sucede?-le preguntó el futbolista a su hijo.

-No es nada-dijo Iván, pero eso no era cierto.

-Dime la verdad-insistió Cruz-¿Tiene que ver con Ari?

-¿Por qué asumes que tiene que ver con Ari?-se quejó Iván.

Cruz miró a su hijo con una ligera burla.

-Porque tienes la misma cara que tenías cuando tenías problemas con Marina-dijo el padre.

Cruz no era el padre del año, pero conocía a su hijo.

-Por eso no tengo una novia fija-dijo Cruz-me evita los problemas que tú tienes ahora.

-Es decir que evitas cualquier relación seria y madura- se quejó Iván.

-Ya dime que sucede con tu novia-protestó Cruz cansado de la actitud de su hijo.

Por unos segundos Iván estuvo en silencio, pero finalmente habló.

-Es que he comenzado a pensar que Ari podría engañarme-dijo el muchacho-con Samuel.

La idea rondaba hace unos días por su cabeza. Ari y Samuel tenían una historia con mucho misterio de por medio. Estar con Ari le había dado más estabilidad y algo de autoestima después del desastre que fue su historia con Marina. Pero ahora el fantasma de Samuel rondaba entre él y Ari. Iván no veía a Samuel muy interesado en su ex novia, pero la historia era distinta con ella, pensaba él.

-Si me preguntas-dijo Cruz-no creo que Samuel te haga algo. Es un buen amigo. Y si lo que te preocupa es lo que podría hacer Ari, deberías hablar con ella o terminar incluso si es necesario. Ya viviste una relación tóxica y sin confianza antes. No repitas esos mismos errores.

Iván sonrió.

-No sucede muy seguido-dijo Iván-pero a veces das consejos bastante sabios.

-A veces los planetas de alinean-dijo Cruz sonriendo.

********

P.O.V. SAMUEL

Después de la perrera vine a Las Encinas junto a Arantza. Me decidí en ayudarla totalmente porque me dio pena lo indiferente que son todos con ella.

-Deberíamos poner carteles en tiendas de mascotas-le digo-es más probable que los dueños de mascotas llamen.

Ella me escucha atentamente pero el sonido de su teléfono nos interrumpe.

-Hola-dice ella y su rostro cambia automáticamente a una sonrisa-sí, soy yo. ¿Lo encontraste…?

Así como la sonrisa vino, se fue. Ella corta la llamada y por su expresión parece que quiere llorar.

-¿Qué pasó?-le pregunto preocupado.

-Nada-dice ella trise-alguien me jugó una estúpida broma.

No entiendo a qué se refiere hasta miro a un grupo de chicos que están a varios metros de nosotros. Los reconozco como un año menor que yo, lo que significa que son compañeros de Arantza. Se están riendo de ella y uno de ellos muestra su teléfono en alto, claramente indicando que él hizo la llamada de broma de recién. Los imbéciles de sus amigos también se ríen. León incluso imita los ladridos de un perro.

¿Arantza está sufriendo y ellos se burlan? Supongo que o debería de sorprenderme, yo conozco en carne propia la maldad de Las Encinas.

-Él es León-me cuenta Arantza-me gustaba el año pasado. Tenía su foto pegada en mi casillero. Nunca se lo dije, pero alguien sí. Se ha empeñado en ser malo conmigo desde entonces.

Y recuerdo cuando yo era el que todos intimidaban. Cuando tuve que soportar las estupideces de Lu y Polo (y Carla, Samuel, no te olvides de Carla).

Comienzo a sentir como el odio bulle dentro de mí y rápidamente voy al encuentro del dichoso León y sus amigos.

-Samuel no te preocupes-me ruega Arantza-en serio, no vale la pena.

-Claro que vale la pena-le digo.

Llego hasta León y sus amigos y me coloco justo en frente de él.

-¿Acabas de molestar a Arantza?-le pregunto en un volumen tan alto que atraigo la atención de todos en el pasillo.

-¿Y qué si lo hice?-me dice con esa arrogancia característica de los pijos.

-Quiero felicitarte y estrechar tu mano-le digo y le doy la mano, que él toma un tanto confundido.

Ahora que tengo la atención de sus amigos y de todos los demás es momento para atacar.

-Quiero felicitarte porque ganaste el premio a la peor cucaracha del mundo-digo en voz alta y todos comienzan a reír-este premio es un reconocimiento a tu falta de decencia y humanidad. Bravo. Morirás solo y sin amigos.

León tiene una expresión estúpida como de una persona que fue recién golpeada y aun no entiende que pasó. Se da cuenta que todos alrededor comienzan a reírse cada vez más de él por lo que le acabo de decir.

-Todos saben que eres…-comienza a decirme, pero lo interrumpo.

-Cállate, si quisiera que hables silbaría como hago con mi perro-le respondo y una carcajada generalizada se da en los pasillos de Las Encinas- si vuelves a utilizar a Arantza para probar que no eres un perdedor me encargaré de arruinar tu vida. ¿Entendido?

Nadie cree que mi amenaza sea en vano. Saben que puedo hacerlo.

-¡¿Entendido?!-repito con impaciencia.

-Está bien, tranquilo-me dice de verdad asustado.

León y sus amigos se marchan derrotados y la multitud comienza a dispersarse.

-No puedo creer que lo hicieras-me dice Arantza enternecida, pero ella aun no lo entiende.

-Yo no puedo creer que tú no lo hicieras-le digo molesto-¿Quieres que te dejen en paz, Arantza o, mejor aún, que te traten con respeto? Exígelo. Oblígalos. Con la gente de Las
Encinas no puedes de otra manera. Yo lo aprendí por las malas.

Me marcho dejando a Arantza sola. Ella debe entenderlo por sí misma.

********

Esa tarde llegué a casa y Poni me recibió alegremente.

-¿Quieres salir y dar un paseo, muchacho?-le digo a Poni y quien de la alegría comienza a saltar y mover la cola.

Cuando me dirigía a buscar la correa mi teléfono comienza a sonar. Veo que es un número desconocido. Era Miguel, el empleado de la perrera.

Habían encontrado a Chester, pero no eran buenas noticias.

Busqué a Arantza y fuimos juntos a la perrera. Allí miguel dio la triste noticia. Encontraron a Chester al costado de la autopista. Un coche lo había chocado y lo dejó allí tirado. Lo llevaron a la perrera y lo vio un veterinario, pero como no había nada que se pudiera hacer tuvieron que aplicarle una inyección para que muriera plácidamente.

Miguel le dio a Arantza un collar de color azul que tenía un aplaca redonda con el grabado de la palabra “Chester”.

La pobre Arantza se fue llorando.

********

Llevé a Arantza a su casa y volví a la mía para buscar a Poni. Aun le debía un paseo y ver a Arantza triste por la muerte de Chester me dio un enorme deseo de pasar tiempo con Poni. Paseamos por el mismo parque de siempre. Al regreso, pasamos por un sector bastante concurrido de la ciudad. Está lleno de locales comerciales y tiene una vida cultural muy activa.

En particular hay una gran pared en la que las personas siempre dejan avisos de fiestas o eventos de distintos tipos. Marina y yo solíamos venir aquí para buscar cosas que hacer, ya que a Marina le aburrían los eventos de la clase alta. Aquí nos enteramos de muchas fiestas y conciertos.

Poni y yo caminamos por aquí casi a diario. Esto solía estar cubierto por avisos de bandas de música y fiestas, pero ahora veo algo distinto. Cada centímetro de esta pared está cubierto por avisos de perros extraviados. Lo extraño es que muchos de esos anuncios vienen con el ofrecimiento de una recompensa. Algunas son bastante modestas como €50, pero otras ascienden bastante y ofrecen hasta €800. Otros no ofrecen ninguna recompensa.

Tomé mi teléfono y saqué fotografías de todos los anuncios de desapariciones de perros. Algo huele muy mal aquí.

********

Fui a Investigaciones García y papá no estaba allí. Fui a mi escritorio y me puse a hacer muchas llamadas telefónicas. Llamé a todos los números telefónicos que aparecían en los avisos de los perros perdidos. Me hice pasar por un amante de los perros preocupado por si habían sido encontrados o no, lo que técnicamente no es una mentira.

Después de aproximadamente 25 llamadas el panorama era bastante claro: sólo habían encontrado a sus perros aquellos que ofrecieron recompensas grandes. Entonces, ¿qué sucedía con los perros por los que no pagan muchos? ¿Terminan como Chester, abandonados en la carretera para que mueran? No puedo hacer nada por Arantza, pero si alguien roba perros en Madrid deben ser azotados con fuerza, después golpeados con un hierro y ser arrojados a la masa de agua más cercana. Bueno, quizás exagero, pero me encargaré que estén tras las rejas.

Tomé una hoja de papel y me propuse reproducir uno de los avisos por un perro perdido. Ofrecían una recompensa de €200, pero yo la subiré considerablemente. Pondré como que se ofrecen €1000 y veré si ese perro en particular aparece rápida y mágicamente de repente.

Para remarcar la recompensa quiero resaltarla con un llamativo color amarillo, pero el resaltador de mi escritorio ya no funciona así que voy a buscar uno en el escritorio de papá. Lo encuentro, pero es otra cosa lo que llama mi atención.

Frente a mí, en la puerta, esta Amalia Conmenford.

Tiene esa expresión de enojo con la que solía mirarme cuando salía con Ari, aunque en ese momento no sabía la razón de por qué no le agradaba. Ahora, sabiendo la historia de mi madre con Benjamín y el posible vínculo que tengo con Benjamín puedo darme una idea.

-¿Qué le dijiste a Guzmán?-me pregunta enojada-¿Dónde está él?

El escenario es casi surrealista. Esta espantosa mujer está en la oficina de mi padre, pidiéndome explicaciones por la desaparición de Guzmán, que ni siquiera es hijo de ella.

-¿Disculpe?-le digo sin entender.

-Laura, Ventura y yo creemos que sabes por qué se fue-dice ella con veneno. Tal vez tú seas la razón de porqué se fue. Los Nunier son mis mejores amigos y están destrozados. ¿Qué le dijiste Samuel?

Siempre traté de ser respetuoso ante esta mujer y no responder. No por ella, sino porque mi padre educó a un muchacho con modales. Pero quizás ahora puedo decirle lo que hace tiempo pienso de ella.

-Antes de decirle lo que hablé con Guzmán, comencemos con lo que no les dije a Ari y Patrick-le digo desafiante-no les dije que su madre amenazó con matarme. No les dije que su madre sacó a mi madre de la ciudad.

Diciéndolo viene a mi memoria el recuerdo de las fotografías mías con la mira de un arma que esta mujer le ordenó a Clarence Weidman para que mi madre se marchara.

Por primera vez veo a Amalia algo vulnerable. Verse descubierta por un adolescente no es algo que se esperara.

-Sé que crees que te odio-dice ella finalmente-pero no es así. Simplemente no soporto mirarte. Cada vez que te veo, veo todo lo que falla en mi vida y la de los que quiero. Veo la infidelidad de mi esposo con tu madre. Veo a tu padre queriendo destruir a los Nunier. Veo a mi hija llorando por ti. Veo a Benjamín divorciándose de mi ahora…

Supongo que puedo entender todo eso.

-¿Qué haces aquí?-dice una voz que conozco perfectamente.

Papá aparece en el marco de la puerta de su oficina y mira a Amalia Conmenford como si pudiera matarla si se acerca a mí.

-Los Nunier necesitaban que le haga unas preguntas a tu hijo-dijo ella adoptando de nuevo su característica altanería.

-No necesitas preguntarle nada-dijo papá cortante-déjalo en paz.

Ella le sonrió de forma malvada.

-No me asustas Ignacio-dijo ella-si fueras tan buen detective, habrías visto lo que pasaba justo frente a tus ojos.

Supongo que se refiere a que mamá fuera la amante de Benjamín. Es una bruja siempre buscará destruirnos. Pero, lamentablemente, la necesito en estos momentos.

Papá queda con la mirada seria, pero Amalia se marcha y yo voy detrás de ella y la alcanzo en la puerta de salida.

-Espere-le pido-dígale a Ventura y Laura que los ayudaré a buscar a Guzmán si retiran los cargos contra Nano.

-¿Quieres que liberen al intruso que atraparon en el cuarto de Marina?-pregunta ella burlonamente-creo que debería sorprenderme, pero no es así.

-Él no robó ni dañó nada-le recuerdo- tal vez sepa a dónde fue Guzmán. Esa es mi oferta.

Ella no me responde nada y se marcha, pero sé que les pasará el mensaje a Ventura y Laura.

La verdad es que no sé dónde está Guzmán, pero ella no lo sabe.

********

Pegué otro cartel en la pared por donde había pasado antes con Poni. Utilicé a un perro llamado Fidel y aumenté la recompensa a €1000 y puse mi número de teléfono. Solo me queda esperar a que el anzuelo funcione.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

Carla disfrutaba de las tortitas con sirope que Mireya le había preparado solo para ella. La sirvienta de los Rosón siempre la había consentido. Carla pensaba que Mireya siempre había notado lo sola que ella estaba. Teo siempre estaba ocupado en sus negocios (o con alguna mujer) y Beatriz siempre había estado con sus cosas de marquesa y las bodegas así que no le habían prestado mucha atención.

No fue hasta que conoció a Marina cuando era una niña que recién pudo comenzar a interactuar más con otras personas. Marina era todo lo contrario a Carla. La pelirroja parecía regodearse con la atención de los demás, aun cuando no fuera por buenos motivos.

Teo y Beatriz dejaron sola a Carla muchas veces, quizás confiados en que su hija se comportaría siempre. Mientras que Marina fue un huracán que arrasaba con todo, aun bajo la fastidiada mirada de Ventura y Laura que siempre le recordaban que no se portaba tan bien como Guzmán.

Ciertamente, nada de lo que Marina hizo lograba conformar a sus padres. A veces Carla envidiaba eso, porque la desaprobación paterna, al menos, era un tipo de atención.

Muchas veces, Carla pensó que quizás todos los padres eran así y que no le prestaban mucha atención a sus hijos como se veía en la televisión. Cuando se hizo de un grupo de amigos vio que había muchos tipos diferentes de padres. Estaban los de ella que estaban tan metidos en sus propios asuntos que dejaron a sus hijas a la intemperie, emocionalmente hablando (aunque a Tatiana no parecía importarle mientras tuviera dinero y comodidades). Luego estaban los Nunier que parecían tener preferencias entre sus hijos, siendo Guzmán el beneficiado de eso. Los Montesinos que solo parecían aprobar a sus hijos cuando cumplían con ridículos estándares de perfección y corrección. Las madres de Polo que se preocupaban más en consentir a su hijo que en enseñarle valores morales. Cruz Carvalho que parecía más el hijo de Iván que su padre. O los Blanco que eran parecidos a los Nunier ya que marcaban notoriamente su preferencia por Ari mientras que Patrick y Mencía parecían ser invisibles (Dios, si hasta enviaron a Mencía a un internado en Londres).

Sin embargo, Carla había visto también a otro tipo de padres. Conocía desde los 12 años a Samuel y desde el principio vio como era básicamente el centro del universo para sus padres. Carla notó (y envidió) ver como Ignacio con solo una mirada demostraba el orgullo y la adoración que sentía por Samuel. Carla pensó que Samuel le devolvió todo ese amor a su padre cuando se puso de su lado en lo referente a la muerte de Marina. Incluso Pilar, que Carla se dio cuenta fácilmente que esa mujer tenía problemas con la bebida, era evidente cuanto amaba a su hijo.

Esa dinámica familiar le llamaba la atención a Carla. Samuel fue un niño alegre y feliz. Algo tímido cuando lo conoció y mientras duró su amistad, pero sin duda el más centrado de todos los que conformaban su grupo de amigos. Y Carla debía pensar que era así por sus padres, especialmente su padre. Pero el Samuel de ahora era alguien distinto. Con los mismos valores, quizás, pero distinto.

Carla lo había visto ese día en Las Encinas. Desde lejos vio como Samuel ponía en su lugar a ese idiota que molestaba a esa chica que busca a su perro extraviado. El Samuel anterior a la muerte de Marina no se hubiera animado a hacerlo. Claro, Carla sabía que el Samuel de ahora era el producto de la muerte de Marina, la huida de su madre, el trabajar como detective con su padre viendo lo peor del mundo, y el acoso al que fue sometido en Las Encinas (algo de lo que Carla se sentía muy avergonzada de haber participado). El Samuel que había pasado por todo eso era el que la había besado y ella no podía dejar de pensar en eso.

Pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando su hermana mayor ingresó a la cocina. Carla la observó si mucho interés. Llevaba lentes de sol dentro de la casa y de noche.

Carla miró a su hermana y notó que tenía un ligero cojeo al caminar. Fue hasta el refrigerador y sacó una botella de agua.

-¿Papá aún está en esa reunión?-preguntó.

-Sí, pero no está lejos-dijo Carla-puedes adularlo desde aquí y él te escuchará. ¿ qué te pasa?

-Nada-dijo Tatiana y un sexto sentido se encendió en Carla.

Sin pedirle permiso, Carla le quitó a su hermana los lentes de sol que tenía puestos.

Tenía un ojo morado.

-¿No tienes tarea o algo así?-dijo Tatiana molesta y tomando nuevamente sus lentes.

-¿Tu novio aspirante a productor cinematográfico te hizo eso?-preguntó Carla enfadada-¿Cómo se llama? ¿Dante? ¿Cuál es su apellido?

-No importa-dijo Tatiana con cierto temor.

-Sí importa, dime su nombre-insistió Carla

-Has dejado muy claro que no te interesan mis problemas, Carla-dijo Tatiana molesta y se fue cojeando.

Carla vio marchar a su hermana mayor. Ella era un fastidio y era odiosa, pero era su hermana. Si ese imbécil la estaba golpeando debía hacer algo.

********

P.O.V. SAMUEL

-Los sorprendí casi follando en el sillón anoche-dijo Rebe mientras ella y yo llevábamos nuestras bandejas a nuestra mesa para almorzar con Nadia y Omar-ella estaba sentada en su regazo.

-Oye, oye, oye-le digo espantado-fue tu regla la de no discutir las exhibiciones de afecto de nuestros padres en el almuerzo.

-Lo siento-se quejó Rebe-no quiero ser la única con esa imagen en mi cabeza.

Yo tampoco quiero imaginar a papá con Sandra sentada en su regazo. Llegamos a la mesa donde nos esperaban Ander, Omar y Nadia. Nadia están un poco decaída. Creo que sigue angustiada por lo de la huida de Guzmán. Estoy seguro que ella no sabe nada porque fue la primera en preguntarme por Guzmán. Sin embargo, parece haber un pacto tácito entre nosotros de no hablar de Guzmán.

Mi teléfono suena y veo que me llama un número que desconozco.

-¿Hola?...sí, soy Gregorio-todos en la mesa me miraron extrañados-¿lo encontraste? Fantástico…si, esa es la recompensa…excelente. Mi hermana te verá en el parque Juan Carlos esta tarde. Gracias, adiós.

Rebe me mira con picardía.

-¿Ahora soy tu hermana? ¿Gregorio? -dice mi amiga.

-Oh, cállate-le digo riendo.

Rebe me ha ayudado tantas veces que ni siquiera debo pedírselo.

********

El plan estaba en marcha. Rebe estaba en el lugar acordado, con el sobre con dinero, esperando a que aparecieran con el perro. Solo tengo que ver quien entrega al perro. Si son los de la perrera, como yo creo, hice bien en mandar a Rebe, dado que a mí me conocen.

Tengo mi cámara preparada para cuando aparezcan. No puede ser una casualidad que encontraran al perro rápidamente después de que subí exponencialmente la recompensa.

Pasan aproximadamente 20 minutos cuando finalmente aparece alguien. Rebe esperaba sentada, pero a lo lejos pude ver una camioneta de color blanco que estacionaba. Un hombre salió de ella y llevaba al pequeño perro en sus brazos.

Rápidamente saqué una fotografía a la camioneta y al hombre, pero, sorprendentemente, la camioneta se fue y el hombre con el perro ni siquiera volteó a verla.

El hombre llega hasta Rebe y veo que ella le habla, pero él no parece muy interesado. El hombre entrega al perro a Rebe y toma el sobre con el dinero y lo coloca en un bolsillo interno de su chaqueta. Rebe me mira y yo entiendo lo que trata de decirme. Ella ahora llevará el perro a su dueña y terminará su parte en todo esto. Ahora es mi turno.

Suelto la correa de Poni.

-¡Ahora, Poni!-le ordeno.

Mi obediente perro comienzo a correr rápidamente en dirección al hombre. Unos metros antes, el hombre se da cuenta que Poni va hacia él y su rostro se tiñe de pánico. Poni da un largo salto cae encima del hombre que al suelo. El hombre grita con pánico, pero sé que Poni no le hará nada realmente. El miedo de ese señor hace todo el trabajo.

Dejo que grite unos segundos hasta que decido intervenir.

-Señor, lo siento mucho-le digo quitándolo a Poni de encima de él-no sé por qué hizo esto. Generalmente se porta muy bien.

Lo ayudo a levantarse mientras meto la mano en su chaqueta sin que se dé cuenta. El hombre me mira muy enojado, pero no se atreve a decirme nada, quizás porque le teme a Poni.

-Deberías tener más cuidado con tu perro, niño-me dice en un acento extraño y se marcha.

Rápidamente voy hacia mi coche con Poni. Guardo el sobre con el dinero que le quité al hombre y abro mi computadora. El rastreador que le puse en su chaqueta funciona bien y recibo su señal.

Si lo sigo, me llevará con quien roba los perros y lucra con las recompensas. Afortunadamente, el hombre no va muy lejos y a unos 600 metros se detiene. Se mete en una especie de galpón y decido seguirlo.

Por las dudas llevaré a Poni. Nunca se sabe cuándo alguien puede ponerse violento. Veo al hombre hablando con otros tipos.

-Se llevó mi dinero-se quejaba.

Bien, Samuel. Siempre haciendo amigos nuevos.

Cuando me vio se vino rápidamente a enfrentarme.

-¡Tú! ¡quiero mi dinero! -me dijo el hombre.

Todos sus amigos también comenzaron a gritarme. Todos tienen el mismo acento que él y claramente no son españoles. Cuando los gritos de todos sobrepasan un límite levanto la mano para indicar que quiero hablar y que necesito que se callen. Al principio no me hacen caso, pero un gruñido de Poni hace que todos sean buenos niños.

-Bien-les digo-vamos a arreglar esto. ¿Quién se robó los perros?

-No somos ladrones-dice uno de los hombres.

-¿Cómo encontraron al perro?-les pregunto.

-El hombre de los perros nos dice cuando y donde entregar a los perros-dice el tipo al que Poni volteó en el parque.

-¿El hombre de los perros?-pregunto yo-¿Cuántas veces han hecho esto antes?

Y comienzan a contarme de todas las veces en las que “el hombre de los perros” los contrató para entregar los perros a sus dueños y llevar la recompensa, de la cual se quedan una pequeña parte. Todos ellos son inmigrantes a los que no se les está haciendo muy fácil encontrar un empleo y por eso recurren a esto.

Lamentablemente, no saben el nombre de este hombre misterioso. Solo saben que maneja una camioneta tipo Van de color blanca que tiene una calcomanía de una mujer voluptuosa en uno de sus guardabarros traseros. Está bien, eso es útil, pero no mucho. Ahora encontrar la dichosa camioneta y encontraré al que secuestra a los perros.

********

No tardé mucho.

A la mañana siguiente llegué a Las Encinas y la camioneta blanca estaba allí.

Miré su guardabarros y la calcomanía de la silueta de una mujer. ¿Por qué estaba esa camioneta en Las Encinas? Ser detective es buscar las pistas, pero, a veces, las pistas te encuentran a ti. En este momento, el dueño de la camioneta venía caminando hacia aquí. Me sonreía como para saludarme, pero no me importan las cortesías en estos momentos.

-¿Matas perros?-le pregunto cruzando los brazos.

-¿De qué hablas?-pregunta confundido Miguel, el joven empleado de la perrera que Arantza y yo visitamos el otro día-solo vine a dejar a mi primo aquí y ahora me voy a mi trabajo.

-Sé lo que haces tú-le digo sonriendo-secuestras perros finos, los mantienes en la perrera y esperas una gran recompensa. Contratas a unos inmigrantes para que ellos devuelvan a los perros así tú no das la cara.

Me mira sorprendido (y con algo de miedo).

-Debo irme-dice y se sube a la camioneta.

-Supongo que cuando fuimos a buscar a Chester supiste que te equivocaste-le digo-robaste el perro de una casa de ricos, pero no le pertenecía a un rico. ¿Comprendiste tu error y arrojaste a Chester a un lado de la carretera?

-En realidad, ya llevo 101-me dice de forma desagradable-algunas viejas locas los usan para hacer abrigos.

Quizás es arrogante porque no se imagina lo que le espera. Yo puedo hacerlo recapacitar.

-¿Cuántos años tienes, Miguel?

-18 ¿por qué? -me dice y ahora si luce algo asustado.

Le sonrío con malicia.

-Jabón comunitario-le respondo y me marcho.

Sin embargo, no es el único encuentro interesante que tengo al entrar a Las Encinas hoy. Cuando llego a mi casillero encuentro ahí a Nano, con su uniforme.

-Ya no sé si eres demasiado listo o tienes demasiada suerte-me dice.

-Saliste-digo lo obvio.

Supongo que debo interpretar esto como que Amalia le pasó mi oferta a los Nunier y ellos la aceptaron.

-¿Cuántas cartas para sacarme de la prisión tienes, Samuel?-me dice sonriendo.

-Estoy seguro de que esa era la última-le respondo-así que mejor reduces tus crímenes.

Él me sonríe con algo de tristeza.

-Soy lo que soy, Samu y la gente no cambia-dice Nano y se marcha.

********

Estoy en la oficina de papá, pensando en cómo podría atrapar al cretino de la perrera. Probablemente no esté solo él involucrado. El otro empleado debe ser su cómplice. La única manera de probar que mi teoría es cierta es entrar a la perrera y comprobar que los otros perros perdidos están allí. Pero claro, no me dejarán entrar allí.

No tengo mucho tiempo para pensar en eso. Una presencia en la puerta hace que pierda la concentración. Carla está aquí.

-Hola-le digo cuando logro salir de mi estupor.

-Hola-me responde con seriedad-necesito tu ayuda.

-Creo que voy a iniciar mi propio juego en el que bebo algo cada vez que la gente me dice eso-le digo bromeando.

-Necesito que encuentres al patán que anda con Tatiana-me dice acercándose al escritorio.

-¿Porqué? ¿Qué hizo?

-La golpeó-me responde sin miramientos-y planeo devolverle el favor. O pagarle a alguien para que lo haga. Solo sé que se llama Dante y que produce esta basura.

Ella deja caer algo sobre mi escritorio. Lo leo y dice “Escapando de mi pasado”. Es el guion de una película.

-Es fácil-le digo a Carla.

Por primera vez desde que entró, ella me sonríe y yo trato de concentrarme.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

Teo Rosón caminaba por la enorme mansión Caleruega sin saber en qué ocupar su tiempo. Ciertamente, la muerte de Beatriz lo había impactado y también lo hizo sentir culpable.
Todas sus infidelidades habían enloquecido a Beatriz y terminó del modo que terminó

Ahora solo buscaba redimirse de alguna manera. Pensó que dejar los negocios y dedicarse a su familia lo haría sentir mejor pero solo se había encontrado con una hija interesada y otra indiferente. Ahora que Carla era la heredera universal de Beatriz Teo sabía que una vez que Carla cumpliera los 18 años, lo sacaría de su vida.

Era tan difícil llegar a Carla, pero no podía juzgarla. Había sido un padre de mierda. Caminaba por el largo pasillo cuando pasó por la puerta del dormitorio de Tatiana que estaba abierta.

Teo observó a su hija mayor. Se estaba maquillando y ponía mucho énfasis en aplicar el maquillaje alrededor de su ojo izquierdo. Sintió que su cuerpo comenzaba a tensarse.

-Hola-dijo el hombre entrando a la habitación-¿vas a salir?

-No por el momento-dijo Tatiana y Teo percibió como se apresuraba aún más en aplicar el maquillaje.

-¿Qué se te antoja cocinar?-preguntó Teo sonriendo-creo que voy a cocinar.

-No tengo mucha hambre-dijo la chica evitando la mirada de su padre en el reflejo.

-¿Estás bien?-preguntó Teo armándose de paciencia.

-Solo cosas de novios-dijo ella-no es para tanto.

Por unos segundos Teo miró a su hija mayor. No era su hija biológica, pero había heredado de él esa habilidad para fingir que todo estaba bien. Lamentablemente no heredó su disposición a arreglar problemas. Eso más bien era de Carla.

-¿Sabes? Aun si es algo menor, siempre puedes contármelo-dijo Teo.

-Bueno, le di esperanzas que financiarías la película y ahora el financiamiento se viene abajo y está asustado.

-Deberías hablar conmigo antes de hacer promesas en mi nombre-dijo Teo con dureza, pero rápidamente cambió su semblante-pero, ¿por qué no le dices a tu novio que venga a cenar con nosotros?

Tatiana miró a su padre sonriente y saltó para abrazarlo.

-Muchas gracias, papá-dijo ella y salió corriendo feliz.

Teo supuso que podía comenzar a ser un buen padre esta noche.

********

P.O.V. SAMUEL

El guion que me dio Carla me ayudará a conocer el apellido del tal Dante. Cuando lo sepa, podré indagar en sus antecedentes.

Trato de no pensar mucho en la presencia de Carla frente a mí. Quizás lo mejor sea enfocarme en ayudar a Tatiana.

Tomo el teléfono y llamo a un número que conseguí en internet. Me atienden rápidamente.

-Hola, hablo de la oficina de Jorge Bernardeu-Carla mira tratando de descifrar si lo que digo es cierto u otro de mis tantos inventos-leyó tu guion “Escapando de tu pasado” y le encantó. ¿Ya lo vendiste? ¿En serio? ¿Quién lo produce? ¿Dante Morán? -Carla me sonríe en ese momento-genial, estoy seguro de que quiere hablar con él. Tal vez podamos asegurarles un trato. Muy bien, seguiremos en contacto. Gracias. Adiós-miro a Carla-se llama Dante Morán.

-¿Realmente hay un agente llamado Jorge Bernardeu?-me pregunta ella.

-Podría haberlo, tal vez-le digo sin darle mucha importante y reviso en mi computadora los antecedentes del novio de Tatiana-parece que el Romeo de Tatiana ha tenido problemas con las damas. Dos mujeres han presentado quejas contra él en los últimos cinco años.

Rápidamente Carla saca su teléfono.

P.O.V. CARLA

Inmediatamente marco el número de Tatiana. Si ella no entra en razón, entonces involucraré a papá. Desafortunadamente, mi hermana está muy ocupada como para atender mi llamada, así que decido hablar con papá.

-Papá. Hola, pásame con Tatiana, es muy importante-le digo rápidamente.

-Hola, hija-dijo Teo-Tati se está bañando. Su novio vendrá a hablarme sobre su película para que yo invierta.

-¿No te habías retirado?-le digo algo fastidiada-creí que te “reconectarías” con la familia.

-Tatiana es familia y la estoy ayudando-dice él molesto-es lo que hacen los padres.

-No, escucha, el novio de Tatiana…-no termino de decirlo porque papá cortó la llamada.

Samuel me mira como pidiéndome una explicación.

-Dante va para la casa y papá está cocinando para él-le digo.

P.O.V. OMNISCIENTE

Teo Rosón cocinaba plácidamente para recibir a su hija y su novio. Siempre había un buen cocinero. Muchas de sus citas con Beatriz habían consistido en cocinarle cuando eran jóvenes. Con el tiempo se fue alejando de ese hábito, reemplazándolo por los negocios y las mujeres. Hubo un tiempo en el que le gustaba cocinar para Beatriz y las niñas cuando eran pequeñas. Esas imágenes fueron haciéndose casa vez más escasas con el pasar de los años.

-¿Papá?-dijo Tatiana llegando a la cocina del brazo de un muchacho-él es Dante.

-Señor Rosón, es un placer-dijo el hombre ofreciéndoles la mano a Teo.

Teo devolvió el gesto amigablemente.

-Por favor, dime Teo-dijo el empresario y le ofreció a Dante un poco de la carne que estaba preparando en ese momento-prueba esto.

Dante tomó y dijo que estaba delicioso.

-Háblame de esta película-pidió Teo.

La mirada de Dante se iluminó de repente.

-Es un thriller sobre un asesino a sueldo adicto y cómo lidio con sus traumas-explicó el muchacho- hay un personaje en ella para Tati.

-Si tu inviertes, papá, otros se sumarán-dijo Tatiana emocionada.

-La película será muy prestigiosa-dijo Dante-están de moda los personajes atormentados y malvados.

-¿Sabes? Suena muy parecido a mi padre-dijo Teo-solía golpearnos a mí y a mi madre y después bebía para ahuyentar los demonios.

-Sí, muy parecido a eso-dijo Dante algo nervioso. Tatiana también se veía incomoda por las revelaciones de su padre quien jamás hablaba sobre su infancia.

-Solía golpear a mi madre hasta que se desmayaba-continuó relatando Teo-Mi madre se aplicaba maquillaje en toda la cara y usaba lentes oscuros en casa, pero yo siempre notaba las señales. Finalmente, tuve el coraje para intentar detenerlo, pero yo solo era un niñito delgado y él era corpulento. Él puso un cigarro encendido en mi mano y dijo “Buen intento, hijo”. Aun se puede ver la cicatriz. Mira ¿la vez?

Teo extendió su mano para que Dante pudiera ver las cicatrices. Pero el novio de Tatiana comenzaba a ponerse nervioso.

-No, no la veo-dijo Dante haciéndose para atrás.

-Vamos, ahí está-dijo Teo sonriendo-justo ahí.

Aunque Dante ya estaba en alerta por la actitud de su suegro, no se vio venir como Teo, con la misma mano que abría delante de él, lo agarró del rostro rápidamente y lo empujó tan fuerte que lo hizo chocar contra la pared.

-¡Papá!-gritó Tatiana.

Teo se acercó a Dante y le dio un fuerte puñetazo en el estómago que lo dejó sin aire.

-¡¿Crees que puedes pegarle a mi hija?!-gritó Teo con furia.

Tatiana lloraba contra la pared, pero Teo la ignoraba. Dante intentó escapar, pero se encontró con varios puñetazos de Teo. Una patada de Teo hizo caer a Dante al suelo, quien se agarraba su sanguinolenta cara por los puñetazos previos. Teo pateó al novio de su hija en el suelo.

Dante quiso arrastrarse, pero Teo no se lo permitiría aun y tomó una silla de madera que estaba cerca de él y se la partió en la espalda a Dante.

Tatiana lloraba, pero ya estaba más calmada. Justo en ese momento llegaban Carla y Samuel quienes miraban atónitos la escena.

-Hola, hija-dijo Teo sonriendo a Carla-¿Qué tal estuvo la escuela? Samuel, ¿te quedas a cenar? Iba a cocinar pero hice un desastre aquí así que pediremos pizza-luego miró a
Dante en el suelo-¿sabes qué? Consideré tu oferta, pero creo que voy a pasar. Carla, ¿puedes acompañar a este joven a su auto, por favor?

-Con gusto-dijo Carla sonriendo.

********

P.O.V. SAMUEL

Junto a Carla acompañamos a Dante a su automóvil. El pobre está tan golpeado que no puede subirse solo a su coche.

Está bastante claro que Teo no teme que este tipo lo denuncie o algo. No cualquiera se animaría a enfrentarse a Teo Rosón. Además, si denunciara a Teo por esta golpiza, recibiría una contrademanda sobre como golpeaba a Tatiana.

-Eso fue…no tengo palabras-le digo a Carla una vez que Dante se marcha.

-Supongo que debo darle más crédito a mi padre de vez en cuando-dijo Carla mientras ambos caminamos de regreso a la mansión.

Hay un silencio entre nosotros, nuevamente, pero ahora no me resulta incómodo. Es como si algo hubiese cambiado entre nosotros. Ella tuvo un problema y automáticamente recurrió a mí y yo no dudé en ningún momento de ayudarla. Es como si ya fuéramos esos críos enemigos en Las Encinas.

-¿Crees que Marina amaba a Nano?-me pregunta ella.

-No me esperaba esa pregunta-le reconozco- No lo sé. Nunca me contó lo suyo con Nano.

Carla cruzó los brazos y miró hacia el cielo estrellado arriba de nosotros.

-Sí, bueno, no sé-me dice-lo atraparon en su cuarto y me hizo pensar.

Eso es extraño. Marina siempre fue alguien de acción y motivaba a los demás a eso. La reflexión no era algo asociado a ella.

-¿Marina te despierta reflexiones?-le pregunto sonriendo y ella me devuelve la sonrisa.

-Ella y yo no fuimos amigas el último tiempo-dice Carla con cierta tristeza.

-Ella tampoco me contó de eso-le digo.

Lo cierto es que, aunque yo fuera su mejor amigo, Marina me guardó muchos de sus secretos. ¿Cuántos más habrá escondido?

-Creo que eres la única persona a la que Marina le importaba su opinión sobre ella-dijo Carla.

Eso me hace sentir culpable. Ya me habían insinuado antes como yo ocupé el rol de mejor amigo de Marina reemplazando a Carla. Marina era un torbellino que siempre arrasaba con todo sin importarle nada. Pero aparentemente, valoraba tanto mi amistad que si le importaba lo que yo pensara de ella. La idea me hace sonreír.

-Carla…-comienzo a decir porque no quiero que me vea como aquel que le robó a su amiga, pero ella me interrumpe.

-Ella solía decir que sus padres amaban a Guzmán y la toleraban a ella-dijo Carla repitiendo una frase que también había escuchado antes- y qué si no podía complacerlos, los fastidiaría. Supongo que Nano era perfecto para eso. Pero a ti te mostraba siempre su mejor cara, solo a ti.

-Sé que Marina también te apreciaba-le digo.

-Sí, pero su amistad era más importante para mí que mi amistad para ella-dice Carl y no puedo contradecirla-pero está bien. Aprendí algo de ella. Hay que hacer lo que uno desea, mientras se puede. Pensar así me libera de alguna forma ¿sabes? Ya no tengo que sentirme culpable y puedo dejarla atrás.

Necesito una respuesta. No sé por qué, pero la necesito.

-¿Sentirte culpable de qué?-le pregunté.

-De seguir adelante- me responde y rápidamente toma mi rostro entre sus manos y me besa.

No es como el beso anterior que fue algo pasional, este era lento, dulce y delicioso. Sus labios se acoplan a los míos y sé que no quiero dejarla separarse de mí, aun cuando ni yo entiendo lo que estoy sintiendo en este momento. Nos separamos por un segundo, pero inmediatamente volvemos a besarnos.

Cuando le beso se termina, nos separamos lentamente.

-¿Qué estamos haciendo?-le digo casi riendo.

-No tengo idea-me responde ella.

Y otra vez nos besamos.

-Debemos hablar de esto-le susurro. Me da miedo que Teo o Tatiana aparezcan pro aquí.

-Lo sé, lo sé-me dice susurrando.

-Tal vez deberíamos guardar esto para nosotros mientras vemos que pasa-le sugiero. No debemos apurarnos. Es evidente que entre nosotros hay algo, aunque aún no tenga nombre.

Y debo hablar con Cayetana.

-¿Vernos en armarios de limpieza y pasarnos notas secretas en el pasillo?-me sugiere ella en broma-vamos a cenar, la pizza llegará en cualquier momento.

Juntos volvemos a la mansión. Pero no nos tomamos de las manos. No es el momento de hacerlo delante de todos.

********

Cuando regresé a casa esa noche solo podía pensar en que ahora yo estaba con Carla Rosón Caleruega. Era algo casi surrealista. Le dije a papá que ya había cenado en lo de los Rosón. Él solo levantó una ceja, pero no dijo nada. Prefiero no decirle nada por ahora. Decirle a papá la misma noche no califica como “ir poco a poco”.

Miré a Poni durmiendo a los pies de mi cama. Si alguien le hubiera hecho lo que le hicieron a Chester, yo quisiera ver el mundo arder. Mañana le daré esa oportunidad a Arantza.

Estoy frente al espejo del baño, lavando mis dientes, cuando un viejo recuerdo regresa a mi mente.

FLASHBACK

Marina y yo charlábamos en su habitación. Yo le contaba alguna que otra cosa de una cita que tuve con Ari y Marina simplemente volteaba los ojos, sin disimular su desagrado por mi novia. Entiendo que quizás no le cae bien Ari, pero debería dejar de sugerirme que saliera con otras chicas. ¿Con que otra chica podría salir?

-Mira el juguete que me compré-me dice Marina, sospecho que para cambiar de tema-una pluma espía.

Ella me la pasa y la observo. Es de color rosa y algo gruesa. La abro y veo que adentro no tiene tinta, sino espacio vacío. La gente pone dentro mensajes escritos y se los pasa a otras personas. De esta manera nadie se da cuenta de lo que ocurre entre ambas partes.

-¿Una pluma espía?-le digo bromeando- eres un agente secreto, Marina.

-La usaré para pasarle mensajes secretos a todos mis amantes-dijo ella de forma descarada.

-Va a ser una pluma muy ocupada-le respondo, lo que hace reír a Marina.

FIN DEL FLASHBACK

********

Al día siguiente, busco a Arantza por el instituto y la encuentro en la biblioteca, consultando algunos libros.

-Hola.

-Hola-me responde ella sorprendida.

-Iré a la perrera esta noche-le cuento-¿quieres venir?

-¿Qué? ¿Por qué? -me dice sin entender.

-Creo que los tipos de la perrera roban perros a los ricos y los retienen hasta que ofrecen recompensas-le cuento-y planeo probarlo.

-¿Crees que Chester estará ahí?- me pregunta ilusionada.

-No contaría con eso-le digo apenado-es estúpido y si no quieres formar parte…

-Lo haré-se apresura a decirme.

********

Llego a la comisaría y encuentro a Caye en el mismo escritorio de siempre. Ella sonríe al verme.

-Necesito hablar contigo-le digo.

-Conmigo, finalmente conmigo-bromea ella.

-No puedo seguir saliendo contigo-le digo sin ninguna distracción.

Ella parece sorprendida y un poco dolida. Me odio por hacer esto, pero es lo correcto.

-Está bien-dice ella como si intentara asimilarlo.

-Créeme, no quieres salir conmigo-le explico-soy un tren descarrilado. En serio. Con la primera chica que quise tuve una historia muy turbia de fondo. Mi segunda novia era una narcotraficante. Y acabo de besar a la ex mejor amiga de mi mejor amiga muerta, a quien por cierto yo odio.

Veo su dolor cuando le digo lo del beso.

-¿Ves? Soy un tren descarrilado-le digo-pero, Caye, eres la chica más dulce…

-Por favor, no me digas lo dulce que soy-dice ella mirando al suelo.

-También eres sexy así que estarás soltera por 15 minutos-le digo.

-Eso es más útil-me dice sonriendo.

Hay un pequeño silencio entre nosotros.

-Siento haberte dicho eso-le digo- es solo que, sinceramente me importas y quería ser honesto.

-Así que ¿qué debo responder? ¿Gracias? -me dice ella.

-Eso sería excederte-le contesto-podrías decirme que lo entiendes.

-¿Y que podemos seguir siendo amigos?-dice Cayetana.

-Eso sería genial porque tengo un favor que pedirte-le respondo.

Sorprendentemente, eso la hace reír.

********

Caye, con unos refuerzos, nos llevó a Arantza, Rebe y a mí a la perrera. Al principio no quisieron dejarnos entrar, pero Caye le dijo que no necesitaban una orden del juez al ser una dependencia del gobierno. Al final entramos y Rebe y yo pudimos identificar a varios de los perros perdidos, que estaban en distintas jaulas, que estaban en una habitación que en teoría se utilizaba para perros enfermos.

-Chester no está aquí-dijo Arantza casi llorando y se marchó.

Me sentí mal por ella hasta que escuché unos gritos de dolor. Mientras Caye y sus compañeros policías arrestaban a los empleados de la perrera, Rebe y yo corrimos en dirección al origen de los gritos.

Miguel, el empleado al que yo confronté, estaba en el suelo y se retorcía de dolor mientras Arantza lo electrocutaba con mi teaser, que sacó de mi morral sin que me diera cuenta.

-¡Él era mi mejor amigo y lo mataste!-le gritaba ella a Miguel quien se retorcía en el suelo por los toques eléctricos.

Rápidamente Rebe sujeta a Arantza por los hombros y yo tomo mi teaser. Aunque me siento orgulloso de que Arantza tomara mi consejo de comenzar a defenderse.

-No está muerto-dijo Miguel aun sufriendo en el suelo.

-¿Está vivo?-le pregunté y miré a Arantza que abrió los ojos sorprendida.

-Cuando no podemos cobrar una recompensa, los vendemos-dijo Miguel.

Arantza y yo nos sonreímos.

*******

Mientras Rebe y Arantza averiguaban quien había comprado a Chester, los oficiales llevaban a los detenidos a las patrullas.

-Gracias, Caye-le digo aun un poco mal por terminar con ella.

-Olvídalo-me dice-fue divertido. Y sumo puntos en mi trabajo con esta detención.

-¿Puedo hacerte una pregunta extraña?-le pregunto.

-¿Haces otro tipo de preguntas?-me dice ella con sarcasmo.

-Dijiste que Nano tenía una pluma cuando lo arrestaron en lo de los Nunier-le digo-¿estás seguro que no era un lápiz?

-Definitivamente era una pluma-me dice ella muy segura- bastante femenina, de hecho. Grande, rosa, de plástico. No ayuda a mantener su imagen de chico malo.

Ahora sé que Nano me mintió.

********

P.O.V. IGNACIO

Lamentablemente, mi hijo es demasiado listo y ahora estoy obligado a enfrentar algo que, en el fondo, ya sabía. Samuel está consiente que Benjamín Blanco podría ser su padre. Era demasiado ingenuo pensar que su hijo no llegaría a esa conclusión. Desde que supo lo de Pilar y Benjamín en el hotel Camelot comenzó a tirar de bovina de hilo hasta que llegó a la verdad. No podía quejarse de eso, él mismo se lo había enseñado.

Y lo que dijo Amalia Conmenford solo lo confirmaba. Yo sé que Samuel lo sabe y Samuel sabe que yo sé. Pero no hablamos de eso.

Esto debe terminarse ahora. Había un laboratorio en Barcelona que hacía análisis genéticos. Solo debía enviar muestras por correo y unos días después llegarían los resultados. Era hora de saber la verdad de una vez por todas. Una verdad que había postergado por años conocer.

Solo debo buscar unos cabellos de Samu de un peine o de su almohada. Escucho las llaves en la puerta y me apresuro a guardar las muestras que enviaré. Samu no debe verme haciendo esto.

Camino hacia mi hijo fingiendo que todo está bien.

-Samu, sé que no te puse un límite de horario para llegar, pero cuando llegas tan tarde me haces quedar mal como padre-le digo bromeando.

Noto en su rostro algo extraño. Generalmente él respondería a mi chiste con otro chiste. Ahora parece estar enfocado en algo más.

-Sabías que Nano acechaba a Marina-me dice- lo interrogaste ¿qué te convenció de que él no era el asesino?

El asesinato de Marina. Siempre volvemos a eso.

-Lo investigamos a él, su casa, el ADN y todo eso y no surgió nada-le respondo-también tuvo una coartada perfecta. Te mostraré.

Conduzco a mi hijo hasta mi habitación. Saco una gran caja y la dejo sobre la cama. La abro y comienzo a buscar cosas ahí.

-¿Siempre tuviste la investigación de Marina en una caja con el nombre “Fotografías”?-me dice él con mal humor.

-Bueno, tú no eres de ver fotografías viejas-le digo encogiendo los hombros-imaginé que sería seguro. Pero es solo evidencia secundaria.

-Te crees muy listo-dice él

-Porque lo soy-le respondo sonriendo y finalmente encuentro lo que estaba buscando.

Es una hoja de papel y se la paso a Samu.

-Nano estaba haciendo trabajo comunitario –le digo a mi hijo-una docena de personas lo vio ahí de 8 am a 2 pm el día de la muerte de Marina. Su tarjeta de horario lo confirma.

-Pero ahora sabemos que la muerte de Marina fue a las 4 pm-me dice él.

Claro, sabiendo eso Nano podría ser el asesino. Tiene sentido.

-Los Nunier cubrieron el asesinato de Marina, eso lo sabemos-le recuerdo a Samuel-¿Crees que harían todo eso por alguien como Nano?

Samuel sabe que no hay nada que pueda decir a eso, pero sé que no está convencido del todo. Yo no lo estoy.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

Samuel esperaba apoyado en una de las paredes de Las Encinas. Veía el mar de uniformes moviéndose de aquí para allá, esperando que se presentara la persona a la que él quería ver en ese momento. Fue un buen inicio de su día al acompañar a Arantza a buscar a su perro. Fue lindo verla tan feliz abrazando a su perro quien saltaba feliz y movía su cola al verla. Eran esas veces en que su trabajo de detective daba felicidad. Pero ahora debía esperarlo a él y arreglar ciertos asuntos.

Finalmente llegó.

Nano pasó caminando y vio a Samuel mirándolo y supo que quería hablar con él. Se conocían demasiado bien.

-Nano, la noche que irrumpiste en casa de los Nunier, te di un lápiz-le recuerdo-la policía te encontró con una pluma. No era un anillo lo que entraste a buscar a la mansión. Encontraste exactamente lo que fuiste a buscar.

Nano miró a Samuel sin ninguna sorpresa. Se esperaba que Samuel llegara tarde o temprano a la conclusión correcta.

-¿Te refieres a esto?-dijo Nano sacando la pluma de color rosa de su bolsillo-puedes quedártela.

Se la pasó a Samuel quien se apresuró a abrirla, pero vio que estaba vacía.

-¿Tenía mensajes cuando la encontraste?-preguntó Samuel-¿Tal vez mensajes tuyos?

-Si te lo dijera-dijo Nano con seriedad-ya no sería una pluma de mensajes secretos ¿o sí?

Samuel supo que ya no podía desconfiar solo de los Nunier.

Notes:

Ahora Carmuel es oficial. Sé que les hubiera gustado que se diera antes, pero esto debía cocinarse a fuego lento. Y aún hay mas por construir en esta pareja.

Chapter 20: El peor novio del mundo

Summary:

La relación de Carla y Samuel sigue avanzando pero no será nada fácil. Los García se pondrán a trabajar para encontrar a Guzmán. Una chica querrá terminar con su novio pero tendrá algunos problemas.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Comenzaba un nuevo día en Las Encinas y los estudiantes abarrotaban los anchos pasillos buscando sus casilleros o sus salones de clases.

Tres estudiantes caminaban por esos pasillos sintiéndose como los dueños de todo el lugar. Tanto era así que muchos se hacían a un lado para dejarlos pasar cómodamente. Carla Rosón Caleruega caminaba elegantemente mientras muchos la miraban. Se había acostumbrada a la mirada de deseo de los hombres. No es que fuera vanidosa pero tampoco era inconsciente de su propia belleza y el poder que eso significaba que tenía sobre los hombres. También era sumamente inteligente y sabia como mantener controlados a los demás, una habilidad que había pulido con el pasar del tiempo. Muy pocas cosas se salían de su control. Por desgracia, había una cosa que nunca estaría bajo su control y eso era justamente el hombre que la volvía loca. Porque ese hombre era tan listo que nunca caía en una manipulación y tenía el suficiente autocontrol como para no dejarse llevar por la belleza. Curiosamente, esas cosas le encantaban a Carla. Ese hombre no temía enfrentarla ni ponerla en su lugar si era necesario. De hecho, ir en contra de él era un grave error que personas poco pensantes como Lucrecia o Polo aun parecían no haber entendido. Hablando de él…

Carla lo vio a lo lejos mientras metía algunos libros en su casillero. ¿Cómo no lo había visto antes? Quizás si lo vio, pero se convencía a sí misma pensando en la idea que ambos estuvieran juntos era absurda. Ella estaba con Polo, él con Ari y Ari era su amiga, aún lo es…no podía evitar pensar que eso le traería problemas en algún momento.

-Ahí está Samuel-dijo Lu divertida-vamos a divertirnos con él.

-Lu, déjalo en paz, no te ha hecho nada-dijo Patrick poniendo los ojos en blanco.

Sin embargo, Patrick siguió a Lu hasta donde estaba Samuel. Carla también fue con ellos, caminando muy recta y con los brazos cruzados en esa bien trabajada pose que fingía indiferencia.

-Hola Samuel-dijo Lu en un falso tono de amabilidad que hizo que Samuel se pusiera en alerta al instante, solo por puro instinto.

Samuel miró a las tres personas frente a él, pero se detuvo especialmente en la rubia de brazos cruzados que lo miraba inexpresivamente.

-Samu, escuché que ya no estás con la chica policía-dijo Lu sonriendo-supongo que es otra más de las chicas que se espantan de tu hermosa personalidad.

Samuel sonrió. Hasta ahora había tenido cuatro novias (contando a la actual) y de las tres anteriores solo Ari lo había dejado a él, porque con Isadora y Caye él las había dejado. Si quiere pelear, que lo haga, pero Samuel sabía dónde golpear para causar dolor.

-Puede ser, Lu-dijo Samuel sin quitar la sonrisa de su rostro-no todos tienen la paciencia de Guzmán como para estar por tanto tiempo con alguien que no quieren y hasta detestan.

La sonrisa burlona de Lucrecia desapareció instantáneamente siendo reemplazada por unos labios apretados y un ceño fruncido.

Patrick abrió los mucho los ojos sorprendido por la dureza de la respuesta de Samuel y Carla miró hacia otro lado para que no vieran su sonrisa.

La respiración de Lu se agitó ligeramente y Patrick le puso una mano en el hombro para prevenir que hiciera una tontería.

Lo que ni Patrick ni Lu pudieron notar eran las miradas picaras entre Carla y Samuel.

********

-¿Es todo?-preguntó Raúl molesto levantando un poco la voz, lo que hizo que algunos estudiantes que estaban cerca lo miraran-¿tiras a la basura una relación de 2 años solo porque si?

Frente a él estaba su novia, o ex novia precisamente.

-No, Raúl…esto fue hermoso, pero me siento como…-dijo Sara, pero él la interrumpió.

-¿Qué fue lo que hice mal?-dijo él desesperado.

-Nada, pero en un mes te gradúas y…-comenzó a decir Sara.

-¿Y qué?-preguntó Raúl-¿No confías en mí? ¿Por la universidad y todo eso?

-Raúl, no e imagino teniendo una relación a larga distancia-dijo Sara más firme que antes.

-Pero es solo por un año-se excusó él.

-No, serán 5 años. Yo me graduaré recién e año que viene-dijo ella-yo no quiero estudiar en Stanford como tú, quiero ir a Francia.

-Por favor, Sara, no me hagas esto-le rogó Raúl.

-Lo siento, Raúl-dijo ella con tristeza-se acabó.

Sara dio media vuelta para marcharse, pero Raúl aún no había dicho todo lo que tenía para decir.

-Antes de irte deberías ver algo-dijo él con enojo.

-No me harás cambiar de idea-dijo ella, pero no tenía razón.

Raúl le mostró un video que tenía en su celular. Sara sintió cómo comenzaba a temblar.

********

-Ni siquiera recuerdo haberlo hecho-dijo Sara llorando-debí estar drogada. Yo nunca me dejaría filmar.

Ella y Samuel charlaban en un rincón de la biblioteca, donde no podrían verlos.

-¿En el video están follando?-preguntó Samuel.

-Le estoy haciendo sexo oral-dijo ella limpiándose las lágrimas-a él no se le ve la cara.

-¿Crees que la amenaza es seria?-preguntó Samuel prestándole su pañuelo.

-No lo sé-dijo ella-le dije que quería romper, y él…no puedo arriesgarme. Necesito que consigas ese teléfono, Samuel. ¿Puedes hacerlo?

Samuel sonrió. Darles una lección a los idiotas era una de las mejores cosas de su oficio.

-Sí, puedes apostar-dijo el detective.

********

Samuel apretaba a Carla fuertemente por la cintura, pegándola más a él mientras se besaban apasionadamente.

Samuel llevó su boca hasta el cuello de Carla, lo que la hizo dar un gemido que no pudo contener. La levantó por la cintura y la hizo sentarse en el lavamanos del baño en el que estaban. Ella abrió las piernas y él se colocó entre ellas y siguió besándola.

De pronto ella se detuvo y se miraron.

-¿Qué?-dijo Samuel-bloqueé la puerta con un cartel de “FUERA DE SERVICIO”.

-No, esto está mal-dijo ella sonriendo con malicia-una chica, una marquesa en el baño de los hombres. Es…

-Muy inapropiado ¿no? -dijo él sonriendo y la hizo reír.

-Lamento lo de Lu antes-dijo ella.

Si de algo se arrepentía Carla era de cómo había tratado a Samuel desde la muerte de Marina.

-Lu no me preocupa-dijo él-además, tenemos que mantener las apariencias porque en algún momento deberás hablar con Ari. Ella es tu amiga y no quiero que se entere por alguien más.

Ella le sonrió, pero le molestó un poco que mencionara a Ari.

-Debo ir a mi clase de física-dijo ella, aunque en realidad no deseaba marcharse.

-Buena suerte en física-dijo él y volvió a besarla-recuerda: la fuerza es igual a la masa por la aceleración-y una vez más la besó-la luz es una partícula que tiene propiedades de onda.

Una vez más la besó.

-Aprendo más aquí contigo -dijo ella sonriendo.

Carla abrió la puerta del baño de hombres y vio el cartel de “FUERA DE SERVICIO” que había pegado Samuel y quiso reír. Solo a él se le ocurrían esas cosas.

********

P.O.V. SAMUEL

Tenía preparado el teléfono desechable que usaría con Raúl, solo necesitaba encontrar el momento exacto. Mientras tanto, caminaba junto a Rebe por los abarrotados pasillos de Las Encinas.

-No te ofendas, pero luces rara-le digo.

-Anoche vi a nuestros padres acurrucarse en el sofá-dijo Rebe horrorizada-mis ojos…me queman.

Yo rio, pero la entiendo. Últimamente papá y Sandra pasaban mucho tiempo juntos y hasta papá a veces no dormía en casa. Yo pensaba que esto que tiene con ella terminaría pronto, pero parece ir más en serio que nunca. Para colmo, mamá sigue en la clínica de rehabilitación, pero pronto va volver.

-¿Tienes idea de lo que ellos hacen los lunes y miércoles y que requiere una bolsa de viaje de parte de mi papá?-le pregunto.

-Por lo que sé-dijo Rebe-juegan al bingo. Esa es la historia que elijo creer.

-Para tratar con cosas como esta, finge que no existen-le digo y le doy a Rebe un pedazo de papel-¿puedes llamar a este número en la sexta hora?

-Seguro-dice Rebe sin preguntarme para qué.

En eso me recuerda mucho a la relación que solía tener con Marina pero invertida. Marina hacia cosas locas todo el tiempo y yo siempre la apoyaba sin cuestionar nada. Ahora yo ocupo el lugar de Marina y Rebe el mío.

En ese momento aparece Raúl caminando por el pasillo. Como siempre, su mochila cuelga de uno solo de sus hombros y está descuidadamente abierta. Camina por el mismo pasillo que nosotros, pero en dirección contraria. Es hora.

-¿Me ayudas con un “empujón y señuelo”?-le pregunto a Rebe.

Ella asiente y le doy el teléfono desechable. Comienza el teatro.

Mirando a Rebe comencé a caminar hacia atrás.

-Entonces yo le dije que no me podía tratar así…-dije gesticulando mucho y haciendo grandes ademanes con las manos.

Me di la vuelta rápidamente y choqué con Raúl quien quedó dándole la espalda a Rebe.

-Lo siento-le digo a Raúl.

-Fíjate por donde caminas, imbécil-me dice y se marcha.

Ya Rebe había puesto el teléfono desechable en su mochila.

********

En la sexta hora entro a la biblioteca con un teléfono desechable en mi oído. Hay varios estudiantes aquí, entre ellos Raúl.

-No puede haberte dicho eso-dijo en voz alta, lo que hizo que todos voltearan a mirarme-realmente no puede haberte dicho eso, amigo, debes hacerte respetar…búscate a otra, si algo sobra son las mujeres.

-¿Qué crees que haces?-me dijo la bibliotecaria muy enojada mientras todos seguían mirándonos.

-Vine a la biblioteca a leer-le digo en el tono más inocente del que soy capaz.

-Está prohibido utilizar el teléfono aquí-dijo ella con los labios apretados-conoces las reglas. Debo confiscar tu teléfono.

-Bueno, está bien-le digo poniendo los ojos en blanco-no hace falta enojarse.

Le entrego mi teléfono y ella lo guarda en un cajón.

-Puedes retirarlo al finalizar el día-me dice de mala manera y vuelve a enfocarse en sus papeles.

Todos aun me miran, pero no importa. Una parte del plan ya está realizada.

Pasan unos 20 minutos y un teléfono comienza a sonar llamando la atención de todos los presentes en la biblioteca.

-Conoces las reglas-le dijo la bibliotecaria a Raúl ya que el sonido provenía desde su mochila-dame el teléfono.

Raúl sacó su teléfono confundido.

-Pero si está apagado-dijo él enojado.

-Conoces las reglas-dijo la bibliotecaria con impaciencia-dame tu teléfono. Puedes buscarlo cuando acabe el día.

Raúl lo hace de mala gana y vuelve a sentarse. Lo que en realidad sonó fue el teléfono desechable que Rebe puso en su mochila porque Rebe había llamado a él como se lo pedí. Ahora el teléfono de Raúl estaba el cajón de la bibliotecaria.

Cuando termina la sexta hora me voy a mi última clase del día. Cinco minutos antes de terminar le pido permiso a la maestra para salir cinco minutos antes y me dirijo rápidamente hacia la biblioteca. Llego cuando suena la campaña que indica e final de la séptima hora.

-Hola, vengo a buscar mi teléfono-le digo la bibliotecaria.

-Pasa y sácalo tú-dijo ella sin mirarme-está en el segundo cajón.

Eso hago y veo solo dos teléfonos allí. Uno es el desechable por el cual yo fingía hablar y el otro es uno de color negro que debe ser de Raúl. Tomo este último y me marcho rápidamente.

P.O.V. OMNISCIENTE

Raúl llegó a la biblioteca cruzándose con Samuel en la puerta, pero ignorándolo.

-Vine por mi teléfono-dijo a la bibliotecaria.

-Está en el segundo cajón-dijo ella sin prestarle mucha atención.

Raúl se agachó y abrió el cajón encontrando un teléfono de color gris y rojo que no es el suyo.

-Este no es el mío-le dijo a la mujer.

Ella se encogió de hombros mostrando que claramente no le importaba.

Raúl tomó el teléfono desconocido confundido hasta que una idea cruzó por su cabeza.

-Samuel García Domínguez-susurró con bronca.

********

Samuel fue rápidamente hasta el estacionamiento a buscar su coche. Debía irse de Las Encinas antes que Raúl pudiera encontrarlo. Ya tenía el teléfono que tenía el video de Sara, pero dudaba que el problema quedara solucionado aquí. Además, Sara le pagaría muy bien y de paso pondría en su lugar al idiota de Raúl.

Llegó a su automóvil y se subió rápidamente. De pronto alguien apareció junto a él y temió que fuera Raúl, pero en realidad era Ander.

-Diablos, Ander-le digo-me asustaste.

-Lo siento-dijo Ander-pero necesitaba pedirte un favor.

-¿Quieres que investigue si Omar te engaña?-le digo-porque es mi amigo y no lo delataría.

Ander largó una carcajada.

-No, por ahora no necesito eso-dijo bromeando-es que vi subirte a tu coche y quería pedirte que me llevaras hasta mi práctica de tenis. Iba a llevarme mi madre, pero se atrasó con una reunión.

-Sube-le digo vigilando que Raúl no apareciera.

Salimos en viejo automóvil que contrasta con los coches elegantes que suelen verse por aquí. Afortunadamente, donde Ander practica tenis queda de pasada a la agencia así que no me demoraré.

-¿Algún caso interesante?-preguntó Ander.

-De hecho, estoy en uno-le digo-poniendo en su lugar a un imbécil.

-¿No es lo que haces todos los días?-dice Ander bromeando.

-¿Qué puedo decir?-le digo-soy un hombre de rutina.

Por un rato estamos en silencio sin decir nada. No es que sea incómodo. Ander y yo siempre nos hemos llevado bien. Fue el único que siguió hablándome después de la muerte de Marina y ha sido una fuente de información muy útil en lo que a estudiantes de Las Encinas se refiere en los distintos casos.

-¿Recuerdas como era todo antes?-me preguntó de repente-antes de la muerte de Marina quiero decir.

Se refiere a cuando todos eran amigos y él no era el marginado de Las Encinas. Viejos tiempos en los que salía con Ari, Marina estaba viva y feliz, Polo salía con Carla, Guzmán con Lu, Iván con Marina, mi madre estaba en casa. Ahora sale con Carla a escondidas, Ari podría ser su hermana, Marina fue asesinada posiblemente por su hermano, Guzmán está desaparecido y Pilar en una clínica de rehabilitación.

-Trato de no pensar mucho en el pasado-le dice a Ander, pero estoy mintiendo.

-Sí, lo entiendo-dijo Ander- es que todo era más fácil entonces.

-En esos momentos no conocías a Omar-le dice sonriendo.

-Sí, eras el único becado entre nosotros-dijo Ander.

-Para ser justos-le dice a Ander-las cosas ya andaban mal antes de la muerte de Marina. Ari y yo habíamos terminado, también Iván y Marina.

-Tienes razón –dijo Ander-Iván y Ari estaban tan mal esos días que organizamos un viaje a Ibiza solo para animarlos.

Samuel sabía a qué viaje se refiere. Cuando Marina murió Carla, Polo, Ander, Ari, Patrick, Lu e Iván fueron a Ibiza, por eso nunca fueron sospechosos en la muerte de Marina.

-Incluso la pobre Carla estaba muy triste ese fin de semana.

Eso llamó la atención de Samuel. No solo porque se tratase de Carla sino porque suponía que en esa fecha ella estaba bien con Polo.

-¿Por qué estaba triste Carla?-preguntó Samuel fingiendo desinterés.

-Me lo dijo solo a mi cuando estaba ebria-dijo Ander-dijo que ya no era amiga de Marina porque la había traicionado.

-¿Te dijo que quería decir con eso?-preguntó Samuel.

Marina nunca le había contado de una pelea con Carla.

-Ella dijo que Marina le había robado algo que podría destruir a su familia para dárselo a su amante-dijo Ander-al principio no sabía a quién se refería, pero luego pensé que era Nano.

Aparentemente más gente sabia lo de Marina y Nano. Samuel frenó su coche y dejó que Ander se bajara.

********

P.O.V. SAMUEL

Llegué a la agencia y papá aún estaba ahí todavía. Se encontraba en su despacho, en su escritorio observando su laptop y sonreía con satisfacción.

-Hola, Samu-me dice-¿Qué tal la escuela?

-Ya sabes-le respondo-compañeros malos, maestros indiferentes, mala infraestructura. ¿Por qué sonríes?

-Porque saboreo la ironía-dice y señala a su computadora.

Cuando veo me doy cuenta a qué se refiera. Se ofrece una recompensa a quien encuentre a Guzmán Nunier.

-Imagina a la familia García enviando a su heredero Samuel a una universidad de élite gracias a la recompensa por encontrar al heredero Nunier.

-¿€50000? Nada mal-le digo a papá.

-Dinero por nada-dijo papá confiado-ahí están tus dos primeros años de la universidad.

De pronto me acuerdo de algo.

-Quizás no sea tan fácil como crees-le advierto a papá.

-Vamos, Samu-me dice sonriendo-¿Guzmán Nunier? ¿Un niño mimado rico con mucamas que le doblan la ropa interior? Podré encontrarlo. Me preocupa más ganarles a los otros profesionales. Él es un pez muy grande en un estanque muy pequeño-sin embargo mira mi expresión y se preocupa-¿qué pasa?

-¿Recuerdas a ese abogado que buscaste todo el año?-le pregunto a papá.

-¿Si?

-Bueno, yo le decía a Nadia lo difícil que es encontrar a ese tipo y los trucos que se usan para desaparecer-le cuento a papá recordando ese momento-y Guzmán estaba ahí sentado escuchando. Pero lo bueno es que los otros detectives no lo encontrarán tan fácil tampoco.

Veo que papá está fastidiado.

-¿Qué le dijiste?-me pregunta.

-Que se usa efectivo. No use tarjeta de crédito. No se usa el auto propio-le enumero a papá.

-Lo básico-dice papá sonriendo.

Sabe que ahora será un reto encontrar a papá, pero está orgulloso de todo lo que he aprendido de él.

-Quizás mencioné algo pasaportes reciclados comprados en internet-le cuento a papá-pero, vamos, papá, con tu maestría y mi voluntad, podemos lograrlo. Será como un proyecto familiar. Omar puede ocuparse de lo del pasaporte.

Alguien entró al despacho en ese momento. Es Sandra, que mira a papá sonriéndole coquetamente.

-Hola, señor García-le dice a papá y luego me mira a mí-hola, Samuel ¿Qué tal la escuela?

-Hola, señora Bormujo-le respondo incómodo-todo bien.

Papá se pone de pie y va junto a Sandra y la besa en los labios.

-Volveremos como a las 8-me dice papá.

-¿A dónde van?-le pregunto algo inquieto.

-Salimos -me responde papá sin realmente responder a mi pregunta-¿por qué no empiezas con lo del pasaporte?

Esto no me gusta. Papá se pone cada vez más serio con Sandra, pero pronto mamá regresará…

********

Pasan unas horas y ya ha anochecido. Pronto tendré que cerrar la agencia. Pero aún estoy esperando a alguien. Por suerte para mí, Sara entra en ese momento. Se la ve muy nerviosa y la entiendo. Ese infeliz de Raúl podría arruinarle la vida.

-¿Funcionó?-me pregunta asustada.

-Un éxito-le digo y le paso el teléfono de Raúl.

Ella lo toma y lo mira como sintiendo asco de ese aparato.

-Gracias, Samuel-me dice casi llorando-¿No lo miraste verdad?

Niego con la cabeza. Para mí no tiene nada de sexy ver a una chica haciendo una mamada que no recuerda y que un hijo de puta se aprovecha de eso.

-Sara, tener el teléfono no significa que él no tenga el video-le digo-es imposible destruir un archivo digital con total certeza.

-Raúl no es de los que piensan más allá-me dice con tranquilidad.

Sara deja el teléfono sobre mi escritorio y lo mira un momento. Luego agarra una lámpara y la usa para aplastar repetidas veces el teléfono hasta dejarlo hecho trizas.

Es una imagen bastante graciosa y me alegro que se sienta así de liberada.

-Eso me hizo sentir bien-dijo ella suspirando profundamente.

-Podemos decir que se hizo justicia-le digo sonriendo hasta que un ruido en mi computadora me indica que me llegó un mensaje-que raro, me llegó un mensaje instantáneo de un tal Top Gun.

-Es Raúl –dice Sara asustada y se coloca a mi lado para ver el mensaje.

Pero no hay nada escrito, sino que es el video que comienza a reproducirse.

Yo tenía razón, ese hijo de puta tenía copias.

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P.O.V. OMNISCIENTE

Rebe caminaba junto a Nadia por los terrenos de Las Encinas. Hace días que Nadia estaba muy triste y todos lo notaban. La ausencia de Guzmán le había afectado mucho. Rebe si imaginó si un novio suyo se escapara repentinamente sin previo aviso y no supiera nada de él y ella tendría una reacción más tempestiva. Pero Nadia era más calmada y simplemente sufría en silencio.

-¿Cómo estás?-preguntó Rebe-y no me mientas.

Nadia suspiró.

-Ya no sé, Rebe-dijo la musulmana-no sé qué hacer. Él se fue. Voluntariamente se escapó. No me llamó ni nada. Se fue y todos estamos aquí sufriendo por él.

Rebe le puso una mano en el hombro a Nadia porque no sabía que hacer realmente por su amiga.

Internamente, Nadia tenía ciertos temores que no le comunicaba a Rebe. Estaba preocupada por Guzmán y su bienestar, pero había algo más que la perturbaba.

El rumor más grande en Las Encinas era que Guzmán había escapado porque Samuel lo había acusado de haber matado a su propia hermana. Porque, si Guzmán era inocente ¿por qué habría escapado?

********

-Lo que necesito-le dijo Samuel a Omar-es que veas si alguno de los sitios de remate que te dije vendió un pasaporte y lo envió cerca de Madrid.

-Cielos, Samuel-se quejó Omar-¿alguna vez pides ayuda para algo normal?

-¿Cuál sería la diversión?-dijo Samuel sonriendo-además, es para encontrar a tu cuñado.

-Bien, te avisaré si encuentro algo-dijo Omar bostezando.

********

P.O.V. SAMUEL

Veo que a lo lejos Raúl abraza a Sara y ella tiene una cara de “preferiría estar muerta”.

Sara volvió con Raúl. Es eso, o él manda el video a toda la escuela. ¿Por qué querría Sara dejar a semejante encanto?

-Hace un día regresé con él y ya siento que necesito una ducha caliente-me dijo Sara unas horas más tarde-no sé por cuanto más pueda seguir así.

A veces, no puedes eliminar las armas que tus enemigos tienen contra ti. Pero eso no significa que no puedas conseguir tus propias armas.

-Necesitas una estrategia de salida-le digo.

-¿Sabes lo que pasará, Samuel?-me dice desesperada-terminaré siendo el chiste internacional de internet. Seré el video que todos mandan a sus amigos. Y no puedo detenerlo.

-Salvo, que tengas algo que arruine a Raúl-le sugiero- consigue tu propia bomba atómica y evitarás que él lance la suya. Destrucción mutua asegurada.

-No descubrirás nada sucio de Raúl si a eso te refieres-me dice Sara limpiándose la nariz.

-¿Aparte de su afición por la pornografía amateur con menores?-le digo-eso déjamelo a mí. Necesito saber si estás dispuesta a ensuciarte un poco las manos. Si te hace sentir mejor, él no te dejó alternativa.

Veo que duda aún.

-Raúl era diferente-me cuenta-fue mi primer novio. El primero con quien me acosté.

-También es el primero que te emborrachó te filmó haciéndole una mamada-le recuerdo-¿Aún quieres salir con él?-ella niega con la cabeza-entonces acabemos con esto.

-¿Qué hago?

-Invitarás a Raúl a una tarde romántica en la feria que está en el parque-le digo sonriendo y ella me mira con una expresión de “¿en serio?”.

********

Conduzco mi automóvil por los barrios bajos de Madrid. no es lejos de donde yo vivo. Él estúpido auto está funcionando mal últimamente. Afortunadamente, sé dónde lo pueden arreglar y, de paso, quizás consiga alguna información útil.

El lugar es bastante grande. Aquí no solo tienen un taller mecánico, sino que además juntan y compactan chatarra. El dueño es el tío de Nano.

Estaciono mi automóvil y Nano no tarda en aparecer. Trabaja aquí medio tiempo.

-¿Qué haces aquí?-me dice Nano-¿me extrañabas?

-Problemas con el alternador-le respondo-¿Crees que tu tío pueda devolver mi viejo auto a su gloria original?

-Podría dejarlo listo para Montecarlo si le pagas bien-dijo Nano sonriendo.

Ya aprendí bien que no debo confiar esa sonrisa.

-No será necesario-le respondo.

Saco mi teléfono y le mando un mensaje a Carla.

-Ven aquí-me dice Nano y nos vamos hasta un rincón-dicen que la familia Nunier ofrece una recompensa por hallar a Guzmán.

En este momento debo jugar bien mis cartas. Nano puede ser un peligro o un poderoso aliado, según como se den las cosas.

-¿Descubriste pistas cuando te metiste en casa de los Nunier?-le pregunto directamente-¿o solo cubriste tus huellas? Me usaste.

Nano agacha la mirada, sonriendo.

-Sí, siempre nos debemos favores mutuamente ¿no? -no puedo evitar ponerle mala cara-no me mires así. Si creyeras que yo lastimé a Marina, ya me estarías vigilando-en eso tiene razón-oí algo que vale, digamos, el 10% de la recompensa.

-¿El 10%?-le pregunto cruzando los brazos-depende de lo que sea.

-Un pijo malcriado compró un Impala destruido al amigo de mi tío hace unas semanas.

-El 8% si la información es útil-le digo con firmeza a Nano-alternador incluido.

Nano ríe.

-Sabes negociar, Samu.

********

Mientras salgo del taller del tío de Nano, veo que llega el automóvil de Carla, conducido por su chofer. Mientras me subo al asiento trasero donde me espera mi novia, le envío un audio a mi padre.

-Papá, anota esto, un Impala del año 99, matrícula 2104 MEK y lo compró en efectivo por €800 hace un par de semanas, adiós.

Carla me mira sonriendo.

-Siempre son negocios contigo ¿verdad?

********

Entramos a la mansión Caleruega chocando con las puertas y las paredes porque no dejamos de besarnos. No es la primera vez que la beso, pero me siento más animado que nunca a hacerlo. Quizás hoy…

-La casa es toda nuestra-me dice Carla-papá está en su médico y Tatiana volvió a salir de viaje.

Dejo de pensar cuando Carla de un salto hace que yo la sujete fuertemente por la cintura y ella envuelve mis caderas con sus piernas enrolladas en mi espalda. Eso solo hace que mis hormonas se alboroten aún más y paso de besarle los labios a besar su cuello.

-Samuel…-dime ella en mi oído.

Sigo moviéndome alzando a Carla, pero luego caigo de espaldas sobre el gran sillón de la sala, lo que Carla parece ni notar cuando vuelve a besarme apasionadamente. Dejo tirado junto al sillón el morral que traía conmigo.

En un momento quedo recostado en el gran sillón mientras Carla está sentada sobre mí. Nos miramos fijamente como si tratáramos de cerciorarnos que es real lo que estamos viviendo.

-Oye ¿Crees que esto alguna vez se normalizará? -le pregunto.

Ella parece sorprendida por la pregunta.

-¿Si alguna vez saldremos juntos de la mano por Las Encinas nos compraremos ositos de peluche que dicen “te amo”?-dice ella bromeando.

-Sí, esa es mi pregunta-le digo con sarcasmo-quiero saber si alguna vez seremos cursis.

-Los secretos también son excitantes-me dice sonriendo con malicia.

Se agachó para besarme posesivamente, para dejarme claro que en este momento yo le pertenezco. Y es así. La boca de Carla se dirige a mi cuello y siento que no puedo más, necesito hacerla mía ahora mismo. Más que un acto deliberado, es un reflejo. Mis manos agarran su culo firmemente y temo que se enfade, pero su mirada me dice “ya era hora”.

Volvemos a besarnos frenéticamente…cuando un carraspeo destruye el momento.

Carla mira en dirección hacia el origen del sonido y queda como una estatua mirando ahí. Yo hago lo mismo y veo frente a nosotros a Teo Rosón observándonos muy perplejo.

-Lo siento-dijo el empresario-no sabía que tenías compañía. Hola, Samuel.

Hago un además de saludar a Teo y desvío la mirada a otro lado. ¿Saben de esas veces en las que deseas que la tierra bostece y te trague? Bueno, así me siento ahora.

-Creí que no estabas-dijo Carla roja como un tomate.

-Sí, el doctor cambió mi cita-dijo Teo incómodo-¿Sabes? Creo que los dejaré solos.

Carla se levanta de mí y se sienta en el sillón. Yo también me siento tratando de asimilar lo que acaba de suceder.

-Dios, ¿Me acaba de pescar mi papá casi follando en el sofá? -dijo ella consternada.

-Sí, te pescó tu papá-le digo-a mí me pescó casi follando un marqués.

Por suerte mi erección ya se fue. Nada mata más el romance como que te descuba así el padre de tu novia.

-Tengo lápiz de labios en toda la boca-le digo a Carla-voy al baño.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

El timbre de los Rosón se escuchó en toda la mansión mientras Carla seguía esperando a Samuel en el sillón. La puerta se abrió y entró Teo seguido de dos personas.

-Carla, llegaron Lucrecia y Patrick-dijo Teo.

La rubia se asustó instantáneamente, pero lo disimuló perfectamente. Si veían a Samuel todo se arruinaría.

-¿Por esto no viniste a la Cabaña del Lago con nosotros?-dijo Lu molesta-¿tenías “algo que hacer” en el sofá?

-Lo siento, Lu, yo…-dijo Carla nerviosa.

-Carla, ¿hay un chico aquí? -preguntó Patrick.

Carla iba a preguntarle cómo fue que lo supo cuando vio que Patrick estaba mirando el morral de Samuel el suelo.

-No, es del hijo de Mireya-dijo la rubia- la ayudó a entrar cosas del supermercado y dejó esto aquí.

-Si-dijo Teo interviniendo-me pidió que se lo llevara.

Carla se sorprendió de la ayuda que su padre le estaba brindando y no atinaba a articular palabra. Por otro lado, la mirada de Teo mostraba que no le gustaba lo que su hija estaba haciendo en ese momento.

-Si, en realidad yo iba a ir contigo-dijo la rubia.

-De ninguna manera-dijo la mexicana-ya nos dejaste plantados y tenemos que hablar. Este fin de semana hay una fiesta en la embajada alemana y habrá muchos chicos apuestos. Patrick ya contactó a algunos.

-Ninguno entiende el idioma del otro, pero creo que eso importe-dijo Patrick con picardía.

Teo se marchó con el morral de Samuel. En ese momento Samuel escuchaba todo lo que Carla hablaba con Patrick y Lucrecia.

-Música, tragos y alemanes con poca comprensión de nuestro idioma-dijo Lu sugestivamente.

Samuel no sabía que era peor, si estaba prisionero en esa casa por culpa de Lucrecia y Patrick o el hecho que Carla estaba haciendo planes para ir verse con unos alemanes.

En ese momento apareció Teo con su morral.

-Parece que Carla estará ocupada por un tiempo-dijo el adulto-¿te llevo a casa?

********

P.O.V. SAMUEL

Estoy teniendo el viaje en auto más incómodo del mundo. Creo que hasta sería mejor si Teo me gritara que no volviera a tocar a su hija ni a follar en su sofá, cosa que encontraría increíblemente razonable en este momento.

-Y ¿cómo estás, Samuel? -me dice Teo después de un rato.

-Abochornado, incómodo-le digo mirando por la ventanilla.

-No lo estés-dijo Teo sonriendo-fui adolecente una vez. Lo que realmente quiero preguntar es ¿cómo está Carla?

Esa es una pregunta difícil. Es difícil saber cómo está o qué piensa Carla. Dudo que alguien pueda comprenderla completamente. Aunque creo que Teo habla específicamente de todo el asunto de Beatriz.

-Creo que ella lo va aceptando-le digo.

-Ella siempre fue una buena chica-dijo Teo- Cuando Marina murió se volvió…

-¿Difícil?-le pregunto riendo.

Eso no me sorprende. O mismo dijo todo el mundo de mí. Que la muerte de Marina me cambió. Y quizás sea cierto. Quizás es algo que me une a ella. Que ambos conocemos el dolor del otro. A ambos se nos murió nuestra mejor amiga. Ambos vimos como nuestras relaciones de cuentos de hadas con Ari y Polo se desmoronaban. Ambos perdimos una madre, Beatriz ahogada en un río y mi madre ahogada en una botella de vino. Quizás la entiendo mejor de lo que creía.

-Quizás lo lleva en los genes-dijo Teo-yo me pongo difícil de vez en cuando. Da igual. No sé si lo de ustedes es en serio, algo informal o si solo se ven de vez en cuando pero su secreto está a salvo conmigo. Agradezco lo que sea que haces para ayudarla a superarlo.

-Seguro-dije un tanto cohibido.

Sin duda no recibí esta aceptación de Benjamín y Amalia Blanco.

Teo frena el auto frente al edificio en el que vivo y yo me bajo.

-Gracias-le digo.

-Samuel, me alegra que estén juntos-me dice Teo-me gusta lo que veo en ella cuando está contigo.

Teo me sonríe una última vez y se marcha.

La “charla con papá”. Supongo que mi relación con Carla despegó oficialmente. A tiempo para que la relación de Sara y Raúl se estrelle y se queme.

********

Esa misma tarde, Sara le pidió a Raúl que la llevara a la feria. Allí hicieron muchas cosas tontas como ir por todos los juegos y cosas así. Incluso hizo que Raúl se tatuara su nombre en el hombro. Después lo convenció de conseguir unas drogas para experimentar sexualmente y le dijo que Patrick se las podía conseguir y Raúl fue a hablar con él.

Por supuesto, yo saqué fotografías de todo.

********

-Ahora solo necesitamos una banda sonora-le digo a Sara.

Ella toma su teléfono con un poco de duda. De más está decir que grabaré toda la conversación.

-Sé natural-le aconsejo-íntima. Y deja que hable Raúl. Se atará la soga él mismo. Lo garantizo.

Después de unos tonos Raúl respondió.

-Hola bebé-dijo Sara adquiriendo mucha confianza repentinamente- la pasé tan bien hoy.

-Yo también, nena-dijo Raúl-pero desearía tenerte en este momento aquí. En mi cama. No puedo esperar hasta este fin de semana para nuestro experimento.

-No tenía idea que te interesara tanto que consumiéramos juntos-dijo Sara coquetamente.

-¿Bromeas? Siempre tuve la curiosidad-dijo Raúl-siempre me preocupaban mucho mis padres o que no me aceptaran en la universidad si lo descubren.

-¿Seguro que estás listo para esto?-dijo Sara.

-Totalmente-dijo Raúl con confianza.

La llamada terminó y Sara me miró sonriendo.

-¿Qué tal estuve?-me preguntó.

-Me diste algo de miedo-le dije riendo-recuerda, nos vemos mañana para almorzar y no te olvides de Raúl.

********

Papá había ido a Marruecos siguiendo la pista del automóvil que había comprado Guzmán, pero ya me avisó que regresará rápido. Eso no es buena señal, significa que no encontró a Guzmán. Según las propias palabras de papá, Guzmán había sido más inteligente de lo que había pensado.

Lo peor de todo es que no vería a papá hasta mañana porque esta noche saldría con Sandra. Esta mañana mi humor no es el mejor.

Afortunadamente, Omar llegó temprano, por lo que podrá hacer el favor que necesito que haga. Lo encuentro ya conversando con Patrick, lo que me ahorrará la presentación.

-¿Qué necesitas, Samu?-dice mi amigo.

-¿Cuánto te llevaría crear un sitio web altamente incriminatorio, difamatorio y sexualmente explícito?-le pregunto.

-Alrededor de 45 minutos-me dice Omar.

-Toma las municiones-le digo y le paso un pendrive-Patrick te ayudará con el resto.

Al fin Patrick cumpliría su deseo de ayudarme en un caso.

********

Llegó la hora del almuerzo y Sara y yo esperamos pacientemente cuando vemos llegar a Raúl. Él venía sonriendo pero eso se acabó que Sara estaba conmigo.

-¿Qué haces aquí?-me dice molesto.

-Vine a proponerte un trato-le digo sonriendo con tranquilidad.

-Quiero mi teléfono-me dice en un berrinche.

-Por supuesto- le respondo y le paso su teléfono destrozado dentro de una bolsa plástica-siguiente asunto. Tú y Sara romperán con efecto inmediato.

-¿Y lo de ayer?-le dijo desesperado a Sara-¿El paseo por el parque? ¿mi tatuaje?

-Eso se llama fingir-dijo Sara con asco- ya no te amo y no me puedes extorsionar para que lo haga.

-Sara, lo juro, nunca quise lastimarte-dijo desesperado-me obligaste tú. Y si vuelves a obligarme…

-Ella te lastimará peor-le digo con fuerza.

Saco mi computadora y la abro. Le muestro a Raúl la página web que aparece en la pantalla. En ella se ven muchas fotografías Raúl abrazando y besando a Patrick. Por supuesto que eso no era real, esas fotografías eran de Raúl con Sara, pero Omar pudo hábilmente quitar la cara de Sara y poner la de Patrick.

-¿Qué es eso?-dijo Raúl enojado.

-La página Web de Patrick dedicada al amor prohibido de ustedes dos-le comento sonriendo.

Una graciosa vena comienza palpitar en su sien derecha.

-Todo eso es mentira-nos dice-lo fabricaron ustedes, nadie lo va a creer.

Qué bueno que dijo eso porque dio paso a lo más divertido de todo esto. Más feliz que nunca, apreté el botón que activaba el audio de la página web que reproducía un dialogo muy curioso:

“Patrick: hola, Raúl”

“Raúl: No puedo esperar hasta el fin de semana para nuestro experimento”

“Patrick: no sabía que te gustaban los chicos”

“Raúl: ¿bromeas? Siempre tuve la curiosidad. Siempre me preocuparon mucho mis padres. O que no me aceptaran en la universidad si lo descubrían”

Detengo el audio. Creo que se entendió mi punto.

-¿Ya escuchaste bastante?-le digo de forma arrogante.

Su expresión de terror es bastante chistosa. Lo mejor de enfrentar a los abusivos es ver que tan vulnerables pueden legar a ser.

-¿Qué importa lo que piensen de mí en esta escuela? Me iré dentro de un mes-dice bravuconería.

-Conseguí las direcciones de correo de todos los profesores y estudiantes de tu futura universidad-le digo con tranquilidad- con solo oprimir un botón cada uno de ellos tendrá el enlace de este sitio. Destrucción mutua asegurada. Piénsalo bien, Raúl.

Le ganamos, se ve en su rostro.

-Mira, Sara…-comienza a decir de forma suplicante.

-No quiero hablarte nunca más-dijo Sara y se marchó de allí y yo fui por detrás.

********

Terminó mi día en Las Encinas y me disponía a ir hasta la parada del autobús. Mi auto sigue en el taller del tío de Nano. Pero mis intenciones se truncaron cuando vi mi auto en el estacionamiento de Las Encinas, con una hermosa rubia sentada en su capó.

-Transporte público-dijo Carla como saboreando el término-¿por qué tomar el autobús si puedes conducir tu propio automóvil recién reparado? Le pedí a nuestro chofer que lo recogiera como nuevo, listo para andar.

Me arroja las llaves y yo las tomo en el aire sin poder creer lo que veo. Camino hasta ella y me siento a su lado.

-Trataré de mantener este gesto en mente este fin de semana cuando tú, Lucrecia y Patrick estén de fiesta con esos alemanes que no manejan bien nuestro idioma-le digo, lo que la hace reír.

-Le dije a Lucrecia que no puedo ir porque tengo otros planes-me dice Carla.

-¿Verás alemanes que hablan mal el castellano en otro lado?

-¿Estás libre el viernes?-me pregunta-podríamos salir.

Un pequeño calor recorrió mi pecho en ese momento.

-¿Aquí?-le pregunto emocionado-¿en Madrid?

-Pensé que podríamos comenzar con algo intimo en un piso que tiene mi padre en el centro de Madrid-me dice ella coquetamente-¿qué tal si faltamos a la escuela el viernes?

-Lo pondré en mi agenda-le digo.

- ¿Qué es? ¿Una cita?

-Qué bueno que tu padre nos preste su piso-le digo porque no me esperaba ese gesto de Teo.

-Sí, creo que de veras le agradas-me dice ella algo sorprendida-oyó todo eso sobre tus padres…

- ¿Qué? ¿Qué cosa? -le pregunto porque no tengo idea de a qué se refiere.

-¡Carla, esperamos!-dijo la molesta voz de Lu quien estaba junto a Ari (que nos miraba con mala cara).

Carla se puso de pie.

-Dijo que algo salió en el periódico, no se-dijo Carla-a las 10, te enviaré la dirección en un mensaje.

Ella se va con Lu y Ari y yo me quedo con la intriga sobre de qué estaba hablando.

********

Cuando llegué a Investigaciones García me puse inmediatamente a leer el periódico buscando algo relacionado a mis padres. Leí todo detenidamente hasta que por fin encontré lo que buscaba en la sección de los clasificados. Era un pequeño aviso:

“SE BUSCA A PILAR DOMINGUEZ. POR FAVOR CONTACTAR AL SIGUIENTE NÚMERO DE INMEDIATO. SE REALIZARÁN PROCEDIMIENTOS LEGALES EN SU NOMBRE…”

No lo entiendo, ¿por qué papá haría esto? ¿Qué buscaba? Si está hablando de procedimientos legales, entonces sé quién puede ayudarme. Marco el número de Claudio.

-Habla Claudio.

-Hola, soy Samuel ¿estás ocupado?

-Siempre estoy disponible para ti ¿qué necesitas?

-¿Por qué publicarían un aviso sobre un proceso legal en los clasificados?

-Podría ser cualquier cosa. Sé más específico.

-Por ejemplo, un hombre que busca el paradero de una mujer.

-Podría ser por alimentos, demanda civil, divorcio.

-Divorcio…

La idea comienza a taladrarme el cerebro.

-Debes publicarme un aviso 7 días antes de iniciar una demanda de divorcio por causa de abandono del hogar.

Cuando termino la llamada con Claudio y reviso en el sitio web del periódico y veo que antes del anuncio que descubrí en el periódico de hoy, ya se habían publicado otros cinco antes. Un día más antes de que pase lo que pase y Pilar Domínguez vuelva limpia y sobria a un hogar que ya no tiene lugar para ella.

No lo pienso mucho más y llamo al periódico.

-Clasificados-me dice el hombre al otro lado de la línea.

-Habla el asistente de Ignacio García quien publicó un aviso en su periódico esta semana-le digo, lo que hasta ahora no es una mentira-la situación legal del señor García cambió y no necesitará que lo publiquen más.

Eso último si fue una mentira.

-Qué bueno llama-dijo el hombre- en una hora cerramos la edición. Debe confirmar dirección, número de tarjeta de crédito, contraseña de cuenta y lo haremos.

Debí habérmelo imaginado. Contraseña de su cuenta. Tienen que tener algo como una contraseña para que personas como yo no hagan lo que estoy tratando de hacer.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

Ander y Polo jugaban videojuegos junto a Iván en su casa. En realidad, buscaban hacerle compañía porque sabían que las cosas entre él y Ari y sus nervios estaban más ríspidos que nunca.

Aunque era difícil concentrarse en los videojuegos sabiendo que cinco minutos antes habían subido al piso superior Cruz Carvalho con dos atractivas muchachas.

Lo más extraño es que ese hecho no parecía sorprender a Iván, sino más bien avergonzarlo. Sus amigos pensaban que era lo más normal del mundo, dado que Cruz era uno de los deportistas más famosos y exitosos del mundo y era lógico que muchas mujeres quisieran estar con él. Además, era joven aun y bastante apuesto.

Lo que a Iván le hubiera gustado es tener un padre más normal y más maduro que no se comportara si aún fuese un adolescente. Si bien a Iván jamás le había faltado nada material, si creía que carecía de estabilidad en su vida y su padre era el gran responsable.

P.O.V. SAMUEL

Conduzco mi coche por las calles de Madrid de noche con mi computadora abierta a mi lado. El programa me indicaba en donde estaba papá. Me sentiría incómodo rastreando el celular de papá si él no me hubiera hecho esto antes a mí.

Después de algunos minutos llego al lugar que el rastreador me está indicando. Un hotel. Genial, de repente tengo nauseas.

Una parte de mi piensa que debería dejar tranquilo a papá en lo que sea ande con Sandra, pero si no hago algo, toda mi familia se destruirá. Mamá pronto volverá y de nada servirá si ella y papá se divorcian.

Pregunto en la recepción del hotel, pero me dicen que no hay ninguna reservación a nombre de García o de Bormujo. No me queda más que irme derrotado. Si no puedo encontrar a papá, no puedo convencerlo de impedir ese aviso que le permitirá iniciar su divorcio con mamá.

Estaba saliendo del hotel cuando una música me llamó la atención. Al parecer, había una fiesta en el hotel esa noche. Sigo el ritmo de la música, lo que lleva hasta un salón.
Observo desde la puerta y veo que hay muchas parejas bailando.

Y lo veo. En el medio del salón papá baila con Sandra. Ambos son bastante malos bailando, pero se ve que la están pasando bien.

Papá sonríe genuinamente mientras hace dar vueltas a Sandra. Lo veo como hace mucho tiempo que no lo veía.

Mis ojos comienzan a humedecerse. Está bien, entiendo papá. Estás feliz. y eso no debería terminar solo porque soy un maldito egoísta.

Me marcho de ahí sin que papá o Sandra me vean.

********

Un nuevo día en las Encinas cuando me encuentro casualmente a Sara en la entrada. Se la ve más feliz que nunca.

-Buen día, Sara-la saludo.

-Realmente es un buen día ¿no? -me dice feliz.

Se la ve muy liberada por ya no tener que tolerar a Raúl. Estas son las cosas buenas de ser un detective, cuando le das su merecido a los imbéciles y ayudas a las víctimas.

Pero la alegría que siento por Sara no me dura mucho. Caminando por los pasillos de Las Encinas comienzo a notar como todos miraban a Sara y se reían.

-Hey, Sara-dijo un tipo de entre el montón de estudiantes-me encantó tu video.

Todos comenzaron a reír y al mirar a Sara veo el horror en su rostro y las lágrimas que caían por sus mejillas. Sara se fue corriendo y la perdí de vista.

********

No pude encontrar a Sara en todo el día. Recién pude verla al final del día. Estaba escondida en el salón de periodismo.

Tiene los ojos hinchados. Ha estado llorando. Amenazar a ese hijo de puta no funcionó. Finalmente, su odio lo venció y le envió el video a todos.

-Oye, vi que es muy tarde y sigues aquí-le digo sentándome junto a ella.

-Esperaba que salieron todos de la escuela para irme a casa escondida sin que nadie se riera en mi cara-me dijo limpiando sus lágrimas-mis padres ya habrán visto el video y no se bien dónde me voy a esconder. En algún lugar sin computadoras ni teléfonos.

-No puedo creer que lo hizo-le digo.

-Imagina mi sorpresa-me dice triste pero de pronto se pone erguida-¿sabes qué? A la mierda. Sigo feliz de haber dejado a ese idiota, perdedor, cara de mierda. Prefiero que todo el mundo me crea una puta que dejar que Raúl crea que puede manipularme. Al menos ya terminó. Ya no esperaré que caiga la bomba.

-Así es, basta de esperar-le digo y saco mi computadora y la abro en la página que inventó Omar sobre Raúl y Patrick-es hora de contratacar.

-Destrucción mutua asegurada –me dice recordando mis palabras.

-El honor es todo tuyo-le digo.

Con solo apretar un botón ella podrá esparcir esa mentira sobre Raúl y arruinar, aunque sea parcialmente, la vida de Raúl.

Sara mira la pantalla, pero aún no hace nada. Duda un poco hasta que su dedo se dirige a la computadora, pero no para activar el sitio web sino para eliminarlo. La miro sin entender lo que estaba haciendo.

-Gracias de todos modos-dijo Sara y se puso de pie para marcharse.

-No dejes que se salga con la suya-le digo.

En mi cabeza, equilibrar el marcador es una obligación.

-Destruir a Raúl no hará que me sienta mejor-me dice.

-Sara…

-Perdóname, Samuel-me dice triste-la venganza no es mi costumbre.

Ella se va y yo sigo sin entenderla. Pero, como dije, era decisión de ella.

Cuando me voy a marchar escucho detrás mío algo que me irrita.

-Mira, este es el video del que hablan todos-dice alguien.

Cuando me voy vuelta veo que en una computadora alejada de donde estábamos Sara y yo había dos muchachitos. Deben tener 13 o 14 años.

Cuando me acerco a ellos veo que están viendo el video de Sara.

-Les patearé e culo a los dos si no se van ahora-le digo con rudeza.

Los dos me miran aterrados y se apresuran a marcharse.

El video seguía reproduciéndose e iba a cerrarlo cuando algo me llamó la atención. No me interesa ver como Sara le hacía una mamada a Raúl, sino lo que se veía en el fondo a veces cuando Raúl levantaba el teléfono. En el fondo podía verse que era de noche y se veían colgadas una lámparas y estrellas chinas, que eran para iluminar y decorar. Esa imagen me paraliza.

La puta madre. Recuerdo esas estrellas y lámparas chinas. Es lo único que recuerdo de aquella noche, cuando me violaron hace un año y medio. Fue esa fiesta en la casa de Polo cuando desperté solo a la mañana siguiente si ropa y con un condón usado tirado en el suelo y sin recordar nada de nada. ¿Podría ser que la noche que Sara dio un show sexual a su novio, que ella no recuerda, fuera la misma noche que me drogaron y me violaron en un cuarto de huéspedes de la mansión Benavent?

********

Debo averiguar cómo sea si la noche de la fiesta de Polo es la misma en que se filmó el video de Sara. Sigo pensando en eso cuando llego Investigaciones García. La puerta no está cerrada con llave, lo que significa que papá está aquí.

Cuando entro lo encuentro en mi escritorio. Sobre la mesa está extendido el periódico de ayer donde consulté los clasificados y vi el aviso buscando a mamá. Ahora él sabe que yo sé.

-Debería habértelo dicho-me dice con pena.

-No, tu vida es asunto tuyo-le digo.

Es que por tanto tiempo hemos sido solo él y yo, que me cuesta pensar en que alguien más entre en nuestra familia.

-Después de un año sin nada quise opciones-me dice-si alguna vez decidía seguir adelante con mi vida, el aviso era el primer paso. Y si creo poder dar otro…basta de sorpresas, lo prometo.

Me estoy obligando a mí mismo a aceptar que papá debe estar con alguien que no sea mamá así que ya he decidido que la felicidad de papá está primero. Sé todos los defectos de mamá y aun así deseo verla con papá ¿por qué?

-Solo quiero que seas feliz, papá-le digo-y comprendo que eso quizás implique sorpresas.

Papá vuelve a su despacho y yo voy a mi escritorio. En ese momento entra Omar a la agencia y me mira con una graciosa sonrisa.

-Rodrigo Nalbandian-me dice.

-¿Quién es Rodrigo Nalbandian?-le pregunto con confusión.

-No tengo idea.

-Perdóname si aún no me impresiono-le digo a Omar.

Omar no quita la sonrisa de su rostro.

-Averigüé que alguien compró ese pasaporte argentino en eBay y lo hizo enviar al aeropuerto de Madrid-me dice Omar.

Ahora si encontraremos a Guzmán.

No hace falta que se lo diga a papá ya que él está aquí y escuchó todo.

-Papá-le digo-Omar sabe todo de computadoras e investigó lo del pasaporte que adquirió Guzmán.

-Hola, señor García-dice Omar.

-Conque Argentina…-dice papá sonriendo.

Ahora tiene un dato que los otros investigadores no tienen. Papá regresa a su despacho y me quedo solo con Omar.

-Entonces-dice Omar-la recompensa por Guzmán ¿Qué me toca? ¿El 8? ¿El 10?

-¡10!-le digo a Omar y le paso un billete de €10,00-pero eres duro para negociar.

-Hablaba de porcentaje-dice Omar poniendo los ojos en blanco.

-Tendrás tu parte, no te preocupes-le dijo sonriendo.

-Y de paso recupero un cuñado-dice Omar-si es que Nadia quiere aceptarlo de nuevo.

Es cierto. He visto a Nadia preocupada por la desaparición de Guzmán, pero si este vuelve sano y salvo, ella podrá manifestar también su enojo con él por irse de esa manera.

-Una pregunta más-le digo a Omar-¿Hay alguna forma de saber cuándo un video fue grabado con un celular independientemente de si es una copia lo que estás viendo?

-Claro, siempre hay una marcación de fecha de origen que persiste-dice Omar y le hago una seña para que se acerque.

-De acuerdo, el video de Sara…

Omar hace clic en el video y aparece un recuadro en la pantalla.

-Claro, no hay problema-dice Omar-imagen capturada a las 1:23 a.m. del 7 de diciembre de 2021. No puedo creer que ese idiota lo emitiera.

7 de diciembre. Es la misma noche que yo…

-¿Qué?-dice Omar al notar mi expresión- ¿esa fecha significa algo?

-No.

Salvo que Sara y yo no recordamos la misma noche. Ahora por fin tengo una pista de esa noche.

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P.O.V. OMNISCIENTE

Sandra Bormujo caminaba por los pasillos de su trabajo en las oficinas de la Constructora Nunier. Se encontraba de muy buen humor. Tenía un buen trabajo y su relación con Ignacio iba en un gran momento. Quizás era aún problema que los hijos de ambos aún no terminaban de aceptarlo, pero eso solo era cuestión de tiempo.

El jefe de seguridad de la empresa la había llamado a una reunión de emergencia. Nunca antes había charlado con él, pero Clarence Weidman era bastante intimidante. La secretaria le indicó que Weidman ya la esperaba en su oficina así que Sandra entró.

-Buenos días-dijo Sandra con educación.

-Buenos días señora Bormujo-dijo el hombre-por favor tome asiento.

Sandra así lo hizo.

-Se preguntará porqué la hice venir-dijo el hombre con seriedad-y fue para decirle que tenga cuidado con la familia García. Quizás quiera reconsiderar su relación con Ignacio García si desea no tener problemas en la Constructora Nunier.

Sandra ya no sentía intimidación por eso hombre, sino enojo ¿Quién se creía que era?

-Lo que yo haga con mi vida privada es asunto solo mío-dijo Sandra con enojo- y ninguna relación que mantenga fuera de aquí ha afectado jamás mi trabajo así si se cree con derecho a…

-¿Sabe que es esto?-dijo Weidman mostrándole algo pequeño que sostenía solo con dos dedos pero que Sandra no sabía qué era-esto, es un micrófono. Lo encontré en una planta junto al escritorio de mi secretaria. Revisando las cámaras de seguridad descubrimos que esa planta fue entregada por su hija, Rebeca.

Para Sandra eso fue como un golpe. ¿Rebe?

-Si debo suponer-dijo Clarence-su hija lo hizo por pedido de Samuel García.

********

Samuel García caminaba por el estacionamiento de Las Encinas. Era viernes y era muy temprano, aun no había nadie, por lo menos de los estudiantes. Este no sería un día escolar para Samuel, a pesar de ser viernes. Hoy tenía una cita con Carla y que sucediera lo que ambos anhelaban que sucediera. Pero había un asunto del cual ocuparse antes.

Recordaba como al inicio del año escolar había encontrado aquí a Omar atado al mástil, desnudo y golpeado por la banda de Nano. Y ahora la historia se repetía. Solo que la persona que estaba atada y desnuda no era Omar, sino Raúl. La banda de Nano había decidido usar sus métodos para el bien por una vez. Si Sara no haría justicia entonces Nano se encargaría por el simple hecho que consideraba despreciable lo que Raúl hizo. Samuel no lo juzgó, a la justicia a veces hay que apurarla. Él, mejor que nadie, lo sabía.

La imagen era patética. Raúl estaba desnudo atado con cintas al mástil. Tenía una cinta que le tapaba la boca y otra que le tapaba el tatuaje que decía “Sara” que se había hecho el otro día. También le habían pintado en el pecho la palabra “BASURA”. Una obra de arte adecuada según Samuel. Qué bueno que Nano le había avisado.

Samuel subió al mástil y arrancó la cinta de la boca de Raúl, quien lo miró con odio.

-Buenos días, Raúl-dijo el joven detective-déjame adivinar ¿incómodo?

-Tú y Sara hicieron que esos pandilleros me colgaran aquí-dijo con Rabia.

-No tuve nada que ver con esto, ni Sara tampoco-dijo Samuel-pero, podrías convencerme de ayudarte a bajar de ahí.

-¿Qué quieres de mí, imbécil?-dijo Raúl-destruiste mi vida-me quitaste a la única persona que amé.

-No te obligué a publicar ese video-dijo Samuel.

-Ella lo hizo cuando me dejó-dijo Raúl.

-¿Y de qué te sirvió hacerlo?-dijo Samuel con molestia.

-¿Quién querrá tocarla ahora?-dijo Raúl sonriendo con malicia-si yo no puedo tenerla, nadie la tendrá.

Samuel quería golpearlo, pero aún lo necesitaba.

-Sara es mejor persona que yo-dijo Samuel-yo te hubiera hundido conmigo.

-¿Me soltarás si me disculpo?-dijo Raúl burlista-¿es eso?

-No, solo quiero una respuesta sencilla para una pregunta sencilla-dijo Samuel-¿Quién te dio el Rohypnol la noche de la fiesta en casa de Polo Benavent? Sí, ya sé, drogaste a tu
novia. Tienes tanta clase como la mayoría de los de las Encinas.

Raúl pensó en negarlo, pero sabía que con Samuel era inútil.

-No recuerdo-decidió mentir.

-En cinco minutos, llegarán todos a clase-dijo Samuel empezando a impacientarse-a menos que quieras ser lo primero que vean, y fotografíen, me dirás quién te dio la droga.

-No era Rohypnol-corrigió Raúl-era GHB. Me la dieron Polo Benavent…y Carla Rosón.

Samuel sintió como si un camión lo hubiera atropellado. Tardó unos segundos en reaccionar.

-Esto quizás te duela-le dijo a Raúl.

Se puso detrás de Raúl, quien pensó que iba a cortar las cintas que lo aprisionaban, pero Samuel hizo otra cosa. Quitó la cinta de su hombro, dejando al descubierto su tatuaje que decía “SARA” y se marchó sin desatar a Raúl quien le gritaba implorándole que lo soltara.

Samuel se había ido y los demás comenzaban a llegar.

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Carla Rosón Caleruega estaba sentada en la gran cama, esperando que llegara Samuel. Estaba retrasado una hora y no respondía a sus mensajes o llamadas. Él nunca apareció.

Notes:

Justo cuando creíamos que lo de Samuel y Carla iba bien, surge esto. ¿Será Carla la culpable de lo que le sucedió a Samuel? En el próximo capítulo sabremos qué le sucedió a Samuel esa noche que no logra recordar y al siguiente averiguaremos quién mató a Marina.

Chapter 21: El rompecabezas de esa noche

Summary:

Samuel se sumerge de lleno en un caso que lo tiene a él mismo como víctima mientras que Ignacio encontrará a algunas personas que andaba buscando.

Notes:

Este es uno de los capítulos más exigentes que he escrito. En él suceden muchas cosas importantes para la trama y espero que no resulte muy pesado y que les guste.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

FLASHBACK

Carla estaba aterrada. Acababa de ver a Guzmán ahorcar a su propio padre. Era como ver un ser desconocido dentro del cuerpo de su amigo. Cuando Guzmán se calmó fue como si no recordara nada de lo que había sucedido. Y Ventura tampoco decía nada. Como si toda la familia se hubiera reiniciado automáticamente.

Sin embargo, no podía ocuparse de eso ahora. Había venido hasta la mansión Nunier por algo y lo iba a hacer.

Había caído como una tonta. Creyó que Marina de verdad quería reconectar después de haberse alejado tanto. Carla pensó que ya debería haber aprendido la lección de no volver a confiar en su amiga de la infancia, pero cierta nostalgia testaruda habitaba aun en ella.

Caminó hacia la piscina y encontró a Marina allí tomando sol. Parece que no se había dado cuenta de lo que sucedió adentro recién porque estaba escuchando música. Carla tocó su hombro con rudeza haciendo sobresaltar a Marina.

-Carla, me asustaste-dijo Marina-¿qué haces aquí?

Carla supuso que eso era una muestra de lo que era la relación entre ambas ahora. Antes Marina le sonreiría y la saludaría si Carla venía a su casa. Ahora le preguntaba que hacía ahí.

-Vine a buscar el reloj, Marina-dijo Carla con enojo, pero en un tono de voz neutro, buscando no llamar la atención.

-No sé qué me estás hablando-dijo la pelirroja fingiendo.

-Sabes muy bien de lo que te hablo-dijo Carla-el reloj de mi padre, el cual robaste después de fingir que volvíamos a ser amigas y fuiste a mi casa.

En el rostro de Marina se dibujó su característica expresión de arrogancia.

-Creo que tu padre tiene muchos relojes como para preocuparse por uno-dijo la muchacha.

-Sabes por qué es importante ese reloj-dijo Carla.

En ese reloj, su padre tenía documentados ciertos negocios ilícitos de los que él había formado parte. Lo guardaba como un seguro por si sus socios buscaban ir contra él. Cuando Teo se enteró de la falta del reloj se volvió loco buscándolo. Carla no se lo dijo, pero la única persona ajena a la familia y al personal de la mansión que había entrado a la casa por esos días fue Marina. Y Carla creía saber porque Marina quería el reloj.

Marina conocía del reloj porque se lo escuchó decir a su padre.

-No creía que fueras de las que perdonan la corrupción de alguien más-dijo Marina-aun cuando fuera tu padre.

-Me da igual mi padre-dijo Carla-pero si eso sale a la luz sería un escándalo y temo que eso afecte a mi madre.

-No tienes pruebas de que yo lo tenga-dijo Marina.

-Pruebas o no, sé que tú lo tomaste-dijo Carla-y como dinero no te falta intuyo que es para dárselo a ese asqueroso motociclista que es tu amante, Nano.

Marina abrió los ojos con sorpresa. No pensaba que alguien supiera sobre ella y Nano.

-Sí, sé de Nano y tú hace tiempo-dijo Carla-y no importa a quien te folles, pero deja a mi familia en paz.

-Esto no se hará público-dijo Marina-si tu padre le da el dinero a Nano, le devolverá el reloj. Él lo necesita para sacar a su familia de una urgencia económica. No quiere lucrar con esto. El dinero que Nano debe es mucho para él, pero una miseria para tu padre.

Carla vio a la chica frente a ella y se dio cuenta que ya no quedaba nada de su mejor amiga. Y ni su mejor amiga era porque Samuel ocupó ese rol hace años.

-No puedo apelar a tu amistad, Marina-dijo Carla-porque es evidente que la única amistad que valoras es la de Samuel. Así que apelaré a tu inteligencia. O me devuelves el reloj o las consecuencias serán desastrosas.

Marina sonrió con desafío. Ahí estaba la Marina que todos conocían, la que siempre empujaba los límites solo por diversión.

Carla se fue frustrada. Ahora, ya no quedaba nada de su amistad más antigua.

FIN DEL FLASHBACK

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Buenos Aires, Argentina

Un muchacho rubio y de ojos azules leía el periódico después de beber una taza de café en una cafetería del centro de Buenos Aires.

Era bueno leer noticias de Argentina, aunque no entendiera nada ni le importara. Simplemente era bueno aislarse de su vida en el otro continente. Pero su vida había venido a buscarlo.

-Buenos días, Guzmán-dijo una voz frente a él.

Sentado en la misma mesa estaba Ignacio García, quien le sonreía con suficiencia. El alma de Guzmán cayó hasta el suelo. Había logrado llegar tan lejos y ahora lo habían encontrado.

Aunque no le sorprendía que fuera Ignacio el que lo había encontrado. Debía haberlo esperado.

-Fuiste un caso bastante complicado, Guzmán-dijo Ignacio.

-Supongo que hasta aquí llegó mi viaje-se lamentó Guzmán.

-Hiciste un gran trabajo con lo del pasaporte falso-dijo Ignacio-seguiste muy bien las instrucciones de Samuel.

Escuchar ese nombre le molestó.

-¿Crees que maté a Marina?-preguntó Guzmán mirando su taza de café.

Ignacio miró seriamente a Guzmán.

-No sé quién mató a tu hermana-dijo el detective-solo sé que no fue Abel Romano.

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Madrid, España

La plática de Lu aburría a Carla, pero era más fácil asentir y fingir que los problemas de Lu eran algo serio y no solamente berrinches de una niña caprichosa. En determinado momento, Lu se desconectó de la realidad lo suficiente como para no saber si Carla la estaba escuchando o si quiera si estaba a su lado.

Un muchacho de cabello castaño pasó a su lado rápidamente y Carla fue detrás de él. Tenía que saber qué había sucedido, porqué la había dejado plantada e ignoraba sus llamadas. Mas que enojarla, todo eso la lastimaba.

Lo alcanzó por el pasillo y le tocó el hombro pero al sentir su contacto él apuró el paso.

-Samuel ¿puedes esperar?-dijo la rubia.

-Cuando alguien corre así, es una señal de que no le interesas-dijo una voz a unos metros de ella.

Carla vio a Nano apoyado en los casilleros con los brazos cruzados. La miraba con burla.

-No te metas conmigo, delincuente-dijo la marquesa con desprecio.

-No me asustas, marquesa-dijo Nano con diversión.

-¿En qué te afecta esto?-preguntó Carla quien no pensaba intimidarse ante Nano como hacían todos los demás.

-Estoy cuidando a Samuel-dijo Nano- él es mas inteligente que tus amigos. A él no lo puedes manejar como a los demás como lo intentaste con Marina.

La fría fachada de Carla se resquebrajó por unos instantes.

-Ni siquiera la menciones-dijo Carla-fue por ti que ella me traicionó.

-Y a veces me pregunto si eso se relaciona con su muerte-dijo Nano-quizas quieres a Samuel cerca porque sabes que él investiga la muerte de Marina.

Una cosa es que creyeran que era una mala persona, pero que pusiera en duda lo que Samuel era para ella era demasiado.

-Aléjate de Samuel-dijo Carla como amenaza.

-No es de mí de quien está huyendo-dijo Nano y se marchó.

Y aunque Carla odiara a Nano, en eso último tenía razón.

********

Cuando Samuel regresó a casa se dio cuenta que evitar a Carla fue más doloroso que problemático. Odiaba sentirse así. sentirse así respecto a ella. No se había sentido tan feliz desde antes de haber terminado con Ari hace tanto tiempo. Y ahora que por fin volvía a sentirse feliz y emocionado por una chica resultaba que ella participó de su…hasta usar la palabra resultaba doloroso y humillante.

Fue a darse una ducha, pero sus pensamientos regresaban a esa rubia que supuestamente era su novia. No quería creer que ella le hubiera hecho eso. No quería creer que ella fuera capaz de algo así. pero la Carla de ese entonces lo odiaba y se había unido al resto de Las Encinas para hacerle la vida imposible a Samuel. Samuel había sido la victima preferida del acoso de todo el instituto, especialmente de Carla, Polo y Lu. ¿Y si esa noche hubieran llevado su odio un paso más lejos? Además, su cómplice sería Polo, quien siempre había odiado a Samuel, aun cuando eran amigos supuestamente.

Terminó de ducharse y se enrolló una toalla en la cintura. Escuchó a Poni ladrar y fue hasta donde estaba su perro. Lo vio mirando a la puerta y Samuel supo que había alguien ahí porque era el modo de su perro de avisarle.

Samuel observó por la mirilla y vio a Carla frente a su puerta.

-No me iré-dijo ella dándose cuenta que él estaba ahí.

Samuel apoyó su frente en la puerta. En algún momento debía confrontarla, aunque no esperaba hacerlo cuando estuviera medio desnudo.

Abrió la puerta para estar cara a cara con Carla.

-No es un buen momento-le dijo.

-¿Entonces cuando regreso?-dijo ella-¿nunca? ¿eso te gustaría?

Samuel notó el dolor en sus palabras y le dolió a él también, pero no hizo nada al respecto.

-¿Qué hice Samuel?-dijo ella-¿me puedes decir para darte una disculpa o una explicación?

Era ahora o nunca.

-De acuerdo. Dime porqué tenías droga la noche de la fiesta en casa de Polo, tu entonces novio, cuando alguien me drogó y me violó. ¿Tienes una explicación o una disculpa para eso?

La sorpresa se dibujó en el rostro de Carla.

-¿Te violaron? ¿Qué te pasó? -preguntó ella preocupada pero sin entender realmente.

-Dímelo tú-dijo Samuel con frialdad.

-¿Crees que yo…?-dijo Carla con estupefacción y enojo.

-Me dijeron que tú y Polo eran los de las drogas-dijo Samuel.

-Si, teníamos algo que consiguieron Ander y Malik-dijo Carla-íbamos a divertirnos.

-¿Follando personas inconscientes?

-Divertirnos yendo de fiesta-dijo Carla a la defensiva.

-De acuerdo, ya me convenciste-dijo Samuel con sarcasmo.

Carla sintió que le sucedía algo que le había pasado muy pocas veces en su vida: comenzaba a desesperarse y a perder el control.

-¿Qué puedo hacer para que me creas?-dijo la rubia.

Samuel la miró fijamente.

-Averiguaré quien me hizo esto y lo haré pagar-dijo Samuel-aunque hayas sido tú.

********

P.O.V. SAMUEL

Como regla, la gente que odia no es tan servicial. Había 100 personas en esa fiesta. 98 de ellos pasarían sobre mi cadáver por goma de mascar gratis. Mis recursos son limitados, pero puedo contar con algunas personas.

-No pareces muy animado esta mañana-le dije a Iván junto a su casillero.

-Tengo clase de literatura en la primera hora-se quejó Iván-y cada vez que leo a Calderón de la Barca me da un severo caso de narcolepsia.

-La culpa no es de Calderón, sino de los docentes que contrata Azucena-le digo riendo.

Ander rio, pero se queda callado mirándome. Hemos hecho esto tantas veces que sabe que le preguntaré algo.

-¿Fuiste a esa fiesta de fin de año en casa de Polo?-le pregunté.

Iván no está vinculado de modo directo con el caso, pero me puede ayudar a darme un contexto.

-Si, estuve ahí un rato-me dijo-me fui temprano.

-¿Me viste ahí?-le pregunto.

-¿por qué?-me dice evasivo.

La mayoría de las veces descubro cuando me están mintiendo, pero siempre descubro cuando me están ocultando algo.

-Solo quiero saber-le digo-tengo recuerdos vagos de esa noche.

-Tal vez eso sea bueno-dijo Iván tratando de sonreír.

-Entonces si me viste-concluyo yo al final.

-Por un segundo-me dijo Iván-un amigo me iba a llevar de regreso a casa.

FLASHBACK DE IVÁN

Iván no deseaba estar más tiempo en esa fiesta. No creía estar listo para fiestas aún. La muerte de Marina aún le dolía. Tendría que haber hecho lo mismo que Guzmán y no venir.
Pero si lo hiciera luego Polo se sentiría ofendido porque no había venido a su fiesta.

Afortunadamente un amigo podía llevarlo a casa. Quería despedirse de Polo y al fin marcharse. Buscó a Polo en el jardín donde estaban muchas personas y junto a la piscina encontró a un grupo entre los que estaban Malik, Patrick y Polo y le daban tragos de tequila a alguien que a duras penas se mantenía despierto estando recostado en esa silla de jardín. Era Samuel.

Iván iba a ir a rescatar a Samuel. Se sentía culpable por las cosas que todos le habían hecho últimamente, pero en ese momento le llegó un mensaje de su amigo diciendo que lo esperaba afuera en el auto. Iván miró hacia la piscina y vio que alguien se llevaba a Samuel alejándolo de los demás quienes los miraban con mala cara.

FIN DEL FLASHBACK DE IVÁN

-¿No sabes quién me ayudó?-le pregunto a Iván.

-Era una chica, pero no la pude ver bien-dijo Iván-es tu momento vergonzoso relacionado con el alcohol. Todos tienen uno ¿verdad? Debes olvidarlo. Te volverás loco.

Yo no soy de los que olvidan. Pero si soy de los que se vuelven locos.

********

P.O.V OMNISCIENTE

Un avión privado descendió en el aeropuerto de Madrid. Una mujer esperaba afuera de un automóvil junto a su jefe de seguridad Clarence Weidman. Laura Nunier se mantendría tranquila. No le gustaba que esto fuese un triunfo de la familia García, pero su hijo está nuevamente en Madrid y eso era lo más importante.

La puerta del avión se abrió y bajo Guzmán seguido de Ignacio. Laura se impactó por el aspecto de su hijo. Tenía la barba muy larga y un aspecto bastante descuidado. Laura abrazó a su hijo y lo hizo pasar al automóvil. Vio a Weidman llegando junto a Ignacio.

-Ignacio, gracias, no sé qué habríamos hecho-le dijo Laura Nunier.

-Estoy feliz que todo haya salido bien-dijo Ignacio-estás ansiosa por irte con tu hijo así que ve a la oficina cuando puedas y terminaremos.

-¿Terminar?-preguntó Laura.

-Me refiero a la recompensa-dijo Ignacio armándose de paciencia.

Laura sonrió con altivez.

-Habla con tu hijo acerca de eso-dijo la mujer- Samuel hizo un trato conmigo por medio de Amalia Conmenford. Nosotros cumplimos nuestra parte y ahora ustedes la suya.

La mujer entró al vehículo sin darle la oportunidad de responder al detective.

Cuando estaba cerca de su hijo le dio una botella de agua y sus pastillas.

-Si vas a huir, llévate la medicina-dijo a su hijo.

********

P.O.V. SAMUEL

Lo que hablé con Iván no me había dado mucha información, salvo que una chica supuestamente me ayudó cuando yo estaba ebrio. Lo mejor será volver al camino que hizo la droga. Carla dice que la droga la consiguieron ella y Polo junto a Malik y Ander. El hijo de la sub directora es mi mejor opción ahora.

Encuentro a Ander en la biblioteca mientras leía un libro y hacía anotaciones en su cuaderno y me siento justo frente a él le sonrío. Sabe que le haré preguntas.

-¿Qué puedo hacer por ti, Samuel?-dice Ander sonriendo.

-Supe que conseguiste drogas, hace tiempo, con Malik, Polo y Carla-le digo.

-Fue hace como un año-me dice tratando de recordar-ya no la tengo.

-Iba a echarla en tu jugo y aprovecharme de ti-le digo bromeando.

-Eso molestaría a Omar-dijo Ander sonriendo.

-¿De quién crees que fue la idea?-le respondo.

Bien, basta de bromas. Es hora de ir a lo que de verdad me importa.

-¿Qué hiciste que con esa droga es anoche?-le pregunto con seriedad.

-Nada- me responde rápidamente-sinceramente, la regalé.

-¿A quién se la diste?

-A Christian Varela.

FLASHBACK DE ANDER

Ander, Malik y Christian estaban en la barra donde estaba el barman que Polo contrató para servir tragos. Ander notó que Christian no le quitaba la vista de encima a cierta pareja.
Eran Polo y Carla que estaban abrazados mientras hablaban a lo lejos.

-No puedo creer que Polo tenga una mujer así-se quejó Christian con envidia-no se la merece.

A Ander le sorprendía que hubieran invitado a Christian a esta fiesta. Polo no era muy amigo de los becados. Aunque, fue una invitación general a todo el instituto.

-Puedes conseguir a otra chica-le dijo Ander tratando de calmarlo-y tú te obsesionas con la que tiene novio. Podrías ir con Ari. Está sola por ahí y ya no está con Samuel.

Christian ni siquiera le prestó atención. Polo se acercó a la barra donde estaban ellos. Y Ander vio a Christian diluir una de las dosis en un trago.

-¿Quién invitó a Samuel?-se quejó Polo.

-Invitaste a todos-le recordó Ander con impaciencia.

-¿Quieres?-le dijo Christian a Polo ofreciéndole una bebida.

FIN DEL FLASHBACK DE ANDER

-¿Christian drogó a Polo?-le pregunto sin entender.

-Me pidió dos dosis-explica Ander-así que pensé que él se tomaría una y la otra se la daría a Carla, a quien quería conquistar. Él no lo dijo, pero sospecho que lo hizo para dejar a
Polo fuera del juego y tener vía libre con Carla. Pero estoy seguro que Polo no se la tomó.

-¿Cómo lo sabes?-le pregunté.

Ander se puso incómodo de repente.

-No te gustará esta parte.

FLASHBACK DE ANDER

Ander decidió salir afuera un rato y escapar de los acosos de Patrick de esa noche. Le había gustado follar con Patrick, pero no podía verlo como algo más serio. Un respiro le vendría bien.

Tomó otro sorbo de su cerveza cuando vio algo que lo impactó. Frente a él vio a Polo muy molesto escribiendo con algo en el frente del automóvil de Samuel que estaba ahí estacionado.

-García hijo de puto-dijo Polo molesto mientras escribía “cabrón” en el vidrio.

FIN DEL FLASHBACK

Yo recordaba haber visto ese insulto en el parabrisas de mi auto a la mañana siguiente. Estaba escrito con lápiz de labios o algo así. no le di mucha importancia porque acababa de descubrir que fui violado y me pareció poca cosa en comparación.

-Tengo entendido que la droga te hace ser más amable-dijo Ander-y Polo no era amable esa noche.

-¿Por qué Polo haría eso?-le pregunto aunque no sé si Polo necesita motivos para portarse así.

-No lo sé-dijo Ander encogiendo los hombros-quizás porque es un ser humano horrible.

Es cierto, lo es. Pero evidentemente esa noche sucedió algo que cabreó mucho a Polo y yo tengo algo que ver con eso.

********

Encuentro a Polo en los vestidores después de Deportes. Afortunadamente estamos solos aquí porque no quiero testigos de la conversación que vamos a tener. O de la pelea que posiblemente tendremos.

Lo encuentro terminando de vestirse. Estaba por ponerse su camisa, pero no la encontraba hasta que vio que yo la tenía en mis manos. Una sutil y molesta forma de llamar su atención.

-¿Qué quieres, García?-me dice con desprecio.

-Escribiste “Cabrón” en mi auto esa noche en tu fiesta. ¿Por qué? -le digo sin rodeos.

Agranda sus ojos azules claramente sorprendido. Seguramente no esperaba que yo lo descubriera, especialmente desde de tanto tiempo.

-Porque “hijo de puta” tenía muchas letras-me dice desafiándome.

No sé si es la situación o que Polo esté involucrado, pero no tardo en enojarme.

-Nunca te había hecho nada, hasta ahora-le dije.

-Da igual, Samuel-me dice restándole importancia.

-¿Qué fue lo que te ofendió?-le pregunto con molestia.

Lo último que falta es que yo deba disculparme con él.

-¿Qué tal manosear a mi novia frente a todos en la fiesta?-me dice y agrega con sarcasmo-quizás no deba tomármelo de modo personal pero soy un poco sensible.

¿Manosear a Carla? Yo no hice eso…en ese momento, hoy es otra historia.

-No te creo-le digo.

-¿Bromeas?-me dice odio.

FLASHBACK DE POLO

Polo charlaba con Valerio cuando vio algo que le molestó. Carla bailaba sola cuando alguien se acercó a ella y la abrazó por detrás. Samuel se pegó a ella y comenzaron a bailar de manera muy sensual mientras rítmicamente él pasaba sus manos por la cintura y las caderas de Carla.

Polo aplastó el vaso de plástico que tenía en la mano del odio.

FIN DEL FLASHBACK DE POLO

-¿Toqué y besé a Carla?-le digo sin poder creerlo.

Realmente pensaba que nuestro primer beso fue el que nos dimos en el motel Camelot cuando ella fue a salvarme.

-No empieces con eso de “estaba borracho”-dijo Polo frunciendo en entrecejo-siempre quisiste quitármela, aun cuando estabas con Ari.

¿Cómo se atreve? Yo siempre le fui fiel a Ari cuando estaba con ella y jamás vi a otra chica. Sí, notaba que Carla es hermosa. Cualquier ser con ojos que funcionen lo notaría. Pero nunca hice ese tipo de acercamiento hacia ella. Aunque, aparentemente, lo hice en esa fiesta.

-No estaba borracho, estaba drogado-le digo y me voy.

********

Volví tarde a casa. Necesitaba soledad para procesar toda esta nueva información. Si estuve tan cerca con Carla esa noche pudo ser ella la que…ni siquiera quiero pensar en eso. Pero Polo pudo vengarse de mi haciéndome algo o encargándose que alguien más lo hiciera. Es capaz de es. Lo que me lleva a otras preguntas. ¿Quién fue la chica que me ayudó esa noche? ¿Realmente me ayudó o fue parte de todo lo que me pasó? ¿Cómo llego a mis manos la bebida con droga que era para Polo?

Polo había dicho que él estaba conversando con Valerio cuando Carla y yo bailábamos. Preguntarle a Polo es una buena opción ahora.

Estaba por abrir la puerta de casa cuando escuché dos voces discutiendo desde dentro y me detuve.

-Él pudo haber hecho que me despidieran, Ignacio-dijo una mujer a la reconocí instantáneamente como Sandra-¿Cómo que no es importante?

-No dije que no lo fuera-dijo papá tratando de ser conciliador.

-Ocultó un micrófono en una planta e hizo que mi hija la llevara a mi trabajo-se quejó Sandra.

Mierda. Descubrieron lo del micrófono. En realidad, me sorprende que no me descubrieran antes. Solo quería información de Clarence Weidman que ayudara a encontrar a la hija de Abel Romano. No quería darle problemas a Sandra o a Rebe.

-Y él tiene sus razones-dijo papá.

Y ahí estaba Ignacio García, defendiendo de todo y todos a su hijo, por más dolores de cabeza que le cause.

-¿Sus razones? Tiene 16 años-dijo Sandra molesta.

-No es un chico normal de 16 años-me defendió papá.

-¿Cómo puede serlo si lo tratas como si tuviera 40?-le reclamó ella.

Ya no lo soporté. No podía dejar que papá pagara por mis errores. Entre de repente a casa y fui con Sandra y papá.

-Lo siento, Sandra, pero Clarence Weidman sabía que…-le digo, pero papá me interrumpe.

-Samuel, mantente fuera de esto-me dice papá con firmeza.

-Déjame explicar-le digo.

-No, danos un minuto-me dijo papá con dureza.

-Por favor, déjame…

-¡Vete a su cuarto!-me gritó papá.

Todos nos quedamos de piedra. Papá jamás perdía la paciencia y menos conmigo.

-Bien-le digo y miro a Sandra-pero él me puso un micrófono oculto primero.

Me voy a mi habitación y escucho a Sandra decir con incredulidad:

-¿qué?

La discusión entre ellos dura unos minutos más hasta que Sandra se marcha muy enojada. Entiendo que esté molesta, pero debería dirigir esa molestia a mí y no a papá.

Además, está el plus que arruiné otra relación de papá. Cada vez que él es feliz yo lo arruino. Soy un asco de hijo.

La puerta de mi habitación se abre, pero no volteo a ver a papá siento vergüenza de causarle tantos problemas. Él camina y se sienta en mi cama junto a mí.

-Guzmán está bien-me dice-volvió a casa.

Guzmán. Ni siquiera había pensado en él.

-Lo siento, papá.

-No hay problema.

-Es mi culpa. Yo le di a Rebe la planta con el micrófono oculto- le digo.

-Samu, ¿hiciste algún trato con Laura Nunier que yo desconozca? -me pregunta.

Me sorprende que sepa eso, pero le agradezco que quiera dejar de lado el asunto del micrófono.

-Le dije a Amanda Conmenford que le dijera a los Nunier que yo encontraría a Guzmán si retiraban los cargos sobre Nano por irrumpir en su mansión-le expliqué-¿por qué?

-Dijo que no pagaría la recompensa-dijo papá-que estábamos a mano. Desde luego que es absurdo. Ellos van a pagar. Simplemente está disfrutando el momento.

-Es una bruja como su amiga Amalia-le digo.

Permanecemos unos segundos en silencio.

-¿Y si buscas otro empleo?-me dice papá-de camarero o algo así.

-¿Qué?

-No dejo de pensar que tu vida sería mejor si no trabajaras para mí-me dice papá con tristeza.

Ahí está de nuevo. Papá creyendo que arruina mi vida cuando en realidad es una de las pocas cosas buenas en ella.

-¿Es broma? Eres el mejor padre del mundo-me digo-vamos, mírame. Estoy sano, feliz, guapo, con buenas calificaciones. No habría sobrevivido este año de no haber sido por ti.

-Si no fuera por mí, no lo habrías necesitado-me dijo con tristeza y se marchó.

Él cree algo que yo medité muchas veces antes, que pagué muy cara mi lealtad hacia él cuando fue la investigación de la muerte de Marina. No lo dudé en ese entonces y no lo dudo ahora. Estaré con papá siempre.

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P.O.V. OMNISCIENTE

Nadia y Rebe caminaban por los pasillos de Las Encinas. Los bulliciosos pasillos parecían cortar cualquier intento de tener una conversación, pero Rebe se moría por preguntarle algo a su amiga. Rebe no era de las que se acobardaba así que simplemente se arriesgó.

-Mi madre me dijo que el padre de Samu ya trajo de regreso a…-dijo Rebe.

-Sí, lo sé-dijo Nadia.

Rebe sabía que para Nadia el regreso de Guzmán era un tema delicado. Seguramente estaba feliz de que regresara a salvo, pero siendo ella su novia, él se marchó sin decirle nada y Rebe sospechaba que él tampoco se había comunicado con ella ahora que regresó.

-¿Y cómo te sientes con eso?-preguntó Rebe.

Nadia suspiró. Realmente no sabía qué hacer. Notaba que los Nunier no era una familia normal, más allá de lo que ocurrió con su hija antes. Amaba a Guzmán, pero no podía ignorar que todo era extraño respecto a él.

Además, estaba ese rumor de que había escapado porque Samuel lo había acusado de matar a Marina…

Deseaba hablar con Guzmán, pero también temía hacerlo. Era esa horrible situación en la que no sabía si tenía o no un novio.

Pero no deseaba pensar en eso ahora. Más adelante tendría que encargarse de eso. Pero conocía a Rebe y sabía que no lo olvidaría fácilmente. Quizás debía darle algo más que la entretuviera. Nadia no era de fijarse en lo que hacían los demás, pero había una información con la que se había topado por sorpresa. Había visto a Carla salir del baño de hombres cuando había un cartel “FUERA DE SERVICIO” y LUEGO SALIR A Samuel. Con el pasar de los días había visto las miradas entre ellos dos.

Nadia se lo contó a Rebe como modo de distraerla, pero se arrepintió de inmediato.

-¿Por qué no me lo contó?-dijo Rebe algo herida.

Rebe era la mejor amiga de Samuel y su cómplice en todos sus asuntos de detective adolescente. Nadia supo que se equivocó.

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P.O.V. SAMUEL

No me costó mucho encontrar a Valerio esta mañana en el instituto. Afortunadamente, me llevo mejor con Valerio que con Polo, así que podré encontrar mejor predisposición de su parte.

-Hola, Valerio-le digo caminando a su lado.

-¿Qué tal, Samu?-me dice.

-Una pregunta incómoda-le digo-¿recuerdas de fin de año de Polo después de la muerte de Marina?

-Recuerdo que fue hace mucho-dijo algo evasivo.

-No hace mucho-le digo con dureza.

-Debo irme, estoy apurado-me dice y comienza a caminar más rápido.

-Me pregunto cómo has estado sin tu madre-le digo.

Sí, es un golpe bajo, pero si no quiere colaborar por voluntad propia, recurriré a lo que no quería recurrir. Él me mira con dolor. Sabe que me debe el favor de salvarlo de ese narcotraficante y por apoyarlo cuando su madre murió. No espero que me devuelvan favores, pero necesito saber que pasó esa noche y cualquier información es útil.

-He estado bien-me dice-me preocupo por graduarme para irme de casa de mi padre e ir a la universidad. ¿Cuál es la pregunta incómoda?

-¿Seduje a Carla en la fiesta de Polo?-le pregunto directamente.

Aun cuando deteste a Polo, no quiero ser el tipo que se quiso meter con la novia de otro.

-Eso no pasó-dijo Valerio divertido.

-¿Entonces?

FLASHBACK DE VALERIO

Valerio charlaba con Polo cuando notó que éste estaba concentrado en otra cosa. A lo lejos vio a Samuel caminar algo tambaleante. De la nada apareció Carla, quien también se notaba que estaba ebria. Ella tomó a Samuel de las manos e intentó bailar con él. Pasó sus brazos por detrás del cuello de Samuel para quedar frente a frente y siguió bailando con sensualidad. Samuel parecía perdido y le seguía el ritmo a Carla por pura inercia. Carla se giró y quedó su espalda apoyada en el pecho de Samuel. Carla subía y bajaba sensualmente y sorpresivamente coordinada para su estado.

En un momento Carla le dio a Samuel un pequeño beso en los labios, pero Samuel ni siquiera de percató.

Cuando Valerio se dio la vuelta, Polo ya no estaba a su lado.

FIN DEL FLASHBACK DE VALERIO

-Qué vergonzoso-digo tapándome la cara.

-Déjame decirte algo-me dice Valerio-si no recuerdas cosas de la fiesta, déjalo así.

-¿Eso significa que viste algo más?-le pregunto con temor.

FLASHBACK DE VALERIO

Ya estaba bastante ebrio, por lo que decidió sentarse un rato. Frente a él había un grupo de personas reunidas. En una silla estaba Samuel, semiinconsciente. Alrededor de él estaban varias personas entre las que estaban Malik, Christian y Patrick quienes le daban más tragos de tequila a Samuel, aunque claramente no era bueno que siguiera bebiendo.

-Quizás si le damos más tragos se bese con Patrick-dijo Malik riendo.

FIN DEL FLASHBACK DE VALERIO

Bien, voy a matar a Christian, Malik y Patrick. Al menos no me metí con Carla en ese momento. Sin duda Polo recuerda lo que quiere recordar.

********

Cuando llegué a mi casillero y busqué unos libros. Me di cuenta que mi casillero es muy desordenado, lo cual contrasta con lo organizada que tengo la oficina de papá.

-¿Estás remodelando García?-me dice Rebe apareciendo a mi lado.

-No, solo hago lo que siempre hago con mi casillero: dejar que se desordene por meses para después ordenarlo compulsivamente-le digo y saco un libro que tiene sus hojas salidas y la tapa colgando-por esto debo dejar mis walkie-talkies en mi auto. Por el desorden.

-¿En serio? ¿Por el desorden? -dijo Rebe riendo-supongo que no ves lo raro que es traer walkie-talkies a la escuela.

Supongo que no puedo postergar más esto.

-Rebe, lamento haberte hecho poner un micrófono en la constructora Nunier-le digo apenado-creí que no se sabría. De saber que tu mamá podría tener problemas…

-Basta, no soy tonta-me responde mi amiga- sabía que no llevaba sólo una planta. Pude haber dicho que no.

Y se metió en problemas, como la gente que suele decirme que sí.

-Siempre hago cosas por ti y nunca pregunto nada-me dice.

Suena más dolida que enojada.

-Lo sé-le respondo bajando la mirada.

-¿Sabes por qué?-me pregunta-porque sé que no me lo dirás.

-Yo haría lo mismo por ti-le digo.

Y es cierto. La ayudaría sin pedirle explicaciones porque ella me importa. Pero también es cierto que hay una barrera entre nosotros dos que yo mismo me encargué de construir. Una barrera entre el mundo y yo. Una barrera que está ahí desde que Marina murió.

-Últimamente has pasado mucho tiempo con la marquesa-me dice y sé lo que está insinuando.

Ella quiere que se lo diga, pero no puedo. Abrirme a cualquiera es darles una oportunidad a que me lastimen. Lo sé de la mala manera.

-La necesito para algo relacionado con el caso de su madre-le digo esperando que me crea-algunos cabos sueltos, es todo.

Por su rostro sé que no me creyó.

-Gracias-me dice con tristeza- ahora que sé los detalles ya no me siento tan tonta.

Se marcha y me deja solo. Es mi mejor amiga y ni le puedo contar que tengo una novia. O por lo menos que tengo algo complicado con Carla que aun debo definir. Dios, soy un amigo de mierda.

********

Me ocuparé de Rebe más tarde. Ahora otros asuntos ocupan mi atención. Encontré a Malik conversando con una muchacha en uno de los salones de clases. Es raro verlo hablando con alguien ya que desde que se supo que robó el dinero en el juego de póker en casa de los marqueses y que fingió tener dinero cuando en realidad era un becado, se convirtió en un paria más en Las Encinas.

Sin importarme mucho empujo a la chica con la que Malik hablaba y me siento frente a él y lo miro con una fija sonrisa.

-¿Qué?-me pregunta de mala manera.

-Solo pienso en las formas en que puedo torturarte-le digo.

-Sonreírme de esa manera es bastante tortuoso-me responde.

-Patrick y yo vamos a vernos más tarde para besarnos en privado. ¿Quieres venir a ver? -le digo y sé que sabe a lo que me refiero-es la segunda vez que te descubro en algo y en ambas te tembló el ojo izquierdo.

-No sé de qué hablas-dijo y trató de ponerse de pie, pero yo lo sujeté y lo obligué a sentarse nuevamente.

-Si sabes-le respondo-y si no quieres que le diga a la policía que andabas con drogas en esa fiesta, me dirás lo que necesito saber. Me estuviste dando mucho de beber esa noche a pesar que yo ya estaba muy ebrio.

-No fui yo-me dice susurrando-fue Cristian. Es con él con quien deberías hablar.

FLASHBACK DE MALIK

Christian, Patrick y Malik llevaban a un inconsciente Samuel hasta la habitación de invitados de la mansión Benavent. Patrick abrió la puerta y Cristian arrojó a Samuel sobre la cama.

Cristian miró detenidamente a Samuel.

-Supongo que puede gustarles a algunas chicas-dijo el joven algo inexpresivo.

-Solo estás molesto porque Carla quiso bailar con él y no contigo-dijo Malik riendo.

-Cristian, déjalo en paz-dijo Patrick nervioso-está inconsciente.

-Usa condón-dijo Cristian riendo y saliendo de la habitación con Malik-con ese tipo nunca se sabe.

FIN DEL FLASHBACK DE MALIK

Malik se veía muy nervioso, cosa que yo disfrutaba bastante.

-Tu problema es con Cristian y Patrick, no conmigo-me dijo Malik- Se portaron horrible contigo.

-Lamento que lo hayas presenciado-le dije con odio-debe haber sido horrible para ti.

********

Como Cristian ya no asistía a las Encinas desde que lo apresaron por su fraude con las tarjetas de crédito de las madres de Polo, debí buscarlo por mis propios medios durante la hora del almuerzo. Fue fácil, se lo pregunté a Nano, quién como ex mejor amigo de Cristian, estaba al tanto de su vida. Resulta que Cristian trabajaba para un restaurante de comida italiana entregando comida a domicilio en su bicicleta. Solo tuve que seguirlo hasta donde dejaría un pedido. La bicicleta estaba estacionada en la puerta de un edificio de apartamentos.

Supongo que cuando ya no tuvo vínculo con los pijos de Las Encinas y Nano lo expulsó de la pandilla, no le quedó de otra que tener este tipo de trabajos de mierda para pagar las deudas que acumuló con su fraude. Además, cuando supieron de esto en Las Encinas, lo expulsaron inmediatamente.

Cuando Cristian salió se encontró con la imagen que yo quería que él viera. Su bicicleta estaba tirada en el suelo a escasos centímetros de mi automóvil, el cual la aplastaría en el momento en el que yo pisara el acelerador.

-Hola, Cristian ¿cómo te va? -le digo sonriendo.

-¿Qué mierda haces?-me dijo enfadado al reconocerme.

-Intento llamar tu atención-le digo-quiero preguntarte algo.

-Estás loco ¿lo sabes? -me dice enfadado.

-¿Te parece que insultarme ahora es inteligente?-le pregunto con molestia.

Cristian mira la bicicleta en el suelo con miedo.

-¿Qué quieres?

-Respuestas y pronto-le digo-¿me diste droga en la fiesta de Polo?

-No soy quien la tenía-me dice y yo hago rugir el motor para motivarlo a ser más sincero-está bien, tenía un poco. Pero no te la di. Lo juro por mi vida.

-Hablando así me haces desear que mientas-le digo-me llevaste al cuarto de invitados para Patrick.

-Te encontré en el cuarto de invitados-dice Cristian.

FLASHBACK DE CRISTIAN

Cristian entró a la habitación de uno de los cuartos de invitados de la mansión Benavent junto a Malik para ver cómo le iba a Patrick con García.

-Patrick, no te vayas-dijo Samuel recostado en la cama-dijiste que te quedarías conmigo.

-Sí, me quedaré, Samu-dijo Patrick incómodo-me quedaré contigo.

-¿Por qué no vienes aquí?-dijo Samuel sonriendo con complicidad-es una cama enorme.

FIN DEL FLASHBACK DE CRISTIAN

-¿Me estás jodiendo?-le grito a Cristian- habla de la realidad, Cristian.

Bajo ningún punto de vista creeré que yo le coqueteaba a Patrick. Es un chico y posiblemente es mi hermano, dos cosas que no me resultan para nada atractivas.

-¿Qué? Solo te digo lo que vi-dijo Cristian molesto-no te drogué. No me culpes de haberte puesto borracho y malicioso.

En ese preciso instante mi paciencia se agotó. Pisé el acelerador y mi auto pasó por encima de la estúpida bicicleta de Cristian. Me marché de ahí de regreso a Las Encinas mientras Cristian me insultaba.

********

Llegué a tiempo para encontrar a Patrick saliendo del baño.

-Patrick-le digo sonriendo.

-¿Cómo te va, Samu?-me dice sin mucho interés.

-¡Muy bien!-le digo con sarcasmo-Acabo de enterarme que lo que soñé de estar a solas contigo en una habitación fue verdad. ¿me cuentas los detalles, amante?

Patrick se detiene y mira incomodo a todos lados para ver si alguien nos escucha.

-No pasó nada-me dice con seriedad.

-En realidad, sí pasó algo-le digo con enojo-quizás no recuerde los detalles, pero sí la mañana siguiente.

Lo noto realmente asustado.

-Te juro por Dios que no te toqué, Samu-me dice-Cristian estaba molesto porque Carla no le prestaba atención y quiso desquitarse haciendo que yo esté contigo estando tú inconsciente. Yo estaba triste porque Ander me había rechazado. A Cristian le molestó porque Carla bailaba y te tocaba a ti y luego la vio como ella se iba junto a Polo a su habitación y no volvieron a salir más de ahí en toda la noche.

Un momento, si Carla y Polo estuvieron en la habitación de este último toda la noche, significa que ellos no estuvieron conmigo en la habitación de huéspedes. Carla. Casi quiero llorar del alivio de que ella no tenga nada que ver con esto.

-¿Y qué más?-le pregunto.

-Y Cristian me llevó a la habitación contigo-me dice-acepté para que me dejara en paz y para cuidarte que no te sucediera nada. Si algo te hubiera sucedido Ari no me lo hubiera perdonado.

FLASHBACK DE PATRICK

-Samu, ¿estás bien? -preguntó Patrick a un Samuel que estaba inconsciente sobre la cama.

Cristian y Malik se marcharon dejando solos a Samuel y Patrick. Patrick sentía revuelto su estómago, había bebido mucho esa noche. Patrick le quitó los zapatos a Samuel para que pudiera descansar más cómodo. Cuando iba a taparlo con las mantas, sus ganas de vomitar se hicieron aún más fuertes y salió corriendo de la habitación para buscar un baño.
Lamentablemente, no pudo aguantar tanto y acabó vomitando junto a las botas de una chica que estaba parada por ahí conversando con alguien más.

FIN DEL FLASHBACK DE PATRICK

Patrick me miró avergonzado.

-Fue mi gran noche-dijo con sarcasmo-fui rechazado por Ander y le vomité las botas a Lu Montesinos. No sucedió nada, Samu, te lo juro por mi vida. Yo no haría eso con alguien que no me puede decir que sí. Y menos contigo…la última vez que te vi estabas desmayado en esa cama.

Le preguntaría a qué se refiere con eso de “y menos contigo” pero el enojo me puede más.

-Gracias por dejarme ahí-le digo con fastidio y me marcho.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

Carla miraba por el balcón de su habitación el gran jardín de su casa. Habían tenido que contratar quién cuide las plantas y las flores ya que ya nadie lo hacía desde que Beatriz murió. Claro que su atención no estaba puesta ni en las plantas ni en las flores.

Todo volvía a Samuel, como siempre.

Le dolía que él creyera que ella pudo hacerle algo. Sí, ella fue una bruja con él por mucho tiempo. Pero no le haría algo así a alguien. Era repugnante la idea de tener sexo con alguien inconsciente, alguien que no puede decirte que sí, que no puede demostrarte que te desea.

Que él la creyera capaz de eso la destrozaba, pero la destrozaba aún más pensar que Samuel había pasado por algo así. Cuando se pensaba en algo como una violación, no se solía tener en cuenta a un hombre como una potencial víctima. Culturalmente no se veía a un hombre como una víctima sexual. Y Samuel había soportado eso por tanto tiempo.

¿Cuánto desconocía de Samuel, de quien se había enamorado? Y, aunque ella fuera inocente de este asunto, no era inocente de haber ayudado a convertir su vida en un infierno tras la muerte de Marina.

Unas lágrimas cayeron por sus mejillas. No lloraba desde que aceptó definitivamente la muerte de su madre.

********

P.O.V. SAMUEL

Al salir de la escuela fui a Investigaciones García, pero papá no estaba allí. Como no había una cita programada con ningún cliente me dispuse a limpiar todo. En este momento es terapéutico. Todo el ritual de la limpieza es típico por algo. Durante un par de minutos tienes el control de todo y todo es como debería ser, al menos superficialmente. Quizás eso necesito: control.

Cuando estaba en medio de mi ceremonia de limpieza llegó papá. Debe estar muy complicado con su pelea con Sandra y que los Nunier se nieguen a pagar la recompensa por haber encontrado a Guzmán.

-¿Tengo mensajes?-me pregunta.

-Te llamó un hombre que no quiso decir su nombre-le digo-dice que el paquete que esperabas está en Mallorca.

¿Por qué papá querría algo de Mallorca?

-Es el abogado fugitivo que he estado buscando desde hace un año-me dice papá como si me leyera la mente-debo irme lo antes posible antes que vuelva a desaparecer. Quizás quieras quedarte esta noche en casa de Rebe o de Omar.

-¿Y perderme la oportunidad de asaltar el armario de las bebidas y ver pornografía a mi gusto en casa?-le digo bromeando –no, también podría hacer mi tarea, cerrar con llave y meterme a la cama con mi sobreprotector perro. No tienes que preocuparte por mí.

********

P.O.V. CARLA

Mi mente seguía volviendo a Samuel una y otra vez tan insistentemente que ignoré el hambre que sentía. Decidí ir a la cocina a buscar algo liviano que comer. Lamentablemente papá estaba ahí. Últimamente está en su faceta de culpa por la muerte de mamá y quiere hacerse el gran padre que nunca fue. Lamentablemente para él, llegó casi 17 años tarde.

Está cocinando algo en su intento de unir a esta familia que siempre fue desunida.

-Hoy haré, especialmente para ti, pasteles de cangrejo-me dice él muy emocionado.

Es peor de lo que yo creía.

-Estoy segura de que los disfrutaré hasta que se cierre mi esófago, me deje sin oxígeno y me libere de la agitación de la vida-le digo y él me mira sin entender-mis últimas palabras serán “excelentes cangrejos papá”-como sigue sin entender decido ser más directa-soy alérgica.

La vergüenza atravesó el rostro de papá. Ni siquiera sabe de las alergias de su propia hija.

-Claro, lo había olvidado-dice avergonzado.

-No lo olvidaste-le digo-no lo sabías.

-Lo sabía, pero te confundí con Tatiana, es todo-dijo algo molesto.

-Yo soy quien es alérgica a los cangrejos-le recuerdo-Tatiana es la que es alérgica al trabajo.

Ahora si me mira con molestia.

-¿Sabes? Se te ha metido la idea en la cabeza de que no sé nada sobre ti-me dice-te tengo noticias: soy tu padre, te crie, sé lo suficiente.

-Entonces juguemos un juego-lo desafío-¿Cuándo es mi cumpleaños?

-En febrero-me dice con confianza.

-Acertarse en una vocal-le digo con sarcasmo.

-He sido muy tolerante con tus comentarios, Carla-me dice irritado-¿no importa que esté haciendo el intento? ¿Eso no cuenta en lo absoluto?

-Sigue así-le digo mientras miro dentro del refrigerador-vas acumulando puntos.

-Estoy comprometido con esta familia, Carla-me dice mi papá y yo quiero reír-estoy comprometido contigo, ya lo verás.

Quizás sea el momento de ser aún más sincera.

-Tienes tiempo limitado porque, aceptemos la realidad, en cuanto cumpla 18 años, sea la fecha que sea, recibiré la herencia de mi madre y me iré-le digo y me marcho de la cocina.

********

P.O.V. SAMUEL

Generalmente no tengo deseos de ver a mis compañeros un sábado por la mañana, pero sinceramente no deseo esperar hasta el lunes para hacer las preguntas que quiero hacer. Aunque eso signifique tener que tolerar a Lucrecia Montesinos.

Me dirigí hasta la mansión Montesinos después de desayunar. La sirvienta avisó que estaba yo ahí y, sorprendentemente, Lu aceptó recibirme. Lo que me contó Patrick solo puede ser corroborado por Lu, ya que ella estuvo ahí y no creo que ella olvide algo como alguien vomitando sobre sus costosas botas.

-Samuel, debo reconocer que realmente no te esperaba-dijo Lu-tampoco es que me alegre mucho tu visita.

-Y aún así me recibiste-le digo sonriendo-debes admitir que siempre sentiste algo por mi.

Mi mira con odio poco disimulado.

-¿Qué es lo que quieres García?-me dice cruzando los brazos.

-Algunas respuestas.

-Que sea rápido-me dice con impaciencia.

-¿Recuerdas la fiesta de fin de año que dio Polo?

-Si.

-Yo no-le digo sin titubear- al menos no entre que me desmayé en el patio y desperté a la mañana siguiente en el cuarto de invitados. Probablemente me viste.

Lu sonrió con malicia.

-Sí, te vi.

FLASHBACK DE LUCRECIA

Lucrecia insultaba a todos por el pasillo, aunque a la única persona que debía insultar era a Patrick por vomitar sobre sus elegantes botas. Las estaba estrenando esta noche y no había soportado el dolor de pies toda la noche solo para que las arruinara un ebrio cualquiera.

Para colmo su noche fue un asco porque Guzmán la había dejado plantada y no fue a la fiesta y era la única de entre sus amigos que continuaba sobria. Bien, Lu ya había encontrado sus razones para beber esta noche.

Entró a uno de los baños y trató de quitar el vómito de sus botas en el lavado. Lo consiguió, pero mojadas, sus botas ya no se veían tan bien. Iba a obligar a Patrick a que le comprara botas nuevas.

Mientras caminaba por el pasillo a paso firme dispuesta a encontrar a Patrick pasó por una de las habitaciones cuya puerta estaba abierta.

Vio en el interior y no pudo ocultar la sorpresa y el asco. Lo que faltaba para empeorar su noche era ver a Samuel García Domínguez follando. Besaba a la chica y la sujetaba por las nalgas mientras ella estaba sentada sobre él.

Pero peor que eso era ver con quien estaba follando Samuel.

-La próxima vez podrían cerrar la puerta-dijo Lu molesta y cerró la puerta ella misma-que seas mi amiga no significa que quiero verte follar.

FIN DEL FLASHBACK DE LUCRECIA

Yo no podía creer lo que ella me contaba. Y a la vez no tenía motivos para dudar de ella.

********

Toqué con furia el timbre de la mansión. ¿Porqué entre todos tuvo que ser justo ella? No tardó mucho para que me abrieran la puerta y justamente fue ella.

-¿Samu? ¿Qué haces aquí? -preguntó Ari confundida.

-Lu dijo que tú y yo estuvimos juntos en la cama en la fiesta de Polo del año pasado-le digo sin esconder nada-¿Me podrías hablar de eso.

-¿Qué? ¿De qué hablas? –dice, pero noto que su confusión es fingida.

-Quiero saber que pasó-le dije bruscamente.

-¿Sabes lo ebria que estaba en la fiesta de Polo?-me dice tratando de sonreír-no recuerdo nada. Sabes que me pongo así cuando bebo mucho.

Quizás en otros tiempos la dejaría salirse con la suya, pero ya no soy ese Samuel.

-O prefieres callar, como suele pasar contigo-le reclamo con rencor-Lu entró al cuarto de invitados y te vio desnuda sobre mí.

-No puedo creer esto-dijo Ari entre enojada y exasperada.

-Tú fuiste quien me violó-la acusó.

Ella se hace hacia atrás como si hubiera recibido un golpe sorpresa en el estómago y se hubiera quedado sin aire.

-¿Te violé?-dijo con enojo.

Yo no soportaba mirarla y miré a otro lado tratando de aguantar las lágrimas, pero me fue imposible.

-¿Qué haces?-me dijo ella con dolor-¿Por qué actúas como si no hubieras estado ahí?

-¿Qué?-le pregunto porque no tengo idea a qué se refiere.

-Estuviste ahí y participaste tanto como yo-me dice Ari-creí que había regla implícita entre los dos de no hablar de eso. ¿Pero ahora te violé?

FLASHBACK DE ARI

Una tambaleante Ari caminaba por la mansión Benavent. Una vez más se había pasado con el alcohol. ¿Alguien podía culparla? Los últimos meses no habían sido fáciles para ella.

Vio salir corriendo a Patrick de una habitación y eso le llamó la atención. Quizás Patrick tuvo una conquista. Quizá al fin conquistó a Ander.

Se acercó hasta la puerta de la habitación y se sorprendió cuando vio a Samuel durmiendo allí. Se acercó a la cama y se sentó en ella.

Se veía tan guapo cuando dormía, tan en paz. Diferente al Samuel de los últimos meses. Y parte de su sufrimiento fue por ella…

Lo extrañaba tanto. Nadie era tan dulce y considerado como él. Ari no se resistió y le acarició el rostro. Eso lo hizo despertar.

Samuel tardó en enfocar su mirada, pero cuando notó a Ari junto a él sonrió.

-Estás aquí-dijo él con una voz rasposa.

-Hola, amor-dijo ella sonriendo.

Extrañaba tenerlo tan cerca.

-Te extraño-dijo Samuel sonriendo.

Sin pensarlo mucho, Samuel la atrajo hacia él y la besó. Ari sabía que esto no podía suceder, pero sus deseos y el alcohol hicieron que no importara.

FIN DEL FLASHBACK

¿Qué? ¿mi violación no fue una violación?

-No te acuerdas ¿verdad? -dijo Ari con pena.

Pero que fuera algo consensuado entre dos adolescentes intoxicados no mermaba mi enojo. Ella no era cualquier chica para mí. Fue mi primer amor.

-¿Por qué me dejaste ahí?-le reclamo-si fue tan tierno y cariñoso ¿por qué desperté solo, buscando mi ropa interior?

-Tuve que irme-dijo Ari un poco desesperada.

-¿Tuviste que irte?-le pregunto con incredulidad porque para mí nada justifica que hiciera eso.

-Si-dijo ella nerviosa-desperté y te vi ahí y me di cuenta de lo que hice.

-¿Qué te pareció tan malo?-le pregunté sin entender.

-¡Que dormí contigo!-me gritó.

-Pero fue consensual ¿no? -le pregunté sin entender.

-Si-dijo ella con firmeza.

Siento que la cabeza me va a explotar.

-Entonces ¿que tenía de malo? -le grité.

-¡Que eres mi hermano y yo lo sabía!-me gritó ella y mi mundo terminó de derrumbarse.

Lo que era solo una sospecha que tenía hace meses ahora me golpeaba con la contundencia de la realidad.

-Cuando mi madre me lo dijo intenté sacarte de mi vida-dijo ella llorando-¡Te amaba! Intenté no hacerlo, pero nunca pude dejar de amarte. Ni estar con Iván o que tú estés con Isadora o la chica policía logró cambiar eso.

Los dos llorábamos y evitábamos mirarnos. Ari se sentó en el suelo llorando sonoramente. Cuando desvié la mirada hacia la calle vi que Amanda Conmenford y Patrick nos miraban. Habían escuchado todo. Patrick me miraba con tristeza y también lloraba y Amanda me miraba por primera vez en la vida con algo que no era odio o asco, sino con pena.

Fui corriendo hasta mi automóvil.

********

Llegué hasta la casa de Rebe y estacioné en la calle. Le mandé un mensaje diciéndole que estaba aquí. Ella salió sonriendo, pero eso se terminó cuando me vio llorando.

Me hizo pasar y me llevó hasta su habitación. Me senté en su cama y le conté todo lo que había ocurrido. La supuesta violación, la fiesta de Polo, por qué Ari es mi hermana, mi relación con Carla. Se sintió bien decírselo todo a mi mejor amiga.

-No es un “te lo dije”, pero ¿ves por qué hay cosas que no te cuento? -le digo secando mis lágrimas-creo que ya puedo irme a casa.

-Tal vez deberías quedarte aquí-me dijo Rebe.

-No, ya me siento mejor-le respondo-tú debes sentirte peor.

-No, yo no importo-me dice-solo quisiera hacer o decir algo.

-No tienes que decir nada-le digo sonriendo-eso es lo bueno.

Entonces se me ocurre algo. Tomo mi computadora portátil y la enciendo.

-Dices que no te cuento nada cuando te cuento un favor-le recuerdo a Rebe.

-Sí, pero no tienes que preocuparte por eso ahora-me dice.

-No estoy preocupado -le digo y le paso la computadora con acceso a archivos encriptados que tengo ahí. El fondo de pantalla es una fotografía en la que estoy con Marina y se lee grande el título “INVESTIGACION DEL ASESINATO DE MARINA NUNIER”

Allí está todo lo que he averiguado hasta ahora y quiero compartirlo con Rebe. Ella es alguien ajena a todo esto, pero es mi mejor amiga.

Rebe comienza a leer todo con mucho interés. Decido dejarle su espacio y salgo de la habitación y me dirijo a la cocina. Ahora debo hablar con Carla y disculparme y ver si lo que tenemos tiene arreglo.

Caminando por la casa de Rebe legué hasta la cocina donde encontré a Sandra.

-Hola, señora Bormujo-le digo.

-¿Cómo estás Samuel?-me dice mientras prepara café.

Sandra fue otra de las víctimas de mi estupidez.

-Lo siento, espero que no culpe a mi papá por mis estupideces-le suplico-él es el mejor tipo que hay. Lo sabe ¿o no? Hacen una linda pareja.

Ella sonríe con tristeza.

-Lo sé.

-Lo haces muy feliz-le digo.

-Temo que no lo hice muy feliz antes de irse a Mallorca-me dice-creo que arruiné todo.

-Se fue buscando a un prófugo-le aclaro- créeme, sé lo que siente por usted.

********

Mallorca, España

En una habitación de hotel, Ignacio García tomó su teléfono y marcó un número que nunca había marcado antes. El anuncio decía que ella se llamaba Verónica. A él no le importaba como se hiciera llamar. Simplemente quería que viniera.

-Vi tu número en el anuncio y tu fotografía-dijo Ignacio al teléfono-me pareces hermosa. Quisiera conocerte…

Ella mencionó su tarifa y él la aceptó. Ella llegaría en una hora.

********

Madrid, España

P.O.V. SAMUEL

Le dije a Carla que necesitábamos hablar. Afortunadamente no me mandó a la mierda, sino que dijo que vendría a casa. Como papá está en Mallorca estaremos solos con Poni y podremos hablar tranquilamente.

Estábamos sentados uno frente el otro en el sillón de mi sala. Yo no podía más con mi vergüenza y mi arrepentimiento, pero ella solo me sonreía.

-Lo siento muchísimo-le dije con la voz entrecortada-sé que no fuiste tú y lamento haberte acusado.

-Descuida-me dice acariciándome el rostro-¿estás bien?

-No estuvo bien, lo siento mucho-le vuelvo a decir porque es cierto. Jamás me perdonaré por haberla acusado. Bueno, técnicamente no la acusé, pero se entiende lo que quiero decir.

-Samuel, lo único que me importa eres tú-me dice y yo me derrito-¿supiste algo?

Quizás deba guardarme esto para mí pero ella merece saber la verdad.

-Si-le contesto.

-¿Quieres hablar al respecto?-me propone-no tienes que hacerlo. Estoy aquí para lo que tú quieras.

-Estaba drogado, pero no…-comienzo a decirle, pero me detengo.

-Está bien-vuelve a decirme.

Sé que ella se conforma con nuestra reconciliación, pero se merece la verdad. Al menos la parte que ella concierne.

-Estuve con Ari-le digo y noto lo sorprendida que está-parece que terminamos juntos en el cuarto de invitados de la casa de Polo. Ella estaba ebria, yo drogado y nuestra historia y sentimientos hicieron el resto.

Ella tarda un poco e asimilarlo. Supongo que no es fácil procesar que el final de todo es que no fui violado y que fue mi ex novia con quien estuve esa noche. Es una ironía casi cruel.

-Lo siento-me dice.

-Me alegra que estés aquí-le digo y nos besamos.

********

Mallorca, España

Alguien tocó a la puerta del cuarto e Ignacio supo que la señorita que había contratado. Le abrió la puerta y vio a una imponente rubia frente a él. Ciertamente era hermosa y tenía un aspecto muy elegante, contrario a lo que se pensaría de quienes se dedican a ese oficio.

-Hola –dijo ella de forma coqueta.

-Entra, por favor-dijo Ignacio y se hizo a un lado para dejarla pasar-¿Quieres algo de beber? ¿Tienes hambre o algo?

Ella lo miró con diversión.

-Creo que no tener que invitarme a cenar primero es el punto de todo esto-dijo divertida y fue a sentarse a la cama-¿por qué no te sientas junto a mí y te relajas?

-O podríamos sentarnos en el balcón-sugirió Ignacio con nerviosismo.

-Seguirás estando nervioso en el balcón-dijo ella seductoramente-ahora, quiero que me digas exactamente lo que quieres. Eso que no logras que haga tu esposa. Empecemos por ahí.

Ignacio miró a la mujer de arriba abajo.

-En realidad, quisiera empezar hablando de Abel Romano-dijo Ignacio y escuchar ese nombre hizo que la mujer se pusiera tensa inmediatamente-señorita Hill, soy Ignacio García, investigador privado de Madrid. llevo un año buscándola. Sé que estuvo con Abel Romano cuando parece que mató a Marina Nunier.

Ella se puso de pie y colocó su cartera colgando de su hombro.

-No sé de qué hablas-dijo tensa.

-Lo sabes. Hay un registro telefónico, Priscilla-dijo Ignacio enfatizando en el verdadero nombre de la mujer y no el que usaba con sus clientes-Abel llamaba al mismo número, a la misma hora cada semana. Era una cita permanente. Cuando supe que el número era tuyo, te habías ido. A Barcelona, Ibiza, Lisboa. Y creo saber por qué.

Entonces ella se enojó.

-Empaqué mi vida para huir de esto ¿y me encuentras? -dijo ella e Ignacio notó temor en ella. Era comprensible dado que enfrente tenían a la poderosa familia Nunier.

-Un hombre inocente está en la cárcel-dijo Ignacio tratando de conmoverla.

-Él confesó, no importa el motivo-dijo Priscilla-si doy la cara, seré la prostituta más famosa de España. Mi hijo de cinco años cree que soy azafata.

Ignacio lo entendía, pero había llegado muy lejos como para retroceder ahora.

-Asesinaron a una chica de 15 años-dijo Ignacio-¿no cree que el verdadero culpable debería ser quien esté preso?

Priscilla comenzó a llorar e Ignacio supo que colaboraría.

********

Madrid, España

Carla conducía a Samuel hasta su mansión llevándolo de la mano. Samuel se sorprendía como tuvo una mañana de mierda con todo lo ocurrido, pero ahora se sentía más feliz que nunca. Carla lo había invitado a la mansión a cenar ahí. Como Teo ya sabía lo de ellos entonces no habría ningún problema.

-Mi papá se cree un gourmet-dijo Carla-tú síguele la corriente. Quizás quiera hacernos de cenar a la luz de las velas. Es hora del espectáculo.

Carla entró a la casa a oscuras y sintió como Samuel la abrazaba por la cintura y volvieron a besarse apasionadamente.

Las luces se encendieron de pronto.

-¡SORPRESA!-gritaron todos los presentes que al ver a Carla y Samuel juntos se quedaron callados sin entender nada.

Todos observaban a la pareja. Samuel vio que era una fiesta sorpresa para Carla, pero los sorprendidos resultaron ser todos los demás. Frente a ellos estaban la mayoría de sus compañeros de Las Encinas. Al menos los pijos. Estaban Lu, Polo, Ander, Patrick. Ari estaba junto a Iván y era la que parecía más molesta de todos ahí. Esta no era la forma en que Carla quería decirle a su amiga que salía con su ex.

Pasó al frente percatándose de que algo no había salido bien.

-¿La fiesta se adelantó 9 meses o se atrasó 3?-le preguntó Carla con sarcasmo a su padre.

-Debo compensar todos los años que he perdido-dijo Teo-es un modo de empezar.

-Es un buen inicio-dijo Carla una vez más con sarcasmo.

Lamentablemente, todos seguían mirando a Carla y Samuel como si les hubieran crecido alas en las orejas.

Carla tomó la mano de Samuel, que estaba muy incómodo, y juntos entraron a la fiesta. Samuel siente que no es que los miran mal a ambos, sino solo a él. Claro, él es el extraño en todo esto, el intruso para ellos.

Lu se acercó y le susurró a Carla:

-¿Qué haces ,Carla? Dime que estás participando en un programa de caridad o algo así.

Lu rio de su propia broma y Samuel miró al suelo avergonzado.

-Adiós, Lu-dijo Carla seriamente.

-¿Qué?-dijo la mexicana estupefacta.

-Vete de mi casa-dijo la rubia con firmeza- si no quieres a Samuel, vete. Si no quieres a Samuel, para mí estás muerta así que evapórate o algo.

Lu comenzó a retirarse, pero más que enojada parecía aun no entender que había sucedido. Cuando lo asimilara se vendría una guerra.

Cuando Lu cruzó la puerta Carla volvió a hablar, pero esta vez a todos los presentes y en voz alta:

-Eso va para todos. Si no les gusta mi novio diríjanse al rectángulo con perilla llamado “puerta”.

Todos estaban estupefactos. Ander parecía contento con lo que hizo Carla.

-¿Estás bien?-le preguntó Iván a su novia.

Ari no dijo nada. Con la espalda recta comenzó a caminar hacia la puerta frente a la mirada atónita de todos.

-Ari, quiero…-comenzó a decirle Carla, pero la muchacha la ignoró y salió de la casa.

Carla miró triste como se terminaba su amistad con Ari. Pero no estaba arrepentida de estar con Samuel, eso lo tenía claro.

Carla y Samuel deseaban estar solos, pero decidieron por un rato mezclarse entre los de la fiesta. Samuel se dirigió a una mesa donde había bebidas y bocadillos y se encontró a Polo ahí con dos vasos en sus manos.

-¿Ahora estás saliendo con Carla?-preguntó Polo con una falsa sonrisa en su rostro.

-Eso debe estar matándote-dijo Samuel sonriendo.

Creyó ver una vena marcada en la sien izquierda de Polo.

-¿Quieres una cerveza?-le ofreció Polo uno de los vasos que tenía.

Samuel lo aceptó confundido y Polo se fue. Cuando iba a beber Iván lo interrumpió.

-No querrás hacer eso-le dijo el brasilero.

-¿Por qué?-dijo Samuel.

-Apuesto a que Polo le escupió dentro-dijo Iván-lo llama “visita al dentista”. Se lo hace a todos a los que odia porque aparentemente tenemos 11 años de nuevo.

En ese instante se conectaron las piezas que faltaban en el rompecabezas en la mente de Samuel. Tiró el contenido del vaso de plástico en una planta y fue hasta donde estaba Polo y lo sujetó fuertemente del hombro.

-¿Qué haces?-dijo Polo molesto.

-¿Me diste un vaso escupido por ti en esa fiesta en tu casa?-preguntó Samuel enojado.

-¿Qué? No sé de qué hablas-dijo el joven de los ojos azules.

-¿Escupiste en tu bebida y me la diste?-volvió a preguntar Samuel.

Viéndose acorralado, Polo sonrió con arrogancia.

-¿Acaso mi saliva fue la única que pasó por tu boca esa noche?-dijo Polo.

FLASHBACK

Cristian deseaba dejar a Polo fuera del juego esta noche para poder acercarse a Carla sin problemas. Tomó una de las dosis que le dio Ander y lo disolvió en un vaso con cerveza y se lo ofreció a Polo.

Polo lo aceptó sin siquiera agradecer. Seguía molesto porque Samuel había ido a su fiesta.

De pronto lo vio que se acercaba tambaleándose por lo ebrio que estaba. No lo echaría delante de todos porque eso lo haría verse descortés así que planeó otra cosa. Escupió en su vaso y extendió el brazo. Un ebrio Samuel lo tomó sin percatarse de lo que estaba haciendo.

FIN DEL FLASHBACK

-No sabes lo me hiciste-dijo Samuel con odio.

-Escupí en tu trago, no fue un asesinato en masa-dijo Polo con cinismo y se marchó.

Ahora todo tenía sentido para Samuel. Sin saber que el vaso tenía droga, Polo se lo dio a Samuel pensando que le hacia una simple travesura cuando en realidad lo estaba drogando. Y eso dio paso a todo lo que sucedió esa noche.

********

Ari caminaba dando vueltas por el jardín de la mansión Caleruega. No sabía que hacer realmente. Su respiración comenzaba a acelerarse y no podía para de llorar.

De entre todas las chicas del mundo ¿justo tenía que estar con Carla?

Mentiría si dijera que muchas veces no había sospechado que se gustaban mutuamente. Esa idea siempre estuvo ahí, aunque nunca tuvo motivos concretos para pensarlo. Pero ahora la realidad le explotaba en la cara nuevamente. Ella era su amiga y él su hermano, pero aun así eso no era un consuelo y no podía dejar de llorar histéricamente.

Se cayó a los pies de un árbol y continuó llorando sin poder detenerse.

-¡Ari!-le gritó Iván apareciendo junto a ella-Ari ¿qué haces? ¡Basta!

Ella seguía llorando y ahora Iván quería llorar también, pero por un motivo distinto. Porque ahora todo estaba más que claro.

-Se trata de Samuel ¿verdad? -le preguntó Iván a su novia-sigues enamorada de él ¿verdad? ¡Contéstame!

Ari ni siquiera le prestó atención. Simplemente siguió llorando.

********

Cuando algunos de los invitados comenzaban a marcharse, Carla decidió que Samuel y ella necesitaban tiempo a solas, así que lo condujo hasta su habitación. Sabía que Teo no le diría nada.

Cuando llegaron a su habitación, Carla cerró la puerta detrás de ella. Samuel notó que la habitación de Carla era casi tan grande como su apartamento, pero no se impresionó demasiado ya que conocía el estilo de vida de los pijos.

Ella lo abrazó haciéndolo sonreír.

-No me gusta estar rodeada de tanta gente-dijo la marquesita-deberíamos ser las únicas personas en el mundo.

-¿Y me traes hasta tu habitación para demostrármelo?-dijo Samuel sugestivamente-¿Aquí traes a todas tus conquistas?

-Solo a los que son detectives-dijo ella bromeando.

Pocos conocían ese costado gracioso de ella y Samuel la amaba por dejarlo ser uno de esos afortunados.

-Ahora me pondré celoso por no ser el primer detective en tu vida-bromeó Samuel y se besaron nuevamente.

-Creo que deberíamos preceder este momento con alguna buena bebida-dijo Carla-como la que mi padre guarda en su vitrina de bebidas.

-Creí que Teo las guardaba bajo llave para que tú y tu hermana no se las bebieran-dijo Samuel ya que recordaba haber escuchado a Teo decir eso en alguna ocasión.

-Cierto-dijo ella-pero tú no eres el único con trucos ingeniosos.

Samuel vio como Carla iba hasta su cómoda y sacaba, sorprendentemente, un destornillador. Samuel levantó una ceja como un modo de preguntarle a ella que estaba haciendo, pero ella le sonrió con suficiencia. La vio subirse a una silla y comenzar a sacar los tornillos que sujetaban la ventana de un ducto de la ventilación.

Un recuerdo vino a la mente de Samuel. Recordó como Marina también guardaba cosas que pudieran darle problemas con sus padres en el ducto de la ventilación de su casa. Era la forma en que Marina guardaba sus secretos y solo Samuel lo sabía.

-Aprendiste eso de Marina-dijo Samuel divertido ante esa idea.

-No, Marina lo aprendió de mi-dijo ella coquetamente y sacó la llave que buscaba.

Cuando Carla vuelve con el ron, eso poco le importaba a Samuel. Fue hasta ella y la tomo fuertemente de la cintura y la besó. La mirada de ella le indicaba que ella también lo estaba esperando.

No perdieron más el tiempo y con besos y caricias de por medio ambos fueron despojándose de sus ropas, que para ese momento eran muros que querían separarlos.

********

Ari estaba tan alterada que Iván pensó que lo mejor sería no llevarla a su casa. La llevó hasta su propia casa para que pasara la noche ahí. Afortunadamente, Cruz Carvalho no se ofendería por eso. Cruz era un padre bastante permisivo y liberal.

Sin embargo, Iván no iba a compartir con su novia su habitación esta noche. Fue hasta una de las habitaciones de invitados y dejó a Ari allí.

Iván bajó a la cocina y encontró a su padre allí bebiendo una taza de café.

-Regresaste temprano-le dijo el astro del futbol a su hijo-¿Todo bien?

Iván permaneció en silencio. A veces le costaba confiar en su padre porque lo veía como un hombre inmaduro. Cruz andaba de fiesta mucho más que su hijo y cambiaba de amantes todo el tiempo. Era lo opuesto a la seriedad con la que Iván buscaba manejarse en la vida.

Pero quizás deba confiar más en su padre. Él solía decirle que debía dejar a Marina porque no era una relación sana la que tenían e Iván hacia siempre lo contrario.

-¿Peleaste con Ari?-preguntó Cruz.

-Ella sigue enamorada de Samuel-dijo Iván y comenzó a llorar.

Cruz no dijo nada más y simplemente abrazó a su hijo. Pero Iván no se iba a quedar de brazos cruzados.

********

Ari no podía dormir. Seguía pensando en Carla y Samuel. Simplemente estaba acostada en la cama mirando al ventilador arriba de ella girar.

Miró la habitación de invitados de los Carvalho. Era bastante bonita. No como el resto de la casa que estaba decorada con fotografías de Cruz, lo que Ari consideraba de mal gusto, pero nunca se lo dijo a su novio.

Había una linda pintura colgada de la pared. Era un hermoso paisaje que Ari creía que era la ribera italiana, aunque no reconocía al autor.

Seguía mirando el ventilador girar cuando algo le llamó la atención. En el techo, del ventilador salía una extensión que se dirigía por el techo hasta bajar por la pared opuesta a la cama y esa extensión bajaba hasta detrás de un armario que estaba allí.

Eso era raro. ¿A dónde dirigía esa extensión?

Ari se levantó con curiosidad hasta ese armario frente a la cama en la que ella estaba. Al acercarse vio que era un armario corredizo que se abría por la mitad.

El problema es lo que había detrás del armario.

Al correr los paneles Ari encontró una gran pantalla de televisión encendida y debajo de ella una máquina que ella no identificó a simple vista.

Lo que se veía en la pantalla eran dos imágenes de una misma cama, aunque desde dos ángulos distintos. Una miraba la cama justo desde arriba y la otra lo hacía desde frente.

¿Qué mierda estaba sucediendo?

Hasta que una idea cruzó por su cabeza. Ari caminó hasta la cama y extendió los brazos moviéndolos y en la pantalla en la pared apareció ella extendiendo los brazos y moviéndolos. Ari comprendió que la cama estaba siendo grabada por alguna cámara oculta en dos ángulos diferentes.

¿Por qué Iván la trajo aquí?

********

Samuel regresaba a su casa sintiéndose el hombre más afortunado del mundo. Si bien no recordaba nada de haber perdido su virginidad con Ari, pero si recordaba las veces que folló con Isadora y fueron geniales. Pero Carla, ella estaba a otro nivel. Había sido el mejor sexo de su vida y lo mejor de todo es que había sido con ella. Saber que estaban juntos sin secretos, sin ocultarse, entregados el uno al otro completamente era lo mejor.

Dios, estaba tan feliz que no temía verse cursi entrando a su casa y llamándola por teléfono para seguir hablando toda la noche.

Abrió la puerta de su apartamento esperando que su padre ya hubiera regresado de su viaje a Mallorca.

-Papá, ya regresé a casa-dijo Samuel entrando, pero se quedó como una estatua con la imagen que tenía frente a él.

Frente a él estaba su padre, sentado en el sillón y no estaba solo. Junto a él había una persona más que miraba sonriendo a Samuel.

-Yo también, Samu-dijo Pilar-yo también.

Notes:

Bueno, si me han acompañado hasta aquí se los agradezco enormemente. Al fin sabemos qué le sucedió a Samu esa noche. El próximo capitulo será el último de esta parte de la historia y en él descubriremos quién asesinó a Marina. No tardaré mucho en actualizar ya que me pondré a trabajar en él de inmediato. Espero sus apuestas por quién mató a Marina. No confirmaré ni negaré ninguna.

Chapter 22: El lugar en el que Marina guardaba todos sus secretos

Summary:

Nuevos sospechosos revitalizan la investigación del asesinato de Marina. Llegó el momento. Samuel descubrirá quien mató a su mejor amiga.

Notes:

Llegó el final de esta primera parte de la historia de Samuel Detective. Espero que disfruten de este capítulo. Es el más extenso hasta ahora y espero que la resolución del misterio les guste.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Samuel nunca había tenido vicios. Salvo que tomes su manía por investigar cosas que muchas veces ni siquiera le incumben. Pero, dejando eso de lado, nunca había tenido vicios. Las drogas y el alcohol nunca le llamaron mucho la atención.

Pero, el escultural cuerpo de Carla podría convertirse en su primera adicción. Desde que follaron por primera vez en casa de la rubia unos días atrás ahora esa se había convertido en la actividad favorita de los dos. Valía la pena soportar las miradas curiosas e indiscretas de todos en las Encinas si la recompensa era ese delicioso juego entre los cuerpos de los dos.

-Podría acostumbrarme a esto-dijo Samuel cruzando sus brazos detrás de cabeza al recostarse en la cama de Carla.

-Yo también-dijo Carla abrazándolo.

Si bien estaba segura de cuanto le gustaba Samuel y lo que sentía por él, le sorprendió que Samuel fuera tan bueno en el sexo, considerando que no tenía tanta experiencia. Aunque, para ser precisos, ella era la tercera amante de él como él era e tercer amante de ella.

Claro que entre ellos no era solo sexo. Hablaban mucho teniendo en cuenta que ninguno de los dos era realmente alguien muy comunicativo. Pero ella se sorprendió cuando él le contó que Pilar había vuelto al hogar. Carla recordaba a Pilar como una mujer hermosa y simpática pero también sabia de su alcoholismo y como abandonó a su esposo y a su hijo cuando Ignacio perdió el trabajo de inspector de la policía. Era notorio que ella no tenía la fortaleza de Ignacio y Samuel. Eso volvía a Samuel un híbrido de sus padres: la belleza de su madre y la inteligencia de su padre. Ahora Samuel le decía con felicidad de un niño lo contento que estaba de que su madre haya regresado, rehabilitada y lista para volver a unir a la familia. Carla tenía sus dudas sobre eso. Quizás fuera su desconfianza por venir de una familia totalmente desunida, pero pensaba que la felicidad de Samuel le impedía ver ciertas cosas. Que Pilar regresara después de tanto tiempo no implicaba que las cosas estuvieran bien ya que nada garantizaba que Ignacio la quería de nuevo. Una cosa era aceptarla, otra quererla. Pero Carla sabía que Ignacio era el tipo de padre que sacrifica su felicidad por la de su hijo. Dentro de ese esquema, Samuel era el egoísta que estaba pensando solo en su propia felicidad.

Sin embargo, Carla no se lo diría. No era asunto de ella. Simplemente disfrutaría del gran momento que estaba pasando con su novio justo ahora. Ahora, ella era tan feliz como nunca lo había sido y no deseaba que nada arruinara este momento…

********

A Ignacio García no le gustaban las redacciones de los periódicos. Era un caos con toda la gente yendo y viniendo. Los periodistas y los detectives tienes algo en común inicialmente: ambos buscan la verdad. Pero todo cambiaba cuando se avanza un poco más. Los detectives buscan resolver un caso y los periodistas buscan contar una historia.

Ignacio estaba junto a Priscilla mirando a su viejo amigo Paulo, un periodista de muchos años de experiencia quien siempre colaboró con Ignacio en lo que pudo, aunque ahora no parecía ser tan colaborativo.

-A ver si escuché bien-dijo Paulo-Abel Romano no pudo matar a Marina Nunier porque a la hora del asesinato estaba con la señorita…

Señaló a Priscilla quien no disimulaba su deseo de marcharse.

-Cheyenne-dijo ella.

-Priscilla Hill-corrigió Ignacio-sí.

-Aún si creyera tu historia, que de momento no es así-dijo Paulo mirando al detective y a la mujer a través de sus gruesas gafas-mi jefe no se arriesgará con esta historia. Si resulta no ser cierta seremos una broma nacional.

Ignacio se esperaba ese argumento.

-Bueno, lo intentamos-dijo Priscilla y se dispuso a marcharse, pero Ignacio la detuvo.

-Es verdad-le dijo Ignacio a Paulo-te estoy dando la noticia de tu vida.

-No arriesgaré mi carrera por el testimonio, con todo respeto, de una prostituta-dijo Paulo exasperado.

Ignacio sacó unas carpetas y se las dio. En ellas estaban todas las evidencias que él y su hijo habían recolectado sobre la inocencia de Abel Romano y la verdadera hora de la muerte de Marina.

-Bueno, hay más, mucho más-dijo Ignacio-léelo y si esas evidencias te convencen habla con la señorita Hill. Gracias.

Se marchó para dejarlos charlar tranquilos.

********

Ignacio llegó a casa por la noche. No es que tuviera muchas ganar de ir en realidad.

Vio que en el buzón del correo había un sobre. Lo tomó y leyó que era de un laboratorio en Barcelona. Los resultados del test de paternidad que le dirían de una vez por todas si Samuel era su hijo biológico o no.

Lo guardó. No era conveniente que Samuel lo viera entrar con eso. Si algo caracterizaba a su hijo era su curiosidad y esto era algo que Ignacio debía afrontar solo primero para luego incluir a Samuel.

Entró a la casa y la imagen que vio le gustó.

En la cocina estaban Pilar y Samuel cocinando juntos. Era una imagen que había quedado tan atrás en su memoria que se había olvidado de ella. Ambos estaban picando cebolla y tenían cucharas en sus bocas. Y se reían como dos niños.

-La verdad que no entiendo esto-dijo Samuel riendo.

-Te lo digo-dijo Pilar-funciona siempre. Si picas cebolla con una cuchara en tu boca evitarás llorar.

-¿Qué razón lógica hay para que una cosa impida la otra?-preguntó Samuel riendo.

-Que si piensas en lo tonto que te ves con una cuchara en la boca-dijo Ignacio-te olvidarás de llorar.

Pilar y Samuel miraron a Ignacio y volvieron a reír con fuerza.

Buena respuesta-dijo Pilar e hizo a Ignacio un gesto de brindar con la botella con agua que estaba bebiendo y luego dio un largo trago.

Este había sido su pasado. Su hijo riendo y feliz junto a su madre cuando él llegaba del trabajo. Ignacio había sido feliz en ese pasado si ignoraba que ella le fue infiel durante todo su matrimonio y que Samuel podría no ser su hijo.

Él no era feliz en ese presente, con Pilar ahí. Ya no. Había amado a esa mujer con locura. Había criado a Samuel aun cuando conocía el riesgo de que no fuera su hijo no solo por amor a Samuel sino por amor a su esposa. Pero eso era el pasado. Él ya no sentía lo mismo por esa mujer.

Pero veía reír a su hijo con Pilar y una vez más para él era más importante Samuel que cualquier otra cosa, incluso que él mismo.

********

A la mañana siguiente, Ignacio estaba en su escritorio de Investigaciones García con el sobre del laboratorio aun en su mano. No lo había abierto. Tenía tanto miedo de hacerlo.

Finalmente se decidió a hacerlo. Rompió el sobre de color beige y sacó la única hoja de papel que estaba en su interior. Leyó un montón de términos médicos que no entendía y vio que se comparaban ciertas cosas. Asumió que una columna era sobre él y la otra sobre Samuel. Fue hasta el párrafo final:

“…por lo tanto, en base a la comparación de las dos muestras, concluimos que…”

Cuando terminó de leer casi se pone a llorar, pero se contiene al escuchar pasos que se dirigían a su oficina.

-Dime que es una broma-dijo su mejor amigo Claudio Martínez que era abogado-¿Quieres demandar a la familia Nunier?

Claro que la idea parecía loca. Un detective privado y un abogado defensor público contra una de las familias más poderosas de España. La idea sonaba ridícula.

-Si-dijo Ignacio con seriedad.

-Por favor dime que hay otra familia Nunier en la ciudad y que no son los que yo estoy pensando-rogó Claudio.

-Harán un acuerdo-dijo Ignacio con seguridad.

Cuando Laura Nunier se negó a pagar a Ignacio por encontrar a Guzmán el detective no se preocupó. Sabía que solo era una forma de los Nunier de vengarse pero que pagarían tarde o temprano. Pero necesitaba a Claudio para hacer las cosas un poco más oficiales.

-Es bueno oír eso-dijo Claudio- parece que tienes esto muy bien armado. ¿Necesitas que certifique algo?

********

Las Encinas estaba convulsionada ese día. Ya había sido un caos los días posteriores a la muerte de Marina con todos los periodistas y demás. Ahora volvía a serlo, pero por los mismos estudiantes. Una noticia del periódico había alborotado a estudiantes, maestros y directivos. Una noticia en el periódico que hablaba como la hora de la muerte de Marina era errónea porque a esa hora había una multa de transito que mostraba a Marina aún viva. Una noticia que hablaba de que los zapatos de Marina hallados en su habitación el día que murió luego fueron encontrados en la casa de Abel Romano cuando lo arrestaron. Una noticia que decía en el momento de la muerte de Marina, quien decía ser su asesino estaba con una prostituta con la que concertaba una cita todas las semanas, los mismos días, a la misma hora.

El fantasma de Marina Nunier estaba más presente que nunca.

Mientras que algunos lo tomaban con asombro o con emoción (una conspiración para encubrir el asesinato de una adolescente de la clase alta española) otros se sentían nerviosos por este giro de los acontecimientos. Dos adolescentes en especial que conversaban con tensión.

Lu leía la noticia en el periódico con mucho detenimiento mientras Patrick caminaba nervioso de un lugar al otro.

-Hay registros telefónicos, Lu-dijo Patrick alterado-¿Y cómo explicas los zapatos?

Lu levantó la vista del periódico. Estaba nerviosa pero no servía de nada demostrárselo a Patrick

-Eso no significa nada-dijo la mexicana-debes calmarte, Patrick, ahora mismo.

Lu tomó a Patrick de los hombros y mantuvo un férreo contacto visual con él.

-Hasta la tumba-dijo Lu-es lo que dijimos.

Patrick ya no estaba tan seguro.

********

Las Encinas estaba convulsionada por el artículo en el periódico que ahora todos miraban a Samuel de un modo distinto. Si habían rechazo a Samuel por ponerse del lado de su padre cuando investigó a los Nunier, ahora todos veían que existía la posibilidad que Ignacio hubiera tenido razón. Claro, todos pensaban que Ignacio creía que Ignacio mató a Marina cuando en realidad siempre sospechó de Guzmán.

Samuel lo sentía como un regalo del cielo. Ahora se arrepentirían de todas esas cosas que habían dicho de su padre. Pero tampoco debía hacerse muchas ilusiones dado que esto eran Las Encinas y estaba lleno de ricos arrogantes que jamás reconocían un error.

-“…y el detective García continuó con su propia investigación del caso Nunier a pesar del rechazo generalizado de la comunidad…”-leyó Omar la noticia en voz alta.

-Si fuera yo-dijo Rebe-pondría un gran cartel en este pasillo con un “SE LOS DIJE” escrito en grandes letras de colores llamativos.

-Porque lo importante es jactarse de tener razón y no hacer justicia-bromeó Samuel.

-Exactamente-dijo su amiga. Dejó a sus amigos y fue hasta su novia quien dejaba unos libros en su casillero.

-Hola, hermosa-dijo él y le dio un beso.

Ya no se sentía extraño por besarla en público.

-Hola-dijo ella de una forma rara.

-¿Qué te sucede?-le preguntó Samuel.

-Es que este tema de Abel Romano y Marina…-dijo ella-me puso a pensar.

Samuel la entendía. Cualquier cosa vinculada a Marina la ponía sensible y pensar que su asesino no estaba en prisión como todos creían era aterrador.

-¿En qué piensas?-preguntó él.

-Es que…si no fue ese hombre-dijo Carla-la única opción que se me ocurre es…Guzmán.

Samuel tampoco deseaba pensar que Guzmán había matado a Marina, pero toda la evidencia apuntaba en ese sentido. Los Nunier no se molestarían en encubrir a nadie más que al único hijo que les quedaba.
-Por esa extraña enfermedad que tiene…-dijo Carla. A parte de mi ella era la única que lo sabía y no tardó en atar cabos.

Carla miró a su novio.

-Las cosas se pondrán feas ¿verdad? -dijo ella.

Samuel no era de los que mentían para hacer sentir mejor a los demás. Para él la verdad era una forma de afecto y de respeto.

-Si-dijo él y la abrazó.

********

Al salir de Las Encinas, Nadia se dirigió hasta la mansión Nunier. No es que se entusiasmara mucho por ir pero Guzmán se lo había pedido y no se podía negar. Tenía que saber en qué situación se encontraba con su… ¿novio?

La sirvienta la hizo pasar y la condujo hasta el salón en el que se encontraba Guzmán. Al verla, los ojos de Guzmán brillaron y una sonrisa se dibujó en su rostro.

Ella no estaba menos feliz de verlo sano y salvo, pero no podía olvidar que era el mismo chico que se había marchado sin decirle nada ¿cómo confiar en alguien así?

-Viniste-dijo Guzmán encantado como si hubiese dudado que ella realmente asistiría.

-Realmente no sé porqué vine-dijo ella mirando a un costado.

-Nadia…-dijo él.

-Te fuiste-le reclamó ella-te fuiste sin decirme nada. Sin decirle nada a nadie. No sabía nada de ti, me preocupé y tú de vacaciones por Argentina.

-No eran vacaciones-dijo Guzmán-tenía que irme.

-¿Te fuiste por Samuel?-preguntó ella cruzando los brazos-¿Por qué te acusó por lo de tu hermana?

“O me fui porque yo se lo confesé” pensó Guzmán.

Guzmán no deseaba hablar sobre Marina con Nadia. Nunca habían hablado de ese tema y a Guzmán lo atormentaba pensar que él pueda haber matado a su propia hermana, a la persona que más quiso en el mundo.

-Yo no le hice nada a Marina-dijo Guzmán-la mató Abel Romano.

-Pues deberías leer el periódico-dijo Nadia.

Guzmán no sabía a qué se refería ella. Lo averiguaría después.

-Mira, yo te hablé porque quiero hablar de nosotros-dijo él-quiero disculparme contigo y realmente quiero que me perdones.

-No lo sé, Guzmán-dijo la musulmana.

Guzmán suspiró. La había extrañado mucho pero no se daría por vencido.

-Por favor, Nadia-dijo el rubio-piénsalo.

********

Frente a Ignacio, Sandra lloraba. No era un llanto dramático de ese tipo que demandaba atención sino uno buscaba ser discreto, pero no lo conseguía. Esa imagen rompía el corazón de Ignacio. Esto era lo último que deseaba hacer, pero no había marcha atrás. Todo era por su muchacho.

-Créeme, lo último que quiero es herirte-dijo Ignacio-Si hay alguna oportunidad de mantener a mi familia unida, debo tomarla. No sé qué otra cosa decir.

Sandra miraba por una de las ventanas de Investigaciones García mientras las lágrimas caían por sus mejillas. Esto la destrozaba, pero en cierto punto no le sorprendía. Rebe le había querido advertir que esto podría suceder.

-Realmente harás esto-dijo Sandra-¿De verdad es lo que deseas?

No, él no deseaba esto.

Sandra entendió su silencio y decidió marcharse, pero casi llegando a la puerta entró Samuel quien miró sorprendido la escena. Sandra miró por última vez a Samuel y se fue.

-¿Todo bien?-preguntó Samuel a su padre.

-Está bien-dijo Ignacio con un dejo de tristeza-tuve que decirle a Sandra que mi situación ha cambiado.

-Lo siento. Sé cuánto te importa-dijo Samuel-pero debe entender ¿cierto? Ahora que mamá volvió.

Ignacio simplemente asintió. Samuel se acercó a su padre y lo abrazó.

********

Su mundo podía estar derrumbándose con la noticia del periódico sobre Abel Romano, pero Laura y Ventura no dejarían de vivir su vida. Una parte importante de eso era seguir con las apariencias y los negocios.

En unos días tendrían una fiesta en su casa en la que invitarían a las personas más importantes de la élite madrileña. El invitado más importante sería el gobernador.

-Mantengamos a los del espectáculo y a los empresarios en diferentes mesas-dijo ventura.

-Y a los deportistas en otras-dijo Laura.

Sería una fiesta en la que las mayores personalidades de la política, el mundo empresarial, artistas y deportistas estarían presentes. Los ricos y poderosos siempre se unían, al menos en las apariencias.

-El gobernador es muy popular y que le demos esta fiesta será beneficioso para los negocios-dijo Ventura sonriendo.

No podían decir que era un matrimonio con amor, pero si tenían una dinámica establecida que les funcionaba.

Su conversación fue interrumpida por Guzmán que entró a paso firme a la cocina con el periódico en sus manos. Dejó el periódico con fuerza en la mesa de la cocina y miró a sus padres.

-¿Quieren leer el periódico?-dijo Guzmán con sarcasmo y abrió el periódico-aparentemente un club turco quiere comprar a Cruz Carvalho en los últimos años de su carrera. Otra noticia importante es que aparentemente Abel Romano no mató a Marina. Discutamos eso.

Ventura y Laura se pusieron tensos.

-Es ridículo, Guzmán-dijo Laura- es un invento de Ignacio García. La mujer es solo una prostituta…

-¡Deja de mentir!-gritó Guzmán golpeando la mesa.

-Guzmán, Por favor-dijo Ventura tratando de calmar a su hijo

-Papá, ya no lo soporto, tanta mentira-dijo Guzmán casi rogando-¿Alguna vez me dirán la verdad? Me tratan como si fuera un crío de 6 años.

Y Ventura entendió que ya no tenía sentido ocultarle nada más a su hijo porque no pararía hasta llegar a la verdad después de todo lo que ocurrió. Era preferible un Guzmán con ellos que uno contra ellos.

-¿Quieres saberlo, Guzmán?-dijo Ventura con tristeza-¿Quieres saber todo?

-Ventura, no-suplicó Laura desesperada.

-Sí, quiero saber-dijo Guzmán asintiendo.

El timbre de la mansión se escuchó y Laura fue a ver agradecida de no presenciar ese momento.

-Tú lo hiciste, hijo-dijo Ventura-tuviste un ataque. Mataste a tu hermana.

FLASHBACK

El viaje de regreso había sido incómodo. Laura había sorprendido a Ventura con su secretaria en el Neptune Grand, pero no haría una escena en un lugar público. También habían visto en ese hotel a los Blanco Conmenford y a Pilar Domínguez, pero a Laura no le importaban los problemas matrimoniales de su amiga ahora, suficiente tenía con los suyos propios.

Laura pensaba gritarle a su esposo en casa y si Marina y Guzmán lo escuchaban, entonces mejor. Así sabrían cómo es su padre. Por su parte, Ventura no estaba asustado. Sabía que Laura no lo dejaría. Ella valoraba demasiado el estatus y las apariencias como para buscar el divorcio.

Al llegar a casa lo primero en lo que pensaron era en sus hijos. Guzmán tenía práctica de futbol y Marina había salido con Samuel García Domínguez, aunque ya deberían estar aquí.

Algo los extrañó. Todo estaba en silencio pero la puerta corrediza de vidrio que daba a la piscina estaba abierta. Ventura y Laura fueron hasta allí ya que les parecía raro. ¿Habían dejado la puerta abierta o los niños ya habían regresado?

Llegaron hasta la puerta y vieron a Guzmán junto a la piscina. Tenía puesto su uniforme de Futbol así que debió regresar hace poco. Estaba de rodillas en el suelo de espaldas a ellos.

Ventura fue el primero en notar que Guzmán se mecía ligeramente hacia adelante y atrás. Fue algo como un instinto o una premonición que se activó en ambos padres.

-Guzmán, cariño-gritó Laura pero el muchacho ni siquiera reaccionó. Laura y Ventura se miraron y en un acuerdo tácito corrieron hacia su hijo.

-Guzmán ¿Qué sucede? -preguntó Ventura, pero no necesitó una respuesta al detenerse en seco ante la escena frente a él.

El grito de Laura fue la ambientación perfecta para la escena. Guzmán estaba de rodillas en el suelo y abrazaba a Marina en cuya sien había una enorme herida rodeada por mucha sangre que se esparcía por el suelo y por el cuerpo de la propia Marina. Guzmán también estaba lleno de sangre en su uniforme, sus brazos y su cara al estar abrazando a Marina.

-Marina, bebé-dijo ventura casi sin voz.

-¡Marina!-gritó Laura.

-¡¿Qué hiciste Guzmán?! ¡¿Qué hiciste?!-gritó Ventura empujando a su hijo quien tenía la mirada perdida como si no formara parte de este universo.

Laura protegió a su hijo, pero ningún estímulo externo parecía capaz de llegar hasta el cerebro de Guzmán quien su estado catatónico no podía oír los llantos de sus padres.

FIN DEL FLASHBACK

Guzmán comenzó a llorar deseando volver a ese estado catatónico para no sentir todo lo que estaba sintiendo ahora. Siempre fue él. Él mató a su hermana. Su Marina ya no reía ni hacía travesuras por su culpa. Por su puta enfermedad. Y ni siquiera lo recordaba como para poder hacerse cargo como un hombre.

Samuel tuvo razón todo el tiempo. Su familia había encubierto todo comprando una confesión falsa.

-Fue un accidente, Guzmán-dijo Ventura abrazando a su hijo-sabemos que fue así. No sabias lo que hacías. Querías a tu hermana.

Ventura tomó el rostro de su hijo para que este lo mirara.

-Hicimos esto por ti hijo-dijo Ventura-para que puedas tener un futuro.

Guzmán volvió a llorar y esta vez nada lo calmaba.

Laura volvió a aparecer pero esta vez con un papel en la mano.

-Ignacio García nos está demandando-dijo Laura molesta-es un citatorio.

Todo lo que los Nunier habían armado comenzaba a derrumbarse.

********

Decir que Samuel estaba sorprendido de ver a Patrick esperándolo a la salida de su casa era poco. No se sentía cómodo junto a su medio hermano desde la charla entre él y Ari que Patrick habían presenciado. Ahora entendía por qué Patrick le prometió ayudarlo a volver con Ari un día y al siguiente le decía que debía olvidarse a Ari y buscar otra chica.

-Hola-dijo Patrick con una timidez atípica en él.

-Hola, Patrick-dijo Samuel-¿qué puedo hacer por ti?

Samuel notó nervioso a Patrick y supo que era algo serio porque él jamás estaba nervioso. Esperaba que no se tratara del asunto del incesto.

-Teniendo en cuenta que ahora sales con Carla, todo esto de que Abel Romano es inocente y que tu padre sigue con la investigación, debes saber algo por tu propio bien-dijo Patrick preocupado.

¿Qué tenían que ver esas cosas entre sí?

-Habla-dijo Samuel.

-Cuando mataron a Marina, estábamos en Ibiza un grupo de nosotros-dijo Iván-éramos Ari, Carla, Iván, Lu, Polo y yo.

-Sí, lo sé-dijo Samuel ya que cuando investigaba el caso de Marina revisó las coartadas de todos los vinculados a Marina.

-Fuimos ahí para ayudar a Ari, Iván y Carla-explicó Patrick-queríamos a animar a Carla porque estaba molesta con Marina, a Iván que había terminado otra vez con Marina y a Ari que estaba triste por terminar contigo.

Samuel realmente no quería hablar con Patrick sobre su ruptura con Ari.

-Patrick, no sé a dónde quieres llegar con esto-dijo Samuel incómodo.

-Sí, bueno, Iván…él se enojó-explicó Patrick-dijo que sabía que Marina veía a alguien más. Y Carla estaba enfadada con Marina por un asunto de un reloj que no explicó muy bien.

-¿Sí?-dijo Samuel comenzando a ponerse nervioso.

-Ellos dos se levantaron temprano esa mañana, el día que Marina fue asesinada-dijo Patrick con miedo-Iván, Polo y Carla regresaron a Madrid para verla.

El ánimo de Samuel cayó hasta el suelo.

********

P.O.V. SAMUEL

Decir que lo que Patrick me dijo me había golpeado era quedarme corto. Carla sabía que yo investigaba el caso de Marina y hablamos de su coartada. ¿Por qué no me dijo que ella y Polo habían vuelto ese día? La única explicación que s eme ocurría para que ella no quisiera que se supiera que ese día estaba en Madrid es que fuera ella la que… ¡No! Samuel no quería pensar en eso. Pero no podía pensar en otra cosa.

Lo peor es que los tres tenían motivos para matar a Marina. Iván por la ruptura y las infidelidades de Marina. Carla por lo del reloj que comprometía a Teo. Polo no tenía un motivo directo, pero hubiera hecho lo que sea por complacer a Carla. Cada uno de ellos pudo hacerlo tranquilamente. O pudieron ser los tres. O solo dos de ellos.

Carla me había mentido y no podía ignorar ese hecho. Con el corazón roto le conté a papá esta nueva información que Patrick nos había brindado. Eso nos deja la tarea de confirmar todo.

-Patrick dijo que Iván le compró a Marina un vasito que encontró en una tienda de turistas-dije a papá.

-¿Te parece extraño?-preguntó papá.

-No, era normal que cuando salía de viaje le trajera algún recuerdo-expliqué-Patrick dijo que el vasito tenía la inscripción “Me emborraché en Ibiza”-eso me hace sonreír-a Marina le habría encantado.

Quedo un momento en silencio. Carla vuelve a mi mente una y otra vez.

-¿Estás bien, Samu?-me pregunta papá.

-Si-le miento-es solo que ellos eran los amigos y el novio de Marina. La idea de que uno de ellos…

Sí, soy un mentiroso. No me afecta que fueran uno de ellos. Me afecta una de ellos en específico.

-¿”Me emborraché en Ibiza”?-dijo papá con una extraña energía de repente-¡Samu!

Papá fue hasta la caja fuerte y sacó archivos del caso de Marina y se puso a rebuscar entre todos los papeles.

-¿Qué buscamos?-le pregunté.

-Esto-dijo papá sacando una hoja de papel-es un inventario. Todo lo que había en la habitación y en el auto de Marina.

Papá releyó esa lista hasta que encontró lo que buscaba.

-Aquí está. Vasito-dijo papá- “Me emborraché en Ibiza”. Estaba en el auto de Marina. ¿Sabes qué significa?

Sí, sé lo que significa y no me hace sentir mejor.

-Significa que Iván encontró a Marina-le digo-y Carla y Polo también.

********

Papá me había dado instrucciones de que esta mañana tratara de evitar a Polo, Iván y Carla. Con los dos primeros es fácil, pero ¿cómo evito a mi novia? Además, hemos estado tan acaramelados los últimos días que si me alejo de ella por completo será muy sospechoso.

También está ese otro asunto en el que en realidad no deseo alejarme de ella. Pero también está el asunto de que podría haber matado a mi mejor amiga. Si alguien tiene una solución para todo esto que me la diga

Por algunas horas me las arreglé para evitar a Carla. Algunas clases no las tomamos juntos y en las que sí estamos juntos ella se sienta con sus amigos y yo con los míos. Pero esto no puede seguir para siempre. Y compruebo que la suerte no está de mi parte cuando al final del día me cruzo a Iván cuando los pasillos de las Encinas ya están casi desiertos.

-Hola, Samu-me dice.

Lo noto extraño. Cualquiera pensaría que es por lo de Marina y su asesino, pero parece ser algo más, quizás Ari. Bueno, si planea hablarme de mi ex novia y media hermana, eso no sucederá. Ya he cubierto toda mi cuota máxima de incomodidad para esta vida.

-Hola, Iván-le respondo con incomodidad.

-No sabía que tu padre seguía investigando la muerte de Marina-dijo él.

Así que no quiere perder el tiempo. Bien, yo tampoco.

-Sí, bueno, si ya es odiado por eso y nada podrá cambiarlo, entonces es mejor llegar hasta el final-dijo Samuel con sarcasmo.

Recordaba como Iván lo increpó diciéndole que él y su padre tenían algo de malo por pensar que la familia de Marina estuviera involucrada en la muerte de su propia hija. Es como si Iván me leyera la mente.

-Lamento lo que te dije en esa ocasión-dijo el hijo del futbolista- parece que hay mucho más de lo que parecía.

¿Qué está tratando de hacer? ¿Justo ahora quiere ser reflexivo sobre la muerte de su ex novia? Él nota mi silencio.

-Yo también estoy asustado-me dice- todo eso de Abel Romano. Solo se me ocurre la opción que fuera Guzmán quien fue el primero en llegar a la casa ese día. Pero no quiero pensar en eso.

¿Ahora insinúa que pudo ser Guzmán? Que Guzmán sea el principal sospechoso tiene sentido para papá y para mí que sabemos muchas cosas que indican eso, pero para alguien como Iván no debería ser así.

-Creo que lo mejor es dejar que la policía investigue-le digo.

Él simplemente asiente y se marcha. Lo primero que hago es caminar hasta la puerta de un salón de clases y llamar a papá.

-Soy yo-le digo-acabo de toparme con Iván. Lo sé, lo sé, no pude evitarlo. Está tratando de inculpar a Guzmán. ¿Pudiste averiguar sobre el auto que los transportaba ese día?

-Los de los peajes me contestaron-dijo papá-un automóvil de los Benavente conducido por su chofer pasó un peaje hacia Madrid a las 8:57 a.m. el día que Marina murió. En la fotografía se puede ver a Iván, Polo y Carla en el asiento trasero. Patrick decía la verdad.

Contrario a lo que cree papá, esto no me hace feliz.

-Tuvieron tiempo de regresar a Madrid y matarla…-dije yo y colgué la llamada.

Al darme la vuelta vi a Nano frente a mí. Lo había escuchado todo.

-No es lo que parece-le dije rápidamente, pero por su rostro sé que no me cree.

-Parece como que Iván mató a Marina-dijo Nano con tranquilidad-estos niños pijos creen que siempre se pueden salir con la suya ¿no?

Genial, ahora se sumó a todo esto Nano y su odio por Iván.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

Ignacio tenía plena confianza en Claudio, su abogado. Puede que no fuera un famoso abogado que tenía su oficina en un rascacielos, pero si era mordaz y feroz para defender a sus clientes. Como ahora, en la audiencia para mediar entre Ignacio y los Nunier. Le daba confianza a Ignacio.

Frente a ellos estaban Laura Nunier, su abogado y, sorprendente e inexplicablemente, Amalia Comenford. Ignacio intuyó de inmediato que aquí había algo raro.

-Puede ser que Samuel García Domínguez aceptó buscar a su hijo-le dijo Claudio a Laura-pero es solo un adolescente de 16 años, pero el señor García, un detective con licencia lo encontró y lo trajo.

-Le daré un cheque al señor García ahora-dijo Laura-y mi amiga Amalia le dará otro más por la misma cantidad.

Claudio no pudo evitar demostrar su sorpresa, pero Ignacio sabía que todo esto era raro. Una cosa era que le dieran €50000 por encontrar a Guzmán. Eso tenía sentido. ¿Pero por qué los Blanco Conmenford le darían otros €50000?

-¿Con cuál condición?-preguntó Ignacio.

-Que Samuel renuncie a cualquier demanda futura del patrimonio Blanco Comenford-dijo Amalia hablando por primera vez en su clásico tono arrogante.

-Los contratos están aquí-dijo el abogado y se los pasó a Ignacio, pero fue Claudio quien los tomó-él debe firmarlos.

-¿Demandas futuras?-dijo Claudio sin entender-¿va a resbalarse en la vereda de la inmobiliaria Blanco?

Ignacio supo que debió decirle a Claudio como era que de verdad se vinculaban las familias García y Blanco, pero realmente no esperaba la presencia de Amalia ahí. Ahora todo tenía sentido. Decidieron utilizar el asunto de la recompensa no pagada para de paso hacer que los Blanco Comenford resguardaran sus bienes a futuro.

-Ya me preguntaba qué hacías aquí cuando mi negociación era solo con los Nunier-dijo Ignacio a Amalia.

-Sé que animarás a Samuel a hacer lo correcto-dijo Amalia poniéndose de pie.

-Créeme, quiero hacer este trato-dijo Ignacio-pero dejaré que Samuel decida cuando sepa cómo explicárselo.

-Ambos sabemos que tu hijo sabe por qué le pedimos que firme esto-dijo Amalia-y ambo sabemos que lo mejor es que lo haga.

-Serán €100000 para usted y su hijo, señor García-dijo Laura-con ese dinero y las calificaciones de Samuel en Las Encinas, podría ser aceptado en cualquier universidad de élite en el mundo.

********

-¿Así lo terminas? ¿De un momento para otro? -preguntó Iván casi llorando.

-Por favor, Iván-dijo Ari- no lo hagas más difícil. Sabemos que esto no estaba funcionando.

Se habían aislado del resto de sus compañeros mientras caminaban bordeando el lago artificial de Las Encinas.

Ari había tomado la decisión. Algo que callaba hace mucho tiempo le había explotado en la cara cuando habló por última vez con Samuel. Seguía enamorada de él. Sabía que era algo enfermizo, pero no podía evitarlo. Y ahora no toleraba verlo junto a Carla. ¿Entre todas las chicas en Las Encinas justo tenía que salir con una de sus amigas más cercanas? Los veía por el pasillo caminar tomados de las manos, felices. No lo soportaba. Pero tampoco podía cambiar lo que sentía por Samuel e Iván lo podía ayudarla a eso, varios meses saliendo juntos lo demostraban.

-Yo tenía razón, es por Samuel-dijo Iván-me dejas porque sigues enamorada de él. Nunca pudiste olvidarlo.

-Iván, no voy a regresar con Samuel-dijo Ari y lo decía en serio. Sintiera lo que sintiera, Samuel era su hermano.

-Eso no contradice lo que dije-dijo el hijo del futbolista con rencor.

********

Ignacio volvía a leer el contrato que Amalia le había dado. Ya tenían el cheque de los Nunier, pero el de Comenford solo se haría efectivo cuando Samuel firmara el contrato.

Y había llegado el momento que tanto había temido. Tendría que hablar con su hijo de que podría no ser su hijo. Bueno, eso ya no importaba. Solo importaba lo que Samuel iba a hacer. Eso lo decidiría todo.

-¿Estás tratando de hacerle un hoyo al papel con el poder de tu mirada?-preguntó Samuel al entrar por la puerta de la agencia.

-Hola, Samu-dijo Ignacio con voz neutra-siéntate que debo hablar contigo.

Samuel se sentó junto a su padre en el sillón de la recepción y lo miró atentamente. Ignacio vio cuanto había crecido su muchacho. Ya no era ese niño tímido que se escondía detrás de él o de Marina, sino que era un joven fuerte y valiente que a su manera hacía del mundo un lugar mejor. Ignacio suspiró. Hiciera lo que hiciera, querría a Samuel siempre. Su hijo ya le había demostrado su lealtad al elegirlo a él en vez de a sus amigos con el asunto de Marina.

-Hoy me reuní con Laura Nunier y también estaba ahí Amalia Comenford-dijo Ignacio.

-¿Te pagarán el doble y nos invitarán a reunirnos en el club?-bromeó Samuel.

El humor otra cosa que había heredado de él.

-Laura ya pagó y Amalia accedió a darnos otro cheque por la misma cantidad-explicó Ignacio-pero solo si firmas este contrato que dice que nunca demandarás a los Blanco
Comenford. Quiere que renuncies a cualquier demanda por la fortuna Blanco.

Ignacio le muestra el contrato y ve la mirada inexpresiva de su hijo. Samuel no preguntará porque los demandaría, porque ya lo sabe. Ignacio no tuvo que explicarle nada porque su hijo fue tan listo como para buscar solo sus respuestas.

Samuel mira a Ignacio por un segundo y toma su lapicera y firma el contrato. Su hijo renunciaba a una herencia millonaria solo por serle leal a él. Los ojos de Ignacio comenzaron a humedecerse.

-¿Qué?-dijo Samuel bromeando-¿Debo firmar con sangre?

-¿Sabes qué acabas de rechazar?-dijo Ignacio con la voz entrecortada.

-No quiero nada de ellos-dijo Samuel con seguridad.

-¿Nada? No renunciaste a nada-dijo Ignacio y sacó de sus bolsillos los resultados del laboratorio que llegaron por el correo el otro día y se los mostró a Samuel-Samuel, yo soy, sin lugar a dudas, tu padre.

Samuel se tapó la cara y comenzó a llorar de la alegría y dio un enérgico salto para abrazar a quien era, en todos los aspectos, su padre.

-¡Si, tú lo eres!-gritó el adolescente.

-¿Crees que tu encanto es aprendido?-dijo Ignacio bromeando-¡Es genético, chaval!

Ignacio se sintió un tonto por no haber tomado muchos años atrás la decisión de hacerse la prueba. Samuel era su hijo y ninguna infidelidad de Pilar podía borrar eso.

-Yo digo que tomemos los €50000 que ya cobramos y vayamos a celebrar-dijo Samuel.

-En realidad, Samu, con la información nueva sobre Iván, Polo y Carla, sus coartadas se esfumaron por completo-dijo Ignacio-creo que al fin podemos ir con las autoridades.

********

Era la mañana siguiente cuando Andrea y Begoña Benavent desayunaban apaciblemente en su comedor. Polo ya se había marchado a Las Encinas.

Charlaban sobre el tema que tenía en vilo a toda España actualmente: las novedades del caso Nunier.

Escucharon el timbre, pero no se preocuparon, una de las empleadas fue a abrir la puerta.

La tranquilidad del momento se esfumó cuando la empelada apareció seguida de la policía.

-Señoras Benavent, tenemos una orden judicial para registrar el dormitorio de su hijo en relación al caso de Marina Nunier-dijo uno de los agentes.

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Cruz Carvalho abrió la puerta de su mansión y se encontró frente a él al inspector Castañeda y algunos agentes de policía detrás de él.

-Buenos días, señor Carvalho-dijo el inspector.

-¿Puedo ayudarle?-dijo Cruz confundido.

-Por favor indíquenos cuál es la habitación de su hijo-dijo el inspector pasándole la orden del juez-necesitamos registrarla.

-¿qué quieren con mi hijo?

-Nueva información sobre el asesinato de Marina Nunier-dijo el inspector entrando a la casa-hacemos un seguimiento. Es rutina.

-No pueden entrar aquí-dijo el futbolista molesto-

-Si podemos-dijo Castañeda y luego miró a sus oficiales-asegúrense de revisar los conductos de la ventilación. Nuestro informante dice que los chicos de Las Encinas suelen esconder cosas ahí. Por cierto, jugó muy bien en su último juego.

********

-¿Qué tiene que ver mi hija con lo de Marina Nunier?-preguntó Teo molesto a los policías-Su asesino ya está en la cárcel y mi hija ni siquiera estaba en Madrid en ese momento.

Los oficiales registraban el dormitorio de Carla buscando cualquier posible pista.

-Hay nueva información que sugiere que Abel Romano podría ser inocente-dijo la inspectora a cargo- y se comprobó que su hija regresó a Madrid temprano ese día.

Teo no entendía nada, pero sabía que era momento de llamar a su abogado.

********

Las clases terminaban en Las Encinas cuando el inspector Castañeda encontró a Carla y Polo charlando.

-¿Carla Rosón Caleruega y Leopoldo Benavent Villada?-preguntó el inspector.

-Si-dijo Carla-¿En qué podemos ayudarlo?

-Necesitamos que vengas con nosotros a la comisaría para hacerles algunas preguntas en relación a la muerte de Marina Nunier Osuna-dijo el hombro.

Polo se mostró asustado, pero Carla se mantuvo inexpresiva.

********

Iván salía de Las Encinas sin saber que Nano lo seguía muy de cerca. Marina podrá haber sido lo que fue, pero fue el gran amor de Nano y él no podía soportar que ese pijo imbécil de Iván le hiciera algo. Pero los ricos tenían reglas diferentes y podían salir impunes.

Él se encargaría de solucionar eso ahora. Nano caminó detrás de Iván con un pesado fierro en su mano derecha, tapado por la chaqueta de Las Encinas.

Cuando se disponía a acercarse definitivamente para darle un golpe, se detuvo al ver que unos policías se acercaban a Iván.

Nano volvió a guardar el fierro. Ya tendría su oportunidad.

********

-Esto es ridículo-dijo Polo molesto-¿qué motivos tendría yo para matar a Marina?

-Quizás tú no tengas un motivo-dijo la inspectora frente al joven-pero podrías hacerlo por alguien que sí tuviera un motivo. Pero no estaos aquí para hablar de posibles motivos para matar a Marina. Estamos aquí porque tú, Iván y Carla mintieron sobre donde estaban el día que Marina murió. No estaban en Ibiza. De hecho, quien los trajo a Madrid desde el helipuerto fue un automóvil de tu familia conducido por el chofer que trabaja para tus madres. Hay una fotografía que los muestra en un peaje llegando a Madrid. ustedes tenían programado volver de Ibiza 24 horas más tarde. ¿Me dirás que el chofer intuyó que debía ir a buscarlos?

Polo miró incomodo a todos lados. Ahora quisiera tener esa facilidad de respuesta que tenían personas como Carla o Samuel.

-Yo le pedí que nos fuera a buscar-dijo polo desviando la mirada.

********

-Tienes que admitir, Iván-dijo el hombre frente a él-que se verá muy sospechoso que tú mintieras en ese momento sobre el lugar en el que estabas. No estabas en una isla divirtiéndote con tus amigos. Estabas en el mismo lugar en el que Marina Nunier cuando la asesinaron.

Iván miró con odio al policía.

-Yo la amaba. Era mi novia-dijo el adolescente.

-Quizás la amaras-dijo el hombre con tranquilidad-pero ya no era tu novia. Ella te dejó unos días antes. Eso molesta a cualquiera y las personas molestas hacen cosas malas.

Iván se negó a seguir hablando.

********

Carla casi deseaba reír por la ridícula imagen del inspector Castañeda golpear con su dedo índice la mesa de la sala de interrogatorios mientras le hacía preguntas.

-Dijiste estar en Ibiza cuando mataron a Marina ¿por qué? -preguntó el inspector.

-¿Cuántos episodios de La Ley y el orden vio para aprender a hacer así con el dedo?-preguntó la futura marquesa.

-Te hice una pregunta-dijo Castañeda molesto.

-Y yo la ignoré-dijo Carla con arrogancia-continúe.

-¿Crees que estoy jugando?-dijo Castañeda apretando los dientes.

La única otra persona que lograba sacarlo de sus casillas tanto como esta niña era el hijo de Ignacio García Domínguez.

-¿Qué tal esa llamada telefónica a la que tengo derecho?-preguntó la rubia.

-Tu papi ya está enviando a tu abogado-dijo el inspector con desdén.

-Aún así quiero llamar a alguien-dijo ella poniéndose más seria.

El inspector asintió y Carla sacó su teléfono y marcó el número de su novio. Samuel contestó casi inmediatamente.

-Hola, soy yo-dijo Carla-estoy en una especie de lio. Estoy en esta espantosa comisaria y me están interrogando, sin representación debo añadir. ¿Crees que puedes encontrar a mi papá y usar la magia de Samuel García Domínguez que ayuda en cosas así?

Samuel tardó un momento en responder.

-Claro, haré lo que pueda-dijo el castaño.

-Gracias-dijo Carla-me encantaría platicar, pero tengo una linda charla pendiente con alguien más. Te hablo después.

-Claro, adiós-dijo Samuel y Carla lo notó algo extraño.

Castañeda comenzó a reír.

-¿Llamaste a Samuel García Domínguez?-dijo el inspector con diversión.

-Sí ¿y qué? -dijo la rubia a la defensiva.

-Es divertido, es todo-dijo el inspector sonriendo-fue él junto a su padre quienes nos trajeron la información sobre ti.

Carla no reaccionó. Prefería que ese hombre no supiera cuanto la había afectado eso.

********

Ignacio había entregado toda la información a la policía. Habían obtenido tanta que eso ameritaba abrir de nuevo la investigación y que consideraran a Abel Romano inocente. Pero eso no significaba que se quedaría de brazos cruzados. Aunque le cayera mal ese hombre llamó por teléfono a Castañeda para ver como marchaba todo.

-Ignacio ¿en qué puedo ayudarte? -dijo Castañeda al contestar la llamada.

-Los chicos de Las Encinas ¿qué sabes? -preguntó el detective privado.

-Entre otras cosas, estoy seguro que la rubia sale con tu hijo-dijo Castañeda-felicítalo de mi parte, tiene buen gusto.

Otra cosa que Samuel jamás le había mencionado. Ignacio podía entender que su hijo ocultara una novia, especialmente si era reciente. Pero Carla era posiblemente una asesina y si Ignacio debía meterse en la privacidad de su hijo para protegerlo, lo haría.

-Polo, Carla e Iván ¿Dónde están ahora? -preguntó Ignacio.

-Los soltamos. No teníamos muchos para retenerlos-dijo el inspector confirmando los miedos de Ignacio-vinieron sus abogados. Ya conoces esto.

Mierda. Ignacio sabía que eso era una posibilidad. Pero si Samuel salía con Carla, entonces debía encontrar a su hijo inmediatamente ya que podría estar en peligro.

-Pilar ¿dónde está Samuel? -preguntó a su esposa que en ese momento bebía de su botella de agua.

-Fue al parque con Poni-dijo la mujer.

Ignacio fue por las llaves de su auto.

********

Era una tarde muy concurrida en el parque cerca de la casa de Samuel. Poni caminaba alegremente llamando la atención de distintas personas mientras Samuel solo podía pensar en lo que había hecho con Carla.

Racionalmente sabía que no había hecho nada malo. Ella era sospechosa al comprobarse que mintió sobre su paradero ese día. Si ella no mató a Marina es muy posible que supiera quien es. Ella sabía que Samuel investigaba el caso y decidió callarse y eso fue por algo.

-Supongo que lo nuestro ya se terminó-dijo una voz femenina a espaldas de Samuel-¿no?

Samuel dio media vuelta y se encontró con Carla frente a él. Podía ver su furia en ella. Él podía leerla como nadie más.

-¿Qué quieres que diga, Carla?-dijo Samuel tomando la correa de Poni y dando media vuelta pero pudo sentir a ella caminar tras él.

-Puedes decir: “Carla, iré a casa y pondré mi cabeza en el horno porque no puedo vivir con lo hijo de puta que soy”-ella molesta-algo así podrías decir.

-¿Dices que me quieres muerto?-preguntó Samuel con molestia.

-Sí, eso digo-respondió ella.

Eso le dolió, pero no dejaría que ella lo supiera. Y en parte, también tenía miedo de ella.

-Una palabra mía y Poni atacará tu garganta-dijo Samuel tratando de disimular sus nervios.

Carla le sonrió con suficiencia. Se arrodilló y acarició a Poni en el cuello y la cabeza.

-¿Eso es lo que harás, muchacho? ¿Desgarrarás mi garganta? -le dijo Carla a Poni con tono infantil-¿Quién es el asesino de marquesas?

Ahora Samuel se sentía estúpido por su amenaza. Carla se puso de pie pero evitó mirar a Samuel a la cara.

-¿Sabes? Sabía que Marina había robado el reloj de mi padre-dijo Carla-todo para ayudar a Nano. Traicionó mi amistad para ayudar a un chico al que ni siquiera amaba. Eso significaba yo para Marina. No sabía si gritarle por tratarme como una mierda o pedirle que nos reconciliáramos. Con Polo e Iván los vimos a ustedes en este mismo parque ese día.

Samuel notó el dolor de Carla al hablar de Marina. Samuel había querido tanto a Marina y ella fue tan buena amiga con él que le era fácil olvidar que muchas personas podían tener motivos válidos para odiar a Marina.

-Yo no los vi ahí-dijo Samuel.

-El chofer estacionó enfrente y los vi a los dos charlando mientras paseaban a Poni-dijo Carla con los ojos húmedos-vi como charlaba contigo y me di cuenta que era así como charlaba antes conmigo. No sé cómo describirlo, pero supe que mi lugar había ocupado por ti. Que nuestra amistad se había destruido para siempre. Me quedé en el auto y le escribí una carta diciéndoselo. Fue más que nada para desahogarme porque dudo que a ella le importara.

Samuel le creía. Había algo en como lo decía. Esa vulnerabilidad que jamás me mostraba a nadie más.

-¿Le diste la carta?-preguntó Samuel.

-Sí, se la dejé en su auto.

-Con el vasito-concluyó el joven detective.

-Ese se lo dejó Iván-dijo Carla-pero sí.

-Si leyeras esa carta sabrías que nunca le hubiera hecho daño-dijo ella.

Se miraron el uno al otro. Samuel sabía que todo se había terminado entre ellos. Pero la parte de él que cree en ella no quiere que nada se termine.

-¡Aléjate de él! ¡Aléjate de él ahora! -gritó muy fuerte una voz tras ellos.

Ambos voltearon y vieron a Ignacio correr hacia ellos.

-Es todo suyo-dijo Carla con desdén y se marchó.

Ignacio llegó hasta su hijo y revisó que no estuviera lastimado o algo así. Samuel pensó que exageraba, pero ero no dejaba de ser un padre que veía a su hijo con una posible asesina.

-¿Ustedes están saliendo?-preguntó Ignacio.

-Ya no-dijo Samuel con tristeza.

********

P.O.V. SAMUEL

Decir que esa conversación con Carla me había inquietado es quedarme corto. Sé honesto contigo mismo, Samuel. Si existe alguna oportunidad que Carla sea inocente, la tomarás. Aunque ella te odie y tú desconfíes de ella, no puedes negar lo que sientes por ella.

Papá dice que, aunque sus oficiales hallaron el vasito que Iván dejó, la carta que Carla dice que escribió nunca fue descubierta. Si Marina quisiera guardar un secreto, sé dónde lo habría ocultado.

FLASHBACK

Marina y yo estamos en su habitación, hablando de cosas sin importancia como solemos hacer. Prefiero escucharla hablar de sus travesuras que ella diciéndome que deje a Ari porque me merezco a alguien mejor ¿Con más que Ari podría estar?

-Samu, tienes que ver esto-dijo Marina con su característica mirada de “hice algo inapropiado y me divertí mucho”-¿Recuerdas que te conté de un chico al que conocí en Italia en el verano?

-Si-dije poniendo los ojos en blanco ya que estaba acostumbrado a las anécdotas de Marina sus amores extra curriculares.

-Me envió algunas fotografías que imprimí para verlas con más detalle -dijo Marina sugerentemente.

Marina se puso de pie y corrió la silla que tenía junto a su escritorio y la llevó hasta pegarla a la pared. Tomó un destornillador y se subió a la silla y comenzó a desatornillar la tapa del ducto de la ventilación.

-¿Estás renovando la instalación?-le pregunté sin saber por qué hacía eso.

Marina sacó unas hojas del ducto y saltó de la silla hacia el suelo y volvió a sentarse en la cama junto a mí.

-Lo hago porque Laura y Ventura son algo entrometidos-dijo Marina poniendo los ojos en blanco.

-Si-le digo yo porque sé los Nunier no son muy buenos padres. Ni se molestan en disimular su preferencia por Guzmán.

-Pero me estoy vengando-dijo Marina-dejé por ahí los números de teléfono de Bruno, Víctor y Erick. Le doy a mis padres un poco de drama en su vida.

Marina tratando de sacar de quicio a sus padres es una imagen constante en su vida.

-Espera ¿Quiénes son Bruno, Víctor y Erick? -le preguntó.

-No tengo idea-dijo Marina haciéndose la sorprendida-pero realmente parecen molestar a mis padres.

Yo comienzo a reír y ella también y me pasa lo que sacó del ducto de la ventilación.

-Te mandó fotos de su polla-le digo riendo una vez más-y de una chica desnuda junto a él.

-Es su novia-dijo Marina sugestivamente-y ella también es muy divertida.

FIN DEL FLASHBACK

Claro, Carla también sabia ese truco de esconder cosas ahí. No encontraron nada en las habitaciones de Iván, Polo y Carla, pero jamás se revisó el ducto de ventilación de la habitación de Marina. Si guardó la carta de Carla, ahí la habría guardado.

Tengo que entrar a la casa de los Nunier, pero ellos tienen esta noche una cena para agasajar al gobernador. ¿Qué se pone alguien para ver al gobernador?

********

No me costó mucho averiguar la empresa de catering que contrataron los Nunier para la fiesta y cómo es el uniforme de sus camareros. Afortunadamente tengo ropa que me puede servir. Encontré en algunas cajas unos lentes y una peluca rubia que me pueden ayudar a que no me reconozcan.

Sí, me veo horrible de rubio, pero puedo soportarlo si eso me ayuda a llegar hasta la habitación de Marina. Contacté a uno de los camareros y me hice pasar por su compañero de trabajo y me dio la información donde podían estacionar los empleados que trabajarían en la fiesta.

Tengo un poco de sed así que antes de irme tomaré un poco de agua. Voy hasta el refrigerador y sacó la botella de agua. La abro y bebo un sorbo, pero cuando el líquido toca mi lengua inmediatamente lo escupo.

Huelo la botella y marco el número del Centro de Rehabilitación San Esteban con lágrimas en mis ojos.

********

P.O.V. OMNISCIENTE

Samuel no tuvo ningún inconveniente para infiltrarse como camarero en la fiesta de los Nunier. Lo complicado fue evitar a las personas que podían reconocerlo. No solo estaban los Nunier, sino También Ari y toda su familia, las madres de Polo, Lu y su familia, Cruz Carvalho y mucha más gente influyente de la élite madrileña. Todos estaba aquí para aparecer en una fotografía junto al gobernador.

Samuel se las arregló para para no ser reconocido y pasar por ahí con una bandeja repartiendo aperitivos a los invitados.

Cuando pensó que todos estaban bastante enfrascados en sus propias conversaciones se dirigió hacia la habitación de Marina. Subió las escaleras sin ser visto y llegó hasta la habitación de su mejor amiga. Una parte de él se tentó en dejarse llevar por la nostalgia, pero sabía que era más importante encontrar la carta de Carla.

Samuel abrió la puerta de la habitación de Marina e ingresó. No perdió el tiempo y tomó la silla junto al escritorio de Marina y la puso contra la pared debajo del ducto de ventilación. Se subió a la silla y sacó un destornillador que guardó en el bolsillo y se dispuso a quitar los dos tornillos que mantenían la tapa sujeta a la pared.

Pero notó algo extraño. El tornillo de la derecha estaba quitado a medias. Como si hubieran comenzado a quitarlo y la mitad de la tarea se hubieran detenido.

Bien, eso era extraño, pero si lo descubrían estaría en muchos problemas así que terminó de quitar ese tornillo.

Samuel no lo notó, pero alguien lo observaba desde el interior del armario en la habitación de Marina…

Cuando Samuel se dispuso a desatornillar el otro tornillo alguien abrió la puerta de la habitación de repente y corrió hasta Samuel y lo hizo caer de la silla,

-¡¿Quién diablos eres?! ¡¿Qué haces aquí?!-le gritó Guzmán a quien creía que era un intruso.

-¡Guzmán! ¡Guzmán! -le dijo Samuel quitándose los anteojos y la peluca-soy yo.

-Samuel ¿Qué haces? -preguntó Guzmán confundido.

Samuel sabía que mentir no serviría de nada así que solo le quedaba apelar a la verdad.

-Busco algo-dijo Samuel.

Guzmán pasó de la confusión al enojo.

-¿No deberías buscar en mi habitación?-dijo el rubio molesto-Ahí deberían estar las pistas ¿no?-Guzmán tomó a Samuel de la mano-Vamos. No te disfrazaste y entraste aquí para irte con las manos vacías.

-Guzmán, detente-dijo Samuel tratando de calmarlo y soltarse.

-Vamos, quizás hasta firmé una confesión-dijo el rubio más molesto.

-Cálmate ¿sí? -dijo Samuel perdiendo los estribos y Guzmán se quedó callado- No creo que tú hayas matado a Marina. Creo que fue Iván, o Polo, o…Carla.

Guzmán asimilaba esa idea, pero no quería creerla.

-No…-dijo el rubio-…no es posible.

Samuel supo que es momento de decir todo. Necesitaba a Guzmán de su lado ahora.

-No estaban en Ibiza cuando la mataron-explicó Samuel-Lu y Patrick mintieron por ellos. Carla regresó por un reloj de Teo que Marina había robado. Polo había venido por acompañar a Carla. Iván regresó porque descubrió que Marina veía a otro. A Nano, creo. Carla dijo que le escribió una carta que probaría su inocencia. Recuerdo que Marina escondía cosas secretas en los conductos de la ventilación.

Guzmán se lo piensa un poco.

-Veamos que hay ahí-dijo el rubio asintiendo.

Samuel no perdió tiempo y volvió a subirse a la silla quitó el tornillo que quedaba. Y Samuel miró dentro del ducto.

-¿Qué hay?-preguntó Guzmán.

-Solo esto-dijo Samuel mostrándole lo que había encontrado.

Era un pendrive.

-Solo un pendrive-dijo Samuel confundido y desorientado ya que de verdad esperaba encontrar la carta de la que habló Carla.

Pero Samuel sabía que si Marina guardó ese pendrive ahí es porque debía ser algo importante.

-Tengo una computadora para ver que tiene-sugirió Guzmán- está en mi habitación.

Samuel asintió y juntos se fueron hasta la habitación del rubio mientras alguien los miraba marcharse desde la oscuridad del armario.

********

En la habitación de Guzmán, el rubio tomó su laptop y conectó el pendrive.

-Solo tiene videos-dijo Guzmán confundido-son solo dos videos con fechas diferentes.

Samuel asintió como señal a Guzmán para que reprodujera el primero de los videos.

El video mostraba una cama viéndola desde arriba y luego la imagen mostraba la misma cama viéndola desde la cabera de la cama. Se veía por detrás un cuadro con una pintura de la ribera italiana.

-¿Dónde es esto?-preguntó Samuel confundido.

¿Por qué Marina guardó esto?

-Es una habitación de invitados de la mansión Carvalho-dijo Guzmán extrañado-reconozco ese cuadro. Me he quedado a dormir ahí en algunas ocasiones.

La imagen cambió cuando una persona entró en escena. Era Marina quien saltó a la cama y se puso cómoda ahí.

-Esa ropa-dijo Samuel con tensión-es la que tenía cuando la vi por última vez y con la que estaba cuando murió. Este video es del día en el que murió.

-Ven acá amante-dijo Marina de forma coqueta-es hora de ganarte tu premio.

Para Samuel eso significaba que Marina fue con Iván a su casa ese día.

En un momento Marina miraba distraídamente al techo (desde donde se la filmaba) hasta que su vista se enfocó en un punto específico. Era como si Marina mirara fijamente a la cámara. Sin apartar la mirada, Marina se pone de rodillas sobra cama. Mira hacia la pared opuesta a la cama y se dirige hasta ahí. El ángulo de filmación cambia y se ve a Marina en primer plano mirando al frente, luego al techo y luego a la cama nuevamente. Ella vuelve hasta la cama, pero si subirse a ella. Comienza a agitar los brazos mientras mira al frente y el video termina.

Guzmán y Samuel no entendían nada. Ese video, lejos de darles respuestas, solo planteaba más preguntas.

-Veamos el otro video-dijo Samuel.

Guzmán se agachó frente a su computadora.

-Este está fechado el primero de octubre-dijo el rubio-unos días antes de su muerte.

El video comenzó a reproducirse y se ve la misma habitación y la misma cama. En ese momento se ven a dos personas follando. No se ve quienes son claramente ya que están tapados con las sábanas. En ese momento la mujer está arriba del hombre y hace un movimiento como de cabalgar. No se ve su rostro ni su cabello porque el ángulo no permite que se capte. El ángulo de filmación cambia al de la cabecera de la cama y ahí se puede ver claramente que la mujer en cuestión es Marina.

Guzmán aparta la mirada incomodo de ver a su hermana en esta situación. A Guzmán tampoco le gusta ver a su mejor amiga en esta situación tan íntima, pero algo le dice que debe mirar hasta el final.

En un momento Marina se agacha y ya no se la ve, aunque su se ve su espalda arqueada. El hombre la toma de su espalda y la hace girar intercambiando las posiciones. Ahora ella está acostada en la cama y el hombre sobre ella.

Aparece un primer plano del rostro del hombre que mira a la cámara y sonríe sabiendo que está siendo filmado.

Era Cruz Carvalho.

-Dios mío-dijo Samuel haciéndose hacia atrás como si una fuerza invisible lo hubiera empujado.

-¿Cruz Carvalho?-dijo Guzmán totalmente anonadado.

Ambos jóvenes estaban en silencio tratando de asimilar lo que acababa de ver. En ese momento Samuel recordó una frase que Marina le dijo en la última conversación que tuvieron unas horas antes de su muerte:

“Tengo un secreto. Uno grande”

Samuel había pensado que Nano era el gran secreto de Marina, pero no. El secreto verdaderamente grande Marina era que era la amante del futbolista más famoso del mundo: Cruz Carvalho.

-¿Samuel?-dijo Guzmán buscando una explicación.

Samuel se sintió mareado y se sentó en la cama.

-Sé lo que pasó-dijo el castaño susurrando-sé lo que pasó.

FLASHBACK

Marina estaba recostada en la cama.

-Ven acá, amante-dijo la pelirroja con picardía-es hora de ganarte tu premio.

Se quedó recostada cómodamente esperando que Cruz regresara. Mirando el ventilador del techo notó algo extraño. En el centro del ventilador había un pequeño círculo negro. Se puso de rodillas sobre la cama sin dejar de mirar al ventilador. Pegado al techo, iba una extensión que conectaba el ventilador con algo más que se perdía detrás de un armario que estaba contrario a la cama.

Marina no era de las que no se metían en asuntos que no eran de ella y la curiosidad pudo más con ella y fue hasta el armario. Al verlo de cerca supo que era un armario corredizo que se abría por la mitad.

Marina se impactó al correr los dos paneles del armario y encontrar dos pantallas de televisión y debajo de ellas una máquina que tenía un pendrive conectado a ella. Marina miró las pantallas y en ella aparecía, desde dos ángulos diferentes, una cama que tenía sus sábanas ligeramente arrugadas. Marina miró la cama que estaba detrás de ella.

Se acercó a la cámara, pero aun mirando las pantallas en la pared y extendió los brazos y comenzó a agitarlos, viendo en las pantallas también sus brazos agitándose.

-Qué hijo de puta-dijo Marina sonriendo con malicia.

Ese cabrón de Cruz había estado grabando sus encuentros. Bueno, si quería portarse así con ella, le demostraría que ella podía ser peor. Marina fue hasta las pantallas y tomó el pendrive. Sin molestarse en cerrar los paneles del armario se fue de la casa de los Carvalho.

-Marina…-dijo Cruz con voz juguetona entrando a la habitación, pero no la encontró allí.

El corazón de Cruz dio un vuelco cuando vio que el armario estaba abierto. Corrió hasta él y notó que el pendrive no estaba. Esa hija de puta de lo había llevado y podía arruinar su vida con él. Su carrera, su hijo, su libertad. Podría perderlo todo.

Inmediatamente corrió tras Marina.

En su automóvil, Marina sonreía sintiéndose vencedora. Pondría a ese hijo de puta que la había filmado sin su consentimiento en su lugar al exponerlo. Ahora sus padres sí le pondrían atención. Iván sufriría al principio, pero se daría cuenta de qué clase de padre tenía y eventualmente lo superaría.

Marina estaba tan emocionada de llegar a su casa y esconder el pendrive que no le importó pasar un semáforo en rojo. Una de esas cámaras seguro que la vio y le llegaría una multa, pero a ella no le importaba.

Cuando llegó a su casa vio que no había nadie más. Guzmán estaba en su práctica de fútbol, pero no tenía idea de donde estaban sus padres. Tampoco estaban las sirvientas.

Fue a su habitación y abrió el ducto de la ventilación. El pendrive era demasiado valioso como para dejarlo al alcance de cualquiera. Lo dejaría ahí junto al reloj. También pondría ahí la carta que encontró en su automóvil. Ya la leería más tarde.

Tomó una revista, un gran cenicero de cerámico, sus cigarrillos y se dirigió hasta la piscina de su casa.

Llegó a la piscina y se dispuso a tomar sol y relajarse cuando Cruz Carvalho entró por el costado de la casa hecho una furia.

-Quiero ese pendrive-ordenó el futbolista.

-Señor Carvalho, hola-dijo Marina con voz inocente-lo siento, Iván no está aquí.

-No estoy jugando contigo-dijo Cruz amenazador.

-¿En serio?-dijo Marina sugestivamente-porque siempre quieres jugar conmigo.

Cruz comenzaba a perder la paciencia y Marina disfrutaba ponerlo así.

-Marina, dame el pendrive a ahora-dijo Cruz con dureza, pero en voz baja temiendo que hubiera alguien más en la casa.

-¿Para qué quieres esos videos?-dijo Marina con indiferencia-¿No te ves bastante en la tv y en YouTube?

-Quiero ese pendrive, puta estúpida-dijo Cruz gritando esta vez y tomándola del brazo con fuerza.

-¿Yo soy la estúpida?-dijo Marina sonriendo y soltándose de su increpador-ahora podrás ver esos videos en televisión como el resto de España.

Cruz no permitiría que esa niña le arruinara la vida. Tomó el pesado y aparatoso cenicero y, sin pensarlo mucho, de un potente y certero golpe con él en la sien derecha de Marina la vio caer al suelo sin que tuviera ninguna reacción.

Cruz miró horrorizado lo que había hecho. La novia de su hijo yacía tirada en el suelo. De la herida salía mucha sangre que comenzaba a rodear la cabeza de Marina que parecía como si llevara una gran corona de color rojo. Los ojos azules de Marina permanecían abiertos indicando la sorpresa que experimentó al momento del golpe.

Cruz limpió el cenicero con su camisa, tratando de borrar sus huellas digitales, y lo arrojó a la piscina para que el agua hiciera el resto. Comenzó a correr mirando a todos lados para ver si alguien había atestiguado lo que sucedió y salió de la mansión Nunier.

Pasaron varios minutos en los que el cuerpo de Marina estuvo a la intemperie. El viento hacía bailar las hojas caídas de los árboles que se movían por todo el suelo y algunas se pegaban a la herida de Marina por la espesura de la sangre.

Una hora y media después del asesinato llegó Guzmán. Sudoroso, luciendo su uniforme de futbol. Había regresado a la casa sin haberse ducha ni cambiado antes. Vio el auto de
Marina estacionado, pero no la encontró dentro de la mansión. Salió al patio y vio a Marina tirada en el suelo.

-¡Marina!-grito Guzmán y corrió hacia ella.

Cuando estuvo a su lado vio la sangre corriendo por el suelo. Marina, su hermanita, su Marina estaba en el suelo con los ojos abiertos, pero sin luz en ellos.

Guzmán se arrodilló junto a su hermana y la sacudió con violencia.

-Marina, despierta-dijo el rubio llorando-¡Despierta, despierta, despierta!

Continuó abrazando a su hermana hasta que su conciencia abandonó su cuerpo como le sucedía cuando tenía un ataque. Solía tenerlo controlado con la medicina, pero a veces eso no era suficiente. Y Guzmán se perdió en su estado catatónico mientras continuaba abrazando a Marina.

Una hora después llegaron Ventura y Laura que vieron a su hijo sucio con la sangre de su hermana. Guzmán no reaccionaba y Marina nunca volvería a despertar.

FIN DEL FLASHBACK

Ni Samuel ni Guzmán parecían salir de su estupor aún.

-Entonces mis padres…-comenzó a decir Guzmán.

-Tus padres armaron todo pensando que te encubrían cuando en realidad estaban encubriendo a Cruz Carvalho-dijo Samuel terminando la idea de su amigo.

-¿Realmente pudo hacerlo él?-dijo Guzmán temeroso.

-Cruz vive de fiestas y acostándose con todo el mundo-dijo Samuel-la novia de su hijo era un trofeo más para él. Si esto se hubiera sabido, él tendría para perder más que nadie: su carrera, sus auspiciantes, iría a la cárcel. Marina, siendo como era, seguramente lo desafió y así terminó todo.

Permanecieron unos segundos en silencio. Debían meditar sus próximos pasos.

-Él está aquí ahora-dijo Guzmán con miedo-vino a ver al gobernador.

Samuel se puso de pie y tomó el pendrive de la computadora.

-Debo llevarle el pendrive a mi papá-dijo Samuel decidido-¿Me ayudas? Vigila a Cruz todo el tiempo hasta que te llame.

-Sí, claro-dijo Guzmán y Samuel se dispuso a marcharse, pero lo detuvo-buena suerte y ten cuidado.

Samuel asintió y se marchó. Quizás ahora habría una posibilidad que recobraran su vieja amistad. Pero eso debía esperar.

Los vehículos de los empleados de la fiesta estaban estacionados en la parte de atrás de la casa así que Samuel fue hacia ahí. Cuando salió de la casa por la puerta trasera sin ser visto una voz lo llamó.

-¿Samuel?-dijo Ari confundida de verlo ahí.

Ellos se miraron unos segundos sin saber bien que decirse. Samuel sabía que también debía hablar con ella, pero debía irse rápido así que le dijo lo más importante que podía decirle.

-Mi padre se hizo un examen de paternidad-dijo el chico-no soy tu hermano.

La sorpresa le impedía reaccionar a Ari, pero Samuel no se quedó a esperarla.

Samuel caminaba a su auto, pero decidió llamar a su padre.

-Hola, Samu-dijo Ignacio del otro lado de la línea.

-Papá, fue Cruz Carvalho-dijo Samuel sin detenerse en la cortesía-él lo hizo. Tengo un video de Marina con él el día que murió. Eran amantes.

Ignacio sabía que no debía detenerse con pedir explicaciones ahora. La situación era apremiante.

-¿Dónde estás?-preguntó el padre.

-En casa de los Nunier-dijo el muchacho.

-Quédate-dijo Ignacio-ahora voy.

-No, papá. Él está aquí. Está con el gobernador-llegaré en 20 minutos a casa.

-Muy bien, ven a casa-dijo Ignacio con urgencia-no te detengas para nada.

Samuel no guardó su teléfono. Llamó a Carla para decirle lo que había averiguado, pero no le respondió. Luego trató de llamar a Iván para advertirle de su padre, pero tuvo el mismo resultado.

********

Iván caminaba solo por un oscuro parque de la ciudad de Madrid. llevaba en su mano derecha una botella de vodka que casi se había terminado.

Ahora solo quería beber y estar solo. No podía creer que lo investigaran por matar al amor de su vida. Él había adorado siempre a Marina, incluso a su propio pesar, a costa de su propia dignidad. No sabían lo que él había soportado por ella y ahora decían que él podría haberla matado.

Su teléfono comenzó a vibrar y vio que era una llamada de Samuel. No le respondió. Samuel era con quien menos tenia deseos de hablar. Marina siempre había preferido la amistad de Samuel a él y ahora Ari hacía lo mismo.

Los ruidos de unas motocicletas lo sacaron de su ensimismamiento. Eran Nano y toda su pandilla. Iván se dio cuenta que lo habían seguido esperando que estuviera solo. Quizás fuera el alcohol, pero si ellos querían pelea, la tendrían.

-¿Crees que me puedes hacer algo?-dijo Iván después de tomar el último sorbo de vodka.

-Ya pensaré en algo-respondió Nano.

********

Samuel conducía presurosamente su automóvil. Se sentía inquieto y nervioso. Solo quería estar en casa con su padre y su madre y darle el pendrive. Por fin todo se había terminado. Pronto haría justicia por Marina, vería si las cosas con Carla tenían arreglo y en cuanto a su madre…

Conducía por una zona un tanto deshabitada, pero por esta carretera llegaría más rápido a su casa evitando en tráfico de las partes más urbanas. En el asiento del acompañante tenía su morral y dentro de él había puesto su teléfono, su teaser, los walkie talkies y el pendrive.

Su teléfono comenzó a sonar mientras conducía. Era Guzmán.

-Hola-dijo el castaño.

-No puedo encontrarlo-dijo Guzmán susurrando.

-¿Preguntaste por ahí?-sugirió Samuel sabiendo a qué se refería.

-A todos, pero nadie sabe dónde está-dijo Guzmán preocupado y preocupando a Samuel.

-Gracias, llámame si lo encuentras-dijo Samuel tenso y colgó.

Lo último que le faltaba ahora era perder el rastro de Cruz justo en este momento. Una duda cruzó por la mente de Samuel. Cuando llegó a la habitación de Marina uno de los tornillos de la boca del ducto de ventilación estaba flojo. ¿Y si fue Cruz quien lo hizo buscando el pendrive?

Siguió con la mirada fija en el camino cuando sus ojos se desviaron al espejo retrovisor. Tenía justo sobre él la fría mirada de Cruz Carvalho.

Samuel gritó del susto y eso hizo tambalear el rumbo del automóvil.

-Sigue conduciendo-ordenó Cruz quien estuvo escondido en el asiento trasero todo el tiempo.

Samuel intentó agarrar su morral, pero Cruz fue más rápido.

-Cuando era niño me enseñaron a abrir la puerta de un automóvil sin tener su llave-dijo Cruz como si nada-era muy útil cuando como yo no tenías en donde caerte muerto y recurrías a prácticas poco lícitas.

Cruz inspeccionó el contenido del morral de Samuel y sacó el pendrive.

-He estado buscando esto-dijo el futbolista y lo guardó en su bolsillo izquierdo de su pantalón.

Samuel sabía que con ese teaser podría obligarlo a cualquier cosa por lo que decidió tomar una medida desesperada. Con una mano agarró su cinturón de seguridad y confirmó que estaba bien colocado. Antes que Cruz pudiera hacer o decir algo más, Samuel giró el volante de su automóvil y con toda la velocidad posible hizo que el automóvil chocara contra un árbol cercano.

Samuel se sacudió, pero permaneció en su lugar al tener el cinturón de seguridad puesto, pero Cruz voló desde el asiento trasero a chocar con el tablero del automóvil. Ambos estaban inconscientes.

********

Por quinta vez Ignacio llamaba a su hijo, pero este no le contestaba. Comenzó a desesperarse y ya no aguantó más. Decidió tomar su automóvil e ir a buscar a su hijo.

Antes de irse vio a Poni acostado a los pies de Pilar.

********

Cuando Samuel recobró el conocimiento abrió lentamente los ojos. Su adolorida frente estaba apoyada en el manubrio. Supuso que ahí se había golpeado con el impacto, pero por lo demás estaba bien. Se revisó a sí mismo y no sangraba por ningún lugar. Como mucho tendría un chichón en la frente.

Cuando recordó porqué estaba en esa situación. Encontró a Cruz Carvalho junto a él. Su cabeza había golpeado con el tablero del automóvil y su cuerpo parecía estar aprisionado entre los dos asientos delanteros. Samuel no perdió tiempo y metió su mano el bolsillo de Cruz y le quitó el pendrive. Vio que su teléfono estaba en el suelo y sonando. Iba a recogerlo para llamar a la policía, pero para llegar hasta él debía sortear a Cruz que permanecía inconsciente.

Samuel estiró la mano para llegar hasta el teléfono, pero en ese momento Cruz comenzó a toser, aunque sin abrir los ojos. Samuel retrocedió del miedo y decidió que si intentaba llegar a su teléfono podría despertar a Cruz y no quería correr ese riesgo. Ya tenía el pendrive en su poder, no necesitaba más.

Se desabrochó el cinturón de seguridad y salió del coche. Debía buscar alguna ayuda, pero para donde miraba no veía alguna casa o cualquier lugar en el cual refugiarse. Solo veía árboles.

Ya sea que encontrara ayuda o no, lo primordial era alejarse Cruz quien no tardaría en despertar.

Entonces, vio algo a lo lejos. Entre los árboles pudo ver algunas luces. Una casa.

Intentó ir corriendo hasta ahí pero su pie izquierdo estaba un poco golpeado por el impacto, así que su velocidad no era óptima. La casa estaba aproximadamente a unos 70 metros subiendo por una pendiente. Samuel comenzó a subir, pero por puro instinto vio su automóvil una vez más. Una corriente helada recorrió toda su espina dorsal cuando vio la puerta de su automóvil estaba abierta. Cruz estaba afuera.

A pesar de su dolorido pie Samuel apresuró el paso hasta la casa lo más que pudo.

-¡Ayuda!-gritó llegando a la casa-¡Ayúdenme, por favor!

Luego se maldijo a sí mismo ya que el grito alertaría a Cruz en donde se encontraba. Aunque, si los dueños de casa lo dejaban entrar ya no importaría lo que haga Cruz.

Samuel comenzó a golpear desesperadamente la puerta, pero nadie lo atendía. Vio la casa a modo general y concluyó que ahí vivían personas muy humildes. Tenían muchas cosas rotas e inútiles tiradas por todos lados. Electrodomésticos viejos e inservibles, neveras, cocinas, lavarropas o cosas así. Quizás alguien de ahí trabajara arreglándolos y vendiéndolos como chatarra.

A pesar de sus gritos nadie salía a ayudarlo. Quizás no hubiera nadie y en ese caso estaría perdido si se cruzaba con Cruz que estaba merodeando por ahí cerca.

No podía arriesgarse a que Cruz le quitara el pendrive así lo tiró al tejado que estaba por encima de él. Así solo él sabría dónde está y Cruz no lo haría nada si no sabía dónde estaba le pendrive.

Samuel estaba aún más convencido que no había nadie en la casa ya que ni siquiera una luz se había prendido con todo su escándalo. Decidió cerciorarse buscando que la casa tuviera un garaje o cobertizo. Quizás tuvieran una bicicleta o algo así.

Fue cojeando hasta una esquina de la casa esperando encontrar lo que buscaba en esa dirección cuando de repente un puño cerrado fue a toda velocidad hasta su rostro y solo hubo oscuridad.

********

Cuando Samuel despertó solo pudo ver oscuridad. Pero se dio cuenta que estaba encerrado en una caja o algo así. estaba acostado e intentaba encontrar una salida, pero no la había. Golpeaba lo que era el techo de su prisión horizontal y lo encontraba muy pesado, como si le hubieran puesto algo encima. Samuel dedujo que lo habían puesto dentro de unos refrigeradores rotos que estaban aquí en esta casa.

-¡Sáquenme de aquí!-gritó Samuel desesperado.

-Samuel, eres muy raro-dijo la voz de Cruz Carvalho-¿Cuántos adolescentes tienen walkie talkies en sus autos?

Samuel se dio cuenta que escuchaba la voz de Cruz desde donde él estaba encerrado. Su mano no tardó en encontrar uno de sus walkie Talkies. Cruz lo había encerrado ahí con eso para que pudieran comunicarse.

-¿Qué me hizo?-preguntó Samuel asustado.

-Samuel, ¿Dónde está mi pendrive? -dijo Cruz –te dejaré salir cuando tenga mi pendrive.

-No, gracias-dijo Samuel-me siento más seguro aquí.

Cruz estaba fuera. Sentado sobre el refrigerador en el que había encerrado a Samuel.

-Pero no deberías-dijo Cruz y se puso de pie.

Fue hasta un bidón de gasolina que había encontrado y comenzó a verter su contenido sobre el refrigerador

-¿Quieres saber algo sobre Juana de Arco, Samuel?-dijo Cruz a través del walkie talkies-Dios realmente no le hablaba. Es verdad. Lo vi en la televisión. Fue uno de esos programas forenses históricos y decidieron que tenía un tumor cerebral. ¡La quemaron viva! Qué desperdicio. Creyó que su muerte significó algo, pero solo estaba loca. Piensa en eso,
¿Dónde está mi pendrive? ¡¿Dónde está mi pendrive?!

********

Ignacio conducía por la carretera hacia la casa de los Nunier. Irrumpiría por la fuerza si era necesario para cuidar de su hijo. No tuvo que llegar hasta ahí.

Mientras conducía vio el coche de Samuel estrellado contra un árbol.

********

-¿Dónde está el pendrive, Samuel?-volvió a preguntar Cruz-¿Sabes? Marina tampoco me dijo dónde estaba el pendrive. Creo que hay una moraleja en esta historia. Algo así como ¡No dejaré que usa basura adolescente arruine mi vida!

Cruz perdió la paciencia y comenzó a patear con violencia el refrigerador donde estaba Samuel, asustándolo cada vez más.

-Está en el techo-dijo Samuel asustado-lo tiré al techo. Por favor, déjame salir.

Cruz utilizó una escalera y subió al techo. Aún tenía el walkie talkies en la mano para charlar con Samuel si era necesario. Comenzó a buscar por el tejado y no tardó en encontrar al pendrive. Finalmente lo tenía en su poder. Ahora debía terminar el trabajo con Samuel.

-¡Samuel!-gritó una voz debajo de Cruz.

El jugador de futbol vio que era Ignacio, el padre de Samuel quien lo buscaba. Cruz se quedó en silencio esperando que Ignacio no lo encontrara, pero el grito de Ignacio fue escuchado por Samuel.

-¡Papá!-gritó Samuel por medio del walkie talkie.

Ignacio siguió el sonido de la voz de su hijo y dirigió su mirada hacia el tejado bien a Cruz Carvalho en él. Al verse descubierto, Cruz reaccionó saltando desde el tejado y cayendo encima de Ignacio García. Ambos cayeron al suelo y comenzaron a luchar entre sí.

Cruz logró darle un buen golpe en el rostro a Ignacio que lo hizo caer al suelo semiinconsciente. Cruz tomó una silla de madera y fue a golpear con ella a Ignacio, pero los reflejos del detective fueron más rápidos y le dio una patada en la entrepierna a Cruz quien del dolor cayó al suelo. Ignacio aprovecha la oportunidad y se sienta encima de Cruz y le da algunos golpes hasta dejarlo definitivamente derrotado.

Exhausto, Ignacio se tiró al suelo a la par de Cruz tratando de recuperar el aliento. Sin embargo, Cruz no se sentía derrotado aún. Sacó de su bolsillo un encendedor y prendió la pequeña llama. Lo arrojó unos metros más allá y todo lo que él había rociado con gasolina comenzó a arder, incluyendo el refrigerador.

Cruz comenzó a reír con la poca fuerza que tenía.

-Creo que gané, Ignacio-dijo el futbolista-él está dentro del refrigerador.

Preso del horror, Ignacio se puso de pie y fue hasta el refrigerador. Se quitó su saco y con él comenzó a golpear las llamas tratando de apagarlas.

-¡Papá!-gritaba Samuel con desesperación desde el interior del refrigerador.

-¡Voy, Samu!-gritó el detective privado.

Ignacio intentaba quitar la puerta del refrigerador para sacar a su hijo, pero parecía atascada. Al estar parado donde estaba lleno de combustible, las llamas comenzaron a llegar hasta las piernas de Ignacio, pero a él solo le importaba sacar de ahí a su hijo.

En determinado momento, la fuerza de Ignacio dio sus frutos y logró abrir la puerta del refrigerador. Inmediatamente Samuel salió de ahí solo para ver a su padre prendiéndose fuego frente a él.

Samuel no perdió el tiempo y tomó una manta vieja que estaba ahí tirada y con ella comenzó a golpear a su padre para apagar las llamas. Con cada vez más desesperación, Samuel golpeaba aún más fuerte sobre las llamas sobre su padre que se movía con desesperación por el suelo.

Los esfuerzos de Samuel rindieron frutos y las llamas de su padre se habían extinguido por completo. Ignacio seguía tirado en suelo y tenía un poco de dificultad para respirar por todo el humo que había respirado, pero estaba vivo.

-Estás bien, estás bien-dijo Samuel llorando-vas a estar bien. Tú eres todo para mí.

********

Mientras veía como Ignacio trataba de salvar a su hijo, Cruz se puso de pie como pudo y dejó el lugar. Había trabajado toda su vida para ser el campeón que era ahora y no dejaría que una adolescente puta, un detective mediocre y su molesto hijo le arruinaran la vida.

Cruz corrió y encontró el automóvil de Ignacio estacionado al lado del que Samuel había chocado. Cruz abrió la puerta y subió a él. Comenzó a buscar la llave para encenderlo, con la esperanza que García la dejara puesta en caso de tener que irse rápido de ser necesario. Si algo sabia de los García es que eran más inteligentes y previsores que el común de las personas.

No tuvo tiempo de averiguarlo. Oyó un gruñido que venía desde el asiento trasero del automóvil. Giró la cabeza lentamente para encontrarse con un perro pitbull de color gris que le mostraba los dientes amenazadoramente.

Poni lanzó el mordisco, pero Cruz se protegió con su brazo y el perro le tomó el brazo. Cruz actuó rápido y deslizó su brazo por el interior de la manga de su chaqueta y logró liberarse y rápidamente salió del automóvil y cerró la puerta tras él para que el perro no pudiera salir.

Viendo que el auto de Samuel estaba chocado y en el de Ignacio había un feroz perro que aún le ladraba amenazadoramente, Cruz decidió escapar a pie y corrió hacia la carretera. Pero por esa misma prisa no vio la camioneta que venía por la carretera y lo embistió repentinamente haciendo que volara por los aires cayendo con contundencia varios metros más allá.

La camioneta frenó de golpe y su conductor salió de ella y fue a ver a quien accidentalmente había chocado.

-Lo siento, macho-dijo el afligido hombre- no te vi. Estabas en medio de la calle.

Cruz comenzó a gemir de dolor mientras estaba en el suelo. El hombre miró al hombre en el suelo y lo reconoció.

-Dios mío, eres Cruz Carvalho-dijo el hombre.

-Ayúdame-dijo Cruz con mucho dolor.

El conductor de la camioneta caminó hacia Cruz para intentar ayudarlo, pero una voz se lo prohibió.

-No lo toques-dijo Samuel apuntando con la pistola de su padre a ambos-¿tienes celular?

-Si-dijo el hombre con miedo.

-Llama una ambulancia, a la policía y a los bomberos-dijo Samuel con voz autoritaria y el hombre asintió y fue a hacer lo que se le había ordenado.

Un golpeado Samuel caminó hacia el hombre que le había arruinado la vida. El culpable del sufrimiento de tanta gente. Ambos se miraron y Cruz supo que había perdido.

Samuel se arrodilló y metió la mano en el bolsillo del pantalón de Cruz y sacó el pendrive. Todo había terminado. Finalmente, todo había terminado.

********

Llegaron dos ambulancias, una para Ignacio y otra para Cruz. Pero también estaba la policía para hacer todos los peritajes y arrestar a Cruz. También querían atender las heridas de Samuel, pero él quería que se enfoquen en su padre. Lo él era nada en comparación. En una camilla y con un respirador comenzaban a llevarse a su padre.

-Significas el mundo para mí-le dijo Samuel a su padre-¿lo entienden? ¿me estás oyendo?

-Oye ¿Quién es tu papá? -dijo Ignacio sonriendo.

Samuel solo pudo reír a la vez que lloraba.

Los policías le dijeron que ellos lo llevarían hasta el hospital para que esté con su padre pero que antes le querían hacer algunas preguntas. Estaba lleno de policías y periodistas (estaban arrestando al futbolista más famoso del mundo). Comenzaban a llevarse a Cruz en otra ambulancia cuando una camioneta estacionó cerca de todo. De ella salieron Ventura y Guzmán Nunier.

-¡Mataste a mi hija, Cruz! ¡A mi hija! -gritó Ventura mientras se metía entre los policías que trataban de contenerlo.

Guzmán miraba con tristeza a su padre.

-¡Voy a destruirte, Cruz!-gritó Ventura.

Finalmente arrestaron a Ventura por entrometerse en una investigación de la policía mientras el hombre lloraba de dolor.

-¡Mi hija! ¡Mi hija! -gritaba mientras se lo llevaban en una patrulla.

Samuel miró toda la escena con tristeza. Quería recordarse a sí mismo que odiaba a los Nunier por haber encubierto el asesinato de su propia hija, pero era difícil hacerlo al ver todo eso.

Con la distancia, las miradas de Guzmán y Samuel se conectaron. Samuel dio media vuelta y fue con la policía.

********

En el hospital, Samuel veía a su padre dormir. No pensaba dejarlo solo por más que el dolor por sus propias heridas y el sueño lo estuvieran derrotando.

Ya habría tiempo para dormir. Su padre estaba herido, él estaba herido, su familia destruida, era un paria en las Encinas, no tenía ni a Carla ni a Ari, no tenía dinero para ir a la universidad. Pero el asesino de Marina iría a prisión. Después de mucho tiempo, podría dormir realmente en paz.

-Él estará bien-dijo el doctor entrando a la habitación.

-¿Cuándo?-preguntó Samuel sin dejar de mirar a su padre.

-Eventualmente, sólo ten paciencia el médico que también había tratado las heridas de Samuel que solo eran superficiales-necesitas descansar.

-No dejaré que despierte y esté solo-dijo el joven detective.

Afortunadamente Poni estaba con uno de los policías que fueron a la escena del crimen. Él conocía a Ignacio y lo recordaba con cariño, por lo que se ofreció a cuidar de Poni hasta mañana.

-¿Hay alguien más a quien puedas llamar?-preguntó el doctor.

Samuel sonrió.

-Sí, hay alguien que debería estar aquí-dijo el muchacho.

********

Los efectos de los sedantes comenzaban a disiparse e Ignacio abrió los ojos. Tenía aun el respirador para ayudarlo porque había inhalado mucho humo, pero sus pulmones se estaban limpiando gracias a los medicamentos.

Ignacio miró a su derecha y vio que Sandra dormía en un sillón junto a la cama. Ella abrió los ojos y sonrió a ver despierto al detective.

-Samuel no quería que estuvieras solo-le dijo Sandra a Ignacio, lo que lo hizo sonreír.

********

Samuel subía las empinadas escaleras que lo conducían a su apartamento. Había sobrevivido a Cruz Carvalho, pero esa no había sido su última pelea de la noche. Ahora venía otra más que sería aún más dolorosa.

Samuel abrió la puerta de su hogar y rápidamente fue abordado por su madre que había estado esperando a su esposo y su hijo todo este tiempo. Ella vio las heridas en el rostro de Samuel y se alarmó.

- ¡Samu! ¿Qué pasó? ¿Estás bien? -dijo ella tratando de acariciarlo pero él rechazó el gesto-¿Dónde está tu padre?

-Está en el hospital-dijo Samuel cansado.

-¿Qué pasó?-preguntó Pilar afligida.

-Va a estar bien-dijo Samuel mirando fijamente a su madre.

Todos siempre le decían que Samuel era apuesto porque heredó eso de la belleza de Pilar, pero él ahora sentía que hubiera nada lo uniera a su madre.

-Pero, Samuel ¿Qué pasó? -insistió Pilar.

-Ya terminó, todo terminó-dijo Samuel en más de un sentido- y te diré el resto en la mañana, pero primero necesito que empaques.

Pilar miró extrañada a su hijo.

-¿Qué? ¿A qué te refieres? -preguntó la madre sin entender.

Samuel no lo soportó más y lloró.

-Lo sé, mamá. Sé que no has dejado de beber-dijo el adolescente mientras las lágrimas caían por sus mejillas-sé que no acabaste la rehabilitación. Desertaste y ése era el dinero para mi universidad,

Frente a él Pilar también lloraba. Lloraba con tristeza, con vergüenza, con odio.

-Aposté por ti y perdí-dijo Samuel-He hecho eso toda mi vida. Y ya estoy harto.

Samuel caminó en dirección a su habitación, pero Pilar lo tomó del brazo. Miró a su hijo con lágrimas en sus ojos.

-Samuel, no es fácil-rogó Pilar.

-Lo sé-dijo Samuel-pero ya no me importa.

Samuel caminó a su habitación y cerró la puerta tras de sí. Pilar vio cómo su hijo cerraba una puerta para ella para siempre.

********

Pilar había hecho rápidamente sus maletas. Afortunadamente, no había desempacado desde que había llegado. Ignacio ya no era para ella. Samuel la quería fuera de su vida. Tenía que irse nuevamente, pero esta vez era porque ese hogar ya no tenía lugar para ella.

Miró el cheque de €50000 que Ignacio ganó por traer a Guzmán Nunier. Lo puso en su cartera y se fue del apartamento García mientras escuchaba el correr de la ducha del baño.

********

Samuel terminó una relajante ducha y al finalizar fue a su cama. Quería dormir por siempre, pero también quería levantarse temprano para ir a ver a su padre al hospital.

Escuchó la puerta cerrándose con fuerza. Su madre se había marchado. Mejor así.

Apoyó la cabeza en la almohada y rápidamente quedó dormido.

********

Samuel sabía que eso no era real. Era solo un sueño. Pero no le importaba. No quería que este momento terminara jamás. Estaba recostado en el suelo del puente que pasaba por encima del lago artificial de Las Encinas. Miraba hacia el cielo y veía pasar alguna que otra nube por un cielo más azul que de costumbre. Se sentía más en paz que nunca.

Pero no estaba solo. Alguien miraba las nubes junto a él.

-¿No es mejor así?-dijo Marina con una tranquilidad atípica en ella.

-Mucho mejor-dijo Samuel-así es como debería ser.

-Totalmente-concordó Marina.

Samuel miró a su mejor amiga.

-Y así es como será de ahora en adelante-dijo el castaño-¿verdad? ¿Marina?

Marina le sonrió con tristeza. Ese tipo de compasión que reservaba solo para Guzmán y Samuel.

-Sabes cómo serán las cosas ahora ¿no? Debes saberlo-dijo la pelirroja.

Samuel lo sabía, pero quería que esto durara para siempre.

-Solo así-dijo Samuel mirando al cielo nuevamente.

No quería que Marina lo viera ser sentimental y se burlara de él como siempre lo hacía.

Marina no dejaba de mirar a su mejor amigo. Al único que la comprendió y no la juzgó. Al que arriesgó todo por buscarle justicia.

-No te olvides de mí, Samu-dijo Marina.

Samuel volvió a mirar en su dirección, pero ella ya no estaba. Ahora él estaba solo ahí.

-Nunca podría-dijo Samuel sonriendo y llorando.

********

Un ruido despertó a Samuel. Vio su despertador y eran las 3:07 a.m.

El ruido venía de la puerta. Se levantó pesadamente y fue a ver quién estaba en la puerta de su casa a esa hora. Samuel abrió la puerta y al ver quien estaba ahí sonrió.

-Esperaba que fueras tú-dijo Samuel.

 

FIN DE LA PRIMERA PARTE

Notes:

La historia de Samuel no ha terminado. Samuel ha sacado a su madre de su vida, su padre resultó herido y lo suyo con Carla no ha funcionado. Pero con este detective adolescente nada es definitivo.
¿Quién será el misterioso visitante de Samuel? ese misterio y muchos mas nos esperan en la segunda parte que pronto comenzaré a escribir.

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